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RECOPILACION

DE LOS REINOS DE LAS INDIAS.


MANDADAS IMPRIMIR Y PUBLICAR

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SI/íl ktX

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WtrESTK,0 SEÍTOE,.
VA DIVIDIDA EN C U A TE* TOM OS, CON EL INDICE GENERAL, V AL PRINCIPIO
DE CADA TOMO EL ESPECIAL DE LOS TÍTULOS QUE CONTIENE.

TOMO SEGUNDO
Q U I N T A JE& rC M O JV.
CON APROBACION DE LA REGENCIA PROVISIONAL DEL REINO.
COR B E C ID A Y APROBADA POR LA «A I A n

SB0 8 & » BUHOS:

IMPRESOR t LIBRERO, CALLE DE CARRETAS, R'CMERO 8 .

1841.
i"-:
39C M E:

LIBRO TERCERO.

TITULO PRIMSE.O.
D e l dominio y ju risd ic c ió n r e a l de la s In dias.

L E Y P R IM E R A . L E Y ÏÏ.
El emperador don Carlos en Barcelona á 14 de se­ Don Felipe II en el Bosque de Scgovia á 16 d« ju­
tiembre de 1519. El mism) y la reina doña Juana en lio de 1575. En Lisboa á 17 de -febrero de 1585. En
Valladolid à 9 de julio de 1520. En Pamplona á 22 el Pardo á lü de noviembre de 4595.
de octubre de 1525. Y el mismo emperador, y el
príncipe Gobernador,eu ¡VIonzon de Aragón a 7 de , Q ue los cilcaldes o rd in a rio s d e las ciudades d o n d e re •
de diciembre de 1517. Don Felipe 11 en Madrid á 18 sid ie re a u d ie n cia no im p a rta n e l a u x ilio .
de julio de 1563. Don Carlos 11, y la reina Gober­
nadora en esta Recopilación. Mandamos á los vireyes, presidentes y oido­
res de nuestras audiencias , que ordenen á los al­
Q ue las In d ia s O ccid en ta les e s te n sie m p re u n id a s d caldes ordinarios de las ciudades donde residieren
¿a co rona de C astilla , y no se p u e d a n en a g e n a r. las audiencias, que no cumplan ni ejecuten auxi­
lio invocado por cuatesquier jueces eclesiásticos,
Por donación de ia santa Sede apostólica y contra ind.os ni otros , y los jaeces de los demas
otros justos y legítimos títulos, somos señor de lugares vean si ios autos están justificados por in­
las Indias Occidentales, Islas y Tierra-íinne del formaciones , y estándolo, los cumplan y ejecu­
mar Océano, descubiertas y por descubrir, y es* ten , y nó de otra forma.
tan incorporadas en nuestra reai corona de Cas­
tilla. Y porque es nuestra volurftad, y lo hemos LEY III.
prometido; y jurado,.que siempre permanezcan, El mismo en el Escorial á 23 de mayo de 1565.
unidas para su mayor perpetuidad y firmeza, pro­
hibimos la enagenacion de ellas. Y mandarnos Q ue los p re la d o s y ju e c e s e c le siá stico s d e n d los j u e ­
ce s se cu la re s a y u d a y f a v o r necesa rio .
que en ningún tiempo puedan ser separadas <le
nuestra real corona de Castilla, desunidas ni di­ Rogamos y encargamos á los arzobispos y
vididas en lodo ó en parte , ni sus. ciudades, v i­ obispos, y á los demas jueces eclesiásticos de las
llas ni poblaciones, por ningún caso ni en favor Indias, que den ¡a ayuda y favor necesario en
de ninguna persona. «Y considerando ia fidelidad todos los tiempos y ocasiones que convenga, à
de nuestros vasallos, y los trabajos que ios' des­ las audiencias y ministros reales , para que los
cubridores y pobladores pasaron en su descubri­ oidores , alcaldes y otros nuestros jueces adminis­
miento y población , para que tengan mayor cer­ tren y ejecuten libremente justicia , y no les im­
teza y confianza de que siempre estarán y perma­ pidan el uso de sus oficios.
necerán unidas a nuestra real corona, prometemos
y damos nuestra fe y palabra rea! por Nos y los LEY IV.
reyes nuestros sufcesores, de que para siempre ja­ El emperador D. Curios y la princesa G. en Valla­
más no serán enajenadas ni apartadas en todo ó dolid á 17 de julio de 1555. D. Carlos Ï1 y la II. G.
en parle, ni sus ciudades ni poblaciones por nin­ en esta Recopilación.
guna causa o razón, o en favor de ninguna perso­ Q ue e n tr e la ju r is d ic c ió n e c le siá stica y se cu la r h a y a
na ; y si Nos ó nuestros sucesores hiciéremos al­ toda p a z y c o n fo rm id a d , y se g u a rd e n las le y e s de
guna donación ó enagenacion contra lo susodicho, esto s re in o s d e Gas til ¿a.
sea nula, y por tal la declaramos.» Deseamos que entre las jurisdicciones real y
TOMO if.
2 Libro íïi. Título i.
eclesiástica haya en las ludias toda paz y conformi­ obispos que no se entrometan ni embaracen en
dad , porque de !a discordia se siguen graves in­ cosa alguna tocante á la jurisdicción real, y cuan­
convenientes. Y encargamos y mandamos á los do se ofrezca algun caso notable que sea de nues­
■vireyes, presidentes y oidores de nuestras reates tro servicio, nos den cuenta de el en el co nsejo
audiencias, que guardando las leyes de estos reí- j de Indias para que se provea del remedio qua
ncs de Castilla , y la 54» tít. 7, lib. 1 de esta lle - pareciere conveniente.
copilacion , den todo favor y ayuda-á los arzobis­ Que no se puedan dar ni vender capillas en las
pos y obispos, y à los otros prelados, para lo que iglesia^ catedrales sin licencia del re y , como
conviniere hacer en sus ministerios , y procuren pap'on, ni se pongan otras armas que las
tener toda conformidad ; escusando las diferen­ reales, ley 4 ^ , lit. 6 , l;b* 1.
cias que indebidamente suelen acontecer entre Que se guarden las leyes de estos reinos de
ambas jurisdicciones. Castilla que prohíben á los jueces eclesiás­
ticos usurpar la jurisdicción real, ley 1 , tit.
LEY V. 1o, lib 1.
D. Felipe III en Atinada á i f de junio de 1619. Que los jueces y ministros eclesiásticos no
prendan ni ejecuten á ningún lego sin el au­
Q ue los p re la d o s no se e n tro m e ta n en lo to ca n te d xilio real, ley ia , tit. 10 , lib. 1.
la ju risd icc ió n r e a l , y en casos n o ta b les a visen
Que en los Seminarios se pongan las armas rea-
a l R ey.
le s, y puedan poner las de los prelados, ley a ,
Bogamos y encargamos á ios arzobispos y i tit. a3, libro 1.

T IT U L O I

D e la p re v isió n de oficios gratificaciones y m ercedes.

L E Y I. real persona; de forma, que vacando oficio de


hacienda, le ha de proveer el gobernador in­
Don (.¡¡irlos II y ía reina gobernadora en esta Reco­ mediato, hasta que el presidente de ia audiencia
pilación. (Véase la ley 70 de este Ululo.)
del distrito nombre persona la cual escluya á la
Q ue ¡os cargos y oficios de la s I n d ia s se a n á p ro ♦ nombrada por el gobernador y á ella !a que nom­
visión de el R e y , y cu á le s p u ed e n p ro v ee r lo s v i - bra y provee el virey siendo en su distrito; y
re ye s y p re sid e n te s g o b ern a d o res , c o n fo rm e ti le ­ no lo siendo, la que nombrare el presidente de
y e s y estilo . audiencia pretorial no subordinada al virey y que
Porque el gobierno de nuestras Indias, Is­ esta sirviese hasta llegar ia que se bailase pro­
las y Tierra-firme del mar Occano esta divi- veída por Nos: y los demas oficios asi corregi­
didoen diversos cargos y oficios de gobierno, jus mientos, como alcaldías mayores y otros que por
ticia y hacienda, y aunque como á rey y señor leyes y estilo introducido son á provisión de los
natural y soberano de aquellas provincias nos vireyes, presidentes y audiencias que gobernaren,
toca y pertenece la elección, provisión y nombra­ se proveyesen por ellos en virtud de las órdenes
miento de sugelos para todos ios cargos y oficios dadas. Y porque nuestra voluntad es que por aho­
de ellas por ocurrir á los inconvenientes que pu­ ra,, y mientras otra cosa no mandáremos, se guar*
dieran resultar al buen gobierno de que todos se de y observe esta forma y estilo de gobierno se­
proveyesen por Nos inmediatamente, atento á gún basta ahora se ha observado: ordenamos y
la dilación que causaria la distancia que hay mandamos que asi se guarde en todos los cargos
á estos y aquellos reinos, establecieron y orde­ y oficios que fueren de provisión, y los vendibles
naron los señores reyes nuestros progenitores, y se puedan vender y vendan conforme á lo dis­
por Nos se ha continuado, que los cargos y oh* puesto ( 1).
ios principales de las Indias, como son los de
vireyes, presidentes, oidores, y otros semejantes,
sean á nuestra provisión, para que Nos ( y no
otra persona alguna por vacante ni en Ínterin ) (1) Véase la ley 57, tit 15, lib. 2, con la ley 10 de
Jos proveamos en las personas que fucYemos ser­ esteSobre título v las leyes 2 y 3, tit. ftj, libro 2.
cí nombramiento de oidores y fiscale» debe te­
vido: y otros que no son de tanta calidad, como nerse presente la cédula de 4 de setiembre de 1782, en
de gobernadores de provincias, corregidores, al­ que tratándose del pago que habían reclamado los aboga­
dos, Mier, Savedra y otros que nombró el Sr. Amat en
caldes mayores de ciudades y pueblos de espa­ circunstancias en que lo creyó necesario se dice; «He re­
ñoles, cabeceras y partidos principales de indios, suelto, que observándose debidamente las leyes 1 y 45,
y oficiales de nuestra real hacienda, aunque tam­ tit. 2, lib. 3, se omita hacer semejantes nombramientos
«¡no en caso urgente y de grave necesidad por falla o im­
bién nos toca su provisión, permitieron que los pedimento de los miuistros, y precediendo acreditarse,
vireyes y presidentes gobernadores los puedan calificarse y representarse al virey por ia Audiencia o Sala
proveer y provean cuando sucede ia vacante, en del Crimen respectivamente cualquiera de los dos estre­
ñios, para que pueda espedir el decreto, librar el titulo y
el Ínterin que llegan á ser proveídos por nuestra tomarse las razones para el cobro de la mccUa-annata.
De la provisión (le oficios. 3
LEY II. remover á los gobernadores, corregidores y al­
Don Felipe 111 cu S. Lorenzo á 16 de mayo de 1609. caldes mayores por nos proveídos, luego que. cum­
Que los vireyes entreguen los títulos à los proveí­ plen el tiempo de sus provisiones , no obstante
dos por el fie y , y les señalen término. que en sus títulos y despachos se dice, que sir­
van el que se declara , y mas el que fuere nues­
Mandamos á los víreyes y presidentes que tra voluntad, y ésta debe durar hasta que Nos
en recibiendo caalesquier lítalos de gobernadores, proveamos otros en su lugar: ordenamos y m an­
corregidores y alcaldes mayores de sus distritos, damos á los vireyes y audiencias, que no los re­
que hayamos proveído en personas que este'n en muevan ni provean sus cargos, y dejen ejercer á
aquellas provincias, los entreguen luego sin div los que tuvieren título nuestro, hasta que haga­
lacion á los que estuvieren presentes, y à los au­ mos merced a otros en los mismos cargos y ofi­
sentes se los envien, señalándoles el tiempo pre­ cios. (3)
ciso que han menester para ir desde las tierras
donde se hallaren, á las que van proveídos, y aper­ LEY V.
cibiéndoles, que desde aquel día ha de correr el
tiempo de su provisión aunque no lomen la po D. Felipe III en Aranjuez ú 11 de mayo de 1618,
sesión en él,y del recibo de los despachos y tiem­ Contesta la ley 10, tit. 2, lib. 5.
po que hubieren señalado á cada ano de los pro­ Que los proveídos en oficios no entren en ellos,
veídos para llegará la parte donde fueren á ser­ hasta que los antecesores hayan cumplido su
vir, nos avisarán precisamente para que sepamos tiempo.
cuando se han de proveer en sucesores (a).
Mandamos à todos los que fueren á servirnos
LEY III. en cualesquier oficios de gobiernos, corregimien­
Don Felipe II en el Pardo á 9 de noviembre de 1595. tos, ó alcaldías mayores que nó tomen la posesión
Don Felipe IV en Madrid a' 21 de febrero de 163t. hasta que los antecesores hayan cumplido el tiem ­
Que vacando oficio de los que el Rey provee, el po, sin embargo de que lleguen antes á las par­
virejr ó presidente gobernador de el distrito avise y tes para donde fueron proveídos.
proponga personas: y si fuere oficial real propon­
ga seis. L E Y V I.
Siempre que vacare algún oficio de los que „.'Jk
Nos proveemos en las Indias; los vi reyes y pre­ D. Felipe III en Madrid a' 30 de- enero de 1618. (4)
sidentes gobernadores nos avisen de la vacante Que ninguno sea proveído sin testimonio de la resi*
y de la persona que por muerte del propietario dencia antecedente , y esto se declare en los pare­
íe quedare sirviendo, y sin dilación nos propon­ cer es.
gan las que tuvieren por mas á propósito para
suceder en él, y envíen relación de los méritos Ordenamos, que el que hubiere tenido oficio
y servicios, con sus pareceres, que vistos en el no pueda ser promovido á otro, sin haber dado re­
consejo se proveerá lo que mas á nuestro servi­ sidencia de! primero, y todos los demás, que hu­
cio convenga; y si fuere la vacante de contador, biere servido , de que ha de constar por testimo­
tesorero ó factor de nuestra rea! hacienda, nos nio , y de haber dado cuenta de lo que fue á su
propongan seis personas para cada uno, ricas, de cargo, y procedido de forma , que merezca nueva
confianza y toda satisfacción, vecinos del mismo provisión y acrecentamiento, y asi se declare en
distrito. los pareceres, que dieren nuestras reales audien»
LEY IV. cias.
Don Felipe II en el Pardo á 17 de octubre de 1581.
Don Carior II y la reina gobernadora en esta Reco­ (3) Véase la cédula de julio de 758, en que no solo se
pilación prohibe nombrar interinos, sino que en caso de verdade­
Que los gobernadores, corregidores y alcaldes m a­ ra vacante solo lia de subsistir el interino hasta que llegue
él sucesor por el Rey: y en caso de renuncia ha de prece­
yores que el rey proveyere , usen sus oficios hasta der hasta dos años al tiempo de acabar el propietario, y
que les lleguen sucesores. si no se .sujeta á dejar el oficio, luego que llegue el suce­
sor: confirmada por otra de 25 de marzo de 1764. Esta dis­
Porque los víreyes y audiencias reales suelen posición se ha repelido en otra de 20 de abril de 76.
La materia de esta nota antecedente lo fue también
de eternas quimeras en las residencias de los vireyes. Pe­
(2) Ley 16, tit 10, lib. 5. ro estinguidos los corregimientos, y sobre todo el inte­
Lnego que se presenten los provistos por el Rey sean rés de los repartimientos, se acabaron estas cuestiones y
puestos en posesión y cesen los interinos. Real orden de 20 todo varió, pues en virtud de las reales órdenes que secitan
de abril de 1776. Véase la nota á la ley 4, dicho título y sobre el artículo 9 de la ordenanza de intendentes, los
á la 69 cod. subdelegados que hoy han sucedido á ios corregidores no
Sobre provisión de oficios de que hablan la 3 y si­ deben durar mas que seis años, y cumplido este térmi­
guientes debe tenerse presente, que solo se proveen en no se proveen á propuesta de los intendentes por los vi-
propiedad por los víreyes las plazas que no llegan á 400 reyes interinamente; de manera que hoy es una obliga­
pesos en sueldo, y las eme llegan ó pasan son de nomina­ ción lo que antes era un delito.
ción real, y solo se nombran interinamente con el goce de
la mitad, á menos tjue estos nombramientos no se hagan (4) La pváctica de esta ley está reencargada en el ar­
á consecuencia de órdenes particulares. Véase la real or­ tículo 9 de la cédula de 24 de agosto do 1799 que debe
den de 22 de noviembre de 790. Pero por otra de 9 de verse.* el referido artículo ordena, que ninguno que deba
marzo de 92 se ha permitido que los interinos gocen hasta dar residencia sea promovido ni admitido en nuevo des­
1000 pesos, y se confirmó por otra de 23 de abril de 96, tino sin que presente ante quien-deba darle posesión, un
conforme á la de 20 de febrero de 85._Bicn que todo este certificado auténtico del Consejo ó de la Audiencia en cu­
dependerá de qnc el empleo vacante no sea de aquellos yo distrito baya servido, por donde conste que está ab-
que se puedan servir por ios inmediatos, pues en este caso suclto, ó que no ha tenido cargo en su anterior empleo,
no se deben nombrar iulcrinos. Real orden de 30 de oc­ y. qué sin el mismo requisito no se admita memorial para
tubre de 87. nueva pretensión.
4 Libro ui. Título ii.
LEY VIL LEY X.
D. Felipe l l l en San Lorenzo sí 5 de setiembre d
D. Felipe IV en Zaragoza ú 14 de octubre de 4642. 1620. D. Carlos II y ia R. G en esta Recopilación
D. Carlos II y la R. G. en esta Recopilación.
Que los mercaderes , cargadores y encomenderos
,
Que declara ¡a ley 5, titulo i5 libro a , y m a n ­
da , que los oidores guarden en la provisión de ofi­
yus vinieren/i España , y volvieren con ojie ios , no cios las leyes y ordenanzas.
sean admitidos hasta- que paguen lo que de»
hieren, Por la ley 5 7 , tit. x5, lib 3 . dq esta Re­
copilación está ordenado , que en vacante de vi-
Porque se han esperi mentado grandes incon­ rey ó presidente, el oidor mas antiguo por sí so­
venientes de que los mercaderes, cargadores y en- lo haga y provea todas las cosas propias y anejas
contenderes de la hacienda , que vienen á estos al presidente, y por escusar Ja duda, que se po­
reinos de los de las Indias , con plata y hacienda dia ofrecer en la provisión de oficios; declaramos,
de diferentes personas, sean admitidos à preten­ que esta se debe hacer conforme à las leyes de es­
siones y beneficio de oficios : ordenamos y man­ te título, y que la facultad que ha de tener ei
damos, que si llegare el caso de proveer alguno oidor mas antiguo , es en io ceremonial, gobier­
de los mercaderes, cargadores y encomenderos no de la audiencia , y todo lo demas que no le
de hacienda en oficio de las Indias, no se le dé estuviere prohibido especialmente por ley, estilo,
la poesion de el , ni se permita que sea admi ­ ó costumbre legítimamente introducida y guar­
tido a su uso y ejercicio, si no diere primero sa dada: y mandamos, que los oidores guarden en
tisfacion de lo que debiere, oyendo nuestras rea­ la provisión de oficios las leyes y oidenanzas ( 6 ).
les justicias sobre esto á las partes interesadas,
que pidieren la plata, hacienda y confianzas, que LEY XI.
les hubieren entregado para e! dicho efecto. ( 5 ) D. F elipe 111 allí.
Que las provisiones, que en vacante tocaren á la
LEY V III. audiencia, las propónga el oidor mas antiguo, y se
Don l'clipo IV en Cervera rf 21» de marzo de 4626. den por mas votos•
Don Carlos 11 y la H. G. en esta Recopilación. Ordenamos, que las provisiones que legítima­
Que los virajes y presidentes para la provisión mente tocaren á la audiencia, cuando gobernare
de oficios y mercedes comuniquen «í sus audiencias, en vacante, no las divida entre los oidores, y
y hagan despues lo que les pareciere mas justo. cuando sucediere vacar algun oficio, el mas an-
tiguo proponga, y se vote por lodos, comenzan­
Los vireyes y presidentes que tienen á su do por el mas moderno, y dése al qae tuviere inas
cargo el gobierno, comuniquen con las audien­ votos, siendo de .las calidades que disponen las le^
cias las provisiones y gratificaciones, porque será yes de éste libro.
de mucha importancia el conocimiento que tienen
los ministros antiguos de los sugetos beneméritos LE Y X II.
para mayor acierto de las provisiones, y de los El mismo allí.
que padecen defectos, y despues de esta comuni­
cación y consejo podrán hacer lo que mejor les Que la audiencia que gobernare, no provea oficios,
pareciere, y tuvieren por mas justo. si no hubieren vacado con efecto.
La audiencia que gobernare en vacante no
LEY IX . provea ningunos oficios de ios de su provisión, que
no hubieren vacado realmente, y con efecto, por
D. 1*clipe IV en Madrid ú 16 de enero de 1627. muerte, transcurso de tiempo, suspensión, ó
privación por autos legítimos judiciales, de que
Que pareciendo á la audiencia que no conviene a l­
guna provisión, lo represente en acuerdo al virey
lia de constar por testimonio, como está dispuesto
ó presidente, y le obedezcan y avisen al con -
en cuanto á las provisiones de ínterin por la ley
sejo. 3 y , tit. 1 6 , lib. 2.

Mandamos á los oidores de nuestras audien­ LEY XIII.


cias , que cuando los vireyes ó presidentes par­ Don Felipe ÏII en Madrid á 12 de diciembre de 16L9.
ticiparen a los acuerdos las provisiones, que hu­ Don Carlos II y la reina gobernadora en esta R eco­
bieren de hacer conforme á lo dispuesto,si reco­ pilación.
nocieren que no concurren en las personas que Que los oficios y mercedes se provean y hagan en
propusieren los requisitos necesarios, tengan obli-, personas beneméritas•
gacion de representarlo á ios vireyes ó presiden­
tes, y si todavia quisieren proseguir en su reso­ Mandamos á los vireyes y presidentes , y los
lución Ies obedezcan, y nos den cuenta particu­ demas ministros que tuvieren nuestra facultad,
lar en nuestro consejo, para que visto en él, se que para los,ofiu*os de gobierno y justicia , y ad­
provea del remedio que mas convenga : con aper­ ministración de nuestra real Hacienda, perpetuos^
cibimiento , que de lo contrario nos claremos por temporales, ó en ínterin, comisiones y negocios
deservido. particulares, encomiendas de indios, pensiones ó
situaciones en ellas, provean y nombren perso-

(6) Véase la Icjr' 16, tit. 16, lib. 2, en que se deciara


(:ï) Véase la ley 2f, til. 15, lib. 5. mejor la 57.
De la provisión ele oficios. S
tías beneméritas de buenas partes y servicios, .idó­ en cuanto á los soldados de Chile se guarde la
neas, temerosas y celosas del servicio de Dios nues­ ley 1 9 de este título. ( 8 )
tro señor, y bien de la causa pública , limpias,
rectas y de buenas costumbres, y tales, que si L E Y X V II.
cometieren algunos delitos y esccsos en los oficios Don Felipe II en Madrid a 15 de enero de 1569. En
ó encomiendas, puedan ser castigadas, demanda­ S. Lorenzo á 24 de junio de 1575. Don Felipe IV cu
das y residenciadas libre y llanamente, sin em­ Madrid á 22 de noviembre de 1651 Véanse las leyes
barazo ni empedincento alguno. ( 7 ). 43 de este tit. y la 7 tít. 20, lib. 4.
Que los vecinos y naturales encomenderos, hacen­
LEY XIV. dados y mineros no sean corregidores en sus pueblos
El emperador don Carlos y 1.a emperatriz goberna­ y puedan Ser p- emitidos en ellos.
dora en Valladolid á 22 de noviembre de 1558. Don
Felipe II en S. Lorenzo á 51 de marzo de 1584, á 11
Mandamos, que en ningún caso sean pro­
de agosto de 1590. Y en Madrid a 9 de abril de 1591. veídos en corregimientos, alcaldías mayores y
Don Felipe 111 en Denia á 16 de agosto de 1599. Y otros oficios de administración de justicia de las
en Madrid á 12 de diciembre de 1619 Don Felipe IV ciudades y pueblos de las Indias los naturales y
allí á 7 de junio de 1621. Don Carlos II y la reina go­ vecinos de ellos, ni los encomenderos en sus na­
bernadora en esta Recopilación. Véanse las leyes 36
de este título y la 66 título 3 de este libro. turalezas y vecindades y distritos de sus enco­
miendas, y à los que estuvieren proveidos se les
Que se graduen los méritos y servicios conforme à quiten 1os oficios: y asimismo no lo puedan ser
esta ley. los que en aquel distrito tuvieren chacras, mi­
nas, ni otras haciendas, y permitimos que en los
Asimismo mandamos que en todo lo conteni­ beneficios y rentas que hubiere en las ciudades
do en la ley antecedente , cuando sucediere con sean gratificados y premiados según su calidad y
eurrir muchos pretendientes con igualdad de mé­ méritos.
ritos, sean preferidos los descendientes de los pri­
meros descubridores de las Indias, y despues los LEY X V III.
pacificadores y pobladores y los que hayan naci­ Don Felipe IV en Madrid á 20 de abril de 1630. .
do en aquellas provincias, porque nuestra volun­
Que los vireyes y presidentes puedan ocupar en ofi­
tad es que los hijos y naturales de ellas sean ocu­
cios ti los encomenderos como esta ley declara .
pados y premiados donde nos sirvieron sus ante­
pasados, y primeramente remunerados los que Porque de haber prohibido el dar ayudas de
fueren casados, y remitirnos al arbitrio de los costa, oficios y corregimientos á los que tuvieren
superiores la graduación de servicios en la paci­ indios de encomienda, quedan cscloidas muchas
ficación. Y porque, algunos presentan cédulas de personas principales que tienen partes y servi­
recomendación, mandamos que los vireyes, au­ cios y son capaces para servir cualesqoier oficios
diencias y gobernadores hagan lo que vieren que de administración de justicia y otros ministerios
conviene y hubiere lu g ar? según su calidad y en que deben ser ocupados: ordenamos y manda­
méritos, como está ordenado por la ley 1 7 , mos á los vireyes del Perú y Nueva España y
titulo i , libro 2 . presidentes gobernadores de las Indias, que en
todas las ocasiones que se ofrecieren de nuestro
LEY XV. servicio, se valgan de las personas de quien tu ­
Don Felipe II á 5 de octubre de 1562. vieren mas satisfacción según el tiempo y casos
que se ofrecieren, y los ocupen en los oficios y
Q ue Jas g ra tific a cio n e s se h a g a n , c o n sta n d o p r im e ­ cargos para que fueren à proposito? aunque sean
ro de los m e rito s y n ec esid a d de lo s p re te n d ie n te s , encomenderos, como los oficios en qne los ocupa­
y no en h a cien d a r e a l . ren no sean de aquellos en cuyos distritos caye­
Ordenamos y mandamos, que para hacer las ren sus encomiendas, dejando escudero que sirva
provisiones, gratificaciones y mercedes , conste en su lugar? por el tiempo que estuvieren au­
primero por instrumentos auténticos ó informa­ sentes.
ción de los méritos y necesidad de las personas
que prctendieren, y que estas no se hagan en
nuestra real hacienda. Don Felipe 11Ï en S. Lorenzo á 2 de setiembre de
1607. Y en Madrid á 15 de diciembre de 4609. Don
Felipe IV allí tí 15 de octubre de 1631. Y a 15 de
L E Y XVI. noviembre de 1654. Don Corios II y la reina gober­
El emperador don Carlos y el príncipe don Felipe nadora en esta Recopilación. A esta ley se refiere
gobernador en Madrid á 4 de junio de 1Ò46. la 16 de este título.

Que los servicios sean remunerados donde cada Que el virey del Perú saque cada ano de la guerra
uno los hubiere hecho, y no en otra parle ni pro• de Chile algunos soldados y ios premie.
vincia. Encargamos á los vireyes de el Perú ? que en
Es nuestra voluntad ? que los servicios sean
remunerados donde cada uno los hubiere hecho (8) Sobre esta ley 6 y las dos anteriores debe tenerse
presente, que el señor clon Fernando VII acaba de man­
y no en otra parle ni provincia de las Indias: y dar en decreto de 10 de enero de 1815, que ios america­
nos puedan ser colocados en España en toda clase de
dignidades y empleos, asi eclesiásticos como civiles y mi­
litares, que los merezcan por sus méritos, conocimientos
y circunstancias. Está referido este real dcct eto en la ga­
(7) V éase la ley 7 , tit. 6, lib. 4. ceta de 17 de enero de 1815.
T O M O II. 3
6 Libro ni. Titulo ir.
cada un ano saquen del reino de Chile y de su dores de nuestras Indias en las provisiones, pre»
guerra hasta doce soldados y oficiales de milicia míos y gratificaciones.
délos que no sirvieren en ella, mas ó menos, los
que les pareciere conforme á los tiempos y oca­ LEY X X L
siones, y no sea número preciso de doce el de Don Felipe II en el Rosque de Segovia á 13 de se­
los premiados, ni salgan de aquella guerra con tiembre «ic 1565. Eu el Pardo íí 2 í de febrero de 1579.
este nombre, ni el gobernador lo esprese en las E» S Lorenzo a 9 de octubre de 1591. A llí á 22 de
licencias que diere, y sean los mas beneméritos julio de 1575, capítulo 53 de dicha Instrucción. Don
y que mejor hayan servido y merecido ser grati­ Felipe IV en la de 1628, capítulo 35.
ficados, de que ha de constar por relación del go­ Que hn oidores, alcaldes .fiscales y oficios reates
bernador y capitán general, y los gratifique y no sean proveídos en oficios en que hayan de hacer
haga merced en las provincias del Perú confor­ ausencia de sus placas.
me á sos calidades, méritos y servicios, sin em­ L o3 vireyes, presidentes y audiencias cuando
bargo de lo que está ordenado cerca de que cada gobernaren no provean à los oidores, alcaldes,
uno sea premiado donde hubiere servido y no en fiscales ni oficiales reales en gobiernos, corregi­
otra parte. Y mandamos que los vireyes asi lo mientos ni otros oficios en que han de hacer au­
cumplan precisa y puntualmente, procurándolos sencia de sus plazas, que asi conviene á nuestro
premiar lo mas que permitiere la disposición de real servicio.
las cosas, con particular cuidado de informarse
del gobernador, de las personas que sirvieren en LEY X X II.
aquel campo y presidios de aquel reino que me­
rezcan recibir merced, y el gobernador envíe al Don Felipe II en Madrid s 28 de febrero de 1569. Y
virey relación muy particular de los servicios an ­ á 12 de agosto de 1570. Don Felipe III en Lisboa á 7
de octubre de 1619.
tiguos y que nuevamente hicieren, y del talento
desús personas, ordenándoles, que por sus pro­ Que los alguaciles m ayores , relatores y escribanos
curadores ó agentes presenten los papeles ante el de támara no sean proveídos por corregidores ni al *
virey, de forma, que gratificados los mas bene­ caldes mayores.
méritos, vivan los demas con esperanza de reci­ Los alguaciles mayores de las audiencias no
bir la misma merced, y á imitación de los prime­ sean proveídos en corregimientos ni alcaldías ma­
ros sirvan con el valor y lustre que conviene. Y yores ni otros oficios, según lo resuelto por la
para mayor aliento de todos ordenamos que el vi- ley 2 9 , tít. 2 0 , lib. 2 ; ni los relatores, escriba­
rey , pedida la relación ai gobernador de los mas nos de cámara, porteros ni otros ministros y ofi­
beneméritos, antes que salgan del servicio de la ciales que tengan ocupación personal.
guerra reciban los elegidos sus despachos del pre­
mio recibido. LEY X X III.
LEY X X . Don Felipe III en Madrid a 1.* de noviembre de 16Q7
Don Felipe U en Añovcr n 9 de agosto de 1589, ca­ fVease la ley 50, tít. 4 , lib. 8.)
pitulo 2 de Instrucción. Don Carlos U y la reina go­
bernadora en esta Recopilación. Que los oficiales reales no sean proveídos en oficios*
comisiones ni jornadas.
Que los premios y ofteios de Filipinas y otras par­
tes , Se den à vecinos y soldados beneméritos. Porque los vireyes y presidentes gobernado­
res han proveído y ocupado encargos y oficios,
Ordenamos á los gobernadores y capitanes comisiones y jornadas á los oficiales de nuestra
generales de las islas Filipinas, queden los oficios real hacienda, y no es justo que esto se permita
y aprovechamientos de aquellas provincias á los por la falta que hacen á su egercieio. Ordenamos
mas beneméritos por servicios y suficiencia, de y mandamos à los vireyes y gobernadores, que
tal forma, que los oficios se provean en vecinos no los provean en oficios, ni encarguen otras
antiguos que por lo menos hayan residido tres ocupaciones en que hagan falta á la obligación de
aíïos y estén avecindados en ellas, como no sea sus cargos.
en sus ciudades y poblaciones; y las encomiendas
á soldados que hubieren residido en hábito, ofi­ LEY X X IV .
cio ó egercieio m ilitar, prefiriendo siempre á los
que mejor lo merecieren por su antigüedad y El emperador don Carlos y la reina doña Juana su
madre en Toledo á 24 de noviembre de 1525.
otras circunstancias de mayores servicios en aque-
lla tierra , que no sean hijos, hermanos, deudos, Que los oficiales públicos sirvan sus oficios, y no
criados, ni allegados del gobernador que hiciere se ausenten*
la provisión o gratificación; y porque algunos
que tienen encomiendas en aquellas islas y có­ Mandamos, que los algaaciles mayores, regi­
modamente lo que han menester piden mas gra­ dores, escribanos y otros oficiales públicos y rea­
tificación, sin embargo de que no se prohibe acre­ les de las ciudades, villas y lugares de las indias
centar los premios que sus servicios merecieren, é islas adyacentes, residan en ellos continuamen­
estará el gobernador advertido de no aumentar á te, como son obligados, sin hacer ausencia, y que
los que tuvieren lo bastante hasta que sean pro­ no puedan ir ni vayan fuera de (a provincia ó
veídos y gratificados en oficios, aprovechamientos isla sin licencia del presidente y oidores, la cual
y encomiendas los mas antiguos y beneméritos ordenamos que les den para cosas justas con el
que se hallaren desacomodados. Y mandamos, término competente; y los que de otra forma se
que esto mismo guarden los vireyes y goberna- | ausentaren, pierdan los oficios y queden vacos
De la provisión de oficios. 7
para que se provean conforme ó las leyes, y las LEY X X V III.
audiencias nos avisen de ia egeeucion ( 9 ).
Don Felipe III en Madrid á .12 de diciembre de 1610,
LEY X X V . cap. 2 y 3. Don Felipe IV en Monzon á 23 de febre­
ro , y en Cabrera á 25 de marzo de 1626.
Don Felipe II en Madrid á 8 de mayo de 1568. Véase
la ley 51, título 4 , libro 8. Que por criados, allegados y familiares sean tenidos
Que los mercaderes no pueden ser proveídos en ofi- los que esta ley declara.
cios de hacienda real. Declaramos, que la prohibición de la ley an*
Ordenamos, que para oficiales de nuestra tecedcnte comprende á los criados y allegados de
real hacienda no sean proveídos mercaderes ni vireyes y ministros en esta forma. Que por cria­
tratantes. dos sean tenidos todo? los que llevaren salario ó
acostamiento de los vireyes y ministros, y por
LEY X X V I. allegados y familiares todos los que hubieren pa­
El emperador don Callos y el príncipe gobernador sado de estos reinos, ó de unas provincias à otras
en Monzon de Aragón á 3 de setiembre de 1552. en su compañía, y en sus licencias y debajo de
Que no se den corregimientos, alcaldías majores su amparo y familiaridad, y todos ios que asistie­
ni otros cargos d oficiales mecánicos. ren y continuaren sus casas sin tener pleito ó ne­
gocio particular que les obligue á ello, hacién­
Mandamos, que no sean proveídos en corre­ doles acompaña míen lo 6 servicio, ú ocupándose
gimientos , alcaldías mayores ni otros cargos se­ en sus cosas familiares y caseras.
mejantes los que hubieren egercido oficios mecá­
nicos, y que siempre se den á personas honradas L E Y X X IX .
y de las calidades que por nuestras leyes se re­
Don Felipe III en Madrid á 12 de diciembre de 1619.
quieren.
Que la prohibición de parientes y allegados de m i•
LE Y X X V II. nis Iros se entienda también de los de sus mugeres,
El emperador don Carlos y ia princesa gobernadora nueras y yernos .
en Valladolid a 5 de setiembre de 1555. Don Feli­
pe II eu Ja ordenanza 5 l de Audiencias de 1565 Y cu Otrosí, declaramos y mandamos, que la pro­
el Pardo a 27 de mayo de 1591. <Ü«n Felipe 111 en Ma- hibición de parentesco, servicio y lo demas refe*
diId á 4 de mayo de 1607. Alií a 23 de diciembre rido en las leyes precedentes, comprende à los
de 1 6 Í.9, capítulo 2. Dou^Folipe IV allí á 7 de junio
de 1621. E 11 Monzon á 25 de febrero de 1626. Y en parientes de las mugeres, nueras y yernos de mi­
26 de marzo de 1662, nistros , como se espresa en las personas de sus
maridos y dependientes.
Que los oficios y aprovechamientos no se den á pa­
rientes dentro del cuarto grado, ni á criados ó alle­
gados de los vireyes y ministros.
El mismo allí.
Ordenamos, que los vireyes, presidentes y
audiencias que gobernaren no provean en corre­ Que la prohibición comprenda ú los amigos y f a ­
gimientos ni otros oficios de just eia, comisiones, miliares de ministros y sus parientes y criados.
negocios particulares, encomiendas ó repartí Si los ministros referidos tuvieren estrecha
míenlos, pensiones ó situaciones á los hijos, her amistad, parcialidad, correspondencia ó familia­
manos, ó cuñados, ó parientes dentro de! cuarto ridad con algtnía persona, ésta tal y los deudos
grado, de vireyes, presidentes, oidores , alcaldes y parientes de ella y sus criados queden y sean
del crimen ni fiscales de nuestras audiencias, inhábiles c incapaces para no ser proveídos en
contadores de euentas, gobernadores, corregido­ oficios.
res, alcaides mayores, oficiales reales ni otros LEY XXXI.
ministros-, y si alguno fuere proveído, no use
del oficio, pena de mi! pesos de oro. Y manda­ Don Felipe IV en Madrid tí 12 ele febrero de 1622,
mos á los vireyes y ministros, que en la provi­ Que los vireyes y presidentes no hagan recomenda­
sión de oficios y distribución de los aprovecha­ ción al Rey de deudos y criados de ministros, con -
mientos de la tierra no ocupen á sus criados ni ira lo ordenado.
allegados que actualmente lo fueren ó hubieren
sido, y declaramos por nulo lodo lo que en con­ Ordenamos à los vireyes y presidentes, que
trario se hiciere: y asimismo mandamos, que los no nos representen causas ni razones para dispen­
parientes, criados y allegados restituyan los sa sar en !o que está mandado sobre que no puedan
larios y aprovechamientos que hubieren percibi­ proveer en oficios á hijos, parientes y criados de
do con el cuatro tanto, y que se cobren de sus oidores y otros ministros.
personas y bienes ( 1 0 ).
LEY XXXII.
Don Felipe II en Madrid á 2 de enero de 1572. Y en
(9) Véase la ley 88, tit. *6, lib. 2, y cédula que allí Badajoz a' 23 de julio.de 1580 Don Felipe III en el
se cita sobre licencias. dicho cap. i.° de 1619.
(10) Nota la ley 41, dicho título, y la 3 i , tit. 3. dicho Que ningún pariente, criado ni allegado de minis­
libro.
En real orden de 8 de junio de j 794 se encargó de
tro ni juez sea depositario de bienes de difuntos, ni
nuevo el cumplimiento de esta ley; pero por otra de i7 se ie cometa su cobranza•
de agosto de 95 se declaró, qtie la antecedente solo se
entendía y tenia lugar eu cuanto á empleos de real Ha­ Ningún pariente, criado ni allegado de virey,
cienda. presidente, oidor, alcalde, fiscal de la audiencia
i* Libro in. Titulo ii.
y oficiales reales por consanguinidad ó ofin ¡dad LEY XXXVI.
dentro del cuarto grado, sea puesto por deposita­
rio de bienes de difuntos, ni se cometa ninguna Don Felipe III allí, cap. 6 .
cobranza de ellos , romo está prohibido por la re­
gla gener al , de que no tenga comisiones , y ley Que las carias de recomendación no releven de la
11 til. 3a líb. 2. prohibición .

LEY X X X III. Nuestras Ce'dulas y Cartas de recomendación


no releven ni habiliten a ninguna persona de las
El mismo en S. Lorenzo á 26 de abril de 1618. prohibidas por las leyes de este título , y en to­
(htv. los vireyes y gobernadores no nombren á sus dos casos se guarde y cumpla lo proveído por !a
deudos, criados tu à ¡os estranger os por generales ley 14.
ni oficiales de armadas.
Por cscusar la mala consecuencia y pernicioso LEY X X X V II.
ejemplo que trae el nombrar por generales, ca­ Don Felipe IV en Madrid á 1 de agosto de 1626.
pitanes , a líe’reces y oficíales de las armadas que
sirven en nuestras indias en e! Callao y otras Que los fiscales de las audiencias acudan al cum­
partes , á deudos ó criados de los vireyes, contra plimiento de la prohibición contenida en estas
los cuales no habrá la libertad de pedir justicia, leyes .
que conviene , y confiados en su favor se atreve­
rán y descuidarán , cscedicndo de sus oficios ó Mandamos á los fiscales de nuestras audien­
faltando à lo que deben : Mandamos á los vire- cias que acudan , como tienen obligación ,' à la
yes o gobernadores á cuyo cargo estuvieren, que ejecución de lo que está dispuesto sobre las pro­
no nombren en estos oficios á ninguno de sus deu­ hibiciones de los parientes, criados y allegados
dos, ni criados, ni estrangeros, aunque sean nues­ de los vireyes, oidores y otros ministros, para
tros vasallos , y hayan adquirido naturaleza. que se guarden y cumplan por lo que conviene a
nuestro servicio.
LEY XXXIV.
El mismo allí.
LEY* X X X V III.
Que los que sirvieren oficios contra la prohibición Don Felipe III en Madrid á 12 de diciembre de 1619,
de estas ¡eje», sean removidos. cap. 4.

Cuando los vireyes y presidentes y las au­ Que el que fuere proveído en las Indias sea pre­
diencias entraren en ci gobierno , bagan averi­ cediendo información de que no es de los prohibi­
guación, citada la parte de! fiscal, de cuales y dos por las leyes de este titulo.
cuantos soti los que estuvieren proveídos en ofi­ Declaramos y mandamos, que cuando se hu­
cios contra lo que está dispuesto, y los que ba­ biere de hacer provisión en cualquiera sugeto,
ila ren tener esta calidad haciendo en ello juicio antes que se haga se presente por su persona en
breve y sumario, los remuevan y nombren en su el acuerdo de la audiencia, y el oidor mas anti­
lugar otras personas que sean sin so pecha , y de guo, con asistencia dei fiscal, reciba información
ios que nos hubieren servido en la tierra y tu­
sobre si es pariente , criado, familiar ó allegado
vieren su origen de los pobladores y descubrido­ del virey, presidente, ó «le algun otro oidor, ofi*
res, ó que por sus particulares servicios lo me­
cial real ó ministro , ó si fue de estos reinos con
rezcan conforme á !o proveído,
alguno de ellos encargado para ser proveído ó
LEY 'XXXV. favorecido; y hallando que concurren las parles
necesarias, y que no es de Jos comprendidos en
El mismo en Madrid a 12 de diciembre de 1019, ca­ la prohibición se despache la comisión ó título
piu; lo 8 . temporal ó perpetuo, ó en el ínterin poniendo
eu c1 título la cláusula del tenor siguiente : Y por
Que no se pague salario d persona que tenga oficio tjue por orden especial de S. M . está momia do
contra la pro Ilición , y quede inhábil para otro. que ninijun criado , pariente, familiar ni alle-
Mandamos á los oficiales de nuestra real Ha­ (fulo de ninguno de los vireyes, presidentes y
cienda de nuestras Indias, y otras cuaiesquier per­ oidores, gobernadores r corregidores , oficiales
sonas à quien locare pagar cuaiesquier salarios, y reales, ni otros ministros suj os de las Indias
tomar razón de ios títulos ó comisiones que no puedan ser proveídos en ningún oficio-. Declara­
paguen los salarios á quien los obtuviere , contra mos , (pie por la informad i n recibida cerca de
la prohibición contenida en estas leyes, y desde lo sobredicho, ha constado tpie en el dicho N .
luego cualquier título ó comisión, que se despa­ no concurre la prohibición, n )
chare, y lodo lo que se hiciere y proveyere con­
tra su tenor, !o declaramos por ninguno, y de
ningún valor y efecto , y las personas que reci­
bieren los salarios ó cuaiesquier derechos que (M) Cuando en el provisto concurre algun defecto que
lo inhabilite por derecho, debe el virey suspender la po­
fueren de las comprendidas, sean obligadas á los sesión y llar enema ron aillos, conforme á la real cédula
volver y restituir, con el cuatro tanto , y queden tle Ituen Iiciiio de 2á <íe agosto «le i75l.
inhábiles é incapaces para no tener otro ningún Y antes de o la «e había despachado otra á los vireyes
y presidentes del mismo tenor para los provistos por be-
oficio en las Indias. nciici-j en «8 de julio de i 7-I5.
De la provisión de oficios. 9
LEY X X X IX . El mismo allí.
Asimismo declaramos , que si los pretendien­
El mismo allí. Don Felipe IV á 26 de marzo de 1662.
tes tuvieren tantos servicios personales, milita­
Que en las visitas y residencias se haga interro­ res , ó de gobierno ó de administración de ha­
gatorio de lo contenido en las leyes de esta pro cienda, que su provisión tenga por motivo y
hibicion. causa á nuestro mayor servicio , y no sea hecha á
Mandamos 9 que en los interrogatorios públi­ contemplación é instancia de ministros 6 perso­
cos y secretos de todas las visitas y residencias nas poderosas, que les tocan en parentesco , no
se forme pregunta especial en que se refiera la son comprendidos en !a prohibición.
prohibición de las leyes antes de esta, para sa­ El mismo en Madrid a 20 de jimio de 1625.
ber é inquirir ?>i se han observado ó contraveni­ Los caballeros y soldados que fueren á las ls*
do en todo ó en parte ; y que los ministros que las Filipinas con los gobernadores y capitanes
hubieren incurrido en semejantes escesos y deli­ generatus, aunque vayan por sus camaradas, no
tos, sean castigados conforme á ellos en las ma­ se comprenden en la prohibición, como hayan
yores y mas graves penas pecuniarias, y otras que asentado plaza ó lleven nuestro sueldo, porque
convengan , para que les sea escarmiento , y á estos se han de reputar por soldados y ocupados
otros ejemplo. en nuestro servicio: y siendo beneméritos y te­
LEY X L . niendo las partes y calidades que por leyes
está ordenado, deben ser ocupados como los de­
Don Felipe II en Madrid á 12 de febrero de 1562. mas beneméritos de aquellas islas, con que no
Que los presidentes y oidores no encarguen sus vivan en casa de! gobernador ni lleven acosta­
deudos ni criados por ministros de los jueces . miento suyo. (i3 )
Los presidentes] y oidores no encarguen á los El mismo allí.
jaeces de comisión que lleven por alguaciles y Y porque nuestra voluntad es, que la prohi­
oficiales á ningún deudo , criado ni allegado suyo, bición no comprenda à los parientes , criados y
y los dejen nombrar y llevar las personas que allegados de ministros muertos: Declaramos, que
quisieren y por bien tuvieren. antes deben ser preferidos i otros por la razón
general de las demas leyes, en que está dispues­
LEY X L I. to que los beneméritos, descendientes ó deudos
de los que hubieren servido, se prefieran á los
D. Felipe IV en Madrid á 19 de marzo de 1623. Y en demasen quien no concurriere esta prerogativa,
Gerbera á 23 de marzo de 1626.
antes debe ser causa de tenerlos mas en nuestra
Que declara en qué casos no ha lugar esta pro·' memoria , y presentes sus méritos y pretensiones
hibicion. para despacharlos, y gratificar sus servicios, y
Por hacer bien y merced á los hijos y des­ de los ministros con quien tenían parentesco , y
cendientes de los descubridores, pobladores y lo mismo se ha de entender en caso de ausencia
pacificadores de nuestras Indias, y escusar que de ios ministros. (* 4-)
vengan ante nuestra real persona por los pre­ Y en 23 de marzo de 1626.
mios que merecen , desamparando sus casas y
haciendas con grandes gastos y descomodidades, Y mandamos á los vireyes , presidentes, au­
y nuestra intención no es perjudicar á los que diencias y gobernadores, que cuando por las con­
siendo deudos, criados ó allegados de los vireyes sideraciones y permisiones contenidas en esta
ò ministros, son originarios de las Indias , hijos nuestra ley, se hiciere provisión ó merced á
y nietos de descubridores y pobladores de ellas, cualquiera persona que loque á alguno de nues­
y han sucedido en sus servicios y merecimientos tros ministros, se nos avise luego de lo referido
para ser gratificados y ocupados : por la presente
declaramos y maridamos, que á los hijos, nietos, (13) Esta clase de provistos de que habla el número 3
de esta ley ha merecido siempre la mayor consideración
descendientes y sucesores de los primernsdescubri- Hoy los que se conocen por el nombre de oficiales, tie­
dores, pobladores y pacificadores, que no hubieren nen la ventaja de que finalizado el término porque hayan
servido corregimientos ú otros mandos por comisión y no
recibido competente gratificación, y antes de ir los á solicitud propia, se les dán doce pagas de su empleo
vireyes, presidentes , oi lores y los demas minis­ militar por reales órdenes de 29 de febrero de 64 y i.°
tros á servir sus oficios , tenían las dichas partes, de octubre de 1788.
Mas no comprendiendo estas órdenes sino en el caso
calidades y servicios, no les pare perjuicio la de regresar á España, y quedando otros sin providencia,
prohibición contenida en las leyes de este títulos se espidió en 23 ele abril de 92 una que parece abrazarlos
ni tampoco á los que entraren á servirlos, que todos; y es en substancia reducida, á que los oficiales pro­
vistos á gobiernos militares, que despues de relevados son
tengan la misma antigüedad, partes y calidades promovidos à otros ó regresan a España, se t ó abonen en
en aquella tierra, premiando á todos con la jus­ los subsecuentes ajustamientos los sueldos de su anterior
tificación que se requiere, en el lugar y grado destino hasta el dia «le so embarco, y desde este el del
nuevo empleo, destino ó grado á que sean promovidos.
que á cada uno tocare, en concurso de otros be­ Que si no se embarcaren por ser dentro de nuestro conti­
neméritos, sin hacer agravio á los demas, y que nente su promoción, sirva «le periodo la toma de posesión
del nuevo empleo para el abono del sueldo; y que final­
no les impida el ser deudos, criados ni allega­ mente, en caso alguno tenga esto lugar si hubiere demora
dos de ministros para poder recibir merced, voluntaria. Con lo que quedan derogadas las órdenes de
conforme á sus merecimientos. ( 12) 64 y 88, y la cédula de 66 que disponían pagas y mesa­
das á los que regresaban.
(14) Véase la nota á la ley 72 del título inmediato, en
(12) Véase la ley 3i, tit. 3 de esle libro. i que se habla de sueldos.
TOMO II. 3
10 Libro iíi. Título ii.
con los motivos que obligaron á la provisión ó lib. a.°qae en vacante de fiscal sirva esta ocu­
merced para que Nos proveamos lo que convenga. pación el oidor mas moderno de la audiencia: or­
denamos y mandamos, que sino quedare sufi­
LEY X L II. ciente número de jueces , y el oidor hiciere fal­
D. Felipe III en Madrid à 3 de junio de 1620. ta al despacho , pueda el virey ó presidente, 6
Que los servicios hechos en ia carrera de las Jn - la audiencia , si gobernare, nombrar un abogado
dias se repulen por hechos en ellas . que sirva la fiscalía en Ínterin que Nos la pro­
veamos, como en caso semejante está proveído
Declaramos , que los servicios hechos en la por la ley 3o del mismo título; y sucediendo
carrera y defensa de las Indias ¿ se deben repu­ vacar los oficios de alguacil m ayorrelatores, es­
tar por hechos en ellas para ser premiados en ofi­ cribanos de cámara, porteros y otros de la au­
cios y cargos. diencia , provea en ínterin el virey ó presidente,
LEY X L III. ó audiencia que gobernare. ( 16)
El mismo en Valladolid á 25 de enero de 1605, ca­ L E Y X L V I.
pitulo H de Instrucción. Y en Madrid á 4 de mayo
de 1607, y en 7 de enero de 1610. Véanse las leyes Don Felipe III en Madrid á 5 de octubre de 1607 v 5
17 de este tic. ,y la ley 7, tít. 20, Jib. 4. de octubre de 1608.. Y en el Pardo á 18 de febrero
de 1609. Para esta ley y la siguieote se vea la ley 5,
Que ios escribanos de Gobernación no despachen tit. 2 , lib. 8, J
títulos si no constare que ios proveídos no deben
Que los vireyes y presidentes nombren en ínterin
hacienda rea l, ni de comunidad de indios , y que
contadores de cuentas, resultas y ordenadores.
han dado cuenta de las tasas , y pagado los al­
cances. Cuando faltaren ios contadores de cuentas, ó
contadores de resultas ú ordenadores de ellas, el
Los escribanos de gobernación no despachen virey ó presidente de la audiencia nombre otros
títulos de corregidores, alcaldes mayores, ni en su lugar, procurando que sean de las partes y
otros de justicia, sino constare primero por cer­
calidades que deben concurrir en los propietarios
tificación de todos los oficiales reales qué no en el ínterin que Nos los proveemos con la mi­
deben ninguna cantidad á nuestra rea! hacienda
por cualquier causa quesea, lo cual se guarde tad del salario y preeminencias de los propieta­
rios , escepto en cuanto á la antigüedad en que
con todo rigor y den cuenta ai vírey ó presiden­
estos han de preceder siempre , y en la primera
te para que no sean proveídos ni ocupados en ocasión se nos dé aviso de lo resuelto.
ninguna cosa de nuestro servicio basta haberla
dado y pagado los alcances, y satisfecho las resul­ L E Y XLV1I.
tas , pena de mil ducados y de pagar todos los da­
llos o intereses que se causaren de !a contraven­ El mismo en Lisboa a 24 de agosto de 1619. Véase I4
ción , y lo mismo se observe en cuanto al entero ley 24. tit. 4‘ lib. 8 .
de la caja de comunidad de los indios, cuenta de Que en vacante de oficial real provea el virey,
las lasas y paga de ios alcances. presidente ó Audiencia el ínterin en persona idó­
nea, y no la remuevan sin causa.
L E Y X L IV . Porque conviene , que en las provisiones es­
Don Felipe III en S. Lorenzo a 26 de abril de 1618. pecialmente se atienda a la utilidad del oficio y
Y en San turen ¡i 13 de octubre de 1619. Don Feli­ no á la conveniencia de las personas: Ordena­
pe IV en Madrid á 10 de junio de 1626. mos y mandamos á los vireyes, presidentes y
Que los propietarios sirvan los oficios por sus per­ audiencias, que habiendo de proveer en ínterin
sonas y no por substitutos, ni para ello se les dé algun oficio de nuestra real hacienda, procuren
licencia. sea en persona sin sospecha , hábil y ejercitada
Mandamos , que los propietarios sirvan ios en materias de hacienda, cuenta y razón ; y si
oficios por sas personas, como son obligados, y fuere cual conviene á nuestro servicio la procu­
que los vireyes, presidentes y oidores no permi­ ren conservar y no la remuevan sin causa legíti­
tan sustitutos sino fuere con licencia especial ma, ni impongan mas obligaciones que las pro­
nuestra, y que en cuanto á esto se guarden las pias del oficio , en que remitimos á su pruden­
leyes. (i5 ) cia la causa , justificación y atención á nuestro
real servicio.
L E Y X LV .
LEY XLV11L
Don Felipe III en Madrid á 5 de junio de 1620.
Don Felipe lí en Madrid a' 7 de julio de 4572.
Çae la fiscalía y otros oficios de las Audiencias
se provean en ínterin conforme á esta ley. Que falleciendo los gobernadores, aunque dejen te­
nientes, nombre en el ínterin el virey, presidente,
Porque está ordenado por la ley 29 tit. l 6 ó Audiencia,
La facultad por Nos concedida à los vireyes,,
(15) Ley 25, tít. 20, lib. 8; y para la dispensación de
esta calidad en cuanto á los escribanos, ley 6, tit. 2, lib. 7 .
Y para la general escíusion de estos, aun en caso de (16) Véase lo notado en la 1 .a de este título.
enfermedad de tos principales, es del caso la real orden Lila vez desaprobó S M. el nombramienlo que se
de lO de agosto de !*(?().
bizo en la Audiencia de Guatemala de fiscal interino,
Los escribanos pueden conseguir la gracia de nombrar porque bahía en ella en esa fecha tres oidores. En la
tenientes por ia cédula de gracias al sacar, y lo ¡mismo cedida de desaprobación, aun mandó el .Rey que el interi­
los demás empleados concegiles. no restituyese el salario que liabia tirado.
De la provisión de oficios. f 11
presidentes y audiencias para provisiones y nom- L E Y LII.
'bramientos en ínterin sea y se entienda, aunque
los gobernadores propietarios en caso de su fa­ Don Felipe IV en Madrid á 7 de diciembre de 1626.
llecimiento, hayan dejado nombrados tenientes Que no se admitan dejaciones de oficios para que
en su lugar* se dén á otros.

LEY XLIX. Mandamos á las audiencias , que no consien­


tan hacer dejaciones de oficios, que Nos hayamos
Don Felipe III en S. Lorenzo á 11 de junio de 1612. proveído para efecto de que los vireyes d presi­
dentes gobernadores den otros á los que hicieren
Que el presidente y Acuerdo de oidores provean en dejación, y si algunos las hicieren voluntariamen­
ínterin los relatorias del Crimen. te, no siendo para este efecto, permitimos qtie
las puedan admitir, guardando lo que por la ley
Declaramos j que la provisión de relatores de *74., título i5 , libro a está determinado,y dan­
!a sala del Crimen toca en ínterin at vi rey 6 do residencia del tiempo que hubieren servido.(1 8)
presidente, y en vacante al acuerdo de oidores y
no ai de los alcaides. LEY L U I.
Don Felipe III allí.
LEY L.
Que lees Audiencias que gobernaren no provean
Don Felipe II á 19 de enero de 1576. oficios por dejación ó malos medios•
Que falleciendo el gobernador dé Popafan , provea La audiencia que gobernare no haga provi­
en el ínterin el presidente del nuevo reino de Gra­ siones de oficios, que vacaren por exonerarse
nada. las partes de ellos, para que se provean en otros,
<$ hubiere cnaiquiér especie de trato , negociación,
Ordenamos, que falleciendo el gobernador de Ó medio ilícito. ( 19)
Popayan prorea en el ínterin el presidente de la
audiencia del nuevo reino de Granada, sin em­ L E Y L IV .
bargo de que se ha dudado si le ha de proveer el
El mismo en S. Lorenzo á 25 de setiembre de 1610.
presidente de U de Quito.
Que los corregimientos de indios se provian en
LEY LI. personas de satisfacción, y castiguen sus escesos.

El mismo en Madrid à 5 de diciembre de 1570. En Los corregimientos de pueblos de indios se


Lisboa á 9 de abrii de ló82. Don Felipe III en S. Lo­ provean en personas de Bhena conciencia, y de
renzo á 2 de abril de 1608. Allí á 8 de octubre la satisfacción y partes necesarias, que no sean
de 1611. Véanse las leyes 69 de este título, y la 31, deudos, ni dependientes de ministros, conforme
tit. 4, lib. 8. á lo proveído, y los presidentes ordenen que se
Que <p los nombrados para, oficios en ínterin no se Ies tomen sus residencias con mucho cuidado y ri­
dé mas' que la mitad del salario . gor, para averiguar y entender si han cometido
escesos', y castigar y satisfacer los agravios que
Los vireyes, presidentes y oidores no seña­ recibieren los indios.
len ni permitan señalar, ni pagar á los que sir*
vieren en ínterin oficios de gobernadores, corre­ LEY LV.
gidores , y otros cualesquiera de justicia y hacien­ Don Felipe II en Badajoz á i l de noviembre de 1580.
da, masque la mitad del salario de los propie­ Que los gobernadores no pongan corregidores ni
tarios en cuyo lugar hubieren sido nombrados., ¿alcaldes mayores en los pueblos de indios.
aunque sea con condición de que hayan de llevar
confirmación nuestra. Y mandamos, qae los su ­ Mandamos que los gobernadores que fueren de
sodichos no lleven mas, ni los oficiales reales lo cuaiesquier provincias de nuestras Indias, no pro­
paguen, pena de que se restituirá y cobrará el es- vean corregimientos, ni alcaldías mayores en los
ccso de los bienes, y fiadores de todos. ( 17) pueblos de indios.
L E Y LV I.
(17) Por cédula de 14 de abrii de 1742 dirigida á ia D. Garlos II y la Reina gobernadora en esta Reco­
Audiencia de Guatemala se manda á los oficiales reales pilación.
que no satisfagan salario de cajas reales á empicado inte­
rino sin que iutcrvcnga espresa aprobación de S. M., ó Que los gobernadores puedan nombrar tenientes
sin que al menos afiance que llevará la referida aproba­ conforme á la facultad que tuvieren y á las leyes
ción , y de lo contrario devolverá lo que se le hubiese pa­ que sobre esto disponen.
gado.
Generalmente no se pueden’nombrar interinos sino en Los gobernadores, que por Nos fueren pro­
tiempo de guerra, y empleos que no puedan servirse por
les inmediatos por real orden de 30 de octubre de 87. veídos , puedan nombrar en las ciudades de sus
Si esta no baja de 1000 pesos, pues esta ley solo se distritos los tenientes para que tuvieren facultad
verifica en los empleos que pasan de 2000 por la real conforme á los títulos que de Nos llevaren , y á
orden de 20 de febrero de 1.785.
Tamprco tiene lugar cuando un empicado en propie­ las leyes de las Indias, y de estos reinos de Cas­
dad es promovido interinamente'á o?ro, pues debe que­ tilla que sobre esto disponen
dar gozando el de su primer empleo si la mitad del inte­
rino fuere menor. Real orden de 30 de setiembre de 87.
Sobre todo, debe verse la de 9 de marzo de 1792, en que (x8) Véase la ley 69 con su nota.
se ha tratado de esplicar las anteriores que cita sobre el (19) Véanse la ley 69 de este título, y la 174 del i5
abono debido de sueldos á provistos y promovidos. lib. 2.
12 Libro ni. Título ri.
LEY LVII. los fiscales pidan loque convenga, y guarden Ia
ley a5 , título 18 , libro 2. Y asimismo manda**
Don Felipe III en Madrid á 4 de mayo de 1607. inos á los oficiales de nuestra real hacienda, que
Que no se puedan unir unos corregimientos á otrosí no den ni paguen ningunos salarios de las cajas de
ni dar dos en un mismo tiempo á un sugeto. su cargo á los que sirvieren los oficios por mas
Porque resultan muchos inconvenientes con­ tiempo del que conceden las leyes, cédulas y or­
tra la buena administración de justicia de agre­ denanzas , no obstante la prorogacion ó disimula­
garse anos corregimientos á otros: ordenamos y ción tacita, ò espresa de los vireyes, presiden­
mandamos , que se reformen las agregaciones he­ tes ó audiencias. ( 20)
chas por los vireyes ó presidentes gobernadores., LEY L X IÏ.
y no las hagan ni puedan hacer mas en ningún
caso ni forma: y asi mismo no puedan dar, ni den Don Felipe IV en Madrid a' 29 de diciembre de 1626.
dos corregimientos en un mismo tiempo a un su- Que el alcalde de la hermandad de Santa Fé no
geto. pueda ser corregidor de Sabana de Bogotá .
LEY L V IIL Mandamos, que el alcaide de la hermandad
El mismo allí sí 3 de marzo de 1619. Don Carlos II de la ciudad de Santa Fe de! nuevo Reino, no pue­
y Ja Reina gobernadora en esta Recopilación. da ser corregidor de los naturales de la Sábana
de Bogotá.
Que ios entretenimientos cerco de las personas de
los vireyes ó gobernadores de Filipinas sean per­ LEY LXÍ1L
sonales.
Don Felipe II, ordenanza 78 de Audiencias de 1563.
Mandamos que los entretenimientos concedi­ Don Felipe IV en Madrid á 5 de febrero de 1631 y
dos ó que concediéremos, cerca de las personas 16 de abril de 1636.
de nuestros vireyes ó gobernador de Feli pinas, Que dá la form a de nombrar jueces de aguas y
sean personales y que se consuman luego que egecucion de sus sentencias.
fueren vacando, para que Nos hagamos nueva
merced de ellos i quien fuéremos servido. Ordenamos, que los acuerdos de las audiencias
nombren jueces sino estuviere en costumbre, que
L E Y L IX . nombre el virey ó presidente, ciudad y cabildo,
Don Felipe IV en Monzon á 23 de febrero de 1626. que repartan las aguas á los indios, para que rie­
guen sus chacras, huertas y sementeras, y abre­
Que los vireyes no crien oficios ni acrecienten sa­ ven los ganados, los cuales sean tales, que no les
larios. hagan agravio , y repartan las que hubieren me­
Prohibimos á los vireyes del Perú y Nueva nester; y hecho el repartimiento, den cuenta al
España , que puedan criar oficios y acrecentar sa­ virey ó presidente, que nos le darán con relación,
lat ios sin especial comisión nuestra* de la forma en que han procedido. Y mandamos,
que estos jueces no vayan à costa de los indios, y
LEY L X . en las causas de que conocieren, si se apelare de
Don Felipe II en Toledo á 2 de noviembre de 156 t:
sus sentencias, se ejecute io que la audiencia de­
terminare , sin embargo de suplicación, por la
Que los corregimientos r alcaldías mayores no brevedad que requieren estas causas; y si ejecuta*
sean perpetuos« do suplicaren las partes, los admita la audiencia
Los corregimientos y alcaldías mayores de las en grado de revista, y determine lo que fuere jus­
Indias no sean perpetuos, y si los que hubieren ticia.
servido en ellos hubieren dado buena cuenta, po­ LEY L X IV .
drán ser proveídos en otros.
Don Felipe II á 30 de abril de 1572, y en 26 de mayo
L E Y L X Ï. de 1573. Don Felipe 111 en Lerma á 4 de noviembre
de 1606. En S. Lorenzo á 7 de julio de 1607.
Don Felipe I íl en Madrid a' 16 de enero y 19 de no­
viembre y 12 de diciembre de 1619. Véanse las le­ Que se consuma el corregimiento del Valie de
yes 16, tit. 10, Iib. 5, con la 25, tit. 18, lib. 2, v 9, Guatemala.
tit, 26, lib. 8.
Habie'ndose introducido por los presidentes
Que no se prorogue el término de los oficios, y
de Gaatemala nombrar un juez visitador y cor­
las Audiencias, fiscales y oficiales reales hagan
lo que por esta ley se manda . regidor del Valle, con trescientos y cincuenta
pesos de salario al a fio >se nos hizo relación por
Ordenamos y mandamos, que los vireyes, parte de la ciudad de Santiago, de los inconve­
presidentes y audiencias no proroguen tácita , ni nientes que resultaban en la nueva formación y
espresamente por mas tiempo del contenido en provisión de este oficio, y que era en perjuicio de
las leyes, cédulas y ordenanzas, los oficios, que su jurisdicton ordinaria. Y porque nuestra vo­
proveyeren ni consientan, ó den ucasion á que los luntad es no multiplicar oficios donde no conven­
proveídos los usen y ejerzan : con apercibimiento ga á la utilidad pública : Mandamos, que luego
de que se les hará cargo especia! por la contra­ cese y se consuma este oficio, y el oidor que sa­
vención en sus visitas ó residencias, y pagarán liere á visitar el distrito, haga lo que le tocare,
los salarios percibidos, para que se restituyan á conforme á su comisión de visitador en las par­
nuestra real hacienda,y nuestras reales audien­
cias nos avisen luego si asi se guarda y cumple, y po) Véase lo «otado sobre la ley 9, tit. 26, lib. 8.
De la provisión d e oficios. 15
tes por donde pasare, y los corregidores, alcalá- . L E Y LXVIII.
fies ordinarios y justicias, que tienen jarisdicion Doa Felipe IV en Madrid á 5 de diciembre de 1622.
sobre ios indios del Valle, procedan como, y Contesta 5a ley 8 „ tit. 2, lib. 5.
donde la ta riere cada uno. (a i) ) Que ninguno sea admitido à oficio sin testimonio
de haber presentado el inventario de sus bienes.
. . . l e y .l x v . ' ; Por cuanto está dispuesto , que todos los mi­
Don Felipe.IV cñ Madrid á 8 de jtúiió de 1626. , nistros que Nos proveye'remos , antes que se les
entreguen los títulos de sus oficios, presenten en
Que en la provincia de Guatemala pueda'haber los consejos donde se despacharen, descripción,
jueces de milpas • é inventario auténtico y jurado, hecho ante las
justicias, de todos los bienes y hacienda, que tu­
Stn embargo de haberse ordenado, que en la vieren al tiempo que entraren á servir, y esto
provincia de Guatemala no haya jaeces de mil­ conviene se cumpla y ejecute: Mandamos, que
pas , pareció necesario que los hubiese, con obli­ no sea admitido en las audiencias de las Indias
gación de que den residencia y fianzas de juzga ninguno de los ministros , que para ellas fueren
do y sentenciado, y prohibición de tratar y con­
de estos reinos, aunque lleve título firmado de
tratar con los indios. Es nuestra voluntad que por nuestra mano del oficio en que fuere preveido, si­
ahora , y mientras otra cosa no mandáremos los
no llevare juntamente testimonio de haber pre­
pueda haber guardando lo referido. ( 22)
sentado en el consejo de Indias el inventario he­
LEY LXVL cho en la forma susodicha. Y mandamos , que lo
mismo se haga en todo el distrito de cada audien­
Don Felipe III en S. Lorenzo á 1.® de noviembre cia, con los ministros que conforme lo dispuesto
de 1609. los debieren presentar.
Que se prosiga el Nuevo Méjico, y los vireyes de LEY L X IX ,
Nueva España nombren allí gobernador. Dou Felipe IV en Madrid á 5 de febrero de 1664.
Encargamos y mandamos á los vireyes de Sobre la materia de las leyes S i y 5 ti de este t i •
nueva España , que esfuercen y favorezcan la lulo.
conversión y pacificación del Nuevo Méjico, de Por las leyes 174., título i5 , libro 2 y 5a
forma que por falta de obreros evangélicos y los de éste, está ordenado que los vireyes no admi­
demas requisitos, no. de je de estenderse la predi­ tan dejaciones de oficios para efecto de dar otros
cación por aquellas provincias todo lo posible, y á lós que hicieren dejación ; pero si fueren vo*
que para conservar eo policia cristiana à los que ¡untarías , y dando residencia del tiempo que hu­
se fueren con virtiendo usen de los medios, que bieren servido , se podrán admitir y con esta in­
mejor les pareciere con la menos costa de nues­ terpretación se ha de entender lo resuello: Y por­
tra real hacienda, que ser pueda , guardando qué nuevamente se ba contravenido h esta nues­
y haciendo guardar lo que está ordenado pa­ tra orden , y conviene dar para su cumplimien­
ra nuevos descubrimientos , y que provean el to mayor providencia, mandamos que los vi­
gobierno de aquellas provincias en personas de reyes no admitan estas dejaciones de caalesquier
mucha inteligencia, y celosas de la honra y gloria oficios que fueren á provisión nuestra , ni pasen
de Dios nuestro señor, porque dándole à aquella ¿ proveerlos, despachando título con nuestro
empresa caudillos de estas partes, vaya en el au-. real nombre porquç no lo pueden ejecutar sin es-
mentó que deseamos. Y tenemos por bien , que presa orden nuestra ; y si por algun incidente las
los vireyes les señalen el salario que les pareciere admitieren, hade ser precisamente en caso de
necesario para conseguir este fin. tan legítimos impedimentos que no puedan es-
cusarse, y asimismo no los puedan proveer en
LEY L X V IL , ínterin con mas dé la mitad de! salario, pena de
El mismo en Madrid á 8 de febrero de 1610. restituir el esceso de sus propios bienes, como
se contiene en la ley 5 1 de eSte título, y baste pa­
Que los nombrados en oficios por el gobernador de ra la restitución que se averigüe en la residencia
Filipinas no hayan de llevar confirmación del del virey ó en otra forma, por haberlos nombra­
Rey, do en contravención de lo dispuesto, con mas sa­
Atendiendo al largo camino, y al deseo que lario de la mitad, pues esta sola pertenece à los
tenemos de revelar á los vecinos y naturales de que sirven en ínterin los dichos oficios. Y es
las Islas Filipinas de cualquier costa, y hacerles nuestra voluntad, que los proveídos sean de las
merced : Mandamos, que todas las personas que partes y calidades que se requieren para tales
en las dichas islas fueren nombradas en oficios ocupaciones y ejercicios, y hagan el juramento
de administración de justicia por e! gobernador y en la audiencia de! distrito, dentro dtl acuerdo.,
capitán general de ellas, los sirvan y usen mien­ y no en otra ningana parte. (23)
tras fuere nuestra voluuta<l,y no sean obligadas (23^ Sobre estas dejaciones de oíiciosy nombramientos
á llevar confirmación nuestra. de interinos, se prescriben varias reglas en real cédula de
Aranjuez de n de julio de i75S, y entre ellas que no se
admita renuncia á menos que a) provisto por S. Wt. le fal­
ten dos anos para cumplir el quinquenio. Y si la renuncia
(21) Uabia corregidor en el Valle que llevaba clnom- no fuera dos años anterior, el interino nombrado cese al
bje de corregidor de Chimahenango. punto que llegue el provisto por el íley, y por esto sin duda
se desaprobó la que se le admitió del corregimiento de
(22) Esta ley está derogada por la »9, tit. i7 , lib. 4, Pacages á don Ignacio llecalde en cédula de 27 de no­
que es posterior. viembre de i768.
TOMO ir. 4
14 Libro in. Título ii.
LEY LX X . Que ¿as Audiencias no provean oficios perpe-
tuos aunque sea en ínterin, ley 172, tit. 15,
Oon Carlos II en Madrid á 22 de febrero de 4680. lib. 2 .
Que tos oiréy es, presidentes jr A udiencias que go­ Qae en vacante de presidente, gobernador y
bernaren, sean restituidos á la fa c u lta d de proveer capitán general de Tierra-firme nombre el
corregimientos y alca ld ía s m ayores. virey del Perú quien sirva en ínterin estos
c a r g o s le y 2 , tit. 16, lib. 2 .
Habiendo rcsaelto qae los vireyes de Ja Nae- Que. el virey del Perú tenga en Chile nombra•
va España y el Perú, presidentes y audiencias da persona que gobierne por muerte del go­
qae gobernaren, no proveyesen los corregimien­ bernador, ley 3, tit. 16, lib. 2.
tos ni alcaldias mayores, que habian sido á sa Que no se provean los oficios en ínterin sin tes­
elección, reservándolo á Nos por consulta de nues­ timonió de que están vacos, ni á los proveí­
tro consejo de cámara de Indias ; y que los arzo- dos se socorra con salario anticipado ni ayu­
bis pos, obispos y cabildos eclesiásticos y gober­ da de costa, ley 37, tit. 16, lib. 2.
nadores nos informasen de los sugetos beneméri­ Que las cosas que vacaren no se repartan en­
tos de capa y espada, nos fue suplicado; que no tre los oidores, sus hijos, deudos, ni criados,
corriese esta resolacion, esplicando algunos mi­ ni las quiteña los beneméritos, ley 71, ti­
nistros el desconsuelo con que se hallaban los tulo 16, lib. 2 .
primeros descubridores y pobladores de aquellos Que las Audiendas y no los escribanos de Cá­
reinos, à causa de los graves inconvenientes que mara nombren los de comisiones que se
se Ies ofrecían de hacerse la provisión por el di­ despacharen, ley 61, tit. 23, lib. 2.
cho nuestro consejo de cámara , y la distancia tan Que el ministro suspendido no entre en su plaza
dilatada para recurrir á el, y cuanto necesitan si el Rey la hubiere proveído, ley 93, titu­
nuestros vi reyes presidentes y audiencias de to­ lo Í 6, lib. 2 .
da autoridad , y que se les dejé desde el descu­ Que los alcaides de las Jortalezas no sean cor­
brimiento de unas y otras provincias la provi­ regidores ni tengan otros oficios, le y 12, ti­
sión de aquellos oficios. Hemos resuelto restituir, tulo 8 , de este libro.
y restituimos á nuestros vireyes, presidentes y Que los soldados de las Filipinas sean premiad-
audiencias , que gobernaren las provincias de dos con los oficios que hubiere en aquellas
Nueva España y el Perú , la regaifa que les es­ islas, ley 14, tit. 10, lib. 2 .
taba concedida de proveer cada ano en su distri­
Véanse ¿as leyes 173 y 174, y las demas que
to y jurisdicción los corregimientos, alcaldías
tratan en provisión de oficios, allí, sobre
mayores y oficios, por el tiempo y en la forma
la nulidad de los autos hechos en tiempo de
que lo hacían antes de la resolución referida, con
prorogacion de oficios, y sus declaraciones¿
calidad de que precisamente observen , cumplan
se vea la ley 16, tit. 10, lib. 5.
y ejecuten las órdenes dadas en caanlo á ia pro­
Los tenientes de gobernadores, teniendo sala­
visión de los oficios, y que en cada venida de
ilota y galeones envien relación distinta y cla­ rio , han de jurar en el Consejo siendo nom­
ra de los sugetos que hubieren nombrado en brados en España , y si ¿o fu e ren en las
ellos, y de sus calidades, méritos y servicios, para Indias, han de jurar en las Audiencias. Auto
que en el dicho nuestro consejo se reconozca y 10, referido lib. 2 , tit. 2 .
vea si se ha hecho con ia justificación que con­ Los gobernadores y corregidores que se halla­
viene , y si hay alguna cosa que prevenir en es­ ren en esta Corte, juren en el Consejo. Auto
ta razón, y que lo ejecuten asi, pena de priva­ 24, referido allí.
ción de sus puestos, en que desde luego condena­ No se deben proveer los gobiernos y corregi­
mos á los que faltaren á cosa tan de su obliga­ mientos antes de estar vacos. Auto 4 9 , re­
ción y de nuestro real servicio, y bien de la ferido allí.
causa pública. Y atento á que con el motivo re­ En consulta de 15 efe enero de 1646 propuso
ferido pudiera cesar la calidad de que los arzo­ á S . M . el Consejo los grandes inconvenien­
bispos, obispos , cabildos eclesiásticos y goberna­ tes que se esper¡mentaban de que los gober­
dores , nos informen de los sugetos beneméritos nadores de Cartagena, Yucatán y la Haba­
de sus distritos, sin embargo no los relevamos na nombrasen allá los tenientes, y que S. M.
de esta obligación en cuanto á lo contenido en
esta nuestra ley. (a 4 )
bre de 1770, fól 340, tit. 33, y concluido el quinquenio
nombra S, E De todo se dió cuenta á S. M. en 22 de oc -
(24) Véase la cédula de 19 de noviembre de 1680 que tabre de 1772, cuya resolución aun no ha venido hoy 18'
eslá en el fin del tit. 25, lib 1 .” de tas Ordenanzas dei de noviembre de 1773.
Perú, en que aparecen las provincias que »e pueden ad­ Llegó la aprobación en cédula de 25 de diciembre
judicar; pero por la que se le dio al señor Amat con fe­ de i773, añadiendo á aquellos corregimientos ios de Li­
cha de i3 de octubre de r76i, se añadieron otros cuatro pes, Atacuna y Mizquez etc.
corregimientos, Ilegando todos á 16. Debe tenerse presente, que en cédula de 29 de febre­
Lo que dió motivo a la duda; y combinadas estas cé­ ro de i776 se desaprobó el auto de la vuelta en la parte
dulas con la de la vuelta, se llevó el espediente al real que declaró asi el nombramiento por cinco años que se
Acuerdo , y en él se decidió lo que sigue. suponía en e>tos corregimientos, no debiendo ser sino por
Por auto de 2 1 de mayo de 4772 se declararon por de dos, como que se les concediese sueldo entero no pudien-
elección y nombramiento del vi rey, el de Azanga ro, Gua- do gozar sino el medio todo nombrado por el virey.
roehyri, Chancay, Aymaraes, Cotabamba, Moqueohua, En real orden de i7 de agosto de 95, se declaró que
Parinacocba , Abancay , Amlagusdlas , Chumbibitincos, la prohibición que contenia el de 8 de junio de (794,
Camaná, Condesuyos de Arequipa, á los cuales quedaron que encargó generalmente la observancia de las leyes 27
reducidos los de ordenan?» y los de la cédula, y en ellos y 3vS dicho titulo, solo habló y comprendió á los empleos
se les dá sueldo entero según la cédula de I I de noviem­ de real hacienda.
De la provisión de oficios. U>
se sirviese de tener por bien que por ahora mente sin embargo de lo dispuesto en con•
nombrase el Consejo los sugetos que juzga­ trarió por leyes de estos reinos de Castilla,
se por mas á propósito para estos tres o/i- jr S. M , se sirvió de responder, Como pare­
cios de tenientes, como se hacia antigua­ ce* Auto i38.

TITULO TERCERO.
D e los v ire y e s y p residen tes gobernadores.
LE Y P R IM E R A . vieren que conviene, "y provean todo aquello
que Nos podríamos hacer y proveer, de cual­
El emperador don Carlos en Barcelona á 29 de no­ quier calidad y condición que sea , en las pro­
viembre de 1542, ley 10. Don'Felipe H en Bruselas
á 15 de diciembre de 1558. Y én Madrid a' 17 de fe ­ vincias de su cargo, si por nuestra persona se
brero de 1567. Don Carlos II, y la reina Gober­ gobernaran , en lo que no tuvieran especial pro­
nadora en esta, Recopilación. hibición .** Y mandamos y encargamos á nuestras
Que los reinos del Perú y N'à'eoà España sean re­ reales audiencias dej Perú y Nueva España, y
gidos y gobernados' por vireyes. sujetas y subordinadas ai gobierno y jurisdicción
de los vireyes , y á iodos los gobernadores , jus­
Establecemos y mandamos , que (os reinos de ticias , súbditos y vasallos nuestros , eclesiásticos
el Perú y Nueva España, sean regidos y gober­ y seculares de cualquier estado, condición, pree­
nados por los vireyes que representen nuestra minencia , ó dignidad, que los obedezcan y res­
real persona , y tengan el gobierno superior , ha­ peten como a personas, que representen 2a núes-
gan y administren justicia igualmente , á todos tra , guarden , cumplan y ejecuten sus órdenes y
nuestros súbditos y vasallos, y entiendan en to* mandatos por escrito, ó de palabra, y á sus
do lo que conviene a! sosiego , quietad , ennoble­ carias, órdenes y mandatos no pongan escusa,
cimiento y pacificación de aquellas provincias, ni dilación alguna, ni les den otro sentido, in­
como por leyes de este título y Recopilación se terpretación , ni declaración, ni guarden á ser
dispone y ordena. ( i ) mas requeridos, ni nos consulten sobre ello, ni
esperen otro mandamiento, comosi por nuestra
LE Y II. persona ^ o cartas firmadas de nuestra real mano
D. Felipe II en Bruselas a' 15 de diciembre de 1588. lo mandásemos, 'lodo lo cual hagan y cumplan,
• Felipe III en el Escorial á 49 de julio de 1614. pena de caer en mal caso, y de "las otras en que
Quedos eireyes tengan las facultades que por esta incurren los que no obedecen nuestras cartas y
ley se declara* mandamientos, y de las que por los vireyes les
fueren impuestas, en que por esta nuestra ley
Los que hubieren de ser proveídos para vi- condenamos, y habernos por condenados á los
reyes del Perú y Nueva España tengan las par­ que lo contrario hicieren ; y damos, concede­
tes y calidades que requiere ministerio de i anta rnos y otorgamos á los vireyes todo el poder cum­
importancia y graduación ; y luego que entren á plido y bastante que se requiere y es necesario
.ejercer pongan su primero y mayor cuidado en para todo lo aqui contenido y dependiente en
procurar que Dios nuetro Señor sea servido , y cualquiera forma; y prometemos por nuestra
su santa Ley predicada y dilatada en beneficio palabra rea! , que todo cuanto hicieren , ordena­
de las almas de los naturales y habitantes en ren y mandaren en nuestro nombre, poder y fa­
aquellas provincias, y los gobiernen en toda paz, cultad, lo tendremos por firme, estable y valede­
sosiego y quietud, procurando que sean aumen­ ro para siempre jamas. ( 2)2
tadas y ennoblecidas , y provean todas las cosas
que convinieren á la administración y ejecución
de justicia , conforme á las facultades que se (2) Por rea| cédula de Buen Retiro á 18 de julio de f 745
se mando a los vireyes, presidentes y gobernadores, que
les conceden por las leyes de este libro ¡ y asi­ no reciban al uso de los oficios beneficiados á los sueetos
mismo tengan la gobernación y defensa de sus en quienes concurran las calidades de buena fama, de­
distritos, y premien y gratifiquen á los descen­ cencia, acreditada conducta y demás que están preveni­
das por leyes, órdenes y costumbres, y que se requieren
dientes y sucesores en los servicios hechos en el para servir empleos de administración de justicia ó real
descubrimiento, pacificación y población de las hacienda y gobierno de los pueblos.
Y por otra dada en Buen Retiro á 25 de agosto de *1751
Indias , y tengan muy especial cuidado del buen se refrendo la antecedente, y mandó á los vireyes que
tratamiento , conservación y aumento de los in­ usaran de aquelL> facultad, aunque los provistos sean ñor
dios, y especialmente del buen recaudo, admi­ beneficio o mentó, y presenten la cédula que se suele li­
brar por la Cámara, para que las Audiencias Jos reciban
nistración , cuenta y cobranza de nuestra real en caso de negarles el pase el vi rey.
Hacienda , y en todas las cosas, casos y negocios También debe tenerse pvesente en esta materia la real
que se ofrecieren, haga loque le pareciere, y orden de 1. de agosto de x787, que prohibe que ninguno
tire dos sueldos aunque tenga á su cargo dos diferentes
destinos; en inteligencia de que á los que gocen dos suel­
dos, deberá cesarles el menor.
. (*) cédula de 8 de agosto de 76 se creó un- nuevo
wreinato en Buenos Aires, Se introdujo por costumbre tratarles de Excelencia
y aun el arzobispo de Lima, el señor Liñan, que sir-
10 Libro in. Título 111.
LEY III. tratan de las facultades que en nuestro nombre
ejercen los vireyes , y son anejas y pertenecien­
Don Felipe III en el Escorial á 19 de julio de 1614.
Don Felipe ÍV cu Madrid á 48 de lebrero de 1628. tes á los otros presidentes de nuestras audiencias
y chancilierias de estos y aquellos reinos 9 y se
Que los vireyes sean capitanes generales de sus les guarden las preeminencias y prerogativas que
distritos. como tales deben gozar.
Constituimos y nombramos à los vireyes del ............... L E Y V.
Perú y Nueva España por capitanes generales
de las provincias de sus distritos, y permitimos El emperador don Carlos en Barcelona a' 26 de no­
que puedan ejercer en ellas este cargo por mar viembre de 4542. Don Felipe II en Bruselas á 15 de
diciembre de Í588. Don Felipe III en el Escorial á 19
y tierra en todas las ocasiones, que se ofrecieren de julio de 1614. Don Felipe IV en Madrid á 48 de
por sus persona^ y las de su lugar tenientes y febrero de 1628.
capitanes , que es nuestra voluntad puedan nom­
brar , remover y quitar y poner otros en su tu­ Que ios vireyes sean ■gobernadores en sus distri­
tos y provincias subordinadas.
gar cuando Ies pareciere. Y mandamos á los pre­
sidentes y oidores de las audiencias reales qué Es nuestra voluntad , y ordenamos, que los
hubiere en sus distritos, que los tengan por capi­ vireyes del Perú y Nueva España sean goberna­
tanes generales , y dejen libremente usar este dores de las provincias de su cargo, y en nues­
cargo y a sus lugartenientes y capitanes i ,:y go­ tro nombre las rijan y gobiernen, hagan las gra­
zar de las preeminencias que respectivaméiVtfe se tificaciones,, gracias y mercedes que les parecie­
Ies debieren guardar, según se acostumbra con re conveniente , yi provean los cargos de gobier­
los otros nuestros capitanes generales, y sus te­ no y justicia.que..¡estuviere en costumbre , y no
nientes de semejantes provincias, y á las ciuda­ prohibido por leyes, y. órdenes nuestras y las au­
des j villas y lugares, habitantes y naturales de diencias subordinadas, jueces y justicias y todos
ellas, que los obedezcan y respeten , y acudan nuestros subditos y vasallos los tengan y obe­
siempre k sus llamamientos, alardes, muestras dezcan por gobernadores , y los dejen libremente
y reseñas , con sus personas , armas y caballos, usar y ejerced este cargo, y den , y hagan dar to­
para las ocasiones necesarias de guerra , discipli­ do el favor y ayada que Ies pidieren y hubieren
na y enseñanza en la milicia , y ejercicio de ca­ menester.
ballería , en que ios han de habilitar , y que en
todo se conformen con los vireyes, y los respe­ L E Y V I. '
ten como á personas que representan ¡a nuestra, Don Felipe II en Madrid á 15 de febrero de 1566 y
y lo mismo hagan con sus lugar teniéntes, si­ i5 de febrero de 456?.
guiendo nuestro estandarte real, asi en jornadas
y entradas por tierra, como en armadas y aper- Que el virey de el Perú tenga el gobierno de las
audiencias de los Reyes , Charcas y Quilo , y pro -
ci míen tos de mar , y guarden las condulas y tí-
vea todo lo que en sus distritos vacare.
toios que dieren de maestros de campo y capita­
nes de caballería, infanteria y artilleria, sar­ Damos poder y facu’tad á los vireyes del Pe­
gentos mayores y alféreces , generales , almiran­ rú para que por sí solos tengan y usen ei gobier­
tes , capitanes de navios, y otros oficios, cargos no asi de todos los distritos de la audiencia de la
y ocupaciones de !a guerra, y los títulos que die­ ciudad de los Reyes, como de las audiencias de
ren á los alcaides y castellanos de las fortalezas los Charcas y Quito en todo lo que se ofreciere.
y casas fuertes y castillos de las provincias que Y mandamos á los presidentes y oidores de los
gobernaren , y sobre todo les den su favor y ayu­ Charcas y Quito que no se entrometan ni puedan
da sin faltar en cosa alguna, so las penas en entrometer en el gobierno de los distritos de sus aa-
que incurren los que no cumplen los mandamien­ diencias \ y si algunas cosas no sufrieren dilación,
tos de su Rey y Señor natural, y de las perso­ los presidentes ó el oidor mas antiguo de ellas
nas que tienen su poder y facultad. puedan proveer ínterin lo que Ies pareciere que
conviene , consultándolo con el virey ó en su va­
LEY IV. cante con el oidor gobernador de la audiencia de
Los mismos allí. Lima , para que ordenen lo que convenga , y los
vireyes provean todo lo que en sus distritos va­
Que ios vireyes sean presidentes de sus audiencias• care conforme alas facultades que de Nos tienen,
Ordenamos y mandamos que los Yircyes del y leyes de este libro.
Perú y Nueva España sean presidentes de nues­
tras reales audiencias de Lima y Méjico , como LEY V IL
está proveído por las leyes 3.a y 5.a tit. ï 5 y i.°, Don Felipe III en S. Lorerzo á 19 de julio de 4614.
tít. 16 , libro 2 , y las demas de este libro, que Don l’elipe IV en Madrid a 18 de febrero de 4628.
Que los vireyes proveídos para las Indias sean
vi ó interinamente el vireinato de Lima, se le mandó con­ aposentados en ¡os Alcázares de Sevilla.
tinuar dicho trata míenlo por cédula de 2 de diciembre
de i(583. Ordenamos y mandamos á los alcaides de los
Véase la nota á la ley íit, tit. 15 de este libro. alcázares de Sevilla que cuando los vireyes por
Esta soberana representación de los vireyes ha obliga­
do á adaptar en muchas cosas la práctica de las ceremo­ Nos proveídos para servir estos cargos en las In­
nias y autoridad citerior de (¡uc u*a la Magostad. Tal es dias llegaren á aquella ciudad, ordenen que
¡a tle comer solos, salvo en el campo y dias de Rey, Rei­
na y Principe, como lo previene la real orden de 23 de sean aposentados en los dichos alcázares en los
abril de i789. aposentos de á fuera, y no en los de i dentro,
©c los vi reves
%
) y presidentes. 17
coníio se ha hecho otras veces con semejantes Perú y Nueva España vayan à servir estos cargos
personas, y que se Ies haga todo buen acogi­ en la armada real ó ilota de la carrera de Indias
miento y comodidad. haya nombrados, y nombremos capitanes gene­
rales de tas armadas ó ilotas, usen y ejerzan el
LEY YIII. cargo de general de la armada ó flota desde el
Don Felipe III en San Lorenzo á 19 de julio de 1614. Puerto de òan Lucar de Barrameda ò Cádiz, don­
Don l'elipe IV én Madrid á 18 de febrero de 162G‘
de se embarcaren, basta llegar el del Perú á la
Que los vireyes sean acomodados en la armada ó ciudad de Portobclo y el de Nueva España al de
fióla , sin pagar fíele. la Vera-Cruz, que siendo necesario los elegimos
El presidente y jaeces de !a casa de contra­ y nombramos por nuestros capitanes generales de
tación de Sevilla den orden corito los vi reyes ha­ la armada ó ilota, y les damos poder y facultad
para que como tales puedan hacer, y proveer en
gan su viaje á las Indias en las naos Capitanas
ellas lo que se ofreciere, é ir en las naos capita­
de nuestras armadas con sus familias y criados
que escogieren, que sean útiles para la guerra y nas, y las demas, con su casa , familia y criados
que escogieren, y sean útiles para la guerra, y la
la parte de su recámara, según la disposición
que hubiere, y no se les pidan ni lleven fletes parle de su ropa y recámara, que se pudiere em­
de ella ni de su persona y criados que embarca­ barcar, según ía disposición que hubiere. V man­
re en la capitana y todos los demas galeones , y damos á los generales, almirantes, gente de mar
y guerra, y pasageros, y otras personas, de cual­
ordenen que á los criados se les haga toda buena
comodidad en los navios. quier calidad, que tengan por capitán general al
vi rey , y le respeten , obedezcan y cumplan sus
LEY IX. órdenes, y usen con él el cargo de general, y lo
Don i' elipe III a llí, v en el Escorial á 14 de julio
mismo se guarde á vuelta de viage, y el virey
de i 611. Don Fe! ¡pe IV en Madrid á 18 de febrero cumpla y ejecute las órdenes secretas, que de Nos
de 1628. llevare sobre esto.
Que los vir ejes puedan llevar las armas y joyas LEY IM .
que contiene. D. Felipe IV en Madrid á 1.1 de abril de 1660 y 22
de noviembre ele 1662. D. Carlos ll y la reina gober­
Concedemos licencia á los que pasan á las In ­ nadora en esta Recopilación.
dias á servir los cargos de víreyes para que de
Que tos vireyes no puedan llevar à sus hijas t yer~ '
estos reinos puedan llevar para guarda y.defen*
nos y nueras .
sa de sus personas y casas doce alabardas, do­
ce partesanas ; doce espadas, doce dagas, doce Porque tiene inconveniente para la buena y
arcabuces , doce cotas con sus guantes , doce ar­ rrcta administración de justicia , que los vireyes
mas blancas con todas sus piezas , dos pares de del Perú y Nueva España lleven à aquellos rei­
de armas doradas , doce morriones , doce cascos, nos á sus hijos primogénitos casados, y á sus hi­
doce broqueles y doce rodelas, y mas puedan lle­ jas y yernos y nueras, y conviene observar la
var seis mil pesos de oro en joyas y plata la­ costumbre inmemorial de no permitir cosa en
brada. contrario: Ordenamos , que se guarde inviolable­
mente el estilo y costumbre, que ha-habido, dé
LEY X. que no lleven, ni pnedan llevar los vire)es á las
Don Felipe llimen S. Lorenzo á 19 de julio de 1614, Iridias sus hijos, ni bijas casados, ni sus yernos,
Don 1’elipe IV en Madrid á 18 de febrero de 1628. ni nueras; y para que esto tenga mas puntual y
Quede lo que se llevare al virey del P erú , hasta precisa observancia y ejecución, los vireyes no
ocho mil ducados cada ario , no pague derechos. tan solamente no puedan llevar á sus hijos pri­
mogénitos, yernos y nueras, sino otros cualesquie­
Todo el tiempo que los vireyes del Perú nos ra que tuvieren , aunque sean menores de edad.
sirvieren en aquel cargo se Ies puedan enviar de Y mandamos, qne por ninguna causa, ni con nin­
estos reinos basta en cantidad de ocho mil duca­ gún preteslo se altere esta nuestra disposición, ni
dos cada un ano de las cosas que hubieren me­ se dispense en ella; y con esta calidad acepten los
nester para eí servicio desús personas y casas, que fueren elegidos para los puestos de vireyés
y los oficiales de nuestra real hacienda de aque­ de las Indias, pues en estos términos es nuestra
llas provincias no les pidan ni lleven derechos del resolución deliberada el nombrarlos, y prohibi­
almojarifazgo, porque de lo que montaren les ha­ mos expresamente á nuestro consejo de Indias,
cemos merced , constando por certificación suya que pueda admitir memorial de ningún virey, en
que son las que han enviado á pedir. Y ordena­ que pida dispensación de esta prohibición, por­
mos á los oficiales de nuestra real hacienda de que ha de ser inviolable el cumplimiento de ella,
todas las Islas y provincias por donde se pasa­ ejecutada, y no derogada con ningún pretesto, de
ren y llevaren, que aunque en cualquier puerto forma que no se pueda intentar, ni pretender, ni
ó parte de ellas se desembarquen no se los pidan e! consejo consultarnos en esta razón, que así es
ni lleven, guardando la forma de esta nuestra ley, nuestra voluntad.
LEY XI. LEY X II i.
Los mismos allí. D. Felipe III allí. D. Felipe IV en Madrid á 18 de
febrero de 1628.
Que ios vireyes egerzan el cargo de general de la
armada ó flota donde hicieren su viaje. Que los vireyes del Perú visiten y reconozcan los
fuertes de Cartagena y Por tobe lo.
Sin embargo de que cuando los vireves del Ordenamos á los vireyes del P erú , que al
•fQVIO II.
10 Libro ni. Título in.
pasar por las ciudades de Cartagena y Portobeio,
visiten los castillos y fuerzas, y vean e! estado de
las obras, edificios, artillería, armas, municiones, El mismo en Madrid á 6 de marzo de 1618.
y gente de guerra, y las fortificaciones que tienen,
Que en Portobeio no se hagan gastos en recibir á
y les faltan, y se deben proveer, y nos envíen re­
los vireyes del Perú.
lación particular de todo. Y mandarnos á los a l-
caidcs de los castillos y fuerzas, que los obedez­ Mandamos, que en recibir á los vireyes del
can y respeten , y no pongan impedimento á lo Perú cuando pa.saren de ida, ó.Yuelta por la
susodicho. ciudad de Portobeio, no se gaste ninguna cantidad
sin especial licencia nuestra.
LEY X IY .
D. Felipe 111 en S. Lorenzo á 22 de agosto de 1(320.
D. Carlos 11 y la reina gobernadora en esta Reco­
El mismo allí ú 15 de febrero de 1(319. D. Felipe IV
pilación. allí á 2b de mayo de 162Í. D. Carlos II y la reina go­
Que los vire y es de Nueva Espuria proveídos al vi- bernadora.
rtíñalo del Perú , no paguen dei eihos de Almoja­ Que señala el lugar hasta donde ha de salir el
rifazgo de aquel viage. ministro de la audiencia à recibir el virey , y so­
Es nuestra voluntad, que los vireyes de la bre la ayuda de costa se m m da avisar al rey .
Nueva España , proveídos por Nos, desde aquel Porque conviene que cuando fueren los vi-
puesto al vireinato del Perú , puedan hacer su reyes de Lima y Méjico á servir sus cargos, baya
viage en la forma que les pareciere mas conve­ lugar señalado hasta donde los salga á recibir el
niente, y llevar todos los criados, escla\os, y per­ oidor, ó alcalde, que fuere nombrado, sin desi­
sonas de su servicio, casa y recámara, sin pagar gualdad y diferencia en hacer con unos mas de­
derechos de almojarifazgo Y mandamos á cuales- mostración que con otros: Ordenamo* que el mi­
quier nuestros ministros y oficiales, q;¡e de lodo nistro de la audiencia de Lima salga hasta la
lo que el virey , y sus criados llevaren, no se los ciudad de Santa: y el de la audiencia de Méjico
pidan, ni cobren. hasta el lugar que estuviere mas en costumbre.
LEY XV. Y porque ha sucedido señalarle en Lima de ayu­
da de costa dos mil ducados de los bienes de co­
!>. Felipe i 1í en S. Lorenzo á 22 de agosto de 1620. munidad, de que nos dimos por deservido, y los
i). Carlos 11 y la reina gobernadora. mandamos restituir: Es nuestra voluntad, que no
Que si pasare el virey de Nueva España al Perú, se de, ni señale ayuda de costa a ningún ministro
pueda tomar en los puertos de. ella el navio que que fuere á lo sobredicho, en mucha, ni poca
hubiere menester , pagan lo el cantidad, y por el gasto que ha de hacer en el
viaje se le hará ia satisfacción necesaria, que no
Ordenamos que en caso de fallar navios en
sea en i ¡enes de comunidad, sobre que ríos dará
los puertos del mar del S u r , y distrito del vi­
aviso el virey, para que INos ordenemos lo que
re i na tu de !a Nueva España , para que el virey convenga.
haga su viage á los del P e"ú , pueda enviar á
buscar el que hubiere menester al de la audien­
cia de Guatemala , y por toda aquella costa ; y
hallándole competente, y cual se requiere, le da­ D. Felipe II en cap. de carta de l . ° de diciembre
de 1575. D. Felipe i l l ;í 2 de agosto de 1614. En Ma­
mos licencia y facultad para que íe pueda em­ drid :i 18 de diciembre de 1619, y 7 de junio de 1620,
bargar y tomar, pagando por su flete lo que fue­ D. Felipe IV en Madrid á 11 dé abril de 1659. En
re justo, y como se acostumbra en aquella nave­ Buen Retiro ;¡ 9 de marzo de 1655. En Madrid á 26
gación. Y mandamos ¿ nuestros presidentes y do lebrero de 1620, y 50 de diciembre de 16'35. Véan­
se la ley 4, tit. l5 de este libro. D. Felipe 111 á 26 de
oidores de la audiencia de Guatemala, y á los abril de 1618.
gobernadores de los puertos del mar del Sur, que
hagan dar , y den todo el favor y ayuda á los Que los vireyes no usen de la ceremonia del palio
ministros, que enviare para este efecto. en sus recibimientos ; y en el del Perú, se pue­
dan gastar hasta doce mil pesos ; y en el de N ue­
va España hasta ocho mil.

I). Felipe l í i allí, y en S. Lorenzo á 22 de agosto Por diferentes órdenes y cédulas de los seño­
de 1620. res reyes nuestros progenitores está ordenado,
que los vireyes del Perú, y Nueva España, cuan­
Que los cabos de armadas y capitanes de navios
del mor del S u r obedezcan al virey , que pasare
do pasaren, y llegaren á sus vireinatos, no usen
al Perú en los puertos y viage. de la ceremonia de ser recibidos con palios, y
guiones, con sus armas en las ciudades de Lima
Los generales, almirantes, capitanes, maes­ y Méjico, ni en otras cualesquier villas y lugares,
tres v dueños de navios reconozcan v tengan por porque esto solo pertenece á nuestra real perso­
superior en el mar de el Sur, en cualquier puer­ na; y sin embargo se ha contravenido á ellas, y
to ó parage al virey que pasare de Nueva Espa­ recrecido muchos gastos á las ciudades, vistiéndo­
ña al Peni , abatan los estandartes y banderas, se los regidores, y los demás oficiales de los con­
hagan las salvas que se acostumbran , y obedez­ sejos de ropas costosas, y haciendo fiestas y re­
can sus mandamientos en cuanto no se impidie­ gocijos a costa «le los propios. Y porque no es justo
ren las derrotas y navegaciones que llevaren, sino que se continúen estos excesos, tenemos por bien
fuere en casos precisos, e inexcusables. de ordenar y mandar, que ningún virey del Perú,
De los vi reyes y presidentes. 19
ó Naeva España pueda ser, ni sea recibido con
palio en ninguna parte de su distrito v ni fuera L E Y X X I.
de él, ni á este título los corregidores, goberna­ El mismo en S. Lorenzo á 19 de julio de 1614. Dou
dores, ni concejos hagan gastos, ni vistan sus per­ Felipe IV en Madrid á 18 de febrero de 1628.
sonas, ni la de ninguno de sus oficiales, ni cria­
dos á costa de los propios, y gastos de justicia, Que estando ocupadas las casas en que el .virey
penas de estrados, ni de otro ningún género de hubiese de posar, se desocupen y hagan los re.pa-
maravedís, que tengan y pertenezcan á las c u- ros necesarios.
dades, ni en otra forma, pena del cuatro tanto de Si al tiem po que los vireyes llegaren á L i­
todo el gasto que se hiciere, en que desde luego ma ó M éjico, estuvieren aposentados en nues­
condenamos, y hemos por condenados á todos los tras casas reales algon rs oidores., contadores de
que contravinieren á esta nuestra ley: y así mis­ cu en ta s, ú oíros m in istro s, y por esta causa no
mo incurran en la misma pena los receptores, hubiere aposentos suficientes para comodidad de
depositarios y mayordomos de ios concejos, que los v irey es: Mandarnos , que los m inistros des­
cumplieren las libranzas, y mas se procederá ocupen luego la casa y aposentos , que hubieren
contra los que parecieren culpados, à privación tenido los vireyes antecesores , para aposentar y
de oficio, por la inobediencia y falta de cumpli­ acom odar sus personas y fam ilias; y s i hubiere
miento. Y ordenamos á los vireyes, que no con­ necesidad de hacer algunos edificios, y aposentos,
sientan ser recibidos con palio; y á las ciudades, por no ser suficientes los que antes habla; ó con ­
villas y personas susodichas, que no los lleven, viniere reparar el daño recibido por algun ac­
tengan, ni usen, so las dichas penas, y las que es­ cidente: Ordenam os que se hagan y reparen de
tán impuestas por leyes reales, con que serán cas­ condenaciones ó de gastos de ju sticia , y no lo
tigados con lodo rigor y demostración, y que así habiendo , de penas de cámara.
se cumpla y ejecute, sin embargo de las cédulas
que se despacharen á los vireyes del Perú y Nue­ L E Y X X II.
va España, para que la primera vez que entra­ D. Felipe Ï1I en Madrid á 7 de junio de 1620, y 28 de
ren en las ciudades de Lima y Méjico usen de diciembre de Í6 i9 .
esta ceremonia, los cuales se conformen en todo
con las órdenes secretas, que de Nos llevaren. Y Que los vireyes, ni sus triados no reciban cosa al­
permitimos y damos facultad para gastar en se­ guna en el viage•
mejantes casos de recibir al virey de! Perú hasta . M andam os que á los vireyes no se le s ha­
en cantidad de doce mi! pesos de á ocho reales; ga el gasto del cam ino, ni se les den com idas,
y al de la Nueva España de ocho mil pesos de á p resen tes, d á d iv a s, ni otros cualesquier regalos
ocho reales, menos lo que pareciere á los acuer ­ para sus p erso n a s, cr ia d o s, .ni a lle g a d o s, en
dos de nuestras audiencias de Lima y Méjico, y m u ch a, ni en poca c a n t id a d /p o r ninguna ciu­
por ningún caso se exceda de ellos, pena de que dad, v illa , ó lu g a r , justicias y oficiales de los
se cobre el exceso de quien lo hubiere librado, y concejos por donde pasaren , ni otra cualquier
los vireyes usen de esta permisión con grande persona particular: con a p ercib im ien to , que el
moderación. (3) . que lo recibiere y d ie r e , serán m ultados y casti­
gados , con el ejem plo y detnostraciOE , que el ca­
LEY. XX. so req u iere, aunque se los den de su propia vo­
El mismo en Valladolid á 2 de febrero de 1605. luntad y hacienda, ó aprem iadas por los vireyes,
Que los oficia tes mecánicos no sean apremiados d criados y allegados, ó por otra cualquier causa
que salgan d recibir d los vireyes. que aleguen ; porque sin em bargo se ha de guar­
dar lo dispuesto en esta nuestra le y , excepto
M andamos, que los veedores, maestros y ofi­
en io que expresam ente estuviere perm itido por
ciales de los oficios de sastres, jubeteros, calcete­
las leyes de este títu lo .
ros, sederos, gorreros , y de lodos los domas ofi­
cios y artes de las ciudades de Lima y Méjico, no
sean apremiados á salir à recibir á los vireyes
LEY XXIII.
cuando nuevamente entraren en las dichas ciu­ El mismo en S. Lorenzo á 22 de agosto de 1620. Don
dades, ó en cualquiera de ellas. Felipe IV en hi Instrucción de 1628, cap. 72.
Que los vireyes antecesores y sucesores concur­
(3) Esta ley i9 está confirmada en reales órdenes
de 5 de agosto de 85 y 10 de marzo de 88, en que se lian ran y confieran sobre el estado de las materias.
prohibido las entradas publicas de los vireyes, y arreglar­
se su recibimiento al sencillo ceremonial que formó el vi­ Los vireyes sucesores procurarán luego con­
sitador Escovcdo en 7 de mayo de 87. currir con sus antecesores, y les comunicarán
Por cédula clei Buen fietiro á 20 de abril de 749 se las instrucciones que llevaren, y conferirán sobre
le estrañó a! cabildo secular de Lima que insistiese en la
inobservancia de la ceremonia del palio en la primera cada capítulo, para hacerse capaces, y saber el
entrada de los vireves, estando permitidas por cédula estado en que estuviere cada materia , enterán­
de ít de abril dc 639 y 2i de octubre de 666. en las que dose muy particularmente de todas, y nos avisa­
se derogó la cédula de 28 de diciembre de 6i9 de que se
formó esta ley. rán con mucha especialidad , respondiendo por
Por las reales órdenes de arriba se ha mandado ceñir capítulos á lodo lo que hubieren entendido desús
este gasto á la precisa cantidad de doce mil pesos.
Nuevamente en real órdcir de 7 de mayo de 794 se antecesores, y estado de las materias de su cargo;
permitió el uso del palio, y en consecuencia de ello, el y asimismo el virey sucesor nos escribirá lo que
señor don Ambrosio O-Higgins, marqués de Osor no, usó en conformidad de la instrucción fuere haciendo;
de él en su entrada publica , sobre que hizo en Lima
el 2") de julio de 96. La misma hizo C1 excelentísimo se­ y no siendo posible , que el virey antecesor se vea,
ñor marqués de Avilés el 5 de diciembre de 1801. y concurra con el sucesor, dejará la relacionen
20 Libro ni. Título in.
pliego cerrado en poder de persona de confianza, sas de D ios, escándalo y mal ejemplo de las re­
para que se le entregue cuando llegare. públicas. (5)

L E Y X X IV .
1). Felipe !!! er» S. Lorenzoá 22 de agosto de 1020. D. Felipe 111 en el Escorial á 19 de'juÜo de 1611.
I). Felipe IV en Madrid á 15 de marzo de 1628. Que los vireyes puedan perdonar delitos , conforme
Que los cireres entreguen á sus sucesores las car- á derecha y leyes de estos reinos.
tos , {.etlu/us y despachos , y los instruyan en las
Concedemos facultad á los vireyes del Perú
materias de su cargo.
y Nueva Kspaña, para que puedan perdonar
Ordenamos a los vireyes, que cuando acaba­ cualesquicr delitos y excesos cometidos en las
ren de servir sus cargos, entreguen á los suceso­ provincias de su gobierno , que Nos, conforme á
res en ellos todas las cartas , cédulas, órdenes, derecho y leyes de estos reinos podríamos per­
instrucciones y despachos, que de Nos hubieren donar , y dar , y librar los despachos necesarios,
tenido en todas materias de gobierno espiritual y para que las justicias de todos nuestros reinos y
temporal, guerra y hacienda , y particularmen­ señoríos no procedan contra los culpados, á
te rti lo locante á la doctrina , conversión, pro­ la averiguación y castigo, asi de oficio , como à
pagación y tratamiento de los indios, y una may pedimento de parte, en cuanto á lo criminal,
copiosa relación aparte de lo que en cada punto reservando su derecho en lo civil, danos, é in­
y caso particular estuviere hecho , ó quedare por tereses de las partes , para que le pidan y sigan
hac<>c , que les sea instrucción, y sobre todo dé corno les convenga.
su parecer , de forma que c! sucesor quede capaz,
y con la claridad que importa al acierto de bs L E Y X X V III.
«naleí ¡as de su cargo. (4) El mismo allí. D. Felipe IV en Madrid á 18 de fe­
brero de i 628. D. Carlos 11 y la reina gobernadora
LEY en osla Recopilación. Véase l.a ley 4, tit. i.° , Üjj. j..
l) i elipe II! en S. Lorenzo ti 19 de julio de 1611. Que los vireyes puedan proveer nuevos descubrí-
i), f clipo 1\ cu .Madrid a 18 de febrero de 1628. mientas.
Que los vire) es hagan castigar los delitos que se Otrosí concedemos facultad á los yireyes,
hubieren rom elido antes de su gobierno.
para que sin embargo de estar prohibido pro­
Mandamos à los vireyes , que en llegando á veer gobernaciones para nuevos descubrimientos,
las provincias de sus gobiernos , se informen y pacificaciones y poblaciones, lo puedan hacer, sj.
sepan muy particularm ente, qué delitos se han fuere necesario, y conviniere à la quietud, sosie­
cometido cu ellas antes de su gobierno, y por­ go y pacificación de sus provincias, empleando
que no.se lian castigado y hecho dilijencias para en ellas la gente ociosa que inquieta y altera el
haber los culpados: y llamadas, y oidas las par­ sosiego público, dándonos luego cuenta de ello.
tes à quien esto tocare , provean que cou breve­ Y permitimos, que puedan nombrar en estos
dad se haga justicia en las causas civiles, y c ri­ descubrimientos y pacificaciones á las personas
minales , de oficio , y á pedimento de parte , con­ que les pareciere tnas á propósito. Y ordenamos,
tra cyalesquier gobernadores, justicias y oficiales que los vireyes y oidores les den las provisio­
<íe nuestra real hacienda , que hayan sido, y sean nes é instrucciones necesarias , para que siendo
al presente, y otras personas, de cualquier es­ su principal m otivóla dilatación, enseñanza y
tado y condición , que para lodo les damos tan doctrina de nuestra santa fe católica , sean los
bastante y cumplido poder como se requiere y naturales bien tratados.
es necesario.
LEY
D. Felipe II en Aranjuez á 50 de noviembre de 1.768.
I). Felipe II on I: dlcli: Pon Felipe l í l en San Lorenzo ú 27 de setiembre
ia instrucción de .1:79.7, cap. 2.7. de 1614. E n Madrid á 5 de mayo de 1620. D. Fcli
U. Felipe IV en a de 1028, cap. 2:7. Y en Madrid
pe IV cu Madrid á 18 de lebrero de 1628.
á 1.7 de lebrero de J677.
Quc hallándose el virey del Perú en Panamá, Qui­
Que los vireyes y justicias hagan castigarlos pe .
to , ó la P la ta , pueda presidir en sus audiencias.
rodos públicos.
Ordenamos y mandamos á los vireyes , pre­ Ordenamos, que cuando el virey del Perú
sidentes y gobernadores, que hagan castigará pasare por Panamá de ida y vuelta , y estando
los blasfemos, hechiceros, alcahuetes, amance­ en el ejercicio de su cargo fuere á las ciuda­
bados , y los demas pecados públicos , que pu­ des de la Plata, ó San .Francisco de Quito,
dieran causar escándalo , y lo ordenen á las au ­ pueda entrar en estas tres audiencias reales , y
diencias de sus distritos . corregidores, jueces v asistir con los presidentes y oidores de ellas
justicias de nuestra provisión , y de la suya, y dentro y fuera de ios acuerdos: y en todas par­
encarguen :» los prelados, que les don noticia tes tenga el mas preeminente lugar como nues­
de ¡oque no pudieren rem ediar, y todos pro­ tro virey , y entienda y provea en las materias
vean lo que convenga, para que cesen las ofen- de gobierno, y no en las de justicia , de que de-

(7) Ctin-do fueren eclesiásticos los que asi delin­


,,1) bpbre osla lev v 1;* antecedente , véase la .72, quieren debe procederse en el modo que prescribe ia
tu. 11, bb. 7. ' ' cédula ele í j de febrero de 1727.
De los vireyes y presidentes. 21
beo conocer los presidentes, letrados, y oidores,* '
á los cuales mandamos , que hayan y admitan LEY
al virey en los asientos y votos, y juntamente D. Felipe ÏI en Madrid á 18 de lebrero de 1588. Don
con el entiendan en todo lo conveniente al go l'e*ipc Ü1 en el Escorial á 19 de julio de 1611. Don
bierno. Felipe IV en.Madrid á 18 de lebrero de 1628.

LEY XXX. Que los virey es del Perú y Nueva España se so­
corran en ios casos de necesidades públicas , y lo
El principe gobernador en S. Lorenzo tí 15 de octu­ mismo hagan las audiencias y ■gobernadores.
bre de 1597. D. Felipe I li en Madrid á 15 de enero
do 1600.
Ordenamos á los vireyes del Perú y Nueva
Que el virey del Perú y audiencia de Lima no España , que si para electos de nuestro rea!
se entrometan en el gobierno de Chile, si no fu e - servicio tuvieren necesidad de gente, armas,
re en casos graves y de mucha importancia. artillería, mantenimientos, y otra cualquier co­
sa , luego que sé den aviso, provea el uno al
Ls nuestra voluntad , que los vi reyes del otro con toda presteza y diligencia de lo que hu­
P e rú , y audiencia de Lima no impidan, ni biere menester, osi como si Nos se loiordenára-
enlbaracen al presidente). gobernador y capitán mos, y lo mismo hagan nuestras audiencias y
general de Chile en ej gobierno , guerra y ma<- gobernadores.
ferias de su cargo)3, si no fuere en casos, graves,
y de mucha importancia, aunque esté subordi­ LEY XX XIY.
nado al virey , y gobernador de la audiencia
de Lima. ( 6 ^ El emperador D. Carlos y la princesa gobernadora
en Valladolid á 18 de diciembre de 1553. D. Car­
los 11 y la reina gobernadora.

D. Felipe 11 en Madrid á 9 de abril de 1591. Que los oidores no se introduzcan en lo que tacare
á los vireyes , y las respeten y reverencien.
Que los vireyes se procuren servir de hijos y nie­
tos de los que se contiene, y no se entienda con ellos Mandamos á los oidores de nuestras audien*
la prohibición de ser promovidos. cias.de Lima y Méjico, y todas las demás á quien
Los vireyes procuren servirse, y tener en tocare, que no se introduzcan en las materias
sus casas hijos íy nietos de descubridores, paci- que pertenecen al cargo y gobernación de los vi-
íicadores y pobladores, y de otros beneméritos, reyes, y se las dejen hacer y proteer sin contra­
para que aprendan urbanidad , y tengan buena dicción , y cuando les pared'cre , que hacen al­
educación. Y declaramos , que| con ellos nó sé. aguna provisi.cn, que no. Sea. tan) ajustada como
entienda la prohibición de la ley ¿y, tít. 2 , de conviene, se lo adviertan en la orden y forma
este libro, y que conforme á sus méritos y ser* dispuesta por la ley 36, tít.fjS , í i b | 2 , y en to­
vicios «han de ser J proveídos’ y ocupados en el do tengan á los vireyes mucho respeto y reveren­
lugar y grado quejles tocare, concurriendo con cia., pues representan nuestra Apersona real, y
otros beneméritos. ( 7 ) ésten siempre muy advertidos dé que el pueblo
no entienda, que entre los v¡,rey.es y oidores hay
. LEY XXXII. alguna diferencia, sino toda..conformidad.

El mismo en la dicha Instrucción de 1595, cap. 19. LÇY.XXXY. y.


Y en La de 1596, cap. 46. L. Felipe IV en la de 1628,
cap. 20. I). Felipe III en S. Lorenzo «-26 do abril .de 4618.
Y en San taren á 13. d.e'octubre-de 1619.' V en S, Lc- ;
Que los vireyes y gobernadores no traten casam ten reu/;o á 5 de setiembre de 1620. í). Felipe IV ti 7 y
tos de sus deudos y criados con rnugeres que lian 1-4 de junio de 4621. *
sucedido en encomiendas.
Que los vireyes nombren asesor sin salario, que
Mandamos que los vireyes, presidentes y go­ no sea oidor , y no saquen las causas de los tri­
bernadores no traten, ni concierten casamientos bunales donde tocan.
de sus deudos y criados con mugeres que hubie­
ren sucedido en repartimientos ó encomiendas Ordenamos á los vireyes , que para las ma­
de indios, y las dejen casar y lomar estado con terias de justicia y derecho de partes , tengan
la libertad , que tan justa y debida es, procu­ nombrado un asesor sin salario, a! cual . y no-á
rando que sea con las personas que fueren mas otro, sino fuere encaso de recusación ó justo
á-propósito para nuestro servicio, paz, conserva­ impedimento, remitan todas las causas de" que
ción y aumento de aquellas provincias.67 deben conocer, reservando para sí las que fue­
ren de mero gobierno, y no las de jurisdicción
contenciosa, y este asesor no sea oidor , por Jos
(6) LeyJ5, tit 1.°, lib. 5. Véase lo que nota so­ inconvenientes que pueden resultar de qne jos
bre la ley 3 do arriba. oidores se hallen embarazados en semejantes
(7) En cédula que acompaña los títulos de vire- asesorías o consultas; y cuando se ofreciere algun
yes , se les dá facultad de proveer doce corregimien­
caso tan extraordinario y'urgente que obligue à
tos en sus familiares y beneméritos. Véase la nota á
la ley 7 0 , titulo anterior, donde se verá la prácti­ elegir alguno de la audiencia para é l, esté adver­
ca actual y órdenes que parecen derogar esta ley tido que en grado de apelación , suplicación, re­
pues por lo menos esc luyen la facultad de emplear curso ó agravio, no puede ser ju.ez. Y manda-
estos mismos familiares en destinos de real Ha­ mos, que los vireyes no saquen las causas de ios
cienda.
TOMO l í
tribunales donde pertenecen , y dejen las prime-
22 Libro in. Título in.
ras y demás instancias á quien tocan por de­ denanzas, sin alterar, ni innovar en cosa al*
recho. (8). guna. (oO
LEY XXXVHL
LEY 1
O. Felipe II en l;i dicha Instrucción do 1595, capítu­
I). Felipe IV cu Madrid á 15 de setiembre de 1623. lo 54. Y en la de 1596, cap. 50. D. Felipe IV en la
de 1628, cap. 54.
Que los vireyes dejen proceder tí las audiencias en
casos de justicia, Que los vireyes y presidentes se informen como ad'
t ministran justicia los ministros de sus distritos *
Está ordenado que en todos los casos qne se y avisen de eilo al rey en carta de mano propia•
ofrecieren de justicia dejen los vireyes proceder Los vireyes y presidentes gobernadores ten­
à los oidores de nuestras reales audiencias, con­ gan muy especial cuidado de informarse , y en­
forme á derecho, guardando las leyes y orde tender como se administra y ejecuta la justicia
nanzas. Y porque en la observancia de ellas con­ por sus audiencias, gobernadores , corregidores,
siste en la buena administración de justicia y y justicias, con mucho recato y secreto , y nos
expedición universal de los pleitos, mandamos á avisen en carta aparte de su propia letra , de!
los vireyes y presidentes, que asi lo guarden pre-, buen ó mal proceder de los susodichos, para que
cisa y puntualmente, y no den lugar a que las Nos tengamos noticia de los que deben ser premia­
audiencias tengan ocasión de escribirnos lo con- dos ó castigados, y guarden lo dispuesto por las
rario: y tos vireyes y presidentes, se hallarán leyes dadas en esta razón.
desembarazados para acudir a las materias de
gobierno de sus provincias, conservación de los LEY X X X IX .
indios, administración y aumento de nuestra
D. Felipe II en la dicha Instrucción de 1559, capí­
real hacienda. tulo 57.
Que averigüen si los ministros contratan^ y avisen
LEY de su proceder,
D. Felipe III en Madrid «’( 16 de abril--de 16Í8. Los vireyes y presidentes gobernadores estén
advertidos de saber y averiguar si los oidores,
Que los vireyes en materias de justicia dejen, pro
alcaldes, fiscales y ministros de gobernación, jus­
vecr al oidor mas antiguo, sin votar ni mostrar i«-
clinacion , ni voluntad,.
ticia ó hacienda; tienen tratos y grangerias por
sus personas, ó por medio de otras, y hagan
Es nuestra voluntad y mandamos, que cuan-1 ejecutar sin remisión las penas impuestas ? y si
do se trataren en los acuerdos'de las audiencias los oidores y ministros viven y proceden confor­
materias civiles ó criminales, en que se hubie­ me à su obligación, y no consientan que en sus
ren de proveer autos 6 sentencias definitivas, ó casas haya juegos prohidos, dándonos cuenta
interlocutorias, que tengan fuerza de ella, los de todo en las relaciones del estado de sus go­
vireyes del Perú y Nueva España dejen res­ biernos.
ponder y proveer al oidor mas antiguo lo que
se acordare, sin dar á entender intención de su D. Felipe III en S. Lorenzo a 11 de junio de 1601,
voluntad, asi por no tener voto , como porque cap. 53 de Instrucción de vireyes. D. Felipe 1 \ en
los jueces tengan libertad para proveer justi­ Madrid á 18 de junio de 1621, cap. 55. D. Garlos II
y Ja reina gobernadora. .. .
cia, y que en esto guarden lo que está dispues­
to y ordenado por nuestras leyes, cédulas y or- Que los viteyes y presidentes gobernadores cum­
plan las cédulas que prohíben ios casamientos de
ministros y sus hijos.
(8) . Estos asesores se nombran Ijo}' por S. M ., y Ordenamos á los vireyes y presidentes go­
tienen declarado el sueldo de 5,000 pesos en el Peni
por real orden de 2o de febrero de Ï785.
bernadores, que tengan muy particular cuidado
Por real cédula de 2 de julio de 1800 se ha de­ de cumplir y ejecutar las penas impuestas por
clarado que estos asesores sean responsables de sus las leyes 82, y siguientes , tít 16, lib. 2. de es­
dictámenes por sí solos en los negocios de derecho ta Recopilación, y las demas que tratan de la
V justicia ; pero en los gubernativos respondan igual­ prohicion de casarse los ministros y sus hijos
mente los vireyes que sus asesores. Véase esta cédu­
la por lo que habla acerca de no valerse de otros dentro de ios distritos de las audiencias, y de
letrados , y en caso dé no conformarse suspender darnos aviso cuando sucediere el caso, para que
y consultar. Véase también la ley 9 , tit. 16, lib. 11 proveamos luego las plazas de los que contravi­
de la Novísima, y sobre recusación de estos asesores nieren.
de vireyes y presidentes. Véase la nota primera de
la ley 2/ , tit, 2 ° del mismo libro de la Novísima, LEY XLI.
con la que concuerda la cédula de 26 de febrero de
O. Felipe III en Madrid, á 17 de marzo de 1619. Don
178'2 , que se ludia en el Teatro en )a palabra aseso­ Felipe IV en Balsaiu á 23 de octubre do 1621. Don
res. Se advierte qne por cédula de 26 de noviembre Carlos H y.la reina gobernadora.
do L786 se declara, que el asesor del presidente de
Guatemala debe estender por vía de dictámenes lo One los vireyes no escriban generalidades , y remi­
sentencia y demás providencias qne. contengan gra­ tan las informaciones necesarias, y si fuere sobre
vamen considerable á las pai tes : bastando pon­ el proceder de ministros , especifiquen los casos.
ga por decreto las que son de pura sustau d a ­
ción. Sobre loque cu el particular pueden los au­ Por la ley 6, tít. 16, lib. 2 esta dada en la
ditores de guerra , véase la nota 20 , tit. 4 , lib. 6 de
la Novísima Recopilación. {9; B o vadilla , lib . 5 , c a p . l . ° , n ú m e ro s 74 y 75.
De ïòs vireyes y presidentes. 23
forma en que los vireyes y ministros de las In­
dias nos han de escribir. Y porque conviene, que ■XEY-XLV.
en la substancia no se faite á lo necesario, y
excuse Io superfluo, mandamos que cuando los El emperador don Carlos y e! príncipe gobernador
vireyes nos escribieren, y cuando dieren cuen­ en Valladolid á i$ de diciembre de .1553. D. F eli-
ta de algunas materias que convengan á nuestro Pe H ^.n <l'c ha instrucción de 1595, cap. b0. Don
l'ciipe III en Madrid á 17 de marzo de 1619.
real servicio, buena gobernación , y administra­
ción de justicia, no escriban generalidades, y Que los vireyes consulten en los acuerdos las ma­
hagan y remitan las informaciones, necesarias, y terias arduas , y si los partes recuríeren d la au­
si fueren sobre el péócéíler de algunos ministros, diencia sobresean*
especifiquen los casos particulares , y procuren
enviar la mayor comprobación que sea posible- Es nuestra voluntad que los vireyes solo pro­
vean y determinen en las materias de gobierno
de.sú-jurisdicción; pero será bien que siempre
L E Y 'X .L II,
comuniquen con el acuerdo de oidores de la au­
D. Felipe ÏIÍ en San Lorenzo á 5 de setiembre de diencia donde presiden, Jas que tuvieren los vi-
■*-b20. I). Garlos II y la reina gobernadora. reyes por mas arduas é,importantes para resolver
con mejor acierto, y habiéndolas comunicado,
Que los vireyes no despachen provisiones con el
resuelvan lo que. tuvieren por mejor; ysi las par­
nombre y s - llo del rey en negocios de justicia.
tes interpusieren el recurso., que conforme á de­
® ^ enafnos ? ^óe los v*reyes del Perú y Nue­ recho les pertenece para ante las audiencias , so­
va Espina no despachen por si solos provisiones bresean en la ejecución, si por las leyes de este
con nuestro nombre y sello Real en negocios de libro no se esceptuaren algunos casos especiales,
justicia , de que toca conocer á tas audiencias, hasta que visto en ellas, se determine lo que
por apelación, suplicación d otro recurso, asi se­ fuere justicia. (11)
culares, como eclesiásticos; y en cuanto á los de
mas se guarde la costumbre. . L E Y ,X L V I .

LEY X L f II. D. Felipe II en Aranjuez á 10 de junio de 1565. En


Madi id a 11 de febrero de l o / l . AIJi á 30 de junio
D. Felipe IV en Madrid á 7 de junio de 1627. de 1585- '

Que los vireyes y ministros á quien se enviaren Que los vireyes despachen los negocios de gobier­
despachos , remitan al 'consejó testimonio de haber­ no can los escribanos d,- cámara ó sus tenientes
los recibido y publicado. donde no hubiere escribanos de gobernación.

Mandamos á los vireyes, presidentes y mi­ Ordenamos á los vireyes, que hagan y des­
nistros, que sí recibieren' algunas ee'dulas y des­ pachen los negocios de gobierno con los escriba­
pachos nuestros de ofiem , que se deban publicar nos de cámara , ó sus tenientes, y no con otras
en las audiencias u otras parles, !<’>ejeculen así, personas , si por Nos no estuvieren proveídos es­
y en la primera ocasión nos envien testimonio cribanos particulares de gobernación, como res­
de haberlos rceibido y publicado al fin de la re­ pecto de los demas presidentes se dispone por la
lación. • ley 4, tít. i 6j, libro 3. (13)*i

L E Y X L IV .
f l l ) Sobre I¡> observandi» de esta ley 45 y ln 12
D. Felipe IV allí á i i de junio de 1621. nt 16, lib 2 , hay una cédula de San Ildefonso á
o de agosto de 6 8 , a' folio 45-1 , tomo 25, en que se le
Que los vireyes y ministros no re:iban memoria­ dijo al S i. A m a l, resultando la frecuencia con que
les sin fir m a , y guarden el detecho de estos rei­ nasais por voto consultivo á este real acuerdólos ne­
nos de Castilla. gocios, lo que muchas veces es perjudica! á las par­
tes : os encargo que no lo ejecutéis en estos ni oíros
Ordenamos à los vireyes, presidentes y go­ negocios en que podéis resolver con vuestro asesor
bernadores, que si les dieren algunos memoriales geneial de que se da noticia con lecha de hoy á esa
audiencia.
sin firma procedan con gran recato, y no los per­
Pero por real orden de 29 do agosto de 7 8 , se
mitan sin delator conocido y fianzas, y con las mandó que los V. y P. no remitan á voto consultivo
calidades que se contienen en la ley 64, lib. 2, ni lo den las audiencias en los asuntos en que p ue­
til. 4 de la‘Recopilación de estos reinos de Cas dan conocer en segunda ¡estancia.
tilla, y las demas que de esto tratan. Y manda­ i cío esta real orden y aquella cédula están man­
mos, que los lean por sí mismos, y luego los rom­ dadas recoger por cédula de 23 de diciembre de
pan, quedando advertidos, y con ei cuidado que 1 /8 2 , declarándose en ella que los vireyes pueden
es justo, por lo que importan algunas noticias, de remitir á las audiencias los negocios que quieran, y
que por csio ó el dictamen que presten , ño quedan
que se podran informar con gran prudencia y impedidas de recibir las apelaciones que se inteiv
secreto, y no por tela de juicio, y según lo que pongan por las parles.
resultare procedan como mas convenga f i o ) (12) Sobre esta ley 46 han sido eternas las que­
rellas de los escribanos , y puedo tomarse la idea bas­
tante de este particular en las diferentes cédulas que
insei ta la de 11 do octubre de 1790 , que queriendo
(101 L e y ^ í , tit. 4 , lib. 2 de Castilla que se man­ dar alguna regla en este asunto, dispuso qiic se des­
daobservar «uc va mente por cédula de aquel con­ pachara^ y corriera por !á eseribania cuanto Se pi e*
sejo de 18 de julio de 1766. sentase & proveer en papel sellado.
24 Libro ni. Título ni.
L E Y 'X .L V IL
D. Felipe II en la dicha Instrucción de 1595, capí-
{>. Feline II en Aranjuez à postrero <lc noviembre üdo tí, y en la de 1596 , cap. tí. D. Felipe IV en la
rió 1568* Fu Aladrid á 8 <Ie lebrero, y en San Lo­ de 1628 , cap. 7. Véase la ley 75 14 , lib. I .0
renzo »¡ 16 de junio *1« 1590. !>. Felipe 111 allí á 11 Que los vircyeS procuren la paz y conformidad
ríe junio de 1612 , .y a 10 de julio fie 1614. en Madrid entre los preladas y eclesiásticos.
2 de marzo de 1615. D. Felipe IV allí á 7 de junio
de 4621 V á Id de marzo de 162£. Allí á 18 de fe­ Encargamos á los vireyes, que procuren la
brero de 1628. buena conformidad y correspondencia entre ios
prelados seculares y regulares , y justicias reales
Our. en casos de secreto puedan Jas vireyes despa­
char con sus secretarios ó, con otras personas. Ley
y eclesiásticas, y si algun clérigo ó religioso fue­
5 >tit. i G, lib. a.
re escandaloso, y de su asistencia en aquellas
provincias resultare, ó pudiere resultar incon­
Otrosí los vireyes y presidentes gobernadores veniente , los vireyes escriban o llamen á sus
puedan despachar con sos secr etarios, ó con las prelados , y habiendo conferido sobre e! esceso,
personas qae quisieren, los negocios en que por con su beneplácito la hagan embarcar, si no les
cuaíqaier via les pareciere se debe guardar se­ pareciere que hay otro remedio; y si algún prela­
creto, y de esta facultad podran usar, si en al­ do secular ó regular causare la inquietud , ó la
gún caso importante les fueren sospechosos en el tuviere con los vireyes, ó impidiere el cumpli­
Secreto los escribanos de gobernación , y no en miento de lo que por Nos está proveído y orde­
olía forma, ( i 3) nado, traten de remediarlo sin publicidad, ni es­
cándalo, y no pudiendo nos avisen muy particu­
larmente, con recaudos ciertos de la calidad y
LEY X L V 1ÏI. circuotancia de! caso, y de lo que para su re­
D Feline 111 en San Lorenzo á 5 de setiembre de medio podemos y debemos proveer.
1020 .
LEY L.
Qhv c¡ virey dé noticia d la audiencia de las flo­ D. Felipe 111 en S. Lorenzo á 25 de agosto de 1620*
ta s , y avisos que despachare*
Que posando las discordias entre religiosos a tu­
Un mes antes que haya de salir la plata del multo ó alboroto , se interpongan los vireyes y pre­
Puerto de Callao, ó de la Veracruz, y barcos de sidentes.
aviso para estos reinos, lo hagan saber ios vire Es propio de nuestra obligación procurar la
yes á los acuerdos de nuestras reales audiencias paz entre nuestros vasallos, y especialmente los
de Lima y Méjico; y si habiéndose conferido por religiosos, y para que tenga cumplido efecto, y
voto consultivo hubiere algunas razones de buen todos traten del fin á que fueren enviados á las
gobierno, por donde según el tiempo y ocasio­ provincias de las Indias, hemos proveído y or­
nes, convenga dilatar, o abreviar el despacho, denado loque conviene por la ley 6 8 , tit.
las oiga y pondere, conformándose con lo que le lib. i, y por escusar toda discordia, ó diferencia
pareciere mas justo. que se ofreciere entre personas religiosas: Orde­
namos y mandamos, que si estas pasaren a tu­
multo 6 disensión, ó especie de turbación de ia
(13) Los oficios de secretarios se han hecho hoy paz pública, con escándalo del pueblo, se inter­
perpetuos y de R. nominación con las justas consi­ pongan nuestros vireyes y presidentes , y exhor­
deraciones que esprosa la real orden d e......... y que
so repitieron en otra de 25 de cuero de 91 por la ten á los religiosos a la paz y unión que tanto
secretaria de guerra. conviene al Instilufo religioso, y en caso necesa­
Por real orden de 25 de febrero de 1785, seña­ rio les manden que se compongan y procedan
laron al secretario del virey nato de Lima 5,000 bien, de forma que sientan no solo intercesión,
posos de sueldo con declaración de no tener emo­ por lo que toca á nuestro servicio,'y al bien pú­
lumentos. „ blico, sirio resolución en embarazar, y reformar,
Por real orden de 15 de abril de i / 8o , se La
mandado (pie todas l«s reales oí denos por reserva­ por los medios que el derecho permite , a los
das que sean como pertenezcan ai empleo del v n ey , que tuvieren colpa en semejantes procedimien­
se deben poner en la secvelaiia. tos. ( i 4 )
Fu real orden de 7 de julio de 92 se mandó que
á la secretaria del vireinato corriese unida la de
la superintendencia. (14) De esta ley hace mención Elizondo, tit. l .° ,
Sobre el cumplimiento de la ley 4o téngase pre­ m ím .515.
sente el artículo 59 de la institución de regentes en Para la práctica de esta ley 50 y la 68 que cita,
que se manda que cuando se pasa al acuerdo algun sella de tener presente la real cédula dada en San
asunto ¡i voto consultivo, se ponga la minuta de éste Ildefonso á 20 de julio de 4756, espedida con moti­
en panel blanco rubricada por el oidor mas anti­ vo de ios ruidos de frailes Agustinos que depusieron
gu o, laque deberá’ devolver el virey ó presidente á su provincial Fr. Felipe Machín, en tiempo del se­
dentro da veinte y cuatro horas , rubricándola tam­ ñor Castel-i'uerte.
bién si se conforma con el voto ; en cuyo caso se es- Se advierte que por cédula de 26 de noviembre
tendera el voto en el correspondiente papel sella­ ele 1786 se reprobó al presidente de Guatemala in -
d o , so (irmanió rubricará por todos los ministros, pusiese por sí solo en los bandos pena de azotes etc.,
y se publicará ; verificado lo cual pondrá en segui­ cuya resolución recayó á virtud de representación
da el virey su a ufo de cumplimiento del acordado, de"la audiencia, la que era de opinión que el presi­
Yénse el mismo artículo sobre el modo con que el dente no solo en casos particulares, sino también en
virey puede poner reparos ai voto antes de confor­ las generaciones no podiaíi imponer semejantes pe­
marse, que h ade verificarlo por papel separado, ó nas por sí solo , sino las de m ultas, prisión y otras
no palabra , y no en la misma minuta. semejantes.
De los vireyes y presidentes. 25
LEY LL L E Y X IV .
D. Felipe III en Madrid á 16 de abril de 1618. A llí D. Felipe II en la dicha Instrucción de 1595. D. F e ­
á 17 de marzo de 1619. lipe 111 en Madrid á 25 de marzo de 1607. D. Gar­
los 11 y la reina gobernadora.
Que en materias graves no ejecuten ios vtrey est
presidentes, audiencias y gobernadores lo que or­ Que los vireyes y presidentes moderen los corregí-
denaren sin dar cuenta al consejo. míenlos y jueces que no fueren necesarios , y no
Porque no es justo que los vi reyes empeñen consientan tenientes sino en casos permitidos.
su autoridad en materias graves que nuevamen­ Porque en muchas provincias de las Indias
te se ofrezcan, asi en puntos de nuestro patro­ hay gran número de jueces, corregidores, alcal­
nazgo real como en otros semejantes, y que des­ des mayores, y otros de capa y espada que nom ­
pues se haya de revocar lo proveido y ejecutado: bran tenientes de la misma calidad en los luga­
Ordenamos que en tales casos nos den primero res de su residencia, y cada uno de su jurisdic­
cuenta, si el peligro y daño no instaren y fueren ción: Ordenamos á los vireyes y presidentes go­
evidentes; y Jo mismo se guarde por los presi­ bernadores que moderen los corregimientos y al­
dentes , audiencias y gobernadores. caldías mayores que no fueren de nuestra provi­
sión y nombramiento, y precisamente necesa-
LEY LIL rios, y a los que conviniere conservar no con­
£1 emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en sientan tenientes sino en los casos permitidos
Madrid u 5 de junio de 1552. por leyes y ordenanzas; y los corregidores y al­
Que se ejecuten lo que proveyeren los vireyes en caldes mayores en sus distritos hagan aderezar
los casos de esta ley • los caminos, y visiten los ingenios y obrages. ( 1 7 )
Ordenamos que se ejecute sin embargo de L E Y LV .
apelación, lo que ordenaren y proveyeren los vi-
reyes, sobre mandar que se quiten ó moderen D. Felipe en la dicha Instrucción de 1595, cap. 68 .
algunas estancias de ganado, pagar daños, y ha­ Don-Felipe III en Valladolid à 4 de agosto de 1603.
D. Felipe IV en la de 1628 , cap. 67 y 68 . Véanse
cer las ordenanzas que les parecieren convenien­ las leyes 1 7 , tit. 14, y la prim era, tit. 8 , lib 8 .
tes al buen gobierno, aunque apelen ios intere­
sados y Ies sea otorgada la apelación para sus au­ Que ios vireyes y presidentes tengan mucho cuida­
diencias, donde visto se haga y determine jus­ do de la cobranza y administración de las rentas
ticia, ( i 5) reales,y que sea sin perjuicio de los vasallos.
L E Y L IIÏ. Los vireyes y presidentes gobernadores ten­
D. Felipe III en S. Lorenzo á 19 de julio de 1614.
gan mucho cuidado con ..todo Jo que toca á los
D. Felipe IV en Madrid á 18 de febrero de 1628. miembros de hacienda nuestra, y rentas que te­
nemos en las Indias, procurando su aumento,
Que los vireyes puedan mandar abrir caminas y y que se cobre y administre con especial diligen­
hacer puentes donde conviniere , y repartir■tas con­ cia y mucha claridad en tal manera, que consi­
tribuciones.
guiéndose los buenos efectos que confiamos, por
Permitimos à los vireyes , que en las partes y ninguna vía sean molestados los españoles ni in ­
lugares donde conviniere abrir y facilitar cami­ dios, antes bien tratados los unos y los oíros,
nos, calzadas, hacer y reparar puentes para el por ser esto de io que depende el mayor aumen­
uso y comercio de las poblaciones , puedan hacer to y segura conservación de aquellos reinos. ( 1 8 )
los gastos que fueren mas precisos y necesarios,
con la menor costa que sea posible , y que con­ L E Y L Y Í.
tribuyan para el efecto los que gozaren del be­
Orden de vireyes, cap. 62.
neficio, conforme á las leyes de estos reinos de
Castilla; y por la parte que han de contribuir Que los vireyes hagan juntas de hacienda los jue­
los indios, tengan muy especial cuidado de que ves en la tarde , y «o se traten en ellas otras m a­
se les reparta con mucha moderación y atención terias•
á su necesidad y pobreza, y á lo determinado Mandamos que los vireyes de Lima y Me'ji-
por la ley quede esto trata. Y mandamos, qae las co tengan junta de hacienda todos los jueves en
ciudades y concejos no puedan echar contribu­ la tarde, en la forma contenida en la ley *5 g, tí­
ciones h españoles, ni indios por los gastos que tulo i5. lib. a. Y porque hemos sido informado,
se causaren en la policía. ( 1 6 ) que en ella se trataban otros negocios diferentes,
(15) Sobre apelación de vireyes veanse Jas leyes y mandaban pagar algunas cantidades con auto­
35 y 43 del tit. 1 5 , lib 2 , y la 5 , tit. 1 . lib . 7 . ridad de ia junta: Ordenamos, que no se trate, nj
Se advierte también que por cédula de l . ° de practique mas que del beneficio y aprovechamien.
diciembre de 1806, se manda que con arreglo á lo
'ie se observa en Buenos-Aires , deje a la audiencia
S receptor que va á pedir la venia para publicar (17) Por cédula de 15 de diciem bre de 1777 se
bando del gobierno de Guatemala, copia del refe­ unieron el corregimiento de la Plata y el de Zam pa-
rido bando « para la noticia de la audiencia y demas . ra e s, el de Tornina y Pomebanba f y se unieron tam-
efectos; a y que en materias de gravedad no se pu­ bieu el de C hechapayes, el de Luya y Lamas etc,
bliquen sin prévio acuerdo de la audiencia. (48) La super-intendencia de lodos los ramos de
La ejecución de esta ley se recomienda, en el ¡ar­ real Hacienda se concedió a>las vireyes del Perú por
tículo 6 de la Ordenanza de intendentes. Véanse las cédula ;de:27 d e ¡agosto de 4 7 , tomo 3.°, núm. 183
leyes primeras de los títulos 16 y 17 del lib. 4, del archivo de. Lima. Véase la mota que está en la
(16) Esta es la 7 del tit. 15 , lib. 4. ley primera, tit. 8 , tib. 8 infra.
TOMO U
Libro m. Título in.
io de nuestra real hacienda, y no otra cosa, (ig ) yes 1 4-, tít. 7 . lib . 1 . y i 4- L't. *• i ib. 2 . sobre
que los españoles casados y desposados en estos
LEY LV2L rein os, y residentes en las Indias, sean enviados
á ellos: Ordenam os y m andamos, que en las au­
I). Felipe Jl en Madrid a 25 do junio de 1571. D. F e­
lipe III on S. Lor«>n/,o ¡i 19 de julio <lo 1614. D. Fe- diencias de L im a y Méjico nombren los vireyes
li[>e I V on Madrid ;í 18 de febrero de 1628. Instruc­ un oidor ó alcalde, que con especial com isión ave­
ción <le vi'oves de 16<>0, ca]>. 54. D. Carlos 11 y la rigüe qué esp a ñ o les residen en sus distritos
reina gobernadora Vliase Ja ley 1L , lit. 2 8 , lib. 8. casados ó desposados, y los hagan enviar sin di­
Que los vireyes no puedan librar , d¡strib¿irt gas- lación, com o está ordenado, los cuales lo ejecu ­
tu r , prestar, ni anticipar hacienda real , y en ten con m uy particular cuidado, y en las demas
íjuc casos lo podrán librar y gastar • audiencias pretoriales y subordinadas nombren
los presidentes un oidor , persona de mucha sa­
Por muchas cédulas, órdenes é instrucciones tisfacción y diligencia, que tenga á su cargo lo su­
de los señores reyes nuestros progenitores, y núes sodicho.
tras, dadas á los vireyes del Perú y Nueva Es­
paña, y á, otros ministros y oficiales de nuestra LEY LX.
real hacienda, está ordenado y mandado, que los
D. Felipe UI en San Lorenzo á 26 de abril de 1618,
vireyes no puedan librar, distribuir, ni gastar, y eu Lisboa á 10 de agosto de 1619.
prestar, ni anticipar en poca, ni mucha cantidad
para ningún efecto, ni hacer gratificaciones y Que los vireyes no den decretos en perjuicio de la
mercedes en ninguna cantidad de nuestra real cosa juzgada , ni proroguen el término para que
hacienda, sin especial comisión y orden nuestra, los casados en estos reinos se vengan.
como mas expresamente se contiene en las leyes Ordenamos á los vireyes, que no den decre­
de esta Uccopiiaciou, título de las libranzas. Y tos en perjuicio de la cosa juzgada, por gracia o
porque nuestra voluntad es, que se guarden fir­ gobierno, ni de los demas autos pronunciados en
me, ó inviolablemente, sin dispensación, ni in­ favor de las partes ó causa pública alterando
ter pretaciont Ordenamos y mandamos, que así se las penas, ó suspendiendo la ejecución de las sen­
haga y cumpla inviolablemente; y porque podian tencias, ò prorogando el tiempo asignado por los
suceder tales accidentes do invasión de enemigos, alcaldes para que los casados se vengan á estos
pacificación y defensa de la tierra, administra­ reinos á hacer vida con sus mu geres, si no les
ción de justicia en casos de mucha calidad, pre­ constare por información cierta y verdadera, que
cisos, e inexcusables, inquietudes y alborotos de tienen impedimento legítimo é inexcusable, y no
indios, y por no haber orden nuestra se dejaren en otra forma. Y mandamos, que si contravi­
de conseguir los buenos efectos que convienen, nieren, se les haga cargo en sus residencias. ( 2 0 )
permitimos que puedan librar y gastar de nues­
tra real hacienda todo loque fuere necesario, pro­ L E Y JL X I. •
curando moderar los gastos cuanto convenga á la
P . Felipe U en Aranjuez á postrero de noviembre de
buena administración de nuestra real hacienda, 1568. Véase la ley 2 0 , tit. 8 , lib. 7.
y guardando la forma referida en la ley i3a, tí­
tulo i5 . lib, 2 . Que si tos vireyes desterraren à estos reinos algu­
nas personas remitan las causas.
LEY L VIII. Si á los vireyes pareciere que conviene al ser­
P. Felipe IV en Madrid á 11 de agosto de 1623. vicio de Dios nuestro señor y nuestro, desterrar
de aquellos reinos, y remitir à estos algunas per­
Q"<: los vireyes y presidentes conozcan breve y su­
sonas, las hagan salir luego, habiendo procedido
mariamente de los que pasaren á las Indias sin
judicialmente, y nos remitan la causa fulminada,
licencia.
para que Nos veamos si tuvieron bastantes moti­
Mandamos que los vireyes y presidentes go­ vos para esta resolución. ( 2 1 )
bernadores conozcan por gobierno, breve y su­
mariamente, de las personas que pasaren á las L E Y L X II.
Indias sin nuestra licencia, ejecutando las penas El mismo en la dicha Instrucción de 1595, cap. 56,
impuestas. D. Felipe IV eu la de 1628, cap. 3. En Madrid á
5 de julio de 1627.
Que los vireyes y presidentes tengan libro de re-
Ï). Felipe II en la dicha Instrucción de 1595, capí­ 1 partimientos de indios.
tulo 59. Y en la de 1596 , cap. 49. Don Felipe III en
S. Lorenzo á 1 a de junio de 1607. D. Felipe IV en Los vireyes y presidentes tengan libro gene­
la de 1628 , cap. 50. .D. Carlos II y la reina gober­ ral de todos los repartimientos de indios, que hu-
nadora.
Q'te vireyes y presidentes nombren jueces que
con especial comisión conozcan de los casados en (20) En cédula de 27 de octubre de 1798 se con­
estos reinos . cedió á los capitanes generales que pudieseu rebajar
la tercera parte del tiempo de ios destierros á los
Para que tenga efecto lo proveído por las le­ que eu ellos se manejasen á satisfacción de los inge­
nieros ó comandantes ; pero que si tienen calidad
de retención se consulte á S. M. ó se acuerde con
(19) Ln cédula de 7 de enero de 1729, se dcsa- los tribunales.
pi obó la contradicción fiscal. Ycase archivo 6 , nú­ (21) Véase la ley 7 del tit. 4 de este libro, que
mero m de Chile. Véase Ja le y -9, tit 4 , inira, di­ también les permite esteañar de unas provincias á
cho título. ’ otras.
De los vireyes y presidentes. 27
biere en sus provincias , declarando quien los
posee, si están en primera, ó segunda vida, el 'L E Y L X V I.
número de indios, y cantidad de sus tasas, el cual
El mismo en Bruselas á 15 de diciembre de 1558.
se guarde en el archivo con los demás papeles D. Felipe III en el Escorial á 19 He julio de 1611.
del gobierno, y en todas ocasiones nos envíen re­ D. Felipe IV en Madrid á 18 de febrero de 1628.
lación firmada de su propia mano de los que han
vacado, y las personas en que los hubieren en­ Que los vireyes de el Perú puedan encomendar los
comendado, y por que causas, (2 a) indios vacos , y los de Nueva España guarden el
' estilo de ella.
LEY LXIIL Concedemos facultad á los vireyes del Perú
D. Felipe II en la dicha Instrucción de 1595, capí- para que puedan encomendar los indios, que hu­
. tillo 48. D. Felipe IV en la de 1628, cap. 47.
biere vacos cuando llegaren à aquellas provincias
y los que vacaren, durante el tiempo que sirvie­
Que los vireyes no consientan que se carguen los ren sus cargos , en los españoles residentes en
indios y cuiden de los caminos y obras públicas. ellas, como lo pudieron hacer los vireyes antece­
sores, para que los tengan, y gocen de sus tribu­
Mandamos á los vireyes, que guarden sus ins tos, y hagan el buen tratamiento, que se encarga
tracciones, y las leyes y ordenanzas dadas sobre y manda por nuestras leyes y ordenanzas, y las
prohibir, y no consentir que los indios lleven so­ demas, que en esta razón se dieren, y con las
bre sí cargas por los caminos , y guardando ló cargas, obligaciones, y condiciones de los demas
proveído, y averigüen que repartimientos se hu­ encomenderos, prefiriendo á los beneme'ritos con­
bieren hecho en tiempo de sus antecesores para forme à la ley i 4> tít. 2. de este libro, y sobre
obras púbjicas, y que ha procedido, y se ha gas­ !a justificación y distribución de estos premios
tado, y cobren los alcances, y hagan que se em­ les encargamos ia conciencia. Y mandamos que
pleen en (os efectos de su consignación. los vireyes de la Nueva España guarden e! estilo
de su provincia.

LEY L X V IL ■
D. Felipe 11 en la dicha Instrucción de 1595, capí­
tulo 41. D. Felipe IV en la de 1628, cap. 4JL D. Felipe II en Aranjuez a' 27 de mayó. Y en Madrid
á 28 ^de diciembre de 1568, y en 50 de diciembre
Que los vireyes hagan reconocer las ordenanzas de de 1571. Y en 26 de mayo de 1573.-Allí á 28 de ma­
yo de 1595. D. Felipe III en San Lorenzo á 11 de
buen gobierno de los indios , y avisen al rey• • juuio de 1612. D. Felipe IV en Madrid a 18 d e .ju ­
nio de 1624.
Los vireyes , y presidentes-gobernadores ha­
gan recoger, y reconocer las ordenanzas que hu­ Que los vireyes tengan para su guarda y ornato
bieren hecho sus antecesores para el bueno y po­ las compañías de guarda que se refiere.
lítico gobierno de las repúblicas, y comunidades Teniendo consideración ú la autoridad de los
de los indios, y se informen del modo y forma cargos de vireyes demuestras Indias, y calidad de
con que se han guardado, y guardan, y de las que sus personas:- Es nuestra voluntad , que los de!
no estuvieren en observancia, y porqué causas y Perú tengan para su ornato y acompañamiento
razones, y de lo que conviniere añadir, ó refor­ un capitán, y cincuenta soldados alabarderos de
mar según la vaciedad de los tiempos, y de todo guarda , y cada soldado goce de sueldo trescientos
nos aviseu ¿noy' particularmente con su parecer, pesos de á ocho reales, y el capitán seiscientos,
y dé nuestras i reales audiencias, para que visto, del mismo valor, y que estos sueldos se paguen de
proveamos lo qué icón venga. los que percibían los lanzas y arcabuces, y de los
LEY L X V . V- repartimientos de indios, que vacaren, que para
esto se han de poner en nuestra corona real, de
D. Felipe II en Madrid a' 9 de abril, de 1591. forma que no se puedan librar, ni libren en el
dinero de nuestras cajas: y los vireyes de Nueva
Que los vireyes conozcan en, primera instancia de
España tengan para ios misinos efectos un capi­
causas de indios con apelación á sus audiencias. ; tán, y veinte soldados, á los cuales se les p^gue

Ordenamos que los vireyes puedan conocer en el sueldo en la cantidad y consignación, que es
primera instancia de los.,pleitos, que en.cualquie­ costumbre, y al capitán se le dé duplicado, con
ra forma se ofrecieren entre los indios, y así mis­ que no sea de nuestra real hacienda. Y manda--
ino entre españoles, en que los indios fueren reos, mos que las plazas de alabarderos no se sirvan por
porque nuestra voluntad es, que siendo actores criados de los vireyes. (a3)
puedan pedir ante la justicia ordinaria , 6 ante
nuestras audiencias, y de lo que proveyeren y (25) Los vireyes del Perú tienen ademas de la
determinaren los vireyes se pueda apelar para las guardia de alabarderos «na compañía de caballería,
audiencias, donde se conozca en segunda instan­ compuesta de un capitán y .. .. hombres. Para esta
cia, teniendo por primera la de los vireyes. propuso el Excmo. £>r. Gil se le concediesen los pre­
mios de inválidos , y que se les hiciesen ios descuen­
tos que á los demas cuerpos del ejército. Pero S. M.
en real orden de 9 de enero de 94 lo denegó pre­
(22) Despues de mil veces se ha encargado nue­ viniendo que cuando algún iudividuo se hiciese acree­
vamente la observancia de esta ley en cédula de dor á Ja real gracia por haberse imposibilitado cu su
29 de junio de 1776. servicio se le hiciese presente.
sa Libro n i. T itu lo-ui.
limitado en que los vireyes del Perú y Nueva Es­
LEY LX V III. paña sirvan sus cargos, y por la presente decla­
D. Felipe II cu Madrid sí 23 de abril de 1569. A llí á ramos, que sin embargo de cualquier cláusula
27 de abril de 1574. qae se hubiera puesto, y pusiere en sus títulos,
Que los vireyes no tengan tenientes de capitanes los sirvaa por tiempo de tres años, mas ó me­
de ¡a guarda , y se reforme ¡a situación de el nos el que fuere nuestra voluntad, que corran y
sueldo. se cuenten desde el dia que llegaren á las ciuda­
des de Lima y Méjico, y de ellos tomaren la
Ordenamos que los vireyes no tengan tenien­ posesión.
tes de capitanes de su guarda, y que si algun
sueldo, ó salario se les hubiere situado de nues­ LEY L X X If.
tras cajas reales, se quite, y haga testar, y no se
les pague en ningún tiempo. D. Felipe III en el Escorial á 19 de julio de 1614.
D. Felipe IV en Madrid á 18 febrero de 1628. En
LEY LX1X. lnien Retiro a 9 de marzo de 1655. En Madrid á 18 ,
de noviembre, de 1659. Y á 26 de febrero de 1660, y
D. Felipe III en Madrid a 24 de marzo de 1614. 30 de diciembre de 1663.
Que ¡os de la guarda del virey t si fueren labet ne-
i
ros ó pulperos no sean exentos de la jurisdicción Que los. vireyes del Perú y. Nueva España gocen
ordinaria* el salario que se declara , y se les hagan buenos
seis mes.es de ida á las In d ia s , y seis de vuelta á
Mandamos que si algunos taberneros, y pul­ estos reinos.
peros fueren alabarderos de la guarda del virey,
no se excusen de las penas en que incurrieren Es nuestra voluntad que los vireyes del Perú
por tales ejercicios, y de ellos puedan conocer las gocen de salario treinta mil ducados, que valen
justicias ordinarias y fieles ejecutores, y los virc- once cuentos doscientos y cincuenta mil marave­
yes no les pongan impedimento. (24) dís: y los de Nueva España veinte mil ducados,
que valen siete cuentos y quinientos mil mara­
LEY L X X . vedís, los cuales comiencen à correr desde e! dia
í)on Felipe II en la dicha Instrucción de 1595, ca­ que. tomaren la posesión, hasta el que entrare à
pítulo 8. Y en la de 1596, cap. 58. JX. Felipe I V' en servir el sucesor, de forma que, no se paguen dos
Ja de 1628, cap. 58.
salarios á un tiempo á dos vireyes: y asimismo
Que los vireyes y presidentes gobernadores avisen se les hagan buenos seis» meses por el viage de
de las perdonas beneméritas de sus distritos, infor­ estos reinos ¿.los del. P erú, q Nueva España,, y
mándose pura ello con particular cuidado. otros seis tneses por la vuelta del viage* y que
Eos vireyes y presidentes gobernadores, ten­ ea ningún, tiempo- se pueda alterar , ni interpre­
gan muy especial cuidado de informarse, y. sa­ tar esta resolución y. Ii>s oficiales reales- dén: y.
ber que personas beneméritas hay en las provin­ paguen ios s.alado& por loa tercios: del ano, y lo
cias de ?u gobierno, a^i: eclesiásticas; como secula­ señalado da ida/y. vuelta-,, de cualesquier marave­
res, y en los ^espapbos ordinarios de cada un, dís., y hacienda: nuestra. (»5:*;.
año nos envíen relación de todas, refiriendo las
partes, calidades y servicios de cada: una, con dis­
tinción de. cletigqs y religiosos, y cuales: serán á (25): Pac cédula, de 6 de abril de 1 7 6 5 , que está
al folio;322 d el tjt. 18 de-céduJas.dfej L im a, se revocó
propósito para prelacias, y de los. clérigos para esta ley. en.cuanto á los.seis mes.es' de. ida y vuelta.
dignidades y caoongías, y de qué Iglesias y• pae-. Pero por real orden de 16 de abril de 1/92 se ha
blos: y asimismo qué- letrados hay. para ocupan en. mandado que gozen su sueldo íntegro basta el dia de
pjazas.de las audiencias, y de ios;de ca¡pa«y espa­ su em barco, con tal que en-este no haya demo­
da, cuales para gobiernos, guerra, hacienda.» y* ra voluntaria. Por real orden de 29 de febrero de
1764 se había mandado, abonar á los oficiales de guer­
oficios de pluma> ra destinados á gobiernos militares estas doce pagas.
Pero, en otra do 1 0 de 1783 se declaró-que esto no
LEY L X X I. se entendía con vireyes y presidentes. Asi en cuan­
to á esto soló rige- lo determinado sobre continua­
El emperador don Carlos en Bruselas sí. 10 de mar­
zo de 1555. D. Felipe IV en.Madrid a 18«da noviem­ ción, del sueldo hasta su. embarque.para España, no
bre de 1659; y en 9 de marzo de 1655. A 2fi: de le ­ demorándose voluntariamente a q u í, según la real or­
brero de 1660 , y 30 de diciembre de 1665. den de......
Eu real orden de 17 de agosto, de.1789 se mandó
Que los vireyes sirvan sus cargos por tiempo de tres abonar al Sr. I). Francisco Gil el sueldo de teniente
anos contados desde el día de la posesión. general-empleado en Am érica, desde que entregó
oi mando en Santa.Fé paca pasar al del-Perú.
Conviene á nuestro servicio señalar tiempo En los.pasos,de unos.gobiernos.a otros sin salir de
América , debe servir de- regla, la toma de posesión
déí nuevo destino para el abono del anterior que hu­
(24) Los pulperos vecinos y demas personas de bieren dejado, según la real orden de 16 de abril de
Lima que tuvieren cualesquiera trato que sea de 92 que se ha citado arriba.
abasto y mantenimiento no gozen d efuero alguno en Por real orden de 12 de. julio de 1842 los vire-
los cscesos y culpas que cometiereu por sus tratos, y e s , pr.esideutes. y demas;gobernadorcs, solo tienen
ni sobre la paga de los derechos que por arancel de­ el sueldo de dichos destinos hasta el dia de su rele­
bieren de los generos que vendieren, y en uno y vo; de allí adelante el de su grado en clase de em ­
otro caso proceda la justicia ordinaria: son palabras pleados efectivos al respecto de España; entendién­
de la real céd u la, fecha en Madrid à 25 de abril de dose esto último aun cuando en la America son pro­
1695» que está á folio 106 del lib. 19 de cédula del movidos de un destino a otro. Demorándose volun­
cabildo de dicha ciudad de Lima. tariamente po se les abona ningún sueldo.
De los Tireyes y presidentes.
LEY L X X ÏIL rem ita n a l co n se jo , le y ra o tit. i5 libro 2 .
F o rm a en que los vireyes han d e escribir a l rey,
D. Felipe IlL en Madrid á 20 de mayo de 1620.
L y 6 , tit. 1 6 , 1/6. 2 .
Qae al virej que volviera de las Indias á estos Que lo s vireyes como capitanes g e n e r a le s , conoz­
reinos se le den posadas y buen pasage. can d e las c a u ia s d e s o ld a d o s , y la s d eter­
Ordenamos y mandamos á todas nuestras jus­ minen en to d a s in sta n c ia s , con inhibición de
ticias de [as Indias, y estos reinos, que cuando la s audiencias y ju s tic ia s , ley 1 , t d . 1 1 , de es­
Jos vireyes vuelvan de servir sus cargos, los t e libro .
hagan aposentar , y den buena y principal posada Véase la le y 2 d e l m ism o titu lo , en cuanto á
para sus personas, y las otras que tuvieren nece­ los p r e s id e n te s , cap ta r e s generales.
sidad para sus casas y criados, y los que con Q ue lo s v ir e y e s den cuenta a l r e y da la s m ate­
ellos vinieren, que no sean mesones , y por esto ria s de religión ,. g o b iern o , g u erra y hacien­
no les lleven dineros; y asimismo les hagan dar d a , le y 1 , tí t . de este libro , y a l l í , la s le­
los mantenimientos, bestias de guia., y otras co­ y e s que tocan á d a r cuenta d e otras obliga­
sas que hubieren menester, á precios justos- y ciones.
razonables, como en las ciudades, villas y luga­ Q ue los vireyes y ca pitan es generales informen
res valieren , y no se los encarezcan mas, y en de los suget os idóneos para ocupar en la gu er­
todo se les haga buen acogimiento: r a , l e y 9 tit. 1 4 d e is te libro.
LEY L X X IV . Q ue los vire y e s y presidentes a visen s i lo s pro -
p u e sto s p a r a empleos eclesiá stico s y secula­
D. Carlos-II en esta Recopilación.
res m udaren de e sta d o y estim ación , le y 3 *,
Que prohibe los contratos y grangerias de. Jos: vi- ti t . 1 4 d e este libr o,
reyes. Q ae los v ire y e s antes de a c a b a r los gobiernos , re­
Por la ley 54- y siguientes del tít. iG. li­ m itan relación de la s m aterias g r a v e s , y no lo
bro a.,está ordenado que los presidentes, oidores-, haciendo , no sean p a g a d o s d e l últim o ario d e
alcaides del crimen y fiscales de las- audiencias sixs g a g e s , le y 32, tit. «4 de- e ste lib ro .
reales de las Indias, no traten, ni contraten, ni L o cerem onial se vea en e l tit. i5 de e s te libro.
tengan grangerias de ganados mayores , ni me­ L a s cédulas generales, se rem iten à los rireyes,
nores, ni estancias, ni labranzas, ni; otras ne­ auto 3o, re fe rid o lib ro 2 , t i t , 6
gociaciones, ni labores por sus personas, ni Sit sa la rio , auto 4 a , re fe rid o , ¿ib. a tit. 6 . (u.§*)
otras interpuestas, como en las dichas leyes con NOTA.
mas expresión se contiene. Y porque al paso que
es mayor la dignidad y autoridad de los víreles, En veinte y tres de Enero de mil seiscientos
y mas inmediata; su representación.á nuestra real y setenta y cinco, gobernando la reina nuestra
persona, será mas grave la culpa de,incurrir en. señora, se despachó cédula, declarando , qúe el
este delito, para declarar las dudas que se han gasto del: papel, tinta , encerado, y demas cosas
ofrecido, expresamente prohibimos á los vireyes tocantes á las secretarías de los vireyes de Nue­
demuestras Indias todo género í q , trato, contra­ va España , se han de reducir á cuatrocientos
to ó grangeria, por s í , ó sus criados., familia­ pesos en cada un a ñ o , y esta cantidad no se ha
res , allegados, ti otras cualesquier personas di­ de pagar de la real hacienda por ningún caso,
recta, n r indirectamente, en poca, ó mucha sino, es constando antes de librarse en ella no
cantidad:, por m a r, ni por tierra , ni el uno en haberla producido los efectos de quitas y vacacio*
las provincias del otro , pena de nuestra- indig nes, donde, está consignada , y que luego que ha­
nación, y-de liasdfemas, que reservamos ¿ nues­ ya caudal de estos efectos, se ha de reintegrar,
tro arbitrio. Y declaramos que para la averigua­ precisamente la caja real de lo que hubiere su­
ción sean bastantes probanzas^ las irregulares* plido.
como está ordenado; en los coechos y baraterías.
Qiie los virajes, audiencias y gobernadores no (26) En cuanto á venias de edad, véasela nota
den legii¿mariones, y las que se pidieren se de la ley 1 0 , tit. 2 i , lib. 8.

D e la g u erra

te de las Indias, sin expresa licencia nuestra,


El emperador don Carlos y los reyes de Bohemia go­ aunque la tenga de los gobernadores, pena de
bernadores en Yailadolidá 31 de diciembre de 1549. muerte, y de perdimiento de todos sus bienes
para nuestra cámara y fisco. Y ordenamos a los
Que ninguno pueda hacer en las Indias entrada
vireyes, audiencias y justicias, que prohíban y
ni ranchería.
defiendan que ningún español, ni otra persona
Mandamos que ninguna persona, de cual­ alguna las haga, debajo de las mismas penas, las
quier estado y condición que sea, haga entradas, cuales ejecuten en las personas y bienes de los
ni rancherías en ninguna isla, provincia, ni par- que contravinieren.
TOMO H. 8
50 Libro ni. Título iv.
gran moderación, y de suerte, que los soldados
LEY l í . no se ocupen en tratos, ni grangerías,
D. Felipe III en Lisboa á 20 de julio de 1619. LEY VI.
Que los gobernadores no apremien á los vecinos á D. Felipe II año 1565.
ir d las jornadas, y si salieran en persona no
usen de medios prohibidos. Que se pueda hacer guerra à los españoles ino­
bedientes.
Ordenamos á los gobernadores, que no apre­
mien á los vecinos de sus provincias á ir á las Permitimos á nuestros vireyes, audiencias y
jornadas que hicieren , pues los mas de ellos gobernadores , que si algunos españoles fueren,
y permanecieren inobedientes à n aes tro real ser­
por ganar honra, y servirnos, ordinariamente
vicio, y por buenos medios no pudieren ser
van de su voluntad , si no fuere en caso tan par-
titular, y de tan grande importancia que obli­ traidos á obediencia, les puedan hacer guerra
gue á que e! mismo gobernador salga fuera de eñ la forma , que les pareciere , y castigar co­
su distrito, y entonces no usen de apremios, ni mo convenga.
otros medios prohibidos. LEY VIL
L E Y III. El mismo en Madrid á 51 de diciembre de 1588.

El mismo en Barcelona á 22 de junio de 1599. Que sean cstrañados de las provincias los que las
inquietaren y sus deudos♦
Que cuando algun gobernador quisiere hacer joc-
\nada , la resuelva como se ordena. Si sucediere que algunas'personas inquietaren
la tierra : Mandamos á ios vireyes y presidentes
Porque de haberse hecho algunas jornadas gobernadores , que por los mejores medios , fque
en las Islas Filipinas , y sacádose del campo que les pareciere, y pudieren , las vayan sacando de
en ellas tenemos, la gente, artillería, municio­ aquella provincia, y á sus hijos, hermanos, |y
nes, y per trechos de. guerra, por orden de los deudos, y à los de mas , que hubieren seguido su
gobernadores, sin acuerdo y parecer del consejo parcialidad, y los acomoden en partes seguras,
de guerra , y de la ciudad de M anila, han resul­ donde los tengan cerca , de modo que no se cause
tado inconvenientes , y en estos casos y facciones nota, ( i ) •
es justo proceder con mucha consideración,
acuerdo y parecer de las personas, que le pueden L E Y V III.
dar: Mandamos al gobernador y capitán general El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador
que en los casos referidos oiga al cabildo de la en Valladolid á 28 de setiembre de 1513, y en 27
dicha ciudad y consejo de guerra, y lo que re- de noviembre de 1548.
solvicre sea con parecer do la real audiencia, y Que los indios alzados se procuren atraer de p a z■
que lo'inismo guarden los demas gobernadores por buenos medios.
de las Indias.
Mandamos á los vireyes, audiencias, y go­
L E Y IV . bernadores, que si algunos indios anduvieren al­
zados, los procuren reducir, y atraer á nuestro
D. Felipe III en Lisboa ?í 20 de julio ele 1619. Don real servicio con suavidad y paz, sin guerra, ro­
Felipe IV alli à 50 de setiembre de 1653. bos, ni muertes ; y guarden . Jas leyes por Nos
Que si algun gobernador hiciere jornada deje la dadas para e! buen gobierno de las Indias, y tra­
tierra en defensa. tamiento de los naturales; y si fuere necesario
otorgarles algunas libertades, ó franquezas de toda
Si se ofreciere que los gobernadores hagan especie de tributo, lo puedan hacer y bagan, por
jornada , dejen las ciudades principales con de­ e! tiempo y forma , que les pareciere, y perdo*
fensa de artillería y municiones, y la gente ne­ nar los delitos dé rebelión , que hubieren come­
cesaria para que ejecuten las órdenes del que tido, aunque sean contra Nos, y nuestro servi­
quedare en su lugar, corno es prender delin­ cio, dando luego cuenta en el consejo.
cuentes, guardar pre*>os, ejecutar bandos, y las
(lemas que pueden ocurrir.
LEY V. E) emperador don Carlos en Valladolid á 26 de ju­
nio de 152o , cap. 9. En Toledo a 20 de noviembre
El mismo en Madrid á 26 de setiembre de 1625. de 152b. D. Carlos II y la reina gobernadora. V éa­
se Ja ley '25 , tit. 7 , lib. 4.
Que cuando los soldados del presidio de Sanio Do­
mingo salieren à montería no se ocupen en tratos Que para hacer guerra á tos indios se guarde Ja
form a de esta ley.
ni grangerías.
Establecemos y mandamos, que no se pueda
Porque es necesario que algunos soldados del hacer, ni haga guerra á los indios de ninguna
presidio de Santo Domingo salgan en tropas á provincia para que reciban la santa fé católica,
correr las costas de la banda del Norte de aque­ o nos den la obediencia, ni para otro ningún
lla isla , para saber si hay algunos navios de efecto , y si fueren agresores y con mano armada
enemigos en sus puertos, ó si los vecinos resca­ rompieren la guerra contra nuestros vasallos, po-
tan con ellos, que llaman monterías: Ordenamos
a! presidente y capitán genera!, que esté adver­
(1) Véase sobre remitir á España la ley 61 del
tido de que el salir á estas monterías sea con tit. 5. de este libro.
De la guerra. 51
Daciones y tierra pacífica, se les hagan antes los te fuere de las partes y experiencias necesarias;
requerimientos necesarios una, dos y tres veces, perosi todavía por causas y accidentes particula­
y las demas , que convengan , hasta atraerlos á res conviniere que esto no se observe, y se co­
la paz, que deseamos , con que si estas preven­ nozca , que si se ejecutare será en deservicio
ciones no bastaren, sean castigados como justa­ nuestro, en tal caso, habiendo comunicado con
mente merecieren , y no mas; y si habiendo re­ la audiencia real del distrito, y la audiencia con
cibido la santa fe, y dádonos la obediencia , la el virey , la persona que será bien lleve ú su
apostataren y negaren, se proceda como contra cargo el socorro , se pueda enviar corno mas con­
apóstatas y rebeldes , couforme á lo que por .'■as venga.
excesos merecieren , anteponiendo siempre los
medios suaves y pacíficos a los rigurosos y jurí­
dicos. Y ordenamos que si fuere necesario hacer­ D. Felipe III en Aranjuez á 2 5 d e mayo de 1607.
les guerra abierta y formada , se nos dé primero Que el virey de Nueva España envíe al goberna­
aviso en nuestro consejo de Indias , con las cau­ dor de Filipinas los socorros que le pidiere y fu e ­
sas y motivos qoe hubiere para que Nos provea­ ren necesarios.
mos io que mas convenga al servicio de Dios
nuestro Señor, y nuestro.( 2 ) Encargamos y mandamos á los Vireyes de la
Nueva España, que con muy particular caidado,
puntualidad y diligencia socorran aí gobernador
D. Felipe III en Madrid á 10 de octubre de 1618. y capitán general de Filipinas en los accidentes,,
Ordenanza 67. que se ofrecieren , con todo lo que Ies enviare ú
Que no Se envíe gente armada á reducir los indios, pedir y pareciere necesario de gente, armas, m u ­
•y siendo á castigarlos , sea conforme á esta le y niciones y dinero para la conservación de aque­
Ningún gobernador, teniente, ni alcalde llas islas , sueldos y presidios, y lo demas que
ordinario pueda enviar, ni envíe gente ar­ fuere á su cargo.
mada contra Indios, á titulo dé que se reduz-
'gan , ó vengan á hacer m ita, ni con otro pre­
LEY X IV .
texto , pena de privación de oficio , y de dos mil D. Felipe IV en Madrid á 5 de noviembre de 1655.
pesos para nuestra cámara ; pero bien permiti­ Que los socorros de gente vayan en compañías en­
m os, que si algunos indios hicieren darioá espa­ teras.
ñoles , ó Á indios de p a z , en sus personas, ó ha­
ciendas, puedan luego, ó hasta tres meses en­ Ordenamos á los capitanes generales, gober­
viar personas con armas á que los castiguen , ó nadores y cabos de la milicia , que habiendo de
traigan presos , con que en los presos no se eje enviar socorro de soldados à algunas parles, don­
cute pena en el campo , si la dilación no causare de ene! camino, ó viage puedan peligrar si salie­
daño irreparable, y en ninguna forma se puedan re el enemigo con mas grueso de gente , no las
repartir los indios por piezas , como en algunas envíen en trozos y partidas pequeñas, procurando
provincias se ha hecho sin nuestra rtrden y vo­ que siempre vayan las compañías enteras, para
luntad, pena de mi! pesos ai que lo contrario hi­ que mejor se puedan defender , y llegar al pues--
ciere. to donde van ; y asi se guarde donde se hubie­
. LE Y X I. ren de mudar los présidiós á cierto tiempo¿
según las órdenes, que se hubieren despachado;
El mismo a llí, Ordenanza 68.
Que en caso de castigo de indios pasados trcs'rne-
ses , el gobernador resuelva como se ha de hacer.
D. I-elipe lIÏ en Valladolid á 50 de agosto de 1608.
Si los indios hicieren tales excesos, que obli­
guen á grande demostración y remedio muy pre* Que en los socorros que fueren de N UrVa España d
ciso, y á enviar gente con armas, y pasaren los Filipinos no vajan mestizos ni mulatos.
tres meses contenidos en la ley antecedente, pue­ En la gente, que el virey enviare, y fuere
da solo el que tuviere el gobierno de la provin­ de socorro de !a Nueva España á Filipinas, no
cia, y no otra justicia, determinar lo que se ha consienta que en ninguna forma vayan , ni se
de hacer cerca del castigo, con que en lo demas admitan mestizos, ni mulatos, por los inconve­
se guarde lo que para estos casos esta dispuesto. nientes, que se han experimentado.
LEY X II.
LEY X V I.
D. Felipe IV en Madrid, á 28 de diciembre de 1631.
Que los socarros que se enviaren á las provincias, El mismo en Zamora á 16 de febrero de 1602.
vayan con personas espertas y subordinados d los Que los capitanes que en Nueva España levanta *•
gobernadores. ren gente para Filipinas , no se embarquen con
En caso de alboroto, ó levantamiento de in­ ella »
dios se envien ¡os socorros con personas de inte­
ligencia, y experiencia en la guerra, y cuales Uno de los capitanes, que levantaren gente
convenga , con subordinación al gobernador de en la Nueva España para socorro de las Islas
la provincia socorrida, principalmente cuando es*2 Filipinas , sea comisario de ella hasta el puerto
de Acapulco , y la entregue al general, <5 cabo
(2) Est» -ley se manda guardar e» Chile por de los navios, que salieren , y ningún capitán se
cédula de 172o espedida con motivo del genera! al­ embarque ni pase á las islas con la gente de su
zamiento dei año de 25. compañía-
Libro ni. Titulo ív.
LEY X V II. las Indias no apremien á los escribanos públicos,
procuradores y otros oficiales, á que acudan á
D. Feüpe ÏII en Barcelona á 28 de Junio de 1599,
meter guardias ningunas, ni salir en las com­
Que sean castigados con severidad los que en la pañías en que estuvieren alistados á ninguna fac­
guerra desamparen la gente* ción de muestras, alardes, ni recibimientos, de
Ordenamos á nuestros capitanes generales, que es nuestra voluntad, que sean exentos, por­
qae cuando algún capitán , ú otro oficial de guer­ que no fallen a! uso y ejercicio de sus oficios,
ra desamparare la gente de su cargo, ó hiciere quedando como han de quedar, obligados á asis­
otra cosa, que no deba, lo castiguen con se veri- tir a las ocasiones y rebatos precisos.
dad , para que sea ejemplo á otros. LEY X X II.
L E Y X V III. D. Felipe III en Valladolid á 9 de enero de 1604-
D. Felipe IV en Madrid á 16 de junio y 3 de setiem­
El mismo en Segovia a 4 de julio de 1609. bre de 1624, y á 24 de noviembre de 1627, Y á 12
Que el gobernador de Filipinas procure conservar de noviembre de 1634.
la paz con el emperador del Japón . Que el gobernador y capitán general de Chile dé
las licencias para salir de aquel reino los m ilita -
El Gobernador y capitán general de las Islas
res y no la audiencia , y á los aventureros no se
Filipinas procure siempre conservar la buena
les nieguen.
correspodeneia, paz y quietud con el'emperador
del Japón, usando para esto de ios medios mas Las licencias que se pidieren para salir del
prudentes, y de conveniencia , mientras las cosas reino de Chile soldados, ó persona m ilitar, que
dieren lugar, y no se arriesgare la reputación de nos sirviere en é l, aunque sea en ausencia del
nuestras armas y estado en aquellos mares y gobernador y capitán general, no se den por la
naciones orientales. real andiencia, y acudan al capitán general, pues
tiene entero conocimiento de loque conviene ha­
LE Y X IX . cer en esto, y no puede faltar de la ciudad de
El emperador t>. Carlos y el cardenal gobernador Santiago, <$ la Concepción: y á los aventureros.,
en Madrid á 7 de octubre de 1570. J \ Felipe II en que nos fueran á servir á su costa, y sin suel­
Sevilla á 7 de mayo de 1570. do , llevando licencia del gobierno, ó superior
Que los vecinos de los puertos esten apercibidos de de su provincia, no les nieguen la licencia de
armas y caballos , y hagan alarde cada cuatro volverse cuando fuere su voluntad.
mesés.
LE Y X X III.
Mandamos á los vireyes, presidentes y go­
bernadores, que pongan mucho cuidado en que D. Felipe III en Lisboa-á 20 de julio de 1619.
los vecinos de los puertos tengan prevendon de Que los capitanes generales den licencias à los re­
armas y caballos, conforme á la posiblidad de formados , y no tengan forzados á los soldados
cada uno, para que si se ofreciere ocasión de ene­ ni vecinos.
migos, úotro caáIquier accidente, esten aperci­
bidos á la defensa, resistencia y castigo de los Reforman nuestros gobernadores y capitanes
que trataren de infestarlos, y cada cuatro meses generales algunos soldados donde hay ejército, y
hagan alarde y reseña, reconociendo las armas y si piden licencia para salir de aquella tierra no
municiones, y haciendo que continuamente se se la dan, de que resulta que algunos se huyen, y
ejerciten , y de cada alarde y reseña envíen tes­ ausentan por diferentes parles, con que muchas
timonio signados de escribano publico u nuestro personas principales no quieren militar -r y por
ocurrirá estos, y otros inconvenientes: Ordena­
consejo. mos á nuestros capitanes generales, que habién­
LEY X X . dolo considerado, den á los reformados la licen­
D. Felipe III en el Pardo á 50 de noviembre de 1599. cia y libertad, que permitiere el estado de la guer­
Que ninguno se exima de sàlir á Jos alardes y re­
ra, y nó tengan los soldados, ni vecinos oprimi­
señas no estando reservado por ley ó privilegio dos, ni forzados, gobernándose en todo con el
acuerdo que conviene.
Porque de haber reservado los gobernadores
á algunos vecinos y personas particulares de sa­
lir á los alardes y resenas, han pretendido estos,
y otros muchos excusarse de esta obligación y no D. Felipe IV en Madrid á :29 d-e agosto de 1630.
conviene permitirlo : Mandamos á los goberna­ Que Tos generales nombren capellanes, y los pre­
dores , que no den reservas, y hagan salir á to­ lados los examinen y aprueben*
dos, ejecutándolo sin eximir á ninguno, que no
estuviere exento por ley, <5 privilegio nuestro. Los generales de nuestros ejércitos nombren
capellanes, que administren los Santos Sacramen­
LEY XXL tos, y den buen ejemplo á los soldados, y á las de­
I>. Felipe IV en Madrid á 2 de diciembre de 1652. mas personas que concurrieren, y los puedan re­
mover à su voluntad. Y encargamos á los prela­
Que ¡o* escribanos , procuradores , ni otros oficiales dos eclesiásticos, que los examinen, y den licencia
no entren ni salgan de guarda y acudan d los re­ para administrar siendo suficientes, y no se haga
batos* presentación, como en las doctrinas, conforme á
Los gobernadores de ciudades y puertos de la ley 5o de el título del Patronazgo
De la guerra. 33
LEY X X IX .
D. Felipe II en Madrid á 7 de abril de 1579. í>. Felipe III en S. Lorenzo á 2 de abril de 1698*

Que el gobernador de Chile pueda traer en cam­ Que en la ciudad de Cumand se aumente una cea*
paña dos sacerdotes á costa de la real Hacienda* tutela.

El gobernador y capitán genera! de Chile, Porque demas de la centinela ordinaria, que


cuando anduviere en la guerra en aquellas pro-' asiste en la costa de la Nueva Andalucía , con­
vincias, pueda traer en e! campo, á costa de nues­ viene aumentar otra en el cerro, que está de la
tra real hacienda, dos sacerdotes para que le ad otra parte de el golfo, y descubre el m ar, y sa­
ministren los Santos Sacramentos, y à la gente linas de Araya, y es nuestra voluntad excusar
de guerra. este gasto a los vecinos de Cumana : Ordenamos
á los oficiales reales de la Isla de ía Margarita,
LEY XXVI. que de cuaiesquier maravedís y hacienda nuestra,
D. Felipe 1Y en Madrid á 6 de setiembre de 1624. que fuere á su cargo , paguen á la persona, que
Que el cabo de galeras y caravelones * y los capí- '■ Inere nombrada para hacer la centinela, trescien­
tañes y oficiales , donde ¡os hubiere , traígan tos pesos en cada un ano por su trabajo y ocu­
sus insignias como se declara* pación.
Declaramos y mandamos, que el capitán y LEY XXX.
cabo de galeras y caravelones, donde se usare de I). Felipe IV en Madrid á 29 de agosto de 1630.
este género de embarcación, pueda traer bastón,
y ios capitanes de infantería, y de galeras, ó ca- Que en el Callao de Lima- se conserven las galeras
Jtavelones, ginetas con borlas, y los demas ofi­ para la seguridad de aquella tim a
ciales las insignias, que les tocaren por razón de Habiéndose reconocido por experiencia cuan
sus oficios. to conviene, que en el puerto del Callao haya cm
LEY XXVII. barcaciones de remo, que impidan al enemigo
El mismo allí d 24 de noviembre de 1627. ccliar gente en tierra , donde sirvan los delin­
cuentes, cuyos delitos no llegan á merecer pena
Que las audiencias no ordenen que se les abalan de muerte, por esta causa se fabricaron tres ga­
banderas no asistiendo el capitón general. leras de mediano porte, que juntas con las demás
Porque hallándose algunas de nuestras au­ galeotas pequeñas aseguren aquella costa, y ha
diencias en fiestas y regocijos, suelen dar orden parecido que se conserven y asistan: Ordenamos
de que se les abatan tas banderas de las compa­ á los vireyes dei Perú, que así lo hagan, si lo tu­
ñías de infantería, que en tales ocasiones pasan vieren por conveniente á nuestro servicio, para
por donde asisten los oidores, sin estar presente ta~i ocasiones que se pueden ofrecer en paz y
el capitán general, á coya orden y gobierno están guerra.
las compañías: Ordenamos y mandamos á los pre­ Que muriendo los gobernadores, las materias de
sidentes y oidores, que no den órdenes para que la guerra queden á cargo de los sargentos
se les abatan las banderas, pues esto toca á los mayores, ley 9, tit. M, de este libro.
capitanes generales. (3) Que los oiré yes y capitanes generales informen
de los sngelos idóneos para ocupar en la guer­
LEY XXVIII. ra, ley 9, tit. Í4. de este libro.
D. Felipe II en S. Lorenzo á 30 de setiembre de Que los regidores no tengan obligación de ha­
1595. j llarse en los alardes y reseñas, sino cuando
Que en el rio de la H acha, donde mas convénganse j se hallare el gobernador, y cerca ds su per­
pongan dos centinelas* sona, ley, 9, til. 10. ¡ib. 4 .
Que muriendo el gobernador de Cartagena que­
Mandamos, que en el cabo de la vela , ó en de la guerra d cargo del sargento m ayor, y
otros sitios, ó partes de la costa del rio de la las galeras al del cabo de ellas, hasta que
Hacha, y grangería de* las perlas, donde parecie­ nombre persona el presidente del nuevo rei­
re al gobernador y cabildo, se pongan dos centi­ no, ley 50. tit. 2. ¿ib* 3.
nelas, dándoles orden de asistir y velar en los si­
tios mas convenientes, respecto de los puestos don- NOTA.
de la ranchería se mudare, y e! gobernador tenga Su magestad por cédula de a de junio de 1678
cuidado de visitarlas con mucha continuación, resolvió, á consulta del consejo, que todos los ser­
para que incurriendo en cualquier falta, ó descui­ vicios, que de aquí adelante se hicieren en los
do, sean castigadas conforme á buena drden y presidios de las costas de las Indias, é Islas de
preceptos militares, y la mitad de el sueldo se Barlovento, se regulen como los que se hacen en
les pague de nuestra real hacienda, y !a otra mi la guerra de Chile, teniendo aquella por tan viva
tad repartido en la forma que hasta ahora se ha como ésta, y tan expuesta á las ocasiones de ba­
hecho. tallas, para que con este honor se alienten á ser­
(3) Las audiencias disfrutan hoy ¡por diversas vir, siendo cierto, que como lo ejecutaren, tendrá
reales órdenes los honores de capitanes generales de presentes sus servicios, para hacerles mercedes,
-jM>viucia. I y remunerar ios sugetos, según su calidad.

TOMO II. 9
34

TITULO
D e las a rm as, p ó lvo ra y municiones.

LEY P R IM E R A . general de la arti lería de las Islas Filipinas, por


muerte, ó promoción del que la sirviere, ó por
El emperador D. Carlos en Burgos sí 29 de noviem­ otra cualquier causa, no la provea e! gobernador
bre de 1:727. En Madrid sí 5 de abril de 1528 D. F e-
Jipe IV en la Instrucción de 1628, cap. 45. y capitán general sin darnos primero cuenta, y
tener orden particular nuestra para ello, y per­
Que en las parles donde hubiere atarazanas y a r­ mitimos, que pueda nombrar capitán de la arti­
merías , esten la artilleria y armas guardadas y llería y .sargento mayor, y que señale á cada uno
apercibidas• treinta pesos de sueldos, y aprobamos el haber
Por lo que conviene á nuestro real servicio acrecentado dos pesos de ventaja à los mosquete­
defensa y seguridad de las Indias, que en las ciu­ ros, y es nuestra voluntad acrecentar a! capita a
dades de Lima y* Méjico,, y demas partes y lugares, de la guarda del gobernador cinco pesos, sobre
donde hay atarazanas y armerías , estén siempre los quince que tenia de sueldo, y que á los al­
prevenidas de armas y municiones: Ordenamos caides de los fuertes se l<s haga bueno otro tan­
y mandamos, que los vireyes, presidentes, gober­ to, como tiene un capitán de infantería.
nadores, castellanos, alcaides y cabos de los cas­
tillos y fuerzas , tengan muy grande y pai ticular
cuidado de proveer siempre la artillería , armas D. Felipe II allí.
y municiones, que fueren menester, y de que es­
tén con buena guarda y seguridad, limpias y a| er* Que el presidente y jueces de la casa de Contra­
cibidas, con tan buena forma, que en todas oca­ tación puedan enviar al Perú fundidores de arti -
siones se pueda usar de ellas. {>) Hería y balería.
LEY II. El presidente y jueces oficiales de la casa de
contrai ación de Sevilla puedan enviar al Perú
I). Felipe 11 ¡i 8 .lo mare» .lo 1.V9. 1). Felipe IV en fundidores de artillería y balería . cuando les pa­
Madrid á LL de junio de L621.
reciere conveniente, ó se pidieren, que tengan la
Que el capitán de la sala de armas de Lima , a r­ suficiencia y pericia que conviene, dándonos cuen­
mero y carpintero , tengan el sueldo t/ue se de­ ta en el consejo.
clara .
El capitán de la artillería de la ciudad de L i­ LEY V-
ma tenga de sueldo seiscientos pesos ensayados al D. Felipe IY en Madrid á 23 de noviembre de 1631.
año, y dos raciones cada día , y el capitán de la
sala de armas, y el armero otros seiscientos pe­ Que el gobernador tenga una llave de los almace­
sos de salario cada uno al año , y trescientos el nes de. las galeras y navios de armada.
carpintero, á cuyo cargo está el aderezo de las ca
jas de mosquetes, y arcabuces de las dos salas de Mandamos, que los gobernadores de los puer­
armas. Y ordenamos, que se Ies paguen de nues­ tos donde hubiere galeras, ó navios de armada
tra real hacienda, en que están incorporados los para defensa de las ciudades y costas, tengan llave
efectos de que se solían pagar las lanzas, y así se de los almacenes, donde se guardan las armas,
ejecute , en el ínterin que no mandatemos otra pertrechos y municiones, demas de las que. Kan
co-a; } en cuanto á los que tienen raciones , se de tener el veedor y contador. .
guarde ío que esta en co lumbre.
LEY III. El mismo alli sí 23 de noviembre de 1628.
D. Felipe 11 capítulo de carta de Madrid á 11 de ju­
nio de 1594. D. Felipe IV allí á 50 de enero de ibol. One el presidente de Quito envíe al de Panamá
la pólvora (pie alli se fabricare , y el virey del Pe­
Que el gobernador de Filipinas no nombre general rú lo haga ejecutar.
de la artilleria sin dar cuenta al rey, y los o f ció­
les y mosiptclcros tengan el sueldo yue se dedal El presidente de la real audiencia de Quito
remita la pólvora, que se fabricare cada año en
Ordenamos, que cuando vacare la plaza de el asiento de la Tacunga a! presidente de la au­
diencia de Tierra Firme,con cuenta y razón, para
( t) Para que se envíe por. los gobernadores, que con la misma se gaste en el presidio de Pa­
lanío lie anuas y pertrechos, y su omisión sea caso namá, y castillos de Portobelo, avisándonos de la
de residencia , véase la cédula (bula en San liiieloti- que en todas ocasiones enviare, y de su costa. Y
so a S de julio de 1756 que está á lobo H i «le la caja
mandamos a! virey del Perú lo haga ejecutar.
De las amias 9 pólvora y moniciones. 35
LEY V II. ' ra en ninguna parte de las Indias sin licencia del
gobernador ó corregidor, é intervención de los
D. Felipe III en Madrid á 15 de diciembre de 1607. regidores de la ciudad donde se fabricare, (a)
Que la audit'neta de Quilo envíe cada año la cuer­
da , pólvora y alpargatas que el capitán general LEY X II.
de Tierra—Firme le pidiere*
El mismo en Madrid á 10 de diciembre de 1566. En
Encargamos y mandamos al presidente y oi­ el Escorial á 5 de julio de 1568.
dores de la audiencia de Quito, que envien cada Que no se lleven armas ó las Indias sin licencia
año á la provincia de Tierra-Firme la pólvora, del r tj pena de perderlas.
cuerda y alpargatas, y lo demas que les pidiere
el gobernador y capitán genera! de ella para !a Mandamos, que no se pasen à las Indias nin­
gente de guerra, pagando su justo valor el dicho gunas armas ofensivas, ni defensivas sin licen­
capitán general. cia espresa nuestra, y á los gobernadores y ofi­
cíales reales de los puertos de las Indjas, que
LEY VIH. cuando llegaren á ellos navios de estos r e in o s ó
D. Felipe IV en Madrid á 20 de febrero de 1630. salieren para otros, tengan cuenta particular
Que la pólvora enviada de Nueva España á las /$. cuando los visitaren , de v er, y saber si llevan
las de Barlovento , se reciba y entregue con inter­ algunas armas, oculta ó descubiertamente, sin
vención de los oficiales reales. tener licencia espresa nuestra para ello, y todas
lasque hallaren sin licencia, las tomen por per­
Porque en la Nueva España se fabrica pól­ didas, y vuelvan á enviar á estos reinos por ha­
vora., y esta ordenado al nuestro virey de aque­ cienda nuestra, consignadas á la casa de contra­
llas provincias , que remita la que fuere menes­ tación de Sevilla, ó las guarden y tengan á buen
ter para el gasto de los presidios de las Islas de recaudo, y nos avisen de las que tuvieren, para
Barlovento, Florida y Nueva Andalucía, y que que Nos mandemos lo que mas convenga. (3)
se corresponda con los gobernadores de aque­
llos presidios, para que le avisen de la que tu­ LEY X III.
vieren necesidad : Mandamos á los gobarnadores D. Felipe III en Valladolid á 25 de setiembre de
que asi lo hagan, procurando no pedir mas de lo 1603.
preciso, é inescusable; y cuando se les trajere la
pólvora, hagan que se entregue á quien la hubie­ Que en la ciudad de Sanio Domingo haya tenedor
re de tener á cargo, con cuenta y razón , é inter­ de armas y municiones, y en los demas presidios
se guarde lo proveido.
vención de los oficiales de nuestra real hacienda,
para que en todo tiempo conste de su consumo. Ordenamos, que en la ciudad de Santo Do­
mingo de la Española haya un tenedor de armas
LEY IX. y municiones, con trescientos ducados de suel­
D. Felipe II á ‘25 de febrero He .1575. do, en buena moneda cada un año, que nom­
Que se tenga cuidado de recoger la pólvora y bre el presidente gobernador, el cual de' las ór­
quitar los pistoletes. denes que convengan, para que en las armas y
municiones, y su distribución, conservación y
Los gobernadores tengan cuidado de recoger custodia tenga mucho cuidado , cuenta y razón,
siempre la pólvora que hubiere, y quitar los pis­ y en los demas presidios se guarde lo que estu­
toletes y arcabuces, que no fueron de medida, viere proveído.
pues esta proveido, que no pasen á las Indias,
ni se puedan tener, y prohíban que se fabri­ ' LEY XIV.
quen y traigan > y habiendo recogido los que ha* El emperador don Carlos y la emperatriz goberna­
liaren, los hagan deshacer. dora en Falencia á 28 de setiembre de 1551.
LEY X. Que los armeros no enseñen su arte á los indios’
El mismo alli, cap. 8. Los maestros de fabricar armas nó enseñen
Que para repartir la pólvora y municiones se avi su arte á los indios, ni permitan que vivan con
se al gobernador y oficiales reales , y la pólvora ellos en sus casas, pena de cien pesos y des­
se saque y distribuya de día. tierro à voluntad del rirey, ó gobernador.
Habiéndose de repartir munic ones entre los
soldados, se dé aviso al gobernador y capitán ge* Que se pueda gastar de la real hacienda lo ne­
nerai, y á los oficiales de nuestra real hacienda, cesario pava el manejo de la artillería, ley
para que tomen la razón de lo que se repartiere 6, tit. 7, de este libro.
y gastare, asi en lo qoe toca á la pólvora , como Que los alcaides de fortalezas, que siendo2*5
en las demas municiones, y no se saque ni distri­
buya pólvora, si no fuere de día, ó instare algu­ (2) Consecuente á esta ley y a la razón, se es­
na necesidad y ocasión forzosa. tancó la pólvora en el Perú por real orden de l.° de
febrero de 1787.
LEY XI. En real orden de 6 de mayo de 1787 se mandó
El m ism o, año 1571. guardar esta ley.
(5) Por real orden de 10 de setiembre de 1787
Que no se pueda hacer pólvora en las Indias sin se pueden llevar armas de fuego para uso de ios par»
licencia de los gobernadoras é intervención de los ticulares con licencia del R ey por el ministerio de
regidores. Indias. Para negociación precediendo ocurrir á los
vireves de América para que informen ; y finalmen­
Ordenamos, que no se pueda fabricar póivo- te , las armas blancas puedan librem ente importarse.
36 Libro ni. Título v.
proveídos estuvieren en estos remes, se pre­ Que no se puedan vender armas d los indios, ni
senten en la cusa de contratación de Sevilla ellos las tengan, ley 31, tit. i, ¿ib. 6.
y reciban las armas, que se les entregaren, Que los primeros descubridores y pobladores
ley 1, tit. 8 , de este libro. puedan traer armas ofensivas r defensivas.
Que ninguno entre cu fortaleza con armas, ley h y 3, tit. 6, hb. A. '
21 , tit. 8, de es le libro. Que los mulatos y zambaigos no traigan ar­
Que los alcaides visiten las municiones y artille- mas , y los mestizos las puedan traer con
ría para que todo esté limpio, y á buen re­ Hienda , ley H , tit. 5, iib. 7 .
cauda , ley ‘27, til. 8 , de este libra, f e aase De los negros, loros, libres ó esclavos, ley 15,
las leyes *28, 29, 30, 3], 5% 33, 34, alli, tit. 5, Ubv. 7.
que tratan de la artilleria. De los esclavos mestizos y mulatos de viret/,
Que d los soldados de presidios se haga cargo ministros, alguaciles mayores y otros, con
de las armas y municiones, l<y 23, tit. 10, lo especial de Cartagena , y prohibición de
de este libro. dar licencias, ley 16, 17, y 18, tit. 5, lib .l.
Que los soldados del castillo de San Matias Que. no se puedan traer estoques, verdugos, ó
de Cartagena tengan parte en lo situado para espadas de mas de cinco cuartas, ley 9, ti i.
pólvora y ventajas, ley 13, tit. 12, de este 8 , ¿ib. 7.
libro.

anua e s» rasa m §33 B3SS3


k 1
ES i¿3 eai 's & f ®

D e las fá b rica s i fortificaciones*

l e y m m con ía brevedad posible, ayudándose de los ca­


Don Felipe 111 en Valladolid ¡i 29 d e setiembre de pitanes y los demas oficiales de guerra , y no per­
1(502. mita que los maestros, oficiales y peones de fá­
Que cuando se enriaren trazas ó plantas de forti bricas trabajen, ni se ocupen en otras que no
pendones srttn romo se ordena. fueren nuestras obras, ni alquilen para ellas á
ninguna persona que asista, ni á esclavos suyos,
Ordena mos y mandamos, que habiéndose di­ poique en caso que ha\a falta de esclavos oficia­
hacer plañías, trazas, ó diseños de fortificatio- les, y sea forzoso recibir de los que tienen los
i»es , castillos y oleas defensas, se nos envien maestros y otros ministros nuestros: Es nuestra
con las medidas y circunstancias necesarias, y voluntad que el gobernador los compre á sus
con relaciones muy particulares, de forma que flueuos por lo que justo fuere, con intervención
se pueda entender lo que conviniere resolver ) de los oficiales reales.
ejecutar.
LEY IV .
D. Felipe H cu Madrid a 20 de diciembre de 1595, D. Felipe 111 en Madrid A 2 de febrero de 1612.
cap. i l de Instrucción,
Que en la fábrica de fortifiraciones guarden los
Que $e procure desmontar y labrar la Itera aire
ingenieros Jo que esta ley dispone.
dedor del sitio d donde hubiere fábrica.
Porque es propio del oficio de ingeniero po­
Los comisarios de fábricas y fortificaciones ner en ejecución las fábricas y fortificaciones que
han de procurar que se amplien las cabañas y se'mandaren hacer, conforme á las trazas que se
rancherías lo que fuere menester, desmontando aprobaren, y hubieren de ejecutar, el ingeniero
e! arcabuco y arboledas donde conviniere y que á cuyo cargo estuvieren ha de tirar las cuerdas,
se labre y siembre cerca del sitio donde se traba y poner las maestras con ayuda del maestro ma­
jare , pues demás de que sirvirá para la comodi­ yor, aparejador y oficiales que fueren necesarios,
dad de ia gente, estará dispuesto por si despue- fns cuales han de depender del ingeniero, y obe­
se hubiere de hacer cerca de las fortificaciones decerle en esto, y en todo lo que les ordenare; y
alguna población. pues el ingeniero debe tener conocimiento de la
LEY III. calidad de materiales que en cada parte de la obra
Don Felipe 1ÏI en San Lorenzo á 18 ele octubre de
son á propósito, y de que sitios y lugares se han
10)7. de llevar; y adonde se han de acarrear y descar­
gar para que ésten mas cercado la fábrica, yen
Que el gobernador y capitán general de la provin­ que tiempos se han de apercibir y usar de ellos:
cia asista d las fábricas y fortificaciones.
[Manda mos que en esto se guarde la orden, que
E! gobernador y capitán general de la pro­ el ingeniero diere, el cual tenga la atención que
vincia donde se liuhieren de hacer fabricas y for­ conviene á nuestro real servicio, y al beneficio
tificaciones asista ó ella por su persona todo el de nuestra hacienda.
tiempo que pudiere, y procure que se acaben Si la fábrica, acarreo de materiales, aderezo
De las fábricas y fortificaciones» 57
de murallas, hacer ahondar fosos, y otras cosas fortificaciones*, castigando ejemplarmente à los
semejantes, se tomaren à destajo y fuere menes­ que no lo hicieren, estimándolos y honrándolos
ter comprar cfoN^azon, herramientas y materia­ como á oficiales y criados nuestros; y á los inge­
les: Mandamos que los precios de ellos los haga nieros mandamos, que á nuestros ministros ten­
el ingeniero en presencia del capitán general, gan el respeto debido, y con ellos la buena cor­
gobernador, corregidor ó ministros nuestros qae respondencia , é inteligencia , que es razón.
hubiere en las partes y lugares adonde se hicieren Y porque podia acontecer, que ei ingeniero
fortificaciones, con intervención de los oficiales de principal de alguna fábrica ó fortificación , fuese
nuestra hacienda , porque tengan la cuenta y ra­ á otras partes, por no poder asistir en todas las
zón que conviene. obras: Mandamos, que esta ley, é instrucción
Y siendo el ingeniero el que lleva el peso de la se entienda con cualquier ingeniero que quedare
fábrica, y el gobierno de ella , demas de la no­ en su lugar.
ticia que ha de tener de la traza y conocimiento
que para llevarla adelante se requiere, de forma LEY V,
que llegue á perfección, y sabe la suficiencia de D. Felipe 11 en la dicha Instrucción de 1553, cap. ?•
cada uno, y la necesidad de acudir mas á una
que á otra parte, ha de tocar al ingeniero orde­ Que los ojiciales se repartan por cuadrillas con so *
nar ai maestro mayor, aparejador y oficiales de brestantes, como se ordena
cantería, albaiiilería y carpintería loque han de Los oficiales y peones que trabajaren en fá­
hacer, y en que se han de ocupar, y .en qué par­ bricas y fortificaciones, se repartan por cuadri­
te han de trabajar, pues conocerá mejor sus ha­ llas al principio de .cada semana, y el ingeniero
bilidades , y el numero de oficiales y peones que . ordenará y señalará los sitios y partes donde han
en cada parle se han de emplear; y también ba de acudir , y con cada cuadrilla de las que hu­
de reformar y acrecentar oficiales y peones en las bieren de ir fuera de los sitios, se enviará un
obras, conforme à la necesidad de ellas, y dili­ sobrestante con sueldo moderado, y bastará que
gencia de ios que trabajan, y en esto ha de resol­ ; asista otro con los que trabajaren en la obra prin­
ver por sí solo. cipal j y otros en las demas que hubiere, y estos
Y porque acontece las mas veces ser necesa­ sobrestantes tendrán cuidarlo de poner por me­
rios en las fabricas sobrestán! s, el advertir que moria los que trabajan cada dia, y cuales faltan,
sor. menester estos, y cuantos, y el acrecentar, ó del trabajo de todo e! dia , ó de algunas horas,
y disminuir el número de ellos ha de tocar ai in y los nombrarán ios capitanes generales, gober­
geniero; pero e! recibirlos y señalarles los sala­ nadores ó corregidores de la jurisdicción, si por
rios, y de los oficiales, maestros y peones, es el asiento de la fábrica , no se ordenare otra cosa.,
nuestra voluntad que lo haga el capitán general, teniendo cuidado de procurar ahorrar la costa en
gobernador ó corregidor «le la parte donde se todo lo posible, y de ocupar en esto los oficiales
hiciere la obra, al cual mandamos que no pue­ ; y peones que enfermaren, siendo capaces ó en la
da señalar salario á sobrestante, ni á otro ningún convalecencia , para que les sirva de alivio, y
oficial , de cualquier género que sea, sin comu­ se convierta en ellos el provecho.
nicarlo con el ingeniero., y tomando su parecer,
pues tendea mejor conocimiento de las personas, LEY VL
y si se debe despedir á alguno por inhábil, ó por El mismo a llí, cap. -9.
otra causa.
Q ue los obreros trabajen ocho horas patio dia re-
También ha de ser à cargo de! ingeniero se­ par (idas como convenga.
ñalar la hora c>q que los oficiales, sobrestantes y
peones que trabajaren en las obras, han de en­ Todos los obreros trabajarán ocho horas cada
trar y saiir de ellas, conforme à ia calidad de dia, cuatro á la mañana , y cuatro á la tarde en
los tiempos de invierno y verano. las fortificaciones y fabricas, que se hicieren, re­
Y porque seria de poco fruto lo referido si partidas á los tiempos mas convenientes para li­
no se guardase puntualmente, habiendo ei inge­ brarse de! rigor de! sol , mas ó menos lo que á
niero «le andar continuamente en las obras, como los ingenieros pareciere, de forma que no faltan­
aquel que mas las tiene à su cargo, ha de notar do un punto de ¡o posible , también se atienda
ia tardanza y flojedad de cada uno, para que con­ à procurar su salud y conservación.
forme à lo que él dijere, los oficiales de nuestra
real hacienda bajen de su sueldo lo que el inge LEY YII.
niero ordenare, porque con esto los que llevaren D Felipe Jí en Madrid á 25 de noviembre de 1588.
jornal y salario sean puntuales, y no ío siendo, Que las justicias no se entrometan en lo tocante
sean multados.
d jorl >ftca <:ion es.
Para todo lo susodicho es nuestra voluntad,
que todos y cualcsquicr capitanes generales, go Ordenamos á nuestras audiencias, goberna­
bernadores, alcaldes mayores y corregidores de dores y justicias, que no se embaracen, ni en­
las partes y lugares donde se hubieren de hacer trometan en io tocante a ias fabricas y fortifica­
fáb ricas y fortificaciones, den à los ingenieros ciones, y las dejen libremente proveer y gober­
todo el. favor y ausilio necesario, no permitien­ nar a! ingeniero ó sobrestante que las tuviere a
do queso escoda, ni pase de lo contenido en su cargo , como les pareciere convenir, y Íes den
esta ley , y que provean que sean respetados, y y bagan dar e! favor y ayuda, que para su mejor
obedecidos de todas las personas, de cualquier efecto y administración les pidiere y fuere nece­
género que sean, que sirvieren en las obras y sario, en lo que tocare á ia provisión de máte­
TO M ü II. lo
58 Libro in. Titulo vi.
ríales y pertrechos, trabajadores y peones, asi mes: á los oficiales canteros á veinte y cinco dá*
cuando se hayan de hacer las fábricas y fortifica­ cados: á los albañiles, herreros, cuberos y fun­
ciones por los vecinos ó soldados de presidios3 y didor de metales el mismo sueldo que Ies corre
galeras, ó forzados de ellas, como cuando se desdeel dia que por testimonio de escribano cons­
hagan con jornales de los negros ó vecinos, con­ tare haber salido de estos reinos, y héchose à la
forme pareciere y se pudiere hacer, según las vela en uno de los puertos de San Lucar, ó Cá­
órdenes que para esto se dieren; y en caso de diz, todo el tiempo que sirven en bis fortificacio­
faltar el ingeniero ó sobrestante, se guarde lo nes, conforme los reparte el ingeniero militar,
mismo con el que substituyere su lugar. con testimonio de! repartimiento que hace, para
que conste de los que caben , y sé han de pagar
LEY V III. en cada puesto, y del dia en que se han em­
El mismo allí. D. Felipe 111 en Valladolid á 22 de di­ barcado, y sus cartas de pago, y fe de asistencia
ciembre de 1605 , y en Aranjuez a JL.° de mayo de de cada uno de lo? sobredichos en sus oficios: Es
1607. nuestra voluntad , que asi se guarde y cumpla en
Que los dos oficiales reales asistan à las fábricas todas las partes donde ordenáremos que se hagan
y forticacioneS. fortificaciones.
Nuestros oficiales reales han de asistir á las LEY X I.
fábricas y fortificaciones, haciendo el tesorero
oficio de veedor, y tomando la razón el contador, El mismo a llí, cap. 10.
y paguen los materiales y jorna'es, conforme á Que trabajándose en sitios muy distantes , se ha»
la orden que diere el ingeniero. Y porque de­ ga ¡a paga un sábado en una parte , y otro en otra .
más de las cantidades con que nos sirven los ve­
cinos , se suele aplicar de nuestra real hacienda Para que el contador y pagador puedan ha­
lo que falta , es nuestra voluntad , que si la que llarse presentes á hacer las nóminas, y asistir á
tuviéremos en el puerto ó logar donde se hace las pagas de la gente, los comisarios darán or­
la fábrica, no fuere bastante á suplir el gasto so­ den, que despues de tanteados y elegidos los si­
bre la contribución de los vecinos, se lleve !o tios en que han de trabajar, se hagan las ran­
que faltare de donde Nos ordenáremos, y el te ­ cherías en parte que lodos se puedan recoger á
sorero se haga cargo de todo, y lo distribuya ellas, y allí se les paguen sus salarios y jornales
con recaudos legitimos, formando cuenta aparte, cada sábado , y si por estar los sitios y obras muy
y baga las pagas en presencia del sobrestante, distantes no se pudieren juntar todos en una ran­
maestro mayor ó aparejador, el cual ha de cer­ chería y fuere necesario que baya dos, se hará la
tificar, que son conforme al concierto hecho con paga un sabado en la una, y otro en la otra.
cada uno. Y mandamos, que una misma perso­ LEY X II.
na no pueda ser veedor y contador de las fábri­
cas y fortificaciones. El mismo a lii, cap. 8 .
Que los sábados por la tarde se alce de obra una
LEY IX. hora antes para que se paguen los jornales .
D. Felipe II a11i, cap. 18. Los sábados en la tarde se alzará de obrà
Que lo gastado ert materiales y otras cosas se dé una hora antes de lo ordinario, y en esta se re­
por libranzas conforme á esta ley. cogerá la gente à las rancherías: !a de las obras
á su puesto', y la <le las fortificaciones y fabricad
Los comisarios, si fueren dos, estando jun­ al suyo, y en presencia del comisario de cada
tos ó cada uno de por sí, en los sitios donde es­ puesto, y del contador que tuviere e! libro déla
tuvieren , han de librar todo lo necesario para razón, los sobrestantes irán llamando por sus nó­
compras de materiales y herramientas y otras co minas á los oficiales y peones de sus cuadrillas,
sas, y e! contador ha de tomar !a razón de las y diciendo las faltas que cada uno hubiere hecho
libranzas ; y porque también pueda dar certifi­ aquella semana, y notándolo el contador, e! cual
cación de las pagas , y substanciar ios recaudos, hará nómina de lo que montaren los jornales de
se procurará que (en falta de oficial de nuestra aquella semana descontando las faltas, y esta la
hacienda) sea escribano real, y en cualquier caso firmará el comisario, y el dicho contador tomará
los comisarios mirarán mucho lo que libraren, la razón de ella y el pagador irá pagando por la
y recaudos que tomaren , pues demas de lo que nómina los jornales á cada uno en su mano.
importará para la cuenta que han de dar, cons­
tará de lo qne se hubiere ahorrado y aprovecha­ LEY X III.
do por su diligencia, y buen proceder.
D. Felipe II a llí, cap. 19.
LEY 'X. Que si Ja fabrica durare mucho tiempo, haya
quien administre los Santos Sacramentos.
D. Felipe II en Madrid à 25 do diciem bre de 1585.
Si la fábrica ó fortificación estuviere lejos de
Qae á los oficiales de las fortificaciones se paguen
los sueldos que se declara . poblado, y hubiere de duiar tiem po considerable,
se ordenará que vaya á ella un sacerdote, clérigo
En las fortificaciones que por nuestras ór­ ó religioso que confiese y adm inistre los santos
denes se hacen en los puertos de las Indias, man­ S acram entos, y en las rancherías que se levan­
damos proveer un aparejador de cantería , ai cual taren se señalará a*gun sitio conveniente para
se le dá y paga a razón tic treinta ducados cada decir m isa , y de la consignación se le dará el es­
Be las fábricas y fortificaciones. 39
tipendio ordinario, corno se hiciere con los de- cuando está cumplido el número de los precisos,
mas, que en el distrito tuvieren doctrinas. se corresponderán los oficiales que los han de re­
mitir con los del puerto donde se hicieren las
LEY X IV . fábricas, y con el gobernador de é l, y de lo que
El mismo allí, cap. 13. hicieren nos avisarán.
Que los sitios de las fábricas esten proveídos de LEY X V I.
bastimentos.
El mismo a llí, cap. 20.
Ordenamos que los sitios donde la gente tra­ Que los comisarios de obras y fortificaciones co­
bajare este'n siempre proveídos de bastimentos, y nozcan de los delitos.
siendo necesario que se les envíen de la comarca, Ordenamos, que de los delitos que cometie*
los comisarios den las órdenes que convengan, y ren los oficiales obreros, y personas que intervi­
salgan à prevenirlos para que no fallen, y se ven­ nieren en las fábricas, conozca el comisario, y si
dan á precios moderados. hubiere dos , ambos juntos ; y habiéndose de di*
LEY X V . vidir, conozca cada uno en el sitio donde asistie­
re, si no se dispusiere otra cosa por los comisa­
El misino en Madrid á 15 de enero de 1589.
rios.
Que donde hubiere fábrica se Iteren esclavos que LEY X V IL
trabajen.
El mismo en el Pardo a' 16 de noviembre de 1594-.
De Jos asientos que se hicieren sobre el llevar
esclavos á las Indias; y de los aplicados por des­ Que de las dudas y disensiones entre comisarios de
caminados, ó que en otra forma nos pertenezcan, fortificaciones conozca la audiencia del distrito.
seen'ien para el efecto los que parecieren nece­ Si sucediere alguna duda ó disensión en la
sarios por los oficiales de nuestra real hacienda, obra entre los comisarios, en caso que sean mas
teniendo mucha cuenta de que sean sanos, y de de uno, acudan á la rea! audiencia del distrito,
buenas edades y disposiciones para acudir al tía y cumplan lo que determinare, sin alterar las
bajo de las obras y fortificaciones; y para que de trazas y diseños, porque !a ejecución de ellas toca
cada parte se sepa los que conviene enviar, y á los ingenieros.

