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FACULTAD DE PSICOLOGÍA

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

TITULO

Bulimia en la Adolescencia

AUTORES:
Ibañez Flores Miriam Alexandra
Davila Ramirez Caterin
Rios Saldaña Ruly Franz

ASESORA:

TARAPOTO – PERÚ
2016
TRANSTORNOS ALIMENTICIOS ADOLESCENSIA
Dedicatoria

Esta monografía la dedicamos a nuestros padres, que con su ejemplo y cariño nos
apoyan en todo momento y fueron ellos nuestro impulso para empezar con esta esta
para nuestras vidas.
Agradecimiento

A Dios, por brindarnos la dicha de la salud y bienestar físico y espiritual


A nuestros padres, como agradecimiento a su esfuerzo, amor y apoyo
incondicional, durante nuestra formación tanto personal como profesional.
A nuestra docentes, por brindarnos su guía y sabiduría en el desarrollo de este
trabajo.
Índice
Introducción

Escogimos el tema de los trastornos alimenticios porque nos llaman la atención esta
enfermedad, ya que a nuestra edad son muy comunes, puesto que estamos en la etapa
de la adolescencia y nos importa mucho la apariencia y forma física de nuestro cuerpo.
Es importante conocer estos trastornos y sus consecuencias para que a nosotros no
nos pueda llegar a pasar. Pero lo más importante es que como profesionales tendremos
que ayudar a personas que estén pasando por este trastorno, y para poder servir de
ayuda a su solución emocional y psicológica.
El objetivo es que todos aprendamos sobre los trastornos, porque son malos para
nosotros; pero sobre todo el objetivo es que todos estemos informados y que este
trabajo expositivo cumpla su función.
Dentro de las características, que a nuestro juicio parecen más centrales de la
adolescencia se encuentra el juego de identificaciones y la tendencia vulnerable de los
adolescentes, estos factores se conjugan determinando la perspectiva que el joven
tomará de este mundo que comienza a conocer.
En el siguiente trabajo nos referiremos específicamente al problema de los trastornos
alimenticios que abordaremos desde el plano psicoanalítico, social y biológico.

Los trastornos alimenticios que suele producirse en la pubertad o en la adolescencia y


sobre todo y de forma predominante en el sexo femenino. A menudo se presentan
conjuntamente anorexia y bulimia en una misma persona en períodos alternados.
Se manifiesta por un comer desmesurado, acompañado de vómitos, adelgazamiento en
ambos casos de pérdida de las reglas, disminución alarmante de minerales importantes
e indispensables para la vida, sobre todo del potasio.

Hablaremos sobre los trastornos alimenticios, sus síntomas, causas, complicaciones los
efectos que trae consigo y el cual es muy peligro en nuestra edad, perjudicando no solo
a los adolescentes, sino a todo su entorno, poniendo en riesgo su futuro.
Capitulo I
TRASTORNOS ALIMENTICIOS
El interés por los trastornos alimenticios se inició en la mitad de los años 70 al publicarse
una serie de informes describiendo el “síndrome de atracones y purgas” entre
estudiantes universitarias americanas. El trastorno capto aún más la atención con la
publicación de un artículo titulado “bulimia nerviosa: una variable nefasta de la anorexia
nerviosa” escrito por el Dr. Russell de Londres, una autoridad en el campo de la anorexia
nerviosa como un trastorno (Russell, 1979).

Hay una tendencia a mantener el peso del cuerpo de forma muy estable a lo largo de la
edad adulta. Pueden darse fluctuaciones del peso de forma normal, pero se mantiene
un patrón equilibrado entre reservas energéticas, ingesta y gasto. Las reservas
energéticas pueden reducirse dependiendo de circunstancias externas o ambientales o
de la voluntad del sujeto. En estos casos, la disminución en la concentración plasmática
de metabolitos necesarios para el buen funcionamiento celular se traduce en estímulos
específicos sobre los centros nerviosos que regulan el hambre y la saciedad, con la
finalidad de recuperar la ingesta. A su vez se produce un enlentecimiento del
metabolismo basal en un intento de conservar al máximo las reservas energéticas.

Desde siempre en la historia de nuestra cultura encontramos trastornos alimenticios


desordenados. Excepto en las últimas décadas y únicamente en los países más
desarrollados, comer suficientemente ha sido el privilegio de unos pocos. El sobrepeso
era signo de poder y salud, y posiblemente por esta razón, en la antigüedad los
banquetes, donde se comía y bebía exageradamente, tuvieron un marcado carácter
social y sagrado. Durante estos ágapes el vómito era el remedio más común para poder
reinicias la comilona.

Además de la restricción alimentaria condicionada por las penurias económicas el ayuno


tenía un carácter religioso penitencial. Los primeros cristianos y los místicos lo practican
como auto punición, la penitencia, rechazo del mundo y medio para lograr un estado
espiritual mas elevado.

Entre estos trastornos alimenticios tenemos la anorexia de nuestra historia es Catalina


de Siena, a los siete años refiere la primera visión de Jesús y al mismo tiempo comienza
a rechazar la comida, se impone penitencias, renuncia al mundo y desde la adolescencia
ya solo se alimenta de hierbas y algo de pan.

