Está en la página 1de 22

Curso de Doctorado –UBA

“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”


Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

Alfredo Eidelsztein: el tema de hoy va a ser la noción de discurso de Jacques


Lacan considerada como una máquina. Veremos cómo él plantea su
funcionamiento, y a partir de plantear cómo funciona el discurso según Lacan,
veremos cómo se modaliza en cada uno de los cuatro discursos. De eso nos
ocuparemos las dos reuniones de hoy y la primera de mañana sábado. La
segunda clase de mañana la va a dictar David Szyniak, y el tema es “Plusvalía
y plus-de-goce”. En el encuentro de agosto, va a intervenir Andrea Leiro, y el
tema de su exposición será “Más allá del Complejo de Edipo”.

Voy a retomar, para aclarar o quizás plantearlo de otra manera, la perspectiva


general en la cual voy a plantear este desarrollo en torno a esta noción de
discurso como máquina o aparato. Y es que dicho desarrollo es para ser
aplicado en la práctica de la clínica psicoanalítica. O sea, el destino de la
presentación que yo voy a hacer es para que se convierta o tenga la potencia
de convertirse en herramienta para el trabajo clínico del analista. Y otra cosa
que participa de la perspectiva general es que –me parece que podría llegar a
ser algo así como un muy acotado resumen de lo que he planteado hasta
ahora- es que la noción de discurso en sí misma, que el psicoanálisis se
articule como discurso, que se pueda decir “discurso analítico”, significa al
menos una determinada relación al Otro, bajo las siguientes formas: a) la de
poner en tela de juicio al autor, -en la teoría de discursos se parte de poner en
tela de juicio al autor- b) la función del contexto; c) la función de los otros
discursos –nunca hay un discurso sin relación con otros discursos- y d), que
quizás no lleguemos a trabajarlo este año pero sí es el horizonte del próximo
paso que da Lacan en torno a esta problemática y es el discurso como lazo
social.

En este sentido quizás convenga tener presente que como Lacan se refirió al
inconsciente hasta no muchos años antes del desarrollo de los discursos,
entendiéndolo como pentagrama –el inconsciente como un pentagrama-, ahora
convendría sustituir, a partir de la articulación que Lacan hace del psicoanálisis
con el discurso, convendría sustituir pentagrama por polifonía. Polifonía tiene
enormes virtudes, ya que si empezamos a considerar al inconsciente como
polifonía -en lugar de como pentagrama- resolvemos de una vez y para
siempre el problema de las profundidades, de lo latente, de lo profundo, etc.

En cuanto a la especificidad del paso dado por Lacan de poner en relación al


psicoanálisis con lo que en ciencias sociales se conoce como “giro discursivo”,
–el advenimiento de la teoría de discurso como paradigma para el conjunto de
las ciencias sociales en la década del ’70 es llamado “giro discursivo”, porque
se tendió a llamar a partir de la década del ’50 “giro lingüístico” a la misma
posición que tuvo la lingüística en ese momento- mi impresión, y es en lo que
vamos a trabajar fuertemente hoy, es que al menos hay que tener en cuenta el

1
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

siguiente recorrido: primero, la introducción por parte de Lacan al psicoanálisis


de la lógica de “la palabra mata a la cosa”, que eso no está en Freud. En
Freud, lo que es seguro es que el inconsciente preserva una distinción donde la
palabra jamás mata a la cosa: hay representación de palabra y representación
de cosa, donde la representación de palabra no tiene la potencia de atacar a la
representación de cosa, por lo tanto, es seguro que en Freud no se da que la
palabra mate a la cosa. El segundo paso dado por Lacan en la misma línea, es
que el significante introduce la falta en ser. Con el abandono de la teoría de la
palabra por la teoría del significante, que justamente corresponde a la
articulación que Lacan hace del psicoanálisis con el “giro lingüístico”, se
abandona la función de la palabra por la (…) significante. No hay que perder de
vista que, este “mata a la cosa” del primer momento o cuando introduce la falta
en ser en el segundo, que –tercero- el discurso impone un imposible, que no es
lo mismo. En la teoría de Lacan, si uno trabaja con palabra, hay que articularlo
a que la palabra mata a la cosa, o para decirlo de otra manera: introduce una
dimensión mortificante. Obviamente, es una articulación fuertemente hegeliana
en Lacan. El significante introduce la falta en ser, y convendría siempre tener
presente qué relación guarda eso con el nihilismo. Pero en el discurso ya no se
trata ni de la muerte ni de la falta en ser sino de un punto de imposibilidad.
Cada discurso se caracteriza por un punto de imposible.

Lo segundo respecto del “giro discursivo” en tanto maniobra de Lacan, es que


para Lacan los cuatro discursos caracterizan relaciones, que siempre van a ser
establecidas en función de los dos términos de arriba. O sea, cada discurso va
a ser establecido en función de la relación de los dos términos de arriba. Y esa
relación va a estar dada por la flecha. Quiere decir que cada discurso se
establece por los dos términos que están arriba. Esos dos términos establecen
cuatro relaciones y Lacan las propone para pensar, por ejemplo, la cuestión del
gobierno, o sea, el discurso del amo como el discurso que da cuenta de qué
significa gobernar, el discurso de la histérica daría cuenta de qué significa
hacer desear, el discurso del analista de qué significa analizar y el universitario
de qué significa enseñar y/o educar.

Ahora vamos a trabajar a partir del Seminario 17. Para Lacan, la incorporación
de la teoría del discurso al psicoanálisis significa: 1) poner patas para arriba, o
lo que páginas más adelante llama “tomar al psicoanálisis al revés”. Ahora,
¿qué significa tomar al psicoanálisis al revés? Dice Lacan:

“Ya deben empezar a advertir que reverso del psicoanálisis es lo mismo que este año
introduzco bajo el título del discurso del amo.”1

1
Lacan, J.: El Seminario, Libro 17. Buenos Aires: Paidós. (1999). p. 91

2
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

Con lo cual, para Lacan, el envés del psicoanálisis es el discurso del amo. Y
poner al psicoanálisis patas para arriba o plantearlo al revés, es plantearlo
como discurso del amo.

Ahora empieza a aparecer en el mismo Lacan cierta polémica: porque con


“discurso del psicoanálisis” solo, ingenuamente planteado, el problema no
adviene, pero cuando él dice “discurso del amo”, sí adviene el siguiente
problema: con “discurso del amo”, ¿se está refiriendo al periodo histórico, al
tipo de sociedad en la cual el vínculo social fundamental era amo-esclavo?
¿Roma? ¿O se está refiriendo a otra cosa? Con discurso psicoanalítico ese
problema no adviene, pero sí con discurso del amo. ¿Lo está planteando a
nivel histórico –es una posibilidad- o lo está planteando a nivel estructural,
como otra posibilidad? Dice Lacan:

“Si hay algo seguro, es que no pude articular estos tres discursos en una especie de
matema, más que porque surgió el discurso psicoanalítico.”

