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Memoria y competencia

inferencial en niños:
un estudio preliminar

Angel Riviére *
Universidad Autónoma de Madrid

María Teresa Cascallana


Centro Psicopedaso'gico Municipal de Móstoles

s. INTRODUCCION perceptivo a las premisas, mientras razo-


na sobre ellas. En uno y otro caso se
La competencia lógica se define, nor- minimiza la intervención de los procesos
malmente, por la capacidad de realizar de memoria inmediata o a largo plazo,
determinadas inferencias sobre materiales que pueden jugar, sin embargo, un papel
actuales, presentes de forma inmediata, y decisivo en las inferencias que se realizan
en condiciones en que se ignoran o neu- en la vida normal y las que se exigen en
tralizan —supuestamente-- los paráme- las situaciones escolares.
tros temporales y la intervención de pro- La consideración de las delicadas rela-
cesos de memoria. Esta estrategia se basa ciones entre los procesos de memoria y la
en la idea, implícita o explícita, de que capacidad inferencial podría obligarnos, a
uno de los factores que deben evitarse, en los psicólogos, a revisar nuestras concep-
la evaluación de la competencia de un ciones generales sobre el desarrollo de la
sujeto, es su familiaridad o experiencia competencia lógica y a replantear algunas
previa con los materiales empleados, que de las críticas que formulamos, frecuente-
podría contaminar» la determinación de mente, a los programas escolares. Una de
la capacidad lógica «en estado puro». Así, estas críticas, planteada habitualmente
suponemos que un sujeto no es capaz de desde posiciones influidas por la concep-
realizar la inferencia transitiva de que ción piagetiana del desarrollo de la com-
A> C, si no es capaz de reconocer que petencia lógica, es que los programas
«Pedro es más alto que Antonio» cuando están llenos de contenidos y requisitos
tiene presente, por vez primera, la infor- operatorios que están muy lejos de la
mación verbal de que «Carlos es más bajo' competencia efectiva de sus destinatarios
que Pedro» y «Carlos es más alto que y que, por consiguiente, no pueden ser
Antonio». En los experimentos clásicos asimilados. Sólo los contenidos asimilables
de razonamiento, se presentan al sujeto a las estructuras del sujeto, o aquellos que
las dos premisas y debe reconocer o (por ser relativamente cercanos a su capa-
construir la conclusión que se sigue de cidad de asimilación) favorecen la necesi-
ellas. Cuando se trata de reconocer, las dad de acomodación y desarrollo estruc-
premisas y la conclusión se presentan tural, jugarían un papel positivo en el
simultáneamente. En las situaciones de aprendizaje escolar. Los otros implicarían,
construcción, el sujeto mantiene acceso en el mejor caso, una pérdida de tiempo,
* Dirección del autor: Universidad Autónoma de Madrid. Facultad de Psicología, Departa-
mento de Psicología de los procesos. Cantoblanco. Madrid-34. 1-01
y en el peor, una obstrucción de las en que el sujeto se «sumerge» en el
Posibilidades de asimilación posterior. problema y se familiariza con él (es - la
equivalente a la presentación del material,
Sin embargo, hay una tercera posibili- de que hemos hablado); segunda, la de
dad que es necesario explorar, por sus incubación, en que «después de haber 'ac-
evidentes implicaciones para la construc- tuado el pensamiento consciente en .-la
ción de programas escolares y por su primera fase, interviene el pensamien.td
importancia potencial para modificar inconsciente y lleva a cabo aquellas co-
nuestras concepciones de la competetícia nexiones inesperadas que caracterizan a
lógica. Podría suceder que los contenidos los verdaderos descubrimientos» (Bolton,
no asimilables, la mera exposición a ma- 1978, pág. 250) y, finalmente, la tercera,
teriales cuyo tratamiento exige una com- de iluminación, en que se capta o intuye lá
petencia superior a, la poseída por los solución del problenia,. y cuarta, verifica.
sujetos, facilitasen su asimilación posterior ción, en que se justifica la solución halla-