Ingresa en la Orden de las Dominicas, mantienen dietas muy restrictivas que acentúa
con conductas de purga, que describe minuciosamente en su diario. Tras diversos
avatares personales, se siente fracasada ante el cisma de occidente, deja de
alimentarse totalmente y muere.
En 1873, Gull en Londres y Lassegue de Paris, hacen descripciones completas de
cuadros anoréxicos. Los dos autores consideran la histeria como causa del trastorno y
así la denominan: Anorexia Histerica, Lassegue y Apepsia Histerica.

Desde los años sesenta se han multiplicado los trabajos sobre la anorexia, lo que
demuestra un notable interés de los investigadores sobre el tema, las líneas terapéuticas
se han diversificado y en la actualidad se tiene una visión más pragmática y heterodoxa
del problema, considerando que en la génesis del trastorno deben influir una serie de
factores concatenados, psicológicos, biológicos y sociales que en un momento concreto
desencadena el trastorno.
1.1. Conceptos Básicos
Un trastorno de la alimentación es una enfermedad que causa graves perturbaciones
en su dieta diaria, tales como comer cantidades muy pequeñas o comer en exceso. Una
persona que tiene un trastorno de la alimentación puede haber comenzado por comer
pequeñas o grandes cantidades de comida, pero en algún momento el impulso de comer
más o menos se disparó fuera de control. Angustia severa o preocupación por la forma
o el peso del cuerpo también se pueden caracterizar como un trastorno de la
alimentación.

Los trastornos de la alimentación generalmente aparecen durante la adolescencia o


adultez temprana, pero también se pueden dar durante la niñez o la adultez avanzada.
Los trastornos de la alimentación más comunes son la anorexia nerviosa, bulimia
nerviosa y el trastorno por atracón. Los trastornos de la alimentación afectan tanto a los
hombres como a las mujeres.

Los trastornos de la alimentación son enfermedades reales y tratables. Con frecuencia


coexisten con otras enfermedades como la depresión, el abuso de sustancias o los
trastornos de ansiedad. Otros síntomas, que se describen en la siguiente sección
pueden ser potencialmente mortales si la persona no recibe tratamiento. Las personas
con anorexia nerviosa son 18 veces más probables de morir a una edad más temprana
en comparación con las personas de edad similar en la población general.

Se denomina trastornos alimenticios o alimentarios se refiere a aquellos trastornos


psicológicos que derivan en anomalías graves en el comportamiento de la ingesta de
alimento, es decir que la explicación de estos trastornos se encuentra en una alteración
psicológica. Se entiende, al pensarlo así, que el síntoma externo podría ser una
alteración de la conducta alimenticia (dietas prolongadas, pérdida de peso...) pero el
origen de estos trastornos se tendría que explicar a partir de una alteración psicológica
en insatisfacción personal, miedo a madurar, eleva-dos índices de autoexigencia, ideas
distorsionadas sobre el peso o la comida.

Un trastorno hace referencia a un conjunto de síntomas, conductas de riesgo y signos


que puede presentarse en diferentes entidades clínicas y con distintos niveles de
severidad; no se refiere a un síntoma aislado ni a una entidad específica claramente
establecida.

Los trastornos alimenticios se presentan cuando una persona no recibe la ingesta


calórica que su cuerpo requiere para funcionar de acuerdo con su edad, estatura, ritmo
de vida, etcétera.
Los principales trastornos alimenticios son la anorexia, la bulimia y la compulsión para
comer, del que no hablaremos mucho aquí.

La anorexia se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de alimentos indicada


para el individuo en relación con su edad, estatura y necesidades vitales. Esta
disminución no responde a una falta de apetito, sino a una resistencia a comer, motivada
por la preocupación excesiva por no subir de peso o por reducirlo.

En la bulimia el consumo de alimento se hace en forma de atracón, durante el cual se


ingiere una gran cantidad de alimento con la sensación de pérdida de control. Son
episodios de voracidad que van seguidos de un fuerte sentimiento de culpa, por lo que
se recurre a medidas compensatorias inadecuadas como la autoinducción del vómito,
el consumo abusivo de laxantes, diuréticos o enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno
prolongado.

En la compulsión para comer se presenta el síntoma del atracón sin la conducta


compensatoria. Por ello, quien lo padece puede presentar sobrepeso; quienes
presentan anorexia o bulimia piensan casi exclusivamente en cuánto y cómo comen o
en dejar de hacerlo, y están pendientes de su imagen de manera obsesiva, piensan
mucho en cómo y en cómo son vistos por los otros. Detrás de estos comportamientos
hay una preocupación absoluta por el peso, por no engordar, por mantener una
delgadez extrema o conseguir una mayor. La imagen corporal de sí mismo está
distorsionada y no corresponde a la realidad.

Una misma persona puede presentar diversos comportamientos y en muchos casos es


frecuente encontrar las conductas alternadamente por periodos de tiempo específicos;
la mayor incorporación de comportamientos patógenos puede indicar el avance del
padecimiento.