Es clarísimo que Lacan dice que es por el surgimiento del discurso


psicoanalítico que fue capaz de articular los otros tres. Quiere decir que el
planteo de los otros tres discursos que junto con el psicoanalítico forman
cuatro, es a consecuencia del advenimiento del discurso psicoanalítico. Eso lo
en el Seminario 17. Pero ahora voy a citar de la conferencia “Sobre la
experiencia del pase”, del 3 de noviembre de 1973, donde ahí Lacan dice:

“Si por estos cuatrípodos y su rotación pude especificar el discurso del amo, como
también otros discursos, (…) esto solo fue a partir del discurso analítico.”2

Con lo cual, es clarísimo que Lacan sostiene que es a partir del discurso del
psicoanálisis que se pueden establecer los otros tres. En el año ’72, en la
conferencia de Lacan en Milán, publicada en el libro Lacan en Italia, de la cual
tenemos una traducción castellana en una ficha de Páremai, allí Lacan afirma:

“No es menos cierto que lo que estoy diciendo ahora…

… y es importante para nosotros porque es ahí donde Lacan plantea el


discurso capitalista, y plantea el problema que está en el pizarrón, donde lo
más problemático de todo es lo que les marqué en rojo 3.

“No es menos cierto que lo que estoy diciendo ahora - lo que seguramente será
explotado de aquí a veinte años-…

… venimos con diez años de atraso…

2
Lacan, J. “Sobre la experiencia del pase”. En Ornicar? 1, El saber del psicoanálisis. Barcelona: Petrel. p. 33

3
Ver los esquemas en página 6 de esta desgrabación.

3
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

“…cuando es a las estructuras de la lógica matemática que recurro, para definir de


qué se trata en lo que llamo discurso psicoanalítico.”4

Quiere decir que a partir de la existencia del discurso psicoanalítico, Lacan


puede articular los otros tres que forman con él los cuatro discursos, pero es
con la herramienta de la lógica matemática mediante la cual Lacan lo
constituye. Lo digo porque muchos no tienen clara la función de la lógica
matemática en la constitución de esta teoría.

Del Seminario 18, la clase 2, “El saber del psicoanalista”:

“El objeto a es lo que permite tetraedrar estos cuatro discursos. Cada uno de estos
discursos a su modo. Y es por supuesto, lo que no pueden ver. ¿Quiénes? Los analistas.
Es que el objeto a no es un punto que se localice en algún lugar de los cuatro, es la
construcción misma, es el matema tetraédrico de esos discursos.

Con lo cual, si Lacan dice que es a partir del discurso psicoanalítico, luego
aclara que es a partir de allí pero en función del objeto a. O sea, es en función
del objeto a, del discurso psicoanalítico, como se pueden constituir los otros
tres discursos para formar cuatro, con la herramienta de la lógica matemática,
porque son cuasi-matemas.

Otra cita de “Sobre la experiencia del pase”:

“Si no existiera el discurso analítico, nunca habría pensado yo el discurso del amo
como, (…) el fondo de nuestra experiencia, a saber: la estructura misma del
inconsciente; antes que yo, nadie había pensado en referir a eso el discurso del amo. Es
notable, y a mí mismo me sorprendió, que se diera allí como necesario, bajo el término
del “plus-de-gozar”, lo que en el discurso capitalista Marx supo detectar como la
plusvalía.”5

Con lo cual, observen que Lacan, en el ’73, es capaz de decir que el discurso
del amo es el discurso del inconsciente. Y es por eso que el envés del
psicoanálisis es el inconsciente.

Recordarán que la vez pasada surgió la polémica en torno a cómo giraban los
discursos, si hacia izquierda o hacia derecha, no suponiendo que fuera a la
sanfasón, según cómo cada uno lo quiera hacer; sino que en la máquina hay
un tipo de funcionamiento implícito, como si dijéramos que el reloj gira en el
sentido horario. O sea, si el reloj tiene manecillas, éstas sólo giran en sentido
horario. Cada máquina gira en un sentido. Entonces, nos habíamos planteado
hacia dónde giraba la máquina de los cuatro discursos, si hacia izquierda o
4
Lacan, J. “Conferencia en Milán”, 12 de mayo de 1972. En Lacan en Italia, Milán: La Salamandra (1978) pp. 32-
55. - Traducción castellana de Carlos Ruiz en Ficha de Pàremai Nº 001, p. 11 (www.paremai.org)

5
Lacan, J. “Sobre la experiencia del pase”. En Ornicar? 1, El saber del psicoanálisis. Barcelona: Petrel. pp. 33-34.

4
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

hacia derecha, y por otra parte nos habíamos preguntado también por dónde
se comenzaba. Yo les había planteado que se comenzaba sin lugar a dudas
por el discurso del amo, pero uno de ustedes había comentado que otro autor
había planteado que se comenzaba por el universitario.

Tenemos entonces que Lacan dice que la máquina se constituye por el


discurso analítico –del cual su envés es el discurso del amo- y que el discurso
del amo es el discurso del inconsciente. Todo esto lo desarrollaremos bastante
más. Esta máquina, que es definida en su estructura como matema, dice
Lacan que se trata de un aparato algebraico que permite una formalización del
discurso. Aclara que el procedimiento es el “cuarto de vuelta”, para los que
están familiarizados con la enseñanza de Lacan sabrán que este procedimiento
del cuarto de vuelta ya había sido trabajado por Lacan varias veces antes, por
ejemplo con el esquema Z en “Kant con Sade” 6, la estructura misma de “Kant
con Sade” se funda en cuartos de vuelta que Lacan opera sobre el esquema
Lambda.

En la página 181 del Seminario 17, lo cito para la polémica, Lacan dice
claramente que cada discurso es un cuarto de vuelta en relación con el
discurso del amo. Yo tomé para una revisión la polémica que se armó en
nuestro encuentro pasado –sobre si se parte del discurso universitario o del
discurso del amo- y revisé nuevamente todas mis notas y apuntes sobre el
problema, y ahora tengo claramente la posibilidad de demostrarles que al
menos en una cantidad muy importante y muy clara, Lacan sostiene que se
parte del discurso del amo. Un lugar donde lo sostiene es en la página 181 del
Seminario 17 en español. En la página 41 del mismo seminario dice:

“…es una permutación circular, con términos que permanecen en el mismo orden-,…”

Eso es clave: se trata de una permutación circular de elementos que


permanecen en el mismo orden.

Elisa Bellmann: perdón, pero cuando dice que cada discurso es un cuarto de
vuelta respecto del discurso del amo, ¿también se refiere al discurso analítico?

