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Apertura de la

sucesión.
Transmisión de
la herencia

Derecho
Privado VII

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Apertura de la sucesión.
Transmisión de la herencia.
El art. 2277 expresa que “la muerte real o presunta de una persona causa
la apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las personas
llamadas a sucederle por el testamento o por la ley…”1.

Este artículo tiene especial importancia, ya que consagra tres principios


generales del derecho hereditario:

La muerte:

 determina la apertura de la sucesión;


 transmite de manera inmediata los bienes de la persona fallecida a
sus sucesores;
 transmite la totalidad del patrimonio, excepto los derechos
inherentes a la persona.

Como la ley no quiere que la herencia quede vacante, estatuye que la


transmisión se opera en el momento de la muerte; la herencia se adquiere
ipso iure al momento de la apertura de la sucesión. Pero como tampoco se
impone la aceptación, se condiciona esa transmisión a que sea aceptada.

En el fenómeno sucesorio hasta la adquisición definitiva de la herencia,


podemos indicar ciertos momentos, algunos de los cuales coinciden
cronológicamente. Tales momentos tienen vigencia siempre que el
heredero adquiera de manera definitiva la herencia por medio de la
aceptación. Si ello no sucede, se considera que estos momentos no han
existido.

1 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la Nación.

1
Tabla 1

Apertura de la sucesión La sucesión de una persona se abre


siempre y forzosamente en el
momento de su muerte.

Vocación a la herencia Es un llamamiento en abstracto


realizado en el momento de la
muerte del causante.
Se dirige a todos los posibles
herederos. Puede ser efectuado
por la voluntad o por la ley.
Delación de la herencia Es el llamamiento concreto y
efectivo a los herederos que no
tienen obstáculo para adquirir la
herencia.
Se produce una adquisición
provisional.
Adquisición de la herencia La adquisición provisional se
consolida con la aceptación de la
herencia efectuada por el heredero
ya sea de manera expresa o tácita.

Fuente: elaboración propia

Detallados tales momentos, es necesario precisar que en nuestro derecho


–en principio– no se produce la herencia yacente. Ésta se configura en
aquellos ordenamientos jurídicos en los que la herencia se adquiere
mediante aceptación y, por lo tanto, existe un período de tiempo que va
desde la apertura de la sucesión hasta la aceptación, durante el cual la
herencia carece de titular actual. En cambio, en los ordenamientos
jurídicos –como el nuestro– la herencia se adquiere ipso iure al momento
de la apertura de la sucesión. Sin embargo, la regla no es absoluta, pues
existen algunos supuestos excepcionales que se producen por la vacancia
actual de la titularidad hereditaria o por el estado de hecho de
incertidumbre sobre la identidad del heredero, a saber:

 El heredero instituido bajo condición suspensiva: no tiene vocación


actual durante el tiempo que transcurre desde la muerte del
causante y hasta el cumplimiento de la condición, período en el cual
la herencia no pertenece al causante ni al instituido bajo condición.

2
 La institución de heredero a favor de la persona jurídica a fundarse
hasta tanto no se haya constituido.
 Cuando no hay herederos testamentarios o legítimos, o los
existentes han renunciado a la herencia y corresponde iniciar el
trámite de vacancia a favor del fisco.
 Cuando el heredero no es conocido.

Ingresando al análisis de la transmisión hereditaria, podemos individualizar


cuatro elementos:

 Transmisor: Es el causante, que debe ser una persona física, pues el


derecho de familia estudia las relaciones entre personas físicas.
 Receptor: herederos y legatarios.
 Objeto: son todos los derechos transmisibles. Los no transmisibles
no forman parte del caudal relicto (que son los bienes del causante
al momento de morir). Los derechos extrapatrimoniales se
extinguen con la muerte de su titular, mientras que los derechos
patrimoniales –en principio– se transmiten a los herederos, pues hay
derechos inherentes al patrimonio que no son susceptibles de
transmisión.
 Título o causa: esta trasmisión de derechos se opera en virtud de la
ley (lo que da origen a la sucesión legítima, ab intestado o intestada)
o por un llamado hecho por el causante por medio de un testamento
(lo que da origen a la sucesión testamentaria).

