Está en la página 1de 24

LA POLÍTICA COMPARADA EN ARGENTINA, BRASIL, COLOMBIA Y

MÉXICO*

Comparative politics in Argentina, Brazil, Colombia and Mexico

Juan Bautista Lucca

Resumen. Históricamente, para definir la política comparada dentro de la ciencia política moderna, se planteó
el debate entre priorizar el método y el objeto como principales descriptores de esta subárea. A pesar de no
existir un consenso definitivo al respecto, en las últimas décadas en América Latina se advierte un creciente
interés por realizar estudios comparativos y a su vez por observar las tendencias de producción en política
comparada en la región. Esta situación llevó a diversos autores a tratar de retratar el “estado actual de la
política comparada”, evaluando principalmente la producción comparativa en las principales revistas y
publicaciones científicas de cada país. Dentro de este panorama general, el objetivo de este trabajo es poder
realizar un meta análisis de esos diagnósticos parciales, para poder rastrear qué se entiende por política
comparada en cada uno de ellos, y en qué medida estos diversos diagnósticos pueden dar cuenta o no de la
región en su conjunto. Para ello se analizarán los criterios metodológicos usados para la selección de revistas,
artículos y dimensiones/variables de análisis en estudios contemporáneos del estado del arte en política
comparada en Argentina, Brasil, Colombia y México.

Palabras clave: política comparada, América Latina, publicaciones científicas, Argentina, Brasil, Colombia,
México

Abstract. There was a long debate to define comparative politics in modern political science between
methods vs. objects. Despite the different positions in this debate, in the last decades in Latin America, there
has been a growing interest on comparative studies, and also an increasing interest to observe the production
trends in comparative politics in this area. Several scholars try to portray and diagnose the "current state of
comparative politics", using scientific journals as an indicator. The aim of this work is to perform a meta-
analysis of these partial diagnoses in order to trace what comparative politics is meant in each one, and in
their general sense; that is why, in these paper, we will analyze the methodological criteria used to select:
journals, articles and dimensions/variables analyzed. I will focus the research in those contemporary studies
that analyze the comparative politics situation in Argentina, Brazil, Colombia and Mexico.

Key Words: Comparative politics, Latin America, scientific journals, Argentina, Brazil, Colombia, Mexico

1. La política comparada, entre el método, el objeto y sus prácticas

En 1948 la UNESCO propugnó la reunión de diversos expertos en Ciencia Política en la


ciudad de Paris, a los efectos de “…enumerar aquello en lo que se interesaban, de hecho,

*
Artículo recibido el 3 de agosto de 2013 y aceptado para su publicación el 28 de junio de 2014.

Máster en Estudios Latinoamericanos (Universidad de Salamanca-España) y Doctor en Ciencias Sociales
(FLACSO-Argentina). Docente e investigador de la Universidad Nacional de Rosario / CONICET
(Argentina). E-mail: juanlucca@hotmail.com

1
las instituciones y los hombres dedicados a su investigación y a su enseñanza” (Prelot
1964: 59). Elaboraron lo que se conoció como la “Lista Tipo” con cuatro temáticas
centrales de esta disciplina: a) Teoría Política, b) Instituciones Políticas, c) Partidos, grupos
y opinión pública y d) Relaciones Internacionales. Medio siglo después, en el congreso de
la IPSA (International Political Science Association) en Buenos Aires en 1991, estos temas
fueron redefinidos, agrupados en esta oportunidad como subcampos o subdisciplinas
(Teoría Política e Instituciones; Políticas Públicas; Relaciones Internacionales)
incluyéndose por primera vez a la Política Comparada (Jerez Mir 1999: 233; Quiroga
2007: 35).
Este reconocimiento institucional tiene por detrás una larga historia de desarrollo de
esta área de análisis, así como también un extenso debate sobre qué implica comparar, o de
qué hablamos cuando nos referimos a la Política Comparada. Para responder estos
interrogantes, podría decirse que uno de los trabajos pioneros en demarcar un nuevo punto
de partida para las reflexiones comparadas desde la ciencia política nos lo ofrece Roy
Macridis, quien en su obra The Study of Comparative Goverment del año 1955, batalla con
las modalidades de comparación previas que denomina “modelo o enfoque tradicional”, por
ser estudios a) no comparativos, b) esencialmente descriptivos, c) de carácter localistas, d)
con una perspectiva estática y e) de carácter monográfico (Macridis 1981: 51-57). Lo que
señala allí Macridis es que hasta entonces el coto de la política comparada era ese resabio
de estudios de países que no cuadraban dentro de los estudios de teoría política, relaciones
internacionales y política americana. Es decir, la política comparada era aquello que se
ocupaba “del resto del mundo”.
Desde la década del sesenta la política comparada tomó nuevos bríos, a partir de los
aportes provenientes del mundo anglosajón –con los trabajos de Gabriel Almond y
Bingham Powell (1972), Macridis (1968), Joseph LaPalombara (1968) entre otros- y los
aportes desde la Europa continental de Giovanni Sartori y Arend Lijphart, entre otros. En el
marco de este desarrollo de la política comparada, en 1971 Lijphart en su texto seminal
“Comparative politics and the comparative method”, plantea una de las principales
tensiones dentro de la política comparada, inclusive hasta nuestros días: ¿la política
comparada se define por el “qué” o por el “cómo”; como un subcampo específico de la
ciencia política o como una manera de hacer o de producir conocimiento?