A.E.: sí, porque ahí serían dos cuartos de vuelta. Cuando hablamos del cuarto
de vuelta, no se está especificando qué cantidad de cuartos de vuelta, sino que
se refiere a ¼ -uno sobre cuatro- pero no dice si es una vez ¼ o dos veces.

Entonces, hasta la Conferencia en Milán, lo que va a ser clave para nosotros es


que los cuatro términos giran siempre en el mismo orden, es inamovible el
orden. Siempre el orden será girando hacia la derecha o hacia la izquierda,
pero nunca se podrá quitar un elemento y cambiarlo de lugar alterando el orden

6
Lacan, J.: “Kant con Sade” en Escritos 2. Buenos Aires: Siglo XXI (1988). pp. 744-770

5
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

en el que rotan, como sí hace Lacan con el discurso capitalista y he ahí el


problema: desde el discurso del amo invierte los dos términos de la derecha
(S1, $), sublevando la norma constitutiva de este aparato algebraico:

Discurso del amo Discurso capitalista

S1 S2 $ S2

$ a S1 a

La norma constitutiva que queda sublevada en el discurso capitalista es que los


cuatro elementos deben conservar siempre el mismo orden. Si no se conserva
el mismo orden, deja de ser un aparato algebraico para pasar a ser una
escritura cualquiera.

Ahora voy a entrar al problema de la obtención del funcionamiento de la


máquina, y ahí empecé a marcar para que veamos la ambigüedad discursiva
del propio Lacan, es decir, cuando Lacan sostiene que se trata de la estructura,
y cuando sostiene que se trata de la historia. Armé un conjunto de citas para
que nos encontremos con el problema y para que veamos después qué
hacemos con eso.

Elisa B.: ¿habíamos dejado establecido que el giro era siempre hacia la
derecha?

A.E.: me di cuenta de que hay un problema con decir así, “giro a la derecha” o
“giro a la izquierda”; y como nos trabamos tanto la vez pasada, me quedé
pensando bastante y me di cuenta de cuál era el problema. Por esa razón
estoy acentuando tanto hoy la conservación del orden. Porque supongamos
que yo escribiera los discursos en cualquier orden, por ejemplo así: U M H.
Uno podría decir que para pasar de U a M tendríamos que girar en sentido
horario, y que para pasar de M a H también.

U M H

Pero eso es superficial, no estamos planteando las cosas de ese modo. De lo


que estamos hablando es de cómo deben permutar las cuatro letras en ese
orden, para pasar de un discurso a otro. ¿Se ve la diferencia? Porque plantear
el sentido de los giros confunde mucho. Porque si yo escribo: UM, voy a decir

6
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

que el giro es dextrógiro, pero si escribo MU, el giro es levógiro… Planteado


así, depende de lo que yo escriba en la pizarra. Y en realidad el movimiento no
depende de lo que yo escriba en la pizarra sino del funcionamiento de la
máquina. De hecho, como el funcionamiento es circular, uno puede hacer una
secuencia de las cuatro letras, por ejemplo: M H A U M… y podría cortar en
cualquier lugar, porque el funcionamiento es circular:

M H A U M…
corte

Lo que determina la circularidad del funcionamiento, es la relación interna entre


los cuatro elementos y no cómo escriba yo en la pizarra el nombre de cada uno
de los discursos. Por ejemplo, como nombre de discurso, yo podría escribir
discurso M y discurso A, y decir que la relación entre ambos es dextrógira, lo
cual sería completamente falso, dado que no se puede pasar directamente del
discurso M al discurso A. No hay forma de pasar del M al A con un solo cuarto
de vuelta, ya que si giro a la derecha tengo H y si giro a la izquierda tengo U:

U M H

Es imposible entonces que pase de M a A. ¿Se entiende? Entonces, hay que


distinguir muy bien qué letras escribe Lacan en el pizarrón -y por qué las
escribe-, del funcionamiento de la máquina. Lo que estoy queriendo decir con
esto es que si tenemos por ejemplo un reloj de agujas, uno podría escribir en la
pizarra 1, 2, 4, 3,5… pero ciertamente las agujas no pueden hacer ese
recorrido. Uno puede escribir la secuencia de números que quiera, cualquiera,
pero la máquina tiene un funcionamiento tal que tendrá que ser 1, 2 y luego
necesariamente antes de que venga 4 en las horas, se tendrá que pasar
primero por 3. La vez pasada no establecimos esta diferencia. Van a ver que
hay capítulos del Seminario 17 donde Lacan escribe letras en la pizarra, que J.-
A. Miller reproduce en el establecimiento del seminario, sabrá Dios si
respetando o no lo que escribió Lacan, pero sea como fuese, hay secuencias
de letras escritas por Lacan que son imposibles. Son imposibles como
secuencias de la máquina. Si trabajaron conmigo “La Carta Robada”, estamos
trabajando la relación 1-3, 3-1. Porque para algunos de ustedes también
estará el problema entre prohibido e imposible. Pero conviene decir que es

7
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

imposible, con la lógica algebraica con la que estamos trabajando, aunque yo


pueda escribir cualquier cosa.

Entonces, los cuatro discursos, según Lacan, ¿qué son? Les enumero algunas
definiciones extraídas todas del Seminario 17:

Cuatro estructuras, no más

Cuatro estructuras fundamentales

Cuatro relaciones constantes

Cuatro figuras del discurso

Cuatro configuraciones discursivas primordiales

Ciertos discursos fundamentales

Este aparato de cuatro patas con cuatro posiciones puede servirnos para definir cuatro
discursos básicos

Como se darán cuenta, es un desastre, es un cataclismo total de la teoría:


básico, fundamental, primordial, mínimo, etc. Obviamente no. En la página
158 dice cuatro posiciones de discurso.

Ahora, en la otra serie de definiciones, tenemos:

Es un hecho determinado por razones históricas pág. 41 (entonces no serían


cuatro estructuras…)

Está ahí desde tiempos históricos pág. 185

En la historia pág. 91 (se refiere a que el discurso amo está en la historia)

La primera forma, el discurso de amo. Y ahí aclara: amo antiguo o Grecia, amo
moderno en el comunismo o la burocracia, y en el capitalismo, el capitalista.

