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Plagas y enfermedades de las plantas

Antonio Jesús Zapata Sierra


Profesor Titular de la Universidad de Almería

Introducción
Al romperse los equilibrios naturales entre las plantas y sus enemigos, éstos han
proliferado en ocasiones de forma alarmante, obligando al hombre a una continua lucha
por medios diversos, tal como se comentará más adelante. Ejemplo dramático de ello
puede ser el caso de la filoxera (Peritymbia vitifolii), que se introdujo en Europa
procedente de América a finales del siglo XIX y arrasó todos los viñedos, o el
escarabajo de la patata (Leptinotarsa decemlineata), que se ha extendido al mismo
tiempo que lo hacía este cultivo en América y Europa.
Las pérdidas que ocasionan las plagas y enfermedades en los cultivos de los países
desarrollados pueden cifrarse entre el 10 y 20 % del total de la producción, según los
cultivos. Ello obliga a una constante lucha y al empleo de cantidades masivas de
productos fitosanitarios, en ocasiones de efectos poco estudiados o controvertidos, tanto
para la Naturaleza como para el ser humano y los animales consumidores de las plantas
tratadas.
Mientras que el término Fitopatología estudia tanto las plagas como las enfermedades,
en ocasiones éstas se separan en dos ciencias, la Patología vegetal, que se ocupa de las
enfermedades de las plantas producidas por hongos, bacterias y virus y causas no
parasitarias y la Entomología agrícola, que estudia las plagas de insectos. La
Fitopatología estudia, por tanto, las causas productoras de las plagas y/o enfermedades,
etiología, los síntomas que producen en las plantas, sintomatología, y los medios y
prácticas para curarlas o prevenirlas, terapéutica. En términos generales, la
denominación plaga afecta a todos los animales que causan daños a las plantas, lo que
incluye a vertebrados, artrópodos, moluscos y gusanos, mientras que la denominación
enfermedad afecta a los organismos que causan perturbaciones en el metabolismo de la
planta, pudiéndole producir incluso la muerte, lo que incluye una serie de organismos
microscópicos tales como los hongos, bacterias y virus.
Causas de las plagas y de las enfermedades de las plantas
Las causas pueden ser de diversa naturaleza, pudiéndose establecer dos grandes grupos,
según sean de origen parasitario o no parasitario. Las afecciones parasitarias pueden ser
provocadas por animales, vegetales o virus, mientras que las no parasitarias se deben a
causas fisiológicas producidas por accidentes meteorológicos y carencia o exceso de
elementos nutritivos.

Clasificación.
I. Parasitismo animal
Vertebrados
Mamíferos.
En esta clase de vertebrados se encuentran algunos roedores e
insectívoros, tales como ratas y ratones que causan daños en el
campo y en los almacenes y topos que causan daños a las raíces
con sus galerías.
Aves. Las grandes bandadas causan estragos en las siembras y en algunos
árboles.
Artrópodos

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Insectos. Constituyen el mayor número de plagas y las más dañinas.
Arácnidos. Algunos ácaros son muy perjudiciales en épocas de calor y
tiempo seco.
Crustáceos. Algunas cochinillas pueden ser nocivas.
Moluscos
Gasterópodos. Los caracoles y las babosas causan daños a muchos
cultivos.
Gusanos
Nemátodos. Son gusanos microscópicos que pueden causar daños
severos a ciertos cultivos. Los síntomas de sus ataques son similares a los
de ciertas enfermedades, por lo que en ocasiones son tratados como tales.
II. Parasitismo vegetal
Existen algunos vegetales sin clorofila que parasitan a otras plantas,
como la cuscuta o el hopo.
III Hongos
Son los mayores causantes de enfermedades en las plantas. Son
organismos microscópicos, unicelulares o pluricelulares, con células
unidas linealmente formando filamentos y desprovistos de clorofila.
Pueden ser ectoparásitos, cuando se desarrollan en el exterior de la
planta, como el oidio, o endoparásitos, cuando viven en el interior de la
planta, como el mildiu.
IV Bacterias
Son gérmenes patógenos microscópicos, unicelulares, desprovistos de
clorofila. Algunas bacterias son beneficiosas y forman simbiosis con la
planta, como es el caso de las leguminosas, en las que las bacterias
forman nudosidades en las raíces, tomando de la planta el carbono que
necesita y le suministra nitrógeno que fija de la atmósfera. Las bacterias
causan enfermedades como la "tuberculosis" del olivo y la "grasa" de las
judías.
V Virus
Son corpúsculos muy pequeños de naturaleza química y sin
características de seres vivos, visibles únicamente mediante microscopio
electrónico y son muy contagiosos, como el mosaico del tabaco.
VI. Causas fisiológicas
Acción de la luz.
La falta de luz puede producir en los vegetales "ailamiento",
caracterizado por un alargamiento excesivo de los tallos y debilidad
general de la planta.
Acción de la temperatura.
La temperatura óptima para que una planta realice sus funciones oscila
entre unos límites mínimos y máximos. Tanto el exceso de calor como el
exceso de frío, las temibles heladas, pueden producir daños irreparables a
las plantas.
Acción del granizo.
Causa efectos traumáticos a las mismas plantas y/o a sus cosechas.
Acción del agua.
El exceso de agua en el suelo puede producir asfixia radicular, mientras
que la falta de agua produce la sequía, pudiendo llevar a la planta al
denominado punto de marchitez, que es un estado irreversible.
Acción del aire.

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Los suelos compactos, carentes de poros por los que circule el aire,
producen asfixia de las raíces, agravándose sus efectos si existe exceso
de humedad.
Acción de la acidez y alcalinidad del suelo.
El pH ejerce un papel muy importante en la asimilación de nutrientes por
la planta. Si éste se encuentra por encima o por debajo de los márgenes
que tolera la planta puede alterar su fisiología.
Acción del exceso o deficiencia de elementos químicos.
Cuando la proporción de los elementos químicos que necesita la planta y
toma del suelo por sus raíces no es la adecuada, se producen alteraciones
en su fisiología, bien por carencia o por exceso

Parasitismo animal
Daños producidos por mamíferos.
Algunos mamíferos roedores en ciertas áreas cerealistas y forrajeras suelen causar
bastantes daños, pues se alimentan tanto de los órganos verdes de la planta como de sus
granos. Dentro de este grupo y por su importancia destacan el ratón campestre
(Microtus arvalis), el ratón de monte (Apodemus sylvaticus), la rata común (Rattus
norvegicus), el ratón común (Mus musculus) y la rata negra (Rattus rattus). Son
animales que viven en sociedades, son muy inteligentes, voraces y destructores y tienen
una fecundidad muy alta, factores que los hacen temibles. Algunos pueden transmitir
enfermedades al hombre. Normalmente se combaten usando cebos envenenados con
productos tóxicos. Con las ratas son muy efectivos los productos anticoagulantes, que
producen síntomas de una enfermedad natural y no inspiran desconfianza en el resto de
la comunidad.
Los topos (Talpa europaea), a pesar de ser mamíferos útiles, pues devoran numerosas
larvas de insectos, son perjudiciales para las raíces de las plantas de muchos cultivos. Se
combaten empleando trampas especiales.

Daños producidos por aves.


Los daños más cuantiosos los producen los cuervos, cornejas y grajos, devastando los
sembrados de cereales. Se combaten mediante cebos envenenados o se ahuyentan
mediante sonidos o repelentes. También los gorriones en grandes bandadas pueden
ocasionar pérdidas de cosechas ocasionalmente.

Daños producidos por artrópodos. Insectos.


Los principales daños son producidos por los insectos, causando daños en los cultivos y
en los productos almacenados. El perjuicio que causan los insectos puede ser directo,
mediante la alimentación o la oviposición o indirecto, mediante la inoculación de algún
agente patógeno.
Causan perjuicio directo aquellos insectos que se alimentan mediante masticación,
como los saltamontes y las orugas, que consumen una porción bien visible de la planta
huésped, atacando a las hojas, frutos, yemas o ramillas. Pueden causar daños externos o
internos, como en el caso de los minadores o insectos taladradores, que abren galerías
en los pecíolos de las hojas, ramas, troncos, frutos o raíces y que incluyen larvas de
mariposas y escarabajos principalmente. También las raíces, tubérculos y bulbos
subterráneos son devorados por las larvas de muchos escarabajos, moscas y algunas
mariposas.