y el desarrollo ulterior de la competencia. da. Entre* Ids escasos :experimentos sdbre-
En ese caso, la familiaridad .y la experien- el papel de la incubación en la 'solución
cia con determinados materiales podrían de problemas, está el de Fulgosi y quil.
jugar un - papel importante en la adquisi- ford (1968), que encontraron que los'
ción del conocimiento. Esta hipótesis no sujetos realizaban mejor una tarea consis-
implica una vuelta a las concepciones tente en pensar en todas las consecuencias
pasivas y puramente experienciales del de un hecho no habitual (cierre de todas -
aprendizaje, y es perfectamente compati- las centrales eléctricas), después de un •
ble con una teoría revisada de la compe- período de Veinte minutos desde la 'pre-
tencia, que suponga • la necesidad de asi- sentación del material, pero no después
milación activa de los contenidos a las de un período de diez minutos. También
estructuras operatorias del sujeto. Impli- Dreistadt (1969) encontró un efecto posi-
caría, por ejemplo, reconocer la posibili- tivo de un tiempo de incubación en la
dad de que en la memoria se realicen actividad de solución de problemas. Pero,
actividades de integración y elaboración como dice Bolton (1978, pág. 253)
de los materiales, lejanas a la capacidad de concepto de incubación tiene por sí mis':
acceso consciente de los sujetos, y seme- mo escaso poder explicativo, ya que su-
jantes a los procesos de inferencia que se giere únicamente que «algo» está ocurrien-
exigen normalmente en los estudios sobre do entre la presentación del problema y
razonamiento y solución de problemas. su resolución, pero no precisa lo que es».
Implicaría, en• pocas palabras, el supuesto Este carácter exclusivamente descriptivo
de una memoria activa y capaz de integrar (y nada explicativo) del concepto de in-.
y elaborar la información —quizá en cubación, así como la dificultad para
«ciclos largos»—. Supondría, en definiti- objetivar en situaciones experimentales
va, reconocer el posible papel de los los fenómenos de incubación, son los
procesos de incubación en los procesos de factores que han contribuido al relativo
aprendizaje y desarrollo de la competen- abandono del concepto y los fenómenos
cia lógica en general, y en la situaciones en la psicología actual.
escolares, en particular.
A pesar de que muchas personas tienen Sín embargo, podría ser útil una recon-
la impresión «ingenua» de fenómenos de sideración de los fenómenos de incuba-,
incubación en 'actividades de solución de ción desde la perspectiva de algunas con-
problemas y razonamiento, realizadas fue- cepciones sobre la memoria, desarrolladas
ra de las paredes de los laboratorios de por los picólogos cognitivos en los últi-
psicología experimental, el tema de la mos años y situadas en la tradición de
incubación ha sido escasamente estudiado Bartlett (1932). Son las concepciones que
por los psicólogos experimentales del co- se han subsumido en el título de «teorías
nocimiento. En general se ha relacionado constructivas» de la memoria, basadas
con los procesos creativos y no con el principalmente en el análisis de fenóme-
razonamiento lógico, o actividades «con- nos de recuerdo y reconocimiento de
vergentes» de solución de problemas. Wa- materiales lingüísticos. A partir de los
Has (1926) fue el primero en señalar la datos que demuestran que los sujetos
importancia de la fase de incubación en el derivan representaciones holistas e inte-
pensamiento creativo. Distinguía, en és- gradas de la información literal, perdien-
Ioé te, cuatro fases: primera, la de preparación, do relativamente ésta (Bransford y Franks,
197z), reconocen como presentadas infor- cualitativamente di ferenciables (que se re-
maciones no presentadas, pero inferibles lacionan, en realidad, con la competencia
a partir del material original (Bransford y lógica) otros autores, como Trabasso
Johnson, 1973) y recuerdan mejor los (1975), conciben el desarrollo cognitivo
materiales asimilables a un esquema previo en términos de crecimiento cuantitativo
