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DERECHO PROCESAL PENAL. DR.

PIÑEDA
Tema: ESTADO DE INOCENCIA: Estado Jurídico, carga probatoria. Medidas de coerción
personal –excepcionales-.
Objetivo: desarrollar el tema en no más de 2 carillas y solo mención de normativa
aplicable.-
C) ESTADO DE INOCENCIA
Si bien éste principio no se encuentra consagrado expresamente en la Constitución
Nacional cuando el artículo 18 dice: "...ningún habitante de la Nación puede ser penado
sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso...", además de las garantías
"principio de legalidad" y "principio juicio previo", contiene por implicación una tercera,
“principio de estado de inocencia". Se expresa terminantemente que a nadie se le
puede aplicar pena sin juicio previo; de esta regla se infiere la conclusión según la cual
hasta el momento de una sentencia firme o pasada en autoridad de cosa declare que una
persona es autor de un delito y le aplique la pena correspondiente, no tenemos ningún
culpable delante de los estrados judiciales. Simplemente tenemos una persona
inocente cuya culpabilidad o no, se trata de determinar
Los tratados afirmados en nuestra Constitución Nacional, se refieren al Estado de
Inocencia, entre los tratados internacionales: DECLARACIÓN AMERICANA DE LOS
DERECHOS Y DEBERES DEL HOMBRE: Artículo XXVI.- “…Se presume que todo
acusado es inocente, hasta que se pruebe que es culpable…”; la Convención
Americana sobre Derechos Humanos: Artículo 8.- Garantías judiciales: 2. “…Toda
persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
establezca legalmente su culpabilidad…”. En tanto en nuestra Constitución Provincial
en su Artículo 43. Refiere “Toda persona goza del estado de inocencia mientras no sea
declarada culpable por sentencia firme”. Y nuestro CÓDIGO PROCESAL PENAL
PROVINCIA DEL CHUBUT, LEY XV N° 9 (antes LEY 5478) en su Artículo 7 refiere:
“Todo imputado es considerado inocente del delito que se le atribuye y debe ser tratado
como tal hasta que sea declarada su culpabilidad por sentencia firme, fundada en pruebas
legítimas que la acrediten indudablemente”.
ESTADO JURÍDICO
La presunción de inocencia, tal cual se refieren los Tratados Internacionales de los cuales la
Constitución ha adoptado, es parte de los principios fundamentales de la persona y del
proceso penal en nuestro Estado de Derecho. Toda persona imputada debe reconocérsele
el principio de ser considerado inocente Esta presunción, calificada y conocida como un
estado jurídico, es un derecho constitucional reconocido constitucionalmente, siendo una
garantía ineludible para todos. “máxima garantía del imputado y pilar del proceso penal”.
CARGA PROBATORIA
Respecto a la “CARGA PROBATORIA”, la misma le pesa en proceso penal al Ministerio
Publico Fiscal, ya que es el que debe probar la culpabilidad de una persona, en cambio
al persona no debe probar nada, ya que tanto nuestra Constitución Nacional como los
tratados Internacionales, le imponen a la persona el Estado de Inocencia, y es la Fiscalía
la encargada de destruir ese estado con las pruebas que ofrece.-
MEDIDAS DE COERCIÓN PERSONAL
Conforme al Estado de Inocencia la persona a la que se presume cometió un delito,
puede ser sometida a las Medidas de Coerción Personal, las cuales son de carácter
excepcional, en virtud que el imputado goza de su estado de inocencia antes y durante
el proceso penal, y estas medidas excepcionales se utilizan para que la persona no
eluda la acción de la justicia. Tal como reza el Art 212 del Código de Procesal Penal de
nuestra provincia, “…Las únicas medidas de coerción posibles en contra del imputado
son las que este Código autoriza, en el marco de las previsiones constitucionales;
tendrán carácter de excepcionales….” Y en el Art. 213 “… La libertad personal y los
demás derechos y garantías reconocidos a toda persona por la Constitución de la
Nación, por los tratados celebrados por el Estado y por la Constitución de la Provincia,
sólo podrán ser restringidos cuando fuere absolutamente indispensable para asegurar la
averiguación de la verdad, el desarrollo del procedimiento y la aplicación de la ley…”.