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También causan daños directos aquellos insectos que hacen sus puestas sobre frutos,
tallos u hojas.
Los insectos chupadores, que en lugar de piezas bucales masticatorias tienen un pico
chupador, no causan heridas abiertas, pero disminuyen la vitalidad de la planta huésped.
En muchas ocasiones, los efectos o reacción de la saliva que impelen estos insectos al
chupar es peor que el efecto de succión de la savia, pues introducen en la planta toxinas
que producen síntomas semejantes a las afecciones víricas y son muy destructivas. Los
insectos chupadores vacían las células vegetales, extrayendo su color verde y dejando
una pequeñísima mancha blanca donde se produjo la picadura. Cuando éstas son
numerosas la hoja aparece blanqueada en ciertas zonas o en su totalidad. El rizado de las
hojas o la "seca" de ciertos frutos son producto de la acción de insectos chupadores.
El perjuicio que causan ciertos insectos es más bien por el deterioro o corrupción del
producto que al consumo que hacen de él. Por ejemplo, muchos pulgones segregan
melazas que son causa de aparición de ciertos hongos que deprecian el producto. Si son
muy peligrosos aquellos insectos chupadores que transmiten enfermedades de una
planta a otra, por lo general bacteriana o vírica.
Dentro del mundo de los insectos, son especialmente perjudiciales a los cultivos los
siguientes:
Orden Orthoptera Langosta, alacrán cebollero
Orden Heteroptera Chinches, mosca blanca
Orden Homoptera Pulgones, cochinillas, piojos, serpetas
Orden Thysanoptera Trips
Orden Coleoptera Gorgojos, escarabajos, barrenillos, gusanos de alambre
Orden Lepidoptera Gusanos, taladros, polillas, minadores, rosquillas
Orden Diptera Minadores, moscas, mosquitos.

Daños producidos por artrópodos. Arácnidos.


Los ácaros son Arácnidos de pequeño tamaño con 4 pares de patas en estado de ninfa y
adulto y sólo tres pares de patas en estado de larva, siendo los machos de menor tamaño
que las hembras. La mayoría son ovíparos, aunque algunas especies son ovovivíparos y
vivíparos, con una fecundidad muy elevada. Los ácaros se reproducen en mayor cuantía
en atmósfera seca y con calor elevado. Dentro de la familia Tetranychidae se encuentran
varias especies muy dañinas para los cultivos, destacando la "araña amarilla"
(Tetranychus telarius), de forma globosa y de color amarillento-anaranjado y la "araña
roja de los frutales" (Metatetranychus ulmi), de cuerpo redondeado de color rojo oscuro.
La primera es una plaga muy polífaga que teje telas de seda en la cara inferior de las
hojas, asegurando una protección de los huevos frente a medios adversos e incluso
frente a tratamientos acaricidas. La segunda ataca a numerosos árboles frutales, vid,
fresa, etc. Otra especie de importancia en nuestro país es la "araña roja de los naranjos"
(Brevipalpus phoenicis), que produce lesiones en la corteza del fruto.
La causa de la pululación de los ácaros en el verano son el elevado número de
generaciones junto a una fecundidad importante, su facilidad de dispersión por el viento,
la aparición de períodos calurosos y secos y el descenso de sus enemigos naturales,
muchas veces debido a los propios tratamientos insecticidas.
La lucha contra los ácaros se realiza por medio de productos tales como sulfitos,
sulfonatos, sulfonas, sulfuros, dinitroderivados, derivados nitrogenados, derivados de
quinozalina, Abamectina, etc. siendo unos más eficaces que otros, dependiendo del
momento de la aplicación y de que si lo que se desea combatir son los huevos, los
adultos o ambos.

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Daños producidos por artrópodos. Crustáceos.
Las denominadas "cochinillas de humedad" son Crustáceos terrestres que pueden causar
daños a las plantas pues se alimentan de órganos vegetales tiernos y jugosos. Viven en
lugares húmedos y a la sombra. Algunas de ellas tienen cuerpos formados por anillos
que les permiten arrollarse en forma de bola, como en Armadillidium vulgare. Se
combaten con cebos tóxicos o pulverizaciones de insecticidas.

Daños producidos por Moluscos.


Dentro de los Gasterópodos, causan daños a las plantas los "limacos o babosas"
(Agriolimax agrestis) y algunos "caracoles" (Helix hortensis). Las babosas carecen de
una concha, mientras que los caracoles llevan la característica concha dorsal. Causan
daños a las hojas de numerosas plantas, principalmente de huerta. Se combaten
mediante cebos envenenados a base de salvado o en forma granulada.

Daños producidos por gusanos. Nemátodos.


Los nemátodos son gusanos nematelmintos, con el cuerpo sin segmentar, que se han
acomodado a la vida parasitaria. Son pequeñísimos, de apenas 1 mm de longitud. Con
su aguijón bucal perforan las células vegetales y chupan sus jugos, destruyéndolas y
disminuyendo la vitalidad de la planta. Algunas especies provocan la aparición de
nudosidades y otras malformaciones. Su reproducción puede ser sexual o
partenogenética. Las larvas sufren varias mudas hasta alcanzar el estado adulto. Muchas
veces, ante condiciones adversas las larvas se enquistan y pasan así un período de
tiempo que puede durar hasta varios años. Requieren para vivir suelos húmedos y se
propagan con facilidad con la tierra, restos vegetales, aperos de labranza, etc.
Existen nemátodos que forman quistes en las nudosidades de las raíces, como
Meloidogyne; otros forman quistes libres sobre las raíces, como Heterodera; otros viven
en el suelo sin formar quistes, como Pratylenchus; otros nemátodos atacan las hojas,
como Aphelenchoides o el tronco o el tallo, como Ditylenchus.

Parasitismo vegetal
Daños producidos por fanerógamas.
Existen algunas plantas fanerógamas, es decir, con flores y frutos, que al carecer de
clorofila necesitan parasitar a otras plantas para obtener el carbono que ellas no pueden
asimilar directamente. Estas plantas pueden parasitar a otras por la parte aérea,
introduciendo chupadores en sus tejidos, como la cuscuta (Cuscuta epithynum), que
aunque afecta a numerosos grupos de plantas, sus daños son más importantes en la
alfalfa y el trébol. También pueden parasitar a otras plantas por las raíces, como el hopo
(Orobanche crenata), especialmente dañino en cultivos de habas y otras leguminosas.
Otras plantas, sin ser parásitas ni semiparásitas, al aparecer sobre los cultivos compiten
con éstos por los nutrientes, considerándoselas plantas nocivas o malas hierbas. Sus
daños también pueden ser cuantiosos si no se las combate mediante productos
herbicidas.

Daños producidos por hongos.


Junto con los insectos constituyen la mayor amenaza para las plantas cultivadas. Su
aparato vegetativo es un talo, unicelular en las formas más simples, u organizado en
estructuras más o menos complejas, a menudo formado por varias células unidas en una
serie lineal formando filamentos que se entrecruzan, formando el denominado micelio.