(Bransford y Johnson, 1973) se .han de- de la memoria (a corto y largo plazo),
sarrolladó concepciones que pueden resu- que se expresaría en las realizaciones ló-
mirse en los siguientes puntos (Paris y gicas de los sujetos. Desde esta perspec-
Lindauer, 1977): primero, la memoria tiva, la capacidad de realizar determina-
suele implicar una transformación del das inferencias dependería, de forma muy
input y es rara la conservación literal de los fundamental, de la capacidad de retención
materiales; segundo, la transformación y representación de la información nece-
implica omisión de material, abstracción saria para hacer las inferencias. «El de-
y adición de inferencias o implicaciones. sarrollo cognitivo —dice Trabasso-- pue-
La representación tiene un carácter inte- de concebirse como continuo y cualitati-
grador, aunque puedan conservarse deta- vamente similar al modelo adulto. Proba.
lles o información figurativa; tercero, los blemente, el crecimiento de la capacidaa
procesos constructivos, en la memoria, infantil de memoria inmediata y a corto y
están determinados por el contexto, las largo plazo tiene un carácter gradual y
capacidades cognitivas y el medio socio- cuantitativo» (1975, págs. 136-137). Algu-
histórico; cuarto, los esquemas de memo- nos investigadores han tratado de llegar
ria son dinámicos y cambiantes. La infor- a una síntesis entre esta posición y con-
mación puede ser transformada y «rees- cepciones emparentadas con la Escuela de
tructurada» o «re-comprendida» (reasimi- Ginebra, pero las alternativas son clara-
lada). Estas concepciones son, evidente- mente opuestas.
mente, mucho más útiles para explicar los Un buen ejemplo de esta oposición ha
fenómenos de incubación, que los enfo- sido la polémica mantenida entre investi-
ques pasivos de la memoria, concebida gadores de las dos tendencias en el campo
como almacén estático. de las inferencias transitivas sobre mate-.
Los modelos constructivistas de la me- riales concretos. La competencia para rea-
moria presuponen, como hemos visto en lizar inferencias transitivas se emplea fre-
el punto tercero, que las representaciones cuentemente como índice de desarrollo
de los sujetos son un resultado de la de las operaciones concretas. Para Piaget,
asimilación activa de los materiales pre- Inhelder y Szeminska (1960), hasta los
sentados a sus esquemas previos. Como siete años (aproximadamente), los niños
señalan Paris y Lindauer (1977) son, en- no son capaces de combinar las informa-
tonces, muy afines a las concepciones ciones de que A>B y B>C, para inferir
piagetianas sobre los aspectos operatorios que A >C. Esta incapacidad se relaciona
de la memoria. Sin embargo, en estas con el dominio de la percepción inmedia-
últimas, el juego de la estructuración ta y la dificultad para comprender la
operatoria y, por tanto, de la competencia reversibilidad de las relaciones de orden.
lógica es tan dominante que la memoria Sin embargo, esta idea ha sido cuestiona-
(en sus aspectos figurativos y representa- da por otros autores (Brame, 1959; Bryant,
cionales) se considera como expresión o 1973, 1974; Bryant y Trabasso, 1971; De
envoltura de la competencia. En este Boysson-Bardies y O'Regan, 1973; Harris
esquema, la idea de incubación de mate- y Bassett, 1975; Luktus y Trabasso, 1974;
riales no asimilables de forma actual tiene Riley y Trabisso, 1974; Roodin y Gruen,
difícil cabida. 197o; Trabasso, 1975; Trabasso, Riley y
Wilson, 1975) que piensan que la tarea no
Por otra parte, desde posiciones más prueba realmente la competencia inferen-
cercanas al procesamiento de la informa- cial, y que las diferencias en la realización
ción, se ha cuestionado la determinación, de inferencias transitivas podrían estar
relativamente unidireccional, de la memo- relacionadas con la retención de la infor-
ria por la competencia lógica, llegándose mación de las premisas en la MCP, más
a invertir la dirección de la relación. que con la competencia lógica. Es nece-
Mientras que, para Piaget (1971), el de- sario asegurar que el niño recuerda las