65§»533í
m UL O -2 4
p

JDc los castillos y fortalezas ,

■ LEY PRIMERA. saque plantas , ni descripciones de ninguna ciu­


dad, villa ó lugar, fu erza , c a s tillo , p uerto, n i
El emperador don Carlos, y el príncipe gobernador su rgid ero, si no fuere con orden especial nues­
en Yalfadolid ;í 22 de febrero de 1545. D. Felipe l i l
en Madrid á 6 de marzo de 1608. tra, <5 de los vireyes , capitanes generales y g o ­
bernadores , para que por su mano se nos rem i­
Que fas fortalezas estén exentas de edificios. ■ tan y cumplan io contenido en esta nuestra ley,
M andamos que cerca de los castillos y for­ con particular cuidado y puntual ejecución.
talezas este' lim pia y desocupada la cam paña 5 y
si hubiere casa ó edificio trescientos pasos al r e ­
LEY III.
dedor de la m u ralla, ó tan fuerte, que en m a­ ¡ D. Felipe III en Ysdíadolid á i 7 de marzo de 1603,
yor distancia baga perjuicio, se dem uela pagando i V en Madrid á 16 de noviembre de .1607 , v 4 de abril
de nuestra real hacienda ai dueño io que monta* de 1609. D. Felipe IV á '28 de junio de 1624 , y 9 de
ro el daño y perjuicio que hubiere recibido. febrero de 1646.
' Que los puertos y presidios esten bien prevenidos
LEY j de gente , bastimentos y municiones.
Don Felipe IV en San Lorenzo à 25 de octubre de
1652. i L o s vireyes y presidentes de nuestras a u -
! d ien cia s, eapitanes gen era les, castellanos y go­
Que no se saquen plantas de lugares, puertos , cas­
bernadores pongan especial atención y cuidado
tillos y fortificaciones sin orden particular.
en la prevención y defensa de los p u erto s, cas­
Orden unos á los v ir e y e s, cap itanes gen e­ t illo s , presidios y fortalezas de sus distritos, go­
rales y gobernadores de las In d ias, que no c o n ­ biernos y cargos, y procuren que siem pre tengan
sientan., ni perm itan que ninguna persona , de las m u n icio n es, bastim entos y gente de su d ota­
cualquier estado ¿ c a lid a d , aunque sea ingeniero c ió n , sin aguardar á que se los p id a n , para que
ó aparejador de nuestras obras y fortificaciones;) esien con toda defensa anticipando la diligencia á
40 Libro ni. Título va,
las ocasiones que se pueden ofrecer, y especial­ ch a, el capitán general, ó gobernador, íes pida
mente en el castillo del Morro de la Habana, y con intervención del ingeniero de la fortificación
el de San Matías de Cartagena , y otros de esta relación jurada , con la pena del tres tanto, que
calidad, y hagan renovar los bastimentos, por por la presente les mandamos se la den , sin di­
excusar la corrupción, y que sean de los ge'neros lación alguna, con la dicha nena y apercibimien­
que con mas dificultad se corrompen. to, que se procederá contra ellos por todo rigor.
LEY IV. LEY VIII.
El mismo en Aranjuez á 23 de abril de 1625. D. Felipe II en ht dicha Instrucción de 1582, cap. 7.
Que no se saque de las fuerzas lo que tuvieren pa­ Que puesto el sol se recojan los soldados , alce
ra su defensa y sustento. el puente , y no se cale sin dar aviso al alcaide.
Porqae suelen salir de los puertos algunas K! alcaide de la fortaleza ordene que puesto
armadillas para limpiar las costas de enemigos, y el sol se recojan todos los soldados, y que antes
conducir armas, bastimentos y municiones, y se de ia noche se alce el puente, y no se cale por
sacan las que bay en los castillos y fortalezas de­ ninguna ocasión sin darle primero aviso.
jándolas desapercibidas de lo que tanto han me­
nester para su custodia y defensa, y de hacerlo LEY IX.
asi pueden resultar inuy grandes daños: Manda­ D. Felipe t i en la dicha Instrucción de 1582, cap. 8.
mos á los gobernadores y capitanes generales de
Que en lo mas eminente de la fortaleza , y donde
los puertos , que no las saquen, ni permitan sa­
convenga , se pongan centinelas.
car de los castillos y fortalezas por ninguna causa.
Los alcaides pongan centinelas, que velen de
LEY V. ordinario, mudándose por sus cuartos, corno se
D. Felipe IV en Madrid m 30 de diciembre de 1653. acostumbra en lo mas eminente de cada fortale­
za, y en el morro si le hubiere, ó en el torreón
Que *i los castellanos y soldados se den ios ví­ de ella, y en las otras partes donde el mar y tier­
veres antes de entrar en poder de los regatones. ra mas se descubrieren.
Mandamos que al castellano y soldados de los LEY X.
castillos se den todos los víveres que hubieren
menester para su sustento, á los precios que va­ D. Felipe IV en Madrid á 18 de noviembre de 1621.
lieren antes de entrar en poder de los rega­ Que no se ponga centinela en el castillo de-Mam»
tones. putar de ¡a Margarita sin fianzas.
LEY VI. Hasc reconocido inconveniente de que la cen­
D. Felipe 11 cu Lisboa á 9 y .15 de abril do 1582, ca­ tinela, que asiste en el castillo de Mampatar de
pitulo 21 de Instrucción. I). Felipe III en Madrid á la Margarita no dé mas seguridad que el pleito
15 de diciembre de 1607. homenaje. Y nuestra voluntad es que no se pon­
Que se pueda gastar de la real Hacienda Jo ne­ ga si no diere primero fianzas de lo que fuere á
cesario para el manejo de la artilleria. su cargo y obligación.
Los capitanes generales, castellanos y alcai­ - LEY XI.
des de las fortalezas bagan separar de los sitúa-
dosel dinero, que fuere menester para gastos for­ D. Felipe III en Madrid á 4 de abril de 1609. D. F e­
lipe IV allí á 16 de abril de 1631. 1>. Garlos II y la
zosos y necesarios de la artillería, cureñas, rue­ reina gobernadora.
das, corles de m adera, y otras cosas necesarias
á su mejor prevención y manejo. Y permitimos Que en los castillos distantes una legua de la ciu­
á los oficiales reales, que lo puedan proveer y dad principal se nombre sacerdote que administre.
gastar, con toda moderación de nuestra real ha­ Tenemos por b ie n , que en todos Jo3 casti­
cienda, por libranzas de ios capitanes generales, llos distantes una legua de la ciudad principal se
castellanos y alcaides , especialmente al tiempo nombre un sacerdote que diga misa, y adminis­
de la ocasión y nueva de enemigos, los cuales tre los santos Sacramentos á jos soldados , y que
han de intervenir en la cuenta y tazón de lo que se le señalen de sueldo para su estipendio ciento
se gastare, guardando la forma con!enida en las y treinta pesos cada año, que es la plaza ordi­
leyes i 32 , tít. i 5 , lib. 3, y Sy. tít 3 de este naria de un soldado. Y mandamos à los capita­
libro, por el perjuicio que puede resultar de la nes generales y castellanos, que den las órdenes
dilación. convenientes para que asistan ordinariamente á
LEY VIL su ministerio, y cumplan su obligación, y si no
lo hicieren no se les pague el sueldo.
El mismo en Lisboa á 7 de octubre de 1619.
Que diciendo los oficiales reales que no tienen d¡~ LEY X II.
neros de el situado de farticaciones , el capitán ge­ D Felipe III en Ventobilla à 26 de setiembre de 1614*
neral ó gobernador les pueda mandar que den re­ En Madrid :í 1 de junio de 1620. D. Felipe IV allí á
lación jurada. 28 de junio de 1624. En Balsain á 12 de febrero, y
en Madrid á 4 de abril de 1626.
Ordenamos que si los oficiales de nuestra real
hacienda dijeren, que no tienen dineros por cuen­ Que cada nao que entrare en puerto haga salva d
ta de alguna situación de fortificaciones, ó presi­ Ut fortaleza con un morterete.
dios, que en nuestras cajas de su cargo esté he­ Ordenamos y mandamos, que cuando entra-
De los castillos y fortalezas. 4i
ren navios en los puertos de las Indias, donde desde la fortaleza á !a boca, para que pueda la
hubiere fortaleza d castillo, asi en cuerpo de ar­ fortaleza guardar los navios, que estuvieren den­
mada ó ilota, cotno en otra forma, cada uno tro, y batir y echar á fondo los cosarios, qoe en­
haga salva con un morterete, y no dispare mas traren por el puerto adentro, porque si surgie­
artilleria. ren navios hacia la boca de él, no podrá la for­
taleza, teniéndolos delante, hacer daño en los que
L E Y X III. entraren, sin dar en los que ai!/ estuvieren sur­
D. Felipe II en la Instrucción de 1582, cap. 9. tos, con la pena que el capitán general impus e-
re para reparos y municiones de ella; y al que
Que silos navios fueren muchos y no hicieren i a fuere inobediente, la fortaleza le tire á los ár­
sena , la haya en la fortaleza para tocar à arma boles.
al pueblo. Al salir del puerto cualesquicr navios, salven
Si las guardas y centinelas descubrieren al­ á la fortaleza, á lo menos con dos piezas, y las ca­
gunos navios, que sin hacer salva y sefia quisie­ pitanas hagan la misma sal va al salir y entrar,
ren entrar en el puerto, y al alcaide de la forta­ y la fortaleza á ellas.
leza pareciere que no es bastante defensa la de la Todos los cables, aparejos,, mástiles, palos y
artillería de! morro y torreones para impedírse­ madera, que se quedat en perdidos en el puerto,
lo, tendrá señal conocida con que tocar al arma en mar, ó tierra, si el navio, ó navios se fueren
á los de! pueblo mas cercano, que habiéndola en­ y lo dejaren perdido, puédalo sacar la fortaleza,
tendido, acudirán todos ai puerto en buena disci­ y recoger á su costa, y sea para sus reparos.
plina, con sus armas, y caballos; acaudillados de! En los puertos de Cuba, y Puerto-Rico ha­
gobernador, que fuere de la tierra, para que con gan salva los navios marchantes, según la pro­
esta ayuda se puedan refrenar los cosarios y ene­ porción y reglas referidas.
migos, y defender la tierra.
Que los visitadores de fortalezas tomen cuenta
LEY X IV . del dinero, armas y municiones que se hubie-
ren gastadoy ley 38, tit. 34, lib. 2.
El emperador don Carlos y el' principe gobernador
en Valladolid tí 22 de lebrero de 1545. El mismo allí Que los visitadores de castillos y fortalezas \i-
á 22 de mayo de aquel año. Maximiliano y la reina siten d los ministros militares, y vean y ave­
allí a 21 de julio de 1549. D. Feiijpe l i en el Pardo á rigüen si tienen las prevenciones convenien­
15 de julio de 15/9. tes y ley 39, tit. 34. lib. 2.
Orden que se ha de tener en hacer salea d los cas Que los vireyes del Perú visiten y reconozcan
til los y fortalezas de la Habana , Cuba y Puerto - losfuertes do Cartagena y Por labelo ^ ley 13,
Rico* . tit. 3, de este libro.
Que llegando el alcaide d su plaza 7 presente
Los navios de flotas y armadas, que entraren
el titulo ante el gobernadory para que hecho
por el puerto de la Habana, en hacer la salva
el homenage, le entregue la fortaleza, ley 2,
guarden la orden siguiente.
Primeramente todos los navios, que vinieren tit. 8 , de este libro,
de alta mar para entrar en aquel puerto, si fue­ Que los alcaides hagan el pleito homenage ante
ren de ga\ia, sean obligados, entrando de dia en un caballero hijodalgo , en la form a que se
el á disparar dos tiros en llegando al morro de disponey ley 3, tit. 8 de este libro.
la Atalaya, para que se entienda que son amigos, Que cuando vacare conipañia de presidio, el yo*
y en entrando dentro del puerto, hagan salva, bernador capitán general la provea en inte-
cuando lleguen á la fortaleza, con otras tres pie ­ rin, y para la propiedad preponga tres per-
zas; y si no trajeren artillería, hagan guinda amai sonas al ile y , ley 1, tit. 10 de este libro.
na con la vela de-gavia mayor, la una vez llegan­ Que los capitanes de presidios hagan los nom­
do al morro de la vela, descubriendo la fortale­ bramientos de capellanes de sus compañías,
za, y otra vez empar ejando con ella. ley 6 , tit. 10, de este libro.
Ningún navio, ni bajel sea osado á entrar por Que el alcaide de San Juan de JJlhua tenga
el puerto de noche, ni salir de é!, y surja fuera . lista de plazas, y se torne muestra de ellas,
de la boca del puerto, y envíe la barca á dar avi­ corno se ordena, ley 8 , tit. 10 de este li­
so á la fortaleza de qué navio es, y de donde vie­ bro.
ne; y si entrare, ó saliere de noche , incurra en Que ningún vecino, m oficial, ni natural de la
pena de treinta ducados, y la fortaleza le pueda tierra sea recibido en plaza de presidio, ley 10 ,
batir con las piezas que quisiere, y sea á su daño. tit. 10, de este li)ro.
Si fuere armada real, en llegando la capita­ Que los soldados vivan cristianamente , y se
na al morro de la Atayalo, dispare una pieza; y ejerciten, ley 20, tit> 10 de este libro.
cuando llegare à la fortaleza, tres piezas, y la for­ Que los soldados de presidios no salgan al mar,
taleza ía salve con otras tres; y si fuere flota, la y siendo necesario para seguridad de los bar­
capitana, llegando a! morro de la vela, dispare cos, sea d costa de los interesados, ley 21,
dos piezas; y llegando á la fortaleza, tres piezas: t¿t. 10 de este libro.
la capitana y la fortaleza haga la salva con dos. Que los capitanes generales y cabos honren d
Ningún navio solo en ilota, ni armada, surja, i los soldados, no se sírvan de ellos, y hagan
ni eche ancla para quedar desde la fortaleza has­ acudir á su obligación, ley 22 , lit. 10, de
ta e! morro de la vela, y lodos pasen desde la for­ este Vibro.
taleza á la bahía de dentro del puerto, y dejen . Que donde hubiere presidios haya terrero, en
vacío y desembarazado todo el mar del puerto, que se ejerciten los artilleros y soldados, y
TOMO II.
Libro ni Titulo vii.
sea capor(d cimas diestro, ley 3o , tit, 10 Que los pagamentos de presidios se hayan cada
de este libro. J cuatro meses, ley % tit. 12 de este libro.
Oitr proveyéndose artilleros en los fortalezas, Que las presas de los fu ertes se repartan entre
el contador y veedor les asienten sus plazas, los soldados, y los navios y artillería sean
ley 31, tit. 10 de este (ib>o. del lie y , ley 7, tit. 13, de este libro.
Que en los plazas de. artilleros de las fo rta le­ Que el adelantado de nuevo descubrimiento sea
zas puedan entrar soldados, prefiriéndose los teniente de ¿as fortalezas que luciere, ley 9 ,
ayudantes de artilleros, ley 32 , tit. 10 de til. 5, ¿ib. A.
este libro. Que los escribanos hagan su oficio en lo que se
Que los alcandés procuren , que los artilleros les pidiere por .parle de los saryentos mayo­
sean btteuos cristianos, y sin los defectos res, ley 38, tit. 8, libro 5.
<pte. se declaran, ley 33, tit . 40 de este li­ Que ios gobernadores prendan d los malhecho­
bro . res, procurando sacarlos de las fortalezas,
Que de. los negocios y causas entre soldados de o layares donde se recogieren, y avisen á las
los castillos y fuertes conozcan los castella­ audiencias, ley 2i), tit. 2, Ub. b.
nos y alcaides en primera instando, ley 7 .
tit. I !. de este libro.

aa m p

Hïïc los castellanos y alcaides de castillos y fortalezas.

LEY PR IM E R A . LEY S I f.
I). I’nlijn: H en Lisboa á «Me abril dc 1582 , cap. l . ° El emperador don Carlos y el príncipe gobernador
<1<: Instrucción. en Valladolid á 22 de febrero ele 1515.
Que los alcaides hagan el pleito hornería ge ante
Que. ios alcaides de fortalezas , (}ue siendo proveí- un caballzro hijodalgo en la form a que se dis­
d"s estuvieren en estos reinos , se presenten en la. pone*
raso de Sevilla y reciban la gente y armas (fuese
les la entregaren. Los castellanos y alcaides de las fortalezas
Ordenamos que los soldados proveídos por ¡ha^an el pleito homanajfe ante un caballero hi­
castellanos, alcaides, y capitanes de castillos, y jodalgo, el que por Nos.fuere nombrado, ó ante
fortalezas de las Indias, si se hallaren en estos el gobernador de la provincia donde nos fueren
remos, partan á servir sus puestos en la primera á servir, los cuales le tomen y reciban de los
ocasión, y presenten sus títulos ante el presiden­ castellanos, y alcaides en la forma , y con las
te y jueces oficiales de la casa de contratación de palabras siguientes: Vos N . ¿jarais, é hacéis
bevilla, el cual les de la orden de lo que hubie­ pleito homenage como caballero hombre hijo­
ren de hacer en su embarcación , y habiendo de dalgo una, y dos, y tres veces : mía , y dos, y
llevar gente, se Ja hagan entregar, con las armas tres veces: una, y dos, y ¿res veces, según
y municiones, según lo que fuere ordenado y ellos fu e ro y costumbre de España, de tener en te­
las recibau. J nencia por su magostad, y por sus sucesores
en los reinos de Castilla, esta fortaleza de Ar.
L E Y II. de que su magostad os ha hecho merced, y co­
mo su alcaide y tenedor , bien q lcálmente pa­
El mismo allí , cap. 2. ra su servicio , asi en guerra, como en paz, co­
mo bueno y leal alcaide , guardando siempre el
ser vicio de su magostad, y de le acudir con ella
Que llegando el al.'.aidc á su plaza presente el ti­ líbre y desetnbargademente, ó á quien, su meges­
tulo ante el gobernador para (fue hecho el homo-
unge le entregue la fortaleza. tad mandare, cada y cuando la quisiere lomar,
y os la enviare d mandar, y que le acogeréis
en ella airado, ó pagado, ó como quiera que
Luego que cualquiera de los castellanosy al­ os la p id ie re ,y que no la retendréis, ni deja­
caides de fortalezas llegare á la Isla, ó parte para reis de entregar d su magostcid, ó d quien os
donde fuere proveído, presentará su título ante enviare d mandar que la entreguéis por ningu­
el gobernador dc ella, para que habiendo hecho na causa ni color que sea, y que pondréis en
en sus manos el pleito hoinenage, que es oblip-a- en ella todo el buen recaudo y vigilancia debi­
<o, e euticguc la fortaleza, y le apodere en ella da , y obedeceréis y cumpliréis sus mandamien­
to a su voluntad , y pueda ejercer su cargo. tos, y haréis todo aquello, que un bueno y leal
De los castellanos y alcaides. 4,5'
alcaide debe, y es obligado a hacer, so pena de que son, ó fueren de la tierra en lo que se ofreciere
caer mal caso, y en las otras penas en que tocante á nuestro servicio, y bien público, que ellos
caen, é ineurren los caballeros hombres hijos­ liarán lo mismo cuando haya ocasión en que sea
dalgo y tenedores de fortalezas, que no acuden necesario, como también se lo cncarcargamos,
con ellas á sus reyes y señores naturales, co­ y con ia concordia y buena correspondencia, que
mo son obligados y que quebrantan su f é , y es tan necesaria, ambas jurisdicciones serán una,
pleito homenage, y la fidelidad debida? Y el aumentarán las fuerzas, y se podrá acudir a todo,
dicho alcaide responda:Si llago. Y luego el que y hacerse los buenos'efectos, que deseamos, y del
le tomar el pleito homenage, fe torne à pregun­ que procurare esto en cualquier diferencia, que
tar: ¿Juráis!o , e promeleisio a s i; y oblitjaisos á pueda ofrecerse, nos tendremos por bien ser­
ello? Y el alcaide torne á decir: S i lo diyo, vido.
ju ro , y prometo so las dichas penas. El cual LEY VII.
pleito homenage se haga tomando entre sus ma­
nos las dos del alcaide el que recibiere el pleito El mismo allí , cap. 27.
homenage , y le fírmen ambos con testigos , y Que contra la gente de la fortaleza- que delinquie­
ante escribano que dé fe y testimonio de ello. re , proceda el alcaide , conforme d justicia .
LEY IV. Quando alguno de los oficiales, soldados, ar-
| tUleros y otros ministros de guerra , ó fortifica­
D. Felipe II en la dichajhistruccion, cap. 13. ción, que residieren en las fortalezas, cometieren
Que el alcaide reparta los ojicios de guerra y $t~ algun delito, los alcaides de ellas los harán pren­
fíale puestos á los soldados. der , y hacer la información , y procederán con­
Hecho el pleito homenage de la fortaleza por tra ellos, conforme á justicia, y io proveído en
el alcaide , y habiendo metido en ella la gente causas de soldados.
que llevare, para que esté de guarda con la de­ 'LEY VIO.
más, repartirá los oficios de guerra entre los
soldados, como mejor ie pareciere, teniendo D. Felipe III en Vcntosilla á 26 de setiembre de
consideración á la antigüedad, inteligencia y 1615. En Madrid á 20 de junio de 1657. D Felipe IV
calidad de cada uno; y habiéndoles advertido de alíi á 28 de junio dc 1628.
sa obligación , señalará à los demas soldados las Que el alcaide del Morro de la Habana tenga la
partes y puestos, que hubieren de guardar, y jurisdicción que se declara.
donde hubieren de asistir, y ordenará todo lo de­ El alcaide y capitán del fuerte del Morro
más que conviniere , conforme à buena discipli­ de la ciudad y puerto de San Cristóbal de la Ha­
na y orden de guerra. bana , de la isla de Cuba, ha de estar subordi­
LEY V. nado al gobernador y capitán general, que en
nuestro nombre gobernare la dicha is a. Y es
D. Felipe III en Valladolid á 17 de marzo de 1603. i nuestra voluntad , y mandamos que de los ne-
I). Felipe IV en Madrid á 28 de junio de 1621. | gocios , casos y causas , que se ofrecieren asi civi­
Que los alcaides de las fuerzas nombren oficiales les , como criminales , entre la gente del dicho
de la gente de su cargo, con aprobación de los go­ fuerte, dentro de é l, y sus límites , conozca y
bernadores. determine el alcaide en la primera instancia, se­
Porque es costumbre, que los alcaides de los gún y conforme á la orden, que se ha tenido,
castillos y fortalezas , y cualquier capitán de in­ y tiene en otros tales fuertes y castillos, y se ha­
fantería , nombren sus tenientes, sargentos y ce por las personas, que con la primera instan­
demas oficiales de la gente que tienen á su cargo: cia los tienen á su cargo. Y ordenamos al gober­
Mandamos que los alcaides hagan las elecciones nador y capitán general , y a otros cualesquicr
y nombramientos, y que los gobernadores y ca nuestros jueces y justicias ordinarias, de la isla,
pitanes generales no se entrometan en ello, con y á los capitanes generales de las armadas y (lo­
que los nombramientos sean con aprobación de ólas íle la carrera de Indias, que no le pongan,
los gobernadores. ni consientan poner ningún impedimento.
LEY VI. LEY IX.
D. Felipe II en la dicha Instrucción , cap. 35. D. Felipe IV en Madrid a' 24 do marzo de 1650.
Que los alcaides en lo posible se conformen y cor­ Que ¡as órdenes que el gobernador de la Habana
respondan bien con los gobernadores. diere al alcaide del Morro , sean po* escrito y en
Las materias que son á cargo de los al­ ¡a form a que se debe.
caides de las fortalezas, son tan distintas de Las órdenes que diere el gobernador y capi­
las que tocan á los gobernadores, que haciendo tán general de San Cristóbal de la Habana al
cada uno lo que debe, y acudiendo á lo que le alcaide del castillo del Morro, sean por escrito
toca, no podrán tener diferencias, ni desunión, y en la forma , y estilo que se debe al puesto en
y es bien que los alcaides eslen advertidos de los que nos está sirviendo.
inconvenientes y daños que de tenerlas se po­
drían seguir en partes tan remotas , donde el LEY X.
remedio ha de tardar, y asi les encargamos, qué
D. Felipe 111 aili á 14 de marzo de 1607.
en todo loque no fuere faltar à su principal obli­
gación, ayuden y socorran á los gobernadores, Que no entren estranger os en los castillos, y en
44 L·lbro in Título VIH.
Hacer la guardia en el del Morro de la Habana
guarde el alcaide la form a de esta ley. LEY X IIL
D. Felipe l i e n la dicha Instrucción , cap. 51.
Conviene que ningún estrangero entre en la
fuerza del Morro «le la Habana, rii en otra nin­ Que los alcaides traten bien á los soldados.
guna de los {merlos de nuestras Indias. Y encar­ Los castellanos y alcaides traten bien y be­
gamos á los gobernadores y capitanes generales nignamente á los soldados, y à ja demas gente
y alcaides, que no consientan , que en ninguna de su cargo, para que con mayor voluntad nos
forma entren cxlrangeros en las fuerzas, aunque sirvan.
sea por prisioneros , y que si hubiere algunos, los
pongan Cn las cárceles pub! cas «ron prisiones , y LEY X IV .
á buen recaudo , hasta tanto que se ofrezca em­ El mismo allí, dicho cap. 5 i.
baí can.m cn que enviarlos presos á la casa de
Que si pareciere a los alcaides ejerciten á los sol­
contratación de Sevilla , como lo han de hacer,
dados en andár á caballo.
y que las guardias se hagan en la fuerza de e!
JVforro, y en las demas , de forma que ningún Si pateciere á los castellanos y alcaides , que
soldado sepa , ni entienda en que parte, ni sitio conviene ejercitar á los soldados en andar á c a ­
le hade tocar el hacer guarda, hasta que despues ballo , porque el terreno lo requiere, y es nece­
de haberla metido ios oficiales las repartan entre sario , los hagan ejercitar, para que es ten dies­
los soldados, que es en la misma forma, y comose tros en las escaramuzas, emboscadas y otros ar­
acostumbra hacer en lodos los castillos y partes dides y discursos de la güera.
donde hay disciplina militar, y se tiene recelo de
enemigos. LEY X V .
LEY XI. El mismo a llí, cap. 15.
El mismo aili á 27 de marzo de 1606. Que los alcaides hagan alardes , avisando al que
(¿uc el alcaide de San Juan de Ulhua esté subor­ formare las listas para la paga.
dinado d los generales de las flotas. Los alcaides lomarán muestra y alardeáis
Para que haya persona , que rija y gobierne gente de sus fortalezas, á los tiempos que les
como conviene los soldados de el presidio, y fuerte pareciere, avisando á las personas que hubieren
deSan «Juan de Uihua,el vireyde la Nueva Espa­ de formar las listas, para que vean los que
ña piovea en él un alcaide, a cuyo cargo estén, asisten, y se les paguen sus sueldos.
y cn el título, é instrucción , quele diere le su­
bordine ¡i los generales de Jas (Iotas, que de estos LEY X VI.
reinos, fueren á aquel puerto, cuyas órdenes y El mismo a llí, cap. 6 , y cn la de 1582 , cap. 6.
mandatos es nuestra voluntad, que guarde y
cumpla, sin exceder de ellas en ninguna cosa, Que ningún soldado, despues de metida la guar­
dia %hable desde la muralla sin licencia del a l­
durante el tiempo que los generales asistieren, y caide»
estuvieren en él con las (Iotas: y asimismo pro­
vea y nombre el virey alcalde mayor de la Ve­ Ningún soldado hable desde la muralla de la
racruz Nueva, quesea distinto y separado del al­ fortaleza con nadie despues de metida la guar­
caide. dia , sin licencia del alcaide, por los inconve­
nientes que pueden resultar.
L E Y XII.
E) mismo cu Nlia. Sra. et.; Prado a 8 (le alario de LE1T X V II.
1605.
El mismo a llí, cap. 28.
Que los alcaides de las fortalezas no sean corre­
gidores ni tengan otros oficios. Que los alcaldes hagan apuntar las faltas y au­
sencias en las listas.
%Habiéndose experimentado, que algunos al­
caides y castellanos de Jos castillos y fortalezas, El alcaide hará apuntar en las listas fas au­
por hallarse apoderados de las armas y defensas, sencias y faltas, que hicieren los soldados, y la
y siendo juntamente jueces ordinarios, ocasionan demas gente, que gana sueldo en la fortaleza,
muchas inquietudes, de que resultan cuestionesy para que se Ies baje, porque no han de poder
diferencias entre los soldados y vecinos de las salir de ella sin licencia del alcaide, y causa muy
ptoyincias, á que debemos poner remedio con­ legitima.
veniente : Ordenamos y mandamos , que en los LE Y XVIII.
lugares y puertos de las Indias, donde hubiere
El mismo a llí, cap. 16.
alcaides, ó guardas de los castillos y fortalezas,
y en los lugares, que estuvieren cinco leguas en Que los alcaides procuren que las pagas se hagan
contorno, no puedan los alcaides ser proveídos en mano propia en la moneda del situado , y como
en oficios de corregidores, ni pesquisidores, al­ se ordena.
caldes, ni alguaciles, ni otros oficios de juzgado Los alcaides han de procurar, que las pagas
ordinatio, ni por vía de general comisión, y si se hagan a los soldados, artilleros, y demas gen­
de esto por Nos, ó por los vireyes, audiencias, te, que asistiere en las fortalezas, á cada unoen
o gobernadores fueren proveídos, no sean recibi­ mano propia, en la misma moneda que se trage-
dos á los tales oficios, y las cartas, que sobre re para e! situado, porque con esto nr puedan
ello Nos diéremos, tí otras personas en nuestro recibir agravio, y que sean úlües para la guer­
nombre, sean obedecidas , y no cumplidas. ra, y tengan sus armas siempre á punto, co-
De los castellanos y alcaides 45
mo sor» obligados, y a los que no las tuvieren, continuación asisten por aquellos puertos á robar,
ni estuvieren en la orden qae conviene, harán y hacer otros danos á nuestros súbditos en sus
que no se les libre, ni pague sueldo ninguno: personas y haciendas, los alcaides procurarán siem­
y que no haya ningunas plazas muertas sin or­ pre echar á fondo los navios con que á ellas lle­
den ó permisión nuestra , y que realmente sir­ garen, así con la artillería y fuegos artificiales,
va, y resida en las fortalezas de ordinario el como con los soldados, si intentaren tomar tier­
número de gente, que estuviere ordenado $ y ra; y si esto no bastare, tocando al arma á los de
que si algunos faltaren, se les baje el sueldo, la cíadad, ó villa cercana, para que con el go­
y de él se haga nuevo cargo à nuestros ofi­ bernador, como está dispuesto, todos se junten y
cia les. fortalezcan, y puedan hacer el efecto que convi­
LEY X IX . niere*, pero todo ha de ser con mucha adverten­
cia y consideración, lo cual se remite á su pru­
D, Felipe II a llí, cap. 17. dencia, para que con ella, y su industria, é inte*
Que las personas contenidas en esta ley firmen ligencia procedan como la calidad de los casos lo
las libranzas y se hallen en los pagamentos• pidiere y requiriere, procurando , en cualquiera
que sea, y se ofrezca , cobrar reputación, pues esta
Las nóminas y libranzas que se hicieren pa­ bastará á atemorizar los ánimos de los cosarios.
ra la paga del sueldo de los oficiales y soldados,
artilleros, é ingenieros que residieren en cada L E Y X X IIL
fortaleza, las firme el alcaide de ella, juntamen­
D. Felipe II en San Lorenzo à 24 de aln-il de 1587.
te con el contador y veedor si le hubiere, ó per­ Junta de Puerto-Rico de 1586.
sona á cuyo cargo fuere ei hacer las nóminas y
libranzas, con las cuales se han de pagar los Que en ocasión (fe guerra , siendo posible , acudan
sueldos, hallándose los susodichos presentes á la los alcaides con armas á los pueblos.
paga. En las ocasiones que se ofrecen de poner en
LEY X X . arma la gente de los presidios, y la que llega de
El mismo alli , cap. 50.
socorro, suele haber falla de armas para lodos,
y conviene tener algunas de prevención; y por­
Que los alcaides avisen st los oficiales reales, con­ que en ocasiones semejantes es necesario que los
tra lo dispuesto , contratan con los soldados. alcaides de las fortalezas, y gobernadores de los
Porque conviene que los oficiales de nuestra puertos se socorran, como está ordenado, en cuan­
hacienda, ni otros ministros no traten , ni con­ to fuere posible : Mandamos á los alcaides, que
traten directa, ni indirectamente en ningún gé­ cuando vieren que hay necesidad precisa de ar­
nero de contratación, ni mercancía de bastimen­ mas para el efecto, la socorran pudiendo, sin ha­
tos, ni en dar ropa, ni otras cosas a los soldados cer falta á lo que estuviere á su cargo.
de los presidios y fortalezas, al fiado , para la
paga., ni otro plazo: Mandamos á los alcaides, LEY X X IV .
que por sí mismos, ó por interpositas personas El mismo a llí, cap. 51,
no traten , ni contraten , ni compren libranzas, Que los alcaides avisen de los sucesos de paz y
y tengan mucho cuidado de saber lo que en esto guerra %y de los soldados que mejor sirvieren .
hubiere , y de no permitir que los ministros , ni En todas las ocasiones que se ofrecieren , los
sus oficiales compren sueldos de la gente de guer­ alcaides de las fortalezas nos escribirán y envia*
ra , porque de lo contrario nos tendremos por de­ rán relación del estado en que estuvieren, y de
servido, y mandaremos castigar á los delincuen­ cualquier accidente que hubiere sucedido de im­
tes como convenga. Y orden amos á los alcaides, portancia, de paz, ó guerra, y de las personas que
que nos den particular aviso de cualquier exceso se señalaren en servirnos , para que les hagamos
que sobre esto hubiere. merced.
LEY X X L LEY XXV.
El mismo allí en ia de 1581 , cap. 5 , y en la de 15S2, D . Felipe III en Madrid á 8 d e.... de 1620.
cap. 6. Que tos gobernadores no procedan contra los cas­
tellanos sin causas muy urgentes , y enviando los
Que ninguno entre en fortaleza con armas .
autos à la junta de guerra.
I j OS alcaides de las fortalezas no consientan
que ninguna persona, de cualquier calidad que Los gobernadores y capitanes generales no
sea , entre en ellas con armas, si no fueren los procedan contra los alcaides y castellanos de los
fuertes, si no fuere por causas muy urgentes, y en
qué enviamos á visitarlas.
tal caso nos de'n aviso en la junta de guerra de
LEY X X II. Indias, y envíen los autos, y relación particular
de lo que hubiere pasado, y de las razones en que
El mismo alli , cap. 32.
se fundaren para lo susodicho.
Que tos alcaides procedan con prudencia, procu­
rando en las ocasiones cobrar opinión , y castigar LEY X X V I.
los enemigos•
D. Felipe II a lli, cap. 32.
Porque el intento con que en las Indias sé Que los alcaides visiten las guardas y centine­
han fundado tantas fortalezas, y puesto tan grue­ las , castigando con rigor sus descuidos.
sos presidios, ha sido corregir y castigar el atre­
vimiento de los cosarios, que con tanta porfía y Los alcaides tengan siempre cuidado de visi-
TOMO II.
46 Libro ni. T ít. viu.
tar por sas personas y Jas de sus oficiales las guar­
das, velas y centinelas, para que estén vigilan­
LEY xxxir.
Ei mismo a llí, cap. 25.
tes, y como conviene; y cualquiera descuido que
en esto hubiere !e castiguen con rigor y demos­ Que ¡as municiones estén con distinción y bien acon­
dicionadas.
tración, para que á lodos sea ejemplo.
Las armas y municiones, cuerda y plomo, que
LEY XX'VIL hubiere en las fortalezas, los alcaides tendrán caí»
D. Felipe H en la dicha Instrucción de 1582, capí- dado de que se pongan en parle, que estén bien
lulo 18. acondicionadas y conservadas, y que particular­
Que ¡os - alcaides visiten ¡as municiones y artille­ mente la pólvora se ponga donde esté guardada
ria para que todo esté limpio y à buen recaudo. de todo inconveniente, y todas las demas cosas,
Los alcaides tengan mucho cuidado de visi­ cada una por sú género, distinta, bien puesta y
tar la casa de as municiones, y ver particular­ acomodada.
mente si la artillería está encabalgada, bien pre­ LE Y
venida de cüreíias, y lodo lo demas que conviene D. Felipe II a lli, cap. 11.
á su manejo, y reconozcan la pólvora y municio­ Que tengan mucha cuenta los alcaidi $ con las tnu-
nes, y si las armas, y las demas cosas, que perte­ niciones , y se hallen al repartirlas #
necen á su buen uso, están limpias, prontas, y á
buen recaudo. El alcaide téndri mucha cuenta con las mu­
niciones, y de que se reparta la cuerda, pólvora
LEY X X V1ÍI. y demás cosas, con mucha orden, hallándose pre­
El misin allí , cap. 22. sente, para que no haya fraude, y se beneficié, con
Que para la artilleria se hagan cobertizos y des­ el aprovechamiento que se pudiere.
cargaderos que conserven los encabal gómenlas.
Para la artillería, que hubiere de servir en El mismo alli , cap. 10, y cu la de 1581, cap. 7.
cada fortaleza, y sus encabalgamentos, el alcaide Que el alcaide no consienta disparar arcabucería
ordenará, que 3e hagan cobertizos de madera, en ni artillería, sino en casos de necesidad.
tan buena forma, que esté guardada de! sol y No consienta el alcaide, que en ningún tiem­
agua, y que se le hagan descargaderos, para que po, aunque sea metiendo la guardia, si no hubie­
con el peso no se atormente la cüréfia, y sean de re precisa necesidad, se dispare arcabuz, por lo
irías duración. que importa conservar las municiones para la oca­
LEY X X IX . sión; y también escuse mandar, que se disparen
El mismo ídii , Cup. 25. piezas, si no fuere en caso de tirar á cosarios , ó
Que se reparen los encabalgamentos, y haya sient- locar arma, o salvar armada, ó ilota, que entrare
pie madera de respeto para ellos. en el puerto, conforme á lo ordenado.
Los alcaides tendrán mucho cuidado de ha­ LEY XXXV.
cer, que de ordinario se vayan reparando y ade­ El mismo a llí, cap. 29.
rezando los encabalgamentos, y de tener madera Que enviando d pedir el alcaide municiones , envié
cortada de respeto para lo qiie se ofreciere en memoria de las que tuviere.
ellos, y que esto sea tan á tiempo, que le haya Cuando de alguna fortaleza se hubiere de en­
para curarse y secarse, porque verde no es de pro­ viar á pedir pólvora, pelotería, tí otras cuales-
vecho. quier municiones, ó bastimentos, el alcaide de
LEY XXX. ella haga, que juntamente se envie la relación de
El mismo a lli, cap. 12. la cantidad, que en la fortaleza hubiere de los gé­
neros, que pidiere, para que se pueda ver y pro­
Que el alcaide ponga por memoria las piezas que veer con mas certidumbre lo que convenga, y si
se dispararen corno se ordena. no la enviare, no se le socorra con lo que pi­
El alcaide hará poner por memoria las pie­ diere.
zas, que se dispararen , y para qué efecto, y las LEY X X X V I.
libras de pólvora y balas, que se gastaren, con
día, mes y a tío, firmada de su mano para la cla­ El mismo a lli, cap. 5.
ridad de la cuenta. Que no se abra la fortaleza sin dar aviso al a l­
caide.
La puerta de ía fortaleza ha de estar siempre
El mismo a lli, cap. 15. cerrada con llave y cerrojo, y así lo proveerá y
Que ¡Os alcaides tengan pólvora, balas y cuerda mandara el alcaide, y primero que se abra, se co­
de respeto para las ocasiones. nozca por la rejilla , que para este efecto ha de
estar hecha, quien es el que llama, y que quiere,
El alcaide tenga de respetólos barriles, ó bo­ y el soldado de guardia avise luego al alcaide, para
tijas de pólvora, que 1c pareciere, en el lugar que que mande lo que se hubiere de hacer.
para este efecto estuviere hecho en la fortaleza,
para que este' bien seca y refinada; y asimismo
habrá allí alguna cantidad de balas y cuerda para D. Felipe IV en Madrid jí 12 de diciembre de 1632.
repartir entre los soldados cuando se ofreciere Véase la ley 26 , tit. 10 de este libro.
ocasión, por lo mucho que esto importa. Que al castellano de Acapulco toca tener las ta
blas de juego y nombrar los ojiciales del castillo .
De los castcïlaaos v alcaldes. 47
Declaramos, que al castellano de la fuerza y LEY X X X IX .
puerto de Acapulco íe tocan las tablas de juego, te. D. Felipe 11 a llí, cap. 36.
niendolas en el cuerpo de guardia, y el nombra­ Que lo que faltare en este libro se deja á la pru­
miento de oficiales de la gente de el castillo, y dencia de los alcaides, que procedan siempre- co *
artilleros de él. Y mandamos, que en esto no se mo deben.
le ponga impedimento.
Conforme se ofrecieren las ocasiones, diferen­
L E Y X X X V III. cias y variedad de casos, se ha de lomar el con­
D. .Felipe 11 en Madrid á 13 de diciembre de 1595. sejo, y así se remite á la prudencia de los alcai­
des y castellanos de las fortalezas y castillos, la
Qut ¡os alcaides y soldados no crien en las fo rta ­ ejecución de los que por no poderse dar regla
lezas aoeS ni ganados. cierta, se dejan de referir y prevenir en las leyes
Los gobernadores y capitanes generales de los de este libro, y solo se les advierte, y répresenta
puertos no permitan, ni den lugar á que en los la importancia de proceder en todos con mucho
castillos y fortalezas haya, y se crien por los alcai­ tiento y consideración, y la confianza, que de
des, ni soldados, gallinas, cabras, lechones, ni otras ellos se hace en cosas de tanta calidad, y la re­
aves, ni animales, para cuyo efecto todas las ve­ putación, que conviene cobrar en ellas, para que
ces que visitaren los castillos y fortalezas, que ha procuren acertar en todo lo que se les encarga.
de ser muy continuamente, vean y reconozcan Que los gobernadores, y alcaides de castillos
si los hay, ó se crian, y hallando algo de esto, ó tengan entre sí buena correspondencia y con­
que no haya dentro la limpieza y policia, que se formidad, ley 12, tit. % hb. 5.
requiere, castiguen á los alcaides, y á sus tenien­ Que para alcaides de castillos se provongan
tes, ó á quien tuviere la culpa, sin disimular con soldados, auto 08, referido en el titulo de el
ninguno. consejo con los de la junta de guerra.

fcaacasa
Ü

D e la dotación y situación de los p re sid io s y fo rta le za s.

L E Y P R IM E R A . L E Y IL
D. Felipe II en el Pardo á 21 de noviembre de 1590*
I). Felipe 11 en laUnstrurcion de 1582 , cap. 3o. Don Que en la Habana se reduzgan las raciones de la
Carlos Ú y la reina gobernadoia. gente de guerra al sueldo, y los oficiales reales
paguen por libranzas del gobernador.
Que en la paga de los situados haya muy especia1 Es nuestra voluntad, que a los alcaides y gen*
cuidado. te de guerra de las fortalezas de la Habana no se
dé ración, y que todo lo que han de haber se re-
Porque en las partes y sitios de nuestras In­ du?ga al sueldo por Nos señalado, en que se com­
dias, donde ha parecido conveniente , están fun­ puta la radon, y que demás de él se Ies acuda
dados y situados castillos y presidios con gente de para ventajas y municiones, con que se ejerci­
guerra, armas y municiones, y tenemos consigna­ ten los soldados, medicinas para los enfermos, y
da su dotación en nuestra real hacienda, sobre que reparos de la fortaleza y fuertes , en la cantidad
se han dado las órdenes convenientes, dirigidas á señalada por nuestras órdenes, y que los oficia­
los viréyes, oficiales reales, y las demas personas, les reales paguen por libranzas del gobernador,
que las deben cumplir y guardar: Ordenamos y asistiendo á los pagamentos el gobernador, caste­
mandamos, que todos los que en cualquiera for­ llanos y capitanes, con los oficiales reales.
ma tienen cargo de hacer pagar, y remitir los si­
tuados y dotaciones, pongan en esto tan especial L E Y I II .
cuidado, que con ninguna ocasión haya falta, ni D. Felipe IY en Madrid á 14 de diciembre de 1630.
dilación en materia, que tanto importa á nuestro
real servicio, defensa de aquellas provincias, y Que los oficiales reales de Méjico enríen á la H a ­
castigo de los enemigos y cosarios, (i) bana el crecimiento de sueldo, que montaren los
socorros cstraordinarios.
Cuando fuere nuestra voluntad de enviar al­
(1J Sobre asiento de viveres á los presidios, ve'ase
por punto general la i eal cédula de 26 de abril de gunos socorros de gente de guerra á la ciudad y
1703 á folio 24 6 , lit. 2. presidio de la Habana, ha de ser pagada y socor-
48 Libro ni. Titulo IX.
rida al tiempo y forma, qae la del número y si­ acudan las personas, que con recaudos legítimos
tuación ordinaria, que nos sirve en aquel presi­ las hubieren de percibir y llevar á la Florida,
dio. Y mandarnos á nuestros oficiales reales de conforme lo ordenado.
Méjico, que con el situado remitan lo que mon­
tare e! crecimiento de estos sueldos en la canti­ Lili X V
dad que constare por certificación del goberna­ D. Felipe III en el Pardo á 20 de noviembre de 1606.
dor y capitán general, y oficiales de nuestra real Y en Madrid à 29 de marzo de 1621.
hacienda de la Habana. Que cada ano puedan venir de la Florida dos f r a ­
gatas con dos mil ^ducados de registro para em­
L E Y IV . plear en bastimentos.
D. Felipe IV en Madrid á 22 de agosto de 1650.
Permitimos que en cada un año puedan ve­
Que en el cantillo de la punta de la Habana no nir dos fragatas de las provincias de la Florida
haya plazas de primera plana . á Jas Islas de Canaria, ò ciudad de Sevilla, y que
Ordenamos, que en el castillo de la punta del las personas á cuyo cargo vinieren puedan traer
puerto de la Habana, no haya plazas de primera paia la compra de bastimentos, y otras cosas ne­
plana. cesarias al presidio y gente de él, dos mil duca­
L E Y V. dos, registrados con intervención del gobernador
y oficiales reales de aquella provincia , con que
D. Felipe II en Madrid a 2 de febrero de 1591. Don solamente se hayan de convertir, y con efecto se
Felipe IV cu Madrid á 7 de marzo de 1635. conviertan y empleen en vinos y bastimentos, y
Que el presidio de Cartagena se pague conforme á géneros comestibles para la gente del presidio, y
esta ley. fragatas, que Sos lian de conducir, y en jarcias,
En consideración del embarazo y mala cuen­ municiones y peltrechos necesarios al reparo y
ta, que puede resultar de dar ración á los solda­ defensa de las fragatas y presidio, y no en otro
dos que no sirven en la guarda y defensa de la ningún efecto, con que hayan de venir derecha­
ciudad de Cartagena, está resuelto, que lo que mente à Jas Islas de Canaria, ó ciudad de Sevi­
han de haber de ración se reduzga á sueldo> y lla; y cuando vuelvan sea de la misma forma á
excuse la ración; y que demás de él se dé para las provincias de la Florida, y no á otra ningua
ventajas, municiones, y medicinas lo convenien­ parte, con el registro y despacho que está dispues­
te a la conservación de la milicia. Y mandamos to, so las penas contenidas y declaradas en las
que los oliciales reales dén y paguen cada año á ordenanzas de la casa de contratación de Sevilla.
los capitanes, cabos, soldados y oficiales á los pía» L E Y IX .
zos que se acostumbra, por todo e) tiempo que nos
sirvieren, lo que por esta razón debieren perci­ D. Felipe III en el Pardo A 2 de diciembre de 1606.
bir por libranzas del gobernador y capitán gene» Que los gobernadores de Cuba dejen sacar basti­
ral, asistiendo á la paga el capitán de la compa­ mentos para el presidio de la Florida.
ñía, y el gobernador les mande repartir lo seña­
lado para municiones, con que se ejerciten, y me­ Ordenamos á los gobernadores de la Isla de
dicinas, con testimonio de la asistencia del capi­ Cuba, que permitan y dejen sacar de! distrito de
tán, soldados, y oficiales, y recibo de los soldados. su gobierno todos los bastimentos, que losgobler*
nadores de la Florida , con acuerdo de los oficía­
L E Y V I. les reales, enviaren á comprar. Y porque nuestra
voluntad es, que los bastimentos se compren y
D. Felipe II en S. Lorenzo á 21 de julio de 1590. saquen para el sustento de la gente de aquel pre­
Que en la paga del presidio de Puerto-Rico se sidio, y no para otra ninguna parte, los gober­
guarde lo que en el de Cartagena. nadores de Cuba pidan certificación , y recaudo
bastante de que se han llevado à la Florida , y
Mandamos, que ci presidio de Puerto-Rico nos den aviso en todas ocasiones de lo que para
se pague en la misma orden y forma, que el de este efecto se sacate.
Cartagena, reduciendo las raciones á sueldo; y
asimismo en cuanto a las ventajas y municiones
para ejercicio de soldados, y medicinas. D. Felipe II en San Lorenzo á 18 de setiembre de
158!. En Toledo a 50 de jimio de 1596. A lii á 3 de
LEY V IL julio de él. D. Carlos II y la reina gobernadora.
D. Felipe III en Valladolid á 10 de agosto de 1608. Que los situados de la H abana, Santo Domingo
D. Felipe IV en Madrid a 19 de mayo de 162-1. Puerto -Rico y la Florida , se remitan de Méjico à
Que los oficiales reales de Méjico remitan el situa­ la Habana en las flotas ó arm adas, y de allí à
do de la Florida sin descuento de faltas. los presidios.
Mandamos á los oficiales de nuestra real ha­ Mandamos à nuestros oficiales reales de Mé­
cienda de la ciudad de Méjico, que remitan a po­ jico , que no paguen en aquella ciudad los situa­
der de los oficiales reales de la lía baña, en las fio- dos de los presidios de la Habana, Santo Domin­
tas de ISaeva España, las cantidades que por nues­ go , Puerto-Rico y la Florida ; y habiendo sepa­
tras órdenes están señaladas al presidio de la Flo­ rado las cantidades, que montaren y estuvieren
rida para sueldos, y conservación de la artillería, consignadas para ellos, los remitan registrados
y lo demás, que a* presente hay, sin descontar por cuenta aparte á nuestros oficiales reales de
las faltas de las plazas que en él hubiere y allí la Habana con cada ilota ó armada que saliere
De la dotación y situación de los presidios. 40
de la Nueva España; y los dichos oficiales reales compañía, por otros tantos de los que estuvie­
de la Habana retengan en su poder lo que toca­ ren sirviendo en el fuerte de Araya, y los entre­
re á la dotocion de aquel presidio , y acodan con guen al cabo principal; ó al que en su nombre
ío demás á las personas, que fueren enviadas á le estuviere gobernando. Y mandamos á tos gober­
la cobranza por los gobernadores y oficiales reales nadores de Venezuela, é Isla Margarita , que no
de Santo Domingo, Puerto-Rico, y la Florida, amparen, ni disimulen à ningún soldado que hi­
en Virtud de los poderes, certificaciones y recau­ ciere fuga de aquel fuerte, y luego io remitan
dos, que les han de mostrar. Y porque en estos
presidios, y particularmente en el de la Florida se
suele padecer necesidad de mantenimientos, ves­ LEY X III.
tidos, pólvora , y otras cosas de la Nueva Espa­ D. Felipe III en Madrid a 20 de diciembre de 1608*
ña, y tienen orden de avisar y enviar relación Qué se situen en Venezuela dos mil ducados en
a! virey de las que hubieren menester, para que indios vacos para el gasto de el fuerte de la
se las compren y remitan con el situado á la Guayra.
Habana: Ordenamos á nuestros oficiales de Mé­
jico, que tengan muy particular cuidado de ha­ Es nuestra voluntad, que e! fuerte de la Guay.
cer comprar las que pidieren con dineros de los ra de la provincia de Venezuela se conserve con
mismos situados, conforme à las relaciones que suficiente dotación. Y porque Nos hemos ordena­
enviaren al virey, y á lo que él les ordenare, do, que demas de el sueldo señalado al cabo, que
todo lo cuál sea muy bueno, y á justos y mode­ ha de ser a nombramiento del gobernador y ca­
rados precios, según que valiere en ia tierra, y pitán general de aquella provincia, tenga el an-
clag’e de el dicho puerto, que le aplicamos: y-
con el resto que quedare en dinero del situado,
lo envien dirigido á los oficiales reales de la Ha­ los soldados y artilleros, el que pareciere por
bana, con relación y testimonio de lo que costa­ nuestras órdenes, que se ha de pagar de los mil
re, con macha cuenta y razón, para que con la y quinientos ducados consignados para gastos de
misma lo entreguen á las personas, que fueren guerra de aquella provincia, y conviene excusar
á cobrar los situados. de este gasto á nuestra real hacienda: Mandamos
qae el gobernador incorpore en nuestra real co­
L E Y X I.' rona dos mil ducados de renta en cada un año
en indios vacos para gastos de guerra, sueldos
D. Felipe IV en Madrid á 31 de marzo de 1622. del cabo, soldados y artilleros del dicho fuerte,
Que en la caja de Cumana se paguen los soldados y su conservación, en lugar délos mil y quinien­
de Araya , y faltando dinero se remita de Car­ tos ducados que se pagaban de nuestra real ha­
tagena, cienda, y estaban consignados en penas de eá-

mara, y á falta de ellas, en nuestra real caja.
Los oficiales de nuestra real hacienda de la
provincia de ia Nueva Andalucía , en cuyo dis­ : LEY X IV .
trito está el castillo de Araya, formen listas dé
la gente de guerra de é!, y tengan cuenta y ra­ D. Felipe IV en Madrid á 50 de enero de 1651.
zón de tos sueldos que gozaren , y de cualquiera Que en la caja del rio de la Hacha se pague al
hacienda nuestra que hubiere en su poder, pa­ alcalde del castillo de San Jorge , como no sea de
guen á la que efectivamente estuviere sirvien­ las perlas.
do, lo que montaren sus sueldos, con asisten­ Mandamos á nuestros oficiales de la ciudad
cia del gobernador y capitán general de ia pro­ del Rio de la Hacha, que al alcaide del castillo
vincia; y en caso que por la cortedad de la tier­ de San Jorge paguen el salario, que conforme á
ra no haya en la caja de su cargo de que pagar­ su título se debiere, de cualquier hacienda nues­
los ¡ Mandamos a los oficiales de nuestra real tra que entrare en la caja de su cargo, como no
hacienda de Cartagena, que de cualquiera que sea de las perlas.
hubiere nuestra en su poder, remitan al princi­
pio de cada un ano, por el tiempo que fuere
nuestra voluntad, á los de la Nueva Andalucía, D. Felipe II en Badajoz á 10 de junio de 1580. Don
lo que montaren los sueldos efectivos, en la di­ Felipe IV en Madrid á 10 de agosto de 1635.
cha fuerza , de que ha de constar por certifica­ Que los despachos para cobrar situados de presi­
ción del gobernador y oficiales reales, con la dios y distribuirlos , vayan firmados del goberna­
cual, y otra por donde conste, que no hay en la dor y oficiales reales.
caja de su cargo hacienda nuestra de que' pagar
Jos sueldos, sea recibido y pasado en cuenta lo À nuestro real servicio conviene que las ins­
que en virtud de los recaudos referidos dieren y trucciones , y despachos para cobrar situados de
pagaren. los fuertes y presidios de las Indias , y gastos
LEY precisos que de ellos se hubieren de hacer, vayan
firmados de ei gobernador, y oficiales reales de
El mismo allí à 8 de marzo de 1631. ’ la ciudad y puerto donde hubiere presidio, y que
Que del fuerte de Araya se truequen cada ano esta forma se guarde precisamente.
ocho soldados como se ordena , y los que hicieren
fu g a de él no sean amparados.
D. Felipe II allí.
Ordenamos i los capitanes de galeones á Que los gobernadores tornen cuenta cada año y
cuyo cargo fuere el patache de Ja Margarita, que tengan llave de los situados.
cada año truequen ocho soldados de los de su Los gobernadores y capitanes generales de
TOMO II. i3
50 Libro ni. T it. ix.
los puertos y presidios lomen ó hagan tomar y costa del mar del Sur se ha fortificado el Ca­
cuenta en cada un año á los oficiales de nuestra llao, y formado armada competente en que traer
real hacienda, á cuyo cargo fueren, y tengan la plata que i Nos, y á los particulares pertene­
llave del arca del situado. ce. sobre que se han dado las órdenes convenien­
tes : Mandamos, que todo lo situado de sueldos
LEY X V II. y gastos precisos se pague en la caja de Lima por
El mismo en Madrid á 30 de diciembre de 1588. órdenes de nuestros vireyes del Perú, en la
Que los oficiales reales den à los generales de
forma contenida en la ley 20, tít. 12 de este libro,
¡merlos y presidios los tes!¡montos que pidieren , y | y que se excuse el oficio de pagador. ( 2)
acudan al sustento de las fortalezas , y huya bue­ LEY XX.
na cuenta y razón en distribuir los situados.
D. Felipe ÍV en Madrid á 17 de diciembre de 1621.
Siempre que los gobernadores y capitanes D. Carlos 11 y !a reina gobernadora.
generales de presidios pidieren a los oficiales de Que en la ropa del situado no,se admitan mermas
nuestra real hacienda algun testimonio de los á ¡os oficiales reoles.
cargos , que se les hubieren hecho de manteni­
mientos, armas y municiones, y de otra cual­ Ordenamos, que á los oficiales reales no se
quier cosa que se ofrezca , se le darán sin répli­ admitan descuentos por razón de mermas de la
ca ni dilación, y proveerán puntualmente todo ropa , y otros géneros, que se enviaren en los si*
lo necesario para el sustento de las fortalezas, tuados , en la data de sus cuentas , y que los fis­
conforme á las órdenes dad-s y que se dieren, cales pidan lo que convenga, y esto se guarde
teniendo la buena correspondencia que se requie­ inviolablemente.
re, y es justo y mucha cuenta y cuidado con la L E Y X X I.
buena distribución de los situados y consignacio­ D. Felipe IY en S. Lorenzo á l.° de noviembre
nes de lós presidios. de 1662.
LEY X V III. Que en todas ocasiones informen los oficiales rea ♦
i). Felipe 111 cu Madrid d 12 de marzo de 1608. A llí les de lo que se paga en los presidios.
á 25 de marzo <ie 1009. D. Carlos 11 y la reina gober­ Mandamos á nuestros oficiales reales de !a
nadora. Véase la ley tí, tit. 12 de este libro.
Nueva España y otras cuatesquier partes de las
Que ¡os presidios de Tierra Firme sean pagados Indias , que en todas las ocasiones de flotas y ga-
con puntualidad , y en qué se han de ocupar los leones nos envíen certificación de qué situados se
soldados de Panamá . pagan en las cajas de su cargo, à qué presidios,
Mandamos á los oficiales de nuestra real ha­ qué cantidades á cada uno, y cuanto se les debe
cienda de la provincia de Tierra-Firme, que con atrasado de los años antecedentes, que se les ha
puntualidad paguen los sueldos que deben perci­ pagado por su cuenta, que años y dias, Y cuan­
bir el castellano, soldados y artilleros del castillo tas plazas de soldados ha de tener cada presidio,
de San Felipe de Porlobelo, Boca de Chagre, y conforme á su dotación, y cuantos hay al presen­
gente de guarnición, que conforme à lo ordenado te, y con que órdenes y poderes se han hecho las
hubiere <!c asistir en Panamá para limpiar la pagas. Y asimismo mandamos à los susodichos, y
tierra del Bayamo, ó la parte donde hubiere ne á los que han de asistirá los pagamentos de la
gros cimarrones: y lo mismo se haga cada ano gente de guerra, que unos y otros, por lo que
por la banda del Norte, visitando á nombre de Dios, especialmente les tocare, nos avisen que cobro
río de Nitia , y Ensenada de Coele, por escua* se pone en el dinero que sobra en cada pagamen­
dras de a veinte y cinco hombres mas ó menos., to, según el situado que tuviere el presidio, por
como pareciere al gobernador: y el capitati que no estar lleno el número de soldados de la dota­
ha de asistir en Panamá , haga oficio de sargento ción , pues es preciso, que no remplazándose
mayor, mientras no se ofreciere Ocasión de im- luego las plazas de soldados, que faltaren , que­
po rtancia , que le obligue á salir fuera y dejar de el resto en beneficio de nnestra real hacienda,
su compañía, porque entonces ha de quedar a sobre todo lo cual nos informen con espresa de­
cargo de su alférez, y se ha de reformar y con- i claración de lo contenido en esia nuestra ley.
sumir la plaza de sargento mayor de aquella pro- | f Tcanse las leyes 38 , y 39 , tit, 34. lib. 2, so .
vincía, y los dichos sueldos se han de pagar en j bre la visita, cuenta ?/ (fastas de los presi­
virtud de las órdenes del gobernador y capitán dios, castillos y fortalezas. ■2
general y presidente de nuestra real audiencia,
que reside en aquella provincia. (2) Por real orden de 2 de junio de 1780, se
mandaron demoler las barracas y habitaciones de
LEY X IX . este puerto ; y que uno y otro se trasladasen á Bella-
D. Felipe III en Madrid á 18 de abril de 1617. Don vista. No sé por qué no se lia hecho. En ello intere­
Carlos 11 y la reina gobernadora. saban igualmente Dios y ei R ey.
En real orden de 28 de jubo de 1781, se estin-
Que el presidio y armada del Callao tenga en la guió el batallón fijo de infantería de este presidio, y
cuja de Lima el situado . en su lugar el regimiento real de Lima que le g u a i-
Para seguridad del puerto del Callao de Lima, nece por destacamentos.
51

D e los capitan es, soldados y a rtillero s.

LEY PRIMERA. capitanes generales, que á ninguna persona


D. Felipe 111 en Madrid á 8 de febrero de 1608 En .
permitan intitularse capitán, no habiéndolo si­
Lerma á 12 de octubre de 1615. D Felipe IV en Ma* do de infantería ó caballería, ni que se exima el
drid a 29 de setiembre de 1623, y á 4 .de octubre que lo fuere, estando reformado , de meter las
de 1624. guardias y hacer las centinelas.
Que cuando vacare compañía de presidio, el go­
bernador capitón general la provea en ínterin , y LEY V. •
para la propiedad proponga tres personas al rey. El mismo allí.

Mandamos á los gobernadores y capitanes ge* Quedos gobernadores no reformen fácilmente ca­
pitanes ni oficiales.
«erales de los puertos de nuestras Indias, que
caen al mar del Norte, que en vacando, com pañi a Porque respecto de reformarse con facilidad,
de presidio, la provean de capitán , çn el ínte­ y de ordinario capitanes y oficiales, y criarse
rin que Nos elegimos quien la sirva en propie­ otros de nuevo en las partes de las Indias, <5
dad , y nos propongan tres perdonas para cada donde tenemos ejércitos y gente de guerra, vie­
una, con relación de sus servicios, parles y cali­ ne á quedar mucha gente perdida y viciosa, à
dades, porque Nos elijamos la que mas conven­ causa de no querer despues asentar plazas de
ga á nuestro real servicio. soldados los reformados, de que se siguen mu­
chos inconvenientes: Mandamos á los goberna­
LEY IL dores y-capitanes generales, que no hagan re­
El misino allí á 14 de julio de 1634. formaciones, sino fueren muy precisas, y que
Que los gobernadores no dea títulos de capitanes convengan á nuestro servicio.
de Milicia , y propongan para las compañías que
vacaren. LEY VI.
Los gobernadores y capitanes generales de D. Felipe IV en Madrid á .26 de febrero de 1628.
las ciudades y puertos donde hubiere presidios, Que los capitanes de los presidios kagan ios nom­
no den títulos de capitanes de milicia á ningún bramientos de capellanes de sus compañías.
genero de personas, y si vacaren las compañías Mandamos à los gobernadores y capitanes
nos propongan tres para cada una, por la forma generales de los puertos y ciudades donde hu­
contenida en la ley antecedente. biere presidios, que no se entrometan en Siacer
LEY III. los nombramientos de capellanes de las compa­
ñías , y los dejen hacer á los capitanes, con­
El mismo allí á 27 de agosto de 1624. forme a las ordenanzas militares y costumbre.
Que los capitones del número y oficiales de p ri­
mera plana gocen las preeminencias de los que LEY VIS.
tienen sueldo. El mismo allí íí 21 de agosto de 4629.
Mandamos, que à los capitanes de infante­ Que los capitanes nombren los tambores , pífanos
ria y caballería de los puertos de las Indias, y à y abanderados, con que los abanderados no sean
los oficiales de )a primera plana de sus compa­ esclavos.
ñías , se les guarden y hagan guardar todas las Los gobernadores y capitanes generales, de
preeminencias de que gozaren y debieren gozar los presidios dejen hacer los nombramientos de
los que nos sirvieren en ellos con sueldo nues­ tambores , pífanos y abanderados de las compa­
tro : y que a los demas soldados de sus compañías ñías de infantería a los capitanes, en las perso­
se les guarden también , cuando estuvieren ocu­ nas que les pareciere . con que los abandera­
pados en cualquiera facción militar por orden del dos no sean esclavos. Y mandamos á los oficiales
gobernador y capitán general de la provin­ de nuestra reai hacienda, que no asienten ni
cia ( 1) pasen estas plazas á los que no fueren nombra­
L E Y IV . dos por sus capitanes.
D. Felipe ÏI1 en Lisboa a 20 de julio de 1619. LEY VIH.
Qpe ninguno se llame capitán no habiéndolo sido : El mismo a llíá 2 de diciembre de 1630, y á 20 de
¿le infantería ó caballería , ni Jos reformados se , junio de 1657.
eximan de guardias y centinelas. Que el alcaide de San Juan de XJlhtia tenga lisia
Ordenamos á los vireyes, gobernadores y de p la za s , y se tomen muestra de ellas , como
se ordena.
(1) Ley 5 , tit. 1 1 , infra dicho libro. Mandamos que el alcaide de la fuerza de
52 Libro ni T/tuIo x.
San Juan de Ulhua tenga lista de los soldados les , capitanes, y otros cualesquier ministros,
de aquel castillo, y de las demas plazas que jueces y justicias de nuestras Indias, que no ha­
hubiere en e!, en conformidad de las ordenan» gan asentar, ni consientan sé asienteá sus cria­
zas de milicia ; y que las plazas que se asen­ dos ninguna plaza militar de mar , ni guerra;
taren sean con senas, edad , y naiurateza , y que y que si algunos las tuvieren asentadas , se las
se tome muestra de tres en tres meses, por el co- hagan borrar, y que los oficiales reales se las
misario que nombrare el virey de la Nueva Es- borren s:n ninguna remisión, ni excusa; y por
pana, e! cual sea uno de los oficiales de nuestra ser caso este dé tanta consideración , c impor­
rea! hacienda de la ciudad de la Veracruz, el de tancia : Ordenamos y mandamos , que si desde
mayor satisfacción, y las muestras que tomare la publicación de esta ley se hallare asentada
las remita al virey, para que las califique, y plaza à criado de cualquiera de los dichos minis»
provea lo que convenga. tros, demás del cargo que se les ha de hacer en
LEY IX. las visitas y residencias , como á personas que
contravienen á nuestras reales órdenes, sean
T). Felipe III en Martin Muñoz á 27 de setiembre condenados por ello en el cuatrotonto de lo que
de 1608.
montare el sueldo que hubieren gozado les dichos
Que el sargento mayor de Panamá tenga un ayu­ sus criados, y que en su averiguación se pueda
dante con el sueldo ordinario. conocer y conozca por via de denunciación , yen
E! capitán de infantería de la ciudad de otra cualquier forma y manera que fuere mas
Panamá, que conforme á la drden 'dada ha de conveniente, para justificación de loque se pre­
hacer oficio de sargento mayor, tenga un ayudan­ tende remediar; y los fiscales de nuestras audien­
te nombrado por el presidente de la audiencia cias nos den aviso de como se ejecuta, en que
de Tierra-Fírme, que sea persona de la expe­ les encargamos pongan particular cuidado.
riencia y práctica que se requiere, con el suel- LEY XII.
doque han tenido los otros ayudantes de sargentos D. Felipe IV á 25 de julio de 1615, y á 20 de febrero
mayores, que ha habido en aquella provincia. de 1618, y ;í 5 de julio de 1649, y á 2 de abril
de 16o2. En Madrid á 23 de marzo de 1654.
LEY X. Que no asienten plazas d m ulatos , morenos ni
T>. Felipe II en Madrid á 30 de diciembre de 1588 mestizos.
I). Felipe III allí ú 6 de junio de 1612. Rn S. Loren­
zo a 18 de setiembre de 1618. 1). Felipe IV en Ma­
Ordenamos á los cabos y oficiales á cuyo car­
drid á 20 de noviembre de 1621. go están los asientos, listas y pagamentos de Ja
milicia, que nó asienten plazas de soldados á
Que ningún vecino, ni oficial t ni natural de la mulatos, morenos, mestizos, ni a las demás
tierra sea recibido en plaza de presidio.
personas prohibidas por cédulas, y ordenanzas
Jms vi reyes, gobernadores y capitanes gene­ militares.
rales por ningún caso hagan asentar, ni recibir LEY X III..
á sueldo en plaza ninguna de presidio à perso­ D. Felipe ÏI en Añover á 9 de agosto de 1589, capí­
na casada , ni soltera , que sea natural y vecino tulo 34 de Instrucción. D. Felipe III en Yentosilla á
de la ciudad donde el presidio estuviere, ni 4 de noviembre de 1606.
oficial de ella , sino que el número de la dota­ Que los soldados de Filipinas tengan el sueldo que
ción de las fuerzas y presidios se cumpla de se declara.
soldados, que sean efectivos, útiles y de servicio, Cada soldado de los que residieren en las is­
con apercibimiento que no lo haciendo asi los las Filipinas gane ocho pesos de sueldo al mes,
gobernadores y capitanes generales, serán conde­ los capitanes á cincuenta, los alfe'reces à veinte,
nados, como desde luego los condenamos, en res­ los sargentos á diez, y el gobernador y capitán
titución de todo lo que pareciere haberse librado general délas diclias islas, reparta entre lodos los
y pagado á semejantes soldados. Y á ios oficiales que hubiere en las compañías á treinta ducados
de nuestia real hacienda mandamos, que acudan á cada compañía, como se dan en otras paites
al cumplimiento de su parte, y no asienten, ni de ventajas, como, la ventaja de cada uno no
paguen semejantes plazas, con apercibimiento, exceda de diez pesos por año. Y mandamos que
que haciendo íocoutrano, serán condenados, todos sean bien pagados; y cuando e! goberna­
como desde luego asimismo Jos condenamos, en dor proveyere á cualquiera de los capitanes, ofi­
la restitución de todo lo que contra esta orden ciales, ó soldados en encomienda, ú otros oficios,
pagaren , con mas el cuatro tanto ; y para que no permita que gane sueldo , ni que mientras le
tenga mas fácil comprobación la testificación que ganare pueda tener trato, ni mercancía^ porque
se hubiere de hacer para su ejecución, pondrán esta ocupación no Jos divierta , ni distraiga de
en el asiento de cada soldado como fue recibido su propio ejercicio y uso de la guerra: y por la
por concurrir en el las partes que dispone es­ misma causa tampoco admita á la paga á nin­
ta ley. gún soldado que sirva á otra persona , cualquiera
LEY XI. que sea,
El mismo allí, y á 25 de febrero de 1627. LEY XIV.
El mismo en Lerma á 25 de julio de 1605. En Madrid
Que d ningún criado de ministro se asiente p ía • á 19 de diciembre de 1618.
za militar de mar ni guerra.
Que los soldados de Filipinas sean premiados con
Ordenamos á los vireyes, presidentes y oi­ Íos ofeios que hubiere en aquellas islas.
dores, gobernadores , corregidores, oficiales rea­ El gobernador y capitán general de las Islas
De los capitanes r soldados y artilleros. 55
Filipinas tenga cuidado de gratificar á los solda­ de este título. Y declaramos que de estas cuatro
dos, que allí nos hubieren servido, y a sus hi­ plazas no se debe pagar media anata.
jos en los oficios y aprovechamientos que fue­
ren á su provisión, conforme a lo ordenado , y LEY XVIII.
con toda justificación , de forma que tengan al­ D. Felipe III en Madrid á l í de febrero de 1609. Don
guna remuneración, guardando en lodo las leyes, Carlos II y la reina gobernadora.
que sobre esto disponen. Que á los soldados ausentes de sus mugeres se les
borren las plazas.
LEY XV. - Mandamos á les gobernadores y alcaides de
El mismo en'Ventosüla á 4 de noviembre de 1606. presidios, que borren las plazas de los soldados
Que en Filipinas no seden platas muertas, ni suel­ casados, que sirvieren en ellos, y tuvieren sus
do á los capitanes m ojiciales de los pueblos. inugeres en lugares, y partes tan distantes, que
no puedan hacer vida de matrimonio.
En las Islas Filipinas no se den plazas muer­
tas, ayudas de costa, ni sueldos á los capitanes, LEY XIX.
alféreces, y otros cualesquiér oficiales de guerra, D. Felipe II en Elvas á 24 de febrero, y en Lisboa
que estuvieren nombrados ó se nombraren para á 3 de setiembre de 1581.
la gentp de los paeblos. Que los soldadas asistan y duerman en las fo r­
talezas, y no se despidan los casados que asis­
LEY X V I. tieren.
D¿ Felipe IV en Madrid ú 18 de junio de 1622.
Los gobernadores y capitanes generales, don­
Que los ojiciales y soldados de los presidios reci­ de hubiere presidios y fortalezas, hagan que lus
ban las órdenes por sus personas , y las cumplan capitanes , soldados y artilleros asistan , y duer­
como se ordena. man en ellas ordinaria y precisamente; y no
Ordenamos à los alcaides de las fuerzas, permitiendo que en esto haya falta, acudan á su
sargentos mayores, ayudantes,capitanes, alfére­ cumplimiento con mucho cuidado y vigilancia;
ces, sargentos , cabos entretenidos , cabos de es­ y aunque algunos soldados veteranos sean ca­
cuadra , y á lodos los demas soldados y gente de sados , no los despidan, asistiendo como los
milicia de los presidios, que acudan por sus pro­ demás:
pias personas á recibir las órdenes que los go­ LEY XX.
bernadores y capitanes generales, ó ios que tu­
vieren la superior gobernación de ia guerra, . El mismo en la dicha Instrucción de 1582, cap. 14.
les dieren por escrito , ó de palabra; y si de Que los soldados vivan cristianamente y se ejer­
ellas les pareciere que resulta algun inconvenien­ cíten.
te h la expedición militar,, lo representen con Ordenamos y mandamos á los capitanes ge­
!a debida modestia y respeto allí incontinenti, nerales , castellanos y alcaides de castillos y
para que habiéndolos oido, se provea y resuel­ fortalezas, que tengan mucho cuidado de que
va loque mas contenga á nuestro servicio; y
los soldados vivan cristianamente, y frecuenten
de lo que asi se resolviera y mandare no apelen los Santos Sacramentos á los tiempos, que orde­
ni repliquen, y lo cumplan y ejecuten luego
na y manda nuestra santa madre Iglesia, no los
con presteza y cuidado, pena de quinientos da- permitan , ni disimulen amancebamientos, blas­
cados , y las demás que por derecho militar es­ femias, ni otros pecados y excesos en ofensa
tán impuestas, cuya ejecución remitimos ai go­
de Dios nuestro Señor, y procuren que en el
bernador y capitán general; y cumplida y ejecu­
manejo y ejercicio de las armas, que han de
tada la orden, si se sintieren agraviados, usen
usar en las ocasiones, esten muy diestros y ejer­
de los remedios que permite el derecho , y leyes
citados , sin alejarse del sitio y fortaleza, de su
de este libro. residencia, para que asi $e eviten los inconve­
LEY X V Ií. nientes de la ociosidad.
•El mismo allí à 9 de abril de 1654. D. Carlos II y la
i'eina gobernadora.
Que en los presidios se asienten por soldados á D. Felipe 1Y en Madrid á 51 de diciembre de 1645.
cuatro chirimías, que acompañen al Santísimo Sa­ Que los soldados no salgan al mar , y siendo ne.
cramento. cesarios para seguridad de. los barcos , sea á costa
Para que con mayor culto y vencneracion de los interesados.
se administre el Santísimo Sacramento de la Eu­ Mandamos á los gobernadores y cabos de
caristía á los enfermos, y sean celebradas sus los puertos y presidios, que no dén licencia ni
fiestas: Ordenamos y mandamos á los goberna­ permitan á la infantaria que salga a! mar, y se
dores^ capitanes generales, y cabos de los presi­ aleje de sus puestos, haciendo que esté siem­
dios , y á los oficiales de nuestra real hacienda, pre muy lista y apercibida , por los accidentes
que donde ios hubiere hasta en número ríe dos­ que pueden sobrevenir; y si en Cartagena, ú
cientas plazas , asienten por soldados de la dota­ otras partes, donde-hubiere la misma razón,
ción á cuatro ministriles chirimías, que acudan conviniere , que para seguridad de los barcos
al ministerio referido, y tengan obligación de ser­ del tráfico salgan algunos soldados , sean sola­
vir con sus armas en las ocasiones de enemigos mente los precisos, con que el gasto se reparta
que se ofrecieren , con reserva de guardas y cen­ igualmente entre los interesados, y no sea de
tinelas, y no sean de los prohibidos por las leves nuestra real hacienda.
TOMO II. U
54 Libro in. TU. x.
LEY XXII. LEY XXVIL
T>. Felipe II en la Instrucción ríe 1581, cap. 12. Don D. Felipe IV en Madrid a' 15 de noviembre de 1654.
Felipe III en S. Lorenzo a 29 ríe julio ríe 1618. Don
Felipe IV á 3 de octubre de 1621, y á3 de setiembre Que en Chile pueda haber treinta plazas para sol­
de 1621. dados impedidos.
Que los capitanes generales y cabos honren 4 ios Tenemos por bien, que en el reino de Chile
soldados , no se sirvan de ellos , y hagan acudir haya treinta plazas desoldados, que habiéndonos
ó su obligación. servido en las fatigas y trabajos de la guerra, se
Ordenamos á los capitanes generales, cabos, hallaren en los anos mayores sin el vigor que re­
y ministros de guerra, que honren y favorezcan quiere su profesión : las quince de capitanes, al*
los soldados de nuestros ejércitos, presidios, ó feroces y sagenlos, cinco de cada uno de estos
bajeles de guardia , y no los maltraten , ni per­ puestos, y las otras quince para soldados, unos
mitan que acompañen á sus perdonas y muge- y otros de cristiano y honrado proceder, que nos
res , ni estén en servicio de sus casas, ni otro hayan servido en aquella guerra, por lo menos
cualquier ministerio, aunque sean reformados, ó. veinte años, y tengan sesenta de edad , ya todos
jubilados, y con mucho cuidado les hagan que se les acuda con sus sueldos ordinarios, pagados
asistan y acudan á su obligación , porque de de la situación de aquel ejército, y tengan obli­
lo contrario nos tendremos por deservido, y gación de asistir y residir en los fuertes, ó pues­
mandaremos castigar á los trangresores con par* tos donde el gobernador y capitán general les or­
ticuiar demostración. denare , para que puedan dar sus votos en las
ocasiones que se ofrecieren, y acudir ordinaria­
LEY XX11I. mente á industriar y enseñar el ejercicio de las
D. Felipe III cu S. Lorenzo ¡í 29 de julio de 1618. armas à los bisoños, y otros que lo hubieren me­
Que 4 los soldados de presidios se haga cargo nester, conforme ;í la orden del que gobernare,
de los armas y municiones. y cumpliendo con estos requisitos , se les paguen
sus sueldos á los tiempos, que «í la demas gente
Ordenamos, que en los presidios se haga del ejército , con obligación de que dentro de
cargo á los soldados de las armas y municiones seis años , lleve cada uno aprobación nuestra del
que recibieren, y se descuente su valor como nombramiento, que el capitán general le hiciere,
es costumbre. en que ha de referir las causas que le hubieren
LEY X X IV . movido á nombrarle, y sus partes y servicios, de
suerte que Nos seamos bastantemente informa­
P . Felipe II en Portalegrc á 5 de marzo de 1581. do al tiempo de la aprobación.
Que las ven! ajos se repartan entre soldados vete­
ranos de los presidios, y no sean despedidos sin , LEY XXVIII.
justa causa. D. Felipe XV en Madrid à 29 de octubre de 1627.
Las ventajas, que por nuestra orden se han Que en Chile haya una barca que al tiempo que
de dar en los prsidios, se han de repartir en­ se declarat reconozca si estran enemigos por los
tre los soldados veteranos, y á ninguno que lo estrechos.
sea despidan, ni consientan despedir ios capita* Por la dificultad y dilación de tiempo que hay
nes generales y cabos sino fuere con muy jus­ en poderse reconocer desde la ciudad de los Reyes,
ta causa. si entran enemigos en el mar de! Sur por los es­
LEY X XV . trechos de Magallanes, ó San Vicente; Manda­
El mismo en la diclui Instrucción de '1581, cap. lo . mos que en la parte del reino de Chile, donde
Que ningún capitán ni otra persona en su nom­ pareciere mas conveniente al virey del Perú, ha­
bre fie ropa á soldado para la paga . ya desde el mes de enero hasta eí de julio, una
barca, que con personas de satisfacción corra y
El capilan , ni otra persona en su nombre descubra todos los puestos de Valdivia, islas de
no dé ropa, ni otras mercaderías fiadas á los Juan Fernandez Chiloé, y todas las demas partes
soldados para el tiempo de la paga ,ni otro plazo, donde los navios de enemigos suelen estar y sur­
y si alguna cosa les diere, les condenamos en_su gir, y que el gobernador y capilan general, 6
valor , y otro tanto mas para gastos de guerra. nuestra real audiencia, ú otra cualquier persona
LEY XXVI. á cuya noicia primero llegare, avise muy par­
ticularmente , y por menor de todos los navios
I). Felipe III en Madrid á 2 de marzo de 1 6 ij.
que pasaren, y parages donde se hubieren des­
Que los sargentos mayores gocen de los aprovecha­ cubierto. Y ordenamos al virey. que en la mis­
mientos del juego en los cuerpos (je guardia. ma forma avise por toda la costa hasta Panaina,
Los gobernadores y capitanes generales, don­ con tal orden y prevención, que en lugar de con-
seguir el enemigo sus intentos y designios, reci­
de hubiere milicia, dejen a ios sargentos mayo­
res gozar los aprovechamientos que hubiere de ba el daño y castigo que merece, y asi se ejecu­
te con la menos costa de nuestra real hacienda,
las tablas de juego en los cuerpos de guardia; y
en cuanto al castellano de Acapulco , se guarde la que fuere posible. (3)
ley 37, título 8 de este libro, (a) 2 (5) La Isla de Juan Fernandez fue tan frecuen­
despues y ta n aplaudida de estrangeres , y se­
ta d a
(2) Esta ley se deberá entender revocada por ñaladamente del lord Av.son , que finalmente se vio
real orden de 15 tic diciembre de 1789.
De los capitanes, solcL·ilos y artilleros. 55
. LEY X X IX . LEY X X X II.
El mismo en Zaragoza A 22 de agosto de 1646. Y en D. Felipe II a llí, cap 11.
Madrid á 26 de setiembre de 1647.
Que en plazas de artilleros de fortalezas puedan
Que los gobernadores de los puertos procuren que 'entrar soldados, prefiriéndose los ayudantes de ar­
se enseñen en el ejercicio de artilleros los que fu e ­ tilleros»
ren á propósito.
Los gobernadores- de los puertos procuren, En las vacantes de plazas de artilleros de las
que de las personas que hubiere en ellos, se va­ fortalezas sean admitidos ios soldados que quisie­
yan enseñando los que para el ejercicio de la ar­ ren pasar de (a infantería á la artillería, y los al­
tillería parecieren mas á propósito, de suerte que caides no lo estorben , por el inconveniente, que
por falta de artilleros no se deje de manejar en puede resultar de que estén vacas hasta que de
las ocasiones que se ofrecieren de enemigos, y lo estos reinos se envíen personas que las sirvan ; y
dispongan y ejecuten con el cuidado y diligencia si concurrieren soldados y ayudantes de artille­
que conviene; y si pora alentarlos mas fuere ne­ ros, sean preferidos los ayudantes, que fueren á
cesario dar algunos premios moderados á los que propósito para el ejercicio.
de nuevo se ocuparen en el, se les concedan, LE Y X X X III.
como no resulte inconveninte.
El emperador D. Carlos y el principe gobernador en
LEY XXX. Madrid á 21 de mayo de 1547. 1). Felipe 11 allí,
capítulo 19. *
D. Felipe II en Badajoz á 26 de agosto de 4580.
Que procuren que los artilleros sean buenas cris­
Que donde hubiere presidio haya terreno en que se tianos f y sin los defectos que por esta ley se de­
ejerciten los artilleros y soldados, y sea caporal clara.
el mas diestro.
Tengan los alcaides mucho cuidado de que
Por lo mucho que importa, que los soldados los artilleros y sus ayudantes vivan cristiana y
de los presidios y fortalezas esten tan diestros y templadamente, no sean blasfemos, cortos de
ejercitados, que' en cualquiera ocasión no solo vista, mancos, ni impedidos para el ejercicio, y
puedan resistirá los enemigos, sino castigarlos al que faltare en estas calidades, le despidan y
y deshacerlos, de suerte que queden escarmenta­ pongan otro en su lugar que sea suficiente, y los
dos, y no hagan daño en otras partes: Manda­ sueldos se paguen con cédula del alcaide, por
mos a los gobernadores y capitanes generales de donde conste que han servido y residido, v no
los puertos donde hubiere presidios y fortale­ de otra forma. 93
zas, y á los alcaides, que tengan mucho cuidado
de que en cada uno haya un terrero , donde de LEY X X X IV .
ordinario se ejerciten en tirar los artilleros y sol­ D« Felipe III en S. Lorenzo a 3 de setiembre de 16(1.
dados, dando premios á los que se aventajaren, D. Felipe 1Y eu Madrid á 25 de setiembre de 1623.
para qué se hagan diestros, y nombren al mas Que en los presidios haya carpinU ro y herrero ; y
hábil por caporal. siendo necesario armero , le nombre el capitán ge­
LEY X X X I. neral.
D. Felipe II allí, cap. 20. D /F e lip e JLV en Madrid á En todos los presidios haya carpintero y her-
25. de de julio de 1625:
rero, con el sueldo, quitación y ventaja que es­
Que proveyéndose artilleros en las fortalezas, el tuviere señalado’, y siendo necesario que haya
contador y veedor les asiente las plazas. armero , le nombre el gobernador y capitán ge-
neral, eligiendo un soldado práctico, con el suel­
Cuando en alguna fortaleza vacaren plazas do de una plaza sencilla, y resérvele de las guar­
de artilleros por muerte, ú otra cualquier causa, dias. b
el alcaide de ella las provea en personas hábiles Que el alcaide reparta los oficios de guerra, i¡
y suficientes, españoles, con intervención de nues­ señale puestos d los soldados, ley 4% it. 8 'Je
tro contador, y personas que io tuvieren á cargo este libro. 9
para que por nombramiento del alcaide los asien­ Que contra ¿a gente que dilinquiere, proceda
ten en el libro de la artillería, gastos y sueldos el alcaide conforme á justicia,, ley tit. 8
de los ministros de ella, porque el despedirlos y de este libio. 9
recibirlos, y todo lo demas, tocante á este mi­ Que los alcaides traten bien á los soldados, le y
nisterio, ha de <star á cargo de los alcaides de i3 , tit. 8 , de este libro. ’ J
las fortalezas, donde no hubiere proveídos capi­ Que si pareciere á los castellanos y alcaides
tanes de artillería. ( 4)*4 ejerciten d los soldados en andar á caballo
ley 14, tit. 8 , de este libro. 9
obligada la. corte á mandarla poblar y fortificar en Que los alcaides procuren que las pagas se ha­
real orden de 7 de mayo 1749 digna de verse. Esta’ gan en mano propia, y en la moneda del s¿-
cii el tit. l.° de órdenes de Lim a, fol. 174í taado, ley 18, tit. 8 , de este libro.
(4) Debe ademas notarse , que habiendo informa­ Que los sueldos se paguen en reales , y no en
do el Sr. Amat en vista de la de 69 la práctica que
habla encontrado en este vireinato de que estos au­ ropa, ni otro genero, ley 3 , tit. 12, de este
ditores sustanciasen y determinasen en primera ins­ libro.
tancia las causas de militares. S. M. en la de 72 Véase el titulo siguiente de las causas de sol­
aprueba esta práctica. dados.
5G Libro ni. Tlt. x.
Que los encomenderos no sean proveídos en ofi- j Que d los soldados de la compañía de los move-
cios, ni nombrados por capitanes fu era de J nos libres de Tierra-Firme, seles guarden
sus vecindades, ley 2 9 , tit. 9, lib. 6 . ' sus preeminencias, ley 11, tit. 5. tib. 7.

— inga | 0 - f g f -------

D e las causas de soldados.

LEY P R IM E R A . po que asi estavieren en arma, no conozcan


nuestras audiencias, alcaldesdel crimen , ni.otras
D. Felipe III en Madrid à 2 de diciembre de 1608.
En S. Lorenzo a 19 de julio de 1614. D. Felipe IV justicias ordinarias, de pleito civil ni causa crimi­
allí á 18 de lebrera de 1628. nal de ningún soldado hasta que cese el arma: y
en el conocimiento de las cosas, y causas en que
Q ue los víreles como capitanes generales conozcan los vireyes procedieren como capitanes generales
de Jas causas de soldados y los d e te rm in e n en to~ en segunda instancia para mayor satisfacio» de
das instancias con inhibición de las audiencias y las partes, demás de su asesor letrado, nombren
justicias . otro en los casos que les pareciere que no tiene
inconveniente , usando de la comisión y jurisdic­
Ordenamos y mandamos, qoe los vireyes ción, que como capitanes generales tienen, con la
como capitanes generales de las provincias del consideración y justificación que conviene,de for­
Perú y Nueva España, conozcan de todos los ma que sean castigados los delitos y escesos que
delitós^ casos y causas que en cualquiera forma se cometieren, conforme à justicia. ( I)
tocaren ú los capitanes, oficiales, capitanes de
artillería, artilleros y demás gente de guerra que
nos sirviere á sueldo en todas las dichas provin­
cias siendo convenidos como reos cada uno en (1) Véase la ley 7 9 , tit. 3 , lib. 3 , supra.
Jas que fueren de su distrito y vireinato: y el vi- Por real orden de 8 de abril de 91 se ha resuel­
rey del Perú conozca también de las causas de la to , que ningún individuo del cuerpo militar goce
gente del presidio de el puerto del Callao, y de deí fuero ínterin tenga aprobación , á menos que sea
la armada del mar del Sur, y de las compañías, en Esta caso de guerra.
ley esta'confirmada por dos reales cédulas,
que en la ciudad de lo> Reyes se levantaren para la una en Aranjuez á 1 ° de mayo de 1769 á folio
Chile y otras partes; y determinen lo que fuere 377, tomo 28. Y otra en Sao Lorenzo sí 25 de octu­
justicia en primera y segunda instancia. Y man­ bre de 1772 á folio 537 , tomo 4 0 , en que se pres­
damos, que nuestras reales audiencias, alcaldes cribe que no baya auditor general de guerra, si­
no solamente asesor de capitán geu eral, con quien
del Crimen, y otras cualesquier justicias no se se sustancien las primeras instancias: y en la segun­
entrometan en el conocimiento de estos casos y da se observe la ley á la letra, siendo facultativo á
causas por via de apelación, ni en otra cualquie­ los vireyes seguir esta práctica , ó con su asesor ge­
ra forma: y que lo mismo se guarde en los case* neral ó con otro ministro á quien haya de nombrar
criminales con los capitanes de caballos d infan­ en calidad de asesor, y de ninguna suerte de au­
teria nombrados para que sirvan en las ciudades ditor. Pero bien reconocidas y meditadas estas dos rea­
y puertos de aquella costa : y gobiernen las com­ les cédulas se debe concluir de ellas, que no serán,
pañías de los vecinos con sus alféreces, sargentos ni deberán llamarse auditores estos letrados que se
y otros oficiales. Y declaramos y mandamos, que nombren por los vireyes en virtud de las facultades*
cuando por haber nuevas de enemigos salieren que esta ley les concedía, ssi pai’a las primeras, co­
mo para las segundas instancias : pero nada de esto
los capitanes en campaña, ó en las ciudades en­ debe correr, no tener lugar en los que S. M. nom­
traren de guardia, por el tiempo que durare el bre y tiene nombrados de auditores de el Perú, quie­
hacer guardias, y estar con las armas en las ma­ nes tendrán todas las facultades que les designa el
nos esperando enemigos, se les han de guardar, tit. 8 , tratado 8 de la ordenanza de! ejército.
y guarden á todos los soldados, qoe estuvieren do En cédula de 31 de agosto de 1799 se ha deroga­
el fuero militar por causas de sublevación inten­
alistados en las dichas compañías, en todos los tada y sus incidencias.
casos y causas criminales, las mismas preeminen­ Aunque sea miliciano provincial., según la decla­
cias que á los demas que tienen y llevan sueldo ración de S M. de 26 de abril de 1703 , tomo 2 0 de
nuestro: y ios que en aquellos días sucedieren, las archivadas , fol. 226. Véase la ley 43 , tit. 15 , li­
bro 2.
de que comenzare á conocer el virey como capí- Por real orden de 13 de feb rero, de 8 6 , se
tan general, se han de seguir, y sigan y conti­ mandó que las milicias urbanas de América no g o ­
núen ante él hasta concluirlos y determinarlos en cen fuero militar cu otro tiempo que el que ésten en
primera y segunda instancia: y que por el tiem- actual servicio.
D e las causas ele soldados. 57.
L E Y II. excesos sean castigados conforme á justicia, (a)
D. Felipe III. en Aranjuez á 21 de abril de 1607. En LEY III.
Madrid i 2 ‘de diciembre de 160S. D. Felipe IV allí
á 5 de setiembre de 1624. D, Eelipe III en el Pnrdo á 17 de noviembre de 1607.
Que los presidentes capitanes generales de la E s­ En Lis boíl á 20 de jnlio de 1619.
pañola, Nuevo Reino, Tierra-Firma , Guatemala Que el capitán general j maestros de campo de
y Chile , conozcan de las causas de soldados , con Filipinas conozcan de las causas :riminaie$ de los
inhibición de las audiencias j justicias. soldados.
Por no estar declarado, que á los presidentes Ordenamos y mandamos , que los maestros
gobernadores y capitanes generales de la isla Es­ de campo de la gente de guerra, que sirve á
pañola, naevo reino de Granada, Tierra-Firm e, nuestro sueldo en las islas Filipinas, conozcan en
Guatemala y Chile loca el conocimiento de los primera instancia de todos los casos y causas cri­
pleitos y causas criminales de la gente de guer­ minales d militares, tocantes à Jos soldados or­
ra de las provincias, que gobiernan en nuestro dinarios, cuando se hubieren levantado y alista­
nombre, se pueden ofrecer alguñas competencias do para alguna facción m ilitar, y estuvieren con
de jurisdicción con las reales audiencias de sus las armas en las manos, siendo reos, y que las
distritos y otras justicias. Y para dar forma con­ apelaciones vayan ai gobernador y capitán gene­
veniente, y prevenir !o que se debe observa/, de­ r a l, para que las sentencie en este grado, con
claramos, que los dichos presidentes y goberna­ acuerdo de asesor , que sea de ciencia y concien­
dores como capitanes generales, cada uno en ¿u cia, conforme hallare por justicia, y conviniere
distrito han de conocer y determinar en primera á nuestro servicio, y que lo mismo se guarde res­
y segunda instancia de todos los pleitos, delitos, pecto de las causas chiles de la gente de milicia
casos y causas , que en cualquiera forma tocan á de Terrenate, por ser pocos los picilos de aquel
los castellanos, alcaides de ios castillos y fuer­ presidio; pero de todos ¡os demás casos y nego­
zas, capitanes, oficiales, soldados, capitanes de cios civiles de cuaiesquier soldados de todas aque­
artillería y artilleros, y á la demás gent<* de guer­ llas is as, escepto los de Terrenate, conozca la
ra que nos sirviere á sueldo, y se juntare para audiencia en la primera y segunda instancia, sin
cyalesquier descubrimientos y pacificaciones en que lo» maestros de campo , ni el gobernador y
aquellas provincias, siendo reos convenidos. Y capitán general se entrometan en ninguna cosa,
mandamos, que nuestras reales audiencias, ú en cualquiera de las dos instancias. Y declara­
Otras cualesquier justicias no se entrometan en mos y mandamos , que lo susodicho no se en­
conocer de estos pleitos, delitos, casos y causas tienda, ni practique sino solamente con los sol­
por vía de apelación, ni en otra forma, que Nos dados que actualmente llevaren sueldo, e hicie­
las inhibimos de su conocimiento: y que lo mis­ ren las'guardias , y siguieren bandera ordinaria­
mo se guarde con los capitanes de caballos y de mente, y no con los vecinos, que para las necesi­
infantería; nombrados para que sirvan en las dades ocurrentes sirvieren en la milicia: y que en
ciudades de las provincias, y gobiernen las com- cuanto á la jurisdicción de los castellanos y al­
pa nías de los vecinos, y con sus alféreces y sar­ caides se guarde la ley j de este título. (3)
gentos. Y es nuestra voluntad, que cuando por
haber nuevas de enemigos ú o»ras ocasianes, sa­
(2) Esta ley 2.a se ludia confirmada últimamen­
lieren Jos dichos capitanes en campaña, ó en las te jpor una real cédula del Pardo á 24 de enero de
ciudades entraren de guardia, que por el tiempo 1 7 /3 , á folio 452, tomo 4L dei gobierno de Lima, la
que durare el hacer guardias , y estar con las a r­ que se espidió despues de varios informes que se le
mas en las manos esperando enemigos, ñ yendo pidieron ul Sr. A in a t, y se estableció que no debe
al castigo de ellos, ó á alguna pacificación , sean haber en el reino de Chile mas Auditoría de Guerra
que la erigida en la capital , servida por el oidor de­
guardadas á todos los soldados que estuvieren alis­ cano de aquella audiencia sin sueldo ni ayuda de cos­
tados en las dichas compañías, en todos los plei­ ta por este eticaigo, sin perjuicio del que se le abona
tos y causas criminales las mismas preeminencias, por el estraordinario motivo de acompañar á los pre­
que à los demas que tienen y llevan nnestro suel­ sidentes en las visitas y parlamentos en que se hacia
do, y que los pleitos, casos y causas criminales que novedad Posteriormente se ha mandado guardar es­
ta ley en real orden de 20 de abril de 84 en lo res­
en aquellos dias sucedieren, de que comenzaren pectivo ú apelaciones, y debe tenerse presente, pues­
á conocer los capitanes generales, se sigan y con­ to que en esta parte deroga 3a cédula de 26 de fe­
tinuen ante ellos hasta concluirlos y determinar­ brero de 1782 en que se estableció el juzgado de ar­
los en primera y segunda instancia* y por el tiem­ tilleria; y en cuyo art 5 ° se reservaron las apela­
ciones de los comandantes al consejo de Guerra. Véa-.,
po que estuvieren en arma no han de conocer se dicha cédula en el tomo 2.° de los juzgados mi­
las audiencias, ni otras justicias ordinarias de litares par. 459.
pleito civil, ni causa criminal de ningún solda­ Debe tenerse presente que el Excmo. Sr. D. Am­
do, hasta que cese el arm a, con que por mas brosio O -iíiggins barón de Y allcnary, marques de
satisfacción de las partes para la determinación Osoruo , siendo presidente de Chile informó á S. M.
ia necesidad de separar la audiencia de aquel reino
de las dichas causas en la segunda instancia , de­ del oidor decano , y unirla á la asesoría ; y S. M. en
más del asesor letrado que tuvieren , nombren real orden de 51 de octubre de 1795 lo aprobó asi,
otro qae sea uno de los oidores de aquella au­ y se ejectó en aquel reino , siendo el asesor D. Ra­
diencia , donde presidieren los capitanes genera­ mon de Rozas.
le s, y con parecer de ambos determinen en se­ (5) A los auditores que sirven en ludías les
comprende la prohibición de casarse sin licencia, por
gunda instancia : y les encargamos , que en el real orden de lti de agosto de 73.
uso de esta facultad procedan con la considera­ En orden de 20 de abril de 1784 que se citó ar­
ción y justificación conveniente, y los delitos y riba en lo respectivo al recurso de segunda instau-
TOMO II. i5
58 Libro ni. Título xi.
LEY IV. LEY V.
1). Felipe III en Madrid á 2 de diciembre de 1608. D. Felipe IV en Madrid á 30 de marzo de 1635.
(¿uc los soldados prevenidos para alguna faccion%
(¿tic los gobernadores de Cartagena , Habana , Cu­
gocen del privilegio militar , esceplo en las causas
ba , La Florida , Puerto litro , Cuntoná , San'a
comenzadas antes de la espedidon.
Marta, Vcríemela , La Margarita, Honduras y
Yucatán, corno capitanes generales conozcan de Declaramos, que todos los soldados preveni­
causas de soldadas , y los tenientes nombrados por dos para alguna facción militar, deben gozar de
el consejo sean asesores. las preeminencias, que conceden nuestras leyes
y ordenanzas reales á los que actualmente están
Ordenamos, que los gobernadores y capita­ en la espedtcion , como ellos las gozan , excepto
nes generales de las ciudades y provincias de Car­ en los casos y causas que se hubieren comenzado
tagena, Habana, Cuba, la Florida, Puerto-Rico, antes, así civiles, como criminales.
Cumaná, Santa M arta, Venezuela, la Margari­
ta, Honduras y Yucatán, como capitanes genera­ LEY VI.
les conozcan de los pleitos, delitos y causas de la
gente de guerra de sus ciudades, islas y provin­
D. Felipe II allí á 3 de marzo de 1572. En S. Lorenzo1
á 20 de mayo de 1578, y á 3 de agosto de 1589. Don
cias, siendo reos y asimismo de todos los que to­ Felipe IV en Madrid ;i í.° de lebrero de 1644.
caren á los alcaides y castellanos, capitanes, sar­
Que el gobernador de Cartagena , ó su teniente , y
gentos mayores, oficiales, capitanes de artillería y
el alcalde mayor de Fera Cruz conoz :an de los de­
artilleros, y gente de guerra, que en las dichas
litos cometidos en tierra por la gente de las flo ­
ciudades y puertos están á sueldo, excepto en los tas y armadas.
contenidos en la ley 7 . de este título, y que nues­
tras audiencias reales no se entrometan eu su co­ Habiendo sido informado, que a! tiempo en
nocimiento por vía de apelación, ni en otra for­ que las ilotas y armadas surgen en los puertos de
ma. Y mandamos, que las apelaciones, que se in­ Cartagena y ia Vera r Cruz cometen los soldados,
terpusieren de las sentencias de los gobernado­ artilleros y marineros, que en ellas van, y saltan
res, capitanes generales, vengan á nuestra junta en tierra, graves delitos contra los que llevan man­
de guerra de Indias, y no sean otorgadas para tenimientos à aquellas ciudades, y á los que asis­
otro ningún tribunal, y que lo mismo se guarde ten en las estancias, y asimismo se resisten á
en los casos criminales con los capitanes de ca­ nuestras justicias con desacatos y palabras feas, y
ballos e infantería y sus alféreces , sargentos y hacen otros muchos excesos é insolencias dignos
otros oficiales, vecinos de las dichas ciudades, de gran castigo, y suplicado mandásemos proveer
puertos e islas. Y declaramos, que cuando por de el remedio necesario: Tuvimos por bien de
haber nuevas de enemigos, ú otras ocasiones, sa mandar, v mandamos, que cuando los dichos sol­
Üeren los dichos capitanes en campaña, ó entra dados, artilleros y marineros, fuera de la orde­
ren de guardia en las ciudades y puertos, por el nanza, cometieren eu tierra de las dichas provin­
tiempo que durare la guardia , y estuvieren con cias algunos delitos contra vecinos, ú otras per­
las armas eri las manos esperando enemigos ó sonas residentes en ellas, los gobernadores de Car­
yendo á castigarlos, se les han de guardar á lo­ tagena, ó sus tenientes, y los alcaldes mayores de
dos los sol liados de las dichas compañías, en lo­ la Vera Cruz hagan justicia sobre su contenido,
dos los casos y causas criminales, tas misma'» prce brevemente, oídas las parles, y los generales y ca­
niioencias que ¡i los demás, que e-tán alistados, bos de las ilotas y armadas se los entreguen; y
y gozan de nuestro sueldo en ia forma declara­ siendo delitos causados entre los mismos soldados,
da por las leyes de este titulo. artilleros y marineros, dejen el conocimiento de
ellos á sus generales , para que conforme á de­
El mismo allí sí 10 de febrero de 1603. recho los castiguen.
Y asimismo mandamo , que los tenientes le­ LEY VIL
trados de-los gobernadores referidos, siendo nom
brados y aprobados por nuestro consejo de Iridias, D. Felipe III en el Pardo á 20 de noviembre de 1606
En Aranjuez á 7 de mayo de 1616. En Madrid á 11
sean asesores en cuanto á las causas de la gente de de junio de 1617. D. Felipe IV allí á 30 de diciem­
guerra de los presidios, y de los demas de que bre de 1653 ; y á 9 d c junio de 1634. Véase la ley 0,
hubieren de conocer los capitanes generales, los de este título.
cuales y sus tenientes y justicias, en lo que toca Que de los negocios y causas entre soldados de los
a desarmar los soldados y sus causas, los juzguen castillos y fuertes *conozcan los castellanos y a l­
por leyes militares, y guarden sus preeminencias, caides en prjmera instancia.
procurando, que con la gente de la tierra no haya
escándalos, ni alborotos, y se conserven eu a mis Es nuestra voluntad, y ordenamos, que en los
tad y buena correspondencia, acudiendo todos á negocios y causas civiles y elimínales, que se
lo que fuere de su obligación. ofrecieren entre soldados, artilleros, y gente de
ios castillos y fuertes dentro de sus límites, ten­
da que previenen estas lev es, se ha repelido en
gan los castellanos y alcaides la primera instan­
ot:o de l.° de junio de 1799 decidiendo la competen­ cia, y en ella conozcan y determinen hasta ia sen­
cia cutre el coronel Yaldés de Tinta y el juez de di­ tencia difmitiva 5 y en los casos que hubiere lu­
funtos de) Cuzco. gar de derecho otorguen las apelaciones para ante
Fn esta cláusula tai vez se fundó la declaración los gobernadores capitanes generales.
de la audiencia que dio mérito á la cédula que Se ci­
ta al pie de la icy primen» de este título.
"De las causas de soldados. 59
LEY V IH . dieren, mandamos que la gobiernen con el res­
peto y atención que deben ai castellano del Morro
D. Felipe II en la Instrucción de 1581, cap. 11.
Que los capitanes prendan d los soldados f amisen LEY XI.
á los gobernadores. D. Felipe IV en S. Lo renzo á 15 de octubre de 1623.
Ordenamos, qae si algun soldado cometiere ■Que las rondas no desarmen soldados , y en caso
delito por que deba ser castigado, !c haga pren­ grave den cuenta al general.
der el capitán, y dé noticia al gobernador y ca­ En las rondas que nuestros ministros y justi*
pitán general, para que provea justicia. cías hicieren en puerto, ó parte donde haya pre­
LE Y IX . sidio, no desarmen á ningún soldado, que tuvie­
re plaza asentada en los libros; y si sucediere al­
D. Felipe IV en Rurgos á 19 de set etnbre de 1625, gun delito grave, en que convenga hacerlo, dén
D. Carlos II y la reina gobernadora. Véase U ley 50,
tit. 2 , Hb. 5. cuenta al gobernador y capitán general de la tierra
Que muriendo los gobernadores, las materias de LEY X II.
la guerra queden à cargo de los sargentos ma - El misino en Madrid á 30 de marzo d^-i633TD. Car
yares* Jos II y la reina gobenxidora.
Declaramos, que sucediendo morir el gober­ Que se guarde el estilo y costumbre en las com
nador y capitán general de cualquiera de los puer­ pras y conducciones de bastimentos y otras cosas
tos de nuestras Indias, en que haya presidio, las y en su conocimiento y ejecución.
materias de la guerra en mar y tierra queden y
estén á cargo del sargento mayor de la provincia, Mandamos, que por lo que toca á sacar y com­
en el ínterin que Nos enviamos á quien gobier­ prar mantenimientos,y otras cosas necesarias para
ne, ó nuestro virey , presidente, 6 audiencia, lo la gente de guerra, embar/rar carretas, caballos y
cual se entienda hq teniendo el sargento mayor navios en que las conducir y traginar: y si esto
cédula particular nuestra, para que sin embargo ha de correr solo por los presidentes, capitanes,
de la facultad, que los vireyes, ó presidentes tu­ generales, ó las audiencias han de intervenir en
vieren para nombrar en ínterin , los gobernado­ su disposición y ejecución , se guarde e! estilo y
res de sus distritos, faltando el gobernador, que­ costumbre: y asimismo en ruanto al comprar y
den á su cargo las materias militares y políticas, pagar los precios el cuarto menos del precio or­
dinatio.
hasta que por Nos se provea el gobierno: que las
dichas cédalas se han de guardar y cumpl.r como LEY X I fi.
en ellas estuviere declarado, ó se declare: y esta L . Felipe II en Madrid á 9 de julio de 1595.
ley se guarde donde no hubiéremos dado diferen­ Que el general del Callao de Luna no se entróme»
te y especial disposición. ta en negocios y goce de lo que esta ley dispone
LE Y X. El general del puerto del Callao, que en vir­
tud de nuestra facultad nombra e! virey de! Perú,
D. Felipe 111 en Ventosilla á 26 de setiembre de 1615.
D. Felipe IV en Madrid a 28 de jumo de 1624. A llí no se introduzga en el gobierno de aquel puerto,
á postrero de marzo de 16.>3 , y á 9 de setiembre ni en materias de justicias civiles 6 criminales,
de 1634. ni en mas de lo que por su conducta y leyes está
Que en caso de muerte ó ausencia del goberna­ permitido: y por orden de Ja justicia de él tome
dor de la Habana , las cosas de la guerra queden solamente lo que para su provisión hubiere me­
d cargo del castellano del Morro. nester, siendo preferido, y e! virey no consienta
que se contravenga á esta nuestra ley.
Nuestra voluntad es, que por muerte ó ausen-
cia dei gobernador y capitán genera! de la Isla de L E Y X IV .
Cuba y ciudad de la Habana, sea y quede á cargo D. Felipe IV en Madrid á 17 de noviembre de 1626.
del castellano del Morro todo lo que tocare á la
milicia; y que en los casos y cosas, que tocaren, Que el general d*.l Callao no impida la ejecución
ó fueren dependientes de ella, y no en inas, to­ á los ministros de justicia.
dos los oficiales y gente de guerra le obedezcan y Mandamos a! genera! del puerto del Callao,
guarden sus órdenes y mandatos, corno si fueran que los ministros de justicia enviados por la real
del gobernador y capitán general, sin contrave­ audiencia, y sala del crimen á hacer en él pri­
nir á ellos en ninguna forma, entretanto que Nos siones, ejecuciones, embargos, ú otras diligencias
n o ordenáremos y mandáremos otra cosa. Y por locantes á sus oficios, no pida que le muestren los
lo mucho que conviene que la ciudad esté con mandamientos, ni ponga ningún estorbo, ni em­
toda defensa , y el castillo del Morro dista de la barazo en ia ejecución; y que haciendo lo contra­
ciudad tanto, que una persona no puede acudir rio, se le haga cargo en su residencia por capí­
á una y otra parte con la presteza y diligencia tulo especial, y sea castigado con demostración.
que requieren las ocasiones de guerra, mayor­
mente si ia infestasen enemigos, y echasen gente LEY X V .
en tierra : Ordenarnos que en este caso, lubién El misino allí á 3 de setiembre de 1627.
dose retirado el castellano del Morro á su casti­
Que d los soldados no se imponga pena de azotes
llo, el sargento mayor de la dicha gente de guer­ ni vergüenza.
ra, siendo capitán de infantería, gobierne to de
afuera, al cual, y á los que en dicho cargo suce­ Ordenamos, que en imponer penas á los sol­
00 Libro ui T ítulo xi.
dados y gente de guerra se guarde el estilo y cos­ LEY Y VI!.
tumbre de la milicia, y que no sean condenados El mismo en Madrid a 31 de diciembre de 1642.
cu pena de azotes, ni vergüenza pública. Que los capitanes, oficiales y soldados puedan en
1.15 ¥ XVI. los contratos renunciar el fuero m ilitar»
D. Felipe ÍV cu la V era ú 25 de marzo de L620. Concedemos licencia y facultad á los capita­
Que los comprendidos en visitas da cajas jr deudores nes y soldados de la milicia y presidios de lascia*
á ellas ó d bienes de difuntos., no gocen de privi dades de Indias, para que puedan renunciar los fue*
legio militar. y esenciones militares que les pertenecen en los
Mandamos á los vireyes, presidentes y au ­ contratos, escrituras y obligaciones j y otros cua-
diencias, gobernadores, corregidores, -ale •Ides Icsqoicr negocios que hicieren y trataren, de suer­
mayores y ordinarios , y otros cualcsquier nues­ te que los interesados en ellos puedan seguir sus
tros jueces y justicias de las Indias, que si atgu causas cori toda igualdad, y por esta razón no se
ñas personas, vecinos, estantes ó habitantes en las íes ponga impedimento, ni embarazo.
ciudades de ellas, fueren comprehendidos en las Que contra la gente de la fortaleza, que delin­
visitas, que se hicieren de nuestras cajas reales, o quiere, proceda el alcaide conforme (i ju sti­
de bienes de difuntos, por lo principal y depen­ cia, ley 7, lít. 8, de este libro.
diente de ellas, y se prelendieren eximir de la Que el alcaide del Morro de la Habana tenga
jurisdicción del visitador de las cajas, alegando la jurisdicción que se declara, allí, ley 8 .
algunas eseucíones) otros privilegios militares, no Q*fe <;l gobernador y capitán general de la H a ­
los admitan, amparen, ni defiendan, sin, embar­ bana sentencie en revista las cansas de sol­
go do cualcsquier ocupaciones que tengan, y de dados, que espresa la ley 15, lit. 10, Ub. 5.
que hayan militado, y actualmente estén militan­ Véase la ley 9, del tit. I0, Ub. 5, sobre la
do y sirviendo cualcsquier plazas de justicia ó ejecución y apelación á las audiencias m
guerra, que Nos por la presente, para en cuanto causa r militares. (5)
á lo que á esto loca derogamos)' damos por nin­ veinte años Je servicio obtuviere su retiro con causa
gunos todos los privilegios y exenciones, que se legítima , goce el fuero militar como antes en recom­
pensa do sus m éritos, sin embargo de no bailarse
hubieren concedido ú los soldados y personas de prevenirla esta circunstancia en los reglamentos de
milicia, así por los señores reyes nuestros ante­ milicias de estos dominios.
cesores , y por Nos, como por los vireyes, gober­ (5) Que hoy no es necesaria esta renuncia de
nadores y capitanes gmcra’es de aquel las provin­ fuero para los casos de que habla esta le y , porque
cias, quedando en lodo lo demas en su fuerza y para ellos no tienen la! fuero los militares según el
artículo de la ordenanza <lcl año de 176?.
vigor. ( 4) Sobre los testamentos de los militares véase la
real orden de 5 de diciembre de 78 , que acompa­
( I) Por real orden de 2!) de abril de 17 / I que ñando una cédula espedida por el consejo de Guer­
osla á Col. l . i t , til. 11i, manda el ley por pinito ge­ ra permite hacer en papel simple estos testamentos
neral , que lodo sobl ido de milicias, que despues de en todo tiempo.

HBE53 E&¡ CÍ3EB & 3*JS m /5 $ ^


^ m i l ¡m i ¡ ^n
®a isa na osa \a39r

De los pagamentos, sueldos, ventajas y ayudas de costa.

L E Y P R IM E R A . los oficiales reales no las paguen de sus sueldos;


con apercibimiento de que se cobrará de sus ha­
I). Felipe U l en Madrid ;í 2 de marzo de 1615. Don ciendas lo que pagaren contra el tenor y forma
Felipe IV a 50 de agosto de 162/.
de esta nuestra ley'.
( ¿ li e (i los soldados se p a g u e cu tabla y m an o p r o ­ D. Felipe III en Madrid á 4 de febrero de 1614.
p ia , Y no sean a p re m ia d o s d reconocer deu d as,
n i s* pagu e el sueldo t¡ue. no estuviere servido. Y que no se libre sueldo á la gente de gue
ra, ni otra ninguna persona, no habiéndolo pri­
Mandamos à los vireyes, gobernadores y ca mero servido.
pítanos generales, y à los castellanos y alcaides
de los castillos y fortalezas y oficiales reales, que LEY SI.
intervinieren cu los pagamentos y socorros de la El mismo en Lerma à 27 de jumo de 1608.
gente de guerra, que les hagan pagar y paguen en
Que los pagamentos de ios presidios se hagan ca­
tabla y mano propia, guardando la forma conte­
da cualro meses.
nida cu las leyes que de esto tratan, y que si apre­
miaren á los soldados , que militaren debajo de Porque con la dilación de las pagas padecen
sus gobiernos, á que íeconozcan algunas deudas; necesidad los soldados, y contraen deudas, y núes-
De los pagamentos, sueldos y ventajas. 61
tra voluntad es, que reciban beneficio: Ordenamos, huidos, y ausentes sin licencia, perteneces nues­
que ios pagamentos de los presidios se hagan cada tra real hacienda, por haberlo perdido con su
cuatro meses. propio hecho, y los vireyes, gobernadores y capi­
LEY III. tanes generales no (o bagan pagar: con apercibi­
miento, de que se cobrará de sus bienes y ha­
Ei mismo en Sao Lorenzo n 18 de setiembre de 1018.
cienda: y los oficiales reales nos den aviso luego,
Que ios su el Jos se paguen en reales y no en ropa si se contraviniere h lo mandado.
ni otro género.
Los gobernadores y capitanes generales no
consientan, que los soldados sean pagados de sus D. Felipe III en San Lorenzo á l.° de noviembre
de 1609.
sueldos en ropa, mercaderías, ni deudas, toman­
do cesiones, ó créditos contra ellos, y hagan que Que los sueldos vencidos por soldados difuntos ab
se les de'n en reales .efectivos en mano propia, intestato , y sin heredero legitimo, se distribuyan en
de forma que Ies quede el sueldo vivo, y derecho hacer bien por sus almas.
para cobrarle. Y mandamos á los oficiales de núes* Lo que pareciere deberse á soldados, que hu­
tra rea! hacienda, que si asi no se ejecutare, no bieren muerto en nuestro servicio ab intestato, y
intervengan en las pagas de los sueldos; y hacien­ sin heredero legítimo, se distribuya en hacer bien
do lo contrario, aunque sea con cualquiera disi­ por sus almas, con acuerdo del gobernador y ca­
mulación, se procederá contra ellos á privación de pitán, general ó de su capitán á quien encargamos
oficio, y serán condenados en la pena del cuatro mucho el cuidado de esto, y entretanto que se
tanto.
averigüe si tienen herederos, se disponga luego del
■LEY IV . quinto por sus almas. b
D. Felipe IV en Madrid a 31 de diciembre de 4622-
D. C* ríos II y la reina gobernadora.
Que no se hagan tratos ni grangerias con las li­ D. Felipe 1 0 en Madrid á 45 de marzo de 1609.
branzas de sueldos, y los soldados los perciban por Que a los soldados de Tierra Fu me se descuenten
entero. dos ducados ai mas cuando salgan à reconocer la
Es nuestra voluntad poner remedio conve­ tierra.
niente al exceso introducido en comprar libran­ A cada uno de los soldados de Panamá y Por.
zas a los soldados, porque ha sucedido dar una de t obe lo, que según lo proveído por la ley 18 tít o
mil pesos por ciento de contado, y cobrarla el ce­ de este libro, han de salir cada año á reconocer
sonario luego por entero, llevando al que la ce­ la tierra por las bandas del Norte y Sur - se le
dió á la contaduría para recibir la paga, con que descuenten dos ducados al mes de sueldo por los
se desaniman los soldados, } de semejantes tra­ bastimentos que se Ies proveyeren para la jorna­
tos resulta grave peligro á la conciencia, y otros da. Y mandamos á los oficiales reales, que cum­
grandes inconvenientes. Y porque se debe aten­ plan lo que sobre esto les ordenare e) presidente
der ai remedio, mandamos 4 ios vireyes, gober­ y capitán general. r
nadores y capitanes generales, y á todos los de­
mas ministros de guerra y hacienda., que pongan
siempre muy grande y especial cuidado en que no El mismo en Guiniel á 4 de setiembre de 1604. j
se hagan estos tratos y grangerias, y que los sol­ Madrid a 5 de diciembre de 4606. D. Carlos II y
dados, y los Jemas, que deben cobrar sueldos, ios reina gobernadora. *
hayan y perciban por entero. Que los pagamentos se hagan en la cantidad
LEY V. conforme á las órdenes dadas.
D. Felipe 1X1 en el Pardo á 10 de noviembre de 1613-
Que los créditos se déa á los soldados, para que sueldos y ventajas, que por Nos estuvieren seña
libremente se valgan de ellos . lados en tonos los ejércitos, presidios, castillos <
fortalezas de las Indias, é Islas adyacentes á i-
Los gobernadores y capitanes generales de los caballería, infantería, artillería, y L ío s los dema‘
puertos y parles donde hubiere presidios, no pue­
dan dar, ni den sus créditos á los soldados, con ministros y oficiales preeisos para la conservador
y aumento de nuestras armas en mar y tierra s<
obl igacion de acudir con ellos á mercader cierto pague de nuestra real hacienda, ó consignado^
y señalado, y les dejen que libremente puedan señaladas, según se contiene en Jas cédulas or­
usar y valerse de loscs'cditos con los mercaderes, denes, capítulos de cartas y otros despachos, ha­
d personas que quisieren , ó mas comodidad les ciendo ios pagamentos conforme á las leyes di
hicieren en el precio y bondad de las mercade­ este l% o, de forma que la milicia pueda con ma<
rías; y los oficiales reales tengan muy particular comodidad y diligencia acudir á las ocasiones qm
cuidado en el cumplimiento de lo susodicho, y en se ofrecieren. 4
caso de contravención no se pase en cuenta.
¥ .ÏÍ V ir s '
D. Felipe IV en Madrid á 50 de agosto de 1627. IV r . i H i r ti tic UÜC
D. Carlos II y la rema gobernadora.
Que los sueldos vencidos por soldados huidos y au
Que a los soldados no se les cargue la ropa á m
sentes pertenecen á la real hacienda.
del costo principal.
Todo lo que se debiere de sueldos á soldados Por la ley ao, tít. 9, «1c esle libro está o
TOMO II.
16
62 Libro íii Título X II.
denado, que á los oficíales reales de Chile y otras ¡ do sirvan con mas aliento y esperanza dé quejes
partes no se admitan descuentos por razón de haremos merced.
mermas de la ropa , y otros generos, que se en­
viaren en los simados. Y Nos, deseando qüe los LEY X V .
soldados sean ayudados y favorecidos, ordenamos D. Felipe IV en Madrid ií 20 de octubre de 1627.
y maridamos á los oficiales de nuestra real haden* Que el gasto de tos soldados convocados en Tierra
da, que donde hubiere semejantes situados en ro Firme para las ocasiones sea pagado conforme á
¡>a, no se cargue á los soldados mas de la costa esta ley .
que tuviere, hasta llevarl.1 y ponerla donde se
les entregue, con que en estas co tas y gastos no Para la defensa necesaria de la provincia de
se comprehen la , ni descuenten fletes de navios, tierra-Firme en ocasiones de enemigos, se sue­
ni paga de la gente de ellos, llevándose en na­ len convocar y (raer soldados de Nata , tilla de
vios que naveguen por naeslra Cuenta; y si se lle­ los Santos, Veragua y Chepo, con que reforzar
vare en ios de particulares, paguen solamente los los puestos de mayor necesidad; y porque puede
fieles, que les tocaren y cupieren de ia ropa que suceder que en las cajas de nuestra real hacienda
se diere á los soldados» no haya cantidad suficiente para pagar el gasto
que con ellos se hiciere: Ordenamos al presiden,
LEY X I. te gobernador y eapitan general de aquella pro­
D. Felipe IV en Madrid rí 20 de julio de 162?. vincia, que dé las ordenes convenientes, para que
entretanto que la hay en nuestras reales cajas,
Que ú los capitanes de los presidios se les pueda snpla fa ciudad de Panamá desús repartimientos
pagar alojamiento, como no Sea de la real ha~ y sisas loque faltare, y luego que en la caja haya
cienda.
hacienda nuestra, dé satisfacción competente á
Los capitanes generales de los puertos pue­ los géneros de que se hubiere valido. Y manda­
dan dar y pagar alojamiento á los capitanes de mos á nuestros oficiales reales que cumplan la3
infantería española de los presidios, como no sea ordenes que sobre esto les diere ei capitán general
de nuestra rea! hacienda, ni exceda de lo que se
acostumbra. LEY X V I.
D. Felipe HJ en Ventosilla á 4 de noviem bre de
LEY X II. 1606.
1). Felipe IV en Madrid á 11 de in*yo de 1631, Que no se paguen plazas muertas, ni dén sueldos
Que d los capitanes de. presidios se guarde ia cos­ ni ayudas dé costa d capitanes ni oficiales de los
tumbre en pagar ios pages de rodela. pueblos.
A cada capitón de infantei ía se acostumbra Mandamos que en ninguna parte de las In­
pagar en todos los presidios de estos reinos un dias, donde hubiere milicia, se dén , ni paguen
page de rodé a. Y porque es justo, que se guarde plazas muertas á ningunas personas sin licencia
esta preeminencia á los de nuestras ludias, man nuestra; y asimismo prohibimos, qae seden ayu­
damos á los capitanes generales que la hagan guar­ das de costa, ni sueldos ii los capitanes, alféreces,
dar, como en semejantes presidios se acostumbra. y lodos ios demas oficiales de guerra que fueren
nombrados para ia gente de ios pueblos, y están*
LEY X III. do ocupados en alguna facción precisa, se guardo
la costumbre.
El mismo allí ¡i 11 de agosto de 1622.
Que los soldados del castillo de S. Matías de Car-
LEY X V II.
tdgena tengan parle en lo situado para pólvora y D. Felipe 111 en Madrid á 2 de marzo , y 21 da mayo
ventajas. de 1615. '

Ordenamos, que los soldados del castillo de Que a los sargentos mayores de Tierra Firme y
San Matías tengan parle en ios doscientos escu­ Tuerto Ihco se les dé posada en que visan.
dos situados á los presidios de Cartagena para Ordenamos al presidente y capitán general
pólvora, y asimismo en las ventajas ordinarias á de 1 ierra Firme, que haga dar posada y casa en
rata por cantidad. que viva al sargento mayor de aquella provincia,
LEY IIV , y que lo mismo haga el gobernador y capitán ge­
neral de Puerto-Rico con el sargento mayor de
D. Felipe 111 en Valladolid a 17 de marzo de 1605. aquel presidio.
Ü. Felipe IV en M.idríd á ¿tí de junio de 1621. iJon
Carlos 11 y la reina gobernadora. LEY X V Itl.
Que las ventajas Se repartan por relación y elec­ El mismo en el Pardo á 19 de noviembre de 1613.
ción de los alcaides y aprobación de ¿os capitanes Que los pífanos y tambores de ¡as compañías de
generales ■ las ciudades se paguen conforme à esta ley.
Es nuestra voluntati, que se guarde la cos­ A instancia de la ciudad de Cartagena, y
tumbre eu repartir las ventajas concedidas á los otras de las ludias se d^n patentes de capitanes
sotdados de presidios; y que se den por relación de infantería á algunos vecinos, que tienen á su
y elección de los alcaides de las fortalezas, y de cargo las compañías formadas de la gente de sus
ven ú los capitanes generales las listas de los sol distritos y forasteros, con que las ciudades les pa­
dados que las merecieren, para que con su apro­ guen los pífanos y tambores? Ordenamos, que la
bación sean pagados, y con este aumento desuel persona en cuyo poder entraren los propios, pa-
De los pagamentos sueldos y ventajas. 05
goe de ellos por ana vez lo que constaren las sus oficios, ni borren las plazas que les pare­
cajas y banderas, en caso que no las tengan los ciere estar mal asentadas, ó no servidas ai tiem.
capitanes nombrados; y en cuanto a! sueldo de los po délas muestras, porque esto pertenece a! vi-
tambores y pífanos, nuestra voluntad es, que haya rey ó gobernador, corno capitán general.
personas que sirvan en estos ministerios, y las ciu­
dades los concierten y paguen en mano propia , y L E Y X X II. .
los capitanes ó sus oficiales no intervengan en D. FelipeIII en Martin Muñoz á 27 de setiembre de
lo susodicho, ni entre en su poder e! sueldo. 1608.
Que el pagador de presidio no sea proveedor ni te­
LEY X IX . nedor de bastimentos.
F*hpo II en Madrid á 14 de inny.o de 1574. Don
Felipe l l i en Valladolid » 5Ò de juiio de 1604, y á Mandarnos que la persona que sirviere el
21 de maye de 1605. En Aranjuez á l.° d c mayo de oficio de proveedor: no tenga el de pagador , ni
1607. Don Felipe IV en Madrid á 30 de agosto de tenedor de bastimentos , por ser oficios incompa­
1627. tibles , sino que donde hubiere estos oficios se di­
los oficiales reales tengan memoria, de los vida el de proveedor, para que le sirva persona
sóida dos y sueldos, y se hallen á las H$tast mués- distinta, y asi se guarde, procurando , que por
tras y pagamentos. esto no se acreciente costa considerable à naes-
Mandamos á los oficiales de nuestra real ha­ tra rea! hacienda, y que los bastimentos y lo de­
cienda, que donde hubiere presidio ó gente de más que se comprare y distriboyere, sea con in­
gaerra, el contador y tesorero, ambos y cada uno tervención de nuestros oficiales reales, y que con
de por si? tengan listas y memorias conformes ella se hagan las pagas de la gente , como está
de la dicha gente y soldados de presidio ó gober­ ordenado.
nación que hubiere en las fortalezas, puertos o LEY X X IIS .
ciudades, y dé los que se despidieren y entraren D. Felipe IV en Madrid á 8 de agosto de 1621. Don
en su lugar, y de lo que hubieren de haber, y Carlos II y la reina gobernadora.
•recibiere cada uno de ellos, y que se puedan ha­ Que los soldados pasen m uestra , y sirvan con las
llar y hallen presentes en todas las muestras, armas de su obligación. -
listas y pagamentos que se hicieren de soldados
y gente de guarnición de los presidios y fuerzas, En algunos presidios de las Indias hay se­
y los gobernadores y sus oficiales no se lo impi­ ñaladas ventajas que repartir cada ario entre
dan, ni pongan estorbo en ningún caso. soldados que sirven con coseletes. Y porque al
tiempo de paser las muestras, conviene que es­
LEY XX. tos, y todos los demas se manifiesten con sus ar­
D. Felipe lie n Madrid tí29 de diciembre de 1593* mas: Ordenamos, que no se haga bueno el suel­
Qui los oficiales reales de Lima en el miento y do, ni pase ventaja á ningún , soldado, si no se
pagas de-la gente de mar y guerra guarden la presentare .con el coselete y armas, que es obli­
fo rm a de esta ley . gado , según la paga que gozare ; y en las guar­
dias, y todos los demás actos militares sirvan
Ordenamos á los oficiales de nuestra real con ellas, y si no lo hicieren asi no se les haga
hacienda de la ciudad de los Reyes, que para el bueno el sueldo, aunque a! tiempo de las mues­
buen orden, cuenta y razón eu la paga de la tras se presenten con las armase
gente de mar y guerra del puerto do! Callao,
y armada del mar del Sur, y ocasiones, que se LEY X X IV .
ofrecieren, formen y tengan libro de pliego D. Felipe III en Ventosilja á 2/ de setiembre de 1614
agujereado en que asienten la gente de mar y D. Felipe JV c,u Madrid á 28 de jimio de 1624. Y 31
guerra que nos sirviere de presidio eu aquel do marzo de 1632.
puerto eu tierra y mar, navios d galeras, ó para Que las muestras , pagas y socorros de la gente
cualquier jornada ó viagü, en ios puestos y plazas del Morro de la Habana se hagan dentro de él.
decapitaues, soldados, maestres, pilotos, marine­ LI castillo del Morro de la Habana debe es­
ros y buenas boyas, con declaración de sus nom­ tar siempre guarnecido con la mas gente de su
bres . padres y naturalezas, y senas de sus per­ dotación para las ocasiones que se puedan ofre­
sonas, sueldo que ganan, y desde el día que les cer , y que se hagan las guardias y centinelas con
comience á correr, y armando cuenta, con cada mucho cuidado. Y porque e! sacar la gente á la
uno , pongan el asiento por cabeza , prosiguien ciudad u otras partes, p3ra pasar muestra, y
do las libranzas y pagas que se les hicieren, por hacer las pagas y socorros tiene inconveniente,
certificaciones legítimas : con apercibimiento, ordenamos al gobernador y capitán genera!, y
que ¡as pagus hechas en otra forma no serán re­ a ios demás cabos y oficiales á cuyo cargo tene­
cibidas en data de sus cuentas. mos cometido este cuidado, que no permitan sa­
LEY XXL car la gente de guerra , y tomen las muestras
dentro del castillo, con asistencia de nuestros
D. Felipe IV en Madrid á 20 de febrero de 1630. oficiales reales, como son obligados.
Que los oficiales reales en las muestras de la gen­ LEY XXV.
te de guerra no borren plazas por su autoridad .
D. Felipe III en Lerma-á 27 de junio de 1608.
Los oficiales de nuestra real hacienda de los Que a los soldados no se lleven derechos por los
puertos y partes donde hubiere gente de guer­ pagamentos.
ra , no excedan de lo que les toca por razón de Ordenamos à nuestros oficiales reales y es-
G4 Libro in. Tit. xn.
críbanos de registros, que no lleven ninguna ningún cas/) à los soldados por las libran»? qu«
cantidad à los soM idos caando se hicieren los despacharen sobre los tesoreros de pagas ó so­
pagamentos , aunque digan que lo dan de su vo­ corros que se les hicieren, que asi es naçjtra
luntad , pena del cuatro tanto aplicado à los sol­ volunt ad.
dados interesados , y no estando presentes , á los
demas qac lo estuvieren, y asi se ejecute, ( i) Que ¡as ventajas se repartan entre solda*
dos ferarios de ¿os presidios , y no sean
LEY X X V I. despedidos sin justa causa , ley 24, tit. IÜ
de este libro.
D. Felipe II en Madrid á 30 de diciembre de 1588. Que el gobernador de Filipinas provea te­
Que de las libranzas de pagas ó socorros na se niente general de pintados , y se aprueba
lleven derechos. ¿7 reformación del sueldo, lev 41, tit. 2,
Ub. 3.
I j Os contadores no han de llevar derechos en
ií 26 de abril de 1705 , á folio 50 del tomo 4 , y á
(i )Como se ha de hacer el pagamento al situa­ folio 51 el modo con que lo pagó la junta , y «1 pro­
do cu este reino: véase la cédula fecha en Madrid yecto á folio 52. La Instrucción á folio 53.

— rrrrs»g^^gsgi

fíe los cosarios 7 y p ira ta s ? y etj)l¿eacion de las presas y trato


con estranger os.

LEY PR IM E R A ,
D. Felipe II en el Fardo á 28 de noviembre de 1500’
D. Felipe II en ¡S*n Lorenzo a 40 de setiembre de
D. Carlos II y la reina gobernadora.
1588. D. Carlos II y la reina gobernadora»
Que en ¡os puertos y carrean de Indias haya la Que las }ustieias den favor y ayuda O- ¡os capita­
prevención convenienle contra cosarios.
nes que fueren en seguimiento de cosarios á gente
Porque e! atrevimiento de los cosarios ha lle­ que haya deservido al Hey.
gado à tan grande exceso , que nos obliga á pro­
curar con especial cuidado ia defensa de los E.x conveniente á nuestro servicio y segan*
puertos , y carrera de Indias , y conviene que dad de los puertos y mares de las Indias, que
en tierra y mar se hagan las prevenciones nece­ los vireyes nombren y despachen capitanes y.ca­
sarias à su resistencia y castigo: Mandamos á bos en seguimiento de cosarios, y de otras gentjca
los vireyes y gobernadores en cuyos distritos que nos hayan deservido, y que pasando de unas
hubiere paertos y partee donde puedan surgir, provincias * otras, deban ser aprehendidos y
asi por la banda del ISorte como por la de) Sur, castigados. Y porque las jurisdicciones no se em­
que los procuren tenef apercibidos , y !a gente baracen , ordenamos y mandamos á los vireyes,
alistada en forma de prevención ordinaria, y presidentes, oidores, gobernadores, alcaldes .ma­
nos den aviso de lo que conviniere disponer en yores y justicias políticas y militares, que no se
orden á su mejor defensa. entrometan en conocer de las órdenes que lleva­
ren , ni contradecirlas, detener los navios, .nt
LEY II. hacer parecer ante si á las personas á cuyo car­
D. Felipe III en Lerma á 6 de julio de 1605. T en San go fueren estas facciones, ni quitar, ni nom­
Lorenzo á í.° de noviembre de 1608. D. Carlos II y brar otras en su lugar , y los den todo el favor
la reina gobernadora.
y ayuda que hubieren menester para cumplir lo
Que en los cosorios se rgecuten las penas estable­ que llevaren ordenado, y sí pidieren gente, ar­
cidas por derecho y estilo. mas, artilleria, y municiones, los provean de
Ordenamos y mandamos á los vireyes y jus­ todo en nuestro nombre.
ticias de las Indias, que sin disimulación , dis­
pensación, ni hacernos consulta, ni aguardar
nueva orden nuestra hagan justicia de todos los D. Femando V y doña Juana á 9 de agosto de 1513.
cosarios, y piratas, que pudieren ser presos en
Que se guarde esta orden en el repartimiento de
los mares, costas y puertos de aquellas provincias,
las presas.
desde las islas de (Canaria adelante, y ejecuten las
penas establecidas por derecho , y leyes de estos En el repartimiento de las presas, asi dees-
reinos de Castilla , y las que se han estilado clavos, como de otras cualesquier cosas, se guar­
en casos semejantes en sus personas y bienes. de esta orden. Si se aprendieren con armada eu
De los cosarios y piratas. 65
que Nos pusiéremos los navíosy y bastimentos, zas hubieren de cosarios, repartirán entre los
demas del quinto que nos pertenece, senos apli­ soldados y !a domas gente que se hallare en los
quen otras dos partes: la una en consideración reencuentros, como se acostumbra , procuran­
de los navios ; y !a otra por los bastimentos ; y do, que’ todos queden satisfechos ; y de los na­
si en compañía de la armada fueren navios de vios y artilleria hagan cargo á los oficiales de
particulares que hubieren puesto los bajeles y nuestra real hacienda para que lo tengan por
bastimentos, y ellos tomaren alguna presa, ha­ tal; y de los cosarios harán luego justicia, con­
bernos de percibir nuestro quinto , y por el fa­ forme á derecho.
vor yeompañía de las armas , se ha de repartir el
resto en toda !a gente de ella , como se haya
hecho en el mar, con las ventajas que se acos­ El mismo, y la princesa gobernadora en Valladolid
tumbra entre marineros ; y si fuere dentro en á 6 de jumo de 1556, y sí 6 de marzo de 1557. Don
la tierra, hade ser repartido todo igualmente, Felipe 111 alli á 6 de agosto de 1605. En Madrid á 22
excepto ia ventaja del capitán general en las co­ de diciembre de 1606. En Aranda á 24 de julio de
1610.
sas que se aprehendieren en la tierra, y sacado
nuestro quinto, se reparta lo demas entre la Que nadie contrate ni rescate en las Indias con
gente, como es costumbre. estrangeros ni cosarios.

LEY V. Ordenamos y mandamos, que todos los que


trataren y contrataren en las Indias, provincias
D. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado- y puertos de ellas con estrangeros de estos nues­
lid á 15 de diciembre de 1558. En el Escorial á 5 tros reinos de España, de cualquier nación que
de noviembre de 1570. En Madrid á 24 de marzo de
4596. 0 . Felipe III en Valladolid á 11 de marzo de sean , y cambiaren ó rescataren oro, plato, per­
1602. las, piedras, frutos, y otros coatesquier ge'neros
y mercaderías, ó les compraren ó rescataren las
Que el quinto de los presas que pertenece al Rey
sea para los generales de galeones y flotas , y las
presas que hubieren hecho , ó les vendieren bas­
que se recobt aren se vuelvan á los dueños. timentos, pertrechos, armas, ó municiones, y
se hallaren principalmente culpados en los di­
Hacemos merced y gracia á los generales de chos rescates, compras y ventas, incurran en
galeones y flotas de la carrera de Indias, del pena de la vida y perdimiento de bienes, y que
quinto que como à rey y señor natural nos per­ los gobernadores y capitanes generales de las pro­
tenece en las presas que los galeones ó flotas de vincias, islas y puertos, lo ejecuten inviolable­
su cargo , ó parte de ellas hicieren ó tomaren mente, y sin remisión con apercibimiento, que
á cosarios ó enemigos, con que las que se reco­ se procederá contra ¡os culpados por todo rigor
braren de navios en el viaje de las Indias, de ida de derecho. Y mandamos á nuestras audiencias
d vuelta, tomándose á cosarios ó enemigos, se reales, que no dispensen ni remitan, y ejecuten
vuelvan y entreguen enteramente à sus dueños, las dichas penas, por cuanto nuestra voluntad es,
à los cuales hacemos merced del derecho ó par­ que asi se guarde y cumpla, sin alteración ni di­
te qae á Nos perteneciere , por cualquier razón minución.
ó causa que haya para ello, y lo que se hubiere
de restituir entre en poder del pagador de ga­
El mismo en Burgos á 15 de agosto de 1605.
leones ó (Iotas por inventario, cuenta y razón,
el cual si se aprendieren , en tas costas de Es­ Que o los denunciadores de rescates se les de la
paña, !o ponga en la casa de contratación, don­ cuarta parte de lo denunciado.
de los dueños justifiquen, y habiéndolo hecho, À los denunciadores de tratos, contratos y
se les entregue por libranza y sin diminución. rescates con bajeles de enemigos en las Indias,
LEY VI. se les dé lo que montare la cuarta parte de todos
los bienes y hacienda de los rescatadores, hasta
D. Felipe II en el Escorial á 5 de noviembre de 1570. en la cantidad que cada uno hubiere denunciado,
En San Lorenzo á 29 de mayo do '1584.
y fuere confiscado para nuestra cámara.
Que si en las presas se hallaren bienes robados d
subditos del Iiey , se les entreguen luego. LEY X.
0 . Felipe III en Ventosifla á 50 de agosto de 1604.
Siempre que nuestras armadas, flotas o ga­
leras hicieren presas en las costas de las In­ Que los prelados eclesiásticos procedan contra los
dias de cosarios ò enemigos, si en ellas hubie­ clérigos y religiosos que contrataren y rescataren
re algunos bienes, y haciendas, de cualquier ca­ con estrangeros, enemigos y cosarios.
lidad quesean, robadas á súbditos v vasallos nues­ Rogamos y encargamos á los prelados ecle­
tros , ios generales ó capitanes que las hicieren; siásticos, que procedan con mucho rigor contra
entreguen todos los bienes y haciendas á cuyos los clérigos y religiosos que tuvieren tratos y con­
fueren , luego sin dilación, ni impedimento, de tratos, y hicieren rescates con los estrangeros,
la misma forma que los hubieren hallado. enemigos y cosarios, y los castiguen de forma que
LEY V IL con el ejemplo tengan remedio los daño que de
lo contrario resultan.
D. Felipe II en la inslrucion de 1581, cap. 54.
Que las presas de los fuertes se repartan entre ¡os LEY XI.
soldados, y los navios y artilleria sean del Rey. D. Felipe II en Aranjuez á 5 de junio de 1591.
Las presas que los alcaides de las fortale- Que los gobernadores de las grangerias de perlas
TOM J II. *7
6(> Libro n i . Tit. x h j .
pongan centinelas donde puedan dar aviso de los riendo en cualquier falta ó descuido, sean casti­
cosarios. gadas conforme á buena orden y preceptos de mi-
líela ; y el salario que hubieren de percibir sea
Anulen los cosarios con mucha frecuencia moderado y pagado, la mitad de nuestra real
donde hay pesquería de perlas, y conviene ocur­ hacienda , y la otra mitad repartida en la forma
rir ;í los daños y robos que pueden cometer; y que al gobernador y cabildo de la ciudad donde
para que no logren sus intentos, ordenamos que fuere la grangería pareciere.
los gobernadores á quien tocare la ranchería pon­
gan en los lugares mas eminentes de la costa una Que los mayordomos y canoeros no vayan al
b dos centinelas, que siempre atalayen y velen, hoslíal sin las armas que allí se refiere para
eligiendo el sitio donde han de estar, comose defenderse de los cosarios, ley 2íí, tit, 25,
íikme mudando la ranchería; y en descubriendo lib. 4.
cuoh'.squier navios ó barcos de enemigos, tengan Q te el gobernador de Cartagena haga salir las
obligación de avisar al pueblo, v los gobernado- • gala ras ó navios de su cargo á limpiar de co­
íes de visitarlas continuamente, para que íncur- * sarios las pesquerías, le y 48 , «///.

De los informes y relaciones de servicios, partes y calidades


de que se debe dar cuenta al Mey .

nidas en la ley i3 , til. 33 , lib. 2 , y las demas


i), l’cbpi: !U oii San Lorenzo ú 21 de abril de 1618, que de esto tratan cerca de la suficiencia, partes
c a p .1. y calidades de los sugetos que les parecieren dig­
Que los vire yes den cuenta al Rey de las malcrías
nos de prelacias y prebendas, con sus naturale­
de religión, gobierno, guerra y hacienda.
zas, edades y servicios, y si son legítimos ó no,
conforme á la ley 19 , lít. 6 lib. 1 , o' espulsos
Porque los vi reyes tienen obligación de dar­ de las religiones. Y ordenamos à los vireyes, pre­
nos muy especial cuenta del estado "genera! y par­ sidentes y gobernadores, que asimismo nos avisen
ticular de sus gobiernos como mas preeminentes' de la suficiencia y partes de los que deben ser
ministrot, para que tengamos individual noticia ocupados en empleos seculares, en que' ministe­
de las materias de su cargo y forma con que cum­ rios han servido, como han dado sus visitas y re­
plen nuestras, órdenes: Mandamos que ajustán­ sidencias , y de su vida y ejemplo, y satisfacción
dose ó las leyes que tratan de esta obligación, y de lo que se les hubiere encargado , y cuales de
se dirigen á los presidentes, audiencias y prela­ los que hubieren aprobado son difuntos, guardan­
dos, nos avisen continuamente en primer lugar do en todo lo que está resuelto por la ley 70,
de todo lo que locare á religión , culto divino y tit. 3 de este libro.
piedad; y en segundo, de lo tocante á gobierno
militar, político y de hacienda, proponiéndonos LEY IM,
las personas, que justamente pueden ser ocupa­ D. Felipe III en San Lorenzo a 21 de abril de 1618.
das en empleos eclesiásticos y de nuestro real ser­ D. Carlos 11 y la reina gobernadora.
vicio, y advirtiendo, que cuanto mavor es la Que se informe de los convenios y de sugetos re­
prerogativa de sus cargos, tanto mas será la fe ligiosos para ser proveídos en prelacias.
y credito que tendrán en nuestra confianza.
Ordenamos a' los vireyes, presidentes y go­
LEY II. bernadores, que nos avisen distinta y separada­
I). Felipe IV en Madrid a 22 de marzo de 1654 , 20 mente deí número de conventos de religiosos, que
<!« agosto de 1618, y 1.) do marzo de 1619, y l j de hay en cada provincia, de qué religiones, qué
abril de 1655. rentas gozan, qué fruto se consigue de su predi­
Que se dé cuenta al Rey de las vacan les eclesiás­ cación , y administración de sacramentos, qué
ticas y seculares , y de las personas beneméritas* sugetos tienen dignos de ser presentados en pre­
lacias, sus calidades, servicios y partes, qué ocu­
Cncargamos a los arzobispos, obispos y ca­ paciones han tenido en sus religiones, y la cuen­
bildos eclesiásticos en sede vacante, que nos den ta y satisfacción que han dado de ellas, y opi
aviso particular secreto y autentico de las prela­ riion de sus personas, aplicándose à este cuidado
cias, dignidades y prebendas que vacaren luego, con la atención que requiere; y si los religiosos
y sin omitir ninguna circunstancia de las conté- , conservan la paz y buena correspondencia, que
De los informes y relaciones de servicios. 67
deben tener con los de stx propio instituto ó los L E Y 'V I L
otros.
D. Felipe HI.cn S, Lorenzo á 21 de abril de 1618.
LEY IV .
Que los presidentes informen de los impedimentos
D. Felipe 111 en San Lorenzo-ú 21 de abril de. 1618. que para servir tuvieren algunos ministros .
Que los virey es informen del eslado de las. u n i­
Asimismo nos avisen si alguno de los oidores,
versidades y colegios»
alcaldes, fiscales ó relatores, contadores de cuen­
Para la doctrina y enseñanza de nuestra san­ tas, oficiales de nuestra real hacienda , ó minis­
ta fe católica, y facultades necesarias á la vida • tros perpetuos tuvieren tales impedimentos de en­
natural y política, hemos fundado las universida­ fermedades, vejez ú otros, que les estorben con­
des de Lima y Méjico, y está á cargo de los vi- tinuar en nuestro re.il servicio , y que resulte
reyes principalmente velar sobre su buen gobier­ daño ó perjuicio al bien público, ó à las partes
no, de forma que resalten los buenos efectos pa­ litigantes, ó tuvieren negocios, con ellos, y si
ra que se fundaron. Y porque Nos tengamos en­ convendrá jubilarlos, ó hacerles otra merced, pa­
tera noticia de su conservación y aummentó, o r­ ra que conforme á lo que cerca de esto nos avi­
denamos á Jos vireyes, que nos envien relación saren , proveamos lo que convenga.
muy particular en las ocasiones de armadas, de
las rentas que gozan, su distribución, calidad,
estado y fábrica: si los catedráticos de propiedad El mismo allí.
y temporales acuden á su obligación con la pun­ Que los presidentes informen de los letrados y abo­
tualidad que conviene, como se gobiernan los co­ gados de sus distritos, y de sus partes y calidades«
legios, y si los cursantes son regidos y gobernad-
dos, de suerte que aprovechen en las facultades También conviene que nos envien relación
que profesan, y en todo se guarden las consti­ los presidentes.de los letrados y abogados que hu­
tuciones. biere en el distrito, con particularidad y distin­
LEY V. ción de la edad, grados, estudios, vida, costum*
bres y temor de l)ios, anteponiendo la considera­
El mismo en Madrid á i.° de noviembre de 1607 , y ción de esto á todo lo demás: de dónde son na­
en San Lorenzo 24 de abril de 1618. turales , que calidad y nacimiento tienen, si han
Que los vireyes y presidentes informen sobre el pasado de estos reinos con licencia , qué tiempo
gobierno y administración de justicia de- his. a u ­ ha, si son casados, en el mismo distrito, qué deu­
diencias y vacantes de platas. dos tienen , en qué ejercicios de letras se han ocu­
pado, qué muestras han dado de sus personas,
Los vireyes y presidentes nos avisen en todas cuáles son eclesiásticos, qué órdenes han recibi­
ocasiones sobre el gobierno de las audiencias, y do, qué hacienda tienen, si son naturales de
qué plazas hubieren vacado,que sean de nuestra aquellas provincias, y descendientes de descubri­
provisión: si convendrá hacer nuevas ordenanzas, dores por linea paterna , ó materna , en que esta­
para la mejor administración de justicia civil y rán mas dignamente ocupados para mas servir á
crim inal, y las causas y. razones, que para esto Dios nuestro Señor , y á la causa pública, asi en
se ofrecieren; y también nos avisen si se guarda prebendas y ministerios eclesiásticos, como en
justicia á las viudas, y personas pobres y misera­ plazas de asiento , ú oficios temporales de admi­
bles, anteponiendo el despacho de sus pleitos y nistración de justicia.
causas íi los demas, como es justo.

El mismo allí.
El mismo alii. D. Felipe IV en Balsain á 25 do octu­
bre de 1621. Que los vireyes y capitanes generales informen de_
los sugetos idóneos para ocupar en la guerra.
Que los presidentes informen sobre los procedió
míenlos: de los ministros de las audiencias, y guar~ Los vireyes y capitanes generales, y Jas de­
den las leyes. mas personas á cuyo cargo estuviere la gucrr 3 ,
Ordenamos y mandamos á los presidentes, nos avisen de los sugetos que fueren mas idóneos
que nos informen si los ministros de nuestras para los ministerios y ocupaciones m ilitares, y
reales audiencias son dignos de ser acrecentados declarándonos sus naturalezas,.origen, edad, ser­
y promovidos á mayores puestos , y si dan buena vicios y ocasiones en que los han hecho, y resi­
dencia en las Indias, y cómo se han gobernado
cuenta de los que ejercen, declarando la edad,
partes, calidades y suficiencia , que cada uno tu­ en las ocupaciones que han tepido, para que Nos
viere, y como proceden en (a vida y costumbres les hagamos merced.
y ejercicios de sus oficios; y si fqere materia que LEY X,
requiera ejemplo para conservación de la paz, y
D. Feüpc 111 íillr.
administración de justicia, hagan información
con secreto, y la envíen al consejo, guardando Que los presidentes informen de los. sugetos. legos
lo ordenado por las leyes 3 8 , 3q y ¿ í tít. 3 de seculares.
este libro, y las demas que tratan de la forma en De los sugetos legos seculares de capa y es^-
que los vireyes, presidentes y ministros nos han pada, que fueren à propósito para gobiernos, cor­
de informar. regimientos y otros ministerios, no3 envien rela­
ción los presidentes, con noticia de su nacitnjen-
Gil Libro ui. Tít. xiv.
to, residencia en las Indias, ocupación en ofi­ noticia de la verdad: Mandamos á los vireyes, á
cios, cuenta que lian dado de ellos, descenden­ presidentes , que en todas ocasiones nos envien
cia de descubridores, y por que líneas, con todos muy particular, y puntual relación de todos los
los demas servicios , y si habiendo estarlo ocupa­ beneméritos, que pretenden gratificación desús
rlos han dado residencias, y en la determinación servicios hechos en la reducción, pacificación y
lian sido dados por libres, y declarados por bue­ conservación de aquellas provincias con las cali­
nos jueces. dades y circunstancias, que concurrieren en cada
L1CY XI. uno, y de los que hubieren «allá gratificado y pre­
Id mismo alii. ferido, en que' efectos, y la razón y justificación
Que. los vireyes y presidentes sepan ¿ informen de con que lo hubieren hecho, para que nos conste
el proceder de los gobernadores y corregidores. de la verdad y fundamento que tiene la queja
y agravio: y esta relación sea muy puntual , sin
Encargamos à los viceyes, presidentes, y atender á respetos ningunos de odio ni afición,
audiencias, que con mucho cuidado y vigilancia como la calidad é importancia de la materia re­
procuren informarse , y saber como proceden los quiere.
gobernadores, corregidores y alcaldes mayores,
pues aunque sus salariosson bastantes á alimen­ •*-*■-< J.3*. X. W•
tarlos, como no bastan á enriquecerlos , buscan D. Felipe III en S. Lorenzo á 21 de abril de .1618.
medios iIíc tos para juntar increíbles sumas y can­ Que los vireyes’jr presidentes informen si hay per -
tidades en perjuicio de nuestros vasallos, y de sonas que vivan con escándalo ó han hecho agra­
los pobres y miserables indios: y para que ten­ vios con mano poderosa.
gan comprobación de lo que conviene castigar, y Es muy de la obligación de los vireyes, pre­
remediar , usen de todo recato y cuidado en sa­ sidentes y gobernadores averiguar y saber, si
ber , y procurar con diligencia las ganancias de algunas personas, de cualquir estado, viven es­
los gobernadores, corregidores y alcaldes mayo- candalosamente, y procurar en todos la modestia,
res, y los grandes aprovechamientos con que sa­ recalo y buenas costumbres , que justamente de­
len : y cuando hallaren que crecen en la ganan­ ben tener. Y por ser materia de tal calidad, les
cia y aumento de hacienda, lo tendrán por bas­ ordenamos y mandamos, que nos avisen especial­
tante para la averiguación, y procederán al cas’, mente si hay quien con mano poderosa iiaya ex­
tigo, conforme à derecho, dándonos particular cedido, ó exceda en esto los límites de la razón,
cuenta y aviso de todo, y del tratamiento que ha­ y si ha hecho algun agravio de que no haya sido
cen , y forma en que administran justicia á los castigado, y la causa porque lo ha dejado de ser,
indios. y orden que se podrá dar para que las repúblicas
LEY 'XII. gocen toda quietud y sosiego.
El mimio alii.
Que ¡os presi denles informen de los corregimien­ LEY XV.
tos jr alca/dias mnjr ores, su provisión y estado de
El mismo allí.
sus distritos. Que los vireyes y presidentes informen del Ir ata­
Conviene que Nos tengamos relación particu­ miento y estado de los indios.
lar del número <Je gobiernos, corregimientos ó Entre las materias , que mas importan para
alcaldías mayores, que hay en el distrito de cada servicio de Dios nuestro S eñor, conservación y
audienca , y que los vireyos, y presidentes nos aumento de los estados de las Indias, es el am ­
la envien ; con distinción de los que son á pro­ paro y buen tratamiento de los indios, y que sean
visión nuestra , y los que proveen los vireyes, y bien gobernados, y mantenidos en paz y justi­
presidentes en nuestro nombre, y que informen cia , como vasallos de esta corona. Y reconocien­
si para el gobierno de los españoles, y conserva­ do lo que eonviene, que Nos tengamos muy par­
ción de los indios importa mudar de forma, y con ticular noticia de todo loque toca á su bien y pro­
especial cuidado si hay algunos vicios y pecados tección, ordenamos y mandamos, que los vireyes
públicos que averiguar y castigar, d otras cosas y presidentes procuren, que con toda puntualidad
de que debamos tener noticia , para poner e! re­ se ejecute lo que está prevenido, y mandado por
medio necesario. nuestras leyes reales, y en todas ocasiones nos en-
vien particular relación del tratamiento, que se
í). Felipe 11 en .Aranjuez á "¿0 ele marzo de 1596. hace á los indios, en que* parte Se aumentan , ó
disminuyen sus poblaciones, si están á cargo de
Que los tú ejes e/iacn relación de los i/ue prelen-
gobernadores, encomenderos y caciques, que tra­
dieren ser gratificados y de los <jue hubieren gra­
tificado.
tamiento reciben de los doctrineros, de que cau­
sas nace el aumento ó diminución , para que los
Deseamos nacer las mercedes y gratificaciones, buenos efectos se agradezcan, y remuneren á las
y repartir los oficios y aprovechamientos de las personas que los hubieren causado, y sean cas­
Indias en personas beneméritas, y que mejor nos tigados los que fueren ocasión del daño, pues
hayan servido , como se contiene'en las leyes del siendo los indios tan miserables y necesitados de
título 2 de este tibro.^ Y porque algunos vienen amparo y alivio, domas de tener descargada nues­
de aquellos a estos reinos á pedir que les haga­ tra conciencia en las de tales ministros, haremos
mos merced, representando agravios, y quejas castigo ejemplar en los que faltando á esta obli­
de los vireyes, y presidentes, por no haberlos ocu­ gación, les ocasionaren algun perjuicio en sus ha*
pado, y dado encomiendas, y oíres aprovecha­ ciendas, y servicios personales, donde y en la
mientos, y conviene, que Nos tengamos entera forma que por Nos se hubieren concedido.
Be los informes y relaciones de servicios 69
cajas principales de nuestra real hacienda, que en
LEY viencada tres arios á nuestro consejo relación, con
D. Felipe IV en Madrid á l . ° de octubre de 1626. grande puntualidad, de lodos los miembros de h a ­
Que se envíe relación de los oficios vendibles, su cienda, que tuviéremos en cada provincia de las
valor , poseedores y facultades, cuáles vacant y su de su cargo, ««presando por menor de que se com­
procedido. pone, y en que se distribuye y gasla; y donde
hubiere audiencia real, se haga con asistencia del
Los vireyes, audiencias y gobernadores nos
fiscal, y la firmen el presidente y oidores; y si no
avisen muy particularmente , que oficios vendi­ la hubiere, el gobernador, ó corregidor, guardan­
bles hay en sus jurisdicciones, lo que cada uno
do en todo lo dispuesto por la ley 1 6 , tít. 4 * lib. 8 .
vale, qué personas los poseen, si tienen conce­
dida algana gracia ó facultad , y en qué ferina, LEY XX. (
si los ejercen con algunos defectos contra lo dis­ El mismo a llí, ordeuanza 46. D. Felipe IV en Ma­
puesto y ordenado; y en todas las ocasiones de drid u & de noviembre de 1623 , y 21 de julio de
1625.
armada nos envien relación formada por anos de
los oficios que vacaren y se reunieren , poseedo­ Que los vireyes, presidentes, audiencias y goberna­
res que mudaren, y cantidad de dinero, que en­ dores envien rehicion de salarios y sueldos^ y valor
trare en nuestras reales cajas, procedido de este de repartimientos y novenos.
genero. Para efectos importantes á nuestro real servi­
cio conviene tener relaciones de los salarios, qae
se pagan en todas las ludias , así á los vireyes,
D. Felipe III en San Lorenzo á 24 de abril de 1618. presidentes, oidores, fiscales, alcaldes, y minis­
Véanse las leyes 55 , til. 5 de este libro , y la prime­ tros de las audiencias, como á los gobernadores,
ra tlt. 8 , lib. 8.
corregidores, alcaldes mayores, tribunales de cuen­
Que los vireyes y presidentes informen como po­ tas, y oficiales de nuestra real hacienda , ayudas
drá ser aumentada la real hacienda. de cosía, entretenimientos, y quitaciones; y á los
elesiásticos, y seculares, que cantidad tiene cada
Encargamos y mandamos a los vireyes, pre­ uno, y en que género de hacienda se paga, y la
sidentes y gobernadores, que comuniquen con los que se gasta , y distribuye cada ano entre la gen­
oficiales de nuestra real hacienda, y procuren te de mar y guerra, de las armadas y presidios;
descubrir algunos arbitrios y modos lícitos y jus­ y que sueldos se dan á los gobernadores, capita­
tos, con que pueda ser acrecentada, y si en la que nes, oficiales, y ministros, de forma, que estas
aí presente tenemos será bien poner mejor or­ relaciones comprehenhan á los que en cualquiera
den de la que se ha tenido y tiene para su co­ forma llevaren salario, y sean tan precisas y ajus­
branza , excusando los gastos, que les pareciere tadas, y con tanta claridad y distinción, como
superfluos, y admitiendo solamente los que fue­ conviene; y otras relaciones aparte de todos los
ren tan necesarios y forzosos, que sin ellos no se repartimientos de indios, que fueren á provisión
pueda pasar, ni conservar el gobierno público, y de nuestros vireyes, ó gobernadores, así de los
de lo que resultare nos den cuenta muy parti­ que estuvieren incorporados en nuestra corona
cular. ( i) real, como encomendados à particulares, en cuan­
LEY XVIÍL to esta' tasado cada uno, y lo que rentan y valen,
D. Felipe IV en Madrid á 11 de julio de 1625. y en qué, y como pagan los indios sus tributos,
Que los oficiales reales envien relación de las can­ si es en plata, ó en especie, y lo que gozan los
tidades y situaciones que pagan en sus cajas. encomenderos despues de pagadas las costas de
corregidor, doctrina, y las demas cargas, y qué
Ordenamos que los oficiales reales nos envíen personas las poseen, y en que vidas es'.á á cada
relación por menor de todas las cantidades, que □na; y de lo que rentan y valen en cada un afio
de nuestra real hacienda se pagan à los arzobis­ los novenos que nos pertenecen en las Iglesias;
pos, obispos, dignidades, canónigos, prebenda­ las mercedes, que asi en lo eclesiástico como en
dos, beneficiados, doctrineros, pensionarios y lo temporal están hechas de cincuenta arios á esta
otros, que perciben estipendios, porque los fru­ parte; y qué rentas, y consignaciones se pagan en
tos y emolumentos no alcanzan á su congrua sus­ nuestras cajas reales, y á qué personas, y desde
tentación; y también nos la envien de todo io que qué tiempo, y las que están hecíias con calidad
se paga a gobernadores, corregidores y ministros de enterarlas en repartimientos de indios; y lo
de justicia y guerra, que nos sirven en las Indias, que han montado los tercios, que se pagan de to­
y á otras cualesquier personas eclesiásticas ó se­ das las encomiendas, que se han dado con esta
culares, con espresion del motivo, causa ó res­ obligación, y de todo aquello que tocare, y per­
peto por que se les paga teneciere á nuestra real hacienda. Por io cual
LEY mandamos á los vireyes, audiencias y gobernado,
res, que hechas las dichas relaciones, con toda
D. Felipe II ordenanza 76 de Audiencias. En Toledo puntualidad nos las envien.
á 25 de mayo de 4596.
LEY XXL
Que tos oficiales reales envíen relación de la real
hacienda. D. Felipe III en S. Lorenzo á 24 de abril de 1618’
Que los arzobispos y obispos 'avisen al Rey del
Mandamos á los oficiales reales de todas las tiempo en que hubieren tomado posesión de sus
iglesias , y si han residido.
(1) Véase el art. 232 de la ordenanza de Inten­
Ptogamos y encargamos á los arzobispos y
dentes.
TOMO ir. 18
70 Libro ni. Ti'tulo xiv.
obispos de las Indias, que nos avisen de! tiempo j tas cofradías y hermandades hay,, su advocación
que hubieren tomado la posesión
en one igle I é instituto, y para que ministerios: y si de estas
nosesion de sus míe-
sias , y si conforme á Jos sagrados cánones y obras de caridad y cristiana devoción resulta apro­
Concilios lian residido en ellas, y si han hecho vechamiento en los fieles para mayor servicio de
algunas ausencias, á que partes y lugares han Dios- nuestro señor, y en qué se podrán mejorar,
sido, y con que causa y licencia y si hay algo que reformar.
M iY X X II. L E Y X X V I.
I). I'elipc IV en Madrid á í l de julio de 1625. D. Felipe III allí.
Que los prelados envíen relación de sus rentas y Que los prelados informe n de el número de per so—
los de sus iglesias y curatos. nas> doctrinas y parroquias de sus disiritos.
Luego que los prelados tomen posesión, for­ Rogamos à los prelados que tengan listas y
men una relación de !o que montan las rentas y memorias de los lugares, y doctrinas, parroquias
i rutos, que deben percibir, y de todos ios demas y pilas bautismales de sus diócesis, y les encar­
emolumentos anejos á la dignidad; y asimismo de gamos que nos avisen de todos los que son, y à
lo que montan los de sus Iglesias, curatos y doc­ qué distancia, si la tierra es llana, montuosa , ó
trinas, y en la primera ocasión nos la remitan de serranía, á qué número de almas se adminis­
por duplicado. tran, y con cuanta puntualidad los Santos Sacra­
LEY X X III. mentos, con distinción de españoles, é indios,
cuantos, y cuales son los curas y doctrineros, y
D. Felipe IÏI en S, Lorenzo á»24’ de abril de 1618. con que presentaciones, si son clérigos, ó religio­
Que los prelados informen si han visitado sus dió­ sos, de que ordenes y edad , que tiempo ha°que
cesis y los efectos <¡ite hubieren resultado . sirven, y.si es con la diligencia, virtud, modestia,
recogimiento, y buen ejemplo, à que son obliga­
'*r ’’ Los prelados nos avisen en todas: las ocasio­ dos, ó si faltan en algo, y particularmente en la
nes si bao visitado los lugares y doctrinas de sus cuenta y cuidado, que tienen con la enseñanza,
diócesis por sus personas, administrando, ios San­ doctrina, y educación de los indios, y si les hacen
tos Sacramentos á'/sus feligreses, y especialmen­ buenos tratamientos, ó molestan a que los sir­
te el de la confirmación; y en caso que la hayan van, faltando á lo que está dispuesto y ordenado
visitado, ó alguna parte por sus personas, d las y si convendrá poner remedio en algunas desór­
de sus v. si laderos, nos avisen con especialidad de denes y y cual será tan ehcaz, que se consiga sa
lo que hubiere resultado en cuanto á reformación bien y conservación, pues, para administrar á gen­
y enmienda de cosí umbres, y á todo lo demas de te tan. miserable, es dç suma importancia qne los
su ob'igacion , dispuesto poF derecho canónico, caras sean personas, que.atiendan con mucho celo
concibo Tr id en lino, y sínodos provinciales, como al servicio de-Dios., y provecho de sus próximos.,
lo tenemos exhortado por las leyes de el tit. 7 , sobre que á todos encargamos las conciencias; y
y lib. 1 . entretanto que los prelados nos avisan de lo que
M 5Y X X IV . se debe proveer y remediar, acudirán por su par­
El mismo en Madrid a 8 de marzo de 1619. te con los medios, que les parecieren mas conve­
nientes.
Que los prelados y sede vacantes envien copia, de
las constituciones, ordenanzas y autos de gobierno,
de sus iglesias.. El mismo en el Pardo á 11 de diciembre de 1615.
Con mucho cuidado deben los prelados y ca. Que los prelados eclesiásticos no procedan con cen­
Lildos eclesiásticos sede vacantes atender à lo que suras contra las justicias reales, que hicieren dili­
por INos les está encargado por la ley 24- lít. 1 . gencias en averiguar los agravios de los indios
lib. 2 . sobre que envicu á nuestro consejo copias aunque resulten contra eclesiásticos.
auténticas de las ordenanzas, autos, y acuerdos de Porque nuestras justicias reales en ejecución
gobierno, usos y costumbres con que se practi­ de lo que tenemos ordenado cerca del amparo y
can, para que ^Nos tengamos en todas materias las protección de los indios, hacen informaciones para
noticias convenientes á la dirección del gobierno: averiguar, saber y darnos cuenta de las personas
ilogamos y encargamos que así se haga, sin omi­ que los agravian , imponiéndoles contribuciones
tir diligencia, que tanto importa. de dinero, especies y servicios personales, y dé
ellas suelen resultar culpados los ministros, y otros
LEY eclesiásticos que los deben doctrinar, / adminis­
El mismo en S. Lorenzo á 21 de abril de 1618. trar los Santos Sacramentos, y dar buen ejemplo:
Que los prelados informen de los hospitales y co­ y porque nuestra voluntad es, que se les guarden
fradías de sus distritos.« sus esenciones y privilegios, y las justicias reales
no procedan á actuar, ni procesar contra eclesiásr
Encargamos á tos prelados que nos avisen ticos, y los indios sean bien tratados, y np reci­
cuantos hospitales hay en sus diócesis, de que ad­ ban injuria, aplicando el remedio, que como á su
vocación, en que lugares están fundados, que ren­ Rey y señor natural nos pertenece: Rogamos y
tas tienen de limosnas temporales , ó perpetuas, encargamos à los‘ prelados seculares y regulares,
que enfermedades se curan en cada uno, si son de que con mucha atención y particular cuidado am­
hombres, ó de mugeres, en que cuartos, ó forma paren y defiendan á los indios, y no permitan que.
están dividos, y lo demas que pareciere conve­ sus súbditos les hagan tales agravios en sus per­
niente á nuestra noticia; y asimismo cuales y cuan- sonas y bienes, ni procedan con censuras contra
De los informes y relaciones ile servicios. 7 1
nuestras justicias reales, pues estas diligencias se puede mudarse el primer estado y estimación de
hacen solamente para que Nos tengamos noticia las personas de cuyos servicios y buenas partes
de lo que se debe remediar, por los medios que nos hubieren dado cuenta los vireyes, presiden­
el derecho permite, (a) tes y prelados, de forma que si á los principios
tuvieran noticia de ellas no los propusieran: y pa­
ra que la tengamos de esta diferencia, advertimos
D. Felipe III en San Lorenzo á 24 de abril de 1618.
y encargamos, que si á los propuestos y aproba­
D. Carlos 11 y la reina gobernadora. dos sucediere algun caso particular, que los haga
indignos de la primera aprobación , los vireyes.
Que los prelados informen de los predicadores, y si presidentes y prelados nos avisen luego de todo
acuden á su ministerio. lo que se les ofreciere, poniendo el cuidado y con­
Deben los prelados ser muy cuidadosos en la sideración en solo el servicio de Dios nuestro se­
predicación de la palabra de Dios, exhortación a ñor, rectitud desús conciencias, y dirección al
so santo servicio, y provecho de las almas, pro­ acierto en las provisiones, para que las consigan
curando con grande atención que cesen los peca­ los mas dignos y virtuosos. (3)
dos, y especialmente públicos y escandalosos pro­ LEY X X X II.
cediendo en esto con la prudencia, y advertencia
D. Felipe IV en Madrid a' 16 de diciembre de 1628,
de derecho. Y Nos les rogamos y encargamos, que y 23 de noviembre de 1651.
nos avisen del número de predicadores seculares
y regulares, que ejercen este ministerio en sus dis Que los vireyes antes de acabar los gobiernos re­
tritos, y con cuanto aprovechamiento en la vir­ mitan relación de las materias graves ; y no lo
tud, y reformación de costumbres. haciendo, no sean pagados del último ano de sus
gagos.
LEY X I I I - Mandamos á los vireyes, que antes de fene­
El mismo allí. cido el tiempo de sus gobiernos, nos avisen del
Que de los informes se envíen duplicados hasta sa• estado en que dejaren las materias de su cargo,
ber que se han recibido y de todas nos envien relaciones distintas por dia ­
rios, de los negocios graves que hubieren sucedi­
Todos los informes y relaciones de los prela­ do, si quedan resueltos y acabados, y cuales no se
dos eclesiálicos y ministros seculares vengan por hubieren concluido. Y porque no se omita dili­
duplicado, y en las ocasiones de armadas lo con­ gencia de tanta importancia á nuestro real servi­
tinúen hasta que tengan aviso del recibo. cio y gobierno público, los oficiales de nuestra
real hacienda no paguen á los vireyes el sueldo
y salario del último año, si no Ies constare que han
D. Felipe l í allí á 25 de junio.de 1578. cumplido con el tenor de esta ley; y para que
Que se ensien los papeles tocantes á historia. esta relación sea secreta, los vireyes Ies entreguen
un duplicado de ella, cerrado y sellado, y en el so •
Para que se pueda proseguir la historia ge­ bre escrito digan como es duplicado de la que nos
neral de las Indias con el fundamento de verdad, remiten, para que nos le envíen; y hecho esto les
y noticia universal de los casos, y sucesos dignos paguen el salario por entero, y no de otra forma.
de memoria: Mandamos á los vireyes, audiencias
y gobernadores, que hagan ver y reconocer los LEY X X X III.
archivos y papeles que tuvieren por personas in­
JD. Felipe III en S. Lorenzo á 24 de abril de 16 L8.
teligentes; y los que tocaren á historia, asi en ma­ í). Carlos II y la reina gobernadora.
terias de.gobierno, como de guerra, descubrimien­
tos y cosas señaladas, que en sus distritos hubie­ Que generalmente se avise al Rey de todo lo que
ren sucedido, nos envien originales, ó copias au­ convenga.
ténticas, dirigidas al consejo de Indias. Encargamos á los prelados y ministros ecle­
siásticos, y mandamos á los vireyes, presidentes,
.LEY X X X I . oidores y justicias de las Indias, que sin esperar
D. Felipe'III allí à 24 <lc abril de 1618. D. Felipe IV nueva orden nos avisen de todo lo que conviene
en Madrid á 22 de marzo de 1654. que llegue á nuestra noticia, aunque no sea de
Que los vireyes, presidentes y prelados avisen si los casos comprehendidos en las leyes de este tí­
los propuestos mudaren de estado y estimación , tulo y Pvecopilacion; y si tuvieren avise del reci­
bo, y no se ofreciere novedad de importancia á
Por varios accidentes que; suelen sobrevenir la materia principal de que se trata, añadir, 6
vicios, enfermedades, encuentros y escándalos,2 reformar alguna calidad , ó circunstancia , no lo
dupliquen.
(2) Sin embargo de lo _que declara esta ley so­ Q u e ninguno se a p ro v e íd o sin te stim o n io d e la
bre el objeto verdadero de estas actuaciones, debe re sid e n c ia a n te c e d e n te , \j e sto se d e c ia r e en
tenerse presente que siendo lo mismo lo que dispo­ lo s p a r e c e r e s , l e y 6 , iit. 2 d e e s te lib ro .
nía !a ordenanza de 20 de febrero de 1684 hecha por
el duque de la Palata en el art. 25 , fueron tan re­
petidos los recursos de los eclesiásticos de Charcas (3) Para cuando sucediere el caso de esta ley en
contra estas informaciones, que 'S. M. tuvo á bien alguno propuesto para canongías, debe tenerse pre­
mandar suspender dicha ordenanza en cuantoá ellas sente lo especialmente prevenido en cédula de 20 de
por cédula de 5 de diciembre de 1758 , qxie está á junio de i / 5 6 , que está en el tomo 5.° de cédulas de
folio 295 , til - 5 de cédulas de Lima. Véase la ley 75, Lima.
til. 1 4 , libro primero y sus notas. Véase la le y 24, tit, 5 , lib. o.
72

D e la s p reced en cia s, ceremonias y cortesías.

LEY P R IM E R A . i dado, que los vireyes no sean recibidos con pa-


I lio en las ciudades, villas y lugares de sus distri.
D. Felipe III en Lerma á 11 de setiembre de 1610.
D. Carlos II y Ja reina gobernadora. tos. Y porque los arzobispos, y obispos preten­
den, que las ciudades, y cabildos eclesiásticos
Que los vireyes usen de sitial en las iglesias y / « - ios reciban con palio cuando entran á tomar la
gares donde asistieren. posesión de sus iglesias, y esta es ceremonia,
Ordenamos y encargamos , que ios vi reyes que solo se hace con nuestra persona reai , y no
usen de sitial en las iglesias y lugares en que usada con los prelados de estos reinos de Cas­
concurrieren y asistieren, como siempre lo han tilla: Ordenamos y mandamos qae la dicha ley
usado, sin hacer novedad , y los oidores y mi­ se guarde y cumpla, y no se permita que ningún
nistros que tienen asiento en las audiencias de prelado , de cualquier dignidad que sea , entre ni
Lima y Méjico, se asienten en todos los actos sea recibido con palio. ( 3 )
públicos, concurriendo con Tos vireyes, en la o r­
LEY V.
den y forma dispuesta por las leyes, que de esto
tratan, ( i ) D. Felipe III en Valí ¡ido lid á 4 de agosto de 1603.
En Araujucz á 20 de mayo de 1618. D. Felipe IV
LEY II. en Madrid á 16 de enero de 1627.
O. Felipe II eu S. Lorenzo a' 22 de de julio de 1595, Que los vireyes, presidentes y oidores acudan a sus
cap. 71 de Instrucción. En Aranjuez á 20 de marzo
de 1596, cap 17.
fiestas de tabla con puntualidad.

Que los oireyes no pongan en los guiones mas que Cuando los vireyes, presidentes, y oidores
¡as armas reales» hubieren de ir á Jas iglesias á asistir à la cele­
bridad de algunas fiestas de tabla , procuren que
Mandamos á los vireyes , que en los guiones sea á horas competentes, y gobernarlas de mo­
no pongan m asque nuestras armas reales, ni do que no causen retardación á los divinos ofi-
usen de las suyas propias, ni otras ningunas en cios, y tengan cuidado de ser muy puntuales,
actos, y concursos, como vireyes, presidentes, j y que no les esperen, y si algun impedimento
gobernadores , ó capitanes generales. se ofreciere, avisarán con tiempo á los prelados»
LEY III. ó cabildos ec!esiásticos.(4 )
D. Felipe III en Venlusilla á 17 de octubre de 1614. LEY V I.
En Aliñada á primero de junio de 1619.
D. Felipe II á 15 de mayo de 1579. D. Felipe .III
Que los arzobispos y obispos puedan poner sitial, en el Fardo á 3 de noviembre de 1618. D. Felipe IV
si estuviere en costumbre, y dosel, aunque esté el en Madrid á 11 de junio de 1621.
virey presente.
Que los oidores, alcaldes, fiscales y ministros que
Todas las veces que el virey, presidente y tienen asiento con la audiencia, acompañen á los
audiencia asistieren en la iglesia , y concurriere vireyes y presidentes, / en qué casos.
el ar?obispo, lí obispo, teniendo el virey, ó pre­ Ordenamos , que los oidores, alcaldes , y fis­
sidente sitial, también le tenga e! prelado, si cales , y los demas ministros, que tienen asien­
hubiere costumbre, en que no se hade hacer to en el cuerpo de la audiencia, acompañen à
novedad, y pueda el prelado tener dosel en misa al virey, ó presidente los primeros dias de
la iglesia, en la forma y tiempo que ordena y las tres Pascuas, y ios de Corpas C hristi, Asun­
manda el ceremonial romano , aunque el virey ción de nuestra Señora, y Advocación de la
se halle presente. ( 2 ) iglesia mayor , y en las demas ocasiones en qae

El mismo en Valladolid á 29 de agosto de 1608. Y (5) Por cédula de 26 de octubre de 93 , se decla­


en Yentosilla á 17 de octubre cíe 1614. ró que el obispo de Popayan despues que fue cum­
plimentado á nombre del gobernador de Antiochia,
Que ningún prelado sea recibido con palio.
debió pasar inmediatamente á visitarle , y debe te ­
Por la ley 19, tít. 3 de este libro está man-*2 nerse presente esta cédula en las entradas de obispos.
Un arzobispo do Lima hacia que sus lacayos y
cocheros fueseu descubiertos , y se le notó en cédu­
(M) Véase la instrucción de regimientos sobre el la de 2 de diciembre de 1 6 8 5 , mandándole que no
ceremonial que se debe usar con estos magistrados hiciese cu adelante esto, que no liabia ocurrido á
croados mucho despues de estas leyes, prelado alguno en Castilla.
(2) Sobre esta ley véase á Villarroel, partida 2.a, (4) Cédula dada en Madrid para esta audiencia á
cuestión 12 , art. 2 ,u 26 de abril de 1703 á folio ‘44 , tomo 2.°
B e las precedencias v ceremonias. 7o
se celebrare fiesta de tabla, y fueren convoca­ dado , ó el capellán de la audiencia , guardando
dos para otro cualquier acompañamiento, y el en esto la costumbre, sin hacer novedad de lo
oidor mas antiguo, ó el q'ue sucediere en su lu­ que se hubiere observado con el último presi­
gar , vaya al lado izquierdo del virey <5 presi­ dente.
dente, y luego que llegue á emparejar con él, le LEY IX .
haga la cortésia , y reverencia debida, como á
virey , ó presidente, y él le corresponda con el El mismo en Valladolid á 20 de marzo de 1602. En
agrado y buen término que se debe, de forma Madrid á 14 de diciembi e de 1606, y á 4 de junio
de 1614. Y en Belen í¡ 15 de junio de 1619. D. F eli­
que entre todos conserven la buena correspon­ pe IV en Madrid á 25 de noviembre de '1651.
dencia, que es justo; y cuando volvieren á nues­
tras casas reales todos los oidores, alcaldes, fis­ Que se eche agua bendita primero al obispo y clé­
cales, y los demas del cuerpo de audiencia, si rigos , y luego al virey , presidente y audiencia.
aquel día no hubieren de comer juntos, se que- El echar agua bendita antes d¿ la misa ma­
der à caballo á la puerta , pasando por en medio yor, sea primero al arzobipso , ú obispo , y clé­
e! virey ó presidente , y desde ios caballos le rigos , que estuvieren junios con él ; y luego al
hagan la cortesía debida , y solamente se apeen virey , presidente y audiencia , y esto por una
los alcaldes del crimen en Lima y Méjico, yes- misma persona.
tos vayan acompañando a! virey hasta la puer­
ta de su aposento, porque el oficio de los alcal­ - LEY X.
des en cuanto es ejecución de la justicia crimi­ D. Felipe II en San Lorenzo á 29 de junio de 1588.
nal , ha de andar tan cercano , y á la mano del
virey, qae por esta razón se separen de ios de­ Que las ceremonias que se guardan con la perso­
mas , sin que esto sea disfavor, ni desigualdad, na real en la capilla , se guarden en tas Indias
sino honra y preeminencia de sus oficios, lo cual con los vireyes como esta ley declara•
se guarde asi cuando el virey fuere en coche, A los vireyes de las Indias por su cargo y
como cuando] fuere á caballo , con que si fuere dignidad es debido el uso. y observancia de las
en coche con los oidores 5 se apeen ios oidores, mismas ceremonias que se hacen á nuestra rea!
y le vayan acompañando hasta la escalera, adon­ persona , dentro y fuera de nuestra capilla. Y
de el virey les dirá , que se queden , y la pri­ para que tengan noticia de las que son , man­
mera vez, sin embargo de esto , subirán un po­ damos que sean expresadas en la forma si­
co mas, y el YÍrey los volverá á decir que se guiente .
queden y no pasen adelante, y ellos lo harán asi; Cuando vamos a alguna ciudad, ó villa, don­
y los alcaldes proseguirán hasta la puerta del de hubiere iglesia catedral, ó colegia!, la primera
aposento, y por !a misma razón de acompañar vez que entramos en ella , sale el cabildo de ía
los alcaldes al virey , deben hacer lo mismo los iglesia con cruz alia á recibirnos, y no permiti­
oidores de las demas audiencias con sus presi­ mos que salgan fuera de la iglesia , sino que
dentes , pues también ejercen la jurisdicción cri­ dentro de ella seis, ó sieté pasos de la puerta
minal. principal está e! obispo con capa y cruz en la
LEY V IL mano, y se pone una alfombra y almohada, don­
D. Felipe 11 en Madrid á 29 de mayo de 1594. Don
de nos arrodillamos para besar la cruz de mano
Felipe l l i en Valladolid a 14 de marzo de 1605. En de el obispo, ó presidente , y de allí va el ca­
Burgos á 8 de octubre de 1615. Y en Valladolid á 2 bildo en procesión , llevando cruz alta hasta el
de marzo de 1619. En San Lorenzo à 5 de setiembre altar : y lo demas se hace conforme al ceremo­
de 1620. D. Felipe IV en Madrid á 2 1 de febrero nial •, y lo mismo se guarda en los conventos de
de 1652.
religiosos. Este recibimiento no se nos hace mas
Que los prebendados acompañen d las audiencias que la primera vez que entramos en una iglesia,
al entrar y salir de las iglesias donde concur­ y aunque después vamos muchas veces a ella no
rieren . somos recibido en esta forma, sino es despues
Rogamos y encargamos á los deanes y ca­ de alguna ausencia de largo tiempo , que enton­
bildos de las iglesias metropolitanas y catedrales ces nos hacen el mismo recibimiento.
de las Indias, que cuando los vireyes, presiden­ Cuando vamos á misa á nuestra capilla no
tes y aadieocias fueren á sus iglesias á oir los di­ salen los capellanes á recibirnos, ni hacen mas
vinos oficios j ó á otras, donde concurren los ca­ que levantarse de sus asientos, y hacer genu­
bildos á oficiar, salgan á recibirlos hasta la puer­ flexión profunda, sin llegar á tierra, cuando
ta de la iglesia , cuatro, ó seis prebendados en vamos pasando á la cortina.
el núm,en» que estuviere en costumbre; y lo mis­ Para la confesión de la misa, salen dos ca­
mo hagan al salir, aunque no asistan en e! cuer­ pellanes , y haciendo genuflexión en la misma
po de audiencia los vireyes y presidentes. forma, sin llegar á tierra, se ponen de rodillas
junto á la cortina , y nos dicen la confesión , y
L E Y V III. si es prelado el que la dice, está en pie , aunque
D. Felipe III en Burgos à 8 de octubre de 1615. estemos de rodillas.
La gloria no nos la vienen á decir.
Que un prebendado ó el capellán de la audiencia, Al Credo de la misa estamos en pie, y los
dé agua bendita al entrar en la iglesia. capellanes que salen à decirle llegan á la cortina,
Encargamos , que cuando el presidente y oi­ y haciendo genuflexión profunda, dicen el credo
dores en forma de audiencia entraren en la en pie, porque Nos estamos asi, y ai Ex hom o
iglesia catedral, les dé agua bendita un preben- F a c tu s e s t , nos ponemos de rodillas con los
TOMG II.
74 Libro m Título XV.
capellanes , aunque alguno sea prelado, y se le LEY X ÏÏI.
vantan luego, y acabado el credo haciendo la
D. Felipe II en Madrid á i de marzç de 1592. Don
misma genuflexión , vuelven á su asiento. Felipe III allí à l i de octubre de 1618.
Al evangelio trae el diácono el misal abier­
to, y por llevar el texto descubierto sin hacer Que en el incensar en las iglesias á los presiden­
humillación mas de parar un poco antes de la tes se guarde la costumbre, y á sus mugares no
cortina , llega , y nos le dá á hesar , y dando dos se inciencie ni dé la paz.
pasos atras, por haberle cerrado, hace su humi­ SÍ estuviere en uso incensar el diácono á
llación profunda. los presidentes cuando asistieren en la iglesia á
1,1 ministro que nos trae la paz , no hace los divinos oficios, se continúe con los sucesores,
mas humillación que bajarse á darla , por estar y guarde la costumbre, y en ningún caso se ha­
Nos de rodillas , y dada se retira dos pasos atras, ya de incensar á las mugeres de los presidentes,
y en lugar de humillarse, se para un poco y ni oidores , ni darles la paz. ( 6)
va a! altar. listo se hace por la imagen, ó cruz,
que está en e! porlapaz. LEY X IV .
Los días de la Purificación y Domingo de Ra­ El mismo en Valencia á 3 de febrero de 160.1.
mos se dan las candelas y palmas primero á todo Que estando en form a de audiencia se usen v*n
el clero , y despues salimos de la cortina hasta la el oidor mas antiguo las ceremonias que con los
grada del altar à recibir del preste la candela, ó presidentes.
palma, y haciendo reverencia nos volvemos á la
cortina. Declaramos, que con el oidor mas antiguo,
El dia de Ceniza la toma primero el clero, asistiendo los demas en forma de audiencia,.y
hasta los cantores, que van en hábito clerical faltando el presidente, se deben usar las mis-v
y después salimos de la cortina à la grada del mas ceremonias, que si asistiese el presidente,
altar, donde nos tienen puesta una almohada, y asimismo con la audiencia, no estando excep­
y nos ponemos de rodillas á tomar la ceniza , y tuadas por leyes de este libro ( 7)
haciendo la reverencia nos volvemos á la corti­
na ; y luego la toman el principe , si está allí, ' ; LEY X V .
y los grandes y caballeros, que se hallan pre­ El mismo en Madrid á 1 de mayo de 1607.
sentes. Que én los 'casos dé recibir velas, ceniza , ramos
El Viernes Santo para la adoración de la y otros , se prefieran ios eclesiásticos.
cruz va primero el clero, y luego Nos, y los
gratules, y caballeros que allí están: Ordena­ E! obispo y clerecía han de tomar primero
mos y encargamos que asi se haga y observe las velas el dia de la Purificación de nuestra Se­
con los vi reyes de el Perú y Nueva España. ñora, y luego el virey y audiencia, y esta orden
se ha de guardar cuando recibieren la ceniza,
L E Y 'XI. bula de la cruzada, y ramos, y á la adoración
D. Felipe II en Madrid á 1 i de octubre de 1568. Don
de la santa cruz.
Felipe f il en Barcelona á 13 de junio de 1599.
LEY X V I.
Que la confesión y el credo se hagan en la misa D. Felipe IV en Madrid à 10 de setiembre de 1627,
solamente al virey , y gobernando la audiencia al y á 6 de julio de 1630.
oidor mas antiguo de Lima y Méjico. Que se guarde el orden y grado de los ministros
Cuando nuestras reales audiencias de Lima, en las funciones públicas, y el capitán de la guar­
y Méjico asistieren á los divinos oficios en las dia de el virey no se interponga.
catedrales, y el virey se hubiere excusado, no Ordenamos , que cuando concurre el virey,
permitan que el capellán llegue con sobrepelliz aud encía y tribunal mayor de cuentas en la
al oidor mas antiguo á rezar la confesión y e! iglesia al tomar velas, ramos, ceniza , adorar la
credo, porque esta ceremonia solo se debe hacer santa cruz , y otras funciones tales , despues de
al virey, y tenemos por bien, que si gober­ los eclesiásticos, y ministros, conforme á su lu-
nare la audiencia por falta de virey se pueda
hacer con el oidor mas antiguo. (6) En cédula de 28 de octubre de 1734 se repi­
tió el contexto de esta ley.
LEV XII. (7) En los cumplidos que se Lacen á los vireyes
y presidentes con motivo del cumpleaños de la real
D. Feline 111 en Valladolid á 12 de enero y 20 de familia, lleva la voz el regente á nombre de la au­
marzo de 1602, y 11 de marzo de 1605. En Madrid á diencia , y sí faltasen los vireyes y presidentes se
t'f de diciembre de 1606, y á 11 de junio de 1611. subrogará el regente con la audiencia para recibir­
Que las ceremonias de bajar el misal al evangelio los de los otros tribunales, prelados y cuerpos ; ar­
solo se debe hacer con ios virey es. tículo 73 de la Instrucción de regentes y por el 42
se declara , que toda junta que deba presidir el vi-
La ceremonia de bajar el misal despues rey ó presidente, sino asisten estos, la presidirán los
de el evangelio al presidente de la audiencia: regentes en sus posadas con las mismas facultades
que los vireyes y presidentes, quienes cuando no
Declaramos j que solo se debe hacer con los vi- puedan concurrir lo avisarán con tiempo á los regen­
reyes. (5) tes. Según el mismo artículo se esceptua el caso de
que la junta sea militar.
Sobre el artículo 73 citado se debe tener presen­
(5) En (maternal;! se liare también con el presi­ te que por cedida posterior se ba mandado que se
dente con real aprobación , y con la misma también esc usen los besamanos cuando los vireyes ó presi­
con el regento cuando no asiste aquel. dentes se auseutasen por pocos dias.
De las precedencias y ceremonias 75
gar y graduación , no se interponga otra perso­ suhdiácono, que ayudan aí preste : y si asistiere
na. Y porque liemos entendido, que algunos vi- el presidente solo, se guarde en dalle la paz
reyes han excedido en esto, y ordenado, que lo que se hubiere observado con su antecesor.
despues de los ministros togados se de vela a! Y .ordenamos, que á ningún oidor , ni ministroj
capitán de su guardia , que esta asentado en el estando solo, y sin forma de audiencia , se dé la
lugar de sus criados, y luego vuelva á proseguir paz. ( 1 0 )
por el alguacil mayor y contadores de cuentas^ B_# fl A
Mandamos , que no hagan novedad , ni contra­ D. Felipe IV en Fraga- á 2 i de jun o de 1644.
vengan á esta nuestra orden , y costumbre usa- Que al recibir la paz hagan los ministros corte­
da y. guardada. ( 8 ) sía y urbanidad, conforme al ceremonial y ordenes
dadas.
LEY X V II. Ordenamos á los presidentes y oidores , y
D. Felipe III en Valladolid á 12 de enero 20 de
los demas ministros que en las iglesias recibie­
marxo de 1602. A llí á 4 de marzo de 1605. En^ Ma­
ren la paz, que hagan la cortesía y urbanidad
drid á 14 de diciembre de 1606. A llí á 4 de junio ^ y
'q u e (confórme al ceremonial romano, y ordenes
en Beleu á 15 d e...... de l619. D. Felipe IV allí á 23
de noviembre de 1631. nuestras) se debe , a! clérigo, que la adminis­
Que en dar la paz á virey y arzobispo , concur­ trare.
riendo, se guarde la forma de esta ley•
Estando en la capilla mayor de la iglesia el El mismo en Madrid á 13 de mayo de 163o.
arzobispo , ú obispo , se le dé primero la paz, y Que á los gobernadores y capitanes generales de
despues al virey, ó presidente de la audiencia, la paz un clérigo con sobrepellizy estola.
que asistiere, y esta paz ha de ser una , y dada Rogamos y encargamos á los obispos , que
por solo un eclesiástico, y no por dos ; y si estu­ provean lo que convenga , para que un clérigo
viere el prelado en el coro , salgan juntos, y al con sobrepelliz, y estola, sin otra vestidura, dé
mismo tiempo dos eclesiásticos, y cada uno lleve la paz á los gobernadores , y capitanes generales
diferente porta paz , una al prelado , y otra al y no le habiendo, se la dé el sacristán.
virey, ó presidente , y prosiguiendo igualmente,
y sin detenerse uno mas que otro , cumplan el 'LEY X X I.
ministerio; y en cuanto á las personas, que la El mismo allí á 11 de abril de 1630, y a ó l de diciem*
han de llevar, se guarde lo dispuesto por el ce bre de 16-42.
remonta l. (9 ) Que á los cabildos seculares de Lima y Méjico,
LEY X V IIL no concurriendo con virey ó audiencia , se les de
D.. Felipe II en el Pardo á 13 de diciembre de 1573. la paz*
D. Felipe III en Valladolid á 23 de setiembre de 1603,
y en Valencia á 13 de febrero, y en Valladolid á 6 Encargamos á los arzobispos de Lima y Mé­
de abril de 1604. jico , que hallándose los cabildos seculares en
forma de cabildo en las iglesias, y no concur­
Que al presidente y oidores en forma de audiencia,
riendo los vireyes , ó audiencias , les hagan- dar
■y no como particulares , se de la paz-
la paz.
En las iglesias catedrales y metropolitanas, LEY XXHf.
donde asistiere la audiencia se dé la paz al pre­
El mismo allí á 21 de mayo de 1618. En Buen Retiro
sidente , oidores y ministros , que tienen asiento á 6 de mayo de 1651. D. Carlos 11 y la reina gober­
en cuerpo de audiencia ; y sino estuviere el pre­ nadora.
sidente, se de también al oidor mas antiguo, y
Que las audiencias no vayan à fiestas que no sean
á todos los susodichos por el clérigo que dispone
de tabla , y en dar la paz á los contadores de
el ceremonial, sin salir del altar el diacono ni89 cuentas , se guarde la costumbre.

