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Colegio Gimnasio Campestre San Sebastián

GUIA INFORMATIVA No1


GRADO: SEXTO
AREA: AFECTIVIDAD FECHA: ABRIL 7 DE 2018 PERIODO: SEGUNDO
TEMA: La familia y los valores- Deberes del Estado con la familia.
DOCENTE: CRISTHIAN FRANCO
COMPETENCIAS: INTERPRETA-ARGUMENTATIVA-PROPOSITIVA
DBA: Comprende que en una sociedad democrática no es aceptable ninguna
forma de discriminación por origen étnico, creencias religiosas, género,
discapacidad y/o apariencia física (8-cs)

FAMILIA Y VALORES

Todos nosotros tenemos derechos y deberes que cumplir dentro de nuestra familia,
derechos como: alimentación, vestuario, vivienda, salud, recreación, y otros. Así como
también deberes como: responsabilidad, respeto, trabajo, amor, y demás. La Biblia nos
insta a que cumplamos nuestros deberes para con nuestra familia, proveyendo lo
necesario para su subsistencia y preservación de los valores espirituales y morales para
vivir una vida quieta y reposada delante de Dios siempre. En nuestro estudio
consideraremos los derechos que tienen los miembros de una familia y también los
deberes de cada uno y como estos se relacionan entre sí dando énfasis a los valores
espirituales.

DERECHOS DE LOS MIEMBROS DE UNA FAMILIA

A- Derechos de los padres.

Formar una familia. Efesios 5.31, Mt. 19.4 – 6, Heb. 13.4


Ser respetados y honrados por sus hijos. Efesios 6.1 – 3
A la intimidad sin interferencias. 1 Tesalonicenses 4.3 – 5
Ser reconocidos por su comunidad como familia. 1 Ts. 4.12
B- Derechos de los hijos.

Ser amados por sus padres. Pr. 3.12, Jn. 5.20, Tito 2.4
Protección de parte de sus padres, así como Dios lo hace. Sal. 121.7 – 8
Alimentación. Mateo 7.7 – 11
Instrucción en todas las áreas de la vida. Proverbios 22.6
C- Derechos de los ancianos.

Ser cuidados y respetados en su hogar. Tito 2.2 – 4


Recibir honra de parte de sus hijos. Efesios 6.2
Ser alimentados o mantenidos por su familia. 1 Timoteo 5.7 – 8, 16
Que su testamento sea dado hasta después de su muerte. Heb. 9.16,17
DEBERES DE LOS MIEMBROS DE UNA FAMILIA.

A- Deberes de los padres.

Amar a su familia y mostrarlo por medio de sus hechos y conducta. Efesios 5.21, 25,
Ser buen ejemplo para sus hijos en todo. 1 Timoteo 4.12
Instruir a sus hijos en el camino del Señor. Proverbios 22.6
Proveer económicamente para su familia. 1 Timoteo 5.8
Proteger a su familia y orar por ellos. 1 Ts. 5.16 – 18
Solucionar los problemas que se le presenten. Colosenses 3.15
B- Deberes de los hijos.

Honrar y obedecer a sus padres. Efesios 6.1


Recibir la instrucción y disciplina de parte de los padres. Pr. 4.20 – 27
Colaborar con las actividades que conciernen a la familia. Ga. 6.2, 10
Ser responsables con los compromisos adquiridos. Tit. 2.7
Buscar los caminos del Señor y ser buen ejemplo de los demás. Eclesiastés 11.9 – 10,
12.1
C- Deberes de los ancianos.

Ser diligentes en el servicio a Dios y a su familia. Lc. 2.25 – 32


Aportar su experiencia para que los hijos aprendan. 1 Reyes 2.1 – 2
Procurar no ser una carga para su familia. 1 Tim. 5.16
No exasperar a sus hijos. Ef. 6.4
Bendecir y orar a su familia. 1 Reyes 2.1

Artículo 42

Artículo 42. La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos


naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer
matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla. El Estado y la sociedad
garantizan la protección integral de la familia. La ley podrá determinar el patrimonio
familiar inalienable e inembargable. La honra, la dignidad y la intimidad de la familia son
inviolables. Las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes de la
pareja y en el respeto recíproco entre todos sus integrantes. Cualquier forma de violencia
en la familia se considera destructiva de su armonía y unidad, y será sancionada
conforme a la ley. Los hijos habidos en el matrimonio o fuera de él, adoptados o
procreados naturalmente o con asistencia científica, tienen iguales derechos y deberes.
La ley reglamentará la progenitura responsable. La pareja tiene derecho a decidir libre y
responsablemente el número de sus hijos, y deberá sostenerlos y educarlos mientras
sean menores o impedidos. Las formas del matrimonio, la edad y capacidad para
contraerlo, los deberes y derechos de los cónyuges, su separación y la disolución del
vínculo, se rigen por la ley civil. Los matrimonios religiosos tendrán efectos civiles en los
términos que establezca la ley. Los efectos civiles de todo matrimonio cesarán por
divorcio con arreglo a la ley civil. También tendrán efectos civiles las sentencias de
nulidad de los matrimonios religiosos dictadas por las autoridades de la respectiva
religión, en los términos que establezca la ley. La ley determinará lo relativo al estado civil
de las personas y los consiguientes derechos y deberes.