sarrollo de la inteligencia se define, fun- comparaciones A>B y B> C), que tienen
damentalmente, por la organización de que ser combinadas para realizar la infe-
las operaciones del sujeto en estructuras rencia transitiva (A >C), antes de obtener 107
ninguna conclusión sobre su capacidad tos experimentales empleados, como la
lógica. Cuando se asegura el aprendizaje elección de las tareas, las respuestas re-
de las relaciones entre pares de elemen- queridas, el adiestramiento inicial y los
tos, se observan inferencias transitivas en métodos de «feedback». En cualquier ca-
niños de cuatro años (Bryant y Trabasso, so, la influencia de factores de memoria
1971) y adolescentes con .retraso mental y verbal a corto plazo se ha observado
edades mentales de cinco a siete años también en procesos de razonamiento
(Luktus y Trabasso, 197 4). Los investiga- adulto sobre premisas verbales, en que se
dores de tendencia más piagetiana, sin exigía la realización de una inferencia
embargo, han puesto en duda que en los transitiva (Riviare, 1983).
experimentos citados se realicen verdade- Como resumen de la discusión anterior,
ras inferencias, y han replicado los resul- podemos destacar que la presentación de
tados de Piaget, Inhelder y Szeminska materiales no asimilables —de forma ac-
(1960) (McManis, 1969; Murray y You- tual— a la competencia lógica de los
niss, 1968; Smedslund, 196o; 1963; . you- sujetos, podría favorecer la asimilación
niss y Furth, 1973; Youniss y Murray, posterior por intervención de dos facto-
197o): Thayer y Collyer (1978) y Breslow res de memoria: primero, la integración
(198i) han revisado esta polémica, centra- de la información en esquemas abstractos
da, en gran parte, en detalles técnicos, y y el desarrollo de actividaes constructivas
que puede resumirse en estas dos posicio- (de tipo «inferencias inconscientes») y,
nes: segundo, la retención de la infórmación
1.—Cuando 'se asegura -la comprensión necesaria, a partir de las premisas, para la
ligüística y la retención de las relaciones posterior resolución . del problema. Estos
entre pares de elementos adyacentes, con- factores se han relacionado, tradicional-
trolándose la posibilidad de soluciones no mente, con la MLP (el primero) y la MCP
inferenciales, los niños del período preo- (el segundo), y podrían explicar de forma
peratorio realizan «verdaderas» inferencias más concreta los fenómenos de incuba-
transitivas. Su dificultad en el paradigma ción. En el experimento realizado se
piagetiano clásico no se debe a incompe- explora la posibilidad de que la presenta-
tencia lógica, sino a que los requisitos de ción de un material (no asimilable de
memoria de la tarea sobrepasan la capaci- forma actual), con anterioridad a la exigen-
dad de almacenamiento de su MCP. La cia de realización de una inferencia tran-
conclusión de que los niños de menos de sitiva, facilite la realización posterior de
siete años no son capaces de realizar estas dicha inferencia, objetivando un fenóme-
inferencias es un error de tipo «falso-nega- no de incubación. Se ha requerido la
tivo». ' realización de inferencias lógicas y (por
así llamarlas) de inferencias lingüísticas,
2.—Cuando se asegura que no pueden para explorar la posibilidad de que las
emplearse procedimientos no-inferencia- actividades constructivas se limiten exclu-
les y se define la operación de inferencia sivamente a procesos lingüísticos, en los
transitiva por los requisitos de reversibi- que se han observado tradicionalmente.
lidad, generalidad y necesidad, exigidos
por la concepción estructural, se comprue-
ba que estas inferencias no se realizan hasta z. METODO
los, siete años como índice de las opera-
ciones concretas. Las inferencias aparen- T. Sujetos. Los Ss fueron 77 niños
tes en el paradigma de procesamiento de - de IV-EGB con edades comprendidas
la información no son verdaderas opera= entre ocho, nueve y nueve y diez años.
ciones lógicas, sino respuestas específicas La edad media era de nueve años y