(8) Esta ley se mandó observar eu cédula de 19


Porque se han ofrecido algunas dudas sobre
de febrero de 1696.
si acudiendo tas audiencias en forma à consa­
Por real cédula de 5 de febrero de 89 , se repro­ graciones de obispos, y otras fiestas que no son
bó ai Sr. Acevedo haciendo de presidente haber pues­ de tabla , se ha de dar la paz á los contadores
to dos soldados delante de su coche y á las espaldas de cuentas : Ordenamos y mandamos que las au­
de ios detnas ministros , y se mandó que en lo suce­
sivo no se hiciese. ,'
diencias no vayan á fiestas que no sean de tabla,
(9) Sobre los actos de ceremonia de esta ley 1/, y en lasque lo fueren, se guarde lo proveido
V antecedentes con los señores vireyes, regentes y y la costumbre en dar la paz á los contado­
oidores, véase por lo que hace á Lima la cédula de res de cuentas, cuando concurrieren con la au­
51 de agosto de 1/99. Pero en cuanto á lo especial
de ella sobre administración anticipada de la Paz al
diencia.
prelado cuando se halla en la capilla m ayor, debe LEY X X III.
no olvidarse lo que dice el duque de la Patata en su D. Felipe IV allí á 6 de abril de 1629.
relación de gobierno; y como sin embargo de esta ley
v G que al favor de ella se ha tentado en los tiem­ Que en concurrencia de obispo y gobernador se
pos de los Sres. Castolfuertc y Villagarcia , este vi- haga la aspersión , y dé la paz y otras ceremo­
rey sostuvo la práctica opuesta, y dió cuenta de nias , como se ordena.
d ía en 10 de noviembre de 742 según puede verse
en el último artículo de su relación , y sobre que no
En las concurrencias de obispo, y goberna­
encuentro resolución en las posteriores.
El duque trató de esto en artículo de la colecta do) En Guatemala da la paz el subdiáoono po r
disposion real.
de la misa.
70 Libro n. Tit. viii.
<jor á los divinos oficios dentro de la iglesia:
declaramos, que la aspersión de la agua ben­ LEY X X V II.
dita , antes de la misa mayor, se debe hacer D. Felipe III en Madrid á 13 de junio de 1599. En
primero al obispo y clero juntos, y despues al San Lorenzo á 25 de agosto de 1620.
gobernador; y sí el obispo estuviere en la ca­ Que no se pongan estrados sino cuando la audien-
pilla mayor, se le dará (a paz, y despues a! go­ cía concurriere púr el tribunal , y los oidores co-
bernador, y estando el obispo en el coro, saldrán mo particulares puedan poner silla , alfombra y
juntos dos eclesiásticos, cuales dispone el cere­ almohada.
monia , y darán la paz, uno al obispo, y otro
a! gobernador: en los demas actos eclesiásticos Mandamos que en los días de tabla en que
concurrieren el virey y audiencia á oir los divinos
S?..,a.íe evar la falda al obispo, aunque vaya oficios , o á otros actos publicos, se guarde lo or­
a i Dojernador; pero solo ha de llevar al cau- denado, y costumbre en poner los estrados; y si
atano, y cuando fuere a las casas del gober- los oidores no fueren en forma de audiencia, se
na or, se le podrá llevar hasta la puerta de! escuse el ponerlos; pero no por esto se entienda,
aposento donde estuviere , y volverla á recocer
donde se quedare el gobernador, que si fueren como particulares, no pueda llevar
cada uno silla, alfombra y almohada.
LEY X X IV . LEY X X V III.
rj. -Felipe III en Villacastin á 23 de febrero de 1610. D. Felipe IV en Madrid á l . ° de octubre de 1632 y
Que el prelado asista 'en el coro de su iglesia , y á 20 de setiembre de 1649. ’ 3
™ laS dcmas tomc el tugar <¡ue le pareciere. Que los gobernadores proveídos por el rey guar-
den la costumbre en usar de s illa , alfombra y
. E "carf amos /* arzobispos y obispos de las almohada , y a i/uien está prohibido.
ciudades donde hubiere audiencia real, que los
dus que rio celebraren de pontifical en sus icle- Ordenamos y mandamos, que los goberna­
sias, procuren asistir en el coro, por lo que im­ dores proveídos por Nos guarden la costumbre
porta allí su presencia, y en las demás iglesias que hallaren introducida, sobre que estando en
y monasterios tomen el lugar que les pareciere. sus ciudades dentro ó fuera de la iglesia, en for-
ma de cabildo, usen de silla, tapete y almohada,
LEY XXV. o se asienten en la cabecera del escaño, y que
ninguno de los corregidores y alcaldes mayores,
ui. JoJ.. D. lo iip e II cn Córdoba á 20 de abril de proveídos por los vireyes, presidentes y audien­
lo7ü. cias de cualesquíer ciudades, villas y lagares,
el presidente^ y oidores se. mienten en sillas en pueda poner silla, alfombra, ni almohada, ni
las iglesias y ¡os vecinos en bancos. separarse de sus ayuntamientos, y precisa é in­
violablemente se asienten con ellos en sus ban­
El presidente, oidores y ministros que ha­ cos, sin diferencia, ni singularidad en esto; y
cen cuerpo de audiencia, y concurren senta aunque concurran en las iglesias en cuerpo de
dos, tengan en la iglesia sillas, poniendo la ayuntamiento con alguno de los del nuestro con-
de ei presidente con preeminencia á las demas: sejo, o visitador genera!, no obstante que tenga
y los vecinos honrados, se asienten en bancos: y la sd a, ó asiento con mas preeminencia d cali­
«i otra ninguna persona se consienta llevar silla dad, los corregidores y alcaldes mayores no ha­
» a iglesia, si no fuere obispo, ó titulado.
gan novedad, ni contravengan á lo susodicho. ( 12)
L E Y X X V I. LEY X X IX .
1). 1’ el ¡pe IV en Madrid á 12 de agosto de 1623,
D. Felipe 111 en Madrid h 11 de octubre de 1618.
Que los oidores en cuerpo de audiencia no tengan Que cuando los oidores se juntaren en actos ecle­
almohada , sino solo el mas antiguo , gobernando: siásticos en iglesia afuera de ella , «o traten ne­
m vayan sino d fiestas de tabla. gocios ni hablen de vos à los capitulares.
Declarónos y mandamos, q„e en las iglesias En ios actos eclesiásticos, y otros lugares pú­
donde concurrieren los oidores de Lima y M<m- blicos no hagan el presidente, y oidores audien­
00 en cuerpo de audiencia con el virey, ó parti- cia, ni voten negocios, y solo asistan colegíal-
culannenle, no iengan almohadas, sino sillas, y ineute; y si se ofreciere hablar con prebendado
alfombra, aunque ei virey no este présenle, y para algun caso ó accidente que toque al gobier-
que no vayan en cuerpo de audiencia á ninguna no, e! presidente y oidor mas antiguo en su au­
fiesta que „o sea de las de tabla, y entonces ba­ sencia, le llame, quite ia gorra, y trate como es
ya de ser acompañando al virey, si no se escu-
e ’ o ai decano en vacante de virey , y en los Sm embargo la audiencia de Guatemala asistid en
concursos que no fueren «estas de tabla , no va­ cuerpo c e tal a la misa de gracias que se celebro por
yan mas de los que el enviare à llamar: y en ia f J u llegada a Cadi/, de la Reina doña Isabel de
este caso de gobernar las audiencias, el oidor i 1ani\"'i£U’ ys? c aProbó su conducta por real orden
mas antiguo, como cabeza de ella, tenga silla de de lo 17 , en la que se le dieron las gracias.
tei(íopeio y almohada, (i i) . , podiendo ser comprendidos los regentes en
estos llamamientos : art. 69 de la Instrucción de re
gentes. Esta ley parece opuesta á la 13 , ti. 1 6 , ]¡-
0 0 ^utciisc s palabras c3p I ¡ma \ r **• ’ ‘>a>SC Vt*(íl,c es*a es an^er'01'-
( i - ) Por la ley 35 que es posterior en fecha, se
ú" prohíbe a estos magistrados asistir á las funciones
de iglesia cuando asisten ios cabildos.
De las precedencias y ceremonias, 77
justo, y lo hiciera fuera del acto de judicatura, los oidores como particulares, encargamos a tas
estando en el tribunal y audiencia ¿ que la mis­ deanes y cabildos, que les den lugar en el c°roi
ma orden se observa en estos reinos de Castilla, con que no ocupen las sillas colaterales inmedia~
y no le llame de vos. tasa la de ei prelado. ( i 3)
LEY X X X . LE Y X X X III.
El mismo allí á 12, de, diciembre de 1619. D, Felipe II en el Pardo á .13 de diciembre de 1573.
Y en Madrid á 18 y 19 de enero de 1576. D. F eli-
Que en actos públicos , estando la audiencia en pe 111 allí a' 4 de marzo de 1602. Y en Cerezo á 26
forma de tribunal , no se asiente con los oidores de mayo de 1605. D. Felipe IV en el Pardo á 25 de
ninguna persona. enero de 1625. Y 27 de enero de 1633.
Declaramos, que en ningunos actos públicos, Que en las catedrales no haya estrados de mode­
donde nuestras reales audiencias estuvieren en r a d l a s mugeres de los ministros tengan el asien­
forma y cuerpo de audiencia, y acuerdo, y los to que se declara.
ministros y oficiales públicos que de é l, y de la Ordenamos ,■ que en las capillas mayores de
audiencia dependen , ninguna persona, fuera de las catedrales no haya, ni se permitan estrados
los que son ministros actuales de justicia, y resi­ de madera para las mugeres de los presidentes,
den , y pueden residir en el acuerdo, y asisten y oidores, alcaldes del crimen y fiscales, y los
ordinariamente en la audiencia, pueden, ni de­ demas que tienen asiento en cuerpo de audiencia,
ben juntarse, ni introducirse en ella, aunque sean con espaldar ni sin él, ni mas bancos de asiento
prelados, ó titulados, ó criados de los virey es, en que los-permitidos por otras leyes, y se acomo­
cualquier ejercicio por preeminente que sea. Y den de modo que no haya escándalo, teniendo sus
mandamos á los presidentes y oidores de nuestras asientos en la peana de la capilla mayor por la
reales audiencias, que cumplan con lo que son parte de afuera, con algunas personas de autori-
obligados, y miren.por el decoro debido a. las rad , sus familiares ú otras mugeres principales,
audiencias y acuerdos, y à nuestro real servicio, que llevaren consigo, y no indias, negra's, ni mu­
y no consientan ni permitan, que en ningunos latas .y donde no hubiere comodidad -para lo re­
actos públicos se junte, é incorpore con ellos nin­ ferido, ó estuviere en costumbre, que las muge-
guna persona de cualquier estado ó dignidad que res de presidentes, oidores, y ministros tengan
sea, guardando en todo lo dispuesto por leyes y sus asientos en la capilla mayor, se les dará, y
estilo, uso y costumbre, que en ejecacion de ellas permitirá el que hubieren tenido, sin hacer no­
se guarda en estos reinos de Castilla, donde re­ vedad por ahora.
siden , y asisten en nombre y cuerpo <le audien­
cia; y adviertan á cada uno del lugar que le toca, L E Y X X X IV .
haciendo conservar el respeto y autoridad, qae
D. Felipe IV en Madrid á 22 de febrero de 1638.
son tan debidos y tanto importan á la adminis­
tración de justicia, y otros efectos de nuestro real Que no se permitan sillas de particulares en el
servicio, presbiterio ni aliar mayor de catedral.
LE Y X X X I. Encargamos á los prelados eclesiásticos, que
P . Felipe ÏII en San Lorenzo á 25 de agosto de 1620. no permitan poner sillas á las personas particu­
Que dos ó tres oidores , y algun alcalde O fiscal , lares en el presbiterio, ó cerca dei altar mayor
no hagan cuerpo de audiencia. de las iglesias catedrales, porque este lagar es,
y debe estar desembarazado para los oficios divi­
El concurrir en ig’esia , casa 6 lugar priva­ nos, y prebendados.
do, dos ò tres oidores, alguno de los alcaldes, ó
fiscal por devoción ó voluntad, no hace cuerpo
de audiencia , porque este solo se causa en actos El mismo allí á 5 de abril de 1650.
públicos ó dependientes de la jurisdicción, y ór­
Que los oidores y ministros togados no asistan en
denes dadas por leyes, y ordenanzas en los con­
las iglesias donde las ciudades celebran sus fiestas.
gresos públicos.
Ordenamos y mandamos, que los oidores, y
L E Y X X X II. ministros togados de nuestras Indias, cuando sa­
El mismo e n el Pardo á 20 de febrero de 1609. Don len á los distritos á las visitas, y otras comisio­
Felipe IV en Madrid á 24 de abril de 1631. nes, no asistan á los divinos oficios, ni concur­
Que el virey, presidente , audiencia y cabildo se­ ran en las iglesias donde aquellos dias celebra­
cular se asienten en la iglesia como esta ley de­ ren fiestas las ciudades en forma de cabildo, y las
clara ; y los oidores , como particulares , no ocu­ dejen hacer, y cumplir sus funciones con !a so-
pen en el coro las sillas colaterales à la del pre­
lado'• (13) Hay una cédula circular dada con ocasión de
una competencia que hubo en Caracas , en la que
En la iglesia mayor y otras, donde concur­ se dispone que en las catedrales de los lugares don­
rieren el virey, presidente, real audiencia, y ca­ de no hay audiencia se debe dar asiento en los coros
bildo de la ciudad, se asienten todos dentro de la á Jos oidores , aun cuando no vayan de toga ; y que
capilla mayor , ó donde fuere costumbre, tenien­ cuando estos magistrados asistan con los canónigos
en día de Candelaria , Ceniza e t c ., tomen la candela
do la audiencia la mano derecha al lado del evan­ y la ceniza incorporados con los canónigos, y en
gelio , y el cabildo la izquierda al de la epís­ aquel orden misino en que se les dá el asiento en el
tola, y el corregidor no tenga almohada: en me­ coro ; es decir , que deben ser los terceros en seme-
dio este el virey con su sitial, y cuando fueren jautes actos. Véase á Bcleña que ia trae.
TOMO II. ao
78 Libro ni. Título xv.
lemnidad y autoridad que se permite por nues­ tadores de cuentas ocupen e! sitió y lagar, que
tras leyes reales. estuviere resuelto por las leyes de este libro, y
luego el sello y registro , y justicia, y regimien­
LEY X X X V I. to de la dudad, y los otros ministros inferiores
i). Felipe 11 en Lisboa á 27 de mayo de 1582. í>. F e- y oficiales vayan delante de! regimiento con los
jipe Ü! en San Lorenzo :í 19 de octubre de 1600. Y vecinos.
en Madrid a 20 de diciembre de 1608, y 28 de ene­
ro de 1009. LEY X X X IX .
Que da form a en los lugares que han de tener los P . Felipe II en Toledo á 2 He junio de 1596. D. F e ­
prelados , aire/es , presidentes y audiencias en las lipe III en Valladolid á 12 de enero de 1602, y 14 de
marzo de 1605, y en VentosiUa á 17 de octubre, y
procesiones y otros actos. en Valladolid á 4 ;de noviembre de 1612.
Declaramos y ordenamos, que en concurso Que declara cuando al prelado se podrá llevar la
de virey , presidente y audiencia, con arzobispo falda en presencia del virey ó presidente.
ú obispo en actos eclesiásticos y procesiones, el
virey, 6 presidente vaya con los oidores sola­ Declaramos que i los arzobispos y obispos en
mente, y el prelado delante en el mejor lugar, las procesiones , y actos eclesiásticos se les podrá
y su clerecía detrás del preste, y luego se siga llevar la falda, aunque vaya en ellas, ó asista
inmediatamente el presidente, de forma que en virey, ó presidente y audiencia ; pero que vaya
ningún caso se incorpore e! prelado con la au­ solamente con el caudatario: y que cuando algu­
diencia: perosi fuera de estos actos se juntaren no de los arzobispos, d obispos fueren á visitar
para otra cosa el virey, ó presidente solo con el al virey, ó presidente 5 las casas reales, se le
prelado, y hubieren de salir por el pueblo, va» podrá llevar la falda, advirtiendo al page, que
ya a la mano derecha el virey ó presidente, por­ la suelte á la puerta de el aposento donde estu­
que representa nuestra real persona. viere el virey ó presidente, en cualquier parte
del cuarto de su habitación; y en saliendo de
• LEY X X X V II. donde el virey ó presidente quedare, volverá el
D. Felipe III en Bal saín á 27 de octubre de 1617. page á tomar la falda, conformé á lo proveído.
í). Felipe IV en Madrid a 21 de abril de 1651, y 20... LEY XL.
de 1637.
D. Felipe IV en Madrid á 6 de marzo de 1632.
Que el virey, presidente, audiencia, cabildo eclesiás­
tico y secular tengan en las procesiones y concur­ Que concurriendo el prelado de pontifical con vi-
sos ios lugares que se declara. rey, presidente, audiencia, ó gobernador, pueda lle­
var consigo al caudatário, maestro de ceremonias,
En los actos públicos de honras de personas y otro capellán.
reales, y otros semejantes donde asistieren el vi-
rey, real audiencia, y cabildo de la ciudad , va­ En las procesiones y actos públicos en que
ya el cabildo dolante, é inmediato á la real au­ el prelado fuere de pontifical, asistiendo y con­
diencia, y solo se interponga el tribunal de cuen­ curriendo con virey, presidente, audiencia ó go«
tas, y el que sirviere el seljoy rigistro, yen las bernador, pueda llevar consigo al caudatario,
procesiones generales y juntas, donde también maestro de ceremonias, y otro capellán.
concurriere el cabildo eclesiástico, prefiera el ca<- L E Y ' X LÏ. :
bildo eclesiástico al secular, y ambos vayanjpor
esta orden, inmediatos á la real audiencia, con D. Felipe 111 en Lisboa á 6 de julio de 1619.
interposición del tribunal, sello y registro, y Que los prelados en las procesiones del Corpus es-
esto se guarde así en todas las demás audiencias, cusen llevar silla en que asentarse yendo fa au­
aunque en ellas no haya virey, pena de mil pe­ diencia.
sos de oro para nuestra cámara, (x^)
Algunos prelados han introducido llevar el
dia de Corpus Christi en la procesión una silla
P . Felipe H en Aranjuez á 27 de mayo de 1568. En en que sentarse siempre que el Santísimo Sacra­
Lisboa á 10 de diciembre de 1582. En San Lorenzo mento se detiene en altar, d otra parte, asistien­
á 26 de mayo de 1581. En Madrid á 31 de diciembre do en la procesión nuestra real audiencia. Y por­
de 1591, y á 28 de mayo de 1592. D. Felipe l l i en que es indecente introducción, y no se dehe per­
Veulosilla á 17 de octubre de 1602, En Buitrago á
19 de mayo de 1605. En Valladolid á 2 de agosto
m itir, encargamos à los prelados que lo excusen,
de 1608. D. Carlos 11 y la reina gobernadora.. y no hagan semejante novedad.
Que en procesiones y actos públicos tengan los mi­
nistros el lugar que se dt clara.
D. Felipe IV en Madrid á 5.de octubre de 1630.
En las procesiones y actos públicos vayan en Que no concurriendo virey, presidente, audiencia
cuerpo de audiencia el virey ó presidente , oido­ ó gobernador, pueda llevar el prelado ¿res criados.
res, alcaldes, fiscales, alguacil mayor: y loscon-
Si en las procesiones y actos públicos no con­
(14) Por cédula de 10 de setiembre de 1748 se currieren virey, presidente, audiencia ó gober­
mandó guardar esta luya pedimicnto de D. Francis­ nador, pueda llevar el arzobispo, íí obispo de­
co Agüero, canciller do Lima, y que en todos los ac­ tras de su persona tres criados , y los corregido­
tos públicos en que concurriese la audiencia y el tri­ res, alcaides mayores y justicias no se lo im­
bunal de Cuentas llevase el lugar inmediato, despues
de esta y antes del cabildo secular , la que se man­ pidan.
dó observar por decreto do l o de junio de 49.
De las precedencias y ceremonias 79
L E Y .X L ÏII.
El mismo allí á 16 de enero de 1627. . ' D. Felipe II en Madrid á 24 de setiembre de 1570

Que se guarde la costumbre sobre ir los pages de Que no.'entren seglares en el coro de. la catedral,
el vire/ alumbrando al Sutilísimo Sacramento. ; si no fuere de los que permite el derecho<

Mandamos que los pages del virey del Perú, En e! tiempo que se celebraren los divinos oíi-
y el dé Nueva España, que van con hachas a!um cios en las-iglesias catedrales, no entren los segla­
brando al Santísimo Sacramento en la procesión res en el corko si no fueren oidores, alcaldes del
del Corpus, no tomen lugar entre la custodia y crimen, fiscales, ú otras personas, que por derecho,
cabildo eclesiástico, como algunos vireyes. han y concilios puedan entrar y asistir. Y mandamos
querido introducir*, y que en el lugar en que á los vireyes, v audiencias, qué de'n á las iglesiaá
han de ir se guarde la costumbre. lodo e! favor y ayuda que convenga, para qiiè àísï
se guarde y cumpla.;;
■ L E Y X L IV : : /
D¿ Felipe II en Madrid á 19 de diciembre de 1568.
En Aranjuez á 15 de mayo de 1576, y en .Lisboa á D. Felipe lY .allí à 9 de setiembre de 1622.
10 de diciembre de 1581. D. Felipe í i l en el Pardo
á 5 de noviembre de 1600. ,D. Carlos II y la-reina Que concurriendo obispo y oidor á alquilar casa
. gobernadora. - • *:u sea preferido el obispo*
Que los prelados y oidores no impidan ilevar el Si concurrieren obispo, y oidor á alquilar casa
. i palio ó -los regidores. ■ ' para su vivienda, sea preferido el obispo, sin com­
Encargamos á lós: arzobispos y obispos, que petencia , pues por sú pastor y prelado, se le de­
dejen á los regidores llevar el palio del Santísimo be guardar este respeto.
Sacrameuto en las fiestas del Corpus, y oirás de
solemnidad , como lo han acostumbrado. Y man­ • , LEY L.
damos á los oidores de nuestras reales aadiencias D. Felipe H allí a' 21 de agosto de 1571. Véase la
que no les pongan impedimento, ni intenten con­ ley,21, til. 26, lib. 10.
travenir a esta nuestra ley, aunque sea en las ciu­ Que en las iglesias y actos públicos se dé d los
dades donde residiere la audiencia. jueces oficiales de Canaria el asiento que á sus
antecesores•
LEY X LV.
Ordenamos, que á nuestros jueces oficiales de
D. Felipe IV en Madrid á 2 de setiembre-de 1631.
registros de las Islas de Canaria, se Ies dé en las
Que los prebendados, en concurso con audiencia, • iglesias, actos públicos , y otras partes e! asiento
no lleven quitasol. que han tenido sus antecesores, y en esto, y lo
Todas las veces que concurrieren los preben­ demas, que en su tratamiento se ofreciere, tengan
dados de las iglesias con audiencia real en pro­ todos consideración al cargo que ejercen, y á que
cesiones, y otros actos, no usen de quitasol; ni son nuestros jueces.
dejen de ir à las funciones de su obligación por L E Y e LL
falta de él.
D. Felipe IV allí á 9 de agosto de 1621, y á 16 de
LE Y X L V I. setiembre de 1624..
El mismo allí á 25 de febrero de 1627. Que habiendo duda sobre ceremonias tocantes á
Que si concurrieren los oidores y prebendados presidente, ó su rnuger, ó ministros , la resuelva
fuera de la catedral , se asienten en sillas los pre­ con los oidores, y avisen al Consejo.
bendados, y prefieran los oidores.
En materia de ceremonias, y lo que deben
Declaramos, que si en alguna iglesia, que no usar, y practicar los presidentes, osas mugeres, d
sea la catedral, concurrieren oidores, y preben­ oidores, ó ministros de las audiencias entre sí
dados à fiestas de solemnidad, y hubiere costum­ mismos reciprocamente, suelea acontecer muchas
bre que se pongan sillas, deben estar asentado los dudas en actos públicos y privados, de que resul­
prebendados en sillas, como los oidores, prece­ ta, que algunas veces dejan los ministros los lu­
diendo los oidores à los prebendados. gares, y se salen de las iglesias con escándalo, y
mal ejemplo, faltando por emulaciones á la paz,
LEY X L V IÏ. y conformidad que conviene á nuestro real ser­
D. Felipe III en Valladolid á 30 de agosto de 1615. vicio. Y porque cesen estos, y ottos muchos in­
D. Felipe IV en Madrid à 28 de setiembre de 1629, convenientes, ordeñamos; y mandamos , ■que los
y 18 de noviembre de 1657. presidentes, y oidores, habiéndose propuesto en
Que los vireyes traten de merced y den silla d los
el acuerdo la duda que se ofreciere,'con quietud,
dignidades de las iglesias catedrales. modestia, y brevedad, las resuelvan ei presiden­
te y oidores, y esto sé guarde, con .calidad de que
Mandamos, que cuando visitaren los dignida­ luego nos consulten, porque visto en el consejo,
des de las iglesias de Lima y Méjico, y las demas provea lo que mas^con venga. (i5 )
catedrales de las Indias, á los vireyes, en voz y
nombre de sus cabildos, les den silla y traten de
merced; y esto se entienda solamente con ios dig­ (15) Encargado el cumplimiento d e esta ley por
nidades. el art. 76 de la Instrucción de regentes.
80 Libro in Título xv.
LEY LIL acompañándole, para mayor honra y veneración,
D. Felipe 111 en S. Lorenzo. Ordenanza 16 de Con­ el virey, oidores,’y regimiento van á vísperas y
tadores Ï). l’ciipe IV en [Madrid á 28 de mayo misa; en Lima á la Iglesia mayor, y en Méjico
de 1628. Véase la ley 70, ttt. l.° , )ib..8. á la de San Hipólito. Y porque nuestra voluntad
Qlie ius juntas de hacienda se asienten los mi- es, que esta costumbre se continúe, mandamos,
nts/ros , corno se ordena. que los vireyes, presidentes, y audiencias de nues­
En las juntas de hacienda, y otras, donde tras Indias, en las ciudades principales donde las
concurrieren el virey, ó presidente, oidor, fiscal, hubiere, asistan a esta ceremonia, como se hace
contadores de cuentas, y oficiales reales, prece­ en Lima y Méjico, y lleve e! pendón el regidor
da el fiscal á los contadores de cuentas, y estos á quien tocare por turno, desde e! mas antiguo,
a los oficiales reales, y el asiento sea uniforme, donde no hubiere alférez rea! por Nos proveído,
sentándose todos en sillas. cuyo lugar ha de ser eí izquierdo de! virey ó pre­
L E Y L U I. sidente, porque á el derecho ha de ir el oidor
mas antiguo; y en las ciudades donde no resi­
D. Felipe III en Madrid á 4 de junio de 1614. diere audiencia, le acompañen el gobernador, cor­
Que entre el obispo y presidente de Tierru Firme regidor, ó justicia mayor, y regimiento, desde (a
se guarde la orden y costumbre de Quito. casa del regidor, ó alférez mayor que le lleva,
Encargamos y mandarnos, que en cuanto à hasta que vuelva a ella;, y en cuanto al lugar que
las ceremonias entre el obispo, y presidente de ha de tener en la Iglesia, y acompañamiento, se
la provincia de Tierra*Firme, se guarde la or­ guarde la costumbre. (17)
den y costumbre que hubiere entre el obispo, y O. Felipe IV en Zaragoza aM6 de agosto de 1642.
presidente de Quito, en lo que no estuviere re­
suelto por leyes de este libro. '• Y asimismo ,|a guarden los vireyes-presiden-
tes, y ministros en acompañar á nuestro pendón
LEY LIV. real, y sin gravísima causa no se excusen.
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
Madrid a 11 de marzo de 1513, 'L E Y L V IÍ,
Que las audiendos honren d los prelados, y guar­ D, Felipe III en San Lorenzo á 5 de setiembre
den sus preeminencias d las catedrales. . de 1620. D. Carlos II y la reina gobernadora.
Los presidentes y oidores honren mucho, y Que los virey es traten á los oidores , alcaldes y
den el tratamiento que es justo, á los prelados fiscales conforme al estilo del Consejo y á lo que
clesiásticos, é Iglesias catedrales, haciéndoles esta ley dispone.
guardar sus preeminencias y prerogativas y den
todo el favor, que para esto fuere necesario. Los vireyes traten á los oidores, alcaldes y
fiscales en presencia de merced, y en aasenciade
LEY LV. señor, no escasen, ni recaten las cortesías, usen
Í>. Felipe III en Madrid á 7 de febrero de 1610. En de el agrado, buen modo y término debido á su»
San Lorenzo á 11 de junio de 1612. cobjudices y compañeros, pues así conviene, y
Que el virey dé su lado al oidor mas antiguo de es necesario para aumento de la estimación, que
los (fue concurrieren con él, y no á los alcaldes ni requiere el uso de sus oficios, y respeto que se
Jisca les. les debe guardar , conforme al estilo observado
en la presidencia de nuestro consejo de Indias;
Delarainos, que si concurrieren, ó fueren con
y cuando fueren á casa del virey á negocios pú­
el virey los oidores de la rea! audiencia donde
presidiere, siempre esté, y vaya á su lado el mas blicos ó particulares., no los detenga, ni haga que
aguarden, y les dé asiento, y así los oiga, pues
antiguo oidor; y si no hubiere mas de uno, le
llame, y se le dé, y este Jugar en ningún caso le como padre, cabeza, presidente y protector de ta­
les ministros, los debe estimar, estando advertido,
tenga alcalde, ni fiscal, porque es preeminencia,
que será cargo y ofensa contra la causa pública
que solamente toca á los oidores. (U>)
faltar á esta honra y nrbanidad, y que la debida
LE Y LVL á los vireyes por nuestra real autoridad, es la mis?
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
ma qae se comunica á los dichos ministros, con
ra en Madrid á 28 de mayo de 1530. D. Felipe 11 en la distribución y graduación, que pertenece á ca­
Bueugrado á 22 de mayo de 1565. Y en Lisboa á 4 de da uno, según su ejercicio. ( i 8 )
junio de 1582. D. Felipe 111 en Madrid á 51 de octu­
bre de 16(b. D. Carlos II y la roma gobernadora. ■L E Y LVI1I.
Que da form a en el acompañamiento del pendón J). Felipe II en 27 de febrero de 1575.
real cuando saliere en público• Que los vireyes se correspondan con las audien?ias
por carta y no por patentes ni mandato.
En las ciudades de las Indias es costumbre
usada y guardada , sacar nuestro pendón real las Es nuestra voluntad y ordenamos á los vire-
vísperas, y dias señalados de cada un año, y el
de Pascua de lleyes en Lima: el de San Hipólito (17) Esta ley 56 se había derogado por decreto
en Méjico, le lleva un regidor por su turno, y de las cortes cstraordinanas de 7 de...... 1812. Pe­
ro S. M. en real cédula de 11 de febrero de 1815
ha mandudo que se restablezca el paseo anual del
(16) Esta ley se aclara en un artículo de la Ins- pendón ó estandarte , como mandaba esta l e y , y se
truoiou de regentes, en que se manda, que en las Inicia generalmente en todas las ciudades de A m é­
procesiones vayan las audiencias en dos hileras, ocu­ rica
pando el lin lie ellas el virey y el'reg en te-à su iz­ (18) Hoy el tratamiento de los ministros es de se­
quierda. . . . ñoría , por real cédula de 28 de setiembre de 1778,
D e las cartas y correos. o9
cute. Y porque p atria suceder^ que im portase á ; nistros de las Indias han tomado., abierto , y d e­
negocio principal disponerlo de forma que no lie* tenido la s-c a r ta s, pliegos, y d espachos, que .so
gase a noticia d e 1 los vireyes* oidores y personas n o s.e n c a b a n , y Jos que pertenecían á personas
p o d e r o s a s p o r 1consistir en darnos cuenta de in ­ particulares, y pasaban de unas parles á otras, y.
justicias , agravios ú otras siriraisones, que h u ­ que por est,a causa no hem os sido informado de
bieren com etido, y deben correr con secreto: De m uchas cosas: tocantes ai servicio de D ios nues­
claram os que en estos casos no tienen obligación tro, señor:, .buen gobierno ) adm inistración de
los inlepesados h dar cuenta á los v ir ey e s, pre­ justicia,..y nuestros, vasallos han recibido mucho
sidentes y oidores.- Y . mandamos que no se les , daño, m anifestándose sus secretos, de que atem o­
ponga im pedim ento, para que acudan á N os por rizados no osan, ni se atreven á escribir, recelan­
el rem edio qiie hubiere logar de d erech o , ó se do, que de ello se les puedan seguir in con ven ien ­
ejecutarán las dichas penas én los tran sgre- tes; y, reconociendo que este es el instrum ento
sores. con. que las gentes se com unican, y dem as de ser
ofensa de D ios nuestro señor abrir las cartas, e s ­
tas, han sido y deben ser in v io ’ables á todas las
D...Felipe IV: en Zaragoza á 14 de octubre de 1642.
gentes, pues no.puede haber com ercio ., ni com u ­
Y en Madrid ií 7 de qctub: e de 1647. . • .
Que los regidores no escriban cartas al ■Rey no nicación entre ella s por otra mejor d isposición,
•para.que N os seam os inform ado del estado* m á -
siendo acordadas por sus cabildos.
lerias, y accidentes de aquellas p r o v in c ia s , ni
M andam os que los regidores de las ciudades, para que los agraviados , que no pueden ven ir
villas y lugares de las In d ia s , habiéndonos de con quejas, nos dén cuenta de eila,s;.y de necesi­
escribir cartas en aprobación de algunos suge los., dad; necesaria ó se im pediria notablem ente él tra-
ó dándonos cuenta de excesos^ o, .defectos, que im ­ .lo y com unicación, si las cartas, y pliegos no an»
porte corregir y enm endar , ó de otra cualquier dtiviesen, y .se pudiesen e n v ia r lib rem en te, y sin
iriatéria dé nuestro rea 1 s é r v ia ó ,'d é « qüetita: p ri­ in ip ed im en to ij. convienp no dar lu g a r , ni p e r -
m e ró en sus cab í I<1ó s , y ay Un ta mi en to s; y si ^ iU n jesceso sem ejante, pues dem as de lo sobre­
fueren acdt'Üadas pór; los có p itú la re s, las hagan dicho,.es opresión, violencia , é inurbanidad, que
copiar en un lib r o , que para este efecto hañ no.se perm ite entre g en te que vive ep cristiana
de ten er, y con ellas rem itan testim onio dé que política: Ordenam os. y mandarnos, que,, ninguna
fueron acordadas , y concurrieron todos los ca­ de nuestras just eias, de cualquier, g ra d o ,. prero-
p itu lares; advirtiéndó que á las qtíe rem-rtiéreh galiva, ó dignidad', prelado ec le siá stico , ni per­
sin guardar esta forma no se dará crédito. sona particular eclesiá stica , ni secular se atreva
á abrir, « ¡d e te n e r las cartas, pliegos, y despachos,
qjje á N os se. dirigicren á estos reinos, ó de ellos á
El .emperador don Carlos y -el cardenal gobernador
en Talavera á 11 de enero de 1541. El piismo em los de las Indias, ni los que. se ¡escribieren entre
jjerador, y los reyes de Bohemia gobernadores en personas particulares; n i.im p idan á ningún gén e­
Valladolid ú.Í6 de abril de lò'ÒO. ro de persona la recíproca y secreta correspon­
Que la correspondencia con las Indias sea libre y dencia -por cartas, y p lieg o s, peña de las . tem p o­
/ sin impedimento, raliza les , y estrañeza de nuestros reinos á los pre«
L o s que llevaren de estos reinos c a r ta s, o lados eclesiásticos: y á los religiosos de ser-lu eg o
despachos dirigidos á residentes en las Iridias, enviados á España; y á los jueces y justicias, c u a -
los dén ó rem itan librem ente à quien los h u b ie­ les.quier que sean, de privación perpetua, é irre-,
re de recib ir, y no tengan obligación á m anifes­ m isible de sus oficios, y á esto s, y á los demas
tarlos ante ningún gobernador, ni justicia ; y si seglares, de destierro perpetuo de las In dias: y
N os enviárem os algunas cartas ,• 6 despachos à de azotes y galeras á los que co n firm e á derecho
los v.ir.ejes, audiencias, ó gob ern ad ores, ú otras se pudiere dar. esta pena p-ira ejemplo: y que los
personas para nuestros m in istro s, y oficiales , los vireyes tengan particular cuidado de ejecutarlo;
en treg u en , y en vien á buen recaudo, y no los y por ningún caso, que no sea de m anifiesta sos­
abran , lea n , ni retengan en su p oder, y la m is­ pecha de ofensa de D ios nuestro señor, ó peligro
ma forma , y puntualidad se observe en los que de la tierra, no a b ra n , ni detengan las cartas, ni
v in ieren de las In d ia s , rem oviendo y quitando despachos, porque de lo contrario nos tendrem os
todo im p ed im en to , paya que la correspondencia por deservid o, y m andarem os proveer de e l re­
con estos reinos sea libre y sin dificultad pena m edio que co n v en g a , ( i ) .
de que el que lo estorbare directa ó in d irecta -
íTienlé, incurra en perdí m ien to dé todos sus b ie­
-■ ' LEY V III.
nes para nuestra cámara y ‘fisco, destierro de las D. Felipe IV en Madrid á 7 de octubre de 1662.
Indias, y privación del o ficio , que de Nos tu v ie­ Que para la averiguación de este delito baste la de
r e n , en que le damos por condenado. Y m an ­ los casos ocultos y de difícil probanza , y se proce-
damos que nuestras justicias cuiden del cu m p li­ da en risita secreta.
m iento y ejecución. Porque sin embargo de lo contenido en la ley
LEY V II.
D. Felipe l í en Burgos á 14 de setiembre de 1592. (1) Sobre esta ley debe tenerse presente la 6
en su art. 9 á 12, y la 15 lit. 13 , lib. O de la Noví­
Que ninguna persona eclesiástica ni secular abra sim a, la que prescribe io que debe practicar cu
ni detenga las cartas y despachos del Mej ni de la entrega y apertura de cartas dirigidas á pre­
particulares. sos con comunicación ó sin ella. La misma ley 15
enseña lo conveniente acerca de á quien se lian
Habiendo sido in form ad o, que algunos m i- de entregar las cartas de los com erciantes fallidos. Y
T O M O II. at3
90 Libro íii T ítul xvi.
antecedente, de qoc se envió ¿I despacito necesa- - ' ■l e y ix ;
rio a! tiempo tic su data, se continúa el esceso de
tomar,'y abrir los pliegos, y en lás provincias de El emperador don Carlos y los reyes de Bohemia go­
las indias se está con gran receló de que las car­ bernadores en Valladolid á 18 de julio de 1551. 0ou
Carlos II y la reina gobernadora.
ias, que vienen para nuestra real persona, ó con­
sejo de Indias, con noticias, y avisos del modo Que los duetios y maestres de navios entreguen
con que los víreyes, presidentes, oidores , conta­ luego los pliegos, y nadie los abra ni deshaga.
dores de cuentas, y oficiales reales, y los demás Los dueños, y maestres de navios, luego que
ministros proceden , así en la administración de lleguen á los. puertos de las Indias entreguen las
justicia, como en la de nuestra reál hacienda, y cartas y pliegos, y no.los detengan en su poder
los susodichos tienen disposición para haberlas en ningún tiempo, pena de perdimiento de lá mitad
su poder, y reconocer quien las escribe, eoñ que desús bienes, y destierro de aquel puerto, y su
tomando otros protestos, proceden à gra odei mo­ provincia, por diez anos, y de esto tengan cui­
lestias, y vejaciones, de que sé sigue no haber dado nuestras justicias, y oficiales reales, y nin­
en nuestro consejo Jas noticias necesarias de la guno sea osado a detenerlas, ni abrir los pliegos,
forma con que obran los vireyes, y ministros para ni deshacer los paquetes, y envoltorios, <é incurra
aplicar él remedio conveniente: y por séi* éste de­ én la misma pena él que contraviniere,
lito de tan difícil probanza," que se debe castigar
con toda severidad , y evitar los inconveniéntéS, \L E Y X.
que hasta ahora se han esperimentadó: Ordena­ D. Felipe IV en Madrid á 2; de setiembre de 1625.
mos y mandamos (en atención á que por falta
de prueba n’o áé deje de castigar tan grave'deli ' Qué el sire/ de Lima y presidente de Panamá
lo', y pueda mejor averiguarse la verdad de todo "• ' i' bien los pliegos y despackdS.-:
lo que cn’rázon de el hubiere1pasado, y los qu'o rq r lo./jqe; conviene tener aviso.muy de. or­
hubieren sido transgrésores éó tomar, abrir y re­ dinario de!,estado en que se hallan las. provin-
conocer los pliegos por 'sus personas, ó htibíéVéft cias.del Perú, y qué con tiempo anticipado reci­
ordenado á otras que lo hagan1, sin reservár á ban jos ministros de aquel reino los pliegos, y
ningún ministro, ni persona, de cuálqtiieé grado, despachos, que de estos se les envíar-en, y enlodo
ó calidad) que tengan los casos icferidbs en su baya buena órden,puntual y continua correspon­
favor lodo lo qué jv>r él derecho basta para Ja ca­ dencia;-. Mandamos al yirey, que en conserva de
lidad del delito, ocultó, y de dificil'probanza, así la armada en que se trae la platsf de las provin­
p >r natura’eza, como' por lugar, ó tiempo, ¿iri fal­ cias de Tierra Firm e, envíe siempre un barco
tar circunstancia de las qué sé conáidérán j'y re­ pequeño, en que luego como llegue embarque el
quieren én los de esta calidad, procèdiendo oóriU presidente de Panamá lodos los pliegos, y des­
Ira los vireyes, y los demás ministros, y persóhá'ál pachos, que fueren1en nuéstra armada real, y el
que intervinieren en lomar las dichas cartas: hora presidente con todo cuidado procure qué e! bar­
sea por hecho suyo, ó de orden de otros, que de co vuelva à salir luego, de forma que puedan es­
cualquier modo impidieren que vengan á nues­ tar en el Callao los pliegos á mediado Agosto, con
tras manos, óá nue>tro consejo, y sus ministros, que tendrá tiempo de responder hasta Noviem­
por via de visita secreta, sin darles nombres de bre, que entonces ha de remitir e! virey sus des­
testigos. Y ordenarnos que con las noticias, que pachos, y luego que los reciba el presidente, los
tuvieren los oidores, alcaldes, y fiscales de nues­ envíe con cualquier barco á la ciudad de Carta­
tras audiencias de las indias, ó alguno de ellos, gena, para que los traiga el aviso, que de allí par­
puedan hacer información secreta de lo que cer­ tiere á los primeros de Enero, y podrán llegará
ca de esto entendieren , y nos la remitan por la España á mediado Marzo, y se responderá á !o
via mas reservada, que les pareciere, con diferen­ que fuere mas preciso en los primeros galeones,
tes duplicados, ó enviarla ai presidente, ó gober^ que hubieren dé ir por nuestra hacienda , y de
nador del consejo de Indias, teniendo entendido, particulares.
que nos daremos por muy servido de los que así
lo hicieren, y ¡es haremos merçed , y que en esto, LEY. X I.
y en lo dependiente se guardará todo secreto á D. Felipe IV allí a 17 de junio de 1628.
los jueces, y a los testigos, que depusiercn:y que Que en llegando à Cartagena los pliegos para
también haremos merced á las personas, que con Nuevo Reino se remitan sin dilación.
verdad, y puntualidad nos dieren aviso, 6 al dicho
nuestro consejo, del estado en que se hallare el El gobernador de Cartagena con mucho cui­
gobierno de aquellas provincias, así en lo tocan­ dado y diligencia provea y ordene, que en llegan-
te a la administración de justicia, como de nues­
tra real hacienda, y cscesos, que se cometieren mala versación que se decía haber sobre las curtas
en la estúfela de la misma ciudad: d esú s resultas,
por los ministros, porque uucstra resolución es por real orden librada por el ministerio de Estado,
castigar con toda severidad á los que faltaren á y comunicada por el secretario del consejo de Indias
esto, sin excepción de persona de cualqnier gra­ (su fecha de aquella 21 de junio de 1819, y la de la
do que sea. (a) carta acordada de comunicación , 12 de julio de! mis­
mo año) se mandó que el presidente subdelegado
del ramo instruyese la causa , ampliando la sumaria
I.) Ib ensena lo mandado sobre pago de pórtesele es de la audiencia , y que en caso de que resultase jus­
pcdíenles y procesos. tificado el grave cargo de la mala versación en las
, v-) (..on arreglo á esta ley I1Í20 la audiencia de cartas, suspendiese ¡i los culpados. Jos arrestase etc.,
C. iiateniala { comisionando al efecto uno de sus mi­ admitiéndole las apelaciones para Ja Jaula suprema
nistros) hiformación secreta en el año de UU5 de la de postas y correos.
De las cartas y correos. 91
do ¿ aquella ciudad nuestras armadas, flotas y LEY' X V .
navios de aviso, se recojan los pliegos y despachos
dirigidos á nuestra audiencia real de la ciudad D. Felipe II allí á 23 de noviembre de 1561.
de Santa Fe deí Nuevo Beíno de Granada, y mi­ Que los pliegos dirigidos à gobernador y oficiales
nistros que én él nos sirven, y los haga remitir •reales, se abran por todos junios y no- por el go­
con toda brevedad. bernador solo..

•’ ■l e y ' x ii . . ■ Cuando fueren pliegos dirigidos á goberna­


dor y oficiales reales de alguna provincia, si el
El mismo allí á 5 de octubre de 1650. gobernador ¿e hallare en .la dudad de su resi­
Que los oficiales reales 4e la ^ era-Cruz remitan dencia, se abrí*n .por iodos juntos, y no por el
los pliegos á Guadalajara. gobernador solo*, y si no'se hallare en la ciudad,
y estuviere su teniente en ella con los oficiales,
; Los oficiales reales de !a Vera-Cruz envíen él teniente y éllós ios abran, y no los envíen adou-
á la audiencia de Guadalajara los pliegos que.se de el gobernador estuviere; peró.despues de abier­
llevaren en las flotas y avisos con correo propio,, tas se le de aviso y envíe el despacho, que fqere
y á buen recaudo, de forma que. lleguen ,bten para el, y esta forma se guarde y cumpla, pena"
tratados. de nuestra merced, y mil pesos «le oro, que apli­
L E Y X III. camos á nuestra cámara y fisco.
D. Felipe 1II en Burgos á 24 de junio de 1615.
’ LEY -XVI.
Jlintrario y forma. d? encaminar las pliegos á
Guatemala , ' .D. Felipe ;1V alli .á 21 de diciembrc.de 1627 , y 5 de
mayo.de 1629.
Los pliegos para Guatemala , que llevan ios
Que los, cajones y pliegos de carias vengan bien
navios de aviso, suelen liegar; muy tarde;por vía
aderezados y puestos en los registros.
de la Vera Cruz y- Méjico.- Y;porquese gane e l.
tiempo que fuere posible, or de nawós al -pres iden - ' Todos los pliegos y cartas que enviaren los
te y jueces de la casa de contra lacio» de Sevilla, vireyes y ministros, y otras personas de las In­
que dé» por instrucción á los Cabos,• que; haga» edias, vengan en.cajones medianos, bien clava­
stt viaje por dentro de los alacranes; y los plie*- dos , precintados , embreados, cubiertos cph‘ ena­
gos que llevaren para Guatemala dejen -en rio de cerados dobles, y muy bien acondicionados^ha-
Lagartos, costa de Yucatán, de donde, pues hay ciendo registro de todos ellos , y cargo á los ge­
allí guarda, se podrán llevar á la villa de Valia** nerales, almirantes y maestres de las paos don­
doiid; y desde ella al puerto de Bacalar, y pa- de, se embarcaren , para que por lps registros,
sarlos en canoas al Gollo Dulce, continuando des­ que han de. remitir por duplicado, se les pida
pues el viaje por tierra á Guatemala; y si algún cuenta y hagan la entrega en.la casa de contra­
aviso no pudiere tomar el rio de Lagartos, orde* tación de Sevilla, y asi lo ejecutarán coo pre­
neo que en este caso dejen los pliegos en el pueru­ cisión y puntualidad.
lo de Ciza!, que está treinta leguas mas al Oeste
en la misma costa, para qqe desde allí se lleven L E Y X V II.
à la ciudad de 'MeVida, donde el gobernador los I). Felipe II alliá 17 de enero de'1595.
encamine á Bacalar; y en cuso que no pudieren
Que no se despachen correos sin dar aviso á los
tomar estos puertos, entren en San Francisco de -
secretarios de eireyes y presidentes^
Campeche, para que se a víen desde allí, pues con
cualquier tiempo qué'lb$ avisos tengan , podrán Mandamos , que los correos mayores y sus
tomar algunos de estos puertos, sin detenerse^ ni tenientes en las ciudades de I-ima y Méjico , d
hacer rodeo; y respecto de ser los navios peque­ otra cualquier parte donde estuvieren los vire-
ños, importará que reconozcan la costa antes de yes, ó presidentes, no despachen ningún cor­
hacer su viaje, con mas seguridad, aguardando reo, sin dar primero aviso á sus secretarios,
un Norte, y saliendo á la caída de él para San y que puedan ser apremiados á que lo cum­
Juan de Ulhua. Y mandamos á los gobernadores plan , s|n embargo de cualquier réplica.
de Yucatán, que con mucho cuidado y büén co­
bro, avíen los pliegos á Guatemala , y 1siéinpre
nos avisen de haberlo hecho así, D. Felipe III en San Loreuzo á 25 de agotto de 1620.
L E Y X lV t Que para despachar correos á costa de la real
hacienda concurran las, calidades de esta ley•
D. Felipe 111 en Madrid á 4 t]e febrero de 1608.
Que las justicias de las Indias encaminen los plie -
Sj la ocasión que se ofreciere es por algun
gos de el Rey con puntualidad. caso grave, y peligra en la tardanza , es nuestra
voluntad, que los vireyes, presidentes, audien­
Ordenamos y mandamos á todos los gober­ cias , y ministros, que tuvieren el gobierno de
nadores, alcaldes mayores y justicias de los puer­ la proyincia puedan despachar los correos, que
tos y provincias de las Indias, que con toda pun­ no se pudieren excusar , á costa de nuestra real
tualidad y cuidado remitan y encaminen nues-r hacienda ; pero si con este pretexto trataren de
tros pliegos y despachos á las partes y personas sus propias correspondencias, no es justo que se
donde fueren dirigidos, luego que lleguen á su Ies ¡¡ermita. Y por excusar gastos superfluos,
poder, dando la orden y prevención que mas con- declaramos y maridamos , que los ministros pue­
venga, para mas fácil y puntual correspondencia. dan despachar correos cuando, y donde convi-
92 Libro n i. Titulo xvT.
mere á nuestro real servicio, con qne si el cor- 1chasquis, correos de á pie, que sé despacha ni con
ico llevare olguna carta ó despacho particular, cartas y pliegos de negocios públicos y particu­
por e! mismo caso sea su gasto por cuenta <lel lares , y porque es grande el trabajo que en es­
«pie le despachare, y al tiempo de reconocer los to padecen , y por muchas leyes de esta ílecopi»
contadores estas partidas, no las reciban en ilac on está proveído , que. los indios no sean
cuenta, sí no fuere mostrando el parte, en el molestados, ni vejados, antes es nuestra volun­
cual se diga como va despachado á tal nego­ tad , que sean relevados de todo trabajo, y pa­
cio , y que no lleva otro ningún despacho, gados sin dilación en sus propias manos: Man­
y con que en el parle se declare por mayor la damos, que los vireyes, presidentes, audien­
causa por que es despachado, y se hace el cias y justicias tengan muy particular y conti­
gasto; y si el virey , ó ministro superior , á . nuo cuidado de ampararlos , y remediar el tra­
quien fuere remitido, juzgare que la causa fue bajo que padecen, proveyendo cuanto convenga
oblígalo»¡a, le dará certificación, para la paga, á su: alivio y paga, de forma que rio reciban
y aprobara la que estuviere hecha ; y asimismo agravio. ¡= . ' j •;
en c! parte se lia de declarar , que eVcorreo , .ó
persona enviada no es criado, ni familiar de X X ÍÏ.
presidente , oidor, gobernador , ni otro ministro D. Felipe III én Madrid á 2 de julio de 1618.
nuestro, para excusar que ocupen sus criados Que á los indios chasquis se les pague lo debido
con daño de nuestra real hacienda. cada cuatro meses.
LEY XIX . .Ï Mandamos que con los indios , chasquis y
'correos no se hágári transacciones * bajas, es'pe-
D. Felipe IV cii Madrid ¡í 11 de julio de 1638, capí- ’
tufo do carta. ' ras, ó quitas de lò que sé les debiere, aun-
qüe sea de consentimiento de los misinos in­
Que los rorreas dón recibo de los pliegos qtce- se tes dios interesados*.: con decreto judicial, ni en
entregaren por tribunales, y le cóbren. otra forma a ntçs vbi&n pa ra que. se les dé en ­
Mandamos á los vireyes, presidentes , oido­ tera' satisfaceáoírir,.:/? guarde justicia ,, el fiscal de
res y contadores de cuentas, que den las drdenés. ta real audiencia , protector y abogado cada cua­
convenientes para que los correos mayores j o dro meses , por los tercios del año j hagan cíen­
sus tenientes den recibo de los pliegos que se íes la con el correo mayor de Jo que importaren, los
entregaren por tribunales, y cuiden de tomarlos jornales^de aqjiel tiempo ;,y si luego incontinenti
«le los que los recibieren, para que con mas fá­ no les pagare* pidan ejecución contra él en la
cil y segura correspondencia corra'el gobierno audiencia, ó tribunal de justicia por !a. canti­
público , y buen cobro dé nuestra real hacien­ dad que montare,.y la audiencia, ó justicia la
da , con tal atención, que por Omisión ó descui­ mánde hacer, sin estrépito, y figura de juicio
do no se deje de ejecutar lo proveído y orde­ ejecutivo , dándose, luego mandamiento; de pa­
nado. go , y a premio^ contra el correo mayor , sin
LEY XX. obligar á ia parte, que pidiere la ejecución en
nombre de los indios á que dé la fianza de la
F.I misino allí á 22 do agosto de 1650. ley de Toledo * haciéndola efectiva de forma
Que de las curtas que fueren del servicio del Iíey que sean pagados, y no molestados, ni defrau­
no se lleven portes á ¡os ministros de las Indias. dados de su sudor , trabajo y servicio.
Los correos mayores no lleven portes de las Que los correos mayores del Perú y Nueva
cartas , que fueren de nuestro servicio para mi­ España sean residenciados, ley 10, tit. 15,
nistros de las audiencias, ni oficiales de nuestra • /<b.. 5.
real hacienda , y asi se guarde universalmente en Eos presidentes de las reales audiencias, ni
todas las ludias. otra persona alguna, no abran los pliegos,
LEY y despachos de Su Magostad, que fue*
reu para las dichas audiencias , sin asis*
O. Felipe II en San Lorenzo á 22 de setiembre de
1503. •> c
teñe ¿a de los oidores, y fiscales de ellas,
y un escribano de cámara, si pareciere
Que ¡os indios chasquis ó correos sean pagados en conveniente , y ábranse en los acuerdos, y
mano propia , bien tratados y amparados de las jio fu era de ellos, y remitan á los oficia­
justicias. les reales con las cédulas y otros despachos
En algunas partes de las Indias se ha reco­ del rey, los que tocaren á su ministerio,
nocido grande omisión en pagar á los indios leyes 2 0 ^ * 2 9 , tit. 15, lib. 2.
LIBRO CUARTO.
■ — ;

De los descubrimientos .

LEY P R I M E R A . , , cxtrápgeros de nuestros reinos , ni,.a jo s prohi­


D. Felipe H ordenanza 32 y 53 de poblaciones. Con­ bidos d<? pasar á las Indias, ni (os descubridores,
diciones generales. á quien se encagaren, los puedan llevar.
Que antea de conceder nuevos descubrimientos se ■ L E Y -IV ..
pueble lo descubierto*
El mismo ordenanza di.
Porque el fin principal que nos mueve a ha­ Que ninguna persona haga por su autoridad nue­
cer nuevos descubrimientos es la predicación, y vo descubrimiento ¡ entrada, población ó ranchería.
dilatación de la santa Fé católica , -y:que los in­
dios sean enseñados , y vivan en paz. y. policía: Establecemos y mandamos, qüe. ninguna
Ordenamos y mandamos, que antes de conce­ persona, de cualquier estado y condición que
der nuevos descubrimientos y poblaciones , se sea , haga por su propia.autoridad nuevo descu­
dé orden deque lo descubierto , pacífico y obe­ brimiento por mar , ó tierra , ni entrada , nue­
diente á nuestra santa madre Iglesia católica, se va población , o ranchería en !o descubierto , ó
pueble, asiente y perpetúe, para paz y concor­ por descubrir de nuestras Indias síp licencia y
dia j de ambas repúblicas , como se. dispone en provisión nuestra , ó de quien tuyiere nuestro
IasJ. leyes que tratan de las poblaciones , y ha­ ppder para concederla -t pena de m uerte, y per-
biéndose poblado , y dado asiento en lo que está diinento de todos sus bienes para nuestra cáma­
descubierto, pacífico, y debajo de lá obediencia ra. Y mandamos á los vireyes, audiencias, go­
espiritual de la santa Sede apostólica, y de la bernadores ,.y otras justicias, que no den licen­
nuestra se trate de descubrir y poblar lo que cia para hacer nuevos descubrimentos , sin con­
que con ello confina, y de nuevo se fuere des­ sultarnos , y tener licencia especial nuestra}
cubriendo. pero en lo que estuviere ya descubierto y . pací­
LEY II. fico, permitimos que puedan ciar licencia dentro
en sus jurisdicciones para hacer las poblaciones
El mismo ordenanza 27. que convengan , guardando las leyes de este libro
Que los descubrimientos se encarguen á personas con que hecha la población , nos envíen luego
de satisfacción y buen celo. relación de lo que hubieren ejecutado: y en
Ordenamos que las personas a quien se hu­ ciianto à la facultad de ios vireyes para nuevos
bieren de encargar nuevos descubrimientos, descubrimientos, se guarde la ley 28, tít. 3, li­
sean aprobadas en cristiandad, buena concien­ bro 3 en los casos que contiene.
cia, celosas de la honra de Dios, y servicio nues­ LEY V .
tro , amadoras de la paz, y deseosas de la con­
El mismo en Guadalupe á l . ° de abril de 1580. Y en
versión de los indios , de forma que haya ente­ capítulo de instrucción, en Toledo a' 25 de mayo de
ra satisfacción de que no les harán perjuicio en 1596.
sus personas , ni bienes, y que por su virtud, y
verdad satisfarán á nuestro deseo y obligación, Que el gobernador presidente de Filipinas pueda
que tenemos de que esto se haga con toda cris­ capitular descubrimientos conforme ú esta ley.
tiana providencia, amor, y templanza. Damos facaltad al gobernador y presidente
LEY III. de las islas, y real audiencia de Filipinas, para
que pueda concertar nuevos descubrimientos y
D. Felipe 11 ordenanza 28 de poblaciones.
pacificaciones con personas, que por su cuenta,
Que no se encarguen descubrimientos d estrange­ y no de nuestra real hacienda quisieren capitular,
res ni á personas prohibidas de pasar à Jas I n ­ y Ies de' títulos de capitanes y maestres de cam­
dias. p o , y no de adelantados y mariscales, y los con­
]NTo se puedan encargar descubrimientos á ciertos y capitulaciones se puedan ejecutar con
TOMO II.
04 Libro iv. Tit. i.
parecer de la audiencia , en el ínterin que Nos procuren llevar algunos indios é inteVprefes de
los aprobamos con calidad de que se guarden las partes donde fueren mas á propósito,hacién­
Jas leyes dadas para la guerra, pacificationes y doles todo buen tratamiento, y por su medio
descubrimientos , con tanta precisión, que por hablen y platiquen con los de !a tierra, procu­
cualquier cosa que falte no se dará cumplimien­ rando entender sus costumbres, calidades y for­
to à io tratado , e incurrirán los que excedieren ma de vivir, y de los comarcanos, informándo­
en las penas impuestas ; y asimismo con que las se de la religión que tienen, y qué ídolos adoran,
partes han de llevar nuestra confirmación den­ con qac* sacrificios y manera de culto: si hay
tro da un breve termino que el gobernadorse- entre ellos alguna doctrina ó genero de letras:
fíale. cómo se rigen y gobiernan : si tienen reyes, y
LEY VL si estos son por elección ó por derecho de san­
gre , ó guardan forma de república ó por lina-
hl mismo ordenanza 29 de poblaciones. D. Felipe IV
cu Madrid á IX de junio de 1621. D. Carlos y la rei­ ges : qué rentas y tributos dan ó pagan , ó de
na gobernadora. qué manera, y á qué personas: qué cosas son
las que ellos mas precian , y cuales las que hay
Que en las capitulaciones se escuse la palabra
en la tierra ,y traen de otras partes que ten­
conquista, jr usen las ele pacificación y población*
gan en estimación : si hay metales, y de que
Por justas causas y consideraciones con­ calidad, especería , drogas, ó cosas aromáticas*,
viene , que en todas las capitulaciones que se y para mejor averiguarlo lleven algunos de es­
hicieren para nuevos descubrimientos , se excu­ tos géneros: asimismo sepan si hay piedras pre­
se esta palabra conquista, y en su lugar se use ciosas de las que en nuestro reino se estiman;
«le las de pacificación y población, pues habién­ y se informen de las calidailes de los animales
dose de hacer con toda paz y caridad, es nues­ domésticos y sa!vages , plantas , árboles cultos é
tra voluntad, que aun este nombre interpretado incultos, y aprovechamientos que tienen de to­
contra nuestra intención, no ocasione, ni dé do, y de las demas., cosas contenidas ep las leyes
color á lo capitulado, para que se pueda hacer que de esto tratan , y de todo traigan muy cam­
fuerza ni agravio á los indios, (i) pi id» razón.
LEY V IÍ. LEY X.
1). Felipe II urde na nza 22 de poblaciones. X). Felipe H.Q.rdenanza 2Qde poblaciones.
Que los descube ¡tinres describan su oíage , leyendo Que los descubridores no se embaracen en guerras,
coda din lo escrito , y firmando alguno de los ni bandos entre las indios , ni los hagan 4ano , ni
principales. tomen tosa alguna,

Dado principio al vjage por mar ó tícr- Los descubridores por mar ó tierra no se
l'a, comiencen los descubridores á hacer me­ embaracen en guerra ninguna, entre unos y
moria y descripción por días dç lo que vie­ otros indios, ni los ayuden ni revuelvan en
re»', hallaren y aconteciere en todo lo descu­ cuestiones por ninguna causa, ni razón que sea;
bierto, y habiéndolo escrito en un libro , se lea no Ies hagan nial , ni daño, ni tomen sus bie­
en público cada día delante de Jos que hieden i nes si,no fueren por rescate, Ó dándoselos ellos
la facción porque mejor se averigüé la verdad, por sú Iibrg voluntad.
y firmado de alguno de los principales , guárden LEY X I,
el libro con mucho cuidado, para que cuando
El mismo, ordenanza 31,
vuelvan lo presenten en nuestro consejo ó au­
diencia, donde h¡an dp dar cuenta de la pppi* Qtie ningún descubridor entre á poblar en el dis­
tufado. trito de otro.
LEY V IH . Mandamos que ningún descubridor , ni po­
Ordenanza 14. blador pueda entrar á descobrir, qi poblar en
Que ios descubridores pongan nombres á las pro­ térmiuos que á otros estuvieren encargados, ó
vincias, maníes, ríos, puertos, ciudades y pueblos. hubieren descubierto; y habiendo duda ó dife­
rencia sóbrelos limites, por el misino caso los
Luego que los descubridores lleguen á las unos y los otros cesen de descubrir y poblar en
provincias y tierras que descubrid en , junta­ lás partes sobre que hubiere ia duda y compe­
mente con nuestros oficiales, pongan nombre á tencia, y dén noticia á la audiencia, en cuyo
toda la tierra en común , y en particular á las distrito cayeren los limites; y si fuere la duda y
provincias, montes y ríos, ciudades y pue­ diferencia en términos de diferentes audiencias,
blos mas principales que ballat en , y los que se dé noticia a ambas, y al consejo, y hasta ha­
fundaren. berse determinado en las audiencias, gj fueren
conformes, ó e» el consejo, si no se conforma­
Ordenanza 15.
ren , y proveído lo que convenga, no prosigan
en el descubrimiento y población, y guarden lo
Que los descubridores lleven intérpretes, y se i« - que se determinare en las audiencias, ó en
formen de lo que esta ley declara. el consejo, pena de muerte y perdiipento de
Los que fueren a descubir por mar y tierra bienes.
(1) Esta ley so recordó en cédula de 15 de ma­
yo de 76 0 , con ocasión de tratar de las antiguas po­
blaciones del cerro de la £>¡d.
De los descubrimientos. OS
LEY X II. vengan de su voluntad, pena de muerte, ex­
cepto hasta ires ò cuatro personas, para len­
El emperador don Carlos en las ordenanzas de io l2 .
D. Pe Upe 11 ordenanza 50 de poblaciones.
guas ó intérpretes, tratándolos Lien, y pagán­
doles su trabajo, (a)
Que los descubridores guarden lo dispuesto en f a ­
vor de íos indios y las instrucciones que llevaren. LEY Y V I.
El mismo , ordenanza 18 de poblaciones.
Los descubridores guarden las leyes de este
Que en gastando la mitad de Jos bastimentos se
libro, y especialmente las hechas en favor de vuelvan los descubridores á dar razón de lo des­
los indios, c instrucciones-'particulares que se les cubierto.
dieren , y estas sean convenientes y acomodadas
á la calidad de los naturales , provincia y tierra Ordenamos, que los descubridores hagan ba­
que han de descubrir. lance y tanteo de los bastimentos con que se
hallaren en ocasión de descubrimiento ; y ha­
LEY X III. biendo gastado la mitad de la provisión no se
El emperador don Carlos y la emperatriz goberna­ detengan mas por ninguna causa si los basti­
dora en Madrid á 9 de junio de 153ü.
mentos de la tierra no les dieren con abun­
Que ningún gobernador haga entradas ni rescates dancia él sustento que hubieren nienesler par#
en otra gobernación. perficionar el intento r y vuelvan á dar razón
Prohibimos á los gobernadores de las In­ de lo que hubieren; hallado y descubierto , y
dias, y à sus lugartenientes, que vayan ó en- alcanzaren á entender,, asi de las gentes que
vién fuera de sus gobernaciones á oirás cuales* hubieren tratado, como de las comarcanas de
quiera, por mar, ni por tierra á hacer entradas, que se pudiere tener noticia.
rescates ó contratos con los indios cotí’ riinguia
color, « i pretexto, sin licencia de los goberna­ El mismo en el Bosque, de Segoyia á 15 jtle julio de
dores eri cuyos 'distritos hubieren, de entrar para 1573. Ordenanza .25: de. poblaciones*
los fines referidos, pena de la nuestra merced, Que ningun descubrimiento ni pobj&cion se haga
y perditnento de lo que llevaren , tomaren ó res­ - : .4 costa .del, Jiey» .
cataren para nuestra cámara y fisco , y suspen­
Mandamos, que ningún descubrimiento, ¡nue­
sión de sus cargos y oficios. va navegación, ni población, se haga à costa de
■ LE Y X IV . - nuestra hacienda , ni los que gobernaren pue­
El misino a£ío 1542. D. Felipe 11 ordenanza 21 y 23
da n gastar en esto ninguna^ cosa de ella, .aun­
•de poblaciones. que tengan nuestros poderes é instrucciones
pa'ra hacer descubrimientos y navegaciones, si
Que el descubridor vuelva d dar cuenta ^ y "sea
no tuvieren poder especial para que sea a nues­
gratificado, y se envíe relación al Consejo.
tra costa. !
Los que hubieren salido à descubrir por LEY X V II (L
mar ó tierra, por capitulación hecha en las In­ El emperador don Carlos y la princesa gobernadora
dias, vuelvan á. dar cuenta al gobierno ó au­ en Yaliadolid á Ib de abril de 1550.
diencia con quien hubieren capitulado , de lo
descubierto, y efectos que han resultado, los Que no se hagan los descubrimientos que estuvie­
cuales nos envíen relación de todo, larga y cum­ ren dados contra lo dispuesto por leyes de este
libro.
plidamente à nuestro consejo de Indias, para
que se provea lo que mas convenga al servicio Ordenamos y mandamos que todos los des­
de Dios nuestro señor y nuestro; y al descu­ cubrimientos y pacificaciones, capítulos y asien­
bridor se le encargue la población de lo descu­ tos, que sobre ellos se hubieren hecho, queden
bierto, teniendo las partes necesarias para ello, suspendidos en cuanto fueren , ó pudieren ser
ó se le haga la gratificación que mereciere por centra las leyes de este libro: y que en todos los
lo que hubiere trabajado y gastado, cumpliéndo­ que se hicieren , sean guardadas y ejecutadas,
le su asiento, habiendo ci satisfecho por su sin exceder en todo, ó en parte , y los trana­
parte. gresores incurran en las penas establecidas por
LE Y X V . las leyes.
Ei emperador don Garlos , áño 1542. D. Felipe II or­
Que los ministros no entiendan en armadas,
denanza 24 de poblaciones. descubrimientos, ni minas, ley 60, tit. 16,
Que los descubridores no traigan indios si no fu e ­ ¡ib. 2 .
ren para intérpretes. Que para hacer asientos sobre descubrimien­
tos y otras cosas, preceda informe de la
Ningún descubridor por m aro tierra, pue­ justicia ordinaria, ley 19, tit. 33, allí.
da traer, ni traiga indios de las partes que des­
cubriere , con ningún pretexto , aunque ellos (2 ) Véase la ley 1 6 , tit. i .° , L. 6.
De los descubrimientos por mar,

correr al otro; y si alguno faltare, se pueda rcco-


jer la gente ai que quedare.
D. Fernando V y doña Isabel en Granada á 3 (lé
setiembre de 1501. El emperador don Carlos allí á
17 de noviembre de l52b. I). Felipe II ordenanza 1 Ordenanza 10.
de poblaciones; :
Que cada navio vaya abastecido para un ano con
Que ninguno pueda pasar á las Indias á hacer dos limones y los aparejos necesarios.
nuevos descubrimientos sin licencia del Rey.
Los navios que fueren á descubrimiento va-
Ordenamos y mandamos, que ninguoos nues­ yan bien proveídos de bastimentos, por lo menos
tros súbditos y vasallos.de estos reinos y señoríos, para doce meses, desde el .día que partieren , y
ni otros cuaíesquier eslranjéros de ellos , sean prevenidos de velas, ancla», cables, y las demás
osados de ir sin nuestra especial licencia y mana­ jarcias y aparejos necesarios i la. navegación, y
da to à descubrir por el mar Oceano ninguna pro­ cada uno lleve dos timones.
vincia de la Tierra-Firme de todas nuestras In­
dias e Islas adyacentes, descubiertas , y por des­ L E Y V I.
cubrir,- pena.de que el que contraviniere, por el
mismo hecho, sin otra sentencia y declaración, D. Felipe II ordenanza 8 ,
haya perdido y pierda el navio ó; navios, mer­ Que en cada navio no vayan más de treinta per-
caderías, bastimentos, armas, pertrechos, y otras sonas.
cuaíesquier cosas que llevare: Todo lo cual apli­
En cada uno de los navios que fueren à des­
camos desde ahora, y habernos por aplicado a
cubrir, siendo de! porte referido, vayan treinta
nuestra cámara y fisco.* y en cuanto á las demás
personas entre marineros y descubridores, y no
penas se guarde la ley 4> del titulo antecedente.
mas, porque no se consuman en poco tiempo los
. LEY 11. bastimentos, y los bajeles sean bien gobernados.
Ordenanza 6 .
LEY V IL
,
Que el (/ue tuviere licencia para descubrir por m a r
Ordenanza 19.
lleve por lo menos dos navios que no pasen de se­
senta toneladas. Que los navios pequeños busquen puertos á los m a­
yores en que estén seguros.
El que con licencia, 6 previsión nuestra, ó de
quien tuviere nuestro poder, hubiere de ir á ha­ Si para descubrimiento por mar , fuera de
cer algun descubrimiento por m ar, se obligue á los navios que está ordenado, fueren algunos de
llevar por lo menos dos navios pequeños, cara- mayor porte, llévese mucho cuidado de que en
velas ó bajeles que no pasen de sesenta tonela­ comenzando á costear, se íes busque puérto segu­
das, que se puedan engolfar y costear por cua- ro, y dejándolos en él á buen recaudo, ios navios
lesquier ríos y barras sin peligro de los bajos. y bajeles menores pasen costeando, descubran y
ronden hasta que hallen otro puerto sin peligro,
LEY SU. y de alh vueivan por ios navios que dejaron,
El emperador don Carlos ordenanza 3 de 1556. Don llevándolos por la parte segura que hubieren des-
Felipe II ordenanza 9 de poblaciones.
cubierto a! puerto siguiente, y asi sucesivamen­
Que en cada navio vayan dos pilotos y dos sacer­ te vayan pasando adelante.
dotes.
Vayan en cada uno de los navios, que fueren
á descubrir, dos pilotos, si se pudieren haber, y Ordenanza 12.
dos sacerdotes, clérigos, ó religiosos, para que se Que los pilotos vayan haciendo derroteros ds su
empleen en la conversión de los indios á nues­ viage por escrito , comunicándose.
tra santa fe católica.
Los pilotes y marineros vayan echando sus
LEY IV. puntos, y mirando muy bien las derrotas, cor­
El mismo , ordenanza 7. rientes, aguajes, vientos, crecientes y aguadas
Que los navios naveguen siempre de dos en dos.
que en ellas hubiere, y los tiempos del ano, y con
la sonda en la mano noten los bajos y arrecifes
Los navios que fueren á descubrir, naveguen que hallaren descubiertos, y debajo del agua: las
siempre de dos en dos, porque el uno pueda so­ islas tierras, ríos, puertos, ensenadas, ancones y
Du los descubrimientos por inar. 97
bahías; y en el lib ro que para esto cada navio en tierra sino con acuerdo de los oficiales reales y
llevare, lo asienten todo, con sus alturas, y pun­ sacerdotes•
tos, consultándose los dé unos navios con los de O rdenam os, que los capitanes ó cabos de los
o tro s, las mas veces que p u d ieren , y el tiem po
descubrim ientos, poblaciones y rescates no saltea
diere lugar, para que si hubiere alguna d iferen ­en tierra en la dem arcion y lím ites que les fueren
cia, se puedan concordar y averiguar lo mas cier- señalados en sus licencias, si no fuere con acuer­
to, ó dejarlo com o lo hubieren prim ero escrito.do y parecer de los oficiales que para ello fueren
nombrados por N os, y de ios clérigos y religiosos
LEY IX . t que hicieren el m ism o viaje, y no de otra for*
Ordenanza 11. ; ma, pena de perdim iento de la m itad de sus b ie­
Que los descubridores lleven los rescates que se nes para uuesira cám ara y fisco.
ordena. LEY X I.
Para contratar y rescatar con los indios, y g en ­ D. Felipe II en Aranjuez o postrero de noviembre
tes de las partes donde llegaren, se lleven en cada de 1568.
navio de los que fueren á descubrir algunas m er­
Que en saltando en tierra se tome posesión en
caderías de poco valor, com o tijeras, pein es, cu ch i­
nombre del Rey.
llo s, hachas, a n zu elo s, bonetes de co lo res, espe­
jos, casca v eles, cuentas de v id r io , y otras cosas O rdenam os á los ca b o s, capitanes y las d e -
de esta calidad. mas personas que descubrieren alguna isla ó
tier ra -firm e, que en saltando en tierra tom en
LEY X. posesión en nuestro n o m b re, h a cié n d o lo s autos
El emperador don Ciarlos ordenauza 5 de 1526 que con vin ieren , los cuales traigan en publica for­
Que el capitán ó cabo de descubrimiento no salle ma y m anera que hagan fé.

ÍCE

D e los descubrim ientos p o r tie r r a .

cia, y en la m ism a form a la en v íen al consejo,


LEY P R IM E R A . para que visto en é l, si se hallare que con viene
D . Felipe II ordenanza 2 de poblaciones. e! d escubrim iento, se dé licen cia, conform e à lo
determ inado en esta m ateria.
Que los gobernadores se informen de lo que hay
por descubrir, y capitulado su descubrimiento, avi­ LEY II.
sen como se ordena.
El mismo ordenanza 52 y 86.
E ncargam os , y ordenam os á los que tienen
Que no se dé descubrimiento para confines de vi-
la gobernaeion espiritual y tem poral de las In ­ rey ó audiencia.
dias, que con m ucho cuidado y d iligencia se in ­
form en si dentro de su d istrito , ó en las tierras O rdenam os, que habiéndose de conceder por
y provincias, que confuían con é! , que rio sean N os d escu b rim ien to , población, y pacificación,
de otra gobernación, h ay alguna parte por des­ con título de adelantado, cabo, ó capitán, d otro
cubrir y pacificar, y que' núm ero de gentes y na­ igualm ente honorifico, político ó m ilitar, se dé y
ciones las habitan, y calidad y substancia de la conceda solam ente de las provincias, que no con­
tier ra , sin en viar gen te de gu erra, ni otra que finan con distrito de provincia de virey ó a u d ie n ­
pueda causar escándalo. Y h ib ién d ose in form a­ cia real, de donde cóm odam ente se pueda gober­
do por ios mejores m edios que pudieren, y de las nar, y hacer el descubrim iento, población y pa­
personas que serán mas á propósito para el d es­ cificación, y tener recurso por vía de apelación y
cu b rim iento, tomen asien»o y capitulación, ofre­ agravio.
ciéndoles las honras y aprovecham ientos, que jus­ LEY III.
tam ente, y sin injuria de los naturales se les p u ­ D Felipe II ordenanzas 7 3 ,7 4 y 75.
dieren ofrecer, ordenando, que los cap ítulos sean
conform es á las leyes de este título, y las demás
Que el adelantado pueda levantar gente en estos
reinos de Costilla y Leon%y nombrar capitanes, y
que dan forma á los d escub rim ientos, y de lo
lodos le obedezcan.
que hubieren averiguado y capitulado, sin poner­
lo en ejecu ción , dén cuenta al virey y au d ien - Al adelantado ó ca b o , que capitulare en el
T C n iO l i ­ 25
98 Libro ív. Tit. m.
consejo, se !e despachen nuestras cédulas reales,
LEY V II.
para que pueda levantar gente en cualquier par­
le fie estos nuestros reinos de la rorona de Castilla, D. Felipe II ordenanza 78.
y León para la población, y pacificación, nom inar Que al adelantado se. dén cédulas para llevar los
capitanes, que arbolen banderas, tocar cajas, y pu­ esclavos que capitulare, libres de derechos»
blicar la jornada, sin que tengan necesidad de pre­
A sim ism o pueda llevar el adelan tad o, ó ca­
sentar otro descacho. Y m andam os á los corregí
bo principal el núm ero de esclavos , que h u b ie­
dores de las ciudades, villas y lugares, que no les
re capitulado , libres de todos derechos, y para
pongan im pedim ento, ni lleven ningún interes. Y
que así se ejecute se le despache nuestra cédula
porque conviene escusar lo;i > desorden , y que
real.
esta m ilicia vaya al efecto que es en via d a , con
toda puntualidad, es nuestra voluntad, que todos LEY V IIL
estén á las ordenes de el adela rilado, ó cabo p rin ­ Ordenanzas 5 5 , 5:1 y 55.
cipal, y no se aparten de.su obediencia, ni vayan Que los adelantados , alcaldes mayores y corregí-
ú otra jornada sin mu licencia, pena de m uerte. dores capitulen la fundación de ciudades.
LEY IV. E ntre los demás c a p íla lo s, que se ajustaren
Ordenanza 76. con el a d ela n ta d o , ha de ser u n o , que dentro
Que las justicias fmmr esean y ayuden al a-telan de cierto tiem po tendrá erig id a s, fundadas, ed i-
Unía y le dea bastimentos^ y él lime la "ente con­ ficadas y pobladas por lo menos tres ciudades , y
forme á las ordenanzas de la casa. una provincia de pueblos sufragáneos: y con el
alcalde mayor por Jo m enos tres ciudades, la una
O rdenam os que las justicias com arcanas tí la diocesana, y las dos sufragáneas : y si fuere cor­
provincia de donde el adelantado, ó cabo princi­ regidor, una ciudad sufragánea, y los lugares con
pal hubiere de salir, y tn$ dem ás por donde h i­ jurisd icción, que bastaren para labranza, y cr ia n ­
ciere sus tránsitos, y pasage , le den todo favor y za de los térm inos de la ciudad.
ayuda, y no le pongan, ni consientan poner n in ­
gún im p ed im en to , haciéndole acudir con todos LE Y IX .
los bastim entos y provisi mes , que hub e e m e­ Ordenanza 60.
nester, á justos y moderados p recios, y habiendo
de salir de estos reinos, nuestros oficiales de la Que el adelantado sea teniente de las fortalezas
casa de contratación de S evilla le favorezcan, que hiciere.
apresten, acom oden, y faciliten su v ia je, y no le Si el adelantado, ó cabo, capitulare hacer a l­
púlan inform ación de la gente que lle v a re , co n ­ gunas fortalezas, tenga la tenencia de e ’*.is por
form e á su a sie n to , y él procu“e , que sea gente e! tiem po lim itado ó perpetuo que se le conce­
lim pia de toda raza de moro, judio, herege, ó pe­ d ier e, ó á su hijo , heredero ó su c e so r , con sa la ­
nitenciado por el Santo Oficio, y no de los prohi­ rio com petente de nuestra real h acien d a, ó fru ­
bidos de pasar à las Indias, por las ordenanzas, tos de la tierra.
y despáchensele cédulas sobre !o susodicho.
LEY V. LEY X.
Ordenanza 72.
Ordenanza 79.
Que el adelantado pueda nntnbr ar regidores y otros
Que el adelantado pueda llevar dos navios coti I
oficiales públicos.
armas y provisión cada aito, libres de. al mojari
fazgo. Podra el adelantado, ó cabo nom brar r e g i­
d o res, y otros oficiales de república en los p u e - .
E l adelantado, ó cabo pueda llevar cada ario
b los, que le nuevo se p ob laren , si N o s «o los
dos navios con arm as, y provisión p arala tierra,
b uniere utos nom brado, con que dentro de cuatro
y labor de las minas, libres de alm ojarifazgo, por
años lleve confirm ación y provisión nuestra.
lo que se ha de pagar en las Indias, con que sal­
gan con las ilotas, que de estos reinos fueren 5 LEY XI.
T ierra-firm e, ó N ueva E sp a ñ a , estando prestas,
Ordenanza 64.
ó fcuaudo para ello se les diere despacho.
Que el adelantado pueda nombrar oficiales de ha­
LEY V I. cienda real en ínterin.
Ordenanza 77.
N o habiendo oficiales de hacienda rea l, co n ­
One al adelantado se le dén cédulas para llevar el cedemos facultad a! adelantado ó cabo principal,
ganado que hubiere menester, y gente , aunque sea para que los pueda nom brar entré tanto que los
delincuente, como no haya parle. p roveem os, o q u e van los proveídos por N o s , y
M andam os que se despachen cédulas al ade­ tenga obligación de darnos luego cuenta de las
lantado ó cabo principal , para que las justicias personas nombradas.
com arcanas no le im pidan llevar e gan ad o , que
huliiere m en ester, y estuviere obligado por su Ordenanza 65.
asiento y capitulación á la población de su pro­
vin cia, y no em baracen el viaje à los españ oles, Que el adelantado 6 cabo pueda abrir marcas y
ó in d ios, ó los dem as, que quisieren ir , aunque punzones para los metales.
hayan com etido delitos, y no puedan ser castiga­ E l adelantado ó c a b o , que cap itulare en la
dos por ellos, no habiendo p arte. gob ern ación, y su su ce so r, pueda abrir m arcas
I>e los descubrimientos por tierra. 99
y p un zon es, con que s.e marquen los m etales en les hacer ordenanzas para la gobernación de la
los pueblos <ie españoles poblados y que se po­ tierra, y labor de las m in a s, con que no sean
blare IV. contra derecho, leyes de este lib ro , y órdenes
LEY X III. dadas á los descubridores, y con calidad de lle ­
var confirm ación del consejo dentro de dos anos,
D. Felipe 11 oidenanza 70.
y entretanto se guarden.
Que los jueces de la provincia ¡a dejen al que ca
pitulare. LEY X V III.
S i estuvieren proveídos algunos jueces en la D. Feliye 11 ordenanza 65 de poblaciones.
provincia ó gobernación , Untes que concedam os Que los cabos puedan librar de la real hacienda
el descubrim iento ó pacificación, Inego que entre para reprimir rebeliones•
en ella !a persona que la llevare á su cargo no
Perm itim os que el adelantado, ò cabo prin­
usen mas de jurisdicción, y se salgan de la tierra,
cipal y su su cesor, con acuerdo de los oficiales
excepto si habiéndola dejado se quisieren avecio
reales, puedan librar en nuestra real hacienda
d a r , y quedar por pobladores.
lo q ie fuera m enester para reprim ir cualquiera
LEY XIV. rebelión .
Ordenanza 68. LEY X ÏX .
Que el adelantado y su sucesor tengan en su dis Ordenanza 80.
trito la jurisdicción civil y criminal en apelación.
Que los pobladores no paguen mas que la dècimñr-
O rdenam os que e) adelantado ó cabo p rin ci­ de los metales y piedras por diez anos.
pal , á quien se hubiere encargado e! d escubri­
m ie n to , tenga la jurisdicción c iv il y crim inal en El adelantado y su sucesor, y los pobladores
grado de apelación de los ten ien tes de goberna no paguen mas de la décim a de 'os m elu ies, y
dor y alcaldes ordinarios de fas ciudades y villas piedras preciosas por tiem po de diez anos.
de su fundación, que no hubieteti de ir ante ios
concejos, y .la mistna se con tin ú e en su hijo ó
heredero 5 ó sucesor en la gobernación. Ordenanza 8L

LEY XV. Que los pobladores no paguen alcabala por .veinte


anos.
Ordenanza 69.
H acem os merced a! cab o, y sucesor princi­
Q te de las causas de los 'adelantados y pleitos de
su gobernación sea juez inmediato el Consejo p a !, y á todos los nuevos pobladores, que fu e -
ren en su co m p a ñ ía , de que no paguen alcabala
Es nuestra voluntad que los dichos adelan­ por tiem po de veinte años.
tad os, ó cabos principales sean inm ediatos al
consejo de lu dias, y n in gu n o de los vireyes , ni
audiencias com arcanas se puedan entrom eter en Ordenanza 82.
el distrito de sus p rovin cias, de oficio ni ñ p ed i­
m en to de parte, ni por vía de ap elación, ni pro Que los pobladores no paguen almojarifazgo por
veer jueces de com isión , y el consejo conozca
diez anos, y el cabo por veinte»
de todas las co sa s, causas y negocios de gober­ P erm itim os que los nuevos pobladores no pa­
n a c ió n , de oficio, ó à pedim ento de p a rte, por guen el alm ojarifazgo que se cobra en las In dias
vía de apelación , y suplicación •, y en casos d • de todo lo que llevaren para provisión de sus
justicia en tre partes en los dichos grados, de las casas por tiem po de diez anos; y el adelautado
causas c iv ile s , de seis m il pesos y m a s 5 y en las ó cabo, y sucesor no lo paguen por tiem po de
crim in ales, de las sentencias en que se im p u sie­ veinte años.
re pena de m u erte, ti m utilación de m iem bro.
LEY X V !. Ordenanza 85.
Ordenanza 67. Que al dar residencia el adelantado se atienda
Que ¡os descubridores puedan dividir sus provin­ como hubiere servido, para usar ó no durante ella.
cias y poner alcaldes mayores y corregidores con
Cuando se h ub iere de tom ar residencia al
salarios, y confirmar los alcaldes ordinarios.
adelantado que p oblare, se tenga considera .io n
Los que capitularen d escu lirim ien to, puedan com o ha servido, para ver si ha de ser su spen ­
d ivid ir su provincia en distritos de alcaldes m a­ dido de la ju risd icción , ó dejarle en ella el tiem ­
yores y corregim ientos, y alcaldías ordinarias, po que durare la residencia.
y poner alcaldes m ayores y correg id o res, y s e ­
ñalarles salario de los frutos de la tierra, y c o n ­
firmar los alcaldes ord in arios, que eligieren los Ordenanza 81.
concejos.
Que al que cumpliere bien su asiento se le darán
LEY X V II. vasallos y titulo con perpetuidad.
Ordenanza 66.
Si el adelantado, o cabo principal hubiere
Que los descubridores puedan hacer ordenanzas hecho bien su jorn ada, y cum plido com o debe el
que se hoyan de confirmar dentro de dos anos , y a sien to , nos darem os por bien servido de su c u i­
entre lanío se guarden. dado y d iligencia para le hacer merced de vasa­
A sim ism o podr ía los descubridores principa* llo s , con perpetuidad, y título de m arques, ú
100 Libro iv. T ít# III.
otro con que honrar su persona y casa, confor­ por via de asiento , con título de alcaldía mayor,
me á lo capitulado. (I) ó corregimiento; y al cabo que capitulare se le
LEY X X IV . conceda lo misino que al adelantado, excepto que
ha de estar subordinado en lo que toca à gober­
Ordenanza 96 y 97. nación al virey, ó audiencia en cuyo distrito
Que acabando la población pueda el poblador prin­ estuviere inclusa , ó con él confinare: y en cuan­
cipal hacer mayorazgo de lo que en ella tuviere, to á la jurisdicción por via de acusación y que­
J goce de los minerales pagando el quinto. rella, tenga recurso á la audiencia, y también
por via de apelación y suplicación, como en los
Al que hubiere cumplido con su asiento, y otros alcaldes mayores y corregidoies, y téme­
hecho población conforme á lo capitulado, le seles residencia, y pague el salario conforme á
damos licencia y facultad para fundar mayoraz­ los demás.
go, ò mayorazgos de lo que hubiere edificado y
de la parle que del teVrriino se les concede, y en LEY X X V I.
el hubiere plantado y edificado, y mas las minas D. Carlos II y la reina gobernadora en esta Recopi­
de oro y plata, y otros mineros y salinas, y pes lación.
querías de perlas, con que del oro, plata, per­ Que se hagan las capitulaciones conforme á las
las y todo lo demas que sacaren de los diciios l yes de este titulo y circaastancias que concurrie-
metales y minas, el poblador y los moradores de rent teniendo por principal motivo el servicio de
la población, ú otra cualquier persona, dén y Dios y su santa f¿ católica.
paguen para Nos, y para nuestros sucesores el
quinto, libre de toda costa, pasados los diez pri Por las condiciones referidas en las leyes de
meros años. este título, y motivos de algunos descubrimien­
tos especiaos, se podrán capitular otro*, am­
LEY X X V. pliando, 6 limitando los tratados conforme á la
calidad de los descubridores, sitio y demarcación
D. Felipe II ordenanza 87. de las provincias, y todo lo demas, que con par­
Que para tierras que confinen con vireyes ó a u - ticular advertencia informaren ministros y per­
diencias se dé el descubrimiento corno se ordena. | sonas inteligentes, teniendo por fin principale!
Habiéndose de hacer descubrimiento, pacifi- - servicio de Hios nuestro Señor, y propagación
cacion, ó población de provincia, que confina­ de su santa fé católica.
re, ó estuviere inclusa en las de virey, o au­ L E Y X X V II.
diencia por capitulación con virey, ó audien D. Felipe II en Madrid a 26 de junio de 1595
cía, ó persona, que la pueda hacer en las I n ­
dias, se de y conceda, con titulo de alcaldía ma­ Que no se hagan descubrimientos por Santa Cruz
yor, ó corregimiento, por via de Colonia, de al­ de la Sierra hacia el Brasil , ni introduzga el co­
guna ciudad de las Indias, ó de estos reinos, ó*8 mercio.
Por muchas consideraciones de nuestro rea
( i ) Después que terminaron cu América las oca­
servicio conviene, que los gobernadores de Santa
siones de estas ¡ornadas, y conseguir por ellas los Cruz de la Sierra no hagan descubrimientos lu ­
títulos de que habla esta ley 25 , se empezaron á so­ cia el Brasil, ni se pueda introducir por aque­
licitar por otros medios y modos que obligaron á llas partes ningún genero de comercio. Y man­
8. ¡VI. á espedir en 15 de noviembre de 1790 la real damos que los vireyes de el Perú no den lugar a
cédula que proscribe los requisitos y formalidades
cou que deben en adelante acompañarse estas soli­ que se comuniquen estas provincias, ni se pro­
citudes ; y debe tenerse presente , como también la sigan los descubrimientos comenzados, avisando*
6 5 , tit. 15, lib. 5 , y lo notado sobre ella; y también nos del remedio, que se puede poner en lo que
la nota á la ley primera , tit. 55 , lib. 2. ya está hecho.

J8BB
í*r
tas» m

D e las pacificaciones.

LEY PRIM ERA* se informen los pobladores de la diversidad de


D. Felipe U ordenanza 159 de poblaciones. naciones, lenguas, idolatrías, sectas, y parcia­
lidades que hay en la provincia , y de los seño­
Que para hacer la pacificación precedan las d ili­
res a quien obedecen, y por via de comercio pro­
gencias de esta ley.
curen atraerlos a su amistad con mucho amor y
O rdenam os que para mejor conseguir la pa­ caiicia , dándoles algunas cosas de rescates à que
cificación de los naturales de las Indias, primero se aficionaren, sin codicia de las suyas, y asien­
De las pacificaciones. 101
ten amistad, y alianza con los señores, y prin­ indios sean bien tratados, mirados y favorecidos
cipales, que pareciere ser mas par Le para la pa­ corno próximos, y no consientan quo se les ha­
cificación de la tierra. gan fuerzas, robos, injurias, ni malos tratamien­
tos, y si lo contrario se hiciere por cua!qu¡er
LEY II. persona, sin excepción de calidad, ó condición,
Ordenanza 140. las justicias procedan conforme á derecho: y en
casos en qne convenga, que Nos seamos avisado,
Que hecha amistad con los naturales se les predi
lo hagan luego que baya ocasión, particularmen­
que la santa f é con/oí me d lo dispuesto.
te, por nuestro consejo de Indias p>ara que man­
Asentada la paz con los naturales, y sus repá demos proveer justicia y castigar tales exceso's
l>licas, procuren los pobladores que se junten, y con todo rigor.
comiencen los predicadores, con ia mayor so LEY V i.
letnnidad y caridad que pudieren, á persuadirles,
D. Felipe II ordenanza 17 de poblaciones.
que quieran entender los misterios y artículos de
nuestra sania fe católica , y à enseñarla con mu­ Que siendo la gente doméstica puedan dejar en la
cha prudencia y discreción por el orden que se tierra al sacerdote que se quisiere quedar.
contiene en el título de la Santa Fé Católica, usan­ Cuando los descubridores vieren , y experi­
do de los medios mas suaves, que parecieren pa mentaren , que ia gente es doméstica, y con se­
ra aficionarlos á que quieran ser ensenados, y guridad puede quedar entre ellos algun sacerdote,
no comiencen á reprenderles sus vicios., ni ido clérigo ó religioso, dejen al que voluntariamen­
latrías, ni íes quiten las mugeres, ni ídolos, por­ te se quisiere quedar para qae los doctrine, y
que no se escandalicen , ni les cause estrañeza ponga en buena policía; prometiéndole de volver
la doctrina cristiana: enséñensela primero, y por él dentro de un año, y antes si fuere posible,
despues que estén instruidos, les persuadan á y asi lo cumplan precisamente.
que de su propia voluntad dejen lo que es con­
trario i nuestra santa fé católica, y doctrina evan­ LEY VII.
gélica, procurando los cristianos vivir con tal El emperador don Carlos, ordenanza 7,
ejemplo, que sea el mejor y mas eficaz maestro.
Que si para la seguridad fuere conveniente se pue­
LEY SIL dan hacer casas fuertes ó llanas sin du.Ho de los
Ordenanza 29. indios•
Que habiendo religiosos <fue quieran entrar a des­ Si despues de hechas las diligencias referidas
cubrir , se les dé licencia y lo necesario á costa entendieren los descubridores y pacificadores,
del Rey* que conviene , y es necesario para servicio de
Habiendo religiosos de las órdenes, que se Dios nuestro Señor, y nuestro, y propia seguri­
permiten pasar á las Indias, y con deseo de em­ dad , viyir y morar en la provincia, isla ó sitio,
plearse en servir a Dios nuestro Señor, quieran que pacificaren, hacer algunas fortalezas, ó casas
ir á descubrir tierra, y publicar el Santo ÍLvan- fuertes, ó llanas en que vivir, procuren con
gelio, se les dé licencia, y encargue el descu­ mucha diligencia y cuidado fabricarlas en las par­
brimiento, y sean favorecidos y proveídos de to­ tes y lugares donde este'n mejor, y se puedan
do io necesario para tan santa y buena obra a conservar, y perpetuar sin daño, ni mal trato de
costa de nuestra real hacienda , guardando la los indios, ni lomarles por fuerza sus bienes, ni
forma y todo lo ordenado por las leyes del título hac.enda; antes bien les hagan buenas obras, y
de los religiosos. (I) con el tratamiento los animen y halaguen, en
atención de que los deseamos hijos de la iglesia,
LEY IV . y que vengan en conocimiento de Dios nuestro
D. Felipe 11 ordenanza 147 de poblaciones. En Gua­ Señor, y coo amor, y voluntad sean nuestros
dalupe á l.° de abril d.e 1580. vasallos.
Que si fueren bastantes los predicadores para la LEY V III.
pacificación no entren otras personas •
El emperador don Caí ios, ordenza 8 de 1525.
Donde bastaren los predicadores del Santo
Evangelio para pacificar y convertir los indios, Que no se consienta que d los indios se les haga
guerra , mal, ni daño, ni se les tome posa alguna
no se consienta , que entren otras personas, que
sin paga.
puedan estorbarla conversión y pacificación.
Ordenamos y mandamos á los gobernadores,
LEY V. cabos, y nuevos descubridores, que no consien­
El emperador don .Carlos ordenanza 4 de 1526. tan ni permitan hacer guerra á ios indios, sino
Que los clérigos y religiosos que fueren á descu- fuere en los casos expresados en el título de la
brimientos, procuren el buen tratamiento de los guerra, ni otro cualquier nial, ni daño, ni que
indios. se les tome cosa ninguna de sus bienes, hacien­
da, ganados, ni frutos, sin que primero se les
Los clérigos y religiosos, que intervinieren pague, y dé satisfacción equivalente , procuran­
en descubrimientos y pacificaciones, pongan muy do, que las compras . y rescates sean à su volun­
gran cuidado y diligencia en procurar, que I03 tad , ventera libertad, y castiguen á los que les
hicieren mal tratamiento ó daño, para que con
( i ) Yéase la ley 58 , tit. 14 , libro primero, y lo facilidad vengan en conocimiento de nuestra san­
allí notado. ta fé católica.
TOMO II. 26
102 Libro iv. Título iv.
LEY IX. | rado antes con mucho cuidado-y deliberación, y
D. Fernando V en Valladolid a 4 de agosto de 1513,
despues de ..prometido,, guardado enteramente,
cap. S. FI emperador don Carlos alii a '20 de jtinio de forma que se les ponga en mocha confianza
de J525, e.ijK 7 , y en Sevilla á 5 de mayo <io 1526, de la verdad.
cap. 2cS. l>. I:'elij)ü U ordenanza 116 de poblaciones.
Que á los indios se Íes guarden tas exenciones y Que llegando l <s capitanes (Ir el reíf á cual-
privilegio» t¡ue se les concedieren. (fulera provincia, y nuevo descubrimiento de
las Indias , hagan luego declarar la sania f é
Sí f iere necesario para que mejor se pacifi­ à l is indios, le y '2, lit. I , i ib. I.
quen los naturales, concederles inmunidad de tri Que no queriendo los indios recibir de paz la
bulos por algun tiempo, y otros privilegios y sania fié, se use de los m edios, xjue allí se
exenciones, permitimos que se les concedan , y contienen , ley d.
lo que se les hubiere de prometer, sea conside-

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^

D e las poblaciones.

LEY líttA. buenos caminos y navegación, para que se pueda


].). Felipe II en las ordenanzas 5 1 ,5 5 y 56 de pobla­ enttar, y salir fácilmente, comerciar y gober­
ciones. nar , socorrer y defender.
Que las (ierras y provincias </utr se etegicren para LEY III.
poblar tengan tos entidades que se declara.
Ordenanza 50.
Ordenamos que habiéndose resuello de po­ Que para labradores y oficióles se puedan llevar
blar alguna provincia ó comarca de las que es­ indios voluntarios.
tán á nuestra obediencia , ó despues descubrieren,
tengan ‘os pobladores consideración y adverten­ Para labradores y. oficiales, puedan ir in­
cia a que el terreno sea saiuda.Je , reconociendo dios de su voUmtad, con que no sean de los que
si se conservan en el bombees de mucha edad , y ya están poblados, y tienen casa , y tierra, por­
mozos de buena complexión, disposición y color: que no las dejen y desamparen: nt indios de re­
si los an i niales y ganados soti sanos, y de com< partimiento, por ei agravio que se seguiria al en­
petente tamaño, y los frutos y mantenimientos comendero, escepto si diere consentimiento, para
buenos, y abundantes, y de tierras i» proposi­ que vayan los que sobran en algun repartimien­
to para sembrar y coger: si se crian cosas pon* to, por no tener en que labrar.
zofiosas y nocivas : el cielo es de buena, y feliz
constelación, claro y benigno , el aire puro y sua­ LEY IV.
ve, sin empedimentos ni a teraciones: ei temple Ordenanza 48.
sin exceso de calor ó frió (y habiendo de declinar Que los oficiales necesarios vayan salariados de
á una, ó otra calidad, escojan el frioj: si hay público.
pastos para Criar ganados, montes y arboledas
para lena, materiales de casas y edificios: mu­ Ordenamos que los oficiales de oficios necesa­
chas y buenas aguas para beber, y regar: indios rios para la república, vayan á las nuevas pobla­
Y naturales á qu en se pueda predicar el Santo ciones salariados de público.
Lvangel.o, como primer motivo de nuestra in­ LEY Y.
tención; y hallando que concurren estas, ó las El emperador don Caí los y la emperatriz goberna­
mas principales ca idades, procedan a la pobla­ dora en Valladolid fi '25 de agosto de 1558. Véase la
ción, guardando las leyes de este libro. ley 56 , til. 9 , lib. 6.

LEY II. Que los vecinos solteros sean persuadidos á ca­


sarse.
ei mismo ordenanza 57.
Que las tierras que se hubieren de poblar tengan Algunos encomenderos de indios no han to­
buenas entradas jr salidas por mar y tierra. mado estado de matrimonio, y otros tienen sus
mugeres, y hijos en otras provincias , ó en estos
Los tierras que se hubieren de poblar, ten­ reinos. Y porque es muy justo, que to los vivan
gan buenas entradas y salidas por mar y tierra, de con buen ejemplo, y crezcan las poblaciones:
De las poblaciones. 105
Mandamos qtiee! que tuviere á so cargo el go­ al hijo, ó hija del nuevo poblador , y á sus parien­
bierno, amoneste y persuada à los solteros á que tes en cualquier grado, aunque sea fuera de! cuar­
se casen , si su edad y calidades lo permitieren; to, teniendo sus casas y familias distintas y apar­
y en ei repartimiento de los indios, en igualdad tadas, y siendo casados.
de méritos sean preferidos, guardando en cuan­
to á los descubridores, pacificadores y pobladores LEY IX .
la ley o, tít. 6, de este libro; y à los que tuvie­ Ordenanza 105.
ren sus mu geres en estos reinos, lo proveído por Que el poblador principal lome ashnlo con cada
la ley 28, título 9, iib. 6 . particular que se registrare para poblar.
LEY VI. lio los asientos de nueva población, que hicie­
D. Felipe II alli, ordenanzas 88 y 85, re el gobierno, ó quien tuyiere facultad en las
Que la capitulación para oilla de alcaldes ordina •
Indias, con ciudad, adelantado, alcalde mayor, 6
ríos y regidores se haga rotiforme ei esta ley» corregidor, el que tomare e! asiento, le hará tam­
bién con cada uno de los particulares, que se re­
Si la disposición de la tierra diere lugar para gistraren para poblar, y se obligará ¿ dar en el
poblar alguna villa de españoles, con concejo de pueblo designado, solares para edificar casas, tier­
alcaldes ordinarios, y regidores, y hubiere perso­ ras de pasto, y labor, en tanta cantidad de peo-
na que tome asiento para poblarla, se haga la nías, y caballerías, cuanta cada uno de los pobla­
capitulación con estas calidades Que dentro del dores se obligare á edificar, con que no exceda,
leonino, que le fuere señalado, por lómenos ten ni de á cada uno mas de cinco peonías, ni mas de
ga treinta vecinos, y cada uno de ellos una casa, ti es caballerías, segun la distinción, diferencia y
diez vacas de vientre, cuatro bueyes, ó dos bue­ mensura espresadas en las leyes de el título del
yes, y.dos novillos, una yegua de vientre, una repartimiento de tierras, solares y aguas.
puerca de vientre, veinte ovejas de vientre de
Castilla, y >eis gallinas, y un gallo: asimismo LEY X.
nombrará un clérigo que administre los Santos Ordenanza 101.
Sacramentos, que la primera vez será á su elec­
ción, y las demas conforme á nuestro real patro­ Que no habiendo poblador particular , sino vecinos
nazgo^ y proveerá la Iglesia de ornamentos, y casados, se les conceda el poblar f como no sean
cosas necesarias al culto divino, y daiá fianzas, menos de dies.
que lo cumplirá dentro del nicho tiempo; y si no Cuando algunas personas particulares se con­
lo cumpliere, pierda la que hubiere edificado, la­ cordaren en hacer nueva población, y hubiere
brado y grangeado, que aplica músa nuestro real número de hombres casados para el efecto, se les
patrimonio, y utas incurra en pena de mil pesos dé licencia, con que no sean menos de diez casa­
de oro para nuestra cámara; y si cumpliere su dos, y déseles término y territorio al respecto de
obligación, se le den cuatro leguas de termino y lo que está dicho, y es concedemos facultad para
territorio en cuadro, ó prolongado, según la cali­ elegir entre si mismos alcaldes ordinarios , y ofi­
dad de la tierra, de forma qu si se .deslindare, ciales del concejo annales.
sean las cuatro leguas en cuadro , con calidad de
que por |o menos disten los lím tes d.ej dicho ter­ ; LEY X I.
ritorio cinco leguas de cualquiera ciudad , villa, Ordenanza 95.
6 lugar dé españoles, que antes estuviere pobla­ Qde el que hiciere la población tenga la jurisdic­
do, y no haga perjuicio u ningún pueblo de in­ ción que por esta ley se le concede.
dios, ni de persona particular»
liií que capitulare nueva población de ciudad,
villa, ó colonia, tenga la jorisdii cion civil y cri­
JCI misino ordo ioniza 100. mina! en primera instancia por los días de su vida
Que habiendo capitulación de mas ó menos pecinas y Ul* ^ heredero ; y pueda poner alcaides
Se otorgue pon el ijérruino y territorio a/ respecto,
ordinarios, regidores, y otros oficiales del concejo
y las inismas condiciones. del mismo pueblo; y en gradode apelación vayan
las causas ante el alcalde m ajoi, o audiencia en
Habiendo quien quiera obligarse á hacer nue' cuyo distrito cayere la población, y si conviniere
va población .en la forma dispuesta, de mas, ó me­ pactar en otra forma, ésta se guarde y observe.
nos de treinta vecinos, con que no sean menos
de diez., .s.e le conceda e! término y territorio al Que en i a Comarca de Fofos i se fiaban poblacio­
respecto , y con las mismas condiciones. nes de indine para servicio de las minas , ley »7,
LEY V III. ttt. 5, lib. 6, y en las de azoyue se avecinden
D.. Felipe 11 ordenanza .92. los indio f, ley 2 2 , allí.
Que los indos s,eon reducidos á poblaciones , lev \
Que los hijos y parientes de los pobladores se re­ ¿ti. 6 , lió. 6.
pulen por .vpcinos romo se ordena»
{ h e las reducciones se hagan con las calidades de
Declaramos por vecino de la nueva población (a Ity 8 , tit. 3 , l¡b, 6.
D e los d escu b rid o res, ■pacificadores y pobladores.

LEY P R IM E R A . L E Y V.
El emperador don Carlos en Harcelona á l.9 de ma­ E! emperador don Carlos ano de 1518, Véanse las le­
yo de 1513. yes 5 , tit. 5 de este libro , y ley 2 8 , tit. 9 , lib. 6.

Que declara cuáles fueron los primeros descubrido- Que los descubridores, pacificadores y pobladores
dores de la Nueva Espuria. se prefieran por sus personas, aunque no sean ca­
sados.
Declaramos por primeros descubridores de la
Nueva España á los que primero entraron en Declaram os que los descubridores, pacificado­
aquella provincia cuando se descubrió, y á los res y pobladores han de ser preferidos por sus
que se hallaron en ganar, y recobrar la ciudad de personas en los premios y encom iendas, aunque
Mi-jico, siendo nuestro capítan general y descu­ no sean casados, sin em bargo de cualesquier ór­
bridor don Fernando Corles, marques del Valle- denes dadas en contrario.

LEY II.
D. Felipe II ordenanza 99.
D. Felipe 11 ordenanza 93 de poblaciones.
Que los pobladores principales y sus hijos y des­
Que los pobladores no paguen derechos de lo que cendientes legitimos sean hijosdalgo en las Indias »
llevaren el primer viage.
Por honrar las personas, hijos y descendien*
El primer poblador, y vecinos que fueren á tes legítimos <le los que se obligaren á hacer po­
la nueva población desde eslos reinos, no paguen blación, y la hubieren acabado y cumplido su
derechos de almojarifazgo, ni otros ningunos, que asiento, les hacemos hijos-daIgo de solar conoci­
nos pertenezcan, de lo que llevaren para sus ca­ do, para que en aquella población, y otras cua-
sas y mantenimientos en el primer viaje, que pa­ iesquier partes de ias Indias, sean hijos-daigo y
saren á las ludias. personas nobles de lioage, y solar conocido, y por
LEY IIL tales sean habidos y tenidos, y les concedemos
todas las honras y preeminencias, que deben ha­
El emperador don Carlos y la emperatriz 'goberna­ ber y gozar todos los hijos-da Igo, y caballeros de
dora en Ocaña a 27 de octubre de 1530. estos reinos de Castilla, según fueros, leyes y cos­
Que los primeros descubridores y pobladores pue­ tumbres de España, ( i) '
dan traer armas ofensivas y defensivas.
LEY V IL
Concedemos facultad á los primeros descubrí El mismo en el Pardo á 26 de setiembre de 1575.
dores y pobladores de nuevas provincias, para que
puedan traer armas ofensivas y defensivas en to­ Que para gratificar d los descubridores, pacifica­
das las Indias, Islas, y Tierra-Firme, dando pri­ dores y pobladores precedan las diligencias de esta
mero fianzas ante cualquier justicia de ellas de ley.
que solamente las traerán para guarda y defensa Es nuestra merced y voluntad, que sean gra­
de sus personas, y que á nadie ofenderán con ellas. tificados los que nos hubieren servido en el des­
LEY IV. cubrimiento, pacificación y pobiacion de las In­
dias. Y para que mejor puedan conseguir el pre­
Los mismos allí á 17 de febrero de 1531. mio, sin agravio de los mas beneméritos, man­
Que sean favorecidos los descubridores, pacificado­ damos á los vireyes y presidentes, que en las oca­
res y pobladores, y personas que hubieren servido. siones de poderlos gratificar en las cosas, y ca­
sos, que io pueden hacer, conforme á nuestros
Mandamos á los vireyes, presidentes, y go­ poderes, e' instrucciones,guarden esta orden. Los
bernadores, que con espacial cuidado traten y fa­
vorezcan á los primeros descubridores, pacifica­
(1) Sobre esta lev es digna de considerar una
dores y pobladores de Jas Indias, y á ias demas real cédula dada en Aranjuez á 15 de mayo de 1773,
personas que nos hubieren servido, y trabajado dirigida al gobierno de Lima , en que por haber am­
en el descubrimiento, pacificación y población, parado en la po .csion de igual nobleza á unos Zepe-
empleándolos, y pretiriéndolos en las materias de das que calificaron con ejecutorias v testigo?. su con­
tenido, fue multado el juez , ei fiscal y el asesor g e­
nuestro real servicio, para que nos puedan ser­ neral en ÓUO pesos cada uno, y el procurador de ciu­
vir, y ser aprovechados, según ia calidad de sus dad en 209 pesos, por haber contravenido á la ley 119,
personas, y en lo que hubiere lugar. tit. 15 , lib 2 , según se dice en la cédula.
De las poblaciones. ios
que pretendieren ser gratificados den informacio­ ferirlos, y motivos que tuvieron, y todos lo fir­
nes de sus méritos y servicios en la audiencia del men, dando fe el escribano de gobernación , y al
distrito, con citación de nuestro fiscal, y vistas, principio del libro se ponga traslado de esta nues­
y conferidas hagan merced, y gratifiquen en nues­ tra ley, para que eonforme á ella , y no de otra
tro nombren los que tuvieren mas méritos,guar­ forma, se hagan las gratificaciones y mercedes: y
dando en la graduación la ley i4, tífc. 2. iib. 3. en cada un año envíen á nuestro consejo de las
y ordenen que haya un libro secreto en poder de j Indias traslado signado y autorizado por el dicho
el escribano de gobernación, donde asiente por escribano de lo que en aquel año se hubiere hecho,
memoria todas las personas, que pretendieren, con I y asentado en c! libro, para que Nos sepamos co-
relación sumaria de las informaciones de méritos |'mo sé cample loque por esta nuestra ley man-
y servicios, y de lo que proveyeren cerca de pre- 1 damos.

TITULO
D e la población de las ciudades, v illa s y pueblos.

L E Y P R IM E R A . te levantados, que gocen descubiertos los vientos


del Norte y Mediodía: y si hubiereu de tener sier­
El emperador don Carlos ordenanza 11 de 1523. Don ras, ó cuestas, sean por ia parte de Levante y
Felipe II ordenanzas 39 y 40 de poblaciones. D. Car­ Poniente: y si no se pudieren excusar de los lu­
los 11 y la {reina gobernadora. gares altos, fundi n en parte donde no estén su*
Que en las nuevas poblaciones se funden con las jetos á nieblas, haciendo observación de lo que
calidades de esta ley. mas convenga á. la salud y accidentes, que se
pueden ofrecer: y en caso de edificar á la ribera
Habiéndose hecho el descubrimiento por mar
de algún rio, dispongan la población de forma
ó tierra , conforme à las leyes y órdenes que de
que saliendo el sol dé primero en el pueblo, que
él tratan, y elegida la provincia y comarca, que
se hubiere de poblar, y el sitio de los lugares en el agua.
donde se han de hacer las nuevas poblaciones, y LEY II.
tomando asiento sobre ello, los que fueren á su
cumplimiento guarden la forma siguiente: £n D. Felipe II ordenanza 43.
la costa del mar sea el sitio levantado , sano, y Que habiendo elegido sitio , el gobernador declare
fuerte teniendo consideración al abrigo, fondo y si ha de ser ciudad , villa ó lugar , y asi forme
defensa del puerto, y si fuere posible no tenga la república.
e! mar al Mediodía, ni Poniente: y en estas, y
las demas poblaciones !a tierra adentro, elijan el Elegida la tierra, provincia y lugar en que
sitio de los que estuvieren vacantes , y por dis­ se ha de hacer nueva población, y averiguada la
posición nuestra se pueda ocupar, sin perjuicio comodidad y aprovechamientos, que pueda ha­
de los indios, y naturales, ó con su libre con­ ber, el gobernador en cuyo distrito estuviere , <5
sentimiento: y cuando hagan la planta del (ngar, confinare, declare el pueblo, que se ha de poblar,
repártanlo por sus plazas, calles, y solares á si ha de ser ciudad, villa ó lugar , y conforme á
cordel y regla, comenzando desde la plaza ma­ lo que declarare se forme e! concejo, república
yor , y sacando desde ella las calles á las puer­ y oficiales de ella, de forma que si hubiere de
tas y caminos principales, y dejando tanto com­ ser ciudad Metropolitana , tenga un juez con tí­
pás abierto, que aunque la población vaya en tulo de adelantado, ó alcalde mayor, ó corregi­
gran crecimiento, se pueda siempre proseguir y dor, ó alcalde ordinario, que ejerza la jurisdic­
dilatar en la misma forma.Procuren tener el agua ción insolidum, y juntamente con el regimiento
cerca, y que se pueda conducir al pueblo y he­ tenga la administración de la república: dos ó
redades, derivándola si fuere posible , para me­ tres oficiales de la hacienda real: doce regidores:
jor aprovecharse de ella, y los materiales nece­ dos fieles ejecutores: dos jurados de cada parro­
sarios para edificios, tierras de layor , cultura y quia: un procurador general: un mayordomo:
pasto, con que excusarán el mucho trabajo y cos­ un escribano de concejo: dos escribanos públi­
tas, que se siguen de la distancia. No elijan si­ cos, uno de minas y registros: un pregon'ero m a­
tios para poblar eti lugares muy altos, por ta yor: un corredor de lonja =dos porteros; y si dio­
molestia de los vientos y dificultad del servicio y cesana, 6 sufragánea, ocho regidores, y los de­
acarreto, ni en lugares muy bajos, porque sue - mas oficiales perpetuos: para (as villas y luga­
leo ser enfermos: lúiadense en los medianamen- res, alcalde ordinario: cuatro regidores: un al-
TOMO \ l 27
f 0G Libro iv. T it. vii.
guacil: un escribano de concejo, y público: y un te, y dehesa en que pueda pastar abundante­
mayordomo, (i) mente el ganado, que han de tener los vecinos, y
LEY III. mas otro tanto para los propios de! lugar: el res­
to de el territorio y término se haga cuatro par­
Ordenanza 1 1 1. tes: la una de ellas, que escogiere, sea para el que
Que el terreno y cercanía sea abundante y sano« está obligado á hacer el pueblo, y las otras tres
se repartan en suertes iguales para los pobla­
Ordenamos que el terreno y cercanía, que dores.
se lia de poblar, se elija en todo lo posible el L E Y V IH .
mas fértil , abundante de pastos, lefia, madera,
metales, aguas dulces , gente natural, acarreos, Ordenanzas 1 1 8 ,1 1 9 ,1 2 0 ,1 2 2 ,1 2 5 y 126.
entrada y salida, y que no tengan cerca lagunas, Que se fabriquen el templo principal en el sitio y
ni pantanos, en que se crien animales veneno­ disposición que se ordena , y otras iglesias y mo­
sos, ni haya corrupción de aires, ni aguas* nasterios.
LEY IV . En lugares mediterráneos no se fahriqae el
Ordenanza 41. templo en la plaza, sino algo distante de ella,
donde esté separado de otro cualquier edificio,
Que no se pueblen puertos que no sean buenos y
que no pertenezca a su comodidad y ornato, y
necesarios para el comercio y defensa.
porque de todas partes sea visto, y mejor vene­
No se elijan sitios para pueblos abiertos en rado, este algo levantado de suelo, de forma que
lugares marítimos, por el peligro que en ellos se haya de entrar por gradas, y entre la plaza
hay de cosarios, y no ser tan sanos, y porque mayor , y templo se edifiquen las casas reales,
no se da la gente a labrar y cultivar la tierra, ni cabildo, <5 concejo, aduana y atarazana, en tal
se forman en ellos tan bien las costumbres, si distancia, que autoricen al templo, y no le em­
no fuere donde hay algunos buenos y principa­ baracen , y en caso de necesidad se puedan so­
les puertos, y de estos solamente se pueblen los correr , y si la población fuere en costa, dispón­
que fueren necesarios para la entrada, comer­ gase de forma que en saliendo de mar sea visto,
cio y defensa de la tierra. y su fábrica como defensa del puerto, señalan­
do solares cerca de él, y no á su continuación,
LEY V. en que se fabriquen casas reales, y tiendas en la
Ordenanzas 122 y 123. plaza para propios, imponiendo algún moderado
Que se procure fundar cerca de los ríos , y allí tributo en las mercaderías: y asimismo sitios en
los oficios que causan inmundicias. otras plazas menores para iglesias parroquiales,
y monasterios, donde sean convenientes.
Porque será de mucha conveniencia, que se
funden los pueblos cerca de ríos navegables, pa- LEY IX .
ra que tengan mejor tragin y comercio, como Ordenanzas 1 1 2 ,1 1 3 ,1 1 4 y 115.
los marítimos: Ordenamos que asi se funden, si
el sitio lo permitiere, y que los solares para car­ Que el sitio , tamaño y disposición de la plaza sea
nicerías, pescaderías, tenerías y otras oficinas, como se ordena.
que causan inmundicias, y mal olor, se procu­ La plaza mayor donde se ha de comenzar la
ren poner ftácia c! rio, ó mar, para que con mas población, siendo en costa de mar, se debe hacer
limpieza y sanidad se conserven las poblaciones. al desmbarcadero de el puerto, y si fuere lagar
LEY V I. mediterráneo , en medio de la probiacíon: su
forma en cuadro prolongada, que por lo menos
D. Felipe II ordenanza 92. tenga de largo una vez y media de su ancho,
Que el territorio no se tome en puerto de mar ni porque será roas á propósito para las fiestas de á
en parle que perjudique♦ caballo, y otras: su grandeza proporcionada al
Territorio y término para nueva población número de vecinos, y teniendo consideración á
que las poblaciones puedan ir en aumento, no
no se pueda conceder, ni lomar por asiento en
sea menos, que de doscientos pies enancho, y
puertos de mar, ni en parte, que en algun tiem­
trescientos de largo, ni mayor de ochocientos
po pueda redundar en perjuicio de nuestra coro­
pies de largo, y quinientos y treinta y dos de an­
na rea! , ni de la república, porque nuestra vo­
cho, y quedará de mediana y buena proporción,
luntad es, que queden reservados para Nos.
si fuere de seiscientos pies de largo, y cuatrocien­
LEY VIL tos de ancho: de la plaza salgan cuatro calles
principales, una por medio de cada costado; y
Ordenanza 90. demas de estas, dos por cada esquina: las cua­
Que el territorio se divida entre el que hiciere la tro esquinas miren á los cuatro vientos princi­
capítu loe. On y los pobladores, como se ordena. pales, porque saliendo asi las calles de la plaza
no estarán espuestas á los cuatro vientos, que
El término y territorio, que se diere á po­ será de mucho inconveniente: toda en contorno,
blador por capitulación, se reparta en la forma y las cuatro calles principales, que de ella han
siguiente: Siquese primero !o que fuere menes­ de salir, tengan portales para comodidad de los
ter para los solares del pueblo y exido competen­ tratantes, que suelen concurrir; y las ocho ca­
lles qae saldrán por las cuatro esquinas, salgan
(1) Véase la ley 2 , tit. 10 de este libro. libres, sin encontrarse en los portales, de forma
De la población tic ciudades y Villas. 107
que hagan la acera derecha con la plaza y calle. para que Nos hagamos merced á los que de nue­
vo fueren i poblar: y de estas tierras hagan los
LEY X. vireyes, separar las que parecieren convenientes
D. Felipe II ordenanza 116 y 117. para propios de los pueblos que no los tuvieren,
Forma de las calles. de que se ayude a la paga de salarios de los cor­
regidores, dejando exidos, dehesas y pastos bas­
En lagares fríos sean las calles anchas, y en tantes, como está proveído, y asi lo ejecuten.
los calientes angostas; y donde hubiere caballos
convendrá, que para defenderse en las ocasiones LEY XV.
sean anchas, y se dilaten en la forma susodi­ D. Felipe U ordenanza 152.
cha , procurando que no lleguen à dar en algun Que habiendo sembrado los pobladores, comiencen
inconveniente, que sea causa de afear lo reedifi­ á edificar,
cado , y perjudique á su defensa y comodidad.
Luego que sea hecha la sementera, y aco­
LEY X I. modado el ganado en lauta cantidad y buena
Ordenanza 127. prevención , que con la gracia de Dios nuestro
Que los solares se reparlan por suertes. Señor puedan esperar abundancia de bastimen­
tos , comiencen con mucho cuidado y diligencia
Repártanse los solares por suertes á los po­ á fundar y edificar sus casas de buenos cimientos
bladores, continuando desde las que correspon­ y paredes, y vayan apercibidos de tapiales, ta­
den à ia plaza mayor, y los demas queden pa­ blas, y todas las otras herramientas, é instru­
ra Nos hacer merced de ellos à los que de nue­ mentos, que convienen para edificar con brevedad,
vo fueren à poblar, ó lo que fuere nuestra vo­ y á poca costa.
luntad: y ordenarnos, que siempre se lleve he­
cha la planta del lugar que se ha de fundar. LE Y X V I.
Ordenanza 128,
LEY X II. Que hecha la planta cada uno arme toldo en su
í). Felipe III en Madrid á 6 de marzo de 1608. Don solar y hagan palizadas en la plaza.
Carlos II y la reina gobernadora.
Que no se edifiquen casas trescientos pasos alrede­ Hecha la planta y repartimiento desolares,
dor de las murallas . cada uno de Iqs pobladores procure armar su tol­
do, y los capitanes les persuadan à que los lleven
Ordenamos que cerca de las m urallas, 6 es­ con la? demás prevenciones, ó bagan ranchos
tacadas de las nuevas pob’ad o n as, en distancia con maderas y ramadas, donde se puedan recoger,
de trescientos pasos, no se edifiquen casas, qqe y todos con la mayor diligencia y presteza hagan
asi conviene á nuestro servicio, seguridad y de­ palizadas y trincheras en cerco de la plaza, por­
fensa de las poblaciones, como está proveído en que no reciban daño de ios indios.
castillos y fortalezas.
LE Y X V II.
Ordenanza 13 y 134.
D. Felipe II ordenanza 129 de poblaciones.
Que las casas se dispongan conforme d esta ley.
Que se señale exido competente para el pueblo.
Los pobladores dispongan, que ios solares,
Los exidos sean en tan competente distancia, edificios, y casas sean de una forma, por el or­
que si creciere la población siempre quede bas­
nato de la población, y puedan gozar de los vien­
tante espacio, para que la gente se pueda re­ tos Norte y Mediodía, uniéndolos para que sir­
crear, y salir los ganados sin hacer daño.
van de defensa y fuerza contra los que la quisie­
LEY XIV. ren estorbar, ó infestar , y procuren, que en to-»
das las casas puedan tener sus caballos y bestias
El emperador don Carlos año 1523. D. Felipe II or­
denanza 150 de poblaciones. de servicio, con patios y corrales, y (a mayor
anchura, que fuere posible, con que gozarán de
Que se señalen dehesas y tierras para propios.
saiqd y limpieza.
Habiendo señalado competente cantidad de
tierra para exido de la población y su creci­ LE Y X V III,
miento, en conformidad délo proveído, señalen Ordenanza 45.
los que tuvieren facultad para hacer el descubri­
Que declara que personas irán por pobladores de
miento y nueva población, dehesas, que confi­ Nueva Colonia , y co mo se han de describir.
nen con los exido? en que pastar los bueyes
de labor, caballos, y ganados de la carnicería, y Ordenamos que cuando se sacare colonia d§
para el número ordinario de los otros ganados, alguna ciudad, tenga obligación la justicia y re­
que los pobladores por ordenanza fian de tener, gimiento de hacer describir ante el escribano del
y alguna buena cantidad mas, que sea propios concejo las personas que quisieren ir á hacer nue­
del concejo, y lo restante en tierras de labor, de va población, admitiendo á todos iqs casados h i­
que hagan suertes; y sean tantas como los sola­ jos y descendientes de pobladores, de donde hu ­
res, que puede haber en la población; y si hu­ biere de s a 'ir , qae no tengan solares, ni tierras
biere tierras de regadío, asimismo se hagan suer­ de pasto y labor, y excluyendo á los que las t u ­
tes , y repartan en la misma proporción á los vieren , porque no se despueble lo que ya está
primero? pobladores, y las demas queden valdías, poblado.
i 08 Libro j, Tit. vii.
LEY X IX . m al, ni quitarles sus haciendas, y asi se fes per­
suada por medios suaves, con intervención de
D. Felipe II ordenanza 46. religiosos y clérigos, y otras personas que dipu*
Que los pobladores se elijan justicia y regimiento, tare el gobernador, valiéndose de intérpretes, y
y se registren los caudales. procurando por todos los buenos medios posibles,
que la población se haga con su paz y consenti­
Cumplido el número de los que han de ir á miento; y si todavía no lo consintieren, habién­
poblar, se elijan de los mas hábiles justicia y re­ doles requerido conforme á la ley g , tít. £ , lib.
gimiento, y cada uno registre el caudal, que tie­ 3 , los pobladores hagan su población., sin tomar
ne para ir á emplear en la nueva población. de lo que fuere particular de los indios, y sin
LEY XX. hacerles mas perjuicio del que fuere inescusable
para defensa de los pobladores, y que no se
Ordenanza 102.
ponga estorbo en la población.
Que se procure la ejecución de los asientos hechos
para poblar. LEY X X IV .
Habiéndose tomado asiento para nueva po­ D Felipe II ordenanza 157.
blación por via de colonia, adelantamiento, al­ Que durante la obra se escuse la comunicación con
caldía mayor, corregimiento, villa ó lugar, el los naturales.
consejo, y los que hubieren ajustado en las In­
Entre tanto que la nueva población se acaba,
dias , no se satisfagan con haber tomado y hecho
procuren los pobladores, todo lo posible, evitar
el asiento, y siempre ío vayan gobernando, y
la comuütcacion y trato con los indios: no va­
ordenen como se ponga en ejecución, y tomen
yan á sus pueblos, ni se dividan, ó diviertan
cuenta de lo que se fuere obrando.
por la tierra, ni permítan que los indios en­
LEY XXL tren en et circuito de la población hasta que esté
Ordenanza 109.
hecha, y puesta en defensa, y las casas de forma
que cuando los indios las vean les cause admi­
Que el gobernador y justicia hagan cumplir los ración, y entiendan , que los españoles pueblan
asientos da los pobladores. allí de asiento, y los teman y respeten, para de­
Mandamos que el gobernador y justicia del sear su amistad, y no los ofender.
pueblo, que de nuevo se poblare, de oficio ó á
pedimiento de parte, hagan cumplir los asientos
LEY X X V .
por todos los que estuvieren obligados por nuevas Ordenanza 93. •
poblaciones con mucha diligenciay cuidado, y los Que no se acabando la población dentro del ter­
regidores y procuradores de concejo pidan con ins­ mino por caso fortuito se pueda prórogar. '
tancia contra los pobladores, que á los plazos en
Si por haber sobrevenido caso fortuito los po;-
que (estan obligados no hubieren cumplido., que
bladores no hubieren acabado de cumplir la po­
sean apremiados por todo rigor de derecho á que
blación en el término contenido en el asiento,
efectúen lo capitulado, y que los jueces procedan
no hayan perdido, ni pierdan lo que hubieren
contra los ausentes, y sean presos y traídos á Jas
gastado, ni edificado, ni incurran en la pena; y
poblaciones, despachando requisitorias contra los
el que gobernare la tierra lo pueda prorogar,
que estuvieren en otras jurisdicciones, y todas las
justicias las cumplan, pena de la nuestra merced. según el caso se ofreciere.

LEY X X II. LEY X X V I.


Ordenanza 255. Ordenanza 151 y 157.

Que declara qué personas han de solicitar la obra Que los pobladores siembren luego , y echen sus
de la población. ganados en tas dehesas donde no hagan daño d los
indios.
Los fieles ejecutores y alarifes, y las perso­
Luego y sin dilación, que las tierras, de la­
nas que diputare el gobernador, tengan cuidado
bor sean repartidas, siembren los pobladores
de ver como se cumple lo ordenado, y de que
todas las semillas que llevaren, y pudieran ha­
todos se den prisa en la labor y edificio, para
ber, de que conviene que vayan muy proveí­
que se acabe con brevedad la población.
dos; y para mayor facilidad, el gobernador dir
LEY XXIII. pute upa persona, que se ocupe en sembrar y
cultivar la tierra de pan y legumbres , de que lue­
Ordenanza 156.
go se puedan socorrer: y en la dehesa echen
Que si tos naturales impidieren la población, se todo ei ganado que llevaren, y pudieren juntar,
les peí suada a la p a t , y los pobladores prosigan . con sus marcas y señales, para que luego co­
Si los naturales quisieren defender le nue­ mience á criar y m ultiplicar, en partes donde
va población, se les de á entender, que la in­ esté seguro, y no haga daño en las heredades,
tención^ de poblar allí es de ensenarlos á co­ sementeras, ni otras cosas de los indios.
nocer a Dios, y su santa ley, por la cual se Que los hospitales se funden conforme d la ley
salseo, y tenor amistad con ellos, y enseñarlos 2, tit. 4 , ¡ib. I. '
a vivit politicamente y no para hacerles ningún
109

TITULO OCHO.
D e las ciudades y v i l l a s , y sus preem inencias.

LE Y P R IM E R A . f quince leguas de término, que le están señaladas,


y le pueda visitar, y conocer en primera instan­
D. Felipe 11 en Aranjuez á 20 de marzo de 1596 cia de las causas y delitos, que en él sucedieren,
Que las ciudades , villas y lugares de las Indias con que las apelaciones, que hubieren lugar de
tengan los escudos de armas que se les hubieren derecho vayan á nuestra audiencia , y chancille-
' concedido. ría real, que en ella reside; y no conozca de co­
sas, y causas tocantes á indios, porque nuestra vo­
Teniendo consideración á ios buenos y leales luntad es, que esto toque y pertenezca al virey
servicios, que nos han hecho (as ciudades, villas, y audiencia, en la forma dispuesta, y con que las
y lugares de nuestras indias Occidentales, é Islas cabeceras y pueblos principales, como Iexcueo
adjacentes, y que los vecinos, particulares y na­ y otros, que oslen en corregimientos, y caigan den­
turales han asistido á su pacificación y población: tro de los dichos términos* queden separados, y
Es nuestra voluntad de conceder, y concedemos fuera de la jurisdicción de Méjico; y asimismo
á las dichas ciudades, villas, y lugares, que.ten­ con que todos los dichos términos sean de pasto
gan por sus armas y divisas señaladas y conoci­ coman á todos los vecinos, moderados y poblado­
das las que especialmente hubieren recibido de res de !a Nueva España en el tiempo que estu­
los señores reyes nuestros progenitores, y de Nos, vieren desembarazados, como por nuestras leyes,
y despues les concedieren nuestros sucesores, para y ordenanzas está dispuesto, guardando los fru­
que las puedan traer y poner en sus pendones, tos pendientes.
estandartes, banderas, escudos, sellos , y en las
otras partes, y lugares que quisieren, y por bien í L E Y IV .
tuvieren, en la forma y disposición que las otras f El emperador D. Garlos en Madrid á 14 de abril
ciudades de nuestros reinos, á quien hemos hecho de 1540. D. Felipe II en Aranjuez á 5 de mayo de
merced dé armas y divisas. Y mandamos a todas
las justicias dé nuestros reinos y señoríos, que Que la ciudad del Cuzco sea la mas principal del
siendo requeridos, así 16 hagan guardar y cum­ Perú, y tenga el primer voto de la Nueva Cas'•
plir, y no les consientan poner impedimento en lilla.
todo, ni en parte, pena de la nuestra merced, y
Es nuestra voluntad y ordenamos, que la ciu­
de diez mil maravedís para nuestra cámara,
dad del Cuzco sea la mas principal, y primer
LEY II. voto de todas las otras ciudades, y villas, qae hay,
El emperador D. Carlos y la emperatrizjçobernadora y hubiere en toda la provincia de la Nueva Cas­
en Madrid á 25 de junio de 1550. tilla. Y mandamos, que como principal , y pri­
mer voto, pueda hablar por sí, ó su procurador
Que la ciudad de, Méjico tenga el primer voto y lu ­
en las cosas, y casos que se ofrecieren, concur­
gar entre las de Nueva España*
riendo con las otras ciudades, y villas de la dicha
En atención á la grandeza y nobleza de la provincia, antes y primero que ninguna de ellas,
ciudad de Méjico, y á que en ella reside el virey, y que lesean guardadas todas las honras, pree­
gobierno, y audiencia de la Nueva España, y fue minencias, prerogativas, é inmunidades, que por
la primera ciudad poblada de cristianos: Es nues­ esta razón se le debieren guardar, ( i )
tra merced y voluntad, y mandamos que tenga él
primer voto de las ciudades y villas de la Nueva LEY . V ..
España, como lo tiene en estos nuestros reinos la D. Felipe IV en Madrid á 12 de abril de 1630.
ciudad de Burgos, y el primer lugar, despues de Que à la ciudad de ios Reyes se le guarden las
la justicia, en ios congresos que se hicieren por exenciones y privilegios concedidos.
nuestro mandado, porque sin é! no es nuestra
intención, ni voluntad, que se puedan juntar las Los vireyes del Perú, real audiencia, y justi­
ciudades, y villas de las indias. cias guarden, y hagan guardar y cumplir los pri­
vilegios y exenciones concedidas á la ciudad de ios
L E Y III. Beyes, como se contienen en las cédulas y provi­
Los mismos allí á 5 de octubre.de 1539. siones despachadas para que aquella ciudad como
Que la justicia de Méjico tenga la jurisdicción or­
dinaria en las quince leguas de su término • (1) En real orden de 2 de octubre de 1783, se
dispensó á la ciudad del Cuzco el título de FiclelísU
Ordenamos que la justicia de la ciudad de nía. y que tuviese el mismo tratamiento y proroga­
Méjico tenga jurisdicción civil y criminal en las tivas que la de Lima.
TOMO II. 28
1 10 Libro iv. T it# viti.
asiento del gobierno superior , siempre sea enno­ de saliere e! fuego, y los habitadores de ella, co­
blecida y aumentada , conforme á sus servicios mo quien dio principio al daño, queden obliga­
hechos à nuestra real corona , y no den lugar á dos al que sucediere, con lo cual vivirán con
que sobre esto ocurra á nuestro consejo de Indias. mucho cuidado. La segunda, que se dipute aigu*
LEY V I. na persona, ó personas, que de noche pregonen
guarda e! fuego, como se usa en muchas provii».
£1 misino en Aranjuez a 10 de abril de 1629. En el cías y reinos, donde esto se practica, y los edi­
Par do á 13 de febrero de 1627.
ficios son de tabla. La tercera, que las casas rea­
Que tos vireyes , audiencias y gobernadores no den les nunca han de estar continuas con otros edi­
litulos de ciudades ni*villas* ficios, sino separadas eon notable distancia, mas
Ordenamos que por ninguna causa, ni razón de quince pasos, de forma que el daño de los ter­
los víreles, audiencias , gobernadores, ni otros ceros no redunde en nuestras casas reales, y esto
cualesquier ministros de las Indias, por superio­ se observe en las demás ciudades donde concur­
res que sean, den títulos dé ciudades, ni villas à ran las mismas razones.
ningunos de los pueblos, ni fugares de españoles, LEY X.
n» indios, ni los exíman de la jurisdicción de sus
D. Felipe IV eu Monzou á 10 de marzo de ¿625.
cabeceras principales: con apercibimiento, que sé
les hará cargo en sus residencias, porque esta mer­ Que para abasto de las carnicerías no se admitan
ced y facultad se ha de pedir en nuestro consejo posturas á clérigos ni religiosos.
de Indias, y damos por nulos los títulos, que en
En ninguna ciudad, villa, ó lagar se admita,
contravención á lo contenido en esta ley, se die­
ni reciba postura para abasto de las carnicerías,
ren á cualesquier pueblos y lugares, y en cuanto
á clérigos, conventos, ni religiosos, sino á perso­
á las nuevas poblaciones, y fundaciones , se guár­
nas legas, y llanas, que puedan ser apremiadas á
de lo dispuesto.
su cumplimiento, y sea por un ano, ó el tiempo,
LEY VIL que pareciere conveniente al que gobernare la
provincia.
D. Felipe IV en Uncu Retiro á 11 de mayo de 1652
Que en ciudades grandes no sean tenientes los na­ LEY X I.
turales ni hacendados. D. Felipe IV en Zaragoza á 16 de agosto de 1612.
Mandamos á los vireyes, y oidores, que en ra­ Que los gobernadores no obliguen á los regidores
zón de no admitir por tenientes de corregidores ni vecinos á ^acar licencia para ir á sus estancias.
de ciudades grandes á los naturales, ni hacenda Porque algunos regidores y vecinos de las ciu­
dos en ellas, guarden y cumplan lo dispuesto por dades tienen haciendas y estancias dentro en la
leyes reales, y no consientan, ni permitan dispen­ jurisdicción, y no distando mas que cuatro ó seis
sación, ni tolerancia en ningún caso, por los in­ leguas, algunos gobernadores les impiden ir a
convenientes, que resultan a Ja causa pública, y ellas sin particular licencia suya, de que reciben
buena administración de justicia. agravio: Mandamos á Jos gobernadores, tenien­
LEY VIII. tes, y justicias, qpe en gstas salidas y ausencias,
siendo breves, no Ips.poagan jip pe di mérito sin
El mismo «i.1’4 de marzo de 1656. Y en el Pardo á 18
de enero de 1657.
causa;grave y urgente.
Que. los vireyes y gobernadores no nombren en iri‘ LE Y X II.
ttria (¡ttUn sirva los oficios de cabildo.
El mismo en Madrid á 27 de mayo de 1631.
Ordenamos á los vireyes y gobernadores, que Que en la composición de las pulperías y su con­
escusrn el hacer nombramientos en ínterin,para tribución se guarde lo dispuesto»
los oficios de cabildo de las ciudades, por aqsen-
cja de sus propietarios. Por cuanto habiéndose por Ños mandado, que
dejando en cada lugar dé españoles de las Indias
LEY IX , las pulperías, que precisamente fuesen necesarias
]D. Felipe III en Lisboa á 14 de setiembre tic 1619. para él abasto, conforme à la capacidad de cada
Que se eviten las incendios en la ciudad de la V e ­ pueblo, todas las demas nos pagasen por via dç
racruz y otras. composición en cada un ano, desde treinta hasta
cuarenta pesos: y para mas claridad de lo sobre­
En mucho cuidado nos han puesto los incen­ dicho, y su fácil ejecución, que se señalasen las
dios de la ciudad de la Veracruz, por las razones pulperías de ordenanza , que fuesen para el abas­
públicas, que hay para ello, y deseando remediar­ to, ó las nombrasen los cabildos, por no innovar
los en lo fulttro, es nuestra voluntad, que los v ir­ en lo que hubiese costumbre, y que en estas no
reyes de la Nueva'España tengan en considera­ se alterase el modo y forma, que se había guar­
ción tres advertencias. La prim era, que pues es­ dado de visitarlas: y las de pomposicion no pudie­
tos incendios por presunción legal, aunque algu­ sen ser visitadas por los cabildos, ni entrometer­
nas veces sean fortuitos, generalmente se hacer» se sus escribanos en lo que les tocase, para lo cual
y causan por culpa, negligencia, y omisión de los los dimos por inhibidos, y mandamos, que les vi­
habitadores, la cual viene ti ser mas que lata cul­ sitasen en las ciudades dp Lima y Méjico los al­
pa, por no tener cuidado en lo que tanto convie­ caldes de las audiencias de ellas, y en otras don­
ne que le haya, será bien, que ordenen que pues de hubiese audiencias, los oidorps : y en los de­
estos edificios consisten pn tablas, la casa de don­ mas lugares los gobernadores, y regidores, ó sp$
De Ias ciudades y villas. lii
tenientes, todos con limitación , qae no pudiesen precio ni ínteres por ello, y que lo mismo se en­
hacer mas de cuatro visitas cada año, no cons­ tendiese en las chicherías, que Ies fuesen permi­
tando que hubiese excesos notorios, ó habiendo de* tidas por las ordenanzas, y que en dichos pue­
nunciadores, conforme á derecho: y que las pul* blos de indios no había de haber ninguna pulpe­
perias de ordenanza no fuesen preferidas en si­ ría de ordenanza para el abasto, por no ser nece*
tio, ni privilegio á las que pagasen composición; saria para el uso y sustento común, y todo lo su­
antes estas en todo lo justo y posible fuesen fa­ sodicho sea ejecutado en la forma, que ha pare­
vorecidas y preferidas: y que si por gozar de esta cido mas conveniente, de que se nos ha dado cuen*
utilidad, quisieren pagar todas, como fuese volun­ ta, y lo hemos aprobado y tenido por bien : O r­
tariamente, se admitiesen á composición, y se or­ denamos y mandamos, que así se guarde y cum­
denase n los oficiales de nuestra real hacienda, y pla, sin hacer novedad en cosa alguna , mientras
contadurías de cuentas que se asentase y cobrase no dispusiéremos otra cosa, que así es nuestra
lo que de esto resultase como miembro de nues­ voluntad. ( 2 )
tra hacienda, y que con particular distinción y Que ¿os dueños de cuadrillas de negros tengan
caridad se remitiese á nuestro consejo de Indias en varhtas casa "poblada y residencia , ley 2 7 ,
la razón de lo que esto valiese cada año en cada tit. 5, lib. 7.
partido. Y porque en los pueblos de indios se en­ Que en las ciudades, villas y lugares se hagan
tendió, que hakia muchas pulperías, estando pro* caréeles , ley 1, tit. 6 , lib. 7 .
hibidas por ordenanzas de las provincias: Tuvi­ E l regidor diputado visite las cárceles , y reco­
mos por bien de mandar, que donde actualmente nozca los procesos, ley 23, lit. 6 , lib. 7 .
las hubiese, fuesen admitidas á composición en
las cantidades referidas, y donde no las hubiese, (2) En real cédula de 12 de mayo de 1750 , se
manda guardar esta le y ; y se añade algo mas : y por
no se consintiesen poner, ni que se les hiciese mo­ decreto de las Cortes generales y estraordinarias de
lestia á los indios, que las tuviesen por suyas, con 12 de marzo de 1811, se mandó suprimir el derecho
Ucencias del gobierno, no llevándose á los indios de pulperías.

D e los cabildos y concejos.

LEY P R IM E R A . L E Y II.
El emperador D. Carlos en Monzon á 5 de junio de D. Felipe II en Aranjuez á 5 de mayo de 1583. Don
1528. D. Felipe II y la princesa gobernadora en Va­ Felipe Uí en Madrid á 6.de marzo ríe 1608. D. Feli­
lladolid á 9 de setiembre de 1559, y 25 de febrero pe 1Y en Zaragoza á 16 de agosto de 1642.
. de 1568. Y en Madrid á 14 de mayo de 1572.
Que los gobernadores no hagan los cabildos en sus
Que las elecciones y cabildos se hagan en las ca­ casas, ni llepen á ellos ministros militares .
sas de ayuntamiento y no en otra parle*
Ordenamos á los gobernadores, que siempre
Mandamos à los concejos, justicia, y regi­ hagan los cabildos en las casas del ayuntamiento,
miento de las ciudades, vil las y lugares de las In­ y no en las suyas, no habiendo causa tan grave,
dias, que no se junten á hacer cabildos , eleccio­ ni relevante, que obligue á lo contrario, y ño lle­
nes de alcaldes, y otros oficiales, ni á tratar de lo ven, ni consientan, que intervengan ministros mi-
que convenga al bien de la república, si no fuere litares, ni den á entender á ios capitulares, por
en las casas de cabildo, que para esto están de­ obra, ni palabra, causa, ni razón, que los pueda
dicadas, pena de que si en otra parte se juntaren, mover, ni impedir !a libertad de sus votos, guar­
incurran los qae contravinieren en perdimiento dando en esto, y en lo demás que se confiriere,
de sus oficios, para no usar mas de ellos, y que no todo secrieto y recato, ó se les hará cargo en sos
hagan cabildos extraordinarios sin urgente nece­ residencias, y serán castigados con demostración.
sidad, y citación de todos los capitulares, hecha Y mandamos a los gobernadores, que no consien­
por el portero, e! cual de fe' al escribano de cabil­ tan, ni dejen servir en los regimientos á-ningún
do de haberlos citado, y así se guarde y cumpla, regidor, que no tuviere título nuestro, excepto en
pena de nuestra merced, y cincuenta mil m ara­ los casos espresos en estas leyes.
vedís para nuestra cámara, á cada uno que con­
traviniere.
112 Libro IV . Título IX .
LEY III. to se ofende la justícia, y buen gobierno, y es­
D. Felipe IV allí. tén advertidos, que demas de las penas impuestas,
mandaremos proceder à mayor demostración.
Que estando el gobernador en el cabildo no entre
su teniente si no fuere llamado. LEY V III.
Mandamos que los gobernadores no consien­ El emperador D. Carlos y la princesa gobernadora
tan, ni permitan que sus tenientes entren en íos en Valladolid á 14 de setiembre de 1555. D. F eli­
pe 11 en Madrid á 2 de agosto de 1568.
cabildos en que se bailaren, sino fuere en caso
que por ellos fueren llamados, y convenga to­ Que ningún oidor entre en el cabildo.
mar su consejo y parecer, y luego que le dieren, Mandamos à los oidores de las audiencias de
se vuelvan á salir, y prosiga el cabildo á resolver las Indias que no entren en los cabildos á hacer­
el negocio, que hubiere comenzado. los con los alcaldes, y regidores de las ciudades,
LEY IV. y se los dejen hacer y votar libremente.
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora LEY IX .
en Valladolid a 16 de junio de 1557.
D. Felipe IV en Zaragoza á 16 de agosto de 1642.
Que los corregidores jr alcaldes mayores puedan
entrar en los cabildos. Que los gobernadores dejen d los regidores itsdr
sus diputaciones y votar libremente.
Los corregidores, y alcaldes mayores de las
ciudades, villas y lugares de las Indias, puedan Los gobernadores, y sus tenientes no quiten
entrar en sus cabildos todas las veces, que les pa­ à los regidores las preeminencias de sus oficios,
reciere conveniente á nuestro servicio y causa ni en ellas íos inquieten , ni pertorben, y déjen­
pública, y no se les ponga impedimento. les usar de las diputaciones y votar en los cabil­
dos con toda libertad, conforme á lo proveído.
LEY V.
El emperador D. Carlos en Madrid á 14 de agosto LEY X.
de 151Ü. D. Felipe III en San Lorenzo d l . ° de setiembre
Que faltando el gobernador se pueda hacer çabildo de 1613.
con un alcalde ordinario. Qur. ningún gobernador pueda pedir ni solicitar
Ordenamos que si en los días que estuvieren votos , y al regularlos se hallen dos regidores.
seitalados y diputados para hacer cabildo en las Mandamos que ningún gobernador, corregi­
ciudades , ó villas donde el gobernador de la pro­ dor, alcalde mayor, ni ordinario, por sí, ni in -
vincia residiere , no vinieren (i!, ó su teniente á terpdsitas personas, pueda pedir, ni solicitar vo­
cabildo, se pueda hacer con los alcaldes ordina­ tos á los capitulares en favor de ningún allegado,
rios de aquella ciudad, ó villa, 6 con el uno de ni amigo suyo, ni de otra persona, para eleccio­
ellos , y puedan proveer en las cosas, que en la nes de oficios de república: y que ai regular los
ocasión se ofrecieren y convinieren, bien así co­ votos, se hallen presentes dos regidores, los mas
mo si el gobernador, ó su teniente se hallaren en antiguos, y el escribano de cabildo, para que esto
el cabildo. se haga con satisfacción de todos, (a)
LEY VI.
D. Felipe IV en Madrid á 16 de febrero de 1635. LEY XI.
Que en los ayuntamientos no entre con espada D. Felipe IV en Córdoba a 25 de febrero de 1624.
t¡uien no tuviere privilegio ó le tocare por su oficio. Véase la ley 7 , til. 3, lib. 5.
Que los deudores de hacienda real puedan votar
Es nuestra voluntad, que no se consienta en­
en elecciones habiendo pagado el precio de sus
trar con espada en el cabildo y ayuntamiento de
oficios.
las ciudades, villas y lugares, á quien no tocare
por su oficio, ó preeminencia especial, ( i ) Los que fueren deudores á nuestra real ha­
cienda puedan tener voto activo y pasivo en la
LE Y VIL elección de oficios públicos, exrepto cuando algu­
El misino en Aranjuez à 12 de moyo de 1625. En Ma no quisiere votar con oficio, que hubiere compra
drid *'i i> de mayo de 1643. D. Carlos ÏI y la reina go­ do, y no pagado el precio de é l, siendo pasado el
bernadora. plazo á que estuviere obligado á pagarle entera­
Que los vtreyes , presidentes y oidores no impidan mente: y en cuanto a los alcaldes ordinarios se
las elecciones d ¡os capitulares. guarde a! ley 7 , tít. 3 , lib. 5 . ( 3 )
Ordenamos y mandamos, que los vireyes, pre­
sidente y oidores no impidan a los capitulares la ( - ) bobre votaciones ó eleccion es, véase el títu­
lo do alcaldes ordinarios en la ley 5 y sus notas.
libre elección de oficios, y con su autoridad, in ­ (5; La csccpcion de esta ley está derogada por
tercesión , ó insinuación de voluntad, ni otros varias cédulas insertas en una de 10 de marzo de
medios, no se interpongan por sus parientes, ni 1690, y se mauda observar la regla general con pena
los de su mugeres, ni otros allegados, pues en es- de perdimiento de bienes. Y por otra de 10 de agos-
to de 1689, se estiende á todo oficio público ó de
administración de justicia; y á destierro á veinte le ­
(1) A case la real orden de 21 de febrero de 99 guas del lugar, lo cual se manda observar v publi­
en cuanto ¡i militares , á quienes permite el uso de car por bando últimamente en una circular thi29 de
la espada y bastou en todo acto público. marzo de 1775.
De los cabildos y con cejos 115
entre año, sean sin los inconvenientes, que sue­
LEY XII. le haber de inquietudes, parcialidades y diferen­
El rnlsmo en Madrid á 3 d« febrero de 1634. cias, ei presidrntc que fuere de ia audiencia real
Que los gobernadores no obliguen á que los votos asista y presida en ellas, y por su impedimento
de cabildo se escriban en papel suelto , ni fu m en uno de los oidores de aqoelia audiencia, el que
en blanco. nombrare el presidente.
Mandamos i los gobernadores, que no obli­
guen con molestias, ni en otra forma a los escri* D. Felipe 11 allí á 26 de mayo de 1573.
baños de los ayuntamientos á que escriban los Que en el cabildo haya libro en que se asiente lo
votos de los capitulares en papel suelto, ni en otro que se acordare.
libro, que el del cabildo: y no consientan que
los regidores firmen en blanco para llenarlos En el cabildo y regimiento de cada ciudad
despues, por la facilidad con que se pueden va­ haya un libro en que se asiente todo !o que se
riar en perjuicio de la república: con apercibi­ acordare, asi para darnos cuenta, como so­
miento, de que se dará por nulo cuanto hicieren bre otro cu-lquier efecto que se ofrezca, y esté
contra lo susodicho, y hará cargo en sus resi­ guardado, y con secreto para cuando convenga
dencias. usar de él.
LEY XIII. LEY XVII.
D. Felipe III en San Lorenzo á 20 de junio, y en Ma­ El mismo allí á 27 de febrero de 1575.
drid á 5 i de diciembre de lo09. Que las cédulas reales para cabildos se abran en
Que en las elecciones de oficios que tengan v o to , se ellos.
guarde la form a de esta ley. Las cédalas y provisiones nuestras para las
Ordenamos que los elegidos para oficios de ciudades no se abran sino en cabildo, y allí se
los cabildos y concejos no puedan ser reelegidos asienten en el Jibro por el escribano de cabildo;
en los misinos oficios, ni otros ningunos del y los originales se pongan en la arca del concejo,
concejo, en esta forma : Los alcaldes, á los mis como está ordenado.
mos oficios de alcaldes, hasta ser pasados tres LEY XVIII.
años despues que dejaren los dichos oficios , ni
El mismo, año de 1565. D. Felipe IV allí á 15 de ju­
á otros ningunos del concejo, que tuvieren voz nio de 1628.
y voto en é l, hasta pasados dos años. y los otros
Que las cédulas para el gobierno de las provincia
oficiales del concejo, que tuvieren voz, y voto
’ estén en las arcas de tos cabildos.
eo él, hasta ser pasados dos años, que los deja­
ren ; y que ellos pasados, puedan entrar en la Mandamos que todas las cédulas, provisios
elección, y ser elegidos, conforme á la orden y nes, ordenanzas, é instrucciones particulares que*
costumbre que hubiere en cada ciudad, villa ó se hubieren enviado á las Indias, y las particu­
lugar. (4J lares y generales para el buen gobierno de ellas,
LEY XIV.- tratamiento y conservación de los naturales, y
buen cobro de nuestra real haciénda, todas se re­
El emperador D. Carlos en Toledo á 29 ele mayo cojan y pongan en las arcas de los cabildos de las
de 1525.
ciudades, villas y lugares, para que estén con la
Que cuando en el cabildo se tratare negocio que lo­ decencia, guarda y custodia que conviene, de­
que á capitular se salga fuera. jando cada ciudad en un libro traslado de todas,
Cuando en el cabildo se tratare algun nego­ para valerse de ellas como y cuando convenga.
cio, que toque particularmente á algunos de los
regidores, ú otras personas que en él estuvieren, LEY XIX.
se salgan luego, y no vuelvan à entrar hasta que D. Felipe II en Madrid á 27 de febrero de 1575.
esté tomada resolución : y esto mismo se haga si Que las cartas de vireyes , ministros y oficiales
el negocio tocare á otra persona, que con ellos dirigidas á los cabildos se asienten en sus libros.
tenga tal parentesco, ó razón por que deban ser
Ordenamos que las cartas de los vireyes, mi­
recusados, y los autos,que hicieren contra esto
nistros y oficiales para los cabildos de la ciuda­
no valgan. des, villas y lugares, se asienten en los libros de
cabildo por el escribano de él.
D. Felipe Ï11 en Madrid á 26 de diciembre de 4612.
LEY XX.
Que en Panamá asista á las elecciones de cabildo
El mismo en Aranjuez à l.° de mayo de 1586. Dou
el presidente ó el oidor que nombrare. Garlos II y la reina gobernadora.
Para que las elecciones de oficios públicos, Que el juez que quisiere papel del archivo , le pidat
que se hicieren en la ciudad de P«namá por el y en ningún caso se saque del cabildo la caja de
cabildo de ella, asi los dias de año nuevo, como las escrituras.
Si algun juez ordinario, ó delegado hubiere
(4) Dos años, dice la ley 9 , tit. 3 , lib. 5 , que menester papeles, ó escrituras de los archivos,
son suficientes para que puedan ser reelegidos los
alcaldes ordinarios. También puede verificarse la los pida , declarando los que ha de ver, recono­
reelección siu que liava hueco en el caso de que se cer y copiar , y en ningún caso se saque de el
verifique por aclamación universal , y recaiga con­ cabildo papel original, ni la caja de sus escritu­
firmación del Tribunal superior. A silo disponen las ras: y en cuanto á los visitadores, se guarde lo
reales cédulas de 24 de noviembre de X>49 , y la de
9 de diciembre de 1755.
ordenado por la ley »6, tit. 34 , lib. 2 .
TOMO II. 29
114 Libro iv Títul ix,
LEY XXL Que la justicia y un regidor nombrado , hagan la»
D. Felipe II ordenanza 57, en Toledo ú 25 de mayo posturas á precios justos .
de i'j96. D. Garlos lí y la reina gobernadora. Mandamos que la justicia de cada ciudad, ó
Que un oidor por lurno revea ias cuentas que el villa, y un regidor nombrado por el cabildo,
cabildo tomare• pongan precios justos á los regatones ordinario^,
Ordenamos que las cuentas de propios, pósi­ que compran cosas de comer y beber, asi de la
tos y gastos precisos de obras públicas, fiestas del j tierra, como llevadas de estos nuestros reinos,y
Corpus y otras, que por elección y comisión de ! de otras parles, teniendo respecto à loque les
Jos cabildos se cometen á los capitulares, jo tra s cuesta, y dándoles alguna ganancia moderada.
personas, se tomen por el cabildo, 6 diputados
nombrados, si por ordenanzas de las contadurías
LEY XXIII.
de cuentas por Nos dadas, ó confirmadas, no es­ D. Felipe II en el Escorial á 5 de noviembre de 1570.
tuviere otra cosa determinada, y las reveía un Que nadie ocupe las casas de cabildo.
oidor por su turno en la ciudad donde residiere Ningún oidor ni otra persona, de cualquier
audiencia. calidad que sea, se aposente de asiento, ni de
LEY X X II. viage en las casas de cabildo de las ciudades, ó
villas de las Indias, y las dejen , y estén libres
El emperador D. Garlos y la emperatriz gobernadora
en Madrid á 21 de abril de 1555. para que puedan hacer sus cabildos , según y
como lo han de uso y costumbre.

D e los oficios concejiles.

LEY P R IM E R A . ley III.


I). Felipe IV en Madrid á 50 de marzo de 1630. E] emperador D. Carlos en Valladolid á 26 de junio
Que en ninguna ciudad , villa ó lugar se elijan de 1523. •
mas que dos alcaldes ordinarios. , Que en.los lugares que de nuevo se fundaren se
Porque en algunos cabildos y concejos ?e ha elijan los regidores conforme á esta ley.
introducido elegir tres alcaldes ordinarios en cada Si no se hubiere capitulado con los adelan­
un ano, y esto tiene inconveniente: Mandamos tados de nuevos descubrimientos y poblaciones,
á los vireyes, y presidentes gobernadores, que que puedan nombrar justicia y regimiento , ha­
no lo permitan, ni den lugar á que ios alcaldes gan elección de regidores los vecinos en el nú­
sean mas de dos, que Nos desde luego prohibi­ mero, que ai gobernador pareciere, como no ex­
mos y defendernos á las ciudades, villas y lugares, ceda dei contenido en las leyes antecedentes.
que en las elecciones excedan este número, ( i) LEY IY.
LEY II. D. Felipe II en el Pardo ii l . ° de noviembre de 1591
El emperador O. Carlos en Pamplona á 22 de octu­ Que el alférez real tenga voz y volo activo y pasi­
bre de 1525. D. Felipe II en Madrid á 9 de abril vo , y lugar de regidor mas antiguo y con salario
de 1568. D. Felipe III on Lerma á 8 de mayo de duplicado.
1610.
El alférez real de cada ciudad, villa ó lagar
Que en las ciudades principales haya doce regido­ entre en el regimiento, y tenga volo activo y
res , y en las demas villas y pueblos s .is , y no pasivo, y todas las otras preeminencias, que tie ­
mas. nen ó tuvieren los regidores de la ciudad, villa
Mandamos que en cada una de las ciudades ó lugar, de forma que en todo, y por todo sea
principales de nuestras indias haya número de habido, por regidor, y io sea verdaderamente,
doce regidores: y en las demás ciudades, villas i sin fallar cosa alguna, y tenga en el regimiento
y pueblos sean seis, y no mas. asiento y voto en el mejor, y mas preeminente
lugar delante de los regidores, aunque sean mas
(1) Sobre el modo de nombrar jueces de aguas, antiguos, que é!, de forma que despues de ia
y ejecución de sus sentencias, véase la ley 65 , títu­ justicia tenga el primer voto, y mejor lugar, y
lo ’i , hb. 5. sea, y se entienda asi en los regimientos y ayun-
De - los oficie concejiles. i 18
tamientos, como en los actos dé recibimientos, LEY X.
y procesiones, y otros cualesquier donde la jus- D. Felipe III en Ventosilia á 17 de octubre de 161o.
ticia y regimiento fueren , y se sentaren: y lleve Ü. Carlos Ü y ia reina gobernadora.
de salario en cada un año io mismo que llevaren Que los regidores no lleven salario por ocupación
los otros regidores, y otro tanto mas. eslraordinaria , ni se les entregue dinero sin
LEY V. fianzas.
D . Felipé III en Aranjuez á 5 de mayo de 1603. En algunas ciudades de nuestras Indias ad­
Que en las elecciones de oficios concejiles no vo­ ministran los regidores e! abasto de las carnice­
ten los parientes por sus parientes en ciertos grados> rías, y tienen Otras ocupaciones públicas, lle­
Mandamos;! las justicias, cabildos y regi­ vando por ellas salario, y otros aprovechamien­
tos: y porque nuestra vafuntad es, quesean guar­
mientos, que no consientan, ni dén lugar; que
dadas las leyes y ordenanzas, mandamos que los
en las elecciones de oficios se elijan , ni nombren
regidores no lleven por esta causa ningún inte­
padres! hijos, ni hijos á padres, ni hermanos
rés , salario, ni aprovechamiento, y que las ciu­
á hermanos, ni suegros à yernos, ni yernos!
suegros, ni cuñados á cuñados, ni los casados dades no lo apliquen, ni permitan en sus acuerr
con dos hermanas, que asi es nuestra voluntad. dos; yen caso de contravención, sean conde­
nados en las penas que disponen las leyes y
. LEY V i. ordenanzas. Y asimismo mandamos que no se
El emperador D. Carlos y la princesa gobernadora entregue á los regidores, ninguna suma de pesos
en Valladolid á 21 de abril de 1554. sin bastantes fianzas, de que darán cuenta, y
Que para Ips oficios se elijan vecinos. pagarán los alcances.
: Declaramos y mandamos, .qúe en !a; elección LEY XI.
que se hiciere en los cabildos dé pueblos donde D. Felipe II en Madrid á 2 de enero de 1572.
no estuvieren vendidos los oficios de regidores, y Que los alcaldes ordinarios y regidores no traten.
otros concejiles, no puedan ser elegidas ningu­ etl bastimentos.
nas personas, que no sean vecinos, y el que tu ­
viere casa poblada, aunque no sea.encomendero Habiéndose reconocido que los alcaldes ordi­
de indios, se entienda ser vecino. narios y regidores fieles ejecutores suelen tener
grangerias de labranza, crianza, bastimentos de
, LEY -VIL pan j carne, fruta , y otros, que se venden para
D. Felipe III en Madrid á 17 de marzo de 1608. el abasto coman dentro de los términos de las ciu­
Que el gobernador de Filipinas provea por ahora dades, villas, y pueblos, y a! tiempo de hacer
>los regirnièntos y nto remueva a lo s nombrados* Es posturas proceden sin la rectitud y limpieza
El gobernador1y càpitan genera! de Filipinas que conviene: Mandamos que los alcaldes ordi­
próveá por ahora1'16S Hégimiéhtos d'é la ciudad de narios, y regidores fie es ejecutores no puedan
Ma ni Ia , elig ienfrió* 'ò’è^só íi a sí; qúé rsea n ido nea s, tratar y contratar en los dichos géneros, ni ten­
y*celosas dél sèrvièid1de^ílibs ’nüéstro Señor, y gan amasijos; ni parlé en el rastro, pena de
íiuestró ,Jf Odios ’puéda feift&'vér sin nuestra dr- piivacion de oficio, y en cuanto a los otros tra­
den particular. tos en mercaderías, los vireyes, presidentes, y
gobernadores provean justicia.
,r¡J. ; . lex :viil . LEY X II.
El mismo allí a 26 de marzo de 1621.
El emperador X) Carlos en Madrid a 12 de setiembre
Que los regidores qsistan en Ips ciudades , villas de 1528. La emperatriz gobernadora en Ocaña a 27
y lugares ; / los de Portobelo especialmente en de octubre de 1530. D. Felipe 11 en Azeca á 25 de
, .. tiempo de armadas y fiólas. abril de 1587.
Todos los regidores propietarios asistan en Que ios regidores no contraten , ni sean regatones,
las ciudades, villas y lugares donde !o fueren el ni tengan tiendas por s i , ni por otros , ni usen ofi­
tiempo que mandare la ordenanza; y los de ía cios viles.
ciudad de Portobelo asistan en ella, especialmen­ Los regidores no han de poder tratar, ni con­
te al tiempo del despacho de las flotas y arma* tratar en las ciudades, villas , ó logares donde lo
das, por la falta que pueden hacer para estas fueren, en mercaderías, ni otras cosas, ni tener
ocasiones á ia provisión de bastimentos, y lo tiendas, ni tabernas de vino, ni mantenimientos
demas que tocare á su gobierno. por menor, aunque sea de los frutos de sus co­
LEY IX. sechas , ni por interpósitas personas , ni han de
El mismo en Alcalá á 50 de mayo de 1602. D. Feli­ ser regatones, ni usar de oficios viles, y el que
pe IV en Madrid á 10 de setiembre de 1650. lo quisiere hacer desístase primero del oficio, y
Que los regidores no tengan obligación de acudir á donde estuviere ejecutoriado, ó tu.vieren dispen­
los alardes y reseñas , si no se hallare el gober~ sación dada por ¡Nos, se guarde lo resuelto.
nadar , / cerca de su persona. LEY X III.
Declaramos que los regidores de las ciudades D. Felipe IV en Madrid à 13 de junio de 1622, y 12
y puertos de las Indias, no tienen obligación de de abril de 1628, y 11 de abril de 1650.
hallarse en los alardes y reseñas ordinarias, ex­ Que á los regidores presos se les dé cárcel decente.
cepto en los que se hallare el gobernador y ca­
pitán genera! , y cerca de su persona; y este lu­ Encargamos y mandamos á los vireyes, oi­
gar señalamos á los regidores para los alardes y dores, alcaldes del crimen , y justicias de las In­
resenas, y ocasiones de gurera, que se ofrecieren. dias, que habiendo de proceder à prisión contra
H 6 Libro iv. Titulo x.
las personas de los regidores, les déa cárcel de­ dado los depositarios generales, y reconozcan y
cente , y proporcionada á la calidad de los de­ hagan reconocer por la mejor via y forma q«e
litos. les pareciere , el estado en que estuvieren las ha­
LEY X IV . ciendas, asi de las personas que los fiaren, como
D. Felipe II allí á 23 de abril de 1569.
de los depositarios, ó sus herederos; y hechas las
diligencias, que sobre esto convengan, si necesa­
Que los fieles usen sus oficios con los escribanos rio fuere, los vireyes, gobernadores, corregido-*
del cabildo , y á fa lla , con uno del número. res y justicias, cada uno por lo que le tocare, les
Los fieles ejecutores de las ciudades usen sus obligue á que renueven las fianzas, ó den otras
oficios con los escribanos del cabildo y ayunta­ en lugar de las que hubieren faltado, ó venido á
miento , y a falla de ellos, con un escribano del diminución, de ibrma que ia hacienda de su car­
número de la ciudad, d villa. go esté segura. Y para que en todo tiempo cons­
LEY X V . te de ia observancia y cumplimiento de lo dis­
puesto en esta ley, mandamos que el escribano
D. Felipe IV en Zaragoza á 16 de abril de 16/1.
de cabildo dé por fe y testimonio las diligencias,
no se hagan depósitos en personas que no sean que en su conformidad se hicieren.
depositarios generales.
Las justicias no manden hacer depósitos en LEY X IX .
D. Felipe III allí á 28 de marzo de 1620.
sus criados, allegados, ni otras personas, que
no sean depositarios generales de sus partidos; y Que hallándose los depositarios en peor estado, re-
si no los hubiere , elijan otros de toda satisfac­ nutven las fiam os.
ción, legas , llanas, y abonadas , que no sean de Si algunos depositarios se hallaren en dife­
los referidos, ni escribanos de las causas, ejecu­ rente estado del :que tenían cuando entraron á
tando esta orden puntualmente, ó se les hará car­ servir estos oficios, ó'que las fianzas hah venido
go particular. ( 2) á menos, y estuvieren de peor condición, aun­
que sea antes del ano referido? Ordenamos que
LEY X V I. se les pueda impedir el uso, hasta que satisfa­
D. Felipe IV allí á 9 de noviembre de 1630. gan con bastante seguridad, y fianzas.
Que los bienes sobre que hubiere pleitos ordinarios LEY XX. •
$e pongan en pl depositario; y en los ejecutivos se D. Felipe II en Lisboa á 29 de enero de 1583.
guarde la costumbre. Que los depositarios vuelvan los depósitos luego
Mandamos que en los pleitos ordinarios se que Irs fuere mandado.
hagan y entreguen en poder de los depositarios Las audiencias tengan muy particular cui­
todos los depósitos de cualesquier bienes litigio­ dado de hacer, que los depositarios vuelva# lo
sos, si lo pidieren las partes, y que no se pue­ que en ellos se, hubiere deportado, y depositare
dan hacer en otra ninguna persona; y que en á las personas que lo hubie^ep-de haber, luego
los ejecutivos se guarde la costumbre y estilo que comojes íuere mandado, sin,, remisión , ^ni.diía^
hubiere en cada ciudad. don alguna, guardando íqs disposiones ^el. Jer
LEY X V II. recho.
D. Felipe III en Valladolid á 5 de abril de 1605. LEY X X L ; í"
Que los depositarios no lleven derechos de los de­ D. Felipe IV en Madrid á 19 de agosto de 1651.
pósitos. Que el escribano de cabildo tenga libro de ‘ depósi -
Es naestra voluntad que los depositarios tos, y los depositarios le avisen de los q u e re d -
generales no lleven ningunos derechos de los de­ - hieren. ' ■.
pósitos, que en ellos se hicieren, si no se les hu­ Mandamos que e! escribano del cabildo de
bieren concedido por los títulos, que de Nos tu­ cada ciudad donde hubiere depositario general
vieren, y en los casos expresados por leyes de este tenga un libro, que se corresponda con el que
libro- tuviere el depositario, en que se asienten los de­
LEY X V III. pósitos, que se hubieren hecho, ó hicieren, con
dia, mes y año; y para que esto tenga cumplido
D. Felipe IV en Madrid á l i de diciembre de 1629. efecto, ordenamos á las audiencias, que lo hagan
Que cada año reconozcan los cabildos las fianzas ejecutar inviolablemente; y porque no se excusen
de los depositarios, y si hubiere diminución en los depositarios, ni haya dilación en asentar las
ellas las hagan renovar. partidas en ambos libros, los obliguen á su cum­
Ordenarnos y mandamos á los vi reyes, go­ plimiento, con las penas, que les parecieren jus­
bernadores, corregidores, y otras qualesquier tas. Y es nuestra voluntad, que los deposita­
justicias de las ciudades, villas y lugares de las rios generales esten obligados á dar aviso de los
Indias, que todos los anos, el primero dia des­ pepositos, que fueren recibiendo, y entraren en
pues de vacaciones de la pascua de Navidad, su poder, á los escribanos de los cabildos de las
habiendo leído en el cabildo de los ciudades , ó ciudades. (3)
villas de su jurisdicción sus ordenanzas, como lo
deben hacer, vean los libros de sus archivos, (o) Esta ley y las antecedentes que hablan de
los depositarios, deben reputarse derogadas en vir­
donde han de estar las lianzas, que hubieren tud de la cédula de 24 de agosto de 1799 , en que se
han mandado estinguir estos oficios proveyendo que
los depósitos de dinero se hagan en las casas de mo­
(2) Véase la nota de la ley 21 de este título y li­
bro. neda ó cajas reales, y los de efectos en las personas
que elijan los juzgados
De los oficios concejiles, 117
L E Y X X II. obligación á tratar y contpíar por corredores de
lonja, y lo puedan hacer por sus personas, ó las
D . Felipe III en San Lorenzo á 26 de abril de 1618.
que quisieren, aunque no lo tengan por oficio,
Que los oficios de cabildo y concejiles se sirvan por y los corredores no se entrometan en los con­
los propietarios. tratos por menor sobre cosas de comer y beber.
Todos los oficios de cabildo y concejiles , se
sirvan por los propietarios, como generalmente Que los adelantados, ó cabos de nuevos descu­
está dispuesto por la ley 44* tít. a. lib. 3. brimientos , puedan nombrar regidores,, y
LEY X X III. otros oficiales públicos, ley 10, tit. Ò, de
este libro,
D. Felipe II en el Escorial á 23 de marzo de 1567. Que los vireyes, presidentes, gobernadores
Que se pueda contratar sin corredor. y corregidores confirmen las elecciones de
Los vecinos de nuestras Indias no tengan alcaldes ordinarios, ley 10> tit, 3, lib. 5.

TITULO
D e los p ro cu ra d o res generales ij p a rtic u la re s de las ciudades
y po blacion es.

LEY P R IM E R A . | elijan, ni nombren procuradores generales del


El emperador D. Carlos en Barcelona á 14 de noviem­ cuerpo del cabildo, para que vengan á la asis-
bre de 1519, y en Toledo á 6 de el de 1528. i tencia de sus negocios á costa de los propios, y
Que cada ciudad 6 villa pueda nombrar procura -
rentas de las ciudades, y que envíen los poderes,
dor que asista á sus causas. e' instrucciones á los agentes, ó procuradores, que
tienen en esta corte, para que usen de ellos co­
Declaramos que las ciudades, villas y pobla* rno mas convenga.
ciones de las Indias puedan nombrar procurado­
res, que asistan à sus negocios, y los defiendan LEY IV.
en nuestro consejo, audiencias y tribunales , para D. Felipe IV en Madrid á ¿8 de setiembre de 4625.
conseguir su derecho y justicia, y las demas pre­ Que las ciudad.es puedan nombrar agentes en la
tensiones, que por bien tuvieren, (i) corte como se declara.
LEY II. Mandamos á los vireyes, presidentes y oido­
res de las audiencias reales, que dejen á ios ca­
D. Felipe IV en Madrid á 25 de noviembre de 1625'
bildos de las dudadas donde residieren, y tuvie­
Que la elección de procurador sea por v.oto$ de ios ren sus distritos, que libremente den los poderes
regidores y no por cabildo abierto. para sus negocios en nuestra corte á las personas
Permitimos que la elección de procurador de que quisieren y eligieren, sin ponerles impedi­
la ciudad se haga solamente por votos de los re­ mento ni estorbo; y asimismo que no pueda ser
gidores como se practica en los demas oficios an­ nombrado por agente, ni procurador de ciudad
nales, y no por cabildo abierto. ningún ¿feudo de los oidores, alcaldes, ni fisca­
LEY MI. les de las audiencias de sus distritos, y si en al­
gún tiempo se hiciere lo contrario, por la pre­
O. Felipe 111 en Lerma á 12 de octubre de 1613. sente damos por ninguno, y de ningún valor,
Que las ciudades no envien á los regidores por pro­ ni efecto el nombramiento. ( 2)
curadores generales á esta corte , á costa de los
propios.
Ordenamos que las ciudades de las Indias no

(i) En real cédula d e 24 de marzo de 1774se de­


saprobó la pretensión dei procurador general de Li­ (2) Por el art. 3 de la ordenanza de agentes en
ma que solicitó ser vitalicio , declarándose que esta la corte que comprende la cédula de 2JL de abril de
elección debe ser an ual, y cuando mas por dos años 4795, se ha dejado libre el ejercicio de estos comisa­
por uniformidad de votos. Véase la posterior de 9 rios o diputados de los cuerpos y comunidades de
de noviembre de l77o que habla de lo mismo. Indias.
TOMO II. 3o
118 Libro iv. Título xi.
LEY V. virey estuviere muy distante, ó la audiencia tu­
D. Felipe lVr alii á XI de junio de X62X. viere e! gobierno; y conocida y justificada la ne­
cesidad, se (e pueda dar y haya de traer ei procu­
Que las ciudades, villas y universidades no envien
procuradores ti estos reinos.
rador testimonio aute'ntico: con apercibimiento,
que si contra viniendo a ío sobredicho enviare pro*
Ordenamos y mandamos que ninguna de las curador, serán condenadas Jas personas partícula*
ciudades, villas y lugares, concejos, universida­ res, que intervinieren, en los intereses, danos y
des, comunidades seculares y eclesiásticas, de to­ menoscabos, que se siguieren á la comunidad por
das y cualesquier partes de las Indias Occiden* esta causa, y por loque montaren Jos salarios, que
tales, pueda enviar, nien«i<r procuradores á núes, pagaren á ios procuradores. Y mandamos á nues­
tra corle i tratar de ia solicitud y despacho de tros vi reyes, audiencias, gobernadores y.justicias
sus negocios y causas; y cuando se ofrecieren casos de las Indias, que no dc'n licencia á ninguna per­
en que pretenda, que Nos ie hagamos merced, nos sona para venir á estos reinos por procurador de
avise por sus cartas de los efectos en que pudiere comunidad, y lo contrario haciendo, incurran en
recibirla, y negocios que se le ofrecieren, las cuales las mismas penas. (3)
vistas en el consejóse le responderá, y proveerá lo
que fuere justo. Y porque puede haber algunos tan Que las tierras se repartan con asistencia del pro-
graves, ó singulares, y de tanto servicio de Oíos curador del lugar, ley 6, lit. 12, de esie libro.
nuestro señor y nuestro, ó en tanta utilidad de la
república , ciudad , 6 cuminidad que la calidad
de la causa justifique la dispensación de esta ley,
(3j Esta ley 5 está mandada guardar en cédula
permitimos, que siendo tal, y que no sufra dila­ dada en Madrid á 24 de marzo de 1692 tit. 2 , fo­
ción, se pida licencia, para enviar procurador á lio 14.
ella, al virey o á la audiencia del distrito, si ei

11i iiíiiïïi I·iQ Q S b B

raaiKHnffiatflii
m m - iJLa Ha

D e la venía , composición ? y repartim ien to de tie r r a s ? solares


y aguas*

LEY P R IM E R A . allí adelante los puedan vender, y hacer de ellos


D. Fernando V en Valladolid á 18 de junio y 9 de á su voluntad libremente, como cosa suya pro­
ngosto de 15X5, caja. l . w El emperador D. Carlos á pia; y asimismo conforme su calidad, el gober­
26 de junio de 152o, y en Toledo á 19 de mayo de nador, ó quien tuviere nuestra facultad, Ies en­
15¿5. IX Felipe lie n cap. de Instrucción en Toledo
á 25 de mayo de 1596.
comiende los indios en el repartimiento que hi­
ciere para que gocen de sus aprovechamientos y
Que d los nuevos pobladores se les den tierras y demoras, en conformidad de las tasas, y de lo que
solares , y encomienden indios; / que es peonía y está ordenado.
caballería.
El mismo ordenanza 1 0 4 ,1 0 5 y 106 de poblaciones.
Porque nuestros vasallos se alienten al des­
cubrimiento y población de las Indias, y puedan Y porque podía suceder, que al repartir las
vivir con la comodidad, y conveniencia, que de­ tierras hubiese duda en las medidas, declaramos
seamos; Es nuestra voluntad, que se puedan re­ que una peonía es solar de cincuenta pies de ancho
partir y repartan casas, solares, tierras, caballe­ y ciento en largo, cien fanegas de tierra de la­
rías, y peonías á todos los que fueren à poblar bor, de trigo, ó cebada, diez de maíz, dos hue­
tierras nuevas en los pueblos y lugares, que por bras de tierra para huerta, y ocho para plantas
el gobernador de ia nueva población Ies fueren de otros árboles de secadal, tierra de pasto para
señalados, haciendo distinción entre escuderos, y diez puercas de vientre, veinte vacas, y cinco ye­
peones, y los que fueren de menos grado y me­ guas, cien ovejas, y veinte cabras. Una caballería
recimiento, y los aumenten y mejoren., atenta la es solar de cien pies de ancho, y docientosde lar­
calidad de sus servicios, para que cuiden de la go; y de todo lo demás corno cinco peonías, que
labranza y crianza; y habiendo hecho en ellas serán quinientas fanegas de labor para pan de
su morada y labor, y residido en aquellos pueblos trigo, 6 cebada, cincuenta de maíz, diez huebras
cuatro anos, les concedemos facultad, para quede de tierra para huertas, cuarenta para plantas de
De la venta y composición de tierras. 119
otros árboles de secadal, tierra de pasto para cin­ 1563, y ordenanza 58 en Toledo á 25 de mayo de 1596.
cuenta puercas de vientre, cien vacas, veinte ye­ Que el repavlimiento de tierras se haga con pare­
guas, quinientas ovejas, y cien cabras. Y orde­ cer del cabildo, y sean preferidos los regidores.
namos que se haga el repartimiento de forma, que Habiéndose de repartir las tierras, aguas, abre­
todos participen de lo bueno y mediano, y de !o vaderos, y pastos entre los que fueren á poblar,
que no fuere ta l, eri la parte que á cada ano se los vireyes, ó gobernadores, que de Nos tu vicien
ie debiere señalar, ( i) facultad, hagan el repartimiento, con parecer de
los cabildos de las ciudades, ó villas, teniendo con-
LEY II. sideracion à que los regidores sean preferidos, si
E l emperador D. Carlos en Toledo á 19 de mayo no tuvieren tierras, y solares equivalentes; y á los
de 1525.
indios se les dejen sus tierras, heredades y pas­
Que da form a de hacer Jos repartimientos en nue­ tos, de forma que no les falte lo necesario, y ten­
vas poblaciones. gan todo el alivio y descanso posible para el sas-
A los que en la nueva población de alguna tcnto de sus casas y familias.
. provincia tuvieren tierras y solares en un pueblo,
no se les pueda dar, ni repartir en otro, si no LEY V I.
fuere dejando la primera residencia, y pasándose El emperador D. Carlos á 26 de junio de 1523, y en
Toledo á 24 de mayo de 1534.
à vivir á la que de nuevo se poblare, salvo si en
la primera hubieren vivido los cuatro años, que Que las tierras se repartan con asistencia del pro -
tienen obligación para el dominio, ó los dejaren, curador del lugar.
y no se aprovecharen de ellos, por no haberlos Al repartimiento de las vecindades, caballe-»
cumplido;y declaramos por nulo el repartimien­ nas, y peonías de tierras, que se hubieren de dar
to, que contra la decisión de esta nuestra ley se á los vecinos: Mandamos que se halle presente el
hiciere, y condenamos á los que le hubieren hecho procurador de la ciudad, ó villa donde se ha de
en pena de la nuestra merced, y diez mil mara­ hacer.
vedís para nuestra cámara. L E Y V IL
LEY III. D. Felipe II en el Pardo a' 6 de abril de 1588.,
D. Felipe II allí, ordenanza 107. Que las tierras se reparlan sin acepción de per­
sonas y agravio de los indios.
Que dentro de cierto tiempo y con la pena de esta
le y , se edifiquen las casas y solares y pueblen las Mandarnos que los repartimieu tos de tierras
tie> ras de pasto. asi en nuevas poblaciones, como en lugares y tér­
minos, que ya estuvieren poblados, se hagan con
Los que aceptaren asiento de caballerías y peo toda justificación, sin admitir singularidad, acep­
nías, se obliguen de tener edificados los solares, ción de personas, ni agravio de los indios.
poblada la casa, hechas y repartidas las hojas (le
tierras de labor, y haberlas labrado, puesto de LEY VIII.
plantas, y ¡ oblado de ganados las que fueren de El mismo ordenanza de 1563.
pasto, dentro de tiempo limitado, repartido por Que declara ante quien se han de pedir solares,
sus plazos, y declarando lo que en cada uno ha tierras y aguas •
de estar hecho, pena de que pierdan el reparti­ O rdenam os que si se presentare petición, p i­
miento de solares, y tierras, y mas cierta canti­ diendo solares, ó tierras en ciudad, ó villa donde
dad de maravedís para la república, con obliga residiere audiencia nuestra, se haga la presenta­
cion en pública forma, y lianza llana y abonada. ción en el ca b ild o , y habiéndolo c o n f e r i d o s e
LEY IV . nombren dos regidores diputados, que liaban sa­
ber al virey, ó presidente lo que a! cabildo pare­
L·l mismo, año 1568. Y en Madrid á 18 de mayo de
:1572. Y en Valencia <í 15 de febrero de 1586. ciere, y visto por el virey, ó presidente y diputa­
dos, se de ei despacho firmado de todos en presen­
Que los vir ejes puedan dar tierras y solares dios
cia del esciibano de cabildo para que lo asiente
que fueren á poblar.
en el libro de cabildo; y si la petición fuere so ­
Si en lo ya descubierto de las Indias hubiere bre repartim iento de aguas y tierras para in g e ­
algunos sitios y comarcas tan buenos, que con­ nios, se piesente ante ei virey, ò presidente, y él
venga fundar poblaciones yy algunas personas se la rem ita al cabildo , que asim ism o habiéndolo
aplicaren á hacer asiento, y vecindad en ellos, conferido, en víe a decir su parecer con un reg i­
para que con mas voluntad, y utilidad lo puedan dor , para que visto por el virey, 6 p residente,
hacer, los vireyes y presidentes les de'n en nues­ provea io que convenga.
tro nombre tierras, solares, y aguas, conforme á
la disposición de la tierra, con que no sea en per­ LEY IX.
juicio de tercero, y sea por el tiempo, que fuere ; El mismo en Madrid a' 11 de junio de 1594.
nuestra voluntad Que no se den tierras en perjuicio de los indios,
y las dadas se vuelvan à sus dueiios.
M andam os que las estancias, y tierras, que se
El emperador D. Carlos en Barcelona, i 4 de abril
de 15ó2. X). Felipe II ordenanza de audiencias de dieren á los espauoles, sean sin perjuicio de los
indios, y que las dadas en sil perjuicio y a g ra ­
vio, se vuelvan á quien de derecho pertenezca. ( 2 )2
(1) Para la inteligencia de este título véase el ar­
tículo B idé la ordenanza de Intendentes de Nueva (2) Encargado su cumplimiento por el art. 81 de
España.
la otdenauza de Intendentes de Nueva España.
220 Libro ív. Tit. xn
LEY X. LEY X III.
Ei emperador D Carlos y ia emperatriz gobernado­ D. Felipe 111 en San Lorenzo á l l de junio de 1612»
ra eu Madrid á 27 de octubre de 1535. cap. 22 de instrucción de vireyes D. Felipa IV eu
Que las tierras se repartan á descubridores y po­ Madrid á 18 de junio de 1621, cap. 22.
bladores no las puedan vender d eclesiásticos Que los vireyes hagan sacar los ganados de tas
Repártanse las tierras sin esceso entre descu­ tierras de regadlo f se siembren de trigo•
bridores, y pobladores antiguos, y sus descendien Ordenamos á los rtreyes, que se informen de
tes, que hayan de permanecer en la tierra, y sean las tierras, que hubiere de regadío, y ordenen que
preferidos ios mas calificados, y no las puedan se saquen de ellas los ganados, y siembren de tri­
vender á iglesia, ni monasterio, ni á otra perso go, si no tuvieren los dueños títulos para tener
na eclesiástica, pena de que las hayan perdido, estancias de esta calidad.
y pierdan , y puedan repartirse á otros. (3) LEY X IV .
LEY X I. D. Felipe II en 20 de noviembre de 1578. Y á 8 «le
Los mismos en Valladolid á 20 de noviembre de 1536. marzo de 1589. Y en el Pardo ,á l . ° de noviembre
de 1591.
Que se tome posesión de las tierras repartidas den­
tro de tres meses, y hagan plantíos, pena de per­ Que à Itfs poseedores de tierras , estancias, cha­
derlas. cras y caballerías con legítimos títulos, se les
.ampare en posesión , y las demás sean restituidas
Todos los vecinos y moradores á quien se hi­ al rey.
ciere repartimiento de tierras, sean obligados den­
tro de tres meses, que les fueren señalados, á to Por haber Nos sucedido enteramente en e!
mar la posesión de ellas, y plantar todas las lin­ señorío de las Indias, y pertenecer á nuestro pa­
des, y confines, que con las otras tierras tuvie­ trimonio y corona real los valdíos, suelos y tier­
ren de sauces, y árboles, siendo en tiempo, por ras, que no estuvieren concedidos por los señores
manera, que demás de poner la tierra en buena, reyes nuestres predecesores, 6 por Nos, ó en nues­
y apacible disposición, sea parte para aprovechar­ tro nombre, conviene que toda la tierra , que se
se de la leña, que hubiere menester, pena de que posee sin justos y verdaderos títulos, se nos res-»
pasado el termino, si no tuvieren puestas las di­ tituya, según y como nos pertenece, para que re­
chas plantas, pierdan la tierra, para que se pue­ servando ante todas cosas lo que á Nos, ó á los
da proveer, y dar á otro cualquiera poblador, lo vireyes, audiencias y gobernadores pareciere ne­
cual no .solamente haya lugar en las tierras, sino cesario para plazas, exidos, propios, pastos y val­
en los pueblos y zanjas que tuvieren, y hubieren díos de los lugares, y concejos, que están pobla­
cu los limites de cada ciudad, ó vi lia. (4) dos, así por lo que loca al estado presente en que
se bailan, como al porvenir, y al aumento que
LEY x n . pueden tener, y repartiendo á los Indios lo que
El emperador I). Carlos y los reyes de Bohemia go­ buenamente hubieren menester para labrar, y ha­
bernadores en Valladolid á 2'1 de marzo y 2 de mayo cer sus sementeras, y crianzas, confirmándoles en
de 1550. Véanse las leyes 20. tit. 3 , y 1 9 , til. 9 , li­ lo que ahora tienen, y dándoles de nuevo lo ne­
bro tí.
cesario, toda la demás tierra quede y esté libre
Que las estancias paro ganados se den apartadas y desembarazada para hacer merced, y disponer
de pueblos / sementeras de indios. de ella à nuestra voluntad. Por tocio lo cual or­
Porque las estancias de ganados vacunos, ye­ denamos y mandamos á los vireyes y presidentes*
guas, puercos, y otros mayores y menores, hacen de audiencias pretoriales, que cuando les pare­
gran daño en los maizales de los indios, y espe­ ciere señalen término competente para que los
cialmente el que anda apartado y sin guarda: poseedores exhiban ante ellos, y los ministros de
Mandamos que no se den estancias ningunas en sus audiencias, que nombraren, ios títulos de tier­
partes y lugares de donde puedan resultar daños, ras, estancias, chacras, y caballerías; y amparan­
y no pudiéndose cscasar, sean lejos de los pue­ do á los que con buenos títulos y recaudos, ó
blos de indios, y sus sementeras, pues para los justa prescripción poseyeren, se nos vuelvan y
ganados hay tierras apartadas, y yerbas donde restituyan las demas, para disponer de ellas á
pastorear y pastar sin perjuicio, y las justicias nuestra voluntad.
hagan , que los dueños del ganado, é interesados
en el bien público, pongan tantos pastores, y truccion con fecha de 15 de octubre de 1754 ; acom
•guardas., que basten á evitar el daño, y en caso panada año
de real orden de 2 de noviembre del mismo
que alguno sucediere, le hagan satisfacer. (5)3*5 En el art. 81 de la ordenanza de Intendentes de
Nueva España se manda observar dicha real cédula
(3) En cédula de 9 de .setiembre de 1796 se lia de 54 en cuanto no se deroga por el referido artícu­
mandado exigir un 15 por 100 de todos los bienes lo que ordena entre otras cosas que los intendentes
cpie por cualquier modo se amortizen en todas las sean los que espidan el títu lo, y las juntas superio­
partes en donde no esté establecida la ley de amor­ res el de confirmación. Por cédula circular de 23 de
tización. Véanse los artículos 112 y 115 de la orde­ marzo de 1798 , se modifica también el mencionado
nanza de Intendentes de Nueva España. artículo , prescribiendo que no haya necesidad de
(1) Véase la real cédula que se cita en el artí­ ocurrir á la junta por ia confirmación en el caso de
culo 81 de la ordenanza de intendentes de Nueva prestar el servicio pecuniario de un 2 por 100 del
España. valor de las tierras. Igualmente se inanda en Ja mis­
(5) Concuerda con las leyes 1 0 , tit. 17 de esté ma que no se lleve derechos en la.junta ni en las» in ­
libro , y con la 20 , tit. 6 , lib. 6. tendencias cuando el valor de las tierras no pase de
Y sobre la practica de estas leyes desde la 11 200 pesos , y que los fiscales en el referido caso de
hasta la 19 , se espidió una real cédula modificando procederse de oficio agíten el pronto despacho de
algunas ó estendiondo otras con una plenísima ins- los insinuados negocios.
Be la venta y composición de tierras. 121
LEY XV. del término ordinario, que se observa en lasmer-
cedes de encomiendas de indios. (6)
D. Felipe IV en Madrid á 17 de mayo de 1631.
LEY X V II.
Que se admita a composición de tierras <
D. Felipe IV en Zaragoza á 30 de junto de 1616.
Considerando e! mayor beneficio de nuestros Que no se admita tí composición de tierras que
vasallos, ordenamos y mandamos á los vireyes hubieren sido de los indios o con titulo vicioso, y los
y presidentes gobernadores, que en las tierras fiscales y protectores sigan su justicia.
compuestas por sus antecesores no innoven, de­
jando á los dueños en su pacifica posesión; y los Para mas favorecer y amparar á los indios,
que se hubieren introducido y usurpado mas de y que tm reciban perjuicio: Mandamos que las
composiciones de tierras no sean de las que los
(oque les pertenece, conforme á fas medidas, sean
españoles hubieren adquirido de indios contra
admitidos en cuanto a! exceso, á moderada com­
nuestras cédulas reales, y ordenanzas, ó poseye­
posición, y se les despachen nuevos títulos; y to­
ren con título vicioso, porque en estas es nuestra
das las que estuvieren por componer, absoluta­
voluntad, que los fiscales protectores, ó los de Jas
mente harán que se vendan á vela y pregon, y
audiencias, si no hubiere protectores fiscales, si­
rematen en el mayor ponedor, dándoselas á razón
gan su justicia, y el derecho , que les compele
de censo al quitar, conforme á las leyes y pragmá­
por cédulas y ordenanzas, para pedir nulidad
ticas de estos reinos de Castilla: y remitimos á
contra semejuntes contratos. Y encargamos á los
los vireyes y presidentes el modo y forma de la
vireyes, presidentes y audiencias, que les den toda
ejecución de todo lo referido, para que lo dispon­ asistencia para su entero cumplimiento- (7)
gan con la menos costa que sea posible; y por
excusar lo que se puede seguir de la cobranza, or­ . LEY X V III.
denarán à nuestros oficiales reales de cada distri­ El mismo en Madrid á 16 de marzo de 1642, y en
to, que la hagan por su mano, sin enviar ejecu­ Zaragoza á 30 de junio de 1646.
tores, valiéndose de nuestras audiencias reales; y
Que a los indios se les dejen tierras,
donde no las hubiere, de los corregidores.
t Ordenamos que la venta, beneficio y compo­
D. Caídos II y la reina gobernadora en esta Recopi­
lación. sición de tierras se haga con tal atención, que a
los indios se les dejen con sobra todas las que
Y porque se han dado algunos títulos de tier­ Ies pertenecieren, asi en particular, como por co­
ras por ministros, que no tenían facultad para re­ munidades , y las aguas y riegos; y las tierras en
partirlas, y se han confirmado por Nos en nues­ que hubieren hecho acequias, jú otro cualquier
tro consejo: Mandamos que á los que tuvieren beneficio, con que por industria persona! suya
cédula de confirmación, se Ies conserve, y sean se hayan fertilizado, se reserven en primer lugar,
amparados en la posesión dentro de los límites y por ningún caso no se les' puedan vender, ni
en ella contenidos; y en cuanto hubieren excedi­ enagenar; y ios jueces, que á esto fueren envia­
do sean admitidos al beneficio de esta ley. dos, especifiquen los indios, que hallaren en las
tierras y las que dejaren á cada uno de los tribu­
LEY X V I. tarios viejos, reservados , caciques, gobernadores,
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ ausentes, y comunidades.
ra en Ocaña á 27 de febrero de 1531. f) Felipe l i í
en el Pardo a 14 de diciembre de 1615, y en Ma­
drid á 17 de junio de de 1617.

Que se den y vendan las tierras con las calidades Que no sea admitido á composición el que no hu­
de esta ley, y los interesados lleven confirmación. biere poseído las tierras diez años, y los indios sean
prvjeridos.
Por evitar los inconvenientes, y daños, que
se siguen de dar, ó vender caballerías , peonías y No sea admitido á composición de tierras el
otras mensuras de tierra á los españoles en per­ que no las hubiere poseído por diez años, aunque
juicio de los indios, precediendo informaciones alegue que las esta poseyendo, porque este pre­
sospechosas de testigos: Ordenamos y mandamos, testo solo no ha de serbastante; y las comuni­
que cuando se dieren, ó vendieren, sea con cita­ dades de ind*‘os sean admitidas á composición, con
ción de los fiscales de nuestras reales audiencias prelacion á las demas personas particulares, ha­
del distrito, los cuales tengan obligación de ver ciéndoles toda conveniencia.
y reconocer con toda diligencia la calidad y de­ LEY XX.
posiciones de los testigos: y los presidentes y au­
D. Felipe ÏÏ en Madrid á 10 de enero de 1589.
diencias, si gobernaren, las den, ó vendan, con
acuerdo de la junta de hacienda, donde ha de Que los vireyes y presidentes revoquen las gracias
constar que nos pertenecen, sacándolas al pregón,
y rematandolas en pública almoneda, como la de­
mas hacienda nuestra , mirando siempre por el (6) Véase la nota á la ley 12 de este título y libro.
bien de los indios; y en caso que se hayan de dar, (O las audiencias no tienen que hacer en la
ó vender por los vireyes, es nuestra voluntad, venta y composición de los realengos , sino las jun­
que no intervengan ningunos de los dichos mi­ tas superiores de real Hacienda. Véase el articulo
81 de la ordenanza de Intendentes de Nueva Espa­
nistros; y dei despacho que se diere á los intere­ ña , y véase también la nota de la ley 12 de este tí­
sados, han de llevar confirmación nuestra dentro tulo y libro.
TOMO II.
99, Libro IV. Tit. xii.
de tierras que dieren los cabildos, y las admitan à to, que el beneficio de su agricultura y labranza,
composición. derribando, quemando y limpiando los montes, y
Es nuestra voluntad que los vireyes y presi­ son de calidad, que solo el un ano, que el mon­
dentes gobernadores puedan revocar, y dar por te se derriba, y quema, se siembra, y se resiem­
ningunas las gracias, que los cabildos de las ciu­ bra de maiz, que ¡laman roza nueva, y cuando
dades hubieren hecho, ó hicieren de tierras en mucho el siguiente, y despues en veinte años no
sus distritos, si no estuvieren confirmadas por Nos, son de otro ningún aprovechamiento, y este es
y si fueren de indios, se las manden volver, y las tan poco, que aun no se sacan los jornales, por
vahlías queden por tales; y admitan á composi­ la mucha costa que t¡ehen, y para el bien y con­
ción á los que las tuvieren, sirviéndonos por ellas servación de la villa conviene, que las tierras se
con la cantidad que fuere justo. repartan entre los vecinos, y personas que se
avecindaren en ella, y que se pueblen algunas
LEY X X I. estancias; Confirmamos y aprobárnoslos reparti­
D. Eolipe III en San Lorenzo á 26 de abril de 16X8. mientos de tierras, que hasta ahora hubiere he­
Que los vireyes y presidentes no despachen comi­ cho la dicha villa, y le damos facultad para que
siones de composición y venta de tierras sin evi­ pueda hacer lo mismo de aquí adelante.
dente necesidad, y avisando al rey.
LEY X X III.
Si algunos particulares hubieren ocupado tier­ D. Felipe IV en Madrid á 22 de agosto de 1629.
ras de los lugares públicos y concejiles, se les
Qus no se egeeule en la Habana lo ordenado acer­
han de restituir, conforme à la ley de Toledo, y ca de los sitios y estancias de ganados.
á las que disponen como se ha de hacer la res­
titución, y dan forma al derecho de prescipcion, Por las ordenanzas 70, y 7!, de la ciudad de
con que se defienden los particulares. Y manda­ la Habana se dispone, que aunque sea en tierra
mos que los vireyes y presidentes no den comi­ de hatos de vacas, y corrales donde se cria e! ga­
siones para composición de tierras, si no fuere nado de cerda, se puedan dar sitios y tierras para
con evidente necesidad, y avisándonos primero estancias, con que al dueño de! hato, ó corral
de las causas, que les mueven á hacerlas, y en qué se le dé otra tanta tierra. Y porque ya no es con­
lugares son, a qué personas locan, qué tiempo ha veniente guardar las dichas ordenanzas, por ser
que las poseen, y la calidad de caimas , ó plan­ en perjuicio general de todos los vecinos, y causa
tías. Y ordenamos que cuando hubieren de dar de muchos pleitos, mandamos, que por ahora no
estas comisiones, nombren personas, cuya edad, se ejecuten, que así es nuestra voluntad.
espericncia, y buenas partes convengan à la me­ F o rm a de nom brar ju eces de a g u a s, y ejecución de
jor ejecución. su s sentencias , l e y 63, tit* 2, ¿ib. 3.
Q u e ¿o f encomenderos no sucedan en la s tie rra s v a -
LEY X X II.
cantes p o r m uerte de ¿os in d io s , le y 3o , tit. 1,
I). Felipe IV en Madrid á 17 de diciembre de 1621. ¿ib. 6.
Que la villa de Tola, en la provincia de Cartage­ Q iie d lo s indios re d u cid o s no se quiten la s tie r ­
na , pueda repartir tierras y solares. r a s , que antes hubieren ten id o , le y q, tit. 3 .
Por cuanto en el distrito de ia villa de Tolú, ¡ib. 6.
de la provincia de Cartagena, hay muchas tierras V é a se p o r lo que to ca d la ciu d a d de F a riñ a s, y
infructíferas, y de muy grandes , y espesas mon­ prohibición d e rep a rtir tie rra s, la le y 27, tit. 5 ,
tanas, que no tienen mas valor, ni aprovcchamien ¿ib. 7.

TITULO
D e los p ro p io s y pósitos.

LEY P R IM E R A . facultad, señalen á cada villa, y logar, que de


El emperador I), Carlos á 26 de junio de 1623.
nuevo se fundare y poblare , las tierras y solares,
Que al f andar las nuevas poblaciones se señalen que hubiere menester, y se le podrán dar , sin
propios. perjuicio de terceros para propios: y envíennos
Eos vireyes y gobernadores, que tuvieren relación de lo que á cada uno habicren señalado
Be los propios y pósitos. 125
y dado, para que lo mandemos confirmar, (i) LEY III.
LEY II. D. Felipe II en Madrid á25 de febrero de 1568, y en
Lisboa á 10 de diciembre de 1581.
D. Felipe II en Madrid á 4 de octubre de 1564. Don
Felipe 111 en Ventosilla à 24 de octubre de 1617 , y Que las rentas y propios se rematen en el mayor
en Madrid ú 24 de febiero de 1621. D. Carlos II y postor, y no las puedan tantear los .arrendadores
la reina gobernadora. antecedentes•
Que las dúdales no gasten de los propios , ni s i •
lúen salarios sin licenda. Ordenarnos y mandarnos, que las rentas, y
propios de las ciudades, cuyo arrendamiento to ­
Los ayuntamientos, justicias, y regimientos ca à la justicia y regimiento, se rematen y den
de las ciudades, villas y lugares de las Indias, en arrendamiento á los que mas dieren por ellas,
guarden precisamente en la distribución y gasto y los arrendadores del tiempo antecedente, no las
de los propios, las leyes y ordenanzas, que so­ puedan tomar por el tanto, procurando que siem­
bre esto disponen , y no hagan gastos extraordi­ pre se rematen en e! mayor postor.
narios , que excedan de tres mil maravedís, ni
sitúen salarios en ninguna cantidad, sin prece­ LEY IV .
der lieencia nuestramo de la persona, que por El mismo en el Pardo á 12 de abril de 1574. En San
Nos toviere el gobierno de la provincia, pena de Lorenzo á 25 de agosto de 1596. D. Felipe IV en
que se cobrará de las personas y bienes de los que Madrid á 22 de febrero de 1627.
situaren y libraren , y ningún regidor salga á Que no se gaste de propios en recibir d prelados,
comisiones con salario de la ciudad , y para que presidentes, oidores ni ministros.
todos vivan tan ajustadamente en sus oficios co­ En recibimientos de prelados, presidentes,
mo deben , se les tomarán cada año cuentas. Y oidores, alcaldes, fiscales, corregidores, y otros
mandamos á las personas en cuyo poder entrare cualesquier ministros, cuando van proveídos á
Ja-hacienda de propios, que no paguen libranza sus plazas y cargos, ó pasaren por ios lugares,
de gastos extraordinarios de los regidores, aun­ visitando la tierra y jurisdicción, no se hagan
que sea por ciudad, si primero no fuere apro­ gastos de los propios, ni de otros efectos, en fies­
bada por la audiencia real, si la hubiere en la tas, comidas, ni hospedages, fuera de lo per­
ciudad , y si no, por la persona que tuviere el mitido expresamente, ni los ministros lo reci­
gobierno de la tierra, con que en las libranzas ban , pena de mil ducados porcada vez que con­
de tres mil maravedís abajo, no tengan obliga­ travinieren , y de que se les hará cargo de visi­
ción de acudir á la audiencia, ni al gobierno, y ta , <5 residencia, con ejecución de la pena irre*
las personas, que las libraren queden obligadas inisiblemente. Y mandamos que á ios cabildos no
á la justificación de ellas en las cuentas, que se se les reciba en cuenta lo que asi gastaren. (3)
les tomaren. Y ordenamos que esta ley, en cuan­
to á las ciudades donde hubiere vi reyes, no al­ LEY V.
tere la costumbre en que estuvieren, según los D, Felipe 11 alii á 21 de enero de 1572.
víreyes io hubieren ordenado, en cuanto á la can­
tidad y forma en que se han de dar, hacer, y pa­ Que-la- justicia y regimiento libre en los propiost
gar las libranzas. ( 2) y no lo puedan hacer las audiencias reales.
Permitirnos á la justicia , y regimiento de las
(1) La ordeuanza de Intendentes de Buenos-Ai­ ciudades , que puedan librar en los propios y
res publicada en 1/82 dio las mejores reglas para el distribuir en los efectos para que están consigna*
aumento de los propios , inversión , cuenta y razón.
La distancia á las capitales de superintendencia 011 dos. Y ordenamos á los presidentes y oidores de
que está la junta superior hacia sufrir algún retar­ nuestras audiencias reales, que no se introduz-
do en el despacho do Jas propuestas y consultas de gan en librarlos, ní distribuirlos.
los gobernadores y cabildos ; y con esto motivo en
reai orden de 14 de setiembre de 1788, se revocó el LEY V I.
art. 5.° de la ordeuanza , y que se acudiese á Jas au­ El mismo allí á 16 de mayo de 1573.
diencias, sobre lo que antes debia consultarse á
aquellas. Que cada año se tome cuenta de los propiosf y en*
Por real orden de 5 de abril de 1790 se lian man­ vie razón al consejo.
dado observar á la letra las leyes de este título , y Mandamos á los vireyes, presidentes y go-
se revocó cuanto era contrario á ellas en la ordenan­
za de Intendentes, y por consiguiente quedaron sin
uso todos los artículos que hay en-dicha ordenanza cibimientos de jueces-, pago de casas a' oficiales, mi­
desde el 25 al 50. También por la ordenanza de in ­ litares etc.
tendentes de Nueva Espadase d a la inspección de El ayuntamiento de Guatemala puede gastar por
los propios á las juntas superiores, y también se ha concesión real seis mil maravedís, que son de 22
revocado en osla parle , restituyéndose á Jas audien­ pesos y 16 maravedís. Véase también el art. o l de
cias reales, se advierte , que por real cédula de 17 de Ja ordenanza de Intendentes de Nueva España , que
noviembre de 1801, y real orden de 50 de junio de permite á'los ayuntamientos gastar 40 pesos , y es-
1801 su previene ala real audiencia de Guatemala es- cediendo el gasto de este valor se debe dar cuenta
euse en io sucesivo imponer arbitrios sin que recai­ á la junta superior, y lioy á la audiencia, que con
ga previamente real aprobación , y sin que califique derogación de los artículos que concedían la super­
primero la utilidad y necesidad de la imposición; intendencia de los {propios , arbitrios y comunidades
sin embargo , véase el ai t. 48 de la ordenanza de In­ á la junta superior de hacienda, es la que continúa
tendentes. con la referida superintendencia, en virtud de real
(2) Por real cédula de 14 de abril de 1 788, se orden de 14 de setiembre de 1788.
mandó al virey dei Perú ordenase á todos los ayun­ (5) En Guatemala está espresamente permitido
tamientos del distrito evitasen los gastos superfluos gastar en el recibimiento de ^presidente mil y qui­
de propios, como son los fuegos artificiales, los re- nientos pesos por cédula de lo de agosto de .1819,
i 24 Libro iv. Tit. xiii.
bcrnadores, que en cada un año hagan tomar las i ma que haga fe, de los propios que tuvieren, y
cuentas de propios de las ciudades, villas y luga­ de lo que rentaren cada año, y hubieren mon­
res de sus distritos por los oficiales reales, y tado en los de la última prorogacion de las pe­
nos envíen la razón de ellas a! consejo, para nas de cámara, y en lo que se hubieren distri­
que se vea y entienda su gasto y distribución. (Q buido y gastado: con apercibimiento, que si no
se enviare y presentare , no se les prorogará mas
LE Y VII. merced. Y mandamos á los vireyes y goberna­
I'.l mismo ordenanza de Audiencias de 1563. dores, que tengan particular cuidado de que se
Que un oidor por su turno revea las cuentas de les tome cuenta de las penas de cámara por nues­
los propios. tros oficiales reales, donde los hubiere; y donde
no, por las personas, y en la forma que mas con­
Ordenamos que un oidor en cada un año por venga , para que se haga con justificación y pun *
su turno, comenzando desde el mas moderno, tualidad.
revea las cuentas , que tomare el cabildo de la LEY X.
ciudad , donde residieie audiencia real.
El mismo alü á 9 de junio de 1584.
LEY V III. Que los lutos por muerte de personas reales se pa­
El mismo en San Lorenzo á 18 de agosto 1593. guen de los propios.
Que á ¡os remates de rentas de propios se halle
un oidor. Tenemos por bien que lo que se gastare por
las ciudades de las Indias en los lutos, que se
Mandamos que á los remates de la provisión dieren por muerte de personas reales, se haya
de carne y velas, y haeimientos de las rentas, y de pagar y pague de los propios de las ciudades,
propios de las ciudades donde hubiere audiencia con que no haya exceso.
real, se halle presente uno de los oidores, y que LEY XI.
antes que el remate se haga, y efectúe, se dé
cuenta al acuerdo. D. Fclipe III ea Madrid a 6 de mayo de 1614.
LEY IX . Que no se saquen mantenimientos de los pósitos
sino en necesidad forzosa.
i). Felipe 11 en San Lorenzo á 13 de agosto de 1597.
Ordenamos que de los pósitos de las ciudades
Que las ciudades que tuvieren merced de las penas y poblaciones, no se puedan sacar mantenimientos
de cámara y pidieren prorogacion de ella envien
en ninguna cantidad por los oficiales reales, ni
testimonio de su gasto y de los propiosj
otros ningunos ministros, sino se ofreciere tan
Las ciudades, villas y lugares que tuvieren urgente necesidad, que sea forzoso valerse de ellos,
merced nuestra de las penas de cámara, cuando y en tales casos es nuestra voluntad , y manda­
por su parle se nos hubiere de pedir nueva pro­ rnos que luego sea pagado su valor para que com­
rogacion, envien testimonio autorizado, en for- prados, y restituidos á su lugar en otra tanta
cantidad , estén siempre enteros, y sean socorri­
(4) Esta ley 6 y 7 se comprenden en la nota de das las necesidades, que se ofrecieren.
la ley 1 1 , tit. i 5 , Jib. 5.
En real orden de 5 de abril de 1790 se previene
ijúe se señalen dehesas, y tierras pat a propios,
que los mayordomos han de dar cuentas intervenidas ley 14 , tit. 7 , de este libro.
del cabildo y presentarlas i» los oficiales reales , y Que ¿as ciudades no envien á los regidores por
lo mismo se habia mandado en el art. 3.° de la real procuradores generales á esta corte á costa de
orden de 11 de noviembre de 1787. ios propios, ley 3 , tit. t i , de este libro.

,r——> i»

TITULO
M)e las albóndigas *

LEY P R IM E R A .
£>. Felipe 11 en Madrid ¡í 31 de marzo de '1583 , or­
se iban encareciendo con exceso los bastimentos
denanza de albóndiga de Méjico. de trigo, harina y cebada, à causa de ios mu­
Fundación de la albóndiga de Méjico, chos regatones y revendedores, que trataban y
contrataban en ellas, y considerando, que en
Por cuanto habiendo reconocido el cabildo, muchas repúblicas bien gobernadas se han fun­
justicia y regimiento de la ciudad de Méjico, que dado casas de albóndigas, para estar mejor pro.
De las albóndigas. 1 2 o

veidas y abastecidas, estableció y fundó , con de cuatro pesos por cada hanega, que asi se ven
acuerdo de Don Martin Enriquez, nuestro vi- diere y comprare.
rey de aquellas provincias, una alhóndiga , se­ ' LEY V .
ñalando casa conveniente, para que en ella pu­ Ordenanza 4.
diesen los labradores despachar sus granos, y los
panaderos donde proveerse del trigo y harina, Que nadie salga á los caminos d comprar, ni haga
que hubiesen menester para su avío, y abasto precios fuera de la alhóndiga.
de la ciudad, á los precios mas acomodados; y Ningunas personas de cualquier calidad y
habiendo hecho algunas ordenanzas, que presen.- condición que sean , no salgan á los caminos y
tó ante el conde de Coruña, que las aprobó y calzadas, ni acequias, ni otra ninguna parte fae-
confirmó, en el ínterin que por Nos fuesen con­ ra de la alhóndiga, á comprar trigo, harina, ce*
firmadas: Ordenamos y inandamos, que se guar­ bada ó granos en poca, ni en mucha cantidad,
den , cumplan y ejecuten en la forma , y con las de la que viniere á la dicha ciudad, ni hagan
declaraciones y limitaciones, que se contienen ningún precio , y libremente los dejen traer á la
en las leyes de este título. alhóndiga, paia que se provean los vecinos de
LEY II. la ciudad, y allí lo compren, y hagan los pre­
cios á vista de todos los que allí estuvieren , pe­
El mismo en Madrid á 31 de marzo de 1583. Orde­
nanza primera de la alhóndiga de Méjico. na de cincuenta pesos al que lo saliere á comprar
ó hiciere precios, y otros tantos al que lo ven­
Que la ciudad de Méjico nombre fiel de la alhón­ diere, ó trajere hecho precio, aplicados según
diga , que asusta sin hacer fa lla . dicho es.
Al principio del ano la ciudad de Méjico nom­ LEY V I.
bre una persona que sea fiel, para guarda de la
Ordenanza 5.
albóndiga, la cual tenga cuenta y razón de todo
el trigo, harina, cebada y grano, qae en ella en­ Que los panaderos no compren en la alhóndiga
trare por cualesquier personas y de cualesquier hasta haber tocado la plegaria en la iglesia ca­
partes que se tragere, el cual antes que use el di­ tedral.
cho oficio, dé fianzas en cantidad de cuatro mil Hasta que sea dada la plegaria de la misa ma­
pesos de oro coman, de que dará buena cuenta yor , que se celebra en la iglesia catedral, no ha
con pago de todo lo que en su poder entrare, y de entrar en la alhóndiga á comprar ningún pa­
le fuere encomendado, y ha de asistir y vivir nadero, ni otra persona por é l, porque los veci­
en la casa de la alhóndiga de ordinario, sin hacer nos compren primero, y lleven lo que hubieren
ninguna falta, y tener cuenta de mirar y en­ menester para su provisión, y despues compren
tender cada dia à los precios que se vendiere el los panaderos, pena, que el panadero ó pana­
trigo, harina y cebada, que en la alhóndiga en­ dera, que lo contrario hiciere, pague seis pesos;
trare, porque al precio primero, que valiere y la persona que entrare á comprar para ellos,
aquel día, y se le pusiere por los vendedores, se pague la pena doblada, aplicada en la forma su­
ha de vender todo el día, y no subir de él, pena sodicha.
al que á mas precio vendiere de perdido el tri­
go, harina, cebada, ó grano que vendiere, ó el ' LE Y V II. .
precio en que 1q hubiere vendido; y el que lo
comprare á mas precio, siendo vecino, ó pana­ Ordenanza 6. D. Carlos II y la reina gobernadora.
dero, pague de pena diez pesos de oro común. Que los panaderos no puedan comprar mas canti­
Todo lo cual se aplique, la tercia parte para el dad de la que han de amasar en uno ó dos días •
denunciador, la otra al juez, y la otra al pó­
sito. Ningún panadero, ni panadera, por s í, ni
por intórpositas personas pueda comprar, ni
LEY MI. compre trigo, ni harina fuera, ni dentro de la
D. Felipe 11 ordenanza 2. alhóndiga, si no fuere cada día lo que hubiere
Que el fiel no compre trigo, harina , ni granos por de amasar para otro siguiente, ó á lo mas largo
si ni por interpositas personas. para dos dias sucesivos, por obviar los fraudes,
que los susodichos podrán hacer en encerrar mu­
El fiel no pueda por s í , ni por interpositas cha cantidad de pan, demás de lo que traerían,
personas comprar ni compre ningún trigo, hari­ y comprarían fuera de la áfhóndiga , y dirían,
na , ni granos para tornar á vender, pena de que que en ella lo compraron , y usarán de sus rega­
lo haya perdido, y mas cincuenta pesos de oro tonerías , lo cual es en gran perjuicio de la re­
coman , aplicados como lo de mas referido. pública, y conviene que no se haga; y el pana­
LEY IY . dero, ó panadera que lo hiciere, y comprare fue­
Ordenanza 3.
ra de la alhóndiga, ni mas cantidad en ella de
lo que está referido, pierda el trigo ó harina, que
Que fuera de la alhóndiga no se pueda vender asi comprare, y si otra persona por él lo com­
trigo, harina , cebada y granos.
prare, pague cien pesos de pena, todo con la
Todas las personas que llevaren trigo, hari­ misma aplicación.
na, cebada , ó grano á Méjico, para vender, lo
lleven derechamente á la alhóndiga, para que allí
lo vendan, y no en otra parte alguna, ni por
ninguna vía, fuera de la dicha alhóndiga, pena
TOMO II. 3z
120 Libro ïv. Título xiv.
LEY V IH . LEY X I.
D. Felipe II ordenanza 7. D. Felipe II ordenanza 10.
Que los arrieros y carreteros vayan derechamente Que ninguna persona entre en la albóndiga con
á la albóndiga, y traigan testimonios de las com­ armas.
pras.
Ninguna persona entre en la albóndiga con
Los arrieros y carreteros, que usan de tragi­ ármas, pena que el que entrare con ellas Jas ha­
nar ? si llevaren t r ig o , harina , ó cebada à M é­ ya perdido, y se aplique su valor, la mitad para
jico , luego que sean llegados á la ciud ad, vayan el denunciador , y la otra mitad para e! juez y
derecham ente á la alhorid ga, adonde descarguen diputados, y este veinte dias en la cárcel.
lo q u e trajeren , y sean obligados á traer, y trai­
gan testim onio de la ju sticia, que hubiere en el
lugar , donde cargaren el dicho trigo, h arin a, Ord enanza'11.
ó cebada de á quien c o m p r a r e n 'y á que precio, Que los llevadores perciban de cada costal un cuar­
para que en todo haya clarid ad , y se guarden las tillo de plata •
pragm áticas reales, y no se exceda de e lla s , el
cual testim onio presenten ante los regidores d i­ Los trabajadores de la albóndiga no lleven
putados, que en la albóndiga estu vieren , para: mas por cada costal, que tuviere hanega y'me­
que vean si cum plen con tas pragm áticas; y la dia de maíz, ó de trigo, ó harina, de un cuar­
persona que trajere trig o , harina ó Cebada, sin tillo de plata, ó veinte y cinco cacaos, siendo
traer el dicho testim onio sea habido por regatón, dentro de !a ciudad, y en la cebada lo mismo, si
y corno tal castigado conform e á e lla s , y la jus­ no pareciere á los diputados , habida-considera­
ticia que lo diere, no lleve por el testim onio mas ción á la diferencia de los precios, que se les debe
de un real para el e sc r ib a n o , y por la presen­ tasar en algo mas.
tación del testim onio no se lleve cosa alguna* LEY X III. .
LEY IX . “ ' Ordenanza 12.
Ordenanza 8.
Que los labradores panaderos declaren con jura­
Que se manifieste ante los diputados lo que entra - mento el trigo de su cosecha y pan que amasan
re en la albóndiga, jurando si r.s de cosecha ó cada dia.
compra.
Todas las personzs que no fueren de los tra- Porque algunos labradores tienen trato de
panadear, y por ser el trigo de sus cosechas f y
gineros, que deben traer el testimonio que por
no para vender engrano, ni harina, nó lo lle­
la ley antes de esta se manda, si trajeren á la
van à Ja albóndiga, y en esto podría háber al­
albóndiga trigo, harina ó cebada, antes que la
gunos fraudes é inconvenientes: Mandamos que
comiencen á vender, la manifiesten ante los re­
gidores diputados, que en la albóndiga hubiere cualquiera labrador, que fuere panadero, ó se hi-
y residieren, los cuales le reciban juramento si, " c>'e,e Pan en su casa para vender, liiego que haya
el dicho pan , ó cebada es de su cosecha, ó si es hecho su cosecha en cada ún año, cón juramen­
to manifiéste y decláre'ante e l regidor 'diputado,
comprado, ó hay otro fraude, ó encubierta al-:
guna, porque muchos compran trigo, harina, ó deante y el escribano déla albóndiga, la cantidad
trigo que ha cogido, ó cogiere en cada un
cebada en termino de aquella ciudad, contra las
aiio, y que tanta harina amasa cada dia, para
ordenanzas, y pragmáticas reales, y con color
que en todo se.tenga cuenta y razón, y hasta que
de labradores lo quieren vender, en fraude y
haya gastado y consumido en el amasijo el trigo,
perjuicio de la república, y »1 que se le averi­
que hubiere cogido, no tome, ni compre él, ni
guare haberlo hecho, pierda el trigo ó harina, otro por él, trigo, ni harina de la albóndiga en
qúc asi trajere, ó su valor aplicado, como está ninguna forma;-y si de la cosecha le sobrare al­
referido, demas de que sea condenado por re­
guno, que no. pudiere amasar, no disponga de
gatón conforme á las pragmaticas , y que por la él, sino fuere en la albóndiga, pena de cien pe­
manifestación y asiento del'juramento, no se les sos por cualquiera de las cosas susodichas, que
lleven por el escribano de la albóndiga , ni por no cumpliere, aplicados como dicho es.
L justicia , derechos ningunos.
LEY X. .L E Y ' X I V .
Ordenanza {). Ordenanza 15.
Que los labradores y trágineros vendan dentro de Que haya dos regidores diputados, y conozcan de
veinte dios. las causas tocantes á la albóndiga con apelación
Todos los 'labradores y tragineros, que tra­ á la ciudad.
jeren trigo , harina, ó cebada á la albóndiga, y En la albóndiga asistan, y estén siempre dos
lo encerraren ó almacenaren , ó 'tuvieren en los regidores nombrados por la ciudad, ó uno por
portales y patio de la albóndiga, no lo puedan legítimo impedimento del otro, los cuales han de
tener, ni tengan mas tiempo de'veinte dias sin asistir un mes , y cumplido, han de entrar otros
lo haber vendido; y si no lo hicieren luego, ú dos, y no han de salir los unos, hasta estar nom­
otro dia siguiente, pasado este tiempo la justicia brados los otros, y asi por su tanda y rueda, los
y diputados de la albóndiga, lo manden vender, cuales estén y asistan en la albóndiga cada dia
y se venda luego incontinenti al precio, que va­ desde las ocho de la manaba , hasta' las once , y
liere cuando lo mandaren vender. desde las dos de la tarde, hasta que en la alhón-
Be las albóndigas. 127
diga no haya que hacer, y conozcan de todas ]as quintal de harina, que ha de ser para gastes de
causas, que en ella sucedieren, ó se ofrecieren la alhóndiga, y pósito de la ciudad: y el fiel
en quebrantamiento de estas ordenanzas , casti­ asista de ordinario en la alhóndiga , y haya, co­
gando á los transgresores, y hagan los procesos, bre y reciba todos los granos,- que montare lo
y causas, y las determinen, y sentencien con­ • que entrare en ella de los dueños, y personas,
forme à lo referido, y si algunos se sintieren por que trajeren la harina, trigo, ó cebada: y los
agraviados, y apelaren de su sentencia y deter­ diputados, y escribano le hagan cargo luego en
minación, la apelación sea para el cabildo de la el libro por recibido, y por él ha de dar cuenta
ciudad , adonde la causa se fenezca y concluya: y se le ha de cargar al fiel, y ha de ser a su
y cuando salieren los diputados, y entraren otros, cargo, y no de la ciudad, ni los diputados: y lo
á los que entraren se les dé cuenta y razón del ha de tener en su poder, y dar cuenta por la
estado en que quedan los negocios, para que los orden, que la ciudad le diere.
prosigan y fenezcan.
LEY X V III.
LEY XV. D. Felipe II ordenanza 17 , IB y 19.
D. Felipe 11 ordenanza 14. Que se modere el salario de el fiel y escribano de
la alhóndiga.
Que al principio del año se nombre escribano del
número ante quien pasen las causas de la albón­ Y porque al fiel están señalados por la orde­
diga. nanza diez y siete, quinientos pesos de oro co­
Al principio de cada ano la ciudad nombre mún de salario cada un año, pagados por sus
un escribano, que sea de los del número de ella, tercios, y mas la casa en que ha de asistir, y
y asista en la alhóndiga con los diputados, y ante vivir en la alhóndiga, y al escribano trescientos
él pasen todas las causas, que hobiere, y se ofre­ . pesos del dicho oro, y ha parecido, que el sala­
cieren locantes á la alhóndiga : lo cual se entien­ rio de ambos es excesivo: Ordenamos que se mo­
da no habiendo por Nos nombrado escribano pro­ dere hasta la cantidad, que corresponda á su
pietario de ella. trabajo y asistencia, y que se les pague de lo
procedido del trigo , harina , ó cebada , y otros
LEY X VI. granos, que entraren en la alhóndiga, aplicados
Ordenanza 15. para gastos de ella; y el escribano, por el asien­
to en el libro, que hubiere de tener entrada ó
Que en poder del escribano haya un libro para los salida, no ha de pedir, ni llevar otros dere­
efectos tjue se declaran»
chos ningunos ; salvo lo que ha de haber de los
En la albóndiga, y en poder de el escriba- procesos, y causas que en la alhóndiga hubiere,
no esté un libro, para que en él por cuenta y ra­ y se ofrecieren, en quebrantamiento de estas or­
zón, tlia, mes y año se asiente el trigo, harina, denanzas, que han de ser tasados por los dipu­
cebada ó grano, que cada dia entrare, y de qué tados, y asi lo cumplan pena de lo volver, con
personas, y partes, lo cual sea firmado de los el doblo.
diputados , qae en la alhóndiga estuvieren, y del LEY X IX . '
escribano, con relación de lo que fuere de cose­
cha propia, y del juramento , y de lo que traje­ D Carlos II y la reina gobernadora.
ren los tragineros, arrieros y carreteros, y con Que se funden albóndigas donde convenga.
relación de la cert fícacion: y en esto el escri­
bano no sea remiso , ni negligente, pena de que Ordenamos que en todas las ciudades, y
en cualquiera forma que lo dejare de asentar, villas, principales de las provincias de las In­
pague veinte pesos de oro común para el pósito dias, donde conviniere fundar albóndigas para
de la ciudad: y asimismo por lo que toca á los el abasto de la república, y remediar los in­
derechos de la alhóndiga , porque los ha de co­ convenientes, que resultan de que haya en ellas
brar el fiel, que se nombrare, cada día el escri­ regatones, y revendedores de trigo, harina y
bano haga firmar al fiel todas las partidas, que otros granos, las funden en beneficio común, y
en la alhóndiga entraren. hagan ordenanzas, añadiendo, ó quitando á las
de la ciudad de Méjico, que van por leyes de
LEY X V II. este título, lo que conforme á la calidad de la
Ordenanza 16. tierra, abundancia , esterilidad, y otras conside­
raciones circunstancias Ies pareciere mas digno
Que de cada fanega de trigo, ó cebada, ó quintal
de harina se cobren tres granos de oro común.
de remedio; y habiéndolas presentado ante el vi-
rey, ó presidente gobernador, y dado su aproba­
De todo trigo ó cebada, que entrare en la ción en el ínterin que Nos las confirmamos, las
alhóndiga, pague el dueño de ella de cada fanega envien á nuestro consejo de las Indias, para que
tres granos de oro común, y otro tanto por cada provea lo que mas convenga.
128

TITULO
D e las sisa s , derram as y contribuciones.

