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VICENTE HUIDOBRO

Vicente García Huidobro Fernández, más conocido como Vicente Huidobro (Santiago, Región
Metropolitana de Santiago, 10 de enero de 1893- Cartagena, Región de Valparaíso, 2 de
enero de 1948), fue un poeta chileno. Iniciador y exponente del movimiento estético
denominado creacionismo, es considerado uno de los más destacados poetas chilenos, junto
con Gabriela Mistral, Pablo Neruda, y Pablo de Rokha.

Vicente Huidobro
Información personal
Nombre de nacimiento Vicente García-Huidobro Fernández

Nacimiento 10 de enero de 1893


Santiago, Chile

Fallecimiento 2 de enero de 1948 (54 años)


Cartagena, Chile

Causa de muerte Accidente cerebrovascular

Nacionalidad Chilena

Familia
Padres María Luisa Fernández Bascuñán (1870-1938)
Vicente García-Huidobro (1893-1948)
Cónyuge Manuela Portales Bello (c. 1912-1926)
Ximena Amunátegui Lecaros (c. 1927-1944)
Raquel Señoret Guevara (c. 1945-1948)
Hijos Con Manuela Portales Bello:
• Manuela García-Huidobro Portales
• Vicente García-Huidobro Portales
• Marie Louise García-Huidobro Portales
• Carmen García-Huidobro Portales
Con Ximena Amunátegui Lecaros:
• Vladimir García-Huidobro Amunátegui
Educación
Alma máter Universidad de Chile

Información profesional
Ocupación Escritor
Años activo Siglo XX
Seudónimo Vicente Huidobro
Género Poesía

Firma
VICENTE HUIDOBRO

(Santiago, 1893 - Cartagena, Chile, 1948) Poeta chileno fundador del Creacionismo, movimiento
poético vanguardista. Fue además uno de los impulsores de la poesía de vanguardia en América Latina.

Vicente Huidobro

Vicente Huidobro nació en el seno de una familia de la elite oligárquica, vinculada a la gran propiedad
agrícola, a la banca y a la política. Cursó la enseñanza primaria con institutrices privadas y la secundaria
en el Colegio de San Ignacio de la Compañía de Jesús. Aunque fue crítico con la enseñanza jesuítica,
tomó de ella una postura elitista ante la vida.

Desde su juventud realizó frecuentes viajes por Europa, que le valieron un profundo enriquecimiento
cultural y una depuración de sus gustos estéticos. Particularmente intenso desde la experiencia
intelectual fue el largo período en que residió en París, ciudad a la que llegó en 1916, en pleno desarrollo
de la Primera Guerra Mundial.
En la capital francesa conoció a literatos y artistas como Picasso, Juan Gris, Max Jacob y Joan Miró,
entre otras figuras de la cultura del momento. Escribió en revistas literarias junto a poetas
como Apollinaire, Pierre Reverdy, Tristán Tzara, André Breton y Louis Aragon; es decir, lo más granado
de la poesía francesa del momento.

 EL CREACIONISMO
Al periodo parisino corresponde la fundación del Creacionismo, corriente que situaba al creador artístico
a la altura de un demiurgo capaz de insuflar a su creación un aliento vital tan poderoso que se podría
medir, incluso, con las creaciones de la propia Naturaleza. Así, para Huidobro el artista no debía
limitarse a imitar la Naturaleza (de ahí el título de su manifiesto creacionista: Non serviam, "no serviré"),
sino que debía mantener con ella una especie de competición en la que podía mostrar el vitalismo de
su propia obra. Es la famosa tesis que sintetizó en la fórmula: ¿Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!? /
Hacedla florecer en el poema.

Lógicamente, esta concepción llevaba aparejada la necesidad de crear nuevas imágenes -tan coloristas
como animadas y sorprendentes- e, incluso, un novedoso lenguaje poético capaz de romper con todos
los niveles de la lengua y de generar también su propia sintaxis; de ahí que la yuxtaposición (de
oraciones, vocablos o sonidos extrañamente puestos en contacto) se convirtiera en una de las
características más acusadas del Creacionismo, al tiempo que las largas secuencias y enumeraciones
de palabras y sintagmas contribuían decisivamente a dar al poema esa apariencia de objeto aleatorio,
mera creación de un dios absorto en las posibilidades estéticas del material con que moldea su obra.

Con estos presupuestos estéticos, Vicente Huidobro se presentó en Madrid en 1918, donde fundó un
destacado grupo de poetas creacionistas consagrados a la elaboración de textos que seguían fielmente
los postulados del ya respetado maestro chileno. Por aquel entonces ya era un poeta fecundo, que
arrastraba tras sí una interesante producción literaria: seis poemarios impresos en su país natal (Ecos
del alma, La gruta del silencio, Canciones en la noche, Pasando y pasando, Las pagodas
ocultas y Adán), uno aparecido en Buenos Aires (El espejo de agua) y otro publicado en París (Horizon
Carré). A ellos se añadirían pronto cuatro nuevos poemarios (Poemas árticos, Ecuatorial, Tour
Eiffel y Hallali).