a los métodos de adiestramiento. La con- medio. Todos eran alumnos de un cole-
clusión de que los niños de menos de gio privado y de clase media,alta.
siete años son capaces de realizar inferen-
cias transitivas es un error de tipo «falso-po- z. Procedimiento. A diferencia de la
sitivo». mayor parte de los experimentos citados
sobre inferencias transitivas, en este caso
Thayer y Collyer (1978) han señalado se empleó un material de carácter verbal,
que, por debajo de esta divergencia, hay de estructura «B < A:B> C». Para Piaget
diferencias entre los enfoques en diversos (1923, 1975), la realización de la inferen-
_ro á' aspectos metodológicos de los procemien- cia transitiva de que A> C, a partir de las
premisas «B< A:B>C», constituye una
operación formal, que exige una compe-
una edad media de 9; 3 años. Estos sujetos
recibían primero las premisas solamente y
:75
*121.
tencia lógica superior a la poseída por los «pensaban sobre ellas», después realizaban
niños de nueve años (es éste un ejemplo una tarea intercalada de clasificación de
de desfase vertical, con respecto a las cartas durante cinco minutos, como los
inferencias transitivas sobre materiales niños del grupo M; sin embargo, luego
concretos, Piaget, 1923). recibían de nuevo doce tarjetas con las
Todos los niños recibían, por tanto, la dos premisas seguidas de diversas conclu-
información de dos premisas de estructu- siones, como los sujetos del grupo R. Su
ra «B <A:B> C», por ejemplo, «Enrique tarea consistía en decir si las conclusiones
es peor que Luis. Enrique es mejor que eran verdaderas o no con respecto a las
Pedro». premisas.
En todos los casos las conclusiones
Los sujetos fueron dividos en tres gru- podían ser de tres clases (ver cuadro 1):
i5os: primero, Repeticiones de una de las pre-
t. Grupo R (por «razonamiento») de misas (k); segundo, Conversiones lingüís-
26 niños de 8;9 a 9;5 y una edad media ticas de una premisa (como «Luis mejor
de 9;z. Los sujetos de este grupo recibían que Enrique)>, que es conversión de «En-
las dos premisas y la conclusión al mismo rique es peor que Luis»), que implicaban
tiempo. A cada niño se le presentaban el cambio del adjetivo de una premisa por
doce tarjetas con distintas clases de con- su antónimo y la inversión de orden de
clusiones que se describirían después. Su los términos, y pueden considerarse «in-
tarea consistía en decir si las conclusiones fluencias lingüísticas» (C); tercero, Infe-
eran verdaderas 6 no con respecto a las rencias lógicas, que implicaban la relación
premisas. entre los términos extremos no relaciona-
dos en las premisas (como «Luis es mejor
z. Grupo M (por «memoria») de 25 que Pedro» o «Pedro es peor que Luis»,
niños de 9 a 9; to años y una edad media a partir de las premisas «Enrique es peor
de 9;5. Los sujetos de este grupo recibían que Luis. Enrique es mejor que Pedro» (I).
primero las dos premisas, no seguidas de A su vez, a cada repetición, conversión
conclusiones. Se les pedía que «pensaran e inferencia correspondía una conclusión
en lo que significaban». Después realiza- de negación de repetición (k), negación
ban una tarea intercalada de clasificación de conversión (e) y negación de inferen-
de cartas durante cinco minutos. Luego cia (I). Estas conclusiones, a las que el
se les presentaban doce tarjetas que con- niño tenía que reconocer como «falsas»,
tenían solamente conclusiones que podían se formaban cambiando el adjetivo de las
ser verdaderas o no, con respecto a las conclusiones verdaderas respectivas por
premisas que habían estudiado antes de la su antónimo y manteniendo el orden de
tarea de selección. Su tarea consistía en los términos (ver cuadro 1).
decir si las conclusiones eran o no verda-
deras con respecto a las premisas presen- Como se puede observar en el cuadro
tadas antes de la tarea intercalada. z, había dos instancias de cada tipo de
conclusión reconocida posible (R, R, C,
3 . Grupo R-M («razonamiento-memo- C, I, I). Cada niño recibía una puntuación
ria»), de 26 niños de 8;9 a 95 años, con de i por cada conclusión reconocida