LEY P R IM E R A . i permitimos que si el repartimiento no excediere


de quince mil maravedís, baste que se haga con
D. Felipe II en Madrid a' 1.® de agosto de 1565. Don
Felipe 111 en San Martin de Rubiales á 17 de abril autoridad de la justicia ordinaria, (i)
de 1610. LEY IV.
Que no se impongan sisas ni derramas sin licen­ D. Felipe II ordenanza 52 de Audiencias de 1565,
cia del rey. en Toledo á 25 desmayo de 1596.
Que las audiencias puedan dar licencia para re­
Ordenamos que ninguna comunidad, ni per­ partimientos en gastos de pleitos y obras públicas
sona particular, de cualquier estado, dignidad, ó d tos pueblos que no tuvieren propios.
condición que sea, pueda imponer sisas, derra­
mas, ni contribuciones, sin nuestra especial li­ Permitimos que cuando ocurrieren algunos
cencia, si no fuere en los casos permitidos por pueblos, ó personas particulares en su nombre,
derecho , y leyes de este libro: y revocamos, y á las audiencias de sus distritos, pidiendo licen­
damos por ningunas las que en otra forma se ha* cia para hacer algunos repartimientos, las au­
hieren introducido. diencias se la concedan con limitación de la can­
tidad, y solamente para los pleitos, que en ellas
LEY II. pendieren, y obras públicas, y no para otra
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora cosa: y esto sea con calidad de que los pueblos
en Avila á 18 de setiembre de 1551. D. Felipe 11 y no tengan propios suficientes.
la princesa gobernadora en Valladolid á 27 de mayo s
‘ b ile iM S . LE Y V.
D. Felipe 111 en Elvas á 12 de mayo de 1619.
Que cuando se hiciere repartimiento para ocurrir Que se pueda hacer repartimiento entre eclesiásti­
ante el rey por utilidad pública, contribuyan lodos cos, seculares y real hacienda para estinguir lan­
los pueblos. gosta•
Para las cosas que fueren de tanta convenien­ Porque en algunas provincias de las Indias
cia pública á toda la tierra, vecinos, y morado­ es muy frecuente la plaga de langosta, que in­
res, que haya necesidad de enviar, ó venir ante festa, y destruye los campos y sembrados , y con­
Nos, contribuyan, y paguen todas las ciudades, viene buscar la semilla, que deja debajo de la
villas y lugares , juntamente con la que fuere ca­ tierra, y que á esta diligencia y gastos acodan
beza de la provincia, lo que acordare, con au­ todos los de la provincia cuando, y donde la
toridad del que tuviere el gobierno, y haga jus­ hubiere: Ordenamos á los gobernadores, justi­
ticia en cuanto a declarar lo que deben con­ cia, y regimiento de los ciudades, villas y po­
tribuir. blaciones, que hagan repartimiento entre los
LEY III. interesados eclesiásticos y seculares, y nuestra
real hacienda, pues el beneficio es común, y la
El emperador D. Carlos y la princesa gobernadora á causa pública, para que sean pagados los que acu­
12 de julio de 1550. D. Felipe II y la princesa go­
bernadora en Valladolid á 7 de agosto de 1559. En dieren al remedio. Y encargamos á los goberna­
San Lorenzo á 11 de junio , y en el Pardo á 21 de dores el cuidado de hacer cabar, ó arar la tier­
agosto de 1572. D. Carlos 11 y la reiua gobernadora. ra, ó echarle ganado de cerda , que descubra , y
destruya la semilla, antes que se aumente el
Que las audiencias, habida información, puedan daño. ( 2)
permitir hasta doscientos pesos de oro de reparti ­
miento»; y si no escedhre de quince mil maravedís, (1) En Lima hay impuesta una contribución en
baste la autoridad de la justicia ordinaria , la carne de carnero desde el tiempo del marques de
Montesclaros; dehe tenerse á la vista la cedida de
Nuestras reales audiencias no permitan que 27 de enero de 95 , en que sienta que siempre se
se hagan repartimientos en los pueblos, sí no ha aplicado à las obras del puente, murallas y otras
fuere para cosas, que les sean muy necesarias y públicas, y sus reparos que son continuos.
útiles; y cuando tal necesidad se ofreciere, reci­ (2) Sobre esta ley y la anterior debe tenerse
presente que la audiencia de Charca.» impuso una
ban información con testigos fidedignos; y si cons­ contribución de 20 reales por carga de aguardiente
tare darán licencia para hacer repartimiento en que en la ciudad de la Piala entrase para compo­
la cantidad, que á la audiencia pareciere, con nerlas calles; y habiéndose quejado los eclesiásticos
que no exceda de doscientos pesos de oro; y en S. M. en cédula de 24 de febrero de 1775 lo apro •
b ó , mandando que ia contribución sea general en
caso que tuvieren necesidad de mayor suma, todas las municipales de igual clase y utilidad pro­
ocurran ante Nos con la dicha información. Y comunal.
Be las sisas* derramas v contribuciones, 129
L E Y VI. cobre de el vino que Nos damos de limosna á los
religiosos de San Francisco.
D. Felipe ÏI en Lisboa á 13 de noviembre de 1582,
Que los indios sean relevados de los repartimien­ LEY IX .
tos y derramas . D. Felipe IV en Aranjuez a 19 de abril de 1653.
Que los oficiales reales de Tierra Firme tengan la
Es nuestra voluntad que los indios sean re* cobranza de las sisas impuestas, y las distribuyan
levados de repartimientos, y derramas. Y man­ como se ordena.
damos á las justicias, que por ninguna v ia, ni Mandamos à los oficia'es de nuestra real ha­
causa , que no se expresare en nuestras leyes, les cienda de la provincia de Tierra-Firme, que ten­
echen tales repartimientos; y si algunos se hu­ gan á su cargo la administración, y cobranza de
bieren hecho , y cobrado , provean que los recep- los derechos de avería, y otras sisas, que se han
tores den cuenta con claridad de lo que han mon­ impuesto en ia ciudad de Panamá, para la puen­
tado , y su distribución. te, y aderezos de el camino a Portobe Jo, y Casa
LEY VIL de Cruces, y hagan para su mayor beneficio las
El mismo en Madrid á 7 de febrero de 1560, Véase diligencias, que tuvieren por mas convenientes,
la ley prim era, tit. 16 de este libro. de forma que cesen los daños, que ha habido en
Que los indios contribuyan para fábrica de puen-
la administración, y cobranza de estas imposicio­
tes, siendo necesarias é inescusables• nes! y tengan por cuenta aparte lo que de ellas
recogieren, sin juntarlo con otro ningún género
Si conviniere hacer repartimiento para la de hacienda, y lo distribuyan en los efectos para
obra de alguna puente, tan necesaria al tragin que se consignaron y no en otros, por libranzas
y comercio de los indios, que les sea muy con­ de el presidente, y oidores de la real audiencia.
veniente, necesaria, é inexcusable, y que se Ies
debe repartir alguna cantidad: Ordenamos que LEY X.
se les reparta lo menos que ser pueda, con que El mismo en Madrid á 30 de marzo de 1635.
no exceda de la sesta parte del gasto, sacado lo Que entre en poder de los oficiales reales de Lima
que Nos diéremos por merced, y los indios pa­ lo que se cobra por cada negro para salarios de la
guen de los frutos y provechos, que en sus pue­ hermandad .
blos tuvieren. Ordenamos que lo procedido de el derecho de
LEY V III. dos pesos ensayados, que se cobran de cada ne­
gro, que entra en Lima para la paga de los sa­
D. Felipe IY allí á 6 de junio de 1612. En Aranjuez larios de alcaldes de la hermandad, sargento, cua­
á 23 de abril de 1616 , y en Madrid á 5jde febrero drillero, y escribano, entrg en poder de los oficia­
de 1618,
les de nuestra real hacienda, y de allí se libren,
Que en Méjico se cobre de cada cuartillo de vino y paguen las consignaciones, que tuviere, y lo
un cuartillo de plata para el desagüe, y no del que sobrare, despues de pagadas, sea para nues­
que el rey da limosna á los religiosos de San tra real hacienda, de que se hará cargo á los ofi­
Francisco. ciales reales. (3)
Ordenamos que de cada cuartillo de vino? Que los víreles puedan mandar abrir caminos,
que se vende en la ciudad de Méjico, se cobre y hacer puentes donde conviniere, y repartir
un cuartillo de plata de sisa , para el desagüe de las contribuciones, ley 53, tit. 3, lib. 3 .
la laguna de aquella ciudad , hasta qae la obra (5) Véase la ley 2 , tit. 4 , lib. 5,
se acabe, y ponga en percepción , y que no se

TITULO
D e las obras públicas.

puentes, y hallando que conviene alguna de es­


L E Y P R IM E R A . tas obras para el comercio, 'hagan tasar el costo,
y repartimiento entte los que recibieren el bene­
D. Felipe II en Madrid á 16 de agosto do 1563. ficio, y mas provecho, guardando con los indios
Que se haga/t y reparen puentes y caminos á cos­ la forma contenida en la ley 7 , tít. i5 , de este
ta de los que recibieren beneficio. libro, ( t)
Los vireyes, o presidentes gobernadores se (1) En la ley 1 0 , tit. 1 6 , lib 2 , se manda á los
informen si en sus distritos es necesario hacer, y oidores que no se mezclen en estas cosas, y que tra­
facilitar los caminos , fabricar , y aderezar las ten de espedir sus pleitos conforme á su obligacioa.
TOMO II. 33
130 Libro iv Títul xvi.
LEY II. Luyere en los gastos, y hacer, que se tome cuen­
El mismo en el Escorial á 25 de febrero de 1567. ta de ellos en cada un año, y acabada la obra.
Que en las ciudades dande residiere audiencia se LEY III.
hagan las obras públicas con acuerdo del presi­ El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
dente. ra en Valladolid á 20 de julio de 1538.
Ordenamos que cuando conviniere hacer al­ Que un regidor sea superintendente de las obras
guna obra, ó edificio público en ciudad donde publicas.
residiere alguna de nuestras audiencias , concur­
ran para tratar, y acordar sobre )a necesidad, cos­ Porque algunas ciudades, y villas no tienen
ta y efectos, eí presidente, ó el oidor mas anti­ propios para dar salario a! superintendente, y
guo en gobierno de audiencia, y la justicia, y re­ obrero de las obras públicas: Mandamos que lo.
gimiento, y así juntos, y no de otra forma con­ sea an regidor, que las tenga á su cuidado, y vi­
fieran y resuelvan !o que convenga, y el presi­ site. (a)
dente tenga especial cuidado de lo que se distri- LEY IV .
Los mismos en Madrid á 40 de julio de 1530.
En real orden de 4 de junio de 93 se mandó al
presidente de C h ile, que en punto de caminos no Que las obras públicas que se hicieren á costa del
otorgase apelaciones á la audiencia , y que se enten­ concejo sean de provecho.
diese con la via reservada sobre esto.
Conforme al espíritu de estas leyes y órdenes se Las obras públicas, que se huhieren de ha­
espidió la declaración que contiene la real orden de cer á costa de los concejos, ó personas particu­
25 de enero de 88, en que se decidió una com peten­ lares, d en otra forma, sean de toda firmeza, da-
cia que suscitaron alvirey la superintendencia y jun­ racion, y provecho, sin superfluidad, y los supe­
ta superior sobre espedir títulos y mercedes de eg i- rintendentes perionas fieles, y diligentes.
ílos para molinos y dejnas obras públicas. Véanse las
leyes 5 3 , tit. 3 , íib . 3 , y la primera del tít. 17 de Que los indios contribuyan para fábrica de puen.
este libro; ;¡ pesar de lo dicho por el art. 64 de la tes, siendo necesarias, ¿ inescusables , ley 7,
ordenanza de Intendentes de Nueva España, se lia­ tit. 15, de este libro.
re propio de los intendentes y juntas superiores en V¿ase la ley g del mismo titulo, y sobre las
su caso entender en el punto de cam inos, al menos
dicho artículo iaculta á las juntas para que resuelvan contribuciones, ley 13, tit. 3, ¡ib. 3.
conveniente en aquello que con arreglo á la ley
•V <it¡>da , no puedan costear los pueblos del ter­ (2) Y que se afiance lo que para ellas exigiere*
ritorio. según la ley 1 0 , tit. 1 0 , lib. 4.

TITULO DIEZ 7 SIETE.


D e los caminos públicos¿ posadas ¿ ventas¿ mesones , térm inosy
p a s to s y m ontes y aguas ? arboledas y plan tío de v iñ a s .

LEY P R IM E R A . LEY II.


El emperador don Carlos y la emperatriz goberna­
dora en Valladolid á 13 de mayo de 4558. El mismo D. Felipe II eii Aranjuez á 23 de noviembre de 1568.
a lli, y los reyes de Bohemia à 46 de julio de 1550. Que no se impida la libertad de caminar cada uno
Que las Justicias hagan dar à los caminantes los por donde quisiere.
bastimentos y recaudo necesario, y haya aran -
celes. Algunos vecinos tienen ventas y tambos en
los caminos, que antiguamente se traginaban, cer­
Mandamos á ¡os vireyes, presidentes, gober­ ca de rios y pasos dificultosos, y los caminantes,
nadores, y juslicias, que de'n las órdenes conve­ y arrieros han descubierto otros mas breves, y
nientes, para que en las posadas, mesones y ven­ mejores, y los vecinos interesados en que hagan
tas, se den á los caminantes bastimentos , y re­ noche y medio día en sus ventas y tambos, para
caudo necesario, pagándolo por su justo precio, poderles vender sus bastimentos, y otras cosas sa­
y que no se les hagan estorsiones, ni malos tra­ len á los caminos, y los hacen volver, y no con­
tamientos, y todos tengan arancel de los precios sienten que vayan por los nuevamente descubier­
justos, y acomodados al tragin , y comercio, (i) tos, en que los caminantes reciben notorio agra­
vio: Mandamos á los vireyes, audiencias, y go­
(1) Sobre caminos , ademas de la real orden que
se cita sobre la ley primera del título anterior, véa­
bernadores, que no lo permitan,y provean loque
se la de 2 de dictembi e de 94 , en que se ha decla­ convenga, para que cada uno pueda caminar con
rado privativo el conocimiento de caminos al supe­ libertad por donde quisiere.
rior gobierno, y que las apelaciones se concedan'so-
io para S. M. por la y¡u reservado de G. y J.
De los caminos públicos. 131
LE Y III. y aguas sean comunes en las Indias , y algunas
personas sin título nuestro tienen ocupada muy
“ D. Felipe III en Madrid á 17 de junio de 1617. grande parte de término, y tierras en que no
Que los carreteros estén en San Juan de Ulhua consienten que ninguno ponga corral, ni buhio,
cuando se ordena, y lleven los fletes que ios anos ni traiga allí su ganado: Mandamos que el uso
anteeedenles. de todos los pastos, montes, y aguas de las pro­
vincias de las Indias, sea común á todos los ve­
El virey de Nueva España de orden, que los cinos de ellas, que ahora son, y despues fueren
carreteros bajen à San Juan de Ulbua, à tiem­ para que los puedan gozar libremente, y hacer
po que lleguen allí á los cuatro de octubre, obli­ junto á cualquier buhio sus cabañas, traer allí
gándolos á fletar al precio que lósanos antece­ los ganados, juntos, ó apartados, como quisieren,
dentes; y porque el repartimiento de las carreras sin embargo de cualcsquier ordenanzas, que sí
se haga con igualdad, se señalará la tercia parle necesario es para en cuanto á esto las revocamos,
á los mercaderes de flota, y las dos tercias parles y damos por ningunas y de ningún valor y efecto-
á los cargadores, como se acostumbra; y para re­ Y ordenamos á todos los concejos, justicias y re­
partir por menor las carretas, el virey nombra­ gidores, que guarden y cumplan, y hagan guar-
rá dos personas desinteresadas que las repartan dar y cumplir io contenido en esta nuestra ley,
k satisfacción de las partes. y cualquier persona que lo estorbare, incurra en
LEY IV . pena de cinco mil pesos de oro, que sea ejecuta­
da en su persona y bienes para nuestra camara;
El mismo allí a' 17 de diciembre de 1614. Ejecuto­ y en cuanto a la ciudad de Sanio Domingo de la
ría de el consejo por sentencias de 10 de mayo y 16 Isla Española se guárdelo referido, con que esto
<le octubre de 1665,
se entienda en lo que estuviere dentro de diez
Que de Por ¿obelo á Panamá no se ir agine carga leguas de la dieha ciudad en circunferencia, sien­
que pase de ocho arrobas y media. do sin perjuicio de tercero; y fuera de las diez le­
Ordenamos que los mercaderes de Portobe- guas permitimos y tenemos por bien, que cada
!o, y Panamá no puedan dar, ni entregar, ni de hato de ganado tenga de término una legua en
los dueños de requas recibir, ni traer en ellas nin­ contorno, para [que dentro de ella otro ninguno
gunas cargas, que pesen mas de ocho arrobas y pueda hacer sitio de ganado, corral, ni casa con
media, de forma que cada tercio tenga cuatro que el pasto de lodo ello sea asimismo común,
arrobas y libras, que no pase de las dichas ocho como está dispuesto; y donde hubiere halos se
arrobas y media la carga, en fardos, cajones, puedan dar sitios para hacer ingenios, y otras
baules, barriles, d otras piezas de cualquier gé­ heredades, y encada asiento haya una casa de
nero que sean , liadas ó sueltas, de hierro ó co­ piedra, y no menos de dos mil cabezas de ga­
bre bruto, labrado, ó por labrar; y los cajones de nado, y si tuviere de seis mil arriba, dos asientos;
plata que escedieren de cuatro arrobas y media y de diez mil cabezas arriba tres asientos: y pre­
de peso, no se abran, y se admitan, como no pa­ cisamente en cada uno su casa de piedra, y nin­
se de nueve arrobas la carga, y ios demas cajo­ guna persona pueda tener mas dé hasta tres asien­
nes de los otros géneros, pasando de cuatro arro­ tos, y así se guarde donde no hubiere título, 6
bas y media, se regulen por una carga. Y es nues­ merced nuestra, que otra cosa disponga.
tra voluntad, que lo contrario haciendo, incur­ LEY V I.
ran los transgresores en pena de cuatro pesos de
plata ensayada, por cada vez que contravinieren El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
á lo susodicho, aplicados mitad á nuestra cáma­ ra en Valladolid a' 15 de diciembre de 1556. Don
Felipe II ordenanza 34 de poblaciones.
ra y fisco, y la otra mitad al juez y denunciador,
por iguales partes, y mas en el daño que resal­ Que las tierras sembradas, alzado el pan, sirvan
tare à los interesados. Y mandamos, que contra de pasto común.
el tenor y forma de esta ley, no puedan hacer Las tierras y heredades de que Nos hiciére­
fletamentos, ni renunciarla, porque desde luego mos merced, y venta en las Indias, alzados los
los damos por nulos; y al alcaide de la Casa de frutos que se sembraren , queden para pasto co­
Cruces, que no entregue à ninguna requa carga mún, excepto las dehesas boyales y concejiles.
de mas peso que ocho arrobas y media, y si la
entregare, incurra en la misma pena, y para esto LEY V IL
tenga romana con que ajuste las cargas, escepto El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
en lo que toca à mercaderías, y géneros, que se ra año 1533.
traginan en botijas, porque en ellas se ha de guar­ Que los montes y pastos de las tierras . de señorío
dar ia costumbre. sean también bienes comunes.
LEY V.
Los montes, pastos, y aguas de los lugares,
El emperador don Carlos y el cardenal Tabera go­ y montes contenidos en las mercedes, que estu­
bernador en Talavera á i5 de a b iil, y en Fuensa?
lida a 18 de octubre de de 1541. La emperatriz go­ vieren hechas , ó hiciéremos de señoríos en las
bernadora en Valladolid á 8 de diciembre de 1550. Indias, deben ser comanes á los españoles é in­
D. Carlos II y la reina gobernadora. dios. Y así mandamos á los vi reyes, y audiencias,
Que los pastos i montes , aguas y términos sean que lo hagan guardar, y cumplir.
comunes, y ¡o que se ha de guardar en la Isla
Española.
Nos hemos ordenado, que los pastos, monte?,
132 Libro iv. Título xvii.
LEY V III. LEY XIII.
Doña Juana en Monzon ú 15 de junio de 1510. D. Felipe IV en Madrid á 9 de junio de 1622. All¡ á
24 de mayo de it>23.
Que los montes de fru ta sean comunes.
Que en la Habana no se corlen caobas, cedros ni
Nuestra voluntad es de hacer, é por la pre­ robles, sino para el servicio real ó fábrica de na­
sente hacemos ios montes de fruta silvestre coma* vios.
nes, y que cada uno ía pueda coger, y llevar las
plantas para poner en sus heredades y estancias, Considerando que las maderas de caoba, ce­
y aprovecharse de ellos como de cosa coinun. dro, y roble son de la mayor importancia para
los navios que se fabrican en la isla de !a Haba­
LEY IX . na: Mandamos á los gobernadores y capitanes
El emperador D, Carlos^y la emperatriz'gobernado­ generales de ella, que no consientan, ni permi­
ra á 20 de marzo de 1532. tan cortar ningunas, si no fuere para cosas de
Que en cuanto d los montes r pastos las audien­ nuestro servicio, d fábrica de navios.
cias ejecuten lo conveniente al gobierno.
LEY X IV .
Los vireyes y audiencias vean lo que fuere D. Felipe II en Valladolid á 7 de octubre de 1559.
de buena gobernación encuantoá los pastos, aguas, Que los indios puedan cortar madera de los mon­
y casas públicas, y provean lo que fuere conve­ tes para su aprovechamiento.
niente á la población, y perpetuidad de la tierra,
yj envíennos relación de lo proveído, ejecután­ Es nuestra voluntad que los indios puedan
dolo entretanto que les constare de lo que hubié­ libremente cortar madera de los montes para su
remos determinado. Y ordenamos, que entre par­ aprovechamiento. Y mandamos que no se les pon­
tes hagan en esta materia justicia &quien la pi­ ga impedimento, con que no los talen de forma
diere. ( 2) que no puedan crecer, y aumentarse.
LEY X. LEY XV.
D. L’clipe III en Madrid a' 31 do diciembre de 1607.
D. Felipe IV .en Madrid á 6 de agosto de 1624.
Que en las tierras <¡ue los indios labraren no se
Que no se corte madera en la chorrera de la H a ­
metan ganados.
bana, y si se cortare, no se traíga por el rio hasta
Nuestras justicias no consientan que en las media legua antes de la presa.
tierras de labor de los indios se metan ganados, Prohibimos y defendemos, que ninguna per­
y hagan sacar de ellas los que hubiere, imponien­ sona de cualquier calidad que sea, corte maderas
do, y ejecutando graves penas contra los que con­ de ningún género dos leguas de la presa arriba
travinieren. (3)
del rio de la Chorrera, que viene á la Habana
LEY X I. por una parte, y otra , y otra en fondo del rio,
i'd emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ pena de perdida la madera, y mas cien ducados,
ra en Valladolid á 20 de noviembre de 1536. y no eche maderas ni las traiga por la presa y
Que las tierras se rieguen conforme á esta ley. zanja. Y mandamos que saque las que trajere me­
dia legua de la presa, rio arriba , y no las corte
Ordenamos que ía misma úrden que los in­ allí por el daño que recibe la presa de las tozas
dios tuvieron en la división y repartimiento de y ramas, que caen y vienen por éi, con la mis­
agnas, se guarde y practique entre los españoles ma pena, la cual aplicamos por tercias partes,
en quien estuvieren repartidas y señaladas las cámara, juez y denunciador. Y asimismo manda­
tierras, y para esto intervengan los mismos na­ mos que diez leguas á Barlovento, y diez á Sota­
turales, que antes lo tenían á su cargo, con cuyo vento de la ciudad, no se corten maderas ningu­
parecer sean regadas, y se dé á cada uno el agua, nas sin licencia de el gobernador, y al que lo con­
que debe tener, sucesivamente de uno en otro, trario hiciere, le damos desde luego por condena­
pena de que al que quisiere preferir, y la toma­ do en la misma pena; y si fuere aprehendido
re, y ocupare por su propia autoridad, le sea qui­ en los dichos montes con hacha, ó machete, cor­
tada, hasta que todos los inferiores a él rieguen tando maderas, le condenamos en cuatro años de
las tierras, que tuvieren señaladas. servicio en las obras dei Morro.
L E Y X II. LEY X Y I.
I). Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado- El emperador D. Garlos en Valladolid á 20 de no­
lid á 29 de mayo de 1559. viembre de 1539.
Que las cortas para enmaderamientos se hagan Que los encomenderos hagan plantar arboles para
en tiempos convenientes. leña.
Mandamos que se hagan las corlas para en­ Todos los que tuvieren pueblos encomenda­
maderamientos, asi en la ciudad de Ouayaquil, dos hagan plantar la cantidad de sauces, y otros
como en las otras partes de nuestras Indias en los árboles, que sean à propósito, y pareciere a! go­
tiempos convenientes á su duración, y firmeza. bierno, para que la tierra esté abastecida de le­
ña, según el número de indios, y disposición de
(2) Véase la ley 5 anterior. la tierra, eligiendo las partes, y lugares mascón-
(3) Concuerda» las leyes 12, tit. 12 de este libro, venientes, y no permita que sobre esto sean fati­
y la 2 0 , ut. 3 , lib. 6.
gados, ni molestados los indios, imponiendo y
De los caminos públicos. 133
ejecutando sobre lo contenido en esta nuestra ley razón hubieren incurrido, con que en caanto a
las penas convenientes á su arbitrio. poner otras de nuevo, queden en su fuerza y vi­
gor las órdenes, cédulas, é instrucciones antiguas,
LEY X V II. que lo prohiben, y defienden..(5).
D. Felipe II en San Lorenzo a' 20 de setiembre de
1597 D Felipe III en Madrid á 16 de diciembre de LEY X IX .
1611. D. Felipe II en Barcelona á 8 de junio de 581. Don
Que los otrefes hagan renovar y cultivar los no­ Carlos II y la reina gobernadora.
pales donde se cria la grana .
Que no se permitan jueces de milpas.
Encargamos y mandamos á los víreyes de
la Nueva España , que provean y den todas las En la gobernación y distrito de Guatemala
órdenes, que fueren mas convenientes, para que despachan los presidentes algunos jueces de mil­
los indios con mucha diligencia y asistencia se pas, que hagan á los indios sembrar, y cultivar
apliquen á reconocer, y cultivar los nopales, don­ la tierra, con grave daño de lós naturales. Y por­
de se cria la grana en la provincia de Chalco, y que este cuidado ha de ser á cargo de las justi­
en todas las demas, procurando extender esta cul­ cias ordinarias, como está resuelto por las le­
tura, y grangetía á las otras partes, y provin­ yes 28, tít. 2. lib. 5. y 2 ) tít. i, lib. 7. Manda­
cias, donde fuere posible: y que los jueces, que mos que no se despachen tales comisiones, y los
la tienen à cargo, compelan á los indios por los presidentes lo guarden y cuniplan. ( 6)
medios, que permite el derecho, y leyes de este
libro, à que así lo hagan. (4) Que el oidor visitador de la provincia procure
que los indios tengan bienes de comunidad, y
LEY X V III. planten árboles, y se le dé por instrucción,
ley 9, tit. 31, lib. 2.
D. Felipe II cap. 40 de Instrucción de vireyes de Que se tome posesión de las tierras repartidas
1595. L>. Felipe III en Aranda á 14 de agosto de
1620. D. Felipe IV en la instrucción de 1628 , capí­ dentro de tres meses, y hagan plantíos , pe~
tulo 40 , y en Madrid á 27 de mayo de 1631. na de perdet las, ley 11 , tit. 12, de este li­
bro. ’
Que los dueños de .viñas paguen á dos por ciento
de los frutos* Que se hagan, y reparen puentes, y caminos
á costa de los que recibieren beneficio ley 1,
Por las instrucciones de vireyes, y otras cé­ tit, 16, de este libró. !,
dula?, y provisiones nuestras está prohibido plan­ Que ¿os gobernadores, corregidores, y alcal­
tar viñas en Jas Indias Occidentales, y ordena­ des mayores visiten los mesones, y tambos,
do á los vireyes, que no den licencias para que y provean , que los haya en ¿os puebles de
de nuevo se planten, ni reparen las que se fue­ indios, y que se les pague el hospedaje,
ren acabando: y sin embargo de que contravi­ 18, lit.% hS* 5.
niendo á lo susodicho los vecinos, y moradores Que los gobernadores procuren, que se benefi­
del Perú han plantado machas, y pudiéramos pro­ cie, y cultive la tierra con cargo de la omi­
ceder contra los dueños de ellas por el delito de sión, ley 28, tit. 2 , libro 5.
haber contravenido a nuestras ordenes, y haber Que ¿os alcaldes ordinarios puedan visitar las
usurpado las tierras donde las han puesto: to­ ventas, y mesones de su jurisdicción, y dar­
davía por usar de benignidad y clemencia, or­ les aranceles, ley 17, tit* 3, lib. 5,
denamos y mandamos, que todos los duenos,^y Jueces de grana, azucares, y matanzas, véan­
poseedores de viñas nos den, y paguen cada ano se las leyes 27, 28, y 29, tit. 1, lib. 7.
á razón de dos por ciento de todo el fruto, que Que donde hubiere mesón, ó venta nadie vaya
sacaren de ellas, y que asentado esto en la me­ á posará casa de indio, ó mecegual, ley 2 o,
jor forma que convenga, todos otorguen las es­ tit. 3, lib, 6 .
crituras de censo en favor de nuestra real hacien­ Que los caminantes no lomen á los indios nin­
da y patrimonio real, que fueren necesarias para guna cosa por fu e rza , ley 26, tit. 3, lib. 6.
la paga de dichos dos por ciento de sus frutos al
año, y que estas se entreguen á los oficiales rea­
les del distrito donde estuvieren las viñas , los (5) Esta ley se lia mandado guardar en una real
cédula que se cita en la 78 , tit. 4 5 , lib. 9 ; y siem­
cuales tengan cuidado de cobrar todo lo que esto pre se debe notarque la prohibición de viñas, y el
montare, para Nos: y hechas las escrituras, los 2 por 100 fue para el Perú, y siempre se entendió,
vireyes, y presidentes gobernadores den en nues­ aunque no tuvo efecto de Yca, Pisco y Nasca , y ja­
tro nombre á los dueños y poseedores los des­ mas de Chile.
pachos, que convengan, para que desde ahora sin Dichas leyes prohibitivas fueron derogadas por
el decreto de las Cortes, generales de 9 de febrero
limitación de tiempo las puedan tener, poseer go­ de 1811, en cuyo artículo 2.° se autoriza a ios natu­
zar, y reparar ellos, y sus herederos, ó sucesores, rales y habitantes de la América para que puedan
ó quien de los susodichos tuviere título, ó causa, sembrar y cultivar cuanto la naturaleza y el arte les
quieta y pacíficamente, remitiendo, y perdonan­ proporcione ; y promover del mismo modo la indus­
do todas, y cualesquier penas, en que por esta tria , manufacturas y arles en toda su estension.
Véanse las leyes 15 y 18 del tit. 18 de este libro.
(6) Esta ley parece contraría á la 65 del tit; 2,
(4) La ley 45 , tit. 3 4 , 11b. 2 , manda que se es- lib. 3.
cusen nombrar tales jueces, y que este encargo se
haga á los que tengan ministerios p ú b licos, como
corregidores etc.
TOMO a 34
D el comercio, mantenimientos y frutos de las Indias.

LEY P R IM E R A . LEY IY.


D. Felipe 111 en Aranjuez a' l.° de mayo de 1606.
Fn Madrid á 25 de marzo 1607. D. Felipe III en Yentos/lla á 20 de octubre de 1614^

Que en Méjico se labre y haga aicaicería. Que se pueda sembrar tabaco en las islas de B a r­
lovento y otras partes, y traiga á Sevilla derecha­
Porque en ia ciudad de Mégico hay falta de mente*
tiendas de mercaderías, y ios si»ios de algunas son
de poca seguridad, y mucho peligro de ladrones, Sin embargo de la antigua prohibición, oca­
con que los mercaderes no se animan en sus tra* sionada del comercio con extrangeros enemigos
tos , en perjuicio del comercio, y conviene al biende nuestra real corona: Es nuestra voluntad, que
público, que en la dicha ciudad haya aicaicería los vecinos de las islas de Barlovento, Tierra-
cerrada, donie todos los mercaderes y plateros Firme , y otras partes donde se siembra, y coge
puedan tener sus tiendas con alguna vivienda: tabaco, no pierdan el aprovechamiento, que en
Ordenamos y mandamos al virey, que en sitio él tienen, y nuestra real hacienda goce el bene­
nuestro haga labrar aicaicería cerrada y segura, ficio, que resulta de su comercio. Y tenemos por
procurando que en la duración de la obra inter­ bien y permitimos, que lo puedan sembrar li­
venga e! cuidado conveniente, y en ia costa y gas­ bremente, con que todo el tabaco que no se con-
to la buena cuenta y razón necesaria. sumiere, y hubiere de sacarse de cada isla, d pro­
vincia donde se cogiere, venga registrado dere­
LEY II. chamente á la ciudad de Sevilla; y los que con­
D. Felipe H en el Pardo á 10 de noviembre de 1572* trataren en él por otras partes ¿ incurran en pe­
na de la vida, y perdimiento desús bienes, co­
Que se procure que las lanas de las Indias se mo los que rescatan con enemigos, en que desde
contraten con estos reinos. kego los damos por condenados, y aplicamos
Mandamos al presidente, y jueces oficiales do los dichos bienes mitad á nuestra cámara, y la
la casa de contratación de Sevilla , y á los vire- otra mitad ai juez y denunciador:, por iguales
yes y gobernadores de las Indias, que procuren partes. Y mandamas á los gobernadores, qoe lo
con mucha instancia, que los mercaderes, y co­ ejecuten inviolablemente, aávirtiendo, que se
merciantes en la carrera de Indias, entablen é les pondrá por capitulo de residencia, con pena
introduzgan e! trato de las lanas de aquellos rei­ de privación perpetua de ófióio, si hicieren lo
nos con estos , de forma que en cada flota se contrario, y perdimiento de la mitad de sus bie­
traiga la mayor cantidad, que ser pudiere, pues nes, aplicados en ia forma referida.
respecto dé la grande abundancia , que hay en la
Nueva España, Nuevo Keino de Granada y otras LEY Y.
partes, y valor que tiene en estos reinos; será D. Felipe Ï1 en Madrid a 19 de enero de 1594. Véa-
trato de grande interes, y pongan la diligencia, se la ley 3 , tit. 14 , lib 8.
que conviniere á nuestro servicio, aprovecha­ Que por el rio de la Plata no pueda entrar gente
miento y beneficio de nuestros vasallos. ni mercaderías al Perú.
LEY III. Mandamos a los vireycs del P erú, goberna­
D. Fernando Y y doña Isabel en Segovia tí 29 de dores y justicias, que con muy particular aten­
agosto de 1503. ción dispongan, que por e! rio de la Plata mo
Que ninguno en estos reinos compre,brasil que no pasen á tas provincias del Perú de las del Brasil,
sea traído de las Indias. j mercaderías y extrangeros, ni se contrate en
Ordenamos y mandamos, que ningunas per­ hierro, asclavos, ni otro ningún género del Bra­
sonas naturales, ni estrangeres sean osadas de sil, Angola, Guinea, ú otra cualquier parte de
traer, introducir, vender, ni comprar en estos la corona de Portugal, sino fuere de Sevilla en
reinos, y señoríos ningún brasil, de cualquier { navios despachados por la casa de contratación,
parte que sea , salvo del que se trajere de núes- j conforme a la permisión, que Nos para esto dié­
tras Indias Occidentales, pena deque por el mis- I remos, Y ordenamos que se guarde mucho aquel
mo bocho, y primera vez lo pierdan, con otro í paso, y no den lugar á que entre gente natural,
lauto de sus bienes; y la segunda el brasil, y mi­ ni extrangera por allí, sin orden y licencia nuestra*
tad de sus bienes, que aplicamos mitad para el LEY YI.
denunciador, y juez, que difinitivamente sen­
C1 emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
tenciare la causa, por iguales partes; y ja otra ra en Valladolid á 8 de abril de 1558. D. Felipe IV
mitad para nuestra cámara , y mas sean dester­ en Matli id á 22 de jnnio de 1655.
radas del lugar donde vivieren , por dos anos.
2«e « los mercaderes que ¡levaren vinos , harinas
Del comercio, mantenimientos &c. 155
y otras cosas no se les ponga tasa , y se ponga á LEY X.
los regatones•
El mismo en Madrid á 48 de febrero de 1595.
Los vireyes y justicias de las Indias no con­ Que los vireyes del Perú no impidan de llevar bas­
sientan , que h los mercaderes de estos reinos que timentos de Trujillo y Saña á Panamá.
llevan vinos, harinas y otros mantenimientos, ó
mercaderías à las Indias, é islas adjacentes, se Mandamos que los vireyes del Perú no im­
les ponga tasa, que Nos permitimos, que lo pue­ pidan, ni lo consientan, que de los valles de
dan vender por mayor, ó menor como pudieren; Trujillo, y Sana se lleven bastimentos á la ciu­
pero á (os regatones, que lo compraren para re­ dad de Panamá, y que tengan el mismo cuida­
vender, se les ponga tasa, teniendo consideración do de que esté bien proveída de forma qae no
á los precios à que les hubiere costado, como me­ haya falta.
jor pareciere à los gobernadores, ó justicias. LEY XI.
LEY Vil. D. Felipe III en Madrid á 29 de marzo de 1621;
D, Felipe III en Valladolid à 23 de mayo de 1604. Que los gobernadores de Santa Marta no impidan
Que sien la Margarita y rio de'la Hacha se pa­ la saca de'frutos para Cartagena.
garen las obligaciones de reales en perlas se haga
Ordenamos á los gobernadores de Santa Mar­
el cómputo d razón de diez y seis reales el peso de
ta, y rio déla Hacha, que no pongan impedi­
oro, y lo mismo se practique en los salarios.
mento en el comercio de los mantenimientos, y
Ordenamos que las escrituras, y obligaciones tragin de una parte á otra, y permitan que se
hechas en la isla de la Margarita, y ciudad del saquen para la provincia de Cartagena.
rio de la Hacha á pagar en oro, ó en plata, y
reales, habiéndose de pagar en perlas, se haga LEY XII.
el cómputo de cada peso de oro à razón de diez El mismo ai)i.
y seis reales, que es su justo valor, de forma, que Que no se impida el llevar bastimentos á Por tó ­
un real de á cuatro valga cuatro reales en perlas, belo.
como se paga à nuestra caja real, por no haber
otra moneda corriente. Y declaramos que pagan­ L o3 gobernadores, jueces, y justicias de la
do el deudor en esta forma, no pueda ser apre­ provincia de Cartagena, y de otras cualesquier
miado á otra cosa, y que el acreedor esté obliga­ partes circunvecinas á la ciudad de Panamá , no
do á recibir el valor, si se le pagare en perlas, prohíban, ni impidan que se lleven manteni­
á razón de diez y seis reales por cada peso de oro, mientos á la ciudad de Portobelo, no haciendo
y asise practique en las pagas de salarios, que falta en las demas de sus distritos, que asi es
se hicieren á cualesquier jueces de comisión, y nuestra voluntad.
cumpla en la dicha isla de la Margarita., ciudad, ' LEY XIII.
y provincia del rio de la Hacha , y su ranchería
de perlas. D. F elipe III alü.
LEY VIII. Que los corregidores del Perú no hagan estanco
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador del trigo y harina que se trae á Panam á » -
en Valladolid á 18 de diciembre de 1553.
Porque no se coge trigo en la provincia de
Que se comercien y traginen los bastimentos libre­ Panamá, y es necesario que las harinas se trai­
mente. gan del P erú, donde los corregidores suelen ha­
Es nuestra voluntad que los mantenimientos, cer estanco, y las remiten por su mano, sin per­
bastimentos, y viandas se puedan comerciar, y m itir, ni dar lugarà que las personas, que tie­
y traginar libremente por todas las provincias de nen este trato, las traigan por su cuenta: Man­
las Indias, y que las justicias, concejos y personas damos á los vireyes, que no consientan á los cor­
regidores estancar el trigo, 6 harina , y provean
particulares no lo impidan ni se hagan sobre esto
ningunas ordenanzas, pena de la nuestra merced, como Ips tratantes puedan comprar libremente,
y perdimiento de bienes, en que condenamos a para que no falte el sustento á Panamá.
los traosgresores. ( i) LEY x i v : .
\
LEY IX. D. Felipe IV en Madrid á 27 de noviembre de 1625.
D. Felipe II en San Lorenzo à 13 de julio de 1590. Que el que tuviere trato de amasijo ó hacer velas
no pueda ser pulpero .
Que los vireyes de Nueva "España procuren que la
isla de Cuba esté bien abastecida. Ordenamos que el que tuviere trato de ama­
Los vireyes de Nueva España den las órde- sijo, ó hiciere velas, no pueda ser pulpero; y el
nenes que convengan, para que continuamente que usare de ambos tratos, pague por la primera
se lleven bastimentos á la isla de Cuba, de forma vez diez pesos corrientes, y por la segunda vein­
que esté bien abastecida y proveída, y de esto te , y por la tercera sea privado de! ejercicio, y
tengan muy particular cuidado. aplicamos estas penas pecuniarias, el tercio á
nuestra cámara , otro á obras públicas, y otro al
juez y denunciador, por mitad.

(í) V éaselo notado a la l e y l 3 , t i t . 1 5 ,ü b . 8.


i
13G Libro ív. Tit. xii.
LEY XV. LEY X V I.
D. Felipe III alii a' 17 tle diciembre de 1614 , y á 2 D. Felipe II en San Lorenzo á 16 de setiembre de
de marzo <lc 1619. D. Felipe IV en el Pardo á 23 de 1586.
•enero de 1623 , y en Madrid á l.° de junio de 1632.
Que en Panamá no se venda vino cocido ni tabaco.
Que en Panamá no entre ni se gaste vino dei
Perú . Ordenamos que en la ciudad de Panamá, ni
en otra parte dentro de sos te'rminos ningún ta­
Mandamos que ninguna persona, de cual­ bernero, pulpero, úotra cualquier persona, pue­
quier estado, ó calidad qae sea, pueda llevar á da vender , ni venda en público ó secreto ningún
ja ciudad de Panamá vino del Perú de ningún vino cocido, y todo io que se vendiere en las ta­
genero, pública, ni secretamente, ni ío desem­ bernas, y pulperías sea de estos reinos, sin mez­
barque en tierra, ni venda en bodegas, con pre­ cla de cocido, pena de cincuenta pesos de oro por
texto de lo que trae para beber, ó brevage de los Ja primera vez que se vendiere, en mucha, ó poca
navios, ó presente, ni con otra excusa pena de cantidad, y el vino perdido, aplicado todo por
perdimiento del vino, aplicada por tercias partes, tercias partes, obras públicas, juez y denuncia­
una para nuestra cámara, otra para obras pú­ dor : y por la segunda, la pena doblada, y des­
blicas,)' otra para el juez que sentenciare la cau­ tierro deFreino. Y asimismo mandamos, que nin­
sa y el denunciador por mitad, con que prime­ gún pulpero, ni otra pérsona , de cualquier es­
ro se saquen del valor del vino los derechos del tado y condición que sea, pueda vender, d a r, ni
almojarifazgo , á razón de siete y medio por cien­ llevar á la dicha ciudad , ni otras ningunas par­
to, por ser frutos de la tierra: y mas le conde­ tes desas términos y jurisdicción en público, ni
namos en doscientos pesos de plata ensayada, apli­ en secreto, ningún tabaco, en mucha, ni en po­
cados en la forma referida. Y ordenamos que el ca cantidad, sembrarlo, ni tenerlo, aunque di­
vino se ponga en una púlpéría, y venda en bar­ ga , que lo quiere para otras partes, pena de
riles sellados por ios fieles ejecutores, los cuales cincuenta pesos de oro, con la misma aplicación,
den al pulpero medidas con el sello de la ciudad, por la primera vez, y el tabaco perdido, y pú­
para que lo venda á razón de cuatro pesos de ocho blicamente quemado como yerba prohibida, y da­
reales botija, y no mas, y lo que montare se re­ ñosa en la dicha ciudad, y su tierra: y por la se­
parta en la forma susodicha, cámara, obras pú­ gunda vez, la pena doblada , y destierro perpe­
blicas, juez y denunciador: y el maestre del na­ tuo del reino: y si fuere negro, ó negra, libre,
vio, que lo trajere á Panamá incurra en pena de ó cautivo, cualquiera de las penas sea doblada, y
mil pesos corrientes, y sea desterrado de la di­ mas se le dén docientos azotes por las calles pú­
cha ciudad, y reino de Tierra-Firma por diez blicas. Y permitimos que cada boticario pueda
años, aunque diga que lo trae para brevage, y tener en su botica dos libras y no mas , con li­
los dueños de barcos y chinchorros, que lo lleva­ cencia de la justicia, cabildo, y regimiento, ma­
ren del puerto de Perico á la dicha ciudad, in­ nifestándolo ante ellos. (3)
curran en pena de docientos pesos corrientes , y
el vecino en cuyo poder se hallare asimismo le
pierda, y sea condenado en docientos pesos, apli­ D. Felipe III en Madridú 17 de diciembre de¿1614*
cados en la misma forma. Y ordenamos que cua- Que en Panamá no se venda vino del Alja rafe
lesquier ministror de justicia, vecinos, estantes, mezclado con el de Cazallat ni ambos géneros en
y habitantes en la dicha ciudad, puedan hacer una pulpería.
las denunciaciones. Y permitimos que si algun Ningún pulpero renda en Panamá vino del
navio de el Perú lo trajere para brevaje, sea con Aljarafe mezclado con el de Gazalla , ni le com­
registro de la parte y lugar donde lo embarcare, pre, aunque sea para otras personas, ni en
y si no lo trajere registrado, aunque diga que es otra forma, y si alguno lo quisiere vender, no
para brevage, y con efecto lo sea, se le tome por pueda tener ambos géneros, y ocurra primero
perdido, é incurra en las demas penas referidas. al cabildo á pedir posturas y medidas , pena de
Y es nuestra voluntad, que lo mismo se entien­ treinta pesos por cada vez, que |e fuere denun­
da con el que se hallare en las islas de Perico, ciado, y probado, aplicados por tercias partes, á
Taboga, y otras partes desembarcado en cual­ obras públicas, juez y denunciador.
quier forma: que ningún pulpero, ni otra ninguna
persona sea osado á comprar de el dicho vino del LEY XVIII.
Perú, para revenderlo por menudo, pena de den D. Felipe HÏ allí á 18 de mayo de 1615. D. .Feli­
pesos corrientes con !a misma aplicación: y el pe IV allí á 19 de junio de 1626.
pulpero, que lo revolvíere con vino de Castilla Que en la provincia de Guatemala no .se tragine
para revenderlo, ó tuviere en su casa alguna bo­ ni contrate vino del Perú.
tija llena del dicho vino del P erú, ó vacía, y
constare, que en ella hubo , y se porteó el dicho Por parte de la ciudad de Santiago de Gua­
vino, incurra en pena de cien pesos, y vergüenza temala nos fue representado, que algunas per­
pública, (a) sonas conducen al puerto de Acajú!tía de aque­
lla provincia muchos vinos del Perú que por
ser fuertes, nuevos, y por cocer causan á los
indios generalmente rnuy grande daño, con que
se acaban muy apriesa, demás de ser causa de
que tantos menos se lleven de España en per-
(2) Véase la ley 18 de este título y libro , y su
ñola. (3) Véase la ley 4 de este titulo y libro.
D el com ercio- mantenimientos &c. 137
juicio del comercio, y derechos, que nos per­ de las provincias de Nueva España, y Guatema­
tenecen, y Nos por excusar ios daños referidos: la ese! beneficio, y fruto de la grana , Ò cochi­
Mandamos que los vinos del Peni no se puedan nilla; y porque algunos, que en esto tratan , se
traer, ni traigan al puerto de Acajultla, ni a la toman à bajos precios, y venden despues á muy
otra ninguna parte, ni puerto de la provincia de subidos, de que reciben mucho agravio: Manda­
Guatemala , pena de perdimiento de los vinos, mos que si los iridios quisieren enviarla por
que sa trajeren, y contrataren , que desde laego su cuenta á estos reinos, no se les prohíba, ni
así lo declaramos t y ordenamos que se entreguen ponga impedimento.
en una pulpería, donde reducidos á dinero (guar­
dando los fieles ejecutores la dispuesto cerca de la LEY X X IÏ.
prohibición de Panamá, coníorme á ia ley i4 D. Felipe H en Lisboa á 3 de diciembre de 1581, y
de este título) se reparta su procedido por ter­ en l.° de diciembre de 1573.
cias partes, cámara , juez y denunciador. (4)
Que se guarden las leyes de estos reinos en los
LEY X IX . pesos y medidas.
D. Felipe IV en Madrid á 2 de marzo 1634. Habiéndose reconocido que los pacificadores,
Que los vecinos de Cartagena y Santa Marta pue­ y pobladores de las Indias en las partes, qué pa­
dan comerciar sus ganados de unas partes d otras. cificaban y poblaban, ponían pesos, y medidas
à su arbitrio, y de la diferencia de unos á otros
Concedemos permisión á los vecinos de las resultaban muchos pleitos, y disensiones: y cuan­
provincias de Cartagena , y Santa Marta , para to conviene, que todos traten y comercien con
vender, comprar, y pasar sus ganados de una pesos, y medidas, justos, é iguales, ordenamos
parte á otra. Y mandamos á los gobernadores, y y mandamos, quesease de la medida toledana,
justicias de ambas provincias, que no les pon­ y vara castellana, guardando io que disponen las
gan estorbo, ni impedimento, de ningún gé­ leyes de estos nuestros reinos de Castilla, y donde
nero que sea, en. Ja contratación, y venta, y pareciere útil, y conveniente á los vireyes, y pre­
los dejen usar libremente, y á su voluntad, de sidentes, sin agravio de partes, y con derechos
esta permisión: y á las audiencias de Santo Do­ moderados, hagan poner pesos reales, para que
mingo, y Santa F é , que tengan particular cui­
acudan los vendedores, y compradores á su vo­
dado del cumplimiento, y ejecución. luntad , y pesen lo que quisieren.
LEY XX.
L E Y X X III.
El emperador D. Carlos^' el príncipe gobernador en
Pon {‘errada á lo de jumo de I5 :l 5. El emperador D, Carlos en Bruselas á 19 de octubre
Que los vireyes y gobernadores hagan sembrar y de 1548.
beneficiar lino y cánamo» Que las justicias de Sevilla dejen curtir allí la co­
Encargamos á los vireyes, y gobernadores, rambre que se trajere de las Indias.
qae hagan sembrar, y beneficiar en las ludias Ordenamos al asistente, justicia y regimien­
lino, y cáñamo, y procuren , que ios indios se to de la ciudad de Sevilla , que dejen, y consien­
apliquen á esta grangería, y entiendan en hilar, tan curtir, y labrar en ella la corambre, que se
y tejer lino. (5) trajere de la isla Española, ú de otras partes de
LEY X X I. las Indias, y sí la ciudad recibiere algún daño,
no impidan, que se pueda llevar á cualesquier
D. Felipe 111 en Matapozuelos á 23 de eneró de 1601. partes de estos nuestros reinos de Castilla, para
Que no se impida d los indios enriar grana y co­ la vender, curtir y labrar.
chinilla à estos reinos por su cuenta.
Que no se hagan descubrimientos por 'Santa
Entre otras grangerías que tienen los indios45 Cruz de la Sierra hacia el B ra sil/n i intro-
duzga por allí el comercio, ley 27 , ti t. 3,
(4) Sin em bargo, por reai cédula de 22 de fe­
de este libro.
brero de 1718 se permite que en cada un año se tra­ Sobre la bebida del pulque , usada por los in­
fique eu el Puerto dei Callao con treinta mil botijas dios de Nueva España 9 ley 37, tit. 1,
de vino , las cantidades de aceite y otros frutos que lib. 6. ¡
en ellas se espresau , pagando los respectivos dere­ Que los indios no sean agraviados sobre traer
chos hasta el cumplimiento de los doscientos mil du­
cados ; y ,asi se practica ixoy en dia desde el año bastimentos d las ciudades, ley IO, tit. I0.
de 46. N/ molestados d ir d las mercados, le y 11.
(5) Sobre la ley 20 de este título, véase la rea! or­ N i apremiados d traer aves á los ministros,
den de 12 de enero de 1777, en que recomendán­ ley 12, lib. 6.
dose de nuevo el cultivo de cáñamo y lino , se man­
dó que estos efectos se estragesen de América é iu-
Que ninguno pueda contratar en Panamá con
trodugesen en España libres de todo derecho. Se re­ los esclavos aserradores, ni de estancias, ley
pitió esta gracia por otro decreto de 24 de marzo de 9, tit. 5 , lib. 7.
96. Por el artículo 61 y 62 d éla ordenanza de In­ Las penas impuestas á los arrieros de la Ve­
tendentes de Nueva España , también se encarga efi­ racruz, se aplican, conforme a la ley 28,
cazmente á los intendentes que fomenten el cultivo
del lino , cáñamo , cochinilla, algodón , seda silves­ í í í , 8.
tre e t c ., y se les autoriza al electo para que puedan
conceder estímulos con dicho objeto.
TOMO a , 35
i o ú .

D e l descubrim iento y labor de las minas.

LEY P R IM E R A . premio á los mineros, que descubrieren minas


El Emperador D. Carlos en Granada á 9 de diciem­
de oro, plata , azogue, ú otro metal, se paguen
bre de 1526. D. Felipe ii en Madrid á 19 de junio de nuestra hacienda tan solamente las dos tercias
. . . de 1568. partes de lo prometido, y la otra parte paguen
Que permite descubrir y beneficiar las minas á to­ las personas, que sacaren el metal.
das los españoles é indios vasallos del rey.
LEY IV.
Es nuestra merced y voluntad , que todas las
D. Felipe 1IÍ en Madrid á 19 de enero de 1609,
personas, de cualquier estado, condición , pree­
minencia, ó dignidad , españoles, é indios, nues­ Que se procuren descubrir minas de azogue.
tros vasallos, puedan sacar oro, plata , azogue, Encargamos y mandamos á los vireyes, au­
y otros metales por sus personas, criados, ó diencias, y gobernadores, que pongan.todo cui­
esclavos en todas las minas, que hallaren, b don­ dado y procuren que las minas ,de azogue , de
de quisieren,-y por bien tuvieren, y los coger , y que hubiere noticia en cualesquier partes de, las
labrar libremente sin ningún genero de.impedi­ Indias, se descubran y beneficien, y hagan á
mento, habiendo dado cuenta ai gobernador, y los que las descubrieren , y labraren , las conve­
oficiales reales para el efecto contenido en la ley niencias que les pareciere, y fueren justas, ad­
siguiente, por manera, que las minas de oro, virtiendo, que no se Ies ha de dar repartimiento
plata, y los demás metales sean comunes á lo de indios para su labor.
dos, y en todas partes, y términos, con que no
resulte perjuicio á los indios, ni á otro tercero LEY V. ■
ni esta permisión se eslicrida á los ministros, D. Felipe IV allí á 7 de junio de 1630.
gobernadores, corregidores, alcaldes mayores, y Que se guarden las ordenanzas de rninasx y la que
sus tenientes letrados, alcaldes, y escribanos de dispone que los que sirven registe; n las que des­
minas, ni á los que tuvieren especia! prohibi­ cubrieren para sus dueños.
ción: y cerca de señalar, tomar las minas, y Ordenamos y mandamos, que se guarden, cum­
estacarse en ellas, se guarden las leyes, y orde­ plan y ejecuten las ordenanzas y leyes particu­
nanzas hechas en cada provincia, siendo por JNos lares , que tratan, de minas, y en ser cumplí--
continuadas. miento hagan, que se guarde la que ordena, que
LEY II. los que sirven á otros, registren para sus due­
El emperador D. Carlos en Toledo xí 24 de noviem­ ños las minas que descubrieren , y no en su
bre de 1525. D. Felipe IV en Madrid á 19 de junio cabeza.
de. 1627. Véase la ley 5 , t¡t. 5 , lib. -8 , §. Han ríe V I.
tener.
El mismo allí á 18 de junio de 4629.
Que los descubridores de minas juren de manifes­
tar el oro¡ y para descubrirlas y ostrales de perlas Que se guarden las ordenanzas de denunciaciones
preceda licencia. de minas , y no se prerogue su término.
Mandamos qae los mineros, y todos les de­ La diminución de algunos asientos de minas
mas, que cogieren oro en minas, rios, quebra­ resulta de que no se observan nuestras ordenan­
das, ú otras cualesquier partes, parezcan ante zas reales, y en particular sobre las que están de­
el gobernador, y oficiales reales, y juren, que lo siertas y desamparadas, y en esto está resuelto,
vendran á manifestar, y declarar á la fundición que habiendo tiempo de cuatro meses que no se
personalmente: y para descubrimientos de mi­ benefician, pueda cualquier persona denunciarlas
nas, y ostrales de perlas hayan de tener licen­ ante la justicia ordinaria, por despobladas , y que
cia de el gobernador, el cual baga junta parti­ hechas las diligencias de el nuevo cuadernillo de
cular sobre esto con los oficiales reales , y aDi minas, se adjudiquen al denunciador para que
acuerden lo que convenga al buen cobro de nues­ las labre, como verdadero dueño, con !ás con­
tra real hacienda. diciones, que allí se declaran, atendiendo en
esto á que las minas no ésten sin benefiieiarse, y
descubrir nuevas vetas. Y porque habiéndose
El emperador D. Carlos en Zaragoza á 8 de marzo mandado por algunas de nuestras reales audien­
do 1550. cias, que se guarden y ejecuten las oidenanzas
Que de lo que se prometiere á quien descubriere de tuinas , dadas en esta razón, los mineros, é
mina Se paguen las dos partes de la real hacien­ interesados en las que esta'n desiertas, acuden á
da, y la oirá la den los interesados. los vireyes, ó presidentes á pedir mandamientos
Cuando acaeciere prometer algun dinero , ó de amparo, para que por algun tiempo no se les
(•; '
Del descubrimiento y laboree minas. •2 5 9
mentes (Je'que se arrienden los ingenios de mo-
puedan denunciar, por desamparada^, con queque-
a¿tt despobladas, y cesa !á! ejeedcion de'tas ó:de1, 'jer metales,jVpbr -haberse introducido, :que los
minerbs procór'án causar muchas deudas amaes­
hatizas: Mandamos á los viréyés, presidentes y
tra real 'hacienda',--y que los oficiales- 'hagan el
oidores de nuestras audiencias, qué guárden y
cúmplan precisa y puiUuálmente las ordenanzas pago en el os, siendo1'-fbhtóso haberlos de dar des­
referidas, y no proroguén el término estatuido, pues en arrendamiento!, y .tomar, este medio para
cobrar: Declaramos-que si Helado el plazo en
qué asi conviene, y es nuestra voluntad.
que nuestra real hacienda haya; de cobrar al­
. :./l' LEY VIL ■-■ = gunas deudas, conviene, ó ti.eué inconveniente,
que se ejecuto en los ingenios de los mineros,
D Felipe 111 en San Lorenzo á 14 de noviembre de este punto pertenece al gobierno, y adininistra­
K ••••••' ‘ ' de «505 ; • ' ' '
ción de hacienda. Ï ordenamos que los oficiales
Q üenóse ■désperdicler» en ia i minas los escoriales reales antes de hacer los. embargos y arrenda­
y desmontes, lamas y relaves. mientos , lo comuniquen cbn el- vir'éy , "o presi­
Los desmontes y escoriales, que se sacaren dente gobernador de la audiencia del dislrito, y
de los ensayes y fundiciones, lamas, laves, y rer tió puedan proceder de otra formà, y‘que el vi-
laves, despues de haberlos aprovechado sus due­ rev , ó presi' lente deciár'eri lo qué se deiié obser­
ños, con los ingeoips de que usan en la forma v ar'por materia dé gobierno j 'y habiéndose ért
común, se guarden y recojan, porque estén de él resu Ito , que sé haga la ejecución, ehibargoy
manifiesto para el beneficio público, utilidad de pago en los ingenios, si hubiere pedimentos y
sus dueños, y aumento de nuestra real ha­ respuestas, que derechamente són autos judi­
cienda. __ ciales de las sentencias pronunciadas, no ha de
LEY VIO. haber recurso, ni apelación'ah virey , ó presi­
dente , porque siendo materia de justicia, le ten­
D. Felipe 11 en Madrid á 5 de marzo de 1571, y en
Toledo a 11 de agosto de 1596. drá para 1¿ aüdienéiav- ¡; :‘ ' '
Que los asientos de minas e s t é n proveídos de bas
tinentas %y no se consientan estancar .
■"leTv;ifc ;
jj. Felipe 111 en Madrid á 22, de diciembre de 1608.
D. Felipe IV allí" a .12 de febrero 'de 1622.
Mandamos á ios vireyes y justicias, qué ha
gan proveer con-abundancia á las poblaciones y Que el cobre de las minas de Cuba se beneficie y
■remiïcï conforme <á esta ley.-
asientos de minas de los bastimentos necesarios,
y que se den , y lléven por los indios naturales Mandamos que laá personas que tuvieren á
dé sus comarcas, por precios justos y moderados, sú cargo, por comisión ndéstra, administración,
y compelan y apremien á los arrieros a quecos < ó asiendo, ó en otrai‘forma'la¿ minas de cobre
lleven, pagándoles su porte, y no consientan es dé la islá de Cubà, procuren¡ qué se beneficie cori
tañeos de bastimentos, ( i) mucho cu id ad o íle fo'rmá' qúé Venga adulzado,
y corréoso coti1iás cochuras, y refinos necesarios,
y rió fa'n duro y secó", cómo basta ahora lo han
D. Felipe 111 en Aranjuez á i l de agosto de UHO. envfadó1, para'qoeé rilas fundiciones'de ia arti­
\?éase la ley primera , lit 11, iib. llería sei mas a propósito, y que lo avien por
Que se tenga cuidado con las minas, y su bene­ la Habana >-consignado a nuestros oficiales rea­
ficio. les, para que io remitan a estos reinos en los
Porque el descubrimiento, beneficio y labor galeones de armada, capitanas, y almirantas de
de las minas es tan conveniente a la prosperidad flotas, registrado, y'dirigido á la casa de con­
y aumento de estos reinos,, y los de las indias: tratación, ,y de lodo nos; den cuenta por la jun­
Encargamos Y mandamos á los vireyes, presi­ ta de guerra de indias.
dentes, gobernadores y alcaldes mayores, que LEY MI.
de esto tengan muy particular cuidado, guar­
dando y haciendo guardar las órdenes, que están D: Felipe 111 en Veu ¿¿silla á 17 de octubre de 1617
dadas, y se dieren sobre los servicios personóles Que el que no fuere dueño de minas no pueda ven*
de los indios, en los casos que por las leyes de der metales.
este libro están permitidos. Ningún español, ni mestizo, que no foere
dueño de minas, pueda vender, ni venda ningún
género de metales, penarle perderlos,) por la p»i-
El mismo en el Pardo á 22 de noviembre de 1609. inera vez cíen pesos, todo aplicado a nuestra ca­
£). Carlos II y ia reina gobernadora.
mara; y poria segunda doscientos pesos; y por la
Que los vireyes y presidentes conozuui en gobierno tercera, que sea desterrado perpetuamente de las
si conviene hacer ejecución en los ingenios de mo­ minas, y diez leguas en contorno, y la peisona
ler metales, y los oficiales reales del pltUo en ju s­ que los comprare incurra en la misma pena.
ticia con apelación à las audiencias
Habiéndose experimentado muchos inconve-
LEY XIII.
El mismo ordenanza 14 del servicio personal de 1601.
( l ) Por el arl. 150 de Ja ordenanza de Nueva Es­ Que los españoles, mestizos, negros / mulatos li­
paña, se encarga á los intendentes quienes el 151 bres sean inducidos á trabajar en las minas.
les da la presidencia de la indicatoría <io alzadas, y
también á sus subdelegados en los lugares distantes Ordenamos y mandamos, que para el bene­
de la residencia ) lo mismo, qne esta Jey eucaiga á ficio, y labor de las minas sean inducidos a que
los vireyes etc. , adviniéndose que ou Guatemala las
alzadas sobre minas van á la audiencia.
ti abajen, y se alquilen los españoles ociosos, y
Í40 Libro iv. T ítulo xviii.
aptos para el trabajo? y los mestizos, negros y tes, sitios, y lugares donde se ha entendido qué
mulatos libres, de que tendrán particular cuida** las tienen ocultas, porque no los apliquen al tra­
do Jas audiencias y corregidores*^ de no perini- bajo, que resulta en su beneficio, por ser nata*
tir gente ociosa en ia tierra.
raímente inclinados á ja ociosidad , y en nuestro
nombre Ies aseguren , que por su cuidado y tra.-
LEY X IV . bajo, teniendo efecto, se Jes concederán , y desde
El emperador D. Carlos y la princesa gobernadora luego concedan muchos premios y esenciones, y
en Madrid a 17 de dicicMiibre de 1551, l>. Felipe lí particularmente que no sean repartidos para nin­
allí a 5 de abii! de 1563, y á 6 de marzo de 1575. gunas minas, ni paguen tributo ellos, ni sus des­
Que los indios puedan tener y labrar minas de oro cendientes perpetuamente; y si fueren españoles.,
y plata como los españoles. o mestizos,. íes hagan mercedes correspondientes
a sus persouas.
Mandarnos que a los Indios no se ponga im­
pedimento en descubrir, tener y ocupar minas ' l e y X V I.
de oro, o plata, d otros metales, y labrarlas co
mo lo pueden hacer los españoles, conforme las I
D. Felipe II y !» princesa gobernadora en Vallado-
- lid a ¿o de mayo de 1559.
ordenanzas de cada provincia, y que puedan sa­
car los metales para su aprovechamiento , y pa­ ¡ Q ue en cuanto á l estacarse en la s m in a s se g u a r­
ga de tributos; y que ningún español, ni cacique den con los indios lo que con los españoles.
tenga parte, ni mano en las m inas, que los in ­ En algunas provincias de las Indias se ha
dios descubrieren, tuvieren, y beneficiaren. introducido, que si muchos indios descubren una
XV. veta, es elegido uno solo que pueda pedir esta­
cas por dueño de foque le toca, como tal; y por­
D. Felipe IV en Madrid á 28 de marzo de 1633. Don que Nos deseamos que los indios tengan y gocen
Carlos l i y la reina gobernadora. dei beneficio y aprovechamiento, que deben te­
Que d los indios que descubrieren minas se les ner por su diligencia, é industria: Mandamos qué
guarden las preeminencias que se declaran, y h a ­ en cuanto a! estacarse en las minas que descu­
ga merced a los españoles y mestizos. brieren, se guarde con ellos lo que con los es-
I pañoles, sin ninguna diferencia.
Ordenamos y encargamos á los vi reyes, pre­
sidentes y gobernadores, que pongan particular Que los vire yes hagan guardar en las Indias
cuidado y diligencia en saber y averiguar s ie n las lejas de estos reinos do Castilla, tocan­
sus distritos hay algunas minas de oro, plata, y tes á tuinas, siendo convenientes, y en den re­
otros metales de que los indios tengan , ó puedan i lación de las que son necesarias, ley 3, til, 1
tener noticia, y con buena industria, y adverten* - lib. 2. • *
cía hagan llamar á los de mas satisfacción, para Que los negros y muíalos libres trabajen en las
por sus personas, y otras, que tuvieren mas pe* . minas, y sean condenados d ellas por loe de­
ricía, c inteligencia, les den noticia de las par- j litos que cometieren, l e j 4, tit. 5. lib. 7.

B e los m in e ro s, y azogueros y sus -privilegios

ley p r im e r a . mantenimientos, y otras cosas necesarias para eí


D. Felipe II li <8 ds inayo de 1572. En San Lorenzo avío, labor, y provisión de las minas, y perso­
“ “ .d “ setiembre do 1;,90. I). Felipe 111 en Madrid nas, que trabajaren en ellas, no siendo debidas
a 12 de diciembre de 16X9. A llí ;í 8 do marzo de 1620, '
Véase la ley 5 , tit. 11, lib. 5.
a Nos. Y mandamos que las ejecuciones, que con­
forme á derecho se pudieren hacer, sean en el
Que los mineros sean favorecidos, y en las ejecu­ oro, o plata, que de las minas se sacare, y hu?-
ciones, reservados los instrumentos del miner a ge. biere, de lo cual sean pagados los acreedores en
Ordenamos á los vi reyes, presidentes, gober­ su lugar y grado, de forma que no se impida,
nadores, alcaldes mayores de m inas, y justicias m# cese d descubrimiento, trato y labor de las
de nuestras Indias, que favorezcan á los mineros minas, y se Ies dé satisfacción.
y azogueros y les guarden, y hagan guardar to­ LE Y ÏÍ.
das las preeminencias por los señores reyes nues­ D. Felipe III en Valladolid á 26 de noviembre de
tros progenitores, y por Nos concedidas en todo 1602.
lo que hubiere lugar de derecho, y especialmen­ Que habiendo los mineros de ser presos por deu­
te que por ningunas deudas, de cualquier cali­ dos, sea en el real y asiento de minas.
dad que sean, no se Ies pueda hacer, ni haga eje­
cución en los esclavos , y negros, herramientas, Importa que los mineros y azogueros sean
favorecidos y relevados en todo lo posible , por-
De los mineros y azogueros. 141
qae no st suspenda, ni falte la labor de las minas. LEY VL
Y porque de su ausencia no resalten inconve­ D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1635«
nientes, tenemos por bien, que debiendo ser pre­
sos por cualesquier deudas, sea la prisión en el Que tos mineros de Filipinas gocen de los privile­
gios concedidos.
asiento, y real de minas donde asistieren, y que
no puedan ser sacados de ellos. Porque en la provincia de Camarines de las
Islas Filipinas, distante de ia ciudad de Manila
LEY III. mas de sesenta leguas, se han descubierto minas
üérrnliolipe IV en Madrid á 9 de octubre de 1635. de oro de riquísima muestra, que corren de Nor­
te á Sur nueve leguas, de las cuales se hizo en­
Que los mineros y azogueros de Polosi no sean saye por lavadero, y azogoe, y se han. ido des­
detenidos en Lima por deudas de la real hacienda, cubriendo otras, y comenzado á beneficiarse, y
habiendo afianzado en agüella villa. labrarse por diferentes personas: es nuestra vo*
Es nuestra voluntad, que cuando sucediere ir (untad, que ios mineros de las dichas islas gocen
ú la ciudad de los Reyes algunos mineros, y azo­ de todos los privilegios, que están dispuestos, y
gueros de la villa Imperial de Potosí, deudores á establecidos por leyes, y ordenanzas. Y manda­
nuestra real hacienda de alguna cantidad, y die­ mos á los gobernadores y capitanes generales, que
ren fianzas de presentarse dentro del término que tengan particular cuidado de que les sean guar­
se Ies señalare ante los oficiales reales de la dicha dados, y las minas se labren y beneficien como
villa imperial, no sean detenidos ni molestados mas convenga á nuestro servicio , aumento de
por esta razón, ni por otra causa civil, sin em­ nuestra real hacienda , y bien de nuestros vasa­
bargo de cualesquier cédulas, y ordenanzas, que llos.
haya en contrario. LEY VIL
LEY IV. D. Felipe IV allí.
D. Felipe 111 en Valladolid á 26 de noviembre de Que los mineros y azogueros de Potosí puedan ser
1602. proveídos en corregimientos y oficios públicos.
Que los mineros sean proveídos de los materiales Sin embargo délo proveído por las leyes iy ,
que hubieren menester d precios justos. y 4-3, tít. a. Jib. 3, permitimos que los mineros,
y azogueros de la villa Imperial de Potosí pue­
Por hacer bien á los mineros, ordenamos á dan ser proveídos por corregidores, y tener otros
los vireyes y gobernadores, que los favorezcan, oficios públicos, y concejiles, aunque sean deudo­
y hagan dar los maíces de nuestros tributos, y res á nuestra real hacienda de algunas cantidades
todos los demas materiales de que tuvieren ne­ por razón de azogues , que se les hayan fiado,. 6
cesidad para el avío de sus minas, y beneficio de por otra deuda, que no proceda del oficio en que
los metales, á precios justos, prohibiendo los e i- pretendieren entrar, <5 de otro que tengan, y no
cesos, que en esto suele haber. ejerzan jurisdicción en la parte donde fueren
LEY, V. deudores: y les concedemos, que si fueren capi­
tulares, puedan tener voto en las elecciones de
£1 mismo allí. oficios públicos, excepto cuando alguno quisiere
Que los pleitos de mineros se despachen en las au - votar en virtud de oficio, que hubiere comprado,
diencias con brevedad• y no pagado, si hubiere pasado el término en que
debid satisfacer el precio, ó parte de el.
Encargamos y mandamos á nuestras reales Que los indios de mita, y voluntarios sean pa­
audiencias, que con mucha brevedad despachen gados, y (as justicias (o ejecuten, j el azo­
y hagan despachar las causas, pleitos y negocios gue del Rey se déá los mineros por la cos­
de los mineros y azogueros, que en ellas pendie­ ta , ley 3, tit. 15, Ub. 6.
ren, porque no se distraigan con pleitos, ni ha­ E n Nueva España esld ordenado, que se dén
gan largas ausencias, con daño y perjuicio del los azogues á sesenta ducados quintal, fija ­
í avío de sus minas, y hacienda» se la nota al fin de el titulo 2.3, Ub. 8 .

TOMO II. 36
142

TITULO 7EIWTB 7
D e los alcaldes m ayores 7 y escribanos de minas.

LEY PRIMERA. contado el precio, ni tengan semejantes inteligen­


0 . Felipe III en Valladolid á 26 de noviembre de cias y contratos, ni otros ningunos con los mineros,
1002. Eti San loren zo rí 5 de setiembre de 1620. Don pena de que los alcaldes mayores sean privados
F elipe IV en Madrid :i 28 de lebrero de 1657. Don de sus oficios, y condenados en el cuatro tanto, y
Carlos 11 y la reina gobernadora. los mineros desterrados á arbitrio del juez , que
Que los alcaldes mayores de minas tengan las de la causa conociere, y asimismo en el valor
parles y validades que se refieren , y no traten ni de lo contratado, si ellos no se manifestaren ; y
contraten. si hubiere probmza del contrato, la mitad de la
Porque es muy conveniente, que los alcaldes pena sea para el minero, que así se manifesta re
mayores de minas sean capaces, y prácticos de LEY III.
el beneficio de ellas, y tengan las calidades que
D. Felipe II y la princesa gobernadora- en Vallado-
se requieren para tales oficios: Mandamus á los lid a 23 de mayo de 1559.
vireyes y presidentes, á quien toca su provisión
que procuren elegir y nombrar personas suficien­ Que ningún alcalde mayor, juez n i escribano de
tes y á propósito del cargo y ejercicio, que han minas tenga compañía con dueña de minas, ni ¡as
descubra.
de administrar, y no permitan que traten, ni con-
traten con los mineros con prelesto de avío, ú Prohibimos y defendemos á todos los alcal­
otro cualquier color, ni con otras ningunas per­ des mayores, jueces, y escribanos de minas, que
sonas, que JNos por la presente lo prohibimos y tengan compañía de minas con ningún dueño de
defendemos. Y por cuanto se ha pretendido, que ellas, ó hagan diligencias para descubrirlas, du­
se Ies acrezcan algunos corregimientos de la tier­ rante sus oficios, por sus personas ó interposi­
ra y comarca , dándoles mas jurisdicción y te'r- ción de otras , pena de que por el mismo caso
minos: Ordenamos á los vireyes y presidentes hoyan perdido , y pierdan sus oficios, y de mil
gobernadores, que lo comuniquen con personas pesos de oro para nuestra cámara y fisco.
inteligentes, y resuelvan lo que mas convenga á
nue-tro real servicio, administración de justicia, LEY IV.
avio y beneficio de las minas. D." Felipe II en Madrid a' 15 de enero de 1575.
Que los salarios de los alcaldes mayores y veedo­
LEY II. res de minas se paguen de los aprovechamientos
D. Felipe III en Madrid íí 9 de junio de 1618. de ellas.
Que los alcaldes mayores de minas no compren ni
rescaten plata. Los salarios que hubieren de percibir los al­
caldes mayores, y veedores de minas, se les con­
Mandamos a los alcaldes mayores de minas* signen y paguen del aprovechamiento que hubie­
que por sí, ni por interpositas personas no pue­ re, y se sacare de las mismas minas, en coya
dan rescatar, ni comprar de los mineros oro, pla­ administración entendieren, y no de hacienda
ta, ni otros metales, anticipando, ni pagando de nuestra, ni de otra ninguna.

ra 7 d o s.
B e l e n sa y e , fundición , y m arca del oro y p la ta .

LEY PRIMERA. ras de patenas, zarcillos, cuentas, canutos, bar­


El emperador don Carlos en Barcelona á 14 de se­ rillas, liras, puñetes, petos, y otras diferentes
tiembre de 15 L9. formas, que antiguamente solían llamar guanin,
y es oro muy bajo, y encobrado, que sin fundi­
Que el oro de rescates con los indios , labrado en
ción no es posible saber su ley, ni quilatar su va­
piezas, se quilate, funda , marque y quinte.
lor: Mandamos que este oro, y piezas sea quila-
Habiendo reconocido, que de poder de los tado, fundido y quintado en la forma siguiente:
indios sacie pasar mucha cantidad de oro labra­ Ll gobernador, ó justicia mayor ha de man­
do al de los españoles, habido en entradas, res­ dar, que presentes nuestros oficiales reales, y
cates y comercio, en diferentes piezas y hechu­ fundidor, ó su lugar teniente, y el ensayador , y
Del ensayé y fundición del oro y plata. 145
escribano mayor de minas y registros, ó su te­ sea en voluntad , y elección de los dueños de las
niente, se traiga todo el oro de rescates, labrado tales piezas, juntar con ellas mas oro de lo fun­
en piezas, y haga apartar las mayores, mejores, dido para hacerlas subir de ley, con que este oro
y mas altas en ley de las otras, que le pareciere no sea de minas, porque aquel se ha de fundir
se deben fundir, y separen las que fueren sin ley; aparte, como está mandado, y de este oro fun­
y los canutillos, cuentas, y cosas menudas las dido, que asi se mezclare con las dichas piezas,
pondrán aparte, de forma que sean cuatro par­ y guanines para hacerlo subir, se han de pagar
tes; y fas buenas piezas, y mas altas, que al go­ los derechos al fundidor, no obstante , que de ét
bernador pareciere no se deben fundir para qui estén pagados, porque esto es refundición, y el
latar su valor, el ensayador las toque por las pun­ fundidor pone en ella su trabajo, y costa.
tas, porque no se puede sacar parle bastante para Si hubiere algunos puñetes, cintos, ò colla­
hacer el ensaye: y liquidado su valor, se ajusten, res, á otras joyas, en que suele haber cañutillos
y saquen los quintos, pagando los derechos del ó perlas mezcladas con piedras blancas, y de co­
ensayador, y dando á los interesados certificación, lores, no se desbagan para fundir, y hágase esti­
para que quede á su voluntad tundirlas, ó resca­ mación del oro, perlas, y piedras, y pagados núes
tarlas á trueque de perlas ó piedras con los in­ tros derechos y los de el ensayador, se dé la cé
dios, ú otras cualesquier personas. dula referida ; pero si despues que estas cosa
Las otras piezas de la segunda parte, que al fueren de algun particular, las quisiere deshacer
gobernador pareciere se deben fundir, por no ser y fundir, puédalo hacer, con que se le rompa la
bien labrada, ó porque será mejor, que dejarlas cédula, que tenia por testimonio de haber paga­
así, se fundar., y paguen los derechos de ellas do los derechos.
á Nos,, y al ensayador, y fundidor, y lo restante Y porque algunos con importunidad, cuando
haga entregar i quien perteneciere, como se acos les pareciese, querrían fundir algunas piezas, y
tumbía. cosas de estas ya quilatadas, y marcadas, y ocu­
La tercera parte, que son cuentas, y cañuti­ parían á nuestros oficiales en tiempos indebidos:
llo'!, y otras cosas menudas, si estuvieren bien Mandamos que no se haga sino en los días, y
labradas, y no se pudieren quilatar, ni marcar, ho ras, que nuestras casas de fundición se ejerci­
porque se abollarían, ó fuere mejor, que se qae-. taren en fundir conforme á lo que estuviere or­
den enteras, se han de tocar, y quilatar por las denado.
puntas, para saber que ley tienen, numerar el Y hechas estas diligencias , siendo quilata­
valor, y sacar de él nuesiros derechos, y los de das, y marcadas las dichas piezas de oro,de cual­
ensayador, y marcador, y lo restante se ha de quier ley que sean, y teniendo nuestra marca
repartir, y volver á sus dueños, dando el ensa­ rea!, las pueda sacar cualquiera , que las tenga,
yador una cédula con relación de las piezas por de la provincia donde las hubiere, y traerlas i
menor firmada del gobernador, por donde conste estos nuestros reinos, ó pasarlas á otras, provin­
lo referido, para que los dueños puedan usar de cias, ó Islas de las ludias, y no á otra ninguna
ellas, y comerciarlas á su voluntad. parte, con certificación dada por el ensayador,
El oro guanin, que no tiene ley conocida, y de su valor, y ley , con que al tiempo , que las
es la cuarta parte, no se ha de fundir, sino pe sacaren de ta provincia, las registren ante el es­
sarse, y pesado , ha de percibir sus derechos el cribano mayor de minas, y registros de ella , y
ensayador, y nuestro tesorero, losqueá Nos per­ traiéndolas a estos reinos, la registren ante nues­
tenecen: y lo restante se ha de repartir entre sus tros oficiales reales de los puertos por donde sa­
dueños: y si hubiere alguna ventaja en la labor lieren: y si las llevaren à algunas islas de las lu ­
de unas piezas á otras, pónganse en almoneda, y dias, las hayan de registrar aute nuestros oficia­
véndanse al mayor postor, porque de esta forma les de el puerto de donde salieren, y de la Isla
tendrán mas precio, y provecho para rescates, donde las llevaren. (I)
que tuvieran deshechas. LEY II.
En ninguna manera se funda el guanin por El emperador don Carlos y el principe gobernador
mayor sin repartir, y tener cierto dueño; pero en Lérida á 8 de agosto de 155 L L). EeJipc 11 en el
bien permitimos, que despues de pagados los de Pardo á 8 de junio de 1578. Véase la lev 24 ut 10
rechos, y quedando en poder de particulares, lo lib. 8. J > - >
puedan sus propios dueños fundir, mezclándolo Que se ensaye y funda el oro y piala , y corra por
con otros oros, si quisieren, con calidad de que su valor y ley.
salga de ley, y se pueda quilatar, y marcar, y no
de otra forma, porque nuestra voluntad es, que Ordenamos y mandamos, que todo el oro, y
no se funda oro, de que no pueda haber punta, plata, que hubiere en las provincias de las In­
y tener cierto precio: y que la fundición se haga dias, y se pudiere recoger, y sacar de los rios y
precisamente ame nuestros oficiales reales den­ minas, se quilate y ensaye, y echen los punzones
tro en la casa de la fundición. de los quilates, y ley verdadera, y conocida, que
Cuando algunos quisieren fundir cualesquier cada uno tuviere, y por la dicha ley , y ensaye,
piezas de oro de las susodichas, así de las altas, coi ra, y no de otra forma , sin embargo de cual-1
y bien labradas, y de ley, como de las inas ba­
jas, lo puedan hacer, y el fundidor sea obligado (1) ^ case la real o’-deu de 1 5 do julio de 1790, cu
a selas fundir, cobrando Sus derechos por la fun­ que se ha mandado poner en la mas estrecha obser­
dieron, con que salgan de ley , y quilates, y no vancia las leyes de este titulo.
en otra forma, porque nuestra intención es, que Por otra real orden se revocó el artículo 134 de
intendentes del Perú en lo relativo á la incorpoia-
el oro, que se fundiere, tenga ley conocida, y ciou de estos oficios que prevenía.
144 Libro iv. Tit. xxn.
qaicr orden, ó costumbre, apelación , ú suplica­ de que ya se nos han pagado los derechos, y qúin
ción de las sentencias, que sobre esto pronuncia* tos, lo vuelven las partes á la fundición para ha­
ren nuestros jueces, y justicias: y conforme à la cer barras , planchas, ó tejos mayores, y labrar­
ley, y valor , que tuvieren, los oficiales reales co­ lo, y lo llevan ante nuestros oficiales reales á re­
bren para Ñor los quintos, y derechos de uno y machar, quitar y deshacerle la seña! de marca de
medio por ciento, que nos pertenecen, y hagan que se da certificación, para que se Ies vuelva á
cargo de todo al tesorero en los libros reales, pena echar en otra tanta cantidad, en que puede ha­
de perdimiento de sus oficios y mitad de sus bie­ ber mucho daño, y fraude contra nuestra real
nes para nuestra cámara. hacienda, si este oro, ó plata fuese de mas sa­
bida ley, ó quilates: Mandamos qae toda la pla­
LEY i n . ta , y oro quintado, que en cualquiera forma se
El emperador don Garlos en Toledo á 30 de junio llevare á refundir, se pase ante todos nuestros
cíe 152:3. Véase la ley 2 5 , til. 1 0 , lib. 8. oficiales reales, y cor» día, mes, y año, en presen­
Que la ley del oro en lejos y barretones se ajuste cia de las partes, asienten los oficiales reales en
por ensaye, y siendo labrado en joyas, baste por el libro de remaches la cantidad , ley y quilates
las puntas . que taviere, y firmada la partida de todos los sa-
sod¡chos, se funda) y no consientan echar, y mez­
Habiéndose introducido el quilatar por pun­ clar con ella otro ningún oro, ó piata, y despues
tas para reconocer la ley de el oro labrado en de fund.do y ensayado, se cobre para Nos ano y
joyas, y otras piezas, por no deshacerlas, se ha medio de fundidor, ensayador, y marcador ma­
extendido esta forma á los tejos, y barretones, y yor, y en lo demas restante se les vuelva á echar
en algunas partes se quilata, sin hacer distinción la marca, asentando en el mismo libro la canti­
entre el labrado, y por labrar, deque resulta dad, quilates y ley , que voiviere á salir de la
mucha incerlidumbre, y falta en el punto fijo, dicha partida, y refundición, para que cbnsle de
y cierto de la ley, que debe tener, con grave la merma, ó crecimiento, y lo que nos pertene­
daño, y menoscabo del comercio, y quintos que ce del uno y medio por ciento, y asi se guarde
«Nos pertenecen. Y para que en materia de tanta y cumpla, pena de cien mil maravedís para nues­
importancia haya el ajustamiento que conviene., tra cámara.
mandamos que el oro en pasta se quilate por fun­
dición , y ensaye en nuestras casas de fundición LEY V il.
conforme á lo ordenado, y en el que estuviere la­ D. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado-'
lid á IV de mayo de 1557 , cap. 11, y en Madrid á
brado en joyas, permitirnos y mandamos, porque 14 de noviembre de 1562.
no se deshagan, que habiendo ajustado por las Que ninguno funda oro ni plata de rescate, ni d lo
puntas la ley qae tuviere cobren nuestros oñeia ijue sacare de tas minas eche mas señal que la
Ies reales los quintos. suya.
LEY IV. Todos los vecinos, estantes y habitantes en las
El emperador1 don Carlos allí á 4 de noviembre de Indias, sin excepción de personas, no puedan fun­
1535. dir oro, ni plata de rescate, ni echarle la señal
Que el oro se funda sin mezcla de otro m etal, y del ochavo, ni hacerlo en planchas, y llévenlo a
corra por su valor. la casa de la fundición, donde sea fundido y en­
Estatuimos y inandamos, que el oro se fan­ sayado, y pagado el quinto, como está ordenado,
y el minero eche sola su señal á lo que sacare
da , y ponga en la ley que tuviere, sin echar, ni
verdaderamente de su mina, pena de que hacien­
mezclar con él en la fundición otro metal, ni
do lo contrario, por el mismo caso haya perdido
mezcla de ningún géuero, y que se marque en el
tejo, ó barretón por los quilates que tuviere , y todos sus bienes, que aplicamos à nuestra cáma­
por aquel preeio corra y pase, y no de otra for­ ra y fisco, y a! rescatador le sean dados cien azo­
ma , y el que lo mezclare incurra en pena de res, y sea desterrado de aquella tierra, y asimis­
mo pierda sus bienes, con la misma aplicación;
muerte, y perdimiento de lodos sus bienes, apli­
y si fuere persona en quien no se debe ejecutar
cados á nuestra cámara y fisco.
la pena de azotes, conmútela el juez en otra per­
LEY V. sonal arbitraria.
D. Felipe IV en Zaragoza á 1,® de julio de 1646. LEY V III.
Que no se pueda echar ligo en la plata para fu n ­ D. Felipe II en el Pardoá 1.® de diciembre de 1596.
dirla en barra.
Que la plata de los quintos Se reduzga d barras.
Mandamos que no se pueda echar liga en la Mandamos que la plata de nuestros quintos
plata para fundirla en barra, y que solo se pue­ reales se redazga á barras, ó planchasen las fun­
da fundir con la ley que tuviere, y hubiere sali­ diciones del Perú y Nueva España, y no venga
do de la mina , pena de muerte y perdimiento . en pedazos peqaeños, porque se ha reconocido
de bienes, como se contiene en ley antecedente, considerable descuento y merma, (aj
y con la misma aplicación.
LEY VI. (2) Esta ley se recordó en real orden d e 6 de ma­
D. Felipe II allí, ordenanza 60 de 1579. yo de 1795 mandando que no se remita de cuenta de
Que en ios remaches de oro y plata se guarde la S. M. plata en pina , y que laque se envíe vaya en
barras tundidas y ensayadas bajo la responsabilidad
form a de esta ley. declarada en el cap. 5 de la ley i7 de este título y
Porque despues de fundido el o ro , y plata, libro.
De los alcaldes mayores de minas* 145
tres horas asistiendo á quintar el oro y plata .
LEY IX. . Nuestros oficiales reales han de asistir tres
D. Felipe IV en Madrid á 22 de diciembre de 1635. horas enteras por la mañana los lunes y jueves
Que las barras de plata de mas de ciento y veinte de todas las semanas , que no fueren fiestas, pa­
marcos sean perdidas, y d los fundidores impues­ ra dar despacho à los que acudieren a quintar la
tas las penas de derecho, plata y oro, prefiriendo por su antigüedad á los
que entraren primero.
Estando asentado y recibido el cobrar los de­
rechos de avería , eo el mar del Sur, y otras par­ LEY XIII.
tes por barras de plata, se ha introducido fundir­ El emperador don Carlos y el príncipe gobernador
las de ciento y cincuenta á cíenlo y noventa en Madrid á 5 de junio de 1552. O. Felipe 111 tu
marcos, que también tiene inconveniente pa­ Lisboa á 24 de agosto de 1619.
ra las embarcaciones: Mandamos que las bar­ Que se cobre uno y medio por ciento de fundición
ras, que se fundieren, no tengan mas de ciento y ensaye y marca.
veinte marcos de plata, y las que excedieren sean
perdidas, y aplicadas à nuestra real hacienda, y Ordenamos que en todas las cajas reales se
los jueces, que de estas causas .deben conocer, cobre uno y medio por ciento por razón de la
procedan criminalmente contra los fundidores, fundición, ensayador, y marcador.
que contravinieren, imponiendo las penas de
derecho estatuidas contra los que no cumplen nues­ LEY XIV.
tras órdenes, y mandatos. D. Felipe II oidenanza 9 de 1579.

~ LEY X. Que el fundidor y ensayador tengan libro de lo


que se entra á fundir.
El emperador don Carlos año de 1531. 0 . Felipe 11
en Madrid á 10 de abril de 1575. Véase la ley 8 , tí­ El fundidor, y ensayador deben tener libro
tulo 6 , lib. 8. donde el ensayador escriba los nombres de las
Que las marcas sean conformes, / estén en la arca personas, que entraren á fundir oro ó plata , y*
de tres llaves. las barras, ó tejos que se hicieren , y a cada uno
Las marcas de oro y plata de las casas de mo­ eche primero uu número, y despues por él vaya
neda de las Indias, y fundiciones de ellas, han sacando á cada pieza en !íj margen los quilates,
de ser conformes , y deben estar en parte segura ó ley que tuviere, y este libro ha de estar siem­
de fraude, con mucha custodia en la arca de tres pre vivo, y firmadas las leyes y quilates del en­
llaves, de forma que no se puedan hurtar, ni sayador, para que por él, y los del cargo de nues­
perder. Y mandamos que se pongan y guarden tros oficiales reales se pueda averiguar si entera­
dentro en la caja real; y cuando conviniere usar mente se nos pagaron los derechos de fundidor,
de ellas para marcar ef oro y plata 3 sea por ma­ ensayador, y marcador, y si el ensayador erra­
no de todos los oficiales reales, y no de otra re ei ensajo contra nuestra real hacienda, ó par­
forma, y luego las vuelvan á su lugar. tes interesadas, para que de é! se cobre el (Ja»o,
y cesen os inconvenientes , que de no haberle
LEY XI. pueden resultar.
El emperador don Carlos y la emperatriz goberna­
dora en Valladolid á 30 de diciembre de 1537. Don LEY XV.
Felipe II ordenanza de 1572, y en Madrid á 6 de D. Felipe IV en Zaragoza o i.° de julio de 1616.
noviembre de 1576.
Que ¡as pinas ó planchas que se fundieren se par­
Que los oficiales reales propietarios se hallen pre­ tan primero para el efecto que se declara.
sentes ti la fundición , y el tesorero tenga libro.
Porque cese el fraude que puede haber en
A todas las fundiciones que se hicieren de las fundiciones de la plata: Ordenamos y man­
oro y plata se hallen presentes en las casas de damos, que las pinas, ó planchas que se hubie­
fundición nuestros oficiales reales, y no sus te­ ren de fundir para hacer barras, se dividan y
nientes , salvo estando ocupados en cosas de nues­ partan primero en los pedazos, que basten para
tro real servicio , pena de privación de sus ofi­ que se conozca que no traen dentro metal, ni
cios, y perdimiento del oro, ó plata aplicado à otra cosa, que no sea plata*, y hallándose esto
nuestra cámara 5 y el tesorero ha de tener un li­ en alguna pifia, ó plancha*, sea perdida, y el
bro, en que asiente dentro en la casa todo lo dueño de ella condenado en el cuatro tanto, aun­
que cada vecino y persona particular entrare á que se alegue que asi lo compró, aplicado todo
fundir, y lo que saliere limpio y fundido, y á por tercias partes á nuestra cámara, juez y de­
Nos per tenece por los derechos, y quintos, con
nunciador.
especificación, distinción y claridadad, para que
siempre conste, y cada ano nos remitirá relación LEY X V I.
firmada de ambos oficiales de lo que hubiere mon­ D. Felipe IV allí.
tado y pertenecido á nuestros quintos y derechos Que el bocado que se sacare de la barra para en­
reales. sayarla no esceda de cuatro adarmes.
LEY X II.
Ordenamos y mandamos, que el bocado que
El emperador clon Carlos y la reina ele Bohemia go­
bernadora en Valladolid , ano 15oÜ, capiculo de ins­ el ensayador sacare de cada barra para ensa­
trucción. D. Felipe 11 en Toiedo a 15 de marzo de yarla, haya de ser, y sea del tamaño, y peso que
1561. Vease la ley 27 , lit. 10, lib 4. estuviere dispuesto por ordenanzas , no exce­
Que los lunes y jueves estén los oficiales reales diendo del peso de una cuarta de onza, que son
TOMO II. 37
146 Libro ív. T il. xxii.
cuatro adarmes, pena de suspensión de dos años
del ejercicio del oficio, y mas quinientos pesos Cap. 2 D- Felipe ÏÏ en Madrid á 16 de agosto de Í563.
aplicados por tercias partes para nuestra cámara, D. Felipe IV allí.
juez, y denunciador (3) Todos los ensayadores que fueren nombrán­
LEY X V II. dose» las casas de moneda, fundiciones, y asien­
tos de minas, sean personas de caudal, y obli­
El mismo en Madrid á 7 de enero de 1649. En Buen
Retiro á 6 de mayo de 1651.
gaciones. según la calidad de la casa , y asiento,
y de tanta aprobación, y confianza, que se pre­
Ordenanzas <¡ue han de guardar los ensayadores suma acudirán como deben á ejercer sus oficios^
del Perú. de que primero, y ante todas cosas han de dar
información, con aprobación de las justicias don­
Habic'ndose reconocido cuanto importa al
de residieren, ó hubieren residido, y los ensa^
bien público, y fidelidad de los ensayes de oro,
yadores mayores procuren saber las calidades de
y ¡data, que en las provincias del Perú baya dos cada uno, y en que se ha ocupado, para dar avi­
ensayadores mayores á imitación de lo que se
so de ello al virey antes que haga el nombra­
practica en estos reinos de Castilla, que exami- miento.
tninen y visiten á los que asisten en las fundi-
clones de las casas de moneda y asientos de mi­ CAPITULO IIÍ.
nas, y se ajuste la ley, que deben tener estos me­
tales, conviene darles ordenanzas para el uso y Cada ensayador de los que ahora son, y des­
ejercicio de sus ministerios; y porque habién­ pues fueren nombrados en todas las provincias
dolas hecho conferir con personas de inteligen­ del Perú para ejercer ci oficio en casa de mone­
da, fundición, ó asiento de minas ha de dar lian­
cia y pericia en el arte, y remitir à los reinos
zas legas, llanas y abonadas en la cantidad, que
del Perú donde en junta de hacienda se halla­
pareciere al virey, de que hará legalinente su
ron ajustadas á lo que se debe observar: Es
oficio, y pagará todas las faltas, ó yi rros , que
nuestra voluntad, que sean guardadas, y ejecu­
en él se hicieren, y hubiere , como está dispues-
tadas en todo lo que se dispone por los capítu­
to, y los ensa\adores mayores no han de poder
los siguientes.
examinar a ningún ensayador, si no les presen­
tare testimonio de haber dado las fianzas.
CAPITULO I

Primeramente los ensayadores mayores, obran CAPITULO IV.


do los dos , ó el uno solo en los casos que se le
permite, han de estar advertidos, que lacrea Todos los nombrados , y que despues ío fue­
cion de estos oficios se ha lucho para que procu­ ren para en ayadores de barras, ó moneda en
ren por todos los medios , y modos, que les pare las provincias «leí Perú, luego que hayan dado
ciere pueden ser de electo, que la plata y oro que las lianzas, que debieren dar, acudan á ser exa- .
corriere en todas las provincias del Perú., asi en minados por ios ensayadores mayores, para que
barras, y tejos, como en moneda, bagillas,y sepan si tienen la habilidad, y suficiencia, que
joyas, sea de la ley, que coiiíorme á las leyes de á este oficio conviene, y es nec sacia, y los en­
estos nuestros reinos de Castilla, mandadas guar sayadores mayores los examinen primero en la
dar en las lnd as, debe tener y q e en el en­ teórica, procurando reconocer la noticia, que al­
saye de estos metales en pasta, moneda, y otras canzan de la materia Je ensayes, ley del oro, y
obras cese todo fraude, y se baga con la legali­ plata, calidad de ios instrumentos, v materiales,
dad, certeza y puntualidad, que la materia re­ que el arte iequiere,y despues los examinen en
quiere, por ser tan importante, que cualquier la práctica, haciendo que en su presencia requie­
yerro, descuido , ó neg igencta , que en los ran, y dispongan ¡os instrumentos, plomo, pe­
ensayes se comete, es de mucho daño y per­ sas, y balanza , hagan Jas copeHas: elijan, pe­
juicio á la causa púb'ica, y particular: y asi sen, y apliquen los materiales: den fuego al hor­
ejecutarán lodo lo que se les ordena, con la en­ nillo, hasta que tenga el punto, que se le debe
tereza , legalidad, é iireligencia , que de sus «lar, y luego hagan el ensaye, guardando en lo­
personas fiamos, y si hallaren que por otros me­ do lo que el arte pide y enseña, y está dispuesto
dios puede remediarse el daño, los propondrán por las ordenanzas de ensayadores de estos nues­
al vi rey de aquellas provincias, para que habién­ tros reinos, dadas en San Lorenzo á dos de junio
dolos comunicado, determine lo mas convenien­ de miI quinientos y ochenta y ocho, cuya copia
tengan, y se dará á todos los que fueren exami­
te , y nos a\ ise. nados y aprobapos, y los ensayadores mayores
darán a! que aprobaren certificación en forma,
(5) Aunque por el c:«p. 25 de las ordenanzas pa­ de! ensaye, de que tendrán libio en que as:enten
ra el gobierno de la labor de monedas de oro y plata ios que examinaren, y aprobaren , para que en
en Lima impresas el año de 1.759 , se previene que lodo tiempo conste cuales están , ó no examina­
por el eosivo de oro lian de llevar media do liaba , y
y por el de ¡dala cuatro ochavas, y por el «le sisaJIa
dos, y desde que dia.
el pailón; sin embargo, por ru.d cédula cien «le agos­
ti) de 6.) , en atención a los costos y gastos de dicha C A P I T U L O V-
ciudad , se permitió ti los ensayadores de dicha casa
que saquen de rada pieza «le plata uii voc.ulo «le seis
ochavas , v di! 3/1 «le ochava en cada una «le las de Y porque la distancia, que hay desde la ciu­
oro: v asi se practica en virtml de «ludia real cédu­ dad de ios Reyes, donde los ensayadores mayores
la «[ue^ para en la citada real casa de moneda. han de residir a algunas fundiciones, y en par-
B e l en saye, fundición del oro y plata. 147
ticalar á la de Potosí, y casa de moneda, que ensayador á los ensayadores mayores lo que por
en aquella villa reside, parece que podia dificul­ el virey fuere tasado, y se le ira renovando
tar , que todos los ensayadores, que hoy son , y cuando pareciere conveniente, o el lo pidiere.
fueren j vengan á la dicha ciudad á ser. exami­
nados: Es nuestra voluntad, y ordenarnos que CAPITULO IX.
sin embargo de cualquier distancia todos se exa
minen por ios ensayadores mayores, sin que esta Ordenamos que cada ensayador tenga sa caja
facultad la puedan delegar, ni cometer á otra y peso con guimlaleta, de la ligereza, forma, y
ningaoa persona, y que sin ser examinado, y calidad que para los ensayes se requiere, en que
aprobado ningún ensayador sea admitido à usar también los ensayadores mayores los han de exa­
este oficio, y ejercicio en ninguna parte. minar para que sepan y entiendan si en estos
instrumentos tiene la curiosidad, aseo y ajusta­
miento, que el arte pide, por consistir en ello el
C.VP1TULO VI. mayor acierto, y mejor afinación de los ensayes.
Por haberse vendido, ó perpetuado algunos
C \PlTU LO X.
oficios de ensayadores menores en personas, que
tienen facultad para servirlos por tenientes: De­ Para ensayar plata de once dineros y cuatro
claramos y mandamos, que con los tenientes se granos, que es la ley deque se labran los reales,
guarde, y ejecute todo lo que por estas leyes se conforme á las leyes de estos nuestros reinos de
dispone, asi en cuanto á las fianzas, como al exa­ Castilla y de las Indias se le han de echar cinco
men , y lo demas. Y declaramos que si los ensa­ tomines de plomo, y de ai abajo ai respecto, que
yadores fueren tenientes nombrados por los pro­ es á cada grano de plata, que baja de ley , tres
pietarios, deroas de la obligación en que por sí granos de plomo, que tantos le caben, según la
mismos quedaren los tenientes, han de quedar, partición que usan los ensayadores en la plata
y queden los propietarios obligados con la pro­ de sesenta y cinco reales de ley ; Mandamos que
piedad de los oficios ¿ las faltas, yerros, y pe­ asi se guarde por los ensayadores del Perú; y que
nas en que los tenientes incurrieren, como en­ á este respecto hagan la cuenta de la plata, que
sayadores, por sus ignorancias, negligencias, subiere de sesenta y cinco reales de ley, para
d fraudes; salvo si los propietarios tuvieren por
baj rselos del plomo, como en la que bajare de
sus lítalos, cláusula, ó condición contraria a esta los dichos sesenta y cinco reales , para aumentár­
nueva orden. selos del plomo, y asi lo advertirán los ensaya­
dores mayores á los que examinaren; para que
CAPITULO VII.
de todo tengan la inteligencia necesaria.
Los ensayadores de barras, que residieren en
CAPITULO XI.
cusas de fundición, ó asiento de minas, sean obli­
gados á ensayar todas las barras de plata, y tejos Despues de ensayada la barra de plata , ó te­
de oro, que de las tales casas, o minas salieren
jo de oro, le ha de marcar, ó señalar cada en­
cada barra , ó tejo de por si. Y mandamos que
sayador con la marca, ó señal en que este su
de otro modo, ninguno sea osado á poner los
nombre, poniéndole claro, y distinto de modo
punzones de la ley, ni su señal, ni marca, ni
que se sepa, y conoza quien le ensayó, y también
▼alerse para esto del color de la plata, u oro,
el año, con el nombre del lugar, mina, ó asien­
golpe de martillo, ni de otra forma, mas que el
ensaye por fuego, y copella, como está dispues to en que se ensayare: pena de que si algo de
to, pena de perdimiento del oficio, y de todos esto faltare, pierda el oficio ; y si se hallare pues­
to, pero de modo que no se pueda leer, ni co­
sus bienes, de lo cual, ó de su valor haya, y
nocer: Mandamos que al ensayador se le eche
lleve la tercia parte el denunciador. una pena arbitraria, conforme al número de las
barras, ó tejos, que asi se hallaren, para lo cual
CAPITULO VIII. baste testimonio de! escribano de nuestra real
hacienda -, dado con asistencia del oficial de ella,
Mandamos que los ensayadores mayores den en que dé fe de que las marcas no se pueden leer
á cada uno de los que examinaren , y aprobaren ni conocer, y particularmente la del nombre del
el dineral de la plata, y de oro, de que ha de ensayador, que siempre ha de ser la principal,
usar, con su diminución, de granos, y medios para que asi se tenga entera uot cía de ios ensa­
granos, y que el dineral de la plata sea de tomin yadores de todas.
y medio del marco de la plata: y el dineral del
oro sea de medio tomín de los tomines del oro: CAPITULO XII.
y que asimismo le den hornillo de hierro en que
haga los ensayes del tamaño, y forma, que se
De haber puesto los ensayadores de las pro­
usan en estos reinos, y e tá dispuesto por las or­
denanzas del año de mil quinientos y ochenta y vincias del Perú la ley en las barras de plata por
ocho: y reconozcan las balanzas, que llevare el maravedís, se han reconocido grandes yerros, é
inconvenientes , y aun lo han pretendido defen­
ensayador; para que siendo todos conformes en
el peso, é instrumentos, lo sean también los en der, ó minorar, con la variedad , que dicen hay
en saber el valor del marco de plata, reducido a
sayes, y no haya la diferencia, que hasta ahora-e
ha experimentado en tanto daño del bien públi­ inaraved s, siendo asi, como lo es, que no se
ensaya por ellos, sino por dineros, y granos, que
co, y por los dinerales , y hornillo pagará cada
14 8 Libro iv Títul xxii.
es la cuenta , que derechamente toca á los ensa­ re en dos, ó tres granos de la ley de la plata, sea
yadores, sin reducirla á maravedís, sino despues la pena arbitraria, conforme al yerro, ó varia­
de ensayada la piala, si fuere necesario: Orde­ ción, y número de barras, en que constare; y
namos y mandamos, que los ensayadores en to­ excediendo el yerro, ó variación de dos, ó tres
das las barras de piala, que ensayaren, no pon- granos , por la primera vez tenga de pena e! do-
í>an la ley por maravedís, como hasía ahora lo blo de las barras, ó pieza de plata , que ensayare
han usado , y la asienten , y pongan por dioe- con falla de ley, y por la segunda pierda la mi­
ros, granos y medios granos, y para eslo cada
tad de sus bienes; y por la tercera pierda todos
ensayador haga nuevos punzones, con números sus bienes, y el oficio de ensayador, aplicado to­
castellanos , poniendo por el dinero una I), por do para nuestra cámara y fisco. Y mandamos que
el grano una G. y por el medio una in pequeña, lo mismo se guarde .en los ensayes del oro, se­
como para poner la ley de once dineros y diez y gún sus quilates , y con jas mismas penas.
ocho granos y medio, que se podrán poner en es
ta forma: XL.D.XVIH G. tu, y aumentando , ó
disminuyendo los dineros, y granos, y ponien­ CAPITULO XV.
do, ó quitando el medio grano, se ajustará la ley
de cualquiera barra; y asi mandamos que se cum­ Porque los oficios de ensayadores mayores
pla, guarde , y ejecute en todas las fundiciones, se han criado para que' por ellos se puedan sa.
y por todos los ensayadores de las provincias del ber, averiguar y castigar los yerros y fraudes,
Perú; y de otro modo no pase, ni se admita que hubiere en los ensayes de ia plata y oro: Man-
ninguna barra de plata en los quintos reales, ni damos a los ensayadores mayores, que su princi­
en nuestras cajas, comercio, ni en otra ninguna pal ejecución, instituto, y ejercicio sea el recono­
parle, pena de perdimiento de la barra, ó barras cer, y reensayar las barras de plata nuestra, y
de plata, que de otra suerte se hallaren, y de de particulares, quede todas las fundiciones ba­
quesean tenidas por no ensayadas, y el ensa­ ja: en a la ciudad de los Reyes, asi entre año, co­
yador haya perdido, y pierda el oíicio. mo al tiempo que llegare la amiadüh, que es la
gruesa del tesoro, que se trae a estos reinos, y
CAPITULO XIII. entonces procuren ver todas las barras que Ile­
gal en de cada fundición; y reconociéndolas con la
Para cobrar nuestros quintos reales, y hacer esperieucia y noticia, que han de tener de la ma­
las cuentas necesarias á las contrataciones , co­ teri,?, entresaquen las que les pareciere, con que
mercios, pagas, cobranzas, y reducción de los no sean menos que dos, ó tres barras por ciento
ensayados, y que tío cause confusión el nuevo de cada fundición, y estas sean las que á la vis­
modo y forma tic poner la ley en las barras de ta pai ecieren tle menos le), por el color, lisura,
plata por dineros y granos: declaramos que el ú otro accidente, que de eslo pueda dar indica­
\ei dadeto valor de la plata de doce dineros, que ción; y de cada una de las que así apartaren y
es la plata de luda ley, es dar á cada dinero suialmen sacaran un bocado de plata, que no
ciento y noventa y ocho maravedís de valor, y exceda de una cuarta de onza, según h> proveí­
no mas; y que por consiguiente cada grano de do por la ley 16 , de este título, y’é.sie con fe de
plata deduce diñe.os, vale ocho niara vedis , y (sciibano , que asista presente, le pondrán en un
un cuarto de maravedí, y que por esta cuenta papel separado, en que diga de que barra se sa­
corresponden al marco de plata de doce dineros, co, poniendo e! número, mina, ensayador, ley,
dos mil trescientos y setenta y seis maravedís, y no y peso de ia barra con (oda claridad y distinción:
dos mil trecientos y ochenta, como basta ahora y estos bocados se irán luego encerrando en una
han introducido los ensayadores del Perú; y que arquilla de dos llaves, de que tendrá la una el
al marco de once dineros , y cuatro granos, cor­ oticiai mas moderno de nuestra real hacienda,
responden por esta cuenta dos mi i doscientos y y pot ocupación suya, la persona que el virey
diez niara vedis, conforme á las le) es de estos nombraie, y la otra los ensayadores mayores, asis­
nuestros reino de Castilla, y verdadero valor, que tiendo a ver sacar los bocados un defensor de los
rían á la plata , sin que por esta ley las altere­ ensayadores de las barras, como <ic personas au ­
mos , mudemos, ni declaremos en ninguna cosa; sentes, el que para esto nombrare el virey, y
y conforme á esta cuenta , los oficiales de nues­ con asistencia de la persona, que tuviere ia pri­
tra real hacienda cobrarán los quintos de la pla­ mera llave, y del escribano, defensor, y ensaya­
ta , y lo demas que nos perteneciere; y se enten­ dores mayóles, irán sacando los bocados uno á
derá la reducción de los ensayados, y todas mo­ uno , cortando del que hubieren de ensayar lo
nedas y contrataciones, sin hacer de ellas nin­ que fuere necesario para el pailón con que han
guna novedad. de hacer el ensaye, dejando la demas plata en
el papel que estuviere , donde asimismo pondrán
testimonio de la ley, que hallaren tener aquel
CAPITULO XIV. bocado: y de todo como lo fueren obrando, lia­
ran instrumento auténtico antee! dicho escriba­
El ensayador, que siendo examinado y apro no, deque dará testimonio «á !a letra á los ensa­
hado por los ensayadores mayores, no ajustare yado es mayores para que lo entreguen al virey.
los ensayes á la ley, que t avie ten la plata y oro,
y esta no pusiere, marcare, y señalare en las C A P IT U L O X V I.
barras, ó tejos que ensayare, con toda certeza,
puntualidad , y ajustamiento, según reglas del Si despues de haber sacado los bocados de las
arte, y forma dispuesta por estas leyes, si varia­ barras, que dispone al capítulo antecedente, en
Del ensaye, y fundición del oro y plata* 140
ocasión de armadilla, ó en otro tiempo, suce­
diere que los ensayadores mayores hallaren al­ CAPITULO XX.
gunas barras, que por la vista ó descrédito del
ensayador por quien vinieren marcadas, u otras Ordenaos que en las condenaciones , multas y
causas, les parezca conveniente que se vuelvan á penas pecuniarias, que se hicieren á los ensaya­
ensayar, les damos licencia , y facultad para que dores, siempre se incluya por cantidad precipua
lo puedan hacer con la solemnidad y circunstan­ la que montaren las faltas de ley de las barras
cias en él referidas. « que se reensayaren. Y mandamos que esta canti­
dad” quede siempre declarada en las sentencias,
CAPITULO XVII. que contra los susodichos fueren pronunciadas,
y que entren por cuenta aparte, en nuestra caja
Puede suceder, que de los bocados que se fue­ de la ciudad de los l\eyes, para que si fuere de bar­
ren sacando y ensayando reconozcan los ensaya­ ras nuestras, se quede en ella, y si fuere de bar­
dores mayores, que algun ensayador frecuenta ras particulares, se les entregue, y pague llana­
mas los yerros en los ensayes, y que las mas de mente, y sin pleito alguno, luego que lleguen le­
sus barras salen fallas de la ley, que trajeren gítimamente ti pedirla , porque siendo algunas de
apuntada, aunque la falta no sea en muchos gra­ estas cantidades cortas, no es justo, que tengan
nos: en tal caso los ensayadores mayores acudi­ mas de gasto, que de interes en la cobranza.
ran al virey cotí testimonio de los ensayes, y fal­
tas del ensayador, para que mándese saquen de CAPITULO XXL
algunos bocados mas de barras del susodicho; y
mejor averiguado el delito, se proceda con ma­ Porque el juzgado de los ensayadores mayo­
yor justificación al castigo y remedio, y lodos los res es forzoso que tenga algunos gastos; Ordena­
ensayadores obren en el ejercicio de sus oficios mos que todas las mullas, penas, y condenacio­
con la atención que deben. nes, que por el se hicieren , entren en poder de
los oficiales de nuestra real hacienda por cuenta
CAPITULO XVIII. aparte, y se asienten en el libro particular, para
quede ellas, y no de otro género, se hagan los
Conviene que la casa de contratación de Se­ gastos necesarios con cuenta, y razón, y lo que so­
villa tetga entera noticia de lo que todos los años brare se incorpore en nuestra real hacienda.
fueren obrando los ensayadores mayores en ia
ciudad de los lleyes, y eu el ensaye <!e las bar­ C A P IT ü lO XXII.
ras de cada fundición. Y mandamos que lodos los
bocados, que entre año, y ai tiempo de la ar* Ha de ser á cargo de los ensayadores mayo­
madilla, cuando viene la última carlaeuenta, es­ res el visitar en persona las casas de moneda , y
tuvieren encerrados en la arquilla de dos llaves, fundición, que hay, y hubiere en las provincias
se saquen con los papeles en que estuvieren en­ del Perú , para ver, y entender como proceden
vueltos, y razón , referida en el capitulo i5, y los ensayadores, y cuales han sido los ensayes de
añadida ia ley, que se le hubiere hallado en el plata, y oro, que en ellos hubieren hecho. Y
reensaye, lodos juntos, y a buen recaudo, los re­ mandamos que cuando parccieie conveniente al
mita el virey á estos i einos,..dirigidos al presiden­ vtrey, envíe á un ensayador mayor, señalándo­
te, y jueces oficiales de la casa de contratación , y le las casas de moneda, ó fundición, que ha de
junt mente con ellos el testimonio que* los ensa­ ir á visitar, con quéí salario, y oficiales: y el en­
yadores madores le entregaren de ios reensayes sayador mayor, siendo la visita de casa de mo­
que hubieren hecho, como esta ordenado. neda, reconozca los encerramientos, que estuvie­
ren hechos de ha que se hubiere labrado, y los
CAPITULO XIX. ensayará, y de la que se estuviere labrando to­
mará de cada hornaza las piezas, que le parecie­
Por las faltas que hallaren los ensayadores re, poniéndolas en uu papel con ia razón de
mayores en las barras de plata, tejos de oro, ó mo aquella hornaza, para lo cual luego que llegue
neda de estos metales: Mandamos proceder crimi­ ha de tomar las llaves de ’a arca de los encer­
nalmente contra los ensayadores, y que el virey ramientos, de las cuales se quedará con las dos,
nombre uu juez privativo de parles y autoridad, y la oirá entregará a( escribano de ía visita, que
que conozca de las dichas causas, cou el cual los consigo llevare, y luego irá sacando los encerra­
ensayadores mayores tendrán voto consultivo 5 y mientos, y piezas, y hallando eslar conformes las
ante el diciio juez se hau de substanciar, proce­ piezas con los encerramientos, conocerá que anda
diendo en ellas á embargo de bienes, suspensión bien el ensaye de lodo; y para verificarlo mejor,
de.oficio, comparición , y prisión do los ensaya­ hará abrir las cajas de el feble, y señoreaje, y
dores, que resultaren culpados, hasta sentenciar­ sacará de ellas algunas piezas de reales, que tam­
los difinitivamenle, y i'as apelaciones de las sen­ bién ensayará, y si conforman en la ley con los
tencias del juez vayan ante el virey, y no otro encerramientos, anda bueno el ensaye, y si por
tribuna! alguno; y inhibimos de su conocimiento el contrario se hallaren buenos los encerramien­
á nuestra real aud encia, sala del crimen, y á las tos, y faltos de ley los reales, conocerá no serle-
demas justicias de la ciudad de los lleyes, audien­ gal el encerramiento, sino de diferente piala, y
cias de la Plata , San Francisco de Quito, gober­ que hay fraude, de que se le hará cargo al ensa-
nadores, corregidores, alcaldes mayores, y ordina­ yador: y si hallare , que la plata de las horna­
rios, y todas las justicias de ia provincia del Perú. zas está falta de ley, la hará fundir, como dispo-
TOMO U. 38
150 Libro iv. T ít# XXli,
nen las ordenanzas de fas casas de moneda.
CAPITULO XXY.
CAPITULO XXIII.
Ordenamos que cada platero, que labrare
Los ensayadores mayores han de visitar á to- piezas de oro, ó plata, tenga su marca partiqular
dos los plateros de oro, y plata, tiradores, y ba~ la cual manifieste ante la justicia, ó escribano de
finjas, y ;i todas las personas, que labraren cual­ cabildo de ei lugar adonde residiere, y esta mar­
quier genero de plata, y no la hallando de ley ca la eche, y «ponga en las piezas, que labrare,
de once dineros, y cuatro granos, y el oró de para que si se hallare no estar de la ley, que de­
veinte y dos quilates, le han de quebrar, sin em­ be tener la plata, y oro, se proceda contra eí
bargo de cualquier apelación, que se interponga, platero por todo rigor de derecho: y este capítu­
y darán aviso al juez privativo de su juzgado, lo haran pregonar los ensayadores mayores en
para que proceda contra los culpados en la eje­ todas las ciudades, villas, y lugares donde fueren
cución de las le jes, y ordenanzas reales que de á visitar, llevando para ello orden especial de ei
esto tratan, procurando que no se eche martillo virey, comose contiene en el capítulo 22. (4)
sobre ninguna pieza, que no pareciere estar quin­ Que eí adelantado pueda abrir marcas, y pun­
tada, ó se asegurare que se quintará. zones para los metales, ley 12, til. 3, de este
libro.
CAPITULO XXIV. Que no se contrate en las Indias con oro en pol­
vo, ni en tejuelos, que no esté fundido ensa•
Ha de ser á cargo de los ensayadores mayo­ yado¿ y quintado, ley 1, til. 24 .4
res el examinar á todos los que hicieren oficio de
mercadores de plata, y tocadores de oro en los
lugares donde hubiere platerías. Y mandamos que (4) Sobre los honores de los ensayadores y fun­
ninguno pueda usar los dichos oficios de otra for­ didores, véanse las cédulas que se citan sobre la ley
ma, sin embargo de cualquier costumbre, ó pri­ 94 , tit. 15, lib. 3 , y también la rea! orden de 27 de
marzo de 52 en favor de JD. José Carazas ensayador
vilegio de ciudad, villa, à lugar. de las cajas de Lima.

TITULO á
1 akW

D e las casas de m on eda, y sus oficiales.

LEY P R IM E E A. S3 nuestra , y fuere necesario alquilarla: Manda*


El emperador don Carlos y la reina gobernadora en mos que al dueño sea pagado e! alquiler de penas
Madrid ú 11 de mayo de j.555. üidcnanzu pi ¡mera aplicadas á gastos de justicia, y si no las hubiere
y al de penas de cámara, y en defecto de ambos gé­
Que en Méjico, Sania F e, y villa de Potosí haya neros, de cualquier dinero que hubiere en poder
casas de moneda. de los oficiales de nuestra rea! hacienda.
Es nuestra voluntad, v ordenamos que en las LEY III.
ciudades de Méjico, Santa Fe del Nuevo Reino de
Granada, y villa imperial de Potosí haya casas El mismo ordenanza primera de 1565.
de moneda, con los ministros y oficiales, que con­ Que se labre moneda de plata , y no de oro , ó ve­
venga para su labor y fábrica ; y que en la ciu­ llón, si no estuviere permitido por el rey*
dad de Santo Domingo de la Is!a Española se la­ Mandamos que en las Indias se labre mone­
bre la de vellón, cuando Nos diéremos licencia da de plata, y no de oro , ni vellón, si no estu­
especial, las cuales tengan las prevenciones, y se­ viere permitido, ó se permitiere por Nos.
guridad convenientes, y todos guardeo las leyes
de las casas de moneda de estos reinos de Casti­
lla que tratan de la labor del oro y plata en lo El emperador don Carlos en Monzon á 18 de noviem­
que no estuviere dispuesto, especialmente por las bre de i537.
leyes de este título. ( 1) Que en las Indias se lakren las suertes de moneda
que se declara.
LEY II.
Ordenamos que en las casas de moneda de las
O. Felipe II en Madrid á 15 de enero de 1569. Y en
el Pardo á 2L de julio de 1570. Ind ias se puedan labrar reales de á ocho, y de á
cuatro, de á dos y de ano y medios de reales co­
Que si fuere necesario alquilar casa para fabricar
moneda , sea pagada conforme á esta ley.
mo en estos reinos. ( 2)
Si para fábrica de la moneda no hubiere ca-
(2) Por real orden de 12 de febrero de 1/95, se
(1) Entre otrascasas de monedas que se han esta­ ha permitido labrar cuartillos en la forma que es-
blecido posteriormente , osuna la de Guatema'a, cu­ p¡ usan las muestras que se dirigieron para e.-ta mo­
yo superintendente debe ser el oidor decano, se­ neda, que antes había prevenido S- ¡VJ. en real or­
gún lo resuelto por S. ¡VI. den de 30 de abril de 1789.
De las casas de moneda v sus oficiales.
lleven tres reales , repartidos conforme á esta ley.
LEY V.
Porque según las ordenanzas de las casas de
D. Felipe III en el Pardo á 8 de noviembre de 1608.
moneda de estos reinos de Castilla, se han de sa­
Que los pireyes de Nueva España hagan labrar car de cada marco de plata sesenta y siete reales,
moneda para los situados. de los cuales se reserva uno para todos los oficia­
Mandamos á los vireyes de Nueva España, les., y por ser los gastos de las ludias excesivos,
qae por la forma mas útil a nuestra real hacien­ conviene darles mayor recompensa, para que me­
d a , y por cuenta de ella hagan labrar moneda, jor puedan acudir á su trabajo, y tengan congrua
en la cantidad necesaria para provisión délos si­ sustentación: Mandamos que los oficiales de las
tuados y presidios consignados en la caja de Mé­ casas de moneda de las Indias puedan llevar y
permitimos, que lleven de cada marco de plata
jico. que en ellas se labrare tres reales, los cuales se
LEY V I. den y repartan entre los susodichos en la misma
tíl emperador dorí Carlos y la emperatriz goberna­ forma que á los de estos reinos, excepto si se con­
dora ordenanza 4 de l5¿>5. D. L*elípe 11 ordenanza j
de 1565. D. Felipe Lll en Madrid á l.° de abril de
certare y conviniere por asiento, que en este caso
1620, cap. 8. D. Felipe IV en Zaragoza á l.° de ju- ha de quedar incluido el señoreage y monedage,
1 lio de 1646. de tal manera, que los dos reales sean por los
Que en las casas de moneda no se labre plata sin costos y costas, y el otro para el señoreage.
la marca del quinto. LEY IX .
Ordenamos y mandamos, que en ninguna ca­ El emperador don Carlos y el príncipe gobernador
en Valladolid á 10 de mayo de 1514. D. Felipe II en
sa de moneda de nuestras Indias se reciba plata Córdoba á 8 de marzo de 1570. D. Felipe IV en Ma­
para labrar, si no esluviere primero marcada con drid á 2 de abril de 1651.
nuestra marca real por donde conste que está Que la moneda de plata sea del mismo valor , peso
pagado el quinto , pena de que las personas que y cuño que la de estos reinos de Castilla.
de otra forma la recibieren, ó labraren, mueran
por ello, y todos sus bienes sean aplicados á núes Toda la moneda de plata ha de ser de la mis­
tra cámara y fisco, y los dueños hayan perdido ma ley, valor y peso, sin diferencia en los cuños,
la plata, la cual tenemos por bien, que sea apli­ punzones y armas, que. la de estos reinos de Cas­
cada en esta forma: Al que denunciare siendo tilla. Y en Potosí, y nuevo reino de Granada, se
antes que se comience ó labrar, se le dé la tercia guarde lo ordenado en cuanto al cuño en mone­
parle, y la otra al juez, y la otra resiante á nues­ da de colunas.
tra cámara; y si estuviere empezada á labrar, LEY X.
haya el denunciador ia octava parle, y otra octa­ El emperador D. Carlos y la reina de Bohemia go­
va el juez, y lo demas se aplique á nuestra ca­ bernadora en Valladolid á 19 de marzo de 1550.
mara, en la cual dicha pena incurran los dueiios Que la moneda de oro ó piala se entregue á los
de la piala por solo haberla presentado en la casa dueños á su satisfacción.
de moneda, aunque no se labre, ni los oficiales ia El tesorero de la casa de moneda la reciba
quieran labrar. luego que sea labrada en oro 6 plata, y entregue
L E Y V IL á sus dueños, en presencia dél escribano y oficia­
D. Felipe 11 en Madrid a 15 de lebrero de 1567. Don les, por el mismo marco y peso que recibió, y no
Felipe l ü en Vento.dlla á 26 de octubre de 1613 , y por cuenta: y si el dueño la quisiere contar, y
en Madrid ;i 20 de enero de 1 6 l5 , y á l . ° de abril pasar una à ona, lo puede hacer, y el tesorero
de le 20. sea obligado á hacerte cierta su moneda, por peso
Que de ■cada marco de plata se cobre un real de y cuenta.
Señoreage. LEY XI;
A Nos es debido, conforme à derecho, el se­ D. Felipe l l l en San Lorenzo a 20 de setiembre de
iioreage ó moneda ge de la moneda que se labra 1620.
en las casas de estos nuestros reinos de Castilla, y Que la plata corriente que se labrare , teniendo ba­
es justo , que en las de* las Indias se nos pague , y ja s- a por cuenta del dueño.
considerando, que en ellos percibimos á cincucn Entre la plata corriente con que se comercia
ta maravedís por marco de plata: por hacer bien y en el Nuevo llcino de Granada, hay alguna que
merced á nuestros súbditos, y naturales de las no tiene de ley once dineros y cuatro granos, y
Indias, y aliviarlos cuanto fuere posible: Manda­ cuando algun interesado la lleva á labrar en mo­
mos que de cada marco de piala que se labrare neda , como sube de ley, baja de peso: En tales
en moneda, sea y quede un real para Nos por
casos declaramos, que pues la plata que lleva á
el derecho de señoreaje ó monedage. Y manda­ fundir, quintar y ajustar á la ley , y la moneda
mos que los oficíales de nueslra real hacienda
que recibe en cambio están ajustadas à la ley,
tengan cuidado, cuenta y razón de su cobranza,
sea la baja por cuenta del dueño.
y hagan cargo al tesorero como de la demás ha­
cienda nuestra. LEY X II.
LEY VIII. El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora
ordenanza 5 de 1535. I). Felipe 11 ordenanza 6 de
El emperador don Carlos y la reina gobernadora or­ 1565.
denanza 9 de 1555. D. Felipe II ordenanza 9 de 1565,
y en Madrid á 15 de febrero de 156/. D. Felipe 111
Que las audiencias y juslicias ordinarias conozcan
allí á l.° de abril de 1620. de falsedad de moneda.
Que de cada marco de plata que se labrare se Ordenamos que nuestras aadiencias reales, y
15 2 Libro ív. Tit. xxiii.
las demas justicias ordinarias de las ciudades y Vjuwudua, ni otra persona, si no iuere para hacer
villas donde hubiere casas de moneda, puedan moneda de ella, con la misma pena. Y ordena­
conocer de cualquier delito de falsedad de mone­ mos que quien quisiere labrar moneda, lleve pri­
da, que se cometiere por los monederos, aunque mero la plata ante los oficiales de nuestra real
sea dentro de la casa , y advocar á sí la causa, hacienda , que residieren en aquella ciudad , ó
aunque el alcalde de ella haya prevenido, y co­ villa, los cuales la hagan marcar, v quintar si
menzado á conocer.
no lo estuviere, remachar y asentar en el libro,
LEY X I I I . cuya, y cuanta es, y como la remacharon para
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora hacer moneda: y despdes de labrada vuelvan á
ordenanza / de 1535. D. Felipe II ordenanza 8 de dar cuenta por el mismo peso, y cuenta. Y es
loon. D. l’elipa IV en Madrid á l.° d e jimio de 1023. nuestra voluntad, que estos remaches no se ha­
Véase la ley 14, lit. 15, Iib. 5. gan por los oficiales de las casas de moneda, ni
Que los víre y es y presidentes del Nuevo Reino nom­ otras personas, ni en otra parte, sino por los di­
bren jueces de residencia para las casas de moneda. chos oficiales reales, pena de que el dueño pier­
Los vireyes de Lima, y Me'jico, y presidente da la plata, que aplicamos las dos tercias partes
de la audiencia de Santa Fe, nombren los jueces a nuestra cámara, y la otra a! denunciador, y e!
que han de tomar residencia á los alcaldes, y ofi­ que la remachare sea privado de oficio é incurra
ciales de las casas de moneda, que hubiere en en pena de perdimiento de lodos sus bienes, y
sus distritos cada dos años, y no ios nombre otra destierro perpetuo de la provincia. Y ordenamos
persona, que así es nuestra voluntad. á nuestros oficiales reales, que asistan à ver quin­
tar, y remachar los dias señalados, y recibir los
LEY 'X I V . derechos, que á Nos pertenecen, pena de veinte
D. Felipe U en el Bosque de Scgovia á 21 de agosto mil rnaravedis, á cada uno que contraviniere.
de 1:105. L). Felipe l ü en Madrid ú l.° de abril de
1020. 1). Felipe IV en San Lorenzo á 25 de octubre
do 1025. D. Felipe III e=i San Lorenzo á 20 de setiembre de
Que en cada casa de moneda haya , y se vendan 1620.
los oficios referidos en esta ley . Que á los oficiales y monederos se guarden las
Porque en todas las casas de moneda ha de preeminencias que fueren practicables en tas J n .
haber un tesorero, un fundidor, un ensayador,
un marcador, un balarizario , un hianquecedor, Para mas aliento de los monederos, y oficia-
un tallador, un escribano, y dos porteros, y.guar- cíales de las casas de moneda en nuestro servi­
das, y algunos oficios menores, como son afina­ cio.- Mandamos que las audiencias reales, reco­
dores, acuñadores, vaciadores, hornaccros, y otros nocidas las leyes y pragmaticas de estos nuestros
que con permisión han propuesto los tesoreros de reinos de Castilla , dadas, y promulgadas sobre
las casas de moneda, y aprobación de los vireyes sus excepciones, y preeminencias, las guarden , y
ó presidentes, de los cuales oficios se puede dis­ cumplan en lo que fuere practicable en las ludias,
poner sin inconveniente, ni perjuicio de tercero: y las hagan guardar y cumplir por las demas jus­
JLs nuestra voluntad que los que sirvieren estos ticias.
oficios sean personas, cuales convengan al uso y LEY X V II.
ejercicio, y que se den á los mas hábiles y sufi­
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora
cientes, que nos sirvan por ellos con las cantida­ ordenanza 8 y 12 de 1535.
des que fuere justo. Y mandamos, que en cada
casa de moneda se vendan á las personas que mas Que la exención de los monederos no se entienda
dicten, teniendo las calidades que para servirlos en derechos ni tributos.
se requieren, según y en la forma que está dis­ La exención de pechos, y monedas de que los
puesto para los demas oficios vendibles de las In monederos son exentos, conforme á las leyes de
dias. nuestros reinos de Casulla , no se extienda a las
LEY XV. alcabalas, quintos, almojarifazgos, y otros tribu­
El emperador _D. Carlos y la reina de Bohemia go-
tos, impuestos con repartimiento, ó hacienda de
bcnm ltm i en Valladolid á i 6 de abril d.> 1550. Don que les hiciéremos merced, como á Jos otros ve­
Felipe 11 ordenanza U de 1563. D. Carlos l í y la cinos a quien se dieren y repartieren, y guárden­
reina gobernadora. se las leyes de estos reinos de Castilla sobre en­
Que los oficiales de casas de moneda no contraten viar relación de los excusados, y monederos, y
en plata, y de <¡ue forma se. han de hacer ¡os re exentos, remitiéndolas a nuestro consejo de Indias.
maches. LEY X V aiL
Prohibimos y defendemos á cyalesquier ofi­ Los mismos ordenanza 6 de 1535. D. Felipe H orde­
ciales de las casas de moneda, que puedan tratar nanza 7 de 1565.
y contratar en plata fina , ni baja , marcada 6 Que el alcalde de casa de moneda no conozca de
quintada, ó sin quintar ó marcar, pena da priva­ lo locante a derechos ni hacienda real.
ción de oficio, y de la plata, y asimismo de to Sin embargo de que está ordenado, que si los
dos sus bienes, que aplicamos las dos tercias par­ oficiales, y monederos de las casas de moneda fue­
tes á nuestra cámara y fisco, y la otra al juez ren demandados en causas civiles, conozcan los
que lo sentenciare, y denunciador por mitad. Y alcaldes de ellas, y no otras justicias: Maridamos
mandamos que ninguno de los susodichos pueda qne esto no se entienda en lo que toca à nuestros
entrar en la casa de moneda plata ? aunque sea quintos^ pechos, derechos, y otras cuaíesquier co-
De las casas de moneda y sos oficiales. 155
sas, que nos sean debidas, de que han de conocer Que el fundidor , marcador y oficiales no tengan
nuesli as justicias ordinarias en sus lugares , y cargo de la escobilla ¡ y si algun oro 6 pinta se
jurisdicciones, como si no fueran oficiales de las derramare, lo cojan sus dueños.
casas de moneda.
! El fundidor, marcador ú otra cualquier per­
LEY X IX . sona, que entienda en la fundición, no tenga car-
D. Felipe II en Toledo á 12 de junio de 1591. go de la escobilla, y relaves por arrendamiento,
Que los tesoreros de las casas de moneda tengan ni encomienda, ú otro ningún modo, pena de
las preeminencias que se declara. nuestra merced, y perdimiento «leí oficio, y ejer­
Los tesoreros de las casas de moneda gocen cicio, que tuviere en la fundición. Y ordenamos
de todas las preeminencias y prerogativas que que si á los que llevaren á fundir oro, ó plata se
gozan los tesoreros de las de estos reinos de Cas les derramare, ó cayere en la forja, ú otra cual­
tilla, concedidas por leyes, derechos, y ordenan­ quier parte de la casa de fundición, lo puedan
zas, como las han gozado, y podido gozar los pro* buscar y coger, sin impedimento, ni estorbo. (3)
pietarios en las Indias, así en la jurisdicción, co­ LEY X X III.
mo en todo lo demás: y puedan asentarse con
nuestros oficiales reales en actos públicos, y en D. Felipe IV en Madrid á 50 de diciembre dé 1639.
la caja, y fundición en los casos que se ofrezcan, Que en ¡as casas de monedas se ponga caja de
teniendo lugar, y asiento con ellos igualmente, feble.
con que no los prefieran: pero podrán preferir á En las casas de moneda de las Indias, donde
los que fueren forasteros de la ciudad donde asis­ no hubiere caja de feble, es nuestra voluntad, y
tieren; y en cuanto a lo demas se les guarden sus mandamos que luego se ponga para ía buena
títulos.
cuenta, razón, y ajustamiento de la moneda, y
LEY X X . en ella se recoja al que procediere de las labores,
D. Felipe IV en Zaragoza á i.° de julio de 1616. • sin desperdicio, comose ejecuta en estos nues­
Que el balanzano de casa de moneda no sirva por tros reinos de Castilla, y los vireyes, y presi­
Substituto sin licencia y examen. dente» den las órdenes que convengan, para que
Ordenamos y mandamos, que ningún balan- ! tenga efecto.
zario de casa de moneda pueda servir su oficio
por substituto; y si tuviere espresa licencia nues­ Que lo procedido del feble ch las casas de mo­
tra para poderle nombrar, haya de ser el que neda sea para la limosna de vino y aceite,
nombrare examinado, de forma que conste de su ley 12, tit. 3, lib. I.
fidelidad, y costumbres, y aprobado por el virey, Que las marcas sean conformes, y ésten en la
d por el presidente de la audiencia del distrito arca de las tres llaves, ley 10, tit. 2 2 , de
donde estuviere la casa de moneda, pena de per­ este libro.
dimiento de el oficio. Que no se permita el uso de oro, ni plata cor­
riente en las Indias ¡y supla lafa lta con mo­
LEY X X L neda , ley 2, lit. 24.
D. Felipe II en Madrid á 5 de agosto de 1567.
Que la escobilla esté debajo de dos llaves que len­ (5) Sobre mermas esperimentadas en la fundi­
gón el factor y fundidor. ción de la casa de Chile, se mandó tratar y resolver
en ¡unía superior de Lima por la cédula de 19 de se­
Mandamos que en la parte y lugar donde hu* tiembre de 1791.
biere de estar y encerrarse la escobilla de la fun* En cédula de 22 de marzo de 1786 se mandó eg e-
dicion, que á 1Ños pertenece, haya dos llaves, con cutar en ludias la pena óc muerte que-las leyes de
que siempre este en buena custodia y guarda, Castilla imponen contra los operarios y empleados de
las casas de moneda do Indias que roban el oro ó
que una tenga el fundidor, y otra el factor, el plata de ellas.
cual esté presente á recibir el oro y plata, que Pero debe tenerse muy presente , que sucedido
de ella se barriere, recogiere, y guardare, que ha posteriormente en la misma casa de Méjico donde
de ser cada cuatro meses. Y ordenamos que la acaeció el robo que motivó la anterior resolución,
fundición se ponga, y esté en las casas donde otro de onos pedazos de rieles, S. M. en ce'dula de
estuviere nuestra caja real. 11 de junio de 1/92 se sirvió declarar, que la pena de
la ioy de Castilla no comprehende los robos de metal
LEY X X II. en pasta si no la saca de moneda empezada y no aca­
bada y librada por el tesorero, y que en este delito '
El emperador D. Carlos en Monzon á 5 de junio de y no en aquel debe solamente ejecutarse la pena ca­
1528. pital conforme á la ley.

TOMO II. oo
iTTUL® VEINTE 7 CUATE©.
D e l v a lo r d el ovo , la la ^ y monedo, y so com ercio.

LEV P R IM E R A . plata corriente, no tendrá embarazo, ni habrá


El emperador D. Ciarlos y los reyes de bohemia go­ impedimento.
bernadores en Valladolid á 16 de abril y 7 de julio LEV ¡II.
de 1550. D. belipe 11 en Aranjuez á 4 de marzo
de 1561. D. Felipe III en el Pardo á 8 de noviembre de 1608.
Que no se contrate en las Indias con oro en pol­ Que las audiencias se informen de las mohatras
vo , ni en tejuelos , que no esté fundido , ensoy ado y rescates del oro ¡y procedan conforme á derecho.
y quintado.
j Habiéndose entendido que en las mohatras
Prohibimos y defendemos à todos universal- y rescates del oro intervienen fraudes y contratos
m ente, de cualquier estado, ó condición, que usurarios, con ofensa de Dios nuestro Señor, da­
puedan vender, tomar, prestar , em peñar, ni en no, y escándalo de la república, y cuanto con­
otra forma contrataren oro en polvo, ni tejue­ viene remediar este abuso: Ordenamos y manda­
los , ni otro ninguno que no esté fundido , ensa­ mos à nuestras reales audiencias de las Indias,
yado, y quintado, pena de perderlo, aplicado que procuren con especial cuidado informarse de
por tercias partes, las dos a nuestra cámara y lo que en esto pasa , y por los medios de dere­
iisco, y la otra al denunciador. Y mandamos à cho hagan guardar las leyes y ordenanzas.
los vireyes, y audiencias, que ordenen como me­
jor puedan, y mas convenga, que la niLma pro­ L E Y IY .
hibición se guarde con los indios. El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora
en Valladolid á 28,de febrero de 1558.
LEY II.
Que los reales de plata valgan en las Indias á
El mismo on el Pardo á l.° <lc noviembre de 1591.
treinta y cuatro maravedís.
Que no se pemiitu el uso de oro nt piola corriente
en las Indias , y supla la falta con moneda. Oídenamos que el real de plata, que se lle­
vare de estos reinos de Castilla , ó labrare en los
La falla de moneda lia ocasionado en algunas de las Indias, va ga en ellas treinta y cuatro m a.
provincias de las Indias, que los españoles, e ravedis y no mas, que tienen de ley y valor, se­
indios contraten con oro, y p ata corriente, sin gún y como vale en estos reinos de Castilla.
quintar, pesándolo con pesos falsos, y por ma­
yor, y adulterando algunas veces el oro, ó plata, LEY y ;
de que resultan muchos danos a nuestros vasa­ Los mismos en las ordenanzas 5 y 4 de 1535 v o»
llos, y real hacienda. Y porque es justo aplicar Valladolid i 14 de mayo de UI'Z? y el prínclóe^»»-
el remedio conveniente, mandamos á los vire- Ijernador ani a ^ d e u.ayo de 15 1 Ï, y „ 0 de junio
yes, y presidentes gobernadores, que no permi­ üe lo 4 i. i), behpe 11 c» oau Lorenzo u 27 de setiem ­
bre de 1595.
tan comprar, pagar, ni comerciar por ningún
caso con oro, y plata corriente. Y para que no Que la moneda labrada en las Indias corra y se
cese el comercio, y trato ordinario, y en su lu ­ pueda sacar para todas ellas , y estos reinos de
gar haya moneda, provean y den orden, que en Castilla , y no para otra parte.
las partes donde no hay casa en que poderla la­ Mandamos que la moneda labrada, y qUe
b ra r, los oiieiaies de las ciudades principales, despues se labrare en las casas de moneda de Mé­
donde hubiere abundancia de moneda, envien jico , Potosí , y Santa F e , corra y valga en cua-
cada año à los de ía provincia donde fallare en* lcsquier provincias, é islas de nuestras Indias, y
tre ilota, y flota la cantidad de reales, que al vi- ninguna persona ia deje de tomar y recibir en
rey, ó presidente pareciere se podrá consumir pago de cualquier cosa, que se le diere, por el
en ella, Ordenándoles, que la tiuequen, y con­ valor que tiene, pena de diez mil maravedís pa­
viertan en oro, ó plata por labrar con el benefi­ ra nuestra cámara y fisco. Y permitimos que se
cio posible de nuestra real hacienda. Y porque pueda sacar para estos reinos de Castilla y León,
con esta ocasión no se detenga el retorno, ni im­ y todas las Indias ó islas, sin alterar su valor’
pida el venir todos los anos, ordenen al presi­ qne son treinta y cuatro maravedís cada rea l, y
dente y oidores, y á nuestros oficiales y goberna al respecto las otras piezas cíe plata , guardan­
dores, que presisamente env en cada ano el oro, do lo dispuesto en cuanto á los registros; y si á
y plata, que se rescatare, á la misma parte y otras partes se sacare y llevare, incurran los cul­
caja de donde hubiere salido la moneda, con pados en las penas contenidas en las leyes y or­
tanta puntualidad y anticipación , que pueda lle­ denanzas, que tratan de los que sacan moneda
gar al tiempo que se despachare la de mas ha­ de estos reinos de Castilla, y que lo mismo se
cienda nuestra para traer a estos reinos, y ten guaide en la moneda, que en virtud de nuestras
gan particular cuidado de cobrar los quintos que órdenes se labro en la oficina de Cartagena, por
nos pertenecen, pues cesando el uso del oro y el tiempo de la permisión.
Del valor del oro y plata. I?®
LEY V I. ( se hizo merced de
la pudiese hacer,
que por tiempo de seis anos
labrar, y acuñar, y no otra
D. Felipe IV en Madrid á 20 de enero de 1643. ! persona, y que cada uno que asi se labrase , y
Que no se ejecuten en tas Indias las pragmáticas acuñase valiese y corriese á dos maravedís , y
del crecimiento del valor del oro f plata por este precio se recibiesen y pagasen, y estu­
viesen obligados á los recibir las personas a quien
Ordenamos qae las leyes dadas para estos se diesen, aunque fuese por deuda de pesos de
reinos de Castilla y pragmáticas publicadas sobre oro, ó plata, ó moneda de oro, ó plata, y que
el crecimiento del oro y plata, no se ejecuten, ni esta no se pudiese trocar por mas cantidad de (a
alteren el valor, que hasta ahora han tenido es- , tasa , y precio referido: de forma , que el peso de
tos metales en todos nuestros reinos y señoríos ; piala ensayada , que vale cuatrocientos y cin­
de las Indias Occidentales, y que !e tengan y i cuenta maravedís, no se vendiese, ni trocase
corran por el que hasta ahora han tenido, sin . por mas de doscientos y veinte y cinco cuartos;
hacer novedad, usando de ia moneda de oro y y el escudo de oro, que entonces valia cuatro­
p lata, y de la que estuviere en barras, y baji- ! cientos maravedís , por doscientos cuartos ; y el
Has, de la misma forma y precio con que ha j real de plata de treinta y cuatro maravedís, por
corrido y corre ahora en aquellas provincias, con- | diez y siete cuartos, y asi las demas monedas,
J
forme á las leyes y órdenes, que para lo que á ! pena que el que lo contrario hiciese, perdiese la
ellas toca están dadas, las cuales es nuestra vo­ I moneda de oro , y plata que trocase, ó vendiese
luntad , quesean guardadas, campadas, y eje­ é incurriese por cada vez en pena de treinta m il
cutadas, y se hagan guardar, cumplir, y ejecu­ maravedis, la tercia parte para nuestra cáma­
tar precisa , é inviolablemente. ra, y las otras dos para el juez, y denunciador.
LEY V IL Y asimismo se ordenó, que todas las pagas, como
de compras, ventas, y otras cualesquier obliga­
D. Felipe III en Madrid á 10 de octubre de 1618.
Ordenanza 28. ciones , y salarios, que se hubiesen de pagar 4
cualesquier personas, se pudiesen hacer, y reci­
Que las monedas de la tierra en el Paraguay sean biesen en moneda de vellón de los dichos cuar­
especies y valgan á razón de seis reales de plata tos, oro, y plata, y ninguno se excusase, o de­
el peso• jase de recibir la paga, que asi se hiciese, pena
Porque hay dificultad en las monedas de la de perder la deuda y salario, que se le debiese:
tie rra , que corren en las provincias del Para­ demas de lo cual, ios que no recibiesen esta mo­
guay, rio de la Plata, y Tuca m an, en que se neda, fuesen condenados en las pipías, que pa­
han de hacer las pagas de tasas y tributos de in­ reciese á nuestro consejo de Indias, al cual para
dios ¡ Declaramos que las monedas de la tierra este efecto se hubiesen de remitir las causas, que
han de ser especies, y lo que de ellas se tasare en esta razón se ofreciesen , y se ordenó que los
por un peso, valga a ju s ta , y cornua estimación contratos que se hiciesen en la dicha Isla por
seis reales de plata. caalquiera razón ó causa que fuese, onerosa, o
LEY V III. lucrativa, aunque se dijese que la paga s«i hu­
biese de hacer en pesos de oro, ó plata, u otra
D. Felipe II allí á 25 de julio de 1583 y á 16 de julio cualquier moneda, se pudiese hacer en los di­
de 1595.
chos cuartos al precio referido, pena que los
Que la moneda de vellón corra en la Española por acreedores, que no los quisiesen recibir , per-
el valor que esta ley declara. j diesen las deudas, con el doblo , é incurriesen
Habiendo constado de los inconvenientes, que 1 en otras penas arbitrarias á nuestro consejo* y
resultaban de la mala moneda, que corría en la que si los presidentes y oidores de la audiencia
isla Española, se prohibió su labor, y mandó ha­ re a l, y oficiales de nuestra hacienda fuesen re­
cer la que entonces se labraba en estos nuestros misos en el cumplimiento y ejecución , quedasen
reinos de Castilla; y pareciendo despues que era suspendidos de sos cargos y oficios por tiempo y
necesario que en la dicha Isla hubiese moneda espacio de tres años, mas ó menos, con la pena
de vellón, y reconociéndose el valor de los cuar­ ; pecuniaria, que al consejo pareciere. Y porque
tos , que en ella corrían, y que no convenia i la dicha moneda de vellón corre, pasa, y per-
reducirlos á menos estimación, se ordeno, y \ maneceen la isla Española, es nuestra voluntad,
mandó, que ios acunados por una parte con I y mandamos que todo lo referido se guarde, cuín -
una Y Griega, y por la otra con u n a S , se ! pía, Y ejecute como en esta ley va declarado ex-
recogiesen, y acuñasen con las marcas, y pun­ 1 cepto en lo que expresamente estuviere revocado
zones, que se labraban los cuartos en estos I en cuanto á las pagas de salarios de ministros, y
nuestros reinos de Castilla, y que esto fuese por I gente de guerra, que nos sirven en aquella isla,
orden de la ciudad de Santo Domingo , á quien í y derechos reales , que en ella h js pertenecen.
15 G

O7
B E B E 'SSSS RWJ
Hl 4 ' )n3^ ^i
■ rosnas ata hIe

De la pesquería , y envío de p e r la s , y piedras de estimación.


LEV P im iE lM . ; diputados, que acudan á las cosas de su obliga­
ción, como se dispone por las leyes de este título;
D. Curios II y la reina gobernadora en esta l\ e £ii —
I ación. y el ejercicio de sus ocupaciones ha fie durar un
Que en descubriéndose el ostral de las perlas se ' ano continuo; y pasado, se hará nueva elección
forme la ranchería. i de oficios.

Enlre las riquezas que producen el mar , y


I LEY IV .
Ordenanza 14.
tierra de nuestras Indias, y por merced, y libe­
ralidad de Dios nuestro Señor goza esta monar­ Que el alcalá* en la ranchería no tenga otro oJi-~
quía , es de grande estimación la pesquería , y cío que se lo impida.
abundancia de perlas , que en varias partes se El alcalde que fuere elegido para la ranche^
han hallado, en beneficio común, y lustre de ría no pueda ser alcalde ordinario, ò regidor ni
nuestros vasallos; y porque es nuestra voluutad, tener oficio en otra parte, que le impida la asis­
que en la formación, buen concierto, y disposi- . tencia personal por aquel año, y esté obligado á
cion de los sitios, y rancherías haya la orden, que residir siempre donde estuviere la mayor parte
convenga para el efecto; ordenamos y mandamos, de la ranchería.
que en descubriendo nuevos ostrales , se de
cuenta al gobernador de la tierra en cuyo distri­ V.
to estuvieren , el cual ha de acudir luego al sitio . Ordenanza 3 y 8.
mas cercano, procurando que sea abundante de Que se elija un procurador general y escribano
agua, y lena, y en el haga formar la ranchería, real.
habitaciones, chozas, y bullios, en la mejor dis­
posición que permitiere el terreno, trazándola, También lian de elegir un procurador gene­
como ésten los españoles, indios, y negros bien ral, señor de canoa, aunque sea forastero, para
acomodados,y no divididos á larga distancia, [jor­ que pida y siga lo que convenga á la ranchería,
que en cualquier accidente se puedan socorrer; y y contradiga lo que fuere perjudicial: y este ejer­
cicio sea anual, como los otros, y asimismo un
para abrigo de las embarcaciones, y que estc'n
con seguridad las que no se pudieren sacar á tier escribano nal de aquel juzgado, ante quien pa­
sen los autos, y se hagan las escrituras que se
ra , eligirám el puerto, y surgidero, que fuere mas I ofrecieren.
á propósito, disponiéndolo de forma, que la ran­
chería este muy cerca de el desembarcadero, (i)
Ordenanza 12.
Que nombren un receptor y mayordomo.
D. Felipe II. en Aranjuez a 21 de mayo de 1579.
Que en la ranchería se fabrique una casa fuerte. El alcalde, y diputados nombren un recep­
tor, y mayordomo lodos los años, dueño de ca­
Ordenamos que el gobernador , y oficiales noa, que cobre las penas, condenacionesy los
reales hagan que los dueños de canoas, indios, repartimientos, y Jo distribuya con parecer, y
personas, y esclavos, que andan en ellas, ha­ libranza del alcalde, y diputados, ó sea por su
gan en la ranchería una buena casa fuerte, y se­ cuenta.
gura, donde se puedan recoger, y defender de
los cosarios, que con frecuencia procuran inquie­
tar, y robar en la costa, y provean que eti Ja Ordenauza 12.
dicha casa haya dos aposentos de capacidad bas­ Que el elector sea dueño de canoa , con doce ne­
tante : el uno, en que esté la caja de tres llaves gros. -
de nuestra real hacienda, y c*i otro, donde se ha­
yan de encerrar todas las conchas, y ostras que Para que el dueíiode canoa pueda tener voz
se pescaren, para que en él, y cu presencia de activa en las elecciones, ha de tener canoa, ó
los oficiales reales, se saquen las perlas en la for­ piragua armada, y aviada, con doce negros, y
no menos.
ma dispuesta.
LEY MI. LEY \ III.
D. Felipe II allí.
El mismo allí. D. Carlos II y la reina gobernadora.
Que sean elegidos un alcalde ordinario , y cuatro Que si la ranchería fuere dos gobernaciones , se
diputados de la ranchería. haga conforme à esta ley.
Para buen gobierno de la ranchería , orde­ Si la ranchería Ste hubiere de formar en sitio
namos que el gobernador, y dueños «le canoa se que pertenezca á dos gobernaciones, y territorios:
junten y elijan un alcalde ordinario, y cuatro i„s nuestra voluntad que los dos gobernadores, si
-------------------------------------------------------------- . , ambos fueren puestos por N os, asistan igual-
(1) Véase el decreto de las Corles generales y j montea la formación, y elección de oficios, y que
xtraordioiiilas de 1(5 de abril de 1811. í de los cuatro diputados que se nombraren / sean
Be la pesquería y envio de perlas. 157
los dos vecinos de la una jurisdicción , y los dos LEY X III.
de la o tr a : y el alcaide que fuere elegido sea un Ordenanza 106.
año de !a u na , y otro de la o tr a , y para el pri­
Que los gastos se repartan por avalios y aprecios,
m er ano se echen suertes, alternando los s ig u ie n ­
y no por negros de concha, y sean ejecutivos*
tes. Y mandamos que ningún gobernador, siendo
requerido, con térm in o'd e quince dias r se ex­ L os repartim ientos para gastos necesarios à
cuse..de a s is tir , pena de quinientos pesos para la pesquería, se han de hacer por avalios, y a p re­
nuestra cámara , y tres.años de su spensión. cios de las haciendas de los dueños de canoas, y
no por negros de co n ch a , porque habiendo u nos
■LEY IX . mejores que otros , es en m ucho perjuicio, y sean
El mismo allí. ejecu tiv o s, si no se apelare; y si los confirm are
Que los alcaldes otorguen las apelaciones de de­ el gobernador á quien toca, se han de ejecutar,
recho ante los gobernadores. sin em bargo de otra a p ela ció n , ó recurso: y eje­
cu ta d o , y no a n te s , podrán las partes seguir su
L as apelaciones de las causas en que tuviere
justicia, d o n d e , y com o les convenga.
conocim iento el alcalde que lia de ser de todas
la sq u e loca ren , y pertenecieren á la pesquería,
y ranchería de p e r la s, se han de otorgar en los
Ordenanza 8.
casos que hubiere lu gar de derecho para ante el
gobernador ; y si fuere el sitio de dos jurisdiccio­ Que el alcalde y diputados nombren y remuevan
n e s , ante el de la provincia donde fuere vecino capellanes , y los prelados no se lo impidan.
el alcalde. P erm itim os que el a lc a ld e , y diputados p u e­
LEY X. dan n om b rar, rep artir, y señ a la r salario á cos­
Ordenanza 5. ta de la ranchería á los capellanes necesarios , y
siendo perjudiciales en e l l a , lo s despidan todas
Que el alcalde jy diputados se junten á cabildo y
le hagan abierto cuando convenga. las v e c e s , que fuere su voluntad. Y rogam os y
encargam os á los prelados eclesiásticos del d istri­
.■Ordenamos que el alcaid e, y diputados se t o , que no se lo im pidan.
junten á cabildo ordinario cada, dos meses por
lo menos , pena de veinte pesos al que no se ha­
llare en e l, para nuestra cámara , y gastos de la D. Felipe 11 ordenanza 6.
ranchería , por m ita d ; y si alguna vez con vin ie­ Que el alcalde y diputados traten en los cabildos
re que le haya abierto de todos los dueños de ca ­ de que se descubran nuevos ostrales .
n o a s, sobre negocio grave, el alcald e, de oficio,
ó á pedim ento del procurador g e n e r a l, lo inan- Siem pre que se ¡untaren á cabildo el alcalde,
de y acudan á él lodos ios dueños de canoas en y d iputados, y en todas las dem as'ocasiones, tra­
ten y confieran' prin cip alm en te sobre el descu­
íá parte donde les fuere señalado.
brim iento de nuevos o stra le s, y de señalar las
p erso n a s, canoas, negros y piraguas, que hu­
Ordenanza 11. bieren de ir; y el alcalde esté obligado a la eje­
Oue el alcalde y d ip u ta d o s tengan librd'de cédulas, cución de to d o , con mucho rigor, sin reservar
ordenanzas y provisiones , y arca dé dos llaves* á ninguno de los se ñ a la d o s, y los aprem ie con
las penas que le pareciere , hasta que se ejecute.
L os a lc a ld e s, y diputados han d§ tener un
lib r o , en que asienten las le y e s , p rov isio n es, y
ordenanzas, que se, hiele re n . tocantes á la ran ­ El mismo en San Lorenzo á 50 de octubre de 1593.
ch er ía , y ios acuerdos, que en tre si tom aren , y
Que los primeros descubridores de ostrales quinten
todo lo demás im portante á su ¿observación , y
al diezmo por tres anos.
a u m e n to , pena de treinta pesos á cada uno que
no lo cu m pliere i por mitad enm ara, y gastos de Cuando se hallare nuevo ostral en la M ar­
la ranchería: y asimismo, una caja en que guar­ garita , rio de la Hacha y otras cualesquíer par­
dar el libro ,'y p a p eles, con dos lla v e s, que una te s, los oficiales de nuestra real hacienda no
ten ga e l alcalde, y otra el diputado mas a n ti­ cobren de los prim eros, que le d escubrieren,
g u o , con la m ism a pena y a p lica c ió n , y el an o mas que la décima parte de las p erla s, que de
siguiente las en tregu en à los. sucesores en sus él sacaren los descubridores en lugar del quinto,
cargos. que nos pertenece por tiem po de tres años p rim e­
LEY 'X I I. ros siguientes al d escubrim iento: porque de lo
dem as tenem os por bien de les hacer m erced,
D. Felipe H allí, ordenanza 7, y en Aranjuez á23 d_e con que dentro de tercero dia lo registren ante
abril de 1591.'En S. Lorenzo á 4 de octubre de 1595. el gobernador, y oficiales reales de la provin­
Que el alcalde y diputados repartan los gastos ne- cia , y legitim en , y verifiquen haber sido los
setrios para la ranchería. prim eros descubridores.
Habiendo de hacer gastos en el d escub ri­
m iento de nuevos ostrales,; y en todo lo d em as, Ordenanza 13.
que conviniere á la ranchería, hagan el reparti­ Que los alcaldes , diputados y receptores tomen
m iento el alcalde , y d iputados, y el alcalde solo cuenta á sus antesesores dentro de un mes*
dé los m andam ientos necesarios para la cobran­
za, los cuales sean ejecutados con efecto. O rdenam os que e l . alcalde, diputados , r e -
TOMO II. 4o
150 Libro iv. Tít. xxii.
ceplor, qee nuevamente fueren elegidos, tomen
cuenta á ios que ei año antes lo hubieren sido, L E Y X X II.
dentro de un mes despues de !a elección , pena D. Felipe II, .ordenanza 18.
de cincuenta pesos para nuestra cámara, y gas­ Que ninguno vaya á la ranchería sin licencia , si
tos de la ranchería por mitad , en que incurra no fuere dueño de canoa , ó tuviere hacienda en
cada uno los que fueren remisos en tomar las ella.
cuentas dentro del término señalado.
Ninguna persona vaya á la ranchería sin li­
LEY X V III. cencia del alcalde, si tío fuere dueño de canoa,
Ordenanza 8 y 15. ó tuviere hacienda en las rancherías , porque ce­
sen los rescates , y contrataciones en ellas, pena
Que el alcalde haga vigilar las rancherías para de diez pesos por la primera vez, y por la segun­
ver si hay cosarios. da veinte, y por la tercera cincuenta, aplicados
Tenga e! alcalde grande cuidado de apremiar á nuestra cámara, y á la ranchería por mitad , y
á todos los canoeros, y mayordomos, asi donde destierro por un año, y el alcalde lo pueda eje­
residiere, como en todas las demas partes, á que cutar.
desde prima noche, hasta salir el sol, velen las L E Y X X III.
rancherías, y atalayen io que se descubriere de Capítulo de ordenanza.
la mar, para versi hay cosarios; y si convinie­
re , nombren el alcalde y diputados, atalayas y Que no se hagan pagas en perlas, m lleven mer­
centinelas a su costa, y los quiten, y remuevan caderías d la ranchería.
siempre que convenga. Por escusar las ocasiones, de que corran por
LEY X IX . precio las perlas sin quintar: Mandamos que no
Ordenanza 20.
se puedan hacer ningunas pagas, ni llevar mer­
caderías a las rancherías, por cualquiera causa
Que el alcalde y diputados tengan jurisdicción p a ­ que sea, y el que contraviniere pague en pena
ra ejecutar las leyes de este titu lo , y no sean por cada vez cien pesos, y ío que recibiere y co­
exentos• brare en perlas, aplicado por tercias partes á
Concedemos bastante y cumplida juiisdiccion nuestra camara, juez y denunciador.
al alcaide ,y diputados de la ranchería para to­ LE Y X X IV .
do lo contenido en las leyes de este título, y
Ordenanza 19.
para que las puedan hacer, guardar, y ejecutar,
según, y como en ellas se contiene, con que los Que los dueños de esclavos no los envien à las ran­
susodichos, ni otra ninguna persona , que tu­ cherías.
viere hacienda en ella, no sean, ni puedan ser
reservados de los repartimientos, ni contribu­ Ordenamos que los vecinos de las goberna­
ciones, que como está dispuesto, se han de ha­ ciones y otras partes, donde hay pesquería de
cer, pues siendo en utilidad de todos , ninguno perlas, no envien sus negros á la ranchería, si
debe ser reservado. no fueren arrieros de los dueños de canoas, ó
sirvieren en ellas, porque de esta comunicación
LEY X X . resultan muchos fraudes. Y mandamos al alcal­
D. Felipe 111 en Segovia a 4 de julio de 1609. de , que condene á los amos en penas arbitra­
Que ninguno se ranchee en las Islas de Coche y rias, y haga castiagar á ios esclavos.
Cubngua sin licencia del alcalde. LEY XXY.
Para remedio de los daños, que resultan de Ordenanza 5.
salir los vecinos de las provincias de Cumaná, y
la Mai garita á rauchearse à las islas de Coche, Que en las pesquerías no haya oficial de horadar
y Cubagua, solos, y sin toda la ranchería, sin perlas..
licencia de el alcalde mayor, se mandó que nin En ninguna isla, o parte donde hubiere pes­
gun mayordomo , ni canoero fuese osado á sacar quería de perlas, se consienta que haya oficial
de eila ninguna canoa ó piragua, hato, ni otra de horadarlas, ni se puedan horadar en ningu­
cosa en que pasarse á Coche, y Cubagua, sin na manera , pena de que sean perdidas, y apli­
licencia dei alcalde mayor, pena de veinte pesos, cadas á nuestra real camara , y el oficia!, ó per­
y destierro de la ranchería por seis anos: Es nues­ sona , que tal hiciere. sea desterrado.
tra voluntad, que asi se guarde, cumpla , y eje­
cute. LEY X X V I.
LEY XXL El emperador D Carlos v la emperatriz gobernadora
Ordenanza 50. en Madrid á 5 de octubre de 1539.
Que los alcaldes y diputados tengan cuidado en Que nadie pesque perlas con chinchorro.
la ejecución de las penas. Ordenamos que ningún español, indio, ni ne­
Ordenamos á los alcaldes, y diputados, que gro pesque con chinchorro, porque de usar esta
tengan muy especial cuidado en la ejecución de embarcación en la pesquería de perlas, resulta
Jas penas impuestas por estas leyes, y ordenan­ mucho daño, y perjuicioJ y a! que las quisiere
zas, que tocan al buen gobierno de la ranche­ pescar con canoa, ó piragua, se le. dé licencia
ría, para que se asegure su conservación, y con- por el alcalde según las leyes de este título.
siga el aumento , q je cónviene.
De la pesquería y envió de perlas. 159
dios , y el que los obligare por fuerza incurra en
LE Y X X V II. pena de muerte .
Ordenanza 21.
Ordenamos que la pesquería de perlas se ha­
Que no sea recibido mayordomo ni canoera sin es- ga con negros, y que no se permita hacer con in­
espada y arcabuz. dios. Y mandamos que si alguno fuere forzado»
Ningún dueño de canoa reciba, ni tenga ma­ y contra su voluntad, incurra el que le hubiere
yordomo, ni canoero sin espada, ns arcabuz, forzado y violentado, en pena de muerte.
bien apercibido, con pólvora, y municiones pena LEY X X X IL
de veinte pesos para nuestra cámara, y gastos
D. Felipe ÏÏ, ordenanza 43.
de la ranchería; y el alcalde visite, cuando le pa­
reciere , todas las casas y alojamientos, y no ba­ Que no se abra ni desbulle criazón »
ilando las dichas armas, ejecute la pena, y si No consientan los canoeros, que los negros
el dueño hubiere recibido al mayordomo o ca­ de su cargo abran, ni desbaiiaa crianzon, y ha­
noero con ellas, y despues no las tuviere, el al­ gan que luego en sacándola arriba, la vuelvan,
calde la ejecute en los mayordomos, y canoeros. sin abrir al ostral, porque no se destruya, y
LEY X X V III. quede reservada para cuando esté crecida, y au­
Ordenanza 22.
mentada, pena de veinte pesos por cada vez que
contravinieren, aplicados por tercias partes, ca­
Que los mayordomos y canoeros no vayan al os­
mara, juez, y denunciador.
tral sin las armas referidas para defenderse de
•los cosarios.
Mandamos qae la pena contenida en la ley D; Felipe II, ordenanza 44.
antecedente, se ejecute contra el mayordomo, Que ninguno pesque mas ostras que pudiere des­
ó canoero, que fuere ál ostral sin espada y ar­ bullar .
cabuz, bien apercibido de pólvora, y municio­
Porque resultan malos vapores, y enferme­
nes , porque así podráis ocarrir todos juntos
dades de las ostras, que habiertas quedan en tier­
al inconveniente' de alzarse tantos negros, é
ra corrompidas con el calor: Mandarnos que nin­
invasiones de cosarios, que con lanchas peque­
ñas lian hecho1mucho estrago en las pesquerías. guno pesque mas de las que pudiere desbullar,
y despues las eche en parle, que no puedan cau­
sar perjuicio à la salud, ni ocasionar peligro á
D. Fernando V eti Logroño á - 10 de diciembre
los buzos, y nadadores.
{v ••;d e.4 5 i2 . L E Y X X X IV .
Que los vecinos y moradores de las Indias pue- , Ordenanza 37.
dan pescar perlas 'pagando el quinto. Que los canoeros no consientan echar la desbuz
Concedemos licencia a. todos los vecinos y Ha en el ostral.
moradores, que no estuvieren prohibid.os<1de,co De haberse desbullado ostras en en el mis­
mereiar en'las Indias, que puedan salir à.p^ça.ç, mo ostral donde se pescan, y tornádoias á la mar
rescatar perlas libremente con iiçerjpia,del.go­ abiertas, ha sucedido acudir tiburones, y hecho
bernador y oficíales reales de .la provincia , .pa­ mucho estrago en los negros, ocasionando, que
gando á nuestra real, hacienda el quinao $e |as se dejasen de pescar. Y por ocurrir á estos in­
que pescaren v y rescataren , cpci. que Jas,.muy convenientes, ordenamos que los canoeros no con­
buenas sean reservadas á Nos, dando,à-lps a r - ; sientan echar la desbulla en el ostral, pena de
madores, y personas, que las pescaren, tomaren, diez pesos por la primera vez, y veinte por la
ó rescataren, otra tanta equivalencia de las que segunda y treinta por la tercera, y destierro de
á Nos tocaren de los quini os, y si no bastaren, la ranchería por un año , aplicadas las penas pe­
se íes pague y satisfaga en dineros, ú otras co * cuniarias por tercias partes, cámara, juez, y de­
sas de igual valor, y lo que no se pudiere partir nunciador.
por partes para pagar el quinto se haga por es­
timación.
Ordenanza 26.
D. Felipe II en el Pardo á 2 de diciembre de 1578. Que si algun negro se ahogare , busquen toáoslos
canoeros el cuerpo difunto .
Que los indios puedan pescar perlas.
Por no haberse sacado los cuerpos de negros
Mandamos que donde hubiere ranchería de ahogados en los ostrales, han acudido muchos
perlas, no se impida a los indios, que las pue­ tiburones, y cebádose en ellos con grave peligro
dan pescar, como todos los demas nuestros va de los vivos , de que resulta suspender la pesque­
salios libremente , y á su voluntad, pagando los ría, y desaviarse las canoas: Ordenamos que pa­
quintos y derechos, y ajustándose á io dispuesto ra remediar tan considerable daño en lo posible,
en cuanto á los españoles. el canoero del negro ahogado , y todos los demas
con mucha diligencia, y presteza, busquen el
El mismo en Barcelona á 2 de junio de 1585. D. Feli­ cuerpo difunto, y no continuen en la pesquería
pe 111 ordenanza 12 del. servicio personal de 1601. por lo que importa mas hallarle , y sacarle, que
Véase la l e y 11, tit. 15, lib 6. cuanto puedan pescar, pena de veinte pesos á
Que la pesquería se haga con negros y no con in ­ cada canoero, que no saliere, y ayudare con su
160 Libro ív. T it xxv.
canoa, y negros, aplicados por tercias partes,
como en la ley antecedente. LEY X LI.
El emperador D. Carlos, ordenanza 2.
LEY X X X V I. Que ninguno salle en tierra si no estuvieren pre­
Ordenanza 24. sentes los oficiales reales , y lodos manifiesten las
Que (orlas las canoas y piraguas lleven anzuelo de perlas que trageren de la pesquería.
cadena. Ningún español, ó mestizo, ó mulato, in*
Toda canoa, <f piragua lleve cuando saliere dio, ó negro, libre, ó esclavo, sea osado á salir
á la mar un anzuelo por !q menos, grande, de á tierra viniendo de la pesquería , si no estuvie­
cadena, para pescar tiburones, pena de que el ren presentes nuestros oficiales reales, y mani­
dueño de canoa, que no le llevare, y el que no festare todas las perlas, que trajere, sin encu­
le tuviere, paguen á diez pesos cada uno, apli­ brir, ni ocultar ninguna, pena de que si fuere
cados, enmara , y gastos de la ranchería. indio, o esclavo, incurra en pena de cien 'azo­
tes, y destierro perpetuo de ia pesquería, y pierda
LEY X X X V II. las perlas que sele aprehendieren, ó averiguare que
Ordenanza 27. sacó, y no manifestó, las cuales aplicamos á nuestra
Que si alguna canoa se anegare la socorran las cámara , y fisco, y si fuere libre, pierda las perlas,
demas. c incurra en pena de veinte mil maravedís para
nuestra camara, y luego sea echado de la pesquería
Ordenamos que si alguna canoa en el viage
del ostral tuviere peligro de anegarse, la favo­ LE Y X LII.
rezcan todas las demas, procurando socorrerla sin D. Felipe I I , ordenanza 22.
dilación , pues todas están sujetas al mismo acci­ Que las conchas.y ostras $c traigan via recta á la
dente, pena de que el canoero, que pudiendo no casa destinada para abrirlas .* y penas en que in­
acudiere , pague los danos , y sea castigado con* curren los que contravinieren.
forme á la culpa, que contra ¿1 resultare. Mandamos a los oficiales reales, que no per­
LEY X X X V III. mítan á los canoeros, barqueros, pescadores, y
Ordenanza 20. á otro ninguno que interviniere en la ranchería,
Que los canoeros sigan con sus canoas d la que llevar las conchas, y ostras, que traen en las
fuere fugitiva. embarcaciones, a sus casas, ni otras partes, 6
lugares, n» en ellos las abran, porque nuestra
Cuando los negros de alguna canoa se alza­ voluntad es, que todas las conchas, y ostras se
ren , y fmyeren con ella, salgan luego á toda traigan via recta , y sin fraude.á tierra, sin abrir,
diligencia las demás, y síganla hasta la tomar, ni ocultar ninguna , y Jas metan en la casa , y
y rendir, pena de que el canoero, que faltare aposento señalado por la .ley segunda de este ti­
con la suya (no estando legítimamente impedi- tulo, y alii en presencia de los oficiales reales
do) pague cien pesos, aplicados por tercias par­ sean abiertas, y reconocidas, pena de que el ca­
tes, cámara, juez, y denunciador, y mas sea noero, ó pescador, negro , ó mulato, ó indio que
desterrado por seis anos de la ranchería.
las llevare, o abriere de otra forma, incurra eh
LEY X X X IX . pena de doscientos azotes y diez arios de galeras al
Ordenanza 28. remo, y sin sueldo, ia cual se ejecute; y si fuere
Que encontrándose dos canoas se aparte la de So­ español, ó mestizo e! canoero, ó sobrestante, in*
tavento* curra en pena de cien azotes, y perdimiento
Por ser los vientos escasos, ó contrarios sue­ de todos sus bienes por la primera vez, y por la
le acontecer, que barloventean las canoas de ida, segunda en doscientos azotes, y sirva perpetuamen*
6 vuelta, y por no querer arribar los canoeros te al remo , y sin sueldo en nuestras galeras; y si
se encuentran, y deshacen con mucho riesgo, y fuere dueño de canoa, y esclavos, incurra en per*
desperdicio: Ordenamos para remedio de este diiniento de todos sus bienes para nuestra cámara,
desorden, que el canoero de sotavento tenga obli­ y destierro perpetuo de las Indias , é islas'ad­
yacentes.
gación á arribar, y se aparte cuanto convenga,
para escusar el encuentro , pena de veinte pesos LEY X L III.
para nuestra cámara. Ordenanza 23.
LEY XL. Que los que han de abrir las conchas en el apo-
sen'o reservado entren desnudos,y los oficiales ream
Ordenanza 21.
les c interesados estén presentes.
Que los oficiales reales asistan donde las conchas Ordenamos que habiendo metido, y puesto
se sacaren de la mar. en buena custodia dentro del aposento señalado
Todos los oficiales reales hayan de residir, y todas las conchas, nuestros oficiales reales den
residan personalmente el tiempo que se pesca­ orden; que los que entraren á abrir, y desbu­
ren las perlas en la parte, y lugar donde se saca* llar, entren desnudos en carnes, y en su pre­
ren déla mar, para que en su presencia sean sencia, y de los dueños de ellos, ó de la perso.
abiertas las conchas en la forma referida por la na, que en su nombre las hubiere de haber, y
ley siguiente, y percibamos el quinto, que á Nos no otra ninguna , (as abran , y saquen las per­
pertenece, como está dispuesto. las, y habiendo acabado, los oficiales reales, é
interesados los reconozcan, y miren si llevan , ó
han defraudado algunas, y luego las aparten por
sus géneros , suertes y valores.
De la pesquería, envío de perlas. 164
dad por peso, géneros, y suertes de perlas, o pie­
LEY XL1V. dras, que en él vinieren, y los sellos que se lehu-
El emperador D. Carlos, ordenanza 3 de 1527. hieren puesto , y así lo entreguen al m aestre, que
Que da jornia en la guarda y custodia de las per• lo firme en el registro, y !a llave de este cofre
las del rey y particulares. entreguen al general, <5 alm irante de ia flota en
El tesorero ha de tener ana caja grande, que viniere, y por su ausencia al capitán, ó maes­
con tres cerraduras, y tres llaves diferentes, que tre de la nao; y los oficiales reales envíen una
la una ha de estar en su poder, la otra tendrá el fe de todo lo susodicho, á nuestro consejo de In ­
alcalde de la ranchería , y la otra el veedor, si dias, donde se ha de abrir, ó dar la o rd e n , que
le hubiere, y sino el contador, y en ella ha de convenga, y así lo han de ejecutar, pena de per­
haber muchos cajones , con sus separaciones , y dimiento d e sú s oficios, y de todos sus bienes
cerradoras, que el uno sea para poner tas perlas, para nuestra ca'mara, y destierro perpetuo de las
que cupieren á nuestro quinto, y este cajón ha de Indias Occidentales , é Islas adyacentes.
tener otras tres llaves diferentes, que tendrán las LEY X L V II.
mismas personas, donde estén guardadas, hasta El emperador D. Carlos, ordenanza 7. D. Carlos 11 y
que se hayan de sacar para nos las enviar, y en la reina gobernadora.
cada uno de los otros pajones pongan los que tu­
Que donde no hubiere bajel para traer las perlas
vieren perlas, las que les pertenecieren y puedan se guarde esta orden.
las sacar cuando fuere su voluntad para las en­
viar fuera, asentándose por memoria en los li­ Ordenamos que si fuere la pesquería de per­
bros la cantidad, y suertes de perlas que saca­ las en parle donde se puedan conducir en el Pa­
ren; y de estos cajones particulares, tenga cada tache de la Margarita, hasta entregar las que nos
dueño llave en su poder, pena de que si de otra pertenecen al general de galeones, donde, y en la
forma se sacaren ó hallaren en poder de alguna forma que hoy se observa, se guarde esta orden;
persona, las haya perdido, y pierda, y sean apli­ y si fuere donde no hay bajel de seguridad bas­
cadas á nuestra cámara y fisco, y de esta conde­ tante, los oGciales reales de la pesquería, tenien­
nación, y apíicacion tomen los oficiales reales la do cantidad razonable de perlas, las puedan en­
razón en sus libros, luego en el mismo dia, pe­ viar, y envien, como se contiene en la ley ante­
na del valor de las que así dejaren de asentar. cedente, à los oficiales reales mas cercanos del
Y mandamos que los oficiales reales, y alcalde no puerto, ó puertos donde llegaren nuestras arma­
puedan dar à otra persona, ni hacer confianza das, ó flotas, avisándoles, para que guardando la
de su llave en ninguna forma, pena de perdimien­ misma forma, nos las remitan en el cajón cerra­
to de todos sus bienes, y privación de oficio. do, y sellado, como las recibieren, sin abrirlo, y
todos pongan el Cuidado, y diligencia que para
LEY X L V . sji seguridad, y que no haya fraude, ni engaño
El mismo, ordenanza 6 de 1527. conviniere.
Que se hallen presentes los oficiales reales y a l­ LEY X L V IIL
calde al tiempo de sacar del cajón las perlas del D. Felipe IV en Madrid á 20 de mayo de 1629.
rey. te el gobernador de Cartagena haga salir las ga-
Ordenamos que cuando las perlas, que nos ra S ¿ n a v i o s de su cargo á limpiar de cosarios
pertenecen, se hubieren de sacar del cajón reser­
vado para remitirlas á estos reinos, se hallen , y
estén presentes todos nuestros oficiales reales, y Porque la pesquería de perlas del rio de la
el alcalde ordinario de la pesquería. Hacha es muy infestada de enemigos y cosarios,
poblados en las islas de Barlovento, y otras par­
LEY X E V I. tes, y conviene ahuyentarlo^ Mandamos al go­
• Ordenanza 5 ele 1537. D. Felipe 11, ordenanza 28. bernador y capitán general de Cartagena, que
Forma de remitir á estos reinos las perlas y pie­ con las galeras, ó navios de armada haga reco­
dras de estimación c¡ue tocan al rey. j nocer la costa, y que sean castigados los que fue­
ren aprehendidos, disponiéndolo de forma, que
Cuando se nos hubieren de enviar pellas, y sin faltar á las de Cartagena, se consigan ambos
piedras de estimación: Ordenamos que en presen" efectos.
cia del maestre, que las ha de traer, y escriba­ Que los descubridores de minas Juren de maní-,
no, que dé fé, sean puestas en un cofre bien acon­ gestar el oro-, y para descubrirlas, y o stra le s
dicionado, dp buena cerradura, y llave-, y habién­
de perlas, proceda licencia, ley 2 , tit. 19 de
dolas pesado por los géneros, y suertes de cada
una de ellas, los oficiales reales las echen en él, este libro.
con una memoria por menor firmada ¿e los ofi­ Que no se pueda hacer ejecución en canoas de
perlas , y su aviamiento, habiendo otros bie­
ciales reales, y maestre, y lo hagan cerrar en su
presencia, y sobre el hueco, y agugero de ia cer­ nes, ley 2 , tit. U , Ub. 5»
Que aunque los indios sean voluntarios no trci-
radura, pongan un sello, y otros en los cantos,
bajen ensacar perlas, y en ingenios de a zú ­
esquinas, tapa, y fondo de él, y le metan en un
cajón de tabla tosca, bien ajustado, clavado, y pre­ car, y puedan servir en la corta, j acarretq,
cintado, y hagan el registro, refiriendo la çanti- ley 11 , tit. 13 libro 6.

tom o IIf
162

ïï'JLO TEIHTB Y SEIS.


De los obrages,

LEY P R IM E R A . jI no los obliguen á que trabajen involuntarios, de


forma que gocen la misma libertad, que pudie­
D. Felipe IV en la Instrucción de Vireycs de 1G28, ran los españoles; y si algun gobernador, coi re­
capítulo '10.
gidor, ó justicia, ú otro ministro , hubiere sido
Que para fu n dar obruges preceda informe de los culpado en esta compulsión, ó escedido contra el
viféyes , presidentes y audiencias , y licencia del
tenor de lo dispuesto, sea castigado con severidad,
rey.
y en consecuencia condenado civilmente en todos
Los excesos cometidos en los obrages de pa­ los daños, intereses, y menoscabos, que por esta
nos, y otros tejidos y labores lian llegado a tan­ razón se hubieren seguido.
to extremo, por los impedimentos, que resultan
contra la libertad de los indios, y otras justas LEY III.
consideraciones, que nos obligan á reparar el D. Felipe II cu el Bosque de Segovia a 27 de setiem­
bre de 1565,
daño, y procurar el mejor remedio; y para que
en caso «le ser muy convenientes, y necesarios Que se guarden en las Indias las leyes de estos
los permitamos, con las calidades, y condiciones, reinos de Castilla en cuanto á los obrages de
que parecieren mas propias á su buen uso: Or­ palios.
denamos y mandamos á los víreyes, y presiden­ Ordenamos que en la fábrica de los paños se
tes de las audiencias de las Indias, que no den guarden en las Indias las leyes, y pragmáticas
licencia para fabricar, hacer, ni fundar ningunos de estos reinos de Castilla: y asi mismo sobre que
obf2ges; y si algunos se las pidieren , nos avisen los mercaderes , y traperos los vendan medidos
y consulten ante todas cosas, esp resan do las cau­ por el lomo, y que sean tajados, tundidos y seña-
sas, y fundamentos, que para concederlos, ó ne­ l lados, conforme está ordenado, en el obrage, y
garlos concurrieren; y habiendo dado su parecer todo lo demas, que á su fábrica, labor, y comer­
con toda la audiencia, lo remitan á nuestro con­ cio pertenece.
sejo de ludias, sin entregarlo á las parles, don­ LEY IV.
de se tomará la resolución, que mas convenga, (i) D. Felipe IU en San Lorenzo á 11 de junio de 1612.
D. Felipe IV en Madrid á 18 de junio de 1621, capí­
LEY SI. tulo 43.
D. Felipe IV cu Madrid ;í 22 de noviembre de 1621. Que los indios de la Nueva España sean relevados
Veo se la ley 19 , t¡t. 12, 1¡!>. 6. del Ir abojo de los obrages , aunque cese la fábri­
Que para dar curnpl¡miento à las Ucencias de obra- ca de panos.
ges , se hagan las diligencias de esta ley. Habiendo sido informado que de los obrages
Mandamos que cuando por nuestra orden , ó de paños de la Nueva España lian resultado al­
mandato se fundare algun obrage, los goberna­ gunos inconvenientes, por el mal tratamiento y
dores, ó justicia superior reconozcan la cédula, agravios, que reciben los indios, y que se lia in­
ó despacho, condiciones, y calidades con que fue­ troducido comerciarlos en el Perú, enflaquecien­
re concedido, haciendo información, con la ver­ do ei trato y comercio con estos reinos, donde en
dad, y cristiandad que el caso requiere , de la su fabrica y labor se pone la atención que con­
utilidad , conveniencias , ó inconvenientes, que viene: Ordenamos á los vireyes de la Nueva Es­
puedan resultar al gobierno público, y bien de paña, que en todo lo posible procuren relevar a
los indios; y si constare que no conviene su fá­ los indios de este trabajo, pues aunque siempre
brica, y fundación, ó que se hubiere esredido de !c han de tener voluntarios, y por sus jornales
la permisión , lo reformen, anulen, y llagan de­ bien pagados, y con toda libertad, importará me­
moler lo fabricado , restituyendo el sitio, y tier­ nos que cese la fábrica de los paños, que el me­
ra al estado que tenia, y castiguen á los culpados; nor agravio que puedan recibir: y por convenien­
y si hallaren que conviene su fundación, lo per­ cias del comercio con estos reinos de Castilla, no
mitan con las buenas condiciones , y moderacio­ se debe permitir su aumento, ni continuarlo con
nes que pareciere, guardando lo dispuesto en el el Perú.
servicio personal; y prohíban, que por ningún LEY V.
caso se haga mita, ni repartimiento de indios pa­ El emperador don Carlos y el principe gobernador
ra él, y hagan que esté continuamente abierto, en Valladolid ¡í 25 de abril de 1548. A llí a 7 de mayo
para que entren , y salgan los indios á su volun­ de él.
tad. y por ningún caso se les pueda impedir : y Que en la ciudad de los Angeles pueda haber te­
lares de sedas.
( i) Por real cédula dada en San Lorenzo á 15 de Damos licencia y facultad á la ciudad de los
noviembre de 1699 se mandó guardar esta ley, la si­ Angeles de la Nueva España, y á cualesquier ve­
g ílen te y la 8, tit. lo , lib 6, mandando demoler el
tiatau ú obrage de doña francisca ü rih uela, vecina cinos, y moradores de ella, para que libremente
do la Paz. puedan tener, y tengan en la dicha ciudad tela*
De los obrages. 165
res de todas sedas, y que en esto no se les ponga Que en el Paraguay no haya molinos de m ano , y
ningún embargo, ni impedimento. se permitan los pilones de moler la mandioca •
LEY V I. Mandamos que en las provincias de el Pa­
raguay se hagan, y haya molinos , ó tahonas don­
D. Felipe UI en Tordesillas à 22 de febrero de 1602.
Y en Madrid á 28 de marzo de 1618.
de convengan, y quiten y consuman ios molini­
llos de mano, y que los indios no los traigan ni
Que los obrages de paños no se arrienden , y si
fueren de comunidades de indios se puedan arren­
usen de ellos: y que lo mismo se entienda de los
dar algunos• pilones, salvo los que están en pueblos de indios
en que muelen la mandioca, que de estos permi­
Por el grave perjuicio, y daño que reciben timos usar por justas causas.
los indios de arrendarse los obrages de paños en
Q«e se ponga doctrina á ios indios de obrages, e
que trabajan: Ordenamos á los vireyes, presiden­
ingenios, ley 1 1 , tic. 1, ¿ib, 1.
tes y gobernadores que no permitan, ni de'n lu­
gar á que se arrienden, y hagan que los propios Que los oidores visitadores castiguen los exce­
dueños usen en ellos de su propia inteligencia, é sos en obrages, ley 14, iit. 31, lib. 2.
i ntervencion, y si los obrages fueren de las co­ Que los encomenderos no tengan obrages en sus
munidades de indios, permitimos á los vireyes, encomiendas, ni cerca de ellas, letj 18, iit. 9,
presidentes, y gobernadores, que puedan arren­ lib, 6.
dar algunos, procurando el beneficio de los in­ Véase la ley 23, tit, 10, lib. 6, y cláusula in­
dios y comunidades. clusa , escrita por mano del B e y nuestro se­
ñor don Felipe IV , con ocasión de los malos
LEY V II. tratamientos que reciben los indios de obra­
El mismo allí á 20 de octubre de 1618. ges, y otros.
164

LIBRO QUIJVTO.

TITULO PBIMEKO.
De los té r m in o s, división y agregación de las gobernaciones.

LEY P R IM E R A . LEY II.


D. Carlos II y la reina gobernadora en esta Recopi­ D. Felipe III en San Lorenzo á 19 de julio de 1614,
lación. y 5 de setiembre de 1620. £>. Felipe IV en Madrid sí
Que los gobernadores, corregidores y alcaldes m a­ 18 de febrei o de 1628.
yores , guarden los términos de sus distritos, Que el presidente de Panamá obedezca al virey de¿
Perú , y tenga con él ordinaria comunicación.
Para mejor, y mas fácil gobierno de las In­
dias Occidentales, están divididos aquellos rei­ La provincia de Tierra-Firme toca á la gober­
nos y señoríos en provincias mayores y menores, nación del virey del Perú, como las demas de
señalando las mayores, que incluyen otras mu­ Charcas y Quito, y el presidente gobernador y
chas por distritos á nuestras audiencias reales: capitán general esté advertido de que ha de obe­
proveyendo en las menores gobernadores parti­ decer al virey, y guardar las o'rdenes, que le die­
culares, que por estar mas distantes de las au­ re en gobierno, guerra, y hacienda, como supe-
diencias, las rijan y gobiernen en paz y justicia: rioo y también le ha de pedir las cosas de que
y en otras partes, donde por la calidad de la tier­ tuviere necesidad en las ocasiones que se ofrecie­
ra, y disposición de los lugares no ha parecido ren, dándole cuenta de todo, sobre que tendrán
necesario, ni conveniente hacer cabeza de provin­ ordinaria comunicación, (i)
cia , ni proveer en ella gobernador, se han pues­ LEY IIL
to corregidores, y alcaldes mayores para el go­ O. Felipe II allí a' 11 de enero de 1589.
bierno de lasc udadcs y sus partidos, y lo mis­ Que el gobernador de Chile esté subordinado al vi-
mo se ha observado respecto de los pueblos prin­ rey de L im a , y se correspondan en las materias
cipales de indios, que son cabeceras de otros. Y de su cargo.
porque uno de los medios con que mas se facili­
ta el buen gobierno, es la distinción de los tér­ Por la fundación de la audiencia de Chile, y
minos y íerritorios de las provincias, distritos, facultades de los vireyes del Perú debe el gober­
partidos y cabeceras, para que las jurisdicciones nador y capitán general de aquella provincia es­
se contengan en ellos., y nuestros ministros ad­ tar subordinado al virey, guardar, cumplir y
ministren justicia sin exceder de lo que Ies loca: ejecutar sus órdenes , y avisarle de todo lo que
Ordenamos y mandamos á los vireyes, audien­ allí se ofreciere de consideración, según las leyes
cias, gobernadores, corregidores y alcaldes mayo­ de este libro. Y encargamos á los vireyes, que
res, que guarden y observen los límites de "sus con muy particular atención y cuidado le asistan,
jurisdicciones, según les estuvieren señalados por y ayuden para mejor acierto de aquel gobierno’
leyes de este libro, títulos de sus oficios, provi­ y materias de guerra: y el gobernador no ponga
siones del gobierno superior de las provincias, ó excusa, ni dificultad, teniendo muy buena cor­
por uso y costumbre legítimamente introducidos, respondencia, para que mejor se encamine lo que
y no se entrometan á usar y ejercer los dichos convenga al servicio de Dios, y nuestro. ( 2)
sus oficios, ni actos de jurisdicion en las partes, (1) Hoy no hay presidente sino comandante
y lugares donde no alcanzaren sus términos y ter­ «eral que depende del nuevo virey del Nuevo Reino
ritorios , so las penas impuestas por derecho, y de b-ranada asi como el presidente de Quito. El de
leyes de estos y aquellos reinos, y que cualquier Charcas depende del virey de Buenos A ires, que es
ei cuarto gefe de America que tiene este carácter de
esceso que en esto cometieren, sea cargo de resi­ virey,
dencia: Y porque se han ofrecido dudas sóbrelos 1 $ v 7 T Se 30, tit. 3, lii). 3 ; la 12, titu­
términos y territorios de algunas gobernaciones, lo lo . lib 2, y la 1.a, tit. 16, lib. 2.
nuestra voluntad, es, que se guarden las declara- ¿-n?"1 cJmb1ai^ 0.* en ‘'caJ orden de 15 de marzo de
ciones contenidas en las leyes siguientes. se declaro independiente el reino de Chile aña­
diendo que siempre debió entenderse asi *
De los términos de las gobernaciones. 165
LEY IV . L E Y IX .
El mismo en Valladolid á 2 de marzo d e lo 5 7 .
D. Felipe ÍY allí á 2 de noviembre de 1627.
Que la provincia de Veragua sea de la goberna­
Que el gobernador de Yucatán guarde las órdenes
ción de Tierra Firme.
del virey de Nueva España.
Toda la provincia de Veragua sea de la go­
Conviene que los gobernadores, y capitanes
generales déla provincia de Yucatán, cumplan bernación de Tierra-Firme.
precisa y puntualmente las órdenes que les die* LE Y X.
— los vireyes de la Nueva España. Y manda­
ren El mismo y la emperatriz gobernadora en Madrid a
mos á los gobernadores, que las obedezcan , y 28 de noviembre de 1552.
cumplan. Que el rio grande de la Magdalena é Islas de el
LE Y V . sean de la gobernación de Santa Marta*
D. Felipe 11 allí á l . ° de octubre de 1568 Habiendo los vecinos y moradores de la pro­
Que los presidentes subordinados tengan la gober­ vincia de Santa Marta ganado, y descubierto
nación en algunos casos« por su industria, y trabajo el rio Grande de la
Los presidentes de Quito* y la Plata, y las Magdalena, é Islas que yacen en él, y por Nos
demas audiencias subordinadas sin embargo de reconocido, que los límites de Cartagena llegan
esto, podrán proveer en algunos negocios tocan­ hasta el rio Grande, que parte términos entre es­
tes á visitas, y tasas de indios puestos en nues­ ta Provincia, y la de Santa Marta; Declaramos
tra real corona, y encomendados á personas par­ y mandamos, que así se guarde por el tiempo
ticulares, de oficio, ó á pedimento de parte, y que que fuere nuestra voluntad: y prohibimos y de­
se aderecen puentes, tambos, y caminos, con que fendemos , que ahora, ni en ningún tiempo, y
por esta razón no adquieran mas conocimiento por ninguna razón, ni causa los gobernadores de
en otros casos locantes al gobierno superior de Cartagena, ni otras cualesquier personas de ella
los vireyes, si ya no tuvieren espresa facultad sean osados á entrar, ni entren en las dichas Is­
las á rescatar, ni contratar con los indios direc­
nuestra. ta ni indirectamente, so las penas en que caen,
LEY VI. é incurren los que entran en tierras, é Islas en
JD. Felipe II en el Pardo á 23 de diciembre de 1572. que no tienen jurisdicción; pero nuestra voluntad
Que los presidentes puedan ejecutar la resuello en es, y mandamos, que si el gobernador'de Carta-
favor de los indios , estando en sus distritos , aun­ I gena, ú otros de su gobernación tuvieren necesi­
que no hayan tomado la posesión» dad de pescar, 6 navegar en el rio para descu­
Luego que los presidentes tomaren puerto, brir, y pacificar en su propia costa, lo puedan ha­
ó entraren en algun lugar de su gobernación aun­ cer, y por esto no incurran en pena alguna, con
que no hayan tomado posesión de su cargo, pue­ que no rescaten, ni contraten con los indios de
dan ejecutar en cualesquier partes, y lugares de aquellas Islas, salvo en mantenimientos para la
sus distritos todo lo contenido en las leyes, céda­ navegación, como no intervenga fuerza, ni mal
las, y provisiones dadas, y que de Nos llevaren tratamiento, y los indios queden satisfechos del
en favor de los indios, así de oficio, como a pe­ precio.
dimento de parte, y sobre esto hagan todas las LEY X I.
diligencias que convengan. D. Felipe ÏII en Valladolid á 9 de diciembre de 1605.
LEY V IL Que el lugar d* Tamalamcque acuda à las ocasio­
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­ nes de Cartagena , como sí fuera de su distrito.
bernadores en Valladolid á 2 de mayo de 1550. Ordenamos que el lugar de Tainalameque,
Que la provincia de Tierra Firme sea de las del situado junto á la villa de Mompox, tenga obli­
Perú. gación de acudir á los socorros, ocasiones, y ne­
Ordenamos que la provincia de Tierra-Fir­ cesidades, que se ofrecieren á la ciudad de Car­
me, llamada Castilla del Oro , sea de las pro­ tagena, como si estuviera en su distrito, guar­
vincias del Perú» y no de las de Nueva España. dando, y cumpliendo en cuanto à esto las órde­
nes del gobernador, y capitán general de Carta­
LE Y Y III. gena.
El emperador don Carlos y la emperatriz goberna­
dora en Madrid á 16 de febrero de 1555. LEY X II.
Que la Culata del golfo de Urábá sea de Tierra D. Felipe II en el Pardo á 50 de octubre de 1584.
Firme. Que la villa de Santa Fe sea del gobierno de A n -
Porque los límites de la provincia de Carta­ tioquia.
gena comienzan desde el rio Grande, que parte Declaramos que la villa de Santa Fe toca á
en términos con la de Santa Marta, hasta el otro la gobernación de Antioquia y no á la de Popa-
rio Grande, que corre por el golfo de Urabá con yan, cuyo gobernador se abstengan de ejercer
setenta leguas de costa: Declaramos que la cula­ actos de jurisdicción en ella.
ta de este golfo, donde estaba el cacique Cimaco, LEY X III.
toca á la gobernación de Tierra-Firme-
D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1659.
Que el Cerro de Condomora sea del corregimiento
de Caylloma.
Ordenamos que la gobernación del Cerro de
TOIVIO II. 4*
Libro v. Tit. i.
Condomora se agregue á Ja jurisdicción ordinaria
nadares, que <¡! ano sea de la dudad y Puerm
de el corregimiento de Cailioina, como está agre­
gado á los oficíales de nuestra rea! hacienda, por e an Cristóbal de la Habana, con los pueblos
Ja cuentaj y razón de lo que produce \y si ai vi-
y poblactones de su distrito, que son los puertos
rey pareciere que tiene algun inconveniente, nos de Marren, 1 an de Caballas, Bahía Honda y Ba-
informe con relación del ultimo estado en que na de Matanzas, «tendiéndose basta cincuenta
hoy se halla, y en el ínterin no se haga novedad. leguas de la dicha dudad tierra dentro, y por la
■nar de una y otra parte; y el otro de lí dudad
LEY X IV . e Santiago, y ios demas lugares de su comarca
IX Felipe III en San Lorenzo á 31 de agosto de 1613. que son el Baya,no, Baracoa y Puerto del Prin-
*Te- 1 «'•'leamos, que el de Santiago y su dis­
Que el corregimiento de Oraro se divída del de
Paria. tí lo í eí CaPUan * S”erra >y subordinado en
o tocante, y dependiente á gobierno y ma-
Respecto de que el gobierno, y ocupación de tenas de guerra al gobernador de la Habana y
ja vilia de San Felipe de Austria, y minas de capitán general de toda la Isla; y en cuanto á ’J
O ruro, piden continua asistencia del corregidor, causas criminales de soldados, y grado de apela-
y le es de grave dificultad acudir á los pueblos de
indios, y cobranza de sus tasas:Tenemos por bien, de e S : ? ra U d t° P°r 13 ley 15 • , l t ’ ,0
que este corregimiento se divida, y haga dos, L E Y X V II.
uno con titulo de corregidor de San Felipe de '
Austria, y otro de corregidor de Paria, y su dis- [ El emperador D. Carlos y doña Juana en Toledo d d
trito, que es donde están los pueblos de indios; 1 T Cl. i O.
O Carlos
C erl' y II
,1"y 7la a" í d° 1Íd
rema á ^ ¡ u t dt
gobernadora.
y señalamos a! corregidor de San Felipe mil y
quinientos pesos ensayados de salario en nuestra Que ninguno salga de su provincia sin Ucencia del
gobernador,
caja real de aquella villa, y al de Paria los dos
mil pesos de salario que gozaba aquel oficio. miU\os’ y c u a lq u ie r persones que
estur.ercu de residencia en algnna provincia, d
LEY X V . gobernación, no puedan salir de ella sin licenda
Id emperador D. Carlos en Madrid ¿ 2 de octubre de el gobernador pena, de que por el mismo he­
de 1528. cho pierdan los oficios, y las encomiendas tí r e ­
Que las islas de los Guanajes sean de la goberna­ partimientos de Indios, y las casas, tierras, é in­
ción de Honduras . genios, y otros heredamientos y aproyechamien-
tos que de Nos tuvieren, y queden inhábiles para
Es nuestra voluntad que las Islas de los Gua­ siempre de poderlos tener, sin especial licencia
najos, que distan de la costa de Honduras á diez nuestra.
y doce leguas, se incluyan en los limites, y tér­
minos de la gobernación de Honduras. Que ningún gobernador haga entradas, y res­
LEY X V I. cates en otra gobernación, leu 13 tit 1 II
bro 4, J ’
O. Felipe III en Madrid á 8 de octubre de 1607.
Que los gobernadores jr corregidores visiten los
Que los gobernadores de la Habana y Santiago de tér minos, j de lo que resultare avisen d las
Cuba tengan los distritos que esta ley declara , y audiencias, lev 15, tit. 2, de este libro.
el de Santiago este subordinado en gobierno y guer­ Que los jueces de comisión puedan seguir delin­
ra al de la Habana.
cuentes fuera de sus distritos, y sus apela­
La gobernación de la Isla de Cuba que anti- ciones 'vayan a la sala del crimen, ley 22,
íijuatncnlc perteneció 0 solo un ^obernsdor os ttt, i, l¿b 7. ^
nuestra voluntad que esté dividida en dos gobcr-

™ íiT f

P e los gobernadores, c o rre g id o re s, alcaldes m ayor e s y y SU S


tenientes y

LEY P R IM E R A . días mayores , que son d provisión del rey y te­


I). Carlos II y la roma gobernadora en esta Recopi­ nientes que nombra el consejo de Indias.
lación, y acuerdo lo 8 , consultado con S. M. y rela­
ciones do las secretarias dei Perú y Nueva España, . Conforme á lo resuelto por la ley i,tit. s,
oobre provisión de oficios se vea la ley 70 tit 2 i . o, están reservados á nuestra provisión y mer­
libro 5. “ ’ * ’ ced los gobiernos, corregimientos, y alcaldías ma­
Que apresa los gobiernos, corregimientos y alcal­
yores mas principales de las Indias, con los suel­
dos y salarios que han de percibir en cada un
De los gobernador■es y corregidores. 167
año, ele cuyas obligaciones tratan las leyes de sayados : el corregimiento de la Paz, con dos mil
esta Recopilacion, y especialmente las de este tí­ pesos ensayados: el corregimiento de San Felipe
tulo. Y para que se conozca con distinción cua­ de Austria, y minas de Qruro, con dos m i pe­
les y cuantos son, es nuestra voluntad espresar- sos ensayados: la alcaldía mayor de minas de Po­
los en la forma siguiente: tosí, con mil y quinientos pesos ensayados.
En el distrito de nuestra real audiencia de
PERU. San Francisco de Quilo el puesto de presidente
de la real audiencia en ministro togado , por el
En e! distrito de nuestra real audiencia de tiempo de nuestra voluntad, tiene de salario cua­
Panamá hemos de proveer el puesto de goberna­ tro mil pesos ensayados: el corregimiento de Qui­
dor y capitari general de la provincia de Tierra- to, con dos mil ducados: el gobierno de Popayan,
Firme, yfpresidente de la real audiencia p >rocho con dos m¡! y quinientos ducados, los dos mil
años, que tiene de salario cuatro mil y quinien­ para el gobernador, y los quinientos para un te­
tos ducados; y el de gobernador y capitán gene­ niente letrado, y parte de este gobierno toca á
ral de la provincia de Veragua, con mil pesos la rea! audiencia de Santa Fe: e! de ios Quijos,
ensayados: el gobierno de la Isla de Santa Cata­ con mil ducados: el de Jaén dé Braca moros, con
lina, con dos mil pesos; y la alcaldía mayor de la mil ducados: el de Cuenca con el salario de sus
ciudad de San Felipe de Porlobelo, con.seiscien-
antecesores: el corregimiento de las ciudades de
tos ducados. Foja, y Zamora , y minas de Zaroma, con mil y
En el distrito de nuestra real audiencia de
quinientos ducados: y el de Guayaquil, con mil
Lima el puesto de virey, gobernador y capitán pesos ensayados.
general del reino del Perú, y presidente de la En el distrito de nuestra real audiencia de
real audiencia, por tres anos, que tiene de sa­ Chile, el puesto de gobernador y capitán gene­
lario treinta mil ducados: el corregimiento del ral, y presidente de la audiencia, por ocho años,
Cuzco 5 con tres mil pesos ensayados: el corregi­ con salario de cinco mil pesos de oro de minas;
miento de Cajamarca la grande, con el salario y el de veedor general de la gente de guerra y
de sus antecesores: el corregimiento de la villa presidios de aquella provincia, con el sueldo de
de Santiago de Miraílores de Zana, y pueblo de sus antecesores.
Chiclayo, con mil pesos ensayados: el corregimien­
En el distrito de nuestra rea! audiencia de
to de San Marcos te Arica, con mil y quinien­
la Trinidad y paerto de Buenos Aires, el puesto
tos ducados: el corregimiento de Col'aguas, con
de gobernador y capitán general de las provin­
mil y doscientos pesos: el corregimiento de los
cias del rio de la Plata, y presidente de la au­
Andes del Cuzco, con dos mil pesos ensayados: el
corregimiento de la villa de lea, con novecientos diencia, por ocho años: tiene de salario cuatro
mil pesos ensayados en cada uno: el gobierno de
y veinte y ocho ducado-*: el corregimiento de Are­
quipa, con dos mil pesos ensayados: el corregi­ Tucuman con cuatro mil y ochocientos ducados:
miento de Guamanga, con dos mil pesos ensaya­ el gobierno y capitanía general de las provincias
d o s ^ corregimiento de la ciudad de San Miguel del Paraguay, con dos mil ducados.
de Piara, y puerto de Paita, con mil y doscien­
tos pesos, y el corregimiento de Castro-Vireina, . NUEVA ESPAÑA.
con mi! y doscientos pesos ensayados.
En el distiito de nuestra real audiencia de En el distrito de nuestra real audiencia de
Santa Fe, el puesto de gobernador y capitán ge­ Santo Domingo de la Isla Española, el puesto de
neral del Nuevo Reino de Granada, y presidente gobernador y capitán general, y presidente de la
de la real audiencia, por ocho años, con seis mil real audiencia,' por ocho años, que tiene de sa­
ducados: el puesto de gobernador y capitán ge­ lario cinco mil ducados: el de alcalde mayor de
neral déla ciudad, y provincia de Cartagena, con la tierra adentio, cotí quinientos ducados: el de
dos mil pesos ensayados: el de gobernador y ca­ gobernador y capitán general de la Isla de Cuba,
pitán general de la provincia de Santa Marta, y ciudad de San Cristóbal de (a Habana, con dos
con dos mil ducados: el de gobernador y capitán mi! pesos de minas: el de gobernador y capitán
general de la provincia de Mérida y Lagrita, con á guerra de Santiago de Cuba, con mil y ocho­
dos mil pesos ensayados: el gobierno de Antio­ cientos pesos de minas: el de gobernador y capi­
quia, con dos mil ducados: e! de gobernador y tán general de la ciudad é Isla de San Juan de
capitán general de la Ti inidad, y la Guayana, con Puerto-Rico, con mil y seiscientos ducados: el de
tres mil ducados: el corregimiento de Tocaima, gobernador y espitan general de la provincia de
y Vague, por otro nombre Mariquita, con mil Venezuela, con seiscientos y cincuenta mil ma­
pesos ensayados: y el corregimiento de la ciudad ravedís: el de gobernador y capitán general de
de Tunja , con mil pesos ensayados; y á estes dos la provincia de Cumanó, con dos mil ducados:
últimos se agregó el de los Musos. el de gobernador de la Margarita, con mil y qui­
En el d.strito de nuestra real audiencia de nientos ducados.
los Charcas el puesto de presidente de aquella En el distrito de nuestra real audiencia de
audiencia en ministro togado, por el tiempo que Méjico el puesto de virey gobernador y capitán
luere nuestra voluntad; tiene de salario cinco mil general de la Nueva España, y presidente de la
pesos de minas, ó ensayados: el gobierno de Chu- reai audiencia, por tres años: t i corregimiento
cuito, con e! salario de sus antecesores: el puesto de la ciudad de Méjico, con quinientos mil ma-
de gobernador y capitán general de Santa Cruz ra'edís: el puesto de gobernador y capitán gene-
de ta Sierra, con tres mil pesos ensayados: e! i ral de la provincia de Yucatán, con mil pesos de
corregimiento de Potosí, con tres mil pesos en- ji minas: el de castellano, alcalde mayor, y ea-
1G8 Libro v. Titulo ii.
pitan á guerra del castillo de Acapulco, con mil Los vireyes y presidentes no podrán acrecen­
tincados de sueldo y salario: la alcaldía mayor de tar, ó disminuir los pueblos y territorios de los
Tabasco, con trescientos ducados: la de Guavtla gobiernos, y corregimientos que son á nuestra
ó Amilpas, con doscientos pesos: la de Tacaba provisión. Y ordenamos, que si algunos se hu­
con ciento y cincuenta pesos: la de Isilavaca <5 bieren desmembrado, los vuelvan á unir y agre­
Metepeque con trescientos pesos? y el corregí* gar, reintegrando á los gobernadores en toda su
miento de la Veracruz, con mil pesos. jurisdicción.
En el distrito de nuestra rea! audiencia de LEY III.
Gaatemaia el puesto de gobernador y capitán ge­
El emperador D. Carlos y Ips reyes de Bohemia go­
neral, y presidente de la real audiencia, por ocho bernadores en Valladolid á 8 dç noviembre de 1550.
anos, con cinco mil ducados de salario; el de go­ D. Felipe II á 27 de febrero de 1575, y en Badajoz á
bernador y capitán general de Valladolid de Co- 2 de diciembre de 1580.
mayagua, con dos mil pesos de minas: el de go­ Que los pueblos de indios encomendados sean pues"
bernador y capitán general de la provincia de tos debajo de la jurisdicción de los corregidores y
Cosla-llica, con dos mil ducados: el de goberna­ alcaldes mayores.
dor y capitán general de la provincia de Hon­ Nuestra voluntad es que los pueblos de in­
duras, con mil pesos de minas: el de gobernador dios encomendados, sean puestos debajo de la
de Nicaragua, con mil ducados: el de Soconus­ jurisdicción de los corregimientos, y alcaldías
co, con seiscientos pesos de minas: el de alcalde mayores, adjudicando á cada uno los pueblos
mayor de la Verapaz, con setecientos y setenta mas cercanos, y damos poder a los corregidores,
y siete pesos, seis tomines, y cuatro granos de y alcaldes mayores para conocer civil y criminal­
minas: el de Clúapa con ochocientos pesos en­ mente de todo lo que se ofreciere en sus distri­
sayados; el de Nicoya con doscientos ducados: el tos, asi entre españoles, como entre españoles é
de la Trinidad de Sonsonate con el salario de sus indios, c indios con indios j y de los agravios que
antecesores: el de Zapolitlan ó Suchiteppque con recibieren de sus encomenderos; y que se les
setecientos pesos de minas: el de la ciuda<l de San de'instrucción de lo que deban hacer, según lo
Salvador con quinientos pesos de minas, y el de mas conveniente 4 pada provincia.
alcaide mayor de minas de la provincia de Hon­
duras, con cuatrocientos pesos de minas. LEY IV ,
En el distrito de nuestra real audiencia de D. Carlos II y la reina gobernadora.
Guadalajara, el puesto de gobernador y presiden»
te de la real audiencia en ministro togado, por Que los gobiernos , corregimientos , alcaldías ma­
el tiempo de nuestra voluntad, con ¿res mil qui­ yores y otros oficios sean proveídos en ínterin por
nientos ducados de salario: el gobierno y capi­ los vireyes y presidentes.
tanía general de la Nueva Vizcaya, con dos inil Los gobiernos, corregimientos, alcaldías ma­
pesos de minas; y el corregimiento de nuestra yores, y otros proveídos por Nos, sean en ínte­
señora de los Zacatecas pon mil pesos de minas. rin á provisión de los vireyes, ó presidentes que
En e! distrito de nuestra real audiencia de tuvieren el gobierno de la provincia, habiendo
Manila, en fas Islas Filipinas; pl puesto de go­ vacado por muerte, privación , ó dejación legíti­
bernador y capitán general, y presidente de la ma, y guardando sus facultades, y leyes de este
real audiencia por ocho años, con ocho mil peso? libro.
de minas. LEY V.
Y asimismo son á nuestra provisión otros
cargos, y oficios de administración de justicia cu­ Los mismos aquí.
ya razón corre, y sus despachos por nuestras se­ Que en los titulos de corregidores y alcaldes m a­
cretarias de el Perú y Nueva España, según les yares se pongan las cláusulas de la ley a6 , til. 6,
tocan, y se comprehenden en Jas Indias; y sus lib. 3,
Islas adyacente?. Oadenamos que en los oficios por donde des­
El gobernador y capitán general de la Flori­ pachan los vireyes, y presidentes gobernadores
da ha de ser nuestra pro\ision, é iumediatamen- los títulos de corregidores y alcaldes mayores,
te sujeto, y subordinado á nuestro consejo de In­ que son á su provisión, hagan poner las cláusu­
dias, y no á otra audiencia de ellas; pero ha de las contenidas en la ley 26 , tít, 6 , lib. 2 , por­
ejecutar y cumplir las órdenes, que le diere el que nuestra voluntad es, que sean comprehendi-
virey de la Nueva España en lo tocante al gobier­ dos en la misma prohibición, y pena.
no superior y otras cosas que estuvieren en cos­
tumbre; y por los inconvenientes que se han ex­ LEY V I.
perimentado, de que los gobernadores de Carta­ D. Felipe IV en Madrid á 27 do enero de 1652.
gena, Yucatán, y la Habana nombren allá los te­
nientes: Tenemos por bien dp que por ahora nom­ Que no se den comisiones fuera de sus titulos á
bre el consejo los sugetos que juzgare por mas á ¡os corregidores ni alcaldes mayores al tiempo do
proposito para estos tres oficios de tenientes, con­ su provi^\on.
forme á lo acordado y por Nos resuelto. Mandamos á los vireyes, y presidentes go­
bernadores , que no envien jueces de pomision á
LEY ir. los distritos donde hay justicias con título nues­
D. Carlos II y la reina gobernadora. tro, y las comisiones, que despacharen al tiem­
Que ios pueblos separados de gobiernos y corregí- po de nombrar corregidores, ó alcaldes mayores,
míenlos , que son á provisión del rey , se vuelvan á vayan insertas en sus títulos, sin otro salario,
agregar. porque siempre han de ser de la obligación de sus
De los gobernadores y corregidores. 169
cargos, y oficios principales; y si durante el ofi res, corregidores, y alcaldes mayores no sean ad­
cióse le s remitieren algunas, usen de ellas en mitidos al uso y ejercicio de as oficios , si no pre­
la misma forma, y sin otros derechos ni emolu­ sentaren el inventario de todos sus bienes, y ha­
mentos, que los pertenecientes al oficio prin­ cienda que tuvieren, al tiempo que Nos les hi.
ciáremos merced, y ios que se hallaren en las in ­
cipal. dias le hagan y presenten ante las audiencias rea­
L E Y Y IL - les del distrito, guardando la ley 68, tít. 2, lib. o.
ei emperador D. Carlos en Madrid á 10 de julio
de 1530, cap. l.° de Instrucción. LEY
Que los gobernadores , corregidores y alcaldes ma­ El emperador D. Carlos y la reina de Bohemia go­
bernadora en Valladolid á 4 de setiembre de 1551.
yores proveídos, en España para las Indias, ju ­ D. Felipe II y la princesa gobernadora allí á 9 de^sc-
ren en el consejo• tiembi e de l559. Y en Madrid á 3 de lebrero de io69,
y á 15 de febrero de 4575. D. Felipe IV en Madrid á
Todos los gobernadores, corregidores , y al­ 14 de octubre de 1626.
caldes mayores, proveídos por Nos, si se halla­
ren en estos reinos, luego que se les den los tí­ Que los gobernadores, corregidores y alcaldes m a ­
tulos despachados en toda forma , hagan en el yores , y sus tenientes anees que sean recibidos den
consejo de Indias el juramento siguiente. Jiunzas.