1.2. Quienes lo Padecen

Los trastornos alimenticios se inician o presentan principalmente en adolescentes y


púberes; muy probablemente, las personas de mayor edad que los padecen iniciaron
conductas sintomáticas en esta etapa de su vida. Las edades de aparición o de inicio
del trastorno van desde los 12 hasta los 25 años y la frecuencia aumenta entre los 12 y
los 17. La expansión de los padecimientos ha implicado también su aparición en edades
cada vez más tempranas.

Los trastornos alimenticios presentan tanto en hombres como en mujeres y aunque la


cantidad de mujeres que los padecen es muy superior a la de hombres, en los últimos
años el número de casos de hombres ha aumentado en forma constante.
De igual modo, ha aumentado la atención que los medios de comunicación y los
profesionales prestan a este hecho, lo que remite al tiempo cuando los trastornos
padecidos por mujeres empezaron a llamar la atención.

El diagnóstico de los trastornos alimenticios en hombres se enfrenta con ciertos


prejuicios sociales que también prevalecen en el personal de salud: algunos médicos
suponen que ser mujer es condición indispensable para presentarlos y que sólo ellas
los padecen. Comer demasiado y estar pasado de peso resulta culturalmente más
aceptable y menos notorio en el caso de los hombres, por lo que el trastorno puede
pasar inadvertido.

Son casi exclusivamente las mujeres quienes padecen anorexia y bulimia. El 90-95%
de las personas afectadas son mujeres; de cada 10 personas que presentan anorexia o
bulimia, 9 son mujeres.

En las mujeres los trastornos alimenticios se presentan particularmente en la pubertad


y se asocian con lo que ésta representa para ellas:

• Les resulta particularmente difícil aceptar los cambios físicos y el aumento de


grasa porque sus cuerpos se desarrollan de manera contraria a las normas
de belleza establecidas socioculturalmente y que son reproducidas y
difundidas por los medios de comunicación.
• Su sentido de identidad y su imagen están más fuertemente influidos por
aspectos relacionales: lo que piensan, esperan y dicen los otros influye en
gran medida en el sentimiento de sí, y esto se incrementa en la adolescencia.
• El desarrollo de habilidades y logros escolares lo viven con mayor auto
exigencia y preocupación.
• El proceso de inicio de independencia, propio de la adolescencia, lo viven de
manera más conflictiva; las niñas enfrentan mayores tensiones individuales
y diferencias interpersonales con los padres que los varones.
• Los roles sociales y biológicos para los que se las prepara en la adolescencia
son más ambivalentes. Sus cuerpos se desarrollan para ejercer una
sexualidad adulta y ser madres; pero esta capacidad adquiere en la sociedad
urbana actual un valor incierto: está cada vez más difundida la idea de que
la maternidad limita sus posibilidades de realización profesional y esto las
encierra en el ámbito de lo doméstico. Si la mujer posee una musculatura
masculinizada, muestra mayor competitividad y empuje, pero ello actúa en
contra y a costa de sus caracteres biológicos femeninos ligados a su
identidad sexual y a funciones igualmente exigidas.
En el caso de los hombres, la pubertad actúa en el sentido contrario: los acerca al ideal
cultural de la masculinidad, tanto en términos biológicos como sociales. Los hombres
con trastornos alimenticios suelen expresar preocupación, percepciones de su cuerpo e
ideales estéticos en términos considerados como femzeninos. Goldman cita el caso de
Andrés, de 20 años de edad: “quería controlar la comida, no sabía controlarme, me
agarraban atracones y entonces, tengo sentimientos de culpa y vomito”, “era obeso, me
decían corcho, me cargaban porque era bajito y gordo”, “tengo diagnóstico de bulimia,
hago mucha gimnasia, me doy atracones, duermo hasta olvidar, soy bulímico y antes
era anoréxico”.

Entre los hombres empiezan a difundirse ideales de belleza y de delgadez a través de


revistas especializadas, de la promoción de productos como maquillajes y moda
masculina para personas delgadas; estos factores pueden influir en un incremento del
índice de trastornos alimenticios entre la población masculina, pero el peso de este
elemento y su relación con otros considerados de riesgo no está tan difundido
socialmente ni tan interiorizado en los varones como lo está en el caso de las mujeres.

Tanto para los hombres como para las mujeres la adolescencia representa un momento
importante en el proceso de definición de la identidad y orientación sexual, este factor
también puede intervenir en el desarrollo de los trastornos alimenticios.

La anorexia y la bulimia también están fuertemente vinculadas a un ideal estético de


belleza femenina construido socialmente y difundido ampliamente por las expectativas
colectivas, los cánones de la moda y los medios de comunicación en los que la obtención
de la delgadez se vincula directamente con la idea del éxito y la aceptación del entorno.

Así, relaciones sociales conflictivas vinculadas a los roles de la mujer encuentran una
expresión simbólica en el cuerpo y su relación con los alimentos.