CUADRO
Conclusiones empleadas para las premisas «Enrique es peor que Luis. Enrique es mejor que Pedro»

Repeticiones Conversiones Inferencias


Verdaderas . Enrique es peor que Luisesmejorque En- Luis es mejor que Pe-
Luis. rique. dro.
Enrique es mejor que Pedro es peor que Pedro es peor que Luis.
Pedro. Enrique.
Falsas Enrique es mejor que Luis es peor que En- Luis es peor que Pedro.
Luis. rique. Pedro es mejor que
Enrique es peor que Pedro es mejor que Luis.
Pedro. Enrique. 1-09
correctamente (es decir; con respuesta a todos los sujetos, se refiere al valor de
afirmativa, si era verdadera y negativa, si verdad (verdadero o falso) de las conclu-
era falsa). Así, la puntuación máxima que siones. Estos dos últimos factores pueden
podían obtener los sujetos era de i z considerarse multiplicativos, ya que siem-
puntos. pre se realizaba una y la misma transfor-
mación (cambio de adjetivo por el antó-
3. Diseño. Los datos se analizaron nimo) (para variar el valor de verdad.
con arreglo a un diseño factorial mixto de
x (3 x 1), en que el primer factor dife-
rencia a los grupos formados por asigna-
ción aleatoria de razonamiento, memoria 3. RESULTADOS
y razonamiento-memoria; el segundo,
aplicado a todos los sujetos, se refiere al En el recuadro z se presentan las pro-
tipo de conclusión (repetición, conversión porciones de respuestas correctas a cada
e inferencia), y el tercero, también común tipo de conclusiones en los tres grupos.

CUADRO z.
Proporción de resuestas correctas de los grupos R, My R-M en las distintas conclusiones.
Conclusión
Grupo R C 1 R C I

Razonamiento .92 42 .27 .77 .83 .73.