Cuando dice “la primer forma” ¿qué está queriendo decir? Primero, una
cuestión: en Lacan es explícito que él hace hincapié cuando habla de amo y
esclavo, en La Fenomenología del Espíritu de Hegel. Eso es explícito, desde el
Seminario 16 y en el 17, cuando Lacan habla de amo y esclavo, hace hincapié
en esa obra de Hegel y en el mito antropogenético (del origen del hombre) del
amo y del esclavo. Con lo cual, podríamos decir que Hegel desarrolla un mito
del surgimiento del hombre, donde el hombre necesariamente surge como
hombre de a dos, y esos dos serán necesariamente, uno amo y el otro esclavo.
Eso es una cuestión. Ahora, me parece que resulta evidente para todos
nosotros, que esto –históricamente hablando- no es evidente. En la historia de
la humanidad, todo grupo humano ¿surgió necesariamente de la estructura en

8
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

la cual algunos eran amos y otros esclavos? No hay motivo alguno para decirlo.
Porque algunos habrán surgido como grupos cooperativos, como grupos
familiares, o un grupo con cuerpo colegiado de dirección y gobierno, o grupos
anárquicos con división azarosa del poder o por permutación, etc., etc. Por
otro lado, esclavo no significa alguien dominado. Porque si esclavo significase
alguien dominado, cualquiera que fuera un dominado sería esclavo, y entonces
por ejemplo no habría diferencia entre el discurso amo y el discurso
universitario, porque sabrán que para Lacan en el discurso universitario los que
están en esta posición (a) son los alumnos, que son los dominados, ya que la
posición dominante es S2. Pero planteado así, amo sería la posición dominante
y esclavo la dominada, entonces ¿sería lo mismo un esclavo que un alumno?
Es cierto que el profesor tiene sobre el alumno cierta relación de poder, pero
¿estamos diciendo que toda relación de poder, necesariamente tiene la forma
amo-esclavo? Por ejemplo, lo que caracteriza la relación amo-esclavo –tanto
en la historia como en el mito hegeliano- es que el amo es dueño de la vida del
esclavo. Un profesor –como profesor- en el ejercicio de su poder lo que puede
es aplazar al alumno, pero no lo puede asesinar (en tanto profesor, como
persona evidentemente sí podría). Pero el amo es dueño de la vida del esclavo,
o sea, es una relación de poder muy peculiar. Cuando Lacan dice que la
primera forma es la del discurso del amo, y ahí articula con el amo antiguo
¿qué está queriendo decir? ¿Que no hubo discurso del amo hasta la Grecia
Antigua? Si fuera eso, ¿está diciendo que el discurso del amo surgió en la
Grecia Antigua? Si fuera así, entonces no podemos seguir sosteniendo que es
a partir del discurso psicoanalítico que pueden establecerse los otros tres
discursos, menos que menos del objeto a. Vean entonces que hay problemas
en la vertiente histórica. Pero hay una pluralidad de veces en las que Lacan
sostiene que tiene que ver con la historia. Por ejemplo, en las páginas 19 y 20
del Seminario 17:

“S1 es, (…) la función significante en que se apoya la esencia del amo.”

Bueno, si la esencia del amo se apoya en la función del significante, entonces


lo que queremos decir mediante “amo” es potencialmente existente desde que
hay significante. Es una discusión muy difícil que nos excede enormemente.
Pero, al menos desde la perspectiva de la lingüística estructural, se puede
afirmar que toda lengua está constituida por significantes y que sus leyes de
funcionamiento son metáfora y metonimia (Saussure, Jakobson). Y ahí sí
estaríamos a nivel estructural y no nos interesaría ningún momento histórico,
porque sería desde siempre y para siempre. Pero si estamos hablando de la
función significante para la esencia del amo, entonces es seguro que no
estamos hablando del amo antiguo, porque la función significante es para toda
lengua, y el vínculo social de todo pueblo, de cualquier pueblo que hable
cualquier lengua, no es necesariamente amo-esclavo. ¿Se entiende el

9
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

problema? No necesariamente el amo, apoyado en la función significante,


coincide con el amo antiguo. Pero Lacan dice en la página 20, que el S 2, que
es el campo que le corresponde al esclavo, es el saber. Y ahí, indudable e
inexorablemente está hablando del esclavo de la época de la filosofía clásica
griega, al menos es seguro que se refiere al esclavo que dialoga en los
Diálogos socráticos. El esclavo como soporte del saber.

También observen el problema en la perspectiva histórica, en la página 13, dice


respecto de los cuatro discursos, que el discurso está en el mundo. Y si el
discurso está en el mundo, entonces no está constituido a partir del discurso
analítico y el objeto a. Sería un fenómeno mundano. Es un problema en Lacan.

En la página 93 dice, respecto del discurso del amo, que S 1 es designado


significante amo. Y que el primer enlace que Lacan va a proponer que existe es
con el S2. Así, podríamos empezar a trabajar respecto de la polémica de la vez
pasada, que el primer enlace es S1→ S2, y a S1 lo va a llamar significante amo.

Elisa B.: ¿es en este seminario donde llama por primera vez a S 1 como
significante amo?

A.E.: no tengo ese dato, no estoy seguro de si es en este seminario o si ya en


el 16 lo consideraba así. Tengo la impresión de que es en el Seminario 16,
pero no te lo puedo confirmar ahora.

Tenemos entonces que para Lacan el primer enlace es (S 1→ S2), y eso ya nos
daría una primera pista de que este es el punto de arranque, aunque luego les
voy a dar más pruebas. Lo más importante es que por primera vez (desde el
Seminario 16) Lacan va a llamar a A mayúscula, S 2.

1er. enlace: S1 → S2

Significante amo A

No hay que perder de vista que este primer enlace no corresponde a la cadena
significante S1…S2. Es decir, no corresponde a las cadenas del grafo del
Seminario 5:

Digo que no es lo mismo que en el grafo, porque: habría que sustituir primero la
estructura pentagramática por una polifonía, y segundo, porque ahí se trata de
un significante, luego otro, y luego otro, etc. Pero aquí, en este primer enlace,
S2 no es el segundo significante de la cadena significante. S 1 es un significante

10
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

que tiene la función amo respecto del conjunto de los significantes, que es S 2,
cuyo nombre es A, y que para describirlo lo llama “saber”. Y si lo llamamos
“saber” es evidente que es el conjunto de los significantes y no un significante,
ya que un significante en cuanto tal no significa nada, hace falta el conjunto de
los significantes para que pueda establecerse lo que ahí se sabe.

Entonces, los enlaces que fundan discurso son:

S1 → S2 A

$ → S1

a → $

S2 → a

Para que quede claro que Lacan se está refiriendo a otra cosa y no a la
relación de la cadena significante S1…S2, mediante este S1 y este S2 es que la
flecha va hacia un lado, mientras que entre el S 1 y el S2 de la cadena está el
vector de la anticipación y el vector retroactivo, pero en el discurso no.

Discurso: S1 → S 2

Cadena: S1 S2

No hay vector retroactivo en el discurso.