OBLIGACIONES DE LA FAMILIA, LA SOCIEDAD Y EL ESTADO

ARTÍCULO 38. DE LAS OBLIGACIONES DE LA FAMILIA, LA SOCIEDAD Y EL ESTADO.


Además de lo señalado en la Constitución Política y en otras disposiciones legales, serán
obligaciones de la familia, la sociedad y el Estado en sus niveles nacional, departamental,
distrital y municipal el conjunto de disposiciones que contempla el presente código.
ARTÍCULO 39. OBLIGACIONES DE LA FAMILIA. La familia tendrá la obligación de
promover la igualdad de derechos, el afecto, la solidaridad y el respeto recíproco entre
todos sus integrantes. Cualquier forma de violencia en la familia se considera destructiva
de su armonía y unidad y debe ser sancionada. Son obligaciones de la familia para
garantizar los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes:

1. Protegerles contra cualquier acto que amenace o vulnere su vida, su dignidad y su


integridad personal.
2. Participar en los espacios democráticos de discusión, diseño, formulación y ejecución
de políticas, planes, programas y proyectos de interés para la infancia, la adolescencia y
la familia.
3. Formarles, orientarles y estimularles en el ejercicio de sus derechos y
responsabilidades y en el desarrollo de su autonomía.
4. Inscribirles desde que nacen en el registro civil de nacimiento.
5. Proporcionarles las condiciones necesarias para que alcancen una nutrición y una
salud adecuadas, que les permita un óptimo desarrollo físico, psicomotor, mental,
intelectual, emocional y afectivo y educarles en la salud preventiva y en la higiene.
6. Promover el ejercicio responsable de los derechos sexuales y reproductivos y colaborar
con la escuela en la educación sobre este tema.
7. Incluirlos en el sistema de salud y de seguridad social desde el momento de su
nacimiento y llevarlos en forma oportuna a los controles periódicos de salud, a la
vacunación y demás servicios médicos.
8. Asegurarles desde su nacimiento el acceso a la educación y proveer las condiciones y
medios para su adecuado desarrollo, garantizando su continuidad y permanencia en el
ciclo educativo.
9. Abstenerse de realizar todo acto y conducta que implique maltrato físico, sexual o
psicológico, y asistir a los centros de orientación y tratamiento cuando sea requerida.
10. Abstenerse de exponer a los niños, niñas y adolescentes a situaciones de explotación
económica.
11. Decidir libre y responsablemente el número de hijos e hijas a los que pueda sostener y
formar
12. Respetar las manifestaciones e inclinaciones culturales de los niños, niñas y
adolescentes y estimular sus expresiones artísticas y sus habilidades científicas y
tecnológicas.
13. Brindarles las condiciones necesarias para la recreación y la participación en
actividades deportivas y culturales de su interés.
14. Prevenirles y mantenerles informados sobre los efectos nocivos del uso y el consumo
de sustancias psicoactivas legales e ilegales.
15. Proporcionarles a los niños, niñas y adolescentes con discapacidad un trato digno e
igualitario con todos los miembros de la familia y generar condiciones de equidad de
oportunidades y autonomía para que puedan ejercer sus derechos. Habilitar espacios
adecuados y garantizarles su participación en los asuntos relacionados en su entorno
familiar y social.

DEBERES DE LOS HIJOS CON LOS PADRES

1- Permitir que sean nuestros amigos

Desde que somos pequeños nuestros padres están con nosotros compartiendo nuestras
experiencias pensamientos y sentimientos. No obstante, al llegar a la rebelde etapa de la
adolescencia esto cambia bruscamente colocando a nuestros padres en un segundo
plano y no permitiéndoles ni dejándoles ejercer este rol.

Cuando crecemos y llegamos a la etapa adulta, este rol que ejercen nuestros padres
vuelve para quedarse porque nosotros como hijos se lo permitimos.

Sin embargo, uno de nuestros deberes como hijo es aceptar y dejar que nuestros padres
se acerquen y nos ayuden, pues ellos han vivido más que nosotros y esa experiencia
puede ser fructífera para ambos.
2- Confiar en ellos

En muchas ocasiones solemos confiar más en nuestros amigos o personas de alrededor


que en nuestros padres. Pero, ¿os habéis preguntado alguna vez por qué no acudimos a
nuestros padres? ¿quién mejor que ellos para darnos consejo?.