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Estas ramificaciones del hongo, que se denominan hifas, pueden ser vegetativas, cuando
contribuyen a la nutrición, o fértiles cuando en ellas se forman las células reproductoras
llamadas esporas o conidias. Los hongos carecen de clorofila, necesitando tomar el
carbono de otras plantas vivas (hongos parásitos) o muertas (hongos saprofitos).
La mayor parte de las enfermedades de las plantas son producidas por hongos parásitos,
que pueden ser a su vez ectoparásitos, cuando se desarrollan en el exterior de la planta y
solamente algunos órganos chupadores llamados haustorios penetran en los tejidos, o
endoparásitos, cuando viven en el interior de la planta parasitada, desarrollando su
micelio en los espacios intercelulares.
Según la forma de reproducción, los hongos se dividen en cuatro grupos: Ficomicetos,
Basidiomicetos, Ascomicetos y Deuteromicetos u hongos imperfectos.
Los Ficomicetos son hongos con reproducción sexuada, ya sea isogámica produciendo
zigosporas, o heterogámica, formando oosporas, o asexuada, formando conidias o
zooporas. A este grupo pertenecen los Phytium, que causan podredumbres en los
semilleros, los mildius, los phytophthora.
Los Basidiomicetos son hongos que producen externamente esporas denominadas
basidiosporas. Pertenecen a este grupo los denominados "carbones" y "tizones" y las
royas.
Los Ascomicetos es el grupo más numeroso de hongos, caracterizado por sus células en
forma de saco, libre o dentro de una fructificación, denominado asca, en el cual se
forman las ascosporas. Pertenecen a este grupo los oidios, los "chancros", antracnosis,
"lepras", etc.
Los Deuteromicetos o Adelomicetos son un grupo de hongos en los cuales la
reproducción asexuada es desconocida, porque no existe o porque no ha sido observada,
de ahí su denominación de hongos imperfectos. Su reproducción se realiza por conidias.
Pertenecen a este grupo la Cercospora, Alternaria, Fusarium, etc.
Para que se difundan las enfermedades producidas por los hongos parásitos es necesario
que se den simultáneamente las tres condiciones siguientes: Que existan un número
suficiente de plantas huésped receptivas, que exista un número suficiente de esporas o
conidias del hongo y, por último, que las condiciones del medio sean las favorables para
el desarrollo de la enfermedad.
Las enfermedades producidas en las plantas pueden ser agudas, cuando alcanzan en un
corto periodo de tiempo una intensidad máxima. Se suelen dar en vegetales herbáceos,
con tejidos tiernos y ricos en agua y en condiciones ambientales muy favorables, tal
como ocurre con los mildiu. Pueden ser subagudas, cuando el período de tiempo es algo
más dilatado, como es el caso de los oidios. O pueden ser crónicas, cuando el período de
tiempo para alcanzar su máxima evolución es muy largo o cuando son soportadas por el
vegetal sin daños graves para su actividad general. Es el caso de muchos hongos de la
madera.
Entre las principales enfermedades de carácter general que atacan a muchas clases de
cultivos podemos destacar:

Enfermedades localizadas en hojas, tallos, troncos y ramas.


Son los denominados "mildiu", hongos Ficomicetos especializados en una u otra planta,
los que producen los mayores daños. Al género Pythium pertenecen muchos de los
hongos que causan daños en las plantitas jóvenes de muchas especies hortícolas y
ornamentales. Al género Phytopthora pertenecen hongos que producen mortandad sobre
las plantas jóvenes y podredumbres en raíces y la base del tallo de plantas de más edad.
Como síntomas externos producen en el envés de las hojas de las plantas atacadas una
vellosidad blanco-grisácea, formada por gran cantidad de conidióforos. En el haz, y

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correspondiéndose con la vellosidad del envés, aparecen unas manchitas amarillentas
que se van oscureciendo poco a poco, alcanzando un color atabacado.
Las enfermedades denominadas "mal blanco" son producidas por hongos del género
Albugo. Atacan especialmente a plantas de la familia Crucíferas. Originan sobre las
hojas una especie de pústulas que una vez rotas esparcen un polvillo blanco formado por
infinidad de conidias. Son especialmente sensibles las plantitas jóvenes.
Los "oidios" son hongos Ascomicetos ectoparásitos, con los filamentos en el exterior,
sobre la epidermis de las hojas de la planta huésped, introduciendo solamente los
haustorios. Forman colonias más o menos redondeadas de aspecto blanco y
pulverulento. Se desarrollan con climas secos y una ligera humedad, al contrario que los
"mildiu", que necesitan siempre una humedad alta. Entre los géneros más importantes
destacan Sphaerotheca, Podosphaera, Erysiphe y Uncinula.
Las Antracnosis están causadas por hongos de los géneros Colletotrichoum y
Gleosporium, produciendo sobre las zonas atacadas lesiones profundas y bien
delimitadas, con aspecto de quemadura, con la consiguiente necrosis de los tejidos.
Necesitan humedad alta para progresar, y se difunden con el agua de lluvia o el riego
por aspersión.
La Alternariosis está causada por hongos del género Alternaria, produciendo manchas
negras redondeadas sobre las hojas y alargadas en los tallos, en ocasiones rodeadas de
zonas concéntricas. Necesita humedad alta, como después de una lluvia, para producir
la infección.
La Cladiosporiosis está causada por hongos del género Cladosporium, que necesitan de
una humedad alta y ambientes poco ventilados para su ataque. Los síntomas son
manchas y presencia de moho verdoso.
La Septoriosis está causada por hongos del género Septoria, que producen manchas
circulares bien definidas que se llenan de puntitos negros, los picnidios del hongo. Los
hongos diseminan sus esporas con la lluvia.
Las royas están producidas por hongos de los géneros Puccinia, Uromyces,
Phragmidium, etc., con un ciclo evolutivo complicado al presentar diversos tipos de
fructificaciones que producen diversas clases de esporas. En ocasiones todo el ciclo lo
realizan sobre una misma planta (autoicas) o sobre dos plantas diferentes (heteroicas).
Los síntomas consisten en la presencia en las hojas de pústulas con aspecto, forma y
disposición típicos de su etiología, siendo frecuentes las manchas amarillentas,
anaranjadas o rojizas formadas por los "soros" del hongo. La humedad y la temperatura
moderada son condiciones ideales para la infección, especialmente al amanecer, con las
gotas de rocío y el sol.

Enfermedades vasculares.
La Fusariosis está originada por hongos del género Fusarium, que se desarrollan como
parásitos sobre plantas verdes y pueden también vivir en el suelo, sobre restos orgánicos
en descomposición. Atacan a las raicillas, penetrando el micelio hasta alcanzar los vasos
conductores, que quedan obstruidos. Los síntomas son el amarilleo y marchitez de las
hojas, con una "tristeza" de la planta. La zona del cuello de la planta por lo general
presenta un color pardo oscuro. La especie que más estragos causa en Horticultura es
Fusarium oxysporum, que con sus numerosas ramas se convierte en parásito específico
de numerosos cultivos.
La Verticilosis está causada por hongos del género Verticillium, que produce síntomas
similares a la Fusariosis, con una obstrucción de los vasos conductores. Ataca a
numerosas plantas hortícolas y ornamentales, produciendo marchitez y un amarilleo de
las hojas.

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Enfermedades de las raíces y de los bulbos.
Los hongos del género Sclerotinia producen masas de micelio muy apretadas
denominadas esclerocios, muy resistentes. Al germinar pueden producir conidias o
apotecios en cuyo interior se encuentran ascas con ascosporas. La forma conídica más
corriente es el tipo Botrytis, que se caracteriza por la disposición y forma de sus
conidióforos. Producen enfermedades tales como el "moho gris" (Botrytis cinerea), o el
"mal del esclerocio", difíciles de combatir.
Dentro del grupo de hongos con micelios estériles se incluyen aquellos que no tienen
reproducción sexual ni por esporas, reproduciéndose por formas especializadas del
micelio. Destacan dentro de este tipo de hongos los del género Rhizoctonia, que
producen necrosis en las raíces y podredumbres en el cuello de la planta y en aquellos
órganos en contacto con el suelo.
La enfermedad denominada "podredumbre blanca de las raíces" está producida por un
hongo del género Armillaria, que ataca buen número de árboles. Los síntomas son la
presencia de micelio blanco en las raíces atacadas o debajo de la corteza. La parte aérea
de la planta atacada presenta amarilleo de las hojas y marchitez. Le favorecen los suelos
ácidos y la humedad alta.

Daños producidos por bacterias.


