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Análisis de las redes de avenamiento.

El análisis de las redes de avenamiento permite encontrar la dirección y buzamiento


de las capas rocosas que componen la estructura de fallas y fracturas que existen.
También indica la resistencia del suelo a la meteorización y erosión. Para el análisis
de las redes de avenamiento debe tenerse en cuenta la forma y textura de la red.
El avenamiento regional y el tipo de relieve se encuentran relacionados. Estas
redes se clasifican por su forma y textura. La forma viene sujeta a la estructura de
las rocas y la textura depende de la permeabilidad del suelo y el volumen de agua
disponible para penetrar en la superficie en un periodo de tiempo. Las redes de
avenamiento se clasifican de 6 formas: Dendrítica, en rejado, radial, paralela, anular
y rectangular.
La forma dendrítica o ramificada es la más común. Las ramas tributarias confluyen
con los ríos del orden inmediato inferior con el mismo ángulo.
La forma en enrejado los tributarios de primer orden son largos y de trazado recto,
son paralelos al canal principal. Estas formas se desarrollan en zonas donde el
sustrato rocoso está fuertemente plegado.
La forma radial puede ser centrifuga o centrípeta. En la red centrifuga, el centro de
la rueda es el punto más alto, y los ríos fluyen hacia la periferia. Estas formas se
desarrollan cuando el agua fluye hacia el exterior y hacia debajo de una elevada
colina. En la red centrípeta, la periferia es más elevada y los ríos fluyen hacia el
centro. Estas forman se desarrollan cuando el agua fluye hacia el interior y baja
hacia una cuenca.
En las formas paralelas los tributarios fluyen paralelamente entre sí. Confluyen al
canal principal formando un ángulo similar. Las formas rectangulares se desarrollan
en áreas en las que el sustrato presenta una red de diaclasas.
A demás de las seis formas básicas, existen otras variantes menos comunes: Forma
desordenada, subparalela, retorcida, subdendrítica, anastomosado, pinnada,
colineal, centrípeta, dicótoma, rectilínea, nido de golondrina, asimétrica, angulosa,
imaginaria, capturada, entrecruzada, anómala entre otras.
Las características de un avenamiento anómalo indican condiciones geológicas
estructurales importantes.
La textura del avenamiento se refiere al número y espaciado relativo de los cursos
de agua por unidad de área de la cuenca de avenamiento. La textura de
avenamiento se separa en dos: densidad del avenamiento y frecuencia de los
cursos.
La densidad de avenamiento de un área se calcula midiendo la longitud total de
todos los cursos de avenamiento en una cuenca completa o subcuenca de
avenamiento y dividiendo este número por el área total de la cuenca en que fueron
contados los cursos.
Los términos comparativos y relativos “fino”, “media” y “gruesa” se utilizan
normalmente para describir las texturas del avenamiento.
El clima, litología, permeabilidad del suelo, estructura geológica, topografía y
condiciones biológicas, influyen en el desarrollo textural de las redes de
avenamiento.

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