Pero al momento de hablar de Medidas de coerción, resulta incompatible con el Estado
de Inocencia, que si bien hasta una sentencia firme condenatoria la persona se presume
inocente, estas medidas contradicen este garantía, ya que las mismas son utilizadas
para

pertenece sin duda a los principios fundamentales de la persona y del proceso penal en
cualquier Estado de Derecho. Es por ello, que a toda persona imputada, debe reconocérsele
el "Derecho subjetivo ser considerado inocente".
La presunción de inocencia, calificada también como un estado jurídico], constituye hoy
un derecho fundamental reconocido constitucionalmente, representa una garantía
procesal ineludible para todos; “es la máxima garantía del imputado y uno de los pilares
del proceso penal acusatorio”.

Todos los pactos internacionales mencionados emplean la expresión "presunción de


inocencia". No se trata de una presunción de inocencia, sino de un verdadero "estado
jurídico".
Ello es así ya que la "presunción" resulta incompatible con las medidas de coerción
personal a las cuales puede ser sometido el imputado, medidas estas que se
fundamentan en una presunción de culpabilidad.
En este sentido se afirma que "no se establece una presunción de inocencia; si fuera así,
quizá no podría concebirse la coerción personal del imputado, que se basa en una
presunción contraria" 20.
Es decir que, en este caso, los pactos internacionales presentan una terminología
deficitaria,^ equivocada, ya que esta flamante garantía constitucional implica un verdadero
estado jurídico del que goza la persona antes y durante el proceso penal, hasta que una
decisión judicial firme declare su culpabilidad.
Esta confusión terminológica, que afecta la esencia misma de esta garantía, también la
encontramos en el Código Procesal Penal de la Nación; efectivamente, el art. 1º dispone
que nadie será "considerado culpable mientras una sentencia firme no desvirtúe la
presunción de inocencia de que todo imputado goza".
De todas maneras, esta errónea terminología de ninguna forma enerva la plenitud de la
vigencia y alcance de la flamante garantía constitucional.
§ 56. "IN DUBIO PRO REO"
Del estado de inocencia también deriva el principio del in dubio pro reo; es decir
que el estado de inocencia fundamenta constitucionalmente la aplicación de este
principio.
Este principio significa que, en caso de duda sobre la existencia del hecho
presuntamente delictivo o de la responsabilidad del imputado, debe estarse a lo que sea
más favorable a éste.
Cabe destacar que dicho principio está contenido en los códigos procesales
penales de todo el país; ahora, con la consagración expresa del estado de inocencia en
nuestra ley suprema, este principio adquiere fundamento constitucional.
En cuanto a las razones por las cuales la duda debe beneficiar al imputado, se
sostiene que los motivos radican en que el imputado "goza de un estado jurídico de
inocencia que no necesita ser construido. Al contrario, a los órganos públicos
predispuestos compete destruirlo, y acreditar acabadamente su culpabilidad. Si éstos
fracasan en su intento y no logran probar fehacientemente la existencia del hecho y la
participación punible del imputado, el estado de inocencia reconocido por el
ordenamiento legal se mantiene, prevaleciendo sobre el caudal probatorio, que si bien lo
puso en tela de juicio, careció de la envergadura legalmente exigida para destruirlo" 23.
§ 57. APLICACIÓN PRÁCTICA DE ESTA GARANTÍA
Si bien el estado de inocencia se encuentra, con la reforma constitucional de
1994, explicitado en nuestra ley suprema, "este principio ya surgía implícito en el art. 18
de la Constitución, como señalamos al comienzo; sin embargo, la realidad de nuestro
sistema penal nos indica que la aplicación concreta del estado de inocencia dista de su
formulación teórica.
Esta distancia entre la formulación constitucional de esta garantía y su aplicación
real en la práctica se manifiesta en: a) las medidas de coerción personal (ver § 14), y b)
la estigmatización social del acusado.
En primer término, el funcionamiento real de nuestro sistema penal nos
demuestra que las medidas de coerción personal, que si bien teóricamente deben ser
excepcionales, se convierten en la práctica en la regla, disponiéndoselas casi
automáticamente, y no recurriendo a ellas como una medida de carácter excepcional, ya
que lo comprometido es uno de los valores fundamentales de la persona, como su
libertad física.
