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CUESTIONAR LAS ACCIONES QUE HAN TENIDO LOS PARTIDOS POLITICOS, TANTO EN LA

CAMARA DE DIPUTADOS COMO EN EL SENADO DE LA REPUBLICA, PARTIENDO DESDE EL


CUESTIONADMIENTO: ¿PARLAMENTARISMO O PARTIDOCRACIA?

CONTROVERSIA Y POLEMICA EN LA PRAXIS.


Ante una falta desmedida de credibilidad y una creciente sensación apolítica resultada de
varios fallos en el sistema político nacional, los cuestionamientos y la aversión se han
convertido en un tema importante a desarrollar.
Tomando como raíz el surgimiento de la gran mayoría de partidos políticos actuales,
podríamos incluso afirmar que se trata de lo mismo que hemos visto durante años pero con
un nombre y color distinto. Solo por citar un ejemplo, se puede mencionar el caso del
Partido Movimiento Ciudadano, fundado por el hoy (Elecciones Presidenciales 2018),
candidato presidencial por el partido Movimiento de Regeneración Nacional en el año de
1998 bajo el nombre de Convergencia Democrática. Este se constituyó como partido
político con el nombre de Movimiento Ciudadano, presidido entonces por Dante Delgado
Rannauro de 1999 a 2002; quien a su vez en 1995 fue procurador agrario y coordinador de
la Comisión para el Bienestar Social y Desarrollo Económico Sustentable para el Estado de
Chiapas. Poco tiempo después, fue encarcelado acusado de daño patrimonial al Estado
cuando se desempeñó como gobernador de Veracruz; después de poco más de año y
medio, fue liberado.
En ese mismo tenor se podrían mencionar también a Varios gobernadores pertenecientes
a los partidos políticos PAN y PRI, o que en su defecto vieron su auge como militantes de
los antes mencionados y hoy desfilan en alguno de los partidos de la “nueva ola política”,
quienes han sido acusados de diversos delitos por mal uso de los fondos públicos, unos
fueron encarcelados, otros están procesados y otros están prófugos de la justicia mexicana,
lo cual ha desmoronado por completo a la credibilidad del sistema democrático partidista.
Los partidos se han desprestigiado a sí mismos por todo el sistema de gubernamental
nacional. Derivado de muchos eventos sin esclarecer, han proliferado organismo e
instituciones encargados de vigilar el correcto manejo de todo funcionario público y de las
dependencias que a su cargo estén. Es interesante también que a su vez, en toda
dependencia oficial existe un equipo de auditores que revisan las cuentas públicas; hay
contralores que vigilan el cumplimiento de reglamentos y manuales de operación, hay
comités de adquisiciones y comités internos de vigilancia, lo anterior con el único fin de
evitar cualquier acto de corrupción. Existen también Comisiones de Derechos humanos que
vigilan que no se cometan abusos entre gobernantes y gobernados. Todos estos serían
innecesarios si el ser humano se comportara con sentido humanista sin necesidad de ser
vigilado y sancionado. Y más aún si se trata de representantes de la sociedad.
El costo de todos estos organismos de vigilancia y supervisión es muy similar al destinado a
la operación en sí; todo derivado de la degradación de la moral, de la honradez y de una
cada vez creciente falta de espíritu de servicio. Si cada uno de los funcionarios se condujera
con honestidad toda la infraestructura burocrática para controlarlos, simplemente saldría
sobrando. Al día de hoy se cuenta ya con un muy moderno Sistema Nacional Anticorrupción
que, en un futuro también requerirá de otro organismo que lo vigile.

Entonces queda por decir que estos entes que vigilan a sus antecesores, ¿o no es así?. Al
analizar a fondo los números y los resultados tenemos las siguientes cifras: Cada una de las
comisiones nacionales de vigilancia, cuentan con un representante propietario y un
suplente por cada uno de los partidos políticos nacionales y las comisiones locales y
distritales cuentan con un representante propietario y un suplente en cada uno de los 300
distritos electorales en que se divide el país. Al mismo tiempo para asegurar la certeza
democrática contamos con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, además
tenemos tribunales estatales electorales y tribunales locales electorales, lo cual lejos de
haber sido una solución pronta, en ningún momento ha garantizado ejercicios electorales
libres de algún tipo de presunción.