Apertura de la sucesión. Momento en que opera


La muerte real o presunta es el hecho jurídico que causa de manera
simultánea la apertura de la sucesión de la persona fallecida y la
transmisión de la herencia a los llamados a recibirla por ley o por
testamento. Una vez sucedida la muerte, la ley o la voluntad del causante
producirán el llamamiento a una o más personas para que reciban la
herencia.

La muerte real se produce con el fallecimiento de una persona, mientras


que la muerte presunta procede en el supuesto de ausencia de una
persona sin que se tenga noticias de ella durante el tiempo establecido por
la ley. En este supuesto, se requiere que sea declarada por el juez.

La determinación del momento preciso de la muerte puede tener gran


trascendencia en materia hereditaria si entre quienes mueren casi al
mismo momento, existen derechos sucesorios.

3
Supuesto de conmoriencia
Se refiere al caso en que dos o más personas que tienen derechos
hereditarios entre sí fallecen en un mismo desastre o acontecimiento
(terremoto, incendio, etc.) o en cualquier otra circunstancia (p. ej.: dos
personas fallecen en lugares diferentes sin poder determinarse quién
murió primero).

El Código Civil y Comercial, en su art. 95, presume la contemporaneidad de


los fallecimientos; esto es, que se considera que todas murieron en el
mismo instante si no es posible precisar quién falleció primero; en
consecuencia, no se puede alegar transmisión alguna de derechos entre
ellos.

Supuesto de ausencia con presunción de fallecimiento


Nuestro Código, en el capítulo 7 del título 1 del libro primero, regula lo
relativo a la presunción de fallecimiento. Tal presunción procede cuando
una persona se ausenta de su domicilio sin que se tenga noticia de ella por
el término de tres años. El plazo se cuenta desde la fecha que se tuvo la
última noticia del ausente.

En este caso, la declaración judicial del fallecimiento presunto se asimila a


la muerte comprobada. La sentencia debe contener el día presuntivo de la
muerte y, si es posible, la hora; de lo contrario, se tiene por sucedida la
expiración ese día.

La determinación de dicho día tiene gran importancia, ya que la sucesión se


considera abierta en ese momento y determinará quiénes tienen vocación
y delación hereditarias.

Respecto a la entrega de los bienes a los herederos y legatarios, el art. 91


del Código Civil y Comercial señala que recibirán los bienes del declarado
presuntamente fallecido, previa formación de inventario. Asimismo, se
dispone que el dominio debe inscribirse en el registro correspondiente con
la prenotación del caso. Entre sus facultades, pueden hacer la partición de
los bienes, pero no enajenarlos ni gravarlos sin autorización judicial.

Si una vez entregados los bienes se presenta el ausente o se tiene noticia


cierta de su existencia, queda sin efecto la declaración de fallecimiento,
procediéndose a la devolución de tales bienes a petición del interesado.

4
Por su parte, el art. 92 preceptúa que la prenotación queda sin efecto
luego de transcurridos cinco años desde la fecha presuntiva del
fallecimiento u ochenta años desde el nacimiento de la persona. Desde ese
momento, puede disponerse libremente de los bienes, y si sucediera que el
ausente reaparece, éste podrá reclamar:

a) “la entrega de los bienes que existen en el estado en que se


encuentran;
b) los adquiridos con el valor de los que faltan;
c) el precio adeudado de los enajenados;
d) los frutos no consumidos”2.

Delación de la herencia
La delación supone un llamamiento concreto a determinados herederos y
efectivo, porque con ella se adquiere la herencia, en virtud de que los
llamados carecen de obstáculos para adquirirla.

Es importante distinguir la delación de la figura de la vocación. Esta última


es un llamamiento a todos los posibles herederos, efectuado por la ley o la
voluntad del difunto. Dentro de este llamamiento, pueden existir
herederos llamados subsidiariamente o afectados por alguna inhabilidad o
ser indignos; por lo tanto, la delación presupone la vocación.