En este sentido se afirma que el estado de inocencia "resulta vulnerado en la
realidad de nuestro sistema penal, en el que la detención preventiva es el mecanismo
usual durante el proceso, y porque muchas veces resulta el procesado quien tiene la
carga de la prueba de su inocencia, para atacar un sumario en el que no tuvo
intervención" 24.
En segundo lugar, y como una consecuencia de la aplicación automática de las
medidas de coerción personal en el proceso penal, la prisión preventiva, que también es
una medida de carácter excepcional, en la práctica se caracteriza por su indefinida
prolongación en el tiempo, convirtiéndose en un verdadero adelanto de pena para el
detenido preventivamente, ya que durante ese encierro sigue gozando de su estado de
inocencia.
Estos encierros preventivos prolongados atenían decididamente contra el estado
de inocencia, pues el imputado cumple una verdadera pena, incluso sin poder gozar del
tratamiento que implica la aplicación de la pena, y de los beneficios que su cumplimiento
acarrea (salidas transitorias).
La reciente ley 24.390 trata de atemperar esta situación, fijando un plazo máximo
de duración de la prisión preventiva.
Por último, también se produce una verdadera estigmatización social del
denunciado o imputado de un delito, como consecuencia de la falta de concientización
por parte de la comunidad sobre los alcances del estado de inocencia.
Efectivamente, cuando los medios de comunicación social anotician a la opinión
pública sobre la comisión de un hecho, presuntamente delictivo, suministrando los
nombres de los (presuntos) autores, el común de la población asocia al denunciado con
el concreto autor del hecho, aunque recién estemos en el comienzo de la investigación.
El denunciado, una vez que su nombre salta a la opinión pública, estará
definitivamente estigmatizado por la sociedad, ya que se lo relacionará, de por vida, con
el autor del presunto hecho delictivo, aunque luego resulte absuelto.
Ante esta distorsión practicaje la aplicación del estado de inocencia, resulta
imprescindible que los operadores del sistema penal, apliquen concretamente esta
garantía y concienticen a la comunidad sobre su alcance.

.
El imputado de haber cometido un delito, se presume inocente hasta que se
pruebe su culpabilidad en una sentencia condenatoria. Pero la presunción de
inocencia no impide que durante el proceso se adopten medidas cautelares
respecto del prevenido, como el encarcelamiento preventivo o el embargo de
bienes, cuando la ley así lo autoriza en base a presunciones de culpabilidad. (15)
La admisibilidad de tal principio debió superar una fuerte polémica. Se
pretendió que la afirmación según la cual se presume la inocencia de quien está
sujeto a enjuiciamiento criminal –"presunción de inocencia"– equivalía a la
afirmación de una regla que contradice cualquier análisis estadístico, toda vez
que es fácil verificar que la mayoría de quienes son sometidos a enjuiciamiento
termina siendo condenado por el tribunal competente. A partir de ahí, se
estableció que hablar de "presunción de inocencia" era hablar de una presunción
que contradice lo que regularmente se menciona con la palabra presunción.
Sobre la base de esta idea, quienes critican la idea de "presunción de
inocencia" afirma que ella, además de ser inexacta, desnaturaliza todo el
proceso penal, pues priva de fundamento a una cantidad de actividades que se
refieren a la coerción personal del imputado, y a las atribuciones del Estado
para garantizar forzadamente la comparencia a juicio del imputado.
La expresión "presunción de inocencia" no es nada feliz, pues no se corresponde
con la idea implicada en el vocablo "presunción". En realidad se trata de
un estado legal de inocencia, esto es, de un estado de cosas tal que no se puede
proceder respecto de quien todavía no ha sido objeto de una sentencia judicial
que lo condena, como respecto de quien haya sido objeto de una sentencia de
estas características.
Es decir, se trata de un imperativo constitucional que impone un tratamiento al
imputado, basado en la idea que se está frente a un inocente. Aunque
estadísticamente resulta lo contrario, eso es así porque el sistema de garantías
se basa en la prohibición de perjudicar en cada caso individual a quien no ha
sido declarado culpable. Es un "estado de inocencia" que se impone por fuerza
del principio constitucional. Sobre estas bases se puede afirmar que todo no
condenado es todavía inocente; ello no significa que se lo presuma como tal, sino
que lo es en tanto y en cuanto la sentencia no declare lo contrario.