Formulario general que ha de ser según los car Los gobernadores, corregidores, y alcaldes
go$• mayores proveídos en España para las Indias, ó
en ellas, y sos tenientes, antes quesean recibi­
Que juráis á Dios, y á esta Cruz, y á fas pa­ dos, y usen sus oficios, den fianzas legas, llanas,
labras de los Santos Evangelios, que usareis bien y abonadas en las ciudades donde los hubieren de
Y fielmente el oficio de gobernador y capitán ge­ ejercer, de que darán residencia del tiempo que
neral de que se os ha hecho merced, y guarda­ os sirvieren, como son obligados, y pagarán juz­
réis el servicio de Dios y de S. M ., y tendréis gado, y sentenciado, y por lo que toca á nuestra
cuenta con el bien,'y buena gobernación de aque­ real hacienda, y cajas de comunidades, confor­
lla provincia, y mirareis por e! bien, aumento me á las leyes de estos nuestros reinos de Cas­
y conservación de los indios, y haréis justicia a tilla. (a)
las parles, sin excepción de personas, y guarda­
reis, y cumpliréis los capítulos de buena gober­ LEY X.
nación , y leyes de el reino, cédulas , y provisio­ í>. Felipe II en San Lorenzo a 15 de julio de 1581.
nes de S. M., y las que están hechas y dadas, y JD. Felipe 111 en Aranjuez á 11 de mayo de 1618.
se hicieren y dieren para el buen gobierno del Que los gobernadores , corregidores y alcaldes m a ­
estado de las Indias, y que no tratareis, ni con- yores que st hallaren en las Indias , sirvan por
tratareis por vos, ni por interpositas personas, y tres a n o s,y los que estuvieren en estos reinos por
no tendréis hecho, ni haréis concierto, ni igua­ cinco.
la con vuestro teniente, ni alguaciles, ni otros
oficiales, sobre sus salarios, y derechos, y se Está ordenado que todos los que fueren a ser­
los dejareis libremente, como S. M. lo manda, vir en cualesquier gobiernos, corregimientos, y
y no llevareis , ni consentiréis, que vuestros alcaldías mayores de las Indias, si se hallaren
oficiales lleven derechos demasiados, ni dadi­ en aquellas provincias, los sirvan por tres anos:
v si fueren de estos reinos, por cinco años con­
vas, ni cohechos, ni otra cosa alguna de mas
de sus derechos, pena de privación de oficio, y tados todos desde la posesión: Mandamos qué
pagarlo con las setenas , y que guardareis, y ha­ ' así se guarde, y que en los títulos, que se íe§
réis guardar el arancel, y provisiones, que so­ despacharen , se ponga cláusula especial sobre
bre ello disponen, y que no llevareis ningunos esto, conforme al acuerdo de nuestro consejo de
de los dichos oficiales por ruego ni intercesión de veinte y tres de marzo de mil seiscientos y nue­
ninguna persona de esta corte , ni fuera de ella, ve, referido en el libro 2 , título 2 , y que los
conforme al capítulo de buena gobernación que sucesores no intenten, ni lomen la posesión an­
sobre esto habla, sino que libremente llevareis tes que hayan cumplido sus antecesores, como
las personas, que á vos os pareciere, que son se contiene en la ley 5, tít. 2 , lib. 3.
tales, que convengan para los dichos oficios, y LEY X I.
si algunos oficiales habéis recibido contra este te­
nor y forma, los despediréis luego, y en iodo D. Felipe II en Badajoz á 26 de agosto y 25 de se­
tiembre de 1580.
haréis lo que debeis, y sois obligado à hacer.
Decid: Sí juro. Si así lo hiciéredes, Dios os ayu. Que las gobernadores , corregidores , alcaldes rna-
de , y si no os lo demande. Amen, (i)
(2) La inobservancia de esta ley se estrañó mu­
LEY V III. cho en cédula dada en Madrid á 8 de setiembre
D. Felipe IV en Madrid á 5 de diciembre de 1622. de 1710.
D. Carlos II y la reina gobernadora. Por real cédula de 25 de diciembre de 1 76/ se
concedió al virey del Perú que permitiese á los cor­
Que los gobernadores, corregidores y alcaldes ma­ regidores dar fianzas c» Lima por lo que mira á tri­
yores hagan y presenten inventario de sus bie­ butos; mas las de residencias deben siempre otorgar­
n es, conforme d la ley 68 , til. lib. 3. se en el lugar de su jurisdicción.
Ordenamos y mandamos, que los gobernado- Sobre lianzas véase el artículo 274 de la ordenan­
za de Intendentes del Perú y la cédula de 50 de di­
(L) Véase la real cédula de 24 de diciembre ciembre de 777; y sobre todo, la real orden de 16 de
junio de 1795 que la revocó.
. cl7 9 9 .
TOMO II. ^3
i 70 Libro v. Tit. n.
y ores y sus (ementes, traigan vara de justicia y
oigan á lodos con benignidad. LEY XV.
Man<!<i:nos a los go liomadores, corregidores) El emperador don Carlos en la dicha Instrucción
alcaldes mayores, y sus tenientes, que traigan en de 1530.
su mano la vara de nnestra real justicia, y no sal­ Que los gobernadores y corregidores visiten los tér­
gan en público, sin ella, pues es la insignia por minos , y de lo que resultare avisen d las a u ­
Ja cual son conocidos los jaeces, á quien han de diencias.
acudir las partes a pedirla, para que se adrni-
rmtre igualmente, y oigan á todos con benigni­ Ordenamos que los gobernadores y corregi­
dores visiten todos los términos de la ciudad,
dad: de manera que sin impedimento sean de- villa, 6 tierra, que fuere á su cargo; y vean y
sagraviados y fácilmente la consigan.
reconozcan si estan ocupados , ó minorados, y si
LEY X II. ° sobre esto ha habido sentencias, ó ejecutorias;
Fd mismo en Lisboa a 15 de abril de 1582.
y si los culpados fueren de su jurisdicción, co­
nozcan de ello breve y sumariamente, hasta ha­
Que los gobernadores y alcaides de castillos ten­ cerles que restituyan, y si no fueren de su ju­
gan entre si buena <orrespondenda y conformi­ risdicción, den cuenta á la audienda, declaran­
dad « do cuales, y cuantos teVminosson, y quien los
Ordenamos que ios gobernadores dejen asar, ocupa para que provea justicia; y asimismo se
y ejercer su cargo à los alcaides de castillos, y informen como son regidas las ciudades, villas,
ortalezas, y no se entrometan con ellos, ni con y poblaciones, y si los ministros usan bien sus
sus oficiales, ni soldados, en las cosas tocantes oficios, y hay personas poderosas, que agravien
a a guerra, teniendo con los militares buena à los pobres, haciéndolos enmendar, si buena­
correspondencia, y conformidad en lo que toca ii mente pudieren, y si no, den cuenta a! presi­
nuestro servicio, guardando y cumpliendo sus dente, y oidores con tiempo. Y mandarnos que
títulos: y si se ofreciere alguna duda con ios cas­ cuando el gobernador, ó corregidor fuere remi­
tellanos, y alcaides, la consulten con el presi­ so en la visita, el presidente y oidores envíen «i
dente, y audiencia del distrito, y esten por su su costa otra persona, que lo cumpla, y den
declaración: yen las cosas que requieren pres­ cuenta al consejo.
teza, haga cada uno lo que le tocare, sin itn.
pedirse por ninguna diferencia que tengan, por- LEY X V I. t
que demás de los inconvenientes, que pueden F! mismo en la dicha Instrucción de 1530. D. F eli­
U'sultar, nos tendremos por muy deservido. pe IV en Madrid á 1 de setiembre de 1652.

LEY X III. Que los gobernadores y corregidores no lleven sa­


larios ni derechos por las visitas.
I). I. elipe II cu el bosque ;í 19 de noviembre de 1570-
Y en Madrid á 2 j de octubre de 1575. En las visitas, que hicieren los gobernado­
Que los gobernadores y justicias hagan audiencia res y corregidores no lleven salarios, ni derechos
donde se acostumbra, y no en los escr ir ¡torios de ningunos por esta razón á los españoles , ni in­
los escribanos. dios, aunque sea en poca cantidad, pues toca à
la obligación de sus oficios hacerla sin otros in­
Los gobernadores, corregidores, y alcaldes tereses. Y mandamos que á los que contravinie­
mayores, y ordinarios hagan audiencia en las ren, se íes haga cargo en sus residencias.
cárceles, ó lugares donde hubiere costumbre, y
no en los escritorios de los escribanos, y todos LEY X V II.
tengan hora señalada para asentarse en las au­ IX Felipe II en Madrid à 25 de enero de 1575.
diencias.
Que cuando salieren A visitar no echen huéspedes
LEY X IV . á los vecinos contra su voluntad.
El mismo en Toledo ¡í 22 de setiembre de 1560.
No echen huéspedes de aposento à los veci­
Que los gobernadores no advoquen las causas de nos, y moradores de los lugares contra su volun­
<¡ue conocieren los alcaldes ordinarios , tn muden tad, y por sus personas, y las que precisamente
las carcelerías. los acompañaren no les sean gravosos.
Mandamos que los gobernadores, corregido
res, y alcaldes mayores no conozcan de las'cau- . LEY X V III.
sas civiles, ó criminales, de que conocieren los El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora
alcaldes ordinarios, ni las advoquen á s i, y no allí, cap. 18.
saquen, ni consientan sacar los presos de los lu­ Que los gobernadores, corregidores y alcaldes ma­
gares donde se hubiere dado causa á la prisión yores visiten los mesones y tambos, y provean que
paia llevarlos á otros, donde residen, ó fueren los haya en los pueblos de indios, y que se les p a ­
hasta ser convencidos por fuero, y derecho, y fe­ gue el hospeda ge.
necidas sus causas. (3j J
Visiten los gobernadores, corregidores, y
alcaldes mayores los mesones, ventas, y tambos,
que hubiere en los pueblos, y caminos, y orde­
(.)) Si no fuere por apelación según la ley 12.
111. i¿, iib. 5. J nen que los haya donde fueren necesarios, y por
J lo menos casas de acogimiento para los caminan-
| tes, aunque sea en lugares de indios, y entre
De los .gobernadores y corregidores. 171
ellos, y hagan que les sea pagado el acogimiento, particular atención ia orden y forma de vivir de
y hospedage. (/,.) tos indios, po’icia, y disposición en los mante­
nimientos, y avisen á los vireyes ó audiencias, y
LEY X IX . guarden sus buenos usos, y costumbres en lo que
Los mismos allí, cap. .'>5. no fueren contra nuestra sagrada Religión, como
Que los gobernadores y corregidores visiten los pue­ está ordenado por la ley 4 > l¡t. 1, lib. 2, y pro­
blos de indios, y Jes den d entender como van d vean que los ministros, y los otros oficiales usen
hacerles justicia. bien, Sel, y diligentemente, y sin fraude sus ofi­
cios, y que la tierra sea bien abastecida de car­
Los gobernadores, corregidores y alcaldes nes, y pescados, y otros mantenimientos, á ra­
mayores en la visita de los pueblos den á en­ zonables precios, y las cercas, muros, cavas,
tender á los indios, que nuestra voluntad es en­ calles, carreras, puentes, alcantarillas, calzadas,
viarles justicias, que los amparen, y defiendan, fuentes, y carnicerías estén limpias y reparadas
para que cada uno use de su hacienda libremenr y todos los demas edificios, y obras públicas, sin
te, y de ninguna persona reciban agravios, ha­ daño de los iridios, de que darán cuenta á la au­
ciendo que se les dé satisfacción de los recibi­ diencia de el distrito.
dos, con restitución efectiva, y justicia sobre to­
do, sin dilación alguna. LEY X X flI .
LEY XX. Los mismos allí, cap. 55.
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­ Que los corregidores y justicias hagan trabajar á
bernadores en Valladolid á 9 de octubre de l5 i0 . los indios, y que acudan á la iglesia.
Que cuando los gobernadores salieren de un pue­ Conviene que los corregidores, y justicias ha­
blo á otro, remitan á las justicias los pleitos pen­ gan que los indios no sean holgazanes, ni vaga­
dientes. bundos, y que trabajen en sus haciendas, ó la­
Los gobernadores, corregidores, y alcaldes branzas, y olidos en los dias de trabajo, y los
mayores, cuando visitaren sus términos, y hu­ industrien á que ganen soldada unos con otros, y
bieren de pasar de un pueblo á otro, dejen el se aprovechen de la tierra, labrándola, y cui­
conocimiento de ios pleitos comenzados, que no dando de su cultura y fertilidad para su utilidad
pudieren fenecer en el tiempo que alli asistie­ aprovechamiento, haciéndoles seguir en todo io
ren, á los alcaldes ordinarios, ó justicias de las demas que pudieren , y vieren ser útil, la forma
ciudades, villas, y lugares, para que ios prosi­ y disposición de España • y en las fiestas los ba­
gan, y sin daño, y molestia de las partes hagan gan acudir á misa , é instruir como lian de estar
justicia. en la iglesia, donde se les deejate la doctrina cris-
liana.
D. Felipe IV en Madrid á 17 de agosto de 1656. LEY xxnr.
Que ningún gobernador, corregidor ó alcalde m a­ D. Felipe 111 en Aranjuez á 26 de mayo de 1609.
yor visite su distrito mas de una vez.
Que los corregidores y alcaldes mayores de pue­
Ordenarnos y mandamos, que ningún gober­ blos de indios los procuren librar de las molestias
nador, corregidor, ni alcalde mayor pueda salir de sus caciques, y se les dé por instrucción.
á visitar, ni visite su distrito mas de ana vez, du­
rante el tiempo de su oficio, si no lacre en caso A los corregidores, y alcaldes mayores de
que a! virey, ó presidente déla audiencia, en pueblos de indios, y á las demas justicias se les
cuya jurisdicción estubiere el gobierno, corregí de por instrucción, que procoren con gran cui­
miento, d alcaldía mayor, le parezca otra cosa, ó dado librar á los indios de las molestias y veja­
si se ofreciere causa tan urgente, que obligue á ciones, que reciben de los caciques, y de la omi­
ello; porque en tal caso., habiéndolo comunica- sión y descuido se Ies haga cargo en sus residen­
do con el virey, d presidente, con su licencia, ó cias, que Nos así lo ordenamos, y mandamos.
permisión lo podrá hacer, y no de otra forma.
D. Felipe l l en el Campillo ;í 19 de octubre de 1595,
El emperador D Garlos y la emperatriz gobernadora y o n Aranjuez a 2 de marzo de i596.
en Madrid á 1 - de julio de 1550. Que los gobernadores no apremien á los indios n
Que los gobernadores reconozcan la policia que los que les labren ropa.
indios tuvieren, y guarden sus usos en. lo que no
fueren contrarios d nuestra sagrada religión, y
Mandamos que los indios no sean apremia­
hagan que cada uno egerza bien su oficio, y ia
dos á hacer ropa para los gobernadores, corregi­
lieira esté abastecida y limpia , y las obras públi­ dores, ni otros ministros eclesiásticos, ó secu­
cas reparadas. lares , y que los gobernadores y corregidores no
les puedan comprar mas de lo que hubieren me­
Los gobernadores, y justicias reconozcan con nester para el servicio de sus casas, sin hacer gran»
gería , ni llevar!» á otras partes, pena de priva­
ción de oficio , y mil ducados, aplicados á nues­
(4) Por los artículos 26 y 27 de la ordenanza de tra cámara, y comunidad de los indios por mitad.
Intendentes de Mueva España están estos obligados»
visitar perpetuamente çns provincias, y hallándose
enteramente imposibilitados de hacerlas por sí, pue­
den comisionar al pfecto.
172 Libro v. Titulo u.
LEY X X V I. las materias de nuestro real servicio, bien y pa­
El emperador do» Carlos y el príncipe gobernador cificación de las provincias que fueren , se cor­
ano de 1552. D. Felipe Ii en Pinto á 4 de abril respondan, y comuniquen, y especialmente te­
de 1563. niendo necesidad de favor y ayuda, valiéndose
Que no tomen d los vecinos é indios comida ni cosa unos de otros, y socorriéndose en las ocasiones-
atibuna, ni se sil van de ellos sin pagarles.
LEY X X X I.
Los corregidores, y alcaldes mayores no lle­ D. Felipe II en Guisando á 23 de marzo de 1572.
ven a los vecinos , nt indios comidas para su man­
tenimiento, ni el de sus bestias, y cabalgaduras, Que en el distrito de la Nueva Galicia no se p a ­
ni oficios, ni servicios personales, sin pagarles gue el salario de los corregidores y alcaldes m a ­
yores de los tributos•
luego, pena de privación de oficio, y cien mil
maravedís para nuestra camara. Ordenamos que en el distrito de la Nueva
Galicia no se den á los corregidores, ni alcaldes
LEY X X V IL mayores los tributos de pueblos de indios por sa­
JJ emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en lario, y que nuestros oficiales reales paguen lo
Valladolid ¡i 14 de julio de 1548. que justamente fuere señalado, con advertencia
Que no se sirvan de los indios que estuvieren in ­ de que no ha de montar tanto el salario, cuanto
corporados en la real corona« rentare el pueblo, y en los que rentaren poco, no
se ha de poner un corregidor , sino un alcalde
Prohibimos y defendemos, que los goberna mayor, que tenga el gobierno de algunos pue­
dores, corregidores, y alcaldes mayores, y su blos, de forma que pueda percibir el qué justa­
tenientes, y los oficiales de nuestra real hacien­ mente se le señalare.
da se puedan servir, ni sirvan de los indios, qm
estuvieren incorporados en nuestra rea! corona LEY X X X II.
ni lo consientan á otra ninguna persona de cual­ Eí mismo en Madrid á 27 de abril de 1574.
quier calidad, ó preeminencia. Que los salarios de los corregidores de senario se
LEY X X V III. paguen de los tríbulos de él y no de la comu­
nidad.
D. Felipe III por acuerdo del consejo en Madrid a 1¡
de (obrero de 1606, Véase la ley 19, tit. 17, lib. 4. El salario de los corregidores, y oficiales de
Que los gobernadores procuren que se beneficie j justicia, proveídos en lugares de señorío , se ha
cultive la tierra con cargo de la amisión. pagar de los tributos, que pertenecieren al que
tuviere titulo y señorío. Y mandamos á nues­
A los gobernadores, corregidores, y alcaldes tras audiencias, que no consientan, ni permi­
majores se les de instrucción por donde fueren tan, que lo cobre de las comunidades de los
proveídos ú orden particular, demas del título, indios.
para que procuren que se beneficie, y cultive !a
tierra de forma que produzca todos los frutos per­ L E Y X X X III.
mitidos, interponiendo con particular cuidado D. Felipe IV allí á 23 de diciembre de 1657.
los medios justos, y convenientes: con apercibi­ Que el gobernador de la Vitcaya asista en la ciu­
miento; de que se les hará cargo en sus residen­ dad de Durango.
cias, y serán condenados en las penas correspon*
dientes á la omisión, y en las comisiones se de­ Ordenamos á los gobernadores de !a provin­
clare asi. cia de la Nueva Vizcaya, que residan en la ciu­
LEY dad de Durango, como tienen obligación, y no
en las minas del P arral, ni otra parte; y desde
El emperador don («arlos y la emperatriz goberna­ allí seigan á sus visitas cuando conviniere, con­
dora en la dicha Instrucción de 1550.
forme á lo dispuesto, ó se les hará casgo en sus
Que los gobernadores prendan á los malhechores, residencias, é impondrá las penas estatuidas por
procurando sacarlos de las for tale tas ó lugares derecho.
dande se recogieren, y avisen à las audiencias.
LEY X X X IV .
Si algunos malhechores se acogieren á for­ El emperador don Carlos y la emperatriz goberna­
talezas, ó lugares de señorío, los corregidores dora en Madrid á 16 de febrero de 1536.
procuren con presteza saber donde están, y re­ Que los gobernadores no se ausenten de los pue­
quieran a los receptadores que los entregaren, ha­ blos principales sin licencia.
ciendo todas las diligencias de derecho; y si no Los vireyes, presidentes, y audiencias ha­
ios entregaren , den cuenta á la audiencia del gan; que los gobernadores, corregidores, alcai­
distrito, con los autos, y testimonios que hubie­ des mayores, y justicias residan en los pueblos
ren hecho, luego que el caso suceda, para que principales, y cabeceras de sus jurisdicciones, y
provea de suerte, que los delincuentes, y recep­ no se puedan ausentar de ellos sin su licencia, con
tadores sean habidos, y castigados.
causa necesaria , y limitación de tiempo, si no
estuvieren ocupados en la visita: y en cuanto á
las licencias para salir de sus gobernaciones, ó
D. 1‘tílipc lie n Madrid ú 29 do diciembre de 1565. venir á estos reinos, guarden precisamente la
Que los gobernadores se correspondan y socorran ley 88 , tít. i 6, lib. 2. ( 5)
en las ocasiones del servicio del rey.
(5) Véase la ley 18, tit. 4, lib. 8, y la cédula que
Mandamos a todos los gobernadores , que en se uota al margen, y la ley 88, tit. 16, lib. 2.
De los gobernadores y corregidores. 175
LEY XXXV. LE Y ' X X X IX .
El mismo por auto del consejo, en Valladolid a 10
D. Felipe II en el Pardo á 30 de noviembre de 1595. de noviembre de 1604. Y en Madrid á 28 de diciem­
Que al que se ausentare sin licencia no se le pa­ bre de 1619. Véase la ley 37 de este título.
gue salario » Que los tenientes letrados sean examinados»
Mandamos á los oficiales de nuestra real ha­ Los vireyes, y audiencias no consientan ejer*
cienda, que no paguen su salario al gobernador, ccr oficio de teniente á ningún letrado, que no
que se ausentare, desde el misino día, que hi­ haya estudiado el tiempo dispuesto por la ley real
ciere la ausencia , quedando en su fuerza , y vi­ y fuere examinado, y aprobada por los de nues­
gor las demas penas , y lo que pagaren no se les tro consejo, siendo nombrado en estos reinos de
reciba en cuenta; y si Nos ordenaremos, que la Castilla, ó por la audiencia de aquella jurisdic­
situación del salario se mude a otra parte, avi­ ción , si el nombramiento se hiciere en persona
sen á los oficiales de ella, para que hagan lo de las Indias, y los cabildos de las ciudades no
mismo. los admitan de otra forma. Y mandamos, que
LEY X X X V I. sean depuestos los que sin esta calidad estuvieren
I). Felipe II en Madrid a 7 de julio de 15^2. Y en ejerciendo, y á nuestros fiscales, que así lo ha­
San Lorenzo á 14 de setiembre de 1591.^D. 1 eli- gan cumplir, y ejecutar, y se esprese en sus ií.
pe III en Madrid á 28 de marzo de 1620. tulos.
Que los vireyes^ presidentes y audiencias no nom - LE Y XL.
bren tenientes á los gobernadores. corregidores y El mismo en Madrid á 14 de diciembre de 1606. V éa­
alcaldes mayores. se la ley 5 2 , tit. 4 , lib. S.
Ordenamos á los vireyes, presidentes, y au­ Que los oficiales reales no puedan ser tenientes de
diencias, gobernando, que no pongan , ni nom­ los gobernadores.
bren tenientes à los gobernadores , corregidores*, Ordenamos que los oficiales de nuestra real
ni alcaldes mayores, que Nos proveemos, y ellos hacienda na puedan ser nombrados por teníen-
en virtud de nuestra facultad pudieren proveer, les de gobernadores, corregidores, ni alcaldes
y se los dejen nombrar, poner, quitar, y remo­ mayores por ia falta que pueden hacer á la pre­
ver con causa legitima, y al cuidado de los vi- cisa, y continua ocupación de sus cargos, y guar­
reyes, presidentes, y audiencias queden las noti­ den la ley *3, tít. 2 , lib. 3.
cias de sus procedimientos, y remediar los da­
nos que resultaren. LEY X L I.
D. Felipe IV en Madrid á 10 de junio de 1654.
LEY X X X V I!..
D. Felipe II en Madrid á 20 de noviembre de 1569. Que el gobernador de Filipinas provea teniente
Y en Sau Mateo a 10 de enero de lobó. 1). Felipe 111 general de pintados , y se aprueba la reformación
en Valladolid á 15 de julio de 16<JÍ. Y en Madrid á del sueldo •
20 de junio de 1606 , y á ¿0 de setiembre de 160y , y
á 18 de marzo de 1618. D. Felipe IV en Madrid á 14 Concedemos facultad á nuestro gobernador, y
de noviembre de 1632 Auto acordado ló 8 . capitán general de las islas Filipinas para que
Que los gobernadores de Popayan, Cuba y Potosí pueda nombrar teniente general de la provincia
si no fueren letrados nombren tenientes que lo seanf de pintados, que ejecute sus órdenes, y especial­
y los corregidores de Méjico y Mérida en Varm as , mente si se ofreciere salir en las armadas contra
Los gobernadores de Popayan , Cuba , y Vi­ soloes, camuzones y mindanaos; y aprobamos la
lla Imperial de Potosí, si no fueren letrados, nom­ reformación del sueldo que antes solia percibir el
bren tenientes, que lo sean, y a los que confor­ dicho teniente general.
me à sus títulos tuvieren salario seualado se les LEY X L II.
pague, con que en el examen, y aprobación se D. Felipe III en Lerma á 5 de junio de 1610 , y en
guarde la ley 3g , de este titulo; y lo mismo ob­ San Lorenzo á 42 de junio de 1613. D. Felipe IV en
serven el corregidor de Méjico, y el de Mérida, Madrid á 45 de abril de 1640.
por lo tocante á la ciudad de Varinas*, y en cuan­ Que los corregidores de indios no pongan tenientes
to á los de Cartagena, la Habana, y Yucatán, sin licencia, y visiten sus distritos .
se guarde lo acordado por el consejo.
Está ordenado que los corregidores de natura -
LEY X X X V IIL íes no pongan tenientes, aunque sea con títulos
D. Felipe XII en Madrid á_28 de marzo de 1620 de jueces de comisión; y porque en algunas partes
Que se escusen Jos tenientes que no fueren necesa— donde hay contratación, y concurso de españo­
rioSf y los permitidos den fianzas • les conviene que haya quien defienda á los in ­
Es nuestra voluntad, que los vireyes, y pre­ dios, é informado el virey, da licencia para que
sidentes gobernadores hagan quitar los tenientes el corregidor ponga allí un teniente particular,
de corregidores, y alcaldes mayores, que no fue­ y el corregidor ande en la visita de su distrito,
ren precisamente necesarios, y forzosos, y á los y no asista mas de quince dias en cada pueblo;
que se debieren permitir por esta causa, obliguen Ordenamos y mandamos, que así se cumpla y
á que conforme á la ley g , de este título dén guarde, y no pongan tenientes sin licencia del
fianzas. ( 6) virey, y que todos los corregidores visiten los va-
lies y guaicospara recoger y volver à su reduc­
(6) Solo son necesarios los tenientes que permite ción , y población los indios, donde tengan doc­
la ley 42 de este título, según la cédula de Villavicio­ trina y policía, y castiguen los escesos que hu­
sa de 7 de setiembre de 58, que vino al gobierno y
audiencia de Lima.‘ biere .
TOMO II. 44
174 Libro v. Tit. u.
EEY XLIIÍ. venciones mas convenientes, para estorbar las
D, Felipe II alii a 20 de setiembre de 1570. ganancias ilícitas de que usan las justicias, con­
traviniendo á su propia obligación y juramento,
Que en el Nuevo Reino no hoja teniente general y a la esperanza que deben tener, de que pro­
de gobernador. cediendo con pureza, y administrando justicia,
Mandamos que el gobernador capitán gene­ como deben, serán por Nos remunerados.
ra! del ¡Nuevo Reino de Granada no provea tenien­ LEY X LV II.
te de gobernador, y en el no baya este cargo y
El emperador don Carlos y la emperatriz gobernado,
oficio. ra en Mad. id á 10 de julio de 1530. Ej mismo y la
LEY X L IV . reina de bohemia gobernadora en Valladolid á 4 de
seLienihre de 155 L D. Felipe II en Pinto á 4 de abril
El mismo en Lisboa á 26 de lebrero do 1582. D. F e­ de loòO. D. Felipe 111 en Lisboa á 31 de agosto de
lipe 111 en Klvas á 12 de mayo de 1619. i). Felipe IV 1619. °
cu Zaragoza á l.° de octubre de 1615. Véase ia úl­
tima remisión de este titulo. Que la prohibición de tratar y contratar compre­
Que los gobernadores, corregidores, alcaldes ma­ hende d los gobernadores, corregidores, alcaldes
yores y sus tenientes letrados no se puedan casar mayores y sus tenientes.
en sus distritos. Declaramos que los gobernadores, corregi­
dores, alcaides mayores, y sus tenientes son cosa-
Prohibimos y defendemos á todos los gober­
prendidos en ia prohibición y penas, impuestas
nadores, corregidores y alcaldes mayores por
contra los ministros que tratan , y contratan en
Nos proveídos, y sus tenientes letrados, que du­
las Indias Occidentales, y que en su averigua­
rante el tiempo en que sirvieren sus oficios se
ción, y castigo se deben guardar la ley 54 y si­
puedan casar , ni casen en ninguna paite del tér­
guientes, til. i 6 , lib. 2 , dadas sobre esta pro­
mino, y distrito donde ejercieren jurisdicción, hibición. (g)
sin especial licencia nuestra, pena de nuestra
merced y privación de oficio, y de no poder t e ­ LEY X LV III.
ner, ni obtener otro en las Indias, de ninguna R Felipe IV en Madrid á 17 de agosto de 1628.
calidad que sea. ( j ) Que los gobernadores vivan en las casas reales.
L E Y X LV . Ordenamos á los gobernadores, que habiten
1). Carlos II y la reina gobernadora en esta Recopi­
siempre en nuestras casas reales, y no truequen
lación de vivienda con los vecinos, pasándose á otras
Que los gobernadores no tengan ministros ni ofi­ suyas, porque demás de ser contra nuestras ór>
ciales naturales de la provincia, ni parientes den­ denes, vivirán con mayor decencia y autoridad.
tro del cuarto grado. LEY X L IX .
Ordenamos que los gobernadores, y corregi­ I). Carlos II y ]a reina gobernadora.
dores no tengan ministros, ni oficiales naturales Que los gobernadores, corregidores y alcaldes m a­
de la. provincia que gobernaren, ni den cargos, yores sircan hasta <¡ue fes lleguen sucesores.
ni ocupaciones de justícia à sus parientes por con* Dos gobernadores, corregidores, y alcaldes
.sanguinidad , ni afinidad dentro del cuarto gra­ mayores por Nos proveídos, sirvan sus oficios
do, sin especial licencia nuestra, pena de lo que basta que Ies lleguen sucesores , aunque hayan
montare el tercio de su salario por aquel ano en acabado el tiempo: y los vireyes, y audiencias
que contravinieren á lo susodicho, y los vireyes, guarden la ley 4 > tit a, lib. 3 . (ie )
y audiencias no se lo permitan. ( 8^
LEY XLVL LEY L.
D. Felipe 1H en Madrid á 31 de marzo de 1607, y á
I). Felipe IIí en Cascaes a 24 de setiembre de 1619. 26 de setiembre de 1615. D. Felipe IV á 28 de junio
Que los vireyes procuren remediar las ganancias de 1624. D. Carlos II y la reina gobernadora.
ilícitas de los gobernadores. Que muriendo el gobernador de Cartagena quede
De la continua correspondencia de estos rei­ la guerra á cargo del sargento mayor, y las ga­
nos, y los de las Indias, se ha reconocido, que leras al del cabo de ellas, hasta que nombre per -
en los envíos de plata, oro y mercaderías remití - sona el presidente del Nuevo Reino.
das por los ministros, gobei nadores y corregí Declaramos y mandamos, que cuando suce­
llores, y gruesas sumas que importan , no pro­ diere fallecer el gobernador, y capitán general
ceden con ia limpieza , y desinterés que convie­
ne á sus cargos, y oficios en perjuicio de nues­ (9) Se les permitió sin embargo por algun tiem­
tra rea! hacienda, y caudales de los vecinos, y po repartir á los indios ciertos géneros á cierto precio
naturales de aquellas provincias, para cuyo re­ por cédula dada en Aranjuez á 15 de junio do 1751,
en cuya virtud se eiigió una junta llamada de corre­
medio ordenamos à los vireyes, y presidentes, que gidores que conocía de estos asuntos; basta que por
comuniquen con sus audiencias los mediosy pre- cédula de 27 de noviembre de 1764 se declaró que
solo debía conocer de Ja calidad, cuota y precio de
(7) En cédula de Madrid de 21 de julio do 1/93 los géneros, Irutos y efectos que se hayan de condu­
se declaró, que por esta ley no están impedidos los cir á cada provincia, dando reglas á jas audiencias
asesores de los intondentes de provincia para casarse para oir y determinar aquellos reclusos y demandas
en ellas con tal que la muger no sea del distrito d éla que se encontrasen en sus respectivos distritos con
capital, en que por virtud del artículo 12 de la orde­ motivo de los escesos que cometían ios corregidores
nan/.» del Perú de aquellos magistrados egerccn ju­ por no observar las reglas establecidas por la junta.
risdicción. (10) Véase la cédula de Aranjuez de 11 de julio
(8) Véase ¡a ley 28, fij. 16, lib. 2 y su nota. de 1758.
De los gobernadores y corregidores. 175
de Cartagena , queden las materias de guerra, y se dé mas que la mitad del salario, ley 51,
ésten à cargo del cabo que nos sirviere en el tit, 2 , Ub. 3.
presidio de aquella ciudad, en las plazas de ca­ Que el gobernador de Chile esté subordinado
pitán y sargento mayor 5 y si hubiere galeras, al virey de Lima , y se correspondan en las
estén á cargo del cabo de ellas uno y otro, en­ materias de su cargo, ley 3 , tit. 1 , de este
tretanto que el presidente de la real audiencia libro.
del ¡Suevo Reino «le Granada envia persona, que Que el gobernador de Yucatán guarde las órde­
sirva el cargo de gobernador y capitán general, nes de el virey de Nueva España, ley 4,
en ínterin que Nos le proveemos, guardando la tii. 1 , de este libro.
ley 9 , tit. 11 , lib 3 , en lo que no fuere con­ Que los presidentes subordinados tengan la go­
traria Á esta nuestra especial disposición. bernación en algunos casos, ley 5 , tit. 1,
de este libro.
LEY LI. Que muriendo los gobernadores sin dejar te­
D. Felipe 1Y en Madrid á 7 de abril de 1625. Y á 16 niente, gobiernen los alcaldes ordinarios, ley
de diciembre de 1628. 1 2 , tit. 3 , de este libro.
Qun muriendo el gobernador de la isla de la Tri- Que en Filipinas no se haga novedad en cuanto
nidady gobiernen los tenientes ó alcaldes ordi­ d lo$ alcaldes mayores de indios, y los ordi­
narios. narios conozcan en las cinco teguas, ley 25,
Es naestra voluntad , que si vacare el go­ tit. 3 , de este libro.
bierno de. la isla de la Trinidad, y ciudad de Que los gobernadores , y alcaldes mayores no
Santo Tomé de la Guayan» por mnerte del go - j conozcan de la libertad de los indios, den
bernador, á otro accidente, gobiernen los te- / cuenta alas audiencias, y los fiscales sigan
mentes qué se hallaren nombrados por el gober­ las causas, ley 10 , tit. 2 , ¿ib. 6.
nador: y por su ausencia los alcaldes ordina­ Que los gobernadores , corregidores, y alcaldes
rios, en el ínterin que Nos proveemos de gober­ mayores den nuevas fianzas por los reza­
nador, y llega á servir su cargo, sin embargo gos de tributos , y los enteren por tercios,
de lo que generalmente está dispuesto. Y man­ iey (Vi, tit. 5 , lib. 6.
damos a nuestras reales audiencias de Santo Do­ Que el corregidor en visita de cárcel tenga su
mingo, y Santa F é , que no les pongan impedi­ lugar, ley 6 , til. 1 , lib. 7.
mento, y dejen ejercer. Que los pliegos dirigidos á gobernador, y oficia­
L E Y LII. les reales, se abran por todos juntos, y no
D. Felipe II en San Lorenzo á 5 de julio de 1578. por el gobernador solo, ley 15, tit. 10,
lib. 3.
Que el salario de los que murieren sirviendo se
pague hasta el día de la muerte, y no mas*
Que los tenientes de gobernadores, teniendo
salario, piren en el consejo, ó audiencias,
A. los herederos, y sucesores de goberna­ auto 10 , referido lib. 2 , tit. 2 .
dores , corregidores, y alcaldes mayores, y otros Los gobernadores, y corregidores, que se ha­
que murieren en los oficios ; se les ajuste la cuen­ llaren en la corte, juren en el consejo, auto
ta ^ y Pagae salario que debieren percibir, 24.» referido allí.
hasta el día de su fallecimiento, y no mas. Que el consejo provea tenientes de gobernado­
Véase la ley 2 3 , til. 13 , lib. 1, sobre los tra­ res en Cartagena, Yucatán , y la Habana,
tos y contratos de los corregidores, y alcal­ por ahora, auto 138, referido en la ley 1,
des mayores. de este titulo.
Los gobiernos del rio de la Plata , Paraguay y ( Sobre la prohibición de casarse algunos te­
T ucuman, tocan al distrito de la real audien­ nientes de gobernadores en sus distritos, y
cia de Buenos ¿dires , por la nueva resoltt- ‘ esiension á gobernadores, y d sus hijos, y
clon , y erección de esta audiencia, ley \ 3, particularmente con la calidad de contraer
tit. 15, lib. 2. Ahora eslá suprimida esta au­ con hijos, ó hijas de ministros se vea la re­
diencia. misión, que va puesta al fin dtl tit. 10, lib.
Que d los nombrados para oficios en Ínterin} no 2 , de esta recopilación.
De los alcaldes ordinarios

LEY P R IM E R A . tan y se hallen presentes los alcaldes que salie­


ren y hubieren servido aquel año; y no salgan
El c ni pera do i* don Carlos ano de l»m7. del cabildo, hasta que la elección esté hecha, y
Que en ¡os ciudades te elijan alcaldes ordinarios, recibidos los nuevos alcaldes. (3)
y cuál es su jurisdicción.
Para el baen regimiento, gobierno y admi­
LEY IV
El emperador don Garlos y la emperatriz goberna­
nistración de justicia de las ciudades, y pueblos dora en Madrid á 26 de mayo de 1536.
de españoles de las Indias, donde no asistiere go­ Que para alcaldes ordinarios se elijan personas
bernador, ni lugar teniente: Es nuestra voluntad, hábiles y que sepan leer y escribir.
que sean elegidos cada ano en la forma,que bas­
ta ahora se ha hecho, y fuere costumbre, dos al­ Mandamos que para alcaldes ordinarios sean
caldes ordinarios, los cuales mandamos que co­ elegidas y nombradas personas honradas, hábiles
nozcan en primera instancia de todos los nego­ y suficientes, que sepan leer y escribir, y tengan
cios causas, y cosas que podia conocer el gober- las otras calidades, que para tales oficios se re­
Süor, 6 su lugar-teniente, en cuanto á lo civil quieren.
y criminal: y las apelaciones que se interpusie­ LEY V .
ren de sus autos y sentencias, vayan á las audien­ D. Felipe II en Madrid ú 16 de diciembre de 1565.
D. Carlos U y la reina gobernadora en esta Recopi­
cias, gobernadores, ó ayuntamientos, conforme lación.
estuviere ordenado por leyes de estos y aquellos Que para alcaldes ordinarios se tenga considera-
reinos. (1) don á los descendientes de descubridores, pacifi­
LEY II. cadores y pobladores.
El mismo V la emperatriz gobernadora eu Madrid a Está ordenado que en los cargos, y provisión
27 de mayo de IfÓfi. El cardenal gobernador a Ij de oficios, sean proveídos y preferidos los prime­
do abril (lo 1510. La princesa gobernadora cu Valla- ros descubridores, pacificadores, y pobladores,
tío) id sí H do setiembre de D 11 en L,s"
siendo hábiles, y á propósito para ello: Manda-
tt ;¡ 1() <!c SCllCH)l)t*C üC ljoX*
I mos que en las elecciones de alcaldes ordinarios
Que en las elecciones de alcaldes ordinarios se I se tenga consideración á sus descendientes, si tu-
guarde lo ordenado, / los ministros las dejen ha - \ vieren las partes necesarias al gobierno y admi­
cer con libertad.
nistración de justicia.
Repetidamente está mandado á los vireyes, LEY V I.
presidentes y oidores, que no se introduzgan en D. Felipe II en Madrid sí 6 de febrero de 1584. Don
la libre elección de oficios, que toca à los capi­ Felipe IÍ1 en Madrid á 15 de julio de 1620. Véase la
tulares, ni entren con ellos en cabildo., y nueslia ley 5 1 , tit. 4 , lib 8.
voluntad es que así se observe, con especial cui­ Que los oficiales reales no puedan ser alcaldes or­
dado en las elecciones de alcaldes ordinarios, dinarios.
por lo que conviene á la república , que sirvan Los oficiales reales no puedan ser elegidos, ni
estos oficios los sugetos mas idóneos, y que se ha­ ejercer oficios de alcaldes ordinarios, aunque sea
gan con libertad ( 2) por muerte, ausencia ó enfermedad de los alcal­
des. Y inandamos que los vireyes, presidentes y
LEY III. oidores no lo consientan, si no fuere en caso de
J). Felipe 111 en Madrid á 26 de diciembre de 1612. mucha utilidad, y conveniencia pública.
Que en las elecciones de alcaldes se hallen los del L E Y V il.
año antecedente.
D. Felipe III en Madrid á 15 de julio de 1620. Don
En las elecciones de alcaldes ordinarios, asis­ Felipe IV allí á 8 de junio de 1621, á 27 de mayo,
14 de agosto y 9 de diciembre de 1624. Véase con la
( n Se advierte que el artículo 31 de la cédula de ley 1 1 , tit. 9 , lib. 4.
. racias al sacar dá a entender cl-ramente, que el que Que los deudores de hacienda real no sean elegi­
L regidor 110 puede ser alcalde sin dispensa, y la j dos por alcaldes ordinarios.
•édufa de 19 de octubre do 1785 espesam ente decla-
que los regidores no pueden ser elegidos alcaldes. Ordenamos y mandamos que ninguna perso­
’ Los alcaldes se han de nombrar hoy aunque baya ¡ na, de cualquier estado ó condición , que sea deu­
gobernador ó lugar teniente según el articulo 11 de dor á nuestra real hacienda, en poca ó mucha
ia Ordenanza de Intendentes de ¡Nueva España.
Despues de la publicación de la Ordenanza de cantidad, pueda se r, ni sea elegido por alcalde
Intendentes del Perú solóse elegia un alcalde porque
lloraban dos años conforme al artículo b; pero por (3) No será Inoportuno se tenga presente que es­
cédula de 12 de setiembre de 1799 se ha «erogado tá prevenido, que en Potosí no se elijan españoles
lú-ho artículo, y mandado volver ú la antigua prac- que no tengan domicilio adquirido, y que la elección
recaiga en qno de España y un criollo, no habiendo
(2) Derogada en cuanto no hallarse los vireyes y de los primeros con los requisitos necesarios, Cédula
presidentes en las elecciones por la ley 15, tit. •), ( del Pardo de 4 de febrero de 1796. Y véanse las le-»
yes 7 y 8, tit. 20, lib. 8-
iib. 4. 1
De los alcaldes ordinarios. 177
ordinario de ninguna de las ciudades , villas y hiere costumbre de elegir alcaldes ordinarios , y
lugares de las Indias, ni tener voto en las elec­ otros oficiales anuales, han de confirmar los vite-
ciones; y sí contraviniendo a ello fueren elegidos yes las elecciones hechas en las cabeceras donde
por alcaides, ó tuvieren voto, por la presente, ordinariamente asisten, ó en los pueblos distan­
desde luego para cuando el caso suceda , damos tes de ellas, quince leguas en contorno , y si los
por ningunas, y de ningún valor, ni efecto es­ vireyes, ó los que por ellos tuvieren el gobierno,
tas elecciones. Y declaramos á los elegidos, si se hallaren fuera de las ciudades de su asistencia,
aceptaren y usaren, y electores por privados de y leguas referidas, en la parte que se hallaren, y
los oficios que tuvieren, y por perdidos sus bie­ quince leguas alrededor , aunque sea en otras
nes, los cuales aplicamos h nuestra real hacien­ ciudades de sus distritos, donde residen audien­
da, y sean desterrados de los lugares donde t u ­ cias las han de confirmar, y las que se hicieren
vieren ios tales oficios, y veinte leguas en contor­ en ciudades,..y pueblos donde residiere audiencia,
no. Y mandarnos a los vireyes, presidentes y oi­ y quince leguas en contorno se lleven á los pre­
dores de nuestras audiencias reales, que tengan sidentes, y en su falta a! oidor mas antiguo de
particular cuidado de la ejecución de las dichas cada uno para el misino efecto, y los demas oi­
penas*, y que si en ia elección hubiere habido ca­ dores en ninguna forma intervengan en esto; y
lidad, que requiera mas ejemplar castigo, le pon­ en las demas ciudades, villas y lugares se lleven
gan, administrando justicia en la forma que con­ á los gobernadores , ó corregidores, para que las
venga; y si hallaren que ha intervenido precio, confirmen, precediendo comisión de los vireyes,
ú otro aprovechamiento, ó espera de deuda acii ó personas á cuyo cargo estuviere el gobierno su­
va ó pasivamente, provean lo que fuere justicia, perior déla provincia, a los cuales mandamos,
como lo pidiere el caso; y sobre todo hagan que que la envíen anticipada al tiempo en que se hu­
nuestros fiscales de las audiencias la pidan, y si­ bieren de hacer las elecciones. (5).
gan las causas, que Nos así se lo mandamos. Y LEY XI.
en cuanto á las (lernas elecciones se guarde la D. Felipe 11 en el Pardo á 26 de noviembre de 1573.
ley i i , tít. 9 , lib. 4 - Que los alcaldes ordinarios no se introduzcan en
materias de gobierno, ni hagan posturas.
El emperador 'D. Carlos y la princesa en su nombre Mandamos que los alcaldes ordinarios- no se
en Valladolid á 21 de abril de 1551. introdúzcan en las materias de gobierno, así en
Que no pueda ser elegido por alcalde el que no v las ciudades, y villas, como en la jurisdicción,ni
fuere vecino; y donde hubiere milicia lo pueda ser hagan posturas en los mantenimientos, ni otras
el que tuviere cusa poblada. cualesquier cosas, que se vendieren, porque esto
Mandamos que no pueda ser elegido por al­ ha de ser á cargo de el gobernador, á corregidor,
calde ordinario el que no fuere vecino; y que don con los fieles ejecutores.
de hubiere milicia lo pueda ser el que tupiere
casa poblada, aunque su profesión sea militar.
■LEY XIL
El mismo y la princesa gobernadora en Valladolid
LEY IX. ú 14 de lebrero de 1557. Y en Toledo à 8 de diciem­
bre de 1560 , y á 27 de lebrero de 1575. D. Felipe LU
Los mismos allí, á 19 de enero de 1535. D. Feli­
eu Sun Lorenzo ú 21 de uiay-o de i.C)00. £). 1 elipe IV
pe 111 en Lisboa á 10 de agosto de I6 i9 .
en Madrid á 7 de abril de 1625 , y 3 d e setiembre de
Que ¡os alcaides ordinarios no vuelvan á ser ele­ 1627.
gidos hasta haber pasado dos anos y dado resi­ Que muriendo los gobernadores sin. dejar temen—
dencia. tes, gobiernen los alcaldes ordinarios.
Los alcaldes ordinarios no puedan ser ree­ Declaramos y mandamos , q.ue si fallecieren
legidos en los mismos oficios hasta que sean pa­ los gobernadores durante el tiempo de su oficio,
sados dos anos despues de haber dejado las varas; gobiernen los tenientes, que hubieren nombra-
V en las ciudades donde residiere audiencia real, úo, y por ausencia, o íalta de los tenientes , los
asimismo no lo puedan ser en estos, ni otros, sin alcaldes ordinarios, entretanto que ¡Nos, Ó los vi-
\haber dado primero residencia. Y ordenamos ai reyes, ó personas, que tuvieren facultad, pro-
virey, ó presidente, que nombre un oidor, ó al­
calde que la lome, y proceda conforme á. d e­
recho. ( 4 ) í’o) Esta lev que se había alterado por el artículo
l l \ l e la Ordenanza de Inlcudcnles de Nueva Espa­
LEY X. ña se ha mandado nuevamente observar por real or­
D. Felipe II y 1a princesa gobernadora en Vallado-, den de 22 de noviembre de 1787; poro sobre lo que
lid á 29 de agosto de 1559 , y en Madrid à 30_ de di­ lora á intendentes de provincia ha quedado en su
ciembre de 1571, y a 20 de octubre de 1573. Eu el fuerza el dicho artículo 11, poique aquellos deben
Pardo á 17 de octubre de 1575. 1). Felipe IV en Ma­ confirmar siempre las elecciones, con obligación de
drid á 28 <le agosto de 161o. dar cuenta al gobierno superior.
Sobre esLa materia téngase presente, que por cé­
Que los ci~cyes, .pre$id< ales, gobernadores y cor­
dula de 12 de mayo de i705 se ordena, que los regi­
regidores confirmen las elecciones de alcaides or­ d o res que eligen un incapaz, lo quedan ellos para
dinarios. formar cabildo y no hacen número, en cuyo caso
En las'ciudades, villas y lugares donde hu~4 debe confirmarse la elección de un hábil ( aunque
haya sido hecha por vocales dé menor número de lo»
(4) Tres años dice la ley 15, tit. 9, lib. 4. que eligieron al incapaz, pudiendo el presidente^ha­
V en cédula de 24 de agosto de 1799 están rele­ cer esta confirmación sin necesidad de nuevo cabildo.
vados de residencia ios alcaldes ordinarios, y consi­ La misma cédula manda, que al que tiene peudlente
guientemente la lalta de ella no será ya un impedi-, tutela no se puede elegir pava los oficios da repú­
mentó para reelección. blica.
T O M O II. 45
178 Libro v. Tít. iïi.
Vecn quien sirva, y si no hubiere alcaldes ordi­ hermandad en defecto de alcaldes de ella.
narios, los elija e! cabildo para el efecto referido. En las ciudades, villas, y poblaciones donde
no hubiere alcaldes de la hermandad, han de co­
El emperador don Carlos y la reina gobernadora en nocer de estos casos los alcaldes ordinarios: y las
Madrid íí la de mayo de 1535. D. Felipe ll.cn S. Lo­ apelaciones interpuestas conforme á derecho, va­
renzo a' 11 de mayo de 1587. Y cu Madrid á 31 de yan ante el presidente, y oidores del distrito: y si
diciembre de 1590. hubiere sala de alcaldes del crimen , conozcan
Que por ausencia ó rnuer'e de alcalde ordinario lo de ellas en el dicho grado. Y por e«to no deje
sea el regidor mas antiguo. la audiencia de proveer lo que convenga en ios
Cuando sucediere morir, d ausentarse alguno casos, que le ocurrieren, porque nuestra inten­
de los alcaldes ordinarios, use el oficio basta que ción y voluntad es, que lo pueda hacer, como
sé baga elección en lugar del difunto, ó ausente, hasta ahora, según conviniere al servido de Dios
el regidor mas antiguo, donde no hubiere alférez nuestro señor, y nuestro, bien de los naturales,
real, que deha gozar por su título precedencia de y província, y ejecución de la justicia.
regidor mas antiguo, porque este ha de servir de
alcalde ordinario en ia vacante.
El emperador don Carlos y el cardenal gobernador
LEY XIV. cu Talavera á 21 de enero de 1578.
D. Felipe II en el Pardo á 26 de noviembre de 1575. Que d los alcaldes ordinarios se. les guarde la j u ­
Que donde hubiere gobernador ó corregidor no en • risdicción conforme á ia costumbre.
tren los alcaldes en cabildo* Manda mos á nuestras audiencias reales, que
Donde hubiere gobernador, ó corregidor, no si se ofreciere duda, ó competencia sobre la ju­
entren los alcaldes ordinarios en cabildo, porque risdicción de los alcaldes ordinarios, se informen,
se siguen grandes inconvenientes de que por ia y procuren saber lo que tintes se ha usado y
mayor parle de votos se deje de resolver lo que guardado: y lo hagan guardar y cumplir, sin ha­
fuere mas justo, mayormente si entraren á votar cer novedad, dándonos cuenta cón su parecer por
con esta intención, excepto si la costumbre hu­ el consejo de Indias, para que proveamos la que
biere introducido lo contrario. convenga, y sea justicia. ( 6 )
• LEY XX.
El emperador don Curtos y el príncipe gobernador Los mismos a llí, a 11 de enero dé 1541. D. Felipe II
en Madrid ;• 5 de abril de 1552. cu Madrid tí 18 de enero de li>76
Que los alcaldes ordinarios tengan voto en los Que un alcalde ordinario pueda ser convenido ante
cabildos. otro.
Ordenamos que los alcaldes ordinarios ten Ordenamos que sobre las deudas, que un al­
gan voto en los cabildos, y ayuntamientos donde calde ordinario debiere, y otras cualesquier cau­
pudieren concurrir, y se hallaren como le pueden sas, ó negocios, puedan las-partes pedir y seguir
tener, y tienen los regidores de las ciudades. su justicia ante e! otro alcaide: y al contrario si
no huliiere gobernador ante quien pedir, guar.
dando lo dispuesto por la ley 7 1 , úi. 1 o, lib. ay
D. Felipe II allí , tí 12 de enero de 1561.
Que los alcaldes ordinarios puedan conocer en
D. Felipe U en San Lorenzo a 19 de julio y 24 de
primera instancia de pleitos de indios con espa- agosto do 1589.
flotes.
Que las audiencias y jueces de provincia no avo­
Donde estuviere en costumbre puedan cono­ quen causas de ¡os alcaldes ordinarias*
cer los alcaldes ordinarios de cualesquier pleitos
de indios con españoles en primera instancia, y Los oidores, y jueces de provincia de nues­
determinarlos di finitiva mente. tras audiencias, no avoquen las causas ene estu­
vieren pendientes ante los alcaldes ordinarios, si
LEY X.VIÍ. no fuere en los casos [ emolidos por derecho: y
El emperador don Carlos y la emperatriz goberna­ guarden lo que generalmente está proveído por
dora en Valladolid á 20 de julio de 1558. la lev 7 0 , tít. i5, lib- 2.
Que los alcaldes ordinarios puedan visitar las
ocnlas y mesones de su jurisdicción, y darles aran­
celes* D. Felipe IV en Madrid á 1 9 de junio de 1626., y á
17 de enero de i 659.
Los alcaldes ordinarios, donde no hubiere
gobernadores, o corregidores, puedan visitar las Que los alcaldes ordinarios hagan sus audiencias
\enlas, y mesones de su jurisdicción, y darles aunque concurran con Jas almonedas reales*
aranceles, para que ti precios justos puedan ven­ Los alcaldes ordinarios puedan hacer sus au­
der á los traginantes lo necesario ti su avio. diencias en las casas de cabildo, donde tuvieren
LEY XVÏ1Ï. su tribunal, ti las horas que se acostumbra, aun­
que concurran los oidores, 6 gobernadores á las
El emperador don Carlos y el principe don Felipe
en su nombro , en Valladolid ó 7 de diciembre de
almonedas de lo que se vendiere, ó arrendare de
15U . Y siendo rey don Felipe II y Ja princesa en su nuestra real hacienda: y si tuviere inconvenien-
nombre , á 25 do agosto tic 1> >9. El mismo en S. Lo­
renzo a 20 de mayo de 1578. (6) Véase la nota á la remisión primera del títu­
Que los alcaldes ordinarios conozcan de casos de lo de competencias.
He los alcaldes ordinarios. 179
te, los vireves, presidentes,y gobernadores, cada LEY XXV.
uno en su'distrito, dén las órdenes necesarias ; 1). Felipe 11 en Avila á 8 de mayo de 1596.
para que se acuda á todo. Que en Filipinas no se haga novedad en cuanto d
los alcaldes mayores de indios , y los ordinarios
ley X X IIÏ. conozcan en las cinco leguas.
B . Felipe III á IB de marxo de 1620. D. Felipe IV
en Madrid á 15 de setiembre de 1621, y en Barcelo­ En lo que loca á los pueblos de indios, que
na á 12 de abril de i 626. En Madnd a 12 de )umo tuvieren alcaldes mayores para su gobierno, y
de 1636.Véase con la ley 5 , tit. 9 de este libio. administración no se baga novedad en las Islas
Que ios alcaldes ordinarios de Lima no puedan ser Filipinas; y si fuera de los dichos pueblos, como
presos por los del crimen sin consulla del virey', j sea dentro de las cinco leguas señaladas á la ciu­
pero puedan conocer de sus causas. dad de Manila, hubiere alguna población de es­
pañoles, ó en el mismo distrito se ofrecieren ne­
Débese practicar con los alcaldes ordinarios
gocios entre ellos y los indios, ó unos con otros,
de la ciudad de los Reyes lo que se guarda con puedan los alcaldes ordinarios de Manila cono­
el corregidor de Méjico en cuanto n que los al­ cer de ellos, y no se les ponga estorbo, que esta
caldes del crimen no los puedan prender, sin con­
sulta del virey. "¥ mandamos que se les guarde es nuestra voluntad. . . 7
Q u e lo s a lc a ld e s o rd in a rio s d e la s ciu d a d es d o n ­
esta preeminencia, con que los alcaldes del cri­ d e re sid ie re a u d ien cia no im p a rta n e l a u x ilio ,
men puedan conocer de todos los casos, y causas,
que hubiere contra los dichos alcaldes ordina­ l e y % tét» 1 9 lih ro 3 * . j ’
Q u e los g o b e rn a d o re s no a vo q u en la s cau sas-de
rios, en que delinquieren como particulares, aun­ qu e conocieren lo s a lc a ld e s o r d in a r io s , l e y
que’ no sean presos, por no venir en ello el vi-
rey; y si los casos fueren sobre competencia de \¿\,til. % de esle abro.
Q u e lo s a lc a ld e s m a y a r e s no con ozcan sitio p o r
jurisdicción con los alcaldes del crimen, el virey, apelación d é la s c a u sa s p e n d ie n te s a n te a lc a l­
y audiencia provean, y determiuen loque fue­
d es o rd in a rio s , l e y \ % t i t . » , d e e s te lib r o .
re justicia. Que la s a p e la c io n e s d e los a lc a ld e s o r d in a rio s
L E Y X X IV . " d e L o n a , y M éjico v a y a n a la s audiencias de
r>. Feline III en Vcntosilla á 15 de abril de 1603. a q u e lla s c iu d a d e s, l e y 13, t i t . 12 d e e s te
Véase la ley 6 , tit. IB , lib. 6. lib r o . . . .
Que los alcaldes ordinarios de Manila no conozcan Q u e co n firm á n d o se en la a u d ien cia la s s c n le n -
en primera instancia de causas de el Parian de c ía s d e lo s a lc a ld e s o rd in a rio s , se les d e v u e l­
tos sangleyes , y en cuanto al gobierno se guarde va n , p u ra qu e e je c u te n , l e y 2 1 , tit. i ,
¡o dispuesto. este lib ro .
One en la s redu ccion es h a y a a lc a ld e s, y rep j~
Sin embargo de la pretensión de los alcal­ ^ ^ 1 * L - . « ÍZ <»/• / a c r * L * s t Í r i á >.C
d o re s, l e y 15, t i t . 3, U bre 6 , y lo s a lc a ld e s
des ordinarios de Manila, sobre conocer acumu­ te n g a n la ju risd ic c ió n q u e se d e c la r a , l e y
lativamente de los pleitos, y causas del Parían, i6 r Y p u edan p r e n d e r á n e g ro s, y m e s ti­
por estar dentro de las cinco leguas de su juris­ z o s , h a sta q u e lleg u e la ju s t cia o rd in a ria ,
dicción: Es nuestra voluntad, que en primera ins­
tancia conozca de los pleitos, y causas solo el al­ le y 17 . ,
Q ue lo s a lc a ld e s o rd in a rio s a u n q u e te n g a n e l
calde del Parían, con las apelaciones á la audien­
a o b iern o , n o p u e d a n e n co m en d a r in d io s, l e y
cia: y en cuánto al gobierno de él se guarde la
ley 55, tit. 1 5, lib. a. tit. 8 , lib . 6 .

jH c ios jfvoviacttttcs 5 y alcaldes de la het inanidad.

bunda , y perdida, que vive en ellas, con grave


LEY PRIMERA. detrimento délos caminantes, y personas, que
D. Felipe IV en Madrid á 27 de mayo de 1631. habitan en partes desiertas, sin vecindad, ni co­
Que haya y se beneficien en las Indias oficios de municación de quien los ayude en lás necesida­
provinciales de la hermandad. des, robos, é injurias que padecen: Tuvimos por
Teniendo conside r.cion al beneficio , que re­ bien de que en las ciudades y villas de las Indias
sulta en estos nuestros reinos de Castilla de la hubiese alcaldes déla hermandad, ó por lo menos
fundación y ejercicio déla hermandad, y habien­ uno, según permitia el número de vecinos; y por­
do reconocido cuanto conviene que se conserve y que nuestra real justicia sea administrada con
aumente en las provincias de las Indias, por la mas autoridad, cuidado y buena disposición: Es­
distancia que hay de unas poblaciones á otras, y tatuimos y fundamos en las ciudades, villas, y lu­
refrenar los escesos cometidos en lugares yermos, gares, que pareciere á losvireyes, y presidentes
y despoblados, por la mucha gente ociosa ¿ vaga­ i gobernadores, oficios y cargos de provinciales de
^80 Libro u Titulo ni.
la hermandad, los coales hagan Iraer en venta pondiente al precio en que se rematare, redu­
y pregon, y que se rematen en las personas que ciéndolo á razón de veinte mil el millar, y pro
mas por ellos dieren, siendo de las partes, y ca- cediendo los ministros con la atención debida.
lidades, que requiere ei ejercicio, con voz y voto
en el cabildo de la ciudad, villa, ó lugar de don­ . LEY flf.
de lo fueren, y siendo renunciables perpetuamen­ El mismo en Aranjuez á 4 de mayo de 1650. En Za­
te, en la forma, y con el gravamen, que los de­ ragoza à 9 de jimio de 1616.
mas oficios vendibles de las Indias, y las demas Que la crear ion de pro ríndales de la herm andad
calidades y preeminencias, que tiene el provin­ Sea sin perjuicio de la elección de alcaldes de ella
cial de la hermandad de la ciudad de Sevilla de Es nuestra voluntad que la creación, y ven­
estos remos., las cuales son; que pueda ser pro ta de los oficios de provinciale-, sea sin perjuicio
vincial de la hermandad perpetuamente de la ciu­ de la elección de alca!.Íes de la hermandad, que
dad, y su tierra, con vara y espada, voz y voto, antes solia haber en las ciudades, y villas de las
asiento y lugar de alcalde major en r) cabildo Indias.
de ella: que como tal oficial, y juez ejecutor de la
hermandad de la ciudad y su tierra, y provincia, LEY IV.
pueda poner los oficia'es, y cuadrilleros, y enten­ D. Felipe II a 21 de setiembre de 1591. D. Felipe III
en Madrid á 10 de octubre de 1618.
der en la ejecución de la justicia de la herman­
dad, y en la cobranza de la contribución de ma­ Que los ministros de la hermandad procedan con
ravedís, que Je pertenecen; y en todas las otras los indios conjorme d esla ley.
cosas y cada una, en que los jueces ejecutores Los provinciales, y alcaldes de la hermandad
pueden, y deben conocer., conforme á lo que se no puedan conocer de pleitos de indios en mas
contiene y declara en las leyes, y ordenanzas de que hacer la averiguación, y remitirla al ordina­
la hermandad, y tenga facultad para renunciar rio, si no fuere sobre hurtos de ganados, que en
el dicho oficio, corno se renuncian los «lemas re- este caso podrán proceder como los ordinarios.
imnciables. Y mandarnos, qne en cuanto al sala­ LEY V.
rio se guarde la ley siguiente, I
El mismo allí.
LEY II. Que para proceder contra indios sean traídos d la
JD. Felipe IV allí a 7 de octubre de 1636. cárcel.
Que o los provinciales de la hermandad no se se­ Por los grandes agravios, que á título de jus­
ñale mas salario que el correspondiente al precio ticia se han hecho á los indios: Ordenamos que
que dieren.
los provinciales y alcaldes de la hermandad , en
Habiendo resuelto, al tiempo de la creación los casos que tocan á su jurisdicción, no puedan
de los oficios de provinciales de la hermandad, .1 sentenciar á ningún indio sin traerle à la cárcel
que gozasen cien mil maravedís de salario alano, j de ia ciudad, y substanciar allí la causa, y |a jus­
pagados de penas de aquel juzgado, y debiéndose j ticia mayor, y ordinaria , que pueden proceder
entender esto en las partes donde de su benefi- ¡ en causas de indios, practique lo mismo.
(cio resultasen cantidades considerables, y no en ¡
otras, donde la cortedad de los precios en que se j Q u e lo s a lca ld es o> d iñ a rlo s c o n o zc a n d e ca so s
hubiesen rematado, no permitía tan crecido sa­ d e h e n u n a d a d en d e fe c to de a le u d e s de e lla ,
lario, no se ha ejecutado asi. Y porque nuestra l e y 18, li t . 3, d e este lib ro .
voluntad , es, reducir este contrato á la equi- j Que e n tr e en p o d e r de lo s ojíela les r e a le s d e
dad que justamente debe tener: Mandamos que ' L im a lo (¡ue se co b ra p o r ca d a n egro p e r a
á ninguno se le conceda mas salario del corres- í sa la r io s d e la herm andad^ le y | 0 , titu lo \ 5 ,

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S)c los alcaldes y hermanos de la mesta.

LEY P ili MEE A. que toca á sus te'rmlnos, y provincias de la Nue­


El emperador D. Carlos en ^ alladolid á 4 de abril de
1542. 1). Caídos 11 y la reina gobernadora.
va España, con orden de don Antonio de Men­
doza nuestro virey, hiciese algunas ordenanzas
Que en ¡a Nueva L·spana se guarden las ordenana
para la cria, y aumento de los ganados, reme­
¿as de la mesta, e iutrnduzga en las demas p ro ­
dio, y castigo de los fraudes, y delitos, que con
vincias de las Indias .
mucha frecuencia se cometían; y habiendo sido
Ei beneficio, y utilidad, que resulta de haber ! por Nos confirmadas, y mandadas guardar, y cuín-
introducido la mesta en estos reinos de Castilla, j piir: Es nuestra voluntad, que en la Nueva Es-
tlie'ron causa á que ia ciudad de Méjico , por ío ; paña donde se dio principio à este beneficio co­
De los alcaldes y hermanos de la mestn. 1 8

man, tengan cumplido efecto; y en las demás pro*


vincias donde no se hubiere introducido, y mili­ Ordenanza 8.
tare la misma razón, que en ia Nueva España, Que no se haga concejo sin haber por lo menos
hagan el virey, presidentes, audiencias y gober­ cinco hermanos de la mesta.
nadores, que se funde la mesla,para que con me­ En todos los concejos de la mesta han de asis­
jor concierto, y mayor aumento atiendan todos á tir por lo menos cinco personas, dueños de ga­
la cria de los ganados, y los delitos no queden nados, y hermanos de ella, y de otra forma no
sin castigo, sobre lo cual guarden las ordenanzas
se puedan hacer.
de Méjico, como van en las leyes de este título,
y las demas, que en él se continen.
Ordenanza 9.
Que los que tuvieren trescientas cabezas de ganada
Ordenanzas 1 y 14.
sean hermanos de la mesla como se declara.
Que los alcaldes de la mesla sean elegidos por el
cabildo de la ciudad, y juren de usar bien sus ofi­ Todos los que tuvieren trecientas, 6 mas ca­
cios. bezas de ganado de ovejas, y carneros, puercos,
ó cabras: y de vacas, ó yeguas veinte, dinas, sean
Ordenamos que el cabildo de la ciudad de precisamente hermanos de la mesta, y obligados
• Méjico nombre un alcalde, ó dos de mesta, cuan­ á ir en persona, ó enviar otro por ellos á los con­
do nombrare, y eligiere los alcaldes ordinarios, cejos que se hicieren, y à cada uno, estando im­
. y los otros oficios, hábiles, suficientes, y de bue­ pedidos con justa causa , y lleven , ó envien.al
na conciencia, que tengan ganado, y sepan de las concejo las mesictias, segon esta ordenado.
cosas concernientes á él, los cuales hagan jura­
7 '«rffi·
mento en el regimiento despues de ser nombra­
dos, y elegidos, de que bien, y fielmente usarán Ordenanza 12,
de dicho oficio, haciendo en lodo lo que alcanza­ Que el concejo de la mesta pueda hacer ordenan­
ren justicia á las partes-, sin odio, ni amistad, afi­ zas con que no se guardin hasta estar aprobadas
ción, ni ínteres, y los que un año lo hubieren ¿y publicadas.
sido, no puedan ser reelegidos el siguiente, sino
con muy justa causa, y no habiendo otros que Para la conservación, y buen gobierno de la
buenamente lo puedan ser. mesla podrá el concejo hacer ordenanzas, y pro­
veer otras cosas, con que no las ponga en ejecu­
ción, hasta que el virey, ó presidente goberna­
Ordenanza 2. dor deei distrito.las apruebe, si hallare, que tie­
Que se hagan cada año dos Honcejos en la forma nen las calidades referidas, y despues sean publi­
de esla ley. cadas, para que lleguen á noticia dé todos lo? que
Los alcaldes de la mesta han de hacer lodos las debieren guardar.
los años dos concejos <í diez y seis de enero, y . LEY VIH.
treinta y uno de agosto, y cada uno dure diez dias,
Ordenanza 5.
y nom as, y si pareciere á los del concejo, lo
puedan prorogar por mas tiempo, y háganse en Que ninguno tenga en su ganado señal de otro•
los lugares donde los alcaldes, y asistenlesal con­ Ninguno tenga en su ganado !a señal que otro
cejo señalaren, y mejor disposición hubiere, y los tuviere, y todas las pongan diferentes para que
que fueren h cada concejo, sean de su comarca. mejor pueda ser conocido el dueño.
LEY fV , LEY m .
Ordenanza 4.
Ordenanza 6.
Que para hacer concejos se publique por pregon
que iodos lleven los ganadas mesteños, y cuáles Que ninguno tenga señal de tronca.
lo son. Señal de tronca, que es la oreja, tí orejas
Antes qu-c los alcaldes se junten á concejo de cortadas, prohibimos á ios ganaderos, que la ten­
la mesta, ha gao pregonaren todas las ciudades, gan en su ganado, por la facilidad con que po­
villas, y lugares, donde pareciere necesario, que drían hacer suyos los agenos, pena que el que
todos los dueños de ganados vayan á las mestas, tal señal tuviere, pierda el ganado, que aplica­
y á ellas lleven todas las ovejas, carneros* cor­ mos al concejo, y si alguno tuviere esta por se­
deros, y otros oualesqnier ganados, que fueren na!, mandamos, qoe le haga otra para quitar la
me-teños, y agenos, y estuvieren envueltos con . duda , y conocer la diferencia.
los suyos, para que se sepa cuyos son, y sean en­
tregados à sus dueños, pagándoles lo que pare­
ciera à los alcaldes por la guarda, pena de que Ordenanza 7,
el que asi no lo hiciere, pague diez carneros para Que sí dos lucieren una seña!, el concejo dé à cada
la parte, y demás los mesteños, que así. en su po­ uno la que le pareciere•
der se hallaren, al concejo, con el cuatro [tanto,
Si dos dueños de ganado tuvieren una seña!,
y si los tuviere trasquilados , los pague con las
el concejo dé á cada uno la que le pareciere, que
setenas para el dicho concejo, demas de la pena
aplicada á la parle; y entie'ndese, que todos los sea diferente, de suerte que dos, ó mas no pue­
ganados son mesteños, así yeguas, caballos, mulas, dan usar de una misma.
vacas, y puercos, como ovejas y .carneros.
TOMO lí. 46
182 Libro v. T it.v .
LEY X I. cios, den cuenta y estén á derecho con los que­
Ordenanza 15. Vean se las leyes 18, lít. 20 , lib. 1.°, rellosos.
y la 6 , tít. 12, lib. 8. Habiendo acabado los alcaldes de la mesta
Que el ganarla mostrenca se deposite y pregone, y el ano de su ejercicio, vayan personalmente ai
no pareciendo dueño, sea para la cámara. otro concejo, que se siguiere, á cumplir de de­
El ganado mostrenco, que no tuviere dueño, recho á los querellosos que algo les quisieren pe­
y se hallare en los concejos, ó en cualquier de dir, y demandar ante los alcaldes, que Ies suce­
ellos, sea depositado en personas llanas y abona* dieren, y allí les sea toma Ja cuenta de los bie­
das, y pregonado en las ciudades comarcanas, y nes del concejo , y asimismo al mayordomo, y el
si de un concejo á otro no constare del dueño, alcance que resultare, entregue a! que sucediere
sea, y se aplique para nuestra cámara, y los oíi en su lugar.
ciales reales lo vendan, haciendo cargo el conta­
dor al tesorero, y procediendo en esto como es CI emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
uso, y costumbre. ra en Avilad 17 de agosto de 1451.
LEY X II, Que no se saquen ganados de una provincia para
otra.
Ordenanza 10.
Mandamos á los gobernadores y justicias, que
Que hdgon dada ano pesquisa de oficio sobre los
hurtos, y castiguen los culpados, no consientan sacar de las ciudades, y provincias
de su cargo los caballos, yeguas, vacas, ovejas,
Los alcaldes de la mesta hagan en cada un r«i otros ganados, que fueren necesarios para su
ano pesquisa general de oficio, aunque no haya servicio, provisión, y abasto. Y permitimos que
acusador, ni denunciador, sobre los hurtos de ga­ si algo sobrare, se pueda sacar para otros luga-
nado, que se hubieren hecho, y hacen en la pro­ res, y provincias, con el menor perjuicio y daño
vincia, y castiguen á los culpados con las penas que ser pueda, teniendo respecto, á que por esto
de derecho. «o se dejen de perpetuar en cada ciudad, y pro­
LE Y X III. vincia los ganados.
Ordenanza o. LEY X V III.
Que las condenaciones y penas impuestas por la
mesta en estos reinos de Castilla sean duplicadas D. Felipe III en Madrid á 15 de abril de 16L9. D. F e ­
lipe IV allí a 14 de julio de 1629.
en las indias.
Que no se den licencias nata matar vacas, ovejas,
Todas las condenaciones, y penas que resul­ ni cabras,
taren contra cualcsquier personas, así en dine­
ro, como en ganado, conforme al cuaderno, le­ Er. algunas provincias de las ludias se han
yes y pragmáticas de estos reinos de Castilla, que disminuido los ganados mayores, y menores, por
hablan sobre las condenaciones, y otras cosas, las muchas licencias, que se lian dado para la ma­
que se han de guardar, hacer, y ejecutar por el tanza, en evidente daño y perjuicio del abasto, y
honrado concejo de la mesta, y alcaldes de el en cria; y aunque algunos vireyes y presidentes han
estos reinos de Casti1!», mandamos que en las In­ hecho ordenanzas muy precisas para e! remedio
dias sean de otro tanto mas, y así duplicadas se de este esceso, no son guardadas, ni cumplidas
sentencien, cobren y ejecuten. con la puntualidad que conviene: Ordenamos y
mandamos á los vireyes, y especialmente al deia
LEY X IV . Na eva España, presidentes, y gobernadores,que
Ordenanza 11, no den licencias para matar vacas, cabras, ni
Que se arrienden las penas. ovejas, y que en esta razón guarden , y hagan
En el concejo se arrienden las penas que le guardar lo dispuesto, porque así conviene al go­
pertenecen, y á el se aplicaren, y haya mayordo­ bierno, y bien público.
mo para cob¡ar del arrendador, y hacer las otras
cosas, que convinieren para e! bien, y utilidadde
D* Felipe 111 en San Lorenzo á 5 de setiembre de
la hacienda, según s« ordenare en el concejo, y 1620.
diere á entender la esperiencia.
Que no se provean jueces de matanzas, y en caso
LEY X V . necesario sean cuales convengan.
Ordenanza1G.
Algunos jueces de matanzas y mestas, pro­
Que los alcaldes de la mesta lleven los derechos veídos en la Nueva España, en lugar de reme­
corno ios ordinarios*
diar los excesos que hay, los permiten, y ‘destru­
Podrán llevar los alcaldes de la mesta los de­ yen la provincia donde son enviados, en que so­
rechos de autos, y tirinas, que ante ellos pasaren, mos deservido , y nuestros vasallos perjudicados.
conforme los pudieren llevar los alcaldes ordi­ Y para ocurrir á ios inconvenientes, mandamos
narios de la ciudad donde residieren, y mas la que el vi rey tenga la mano en proveer estos jue­
parte, que les perteneciere, y cupiere de las pe­ ces, y en caso necesario, sea ajustándose á las
nas aplicadas para ei concejo de la íMesta, con­ órdenes dadas, y en personas tales, que conven­
forme á derecho, y no mas. gan al efecto, y en ios casos qae los requieren,
de forma que lo introducido para el buen gobier­
LEY X V I. no, y justicia , no se convierta en agravio, ha­
Ordenanza 15. ciendo demostraciones, y castigos ejemplares con­
Que los alcaldes y mayordomos, acabados sus ofi­ tra los jueces culpados.
De los protomédieos.
la dicha ciudad, y por muy cierto, que los resca­
LE Y XX. tan con los enemigos en los puertos: Mandamos
El mismo en Aranda á 10 de julio de 1610. al presidente y gobernador, que atienda mucho
Que el presidente de. Santo Domingo dé con re - al recato con que debe dar estas licencias, de mo­
oato las licencias para malar ganado y hacer do que se eviten los inconvenientes , que de su
cueros. despacho resultan , y contraviniendo, se le hará
Por estar machos hatos de de ganados á mas cargo en 1.a yisita, o residencia.
sesenta y ocho leguas de la ciudad de Santo Do­
mingo de la Isla Española, el presidente y go­ Q u e e l in d io p a s to r no pagu e e l g a n o do p e r d i­
bernador da muchas licencias, para que los veci­ do, jsi no se c o n c e rta re a s i, tj p o r e s ío se le
nos vayan á ellas a matar ganado, y hacer cue­ d ie re eq u iv a le n te re c o m p e n sa l e y 17, ti t . 13»
ros, teniéndose por imposible, que los traigan á lib r o 0.

íV i

D e ios protomédieos , m édicos, cirujanos y boticarios.

LEY P R IM E R A . ¡- medos: y si de los árboles , y plantas hay espe­


cies diferentes, y escribirán las notas y señales.
D. Felipe II en Madrid á 11 de enero de 1570. j Harán experiencia, y prueba de todo lo po­
Que habiéndose de nombrar protomédieos genera- i sible , y no io siendo procuren informarse de
les, se les dé e sta instrucción, y ellos la guarden.. personas expertas, para que certificados de la
Deseando «que nuestros vasallos gocen larga . verdad, nos refieran el .uso, facultad, y tempe­
vida, y sé conserven en perlecta salud: Teñe- i ramento de ellas.
mos á nuestro cuidado proveerlos «le médicos, y i De todas las medicinas, yerbas , ó simientes,
maestros, que los rijan, ensenen^ y curen sus en- ¡ que huir-ere por aquellas partes, y les parecieren
fermedades", y á este Fin se han fundado cátedras notables, liarán enviar á estos reinos si acá no
de medicina, y filosofía en las universidades las hubiere.
mas principales de las Indias, como parece por ( Escribirán con buen orden , concierto y cla­
las leyes de su íslu'o. Y reconociendo de cuanto ¡ ridad la historia natura!, .cuya forma remitimos
beneficio será para estos, y aquellos reinos la no- j á su buen juicio, y letras.
ticia , comunicación, y comercio de algunas .pian* [ Y porque lian de llevar título do protomé-
tas, yerbas, semillas, y otras cosas medicinales, dico genera!, en que se les lian de señalar los
que puedan conducir á la curación , y salud de terminos., y límites de su ejercicio: Es nuestra
los cuerpos humanos: Hemos resuello de en viar voluntad , que sean obligados a residir en una
algunas .veces uno, ó mucuos protomédieos gene de las ciudades en que hubiere audiencia, y chan-
rales à las pro.v.i.itrias de las indias, y sus islas ciHcría, cual escogieren los dichos prolomédicos,
a «ijacentes, los cuales tengan el primer grado, y y han de ejercer el oficio en aquella ciudad , con
superintendencia en los demas: usen y ejerzan cinco leguas alrededor, y no fuera de ellas, y
cuanto por el derecho de estos,.y aquellos rei- no han de visitar, ni usar de jurisdicción, ni
nos les os permitido. Y para cuando suceda, que hacer llamamiento fuera de las cinco leguas: aun­
Nos resolvamos enviarlos , es nuestra voluntad, que podrán examinar, y dar licencia á las per­
y mandamos., qu.e se les (ten por instrucción , y sonas de las dichas provincias, que.de su volun-
ellos guarden los capítulos siguientes. , tad vinieren para este efecto al lugar donde re­
P rim eram ente se embarcarán en la prim era sidieren de asiento, no embargante que sean de
ocasión de flota, ó g a le o n e s, según la parte don­ , fuera de las cinco leguas.
de fueren enviados. i INo han de examinar, ni remover, ó impe-
Item se hanmie informar donde llegaren de ! dir el uso de su oficio á la perdona que tuviere
todos los médicos, cirujanos , herbolarios, espa­ * licencia para ejercer , de quien haya podido dár-
ñoles , é indias , y otras personas curiosas en es­ j sela.
ta facultad, y que les pareciere podrán entender i JLos otros prolomédicos , que no son genera­
y saber algo, y lomar relación de ellos general* les, y en virtud de nuestras órdenes residen en
mente de todas las yerbas, árboles, plantas,^ y aquellas provincias, no han de osar el oficio todo
semillas medicinales, que hubiere en la provin­ el tiempo que ios generales residieren en el dis­
cia donde se hallaren. trito de aquella audiencia; pero fuera de é l , y
Otrosí se informarán, que esperlencia se tie­ •jurisdicción de las demas audiencias, podrán
ne de las cosas susodichas, y del uso, facultad, ejercer.
y cantidad, que de estas medicinas se da : como Los derechos, que han de llevar por los exá­
se cultivan: y si nacen en lugares secos, ó hú­ menes , y Ucencias,se han de tasar por el presi-
176 Libro v. Título vi.
d e n le , y oidores de la rea! au diencia, que resi­
diere en la ciudad, teniendo consideración á la LEY IV.
Calidad de la tierra , los cuales han de enviar El mismo en Madrid á lo de setiembre de 1621, y
relación de las lasas al consejo de ludias. 20 de agosto de 1648. ’
Kn los casos , que conform e á su oficio pu­ Que ninguno cure de medicina ni cirujiu sin grado
dieren, y debieren proceder contra alguna per y licencia.
sona , ó personas, se han de ocompafiar para dar
sentencia con uno de los oi lores de la audiencia, Mandamos que no se consienta en las Indias
que el presidente, y o.dores nom braren: y si la a ningún genero de personas curar de medicina,
causa se ofreciere en algún lugar de tránsito, ni cirugía, si no tuvieren los grados, y licencia
donde no baya au d ien cia, se acom pañen con el de el protomédico, que disponen las leyes, deque
gobernador, corregid or, ó alcalde m ayor, y por ha de constar por recaudos legítimos. Y ordena­
su Odia con la justicia ord in a ria ,, de forma que mos a los fiscales de nuestras audiencias, que so­
no puedan sentenciar sin acom pañarse, com o d i­ bte esto pidan lo que convenga: y que en las
cho es. residencias se haga cargo á los ministros por la
A ntes que com iencen a usar presentarán es­ omisión en averig .ar y ejecutar lo ordenado, y
ta instrucción ante el p residente, y oidores, y si asi se guarde en cuauto á ios lugares de españo­
lys pareciere mudar de asiento, y pasar á otro les , y no de indios.
pueblo donde hubiere audiencia , practicarán lo
m ism o.
LEY V.
LEY II. El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
ra eó Madrid á 15 de octubre de 1535.
D. Carlos 11 y ia reina gobernadora.
One los protomédicos de asistencia en las Indias Que los prohibidos por leyes reales no puedan cu
guarden las leyes reales. rar ni usar del lilulo de que no tuvieren grado
Los protomddicos, que han de tener su re Los prohibidos de ser médicos, cirujanos y bo­
videncia en las Indias, y no son de los generales ticarios por leyes y pragmáticas de estos reinos
referidos en la ley antecedente, guarden en el de Castilla, tengan la misma prohibición en las
examen de médicos, cirujanos, visita de las boti­ Indias, y ninguno se intitule doctor, maestro ó
cas , y en lodo lo demas, que pertenece á -su mi­ bachiller, sin ser examinado, y graduado en uni­
nisterio, nuestras leyes reales, y los presidentes, versidad aprobada ; y el que contraviniere, in­
y audiencias las llagan guardar. curra en las penas establecidas por derecho, que
LEY III. liarán ejecutar las justicias reales, haciendo que
D. Felipe IV en Zaragoza a 9 de junio de 1610.
exhiban los títulos, para que conste de la ver­
dad. (aj
Que ¡os catedráticos tle pruna de medicina de las
universidades de Méjico y Lima sean pruto-rédicos. LEY VI.
lis nuestra merced, y voluntad que el prolo- D. Felipe II en el Pardo a' 12 de febrero de 1579.
medicato de la Nueva lis pana este unido \ ane­ Que los prolotnédicos no den licencias á los que no
xo á la cátedra de prima de medicina de la u n i­ parecieren personalmente á ser examinados*
versidad de .Ylejico, y que su jurisdicción se es-
tienda á la Muebla de los Angeles, y puerto de Mandamos que los prolomedicos no den li­
la Vera-Cruz, con todo lo demas que se com­ cencia en las Indias á ningún médico, cirujano,
prende en el nombre de Nueva España: y el boticario, barbero, algebrista, ni á los demas que
prolosncdicnto del Perú, Panama , Portobclo, y ejercen la facultad de medicina y ciruj/a, si no
lo que se comprende eu el nombre de provincias parecieren personalmente ante ellos á ser exa­
del Perú, esté de la misma forma unido h la cá­ minados, y los hallaren Inbi’es y suficientes pa­
tedra de prima de med ciña de la universidad de ra u ar y ejercer: y por ninguna licencia y visi­
Lima. Y mandamos que los catedráticos de pri­ ta de botica lleven inas derecho del trestanto de
ma , por el tiempo que regentaren estas cátedras,
sean protomédicos, y presidan á las juntas, y
concurrencias , y bagan todo lo demás, que per­ to-medícato en Buenos Aires independiente del
Perú.
tenece al ejercicio de prolomedicos: y concede­ Sobre los recursos qne pueden hacerse á los go­
mos esta preeminencia y calidad, para que por biernos y audiencias eu sus casos, por log que se ere
este medio se alienten ios sugetos estudiosos de yeren agraciados de los proto-medicatos véase la cé­
la facultad á trabajar y conseguir el mayor pues­ dula de 16 de noviembre de 1798 que los espresa y
to de su profesión. Y ordenamos, que sin em­ declara un el modo mas preciso y á propó>ito para
quitar las dudas que sobre esto se suscitaron en Mé­
bargo de estar unido el protomedicato á la cáte­ jico, pretendiendo aquellos juzgados hacerse inde­
dra, haya de sacar el catedrático titulo de el vi» pendientes de toda superioridad: dicha disposición
virey, en que le nombre por protomédico, con está reducida á que en los juicios informativos que
relación de sus partes, y letras, cláusula, y obli­ preceden á la admisión de exám enes. hav acción es­
pedí la para ocurrir á los vi re y es y gobernadores in­
gación de llevar confirmación nuestra dentro de dependientes, quienes resolverán con voto consulti­
cierto tiempo. ( i) vo del acuerdo, y no habiendo audiencia con dicta­
men de asesor; y á que cn lo contencioso sobre esce-
( t) Por cédula tle Madrid de 22 de julio de 1786 sos que se cometen por razón de oficio, hay igual­
se bí/.o independiente el proto-medicato de Chile del mente acción para ocurrir á la sala del crimen.
dujbunn , y qne fuese anejo á la cátedra de prima de (2) Por cédula de 22 de enero de 1700 se encar­
medicina de su universidad. gó á la audiencia de Chile el cumplimiento de las le ­
V por olí a de 17 de agosto de 798 se creó un pro» yes de este titulo
©e los proí omédicos. 177
Jo que llevan en estos reinos de Castilla nuestros LEY V il.
protomédicos. (3) El emperador D. Carlos y la emperatriz gobercado-
ra en Valladolid á 10 de abril de 1558.
Que se visiten las boticas y medicinas.
(3) Por una carta acordada del consejo de Casti­
lla fecha en 2 de mayo de 1741 inserta en la nueva Los vireyes, presidentes y gobernadores ha­
ordenanza del proto-medicato se concedió á jeste la gan visitar las boticas de sus distritos á los tiem­
facultad de cometer los exámenes de m édicos, ciru­ pos que les pareciere; y si hubiere medicinas cor­
janos etc. rompidas , las hagan derramar y arrojar, de for­
ma que no se pueda usar de ellas , por el dañó
que pueden causar.

n g gLj· j —o —

D e los alguaciles m ayore ? y otros de las ciu dades.

LEY PRIMERA. de Castilla, hasta remoción de oficio, si convi­


niere y fuere necesario.
JD. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado-
lid á 16 de abril de 1559* LEY IV.
Que los gobernadores-, corregidores y alcaldes ma- El emperador D. Carlos y el príncipe D. Felipe en
su nombre en Valladolid á 31 de marzo de ió 5 2 .
yores nombren alguaciles, y los alcaldes ordinarios
donde gobernaren. Que puedan remover sus tenientes y alcaides.
Los gobernadores , corregidores , y alcaldes Permitimos que los alguaciles mayores de las
mayores nombren los alguaciles , y no nuestras ciudades puedan remover á sus tenientes, y al­
audiencias: y en los pueblos donde gobernaren caides de las cárceles, como lo pueden hacer los
alcaldes ordinarios podrán estos nombrarlos, con de las audiencias, y en ia forma contenida en
que de'n residencia al tiempo que ias justicias.(i) la ley 11, tít. 20 , Ül>. 2.
LEY II. LEY V.
D. Carlos 11 y la reina gobernadora.
D. Felipe III en Lisboa á 24 de agosto de 1619. Don Que no puedan arrendar sus oficios ni los de sus te­
Felipe IV en Madrid á 5 de octubre de 1630. nientes.
Que los alguaciles mayores ele las ciudades no nom­ La prohibición que tienen los.alguaciles ma­
bren otros. yores de las audiencias de poder arrendar sus ofi­
Mandamos que los alguaciles mayores de las cios, y los de sus tenientes: declaramos que se
ciudades no nombren otros alguaciles menores ha de guardar con los de las ciudades.
de los que comunmente llaman de ciudad y cam­ LEY VI.
po , si ya no les fuere concedido, y señalado nú­ D. Felipe II en el Pardo á 19 de octubre de 1566.
mero cierto. Y ordenamos á los vireyes, presi­ Que ¿os alguaciles mayores de las ciudades puedan
dentes y gobernadores, que señalen y moderen entrar en los cabildos con armas i
el número de los que no fueren precisos, recono­
Permitimos y declaramos que los alguaciles
ciendo que conviene no dilatarse en esto.
mayores de las ciadades, villas, y lugares de las
LEY III. Indias puedan entrar en los ayuntamientos y asis­
tir en ellos con sus armas, en la forma que pue­
D. Felipe 11 en Aranjuez á 27 de mayo de 1568. den ias demas justicias.
Que los edguaciles mayores no se sirvan de los me­ LEY V ÍI.-
nores.
D. Carlos II y la reina gobernadora.
Los alguaciles mayores de las ciudades no . Que guarden la ley 7, tit. 20, lib. 2.
ocupen á los menores, ni se sirvan de ellos en Los alguaciles mayores de las ciudades guar­
negocios, y otras cosas que loquen á los algua­ den lo proveído por la ley 7 , tít. 20, lib. 2, por
ciles mayores, ni permitan que los acompañen, lo que toca á sus oficios.
ni á sus mugeres, cuando salieren fuera de sus LEY VIH.
casas, y hagan lo que son obligados, ocupándo­
se solamente en actos de justicia , de forma que Los mismos.
por esta causa no se haga perjuicio á las partes, Que los alguaciles mayores y sus tenientes ronden
y las audiencias reales procedan contra los cul­ y reconozcan los lugares públicos.
pados , conforme á ias leyes de nuestros reinos Ordenamos que los alguaciles mayores de las
ciudades, villas y lugares, y sus tenientes ten­
gan la misma obligación de rondar de noche, y
(1) Véase el tit. 2 0 , lib. 2 , por lo que concuer­
reconocerlos lugares públicos, que los alguaci­
da con este. les mayores de las audiencias, y con la misma
TOMO IÏ. 47
178 4 Libro v. TU. vii.
pena de suspensión, y mas cuatro pesos para los Qae no reciban dddivas de los presos, ni p ren d a n , n
pobres de la cárcel si no lo hicieren. suelten sin mandamiento.
LEY IX . No reciban dádivas, ni dones de los presos,
ni se los lleven por aliviar prisiones, ni pren­
Los mismos.
dan, ni suelten sin mandamiento, con la m is­
Que los alguaciles prendan d quien se les mandare ma pena impuesta á los de las audiencias.
JPrendan los alguaciles mayores, y sus te­
nien les m quien se les mandare , sin omisión , ni LEY X V I.
disimulación ; y si no lo cumplieren , incurran DI emperador don Carlos y el cardenal gobernador
en las penas impuestas á los alguaciles mayores en Madrid á 27 de octubre de 1540 El príncipe go­
bernador alli á 31 de mayo de 1552. D. Carlos U y
de las audiencias. la reina gobernadora. Véase la lev prim era, til 14
LEY X. lib. 5.
Que declara la ley 3, tit 20, lib. 2.
Los mismos.
Que no disimulen juegos ni pecados públicos. Lo ordenado por la ley 3 , lít. 20 , lib. 2,
sobre que los vireyes, audiencias, y justicias, en
Guarden los alguaciles mayores, y los demas caso de ejecutar algunos autos , ó mandamien­
de las ciudades, lo proveído con los de las au­
diencias, sobre que no disimulen juegos vedados tos, sea por los alguaciles mayores, d sus tenien,
ni pecados públicos; y todo lo demás contenido tes, se ha de practicar de forma , que Jos autos,
cu la ley 2 4 , lít. 20, lib. 2 , que de esto trata, ó mandamientos de las audiencias se ejecuten por
con la misma pena. los alguaciles mayores ,d sus tenientes, concedi­
dos por Nos, sino conviniere mandar especial­
LEY XI. mente otra cosa , y los autos y mandamientos de
Los mismos. los gobernadores , alcaldes ordinarios y las demas
Que no acepten oficios ni gobiernos. justicias, se cometan al alguacil mayor de la çiu-
Mandamos que los alguaciles mayores de las dad, y á sus tenientes si los pudieren nombrar,
ciudades y villas no sean proveídos en oficios, ni y no á otro alguacil, ni persona alguna.
gobiernos, y si de hecho los aceptaren, incurran LE Y XVSI.
en las mismas penas que los alguaciles mayores D. Felipe IV en Madrid á 19 de agosto de 1631, Don
de audiencias. Carlos II y la reina gobernadora.
LEY X II. Que en los corregimientos de indios no haya algua­
Los mismos. ciles mayores , y en cada pueblo se pueda nombrar
Que las justicias no desarmen d los que rondaren un indio alguacil.
con los alguaciles mayores. Algunos corregidores, y alcaldes mayores de
Ordenamos que los gobernadores, y otras indios han pretendido introducir y poner algua­
cualesquier justicias, no desarmen Á ios que an­ ciles mayores propietarios „ por tener mano con
duvieren en la rouda con ios alguaciles mayores, los. indios para sus tratos y grangerías, y mo­
si con este pretexto no hicieren inquietades. lestarlos, sirviéndose de ellos con autoridad de
justicia: Mandamos que los vireye3, presidentes,
LEY XIII. y audiencias no lo consientan, ni permitan, y por
Los mismos. todas vías procuren el buen tratamiento, y con*
Que no quiten las armas d los que llevaren luz. servacion de los indios, y si pareciere conve­
No lian de desarmar de noche á los que lle­ niente que en cada pueblo de indios nombre el
varen hacha, ó luz encendida , ó madrugaren á- corregidor, ó alcalde mayor un indio por algua­
sus labores y grangertas, como está ordenado. cil, con vara, lo podrá hacer.
LEY XIV. Que los alguaciles mayores'sean comprendidos
Los mismos. en la prohibición de los tratos, y contratos,
Que no tomen el dinero d los que hallaren jugando. ley 3 2 , tit. 2 0 , lib. 2.
No tomen el dinero á los que hallaren ju­ Que las justicias ejerzan con los escribanos
gando, y puedan depositar la pena de !a ley. públicos, y alguaciles ordinarios, ley 3 3 ,
tit. 8 , de este libro.
LEY XV. Los esc la Jos de alguaciles mayores puedan
Los mismos. traer armas, ley 16, tit. 5 , lib. 1.
179

TITULO
B e los escribanos de gobernación, cabildo número ¿públicos,
y rea les7 y n otarios eclesiásticos.

LEY PRIMEE A. se les hará cargo en las visitas, y residencias, y


que todos los autos judiciales, y extrajudiciales,
D. Felipe II en Madrid ¿ 5 de agosto de 1564. Y a
19 de diciembre de 1568 , y Ib de octobre de,1 5 /0 .
escrituras públicas, testamentos, notificaciones,
D .-Felipe 111 allí à 4 de mayo de 1607. D. Felipe IV y los demas, que se deban hacer ante escribanos
allí á 22 de noviembre de 1621. En Valencia » 9 de en que intervenga su fe, legalidad y autoridad,
noviembre de 1645 , y á 15 de febrero de 16j 0 , Y pasen y se otorguen, y actuen precisamente an­
26 de abril de 1665. En Aranjuez a 24 de a b ul de te los escribanos públicos y reales, que tienen, ó
1652. En Madrid á 4 de noviembre de Í005 , y a ¿ i
d . marzo do 1666. D. Garlos 11 y Ja rema goberna­ tuvieren título, y notaría de los señores reyes
dora en Madrid i 51 de diciembre de 1669. Y en esta nuestros progenitores, ó nuestro, despachado por
Recopílecion. Véase la ley 5 de este titulo. el consejo de Indias, y ninguno que hubiere usa­
Que los v ir e r e s y justicias no puedan nombrar es* do oficio de escribano por nombramiento de los
críbanos, y hayan de sacar titulo y notaría del rey, vireyes, gobernadores, audiencias, y las demás
despachado por el consejo de Indias. justicias referidas, sea osado á proseguir en el
H abiéndose introducido que los vireyes, au­ uso. y ejercicio de el dicho oficio, pena de qui­
d ien cia s, gobernadores, y otras justicias de las nientos pesos por la primera vez, y de ochocien­
I n d ia s , con pretesto de que hay falta de escriba­ tos pesos por la segunda, y creciendo la reinci­
nos reales en las ciudades y p oblacion es, n om ­ dencia hasta la tercera, no solo se ejecutará en
braban personas para escr ib ir, y actuar en las ellos la pena pecuniaria referida que aplicamos
visitas y resid en cias, y otros negocios, y hacer á nuestra camara, juez, y denunciador, por ter­
escrituras, testam entos, ¿ in stru m en tos p ú b licos, cias partes, sino la de seis anos de destierro del
com o si propiam ente fueran nuestros escribanos reino, ó provincia, donde se hallaren. Y es nues­
reales, de que ha resultado ven ir los au tos, pes­ tra voluntad, que se practique, y ejecute lo mis­
q uisas, averigu acion es con notables yerros , y ino en los jueces, procuradores, y escribanos, que
n u lid ad es, y debiendo concurrir en ellos la su ­ admitieren las escrituras , é instrumentos , autos
ficiencia y p ericia, que tanto con viene á su ejer­ judiciales, y extrajudiciales, ó usaren de ellos,
cicio y se reconoce por e l exam en , siendo tan añadiendo á los escribanos , que actuaren, y fue­
con ven iente ia seguridad, y buena forma de los ren contra lo referido, las penas, que por dere­
registros, y protocolos que no tie n e n , ni gu ar­ cho estan impuestas a los falsarios. Y para mas
dan con la custodia n ecesaria, d e q u e se signe firmeza declaramos que lodos los instrumentos,
co n fu sió n , y variedad en e l hecho d é la verdad, escrituras, autos judiciales, y extrajudiciales, que
porque algunas veces se pierden los autos y e s­ se hicieren, y actuaren, fees , y testimonios, da­
critu ras, y con ellos la relación de lo cierto: y dos en contravención de esta nuestra ley, no ten­
como quiera que por nuestras reales cédalas esta gan valor, ni efecto, ni se puedan presentar en
d isp u esto , que no puedan usar estos oficios los juicio, ni fuera de él, pues faltando 1a forma
cu e no tuvieren titulo y notaría de nuestra real substancial, que es defecto de autoridad, y apro­
persona, ó de quien con nuestra licen cia , y la- bación nuestra al título ya dado, ó que de nue­
cuitad especial la pueda con ceder, porque esto vo se diere por el dicho nuestro consejo, á quien
es acto de jurisdicción, y parte de nuestro se­ toca únicamente, no pueden tener electo, ni va­
ñorío r e a l, deseando que á estos y á otros m a ­ lor alguno: y asimismo los dichos nuestros jue­
chos danos y m enoscabos que resultan al buen go- ces, v justicias no permitan , que los escribanos
b iern o, y derecho de las partes, se ponga el re- de gobernación , que no tuvieren particular, y
m ed io 'n ecesa rio : Ordenam os y mandamos que expresa facultad nuestra , hagan autos, si no fue­
asi se guarde y cum pla p recisa, é in violab lem en ­ re donde por sus oficios les tocare , so las penas
t e , y ninguno de nuestros vireyes , presidentes, referidas , y nulidad de lo actuado.. Y ordenamos
a u d ien cias, gobernadores, corregid ores, jueces á los fiscales de nuestras audiencias, que tengan
de com isión , visitas ó resid en cia s, pesquisido­ particular cuidado de que en sus distritos se guar­
res alcaldes ordinarios ó justicias de cualquier de lo contenido en esta nuestra ley : y ia misma
nombre , dignidad , ó calid ad , pueda h acer, ni obligación de sacar título, y notaría por el con-
baga n om bram ientos, ni despache títulos de es­ scjo de Indias han de tener los escribanos , que
cribanos perpetuos, ni por tiem po lim itado, pa­ fueren nombrados en estos reinos de Castilla pa­
ra n ingú n efecto general . ni p articu lar, por se­ ra actuar con los jueces de visitas, residencias, y
c r e to , ni grave que sea , con pretesto de que hay pesquisas, que en virtud de nuestras órdenes,
falta de escribanos en la parte donde los preten- comisiones, y despachos pasaren á las Indias. Y
dieren n om brar, ni por otra ninguna causa, por porque podia suceder , que al tiempo de hacer
precisa que sea , ni los con sienta, to lere, ni per­ nuevos descubrimientos , y poblaciones hubiese
mita , con ap ercib im ien to, que se procederá con ­ falta de escribanos, ó en alguna ciudad, villa, o
tra los susodichos por todo rigor de derecho, y I lugar falleciesen todos los que habla, y si se hu-
180 Libro v. Tit. vil.
Líese de aguardará que se vendiesen estos oficios escribanos se llagan precisamente por las audien"
cesaría e! curso, y despacho de los negocios, con­ cías á quien por nuestras cédulas fueren espe­
cedemos licencia, y facultad á los vireyes, pre­ cialmente cometidos, y no por otras, presupues­
sidentes, y gobernadores , para que en los casos to que un examen con testimonio hasta para to­
referidos, y no en otros, provean los oficios de das parles, y distritos de audiencias ; y si algu­
escribanos del número, y concejo en las perso­ nos escribanos vivieren tan distantes de las au­
nas que les pareciere , siendo hábiles, y suficien­ diencias, que sin gran incomodidad, y peligro
tes, en ínterin que Nos proveemos de ellos, á no paedan ir á ellas á ser examinados , cométase
quien fuere nuestra voluntad , ó se vendan , ó el examen al gobernador, con dos capitulares, ó al
pasen las renunciaciones hechas conforme á de­ teniente letrado mas cercano, de forma que se
recho, y luego nos avisen por el consejo de In­ atienda á la suficiencia: y lo mismo se guarde
dias, ( ij con los escribanos de gobernación, que no están
L E Y II. examinados, y por las causa? referidas no puedan
IX Fernando Y en Burgos á 2G de junio de 1512. El acudir á las audiencias.
emperador don Carlos y la princesa Doña Juana en
su nom bre, en Valiadold á tí de julio de 15,55. Don LEY V.
1' el ¡pe IV en Madrid á 12 de junio de iSStí. D. Felipe II en Madrid á 7 de julio de 1572.
Qoc no usen oficio de escribanos públicos sino los Que los escribanos reales no usen sus o/icios sin ha­
nombrados por el rey. ba pi esentado sus títulos en los ayuntamientos, y
Mandamos que en las Indias y sus Islas no en las suscricion.es digan de clónele son vecinos.
puedan usar, ni osen oficios de escribanos públi­ Por derecho de estos remos de Castilla está
cos sino los que de Nos tuvieren especial nom­ ordenado , que los escribanos reales no puedan
bramiento para ejercer; y si algunos escribanos dar fe de las escrituras, que ante ellos pasan, sin
reales; aun |ue no tengan titulo de escribanos haber ptescotado ante !a justicia, y regimiento
públicos , hubieren usado y ejercido de tales ofi­ de aquel lugar, y escribano del con cejo,-sus títu­
cios con el título solo <ie escribanos reales, dado los: y et» las suscripciones de las escrituras di­
por Nos hasta quince de octubre de mil seiscien­ gan y declaren de donde son vecinos, pena de
tos y veinte y tres, no sean comprendidos en la que por el mismo hecho pierdan el oficio: y así-
prohibición. mismo.que por las presentaciones no se ileven
' LEY III. derechos; y porque nuestra voluntad ts que se
guárdelo susodicho;Mandamos que los presiden­
Los mismos. Véase la ley primera , tit. 5 , !¡b. 8.
tes, y oidores provean, y den úrden como así se
Que todos los escribanos de. cámara, gobernación, haga y cumpla, y en los casos que ocurrieren
cabildos, públicos y reales, minas y registros sean impongan las penas referidas.
examinados, y saquenfíat y notaría.
Los escribanos de cámara , cabildos, gober­
LEY VI.
nación, públicos, y reales minas, y registros, El mismo en Lisboa a 10 de diciembre de 1581, y cii
Madrid :í 21 de octubre de 1586.
para ser recibidos al uso y ejercicio de sus ofi­
cios, demás del título nuestro, han de ser exa­ Que el escribano de cabildo tenga libro en que asien­
minados, y aprobados por las reales audiencias te las tutelas y fianzas.
de sus distritos ; y tener licencia de ejercer, con Mandamos que los escribanos de cabildo ten- "
forme está ordenado por derecho de estos rei­ gan libro, en que asienten y pongan razón de las
nos de Castilla, y asi se ponga en el despacho tutelas, y curadurías, y hacienda, que fuere á
que se les diere , para venir por confirmación; y cargo de los tutores, y curadores, y qué fianzas
hasta que lo hubieren hecho, y conste estar da­ tienen. Y ordenamos à los jueces, que no las dis.
dos por hábiles y suficientes, no los puedan usar, ciernan, si no fuere en personas abonadas, que.
y lodos los susodichos sean obligados á sacar fiat afiancen de dar cuenta con pago cuando se les pi­
y notaría, despachada por nuestro consejo de In­ diere, precediendo las diligencias de esta ley.
dias sin diferencia, ni excepción, guardándose
en lodos esta calidad, como va expresada en ios LEY VII.
públicos, y reales por la ley i , de este título D. Felipe IV en Madrid a 18 de febrero de 1651.
LEY IV. Que los tenientes 'de escribanos de cámara que los
pudieren nombrar den fianzas.
D. lyl'pc: IJ!_cn \ ¡lijado)id a 20 de marzo de ltíi.0 y
en Madrid a 3 de junio de 1620- D. Caí los U y Ja rei­ Sin embargo de estar prohibido que ios es­
na gobernadora. cribanos de las audiencias, y de la gobernación
Que las audiencias examinen á los escribanos 1 puedan poner tenientes de escribanos de gober­
se hallaren muy distantes , íe cometa el exdmt nación en las ciudades, villas, y lugares d.e sus
Nuestra voluntad es, que los exámenes distritos, tienen algunos facultad nuestra, y es­
tán en posesión , y costumbre de nombrar perso­
(I) Sin embargo, por la ley 20, til. 20, !¡¡7~S nas, que con los gobernadores despachen los ne­
permite nombrar interinamente escribanos y oí gocios tocantes a gobierno, y guerra; y porque
empicados cuyos oficios no pueden estar vacos
perjuicio ue la república, principalmente sicuh no pueden acudir a hacerlo respecto de ser es­
ndenno el mismo renunciatario ó comprador de! cribanos de las audiencias, y asistir al despacho
]>lc.); siendo su nombramiento en el ínterin une s ordinario de ellas: Mandamos que los tenientes
los tiltiles. La propia ley manda que a estos interi nombrados por ios escribanos de cámara, como
«un siendo nombrados por Jas justicias ordinarias escribanos de gobernación, en caso que lo pue-
mi ici. puede remover sin conocimiento de causa.
dan, y deban hacer, conforme a las facultades?
B e los escribanos, de gobernación. 189
qae <le !No$ tuvieren, den fianzas luego que sean LEY X I.
nombrados, para el buen oso, y ejercicio de sus FI mismo en Madrid á 6 do diciembre de. 158o.
oficios, y que estarán á la residencia de ellos; y Que estando en diferentes lugares el gobernadoi y
volverán los papeles à los propietarios, para que teniente general, pueda el escribano de gobernación
se pongan en su registro, y archivo donde tuvie- nombrar quien despache con él uno.
ren los demas tocantes á la gobernación de la Si el gobernador, y su teniente general estu­
provincia; y basta que hayan dado estas fianzas, vieren en diferentes pueblos de su provincia, y
no se les consienta osar, ni ejercer. hubiere escribano de gobernación, podrá el dicho
escribano nombrar, y nombre otro que con el uno
de ellos use, y ejerza este oficio, durante el tiem­
El emperador D Carlos y la emperatriz gobernado! a po que estuvieren separados, con que tenga títu­
en Valladolid á 10 de jumo de 15o/. I>. Felipe l i y
la princesa gobernadora alb a 12 de jumo de lo o y . lo del consejo, y esté aprobado.
D. Felipe IV en Monzon á 8 de marzo de lo¿t>.
‘ LEY X II.
Qtte los escribanos de cámara guarden la ley 2, ti tu» D. Felipe 111 allí à 25 de julio de 1620.
lo 23, libro 2 , y los de cabildo y gobernación no
pongan tenientes ni substitutos. Que los escribanos de gobernación no lleven el pri­
mer mes de los oficios de guerra que se proveyeren.
Mandamos que los escribanos de cámara de
las audiencias guarden lo proveído por la ley a, En e! reino de Chile se introdujo, que el es­
tít. 2 3 , lib. 2 , y no puedan nombrar, ni poner cribano de gobernación lleve de cada oficio de
escribanos de comisiones , ni receptores , ni de guerra, que provee el gobernador y capitán ge­
jueces de residencias, ni ds ejecutores, porque neral, el primero mes de sueldo á título de de­
esto ha de tocar á nuestras audiencias; y si los rechos, sin mas justificación que haber asentado,
nombraren , y pusieren, no sean admitidos, ni que esto mismo se practica en Flandes: Manda­
las justicias actuen con ellos; y que los escribanos mos que en aquel reino, ni otra parte de las In­
de cabildo, y gobernación no puedan nombrar, dias no se consienta, ni dé lugar á que los escri­
ni poner tenientes, ni substitutos para materias banos de gobernación, ni secretarios de los gober­
de gobierno, justicia, ni otra de cualquier calidad nadores lleven estos derechos, ni otros ningunos
que i-ea, ni en ninguna ciudad, villa, ó lugar del por esta causa.
distrito, porque nuestra voluntad es que estos L E Y X III.
negocios pasen ante los escribanos del numero
D. Felipe XV en Aranjuez a 2o de abril de 16¿ó.
de las ciudades, villas y lugares, conforme à las
leyes , y pragmáticas de estos reinos de'Casulla. Que los escribanos de gobernación despachen por
los indios con sus protectores.
LEY IX . Los escribanos de gobernación despachen to­
D. Felipe II en Madrid á 17 de enero de 1593. dos los negocios tocantes á los indios, con sus pro­
tectores, según el estilo de aquella provincia, sin
Que los escribanos de cámara y gobernación asistan obligar á los indios á ir á sus casas, ni á que Ies
á las audiencias de vireyes y gobernadores para los
negocios de indios. lleven ninguna cosa, y tengan los gobernadores
particular cuidado de que.así se cumpla, y eje­
Los escribanos de. cámara, y gobernación,
cute.
cuando ios vireyes y presidentes gobernadores hi­
cieren audiencia de gobierno, y justicia para ma­ L E Y X IV .
terias, y causas de indios, asistan, y seliallen O. Felipe 11 en el Bosque de Segovia á 27 de setiem ­
presentes, y despache cada . uno las peticiones, bre de 1565. JL>. Felipe IV en Valencia á 9 de no­
viembre de 1615.
que les pertenecieren, los de gobernación las de
gobierno, y los de camara las de justieia, y lo Que los escribanos de gobernación y reales no pue­
ntkmo hagan los demas escribanos, con diferen­ dan hacer autos ni derecho escrituras, y guarden en esto el
real.
cia de ejercicios, ante los gobernadores que no
Ordenamos á los presidentes, audiencias y go­
fueren presidentes.
bernadores, que en sus ciudades, términos y ju-.
LEY x: risd cciones no consientan, ni permitan que los
El mismo á 22 de junio de 1573. escribanos de gobernación y. reales, no siendo del
número de cada una, y dentro de su término, ha­
Que habiendo dos escribanos de gobernación se les gan escrituras públicas, ni otros autos judiciales,
repartan los negocios por provincias y obispados.
y guarden el derecho de estos reinos de Castilla.
Donde hubiere dos escribanos de gobernación,
se les repartan igualmente los negocios de gobier­ LEY XV.
no por provincias, obispados, alcaldías mayores, D. Felipe II en Aranjuez á 27 de inayo de 1568.
corregimientos, ó como mejor pareciere. ( 2) Que cada escribano tenga libro de los depósitos que
se hicieren ante él.
Cada uno de los escribanos tenga libro de re­
gistros separado, donde asiente tos depósitos, que
(2) También lian sido eternas las-quimeras de los ante él se hicieren específicamente, para que cons­
escribanos de gobierno con los secretarios de los vi- tando cuyos son, se acuda con ellos &sus dueños,
reyes y presidentes; y en unacédula de 22 de noviem­ y si alguno se ausentare, deje el libro al sucesor
bre de <777 se deslindaron bastantemente los ejer­ en su oficio, porque en todo haya buena cuenta y
cicios de ambos destinos. En otra de 11 de octubre
de 1790, se encargó el cumplimiento de aquella. razón.
48
TOM O U .
182 Libro v. TU. vn.
LEY X V I. LEY X X I.
El mismo en Madrid á 7 de julio de 1572. El mismo ordenanza 137.
Que los escribanos tengan registros de las escritu­ Que los escribanos y receptores no escriban por
ras aunque las partes consientan cpie no las haya. abreviaturas.
Los escribanos guarden, y tengan siempre en Todos los escribanos, y receptores escriban
su poder registros de todas las escrituras, autos, sin abreviaturas, poniendo por estenso y letra,
é informaciones, y todos los demas instrumentos los nombres y cantidades.* y guarden la ley 29,
publicos, «ne ante ellos se hicieren, y otorgaren, tit. 23, lib. 2.
sin embargo de que digan, y consientan las par­
tes á quien tocaren, ó sus procuradores, que no LEY X X II.
quede registro, pena de un ano de suspensión de El mismo ordenanza 152.
oficio, y diez mil maravedís para nuestra cámara. Que apelándose para la audiencia de auto interlocu­
torio, el escribano vaya d hacer relación.
LEY X V II.
El mismo en el Pardo á 21 de setiembre de 1571. Mandamos que los escribanos del número de
la ciudad ó villa donde residiere audiencia, en
Que d los escribanos se entreguen los papeles y los cualquier pleito, ó negocio de que las partes, ó
vuelvan por inventario.
cualquiera de ellas apelare á la audiencia de auto
A los escribanos de cámara , y gobernación, interlocutorio , sean obligados el siguiente dia,
y los demas que tuvieren oficios públicos, cuan» que no sea feriado, à ir á los estrados á hacer re­
do entraren á servirlos se entreguen por inven­ lación, aunque las partes no se hayan presenta­
tario, y memoria todos los papeles tocantes á nues­ do en grado de apelación, sin aguardar que les
tro real servicio y derecho de las partes, anti­ sea ordenado, con pena, ni sin ella, pena de seis
guos y modernos, que hubieren de tener en su pesos, y el daño é interes de las parles: y en
poder, y de ellos se les haga cargo: y cuando fal­ cuanto á citarlas, ó á sus procuradores, para qae
taren de sus oficios, ó dejaren los papeles, se les se hallen presentes aguarden la ley 3 a , tít. 27,
tome cuenta por los inventarios y memorias: y libro 2. (3)
también se les haga cargo de los que recibieren LEY X X III.
despues.
D. Felipe II en San Lorenzo á 15 de junio de 1575.
LE Y X V III.
Que no se lleven derechos d los indios alguaciles de
D. Felipe H y lo princesa gobernadora en Valjado- los tambos.
Jid á 20 de muyo de 1557.
Que los papeles, procesos y registros pasen con los A ios indios alguaciles puestos en tambos de
oficios da escribanos. caminos y pueblos, para proveer de manteni­
Mandamos que los papeles, procesos, y escri­ mientos a los caminantes, es nuestra voluntad
turas de cada oficio de escribano, y dependientes que no se Ies lleven derechos por los mandamien­
de ellos, pasen con el oficio al sucesor en el, y tos, que para esto se les despachan por las justi­
no queden en poder de la muger del antecesor ó cias en cada un ano, atento á que sirven sin sa­
sus herederos, ó de! que hubiere servido el oficio lario, ni emolumentos: y así io hagan guardar, y
en ínterin, ó de otra ninguna persona: y ios que guarden nuestras audiencias, y justicias.
estuvieren fenecidos se pongan en el archivo. Y
en lo que toca á derechos de los procesos causa­ El mismo en Madrid á 28 de junio de 1561, y en 19
dos en el tiempo, que el oficio hubiere estado va­ de abril de 1583.
cante, la audiencia de! distrito haga justicia, ci­ Que todos los oficios ^proveídos para un pueblo de
tadas y oidas las parles. indios se pongan en un mandamiento, y paguen de
los bienes públicos.
■ L E Y X IX .
D. Felipe II en Madrid á 11 de setiembre de 1570. Los escribanos de gobernación son obligados
O. Felipe 111 allí á 11 de lebrero de Í6 i4 . k poner en un mandamiento todos ios oficios, que
Que los escribanos que se ausentaren dejen sus re­ se proveyeren para cada pueblo de indios: y no
gistros al escribano de cabildo. han de llevar derechos demasiados, y estos sean
Los escribanos reales, que tuvieren facultad de las calpizcas, que son bienes públicos del con­
por derecho real para otorga escrituras públicas, cejo de aquel pueblo. ( 4.)
si se ausentaren, dejen los registros ai escribano LEY
del cabildo: y para usar este oficio se obliguen
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
primero ante el de lo guardar y cumplir, pena Madrid á 9 de diciembre de 1551. D. Felipe II y la
de privación de oficio, y quinientos ducados para princesa gobernadora c» Valladolid á 5 de junio de
nuestra cámara, y pagar el daño é ínteres de las 1559. Y el mismo en San Lorenzo íí 8 de agosto de
paites y las audientias lo hagan asi guardar. 1587. En Valladolid á 29 do julio de 1592. D. F eli-

LEY XX.
(5) Que manda que notifique á las partes ó á sus
D. Felipe II ordenanza 151 de audiencias de 1595.
procuradores el escribano que es mandado vaya ha
Que los escribanos guarden con puntualidad la hacer relación bajo la pena de dos pesos.
ley 00, tit. 25, lib. 2. (-4) bien pueden hoy hacerse las confirmaciones
Ordenamos que los escribanos sean muy pun­ en distintos mandamientos ó despachos , pues por el
nrt. 14 de la ordenanza de Intendentes de Nueva
tuales en tener ios registros cosidos, y signados España no se pueden llevar derechos algunos .por
como se ordena por la ley Go, tit, a3, lib. a. dichas confirmaciones.
De los escribanos de gobernación. 183
pe n i en Madrid 12 de diciembre de 1619. D. Carlos LEY X X X .
r U y la reina gobernadora. El emperador don Carlos y la emperatriz gobernado­
Que los indios no paquen derechos, y los caciques ra cu Madrid ;í 22 de diciembre de 1529.
y comunidades paguen la mitad del arancel de Cas- Que no se lleven derechos de cosas tocantes al pa­
1 . tilla. trimonio real.
Atenlo á la mucha pobreza de los indios, y Todos los escribanos sin distinción de ejer­
á que no dejan de seguir sus pleitos y causas: cicios, no pidan, ni lleven ningunos derechos á
Mandamos que litigando como actores ó reos, no nuestros gobernadores, oficiales, ú otras personas
se les lleven derechos, y las comunidades y ca. en nuestro nombre, de cualesquier procesos , es­
ciques no paguen inas que la mitad de^ lo que crituras y autos, que ante ellos pasaren sobre pa­
montaren, ajustado al arancel de estos reinos de trimonio real, por io que á Nos tocare: y el que
Castilla, sin multiplicación, penà de que el juez, o contrario hiciere, incurra en las penas conte­
ministro ó escribano de cualquier ciudad, villa y nidas en las leyes 26, título aa, y 53, título
logar de las Indias, sin distinción, que contravi­ ibro a, las cuales guarden como allí se contiene
niere, lo vuelva con el cuatro tanto, y más incur­ LEY X X X I.
ra en privación de oficio. Y los presidentes, au­ Los mismos en Segovia á 18 de setiembre ylc 15o2.
diencias,, y gobernadores tengan especial cuidado D. Felipe 11 allí a 15 de noviembre de^l570 , y en
de ejecutar irremisiblemente las dichas penas. Madrid á 20 de agosto de 1574.
LEY X X V I. Que los escribanos no lleven derechos d los oficiales
reales.
D. Felipe 11 en Madrid á l7 de febrero de 1589. Don
Carlos H y la reina gobernadora. Las audiencias, gobernadores, y justicias no
Que los escribanos en percibir sus derechos guarden consientan, ni den jugar á que los escribanos lle­
los aranceles. ven derechos por ningún pleito, ni negocio, que
Ordenamos que todos los escribanos de las toque á nuestra real hacienda, á los oficiales de
audiencias, gobernación y reales, guarden la ella. Y mandamos que cuando ordenaren á cual­
ley 178, tít. i 5, lib. a, y noexeedan de los aran­ quier escribano, que haga algunos autos, ó dé
celes en la cobranza de sus derechos: y donde se testimonio de ellos, ó pidan traslado autorizado ó
practicare que sea menos, se ajusten al estilo de simple de escrituras, ó le requieran qué asista á
cada provincia. algunas cuentas, !o haga y cumpla luego* sin les
pedir, ni llevar ningunos derechos, pena de la
LEY X X V IÍ. naestra merced, y perdimiento de sus oficios, y
D. Felipe 111 en Elvas á 12 de mayo de 1619. diez mil maravedís pára nuestra camara y fis­
Que se den provisiones para, que los notarios tengan co ai que no lo cumpliere.
aranceles, y sean castigados los que no los guar­
daren. LEY X X X II.
Las audiencias despachen provisiones, en que D. Felipe 11 en San Lorenzo á de agosto, y ¿ 7
ordenen á los notarios eclesiásticos, que tengan de octubre de 1568. En el Tardo á 12 dé enero de
1574, y en £>an Lorenzo á 27 de setiembre de 1576.
arancel fijode los derechos que han de llevar, mo­
Que los notarios eclesiásticos y de cruzada lleven los
derándolos en cumplimiento de lo que está dis­ derechos como los escribanos reales.
puesto en esta razón: y si excedieren los castiguen
Los notarios apostólicos, y eclesiásticos lle­
conforme á justicia, buen gobierno, y bien pú­
ven los derechos que conforme á, ios aranceles,
blico. (5)
y ordenanzas deben llevar ios escribanos reales
LEY X X V ÍIt. en la provincia donde residieren, y no más: y
£>. Felipe IV en Madrid á 25 cíe marzo de 1653. los notarios de la cruzada guarden los aranceles
Que en el obispado de la isla de Cuba se guarde el
arancel de los derechos eclesiásticos como en Santo LEY X X X III.
Domingo. El mismo en Madrid á 2 de julio dé 1568. D. Feli­
En la Isla de Cuba, y su obispado guarden pe 1Y en Madrid á 16 de febrero dé 1635.
los jueces, y notarios eclesiásticos el arancel de Que las justicias egerzan con ¿os escribanos públicos
y alguaciles ordinarios.
los derechos, dado para la iglesia Metropolitana
de Santo Domingo de la Española: y el goberna­ Ordenamos á ios gobernadores, tenientes, y
dor de la Habana lo haga guardar y cumplir. justicias que ejerzan sus oficios con los escriba­
nos públicos, y ordinarios en las cosas de justi­
LEY XXIX. cia qae se ofrecieren, y no les pongan impedi­
D. Felipe II ordenanza 6 i en Toledo á 25 de mayo mento no habiendo costumbre en contrario, ó
de 1596. perjuicio de tercero, ó cláusula en sus títulos,
Que los escribanos y opeíales de Filipinas lleven los que disponga otra cosa; y nuestras reales audien.
derechos como está proveído para Méjico. cías así lo hagan guardar y cumplir.
En las Islas Filipinas han de cobrar los de­ LEY X X X IV .
rechos todos los escribanos, y oficiales que lo pu­ D. Felipe II ordenanza 16 de la audiencia de Tierra
dieren llevar, según y en la cantidad que está Firme , en Monzon de Aragón á 4 de octubre de
proveido , y ordenado para nuestra audiencia de 1562 , y en Toledo á 25 de mayo de 1596.
Mc'jico, en lo que no se hubiere alterado por las Que se cometa la recepción de testigos d los escriba­
leyes de este libro. nos de los pueblos, sino hubiere receptores, y de­
clara la ley 91, tít. 15, lib. 2.
(5) Ye’asc la ley 52 de este título y libro. La recepción de testigos que se hubieren de
184 Libro v. Titulo viu.
examinar en los negocios que emanaren de cual­ LEY X X X V III.
quiera de nuestras audiencias, en que no haya
D. Felipe III en Ventosilla á 26 de setiembre de
receptores nombrados, se cometa á los escrbanos 1615.
de ios pueblos donde se hubiere de hacer; y si Que los escribanos hagan su oficio en lo que se les
no hubiere escribanos, provea ia audiencia lo con­ pidiere por parte de los sargentos mayores.
veniente, entretanto que haya receptores: y asi
se entienda, y practique la ley 91, tít. i5, lib. 2. Mandamos à los escribanos de las ciudades, y
puertos donde hubiere presidios, que hagan su
LEY XXXV. oficio en (o que se les pidiere pór parte de los
El mismo ordenanza 158. sargentos mayores de ellos, y den los testimo­
Que ¿odos los escríbanos y receptores pregunten d nios, que hubieren menester, de cualesquier di­
los testigos por las generales. ligencias que hicieren, con apercibimiento, de
Lo ordenado à los escribanos de cámara por que se procederá contra los culpados.
la ley 20, tít. s3, !ib. 2, guarden todos los escri­ LEY X X X IX .
banos, y receptores, que examinaren testigos en
El mismo en Lisboa i 14 de setiembre de 1619.
juicios civil, ó criminal, sumario, ó plenario, de
oficio, ó á pedimento de parte, con la pena que Que los escribanos de Nueva España no otorguen
escrituras del trato de oro y plata .
allí se contiene.
El exceso en logros y usuras introducido en
la Nueva España en los tratos de oro, y plata
D. Felipe II en Madrid a 22 de diciembre de 1577. ha llegado á tanto escándalo, que nos abliga á
D, Felipe 111 en Lisboa á (5 de julio de 1619. procurar él remedio. Y para que no prosiga á
Que no se impida d ningún escribano que entre con mayor daño, y perjuicio, ordenamos y manda­
los testigos d hacer notificación d virey « otro mi- mos, que ningún escribano otorgue escritura del
nistro , y reciba las respuestas.
trato de oro, y plata , 7 el que fuere culpado en
Todos los escribanos, sin diferencia, ni dis­ esto, y no diere noticia de lo que supiere, y en­
tinción , bagan las notificaciones, ó informacio­ tendiere, y ante él hubiere pasado., sea privado
nes, de oficio , 6 de pedimento de parte, y no se de la facultad de poder otorgar ningunas escri­
cscusen, según la facultad que tuvieren por sus turas de ventas, y poderes.
títulos, perla de la nuestra merced. Y manda­ LEY XL.
mos á los vireyes',' audiencias, oidores, alcaides,
fiscales, gobernadores, y otros cyalesquier nues­ D. Felipe 11 en Madrid á 15 de,noviem bre de 1576.
D. Felipe IV allí á 7 de junio de 1621.
tros jueces , y justicias, y encargamos á los pre­
lados , c inquisidores, que no los impidan, ni Q«e no se admitan informaciones para que mestizos
estorben , y se dejen notificar, sin embargo, ni y mulatos sean escribanos..
impedimento,'cualesquier autos, y diligencias to­ Ordenamos que los vireyes, y audiencias'
cantes á sus oficios, franqueando las puertas, y reales no admitan ni consientan informaciones á
dejándolos entrar donde estuvieren, y llevar con­ mestizos, ni mulatos para escribanos, y notarios
sigo los testigos que fueren necesarios, confor­ públicos , proveyendo, que en todas se ponga es­
me á lo ordenado por la ley, aS', tít. 23, lib. 2, pecial pregunta , de que los pretendientes no lo
recibiendo, y aguardando las respuestas, como son, y despachen provisiones para todas las jus­
son obligados. ( 6) . > ticias de sus distritos, ordenándoles qtie hagan
lo-mismo; y si acaso con engaño se dieren algu­
' LEY nos títulos a mestizos, ó mulatos, y constare
D. Felipe IV en Madrid à 26 de agosto de 1655. que lo son, no les consentirán usar de ellos, aun­
Que los notarios eclesiásticos sean seglares, y escri­ que sea en ínterin, y los recogerán, de forma
banos reales. que no puedan volver á su poder.
Encargamosà los prelados eclesiásticos délas Que las audiencias hagan aranceles de dere.
Indias , que nombren notarios seculares legos, y chos, y los envien al consejo , ley i78, tit.
siendo posible , sean escribanos reales, de toda iB , lib. 2 .
satisfacción, conforme á lo dispuesto por las le­ Que en las notificaciones de autos sé pongan
yes, y practicado en estos, y aquellos reinos. testigos , ley 25, tit. 2 3 , lib. 2 , y allí las
fftie tratan de otras obligaciones de escribanos
del crimen, provincia, y reales, y el titulo
27, que es de los receptores.
(G) Véase la ley 21, lit. 2, lib. 2 de la Novísima Que ningún encomendero pueda ser escribano,
Recopilación que hace varias declaraciones sobre el y el que lo fuere' escoja la escribanía, ó en­
p articula r. comienda , ley 34, tit. 9 , lib. 6.
195

TITULO WUB7B.
D e las com petencias.
juzguen, y determinen á cual de los tribunales
LEY P R IM E R A . pertenece él conocimiento de la causa sobre que
D. Felipe l i l en Buitrago á 19 de mayo de 1605. En fuere la diferencia; y lo que determinaren los
Ventosilla á 4 de noviembre de 1606, y á 11 de ju­ tres ó en defecto de concordarse todos, los dos,
nio de 1612. D. Felipe IV en Madrid á 12 de mayo
de 4621, y allí á 18 de febrero de 1628. Eo S. Lo­ se ejecute sin que haya suplicación. Y en el mis­
renzo á 22 de junio de 1653. mo auto resuelvan en cuanto á los derechos, y
Que se guarde lo proveído por las leyes 36 y siguien­ restitución de ellos, que debe haber el escribano
tes, tit. 15, lib. 2, sobre la jurisdicción de los vire- ante quien pasaba el pleito, al que le recibiere
yes, presidentes y oidores. despues, en virtud de la remisión; y si declara­
Deseando que no haya encuentros, ni com­ ren ser la causa civil, la prosigan los oidores: y
petencias en el ejercicio de las jurisdicciones y si criminal, los alcadcs en el estado que estu­
que cada uno se contenga dentro de los límites viere. (z )
que le pertenecen, está prevenido por las leyes LEY IV .
de esta Recopilación, que los yireyes no se in- D Felipe II en San Lorenzo á 18 de julio de 1597.
troduzgan en materias de justicia, y dejen votar D. Felipe IV en Madrid á 18 de agosto de 1624. Don
á los oidores libremente; y porque sin embargo Carlos II y la reina gobernadora.
de lo ordenado no cesan las diferencias, y pre­ Que da form a en las competencias de oidores, a l­
tensiones entre vireyes, y oidores, sobre decla­ caldes y consulado.
rar á quien pertenece ei conocimiento de las Si la competencia fuere entre oidores , <S al­
causas, y si son de justicia ó gobierno: Ordena­ caldes de el crimen con el consulado de Lim a, 6
mos y mandamos qué precisamente sea guardado, Méjico, rcsaélvaia el virey, d el oidor mas an ­
y cumplido lo proveído y ordenado en esta ra­ tiguo, gobernando la audiencia: y si compitie­
zón por las leyes 36, y siguientes, tít. i5 , lib- 2, ren oidores, alcaldes, y consulado juntamente,,
las cuales es nuestra yoiantad, que se guarden guárdese lo proveído por la ley 3, de este tí­
con los presidentes de Jas audiencias, reservan­ tulo. (3)
do para el juicio de sus visitas, ó residencias, ha­ LEY V .
cerles cargo de los puntos en que hubieren ex­ D. Felipe II en Madrid á 25 de junio de 15H . D. F e­
cedido, <5dándonos cuenta de ellos, como allí se lipe 111allí á 24 de marzo de 1620. D. Felipe IV a 2
contiene, ( i) de abril de 1650. Esta ley declara la 23, Utulo 3 de.
este libro. .
LEY II. Que los vireyes y presidentes determinen las com­
D. Felipe III en Madrid á 16 de abril de 1618. petencias entre alcaldes del crimen y ordinarios.
Que los vireyes y presidentes escusen hacer orde­ D eclaram os que si com pitieren los alcaldes
nanzas y proveer decretos en niateriade jurisdicción
con sus audiencias. det crim en de L im a y M éjico con los alcaldes or­
d in a rio s, solo el virey , 6 el oidor mas an tigu o
Ordenamos á los vireyes, y presidentes que
de la au diencia, si gob ern a re, ha de determ inar
excusen hacer ordenanzas, y decretos sobre com­
la co m p eten cia , y rem itir el con ocim ien to de la
petencias de jurisdicción con las audiencias en
causa á quien p erten eciere, conform e a derecho,
que presiden; y cuando se ofreciere el caso, nos
y en todas las dem as audiencias donde los o id o ­
den cuenta en el consejo , para que visto se pro­
res son alcaldes del c r im e n , resolverá en este
vea justicia. caso el presidente , ó e l oidor mas antiguo en
vacante. ( 4 ) ______
D. Felipe II en Madrid 19 de diciembre de 4577,
y 21 de marzo de 1578. Y en Lisboa á 4 de junio de (2) Por el art. 22 d é la Instrucción de regen­
4582. Don Felipe 111 en Aranda a 2 i de agosto de te s, se declara que cuando haya duda, si -un pleito
1610. es civil ó criminal nombre el virey saja para su re­
Que en competencia de oidores y alcaldes del crimen solución , la que se compondrá de un oidor y alcalde
se declare conforme d esta ley. nombrados por el virey, y dei regente con asistencia
de los dos fiscales. s . , , , ,
Cuando se ofreciere duda, ó competencia en­ C7)) Por la real cédula de erección del consulado
tre los oidores, y alcaldes del crimen, sobre si de Guatemala, su fecha 11 de diciembre de 1/93 es
algun pleito es civil ó criminal, el virey, ó pre­ juez de la competencia que haya entre la jurisdicción
consular, y cualquiera otro tribunal o juez, el regeu-
sidente de la audiencia, y en su ausencia, o im­ te de la audiencia, entendiéndose lo mismo cuantío
pedimento , el oidor mas antiguo nombre un oi­ jas mismas jurisdicciones consulares disputan entre
dor, y un alcalde del crimen de ella, los cuales sí. Véanse los artículos 17 y 18 de la espesada cédu­
con el virey, ó presidente, ú oidor mas antiguo la y otras varias dirigidas sobrc.el particular a la au

* FJ Sr. Solorzano afirma en su Pobt. Ind. li­


(1) Es d ecir, que se cumpla lo que el virey ó bro á, cap. 5, que en Lima la audiencia e? ia que de­
presideute decida previos los correspondientes re­ cide la competencia con arreglo a una cédula de te­
querimientos; se esceptua el caso que sea de calidad, cha anterior á la de esta ley , que es la que allí se
que notoriamente se haya de seguir de la determina­ i observa, á los principios de derecho, y a lo que bas-
ción , movimiento ó inquietud en la tierra. 1 tan temen te indica la ley 23, Lt de este hoto.
TOMO II. 49
£86 Libro y . Tít. ix.
LEY VI. Y ordenamos, que escusando todas las aparien»
E] mismo allí á 27 tle nóviembre de 1624, cías de disèhàiònés, Se ase del medio referido en
Forma de decidir ¡as competencias con Ja cruzada. lodos los pleitos, ó causas, que estuvieren pen­
dientes, y despues ocurrieren, y esta resolución
Para decidir las competencias con !a cruzada, se asiente en los libros de ambos tribunales, pa­
se baga en cada audiencia, donde hubiere comi­ ra que én todo tiempo conste de lo que se debe
sario, una junta con el virey, ó presidente, y hacer, y cesea los inconvenientes.
un oidor, y el comisario, los cuales declaren á
quien pertenece, y se deba remitir el conoci­ LEY V III.
miento de la causa, y el oidor, que se hallaré en D; Felipe IV en Madrid a 25 <lé marzo dé 1636, y á
la junta no sea el mas antiguó porque acóde a la 11 de abril de 163«. JD. Carlos 11 y la reina gober­
cruzada, sino otro diferente, con que dé cada tri­ nadora.
bunal esté uho solo, y el virey, ó presidente, para Que el juez que alentare ó innovare pendiente la
si discordaren , y basten dos votos conformés, de compotenciat pierda el derecho que podia tener al
los tres referidos, para resolver. conocimiento del pleito.
LEY V II. Por evitar los incon venien tés, que resultan
El mismo en Aranjuez ;í 29 de mayo de 1622. de las Competencias de jurisdicción, que muchas
veces se mueven entre ios jueces, sin otro 6n
Forma de resolver las competencias entre la casa que sustentar, y defender sus contiendas, y por­
de Contratación y audiencia de grados de Se- gas* Hemos resuelto, que el ministro, ó t.ihir-
villa. nal^ que atentare, ó innovare , pendiente la Com­
Jjzs competencias qúé Sé ofrecen entre e! tri­ petència, por el mismo caso piérda el derecho,
bunal de presidente, y jué'céS de la ca^á de con­ que pudiera tener al pleito, ó negocio de que se
tratación , y regenté, y jueces de grados de la tratare, y quede remitido a la jurisdicción de el
audiencia de Sevilla, sóbr^e el conocimiento de otro ministro, ó tribunal con quien compitiere.
pleitos, y causas, son de ‘mucho perjuicio á las Y mandamos á los virey es, presidentes, oido­
partes, desautoridad de los tribunales, y de res >, alcaldes de él crimen, gobernadores, y ca­
servicio nuestro, à que debiendo aplicar «1 re­ pitanes generales., de cuale&quier partes de nues­
medio conveniente, mandamós que en estos casos tras Indias , armadas , .y flotas de la carrera-, y
se junten el ;juez ibas antiguo de -iá audiencia de à todòs los demas jaeces de ellas, que así lo guar­
grados, con el mas antiguo de los letrados de den-, y cumplan.
la casa de contratación , para que habiéndolo Que d ios alcaides ordinarios se Jets guarde :la
conferido tomen resolución, y determinen á quien jurisdicción, cm fo w te la costumbre, doy i 9 ,
toca su conocimiento, y en caso de no confor­ Ut. 3 , de este libro. ■(5) *
marse, se nos envíen $us pareceres:, con los fun­ Para las competencias, que se ofrecieren ¡entre
damentos, qué cada uno hubiere tenido, para que las audiencias, y tribunales de Cuentas-, se
visto en la junta, qué en ndestra corte manda­ roa la ley Í¿1, líb. 8 , tit. i , formada de la
remos hacer dél presidente dé Castilla, con dos ordenanza 88., de i 6o 5-.
dé aquél consejo, y <fel presidente del consejó
dé Indias, con otros dos consejeros de él , se de­ ( (5) t si hubiese competenda entre los mismos y
oftojüéz òrdiuàrio, coín'o corregidor etfc., la decide
termine lo qué fuére justicia, y mas convénga. la audiencia.

TITILO Di j a
H e los p le ito s y sentencias.
LEY LEY II.
í). Felipe II, ordenanza de ló65.
Que sobre cantidad que baje de veinte pesos El mismo én el Pardo sí 26 de nóviembre d e 1575, y
10 de agosto de 1574, En Madrid á 27 de setiembre
se hagan p roceSos.\ del mismo año.
Mandamos que sobre cantidad que baje de Que las condenaciones de hasta seis p so.s y penas
veinte pesos no se hagan procesos, ni los escri­ de ordenanzas , se ejecuten sin embdrgo.
banos reciban escritos, ni peticiones de los aho­
gados ; y por lo que se hiciere hasta en esta can­ Todas las condenaciones que se hicieren por
tidad , no Heve el escribano por sus derechos de la justicia , regimiento, y fieles ejecutores de las
cada parte mas de medio peso, pena de volver lo j ciudades donde residiere audiencia real, contra
que nías llevare, con el cuatro tanto para nues­ J cualesquier tenderos , -regatones jotras personas
tra cámara, (i) hasta en cantidad de seis pesos de a ocho reales,
(1) Por el artículo 52 de la Instrucción ae Regen­ y si fuere por pena de ordenanza, hasta la dé
tes se perm ite ú estos magistrados decidir en juicio tres mil maravedís, ó nieiios, hs pueden ejecu­
vermi! ios pleitos cuyo valor no esceda de 500 pesos. tar sin embargo de apelación j y los que fueren
De los pleitos y sentencias. lo 7
condenados en ellas, podrán seguir sus. apelacio­ de 1550, cap. 19 de Instrucción. D. Carlos XI y la
reina gobernadora.
nes conforme á justicia.
Que en causas arduas, civiles ó criminales , los
LEY IIÏ. jueces examinen por sus personas à ¡os testigos*
El mismo y la princesa gobernadora en Valladolid á Ordenamos que en los pleitos civiles de mu­
4 de abril de 1558. A llí á 4 de marzo de 1559. El
mismo ordenanza de audiencias de 1563. cha gravedad, y causas arduas, examinen los jue­
Que de las sentencias de vista de las audiencias,
ces por sus personas los testigos presentados por
hasta en cantidad de doscientos pesos de minas, las partes, y que se debieren examinar de oficio
no haya suplicación. de nuestra rea! justicia, para que conste de la
verdad, y se. dé satisfacción á la causa pública y
Ordenamos que sí en causas civiles se apela­ particular, y e! juez que no lo cumpliere, incur­
re de los alcaldes ordinarios de la ciudad donde ra en pena de cinco mil maravedís, y el escri­
hubiere audiencia, ó de otras justicias que es­ bano de dos mil maravedís, y por la segunda en
tuvieren dentro de las cinco leguas, y la au­ la peua doblada,
diencia sentenciare, confirmando ó revocando
en cantidad de doscientos pesos de minas.) ó me* LEY V III.
nos, se ejecute la sentencia, y de ella no haya El emperador D. Carlos en Valladolid á 23 de agosto
lugar suplicación^ como si fuera dada en revista. de 1527.
Que no seqüestren ni embarguen bienes, sino en
LEY IV . los casos que las leyes disponen.
El mismo ordenanza 5 de audiencias de 1563.
En todas nuestras Indias no se hagan em­
Que las sentencias de revista de las audiencias se bargos, ni sequestros de bienes de los vecinos,
ejecuten , no siendo de cantidad que pueda haber, estantes; y habitantes en ellas, si no fuere por
y hoya segunda suplicación. delitos, cosas y casos en que las leyes de estos
Mandamos que las sentencias de revista, pro­ reinos de Castilla los permitieren; pena de nues­
nunciadas por nuestras reales audiencias en plei­ tra merced, y diez mil maravedís para nuestra
tos civiles, sean ejecutadas sin mas grado de ape­ cámara,en que condenamos al que contraviniere.
lación, ni suplicación; ni otro ningún recurso, es-
eepto cuando la causa fuere de tanto valor y canti­ LE Y IX
dad que haya lugar segunda suplicación para ante D. Felipe III en Madrid á 13 de diciembre de 1620.
nuestra real persona, que en esto se ha de guar­ Que las audiencias no impidan la ejecución de
dar jo proveído por leyes dadas, para estos rei­ las sentencias que la pudieren tener.
nos, y los de las Indias; y en cuanto a las cau­ Por evadirse los reos de las penas en que es-
sas criminales, la ley 3.,. tit. 17, lib. a. ( 2) tan condenados por sas delitos ; y especialmente
LEY ' V / en casos militares, apelan á las audiencias, con
El emperador I). Carlos y la emperatriz gobernado­ que se suspende la ejecución, y dilata el castigo
ra en Madrid á 10 de diciembre de 1552. en perjuicio del buen ejemplo, y disciplina mi­
Que las sentencias arbitrarias y transacciones , se litar , que consiste en la obediencia , y respeto
ejecuten conforme á derecho. dé los superiores. Y por obviar semejantes caute­
las, mandamos á los presidentes, oidores y aU
Ordenamos que las sentencias dadas por jue­ caldes del crimen, que no impidan ninguna eje­
ces árbitros, juris, 6 jueces, amigos arbitrado- cución de las que pudieren, y debieren hacer,
res, y componedores, y las trausacianes, se eje­ conforme á derecho, los presidentes, goberna­
cuten conforme á derecho y leyes de estos rei­ dores , ó capitanes generales, y ios demas jueces
nos de Castilla. ordinarios desús distritos, en Jos casos que no
LEY V I. se deben admitir las apelaciones, para efecto de
Los mismos allí á 14 de agosto de 1535, y el príncipe
suspender, y dejen que las causas corran por su
gobernador ordenanza 25 de la casa de Sevilla. V éa­ camino ordinario conformé á derecho > asistien­
se con ia ley 6, tit. 3, lib. 9. do con particalar cuidado, ejemplo, y buen go­
Que las sentencias de la casa de Sevilla de diez
bierno ai castigo de los delitos, que le debieren
mil maravedís , ó menos , se ejecuten sin em.bar- lener,, de forma que los ministros ordinarios, y
go y con fianza. militares sean respetados en sus persanas y ór­
denes. (3)
Concedemos poder, y facultad a los presiden* LEY X
tes y jueces de la casa de ia contratación de Se­
Doña Juana y D. Fernando V gobernador en Ralbue-
villa , para que ejecuten, y hagan llevar á debi­ na. á 19 de octubre de 1514. El emperador D.. Carlos
da ejecución con efecto las sentencias de vista, en la Instrucción de Madrid :t :1‘2 de julio de 1530,
que pronunciaren en cantidad de diez mil ma­ capítulo 27. El mismo y la reina de Bohemia en su
ravedís ó menos, dando la parte, en cuyo favor nombre en Madrid á 7 de febrero de 1551. D, F eli­
se diere la sentencia, primeramente fianzas le­ pe 1ÍI allí á 19 de dicieftibre de 1618.
gas, lianas y abonadas de que si fuere revocada, Que los pleitos de indios se actúen y resuelvan la
volverá lo que así hubiere recibido. verdad sabida.
LEY V II. Los pleitos entre indios , o con ellos , se han
El emperador D. Carlos en Madrid á 12 de julio2 (3) Seguu lo resuelto posteriormente por diver­
sas reales resoluciones, no se puede egecular senten­
cia de juez ordinario en causa criminal sin previa
(2) Concuerda la 7, tit. 13 de este libro, que dice consulta al menos y aprobación consiguiente de la
se egecuteiji aunque añadan á las de vista. real sala.
190 Libro v . Tïtolo x.
de seguir, y substanciar sumariamente, segnn lo quejas particulares de agravios recibidos: Permi­
resuelto por la ley 83, tit. 15, ¡ib. a, y deter­ timos que todos, ó algunos de ellos, puedan otor­
minar la verdad sabida , y ?i fueren muy graves, gar poder ante las justicias. Y mandamos, que
ó sobre cacicazgos, y se mandare por auto de la no se Ies ponga impedimento, y si el pleito fuere
audiencia , que se formen procesos ordinarios, de cada uno en particular, !o pueda otorgar, y
hágase asi, poniendo el auto por cabeza del pro­ no sea obligado á acudir ante la justicia.
ceso, y guárdese en cuanto á los derechos, y su
moderación en estos y en todos los demás lo que
LEY X V .
estuviere ordenado, escusando dilaciones, veja­ D. Felipe Í1I en Madrid á 2 de octubre de 1607.
ciones, y prisiones largas, de forma que sean Que el gobernador y capitán general de la H a ­
despachados con mucha brevedad. bana sentencie en revista las causas de soldados
LEY X I. de Cuba,
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernadora Ordenamos al gobernador y capitán à guerra
allíá 12 de julio de 1530.
de Santiago de Cuba, y su distrito, que esté
Que entre los indios no se tenga por delito , pa­ subordinado en todo lo que tocare, y fuere de­
ra hacer proceso, palabras de injuria , ni riñas, pendiente de materias de gobierno, y guerra al
en que no intervinieren armas. gobernador y capitán general de la dicha Isla,
Mandarnos, que entre indios no se tengan por y ciudad*de la Habana, y que en los casos cri­
delito, para efecto de hacer proceso, ni imponer minales, que se ofrecieren con gente de milicia
pena, ni hacer castigo, palabras injuriosas, pu­ de su cargo, que merecieren'pena de muerte, ó
ñadas, ni golpes, que se den con las manos, no de galeras, habiendo substanciado ios procesos,
interviniendo arma, ni otro instrumento algu­ y sentenciado las causas, sin ejecutar las senten­
no; pero sean reprendidos por la justicia, tenien­ cias que diere, y pronunciare, las remita al di­
do atención siempre á los pacificar, y cscasar en­ cho gobernador y capitán general, para que vis­
tre ellos diferencias , y cuestiones. to el proceso, las sentencie en revista , conforme
LEY X II. á justicia, y á lo que mas convenga á nuestro
D. Felipe II en Madrid ?í 9 de abril de 1591. D. F eli­ reai servicio,
pe 11L allí á 12 de diciembre de 1619. LEY X V I.
Que amplia la ¡ry 8 5 , tit, «5 , lib, a. El mismo allí á 12 de diciembre de 1619.
I jos indios se detienen fuera de sus casas en Que declara sobre la nulidad de los autos sustan­
sacar los despachos, y provisiones de gobierno, ciados en tiempo de prorogacion.
y justicia , padeciendo muchas costas y trabajo;
y aunque está resucito por la ley 8 5 , tit. i5, Declaramos, que lo resuelto por la ley 6 i,
tit. 2 , lib. 5, sobre que los vireyes, presidentes
lib. 2 , que sobre materias de poca importancia
y audiencias no prorogaen el término de los ofi­
se despachen sus negocios por decretos: Manda­
cios f que son á su provisión; y entre las penas,
mos, que en cuátesquier negocios de gobierno,
y apercibimiento se ordena á las audiencias, que
en que sean interesados los indios, solamente con
den por nulos , y de ningún valor, y efecto to­
los decretos de vireyes, ó presidentes, rubrica­
dos de su mano, ó refrendados del escribano de dos los autos proveídos por los que sirvieren con­
tra lo referido, y no los ejecuten, ni consientan
cámara, ó gubernacion, se puedan volver, y lo
ejecutar para ningún electo. No se entienda, ni
proveído en ellos sea cumplido, como si fuera
por provisiones. practique por todo el tiempo, que fuere necesa­
rio, para que el sucesor salga , y llegue á su go-
LEY X III. gobieroo, tome la posesión, y comience á ejer­
Los mismos allí. cer su oficio, ó durante este te'rinino le sucedie­
Que la jacuitad dada á los vireyes para conocer re algún impedimento de tiempo, salud, ó ene.
en primera instancia en causas de indios , se en ­ migos, porque todos los autos, que en el dicho
tienda con los demas gobernadores de las Indios . tiempo substanciare el qué estuviere sirviendo
Lo ordenado en cuanto al conocimiento, que antes de la posesión de su sucesor, serán legíti­
pueden tener , los vireyes en causas de indios, y mos, como está determinado por derecho. Y nues­
todo lo demás contenido en la ley 65, tit. 3, lib. tra intenciones, que no faite !a administración
3, es nuestra voluntad, que en la misma forma de justicia , y se guarden las leyes.
se guarde con e! gobernador, y capitán general
de las Filipinas, y los demas gobernadores de las Que un alcalde ordinario pueda ser convenido
Indias, donde se hubiere introducido, y estuvie­ ante otro, ley 20 , tit. 3 , de este libro.
re admitido. Que los jueces ordinarios, y de comisión no co­
L E Y X IV . nozcan de pleitos, y causas sentenciadas, y
El emperador D. Carlos y el principe gobernador pasadas en autoridad de. cosa ju zg a d a , ley
en Valladolid á S de diciembre de 1553. 2 1, tit. i , lib. 7.
Que los indios se puedan juntar ante la justicia Que en el castigo de motines , y sedicciones de
ú dar poder , y en casos particulares ¡o puedan negros no se hagan procesos, ley 26, tit. 5.
dar solos, 7.
Si se juntaren muchos indios, representando
De re c u sa c io n e s.
re, juren los ministros sobre lo que el acuerdo
LEY P R IM E R A . declare, aunque sea dos y mas veces, sin poner
El emperador 0. Carlos ordenanza de audiencias embarazo, ni dilación.
de 1530. D. Felipe UI en Lerma a i de m ayo.de
4610. D. Felipe IV en Madrid a 20 de octubre de LEY IV .
4627. A llí á 9 de febrero de 163o. D. Carlos II y la D. Felipe III en S. Lorenzo á 31 de mayo de 1600.
reina gobernadora.
Que en defecto de oidores nombre el presidente abo•
Que se guarden en las recusaciones las ordenan -
gados que conozcan de las recusaciones.
zas de M adrid, y en la pena y aplicación el de­
recho de estos reinos de Castilla. Si habiendo en la audiencia solos dos oidores
Porque machos maliciosamente, y sin justa fuere recusado el uno, nombre el presidente.a un
causa, se atreven á recusar á nuestros presiden­ abogado de la audiencia, para que junto con el
tes y oidores, alcaldes del crimen, 6 alguno o otro oidor, resuelvan sobre la recusación; ) en
algunos de ellos, alegando causas de recusación caso de discordia nombre otro letrado; y si no
que no son verdaderas de que se sigue pande hubiere mas de un oidor, y este fuere recusado,
impedimento en la prosecución y determinación nombre el presidente dos abogados, y en discor­
de los pleitos, y redunda en injuria de los jue­ dia un jercero que la determinen, y lo que re­
ces, que son injustamente recusados*. Ordenamos solvieron se ejecute- (z)
y mandamos que acerca de esto se guarden as LEY V.
ordenanzas de Madrid , hechas el año de nal y D. Felipe II en el Escorial á 6 de junio de 1569.
quinientos y dos; y en cuanto a la pena del que
alegare causas, que no se dieren por bastantes, Que de la sentencia ó auto en que se ha por re­
cusado al ministro , no haya suplicación ; y si
sea seis mil maravedís; y si dadas por bastantes
se hubiere por no recusado la pueda haber.
no las probare, y la recusación fuere al presiden­
te, sea ciento y veinte mil maravedís; y si fuere I)e las sentencias, o autos que proveyeren las
oidor, sesenta mil maravedís ; y si alcalde de el audiencias, habiendo al presidente, oidor, d al­
crimen, treinta mil maravedís aplicados confor­ calde por recusado no se pueda suplicar, así por
me á las leyes de estos.reinos de Castilla , los cua­ nuestro fiscal, como por otra cualquier parte, y
les no se dupliquen, ni acrecienten, ni se haga el ministro se abstenga, y no conozca mas de
novedad, (i) aquel pleito; pero si la sentencia le declarare por
LEY II. no recusado, podrá suplicar de ella el recusan­
D. Felipe II en San Lorenzo á 4 de julio de 1584. te. (3)
Que las peticiones de recusación sean firmadas de LEY V I. ■ ■
abogados. D. Felipe 1Y en Madrid á 20 dé octubre de_ 1627,
Ordenamos que las peticiones de recusación y en Zaragoza á 21 de noviembre de 1645.
de presidente, oidores y alcaldes, hayan de ir fir­ Que en las recusaciones se guarde con los conta­
madas de los abogados, y que con graves penas dores de cuentas lo mismo que con los oidores.
sean compelidos á que las firmen. En las recusaciones de los contadores de cuen­
LEY 1IL tas de los tribunales ¿le las Indias se guarde el
El mismo en Madrid á 26 de mayo de 15/5. mismo estilo que con los oidores y alcaldes de las
audiencias de aquellas provincias. (4)
Que el ministro recusado jure r responda una y jfease para las recusaciones de contadores de
mas oeeces , siendo*pedido por las partes .
cuentas la ley final, lit. 2, libro 8.
Al tiempo que las partes recusan á los mi­ JT vara las recusaciones del prior, y cónsules de
nistros contenidos en las leyes antecedentes, pi­ Sevilla la ley 38. tit. 6, tib. 9
den que juren y respondan primera y segunda
vez clara y abiertamente, y en esto se suele po­ (2) Sobre esta ley véase la cédula de 6 de marzo
ner duda; y porque nuestra voluntad es que en de 88, que mandó guardarla y cumplirla, asi como la
todo sea avcM'iguada la verdad, y con ella admi­ ley 63, lit 15, iib. 2.
nistrada justicia: Mandamos que cuando sucedie- '(5) - En real orden de 20 de abril de 1786 se man­
dó observar la psáctica sobre recusaciones en este
vireynalo de jueces ordinarios y nombramiento de
(1) En la real audiencia hay ana cédula de 17 de los que deben conocer en las causas de los inhibidos.
agosto de 4804 en que S. M. declara que se puede (4) Por real cédula de 18 de noviembre de 1773
recusar á cualquiera ministro togado como vocal d e se mandó por regla general que no se admitan recu­
la junta superior ó como juez de cualquiera otro tri­ saciones evidentemente frívolas , ni para determina­
bunal; pero míe ha de ser con causas bastantes y ms- ciones intcrlocutorias, ni las universales de todos los
'tiíicadas, incurriendo en la pena de 60000 maravedís abogados de la ciudad, reino ó provincia, ni que ja­
si no se prueban, y conociendo del artículo de recu­ más se puedan recusar sino solo tres en el caso de que
sación ios otros oidores y no los que son conjueces del haya otros idóneos. Y por otra real cédula de 10 de
oidor en el tribunal donde este es recusado. marzo de 74, se mandan guardar en las indias en los
En 120.000 maravedís es también condenado el juzgados eclesiásticos y seculares la ley 51, título 4,
q u e no prueba la cau sa de la recusación de un regen­ iih. 2 de Castilla, y auto 2, de los acordados del mismo
te según el artículo 65 de su Instrucción. título con la 47, tit. 4, lib. 3 de las mismas.
* TOMO II. 50
190

TITULO DOCE.
D e las apelaciones y suplicaciones.
LEY PRIMERA. namos a los jaeces letrados, que así lo cumplan
I). Felipe TI en el Pardo á '25 de setiembre de 1583- y guarden, y no conozcan por apelación de ios
Ordenan/.;» 6 d«j Jos jueces letrados. Véase l i Jey 4, mandamientos, que dieren los dichos contadores
tit. 5, lib. 9. sin esta circunstancia.
Qtfc de pleitos civiles de seiscientos mil mar a vedis
y m as , se pueda apelar de la casa de la Contra - LEY IV.
tacion al consejo , y $i consintieren las partes se D. Felipe IÏ en Madrid á 27 de noviembre de 1560
fenezca allí. Véase k ley 1 9 , tit. 3, Jib. 9.
Ordenamos y mandamos, que en ios pleitos Que ios jueces de la casa no suelten los presos de
civiles de seiscientos mil inara vedis y mas, que cuyas causas conociere el consejo.
pendieren y se trataren en (a casa de contrata* Ordenamos al presidente, y jueces de la casa
cion de Sevilla, vengan Jas apelaciones de las de contratación, que no manden soltar, ni suel-
sentencias de vista à nuestro consejo de Indias,, si ,C? * /V a C**rce* á “inganos presos, de cualquiera
apelare alguna de las partes para el consejo, y no calidad que sean, en cuyas causas, delitos ó ne­
quisiere seguir la instancia de suplicación en la gocios se hubiere apelado 4 los de nuestro conse­
casa; pero si todas las parles litigantes lo consin­ jo de ludias, hasta que en él sean vistas, y deter­
tieren por auto ante ci escribano de la causa, se minadas , y se den los despachos y mandamien­
ha de substanciar y determinar en la dicha casa, tos, que han de cumplir y ejecutar.
aunque exceda de los, seiscientos mil maravedís,
y la sentencia que dieren los jueces letrados, sea LEY V.
habida , como, si se diese por los de nuestro con­ E l mismo en el Pardo á 19 de octubre de 1566. Or­
sejo en grado de revista* conjo se observa en la denanza 11 de los jueces de Canaria, fen Madrid á 16
audiencia de Galicia. de jumo de 1569, y á 21 de octubre de 1571.
Que las apelaciones de los jueces de registro de las
LEY II. Islas de Canaria , que no escedan de cuarenta
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado- mil maravedís vayan d aquella audiencia, y es-
i.» co Madrid á á 11 de agosto de l5>)5. til principo cediendo d la casa :y si lá pena fuere corporal al
gobernador allí á l.° <le marzo de 1515. Ordenanza Consejo*
de la casa de Sevilla. Et» Valladolid á 12 de mavo
de 1552. De todas las apelaciones que se inlerpusie-
tu los jueces de la casa negaren apelación pA- ren de los jueces de registros de Canaria, Teñe-
r<t el consejo , pongan en la respuesta das calida - rite y la I alma , en los pleitos, y causas civiles y *
des que contiene. criminales, sobre cantidad, ó condenación de
Si los jueces de la casa denegaren la apela­ cuarenta mil maravedís ó menos, conozcan el re­
ción á nuestro consejo de las sentencias diíiniti- gente, y jueces de apelación de la rea! audiencia
vas, y autos interlocutorios que hubieren pronun­ e Canaria, y en ella se fenezcan y acaben: y
ciado ó proveído, pongan en las respuestas que las demas apelaciones vengan ante el presiden­
dieren las causas que les mueven á no fa otor­ te, y jueces de la casa de contratación de $evi-
gar, y hagan poner en los testimonios la canti­ í a, y con !o que determinaren, confirmando d
dad sobre que se litiga, específicamente, y los revocando por sus sentencias, ó autos, se acabe
nombres de las partes, y si los pleitos son civiles el j u i c i o , sin mas apelación, ó suplicación, ni otro
ó criminales, para que mejor se pueda proveer en remedio, m recurso alguno; pero si la sentencia
los negocios lo que convenga y sea justicia Y luere de muerte, ó mutilación de miembro, d
mandamos al escribano que en el testimonio de otia pena corporal, ó destierro perpetuo, en ta-
apelación ponga el tenor de la sentencia ó auto es casos vengan las apelaciones á nuestro conse­
de que se apelare, pena de diez mil maravedís jo de Indias, y no à otro tribuna!, donde se haga
para nuestra cámara. justicia conforme á derecho.

LEY III. LEY VI.


D. Felipe Iil en Valladolid á 22 de febrero de 1602. El mismo en Madrid ií 21 de octubre de 1571, y «’ 2
de febrero de 1593.
Que los jueces letrados de la casa no conozcan
Que la audiencia de Canaria no retenga las cau­
por apelación de los mandamientos de contadores
sas de los jueces de registros.
de la Averia hasta que estén pagados.
Porque está ordenado que Jos contadores de Mandamas, que si se apelare de los jaeces de
registros a la audiencia de Canaria de auto in­
U Averia den los mandamientos de ejecución que
terlocutorio, hasta en la cantidad permitida por
fueren necesarios contra los deudores de alcances
y resultas de cuentas, y que si estos, u otros ter­ la ley antecedente, determinen el regente, y jue­
ces sobre el artículo, y no retengan la causa,
ceros se opusieren, los oigan en justicia, con el
devomenda ai juez de registros, para que la sen­
juez letrado mas antiguo de la casa de contrata­
tencie en definitiva, cuando, tuviere estado: y si
ción, hasta sentenciar y cobrar con efecto: Orde-
las partes apelaren, y la audiencia conociere por
De las apelaciones y suplicaciones. 191
apelación, confirmando, ó revocando, Ó Ümiitai»- En los pleitos civiles, que pasaren ante la jus­
do, ó ampliando la sentencia di finitiva de! jura ticia ordinaria de las ciudades de Lima , y Mé­
de registros, la dicha audiencia le devuelva la jico, si se apelare indistintamente para ante cual­
ejecución con el .proceso original. quiera de los alcaides del crimen, jueces de pro­
vincia., y la parte se presentare en este grado
LEY V IL ante el escribano de provincia, que quisiere ele­
D. Felipe l í l en Madrid á 29 de marzo de 1621. Don gir, $i fuere de apto interlocutorio, vaya el es­
Felipe IV allí á Ï2 de julio de 1622.
cribano de la ciudad á hacer relación ante el al­
Que en las causas de comisión se .apele à < las otf» calde, y con loque resolviere remita Jos autos á
ciaSj, si no se ordenare otra cosa. . la justicia ordinaria, para que allí las partes pro­
Ordenamos à todas nuestras justicias, ,y jue­ sigan hasta la sentencia definitiva: y si se apela­
ces de comisión., que otorguen las apelaciones re de sentencia, ó auto, que tenga fuerza de d¡-
para las audiencias de sus distritos, si en la co­ finttiva, se presente la parle ante un alcalde de
misión, 6 negocio particular no mandáremos el crimen, y luego se despache mandamiento com­
otra cosa en contrario, que en tal caso se ha de pulsorio, y saque el proceso, y le presente ante él
guardar nuestra orden, y con esta limitación lo escribano de provincia, para que allí se siga el
hagan ejecutar las audiencias, y despachen sos pleito, y si las partes quisieren apelar para ante
provisiones ordinarias. los oidores, lo podrán hacer,guardándola misma
LEY V IH . forma. (I)
El emperador D, Garlos y doña Juana en Valladolid LEY XL
à 10 de junio de 1525. En Granada á 17 de n ovem ­ D. Felipe II en Madrid á 2 de .enero de 1572.
bre de 1526.
Que las apelaciones de jueces de residencia ven­ Que las audiencias devuelvan á los jueces de pro­
gan al consejo , y en las demantlas de partes de vincia las causas en que confirmaren sus sen­
Seiscientos pesos de oro, à las audiencias* tencias*
De las sentencias, que pronunciaren los jue­ Ordenamos, que los procesos, y causas, que
ces de 'residencia, proveídos por Nos, se ha de por via de apelación pasaren de los alcaldes del
apelar al consejo , y en ias demandas de partes crimen, como jueces de provincia, á las audien­
á ias audiencias, con que la condenación no ex­ cias, siendótronfirmadas las sentencias, sé les vuel­
ceda de seiscientos pesos de oro, ó lo que esta* van originalmente, para que llagan ejecutar, y
.viere deterna inado especialmente para cada pro­ cumplir sus sentencias, 'autos, y proveimientos,
vincia.; per» esto no ¿e entienda en lo que toca­ y las audiencias no permitan, que los escriba nos
re á condenacionesr qae se hicieren por ios dichos de cámara, »i otros, los detengan en su poder, ni
jueces de .residencia, á pedimento.de nuestros peo* den mandamientos de ejecución, m otro despa cho
curadores fiscales, en nombre .de muestra cámara, en ellos. *
y fisea, ni de oficio, porque las apelaciones en es­ L E Y X II.
tos casos interpuestas, han de venir a! consejo, y i El emperador D. Carlos-en Bárcekma á '29 de junio
no á otro tribuna!., y con esta limitación se prac- | de .15-19.
tique la ley 69, tít. a 5, iib> a, Que los alcaldes mayores no conozcan sino por
LEY IX . apelación de las causas pendientes ante los a l -
caldes ;ordinarios.
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en I
JYlonzou .¿.11 de-agosto de 1552. El mismo y la -prin- i Es nuestra voluntad, que los alcaldes mayo­
cesa gobernadora en Valladolid á 3 de juuio de i5 55. jres no conozcan de lo_que comenzaren á conocer
Que de los oidores visitadores se apele para sus ; los alcaldes ordinarios; si no fuere por apelación
audiencias. j
en los casos, que conforme á derecho, leyes, y es­
En las apelaciones de autos interlocutarips, ; tilo legítimamente introducido, y observado, lo
que los oidores visitadores de la provincia pro- ; pudieren hacer. ( 2)
veyeren, se guarde la ley 20, tít. 3i., lih. 2, y i
en las que se interpusieren de sentencias ditini- ;
L E Y X III.
livas se otorgarán ¡las que fueren conforme á de­ D. Félipe ÏI en Madrid á 6 de julio de 1571.
recho para las audiencias d.e donde hubieren sa­ Que tas apelaciones de los alcaldes ordinarios de
lí ido, aunque se haya de revocar io que el oidor Lima y Méjico vayan á las audiencias de aque­
proveyere en favor .de los indios; y los presiden * ¡ llas ciudades.
tes, y oidores estarán muy advenidos de que los i
Las apelaciones, -que se interpusieren ,de los
¡indios no reciban agravia, y de enviarnos áiem- í
alcaldes-ordinarios de Lima, y Me'jico en causas
pre.relación al consejo de io que en esta razón '
hubieren proveído. civiles , vayan 'á sala de oidores de aquellas au­
diencias, y no á.sala de alcaldes dé! crimen, con­
LEY X . forme á las ordenanzas de ias audiencias de Va­
D ..Felipe II en Madrid i 16 de junioide ‘1572. Don lladolid, y Granada.
Carlos 11 y la reina gobernadora.
Que cuando se apelare de juez ordina rio. para juez
de provincia , la parti se presente ante él escriba­
no que q uisiere , y si se apelare de auto , vaya él (1) -Esta derogada:)a'facultad de apelar á los jue-
■ces de,provincia de los alcaldes ordinarios por la real
de la causa á hacer relación y .se .devuelva,: y cédula" d e ;15 de junio de 1798.
:si de dtfinitiva f.sedé compulsoria y saque él. pro­ (<2) Véase la ley 14, tit.-2 .d e este libro, y la -8
ceso. del tit. 13 de este-libro.
3<D0 Libro v. Tít. xíi.
LEY X IV . cia ordinaria, que no excedan de sesenta mil ma­
El mismo en Aranjuez á 2 i de marzo de 1567. En
ravedís , se han de otorgar las apelaciones para
Torbisco á 25 de enero de 1570. D. Felipe IV á 2 de los ayuntamientos, guardándose el derecho de es­
setiembre de 1621. Véase la ley 2, tit. 3, lib 8. tos reinos de Castilla; y en cuanto á la cantidad
Que de los oficiales reales se apele para sus au­ lo resuelto por esta nuestra ley. Y porque en el
diencias. distrito, y gobernación de ia Habana se dejan de
seguir muchos pleitos, por escasar costas, y gas­
Mandamos, qae las causas de que conocieren tos, es nuestra voluntad, que los cabildos de di­
los oficiales de nuestra real hacienda., vayan en cha ciudad, y su gobernación puedan conocer, y
grado de apelación, ó agravio (i la audiencia del conozcan de las sentencias, que no excedieren de
distrito; y si fueren tales, que Ies pareciere con­ noventa mil maravedís.
veniente hallarse á la vista los que estuvieren
en la ciudad donde la audiencia residiere, para LE Y X V III.
dar á entender la justicia de lo que se tratare,
D. Felipe II y la princesa gobernadora en Vallado-
mayormente si e! caso faere tan grave, y de tan lid á 8 de julio de 1558.
grande importancia, que convenga á nuestra real
hacienda hallarse presentes á la determinación: Que la apelación sea para el concejo donde tuvie­
Es nuestra voluntad, que lo puedan hacer, pre­ re principio la causa'
cediendo consulta, y orden del virey , ó presi­ ' Las ciudades, villas y lagares, para cuyos con­
dente; pero no puedan ser jueces de lo que hu­ cejos se ha de apelar en los pleitos civiles, con­
bieren determinado* (3) forme á lo ordenado, sean aquellos donde nacie­
LEY X V . re, y taviere principio la causa.
D. Felipe Ili en Madrid á 28 de agosto de 1614. LEY X IX .
Que las audiencias de Lima y Méjico , y alcaldes El mismo en San Lorenzo á 11 de julio, y á 17 de oc­
del crimen conozcan por apelación de causas de tubre de 1590, y en Toledo á 25 de mayo de 1596.
ordenanzas.
Que las apelaciones de los fieles ejecutores que
Nuestras reales audiencias de Lima , y Méji­ no esc.edieren de treinta.ducados, vayan al cabil­
co han de conocer por apelación en causas de or­ do , y si escedieren ti la audiencia donde tengan
denanzas, hasta en cantidad de cinco mil mara­ prelacion.
vedís; y las que excedieren, se han de ver, y de­
terminar por los alcaldes del crimen, guardando Las apelaciones, que se interpusieren de los ,
en cuanto á los dias del despacho la ley 79 , tí­ fieles ejecutores de ciudad donde reside audien­
tulo i5, libro 2 . cia , vayan al cabildo, y no á la real audiencia,
ley xvi. •
con que la condenación no exceda de treinta du­
cados; y si excediere, vayan precisamente á la au­
D. Felipe II en Madrid á 2 de enero de 1572. Don diencia, y porque son negocios de gobierno, sean
Carlos 11 y la reina gobernadora. preferidos á los demas, que no lo fueren. (4)
Que ios alcaldes del crimen no conozcan por ape-
l ación de pleitos civiles de fuera de la ciudad y LEY XX.
regimiento. D. Felipe IV eu Madrid á 13 de junio de 1634. Don
Los alcaldes del crimen, como jueces de pro­ Carlos II y la reina gobernadora.
vincia, no puedan conocer, ni conozcan en gra­ Que las condenaciones de los ayuntamientos sean
do de apelación, de los autos, ó sentencias, que éxequibles.
hubieren proveído, ó pronunciado los jueces or­
dinarios de fuera de la ciudad, aunque sea den­ En las causas, de que conocieren los ayun­
tro de las cinco leguas, ni de lo que se proveye­ tamientos, y diputaciones, que no excedan de se­
re, ó acordare en el regimiento, y solamente pue­ senta mil maravedís, no se admita apelación, ni
dan conocer en este grado en causas civiles de suplicación para las audiencias, y las condenacio­
lo que proveyeren las justicias ordinarias de la nes se ejecuten,
misma ciudad, y asi se practique la ley 1, tit. 17,
libro 2 .
LEY XXL
LEY X V II. El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
31 de mayo de 1552. D. Felipe III en el Pardo á 22
El emperador D. Carlos y la reina gobernadora en de noviembre de 1600.
Valladolid á '23 de julio de 1558. La princesa gober­
nadora allí á 20 de abril de 1559. D. Felipe lie n San Que confirmándose en la audiencia las sentencias
Lorenzo á i l de agosto de 1579. D. Felipe IV en Ma­ de los alcaldes ordinarios se les devuelvan para
drid á 12 de agosto de 1623.
que ejecuten.
Que los ayuntamientos conozcan por apelación de
sesenta mil maravedís , y los de la gobernación de En los pleitos civiles, y causas criminales,
la Habana de noventa mil, que fueren por apelación de los alcaldes ordina­
I)e las sentencias pronunciadas por la justi— rios a las audiencias, ó salas de! crimen, si se
confirmaren las sentencias por ellos pronuncia­
(3) Según los artículos 76 y 78 de la Ordenanza das: Ordenamos que se les devuelvan, para que
de intendentes de Nueva España el cgercicio de la las ejecuten.4
jurisdicción contenciosa de real hacienda pertenece
privativamente á los intendentes con las apelaciones (4) La cédula de que se formó la presente ley y
á la ¡unta superior en segunda instancia, y á S. jM. también otras con la de 19 de marzo de 1628 fueron
por la vía reservada de ludias en tercera. espedidas á instancia del cabildo de Lima.
De las apelaciones y suplicaciones 201
á la de Quito, aunque haya conocido el gober­
LEY X X II. nador, estando et lugar sujeto á la de Quito: y
D. Felipe II en Madrid i 15 de febrero de 1567. Don que lo mismo se entienda con los vecinos, y mo­
Felipe IV allí á 28 de setiembre de 1626, radores de los lagares de la dicha gobernación,
Que Jas apelaciones de autos de gobierno se vean sujetos á la audiencia de Q uito, salvo en unos
en acuerdo de justicia y no en sala particular « y otros si el gobernador hubiere conocido en pri­
Puédese interponer apelación de los autos, mera instancia en algún lugar, por haber surti­
acuerdos, y órdenes, que hubieren proveído los do álli el fuero las partes, por delito, ó contra­
vireyes, ó presidentes en gobierno para las rea­ to, ó por otra razón legítima, que en tal caso las
les audiencias, como se contiene en la ley 35, apelaciones han de ir à la audiencia en cuyo dis­
tit. i5, lib. a. Y declaramos, que de los vireyes trito estuviere el lugar donde se hubiere cono­
se ha de apelar para las audiencias de Lima, o cido de la causa , aunque las partes tengan do­
Méjico, y no para otra alguna de las subordina­ micilio en lugares de otro distrito.
das. Y por escusar inconvenientes, ordenamos,
que en tales casos se hallen presentes à la vista,
LEY X X V I,
y determinación todos los oidores en acuerdo de El mismo en el Escorial a 28 de octubre de Í<)6j .
justicia, y no en sala particular. Que en las apelaciones de la provincia de Popa­
ya n se guarde lo que esla ley dispone•
LEY X X IÜ Mandamos, que de las sentencias pronuncia­
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ das por los jueces, y justicias de las villas y lu­
ra en Madrid á 17 de agosto de 1535. D. Felipe 11 gares de la provincia de Popayan , que no exce­
ordenanza de audiencias de 1563 , y en la 12, en To«
ledo á 25 de mayo de 1596. dieren de cincuenta pesos, se pueda apelar al
Que las justicias ordinarias otorguen los apela- concejo, justicia, y regimiento de la ciudad,
dones para las audiencias conforme á derecho. villa, ó lugar donde el juez hiciere la condena­
ción en causas civiles, y pecuniarias, y lo que
Ordenamos y mandamos á los gobernadores, fuere determinado, guardando las leyes de estos
corregidores, alcaldes mayores, y a todas las de­ reinos de Castilla, se ejecute, y no h a p lugar
mas justicias ordinarias, que otorguen las apela­ apelación; pero si excediere de esta cantidad , se
ciones, que se interpusieren de sus juzgados para pueda apelar, y apele al gobernador , o juez de
las reales audiencias de sus distritos, en los casos residencia, que es o fuere de aquella provincia;
que conforme á derecho, y leyes de este libro hu­ y si esta sentencia, y la primera^ fueren confor­
biere lugar, excepto las qae hubieren de ir y fe­ mes, hasta en cantidad de quinientos pesos de
necerse en los concejos, y ayuntamientos, y las oro, y no mas, se pueda ejecutar por el gober­
que según derecho y provisiones especiales se han nador , ó persona á quien él remitiere la ejecu­
de interponer de los alcaldes ordinarios para los ción , dando la parte en cuyo favor se ejecutare,
gobernadores, hasta cierta cantidad. fianzas legas, llanas, y abonadas, de que si fue­
LEY X X IV . re revocada la sentencia, volverá la cantidad,
D. Felipe III en San Lorenzo á 14 de agosto de 1620. con las costas que en la restitución se causaren;
D. Carlos II y la reina gobernadora. y si la causa ó condenación excediere de los qui­
Que declara las leyes 34 y 35 # tlt 1 5 , lib. s. nientos pesos, ó la sentencia del gobernador, o
juez de residencia no fuere conforme a la prime­
Para mas este nsion, y claridad de las leyes 34, ra, se pueda apelar para nuestras reales audien­
y .35, tit. i5, libro a, estatuimos y mandamos, cias de Quito, ó Nuevo lleino de Granada, con­
que en todos los casos en que los vireyes proce­ forme á lo dispuesto por ia ley a 5 , de este títu­
dieren á título de gobierno, ó cédula nuestra, en lo, guardando la forma, y orden de derecho so­
que se les cometa caalquier negocio, ó causa en bre substanciar el proceso, y citando á las par­
lo general del oficio, si algunas de las partes in ­ tes, para que vayan en seguimiento de su ape­
teresadas se agraviare, tenga el recurso por ape­ lación,
lación á la real audiencia, donde el virey pre­
sidiere, y en ella se guarde justicia sobre el ne­ LEY
gocio principal, y calidad déla apelación, en El emperador D Carlos y el príncipe gobernador en
Guadalajara i 10 de setiembre de *Ç46 D. Felipe II
cuanto á si tiene efecto suspensivo, ó devolutivo, en el Escorial á 4 de julio de 4.5./0,
y no se entienda, que está inhibida la audiencia,
Que de los alcaldes mayores y teniente del rio de
si no fuere cuando en las cédulas especialmente la Plata se apele al gobernador.
se declarare.
Ordenamos, quede las sentencias pronun­
LEY XXV. ciadas por los alcaldes mayores de la provincia
D. Felipe l l en Valencia á 15 de abril de 1569. del rio de la Plata, ó del teniente de goberna­
Que las apelaciones del gobernador de Popayan dor, pueda haber, y haya apelación para ante el
vayan d las audiencias de Quito y Nuevo Reino, gobernador de aquella provincia, el cual conoz­
corno se declara. ca , y determine en este grado en los casos que
Declaramos, qae si los vecinos y moradores no hayan de conocer por apelación los ayunta­
de los lugares de la gobernación de Popayah, que mientos , según lo ordenado.
estan en el distrito de la audiencia de Santa Fe,
siguieren algunos pleitos, ó causas ante el go­
bernador de la dicha provincia de Popayan en
otro lugar sujeto á la audiencia de Quito, vayan
las apelaciones á la audiencia de Santa Fé, y no j
TOMO II. 5i
2 0 2 Libro v. Título xh .

LEY X X V III. rir á estos inconvenientes. Y mandamos, que en


las residencias y visitas, que se vieren en nues­
El mismo ordenanza 9 de 4563, y en la 17 de-1596. tro conseja, no pueda haber, haya, ni se ad­
Que. el que apelare se pueda presentar ante el mita suplicación , instancia , ni sentencia dq re*
escribano que quisiere , y se reparta el pleito. vista, y que con la de vista quede fenecida, y
acabada (a residencia y visita, y se despache car­
El que se presentare ante audiencia real en ta ejecutoria de ella, si no fuere en ios capítu­
grado de apelación, entregue la mejora ante el los de residencia, de que resultare privación
escribano que quisiere, eí cual sea obligado á dar de.oficio perpetuo, ó pena corporal, que en cuan­
cuenta á la audiencia, para que se reparta, y en- to a estos tenemos por bien que pueda haber,
lie los escribanos haya igualdad: y lo m¡s«no ha­ haya , y se admita suplicacacion, y no en otra
ga en los pleitos, que en primera instancia se cosa alguna, lo cual se guardé en las residencias,
comenzaren en las audiencias. pero en lo que toca á las visitas, se guarde el
LEY X X IX . estilo, y costumbre de estos reinos de Castitia,
dfe no admitir indistintamente suplicación de las
E! emperador D. Carlos á 24 de abril de 1545. sentencias, que sobre los cargos hechos en ellas;
Que en las causas de seis mil maravedís no haya fueren pronunciadas por los de nuestro consejo,
suplicación.
LEY X X X II.
Declaramos, que de las sentencias de que se
apela á las audiencias , y no excede la cantidad D. Felipe II en Madrid á 28 de setiembre de 1568.
de seis mil maravedís, no se ha de admitir su­ D: Felipe III en Yentosilla.á 26 de inayo de 1608.
plicación, como se practica en las Chanciilerías Que en los pleitos Remitidos al consejo vengan ci—
de estos reinos de Castilla. (5) jadas las partes para todas ínstamelas.
LEY X X X . Mandamos á !o.s presidentes, y oidores de núes*
El mismo en Toledo á 6 de noviembre do 1528. Don
tras audiencias reales, y los demás jueces y jus­
Carlos II y Ja reina gobernadora. ticias, que en los pleitos de indios, y. otros de
cualquier calidad, o cantidad, que remitieren al
Que seiiula los términos para presentarse en el consejo, hagan citar. las partes,, con señalamien­
consejo por apelación*
to de estrados para todas instancias, y sentencias,
Los que apelaren para e! consejo de Tierra- apercibiéndoles, que en su rebeldía se procederá1
Firme, desde el Cabo de la Vela, y Golfo de para todas las dichas instancias , sin los volver á
Venezuela, hasta el Cabo de la Florida, Santa citar, ni emplazar otra vez, y que les parará
Marta , Nicaragua , Cabo de Honduras, Higue­ tanto perjuicio como si especialmente fueran
ras, Guatemala, Yucatán, Nueva España, y nuevamente citadas, y emplazadas; y en los plei-
rio de las Palmas, y lo á esto adjacente, se han tos de segunda suplicación se ¿marde Jó determi-
de presentar dentro de ocho meses, de las pro­ :nado.
vincias del Perú dentro de un ario, de lás Fili­ L E Y X X X IIL
pinas dentro de año y medio, contados estos tcr- ‘ Felipe II en Madiud a 27 de noviembre de 1560.
ininos desde el dia que saliere de cada provin­ ! Que los jaeces inferiores no suelten presos después
cia la (Iota, o armada, o navio de registro para- , dé. haberse apelado»-
estos reinos.
Ordenamos, que- los jueces inferiores , des--'
LEY X X X I. •pues de haberse apelado de sus sentencias , no
D. Felipe II en San Martin á 18 de mayo, de, 1565. : puedan soltar ningún preso.
En el Pardo á 7 de agosto de lí»68.
Que de las sentencias del consejo pronunciadas en■ . Qúe las condenaciones do hasta seis pesos y y
juicio de residencia, no haya suplicación f sino penas de ordenanza, se ejecuten sin embar—
en casos de privación, 6 ptna corporal, y en el de g° í 2 , tu. 10 , de este libro.
visita se prohibe indistintamente. Que las sentencias de la casa de Sevilla de diez
Habiéndosenos hecho relación de que en' mil maravedís, ó menos, se ejecuten, sin em-
nuestro consejo se ven todas las residencias, bargo,y con fianza y ley 6 , tit. 10, de este .
y visitas de lós vireyes, presidentes, oidores,* libro.
alcaldes, fiscales, gobernadores, y otros minis­ Que las audiencias no impidan la ejecución de]
tros, y oficiales de las Indias Occidentales, é is­ las sentencias , que la pudieren tener, ley 9,
las adjacentes, y á causa de las suplicaciones, que tit. 10, de este libro-.
interponen de las sentencias en que son condena­ Que el gobernador, y capitán general de la
dos , se vuelven à ver en revista, consumiendo Habana sentencia en revista las causas de sol­
largo tiempo, y ocasionando mucha ocupación dados de C uba, ley 15, tit. 1 0 , de este
en perjuicio del despacho de otros negocios de libro.
mayor importancia é ínteres, y que conforme á Que de la sentencia, ó aillo, en (pie se ha por
derecho de los capítulos, y cargos hechos á los recusado al ministro, no haya suplicación,
jueces en visita, ó residencia de sus oficios, no y si se hubiere por no recusado , la pueda
se admite suplicación : nuestra voluntad es ocur­ haber, ley 5 , tit. n , de este libro.

(5) Tampoco hay súplica de las sentencias que


no osceden de 200 pesos, ley 5, tít. 10 de este libro.
D e la segunda suplicación.

LEY PRIMERA, . j s e n ta r los que su p lic a re n p a r a a n te la re a l p e r -


so n m
El emperador D. Carlos en Barcelona á 4 denoviém- í
bre <le 1542. En Malinas á 20 de octubre de^ 154o. En lugar del año , que por cédulas estaba
D. Felipe Ü ordenanza 5 de audiencias de 1563. Y en señalado para presentarse ante nuestra real per­
la 15 ¿e 1596. O. Felipe 111 en Madrid á 13 de febre­ sona con la segunda suplicación, los que la in-.
ro de 1620. térpusieren en las Indias : Es nuestra merced, y
Q u e d e 1os p le ito s c u y o va lo r fu e r e de seis m il p e ­ declaramos que los del distrito de las audiencias
sos e n sa ya d o s de á c u a tro c ie n to s y c in c u e n ta m a ­ del reino de Chile, y provincias de los Charcas,
ra v ed ís , se p u e d a su p lic a r se g u n d a vez a n te la re a l tengan año y medió, contado el medio ano antes
+ p erso n a . de! día en que saliere la primera armada del puer­
Es nuestra voluntad, que sí el pleiti» fuere to del Callao de la ciudad de Lim a, y el año
de tanta cantidad é importancia , que el valor de desde el día en que saliere la dicha armada: y
la propiedad sea de seis mil pesos ensayados de a los dél distrito de las audiencias de los Reyes, y
cuatrocientos y cincuenta maravedís cada uno, Quito tengan asimismo un a ñ o , contado desde
<5 mas, se pueda suplicar segunda vez de la sen­ el dicho d ia : y los de Tierra-Firme un año, con­
tencia de revista, pronunciada por la audiencia tado desde el dia que la armada saliere de Por-
para ante nuestra real persona, con que la parte, tobelo: y los del Nuevo Reino de Granada un
que interpusiere la segunda suplicación , se ha­ año, contado desde el dia en que la armada sa­
ya de presentar, y presente ante Nos dentro del liere de Cartagena para estos reinos : y lo mis­
térm ino, que por la ley 3 , .de este título esta mo los del distrito de la audiencia de Santo Do­
señalado, después que la sentencia de revista le mingo de la Isla Española, y los de toda la Nue-
fuere notificada, ó á su procurador, la cual or- ' España un añ o , contado desde el dia que la
denamos sea ejecutada, sin embargo de la-se­ flota saliere del puerto de la Vera-Cruz: y los
gunda suplicación, dando la parte, en cuyo fa­ de las Islas Filipinas tengan dos años , uno para
vor se hubiere pronunciado, fianzas bastantes y llegar á la Nueva España, contado desde el dia
abonadas, de que si fuere revocada, restituirá, y que para ella salieren las naos de su comercio,
pagará todo lo que por ella le hubiere sido , y y él otro el que està concedido á los de la N ae-
fuere adjudicado, y entregado conforme à la sen­ va España , conforme á esta ley, de forma que
tencia pronunciada por los jueces a quien por el tiempo corra, y se les cuente , como sea útil,
Nos se cometiere; pero si la sentencia de revis­ desde que hubiere flota , ó armada, que haga viá-
ta fuere sobre posesión, declaramos y manda­ ge á estos reinos.
mos, que no haya lugar segunda suplicación, y
se ejecute, aunque no sea conforme á la de vista,
LEY IV.
D. Felipe IV en Madrid á 7 de junio de 1621.
LEY II. Q ue lo s pobres c u m p la n , en lu g a r d e f i a n z a , con
D. Felipe ÍI y la princesa gobernadora en Valladolid ca u ció n ju r a to r ia .
á 13 de enero de 1558, y en 23 de noviembre de 15/J, Puede suceder, que por ser pobre la parte en
y en 19 de abril de 1583. D. Carlos II y la rema go­
bernadora. cuyo favor se ha de ejecutar la sentencia de re ­
Q ue la s a u d ie n c ia s su sta n c ie n el a rtic u lo d e l g r a ­
vista , sin embargo de la segunda suplicación, no
d o , y no lo d e te rm in e n t r e m ita n el proceso , c ita ­
halle fiadores, y aun la parle contraria , cono^
d a s la s p a r le s - ,y en c u a n to á la s fi a n z a s g u a r ­
ciendo que no se le ha de librar la ejecutoria sin
d en lo proveído. fianza, interponga la segunda suplicación , para
no desembolsar con esta ocasión lo que confor­
Si despues de sentenciado el pleito en revis­ me á la sentencia debe pagar: Mandamos que
ta fuere suplicado ante Nos, substanciará la real precediendo información de pobreza con citación
aadiencia el artículo del grado, y oídas las par­ del fiscal, y de la parte, suceda la caución jura­
tes sobre los agravios, no pasará adelante, ni toria eri lugar de fianza, real' y verdadera, y asi
determinará sobre si le hay ó no, remitiendo el
proceso original con su relación y como estu­ se ponga en los autos.
viere, á nuestro conseja de Indias, citadas las LEY V.
partes, y de lodo ha de quedar un traslado au­ emperador D. Garlos en las leyes nuevas 12 y 13
torizado en forma que baga fé, en poder del 1542. ,D. Felipe II ordenanza ó y 4 del consejo
escribano de la aadiencia ante quien pasare; y
en cuanto á ejecutar la sentencia de revista, con Q ue io s ju e ce s d el consejo p a r a los p le ito s d e s e -
fianzas ó sin ellas, guardará lo resuelto por las g a n d a su p lica ció n se a n cinco , y de lo que p ro ve­
leyes de este título. y e r e n en e l a rtic u lo d el g r a d a y p ro n u n c ia re n so
bre lo p rin c ip a l no h a y a m a s su p lic a c ió n n i r e «
LEY III. cu rso .
D Felipe IV en Madrid á 24 de setiembre de 1621,
y á 50 de marzo de 1629. D. Carlos 11 y la reina go­ Los jueces, que en nuestro consejo de Indias
bernadora. han de ver, y determinar los pleitos de segunda
suplicación no han de ser menos de cinco •, y si
Q ue d ecla ra los térm in o s e n que se h a n de p r e ­
204 Libro . Tk. xin.
despues de nombrados faltare alguno por muer» va demanda, y por via de nueva reconvención
te , ausencia, ó promoción, podrán ver el piel* se expresa la sama , no siendo en la cantidad de
to ios cuatro que quedaren , y determinarlo; pero la ley , no ha lugar el grado de la segunda suplí,
si faltaren dos, ó inas, se nos avisará, para cacion, y sin embargo de ella se ejecutará la
que nombremos hasta el número de cinco, los sentencia de revista , aunque revoque , modere,
cuales primero, y ante todas cosas, han de ver, ó anada á la de vista; y en caso que la parte in­
y declarar sobre si ha, ó no lugar el grado; y terponga la segunda suplicación , pretendiendo
declarando haberle , han de conocer de la causa que la demanda fue de mayor suma , ó por otra
principal., y déla sentencia que pronunciaren, causa; se le dé testimonio, con relación de los
y asimismo de lo que hubieren proveído en el autos, y lo proveído, para que visto por los de
articulo del grado, sobre si h a , ó no lugar, no nuestro consejo de Indias, provea loque fuere
pueda haber , ni haya suplicación, ni otro nin­ justicia: y lo mismo se guarde en las causas me­
gún recurso, según lo dispuesto por las leyes nores, en que notoriamente no hubiere grado,
reales de Castilla, y el estilo y forma que has. por defecto del valor. ( i )
ta ahora se ha guardudo, y observado en nues­
tro consejo de indias. LEY V III. .
El emperador D. Carlos en la ley 17 de las nuevas
LEY V I. de 1542.
Felipe III en Madrid á 13 de febrero de 1620. Don Que en las causas de que se apelare de los gober­
I'elipe IV allí á 6 de abril de 1627. D. Carlos II y la
reina gobernadora. nadores y justicias ordinarias para las audiencias
no haya segunda suplicación .
De las penas en que incurren los que suplicaren
segunda vez , si se confirmare la sentencia de re- Las apelaciones, que se interpusieren de los
visla , d declarare que no ha lugar el grado. gobernadores, y justicias ordinarias, vayan á las
Declaramos y níandamos, que en cuanto á audiencias de su distrito , y jurisdicción, confor­
las doblas, que pone la ley de Segovia, no se me a derecho* y en este caso mandamos guar­
haga novedad en los pleitos de las Indias; y es dar las leyes de estos reinos de Castilla , que no
nuestra voluntad que se guarde la costumbre permiten segunda suplicación, (a)
(observada hasla ahora ') de no llevarlas; y por­ L E Y IX .
que se ha experimentado el embarazo que cau­ D. Felipe III en Madrid á 12 de abril de 1612.
san en nuestro consejo de las Indias los pleitos Que los fiscales no paguen derechos de las pre­
que vienen a el en grado de segunda suplicación, sentaciones•
con menos justificación de lo que fuera justo,
respecto de no estar impuestas penas en tales ca­ Con atención á que nuestros fiscales son esen**
sos, como lo están para los que se valen de ella tos de pagar derechos de los pleitos, y causas»
en estos reinos de Cast.Ila, nos ha obligado á que siguen , y defienden en favor, y defensa de
reparar los inconvenientes que resultan, por ser nuestro patrimonio real: Ordenamos, que cuan-
muy considerables, y dignos de remedio; y asi, do el fiscal del consejo se presentare ante Nos en
para que cesen en lo futuro, hemos tenido por grado de segunda suplicación, y se hicieren las
bien de ordenar, como por esta ley ordenamos presentaciones á instancia del fisco, no se le pi­
y mandamos a los presidentes, y oidores de nues­ dan, cobren, ni lleven ningunos derechos por los
tras audiencias de las Indias , que obliguen á to- porteros, ni otras cualesquier personas.
das y cualesquicr personas, que interpusieren LEY X.
segunda suplicación de las sentencias de revista El emperador D. Carlos en la ley 14 de 1542.
en ellas pronunciadas, á que den fianzas legas, Que las causas de segunda suplicación se vean
lianas, y abonadas de que pagarán mil ducados por los mismos autos.
de pena, en que desde luego los damos por con­
Ordenamos á los de nuestro consejo de In­
denados, sí se confirmare ia sentencia de revista dias , a quien Nos mandaremos cometer , y co­
por los del dicho nuestro consejo, los cuales se
metiéremos los pleitos de segunda suplicación,
han de aplicar, y aplicamos, la tercia parte á que los vean , y determinen sobre e! grado, y lo
nuestra cámara , y fisco, otra á la parte contra­ principal, por los mismos procesos, que se hu­
ria , por el daño, y molestia, que se le causa bieren hecho en las Indias, y como vinieren de
con con la segunda suplicación: y la otra tercia ellas, sin admitir mas probanzas, y nuevas ale­
parteá los jueces, que hubieren sentenciado el
gaciones, conforme á las leyes de estos reinos de
pleito en revista; y porque podría suceder que Castilla.
se declare no haber grado de segunda suplica­
ción , para en tal caso ha de ser la fianza de que
Que las sentencias de revista de las audiencias
pagará el suplicante cuatrocientos ducados, mi­ se ejecuten, no siendo de cantidad, que pite*12
tad á nuestra cámara, y la otra mitad á la par­
te contraria, lo uno y otro, sin embargo que (1) Este recurso que se llama extraordinario d ir­
hasla ahoi a no se hayan impuesto las dichas penas. regular en que se manda dar testimonio á Jas partes-
está confirmado por varias reales cédulas, y especial,
LEY V IÏ. mente por la de 19 de marzo de 1760, que manda
D. L'elipe IV en Madrid á 7 de junio de 1621. que no obstante de haberse de dar dicho testimonio
ai que se sintiere agraviado, no se ha de suspender
Que si la parle pretendierc que ia demanda fiue de por este motivo el curso y práctica regular que por
mayor suma , se le dé testimonio i y lo mismo se derecho corresponda á la.causa, á csrepcion de que
entienda en las causas menores* en algún caso particular proceda superior especial
orden para lo contrario.
Cuando el pleito es de cantidad , qae por nue- (2) Sin embargo, véase la ley 16, tit. 21, lib. 8.
De las entregas y ejecuciones. 205
d a h a b e r , y h a y a segu n da s u p lic a c ió n , l e y para las audiencias , y de lo que determina­
4 , (it. i o , d e e ste lib ro . ren interpusieren segunda suplicación, se ha
D e lo s p le ito s d e te rm in a d o s p o r o id o re s, y con ­ de remitir al consejo con la confirmación, que
ta d o re s e n m a te r ia s d e c u e n ta s h aya g r a d o piden , enterando en la caja real la cantidad9
d e segu n da su plicación , l e y 36, t i t . i, lib . 8 . que pertenece á S. M- por la renunciación,
S i lo s in te re sa d o s en la s ren u n ciacion es d e o fi­ conforme d la tasa. Véase la ley 16, tit. 21,
c io s s e a g ra v ia re n d e la s ta s a s , y a p e la re n lib. 8 .

es*.t-O-S

ITUIjO catoeoe
De las entregas y ejecuciones .

LEY P R IM E R A . j cualesquier partes de las Indias , esclavos, y otras


cosas necesarias á su aviamiento, y molienda, no
El em perador D. Carlos en Madrid a 22 de abril de se pueda hacer ejecución, si no fuere la cantidad
1 1528.
á Nos debida, y permitimos, que se haga en los
Que las ejecuciones que emanaren de ¡as audien­ azúcares, y frutos de los ingenios, y este privi­
cias se cometan á sus alguaciles .
legio no le puedan renunciar los dueños, ni val­
Mandamos, que las ejecuciones, que se hu ­ ga la renunciación, si la hicieren de hecho. Y
bieren de hacer en virtud de autos, o manda­ asimismo es nuestra voluntad, que los escriba­
mientos de nuestras reales audiencias, se come­ nos en los contratos, y escrituras no pongan
tan á sas alguaciles, guardando la distinción cláusula de renunciación, pena de suspensión
contenida en la ley 16 > tit. 7 , de este libro. de oficio, y que las justicias no la puedan eje­
LEY II. cutar*
D. Felipe 11 en el Pardo á 20 dé febrero de 1593. LEY V.
Que no se pueda hacer ejecución en caneas de per* El emperador don Carlos en Toledo á 8 de noviem­
las y su aoiamiento , habiendo otros bienes. bre de 1538. D. Felipe H en el Pardo á 13 de marzo
de 1572.
Ordenamos , que no se pueda hacer ejecución
por ninguna deuda en las canoas, negros, y apa» _ Que se pueda hacer ejecución en todo un ingenio
rejos con que se hiciere la pesquería de perlas, de moler metales y fabricar azúcar , si Ja deuda
donde la hubiere, si á Nos no se debiere, tenien­ montare todo el precio'.
do los dueños otros bienes cuantiosos en que Nuestra intención en haber mandado, que no
puedan ser ejecutados, y este privilegio no le se pueda hacer ejecución en ingenios de moler
puedan renunciar. metales, y fabricar azúcar, esclavos, instrumen­
tos, y aparejos, es, que por esta causa no dejen
LEY III I de fructificar para el bien común de estos reinos,
EÍ emperador D. Carlos y el cardenal gobernador en y los de las Indias, pues de hacerse resultaba m a­
Madrid á 19 de julio de 1540.
cho perjuicio, y que el ejecutante, y ejecutado no
Que no se haga ejecución en los ingenios de moler podían sacar provecho de este desavío. Y porque
metales ni sus avios. es necesario atender al privilegio de los acreedo­
Lo proveído por la ley 1 , título 2 0 , lib. res: Declaramos y mandamos,[que si la deuda fue­
sobre que no se haga ejecución en los esclavos, re tan grande, que monte todo el precio del in ­
y negros, herramientas, mantenimientos, y otras genio, con esclavos, pertrechos, y aparejos de su
cosas necesarias para el avío, labor, y provisión avío, y no tuviere el deudor otros bienes de que
de las minas, y personas, que trabajaren en ellas, el acreedor pueda ser pagado, se mande hacer, y
no siendo por deudas debidas á Nos, y se pueda haga ejecución en todo el ingenio, esclavos, y per­
hacer en el oro, y plata, que produjeren, se trechos, y pago de toda la deuda, dando la per­
entienda también en los ingenios de moler me­ sona en quien se rematare, fianzas llanas de con­
tales, porque conviene, que no cese su bene­ servarlo entero, bien reparado, moliente, y cor­
ficio. riente, como lo tenia el deudor. ( 1 )1
LEY IV .
E l emperador D. Carlos en Toledo á 15 degenero
de 1529. En Pal enerad 20 de setiembre de 1534. La
emperatriz gobernadora en Valladolid á 4 de mayo (1) Esta ley 5 esta' reformada por el artículo 23,
de 1537 D. Felipe i l y la princesa gobernadora allí
título 3 de la ordenanza de minoría de Nueva Espa­
á 30 de marzo de 1557. En Madrid á 3 de agosto ña, el que solo permite hacerse la egecucion en Jos
de 1570, y en San Lorenzo á 28 de setiembre de 1588.
metales y demas productos de la hacienda, á la que
JD. Felipe III eu Olmedo á 2 de octubre de 1605.
en dicho caso se debe poner interventor. Véase tam­
Que no se pueda hacer ejecución en ingenios de bién el art. 12, tit. l l de la misma que niega la reci-
sion de la venta de mina , aunque se alegue lesión
azúcar. I enormísima.
Mandamos, que en los ingenios de azúcar de
TOMO II. 52
206 Libro v. Tit . XIV..
LEY VI. las diligencias necesarias, para que verdadera­
El emperador don Caídos y la emperatriz goberna- mente conste, que las personas ejecutadas en. Jos
dora en Valladolid a 10 de julio de 1537. La princesa dichos oficios no tienen otros ningunos bienes, y
gobernadora allí á 18 de marzo de 1554, y a' 18 de se- los compradores no sean menores de edad, ni se
tiembre de 1555. D. Felipe II en San,Lorenzo á 4 de
junio de 1572. sirvan por tenientes, ni otras terceras personas;
pero si los oficios fueren renunciabies, es nuestra
Que no se haga ejecución en a rm a s y caballos
sino en defecto de otros bienes.
voluntad, que se pueda hacer ejecución, y pago
en ellos, obligando á los propietarios á que re­
Ordenamos / mandamos, que á los vecinos de nuncien en los compradores, y de este traspaso
las ciudades, villas, y lugares de las Indias, y sea pagada nuestra rea! hacienda de lo que le
descubridores, y pobladores, y encomenderos, no perteneciere por su mitad, ó tercio.
se les baga ejecución, trance, ni remate, por deu­
das que contrajeren, en las armas, y caballos, LE Y IX .
que son obligados á tener, y sustentar; teniendo O. Felipe IV en rJMadrid á 22 de diciembre de 1621.
otros bienes en que se pueda hacer el pago; pero ü . Carlos II y Ja reina gobernadora.
en defecto de ellos, es nuestra voluntad, qtie pue­ Que pagando el ejecutado dentro de sçtenta y dos
dan ser ejecutados en todo lo susodicho. horas , no se cobre décima•

LEY VIL En lugar de las veinte y cuatro horas, que


El mismo en Madrid á 2 de febrero de 1575. tenían de término los ejecutados para pagar, sin
Que en las ejecuciones contra vecinos y descubri­ causar décima , tuvimos por bien de mandar, que
dores , pobladores y encom enderos , se guarde el pasasen setenta y dos, contadas desde la. hora en
derecho ele estos reinos de C a stilla . que se trabase la ejecución , como se observa en
estos reinos de Castilla. Y por aliviar a los deu­
Somos informado, que en virtud de nuestras dores de las Indias, es nuestra voluntad, que lo
cédulas, no se hacia ejecución en las personas, es­ mismo se guarde en todas ellas, y que las justi*
clavos, armas, y caballos de los vecinos, pobla­ oías, ministros., y ejecutores, ,que llevaren dédU*
dores, y encomenderos, de que se han seguido, mas contra lo dispuesto por esta ley, incurran .
y siguen muchos inconvenientes en deservicio en las penas, establecidas -contra los quç' llevan
nuestro, y daño de los tratantes, y otros nuestros derechos indebidos en el uso y ejercicio de sus
subditos, demás de ser cosa, escrupulosa para nues­ oficios.
tra conciencia-, y queriendo remediarlo, como con­
viene, mandamos á nuestros vireyes, presidentes, LEY X.
y oidores, y otras cualesquier justicias, que sin ^ ^on ^ arl°s y el cardenal gobernador
embargo de lo susodicho en las ejecuciones, que en Madrid a 24 de abril de 1540. Los reyes de Bo­
hemia gobernadores en Castellón de Amparias >» 24
en cualquiera forma se hicieren ú los vecinos, de octubre de 1548. D. Felipe II en Madrid á 15 dp
descubridores, pobladores, y encomenderos, guar­ agosto de 1567, y en San Lorenzo á 26 de mayo de
den , y cumplan la orden , que .se tiene, y guar­ 158$.
da en estos nuestros reinos de Castilla, conforme Que en llevar la décima guarden los alguaciles Ja
á las leyes de ellos. costumbre de cada lugar.
L E Y V III. Mandamos, que los alguaciles mayores, y los
D. Felipe 111 en el Pardo á 21 de noviembre de 1603; demas guarden ía costumbre de cada lugar en
D. Garlos II y la reina gobernadora. I llevar la décirçm ele las ejecuciones, aunque sean
Que se pueda hacer ejecución en oficios vitalicios y los mandamientos de audiencias, con que no ex­
perpetuos . cedan de diez por ciento, asi en las que se hi­
cieren por deudas, én especie, como en dinero.
Declaramos, que si algunas personas sirvie­
ren oficios, qne no sean renunciabies por venta, LEY X I.
ó til tilo nuestro, y fueren ejecutados en ellos por El emperador, D. Carlos y el príncipe gobernador
deudas á nuestra real hacienda, ó á otros terce­ en Monzon á 22 de julio de 1547.
ros, si no tuvieren otros bienes de que pagar, Que en las provincias donde hubiere, costumbre lle­
puedan ser vendidos los oficios judicialmente por ven los alguaciles los derechos conforme á esta
la vida, y de la forma que los tenían los posedow ley.
res, con que en los compradores concurran las En las provincias donde fuere costumbre, que
partes, y calidades necesarias al ejercicio, á satis- los alguaciles lleven por sus derechos de las eje­
facion de los vireyes, presidentes y audiencias, y cuciones á cinco por ciento del primer ciento, y
siendo tales, y constándoles, que no hubo dolo, de hay arriba, á razón de dos y medio por cien­
y engaiTo en la venta, se despachará titulo en la to, se guarde y cumpla, pena de que si mas lle­
forma que se acostumbra, para que los tengan, varen, lo vuelvan, con el cuatro tanto, y donde
usen, y ejerzan por los dias, y vida de los pose- no hubiere costumbre en contrario, se guarde el
dores, de que han de mostrar testimonio, y re- 1 derecho de estos reinos de Castilla.
caudo suficiente, por el cual conste, que son vi­
vos los poseedores en principio de cada año, y lle­
var confirmación dentro de tres años, contados D. Felipe II ordenanza 116 de audiencias en Toledo
desde el día que se les dieren los títulos, y co­ á 25 de mayo de 1596.
menzaren à ejercer, previniendo lo que conven­ Que los alguaciles ejecutores no lleven mas de unos
ga, para que en estos remates, y ejecuciones no derechos en cada ejecución.
haya ningún fraude, ni engaño, y que precedan Ordenarnos, que los alguales no lleven dere-
De las ésitregfas y ejecuciones. 207
ciios por la ejecución de una deuda, mas qae cjecuóióh h d s tá qué e sté p a g a d a Iá p a r lé .
una vez, aunque la parte á cuya instancia se hi­ Ordenamos y mandamos, que ningún algua­
ciere conceda dilación o espera al deudor,.pe­ cil pueda llevar derechos de ejecución, si no estu­
na de pagar lo que llevaren de mas, con el cua­ viere primero pagada lá parte, pena de perjuro,
tro tanto para nuestra cámara. y dé incurrir en las demas contenidas en las le­
yes^ y ordénarizas, qae sobre esto disponen.
LE f-M i;;
- « . El mismo allí ordenanza 112; LEY XV.
Q ue en ejecución de' bienes aplicados- a' la ca-maTa El mismo ordenanza 118.
no se lle v e n d erech o s • > Q ue lo s in d io s no p a g u e n d é c im a , y en los d e m a s
Por las ejecuciones, que se hicieren etü Bie- derechos se p ro c e d a con moderacionm
neSf y maravedís 'apli'ca‘dos!a nuestra éániara no'
Los indios han de ser ésentos de pagar decl­
lleven derechos1*los alguaciles, qóé así es' nuestra'
ináis ¿n las ejecuciones, y en los demás derechos
voluntad. se ha dé procéder con iriíxcha moderación, aten­
LEY X IV .-’ diendo nuestras justicias' á que de nadie sean
El mismo ordenanza 107. maltratados, y lodos los favorezcan , y alivien
Q ue tos algUaciléS nopúedart lléváf derechos* de cuanto fáeré posible^

TH?9L 0 QtUBTG®.
He las residencias y*jueces 1que las han- de tomar .