Las bacterias son organismos unicelulares microscópicos, presentando en ocasiones
agrupaciones celulares. Pueden ser células redondeadas (Cocos), alargadas en forma de
bastoncillos (Bacilos), alargadas y en forma de coma (Vibriones) o con finos filamentos
ondulados (Espirilos). Su cuerpo consta siempre de una pared, una membrana
citoplasmática, un citoplasma y un aparato nuclear, mientras que facultativamente
pueden tener también cápsulas, flagelos o diversas inclusiones citoplasmáticas. Los
síntomas de las enfermedades que producen no son siempre típicos y se pueden
confundir con los producidos por enfermedades debidas a los hongos o a otros agentes.
Los daños que producen pueden ser tumores, marchitamientos, necrosis secas o
podredumbres blandas.
Las bacteriosis se propagan por medio de prácticas culturales, a través de esquejes de
plantas contaminadas, o a través del propio suelo, por el uso de sustratos contaminados.
También pueden ser transmitidas por insectos y nemátodos. Siempre penetran por los
estomas o por una lesión existente, pues carecen de órganos diferenciados que les
permitan penetrar mecánicamente en los tejidos de la planta. Para luchar contra las
bacteriosis son necesarias medidas profilácticas ante todo, pudiéndose recurrir a la lucha
química, utilización de material sano, lucha biológica, etc.

Daños producidos por virus.


Los virus, aunque se comportan como seres vivos, no obstante, vistos al microscopio
electrónico parecen ser un corpúsculo de naturaleza química definida, sin vestigios de
organización. Una característica notable de los virus es la de no ser cultivables en
ausencia de la célula viva receptiva, sobre la que se multiplica como si de un ser vivo se
tratara, perturbando la producción normal de proteínas de la célula, que quedan
sustituidas por las proteínas virus patógenas. Las virosis son muy contagiosas y se
propagan con mucha rapidez. Los síntomas de su ataque se manifiestan en toda la
planta, produciendo tres tipos de síntomas: mosaicos, necrosis y deformaciones. Los
mosaicos, la forma más general de virosis, se caracterizan por manchas amarillentas o
verde claro, con contornos bien delimitados o difuminados. Las necrosis consisten en la
destrucción de los tejidos atacados y afecta a los más diversos órganos de la planta. Las

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deformaciones afectan al vegetal en su conjunto, en forma de enanismo, con cortos
entrenudos y raíces poco desarrolladas, o por una degeneración de la planta, con
deformaciones de hojas, etc.

Control Integrado de Plagas y Enfermedades


Siempre los agricultores han controlado plagas en sus campos. Antes se usaban
solamente controles culturales y naturales. Ahora tenemos control químico que es un
buen método para controlar plagas, pero no la única o la mejor forma para controlar
plagas y enfermedades. Ahora se pretende manejar todos los medios disponibles, en lo
que se ha dado en llamar control integrado. Los productos químicos en este sistema no
son el principal elemento de control, sino solo un parte del mismo.

Preparación de terreno.
Una buena preparación de terreno evita muchas enfermedades de suelo como Pythium,
Rhizoctonia y Fursarium. El drenaje ayuda la aireación de la tierra y disminuye la
incidencia de enfermedades de suelo. El enterrado de restos de cosecha que puede
prevenir enfermedades y plagas.
Época de siembra.
Hay momentos en los que hay más problemas con una plaga o enfermedad. Es necesario
conocer el ciclo vital de la plaga o enfermedad. Si a una plaga o enfermedad le gusta la
humedad ambiente y temperatura alta, la siembra de un cultivo susceptible en tiempo
lluvioso va a dar más problemas.
Riego.
Demasiada agua aumenta las enfermedades que requiere humedad. También demasiada
agua o una sequía deja una planta más débil con menos capacidad de resistir una plaga o
enfermedad. Las plagas también varían con los niveles de agua. Por ejemplo Empoasca
y mosca blanca suben en períodos de sequía. El riego puede también matar plagas.
Control de malas hierbas.
Mejora el crecimiento del cultivo que resulta más resistente a los ataques. También las
malas hierbas son fuente de muchas enfermedades y plagas.
Fertilización.
Un nivel de fertilidad adecuado produce una planta fuerte, cuando la planta está débil
también tiene menos capacidad de resistir enfermedades y plagas.
Semilla.
Algunas enfermedades vienen incorporadas en las semilla, bien dentro de la misma o
bien adherida a las cubiertas.
Rotación de cultivos. Es un método muy común de controlar plagas y enfermedades.
Cambiando siembras por tiempos se deja que los niveles de plagas y enfermedades
bajen. Las rotaciones tienen que usar cultivos con diferentes plagas y enfermedades.
Control Biológico
Hay muchos insectos que son beneficiosos. Estos insectos se comen las plagas de los
cultivos y también hay hongos que atacan plagas y otros hongos. Es necesario conocer
cuales son los organismos beneficios y cuales son perjudiciales.
Se debe favorecer a los organismos beneficiosos e incluso aplicarlos directamente al
cultivo. Este aspecto es importante si se aplica algún control químico.
Control Químico
Puede ser muy efectivo y de bajo coste. El mal uso de pesticidas puede ser
problemático, perjudicando la salud y a los organismos beneficiosos. La mala aplicación
de los productos puede generar resistencias en las plagas.

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Si no hay una plaga o enfermedad no se debe tratar. Parece evidente pero no siempre se
hace. Es necesario controlar la presencia y el tipo de plaga. Una lupa es de gran utilidad.
Si no hay bastantes plagas no se controla y se espera a que los enemigos naturales hagan
el trabajo. En agricultura comercial se hace un conteo y un seguimiento para identificar
el momento óptimo de realizar el tratamiento.
A veces el control es peor de la plaga y causa más problemas que evita.
Una manera de evitar el daño es mediante el uso de cultivos trampa. En este caso se
siembra un cultivo alrededor o conjuntamente con el cultivo principal que atrae los
insectos.

Plagas y enfermedades más comunes y su control.


La araña roja
Síntomas.- Son unas arañitas de color rojo y de 0,5 milímetros que apenas se ven a
simple vista. Se asientan sobre todo en el envés de las hojas (la cara de atrás). Si se mira
muy de cerca pueden verse correteando por dicho envés.

Al principio, el síntoma más corriente son las punteadas decoloradas mates y manchas
amarillas. Posteriormente se abarquillan, se secan y se caen. Hojas con clorosis y
puntitos amarillentos o pardos. Las hojas afectadas presentan una zona amarillenta en el
haz que se corresponde con la existencia de colonias en el envés. Cuando hay muchos
ácaros atacando las distintas manchas se unen entre sí y llegan a afectar a toda la hoja,
que acaba secándose y cayendo. Tejen finísimas telarañas en el envés de las hojas. A
veces se ven y otras veces no.
Daños.- Los daños pueden ser importantes, sobre todo en tiempo seco y caluroso,
cuando las generaciones de araña se suceden con rapidez. También favorece su ataque
el ambiente cálido y seco de los pisos favorece su ataque. En ambiente húmedo no se
desarrolla, por lo que es muy bueno pulverizar con agua sola. Por esto, es una plaga
típica del verano, favorecida por el calor y la sequedad del ambiente. De hecho, en un
cultivo con riego por aspersión no hay araña roja.
Otro tipo de daño que puede causar es el de debilitar a las plantas por dañar hojas, y si el
ataque es fuerte, puede provocar la caída de éstas, lo que se conoce con el nombre de
defoliación.
Prevención.- Para prevenir su presencia lo mejor es mojar a menudo el follaje de las
plantas pulverizando con agua, con una manguera o por aspersión. Si está en maceta,
póngala en un lugar sombrío y fresco.
Cuidado con el exceso de abono nitrogenado ya que favorece esta plaga. Esto es porque
la planta crece mucho y con tejidos muy tiernos, ideal para que sean picadas por este
parásito.

Métodos de control
Los aceites minerales que se aplican en invierno para el control de cochinilla en árboles
y arbustos de hoja caduca matan también muchas arañas rojas que permanecen
refugiadas en la corteza. De este modo, disminuirá mucho su aparición en verano.

