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Este estadio de desarrollo del niño se caracteriza por la comprensión que hace el niño del
mundo, coordinando la experiencia sensorial con la acción física. En este periodo se
produce un avance desde los reflejos innatos.
Se sabe que los niños a esta edad tienen preferencia por estímulos coloridos, con brillo,
con movimiento, contraste. Además construyen sus esquemas intentando repetir un
suceso con su propio cuerpo, por ejemplo, hacer ruido al golpear un juguete, tirar un
objeto, tirar de una manta para conseguir un objeto que hay sobre ella, etc.
Las investigaciones muestran que la primera vez que tiene el bebé contacto con el lenguaje,
es en el vientre materno, durante los meses de gestación ya se va familiarizando con la voz
de los progenitores. Sorprende lo acostumbrados que están al lenguaje, ya que desde el
momento que nace el bebé tiene la excepcional capacidad de distinguir el sonido del
habla. Entonces, ¿cómo se comunican los niños de 0 a 2 años? Al nacer, la mejor
forma que tiene de comunicarse el bebé, es llorar, ya que no puede emitir otros sonidos.
Durante los primeros meses, todo serán gestos pre-lingüísticos mediante sonrisas y llantos
que utilizarán de una forma involuntaria, y que más adelante, se volverá intencional cuando
aprendan a utilizarlo a modo comunicativo.
Durante este estadio de desarrollo, los bebés repiten acciones que les resultan placenteras,
tanto aquellas que involucran objetos, como las que implican acciones sus propios cuerpos.
Un ejemplo de esto es cuando el niño que sacude su sonajero por el placer de escuchar el
sonido que produce.
En lugar de simplemente realizar acciones que les resultan interesantes, los bebés ahora
muestran signos de una habilidad para usar sus conocimientos adquiridos para alcanzar
una meta. Por ejemplo, el bebé no sólo sacudirá el sonajero, sino que tratará de alcanzar y
moverá a un lado algún objeto que se interpone en su camino hacia agarrar el sonajero.
Finalmente, en el último escalón está el inicio del pensamiento simbólico. Este estadio es
transicional a la etapa pre operacional del desarrollo cognoscitivo. Los bebés ahora
son capaces constituir representaciones mentales de objetos.
Esto significa que han desarrollado la capacidad de visualizar objetos que no están
físicamente presentes. Esto es crucial para la adquisición de la permanencia del objeto, el
logro más fundamental de toda la etapa sensorio-motora del desarrollo.
Durante esta etapa los niños tienen dificultades para pensar en más de un aspecto de
cualquier situación al mismo tiempo; además, tienen dificultades para descentrarse en
situaciones sociales, a pesar que ya sean capaces de realizarlo en contextos no sociales.
7.2.1.2. Egocentrismo:
El pensamiento y la comunicación de los niños son típicamente egocéntricos (es decir, gira
sobre sí mismos). Egocentrismo se refiere a la incapacidad del niño para ver una situación
desde el punto de vista de otra persona. Según Piaget, el niño egocéntrico asume que
otras personas ven, oyen y sienten exactamente lo mismo que él ve, oye y siente.
• El pensamiento “egocéntrico” según la teoría de Piaget: ¿Por qué los niños en esta
etapa del desarrollo no son capaces de ponerse en el lugar de los demás? Este hecho
puede relacionarse con “La Teoría de la Mente” que se refiere a la capacidad de ponerse
en la mente de otra persona, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de otro. Los
niños no desarrollan esta habilidad cognitiva hasta los 4 o 5 años. Es por eso, que el niño
hasta esa edad, cree que “los demás ven y piensan como lo hace él”. Esta teoría nos ayuda
a explicar por qué los niños
7.2.1.3. Juego:
Al iniciar esta etapa a menudo se observa que los niños juegan en paralelo. Es decir que a
menudo juegan en la misma habitación que otros niños, pero sin interactuar, o sea, juegan
junto a otros niños más no con ellos.
Cada niño está absorto en su propio mundo privado y el habla es egocéntrica. Es decir, la
función principal del habla en esta etapa es externalizar el pensamiento del niño en lugar
de comunicarse con los demás. Hasta el momento, el niño no ha comprendido la función
social del lenguaje ni de las reglas.