LEY PR IM E R A . '. . . . l e y ; fL
D. Carlos II y, la _reí na goberriadora , en. Madrid á 28 -, £>. Felipe IV allí á .7 de octubre de. 1622.
dc'dicieinbre de 16tí7. Q u e los ju e c e s de- re sid e n c ia d e lo s virey és próce *
Q ue la s resid en cia s de. lo s virej.es se\ su b sla n cieri y d a n c o n tra lo s oidores , sob^e lo que h u b ieren re»
d e te rm in e n en té rm in o de seis.m eses.- su e lto p o r voto c o n s u ltiv o ,
Sin embargo de no. estar señalado término^ Por escusarse*!ós vireyes dé los cargos, que
preciso para las residencias de los vireyes, por sé lés'pueden hacer en las residencias, han esli-/
lo que deseamos la quietud de nuestros ministros, lado rémítié todos los negocios, aunque sean de
y vasallos de las Indias, y que con la litispenden- poca importancia, al acuerdo por voto consulti­
cia no se dilaten, teniendo el odio, y malicia lu­ vo, donde con la mano, autoridad, y poder, que
gar á movér nuevos'pleitos, y diferencias, en gra­ tieatVi, se determina, conforme á su voluntad: y
ve perjuicio de las partes: fiemos resuelto seña­ como los jueces, que van á residenciarlos no tie­
lar, y. señalamos!á-los jueces à quien se cometie-' nen jürisdicion sobre los oidóïès, quedári muchos
ren$ seis meses de término, que corran desdé el casos sin-remediarse en materias políticas, ad*
día, que ‘sé publicaren lós edictos", dentro dé ios ministracion de justicia, y las mas tocantes á nues­
cuáles7se Ies han de tomar, sin que el juez lo pue­ tra real hacienda. Y porque conviene saber, y
da dilatar mas con ninguna causa , porque este a veriguar'toda especie de esceso, que conste de
tiempo se juzga por bastante para la conclusión esta forma de proceder, mandamos á todos los
del juicio, y satisfacción de la causa pública, ad- jueces de residencia de los vireyes del P e rú , y
virtiéftdo é lós jueces, que si no fueren necesa­ Nueva España, que á ellos, y á los oidores de las
rios lós seis meses referidos no han de ocupar audiencias de Lima, y Méjico hagan cargo de la
mas tiempo, que el preciso: y en cuanto a las de-, culpa; que resultare en lo que se hubiere deter­
mandas públicas, que en este término se Ies pu­ minado en negocios, que el virey llevare al acuer­
sieren, ordenamos, que desdé el dia de la pre­ do por voto consultivo, sin embargo de haberío
sentación al de la pronunciación, y notificación ejecutado los vireyes con su parecer. Y damos, y
de la sentencia difin liva, no h a)à mas término concedemos á los jueces de residencia toda la ju-
que seis meses, ( i) .
• E lj uez de la residencia del virey de Buenos Ai­
(1) Sobre la cgecucton de las leyes de este título,- res, marqués de Aviles, se prorogó este término por
quienes estén sujetos á residencias, nombramiento dos "meses; y el consejo en auto de 11 de enero de
de jueces, dietas y demas, debe tenerse presente la- 1804 declaró nulo lo obrado en este tiem po, y solo
cédula de 24 de agosto de 1799. dispensó esta falta por bien del interesado, sin per­
Sobre todo, véase la cédula de 2 de julio de 1800, juicio de que pudiese repetir de aquel las dietas que
que lia declarado específicamente los casos y. cosas percibió por el tiempo de su prorogaejon.
de que deben responder los asesores de vireyes, p re­ Véase la ley 29, dicho título, en cuanto a' presi­
sidentes y gobernadores. dentes, gobernadores y otros jueces.
208 Libro v. Tit. xiv.
risdicion ncccesaria, que en tal caso se reqaiere, LEY V.
para que puedan comprender sobre este panto El mismo en Madrid á 21 de enero de 1594.
á ios oidores, aunqae no haya sido estilo y cos­
Que á los gobernadores perpetuos se tome residen­
tumbre por lo pasado: y asi mismo mandamos cia cada cinco año»
á los dichos oidores, que no dén parecer, ni se
entrometan por sí solosj, ni en otra forma en Si Nos proveyéremos, por hacer merced, 6
cosa alguna , que toque á nuestra real hacien­ por via de asiento, 6 capitulación, de gobierno,
da , decisiva, ni consultivamente, aunque se lo alcaldía'mayor p o ru ñ a , 6 mas vidas, el virey
remitan los vireyes con causa, ó pretesto par­ presidente, <5 audiencia del distrito despache co­
ticular, pues para estas materias tienen la jun­ misión á la persona de mas satisfacción, para que
ta general de hacienda, con cuyo parecer se de­ tome residencia al que gobernare, y los demas
be determinar todo lo que se ofreciere tocante al ministros, que la debieren dar, cada cinco años,
mejor cobro, y administración de ella, y que así y la audiencia la vea, y determine, conforme á
se ejecute. Y ordenamos á nuestros fiscales délas derecho, y nos avise como proceden, y las conde-,
audiencias, que cuiden de su ejecución. ( 2 ) naciones que resultaren.
LEY III. LEY VI.
D. Felipe II en el Pardo á 16 de octubre de 1575. D. Felipe II en el Escorial á 28 de junio de 1568.
D. Felrpe IV en Aranjuez á 24 de noviembre de
1626. Que los corregidores y alcaldes mayores den resi­
dencia.
Que Jos presidentes y ministros togados den resi•
dtncia cuando dejaren los puestos para pasar de Cuando se hubieren de proveer corregidores,
una audiencia á otra. ó alcaldes mayores por los vireyes, presidentes,
Ordenamos y mandamos, que los presidentes, ú oidores, si gobernaren por vacante, ordenen
oidores, alcaldes del crimen, y fiscales promovi­ que los antecesores dén residencia de cuanto hu­
dos de unas audiencias á otras, y cualesquier mi­ biere sido á su cargo. (5)
nistros de ellas, antes que salieren de las ciuda­
des, y ejercicios que dejaren , den residencia del
LEY V IL
tiempo que los hubieren servido por sus perso­ D. Felipe IY en Madrid á 4 de diciembre de 1650.
nas, llegando las comisiones, que se enviaren, Que el gobernador de Filipinas tome residencia ó
para tomarlas en ocasión que las puedan dar, sin $u antecesor en propiedad, ó en ínterin.
perder la embarcación precisa que tuvieren para
£ 1 gobernador, y capitán general de las F ili­
hacer su viaje á las parles 'donde fueren promo­
pinas por Nos proveído, luego que entre en el
vidos; y no pudiéndolo hacer, por haberse de
ejercicio, tome residencia al que hubiere sido su
embarcar, dejen poder á persona, que los defien­
antecesor en propiedad, ó ínterin, aanque no ten­
da, y responda por ellos con fianzas legas, llanas,
ga comisión particular nuestra; pero si por Nos
y abonadas de estar á derecho, y pagar juzgado,
le fuere cometida, proceda en virtud de ella, con­
y sentenciado en la residencia. (3)
forme à derecho, y en ambos casos la remita al
LEY IV. consejo, como se practica.
El emperador D. Carlos en Barcelona á 20 de no­
viembre de 1542. D. Felipe II en el Bosque de Segò­
via á 3 de setiembre de 1565.
Que las residencias de gobernadores y otros m i-
nistros se tomen por comisión de quien Jos pro- agosto de 1764, por la cual S. M. permite á los vire-
yes que nombren jueces de residencia á los provistos
veyere y vayan donde esta ley dispone« por el rey, con calidad de dar cuenta y de remitir
Las residencias de oficios, que se proveyeren los autos al consejo, espresando las personas que
nombran por jueces. Esta cédula se derogó por otra
por consulta de nuestro consejo de Indias, se to­ de 23 de abril de 69, y deja en su vigor la ley 4,
men por la comisión, y orden, y juez, que fuere la 58, tit. 2, lib. 2, y la t)9, tit. 15 del mismo libro.
nombrado por el presidente de él, y vengan al Y últimamente se circuló la real cédula de 24 de
consejo, guardando la forma contenida asi en agosto de 1799, la que determina por fin, que S. M.
esto, romo en las demandas públicas, en las le­ nombre los jueces de residencia de los vireyes, presi­
dentes y gobernadores de la Habana, Puerto-Kico y
yes 6 9 , tit. i 5 , lib. 2 , y 8 , tit. ia , de este. Y provincias internas; y las de los gobernadores inten­
en cuanto á los oficios que los vireyes, y presiden­ dentes, ó intendentes corregidores, el gobernador ó
tes gobernadores proveyeren, se tome la residen­ presidentes del consejo: y que los vireyes y presi­
cia por comisión de quien las proveyere, y véan­ dentes nombren los de los alcaldes mayores, corre­
gidores y subdelegados y gobernadores políticos cuan­
se en las audiencias del distrito donde también do en el tiempo de su servicio hubiereliabido quejas
han de ir en apelación las demandas públicas. (4) 32 contra ellos: que estas se vean en las audiencias; y
las de vireyes, presidentes gobernadores políticos y
(2) Las palabras últimas de esta ley se repiten militares, gobernadores intendentes, é intendentes
en cédula de 8 de mayo de 1742, multando á los ofi­ corregidores, se remitan al consejo. ^'
ciales reales porque pagaron á un tal Asua por libra­ (5) Hoy no se despachan ó proveen residencias
miento de la audiencia. contra corregidores, sino en el caso que previene la
(3) Mandada observar en caso práctico por cédu­ cédula de 24 de agosto de 1799, artículo 5, y cuando
la de 4 de mayo de 703. dicho caso solo se espiden despachos para lá pública
Y despues fue revocada por cédula de 21 de ma­ en las audiencias del distrito, con la precisa calidad
yo de 1787 en cuanto á residencias de oulorcs. de entablarse las demandas, y concluirse en cuatro
' (4) Por cédula de 20 de agosto de 1758, dada en meses.
Aran jaez, se mandó guardar esta le y ; después se es­
pidió la real cédula dada en San Ildefonso de 8 de
De las residencias. 209
L E Y V IH .
D. FePoe II ordenanza 48 de audiencias de 15G:>. Y
El mismo allí á 19 ele agosto de 1621. en Madrid á 20 de junio de 1567. D. Felipe IY en
Q ue se to m e resid en cia en F ilip in a s a lo s fa b ric a t Madrid á 10 de mayo de 1610.
dores de n a o s , y que h ubieren te n id o h a c ie n d a r e a l • Q ue cada a ñ o se nom bre u n oidor que to m e re si*
y e n c u a n to á no o cu p a r e n esto d- lo s d eudos y den cia á los reg id o res que h u b ie re n sido fie le s , d o n ­
cria d o s de m in is tr o s se g u a rd e n la s le ye s. de h u b iere a u d ien cia .
Nombran los gobernadores de Filipinas per­ En algunas ciudades de las Indias se nom­
sonas para la fábrica de galeones, <5 bajeles, que bran á ciertos tiempos de! año dos regidores, pa­
suelen hacer grandes robos, y agravios a nuestra ra que con un alcalde sean fieles ejecutores: M an­
real hacienda, y á los indios, y por su ocupación damos, que en el principio de cada uno, el virey,
se les dan diez, ó mas toneladas de carga en las ó presidente, si en las ciudades residiere audien­
naos del trato, respecto de ser pa-ientes, ó alle­ cia, nombre un oidor, el cual dentro del tiempo
gados de los gobernadores , y algunos han lleva­ que pareciere, tome residencia á los regidores,
do cuarenta toneladas, y echado derramadas de que el año antes hubieren sido fieles ejecutores;
oro á cuarenta reales el lae, que son siete caste­ y lo mismo se guarde si e.?'.os oficios estuvieren
llanos y medio, quitándolo con violencia á los in­ vendidos á la ciudad, villa, ó lugar, respecta de
dios por injusto precio, para venderlo despnes á los que los hubieren servido; pero remitimos á la
noventa y seis reales el tae, y por ser personas prudencia del virey, ó presidente, que en este ca­
poderosas nunca se Ies toma residencia: Manda­ so mande guardar lo resuelto, de suerte que el
mos, que á los dichos fabricadores, y á los demas tomarlas no sea tan ordinario , si no hubiere
en que hubiere entrado, ó parado hacienda real causa, que obligue á ello, (b)
à título de fábricas, ú otro cualquier gasto de
mar, 6 tierra, se les tome residencia cuando á ios LEY X II.
El emperador D. Garlos y la emperatriz gobernado­
presidentes, y á los ministros, que tienen obliga­ ra en Madrid á 12 de julio de 1550.
ción de darla: y en caanto à no ocupar los go­
Q ue se to m e re sid e n c ia à lo s v isita d o re s de in ­
bernadores en estas materias, ó en otras á sus pa­
d ia s.
rientes, deudos, criados, ó allegados, y de los oi­
dores, guarden lo ordenado, y dispuesto. Los vireyes, y presidentes gobernadores ba­
gan tomar residencia á los que hubieren sido vi­
, LEY m . sitadores de indios, sobre el uso de sus comisio­
D. Felipe 1IÏ en el Pardo a 29 de noviembre de 1605. nes, y si han guardado las instrucciones, y orde­
Q ue el gobernador de Y u c a tá n to m e re sid en c ia á nanzas hechas para el buen tratamiento de losin-.
la v illa de C am peche cu a n d o v isita re la tie r r a . dios; y si vistas en las audiencias constare, que
han excedido, sean castigados conforme á justicia
El gobernador que fuere á la provincia de
Yacatan, y llevare comisión para lomar residen­ . LE Y X III.
cia á su antecesor, no la ha de tomar en el tiem­ D. Felipe 111 en San Lorenzo á 5 de setiembre de
po que llevare asignado á los alcaldes, regidores, 1620.
y oficiales de la villa de San Francisco de Cam­ Q ue se to m e re sid en c ia á lo s ju e c e s re p a rtid o re s de
peche, y reserve esta diligencia para cuando fue­ obrages y g r a n a •
re á la visita general de su gobernación, sin lle­
var por ella él, y sus oficiales ningún salario. Y Para que se dé satisfacion á los indios de las
porque no se dilate el juicio de residencia para vejaciones, y agravios,que reciben de algunos jue­
la dicha villa, mandamos que haga luego ia vi- ces, y repartidores de obrajes, y grana: Es nues­
jsita. tra voluntad, que se les tome residencia por juez
de toda confianza, que proceda breve, y sumaria­
LEY X . mente en desagravio de los indios, con la menos
D. Felipe III en e) Pardo á 12 de junio de 1614. costa, que sea posible.
Q ue los correos m a y o re s d el P e r ú y N u e v a F s p a m
ñ a se a n resid en cia d o s *
O. Felipe II y la princesa gobernadora en Valladolid
Ordenamos y mandamos á los vireyes de- á 2 de junio de 1559. ¥ en la ordenanza 25 de au­
Perú, y Nueva España, que cuando pareciere diencias de 1565.
conveniente nombren un ministro de la audien­ Q ue se to m e re sid en c ia á lo s ta sa d o re s de tr ib u ­
cia, donde cada uno presidiere, para qué visiten to s , m in is tr o s y o fic ia le s de lo re a l h a cien d a en
en forma de residencia á los correos mayores, y ín te r in , y á lo s de la s ca sa s de m o n e d a .
personas que hubieren entendido en el uso, y Ordenamos á los vireyes, y presidentes, que
ejercicio de estos oficios, y e! juez procure averi­ hagan tomar residencia á los tasadores de trib a-
guar la forma en que han procedido, y si en al­ tos de indios, y á los jueces, y oficiales, que hu­
gunos casos hubieren excedido , ó excedieren, de­ bieren proveído en ínterin para la administra­
jando de cumplir con su obligación, y lo dispues­ ción de justicia, y hacienda real, del tiempo que
to por órdenes, é instruciones, haciendo todas las no la hubieren dado, de forma que averiguado
averiguaciones y diligencias, que convengan, y como han usado, y ejercido sus oficios, sean cas*
fueren necesarias, y les haga cargo de la culpa
que resaltare, recibiendo sus descargos, y habien­
(6) Y aunque el virey ó presidente no nombre,
do sentenciado , citada la parte , no 3 la remita, debe el oidor por su turno tomar estas cuentas, se­
cerrada, y sellada, á nuestro consejo de Indias, gún está delarado en cédula dada en Salvatieira á 10
con relación particular en ia forma ordinaria. de mayo de 1704.
TOMO II.
210 Libro y. Título xy.
ligados los que hubieren fallado á su obligación; y delitos; y hechos los cargos de esta suerte, se
y asi mismo á los alcaldes» ensayadores, fundi­ darán à los visitados, con todas sus circunstan­
dores, marcadores, y oficiales de las casas de mo­ cias, muy substancialinenle, para que se puedan
neda, guardando lo resuello por la ley i3, tít. a3, descargar, sin darles los nombres de los testigos*
libro 4 . y se les admitirán sus descargos, con el término
LEY XV. conveniente para ello; y estando concluso, lo de­
terminarán difinitivamente, y remitirán todo lo
L:\ princesa gobernadora en Valladolid á 30 de abril
de 1556. escrito con relación particular, firmada desús
One n los n ic a h ies o rd in a rio s , regidores y o fic ia ­
nombres, y del escribano de la comisión, en que
les de los concejos Se le s to m e resid en cia .
se declare lo que hubiere resultado, y testigos
que depusieron, y à cuantas fojas, y números está
Es nuestra voluntad, que á ios alcaides ordi­ cada cosa, á nuestro consejo de Indias, para que
narios, regidores, escribanos y otros oficiales de en él se vea, sentencie, y determine en forma de
concejos, y ciudades, y à lodos los demás, que hu­ visita, y que asi se hagan las comisiones.
bieren administrado justicia en cosas públicas,
se les tome residenti.". y ellos tengan obligación L E Y X V III.
á darla, (y)
D. Felipe IV en Madrid á 20 de agosto de 1625.
LEY XVI. Q ue en la s v isita s de los g e n e ra le s in c lu y a n y
D. Felipe II en Córcega a 20 de mayo de 1593- Don e s c lu y a n lo s que e sta le y d e c la ra .
(birlos U y la reina gobernadora.
Q ue Ios ju e c e s de re g istro de la s I s l a s de C a n a ria Los jueces visitadores de generales, capita­
y su s o fic ia le s den re sid en c ia . nes, y ministros de nuestras armadas, y flotas, guar­
den la antigua costumbre en tornarlas, y eom-
Los jueces de registros de las Islas de Cana- prehendan en ellas á ios pilotos, maestres,y man­
naria, y sus escribanos, y todos los demás minis­
dadores, y no à !ps marineros, artilleros, y sol­
tros, y oficiales de aquel juzgado den residencia
dados de plaza sencilla.
ante los jueces, que por Nos fueren nombrados,
del tiempo que lian administrado y ejercido , y LEY X IX .
vengan cu apelación à nuestro consejo de Indias.
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
LEY XVII. ra en Valladolid a 9 de agosto de 1538. D. Felipe II
D. Felipe IV cu Madrid i\ 2 de marzo de 1634. en Madrid á 11 d e inarzo de 159Ï. D. Carlos II y ja
reina gobernadora. Para esta ley y las dos: siguientes
Q ue la s resid en c ia s de lo s g e n e r a le s , a lm ir a n te s se vean Ja 3 y 16, tit, l.°, lib, 7.
y oíros o ficia les d e los g a le o n es y filó la s , se lo m e n
Q ue d lo s proveídos p o r e l r e y no se íes lo m e re ­
en fo r m a de vig ila s.
sid e n c ia a n te s de h a b er cu m p lid o * s in m u y ju s t a
Habiéndose reconocido los danos, ó inconve­ ca u so , corno se o rd e n a .
nientes, que hoy se están padeciendo por falta de
puntualidad, cu la observancia de las ordenan­ Algunos gobernadores, corregidores, y otros
zas, y cédulas despachadas para los generales, al­ ministros de justicia , que son á nuestra provi­
mirantes, capitanes, y otros ministros, que nos sión, no usan sus oficios como deben, y hacen
sirven en la carrera de Indias, y cuanto convie­ muchos escesos, en confianza de que no se Ies ha
ne, que sean averiguados, y castigados los delitos de tomar residencia hasta que acaben de servir­
cometidos contra nuestras órdenes;y visto, y con­ los, y Nos enviemos jueces; y aunque es nuestra
siderado, que la disculpa que dan los jueces, y voluntad, y asi lo mandamos á los vireyes, y pre­
ministros, á quien toca su remedio y castigóles sidentes gobernadores, que no envien a lomar re­
la dificultad, que siempre ha tenido la averigua­ sidencia á los que fueren á nuestra provisión, sin
ción de estos casos, por no haber quien se atreva darnos primero aviso de las causas que hay para
à deponer de ellos, temiendo el peligro, que cor­ mandarlo: Ordenamos que siendo los motivos,
ren sus vidas, y honras: Es nuestra voluntad, y causas, y personas agraviadas de tanta calidad, y
mandamos, para que se haga inas fácilmente, que gravedad que convenga tomarles luego residen-
asi como hasta ahora se han acostumbrado á lo­ / cia, y que de !a dilación resulten notables incon­
mar residencias en la forma ordinaria á los ge­ venientes rn el gobierno, y administración de jus­
nerales, almirantes, capitanes, maestres, oficia- ticia, en tal caso puedan mandar que se torne a
les, y gente de la armada de galeones, y ilotas de los que conviniere, teniendo muy presente lo pro­
Tierra-Firme, y Nueva España, se les tome, y veído por la ley 173, tit. i5, lib. 2, y envien al
haga este juicio por via de visita, y que en forma consejo razón de las causas, que lo motivaron, en
de ella los jueces á quien se cometiere, procedan la primera ocasión.
en la averiguación de las culpas y delitos, que re­
sultaren contra los susodichos, haciéndolo prego-
liar con este nombre de visita, y que los testigos D. Felipe II ordenanza 14 de audiencias de 1563.
se examinen conforme á los interrogatorios que Q ue no se p ro vea p esq u isid o r n i ju e z de re sid en c ia
se hicieren, ó noticia que se tuviere de ios casos, fiu e ra d el tiem p o se ñ a la d o p a r a d a r la ') sin o en lus
ca so s de e sta le y .
(7) Solnc esta ley y las que anteceden téngase Los vireyes, presidentes, y audiencias no des­
presente la cédula de 21 de agosto de 1799, citada
anteriormente, por la que so derogaron, aboliendo pachen jueces de residencia, ni pesquisidores con­
este impertinente juicio que la práctica había dester­ tra gobernadores de las provincias, que les
rado habhi muchos años con respecto á los conce­ están sujetas; y si algun particular se querellare
jales. del gobernador, ó presentare capítulos contra el,
Be la s residencias. 211

viendo que el negocio es de calidad, que convie­ graves, arduas, y dificultosas se ocupe un oidor»
ne saber la verdad , envíen una persona, que se de forma que por esta causa no falte a la audien­
informe de ella, dando fianzas el querellante, ó cia el numero necesario al expediente de los ne­
denunciador, de que pagará la pena que le fuere gocio?.
impuesta, con las costas, no siendo verdadera la LEY X X III.
denunciación; y en otros casos no provean pesqui­
sidores, si no fuere sobre alboroto, <5acotam ien­ D. Felipe r
IY allí á 13 de junio, y á 9 de octubre
de 1623.
to de gentes, ó tai» graves, que se siga notable
perjuicio en la tardanza, si se nos hubiere de con­ Q ue sobre lo m a r la s re sid en c ia s lo s p o r oidores t u r -
no t se g u a rd e e l estilo .
sultar, según lo proveído. (8)
Sin embargo de la orden dada para que las
LEY XXI. residencias de los corregidores, alcaldes mayores,
D. Felipe It en Barcelona a 13 de mayo de Do y jueces:repartidores, que se incluyen en veinte
Felipe 111 en Madrid á 3 de junio de 1620. D . Un­ y cinco, ó treinta leguas en contorno de las au­
ios 11 y la leina gobernadora. diencias, se cometan á oidores por su turno, co­
Q ue la s com isiones de resid en c ia y la s d e m a s , se menzando por el mas antiguo: Es nuestra volun­
d espachen con acuerd o de la s a u d ie n c ia s , y la s tad, que se guarde la forma, y estilo, que al pie.
p re sid en tes n o m lt en ju e c e s . «ente se guarda.
Declaramos, que habie'ndose de tomar resi­ LEY XXIV.
dencia á gobernadores, corregidores, ó alca des
mayores, están obligados los vireyes, opresi en D. Felipe 11 en Lisboa á 27 de mayo de 1582. t>. Fe­
lipe 111 en Jerica á 50 de agosto de Íb 9 9 .
tes á comunicarlo con el acuerdo, y según el ter­
mino y distancia del lugar, y conveniencias del Q ue c u a n d o se vieren la s re sid e n c ia s de lo s coi r e ­
caso, se resolverá lo que convenga; y qoe el voto, g id o re s y a lc a ld e s m a y o re s , se ve a n la s de su s
que en. esta parte ha de tener la audiencia, y si el o fic ia le s.
juez ha de ser letrado, ó lego , es decisivo ; pero Sucede, que nuestras audiencias reales co­
el nombramiento de la persona toca al virey, o mienzan á ver las residencias de corregidores , y
presidente, de forma que en todos, y cualesquier alcaldes mayores, y acabadas, se suspende el cur­
jueces se han de considerar dos tiempos y estados: so de la vista, para que sean proveídos en otras
el primero, acordar el acuerdo, ó sala donde se ocupaciones, con que se quedan en aquel estado,
tratare que conviene enviar juez, y si sera etrá( ó, sin proseguir con los demas ministros, y oficiales
ó lego: y el segundo nombrarlo el virey o presiden­ comprendidos, y à esta causa no se castigan los
te, en cuya persona no ha de tener el acuerdo vo­ delitos, ni satisfacen los agravios: Ordenamos,
to consultivo, ni decisivo. Y mandamos, que asi que comenzada á ver una residencia no se sus­
se ejecute lo ordenado por la ley 176 , tít. i5 , penda, respecto de los demas residenciados, vea,
lib. 2, en todas las ocasiones, que ocurrieren de ni interponga otra, hasta que toda esté acabada
despachar jaeces. Y porque los presidentes, que con el ministro principal, y todos sus oficiales.
desean acertar , comunican con los acuerdos el
nombramiento de personas, para ser mejor infor* LEY XXY,
mados de sus calidades, se lo remitimos con esta Felipe II en Madrid á 29 de diciembre de 1593.
particular advertencia. (9 ) Felipe 111 allí á 16 de abril de 161b. D.JTehpe IV
1 H^ -| » 1 ./ 3 A. M A 1 1 \ ..A /1 O *1 ^*1 /

LEY X X II.
ue no se co m e ta n la s re sid en c ia s de co rreg id o res
D. Felipe 111 en Madrid á 4 de julio de 1620. Véase Q a lc a ld e s
m a y o r e s á los s u c e s o r e s , s i no fu e r e n
la ley 13, tit. l.° , lib. 7. y de m u c h a s a tisfa c c ió n .
Q ue d to m a r la s re sid e n c ia s de lo s go b ern a d o res
p u e d a n ir oidores ó abogados. A los corregidores, y alcaldes mayores nom­
brados por los vireyes, presidentes, y audiencias,
En las ocasiones que pareciere á los vireyes, y á los repartidores de obrages, y grana, donde
y presidentes gobernadores , con acuerdo de las estuvieren permitidos, no puedan tomar residen­
audiencias, enviar oidor, abogado, u otro letra­ cia los sucesores en sus oficios; pero si estos fue­
do, á tomar alguna residencia; hagan que en las ren de tanta satisfacion, suficiencia, y buenas par-
tes, que parezcan á propósito para el ministerio,
(8) Véase la ley 12, tit, 1 °, lib. 7, que concuerda se les podrán cometer, guardando las leyes.
con la ley 44, tit. 3, lib. 3. ._ . . .
(9) Es de notar sobre jueces de residencia la de­
claración de ser recusables que contiene la cédula
de 2 t de julio de 1793, espedida sobre los recursos Felipe 111 en Lisboa á 10 de agosto de 1619. Dou
que ocasionó la residencia que tomó D. Manuel Gon­ Carlos H y la reina gobernadora.
zález al gobernador de T anna D. Juan Marín Calvez. „ s, «oís* a l consejo de la s p e r so n a s que h a y
El cumplimiento de esta ley 21 está reencargado
nuevamente por la cédula de 24 de agosto ue 1/ 39. ca d a d istrito , á q uien se p u e d a n co m e ter r e -
Yéase la ley 10, tit. i.°, lib. 7, que permite á los
vireyes nombrar por sí solos pesquisidores en casos
de gobierno que convenga averiguar con secreto. Deben los vireyes, y presidentes hacer me-
'Por el artículo 36 de la Instrucción de regentes oria particular de los gobiernos, correginnen-
si el virey ó presidente se escusase de nombrar ó de­ s, y alcaldías mayores, que fueren a nuestia
volviese el nombramiento «í la sala, entonces lo lu ía -ovis ion, y remitirla al consejo todos los anos,
el regente.
212 Libro y . T it xv.
poniendo los nombres, títulos, edad, y servicios
de algunas personas particulares, á quien poda­ LEY XXX. /
mos elegir por jueces de residencia, que no resi­ cT £«raí)or I)·. Car1os cn capítulo rlc Instrucción
dan en aquellos distritos, donde han de ejercer ano 1j 30. D. Felipe II en Tomar á 19 de marzo de
esta jurisdicion. (io ) 1581.
Q ue p o r e l té rm in o de la resid en c ia no tr a ig a n
LEY XX VIL v a r a lo s a lg u a c ile s m a ja r e s y su s te n ien tes.
f). i'elipe II y la princesa gobernadora en Valladolid
•i 2;) de diciembre de 155(3. Mandamos á los jueces de residencia, que des­
do la publicación suspendan á los alguaciles ma­
Ouc la s resid en cia s se d en en lo s lu g a re s p r i n ­ yores, y sus tenientes, por el termino que dura­
cip ó les de el ejercicio , ren; para que en este tiempo no usen sus oficios,
Mandamos, que los residenciados den sus re­ ni traigan varas, y entretanto provean otros en su
sidencias en la ciudad, villa, ó lugar principal de lugar, que sirvan estos oficios: y si acabadas las
la provincia donde hubieren ejercido sus oficios, residencias no resultare culpa contra ellos , por
y que no sean apremiados á que las dén en otra la cual merezcan ser suspendidos, Ies dén licen­
parte. cia para volver á usar.
LEY X X X I.
El mismo en Vallado]¡r! á 9 de octubre de 1556. El emperador D. Carlos y ios reyes de bohemia go­
bernadores en Valladolid ?í 26 de noviembre de 1518.
Q ue la p u b lic a c ió n de re sid en c ia s sea de fo r m a t
Q ue no se tom e re sid en c ia de lo que o tr a vez se
que venga d n o tic ia de lo s indios.
hubiere dado.
Cuando se pusieren edictos, publicaren, y pre Declararnos, que no se debe, ni ha de tomar
gomaren las residencias, sea de forma que vengan residencia de lo que otra vez la hubiere dado ia
•i noticia de ios indios, para que puedan pedir misma persona.
justicia de sus agravios con entera libertad.
LEY X X X II.
D. Felipe III en San Lorenzo á 5 de junio de 1620.
Ei mismo en Lisboa a' 51 de agosto de 1582.
Q ue lo s ju e c e s de re sid e n c ia p ro c u re n a v e rig u a r
Que e l te rm in o de la s re sid e n c ia s se a se se n ta d ia s:
los buenos y m a lo s p ro c e d im ie n to s de lo s re sid e n ­
y s í se p u sie re n d e m a n d a s p u b lic a s sea n fe n e c id a s ciados.
y se n te n c ia d a s en otr os sesen ta .
Con todo desvelo, y cuidado deben los jueces
Ordenamos, que el termino para tomar las de residencia saber, y averiguar los buenos, y
residencias a los presidentes, oidores, alcal­ malos procedimientos de los residenciados; para
des, fiscales, gobernadores, corregidores, al­ que los buenos sean premiados, y castigados los
caldes mayores , y sus tenientes , y oíros cua- malos: y porque todos pende de las averiguacio­
lesqnier ministros, sea sesenta dias contados nes, y testigos, y mochos se suelen abstener de
desde la publicación de los edictos, dentro de los declarar, y dar noticia de lo que saben: y otros
cuales queden fenecidas, y acabadas, y si en ellos se perjuran, y ocultan la verdad, procederán con
se les pusieren algunas demandas públicas, co­ prudencia , sagacidad , y cristiandad , cuanta re­
miencen á correr sesenta dias, contados desde ia quiere la investigación de semejantes casos.
presentación de la demanda, y en este término
sean fenecidas, y determinadas en difinilíva, y
notificadas las sentencias, ( n )
D. Felipe II en Scgovia á 7 de agosto de 1565.
Que en la s visita s y re sid en c ia s se to m e c u e n ta s d
(10) Se mandó observar esta lev por cédula de 27
(Ic mayo. lo s oficia les re a le s de lo lib ra d o ..

En las visitas, y residencias de vireyes, pre­


cuant0 ¿ vireyes véase la ley 1.a de esi
titulo y libro. J sidentes , oidores, gobernadores, y ministros de
Por el artículo 5 de la cédula de 21 de agosto ci justicia se notifique á los oficiales de nuestra real
tada anteriorm ente, se declara que «i los con ogidore- hacienda, que en el mismo tiempo den las caen-
.m aldes mayores y subdelegados se les lomara resi tas de lodo lo librado por los visitados, ó resi­
(lencia cuando baya habido alguna queja contra elle
en el consejo, audiencia ó presidente, en cuy., cas denciados, y que ellos hubieren pagado en vir­
se procederá con arreglo á las leyes 19, 20 y 21 tud de sus órdenes, los cuales exibirán los recau­
que SI no ha habido queja, se despachara solament dos, que de los susodichos tuvieren, con la comi­
un despacho ni distrito en que servia su empico in sión, y facultad, que jNos les hubiéremos dado
mei talamante que lo deje , en que Se baga saber qu
si alguno tenga que pedir contra el q u e 'h a cesado
lo ejecute en Ja audiencia cu el término que se se lo , siendo también su obligación solicitar cuando lo
uale con arreglo a la distancia en clon de se admi­ juzguen conveniente que se despachen en la forma
nistrara justicia con calidad de que cualquiera mi- ordinaria estas residencias. L1 nrt 7 de la misma cé­
chis y demandas que se entablen con este motive
dula manda que finalizadas las residencias de Ja au­
t>an «le quedar Janeados dentro de cuatro meses si­ diencia sede cuenta ;í 8. ¡YI. con testimonio del último
guientes al dia da la presentación, sopeña de nul¡. pedimento fiscal y de la sentencia definitiva que recai­
* l,c,ío íl"c despues se actuare: advierte el mis- ga cu cada juicio, sacado con citación de la parte y
mo articulo que en todas las demandas se oiga á lo- del fiscal , v también con informe de la audiencia
oséalos para que pidan de oficio lo que estimen jus- j por real orden posterior.
Dé las residencias. 215
para librar : y.los jueces de comisión ordenarán, 1 sin caodal, y no estar bien aseguradas las fian-
que estas cuentas se hagan con citación de el vi­ ¡ zas que dan, se Ies conceden esperas con nuevas
sitado, ó residenciado, para que con el se com- seguridades, dé que resultan muchos danos, c
prueben, y verifiquen las situaciones, y libranzas, inconvenientes, en perjuicio de nuestra real ha­
y averiguado, se nos remita todo con entera cla­ cienda , y causa pública, para cuyo remedio,
ridad. Y ordenamos, que lo contenido en esta mandamos, que lodos los corregidores, y alcal­
ley se ponga por capítulo especial en Ja instruc­ des mayores, que fueren alcanzados en alguna
ción , que se diere á los juces de visitas, ó resi­ cantidad, por haberla retenido en su poder, asi
dencias. de nuestra hacienda , como de encomenderos,
. indios ó doctrineros, sean condenados a perpe­
tua privación de oficio, y desterrados por seis
D. Felipe III en Madrid ó 51 de diciembre de 1609. arios á la guerra de Chile, siendo en las provin­
D. Felipe IV allí á 11 de junio de 1621, y á 23 de cias deí Perú, (5 á otra semejante en las de Ntie-
febrero de 1635. Véase la ley 17, lit. 9, lib. 8. . va España, lo cuál se ejecute sin remisión, ni
Q ue e n el ju ic io de resid en cia no se lo m e n c u e n ­
, dispensación alguna , y que habiéndose hecho ex­
ta s de h a cien d a t y se r e m ita n á lo s trib u n a le s de. cusión contra sus bienes, y no hallándolos, se
cu e n ta s. proceda contra los fiadores, y oficiales reales,
que hubieren', recibido,las fianzas , y contra los
Mandamos, que todas las cuentas de repar­ ; capitulares ante quien se hubieren.dado , obli­
timientos, puestos en la corona, y otros cuales- gándolos à todos, que prórata paguen el alcán­
quier miembros de hacienda real, no se tomen ce. Yordenamds á los fiscales de nuestras reales
en la residencia de ningún gobernador, corregb- audiencias, que salgan á estas causas, y se que-
dor, ó alcalde mayor, á cuyo cargo hubiere es­ : relien de los susodichos, y los jueces procedan,
tado, ó estuviere su cobranza , sino que las ha­ ; conforme á derecho, y á esta ley: y los capitu­
yan de d a r, y den en nuestras cajas reales de la lares, y oficiales reales sean condenados arbitra­
cabeza de partido de aquel gobierno, corregi­ riamente , demás de lo susodicho, en lo que pa­
miento, ó alcaldía , donde las tomarán los ofi­ reciere convenir, según la cantidad, y dilación
ciales reales de ellas, y las apelaciones, y adi­ dé tiempo, no habie'ndose procedido contra ellos
ciones irán al tribunal de cuentas de la provin­ en las residencias, ó én otro juicio.
cia, y allise ajustarán, y liquidarán, como itias
convenga , y sea justo : y sb algunos ele los pun­
tos sobre que se apelare, ó 'adicionare, fuere : D. Felipe II en San1Lorenzo á 50 dé setiembre de
so en qtie se hubiere de determinar, conforme'á’ ; 1591.
derecho,' se- vea, y determine por; los oidores d é ­
la real, audiencia, que conforme1á lo ordenádo1 i Q ue la s d e m a n d a s p u e s ta s a l g o b ern a d o r - d e F e -
para ios tribunales de cuentas conocieren de'láS' ‘ n e z u e la de h a s ta ip il d u c a d o s , v a y a n á la a u -
■’ d ie n cia de la E s p a ñ o la •
demas causas de aquel tribunal.^ Y ordenamos/'
que las audiencias se abstengan de conocer en Dé las demandas puestas en residencia á Í03
las residencias de éstos juicios de cuentas, sin: ;gobernadores de Venezuela, y sus tenientes,
embargo de que en ellos se introduzga su exáhíén siendo de hasta .u-iib ducados, vaya o las apelacio -
por.lo que toca à ío criminal, culpas y cargos,: , nes á nuestra audien.cia.de: la Española, yTenéz-;
que resultaren contra los residenciados, que dé'1 ; caftsealli í y.si excedieren detesta cantidad ven-f
esto solamente han de conocer , si no fuere con­ gan al consejo.
forme á lo'susodicho.

' D. Felipe III en Lerrna á 25 de junio de 1608.


D. Felipe III en Madiid á 7 de enevo de Í610.
Q ue la s d e m a n d a s p u e s ta s a l g o b ern a d o r y m i —
Q ue lo s ju eces de resid en c ia envíen copia' de lo s i n istro s de F ili p in a s , no p a sa n d o de rail pesos , se
a lca n ces á los oficia les rea les. fe n e z c a n en su audiencia ..
Si en las denuncias constare de algunos al­ Las demandas puestas en residencia á los go­
cances contra los corregidores, y alcaldes mayo­ bernadores, capitanes generales, presidentes, oi­
res, los jaeces envien copia, con distinción de. dores, y fiscales de nuestra audiencia de Manila,
miembros de hacienda real, á la caja principal y otros cualesquier ministros, asi civiles, como
del distrito, dirigida á los oficiales reales, para criminales, pasen en apelación, y se íéuezcan en
que les lomen cuenta. aquella audiencia, si no excedieren de mil pesos
corrientes.
LEY X X X V I.
El mismo allí á 28 de marzo y á 7 de jimio de 1620. LEY XXXIX.
Q ue lo s corregidores que en la s re sid e n c ia s f u e ­ El misn¡o en Madrid a 24 de marzo de 1621.
r e n a lc a n za d o s en h a cien d a , te n g a n la s p e n a s que
Q ue lo s ju eces de re sid e n c ia no ejec u ten ¡as s e n ­
e s ta le y d e c la r a , y p a r a su co b ra n za se p ro c ed a
te n c ia s de que se a p e la r e , sin o c o n fir m e à d e ­
co n fo rm e d e l la . recho.
En las cuentas, y residencias, que deben dar. Todos los jueces <le residencia de vireves, go­
los corregidores, y alcaldes mayores délas indias, bernadores, corregidores, acaldes mayores, y
de las cajas, que han sido á su cargo, suelen re- 1 las demas justicias de nuestras Indias no ejecu­
sultar alcances considerables, y por ser personas j ten las sentencias, que en estas causas pronuu-
TOMO II. - 51
214 Libro v. Tituló xv.
claren, halvcndo apelado las partes en tiempo, y . .LEY X O I I . -:
forma para el consejo, ó audiencias, en los casos
que les tocaren, las apelaciones, y conocimiento, Ll mismo en Aranjuez á 24 de enero de Ï6Í0.
en segunda instancia, si no fuere en las caplida-; Q ne d lo s escrib a n o s de re sid e n c ia s de co rreg id o -
des , que por derecho está dispuesto.. re s se. p a g u e n s u s sa la r io s sin lo c a r en h a cien d a
r e a l.
LEY X L. •
A los escribanos que han de ir con los corre*
D. Felipe lí «11/ á 2 de noviembre de 1573. D. Gar­
los H y la reina gobernadora. . , • gidores a actua'r éñ las residencias, se les paguen
sus salarios á costa de culpados, y gastos de jds-
Que d e c la ra la s co n d enaciones e x e q u ib le s en r e s i­ : ticia; y a falta de ellos, de algún arbitrio, sin
d en c ia s. tocar en nuestra real hacienda. (i3 )
DecI aramos y mandamos, que ías sentencias
<1i fin i ti vas pronunciadas en residencias sobre co­ LEY XLIV.
hechos, baraterías, ó cosas mal llevadas, contra D. Felipe II en Madrid á 23 de d íciembre de 1595.
los gobernadores, y sus oficiales, en que la con»
Q ue e l co rreg id o r ju e z de re sid en c ia d é ctrenta p o r
denacion no exceda de veinte mil maravedís, sean
e l escrib a n o que n o m b ra re .
ejecutadas luego en las personas y bienes de los
culpados ; y si excediere de esta cantidad,, la ha­ Si el Corregidor, juez de residencia nombrare
yan de depositar, como se contiene en los capí­ escribano para actuar en ella, y en las cuentas
tulos de corregidores, y jueces de residencia, que de cajas de comunidad, en caso que lo pueda h a ­
sobre esto disponen, y se han degpardar y.cum­ cer, sea obligado á dar cuenta por él.
plir, sin embargo de cualesquier apelaciones, que
por su parle se interpongan *, y en cuanto á las LEY XLV.
otras condenaciones, que resultan de pleitos y. D. Felipe ÏV allí a 4 de marzo de 1634.
demandas, por las sentencias pronunciadas en
Q ue sobre d e fr a u d a r derechos y tr a e r f u e r a de r e ­
causas de que hubieren sido jueces entre partes, ó.
g istro , se p ru eb e con te stig o s s in g u la r e s .
de oficio, diciendo haber sentenciado mal, y que
hicieron de pleito ageno propio, se ejecuten has* .Por las averiguaciones que se hacen en las
ta en cantidad de doscientos ducados, dando la visitas, de armadas, ¡y flotas parece que minis­
parte á quien se aplicaren fianzas de estar á tros,. y.personas dé,mocha graduación clandes­
derecho, y pagar lo que fuere juzgado y senten-r tina, y ocultamente.cometen delitos de defrau­
siado. darlos derechos, hacer cargazones* y traer ha­
cienda sin registro í y porque suele haber falta
LEYr XLI. de testigos pajpa Jas contestaciones á la prueba, y
0. Felipe H1 en Aranjuez á 1 de mayo de 1613. cQtidenaciones ordinarias: Declaramos y manda­
mos , que todos.los excesos, y delitos de carga­
Q ue <i los ju eces y m in is tr o s se les h a g a bueno el zones, fraudes.de derechos, y traer hacienda sin
s a la r io p o r los d ia s d el y ia g e . registro en confianza, ó de otra forma, se pue­
Los jueces, alguaciles , y escribanos, que sa­ dan probar, y averiguar, y queden bastantemen­
lieren de esta corte á tomar las* visitas de arma­ te probados , y a vengados con testigos singula­
das, y flotas, se les haga bueno el sáiário desde* res, como se dispone y observa en las materias
el día que partieren de ella, hasta llegar á Se-, ¿e cohechos, y guardando esta orden y regla, se
villa, contando á ocho leguas por dia; y llega­ determinarán, y sentenciarán por los de nues­
dos allí, no Ies corra el salario, hasta que cons­ tro consejo de Indias todas las causas de esta ca­
te por testimonio haberse comenzado las resi­ lidad contra los generales, almirantes, ministros,
dencias. y oficiales de armadas , y flotas de !a carrera de
Indias, y los demas comprendidos en ellas.
LEY XLSL
El ursino en Madrid :i 16 <lc abril de 1618. jo etc. Véase la ley 17 , tit. 7 , lib. 3 de la R. C ., y
conlorme á ella la audiencia de Guatemala taso seis
Q ue d e c la r a de <¡ue se h a n de p a g a r lo s sa la r io s
pesos á un oidor juez de residencia de un presiden­
ú lo s ju e c e s de resid en cia . te , y ocho pesos al regente juez de residencia de otro.
Ordenamos, que á los jueces de residencia líay también cedida en la audiencia de Guatema­
la de 18 de diciembre de 1793 sobre que los jueces
sean señalados sus salarios á costa de culpados; de residencia tasen sus costas y las co bren, dando
y si no los hubiere, de gastos de justicia de la después cuenta á la audiencia para su aprobación ó
audiencia de donde salieren; y á falta de gastos., reforma : siendo la audiencia juez de este incidente,
se les pague de penas de cámara, de la misma asi como lo es en general de los incidentes de las re ­
sidencias que tocan al consejo, por otra cédula que
audiencia, con que habiendo gastos de justicia, también hay en dicha audiencia de 3 de marzo de
sean reintegradas de lo que hubieren suplido.(i2) 1768, declarando que semejante conocimiento no
debe embarazar.por ninguna manera la jurisdicción
del juez de residencia, «i ser en contra de lo que
(12) Sohre gastos y derechos de residencias y dispone la ley 09 , lit. 15, lib. 2.
modo «le regularlos, ía regla presente osla que pres­
cribe la cédula de 19 de octubre «Se Í788. Esta ce­ (13) En e! ejecutorial de la residencia del YÍrey
dida «pie es una sobrecarta de la de 29 de agosto de del Perú D. Manuel Amot de 25 de febrero de 1783,
1768 ordena , que las audiencias en acuerdos plenos se previene no lleven ios escribanos derechos de ac­
regulen los derechos con arreglo ;¡ las circunstan­ tuación y salario sisnultáneainente , y que si clíjen
cias del país, de la persona comisionada , del traba­ éste no se entienda ni pague en pesos ensayados.
m ïcsideneiàs. 2io
sucediere, que el original se pierda en el viage,
LE Y /XL sé saquen los traslados, que convenga. Y decla­
D Feline IU en Valladolid ¿ 20 de setiembre^ de ; ramos , que-la residencia del gobernador de Po*
i602. payan se ha de entregar, y quédar en el archivo
Que. los visita d o res de a r m a d a s y flo ta s ' a v ise n á de la .real audiencia de Quilo. Y mandamos, que
Jó s co n ta d o res d e la a v e r ía 'd e lo que r e s u lta r e t a ­ las audiencias los hagan guardar con lodo secre­
c a n te à c u e n ta s . to j por ios inconvenientes, que pueden resultar
■especialmente en las visitas, de saber los dela­
Conviene que los jaeces visi.tadores.de arma­ tores, ó publicarse ios testigos, que hubieren de­
das y flotas , hagan alcanas particulares adver­ clarado, y apremien á los, escribanos ante quien
tencias á los contadores de la avería de resultas pasaren , á que lite lleven , ;ó envien á las au­
necesarias para tomar las cuentas de gastos he­ diencias para el efecto referido, condenándolos
chos en lo/3 bajeles: Ordenamos &los. jueces, que por la Omisión , negligencia, y descuido en pe­
adviertan á los dichos contadores todo ló qué de nas ar bitarias.
ellas resultare contra los recaqd.os que se presen,
taren de gastos, ó fraudes de maestres, para que
con mejores noticias procedan en las cuentas.
D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1635, eu
previsión de el consejo consultada. D. Carlos II y Ja
reina gobernadora.
D. Felipe IV en Madrid á 2 de mavzo de 1634.
Acuerdo 56 de el consejo. Q ue los cargos de tr a to s y c o n tra to s p a se n c o n ­
tr a lo s h erederos y fia d o r e s , habiéndose c o n le s ta ­
O ue d a f o r m a en la c o b ra n za de sa la r io s y s a ­ cón lo s m in istro s.
tisfa c c ió n j u s t a de lo s ju e c e s v isita d o re s de a r ­
m a d a s y flo ta s . Considerando , que las leyes se deben ajus­
tar á las provincias, y regiones para donde se
Porque los jueces, y oficiales, que se ocupa­ hacen , y que las Indias son tan distantes de es­
ren en tas visitas de los generales, almirantes, y tos reinos, que cuando en nuestro consejo se lle­
otros, que la deben dar de las plazas, y cargos gan à ver, y determinar las visitas, ó residen­
que han ejercido en las armadas, y flotas de la cias , son muertos los comprendidos en ellas, y
carrera, no padezcan necesidad, por no tener de cuanto conviene remediar los excesos de tratar,
que cobrar sus salarios hasta que se vean , y de­ y contratar los ministros, en que pocas veces de­
terminen en el consejo, y ser ios reos, y culpa­ ja de intervenir fuerza , baratería , ó fraude de
dos personas, que con facilidad se ausenten res­ hacienda real: Declaramos y mandamos, que en
pecto, de sus contrataciones, y por otras causas, todas las provincias de las Indias, Islas , y Tier­
y vías: Declaramos y ordenamos, que si los jue­ ra-Firme del mar Océano, los cargos de tratos,
ces visitadores no tuvieren plazas de asiento en y contratos de todos los ministros, que nos sir­
la ciudad de Sevilla, puedan repartir sus sala­ ven, y sirvieren, asi en plazas de asiento, como
rios asignados en las comisiones entre los culpa­ en otros oficios , y cargos temporales de paz, ó
dos, y cobrarlos de ellos; y si no los hubiere, de guerra , cuentas, y administración de nuestra
avisaran al consejo, para que se les dé satisfac­ real hacienda, y en otra cualquier forma, sin es-
ción de gastos de justicia, ó en otra forma, como cepcion de personas, hayan de pasar, y pasen
le pareciere: y esta misma orden se guardará en contra sus herederos y fiadores, por lo tocante á
cuanto á los alguaciles, y escribanos de las visb la pena pecuniaria , que se les impusiere por
tas, y lo que montare lo uno y otro se cargará ellos, aunque sean muertos al tiempo de la pro­
desde luego à los culpados en ellas ; y si Nos las nunciación de la sentencia, que en el consejo,
cometiéremos á los jueces letrados de la casa de ó por otro tribuna!, ó juez competente se diere
contratación, ú otros, que tuvieren plaza, d ofi­ contra los cdlpados, como hayan estado vivos al
cio de asiento en la dicha ciudad , en tal caso es­ tiempo que se les dieron los cargos, qae es cuan-
perarán á que se vean , y determinen en el con­ dolparcce, qne en semajaotcs juicios se hace
sejo, donde se les señalará, y mandará dar la sa­ contestación de la causa, y se les da luz, y lu­
tisfacción que pareciere justo, a costa de culpa­ gar, para que puedan satisfacer, decir, alegar, y
dos, ó de otra parte. probar en su defensa, y descargo, lo que que les
convenga. Y os nuestra voluntad, que asi se guar­
de, cumpla y ejecute, sin embargo de cuaksquier
D. Felipe 111 en Lisboa á 10 de agosto de 1619. Don leves, cédulas, ordenanzas, y opiniones, que ha-
Carlos II y la reina gobernadora. va en contrario, las cuales desde luego deroga­
O ne los escribanos de v isita s y re sid en c ia s la s co­ mos, y damos por ningunas, y de ningún valor,
p ie n y en treg u e n los tr a s la d o s en la s a u d ie n c ia s. y efectoj ea cuanto à esto toca, quedándose en
su fuerza y vigor para en lo demas en ellas con­
Luego que se acaben de tomar las visitas , y tenido. (i4 )
residencias a los ministros y gobernadores, y de
copiar el traslado, como se acostumbra, para re­ Que con ¡as visitas y reshlencias se envien me­
mitir el original a nuestro consejo , sean obliga­ moriales de comprobaciones, ley l^\ , tit. 3d,
dos los escribanos à entregarle en la real au­ ¿ib. 2.
diencia del distrito, autorizado en forma públi­
ca, que le hará poner , y guardar en c! archivo,
porque de allí, siendo necesario usar de él, o de (14) Khíndnse de nuevo observar esta ley ¡real
cualquier auto $ información, o testimonio, dsi cédula de 7 de mayo de 1/60.
+* * 6 JLibro v. Titulo xv.
Que ninguno sea proveído sin testimonio de la mismos jueces, que hubieren tomado las visi­
residencia antecedente, y esto se declare en tas, para que hagan las cobranzas, y habien­
los pareceres , ley 6 , til. 2 , Ub. 3. do cumplido con esto, se les den las ayudas
Que de las sentencias del consejo pronunciadas de costa, que es costumbre, y se practica,
en juicio de residencia, no haya suplica­ lo contenido en la ley 22, tit. 3 , Ub. 2.
ción , si no en casos de privación, 6 pena E n la comisión para visitar la casa de Sevilla,
corporal, y en el de visita se prohibe indis­
tintamente , ley 3 1 , tii. i a , de este libro. {S'b C^ nPren^ e consil^ ° t k f 58, tit. 6,
Véanse las leyes n , i6 , y i7 , tit. i , ¿ib, 7. Dando fianzas los oficiales, y ministros de las
Por acuerdo del consejo de 7 de Setiembre de armadas y flo ta s , no se les embarguen sus
i6 5 o , auto i5jr, está ordenado, que en sueldos por las visitas y residencias, ley i 3 i ,
cuanto á las cobranzas de condenaciones que tit. i j lib. I O .
resultan de las visitas de armadas, y /lotas, Que los oficiales de armadas de Indias no pue­
se yuarde la orden, y práctica antigua, y en dan tratar, ni contratar en ellas, y sean vi.
su conformidad se cometan, y remitan d los sitados, ley 5 5 , tit. 2 , lib . IO.
LIBRO S E S T O .

TITULO PRIMERO.
D e los in dios.

LEY P R IM E R A . ga impedimento. Y mandamos, que ninguna or­


den nuestra que se hubiere dado , ó por nos fue*
D. Felipe II en Madrid á 24 de diciembre de 15£0. re dada , pueda impedir ni impida el matrimonio
D. Carlos 11 y la reina gobernadora.
éntrelos indios é indias con españoles ó españo­
Q ue los indio s se a n fa v o rec id o s y a m p a r a d o s p o r las , y que todos tengan entera libertad de casar­
la s ju s tic ia s e c le siá stic a s y se cu la re s. se con quien quisieren, y nuestras audiencias
procuren que asi se guarde y cumpla.
Habiendo de tratar en este libro la materia
de indios , su libertad, aumento y alivio, como
se contiene en los títulos de que se ha formado: - LE Y III.
Es nuestra voluntad encargar á los vireyes, presi­
dentes y audiencias el cuidado de mirar por ellos D. Felipe II en Tomar á 17 de abril de 1581.
y dar las órdenes convenientes para quesean am­ Q ue no se p e r m ita c a s a r á la s in d ia s s in te n e r ed a d
parados favorecidos y sobrellevados , por lo que le g itim a •
deseamos, que se remedien los danos que pade­
cen y vivan sin molestia !ni vejación , quedando Algunos encomenderos por cobrar los tribu­
esto de una vez asentado , y teniendo muy pre­ tos que no deben los indios solteros hasta el tiem­
sentes las leyes de esta Recopilación, que les fa­ po señalado, hacen casar á las ninas sin tener
vorecen, amparan y defiienden de cualesquier edad legítima, en ofensa de Dios nuestro Señor,
agravios, y que las guarden y hagan guardar daño á la salud é impedimento á la fecundidad.
muy puntualmente 5 castigando con particular y Y por que esto es contra derecho y toda buena
rigurosa demostración á. los transgresores. Y ro­ razón, mandamos á nuestras reales audiencias y
gamos y encargamos á los prelados eclesiásticos, justicias, que juntamente con los prelados ecle­
que por su parte lo procuren como verdaderos siásticos de sus distritos provean lo que mas con*
padres espirituales de esta nueva cristiandad , y venga , castigando á los transgresores , de forma
todos los conserven en sus privilegios y preroga- que cesen tan graves inconvenientes. Y encarga­
livas, y tengan en su protección, (i) mos à los prelados que se interpongan y procu­
ren el remedio, (a)
LEY II.
D. Fernando V y doña Juana en Valbuena á 19 de LEY IV .
octubre do 1514, y en Valladolid á 5 de febrero de
1515. L>. Felipe 11 y la princesa gobernadora allí á El emperador D. Carlos y la emperatriz goberna­
22 de octubre de 1556. dora en Madrid a' 15 de julio de 1530.
Que los indios se p u e d a n c a s a r lib re m e n te , y n i n ­ Q ue lo s in d io s ó in d ia s que se c a s a re n con dos m u -
g u n a orden r e a l lo im p id a . geres ò m a rid o s , sea b c a stig a d o s.

Es nuestra voluntad , que los indios é indias Si se averiguare que algún indio, siendo ya
tengan , como deben , entera libertad para casar­ cristiano, se casó con otra muger, ó la india con
se con quien quisieren , asi con indios, como con otro marido , viviendo los primeros sean apar­
naturales de estos nuestros reinos, ó españoles dos y amonestados ; y si amonestados dos veces
nacidos en las Indias, y que en esto no se les pon- no se apartaren y volvieren à continuar en la
cohabitación , sean castigados para su enmienda
(1) En fuerza de esta ley 1.a los presidentes y y ejemplo de los otros. (3)
gobernadores nombraban en los partidos personas de
crédito y representación cjue defendían los negocios
de los indios en los tribunales. Pero por cédula de 11 (2) Y en cuanto á sus impedimentos véase la real
de marzo de 1751 se declaró que esto correspondía á céauia fecha en Madrid á 5 i de enero de 1703.
los fiscales del crim en, §in salario donde los hubiere
habido, ó donde fueseujiécesarios á juicio del acuer­ (3) Por real cédula de 19 de marzo de 54 pueden
do, y con obligación dé dar cuenta á este de- los que conocer de este crimen de esta ley los jueces reales;
nombrasen. y por otra posterior, su fecha 10 de agosto de 1788,
Véase el decreto'de las Cortes generales y ex­ conocen las justicias reales de este delito con exclu­
traordinarias de 5 de enero de 1811. sión de otra jurisdicción, y aunque no sean indios
Véase esle decreto á folio 45, título í . ° de la co­ los que lo hayan cometido, observando ciertas reglas
lección, que pueden verse en la misma.
TOMO IÏ. 55
218 Libro i • Tít. i.
LEY V. q u isiere v e n ir con ello s ó m u d a r d o m icilio , Jo p u e ­
d a hacer.
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­
bernadores en Madrid sí 17 de diciembre de 1551. Cuando algun español tuviere hijos en in­
Q ue n in g ú n e n r ip ie n i in d io , a u n q u e se a n in fi e ­ dia con quien se hubiere casado, sí quisiere traer
le s , se cuse con m a s de u n a rnuger. consigo á estos reinos á la india y á sus hijos, ó
la india dijere que quiere venir con ellos, el go­
Ningún cacique ni otro cualquier indio, aun­ bernador de la provincia la haga parecer ante sí,
que sea infiel, se case con mas de una muger: y siendo su voluntad de venir con sus hijos los
y no tenga las oirás encerradas ni impida casar deje y consienta, que libremente lo puedan ha-
con quien quisieren. cer, y traerlos; y si quisieren pasar á otra parle,
LEY V i. o provincia de las ludias, no se les ponga impe­
dimento.
I). í elípe IV en Madrid á 29 de setiembre de 1628.
Q ue tos indios no p u e d a n vender s u s /tija s p a r a
LEY IX .
c o n tra e r m a trim o n io . D. Felipe 1ÏÍ en Madrid á 10 de octubre de 1618.
Usaban los indios al tiempo de su gentilidad Q ue lo s in d io s n o se d iv id a n de s u s p a d re s.
vender sus hijas á quien mas les diese para ca­ Los indios solteros, que estuvieren divididos
sarse con ellas. Y porque no es justo permitir en desús padres, mandamos que se reduzgan, y
la cristiandad tan pernicioso abuso contrae! ser­ junten à un pueblo, ó reducción.
vicio de Dios , pues no se contraen los matrimo­
nios con libertad por hacer las indias la volun­ LEY X.
tad de sus padres, y los maridos ías tratan co­
El mismo allí.
mo á esclavas, fallando a! a mor y lealtad del ma­
trimonio, viviendo en perpetuo aborrecimiento Q ue lo s h ijo s d e in d ia s c a sa d a s s ig a n e l p u eb lo de
con inquietud de los pueblos: Ordenamos y man­ s u p a d re t y lo s de so lte ra s el d e la m a d r e •
damos, que ningún indio ni india reciba cosa al- Por e! daño que se ha esperimentado de ad-
íjuna en mucha ni en poca cantidad ni en ser­ mitir probanzas sobre filiaciones de indios, y ser
vio ni en otro genero de paga en especie del in­ conforme á derecho: Declaramos, que los indios,
dio que se hubiere de casar con su hija , pena de hijos de indias casadas, se tengan, y reputen por
cincuenta azotes, y de quedar inhábil de tener del marido , y no se pueda admitir probanza en
oficio de república y restituir loque llevó para contrario, y como hijos de tal indio, hayan de
nuestra cámara, y si fuere indio principal que­ seguir el pueblo del padre, aunque se diga, que
de por mazegua! , y los indios que fueren justi­ son hijos de español, y los hijos de indias solte­
cias lo ejecuten , y el gobernador y justicia ma­ ras sigan ci de la madre.
yor de la provincia lo haga ejecutar en los ne­
gligentes, ó se le hará cargo en su residencia. LE Y X I.
LEY V IL D. Carlos II y la reina gobernadora.
I). Felipe 111 en Madrid á 10 de octubre de 1618. Q ue lo s in d io s p u e d a n p o n e r d s u s h ijo s d oficios
m ie n tr a s no trib u ta re n .
Q ue la in dia c a sa d a sea d e l p ueblo de su m a rid o ,
y viuda se p u e d a volver d su o rig en y te n e r lo s h i - Ordenamos, que los indios, que quisieren po­
jo s consigo siendo G u a ra n í, ner á sus hijos á oficios, mientras no fueren de
edad de tributar, ó á sus hijas á ser enseñadas en
Mandamos, que la india casada vaya al pue­ otro ejercicio, lo puedan hacer donde, y cómo
blo de su marido , y resida en e l, aunque el ma­ quisieren, y que nadie se lo impida.
mando ande ausente ó huido; y si enviudare,
pueda quedarse en el mismo pueblo del marido, LEY X II.
ó volverse á su natural, como quisiere, con qne
deje los hijos en el pueblo de su marido, habién­ El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
dolos criado por lo menos tres anos. Y porque ra en Valladolid 3 de noviembre de 1536. Véanselas
leyes 18, tit. 3, y la 7, tít. 7 de este libro.
el modo de poblaciones de la nación Guaraní
del Paraguay, es que cada cacique esté con sus Q ue lo s in d io s se p u e d a n m u d a r de u n o s lu g a r e s d
sugetos en un galpón grande, ordenamos que el o tro s.
indio y la india sean de una reducción ; pero si Si constare, que los indios se han ido á vi­
fueren de diferentes caciques , la madre pueda vir de unos lugares á otros de su voluntad, no
tener los hijos consigo hasta que se casen. Y de­ los impidan las justicias, ni ministros, y déjenlos
claramos que la india que se casare siga á su ma­ vivir, y morar alii, excepto donde por las re­
rido, aunque se haya casado persuadida ó indu­ ducciones, que por nuestro mandado estuvieren
cida por el indio, de suerte que esta ley se guar­ hechas, se haya dispuesto lo contrario, y no fue­
de sin esccpcion ninguna. ren perjudicados los encomenderos.
LEY V III. LEY X III.
El emperador D. Carlos en Burgos á 21 de mayo de
1524. El mismo y la princesa gobernadora en Valla­ El emperador D. Carlos y el cardenal Tavera go­
dolid á 5U de agosto de 1555. bernador en Talavera á 28 de enero de 1541. D. F e­
lipe 11 en Madrid á 23 de marzo y á 19 de diciembre
Que Ja in d ía que tu v iere h ijo s de esp a ñ o l y se de 1568. Véase la ley 29, tit. 12 de este libro.
De los indios. 219
Q ue los indios de tie r r a f r í a n o se a n sa c a d o s á indios à estos reinos, y si el que fuere culpado no
la ca llen te , n i a l c o n tra rio . tuviere bienes en que ejecutar la pena pecunia­
ria referida: Mandamos, que le sean dados cien
Ordenamos, que los indios de tierra fría no azotes públicamente, y en lo demás se ejecute. Y
sean llevados á otra, cuyo temple sea caliente, asi mismo prohibimos á los vireyes, presidentes,
ni al contrario, aunque sea en la misma provin* oidores, gobernadores, y justicias, que den tales
cía, porque esta diferencia es muy nociva a^ su licencias para traer á estos reinos indios, pena de
salud, y vida, y los vireyes, gobernadores y jus­ privación de sus oficios. (4)
ticias hagan sobre esto las ordenanzas necesarias,
y convenientes, las cuales sean guardadas, y cum*
plidas. LEY X V II.
LEY X IV . El emperador 0 Carlos y el príncipe gobernador en
Valladolid á 25 de noviembre de 1552.
D. Felipe l l l en San Lorenzo á 5 de octubre de 1614.
Q ue hab ien d o in d io s en esto s re in o s se les d é lo n e ­
Q ue los in d io s de S a n ta C r u z no se a n sa ca d o s p a r a cesa rio d e p e n a s d e cá m ara p a ra que se vuelvan d
o tra p ro v in cia . su s tie rra s.

Conviene á la población, y aumento de la Sin embargo de estar prohibido venir, ó traer


provincia de Santa Cruz de la Sierra, y para que indios a estos reinos, se ha exper imentado gran­
esté defendida de los indios chiriguanaes, qae sus de esceso, y facilidad en venirse, ó traerlos, y
naturales no sean sacados de ella para la de los por ser pobres no tienen medios para volverse a
Charcas, ni otras partes, y que los presidentes y sus tierras: Y Nos teniendo lástima, y compasión
gobernadores lo hagan guardar: Mandamos, que deque anden pobres, y mendigos, mandamos,
asi se ejecute con todo caidado. que lodos los indios, é indias, que hubiere, y vi­
nieren á estos reinos, y de su voluntad se quisie­
LEY X V . ren volver á sus naturalezas, puedan pasar libre­
mente á ellas, y los presidentes, y jueces oficia­
t>. Felipe II en Madrid á 7 de noviembre de 1574. les de la casa de contratación de Sevilla les den
Q ue los in d io s e n F ilip in a s no se a n lle va d o s p o r licencia , y de penas de cámara de la casa se íes
f u e r z a de u nas islas d o tra s . dé, y pague lo necesario para su flete, y matalo­
Mandamos, que en las islas Filipinas los in­ taje, hasta volverá sus tierras, no constando quien
dios no sean llevados de unas á otras para entra­ los trajo, porque en este caso ha de ser á su cos­
das por fuerza, y contra su voluntad, si no fuere ta, de que tendrán particular cuidado los de nues­
en caso muy necesario, pagándoles su ocupación tro consejo de Indias.
y trabajo, y que sean bien tratados, y no reciban
agravio. LEY X V III,
LEY X V I. El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­
bernadores en Valladolid a 7 de junio y á 17 de julio
El emperador D. Garlos en Toledo á 4 de diciembre de 1550.
de 1528, y el príncipe gobernador en Valladolid á
25 de setiembre de 1543. D Felipe II y la princesa Q ue do n d e f u e r e p osible se p o n g a n escuelas d e la
gobernadora allí á 21 de setiembre de 1556. Para esta len g u a castellana, p a r a que la a p re n d a n los indios.
ley y la siguiente se vea la 99, tit. l.° , lib. 9.
Que los in d io s n o sean tra íd o s d estos r e in o s , n i m u ­ Habiendo hecho particular exa'men sobre si
dad o s de su s n a tu ra leza s. aun en 4a mas perfecta lengua de los indios se
pueden esplicar bien, y con propiedad ios miste­
Prohibimos, y espresamente defendemos á rios de nuestra Santa Fé católica, se ha recono­
todos los vecinos, estantes, y habitantes en las cido, que no es posible sin cometer grandes diso­
Indias, é istas del mar Océano, de cualquier es­ nancias, c imperfecciones, y aunque están funda­
tado, calidad, ó condición, el traer, ó enviar á das cátedras, donde sean enseñados los sacerdo­
estos reinos, ni à otras partes de aquellas pro­ tes, qae hubieren de doctrinar á los indios, no es
vincias, indios, ni indias, aunque sea con licen­ remedio bastante, por ser mucha la variedad do
cia nuestra, 6 de nuestros gobernadores, ó jus­ lenguas. Y habiéndo resuelto, que convendrá in­
ticias; y aunque los indios, é indias digan, que troducir la castellana, ordenamos, que á los in­
quieren venir con ellos de su voluntad, y que dios se les pongan maestros, que ensenen á los
sea así, pena de que el que los trajere, ó enviare, que voluntariamente la quisieren aprender, como
ó en alguna forma diere consentimiento, favor, les sea de menos molestia, y sin costa: y ha pa­
ó ayuda, caiga , é incurra en pena de cien mil recido, que esto podrían hacer bien los sacrista-4
maravedís, aplicados por tercias partes, á nuestra
camara, juez que lo sentenciare, y denunciador,
y destierro perpetuo de las Indias; y que á su
costa sean vueltos los indios à las provincias, é is­ (4) La ley 15, tit. l . ° , lib. 4, impone pena de
las de donde los hubiere sacado. Y mandamos, muerte al descubridor que saque indios.
que así se ejecute en sus personas, y bienes, sin Por cédula de Buen Retiro de 19 de enero de 751
se limita esta ley para que constando^ ser justos los
otra sentencia, ni declaración, y révocamos, y da­ motivos, no solo se les conceda licencia a los indios
mos por ningunas las licencias generales, ó par­ y caciques para ir a España, sino que se les den los
ticulares , que Nos hubiéremos dado para traer ausilios correspondientes por mar y tierra.
220 Libro vi. Título i.
nes, como en las aldeas de estos reinos enseñan cion; pero esto se ha de hacer , y efectuar por
á leer, y escribir y la doctrioa cristiana. (5) mano de nuestras justicias. Y mandamos, que los
españoles no los puedan apremiar á ello, aunque
L IS Y XIX. sean indios de sus encomiendas, ó serán grave­
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ mente castigados. Y encargamos álos doctrine­
ra en 'Valladolid a' 25 de agosto de 1558. ros, que persuadan á los indios á lo referido en
Que los indios sean p u e s to s en p olicía s in s e r o p r i­ esta nuestra ley, y especialmente, que anden ves­
m idos. tidos para mas honestidad, y decencia de sus per­
sonas.
Para que los indios aprovechen mas en cris­
tiandad, y policia, se debe ordenar, que vivan jun­ LEY X X 2I.
tos, y concertadamente, pues de esta forma los El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
conocerán sus prelados, y atenderán mejor á su Madrid á 17 de diciembre de 1551.
bien, y doctrina. Y porque asi conviene, manda­ Que los in d io s p u e d a n c r ia r toda esp ecie d e ganado
rnos, que los vireyes, y gobernadores lo procuren m a y o r y m e n o r.
por lodos los medios posibles, sin hacerles opre­
sión, y dándoles á entender cuan útil, y provecho­ No se prohíba á los indios, que puedan criar
so será para su aumento, y buen gobierno, como todas, y cualesquier especies de ganados mayores,
está ordenado. y menores, como lo pueden hacer los españoles
sin ninguna diferencia, y las audiencias, y justi­
LEY XX. cias les den el favor necesario.
D. Felipe III en Madrid á 10 de octubre de 1618. LEY X X IIÍ.
Véase la ley 5, til. 5 de este libro.
Que los ind io s in fieles re d u cid o s d los cinco a ños se D. Felipe III ordenanza 10 del servicio personal de
p r o c u r e n in tr o d u c ir en el tra b a jo . 1609.
Q ue d los in d io s se se ñ a le tie m p o p a ra su s h ere d a ­
Aunque no han de ser com peí idos á mitas, d e s y g r a n g e r ia s , y se p r o c u r e (¡ue las te n g a n .
ni tasas los indios recien convertidos, por el tiem­
Justo es, que á los indios quede tiempo para
po, que está dispuesto, es bien, que por lo me­
labrar sus heredades, y las de comunidad, y que
nos desde los cinco anos de su reducción vayan
los vireyes, y gobernadores señalen el que hubie­
entendiendo en tío susodicho por medios suaves, ren menester, de forma que puedan acudir á sus
y aficionándose á ganar jornales, y trabajar para
grangerias, procurando las tenga, con que serán
esto: y que asi misino conozcan el modo de go­
mas aliviados, y la tierra mas abastecida. Así lo
bierno polítbo de los indios antiguos, dándose­
mandamos.
les alcaldes, fiscales, y otros oficiales de justicia.
LEY XXL LEY X X IY .
El emperador D. Carlos en Burgos à 6 de setiembre
íd emperador D. (birlos y el príncipe gobernador de 1521. En Valladolid á 6 de junio de 1523. En To­
en Madrid a' 5 de junio, y en Mon/.on :í 1L de julio ledo á 21 de mayo de 1554.
de 1552. i). Felipe III cu Madrid á 10 de octubre
de 101.8. Q«e e n tr e in d io s y esp a ñ o le s h a y a co m ercio lib re d
c o n te n to d e las p a r te s .
Que los in d io s se e m p le e n en su s o fic io s , la b ra n za s
y ocupaciones , y a n d en vestidos. El trato, rescate, y conversación de los in ­
Los indios, que fueren oficia’es, se ocupen, dios con españoles, los unirán en amistad, y co­
y entiendan en sus oficios, y los labradores en mercio voluntario, siendo á contento de Jas par­
cultivar, labrar la tierra, y hacer sementeras, pro­ tes, con que los indios no sean inducidos, atemo­
curando, que tengan bueyes con que alivien el rizados, ni apremiados, y se proceda con buena
trabajo de sus peronas, y mantenimientos para fe', libre, y general para unos, y otros, y no se
su propio sustento, venta, y cambio, con otros: y puedan rescatar, ni dar á los indios armas ofen­
los que no se ocuparen en ninguna de las cosas sivas, ni defensivas, por los inconvenientes que
susodichas, se podrán aplicar ai trabajo en obras, pueden resultar; y el que contra voluntad de los
y labores de las ciudades, y campos, y siendo indios, en su descubrimiento, ó despues en otra
necesario, sean compelidos á no estar ociosos, forma, contra el tenor de esta ley, hiciere el con­
pues tanto importa á su vida, salud, y conserva- trato, incurra en pena de lodo lo que asi resca­
tare, ó hubiere por esta razón, y mas la mitad de
todos sus bienes para nuestra camara, juez, y de­
(5) Poruña real (■«•dula espedida á representa­ nunciador.
ción del arzobispo de Méjico con fecha de Aranjuez
ñ 10 de mayo de j7'/0 se manda guardar esta ley.
Este negocio se trató mas de intento en el Perú El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­
desde el ano de 78, en que por cédula de 28 de enero bernadores en Valladolid a’ 12 de mayo de 1551. Don
de dicho año se mandó tratar seriamente de estos es­ Felipe II en el Pardo á 50 de enero de 1567.
tablecimientos. La audiencia de Charcas dudó y con­
sultó si podria emplear los réditos de l«>s capitales Que los in d io s p u e d a n lib r e m e n te c o m e rc ia r su s f r u ­
que tienen algunos pueblos en la caja general; y se to s y m a n te n im ie n to s .
resol vio «que para la dotación de maestros .se apli­ Acontece, que las justicias, regidores, y en­
quen las fundaciones donde las hubiere, y el resto lo comenderos de indios no les consienten comer­
paguen los bienes de comunidad, y los presidentes y
audiencias cuiden de las elecciones de maestros v su ciar con libertad los mantenimientos, y otras co­
dotación. Esto es lo que es presa la cédula de 5 de sas, que traen á las ciudades, con pretesto de
noviembre de 1/82. buen gobierno^ ó porque son de sus encomien-
De los indios. 221
das, en que los indios reciben machas vejacio­ cadenas, mantas, gallinas, maíz, y otras cosas,
nes, y dañoá, con fuerza, y violencia, no pudien- que es novedad, de que resulta daño, y vejación
do disponer de sus frutos , y mantenimientos, y
algunas veces se los quitan, habiendo de susten­
LEY X X IX .
tar á sus mugeres, c hijos: Ordenamos á nuestras El emperador í>. Carlos y la reina gobernadora en
"Valladolid á 12 de mayo de l55t. D. Felipe 111 en
aadiencías, y justicias, que no permitan estos Aranjuez à 26 de mayo de 1609, capítulo 22.
agtavios, y los dejen vender libremente, y sin
Q ue no se h a g a c o n c ie rto so b re e l trabajo y g r a n g e -
impedimento sus bienes, y frutos. r ia ele los in d io s.
LEY X X V I. Mandamos, que los españoles no hagan con­
D. Felipe III en Valladolid á 21 de noviembre de ciertos con calpizques, ni mayordomos en cuar­
1601 . ta, ni quinta, ni otra cuota parle de ninguna
Q ue se p ro c u re q u e los in d io s sea n acomoelaelos en cosa, que los indios trabajaren, y grangearen: y el
los b a stim en to s y co sa s que c o m p ra r e n . que contraviniere, incurra por el mismo caso, la
Kncargamos y mandamos á los vireyes, au­ primera vez en dos mil pesos de oro para nues­
diencias, y justicias de las Indias, que pues los tra cámara, y fisco, y la segunda sea desterrado
naturales de la tierra son gente necesitada, ten­ de la tierra por dos años, demas de lad;cha pena.
gan particular cuidado con que sean acomoda­
dos en los precios de bastimentos, y otras cosas,
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
asi en los asientos de minas, como en otras par­ Madrid á 14 de mayo de 1516.
tes, y labores, tasándolas con justicia, y modera­
ción, y qtte los hallen mas baratos que la otra Qííc los e n c o m en d e ro s no sucedan en las tie r r a s va­
ca n te s p o r m u e rte de los in d io s.
gente, en atención á su pobreza , y trabajo, y
castiguen los escesos con demostración. Los encomenderos no puedan suceder en las
tierras, y heredamientos, que hubieren quedado
vacantes por haber muerto los indios de sus en­
D. Felipe II en Aranjuez á 24 de mayo, y á 23 de ju­ comiendas sin herederos, 6 sucesores., y en ellas
lio de lo71. En Sao Lorenzo á 6, y en Madrid á 18 sucedan los pueblos donde fueren vecinos, hasta
de mayo de 1572. en la cantidad, que buenamente hubieren menes­
Q ue los in d io s p u e d a n v e n d e r su s h a cien d a s c o n au­ ter para paga, y alivio de los tributos, que les fue­
to r id a d d e ju stic ia . ren tasados, y algunas mas, y las otras que so­
Cuando los indios vendieren sus bienes raí­ braren se apliquen á nuestro patrimonio real.
ces y muebles, coníorme á lo que se les permi­
te, traíganse á pregon en almoneda pública, en D. Fernando V y doña Isabel en Granada á 17 de
presencia de la justicia , los raices por termino setiembre de 1501. El emperador O. Carlos á 16 de
de treinta dias, y los muebles por nueve dias; y febrero de 1536, y el príncipe gobernador en Ma­
lo que de otra forma se rematare sea de ningún drid á 17 de diciembre de 1551. í>. Felipe li á 25 de
valor y efecto; y si pareciere al juez, por justa enero de 1503, y á 10 dé diciembre de x566, y á 18
de febrero de 1567, y á l.° de marzo de 1570.
causa abreviar el termino en cuanto á los bie­
nes muebles, lo podra hacer. Y porque los bie­ Que no se p u e d a n v e n d e r a rm a s d los in d io s , 7ii ellos
nes, que los indios venden ordinariamente, son las te n g a n .
de poco precio, y si en todas las ventas hubie­ Ordenamos y mandamos, que ninguno ven­
sen de preceder estas diligencias, sería causarles da, ni rescate armas ofensivas , ni defensivas ó
tantas costas, como importaria el principal: O r­ los indios, ni á alguno de ellos; y cualquiera que
denamos, que esta ley se guarde, y ejecute en lo lo contrario hiciere, siendo español, por ia pri­
que excediere de treiuta pesos de oro común, y no mera vez pague diez mil maravedís, y por la se­
en menor cantidad; porque en este ca-o bastará gunda pierda la mitad de lodos sus bienes para
que eUvendedor indio parezca amealgun juezor.- nuestra camara, y fisco, y la pena corporal sea
dinario á pedir Ucencia para hacer ia venta; y á nuestra merced, de las cuales dichas penas pe­
constándote por alguna averiguación que es suyo cuniarias, la persona que lo acusare haya para si
lo que quiere vender, y que no te es dañoso ena- la cuarta parle, y la justicia que lo sentenciare
genarse de ello, le dé licencia, interponiendo su otra cuarta parte; y si fuere indio, y trajere es­
autoridad en la escritura, que el comprador otor­ pada, puñal, ó daga, ó tuviere otras armas, se !e
gare, siendo mayor, y capaz para el efecto. quíten, y vendan, y mas sea condenado en las
demas penas, que á la justicia pareciere, excepto
LEY X X V IIL algún indio principal, al cual permitimos, que
El emperador D. Garlos y el príucipe gobernador en se le pueda dar licencia por el virey, audiencia,
Madrid á 2 de marzo de f552. D. Felipe i l allí ú 26 ó gobernador para traerlas.
de abril de 1565.
Q ue los in d io s p u ed a n h a c e r su s tia n g u e s y v e n d e r
e n ellos su s m e rc a d e ría s y fr u t o s . D. Felipe lí en el Pardo á 16 de abril de 1580.
No se prohíba á los indios hacer los tiangues, Que los in d io s te n g a n lib e r ta d en su s d isp o sicio n es.
y mercados antiguos en sus pueblos, ni consien­ Si algunos indios ricos, ó en alguna forma
ta que reciban agravio, ni molestia de ios espa­ hacendados estan enfermos, y tratan de otorgar
ñoles, ni otras personas, aunque sea con pretesto sus testamentos, sucede, que los curas y doctri­
de que vayan á vender á las ciudades sus mer- neros , clérigos y religiosos, procuran y orde-
TOMO n . 5G
2 2 2 Libro t i. Tit. í.
nan, que Ies dejen , ó à la iglesia toda, ó la ma^ LEY X X X V II.
yor parte de sus haciendas, aunque tengan he­
rederos forzosos, exceso muy perjudicial, y con­ L1 emperador D. Carlos en Toledo á 24 de agosto de
tra derecho: Mandamos á Jos 4vireycs, presiden­ 1529. El mismo y el principe gobernador en Valla­
dolid á 24 de enero de 1545. D. Felipe 111 á 5 de oc­
tes y audiencias, que provean, y de'n las órde­ tubre de 1607. 1). Carlos 11 y la reina gobernadora.
nes convenientes, para que los indios no reci­ Los misinos en Madrid á 6 de julio de 1672.
ban agravio, y tengan entera libertad en sus dis­
posiciones, sin permitir violencias. Y encarga­ S o b re la bebida d e l p u lq u e usada p o r los in d io s d e la
N u e v a E sp a ñ a .
mos á los prelados eclesiásticos, que no lo con­
sientan, guardando !a ley 9 , tit. j 3, lib. I. ( 6) Usan los indios de la Nueva España de una
bebida, llamada pulque, que destilan los ma­
LEY X X X III. gueyes, plantas de mucho beneficio para diferen.
D. L’el ipe II en Madrid á 19 de julio de 1568. En tes efectos, y aunque bebida con templanza se
Córdoba á l.° de marzo de 1570. podría tolerar, porque ya estan acostumbrados
Que. los in d io s n o p u ed a n a n d a r d caballo .
á ella, se han experimentado notables daños , y
perjuicios de la forma con que la confeccionan,
Prohibimos , que los indios anden à caballo, introduciéndole algunos ingredientes nocivos á
y mandamos á las justicias, que asi lo hagan guar­ la salud espiritual y temporal, pues con pretexto
dar y ejecutar sin remisión alguna. de conservarla, y que no se corrompa la mez­
clan con ciertas raíces, agua hirviendo y ca!, con
L E Y X X X IV . que toma tanta fuerza, que les obliga à perder
D. Felipe IV en Madrid tí l.° de agosto de 1655. el sentido, abrasa les miembros principales del
cuerpo, y los enferma, entorpece y mata con gran­
Que los g o b ern a d o res no lle v e n d erec h o s d lo s in ­ dísima facilidad j y lo que mas es , estando ena-
dios p o r lo q u e e n e sta le y se m anda.
genados, cometen idolatrías, hacen ceremonias y
Sin embargo de estar prohibido, que los in ­ sacrificios de.la gentilidad, y furiosos traban pen­
dios puedan andar á caballo excediendo los go­ dencias, y se quitan ia vida, cometiendo mu­
bernadores, les dan licencia para poderlos tener, chos vicios carnales, nefandos, é incestuosos, con
y llevan por esta causa, y las iirmas de eleccio­ que han obligado á que los prelados eclesiásticos
nes de oficios de república, y otros diferentes fulminen censuras; y por autos y acuerdos del
despachos , excesivos derechos : Mandamos , que virey, y real audiencia , se prohíba. Y Nos, en
guarden y cumptan lo proveído, y órdenes da­ atención á extirpar tantos vicios, y quitar la oca­
das, las cuales se ejecuten sin remisión, sión de cometerlos, por lo que deseamos el bien
espiritual y temporal de los indios, y aun de los
LEY X X X V . españoles, que también la usan: Ordenamos y
I). Felipe H allí ó 25 do febrero de 1575. Véase la mandamos, que en el jugo simple, y nativo del
ley 17, tit. 19, lib. l.° maguey no se pueda echar ningún género de raíz,
Q ue los o rd in a r io s eclesiásticos conozcan e n causas
ni otro ningún ingrediente, que le haga mas
de f e c o n tra in d io s ; y e n h e c h izo s y m aleficios las fuerte, cálido, y picante, asi por inmixtión, des­
ju s tic ia s re a le s. tilación , ó infusión , como por otra cualquiera
forma, que cause estos, ¿semejantes efectos, aun­
Por estar prohibido á Jos inquisidores apos­ que sea á título de preservarla de destemplanza,
tólicos el proceder contra indios, compete su cas­ ó corrupción. Y ordenamos á los vireyes y au­
tigo á los ordinarios eclesiásticos, y deben ser diencia de Me'jico, que velen con particular cui­
obedecidos, y cumplidos sus mandamientos ; y dado sobre el cumplimiento de esta nuestra ley,
contra los hechiceros, que matan con hechizos, y no permitan mas pulquerías, sitios, ni partes
y usan de otros maleficios, procederán nuestras donde se venda, que las de! número, y hagan
jasticias reales. guardar las ordenanzas, que para este fin hu­
bieren hecho, por via de buen gobierno* impo­
LEY X X X V I. niendo las penas convenientes, con que no sean
FI mismo allí á 15 de mayo de 1591 D. Felipe IV ú pecuniarias. Y porque despues llegó á nuestra no.
5 de abril de 1657, y en 6 de junio de 1640. Véase la ticia, que el virey, y acuerdo de lafreai audieu-
ley 26, tit. l.° , lib. 7. cia de Méjico, en a3 de julio de 1671 „ forma­
Que n o se p u ed a v e n d e r vino d los in d io s.
ron unas ordenanzas sobre el uso de esta bebida,
y contribución, que de ella resalta, con oehoca-
Ordenamos, que en los lugares y pueblos de pítalos, las cuales vistas por los de nuestro con­
indios no entre vino, ni se les pueda vender, y sejo con la atención y cuidado, que pide la im­
los alcaldes mayores y corregidores no contra­ portancia , y gravedad de la materia , ha pareci­
vengan á las órdenes dadas , ni por su cuenta, ó do aprobarlas, con calidad de que el número de
interposición de otras personas lo hagan comer­ as pulquerías no exceda de treinta y seis , y que
ciar, por el grave daño, que resulta coutra la de estas las veinte y cuatro sean para hombres,
salud, y conservación de los indios, y los vire- y las doce para mugeres, y la visita de todas se
yes y audiencias castiguen estos excesos , con el reparta por cuarteles, y !a hagan los alcaldes del
rigor, y demostración que conviene. crimen, corregidor, y demás justicias, y que los
ministros inferiores solo puedan hacer las de­
nunciaciones, y las justicias substancien, y de­
terminen las causas, poniendo todo cuidado, y
(Ó) Véase la ley 9, tit. 13, lib. í.° y su nota. desvelo. Y encargamos y mandamos al virey, y
De los indios. 225
audiencia, que atiendan mucho sobre el reme­ LEY XLI.
dio de estos abusos, y hagan observar precisa y El mismo en Poblete a 17 de abril de 1585.
puntualmente lo dispuesto por las dichas orde­
nanzas, castigando con toda severidad , y demos­ Que e l alcalde m a y o r d e 7'laxcala se in titu le g o b e r­
nador.
tración á los transgresores, de suerte que et ejem­
plo sirva de escarmiento á otrosí y se quite, y Haciendo particular memoria del buen celo,
cese en su ejercicio el conservador nombrado al y fidelidad , que tienen á nuestro servicio los in­
arrendador; ó asentista de la contribución. dios de Tlaxcala, á imitación de sus pasados, y
á que es aquella ciudad Ja mas principa! de la
•LEY X X X V III. Nueva España: Es nuestra voluntad, y man­
D. Felipe Ii en el Pardo á 2 de noviembre de 1576. damos, que el alcalde mayor se intitule goberna­
D. Garlos 11 y la reina gobernadora. Yease la ley 63, dor, y esta forma se guarde en los títulos des­
til. 16 de este libro. pachados por Nos, ó nuestros vireyes, á los cua­
Q ue no se c o n s ie n ta n bailes d los in d io s s in licen cia les ordenamos, que tengan mucho cuidado de
d e l g o b e r n a d o r, y sea n con te m p la n za y h o n e s ­ proveer en este cargo sugetos de calidad > expe­
tid a d . riencia, y bondad, antiguos en la tierra, y ve­
No se consientan bailes públicos, y celebri­ cinos de la ciudad de Méjico.
dades de los indios sin licencia de! gobernador,
y estos no sean en las estancias, y repartimien­ LEY X L IL
tos, ni en tiempos de cosechas, y en ninguna IX Felipe H allí.
ocasión se permita, que en juntas, y festejos se Que los g o b ern a d o res d e in d io s d e T la x c a la sean
desconcierten, y destemplen en la bebida pues n a tu ra le s.
se han experimentado muchos excesos, y desho­ Por una de las ordenanzas de Tlaxcala está
nestidades de semejantes juntas. dispuesto, que el gobernador de los indios no
sea eslraño;.y porque conviene á la conservación
LEY X X X IX . de aquella república, mandamos á los vireyes,
que provean por gobernadores á indios principa­
D. Felipe lie n Poblete á 16 de abr í , y en Zaragoza
á 25 de marzo de 1585. les, naturales de ella, como siempre se ha ob­
servado, sin permitir, ni dar lugar á que los go-
Q ue los v i r e y e s de N u e va E sp a ñ a h o n r e n y f a v o ­ vierne ningún indio de otra provincia.
rezca n d in d io s d e T la x c a la y á s u c iu d a d y r e ­
p ú b lic a .
Teniendo consideración á que los indios de El mismo aliú
Tlaxcala fueron de los primeros que en la Nueva Q ue no se c o n s ie n ta n esta n co s d e v in o y c a rn e c c -
España recibieron la Santa Fé Católica , y nos r ía s e n T la xc a la .
dieron la obediencia , y á que los vireyes los lla­ Es nuestra voluntad, que en la ciudad, y
man para entierros, honras, y exequias de prín­ provincia de Tlaxcala no haya estancos de vino,
cipes, reseñas, socorros, y ayudas en las nece­ ni carnicerías, y que estas se rematen en la di­
sidades que se ofrecen, y otros actos públicos: cha ciudad ante la justicia, y regimiento, como
Es nuestra voluntad, y mandamos á los vireyes, se acostumbra en las ciudades de estos reinos. Y
que tengan particular cuidado de ios honrar, y mandamos a! virey, y audiencia de la Nueva Es­
favorecer, y llamarlos en las ocasiones de nues­ paña, que por ninguna causa, ni razón los con­
tro real servicio, y mucha cuenta con su ciudad, sienta poner.
y república, para que viendo los demas la mer­
ced que les hacemos, nos sirvan con la misma LEY X L IV .
fidelidad. El mismo en Lisboa á 10 de diciembre de 1582. Y en
Lenia á 15 de febrero de 1594.
LEY X L. Q ue los in d io s d e T la xc a la n o se a n a prem iados d
El mismo^jn Madrid á 26 de abril de 1563. En Bar­ s e r v ir e n o tra p a r le .
celona á 10 de mayo de 1585. Por nuestra real ce'dula, dada el año de mil
Q ue se g u a rd e n las o rd e n a n za s d e T la x c a la , y quinientos y treinta y nueve se prometió á los
Los principales, y caciques de las cuatro ca­ indios de Tlaxcala, que pasados cuatro años, no
beceras de Tlaxcala nos suplicaron por merced., sirviesen mas à los vecinos españoles de la ciu­
que se íes guardasen sus antiguas costumbres pa­ dad de los Angeles, y se confirmó el de mil
ra conservación de aquella provincia, ciudad, y quinientos y sesenta y tres, por los servicios que
república, conforme á las ordenanzas dadas por hicieron en la pacificación de aquellas provinciasj
el gobierno de la Nueva España el año de mil y porque es justo que se les guarde y cumpla: Man­
quinientos y cuarenta y cinco, confirmadas por damos , que ei virey no apremie, ni permita que
provisión rea!. Y porque son muy justas , y con­ los indios de esta provincia sean obligados á ser­
venientes, y hasta ahora han estado en observan­ v ir, en el valle de Átrisco., ciadad de los A n­
cia y mediante ellas son bien gobernadas, y la geles , ni otra parte alguna.
ciudad se halla quieta, y pacífica, de nuevo las LEY XLV.
aprobamos, y confirmamos, y mandamos que se
I). Felipe U allí.
guarden, cumplan, y ejecuten por nuestros vi-
reyes, audiencias, y justicias, y que no consien­ Que los indios de Tlaxcala puedan escribir al r e y .
tan que en todo su contenido se contravenga en Si á los indios de Tlaxcala se ofrecieren ne­
ninguna forma. gocios importantes á nuestro real servicio, y
224 Libro vi. Tít. i.
bien de su república <le que convenga avisarnos, to mas resalle en beneficio de la caja donde se re­
ó recibieren algunos agravios: Es nuestra volun­ cogiere, para los buenos efecíos de sus comuni­
tad, que con libertad puedan ocurrir ante Nos, dades, y el vi rey elija por asesor para este júz­
y escribirnos libremente lo que por bien tuvie­ galo a un oidor, ó alcalde del crimen, el que le
ren, y el vircy, audiencia, jueces, y justicias no pareciere mas á propósito, y conveniente, con
se lo impidan. solos cuatrocientos pesos de oro común de sala­
LEY X L V I. rio en cada un ano, que se han de pagar de lo
E! mismo en Aranjuez :í 10 de mayo de 1583.
que resultare del medio real, y donde estuviere
fundado este juzgado por órdenes nuestras, ó cos­
Que (¿ los in d io s d e G uazalco se des g u a rd e n su s p r i ­
v ile g io s y sean J a v o re cid o s,
tumbre legítima, se guarde, y contiúe.
Todas las preeminencias, franquezas, y li­ LE Y X L V IH .
bertades concedidas por Nos á los indios de! pue­
El emperador don Garlos en Talavera a' 3 i de mavo
blo de Guazalco, se Ies guarden y cumplan en de 1541.
la forma contenida en los privilegios, cédulas,
cartas, y otros cualesquier despachos, porque Q ue io s v i r e y e s y g o b e rn a d o re s p ro v e a n que los n a ­
v e g a n te s y ca m in a n te s n o Lleven in d ia s.
nuestra voluntad es, que en nada reciban agra­
vio , y en todo sean amparados, y favorecidos. Los que navegan, y caminan por mar, 6 tier­
ra suelen llevar mugares indias casadas, y sol­
LEY X LV IL teras , en que Dios Nuestro Señor es deservido,
D. Felipe 111 en Valladolid á 19 de abril de 1605. En y peligra la honestidad. Y porque es justo prohi­
San Lorenzo á 5 de octubre de 1606. D. Carlos II y
la reina gobernadora. bir este exceso, mandamos á los vireyes, y go­
Q ue se co n serv e el ju zg a d o de los in d io s e n M é jic o ,
bernadores , que provean del remedio convenien­
y d o n d e e stu viere fu n d a d o . te, de forma que se esc use lodo mal ejemplo.
líase reconocido por muy conveniente, y ne­ Que los viref e s , y presidentes informen clel
cesario el juzgado general de los indios de Méji­ tratamiento, y estado de ¿os indios, ley 15
co, para ei buen gobierno, y breve despacho de lit. 14, ¿ib. 3. '
sus negocios. Y mandamos, que se conserve, y Q//c las justicias no consientan matar indios
sustente, con que si de lo que se sacaren! ano para enterrar con sus caciques , ley 15, tit.
dei medio real , que cada indio paga para sala- j 7 , de este libro.
ríos, y gastos de é!, sobrare alguna cantidad, se 1 Que d los indios amancebados no se les lleve
aplique al siguiente, y cobre menos en é l, y tan­ la pena del marco, ley 6 } tit. 8 , lib. 7.

TITULO SEOU1TLO.
De la libertad de tos indios

LEY P R IM E R A . las leyes de este título- estuviere permitido, y


El emperador D. Carlos en Granada á 9 de noviem­ dispuesto, por cuanto todas las licencias, y de­
bre do 1526. En Madrid á 2 de agosto de 1530. En claraciones hasta hoy hechas, que en estas leyes
Medina dot Campo á 13 de enero de 1552. En Madrid no estuvieren recopiladas, y las que se dieren,
á 5 de noviembre de 1510. En Valladolid á 21 de é hicieren , no siendo dadas, y hechas #por Nos
mayo de 1.312. Eu Castellón de Ampiarías á 21 de
octubre de 1518. con expresa mención de esta ley, las revocamos,
y suspendemos en lo que toca á cautivar, y ha­
Qi/e los in d io s se a n lib res y n o su je to s d se rv id u m ­ cer esclavos a los indios en guerra, aunque sea
b re.
justa , y hayan dado , y den causa , á ella , y al
En conformidad de lo que está dispuesto so­ rescate de aquellos, que otros indios hubieren
bre la libertad de los indios: Es nuestra volun­ cautivado, con ocasión de las guerras, que entre
tad, y mandamos, que ningún adelantado, go­ si tienen. Y asimismo mandamos , que ninguna
bernador, capitán , alcaide, ni otra persona, de persona, en guerra, ni fuera de ella pueda to­
cualquier estado, dignidad, oficio, ó calidad m ar, aprender, ni ocupar, vender, ni cambiar
que sea en tiempo , y ocasión de paz, ó guerra, por esclavo á ningún indio, ni tenerle por tal,
aunque justa, y mandada hacer por Nos, ó por con título de que je hubo en guerra justa, ni por
quien nuestro poder hubiere, sea osado de cau­ compra, rescate, trueque, ó cambio, ni otro al­
tivar indios naturales de nuestras Indias, Islas, guno, ni por otra cualquier causa, aunque sea
y Tierra-Firme del Mar Océano, descubiertas, de los indios, que los mismos naturales tenían,
ni por descubrir , ni tenerlos por esclavos, aun­ tienen, o tuvieren entre sí por esclavos, pena
que sean de las islas, y tierras, que por Nos, ó deque si alguno fuere hallado, que cautivo, ó
quien nuestro poder para ello haya tenido, y ten­ tiene por esclavo algun indio, incurra en perdi­
ga , esté declarado, que se les pueda hacer jus­ miento de todos sus bienes , aplicados á nuestra
tamente guerra , ó los m atar, prender, ó cauti­ camara, y fisco, y el indio, ó indios sean lue­
var; excepto en los casos , y naciones, que por go vueltos, y restituidos á sus propias tierras, y
De la libertad de los indios. 225
naturalezas, con entera, y natural libertad, á P ablo d e l B r a s il v a n d c a u tiv a r in d io s d e l P a r a -
costa de tonque asi los cautivaren, ó tuvieren por S uaX ‘
esclavos. Y ordenamos á nuestras justicias, que Los portugueses de la villa de San Pablo,
tengan especial cuidado de lo inquirir, y casti­ pueblo del Brasil, que dista diez jornadas de las
gar con todc rigor, según esta ley , pena de pri­ últimas reducciones de indios de la provincia del
vación de sus oficios, y cien mil maravedís para Paraguay, contra toda piedad cristiana van ca­
nuestra cámara al que lo contrarió hiciere, y ne­ da ario á cautivar los indios ile ella , y los llevan
gligente fuere en su cumplimento. y venden en el Brasil, como si fueran esclavos.
Y por lo que conviene reprimir todo género de
LEY II. atrevimiento, desacato y exceso cometido en de­
El emperador D. Carlos y el cardenal Tavera gober­ servicio de Dios Nuestro Señor, ordenamos y man­
nador en Fuensalida a 20 de octubre de 154i. damos à los gobernadores del rio de la Piala y
Que sean castigados con r ig o r los en co m en d ero s que Paraguay, que por todas las vías posibles pro­
v e n d ie r e n su s indios.
curen aprender y castigar con gran demostración
A verigüen los vireyes , audiencias y gober­ a los delinquentes, y personas, que cometieren
n ado res, si algunos encom enderos han vendido, estos delitos, con que cesa la propagación del
d venden los indios de sus encom iendas publica, Santo Evangelio, y se perturba la país, y quie­
á secretam en te, y á qué personas; y si hallaren, tud , haciendo paca la ejecución de lo susodicho
que alguno hubiere com etido tan grave exceso, todas las diligencias, que convengan, sin escu-
iç castiguen severa y ejem p larm en te, y pongan sar ninguna, de suerte que se consiga el castigo,
á los indios en su libertati n a tu r a l, y por el m is ­ corrección y enmienda, sobre que les encarga­
ino hecho quede privado de la en co m ien d a, y mos las conciencias.
de poder conseguir oira.
LEY V IL
LEY III. • D. Felipe III en Madrid á 10 de octubre de 1618,
El emperador D. Carlos y la em peratriz gobernado­ Que e n 2'ucum an y R io d e la P la ta no se ven d a n
ra eñ Toledo á 6 de noviembre de 4538. Él cardenal n i co m p re n los in d io s que lla m a n de rescates-.
Tavera gobernador eri Fuensalida á '25 de octubre
de 1541. D. Felipe 11 á S de febrero de 1588. Es costumbre entre los indios guaycur/es de
Q ue los caciques y p rin c ip a le s no ten g a n , p o r e s ­ Tucuman , rio de la Plata y Paraguay, hacer
cla vo s d su s su je to s. guerra á otros, que cautivan , y venden , matán­
Prohibimos y defendemos á los caciques, y dose muchos con esta ocasión, y lo mismo hacen
principales tener, vender, d trocar por esclavos otras naciones, y aan los españoles perdidos han
los indios, que les estuvieren sujetos, y asimis­ sacado, y hurtado indios, trayémioios de unas
mo á los españoles podérselos comprar, ni resca­ partes á otras, y vendiéndolos, con el mismo
ta r, y el que contraviniere, incurra en las pe­ color, con que demás de la gravedad de! delito,
nas estatuidas por la ley antecedente, quedando destruyen la tierra : Mandamos, que no haya, oi
libres los indios, que asi fueren tenidos, vendi­ se permita tai comercio, ni trato , llamado res*
dos , ó cambiados. cates, pena de que el indio quede libre, y el precio
aplicado á nuestra cámara, juez y denunciador,
LEY IV . y prohibimos, que el comprador pueda servirse
D. Felipe IV en Madrid ú 18 de mayo de 1629 de éi, ó tenerle en su casa , chacra, estancia , ni
Que? los in d io s d e l M a ra ñ a n llevados ti los p u e r to s pueblo, aunque el indio quiera j y cualquier es­
d e las In d ia s , sea n p u e sto s en lib erta d . pañol, ó mestizo, que le vendiere, jugare, tro­
Algunos navios llegan á las Indias despacha­ care, ó cambiare, si fuere de bajo estado, sea
das por el gobernador del descubrimiento de! Ma­ condenado en seis años de galeras, á otro servi­
ratón, con indios del gentío del Brasil, y despa­ cio equivalente; y siendo de mas consideración,
cho y registro, diciendo, que son verdaderos es­ sirva el mismo tiempo en el reino de Chile; y al
clavos: Mandamos, que las audiencias y gober­ negro, ó mulato, se le imponga la dicha pena
nadores no los admitan sin especial licencia núes de galeras.
tra, y á los que hubieren entrado, hagan poner LE Y V III.
en libertad. El mismo allí.
LEY V. ; Que la p ro h ib ic ió n d e esc la v itu d se e n tie n d a con lo s
in d io s a p risio n a d o s e n M a lo ca s.
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­
bernadores en V;,Hadolid a' 7 de julio de 1550. El Ordenamos, que la prohibición general de
mismo y la princesa gobernadora allí á 21 tic setiem­ esclavitud en les indios, se guarde y cumpla tam­
bre de 1556. bién en las provincias de Tucuman , rio de la
Que los in d io s d e l B r a s il ó d em a rca ció n d e P o r tu ­ Plata y Paraguay, con los que fuere o aprisiona­
g a l sean lib r e s en las indias. dos en Malocas, ó adquiridos en otra cualquier
Lo resuelto acerca de la libertad de los in­ forma.
dios, se entienda, guarde y ejecute, aunque sean
de-i Brasil, ó demarcación de Portugal, llevados
á nuestras Indias , que en ellos también declara­ D. Felipe II allí á 7 de noviembre de 1574. D. Feli­
mos, que ha, y debe tener lugar. pe IV allí á 26 de marzo de 1631.
Que se n o m b re u n m in is tr o ó p e r so n a d e s a tisfa c ­
ció n q u e conozca d e la lib e r ta d de los in d io s.
1). Felipe IV en Madrid á 12 de setiembre de 1628. Mandamos, que ningún español pueda tener
Que se p ro c u re ca stig a r d los que de la V illa d e San indio esclavo por ninguna causa en Filipinas,
TOMO II. 57
226 Libro vi. T it. ii.
aunque ei indin lo haya sido de oíros indios, o cualquiera de los casos referidos, aunque no
españoles, y habido en buena guerra. Y porque intervengan escrituras, y los escribanos ante quién
en aquellas islas, y otras parles se ha entendido, pasaren sean privados de sus oficios, y paguen
qtie están fuera de su libertad muchos indios, que dos mil ducados, aplicados en la misma forma,
tiránicamente han hecho esclavos otros princi­ y las justicias, que disimularen algun delito de
pales , diciendo , que tícr;en posesión de ellos estos, incurran en pena de otra cantidad, con la
por muchos años, y venden y comerciar! á padres, misma aplicación , y en destierro de las Indias.
y á hijos : Nos deseando su libertad , ordenamos,
que los vi reyes y presidentes de todas las reales X II.
audiencias nombren un ministro, ú otra persona D. Felipe II á 4 de julio de 1570 D. Felipe III en
de satisfacción , y hnena conciencia, que visite, Madrid á 29 de mayo de 4620.
y conoza de estas causas en cada provincia, para Qué disp o n e sobre la lib e r ta d ó e sc la v itu d d e tos
que no siendo las esclavitudes permitidas por de­ m in d a n a o s.
recho, y leyes de este lihro, las dé por nulas, y Al distrito de las Islas Filipinas, y sus confi­
ponga à los indios en su libertad natural, sin em­ nes son adyacentes las de Mindanao, cuyos natu­
bargo de cualquiera posesión. rales se han rebelado, tomado la secta de üfaho-
rna, y confederándose con los enemigos de esta
LEY X. corona, y hecho muy grandes daños à nuestros
El emperador don Carlos y el principe gobernador vasallos, y para facilitar su castigo ha parecido
en Monzón de Aragón á i l de agosto de 1/552. eficaz remedio declarar por esclavos ó los que fue­
Que los co rre g id o re s y a lc a ld es m a y o re s n o conoz­ ren cautivos en la guerra: Mandamos, que asi sé
can de la lib e r ta d d e los in d io s , d e n cu e n ta ti las haga, procediendo con tal distinción, que si los
audien cia s , y los fisca le s sig a n las causas.
mindanaos fueren puramente gentiles, no sean
No conviene , que los corregidores, y alcal­ dados por esclavos, y si fueren de nación, y na­
des mayores conozcan en primera instancia de la turaleza moros, y viu eren á otras islas á dogma­
libertad de los indios, den cuenta á las audien­ tizar, ó enseñar su secta mahometana, ó hacer
cias con toda puntualidad , diligencia, y cuida guerra á los españoles, ó indios, que esta'n suje­
iltf: y si fuere mucha la distancia, y esta impidie* tos a Nos, ó á nuestro real servicio, en este caso
re , que consigan libertad, nuestros fiscales sigan puedan ser hechos esclavos; roas á los que fueren
las causas, y guarden la ley 3y, tit. 18 , lib. 2 . indios, y hubieren recibido la secta no los harán
esclavos, y serio persuadidos por lícitos, y bue­
LEY X I. nos medios , que se conviertan á nuestra santa fe
D. Felipe III en Aranjuez ¡í 26 ele mayo de 1609. católica. . .
Que los in d io s no se p r e s te n n i en a g e tie n p o r n in ­
g ú n titu lo , n i p o n g a n cu las v e n ta s de las h a c ie n ­ LEY X III. ■
das D. Felipe II en ¡Madrid á 25 de enero de 1569.
No se puedan prestar los indios, ni pasar de Q ue los c a rib e s que f u e r e n d h a c e r g u e r r a U las I s ­
unos españoles á otros, ni enagenarlos por vía de las , se h a g a n escla v o s, com o se o rd e n a .
venta, donación , testamento, paga, trueco, ni Tienen licencia los vecinos de las islas de Bar­
en otra forma de contrato, con obrajes, gana lovento para hacer guerra á los indios caribes, que
dos, chacras, minas, ó sin ellas, y lo mismo se las van á infestar con mano armada , y comen car­
entienda cu todas las haciendas de esta ca idad, ó ne humana, y pueden hacer sus esclavos á ios que
de otros géneros, que se beneficiaren con ¡n-lios. cautivaren , con que no sean menores de catorce
que libre y voluntariamente acudieren a su labor, años, ni mugeres de cualquiera edad; Manda,
y beneficio , ni se haga mención de los dichos mos, que asi se ejecute, guardando las instruc­
indios, ni de su servicio en las escrituras, que ciones, que diere la audiencia de Santo Domin­
otorgaren ios dueños de heredades, y haciendas go para mas justificación.
referidas, ni en otra forma alguna, porque son
de su naturaleza libres, como ¡os mismos espa LEY X IV .
fióles, y asi no se bando vender, mandar, do­ D. Felipe III en Veniosilla » 26 de mayo de 1608;
n a r, ni enagenar con los solares donde estuvieren O. Felipe IV en Aranjuez :í 13 fie abril He 1625. En
Madrid :í 9 de abril de 1662, y :í i . 1’ y 5 de agosto
trabajando, sin distinción de los que son de mita, de 1663. D. Carlos 11 y la reina gobernadora.
ó acuden voluntariamente á trabajar en ellos: y el
S o b re la lib e rta d de los in d io s de C hile , y q u e d ella
que á esto contraviniere, si fuere de baja condi­ sea n re stitu id o s.
ción , incurra en pena de vergiieuza pública , y
destierro perpetuo de las Indias, ora compre, ó Habiéndose intentado todos los medios posi­
venda, ó reciba, ó done los indios en alguna bles para reducir á los indios naturales de las
de las formas susodichas: y si tuviere calidad, ó provincias de Chile al gremio de la Santa Igle­
estado, que no p rmila la ejecución de estas pe­ sia Católica Romana, y obediencia nuestra, pro­
nas, sea condenado en perdimiento de los dichos curándolos persuadir por medios suaves, y pací­
indios, y quede incapaz de recibir ningún repar­ ficos, han usado tan mal de ellos, que rompien­
timiento de este género, y pague mas dos mil du­ do la paz en que nunca lian perseverado , se ha
cados , ap’icados por tercias partes, las dos para reconocido , que en todas ocasiones la dieron fal­
el juez, y denunciador, y la tercera para los indios, sa, y fingida, y si la conservaron, fue hasta el
contenidos en la escritura , ó contrato y desde tiempo que llegó la ocasión de quebrantarla, ne­
luego anulamos, y revocamos lasdhhas escritu­ gando la obediencia u )a Santa Madre Iglesia, y
ras , y las damos por ningunas , y de ningún va- tomando las armas contra los españoles, é in­
lor, y efecto: y lo mismo sea, y se "narde en dios amigos, asolando las fuerzas, pueblos, y
De la libertad de los indios. 227
ciudades, dtenibaodo, y profanando ios templos, gozasen entera libertad , se introdujo, que los
matando á muchos religiosos , y vasallos nues­ aprosados en guerra viva se hiciesen esclavos,
tros,. cautivando la gente, que han podido ha­ por el derecho de ella: y por otro, llamado de
ber, y permaneciendo muchos años en su obsti­ servidumbre, cuando cogidos los indios de tierna
nación , y pertinacia , y cometiendo otros delitos edad servían hasta veinte años, y despues que­
dignos de castigo y rigor, porque merecieron ser daban libres: y asi mismo por otro derecho, lla­
dados por esclavos, como gente perseguidora .de mado de la usanza, que es vender los padres, y
la iglesia, y religión cristiana: y ■últimamente las madres, y parientes mas cercanos á sus hijos
estando ia tierra en su mayor paz, hicieron al­ y parientes en cambio de algunas alhajas, hasta
zamiento general,, con muchas entradas, y hosti­ cierto tiempo, como en prendas. Y Nos fuimos
lidades por todas las parles, que facilitó la oca­ servido de mandar al gobernador de aquellas pro­
sión. Y Nos usando de toda piedad y clemencia, vincias, que todos los indios esclavos se pusiesen
tuvimos por bien de remitir, y perdonar este de en libertad natural, reservando á los poseedores,
lito, y concederles graciosamente, que no pudie­ y compradores de ellos su derecho á salvo contra
sen ser cautivos, presos, molestados, ni acusados ios vendedores, y que los indios, indias, y niños
por é l, ni sus tierras ni otros cualcsquier bie­ prisioneros rio se pudiesen' vender por esclavos,
nes, tomados, ni embargados. Y ahora por am­ ni llevarse fuera de) reino de Chile, reduciendo á.
pliar mas nuestra gracia, y benignidad, habien­ él, y a sus propias tierras con efecto los que se
do reconocido, que está iínpedida , y aun impo­ hubieren vendido, sin que el derecho de los com­
sibilitada la dilatación de el t>anto Evangelio, pradores contra los vendedores, ni otro ninguno
paz, y quietud de aquel reino, y población de la pudiese embarazar, ni retardar esta reducción,
tierra, por la esclavitud de los indios : Ordena­ sin embargo de cualesquiera súplicas, nuevas ra­
mos y mandamos, que los vireyes del l e u í , go­ zones, y representaciones, que se ofreciesen. Y
bernadores, capitanes generales, y audiencia de porque es de mucha importancia, que los indios
aquellas provincias, guarden, cumplan, y ejecu­ de aquellas provincias sean tratados con lodo
ten las órdenes, dadas sobre no permitirla, y que amor, como vasallos nuestros, y no sean oprimi­
todos los varones, ó hembras, que con pretesto dos, ni molestados, y se cuide de su alivio, y con­
de esclavitud se hubieren vendido, y sacado fue­ servación, procediendo por todo rigor de derecho
ra da aquellas •>*'ovinc as à la ciudad de los Re­ contra los que los hicieren malos tratamientos,
yes, ú otras cualesquiera dél Perú, se recojan , y aunque sea con preteslo de decir» que son enemi­
sean reducidos á sus tierras, con efecto, resei van- gos, y hacen guerra; y hemos encargado al di­
do , como reservamos,, a los poseedores actuales cho gobernador el buen tratamiento, conversión,
$u derecho á salvo, contra los vendedores, que y reducción de estos indios, por los medios inas
los enagenaron, teniendo entendido, que este, ni suaves y benignos, qúe se hallasen, y principal­
mente por la predicación del Sanio Evangelio)
otro cualquier derecho no ha de embarazar, ni re­
y propagación de nuestra Santa he Católica, y
tardar la reducción de los dichos indios, porque
que saliesen los indios de tan miserable estado.
se ha de ejecutar inviolablemente, sin ninguna
Y habiendo el gobernador de Chile suspendido
dilación. Y ordenamos al vírey deí Perú, y go­ el efecto de esta resolución con varios pretestos;
bernador de Chile, que como se fueren reducien­ por la buena fe de los poseedores, depositando al­
do, los entregúen á sus encomenderos. Y lodo lo gunas indios en ellos, para que los tuviesen con
contenido en esta nuestra ley se guarde por abo buen tratamiento. Visto en nuestro consejo, y
ra, y entretanto que otra eosa proveemos, (i) con Nos consultado, hemos resuelto, que lo re­
LEY X V . ferido en esta nuestra ley se guarde, cumpla, y
ejecute precisa, y puntualmente, sin permitir, ni
D. Felipe II y la princesa gobernadora en Valladolid
a 7 de setiembre de 1558. dar lugar á que se Yaya , ni pase contra lo dis­
Q ue los que h u b ie r e n te n id o in d io s p o r escla vo s con
puesto en ella por ninguna causa, y porque en
t it u lo , n o sean con d en a d o s d que le s p a g u e n cosa al­ adelante con ningún preteslo, ó motivo de justa
guna. guerra, ú otro cua'quiera, no puedan quedar por
Habiendo pedido, y. conseguido libertad al- esclavos, ni venderse por tales ios que se apren­
ganos indios tenidos por esclavos, se dudó si se­ diere en guerra, ó fuera de ella, ni los que lla­
rian condenados sus dueños en alguna cantidad, man de servidumbre, ni de la usanza, y lodos los
por el servicio, que les hicieron: y se declaró, que ahora viven en esclavitud, y sus hijos, y
que teniéndolos con titulo, y buena fe, no esta­ descendientesqaedeo con eferto libres de todos tres
ban obligados á pagar servicio hasta el día de la géneros, de guerra, servidumbre, y usanza: Man­
contestación de !a demanda, y que no incurrie­ damos, que esto se pronuncie por ley general en
ron en pena: Es nuestra voluntad, que asi se re­ los reinos del Perú, y Nueva España, y se inser­
gale cuando el caso sucediere. te en esta recopilación. Y jara ovia reí inconve­
niente de que los indios de las dichas provincias
LEY X V I. de Chile abusen de esta libertad , y bncivan á
D. Carlos II en Madrid á 12 de junio de 1679. ia idolatría, y á incorporarse con los enemigos,
R evalida las ó rd e n e s d e la lib e r ta d d e los in d io s , y mandamos á los gobernadores, que los hagan
d d nueva p r o v id e n c ia e n los d e C hile. transportar á todos à la ciudad d« los Reyes en
Habiendo resuelto, que los indios de Chile cada ocasión, que se hub ere de ir por el situa­
do, que está señalado en las cajas reales de ella,
para el sustento de! ejército de aquel reino, sin
(1) Véase la ley 16 de este título y libro. embargo de estar ordenado, que todos los indios,
Eu cédula de 17 de enero de 1723 se mandó guar­
dar esta ley junto con la 16. varones, y hembras, vendidos en aquel ieÍuo, y
228 Libro t i. Tit. n .
otras partes, fueren reducidos à sus tierras, por Que los fiscales tengan por obligación particu­
cuanto nuestra volonlati es, que como vá espre- lar el acudirá la libertad de los indios, leu 37
sado, se transporten á Lima, paes llevándolos á lit. 18, lib. % J ’
mejor temple de tierra, irán sin riesgo de su sa­ Que los vire y es conozcan en primera instancia
lud, y vida. Y mandamos á los v¡reyes de las pro* de causas de indios con apelación á sus au­
vincias de! Perú, que comose fueren remitiendo diencias , ley 65, lit. 3, ¿ib. 3.
los dichos indios, los repartan en las encomien­ Que. los eclesiásticos, y seylares avisen á los
das, ó si el número fuere grande, los encomien­ protector es, procuradores, y defensores s
den de nuevo. Y asimismo mandamos á la real algunos indios no gozan de libertad, ley \Ai
audiencia de los Beyes, que cuide del cumpli­ tit. 6, de este libro.
miento de lo contenido en esta nuestra ley, por Que ¿as indias no sean encerradas para (¡ue hi­
ia parte que le toca, y de lo que se fuere obran* len, y tejan lo (¡ue han de tributar sus mari­
do, y ejecutando nos darán cuenta en las ocasio­ dos, ley ló, tit. 10, de este libro.
nes que se ofrecieren. ¡

np i M 3 i T t \
IS (29 OB w

D e las redu ccion es, y pueblos de indios.


LEY P R IM E R A . ten, según, y en la forma que por las leyes de
este título se.declara.
LJ emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
Cigales á 21 de marzo de 1551. D. Felipe II orí Tole­ .- LEY II.
do á 19 de febrero de 1560. En el Bosque de Segovia
á 13 de setiembre de 1565. En el Escoria! á 10 de D. Felipe 111 en Valladolid á 21-de junio de 1604.
noviembre de 1568. Ordenanza 119 de poblaciones Q ue los p re la d o s eclesiá stico s a y u d e n y fa c ilite n tas
de 157o. En San Lorenzo á ¿0 de mayo de 1578. re d u cc io n es,
Encargamos á los arzobispos, y obispos, que
Q ue ios in d io s sea n re d u cid o s d poblaciones.
1 en sus distritos ayuden a la población de ios na*
-Lon mucho cuidado, y particular atención se turalcs, y faciliten las dificultades que se ofre­
ha procurado siempre interponer los medios mas cieren, procurando que hagan lo mismo los ca­
convenientes para que los indios sean instruidos ! rus, ministros de doctrina, y sacerdotes.
en la Santa Fé Católica, y ley evangélica, y ol­
vidando los errores de sus antiguos ritos, y ce
retnonias, vivan en concierto, y policia; y para j
ilét sis:
El mismo en Madrid.á 16 de abril de 1618.
que esto se ejecutase con mejor acierto, se junta- j Que p a ra h a c e r las re d u c c io n e s se n o m b re n m in is ­
ron diversas veces los de nuestro consejo de Iri­ tr o s de sa tisfa c c ió n , y sea n ca stig a d o s los q u e p u ­
dias, y otras personas religiosas, y congregaron s ie r e n im p e d im e n to .
ios prelados de Nueva España el año de mil qui­ Los vireyes, y presidentes gobernadores ñora*
nientos y cuarenta y seis por mandado del señor brarán ministros, y personas de muy entera sa-
emperador Carlos V , de gloriosa memoria, los i lisfacioii para reducir los indios à su -origen , y
cuales, con deseo de acertar en servicio de Dios, 1 población, procurando que se haga cori tanto
y nuestro, resolvieron que los indios fuesen re- [ desinterés y suavidad , que no intervenga com­
¡lucidos á pueblos,)- no viviesen divididos, y se­ pulsión, ni otro genero de apremio, con que e!
parados por las sierras, y montes, privándose de beneficio resulte en su daño, representando á los
todo beneficio espiritual, y temporal, sin socorro nalurales su mismo bien, y conveniencia, y aper­
de nuestros ministros, y de! que obligan las ne­ cibiendo á los corregidores, y caciques interesa­
cesidades humanas, que deben dar unos hombres dos, que no usen de mal trato, ni pongan im pe­
á otros; y por habrse reconocido la convenien­ dimento, y .á los seculares, que hallaren culpa­
cia de esta resolución por diferentes órdenes de dos castiguen severa y ejemplarmente; y si fue­
los señores reyes nuestros predecesores, fue en ren eclesiásticos, lo hagan saber à sus superio­
cargado, y mandado á los vireyes, presidentes, y res, para que procedan contra ellos, y los remue­
{gobernadores, que con mucha templanza y mo­ van, y corríjan, como personas que se oponen ¿
deración ejecutasen la reducción, población, y la paz, y gobierno público, (i)
doctrina de los indios con tanta suavidad, y blan­
dura, que sin causar inconvenientes , diese mo­ L E Y IY.
tivo á los que no se pudiesen poblar luego, que El mismo allí á 10 cíe octubre de 1618.
viendo el buen tratamiento, y amparo de los ya Q ue en ca d a reducción h a y a ig lesia con p u e r ta y
reducidos, acudiesen á ofrecerse de su voluntad, llave.
y se mando que no pagasen mas imposiciones de
En todas las reducciones, aunque los indio*
lo que estaba ordenado; y porque lo susodicho se
ejecutó en la mayor parte de nuestias ludias. O r­
denamos y mandamos, que en lodas las domas se do (1) S·'bre la egeruoioti de esta lev se lian ofreci­
las dificultades que contiene la cédula de 10 de
guarde y cumpla, y los encomenderos lo solici­ febrero de 1708.
D e las reducciones y pueblos de indios.
sean pocos, se ha de hacer iglesia, donde se pue­ Q ue .cerca d e d o n d e h u b ie re m in a s se p ro c u re n f u n ­
da decir misa con decencia, y tenga paerta con da’r pueblos d e indias.
Haré, sin embargo de que sea sujeta á parroquia, Para el beneficio y labor de las minas se re­
y este' apartada de ella. parten indios, q.ue siendo traídos de pueblos, y
provincias muy distantes , reciben daño, y per­
LEY Y. juicio. Y porque deseamos, que esto se escuse to­
D. Felipe II en el Bosque de Segovía á .8 de octubre do lo posible, encargamos y mandamos á los vi-
' de 1560. reyes y presidentes gobernadores, que en contor­
Q ke h a y a d o c tr in a e n los p u eb lo s d e in d io s d cosía no de ellas, haciendo elección de sitios acomoda­
de los tr ib u to s .
dos, y sanos, hagan y funden poblaciones de in*
Los pueblos de indios .están encomendados á dios, donde se recojan, y vivan en pueblos for­
los españoles, con calidad de que los doctrinen mados, y tengan la doctrina, hospitales, y todo
y defiendan, y se debe proveer de curas á costa lo demás necesacior en que sean curados los en-
de los tributos; y lo mismo se ha de observar inos, y acudan con mas voluntad, por el ínteres
con los que .estuvieren incorporados en nuestra que resultará de su trabajo, conque n,o será ne­
real coroua, según lo ordenado. cesario traer otros por repartimiento de mas le­
LEY YL jos. Y porque el beneficio y conservación de las
minas es de tanta importancia , que por ningún
D. Felipe 111 c-u Madrid á 10 de octubre de 1618, caso se debe disminuir, y .conviene, que siempre
Qk>e en cada p u eblo h a y a d o s ó tr e s c a n ta r e s y u n vaya en aumento, tenemos por bien y mandamos
sa c ristá n .
que si entretanto que se fundan las poblaciones*
En todos los pueblos que pasaren de cien in. ó despaes de fundadas, faltare el Win ero de in­
dios, haya dos., ó tres can lores 4 y en cada reduc­ dios necesario á cada asiento, se traigan de los
ción as sacristán, que tenga cuidado de guardar lugares mas cercanos, para que estén aviadas, y
I qs ornamentos, y barrer la iglesia, todos toscua la mudanza no sea .de tierra fria á caliente, ni al
les sean libres de tasa, y servicios personales. contrario; y en todo s.e guarde lo ordenado en
cuanto al cerro de Potosí por ¡a ley iy, tít. jg,
de este libro, proveyendo y ordenando lo ,qa¿
JD. Felipe 111 allí.
para su ejecución y cumplimiento, .buen trato v
Que e n los p u eb lo s h a y a fisca le s que ju n te n lo s in - ! pa8a de Jos indios .con-viojer*. ' "?
dios d la d o c trin a .
iSi e! pueblo fuere de hasta cien indios, haya >
un 'fiscal, que los ju n te, y convoque á 1.a doctri­ 3TD*Felipe 11 en Madrid -á 18 de febrero .de i5 8 8 .
na; y si pasare de cien indios, dos 'fiscales, y no Q ue las red u cc io n es se hagan .d éosla de los trib u to s
sean mas, aunque exceda c! numero de indios, .que lós indios d e ja re n d e p a g a r.
los .cuales han de ser <te edad de cincuenta áse 1 Mandamos, .que las .reducciones sean á costa
senta anos, -y los curas no ios podrán ocupar fue- i délos tributos, que dejaren de pagar los indios
ra de su oficio, si no fuere pagándolos su traba­ a lítalo de recién poblados, como está ordenado;
jo, y ocupaciou. y ios pueblos del ma.vo.r número, que permitiere*
L E Y ■VIH. la capacidad del sitio, y sus conveniencias, por­
que no quedan libres de esta obligación.
D. Felipe Ï1 en el Pardo á l.° de diciembre de 1573. •
D. l'elipe 111 en RJadrid.á 10 de octubre de 1618.
Q ue las re d u c c io n e s se h a g a n con las ,calidades de
D. Felipe 111 allí á 1G de octubre de 16X8. O rde­
esta Ley.. nanza 5.
Los sitios en que se ha n de for mar pueblos, . Q«<? lo s in d io s d e la s c h a c ra s no .quedeji p o r T a n a
y reducciones, tengan comodidad de aguas, tier­ caitas^ y te n g a n su s red u cc io n es a u nque es-tuviere
ras y montes, .entradas y salidas, y labranzas, y . in tr o d u c id o lo co n tra rio .
un e;x¡dQ de una legua de largo, donde ios indios ■ Si los indios quisieren permanecer en las cha­
puedau iener sus ganados, sin que se revuelvan cras y estancias, no sean detenidos con violencia
con otros de españoles. y puedan irse á sus redacciones; pero si en tér­
mino de dos anos no lo •hicieren, tengan por re­
LEY IX . • ducción la hacienda donde .huhieren”as¡st¡do, v
D.. Felipe 11 en Toledo.! 19 de febrero de 1560. para esto haya en los confines de las chacras lu­
Que d ¿os in d io s red u cid o s no se q u ite n la s 'tie r r a s
gar acomodado, para que vivan juntos, pues aquel
q u e.a n te s h u b ie re n te n id o . ha de quedar por.su reducción; mas no por esto
se ha de entender, que los indios son Ya naco-
Con mas voluntad, y prontitud se reduci­ ñas de aquellas chacras, aunque estuviere in­
rla á poblaciones los indios, si no se les quitan troducido lo contrario; y asi reducidos, se les da­
las tierras y granger tas, que tuvieren en los si­ rán tierras suficientes, guardando las calidades
tios que dejaren : Mandamos, que en esto no se .de las demas reducciones.
haga novedad, y se les .conserven como las hu­
bieren tenido antes, para .que las.cukiven, y tra­
ten de su aprovechamiento* El mismo n)Jí.
■Que no se p u e d a n m u d a r la s red u cc io n es s in .o rden
LEY X. d e l r e y , v i r e y ó audiencia.
D. Felipe 111 en Valladolid á 21 de noviembre de Ningún gobernador, .corregidor, ,ó alcalde
1601. Ordo oanza 21 del servicio persoca!. mayor, d otra cualquier justicia^ ha de poder al-
TOMO II. 58
230 Libro ti- Tit. m.
terar, ni mudar los pueblos, ni reducciones, que LEY X V II.
una vea estuvieren hechos, y fundados, sin nues­ D. Felipe II en Madrid á i l de agosto de 1565.-
tra orden cspresa, ó del virey, presidente, ó au­ Q ue los alcaldes in d io s pued a n p r e n d e r d n eg ro s y
diencia real del distrito, gobernando, sin embar­ m estizo s hasta que llegue la ju stic ia o rd in a r ia .
go de que ios encomenderos, curas, ó indios lo Permitimos, que en los pueblos donde hubie­
pidan, ó consientan, ofrezcan, y den información
re alcaldes ordinarios indios, y estuviere ausente
de utilidad; y pues estos pedimentos suelen ser el corregidor, y alcaide mayor, ó su teniente, si
las mas veces procurados por intereses particu­
los negros, ó mestizos hicieren algunos agravios,
lares , y no de los indios, siempre se haga rela­
ó molestias, puedan prenderlos , y detener en la
ción de esta ley, y el despacho será subrepticio,
cárcel, hasta que el corregidor, ó alcalde mayor,
y asi se guarde, pena de mil pesos al juez, ó en­ d su teniente, llegue, y haga justicia.
comendero que contraviniere.
LEY X V III. •.
LEY X IV . D. Felipe III en Madrid á 10 de octubre de 1618.
Y en 20 de octubre de 1598. Q ue n in g ú n in d io d e u n pueblo se v a y a d o tr o . '
Q ue e n las causas so b re red u cc io n es se g u a rd e lo Mandamos, que en ningún pueblo de indios
¡fue esla le y d isp o n e . haya alguno que sea de otra reducción, pena de
Si para el cumplimiento , y ejecución de las veinte azotes , y el cacique de' cuatro pesos , para
reducciones, proveyeren, ó determinaren los vi- la iglesia, cada vez que lo consintiere: y'guárde­
reyes, y presidentes gobernadores, y algunas per­ se la ley 12 , lit. i, de este libro.
sonas se agraviaren , e interpusieren apelación, LEY X IX . '
la otorgarán para unte nuestro consejo de Indias,
y no á otro tribunal, como quiera que sin embar­ El mismo allí tí 4 de febrero de 1604.
go han de ejecutar lo proveído, de forma que la Que n o se d e licencia d los in d io s p a ra v iv ir Juerga
reducción tenga efecto. Y porque á los indios se de su s re d u c c io n e s.
habrán de señalar y dar tierras, aguas,, y mon­ Considerando cuanto importa que los indios
tes, si se quitaren á españoles, se les dará justa reducidos no se vayan á vivir fuera de los lugares
recompensa en otra parte, y en laI caso forma­ de su reducción : Ordenamos y mandamos à los
rán una junta con dos, ó tres ministros de la au­ gobernadores, jueces, y justicias de cada provin­
diencia, para que si algunos se agraviaren, los cia, que no de’n estas licencias si no fuere en al­
oigan en apelación, y bagan reparar el daño,so­ gun caso raro, como á indio huérfano, pena de
bre que inhibimos á nuestras audiencias. tres años de suspensión de oficio , y quinientos
ducados para nuestra cámara , y obras pías, en
LEY XV. beneficio de los indios, por mitad, de que se les
hará cargo en la residencia, y el juez haga volvçr,
D. Felipe lll en Madrid á 10 de octubre de 1618.
y restituir los indios á sus pueblos à costa de cul**
Q ue en las red a cc io n es h a y a alcaldes y re g id o re s pados ; y no lo haciendo, se ejecute por el suce­
in d io s .
sor en e! oficio, con (a misma pena.
Ordenamos, que en cada pueblo, y reduc­
ción, haya un alcalde indio de la misma reduc­ LEY XX.
ción; y si pasare de ochenta casas, dos alcaldes, D. Felipe III allí á 10 de octubre de 1618. D. Gar­
y dos regidores, también indios; y aunque el los 11 y la leina gobernadora.
pueblo sea muy grande , no haya mas que dos Que cerca d e la s re d u c c io n e s n o h a y a esta n c ia s d e
alcaldes, y cuatro regidores, y sí fuere de menos ganado.
de ochenta indios, y llegare á cuarenta, no mas
Ordenamos, que las estancias de ganado ma­
de un alcalde, y un regidor, los cuales han de yor no se puedan situar dentro de legua y media
elegir por año nuevo otros, como se practica en
de las reducciones antiguas, y las de ganado me­
pueblos de españoles e indios, en presencia délos nor inedia legua: y en las rcduciones que de nue­
curas. vo se hicieren haya de ser el término dos veces
LEY X V I. lauto, pena de perdida la estancia, y mitad del
ganado, que en ella hubiere, y lodos los dueños
El mismo allí. le tengan con buena guarda, pena de pagar el da­
Que los alcaldes de las re d u c c io n e s te n g a n la J u r is ­ ño que hicieren: y ios indios puedan matar el ga­
d icció n q u e se d ecla ra . nado que anteare en su tierra, sin pena alguna,
Tendrán jurisdicción los indios alcaldes sola­ yen todo sea, guardada la ley 12 , til. 13 , li­
mente para inquirir, prender, y traer á los de bro 4.* (a)
üncuentes á la cárcel del pueblo de españoles de
aquel distrito; pero podrán castigar con un día
LEY X X L
de prisión, seis, ú ocho azotes al indio que fal­ D. Felipe II en Madrid ú 2 de mayo de 1563, y á 25
de noviembre de 15/8. En Tomar á 8 de mayo de
tare á la misa el dia de fiesta, ó se embriagare, ó 1581. En Madrid á 10 de enero de 1589. 1). Felipe lll
hiciere otra falta semejante, y si fuere embria­ en Tordesillas á 12 de julio de 1600. U. Felipe IV en
guez de muchos, se ha de castigar con mas rigor; Madrid á l.° de octubre y 17 de diciembre de 1616.
y dejando á los caciques loque fuere repartimien Para esta ley y la siguiente se vea la 1.a, tit. 4, lib. 7.
to de las mitas de sus indios, estará el gobierno
de los pueblos á cargo de los dichos alcaides, y (2) Concuerdau las leyes 10, tit. 17, v la 12, tí­
regidores en cuanto á lo uniicrsa!. tulo 12. lib. 1.
De las reducciones y pueblos de indios. 231
Q ue en pueblos de ind io s no viva n españoles, n eg ro s, que’tres dias, en los cuales prohibimos, que anden
m estizo s y m ídalos. en su trato por las calles, y casas de ios indios,
Prohibimos y defendemos, que ea las redac­
ciones , y pueblos de indios puedan vivir, ó vi­ LEY XXY. '
van españoles, negros, mulatos, ó mestizos , por­ D. Felipe II en Madrid á 11 de agosto de 1563.
que se ha experimentado, que algunos españoles, Q ue donde h u b ie re m esó n ó v e n ta na d ie v a y a d p o ­
que tratan, traginan, viven, y andan entre los in­ s a r d casa d e in d io ó m azegual.
dios, son hombres inquietos, de inal vivir, ladro­ Si algún español caminare, el, sus criados,
nes , jugadores , viciosos, y gente perdida, y por caballos, d bestias de carga, no vayan á posar á
huir los indios xle ser agraviados, dejan sus pue­ casas particulares de indios, ni macegnales, h a ­
blos, y provincias, y los negros, mestizos, y mu­ biendo ventas, d mesones por los caminos, d lu­
latos, demas de tratarlos mal, se sirven de ellos, gares en que recogerse, y si no los hubiere, y po­
ensenan sus malas costumbres, y ociosidad, y saren en casas parliculares, paguen por todos á
también algunos errores, y vicios, que podrán es los huéspedes, y dueños de ellas, la posada, bas­
tragar, y pervertir e! fruto que deseamos, en or­ timentos, y otras cosas, que les dieren, y el pre­
den á su salvación, aumento, y quietud*, y man­ cio de lo que les hubieren servido, y ministrado,
damos que sean castigados con graves penas, y á como valieren comunmente.
no consentidos en los pueblos; y ios vireyes, pre­
sidentes, gobernadores, y justicias tengan mucho LEY X X V I,
cuidado de hacerlo ejecutar donde por sus perso­ El emperador D. Carlos en Toledo a 4 de diciembre
nas pudieren, ó valiéndose de ministros de toda de 1528.
integridad: y en cuanto á los mestizos, y zain- Q ue los c a m in a n te s no to m en d los in d io s n in g u n a
cosa p o r fu e r z a .
ha igos, que :*on hijos de Indias, nacidos entre ellos,
y han de heredar sus casas , y haciendas, porque Ordenamos, que en los pueblos de indios, re­
parece cosa dura separarlos de sus padres, se po ducciones, y estancias no tomen los caminantes
drá dispensar. á los indios contra su voluntad bastimentos , ni
otras cosas, y si algo Ies vendieren, sea pagando
LEY XXII. el justo valor, y lo que de otra forma tomaren,
D. Felipe IV en Zaragoza a 30 de junio de 1646. harán las justicias satisfacer á los indios, con el
Que e n tr e los in d io s no v iv a n e s p a ñ o le s , m estizo s n i doblo, y mas el cuatro tanto en pena, mitad pa­
m u la to s uun q u e h a y a n com prado tie r r a s e n su s ra nuestra cámara, y la otra dividida entre el
p u eb lo s. juez, y acusador.
Aunque los españoles, mestizos, y mulatos
hayan comprado tierras en pueblos de indios, y L E Y X X V II.
sus términos, todavía les comprende fa prohibí El mismo y la reina de Bohemia gobernadora en Va­
cion. Y asi mandamos, que de ninguna formase lladolid á 6 de inayo de 1550. D. Felipe II en Mon­
consientan que vivan en los dichos pueblos, y re­ zón de Aragón á 2 de diciembre de 1563.
ducciones de indios, por ser esta la causa prin­ Q ue n q se p o n g a n ca lp izq u es en los p u eb lo s s in a pro­
bación y fianzas. 1
cipal, y origen de las opresiones, y molestias que
padecen. (¿J) Cuando los encomenderos hubieren de poner
en sus pueblos calpizques, ó mayordomos, elijan
LEY X X III. personas tales, y de tanta satisfacción, que no ha­
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ gan daño, ni agravio á los indios, y luego que
ra, en Valladolid á 20 de noviembre de 1536. sean nombrados, antes de entrar en él pueblo , y
Q ue n in g ú n español este en pueblo d e in d io s m a i comenzar su ministerio, se presenten en la au­
d el din que lleg a re y o tro . diencia , ó ante el gobernador del distrito, para
• Ningún español, que fuere de camino á cual­ que teniendo estas calidades, se Ies dé licencia, y
quier parte que sea, sin justa causa no demore, de otra forma no se Ies permita entrar, ni admi­
ni este en los pueblos de indios por donde hicie­ nistrar: y asimismo los encomenderos, y calpiz­
re el viage mas tiempo del dia que (legare, y ques darán fianzas legas, llanas, y abonadas, en
otro, y al tercero se parta, y salga de el pueblo, ¡a cantidad, que pareciere de que si algunos da­
pena de que si mas se detuviere, pague por cada ños, ó agravios hicieren los calpizques á los in­
di.a cincuenta pesos de oto de minos., aplicados, dios los pagarán, y estarán á justicia con ellos, y
por mitad, á nuestra cámara, y fisco, y la otra otroscua'esquier querellosos, y de todo se les da-
al juez, y denunciador, por iguales partes. rá instrucción , para que sepan lo que deben ha­
cer, y guardar, teniendo siempre cuidado de sa­
LEY X X IY . ber sí fa cumplen, y castigar á ios que excedieren
D.. Felipe XII en el Pardo á 21 de noviembre de 1600. en su contenido.
Que n in g ú n m erc a d er e s té m as d e tr e s d ia s en p u e ­
blo d e indios.
Mandamos, que los mercaderes españoles, d D. Felipe II en el Bos que de Scgovia á 10 de agosto
de 1562.
mestizos guarden las ordenanzas de la provincia
sobre residir, ó detenerse en los pueblos de ¡n Que los calpizques no tra ig a n v a r a d e ju s tic ia .
dios, y donde no las hubiere} no se detengan mas ¿No se consienta á los calpizques traer vara de
justicia entre los indios, aunque lo sean de pue­
(3) Aunque sean cucóme luleros ó pertenezcan a blos de señorío, y ai que la trajere condene el
la familia de estos. Leyes 13, 11 y 15, título 9 de J gobierno de la provincia en la pena que arbi-
este libro. J Irare.
252 Libro vi. Título ni.
LEY X X IX . es, que solo estos se vendan, con calidad deque
El mismo en Madrid á 5 cíe febrero de 1592. D.vF e­ los escribanos sean reales, y tengan titulo, y no­
lipe I V ¡illí ií ¿6 de diciembre de 1654. taría nuestra, como está; dispuesto por ley ge­
neral.
Q ue en pueblos de indios no se ven d a n n i h a y a oft-
d o s p ro p ie ta rio s.
Que los encomenderos soliciten la reducción, y
Ordenamos, que en los pueblos de indios no r doctrina de los indios , ley 2 , tit. 9 de este
haya mas oficios propietarios, ni oficiales quecos j libro.
permitidos por el gobierno de cada provincia: y I Que no se de Ucencia á los encomenderos p a r a
porque esta mandado, que domb- fueren precisa- • asistir en sus pueblos, ley 13 , y qué perso­
mente necesarios, se vendan los oficios de aigua- [ nas están prohibidas , ley 1 i } y j 5 , tit. 9,
cües, y escribanos, nuestra voluntad, é intención | de este libro.

os asen esu
I k- ! Á ■
tas «a

D e laí cajas de censos ij bienes de com unidad, y su adm i­


nistración.

LEY P R IM E R A . LEY III.


D. Felipe 111 allí :í 15 de febrero de 1619. D. Feli­ D. Felipe líí en Madrid :\ 13 de febrero de 1619.
pe IV allí ¡í 16 de abril de l659. D. Garlos 11 y la reina gobernadora.
Que ios v i r e y e s , p r e s id e n te s y aud ien cias cu m p la n
las le p e s d e e ste U tu to . Q ué e n las cajas de c o m u n id a d no se in tro d u zc a n
Habiendo entendido, que se cometían algunos o tr o s b ie n es.
excesos, y desórdenes, en la administración de No se han de poder introducir en estas cajas
censos , y bienes comunes de los indios : tuvimos otros bienes en oro, plata, reales, barras, joyas,
por bien aplicar el remedio inas conveniente, se­ especies, ó cantidades , que no pertenezcan á los
gún la diferencia de tiempos, y ocasiones, sobre indios en común , y lo que de otra forma entrare,
que se lian despachado diversas órdenes. Y por­ y se recibiere por los ministros, que las tuvieren
que la materia es de tanta gravedad , que necesi­ á su cargo, ipso jure, sin otra sentencia, ni de­
ta de especial recomendación, mandamos a los vi- claración alguna , caiga en commiso, y se tenga
reyes, presidentes, audiencias, y justicias, que por perdido,-y sea de la comunidad, con mas el
les den muy particular cumplimiento, y ejecu­ cuatro tanto de pena, en que serán condenados los
ción, como se lo encargamos, ( i) que contravinieren, con la misma aplicación.

LEV 11. LEY IV .


D. Carlos II y la reina gobernadora. D. Felipe II! allí.
Que en las cajas de co m u n id a d e n tr e n todos los b ie­ Que lo p ro c ed id o d e esta hacien d a e n tr e en a rc a s e ­
n es co m u n es d e los in d io s , y las e s c ritu ra s y r e ­ p a ra d a .
caudos.
En las cajas de comunidad han de entrar to­ Todo lo que procediere de esta hacienda se
dos los bienes, que el cuerpo, y colección de in- ¡ ponga en una arca separada, capax, y convenien­
dio? de cada pueblo tuviere, para que de alii se I te en fortaleza , seguridad, y grandeza, en ia cual
gaste lo preciso en beneficio común de todos, y j se recoja, y esté depositado, y guardado todo lo
se atienda á su conservación, y aumento , y todo perteneciente á su caudal.
lo demas, que convenga, distribuyéndolo por li­ LEY Y.
branzas, buena cuenta , y razón: y asimismo las
D. Carlos II y la reina gobernadora.
escrituras, y recaudos por doude constare de su
caudal , y efectos. Que la p la ta que h u b ie re en la caja se p r o c u r e im p o ­
n e r d censo, co n d istin c ió n de co m unidades.

{l J En parte ó conocimiento que en lo guberna­ Mandamos al oidor, fiscal, y oficiales reales,


tivo y económico de este ramo daban ;í los vireyes, que esfen siempre advertidos de reconocer ia plata,
['resilientes y oidores distintas leyes de este título, que se bailare en la caja de comunidad , y pare-
fueron trasladadasá la junta superior por la ordenan­ ciéndoles, que es cantidad considerable, la procu­
za lie Intendentes; pero nuevamente se redujeron
las eosas á osle pie antiguo por real orden de 5 do ren imponer, é impongan con efecto en nuevos,y
ab»II do 179J. seguros censos, para que no este'ociosa, aplican­
Sobre esta materia véanse ios respectivos artícu­ do :í cada comunidad el que se comprare con sus
los de la ordenanza de Intendentes de Nueva Fina­ caldos , y réditos, ó haciendo la junta , y prora­
da, y en especial el 44, que encarga á los subdelega­
dos la custodia y buena cuenta de los bienes de co­ ta , que se declara en la ley siguiente : y esten
munidad, autorizando también á aquellos para que con advertencia , que estas juntas de censes no se
interviniendo los indios justicias puedan arrendar di­ Inn de hacer, si hubiere cantidades distintas, y
chos bienes. suficientes para separar los empleos, de forma que
De las cajas de censos.
cada comunidad' ténganlas qué le pertenecieren, cuatro libros-de lá cuenta y razónlos dos de la
c6n qué hálírá nríenos confusión , y embarazo. entrada y partidas por menor, que hacen su cau­
dal, y de lo que se librare y saliere de la caja
LEY- VI* para gastos necesarios y comunes de las parciali­
Los mismos. dades á quien tocan sy pertenecen: y otros dos,
Que s i oí re d im ie re a lg u n c e n s o , se haga n u eva im ­ que en el uno se pondrá por inventario relación
p o sic ió n c o n lo s c o rrid o s i de todos los cénsós,'coh distinción de comunida­
Si sucediere,' que á algunos indios se les re­ des, cuyos fueren , y qué personas particulares
dima su censo , y de él tuvieren cantidad de cor­ son deudores, ó cuáles cajas.reales , y.á qué pla­
ridos, se'har dé dar orden de que junios con el zos, y sobre .qué bienes.están impuestos ,, con día,
principal, se imponga otro de nuevo, para que mesy año de las escrituras y nombres de los es­
la renta va ja creciendo; y si no hubiere cantidad cribanos ante quien sé otorgaron , dejando bas­
considerable, perteneciente á los indios, cuyo fue­ tante blanco , de forma que se puedan añadir
re el censo redimido , y (a hubiere de otra, ú los que de nuevo se fueren imponiendo: y en. otra
otras comunidades , y pareciere que la dita es parte del mismo libro se armará ia cuenta sepa­
buena, y segura, se podrá juntar uno, y otro, é rada con cada uno de los censualistas , de lo que
imponer de todo el nuevo censo, con declaración se debe y paga, y á qué comunidad pertenece: en
de el principal , y réditos, haciendo prorata de el otro se ha de hacer inventario y relación la
lo que á cada una pertenece, asentando, y razo­ mas clara y cumplida quesea posible, de los in­
nando, esto en los libros de cuenta, que confor­ dios, pueblos y comunidades que tienen parte en
me á lo ordenado ha de estar armada con cada los dichos censos, espresando la cantidad de renta
añade las comunidades clara, y distintamente, quea cada uno tocare, y sobre qué bienes está im­
puesta^ lo que parece se le debe de la plata que
L E Y VIL hubiere y sé hallare por emplear en la caja; y he­
D. Carlos II y la reina gobernadora. cho esto con mucha precisión y claridad, se pondrá
Q u e p a r à im p o n e r cen so s d é huevo p re c e d a n las d i­ por menor en otra parte de este libro lo que se
lig en cia s que se d ec la ra y reso lu ció n d e e l . a cu erd o . cobra por cuenta de cada comunidad , y se íes da
Guando se redimiere algun censo de comu­ y paga por libranzas, remitiéndose las partidas
nidad, ó se hubiere de hacer nueva imposición, de un libro á las de otro , para que con mayor
los oficiales reales tornarán luego la razón de la facilidad se pueda confrontar y ver , y entender
cantidad, que montare, y pondrán cédulas en lo debido , y que ha cobrado y gastado cada par­
las cuatro esquinas de lá plaza , y otras partes, cialidad. Y mandamos que en estos libros dé
que les parezca convenir, -ojiarán;dar pregones, cuenta y razón de bienes comunes y censos, no
para que venga á noticia de todos, y no haya di­ se mezcle , ponga , ni confunda otra ninguna
lación, y recibirán las memorias de personas, ha­ cuenta de cualquier genero y calidad que sea,
ciendas , y fianzas, las cuales llevarán, a! oidor, porque para la claridad , cobranza , paga y segu­
y fiscal á cuyo cargo fueren estos bienes, para ridad do esta hacienda , conviene que la cuenta
que las vean, y escojan las que mejor , mas sa­ y libros esten formados con separación de otros.
neadas, y abonadas parecieren: y antes de de­
terminar darán cuenta en el acuerdo de la au­ LEY ' V.
diencia, para que en él se resuelva por todos lo D. Felipe III allí, capítulo 6.
que conviniere, teniendo particular cuidado de Q ue no se p u ed a sa ca r h a cien d a d e las cafas d e co­
que por favores, ni otros respetos no se deje de m u n id a d .
mirar mucho, y reconocer, que seguridad tienen
las hipotecas, con que cesarán los danos, y quie­ Principalmente deseamos y ordenamos, que
bras, que se han reconocido. la hacienda de comunidad no se defraude ni em­
barace á los indios , y por ningún caso, pensado
ó no pensado, estraordinario ó fortuito, se pue­
Los mismos. da librar ni sacar dinero de sos cajas en mucha
ó poca cantidad á título de préstamo, aunque se
Que e n la cafa h a y a a lg u n a p la ta d e re sg u a rd o .
haya de volver luego á ellas, ni para la paga de
Aunque, como está dispuesto, se ha de pro­ guardas , edificios públicos , ayudas de costa ni
curar con cuidado, que no esté ociosa la plata de Otras cualesquier necesidades que sean ó se lla­
estas cajas, ha de ser con resguardo de que en men públicas , pues ninguna puede haber inas
ellas quede loque baste para ir socorriendo á los universa! y privilegiada que la de los indios, cu­
indios, pagar, y cumplir las libranzas, y otras ya es esta hacienda; y los que han de tener las
necesidades, que se les pueden ofrecer: y porque llaves de estas cajas no han de consentir se sa­
en esto no se puede señalar cantidad cierta, y li­ que de la que fuere à su cargo la plata ó caudal
mitada , quedará al arbitrio, y parecer de el oi­ que hubiere para los fines referidos ni otros nin­
dor, fiscal, y oficiales reales, á cuyo cargo gunos: ni los que dieren las libranzas lo han de
fueren. acordar ni ordenar, sobre todo io cual les en­
LEY IX . cargamos las conciencias y apercibimos , que se
hade proceder criminalmente contra los trans-
D. Felipe III en Madrid á 13 de febrero de 1619. gresotes , y que serán condenados en la pena del
Que e n la caja d e co m u n id a d h a y a d o s lib ro s d e todo cuatro tanto de lo que se librare y pagare contra
e l cu erp o d e b ie n e s , y o ir o s dos d e c e n so s p a ra su
buena cu e n ta y ra zó n .
el tenor de esta ley, que aplicarnos para benefi­
cio de los indios. Y mandamos , que se ponga una
Dentro en la caja de comunidad ha de haber copia de ella en la caja de comunidad con lo de-
TOMO II. %
234 Libro rvi. Título tv.
inas que perteneciere á los indios,;,y qqe ,asi se
guarde y cumpla. ' . , 1 l?f. y.en.las. .otras cosas, para,
cuyo efecto y fin 's^ n d a ro riy y . $V no-^erç^oiL
'LEY /X I. estas calidades , aunque ellos lo consientan j no
se pueda hacer; pero lo que debieren pagar en
D. Fclijie (V «II Ma'di iil i 16 do abril de 1639, c,idí especie, no se les ha de suplir de estos socorros
lulo 1 y 2 .
Que las ca ja s'd e c o m u n id a d e sté n d cargo de los o fi­
regularmente , y asise ha de dar á entender à los
cia les re a les. ; indios, caciques y corregidores, para que con esto
acudan al trabajo, labranza y crianza , y no an­
Ordenarnos que !ás cajas de comunidad estén
en tas ciudades donde residen los oficiales prin­ den, ociosos y vagabundos. Y ordenamos que los.
cipales de nuestra real flacicnda de! partido de corregidores en lugar de las libranzas. qu.e solian
dar para el administrador, escriban una carta
cada audiencia, los cuales'tengan todo cuanto en
firmada (le su nom bre,y. remitan testimonio sig­
ellas se entrare porcuenia aparte , si fueren tres,
nado de! escribano de su juzgado, de loque fue-
y sino dos, en la forma que tienen nuestra ha­
re necesario para el socorro y suplemento de los
cienda real con libro y cuenta distinta de la de­
tributos-, lo cual enviarán al oidor diputado pa­
más, como se dispone por la ley 9 de este títu-
io ; y ningún oidor, fiscal, ni otra persona se ha ra que conforme á lo dispuesto se dé libramiento
o provea lo que convenga.
de introducir ni embarazar en su manejo, si no
fuere en lo espresadoy prevenido por Nos , y que ' LEY XV.
la caja de la cindad de la Plata se mude à la vi­
lla imperial de Potosu D. Felipe III en Madrid á 17 de marzo de 1619.
Q ue ¿os g a sto s d e m isio n e s y se m in a rio d e in d io s se
. ■ ^ hag a n de ios b ie n es d e co m u n id a d es.
P . Felipe IV allí, capítulo 5. Los gastos de misiones para estirpar y des­
Q ue la a d m in istra c ió n y cobranza de la caja d e co ­ arraigar la idolatría de los indios, casas de re­
m u n id a d y cen so s sea d ca rg o d e los oficiales rea les. clusión , y seaiinarios.de los hijos délos caci-
Ijas cobranzas de lo que pertecíere à b'enes ques, se podrán .sacar de los bienes de comunidad
comunes , y caja de censos de los indios; prin­ de la caja.de aquella ciudad donde se hicieren;
cipa! y réditos, ha de estar también á cargo de y encargamos que sean muy moderados, y que
nuestros oficiales reales , á los cuales mandamos á este título no se situen salarios ni den ayudas
pongan en ello todo cuidado y desvelo ; y que ei de costa, ni otro ningún género de entretenimien­
mismo tengan en proveer que el capital de los to, porque Jas partes interesadas no causen per­
censos esté seguro y su renta saneada , y que ha­ juicio á las haciendas publicas de. los indios , y
gan las dichas cobranzas de lo que debieren cua- sin justa causa los hagan culpados en las idola­
lesquier personas á la caja por razón de adminis­ trías; y cuando se ofreciere nos euviarán relación
tración d otra cualquier causa, (a ) las personas por cuya mano debe correr de los
gastos que se hicieren , para que visto en nues­
LEY X ilí. tro consejo , se reduzcan y moderen á lo conve­
El mismo allí, capítulo 4. niente.
Que de los bien es y ré d ito s se p a g u e n las tasas. LEY X VI.
De los re'ditos que se cobren de Jos censos v D. Felipe II en Toledo a' 16 de febrero d¿ 1561.
bienes comunes sin tocar en la suerte principaí, Q ue los d o c trin e ro s n o g a ste n d e las cajas d é com u­
se ha de hacer pago de las cantidades que á Nos n id a d sin lic en c ia d e l v i r e y y audiencia.
deben y debieren los indios desús tasas. ( 3 ) Atento á que los doctrineros clérigos y reli­
LEY X IV . giosos suelen gastar algunas cantidades de las ca­
jas de comunidad de sus pueblos en pinturas, co­
D. Felipe II en el Bosque de Segovia a' 13 de noviem­ a l a s y fiestas, y no se les debe consentir, pro­
bre de lobo. Fu San Lorenzo á 29 de agosto de 1598.
O. Caries ii y la reina gobernadora. hibimos estos y semejantes gastos ; y mandarnos
Que los b ien es d e co m u n id a d se g a ste n e n beneficio que los gobernadores , alcaldes , regidores 6 per­
com an y p a g a r los trib u to s. sonas que en esto tuvieren intervención, no !o
liase de gastar la plata que resultare de los ordenen ni permitan , porque no les será recibi­
bienes, censos y rentas de la comunidad, sola­ do, ni pasado en cuenta ; yísi algo se hubiere de
mente en !o que se dirigiere al descanso y alivio gastar para el culto y servicio de Dios y benefi­
de los indios, y convirtiere en su provecho y cio de las iglesias 6 monasterios, no habiendo
utilidad , y en lo que hubieren menester para otra parte de donde se pueda suplir: Es nuestra
ayuda á pagar la píala de sas tributos en ia for­ voluntad que se gaste en lo susodicho , precedien­
ma y cantidad que hasta ahora se ha hecho , sin do licencia y mandamiento del virey ó presiden­
ser molestados, de forma que de aquellas cajas te y audiencia del distrito, y no de otra forma.
no se saque ninguna, si no fuere de consenti­ LEY X V II.
miento de los indios, y para la distribuir y gas-2 D. Carlos 11 y la reina gobernadora.
Q ue los so c o rro s y JJ,'ga d e tr ib u to s se hagan d e los
(2) K» (.hile está destinado el producto de estos co rrid o s s in to c a r en la s u e r te p rin c ip a l.
censos al pago ,j0 M'mu|os de cucas, y su recaudación
se Hace por los mismos interesados entre quienes se
Ordenamos, que las pagas y socorros de los
1 epartieron por disj ossoion de este juzgado de censos tributos de indios sean de los corridos de censos
a|» ojiada en cédula de Ü de agosto de 1717 puesta en causados por cuenta de las comunidades á quien
ej espciheiite seguido en la visita de este ramo. se hubieren de hacer , sin mezclar ni confundir
\ case la ley 17 de este título y libro. la hacienda de unos indios con la de otros, ni
De las cajas de censos, 255
tocar en la suerte principal, sino fuere en caso risdiccion necesaria para lo referido, como se
de ofrecerse tan grave y urgente necesidad á los contiene en la ley siguiente, ( ó )
mismos indios que de otra forma no paeda ser
socorrida ni remediada. ( 4 ) LEY X X I.
D, Garlos U y la reina gobernadora.
LEY X V III. Que el o id o r sea ju e z e n p r im e r a in sta n c ia , y las
causas se lleven e n apelación d la a u d ie n c ia , y f e ­
D. Felipe III en Valladolid á 6 de abril de 1601. Don nezca n co n o tr a se n te n c ia .
Carlos 11 y la reina gobernadora. Interviniendo el oidor en la administración
Q ue los c o r re g id o r e s c o b r e n la s ta sa s d e lo s in d io s
de justicia para el buen cobro de los bienes de
b u e n a m é n te . comunidad, tenemos por conveniente conceder­
le toda la facultad y autoridad necesaria ; y asi
Desean los indios vender y distraer los ceno­ mandamos que sea juez en primera instancia de
sos y bienes de sus comunidades para pagar los todos los pleitos ordinarios, y ejecutivos, civiles
tributos y rezagos, sin hacer distinción entre y criminales que sobre la cobranza y paga de es­
principal y réditos; y si esto se les permitiese por ta hacienda estavieren pendientes y se ofrecieren,
algun medio, se descuidarían de trabajar y causar los cuales ha de poder avocar & su juzgado,
mayor caudal á la bolsa común , en gran perjuicio ejerciendo jurisdicción privativa con inhibición
de las obras públicasy particulares necesidades que á las demas justicias, según y como la usan y
padecen , y no conseguirían su intento habiendo ejercen los oidores jueces mayores de bienes de
de redundar en notable perjuicio-de todos; y por- difuntos de nuestras audiencias de las Indias, y
qae conviene que sean ayudados y favorecidos , y de sus autos y sentencias se ha de apelar á la au­
de los réditos pagados ios rezagos de sus tasas y diencia donde el oidor ejerciere , y allí se han de
demoras; Ordenamos, que los corregidores co­ concluir por otra sentencia , sin dar lugar á su­
bren buenamente de estos efectos io que mon­ plicación , como se práctica en aquel juagado. (6 )
taren. :'
LEY X X II,
LEY X IX . D. Felipe III en Madrid á 13 de febrero de 1619, ca­
pítulo 12. B. Carlos II y la reina,gobernadora.
D- Felipe II en Madiid á 4 de marzo de 1592. D. Fe­
lipe 1Y allí á 16 de abril de 1659, capítulo 9 y 14. Que lo s fisca les d efien d a n los p le ito s d e co m u n id a d es.
El fiscal de la audiencia lia de pedir en las
Q ue los oficiales reales d e n fia n z a s p o r los b ie n es co­ causas tocantes á censos y bienes de comunidad
m u n e s de los in d io s, y c u e n ta d e ellos cada año.
lo que juzgare convenir, siendeé su defensor y
Para mayor seguridad de esta hacienda man­ abogado en todo lo que fuere demandas, pedi­
damos á los vireyes y presidentes que hagan mentos . respuestas, escespciohes y otras cuales­
afianzar á los oficiales reales, en cuyo poder en­ quiera diligencias judiciales , acudiendo á todo
trare la de los indios, con fianzas legas, llanas tan cumplidamente como es obligado, de forma
y abonadas, en la misma conformidad que hu­ que los pleitos han de correr por su cuenta , y
bieren dado las desús oficios , y que se les tomen es conforme á lo que está encargado á todos los
cuentas todos los años. fiscales en la protección y defensa de los indios
y sus bienes; y si le pareciere que sus ocupacio­
LEY XX. nes no dan tugará ello, remitirá estas causas
á los abogados, protector y procuradores que en
El mismo allí á 17 de noviembre de 1629, y á 16 de la ciudad estuvieren nombrados y salariados para
abril de 1636, capítulo 6 y 7. los negocios de indios , á los cuales mandamos
Q ue la ju d ic a tu r a y cuidado d e la co b ra n za d e b ien es
que asistan y acudan á los que en esta razón se
y cen so s d e los in d io s sea d ca rgo d e u n o id o r e n cada ofrecieren y se les encargaren, como lo hacen en
a u d ien cia . los demas tribunales.
Conviene que haya juez particular ante quien LEY X X S IÍ.
pasen las diligencias judiciales de esta cobranza, D. Felipe 1Y en Madrid á 16 de abril de 1656, capí­
y tenga cuidado de que ios bienes, censos y ré­ tulo 8. B. Carlos II y la reina gobernadora.
ditos se recojan y remitan á las cajas, y que los Q ue los oficiales re a les ju s tifiq u e n las lib r a n za s, y
vireyes del Perú y Nueva España en los distri­ lo s ju e c e s no en vien e je c u to r e s .
tos de su gobierno , y los presidentes pretoriales Si los oidores jueces de censos dieren algunas
nombren el oidor que les pareciere mas á pro­
pósito, al caal podrán remover y quitar con cau­ (5) En cédula de 2 de noviembre de 1687 se
sa ó sin ella,todas las veces que convenga á la mandó que nunca se uniese ó recayese este juzgado
buena administración de justicia y cobro de este en el protector.
cauda). Asi lo ordenamos y mandamos, y á los oi­ Sobre esta y demás comisiones habla la cédula de
dores que fueren elegidos, que pongan todo su 13 de marzo de 1724, en que se mandó que ningún
ministro tenga mas de una.
cuidado y diligencia que se hagan las cobran­ Esta ley se mandó guardar y cumplir precisamen­
zas ; y los efectos sean remitidos á las cajas, y no te, según todas sus espresiones, por una real cédula
permitan que entren en otro poder , avisándonos fecha en Aranjuez á l.° de mayo de 1769; pero sobre
en todas ocasiones que Nos les concedemos la ja- dicha ley debe sin embargo notarse la cédula de 9 de
agosto de 1692 en que se varió en Chile este juzgado,
y se mandó componer perpetuam ente del obispo y
del oidor decano.
(4) Tense la ley 43 de este título y libro. (6) Las apelaciones de que habla esta ley deben
25 G Libro vi. Título. ív.
libranzas á pagar en aquel las cajas de comunidad, cío de teniente , dará otras particulares por lo to­
«) mandaren cumplir las que dieren los corregi­ cante al juzgado, hasta en cantidad de mi! pe­
dores, lian de tener cuidado los oficiales leales a sos ensayados.
cuyo cargo estuvieren las cajas, como se lo en­
cargamos, de las justificar y ajustar antes de dar­ LEY7 X X V I.
las cumplimiento, advit tiendo, que si no lo hi­ Los mismos.
cieren como deben, será por su cuenta y riesgo; Que h a y a co b ra d o r d e los cen so s y bien es n o m b ra •
y los dichos jueces no han de poder enviar eje­ ¿lo p o r la audiencia.
cutores, ni otra persona, á estas cobranzas á cos­ Ordenamos y mandamos, que donde hubie­
ta de las cajas, porque las han de cometer á ios re caja de comunidad, nombre el acuerdo de la
gobernadores, ó corregidores, que si fueren omi­ audiencia un cobrador, persona de toda satisfac­
sos, será por su cuenta, y costa, y con esta ad­ ción y confianza, que conforme á lo dispuesto,
vertencia, y la contradicion, ó reparo, que nues­ entienda en saber lo que se debe de censos, y
tros oficiales hicieren en las libranzas, se lleva­ comunidades, y solicitar las cobranzas de los ter­
rán á la audiencia, para que sobre ello determi­ cios, que hubieren corrido, y corrieren, y en ha­
ne, de suerte que sin haberlo hecho, y precedi­ cer las demas diligencias, que convengan, des­
do estos requisitos, no las podrán pagar. pachándole provisión en forma, con titulo de co­
brador, y todas las veces que vacare, lo vuelva
LEY X X IV . a nombrar, guardando la misma forma.
D. Feline III en Madrid á 13 de febrero de 1619, ca­
pítulo 10. D. Carlos ll y la reina gobernadora. - LEY X X V II.
Q ue da f o r m a en ia co b ra n za d e e sto s b ie n es , Los mismos.
Para que en todo tiempo se haga la cobran­ Q ue el co b ra d o r ju r e y d é fia n z a s c o n fo rm e d esta
za de estos bienes puntual y efectivamente, el le y .
oidor fiscal, y oficiales reales, á cuyo cargo es­ Mandamos, qae el cobrador haya de jurar, y
tuviere, hagan sacar, y saquen al principio de jure, que usará bien y fielmente su oficio, y que
cada aíio una nomina, ó recepta de todo lo que dé fianzas legas, llanas y abonadas en cantidad
se ha de cobrar en él de censos, rezagos, y otra dé dos mil pesos ensayados, de que dará cuenta
cualquier cosa , que pertenezca á las comunida­ con pago de todo lo que hubiere estado á su car­
des, que entregarán al cobrador, con las escritu­ go, y resultare contra él.
ras, recaudos, y despachos necesarios de los que
estuvieren en la caja, dejando en ella recibo, que LEY X X V III.
se le horrará cuando los vuelva, y para esto ha­ D. Felipe III en él capítulo 13. D. Caí los II y la reina
brá un libro, ó cuaderno en la caja, y todos ha­ gobernadora.
rán, que ponga en la cobranza el cuidado posi Q ue el c o b ra d o r d é c u e n ta cada m es d e lo h ech o y
cobrado.
ble, sin atrasar las cantidades,cobrando cada ter­
cio como se cumpliere su plazo, y lo atrasado de El oidor fiscal, y oficiales reales llamen cada
una vez, sin perder ninguna diligencia. mes en el dia que les pareciere mas conveniente,
al cobrador, y partida por partida , conforme á
LEY XXV. la nómina, y relación, que aquel año le hubie­
D. Carlos 11 y la reina gobernadora. ren dado, le pedirán cuenta de todo lo que tuvie­
Que e l acuerdo n o m b re escrib a n o y a lg u a c il d e e s te re por hacer , y el estado de cada cobranza, y él
ju zg a d o . la dara', para que se vea lo que ha hecho, y fal­
Donde hubiere caja de comunidad, nombre tare, y conforme à esto se le ordene lo que pare­
el acuerdo un escribano de satisfacción, é inteli­ ciere necesario, de forma que siempre se mejo­
gencia, que certifique las partidas, y ante él pa­ ren las cobranzas.
sen los pleitos, y ejecuciones, y todos los demas
autos judiciales, y extrajudiciales, tocantes á la
administración, cobranza, y paga de los censos, El mismo allí, capítulo 15. T). Carlos II y la reina go
y escrituras, imposiciones, y redenciones, el bernadora.
cual cobre los derechos de los españoles, confor­ Q ue a l co b ra d o r se le d é a y u d a d e co sta m o d erada
me al arancel, y de los indios no ha de llevar nin­ Al cobrador se le pague su trabajo, y dili­
gunos, si no estuvieren permitidos por las leyes gencia en alguna ayuda de costa competente, y
de esta Recopilación, ni se le ha de dar salario, proporcionada, sin exceder de la justa modera­
ni ayuda de costa por su ocupación; y asi mis­ ción, tasándolo el juez, fiscal y oficiales reales.
mo nombrará el acuerdo un alguacil, que haga IT •V
las ejecuciones, embargos, prisiones, llamamien­
D. Carlos II y la reina gobernadora.
tos, y las demas diligencias, que convengan à
este juzgado, y sea uno de los tenientes del ma­ Q ue las pa g a s ¿le lo cobrado se hagan e n la c a ja , y
d é re cib o á los d eu d o res.
yor de Córte, de quien se tenga mas satisfacción,
y cobrará sus derechos en la forma dispuesta Luego que el cobrador tenga negociadas, y
para el escribano, y por lo que pudiere suceder, dispuestas las cobranzas , y pagas de su cargo
de mas de las fianzas, que hubiere dado del ofi- avise à los deudores, ó personas que las hubieren
de hacer, que vayan con la cantidad á la caja
al tiempo y hora señalada por todos los minis­
couccdcrse en ambos efectos por cédula de 24 de fe­
brero de 1765. tros, que han de tener las llaves, de suerte que
V véase la ley ultima de este título y libro y su las pagas se hagan con efecto, y dentro de la caja,
ñola. y alíi se asiente la partida del recibo y paga,
De las cajas de censos. 237
dando al deudor certificación bastante, que le sir­ LEY X X X IV .
va de carta de pago, señalada del oidor , fiscal y
D. Felipe 111 en Yenlosilla á 26 de octubre de 1615.
oficiales reales; y lo mismo se entienda en las D, Carlos 11 y la reina gobernadora.
partidas de censos, que se redimieren, y por nin­
Q ue se p o n g a rem ed io en los tra to s de los c o r r e g id o ­
guna forma consienta, que en poder del cobra­ re s con las cajas d e co m u n id a d es.
dor, ni otra alguna persona entre, ni se deten­
ga, aunque sea por poco tiempo, el dinero,, y caa- Sin embargo de estar prohibidos los tratos y
dal de las comunidades. grangerías, que los corregidores de pueblos de in­
dios tienen, y particularmente con las cajas de
LEY X X X I. comunidad, no solo se deja de ejecutar, sino pro­
D. Felipe 11 en Lisboa á 4 de junio de 1582. sigue el esceso á mayor aumento, libertad y pu­
blicidad, y de las residencias no se consigue la
Q ue los in d io s d e N u eva E sp a ñ a la b ren cada año d ie z reformación, porque como los sucesores vienen
brazas de tie r r a p u r a su s c o m u n id a d e s, y se i n tr o ­
duzca en el P e rú . à continaar lo mismo, no tratan de averiguar la
verdad, y satisfacer á los indios, antes procuran
Está ordenado por el gobierno de la Nueva ocultarla, esperando el mismo suceso en sus resi­
España, que cada indio haya de labrar diez bra­ dencias, con que ordinariamente se dan por li­
zas de tierra al año para maiz, en lugar del real bres los unos a los otros; y habiéndose de pro­
y medio, que pagaban á sus comunidades:Man­ ceder por terminos juridicos, no hay remedio que
damos, que se continúe, con advertencia deque baste. Y porque una de las cosas de que mayor
los caciques y principales sean relevados en algo, daño resulta á los indios, son los tratos, y gran­
y lo mismo se introdúzga en el Perú. gerías, que tienen sus corregidores, en que los
traen ocupados, impidiéndoles que acudan á sus
LEY X X X II.
obligaciones, paga de sus tasas, y beneficio de sus
D. Felipe IV en Madrid a' 16 de abril de 1659, Capí­ haciendas, con que se sustentan, aprovechándose
tulo 5. D. Carlos 11 y la reina gobernadora. para esto del dinero de las cajas de sus comuni­
Q ue los g o b ern a d o res y c o r re g id o r e s co b ren p o r lo dades: Mandamos á nuestros vireyés y audien­
q u e toca á s u s d is tr ito s , avisen d los oficiales re a le s , cias, que como itoateria tan importante, y escru­
y no im p o n g a n ce n so s. pulosa , provean del remedio necesario, de for­
Los gobernadores y corregidores, cada uno ma que aplicando todos los medios juridicos, qui­
en su distrito y tiempo, han de tener á su cargo ten y aparten de los indios tan grandes moles­
las cobranzas enteramente, y lo que dejaren de tias y vejaciones, procediendo á la averiguación,
cobrar ha de ser por su cuenta y riesgo y de su sa­ y castigo con toda severidad, y guardando las le­
lario, y á ninguno se le supla la falta del que se yes y derechos.
le debiere en nuestras cajas, porque no ha de LEY XXXV.
llegar à él, ni cobrarlo, sí no constare primero,
D. Felipe IV en Madrid á 1 0 de junio de 1621.
que ha enterado lo que es de su obligación. Y
Q ue las causas c o n tra c o rreg id o res so b re bien es de
mandamos, que en los gobiernos, corregimientos co m u n id a d es se sig a n c r im in a lm e n te h a sta p e n a de
y aleadlas mayores, donde no hubiere oficiales la v id a .
reales, ni sus tenientes, entren estos bienes, co­
Las causas de alcances de cajas y bienes de
mo se fueren recogiendo, en poder de los de­
positarios generales ó en su falta, en el de la per- comunidad, contra corregidores de indios, se han
sana mas abonada, que nombre el cabildo, ó con­ de seguir en juicio criminal, hasta pena de la
vida, según la calidad del hurto, que ilaman deu­
cejo á su riesgo, y luego dé cuenta el justicia
mayor á los oficiales reales principales, para que da , porque^ la substracción , que los corregidores
puestos en la caja de su cargo, se empleen, y gas­ hacen del dinero público, y de comunidades, con
ten en los fines para que fueron destinados, con­ pretesto de sus oficios, es propia rúente hurto, y
forme á las leyes de este título, y no impongan como tal se ha de castigar; hasta pena de ia vida.
censos, porque esta facultad toca al oidor, fiscal Y porque el mejor gobierno consiste mas en im­
de la audiencia, y oficiales reales de la caja prin- pedir, que se cometan delitos, que en castigarlos
cipal. (7 ) despues de cometidos, los vireyes y presidentes
gobernadores, donde hubiere cajas de comanidad,
adviertan en los medios, que se les pueden ofre­
cer fuera de los prevenidos en este título, para
D. Felipe IY allí à 11 de junio de 1621.
que los corregidores por ninguna vía puedan to­
Que los c o rreg id o re s e n v ie n cada a ñ o a l v i r e y y car en este dinero, ni usar i e él, c impongan las
ju e c e s d e censo s un ta n te o d e las cajas d e co m u n id a d . penas de derecho.
Encargamos à los vireyes, y jueces de censos,
que en cada un año hagan , que los corregidores LEY X X X V I.
de indios les envíen un tanteo, y balance de lo D. Felipe III en Madrid á 28 de marzo, y á 7 de ju­
cobrado de bienes de comunidad , y estado que nio de 1620.
tienen todas estas cajas en sas distritos, para que Q ue la s ju s tic ia s y ju e c e s de re sid e n c ia to m e n c u e n ta
d e esto s b ie n es , y avisen d los a d m in istra d o re s .
los corregidores vivan .con tnas cuidado, y se re­
medien los daños, que en ellas suele haber, y los Mandamos que lodos Jos gobernadores , cor­
fiscales procuren , que asi se cumpla y ejecute. regidores, alcaldes mayores y ordinarios, jueces
de residencia , y los demas que gobernaren la
provincia, sean obligados en las cuentas que to­
(7) Y al acuerdo principalm ente, le y 7 de este maren á los concejos de hacer la misma diligen­
título y libro. cia en cuanto á los censos impuestos en favor de
TOM O II.
258 Libro vi. T ít. ¿v.
las comunidades de indios, cobrar los rezagos y vados de acudir al aumento de los bienes comu­
resultas, y ponerlas en !a caja inmediata de nes, son defraudados de ellos por diversas vías,
aquella gobernación; y si los bienes hipotecados y se hallan tan atrasadas las cobranzas de los
hubieren pasado à terceros poseedores , ó se mu­ réditos, como ha constado en nuestro consejo
rieren los principales censualistas, provean que por diferentes relaciones: Nos aplicando todo
se hagan los reconocimientos necesarios con obli­ nuestro cuidado y atención á negocio tan grave
gaciones en forma; y si en esto fueren omisos ó y escrupuloso, ordenamos á los vireyes y presi­
negligentes: Ordenamos que de sus personas y dentes gobernadores que hagan restituir, pagar
bienes se cobre otra tanta cantidad como hubie­ y reintegrar en las cajas de censas de sus distri­
re montado el daño y perjuicio sobre que se les tos todas las cantidades que se debieren, no omi­
hara' cargo en sus residencias : y asimismo que tiendo ni perdonando ningún medio que pueda
de todo lo que hubieren obrado avisen a! oidor, conducir á esta resolución , sin embargo de las
fiscal y oficiales reales, para que en todo pon­ leyes de este titulo , que conceden jurisdicción á
gan el cobro conveniente. un oidor para !a judicatura y cobranza de esta
LEY X X X V ÍÏ. hacienda, sus efectos y resultas hasta estar las
D. Felipe IV en Madrid á 16 de abril de 1636.
cajas enteradas de todo lo que ahora se debe , y
de haberlo hecho nos avisarán en ia primera oca­
Q ue ios v i r e y es, p r e s id e n te s y o id o res, ju e c e s y ofi­
ciales rea les cu id en d e e sta h a cien d a , y a v ise n a l sión ; y respecto de que en algunas partes es nues­
rey. tra reai Hacienda el mayor deudor, y en mas
Ordenamos á los vireyes, presidentes, oido­ gruesas cantidades por empréstitos que de estos
res y oficiales do nuestra real Hacienda, que bienes de comunidad se le han hecho : Manda­
pongan todo cuidado, por lo que á cada uno to­ mos que con ningún pretesto no se pueda sacar
care, en que no’solo se consigan con puntuali­ ninguna cantidad de las dichas cajas, por ser
dad las cobranzas ordinarias y corrientes de los contra leyes y ordenanzas de aquel juzgado : y
censos y hacienda de indios, sino que se hagan en cuanto á los réditos corridos de las cantidades
con efecto de todas las deudas atrasadas, pues no que se han tomado para nuestra real hacienda,
C3 justo que por omisión , jdescuido y fines par- harán que con la comodidad y brevedad posible
culares se hagan de mala calidad , ó pierdan l$$ se vayan enterando y reintegrando á las dichas
grandes cantidades que se deben de este género de cajas, porque la rea! hacienda quede libre de
hacienda. Y encargamos a los vireyesy presiden­ esta obligación; y con este ejemplar, y el que
tes , y á los oidores que fueren jueces de estos dieren los vireyes y presidentes ejecutando lo
bienes, y oficiales de nuestra rea! hacienda,que contenido en esta nuestra ley, den entero cum­
los tuvieren á su cargo, que todos los años nos plimiento á lo referido los sucesores en sus car­
avisen délo que obraren , conforme á lo dispues­ gos y oficios, y en los casos que íes pareciere co­
to , y estado que tuviere el entero de estas cajas, municar la materia con el acuerdo de la audien­
que de su atención y puntualidad nos daremos cia , lo podrán hacer por lo qae toca á la puntual
por bien servido. ejecución, y de todo nos daran cuenta. ( 8 )
LEY Q úe lo s s a la r io s d e lo s c o r r e g id o r e s d e se ñ o río
D. Carlos II y la reina gobernadora en Madrid á 14 s e p a g u e n d e lo s tr ib u to s d e é l , y n o d e la
de agosto de 1668, c o m u n id a d j l e y 32 , tít. 5 l i b . 2 .
Que co m e te d los v i r e y e s y p r e s id e n te s la co b ra n za Q u e e l o id o r v is ita d o r d e la p r o v in c ia p r o c u r e
de las deudas a tra sa d a s d eb id a s c¿ ¿as ca ja s d e co » q u e lo s in d io s te n g a n bienes d e c o m u n i d a d , y
m u ñ í dad. p la n te n á r b o le s y se le s d e p o r in s tr u c c ió n
Estando prevenidos por nuestras reales cé­ l e y 9 J t i t . 3i , lib . a.
dulas todos los medios que parecieron bastantes
para el buen gobierno, seguridad y conservación
de las cajas de censos , y conseguir que los in­ (8) Sobre este negociado tienen comisión especial
dios tuviesen en ellas las cantidades necesarias en Chile el obispo y el oidor decano por cédula cíe 9
de agosto de 4692.
para alivio y socorro de sus necesidades, mate­ Sin embargo de lo prevenido en esta ley , no po­
ria de tanta importancia , que siempre la tendre­ dran los vireyes avocar las causas que ya pendieren
mos muy presente, ha llegado n tal estado y se en eí juzgado de censos, pues esto se prohibió por
ha puesto de calidad que por mala administra­ cédula de 28 de abril de 1765. * 1
ción resulta en su dauo y perjuicio el remedio Sobre rebaja de censos por terremoto, ruina etc.
introducido para su alivio , pues quedando gra- las cédulas dadas en Madrid ¿31 de diciembre
de 1695, y otra de 45 de octubre de 1696.
230

TITULO OU 8T3
13

D e los trib u to s y ta sa s de los indios.

LEY P R IM E R A . cias tengan cuidado de que no se les haga agra­


j
vio, y asi se ejecute la ley 2 0 , tit. 1 , de este
El emperador D. Garlos en Valladolid á 26 de junio ;
de 1525. Ordenanza 5. D Felipe 11 ordenanza 146 j libro. ( 2 )
de poblaciones de 1573. O. Carlos II y la reina go-
bcrnadora. ' LEY IY .
Q ue r e p a rtid o s y red u cid o s los in d io s , se le s p e r - ! El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
suada que acudan a l r e y c o n a lg u n m oderado tr ib u to . J ra en Madrid tí 18 de octubre de 1539.
Porque es cosa justa, y razonable, que los ¡ Q«e tr ib u te n los in d io s m itim a e s que a n te s tr ib u ­
Indios, que se pacificaren, y redujeren á nues- j taban .
tra obediencia y vasallage, nos sirvan, y den ¡
En algunos pueblos del Perú, encomendados
tributo en‘ reconocimiento del señorío, y serví- ¡
y tasados, residen los indios, llamados mitimaes,
ció, que como nuestros súbditos y vasallos deben,
que en tiempo de su gentilidad andaban, ser­
pues ellos también entre sí tenían costumbre de
vían, y contribuían juntos con sus caciques, y
tributará sus tecles, y principales: Mandamos,
principales, y despues se escusaban de servir,
que se les persuada á que por esta razón nos acu­
diciendo que no eran naturales de la tierra, y se
dan con algun.tributo en moderada cantidad de
vinieron á vivir de otras partes. Y porque si se
los frutos de la tierra, como, y en los tiempos, Ies permitiese recibirían daño los demas indios,
que se dispone por las leyes dé este titulo. Y es
y recaería el servicio, que antes hacían todos en
nuestra voluntad, que los españoles, á quien por
estos solos , quedando libres los mitimaes, sin em­
Nos, ó nuestro poder hubiere, se encomenda­
bargo de que gozan de los beneficios, y aprove­
ren, lleven estos tributos, porque cumplan con
chamientos de la tierra, y su vecindad, manda­
las cargas á que están obligados, reservando pa­
mos, que si es asi, que los mitimaes han servido
ra Nos las cabeceras y puertos de m ar, y las de­
y contribuido á los que dominaban , sean compe­
mas encomiendas,.y pueblos incorporados, y que
tidos, y apremiados á que juntamente con los ca»
se incorporaren en nuestra real corona, ( i )
j ciques, y principales, contribuyan en los pue-
LEY II. j blos donde habitan, loque estuviere tasado, á
D. Felipe II en Madrid á 27 de febrero de 1575, sas encomenderos, sin escusa.
y en 13 de junio de 1594, capítulo 2. T). Felipe 111
allí á 9 de noviembre de 1598. ¡ LEY Y.
Q ue los in d io s red u cid o s y co n g reg a d o s d pob la cio ­
n e s p a g u en p o r do s a ñ o s la m ita d d e l tr ib u to . j D. Felipe II á 30 de diciembre de 1571.
Los indios pacificados, y congregados á pue­ ; Que lo s y a n a c o n a s c o n tr ib u y a n com o lo s d em a s i n ­
blos, que tributaban en tiempo de su infidelidad, d io s , y sea p a ta e l r e y .
han de tributar por tiempo de dos araos de su re- ! Habie'ndose ordenado, que en las Indias no
daccion, en cantidad que no exceda de la mitad hubiese servicio persona! de indios yanaconas,
del tributo, que pagaren los demas; y si fueren se quedaron á soldada en estancias de españoles,
infieles, la parte que se habla de aplicar para la y algunos se juntaron , é hicieron poblaciones en
doctrina, se ponga en caja separada para formar los lugares, y parles, que tuvieron por bien délos
hospitales en beneficio délos mismos indios, y i cuales ninguno pagaba tributo á Nos, «i otra nin­
enviarles doctrina. guna persona , por no estar debajo de encomien­
LEY III. { a, y reconociendo, que seria bien que pagasen
d
lo que buenamente pareciese, conforme á la ca­
D. Felipe III en Madrid á 50 de enero de 1697, y á
10 de octubre de 1618. lidad, y grangeria de las tierras donde viviesen,
Q ue los in d io s in fie le s re d u cid o s d n u e s tra sa n ta f d I como los demas indios, en algunas provincias, se
p o r la p re d ica c ió n , no sea n encom endados, tr ib u te n , j dispuso, que fuesen reducidos à pueblos particu­
n i sirva n p o r d iez años. j lares, y especialmente á las ciudades, y desde lue­
Ordenamos, que si los indios infieles se re­ go contribuyesen para la doctrina, remitiéndolo
dujeren de su voluntad á nuestra Santa Fe Ca­ á los vireyes en cuanto al tributar, para que pro­
tólica, y recibieren el bautismo solamente por la veyesen !o mas conveniente, y que de justicia hu­
predicación del Santo Evangelio, no puedan ser biese lugar, y que si pareciese, que tributasen,
encomendados, ni paguen tasas por diez años, ni fuese para Nos, ordenando á nuestros oficiales
competidos á ningún servicio; pero bien podrán, reales, que lo cobrasen: Mandamos, que asi se
si quisieren, concertarse para servir, y las jusli-(I) haga, y guarde, según en cada provincia estu­
viere introducido, y dispuesto, y conforme á lo
(I) Para la inteligencia de este título véanse los referido conviniere disponer.
artículos 126 y siguientes hasta el 142 de la ordenan­
za de Intendentes de Nueva España, y el título 9,
libro 8.
Por decreto d« las Cortes de 15 de marzo de 1811 (2) Se estendió la exención á 20, por cédula dada
se abolió el tributo. en Madrid á 6 de marzo de 1687.
240 Libro y 'i . Título v.
LEY V I. ordinario pueden, y deben pagar alguno, Como
se hace generalmente en todas las Indias: Manda­
D, Felipe IV en Madrid a 9 de abril de 1628.
mos, que se dq orden como tributen con toda mo­
Que se cobre la tasa d e los in d io s que e s tu v ie re n
fu e r a d e su s red u ccio n es. deración, de forma que ningunos desamparen las
minas , y sean bien doctrinados , y tratados como
Mandamos, que de los indios, que estuvie­ conviene á su salvación , y conservación.
ren fuera de sus reducciones, se cobre ia tasa á
título de yanaconas, que no tienen, ni reconocen LEY X.
encomenderos, y que lo mismo paguen los que El mismo en San Lorenzo á 4 de julio de 1595,
estando fuera de ellas los tuvieren. Que los in d io s ocupados en e s ta n c ia s , o b ra g e s y
o tr o s e g e rc ic io s , tr ib u te n p a ra e l r e y .
LEY V il.
D. Felipe l i ;t 5 de julio de 1578. D. Felipe i í l en
Muchos indios, que trabajan en estancias,
¡Madrid á 10 de octubre de 1618. obrages, labores, ganados, minas, recuas , carre­
Que. los in d io s so ltero s tr ib u te n desde d iez y ocho terías, y servicio de españoles en pueblos prin­
a ñ o s s i no e stu v ie re in tro d u c id o o tro tie m p o . cipales, no tributan ; y porque es razón que Jo
Los indios, que estaban debajo de la potes­ hagan, como los demas repartidos, y encomen­
tad paternal, no pagaban tributo, ni acudían á dados: Mandamos á los vireyes, y presidentes
los servicios, que los demas, y por gozar de li­ gobernadores , que habiendo ajustado cuantos son
bertad, no se casaban muchos de edad de veinte ios indios que se ocupan en estos ejercicios, pro­
y cinco, y treinta años, casándose en tiempo de vean, que no estando en costumbre de tributar
su infidelidad antes de llegar á doce, y porque á sus encomenderos, se Ies imponga el tributo
esto era causa de que viviesen mal, á instancia posible, y proporcionado á las ganancias de sus
de los religiosos, que los doctrinaban , y pedían ocupaciones, y este se cobre para Nos, guardando
el remedio, se ordenó que no fuesen reservados, en todo las leyes de este título, y lo que especial­
de los servicios públicos á que acudiesen los de­ mente estuviere determinado.
mas, y como á gente valdía y vagabunda, los LEY XI.
cargasen algo m is, para que ayudasen a relevar D. Carlos H y la reina gobernadora. Ye'ase la ley 44,
á los otros: Mandamos , que asi se guarde y eje­ título 16 de este libro.
cute, y encargamos á los doctrineros, que procu­ Que los in d io s oficiales n o sir v a n d e m i t a : p a g u en
ren hacerl os casar, para que cesen ofensas de Dios su s tr ib u to s e n m o n ed a , y v iv a n s in escándalo.
nuestro Señor, y vivan cristiana y políticamen­ Los indios maestros en sus oficios de carpin­
te; y los que pasaren de diez y ocho años de edad, teros, albañiles, herreros, sastres, zapateros, j
tributen basta que cumplan cincuenta, si no es­ otros semejantes, de quien se fian, y encargan las
tuviere introducido en algunas provincias mas, obras camo á los maestros españoles, no entren
ó menos tiempo de exención. (3) en mita y cumplan con pagar su tributo en mo­
LEY V III. neda corriente, ó en obras: y remitimos al arbi­
trio de los gobernadores, ó corregidores, y en su
D. Felipe II en Madrid á 18 de mayo de 1572, y á 26 ausencia á los tenientes, resolver cuales tienen
tic mayo de 15/5.
esta calidad, y señalar los jornales, que deben
Q ue los h ijo s de n eg ro s c in d ia s h a b id o s e n m a tr i­
m o n io , tr ib u te n com o indios. ganar cuando se alquilaren; y habiéndolos me­
nester el encomendero para sus obras, y no las
Declaramos, que los hijos de negros libres, desús deudos, y amigos, sea preferido á los de­
ó esclavos, habidos en Indias por matrimonio, más. Y mandamos, que estos indios vivan en las
deben pagar tributo como los demas indios, aun­ ciudades sin escándalo, y no hagan fiestas, y des­
que se pretenda que no lo son, ni sus padres tri­ órdenes de comidas, y bebidas, en que reciben
butaron. (4) mucho daño, y deben tener mayor castigo, que
LEY I X . los otros indios.
El misino allí á 15 de febrero de 1575. LEY X II.
Q ue los in d io s que tra b a ja re n e n m in a s , h u e r ta s jr
o tr a s h a c ie n d a sy tr ib u te n . D. Felipe 1ÏI ordenanza 20 del servicio personal de
4601.
En algunas provincias hay grande número de Q ue se m o d e re e l esceso d e ta sa s á los in d io s q ue
indios naturales, y de otras diferentes, ocupados tra b a ja re n en m in a s.
en cuadrillas de mineros', estancias, huertas, y Ordenamos, que los vireyes se informen si
haciendas de españoles, que no tributan en nin­ las tasas que pagan, y están repartidas à los in­
guna cantidad, pudiéndolo hacer con mucha fa­ dios, que trabajan en las minas de Potosí, son
cilidad, y particularmente los que asisten h las excesivas ; y si no resultare inconveniente de con­
minas, por sacar mucha plata, y porque los mas sideración , las moderen, dándonos cuenta de lo
ganan á cuatro y á cinco pesos al mes, y con co­ que resolvieren, para que Nos dispongamos lo
modidad podrán tributar por lo menos á dos pe­ que mas convenga ? y los presidentes gobernado­
sos al año, y parece que en reconocimiento de res hagan lo mismo en lo que tocare á sus dis­
nuestro vasaliage, los que no pagan el tributo tritos.
LEY X III.
(5) Esta cscepoiou no pone el artículo 137 de la D. Felipe IV en Madrid á 3 i de diciembre de 1626.
ordenanza de Intendentes, y por el contrario, esticn-
de el artículo 110 á todos los indios la ley 9, til. 17, Q ue á los in d io s d e las m in a s no se le s ca rg u e m a s
libro 6. tr ib u to d e l q u e d e b ie re n p a g a r.
(4) Lo mismo dice la ley 2 , tit. 5 , lib. 7. Por aliviar à los indios en todo lo posible, y
De los tributos y tasas. 241
especial meo te á los que acuden á labor de las mi­ hecha computación de ellas, conforme al lafor
nas: Ordenamos, que á los que fueren á trabajar que tuviesen , nos haya de servir, y sirva , con
á ellas no se les reparta mas tributo de! que de­ mil pesos cada año, pagados á los tiempos, y por
bieren pagar, y éste se cobre con toda suavidad. la orden, y forma, que estan obligados, á los cin­
co mil de su tasa, y en esto no se pueda hacer,
LEY X IV . ni haga descuento de diezmo, ni otras cosas, aten*
D. Felipe II en Badajo/. íí 26 de mayo de 1580. £» to á que no es tasa , sino servicio, que se nos ha­
Lisboa á 4 de junio de 1582. ce , para el efecto , que en su principio se seña­
Que los in d io s f o r a s te r o s de la ca lid a d que. se re fie ­ ló: y que lo mismo se haya de entender en los
r e , no tr ib u te n en las m in a s p o r ahora. otros repartimientos, cuyas gruesas estuviesen ta­
Han resultado pleitos entre los encomenderos, sadas en mas, o menos cantidad , regulándolo al
é indios forasteros, que acuden a la labor de las respecto de ia quinta parte, de tal manera que sea
minas, y beneficio de los metales, sobre preten­ uniforme, c igual ¡ y que los indios de las pro­
der los encomenderos, que por haber minas de vincias de iNueva España, y Guatemala , y las
plata en sus pueblos, y aprovecharse *os indios adyacentes nos sirviesen con cuatro reales cada
de los montes, y aguas, les deben tributar como uno todos los anos, en lugar de el quinto, que los
los demas naturales; y Nos, considerando que al­ del Perú, Nuevo Reino, y Tierra-Firme nos pa­
gunos de estos indios forasteros, y advenedizos gan : y en cuanto á los repartimientos, que no es­
hacen la parte que Ies cabe por su trabajo encen­ tuviesen tasados en el Perú, Nuevo Reino, y T. ier*
dradilla, deque nos tocan muchos derechos, y ra-Firme, en todos ellos se nos hiciese este ser­
que es mayor el provecho que da un indio de es­ vicio con la misma consideración, y respecto de
tos, que veinte de los tributarios: Declaramos, ia quinta parte; y para que los indios pudiesen
que no conviene por ahora pedir e! tributo á los adquirir lo que montase, y pagarlo con mas con­
que tuvieren esta calidad, antes deben ser rele­ veniencia , y puntualidad, se les diesen los dias
vados de la paga del impuesto en las minas, pues de huelga necesarios, y equivalentes á su gran-
asi se aumentará el número de gente. Y ordena­ gería : y asimismo, que los yanaconas, y exentos
mos , que á los encomenderos se les haga alguna de pagar tasa, y todos los demás, que no se com­
gratificación proporcionada á los indios, que de prenden en ninguno de los dichos repartimientos
este ge'nero estuvieren en las minas, la cual reim* por andar ocupados en otros oficios , y ejercicios,
timosà nuestros vi reyes, audiencias, y goberna­ ó que s rven, han de pagar cada uno en las d i­
dores, que habiendo considerado si se les debe, la chas provincias del Perú, Nuevo Reino, y 1 1er­
darán con moderación, con qae no sea de nuestra ra-Firme un peso de plata ensayóla: y en las de
real caja y hacienda. Nueva España, y Guatemala al respecto de loscua-
troreales, que pagan los demás: y aunque los in­
LEY X V . dios de la provincia de Tlaxcala por privilegio par­
D. Felipe III en San Lorenzo á 6 de junio de 1609. ticular son exentos de pagar tributo, es justo, que
Q ue los in d io s no sea n agraviados en tr ib u ta r p o r por ser este servicio de necesidad, y causa pu­
m u e rto s y a u se n te s. blica, en que todos generalmente son interesados,
Somos informado, que al tiempo de cobrar contribuyan sin exención, como lo hacen todos
los tributos de los indios les hacen pagar por en­ los demas en cualquiera forma exentos. Y por
tero, conforme á la última visita, sin atención cuanto todo lo susodicho se ejecutó al tiempo de stt
á que de estos son muertos algunos tributarios, y prime: a promulgación en algunas provincias en­
otros se han huido , y como los pagan los caci­ teramente, y en otras con moderación, y en otras,
ques, cobran ío que pagaron deia^ mugeres, her­ por ser mas pobres , se suspendió de el todo sa
manos, hijos, y parientes de los muertos, ó hui­ ejecución, en virtud de nuestras ordenes, man­
dos: Mandamos, que los vireyes, audiencias, y damos, que todo lo susodicho se guarde, y cum­
gobernadores; provean de remedio, de forma que pla, sej.un, y de ia forma que entonces se ejecu­
en esta parte no reciban agravio los indios> ni tó, y ahora se guarda, y ejecuta, porque nues­
caciques. tra voluntad es, que no se haga novedad en la co.
branza, donde no hubiere limitación especial
LEY X V I. dada por Nos.
D. Felipe II en el Pardo a' l.° de noviembre de 1591.
D. Carlos U y la reina gobernadora. LEY X V II.
Q ue los indios p a g u en a l r e y p o r servicio e l r e q u in to D. Felipe IH en Madrid á 14 de marzo de 1614.
y to sto n d em a s ele su s trib u to s.
Que lo s in d io s d el N uevo R ein o no p a g u en e l to m in
A causa de las públicas necesidades, que ¿le los c o rre g id o re s, n i los de T ie r r a c a lien te el r e ­
ocurrieron el año de mil quinientos y noventa y q u in to .
ano, tuvimos por bien de ordenar, que todos los
indios naturales de las provincias del Perú, Nue­ Relevamos á los indios de tierra caliente de
vo Reino de Grananada, y Tierra-Firme, y las el Nuevo Reino de Granada, de la paga de el re­
adyacentes á estas, que estuviesen tasados, de­ quinto, que el año de mil quinientos y noventa
más de los tributos, que pagaban, conformeá sus y uno se mandó que pagasen, por ser tan pobres,
tasas, á Nos, ó á sus encomenderos, nos sirvie­ y miserables: y que en los pueblos de lien a fría,
sen por e! tiempo de nuestra voluntad, con lo donde son mas ladinos, y tienen mayores gran-
que montaba la quinta parte de los tributos, que ger/as, y comodidades para poderlo pagar, se con­
pagaban, según las tasas, hecha la cuenta en esta tinúe la cobranza. Y mandamos, que de lo-, unos,
forma. Que el repartimiento cuya gruesa esta ta­ n¡ otros indios de tierra fría, ó cadente, no se
sada en cinco mil pesos en oro, plata, ó especies, cobre el tomin , que pagaban para salario de sus
TOMO 1Ï.
242 Libro vi. Tit. v.
corregidores, y nuestra real audiencia en esta con- en su infidelidad , guardando en. todo lo qne está
formidad de las órdenes convenientes. dispuesto.
LEY X V IIÍ. Despues de bien inform ado de lo que justa, y
cóm odam ente podrán trib u ta r por razón de nues­
D. Felipe II en Madrid ¡i 17 de julio de 1572 Don
Carlos II y la reina gobernadora. tro señorío, aquello declaren, tasen , y m oderen
según D ios, y sus conciencias , teniendo respe­
Que los caciques y su s h ijo s m a y o re s no p a c ite n
trib u to , to á que no reciban agrav-o, y los tributos sean
moderados, y á que les quede siem pre con q u e
DecI aramos , que son exentos de pagar tribu­
poder acudir á las necesidades referidas, y otras
tos , y acudir á mitas los caciques, y sus hijos
semejantes, deform a que vivan descansados y re ­
mayores: y en cuanto á los demas hijos, y des­
levados, y antes enriquezcan que lleguen á pade­
cendentes, que no estuvieren en la! posesión, rto
cer pobreza, poique no es justo, que pues vinie­
se haga novedad, ni las audiencias den provisio­
ron á nuestra obediencia, sean de peor co n d i­
nes de exención , guardando en cuanto á los mi­
ción, que los otros nuestros súbditos. Y es nues­
timaes lo resuelto por la ley 4 , de este título.
tra voluntad, que en ninguna de estas ocasiones
LE Y X IX . baya com idas, banquetes, gastos, ni otras super­
D. Felipe III en Madrid a' 10 de octubre de 1618. fluidades, ni servicio aiguno para los com isarios,
Que ¿as in d ia s no p a g u e n tasa m inistros, corregidores , te n ie n te s, ó alguaciles,5
estén presentes ó ausentes de los pueblos, porque
Las mugeres de cualquiera edad que sean,
no deben pagar lasa. en ningún caso se h a d e hacer costa á los indios,
El emperador D. Carlos ordenanza 10 de 1528 Don
LEY XX. de Aragón á 29 de noviembre
de ióoó. En 1 oléelo ¿t 6 de junio y en San Lorenzo á
El mismo allí. 25 de agosto de 1596.
Que el indio alcalde no p a g u e tasa n i servicio .
Los indios, que estuvieren puestos en nues­
E! indio alcalde no pague lasa, ni otro ningún tra real corona, y encom endados, á españoles., y
género de servicio personal, aunque esté intro­ personas particulares, paguen los tributos , que
ducido, por el año que io fuere. debieren á Nos, y á sus encom enderos en los m is­
LEY XXL inos frutos que c ria re n , cogieren , y tuvieren en
sus propios pueblos, y tierra donde fueren ve­
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ cinos y n a tu ra le s, y no en otra cosa a lg u n a , ni
ra en Valladolid á 10 de julio de 1556. El cardenal
Tavera gobernador en Mari, id a 19 de junio de 1510. se dé lugar á que sean aprem iados á buscar,* ni
El pnm upe gobernador en Valladolid jí i í de a-oslo rescatar los tributos en otra ninguna parte para
de 1515. I,a reina de bohemia gobernadora ai i? ¡i 8 pagarlos, y así lo declaren los tasadores y nues­
de junio de 1551, y la princesa gobernadora allí ú 29 tras reales audiencias lo hagan ejecutar, y no p e r ­
de setiembre de 1555. m itan contravención, porque de ello nos tendre­
Q ue en ta sa r los trib u to s de in d io s se g u a rd e ¿af o r ­ mos por deservido.
ni a d e esta le y
En ia tasación guarden lo que por Nos está
Porque no reciban agravio los indios en ha­ mandado, acerca de que no baya servicios per­
cerlos pagar mas tribulo-> de los que buenamente sonales, nt se echen los indios por sus encomen­
pueden , y goeeu de toda conveniencia: l'.ncAr(>a- deros á las minas, ajustándose i\ las leyes de este
inos y mandamos á nuestros vi rey es, presidentes libro, y es preso en ellas.
y audiencias, que cada uno en su distrito haga ta- iVst declarada, y hecha la tasación, hagan una
.sar los tributos, y los comisarios, que para esto m atricu la, é in v e n ta n o de los pueblos y pobla­
fueren nombrados, guarden la orden, y forma s i­ dores, y de los tributos que se señalaren, para que
guiente. los indios y naturales sepan, que aquello es lo
P rim e ra m e n te , los tasadores asistan á una que deben pagar, y no mas, y nuestros oficiales,
misa solem ne del E sp íritu S a n to , que alum bre y encom enderos, que entonces lo fu eren , ó h u ­
sus entendim ientos , para que bien , justa , y de­ bieren de ser, sepan lo q u e han de llevar, a p e r­
recham ente hagan la tasación, y acabada ’ía m i­ cibiendo de nuestra parle, y m andándoles, que
sa, piom etan , y juren con solemnidad ante el sa­ ningún oficial nuestro, ni otra persona p a rtic u ­
c erd o te, que hubiere celebrado, que la harán lar sea osado, puhl ca, ni secretam en te, directé,
b ie n , y fielm ente, sin o d io , ni atic on , y luego ni in d irecte, por sí, ni por otra persona, de lle­
verán por sus personas todos los pueblos de la pro­ var, ni Heve de los indios mas de io contenido en
vincia, que se hubieren de tasar, y estén en nues­ la declaración y tasación, pena d eq u e por la p ri­
tro nom bre encom endados, ó para encom endar, m era vez que escediere, incurra en el cuatro ta n ­
á los descubridores, y pobladores, y el núm ero to del valor, que asi hubiere llevado, para nues­
de pobladores y naturales de cada pueblo, y ca­ tra cám ara y fisco; y por la segunda vez pierda
lidad de la tierra donde viven, y se inform arán la encomienda , y otro cu alquier derecho que
de lo que antiguam ente solian pagar á sus caci­ tenga á los tributos, y mas 1.a m itad de sus bie­
q u es, y á los o tro s , que los señoreaban y gober­ nes para nuestra cám ara, de la cual tasación de
naban , y asim ism o de lo q ue al tiem po de la ta­ tributos dejarán los comisarlos en cada pueblo lo
sación pagaren á i \ o s , y á sus encom enderos , y que á el tocare, firmado de sus nom bres, y a u to ­
de lo que justam ente debieren pagar de a 'li ade­ rizado en pública forma en poder del cacique, 6
la n te , qurdandoles con que poder pasar, dotar, p rin c ip a l, avisándole por lengua, ó interp rete de
y alim en tar sus hijos, re p a ro , y reserva para cu- lo que c o n tien e, y de las penas en que in c u rri­
iarsc en sus cn ícrm ed ad es, y su p lir otras necesi­ rán los que contravinieren, y ia copia darán á la
dades com unes, de forma que paguen menos, que p ersona, que hubiere de haber, y co brar los tr i-
De los tributos y tasas. 245
batos, porque no puedan pretender ignorancia. ( blos de nuestra real corona, ó de particulares,
Hecho en esta forma, envíen á nuest *o con­ si tuvieren algun servicio personal, se quite ahora
sejo un traslado de toda la tasación, con los au­ sea por vía de tasación, ó conmutación , por cuan­
tos que se hubieren substanciado to nuestra voluntad es, que no le haya, ni se'con­
Demás de lo contenido en esta ley, se dará mute, sin embargo de cualquier reclamación que
por instrucion al oidor, ó juez, que fuere a ha­ hicieren nuestros oficiales, ó encomenderos.
cer las tasaciones, lo que pareciere al virey, pre­
sidente y audiencia, como va ordenado por las LEY X X V .
leyes de este título, y harán las ad vertendas ne­ D. Felipe IV en Madrid á 9 de abril de 1633.
cesarias, y que mas convinieren al propósito. Que se q u ite n las tasas de servicio p erso n a l, y se h a ­
g a n en fr u to s ó especies.
LEY X X II. Sin embargo do estar ordenado, que cese, y
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en se quite del todo el servicio personal de los in­
Monzon de Aragón á 18 de diciembre de 1552.
dios, y hagan tasas de los tributos, reduciéndolos
Que se especifiqu en las cosas que h a n d e tr ib u ta r los
indios, y d e q u é calidad. á dinero en los casos permitidos, trigo, maíz,
yuca, gallinas, pescado , ropa , algodón, grana,
Sean las tasas claras, distintas, y sin gene­ miel y otros frutos, legumbres, y especies que
ralidades, especificando todo lo que han de tri­ hubiere, y cómodamente se cogieren, y pudie­
butar los indios , y no espresen los tasadores co­
ren pagar por los indios, según el temple, cali­
sas menudas, disponiéndolo de forma que solo dad, y naturaleza de las tierras, y lugares en que
tributen en cada pueblo dos, ó tres especies de
habitan, pues ninguna deja de llevarlos tales, que
las que en e'l se cogieren, y los indios tuvieren,
no puedan ser estimables, y de algun provecho
y no se ponga el gravamen de hacer, y reparar
á la necesidad, uso,y comercio humano, hay al­
las casas, y estancias de los españoles, y asi mis­
gunas provincias en que duran todavía los ser­
mo dispongan , que donde hubieren de tributar vicios personales, con grave daño y vejación de
en ropa, mantas, y algodón, sea todo de un gé­
los indios. Y Nos, atento á su protección, ampa­
nero en un repartimiento, y pueblo , y no de
ro, y alivio: Mandamos- que en estas, y todas
muchas diferencias de mantas, camiseias, mante­
las demas se alce, y quite el servicio personal,
les, y camas labradas, porque en esto solía ha­
como quiera qne se hallare introducido, pues así
ber grande esceso, y agravio, dándoles cada día
conviene á los indios para su conservación y au­
la muestra, que querían los encomenderos, y es
mento: y á los encomenderos para mas duración,
necesario que haya peso y medida en las mantas,
porque no se las puedan alargar, ni ensanchar: y seguridad de los tributos, guardando lo resuel­
y quítese la mala costumbre de algunos lugares,
to por las leyes, que de esto tratan. Y ordena­
mos, que disponiéndolo con la mayor suavidad
en que los caciques hacen juntar las mugeres en
ana casa á tejer las mantas, donde cometen mu­ que fuere posible, se junten los que tuvieren el
chas ofensas de Dios nuestro señor: y ordénese gobierno secular con el obispo, y prelados de las
religiones, oficiales reales, y otras personas no­
que los indios hagan las sementeras en sus pue­
blos, y no en las cabeceras,y que de allí las haga ticiosas, y desinteresadas de la provincia traten,
llevar a su costa el encomendero; y si algun año y confieran e>¡ qué frutos, especies, y cosas se
no se cogiere pan por esterilidad, ò tempestad, pueden tasar, y estimar cómodamente los tribu­
no sean obligados los indios á pagarlo al enco­ tos, que correspondan, y equivalgan al ínteres,
mendero por entonces, ni despues: todo lo cual que justa y legítimamente pudiera importar eí
conviene, y mandamos que se ponga en las ta­ servicio personal, sin eseeder del uso, esaceion, y
sas, remediando en cada provincia lo que tuvie­ cobranza de él; y hecha esta conmutación , haráu
re inconveniente. que se reparta a cada indio lo que asi ha de dar,
y pagar en dinero, según vá referido, frutos, ú
LEY X X III. otras especies, haciendo nuevo padrón de ellas,
D. Felipe III en Madrid á 10 de octubre de 1618. y de la lasa: y los encomenderos no puedan pe­
Que e n los p a d ro n e s d e las tasas se p o n g a n los h ijo s dir, llevar, y cobrar de los indios mas de lo que
y su s edades. esto montare: y apercibimos à los vireyes,y pre­
Por los padrones de tasas de los indios, en sidentes gobernadores que de cualquiera tardan­
que mandamos se pongan también los hijos, se za, omisión, ó disimulación, que en esto hubiere,
han de averiguar las edades, y obligación, que nos tendremos por deservido, se les hará cargo
tavieren de pagarlas, en que debe haber muy en sus residencias, y serán condenados en los da­
buen orden, para escusar pleitos, y no tener ne­ ños, y menoscabos, que recibieren los indios, en
cesidad de valerse de los padrones que hacen los que les encargamos las conciencias.
curas, porque no se persuadan en ninguna forma
los indios á que estos se hacen en orden al ínte­
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
res de los españoles, sino para el fin que se in­ Madrid :í 17 de abril de 1555.
trodujeron, como ministros de la iglesia. ( 5 ) Que no se ta se n trib u to s e n caza n i en o tro s re g a lo s •
LEY X X IV . No se tasen tributos en caza, y regalos, y con­
L·l emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­ múteselos en otras especies de las referidas, pa­
bernadores en Valladolid á 22 de febrero de 15<f). reciendo que estará mejor à los indios.
Que los trib u to s no se ta se n n i c o n m u te n en servicio
p erso n a l.
L as tasaciones que estuvieren hechas en pue- Los mismos á 11 de julio ele 1552.
Que los v isita d o re s vea n y reco n o zca n los pueblos.
(5) Véase la ley 25, til. 13, lib. i . u i que v a u d ta sa r.
244 Libro vi. T it. v.
¡Muchas veces se hacen las tasas de tributos Que la p a r te de las iglesias d e p u eb lo s d e la corona,
por informaciones, sin estar presentes los visi­ se g u a rd e con se p a ra ció n .
tadores, ver, ni reconocer los pueblos, y su cali­ De los pueblos que estuvieren en !a corona,
dad, de que resultan inconvenientes: Mandamos, cuyos tributos ó su valor vinieren á poder de
que los visitadores vean los pueblos por sus mis­ nuestros oficiales reales , sean obligados á sepa­
mas personas, y reconozcan el número de los rar la cantidad que estuviere señalada para la
indios, y su posibilidad, para que con mas justi­ fabrica , ornamentos y ministerios de las igle­
ficación, y entera noticia procedan. sias de cada uno, y ponerla en diferente arca,
sin juntarla con fas otras partes que á Nos per­
LEY X X V ÍÍI. tenecen en los tributos.
El emperador D. Carlos en Monzón sí 19 de diciem­
bre de 1534.
Que las ¿asas d e p u eb lo s d e la co ro n a se hagan con Los mismos allí, capítulo 4.
los oficiales reales. Q ue los trib u to s aplicados d iglesias n o se saquen d e l
^ Las tasas de tributos de indios, que están en a rca sin licen cia n i lib ra n za .
nuestra real corona, se han de hacer juntamen­ Ordenamos.que de esta arca tengan llaves di­
te con los oficiales reales, que tienen noticia de ferentes nuestros oficiales reales, y no puedan
nuestra hacienda , y es justo que tengan de «lia gastar ni distribuir ninguna cantidad de la por­
toda buena cuenta, y razón, y déseles memoria ción de tributos que en ella pusieren , si no fue­
de las que estuvieren hechas, y se hicieren de re por mandamiento del virey ó presidente go­
aqaelios indios. bernador, y parecer de el prelado en cuya dió­
LEYr X X IX . cesi estuvieren los pueblos de que se pagare.
D. Felipe II y la princesa gobernadora en Valladolid L E Y X X X III.
a 29 de octubre de 1556. El mismo en Madrid á 17 El emperador 11. Carlos y la emperatriz gobernado­
de marzo do 1567. En Córdoba á 19 de marzo de ra en Valladolid á 31 de mayo de 1538.
1570.
Que se a ju ste la p a r te de trib u to s que se debe em p le a r
Que habiéndose de h a ce r baja de tr ib u to s d e la c o ro • en las ig le sia s y o rn a m e n to s.
na, a sista n el fisc a l y oficiales rea tes, y s i e stu v ie re n
a u se n tes, n o m b re n p ro c u ra d o r. Sí en la tasación de los pueblos que estan
Al tiempo de tasar los indios de nuestra real en nuestra corona, y encomendados á diferentes
corona asistan el fiscal de la audiencia y oficia­ personas, no estuviere declarada la cantidad que
les reales, y si estuvieren ausentes nombren un se ha de gastar en las iglesias, ornamentos y mi­
procurador à quien otorguen poder bastante, el nistros de ellas í Manda ríos que se esprese y de­
cual parezca ante el tasador y juez que hiciere clare, y si necesario fuere , se lasen y moderen ,
las informaciones , cuenta y tasa , y por nuestro ajustando la parte de tributos asignados en cada
real l’atrimoriio alegue y responda á lo que pi­ pueblo para el dicho efecto, y que io misino se ha*
dieren los indios sobre bajas de tributos y lo de­ ga en los que fueren de señorío.
más, y baga todas las defensas que convengan. LEY X X X IV .
El emperador D. Carlos allí, capítulo 6,
D. Felipe II en Madrid a 4 de agosto de 1561. Don Que h a y a lib ro en que se a sie n te la p a r te d e trib u to s
lo ca n te d las iglesias.
Carlos 11 y la reina gobernadora.
Que en las tasas se ha g a n d a s se p a ra cio n e s c o n te n i­ Vara,saber y entender lo que toca á cada pue­
das e n e s ta le y . blo de !a parte de tributos que se aplicare à las
Todas las veces que re hicieren tasas ó reta­ iglesias y mejor cuenta: Mandarnos que nuestros
sas de indios , sea con particular separación de oficiales reales tengan un libro ron separación
loque han de haber los caciques y principales del obispado y provincia, y en él distintos ios
y hubieren menester para sus comunidades y pueblos en que declaren ia cantidad de tributos y
doctrina , con que los caciques , como interesa­ porción que cabe á cada iglesia , con la razón de
dos, no ocultaran ios indios: y téngase conside­ lo que todos lósanos se librare y gastare, con­
ración á los tributos que pagaban á Nos, ó à sus formeu lo mandado.
encomenderos , caciques y principales , y á las
otras cosas necesarias á la administración de ia D. Felipe II en 27 de setiembre de 1565.
doctrina y conservación de las comunidades , y ju e se ¿asen lo s r e p a r tim ie n to s que no e stu v ie re n
todos generalmente guarden , que demas de lo tasados en tiem p o de la v a c a n te .
que asi fuere tasado, no se les ha de imponer Como fueren vacando los repartimientos a n ­
otro tributo ni repartimiento por sus caciques ni es que se vuelvan á encomendar, si no estuvle­
principales ni por otra ninguna persona, y en en lasados, se haga con citación de nuestro fis-
esta tasación quede muy es preso , declarado y :al, porque estando vacos, será sin contradi don:
separado lo que jian de dar á Nos |y à los enco­ r los que han de recibirlos en encomienda se
menderos, caciques y principales , de forma que ¡justarán de buena voluntad à la tasa que se les
!q tocante á caciques y comunidades no entre en liere , y asi se advertirá á los, que tuvieren fa-
poder de nuestros oficiales reales por hacienda n ! I a/1 A n ii »•* 4>r\ » I o i

nuestra: y en cuanto al estipendio dei doctrine­


ro se guarde lo mismo, donde no hubiere estilo,
El emperador D. Carlos y la princesa gobernadora
d resolución en contrario. en Valladolid á 5L de julio de 1554.
LEY X X X I. Q ue cuando se h u b ie re d e h a cer tasa d e p u eb lo s d e
El emperador D. Garlos y la emperatriz gobernado­ in d io s se c ite n los in it rosados.
ra allí, capítulo 2 En las comisiones que se dieren á los que
De los tributos y tasas* 245
fueren á tasar tributos, mándese notificar á las lugares donde los víreyes, presidentes y audien­
partes, asi encomenderos como indios, que en ei cias, y gobernadores reconocieren que los indios
término asignado hagan sus probanzas de lo que pagan el tributo en dinero y conmutárselo en fru­
les conviniere, con apercibimiento, que si se tos para los fines referidos, se lo conmuten en los
apelare de los tasadores se ha de determinar por que cogieren, y criaren en sus tierras y gran-
ellas , sin hacer mas probanzas ninguna de las gerías para que con mas conveniencia puedan
partes, y asi se guarde y cumpla, tributar en lo mismo que cogieren y criaren,
pues este apremio resulta en su beneficio y de la
L E Y X X X V II. causa pública. ( 6 )
D. Felipe II y la princesa gobernadora cu Valladolid
á 10 de mayo de 1558, El mismo en Madrid á 3 de ju­ LEY XL,
lio de 1571. D. Felipe 111 allí á 13 de diciembre de D. Felipe III en Ventosiila á 28 de octubre de 1612
1618.
Que s il o s in d io s p o r ju s ta s causas y p o r a lg u n tie m -
Que a l vo ta r p le ito s de tasas se h a lle n e n el acuerdo
p o q u isie re n tr ib u ta r en d in e r o , se h aga ju s tic ia d
los oidores con los oficiales re a le s, y e n M éjico el
co n ta d o r d e trib u to s. las p a r te s .