2
La primera perspectiva podría referir al simple ejercicio de analizar ciertos temas
recurrentes al escoger como unidades a dos o más países, en tanto la segunda óptica
supondría la utilización de la comparación como herramienta de inferencia causal y control
de variables, generalizaciones y teorías referidas a fenómenos políticos (van Biezen y
Caramani 2006: 30-32; Etchemendy 2004: 9; Mair 1996: 309; Rose 1991). En la primera
versión, la política comparada se conformó como un campo relativamente independiente,
predominando un criterio geográfico; la segunda versión implicó pensar la comparación
como método, utilizado en función del problema de investigación de que se trate.
A pesar de que esta disquisición sobre la definición con base en el método o el
objeto de la política comparada resultó un laberinto con múltiples entradas pero sin muchas
vías de escape, la extensión del debate no impidió la proliferación de estudios con
pretensiones comparativas ni sucesivas reflexiones sobre el estado actual de la política
comparada. Así, en los últimos diez años es posible advertir una proliferación de estudios
que diagnostican el alcance de la política comparada analizando las formas de producir
conocimiento de tipo comparativo tanto en los países desarrollados como en América
Latina. El foco principal estuvo colocado en diagnosticar tanto las prácticas de docencia
como las de investigación, principalmente a la luz del análisis de las publicaciones y los
artículos de carácter comparativo1. Aunque sería necesario tener un diagnóstico de América
Latina de conjunto y los respectivos países que la componen, en este artículo se trabajan los
casos de Argentina, Brasil, Colombia y México, no solo por un criterio de magnitud y
desarrollo de la comunidad académica en el contexto latinoamericano, sino más bien por el
gran acervo de estudios que reflexionan sobre el estado actual de la ciencia política en
general y la política comparada en particular desde una perspectiva que coloca el acento en
la producción publicada en revistas científicas.
Ahora bien, en estos estudios que analizan la producción comparada actual, los
criterios de selección de las publicaciones, los artículos comparativos y los elementos en los
que se desagrega la comparación han sido múltiples. Sin embargo, este recurrente
diagnóstico de la producción en política comparada, implica una nueva vía de entrada para

1
Para un análisis de la docencia en política comparada en América Latina véase: en Argentina, Lucca, Borrel
y Corestein (2010); para su abordaje en Colombia véase Pinto Ocampo (2010). Para el caso de Brasil véase
Castro Santos y Coutinho (2002). Para un análisis en Estados Unidos y Europa véase van Biezen y Caramani
(2006).

3
entender cómo definir la política comparada que no queda presa del debate entre “método
vs. objeto”, ya que permite realizar un meta análisis sobre qué elementos y cosmovisiones
se tuvieron en cuenta para delimitar las fronteras de política comparada a la luz de las
publicaciones científicas.
En síntesis, el presente ensayo busca recomponer epistemológicamente cuáles han
sido los criterios de los diversos analistas para seleccionar las revistas con sesgo
comparativo, cuáles fueron sus fundamentos para escoger los artículos con pretensión
comparativa, y qué aspectos caracterizan a un estudio comparativo. Así, seremos capaces
de reconocer qué perspectivas se esgrimen por detrás, y qué elementos se pueden rescatar
de cara a dar (una vez más) respuesta al interrogante central de este ensayo: ¿Cuándo es
comparado un artículo en ciencia política?

2. ¿Qué revistas?

Uno de los estudios nodales en el análisis de la política comparada a la luz de las


publicaciones científicas, es el que realizan Gerardo Munck y Richard Snyder (2006)
titulado: “Debating the Direction of Comparative Politics. An Analysis of Leading
Journals”. Allí, los autores se abocan a dar cuenta del alcance de la producción
comparativa en los Estados Unidos, tomando como criterios para seleccionar revistas, la
relevancia y la especificidad de las publicaciones en política comparada, entendida esta
última en el sentido primigenio de la disciplina –“resto del mundo”- como en su acepción
posterior vinculada a un uso sistemático y explícito del método comparado2.
Si analizamos estudios semejantes en América Latina, es posible advertir que la
forma en que se han seleccionado las revistas científicas donde “buscar” comparaciones en
Argentina, por ejemplo en el artículo de Lucas Jolías y Augusto Reina (2009: 49-50) se
sustenta en dos criterios: primero –al igual que Munck y Snyder- observando la
disponibilidad o no de revistas especializadas en política comparada y, segundo,
seleccionando revistas en ciencias sociales que “…publiquen regularmente artículos de

2
Las revistas seleccionadas por estos autores fueron: Comparative Political Studies, Comparative Politics y
World Politics.

4
ciencia política y tengan actualidad editorial” (Jolías y Reina, 2009: 49-50)3. De forma
similar, aunque no enteramente coincidente, para una misma labor, Cintia Pinillos y Melina
Perbellini (2011: 80) plantean como criterios de selección de publicaciones “la relevancia
en el medio, su diversidad y periodicidad”4. En ambos estudios resulta necesario advertir
que el criterio de la perdurabilidad o continuidad de la publicación en el tiempo y la
pertenencia disciplinar son elementos centrales para escoger las revistas; sin embargo,
dentro de la diversidad de revistas de ciencias sociales a observar, en ambos casos puede
advertirse un criterio no explicitado de “endogamia”, es decir la inclusión de la revista
publicada por la Universidad de la cual forman parte (Revista de Ciencias Sociales de la
Universidad Nacional de Quilmes en Jolías y Reina, como Temas y Debates de la
Universidad Nacional de Rosario en el caso de Pinillos y Perbellini).
Si nos detenemos en observar los criterios conforme a los cuales se seleccionaron
revistas en estudios sobre la ciencia política comparada en México, podemos encontrar en el
artículo de Rivera y Salazar-Elena (2011: 76) centralmente la noción de prestigio de las
publicaciones5. Según los autores, el prestigio de las revistas se materializa en tres aspectos:
disponer de revisión de pares como mecanismo para aceptar un artículo para publicación;
poseer una larga tradición o antigüedad dentro de las Ciencias Sociales y Políticas
mexicanas; y por último, que sean revistas insertas de los Sistemas de Indexación
encargados de medir el impacto a nivel internacional. Es interesante notar aquí que, a pesar
de ser el estudio de Rivera y Salazar-Elena uno de los estudios pioneros en describir el
estado actual de la ciencia política mexicana, no incluyen la revista disciplinar de mayor
antigüedad (Revista Mexicana de Ciencias Sociales y Políticas de la UNAM) infiriéndose
que es la discontinuidad de la misma su criterio de exclusión de la muestra.
En un estudio de similares características sobre México, José Puello-Socarras y Juan
Lucca (2011:135-136) plantean la necesidad de complementar el estudio de Rivera y
Salazar-Elena, anclando sus criterios de selección de una muestra no exhaustiva en cuatro
aspectos: en primer lugar, toman el criterio de la pertenencia disciplinar de las revistas; en

3
Las revistas seleccionadas por estos autores fueron: Revista Argentina de Ciencia Política, Revista
POSTData, Revista de la Sociedad Argentina de Análisis Político, Revista Política y Gestión, Revista
Desarrollo Económico, Revista El Debate Político y Revista de Ciencias Sociales (UNQ).
4
Las revistas seleccionadas por estas autoras fueron: Revista POSTData, Revista de la Sociedad Argentina de
Análisis Político, Revista Desarrollo Económico y Revista Temas y Debates.
5
Las revistas seleccionadas por los autores fueron: Foro Internacional, Política y Gobierno, y Revista
Mexicana de Sociología.

