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ITALIA

Predominan los temas religiosos (ya que la Iglesia era su principal cliente), aunque también
hay obras mitológicas.

Caravaggio:
– Representa la corriente naturalista-tenebrista: obras de gran realismo con violentos
efectos de luces y sombras donde ilumina la escena principal y deja el resto en
penumbra, lo que contribuye a su dramatismo.
– Se caracteriza por representar los grandes misterios religiosos con personajes feos y
desagradables.
Obras: La vocación de San Mateo, La negación de San Pedro o La muerte de la Virgen.

Hermanos Carracci
Representan la corriente clasicista: se inspiran en los maestros del Renacimiento (toman el
relieve y el modelado de las figuras de Miguel Ángel, el dibujo de Rafael, el color de los
venecianos y el esfumato de Leonardo).
Obra: techo del Salón del Palacio Farnesio.

HOLANDA
Pintura muy condicionada por los gustos de la burguesía (eran los que encargaban las obras).
Predominan retratos, paisajes, escenas de la vida cotidiana y los bodegones o naturaleza
muerta.

Rembrandt
Destacó por el claroscuro y el realismo de sus retratos.
Temas variados:
– Obras religiosas: La novia judía
– Retratos individuales: Autorretratos
– Retratos colectivos: La ronda de noche, El síndico de pañeros de Ámsterdam.
– Escenas cotidianas: Lección de anatomía del doctor Tulp

Vermeer
En su etapa de madurez el motivo casi exclusivo de su obra son los cuadros de interiores
domésticos, donde repite la fórmula del cubo espacial de una habitación, con muebles en el
fondo y uno o dos personajes concentrados en la realización de alguna actividad cotidiana,
casi siempre mujeres, iluminadas por una fuerte luz que llega desde una ventana o puerta
abierta. Ejemplo: Joven de la perla

Frans Hals
Pintó numerosos retratos

FLANDES
Pintura muy naturalista
Utilizan colores cálidos
Rubens:
Obras con un rico colorido
Dotó a sus figuras de una gran sensualidad con muchas curvas y llenas de dinamismo
Temas variados:
– Obras religiosas: La adoración de los Magos
– Obras mitológicas: El rapto de las hijas de Leucipo o Las tres gracias
– Obras con escenas de la vida cotidiana: Danza de aldeanos
– Retratos: Retrato ecuestre del duque de Lerma

ESPAÑA
– Los temas son en su mayoría religiosos, encargados por monasterios, conventos y
parroquias, ya que tanto la monarquía como la clase nobiliaria se encontraban en crisis.
– También hay bastantes retratos y bodegones
– Pintaban pocos temas mitológicos, sólo para palacio.
– Triunfo del realismo
– Pintura seria y sin sensualidad porque la Iglesia no permite los desnudos.
– Acentúan la expresividad religiosa y quitan de la pintura todo lo que es accesorio.
– En la segunda mitad cambia el gusto y el color es más luminoso.

José de Ribera “el Spagnoletto”


Siguió el naturalismo de Caravaggio aunque con mayor colorido.
Obras: Martirio de San Bartolomé, Martirio de San Felipe, El sueño de Jacob, El niño cojo o
La mujer barbuda.

Diego Velázquez
– Es el pintor español más destacado del Barroco.
– Se formó en Sevilla, donde adquirió un estilo con gran influencia del tenebrismo y del
realismo. En esta etapa sevillana practicó diversos temas como bodegones con figuras
(Vieja friendo huevos, El aguador de Sevilla) o temas religiosos concebidos como pintura
de género o retratos (Cristo en casa de Marta y María).
– Fue pintor de la corte de Felipe IV y, como tal, realizó numerosos retratos de la familia
real y de otros personajes de la corte, captando con destreza la personalidad de los
retratados (Retrato de Felipe IV).
– También pintó obras mitológicas (El triunfo de Baco) y cuadros históricos (La rendición
de Breda).
– En sus viajes a Italia profundizó el estudio del desnudo y la perspectiva. Allí retrató a
personajes italianos como el Papa Inocencio X.
– Cuando regresó de Italia, pintó muchos retratos porque Felipe IV quería que retratara a
la nueva reina (se había casado con su sobrina de 15 años) y a los infantes. En esta etapa
pinta una de sus mejores obras: Las Meninas.
– Otra de sus grandes obras de esta etapa final fue Las Hilanderas.

Francisco de Zurbarán
Realizó bodegones y numerosas escenas religiosas y retratos de santos para diversos
conventos y monasterios. Sus personajes reflejan intensos sentimientos.
Obras: Santa Isabel de Portugal o San Hugo en el refectorio de los cartujos.

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