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Control químico.- Los tratamientos químicos son difíciles porque se refugian detrás de
las hojas. El espolvoreo es mejor que la pulverización para llegar al envés gracias a su
capacidad de penetración del polvo en todos los recovecos. Si pulveriza, moja bien la
cara de atrás de las hojas.
Si la plaga se presenta de manera continua todos los años no use el mismo producto
acaricida porque se inmuniza a él. Compre otro que contenga una materia activa
diferente.
Vigile para detectar los primeros focos y entonces trátelos. Casi siempre es necesario
dar un segundo pase a los 10 ó 15 días. Si persiste la plaga, dele más.
Las materias activas que se pueden emplear como acaricidas son: Amitraz, Bifentrin,
Abamectina, Propargita, Febutestan, Dicofol, Tedión, Carbofenotion,
Quinometonato,etc. El azufre también mata Ácaros o por lo menos actúa como freno,
aunque ya establecida la plaga se queda "cortito".
Remedios ecológicos.- Tiene sus depredadores naturales pero no controlan la plaga
totalmente. Amblyseius californicus es un insecto que come huevos, larvas y adultos de
ácaros. Existen a la venta preparados con estos insectos depredadores para soltarlos
dentro de invernaderos.
Infusiones de plantas :
-Las ortigas secas en infusión son un buen método biológico para controlar la araña
roja. La única condición a tener en cuenta a la hora de aplicar el caldo consiste en
pulverizar las plantas antes de la formación de hojas y ramas en árboles, y arbustos de
hoja caduca.
-De helechos diluidos en agua para aplicar a principios de primavera.
-Infusiones de ajenjo mezclado con silicato de sosa y rociando las especies en primavera
y otoño.
-Cola de caballo con jabón neutro. Esta mezcla se debe aplicar durante 3 días seguidos
en mañanas soleadas.
-Las pieles de cebolla repartidas por el suelo de los cultivos hace de repelente.

Las cochinillas
Hay diversas especies de insectos que llamamos, en general, cochinillas o cocidos.
Todas las cochinillas se caracterizan porque tienen una especie de escudo protector, de
distintos colores y consistencias, según la especie de que se trate.
La plaga, junto a los pulgones, es el más frecuente en jardinería ya que puede afectar a
casi cualquier planta ornamental.

Estos insectos clavan un pico sobre hojas, tallos y frutos y chupan la savia. Parte de esta
savia la excretan como líquido azucarado (melaza). Hay algunas especies de cochinillas
que no lo hacen, como son los Diaspinos.
Pueden tener una o más generaciones durante el año según la especie y el clima de la
zona. Es decir, que salen de un huevo como una larva que se transforma en la cochinilla
adulta y ésta pone huevos de donde vuelven a eclosionar larvas. Este proceso
(generación) se repite una, dos o incluso tres veces al año.
Cómo se delatan.- Veamos algunos trucos que las hacen desaparecer.
-Viendo al propio insecto.

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-Por las hojas descoloridas, amarillas y deformadas.
-Viendo las hojas brillantes y pegajosas por la melaza (cuidado porque los pulgones y la
mosca blanca también la producen).
- Por la presencia del hongo negrilla. Cuidado de nuevo porque también se asienta este
hongo sobre la melaza de pulgones y mosca blanca.
Hay muchas especies de cochinillas a continuación te adjuntamos la lista de las más
importantes y sus correspondientes nombres latinos:
- Piojo rojo (Chrysomphalus dictyospermi)
- Piojo rojo de California (Aonidiella aurantii)
- Piojo blanco (Aspidiotus nerii)
- Piojo gris (Parlatoria perganderi)
- Serpeta fina (Lepidosaphes gloverii)
- Serpeta gruesa (Lepidosaphes beckii)
- Piojo de San José (Quadraspidiotus perniciosus): ataca a frutales.
LECANINOS
- Caparreta negra o Cochinilla de la tizne o Cochinilla del olivo (Saissetia oleae). Hace
más daño la Negrilla que ella.
- Caparreta blanca (Ceroplastes sinensis). Sin importancia económica.
- Cochinilla de los agrios (Coccus hesperidium). No precisa tratamiento alguno, ya que
es controlada totalmente por la lucha biológica.
COCHINILLAS CON PROTECCIÓN ALGODONOSA
- Cotonet o Cochinilla algodonosa (Planococcus citri)
- Cochinilla acanalada (Icerya purchasi)
Daños que producen.- Producen 2 tipos de daños: los directos, al absorber savia, y los
indirectos, por la Negrilla que se asienta sobre la melaza que excretan.
-Daños directos: pierde vigor, la planta se debilita al absorber los jugos por medio de un
pico que clavan en hojas, ramas o frutos.
-Daños indirectos: son los provocados por el hongo negrilla que se asienta sobre la
melaza que excretan. Esto también debilita puesto que ennegrece las hojas impidiendo
la fotosíntesis. En este caso, el deterioro estético es importante.

Métodos de control.- Intente aplicar los diferentes métodos para poder evitar este
problema.
-Elimine las partes muy afectadas o incluso, si es necesario, plantas completas.
-Da buenos resultados colocar las plantas afectadas (si están en maceta o cualquier otro
contenedor movible) en un sitio más fresco y con mayor luz. Tenga en cuenta que a esta
plaga le favorece el ambiente seco y cálido.
-Son insectos difíciles de combatir porque tienen caparazones que les protegen de los
insecticidas. En plantas de interior se les puede pasar por encima un algodón o un
cepillo mojado en alcohol sobre ellas. Para eliminarlas no hay que desesperar ya que
con los tratamientos adecuados se controla, aunque es dura.
-Los tratamientos con productos químicos, para que sean mucho más eficaces, deben ir
dirigidos contra las larvas, que son más sensibles que el adulto, ya con caparazón.
-Como norma general, se pueden hacer dos aplicaciones preventivas: la primera en
mayo o junio y la segunda unas tres semanas después. Es muy importante tratar cuando
haya el mayor número de larvas, ya que de ello depende más del 90% de la eficacia del
tratamiento.
-Una vez detectadas las cochinillas, efectúe dos o tres tratamientos con un intervalo de
15-20 días con insecticidas que contengan en su composición las siguientes materias

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activas: Metidatión, Metil-pirimifos, Diazinon, Dimetoato, Acefato, Oxamilo,
Clorpirifos, Fenitrotion y aceite de verano.
-Se debe aplicar además algún fungicida a base de cobre para luchar contra la negrilla.
El Oxicloruro de cobre es eficaz para detener su avance.
-En el jardín se combaten bien tratando en invierno árboles de hoja caduca, arbustos
caducos y frutales también de hoja caduca con aceite blanco de invierno y un fosforado.
-Es importante controlar las posibles reinfestaciones, puesto que el control absoluto de
las cochinillas es muy difícil.
Remedios ecológicos.- Aplique una solución de jabón y alcohol con una esponja. Luego
disuelva una cucharada de jabón o un chorro de lavavajillas en un poco de agua no muy
caliente. Añada un litro de agua y una cucharada de alcohol de quemar. Con un pincel,
unte los insectos o rocíe toda la planta sin olvidar el envés de las hojas. Las plantas de
hojas delicadas se deben aclararar con agua tibia al cabo de 15 minutos para que no se
quemen.
Las cochinillas tienen numerosos depredadores naturales en el jardín como las
mariquitas y numerosos endoparásitos. Por ejemplo, el cotonet o cochinilla algodonosa
(Planococcus citri) es difícil de combatir con productos pero tiene un magnífico
depredador llamado Cryptolaemus montrouzieri. En naranjos, no suele tratarse con
insecticidas gracias a él.
La cochinilla acanalada (Icerya purchasi) también está controlada en el jardín por el
insecto rodolia cardinalis, un escarabajo que come cochinillas. De hecho, es mejor no
tratar con productos químicos para no afectar a rodolia.
Uno de los fundamentos de la lucha contra las plagas sin usar productos químicos es
favorecer a los insectos auxiliares, esos que son beneficiosos porque comen o parasitan
a las propias plagas. Los dos ejemplos que le hemos puesto son magníficos aliados del
jardinero y del agricultor.