Jorge Núñez: pero podría ser que hubiera un texto antecedente a ese S 1, que
lo convierta a su vez en S2. Podría haber una cadena retroactiva que podría
convertir a esa primera argumentación de un paciente…

A.E.: pero S1 → S2 no es la primera argumentación de un paciente. No es lo


primero dicho, lo primeramente dicho. No está escrito en el sentido de que S 1
sea 1º y S2 sea 2º, sino que “S1 → S2” es una relación, no es que es primero
uno y luego otro. Hay cuatro relaciones, por ejemplo la relación “ab”, la
relación “cd”, etc. La relación es como tal un único elemento, por ejemplo “ab”.
No es que “a” viene primero y “b” viene después, no hay diacronía discursiva,
no es una forma de escribir textos, no es un álgebra que distingue estructuras
para escribir el texto de un paciente. Hasta el Seminario 16, S 2 era el segundo
significante e implicaba la reducción de una cadena significante a su estructura
fundamental. La reducción de una cadena significante a su estructura

11
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

fundamental eran dos términos y el intervalo. Esa era la reducción algebraica


de la cadena significante, y ahí, cadena significante podía querer decir discurso
concreto, o sea, lo efectivamente dicho por un paciente. Por ejemplo, “Pegan a
un niño”:

“Pegan a un niño”

cadena

S1 S2 reducción algebraica de la cadena

Y en el intervalo entre S1 y S2 ubicábamos al sujeto. Pero observen cómo


ahora esto ya no es más así, que ya el sujeto ha dejado de ser intervalar. Ahora
el sujeto es subyacente, es hypokéimenon, ya no va más en el intervalo entre
S1 y S2. Se trata de un cambio de uso por parte de Lacan de S 1 S2. Nos
podríamos preguntar por qué siguió usando las mismas letras… y no otras.
Dice que ahora llamará “A” a S2, es un cambio de movimiento en el álgebra de
Lacan. Lo aclaro así, porque para colmo, los autores, los que fundan escuela y
dirigen gran parte del movimiento psicoanalítico lacaniano en la actualidad,
sostienen que a partir de este seminario –el 17- es cuando se empieza a
practicar un psicoanálisis sin Otro. Para esos autores y los discípulos de esos
autores -que son la gran mayoría del campo de psicoanalistas lacanianos- en el
Seminario 17 es donde Lacan empieza a producir una práctica sin Otro. Y es
claro que lo pueden decir porque miran el álgebra y ven que no aparece más el
Otro. Es por eso que es muy importante no perder de vista el movimiento
realizado en el Seminario 16, explícitamente anunciado y desarrollado en
varias de sus clases, donde Lacan dice “ahora llamo al A, S 2”, con lo cual, 1 y 2
ya dejan de ser ordinales. ¿Por qué los sigue llamando así? No lo sé, no tengo
siquiera un esbozo de argumento. Para mí se trata de que Lacan iba
produciendo cambios en el transcurso del movimiento sin tener ni idea de las
consecuencias –tanto positivas como negativas- del propio movimiento, que
siempre queda para un segundo movimiento, o sea, no se puede pedir que en
el primer movimiento de algo ya se estén sacando las conclusiones de los
efectos de ese primer movimiento. Lo que pasa es que no está producido el
segundo, porque estas cosas no se cuestionan, no las cuestiona nadie, no
tenemos esa costumbre.

12
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

Retomando entonces, tenemos que con las cuatro relaciones de arriba de cada
uno de los cuatro discursos, se arman los cuatro enlaces: S 1 → S2 ; $ → S1 ;
a → $ y S2 → a.

Para que vean que los problemas siguen, en la página 134 del Seminario 17
dice “Nuestra sociedad se funda en el discurso del amo”, y ahí parecería ser una
consideración sociológica… habría otras sociedades que no se fundan en ese
discurso, pero si nuestra sociedad se funda en ese discurso, quiere decir que
nosotros nos fundamos en la Grecia Antigua. En la página 185 dice “Está ahí
desde los tiempos históricos”.

Entonces teníamos que Lacan había establecido que el primer enlace es este,
S1 → S2, eso ya lo tenemos, y en la página 34 hay una hermosa frase que dice
“Para analizarse hay que pasar por el discurso histérico”. Podríamos decir que
Lacan afirma que primero es el discurso amo, y que para llegar al analítico hay
que pasar primero por el discurso histérico,

dirección de la cura

M → H → A

recorrido del análisis

que es efectivamente lo que yo les propongo. Ya había un esbozo de esto en


la vulgata lacaniana con la frase de Lacan de “histerizar al obsesivo”.

Con lo cual, les propongo que efectivamente el recorrido es: DM, DH, DA. Y si
es un recorrido, podría ser el recorrido de un análisis o la dirección de la cura.
Podemos aprender para la práctica psicoanalítica a analizar estos argumentos
de Lacan respecto de cómo él propone que debe dirigirse una cura analítica.

En el discurso analítico, en el lugar dominante va el analista, entonces para


Lacan en el discurso analítico la relación dominante es psicoanalista-
psicoanalizante. Piénsenlo con cuidado, porque muchas veces no es lo que
decimos. Muchas veces decimos que hay o no análisis en función del
paciente, lo que a la vieja usanza eran “criterios de analizabilidad”, si alguien
era o no analizable, si había o no perspectivas de análisis en el paciente. Pero
acá la relación no está planteada de ese modo, acá el discurso analítico va a
existir en función de esta dominante (analista). Me parece que hasta se podría
pensar, en esta lógica, que Lacan está produciendo un cambio en nuestra

13
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

forma de concebir al psicoanálisis, por ejemplo: le doy fórmulas conocidas que


les gustan a todos, una definición de Lacan de qué es un psicoanálisis, es “lo
que se espera de un psicoanalista”7, con lo cual, vean que es desde el analista de
donde depende, lo que implica una alteración muy notable de los criterios.
Pero por lo general se suele decir que si un análisis no anda es por culpa del
paciente, es la tendencia, por el sostenimiento de la responsabilidad subjetiva.
Les recomiendo un artículo de David Kreszes8 que salió en la última Imago
Agenda dedicada al héroe trágico, sobre la responsabilidad subjetiva, van a ver
que es un tema de enorme interés de los lacanianos. Tema que no apareció en
psicoanálisis hasta la última década. Tan fuerte es este tema –la
responsabilidad subjetiva- que hace dos años se hizo un congreso
internacional, lleno de filósofos y psicoanalistas de todo el mundo, cuyo título
fue “Deseo de ley”. Le pregunté a uno de los convocantes por qué habían
elegido ese título –ya que yo jamás había escuchado que en psicoanálisis se
hablara, ni desde la teoría ni de ningún paciente, nada sobre que se deseara la
ley, sí de masoquismo moral, pero eso no es deseo de ley-, y esa persona no
me supo decir por qué se había puesto ese nombre al congreso. Vean cómo
las cosas se imponen solas, es muy fuerte.