5
segundo lugar, plantean la envergadura de las Instituciones/Universidades que las publican;
en tercer lugar, observar revistas que tienen pretensiones comparativas de América Latina y
por último, la necesidad de controlar y complementar el estudio de Rivera y Salazar-Elena
incluyendo similares y nuevas revistas a la muestra analizada6.
Para el caso de Brasil, uno de los estudios iniciales en relevar el estado del arte de la
política comparada es el de María Elena Castro Santos y Marcelo Coutinho (2002), que
observa de forma exhaustiva tanto las publicaciones científicas como también las tesis de
posgrado, las presentaciones de artículos a los principales congresos y el enfoque
institucional de los principales centros de enseñanza e investigación. Para la delimitación
de las revistas observables, los autores toman como único criterio explícito el orden de
relevancia de las publicaciones de ciencias sociales, políticas y relaciones internacionales
con base en la clasificación de la CAPES (Coordenação de aperfeiçoamento de pessoal de
nivel superior)7.
Estudios posteriores como el de André Marenco (2011) para ese país, toma como
criterio de selección la “importancia” de las revistas dentro de la ciencia política nacional,
sin exponer criterios explícitos de operacionalización, incluyendo en esta oportunidad –
además de la revista Dados- a la revista Opinión Pública (UNICAMP) que no estaba en la
muestra de Castro Santos y Coutinho. De manera coincidente, Rodrigo Stumpf González
(2011) toma los siguientes criterios para responder al interrogante “qué se publica en
Brasil”: delimita las cinco revistas con mayor clasificación en el sistema Qualis de la
CAPES que pertenecen exclusivamente al área de Ciencia Política e incluye de forma
explícita –como lo hicieran Jolías y Reyna, y Pinillos y Perbellini- la revista que publica su
propia institución universitaria8. Por último, y de manera similar con los anteriores análisis,
Octavio Amorim Neto (2010) en su artículo A política comparada no Brasil: a política dos
outros, apela igualmente al prestigio, medido a través de la inclusión de las publicaciones

6
Las revistas seleccionadas por los autores fueron: para el criterio nº 1 la Revista Política y Gobierno y la
Revista Mexicanas de Ciencias Políticas y Sociales; según el criterio nº 2 se incluía la anterior revista y la
Revista Polis, de la UAM-I; y según el tercer criterio se incluía a Perfiles Latinoamericanos de Flacso-
México.
7
Las revistas seleccionadas según los autores fueron: Revista Dados, Revista Brasileira de Ciências Sociais,
Lua Nova, Estudos CEBRAP e Contexto Internacional.
8
Las revistas seleccionadas por el autor fueron: Dados (IUPERJ); Opinião Pública (Unicamp); Brazilian
Polítical Science Review (Associação Brasileira de Ciência Política); Revista Brasileira de Ciências Sociais
(Associação Nacional de Pós-Graduação em Ciências Sociais); Revista de Sociologia e Política (UFPR) y
Debates (UFRGS).

6
en los sistemas de indexación, aunque agregándole como nuevo criterio la exclusión de las
revistas de Relaciones Internacionales ya que –como lo señala el título del artículo- su
interés es observar Brasil emulando la idea originaria con la que se desarrolló la política
comparada en Estados Unidos que criticara Roy Macridis.
Por último, si observamos cuál ha sido el derrotero para el análisis de las
publicaciones con énfasis comparativo en Colombia, puede observarse cómo esta tendencia
a orientar la búsqueda con base en las clasificaciones de indexadores de las agencias
nacionales de evaluación de la educación superior se reitera en el artículo de Pinto Ocampo
(2010: 51), que toma en cuenta las seis revistas de temas políticos en el clasificador de
Colciencias9. Sin embargo, la autora elige además un segundo criterio de carácter
exhaustivo, que radica en analizar un total de 175 revistas colombianas, aunque sin definir
el criterio de búsqueda, relevancia o cientificidad de las mismas. En un estudio de
características exploratorias, José Puello-Socarras y Juan Bautista Lucca (2011) al analizar
qué se publica en política comparada en Colombia, establecen como criterio la pertenencia
disciplinar o politológica, seleccionando de esta forma tres revistas: Colombia Internacional
(Universidad de Los Andes), Análisis Político (Universidad Nacional de Colombia) y Papel
Político (Universidad Javeriana).

3. ¿Qué artículos?

Nuevamente, si tomamos como punto de partida el análisis de Munck y Snyder sobre los
Estados Unidos, la respuesta inmediata al interrogante de esta sección se resuelve
fácilmente, puesto que al contar con revistas especializadas en política comparada los
criterios de selección de artículos se fundamentan en observar de forma exhaustiva las tres
revistas. Como salvedad, los autores explicitan focalizarse exclusivamente en los artículos
–y por ende descartar las reseñas de libros y notas o comunicaciones- y, en el caso de
World Politics, suprimir los artículos de Relaciones Internacionales y focalizarse solo en
los de política comparada, aunque sin un criterio de definición explicito de qué

9
Las revistas seleccionadas por la autora fueron: Revista Análisis Político, Colombia Internacional, Estudios
Políticos, Papel Político, Revista Desafíos y Reflexión Política.

7
incluir/excluir, salvo la convergencia de opinión de los autores (Munck y Snyder, 2006: 3
cita 1).
En el caso de los estudios sobre Argentina, al igual que en los demás casos
latinoamericanos analizados, la ausencia de revistas específicas de política comparada
supuso la definición de criterios de selección de artículos, como es el caso por ejemplo del
estudio de Jolías y Reina, en que los autores conjugan tres tipos de criterios: el primero, de
carácter numérico, se concentra en seleccionar los artículos que comparen dos o más
unidades estatales de nivel nacional o subnacional, instituciones y/o procesos; el segundo,
vinculado a la primigenia tradición de política comparada en Estados Unidos implica
incluir “…los que se refieran a un país extranjero”; y el tercero, relativo al alcance temporal
de la observación, tomó en cuenta las publicaciones desde su origen hasta el momento de
desarrollo de la investigación (2008), con excepción de la Revista Desarrollo Económico
analizada en el período 1996-2006 (Jolías y Reina, 2009: 50). Sobre la base de estos
criterios, los autores recopilaron 698 artículos, que se distribuyen de la siguiente manera en
las revistas.