El pulgón
Casi todas las plantas del jardín y de interior se pueden ver atacadas por pulgones ya
que es una plaga muy común.
Hay muchas especies de pulgones; unos atacan sólo a una planta o cultivo en concreto y
otros son polífagos. Algunos géneros son: Myzus, Gossypii, Fabae, Spiraecola. En las
fotos de abajo puede ver pulgones de distintos colores.

Cómo descubrirlos.- Estos son algunos síntomas que nos indican que nuestras plantas
tienen pulgón.
- Al ver al propio insecto (miden unos 3 milímetros).
- Por las hojas enrolladas, pegajosas y los brotes atacados. Les gusta más los brotes
tiernos y es ahí donde se asientan preferentemente.
- Por manchas amarillas o de color verde pálido en los puntos de picadura.
- Aparece también el hongo Negrilla (Fumaginas sp.), de color negro y hormigas, éstas
recogen las gotas de melaza que excretan los pulgones y están cerca de ellos para
limpiarlos y protegerlos.

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-Es una plaga que ataca durante la primavera y el verano. Además le favorece mucho la
sequedad ambiental y el exceso de fertilizantes.
-Hay hembras con y sin alas, en ambos casos con reproducción vivípara, no ponen
huevos, sino que paren los pulgones perfectos. Las hembras con alas son las que
dispersan la colonia hacia otras plantas.
Daños que causan.- A continuación le describimos los daños que pueden ocasionar a sus
plantas.
-Los pulgones actúan clavando un pico chupador y absorbiendo la savia de las hojas.
Causan así importantes daños.
-Aparte de esto, la negrilla que aparece sobre la melaza afea a la planta y también
perjudica al impedir la fotosíntesis.
-Otra cosa importante es que los pulgones son los principales transmisores de virus.
Pican en una planta infectada y al picar en otra sana, le inyectan el virus.

Métodos de control
Cómo controlar su aparición.- Le explicamos algunos consejos para evitar el pulgón.
-Elimine las malas hierbas y los restos de cultivo del jardín, para que no se refugien allí.
-Si el ataque es débil, corte las hojas y brotes dañados. Elimine lo que pueda con un
cepillo de dientes, especialmente en plantas de interior.
-Si usa insecticidas, lo mejor es tratar a los primeros individuos, ya que disminuyen
mucho la capacidad de proliferación de la plaga.
-Hay muchas materias activas que matan pulgones, por ello, no estaría de más que
comprara algún insecticida que incluya en su composición alguna de estas materias:
Formotion, Pirimicarb, Etiofencarb, Azidition, Dimetoato, Acefato, Malation, etc. Lo
mejor es que sea un insecticida sistémico, es decir, que al chupar la savia mueran al
llevar ésta el veneno.
-Se desarrollan con gran rapidez por lo que siempre es mejor tratar la planta cuando se
detecten los primeros síntomas.
-Los tratamientos han de repetirse varias veces a lo largo del año, ya que tienen varias
generaciones. Así, es habitual dar un tratamiento al mes en primavera y verano, aunque
siempre se debe verificar si hay o no hay antes de tratar.
-Realice los tratamientos que alcancen bien el envés de las hojas.
-También se puede actuar contra la negrilla a base de oxicloruro de cobre.
Remedios ecológicos.- A continuación le explicamos algunos remedios de carácter
ecológico.
Tienen muchos enemigos naturales (mariquita, crisopa, pequeñas avispillas que los
parasitan, pero ninguno lo controla completamente y por eso hay que recurrir a
tratamientos químicos.
La mariquita, la crisopa, las avispillas, etc. son colaboradores que se deben proteger,
evitando su destrucción mediante tratamientos con productos de amplio espectro. Un
dato importante es que las mariquitas en estado de larva comen durante 20 días entre
350 y 400 pulgones. La larva de la crisopa también come bastantes.

Una solución muy efectiva contra el pulgón es pulverizar las plantas afectadas con agua
jabonosa o con agua templada a presión. También puede probar con una mezcla muy

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sencilla: disuelva en un litro de agua 2 cucharadas de escamas de jabón neutro y 2 de
alcohol de 90º. Añada 3 ó 4 colillas de cigarros maceradas en medio vaso de agua, bien
filtradas para que las boquillas de los pulverizadores no se obstruyan.
Otro remedio consiste en una infusión a base de ortigas. Ponga en un cubo 500 gramos
de ortigas frescas y 5 litros de agua; cubra el recipiente con un plástico o una tabla que
ajuste bien y remueva a menudo. Cuando la mezcla esté descompuesta, cuélela en un
cubo. Déjela reposar entre 12 y 24 horas y rocíe sobre los insectos.

Si son árboles los afectados coloque en la corteza cintas pegajosas; ahí quedarán
atrapados.
Por último, plante cerca de las especies sensibles, como es el caso del rosal, madreselva,
lupino, dedalera u ortiga ya que actúan como repelentes.

La mosca blanca
Síntomas y daños.- Son pequeñas moscas blancas de 3 milímetros que, al igual que
pulgones y cochinillas, clavan un pico en las hojas y chupan la savia.
Hay varias especies de mosca blanca, las más frecuentes son:

-Aleurothrixus floccosus: mosca blanca de los agrios (naranjo).


-Trialeurodes vaporiorum: mosca blanca de los invernaderos (también se da al aire libre
en climas cálidos).
-Aleyrodes proletella: mosca blanca de las coles (Crucíferas).
- Bemisia tabaci: la de los demás cultivos herbáceos.
Tienen como mínimo cuatro generaciones al año según el clima y en invernadero
pueden tener más de diez (una generación por mes) de ahí su mayor peligrosidad bajo
cubierto. Una generación es el tiempo que dura todo el ciclo vital del insecto, es decir,
desde que se pone un huevo hasta que muere el adulto.
Los adultos hacen la puesta de huevos en el envés de las hojas; de ellos salen las larvas
y se quedan a vivir allí, en el envés. Cuando se agitan las plantas se puede ver volar una
nubecilla de pequeñas mosquitas blancas. Les favorecen las temperaturas altas y el
ambiente húmedo, por eso se da más en verano.
Los primeros síntomas consisten en el amarillamiento de las hojas, se decoloran y más
adelante, se secan y se caen. Al mismo tiempo, se recubren con una sustancia pegajosa y
brillante que es la melaza que excretan los propios insectos. Además sobre esta melaza
se asienta el hongo llamado negrilla (Fumaginas sp.).
Daños que provoca.- El daño lo producen tanto las larvas como los adultos chupando
savia. Esto origina una pérdida de vigor de la planta, puesto que está sufriendo daños en
sus hojas.
El otro daño, consiste en el hongo negrilla o mangla. La melaza que segregan (un jugo
azucarado) es asiento para este hongo, dando mal aspecto estético a las hojas que

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quedan ennegrecidas por la disminución de su función fotosintética. Por último, la
mosca blanca puede trasmitir virus de una planta a otra.
Cómo controlar su aparición.- Limpie de malas hierbas el jardín para que las moscas
blancas no se refugien en ellas.
Realice tratamientos químicos en cuanto observe los primeros individuos y pulverice
bien el envés de las hojas, que es donde se asientan. Las materias activas que debe
incluir el producto en su composición debe ser alguna de estas: Diazinon, Fenitrotion,
Metil- pirimifos, Butocarboxin, Fention. Suele ser necesario dar varios tratamientos,
espaciados 10 ó 12 días, hasta eliminarla.
Es bueno dar al menos un pase con cobre (por ejemplo con Oxicloruro de cobre) para
evitar el progreso de la negrilla.
Remedios ecológicos.- Siga esta serie de remedios si sus plantas han sido invadidas por
la mosca blanca.
-Tratamiento con una infusión de tanaceto o, si es muy grave, con rotenona o piretrina
(productos usados en agricultura ecológica alternativos a los químicos de síntesis).
-Puede pulverizar la planta con jabón blando. Lave la planta con agua jabonosa para
ayudar a controlar la proliferación. Este es un buen remedio.
-Planta junto a las especies más sensibles, algunas aromáticas, claveles chinos,
caléndulas o tabaco ornamental. Estas plantas tienen un cierto efecto repelente sobre la
mosca blanca.
-En invernaderos se colocan trampas amarillas con pegamento. El color las atrae y se
quedan pegadas. Esto ayuda a disminuir las poblaciones de adultos. En el interior de la
casa también se puede hacer, pero estéticamente queda feo.