Retomemos entonces: hay cuatro relaciones fundamentales que son las que
constituyen los cuatro discursos, y yo voy a plantear que es “por estructura”.
Por estructura quiere decir la estructura tal como se establece a partir de la
práctica analítica fundada en que lo contrario del psicoanálisis es el discurso
del amo, y es en función del objeto a. Planteado esto, ahora vamos a trabajar
los lugares –que Lacan también llama emplazamientos-, las funciones, las
partes de la máquina y los giros o movimientos. En el Seminario 17 entonces
habla de lugares en la página 190 y de emplazamientos en la 97. Tanto lugar
como emplazamiento, ambos implican espacio, pero no es lo mismo un lugar
en sí, que donde uno pone o deja algo. A veces le dice lugar, a veces
emplazamiento.

En cuanto a los lugares, tenemos:

agente trabajo

verdad producción

Si tenemos una habitación, y en la entrada ponemos un cartel que diga


“producción”, no nos estamos refiriendo a lo que haya adentro sino que

7
Lacan, J.: El Seminario, Libro 17. Buenos Aires: Paidós. (1999). p. 56

8
Kreszes, D., “La elección deliberada de una ley inexorable”, en Imago Agenda Nº 110. Buenos Aires: Letra Viva.
(2007). p. 30

14
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

estamos caracterizando el lugar. Lugar que puede contener lo que se produce


–y lo que se produce puede tener distintas formas- o puede no tener nada,
estar vacío. A eso se refiere con que haya un lugar llamado producción.

Los lugares de agente, trabajo, verdad y producción es algo que aparece


escrito en el Seminario 17, según la versión de Jacques-Alain Miller.

Ahora, las definiciones de los lugares. El lugar de agente, en la página 108, es


donde lo describe con mayor extensión, lo define de tres formas: lugar de
mando, lugar dominante, lugar de orden. El problema aparece con trabajo,
porque en la página 110, en trabajo, va a decir “el que trabaja”. Con lo cual, a
mi entender, aquí habría una ambigüedad con trabajador, porque el que trabaja
no es el trabajo, es el trabajador. En la página 108 define a la verdad como
lugar subyacente, y lo va a articular al subjectum que es trabajado por
Heidegger como hypokéimenon, o sea, lo que es puesto abajo, que en el
diccionario lo encontraremos también como sustrato o suposición. Suposición
nos va muy bien porque en el álgebra es lo que va puesto abajo, y también nos
viene muy bien para sujeto supuesto saber. El problema con el sujeto supuesto
saber es, nuevamente, la ambigüedad de Lacan. Cuando Lacan propone
sujeto supuesto saber, se refiere al analista. Dice que el paciente va a ver al
analista creyendo que el analista sabe, y define al analista como sujeto
supuesto saber. Pero en otra oportunidad dice que no entendimos nada y que
creímos que con sujeto supuesto saber él se refería al analista, y es cierto que
es incorrecto, puesto que sujeto supuesto saber es una propiedad de nuestra
cultura. A partir del fin del Medioevo y comienzos de la época moderna, se
empezó a suponer que el saber lo detentaba alguien. Empezó a aparecer el
autor como quien detenta el saber. Conjuntamente con eso también surgieron
las universidades. El advenimiento de la universidad es un momento muy
peculiar en nuestra cultura, es una forma muy especial de tramitar el saber, no
sólo porque es para todos, sino especialmente porque la universidad también
es un dispositivo que es capaz de producir la ilusión de que se puede medir el
saber que aloja o alberga cada uno. Con lo cual, sujeto supuesto saber es una
propiedad de nuestra cultura, y cuando nosotros contratamos a un arquitecto o
vamos a ver a un médico, o elegimos un buen ingeniero, ¿qué hacemos con
ellos? Suponemos que saben. Con lo cual, la suposición de saber es una
maniobra propia de nuestra cultura que articula al sujeto individual con el saber.
No se supone que la sociedad sepa. Esto no es algo que pase desapercibido a
las personas que se encargan del asunto, porque por ejemplo, cualquiera
puede decir, de una ONG, que para que un país progrese hay que invertir en
educación. Entonces, es muy evidente que con eso se está queriendo decir
que si se sabe, se progresa. En la lógica del sujeto supuesto saber, si invierten
en educación, podrían también decir que tendrán más tipos que saben. Pero
también se dice que el país progresa, pero si el país progresa es porque “se

15
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

sabe” más, o sea, que todo el conjunto de la sociedad sabe, es decir que aún
se conservan las ideas que nos indican que no es necesariamente la única
forma de entender al saber como estando en cada uno.

Más adelante Lacan dice que los analistas se equivocaron porque creyeron que
el sujeto supuesto saber era el analista, y efectivamente no, ya que no da
analista: da cualquier profesional. De hecho, fue en la época moderna que
surgió una versión única, nueva, de genio. En la Grecia Antigua, el genio de
Sócrates era su daimon, pero para nosotros, genio es alguien que sabe
muchísimo, más aún, que tiene dotes para saber. Adviene una figura nueva
respecto del saber, que es el genio, es una figura moderna. Lo más importante
de esta figura es que supone que alguien alberga ese saber. Lacan se rectifica
y dice que no, que es al revés: que sujeto supuesto saber es la posición del
analista, que respecto de una posible constitución de un saber, le supone a ese
saber un sujeto. Como si escribiésemos:

S2

que es como Lacan termina escribiendo sujeto supuesto saber. Con lo cual, no
es del paciente hacia el analista sino del analista al paciente, lo que tipifica
analista y paciente. Lo que tipifica el vínculo entre dos personas, que sea un
vínculo analítico, no es que alguien consulte a otro creyendo que sabe por lo
que él sufre, porque eso no tipifica a la relación analítica, ya que se puede
consultar por lo mismo a un médico, a un curandero, etc. Sino que alguien –el
psicoanalista- suponga la función sujeto respecto de un saber que se
constituye, de un saber que se establece.

Y en el lugar de la producción, para que quede claro que me parece que es


conveniente revisar la definición de trabajador de la página 110; para
producción, en la página 190 dice: la producción, lo producido, lo que produce.
Ahí ya hay un salto que no es exactamente lo mismo, pero así está en el
Seminario. En producción hay entonces “lo” producido. En trabajador iría
“quién” lo produce, y podríamos decir que en agente se ubicaría quien domina
o es el agente de que ése produzca lo que se produce. Esos son los lugares.
No es tan clara la división en lugares, funciones y partes de la máquina.

