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ECOLOGIA HUMANA

FASE INDIVIDUAL

MARIA ANGELICA MUEGUES ARRIETA

CODIGO: 1065623076

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA – UNAD

PROGRAMA DE PSICOLOGIA

CEAD VALLEDUPAR

MARZO DE 2018

*ANGELICA MARIA SALGADO


ENSAYO

L a reflexión ética enriquece los argumentos de la ciencia biológica que, en sus


investigaciones, intentan aclarar dudas y contestar varias preguntas sobre la
conservación y la protección de nuestro ambiente natural. Más aun, crecen las
evidencias de que la conducta humana hacia la naturaleza depende en grado
significativo de la conciencia, los valores, las pautas culturales, la educación e incluso
la sensibilidad de las personas. En consecuencia, es posible proteger y conserva r el
mundo natural de manera eficaz ignorando los valores y principios normativos que
motivan y rigen nuestro comportamiento.

El deterioro ecológico no es resultado de los procesos naturales, sino de la actividad


humana motivada por sistemas de valores que justifican tales acciones. No cabe duda
de qué la precaria situación ecológica comporta un desafío para los sistemas éticos
tradicionales, además de aportar una reflexión teórica, las nuevas consideraciones
éticas deben formar parte de la actividad practica con el fin de disminuir y eliminar
procesos que son nocivos tanto para el ser humano como para la naturaleza.

El alcance y la complejidad de la incipiente ``crisis ambiental´´ de los sesentas


desafiaba los métodos corrientes de detección de problemas. No era posible aislar,
analizar y resolver fácilmente los problemas ambientales como algunos de los oros
retos de aquella década, poner al hombre en la luna, por ejemplo, de hecho los
ecologistas William Murdoch y Joseph Connell, sostuvieron que la aplicación de los
métodos habituales de ingeniería para la solución de problemas a los trastornos
ambientales solo empeoraban las cosas.

El enfoque humanista tradicional de los problemas ambientales trata al entorno


meramente como una reserva de recursos naturales, para la interacción y los
potenciales conflictos humanos qué , según ha revelado recientemente a ciencia de la
ecología, son mucho más complejos de lo que antes se supuso. Los efectos adversos
que los seres humanos pueden causar indirectamente en otros seres u manos con lo
que le hacen directamente al medio (como ``desarrollarlo´´ consumirlo y tratarlo
como depósito de desperdicios) recientemente se han incrementado, más aun con la
explosión poblacional y el surgimiento de tecnologías más poderosos y toxicas, según
la filósofa Kristin Shrader-Frechette, una de las principales defensoras de un
enfoque humanista tradicional de la crisis ambiental.

ECOLOGIA PROFUNDA

La búsqueda filosófica de una ética ambiental adecuada también ha sido objeto de


críticas de pensadores ambientalistas supuestamente radicales, que piensan que las
teorías ambientales forman parte más de problema que de la solución. La alternativa
de la ecología profunda a la ética ambiental se origina en una metafísica que de hecho
non es consonante con la ecología científica.
En la medida en que sigamos siendo individuos inevitablemente separados y distintos
aunque relacionados internamente con las demás formas de vida y mutuamente
dependientes de ellas, y a despecho también de cuan insertos podamos estar n la
biosfera, precisaremos de una ética que guie nuestra conducta con los otros no
humanos y con la naturaleza en su totalidad.

LA POSICION ANTICRUDELISTA

L exposición de Locke sugiere el especismo que caracteriza a la posición Kantiana y


por las mismas razones, no se sostiene. Sin embargo, la forma en la que Locke
entiende la crueldad es el torturar a una criatura sensible o provocarle sufrimiento
``con una aparente especie de placer´´ parece correcta y tiene implicaciones
importantes. Muchos pensadores, incluyendo muchas personas activas en el
movimiento humanitario, defienden la prohibición en contra de la crueldad hacia los
animales, este modo de fundamentar a prohibición en contra de la crueldad a la cual
llamare la ``posición anticrudelista´´ merece nuestra atención critica.