En nuestro derecho, desde la delación hay heredero, con la salvedad de


que puede dejar de serlo si renuncia a la herencia, pues se trata de un
adquirente provisional. De allí, que la delación y la adquisición provisional
se producen siempre en el mismo instante.

En conclusión, se adquiere provisionalmente la herencia como


consecuencia del llamamiento concreto y efectivo, que es la delación. Tal
adquisición no requiere la intervención de la voluntad del tercero.

Adquisición
Nuestro Código recepta el sistema de la adquisición ipso iure de la
herencia. En consecuencia, el heredero a quien se ha deferido la herencia
se hace titular de ella desde el momento de la apertura de la sucesión. Es
decir, entre la apertura de la sucesión y la adquisición no media intervalo
de tiempo alguno. Así lo determina el art. 2280 del Código Civil y

2Art. 92. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título I. Código Civil y Comercial de la
Nación.

5
Comercial, cuando prescribe que “desde la muerte del causante, los
herederos tienen todos los derechos y acciones de aquél de manera
indivisa, con excepción de los que no son transmisibles por sucesión…”3.

Como ya mencionamos, se trata de una adquisición provisional, pues el


heredero tiene la facultad de renunciar a la herencia, lo que tendrá efecto
retroactivo y, por lo tanto, se considerará que nunca ha sido heredero.
Asimismo, puede consolidar su adquisición por medio de la aceptación de
la herencia, que constituiría la aceptación definitiva, que puede ser expresa
o tácita4.

Efectos de la transmisión

La muerte, la apertura y la transmisión se producen en el mismo instante


del fallecimiento. En consecuencia:

 En ese momento debe verificarse el requisito de la existencia del


sucesor y su habilidad para suceder5. La indignidad para suceder
también se entiende referida al momento del fallecimiento.
 Los sucesores a título universal adquieren la propiedad de los bienes
hereditarios6.
 Los herederos legitimarios quedan investidos de la calidad de
herederos7.
 Nace la comunidad hereditaria, si hubiese más de un heredero.
 A partir de allí, los herederos pueden aceptar o repudiar la herencia.
Comienza a correr el plazo de veinte años para aceptarla o
repudiarla8.
 A ese instante se retrotrae el efecto declarativo de la partición9.
 Comienza a correr el curso de prescripción de las acciones
sucesorias.
 La ley que rige la sucesión es la vigente al tiempo del fallecimiento
del causante, correspondiente a su último domicilio10.

3 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la Nación.
4 Art.2293. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II. Código Civil y Comercial de la
Nación.
5 Art.2279. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la
Nación.
6 Art.2279. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la
Nación.
7 Art.2337. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título VII. Código Civil y Comercial de la
Nación.
8 Arts.2287 y 2289. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II. Código Civil y Comercial
de la Nación.

9 Art.2403. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título III. Código Civil y Comercial de la
Nación.
10 Arts.2644 y 2466. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Sexto, Título IV, y Libro Quinto, Título XI,
respectivamente. Código Civil y Comercial de la Nación.

6
 La competencia: juez del último domicilio al producirse el
fallecimiento – fuero de atracción–. En caso de un heredero único,
las acciones personales de los acreedores del causante pueden
dirigirse, a su opción, ante el juez del último domicilio del causante o
ante el que corresponde al domicilio del heredero único.

Personas que pueden suceder


El Código Civil y Comercial, en su terminología, no habla de capacidad o
incapacidad para suceder, sino que se refiere a las personas que pueden
suceder y las que son inhábiles para ello. Sin embargo, esto no implica que
desaparezca la noción de capacidad, que es la causa por la cual se puede o
no suceder.

La capacidad es la aptitud legal para ser titular del derecho a recibir por
sucesión los derechos activos y pasivos transmisibles del causante. Tal
capacidad es la de derecho y debe acreditarse al momento de la muerte
del autor de la sucesión, salvo en el caso de las fundaciones creadas por
testamento que obtengan la autorización del Estado para funcionar.

La capacidad para suceder ser rige por la ley del domicilio del causante al
tiempo de su fallecimiento.

Debemos distinguir la capacidad, de la vocación y la delación hereditaria.