Hase dudado si es conveniente que nuestros En los casos particulares que los indios por
oficiales reales ó las personas que los propietarios justas causas y por algunos tercios ó anos pidie­
nombraren por su ausencia ó enfermedad, con­ ren que se les admita toda la paga de sus tribu­
curran con los oidores en el acuerdo cuati do se tos en dinero, .conforme á la tasa, los vireyes, au­
voten negocios en vista ó revísta , sobre mode­ diencias y gobernadores los favorezcan en cuan­
raciones, tasas y retasas de algunos pueblos de to (sin hacer injusticia ni agravio & las partes}
indios de la corona: y si en caso que entren es­ fuere posible ( y ) .
tarán presentes al acuerdo: ó ai dado sus votos LEY XLL
y comunicado el negocio, se saldrán para que sin
ellos puedan los oidores votar y proveer lo que D. Felipe II à l.° de diciembre de 15/3.
convenga: Declaramos y mandamos, que en lo Q ue s i los in d io s sa tr ib u ta r e n oro ó p la ta , todo sea en ­
ya d o y m arcado.
referido no se haga novedad de lo que en cada
una de nuestras audiencias estuviere en cos­ Mandamos, que habiendo de pagar los indios
tumbre, y que nuestros oficiales que entraren á á sus encomenderos en oro ó plata’., iodo sea
!o susodicho juren de guardar secreto y mirar lo ensayado y marcado,
que conviene al servicio de Dios nuestro Señor, LEY X U L
y bien de los indios, y asi se guarde. Otrosí
mandamos , que en el acuerdo de la audiencia de D. Felipe III en Valladolid á 21 de noviembre d*
1601.
Méjico entre el contador de tributos, cuando se
Que lo sin tU o s.d e M éjico y su c o n to rn o no te n g a n
1.» ieren las tasas, y tenga asiento despues de los
obligación p re c isa d e d a r g a llin a s d c u e n ta d e su s
oficiales reales, como generalmente se dispone, ta sa s.
cuando concurre con ellos. Hase introducido en la Nueva España qu«
los indios de veinte leguas en contorno de la eiu»
El emperador don Carlos y el príncipe gobernador
dad de Méjico diesen una gallina por un real ca­
en Monzond t i de agosto de 155'2. da año, á cuenta de los ocho que pagan de tri­
Q ue se lleve a l acuerdo el libro d e tasas, y en é l f i r ­ buto. Y porque en e:ía comutaeíon se les hizo
m e n los oficiales re a les lo pro veíd o . agravio y se hallan obligados á comprarlas por
Si se hubiere de hacer moderación ó conmu­ mayor precio, ordenamos, que se escuse esta for­
tación de tributos y serviciosde nuestra real co­ ma de cobranza y paguen la lasa ordinaria como
rona , por cualquier causa , sea obligado el con­ corria antes, si no las quisieren dar de su volun­
tador ú oficiat real á llevar al acuerdo de la au­ tad, y los Yireyes hagan que asi se guarde.
diencia el libro de las tasaciones, que está á su
cargo, para que allí en él y otro libro que ha
de estar en poder del escribano de la goberna­ El mismo en Madrid á 12 de diciembre de 1619.
ción, se asiente lo proveído y nuestros oficiales Q ue se to m e cu e n ta cada año á los in d io s alcaldes
d e l p a d ró n q u e tie n e n p a r a sí.
lo firmen, y ambos libros esten conformes en la
orden y sustancia de todo.. En la cobranza del toston, que nos pagan íus
indios de íüualemaia, y otras partes de ja Nueva
España,* se han reconocido algunos yerros acasio*
D. Felipe Ï1 y D. Carlos II -y la teína gobernadora. nados de tomarse las cuentas de los indios á sus
Que s i pareciere, co n v e n ie n te se co n m u te n los trib u to s alcaldes por las tasaciones antiguas, y no por los
de d in e ro en f r u t o s . padrones, que los alcaldes tienen para sí: Manda­
Por haberse conmutado en alganas partes mos que se tomen cada año por los dichos padro­
muchos tributos de indios à dinero, han llega­ nes y no por las tasaciones antiguas^ teniendo en
do á subir el trigo, maiz, aves, mantenimientos esto toda buena cuenta>*6
y frutos á escesivos precios y pagando el tributo
en moneda, no cuidan de trabajar ni se apli­
can á la sementera, ni otras grangerías provecho­ tad(6)de pagar S.e concede generalmente á los indios facul­
á su arbitrio los tributos en plata ó en
sas y faltan los frutos que mediante el trabajo géneros por cédula dada en Madrid á 29 de junio
hicieran abundante la provincia, y acomodada de 1693.
en los precios, inconveniente digno de remedio: (.7) Como Ies está concedido á los indios, del Cuz­
para cuyo reparo mandamos, que en las partes y co por cédula de 2L de junio de 1693.
TOMO II. 62
246 Libro vi. Títolo v.
LEY X L IV . Mandamos que tos vi reyes y presidentes gober­
E! ciíipej-arfor f). (birlos y lo princesa gobernadora nadores no lo consientan ni den lugar; y si'algu-
en Valladolid á 12 de mayo de 1551, nas tasaciones se hubieren hecho, con este de­
Qua tos indios p iq u ín los tr ib u to s en su s pueblos. fecto, las den por ningunas, contando y señalan*
Ordenamos que los Indios paguen los tribu­ do á los que hubieren recibido nuestra merced
tos en sus pueblos en la cantidad y Cosas que loque valieren los repartimientos que se les apli-
importaren las tasas, y no sean apremiados á {le­ careo por las tasas que en aquella ocasión, y an ­
varlos á olt'a parte fuera de ellos, tes com oda y debidamente podían tributar los
s indios, y en esto no haya fraude.
E! emperador D. Carlos y el principe gobernador en LEY X LV IIL
Madrid á 1 0 de mayo de 151(5. El emperador D. Carlos y el cardenal Tavera gober­
Que habiendo fje ste en p u eb lo s de in d io s se m o d eren nador en 1«o ensal ida á 26 de octubre de 1541 fJ
las tasas. principe gobernador en Valladolid á 15.de setiembre
de lo 45. Ordenanza 5.
Si los indios padecieren contagio de pesie y
mortandad, es nuestra voluntad que sean releva­ Qué n in g ú n en c o m en d e ro lleve su s trib u to s s in e s ta r
tasados los in d io s, y no p e r c ib a o tr a cosa.
dos Y mandamos que se reconozcan las tasacio­
nes hechas <!c lo que deben tributar, asi los que Ningún español que tuviere indios en enco­
estuvieren en nuestra real corona, como los de­ mienda, pueda llevar tributo, si no estuviere
más encomendados á particulares, y con atención primero tasado y moderado por los vireyes, pre­
al daño que hubieren recibido, se informen los sidentes ó personas para esto diputadas; y hecha
visitadores y comisarios de lo que buenamente la tasación, no pueda percibir de los indios otra
pueden pagar de tributo, y servicio sin gravamen, íimguna cosa directe, ni indirecte', por sí ni por
y lo tasen y moderen, de forma que reconozcan otro, con cualquiera causa ó cofor que sea, aun­
que en tan precisa y común necesidad, son favo­ que diga que los indios lo dieron de su volnotad
recidos y aliviados, y de io que se hiciere se nos en rescate ó recompensa de otra cosa: p o rq u e
de aviso* ( 8 ) nuestra voluntad es, que no reciba mas de lo
que fuere tasado, pena de privación de la en­
LEY X L V I. comienda, que desde luego mandamos poner en
D. Felipe IV en Madrid a Í9 de agosto de 1651. nuestra real corona : y que en el proceso y eje­
Q ue no se haga re p a rtim ie n to de m aíz d los in d io s cución de lo susodicho se proceda solamente
p a ra las casds de v ir e y es n i o tr o s m in istro s. la verdad sabida, remota toda apelación; pero
En la ciudad de Méjico se hace un reparti­ bien permitimos que pieda comprar á los indios
miento de maíz á los indios para las casas dei vi* cosas de comer y beber, y otros mantenimientos
rey, oidores, alcaldes y fiscales de aquella audien* necesarios, pagando su justo precio, como se io
cia, contadores de cuentas y oficiales de nuedra pagaría otro español estraüo. Y ordenamos, que
real hacienda y otros ministros, tasado a cinco ó lo mismo guarden nuestros oficiales reales en los
seis reales, de que cada uno saca recudimiento tributos que hubieren de cobrar de i,*s indios,
para el pueblo que le loca, \ despues le cede, que están en nuestra reai corona, pena de per­
vende ó hace gracia de el à otra persona, ó leen- dimiento de sus oficios y que sean restituidos
vía a cobrar de! indio en dinero à mayor pre­ los indios agraviados en lo que montare el esce-
cio del que se le liare buct.*> en nuestra reai ca­ so; y no llegando esta cantidad ai cuatrotanto,
ja: Prohibimos el repartimiento de maiz, y orde­ sea lo demás para nuestra cámara.
namos y ma miarnos á los vi reyes que no consien­
tan á los ministros re fétidos ni otros ningunos
tomar tales libranzas ni recudimientos, pena de El bernadores emperador D. Cítelos y los reyes de Bohemia go­
en Valladolid ii 22 de junio de 1549.
incurrir en las estatuidas por derecho contra los Q ue los in d io s no recib a n agravio etl p a g a r m as de
que no cumplen nuestras órdenes y mandatos. su s tasas n i en su s g ra n g e ría s.
Los encomenderos de Nueva España, demas
f), Felipe II en Madrid á V de febrero de 1563. de los tributos que perciben, hacen que los in­
Qac las m erc e d e s en trib u to s d e in d io s se cu m p la n dios les crien seda, valiéndose de los morales
seg u /i su s tasas. que tienen en sus tierras, en que reciben per­
Hacemos merced á algunos bcnemeVitos de juicio y daño, quinándoles sus frutos, y grange-
cierta cantidad de pesos en repartimientos que nas: Mandamos que nuestras audiencias pon­
estuvieren vacos ó vacaren, y estos los hacen ta­ gan el remedio que mas convenga, y hagan de
sar en menos y mas bajos tribuios de lo que en forma que los.indios no sean agraviados, y go­
aquella ocasión y antes comunmente solían im­ cen de sus haciendas libremente, sin estorbo en
portar por sus particulares intereses, y en frau­ sus grangerías y aprovechamientos, como perso­
de y grande perjuicio de nuestra real hacienda, nas libres y vasallos nuestros.
porque luego que se les adjudican los vuelvan a
retasar, no solo en la tasa antigua, sino en ma­
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador
yor suma de tributos, escediemlu con esta indos allí á I de setiembre de 1551.
tria la merced que los hicimos otro tanto mas Que las a udiencias d esp a ch e n eg e cu to res con dias y
sa la rio s c o n tra los culpados cu esc eso de ta sa s.
^8) Véase o! artículo de la ordenanza de Inten­ Si despues de nolificadas las tasaciones ú los
dentes do Nueva España que habla de esperas y ba­ encomenderos constare á nuestras audiencias que
jas de tributos. J
esceden y no las guardan, provean ejecutóles
De los tributos y tasas. 247
con días y salarlos, á costa de culpados, para que LEY LV.
las hagan guardar y cumplir, y .ejecuten en sus El mismo en Madrid á 23 de diciembre de 1595.
personas y bienes tas penasen que hubieren in­
Que ¿a re v ista de los p u eb lo s se co m eta d los c o r r e ­
currido, con costas y salarios, dando ios despa­ g id o res.
chos necesarios, asi Je oficio, como á pedimento
de parte, y teniendo especial cuidado de esta ma­ Mandamos , que cuando fuere necesario ha­
cer revisitas de tasas y tributos, en tiempo que
teria tan importante á nuestro servicio, descar­
el oidor no visitare la tierra , ó anduviere muy
go de nuestra real conciencia, bien y conserva­
ción de los naturales. lejos de aquel pueblo, se cometan á ios corregi­
dores de los partidos.
LE Y I X
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go<-
bernadores en Valladolid á 7 de julio de 1550. D. Felipe IV en Madrid a ió de junio v a ¡9 de octu­
bre de 1623, y á 2 de octubre d.c 1621,
Que se r e s titu y a d los in d io s lo que se le s lle va re m as
de lo ta sa d o , y m odere e l esc eso en ¿as ¡tasaciones. Q ue las re ta sa s se co m eta n d io s c o r re g id o r e s y a l­
Todo el esceso y lo mal llevado á los indios ca ld es m a y o re s p a r a que las h a g a n co n la m en o s
costa que sea p o sib le .
se les ha de restituir* ó á sus herederos; y si por
las últimas tasaciones hallaren que los indios es­ Si los iridios pidieren cuenta, y retasa , por
tán agraviados d son esees;vas por despoblación haberse minorado, no se nombren jueces que !a
ó muerte, ú otro cualquier accidente, tal que no hagan, y remítanse á los corregidores y alcaldes
puedan buenamente pagar, quedando aliviados mayores,, sin salario, ni costas: y donde no los
para poder sustentar sus casas, casar sus hijos, y hubiere, vayan personas de toda satisfacción, con
acudir á otras necesidades, conforme à lo que la menos costa que sea posible, y no reciban pre­
por Nos está ordenado, las moderen y hagan con sentes , ni obliguen á los indios á otros gastos,
estas calidades. sobre que los vi reyes, presidentes, y audiencias
impondrán las penas correspondientes al ex­
ceso, ( 9 )
D. Felipe II en Madrid ,á 50 <le julio de 1568.
Q ue s i e l en co m en d ero e n su te sta m e n to r e m itie r e D. Felipe II en Monzon á 25 de agosto de 1585.
los trib u to s p o r algun o s a ñ o s , se haga ju s tic ia y
.cum pla su voluntad.. Que q u ie n p id ie r e la tasa ó re.tas/i pa g u e los salarios.
Sucede que los encomenderos ordenan .en sus Ordenamos, que si saliere oidora hacer ta ­
testamentos, que por descargo desús conciencias sación de indios, ó estando ocupado en la visita
no paguen tributo los indios de sus encomiendas y muy distante enviare comisario , se paguen los
por algunos anos, para que los sucesores en ellas salarios por el que pidiere ia cuenta , lasa, ó re­
lo cumplan. Y porque los dichos sucesores y es­ tasa. ( 1 0 )
pecialmente las mugeres, por casarse, dejan de
cumplir esta voluntad : Mandarnos á nuestras au­
diencias, que cuando se ofreciere este caso, si el M empeiadoi D Car os y Ja rema de Bohemia go-
bernadora en Valladolid á28 de febrero de i5 5 i. Don
siguiente entrare por vía. de sucesión y no por le iip e II,e,u Madrid á 29 de julio de 1578. 0 . Car­
última vacante, hagan y administren entero y los II y ia reina gobernadora.
breve cumplimiento de justicia., de forma que. la Que losiiidios .no paguen salarios d los comisarios
voluntad de los testadores se guarde y cumpla d e tasas.
y no haya necesidad de ocurrir ante Nos. Cuando los indios pidieren tasa, y modera­
ción de tributos, ó se hiciere de oficio por comi­
sario, que no sea el oidor visitador, ó goberna­
D. Felipe H en Monzon á 22 de agosto de 1585, dor, no sean gravados en salarios, mantenimien­
Que el o id o r v isita d o r hag o tas c u e n ta s y ta sa s. tos, derechos de escrituras , y otras costas, y es­
Li .oidor, que en cada audiencia saliereá vi tas, y los salarios se paguen de vacantes de cor­
sitar la provincia por su turno, haga las cuen­ regimientos , ó de otra cualquiera hacienda
tas , y tasas de los indios, y no las cometa á .otra nuestra , y e! oidor ó gobernador no los lleven
persona, si no se hubiere de extraviar notable­ porgue ha de ser obligación de sus cargos, y
mente. oficios. & J

LEY L IV . LEY L IX .
V
El i.nisiTio allí. D. Felipe II en Madrid á l.° de jimio de 1567.
Q ue declara q u ié n puede p e d ir re ta sa s, y q u e e l o i­ Que no se re ta se n in d io s d e la co ro n a re a l h a sta d es­
d o r v isita d o r las h aga de oficio. p u e s d e tr e s años d e la ú ltim a tasa.
No se hagan retasas, ni cuentas de los in­ Los pueb’os de indios , que estuvieren en
dios encomendados, si no fuere á pedimento de nuestra real corona, no se han de retasar, hasta
nuestro fiscal, ó dél encomendero , ó de los in­ que sean pasados tres años despues de la última
dios, y no por esto deje el oidor visitador de la tasación, salvo si alegaren mortandad, esterili­
tierra , si hallare que estan algunos indios dema­ dad, u otro caso fortuito, porque entonces de-
siadamente gravados en los tributos, de ios desa­
graviar, porque en tai caso, de su oficio, aunque (9) Mandada observar en cédula do 15 de no­
ellos no lo pidan, podrán moderar la tasa, y des­ viembre de 1/66 con motivo do Consulta que hizo el
hacer el agravio. gobernador de Potosí que se denegó.
(10) Véase la ley que sigue despues de esta.
248 Libro t i. Tit. y.
terminarán nuestras reales audiencias lo que fue­ regidores, y alcaldes mayores de las Indiaá, an­
re justicia. ( 1 1 ) tes que entren á servir sus oficios, sean obliga­
LEY LX . dos a dar,.y tlén fianzas de pagar los- rezagos de
El emperador D. Caídos y la emperatriz gobernado­
tributos de imi ios, que en su tiempo se causaren,
ra año 1550. demás de las que dari p3ra r! ejercicio de sus ofi­
Que en las retasas se declare la cantidad cierta que cios, y que en los titulos, que se les despacharen
han de tribu tur los indios por nuestro concejo, ó por los vireyes, gober­
En algunos pueblos hay tasaciones confusas, nadores, y capitanes generales, y presidentes de
que no tienen numero , ni cantidad cierta de lo las audiencias, de oficios, que son á sa provi­
que lian de pagar los indios, con que muchas ve­ sión, se prevenga, y ordene lo susodicho. Y por­
ces tributan mas de lo que deben; Mandamos, que asi conviene, mandamos, que enteren en las
que se hagan retasas claras, ciertas, y determi­ cajas reales, por tercios, las tasas, y si no lo hi­
nadas, porque cese este incoo veniente. cieren dentro del término, sean pribados de sus
oficios, y den residencia luego.
LEY LXI.
D. Felipe ÏIÏ en Madrid á 14 de marzo de 1620, LEY L X V .
Que se osease el énvidr jueces d contar indios, y co­ D. Felipe II en San Lorenzo á 9 de agosto de 1589.
meta d los ordinarios. D. Felipe 111 en Zamora á 16 de febrero'de 1602,
Para solo contar los indios tributarios, se acos­ Que ¿os indios de Filipinas paguen de tributo d diez
tumbra enviar jueces á los pueblos, pudiéndose reales en dinero ó especies, como no se cause fa lta
hacer por las justicias ordinarias sin salario: O r­ de frutos.
denamos, que se escuse, y á los gobernadores, Para proveer de doctrina á algunos pueblos
corregidores, y alcaldes mayores, que hagan es­ de las islas Filipinas, que no la tenían, y si la
ta diligencia con todo cuidado ante los escriba­ había, noera suficiente, se resolvió aumentar
nos públicos, ó reales de su jurisdicción, d se los tributos, que solían ser de ocho reales, ó su
enviará persona á so costa para el mismo efecto. valor por cada peso, á razón de diez reales cas­
tellanos cada uno, y mandó, que este crecimien­
LEY LXIL to entrase en nuestra real caja, aplicando el me­
D. Felipe II en Toledo a 20 de febrero de 1561. dio rea! para pagar las obligaciones, que se ha­
Que la nuera visita ó cuenta no suspende la paga de bían de cumplir con los diezmos; y el real y me­
los corridos.
dio restante para sueldos de aquella milicia , y
Aunque á pedimento de algunos pueblos de otros efectos, atento á que de nuestra real hacien­
indios, que estan en nuestra real corona, se dé da se su p e lo necesario al envío de religiosos,
por las audiencias la carta acordada para ser vi­ que entienden en la predicación del Santo Evan­
sitados y contados, no han de suspender los ofi­ gelio, y que los encomenderos fuesen obligados
ciales reales la cobranza de lo corrido, y líquido con los ocho reales á pagar la doctrina ordinaria,
que se nos debiere, basta el despacho de la pro­ y necesaria , y la parte que les cupiese de la fá­
visión , y lo que se hubiere de proveer será para brica de las iglesias, quedando á elección de los
despues. (* 2 ) indios el pagarlo lodo en dinero, ó en frutos, ó
LEY L X III. en uno, y otro, y asi se ejecutó, y asentó: Man­
D. Felipe II y la priores» gobernadora en Valladolid damos, que en esto no se haga novedad, tenien­
á 2 de junio de 1557. do consideración al bien, y conservación de aque­
Que los tributos se rematen y cobren en laform a de llas províocias, y sus naturales, y á que la elec­
esta ley. ción de pagar en dinero no ocasione falta de fru­
I,os tributos de nuestra real corona se rema­ tos y cause esterilidad.
ten luego que sea cumplido el tiempo de su en­
trega, en la junta de hacienda, y póngase luego LEY _L'XVL
el dinero en nuestra caja, despachando recudi­ D. Felipe IV en Madrid á l9 de junio de 1627.
miento al que los sacare en almoneda, para que Que no se distribuyan los tributos sin orden del con­
sejo, y los oficiales reales tengan cuenta de lo que
cobre de los indios en la cabecera, y sáquelos en montaren.
recuas, sin tener con ellos mas comunicación, ni
hacerles ningún daño. En los títulos de encomiendas se han de ex­
presar todas las cláusulas prevenidas por las le­
LEY L X IV . yes de este libro, y los vireyes y presidentes go­
f>. Felipe IV en Madrid á 25 de agosto de 1657. Don bernadores no distribuyan cosa alguna de los tri­
Carlos II y la reina gobernadora allí á 20 de noviem­
bre de 1668. Véase la ley 9, tit. 9, lib. 8. butos, sin orden de nuestro consejo reai de las
Que los gobernadores, corregidores y alcaldes ma­ Indias. Y mandamos á los oficiales de nuestra real
yores den nueras fianzas por los rezagos de tributos, hacienda, que tengan cuenta y razón de lo que
y tos enteren por tercios. montaren , y cada año la envien al consejo.
Ordenamos, que todos los gobernadores , cor- Q u e la s re d a c c io n e s se h a y a n d c o s ta de lo s t r i ­
b u to s j q u e lo s in d io s d e ja r e n d e p a g a r , ley
( il) Cinco años dice la ordenanza de Intendentes 1 1 , t i t , 3 , d e e s te lib r o .
de Mueva España, artículo 155. Véase también el ar­
tículo 10. Q u e io s n e g r o s , y n e g r a s , m u l a t o s , y m u la ta s ,
(12j Por el artículo 135 de la ordenanza de Inten­ p a g u e n tr ib u to a l r e y , l e y I , ü l . 5 , lib, 7 ,
dentes se deroga esta ley cu alguna parte, y se man­ ■y los h ijo s d e n e g r o s > U bres , ó e s c la v o s , h a ­
ila que las cobranzas se hagan con arreglo ;í las nue­ b id o s e n m a trim o n io co n I n d ia s j le y ‘2 , los
vas matrículas sin esperar su confirmación de la
m u la to s , y n e g ro s lib r e s viv a n co n a m o s co ­
junta superior. Véase ei artículo 110 y t i l que son
w»uv importautes para la inteligencia de las leyes an­ nocidos , p a r a q u e se p u e d a n c o b ra r su s t r i ­
teriores. b u to s , le y 3 , t i t . ó j lib . 7 .
fíe los p ro tecto res de indios.

LEY P R IM E R A . LEY IV .
D. Felipe IV en Madrid ;í 15 de junio de 1623.
D. Felipe U en Madrid á 10 de enero de 1589.
Q ue sea n castigados los m in istro s que lle va ren d los
Que s in em bargo d e la re fo rm a c ió n d e íes p r o te c to ­ in d io s m as d e su s salarios.
re s y d e fe n so re s d e in d io s los p u ed a h a b er.
Cada indio de la INueva España paga medio
Sin embargo de las órdenes antiguas, por las real, que se distribuye en salarios de asesores,
«cíales se mandaron quitar y suprimir los pro­ relatores, escribanos de cámara y gobernación,
tectores y defensores de los indios, en cuya eje­ letrados, procuradores, solicitadores y otros mi­
cución se han experimentado grandes inconve- nistros por los pleitos y negocios, que tienen
átenles: Ordenamos, que los pueda haber, y en el gobierno , audiencia y otros tribunales, y
sean elegidos y proveídos uuevamenle por nues­ no se les pueden llevar mas derechos; y porque
tros vi reyes y presidentes gobernadores en las sin embargo deque son aventajados, hay gran-
provincias, y partes donde los habia , y que estos de exceso en llevarles mayores cantidades y pre­
sean personas de edad competente, y ejerzan sus sentes , y ios detienen y retardan, con mucho
oficios con la cristiandad , limpieza y puntuali­ agravio J vejación : Mandamos á los vireyes y
dad, que son obligados, pues han de amparar y audiencia de Nueva España, y el Perú, y las de­
defender á ios indios. Y inandamos á los minis­ mas ptovincias dé las Indias, que pongan todo
tros á cuyo cargo fueren su provisión, quedes den remedio en el inconveniente, hag3n guardar las
instrucciones y ordenanzas, para que conforme leyes, no permitan llevar mas derechos, presen­
¿ellas usen y ejerzan; y á los jueces de visitas tes, ni otra cosa, y que sean bien tratados, y des­
$ residencias, y las demás justicias reales, que pachados con brevedad, y castiguen á los culpa­
tengan mucha cuenta y continuo cuidado de mi­ dos.
nar como proceden en estos oficios, y castigar con LEY V.
rigor y demostración los excesos que cometie­
D. Felipe III allí h 4 de julio de 1620.
ran ( i ).
Q ue los p ro te c to r e s g e n e ra le s de los in d io s n o se a n
rem o vid o s s in causa le g itim a .

E! mismo allí. Los vireyes y presidentes no remuevan nt


quiten á los protectores generales de los indios,
Q ue e n e l P e r ú se den las in s tr u c c io n e s c o n fo rm e d
' íqs o rd en a n za s d e l v i r e y D . F ra n cisco d e Toledo
que una vez hubieren sido elegidos, si no fuere
con causa legítima, cierta, y examinada por núes*
En los reinos de! Perú se han de dar la* ins- tra real audiencia, donde cada uno asistiere.
t facción es á los protectores, conforme á las or­
denanzas que hizo el virey Don Francisco de To­ LEY V I.
ledo , añadieddo lo que conforme á la diferencia El mismo en Sau Lorenzo á 2 de abril de 1608.
de los tiempos conviniere al amparo y defensa Que los p r o te c to r e s g e n e ra le s no p o n g a n s u b s titu to s .
de los indios. Mandamos á los protectores generales que
no poogan substitutos, y acudan por sus perso­
LEY III. nas con el cuidado y vigilancia que requiere sa
El mismo al!/, y á 9 de abril de 1591. D. Felipe III oficio.
en Yentosiila á 17 de octubre de 1614.
Que. d o n d e h u b iere audiencia se n o m b re abogado y
p ro c u ra d o r d e in d io s con salario. O, Felipe II en Madrid á 20 de noviembre de 1578.
Mandamos, que en las ciudades donde hubie­ Que n o se d en p r o te c to r ía s d m e stizo s .
re audiencia, elija el virey ó presidente un le­ Ordenamos á los vireyes y presidentes, que
trado} y procurador, que sigan los p'e¡tos y cuando hubieren de nombrar protectores de in ­
causas de los indios, y los defiendan, á los cua­ dios, no elijan á mestizos, porque así conviene
les señalarán salario competente en penas de es­ á su defensa y de lo contrario, se les puede se­
trados, ó en bienes de comunidad , donde no hu­ guir daño y perjuicio.
biere especial consignación. Y ordenamos, que
eq ningún caso puedan llevar derechos, sobre
que los vireyes y presidentes impongan penas El mismo en capítulo de carta de Madrid á 17 de
gfaves á su arbitrio; y en cuanto al fiscal pro­ enero de 1593
tector de la audiencia de Lima , $e guarde lo pro- Que en las fil ip in a s h a y a p r o te c to r de los in d io s.
reido especialmente en ella. Estaba encargada por Nos á los obispos de
Filipinas la protectoría y defensa de aquellos in­
dios; y habiendo reconocido que no pueden acu­
(!) Por cédula de 11 de marzo de 1781 se mandó dir á la solicitud, autos y diligencias judiciales,
q*.e estos protectores se nombrasen en adelante por que requieren presencia personal: Ordenamos á
los fiscales del crimen de las audiencias en todos
aquellos lugares en que fuese necesario ó hubiere los presidentes gobernadores, que nombren pro­
sida costumbre lia herios. tector y defensor, y le señalen salario competen-
TOMO II. 65
250 Libro vi. Tít. vi.
te de las tasas de indios prorata entre los que es­ i por ellos: y si hacen guardar, y guardan invio.
tuvieren en nuestra real corona y encomenda­ I labiemerite todo lo proveído en su beneficio: y st
dos à particulares, sin tocar á nuestra real ha­ í tienen otras relaciones y noticias que les han de
cienda, que proceda de otros generos. Y decla­ enviar los protectores, en que refieran si se guar­
ramos, que por esto no es de nuestra intención da todo lo proveído en beneficio de ios indios, y
quitar á los obispos ta superintendencia y pro­ en qué partease aumentan y disminuyen , cómo
tección de los indios en general. son tratados, si reciben molestias, agravios, ve­
jaciones, de qué personas, y en qué cosas, si les
LEY IX . falla doctrina, á cuáles, yen qué parles se aumen*
D. Felipe II en Madrid á 13 de febrero de 1593. tan y disminuyen, como son tratados, refiriéndolo
Q ue d los in d io s bogavantes d e l Jtiio G ra n d e se les ! con especialidad , y advirtiendo lo que conven­
c r ie p r o te c to r . drá proveer para su enseñanza, alivio y conser-
Es nuestra voluntad que haya protector ge­ j vacion: con todo lo demás que pueda conducir
nera! de los indios, que anduvieren en la boga ■á este fin, las cuales dichas relaciones remitan
del Rio Grande de la Magdalena, para que los am­ ¡ los vireyes, presidentes y justicias al fiscal de
pare y haga guardar sus ordenanzas ; y de todo : nuestro consejo de Indias, para que interponga
lo que entendiere que se hace en su perjuicio de' su oficio, y Nos podamos proveer con mas fun-
noticia á las justicias , procurando que se reme­ | damenlales noticias lo que convenga.
dien y castiguen los excesos, que contra ellos se
cometieren. Y encargamos á las justicias y pro­ j LEY XIII.
tector, que les den todo favor, y soliciten su au­ I D. Felipe II en Madrid á 9 de abril de 1591. D. Feli­
mento y conservación. pe III allí à 12 de diciembre de 1619.
Que si el pleito fu e re entre indios, el fiscal y pro­
LEY 'X. tector los defiendan, y se procure excusar ejue va­
D. Felipe 1Y allí á 27 de marzo de 1622. yan d seguir sus pleitos.
Q ue los v i r e y e s , p r e s id e n te s y g o b ern a d o res d e n Cuando hubiere pleito entre indios ante nues­
g ra ta audiencia d los p ro te c to r e s . tras audiencias reates, el fiscal defienda á la una
Encargamos y mandamos á los vireyes, pre­ ! parle , y el protector y procurador á la otra, con­
sidentes y gobernadores, que den grata audien- j forme á lo proveído: y si el pleito comenzare an­
cía á los protectores y defensores de indios; y j te e! gobernador, corregidor ó alcaide mayor, y
cuando fueren à darles cuenta de sus negocios y se hubiere de llevar á la audiencia, sin dar la­
causas , y pidieren el cumplimiento de las leyes ¡ gar á que los indios salgan de sus lie; ras, en cuan­
y cédulas dadas en su favor, los oigan con mu- ¡ to permitiere la calidad del negocio , envíen los
cha atención, y de tal forma , que mediante el i despachos y procesos , para que en ellos pidan,
agrado con que los recibieren y oyeren , se aui- y sigan justicia ,y despues de fenecidos remitan
men mas á su defensa y amparo. la resolución á los gobernadores , corregidores y
alcaides mayores ( 2 ).
LEY XI.
LEY X IV .
D. Felipe II en Toledo íí 25 de mayo de 1596.
El emperador D. Carlos y la reina de Bohemia.
Que los ind io s d e se ñ o río c o n tr ib u y a n p a ra el sa la rio
Que los eclesiásticos y seglares avísen d los protec­
de su s p r o te c to r e s com o los dem ás.
tores, procuradores y defu so re s si algunos indios
Los indios de señorío acudan y contribuyan í no gozan de libertad.
en la paga y repartimiento hecho para salarios
de sus procuradores y protectores , como los de­ i Encargamos-á los prelados y eclesiásticos , y
mas encomendados según general mente está man­ mandamos á todos nuestros ministros, y personas
seculares de las Indias, que tengan á su cuidado
dado. j avisar y advertir á ios protectores, procurado­
LEY X II. res, abogados y defensores de indios, sí supie-
I ren que algunos están debajo de servidumbre de
El mismo en San Lorenzo á 28 de agosto de 1596. I esclavos en las casas, estancias, minas, grange»
1). Carlos 11 y la reina gobernadora.
rias , haciendas y otras parles, sirviendo á espa­
Q u e los p r o te c to r e s e n v íe n re la cio n es d los v i r e y e s
ñoles, ó indios : y de su número y nombres, para
y p r e s id e n te s d e l estado j le los in d io s , y estas se r e ­
m ita n al c o n s e jo . que luego sin dilación pidan la libertad, que na­
turalmente les compete, y pues la obra es de tan­
Para tener noticia en nuestro real consejo de ta caridad, y en que Dios nuestro Serior será ser­
e! traiami nto que se hace ;i los indios, y si son vido, pongan en ella toda diligencia y solicitud;
amparados y defendidos como conviene , es muy y ios protectores , procuradores y defensores sin
im p o r ta n te que en todas ocasiones se nos en tic , perder ¡tiempo apliquen loda su industria , y si­
relación del estado en queso halla su buco go­ gan estas causas.
bierno, conservación y alivio; y si los vireyes,
presidentes»y justicias, como se lo mandamos, tie­
nen cuidado de mirar con particular atención ¡ (2) Véase la ley 34, tit. 18, lib. 2.
251

D e los caciques*

LEY P R IM E R A . LEY IV .
D. Felipe XI y la princesa gobernadora en Valladolid D. Felipe II ordenanza 82 de audiencias de 1593. En
á 26 tle febrero de 1557, Toledo á 25 de mayo de 1596<
Q ue las audiencias oigan en ju s tic ia d los in d io s so­ Q ue las ju s tic ia s o rd in a ria s n o p riv e n a los caciques,
bre los cacicazgos. y d e esto conozcan las audiencias y o id o re s v is ita ­
d o re s.
Algunos naturales de las Indias eran en tiem­ Las justicias ordinarias no puedan privar á
po de su infidelidad caciques y señores de pue­
los caciques de sus cacicazgos por ninguna causa
blos, y porque despues de su conversión á nuestra criminal ó querella , pena de privación de oficio,
Santa Fé Católica, es justo que conserven sus
y cincuenta mil maravedís para nuestra cáma­
derechos, y el haber venido á nuestra obediencia ra, y el conocimiento de esto quede reservado á
no los haga de peor condición : Mandamos à
las audiencias, y oidores visitadores dil distrito.
nuestras reales audiencias, que si estos caciques,
o principales descendientes de los primeros, pre- LEY V .
tendieren saceder en aquel género de señorío, o El emperador D. Carlos y la emperatriz goheroado-
cacicazgo, y sobre esto pidieren justicia, se la ra en Valladolid á 26 de febrero de 1538.
bagan, llamadas y oidas las partes á quien toca* Que los in d io s caciques y p r in c ip a le s no se in titu le n
re con toda brevedad ( i) . se ñ o re s.
Prohibimos á los caciques que se puedan lla­
LEY II. mar ó intitular señores de los pueblos, porque
El mismo allía 19 de junio de 1558. asi conviene á nuestro servicio y preeminencia
Qtttf las audiencias conozcan p riv a tiv a m e n te d e estos real. Y mandamos á los vireyes, audiencias y
derech o s, y se in fo rm e n de oficio.
gobernadores, que no lo consientan, ni permi­
Las audiencias han de conocer privativamen­ tan , y solamente puedan llamarse caciques o
te del derecho de los cacicazgos, y si los caciques principales , y si alguno contra el tenor y forma
á sas descendientes pretenderen suceder en ellos, de esta ley se lo llamare ó intitulare , ejecuten
y en la jurisdicción que antes tenían , y pidie­ en su persona las penas que les parecieren con­
ren justicia, procederán conforme á lo ordenado:
y asimismo se informaran de oficio sobre lo venientes.
que en esto pasa , y constándoles que algunos LEY V I.
e«tán despojados injustamente de sus cacicazgos [). Felipe 11 en Madrid a' U de enero y á 5 do marzo
y jurisdicciones, derechos y rentas, que con ellos de 1576.
lew eran debidos, los harán restituir, citadas las Q ue los ca ciq u es no sea n m e stizo s, y s i alg u n o s lo
partes, á quien locare, y harán lo mismo si algu­ f u e r e n se a n rem ovidos.
nos pueblos estuvieren despojados del derecho, Mandamos que los mestizos no puedan ser
que hubieren tenido de elegir caciques. caciques, y si algunos lo fueren, sean luego remo­
vidos de 'os cacicazgos, y que estos se den á in­
L E I III. dios en la forma estatuida.
D. Felipe III en San Lorenzo á 19 de julio de 1614.
D. Felipe IV en M - lrid á 11 de febrero de 1628.
LEY V IL
El mismo allí á 20 de octubre do 1568. Vease la ley
Q ue se g u a rd e la co stu m b re e n la su c esió n d e los ca­ 28, tit. 8, de este libio.
cicazgos.
Que los in d io s se v a y a n sie m p re red u cie n d o d su s
Desde el descubrimiento de las Indias se ha caciques n a tu ra les.
estado en posesión y costumbre, que en los caci­ E n algunas partes de las ludias se han sepa­
cazgos sucedan los hijos á sus padres: Mandamos, rado muchos indios d e sú s caciques, y no convie­
qnc en esto no se haga novedad, y los vireyes, ne perm itirlo: O rd e n a m o s, que todas las veces
audiencias y gobernadores no tengan arbitrio en que vacaren, se vuelvan á incorporar al gobierno
quitarlos á unos, y darlos á otros, dejando la su­ y jurisdicción del cacicazgo n a tu ra l, cuyos eran ,
cesión al antiguo derecho y costumbre. y que á sus caciques y p rin cip ales, no se les h a­
ga agravio, con estas separaciones, como esta or­
(I) Sobre esta materia de caciques debe verse la denado, respecto á las reducciones, y encom en­
cédula de 9 de mayo de 1790, en que se ha mandado
entre otras cosas, que las audiencias continúen en el deros, por la ley 1 2 , tit. 1 , de este ü b ro .
conocimiento de las causas de cacicazgos con tal que L E Y Y7I I I .
no se pretenda en ellas entroncamicnto con ingas, y
que la sucesión no se funde en nombramientos ante­ El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
riores de vireyes ó presidentes, y que estos no los Toro :i 18 cíe enero tle i352. D. Felipe IV cu Madrid
puedan nombrar jamás. En real orden de 28 de abril á l.° de febrero de 1628. En San Lorenzo á 19 de
tic 1783 se habia mandado esto, previniendo no se julio de 1654.
nombrasen en lo sucesivo caciques por los vireyes y I Q ue se reconozca e l d erec h o de lo s ca ciq u es y m o ­
gobernadores, y que solo se conservasen en estos d e re e l ex ce so .
cargos los que en los pasados anteriores alborotos se En algunos pueblos tienen los caciques y
habían portado con fidelidad.
0^0 Libro vi . Título vii.
principales tan oprimidos y sujetos á los indios, les toca, y las justicias, y dueños de minas los
que se sirven de dios en todo cuanto es de su vo­ fuerzan á que á su costa alquilen y cumplan el
luntad, y llevan m'S tributos de los permitidos, número de indios quedes faltan, en qué reciben
con que son fatigados y vejados, y es convenien­ grande perjuicio y daño digno de remedio: O r­
te ocurrir á este daño: Mandamos, que los vire- denamos y mandamos a los vireyes y presidentes
yes, audiencias , y gobernadores se informen en gobernadores, que si en esto hubiere algún ex­
sus distritos y jurisdiciones, y procuren saber en ceso, lo remedien, y no permitan, que á los caci­
sus provincias, qué tribuios, servicios y vasalla ques se les haga agravio.
^cs llevan los caciques, porqué causa y razón, y
si se derivan de la antigüedad, y heredaron de LEY' X II.
sus padres, percibiéndolo con gusto de los indios, El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­
y legitimo título, ó es impuesto tiránicamente bernadores en Valladolid ú 22 de febrero de 1549.
contra razón y justicia; y si hallaren que injus­ Que en los d e lito s y causas d e caciques y p rin c ip a le s
tamente, y sin buen titulo reciben lo susodicho, se g u a rd e la f o r m a d e e sta le y .
ó alguna parle, provean justicia; y si lo llevaren Ningún juez ordinario pueda prender caci­
con buen título, y hubiere exceso en la cantidad que, ni principa!, si no fuere por delito grave
y forma, lo moderen y tasen, guardando !o dis­ y cometido durante el tiempo que e! juez, corre*
puesto en tributos y tasas, como los indios no gidor ó alcalde ejerciere jurisdicción , y de esto
sean molestados ni fatigados de sus caciques , lie envíe luego la información á la real audiencia
vándoies mas de lo que justameute deben. del distrito; pero si e! delito fuere cometido del
LEY IX. tiempo antiguo, ó antes que el juez ejerciere su
jurisdicción, la justicia dará noticia à la.audien­
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­ cia, y si el juez fuere persona de las partes y ca­
bernadores en Valladolid ii ifi de abril de 1550. El
'mismo y la princesa gobernadora allí á 10 de mayo lidades que se requieren para proceder y hacer
de 1551. O. Carlos 11 y la reina gobernadora. justicia, se le podrá cometer la causa.
Q ue s i los c'triq u es jir e le tu lle re n que su s in d io s son
s o la r ie g o s, sea n o idos en jo s liria .
'• No se permita á los caciques ningún exceso El emperador D. Carlos y e) príncipe gobernador en
'en lo que pretenden percibir, y los vireyes, au­ -Madrid á 17 de diciembre de 1551. D. Felipe II .y la
princesa gobernadora en Valladolid á 19 de diciem­
diencias y visitadores de la tierra castiguen á los bre de 1558.
culpados, y sr algun cacique pretendiere tener Q ue declara la ju risd ic c ió n d e los ca c iq u e s .
derecho por razón del solar, diciendo que sus La jurisdicción criminal que los caciques han
indios son solariegos, tí por otra semejante razón de tener en los indios de sus pueblos; no se ha
de señorío y vasallaje, oídas las partes, provean de entender en causas criminales, en que hubie­
justicia nuestras audiencias. re pena de muerte , mutilación de miembro, ú
LEY X. otro castigo atroz , quedando siempre reservada
D. Felipe II en San l.nren/.o ¡í 8 de julio de 1577. para Nos , y nuestras audiencias y gobernadores
Q ue los caciq u es ¡tuguen jo rn a la s d los in d io s que la jurisdicción suprema , asi en lo civil como en
tra b a ja ren en su s labranzas. lo crimina], y el hacer justicia donde ellos ñola
Oc upan ordinariamente los caciques á los in­ hicieren.
dios de sus pueblos en chacras, estancias y otras LEY X IY .
grangerías , y los molestan y apremian, sin pa­ El emperador D. Caídos y la emperatriz gobernado­
garles su trabajo; y para que sean bien, y ente­ ra en Valladolid á 17 de diciembre de 1537.
ramente satisfechos de sus jornales , convendría Que los ca ciq u es no re cib a n en trib u to d las h ija s de.
ordenar, que los mita)os de que tuvieren nece­ su s i/idios.
sidad los caciques para cultivar la tierra, y lo de- Es materia digna de punición y castigo, que
mas necesario, se pagaren delante dt:l doctrinero, los caciques reciban en tributo á las hijas de sus
con que cesarían ¡os muchos agravios que reci­ indios, á que no se debe dar lugar: Mandamos,
ben, y la común necesidad y pobreza en que que si en alguna provincia sucediere, el cacique
muchos indios viven por esta causa , y tendrían pierda el título y cacicazgo, y sea desterrado
quietud, y se conservaria». Y porque nuestra vo­ de ella perpetua mente.
luntad es, que esto se procore y consiga, man­
damos á los vireyes y audiencias , que con mucho LEY XY.
cuidado dispongan , provean y den las órdenes El mismo y el príncipe gobernador en Toro á 18 de
mas convenientes, para que los indios sean paga­ enero de 1552.
dos, y no les falte cosa alguna del precio de sus Que las ju s tic ia s n o co n sie n ta n m a ta r in d io s p a ra
e n te r r a r con su s cae i q u e s .
jornales , y no intervenga engaito ó fraude, es-
cusando los inconvenientes que resultan de lo Por bárbara costumbre de algunas provin­
contrario, y los gobernadores , corregidores y al­ cias se ha observado que los caciques a! tiempo
caldes ma\ores por su parte lo ejecuten. de su muerte manden matar indios é indias pa­
ra enterrar con ellos , tí los indios ios matan con
LEY X I . este fin. Y aunque nos persuadimos que ha ce­
D. Felipe i 11 cu .Aranjuez á 26 de mayo do 1609 sado tan pernicioso exceso, mandamos á nuestras
Que sobre e n te r a r los caciques e l r e jm r tim ic n to no justicias y ministros, que estén muy advertidos
se les haga ag ra rio .
cu no consentirlo en ningún caso, y si de hecho
Por estar despojadas a ’gunas provincias, no i fuere cometido, lo hagan castigar con todo e ! ri •
pueden los caciques entetar el repartimiento que gor que pide tan execrable delito.
De los caciques. 255
LEY XVI.
P. Felipe II en Madrid á l í de junio de 1594 E l m isino o rd en an za 85 de a u d ien cias de 1565. E n
Que tos indios principales de Filipinas sean bien M adrid á 10 de d ic ie m b re de i 57 ti. E n T oledo á 25
tratados, y se ies encargue el gobierno que solían I de m ayo de 1596.
tener en los otros. Que ningún cacique ó principal pueda venir d estos
No es justo que los indios principales de Fi­ Reinos sin licencia del rey.
lipinas sean de peor condición , despues de ha­ Mandamos, que ningún'cacique ni indio
berse convertido, antes se les debe hacer trata­ 1 principal pueda venir á estos reinos sin especial
miento que los aficione y mantenga en fideli­ 1 licencia nuestra , y que no la puedan dar ni per-
dad , para que con los bienes espirituales que j mitir los vireyes, audiencias y gobernadores, y
Dios les ha comunicado, llamándolos á su ver­ ¡ si alguno quisiere referirnos sus servicios, acu-
dadero conocimiento, se junten los temporales, . da á hacer su diligencia, conforme está ordena-
y vivan con gusto y conveniencia. Por lo cual ; do en el título de ios informes y relaciones, y no
mandarnos á los gobernadores de aquellas islas, i tengan necesidad de venir ó enviar otros in­
que les hagan buen tratamiento , y encomienden dios personalmente, para que Nos les hagamos
en nuestro nombre el gobierno de los indios, de merced. ( 2 )
que eran señores , y en todo lo demas procuren Q u e ¿os c a c iq u e s y p r in c ip a le s no te n g a n p o r
que justamente se aprovechen , haciéndoles los e s c la v o s á su s s u je to s , l e y 3 £íí. 2 d e e s te
indios algun reconocimiento en la forma que cor­ lib r o . 2
ría al tiempo de su gentilidad , con que esto sea
sin perjuicio de los tributos que á Ños han de (2 ) S o b re esta ley d eb e v e rse la n o ta d e la 17 d e l
pagar, ni de lo que locare á sus encomenderos. a n te c e d e n te títu lo 1 ° de este lib ro .

D e los rep a rtim ien to s 7 encomiendas y pensiones de


? y
calidades de los títu lo s .

LEY P R IM E R A . I mendarse un repartimiento por dos vidas, en el


D'. F e rn a n d o Y en V allad o lid á 14 de agosto y 12 de j distrito de cada pueblo de españoles, y mejorar­
n o v iem b re de 1509. D. F e lip e II en G u a d a lu p e á l . ° se ^ tomando otro que vacare, y dejarlos a su
de ab ril de 1580. Y en la o rd e n a n z a 145 de p o b la ­ hijo mayor, ó repartirlos entre el v ¡os'demas
ciones. legítimos ó naturales, no teniendo legítimos, con
Que estando la tierra pacifica, el gobernador reparta I cafJa repartimiento quede entero/y sin divi-
los indios de ella. I dir para el hijo que señalare, y dejando muger
Luego que se haya hecho la pacificación, y j legítima, guárdese la ley de ia sucesión: Asimis-
sean los naturales reducidos á nuestra obediencia, j mo pueda tener los indios encomendados en otra
como está ordenado por las leyes que de esto tra­ ¡ provincia, poniendo escudero que por él haga
tan , el adelantado, gobernador, ó pacificador, vecindad y no se le puedan remover. Todo lo
en quien esta facultad resida, reparta los indios cual se entienda conforme á lo capitulado.
entre los pobladores, para que cada uno se en­
cargue de los que fueren de su repartimiento, y • LEY IIL
los defienda y ampare, proveyendo ministro El e m p e ra d o r D. G arlo s y la e m p e ra triz gobernado­
que les enseñe la doctrina cristiana, y adminis­ ra en V alladolid d 15 de m ayo de io 3 8 .
tre los sacramentos, guardando nuestro patro­ Que los indios que se pacificaren sean encomendados
nazgo, y enseñe á vivir en policía, haciendo lo d vecinos comarcanos.
demás que estan obligados los encomenderos en Mandamos, que los indios que se pacificaren,
sus repartimientos, según se dispone en las leyes sean encomendados á pobladores de la comarca *
de este libro. donde residieren los .indios.
LEY M. LEY IV.
El mismo o rd e n a n z a 58, 61 y 62. E l e m p e ra d o r D. C arlo s en M alinas d 20 de o c tu b re
Que sobre encomendar indios se guarden las capitu~ de 154:5.
laciones de los adelantados, y lo que especialmente se Que sin embargo de lo resuelto por las nueras leyes
dispone. se encomienden los indios ct beneméritos,
El adelantado guarde su capitulación, y si Estando permitido y ordenado que todos los
en ella se le diere facultad de encomendar, en­ indios que se pacificasen en nuestras Indias, fue«
tiéndase también en los indios que vacaren en sen encomendados á los descubridores y pobla*
distritos y ciudades de españoles, que ya estu­ j dores y otros beneméritos, y vacando por muer-
vieren pobladas , haciendo los nombramientos ¡ te de los últimos poseedores, conforme á la ley
por dos villas, reservando los puertos y cabece­ de la sucesión y sus declaraciones, siendo en las
ras para Nos, y puede escoger para sí, y enco- ! provincias en que conforme ¿í cédulas reales,
TOMO II. •6 4 " '
254 Libro vi. TU. vín.
asientos ó capitulaciones, uso y costumbre le lo ordet ado y mandado por machas leyes de
había para ello, se volviesen á encomendar por este libro.
los vi reyes ó gobernadores, que tuviesen facul­
tad por una de las llamadas nuevas leyes, pro­ LEY V I.
mulgadas el ano pasado de t542, se ordenó y D. Felipe 111 en Lisboa á 29 de junio de 1G19.
mandó, <|utí ningún virey, gobernador, audiet) Que en las en co m ien d a s d e C hile se p re fie ra n los
cía, descubridor, ni otra persona, pudiese enco­ h ijo s d e los m u e rto s en aquella g u e r r a .
mendar indios por nueva provisión, renunciación,
donación, venia, ni otra cualquier forma ó mo­ Han de ser preferidos y antepuestos siempre
en la provisión de encomiendas de Chile los hi­
do, ni por vacación, ni herencia, y que en mu­
riendo los que tuviesen indios, fuesen puestos en jos de soldados que en nuestro servicio hobie-
ren muerto en la guerra de aquel reino.
nuestra real corona, y deSpues, por algunas bue­
nas consideraciones que para ello hubo, y por­
que nuestra voluntad y la de los señores reyes
LE Y V II.
nuestros progenitores, siempre ha sido que los D. Felipe II en Bruselas à 15 de diciembre de 1558,
que han servido y sirven en nuestras Indias, sean En Badajoz á 25 de julio de 1580.
aprovechados en ellas, y tengan con que se sus­ Que ¿os v ir e y e s d e l P e r ú p ro v ea n las en co m iendas
tentar : vistas las suplicaciones que de la dicha d e Q u ilo y C harcas.
ley se interpusieron por muchas provincias é Nuestras audiencias reales de las provincias
islas, se revocó y dio por ninguna y de ningún de Quito y Charcas no puedan encomendar in­
valor y efecto, y redujo la materia y resolución dios, porque esto está reservado á los. vireyes del
al 'ianlo y estado en que estaba antes y al tiem­ Perú, por cuya mano han de ser gratificados los
po que futí promulgada: Mandamos que asi se que los hubieren servido.
haga> guarde y cumpla, como ahora se guarda,
cumple y ejecuta. V ordenamos á los de nues­ LEY V IH .
tro consejo de Indias, vireyes y audiencias de
ellas, y otras cualesquier nuestras justicias, que D. Felipe IV en Balsaín á 24 de octubre de 1655.
contra esto no vayan, resuelvan, ni determinen Q ue los g o b ern a d o res que tu v ie r e n fa c u lta d y los
en ninguna forma; y en cuanto á los indios, que n om brados en ín te r in p u ed a n en com endar.
están incorporados, ó se debieren incorporar en Permitimos y tenemos por bien, qae los go­
nuestra real corona, no se haga novedad y guar­ bernadores propietarios y los nombrados en ín­
den las leyes y cédulas dadas. terin por nuestros vireyes o presidentes en va­
LEY V. cante de propietarios, conforme à la facultad que
de Nos tuvieren, derecho real de las Indias y es­
I). Felipe ll en Ai'ímjitez a 28 de noviembre de 1508, tilo tolerado en ellas por nuestro consejo, para
y cu la iii>trucciou de Vireyes, capítulo 17 do 1595. proveer las encomiendas que hallaren vacas ó
Que las en co m ien d a s se p ro vea n e n d e sc e n d ie n te s de vacaren en sus distritos, las puedan proveer y en­
d e s c u b r id o r e s , pacificadores y p o b la d o re s . comendar mientras ejercieren en ínterin los car­
Habiendo llegado á entender que las grati­ gos de gobernadores, y no llegaren los que nom­
ficaciones destinadas por Nos á h»s beneméritos bráremos por propietarios, del mismo modo que
do las Indias, en premio de sus servicios, no se estos lo pudieran hacer y como basta ahora se
han convertido, ni convierten, como es jusio, en ha practicado.
beneficio de los hijos y nietos de descubridores,
pacificadores y pobladores, y que por sus perso­ LEY IX .
nas tienen méritos y partes para conseguir>as, El mismo allí.
se hallan olvidados, pobres y necesitados; Man­
Que los alcaldes o rd in a r io s aunque te n g a n el g o b ier­
damos, y repetidamente encargamos á todos los no no p u ed a n en c o m en d a r in d io s.
que en las ludias tienen facultad de encomen­
dar, que en esto procedan con toda justificación, Mandamos que los alcaldes ordinarios de fas
teniendo especial cuidado de preferir á los que ciudades de Yucatán y Venezuela y otras cua­
hubiere de mayores méritos y servicios, y de es­ lesquiera do nuestras Indias Occidentales, aun­
tos á los desciendicoles de primeros descubrido­ que tengan el gobierno político por muerte o
res, pacificadores, pobladores y vecinos mas an­ falta de los gobernadores propietarios, ó en ín­
tiguos, que mejor y con mas fidelidad hayan terin y estos tengan facaltad para encomendar,
servido en las ocasiones de nuestro real servicio, no puedan usar ni usen de ella, ni encomien­
y que en todas nos avisen en carta apar­ den ningunos indios; y si contravinieren, incur-*
te, con los despachos que enviaren de los repar­ ran en las penas impuestas a los que usan de
timientos encomendados, desde la última, sin re­ jurisdicción que no les toca ni per te i ece. Y or­
servar ni omitir ninguna ; y lo que rentan , á denamos, que la provisión de encomiendas que es­
qué personas las hubieren dado , y de sus cali­ tuvieren vacas ó vacaren a! tiempo que los alcal­
dades y méritos; y les damos facultad para que des gobernaron, quede reservada á los goberna­
puedan mejorará los que mas nos hubieren ser­ dores propietarios ó en íntei io, como está dispues­
vido y honrarlos en otras cosas, porque asi im­ to, sin embargo de las cédulas despachadas para
porta, para animar á los otros, y que no dejen Yucatán y Venezuela, y otras cualesquier partes,
de aventajarse en las ocasiones que se ofrecieren que en cnanto fueren contrarias a esta nuestra
por desconfianza de los premios: y que sobre to­ lev, las revocamos, anulamos y damos por de
do lo referido se dé cumplimiento y ejecución á ningún valor y efecto.
De los repartimientos y encomiendas. 255
no les valga, ni por eso se deje de cumplir lo re­
LEY X.
ferido.
D. Felipe III en 31 de julio de, 1611. Y en Irun á 8
de noviembre de 1615. El príncipe gobernador en Valladolid á 29 de agosto
de 1544.
f.l gobernador d f Y acatan no de en ios trib u to s
d e l adelantado ¿VJon.tejo lo q u e n o h u b ie re vacado. Y porque nuestra voluntad es de escep-
E n los tributos que en la provincia de Y u­ tuar por ahora à los que han sido tenientes de
catán fueren del adelantado don Francisco Mosi- gobernadores, corregidores y alcaldes mayores de
tejo, y se pusieron en nuestra real co ro n a, para pueblos: Ordenamos, que no se les quiten los in­
dar entretenim ientos, situaciones y ayudas de dios, y si se les hubieren quitado,se les vuelvan
costa á benem éritos: O rdenam os á los gobernado­ y restituyan.
res de aquella provincia, que no dea, sitú en , n i v
encom ienden ninguna cantidad, hasta que las p e r­
sonas á quien se hubieren dado y señalado los go- El emperador D. Ciarlos y el príncipe gobernador en
Guadalajara á 3 de agosto de 1546.
cen, y en lal caso proveerá el gobernador lo que
Q ue n o se en co m ien d en in d io s d m u g e r e s , h ijo s n i
entonces vacare. Y ordenarnos que no pueda d ar
h ija s de m in is t r o s , salvo á los q u e esta le y d eclara.
n i dé derecho para lo que hubiere de vacar ó
se procederá contra él.; y la encom ienda, ayuda de M andam os que no se puedan encom endar ni
costa 6 nom bram iento, será nulo y sin efecto. encom ienden indios á las m ugeres, hijos é hijas
de todos los gobernadores y oficiales nuestros,
. L E Y • X I. salvo á los hijos varones, siendo ya casados y te ­
pi mismo en Madrid á 4 dg junio de 1620. niendo el gobierno de sus fam ilias al tiem po que
se les encom endaren.
Que e l g o b e r n a d o r de F ilip in a s pro vea la s enco m ien ­
das con cierto té r m in o , ó se devuelvan d la a u d ien cia .
El gobernador y capitán genera! de Filipinas El em perador D. Garlos y Jos reyes de Bohemia go­
provea las encomiendas, guardando lo dispuesto bernadores en Valladolid a 22 d.e febrero de 1549.
en personas benemerilas, sin otro ningún respe­ D. Felipe-11 á 11 de setiembre de 1591.
to, que .el servicio de Dios nuestro Señor y nues­ Que no s e en c o m ien d e n in d io s d e s lr a n je r o s .
tro, bien de la causa pública y remuneración de­ No se han de poder encomendar indios de
bida á los mas beneméritos; y dentro de sesenta repartimiento, ní.enotra formará extranjeros de
dias condados, drsdeque llegue ásu no.t cia la va­ estos nuestros reinos déla corona de Castilla, que
cante, sea obligado á proveerlas, y no ío haciendo, estuvieren y residieren ,en las Indias, sin expresa
se devuelva y pertenezca á nuestra real audjen licencia nuestra dada para esto; y los que nos hu­
cía de aquellas Islas el derecho de proveerlas. Y bieren servido y sirvieren, de forma que merez­
mandamos, que la audiencia las provea, guardan­ can ser .gratificados, reciban honra y merced en
do las leyes, dentro de seis dias, valiéndose de otras cosas, y no en encomiendas, de las cuales son
los edictos y diligencias hechas por el gobernador, incapaces
sin otras nuevas; yen caso que no las haya he­
cho el gobernador, las hará la audiencia y la pro­ LEY . XV.
visión dentro de veinte dias. El mismo.en Madrid á 1.5 de enero de 1592.
Q ue no se, en c o m ien d e n in d io s d a u se n tes.
Ningún ausente pueda ser .pcovei<1o en enco­
El emperador .D. .Carlos y la em peratriz gobernado­ mienda de indios,|íetia de privación -de ella, y
r a á 12 de julio de 4550, y :í 20 de marzo de 4.532. de volver y restituir todo cuanto por esta causa
El mismo en Barcelona a 2ü do noviembre de 1542.
Los reyes de Bolle t&ia gobernadores en Valladolid á hubiere percibido.
4,° de marzo de 1.551 D, Felipe II, ordenanza 113 de
audiencias de 1563. Véase ia ley 51, lit. 9 d.e este li­ LEY X V I.
bro, y la ley 15,- tit. 2 con la ley 53, lit. 4, lü). 8. El emperador O Carlos y el cardenal gobernador en
Q ue no-se re p a rta n .ni en c o m ien d e n in d io s d m in is ­ Madrid :i lü de junio de l5!0. En Barcelona si 20 de
tr o s n i eclesiásticos ;. noviembre de 1545. El mi.-mo y el príncipe gober­
nador ¡i l i de julio de 1552. i). Felipe ií y la prince­
De tener indios encomendados los vireyes, sa gobernadora en Valladolid a 15 de jallo do 1559.
gobernadores y otros ministros, prelados, cléri­ En el Busque de Segovia ¡i 5 de octubre de 1566. En
Madrid á i5 de agosto de 1570, y en ia instrucción
gos, monasterios y hospitales, casas.de religión de V¡reyes capítulo 51, y á 21 de'.enero y á 19 de oc­
y de moneda, .y tesorerías de ellas, y otras per­ tubre de 1574. En Lisboa á 26'.de febrero de 1582.
sonas favorecidas porcontempladon de los oficios, Ï). Felipe 111 en Madrid á 2 de julio de 1618. D. Fe­
. han resultado desórdenes en. e( tratamiento de lipe IV eu Aranjuez <i 15 de abril .de 1628. D. Car­
los indios: Mandamos, que los vireyes, goberna­ los il y la reina gobernadora.
dores y otros cualesquier ministros y oficiales, asi Que no se p u ed a n en c o m en d a r in d io s p o r donación,
de justicia, corno de nuestra real hacienda, pre­ v e n ia , r e n u n c ia c ió n , tr a s p a s o , p e r m u ta n i o tro t i ­
tulo p r o h ib id o .
lados, c'érigos, casas de religión y de moneda,
hospitales, cofradías y otras semejantes, no pue­ Habiéndose ordenado y mandado que los re­
dan tener indios, ni se Ies encomienden; y si partimientos de indios no sean encomendados á
tuvieren algunos, por cualquier título y causa .ninguna persona por donación, venta, renunria-
que sea, les quiten y sean puestos en nuestra •cíon, traspaso, permuta, ni otro título prohibido,
real corona; y aunque ios dichos gobernadores, A e cualquier color que sea, y que lo contrario fue­
ministros y oficiales digan que quieren dejar las se de ningún valor y efecto, quedando vacas las
gobernaciones y oficios, y quedarse con los indios, encomiendas, y que en ningún caso las pudiesen
250 Libro vi. Tit. viu.
proveer !os vireyes, presidentes ni gobernado­ LEY XY
res, y las remitiesen á nuestro consejo de Indias,
O. Felipe 11.1 eu Valladolid á 29 de octubre de Í602.
para que Nos las proveamos, y encomendemos
Que a los en co m en d ero s no se den m as en c o m ien -
en quien fuere nuestra voluntad, no se lia guar­ das si no f u e r e p a ra m e jo r a rlo s , d eja n d o las que tu~
dado ni cumplido, antes bien ha constado que v ie r e n
algunos vecinos encomenderos han hecho dona­ Algunas personas que ya tienen encomien­
ción, renunciación, dejación, venta y traspaso das, y cómodamente lo que han menester, sueleó
de sus encomiendas, por ausentarse de sus vecin­
pedir mas gratificación: Ordenamos, que los vi-
dades o venir a estos reinos, ó con prctesto de
reyes y gobernadores esten advertidos de no dar­
entrarse en religión , ó por otras diferentes cau­ les mas hasta que sean proveídos y gratificados
sas , siendo en la realidad ventas paliadas y en encomiendas, y otros oficios, y aprovecha­
encubiertas, y teniendo apercibido al compra­ mientos, los demás que en aquella tierra hubiere
dor, y concertada la venia acudían al gobernador sin el premio equivalente á sus servicios: pero si
ó ministro que podia encomendar, hecha la vacando algun buen repartimiento pareciere con­
dejación ó renunciación, y se despachaba el
veniente darlo al que tuviere el menor, y mere­
titulo conforme al concierto; y otras veces ciere mas, lo podrán hacer, dejando el que an­
hacían los encomenderos dejaciones y renun­ tes tenía, para que se provea en otro benemé­
ciaciones de encomiendas, que tenían en últi­ rito.
ma vida cu manos de nuestros vi reyes y gober­
nadores , para que las encomendasen en quien
quisiesen ó se las volviesen á encomendar de nue­ D. Felipe IV en Madrid á 9 de octubre de 1623, y en
vo al que las dejó ó á un hijo, ó á otra perso­ 25 de febrero de 1625.
na, con que se acrecentaban mas vidas, de que Q ue s i se h ic ie re dejación p o r m ejo ra , v e n g a n o ta d o
resultaban muchos daños c inconvenientes, asi con e x p re sió n d e servicio s.
por no darse á beneméritos, como porque á f .e r­ Pídese confirmación en nuestro consejo de al­
ma de malos tratamientos sacaban de los indios gunas encomiendas dadas por dejación, y no vie­
el precio en que las compraban,'haciéndolos tra ne razón en los títulos por donde conste si se die­
bajar de ordinario en sus haciendas y granjerias ron por mejora en otro repartimiento; y como
y otras muchas vejaciones, que no es justo per­ quiera que sean de proveer por servicios corres­
mitir y conviene remediar: Mandarnos, que los pondientes á semeja ules premios y recompensas:
vireyes, presidentes, gobernadores y los demas, Mandamos á los vireyes y gobernadores, que en
que en nuestro nombre pueden encomendar pre­ los títulos hagan poner cláusulas particulares de
cisa e inviolablemente, guarden lo referido y lo la calidad con que se dieren, y servicios que me­
do lo demas que acerca de esto está proveído, sin recieren la pró\ ision , para que se conceda ó de­
embargo de ia facultad que de Nos tienen, por niegue la confirmación. ‘
amplia, general y especial que sea; porque de lo
contrario nos tendremos por deservido y se les
hará capitulo en sus visitas y residencias. Y de­ D. Felipe 1U allí à 21 de mayo de 1616.
claramos, que las encomiendas de esta calidad,
Q ue no se den dos en c o m ien d a s d u n a p e r so n a s in
serán nulas y sin efecto, v cualesquier frutos na­ co n o c im ie n to de causa.
turales, industriales ó civiles, que los encomen­
deros percibieren de estas encomiendas en virtud Con viene á nuestro servicio que á una perso­
de sus titulos, quedan obligados à los restituir, na no se den dos encomiendas de indios sin co­
volver y pagará nuestra caja real, como po­ nocimiento de causa, averiguación e' información
seedores de mala fe', sin atender á la antelación deque se deber» juutar, conforme a las leyes.
del pleito ó demanda que se pusiere, sino al tiem­
po y cuando se perciban, reservando (como des­
L E Y •XXL
de luego queda reservada) la provisión de estas El mismo allí á 10 de octubre de 1618.
encomiendas á nuestra real persona por consulta Que las en co m ien d a s no se d ivid a n .
de nuestro consejo de ludias. Y mandamos,que
los fiscales de ias reales audiencias salgan á es­ Una de las causas mas principales que han
tas causas y hagan en ellas su oficio. ocasionado la diminución de los indios, ha sido
las muchas divisiones de encomiendas, haciendo
algunas de treinta, veinte y menos, de que se
han seguido gravísimos inconvenientes: Ordena­
mos, que no se dividan ni partan del numero
M emperador D. Carlos y el cardenal gobernador en
b'ticnsalida á 7 de octubre de 1511 D. Felipe 11 en que hoy tuvieren en cada provincia por vacante
¡Sevilla á 7 de mayo de 1590. ni dejación, ni para que tengan efecto casamien­
tos, ni en otra ninguna forma, aunque se diga que
Q ue no se p u ed a n a lq u ila r n i d a r los in d io s en no se dividen familias, ni ayllos ó parcialidades,
p re n d a s , porque generalmente mandamos, que en ninguna
I
manera, ni por ningún caso ni causa se haga di­
Prohibimos y defendemos, que los españoles visión ni partición de lo que hoy estuviere en
vecinos, moradores y habitantes en las Indias una encomienda en poder de un encomendero,
sean osados á alquilar ni dar ios indios que tu­ pena de mil pesos al gobernador que contravinie­
vieren a sus acreedores en prendas y satisfacción re, y la división y encomienda sean nulas y de
de ningunas deudas, pena de perder los indios, ningún efecto, y los indios puestos en uuestra
y cincuenta mil maravedís para nuestra ciinara. real corona.
De los re parti mí en tos y encomiendas. 259
LEY XXII. ' mero señalado no se han de reducir á menos, an­
tes han de ir y encomendarse con su aumento,
E! mismo allí á 19 de junio de 1620,
pues es justo que haya encomiendas grandes pa­
Q ue n o se hagan divisio n e s d e in d io s e n en c o m ien ­
d a s , y las hech a s se r e fo r m e n .
ra personas de mayor mérito.
Hánse encomendado los indios varones y LEY X X IV .
hembras de algunas encomiendas, haciendo cier­ D. Felipe II capítulo de instrucción. En Toledo á 25
tas separaciones, y divisiones, en particular por de mayo de 1596.
Húmero de personas y cabezas, especificando sus Que las en co m ien d a s y a g regaciones s e d e n con a te n ,
nombres propios, Jo cual es exceso y nulidad, cio n d que en ellas pu ed a ca b er su fic ie n te d o ctrin a •-
división y especie de gratificación prohibida, por» Los vireyes y gobernadores tengan cuidado
que asi se divide y aparta lo que debe estar jun­ de que en los repartimientos de indios que die­
to y unido, de que resultan muchos inconvc ren y formaren , haya para la doctrina y sus­
mentes, introduciendo nueva forma de encomien­ tento de los encomenderos, y procuren, reducién*.
das y ma! gobierno, agraviando con esta sepa­ dolos á poblaciones, que tengan suficiente doctri­
ración à los indios, y sujetándolos á servicios per­ na: y porque esto es lo mas principal, y á que
sonales y otros gravámenes, de que están excep­ han de acudir con mayor cuidado y atención por
tuados : Maudamos, que por ninguna persona de tocar al bien de las almas, y cristiandad de io&
cualquier calidad ó condición que sea, caso ni indios, y lo que Nos deseamos, y conviene, que
causa, se pueda hacer !a dicha división y sepa­ prefiera á lodo lo demás, estarán advertidos de
ración, y los que retuvieren indios, ó la pidieren, que si vacaren encomiendas pequeñas, y cómo­
6 alcanzaren, contra el tenor de esta ley, sin damente se pudieren juntar, las ¡unten y agre­
otra sentencia ni declaraciou alguna, queden des­ guen , para que se ponga en ejecución lo suso­
de luego inhábiles é incapaces de tener ni ob­ dicho, y cuando los frutos y rentas de la enco-
tener la tal encomienda ni otra alguna, y desde mienda no bastaren para la doctrina y encomen­
laego declaramos y damos por ningunas todas dero, prefiera la doctrina, aunque el encomende­
las que hasta ahora se hubieren hecho y dado, ro quede sin renta.
corno aquí se contiene , por ser como son ilícitas
y prohibidas. Y ordenamos, que todos los indios LEY X X V .
asi separados, se agreguen y junten á sus enco­ D. Felipe III en Madrid á 10 de octubre de 1618,
Ordenanza 79.
miendas, y los demás de donde se apartaron y Q ue los in d io s d e cada en co m ien d a c o r ta se a p liq u e n
dividieron; y si algunas mercedes , concesiones o d u n p u e b lo , y no e s té n d iv id id o s.
confirmaciones Nos hub-e'remos hecho, ó dado à Si el encomendero muriere y vacare enco­
cualesquier personas en esta razón, no les apro­ mienda corta , y dividida en diferentes pueblos,
vechen, ni causen titulo, por haber sido obrepti­ júntese de forma que los indios vivan en un pue­
cias y subrepticias, y no se haber reparado, ni blo, aplicando cada parte al encomendero que
hecho relación, cual convino á la inteligencia de
allí tuviere su encomienda.
la materia. Y es nuestra voluntad, que los vire-
yes, presidentes , audiencias y gobernadores, y to LEY X X V I.
dos los demas ministros à quien tocare, provean El mismo allí, Ordenanza 80.
de.oficio, y á pedimento de nuestros fiscales, como Q ue a l que tu v ie r e en com ienda que no se pu ed a u n ir >
lo contenido en esta nuestra ley se guarde y ob­ no se d é o tr a , n i p e n sió n al. e n c o m e n d e ro , n i ai p e n ­
serve precisa y puntualmente, sin disimulación sio n a rio en co m ien d a .
alguna, ni excepción de personas. Asi como conviene para el buen gobierno
que las encomiendas no sean muy cortas, tam­
LEY XXIII. bién es justo, que á un encomendero no se den
Felipe IU allí á 10 de octubre de 1GÍ8, ordenan­ muchas, agregando mas a! que la tuviere de can­
za 78. tidad, que en aquella provincia sea bastante, ó
Q ue las en co m ien d a s se v a y a n red u cie n d o a l n ú m e ro aunque sea menor, en diferente pueblo, de suer­
q u e se d isp o n e .
te que no se pueda juntar como está dispuesto:
Como fueren vacando las encomiendas de una Ordenamos, que esta junta y agregación no se
parcialidad, y natural, o pueblo, se junten, de pueda hacer ni aceptar sin dejar la primera en­
suerte que en la gobernación del Paraguay se re­ comienda, y si el encomendero la aceptare, sola­
da zgan á número de ochenta indios, diez mas ó mente por ia aceptación declaramos ia primera
menos: yen ia ciudad de Santa Fe' y Rio Ber­ por vaca.
mejo, de la gobernación de! Rio de ia Plata, á nú­ D. Carlos II y la reina gobernadora en Madrid á 2
mero de treinta, cinco mas ó menos: y en las ciu de julio de 1666.
dades de las corrientes y Buenos-Aires de aque­ Y mandamos, que ninguna encomienda se
llas gobernación, á doce, dos mas ó menos: y asi de' al que tuviere pensión sobre otra, ni pen-r
en las demas provincias , conforme á sus indios y sion al que tuviere encomienda.
encomiendas, reduciendo y juntando las peque­
ñas unas á otras, y por esto no se le aumente nin­ LEY XXVII.
guna vida al que se le hubiere juntado y aplica­ D. Felipe 111 allí á 5 de febrero de 1611,
do, porque ha de gozar lo nuevamente adquirido Q ue la s en c o m ien d a s co rta s c u y o a p ro v ec h a m ien to
por el tiempo de ío que poseyere. Y es nuestra c o n s iste en se rvicio p e r s o n a l , se a g re g u en .
voluntad, que lo que una vez se juntare quede Si en las provincias pobres de pocos indios
siempre sin división, lo cual se entíenda en en­ y cortas encomiendas ha hiere alguna de calidad
comiendas pequeñas, porque las mayores <Jel nú- que el encomendero no pueda gozar ni valerse
TOMO 11. 65 «
200 Libro vi. T it. vm.
de los tribúfos sino de! servicio personal; Manda* LEY X X X III.
nios, que estando vaca se junte y agregue á otra D. Felipe 11 á 28 de julio de 1557.
mayor, con que por esto no se aumente mas vida Que a l que se d ie re ca n tid a d señalada se a n co m p u ­
y cese el servicio personal. tados los a p ro v ec h a m ien to s se g ú n las tasas.

LEY 'XXV IH . Cuando hacemos merced por gratificación de


serv icios de cantidad señalada, en que se ha pues*
D. Felipe Ï1 en la Instrucción de Vireyes de 1591, to duda, si se ha de entender en demoras, porque
capitulo 53. aunque renten poco valen mucho algunos reparr
Que se gu arde lo p ro veíd o p o r la le y 7, tit. 7 d e este timientos en ellas por las tierras, labranzas y
lib r o , y p u ed a n im p o n e r p en sio n e s e n r e p a r tim ie n ­ crianzas y otros aprovechamientos : Declaramos,
to s m u y ú tiles. que toda la cantidad en que los indios estuvieren
Está ordenado por la ley 7 , tit. 7 , de este tasados en oro, ó en mantas, ó en otro cualquier
libro, que no sean separados los indios de sus aprovechamiento, se ha de computar en cuenta
eaciques , y en vacando se vuelvan á incorporar al que recibe ia merced, asi en las encomiendas
sin hacerles agravio: Mandamos, que asi se cum­ que estuvieren proveídas , como en las que se
pla y guarde, y si el repartimiento fuere de ma­ proveyeren, sin excepción de personas. Y man­
cha utilidad, sea encomendado en solo un bene'- darnos, que se reduzgan á la verdadera tasa y
merito cargando pensiones en favor de otros. y valor.
los corregidores hagan la cobranza y la paga los LEY X X X IV .
caciques. D. Felipe 111 en San Martin de Rubiales &17 de abril
de 1610.
LEY X X IX .
Q ue lo señalado en trib u to s d e in d io s p a ra d a r a y u ­
El mismo en San Lorenzo á 21 de setiembre de 1591. da d e costa se re p a rta e n tr e p e r so n a s n ec esita d a s,
Que a l en c o m en d e ro se le re se rv e algo d e la r e n ta y y no exced a de lo que v a lie r e cada año.
no se co n su m a toda en p en sio n es. En algunas provincias está señalada parte de
Ordenamos á los vireyes y gobernadores, que los tributos para socorros y ayudas de costa de
no encomienden las propiedades de los indios que personas beneméritas y pobres, -hijas y nietas de
vacaren sin aplicar al encomendero alguna par descubridores, en cuya paga suele haber exceso
te de la renta y aprovechamiento, porque de con­ por repartirse mas cantidad de la que alcanzan
sumirla toda en pensiones, resulta que los enco­ las rentas: Mandamos á los vireyes, presidentes y
menderos procuren sacar de los indios indebida­ gobernadores, á cuyo cargo estuviere la distribu­
mente mas utilidad de la permitida. ción de estos socorros, que bagan el repartimien­
to en las mas beneméritas y necesitadas que hu­
LEY biere en aquella tierra, y no repartan mas de lo
D. Felipe II en Aranjuez á 59 de noviembre de 1568,
que cada año valieren.
capítulo 18 do lu.sti uccion.
Q ue los r e p a r tim ie n to s g ra n d e s sean d e dos m il p e ­
sos p a ra el e n c o m e n d e ro , y lo dem a s se d is tr ib u y a D. Felipe ll ii 1.® de diciembre de 1573.
e n p e n sio n e s. Que s i p a r e c ie r e , se pu ed a d ife r ir la p ro v isió n d e
algún re p a rtim ie n to p o r ju s ta s causas.
En los repartimientos grandes se podrán im­ Vacando algún repartimiento podrán los vi-
poner algunas pensiones con que premiar servi­ reyes y'gobernadores diferir la provisión de é!
cios de beneméritos, de forma que en el mayor por justas causas, para que con los frutos de la
no tenga ningún encomendero mas de dos mil vacante se cumpla con algunos pretendientes,
pesos de cenia, y en los demas frutos se cumpla obras pías y libranzas, gobernándolo como mas
con, los que nos han servido, no ofreciéndose in­ convenga á nuestro servicio, y bien público, con­
conveniente en ello. forme al tiempo y ocasión que se oirecieie.
LEY LEY X X X V I.
El mismo capítulo 23 de Instrucción. El em perador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
Que no se d e p e n s ió n que exceda d e d o s m il peso s.
ra en Valladolid á 20 de noviembre de 1556. capitu­
lo 5. El mismo y la reina de Bohemia gobernadora
Ninguna pensión lia de exceder de dos mil allí á 18 de julio de 1551.
pesos, y en su provisión se ha de guardar lo mis* Q ue n in g u n o o cupe n i se a p ro p ie mas. in d io s de los
mo que está ordenado en las encomiendas. que f u e r e n d e su en co m ien d a .
Ordenamos, que ningún encomendero ocupe
LEY ni se apropie por su autoridad ningunos caciques,
El (imperador D. Carlos y los reyes de Bohemia go­ pueblos ni naturales, salvo aquellos que expresa­
bernadores en "Valladolid a y de julio de lo50. mente tuviere señalados en el título ó cédula, que
Q ue los indios va co s se p u ed a n en c o m en d a r a l h e r ­ se le hubiere despachado, ni se sirva de ellos en
m ano d e l ú ltim o p o se ed o r. ninguna forma directe' ni indirecte; y luego que
Muriendo el hijo, que sucedió en los indios sepa de algunos indios vacantes y que no están
de su padre, queden vacos, y sea á arbitrio del encomendados, lo diga y declare ante e! goberna­
virey ó gobernador poderlos encomendar al her­ dor de !a provincia, pena de que si se ptobare o
manó del que hubiere fallecido, ó á otro mas be­ constare haberlos tenido ocupados y que se sir­
nemérito, como no se den á deudo, criado, ni viere de ellos, por el mismo hecho incurra en
allegado del que proveyere la encomienda. privación dé sus propios indios que tuviere en-
De los repartimientos y encomiendas. 261
comentados, y quede incapaz é inhábil de reci­ LEY XLI.
bir otros, y asimismo condenado en todos los fru­ D. Felipe 111 en Madrid á 17 de enero de 1612. Véase
tos é intereses que de los indios apropiados y ocu­ ' la ley 1.a. til. 9 , líb. 8.
pados hubiere percibido, los cuales aplicamos mi­ Que las m erced es en in d io s vacos no se c u m p la n e n
tad á nuestra cámara, juez y denunciador, por los in co rp o ra d o s en la corona.
iguales partes ; y ta otra á los indios apropiados Han cumplido los vireyes de Nueva España
y ocupados. nuestras cédulas de rentas de por vida en indios
vacos, dando títulos en pueblos ya incorporados
LEY XXXVII. en nuestra real corona; no extendiéndose à esto
El emperador B. Garlos y la emperatriz gobernado­ nuestra intención: Ordenamos que las mercedes
ra en Madrid á 19 de noviembre de 1539. Los reyes y cédulas, de rentas dadas, ó que por Nos se die­
de Bohemia gobernadores .en Valladolid á 11 de
marzo de 1550. D. Felipe 11 en Madrid á 23 de no­ ren en indios yacos, ó que vacaren, no sean cum­
viembre de 1566. plidas por encomienda, pensión ni situación en
Q ue los y a n a c o n a s encom endados no sirva n p o r n a ­ indios ya incorporados en la corona real, por­
boría n i tequio c o n tra su vo lu n ta ti que nuestra voluntad no fue ni es hacer esta*
Tenemos por cosa perjudicial, y parece que mercedes.
no conviene que sean encomendados los indios LEY XLII.
Yanacbnas; y asimismo que ninguno los obligue
O. Felipe IV allí à 25 de noviembre de 1637.
á servir de naboría, ni tequio, ni otro modo con­
Que la r e n ta e n in d io s va co s no se e n tie n d a ú til sin o
tra su voluntad: Mandamos, que asi se guarde, con sus cargas.
y si algunos sirvieren, sean pagados de su traba­
jo según lo que merecieren justamente. Declaramos que siempre que hemos hecho
merced y la hiciéremos de renta particular de
LEY XXXVIII. indios con encomienda de suma señalada, no se
D. Felipe IV en Madrid á l5 de julio de 1627. Para ha de entender útil, sino conio se dan las éneo*
esta esta ley y la siguiente se vea la ley 20, título 9, miendas en estos reinos, con sus cargas y obli­
libro 8. gaciones, si ya no es que expresamente hubiére­
Q ue los oficiales reales cob ren e l te rc io de las enco­ mos ordenado ú ordenáremos otra cosa, y que
m ien d a s e n especies.
asi las provean, den y ejecuten los vireyes, pre­
Mandamos, que en las encomiendas dadas sidentes, audiencias y gobernadores que tuvieren
con cargo de que los encomenderos enteren el i facultad de encomendar.
tercio de su valor en nuestras cajas , cobren los
oficiales reales estas cantidades en las mismas es­ LEY XL1II.
pecies que tributaren los indios, conforme á las El mismo allí á 23 de febrero de 1633.
tasas, y las beneficien, quedando á nuestra cuen­ Que los in d io s d e l P a ra g u a y y R io d e la P la ta se in ­
ta el aumento ó diminución de! precio, sobre que c o rp o re n en. la corona.
darán las órdenes necesarias. Y ordenamos á los Los gobernadores del Paraguay y Rio de la
vireyes y gobernadores , que al tiempo de enco­ Plata no encomienden en personas particulares
mendar expresen estas calidades , y asi se guarde á los indios de aquellas provincias, aunque sean
precisa y puntualmente. pasados los diez años de su reducción y conver­
sión; porque nuestra voluntad es que los incor­
L E Y X X X IX . poren en nuestra real corona, en cuanto expre­
El mismo allí á 28 de junio de 1621. samente no mandáremos otra cosa, pena de nues­
Que el te rcio de las en co m ien d a s se e n te r e e>t ías ca­ tra merced y mil pesos para la cámara.
ja s d el d is tr ito .
Asimismo se ordene y declare en los títulos, L E Y L X ÍV .
que cumplan los encomenderos con enterar los D. Felipe II á l.° de diciembre de 1573 En Madrid
á 27 de lebrero de 1575. B. Carlos 11 y la reina go­
tercios del valor en tas cajas reales de los disfri­ bernadora.
tos donde estuvieren situadas guardando lo orde­ Q ue los e n c o m en d e ro s y v e c in o s d efien d a n la tie r r a ,
nado. y en los títu lo s d e en c o m ien d a s se e x p re se .

LEY XL. Tienen obligación los encomenderos y veci­


D. Felipe IV en Madrid á 10 de abril de 1628.
nos domiciliarios á la defensa de la tierra y de­
mas de las cláusulas referidas en este título: Es
Que los r e p a r tim ie n to s d e l P e r ú no se en c o m ien d e n
s in que e s té n vacos e l p r im e r año, y se a p liq u e n las naestra voluntad que asi se exprese en los que
d e m o ra s a l d esem p eñ o d e la caja re a l . se despacharen de encomiendas, para que tengan
Mandamos á los vireyes del Perú que no entendido que deben acudir en las ocasiones que
encomienden los repartimientos vacos y que va­ se ofrecieren de nuestro real servicio, como bue*
caren, hasta que lo hayan estado un ario, y apli­ nos vasallos que gozan de los beneficios de nues­
quen sus tributos y demoras al desempeño de las tra merced y liberalidad.
situaciones hechas en tribu tos vacos-, y si las en­
comendaren ha de ser con cargo de enterar en El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
nuestra caja real lo que valiere y rentare cada Monzon a 25 de octubre de 1533. La emperatriz go­
uno el primer año, y para esto han de dar segu­ bernadora en Madrid á 5ü de mayo de 1536.
ridad à nuestros oficiales reales de que conste Q ue no se p u ed a n q u ita r in d io s á lo s en c o m en d e ro s
s in s e r o idos.
por certificación suya, y de otra forma no se des­
pachen los títulos de repartimientos que enco­ Mandamos que á ningún encomendero sean
mendaren los vireyes antes de cumplirse el año. quitados ni removidos los indios hasta ser oido
2C>2 Libro y ¡. Titulo >111.
y vencido, conforme á derecho; y que los vire- LEY X L1X .
yes, audiencias y gobernadores, asi lo guarden y I D. F e lip e III en el P a rd o á 2 de d ic ie m b re de 1614.
cumplan, pena de nuestra merced y diez, mil { En M adrid ;í 2 de d ic ie m b re de 1618. A llí » 19 dt
inaravcd/s que aplicamos á nuestra real cámara. d ic ie m b re «le l6 i9 . D. C arlos II y la re in a g o b e rn a ­
dora <-»llíñ 10 de m ayo d e 1667.
LEY X L V I. Que en los títulos se exprese el número de indios.,
D oña Jnaun y D , F e rn a n d o V en B urgos a' 9 de no­
valor y distrito de la encomienda, averiguado con
v ie m b re de 15 i L
el fiscal, y los oficiales re.ales den relación conforme
d esta ley.
Que no se puedan quitar indios d encomendero si no liase de expresar siempre en los títulos e|
cometiere delito que tenga perdimiento de bienes.
verdadero valor de la encomienda y número de
Los vireyes, audiencias y gobernadores, «o indios, hecha la averiguación con intervención
quiten, ni lo consientan, á ningún encomendero de nuestro fiscal, si fuere en parte donde haya
los indios de que Nos le hayamos hecho merced audiencia, todo por menor y muy particularment
por nuevo repartimiento ó confirmación de títu­ (e, por sus géneros: en qué consisten los tribu*
lo, sino cometiere delito de los que según las le­ tos: parle y distrito donde es la encomienda, pa*
yes de estos reinos de Castilla, tengan pena de ra que Nos tengamos bastante noticia de ello y
perdimiento de bienes; que en tal caso, es nues­ de la merced que hacemos; y los oficiales reales
tra voluntad que pierda y haya perdido los in­ den noticia de la vacante, relación y numeración
dios que tuviere por repartimiento, encomienda de los indios á quien los ha de proveer.
ó merced nuestra.
LEY L.
LEY X LV IL D. F e lip e IV en M adrid á 15 de m arzo de 1 6274 f
1). F e lip e It en M adrid a 15 de m ayo de 1594. D. F e ­ á 1 .0 de fe b re ro de 1648.
lip e 111 en A ran ju ez á 10 de d ic ie m b re d e 1598. En
D euia á 2 de agosto de 1599. E u M adrid á 28 de a b ril
Que los títulos de encomiendas se despachen en la
de 1602. A llí á 3 de junio de 16¿0.
form a y con las cláusulas que esta ley dispone.
Ordenamos y mandamos á los vireyes, presi^
Q ue d la provisión de las encomiendas precedan
edictos, y se ponga por clausula especial en ¿os tí­ denles y gobernadores, que en los títulos de en­
tulos. comiendas hagan poner por cabeza con mucha
distinción y claridad, cómo vacó la encomienda,
Ordenarnos que no se peredan proveer éneo, por muerte de quién, y e-> la forma que constó*
miendas sin preceder edictos, para que los que y desde que día está vaca, cómo se pusieron edic­
justamente prctcndicrcn, tengan termino compe­ tos para su provisión, con qué término, y en qué
tente, y este sea de veinte ó treinta dias en que ciudades y lugares se fijaron, y qué opositores
puedan acudir los opositores; y examinados sus hubo, declarando sus nombres y dias en que se
servicios, se de la encomienda siempre al mas opusieron: y si por alguno se alegare causa ó ra­
benemérito, siendo preferidos los descubridores, zón particular mas que la general de servicios y
pacificadores y pobladores, y sus hijos y nietos á méritos, se refiera con el auto de la provisión y
los demas que se opusieren: y en todos los títu­ servicios del proveído: y por cuanto está dispues­
los se ponga cláusula especial en que se diga co­ to que en todos se exprese el número de indios
mo para hacer la provisión precedieron los di­ decada una, qué tributos pagan, en qué espe­
chos requisitos y diligencias: con apercibimiento, cies están tasados, y loque monta la gruesa para
que el título despachado sin esta cláusula, no se e! encomendero, rebajadas las cargas de doctri­
admitirá ni dará la confirmación de é¡ n la per na, justicia real, alcabala, diezmo, hospital ú.
son a en cuyo favor estuviere despachado; y se otras que hubiere: Ordenamos y mandamos, que
le mandará que vuelva y restituya ios frutos de la averiguación de este valor y cargas sea y se ha­
la encomienda, la cual se dará por vaca, y el ga con citación de nuestro fiscal, donde hubiere
poseedor de ella quedará incapaz de poderla ob­ audiencia, y donde no la hubiere, con citación y
tener. certificación de los oficiales de nuestra real ha­
cienda: y si algunos indios no estuvieren tasa­
dos sin perjuicio de lo dispuesto para todos, so­
D. F e lip e II en Badajo/, á .14 de o c tu b re <le 1580.
bre que se tasen y demoren, se procurará ajustar
Que no se den titulos de encomiendas por mas vidas cuánto podrán rentar en cada un año, y esto ven-
de las concedidas, pena de nulidad y volver lo co­ drí» declarado: y en lo que toca á la media ana­
brado.
ta de cada encomienda se pondrá á la ie,tra e! eu-
Algunos gobernadores de las Indias, sin fa­ tero hecho-en nuestra caja real: y si por alguna
cultad nuestra, lian aumentado vidas en ios re­ parte se diere fianza al plazo señalado, razón de,
partimientos de indios, concediendo tercera á los la cantidad y ante qué escribano, con dia, mes
que vacaban en segunda, y a este respecto; y por • y año, y qué personas la otorgaron, y cómo que­
que es digno de grande reformación: Mandamos dan entregadas à los oficiales de nuestra real ha­
á los vireyes y gobernadores que no concedan mas cienda, y fueron á su satisfacción. Y porque está
vidas de las que permite la ley de la succesion; resuelto que el vino y aceite de que hacemos li­
y ii nuestras audiencias, que den por ningunos mosna á los conventos, se sitúe en encomiendas
los títulos despachados sobre prorogaciones de vi­ como se ha ejecutado, y en algunas partes hay
das, ordenando que si algo hubieren llevado por otras situaciones semejantes, ú incorpora eí ter­
esta razou, sea enterado ) puesto con efecto en cio de las que Yacan en nuestra real corona: O r­
nuestras cajas reales, haciendo para la averigua­ denamos que lo que de esto se cumpliere y eje­
ción las diligencias necesarias. cutare en cada una, so exprese en el titulo de el la
De los repartimientos y encomlemlas, 265
con toda distinción y claridad, y ponga por re­ lesquier nuestros ministros que hayan tenido ó
mate !a cláusula de llevar confirmador»; y que tengan facultad y comisión para composiciones
para ello se envíen poderes bastantes en la for­ de encomiendas dada contra las leyes de las In­
ma acostumbrada, asi de encomiendas como de dias, no las hagan ni admitan á ellas á ninguiva
pensiones y ayudas de costa, de que se haya de persona, porque nuestra voluntad es, que quien
llevar confirmación nuestra, ios cuales dichos tí pretemliere esta gracia acuda á nuestro consejo
jtulos se despacharán refiriéndose á los autos ori­ de las Indias, que proveerá lo que mas con-
ginales que han de quedar en el oficio de gober­ v.etiga.
nación, para que siempre pueda constar de lo que
trajeren en relación, dándolos firmados y refren­ 0 «e las m e rc e d e s e n trib u to s d e in d io s se cumplan
dados a las partes para que acudan á pedir con­ se g ú n su s t a s a s , l e y 4 7 , - t i í , 5 d e e s te lib r o .
firmación*, y si quisieren enviar duplicados por no se c o n s u lte n r e p a r tim ie n to s d e in d io s e n
el riesgo del viage y navegación à estos reinos, p e r so n a s q u e e s tu v ie re n en e s to s re in o s
se les den, sacando traslados de los títulos à la le­ a u to 25, r e fe r i d o tit. 2 , lib . %
tra, pidiéndolos á nuestras justicias ante nuestros E n c o n s u lta d e la c á m a r a d e 24 d e a b r il d e
escribanos públicos y de gobernación , de quien 1652, s o b re la situ a c ió n d e m il d u r a d o s d e
vengan autorizados, signados y legalizados, com o r e n ta en in d io s y a c o s e n e l p e r ú , e n e l n u e v o
vienen y deben venir los testimonios y escrituras P e in o de G ra n a d a , e n G u a te m a la ò l^ u c a ia n ,
de las Indias .* y no baste traer los autos déla pro­ se s ir v ió $¡, M . d e re sp o n d e r lo sig u ien te . P o r
visión de encomiendas, como algunas veces se han lo q u e se re c o n o c e e n e s ta c o n s u lta , se d e ja
traído, porque no presentándose los títulos, no se y e r e l in c o n v e n ie n te q u e tie n e e l a m p lia r la s
admitirá la presentación, ni tendrá por hecha en r e n ta s de in d io s , q u e se d a n á lo s q u e re sid e n
e! consejo, ni mandaremos dar confirmación. Otro­ e n n u e s tro s r e in o s , y que la s o r d e n e s .que s e
sí mandamos, que con -ios títulos venga copia de d a n p a r a q u e se lo s en c o m ien d e n s e a n co n
todos ios autos originales que se hubieren hecho g e n e r a lid a d , sin o q u e se r e d u z g a n á u n a p ro -
e' hicieren desde la vacante de 1.a encomienda, y y in d a sola co m o p o r lo p a s a d o se h a c ia , y a s i
razón de las pensiones y ayudas de costa que tu­ e s b ie n q u e la c á m a r a se a b ste n q a d e prOr-
viere, hasta el despacho d> I título autorizado en p o n e r m e s e m e ja n te s g r a c i a s , s'm'o q u e cuarta
pública forma, de los escribanos de gobernación do h a g a m e rc e d e s d e e s ta c a lid a d , lo s in te r e *-
públicos y reales, con los mismos apercibi­ sa d o s e lija n u n a p a r te solxi e x c e p tu a n d o a l
mientos (i). vire, y d e lo JN ueva E s p a n f i , p u e s la s ,encO/~
LEY Lt. n u e n d a s d e a q u e lla p r o v in c ia e s ta n a f e c t a s á
D F e lip e IV .e n A ra n ju e z á 13 de a b ril d e 1625. m i c a ja r e a l , y c.on e s to c o n sid e ra c ió n s e d ir á
Que en las 1/ul.ias no se coyipongan encomiendas, y ó D o n C r istó b a l d e M o s c o s o s e ñ a le la p a r t e
se remitan ai consejo.
d o n d e q u isiere q u e so le e n c o m ie n d e , y p tíra
Los vi reyes, presidentes, oidores y otros cua-
e s a s o la se le d e , s in q u e se e n tie n d a esto e n
(1\) A todas estas c láu su las d eb e a ñ a d irse la oite q u e se a g e n e r a l sin o en p a r te d e s tin a d a „ c o ­
con tien e 1» le y 49, títu lo 12 de este lib ro . m o G u a te m a la , N u e v o R e in o ¡ó e l P e r ú
C uya «m isión se e x tra ñ ó , cédula de Sevilla á -6 d e a u to 173* J
a g o sto d e 1732; está .á folio 145, tom o 4 de la caía
deLirna. 1

TITULO OTSTB,
D e los encomenderos de indios.

LEY PRIMERA. ¡as encomiendas. Atenlo á lo cual, mandamos á


los vireyes audiencias y gobernadores, qUC con
El ««aperador don C arlo s y el p rín c ip e g o b e rn a d o r
en V alladolid á 10 de m ayo dç 1554. Don C a rlo s II y
mucho cuidado y diligencia, inquieran y sepan
la rein a g o b e rn a d o ra .
por todos los medios posibles si ios encomendé,
Qui los encontenderos doctrinen, (impetren y defien­ ros cumplen con esta obligación 5 ‘ y si hallaren
dan d &u.s indios en personas y haciendas.
que tallan a ella, procedan por todo rigor de de­
El motivo y origen de las encomiendas, fue recho á privarlos de las encomiendas'}' hacerles
el bien espiritual y temporal de los indios, y su restituir las rentas y demoras que hubieren lle­
doctrina y enseñanza en los artículos y precep­ vado y llevaren, sin atender á lo que son obli­
tos de nuestra santa fe católica, y que los éneo— gados, las cuales proveerán que se gasten en la
«tenderos los tuviesen a su cargo y defendiesen a conversioo de los indios (i).
s.us personas y haciendas, procurando que no re­
ciba») ningún agravio; y con esta calidad insepa­ i l j bjc.br e las ley es de este títu lo , véase la real c é ­
rable, les hacemos merced de se los encomendar d u la de •') de a b n l de l / 9 l , \ m q „ e S. ¡VI. h a ap ro b ad o
de tal manera, que si no lo cumplieren, sean obli­ todas las reso lu cio n es q u e «lid el m a rq u é s de O so n .o ,
gados á restituir los frutos que han percibido y p ie s id e u tc do C hile, par.» su o b serv an cia en el e d r l o
perciben, y es legítima causa para privarlos de el q u e p u b lico en C o q uim bo á 7 de fe b re ro de 17S9 en
tiem p o de su visita.
TOMO II.
66
26 i Libro vi. Tit. ix.
LEY II. LEY IV.
0 . Felipe II Ordenanza H 8de Poblaciones. El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
Valladolid á l l de agosto de 1552.
Qu{* los enco m en d ero s so liciten la re d u c c ió n y doc­
tr in a de los in d io s. Que los e n c o m en d e ro s sea n obligados d la d e fe n s a de
la tie rra .
Mandarnos, que los españoles encomenderos También hacemos merced á los encomen­
soliciten con mucho Cuidado que sus indios sean deros de las rentas que gozan en encomiendas pa­
reducidos á pueblos, y en ellos edifiquen iglesias ra defensa de la tierra, y á esta causa Ies man­
para su doctrina y enseñanza, guardando las le­ damos tener armas y caballos, y en mayor nú.
yes que tratan de las reducciones. mero á los que las gozaren mas cuantiosas; y asi
LEY III. es nuestra voluntad, y mandamos que cuando se
ofrecieren casos de guerra, los vireyes, audiencias
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ y gobernadores los apremien á qué salgan à la
ra cu Valladolid á 20 de noviembre de 1536, Orde­
nanza 1.a El mismo y la reina gobernadora allí á 9 defensa à su propia costa, repartiéndolo de for­
de mayo de 1551. ma que unos no sean mas gravados que otros,
Que los en c o m en d e ro s n e g lig e n te s en c u m p lir la obli­ y todos sirvan en las ocasiones; y porqne convie­
gación de la d o c trin a no p e rc ib a n los tr ib u to s , y los ne que estén prevenidos y ejercitados, les manden
Otic la im p id ie re n se a n p riv a d o s y d e s te rr a d o s d e la hacer alardes en ios tiempos que Ies pareciere;
p ro v in c ia . y si los encomenderos no se apercibieren para
bos encomenderos negligentes y descuidados ellos ó no quisieren salir á la defensa de la tier­
en poner la debida y necesaria diligencia y com ra cuando se ofreciere ocasión, les quiten los
plir su obligación, no procurando ni teniendo mi • indios y ejecuten las penas en que hubieren
fústros para la doctrina y administración de los incurrido por haber faltado á su obligación.
.Sacramentos á los indios de sus encomiendas, y LEY V.
que no han proveído suficientemente sus iglesias D. Felipe II en el Pardo á 8 de noviembre de 1590
y ornamentos al culto divino necesarios, ni han Que los en co m en d ero s e n té r m in o s d e d o s ciu d a des
satisfecho á los ministros su trabajo según lo ex­ elijan una en que r e s id a n , y en la o tr a p o n g a n e s ­
presado en las leyes de este libro: Declaramos, cu d ero .
qile demás de haber estado y estar en culpa muy A los encomenderos que tuvieren reparti­
grave, son obligados à restituir todo aquello que miento en terminos de dos ciudades, se les or­
justamente se debiera gastar en lo susodicho; y dene que elijan en cual de ellas quisieren habi­
si hubiere algunos que con espíritu diabólico to­ tar; y habiendo hecho elección sean apremiados
talmente hayan procurado y repugnado que no á residiren las que nombraren, y en la otra pon­
entrasen ni hubiese ministros en sus pueblos, y gan escudero. Asi se ejecutará en todas nuestras
à esta causa ios indios han carecido de doctrina Indias sin remisión ni excepción de personas.
y lumbre de fé, y del santo sacrificio de la M i­ LEY VI
sa, y gracia de los Sacramentos, y los han pri­ D. Felipe II en 30 de diciembre de 1571. En el Pardo
vado de tanto bien, en gran detrimento de sus año de 1575 y 1578.
conciencias y daño irreparable espiritual y tem­ Que los en c o m en d e ro s n o m b re n su s e s c u d e ro s, y el
poral délos indios, ofendiendo grandemente á g o b iern o los ap ru eb e y señ a le e l sa la rio .
Dios nuestro Se fior , son obligados à mucha mas Cuando el encomendero hiciere ausencia de
restitución y satisfacción que ios descuidados y su vecindad con licencia, se le deje nombrar y po­
negligentes; sobre lo cual rogamos á ios arzo­ ner el escudero, que conforme á io ordenado debe
bispos y obispos, que encarguen estrechamente dejar para cumplir su obligación, y el que nom­
las conciencias a los confesores y usen de sa ju brare sea persona suficiente, y le aprobará y se­
risdiccion eclesiástica para la enmienda y castigo; ñalará salario el virey ó gobernador, el cual ha
y Nos los privamos perpetuamente de las enco­ de pagar el encomendero.
miendas, y condenamos en destierro de la pro­
vincia. Y declaramos que los encomenderos de­ LE Y VIL
ben pedir y procurar con toda di’igencia mi­ El mismo en Madrid á 10 de noviembre de 1578.
nistros religiosos ó clérigos, cuales convengan, Que el tu to r ó c u ra d o r p u ed a n o m b ra r escu d ero p o r
e l m e n o r.
y proveerlos de convenientes estipendios para sa
cón;ynn sustentación; y de lo necesario a! culto Los tutores ó curadores de encomenderos,
divino, ornamentos, vino y cera, al parecer y dis­ papiloso menores de veinte y cinco años, mien­
posición del diocesano, según la distancia y ca* tras durare la tutela ó curaduría nombren es­
iidad de los pueblos; y los oficiales de nuestra cudero, y ios vireyes ó ministros á cuyo cargo
reai hacienda deben proveer lo mismo en los que estuviere el gobierno, no los remuevan siendo su­
tributan y están en nuestra real corona; y por­ ficientes para cumplir con la vecindad, y las de­
que si e! pueblo fuere grande, no satisfacen ¡í sus mas calidades, ni los señalen salario.
conciencias con un solo ministro, deben pedir LEY VIH.'
al diocesano dos o tres, ó los que la grandeza del El emperador D. Garlos y el cardenal Tavera, gober­
pueblo, larga distancia y número de indios nece nador, en Fuensalida á 28 de octubre de 1541. La em­
sitare; y si fueren cortos y de poco interés, se peratriz gobernadora en Valladolid á 20 de noviem­
convendrán dos ó tres encomenderos, los mas cer­ bre de 1536, ordenanza 10.
Q ue la obligación d e te n e r a rm a s y caballos los e n ­
canos, en teñera lo menos una iglesia en lugar co m e n d ero s co rra desde el d ía q u e re c ib ie re n la cé­
conveniente, proveyendo al ministro de lo nece­ dula con té rm in o de c u a tro m eses.
sario. Dentro de cuatro meses primeros siguientes
De los encomenderos de indios. 265
computados desde e! día qae recibieren los en­ LEY X II.
comenderos la cédula de confirmación de enco­ D. Felipe II en Monzón de Aragón á 29 de noviem­
mienda, sean obligados á tener y tengan caballo, bre de 1Ó65.
lanza, espada, y las otras armas ofensivas y de­ Q ue los in d io s no tie n e n obligación d e h a c e r n i h a ­
fensivas qae al gobernador de la tierra parecie­ g a n casas d s u s en co m en d ero s.
ren ser necesarias, según la calidad de los repar* D eclaram os y m andam os que pagando los in ­
timientos y género de guerra, de fornia qae para dios á sus encom enderos el trib u to cor>forme'á
cualquier ocasión estén apercibidos, pena de sus las tasas, no tienen ob igacion de hacer, ni h a ­
pensión de los indios que tuvieren encomenda­ gan casas, edificios, ni otra obra en ninguna p a r­
dos. te, como está declarado en el título de los tr ib u ­
tos y tasas.
LEY IX .
El emperador D. Carlos en Toledo á 4 de mayo LE Y X III.
de 1554. Ei mismo y la emperatriz gobernadora en
Valladolid á 19 de setiembre de 1536. El mismo en D. Felipe III en San Lorenzo á 6 de junio de 1609.
Toledo á 20 de diciembre de 1538. Q ue no se d é licen cia d los en c o m e n d e ro s p a r a a sis­
t i r e n su s p u eb lo s.
Q ue los en c o m en d e ro s e n tie r r a s n u ev a s h a g a n casas
de p ie d r a d o n d e el g o b e rn a d o r se ñ a la re. Considerando de cuanto inconveniente es la
Encomendados que sean los indios en tierras asistencia de los encomenderos en los pueblos de
nuevas , hagan y edifiquen los encomenderos ca­ sus encomiendas, y que sin embargo de la pro­
sas de piedra en el lugar, parte , forma y traza, hibición obtienen licencias del gobierno para
que se dispone en el título de la población de asistir en ellos; Ordenamos y mandamos, que á
ciudades, lib. 4-, y pareciere al que gobernare, e! ninguno ni por ninguna causa ó razón se le pue­
cual señale ios solares que hubieren menester; y da dar tal licencia ni facultad , y sea guardado y
estos, y las casas que en ellos edi6 careo, es nues­ cumplido lo dispuesto.
tra merced, y mandamos que sean sayos propios, LEY X IV .
y como tales puedan en cualquier tiempo dispo­
El emperador D. Carlos y los reye.sde Bohemia, go­
ner á su voluntad en vida ó muerte j y si algu­ bernadores, en Valladolid á 24 de abril de 1550. La
no se excusare y no lo quisiere hacer, el gober­ princesa gobernadora ajlí á 1? de junio de 1555. Don
nador provea que de los tribuios de aquella en­ Felipe lie n ¡VIouzoo de Aragón á 29 .de noviembre
comienda se fabriquen ias casas, y hasta que es­ de 1565. En jVIadríd á 15 d.e enero de 1569, á 3 de
tén hechas r.o se acuda al encomendero con los junio de 1571. En San Lorenzo á 5 .de setiembre
de 1590 y 6 de octubre de 1596.’ En el Campillo á 28
tribuios; y sí en la tierra y comarca no hubiere de mayo de 1597. D. Felipe 111 en San Lorenzo á 6
comodidad de piedra para el edificio, provea que de junio, y en Scgovia á 25 de julio de 1609. En Ma­
se haga de argamasa ó tapiería , ú otros mate­ drid á 10 de octubre de 1618.
riales, los mas durables que se puedan haber, y Que los e n c o m e n d e ro s, su s p iu g c r e s , p a d r e s , h ijo s ,
que estén hechas y acabadas dentro de dos años d e u d o s , h u é s p e d e s , cria d o s y esclavos no e n tr e n n i
re sid a n en los p u eb lo s d e su s en c o m ien d a s.
contados de.-de el dia que se le diere la enco­
mienda. O rdenam os, que ningún encom endero de in ­
dios, ni su m ujer, padres., hijos, deudos, criados,
LE Y X ni huéspedes, m estizos, m u lato s, ni negros, li­
D Felipe II en Madi id a' 31 de marzo de 15.83, bres o esclavos , puedan residir ni e n tra r en los
Que los en c o m en d e ro s te n g a n ca sa s pobladas e n la s pueblos de su encom ienda, porque de esta com u­
ciudades cabezas de su s en c o m ien d a s. nicación y asistencia resulta que los naturales
son fatigados con servicios personales, á que sin
Es obligación de los encomenderos tener ca­ causa ni razón los obligan, ocupándolos en tra e r
sas pobladas en las ciudades cabezas de sus en ­ yerba y f r u ta s , que ván á buscar por larga dis­
comiendas, y de los fiscales de nuestras reales au­ tancia, pescar, m oler y am asar trigo, en que pa­
diencias pedir y solicitar que asi se cumpla. san grandes y c.xeesiv.os trabajos y m olestias,
LEY XI. aunque sea con protesto de utilidad de los indios,
o curai los, o curarse por gozar de la diferencia
D. Felipe I il allí á 10 de octubre de 1618, orde­
nanza 11. de te m p le , pena de cincuenta pesos aplicados
por tercias parles á nuestra cám ara , juez y de­
Que n in g ú n en co m en d e ro te n g a casa e n su p u eb lo ,
n i e s té en é l m a s d e u n a n o ch e . nunciador. Y m andam os á nuestras justicias re a ­
les que no lo consientan ni perm itan , y ejecuten
Los encomenderos no han de poder hacer la dicha pena, y encargam os á los prelados ecle­
ni tener en los pueblos de sus encomiendas casa, siásticos que castiguen y corrijan los excesos que
ni buhio, aunque digan que no es para su vi­ en esto hicieren los doctrineros.
vienda, sino para bodega ó granjeria , y que la
darán despues de sus dias, ó desde luego à los
indios, pena de perdimiento de lo fabricado, que El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
aplicamos á los indios, con otro tanto de su justo Madrid ;i 17 de diciembre de 1541. D. Felipe II en
valor para nuestra cámara : y asimismo prohibi­ Badajoz á 5 de setiembre de 1580.
mos que los encomenderos puedan dormir en sus Q ue los n e g r o s d e los en c o m en d e ro s n o te n g a n co -
pueblos mas de una noche, pena de veinte pe* m u n ica cio n con los indios.
sos, en que incurran cada vez que contravinie­ Soo ¡ios negros de ios encomenderos muy per­
ren, aplicados por tercias parles, cámara, juez judiciales en los pueblos de indios, porque los
y denunciador. ayudan á cmbiiagueces , vicios-y malas coslom-
260 Libro t i- TU. ix.
bres, hurlan sus haciendas, y hacen otros muchos para otra cosa , déjenlas estar y residir con los
daños. Y porque conviene prevenir el remedio maridos c hijos , aunque digan que las tienen de
para que en ninguna forma lengán con los in­ su voluntad y las paguen, pena de que todas las
dios contratación , comercio, ni comunicación: veces que constare de la contravención , y no
Man damos, que las justicias hagan guardar y cuín* i guardaren lo dispuesto, incurran en pena de cien
plir lo ordenado sobre que rio vivan con los in­ pesos de oro por cada india, aplicados á nuestra
dios, y se les excuse todo genero de comunicación, cámara.
castigándolos con rigor si estuvieren en sus pue­
blos , ó con ellos tuvieren alguna contratación
LEY X X L
y comercio. D. Felipe III en Madrid á 10 de octubre de 1618, O r­
denanza 82 y 85.
LEY X V I. Q ue n in g ú n en c o m en d e ro ú o tr a p e r so n a im p id a ca­
sa m ie n to d e in d io s ..
IX Felipe IÍI en Madrid á lOde octubre de 1618, Or­
denanza 14. Suelen hacer los encomenderos contradicción
á los casamientos de sus indios, con pretexto de
Que e l en c o m en d e ro p a g u e lo s d a ñ o s c in te r e s e s d
los indio s p o r su f a m i l i a , d eudos y huéspedes. que los defienden, y que algunos jueces eclesiás­
lían de ser á cargo de ios encomenderos to­ ticos los nombran por defensores, materia escru­
dos los daños que lucieren sus hijos, deudos, pulosa y digna de la prohibición prevenida gene­
huéspedes, criados ó esclavos h los indios, y tam­ ralmente por todo derecho, y ley 2 , tit. i de este
bién les han de pagar el interés, y cualquiera con* libro. Y porque es justo que el matrimonio y sus
donación hecha por esta causa, sin diferencia en­ contrayentes gocen de toda libertad, ordenamos
tre pena é interés. y mandamos, que cualquier encomendero que
impidiere matrimonio de indio ó india de su en­
L E Y X V II. comienda , incurra en perdimiento y privación
I). Felipe IV allí á 51 de marzo de t633. de la encomienda , y el juez secular proceda á cas­
Que los en c o m en d e ro s no te n g a n esta n cia s en los tigar este delito. Y encargamos á los curas que no
té rm in o s d e su s e n c o m ie n d a s, n i se sir v a n de los casen indios con indias de una misma encomien­
indios. da ó casa , cuando el dueño de ella se los llevare
Ordenamos, que ningún encomendero pueda sin hacer'particular averiguación, si las Indias
tener por sí ni persona interpuesta, estancias den­ van atemorizadas ó con plena libertad , pues por
tro de los términos del pueblo de su encomien­ ninguna via directe, ni indirecte, es bien que el
da, y si las tuviere se le quiten y vendan , y que encomendero ó persona que tiene india en su casa,
no se sirvan de los indios, sobre que provean los tenga facultad ni hab'e en impedir su matrimonio,
víreyes , audiencias y gobernadores el remedio ni aun en casarla sin su voluntad , porque en los
conveniente y hagan guardar las leves. mismos matrimonios que pretenden hacer verda­
deramente, está incluso el impedimento. Y por-„
LI¿Y X V III. que las mugeres exceden mucho en esto, manda­
D Felipe IV iillí ¡í 28 de mayo de 1621. mos que lo dispuesto en esta ley se entiende tan3(
Qtte los en c o m en d e ro s n o te n g a n obrajes en su s e n ­ bien con las que tuvieren encomiendas, y si no
co m ien d a s n i cerca d e ellas. las tuvieren, incurran en pena de cien pesos, y en
No se permita que los encomenderos tengan I que no se les permita jamas servirse de ningu­
obrajes dentro de sus encomiendas, ni tan cerca na india, aunque las indias quieran , y esto mis­
de ellas que se pueda recelar que ocuparán á los mo se guarde con los hombres no encomen­
indios en $< rvicios personales, y se aprovecharán deros.
indebidamente de sus bienes, y servirán de sus LEY
personas, hijos y mugerc3 .
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia, go­
bernadores, en Valladolid á 7 cíe febrero de 1519.
Q ue ¿os en co m en d ero s, se c u e stro s ó d ep o sita rio s de
ÍU emperador D, Carlos y los reyes de Bohemia, go­ in d io s no los e c h en d m in a s .
bernadores, en Valladolid ¡ i t " de mayo de 1549.
Que- los en co m en d ero s no c r ie n ganado de c e rd a en Ninguna persona qne tuviere indios en en­
su s p u e b lo s, y g u a rd e n ¡as le y e s . comienda ó administración , secuestro ó depó­
Manda mos, que no se consienta ni permita sito, ni en otra forma directa ni indirectamen­
que los españoles crien puercos en pueblos de te, sea osada í echarlos á minas para sacar oro
sus encomiendas, ni eu términos donde los in­ ni plata, pena de perdimiento de fa encomien­
dios tu vieren sus labranzas, ti otros en que los da, y mas cien mil maravedís que aplicamos á
resulte daño, y los echen en las tierras baldías nuestra real cámara, juez y denunciador*
que hubiere, sin perjuicio de ios indios, ni de
«tro tercero, y guárdese lo proveído por las le­
El mismo y la emperatriz gobernadora en Segovía,
yes ( 2 , tit. 1 2 , Jib./M y 2 0 , tit 3, de este. :í 28 de setiembre de l55z. El mismo y e! cardenal
gobernador,, en Fuensalidaá 7 de octubre de 1541.
Que n in g ú n en c o m en d e ro a lq u ile su s in d io s , n i los d é
Fl emperador 0 . Carlos en Toledo á 4 de diciembre en p r e n d a s .
de 1528, Ordenanza 5.
Mandamos que ningún encomendero pueda
Que n in g ú n en c o m en d e ro pu ed a te n e r en su casa i n ­ alquilar ó arrendar, ni dar en prendas á sus
d ia s do su r e p a rtim ie n to .
acreedores los indios de su encomienda para que
No tengan los encomenderos en sus casas in­ sean pagados, pena de perderlos, y cincuenta mil
dias de sus repartimientos, ni se sirvan de ellas maravedís aplicados ó nuestra cámara.
Be los encomenderos ile indios. 267
LEY XX ÍV .' timo puerto, puedan venir sin fraude ni afecta­
ción y estar en ellos. Y 'mandamos que en este
F] emperador D. Carlos eti Burgos á 21 de noviem­ tiempo no les sean quitados ni removidos los in­
bre de 1527.
Que n in g ú n ve c in o d e u n a p ro v in cia p ueda te n e r in ­
dios y otros aprovechamientos que tuvieren, con
dios e n o tra . que se obliguen y den lianzas de que en el tiempo
Los vecinos de una provincia estando en ella, referido volverán con sus mugeres, pena de todos
no puedan tener indios encomendados en otra; los frutos percibidos de iaseocomiendas y aprove-
y si constare que á alguno se hubiere dado, se chamientos mientras dorare la ausencia, los cua­
le quiten los que gozare donde no hiciere su re­ les pagarán por sus personas y bienes. Y ordena­
sidencia. mos á nm-stros oficiales reales que pongan las
fianzas en el arca de tres llaves, y cuiden del
LEY XXV. cumplimiento y ejecución.
El mismo en Toledo a 18 de abril, y á 21 de mayo
de 1534. La emperatriz gobernadora en ¡Madrid á 13 LEY X X IX .
de noviembre de 1535. El príncipe gobernador en la D. Felipe IV en Madrid á 19 de junio de 1628.
Ordenanza 2 de 1543. D. Felipe lie n Madhid á 27 de Que los en co m en d ero s no sea n p ro v eíd o s en oficios ,,
febrero de 1575, y á 15 de enero de 1592. n i nom b ra d o s p o r ca p ita n es fu e r a de su s vecin d a d es.
Q ue los en co m en d ero s no se a u se n te n d o tra p r o v in ­
cia s in licencia.
Ordenamos que los encomenderos no sean
proveídos en oficios, como está ordenado por la
Mandamos que los encomenderos no se pue­ ley 1 7 , tit. 2 , lib. 3 , ni nombrados por capita­
dan ausentar de la provincia ó isla donde residie­ nes fuera de los lugares donde debieren residir y
ren y tuvieren la encomienda; y en caso que se hacer vecindad, porque conviene que no desam­
les ofrezca alguna ocupación ó negocio preciso, paren las encomiendas.
como sea por corto tiempo y dejando escudero,
la pueda dar el gobernador, y no la prorogue, y LEY XXX.
requiera que vayan á sus residencias y vecindad D. Felipe III en Lisboa á 10 de agosto de 1619. En
á cumplir las demas obligaciones con término Madrid á 27 de noviembre de 1620. D. Feiipe IV allí
de cuatro meses; y si no lo cumplieren dé por á 19 de marzo de 1656.
vacas las encomiendas, proveyéndolas en bene­ Q»<? los p e n sio n a rio s sean obligados d la m ism a r e s í*
méritos. rie n d a que los enconúsnderos.
Mandamos que lodos los que gozaren pensio­
nes en encomiendas, vivan y residan en las cia-
El mismo allí á 2 de setiembre de 1561, y á 26 de dades á cuyos distritos pertenecieren las enco­
mayo de 1575. miendas de que fueren pensionarios, guardando
Q ue siendo m u ch a s las licen cia s d el gob iern o p ava sobre esto lo resuelto con los propietarios y con
a u se n ta rse los en c o m e n d e ro s , las aud ien cia s p u e d a n
revo ca r a lg u n a s. las mismas penas. Y ordenamos,que en ios títa-
los de las pensiones se ponga por cláusula espe­
Nuestras reales audiencias se informen de los cial, y también que lleven confirmación, como
vecinos encomenderos de cada ciudad, y si resi­ está prevenido. Todo lo cual se guarde y cum­
den en ellas ó se han ausentado eo virtud de las li­ pla, si los vireyes ó gobernadores no dieren las
cencias de! gobierno; y constando que están ausen* pensiones con calidad de otra residencia por jus­
tes den los despachos que convengan, para que ha­
tas causas.
gan y sustenten sus vecindades conforme estan
obligados , y á la calidad con que tienen los indios, LEY X X X I.
no obstante que digan y aleguen que tienen licen­ El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
cia de los vireyes ó gobernadores, excepto con la Serreta en 9 de octubre de 1553.
aquellos que tuvieren ó mostraren facultad nuestra Que lo s en co m en d ero s d e la p ro v in c ia d e C a rta g e n a
Ó causa tan legítima, que nos pudiera mover á cu m p la n con r e s id ir e n aquella ciudad.
dársela. Declaramos y mandamos, que sin embargo
LEY X X V II. de lo dispuesto y ordenado, cumplan todos los
D. Felipe II á 50 de diciembre de 1571. En San Lo­ vecinos encomenderos sujetos a! gobernador de
renzo á 17 de octubre de 1595. !a provincia de Cartagena, residiendo en aque­
Que no se de’ licencia d en c o m en d e ro p a r a v e n ir d lla ciudad con que los indios de sus encomiendas
Esparta sin o c o n m u y g r a n causa. no tengan obligación de llevar ni lleven los tri­
Mandamos que no se dé iiceencia á ningún butos á la dicha ciudad ni á otra parte, y baste
encomendero para venir ú estos reinos, si no pagarlos en sus pueblos.
fuere con muy gran causa, por el perjuicio y po
ca deíensa que se sigue á las ciudades, y asi se eje* LEY X X X II.
cute en las Filipinas. D. Càrlo's II y la reina gobernadora.
Que los v e c in o s de C u y o y C h ile a sista n en su s v e ­
c in d a d e s, salvo los que e s tu v ie re n ocupados e n la
g u e rra .
El em perador D. Carlos y el príncipe gobernador en
Valladolid á 16 de octubre de '1514. Mandamos a todos los vecinos y encomende­
Q ue los casados ó desposados en esto s R einos que ros de la otra parte de la cordillera de Chile,
tu vieren en co m ien d a s p u ed a n v e n ir p o r su s m u g e re s.
que se vayan luego á vivir á sus vecindades y
Permitimosá los encomenderos casados ó des­ poblar las ciudades donde son vecinos, para cu­
posados en estos reinos, que por término de dos ya población se les encomendaron los indios, y
años, contados desde ei dia que partieren del úl- i que al vecino que no estuviere en su vecindad un
TOMO 11. 67
2G 8 Libro vi. Tit. íx.
año, no se le de tercio de mita de allí adelante, rentas ni ayudas de costa à hijos de oficiales de
antes se reparta y alquile á personas necesitadas, nuestra real hacienda en tributos situados para
y aplicamos el tercio de aquel año à nuestra cá­ premiar á personas beneméritas y pobres; y nues­
mara; y al que dos años faltare, se le vaquen los tra voluntad es que acudan á pedirlas á nuestro
indios, y solo sean exceptuados los vecinos de Cu­ consejo rea! de las Indias, donde vistos y califi­
yo, que estuvieren sirviendo actualmente en los cados sus servicios, les haremos la merced que
ejércitos de Arauco y Yumbei,ó en algun tuer­ merecieren.
te de aquellas fronteras, los cuales podrán po­
ner personas en su lu^ar; y asimismo los que sír* LEY 'X X X V I . .
vieren en la Concepción ó Chillan con plaza y El emperador D. Cfírlos y la emperatriz gobernado­
sueldo nuestro: y lo mismo ordenamos y manda­ ra en Valladolid á 12 de lebrero de 1538. En Madrid
mos con las mismas penas á todos los encomen­ á 8 de noviembre de 1539. El mismo en Toledo á 29
deros del reino de Chile que estuvieren fuera de de junio de dicho año.
sus vecindades. Todo lo cual se guarde y cum­ Que e l p re la d o y g o b e rn a d o r p e r su a d a n d lo s q ue
pla con los vecinos de Cuyo, si no fueren tan tu v ie r e n in d io s, que se ca sen d e n tr o d e tr e s años.
necesarios en la guerra de Chile que se exponga
à manifiesto peligro. Los encomenderos que no fueren casados, se
casen dentro de tres años que tuvieren la enco­
LEY X X X III. mienda, y lleven sus mugeres á la provincia de
D. Felipe IV eu Madrid á 30 de marzo de 1627. su vecindad, excepto si tuvieren tal edad ó justo
Q ue los en c o m en d e ro s de C uyo h a g a n v e c in d a d en impedimento que les releve. Y porque no es nues­
S a n tia g o d e C hile. tra voluntad hacerles apremio ni vejación, en­
cargamos al prelado de la provincia, y ordena­
Habiéndose dispuesto que los encomenderos mos al gobernador, que si habiéndolo examinado
que residían en la ciudad de Santiago del reino no hallaren impedimento, tengan cuidado de los
de Chile, y eran del distrito de la provincia de persuadir y amonestar á que tomen estado de ma­
Cuyo fuesen hi» hacerI *ri/tAn vecindad tiàni í ti npareció
ella, rnmn nn A
que * . .
trimonio, especialmente si vieren que tienen ca­
harian mucha falla eu el reino para la guerra, i lidad para ello y los gobernadores en la pro*
y que no era de efecto su asistencia en Cuyo,. ¡ visión de las encomiendas, prefieran los casados
ordenó el gobernador y capitán general que hi- [ á los que no lo fueren, conforme á lo dispuesto
ciesen su vecindad en Santiago, con que cada uno i por la ley 5, tit. 5, lib. 4 .
pusiese en su encomienda escudero y cantidad de j
bueyes y ganados, y se proveyeron las doctrinas
necesarias, para que los indios fuesen doctrina- j
ños en nuestra santa fé católica: Es nuestra vo- i El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
juntad y mandamos que asi se guarde y ejecu- ! ra tí 20 de marzo de 1532.
te, mientras la pública conveniencia no pidiere Que los encom enderos ju r e n que tra ta rá n bien d los
otra cesa* indios.
L E Y X X X IV. Mandamos que los encomenderos hagan ju­
D. Felipe II en el Pardo ;t 11 de noviembre fie 1590. ramento judicial ante el gobernador, y con fé de
Q ue n in g ú n e n c o m e n d e ro pu ed a s e r e s c r ib a n o , y e l \ escribano, de que tratarán bien á sus indios, y
que lo fu e r e escoja la esc riba nía ó la en c o m ien d a , j conforme á lo que está dispuesto y ordenado.
Mandamos que ningún encomendero de in- i
dios pueda ser escribano de cámara, gobernación, i Q ue los encom enderos no sucedan en tie r r a s va*
cabildo público ni real; y el que tuviere cual- j c a n te s p o r m u erte d i los in d io s , l e y 3o, tit. 1
quiera de las dichas escribanías, elija ser éneo- ■ de este libro.
mendero ó escribano y lo que dejare vaque; y si 1 Q ue ningún encom endero Heve sus tributos s n
fuere el oficio de escribano, lo pueda renunciar y j e s ta r tasados lo s in d io ':, y no perciba otra co ­
renuncie luego, coníorme a las leyes que Ira - ¡ sa, ley 4-8, tit 5 d e este lib io .
tan de renunciaciones de oficios, guardando en Q u e s i e l encomendera, en su testam ento re m it'e -
esta prohibición la ley 1 2 , til. 8 de este libro. ■ ¡e los trib u to s por algunos a n o f, se haga j u s ­
ticia y cumpla su vo lu n ta d , le y 52 , tit. 5 d e este
L E Y 'XXXV. I libro.
D. Felipe IV en Madrid á 2L de octubre do 1637. ! M I consejo mandó p o r decreto de if> de m a yo de
Que no se den a y u d a s d e costa en tr ib u to s d h ijo s de \ i6 3 5 (pie de aquí a d ela n te se co n su lten las
oficiales eludes en la s In d ia s. j (¡ra d a s de poder gozar los encomenderos la s e n ­
Ordenamos á los gobernadores que tienen fa- i comiendas esta n d o en e* lo s re in o s , ij tam bién
cuitad de encomendar en las ludias que no den | la s p t orogaciones, auto 92.
269

D el buen tratam ien to de los indios.


ben los indios en sus personas y haciendas de al­
' LEY P R I M E R A . gunos españoles , corregidores , religiosos y ele'*
La reina católica doña Isabel y la reina gobernadora
rigos en todo genero de trabajo con que los des­
en esta Recopilación. '
frutan por su aprovechamiento, y como personas
Que se guarde lo contenido en cláusula del testamen­
to de la reina católica sobre la enseñanza y buen miserables no hacen resistencia ni defensa, suje­
tratamiento de los indios. tándose à lodo cuanto se les ordena, y las justi­
E n el testamento de la serenísima y m ay cató* cias que los debían amparar, ó no lo saben (sien ­
Hca reina doña Isabel, de gloriosa memoria., se ha­ do obligados á lo saber y remediar) ó lo toleran
lla la cláusula siguiente: Cuando nos fu e ro n conce­ y consienten por sus particulares intereses, con­
didas p o r la santa Sede A postólica las islas y tra toda razón cristiana y politica, y conserva­
T ierra F irm e del M ar Occéano, descubiertas y ción de nuestros vasallos. Y habiendo reconoci­
p o r descubrir, nuestra principal intención fue do que no basta lo que está proveído y ordena­
a l tiempo que lo suplicamos a l papa A le ja n ­ do para remedio de tantos males, encargamos y
dro n , de buena mem oria, que nos hizo la di­ mandamos á los vireyés y presidentes goberna­
dores (pu es en esta recopilación con particular
cha concesión de procurar inducir y traer los j
intento se han juntado y repetido las leyes y de­
pueblos de ellas , y los convertir á nuestra san­
cisiones que mandan y encargan el buen trata­
ta J e católica, y enviar á las dichas Islas y
miento y alivio de ios indios) que por sus perso­
T ierra Firme, prelados y religiosos, clérigos y
nas y las de todos los deroas ministros y justicias
otras personas doctas y tem erosas de D ics ,
averigüen y castiguen los excesos y agravios que
para instruir los vecinos y moradores de ellas j
los indios padecieren, con tal moderación y pru­
á l a Jé c a tó lic a ,y tos doctrinar y enseñar bue­
dencia, que no dejen d ese r v ir y ocuparse en to­
n a s costum bres, y poner en ello la ditiyenda
do lo necesario, y que tanto conviene á ellos m is­
debida , según m as largamente en las letras de
mos y á su propia conservación., ajustando en e l
la dicha concesión se contiene. Suplico al r e y
modo de su servicio y trabajo, que no haya ex­
m i señor, muy afectuosam ente, y encargo y
ceso ni violencia, ni dejen de ser pagados, guar­
mando d la princesa mi hija y al principe su
dando las leyes que sobre esto disponen de qae
m arido, que asi lo hagan y cumplan, y que e s ­
tengan tan particular cuidado, que despues del
te sea su principal fin y en ello pongan m u ­
gobierno espiritual, sea esto lo que primero y
cha diligencia, y no consientan n i den lugar principalm ente procuren; y si les pareciere que
d que ios indios vecinos y moradores de las es necesario nuevo y m ayor remedio, lo traten
dichas I s i as y Tierra F irm e, ganados y por ga­ con sus audiencias y otras personas celosas del
n a r, reciban agracio alguno en sus personas y servicio de Dios nuestro Señor y nuestro; y con
hienes: mas m anden que sean bien y ju sta m e n ­ su parecer y el de las audiencias, nos avisen para
te tra ta d o s, y si algun agravio han recibido, que proveamos4o que mas convenga.
lo remedien y provean de manera que no se
exced a cosa alguna lo que por las letras apos­
tólicas de la dicha concesión nos es inyungido D. Felipe I I , Ordenanza de Audiencias de 1565. En
y mandado. Y Nos, á imitación de su catd ico Longuisana á 21 de abril de 1580. D. Felipe IV en
y piadoso celo, ordenamos y mandamos á los vi Madrid á 26 de setiembre de 1655.
reyes, presidentes, audiencias, gobernadores y Que ios vireyes y audiencias se informen si son mal
justicias reales, y encargamos á los arzobispos, datados los indios, -y castiguen á los culpados.
obispos y prelados eclesiásticos, q ue tengan esta U n o de los mayores cuidados que siempre
cláusula m uy presente, y guarden lo dispuesto hemos tenido, es procurar por todos medios que
por las leyes, que en orden à ia conversión de los indios sean bien tratados y reconozcan los b e­
los naturales y su cristiana y católica doctrina, neficios de Dios nuestro S eñor en sacarlos del m i­
enseñanza y buen tratamiento están dadas ( i ) . serable estado de su gentilidad, traiéndolos á nues­
L E Y IL tra santa fé católica y vasallaje nuestro. Y por­
t). Felipe II en capítulo 17 de Instrucción. que el rigor de la sujeción y servidumbre era lo
Que el buen tratamiento de los indios sea de forma que mas podia divertir este principal y mas d e ­
que no dejen ds servir y ocuparse. seado intento, elegim os por medio conveniente
Grandes danos, agravios y opresiones reci- )i( la libertad de los naturales, disponiendo que u n i ­
versal mente la gozasen como está prevenido en
( i ) Las Corles generales y extraordinarias, for­ el titulo que de esto trata, juntando esto á la pre­
madas en la Isla de León el 24 de setiembre de 1810, dicación y doctrina del Santo Evangelio, para
cuida-on con mucha brevedad y preferencia A otros que con la suavidad de ella, fuese el medio mas
objetos, cortar de raíz los abusos y vejaciones que eficaz; y conviene que á esta libertad se agre­
padecían los indios; y por decreto general expedido gue el buen tratamiento: Mandamos á los vire»
en 5 de enero de 1811 se mandó que nadie les ocasio­
nase perjuicio en sus personas y propiedades bajo de yes, presidentes y oidores de nuestras audiencias
los apercibimientos mas severos. l reales, que tengan siempre mucho cuidado y se

v
270 Libro v i. Título X.
informen de !os excesos y malos tratamientos que [ denes dadas en favor de los i n d i o s , asi por N os,
se hubieren hecho ó hicieren á los indios incor­ 1 como por nueítros vireyes y audiencias reales,
porados en nuestra , real corona y encomendados sobre que los corregidores no traten ni contraten,
á particulares: y asimismo h lodos lo i demas n a ­ y las hagan cumplir y guardar con puntualidad
turales de aquellos reinos, islas y provincias, in­ en lodo lo conveniente al servicio de Dios y n u e s­
quiriendo como se ha guardado y guarda lo o r ­ tro , y bien de los naturales.
denado, y castigando los culpados con iodo rigor,
y poniendo remedio en ello, procoren que sean LEY VI.
instruidos en nuestra santa fe católica, muy bien
D. Felipe ÍI en Lisboa ¡í 27 de mayo de 1582. Don
tratados, amparados, defendidos y mantenidos Felipe líl, Ordenanza 26 del servicio persona!.
en justicia y libertad como súbditos y vasallos
nuestros , para que estando con esto la materia Que todos los ministros y residentes en las Indias
dispuesta, puedan los ministros del Evangelio con­
procuren el buen tratamiento de sus naturales.
seguir mas copioso fruto en beneficio de tos na­ T od o lo ordenado en favor de los indios se
turales sobre que á todos les encargamos tas co n ­ cumpla y ejecute precisamente, de forma que no
ciencias. puedan ser oprimidos con tal moderación y te m ­
planza , que tampoco se de lugar ni consienta que
se hagan ociosos ni holgazanes, procurando que
Kl emperador 13. Carlos en Vnll.udolid tí 26 de junio trabajen y acudan á las labores y otros servicios,
de 152.). El principe gobernador allí á 15 de setiem­ como se previene por las leyes de esta R ecopila­
bre de 1515. O. Feline II en Lisbon a 11 de junio y
<¿ 27 de ni.iyo de 1582. 1). Felipe l í l en Madrid á 12 ción , y principalmente esté á cargo de ios vir e-
de diciembre de 1620. yes, presidentes y gobernadores el cuidado y c u m ­
plimiento en Ja ejecución de lo susodicho; y pues
Que las justicias reales procedan contra culpados en
nudos tratamientos , y tos castiguen severamente. loca umversalm ente á todos los estados de las gen­
tes habitantes en las Indias : á los jueces por el
Mandamos á nuestras justicias y oficiales, que cum plim iento de nuestras órdenes: á los prela­
en nuestro nombre cobran los tributos de indios, dos por la obligación que tienen" de mirar por el
y otras cualesquicr personas que los tuvieren e n ­ bien espiritual y temporal de aquellos naturales:
comendados, y á todos nuestros súbditos natura­ á los españoles por su particular acrecentamien­
les y habitantes en las Indias, que no Ies hagan to , conservación y aumento de aquellos reinos,
mal ni daño en sus personas ni bienes, ni les to­ donde los encomenderos gozan sus repartim ien ­
men contra su voluntad ninguna cosa, excepto los tos , y tienen lodos los demás tan grande disposi­
tributos conforme à sus lasas, pena de que cual­ ción para labranzas y granjerias,'que lodo cesa­
quier persona que matare o hiriere , ó pusiere ría en faltando ios in dios, deben mirar por ellos,
las manos injuriosamente en cualquier in d io , ó y asi encargamos mucho á todos, general y parti­
le quitare su m uger, ó hija, ó criada, ó hiciere cularm ente, el cumplimiento y observancia de
otra fuerza « a g r a v i o , sea castigado conforme ¡i cuanto está p roveído,'y se contiene en las leyes
las leyes de estos reinos de Castilla y N ueva He dadas sobre su buen tratam iento, para que ten­
copilaciou. Y encargamos y mandamos á nues­ gan cumplido efecto, porque nuestra intención
tros vireyes, gobernadores y ministros, que vivan y voluntad es que inviolablemente se guarden y
con grandísimo d esvelo, atención y cuidado en cumplan.
saber e inquirir de oficio por via de los protec­
tores, religiosos y otras persona'desapasionadas, LEY V II.
si los encomenderos ú otros vecinos residentes ó
D. F elipe 11 a l l í , y e n Sun L orenzo á 25 de agosto
forasteros, los vejan y molestan en los casos r e ­
de 1596.
feridos ú otros semejantes , y hallando que algu­
nos son culpados con fundamento de verdad pro­ Que los prelados informen siempre del estado, tra­
b a b le , cometan su averiguación y castigo á suge tamiento y doctrina de los indios conforme desta le y .
tos desinteresados, que no tengan indios ni pa­ Rogam os y encargamos á los arzobispos y obis'
rentesco de consanguinidad ó afinidad con los e n ­ pos, que en todas las ocasiones de flotas y arm a­
comendé! os d otros culpados, para que los cas­ das nos envien relación muy particular del trata­
tiguen ejemplar y severamente, interviniendo m iento que se hace á los indios en sus distritos,
los fiscales de nuestras audiencias; sí conviniere si van en aumento ó dimucion , si reciben m o ­
mas eficaz remedio, lo arbitren hasta que tenga lestias ó vejaciones, y en que' cosas , si les falta
efecto y se consiga lo que tanto importa al servi­ doctrina y adonde, si gozan de libertad ó son opri­
cio de D ios nuestro S eñ or y nuestro, y conser­ midos , si tienen protectores, y que personas lo
vación de los indios. son , si los ayudan y defienden haciendo fiel y di-v
LEY V. ligenlem ente sus oficios, ó con descuido y n eg li­
g e n c ia , si reciben algo de los in dios, que ins­
D. Felipe II en Madrid ú 25 de diciembre de 1595.
trucciones tie n e n , cómo las guardan , lo que con­
{¿tic se atienda mucho cómo acuden los coi regidores vendrá proveer para su mejor enseñanza y c o n ­
al buen tratamiento de indios. servación, y lo que mas les ocurriere acerca de
Los vireyes y gobernadores tengan siempre esto dirigido á nuestro fiscafdei consejo de Indias,
mucha vigilancia y cuidado , y procuren enten­ a cuyo cargo está su protección , para -que pida lo
der y saber como proceden los corregidores y ad­ que teca á su o b lig a c ió n , y Nos proveamos lo
ministradores de indios en su buen tratamiento, conveniente al descargo de nuestra conciencia y
y para inas acierto reconozcan las leyes y ó r - cargo de los que fueren o m i s o s /
Del buen tratamiento de los indios. 27 i
LEY V III. LEY X I.
D. Felipe II en .Lisboa á 15 íle noviembre de 1582. D. Felipe II en Pobos á 12 de maj'o de 1581.
Que se guarden las leyes y provisiones sobre que los
curas y religiosos traten bien d los indios. Que los indios no sean molestados sobre ir al merca
do, y si fueren sea de tres leguas.
Nuestras audiencias reales despachan provi­
siones para que los curas y doctrineros, cléri­ L os indios que hubieren de ir al mercado
gos y religiosos no echen derramas entre los in ­ con provisión de bastimentos y otras cosas, sean
dios con ningún pretexto, aunque se hayan de de los que hubiere en contorno de la ciudad has­
gastar en fábricas de iglesias, y hacer orn am en ­ ta tres leguas, con poca diferencia, y ninguno sea
tos, y ordenen que siendo necesario algo de esto obligado á llevar ni vender lo que no tuviere , y
se dé primero cuenta al virey ó presidente gober sobre esto no reciban agravio ni vejación.
a a d o r , que conforme á la necesidad y posibilidad
de los indios declare lo que se hubiere de repar.
t i r , y quién lo ha de pagar y cob rar: y para que El mismo en el Bosque de Segovia á 15 de juli*
los susodichos ni otros religiosos no carguen i n ­ de 1573.
d ios, ni los co m p ela n , persuadan ni aperciban á Que los indios no sean apremiados'd traer aves d los
ofrecer aunque sea al m aníp ulo, y para que no ministros, sino que vendan públicamente.
tengan llaves de las cajas de comunidades , ni de
Obligan ios ministros de justicia en algunas
ellas tomen cosa alguna, ni con pretexto d e s ú s
partes á tos caciques c indios á que les lleven à
alim entos por estar dado en esto orden con ven ien ­
sus posadas gallinas y otras cosas para com prar­
te; y para que no muden pueblos de unos asien
las, y no les dan su justo valor: M andamos que
tos á otros , como suelen hacer con notable daño
n o .se haga ni consienta , y que los indios acu­
y vejaeíon de los in d io s , ni extingan, consuman
dan á las plazas ó mercados públicos, donde to­
ni quiten los cacicazgos, y los que pretendieren
dos podrán comprar lo que fuere su voluntad.
suceder en ellos acudan á pedir justicia à nues­
tras au d ien cias; y porque las dichas provisiones
son bien dados, justas y convenientes al sosiego,
quietud y buen gobierno de ¡os indios , manda­ D. Felipe IV en Madrid <1 8 de octubre de 1651.
mos que asi se guarde y c u m p la , y que las au Que los indios no sean obligados d hacer barreras ni
diencias las despachen y hagan ejecutar cúmo y limpiar tas calles sin paga.
cuándo convenga , y en lodo sean guardadas las
Cuando se celebran fiestas de toros en algu ­
le y e s , que de esto ó alguna parte tratan.
nas ciudades, obligan ios alcaldes ordinarios y
justicias á los indios á que hagan barreras, y lim ­
pien las calles de que no ¡es dan satisfacción:
El mismo en el Campillo á 19 de octubre de 159o.
Mandamos á nuestras audiencias que no consien­
Que ¿os indios no hagan ropa para ministros ni cu.-
rus, ni se les compre mas de lo que fuere necesario tan estos apremios ; y en caso que convenga oca-
par los indios por necesidad d utilidad pública,
A sim ism o prohibimos que no sean premiados les pag-'en muy competentes jornales*, y de no
los indios ñ hacer ropa para los corregidores ni hacerlo, incurran en las penas estatuidas contra
otros ministros de justicia , curas ni personas que los transgresor.es de nuestros m andatos, en que
les administran, ni les tomen ni compren mas de desde luego los damos por condenados, y nues­
lo que hubieren menester para el servicio de sus tros fiscales pidan el cum plimiento y ejecución
casas, y no otra cosa para granjeria, ni lo puedan
llevará otras paríes pena de privación de oficio, LEY XIV.
en la cual incurran las justicias y administrado
res seculares, y mas mil ducados para nuestra cá ­ El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia, go­
bernadores, en Vall iclolid á 9 de octubre, y 9 de no­
mara é indios por mitad *, y en cuanto a ios c u ­
viembre de 15-19.
ras y ministros eclesiásticos, se guarde la ley 2 $,
tit. i 3 , lib. i , y las demas que prohíben las gran­ Que fio se traigan indios d buscar sepulturas ni ha­
cer hoyos para sacar tesoros.
jerias , que ios eclesiásticos tienen con los indios.
N o se permíta echar ni traer indios á buscar
LEY X. sepu lturas, ni hacer hoyos para sacar tesoros, y
El emperador D, Carlos y el príncipe gobernador los jueces im pongan las penas equivalentes al ex­
en Madrid á 2 de marxo, y en Monxon á 23 de setiem­ ceso según su abritrio, y las ejecuten.
bre de 1552. La princesa gobernadora en Valladolid
á 5 de julio de 1555.
Que los indios no sean agraviados sobre traer basti­
mentos d las ciudades. Los mismos allí.
Si para la provisión de los pueblos convinie* Que las indias no sean encerradas para que hilen y
re obligar á los indios à que lleveu algunos bas­ tejan lo que han de tributar sus maridos.
t im e n to s, sea de forma que no reciban agravio, ¡Ningún encomendero ni otra persona ap re­
y puedan vender librem ente y sin tasa, con que mie á las indias á que se encierren en corrales, ni
acudirán de su voluntad y habrá abundancia de otras partes á hilar y tejer la ropa que hubieren
todo io necesario; y en caso que sea conveniente de tributar en ningún caso ni fo r m a , y tengan
ponerla serán los precios justos, y los indios pa­ libertad para hacer esto en sus casas, de modo
gados con que no vayan de tanta distancia que les que no se les haga ni reciban agravio: y g-uár-»
cause perjuicio. dese la ley 2 2 , tit. 5 de este libro,
TOMO II. 68
O
¿dTi O
¿i Libro vi. Título x.
LEY XV I. fermedades y doctrina, para que sean instrui­
El emperador I). Carlos, O irle lianza 11 da 1528. Don
dos en nuestra Santa Fe' Católica, y el presiden­
Felipe i Ii en Madrid jí G de marzo de 1605. te, audiencia, y protectores los amparen y defien­
(v)//e siendo necesario ocupar indios en algún trabajo
dan con especia! cuidado, y no aguarden á ser
personal, sea al tiempo que se ordena. requeridos.
En las ocasiones forzosas é inexcusables se han •*" LEY X X L
de ocupar los indios, de forma queen aquel tiem­
D. Felipe II en Madrid á 19 de diciembre de 1593.
po no puedan hacer falla á sus sementeras, y en­
tonces lia de ser la paga de sus jornales con mu­ Que los delitos contra indios sean castigados con
mayor rigor que contra españoles.
cha puntualidad, y precisamente en propia mano
de los mismos jornaleros. Ordenamos y mandamos que sean castigados
con mayor rigor los españoles que injuriaren , tí
LEY X V II. ofendieren, ó maltrataren á indios, que si ios mis­
E! emperador D. Carlos y la reina gobernadora en mos delitos se cometiesen contra españoles y los
Va i bul oí id a 20 de noviembre de 1536. declaramos por delitos públicos.
Que ningún español ande en amahaca ni andas sin
notoria enfermedad. LEY X X II.
El mismo en Lisboa á 11 de junio de 1582.
Ningún español de cualquier estado ó condi­
ción , procure ni consienta que los indios le lle­ Que donde no cesaren los agravios hechos d indios se
avise, para que vaya visitador.
ven en ainahaca ni andas, si no estuviere impe­
dido de notoria enfermedad , pena de cien pesos Co nviene enviar jueces visitadores á las pro­
de oro de ley perfecta, mitad para nuestra cáma­ vincias de las Indias, para que conozcan de ios
ra, y la otra mitad para el denunciador y juez agravios, que reciben los indios y reformen los
que lo sentenciare, por iguales parles, y el que abusos introducidos contra nuestra voluntad, que
se hubiere servido de los indios contra esta pro­ sempre será de remediar los que padecen, y
hibición, pague el dano e ínteres y sea castigado obviar las vejaciones y molestias con que son
conforme á la calidad y cantidad, si alguno re­ ofendidos y maltratados; y aunque sobre esto
sultare contra los indios. esta proveído con Sos oidores visitadores de las au­
diencias: Ordenamos y mandamos, que los vire-
LEY X V IIÍ. yes, presidentes, audiencias y gobernadores nos
D. Felipe II en el Bosque de Segovia á 10 de agosto envien en todas ocasiones relación de lo que
de 1562. & pareciere mas digno de remedio y mayor provi­
Que los indios de señorío, siendo agramados, se pue­ dencia, para que ¡Nos tomemos la resolución que
dan (piejar en las audiencias mas convenga à la libertad y buen tratamiento
Si los indios <lc señorío recibieren algun agra' de ios indios.
vio del a'calde mayor, justicia, ú otra cualquier * L E Y X X III.
persona, puedan ir libremente á la audiencia
real del distrito ú dar su queja, pedir satisfacción D. Carlos II y la reina gobernadora.
de! agravio, y que se les haga justicia, y no se les Que se guarde lo ordenado sobre el buen tratamien*
ponga impedimento. tu de los indios por cláusula del r e y , escrita de su
real mano, y leyes dadas.
LEY X IX .
Habiendo tenido el rey don Felipe IV, nues­
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
ra en Valladolid ;! 20 de noviembre de 1556.
tro padre y señor que santa gloria baya , noticia
Que el negro (pie maltratare d indio sea castigado
de los malos tratamientos que reciben los indios
conforme d esta ley. en obrajes de patios, sin plena libertad (y á ve­
ces encarcelados y con prisiones) ni facultad de
El negro que hiciere mal tratamiento à in­
salir á sus casas, y acudir á sus muge res, hijos y
dio, no habiendo sangre sea atado en la picota de
labores, y estando prohibido que fuesen asi de­
la ciudad , villa ó pueblo donde sucediere, y allí
tenidos en pena de sus delitos ó por deudas, y
le sean dados cien azotes públicamente: y si le obligados á llevar cargas á cuestas, y que se re ­
hiriere ó sacare sangre, de mas de los cien azotes
partan para servicio de las casas de vireyes,oido­
sean ejecutadas en el las penas que según la ca­
res y ministros , y consultado por nuestro real
lidad y gravedad de la herida mereciere por de­
consejo de Indias, fue servido «le resolver que se
recho y costumbre de estos reinos de Castilla , y guardasen las leyes dadas sobre prohibir y mo­
el dueño pague los daños, menoscabos, y costas,
dificar el servicio personal, y añadió de su real
que se recrecieren al indio, y si no lo quisiere pa­
mano la clausula siguiente: Quiero que me deis
gar, vendase el negro para este efecto, y dése de
salis fa cció n á m i y a l inundo del modo de tra ­
su precio satisfacción.
ta r esos mis vasallos, y de no hacerlo conque
en respuesta de esta carta vea yo ejecutados
D. Carlos ti y la reina gobernadora. ejem plares castigos en los que hubieren e x c e ­
dido en es la p a r te , m e daré por deservido, y
Que his indios de Chile que sirvieren sean bien tra­ aseguraos que aunque no lo remediéis lo tengo
tados y doctrinados.
de remediar , y mandaros hacer gran cargo de
Todos los indios domésticos del reino de Chi­ las mas leves omisiones en esto , por ser contra
le que voluntariamente sirvieren en las familias, D¡os y contra m i, y en lotal ruina y destrui­
sean bien tratados, y los dueños de ellas cuiden d o n de esos Reinos cuyos naturales estimo
de su sustento, vestido, abrigo, cura eo las en­ y quiero que sean (rutados como lo merecen
Del buen tratamiento de los indios. 275
v a sa llo s qu e ta n to sirv e n d la m o n a rq u ia ,y ta n ­ tiene en las leyes de esta recopilación dadas en
to la han en g ra n d ecid o é ilu s tr a d o . Y porque favor de los indios, lo guarden y cumplan con
nuestra voluntad es, que los indios sean tratados tan especial cuidado que no den motivo á nues­
con toda suavidad,, blandura y caricia, y de nin­ tra indignación , y para todos sea cargo de resi­
guna persona eclesiástica 6 secular ofendidos: Man­ dencia.
damos á los vireyes, presidentes, audiencias y jus­
ticias, que visto y considerado !o que Su Mages* Q u e ¿os en co m en d ero s ju r e n q u e tr a ta r á n bien
tad fue servido de mandar, y todo cuanto secón- d lo s in d io sj l e y 37j t i t . 9, de e s te lib r o .

D e la suceesion de encomiendas? entretenim ientos y ayu das


de co sta .

LEY P R IM E R A . dejare hijas, sino succediere la mayor porque no


El emperador D. Ca'rlos y la emperatriz gobernado­ quiere, ó por otro algun impedimento, pase la
ra en Valladolid á 28 de setiembre de 1534. En Ma­ suceesion á ia hija segunda, y por consiguiente á
drid ú 26 de junio de 1555, y á 26 de mayo de 1536. la tercera hasta acabar las hijas, y en defecto de
El principe gobernador allí á 26 de mayo de 1546. hijos e hijas venga la suceesion a la muger del
De la suceesion. tenedor de los dichos indios, según la ley de la
Si muriere algun encomendero y dejare en suceesion, de tal forma, que despues de la vida del
aquella tierra hijo legítimo y de legítimo matri­ primer tenedor de los indios no ha de haber mas
monio nacido, el vírey ò gobernador le encomiende de una suceesion, en hijo, o hija, o muger, y no se
los indios que sa padre tenia, para que goce sus han de volver á encomendará otro hijo, ó hija, ü
demoras y los industrie y enseñe en las cosas de muger del dicho primer tenedor.
nuestra Santa Fe Católica, guardando (como
mandamos que §e guarden) las leyes y ordenan­ LEY III.
zas hechas y que se hicieren para el buen trata­ El emperador D. Carlos y los rcy.es de Bohemia, go-
miento de los indios j y hasta que sea de edad bernadores, en Valladolid á 7 .de julio de 1550, capí­
tulo 8. El príncipe gobernador en Monzori de Araron
para lomar armas -, tenga un escudero que nos á 28 de agosto de 1552. °
sirva en la guerra, con la costa que su padre sir­ Que el hijo que succediere alimente d sus hermanos y
vió y era obligado: y si el encomendero no tuyie* madre mientras no se pasare. ' J
re hijo legítimo, y de legítimo matrimonio naci­ Mandamos que aunque el encomendero que
do, se encomendarán los indiosà su muger viu­ muriere, deje hijos é hijas, la encomienda se ha^a
da; y si esta se casare y su segundo marido tu­ solamente al varón primogénito, el cual aunque
viere otros indios, se le dará uno de los reparti­ sea menor tenga obligación á alimentar á sus
mientos cual quisiere, y si no los tuviere se le hermanos y hermanas, entretanto que no tuvie­
encomendarán los que fueren de la muger viuda. ren con que se susleníar: y asimismo á su madre
mientras no se casare, como está prevenido por
LEY II. la ley siguiente respecto de las hijas.
El emperador D. Carlos y el principe gobernador en ,
Madrid d 5 de abril de 1552. D. Felipe II en 4 de
abril de 1582.
■LEY IV .
El emperador D Carlos y el principe gobernador en
Que no succediencb el hijo mayor , succedan los de~ Madrid á 4 de marzo de 1552 Los reves de Bohemia
mas de grado en grado. gobernadores, en Valladolid á 7 de julio de 1550. *
Muerto el encomendero si dejare dos ó tres Que la. hija sucrcsora se case dentro de un año,yali~
hijos, ó hijas ó mas, y el hijo mayor que con for' mente d su. madre y hermanas.
me la ley de la suceesion habia de succeder, no Declararnos y mandamos, que en defecto de
quisiese ó no pudiese succeder por entrar en reli­ hijos varones legítimos, y de legítimo matrimo­
gión, ó tener otros indios, ó por ser casado con nio nacidos , se haga la encomienda en las hijas
muger que los tenga, ó por otro algun impedi­ mayores legítimas, y de legítimo matrimonio na­
mento ó incapacidad, en este caso se podría du­ cidas, estando en la tierra a! tiempo que fallecie­
dar si pasa la suceesion a! hijo segundo: Declara­ ren sus padres, las cuales hijas mayores se ha­
mos que cuando no succediere el hijo mayor en yan de casar y casen siendo de edad , dentro de
los indios de su padre por alguna de las causas un año, comose les encomendaren Jos indios- si
referidas d otras, pase la suceesion al hijo segundo, no fueren de edad legítima para contraer matri­
y no succediendo el segundo pase al tercero, y asi monio, se casen cuando la tuvieren, según la de­
por consiguiente hasta acabar los hijos varones, claración referida en la ley 39 , título '9 de este
y en defecto de succeder ellos,succeda la hija ma­ libro, y los indios se les cmcomicriden con lascar-
yor, y no succediendo esta pase a la segunda, co­ gas que sus padres los tenían: y asimismo con
mo está dicho en los hijos varones: y si el tenedor que la hija mayor que succediere en ellos, tenga
de los indios muriere sin dejar hijos varones y obligación á alimentar á las otras sus hermanas,
274 Libro t i. Tit. xi.
entretanto que no tuvieren con q u e se sustentar, LEY ®X.
v asimismo á sil madre mientras no se casare, D. Felipe II en Sao Lorenzo á 5 de junio de 1571.
los cuales alimentos sean según la calidad de las Que los hijos del segundo matrimonio, habiendo ter­
persona?, cantidad de Sa encomienda, y necesidad cera villa , snccedan en los indios en oue la madre
que tuvieren los que han de ser alimentados. hubiere suceedido d sa primero marido
Los hijos de! segundo marido no succedan en
LEY V. la encomienda de indios del primero en que su
D. Felipe II cu Madrid :í 51 de enero de 1580. madre succediü, por haber muerto el primero ma­
Que. mar ¡cutio el hijo mayor en vida del padre succe.- rido sin hijos, y ser conforme á la ley de succe-
da su hijo , nieto ó descendiente- sian que no haya mas de dos vidas. Y declaramos
que donde estuviere concedida ia tercera ó cuar­
A unque el hijo mayor muera en vida del p o ­
ta v¡«!a, puedan succeder los hijos del segundo
seedor de !a encomienda , si dejare hijo ó hija,
marido en la encomienda del primero.
nieto o nieta, ó descendiente legitimo , en quien
concurrau las demas calidades y requisitos para
succeder en los indios conforme íÍ lo ordenado, El mismo en el Escorial á 17 de mayo de 1564.
estos descendientes de! hijo mayor por su orden
Que, muerto el poseedor pase la encomienda ipso jure
sean preferidos en lasuccesion al hijo segundo del al succesor, el cual la pueda repudiar, como se de­
poseedor difunto. clara.
Declaramos que muerto el tenedor de la en­
LEY VI. comienda, luego, ipso jure, sin nueva aceptación
El mismo nili ¡í 27 de febrero do 1575. O. Felipe ÍII pasa en el siguiente en grado que era llamado,
en Madrid ¡í 8 de julio de 1605. conforme á la ley de la succesion, en conformi*
Que para succeder el marido d la mugar y la muger dad de la ley 4-5 de Toro; y si este quisiere re­
al marido, hayan vivido casados seis meses. pudiarla , puédalo hacer dentro de quince dias
Los que conforme la ley de la snccesion l m -
estando presente en la provincia donde murió su
hieren de succeder á sus mngeres en segunda ó
predecesor: y en tal caso sea habido por no suc­
tercera vida, y las mngeres á sus maridos en cua*
cesor, y succeda el siguiente en grado conforme
lesquier encomiendas ó repartimientos de indios,
á lo dispuesto: y si dentro de los quince dias mu­
no puedan succeder si no fuere ha hiendo estado
riere sin repudiar, se cuente en él la segunda
y vivido realmente casados fn fació Kcclosice. seis
vida seguri esta declaración, de forma, que no es­
meses y asi se guarde y cumpla y observe en to­
tando hecha la repudiación en el tiempo referi­
das y cualesquicr partes de nuestras Indias, Islas,
do, se cuente por segunda vida la tai succesion,
y Tierra Firme de el ABar Qeceano, y no v ivie n ­
y Nos podamos libremente disponer dei reparti­
do casados el tiempo referido cu ia forma suso­
miento como fuéremos servido: y si el que ha
de succeder estuviere en otra cualquiera parte de
dicha queden vacos los repartimientos y enco­
miendas en que hubieren de succeder.
las Indias, fuera de la provincia donde estuviere
el repartimiento ó donde muriere el encomende­
LEY VIL ro, tenga veinte dias rnas para poder hacer la
J). Felipe II á l.° de diciembre de 1573. repudiación.
Que casándose encomendero con muger que tenga LEY XI.
encomienda, si la eligiere el marido, haya de ser D. Felipe II en Alcalá á 51 de mayo de 1562.
con sus calidades.
Que muerto el succesor en la encomienda antes de
Casándose el encomendero de indios con habérsele despachado titulo, quede vaca.
m uger que tenga otros, si los del marido fueren Si el encomendero muriere teniendo hijos y
por dos vidas, y los de la muger por una, y e s ­ hubiere de succeder conforme á lo ordenado,
cogiere los de la muger y esta falleciere, se ha e! hijo ó hija mayor que dejare en la tierra, y
dudado si el marido los dehe gozar ó no por el succesor muriere despues , aunque no se le
Su vida: lin d áram os que el repartim iento que haya hecho encomienda de los indios, sea visto
escogiere el marido, ha de ser con su calidad, y vacar, y i o poder succeder en ellos otro hermano
si no tuviere mas de una vida, se acabe con aque­ ni hermana suya, ó muger de! primer poseedor,
lla: y si el repartimiento fuere el de su xnuger, en caso que ¡atenga; por cuanto regulara.ente,se­
se acabe con ia vida de ella. ga n lo dispuesto, no ha de haber en la succesion
LEY YII!. mas del hijo ó hija mayor del primer poseedor,
ó ía muger á falta de hijos.
El mismo y la princesa gobernadora on Valladolid
a 16 <ie mayo de 1573. LEY XII.
Que muerto el marido queden los indios d la muger El mismo en Madrid á i 9 de diciembre de 1568. Don
cu yus eran antes. Felipe lli en San Lorenzo ¡i i!) de julio de 16 t i . Don
Felipe IV en Madrid <i 18 de febrero de 1028.
$ i sucediere que algunos españoles se casen Que el sucesor de la encomienda se presente dentro
con viudas de encomenderos, y las encomiendas de seis meses, pena de los frutos.
fueren puestas ó se pusieren en cabeza de los se­ Ordenamos que el succesor en la encomien­
gundos maridos, y estos murieren, vuélvanse ios da, sea obligado á ir por su persona ó la de su
indios à sus mngeres viu las, cuyos eran antes pa­ procurador, ante el vireyó gobernador de la pro­
ra que los tengan y po ean por los di as de su v i­ vincia en cuyo distrito estuviere, dentro de seis
da, y no se les quiten ni rem uevan. meses primeros siguientes al dia de ia vacante, á
De la succesion de encomiendas. 275
mostrar el derecho y lítalo que tuviere de aque­ despachado y despacharen desde el ano de seiscien­
llos indios, para que le despachen nuevo título de tos y siete á esta parte, cuántas vidas ha de gozar la
la encomienda en la vida que le perteneciere; y persona ó personas á quien se hubiere hecho ó
si no fuere ó enviare procurador dentro de los seis hiciere merced en indios vacos de Nueva Espa­
meses, pierda los frutos que montare el reparti­ ña, se entienda solamente por dos vidas , que son
miento desde el dia que vacó, hasta que parezca las que se gozan conforme^ la ley de la succesion
á pedir el título, y sean y se cobren para Nos, en las demas provincias de las Indias; y que asi
se guarde, cumpla y ejecute precisa é inviola­
LEY XISI. blemente, entretanto que no mandáremos otra
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ cosa , y que expresamente se diga y declare asi
ra en Valladolid á 3 de febrero de 1537. L>. Felipe 11 en todas las cédulas que se despacharen despues
á 7 de mayo de 1574. de la data de esta ley.
Que se puedan, ceder los aprovechamientos de la en­
comienda d título de capital ó dote. LEY XVI.
Cuando algun encomendero quisiere casar hi­ D. Felipe II y la princesa gobernadora en Valladolid
jo ó hija, y darlos aprovechamientos de la en­ á 9 de junio de 1559.
comienda á título de capital ó dote, y por estos Que en la tercera y cuarta vida se guarde la form a
ú otros fines se desistiere de la encomienda, gó­ de sacceder qu.e en la segunda.
cenlos desde luego el hijo ó hija, y los vireyes Mandamos que en cuanto á succeder en !a
y gobernadores puedan permitir que en vida de tercera ó cuarta vida el hijo ó hija mayor;y so­
los padres comience la permisión en los hijos, pa­ bre si los hijos que succedieren en ios indios, se­
ra que gocen la encomienda en vida de sus pa­ rán obligados á alimentar á su madre y herma­
dres, pues no tiene inconveniente. Y mandamos nos, se guarde lo proveído y ordenado respecti­
que esto se baga por via de permisión, sin dar tí­ vamente á la primera y segunda.
tulo de encomienda al hijo ó hija hasta que mue­
ra su padre. LEY X V II.
LEY XIV, D. Felipe II á 9 de febrero de 156L
Que la muger succeda al marido y el d la muger en
El emperador D. Cáilos y la princesa gobernadora tercera y cuarta vida como en segunda.
en Valladolid á 3 de junio de í¿>55. D. Felipe 11 y la
princesa gobernadora allí á i i de junio de 1559, y Dudóse en la Nueva España si pasadas las
á 7 de junio de 1576, y á 28 do febrero de 1588. Don dos vidas de la ley de la succesion, à falta de hi­
Felipe 111 en Madrid á 4 de marzo de 1607. jos succedería la muger al marido y el marido á
Que en la Nueva Esparta se succeda en tercera y la muger en la encomienda, y si succederían los
cuarta vida en las encomiendas dadas hasta el año transversales: Declaramos que los transversales
de 1607.
nunca han de succeder. Y mandamos que en lo
Consideradas las justas causas que concome-, tocante á la succesion de los maridos á las nía-
ron para gratificar y remunerar los servicios que geres, y de las mugeres à los maridos despues de
en las provincias de Nueva España lucieron los la segunda vida, se disimule en la Nueva España
primeros descubridores y pobladores, se les hizo por la forma contenida en las leyes dç este tituló.
merced de repartimientos y encomiendas en pri­
mera y segunda vida: y porque se iban acaban* LEY XVIII.
do por incorporación en nuestra real corona, y El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
sus hijos y descendientes quedaban muy pobres Castellón de Ampurias á 24 de octubre cíe 1548,
y fenecida la memoria de los servicios de sus pa capítulo 4.
sados, se mandó disimular en la tercera, y des- Que falleciendo descubridor que tenga ayuda de costa
paes se les hizo merced de disimular en la cuar­ en ¿a caja se reparta entre los hijos , ó socorra d la
ta: Mandamos que asi se guarde y cumpla en muger.
las que ya están dadas hasta el ano de mil seis­ Si hubiéremos hecho merced en la Nueva Es­
cientos siete,como se contiene en la ley s'guiente, paña á descubridores que no tuvieren indios en
con que en acabándose la cuarta vida, queden encomienda de algún entretenimiento en nuestra
vacas é incorporadlas en nuestra real corona. caja real, procedido de pueblos incorporados en
nuestra real corona,? y muriere dejando hijos ó
muger: Mandamos que lo que sé 4aha al padre,
D. Felipe IV en Madrid á 25 de noviembre de 4637. se dé en nuesta caja real y reparta entre sus h i­
Que las rentas en indios, dadas en la Nueva España jos é hijas, y en su defecto á la muger, para que
desde el año de seiscientos y siete , sean por dos\vidas. se alimente según la cantidad que pareciere.
Algunos beneméritos á quien hemos hecho
merced de renta en indios vacos de la Nueva Es­ LEY XIX.
paña, desde el ano de mil seiscientos y siete, y en D. Felipe II á 24 de noviembre de 1568.
cuyos despachos se ha referido que la hayan de go­
Que los clérigos y monjas á quien siendo seglares se
zar conforme á la ley de la succesion de ella, han dieren entretenimientos , los gocen mientras v i­
pretendido que esto se ha de entender por mas de vieren
dos vidas. Y Nos, por excusar equivocaciones, parq
que se proceda con toda claridad en materia tan Con las ayudas de costa señaladas á hijos y
importante, declaramos, y es nuestra voluntad, que mugeres de descubridores, siendo seglares, se ha
mientras expresamente no se señaláre ó hubiere de acudir á sus hijos, aunque sean clérigos, y à
señalado en los decretos ó resoluciones de naeslras sus hijas y mugeres, aunque sean religiosas, por
consultas y cédulas, que en su virtud se hubieren todos sus dias.
TOMO ií. 69
Libro vi TU. xii.
JCn comulla de 5 de marzo de 4611 sobre la preten­ encomiendas que se hubieren dado del año de 1007
sión de un vecino de Méjico, de que loO ducados á estafarte, á que Su Magestad fué servido de res­
que tenia de entretenimiento se pasasen á su hijo ponder: Como parece en lodo, añadiendo^ que
maijor para que pudiese tomar estado, respondió siemjire que he dado renta particular de indios en
Su Magestad: Hágase asi, y el consejo téngala encomienda con suma señalada, aquella no se ha
mano en estas succesiones, para que no se den de entender útil sino como acá se dá en las en-
sin gran cansa. Acuerdo 33. cotniendas en Castilla , con sus cargas y rentas
Jui consulta de 22 de setiembre de 1037 sobre correr también, y no habiendo yo hecho merced con esta
las vidas de encomiendas que Su Magestad ha circunstancia, tengo hecha merced de todo lo que
dado y diere en la Nueva España desde el año de ; en este género sobrare por la mala inteligencia.
1007,, fué el consejo de parecer que Su Magostad Auto 103.
debia declarar, que entretanto que expresamen­ Por decreto de la cámara proveído en lo de mar­
te no señalare en sus decretos cuantas vidas ha zo de 16W, se acordó que generalmente no se ad­
de gozar el encomendado, se entiendan solamen­ mita para beneficiar por efectos beneficiables nin­
te las dos que gozan en todas las provincias de las guno que sea prorogacion de vida de enco­
Indias, conforme a la ley de la succesion, y que mienda, futura succesion de ella, ni otra ninguna
con esta declaración quedará fuera de duda la gracia que toque á ellas, y esto quede para am­
materiaj ast para lo de adelante} como para las bas secretarías. Auto 130.

TITULO ¡DOCE.
D el servicio personal.
LEY M U S IE R A . I y guarde que ios indios se lleven y salgan á las
Kl emperador I). Carlos y los reyes fie Bohemia, go­ • plazas y lugares públicos acostumbrados para es­
bernadores, en Valladolid ií 22 de febrero de 1549. to, donde con mas comodidad suya pudieren ir,
U. í'elipe 11 en Monzon de Aragón a 2 de diciembre sin vejación ni molestia, masque obligarlos á que
de l.jíu, i). 1*elipe III en Valladolid <í 24 de no­
viembre de 4(501, Ordenanza l . ’1 del servicio
vayan á trabajar para que los españoles ó minis­
personal. tros nuestros, prelados,religiones,sacerdotes, doc­
Que prohíbe la antigua form a del servicio per so- trineros, hospitales ó indios, y otras cualesqaier
nal, y le permite con ciertas calidades. congregaciones y personas de todos estados y ca­
Habiéndose reconocido cuan dañoso y perju- lidades, los concierten y cojan allí por dias ó por
cial es h los indios çl repartimiento ijue para los sdmanas, y ellos vayan con quien quisieren y por
servicios personales se introdujo en el descubri­ el tiempo que Ies pareciere, sin que nadie los pue­
miento de las Indias, y que por haberlo disimu­ da llevar ni detener contra su voluntad: y de la
lado algunos ministros han sido y son vejados y misma forma sean compe)idos los españoles vaga­
molestados en sus ocupaciones y ejercicios, sobre bundos y ociosos, y los mestizos, negros, mula­
que por muchas cédulas, cartas y provisiones dadas tos y zambaigos libres, que no tengan otra ocu­
por los senores reyes, nuestros progenitores, es* pación ni oficio, para que todos trabajen y se
ta ordenado y mandado todo lo conveniente á su ocupen en servicio de la república por sus jor­
buen tratamiento y conservación, y que no haya nale.? acomodados y justos, y que los vireyes y
servicios personales, pues estos los consumen y gobernadores en sus distritos tasen con la mode­
acaban, y particularmente por la ausencia que ración y justificación que conviene, estos joma»
de sus casas y haciendas hacen, sin quedarles Ies y comidas que se les hubieren de dar, confor­
tiempo desocupado para ser instruidos en nuestra me á la calidad del trabajo, ocupación, tiempo,
santa fe' católica, atender á sus granjerias, susten­ carestía ó comodidad de ia tierra, con que el tra­
to y conservación de sus personas, mugeres é hi­ bajo de los indios no sea excesivo, ni mayor de
jos: y advertido cuanto se excedía en esto, en per­ lo que permite su complexión , y sugelo, y que
juicio de su natural libertad, y que tambieniin- sean pagados en mano propia como ellos quisie­
portaba para su propia conveniencia y aumento ren y mejor Ies estuviere, teniendo del cumpli­
no permitir en ellos ia ociosidad y dejamiento miento de todo lo referido mucho cuidado, y asi
a que naturalmente son inclinados, y que median - se guarde, sin perjuicio de lo resuello en los in­
te su industria, labor y granjeria debíamos pro­ dios mitayos, dónde y cómo expresamente se per
curar el bien universal y particular de aquellas miliere por las leyes de esta ïlecopilacion, y no
provincias: Ordenamos y mandamos, que los re­ en otro ningún caso.
partimientos como antes se hacían de indios e LEY II.
indias para la labor de los campos, edificios, guar­ D. Felipe II y la princesa gobernadora cu Valladolid. '
da de ganados, servicios de las casas y otras cua- á 28 de noviembre de 1558.
lesquier, cesen: y porque la ocupación en estas Que los indios labradores ú oficiales no sean apre­
cosas es inexcusable, y si faltase quien acudiese á miados dque se alquilen por jornal.
ellas y se ocupase en tales ejercicios, no se po­ Con pretexto de lo mandado sobre que los
dían sustentar aquellas provincias , ni los indios indios se ocupen y trabajen en sus tierras, no han
que han de vivir de su trabajo: Ordenamos, que de ser apremiados á que se alquilen, sino los hol­
en todas nuestras ludias se inlroduzga, observe gazanes no ocupados en oficios ni labranzas dei
B el servicio personal. 2 /7
campo, y tos que pueden y deben servir por mi­ personas de condición y estado humilde, la conmu­
ta y repartimiento; y aun los que vivieren ocio­ ten en vergüenza pública y destierro de las Indias:
sos y no entendieren en lo susodicho, no sean y encargamos á los prelados eclesiásticos que ten­
apremiados á salir de sus lugares, sino a pueblos gan particular cuidado por lo que tora á su juris­
de españoles donde no haya indios para traba­ dicción, de que sus súbditos no contravengan.
jar, y esto sea pagándoles su. justo jornal á vista LEY V IL
de nuestras justicias.
El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
LEY 'I I I . Valladolid á 23 de setiembre de 1552.
D. Felipe II en Monzon de Aragón á 2 de diciembre Que el ¿raer los indios d cuestas lo necesario para la
de 1565. Véase la iey 3, t'.t. 15 de este libro. provisión de los lugares es servicio personal.
Que d los indios se pague el tiempo que trabajaren Declaramos que el traer los indios la comida
con ida y vuelta , y vayan de diez leguas. y bastimentos á cuestas á las ciudades cargados de
A. los indios que se alquilaren para labores leña, maíz, gallinas y otros géneros es servicio
del campo y edificios de pueblos, y otras cosas personal, y el mas pesado de todos los que im­
necesarias á la república, se les ha de pagar el piden su conversión, multiplicación y salud.
Y mandamos qae ningunos indios sean tasados
jornal que fuere justo, por el tiempo que traba­
jaren, y mas la ida y vuelta hasta llegar á sus ni obligados à traer comidas, bastimentos ni otra
casas, los cuales puedan ir y vayan de diez le­ cosa alguna por via de servicio á las ciudades ni
guas de distancia y no mas. otras partes, y que en esto como en io demás , se
guarde la prohibición de los servicios personales.
v
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
El emperador D. Carlos en Toledo «i 4 de diciembre
ra en Medina del Campo á 20.jle marzo de 1532. Don
de 1558. El mismo y los reyes de Bohemia, goberna­
Felipe 1.1 en el Escorial á 25 de febrero de 1567.
dores , en Valladolid á l . ° de junio de 1549.
Que los indios puedan trabajar en obras voluntaria ■ Que no se lleven bastimentos ni otras cosas a las mi­
mente, y sean pagados con efecto.
nas ni otras partes con indios cargados.
Si los indios quisieren trabajar en edificios, Tienen los encomenderos y otras personas
no se Ies prohíba, pagúeseles por su trabajo lo por granjeria, hacer bastimentos en los pueblos
que justamente merecieren, no se consienta que de sus encomiendas ó residencias, y hacerlos ven­
reciban vejación, si de su voluntad no acudie­ der en las minas y otras paites, y que los indios
ren á tas obras, y sean pagados realmente y con los lleven á cuestas: Mandamos, que ninguno sea
efecto en que no haya fraude. osado a llevar los indios cargados á las minas, ni
LEY V. otra parte alguna á vender bastimentos ni otra
ninguna cosa, ó á cualquier efecto, pena de que
D. Felipe III en Aranjuez á 26 de mayo de 1609, ca­
pítulo 27. Véase la ley 10, tit. 8, iib. 7.
porla primera vez pague por cada indio cien pe­
sos de oro, y por la segunda trescientos, y por la
Qttc los indios no puedan ser condenados à servicio tercera haya perdido y pierda sus bienes, las cua­
personal de particulares.
les dichas penas sean aplicadas por tercias partes
Mandamos que los indios no puedan ser con­ á nuestra cámara, juez y denunciador; y si fue­
denados por sus delitos á ningún servicio perso­ re encomendero, se le quiten los indios que tu­
nal de particulares; y si hubiere alguno de este viere encomendados, y sí hombre bajo en quien
ge'nero, se le quite conmutando la pena en otra conforme á derecho se pudiere ejecutar, le sean
que pareciere justa. dados cien azotes públicamente, y pierda todo lo
que llevare en las cargas, la cuarta parte para el
denunciador y lo demás para nuestra camara.
El emperador D. Carlos en Toledo á 4 de diciembre
de 1528. Los reyes de Bohemia, gobernadores, en Va­ ■LEY IX .
lladolid á l. ° de junio de 1549. D. Felipe 111, Orde­
nanza 3 del servicio personal de 1601. En Aranjuez D. Felipe l l i en Aranjuez á 26 de mayo de 1609.
á 26 de mayo de 1609. Que no se carguen los indios sino en los casos y con
Que ios indios no puedan ser cargados contra su vo­ las calidades de esta ley .
luntad, ni de su grado. Por mucho que inste la necesidad y la carga
No se puedan cargar los indios con ningún sea ligera y voluntaria, no se han de cargar los
género de carga que lleven á cuestas, pública ni indios porque seria dar ocasión a mayor exceso,
secretamente por ninguna persona de cualquier y solo dispensamos en que puedan llevar la cama
estado, calidad ó condición, eclesiástica ni secu­ del doctrinero ó corregidor cuando se mudaren de
la r, en ningún caso, parte ni lugar, aunque sea un logar à otro, con limitación de qu^ 1^ carga
con voluntad de ios indios, ó facuttad, ó man­ se divida en diferente indios mas o menos, se­
dato de los caciques, con paga ni sin paga, ni con gún el peso y calidad , y la jornada sea corta y
licencia de los vireyes, audiencias ó gobernado­ proporcionada á las fuerzas y aliento de los in­
re s, á los cuales mandamos que no la den, per­ dios, y que se les pague el jornal que los vireyes
mitan ni disimulen, pena de suspensión de ofi­ ó gobernadores tasaren, s*gun su justo valor: y
cio por cuatro años precisos y mil pesos, en que asimismo que en la provincia donde se hubiere
condenamos al que cargare los indios con licen­ de tolerar no haya bestias, carneros de carga ni
cia ó sin ella, aplicados por tercias partes á nues­ otros bagages, pues habiéndolos no han de servir
tra cámara, juez y denunciador, y á los que no los indios en estos ministerios; y porque es nucs-
tuvieren para pagar la dicha condenación siendo tra voluntad que esto no se haga pudiéndose ex-
2'/ 8 Libro vs. Título xii.
eusar: Mandamos, que en las partes donde hubie­
re (alta de baragos y carneros, se procuren intro­
ducir, para que de esta suerte cese el trabajo de El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
ra en Valladolid ;í 26 de febrero de 1558.
los indios.
Que en los casos permitidos no se puedan cargar in­
LEY X. dios hasta que sean de diez y ocho años.
hl emperador 0. Carlos y los royes de Bohemia , go­ Las permisiones de cargar indios en los tiem­
bernadores, <;a Valladolid á 1 0 de junio de 1549. Don pos y ocasiones que por estas leyes se expresan,
1’ elipe II en Toledo íí Tí de junio de 1579. se han de entender y practicar con que el indio
Que donde no hubiere caminos abiertos ó bestias de sea de diez y ocho años cumplidos.
carga se haga conforme d esta ley.
Donde no se pudiere excusar el cargar indios LEY XV.
por no haber caminos abiertos ó bestias de carga, El mismo en Monzon á 15 de setiembre de 1555.
conforme a lo ordenado, las audiencias, goberna­ Que donde se hubieren de cargar indios, sea con dos
dores y justicias, vista la necesidad, y quede arrobas y no mas.
otra forma no se puede suplir, tasen y señalen Las cargas que los indios podrán llevar en los
cuantos indios se han de conceder el peso de las casos permitidos, no han de pesar con loque fue­
cargas, camino y distancia , y la paga que han re para su mantenimiento mas de dos arrohas, si
de percibir, y asi íes den licencia para cargarse no es que à las justicias parezca, que según la
y no de otra forma: y ninguna persona sea osa­ calidad del camino d otras circunstancias, aun
da de cogerlos por su propia autoridad , con las este peso se debe moderar 6 puede aumentar algo.
penas impuestas á los que contravinieren à esta
prohibición-
LEY X I. D. Felipe II en San Lorenzo á 14 de junio da 1589.
Yease con la ley 7, tit. 5, )¡b. 7.
hl emperador D, Carlos allí, Ordenanza 6.
Que en los puertos' se puedan alquilar los indios pava Que los negros y mulatos no tengan indios en su
descargar naos y llevar la hacienda media legua. servicio.
Ordenamos que desde los puertos de mar no Ordenamos y mandamos, que ningún negro
se puedan llevar á ios pueblos ni otra parte bas­ ni mulato pueda tener en su servicio indios Ya­
timentos ni otra cosa de carga por los indios; y naconas ni otros ningunos; y si algunos tuvieren
permitimos que si de su voluntad se quisieren se les quiten, pongan en libertad, y no lo con­
alquilar en los puertos para descargar la naos sientan las justicias.
.solamente, y llevar la carga á tierra lo puedan LEY X V II.
hacer, con que la distancia no sea mas de media
El emperador D Carlos y el príncipe gobernador en
legua, con las penas que sobre la prohibición Valladolid á 17 de octubre de 1544. D. Felipe II en
están impuestas. Madrid á 15 de noviembre de 1563, y á 11 de noviem­
bre de 1566.
LEY X II. Que si hubiere causa ó razón en contrario de lo pro­
D, Felipe II en .Lisboa a 2 / de mayo de '1582. veído informen al rey los ministros.
Que se proceda contra los ministros que cargaren Mandamos que todo lo ordenado cerca de qui*
indios, o les quitaren sus haciendas ó mugeres.
tar el servicio persona!, se guarde y cumpla; y
Los vi reyes, presidentes y oidores esten muy los indios como personas libre-s y exentas de éi,
advertidos de mirar por los indios , y de no con • puedan hacer de sus personas todo lo que por bien
sentir que se carguen: y castiguen con rigor ? los tuvieren, sin impedimento; y si hubiere alguna
corregidores, alcaldes mayores y otros ministros, causa ó razón en contrario, nuestros ministros
que en sus distritos los hubieren cargado ó qui­ reales nos envíen relación de lo que conviniere
tado les las mugeres y haciendas, para que sea disponer, y entretanto guarden lo contenido en
ejemplo á los demas: con apercibimiento deque las leyes de este libro, de forma que no se fes
si no lo cumplieren, se Ies imputará la culpa y ponga estorbo en su voluntad ? regulada confor­
daños que recibieren por su descuido y falta de me á derecho.
cumplimiento de lo ordenado en favor de los in­
dios, y será el castigo igual al delito y á los in­ LEY X V III.
convenientes que resultaren. D. Felipe IV en Madrid á 18 de mayo de 1640.
Que los corregidores no den mandamientos para in ­
LEY X III. dios que traginen, y los repartan los caciques.
El emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia, go­ Han introducido algunos corregidores y tenien­
bernadores, allí. ° tes despachar mandamientos para repartir indios
Que ningún mestizo que no sea hijo legítimo ó veci­ á los mercaderes y otros que traginan , llevando
no pueda cargar indios en ¿os casos permitidos.
de cada uno que señalan á diez pesos por viage,
En los casos permitidos de cargar indios, no como si fuesen derechos de arancel, y ai indio se
pueda gozar de esta licencia ningún mestizo, que e dan por su trabajo dos reales a! día, con obli­
no sea vecino ó hijo legítimo de vecino, ni pue­ gación de satisfacer las averías que suceden en
da llevar indios cargados, aunque sea en lugares os caminos, de que se les hace cargo, aprecián­
donde no haya caminos abiertos, ni ha gagos de dolas con exceso á voluntad de los dueños; y por­
carga , pena de incurrir en la prohibición, aun­ que con esta introducción reciben ofensa en su
que los indios digan que lo hacen de su voluntad, natural libertad, faltan á sus sementeras, no ha­
y sea verdad que lo quieren y piden , y haya tal cen vida con sus mugeres y reciben otros gra­
costumbre en la provincia. ves daños, hallándose obligados á repetir los
Del servicio personal. 270
viages al tiempo que aun no han vuelto de tos de indios se de' esta comisión á las justicias .
los primeros, ocasionando las muertes y enfer­ ordinarias para que los hagan , en conformidad
medades de muchos; Ordenamos a los corre­ de la distribución hecha por el gobierno, y no ha­
gidores y tenientes, que no hagan estos reparti­ ya jaeces repartidores, y el ministro que exce­
mientos, y los dejen y remitan libremente á los diere en el número ó tiempo del repartimiento,
caciques, para que fosbajean en ios casos permi­ incurra en pena de privación de oficio de justi­
tidos , y que los diez pesos mas ó menos que hu­ cia, y mil pesos aplicados por tercias partes para
bieren llevado, se den á los mismos indios alqui­ la caja de comunidad de indios de aquel pueblo,
lados, ó apliquen por cuenta de sus tasas, y juez y denunciador. Y ordenamos que los caudi­
ninguno sea obligado u que haga cada año mas llos y comisarios que se enviaren con los indios
de un viage, ni se consienta dar estos indios, si para servicio de las minas y labores, sean hom­
no fuere en casos muy forzosos. Y mandamos, que bres de mucha bondad, muy píos, y de gran sa­
si los corregidores , tenientes o caciques llevaren tisfacción, para que lleven los indios con el rega­
por esta causa alguna cantidad, se les hag*a car­ lo, buen tratamiento y disposición que conviene;
go en sus residencias, y sean condenados á la res­ y haciendo estos viajes con toda la comodidad po •
titución y otras penas correspondientes al exceso, sible, distribuyan las jornadas, de forma que no
y que los vireyes y presidentes tengan especial dejen de oir misa ningún dia de fiesta, siendo po­
cuidado de su ejecución , y de usar otros medios sible; y si hubieren de llevar salario por esta ocu­
jurídicos, que puedan conducir al remedio y en­ pación, en ninguna manera se cobre de los indios,
mienda de los caciques. sobre lo cual se dará el arbitrio y disposición
conveniente, ó cargando esta costa á los que han
L E Y X IX . de gozar del uso y beneficio de las minas y re ­
D. Felipe III en Aranjuez a' 26 de mayo de 1609. partimientos, ó en otra forma , la que mas pare­
Q«e se puedan repartir indios de mita para labor de ciere al gobierno. Y mandamos que sean casti­
los campos, cria de ganados y trabajo de las minas.
gados con mucho rigor los caudillos , si en el
En atención á la común y pública utilidad, discurso del viaje maltrataren á los indios.
permitimos que se hagan repartimientos de ios
indios necesarios para labrar los campos, criar
ganados, beneficiar minas de oro, plata, azogue D. Felipe 111 en el servicio personal.
y esmeraldas, y en cuanto á los obrajes de lana y Que la mita del Perú no exceda de la séptima parte,
algodón, se guarde la ley 2 , tit. 2 6 , lib. 4 , y y si pareciere necesario aumentar el número, infor­
presupuesta la repugnancia que muestran los in­ me el vi rey.
dios al trabajo, y que no se puede excusar el com­ Por ¡a mita y repartimiento ordinario en el
pelerlos, sea con tal temperamento, que no se Perú, no se pueda sacar de cada pueblo mas que
íntroduzgan estos repartimientos, donde hasta la séptima parte de los vecinos que hubiere en
ahora no se han acostumbrado, y si con el cur­ aquel tiempo, considerando que no se debe aten­
so de los tiempos y mudanza de costumbres fuere der tanto á la mas ó menos saca de plata y oro,
mejorando la naturaleza de los indios, y redu­ como á la conservación de los indios, sin cuyo
ciéndose al trabajo la otra gente ociosa, de suer­ trabajo y diligencia cesaría el beneficio y labor
te que respecto de todos los distritos de cada go­ de las minas; y si todavía pareciere necesario au­
bierno, ó de alguno de ellos cesare el inconve­ mentar este número á cada vecindad , suspénda­
niente referido, habiendo suficiente número de se el efecto de esta ley, informándonos el drey
naturales, ú otros que voluntarios acudan a! jor • con expresión de las causas que le obligaren (I).
nal y trabajo de estas ocupaciones públicas, y se
introdujeren esclavos en su servicio, se irán qui­ El mismo en Madrid á 45 de diciembre de '1614.
tando los repartimientos, que en cada parte pu­ Que en Ja Nueva España no exceda el repartimiento
dieren excusarse, ó haciendo los aumentos ó re­ de indios de cuatro por ciento.
bajas de indios, que en mas ó menos número, ó Ordenamos que en la Nueva España no ex-
tiempo de su repartimiento, parecieren compa­
tibles con la conservación de las minas, labor de
( i ) Sobrevesta ley es de verse la cédula do 22 do
los campos, frutos y ganados precisos para la co­ octubre de 1752 , en que repitiéndose Jas providen­
modidad y sustento de la tierra, porque todo lo cias del yirey D. Francisco de Toledo para su arre­
deuias que saliere de esta latitud y proporción, glo, se dieron otras igualmente útiles para los indios.
toca al intere's y beneficio de particulares, y por En esta cédula está la prohibición do Ja mitad que
ningún respeto se debe permitir, no obstante que llaman de la faltriquera que boy está autorizada v le­
gitimada hasta haberse hecho un ramo de real lia-
concurran muchos españoles á pedir mita y re­ cien da.
partimiento, á título de que se descubren minas Como sin embargo los males y los recursos si­
nuevas, ó renuevan las antiguas, plantan here­ guieron, últimamente en real orden de 20 de agosto
dades y multiplican ganados de 1789, se mandó tratar y ponerse de acuerdo sobro
mitar los vireyes de Lima y Buenos-Aires; se hicie­
LEY XX. ron muchos papeles, y remitidos tí la Corte se espe­
D. Felipe íí en San Lorenzo á 28 de agosto de 1591. rase su resolución-
D. Felipe III en el servicio personal, véanse las l e ­ Por otra cédula de 15 de julio de 1750 se mandó
yes 53 de este título, y 28, tit. l.° , lib. 7. fuese efectiva la mitad de hombres, guardando rigo­
Que el repartir los indios se cometa á las justicias rosamente la ley de Séptima, que es la presente 2 t .
ordinarias, y los comisarios sean personas de satis­ Por fin llegó el momento de que las mitas fuesen
facción , y los lleven bien tratados y no d costa de en el todo abolidas por decreto do las Corles gen e­
rales y extraordinarias, expedido en 9 de noviembre
los indios.
de 1812, y es en consecuencia de d io que ya no hay
Si no se pudieren excusar los reparlimien- mita de repartimiento, faltriquera, etc.
TOMO II. 70
280 Libro ti* T it xii.
ceda el repartimiento de indios para mitas , al merables daños, y es uno de los abusos que con
número de los cuatro por ciento que hasta ahora mayor cuidado se han de impedir y castigar, fa­
se han repartido. voreciendo y cautelando su libertad de tal ma­
nera que no padezcan violencia ni apremio. Y
LEY X X IIL mandamos a los vireyes, presidentes ó goberna­
El mismo en Lisboa ¡i 24 de agosto de 46X9. En Ma­ dores que señalen las horas en que se hubieren
drid à 12 de diciembre de el.
de ocupar cada día, coi» atención á sus pocas fuer­
Que d los indios no se reparta mas mita del número zas, débil complexión, y costumbre que general­
que. les tocare.
mente se guarda en todas las repúblicas bien or»
No se reparta á los indios mas número de denadas, é impongan las penas convenientes, y
mita que Ies tocare ni deben dar; y nuestros mi­ nuestros fiscales pidan de oficio, y á instancia de
nistros mirando mucho por el bién de los indios, partes, que asi se guarde y cumpla
y que no sean gravados, no admitan en esta par­
te pretensiones ni diligencias de quien los pidie­ L E Y X X V II.
re para sus comodidades y fines particulares, pues El mismo en Aranjuez á 26 de mayo de 16G9.
lo contrario es exceso, en perjuicio de partes, y Q«e sean castigados los caciques si para la mita no.
contra todo buen gobierno, á que deben estar sortearen bien los indios.
muy atentos los fiscales de nuestras reales au­ Hemos entendido que en el repartimiento
diencias, y pedir su cumplimiento como se lo sorteado por barrios y parcialidades de los pue­
mandamos. blos exceden los caciques, enviando en la segun­
L E Y X X IV . da mita y tanda algunos indios que fueron en
D. Felipe l l í c n Madrid á 16 de abril de 4618. la primera: Mandamos, que sean castigados con
Que acabado el tiempo de la mita vuelvan los indios mucho rigor los que delinquieren en esto.
d sus pueblos.
. LEY X X V III.
Nuestros vire)es, audiencias y justicias, ha­
El mismo allí.
gan con particular cuidado que fenecido el tiem­
po en que los indios han de servir por mita y Que los indios de mita sean bien tratados y alivia­
dos, y se les vendan los bastimentos d precios mo-
repartimiento, igualmente y sin falta alguna, se derados, haciendo albóndigas donde pareciere.
reduzgan todos á sus casas y poblaciones, tenien­
Trátese siempre de aliviar á los indios mita­
do por gravísimo delito y hurto el que se hicie­ yos, y de repartimiento, por los medios mas efi­
re, deteniéndolos por mas tiempo del que son caces que permitiere la materia, como está pro­
obligados á estar en el empleo, ó divirtiéndolos veído con generalidad y particulares prevencio­
á otros servicios, de forma que no puedan volver nes, haciendo las justicias que se les den (os man­
á sus pueblos, 6 sacando de ellos cualquier gé­ tenimientos y ropa de sus personas á precios mo­
nero de interés <5 servicio aunque gratuito. Y derados, castigando rigurosamente á los que con­
pues el delito es de tanta gravedad, mandamos, travinieren, y en ios asientos de minas se hagan
que en su averiguación y castigo procedan con­ alhóndigas donde se conduzgan y recojan todas
forme á derecho, remitiendo e! descargo de nues­ las rentas y especies beneficiables que entran en
tra conciencia á sus procedimientos, pues serán nuestras cajas de las encomiendas incorporadas
autores de tantos males si no los evitaren. en nuestra real corona, para que los comprado­
LEY X X V . res no los revendan á los indios, ordenando en
cada provincia lo que cerca de esto pareciere con­
El mismo en Aranjuez á 26 de mayo de 1609.
veniente, y los indios los hayan con la modera­
Que los indios no vayan d segunda mita hasta acaba­ ción referida, y distribuyan solamente entre los
do el turno de ¿a primera.
que estuvieren ocupados en las mitas y labores
Los que tuvieren el gobierno de los indios, donde fueren repartidos, sin mucha costa nuestra;
computarán el tiempo de las mitas y repartimien­ y si de este medio de las alhúndigas resultare a l­
tos, de forma que no sean llevados al trabajo se­ gun inconveniente, nuestros ministros nos darán
gunda vez, hasta que llenos los números de la cuenta de todo con su parecer.
primera tanda se hayan de repartir en las si­
guientes, y Ies quede lugar bastante para acudir LEY X X IX .
al beneficio de sus haciendas, labranza y granje­ D. Felipe II en San Lorenzo á 20 de julio de 1588.
ria de las comunidades, en que han de poner par­ D. Felipe 111 allí.
ticular cuidado, señalando los dias, y disponiendo Que no se repartan indios para sementeras ni otras
las cosas necesarias para que la tierra por esta cosas d diferentes temples.
via esté abundante de frutos. Los indios que permitimos repartir, no sean
de provincias distantes ni temples notablemente
LEY X X V I. contrarios al temperamento que tuviere el sitio
D. Felipe III allí. En Madrid à 12 de d'ciembre donde hah de trabajar, guardando la regía gene­
de 1619.
ral contenida en la ley i3 , tít. i de este libro;
Que los indios no sean detenidos por tiempo excesivo, y si esto no se pudiere excusar, se hará lo que
y los vireyes, presidentes y gobernadores señalen permitiere ia posibilidad y estado de las cosas,
las horas.
eligiendo a los mas cercanos á las minas y labo­
Ningún indio de mita ó voluntario sea dete­ res, con que el alivio y beneficio de los unos no
nido en las labores por mas tiempo del que to­ cause agravio y perjuicio à los otros; y cuando
care á la mita, ó hubiere contratado, porque de convenga se podrá hacer visita general en cada
estas detenciones violentas se les recrecen innu- provincia, pidiendo relación á los corregidores
Del servicio personal. 281
de las minas, chacras, y hatos de ganado que tocare á su conservación y aumento, y los v¡re­
hay en sus distritos, parcialidades, poblaciones, yes y audiencias harán que asi se guarde.
y distancias, y á los caciques una lista muy pun­
tual de los indios que están debajo de su gobier­
no, y ocupan á un mismo tiempo en las labores D. Felipe IV en Madrid ;í 22 de noviembre de 1631.
referidas, para que se haga el repartimiento con D. Carlos 11 y la reina gobernadora. Véase la ley 20
de este título.
la igualdad posible. Y mandamos, que los indios
del pueblo de Tepexi de la Seda, sean reserva­ Que en los lugares de señorío particular se hagan los
dos de acudir con el cuatequil para las semente­ repartimientos conforme d esta ley.
ras del valle de San Pablo, como esta dispuesto Si en los pueblos de corregimientos ó alcal­
por el gobierno de la Nueva España. días mayores, hubiere indios avecindados que
sean de particular señorío, nombre el virey al
LEY XXX. corregidor del realengo, para que haga los repar­
D. Felipe III allí. timientos,aunque hayan de entrar algunos de aquel
Que ninguno se sirva de otros indios que los repar­ señorío, si e! realengo hiciere cabeza de partido;
tidos, y los emplee en el ministerio señalado. y si la cabeza de partido fuere del señorío, co­
Ningún minero, dueño de chacra ni ganade­ métalo al corregidor de él, aunque haya de entrar
ro, ú otra persona de cualquier estado ó calidad, algún pueblo qae sea de nuestro corregimiento
pueda servirse de indios mitayos ó de reparti­ ó alcaldía mayor, y asi se guarde universalmen­
miento, si no fueren de los que se le repartieren, te en todos los casos semejantes.
y no los emplee ni convierta en otros usos, labo­ LEY X X X IV .
res ó trabajos que los destinados por su mita <5
repartimiento; y el que contraviniere incurra en D, Felipe III en Madrid a' 50 de marzo de 1609.
pena de mil pesos, aplicados por tercias partes á Que los indios de Cania y Guarnan-tanga no se ocu­
la caja de comunidad de aquel pueblo, juez y de­ pen en sacar ni portear la nieve.
nunciador, y no se le repartan ni puedan repar­
Por los danos que reciben los indios del re­
tir indios para ningún efecto. partimiento de Canta y Guamantanga, en sacar
LEY X X X I. nieve del cerro, y llevarla á cuestas hasta el
E l mismo allí.
Tambo de Acay bamba para la ciudad de los Re­
yes: Mandamos a! corregidor de Canta, que no
Que no se pidan mas indios ni por mas tiempo, inter­
viniendo medios y favores ilícitos. los consienta ocupar en la saca y tragin de la
El que pidiere indios á los corregidores, jus­ nieve, aunque sea de su voluntad, pena de priva­
ticias ordinarias ó caciques., negociando por me­ ción de oficio y mil y quinientos pesos de oro pa­
ra nuestra cámara y fisco, y al virey del Perú
dios y favores que se le den por mas tiempo, o
mayor número, según su codicia ó necesidad, ó y real audiencia de Lima, que lo hagan ejecutar
contra la prohibición como se suele hacer, in­ sin remisión ni dispensación.
curra por la primera vez en pena de cuatrocien­
tos ducados, y destierro de dos años de donde fue­
re vecino: y por la segunda en perdimiento de la D. Felipe IV en Madrid á 23 de noviembre de 1628.
minad ingenio, chacra, estancia y otra cual­ Que los indios del pueblo de Bogotá acudan d la zanja
quiera hacienda en que hubiere cometido el de­ de él y á su reparo.
lito, y en destierro de las Indias; y el que tuviere
á cargo la hacienda., por la primera vez en des­ Habiéndose despoblado el pueblo de Bogotá,
tierro de diez leguas al rededor, y no se pueda cabeza de los del nuevo Reino, y de que tomó el
ocupar mas en el mismo ministerio; y por la se­ nombre, se juzgó conveniente su población y
reedificación, y hacer una zanja y vallado que
gunda en cuatro anos de galeras: y las justicias
que fueren remisasen la averiguación y castigo, impidiese la entrada á los ganados, y cubriese las
incurran en pena de quinientos ducados y pri­ casas y sementeras, de forma que no recibiesen
vación de oficio: y aplicamos las condenaciones daño, y en atención á la pública utilidad: Man­
pecuniarias por tercias partes, à la caja de comu­ damos, que todos los indios de aquel pueblo, con
nidad de aquel pueblo, juez y denunciador. sus mugeres, hijos y familias acudan el primer
dia de cada mes, y si fuere fiesta, el siguiente,
por partes ¡guales á reedificar y aderezar todo
lo que estuviere demolido y tuviere necesidad,
D. Felipe II en Toledo à 25 de mayo de 1596..
ahonden y limpien la zanja, y reformen el valla­
Que los indios de señorío sean iguales d los demas do, de suerte que siempre se conserve, y los cor­
en los servicios personales. regidores lo hagan guardar y cumplir precisa y
En todo !o que no tocare á la jurisdicción, puntualmente, apremiando á los indios del mis­
han de pasar los indios de señorío de todas las mo pueblo, aunque vivan y residan en la ciudad
Indias por lo que todos los demas de nuestros de Santa Fé, á que trabajen en la obra, adere­
pueblos en la contribución de sus comunidades zo y reparo personalmente, poniendo ministros
para salarios de protectores y procuradores, re ­ diputados, con apercibimiento, que de ia culpa y
compensa que se hiciere á los escribanos ante omisión, se les hará cargo en sus residencias; y
quien pasaren sus causas (por no habérseles de asise publique todos los días de año nuevo al tiem­
llevar ningunos derechos) y en los servicios per­ po de la elección de alcaldes, estando todos los
sonales, á que debieren acudir conforme á lo re­ indios juntos donde también se diputen indios mi­
suelto, sin diferencia en esto ni lo demas que nistros para esta obra.
282 Libro vi. Tit. xii.
LEY X X X V I. leros que vayan i estos ministerios por el justo
D. Felipe II cn San Lorenzo ;i 21 de mayo dc 4578.
precio de su trabajo, en que se emplearán aque­
llos que quisieren alquilarse, por excusar el con­
Que los vecinos dei Ilio de la Hacha no ocupen los
¡adiós de la ciudad de. los lieyes contra su voluntad . currente número de indios, en caso que del lo­
do no se pueda quitar el repartimiento como irá
L o3 vecinos de! llio de la Hacha llevan por
dispuesto; y si los chinos y japones no quisieren
fuerza para sus estancias y otras haciendas, á
ó no pudieren satisfacer à !a precisa necesidad
los indios del valle de Upar que tienen los de
de estas obras públicas, el gobernador y capitán
Unía, en que reciben mucho agravio y daño con*
general hará diligencia con los indios para
siderablc que no se debe permitir: Mandamos,
que acudan á ellas libre y voluntariamente, usan­
que no los saquen ni lleven contra voluntad de
do de los medios que le parecieren convenientes
los indios, ni las justicias lo consientan. al efecto; pero dado que haya falta de obreros vo­
LEY X X X V II. luntarios, permitimos que sean apremiados al­
El mismo en el Pardo á 6 de marzo de 4590.
gunos indiosà trabajar en estas ocupaciones, con
Q«e los indios de Venezuela no sean llevados por
las condiciones que se siguen, y no de otra forma.
remeros d Citmuná, la Margarita ni otra parte. Que este repartimiento no se haga sino pa­
Ordenamos, que los indios de la provincia de ra cosas forzosas é inexcusables, pues en materia
Venezuela no sean llevados á la isla Margarita, tan odiosa no ha de bastar el mayor beneficio
provincia de Cumaná ni otra parte, por remeros de nuestra real hacienda ó mas comodidad de la
de las piraguas. república, y lodo lo que no fuere preciso para
su conservación pesa menos que la libertad de
LEYr X I X V W . los indios.
El mismo á 21 de noviembre de '4587. Que se vayan rebajando ¡os indios repartidos
Que. los indios de Vcnczuela no salgan d labranzas, como se fueren introduciendo obreros voluntarios,
ni sacar oro mas distancia de la (fue se permite. ora sean indios ó de otras naciones.
No se consienta que los indios de Venezuela Que no se lleven de partes distantes y tem­
vayan á hacer labranzas mas distancia que seis ples notablemente contrarios al temperamento
leguas, ni ¿i sacar oro fuera de doce leguas de de sus lugares, y en la elección de todos se pro­
su tierra, porque se ha experimentado que peli­ ceda sin aceptación de personas, y de manera
gran en la salud y vida. que asi el trabajo de las distancias, como el peso
de las ocupaciones y la compensación dc las otras
LEY X X X IX . circunstanciasen que ha de haber mas y menos
I). Felipe III en los Carvajales á 22 dc febrero gravamen, se reparta y comunique con igualdad,
de 4G01 para que todos participen de ios servicios mas
Qnc los indios de Yucar no sean apremiados d salir y menos trabajosos, sin que el beneficio y alir
d las labores. vio de los unos, recambie en agravio de los •otros.
Teniendo consideración á que en el pueblo Que el gobernador señale las horas que hu­
de Yucar de la Nueva España, han quedado po­ bieren de trabajar cada dia, atendiendo á Jas po­
cos indios,y tienen muchas labores suyas á que les cas fuerzas y débil complexión de su naturaleza.
es forzoso acudir, y á que sustentan la mayor parte Que se Ies dé enteramente el jornal que me­
dc sus contornos, ciudades de Méjico y los An­ recieren por su trabajo, y se les pague en su ma­
geles, y á nuestras armadas, y que reciben daño no cada dia, ó al fin de la semana, como ellos es­
fuera de su natural en personas y haciendas: Man­ cogieren.
damos que no sean apremiados á ir contra su vo­ Que los repartimientos se hagan en tiempo
luntad á ningunas labores de españoles avecinda­ que no embaracen ó impidan la sementera y
dos cn aquel pueblo, y que en esto hagan lo que cosecha de frutos, ni las demas ocasiones y tiem­
mejor Ies pareciere, sin otra obligación precisa: pos en que los indios han de acudir á la gran­
y asimismo quede á su libertad el acudir á la vi­ jeria y administración de sus haciendas, porque
lla de Carrion y valle de Atrisco, según está de­ nuestra intención es, que no se pierdan y puedan
clarado por ejecutorias que han obtenido en nues­ asistir à todo. Para lo cual ordenamos al gober­
tra real audiencia de Méjico, tas cuales sean nador, que á Ja entrada del año prevenga las fá­
guardadas y cumplidas. bricas y otras cosas de nuestro servicio en que
los indios hubieren de ocuparse, porque tomán­
LEY XL. dose con tiempo se pueda compartir, de tal for­
D. Felipe III cn Aranjuez á 26 de mayo de 1G09. ma, que no reciban vejación considerable en sus
Que en el servicio y repartimiento de los indios de haciendas ni personas.
Filipinas se guarde lo que esta ley dispone.
Que presupuesta la mala disposición y traza
Mandamos que cn las Islas Filipinas no se de las caracoas, y que remando en ellas suelen
repartan indios en ningún número para gran­ morirse muchos indios por navegar sin cubierta,
jerias peliculares ni públicas, pues á las cortas expuestos á la inclemencia de los temporales:
de madera, navegaciones de caracoas y otras fá­ Mandamos, que estas embarcaciones se mejoren
bricas de esta calidad en que está interesada y fabriquen de forma que puedan los indios ma­
nuestra rea! hacienda, y la pública convenien­ nejar los remos sin riesgo de su salud y vida.
cia, se han de llevar (como se llevan) alquilados En todo lo referido y que tocare á su conser­
los chinos y japones, que en la ocasión se halla­ vación y aumento, mandamos al gobernador qae
ren en la dudad de Manila, y según se entien­ proceda con el cuidado y vigilancia que confia­
de, habrá en ellos suficiente número de jorna­ mos, castigando ejemplar y rigurosamente los
Del servicio personal. 285
malos tratamientos que los indios recibieren de cion que tengan ó puedan tener, confórme a fa
sus caciques ó españoles, especialmente .si fueren iey 4 1 de este título. Y mandamos que en caso
ministros nuestros, en los cuales conviene ejecu- ] de servirse de los indios, sea pagándoles su tra­
tar las penas con mas rigor: y á los prelados se bajo y oeupacion sin apremiarlos.
culares y provinciales de las órdenes, rogamos y
encargamos que tengan la misma atención en el
castigo de culpas de esta calidad que cometieren El mismo en Madrid á 10 de octubre de 1618.
los doctrineros y otras personas eclesiásticas ; y Que en el Paraguay, Tucunían y‘ Rio de la Plata se
haga repartimiento d los doctrineros , y no saquen
queremos que sea caso de residencia cualquiera los indios de sus pueblos.
amisión de los gobernadores, justicias y minis­
En el Paraguay, Tucuman y l\io de la Pla­
tros ácuyo cargo estuviere en parte ó en todo la
ta se den á cada doctrinero uno ó dos mucha­
la observancia y cumplimiento de esta ley.
chos de siete á catorce años, que le sirvan, un
indio mitayo y una india vieja para la cocina, a
D. Felipe III en Madrid á 17 de marzo de 1608. los cuales ha de dar de comer y vestir; y si Ies
Que se quite el servicio personal de los tonores de mandare otra cualquiera cosa, les ha de pagar
Filipinas y la contribución de. pescados. como otro particular, y no ha de poderlos sacar
Los religiosos y ministros de doctrina y al­ de un pueblo á otro, aunque sean de poca edad, ó
caldes mayores délas Islas Filipinas, tienen re­ no será presentado á otro beneficio.
partimiento cada semana de iridios que llaman
LEY a ju
tanores, para que los sirvan sin paga , y demas
Ies contribuyen los pueblos con fa pesca que El mismo allí.
lian menester los viernes, siendo contra ra­ Que d los conventos de Paraguay, Tucuman y Rio
de la Plata se repartan indios de mita.
zón y jasticia: Mandamos, que el gobernador y
capitán genera!, audiencia y otras cualesquier Habiendo repartimento de mitayos en las pro­
nuestras justicias, quiten y no consientan este vincias del Paraguay, Tucuman y Rio de la Pla­
servicio» persona! y contribución, de forma que ta, se acomode á las religiones, señalando à ca­
en ningún caso acudan con ella los pueblos, que da convento tantos indios, cuantos fueren ios
Nos los damos por libres de cualquier obliga­ religiosos, con que no pasen de ocho.
ción que eengan ó puedan tener. LEY X L V I.
LE I A .L.IL El mismo en Aranjuez á 26 de mayo de 1609.
El mismo en Aranjuez 26 de mayo de 1609. D Fe­ Q«e los salarios de ejecutores para pedir indios sean
lipe IV en Madrid á 3 de julio de 1627, y á 22 de di­ moderados, y no multados los caciques en penas
ciembre de 1635. Véase la ley 19, titulo 3 de este pecuniarias.
libro. La paga que devengaren los alguaciles y re­
Que no se repartan indios de mita d ningunos mi­ re plores que fueren á pedir los indios á sus ca­
nistros de justicia , inquisidores, contadores, oficia­ ciques y superiores, sea moderada y se ponga por
les reales y otros.
cuenta de aquellos á quien estuvieren repartidos,
Mandamos, que no se den indios de mita ni y no sean multados los caciques en ninguna can­
repartimiento à los vireyes, presidentes, oidores, tidad por el descuido que suelen tener en enviar
alcaldes, fiscales, inquisidores, contadores de cuen­ los indios de sus mitas ó repartimientos que les
tas, oficiales de nuestra real Hacienda y ministros tocan, porque estamos informado que estas con­
de nuestrasaudiencias, ni á los gobernadores, cor­ denaciones las pagan despues los pobres indios,
regidores, alcaldes mayores, ni sus tenientes ni otro y asi se les conmutará la pena pecuniaria en otra
ninguno que tuviere prohibición de tratar, y con corporal.
tratar por derecho, leyes ó cédulas, ni se les dé
permisión para que puedan criar ganado, sem­ ' LEY XLVII.
brar trigo, maíz ni otro.s frutos, aunque la pi­ D. Felipe III allí.
dan para el preciso y necesario sustento de sus Que las tasas no se conmuten en servicio personal, y
casas, guardando en esto io que está proveído. sean pagados los indios con igualdad.
Ordenamos que los encomenderos, jueces ó
comisarios de las tasas no conmuten , ni bagan
I>. Felipe III en Madrid :í 17 ele marzo de 1608. En
Ventosilla á 26 de junio de 1610. que se pague el tributo de los indios en servicio
personal , ni los vireyes lo concedan , guardando
Que no se repartan indios d los curas ni doctrina­ la ley .24 ? t)l* 5 de este libro, porque de este
ros , y asi se guarde en los tanores de Filipinas.
abuso lian resultado tantos agravios y clamores
A ios curas de pueblos se reparten indios, va­ de los indios, que cuando se hubiera de conce­
rones y hembras que les guisen de comer, ha­ der enteramente, debía reformarse en esta par­
gan pan de maíz, y pesquen las vigilias y cuares­ te, para cuyo buen efecto h»rán que se tasen lue­
mas; y porque es muy daño o y perjudicial: O r­ go los indios que pagan su tributo en esta forma,
denamos que no se permita tal repartimiento para y el que hubieren de pagar se les reciba en los
estos efectos ni otro alguno, y guárdese lo dis­ frutos que tienen y cogen en sus tierras ó en di­
puesto en los servicios personales: y lo mismo se nero, según está declarado, y fuere de mas ali­
ejecute en cuanto à los indios tanores de Filipi­ vio y comodidad para los ind os; y por el mismo
nas, que se reparten á los ministros de doctrina caso que algun encomendero contraviniere en al­
y alcaides mayores, para los mismos efectos, que go á lo dispuesto y ordenado, incurra en perdi­
Nos tos damos por libres de cualquiera obliga- miento de la encotnieuda; y el ministro que fue­
TOMO I I .
284 Libro vi. Titulo xiii.
re culpada en este delito, ó le disimulare en pri­ tendrian la defensa y seguridad que deseamos. Y
vación de oficio. Y porque somos informado que por ser este uno de los puntos mas importantes:
los indios de Chucuito pagan diez y ocho pesos mandamos y volvemos á encargar á los susodi­
de tributo , y los demás que se quedan en sus ca­ chos, que cumpliendo con la puntualidad y dili­
sas solos cuatro pesos, de lo cual se les suele se­ gencia, que de su cuidado confiamos, !o preveni­
guir muy grande agravio é injusticia; y sin em­ do y ordenado por estas leyes, tengan particu­
bargo de que esta diferencia cetaria si los caci­ lar atención á las personas que tienen el peso
ques fuesen haciendo los repartimientos con igual­ y gobierno de los indios, y averiguando algun ex­
dad , y no repitiesen en una mita los ind.os de la ceso contra su libertad y buen tratamiento, le cas­
otra, no se lia de dejar à su disposición lo que se tiguen ejemplarmente, sin dispensar en ninguna
puede cautelar con mas seguridad y firmeza: y de las leyes y penas que hallaren establecidas: y
asi mandamos á los vlreyes, que luego igualen á los arzobispos, obispos y provinciales de las
las tasas, de forma que no paguen mas los unos órdenes , encargamos que castiguen á los doctri­
indios que los otros, pues la ganancia que pue­ neros y otros eclesiásticos que maltrataren con
de haber en esto es bien que siempre se convierta vejaciones è injusticias ¡i los indios, y que nos avi­
en beneficio de los que actualmente estuvieren sen con frecuencia en nuestro consejo de Indias
ocupados en Potosí, supuesto que con esta oca­ del cuidado con que se cumple y ejecuta. Y lo mis­
sión irán de mejor gana á trabajar en sus labores. ino ordenamos y mandamos á todos nuestros mi-
nislrosy personas habitantes en las Indias.
LEY X L V IIL
El mismo allí.
LEY X L 1X .
Que todos los ministros y prelados procuren la eje- D. Felipe II año 1568. D. Felipe IH en Lerma á 10
cucion de lo ordenado en cuanto al servicio de noviembre de 1612,
de los indios. Que en los títulos de encomiendas se ponga cláusula
Porque de haberse guardado mal las cédalas de que no haya servicio personal.
que disponen sobre el servicio personal de los in­ Entre las cláusulas que se deben expresar en
dios, han lomado ocasión algunos para poner en los títulos de encomiendas, conforme à las leyes
duda si es lícito: Encargamos mucho á nuestros 4.9 y 5 o , tit. 8 de este libro: Es nuestra volun­
vireyes, presidentes, audiencias, gobernadores tad, y mandamos poner que no haya servicio per­
y otras justicias, el castigo de los transgresores sonal de los indios.
que delinquieren en esta parle, pues si los caci­
ques, mineros, dueños de chacras y las demas Véase la ley 11 , til. 1, libro 7.
labores y granjerias, viesen que se procedia con Los alcaides y carceleros no se sirvan de los
el descuido y negligencia que hasta ahora, ni las indios , ley Sí, tit. 6 , lib, 7.
leyes, que para remedio de sus abusos y delitos, Los indios puedan ser condenados d senario per­
se fueren esforzando y estableciendo de nuevo se­ sonal de conventos ij república, ley 10, tit 8 ,
rán de efecto, ni los pobres y miserables indios lib. 7.

eassa#

D el servicio en chacras 9 viñas , olivares , oh rages 9 ingenios ?


perlas , tambos , recuas , carreterías ? casas 5 ganados
y bogas .