En las sociedades urbanas actuales se establece tanto para hombres como para
mujeres un modelo corporal único: delgado, fuerte, andrógino, joven, uniforme; no es un
cuerpo natural, sino que se adquiere con dietas, ejercicio, cirugía y el consumo de
ciertos productos. En la mujer esta exigencia es más grande e implica mayores
contradicciones que en el hombre: ser eternamente adolescentes y al mismo tiempo
madres; físicamente jóvenes pero con la experiencia de la madurez, tener un cuerpo
esbelto, hermoso y atractivo sin dejar de ser inteligentes, hábiles y astutas y ser
pasionales pero sin perder el autocontrol, son algunas de las demandas contradictorias
que se le hacen a la mujer en las sociedades actuales.
Aunque la mujer ha accedido en algunas esferas a un mayor grado de equidad frente al
hombre, su cuerpo no ha dejado de ser visto como objeto de consumo. Las mujeres de
hoy deben adquirir una imagen de independencia y exhibirse como objetos vendibles en
un mercado de consumo cada vez más exigente, competido y contradictorio. Tener un
cuerpo esbelto no es sólo responder a un canon de belleza, sino estar dentro del
mercado. La amenaza no es ser fea o gorda, sino quedar marginada en un mundo donde
no se es ni se existe si no se responde al código social. Anorexia y bulimia parecen
haberse transformado a tal grado en el paradigma del género femenino que algunos
expertos se abstienen de difundir los síntomas de la enfermedad, lo que se convierte en
su promoción más que en su prevención.
Capitulo II
II. ADOLESCENCIA

Aproximadamente a los 10 años de edad, los niños y las niñas comienzan un largo
periplo a través de la adolescencia. Con sus senderos escarpados e indefinidos, este
fascinante viaje puede resultar agotador y confuso, revitalizador y apasionante.
Señala el comienzo de una búsqueda de la identidad y de un camino para darle un
sentido a la vida y encontrar un lugar en el mundo. Se calcula que en el mundo hay
1.200 millones de jóvenes de entre 10 y 19 años de edad, la mayor generación de
adolescentes de la historia. Más de cuatro quintas partes de ellos viven en países en
desarrollo, especialmente en zonas urbanas. Publican periódicos y revistas, dirigen
negocios, son elegidos dirigentes de sus escuelas y comunidades. Muchos de ellos
llevan las riendas de un hogar, cuidan de hermanos pequeños y de progenitores
enfermos, educan a sus compañeros sobre los desafíos de la vida y la mejor manera
de protegerse frente a las enfermedades, entre ellas el SIDA, y sobre las conductas
peligrosas como el tabaquismo. Muchos también trabajan 15 horas al día en fábricas
y campos, arriesgan sus vidas en conflictos armados y se casan y tienen hijos siendo
todavía ellos mismos unos niños. Son imaginativos y están llenos de energía y de
pasión por el mundo y por el sitio que ocupan en él. Lo que les suceda a estos jóvenes
nos afecta a todos.

Este segundo decenio de la vida es una de las transiciones más complejas de la


existencia; sólo la infancia supera a esta etapa en cuanto a ritmo desenfrenado de
crecimiento y cambio. Desde el punto de vista físico, los niños pasan, de un día para
otro, de ser pequeñas criaturas a convertirse en muchachos de largas piernas y
brazos. Maduran sexualmente. También desarrollan la capacidad de razonar con
ideas más abstractas, de explorar los conceptos del bien y del mal, de desarrollar
hipótesis y de meditar sobre el futuro. A medida que salen al mundo, los adolescentes
adoptan nuevas responsabilidades, experimentan nuevas formas de hacer las cosas
y reclaman con impaciencia su independencia. Comienzan a cuestionarse a sí
mismos y a los demás, y a advertir las complejidades y los matices de la vida. También
empiezan a pensar sobre conceptos como la verdad y la justicia. Los valores y
conocimientos que adquieren con los años les beneficiarán inmediatamente y a lo
largo de sus vidas. Durante la adolescencia, los jóvenes establecen su independencia
emocional y psicológica, aprenden a entender y vivir su sexualidad y a considerar su
papel en la sociedad del futuro. El proceso es gradual, emocional y, a veces,
perturbador. Un joven puede sentirse desilusionado, decepcionado y herido en un
determinado momento y, poco después, eufórico, optimista y enamorado. A la vez
que luchan con cambios físicos y emocionales, los adolescentes de hoy deben
también hacer frente a fuerzas externas sobre las que carecen prácticamente de
control. Los imperativos de la cultura, el género, la mundialización y la pobreza han
empujado a millones de adolescentes de forma prematura a asumir funciones y
responsabilidades propias de adultos. La guerra y los disturbios civiles, el VIH/SIDA,
la industrialización, la urbanización y el creciente desempleo han socavado
gravemente la educación y el desarrollo de millones más. A medida que desaparecen
las redes sociales tradicionales, la estructura de la familia se remodela y a veces se
viene abajo, y la capacidad de los sistemas de apoyo de la familia y la comunidad
disminuye. Al ver cómo su mundo pierde seguridad, coherencia y estructuras, los
adolescentes se ven abocados con demasiada frecuencia a hacer elecciones difíciles,
casi siempre sin nadie que los ayude. El proverbio swahili “Un hijo será lo que se le
ha enseñado” ilustra cuánto aprenden los jóvenes de los ejemplos que les dan las
personas que hay a su alrededor. Muchos de los riesgos que asumen los
adolescentes no son tanto un reflejo de sus propias actitudes y deseos, sino más bien
la consecuencia de presiones que ejercen sobre ellos algunos adultos, por sus formas
de comportamiento abusivas y explotadoras, por los ejemplos que establecen y por
las políticas que crean. En un momento en que los niños y las niñas se están
transformando en hombres y mujeres, quizás las más influyentes de todas las
presiones a las que están sometidos sean los estereotipos de género. Las mujeres
jóvenes pueden llegar a pensar, por ejemplo, que sólo se les considerará adultas
cuando se casen y que incluso entonces se espera de ellas que sean sumisas y
obedientes, y no decididas y activas. Los hombres jóvenes a menudo asumen que se
considera viril ejercer autoridad y control sobre niñas y mujeres, e incluso es
apropiado abusar de ellas y tratarlas con violencia.