Gráfico 1. Artículos de Política Comparada en Revistas de Ciencias Sociales


argentinas

28,2% 26,2%
22,9%

16,6%
14,0%
12,0%

6,0%

a CP E P S
Da
t
A AP RD Py
G
ED RC
S T R SA
PO

Fuente: Jolías y Reina 2009:50.

Si tomamos en cuenta el estudio de Pinillos y Perbellini para describir la producción


comparativa en las revistas argentinas, uno de los aspectos singulares, es la apelación de las
autoras a tener en cuenta la “autoidentificación” o adscripción por parte de los autores al

8
campo de la comparación. Para complementar este criterio –de bajo impacto o éxito en la
selección- las autoras observan, en primer lugar, el número de casos, y en segundo lugar,
reconociendo el debate entre método/objeto dentro de la política comparada, incluyen los
artículos “…por el tratamiento conceptual (de los casos) […] o porque en muchos casos
abordaban temas clásicos de la política comparada”, es decir aquellos que se definen por su
“forma de hacer” como también por el aspecto que se trata (Pinillos y Perbellini 2011: 83).
Por último, en cuanto a la definición temporal de la muestra, las autoras focalizan sus
esfuerzos en la primera década del siglo, advirtiendo que no todas las revistas se publicaron
de forma continua en el total de esos años.
Si en el artículo de Jolias y Reina el fundamento para incluir artículos con un solo
caso era de tipo territorial (“otro país”), en este caso las autoras plantean la posibilidad de
tener en cuenta estudios de caso con base en un fundamento metodológico, que toma en
cuenta tanto la posibilidad de encontrarse con “estudios comparables” como también con
estudios que “contrastan con la teoría” (Sartori 1994; Skocpol y Somers 1994). Esta
diferencia en la selección de artículos, explicaría en gran parte por qué analizando similares
revistas que Jolías y Reina, para Pinillos y Perbellini (2011: 84), por ejemplo, en la revista
POSTData casi la mitad de sus artículos entre 2000 y 2010 pueden ser considerados como
comparativos.
Si tomamos en cuenta el retrato para el caso de México que propone Rivera y
Salazar-Elena, es importante señalar que la elección de los 231 artículos empíricos de su
muestra aleatoria, son escogidos por ser ejemplos manifiestos de producciones dentro de la
ciencia política. A pesar de esto, al momento de seleccionar sus artículos, particularmente
en lo que atañe al alcance temporal de su muestra, es interesante observar que el recorte del
período 1990-2007 encuentra su fundamento en dos aspectos: primero, que el año de
partida es coetáneo con la creación del Índice de Revistas Mexicanas de Investigación
Científica y Tecnológica del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT; y
segundo, buscando testear cuán “americanizada” estaría la ciencia política mexicana,
reconocen a través de fuentes secundarias que esta hipótesis estaría sustentada en el
crecimiento del uso de técnicas cuantitativas a partir de aquella década de fin de siglo
(Rivera y Salazar-Elena 2011: 78-79). Por último, frente al interrogante ¿qué tan
comparada es la ciencia política mexicana?, los autores toman como criterio de selección,

9
en un primer momento, el número de países, aunque dejan por fuera todos aquellos
artículos que plantean “pseudo-comparaciones” o comparaciones asistemáticas en las que
no es posible advertir con claridad cuáles son los casos, como puede advertirse en el cuadro
siguiente; y en un segundo momento, apelan a un criterio de tipo metodológico, en el que la
selección de artículos comparados obedece a “…todo estudio en el que dos o más unidades
de observación de cualquier tipo son sometidas a comparación”, motivo por el cual
consideran que cualquier estudio que contenga, por ejemplo, encuestas sería en sí
comparativo, aunque la unidad de observación fuese un individuo (Rivera y Salazar-Elena,
2011:89)10.

Tabla 1. Artículos de ciencia política, cobertura de países (1990-2007)


N Porcentaje
Estudio de Caso 169 73,2
Dos casos 15 6,5
De 3 a 10 países 10 4,3
De 11 a 20 países 7 2,6
De 21 a 100 4 1,7
No se puede determinar 26 11,3
Total 231 100
Fuente: Rivera y Salazar-Elena 2011: 89.

En los estudios de la producción comparativa en las revistas en Brasil, existe una


diversidad de criterios utilizados de selección de artículos, por ejemplo eligiéndolos por el
alcance metodológico de su análisis, vinculado directamente con un número de casos igual
o superior a dos, como puede verse claramente en el siguiente cuadro del artículo “Uma
nota sobre usos e não usos da comparação” de André Marenco:

Gráfico 2. Artículos de Ciencia Política 2006-2010 (en %)

10
El estudio de Puello-Socarras y Lucca (2011) no hace ningún señalamiento respecto de la selección de
artículos, motivo por el cual no fue tenido en cuenta en este punto.

10
70 66,1

60

50

40

30

20 14,7 12,8
10 6,4

0
Comparación Teoría Otros países Brasil

Fuente: Marenco 2011:165

Es interesante tomar en cuenta en el estudio de Castro Santos y Coutinho (2002) –


cuyos resultados se muestran a continuación- que, a pesar de compartir el criterio vinculado
al número de casos, los autores deciden incluir nuevos criterios para escoger los artículos:
en primer lugar, incluyeron todos aquellos artículos con un N=1 que hicieran referencia al
“instrumental teórico-conceptual del campo comparado”; en segundo lugar, sumaron todos
aquellos estudios de discusión teórica y metodológica sobre el campo comparado; y por
último, y como criterio ad hoc, consideraron que en caso de duda en la clasificación, los
artículos serían incluidos entre los que se consideraron como comparados.