Memoria .58 .56 .36 .6o .72 .6o
Razonam/memoria. .98 .44 -33 .88 .88 .71

El análisis de varianza de las respuestas (F=42.44, p < .000 I). Es decir, en todos
correctas, demuestra una influencia signi- los grupos resultan más fáciles de reconó:
ficativa de la variable de grupo (F=3.88, cer como falsas las conclusiones que son
p< .015), del tipo de conclusión (F=36.5, falsas, prescindiendo del carácter de di-
p<.000 t) y del valor de verdad de ésta chas conclusiones. Sin embargo, el análi-
(F=41.9, p <.00 1). También es significa- sis de las respuestas correctas positivas .(es
tivo el efecto de las interacciones «Tipo decir, las dadas en los casos R, C e I)
de conclusión x Grupo» (F=4.75, demuestra que, exceptuando las conclu-
p<.00t) y «Valor de verdad x Tipo de siones de repetición para los grupos de
conclusión» (F=24.61, p< .000 i). Los razonamiento y razonamiento/memoria,
efectos de las otras interacciones analiza-- en los demás casos, las respuestas correc-
das («Valor de verdad x Grupo» y la tri- tas se sitúan al nivel de lo esperable si sé
ple «Valor de Verdad x Tipo de conclu- diera al azar (en el caso de las conversas,
sión x Grupo») no permiten rechazar la y de la repetición en el grupo de memo-
hipótesis nula de que no existan efectos ria) o, incluso, por debajo de lo esperable
de estas interacciones. por azar, en el caso de las inferencias
Con el fin de determinar los efectos de lógicas (I) para todos los grupos. -
las variables-intra- (Valor de Verdad y Ello indica que '(inesperadamente), los
Tipo de Conclusión) en cada uno de los niños no eran capaces de reconocer como
grupos, se analizaron por separado (con verdaderas conclusiones que eran conver-
un modelo de análisis de medidas .repeti- sas de las premisas presentadas. y qui
das), las respuestas correctas de los gru- ' (como era esperable) no reconocín como
pos R, M y R-M. El Valor de verdad de verdaderas inferencias realizables a partir
las conclusiones tiene una influencia de la combinación de la información de
significativa en el grupo R(F= las premisas. Por tanto, las altas propor-
p <.00t), en que se reconocen mejor las ciones de respuestas correctas en el caso
conclusiones falsas (es decir: los sujetos de las conclusiones falsas no podrían re-
responden mejor a las conclusiones en lacionarse con la competencia lógica y
que la respuesta correcta es negativa). lingüística de los niños, sino con algún
Este mismo efecto se observa en el grupo factor extralógico y extralingilistico (co-
M (F=9.6o, p<.005) —aunque con me- mo la tendencia a dar repuestas negativas
i/ O nor magnitud—, y en el grupo R-M cuando no se comprende el problema).
El tipo de conclusión, tenía una influen- p< .166), por lo que no podemos descar-
cia significativa en el grupo de razona- tar la hipótesis de que estas diferencias se
miento (F=23.88, p<.000t) y en el de debieran al azar. Tampoco es significativa
razonamiento-memoria (F=14.71, la diferencia entre los grupos R y M
p< .000 t), pero no alcanzaba significación (F=2.o3, p <36o). Aunque sí lo es la
en el grupo de memoria (F=2.68, influencia de la variable de grupo en la
p< .o78). Dado que, en este grupo, el comparación de los grupos M y R-M
reconocimiento de las repeticiones era (F=7.39, p< .009).
sólo ligeramente superior al esperable por
azar (58 por too), el resultado indica que
los niños perdían, en gran parte, la infor- 4. DISCUSION Y CONCLUSIO-
mación de las premisas, después de la ta- NES
rea intercalada, por lo que la influencia del
- carácter R, C o 1 de la conclusión dismi- A partir de los resultados anteriores, no
nuye mucho. Sin embargo, la inspección podemos afirmar que la presentación
de las proporciones del cuadro z indica previa de materiales no asimilables de
que, prescindiendo de la pérdida relativa forma actual favorezca la realización pos-
de la información de la memoria, la ten- terior de inferencias lógicas y lingüísticas,
dencia de los resultados de este grupo es cuando hay un intervalo breve (de cinco
semejante a las de los otros. Esta tenden- minutos) entre la primera y la segunda
cia expresa una mayor facilidad (como es presentación del material. Aunque los
natural) en el reconocimiento de las repe- resultados apuntan lejanamente a la posi-
ticiones, y más dificultad para reconocer bilidad de ese efecto favorecedor, no
las conversas e inferencias lógicas. alcanzan significación suficiente como pa-
El efecto de la interacción «Valor de ra afirmarlo. Es decir, no hay datos que
Verdad x Tipo de Conclusión» alcanza demuestren que los procesos de incuba-
significación en los grupos R (F=18.46, ción puedan llegar más allá de la compe-
p<.000 1) y R-M (F= 1o7.86, p <.0o0 t), tencia lógica actual (la medida en las
aunque no en el grupo M (F= condiciones experimentales típicas de los
p <.166). Es decir, la influencia del valor estudios de razonamiento) de los sujetos.
de verdad depende, en los grupos R y Es preciso señalar que, en el experimento
R-M del carácter R, C, o I de la conclu- anterior, no se han dado condiciones de
sión. La inspección del cuadro 2 muestra adiestramiento, como en los de Bryant y
que, en el caso de las repeticiones, las Trabasso (1971), Luktus y Trabasso
conclusiones verdaderas son más fáciles (1974), Trabasso, Riley y Wilson (1975),
que las falsas. Esto es lógico, ya que en etcétera, con materiales concretos. A los
rigor, «sólo las repeticiones verdaderas sujetos de este experimento, se les ense-
