SESIÓN: III

EL RAZONAMIENTO MORAL
Podemos distinguir 3 tipos de razonamiento moral:
1. El tipo Consecuencialista:

Se caracteriza por su interés en las consecuencias de una decisión o

postura ética. Se pregunta por el resultado o la meta. Está orientado hacia
su fin.
Este tipo de razonamiento está muy enraizado en la historia de la
teología. Por el ejemplo el mandato de Jesús en Mt. 5:48, es de tipo
consecuencialista. Todos los aspectos de la vida se orientan a conseguir,
como consecuencia o resultado, la perfección.

2. El tipo No Consecuencialista:

Se interesa en las obligaciones que alguien tiene en una situación dada,

a pesar de las consecuencias que impliquen o cual sea la meta final. Tiene
que ver con los deberes.
Este tipo de razonamiento moral, basado en las reglas de conducta o los
códigos morales, ha sido sumamente importante en la tradición cristiana
y ocupa un lugar central en la iglesia de hoy. Esto es válido tanto para los
protestantes como para católicos.
La distinción moral más importante es la existencia entre lo permisible y
lo no permisible. El propósito de las posturas no-consecuencialistas es
evitar las malas acciones y ser personas rectas.

El problema de las Reglas

Las reglas es uno de los problemas más difíciles y discutidos de la ética,

por su utilidad difícilmente podemos desprendernos de ella.
Miguel Bonino señala, la persona aferrada a las reglas o la Ley se
preocupa más por el cumplimiento de la regla que por su relación
inmediata y dinámica con otras personas. Asimismo está el peligro de que
la persona no asume responsabilidad por sus propias decisiones, sino
depende de lo que la regla.
Existe un aserie de preguntas, como ¿Son eternas, sin cambio a través
del tiempo y las culturas? O ¡son contextualizadas históricamente?, etc.
Las respuestas que se den están determinadas en gran manera por la
postura teológica- bíblica e ideología que se asuma, el trasfondo cultural
y la ubicación social de la persona que decida.

Emma Rezabal de Gomez

 Normas, principios y reglas

Una regla se define por ser una acción particular frente a una situación
dada.
Los principios y las normas señalan la orientación y la calidad de la acción
humana (principio tiene sentido de fuente, norma el sentido de pauta o
modelo)
Lo que es normativo apunta a lo permanente y esencial de la fe y como
se adecua todo esto a la experiencia actual. Esto no garantiza que no se
cometan errores, pero como personas de fe caminamos dependiendo de
la gracia de Dios que, al final de todo, es lo único que nos salvará.

3. El tipo Contextualista:

Tiene que ver con relaciones y funciones, más que con normas y regalas.
Esta es una ética relacional, se preocupa por los sujetos específicos y se
interesa por la persona y la comunidad. No es abstracto, parte de
realidades concretas y responde a esas realidades concretas.

Emma Rezabal de Gomez