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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Estudios Superiores Acatlán

Alumno: Islas Salinas Luis Ernesto

Trabajo: protocolo de la clase de los días 9 y 14 de noviembre de 2017 sobre Austin.

Empezamos nuestra interpretación del autor con la pregunta << ¿qué es la verdad?>>>.
Con ello vimos dos cosas, a saber, que dicha pregunta parece estar presente en Platón,
Aristóteles, Aquino y Husserl, que en Williams la verdad aparece como una propiedad que
sirve para la vida. Y segundo, vimos que en los diferentes sistemas (o al menos en la
mayoría) que hemos visto, la verdad y qué es ella, se trata con mayúsculas.

Observamos que mientras para Carnap está la verdad como correspondencia no semántica,
sino como realidad misma. En Austin, la verdad se refiere a un adjetivo y no a una
propiedad de una cosa con otra, y dicho “adjetivo” ha de ser la forma en la cual se va a usar
la palabra. Con ello el maestro hace la pregunta << ¿qué hemos visto hasta ahora?>> a lo
que Gustavo responde: varias acepciones en cómo se usa la verdad. Con esos “usos” de la
verdad, comenzamos a ver los ejemplos de tipo <<es verdad que el gato esta sobre la
alfombra>>, con ello observamos que para Austin no podemos vivir el mundo con una
plantilla, como en el caso de la teoría de Tarski. Y más bien, ese “uso” del que habla nos
mete a la práctica y nos señala que no es una propiedad o cualquiera de esas cosas. Así
mismo vimos que recupera algo de Carnap, a saber, que la verdad no es un predicado, sino
que tiene que ver con las cosas, y que ese será el uso de la verdad. Con ello el profesor dice
que en la palabra “verdadero” aparecen las cosas mismas, y que la verdad en este caso no
ha de entenderse en los predicados o cualidades de las cosas, ya que en este último caso lo
más importante no es la cosa, sino la cualidad de la cosa.

El siguiente tema a tratar fue que la oración está hecha de palabras, y el enunciado con
palabras. En el enunciado “se hacen”, en la oración “se usan”. Al hacer dicha distinción, se
señala que ese “usar” es la clave, y que al mismo tiempo se encuentra la referencia directa
con las palabras o también sería la manera más directa en donde las palabras hacen las
cosas. Al tratar dicho tema llegamos a lo siguiente: 1) que en el enunciado no es la cosa
misma, sino que son como se dicen las cosas; la oración en cambio, nos aproxima a las
cosas. Pero ¿qué hay que entender cuando nos habla de palabras? El maestro nos dirá que
para Austin las palabras son herramientas o son acciones de las cosas o las cosas mismas.
Entonces el enunciado hace mención, más no uso. En cambio en la oración se da un
fenómeno diferente, se da una serie de “actos” de las cosas. Y es verdadero porque contiene
esa expresión que hace un acto realizable. Con ello el maestro pregunta cuál es la relación
de las palabras con el mundo, a lo que Fernando ha de responder: dando a entender lo que
es la oración, relaciona las palabras con la situación. Y esto nos lleva a la correlación de las
palabras con el mundo.
Con todo lo visto ahora observamos que la tradición se ha centrado más en el logos
apofantico. Austin en cambio, intenta pensar cual es la verdad que se encuentra en la
descripción de las cosas, y cuando existen oraciones que son realizativas. Tratará pues, de
analizar el uso del lenguaje habitual y propone que existen otro tipo de oraciones que tienen
un uso más directo de la verdad, y estas son las “expresiones realizativas”. Con ello
tenemos dos formas de tratar la verdad, una se encuentra en los enunciados demostrativos.
En ellos hay verdad o falsedad, monopolizan la verdad, describen, enuncian hechos, cosas,
estados de cosas y se componen con palabras la segunda forma son las oraciones o
expresiones realizativas. Estas se componen de palabras, es una exclamación, interrelación,
vocativo. No son enunciados que enuncian algo, pero contienen la realización. No aparece
el describir, sino la acción o la realización con la acción.

Esto último nos lleva a pensar en el alejamiento que existe en los enunciados, o en otros
sistemas como lo sería el metalenguaje. Ya que al decir “es un hecho que E”, vemos que ya
no hay una relación directa con la cosa, sino que se aleja de ella. Por ello entre el
enunciado y el hecho se están en la situación hay una diferencia. Con ello podríamos decir
que la gran mayoría del lenguaje filosófico no ha hecho más que alejar las palabras del
mundo. Entonces ¿qué debe de haber en una definición? Para Austin la definición se
encuentra dentro de las oraciones realizativas. Por último vimos el ejemplo del mapa y el
enunciado. Llegamos a las siguientes conclusiones: respecto al mapa se dijo que muestra a
partir del acto mismo, que tenemos en él la misma acción y que no puede estar sujeta a
verdad o falsedad. Respecto al enunciado se dijo que tenemos un alejamiento, que no hay
acción y que si está sujeto a verdad o falsedad. Y con todo ello concluimos lo siguiente:
que la teoría de Austin abre un mundo de relaciones más directas, pero ante ello ¿en dónde
quedaría el discurrir de la filosofía?, y terminamos con la pregunta más seria, que es ¿Cuál
es la manera en que el enunciado realizativo es verdadero? Esta pregunta es válida ya que
parece que en las oraciones que nos propone Austin no hay cabida para la verdad o falsedad
ya que esas denominaciones solo pertenecen al enunciado.

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