Por otra parte la ética ambiental debe traspasar los límites fijados por los
conversacionales ontológicos desorientados que sostienen que solo los organismos son
reales, que son las únicas entidades que existen efectivamente, en tanto que los
ecosistemas son nominales es decir, no más que individuos interactúan, los robles son
reales, pero los bosques no son más que colecciones de árboles. Sin embargo,
cualquier nivel es real si determina los comportamientos que se dan en el nivel
inmediato inferior.

Para terminar en la ética ambiental, nuestras creencias acerca de la naturaleza. Que se


basan en la ciencia pero lo rebasan. Tiene todo que ver con creencias acerca de
deberes. El modo como el mundo determina el modo como debe ser.

Modelamos siempre nuestros valores, en gran medida ajustándolos a nuestra noción


del tipo de universo en el que vivimos; y este proceso guía nuestro sentido del deber.
Nuestro modelo de la realidad implica un modelo de conducta. Distintos modelos
implicas a veces conductas semejantes, pero a menudo no es así. Un modelo en el que
la naturaleza no tenga ningún valor al margen de las preferencias humanas imolicararn
conductas que son distintas de aquellas que corresponden a un modelo en que la
naturaleza proyecta valores fundamentales, algunos objetivos y otros que requieren,
además que la objetividad humana se sobreponga a la naturaleza objetiva.

Esta evaluación no es descripción científica; de aquí q no sea ecología sino


metodología, no existe ninguna cantidad de investigación que pueda corroborar
ambientalmente, lo adecuado es la comunidad biótica óptima. Sin embargo, la
descripción ecológica genera esta valoración de la naturaleza garantizando la
educación sistémica.
RESULTADOS CUALITATIVOS

Los participantes entrevistados expresaron mediante una encuesta realizada en el


municipio de las Jaguas de Ibirico, en distintos sectores de este mismo tiendas,
almacenes, variedades respondieron de manera libre, resaltando que cada una de las
respuestas fue diferente, pero lo cual nos arrojó información con la cual yo como
investigadora pude asociar que las diversas problemáticas ambientales afectan de
muchas maneras a estas personas.

RESULTADOS CUANTITATIVOS

Se realizó una encuesta de cinco preguntas a 10 participantes acerca de la


problemática ambiental que afecta su entorno.

ENTREVISTADOS

- EDINSON LINDARTE VILLAREAL CC. 1065595946 Almacén de ropa


- ESNEIDER ALEXANDER PERES CC. 1065812378 supermercado
- JHONNY QUINTERO MORA CC. 7572085 Tienda
- OTONIEL ZAPATOSA VILLERO CC. 77017405 Venta de comidas rápidas
- LEONIDAS EUGENIA ARRIETA CC. 49766145 Droguería
- MAIRA ALEJANDRA MORENO CC. 1065624880 Almacén de ropa
- YENIFER ACOSTA ANDRADE CC. 1067590727 Almacén de calzado
- FREDDY LINDARTE QUINTERO CC. 12436177 Tienda
- DAINY DAZA AREVALO CC. 1006680235 Tienda
- ANDRES LEONARDO QUIÑONEZ CC. 100734215 Ferreteria
PROBLEMÁTICA ESCOGIDA

Los habitantes de la zona cercana a la mina aseguran que en los territorios donde se
encuentra el mineral existían distintas especies de monos, pájaros, peces y vegetación
a comienzos de la década de los ochenta. Sin embargo, producto de la explotación del
carbón, las especies han migrado, han disminuido su población o han desaparecido de
esos ecosistemas. Inclusive, se dice que los ríos ya no tienen peces y que las empresas
prohíben a las comunidades realizar actividades de pesca artesanal, de la que subsistía
toda la región antes de la apertura del proyecto minero de La Jagua.