Tabla 2. Política comparada: publicaciones en Revistas Nacionales,


por período y por tipo de publicación (1985-2002)
Lua Contexto
Tipo de estudios RBCS Dados CEBRAP Total %
Nova Internac.
Estudios con un gran número
2 5 2 1 0 10 3
de casos (cuantitativos)
Estudios con pequeño número
18 24 20 27 32 121 34
de casos (cualitativos)
Estudios de caso – Brasil* 17 40 16 16 3 92 25
Estudios de caso – Otros
4 10 7 21 33 75 21
países*
Estudios teóricos o
11 10 14 21 5 61 17
conceptuales*
Total 52 89 59 86 73 359 100
Revistas Nacionales: Revista Brasileira de Ciências Sociais - RBCS (1986-2002, hasta nº 50); Revista de Ciências
Sociais – Dados (1985-2002, hasta nº3); Estudos CEBRAP (1985-2002, hasta nº 63); Lua Nova – CEDEC (1988-2002,

11
hasta nº 55-56); Contexto Internacional (1985, 2002, hasta nº 1).
* Se refieren al instrumental teórico-conceptual utilizado en la literatura de política comparada.
Fuente: Castro Santos y Coutinho (2002: 12)

Por último, en el marco de la diversidad de criterios adoptados para la clasificación


de artículos comparados en las publicaciones brasileñas, cabe señalar cómo el estudio de
Octavio Amorim Neto platea una vía de entrada completamente diferente. El autor, anclado
en una noción de política comparada tradicional, considera como único criterio la inclusión
de artículos producidos por residentes en el país que trabajan otros países que no sean
Brasil, aunque el número de casos sea igual a uno (Amorim Neto, 2010: 325 y 326 nota 4).
A diferencia del estudio de Castro Santos y Coutinho, el autor decide excluir de su muestra
todos aquellos estudios que ofrezcan dudas a la clasificación, e inclusive –al igual Rivera y
Salazar-Elena en el caso mexicano- descarta aquellas pseudo comparaciones en las que, por
ejemplo, se propone una mirada sobre América Latina como un todo indiferenciado. Los
principales resultados, pueden encontrarse en esta tabla de datos.

Tabla 3. Artículos de Ciencia Política (CP) y Política Comparada (PC),


por revista y por década
1966-79 1980-89 1990-99 2000-09
Revista CP PC % CP PC % CP PC % CP PC %
Dados 107 10 9,3 127 16 12,6 130 13 10,0 188 26 13,8
Lua Nova - - 170 11 6,5 154 11 7,1 168 13 7,7
RBCS - - 37 1 2,7 138 11 8,0 162 15 9,3
Opinião Pública - - - - 38 0 0 130 9 6,9
BPSR - - - - - - 25 2 8,0
Total 107 10 9,3 334 28 8,4 460 35 7,6 673 65 9,7
Fuente: Amorim Neto, 2010: 326.

Por último, aparecen estudios como los de Pinto Ocampo (2010) y Puello-Socarras
y Lucca (2011) que trabajan el caso de Colombia, no hacen explícitos sus criterios de
selección de artículos, con lo cual no es posible reconocer si utilizan un criterio vinculado a
la cantidad de casos, la pertenencia al campo, uso de metodología, entre otros.

4. ¿Qué observar?

12
Partiendo de la diversidad del panorama precedente sobre la selección de revistas y
artículos con pretensión comparativa, sin lugar a dudas el aspecto con mayor riqueza
analítica en los estudios analizados hasta aquí se concentra en los aspectos observados en
los artículos; es decir, en los elementos que dentro del mismo hacen o configuran un
artículo comparado.
Partiendo nuevamente del estudio de Munck y Snyder (2006) para los Estados
Unidos, es posible reconocer cómo el análisis de los artículos se lleva a cabo enteramente
utilizando técnicas estadísticas para encontrar respuestas a cuatro dimensiones de análisis:
en primer lugar, la problematización sobre el alcance de la comparación, ya fuere en
referencia al abanico de temas, el número de casos y la diversidad de unidades de
observación, como a las diversas regiones sobre las que versan los artículos; en segundo
lugar un análisis de tipo cognoscitivo, orientado a responder si los estudios son tanto de
carácter empírico o generadores de teoría, como también saber si son principalmente
descriptivos o causales; en tercer lugar, un abordaje metodológico de los artículos, para
conocer la preeminencia de enfoques inductivos o deductivos, técnicas de análisis
cuantitativas o cualitativas; y por último, una caracterización de los autores: disciplina,
cantidad de autores, nacionalidad, género, institución y nivel profesional.
Si nos abocamos a analizar los estudios sobre Argentina, uno de los aspectos que
resalta en abordajes como los de Jolías y Reina (2009) es que en la muestra de artículos que
analizan estadísticamente la principal dimensión tenida en cuenta es la caracterización de
los autores, en este caso por su lugar de origen, a los fines de reconocer cuánto de la
política comparada que se publica en este país es de producción local o traducción
internacional. En esta misma senda analítica es posible encontrar el estudio de Pinillos y
Perbellini (2011), aunque con un tratamiento mayor de esta dimensión, al incluir por
ejemplo la problematización sobre el número de autores o analizar la nacionalidad de los
autores que no provienen de instituciones argentinas, como puede observarse en el gráfico
extractado a continuación.

Gráfico 3. Regiones de filiación institucional de autores extranjeros (en %)

13
35

45

20

Fuente: Pinillos y Perbellini, 2011: 87

Asimismo, las autoras se proponen caracterizar los artículos, dando cuenta del
alcance de la comparación en lo que atañe a los temas, las regiones a las que aluden los
trabajos, la delimitación espacial (nacional, supranacional o subnacional) y el número de
casos.
Si tomamos en cuenta el retrato sobre la política comparada en México que ofrecen
Rivera y Salazar-Elena, uno de sus aspectos singulares es la pretensión de escapar del mero
diagnóstico fotográfico de la muestra de artículos seleccionados, por lo cual constantemente
ofrecen la variación temporal de los datos analizados estadísticamente. Ahora bien, al igual
que los autores precedentes, su enfoque se concentra en la dimensión del alcance de la
comparación, particularmente en lo que refiere a los principales temas, regiones, número de
casos y unidades de observación (no definidos únicamente en términos estatales). Sin
embargo, este estudio también propone una mirada de la dimensión metodológica de los
artículos seleccionados, con la misma impronta que Munck y Snyder (causales vs.
descriptivos; deductivos vs. inductivos; cuantitativos vs. cualitativos; empírico y/o
generador de teoría), como se ve a continuación.