Vicente Huidobro

Entre el 16 de mayo y el 2 de junio de 1922, Vicente Huidobro presentó una exposición de trece poemas
en forma de caligramas en el Teatro Eduardo VII de París. En el catálogo de la exposición estaba su
retrato dibujado por Pablo Picassoy una crítica elogiosa de sus poemas escrita por el español Gerardo
Diego. Su aceptación en París fue un éxito personal y de Chile, favorecido por el hecho de que el poeta
escribiera indistintamente en francés y en español.
Regresó por un largo período a Chile en 1925. Desde su llegada inició una intensa actividad literaria y
política, con la fundación de la revista La Reforma y sus numerosas colaboraciones en Andamios,
Panorama y Ariel. En el terreno político fundó un diario, Acción, desde el que defendía sus ideas
contrarias al militarismo. Candidato a presidente, fracasó estrepitosamente en los comicios de 1925, lo
que le causó no poca amargura.

 ALTAZOR
Alrededor de 1930 fue cuando dio los toques finales a sus dos obras cumbres, dos poemarios que
desde el momento mismo de su aparición estaban llamados a situarse en los puestos cimeros de la
literatura universal. Por aquel entonces, Huidobro estaba en el apogeo de su fama, y gozaba del éxito
obtenido por su novela fílmica Mío Cid Campeador (1929), en la que el propio poeta (que alardeaba de
ser descendiente de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador) identificaba su relación amorosa con
Ximena Amunátegui como una reencarnación moderna de la pareja formada por El Cid y Doña Jimena.

La peripecia que había dado lugar a esta unión no puede ser más rocambolesca: en 1925, coincidiendo
con su regreso a Chile y su fracaso en el intento de tomar parte activa en la política de su país, el gran
poeta había conocido a Ximena, una joven estudiante de quince años de edad, por la que abandonó a
su mujer (con la que llevaba casado más de quince años) y a sus hijos. Ximena no sólo era menor de
edad, sino hija de un poderoso prócer chileno, quien se opuso tajantemente a su unión con el poeta.
Huidobro marchó entonces a París, cerró la casa de Montmartre donde había residido con su familia y
se trasladó a Nueva York, donde cosechó algún éxito como escritor de guiones cinematográficos.

Pero en 1928, cuando Ximena Amunátegui acababa de alcanzar la mayoría de edad, el poeta viajó a
Chile, la raptó a la salida del Liceo y se marchó de nuevo a París, en donde la feliz pareja se instaló en
el barrio de Montparnasse. Fueron aquellos unos años de plenitud amorosa y creativa para el poeta,
quien, después del mencionado éxito de su versión del Cid, decidió retomar un largo y ambicioso
proyecto en el que había empezado a trabajar diez años antes. Se trata de Altazor o el viaje en
paracaídas, un poema mayor en siete cantos que narra la caída del hombre y el encuentro con la mujer,
con la poesía. Junto con Temblor de cielo(acabado también por aquellas fechas), es la obra cumbre
del Creacionismo y el mayor legado de Huidobro a la poesía.
Después de que las corrientes estéticas hayan virado por centenares de derroteros diferentes, el valor
poético de Altazor y Temblor de cielo sigue siendo incalculable. Bien es cierto que una parte de la crítica
sólo ve en Huidobro una especie de ingenioso prestidigitador que juega con las palabras como si de
objetos malabares se tratasen, sin conseguir dar a sus composiciones sentido alguno; pero la mayoría
de los estudiosos del fenómeno poético aún se deslumbra con las imágenes, la vivacidad, la invención
y la heterodoxia inconformista y novedosa de este gran rebelde de las letras hispanas, quien supo
mantener su vigor creacionista hasta en el epitafio que dejó escrito para su lápida: "Abrid esta tumba:
al fondo se ve el mar".
En 1933 Huidobro retornó de nuevo a su país. En esta ocasión volvió a desplegar una energía
incansable fundando revistas tales como Pro, Vital, Primero de Mayo y Total. El año 1934 fue
particularmente fecundo, pues publicó Cagliostro, a la que definió como novela-filme y que recibió un
premio en un concurso de guiones celebrado en Hollywood, y La próxima historia que pasó en poco
tiempo más, novela futuróloga en la que reflexionaba sobre la sociedad tecnocratizada que ya se estaba
vislumbrando. En Papá o El diario de Alicia Mir introdujo referencias autobiográficas; En la luna, guiñol
en cuatro actos y trece cuadros, posee una clara intencionalidad política.
Entre 1935 y 1938 polemizó con Pablo Neruda y estuvo en España durante la Guerra Civil. Regresó a
Chile en 1938, donde continuó su incansable labor creadora publicando ese mismo año la novela Sátiro
o El poder de las palabras. Se trata de una novela de gran penetración psicológica. Junto con otros
autores como Braulio Arenas y Fernando Alegría colaboró en la revista Multitud; recopiló antiguos
poemas dispersos de 1923 en Ver y palpar y El ciudadano del olvido, ambos libros dados a conocer en
1941 y considerados como obras fundamentales en su creación poética.
A finales de la Segunda Guerra Mundial regresó a Europa para alistarse con el ejército francés, con el
que participó en las últimas batallas y obtuvo el grado de capitán. Entonces su figura comenzaba a ser
una leyenda en Chile, donde en 1945 se publicó una Antología. Su experiencia bélica le dejó una herida
que no llegó nunca a curar y que lo condujo a la muerte cuando estaba de vuelta en su país natal,
falleciendo a orillas del mar en Cartagena, el 2 de enero de 1948.
Su hija Manuela se preocupó de sacar a la luz las últimas creaciones de su padre en el mismo año de
su muerte publicando Últimos poemas. Siguieron diversas ediciones y reediciones de sus obras;
todavía en 1993 José A. de la Fuente editaba Vicente Huidobro: Textos inéditos y dispersos.