Efectivamente, frente a una persona procesada no se puede decir que la mayor
parte de las veces resulta inocente, sino que la mayor parte de las veces ha de
resultar culpable; en consecuencia se sostuvo, no se puede hablar de
"presunción de inocencia".
Estas medidas se basan en sospechas contra el acusado, pero el esclarecimiento
cierto y definitivo de la realización del hecho y de su responsabilidad, sólo
puede ser establecido en la sentencia.
Estas medidas se basan en sospechas contra el acusado, pero el esclarecimiento
cierto y definitivo de la realización del hecho y de su responsabilidad, sólo
puede ser establecido en la sentencia.
Art. 18.- [SEGURIDAD PERSONAL. IRRETROACTIVIDAD PENAL. JUEZ NATURAL
Defensa EN JUICIO. INVIOLABILIDAD Del Domicilio. PENA DE MUERTE. CÁRCHES
SANAS y LIMPIAs1.- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio
previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones
especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la
causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en
virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio
de la persona y de los derechos. El domicilio es inviolable, como también la
correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué
casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación.
Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda
especie de tormento y los azotes. las cárceles de la Nación serán sanas y limpias,
para seguridad V no para castigo de los reos detenidos en ellas, V toda medida
que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella
exija, hará responsable al juez que la autorice.
Este artículo nos habla del" Debido proceso”: garantía constitucional que tiende a
proteger el derecho de seguridad personal de los individuos.
Esta garantía tiene un doble aspecto:
l) Adjetivo, procesal o de forma. - Consiste en garantizar que exista, formalmente,
un proceso cuyo desarrollo sea conforme a las normas legales establecidas con
anterioridad; que el juez sea competente y que el individuo pueda proceder a la defensa
de su persona y de sus derechos tanto en el orden penal (ej.: para demostrar su
inocencia) como en el orden no penal (ej.: probar su propiedad sobre una cosa, su
caracter de heredero en una sucesión, su paternidad, ele.).
CONSTITUCIÓN NACIONAL COMENTADA
2) Sustantivo, sustancial, materias o de fondo .- Este aspecto se relaciona con la
justicia o razonabilidad que deben tener los actos de los funcionarios. • Nadie puede ser
"penado sin juicio previo" (principios de inocencia y de legalidad procesal): esto
significa que para llegar a aplicarle una pena a una persona, se debe llevar a cabo
previamente un juicio.
¿Qué es un juicio?: es una serie de actos condenados (acusación, defensa, prueba y
sentencia) cuyo fin es decidir la culpabilidad o inocencia del reo (Recordemos que se es
inocente hasta que se demuestre lo contrario). La Ley 24390, en su arto 7 establecía el
llamado "2 xl": si una persona sin Condena está detenida durante su proceso, por más
de 2 años, cada día de detención se le computan por 2 de prisión o l de reclusión. Esto
surge del Pacto de San José de Costa Rica (que establece que todo detenido debe ser
llevado, sin demora, ante un juez y tiene derecho a ser juzgado dentro de un plazo
razonable o a ser puesto en libertad, s in perjuicio de que continúe el proceso y siempre
que dicha libertad esté condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el
juicio) y tiene su fundamento en el estado de Inocencia del cual goza toda persona en
tanto no sea declarada culpable por una sentencia firme
Aunque esta ley fue derogada en el 2001 por la ley 25430 (por la presión de la opinión
pública frente al aumento de hechos delictivos y a que se estima
tl"C delincuentes violentos se benefician con el sistema por la morosidad judicial, a
veces provocada adrede por planteos dilatorios del proceso introducidos por sus
defensores), en agosto del 2002 hubo un fallo polémico, ya
1¡lIe un juez aplicando en forma retroactiva el 2 x l (por ser la ley más benigna para el
reo), dejó en libertad a más de 15 personas acusadas de homicidio
y violación entre otros delitos.
El llamado "derecho de defensa en juicio" consiste en que el reo tenga
posibilidad de estar presente durante su juicio, con un abogado que lo represente y a ser
oído (declarar) todas [as veces que quiera.