Ellos siempre van a estar ahí para apoyarnos y aconsejarnos en todo lo que necesitemos.
Por ello, si tenemos algún problema estamos en la obligación de buscar su asesoramiento
dado que son nuestros padres y van a ser ellos y no otra persona quienes
verdaderamente vayan a elegir la mejor opción para nosotros. No nos debe de preocupar
que nos vayan a juzgar en nuestras decisiones o en nuestras actividades.

3- Prestarles atención

Como hemos señalado anteriormente, debemos de escuchar sus consejos y lo que nos
tengan que decir acerca de algún problema que tengamos o simplemente sobre lo que
nos pueda ocurrir en la vida.

Ellos tienen más experiencia y aunque no lo queramos ver en etapas complicadas como
la adolescencia, al final siempre tienen la razón. Por ello, aunque crezcan y pensemos
que no tienen idea de nada de los que nos ocurra y que no llevan la razón, tenemos que
escuchar lo que tienen que decir con paciencia.

4- No juzgarlos

Conforme vamos creciendo vamos cambiando la forma en la que miramos a nuestros


padres. Cuando somos pequeños los vemos como nuestros héroes y heroínas sin
embargo, esto cambia cuando llegamos a la adolescencia, etapa en la que los vemos
como personas anticuadas incapaces de entender lo que nos pasa.

Por si esto fuera poco cuando llegamos a la etapa adulta seguimos viéndolos de una
forma negativa, la cual se traduce en una carga o en una persona envejecida que una vez
más es incapaz de entender lo que ocurre a su alrededor por lo que en la mayoría de
ocasiones los dejamos en una residencia.

Obviamente no todos vemos a nuestros padres cuando llegamos a la etapa adulta como
una carga o como personas envejecidas, existen otras personas que los ven como
principal apoyo en sus vidas y esas también las tenemos que tener en cuenta.

5- Tenerles respeto

Nuestros padres nos respetan desde que nacemos e incluso en todas nuestras etapas de
desarrollo siendo unas más complicadas que otras. Por ello, nuestro deber como hijos es
respetarlos y tratarles como nos tratan a nosotros.

6- Hacerles caso

Como hijos tenemos que obedecer y acatar lo que nuestros padres nos dicen. Lo
hacemos desde que somos pequeños pues siempre quieren lo mejor para nosotros
aunque en ocasiones pensemos que no es así.

En etapas como en la adolescencia solemos pensar que nos castigan o que no nos dejan
salir más tarde porque no quieren que nos divirtamos o que salgamos.

Sin embargo, precisamente porque nos quieren es por lo que hacen ese tipo de cosas.
Algunas veces no entendemos esto hasta que no nos toca a nosotros ser padres.
7- Estudiar

Como todos sabemos nuestros padres desde que somos pequeños están trabajando
durante muchas horas al día porque nosotros tengamos el derecho a ser algo en la vida.
Es decir, a estudiar.

Por ello, tenemos la obligación de hacerlo pues una vez más quieren lo mejor para
nosotros y nos están dando la oportunidad de dar lo mejor de nosotros mismos y aunque
no lo creamos no todos tienen la suerte de poder acceder a una educación digna y de
calidad.

8- Ayudar en casa

Nuestros padres realizan muchas actividades a lo largo del día e incluso hay veces que
no pueden descansar porque se ven desbordados de trabajo. Nuestro deber como hijo es
ayudarles en todas las tareas que nos sean posibles como por ejemplo en las tareas del
hogar.

Entre todos es mucho más sencillo tener todo en orden si somos conscientes de la
situación y ponemos de nuestra parte. No nos cuesta nada ayudarles y así tendremos
más tiempo libre para disfrutar de su compañía.

9- Cuidarles

Nuestros padres también se ponen enfermos cuando llegan a edades avanzadas y en


muchas ocasiones necesitan que les cuidemos. Ellos no se lo pensaron dos veces
cuando nosotros nos caímos por primera vez de una bicicleta y nos raspamos las rodillas
o cuando nos rompimos un brazo jugando al baloncesto.

Por ello, como hijos tenemos que cuidar de ellos siempre que nos sea posible o
asegurarnos de que tengan la mejor ayuda para que puedan vivir tranquilamente y sin
problemas.

Por otro lado, tenemos que estar muy pendientes de los primeros síntomas, de lo que les
va ocurriendo, para encontrar y poner en práctica los remedios, que les ayuden a eliminar
o disminuir esas deficiencias.