 OBRAS

El escritor y profesor italiano Gabriele Morelli, responsable de la antología Poesía y creación.

Ecos del alma, Santiago de Chile, Imprenta Chile, 1911.

La gruta del silencio, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1913.

Canciones en la noche, Santiago de Chile, Imprenta Chile, 1913.

Pasando y pasando, Santiago de Chile, Imprenta Chile, 1914;

Las pagodas ocultas, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1914.

Adán, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1916.

El espejo de agua, Buenos Aires, Orión, 1916.

Horizon carré, París, Paul Birault, 1917.

Poemas árticos, Madrid, Pueyo, 1918.

Ecuatorial, Madrid, Pueyo, 1918.

Tour Eiffel, Madrid, s. e., 1918. (Escrito en francés)

Hallali, Madrid, Ediciones Jesús López, 1918.

Saisons choisies, París, La Cible, 1921.

Finis Britannia, París, Fiat Lux, 1923.

Automne régulier, París, Librairie de France, 1925.

Tout à coup, París, Au Sans Pareil, 1925.

Manifestes, París, Revue Mondiale, 1925.

Vientos contrarios, Santiago de Chile, Nascimento, 1926.

Mío Cid Campeador, Madrid, Compañía Iberoamericana de Publicaciones, 1929.

Temblor de cielo, Madrid, Plutarco, 1931.


Altazor o el viaje en paracaídas, Madrid, Compañía Iberoamericana de Publicaciones,
1931; descargable desde el portal Memoria Chilena

Tremblement de ciel, París, l'As de Coeur, 1932.

Gilles de Raíz, París, Totem, 1932; descargable desde el portal Memoria Chilena

La próxima, Santiago de Chile, Walton, 1934.

Papá o el diario de Alicia Mir, Santiago de Chile, Walton, 1934.

Cagliostro, Santiago de Chile, Zig-Zag, 1934.

En la luna, Santiago de Chile, Ercilla, 1934.

Tres inmensas novelas, Zig-Zag, Santiago, 1935 (con Hans Arp) descargable desde el portal Memoria
Chilena

Sátiro o el poder de las palabras, Santiago de Chile, Zig-Zag, 1939.

Ver y palpar, Santiago de Chile, Ercilla, 1941.

El ciudadano del olvido, Santiago de Chile, Ercilla, 1941.

Últimos poemas, Santiago de Chile, Ahués Hermanos, 1948; descargable desde el portal Memoria
Chilena

Obras completas, 2 vols., Santiago de Chile, Zig-Zag, 1964 (recopilación de Braulio Arenas).

Obras completas, 2 vols., Santiago de Chile, Andrés Bello, 1976 (recopilación ampliada de Hugo
Montes).

Epistolario entre Huidobro y su madre; Archivo del Escritor, LOM, Santiago, 1997 descargable desde
el portal Memoria Chilena

Obra poética, edición crítica bajo la coordinación de Cedomil Goic; ALLCA XX, Colección Archivos,
45, Madrid, 2003

Poesía y creación, antología, selección de Gabriele Morelli; Fundación Banco Santander, Madrid,
2013

Altazor y otros poemas, antología, selección de José Manuel Zañartu, ilustraciones de Catalina Silva
Guzmán; Zig-Zag, Santiago, Chile, 2013.

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