La vocación implica un llamamiento virtual de todos los posibles herederos,
hecho por la ley o por el testador; la delación es el llamamiento concreto
de quien no tiene impedimento para adquirir la herencia; por ello, la
capacidad es un presupuesto subjetivo de la delación.

Para que el heredero con vocación tenga delación, es decir, el concreto y


efectivo llamamiento de la herencia y pueda adquirirla, debe ser una de las
personas autorizadas por la ley para suceder.

El art. 2279 del Código Civil y Comercial establece que:

Pueden suceder al causante:

 las personas humanas existentes al momento de su muerte;


 las concebidas en ese momento que nazcan con vida;

7
 las nacidas después de su muerte mediante técnicas de
reproducción humana asistida, con los requisitos previstos en el
artículo 561;
 las personas jurídicas existentes al tiempo de su muerte y las
fundaciones creadas por su testamento11.

En cuanto al inciso b), la persona humana debe estar concebida y nacer con
vida. Si no naciere con vida, se considera que nunca existió.

Respecto al inciso c), es dable señalar que, en un primer momento, el


Proyecto de Código hacía una remisión al art. 563, lo que implicaba
reconocer que las personas concebidas por las técnicas de reproducción
humana asistida –TRHA– luego de la muerte del causante podían
sucederlo; luego esto fue suprimido. Sólo pueden sucederlo las nacidas
luego de la muerte del causante habiendo utilizado estas técnicas y
siempre que se cumplimenten los requisitos establecidos sobre el
consentimiento informado.

La persona concebida tiene capacidad hereditaria; sus representantes


legales administran sus bienes y esos actos son válidos respecto del
heredero que resulte ulteriormente; solo que la muerte antes del
nacimiento opera una extinción retroactiva de todos sus derechos, al punto
que la ley la reputa como si nunca hubiera existido.

Con relación al inciso d), se establece que pueden suceder las fundaciones
creadas por testamento. A esto hay que relacionarlo con el art. 193 del
Código Civil y Comercial, en cuanto establece que si el fundador es una
persona humana, puede disponer su constitución por acto de última
voluntad. Como ya dijimos precedentemente, la fundación debe obtener la
autorización del Estado para poder funcionar.

Indignidad

Noción. Fundamento

La indignidad es una sanción legal impuesta en una sentencia judicial, en


virtud de la cual el heredero o legatario que ha incurrido en determinadas
ofensas contra el difunto tipificadas por la ley, queda privado de la
herencia. Por ello, no es indigno frente a cualquier sucesión, sino frente a
determinada sucesión.

11
Art. 2279. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la
Nación.

8
El fundamento de la sanción reside en:

1) la presunta voluntad del causante de excluir al indigno de la sucesión,


pues se regula la posibilidad del perdón;
2) el sentimiento de moral social.

En cuanto a la relación de la delación y la indignidad, cabe destacar que la


indignidad actúa como presupuesto de la delación, pues el declarado
indigno carece de llamamiento efectivo y, por lo tanto, no se lo puede
considerar heredero por el lapso que va desde la apertura de la sucesión
hasta la declaración de la indignidad.

Respecto a quienes pueden ejercer la acción, el art. 2283 prescribe:

La exclusión del indigno sólo puede ser demandada después


de abierta la sucesión, a instancia de quien pretende los
derechos atribuidos al indigno. También puede oponerla
como excepción el demandado por reducción, colación o
petición de herencia. La acción puede ser dirigida contra los
sucesores a título gratuito del indigno y contra sus sucesores
particulares a título oneroso de mala fe. Se considera de
mala fe a quien conoce la existencia de la causa de
indignidad12.

La acción de indignidad tiene por finalidad obtener la declaración de


indignidad, cuya consecuencia inmediata es la exclusión del heredero, al
que se considera que nunca ha sido tal. Se trata de una acción personal
que persigue la declaración de indignidad sin incluir lo relativo a
transferencia de los bienes al demandante. Por ello, cuando el demandado
se encuentra en posesión de los bienes, es conveniente ejercer también la
acción de petición de herencia a fin de que se le entreguen los bienes
hereditarios.