son "verdaderas repeticiones" (en las fal- ñaban las premisas, dándoles la consigna
sas, se cambia el adjetivo por el antóni- de que pensasen sobre ellas, pero no se
mo). Sin embargo, las conversas e infe- les hacía aprenderlas. En las condiciones
rencias falsas eran "más fáciles" (proba- que hemos llamado de «razonamiento» y
blemente, por razones extralógicas) que «razonamiento/memoria», los niños pare-
las verdaderas, para los niños de los cían tener una gran dificultad en recono-
grupos R y R-M». cer la sinonimia entre una oración (por
ejemplo, «Enrique es peor que Luis») y
Sin embargo, las comparaciones crucia- su conversa (por ejemplo, «Luis es mejor
les, para el problema planteado, son las que Enrique»). Esta dificultad es relacio-
que se refieren a los resultados de los nable con la tendencia a convertir los
grupos R y M, por una parte, y R y R-M, juicios de relaciones en juicios predicati-
por otra. ¿Facilitaba, realmente, las infe- vos, señalada por Piaget (1923), pero
rencias lógicas y lingüísticas la presenta- también puede interpretarse como expre-
ción previa del material? La inspección de sión del principio psicolingüístico de pri-
los datos del cuadro z demuestra que hay macía de las relaciones funcionales (Clark,
un ligero aumento de las respuestas 1969) que establece que ciertas relaciones
correctas a las conclusiones R, C, I, R conceptuales, universales y primitivas, que
y C, en el grupo R-M con respecto al R. se dan a nivel de la estructura profunda
Sin embargo, el efecto del grupo no llega de las oraciones (las relaciones de sujeto,
a alcanzar significación estadística en la predicado, verbo principal y objeto direc-
comparación entre estos grupos (F=1.97, to) son más prominentes y accesibles en
r••-•-•••••10.
,2 la memoria que otras clases de informa- rar que tiene un carácter preliminar. En
1,. ciones. En cualquier caso, lo que está primer lugar, se plantea la posibilidad de
claro es que la dificultad para reconocer obtener efectos de «incubación lógica»
la sinonimia entre las oraciones compara- cuando la competencia de los sujetos es
tivas y sus conversas es una de las fuentes más cercana a la requerida por la tarea
principales de dificultad en el razonamien- experimental. Esta posibilidad se explora-
to sobre series, cuando el adjetivo de la rá probando el rendimientó lógico y lin-
solución no es congruente con el de la güístico de niños de más edad con este
pregunta, tal como predice el modelo de mismo paradigma experimental. En se-
los niveles de representación (Riviére, gundo lugar, es posible que la variación
1983). de parámetros temporales (por ejemplo,
aumentando el tiempo desde la primera
Los datos del grupo de memoria indi- presentación a la definitiva, como en el
can, que, tal como predicen_ los modelos experimento de Fulgosi y Guilford, 1968)
constructivos de la memoria, los sujetos ejerza efectos , significativos en el rendi-
tienden a olvidar aquellas informaciones miento lógico-lingüístico. También, se
que no pueden ser integradas en un plantea la cuestión de la influencia de las
esquema lógico coherente. A pesar de instrucciones (por ejemplo, dando consig-
que, en este grupo hay un incremento del nas de razonamiento desde el principio
reconocimiento correcto de las conversas vs. las más vagas de «pensar en las pre-
como «verdaderas», los resultados no son misas», que se dan en el experimento
suficientes como para descartar que los presentado), y el posible efecto facilitador
sujetos actuasen al azar, como en los de consignas más 'cercanas a lás emplea-
grupos R y R-M, con las conversas. Pero das en las investigaciones clásicas sobre
no es descartable totalmente que algunos incubación. Finalmente,_ podría formular-
sujetos construyesen alguna clase de re- se la hipótesis de que el aprendizaje de las
presentación abstracta, proposicional, al premisas o de sus términos, y no su
darles tiempo para ello, ya que en el simple presentación, como en el experi-
grupo M, el reconocimiento de conversas mento actual, podría facilitar la inferen-
es sólo muy ligeramente inferior al de cia, como facilita el razonamiento sobre
repeticiones. materiales concretos el adiestramiento de
la memoria de las relaciones entre pares
El experimento recogido en este ar- adyacentes. Debemos, por tanto, esperar
tículo, abre una serie de interrogantes, a investigaciones posteriores, para com-
que serán exploradas en investigaciones pletar la visión que nos ofrece este infor-
posteriores, por lo que podemos conside- me preliminar.

Resumen
Se contrasta la hipótesis de un posible efecto de facilitación mediante la representación previa de unas premisos sobre
la competencia lógica de niños de nueve años. Los resultados no permiten confirmar la incidencia de ese efecto triando la
tarea exigida está por encima de la competencia lógico actual de los sujetos.

Summar,
The bypothesis of a farilitating effett of the previous presentation of premises en the !agital competente of nine years
old thildren has been tontrasted. Results do not show this effect when the requintes of the task exreed the logical competente
oftbe subjects.

Résumé
On teste thypothise d'un possible effet facilitateur de la présentation préalable des premises sur la competente logique
112 des esfanss de 9 ans. Les résaltats ne permettern pos verifier l'influenre de ca effet lorsque la tárbe surpasse la competente
logique des sujete.
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