7.2.1.4. Representación simbólica:
Esta es la habilidad de realizar una acción – una palabra o un objeto – representando algo
distinto de sí mismo. El lenguaje es quizás la forma más obvia de simbolismo que muestran
los niños pequeños.
El lenguaje es quizás la forma más obvia de simbolismo que muestran los niños pequeños.
Sin embargo, Piaget sostiene que el lenguaje no facilita el desarrollo cognoscitivo, sino que
simplemente refleja lo que el niño ya conoce y contribuye poco a la adquisición de nuevos
conocimientos. Él creía que el desarrollo cognitivo promueve el desarrollo del lenguaje, no
al contrario.
Juego simbólico: Los niños a esta edad a menudo pretenden ser personas que no
son (por ejemplo, superhéroes, un bombero), y pueden representar estos roles con
apoyos que simbolizan objetos de la vida real.
7.2.1.5. Animismo:
Esta es la creencia de que los objetos inanimados tales como juguetes u objetos poseen
sentimientos e intenciones humanas. Para el niño pre-operacional de Piaget, el animismo
significa que el mundo natural está vivo, consciente y tiene un propósito.
Hasta la edad de 4 a 5 años, el niño cree que casi todo está vivo y tiene un propósito.
Durante la segunda etapa (5-7 años) sólo aquellos objetos que se mueven poseen
un propósito.
En la siguiente etapa (7-9 años), sólo los objetos que se mueven de forma
espontáneamente se les atribuye que están vivos.
En la última etapa (9-12 años), el niño comprende que sólo las plantas y los animales
están vivos.
7.2.1.6. Artificialismo:
Esta es la creencia de que ciertos aspectos del entorno son fabricados por personas, por
ejemplo, nubes en el cielo.
7.2.1.7. Irreversibilidad:
7.3.1.1. Conservación:
Alrededor de siete años, la mayoría de los niños pueden entender la conservación de los
líquidos, porque ya han comprendido que cuando el agua se vierte en un vaso con una
forma diferente, la cantidad de líquido sigue siendo la misma, aunque su aspecto haya
cambiado. Sin embargo, los niños de cinco años aún creen que hay una cantidad diferente
ya que la apariencia ha cambiado.
La conservación del número se desarrolla poco después de esto. Piaget colocó una fila
de
mostradores delante del niño y le pidió que hiciera otra fila igual que la primera. Piaget
extendió su fila de mostradores y preguntó al niño si todavía había el mismo número de
contadores. Algunas formas de conservación (como la masa) se entienden antes que otras
(como el volumen).
7.3.1.2. Clasificación:
7.3.1.3. Seriación:
7.3.1.4. Transitividad:
Consiste en poder establecer deductivamente la relación existente entre dos elementos.
7.3.1.5. Descentramiento:
Se refiere a la capacidad de considerar varios aspectos de una situación.
7.3.1.6. Reversibilidad:
Posibilidad de concebir simultáneamente dos relaciones inversas.
7.4. Desarrollo del niño: OPERACIONES FORMALES (Niños y adolescentes
de 11 años en adelante)
Este último periodo ya se caracteriza por la adquisición del razonamiento lógico en todas
las circunstancias, incluido el razonamiento abstracto.
La novedad en este último periodo en relación con la inteligencia del niño, es, como
señala Piaget, la posibilidad de que ya pueden realizar hipótesis sobre algo que no tienen
aprendido de forma concreta. Aquí empezará a establecerse el aprendizaje como “un todo”,
y no de forma concreta como en el anterior estadio.
A medida que los adolescentes entran en este periodo, adquieren la capacidad de pensar
de manera abstracta manipulando ideas en su mente, sin depender de la manipulación
concreta del objeto.
Las operaciones concretas se llevan a cabo en objetos mientras que las operaciones
formales se desarrollan a partir de ideas. El individuo puede pensar en conceptos
hipotéticos y abstractos sobre los cuales no necesariamente ha experimentado
directamente. El pensamiento abstracto es importante para planificar el futuro.