2.1. Conceptos Básicos

La adolescencia es una etapa entre la niñez y la edad adulta, que cronológicamente


se inicia por los cambios puberales y que se caracteriza por profundas
transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, muchas de ellas generadoras de
crisis, conflictos y contradicciones, pero esencialmente positivos. No es solamente un
periodo de adaptación a los cambios corporales, sino una fase de grandes
determinaciones hacia una mayor independencia psicológica y social.

Es difícil establecer límites cronológicos para este periodo; de acuerdo a los


conceptos convencionalmente aceptados por la Organización Mundial de la Salud, la
adolescencia es la etapa que transcurre entre los 10 y 19 años, considerándose dos
fases: la adolescencia temprana (10 a 14 años) y la adolescencia tardía (15 a 19
años).

2.2. Características de la adolescencia temprana

Esta etapa se caracteriza por el crecimiento y desarrollo somático acelerado, inicio de


los cambios puberales y de los caracteres sexuales secundarios. Preocupación por
los cambios físicos, torpeza motora, marcada curiosidad sexual, búsqueda de
autonomía e independencia, por lo que los conflictos con la familia, maestros u otros
adultos son más marcados. Es también frecuente el inicio de cambios bruscos en su
conducta y emotividad.

2.3. Características de la adolescencia tardía

En esta fase se ha culminado gran parte del crecimiento y desarrollo, el adolescente


va a tener que tomar decisiones importantes en su perfil educacional y ocupacional.
Se ha alcanzado un mayor control de los impulsos y maduración de la identidad,
inclusive en su vida sexual, por lo que está muy cerca de ser un adulto joven.

2.3.1. La pubertad

La pubertad es un término empleado para identificar los cambios somáticos dados


por la aceleración del crecimiento y desarrollo, aparición de la maduración sexual y
de los caracteres sexuales secundarios no es un proceso exclusivamente biológico,
sino que esta interrelacionado con factores psicológicos y sociales.

2.3.2. La juventud

La juventud comprende el periodo entre 15 y 24 años de edad, es una categoría


sociológica que coincide con la etapa post-puberal de la adolescencia, ligada a los
procesos de interacción social de definición de identidad y a la toma de
responsabilidad, es por ello que la condición de juventud no es uniforme, varía de
acuerdo al grupo social que se considere. La adolescencia, con independencia de las
influencias sociales, culturales y étnicas se caracteriza por eventos universales.
2.4. Características generales de la adolescencia

 Crecimiento corporal dado por aumento de peso, estatura y cambios de la


forma y dimensiones corporales. Al momento de mayor aceleración de la
velocidad de crecimiento en esta etapa, se le denomina estirón puberal.
 Se produce un aumento de la masa muscular y de la fuerza muscular, más
marcado en el varón, acompañado de un aumento en la capacidad de
transportación de oxígeno, incremento de los mecanismos amortiguadores de
la sangre, que permiten neutralizar de manera más eficiente los productos
químicos derivados de la actividad muscular, también se produce un
incremento y maduración de los pulmones y el corazón, teniendo por tanto un
mayor rendimiento y recuperación más rápida frente al ejercicio físico.
 El incremento de la velocidad del crecimiento, los cambios en la forma y
dimensiones corporales, los procesos endocrio-metabólicos y la
correspondiente maduración, no siempre ocurren de manera armónica, por lo
que es común que presenten torpeza motora, incoordinación, fatiga, trastornos
del sueño, que pueden generar trastornos emocionales y conductuales de
manera transitoria.
 El desarrollo sexual está caracterizado por la maduración de los órganos
sexuales, la aparición de los caracteres sexuales secundarios y el inicio de la
capacidad reproductiva.

http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/prevemi/capitulo_i_el_concepto_de_adolescenci
a.pdf
¿Cuáles son los principales tipos de trastornos en la alimentación?

Hay tres tipos principales de trastornos en la alimentación.

Las personas con anorexia nerviosa tienen una imagen distorsionada del cuerpo que
hace que se vean gordas incluso cuando están peligrosamente delgadas. A menudo
se niegan a comer, hacen ejercicio compulsivamente y desarrollan hábitos inusuales
como rehusar a comer delante de los demás, pierden mucho peso y pueden incluso
morirse de hambre.