Al final del Seminario 17, en la página 182, empieza a aparecer que al lugar de
agente también se lo llama “semblante”. Al final del seminario empieza a
aparecer la pregunta que Lacan se hace de esta estructura, porque en esa
página se pregunta: al que hace actuar, ¿quién lo hace actuar a su vez? Es
decir, le empieza a vacilar a Lacan la función de agente. ¿Es cierto que sea el
amo quien hace que los esclavos produzcan? ¿Creen eso? ¿Por qué no se

16
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

escapan 5000 presos de alta seguridad, cuando sólo hay 8 carceleros, gordos,
con armas que no funcionan, y comiendo pizza? ¿Creen que son esos 8
custodios los que hacen que los 5000 no se escapen? Con que sólo se subleve
un cuarto de los presos… ¿se ve el problema? ¿Dónde está el dominio? El
analista ¿es dominante del paciente? ¿Eso se verifica? Sí, hasta el día que al
paciente se le ocurre no venir nunca más… ¿Es verdad que hay amo, o se
trata de un semblante de amo? Es una pregunta interesante el que haya amos,
o si no se trata de que hay mucha gente que quiere que haya amos y hacen el
semblante de que alguno lo es y otros hacen que son esclavos. ¿Es verdad?
No estoy diciendo con esto que no sea posible que un ejército haga
desaparecer a miles de personas, cuidado, no digo con esto que haya gente
“tonta” que se deja matar, no, no estoy diciendo eso. Digo que evidentemente
hay un problema aquí. De hecho, en la dialéctica del amo y del esclavo de
Hegel, Lacan siempre dijo que había un problema y es que en la lucha a
muerte por el puro prestigio, en la dialéctica del amo y el esclavo, comienza por
alguien que desea ser reconocido. Para Hegel, para que ese reconocimiento
valga, lo tiene que aportar alguien que también quiera ser reconocido como
hombre. Ahora, ese reconocimiento no es mutuo, no es “yo te reconozco a vos
y vos me reconocés a mí”, sino que uno tiene que doblegar al otro para que lo
reconozca o viceversa. Pero ¿cómo demuestro yo, en ese mito hegeliano, que
soy hombre? Por estar dispuesto a perder la vida animal, por lo tanto, la lucha
debe ser a muerte. Lacan dice: si los dos mueren, la dialéctica no sirvió para
nada. Para que la dialéctica sirva, uno tiene que renunciar a ser reconocido
por el otro, y Lacan dice ¿cómo se hace para que uno testimonie, dos luchando
a muerte con la espada… recuerden que es un mito antropogenético –no
habría hombre antes- cómo hacer para bajar el arma y que el otro no me mate?
¿Se entiende que tuvo que haber acuerdo previo, como el “pido” del juego de la
mancha? Eso tiene que ser pactado antes. La dialéctica tiene un defecto,
porque que uno baje la lanza reconociendo al otro como amo, no se distingue,
en una lucha a muerte, del cansancio de uno de los combatientes y que frente
a eso el otro lo mate. Para que se distinga, tiene que haber una señal, con lo
cual, la dialéctica es inconcebible, porque tiene que haber un orden simbólico
previo, que haya alguna forma de bandera blanca.

Entonces, tenemos el lugar de amo, el lugar dominante, el lugar del orden, pero
sin perder de vista que el analista hace semblante de esa función, pero lo que
caracteriza es, francamente, el sujeto supuesto saber.

Habíamos dicho que cada discurso era caracterizado por una relación y
designado en función del lugar dominante. En el Seminario 18, un año
después, en la clase 10 del 16-06-71, dice: todo discurso en tanto que discurso
del semblante. Discurso de semblante de amo, discurso de semblante de la
histérica, etc.

17
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

Ahora vamos a trabajar con las funciones. En la página 97 del Seminario 17


dice:

“Ahora escribiré, con todas las letras las funciones propias del discurso, tal como las
he enunciado.”

Y escribe:

Significante amo saber

Sujeto goce

Entonces, vean que si dijo que va a escribir con todas las letras las funciones
propias del discurso, lo que escribe es el discurso del amo. ¿Ven que Lacan
siempre arranca desde el discurso amo? Y el problema que tenemos aquí,
gravísimo, es que escribió “goce”. En algunas circunstancias escribe allí el
objeto a, pero aquí escribió goce. Lacan nunca dice “plus-de-goce”, siempre
dice “plus-de-gozar”, en francés es siempre plus-de-jouir y no “plus-de-
jouissance”, pero en la traducción al español pasó como plus-de-goce, es un
error de traducción. Supongo que se debe a que en español reina la versión de
Miller, que es casi argentino, y no la de Lacan que es francés. Pero en la
página 97 del seminario escribe allí “goce”. Si me preguntaran por qué puso
goce allí, tengo que decirles que no tengo ni la menor idea. De hecho, me
parece un error franco, porque si luego tenemos que pasar “goce” a álgebra,
habría que escribir allí “j” y no “a”, porque hay álgebra para goce (jouissance), y
es j. Me parece que Lacan está lleno, en este seminario especialmente, de
idas y vueltas discursivas donde tropieza, vuelve, se confunde, se contradice,
etc.

Hay una articulación para hacer, es compleja, es de Lacan y está varias veces,
es la siguiente: el goce del Otro es el saber. Pero ¿qué quiere decir esa frase,
que el saber sea el goce del Otro? ¿Cómo entenderla? Cómo entenderla pero
en el sentido en el que estamos trabajando nosotros, avanzando un poco,
retrocediendo otro poco, yendo hacia un lado o hacia el otro, analizando las
contradicciones, o sea, haciendo intentos de lectura y viendo cómo esto puede
incidir en nuestra clínica. Me da la impresión de que está queriendo decir que
hay una distinción entre Otro y A, siendo el Otro la encarnadura y el A el lugar
tercero evocado por todo acto de palabra. “A” puede ser designado como
orden simbólico y el Otro como el representante de A que en todo caso tiene
que haber. Esa es nuestra postulación: en todo caso tiene que haber Otro que
sea representante de A para alguien. Habitualmente sostenemos que no
adviene ese alguien si no está el Otro funcionando como encarnadura del A. El
Otro entonces tiene un cuerpo, por eso se define como la encarnadura real del

18
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

A. Pero también se podría decir que el A tiene un cuerpo, es un cuerpo de


saber. Como si supusiésemos un conjunto de significantes, cuyo movimiento,
cuya dialéctica sea designada saber. Con lo cual, uno podría decir –por fuera
del psicoanálisis- que es perfectamente concebible un goce del cuerpo de este
Otro, no el jouissance de Lacan, sino goce en el sentido común, por ejemplo,
un paciente podría decir que su madre gozaba muchísimo de escucharlo a él
tocar el violín. No objetaríamos para nada esa frase –salvo que en ese caso el
violín fuera el Wiwimacher. Y el A, ¿cómo goza? El saber es el goce del A. ¿Se
entiende la idea? Pero ahí goce está utilizado para dar cuenta de que es la
operatoria y el movimiento de los elementos que articulan saber, lo que anima
al A.

Comentario: ¿lo que anima al A como lugar simbólico?

