Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Aspectos iniciales
Junto con lo anterior, se puede afirmar que el héroe tiene funciones y una
naturaleza que no es posible reducirlas a reglas generales, pero esto no quita
que no tengan cualidades distintivas. En síntesis, el héroe es un elemento
mediador (entre lo divino y lo humano, entre el orden y el desorden, entre otros)
y su naturaleza es ambivalente ya que tiene aspectos sublimes, dignos de imitar,
y otros destructivos, grotescos.
Ya visto el concepto de héroe, sólo nos falta abordar el de “monstruo” para así
poder analizar las diferentes obras. En este caso utilizaremos el texto La era
neobarroca, de Omar Calabrese; veremos también que el monstruo se aplica al
héroe de forma exterior y de forma interior. Es imperante decir que la figura del
monstruo siempre ha estado presente en toda la historia de la literatura, sólo
debemos recordar algunos ejemplos: Ulises se enfrenta a varios monstruos
(Polifemo, Circe, Escila y Caribdis, entre otros); también está presente en la
actualidad, ya sea por películas, series o libros. En síntesis, podemos afirmar
que la figura del monstruo está “rondando” siempre a los protagonistas, pero,
¿qué significa ser un monstruo?
En otras palabras, el monstruo rompe con las normas (no acepta las leyes)
jurídicas y biológicas, lo cual lo sitúa como alguien “anormal” que se encuentra
fuera de las categorías enmarcadas en las estructuras civiles.
Siguiendo con el tema de la misteriosidad, podemos ver que esta obra se sitúa
en el período (estético, artístico) denominado manierismo, o también como
barroco. Es por esta razón que en la obra del inglés vemos como elemento
transversal la oscuridad, el misterio, el espectáculo, la locura y el desvarío, todos
elementos relacionados con el monstruo. Esto se ve reafirmado en el siguiente
pasaje: “Lady Macbeth:¡Fuera, mancha maldita! ¡Fuera, te digo! Una, dos. Ya es
hora de hacerlo. El infierno es oscuro. ¿Qué es eso, señor? ¿Tiene miedo un
soldado? ¿Y por qué vamos a temer que alguien lo sepa, si nadie podrá pedirle
cuentas a nuestro poder? ¡Pero quién iba a decir que este viejo tenía tanta
sangre dentro!” (Shakespeare, 192). Es en este sentido que vislumbramos todo
lo monstruoso que encierra Macbeth y el rol determinante del monstruo en la
obra, ya que a la larga el héroe termina sufriendo un final trágico, que es un
elemento importante en el desarrollo de la morfología heroica, y todo esto gracias
al monstruo interior y exterior que atacó a la figura del héroe, que resultó ser
corrompido, logrando así generar terror y admiración.