-Los enemigos naturales funcionan muy bien y es casi más eficaz que los tratamientos
químicos. Dos insectos muy buenos son:
1.Cales noacki: es una pequeña avispita que parasita larvas de mosca blanca. Se usa
contra la mosca blanca de los cítricos. No se comercializa, pero pueden recogerse en
árboles y soltar en el jardín.
2.Encarsia formosa: ésta sí se comercializa en forma de productos biológicos preparado
para el control de la mosca blanca. Introducida a tiempo, proporciona un control
biológico eficaz en invernaderos.
Tanto en cales como en encarsia, el adulto pone un huevo en el interior de las larvas de
la mosca blanca; las larvas que salen de esos huevos parasitan a la larva de la mosca
blanca y se la van comiendo por dentro sin tocar órganos vitales. Hasta que llega un
momento que termina saliendo el adulto perfecto de cales o encarsia al exterior y la
larva de la mosca blanca muere.

Los trips
Los trips son pequeños insectos de 1-2 milímetros, como tijeretas en miniatura. Se ven a
simple vista. Golpea sobre la palma de la mano una flor y caerán unos cuantos de estos
bichitos. Hay varias especies distintas de Trips (por ejemplo, Frankliniella occidentalis).

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Producen daños sobre multitud de plantas de jardín y de interior, hortalizas, frutales,
cereales, olivo (Trips del olivo), cítricos, etc., aunque en general, no son graves.

Síntomas.- Tanto larvas como adultos clavan un pico y se alimentan de la savia en el


envés de las hojas, dejando manchas blanquecinas en las hojas, de un típico aspecto
plateado-plomizo y rodeadas de motitas negras de sus excrementos. También pican en
flores y frutos. Las flores pueden ser atacadas y, a veces, no llegan a abrirse por
completo o bien toman un aspecto encrespado.
Otros síntomas: deformación de hojas, flores y frutos, punteados decolorados y caída
prematura de hojas, pétalos y frutitos. También puede transmitir virus (importante en
hortalizas de invernadero: tomate, berenjena y judía). Los adultos, al picar, absorben
partículas virales y cuando pican en otra planta, las inyectan junto a la saliva que emite
antes de succionar.

Les favorece el ambiente muy seco y cálido y lo ideal son los invernaderos y los
interiores de las casas.
Cómo controlar su aparición.- Mantenga las plantas cultivadas en macetas en un lugar
más fresco y húmedo, un buen riego y humedad. Recuerde que a los Trips les favorece
la sequedad y el calor.
-Elimine malas hierbas del jardín, ya que sirven para refugiarse.
-La colocación de trampas adhesivas azules a la altura de la planta ejerce un buen
control de Trips. En casa queda antiestético, pero en el jardín vale y mejor aún en un
invernadero.
-La lucha química es difícil puesto que están muy protegidos y los insecticidas no le
alcanzan. Además, hay que mojar bien y repetir el tratamiento a los 15 días. Rocíe
apenas aparezcan los síntomas con productos que contengan alguna de las siguientes
materias activas: Clorpirifos, Metiocarb, Malation, Metil-pirimifos, Dimetoato,
Diazinon.
Además de recurrir a estos insecticidas químicos se pueden combatir con Piretrinas, que
es un producto natural usado en agricultura ecológica.
En invernadero se puede hacer lucha biológica mediante la suelta de depredadores
naturales que hay preparados para la venta. Esto se hace en cultivos hortícolas de
invernadero. Esta práctica al aire libre no es tan efectiva.
También puede instalar mallas antitrips en invernaderos.

Nematodos
Los nematodos son unos gusanitos microscópicos de unos 0,2 milímetros. Es una plaga
bastante desconocida para muchos aficionados, seguramente porque viven bajo tierra y
además no se ven a simple vista. Si todavía no los conoce, aquí tienes todos los datos.
Hay varios géneros Meloidogyne sp., Pratylenchus sp., Ditylenchus sp. (común en
bulbosas, pero puede atacar a otras muchas), Heterodera sp., Tylenchus sp. (en frutales).
Dañan las raíces de multitud de plantas, se introducen en ellas y absorben sus jugos.

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No hay suelo que no tenga nematodos, aunque para producir daños su número tiene que
ser elevado y las especies de plantas tienen que ser sensibles a ellos.
Como son microscópicos, para saber si un suelo tiene niveles altos de nematodos se
tendría que tomar una muestra de tierra y raíces y llevarla a analizar a un laboratorio
especializado público o privado. Esto en los jardines no se suele hacer a no ser que se
quiera realizar una plantación frutal comercial.
Donde viven mejor es en suelos arenosos, con calor y riego abundante. Son muy
sensibles a la sequía o a la falta de cultivo, por ello requieren para vivir lugares muy
húmedos. Un suelo sin vegetación o sin riego un año o más reduciría mucho la
población.
Síntomas.- No es nada fácil saber si una planta está siendo atacada por nematodos, ya
que los síntomas se confunden con varias cosas: exceso de agua, sequía o carencia de
nutrientes. Lo que está ocurriendo es un daño en las raíces que están llenas de estos
gusanitos.
Cuando se trata del género Meloydogine, si extrae las raíces del suelo verá unos bultos
en dichas raíces llamados "batatillas" o "porrillas". Pero recuerde que sólo en este
género, no para los demás nematodos.
Los síntomas generales son:
- Las hojas toman un color verde pálido o amarillo que se marchita cuando el clima es
cálido (no confundir con falta de nutrientes).
- Plantas raquíticas, con poco desarrollo, descoloridas. Esto aumenta su susceptibilidad
al frío, a hongos y a bacterias oportunistas. Los vegetales afectados pueden llegar a
morir por la acción directa del nematodo o por los parásitos de debilidad.
- Debilitamiento progresivo de la planta, marchitamiento sin explicación y sin poder
observar nada.
- Suelen manifestarse por rodales o líneas de cultivo.

Métodos de control
Cómo controlar su aparición.- En agricultura comercial intensiva, lo que se hace para
luchar contra los nematodos es desinfectar el suelo antes de sembrar o plantar. En los
jardines no se opera así, sólo en los casos en los que esté seguro de que la tierra está
muy infectada de nematodos, o que haya sufrido daños años anteriores, debes
desinfectar el suelo. Para hacerlo hay 3 formas:
1. Hacer una desinfección con fumigantes tóxicos como el Dicloropropeno o Metan-K.
Esto lo hacen empresas especializadas (o lo deberían de hacer) en agricultura intensiva
y en invernaderos, pero a nivel doméstico, no se hace.
2. Desinfectar con otros productos no fumigantes y de aplicación más sencilla:
compuestos a base de Dazomet, Oxamilo o Etoprofos, empleados con cierta antelación
antes de plantar o sembrar. Esto es para el caso de que tenga un jardín o un huerto con
una infestación de nematodos y deba desinfectar antes de sembrar o plantar.
3. Desinfectar mediante solarización. Este es el método que le recomendamos. Consiste
en desinfectar el suelo mediante el calor del sol. Se trata de cubrirlo con un plástico y
"cocerlo" para así matar hongos, insectos, nematodos, bacterias y semillas de malas
hierbas. La forma de hacerlo se la explicamos más abajo.