• " …fundado en ley anterior al hecho del proceso …”: se refiere a una ley que esté
vigente antes de que se cometa el delito (ley anterior e irretroactividad de la ley
penal). Por lo tanto, si una ley crea un delito o le da más pena a uno existente, no podrá
aplicarse a conductas anteriores, salvo que esa nueva ley favorezca al reo.
Veamos ejemplos:
• Si hoy sale una ley que prohíbe jugar al fútbol en las plazas, no pueden aplicarle una
pena a aquellos que han jugado hasta hoy, ya que no se les puede reprochar algo que
en el momento en que 10 hicieron no estaba mal (se lo podrá penar si juega al fútbol de
hoy en adelante, pero antes no).

La presunción de inocencia
ENTRE los derechos fundamentales de los hombres se encuentra la
presunción de inocencia. La Declaración Universal, proclamada hace medio
siglo, incluyó este derecho en el artículo 11, señalando que "toda persona
acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no
se pruebe su culpabilidad". Este derecho humano es aniquilado a diario en
la Argentina por funcionarios, periodistas, políticos, sindicalistas y personas
dedicadas a las actividades más diversas.
La acusación, ya sea que se haga ante la Justicia o simplemente en un
medio de prensa, que se formule con responsabilidad o sin ella, con
ponderación o con escándalo, se ha transformado para muchos en
sinónimo de condena firme e inapelable. El juicio público conforme a la ley,
con las garantías de defensa, carece de vigencia efectiva si el acusado es
condenado de antemano y en forma irreversible por una opinión pública de
cuya presión no todos los jueces son capaces de evadirse. Cuando la
acusación se identifica con la condena, la pérdida de la honra y de la
honorabilidad es definitiva y no hay para el acusado absolución tardía que
pueda reintegrárselas.
POR ALGO HA DE SER
La Argentina tiene una penosa tradición de no respetar la presunción de
inocencia. En los largos períodos de autoritarismo de su historia, ningún
perseguido era inocente. Aunque no hubiera contra él acusación ante la
Justicia, lo que le hubiera permitido, al menos, defenderse de las
imputaciones, siempre hubo agentes o servicios de informaciones que se
encargaban de difundir las supuestas culpas de los disidentes. En décadas
despóticas recientes, cuando se ponía a alguien a disposición del Poder
Ejecutivo siempre era a causa de una falsa peligrosidad que se le atribuía.
Nunca deberíamos olvidar que aquel oprobio de "por algo ha de ser", que
estaba en boca de tantos, sirvió para cubrir sin protesta ni reacción los
peores y más aberrantes crímenes.
La Argentina, después de muchos sacrificios y luchas, recuperó la
democracia y su sistema constitucional el 10 de diciembre de 1983. Hubo
un cambio notable desde entonces en materia de derechos humanos y de
libertades fundamentales. Pero siempre debemos estar vigilantes para que
se respeten todos, absolutamente todos, los derechos humanos. No
podemos aceptar que unos se resguarden y otros se vulneren. Los
derechos humanos son indivisibles.
EL FIN Y LOS MEDIOS
El desconocimiento de la presunción de inocencia está tan fuertemente
arraigado en amplios sectores de nuestra sociedad, que hasta el simple
recuerdo de su existencia suele generar rechazo y su reivindicación puede
colocar en un clima de sospecha a quien la haga, porque quienes violan
este derecho olvidan que el fin no justifica los medios.
En la Argentina, violar el derecho humano de la presunción de inocencia
significa también transgredir la Constitución Nacional, que en su artículo 75,
inciso 22, ha incorporado los siguientes instrumentos que lo consagran:
 Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (artículo 26).
 Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 11).
 Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 8, inciso 2).
 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 14, inciso 2).
La lucha por los derechos humanos nunca ha sido fácil y exige que quienes
creen en ella hagan todos los esfuerzos necesarios para velar por el
reconocimiento y la vigencia plena de la presunción de inocencia de los
acusados mientras no se pruebe la culpabilidad en juicio público con
garantías de defensa.
© La Nacion
El autor, ex senador de la Nación por Chubut (UCR), preside Nuevos
Derechos del Hombre, organización no gubernamental con estado
consultivo ante las Naciones Unidas.

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