Las personas con bulimia nerviosa comen excesiva cantidad de alimentos, luego
purgan sus cuerpos de los alimentos y las calorías que tanto temen usando laxantes,
enemas o diuréticos, vomitando y/o haciendo ejercicio. A menudo actúan en secreto,
se sienten asqueados y avergonzados cuando comen en gran cantidad, pero también
aliviados de la tensión y las emociones negativas una vez que sus estómagos están
nuevamente vacíos.

Al igual que las personas con bulimia, aquellas con el trastorno de comer
compulsivamente experimentan episodios frecuentes de comer fuera de control.

La diferencia es que los comedores compulsivos no purgan sus cuerpos del exceso
de calorías. Es importante prevenir conductas problemáticas para que no se
conviertan en trastornos en la alimentación totalmente desarrollados. La anorexia y la
bulimia, por ejemplo, suelen estar precedidas de una dieta muy estricta y pérdida de
peso. El trastorno de comer compulsivamente puede comenzar con comilonas
ocasionales. Cada vez que una conducta alimenticia comienza a tener un impacto
destructivo en el desempeño de las funciones de una persona o la imagen de sí
misma, es hora de consultar a un profesional de la salud mental altamente capacitado,
como un psicólogo autorizado para ejercer y con experiencia en tratar personas con
trastornos en la alimentación.

¿Qué provoca los trastornos en la alimentación?

Determinados factores psicológicos predisponen a las personas a desarrollar


trastornos en la alimentación. Las familias o relaciones disfuncionales son un factor
importante. Los rasgos de personalidad pueden también contribuir a estos trastornos.
La mayoría de las personas con trastornos de la alimentación tiene baja autoestima,
se sienten indefensas y con una insatisfacción profunda por su apariencia.

Hay características específicas vinculadas con cada uno de los trastornos. Por
ejemplo, las personas con anorexia tienden a ser perfeccionistas, mientras que las
personas con bulimia son a menudo impulsivas. Los factores físicos como la genética
también desempeñan un papel importante en poner en peligro a las personas.

Un amplio espectro de situaciones puede precipitar los trastornos de la alimentación


en personas susceptibles. Los familiares o amigos pueden burlarse repetidamente de
ellas respecto a sus cuerpos. Pueden participar en gimnasia u otros deportes que
ponen énfasis en el peso bajo o una determinada imagen corporal. Las emociones
negativas o los traumas como violación, abuso o la muerte de un ser querido también
pueden desencadenar trastornos. Incluso un acontecimiento feliz, como dar a luz,
puede provocar trastornos debido al impacto estresante del hecho que implica un
nuevo papel en la persona y su imagen corporal.

Una vez que las personas comienzan a tener conductas de alimentación anormales,
el problema puede perpetuarse. Comer compulsivamente puede establecer un círculo
vicioso activo. Algunas personas se purgan para eliminar el exceso de calorías y dolor
psíquico, luego comen compulsivamente otra vez para escapar de los problemas
cotidianos.

CAUSAS DE LA BULIMIA EN LA ADOLESCENCIA

No se ha conseguido encontrar una causa orgánica que origine este trastorno de la


conducta alimentaria, pero se cree que existen varios factores secuenciales que pueden
desencadenar la bulimia nerviosa. Una baja autoestima puede conducir a una excesiva
preocupación por el aspecto físico, lo que lleva a realizar dietas restrictivas que no
siempre produce los resultados deseados, alternadas con episodios de consumo
incontrolado de comida, que provoca un desequilibrio metabólico. El paciente tiene
sentimientos de culpabilidad por engordar genera otras conductas como el vómito auto
inducido y el abuso de laxantes.

El enfermo puede sentirse también presionado por los patrones de belleza considerado
ideales por la sociedad y por la necesidad de ser delgado y atractivo para sentirse
aceptados. Experiencias de rechazo social o un fracaso sentimental pueden hacerle
creer que perder peso es un requisito indispensable para tener éxito.

Todo tiene un origen, incluso la bulimia, algo que lo desencadena y que lo convierte en
un hábito incontrolable.
Cuando hablamos de causas, tenemos que decir que la aparición de la bulimia no se
debe a una sola causa o factor, sino que puede presentarse una sola o varias, en forma
combinada.

Causas biológicas
Desórdenes hormonales, ya que en la etapa de la adolescencia, es cuando puede surgir
alguna alteración hormonal, que lleve a padecer de bulimia.
Predisposición genética.
Personas con sobrepeso que ante la necesidad de perder peso, hacen dietas rigurosas,
que traen aún más ansiedad.

Causas psicológicas
El menosprecio de los demás o de ellas mismas.
Presión por sentirse lindas y queridas por el otro.
Depresión, angustia. Es por ello que esta enfermedad afecta mayormente a
adolescentes, ya que en esta etapa es donde se produce la mayor sensación de
angustia y necesidad de aprobación por parte de sus pares y de los adultos.
Tienen su imagen corporal distorsionada, se sienten feas y gordas, siempre existe una
joven o un modelo con cual comparase y quieren tener su altura, su cuerpo, su cabello,
etc.
Problemas afectivos dentro del seno familiar.