Esta declaración de indignidad puede entablarse como acción o excepción.


Lo primero corresponde cuando se entabla contra el indigno que se
encuentra en posesión material de la herencia; lo segundo, cuando el
poseedor material de la herencia es el heredero real, entonces éste opone
excepción por indignidad.

12 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la Nación.

9
Los legitimados activos para plantear la acción son:

 los descendientes;
 los ascendientes;
 el cónyuge;
 los herederos instituidos a fin de proteger la porción que pudiese
corresponderles;
 el fisco, si por falta del indigno tiene que recibir los bienes
hereditarios.

Respecto a los legatarios, no hay una posición unánime en la doctrina: una


parte considera que los legatarios no pueden ejercer la acción (Pérez
Lasala, 2014, p. 432); otros sí le reconocen esta acción cuando se pretende
evitar la reducción de la liberalidad (Rolleri, Pagotto y Dangeli, 2014, p. 32).

Con relación a la legitimación pasiva, pueden ser declarados indignos los


herederos llamados por ley o testamento y los legatarios. Cabe la acción
contra los herederos del indigno siempre que no hereden por
representación.

Desde otra arista, el art. 2284 prescribe que:

Caduca el derecho de excluir al heredero indigno por el


transcurso de tres años desde la apertura de la sucesión, y al
legatario indigno por igual plazo desde la entrega del legado.
Sin embargo, el demandado por el indigno por reducción,
colación o petición de herencia, puede invocar la indignidad
en todo tiempo13.

La finalidad de la norma es que no quede por tiempo indefinido sin


aclararse la situación del indigno que se encuentra en posesión material de
la herencia.

Una innovación en este punto está dada por el modo de contar el término
de caducidad, que para el heredero es de tres años desde la apertura de la
sucesión y para el legatario es de tres años desde la entrega del legado.

13 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la Nación.

10
En el primer supuesto del artículo, el heredero indigno está en posesión
material de la herencia; por ello, los demás herederos solicitan la
declaración de indignidad y el reintegro de los bienes hereditarios.

El segundo supuesto es el que procede cuando el indigno no se encuentra


en posesión material de la herencia, sino que la tiene otro heredero. El
heredero indigno demanda al heredero poseedor, quien podrá oponerle la
excepción de indignidad en todo tiempo.

Una cuestión que resulta necesario indicar es la supresión en el Código de


la figura de la desheredación y la ampliación de las causales de indignidad.
Es dable apuntar que la desheredación consistía en la privación de la
legítima a los legitimarios en virtud de una causa justa, demostrable,
taxativamente enumerada en la ley y expresada en el testamento. En los
fundamentos del Proyecto de Código, se manifestó que dichas
modificaciones (es decir, la eliminación de esta figura y el incremento de
causas de indignidad) obedecen a evitar una doble regulación para
situaciones prácticamente idénticas. Esto ha sido objeto de fuertes críticas
por prestigiosos autores que estiman que existen claras diferencias que
admiten mantener ambas instituciones, ya que en la desheredación es el
propio sujeto el que califica la conducta de su futuro sucesor; de esta
manera, puede defender la porción legítima del resto de sus sucesores
frente a alguno que no mereciera adquirir mortis causa (Rolleri, Pagotto y
Dangeli, 2014, pp. 22-23). Asimismo, sostienen que si se admite que ciertos
parientes deben recibir necesariamente una determinada porción de
bienes del difunto, aun contra la voluntad de éste, con más razón debe
asegurarse su derecho a excluir por testamento a alguien cuando medien
justas causas (Córdoba, 2014).