A.E.: el A para Lacan tiene muchos nombres, es el lugar tercero evocado por
cada acto de palabra, es el lugar de la verdad, es el orden simbólico, es el lugar
de la palabra, es el que no tiene Otro, no hay Otro del A. Lacan es un autor
muy problemático. El A no tiene Otro, lo que podría escribirse así: (A) A , pero el
“no hay Otro del Otro” de Lacan, Miller lo convirtió en “no hay Otro”, que es lo
que caracteriza a la enseñanza de Miller, y como no hay Otro, toda la dinámica,
tanto del tratamiento como de la vida del paciente, es el goce. Pero eso es la
consecuencia de la lectura milleriana de Lacan como “no hay Otro”. Cosa que
puede leerse en Lacan, Lacan en el Seminario 14 dice claramente que no hay
Otro. Más adelante Lacan aclara que lo que eso quiere decir en su enseñanza
es que no hay Otro del Otro. Pero según dónde uno ponga el corte, se dirá una
cosa u otra. Con lo cual, sería una instancia de Otredad a la cual le falta otra
instancia de Otredad. Si lo quieren trabajar, si lo quieren pensar, más
extendido en el tiempo y de forma más amigable, les recomiendo “Gödel,
Escher, Bach. Ese eterno y grácil bucle”, cuyo autor es Douglas Hofstadter, hay
una versión de UNAM que es barata pero no se las recomiendo porque está
páá g. 19toda errada. La versión de editorial Tusquets es la recomendable. Es
un libro de divulgación matemática donde se trabaja el teorema de Goedel, los
dibujos de Escher y las fugas de Bach. Todo trabajado a la luz de “no hay Otro
del Otro”. Es un libro muy agradable de leer, es un best-seller, pero tiene 600
páginas. Pero es ameno. El ejemplo paradigmático es la prohibición de frotar
la lámpara de Aladino, que aparezca el genio y que cuando el genio ofrezca los
tres deseos, pedir que el tercer deseo sea poder elegir tres deseos más. Ahí lo
que trabaja muy bien es que el genio responde “tendría que preguntarle a mi
amo”. Lo que no hay es eso. No hay amo del genio de la lámpara.

Retomando el Seminario 17, dice plus-de-gozar en la página 17 (en versión


francesa). Y está escrito goce en la página 97. Cito de la página 97:

19
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

“Pues bien, este año hago la aportación siguiente –estas funciones propias del discurso
pueden hallar distintos emplazamientos. Esto es lo que define su rotación por esos
cuatro lugares, que aquí no ven ustedes designados por letras, sino tan sólo por lo que
esta vez llamo arriba, a la izquierda, abajo y a la derecha. ”

¿Entienden lo que está haciendo? Como está definiendo las funciones, no está
definiendo los lugares. Y para no definir los lugares, los define de una manera
clásica: arriba a la izquierda, abajo a la derecha, etc.

Y también tenemos las partes de la máquina. Les propongo escribirlas así:

Produce; relación fundamental


Se encuentra vinculado ∆ contraste

barrera; hay algo que obtura

A la flechita de arriba (→), en las páginas 188-189 la define como “produce”, o


sea, esa flecha quiere decir “produce”, por ejemplo, “el amo produce…”, “la
histérica produce…”, “el analista produce…”. En la 113 la define como
“relación fundamental”. En la página 97, define a la raya horizontal de la
izquierda como “se encuentra vinculado”. Y en la 188, respecto de la raya
horizontal de la derecha escribe “contraste”. Y a la cuña (∆), la llama en la
página 114, “barrera”, y en la 188 “hay algo que obtura”. Y en la página 199
aparece el esquema que ya convienen introducirlo y que es este:

Relación que no se puede escribir

Estableciendo claramente que esta relación es la que no se puede escribir.

Recuerden que Lacan iba a decir las funciones “con todas sus letras”, pero
luego las va a producir en álgebra:

20
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

S1 S2

$ a

Y siempre que Lacan produce el álgebra, la virtud de la función del álgebra en


psicoanálisis es “que se lee”. Lo que Lacan hace al escribir sujeto como $, es
que con $ está más indicado, se hace más evidente, que hay que leer, es decir,
hay que leer qué es sujeto ahí. Si ponemos la palabra, como “sujeto”, es
imposible dejar de cristalizar el significado de esa palabra en un momento de la
lengua. Y entonces, si la cristalización de significado más común para sujeto es
persona o individuo, supondremos que sujeto tiene que ver con el individuo,
mientras que con el álgebra, al menos sabemos que no sabemos y sabemos
que no lo podemos saber anticipadamente y pero también sabemos que
podremos saberlo si realizamos una lectura. Entonces, no lo sabemos de
antemano, sabemos que podremos saberlo si realizamos una lectura, pero
como esto produce una lectura interpretativa, será conjetural. O sea, nunca
será segura, es decir, jamás producirá una fenomenología. Mediante el álgebra
de Lacan, lo que prevenimos en psicoanálisis es toda fenomenología. O sea,
no habría para nosotros hechos que indiquen cosas. No habrá ningún tipo de
hecho que signifique nada para nosotros antes de que se produzca la lectura.
Una vez producida la lectura, obviamente será conjetural, porque si se produce
una lectura, también podrá producirse otra.

Todo este planteo respecto de la estructura fundamental del discurso, no hay


que perder de vista que está hecho sobre la base del discurso del amo. Todo
el arranque de la estructura discursiva es el discurso del amo.

Ahora habría empezar a trabajar el problema de los giros o movimientos, y


trabajar bien la lógica de los giros o movimientos en los cuatro discursos desde
los seminarios 16, 17 y 18. Tratar de que para nosotros la lógica de esos
movimientos tenga cierto conjunto mínimo de principios, y plantear el problema
del discurso capitalista, porque altera completamente la legalidad de esos
movimientos.

Y había pensado dejar para la segunda clase de hoy, trabajar cada uno de los
cuatro discursos, cómo las funciones de la estructura del discurso, yendo al
lugar que van en cada uno de los cuatro discursos estructurales, se designan y
funcionan de otra manera. O sea: arriba a la izquierda, en el discurso amo, S 1
se puede llamar “significante amo”. Pero en el discurso histérico, se llama
amo, no significante amo; mientras que en el discurso analítico, S 1 se llama
rasgo unario. Lo que vamos a empezar a trabajar ahora es que, sabiendo que
hay cuatro lugares y cuatro funciones, vamos a ir viendo según cómo

21
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.
Curso de Doctorado –UBA
“Del psicoanálisis como discurso: de la experiencia analítica a la estructura de discurso”
Prof. Dr. Alfredo Eidelzstein
Clase Nº 9 – Viernes 13-07-07

pensemos la estructura de los movimientos, cada movimiento que va a alojar


en una secuencia fija a los elementos en los lugares, cómo Lacan va a ir
tipificando a esos elementos en estos lugares en cada discurso, porque
cambian.

Bueno, si les parece interrumpimos ahora aquí y retomamos la próxima.-

22
Desgrabación y edición: Mariana Gomila. Versión no revisada por el autor.

También podría gustarte