Causas sociales
Necesidad de pertenencia a un grupo.
Necesidad de sentirse queridas y admiradas.
Asocian el éxito y la perfección a la delgadez, en esto tiene mucha importancia los
modelos a seguir, a través de la publicidad en los medios de comunicación en general.
Determinar la causa o causas que pueden desencadenar la bulimia es muy importante,
para lograr poner en marcha un tratamiento que sea efectivo y así prevenir las posibles
complicaciones derivadas de la bulimia.

¿Cuáles son los síntomas de la bulimia nerviosa en los adolescentes?


Los síntomas de la bulimia nerviosa incluyen:
Comer descontroladamente y atiborrarse, para luego purgase.
Vomitar o abusar de los laxantes para perder peso.
Usar el baño frecuentemente después de las comidas.
Hacer ejercicio excesivamente.
Preocupación por el propio peso.
Problemas con la dentadura
Dolores de garganta
Depresiones o cambios de humor
Sentirse fuera de control
Ganglios hinchados en el cuello y en la cara
Reflujo, indigestión, hinchamiento
Menstruaciones irregulares
Debilidad, fatiga, y ojos rojos e inflamados

¿Qué complicaciones se asocian con la bulimia en la adolescencia?


Erosión del esmalte de los dientes por contacto repetido con los contenidos
ácidos gástricos
Caries dentales
Sensibilidad de los dientes a la comida fría o caliente
Hinchazón y dolor de las glándulas salivarías (debido a los vómitos repetidos)
Ulceras del estomago
Rupturas del estómago y del esófago
Trastornos de la función normal de los intestinos
Desequilibrio de los electrolitos
Deshidratación
Latido irregular del corazón
Ataque de corazón (en casos severos)
Libido bajo
Riesgo aumentado suicidio
¿Cómo podemos sospechar que estamos ante el inicio de una bulimia nerviosa
en adolescentes?

La adolescencia, como hemos visto, es un momento de cambios que afectan a la


totalidad de la persona y en ella aparecen una serie de comportamientos que a los
adultos nos pueden parecer raros e incluso, peligrosos. Que aparezcan algunos
comportamientos extraños frente a los alimentos no es necesariamente alarmante, pues
puede tratarse de formas de autoafirmarse frente al mundo de los adultos y como formas
de investigar su propia autonomía.
La aparición de algún tipo de conducta alimentaria atípica no implica necesariamente
que se vaya a desarrollar una enfermedad, pero sí debe mantenernos alerta sobre su
posibilidad de aparición.

¿Qué puede hacer la familia frente la bulimia en un adolescente?


La familia es una pieza clave en la prevención de estos trastornos, ya que es el lugar
donde se presentan los primeros síntomas, siendo así el lugar principal donde se
pueden detectar y prevenir, por ello es muy importante la calidad de las relaciones
dentro de la familia. Hay que buscar y mantener una comunicación fluida entre sus
miembros que ayude a detectar pequeños conflictos que vayan surgiendo e ir poniendo
palabras a los sentimientos y necesidades de cada uno. Así los/las jóvenes irán
conociendo sus propias capacidades y limitaciones personales.

¿Cómo se trata la bulimia en adolescentes?


Para tratar la bulimia, hay que considerar las necesidades físicas y psicológicas de la
persona. El tratamiento puede incluir terapia psicológica y medicamentos como los
antidepresivos. En muchos casos, el tratamiento será administrado por un equipo de
profesionales de medicina interna, la nutrición, y la salud mental para evaluar la
severidad de los síntomas y para recetar y cuidar al paciente. El resultado ideal del
tratamiento es restablecer la salud física y la manera normal de comer.

¿Cuál es el pronóstico de la bulimia en los adolescentes?


La bulimia es una condición que es difícil curar “de una vez por todas.” Muchas personas
mejoran, pero muchas veces hay recaídas. Además, algunas personas que se
consideran “curadas” continúan teniendo maneras de comer menos que ideales a lo
largo de su vida. En general, sin embargo, el pronóstico para la gente con bulimia es
más positivo que para la gente con anorexia.
¿Se puede prevenir la bulimia en adolescentes?
Como no se conoce la verdadera razón para el desarrollo de la bulimia, es difícil decir
cómo se puede prevenir. Sin embargo, vivimos en una sociedad donde la imagen de la
mujer “ideal” que se ve a través de los medios de comunicación no es muy realista. Los
educadores y los padres de la gente joven les pueden ayudar a poner esta idea de
“ideal” en perspectiva. Se debe enseñar a los adolescentes para que entiendan que el
peso apropiado no es igual a la delgadez extrema.

¿Cómo puede ayudar un psicólogo a un adolescente a recuperarse?


