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La negociación de conflictos:

la opción es 'ganar-ganar' 5410 COMPARTIR 0 VALORE Indignado 2 Triste 1 Indiferente 0


Sorprendido 3 Contento 21 El Ecuador ingresará en los próximos días en un proceso de diálogo
nacional, a propósito de dos leyes controversiales: la de herencias y plusvalía. Es oportuno
revisar la teoría de los conflictos, la metodología y las estrategias propuestas por el Dr. Roger
Fisher, famoso investigador de la Universidad de Harvard. No hay acción humana en la esfera
familiar, social, política, económica o cultural que no esté relacionada directa o indirectamente
con la negociación. Negociamos todos los días, a toda hora, con todas las personas y grupos,
en cualquier circunstancia. Incluso lo hacemos sin ser necesariamente expertos, por lo que de
una forma o de otra todos somos negociadores. El conflicto como sistema. La negociación
tiene que ver necesariamente con los conflictos. Y los conflictos nacen en la medida que las
personas o los grupos no están dispuestas o dispuestos a aceptar decisiones dictadas por otras
personas o grupos. Surgen entonces las diferencias, que a veces se tornan irreconciliables.
Pero siempre existe la posibilidad de una reconciliación, mediante una exitosa negociación,
cuando comenzamos a entender el conflicto como un sistema y no como un suceso. Si se toma
como base la analogía médica el conflicto podría considerarse un síntoma de una enfermedad,
o si queremos un parásito. Si existen las condiciones, el parásito puede instalarse en el cuerpo
y provocar dolor y un grave malestar, si no se trata a tiempo. Del mismo modo un conflicto:
puede llegar a alterar a las personas y grupos y provocar miedos, desconfianzas e inclusive
agresiones. Reconocimiento. Es menester reconocer que los conflictos humanos son tan reales
y evidentes que los sistemas represivos o los modelos de dominación, cumplieron una etapa
en el mundo, y ahora no sirven para resolver los problemas más comunes, incluyendo los
cotidianos o domésticos. Es urgente generar una cultura de la negociación, una capacidad
racionalizada por la ciencia y la cultura, para enfrentar, por nosotros mismos, los conflictos
más comunes, antes que dejar que fuerzas extrañas, externas e impostoras utilicen cualquier
tipo de violencia para encontrar “soluciones” no negociadas. Lo anterior nos lleva a plantear al
conflicto como algo consustancial a la vida y no como un hecho necesariamente negativo y
pernicioso. Alternativas. Una vida estable es producto de una adecuada resolución de
conflictos. O dicho de otro modo: el conflicto es parte de nuestra de nuestra naturaleza. Ante
él tenemos tres alternativas: i) luchar en los juicios, con el desgaste emocional y económico
que implica; ii) huir o iii) negociar. Teoría del conflicto Definiciones. La humanidad vive un
clima de conflictos. Para unos el conflicto es sinónimo de “crisis”; para otros, en cambio, la
“crisis” es un signo vital de todo organismo, como la calentura es el síntoma de una
enfermedad, que es una respuesta del cuerpo a la necesidad de sobrevivencia. Una tercera
tendencia afirma que el conflicto es sinónimo de guerra. El conflicto es la relación de oposición
entre dos partes, sobre un asunto o tema, según la RAE. Un conflicto requiere de dos partes o
contendientes. Cuando eventualmente interviene una parte este conflicto es de carácter
personal o psicológico. También es reconocido el conflicto como el enfrentamiento o
desacuerdo intencional entre dos entes o grupos que se manifiestan, unos respecto a otros,
por mantener, afirmar o manifestar un derecho e intentan quebrar la resistencia del otro...
Interpretaciones. La interpretación de un conflicto depende de la orientación ideológica de los
participantes. La ideología, como sabemos, condiciona como la cultura o contexto, el escenario
del conflicto. Facilita o dificulta la resolución del conflicto, según los casos. Quienes están de
acuerdo con el establecimiento, el conflicto es un elemento perturbador del sistema político
imperante. Así, se habla del conflicto de los indígenas como un fenómeno que disgrega o
desarticula la sociedad. Esta es una tendencia funcionalista. Pero también existe la tendencia
evolucionista, que plantea el conflicto como una relación social necesaria, que forma parte del
cambio universal de la sociedad, que expresa una relación de poder, y gracias a la cual genera
nuevas normas de convivencia, por medio de las cuales se institucionaliza la tolerancia y se
asegura la continuidad y el equilibrio. Para el marxismo, en cambio, la contradicción es un
fenómeno inevitable, una fuente permanente de conflictos, y está en el centro del desarrollo
dialéctico de la sociedad. La actitud que adoptemos sobre un conflicto, depende en última
instancia de los valores y principios que vivamos, y de los intereses que entran en juego,
directa e indirectamente; con el objeto del conflicto y sus actores. Clasificación. Frente a un
conflicto hay dos alternativas: la negociación diplomática, si se trata de un conflicto
internacional, y la denominada mediación. También se clasifican los conflictos en: no violentos,
conflictos para-violentos y conflictos violentos. Otros tipos de conflictos son: internos, de
grupos primarios (de grupos sociales entre sí); o de grupos secundarios (de grupos sociales con
el Estado). Y externos: entre Estados, entre Estados y empresas transnacionales, y entre
organismos internacionales. Se identifican: los conflictos “fríos” u ocultos, y los conflictos
“calientes”, que pueden generar agresividad. Los conflictos calientes no pueden resolverse
mediante una confrontación directa. Bien decía Gandhi: “Sigamos con la filosofía del ojo por
ojo durante mucho tiempo y acabaremos todos ciegos”. La negociación. El Dr. Roger Fisher en
el libro “Sí, de acuerdo. Cómo negociar sin ceder”, Grupo Editorial Norma, 1996, pág. xvii., una
autoridad en esta materia, dice: “La negociación es un medio básico para lograr lo que
queremos de otros. Es una comunicación de doble vía para lograr un acuerdo cuando usted y
otra persona comparten intereses en común, pero que también tienen intereses opuestos”. El
método de negociación de conflictos. Se define como “un proceso donde existen dos o más
partes, que tienen intereses y necesidades comunes y contradictorios sobre un problema, y
quieren llegar a un acuerdo”. El método de negociación por principios fue desarrollado por el
Dr. Roger Fisher, en el Proyecto de Negociación de Harvard. Consiste en decidir según los
méritos, en vez de decidir por el método del regateo, centrado en lo que las partes se
comprometen a hacer o no hacer. El objetivo es “ganar-ganar”, es decir, que haya ventajas
mutuas, dentro de lo posible. Si se presenta conflictos de intereses, el resultado o el acuerdo
final deberían ser justo, independientemente de la voluntad de las partes. Este método de
negociación por principios generalmente es “duro” para los argumentos y “suave” para las
personas. El método de negociación ba¬sado en principios o negociación basada en méritos,
desarrollado por el Dr. Roger Fisher, plantea cuatro puntos teórico-metodológicos
fundamentales: • Las personas: Separe a las personas del problema. • Los intereses:
Concéntrese en los intereses y no en las posi¬ciones. • Las opciones: Genere una va¬riedad de
posibilidades antes de decidirse a actuar. • Los criterios. Insista en que el resultado se base en
criterios objetivos. ¿El Gobierno y la oposición están preparados para negociar?

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