Una vez más nos encontramos ante una situación augurada y que hasta el momento no ha
encontrado alternativas viables de solución. A principios del siglo XX Max Weber recorrió
los territorios protestantes de la Costa Este de los Estados Unidos y en 1918 advirtió que el
gran financiamiento a los partidos llegaría a constituir un serio problema democrático ya
que desde su tesis siempre habría alguien poderoso, tentado a obtener más poder aun.
Incluso el considerado por muchos como el mayor teórico de la normativa jurídica
occidental, Hans Kelsen, afirmo desde 1920 que la “democracia moderna iba a descansar
seriamente sobre los partidos políticos”.

Hablando de finanzas contemporáneas, se puede mencionar que de igual manera para las
elecciones más próximas (2018) el monto aprobado ha sido histórico en comparación con
ejercicios anteriores. Y esto ha quedado demostrado que no es garantía de una aplicación
correcta de lo que conocemos como democracia como en su momento llego a aseverar el
actual consejero presidente del INE, Lázaro Córdoba, quien además se pronunció a favor
del financiamiento público como vía para fortalecer la participación ciudadana y evitar la
infiltración de recursos de dudosa procedencia en los procesos electorales. No sin antes
también aclarar que el monto destinado es producto de la aplicación de una fórmula que la
norma constitucional establece y no responde a una determinación arbitraria del instituto.
Vale destacar que los partidos que más recursos económicos recibirán son, en orden
decreciente: el PRI, 1 mil 689 millones 590 mil 77 pesos; el PAN, 1 mil 281 millones 114
mil 450, y el PRD, 773 millones 583 mil 685 pesos.

Lo anterior cobro mayor relevancia ante los desastres naturales que acontecieron en el
país durante los meses previos y durante la liberación de este presupuesto pues en los
temblores, inundaciones, etc., mucho se ha exigido por parte de la sociedad para que los
partidos políticos, y la clase política en si eviten a toda costa lucrar con el luto social. Por
ello que en los días que siguieron a la catástrofe, se lanzó una propuesta a través del
portal Change.org donde ciudadanos y organizaciones sin fines de lucro exigían al Instituto
Nacional Electoral (INE) que se donaran los casi 7 mil millones de pesos destinados a los
partidos políticos para sus respectivas campañas electorales. Exigencia que deja en claro la
perspectiva que tiene la sociedad sobre el destino que se le da al erario público

REFERENCIAS

 Oñate Pablo. (2008). “Manual de Ciencia Política”.Coordinación de Rafael


del Águila. España. Editorial Trotta.
 Keane John. (2009). “The Life and Death of Democracy”. Reino Unido.
Editorial Simon & Schuster.
 Moran Torres Enoc. (2017). “Decifrando la Partidocracia Mexicana”. Mexico.
Editorial Porrua
 García José Adán. (s.f.). “Democracia Real, Partidos Políticos y
Partidocracia”. Recuperado de: https://bit.ly/2HXkQdE
 “Frente a la Partidocracia: El Regreso de los Patriotas”. (Mar. 13, 2015).
Recuperado de: https://bit.ly/2pziydo
 “Algunas Reflexiones sobre la Partidocracia”. (May. 05, 2017). Recuperado
de: https://bit.ly/2ueh7Xi
 “La Importancia de los Partidos Políticos en las Sociedades
Contemporáneas”. (Universidad Nacional Autónoma de México s.f.).
Recuperado de: https://bit.ly/2DNmFaV
 Navarro María Fernanda. (2018). “México Tendrá en 2018 las Elecciones
más Caras de su Historia”. Recuperado de: https://bit.ly/2FtbIgC
 “Fiscalización y Rendición de Cuentas”. (Instituto Nacional Electoral. s.f.).
Recuperado de: https://bit.ly/2HZlS9h

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