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Estas tres opciones son para prevenir antes de sembrar o plantar, pero si aprecia daños y
sospecha o identifica nematodos, puede hacer lo siguiente:
-Trate con nematicidas que se adicionan al suelo. Se pueden emplear productos que
contengan las materias activas siguientes: Aldicarb, Carbofurano o Fenamifos, este
último es el más recomendado.
- Arranque las plantas más afectadas.
- Los tagetes y las caléndulas tienen un cierto efecto repelente sobre nematodos.
En cualquier caso, es difícil recuperar plantas infectadas. Lo más eficaz es la
desinfección del suelo antes de plantar.
La solarización.- Con este método podrá desinfectar el suelo antes de sembrar o plantar
en la parcela. Mate nematodos, hongos, insectos que viven en el suelo, bacterias y
semillas de malas hierbas.
Hay que realizarlo en verano porque es cuando hace más calor. En primer lugar, el
terreno desnudo se labra con un motocultor y se retiran los restos vegetales y las piedras
gruesas que salgan. A continuación se le da un riego muy abundante que moje a una
profundidad de 40 centímetros hasta que cale bien.
Luego se cubre el suelo con un plástico transparente fino (polietileno entre 100 y 200
galgas de espesor). La lámina debe quedar tensa y con los bordes perfectamente
enterrados para que no se escape el calor. En general, se considera necesario dejarlo así,
de 4 a 6 semanas como mínimo. Si no está haciendo mucho calor dejarlo más tiempo.
Se puede aplicar al aire libre y también en el interior de un invernadero. Gracias a este
método, las plagas y enfermedades disminuirán en el cultivo siguiente. Es posible que
quizás a los 3 ó 4 años haya que repetirlo.
Es un método eficaz, sencillo y no contaminante. No es de desinfección tan fuerte como
las fumigaciones químicas pero es una alternativa clara y ecológica.

Oidio
Oidio, Blanca, Blanquilla, Blanqueta, Mal blanco, Cenizo, etc. son todos nombres
comunes de unos hongos que pertenecen a los géneros Uncinula sp., Erysiphe sp.,
Sphaerotheca sp., y otros.
El oidio es una enfermedad muy común y que causa graves daños. En los rosales, por
ejemplo, aparece año tras año sin falta.
El oidio es un hongo que se diagnostica fácilmente. Aparece como un polvo blanco o
cenizo muy típico, en hojas, brotes y también en frutos. Las hojas y tallos atacados se
vuelven de color amarillento y terminan por secarse. En flores es menos frecuente.

Las esporas del hongo caen sobres las hojas traídas por el viento y germinan
introduciendo unas raicillas para absorber las sustancias nutritivas.
Algunas plantas son más sensibles al Oidio, pero en general, casi todas pueden sufrir su
ataque si se dan las condiciones favorables. Son muy sensibles el rosal, laurel real,
evónimo, roble, plátano de sombra, árbol de Júpiter, Geranio, Dalia, Flox, Begonia,
Hibisco, Saintpaulia, etc., por poner algunos ejemplos.
Le favorece las primaveras muy húmedas (en torno al 70-80% de humedad) y
temperatura suave. Desaparece en pleno verano, siempre que el termómetro pase de

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35ºC, para resurgir en otoño. No quieren agua líquida para su desarrollo, pero sí
humedad. Se diseminan por el viento.
Cómo controlar su aparición.- Aquí tienes algunos consejos para poder combatir esta
enfermedad.
-Elimine las malas hierbas del jardín. Por ejemplo, la Corregüela es una hierba que
siempre tiene Oidio y de ella pasa a nuestras plantas por el viento.
-Elimine las hojas y partes infectadas ya que no se recuperan o, incluso, la planta entera,
para que no contagie a las de alrededor. En lugares cerrados, como invernaderos o
terrazas acristaladas, debe haber una buena ventilación.
El Oidio es un hongo externo que se desarrolla sobre la superficie, no penetra en las
hojas y; por lo tanto, se puede atacar con fungicidas de forma curativa, una vez que ya
ha infectado. Los demás hongos penetran en la hoja y los fungicidas sólo sirven para
prevenir, para evitar que realicen la infección, porque una vez que están dentro, poco se
puede hacer. No obstante, hay productos curativos siempre que se apliquen en las
primeras 24-48 horas posteriores a la infección.
Con el Oidio por tanto, podemos actuar curativamente, con la planta ya infectada, pero
no es lo mejor, desde luego, es preferible siempre usar productos que eviten dicha
infección, más preventivos. Si la planta está ya infectada, no quedará más remedio que
acudir a fungicidas sistémicos.
Son más preventivos los fungicidas de contacto: Azufre y Dinocap . El Azufre es un
antiodio barato y eficaz, además también mata los ácaros. No lo aplique cuando la
temperatura sea superior de 33ºC porque produciría quemaduras.
Fungicidas sistémicos: Penconazol, Ciproconazol, Nuarimol, Pirifenox, Fenarimol,
Propiconazol, Etiromol. Los reservamos mejor para cuando ya se vea el hongo blanco,
para prevenir Azufre o Dinocap.
Como es una enfermedad que ataca la parte joven de la planta y la planta está
constantemente creciendo, los tratamientos preventivos con azufre o con productos
sistémicos han de hacerse frecuentemente (cada 15 días a partir de primavera en rosales,
que es una planta muy sensible). Se repetirá el tratamiento en cada reaparición.
Remedios ecológicos.- A continuación veremos algunos remedios para combatir esta
enfermedad.
-Un remedio es plantar ajos al pie de las especies más susceptibles, como frutales o
rosas. También resulta conveniente esparcir polvo de semillas de mostaza.
-Las esporas del hongo caen sobres las hojas traídas por el viento y germinan
introduciendo unas raicillas para absorber las sustancias nutritivas.
-Algunas plantas son más sensibles al Oidio, pero en general, casi todas pueden sufrir su
ataque si se dan las condiciones favorables. Son muy sensibles el Rosal, Laurel real,
Evónimo, Roble, Plátano de sombra, Árbol de Júpiter, Geranio, Dalia, Flox, Begonia,
Hibisco, Saintpaulia, etc., por poner algunos ejemplos.
-Afecta más a las plantas más débiles y a las que estén a la sombra. De hecho, la
ubicación de las plantas al sol puede ser suficiente para que desaparezca. Por ejemplo,
los evónimos a la sombra son muy atacados, pero puestos al sol, lo son mucho menos.

Fitóctora
Hay varias especies del hongo Fitóctora (Phytophthora sp.) que puede matar a muchas
especies de plantas. Algunos ejemplos son Arces, Ciprés de Lawson, Manzano, Tejo,
Rododendro, Frambuesa, Brezo o Tomate. Este hongo vive en la tierra y cuando se dan
las condiciones ideales, coloniza las raíces y la zona del cuello de las plantas.
La causa principal que activa al patógeno es el encharcamiento por regar demasiado.

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Los síntomas.- A continuación le explicamos algunos síntomas de este tipo de
enfermedad.
-Puede aparecer en zonas secas en tallos o troncos, con manchas oscuras en el tejido
debajo de éstas.
-El follaje es escaso y clorótico.
-La planta se va secando hasta morir.

Cómo controlar su aparición.- Esta enfermedad hay que prevenirla puesto que tener que
curar una planta infectada es muy complicado.
Lo más importante es evitar los riegos excesivos y mejorar el drenaje. La materia activa
más eficaz contra este hongo es Fosetil-Al. Si una planta está atacada de Phytophthora
con sucesivas aplicaciones al cuello y a la raíz se puede intentar curar, pero no es nada
fácil.
Excave y queme todas las plantas muy afectadas o muertas por Fitóctora. No plante en
el mismo lugar la misma especie, puesto que el hongo permanece en la tierra. Extraiga
esa tierra y eche otra no contaminada.

Bibliografía:
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(1990) Mundi-Prensa.
Plagas de los cultivos: Guía de identificación 1. Cabello,T., Torres,M. y Barranco,P.
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Plagas y enfermedades de las plantas cultivadas. 6ª edic. F.Domínguez García-Tejero
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Plagas del jardín. Enfermedades y enemigos de las plantas ornamentales. J. Del Cañizo,
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Plagas del campo. S.Planes y J.M.Carrero (1989) Mundi-Prensa-M.A.P.A.
Plagas y enfermedades de jardines. S.Villalva (1996) Mundi-Prensa
Plagas de las flores y de las plantas ornamentales. H.Pape (1977) Oikos-Tau S.A.
Fitopatología. Mª Lourdes de Bauer (1987) Edit. Limusa.

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