Tabla 4. Artículos de ciencia política, diseño comparado según objetivo de


investigación (1990-2007)
Pregunta
Diseño Descripción Causal Total
No Compara N 117 41 158

14
% 73,6 56,9 68,4
N 42 31 73
Compara
% 26,4 43,1 31,6
N 159 72 231
Total
% 100 100 100
X2 = 6.349**; ** p < .05
Fuente: Rivera y Salazar-Elena, 2011: 90

Al igual que Rivera y Salazar-Elena, en el artículo de Puello-Socarras y Lucca


(2011) sobre la realidad mexicana, es posible encontrar esta pretensión de aprehender la
dinámica histórica de la publicación con pretensión comparativa, al menos para la década
de 2000. Coincidentemente con los autores previos, el trabajo de Puello-Socarras y Lucca,
se focaliza en las características de los autores en cuanto a su nacionalidad y en el alcance
de la comparación, para retratar el número de casos, los temas, las regiones que abordan, la
delimitación espacial, e incluyen un nuevo aspecto a esta dimensión: la delimitación
temporal de los casos (sincrónicos, diacrónicos o de largas tendencias históricas).
Para el análisis de la política comparada en Brasil, la gran mayoría de los autores se
centran en el alcance de la comparación y los autores, ya fuere para dar cuenta de por qué
se compara tan poco en ese país como propone Marenco (2011); para observar la
distribución regional de la producción comparativa al interior de Brasil como propone
Stumpf González (2011); o inclusive para analizar los temas, regiones y números de casos
para observar la impronta del parroquialismo a la hora de comparar como proponen tanto
Castro Santos y Coutinho (2002) como Amorim Neto (2010:329).
Por último, cabe señalar que el abordaje de la realidad de la política comparada para
el caso de Colombia no dista en mucho de las orientaciones previas, ya que tanto Pinto
Ocampo (2010) como Puello-Socarras y Lucca (2011) se concentran en analizar la
nacionalidad de los autores como también el número de caso y los temas sobresalientes, tal
y como por ejemplo se puede observar en los cuadros extractados a continuación (tablas 5 y
6).

Tabla 5. Artículos comparativos organizados según tema


Artículos comparativos
Artículos clasificados No.
organizados según tema
Procesos electorales y Robles (1995), Cedeño (2004), Gallo (2005), Giraldo y López
5
sistemas de partidos (2006), Biderbost (2007)
Orden y trayectoria Sznajder (1995), Palacios (2000), Pinto (2005), Riis (2007), 5

15
política Lazo (2007)
Movimientos sociales y
Hoffmann (1998), Cepeda y Londoño (2004), Massal (2006) 3
disputa política
Relaciones
Thoumi (1995), Lobo-Guerrero (2001) 2
internacionales
Conflicto armado y
Orozco (2003) 1
construcción de paz
Fuente: Pinto Ocampo 2010:52.

Tabla 6. Procedencias institucionales


Autores Autores
Revistas Porcentaje Porcentaje
nacionales extranjeros
A 4 34% 8 66%
B 13 58% 10 42%
C 10 77% 3 23%
Promedio 27 56% 21 44%
Fuente: Puello-Socarras y Lucca, 2011:134

5. Balance y perspectivas

La definición de los lindes disciplinares es per se una tarea ardua, ya que los cambios en el
contexto histórico y geográfico estudiado y los cambios teórico-metodológicos de la ciencia
política vuelven porosas y cambiantes las fronteras, en este caso, de la política comparada.
Sin embargo, en la disputa sobre la definición de la política comparada por el método o el
objeto, este ensayo propuso una nueva vía de entrada: yuxtaponer los diversos diagnósticos
del estado actual de la política comparada en la región, y desentrañar cuáles son las
características convergentes y divergentes de estas miradas panorámicas.
Entre los elementos compartidos por los autores en nuestro meta análisis
encontramos, en primer lugar, la apelación a utilizar revistas con niveles de calidad
medidos por diversos sistemas de indexación; en segundo lugar, la utilización como criterio
para identificar artículos comparativos a la alusión a dos o más unidades estatales; y, por
último, la inclinación recurrente a identificar cuáles son los “temas” y “regiones” que
abordan esos artículos y caracterizar sus “autores”.
El primero de estos tres elementos nos permite concluir que, para definir ¿qué es un
artículo de política comparada?, los autores apelan al arbitraje de una “comunidad
científica” de pares. Un claro ejemplo al respecto es el que ofrecen Munck y Snyder, ya que
al tener en cuenta las revistas Comparative Politics y Comparative Political Studies dan por

16
sentado que la comunidad científica entiende que lo que allí se publica es política
comparada, y que por ende quienes allí publican son la comunidad de comparativistas. Es
decir, tal y como señaló Thomas Kuhn (2006: 271), existe una férrea imbricación entre las
dimensiones cognitivas –en tanto forma de concebir el mundo- y social –la forma de
organización de los científicos-. Sin embargo, en los demás casos latinoamericanos, la
ausencia de una revista específica de política comparada no necesariamente estaría dando
cuenta de la ausencia de una comunidad de comparativistas en sentido amplio, puesto que
los diagnósticos aquí analizados reconocen “temas recurrentes” analizados de forma
comparada y también una comunidad científica supra (identificable en los sistemas de
indexación) que se convierte en un reaseguro para definir qué está por dentro o por fuera de
los límites.
Además, los autores que analizan América Latina convergen en tomar al criterio
numérico (dos o más casos) para identificar artículos de política comparada, pero también
coinciden en tratar de advertir cuáles son esos temas de publicación con visos comparativos
(principalmente “Democracia y democratización”, “Instituciones políticas” y “Partidos y
comportamiento electoral”), lo que nos permite concluir sobre el alejamiento de la
primigenia tradición de la ciencia política en los Estados Unidos (con excepción del estudio
de Amorim Neto) de tomar en cuenta como política comparada a aquello que no fuera
“American Politcs”. Aunque esto no contradiga el fuerte parroquialismo que existe en la
producción politológica latinoamericana, los diagnósticos aquí analizados identifican la
política comparada allí donde hay un enfoque metodológico que tiene en cuenta el número
de unidades de análisis y allí donde hay ciertas temáticas recurrentes que han sido
abordadas en términos comparativos. De esta forma, podríamos decir que, a pesar de no
tener una comunidad de comparativistas tan estructurada, la política comparada en la región
parece definirse tanto por el método como por el objeto, y no por la preeminencia de uno
sobre el otro.
Ahora bien, a pesar de estas líneas convergentes, es posible advertir que existe una
amplia gama de perspectivas y prismas a la hora de delimitar la producción de ciencia
política comparada en América Latina a través de las publicaciones científicas, lo cual
estaría dando cuenta del carácter abierto (cuando no escaso) sobre las tendencias y fronteras
de la política comparada. Cabe señalar, que esto se puede refrendar asimismo en el parcial