10- No excluirlos

Como hijos vamos adquiriendo más responsabilidades conforme vamos creciendo a todos
los niveles de nuestra vida: profesional, social, familiar y académica. Sin embargo,
nuestros padres ya llegaron a su plenitud y por lo general ya han conseguido todo por lo
que habían luchado cuando eran jóvenes.

Esto hace que cada vez tengamos menos tiempo para ir a visitarlos o para estar con ellos
dejándoles en un tercer, cuarto o incluso quinto plano de nuestra vida algo que sin duda
no se merecen.

Por ello, nuestra obligación es no darles de lado e incluirlos siempre en nuestra vida
aunque ya no se pase tanto tiempo como antes porque se está más ocupado si se quiere
se puede dar el lugar que les corresponde en nuestra vida.

11- Enseñarles como nos enseñaron a nosotros

Debido a la edad en ocasiones a la mayoría de los padres se les olvida hacer cosas que
antes sabían realizar o simplemente no se encuentran con la energía que años atrás
tenían. Por ello, nuestro deber es ayudarles con este tipo de actividades con paciencia y
tranquilidad.

12- Realizar actividades con ellos

Aunque estemos muy ocupados con nuestra vida de adulto, ellos en su día también lo
estuvieron y aún así sacaron tiempo de donde no lo tenían para estar con nosotros y
hacer actividades al tiempo libre.

Por ello, nosotros también tenemos que hacerlo ya sea acompañarlos a ir a la compra, o a
andar al parque o incluso ir a cenar un día en semana. Son actividades perfectas que
harán que tus padres se sientan más felices y útiles.

13- Comprenderles

Algo que cualquier persona no lleva muy bien es hacerse mayor debido a que la sociedad
ve a las personas mayores como una carga o incluso como un estorbo. Nuestro deber
como hijos es comprender a nuestros padres y mostrarles que no son ningún tipo de
carga simplemente ya no cumplen tantos roles en nuestra vida como lo solían hacer.

Sin embargo, dado que la vida no ha terminado pueden cambiar y ejercer otros que sólo
pueden cumplir ellos, el ser abuelos y el mimar a sus nietos como nadie podrá hacerlo.

14- Hacer que aprendan cosas nuevas

En muchas ocasiones nuestros padres al alcanzar una determinada edad se sienten


especialmente vacíos ya que no tienen nada mejor que hacer que estar en casa y ver la
televisión o dar paseos. Esto es algo que puede llegar a ser frustrante y que en muchas
ocasiones termina por afectarles de forma negativa.

Por ello, otro de nuestros deberes como hijos es motivarles para que realicen otros tipos
de baile como bailar, aprender a usar las nuevas tecnologías en el caso de que no lo
sepan o incluso ayudarles a hacer un nuevo deporte. Gracias a estas actividades se
sentirán útiles y tendrán unos objetivos por los que levantarse cada día.

15- Quererlos

Padre y madre solo hay uno en la vida y nuestro deber como hijos es quererlos y amarlos
con todo nuestro ser igual que ellos hacen con nosotros.

Por eso hay que demostrarlo día a día en todo lo que hacemos y una de las mejores
formas es teniendo en cuenta una a una todas las obligaciones que estamos presentando
en este artículo.

16- No discutir con ellos

Aunque siempre no lleven razón y podamos tener discusiones con ellos tenemos que
intentar no discutir y solucionar de forma calmada los altercados que se puedan presentar
con nuestros padres, sobre todo en etapas como la adolescencia.

Es normal que discutamos hasta las mejores familias lo hacen pero dejar de hablar a tu
padre y a tu madre por ello puede ser un gran error ya que como todo en esta vida, no
van a estar para siempre.

17- Ser agradecidos

Todo lo que tenemos y somos es gracias a ellos y al esfuerzo que desde que nacimos
han realizado. Nuestra obligación como hijos es agradecerles toda esta lucha constante
que tienen y tendrán mientras sigan vivos.
CONCLUSIÓN.

Si bien todos somos parte de una familia, y gozamos de su cariño de sus beneficios y de
la gracia del señor que nos ha permitido la vida y el privilegio de ser parte de la gran
familia de Dios, debemos cumplir nuestros deberes y de algún modo exigir nuestros
derechos y hacer las cosas buenas delante del Señor, sabiendo que el Señor Dios
siempre estará con nosotros, ayudándonos a salir adelante, si usted ha estado solo y no
sabe que hacer, Dios está esperando que usted vuelva a casa, no importa que haya
cometido algún error, usted puede arrepentirse, pues Dios le espera y él es amplio en
perdonar. Véase en Lucas 15 la parábola del hijo prodigo.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

http://www.constitucioncolombia.com/titulo-2/capitulo-2/articulo-42
See more at: https://encolombia.com/derecho/codigos/infancia-y-
adolescencia/libroi_tituloii_cap1/#sthash.PbPqsvN3.dpuf

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