Causales. Consecuencias

El art. 2281 enuncia las siguientes causas de indignidad (se alternan


comentarios):

Son indignos de suceder:

 Los autores, cómplices o partícipes de delito doloso contra la


persona, el honor, la integridad sexual, la libertad o la propiedad del
causante, o de sus descendientes, ascendientes, cónyuge,
conviviente o hermanos. Esta causa de indignidad no se cubre por la
extinción de la acción penal ni por la de la pena;

11
La norma comprende los delitos dolosos; en consecuencia, no
alcanza a los delitos culposos. Dentro de los delitos dolosos, no se
limita al homicidio o tentativa como regulaba el código de Vélez,
sino que incluye un amplio espectro de hechos que afectan distintos
bienes jurídicos protegidos. Otra novedad del inciso es la
incorporación de la figura del conviviente.
 Los que hayan maltratado gravemente al causante, u ofendido
gravemente su memoria;
Esta causal es genérica por lo que serán la doctrina y la
jurisprudencia quienes establecerán las pautas sobre el alcance del
término “gravedad”.
 Los que hayan acusado o denunciado al causante por un delito
penado con prisión o reclusión, excepto que la víctima del delito sea
el acusador, su cónyuge o conviviente, su descendiente, ascendiente
o hermano, o haya obrado en cumplimiento de un deber legal;
La norma se refiere a un delito penado con prisión o reclusión,
cualquiera sea el tiempo establecido en la condena. Esta causal no
es absoluta, el mismo inciso determina los casos en que no se
configura la indignidad.
 Los que omiten la denuncia de la muerte dolosa del causante,
dentro de un mes de ocurrida, excepto que antes de ese término la
justicia proceda en razón de otra denuncia o de oficio. Esta causa de
indignidad no alcanza a las personas incapaces ni con capacidad
restringida, ni a los descendientes, ascendientes, cónyuge y
hermanos del homicida o de su cómplice;
El fundamento de esta causal es que el heredero que va a recibir una
herencia debe procurar el castigo del delincuente que ocasionó la
muerte del causante. La denuncia debe formularse dentro de un
mes de ocurrida la muerte, salvo que antes de ese término el juez ya
se encuentre interviniendo en razón de otra denuncia o de oficio.
 Los parientes o el cónyuge que no hayan suministrado al causante
los alimentos debidos, o no lo hayan recogido en establecimiento
adecuado si no podía valerse por sí mismo;
Esta causal recepta dos supuestos. Respecto a los alimentos, para
algunos autores, la causal no exige reclamo judicial o que hayan sido
fijados judicialmente (Pérez Lasala, 2014); para otros, por razones de
seguridad, sólo se configura la causal cuando media incumplimiento
de una resolución que establece la cuota alimentaria (Mazzingui,
1996).

En cuanto al supuesto de no recoger al causante en establecimiento


adecuado, la norma establece que aquel no debe poder valerse por
sí solo, pero no exige – como lo hacía el Código de Vélez– que se
encuentre demente y abandonado.
 El padre extramatrimonial que no haya reconocido voluntariamente
al causante durante su menor edad;

12
La falta de reconocimiento debe haberse dado durante la minoridad,
por lo tanto, si tal reconocimiento se efectuó después de la mayoría
de edad, lo alcanza esta causal.
 El padre o la madre del causante que haya sido privado de la
responsabilidad parental;
 Los que hayan inducido o coartado la voluntad del causante para
que otorgue testamento o deje de hacerlo, o lo modifique, así como
los que falsifiquen, alteren, sustraigan, oculten o sustituyan el
testamento; Esta causal se funda en el propósito de proteger la libre
manifestación de la voluntad del testador o el cumplimiento de esa
voluntad.

Los que hayan incurrido en las demás causales de ingratitud que
permiten revocar las donaciones14.

El art. 1571 detalla las causas de ingratitud que autorizan a revocar las
donaciones. A saber:

a) si el donatario atenta contra la vida o la persona del


donante, su cónyuge o conviviente, sus ascendientes o
descendientes; b) si injuria gravemente a las mismas
personas o las afecta en su honor; c) si las priva
injustamente de bienes que integran su patrimonio; d) si
rehúsa alimentos al donante…15

Por último, el artículo expresa que “en todos los supuestos enunciados,
basta la prueba de que al indigno le es imputable el hecho lesivo, sin
necesidad de condena penal”16. Ello sólo resulta aplicable cuando se trata
de supuestos en que la conducta del indigno implica delito.

Cabe señalar que las causales previstas en la norma son de interpretación


restrictiva, atenta a la naturaleza sancionatoria de la indignidad; además,
son de carácter excepcional y limitadas, es decir que no pueden extenderse
a otras situaciones, aun cuando sean de mayor gravedad.