17
enraizamiento de la política comparada dentro de la ciencia política latinoamericana, ya que
más allá de la forma de medición, la comparación no ocupa en promedio, en ninguno de los
diagnósticos utilizados aquí, más de un cuarto de la producción politológica local.
En conclusión, cabe señalar que este análisis de las prácticas de producción
científica en política comparada, más allá de dar cuenta de la imprecisión de sus límites, la
fragmentación de sus enfoques y la desestructuración del campo analítico, nos muestra
claramente que el creciente interés por ver “qué hacen los comparativistas” es un forma
inductiva de obtener respuestas y definiciones, antes que la otrora forma deductiva
demarcada por un método o un objeto de análisis. Asimismo, que dicho interés por
aprehender la política comparada es reiterado a lo largo de los diversos países, aunque con
la falencia de que muchas veces los estudios –por su simultaneidad o por escasa
comunicación- no son tenidos en cuenta para esfuerzos similares y por ende comparables.
De cara a futuros análisis comprensivos de las tendencias en la producción de
conocimiento en política comparada en la región, no solo deben tenerse en cuenta los
estudios parciales para países similares, sino también religar los criterios utilizados por los
especialistas tanto en extensión como en intensidad, en términos de la escalera de
generalización que proponía Sartori. Es decir, conjugar los criterios para analizar qué
revistas, qué artículos, y qué aspectos, sin perder la diversidad de enfoques y miradas.
Para ello, la salida a esta encerrona analítica sería apelar a una definición en
términos radiales (Collier y Mahon 1993: 847). Utilizando esta estrategia, sería posible
pensar en utilizar criterios para escoger revistas, artículos y aspectos a analizar, que se
acumulen, siempre y cuando no se generen contradicciones internas entre los criterios,
como por ejemplo en el caso de la inclusión o exclusión de artículos dudosos, como se vio
anteriormente. La aplicación de una “estrategia radial” permitiría entonces incluir un
número superior de revistas, artículos y aspectos observables que si utilizásemos una
estrategia conceptual clásica, permitiendo que la ausencia de alguno de los criterios
definitorios sea el adjetivador de la revista, artículo o aspecto, por ejemplo: revistas
especializadas o no especializadas en política comparada, con o sin indexación, de
publicación regular o no; artículos con uno, dos o más casos, definidos teórica o
temáticamente, producidos por autores locales o extranjeros, que comparan o que discuten
sobre la política comparada.

18
En resumidas cuentas, el interés por dar cuenta del estado actual de la política
comparada en los diversos países analizados aquí, es una muestra clara y evidente de la
creciente preocupación por el destino y configuración de la misma en América Latina, y la
propuesta meta analítica que hemos utilizado tiene entonces el mérito de convertir aquellos
esfuerzos paralelos en un camino común para futuros diálogos y diagnósticos de la política
comparada en la región.

Bibliografía

Almond, Gabriel y Powell, Bingham (1972). Política comparada, Buenos Aires:


Amorrortu.

Amorim Neto, Octavio (2010). “A política comparada no Brasil: a política dos outros”, em
Horizontes das Ciências Sociais no Brasil: Ciência Política. AA.VV. São Paulo:
ANPOCS/Ed. Barcarolla, pp. 321-340.

Biderbost, Pablo (2007). “El voto ciudadano en tiempos de ajuste estructural y exclusión
social. Perú y Venezuela en perspectiva comparada”, Papel Político, Vol. 12, No. 1, enero-
junio, pp. 13-38.

Castro Santos, Maria Helena y Coutinho, Marcelo (2000). “Política comparada: estado das
artes e perspectivas no Brasil”. Boletim Informativo Bibliográfico, Volume 54, Número 2,
pp. 5-42.

Cedeño del Olmo, Manuel (2004). “Efectos de los mecanismos constitucionales de


participación directa en los sistemas políticos de América Latina”, Refexión Política, año
6, Nº 11, junio, pp. 6-28.

Cepeda, Yamile Carolina y Claudia Margarita Londoño (2004). “Convergencias y


divergencias entre las reivindicaciones y estrategias del EZLN y el MST”, Revista
Desafíos, No. 11, segundo semestre, pp. 40-158.

19
Collier, David y Mahon, James E. (1993). “Conceptual «Stretching» Revisited: Adapting
Categories in Comparative Analysis”, American Political Science Review, Vol. 87, Num. 4,
pp. 845-855.

Etchemendy, Sebastián (2004). “Auge y caída del proyecto hegemónico del formalismo en
la política comparada”, Lo que vendrá, Revista de Ciencia Política de la Facultad de
Ciencia Sociales UBA, Número 1, Año 1, pp. 9-14.

Gallo, Adriana (2005). “La democracia interna en el ámbito partidario. Un estudio


comparado en partidos latinoamericanos”, Reflexión Política, año 7, Nº 14, Diciembre, pp.
26-39.

Giraldo, Fernando y López, José Daniel (2006). “El comportamiento electoral y de partidos
en los comicios para Cámara de Representantes de 2002 y 2006: Un estudio comparado
desde la reforma Política”, Colombia Internacional, No. 64, julio-diciembre, pp. 122-153.

Hoffmann, Odile (1998). “Políticas agrarias, reformas del estado y adscripciones


identitarias: Colombia y México”, Análisis Político, No. 34, mayo-agosto.

Jerez Mir, Miguel (1999). Ciencia Política, un balance de fin de siglo, Madrid: CIS.
Jolías, Lucas y Reina, Augusto M. (2009). “Las comparaciones no son odiosas: métodos y
estrategias en política comparada”, Revista Argentina de Ciencia Política, 11.

Kuhn, Thomas (2006). La estructura de las revoluciones científicas, Buenos Aires: FCE.

LaPalombara, Joseph (1968). “Macrotheories and microapplications in comparative


politics: A widening chasm”. Comparative Politics, Number 1, Volume 1, pp. 52-78.

20
Lazo Cividanes, Jorge (2007). “Luchas hegemónicas y cambio político: el avance de la
izquierda suramericana en perspectiva comparada”, Colombia Internacional, No. 66, julio-
diciembre, pp. 96-119.

Leal Buitrago, Francisco (1988). “La profesionalización de los estudios políticos en


Colombia”, Análisis Político, No. 3, enero-abril, pp. 61-79.

Lijphart, Arend (1971). “Comparative politics and the comparative method”, The American
Political Science Review, Vol. 65, Num. 3, pp. 682-693.

