Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CÉLULAS MADRE
Células madre germinal (EG): Se aíslan del feto, a partir de la zona donde se está produciendo
la diferenciación celular.
Células madre de adulto (AS) : Corresponde a la célula madre hematopoyética, que
genera todos los tipos celulares sanguíneos y del sistema inmunitario, que se encuentra en la
médula ósea y en la fase fetal se encuentra en el bazo y en el hígado.
El estudio de las células troncales de la médula ósea roja ( la médula ósea amarilla está constituida
por células adiposas y no forma células sanguíneas), ha sido desarrollado gracias a técnicas que
permitieron experimentos de hematopoyesis inducidas in vivo e in vitro.
Una serie de trabajos utilizando estas técnicas demostró que las células troncales, en medio
adecuado y cuando son estimuladas por factores de crecimiento, proliferan y generan así varios tipos
de leucocitos.
La célula troncal de la médula ósea roja se divide, produciendo células linfoides que generan los
linfocitos y células mieloides, que darán origen a los leucocitos no linfoides: los glóbulos rojos y los
megacariocitos. Estos últimos son células formadoras de plaquetas de la sangre. Los dos tipos
celulares derivados de las células troncales de la médula ósea roja (célula linfoide y mieloide) se
llaman pluripotenciales . Su multiplicación originará células con menos potencialidad capaces de
producir solamente 1 o 2 tipos de células, que a su vez generarán las células precursoras o blastos, en
las cuales ya surgen características morfológicas, indicando el tipo celular definitivo en el cual se
transformarán.
Las células madre ofrecen esperanzas de generar partes del cuerpo que hasta ahora se han resistido
a los tratamientos farmacológicos. Sin embargo, identificar a las células madre entraña notables
dificultades. Para saber si las células que estamos estudiando
poseen realmente la capacidad de servir de origen o madre de varios tipos celulares sin perder su
estado genérico de potencialidad, no basta con examinarlas con detenimiento. Las células madre
no se distinguen por su aspecto sino por su comportamiento. En su mayoría, las líneas de células
madre embrionarias humanas (CME) que existen en el mundo proceden de embriones sobrantes de
fecundación in vitro. Estas células suelen recuperarse de la congelación diferenciándose en varios
tipos celulares en una placa de cultivo. Sin embargo no todas las líneas humanas de CME evolucionan
de igual forma.
Lograr que las células deriven hacia el tipo celular que deseamos supone la mitad del trabajo.
Podemos conseguir que las células troncales produzcan placas repletas de neuronas, por ejemplo,
pero de nada servirá si no pueden injertarse en un cerebro, establecer conexiones y relacionarse con
las neuronas circundantes. Lo ideal sería inyectar CME en la parte del cuerpo que deseamos
regenerar, para dejar luego que ellas se desarrollaran según las instrucciones de su entorno. La
pluripotencia de las células troncales, no obstante, convierte este procedimiento en demasiado
peligroso para aplicarlo a la terapia, pues estas podrían diferenciarse en un tipo de tejido no deseado.
Aún cuando estas células progenitoras lograran encajar en su entorno e iniciar la generación de un
nuevo tejido, seguirían expuestas al ataque por el organismo receptor. Las CME y su progenie tienen
la misma probabilidad de ser rechazadas por el sistema inmunitario que un órgano transplantado, ya
que podría reconocerlas como extrañas. La única forma segura de evitar el rechazo inmunitario
consistiría en crear una línea de CME a partir del material genético del propio paciente a partir, por
ejemplo, de la clonación. En los mamíferos una vez que una célula se ha encarrilado hacia un tipo
determinado, no hay marcha atrás, pues la diferenciación constituye un proceso irreversible. Pero hay
una excepción a la regla: cuando el núcleo de un ovocito sin fecundar se extrae y se reemplaza por
el núcleo de una célula somática, Así engañamos al ovocito que se comporta como si se hubiera
fecundado y comienza a dividirse como lo haría un embrión normal. Tampoco está claro si la misma
reprogramación u otras especies de manipulación de estos embriones podrían inducir mutaciones
genéticas que predispusieran a las células troncales resultantes a morir o producir cáncer.
ACTIVIDAD
a) Diferenciación
b) Células madre
c) Potencialidad
d) Hematopoyesis
e) Potencial tumorígeno.
2.- ¿Qué diferencia existe entre una célula troncal y una multipotencial?
4.- ¿Por qué las células madre deben presentar esas características?
5.- ¿Por qué el organismo puede presentar un rechazo inmunitario frente a células
injertadas? 6.- ¿De qué manera podría reprogramar genéticamente a las células madre para que se
transformen en un tipo celular? Fundamente.