Los psicólogos desempeñan un papel vital en el tratamiento exitoso de los trastornos en
la alimentación. Estos son miembros integrales de un equipo multidisciplinario que
puede ser necesario para brindar la atención adecuada al paciente. Como parte de este
tratamiento, se puede consultar a un médico para descartar enfermedades y determinar
si el paciente corre peligro físico inmediato. Se puede solicitar a un nutricionista que
ayude a evaluar y mejorar el consumo nutricional.
Una vez que el psicólogo ha identificado problemas importantes que requieren atención,
y desarrollado un plan de tratamiento, ayuda al paciente a reemplazar pensamientos y
conductas destructivos por otros más positivos. Por ejemplo, el psicólogo y paciente
pueden trabajar juntos para concentrarse en la salud en lugar del peso. El paciente
puede llevar un diario de comidas con el fin de crear más conciencia de los tipos de
situaciones que desencadenan el comer compulsivamente.
Sin embargo, simplemente cambiar los pensamientos y conductas del paciente no es
suficiente. Para garantizar una recuperación duradera, los psicólogos y pacientes deben
trabajar juntos para explorar los problemas psicológicos subyacentes al trastorno de la
alimentación. La psicoterapia puede ser necesaria para concentrarse en mejorar las
relaciones personales del paciente y puede involucrar ayudarlo a ir más allá del hecho
o situación que desencadenó el trastorno en primer lugar. La terapia de grupo también
puede resultar útil.
Algunos pacientes, en especial aquellos con bulimia, pueden beneficiarse con la
medicación. Sin embargo es importante recordar que la medicación debe usarse en
combinación con psicoterapia, no para reemplazarla. Los pacientes a quienes se les
aconseja tomar medicación deben conocer los posibles efectos colaterales y la
necesidad de una supervisión directa del médico.
RECOMENDACIONES:

 Comer sanamente y estar pendiente a cualquier síntoma de alarma que pueda


parecer anorexia o bulimia.

 Evitar las presiones por parte de la familia para que los adolescentes no caigan
en ninguno de estos problemas.

 Se recomienda a todo el personal de salud, dar orientación a cerca de la


anorexia y bulimia para que la población esté consciente del problema que
representa.

 A los padres se les recomienda vigilar las conductas de sus hijos


especialmente la conducta alimenticia ya que esto puede contribuir a que su
hijo la caiga ya que sea en anorexia o bulimia.

 Se recomienda que los padres tengan una buena comunicación con sus hijos.

 Que los padres brinden apoyo psicológico y emocional a sus hijos con
padecimiento de anorexia o bulimia.

 Promover una buena ayuda psicológica a los adolescentes que padecen de


anorexia y/o bulimia.

 No dar demasiado importancias a las diferentes culturas y modos de países


desarrollados.

 Realizar promoción de los factores de que intervienen en los adolescentes y


que causan anorexia y bulimia en ellos.

 Luchar y buscar ayuda profesionales para mantener una autoestima normal


para ayudar a tener mente y cuerpo sanos.
CONCLUCIONES:

El deseo por lograr la delgadez extrema de muchas jóvenes, representa un problema


físico-mental, que por su aumento impresionante en los últimos tiempos, se ha
convertido en una situación que preocupa tanto a especialistas como a personas que
conocen acerca del tema. Invocando a ser más responsables, analíticos y críticos con
respecto a las modas pasajeras, productos de capricho de diseñadores o de supuestos
referentes de un estilo de vida, que en la mayoría de las veces se han deshumanizado
por culpa de las presiones sociales, que les impone el medio.

Mantener una figura atractiva no justifica caer en extremos, donde se atente con la
salud, y la vida. La Bulimia tiende a ser un verdadero drama social si no se le implanta
un límite, que nos permita ser lo que somos, y no parecer lo que muchas veces no se
puede llegar a ser; este alto debe ser establecido por nosotros mismos para no seguir
siendo partícipes de la “MODA”.
Según lo investigado podemos afirmar que la anorexia y la bulimia son enfermedades
psicológicas que urgen de la familia, presión de la sociedad y la publicidad, los últimos
2 factores mencionados, la publicidad afectan mucho ya que existe una alta demanda a
que todas las mujeres luzcan delgadas, por lo que una persona con sobre peso no es
aceptada, todo esto combinado con una baja autoestima, posible caso de anorexia o
bulimia.
Estos problemas afectan principalmente a las adolescentes entre los 14 y 18 años de
edad esto es en el caso de la anorexia, mientras que la bulimia afecta a jóvenes entre
los 20 y 25 años, aunque la anorexia y la bulimia afecta más que a rodo a las mujeres,
también existen casos de hombres con estos problemas solo que en menor cantidad.
BIBLIOGRAFIA

 http://www.uman.edu.mx/boletin/Diciembre2011.pdf
 http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/guiatrastornos.pdf
 http://www.monografias.com/trabajos-pdf4/bulimia-y-anorexia-mexico/bulimia-
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 http://www.cop.es/colegiados/PV00520/articulo2.pdf
 http://analimatlima.blogspot.pe/2013/09/recomendaciones-conclusion-
bibliografia.html
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y-anorexia-mexico.pdf
 Tesis para optar por el título de Licenciada en Psicología con mención en Psicología
Clínica-REPRESENTACIONES MENTALES DEL SELF EN UN GRUPO DE PACIENTES CON
BULIMIA NERVIOSA
 Becker AE, Grinspoon SK, Klibanski A, Herzog DB. Eating disorders. New England Journal
of Medicine, 1999;340(14):1092–1098.

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