Lobo-Guerrero Sanz, Luís Ernesto (2001). “La intervención Rusa en los conflictos de
Nagornokaraback y Tayikistán: análisis comparativo”, Papel Político, No. 12, marzo, pp.
93 -107.

Lucca, Juan B. y Puello-Socarras, José (2011). “El alcance de la comparación en la Ciencia


Política colombiana y mexicana”, en Geary, M.; Lucca, J. B.; y Pinillos, C. (comps.),
Tendencias en la producción de conocimiento sobre política comparada en América
Latina, Rosario: Ediciones Del Revés, pp. 125-152.

Lucca, Juan B.; Borrell, Mariana y Corestein, Cintia (2011). “La enseñanza de la política
comparada en las universidades argentinas. Un análisis de los programas vigentes entre
2002 y 2007”, en Geary, M.; Lucca, J. B.; y Pinillos, C. (comps.), Tendencias en la
producción de conocimiento sobre política comparada en América Latina, Rosario:
Ediciones Del Revés, pp. 57-78.

Macridis, Roy (1981). “Revisión del campo del estudio comparado de las formas de
gobierno”, en: El gobierno: Estudios comparados, España: AA. VV. Alianza Editorial.

________________ (1968). “Comparative politics and the study of government: the search
for focus”, Comparative politics, Number 1, Volume 1, pp. 79-90.

21
Mair, Peter (1996). “Comparative Politics: An Overview”, en Goodin, R.E. & Klingemann,
H.-D. (eds.), A New Handbook of Political Science, Oxford: Oxford University Press, pp.
309-335.

Marenco, André (2011). “Uma nota sobre usos e não usos da comparação”, en Geary, M.;
Lucca, J. B.; y Pinillos, C. (comps.), Tendencias en la producción de conocimiento sobre
política comparada en América Latina, Rosario: Ediciones Del Revés, pp. 163-170.

Massal, Julie (2006). “El papel de los movimientos sociales en la consolidación


democrática: refexiones alrededor del caso ecuatoriano en perspectiva comparada”, en:
Colombia Internacional, No. 63, enero-junio, pp. 108-127.

Munck, Gerardo L. y Snyder, Richard (2006). “Debating the Direction of Comparative


Politics: An Analysis of Leading Journals”, Working Paper of the IPSA Committee of
Concepts and Methods. Disponible en versión digital en: http://www.concepts-
methods.org/working_papers/20060301_24_PM%207%20Munck%20&%20Snyder.pdf
(Consultado el 12 de julio de 2009).

Orozco Abad, Iván (2003). “Apuntes para una historia comparada de la justicia
transicional. El papel de las ONG de derechos humanos en los procesos de justicia
transicional: los casos del Cono Sur y El Salvador”, Análisis Político, No. 43, enero-abril,
pp. 52-76.

Palacios, Marco (2000). “Presencia y ausencia de populismo: un contrapunto colombo-


venezolano”, Análisis Político, No. 39, enero-abril, pp. 33-53.

Pinillos, Cintia y Perbellini, Melina (2011). “Producción académica y política comparada


en Argentina, 2000-2010”, en Geary, M.; Lucca, J. B.; y Pinillos, C. (comps.), Tendencias
en la producción de conocimiento sobre política comparada en América Latina, Rosario:
Ediciones Del Revés, pp. 79-98.

22
Pinto Ocampo, María Teresa (2010). “Comparar es cuestión de método: Enseñanza y
producción de conocimiento comparado en la academia colombiana”, Revista Análisis
Político, Volumen 23, Número 68, pp. 43-61.

______________________ (2005). “Las elites y el pueblo, sus alianzas y sus divisiones:


estudio comparativo de las coaliciones democráticas en Bolivia (1952 y 1985)”, Análisis
Político, No. 54, enero-abril, pp. 88-100.

Prelot, Marcel (1964). La ciencia política, Buenos Aires: EUDEBA.

Quiroga, Hugo (2007). “Universidad Nacional de Rosario”, en Ricardo Sidicaro [et.al.],


Documento de trabajo del Proyecto Ciclo Inicial Común en Ciencias Sociales: familia de
carreras de ciencia política, sociología y relaciones internacionales, 1ra Edición, Santa Fe:
Ediciones de la Universidad Nacional del Litoral.

Riis Halvorsen, Kristin (2007). “¿Alternativas reales? Una comparación entre las reformas
económicas implementadas por los gobiernos de Hugo Rafael Chávez Frías (1999-2006) y
Luis Inácio Lula Da Silva (2003-2006)”, Papel Político, Vol. 12, No. 1, enero-junio, pp.
237-288.

Rivera, Mauricio y Salazar-Elena, Rodrigo (2011). “El estado de la ciencia política en


México: Un retrato empírico”, Política y gobierno, Volumen 18, Número 1, pp. 73-108.

Rose, Richard (1991). “Comparing Forms of Comparative Analysis”, Political Studies,


Volume 39, Issue 3, pp. 446–462.

Sartori, Giovanni (1994). “Comparación y método comparado”, en Sartori, G. y Morlino,


L. (eds), La comparación en las ciencias sociales, Madrid: Alianza.

23
Skocpol, Theda y Somers, Margaret (1994). “The uses of comparative history in
macrosocial inquiry”, en Skocpol, T (ed.), Social revolutions in the modern world,
Cambridge: Cambridge University Press.

Stumpf González, Rodrigo (2011). “A Agenda de Ensino e Pesquisa em Política


Comparada: o caso Brasileiro”, Paper presentado en el 1º Workshop de Política
Comparada, organizado por la Facultad de Ciencia Política y RR.II. de la Universidad
Nacional de Rosario, Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP) y Red
Latinoamericana de Carreras de Ciencia Política (RELACIP), 24 de noviembre de 2011,
Rosario (Argentina).

Sznajder, Mario (1995). “Sociedad civil y democracia limitada: Una perspectiva


comparativa”, Papel Político, No. 1, marzo, pp. 7-28.

Thoumi, Francisco (1995). “Los efectos económicos de la industria de drogas ilegales y las
agendas de política en Bolivia, Colombia y Perú”, Colombia Internacional, No. 29, enero-
marzo, pp. 7-17.

van Biezen, Ingrid y Caramani, Daniele (2006). “(Non) Comparative Politics in Britain”,
Politics, Volume 26, Issue 1, pp. 29-37.

24

También podría gustarte