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OBSOLECENCIA

La obsolescencia refiere a la cualidad de obsolescente. Este adjetivo hace mención a


algo que se está volviendo obsoleto, antiguo o arcaico y que, por lo tanto, cae en
desuso.
Existen diversos factores que generan la obsolescencia de un dispositivo, una
máquina o una tecnología. La causa más común de obsolescencia es el desarrollo de
nuevos sistemas que ofrecen un funcionamiento superior, lo que lleva a la gente a
volcarse a las novedades y dejar de lado aquellos equipamientos que utilizaban hasta
entonces.

La obsolescencia tecnologica programada:


Está definida como “la planificación del fin de la vida útil de un producto o servicio,
estrategia determinada durante la fase de diseño por parte del fabricante”. Muchos de
los objetos electrónicos que utilizamos a diarios son fabricados para que en algún
momento (después de que se acabe la garantía) dejen de funcionar.
Los productos dejan de funcionar al cabo de un tiempo, no porque estén estropeados,
sino por que han sido diseñados para fallar al cabo de ese periodo.

La obsolescencia indirecta: deriva de la imposibilidad de reparar un producto por


falta de repuestos o piezas de recambio adecuadas o por resultar imposible la
reparación (por ejemplo, el caso de las baterías soldadas al aparato electrónico).
La obsolescencia por incompatibilidad:
por ejemplo, cuando un programa informático deja de funcionar al actualizarse el
sistema operativo. Guarda relación con la del servicio posventa, en el sentido de que
el consumidor será más proclive a comprar otro producto que a repararlo, en parte
debido a los plazos y precios de las reparaciones.
La obsolescencia psicológica:
Derivada de las campañas de mercadotecnia de las empresas encaminadas a hacer
que los consumidores perciban como obsoletos los productos existentes
DEMOCRACIA

Es el gobierno de las mayorías, pero sin dejar de lado los derechos de los individuos ni
desatender a las minorías.

TECNICA

Es un conjunto de procedimientos reglamentados y pautas que se utiliza como medio para


llegar a un cierto fin.

¿Es prudente y justo que, en una democracia, simulemos que la técnica es o debiera
ser neutral, tanto como la ciencia básica, la música, la poesía lírica o el ajedrez?

La palabra ‘técnica’ es polisémica, pues denota (a) la actividad consistente en diseñar


cosas o procesos nuevos
el cuerpo de conocimientos y prácticas que resulta de esa actividad
la comunidad de los técnicos.
En cualquiera de estos casos, lejos de ser autónoma y neutral, la técnica depende de
otros campos de la actividad humana y afecta a la vida diaria y a la evolución social.

En particular, la técnica depende de la ciencia y afecta a la industria, el comercio y el


Estado, los que a su vez la guían o extravían.
Esto no es todo: algunas técnicas, en particular la arquitectura y la publicidad,
dependen del arte, el que a su vez es influido por ellas. Además, las políticas de
desarrollo (o subdesarrollo) técnico dependen de la filosofía, pues ésta puede
promover o impedir la adquisición, difusión y utilización del conocimiento. Y todos
estos factores dependen del público, en particular del consumidor y del ciudadano. En
resumen, la técnica no es autónoma sino que es uno de los componentes de un
sistema muy complejo. Éste puede representarse como un hexágono centrado en la
técnica y cuyos vértices son el público, el Estado, la industria y el comercio, la ciencia,
el arte y la filosofía. (Véase la Figura 3.)
Figura 3. La técnica, lejos de ser autónoma, es un componente de un sistema muy complejo.
Cualquier cambio importante de uno de los componentes de éste puede alterar a los demás.

Dado que la técnica es afectada por tantos campos de la actividad humana, y a su vez
afecta a todos los aspectos de la vida moderna, es peligroso seguir permitiendo que
sea monopolizada por grandes empresas y Estados, cuyos intereses no siempre
coinciden con el bien público. Si queremos mejorar las condiciones de vida, ampliar la
democracia, y sobre todo asegurar la supervivencia de la especie humana, tendremos
que rediseñar y reformar nuestras sociedades de modo tal que la innovación técnica
sea controlada de manera inteligente por todos los interesados y en bien de todos
excepto los fabricantes y mercaderes de la muerte y los piratas del planeta. En una
palabra, debiéramos bregar por la tecno democracia en todos los grupos en que
actuamos.

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