En la mina no hay un tratamiento de las aguas residuales, por lo que los desechos
industriales contaminan los afluentes de la región. A pesar de los múltiples
compromisos públicos de la Glencore acerca de la construcción de una planta de
tratamiento, sólo se llegó a construir una laguna de sedimentación y oxidación que,
por estar ubicada a una altura mayor que la boca de la mina, dejó de ser usada para la
descontaminación, de acuerdo con Sintramienergética, por lo que el río Tocuy recibe
todas las aguas que por filtración o lluvia caen sobre la mina, así como todas las
sustancias tóxicas que allí se producen.

De la misma forma sucede con la gigantesca montaña de escombros y desechos


industriales que la Glencore ha creado en los terrenos de Carbones del Tesoro: no se
tienen planes de manejo de estos residuos ni del suelo inerte que allí se deposita, no
se rellenan los pozos de extracción abandonados, tampoco se tienen planes de
reparación de los daños ambientales causados por casi tres décadas de explotación
minera a cielo abierto ni se realizan obras de mitigación adecuadas para que los
campesinos de los alrededores no resulten afectados por la actividad de la mina.

Adicionalmente, no se presentan propuestas confiables de recuperación de los


ecosistemas de la región, pues, como es sabido, en los terrenos donde se ha realizado
minería a cielo abierto es imposible que éstos recuperen su fertilidad, lo cual no sólo
afecta a las zonas de explotación sino a toda la región, pues la empresa trasnacional
piensa expandir aún más el proyecto minero. Según denuncias de los campesinos de la
región, se han multiplicado las presiones para que los campesinos de la zona aledaña a
la mina vendan sus propiedades a los precios fijados por las empresas filiales de
Glencoe, especialmente, por medio de la ubicación de escombros y material inerte
junto a los cercados de sus parcelas, lo que afecta sus cultivos, deteriora la salud de
sus familias y les niega sus medios de subsistencia.

De acuerdo con Álvaro Pardo, director de la ONG Colombia Punto Medio e investigador
de temas ambientales en el departamento del Cesar, “cerca del 50% del departamento
está titulado y con las solicitudes por resolver ante el Instituto Colombiano de Geología
y Minería (Ingeominas) fácilmente será convertido en minería de carbón entre un 70%
y un 80% del departamento el 14% de los ecosistemas del departamento han sido
afectados por la gran minería y el 71% de las solicitudes mineras que reposan en
Ingeominas afectarían otro 85%”.

De esta manera, las comunidades y la naturaleza en el departamento del Cesar se


encuentran desprotegidas frente a la locomotora minero energética que tanto
promueve el gobierno de Juan Manuel Santos. Según estimaciones de los sindicatos,
entre el 70% y el 80% de los habitantes del municipio de La Jagua de Ibirico presentan
problemas respiratorios y pulmonares por la circulación de vientos contaminados
durante el día y la noche. Es un panorama desolador según Gustavo Benjumea, quien
afirma que “en las noches incluso se puede ver la polución que genera la mina. Es un
problema tanto de quien está en la mina como quien está fuera de ella, en el pueblo,
donde inclusive los niños que van creciendo con esas problemáticas de pulmón mueren
y es muy triste”.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

- http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/reader.action?p
pg=277&docID=10428561&tm=1479921218848

- http://hdl.handle.net/10596/9447

- http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/reader.action?p
pg=277&docID=10428561&tm=1479921218848
ANEXOS

Formato del instrumento

Encuesta

Problemática ambiental

1) ¿Cuál es la problemática ambiental que más afecta su comunidad?


2) ¿Conoce usted cuales son los factores que generan esta problemática?
3) ¿Qué haría usted para evitar esta problemática ambiental?
4) ¿Cuáles son las consecuencias más relevantes de este problema ambiental?
5) ¿Cree usted que es importante incluir la educación ambiental en la formación de
sus hijos?

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