Las causales pueden obedecer tanto a hechos positivos realizados por el


indigno como a omisiones o abstenciones.

El art. 2285 regula los efectos de la indignidad. Estos son:

14Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la Nación.
15Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Tercero, Título IV. Código Civil y Comercial de la Nación.
16Art. 1571. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Tercero, Título IV. Código Civil y Comercial de la
Nación.

13
Admitida judicialmente la exclusión, el indigno debe restituir
los bienes recibidos, aplicándose lo dispuesto para el
poseedor de mala fe. Debe también pagar intereses de las
sumas de dinero recibidas, aunque no los haya percibido.
Los derechos y obligaciones entre el indigno y el causante
renacen, así como las garantías que los aseguraban17.

En definitiva, una vez dictada la declaración judicial de indignidad, el


indigno es excluido de la sucesión y se considera que nunca ha heredado.

1) Efectos respecto al indigno:

Conforme a esta norma, se considera que el indigno es poseedor de mala


fe en el período anterior a la declaración judicial de indignidad y, en
consecuencia, debe restituir los bienes recibidos con todos los aumentos,
mejoras, los frutos y productos obtenidos y los que por su culpa dejó de
percibir, además de los intereses de las sumas de dinero recibidas, aunque
no los haya percibido. En cuanto a las mejoras, hay que distinguir dos
posibilidades: 1) si fueron realizadas con frutos y productos de los bienes
recibidos, debe entregarlas; 2) si fueron realizadas con dinero propio, se
aplica el art. 1938, del Código Civil y Comercial.

Desde otro costado, el indigno puede reclamar las mejoras útiles, pero
hasta el límite del mayor valor adquirido por la cosa.

Por otra parte, renacen los derechos y obligaciones entre el indigno y el


causante, pues se considera que nunca hubo sido heredero; por lo tanto,
los créditos que tenga contra la sucesión son exigibles, y lo mismo sucede a
la inversa.

Desde otra arista, el indigno no está obligado a restituir los bienes que el
causante le hubiese donado, salvo que afectara la legítima, en cuyo caso
estará sometido a reducción.

2) Efectos respecto los descendientes del indigno:

Los hijos del indigno vienen a la sucesión [del causante de éste] por
derecho de representación.
17 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la Nación.

14
3) Efectos respecto de terceros:

Las enajenaciones de los bienes hereditarios que el indigno haya realizado


antes de la declaración de indignidad son en principio válidas, sin perjuicio
de que los herederos puedan accionar contra el indigno por daños y
perjuicios.

El art. 2283 del Código Civil y Comercial, en el segundo párrafo, sienta el


principio de protección a los terceros adquirentes a título oneroso y de
buena fe.

Perdón

El perdón dado por el causante ofendido hace caer la indignidad.

Así como la indignidad debe ser probada por los herederos que se
beneficiarán con la exclusión del indigno, el perdón debe ser probado por
el ofensor.

El artículo 2282 regula que “el perdón del causante hace cesar la
indignidad. El testamento en que se beneficia al indigno, posterior a los
hechos de indignidad, comporta el perdón, excepto que se pruebe el
desconocimiento de tales hechos por el testador”18.

De la norma se desprende que el perdón puede hacerse por testamento;


sin embargo, algunos autores señalan que esto no impide receptar otros
medios.

Por otra parte, no es necesario que en el testamento conste de manera


expresa el perdón; se aceptan también los casos en que el testador
instituyó heredero o legatario a quien incurrió en una causal de indignidad,
pues se presume iuris et de iure que ha tenido conocimiento de ese hecho
y lo ha perdonado.

18 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la Nación.

15
Referencias
Córdoba, M. (2014). Introducción a nuevas normas del derecho sucesorio en el
Código Civil y Comercial de la Nación [Suplemento especial nuevo Código Civil y
Comercial]. Buenos Aires: La Ley. Recuperado de:
http://www.laleyonline.com.ar/maf/app/documentVM?&src=laley&srguid
=i0a
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