LEY P R IM E R A .. porque conviene prohibir los demas repartimien­


tos, que no miran tanto al bien común, como á
O. Felipe III en Aranjuez á 26 de mayo de 1609 eri las granjerias y comodidades particulares de Jos
el principio, y capítulo 8, 9 y 15
Que se continúen las mitas y repartimientos im­
españoles: Mandamos que estas mitas y reparti­
portantes al bien coman. mientos se continúen en los casos y con las limi­
Habiéndonos consultado nuestro consejo de In
taciones expresadas en las leyes de este título, y
dias, de cuanto inconveniente seria quitar algu­
los demasque tratan de servicios personales.
nos repartimientos «le chacras , estancias y otras LEY II.
labores y ministerios púb licos, en cuyo beneficio E! emperador D. Carlos y los reyes de Bohemia, go-
son interesados los indios como cosa en que con­ hernadures, en Valladolid á 22 de febrero de 1549.
El misino v el príncipe gobernador ;í 5 de junio
siste la conservación de aquellos reinos y provin-
de 1552. La princesa gobernadora en "Valladolid á 21
cia s, y á que torios están obligados: y conside­ de enero de 1559. D. Felipe III, Ordenanza 21 del ser­
rando que si les queríase libertar!, reusarian el j vicio personal de 1601. X) Carlos 11 y la reina
trabajo y beneficio de estos m inisterios, por su j gobernadora.
natural inclinación á vida ociosa y descansada: j Que si los indios no se moderaren en el precio de
T u v im o s por bien de hacer es¡a obligación mas sus jornales los tasen las justicias.
justificada y tolerable, de manera que no vivan El jornal que «leb n ganar los indios sea á su
oprimidos con nota y ocupación de esclavos: y voluntad y »0 se les ponga tasa: y si en algunas
Del servicio en chacras. 285
partes pidieren tan excesivos precios, que exce­ LEY VI
dan déla justa y razonable estimación, y por esta D. Felipe 111, Ordenanza 8 de 1601, y en 26de mayo
causa pudieren cesar las minas, granjerias del de 1609, capítulo 24-.
campo, y otras públicas y particulares, permiti­ Que para la coca, viñas y olivares no se repartan
das para su propio bien y ejercicio, provean los indios.
vireyes» audiencias y gobernadores, conforme a Para i a sementera, beneficio y cosecha de la
los tiempos, horas, carestía y trabajo, de forma coca no se repartan indios, guardando las leyes
que los indios , minas, granjerias y hacieudas no de su título con mucha puntualidad, ni para la
reciban agravio, habiéndose informado de perso­ cultura de viñas y olivares, por los grandes in­
nas noticiosas: y este precio se les pague en pro­ convenientes que »e han experimentado de estos
pia mano cada dia ó semana, a voluntad de ios repartimientos.
indios.
LEY V IL
LEY IIL El mismo en Aranjuez á 26 de mayo de 1609. En Ma­
drid à 10 de octubre de 1618.
1). Felipe III en Aranjuez á 26 de mayo de 1609, ca­
pítulo 3. Que d ningún indio se pague su. Jornal en vin o , chi­
cha , miel ni yerba.
Q«e permite los repartimientos para, tambosT re­
cuas y carreterías si no se pudieren excusar. A los indios que trabajaren en la labor y
No pudiéndose excusar sin grande inconve­ ministerio de las viñas, y en otro cualquiera, no
niente los repartimientos de tambos, recuas, y se pague el jornal en vino, chicha, miel ni yer­
carreterías: Permitimos que se puedan continuar ba de! Paraguay, y todo lo que de estos géneros
con que á los tambos no vayan indias, si no fuere se les pagare sea perdido, y el indio no lo reciba
acompañadas de sus maridos , padres ó hermanos, en cuenta; y si algún español lo pretendiera dar
para excusar las ofensas de Dios nuestro Señor: por paga, incurra en pena de veinte pesos cada
y à los indios que en estos ministerios se ocupa­ vez; porque nuestra voluntad es que la satisfacción
ren, se dé cumplida satisfacción de su servicio, re­ sea en dinero.
gulada conforme á derecho y circunstancias con LEY VIII.
currentes en cada provincia, y los gobernadores
D. Felipe II en Madrid a 23 de diciembre de 1595.
ordenarán que el paso y viaje de las recuas y D. Felipe 111 ordenanza del servicio personal de 1601.
carreterías se reparta en tres ó cuatro caminos, D. Carlos 11 y la reina gobernadora.
ma3 ó menos como mejor pareciere, porque los Que los indios no sirvan en obrajes ni ingénios de
indios no anden tanto tiempo fuera de sus ca­ azúcar.
sas, y puedan atender mejor á la conservación de En ninguna provincia ni parte de las Indias
sus vidas y haciendas, y de cualquier manera se puedan trabajar los indios en obrajes de paños,
ajustará el alquiler que deben ganar, de forma lana, seda, ó algodón, ingenios y trapiches de azú­
que enteramente sean pagados de su trabajo y car, ni otra cosa semejante aunque los tengan es­
servicio de las recuas y carretas. pañoles en compañía de indios; beneficíenlos con
LEY IV. negros ú otro género de servicio, y no con indios
forzados ó voluntarios, y sobre esto no se les haga
JD. Felipe II en el Campillo i9 de octubre de 1595.
En Aranjuez á 2 de marzo de 1596. apremio ni persuasión, con paga ó sin ella, o in­
Que los indios en los tambos cumplan con proveer tervención y consentimiento de sus caciques, au­
de pan, vino , carne y maíz. toridad de justicia ni en otra forma- Y permiti­
Mandamos que los indios no sean apremia­ mos que si los indios entre si mismos tuvieren
dos á servir por sus personas en los tambos á los obrajes sin mezcla, compañía, ni participación de
pasajeros, ni dar carneros de carga y cumplan español, «le cualquier estado, condición y calidad,
con proveerlos de pan, vino y carne, y de maiz se puedan ayudar unos á otros. Y ordenamos y
para tas cavalgaduras, y que los corregidores ten­ mandamos á las justicias que no los puedan con­
gan particular cuidado de cumplirlo, como quien denar, ni condenen á servicios en obrajes ni in ­
tiene la materia presente, y de que no se ies ha­ genios por pena de ningún delito; y á los que es­
ga agravio, ó mandaremos proveer remedio con tuvieren en ellos en esta ú otra cualquiera forma,
mucha demostración. saquen y pongan en libertad conmutándoles la
pena en otra arbitraria: y los vireyes, presidentes
LEY V. y oidores de nueslias audiencias reales lo hagan
ejecutar irremisiblemente; y los jueces y justicias
El mismo en Monzon de Aragón á 29 de noviembre
de 1565. que contravinieren incurran en pena de suspen­
sión de oficio por dos anos y doscientos ducados
Que los indios de los tambos no den cosa alguna sin por la primera vez. y la segunda sean doblados,
(jtte se ¿es pague.
Y los dueños de obrajes é ingenios que tuvieren
A los españoles criados y allegados que pa­ indios , en otros doscientos ducados por la prime­
saren por los '1ambos , y en ellos se acogieren a ra vez y destierro de un año de donde fueren
comer ó á dormir, no den los indios ninguna cosa vecinos: y por la segunda sea la pena doblada: y
asi de posada, como de cualquier mantenimien­ en caso que delinquieren tercera vez demás de la
to ni yerba para sus cavalgaduras, si no Ies pa­ misma pena, no se les permita ni puedan tener
garen su justo precio y valor: y las audiencias y de alli adelante obraje ni ingenio. Y asimismo
justicias no permitan que se les haga agravio es nuestra voluntad que si ios vireyes, presiden­
ni molestia, castigando con todo rigor á los que tes y oidores, teniendo noticia lo disimularen y
contravinieren. dejaren de castigar y remediar, demas de que nos
286 Libro vi. Tit. xin.
tendremos por may deservido, se Ies hará cargo
en sus residencias y visitas, y de la culpa que re
LEY xni.
D. Felipe 111 en Madrid á 10 de octubre de 1618.
sultare se nos dará cuenta para que mandemos Que los indios no se puedan concertar para servir
proveer conforme á derecho: de todo lo cual ten­ por mas de un aíio.
drán muy especial cuidado los oidores, visitado­ E! concierto que los indios ó indias hicieren
res de la tierra, que sin disimulación ni toleran para servir, r.o pueda exceder el tiempo de un
cia averiguarán y castigarán todos los delitos año, que asi conviene y es nuestra voluntad.
cometidos en contravención de esta ley, pena de
suspensión de sus oficios por tiempo de un ano; LEY XIV.
con particular advertencia, de que asi se ha de El mismo allí.
entender y practicar la ley 10, lit- 3 1, lib. 2, Sobre el servicio de las indias casadas y solteras en
haciendo poner á los indios en su libertad , sin casas de españoles.
permitirlos donde especialmente no estuvieren Ninguna india casada pueda concertarse para
concedidos, y guardando las calidades que en esta servir en casa de español, ni á esto sea apremia­
ley se contienen. da si no sirviere su marido en la misma casa, ni
LEV IX. tampoco las solteras queriéndose estar y residir
D. Carlos II y la reina gobernadora. en sus pueblos; y la que tuviere padre ó madre,
Que d las mugeres é hijos de indios de estancias no no pueda concertarse sin su voluntad.
los obliguen d trabajar.
Ordenamos que las mugeres é hijos de indios
de estancias que no llegan a edad de tributar, no D. Carlos II y la reina gobernadora. Y«ase Ja ley 58,
título 16 de este libro.
sean obligados á ningún trabajo; y si de su vo­
Que si la india se casare sirviendo, cumpla el tiempo
luntad y con la desús padres quisiere algun mu­ del concierto en la misma casa.
chacho ser pastor, se le dc'n cada semana dos rea­
les y medio, que sale cada mes á diez reales, y Ordenamos, que si la india sirviere en algu­
cada año a cinco pesos, pagados en moneda cor­ na casa y sin fenecer el ’ieinpoconcertado se ca­
riente, y mas la comida y vestido á uso de indios. sare con indio de otra familia, cúmplalo donde
estaba, yalti vaya á dormir su marido; y si des­
LEY X. pues de acabado, quisieren ambos continuar à ser­
I). Felipe 111 en Aranjuez á 20 de mayo de 1609, ca­ vir voluntariamente en la misma casa, puédanlo
pítulo 19. D. Carlos 11 y la reina gobernadora. hacer, con que 110 intervenga violencia.
Que los indios muchachos puedan servir voluntarios
en obrajes
Sí algunos indios muchachos quisieren servir D. Felipe III en Aranjuez á 26 de mayo de 1609, ca­
pítulo 50.
voluntarios en obrajes , donde aprendan aquellos Que los indios no incurran en pena ni se les ponga
oficios y se puedan ejercitar en cosas fáciles, pue­ demanda por haberse encargado de hacienda y ba-
dan ser recibidos en ellos con calidad de que gagos de españoles.
siempre gocen plena libertad. Encárganse los indios de guardar las hacien­
das y bagages de españoles, y en caso que sin
culpa ó por descuido suyo se les van ó hurtan,
D. Felipe III allí. son convenidos ante nuestras justicias y conde­
Que aunque, los indios sean voluntarios no trabajen namos á pagar su valor: Mandamos que no pue­
en sacar perlas y en ingenios de azúcar, y puedan
servir en la corla, y acarreto. dan ponerse contra ellos semejantes demandas, ni
incurran en pena alguna civil ni criminal en
Lo ordenado sobre que no se consienta que
ningún caso de este género.
los indios trabajen en trapiches, é ingenios de
azúcar, ni en sacar perlas, conforme á la ley 8,
de este título, y 3i, tit. 25, lib. se guarde El mismo allí.
inviolablemente aunque vayan voluntariosá es­ Que el indio pastor no pague el ganado perdido si no
tas ocupaciones, labores y ejercicios, porque son se concertare asi, y por esto se le diere equivalente
perniciosos á su salud y resultan otros inconve­ recompensa.
nientes de que tenemos larga experiencia , y so­ El indio que guardare el ganado no tenga
lamente se deben permitir y tolerar voluntarios obligación á pagar al ganadero las cabezas per­
en la corta y acarreto de la caña, si pareciere didas en su tiempo , si por este riesgo no se les
que en estas dos ocupaciones cesan las causas re­ diere precio equivalente señalado por el gobierno,
feridas. con calidad de que se tase según el mérito y va­
LEY X II. lor del peligro á que se ponen los pastores, y á
El emperador D. Carlos v el príncipe gobernador en las Otras circunstancias de cada provincia.
Valladolid á 21 de julio de 1518.
Que permite alquilarse los indios para las obras d LEY XV1IL
destajo , con que intervenga la justicia. D. Carlos II y la reina gobernadora.
Permitimos que los indios para obras se pue­ Que ninguno ceda en otro los indios que hubiere
dan alquilar á destajo, con que ellos y no sus ca­ alquilado.
ciques puedan percibir el precio realmente y con Ordenamos, que los indios concertados ó al­
efecto, y se haga á su voluntad con intervención quilados para servir por tiempo limitado, no pue­
de la justicia, de forma que los españoles no lo dan ser alquilados ni cedidos á otras personas por
puedan hacer por su autoridad. el tiempo mas ó menos de la obligación , como
Del ser\ieSo ele chacras. 287
está prolubido á los encomenderos, y es nuestra | LEY XXIII.
voluntad que se guardç en los mitayos. El mismo allí.
Que el indio enfermo pueda salir de casa de su amo
LEY XIX. dcurarse.
í). Felipe III allí, capítulo 29. S i el indio que sirviere por mita ó concier­
Que cesen los repartimientos para huertas, edificios, to enfermare y quisiere irse á curar fuera de la
agua, leña y otros.
casa de su amo, puédalo hacer dejándole libre,
Cesen todos los repartimientos y servicios y el am o sea competido á ello, y á que le pague
que no fueren voluntarios y se han introducido lo q u e le debiere, y no sea obligado el indio d e s ­
en utilidad de los españoles eclasiásticos y seca pues de sano à cumplir el concierto.
lares, en ministerios domésticos de casas, huertas,
edificios, lena, yerba y ot**as semejantes, guar­ LEY X X IV .
dando la prohibición contenida en la ley 4 2> ti­ El emperador D. Carlos y el príncipe gobernador en
tulo 12 de este libro, acerca de los ministros que Valladolid á 11 de julio de 1548. D. Felipe 11 en el
allí se refieren, y todos los demás que io fueren Bosque de Segó vía á 23 de julio de 1573.
de justicia, pues aunque sea de alguna incomo­ Que las justicias, oficiales reales ni otras personas
didad para los españoles, es de mas ponderación no se sirvan de los indios del rey.
la libertad y conservación de los indios. Ordenamos á los vi reyes, gobernadores, ofi­
ciales reales y á todos los demás ministros de
LEY XX. justicia, que no se sirvan ni lo consientan á
El mismo allí. otra persona alguna de los indios que estuvieren
Que los indios trabajadores puedan dormir en sus en nuestra corona real, por precio ni sin e'1, ni
casas. los hagan llevar cargas de leña, ni de ellos ten ­
Á los indios ocupados en labores del campo gan estos ni otros aprovechamientos, porque asi
y minas sean de mita, repartimiento ó alquilados, conviene á nuestro real servicio y mandaremos
se les dé libertad para que duerman en sus ca­ proveer lo que convenga.
sas ó en otras; y k los que no tuvieren comodi­
dad, acomode el dueño de la hacienda donde pue­
dan dormir debajo de techado y defendidos del B. Felipe 111 en el servicio personal .de 1609.
rigor y aspereza dé los temporales. Que no.se consienta poner mayordomos concertados
en parte de frutos.
LEY XXI. Mandamos á nuestros gobernadores y justi­
D. Felipe til allí. cias, que no consientan poner mayordomos para
Que los indios jornaleros sean curados, oigan misa, beneficiar ninguna de las haciendas que fueren
no trabajen las fiestas y vivan cristianamente.
de repartimiento, si interviniere concierto de eo-
Sincargamos átodas nuestras justicias la bue laparte en los fiutos para el mayordomo, porque
na y cuidadosa cura de los iudios enfermos que de haberse tolerado esta costumbre en algunas
adolecieren en ocupación de las labores y tra­ provincias, han resultado grandes molestias á los
bajo, ora sean de u:ita, ó repartimiento, ó volun­ indios; y es verisímil que por hacer mas copio­
tarios, de forma que tengan el socorro de medi­ sa su ganancia, ha de crecer el trabajo de los
cinas y regalo necesario, sobre que.atenderán con obreros, y los que contravinieren incurran en las
mucha vigilancia, y á que los jornaleros oigan penas estatuidas por la ley 29, tít. 1 de este libro.
misa y no trabajen tos dias de fiesta en benefi­
cio de los españoles, aunque tengan bulas apos­
tólicas y privilegios de Su Santidad, porque El mismo en Valladolid á 24 de noviembre de 1601.
nuestro Santo Padre las habrá concedido con si
Diestra relación; y los mineros y labradores digan : Que se compren negros para la. boga del H¿0 de la
que lo hacen voluntariamente, pues esto no se ve Magdalena, y en el Ínterin sirvan indios.
riíiea jamás., y siempre tiene inconvenientes muy No se puede excusar por ahora que los in­
grandes; y harán que vivan cristianamente, sin dios continúen el trabajo que tienen en la bo^a
los vicios y embriagueces, en que nuestro Señor del Rio grande de la Magdalena (aunque se ha
es ofendido. reconocido que tiene inconvenientes) porque no
cese el comercio con las provincias del Nuevo
Reino, y tráfico de las mercaderías y otras cosas
El mismo en Madrid á 10 de octubre de 1618. que se llevan de España, en que los indios tam­
Que los indios que sirvieren.en las casas sean doc­ bién son interesados. Y para proveer en esto !o
trinados, sustentados y curados corno se ordena.
que mas conviene, ordenamos al presidente que
A los indios que trabajaren en casa donde procure disponer como los dueños de las canoas
estuviere permitido, por mita ó concierto de me­ compren negros que sirvan la boga y navegación,
ses ó año, demas de los jornales y pagas, se les y entretanto que hay número suficiente, se con­
de doctrina , comer y cenar; y los que de ellos tinúe con los menos indios que fuere posible, y á
se sirvieren, los curen en sus enfermedades y en­ estos nu se Ies pueda aprem-ar por fuerza ó con­
terren si murieren; y á los que sirven en la tra su voluntad, y lo disponga de forma que mo­
boga del Rio de la Plata se íes dé bastimento vidos del buen trata trienio, satisfacción de sus
para la vuelta. Y declaramos, que en cuanto á jornales, y recompensa del trabajo, prosigan en
curar los indios que enfermaren y enterrar los este ejercicio haciendo guardar las ordenanzas que
difuntos, se cumpla y ejecute donde no hubiere de él tratan, Y mandamos, que el oidor visita*
hospital en que sean curados como convenga. dor dé principio á la visita por el término y dis-
TOMO l í ­ 72
2«a Libro vi. Tït. xiv.
trito de la navegación y pueblos donde se hace do el .trabajo excesivo, á fin de que se puedan con-
e! repartimiento, sacan y llevan los indios para servar y continuarlo; y habiendo notado lo que
la boga, y con mucho cuidado se informe de to­ en esto, y su buen tratamiento y paga de sus jor­
do lo que pasare y resultare en su daño y per­ nales pareciere que se debe proveer, de' cuenta
juicio, procurándolo remediar en cuanto fuere à ia audiencia que ordenará lo que irías con­
posible, y no reciban daño en la salad, moderan- venga, y de todo nos avisará con puntualidad.

D el servicio en coca y a ñ ir.

LEY PR IM E R A . cantidad, pena de quinientos pesos que aplica­


D. Felipe il en Madrid á 18 de octubre de 1569.
mos mitad á nuestra cámara, y la otra mitad se
Que los indios que It abajan en la coca sean bien ira*
divida en dos partes, la una para el hospital de
(ados, y no usen de ella en supersticiones y hechi* los indios que entran en el beneficio de la coca, y
certas. la otra para e! juez que lo sentenciare y denun­
Somos informados que de la costumbre que ciador por iguales partes, excepto en las chacras
los indios del Perú tienen en et uso de la coca de los indios, diputadas para pagar su tasa y
y su granjeria , se siguen grandes inconvenientes, tributo: y la coca de los Yanaconas y Corpas, y
por ser mucha parte para sus idolatrías, ceremo­ la que se da por pagar á los indios que se alqui­
nias y hechicerías, y íinjen que trayéndola en la lan para Ja beneficiar, que siempre estará à su
boca les da inas fuerza y vigor para el trabajo, que elección recibirla en especie ó dinero.
según afirman los experimentados es ilusión del Los que ai tiempo de la publicación no tuvie­
demonio, y en su beneficio perecen infinidad de ren ios quinientos cestos de mita, no puedan po­
indios, por ser cálida y enferma la parte donde ner ni tener mas de la que ya tuvieren, ni la
se cria , é ir á ella de tierra fría , de que mueren planten de nuevo si no fuere con licencia del
mochos, y otros salen tan enfermos y débiles, virey, la cual él no pueda dar por mas cantidad
que no se pueden reparar. Y aunque nos fue su­ de los quinientos cestos, con la dicha pena aplica­
plicado que la mandásemos prohibir, porque de­ dos à nuestra cámara y hospital de los indios.
seamos no quitar a los indios este género de ali­ Todos los dueños de chacras de coca, demas
vio para el trabajo, aunque solo consista en la de los galpones que tienen ,en qae moran los in­
imaginación i Ordenamos á los vireyes, que pro­ dios Yanaconas y Corpas, tengan sus galpones
vean como los indios que se emplean en el bene­ grandes con barbacoas aftas, en que habiten y
ficio de la coca, sean bien tratados, de forma duermati los indios alquilados con sus mugeres é
que no resulte daño en su salud y cese todo in­ hijos , con ia dicha pena y primera aplicación.
conveniente: y en cuanto al uso de ella para su- Porque la tierra donde la coca se cria es hú­
pcrsticionesj hechicerías, ceremonias y otros ma­ meda y lluviosa, y ios indios de su beneficio or­
dinariamente se mojan y enferman de no mu­
los y depravados fines, encargamos á los prelados
dar el vestido mojado: Ordenamos que ningún
eclesiásticos, que esten con particular cuidado y
vigilancia de no permitir en esta materia, ni aun indio entre á beneficiarla, sin que lleve el vestido
duplicado para remudar, y el dueño de la coca
el menor escrúpulo, interponiendo su autoridad y
tenga especial cuidado que estos* cumpla, pena
jurisdicción: y á los curas y doctrineros, que lo
de pagar veinte cestos de coca , por cada vez, que
procureu saber y averiguar , y den cuenta á sus
superio tes. se hallare traer algun indio contra lo susodicho,
aplicados en la forma referida.
LEY II. Ni nguna persona pueda sacar la coca de don­
El mismo allí á 11 de junio de 157$.
de se cria y beneficia para lo alto de la sierra,
Ordenanza de la coca.
donde se carga para Potosí, con indios que la lle­
van á cuestas, pena de quinientos pesos para núes ♦
El trato de la coca, que se cria y beneficia tra cámara, y de perder la coca que asi sacare
en las provincias del Perú , es uno de las mayó­ con la misma aplicación. Y permitimos que los
les y que mas ias enriquecen , por la mucha pla­ indios puedan ayudar á cargar la coca que se
ta que por su causa se saca de las minas. Y' ha­ subiere en recuas de ganados y otros bagages.
biendo entendido cuanto conviene remediar al­ Al tiempo que los dueños de chacras alquila­
gunos desórdenes, que intervienen en su cria, cul­ ren indios para beneficiarlas, se obliguen de dar­
tura , beneficio, tratamiento y servicio de los in­ les tanta comida para cada mes, cuanta pareciere
dios, nos ha parecido ordenar y mandar lo si­ á la justicia ser necesaria para sustentarse, y el
guiente. contratoque de otra manera se hiciere sea nulo, y
Que ninguna persona pueda tener chacra de j la justicia tenga especial cuidado de inquirir si
mas de quinientos cestos de cosecha de coca en i esto se cumple.
cada mita , ni criar coca de mas quimes de fas V porque los dueños de las chacras de coca
que á vista de nuestras justicias, donde se cria- ) detienen muchas veces á los indios a quitados pa­
re fuere bastante para reponer y sustentar esta ’ ra beneficiarla mas tiempo del contenido en el
Del servicio en coca v añír. 289
primer concierto á cuya causa enferman: Man­ dueños de las chacras, no la pueda vender ni res*
damos que ningún indio sea detenido por mas catar, sino fuere en asiento de minas que estu*
tiempo aunque se lo paguen, pena de quinientos viere poblado, con la pena contenida en el capí­
pesos aplicados en la misma forma. tulo antes de este y su aplicación.
Ningún indio aunque quiera de su volunta, Los dueños de coca y sus mayordomos , pro­
se pueda alquilar por mas tiempo de una mita, curen informarse y saber si las mugeres que
lo cual $e entienda asi para coger la coca, como llevan los indios que entran á beneficiarla, son
para encestarla y dejar coçarada la chacra, el cual suy*s propias ó personas de quien se tenga sos­
tiempo tase la justicia , y el contrato que de otra pecha, y ¿en cuenta de ello á la justicia y al
manera se hiciere sea nolo. que tuviere cargo de la doctrina.
Para que los indios que entraren á beneficiar Una de Us cosas que estorban á los indios que
la coca sean bien curados, los dueños de chacras andan en e! beneficio de la coca , de oir misa
tengan salariados médicos, cirujanos y boticarios, los domingos y fiestas, é ir à la doctrina, es, que
que acudan al hospital, y la justicia cuide de re­ los dueños de ella y su* mayordomos los ocupan
partir entre ellos este salario prorata. estos dias en echarla à secar: no lo hagan ó in­
La justicia tase el salario que se ha de dar á curran en la dicha pena y ajd'ícaeion, antes ten­
los indios que entraren al beneficio de la coca, gan especial cuidado de los hacer jr ¿ misa y á
y pagúese a los misinos indios y no à sus ca­ la doctrina en tales dias.
ciques. Lo susodicho se guarde y cumpla en )a coca
Los indios no sean obligados si enfermaren que se beneficia y cria en los Andes del Cuzco
á dar otros que por ellos sirvan, ni los dueños y donde militaren la misma razón y causas.
de las chacras los compelan, pena de quinientos
pesos con la aplicación referida. LEY IÏL
El mismo en Toledo á 23 de diciembre de 1560. En El mismo, año de 1563.
Mou2oi) de Aragón ó 2 de diciembre de 1563. En el
Escorial á 25 de febrero de 1567. Que los indios no trabajen en el beneficio del añir
. Ningún indio sea apremiado por los dueños aunque sean voluntarios. '
de las chacras n» por sus caciques, á que éntre
Los españoles que habitan la provincia de
al beneficio de laCoca contra su voluntad con Guatemala, han descubierto y usado ia granje­
la misma pena y aplicación. ria de las hojas de añir que la tierra caliente
lil dia que los indios trabajaren en la coca, produce en abundancia; y por ser género de mu­
no sean, competidos por los dueños ni mayordo­ cho aprovechamiento, y no haber negros, han
mos á que hagan mita de yerba* agua, leña ni introducido indios para la beneficiar y coger; y
otra cosa mas que la del beneficio de coca para habiendo entendido nuestra real audiencia que
que se alquilaren; y lo mismo se guarde respec­ era trabajo dañosísimo para ellos, y en que se
to de sus mugéres y hijos, y el que contravinie­
acabarían en pocos años, proveyó que rio traba­
re :incurra en la misma pena aplicada según lo
jasen en esta labor aunque de su voluntad lo qui­
referido. siesen hacer. Y porque deseamos el bien y con­
Ninguno pueda vende* ni comprar coca por
servación de los indios, mas que el aprovecha­
precio adelantado, pena de quinientos pesos, asi miento que puede resultar de su trabajo, mayor­
al vendedor como ai comprador con la misma
mente donde interviene manifiesto peligro y ries­
aplicación. go de sus vidas: Mandamos, que se guarde lo
En San Lorenzo ,á 6 de abril de 1574.
proveído, por la audiencia, y que lo mismo se ob­
Cualquiera persona que comprare coca, á los serve en la provincia de Yucatán.

B el servicio en minas.
LEY PR IM E R A . bajo sea templado, y haya veedor que cuide de
D. Felipe 11 en Ríadiid a 10 de enero de 1589, b susodicho; y en cuanto à los salarios de doc­
capítulo 46. trina y justicia, sean a costa de los mineros, pues
Que se puedan repartir indios d minas con las cali­ resulta en su beneficio el repartimiento de in ­
dades de esta ley. dios; y también paguen lo que pareciere necesa­
rio para ia cura de los enfermos.
Declaramos, que á los indios se les puede man­
dar que vayan á las minas como no sea mudan­ LEY II.
do temple, de que resulte daño á su salud, tenien­ El .emperador D. Carlos en Inspurg a' 25 de diciem­
bre de 1551. D. Felipe ü en el Pardo ¡i l . ° de di­
do doctrina y justicia que los ampare, bastimen­ ciembre de 1575.
tos de que poderse sustentar, buena paga de sus Que los indios que quisieren puedan trabajar en las
jornales, y hospital donde sean curados, asisti­ minas.
dos y regalados los que enfermaren, y que el tra­ Permitimos que de su voluntad y pagando-
290 Libro vi TU. XV.,
les el justo precio, puedan ir los indios á labrar to entre todos los mineros, rata por cantidad, de
y trabajar à !as minas de oro, plata y azogue con lo que benefici»ren y corriere por su cuenta, ha­
que ningún encomendero lleve sus propios indios; ciéndola para este efecto con toda igualdad.
y darnos licencia para que los de una encomien*
da, puedan irá trabajar á las minas de otros en­ LEY IV.
comenderos. D. Felipe II en Madrid ;í 29 de diciembre de 1595,
y á 2L de enero de 1594.
LEY i i i . Que los in d io s d e m ita no se r e p a r ta n d q u ie n no
Fl mismo en Madrid á 21 de enero de 1594. En San f u e r e du eñ o de m inas, in g e n io s y labores.
Lorenzo á 26 de agosto de 1595. En Madrid á 22 de
lebrero de 1597. 1). Felipe 111 Ordenanza l5del ser­
Kn muchas provincias de las Indias se hace
vicio personal de !(>0t, y e n 10 de diciembre de 1618. repartimiento de indios mitayos para minas y
O. Felipe IV en Madrid á lo de enero de 1627. otras labores á personas que no las tienen, con­
Que los in d io s d e m ita y vo lu n ta rio s sea n p agados siguiendo esta gracia de los gobernadores y
y las ju s tic ia s lo e je c u te n , y el azogue d e l r e y se de' justicias, con favores y otros medios ilícitos por
d ios m in e ro s p o r la Costa. aprovecharse de grandes cantidades, que ios due­
Los jornales sean competentes y proporcio­ ños de ingenios, minas y labores dan por el tra­
nados al trabajo de los indios y á las otras cir­ bajo de los indios: y porque esta es una gravosa
cunstancias que constituyen el justo valor de las especie de servidumbre á los indios, é igualmen­
cosas, y pagúeseles el camino de ida y vuelta co­ te mala introducción para los dueños de minas,
mo está resuelto por la ley 3, tit. 12 de este li­ ingenios y labores, que en ninguna manera con­
bro, computando á razón de cinco leguas por dia, viene permitir: Mandamos á los vireyes, presi­
en qii& tos vireyes y presidentes gobernadores dentes y gobernadores, y á todas las demas justi­
pongan mucha diligencia y cuidado para facili­ cias á quien tocare, que no consientan ni per­
tar la parte que toca á los mineros; y presupues­ mitan que los indios de mita destinados para este
tas las grandes costas de su valor, mandamos que efecto se repartan á personas que no fueren due­
el azogue, que se vendiere por nuestra cuenta, se ños de minas, ingenios y labores, y que con sus
les de al precio y costo que tuwere puesto en propios caudales labraren las minas, y molieren
Potosí y en los demas asientos de minas, y se los metales: y en ningún caso se den ni repar­
introducirá en la paga y jornales de ios indios la tan à otros, ni á los que tuvieren compañía con
igualdad y justificación que se desea, aunque por ios dueños de ingenios ó minas, si no fuere cons­
esta causa se minore la ganancia de los mineros tando verdaderamente tener parte en ello, de ma­
dueíios de chacras, ganados y labores; mas si la nera que por ningún caso, razón ó causa pase esto
paga del camino y crecimiento del jornal, subie­ por mano de tercera persona: y el repartimiento
re tanto el precio que resulte en ruina de las mi­ se haga igualmente conforme á la calidad de las
nas, chacras ) ganados, á lo menos se hará en haciendas de cada uno, pena de que los jueces
esta partea los pobres y miserables indios la y repartidores incurran en privación de sus ofi­
equivalencia y paga que dentro de estos límites cios, la cual ejecutarán irre misi bien te los vi re­
se tuviere por practicable: y Supuesto que los yes, presidentes y audiencias. Y los que vendie­
indios de obrajes han de ser voluntarios, se eje­ ren el trabajo de los indios, y no usaren de ellos
cutará fa ley 2 antecellente y tasa justa de sus para el efecto que se Íes repartieren, incurran
jornales, sin el respecto y atención que arriba de­ en perdimiento de todos sus bienes y destierro
cimos en las labores; ye! jornal que estuviere ta­ de las ludias, y asi se ejecute.
sado, se les pagara en reales y en su mano cada
dia, ó al (in de la semana, como ellos escogieren,
con intervención de la justicia <5 del protector. Y D. Felipe III, Ordenanza 18 del servicio personal
porque no hay ministros nuestros en algunas la­ de 1601.
bores que estan en despoblado, ni personas que Que d los d u eños de m in a s y a r r e n d a ta r io s se cien
anulan á la defensa de los indios, y no se po­ in d io s de r e p a r tim ie n to , y no lo s ocu p en en o tr o
drá usar de esta diligencia y prevención: Orde­ m in iste rio .
namos á todas las justicias do los pueblos que À! que no tuviere minas propias en el cerro
acudieren con indios de mita y repartimien­ de Potosí, ú otro cualquier sitio, y no las bene­
to, que tengan pa.ticular cuidado de inquirir ficiare actualmente por su misma cuenta , no se
por medio de pregones públicos, ó en otra forma, repartan indios de cualquier calidad y condición
si algunos indios que vo!vieren de servir de su que sean; pero bien permitimos que á los que
repartimiento no vinieren pagados del trabajo y arrendaren minas, asi nuestras como de otras
ocupación, y hallando alguno á quien se ie de­ cualesquier personas ó comunidades, y actual­
ba parte de los jornales, harán que luego al pun­ mente las labraren y beneficiaren, se les puedan
to sea pagado. Y mandamos, que al que excedie­ dar indios como á los dueños de las otras minas,
re en algo contra lo contenido en esta ley, no teniendo consideración, y respecto á la calidad y
se le repartan mas indias para ningún efecto; cantidad de ellas, por el tiempo que durare el
y el juez que fuere remiso ó negligente en la eje­ arrendamiento, labor y beneficio. Otrosí, manda­
cución y cumplimiento, incurra en privación de mos que à los que tuvieren y beneficiaren minas
oficio, y pague de sus bienes lo que se debiere propias ó arrendadas, no se les puedan dar ni
á tos indios y no pudieren cobrar de ios deu­ repartir mas indios que los precisos y necesarios,
dores. Y porque conviene excusar desigualdad en conforme á la cantidad y calidad de las minas
la paga que deben hacer los mineros por !a ida y que tuvieren, labraren y beneficiaren actualmen­
vuelta, respecto de estar unas minas mas lejos te, para que los ocupen en la labor y beneficio
que otras: Mandamos, que se haga repartimien­ de ellas, y no en otro efecto ni ministerio, y si
Del servicio en minas. 291
lo hicieren se les quiten luego y no se les vuelvan y voluntarios, y otras personas que conforme á
á dar. lo dispuesto trabajaren en las m in as, se paguen
muy competentes jornales, conforme al traba­
ley v i. jo y ocupación, los sábados en la larde en mano
El mismo á 10 de diciembre de 1618.
propia, parà que huelguen y descansen el d o m in ­
Q ue los in d io s que se r e p a r tie r e n d las m in a s no. Su­
go ó cada día como ellos quisieren: y que tengan
p la n n i p a g u en p o r ¡os a u s e n te s , h u id o s n i m u erto s.
los ministros m uy particular cuidado de su sa­
Por el agravio e injusticia que se hace en lud y buen tratamiento en lo espiritual y tem ­
cargar á los indios de mita las obligaciones y pa* poral, y los enfermos sean muy bien curados.
gas de ausentes, huidos y muertos,y lo que con­
viene remediarlo: Mandamos que en ningún caso LEY X.
se permita, que á título de servicio ni otro algu­
El emperador!). Carlos en Toledo á 4 de diciembre
no, sean gravados por ausentes, huidos ó m uer­ de 1528. D. Carlos II y la reina gobernadora.
tos: y que acabado el tiempo y obliga-ñon de su
servicio, se puedan volver y vuelvan libremente Que d los indios y esclavos de las minas se ponga
doctrina.
y sin impedimento á la vecindad de adonde fue­
ron sacados. A los indios y esclavos qué trabajan en las
m inas, se les pongan clérigos ó religiosos que ad­
LEY V II. ministren los santos S acram entos, y enseríen la
El mismo en Madrid á 15 de julio de 1620. doctrina cristiana, y los interesados en ellas pa­
Que se proceda contra los mineros que recibieren guen el estipendio: y el prelado diocesano, guar­
«mero de los indios de mita por excusarlos del dando e! patronazgo en la proposición e instila­
trabajo. ción, haga que los domingos y fiestas oigan misa
Muchos indios repartidos para la labor de las y acudan á la doctrina»
minas dejan de trabajar en ellas, porque los mi­
neros á quien están consignados los relevan y LEY X L
cobran por semanas cierta cantidad de dinero de D. Felipe III en Aranjuez á 26 de mayo de 1609,
cada indio que excusan diciendo que con esta capítulo 18. -
plata alquilan otros: y aunque es verdad que Que la s.m in a s n o se la b re n p o r p a r te s p e lig ro sa s,
afganos lo hacen , lo mas general es que se que­ y se p r o c u r e que los in d io s tra b a je n e n ellas de su,
dan con el dinero y no hay quien trabaje, con v o lu n ta d .
q?ie faltando á la conciencia y justicia se dis­ No se labren las minas por partes peligrosas
minuyen nuestros quintos reales : Mandamos a á la salud y vida de los indios, y los que andu­
los vireyes y audiencias que procedan contra los vieren ocupados en beneficio del azogue, se re­
que en esto delinquieren: y no Solo sean priva­ partan de tal forma en sus ministerios, que par­
dos de los indios sino condenados en las penas ticipen igualmente de los que fueren mas y me­
corporales y pecuniarias que pareciere justo. Y nos trabajosos, á cuya ocupación se procurará que
mandamos que sea capítulo de residencia contra i vayan voluntariamente, dándoles privilegio de
el corregidor de Potos», y demas asientos y rea­ exenciones y haciéndoles todas las demas co­
les de minas, si disimularen ó consintieren seme­ modidades proporcionadas; y en caso que no bas­
jante exceso: y los fiscales de nuestras reales au­ ten estos motivos para los inclinar y atraer al
diencias salgan á estas causas y pidan lo que con­ trabajo y labor se repartirán los indios necesa­
venga contra los cnipados. rios, guardando lo proveído, y se les crecerá el
LEY V IH . jornal á tal precio, que fuera de la porción nece­
saria ai sustento de cada dia, saquen ganancia
B. Felipe III en Aranjuez á 26 de mayo de 1609, bastante para pagar los tributos á sus encomen­
capitulo 21.
Q u e no se d en in d io s d m in a s p o b r e s , y so la m e n te
deros, si ya no merecieren mas por su trabajo
Se r e p a rta n d los que las tu v ie r e n , ó in g e n io s. que en este caso se igualará con la paga.
En el repartimiento de las tninas se tenga
particular atención á la grosedad y cantidad de
LEYr X II.
íos metales, y á su valor y beneficio, para que no El mismo , Ordenanza 23 y 26 del servicio personal.
seden indios á minas pobres y de poca utili­ Que las minas no se desagüen con indios aunqm*
dad, y se repartan solamente los que hubiere de sean voluntarios.
ocupar cada minero en estos ministerios: y en El t-abajo que padecen los indios en des­
ningún caso se haga el repartimiento á las per­ aguar las minas, es muy grande, y de su con­
sonas que quisieren venderlos á dueños de minas tinuación resultan enfermedades: y porque núes*»
e ingenios de moler metales, ni seden los indios, tra voluntad es que sean relevados de el en lo
sino á los que actualmente y por su cuenta be­ posible: ordenamos que no se desagüen con in­
neficiaren ingenios y minas propias ó arrenda­ dios, aunque quieran hacerlo de su voluntad, si­
das, y lo mismo se guarde respecto de las demas no con negros ó con otro género de gente , y así
haciendas. lo encargamos a los vireyes, y mandamos que ten­
gan particular cuidado de proveer y ordenar que
El misino, Ordenanza 15 del servicio personal de 1601. se haga y cumpla en cuanto fuere posible, y mas
Aranjuez á 20 de abril de 1603. convenga al mayor beneficio, seguridad, alivio y
Q ue d los in d io s y tra b a ja d o res d e las m in a s se les menos vejación de los indios , de forma que por
pague con p u n tu a lid a d los sábados en la Larde. esta causa no cese el beneficio y labor de laa
Mandamos que á todos los indios de mita minas.
TOMO II. n
292 Libro vi Tit. xv.
deja entender, y es una de las q u e jó n mas par­
LEY X ÏÏÏ. . ticularidad encargamos á los -vireyes , por los da­
O. Felipe IV en M «drid á 18 de diciembre de 1630. nos que resultan «le la desigualdad del reparti­
Q ue á los in d io s que v a n d las m in a s de. las Jm xtis se miento, :pues dándose á personas que no tienen
les de el sa la rio , s u ste n to y P W l d e ida y v u e lta minas por perniciosa introducción , los venden
c o n fo rm e d esta le y .
á dueños de .minas ó ingenios,, que «lemas de la
A los indios que en el Nuevo Reino de G ra­ -injusticia es de mucho escrúpulo: Mandamos á
nada fueren.à la ciudad y,provincia de lunja á las los v.írcyes, que en los repartimientos generales
minas de las Laxas, se les de .el maíz que fuere de mita para labores del -cerro de Potosí'distri­
menester, demas de! admud que se les da cada se­ b u yan los indios con igoaidati/dándolos à due­
mana á peso y medio por fanega., y pagúeseles à ños de minas é ingenios, conforme A la calidad
razón de cuatro tomines de plata po>* la ida, y otço de sus haciendas, sin permitir ni dar lugar tí al­
tanto por la vuelta y el alcalde »nayor de las mi­ gun favor, intercesión, negociación, interés ni
nas tenga mucho cuidado de que no reciban .aprovechamiento-de partes > ni que s e r i ’psrla
agravio. -.ninguno á quien verdaderamente no tenga y be­
LEY X t V ., neficie sus labores en aquél cerro , sobre que les
P. Felipe 111 allí á 10 de diciembre de 16.18.. encargamos la conciencia; y de lo contrario r.os
Q ue d é l o s in d io s que t r a b a j a r e n fn las m in a s rio se tendremos por deservido , :y se les hará cargo gra­
£obr&ti los g ra n o s que solia n .co b ra rse. vísimo en sus-residencias. Y ordenamos que nos
Cuando se-fundó e! asiento de minas de Po­ envien relación muy particular de los despachos,
tosí, se dispuso que los indios pagasen tantos gra­ que sobre lo-susodicho dieren cada, ano, los. inge­
nos cada día, descontándolos de su salario para nios que se labran, .quién los beneficia, qué i n ­
pagar al alcalde tnayor de mipas, veedores, pro­ dios :se reparten, á.qué personas y por qué razón.
tector , juez que tiene á su cargo la cobranza y
otros ministros, y.para el hospital y habiendo-. .; .' LEY -X V Ili '
dose continuado con grande sentimiento de los in D. .Felipe III cu Aranjuez a 26 .de^ mayo de 1609'
capítulo 4. Véase la-ley 20, .título3 .de.este libro.
dios, reconocido por Nos el agravio que en esto
Que en ¿a co m a rca de P o to sí se hagan .poblaciones
reciben: Tenemos por bien de mandar, que cese .de in d io s p a ra servicio d e las m in a s.
esta exacción y cobranza , y ordenamos que para
los «íídios efectos ni otro alguno, no se quite mi Porque á los ándios se les baga nías ligero y
baje ninguna cantidad á los indios de Potosí, ni tolerable el gravamen de mitas y repartimientos,
de Otro cualquier asiento de sus jómales , pena de y excusé el traerlos de fuera : Ordenamos y man*
restí Lucí orí con las setenas > y que se procederá damos á los vireyes del .P'eru^ ó ministros á quien
contra los que fueren parte d medianeros , basta tocare el -gobierno de aquel reino , que procuren
imponer las penas mas ejemplares y conve­ poblar los indios necesarios en la'comarca de las
(tuinas de Potosí, y las demas labores «le esté gé­
nientes.
nero, y permitidas > para :euyo electo se podrán
aprovechar de los Jndios que voluntariamente se
D, Felipe II en Toledo A 11 de agosto de 1596. quisieren-poblar en estas .vecindades, ora sean
Qf‘te lós in d io s de' m ita d e P o to sí sirv a n en las> m in a s otros,(ó ílé aquellos que se hallaren, y al presén­
s in ocuparse-ten o tr a cosa. te acudieren al cerro «le Potosí., y los «lemas
Los vireyes del Perú o r d e n a r o n , que precisa asientos «le minas , «le los cuales harán sacar una
é inviolablemente se ocupen en la labor y bene­ lista; y en caso que nó quieran b no basten, es­
ficio de las minas c ingenios del cerro «le Potosí cogerán los necesarios al efecto, y éntrela uto con*
los indios que montare la tercera parte de la nu­ tinuarán las mitasen la concurrente..cantidad; con
la gruesa, y que estos no puedan faltar-de aque­ .advertencia de que se vayan siempre rebajando,
lla labor y beneficio, ni' ocuparse en otra cosa ‘.cotilo fu eren creciend«> las poblaciones: y.en la
de ninguna calidad , y que las otras dos- partes elección «íe losHndios que .entresacaren para po­
restantes se alquilen libremente á voluntad de blar en ellas, procederán con la igualdad y .jus­
los indios, como no sea para salir del cerro, dis­ tificación que pide la materia, sin aceptación de
poniendo que en ninguna firma -pueda haber m perdonas*, y á todos los indios -que de su vo-
haya estanco en los indios: Mandamos que asi se Juotad se fueren reduciendo á estas poblaciones
observe y guarde. darán las tierras que hallaren por ocupar en la
comarca de cada vecindad, para que los indios
nuevamente congregados Í4S labren y beneficien;
D. Felipe 111 cu Madrid á 18 de marzo de 16LS. con condición que no las puedan arrendar ni
Que los r e p a r tim ie n to s g e n e ra le s d e intuios p a ra vender à españoles., y escogerán los sitios nías
P o to sí se h a g a n con igualdad d d u eñ o s d e m in a s sanos y «le mayor romodi<la«l, en los cuales con­
c in g e n io s. vendrá que se funden hospitales y asi se lo en­
En los repartimientos generales que se hacen cargamos, para que.sean curados los enfermos,
á dueños de minase ingenios del cerro «le Potosí, y haciendo á todos las comodidades y paitidos
no suele haber la justificación que conviene, re­ que parecieren-a propósito., serán llamados á esta
partiéndose á unos mucho número de indios de vecindad ; y entre otros privilegios los darán por
buenas parcialidades y pueblos que enteran el re ­ reservados de los «lemas repartimientos, y en
partimiento, y á otros pocos, y «le pueblos fal­ este de las minas no entrarán hasta que pasen
tos que no le pueden cumplir: y como quiera que seis años, que comiencen à correr desde el dia
esta materia por ser tan grave, advierte y per­ que fueren á vivir a la parte que el virey sena*
suade al gran cuidado y consideración que se (are; y dando principio á estas poblaciones, se
Del servid ¡ en minas. 295
liará un padrón de los indios que en ellas estu­ prohibimos y defendemos que los indios sean car­
vieren , para que si alguno desamparare la nue-r gados con el metal, aunque sea en poca cantidad.Y
va habitación-, le puedan reducir y castigar: y mandamos que todo se lleve á los ingenios donde
luego se notificará y mandará- con graves- penas se hubiere de nvler en mulas y caballos, y que
á ios cacique», que no admitan en sus pueblos á desde las ciudades de Cuenca, Loja ni otra par­
los indios naturales ó forasteros avecindados en te-, ninguna persona de cualquier calidad que sea.,
las nuevas poblaciones, y encargarán á los cor­ cargue los indios para el cerro ni otros lugares,
regidores que atiendan con mucha vigilancia- ti­ con petacas, ni otro> género de carga, pena de per­
la observancia y ejecución de esta nuestra ley , y dimiento de ellas, y el alcalde mayor y justicia
lo dispuesto generalmente por la- ley 10 , til. 3 impondrán las demás penas á su arbitrio.
de este libro; con apercibimiento, de que sera
castigado cualquier descuido que hubiere de su
LEY XX.
parte. Y asi lo ordenamos. D. Felipe IV en Madrid á 18 de. febrero de 1651.
D., Carlos .11 y la reina gobernadora.
LEY X V III. Que da form a al repartimiento de indios para las
minas de Guancavelica.
D. Felipe II en San Lorenzo á 17 de octubre de 1593.
Ordenamos que ef repartimiento hecho para
Que en el cerro de Zaruma y otros pueblos no se el servicio de las minas de Guancavelica se con­
repartan indios d quien no tumere mina ó inge'nio
bien aviado. tinúe; y si conforme.á la oportunidad del tiem­
po y accidentes que sobrevinieren , pareciere ne­
Mandamos, que los indios de repartimiento cesario y preciso crecerlo, en otras provincias
para labor y beneficio de las minas del cerró de
circunvecinas, puédanlo-hacer los vireyes, con
Zaruma, asi de los poblados en ellas, como de .que será menor el gravamen de los indios reparr
los que se repartieren y fueren á servir á la pro­
ticudoloentre muchos. Y mandamos, que en cuan­
víncia de los Paltas, Canaribamba y otros pue­ to á fa paga de los jornales, se guarde lo dispues­
blos, no se den ni se repartan sino solamente á to en eí servicio personal; y para mas alivio de
los dueños que tuvieren minas ó ingenios en aquel ios indios, es nuestra voluntad que las justicias
cerro, bien aviados para moler los metales de de aquel distrito, condénen á servicio en ellas h
oro que se sacaren: ni al que no tuviere mina los delincuentes mulatos, negros y mestizos, que
propia, y asistiere por su persona al beneficio y
por sus delitos lo merecieren; é introducidos al
labor, y donde moler el metal; nial que la tuvie­ trabajo, procuren por los medios mas necesarios,
re en compañía con dueños de ingenios, si no
que asistan á él con toda seguridad y quietad, y
constare verdaderamente que tiene parte en ella,
serán menos los mitayos; y porque asi conviene
en que ha de haber especial cuidado, de forma que ai bien universal y conservación de nuestros rei­
el repartimiento sea igual, conforme á la calidad nos: fincargamos y mandamos á los vireyes, que
de las haciendas de cada uno. en conformidad de lo referido, dispongan que
LEY X IX . tenga’ ejecución esta ley , como fiamos, de su cui­
El mismo allí.
dado y desvelo, de que recibiremos muy acepto
y agradable servicio.
Que con los indios que trabajaren en las minas de
Zaruma se guarde laform a de esta ley. LEY. X X L
En las minas de Zaruma y su beneficio , tra­ D. Felipe III en la Ordenanza dei servicio personat
de 160¡t..
bajen los mitayos desde las seis de la mañana,
hasta poco- mas de las diez del dia, y desde las Que cerca de las minas de azogue- se avecinden tos
indios y sean favorecidos.
d.os hasta las cinco de ia tarde, para que se con­
serven mejor, y cesen los daños que de la con­ Háse reconocido por experiencia, que no es
travención resultan: y el alcalde mayor !o eje­ posible beneficiar sin azogue las metales de plata,
cute precisamente, y póngase por capitulo de la y cuanto con viene proseguir y continuar en la la­
instrucción de su residencia, y gane cada indio bor y beneficio de estas minas; y porque no se
¡le jornal al dia tomin y medio de oro, en que puede ejecutar sin indastría y trabajo de los in­
moderamos su trabajo, cuya paga sea ante la jus­ dios: Mandamos á los vireyes, presidentes y go­
ticia, y no les lleven por esto derechos ni otro bernadores que los procuren avecindar cerca de
ningún aprovechamiento-, y porque los mulatos, estas u.inas, para que siendo necesario el repar­
mestizos y negros los hacen malos tratamientos: timiento se haga en ellos; y si fuere pusibfe no
Ordenamos que anden aparte ó por cuadrillas, y sean llevados de otras partes, proporcionando el
no entre los indios, ni tengan con ellos granje­ trabajo como sea tolerable, y repartiéndolo con
rias , ni rescates en ninguna cantidad, ni residan, igualdad entre todos, de forma que no sean siem­
ni esten en sns pueblos, pena de azotes con pre­ pre unos mismos los que anduvieren ocupados en
cisa ejecución : y el alcalde mayor tenga cuidado sacar el metal. Y ordenamos que en ia libertad,
le que ningún indio entre en socabon ni mina, buen tratamiento y paga de los indios que traba­
si él <5 los veedores no hubieren visto y recono­ jaren en minas y beneficio de azogue, se guarde
cido que no tiene riesgo, y está con toda seguri lo mismo que en todos los demas.
dad, y donde conviniere apuntalada. Todo lo Q kc*cerca de donde hubiere minas se procuren
cual se haga por escrito ante escribano que dé fundar pueblos de indios} ley io , tit. 3 de
fe: y asimismo el dicho alcalde mayor y justicias, este libro.
hagan aderezar las puentes por donde piecísa- Que los encomenderos , secuestros ó deposita­
meote hubieren de ir y venir españoles, y na­ rios de indios, no los echen á minas, ley 22 ,
turales al trabajo y comercio de las minas. Y tit. 9 de este libro.
294

TITULO EIEZ T SEIS.


D e los indios de Chile.

LE Y P R IM E R A . LEY V.
El mismo allí.
D. Felipe IV en Madrid á 17 de julio de 1622,
Que los indios de Chile, csatenidos en esta ley , sean
Que prohibe el servicio personal en Chile. dtl Patrimonio Real y no encotnendables.
Prohibimos el servicio personal de los indios Declaramos, que todos los indios de las pro­
en el EVeino de Chile, y ordenamos y mandamos vincias de A rauco, Tuca peí, Catiray y los Co-
que no le haya ni pueda haber, y declaramos yunchos, cuyas tierras son de la otra parle del
por nulos y de ningún electo todos los títulos l\io de la Laxa, aunque se hayan pasado de esto­
y derechos que á él han pretendido tener los tra, y todos los de Iluemira no son encomendar
españoles por encomienda, costumbre, prescrip­ bles por privilegio y palabra real, en que entran
ción, amparo, ó por haberse poblado en sus cha­ todos los indios de Coleara, Corone!, Chibilen-
cras ó estancias, ó habérseles enseñado oficio, co, Laraquele,Chichirinebo, Longonoba!, Tabo-
criado ó nacido en sus casas,ó por haberlos apri­ lebo , Arauco, Pengueretiva, Millarapu, Quia-
sionado en la guerra antiguamente, comprado o poquidico, Labayore, Cebo y todos los tucapeles
trocado, ó de otra cualquiera forma que sea, to­ y araucanos que están poblados entre ellos y los
dos los cuales quedan anulados y de ningún va­ de la isla de Santa María, ó se han venido à vivir
lor ni efecto, y dados por libres de tal servicio á las ciudades ó estancias, y lodos los de Tai pe-
todos los indios de paz y guerra. llanca con lievo, Necalhue y Picul , y los que
están reducidos en Santa Fé y Paitihua y demas
L E Y II. fuertes de la boca de! llio Claro y de la Laxa, y
fuertes del Kio Viobo, que el rey don Felipe 111
El mismo allí. D. Carlos II y la reina gobernadora. nuestro padre y señor, por justas y urgentes cau­
Que los presidentes , audiencia y protectores de sas mandó poner en su real patrimonio. Y or­
Chile guarden lo resuelto en el buen tratamiento de denamos á los oficiales de nuestra real Hacienda,
los indios. que los tengan por no encomendares; y darnos
A los indios domésticos del l\eino de Chile por nulas cuantas encomiendas se hubieren hecho
se les haga el tratamiento y asistencia que dis­ y todas las demas que de ellos se hicieren, y de­
pone la ley 20, tít. 10 de este libro, y los pre­ claramos su derecho por extinguido.
sidentes, audiencia y protectores la guarden con
toda puntualidad.
D. Felipe IV allí.
LEY III. Que los indios de guerra desde la de fensiva no sean
encotnendables, y se pongan en la corona real .
D, Felipe IV allí. Declaramos, que desde el día que se publicó
Que los indios de Chile son encotnendables si no la guerra defensiva en Chile, no son encomenda­
tuvieren exención especial. r e s por palabra real todos los indios que ea
Declararnos, que todos los indios libres del tiempo de esta guerra se vinieron ó vinieren de
lleioo de Chile, y no expresamente exceptuados, paz, ó en el dicho tiempo y adelante fueren pri ­
son encotnendables y a ellos se ordena la tasa sioneros, y que lodos los referidos están en núes-
y tributo que en estas leyes se señala, los cuates . rea! corona y patrimonio real, y damos por nu­
han de tributar desde edad de diez y ocho anos j las todas las encomiendas antiguas de indios que
cumplidos y no antes, auuque se hayan casado, al presente están en la guerra, ó !o han estado
hasta la edad de cincuenta cumplidos, en que por 1 desde e! año de mil seiscientos catorce, y en todos
esta ley se reservan ( 1). j los otros desde su primer rebelión y por extin­
guido el derecho de ellas.
LEY IV.
E! misino allí. El mismo allí.
Que los indios no encomendables y puestos en la
Que los caciques y sus hijos mayores no paguen tri «• t Corona no se repartan de mita ni se alquilen.
bato ni acudan d las mitas.
Ordenamos y mandamos, que todos los in­
Lo resuello por la ley 18, tít 5 de este li- J dios que están en paz en las fronteras, y puestos
hro, sobre que los caciques y s us hijos mayores [ en núes;ra real corona, y los que adelante estu­
son exentos de pagar tributos y acudir a mitas, J vieren no sean encomendables ni se repartan de
se guarde y ejecute en Chile. ¡ mita á particulares ni comunidades, ni se les im ­
pida el privilegio real concedido sobre que no
han de ser obligados á trabajar en haciendas de
f't) En orden de 6 de diciembre de 1716 se dice, españoles, sino ios que de su voluntad quisieren,
qu e por cédula de 21 de mayo de 17 U se libertó de y que los capitanes a cuyo cargo están no con-
tri bulos á los indios «le Chile. Véase dicha real orden
en el touio 10,
sientan*que se haga falta a las ocupaciones de
De los indios de Chile. 205
nuestro real servicio, repartiendo igualmente el ocupado los indios trabajadores, y en qué ocu­
trabajo, y si en otros tiempos se quisieren alqui­ paciones; pero en las demas de guardar pasos, to­
lar a españoles, pagúeseles e! justo precio ante el mar caminos, entrar á algun castillo, que se or­
capitán, y no se consienta pagar en vino como dena á su misma defensa, estas entradas no se
está ordenado uní versal mente. les paguen, en consideración de que en ellas
tienen algun provecho, y solamente se les dé la
L E Y V IIÏ. comida necesaria para los dias que durare la en­
El mismo allí. trada»
Que- los lenguas generales sean protectores ett Chile LEY X I.
sin nuevo salario.
El mismo allí.
El protector de los indios de Tuca peí y Es­ Que los indios forasteros no sean encomendados ni
tado de Arauco y todos los demas, que por aque­ paguen tributo, y puedan ocuparse d su voluntad.
lla parte se vinieren de paz,.sea el que hiciere Los indios forasteros que ál Reino de Chile
oficio de lengua general en Arauco: y el protec­ hubieren pasado del Perú, Tocnmán ú otras pro­
tor de los indios catirais y cuyumohes y fuertes vincias, de edad de tributar, sean numerados pa­
<jje los ríos de la Laxa y Vioho, y de los men- ra lo que adelante conviniere, y por justas cau­
sageros ó indios que se vinieren de paz por es­ sa?, por ahora no encomendados, ni paguen tasa
ta parte, sea el que hace oficio de lengua gene­ y tributo, antes favorecidos en su libertad y sir­
ral y asiste al gobernador; y á ninguno de es­ van á quien quisieren; y si de su voluntad es­
tos dos protectores se añada nuevo sueldo mas tuvieren en estancias ó casas de las ciudades, sean
del. señalado por sus oficios, pagados coinO los flemas y puedan mudarse cuan­
LEY IX . do quisieren; y si fueren oficiales ó tuvieren vo­
luntad de serlo, nadie pueda impedir que traba­
' D. Felipe IV allí.
jen dónde y cómo ..por bien tuvieren.
Que tos indios presos que han sido declarados por
libres sean encomendables. LEY X IL
Todos los indios del Estado de Arauco, Tu D. Felipe IV a’lí Véase la ley 15 de este título.
capel, Catiray y Chuyunchos, y los demas que Que señala, el tributo que han de. pagar los indios de
antiguamente eo la guerra ofensiva fueron apri­ Santiago. la. Concepción, San Bartolomé y la Serena,
sionados, y por cédula real declarados por libres, y cese el salario que llevan en las Indias los corre­
son encomendables, y no gozan del privilegio que gidores en bienes de comunidad y de indios.
los demas indios de las fronteras referidas en las Mandamos que los indios de las ciudades de
leyes de este título, y solamente exceptuamos á Santiago, la Concepción, San Bartolomé de Gam
los qne de ellos fueren caciques, que como sean boa, la Serena y lodos sus términos, paguen de
cristianos, los privilegiamos para que vengan a tributo ocho pesos y medio de á ocho reales el
ejercer sus oficios de caciques; y si no fueren cris­ peso, de los cuales los seis pesos sean para el
tianos cuando voluntariamente lo sean. encomendero, y peso y medio para la doctrina,
y medio peso para el corregidor del partido de
LEY X. los tales indios, y otro medio peso para el protec­
El mismo allí. tor, con declaración, que á ios dos corregidores
Que los indios de la corona sean ocupados en las de la Concepción y San Bartolomé de Gamboa,
cosas del servicio Real cómo y con la paga declarada. que por ser capitanes llevan saei.lo nuestro de
Ordenamos que los indios de nuestra real estas compañías, se les disminuya tanta paite de
corona, súbditos y vasallos, sean ocupados con sueldo , cuanta les cupiere de ios tributarios de
toda moderación en las cosas de nuestro real ser­ su distrito, y asi lo cumplan nuestros oficiales
vicio, que en la guerra defensiva se ofrecieren, y reales tomando la razón en sus libros; y á los
en hacer los fuertes y repararlos y aserrar ma­ demás corregidores de otras ciudades y partidos
deras para los barcos, y que este trabajo se les de indios, cese cualquier salario quede bienes de
pague en las cosechas de trigo que en nuestra comnnidatl ó hacienda de indios han llevado
estancia se siembra, y se les pague á real no hasta ahora.
mas el jornal á cada indio, atento ¡i que son li­ LEY X III,
bres de pagar tributo, y el trabajo por llevar El mismo allí.
oartas de aviso <le negocios de nuestro real ser­ Que tos indios de estas cuatro ciudades tengan
vicio, á medio real y no mas, por ida y vuelta protector.
à cada indio, atento que el camino de un fuer­ En cada una de las cuatro ciudades referidas,
te á otro es breve, y por otras justas causas} y haya un protector con el sueldo que de esta con­
el trabajo de ios barqueros del Pasage de Santa tribución le cupiere, y cese otro cualquiera qne
Fé, San Pedro, Boca de la Laxa, Talcamavida hasta ahora hayan llevado de sesmos, alquileres
y Fuerte de Jesús, á ocho reales por indio cada ó.censos, y bienes de indios.
mes del tiempo que sirven, atento á ser en su
misma tierra. Y mandamos, que à todos ios in­ LEY X IV .
dios á quien se señala ocupación y paga en es­ El mismo allí.
ta ley, se les de' fuera de esto de comer en todos Que señala el tributo que. han de pagar los indios de
los dias de labor y servicio, y sean pagados con las ciudades de Mendoza, Sun Juan y San Luis
certificación del capitán ó cabo del fuerte donde de Loyola ,
están reducidos, y dei lengua que les asiste, los Mandamos, que los indios de las ciudades de
cuales declaren y certifiquen los dias que han Mendoza, San Juan y San Luis de Loyola, y
TOMO II. 74
296 Libro vi. T ít. xvi.
sus términos, donde quiera que se hallaren au­ LEY X V IIL
sentes de Sus'tierras ó presentes, paguen de tri­ El mismo allí.
buto ocho pesos de á ocho reales, de los cuales
: Sobre el jornal que se ha de p'tgar d cada indio en
los cinco y medio serán para el encomendero, pe­ Santiago, la Concepción, Sun Bartolomé y la Serena,
so y medio para la doctrina, medio peso para el y otras ciudades.
corregidor, y medio- para el protector, con qntf El jornal'que se ha de pagará cada indio de
ha de cesar otro cualquier salario que hasta- a-ho­ repartimiento en las cnatro ciudades de Santia­
ra hayan llevado en hienes de indios, sesmos ó go, la Concepción, S¡an Bartolomé de Gamboa,
precio de sus alquileres, y el corregidor <le estas y la Serena, sea- real y m edicada di a-por el
tres ciudades los vi-ite todo's los años, y resida en tiempo que durare la mita, demas de la comida; y
cavia una de ellas algun tiempo, y el protector no á los indios dé repartimiento y vecindades de las
resida en la ciudad de Santiago, sino en las di­ tres ciudades de la otra parte de la cordillera , á
chas ciudades, asistiendo con el corregidor para real y cuartillo, y mas la comida; y á los de ía
amparar los indios,- pena de que no-se le dé' nin­ ciudad de Castro* Oiiloe y sus términos, á rea! y
gún sueldo. cuartillo, sin darles la comida , atento à que se
LEY XV. baila muy poca entre los vecinos, y los indios la
llevan. Y mandamos que descontado el tributo
D. Felipe IV allí! de los jornales, sean pagados en moneda corrien­
Que señ'ata el tributo de los indios de la ciudad de' te y mano propia.
Castro y Chiloe.
LEY XIX.-
Ordenamos que los indios de la ciudad dé
Castro e Ls’as de Chiloe, paguen tributo siete pe­ D. Felipe i Y allí.
sos y dos reales, y los cinco pesos y medio sean Que para labranza y crianza salga el tercio de mita.
para el encomendero, y un peso para la doctri­
na, y medio para el corregidor, y dos reales para Ordenamos y mandamos que-cada año salga
el protector y este trihurto paguen, y no mas en de mita para labranza y crianza el tercio de in­
cualquier parte donde estuvieren aunque ausen­ dios que hubiere en los repartimientos, casas y
tes de sus tierras, con declaración que si el cor­ estancias de los- vecinos y encomenderos , y los
regidor, justicia mayor ó cabo llevare sueldo nues­ domas que se mandan reducir en la ley 58 de
tro, se le disminuya tanta parte de (i, cuanta le este lítufo, y s:rva todo e! tiempo que se señala;
perteneciere del tributo de los indios, con todo lo y los otros indios tribútanos que son- ios dos ter­
cios, descansen aquel año y nadre los pueda obli­
demas referido en !;r ley 12 de esfe titulo.
gar á alquilarse contra su voluntad, y tengan li­
bertad de ir con quien mejor íes pagare en mo«
LEY X V I. neda ó géneros, á voluntad de los indios con que
El mismo allí. vayan à parte donde no faltan los domingos y
Que los indios de repartimiento no saquen oro, y se fiestas á la obligación de misa y doctrina. ( 2)
empleen en labranza y Crianza.
No saquen oro los indios de repartimientoea
el re no de Chile# y cese la obligación de pagar El mismo allí.
quintos y sesmos por justas causas y necesidad qoe Forma de repartir tos indios.
hay de indios en el estado presente para labranza Por ahora se reparta en primer íug^ar el ter­
y crianza, y los que hubiere ayuden á esto lo que cio, que sale de mita al encomenderc si le hu­
pudieren y fuere justo, sin daño suyo propio, no biere menester todo, ó parte de él para su labran­
obstante que generalmente está prohibido que pa­ za y crianza; y caso que no lo haya menester to­
guen los indios su tributo en servicio-y permiti­ do (cuyo conocimiento remitimos a! presidente,
mos que todos los indios encomendados que en es­ gobernador y corregidor en su ausencia) se al­
tas leyes fueren señalados de mita para labranza quile la parte del tercio restante á otro encomen­
y crianza, paguen su tributo en los jornales que dero, cuyo tercio de indios sea tan ténue qae
les serán señalados en la parte que de ellos alcan­ aun no le alcance tres indios ó á otra persona
zare el tributo, deteniendo en sí las personas à igualmente benemérita, que careciere deservicio
quien fueren de mita, tanta parte de la paga de los en su hacienda, según pareciere al presidente, go­
jornales, cuanto montare el tributo como se ex­ bernador ó corregidor.
presa en la ley 3y de este título»

LEY X V II.
El misaio allí.
El mismo allú Sobre declarar el tiempo que kan de servir los indios
Que el indio enfermo al tiempo de la mita no pague
el tributo mientras durare la enfermedad. Este tercio de mita sirva en labranza y crian­
za cada año doscientos y siete di as , que hacen
Atento á que se manda pagar su trabajo á nueve meses de á veinte y tres dias de trabajo
los indios en jornales de la labranza y crianza, cada mes, y estos días se han de repartir en la
es nuestra voluntad que si alguno enfermare al íorma que el presidente y gobernador, ó la per­
tiempo de la mita , solamente pague por el que sona á quien lo cometiere juzgare ser mas con-
hubiere servido teniendo salud; y acabado se le
deje libre el que estuviere señalado por las leyes (2) Véase la cédula dada en Madrid á 26 de abril
de este título, para que acuda á sus sementeras. de 1705.
De los indios de Chile. 21)7
veniente, para que á los indios queden tres .me­ sientan, porque no menoscaben las reducciones
ses cada año, *en .que descanseu, siembren y .co­ y pueblos de indios.
jan sus sementeras, y p a r a d tiempo gue ,Jian de
gastar en .ir á la mita y volver, de ¿la Ufo m ía que LEY X X IV ,
salga el tercio por mediado nov.ienibr.ejde su tier- El mismo allí.
ra, cuando ya dejan los indios sembrados y lim ­ Que d . indio de.mi tu pague el.tributo por sí y
pios sus maíces, y desde primero de diciembre otros dos.
comiencen á servir su mita hasta quince de mar­ Ordenamos y mandamos que cada indio de
zo, cumpliendo ochenta días de trabajo en las tercio sea obligado á pagar en jornales,.e!,año que
matanzas de .ganado, cosechas de cebada y tri­ entrare de mita , el tributo entero.suyo y el de
go, y á diez y s e is de mayo se vuelva aquel ter­ Otros dos indios, de »nan> ra que el tercio que vie­
cio á suítierra á coger sus sementeras, -y &e esta­ ne d e m it a pague cada ano.e! tributo de todos
rán recogiéndolas hasta quince de abril; y á diez los indios tributarios del repartimiento en jorn a­
y seis del mismo ¡se'partirá otra vez de mita y les, con las excepciones .y forma que se declaran
servirá .ciento y veinte y siete d ia s , desde veinte en las leyes de este título: y. en las. coa tro ciuda-
y cuatro de d d l hasta ocho de octubre; y á des.4or,de los indios-son lasados en ocho pesos y
nueve se partirá á sq tierra dejando Jieciias las .medio, 'ha de pagar cada uno por sí y por otros
vendim ias, sementeras y barbee besucaba .y .po­ dos veinte y cinco pesas y medio, que-montan dos­
da <ie las .viñas.; y si esta forma de distribuir los cientos y cuatro realeo, los cuales pagará en cien
dicíios doscientos y siete,dias, no fuere en a lg u ­ to y treinta y seis dias á real y medio e| jornal:
nas partes con veniente, el presidente-y goberna- y en Jas tres ciudades de la provincia de C u y o ,
dor, ó por su comisión el corregidor de cada p a r­ donde están tasados en ocho pesos-dé á ocho re a ­
tido dará la que.pareciere mas á propósito a! in ­ les ha de pagar cada i.ndio por .sí, y por otros dos
tento, para que esa se guárde y observe con tal .veinte y,c.ua.trí>.pesos-..(jue-.hacen ciento y noventa
que ios indios de tercio lian de ser señores de-Sí y dos reales., ios cuales pagará en jornales de á
mismos .tres meses cada año, ,para .acudir á sus real y cuartillo, en ciento y cuarenta y tres dias
senientaras, y no s,e Jes impida el recurso á su y sobran tres cu a rtillo s, que se deberán á cada
tierra en estos tres meses, si quisieren ir à ella, y indio: y en la ciudad de Castro .y sus términos,
con que la.mita sea lan.so'améute los dichos dos­ donde están lasados en .siete jiesos y dos reales, ii
cientos y siete dias señalados, y <no mas, y que -ocho rea les..el peso.-ba de.pagar,-cada indio de ter­
entiend n ¡os encomenderos que .ésta ..es mita .del cio por sí, y por..oir.osdos, veinte y un pesos y seis
dicho tiempo.del año limitada, ,y no es sacar g en ­ -reales, que montan ciento y sesenta y .cuatro rea­
te de las reducciones para poblar sus estancias, y les, los cuales pagará .en jornales de á real y
para tener e t i d i < s dominio de mandar à ios in­ cu a rtillo ,,en .ciento y treinta .y nueve dias y so ­
dios todo el año, y cada,cual de ellos .entienda bran tees cuartillos, que se deberán a cada indio
que por aliona se les reparte esta mita, para que de tercio.
se vayan proveyendo de esclavos 6 de ín d i o s v o -
lu n t a r i os, p o rq ue ..Cua o d o -co n v e n g a :re pa rl i r , e §¡U
mita como es;justo en la república,-entre las per­ ,.L>.,-Eelipe IV allí.
sonas hacendadas.,, será pagándole al vecino el Que las distribuciones ele, doctrina , justicia y
tributo .en moneda corriente. Y ordenamos y protcctor se pugnen en moneda.
mandamos al corregidor de cada partido que El vecino encomendero Ita de cobrar en jor­
obligue, y compela á los indios á que e le ter­ nales y servicio, el tributo enteco de Jos indios
cio cumpla en Sera mi níe los doscientos y siete días . .tribuIaróos.d.e-todo..e!-i-epartíiníento, e.n Ja.forma
de mita, exceptuando solamente"ios;que estando , •expresada por estas le ;e;-i: y porque.en este tri­
en ella cayeren enfermos. buto se incluyen las distribuciones de doctrina,
justicia .y protector, sea. obligado á pagaries en
moneda corriente-
.D. Felipe IV allí. i-
Que los indios descansen las fiestas, .y se puedan 'L E Y X X V I.
alquilar algunos di.,s. •E) rtiismo íillí.
Los domingos v.fiestas de guardar ,de la San­ Que despues, (le los ¿lias de jornales que corresponden
ta Iglesia descansen ios indios del- tercio,,y. en los ' d.la paga del tributo sirvan los indios de mita
que por privilegio no son para ellos de guardar, quince dias mas sin paga.
les ha de ser libre alquilarse ó no, á quién ó có­ Despues de los .dias de jornales que corres­
mo quisieren, y si se alquilaren à otras personas ponden á la paga .de-tr.bulo , ha de ser obligado
sea en porte distante cuatro leguas cuando mas, cada indio de tercio á servir quince dias nías sin
para que no hagan falta eldia fijo .de la mita y paga , por.cuanto ordenamos y mandamos al ve­
avisen primero donde van. cino encomendero, ó persona á quien acudiere
la mita de indios, que los cure en sus enferme­
L E Y X .X I ÏL .- dades el -tiempo, señalado de mita , y que paguen
El mismo allí. la doctrina y protector por todos los indios del
Que acabado el tiempo ele la. mi'ta. vuelvan los indios repartimiento, sano.; ó enfermos; dure ó no du­
d sus tierras. re la enfermedad.; y también obligamos á cada
Acabado el* tiempo de mita se vuelva todo el indio de tercio, aunque tenga salud, à servir es­
tercio entero à su tierra, y no obliguen á ningún tos quince jornales sin alguna paga , con que cesa
indio á que se quede en la hacienda donde vino la necesidad de señalar distribución al hospital
de mita, ni el presidente y gobernador lo con­ del tributo de los indios , la cual en esta forma se
298 Libro ti Tit. xvi.
aplica al encom endero, y asi en las cuatro c i u ­ dena cerca de la paga que se ha de dar á cada
dades, sobre ios veinte y cinco pesos y medio, indio de los dias restantes despues de pagado su
que lia de pagar cada indio de tercio por el tri­ tributo, y ios dichos cinco «lias; por manera que
buto suyo y de otro3 dos, pagará mas veinte y dos en las cuatro ciudades de Santiago, la Conccp<-
reales y medio , con que el tributo por cada i n ­ c’ton, San Bartolomé de Gamboa y la Serena,
dio sube siete reales y m edio, que monta nueve ha de servir cada indio cincuenta y un dias para
pesos y tres reales y medio m a s , y en su propor­ pagar su tributo, y los dichos cinco dias mas, le
ción también sube el tributo de los indios de las quedan á deber un real, y le sobran á cumpli­
demas provincias, con los quince d ia s q u e han miento de sesenta y nueve dias de mita, diez y
de servir sin paga, demas de ios señalados para ocho dias que le han de pagar á real y medio: y
el trib u to , y todos los demas días de la mita que en las tres ciudades de la provincia de Cuyo, don­
sirvieren , sobre ios que son m en ester, para que de cada indio ha de servir cincuenta y seis dias,
paguen su tributo, y mas ios quince días, hasta y deberá un cuartillo pagadas sus obligaciones, y
cumplimiento de doscientos y siete señalados para le restan trece dias que ha de ganar para sí en
la m ita , se han de pagar á cada indio de tercio los dichos tres meses:‘y en. la ciudad de Castro
en moneda corriente, conforme le estan tasados donde cada indio, para pagar su tributo y los
sus jornales, con que à los indios de las cuatro cinco días mas, ha de servir cincuenta y dos dias,
ciudades S antiago, la Concepción , San Bartolo­ !e quedan á deber tres cuartillos, le restan para
mé de Gam boa y ia Serena, que han de servir los sesenta y nueve dias diez y siete , en que h$
para la paga de! tributo ciento y treinta y seis de ganar para sí á reai y cuartillo, descontando
d ia s, y quince dias mas por esta l e y , que son las faltas maliciosas.
ciento y cincuenta y u no, se le han de pagar a
cada indio cincuenta y seis dias á real y medio; y L E Y X X V III.
en la provincia de C u y o , donde cada indio para D. Felipe IV allí.
pagar el tributo ha de servir ciento y cincuen­ Que las mugares, hijos é hijas de indios no sean
ta y tres dias , y mas quince dias , que son cien­ obligados d servir de mita.
to y sesenta y ocho, se le han fie pagar á cada A las mugeres, hijos é hijas de los indios del
indio treinta y nueve dias á real y cuartillo el tercio, que fueren sus maridos* padres ó deudos,
jornal; y en la ciudad de Castro y sus términos, no se Ies obligue á servir contra su voluntad; y
donde para pagar su tributo cada indio de tercio caso que libremente quieran ayudar, se Íes pa­
ha de servir ciento y treinta y nueve dias, y quin gue lo que fuere justo.
ce dias m a s , que son ciento y cincuenta y cuatro
se le han de pagar á cada indio cincuenta y tres LEY X X IX .
dias > real y cuartillo en moneda corriente, des­ El mismo allí. i). Carlos 1Ï y la reina gobernadora.
contando las faltas maliciosas y voluntarias, Que los muchachos puedan pastorear con su voluntad
y la de sus padres.
LEY X X V II. Si algunos hijos de indios con su voluntad, y
D. Felipe 1Y allí. la de sus padres, quisieren servir de pastores por
One si pareciere al presidente y gobernador, re­ un año, se les dará cada semana dos reales y me*
parta los doscientos y siete dias de mita entre todos dio, no siendo,.de edad de tributar, conforme a la
los indios.
ley 9 , tit. i3 de este libro.
Donde los indios estuvieren tan cerca de las
haciendas de los encomenderos , que en uno ó dos LEY X X X .
dias. ó en menos puedan ir aellas, el presidente
y gobernador por su persona , ó la del corregidor D. Felipe IV allí.
del partido, si juagare que será mas acomodado, Que manda guardar en. Chile la ley 11, título 1.*
de este libro.
asi á las haciendas, como á los indios los doscien­
tos y siete dias de mita en cada un año, se re­ La ley n , tit. i.° de este libro, por la cual
partan en todos los ¡odios de repartimientos, de ordenamos, que hasta edad de tributar puedan
modo que cada tercio sirva sesenta y nueve dias, poner los indios à sus hijos á oficios, ó a sus h i­
lo podrá luego proveer de una vez, para que asi jas á ser enseñadas eo otro ejercicio, se guarde
se observe, atendiendo á que enteramente sea con los de Chile.
pagado el tributo cu jornales al encomendero, y LEY X X X I.
que les queden libres á los indios los demas dias
El mismo allí.
del año para su descanso y libertad, sin obligar­
los ú nuevos alquileres, sino los de su voluntad, Sobre el número de indios (¡ue puedan aplicar los
y como quisieren, y para que acudan á sus se encomenderos para pastores , y dias que kan de
servir.
monteras como personas libres; y en tai casóse
repartirán los quince dias señalados por la ley 3 i, Del tercio de indios concedido á los encomen­
para servir sin paga sobre el tributo entre los tres deros para labor de sus haciendas, puedan apli­
tercios, de forma que cada indio de tercio pague car á pastores, uno el que tuviere cinco ó menos
cinco dias por las ob igacíoues allí ref ridas, pa indios de tercio, y dos el que tuviere diez, y tres
ra que lo que paga cada año , el tiempo que sirve, e! que tuviere quince, y asi en esta proporción
nueve meses por si, y p°r los otros dos tercios, el que tuviere mas, y estos pastores han de asis­
se reparta entre los tres tercios doude pareciere tir todo el año, y cada uno pague en el misnv
que todos tres se remuden cada año, sirviendo número de jornales que los demas indios, el tri­
tres meses cada tercio, que son sesenta y nueve buto suyo, y el de otros dos, sin hacer en es­
dias de trabajo, guardando lo demas que se or­ to diferencia de los otros del tercio, y ha de dar
De los indios en Chile. 299
sin paga qtunee dias, como los demas; pero LEY X X X V .
todos los dias restantes que se han dq pagar El mismo allí.
ai pastor, y son machos mas, porque sirven Que el tercio de indios que se declara no pase de la
domingos y fiestas en el ganado, solamente se Cordillera d Chile, y allí se ocupe en labranza y
le paguen á medio real cada dia, de forma que crianza.
de trescientos y sesenta y cinco dias del año, des­ Ordenamos, que el tercio de indios de la otra
contándole ciento y cincuenta y un dias, que él parte de la Cordillera, ciudades de Mendoza,
debe, como los demas, por tributo y obliga­ San Juan y San Luis de Loyola y sus términos,
ciones, se le han de pagar doscientos y catorce no pase mas á servir de mita de esta parte de
dias á medio rea!, que hacen trece pesos y tres la Cordillera, y que á los indios que se hallaren
reales, de los cuales, se han de descontar las fal­ de esta parte, ningún encomendero los detenga
tas, y arbitrar ei juez; con moderación las omi­ con violencia, antes los dejen volver libremente
siones culpables que hubieren tenido con el ga­ á sus tierras y no se les señala tercio, porque
nado. donde tienen su vecindad sirvan de mita en la­
LEY X X X II. branza y crianza , y no los alquilen á otras per­
D. Felipe 1Y allí. sonas ni expongan al peligro y trabajo de pasar
Que el vecino d quien sirvieren los indios de mita
la ordiüera nevada con mugeres é hijos, y que
asegure la paga. asi se cump'a puntualmente, pena deque la pri­
Si acaso se alquilare alguna parte del tercio, mera vez que los pasaren ó violentaren, ó à al­
por no haberla menester el encomendero ú otra guno de ellos para que no se vuelvan, pierdan
persona por el gobernador ó corregidor en su los encomenderos el tributo de aquel año, que di­
nombre, esta ha de asegurar la paga entera del vidimos en tres parles y aplicamos la una al dé-
tributo al encomendero para que en moneda cor­ nanciador, y las otras dos á nuestra camara: y
riente sea él pagado, y el doctrinero , justicia y la segunda vez quedan desde luego por esta ley
protector de lo que perteneciere á la parte de in­ vacos los indios que podrá encomendar el gober­
dios que se le dieren de mita, deteniendo en sí nador sin dilación à quien deba conforme á de*
los primeros jornales de los indios que montaren recho.
el tribato, y mas los qnince días que se dan sin LEY X X X V I.
paga, y pertenecerán á la persona donde fueren D. Felipe IV allí. I). CarlosII y la reina gobernadora.
de mita, que los habrá de curar el tiempo de ella Que en cuanto d ¡a residencia de los encomenderos
si enfermaren, y los dias restantes pagará i los de Cuyo y Chile se guarden las leyes de este libro.
indios, según lo ordenado.
. ;Uek xxxsH.
Por las leyes 3a y 33, tít. 9 de este libro,
está dispuesto lo que se debe observar en cuanto
á los encomenderos de Cuyo y Chile, y su asis­
£1 mismo allí.
tencia y vecindad: Mandamos que sean guar­
Que ninguno pueda alquilar ni aplicar de limosna dadas y cumplidas en los casos y forma que allí
los indios de mita.
se contienen.
Ningún encomendero ni otra persona, pue­
da alqailar á otro los indios que se le aplican de LEY X X X V II. .
mita por el tercio ni alguno de ellos, pena de El mismo allí. Véase la ley 16 de este título.
que la primera vez le será quitada la mita de Que si sobraren indios de mita en la ciudad de Castro
aquel año del tribato, y la segunda se le vaca­ y de la otra parte de la Cordillera, paguen el tributo
rán los indios, porque seria volver á introducir conforme d esta ley.
el servicio personal y dominio injusto de los in­ Sí en la ciudad de Castro, por ser mucho
dios libres, como si fueran esclavos, y menos po­ el tercio de ios indios no fuere necesario todo
drá sin licencia de la justicia y voluntad del in­ entero para labranza y crianza según los veci­
dio, aplicarlo de limosna, porque sería darla de nos y moradores, los demas indios que no fueren
ageno. necesarios paguen su tributo en la cantidad se­
LEY X X X IV . ñalada en ropa de la tierra, miel, jornales de
El mismo allí.
corte de madera ú otro género, á arbitrio del go­
bernador: y lo mismo se haga en los indios de
Q«¿ ios indios de mita no sean ocupados en edificios
ni otras granjerias. la otra parte de la Cordillera que no fueren ne­
cesarios, y paguen el tributo allá en los géneros
Mandamos que el tercio que se aplica para que al gobernador pareciere, habiendo primero
labranza y crianza, no pueda ser ocupado en edi­ camplido lo dispuesto sobre que en jornales de
ficios, ni otras granjerias ni ocupaciones, sin ex­ labranza y crianza repartidos entre encomen­
presa licencia del gobernador, el cual se infor­ deros, y los demas que en falta suya los hubie­
me sí hay otro que quiera alqailar aquel tercio ren menester, paguen su tribpto.
ó parte de él en semejantes obras, á mas precio,
y alquílense por el tanto que otro diere el tiempo L E Y X X X V III.
de la mita y no mas; y todo lo que subiere el Ei mismo allí.
jornal sobre lo señalado para jornal de labranza Que los indios de Chile se reditzgan d sus pueblos.
y otros ejercicios, pagado el tribato al encomen­
dero, ha de ser para los indios, y con su volun­ Nuestra voluntad es que todos los indios na­
tad se hará este alquiler en otras granjerias y turales de ios repartimientos de tierra de paz se
no consentirá el gobernador qae se haga de di­ reduzgan à sus pueblos, y solamente se exceptúan
ferente forma ni suba ei jornal de la tasa. los que ahora hubiere de diez años y se hallaren
* rt r
TOMO II. /5
Libro vi. T ítulo xvi.
ausentes y poblados en estancias ó casas de otros
españoles, y los que se hubieren casado en las
LEY LXIÏI.
fronteras con indias emparentadascon los indios de El mismo allí.
cüas, por razones de mayor bien común que á Que no haya estancias de ganado cerca de las
esto nos mueven; pero no los que de aquí ade reducciones.
Jante hubiere de diez años y están ausentes, aun Dentro de media legua de los pueblos y re­
que en otras estancias ó casas de españoles, ni los ducciones de Chile, no se admita estancia de ga­
qne se casaren en las fronteras. nado menor de españoles: ni dentro de dos leguas
de ganado mayor, y en cada pueblo quede por
LEY X X X IX . lo menos libre una legua de tierra, sin estancias
D. Felipe IV allí. agenas donde pueblen y siembren los indios que
Que los indios exceptuados de sus reducciones paguen se redujeren y asignaren (3).
tributo donde estuvieren poblados.
L E Y X L IV .
T.ns iridios, exceptuados de redacciones don­ D. Felipe IV allí. D. Carlos l l y la reina gobernadora.
de quiera que eslen, paguen tributo entero à Que en Chile se guarde la ley 11, tit. 5 de este libro.
sus encomenderos y demas de esto, doctrina, jus­ Guárdese enChíle lo ordenado por la ley u»
ticia y prolector en el sitio donde estuvieren po­ tít. 5 de este libro, sobre que los indios, maes­
blados, si fuere distinto de donde asistiere el cor­ tros en oficios, no entren en tercio de mita y pa­
regidor y doctrinero, y esta paga han de asegu­
guen en moneda ó en obras: tengan arbitrio los
rar los españoles que de ellos se sirvieren y co­ gobernadores, corregidores ó tenientes en cali­
brar los jornales de los mismos indios.
ficarlos, señalar los jornales, y preferir á los en­
ley xl . comenderos y todo los demas que aüi se contiene*
El mismo allí.
Que si algún indio se quisiere quedar en casa, chacra D. Felipe IV allí.
o estancia del encomendero, sea con licencia del Que si ios indios no fu eren peritos en sus oficios,
gobernador. entren en tercio de mita.
Ordenamos y mandamos que si algun indio Sí los indios no fueren peritos en su arte,
soltero ó casado, de los que no fueren tributa­ redúzganseá sus pueblos y entren en tercio para
rios, quisiere de su voluntad quedarse en la ca- ir con los «lemas de mita, en la cual, si los ocu­
sa, chacra ó estancia del encomendero, no lo pue paren en sus oficios, se les han de pagar á cada
da hacer sin consentimiento del gobernador, que uno dos reales cada día, y en acabando de pagar
conforme á la necesidad, dará ó negará la liceo, su tributo por sí y otros dos cpn^o los demás in­
cía, constándole primero, que el indio la pide y dios de tercio (si acaso vinieren por nueve meses
quiere, el cual no ha de entrar en tercio, y si de mita) y mas los veinte y dos reales y medio
se quedare en casa del vecino <5 en su estancia, en las cuatro ciudades por los quince días que
se guardará con el lo que con los demás indios pagan los demas á la tal persona, que profesare
de familias d estancias se ordena y manda, este oficio, dos reales cada día, y aunque no ha­
yan acabado ios días de mita, los restantes no Ies
LEY LXL impidan que vayan á ganar de comer en sus ofi­
El mismo allí. cios aunque dejen obras comenzadas.
Que nadie pueda sacar los indios de sus reducciones. L jl«n
Ningún vecino encomendero ú otra persona, El mismo allí.
pueda sacar de las reducciones indio ni india, de Que los indios poblados en estancias no sean sacados
cualquier edad que sea, sin licencia expresa del sin licencia.
gobernador estando presente, y si no lo estuvie­ Los indios boliches que se vinieron de ciuda­
re de su teniente d de! corregidor, el cual no la des despobladas y prisioneros en la guerra que
conceda, sino en caso raro y de mucha necesidad están poblados en las estancias, no salgan de ellas
para algun indio huérfano, y castigue con rigor ni otra persona los saque sin licencia de! gober­
al que sacare indio d india, y al corregidor que nador, el cual solo en caso de manifiesto agravio,
lo consintiere, y los mandará restituir á su esta­ que el indio padezca, la dará, y asimismo para
do, habitación y lugar de donde fueren sacados á sacar cualesquier indios poblados en estancias ; y
costa de las personas que cometieren semejante el gobernador proceda contra los culpados con­
exceso. 1
forme á derecho, y pueda imponer las penas à su
arbitrio»
L E Y XLI.L
El mismo allí.
L E Y X L Y IL
El mismo allí.
Que los dos tercios de indios elijan alcalde ordinario
en cada pueblo. Que los indios referiaos en la ley antecedente sirvan
ciento y sesenta dias.
Para mejor gobierno y política, mandamos Mandamos que ios indios referidos en la ley
que en c.ula pueblo de indios elijan los dos ter­ antecedente, sirvan de mita en aquellas estancias
cios que de ellos quedaren cada año, un indio al­
calde, el cual tenga y ejerza nuestra jurisdicción (5) Y por la contravención á esta ley se expidió
real, como la tienen y ejercen los alcaldes ordi­ cédula en Madrid á 26 de abril de 1703. Véase las
narios de nidios en el Perú. leyes 18 y 19, tit. 9, lib. 6. La 12, tit. 12, lib. 4; y la
26, tit. 5, lib. 6.
De los indios en Cliilc. 301
ciento y sesenta dias, para que cómodamente pue­ L E Y L.
dan acudir á lo necesario á sus personas y fa­ El mismo allí.
milias, distribuidos en tiempos fijos del ano, en Q ue cu m p lid o s los c ie n to y se se n ta dias q u ed e n lib res
la forma que al gobernador pareciere, como será los dem ás p a ra que e l in d io d e esta n cia h a g a d su
al de la matanza diez dias, ai de la cosecha de v o lu n ta d .
trigo y cebada, treinta dias, al de la vendimia, Cumplidos los ciento y sesenta dias, los de-
qoince, al de la caba de la viïia, diez, al de la mas de trabajo que quedan sin domingos y fies­
poda, diez, a! de la sementera de trigo y ceba­ tas de guardar de la iglesia, y los que el indio
da, veinte días cada indio , y ai barbechar otros tiene privilegio para trabajar si quisiere, quedan
veinte, con que sabrá cada señor de estancia los libres para que el indio disponga de ellos des­
jornales que tiene, y se ajustará á sembrar y co cansando ó alquilándose á quién, ó en cuánto, y
jer conforme puede, y labrar la tierra que alcan­ en el género que quisiere, plata ó ropa, como
zan sus jornales y no rnas ;y el indio los dias que persona libre, con condición que no se lia de al­
le quedan libres y ciertos en cada estancia, que quilar á parle que este' distante de la estancia
han de ser acomodados á los tiempos en que pue­ mas de cuatro leguas, y avisando primero donde
da sembrar y barbechar, coger sus cosechas y re va y por cuantos dias.
cogerlas antes que se pase el tiempo, y también
sabrá el que se puede alquilar sin faltar al de la LEY L I.
mita:en esta ó en otra forma, se distribuirán los D. Felipe IV allí. D. Carlos II y la reina gobernadora.
ciento y sesenta días, y los que sobraren serán para Que se r e m ite en cu a n to d las m n g ere s é h ijo s de
otros empleos y no inas dias de obligación. in d io s d e C h ile d lo re su e lto .
Con las mugeres é hijos de indios de estan*
LEY XLVIII. cías, se guarde enChile lo resuelto por las leyes
D. Felipe IV allí. de este libro , que disponen sobre que no sean
obligados á trabajar, y con voluntad de sus pa­
Q ue d los in d io s de esta n cia s se d e n tie r r a s e
in s tr u m e n to s d e labor .
dres puedan los hijos ser pastores como alü se
contiene.
Por la obligación de asistir e! indio en estan­
cia y perpetuarse allí sin tener año de descanso, LEY L II,
à que obliga la* presente necesidad, la recompen­ D, Felipe IV allí.
sa ha de ser que el señor de la estancia le ha de Q ue d e lo s in d io s d e esta n cia s se p u e d a a p lic a r la
dar tierras en que que pueda sembrar suficien­ c u a rta p a r te p a r a p a sto re s.
temente un almud de maíz, dos de cebada, dos El que tuviere en su estancia cuatroVJ me­
de trigo y otras legumbres, y bueyes, rejasó pun­ nos indios, pueda aplicar uno para pastor, por­
tas de hierro con que sembrar, y tierras diferen­ que se pueda mudar cada ano? y el que tuviere
tes á cada gañan por cabeza, aunque sean padre ocho indios cumplidos, pueda aplicar en esto á
é hijo, de las cuales el iudio no ha de tener do­ los dos, y asi en proporción, los cuales pastores
minio ni posesión, sino solo el derecho que le han de servir todo el año y se les ha de pagar
dá esta ley á tenerlas con casa mientras durare el tiempo que corresponde al tributo, que son
en el indio esta obligación, á asistir y dar la mi­ sesenta y ocho dias en las cuatro ciudades á real,
ta referida, sin que pueda el señor de (a estan­ pero Sos demás días del año, domingos y fiestas
cia quitar ni trocarle las tierras que en la prime­ que sirvieren, á medio real, que monta cada año,
ra visita de estancias le señalará el corregidor del pagado el tributo, diez y siete pesos y un real,
partido. los cuales se les paguen en moneda corriente.

LEY XLIX. LEY LUI


El mismo allí.
El mismo allí.
Q ue e l se ñ o r de esta n cia p a g u e la d o c trin a , c o rre g id o r
Q ue el in dio de esta n cia g a n e d r e a l cada dia y p r o te c to r e n m oneda c o r r ie n te .
y no m a s.
En consideración de que el señor de estan­
Porque el señor de°la estancia está obligado cia cobra en jornales el tributo entero con las
ádar al indio tierras en la cantidad referida, bue­ distribuciones, quedará obligado á pagar la doc­
yes y lo demas, á curarle todo el año en sus en­ trina, corregidor y protector en moneda corriente
fermedades, y pagar doctrina, justicia y protec­ LEY L IV .
tor por él, aunque esté enfermo, y á que los dias
El mismo allí.
señalados para serviren tiempos lijos, si enton­
ces cayere enfermo, no se le han de contar ni ha­ Que s i v a c a re n los in d io s d e esta n cia s n o sean
cer cumplir por falta: Ordenamos y mandamos sacados d e su s re d u cc io n es.
que sea el jornal del indio de estancia á real ca­ Porque sería gran turbación si vacasen los
da dia y no mas, de los cuales, descontando el indios poblados en la estancia, que el nuevo en­
tributo señalado en las leyes de este título que comendero los sacase de donde estaban ya pobla­
en las cuatro ciudades es sesenta y ocho reales, dos y contentos, y resaltaría daño á las haciendas:
pagados en jornales de á real, restan veinte y Mandamos, que la persona á quien de nuevo se
nueve dias que se les han de pagar à ios indios, encomendaren, no pueda sacarlos de donde están,
menos las faltas voluntarias, en moneda corriente y solo tenga derecho á cobrarlos pesos que les es­
y en las demas ciudades en proporción de sus tán señalados de tributo, sin las distribuciones
tribuios. de protector, justicia y doctrina, que estas solo
302 Libro vi TU. xvi.
se han ríe pagar en el sitio donde se halla pobla­ en las ciudades no se paga doctrina: y á las in­
do el indio y no en otro. Y ordenamos al go­ dias mayores de diez y ocho arios, diez y seis pe­
bernador, que para reducir esto á mejor gobier­ sos por cada un ano: y á los indios mayores de
no, cuando vacaren indios de estancias, los pro­ doce años y menores de diez y ocho, y á las mu­
cure encomendar en personas beneméritas de chachas de esta edad, doce pesos al año: y a los
aquel gobierno que puedan cobrar cerca su tri­ niños y niñas menores de doce años, un vestido
buto. cada año. Y declaramos, que esta paga es sola­
LEY LV. mente por los oficios domésticos, pero no por
ocupaciones extraordinarias, como son hacer ado­
£1 mismo allí. bes, ser peones de obras, ó trabajar en amasijos
Que los in d io s d e esta n cia s sea n asignados a l pueblo para granjeríaque merece mas precio, lo cual exa­
m a s c e rc a n o .
mine el corregidor, prohíba y pene al que con­
Aunque está ordenado que los indios de es­ tra la voluntad de tales indios, y sin pagarles lo
tancias no se muden de adonde están poblados, justo procediere, y la paga sea en moneda coró­
sin embargo por si se despoblasen algunas, y otras nente.
se fuesen pertrechando de negros por no pagar
jornales á los indios ó por otras semejantes cau­ LEY L Y III.
sas, en que el gobernador con manifiesto agravio El mismo allí. D. Carlos ÏI y la reina gobernadora.
sacase indio de estancia: Ordenamos, que en la Q ue se g u a rd e e n C h ile la le y 15, tit, 15 d e e ste lib r o .
primera visita asigne el corregidor de cada par­ Guárdese en Chile lo resaelto por la ley íS,
tido todos los indios de las estancias que no tie­ tít. i3 de este libro, sobre que si alguna india
nen pueblos, por moradores del mas cercano, co­ de servicio, dentro del tiempo concertado se ca­
mo si hubieran salido de él, para que vayan à sare con indio de otra familia, cumpla el concier­
vivir allí cuando les faltaren tierras, porque no to y vaya allí á dotnir su marido; y si despues de
sería razón que en semejantes casos dejen sin ellas acabado quisiere» servir en la misma casa, lo
en el reino de Chile à los indios naturales de puedan hacer sin intervenir violencia.
el, y con esta consideración se mandan hacer las
reducciones en los pueblos y dejar alli tierras L E Y L IX .
en cantidad suficiente para los que de nuevo se D. Felipe IV allí. D. Carlos II y la reina gobernadora
redujeren. Q ue n in g u n o a lq u ile n i a p liq u e e n lim o sn a los in d io s
d e fa m ilia s .
LEY LVL
Ninguno alquile los indios de servicio de so.
D. Felipe ÏV alli.
familia ni los aplique en limosna, pena de que
Q ue los in d io s de las ciudades sírv a n e n ellas, y los
g o b ern a d o res p ro vea n q u e se a n bien tra ta d o s.
le serán quitados: y guárdese lo dispuesto por la
ley 38 de este titulo en los indios que sirven á
Mandamos que los indios prisioneros en la las familias.
guerra d advenedizos que se hallan sirviendo en
las ciudades y á arbitrio del gobernador, fueren LEY LX.
necesarios, se conserven en ellas, y para esto no D. Felipe IV allí.
salgan ningunos de los repartimientos, y sean Q ue h a y a m isa la s fie s ta s a l a m a n ec er p a ra lo s in d io s
tratados como personas Ubres; y el corregidor v i­ d e se rvic io .
sitará las familias cada año, asentando para el Procuren las justicias que haya misa al ama­
siguiente á los que se hallaren contentos, y pro­ necer en las ciadades los domingos y fiestas, y
curará poner en parte donde sean bien trata­ que acudan los indios ocupados en ellas, tratán­
dos á los descontentos, acomodando las familias dolo con algunas de las religiones que acostum­
lo mejor que ser pudiere, y haciéndoles pagar su bran hacer esta caridad, que Nos asi se lo en­
servicio conforme la ley siguiente, y estén adver­ cargamos, y que de cada familia vayan los domin­
tidos los vecinos y moradores de servirse con to­ gos en la tarde por lo menos, la mitad de los in­
da suavidad de los indios, é irse acomodando co­ dios de servicio á la doctrina y sermón, y sa
mo pudieren de personas voluntarias, negros ó lengua é intérprete para que sean Lien doctri­
esclavos, porque no haya esta violencia y servi­ nados; y cuando el corregidor visitare las fami­
cio de indios libres contra su propia voluntad lias, examine el cumplimiento de esto, y quite
guardando su libertad, de forma que la obliga­ el servicio de indios á los que no lo cumplieren
ción á servir sea por concierto á quien quisie­ 6 estorbaren.
ren ó mejor los tratare 6 pagare.
L E Y LV II. LEY LX I.
£1 mismo allí. El mismo allí.
Q ue se g u a rd e lo o rd en a d o co n los in d io s q u e sir v e n
Que declara Ja p a g a que se h a d e d a r d lós in d io s d e e n e l cam po y f u e r t e s , y las in d ia s so lte ra s e s té n
las ciudades se g ú n su edad.
re co g id a s.
La paga de los indios pue sirven en las cia- Todo lo ordenado en la ley precedente se
dades, mayores de diez y ocho anos encomenda­ guarde con los que sirven á capitanes y solda­
re s, sea de veinte y dos patacones en cada un dos en el campo y fuertes, donde el cabo mayor
afio, de los cuales se ha de pagar el tributo i su hará cada año la visita de indios de servicio, am­
encomendero, protector y justicias, que en las parando su libertad y haciendo que los soldados
cuatro ciudades son siete pesos, y lo demas que á quien sirven aseguren !a paga á los oficiales
son qu'nce pesos, se ha de dar al indio, porque reales de su sueldo, y juntamente el tributo que
De los indios en Chile. 30o
debieren estos indios á sil encomendero, si fue­ tercio del repartimiento asistiere los nueve meses
ren tributarios: y ningún infante sin licencia ten­ de mita, allí se pague el estipendio de doctrina,
ga solo indio de servicio, sino de camarada con que corresponde á estos nueve meses del tercio
dos 6 tres soldados, porque el que quisiere te­ al doctrinero de aquel distrito *, y lo demas se pa­
nerle ha de ser de á caballo y el cabo le acomo­ gue al doctrinero del repartimiento: y si ia doc­
de de servicio quitándolo à los infantes. Y man­ trina tuviere estancias muy distantes, se pongan
damos que en los dos campos de Arauco y Yum- dos ó mas parroquias en ella, y el doctrinero
bel haya dos ó tres casas donde se recojan de no­ asista tres, ó cuatro ó mas meses en cada una,
che todas las indias solteras á dormir à la hora según fuere mas ó menos ei número: señálese el
que se señalare, para evitar amancebamientos y tiempo fijo del año que ha de residir en cada
deshonestidades: y el cabo, vicario y róndalas vi­ una, para que allí acudan los indios de las es­
siten con frecuencia por el ejemplo qae deben tancias de á legua y menos, á misa y doctrina, á
dar las cabezas de que pende la reformación de que los corregidores, vicarios y dueños de estan­
los demas: y ningún capitán ni oficial pueda te­ cias los obliguen y compelan , para que los de­
ner india soltera cín su servicio, sobre que en­ mas hallen al doctrinero en los casos de necesi­
cargamos al gobernador que proceda con seve­ dad, y en cada estancia haya capilla decente don­
ridad y no conserve ni adelante en grados mili­ de el doctrinero, que cada año las ha de visitar
tares á ios que asi no lo cumplieren. dos veces à lo menos, doctrine, confiese y co­
mulgue á los que fueren capaces, y en cada par­
L E Y L X I I. roquia haya (si no hubiere otro medio) un mu­
D. Felipe IV allí. chacho bien industriado, que en ausencia del
Que los c o rre g id o re s h a g a n lisia s d e los trib u ta rio s cura enseñe á los demas el catecismo, el cual
y o b lig u en d la m ita , y cuáles no e stá n obligados al señale ei corregidor, para que no falte. Y encar­
cr e c im ie n to d el tr ib u to . gamos á los padres doctrineros que tengan libro,
Luego que estas nuestras leyes sean publica que dure perpetuamente j y haga fé á los bau­
das, los corregidores de todo el reino de Chile tismos, de que pende saber las edades para los
hagan listas de los indios tributarios que hay en matrimonios, tributos y reservas.
ciudades, repartimientos y estancias, y cada año
las visiten, cumplan y hagan cumplir lo ordena- L E Y L X 'V I.
tío en fayor de los indios, y los obliguen á la mi­
ta de repartimientos y estancias, y especialmen­ D. Felipe IV allí.
te á la paga de los jornales señalados para satis­ Que lo s d o s te rc io s d e in d io s reserva d o s h a g a n m a ­
facción de sus tributos. Y declaramos, que el cre­ te ria le s p a ra las ig le sia s , y lo dem a s se re p a r ta
cimiento de! tributo referido en la ley 3 i, se ha e n tre -d u e ñ o s d e esta n cia s.
de entender* de solos los indios de! tercio, que vie­ Porque en el tributo no se señala parte para
nen de mita y no de otros, ni de ios de estancias fábrica y ornamentos, ordenamos que el corre­
y familias, cuya tasa es solamente la contenida gidor disponga con efecto, que los dos teccios de
en las leyes que en esto disponen. indios que quedan, hagan los adoyes necesarios,
L E Y L X I II . corten la madera, y edifiquen las iglesias y par­
roquias referidas, y la clavazón, puertas y lla­
El mismo allí. D. Carlos H y la reina gobernadora- ves, campana y retablo, y todo lo necesario pa­
Que los bailes y fe s te jo s d e los in d io s no se h a g a n ra decir misa, se reparta entre los vecinos y due­
e n tiem po d e la b o r y c o se c h a s.
ños de estancia de cada doctrina, prorata de los
Acerca de los bailes públicos y celebridades indios que cada uno tuviere, y al doctrinero se le
de los indios, está proveído lo conveniente por la reparta tanta parte, caanta cupiere al dueño de
ley 38, tit. i de este libro: Ordenamos que se estancia que menos indios tuviere.
guarde en las provincias de Chile, y no se hagan
en tiempo de labor de tierras y cosechas, y que L E Y X L V II.
sean castigados los que á tales fiestas llevaren
vino ó lo enviaren á vender , y que asista el cor­ El mismo allí.
regidor ú otra persona por él. Q ué lo s in d io s in c o rp o ra d o s e n la C o ro n a y de
r e p a r tim ie n to s h a g a n su s ig le sia s.

D. Felipe IV allí. Las iglesias de indios incorporados en nues­


Que los p r o te c to r e s a m p a re n á los in d io s , ó se a n tra real corona, mandará hacer con ellos mismos
v isita d o s y p en a d o s. el capitán que los tiene á su cargo, que el ornato
y aderezo para decir misa dejó el Rey nuestro Se­
Los protectores amparen á los indios én todo ñor y abuelo , bien proveído en poder de los pa­
lo prevenido por estas leyes y las de su título, y dres de la Compañía de Jesús, ios cuales susten­
si no lo hicieren, sean visitados y penados, tarán à los indios que trabajaren en las dichas
LEY LXV. iglesias, y ellos por su propio bien lo harán sin
paga de jornales, y los indios de repartimien­
El mismo allí. tos también trabajarán sin paga en sus propias
Q ue á cada d o c trin a se a g re g u e n d o sc ien to s tr ib u ta ­ iglesias.
r i o s , y se a d m in istre c o n fo rm e d e sta le y .
Donde fuere posible se señalen para cada doc­ le y tit. a de este libro. Revalida las órde­
trina de iodios doscientos tributarios, uniendo nes de la libertad de los indios, y da nueva
para esto las estancias comarcanas, y donde e! providencia d los de Chile.
TOMO II. ,6
304

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H » Q H I*

D e los indios de Tucuman ? P a ra g u a y y Mio de la P la ta .

LEY PRIMERA. denamos al juez que les hiciere compulsión o


I). Felipe 111 eu AI¡idrul á 10 de octubre de 1618, apremio, y en otros tantos al español que los lle­
vare por cada indio.
Que en el T u cu m n n , R io de la P la ta y P a r a g u a y no
te hagan en co m ien d a s d e se rvic io p e rso n a l.
LEY IV.
En las provincias de Tucuman, Rio de la IX Felipe III allí.
Elata y Paraguay , no se hagan encomiendas pa­
Q ue en e l c a rg a r los in d io s en e l P a r a g u a y se g u a rde
ra que los indios sirvan à sus encomenderos, dan­ e sta le y .
do este servicio por tributo, aunque sea á título
de yanaconas, como en aquellas provincias los Aunque sea para traer leña á casa de sus
encomendaban algunos gobernadores ó en otra j amos, no puedan ser cargados los indios, denles
cualquier forma; y si de hecho los encomendare ¡ caballo ó carreta en que portearla y entiéndase
el gobernador con esta calidad, las declaramos esto con mas rigor en Jerez y Guaira, de la pro­
por nulas, y al gobernador por suspendido del vincia del Paraguay, en sacar la cera, pena de cin­
oficio, y mas en el salario que desde la provisión cuenta pesos, en que coudenamos al encomende­
de la encomienda le corriere, y al encomendero, ro, mercader o pasagero que contraviniere, y á
que del servicio personal usare, en privación de la los que cargaren indios para sacar yerba de JVIa-
encomienda, la cual desde luego ponemos en racuyo, en cien pesos por cada vez que aplicamos
á nuestra cámara, juez y denunciador por iguales
nuestra real corona, y nuestra voluntad es, que
partes: y permitimos que donde los pueblos es­
!a prohibición del servicio personal se entienda,
no solo de las encomiendas que se hicieren, sino tuvieren sobre ríos , puedan cargar agua para el
servido de las casas: y encargamos á los gober­
de las hechas hasta ahora. Y ordenamos que las
nadores qué provean y den orden que los indios
hechas antes de ahora sean de indios tributarios,
acudan con moderación a las cosas precisamente
como lo son los demás de nuestras Indias.
necesarias é inexcusables, y con particularidad en
LEY II. j la ciudad de Jerez, Ciudad-Real y Villa-Rica,
El. mismo allí.
de forma que se consiga e! beneficio de la causa
pública y conservación del trato, tragin y comer­
Que los in d io s se p u ed a n alquilar en e l R io d e la
P ia la , en T a ca m a n y P a ra g u a y . cio de los caminos, y que no sean los indios ve­
jados ni cargados, y cuando en algun caso inex •
Para mas servicio y avio de las haciendas, cusable y forzoso se haya de tolerar, sea con tal
permitimos que ios indios se pu'cdan alquilar moderación, que sin ofensa y daño considerable
como los españoles, por dias ó por anos, con que del indio no se falte al bien público, sobre que á
siendo por un año no pueda bajar e! concierto todos encargamos las conciencias.
de lo que en cada provincia estuviere tasado.
LEY V.
LEY III. El mismo allí.
El mismo allí. Que tos in d io s d e T u c u m a n , P a r a g u a y y R io d e la
Que los in d io s se p u ed a n c o n c e r ta r p a ra o tro s s e r · P la ta sir v a n d e m ita á la duodécim a p a r t e , y f o r m a
vicios; p e r o no sa ca r y e r b a d e l P a r a g u a y com o d e in tr o d u c ir la .
se o rd e n a .
Porque los indios de Tucumán, Río de la
Los indios se podrán concertar de su volun­ Plata y Paraguay, se inclinen á alquilarse y ser­
tad para otros servicios, demás de los permitidos vir, procurarán los gobernadores, que den por
por la mita, y especialmente los de las provincias mita á lo menos la duodécima parte en que no
del Rio de la Plata y Paraguay., para hogar las ha de haber compulsión ni apremio, y usarán de
balsas por el Rio de la Plata. Y ordenamos á los medios de mucha suavidad hasta que con el tiem­
del Paraguay, que aun voluntarios no puedan ir po, se faciliten, y los que fueren á servir se po­
;t Maracuyo á sacar yerba llamada del Para­ drán concertar con quien quisieren, sin que las
guay, en los tiempos del año que fueren dañosos justicias los repartan, con que esto sea habiendo
y contrarios á Su salud, por fas muchas enfer­ cumplido coa las obligaciones y lasas desús en­
medades, muertes y otros perjuicios que de esto comenderos y suyas, y del tiempo quede esto les
se siguen, pena de cien azotes al indio que fuere, sobrare y no de otra forma: y á los que asi fueren
y ¡le cien pesos al español que le llevare ó envia­ y se hubieren de dar para la mita y ministerios
re, y de privación de oficio á ia justicia que lo manuales, repartan las justicias con toda justifi­
consintiere: pero en los tiempos que no fueren cación á las personas que mas necesitaren de ellos,
dañosos, puedan ir los indios á sacar la yerba, y procurando se les haga buen tratamiento y paga;
el gobernador proveer con el cuidado y aten­ y que habiendo cumplido con su mita no ios de­
ción conveniente á su bien, conservación y sa­ tengan por ningún caso, y se vuelvan á sus re­
lud: y permitimos que voluntarios puedan concer­ dacciones, y las justicias y alcaldes tengan todo
tarse para bogar balsas por el Rio de la Plata. Y cuidado de informarse de los indios separada y
declaramos que en ninguna forma han de ser secretamente, ó como mas convenga, «le la forma
rompelidos á esto, pena de cien pesos en que con- ! y cosas en qué ha consistido la paga, y si halla-
De los indios cle Tucuman. 505
ren en ella algun agravio lo reformen en favor bernador señalare, imponiendo las penas á su ar~
<le los indios, y de lo que proveyeren no haya bitrio;. y asimismo se obligarán principal y fia­
lugar, apelación ni suplicación, ni sobre esto se dor á que con toda puntualidad les pagará en sus
hagan autos por excusar dilaciones. Ï asimismo manos los jornales de todos los dias que se ocu­
declaramos que la mita sea de indios de tasa paren en ir, estar y volver á sus pueblos.
desde diez y ocho hasta cincuenta años, en que
no se comprenden viejos, muchachos ni mugeres, LEY VIL
y que los indios no sean compelidos hasta que la D. Felipe 111 allí.
tasa se pague en especie. Y ordenamos que en­ Que los in d io s d e esta s p ro v in c ia s p a g u e n la tasa en
tonces se dé de cada seis indios uno de mita, y m o n ed a ó f r u t o s .
se pouga cuidado en su cumplimiento. Cada indio de tasa de estas tres gobernacio­
nes pague seis pesos corrientes al año en mone­
LEY VI- da de la tierra, con que se reduzgan á cosas que
D. Felipe 111 allí.
si se hubiesen de vender á real de plata, valga
Q ue los in d io s no pu ed a n se r sacados d e su s re d u c­
cio n es , y de q u é p ueb lo s, y d q u é d ista n c ia p o d rá n
seis reales de plata lo que en moneda de la tierra
sa lir. fuere un peso, y asi el indio ha de ser obligado
á pagar en cada un ario los seis pesos de tasa en
Habiendo reconocido que el mayor daño de moneda de ia tierra, ó en seis reales de plata
las reducciones resulta de sacar indios de sus pue­ por cada peso, ó en especies de maíz, trigo, al­
blos á título de tragines ó servir á los caminan­ godón hilado ó tejido, cera, garavataó madres
tes: Mandamos, que ninguna persona de cualquier de mecha. Y porque no haya dificultad en el
estado y condición que sea, en ningún caso pue­ preeio de estas especies, declaramos, que valgau
da sacar india si no fuere con su marido, y qué una hanega de maiz un peso, una gallina dos rea
ningún indio salga de su provincia por urgente les, una madre de mecha , que tenga diez y seis
causa que se ofrezca, si no fuere en las goberna­ palmos un peso, tres libras de garavata un peso,
ciones del Rio de la Plata, Paraguay y Tucu- una arroba de aígodon de la tierra sin sacar la
mán, los del Rio Bermejo , hasta los pueblos de pepita en el Paraguay,cuatro pesos, y en el Rio
Santiago y Santa Fé, ó Buenos-Aires, hasta Bermejo y gobernación de Tucuman , cinco pe­
Córdoba, ni en las dichas gobernaciones puedan sos; una vara de lienzo de algodón un peso j una
pasar mas que hasta la primera población de es* fanega de frijoles tres pesos *, en las cuales espe­
panoles, de suerte que los indios de la Villa-Rica cies puedan pagar los indios su tasa, con que en
no pasen de Guaira, y los de Guaira, ó Jerez no un año no tenga obligación el encomendero á
pasen de la Asunción , ni los de la Asunción recibir mas que uoa hanega de maiz, y dos galli­
upasen de las Corrientes, ni los de las Corrientes nas á estos precios, y la demas tasa haya de ser
puedan ir por tierra mas que hasta el Rio Ber. en las otras especies ó moneda de plata, como
mejo, y por el Rio de la Plata, hasta Santa Fe', va expresado, y esta lasa se ha de pagar á las co­
y los de Santa Fe' hasta Buenos-Aires, ó Cór­ sechas de ÍNavidad y S. Juan por mitad.
doba, ó Santiago, de la gobernación de Tucuman;
y lo mismo se entienda rio arriba, porque no se LEY V III.
han de poder sacar de ninguna parte indios mas El mismo allí.
que. hasta el primer pueblo de españoles, á los Que pasada la cosecha se p o n g a n e n la sa los in d io s
cuales se les ha de pagar en propia mano y re­ d e d iez y ocho a ñ o s, y sa q u e d ¿os de c in c u e n ta .
gistrarlos ante la justicia; y llegados se Ies ha de
dar avío para volverse sin que los detengan; y El gobernador ó alcalde ordinario, que fuere
porque hay muy pocos indios en la ciudad de las nombrado en las provincias del Paraguay, Rio de
Siete Corrientes, y sería posible que concurrien­ la Piala y.Tucuman, vayaá visitar los pueblos des­
do allí cantidad de balsas no bailasen avio de in­ pues de cogidas las cosechas, y ponga en núme­
dios, permitimos que con voluntad de los que ro y padrón de lasa los indios que llegaren à
trajeren los pasageros, puedan pasar de aüi a! diez y ocho años, y saque los que pasaren de
cincuenta.
pueblo mas cercano, y en lodos los demas casos se
guarde lo dispuesto por esta ley, pena de cincuen- LEY IX .
sa pesos al que la quebrantare, aplicados por ter­ Ei mismo allí.
cias partes á nuestra cámara, juez y denunciador, Que c ii e l T u c u m a n , R io d e la P la ta y P a ra g u a y ,
y si fuere indio se ie den veinte azotes. Y decla­ a u n q u e e l Indio se a casado no dehe tasa h u sta ed a d
ramos que cuando á los vecinos, mercaderes ú d e d iez y ocho años.
otras personas que tuvieren trato y comercio en Declaramos que en las provincias de Tucu­
aquellas provincias, se les ofreciere ir de unas man, Rio de la Plata y Paraguay, aunque el in­
partes á otras dentro de ellas, y tuvieren necesi­ dio sea casado, no debe tasa basta edad de diez
dad de algunos indios para el viaje, no los pue­ y ocho anos. Y mandamos que cualquiera que á
dan sacar ni llevar en mucha ni poca cantidad lo susodicho contraviniere, vuelva lo que lleva­
aunque de su voluntad, sin preceder licencia ex­ re con el cuatro tanto.
presa y por escrito del gobernador, el cual ha­
biendo visto y examinado el efecto para que se LEY X.
piden, la podrá conceder, y en esta conformidad D. Felipe 111 allí.
señalará los indios que le pareciere, y e! tiempo Que los a d m in istra d o re s ó m a y o rd o m o s e je c u te n la s
que han de ocupar y jornales que han de perci­ m ita s y co b ren las la sa s.
bir, y tomará fianzas y seguridad de la parte de Ejecutar las mitas y cobrar las tasas en las
que los volverá á sus pueblos al plazo que el go- provincias de Tucuman, Rio de la Plata j Para-
506 Libro vi. T i t . X Y U I.
gtiay, esté á cargo de! administrador 6 mayor­ nos Aires, y otro tanto desde la Asunción i Guai­
domo que los gobernadores nombraren, para ra, y asi seguardey ejecute,mientras por nuestra
que tengan cuidado de que los indios acudan á real audiencia donde locare, averiguada con par­
sus obligaciones. ticular cuidado y diligencia la justificación que
esto tiene, y estando bien informada de la ver­
LEY XI. dad , y de lo que conviene no hubiere nueva ta­
El misino allí. En Madrid á 10 de abril de 1609. sa ó moderación de la referida como le pareciere
Q ue d los in d io s n o se d en solas algarrobas p a r a su justo: lo cual se cumpla y ejecute, advirtiendo
su ste n to . que en la tasa de los jornales se tenga considera­
Los indios que habitan algunas de estas pro­ ción á los días que se han de ocupar en ia ida
vincias se sustentan de algarrobas, y sus enco­ y vuelta á sus pueblos , y la costa que lian de ha­
menderos y personas à quien sirven con esta oca* cer, conforme á la distancia de donde fueren , y
*iot> no les dan maíz: Mandamos á los goberna­ en los dias de ida y vuelta , el jornal sea la mi­
dores y justicias, que no lo consientan ni tole­ tad de lo que se tasare en los demas de servicio*
ren, y hagan que se les dé e! maiz y sustento ne­
cesario para su vida , salud y conservación. LEY XIII.
LEY XII. E! mismo allí.
El mismo allí. Que n in g u n a in d ia pu ed a s a lir d e s u p u eb lo d c r ia r
Q ue tasa e l jo r n a l d e los in d io s d e e sta s p ro v in c ia s , h ijo d e e sp a ñ o l te n ie n d o e l s u y o v iv o .

A los indios de estas provincias que sirven Habiéndose reconocido por experiencia gra­
de mita personal, señalamos de jornal real y ves inconvenientes de sacar indias de los pueblos,
medio cada día en moneda de la tierra , y á los para que sean amas de leche: Mandamos que
que por meses sirvieren en estancias, cuatro pe­ ninguna india que tenga su hijo vivo, pueda salir
sos y medio en la misma: y á ios que subieren á criar hijo de español, especialmente de su en­
y bajaren por el Rio de la Plata bogando en bal­ comendero, pena de perdimiento de la eneomien-
sas, se les han de dar desde la ciudad de la Asun- j <Ja, y quinientos pesos en que condenamos al juez
cion á las Corrientes, cuatro pesos en caalro va- | que lo mandare.* y permitimos que habiéndosele
ras de sayal ó lienzo, y desde las Corrientes á íj muerto à la india su criatura, pueda criar la del
Santa Fe seis, y otro tanto desde Santa Fe' á Bue* j español.

TITULO DIEZ Y OCHO.


D e los Sangleyes.

LEY PRIM ERA. venga a! bien de la causa pública, seguridad de


la tierra, trato y comercio, y buena acogida de
D. Felipe III en Vcntosilla á 4 de noviembre de 1606. los estranjeros, y circunvecinos y otras naciooes
En Madrid á 29 de mayo de 1620. D. Felipe IV á 51 con quien se taviere paz, y continuare el comer­
de diciembre de 1622,
cio y correspondencia, estando siempre con todo
Que e l n ú m e ro d e c h in o s y ja p o n e s se lim ite , y los cuidado y recato: de forma que los chinos y ja­
g o b ern a d o re s v iv a n co n lodo reca to . pones no sean tantos, y los que hubiere vivan
Conviene para seguridad de la ciudad de Ma­ con quietad, temor y sujeción, sin que esto sea
nila, Isla de Luzon, y todo lo demas que com­ parte para que no se Ies haga buen tratamiento,
prende aquella gobernación, que el número de
los chinos sea muy moderado y no exceda de seis LEY II.
mil, pues estos bastan para servicio de la tierra,
y pueden resultar de aumentarse los inconve­ D. Felipe III en Madrid á 12 de enero de 1614. Don
nientes que se han experimentado , sin em­ Felipe 1Y allí á 21 de noviembre de 1625.
bargo de la facultad que se concede por la ley
55, tit. i5 , lib. 2 , que se ha de entender hasta Q ue las lic en c ia s se d e n c o n in te rv e n c ió n d e oficiales
lo que alcanza esta limitación : y asimismo que re a les, y to m e n la ra zó n .
no haya tantos japones en aquella ciudad, pues
pasan ya de tres mil, porque ha sido negligencia Las Ucencias que diere el gobernador de
y descuido en echarlos de allí, y ?e han aumenta­ Filipinas, para que en ellas se queden algunos
do los chinos por codicia de los ocho pesos que chinos sangleyes, han de ser con intervención de
cada uno paga por la licencia, sobre lo cual man­ nuestros oficiales reales, tomando la razón de
damos al gobernador y capitán general, que pro­ todas, y el dinero que resultare (que son ocho pe­
vea e! remedio conveniente, teniendo considera­ sos de cada ano) se ponga en nuestra caja real,
ción sí que las Ucencias no se den por dinero, ni donde haya un libro separado, y en el se asien­
otro ínteres en su proio beneficio, ni de otros ten con distinción de nombres y señas, de forma
ministros, y solamente consideren lo que mas con­ que no pueda haber ocultación.
ï)c los Sangleyes. 507
Fé Católica, no paguen tributo en los diez anos
LEY III. primeros de su conversión, y pasados se cobre
D. Felipe II allí à i i de junio de 1594.
como de los naturales de Filipinas.
Q ue de las licen cia s p a ra sa lir d c o n tr a ta r n o se
lleven d erech o s d los c h in o s c r istia n o s .
L E Y V III.
A los chinos cristianos que en las islas Fi­ D. Felipe 111 en San Lorenzo á 25 de agosto de 1620.
lipinas se convierten a nuestra Santa Fé Cató­ Que los ch in o s que se ca sa ren en M a n ila se a g re g u e n
lica, no permiten los obispos volver a sus tierras, d un pueblo.
porque la comunicación y vivienda entre genti­ En las Islas Filipinas se convierten á nuestra
les no los haga caer en peligro de apostasia; y Santa Fe Católica muchos sangleyes que se
reconociendo que estos no tienen otra cosa de casan con indias naturales de ellas, y viven en
que sustentarse sino sus tratos por la comarca, los contornos de la ciudad, y si se les diese sitio
comprando bastimentos para proveer la Repúbli­ en los baldíos donde agregarse y hacer un pue­
ca, el gobernador no los deja salir de Manila sin blo para labrar la tierra y sembrar, en que son
licencia, que es muy grande impedimento y es­ bien ejercitados, serían moy útiles á la repú­
torbo para que otros se conviertan: Mandamos blica, y no se ocuparían en revender y atrave­
que de estas licencias no se lleven derechos, y el sar los bastimentos, quedando mas domésticos y
gobernador tenga mucha consideración y cuida­ sosegados, y la ciudad mas segura aunque se au­
do, en prevenir que de ellas no resulte incon­ mente el número: Ordenamos al gobernador y
veniente, respecto de andar libremente por aque­ capitán general, que asi lo ponga en ejecución,
llas Islas. y procure conservarlos y mirar por ellos con el
L E Y IV . cuidado que convenga.
D. Felipe 111 en San Lorenzo á 5 de setiembre de 1620.
Q ue d los s a n g le y e s n o se im p o n g a n se rvic io s L E Y IX .
p e r s o n a le s , y sean b ien tra ta d o s. D Felipe II en Madrid á 1L de junio de 1594.
Tenga el gobernador particular atención en Que e x p re sa a lgunas calidades en cu a n to d p e rso n a s
no imponer servicios personales á los sangleyes y tr a to s d e s a n g le y e s,
fuera de su ministerio é instituto, procurando A los sangleyes que vienen á contratar à F i­
qaeei buen tratamiento motive y atraiga á otros lipinas con mercaderías de la China, y las ven­
a que se vengan á convertir á nuestra Santa den en rnonlon á un precio por personas dipu­
Fé Católica. tadas para ello, que es lo que alii llaman Pan­
cada, se les deja la ropa en su poder con seguri­
LEY V. dad que sin orden del gobernador no dispongan
D. Garlos 11 y la reina gobernadora.
de ella, y no se ponga precio á las cosas menudas
Q ue se gu a rd e lo re su e lto p o r la l e y 55, tit. 15, lib . 2.
sino en algunos géneros nobles. Y porque asi
En el gobierno del Parian, jurisdicción, co­ conviene, mandamos que se notifique á los san­
municación y todo lo demas contenido en la ley gleyes que se hubieren de volver á aquellas Islas
5.5, tít. *5, lib. 2, se guarde lo resuelto. que hayan de pasar y pasen por las leyes y ór­
LEY V i. denes que se les pusieren; y en cuanto á la Pan­
D. Felipe l ll en Vcntosilla a 15 de octubre de 1603. cada, se continúe con toda suavidad, de forma»
En el Pardo á 12 de junio de 1614. que no reciban agravio ni se les dé ocasiona que
Que am plia la le y 24, titu lo 3, lib ro 5, so b re el dejen de venir á sus contrataciones.
con o cim ien to d e las causas d el P a ria n .
Habiendo pretendido los alcaldes ordinarios LEY X.
. Ei mismo allí.
Manila, conocer de pleitos y causas de chinos
Q ue n o se haga en F ilip in a s agravio d los s a n g le y e s ,
que habitan en el Parian acumulativamente con p a r tic u la r m e n te en lo a q u í c o n te n id o , y sea n bien-
el alcaide de el, tuvimos por bien de mandar lo tra ta d o s.
resuelto en la ley tít- 3, lib. 5, concediendo Hemos sido informado que los indios sangle­
la primera instancia privativamente al alcaide,
yes que vienen á Filipinas á contratar desde la
con las apelaciones á la audiencia. Y ahora es China, reciben agravios y malos tratamientos de
nuestra voluntad y mandamos al presidente, go­
los españoles, y particularmente en que las guar­
bernador y capitán general y audiencia, que no
das puestas por nuestros oficiales reales á sus na»
consientan á ningún juez ordinario ni de co­
víos, les piden y llevan cohechos, porque Ies per­
misión, conocer de los pleitos y causas civiles ó mitan y dejen sacar algunas cosas que traen de
criminales de sangleyes, en primera instancia,
sus tierras para dar á personas particulares: que
aunque sean oidores de aquella audiencia, hacien­
los ministros que van á registrar los navios, to*
do oficio de alcaldes de! crimen, ni sobre pos­
man y desfloran todas las mejores mercaderías,
turas, ni visitas de tiendas ni tratos de ellos,
dejando lo que no es tal, de que Ies resulta pér­
porque de esto privativamente toca conocer a' dida considerable en lo restante, y muchas ve­
alcaide de! Parian, sino fuere en caso tan extraor­
ces no tienen salida de lo que les queda, como
dinario, necesario y preciso que convenga limi
la tuvieran con lo bueno que se Ies quita: que
tar esta regla. cuando los chinos que van à registrar llevan lo
LEY V II. mejor, dicen que lo pagarán al precio à que se
D. Felipe IV en Madrid á 11 de junio de 1627. vendiere lo qne dejan, de forma que lo pagan so­
Q ue los sa n g le y e s que se c o n v irtie re n no trib u te n lamente al precio de las mercaderías peores y co­
p o r d iez años. munes, y ios chinos pierden el mas valor que tu­
Los sangleyes convertidos á nuestra Santa vieran si lo vendiesen con libertad: que con le-
TOMÓ II. 77
508 Libro vi. Tít. xix.
mor de los ministros qae van á registrar no diese cierto número de gallinas cada año à me­
íes tomen las mercaderías al tiempo de avaluar­ nos precio de! corriente, y se ordenó a! goberna­
las, les ponen mayor precio del que realmente dor de los chinos, que hiciese repartimiento por
valen, con que pagan los derechos por los precios iodos, obligándolos á dar cada semana tantas ga­
en que se avalúan, siendo la verdad que las ven­ llinas á cierto y menos precio, castigando y pe­
den despues h mucho menos: que se Ies quitan nando al que no lo cumplia, en que se les hace
los mástiles de sus navios para poner en los que notable agravio: y el gobernador de los chinos
fabrican en aquellas islas, porque son livianos, sacaba -otras tantas á aquel precio: Mandamos
dandotcs en trueco otros tan pesados, que sus que no se haga tal repartimiento, ni se pidan á
navios no los pueden sufrir, y vienen á perder­ ; los chinos , dejando á su voluntad que cada uno
se, deque los chinos tienen mucho sentimiento. compre las que hubiere menester, al precio , que
Y porque es justo que viniendo esta gente à con­ pudiere y hallare i vender,
tratar, sea acariciada y reciba buen acogimien­
to para que llevando á sus tierras buenas nuevas LEY XII.
del trato y acogida de nuestros vasallos, se afi­ ¡ D. Felipe ÍV allí á 10 da setiembre de 1627.
cionen otros á venir, y por medio de esta comu­ . Q ue s i so b ra re a lg u n a c a n tid a d en la caja d e s a n -
nicación reciban la doctrina cristiana y profésen . g la y c s se re p a rta ta n to m en o s p a r a e l año s ig u ie n te ,
nuestra Santa Fé Católica á que se dirige nues­ j Tienen los chinos sangleyes de Filipinas una
tro principal deseo d intención: Mandamos á ios caja de tres llaves, donde cada uno entera doce
gobernadores, que vista la substancia de estos reales por ario para acudir con este caudal á las
agravios, den las órdenes necesarias para que se cosas que so« obligados de nuestro real servia
remedien tales i neón vementes, y no consientan ció: Mandamos que si sobrare algo de un ano á
que sobre lo contenido en ellos, tú otros de nin­ otro, no se saque de ella , y tanto menos se repar­
guna calidad tecihan los chinos sangleyes, ni cua- ta á ios sangleyes para el siguiente.
lesqnier contratantes, agravio, molestia ni veja­
ción, teniendo gran cuenta y cuidado con su buen LEY XIII.
tratamiento y despacho, y de castigar á quien los D. Felipe III en Madrid á 6 de mayo de 160.8.
ofendiere ó agraviare, que muy particularmente ;
se lo encargamos, como materia muy de nuestro Q ue n in g ú n v e cin o d esuMcasa. a n ila te n g a s a n g le y e s en
rea! servicio.
Mandamos al gobernador y capitán gene­
LEY X L ra!, que no consienta á los vecinos y residen­
T). Felipe 111 eu Madrid á 29 de mayo de 1619. tes en Manila, tener en sus casas sangleyes, y
Qmc en AJuniiu no se haga r e p a r tim ie n to d e g a llin a s prohíba que duerman dentro de la ciudad, orde­
tí los c h in o s. nando si fuere necesario, al juez de los extranje­
En la ciudad de Manila se S*trodujo, que al ros , que castigue con rigor y graves penas al que
presidente, oidores y oficiales de la audiencia se no lo cumpliere*

TITULO V TE Z T OTETE.
D e las confirmaciones de encomiendas , pensiones P ren tas
y situaciones.

LEY PIU M E H A . ! que e<n « aestro nom bre hicieran 'la provisión ó
El mismo en Valladolid á 20 de setiembre de 1608. merced., coa a percibí i«.ionio, q u e ssi pasado es­
En Madrid a 20 de diciembre de 1620 En Lcrmnaí 10 te plazo no hubieren llevado confirm aci'n p ie r­
de* noviembre de Ltíll. I). Felipe IV en Madrid á 12 dan la encom ienda, p en sió n , situación ó ren ta,
de mayo de 1624 y 12 de junio de 1625 Véase la y no la gocen mas, y los frutos que hubieren p e r­
ley 6 de esto título. cibido se enteren e n la real caja , y queden .por
Que de las e n c o m ie n d a s , p e n s io n e s , re n ta s y hacienda nuestra., y los oficiales cea íes los cobren
situ a cio n e s se lleve co n firm a ció n .
de cualesquier personas, y rem itan por cuenta
E statuim os y m andam os á los vi reyes., presi­ aparte-, consignados .ai tesorero d e .nuestro r o n -
d e n te s, audiencias reales en gobierno y g o b e r­ •sejo de Indias. Y ordenarnos á los fiscales de n u e s ­
nadores de las In d ia s, que tienen facultad núes- ; tra s reales audiencias, que hagan los pedim entos
tra para proveer encom iendas, pensiones, situ a­ y las demás diligencias necesarias, para que asi
ciones, ú otra ren ta de cualquier can tid ad ó ca­ «e ejecute ( i J.
lid a d , con señalam iento de cantidades ó sin e l, ;
que en los títulos y despachos hagan poner y pon­
LEY ÏI.
D. Felipe III.en Madrid :í 17 de diciembre de 1614.
gan cláusula expresa con toda distinción y c la r i­ Que de los títu lo s de m e rc e d e s h eó h a s p o r cédulas
d a d , de que todos los que recibieren estas m cr- \ reales se 'lleve co n firm a ció n .
cedes ó gratificaciones, lleven confirmación nues­ O rdena mos que la calidad de llevar confir-
tra , d entro del term ino señalado por ley 6 de
(1) Según la real cédula de 50 de abril de 1725,
csLe títu lo , que corra y se cuente desde ei día uuede confirmar la audiencia é informar al rey.
De las ooii firmacíones, 309
macion de encomiendas, pensiones, rentas y si­ los Reyes y la Plata, Santiago de Chile, y Ma­
tuaciones, se observe sin diferencia , asi en las nila en las Filipinas, el término de los cinco
que dieren los vireyes y ministros referidos en anos que sin distinción estaban asignados para
las leyes de este título conforme à nuestras fa­ llevar las confirmaciones, sea y haya de ser de
cultades, como en lasque Nos diéremos por cé­ seis años desde el dia de la provisión de enco­
dulas, y que en todas obliguen á las partes, y mienda, pensión, situación, renta ó merced, has­
pongan en los títulos que lleven confirmación ta que con (a confirmación se presenten ante el
nuestra, dentro del término señalado, con los gobernador ó justicia mayor de la provincia; y
mismos gravámenes y penas declaradas. en cuanto i los distritos de todas las demas au­
diencias de las Indias é islas adyacentes, sea el
LEY III. término cinco años con las mismas calidades; y
D. Felipe III en Lisboa á 10 de agosto de 1619. En no lo cumpliendo, es nuestra voluntad que se
Madrid á 9 de mamo de 1620. ejecuten las penas estatuidas y restituciones man­
Q ue en los títu lo s de p en s io n e s se p o n g a n los se rv ic io s , dadas hacer por la ley i de este título. Y por­
y lleve co n firm a ció n . que sin embargo deestar antes de ahora dispues­
En los títulos de pensiones se han de expre­ to todo lo susodicho, los vireyes, presidentes y
sar los servicios que motivaren la merced, con gobernadores han prorogado estos términos: Man­
obligación de llevar confirmación nuestra dentro damos á los susodichos y todos los que tienen ó
de! término, y las mismas penas que está orde­ tuvieren facultad para proveer encomiendas, si­
nado en ios propietarios de las encomiendas. tuar pensiones, asignar entretenimientos, rentas
ó mercedes en nuestro nombre, que no señalen,
LEY IV . proroguen ni concedan mas termino del contenido
D, Felipe III en Madrid á 17 de enero de 1612. Don eu esta nuestra ley, que han de observar preci­
Carlos U y la reina gobernadora. sa é inviolablemente sin contravención ninguna
Q ue las m erced es y s u s f r u t o s y r e n ta s no se a d ­ que esta es nuestra voluntad ( 2).
q u ie ra n d los in te re sa d o s h a sta sa ca r c o n firm a c ió n .
Mandamos que de las encomiendas de indios, Que en las confirmaciones litigadas haya autos
pensiones, situaciones y otras cualesquier rentas de vista y revista ó cosa juzgada. Auto 11
que se hubieren dado y dieren en las Indias, referidoj tit. 2, lib. que se practica en
asi de nuestra real caja como de los repartimien­ confirmaciones de oficios y encomiendas (3).
tos, entretanto que los interesados no llevaren En todas las confirmaciones se ponga siempre
confirmación nuestra, no hagan suyos ios frutos, el dia de la presentación en el ojicio y no
rentas y demoras. las lleven las partes d encomendar, sino un
oficial como siempre se ha acost timbrado.
LEY V. Decreto del consejo por mayo de 1624* di li­
D. Felipe IV en Madrid á 31 de diciembre de 1622. to 55.
Q u e e n los títu lo s se p o n g a clàusula d e p r e s e n ta r Todos los despachos que se hubieren de enco­
p o d e r p a ra p e d ir y o b te n e r co n firm a ció n d e l
C onsejo. mendar d los del consejo y siendo su primera
diligencia el llevarlos las partes d la secre­
En los títulos que se despacharen para en­
comiendas, pensiones, situaciones y rentas, de taria donde tocan¿ para que se anote su pre­
que se haya de llevar confirmación nuestra: O r­ sentación en ella, se lleven por un oficial al
denamos qué con las demás cláusulas expresadas presidente del consejo ó al mas antiquo en
en las leyes 49 y 5 o , tit. 8, y 49 ? tit. »2, de su ausencia y folla ¿para que los remita d
este libro, que de esto tratan , se ponga que los los consejeros que le pareciere; j habiéndolo
iuteresados envien poder especial, con las fuer- hechose vuelvan á rccojcr por la secreta-
xas y firmezas necesarias, para pedir y obtener ría y y formando un libro en ella¿ se pon­
confirmación , y seguir la causa en todas instan­ ga en él razón de los despachos que se en­
cias, con señalamiento de estrados. comiendan diciendo los del consejo á quien
se remiten j y se les llevarán por un oficial¿
LEY V I. sin entre (¡arlos d las partes ni d otra perso­
mismo a 7 de febrero de 1627. En Madrid à 28 de na; y habiéndose despachado en el consejo
julio de 1629, y 25 He agosto de 1646. Véase la se llevaran á la secretaria para hacer y
ley 1.a, tít. 22, lib. 8. ejecutar los despachos que se acordaren¿ los
Q ue señala te r m in o p a ra s a c a r , llevar y p r e s e n ta r cuales se entregarán d las partes. Decreto
las con firm a cio n es de en co m ien d a s. del consejo « 2 de mayo de 1646. A u ­
Habiéndose considerado que respecto de la to i3q.
distancia y viaje de algunas provincias de las In­
dias, necesitan los encomenderos de mas ó menos
tiempo para presentar en el consejo los títulos (2) Véase la real cédula de 16 de noviembre
de encomiendas, pensiones, situaciones, merce­
des y rentas en que pedir, llevar y presentarse
con las confirmaciones, y que en esta materia
ha habido diferentes resoluciones: Hemos tenido
por bien de declarar, que en t >do lo que compren
1 de 1703, la que también previene que no correrá el
término desde el dia que se hace á la vela el buque.

(3) Por real cédula de Sevilla á 6 de agosto


den los distritos de nuestras reales audiencias de de 1732 se reitera la prohibición de prorogar térm i-
nos á los oficios que vacan por falta de confirmación,

I
y que aunque ofrezcan exhibir el tercio, uo se despa­
che título, sino que se declaren vacos.
LIBRO SEPTIMO.
TITULO
De los pesquisidores y jueces de comisión .
LEY P R IM E R A . LEY IV .
D. Felipe 11 en el Pardo a 6 fie marzo de 1569 En
Aranjuez a' 4 de mayo de 1572. En San Martin ¡í 7 E! emperador D. Carlos y la reina gobernadora en
de marzo de 1591. Véase la ley 175, tíl- 15, lil>. 2. Medina del (.'.ampo á 17 de diciembre de 4551. Don
Q ue fas aud ien cia s no d esp a ch en ju e c e s sino en casos
Felipe 11, Ordenanza 22, en Toledo à 25 de inayt»
de 1590, y en la Ordenanza 15 de Audiencias de 1503.
in excu sa b les d costa de q u ie n los p id ie re y con
sa la rio s m oderados.
Véanse las leyes 24, tít. 51, iib. 2 y 24 de este titulo.
Ordenamos y mandamos que las audiencias Que ras a u d ie n c ia s p a r a fu e r a d e las cin co le g u a s,
p u ed a n d esp a ch a r ju e ce s de com isión con fo rm e
no provean jueces de comisión para sus distritos, á e sta le y .
y remitan el conocimiento de las causas que se
ofrecieren , tí los gobernadores, corregidores,ó al­ Es nuestra voluntad que las audiencias de
caldes mayores si no fuere en casos inexcusables, las Indias puedan proveer jueces de comisión, que
y á costa de las partes que los pidieren, y no sean procedan y hagan justicia en los casos que suce­
los salarios excesivos, sino tan moderados que dieren fuera de las cinco leguas, mirando mucho
no exredan de lo que bastare á la ejecución de en que solamente sean proveídos cuando fuere
nuestra justicia. justo y conformé á derecho, y no de otra forma,
y los menos que fuere posible, y en casos raros
L E Y II. por excusar, como conviene, que sean molestados
D. Felipe IV en Madrid :> 12 de noviembre de 1621. los pobladores y vasallos con costas y gastos ex­
Véanse las leyes 19, til. 17, Iib. 4; y 28, tít. 2, lili. 5. j traordinarios. Y mandamos que a los jaeces de
Que no se en vien ¡ucees d e co m isió n do n d e h u biere 1 comisión sobre delitos y causas criminales, se
ju stic ia s o r d in a r ia s , y las co m isio n es y oficios ¡ les dé poder y facultad solamente para hacer in­
sep arados se vuelvan d u n ir . j formación, prender los delincuentes, traerlosá las
Sin embargo de estar proveído que los vire- cárceles de las audiencias, y cobrar sus salarios de ‘
yes no puedan enviar jueces de comisión á los quien los debiere pagar: y asimismo que los es­
distritos donde hay justicias puestas por nombra­ cribanos ante quien pasaren entreguen los autos
miento nuestro, envían jueces de obrajes é in­ á los de las audiencias, donde se han de fenecer,
de forma que las partes no paguen mas de unos
genios, siembra y resiembra, y para otras cosas,
derechos, y las audiencias nombren los escriba­
con que viene á montar su salario mas que el de
nos de las comisiones no habiendo receptores, y
la justicia ordinaria, que de esto debe conocer no los escribanos de cámara, guardando lo pro­
y estos nombramientos se reducen á beneficiar
y acomodar terceras personas: Ordenamos y man­ veído por la ley 61, título a3, libro 2.
damos á los vireyes, presidentes, gobernadores
y audiencias, que guarden !o dispuesto por le­ LEY V.
yes de estos y aquellos reinos, en que tan inte­ D. Felipe IV cu Madrid á 20 de agosto de 162/. Don
resados son, el gobierno público, hacienda real y Carlos 11 .y-la reina gobernadora.
la de nuestros vasallos: y que los oficios que á Q ue los v i r e y e s y p r e s id e n te s no in h ib a n d las au­
título de comisiones se hubieren separado y se­ d ie n c ia s en tas com isiones, y ta s d e je n co n o cer en
gregado de ios justicias ordinarias, se vuelvan á los g ra d o s que les tocan.
unir y agregar à ellas. En las comisiones que dieren los vireyes y
presidentes gobernadores, conforme á las facul­
LEY III. tades concedidas, no inhiban á las audiencias, ni
D. Felipe 11, Ordenanza 21, en Toledo a 25 de mayo reserven para sí ni otro tribunal las apelaciones
de 1596. D. Fehpe U1 e<i Madrid a 19 de enero
de 1698. dejando que vayan y se prosigan en las audien­
cias donde tocaren, á las cuales mandamos que
Que en casos g ra v e s d e en v ia r ja e c e s , o rd e n e n las procedan en estas comisiones y causas en el gra­
audiencias q u e se c u m p la n su s p ro v isio n e s.
do que les pertenece, conforme á las leyes de es *
Nuestras audiencias de fas indias, en despa­ tos reinos de Castilla y de esta recopilación, y no
char jueces <le residencia contra los gobernadores se tengan por inhibidas, sin embargo de las pro­
de sus distritos, y para averiguar delitos, guar­ hibiciones é inhibiciones de los vireyes o presi­
den las leyes, y espacial mente la 19, 20 y 21, I dentes, guardando la ley 35, tít. i5, libro 2, en
título i5, lili. 5, y declaren que casos son ios I lo que generalmente dispone, y la /¡.2, del mismo
inexcusables, ordenando que los gobernadores y ^ título, en la forma de avisar á las audiencias, ó
justicias ordinarias obedezcan y cumplan sus pro- I declarar que les toca el .conocimiento como alU
visiones. ’ 1 se contiene.
De los pesquisidores y jueces. 511
LEY VI. 1 de gobierno; y en cuanto ádepositar indias, pro­
hibir que vivan españoles entre indios, mudar­
El emperador T). Carlos en Madrid a 16 de enero los de unos pueblos á oíros, y dar las comisiones'
de 1533. Ordenanza del año 1563.
para esto, se guarde la costumbre y ley 37 , títu­
Q ue si tas ju s tic ia s no c u m p liere n las p ro visio n es,
u se n las audiencias d e su ju risd ic c ió n . lo i5 , lib. 2 ( 1).
En caso de no cumplir 1os gobernadores, al­ LEY X I;
caldes ordinarios y justicias, las cartas y provi­ D. Felipe II en San Lorenzo» 5 de noviembre de 1590.
siones de nuestras audiencias sin justa causa, po­ En Madrid a 9 de abril de 1591.
drán enviar ejecutores con salario, y usar de la Q ue los v i r e y es y p r e s id e n te s p u ed a n n o m b ra r q u ie n
facultad que en este caso está concedida, por or­ haga averiguaciones se cre ta s c o n tra c o r re g id o r e s y
denanza y ley J ty, titulo i5, libro s. ju s tic ia s ,
La averiguación y castigo de los excesos co­
LEY V II. metidos por los corregidores y otros ministros,
Felipe II en Aranjuez á 21 de marzo de 1576. es materia de justicia, y á esta causa se ha de
Que si h u b iere de sa lir ju e z p o r la S a la d e l C r im e n , determinar por las audiencias si es ó no conve­
lo resu elva n los a lc a ld e s , y n o m b re e l v i r e y ó
p r e s id e n te .
niente hacerla, y porque remiiie'ndolo á las re­
sidencias tienen siempre medios ios culpados con
Si en las causas pendientes ante los alcalde® que aplacar á las partes agraviadas, los vireyes
del crimen se hubiere de proveer juez de comi­ y presidentes para remediar los danos y vejacio­
sión ó pesquisidor, alguacil, receptor, ú otra per nes, que los corregidores y ministros hacen, ex-
sona semejante ,para hacer algunas diligencias, peoialmente á los indios, y tenerlos mas sujetos,
los alcaldes determinen si conviene que vaya ó podrán mandar que se bagan averiguaciones se­
ño, y señalen los dias que se hubieren 4e ocu­ cretas ó en la forma que mejor les pareciere; y
par ; y el nombramiento de persona y señala­ resultando culpados remitirlas á las audiencias,
miento de salario, lo haga el virey, ó eí que go­ que llamadas y oídas las partes hagan justicia, y
bernare : y asi se guarde y practique ia ley Ò2.} . los vi-reyes y presidentes quedarán informados
título 17, libro 2. para proveer en el gobierno lo q.ue conviniere.
LEY VIÍL Y ordenamos, que con particular y continuo cuL
dado procuren que ningún ministro haga agra­
El mismo en Madrid á de agosto de 1561.
vio nt molestias, a los indios, y que sean guar­
Que 'las audiencias p ro v e a n que los ju e c e s y
v isita d o re s no -excedan de su s co m isio n es.
dadas precisamente las leyes que ¡tratan de su
bien y conservación. Y asimismo mandamos que
Las audiencias provean que los oidores ¡visa para cstss :tn otras concisiones do nonrl>rcn por
latieres de la tierra, y alcaldes del crimen que jueces á los oficiales é procuradores de las au­
salieren á comisiones, no excedan de la facultad ; diencias, habiendo otras ¡personas.
que por ellas se’ies concediere, que asi es núes
Ira voluntad, y lo deben hacer conforme a de j LEY XIL
rccho. D. Felipe Xll en Lisboa á 20 de julio d e 1619.
LEY DL Que p a ra d esp a ch a r ju e z sa b ré ag ra vio s d e gobernar
d o te s y ju stic ia s hech o s a in d io s y p e r so n a s
D. Felipe 1U en 'Valladolid á 13 de marzo de -1:610. m is era b its n o sea n e c e sa rio d a r fia n za s.
En Madrid à 12 de diciembre de 1612.
Q«e los v i r e y es y p re sid e n te d e S a n ta Fe y ío s c o n - • Cuando las personas miserables, indios ó .su*
ta d o re s de C u e n ta s re su elv a n so b re e l despacho de \ caciques, ó nuestra fiscales .en su nombre, pu-
p te cc s, y los n ó m b r e n lo s v i r e y es y p re sid e n le solos. . sier.en .capítulos sobre agravios recibidos de !o«
Declaramos, que el resolver y despachar co­ corregidores y justicias, mándese dan .informa­
misiones para averiguación de cuentas pendien­ ción sumaria donde hubiere sucedido e¡ caso; .v
tes en los tribunales de ellas, tíoca á nuestros vi­ si por .ella constare ser eierta -la relación, aunque
re yes y presidente del nuevo (reino de Granada, no den .fianzas, se envíe juez: con advertencia
y á los contadores de cuentas; y el noinbra.mien- ¡ de que los indios no sean supuestos por loses-
to de personas y salarios á los vireyesy presiden- \ pañoles, y con -este pretexto .traten de .vengar sus
te solos. pasiones. D
LEY X. LEY XIII.
Felipe 1Y en San Esteban del P uerto á 15 de ; D. F elip e'II en Madrid ú 19 de diciembre de 1568.
febrero de 1623. En Lisboa ,á 8 de ^setiembre de 1582. !). Felipe lij
allí á 25 de noviembre.de 1609. *
Q ue en casos de g o b ie rn o de las co m isio n es e l v i r e y
d p r e s i d e n t e , y en alg u n o s se g u a rd e la co stu m b re ' Que no salga o id o r d -comisión sin o en caso m uy
gt a v e , y p a r a s a lir alcalde ‘lo .acuerden e l v i r e y y
Lo ordenado sobre que ios vireyes y presiden­ a u diencia
te® «o nombren jueces pesquisidores, ni otros 'Porque á la autoridad de nuestras audiencias
para ningún efecto, sin consulta del acuerdo ó reales, y buen despacho de ios negocios, convíe-
sala de la audiencia d del crimen, se guarde y
practique si no fuere «en algun caso de gobier­
no, que conviniere averiguar con secreto; y he­ (1) Si el virey ó presidente se excusase nom brar
cho, se remita á la sala á -quien toca, para que juez de comisión, despues de haberse .determinado
ha^a justicia; advírliendo que el nombrar los vi- por la audiencia que se euvic\ entonces lo nombrará
el regente, como igualmente en eJ caso de que e! pre­
reves, ó presidente sin determinarlo con el acuer­ sidente devuelva el nombramiento á la Sala. Artícu­
do ó sala de audiencia, ha de ser solo en casos lo 36 de la Instrucción de Regentes
TOMO II. 78
312 Libro v i l , Tít. i.
fte qde los oidores no hagan ausencia del efcr termino que declarare para hacerla averiguación
crcio de sus oficios ni salgaría comisiones.' O r­ y si en eí lugar del delito ó en lar comarca hu­
denamos á los vireyes, que sucediendo delitos y biere otro juez, que sin salario o á me oo-» costa
Casos graves y enormes en sus distritos á que pueda hacer la averiguación, y esta hubiere sido
sea necesario proveer juez pesquisidor, puedan la causa que movió á la sala á dar juez, ha de
con acuerdo de los oidores enviar uno de los al­ decir el auto: Nómbrese juez para esta averigua­
caldes del críwény a cuya sala no quiten ni em­ ción con lo- acordada. Y este mismo día en acuer­
baracen el conocí une o lo de las causas qu« le lo do el mas antiguo de la sala dirá al virey ó pre­
careo; y s: nro fuere en caso grave y muy preci­ sidente, la razón de lo acordado, ef cual llenará
so, no nombren para pesquisa de causas crimi la comisión en eí tal juez conforme al parecer de
nales ardor, sino alcalde, guardando lo resuelto la sala, y el virey ó presidente y jueces la firma­
por las leyes u y 16, lib, 2, y 23 y i3 , tita ran en este y todos los demas casos en que des­
lo i5, líb. 5.
pacharen jueces; y en cuanto ¿'tomarla residen­
LEY X IV. cia antes de acabar los oficios, se guarde la ley iq
título 15, libro 5.
D.- Felipe II en 5 de mayo de 1576.
Que íos oidores y alcaldes del Crimen, jueces L E Y X V II.
pesquisidores, puedan sentenciar en definitiva.
Por ordenanza de algunas audiencias está dis­ D. Felipe III en Madiid á 31 de diciembre de 1620.
puesto* que cuando se nombraren pesquisidores, Que ningún juez de comisión sirva de juez ordinario
no lleven comisión de sentenciar; y en los Casos ni suceda al que lofuere.
que lia sido necesario enviar oidor, se le ha da
do cc«lisian para que sentencie en primera ins­ Mandamos que en ningún caso, ni por nin­
tancia, Y porque se ha dudado de esta facultad, guna causa se despachen comisiones por Jos vi-
y nos fue suplicado que lo declarásemos, ordena­ reyes, presidentes y audiencias de las Indias, pa­
mos qüe los vireyes, presidentes y audiencias, ra que si pareciere culpado el gobernador ó cor­
guardando la forma expresada en las leyes de este regidor, le suspenda el juez de oficio y suceda en
título, y otras de la materia, puedan dar las co­ eí, y que ningún juez de comisión pueda porvia
misiones à oidores y alcaldes del crimen, para de ínterin, ó provisión ordinaria ó por cierto
que sentencien en !a difinítiva otorgando las ape tiempo ni en otra forma, suceder ní administrar
¡aciones en íos casos que hubiere lugar de dere la jurisdicción de! gobernador ó Corregidor, tí otra
cho, sin embargo de la ordenau/a. Cua.quier persona contra quien fuere su comisión
en todo ni en parte, y que los autos que sobre
LEY X V . esto se hicieren, sean nulos y de ningún efecto,
D. (.:»i íos i i y !¡t reina gobernadora, y el que aceptare la comisión con semejantes
clausulas, quede inhábil para otro oficio ó comi­
0 «tf tos ministros tupidos, saliendo d comisiones, sión temporal 6 perpetua, y nuestros ministros
lleven sus salarios conforme Ula ley i(), tit. 16, lib. 2.
que dieren tal comisión, incurran en las penas
Los ministros togados puedan llevar de sata impuestas contra los que usurpan la jurisdicción
rio, con las comisiones fuera de las ciudades de en casos que no les tocan, y contravienen á los
su residenda la cantidad señalada por la ley 4o. mandatos reales y en mí! ducados cada uno, apli­
título 16, lib» a, de que no excedan, y lo que cados conforme a derecho, y en las de mas penas
llevaren de mas lo vuelvan a quien pertenecie­ arbitrarias que á nuestro consejo de Indias pa­
re, sin embargo de que antes estaba ordenado que reciere y juzgare convenientes; ) en los visita­
llevasen otra tanta cantidad como la que monta* dores de la tierra se guarde la ley 18 título 3 i,
sen los gajes de sus oficios. libro a.
LEY
r>. Felipe II d i Madrid á 20 de junio de 1567, En t). Felipe IY allí ¡i 29 de julio de 1631.
(.ordiiba á 20 de abril de 1570 En Madrid á ‘-’O de
mayo de 1575. En badajo* & 2S de julio de 1580. Qué el virey de Nueva España excuse lo posi'bí*
I>. 1‘elipe 111 cu Madrid á 5 y á 19 de junio de 1620. enviar jueces d la Calida sobre lo contenido.
Que declarà en que!forma se han de nombrar los
¡u ce es pesqu isidores. Envían los vireyes de la Nueva España jae­
ces comisarios á la iNu *va Galicia, á titulo de
Supuesto que los corregidores y justicias or­ nuestra real hacienda, con salarios excesivo3 á
dinarias han de ser residenciados, están libres de costa de ella, y de nuestros vasallos; y otros jae­
querellas sino fuere en casos tan graves y esean* ces á repartir y depositar azogues en todas las
da lusos, que haya peligro en la tardanza y dila­ minas de aquel distrito, y la real audiencia de la
ción de la residencia, que en estos casos sé ha de Galicia, por la inhibición que tiene de nuestra
dr&pachai receptor que haga información, ó juez real hacienda, deja de proceder contra los dichos
con la que se presentare; y si visto el cuerpo del jueces en que se han reconocido incan venientes:
delito y culpa del corregidor, pareciere que se iVia luíamos, que los vireyes escaseo cuanto fue­
debe dar juez, toca al virey y presidente nombrar re posible el enviarlos á aquella provincia, y las
la persona, como está ordenado; y cuando la sala costas y vejaciones que reciben los mineros, y
de >a audiencia juzgare que se cometa al reaien- hagan tomar cuentas á los que hubieren enviado
íjo ni3$ ccrfiJno, toe*} á I3 s¿il«? donde sç lr<it«ire
I I J 1 1 ♦ C nat «t i c 1 Jy enviaren, castigando
vm . íu . v u , KJ los ex< esos cometidos con*
un CM QII3 C<MIIUUUn.> VWII-

e a cao. a, y pue e ite a ra t quien es, nombrar- j Ira mineros; y sobre nombrarlos contra los ofi-
o y llenar el blanco de la comisión, conforme ai j cíales reales guarden la ley 54, titulo i 5 lib. 2 .
De los pesquisidores y jueces. 313
LEY y si las pames apelaren en los .casos del derecho,
D.. F elipe Ií «Hí ¡á íS 4e .enexo de Í56i. otorguen las .apelaciones ante los alcaldes del
crimen.
Q ue ca da¡rfia n z a s los oidoj-es y ju e c e s de. com isión,
guat\de.a .el d erec h o d e .estos lie in o s d e Cuistilla. u X X IIÏ
Aljj&aos vecinos y pobladores de la .provin* D. Felipe Ií, Ordenanza 64 ,de Audiencias ,de 1563,
cía «de iPopayán han pretendido., que cuando se y en la 72 de 1596.
hubiese de .proveer algun gobernador ó visitador Q ue d p esq u isid o re s ó ju e c e s d e re sid en c ia n o se
d oidor, -jú otro cualquier juez á aquella tierra, , p a g u e salario d e h a cien d a r e a l # i p e n a s d e cá m a ra .
diese .ante todas cosas fianzas de estar á residen­ Mandamos, que de nuestra hacienda real ni
cia, y pagar juzgado y sentenciado, y el ¡apilante de penas de cámara no se pague ftingyn salario
afianzase las condenaciones de maravedís, asi de ; ;á .jueces de residencia ó pesquisidor.es ,que los vi-
oficio como Á pedimento de partes, y no se le «reyes, presidentes ó audiencias en vieren.
otorgase la apelación sin fianzas depositarías á
satisfaci on del ¡juez, y pante que lo pidiese sobre L E Y X X IV .
que expresaron los daños c ¡inconvenientes, que El em perador D. Carlos y la emperatriz gobernado­
de 4o .contrario resultaban conforme á lo acor­ ra á i0.de abril de 1533. D. Felipe 11 á 23 de jimio
dado: Mandamos que ,cuando los vireyes, y pre­ „d.e 1571. Ordenanza 15 de Audiencias de 1563.
sidentes .gobernadores., guardando la forma esta­ Q uedas escrib a n o s d e co m isio n es e n tre g u e n los a u to s
o rig in a le s, y no se p a g u en m a s d e u n o s d e re c h o s.
tuida por estas leyes., proveyeren algun oidor, ú
otra persona por .visitador 6 juez para negocios Lo ordenado por l.i ley 24, tít. 3 t) ||b. 2
de sus distritos, ordenen .que guaide.en el <lár y L·· de .este titulo, sobre entregar los escriba­
fianzas Jas leves y ordenanzas reales de estos rei­ nos de comisiones los autos se guarde y cumpla:
nos de Castilla, que en esto.disponen y no ex­ y asimismo si da causa fuere criminal, entreguen
cedan de sm contenido. á los del crimen y no se pagu.p .mas de unos
.derechos.
LEY XX, j .LEY X X V .
I). Felipe II en Aranjuez á 29 deansvie-níbre de 1567. í b Felipe JV en Madrid á 30 de ene 1:0 de 1635.
D. Felipe IV en Madrid ti 51 de,marzo de 1632.
Que la aud ien cia d e S a n to D o m in g o no en víe h e c e s
Q ue ios ju e c e s p r e s e n te n las co m isio n es en los
de co m isió n ico n lra los ve cin o s d ej a 'tierra ade n i, o.
cabildos, y los o id o re s g u a rd c ji las le y e s .
Ordénese á los jueces de comisión, que-en lle­ El presidente y oidores de la audiencia de
gando á los pueblos adonde fueren .enviados, se banlo domingo no provean jueces de conmion
presenten .en los cabildos con las .comisiones que .contra los vecinos de la tierra .adentro, y remitan
llevaren, .para que puedan saber y entendeir el al alcalde mayor lo que se ofreciere no siendo en
tiempo que se han de ocupar en ¡ellas; y poique casos ¡inexcusables y á .costa de los .qne pidieren
los oidores de uueslras audiencias lo censan y¡ juez: con apercibimiento, de que proveeremos de
sin dar cuenta ai corregidor ó justicia , us*p y’ ; remedio y serán condenados en todos dos,darlos y
ejercen .de jincho: Mandamos que guarden las le­ salarios, y nos tendremos por deservido. J
yes y ordenanzas que sobre esto dispone.» ¡sin : U.1X v <4V •
contra vención .alguna* El mismo alií.á 17.de marzo.de .1.627,
LEY XXL Q ue los g o b e r n a d o r e s de. Y u c a tá n n o m b re n los
ju e c e s c o n fo r m e d .esja le y .
JD>. Felipe II a iu á 12 de diciembre de 1567.
in s gobernadores de la proa-roda de Yucatá,
Q ue los ju c o e s o rd in a rio s y ¡de..comisión no conozcan
.de causas p a su d a s.e n d o sa ju zg a d a .
nombran ¡jueces .para diferentes ñausas, y a |„„
nos llevan comisiones de agüeos, grana y L ·
Mandamos que ningún oidor, gobernador ni Inbicion de vender vino á los ¡Indios, y
otro.cualquier juez de comisión, asi dé los proveí­ de remediar .el eseesq, lo venden .ellos
dos .por $os, como ¡nombrados por los vi reyes, y hacen que lomeo otros géneros sin h.l
presidentes y audiencias no pueda,conocer ni co­
menester, y en la cobranza les lucen muchas ve
nozca de ningunos negocios ni causas ¡civiles ó
jaciunes y agravios dignos de remedio: Manda
eriminales.estamlosentenciados y pasadas jas sen mos a los gobernadores, (,Ue n„ pr„vear, ,a'
teñe tas eq autoridad de.cosa juzgada; y si contra
¡ucees; .y.en.caso qne-convenga, sea con muy gra,
lo susodicho conociere, actuare y sentenciare, sea
nulo y de .ningún valor .ni efecto. causa y deliberación, espresa y parllcolar ófdci
para que no vendan .vino a' Ios .¡mlins poniendo
JUEY XXII. lo .por clausula en sus.camisiones, con graves ne
El mismo á 19,de diciembre de 1568. ñas qoe liaran e,ccutae Irremisiblemente cou r
los.culpados cuando den .cuenta de sns comido
Q ue los ju e c e s d e,co m isió n p u ed a n se g u ir d e lin c u e n ­ nes, o .sera cargo de residencia para los goberna
tes f u e r a d e s ú s d i s t r i t o s , y s u s apela cio n es v a y a n
.d ía S a la d e l C r im e n •
dores, los .cuales guarden la ley .36, tít . lib 6

El alcalde del crimen y e! pesquisidor pue­ jJ- Fclipc lie n fc.da¡02 á i ! ,)e „ ovic;„b , 5
den enviar á .quien les pareciere en seguimiento
de los delincuentes, aunque sea fuera del distrito d 4 dciTcbrcco.de I63i.,y ^
de la gobernación del virey, presidente o audien­
Q ue el.g o b e rn a d o r de Y u c a tá n .no p ro v e a ju e c e s
cia de quien fueren enviados, y qsen de sus re ­ ■ g ra n a n i ag ra vio s.
quisitorias como fuere mas conveniente. Y man­
damos, que las justicias las guarden y cumplan; Mandamos ú ios gobernadores de Yucat
qae no provean corregimientos ni alcaldías m
314 Libro vil. Titulo
yorcs de pueblos de indios por ningún tiempo, dolos de asiento, sino á visitar, y con lo proce­
con salario ni sin él, ni en otra forma; y á los que sado se vuelvan, y estos sean elegidos de los
íueren nombrados, que luego se exoneren de ellos mas cristianos y honrados de la república, que
y no los usen ni ejerzan, y eri la contravención no vayan á enriquecer, sino à enmendar los ex­
incurrat) en las penas por derecho establecidas cesos contra leyes y ordenanzas, y guárdenla ley
contra ios qric u>an de jurisdicción sin nuestra 4-5, tit. 3d, lib. 2. Y es nuestra voluntad, que
facultad: y los gobernadores no puedan nombrar particularmente l'even esto á su cargo los oido­
jueces de grana ó agravios, con ningún título res visitadores de la tierra, y lo mismo se guar-
ni color de capitanes de guerra ni otro: guardan - de en jueces de azúcares y matanzas de ganado.
do la ley antecedente, pena de cuatro mil duca
dos para nuestra cámara y fisco; y damos comi­ LEY X X IX .
sión a los oficiales reales de aquella provincia pa­ D. Felipe III en Madrid á 23 de mayo de 1620. Dor»
ra que retengan de los salarios que los gober­ Carlos 11 y la reina gobernadora.
nadores hubieren de percibir la dicha cantidad, Que las v isita d o re s , ju e c e s ó v e e d o re s d e g r a n a te n ­
y á los jueces de grana y agravios, que no usen g a n las calidades que se r e fie r e n , y sien d o n ecesa rio ,
de tales oficios ó comisiones, pena de mi! du­ a fia n c en .
cados, aplicados en ia misma forma, y privación Uno de los mas preciosos frutos que se crian
perpetua de oficio de justicia y de diez años de en nuestras Indias Occidentales, es la grana co­
destierro de nuestras Indias. chinilla, mercadería igual con el oro y plat^, so­
L E Y X X V 1 IÏ . bre cuya bondad, beneficio y fidelidad fuimos
servido de cometer al morques de Guadalcázar,
D. Felipe IV cu Madrid a 5 de junio de 1627, y 20 virey dé la Nueva España,que hiciese junta par­
de febrero, y á 28 de junio de 1650, y á 27 de enero
de 1652. ticular y las ordenánzas convenientes para que
Qhc los re p a rtim ie n to s d e in d io s se co m e ta n d las no se pueda falsificar, mezclar ni adulterar. Y
ju s tic ia s o r d in a r ia s . y d e los ja r e e s d e g ra n a , a zú ­ porque convendrá que algunas veces se envíen
c a r e s y m a ta n za s. veedores ó jueces á que la reconozcan, y enmien­
En la Nueva España seescusen los jueces re­ den los excesos que comenten los tratantes en su
partidores de indios y (os corregidores y alcaldes cria, tráfico y despacho: Ordenamos, que estos
mayores, bagan el repartimiento en sus distritos veedores ó jueces visitadores, demás de las cali­
como se practica en el Ferú: y los vi rey es se­ dades referidas en la ley antecedente, sean per­
ñalen para la distribución al corregidor óalcal- sonas de toda fidelidad, pues han de ser estima­
calde mayor con particular atención al ajusta­ dores y jueces de la bondad de esta materia, y
miento y partes de la persona, á ia cual envíen si conviniere, los obliguen á dar fianzas de que
las otras justicias ordinarias del partido, in­ si bailaren falsedad y no lo manifestaren, ó de­
cluios en aquel repartimiento los indios que to­ jaren de proceder conformes su comisión, ó apro­
caren a su jurisdicción, o cuya costa se va va por baren injustainerite lo que no tuviere la bondad
los indios que dejaren de enviar; y el distribuir­ y calidades que debe tener, lo pagaran de sus
los corrá por la primera mano: y si resultaren bienes, difiriendo la estimación en el juramento
agravios, acudan las partes a! vírey para que !o de los interesados ó fiscal de nuestra real audien­
remedie, guardando la ley 20, iít. 12, lib. 6. Y cia, c imponiendo otras penas criminales perso­
por lo que toca a los pueblos del Marquesado nales y pecuniarias, para que usen su oficio con
del Valle, y otros de señorío particular, guárdese inteligencia y fidelidad.
lo resuelto por la ley 33 del mismo título, si el Visase la le.y 5g, lit. 3, lib. 3, sobre comisiones
virey no considerare mas comodidad en que ha­ contra casados ausentes de sus mugeres.
ga la repartición el corregidor de nuestro realen­ Que no se den comisiones fuera de sus títulos
go o ei del señorío particular. Y por cuanto se á Los corregidores ni alcaldes tnaijores al
ha entendido que los jueces de grana solamente tiempo de su provisión, lar 6, tit. a, lib. 5,
van à emplear en ella, y se quejan los españo­ Que las audiencias despachen ejecutores con
les de que siendo el salario de un corregidor 6 dias y salarios contra los culpados en e x ­
alcalde mayor trescientos Ò cuatrocientos pesos, cesos de tasas, le y 5o, tit. 5, Ub. 6.
suele haber de jueces continuos y ordinarios, tres Qve se excuse el en dar jueces d contar in­
ó cuatro mil pesos: Ordenamos, que convinien - dios y cometa á los ordinarios, ley 6 í , ti­
do enviar algunos jueces, no haya de ser tenién­ tulo 5, lib. 6.
315

TITULO SEGUNDO.
D e los ju eg o s y ju g a d o re s.

LEY PRIMERA. à su gravedad, y que cesen tales juegos y juntas


de gente; valdía, y tan ilícitos y perjudiciales apro­
El emperador D. Carlos en Toledo á 24 de agosto vechamientos; y constando que los gobernado­
de 1529. El mismo y la reina de Bohemia, gobernado­ res, corregidores, alcaldes mayores y justicias
ra, en Valladolid á 12 de mayo de 1551.
ios tienen, amparan ó permiten,' procedan los
Que no se pueda jugat' d los dados, ni tenerlos, y a superiores contra ellos, haciendo justicia con par­
los naipes y otros juegos no se, jueguen mas de diez ticular, ejemplo y demostración; y á los. jueces
pesos de oro en un día. eclesiásticos encargamos, que usen de su juris­
Ordenamos y mandamos 4 nuestras audien­ dicción en cuanto hubiere lugar de derecho, y
cias y justicias de ias Indias, que con mucho cui­ mandan los Sagrados Cánones ( 2),
dado prohíban y defiendan , imponiendo graves
penas, los grandes y excesivos juegos que hay en LEY III.
aquellas provincias, y que ninguno juegue con D. Felipe II en San Lorenzo á 7 de setiembre de 1594.
dados aunque sea á las tablas, ni ios tenga en sti D. Felipe UI en Madrid á 25 de enero de 1609, Don
poder; y que asimismo nadie juegue á naipes ni Carlos 11 y la reina gobernadora.
á otro juego mas de diez pesos de oro en un dia Que, prohíbe el juego d. los ministros togados y d sus
nataral de veinte y cuatro horas, con que mo pa­ ■: mugeres.
se de esta cantidad el mayor exceso, y esto aten­ Algunos ministros togados ( y sus mugeres)
ta la calidad y hacienda de los jugadores; y con debiendo dar mejor ejemplo en todas sus accio­
los demas se guarden las leyes de estos reinos de nes, corregir y castigar excesos, los cometían y
Castilla; y si en contravención de lo susodicho, consentían, teniendo en sus casas tablajes públi­
jagaren mas cantidad en el tiempo referido, pro­
cos., con todo género de gentes, hombres y mu­
cedan contra sus personas y bienes, ejecutando geres , donde de dia y de noche se perdían y
las penas en que incurrieren. Y declaramos, que aventuraban honras y haciendas. Y porque en
las pecuniarias impuestas à los jugadores por le­ materia de tanta consideración; conviene preve­
yes y pragmáticas de estos reinos de Castilla, sean
nir el remedio y cautelar çl daño: Mandamos á
en las Indias al cuatro tanto (i). los vireyes y presidentes de nuestras reales au­
LEY II. diencias, qué si otros casos semejantes á estos su-
cédierení, llamen al acuerdo á los oidores, alcal­
D. Felipe III en Madrid a' 10 de abril de 1609, y a 10 des ó fiscales, y les digan de nuestra parte cuan
de noviembre de 1618. mal nos parecen excesos tan dignos de repren­
Que prohibe las casas de juego, y que las tengan ó sión, y la nota y escándalo que de ellos resultan;
permitan los jueces. y aunque convendría deliberar y resolver sobre
Júntase á jugar en tablajes públicos mucha alguna extraordinaria demostración , se suspende
gente ociosa de vida inquieta y depravadas cos­ el castigo hasta experimentar la enmienda, ad­
tumbres, de que han resultado muy grandes in­ virtiéndoles que con ninguna ocasión permitan
convenientes , y delitos atroces en ofensa de Dios juego en sus casas de caaiquiera cantidad que sea,
nuestro Señor, con juramentos, blasfemias, muer­ y ellos ni sus mugeres no vayan á jugar a otra
tes y pérdidas de hacienda, que de semejantes ninguna; y no siendo bastante á corregirlos, nos
distraimientos se siguen , demasde los desasosie­ avisen para que proveamos 1<> conveniente; y si
gos é inquietudes que se han causado, perturban­ los ministros de justicia fueren á su provisión*
do la paz y unión de la República, por el inte­ los suspendan de oficio.
rés de baratos y naipes; y porque estas juntas, jue­
gos y desórdenes suelen ser en las casas de los go­ LEY IV *
bernadores, corregidores, alcaldes mayores y otras D. Felipe IV en Madrid á 14 de jimio de 1621.
justicias à cuyo cargo y obligación esta el castigo
y ejemplo público, en que también se hallan no­ Que los oficiales de galera tengan el juego en tierra
junto al bajel, y prevengan el peligro de fuego y
tados los eclesiásticos: Mandamos á los vireyes, otros accidentes.
presidentes, audiencias, gobernadores y justi- |
cías, que proveyendo del remedio conveniente y j Mandamos que si en los puertos de las Indias
necesario, hagan castigar y castiguen los delitos I hubiere galeras, los oficiales de ellas no tengan
cometidos en casas de juego y tablajes, conforme tablas de juegos, si no fuere en tierra junto á la
popa y con postas, de forma que no haya luz en­
cendida, y prevengan á los accidentes del fuego
(1) J?or cédula dada en San Ildefonso á 3 de agos­ y otros, en que-pueda peligrar el bajé!.
to de l/4 o , y 17 de diciembre de 1746, se prohibe
tQdo juego de suerte y envite con gravísimas penas;
y últimamente, por otra del Pardo" de 3 de febrero
de 1768, se renovaron estas y otras dos reales cédulas
prohibitivas de juegos de suerte y envite, añadiéndo­ (2) Véase la célebre pragm ática del Sr. D. CaV-
se, que en estas causas conozcan y persigan á los de­ los III dé 6 de octubre de 1771, que debe tenerse
lincuentes las justicias ordinarias. presente.
TOMO II. 79
516 Libro vii. T it. ni.
LEY V. LEY V IL
D. Felipe I tl en Gumiel á 4 de setiembre de 1601.
D. Felipe 111 en Onrtibia tí 2'i de mayo de 1608. En D. Carlos 11 y la reina gobernadora.
Madrid á 2 de marzo de 1613. En Valladolid á G de
Q ue p ro h ib e los ju e g o s en P an anuí y P o rto b e lo .
setiembre de 1615.
Habiendo sido informado queco las ciudades
Que Jos sa rg e n to s m a y o re s gocen d e tos a p ro vech a ­ de Panamá y Portobelo, hay juegas muy largos
m ien to s d e las tablas d e ju e g o en los cu erp o s d e
g u a rd ia .
cuando están en sus puertos las armadas y flotas
de los mares del Norte y S u r, y en otros tiem­
í,os aprovechamientos de juegos, si los hu­ pos del año, yque sé pierden muchas haciendas de
biere en cuerpos de guardia,y con la limitación pasagerosy vecinos, con grave exceso, permiti­
fjue está ordenado, tocan a los sargentos mayo­ do por las justicias en sus casas y otras, sin em­
res, conforme á la ley 26 , tít. 10, lib. 3, y son bargo de que conforme á la obligación de su ofi­
anexos y perteneciente-i á sus plazas, en que no cio lo debían prohibir y remediar: Y porque asi
se inlroduzgan los gobernadores y capitanes ge­ conviene, mandamos muy precisamente á los
nerales; y en cuanto al castellano de Acapulco, i gobernadores, capitanes generales de Tierra-Fir­
se guarde lo que está declarado. me, y presidentes de aquella real audiencia, que
eni.ninguna forma consientan ni permitan jue­
gos en sus casas, ni de los capitanes, sargento
L E Y V I. mayor, oficiales de guerra, justicia, hacienda,
ni en otras ningunas de vecinos, à ellos, ni á pa­
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado- ¡
ra en Toledo á 20 y 22 de noviembre de 1558.' j sajeros ni forasteros en ninguna cantidad por
moderada que sea, ni á soldado fuera del cuerpo,
Q ue los fa c to r e s d e m erc a d ere s n o ju e g u e n , y lós nue : ! de guardia,, y .alli con mucha limitación , y no
con ellos ju g a r e n vu e lv a n lo g a n a d o , con la p e n a d e l con vecinos, ni pasajeros, ni que se lleven coi­
doblo. mas, baratos, ó provechos de las tablas de juego,
pena de suspensión de oficio al que contraviniere
Muchos factores de mercaderes y cargadores * por tiempo de cuatro anos, y jas demás estatui­
de estos reinos, juegan en las Indias à naipes, das por leyes de estos reinos de Castilla, y de esta
dados y otros juegos, con que sucede perder sus* ’ Recopilación y otras, á arbitrio de nuestro, con­
haciendas , y las encomendadas en ofensa de Dios sejo de Indias , y esto mismo se entienda en los
nuestro Señor, grave daño y remedio de los in­ demas puertos de ellas.
teresados, para cuyo perjuicio prohibimos y de­ Que se remedien los juegos de ministros de au­
fendemos, que ningún factor de mercader pueda diencias , ley l ‘\ y tit. 16 , lib* 2 .
jugar, ni juegue en las Indias, á naipes ni dados Que los ministros de justicia y sus parientes y
ni á otros ningunos juegos en q„e intervengan criados no tengan tablajes de juego y aunque
dineros, joyas , ropa ú otras cosas, Y mandamos sea con pretextó de sacar limosnas, ley 75
que los que jugaren con factores , sean obligados' al¡i, .
a volver, y vuelvan lo que ganaren con la pena Que los alguaciles no quiten el dinero á los que
de! doblo, y mas esten por ello treinta dias en hallaren jugando y y puedan depositar la pe­
la cárcel, y lo que así se hubiere ganado, sea na de la le y , ley' ‘2 7, tit. 2 0 , lib. 2 y l·l,
vuelto y restituido a! factor d dueño, d qn;en su tit. 6 , lib. o.
poder hubiere, y aplicamos la pena por tercias Que en las cárceles no se consientan juegos,
partes, camara, juez y denunciador. ley 13, tit* 6 de este libto.

TITULO
De los casados y desposados en E spañ a é I n d ia s 7 que están
ausentes de sus m uyeres y esposas.

ley p r im e r a . casados ó desposados en estos reinos,)* ausente


El « m ir a d o r D Carlos y el príncipe gobernador en los de las Indias, donde viven y pasan, apar­
Valladolid a 19 de octubre de 1544. Y Ja reina tados por mucho tiempo de sus propias inugeres,
Bohemia, gobernadora, allí á 1 de julio de 1550 l. vuélvan á ellos y asistan á lo que es de su obli­
Felipe II eu Madrid á 10 de mavo de 1569. En ?
valearnero ;» 29 de junio de 15*9. D. Felipe 111 gación según su estado: Hemos encargado á los
San Lorenzo á l.° de junio de 1607. A llí á 3 di prelados eclesiásticos, que se informen y avisen
octubre de 1614. á nuestros vireyes y justicias de los que tienen
Q ue j a s casados ó desposados en esto s R ein o s sean
esta calidad, para que los hagan embarcar y ve­
re m itid o s con su s bienes, y las ju s tic ia s lo e je c u te n . nir á estos reinos sin dispensación , ni proroga -
cion de te'rmino, como con mas extensión se con­
Habiendo reconocido cuanto conviene al ser­ tiene en la ley 14 , tit- 7 ,, lib. 1. Y porque es
vicio de Dios nuestro Señor, buen gobierno y justo sacarlos de las provincias donde no puedan
administración de justicia, que nuestros vasallos estar de asiento, ni atender á lo que deben y
De los casàtïos y desposados 517
acostumbran los verdaderas vecinos y poblado­ que vuelvan á hacer vida maridable con sus mu­
res, sobre que está proveído lo necesario para que geres; 3 si para mejor ejecución de la justicia pa­
las audiencias y alcaldes del crimen hagan iai reciere conveniente enviarlos presos, hasta de­
averiguaciones y los remitan á estos reinos, ins­ jarlos'embarcados y entregados al general ó per­
ten y sigan las causas nuestros fiscales, nombren sona que gobernare, se hará asi y suplirán estos
jueces especiales nuestros vireyes y presidentes; gastos de bienes de los reos; y si- habida justa con­
y sin embargo de tantas prevenciones, se detie­ sideración fuere alguno dado en fiado, haciendo
nen muchos que han llevado licencia por tiempo obligación de venir ¿ estos reinos á cohabitar con
limitado, habiéndose cumplido,;y otros que sin su unuger,-dando juntamente fianza ante ei escri­
ella pasaron á aquellas provincias, exceso que no bano de cámara, si fuere en audiencia, ó an te el de
se debe permitir: Ordenamos y mandamos á los su causa, se hará la obligación, no solo de que
vireyes, presidentes, oidores, alcaldes del cri­ vendrá a residir con su muger, sino que en caso
men de nuestras reales audiencias, y á todos los que no lo haga ó se quede en las Indias, pague el
gobernadores, corregidores, alcaides mayores y fiador la cantidad que fuere justó, de forma que
ordinarios, y á otros cualesquier jueces y justi­ el temor de esta pena obligue á no caer en la culpá.
cias de las Indias, Tierra-Firme, puertos é islas,
<jue se informen con mucha especialidad y lodo
cuidado de ¡os que hubiere en su$: distritos , ca­ El emperador D. Cárlos y la princesa gobernadora
en Valladolid-fí ;5:ae:setiembre de 1555. ,
sados ó desposados en estos reinos,y,no habiendo
Qfie los en via d o s p o r ’casados y m erc a d ere s"q u e lie*
llevado licencia para poder pasar à las Indias;, d n e n ter/n ¿no .i im ita d o , no se q u ed e n en el vía g e.
siendo acabado el término de ella,, los. hagan lue­
go embarcaren la primera ocasión, con lodos ..; l)e algunas provincias de¡ las Indias vienen
sus bienes y haciendas , á hacer vida con sus mu- á otras que tienen¡ puqrlos los desterrados por ca­
geres é hijos, sin embargo que digan haber en­ sados y ausentes de¡ sus mugeres, haciendo tránsito
viado, ò envíen por sus mugeres, ó que. en á estos reinos; y ,como: llegan, muchos dias.antes
caso que no las jleven dentro de algun término que haya na> ios en que se puedan embarcar, tra­
cualquiera que sea, se vendra'n á estos reinos, Y tan, y contratan, y contraen créditos y deudas, y
para que con mas prontitud se facilite y ejecute, al tiempo de embarcarse á cumplir su viaje oeur-
es nuestra voluntad, y mandamos á los genéra­ ren tos acreedores.con las obligaciones ante las
les de armadas del mar del Norts y Sur, que por justicias para.qué Jes: hagan pagar; y aunque al­
lo tocante ¿ su jurisdicción a$L lo cumpla» pre­ gunas son verdaderas, otras'son muy cautelosas
cisamente,,. ...... • ..... para tener ocasión de que por ellas los dejen de
embarcar, y protestan que las cobrarán dé los jue­
v ' LEY II. ■. ces;: y; porque con> estos-fraudes no se impida el
I>. Felipe II en el Bosque de Segovía a' .29 de julio .efecto de las leyes: Mandamos, que. en cuanto á
de 1565. En Madrid á 28 de febrero de 1569. Don los que se han de enviar á «estos. reinos por casa­
1 eiipé III e n 1Lisboa a 40; de agosto de 1619 Don dos, se cumpla lo dispuesto sin ningún género de
' Carlos II y la reina gobernadora. excusa: y en lo.que toca à eoutratos, obligaciones
Q ue no se d en licen cia s n i prorrogaciones de tie m p o y deudas que hubieren hecho despues que son
d i o s casados e n esto s r e in o s , sin o f u e r e e n casos mandados venir, ó las que hicieren mercaderes
m u y .raros. y otras personas que tienen término limitadofpaia
Ningún virey, presidente, audiencia, goberna­ venir á estos reinos, se haga justicia, y no por
dor ó justicia» dé ni pueda dar licencia ni pro- esto dejen de ser en viados, siendo ya pasado el
rogacion á ios casados en estos reinos, para po­ tiempo que tuvieren para estar en aquellas partes.
der estar ni residir en lós de las Indias; y si se
ofreciere algun caso tan raro, preciso é inexcu­ 1 LEY Y.
D. Felipe II en Valladolid á 29 de junio de 1592.
sable y forzoso, que nos pudiera mover á dispen­
Qif'e los casados en E sp a ñ a no se e x c u se n d e s e r
sar por algun tiempo, constándoles primero de enviados p o r o ficia les d e cru za d a .
la necesidad que obliga por información cierta
y verdadera, que haga plenísima probanza, pue­ Algunos casados en España, residentes en las
dan dispensar ios vireyes y audiencias con la Indias, cuando son apremiados á venir, procuran
limitación de tiempo que el caso permitiere, so­ oficios de cruzada, y porque se capitula con los
bre que les encargamos las conciencias. tesoreros que puedan llevar algunos casados sien­
do nécesarios, aunque dejen en España á sus nm~
LEY geres, y no se les concede que nombren y ocupen
D. Felipe III en Madrid a 12 de diciembre de 1619. á ios que están en las Indias: Mandamos, que si
D. Carlos II y la reina gobernadora. los tesoreros nombraren casados que estén en ellas,
Que p o n e la f o r m a e n q u e los casados e n E sp a ñ a y tengan en estos reinos à sus mugeres, no dejen
s e r á n e n v ia d o s . de ser enviados por hallarse con tales nombra­
Los casados que pasaren de estos reinos con mientos; y cuando los que fueren á fas Indias en
licencia ó sin ella, si estando en las Indias se ca­ virtud de lo capitulado, hubieren cumplido el
saren viviendo sus mugeres, sean castigados con­ tiempo de su permisión, también sean enviados,
forme á derecho: y los que pasaren con Ucencia y clarase orden para ene no vayan.
habiendo dado fianzas en la casa de contratación L E V ' V I.
de Sevilla de que volverán dentro de cierto tér- El mismo en Madrid á 12 de enero de 1591.
mino, aunque paguen la pena contenida en la Q ue los e n v ia d o s p o r casados d e l P e r ú , no sean
fianza, y presentaren testimonio por donde cons­ su e lto s en T ie r r a - F ir m e ,
te, sean apremiados por prisión y todo rigor, á Sucede eo Tierra-Frme que ios remitidos por
518 Libro vii. Tit. m«
ser casados, y aasenteg <lc sti mugeres, se sueltan LEY IX .
de las cárceles d se les <la lugar á ello, y vuél-
vense à las provincias del Perú, con que no pue* El mismo en Madrid á 28 de marzo de 1620. Don
Felipe IV allíá 15 de noviembre de 1626.
de tener efecto lo ordenado: Mandamos al presi­
dente y oidores de aquella audiencia , que los Q ue so b re v e rific a r los que no so n casados e n e sto s
tengan á buen recaudo y toda seguridad basta r e in o s , se p ro ced a c o n fo rm e d d e re c h o .
Porto helo, donde sean embarcados, puestos en el
Muchas veces se apremia á los casados en
registro y dirigidos á la casa de contratación de
Sevilla, como no se puedan huir ni ausentar. estos reinos á que vengan á hacer vida con sus
mugeres, y se excusan de cumplirlo presentando
LEY VIL ante los vireyes, audiencias y salas del crimen,
D. Felipe 111 en San Lorenzo á 26 de agosto de 1618. informaciones en que prueban que sus mugeres
En Madrid á 19 de noviembre de dicho año. son muertas, y aunque algunas se presumen fal­
Q ue d n in g u n o s casados en la s In d ia s, se de' licencia sas por no poderse averiguar, se les da crédito.
p a r a v e n ir d esto s re in o s sin la s ca lid a d es de esta le y . Y habiéndosenos informado de estos inconvenien­
A ningunos hombres casados en las Indias, se , tes, tuvimos por bien de mandar que no sean ad­
dé licencia para venir á estos reinos, si no fue­ mitidas si no se hubieseu presentado en nuestro
re con conocimiento de causa, y constando p ri­ consejo de Indias, y constando por testimonio au­
mero á los vireyes, presidentes^ audiencias y go­ téntico que han sido vistas y aprobadas en é!, Y
bernadores, que es legítima la que tienen, y con­ porque se ha dudado si por lo susodicho se pro­
siderada la edad de marido y mugér, número'de híbe hacerse en las Indias, ó compre odía solamen­
hijos, sustento y remedio que les queda, y otras te las hechas en estos reinos, por la experiencia
circunstancias que hagan justa la ausencia, y en que ha habido de ser falsas, sobre que parecía
este caso la darán por tiempo limitado, obligán­ haberse tomado está resolución: y sé nos puso
dose, y dando fianzas en la cantidad que parecie­ en consideración, que para casarse segunda vez,
re, de que dentro del término volverán á sus ca­ siendo caso más grave, son admitidas, y se debe
sas, y las obligaciones y fianzas que sobre esto dar fé á las que se hacen eri presencia de los jue­
dieren, juntamente con un libro en que se pon­ ces que ven los testigos y pueden saber el crédi­
ga esta cuenta y razón, harán que todo se guar­ to que se les puede dar, y sería rigor que ha­
de en el archivo de la audiencia, ó ciudad cabe­ biendo pasado á las Indias, despachados por la
za deí distrito, para que pasado el tiempo, se casa de contratación con buena fé, porque sien­
ejecute lo que convenga, y acá se tendrá cuidado do denunciados, declaran que fueron casados, y
de reconocer los que fueren, para que con bre­ ya son viudos, y ofrecen probarlo, no se les ad­
vedad se despachen y vuelvan á hacer vida con mita información y sean enviados á estos reinos
sus mugeres, y nos avisarán en todas ocasiones cuando han introducido su comercio, trato y ve­
de las licencias, tiempo y forma en que las hu­ cindad, mayormente pudiéndose ofrecer tales ac­
bieren dado ( i) . cidentes, que no fuese posible averiguarlo en sus
tierras por haber muerto las mugeres en el ca­
L E Y V IH . mino ó viaje, y tener testigos presentes, junto
D. Felipe II en el Pardo á 2 de diciembre de 1578. con que la costa de enviar á estos reinos era con­
1). Felipe III en Lisboa á 10 de agosto de 1619. siderable: En consideración de lo susodicho, or­
Que los que e stu viere n a u se n te s d e su s m u g e re s en
denamos y mandamos á los vireyes, presidentes,
las In d ia s , v a y a n U h a ce r vida con ellas. oidores, alcaldes del crimen y todas las demas jus­
Todo lo que está advertido y mandado, sobre ticias á quien toca conocer y proceder al cum­
que los casadosen España sean obligados á ve­ plimiento de las órdenes dadas, que en estos casos
nir de las Indias, y ios de aquellas provincias que procedan conforme á derecho. ( 2)
se hallan en España, vuelvan à hacer vida ma­ Que ¡os prelados informen de los españoles ea.
ridable con sus mugeres, es á causa de remediar sados ó desposados en estos reinosj y avisen
el daño que las mugeres padecen en ausencia d los vireyes, presidentes, audiencias y go­
de sus maridos, y obviar otros inconvenientes, T bernadores,, para que los hagan embarcar,
porque no será menos justo que en las Indias y ley i 4-. tit. y, lib. i.
sus Islas, se guarde lo mismo con los que estuvie­ Que los alcaldes del crimen conozcan de las
ren en partes distantes de donde sus mugeres re­ cédulas y provisiones que se dan contra ca­
sidieren, ordenamos y mandamos á los vireyes, sados y extranjerosj aunque vayan dirigidas
presidentes, audiencias y gobernadores, que con al presidente y oidores, ley 14-, tit. 1, lib. 2.
mucho cuidado procuren que todos hagan vida Véase la ley 53, tit. ió , lib. 2 .
con sus mugeres, haciéndolos ir y cohabitar con Que ¿os fiscales procuren se ejecute lo dis­
ellas, usando del mismo rigor que con los casa­ puesto contra ¿os casados en estos reinos que
dos que las llenen en estos reinos.1 residieren en las Indias, ley 33, tit. 18, lib. 2.
Que los vireyes y presidentes nombren jueces
(1) Esta ley so lia mandado observar cu cédula que con especial comisión conozcan de los
de ¿/ ile lebrero de i/9.>, Y antes prevenia lo mismo casados en estos reinos, ley 5g, til. 3, lib. 3,
ja reai orden (lo 8 de abril de 1785, que generalmen­ y d los soldados ausentes de sus mugeres se
te prohibió estas licencias para ir ií España á milita­
ros, milicianos, etc. Pero I* citada cédula debe verse les borren ¿as plazas, ley 18, tít. 10.
cu ios casos que ocurran para resolverles, conforme
á alguna de las ampliaciones que comprende en favor
de milicianos y particulares que con causa lo so­ Véanse las leves 90, tít. 16, lib. 2; la 58, títu­
liciten. lo 3, lib. 3; y la 52, tít. 26, lib. 9.
De los vagabundos y. gitanos, 519
Que los casados ó desposados en estos reinos Que los oidores no suelten ni sien esperas á los
que tuvieren encomiendas, puedan venir por casados, presos, por ausentes de sus mugeres,
sus nwgereSj, ley 28, tU. 9., hb. 6 » ley i 5, tit. 7 de este libro»

-4*0+

D e los vagabundos y gitan os.

LEY P R IM E R A . | curen
ociosos
los vireyes y justicias, que los españoles
se vayan introduciendo en la labor de los
D. Felipe II en Aranjuez á l.° de noviembre de 1568. •
D. Felipe IV en la Instrucción de Vireyes de 1628. campos, minas y otros ejercicios públicos, porque
Q hc no se c o n sie n ta n va g a b u n d o s. á su imitación y ejemplo se apliquen ios demás
TjOS bagabundos españoles que viven entre al trabajo.
indios y en sus pueblos, les hacen muchos da­ LEY IV .
ños, agravios y molestias intolerables, y convie­ E l emperador D. Carlos en Monzon á 3 de octubre
ne que los Yireyes, presidentes y gobernadores de 1533. El mismo y la princesa gobernadora en Va­
hagan guardar y cumplir las leyes 21 y 22, títu­ lladolid á 18 de febrero de 1555. D. Felipe 11 y la
lo *3 , libro 6 , y provean que no puedan estar en- . princesa gobernadora allí á 3 de octubre de 1¡558.
tre lois indios, ni habitar ¿n sus pueblos, con ¡ En Madrid á 15 de enero de 1569.
graves penas que les impongan- y ejecuten «rt ¡ Q ue los esp a ñ o les, m e s tiz ó s e in d io s vaga b u n d o s, se a n
los que contravinieren sin remisión alguna: y | re d u c id o s d p u eb lods,o nyd los h u é r fa n o s y d esa m p a ra d o s
e se c r ie n .
ordenen que hagan asiento con personas à quien !
sirvan, ó aprendan oficios en que se ocupen, y De los españoles mestizos é indios que viven
puedan ganar y tener de que sustentarse por bue­ bagabundos y holgazanes sin asiento, oficio, ni
nos medios; y si esto no bastare ni Jo quisieren otra buena ocupación, procuren los vireyes y
hacer, íos destierren de la provincia, para que presidentes formar algunos pueblos, y que los de
con temor de la pena vivan los demas de su tra­ indios estén separados: infórmense qué hijos, ó
bajo, y bagan lo que deben: y. si fueren oficiales hijas de españoles y mestizos difuntos, hay en sus
de oficios mecánicos <5 de.otra calidad, oblíguen- distritos que anden perdidos, y los hagan reco­
los á emplearse en ellos, ó en otras cosas, de ger y dar tutores que miren por sus personas y
suerte que no anden bagabundos: y. si amonesta­ bienes: á los varones que tavieren edad suficien­
dos no lo hicieren, échenlos dé la tierra. te pongan á oficios, ó con amos, d á cultivar la
tierra, y si no lo hicieren échenlos de la provin­
LEY ÍL cia, y los corregidores y alcaldes mayores lo ha­
13. Felipe II en -ib Instrucción de Vireyes de 1595. gan y cumplan en sus distritos; y si algunos no
D. Carlos 11 y la reina gobernadora.
fueren de edad competente para los empleos re­
<Que ios vagabundos se a p liq u en d tra b a ja r, y . los feridos, los encarguen á encomenderos de indios,
in c o rre g ib le s é in o b e d ie n te s, sea n d e s te rr a d o s .
j repartiendo á cada uno e! suyo hasta que la ten­
Los españoles, mestizos, mulatos y zambai­ gan, para cumplir lo que por esta ley ordenamos:
gos bagabundos, no casados que viven entre los j y provean que las mugeres sean puestas en ca-
indios, sean echados de los pueblos, y guárdense j sas virtuosas, donde sirvan y aprendan buenas
las leyes, y las .justicias castiguen sus excesos con costumbres: y si estos medios ú otros que dicta­
todo rigor, sin omisión, obligando a los que fue­ re la prudencia no fueren bastantes al remedio
ren oficiales á que trabajen en sus oficios, y si no y amparo de estos huérfanos y desamparados,
lo fueren aprendan en que ejercitarse ó se pon­ sean puestos en colegios los varones, y las hem­
gan á servir, <5elijan otra forma de vida,como no bras en casas recogidas, donde cada uno se sus­
sean gravosos 5 la república, y den cuenta á los tente de su hacienda, y si no la tuvieren les pro­
vireyes de todos los que no se aplicaren á algun curen limosnas, que entendido por Nos e! fruto
ejercicio: y por el estrago que hacen en las al­ y buen efecto que resultare y su pobreza, les
mas estos bagabundos ociosos y sin empleo, vi­ mandaremos hacer las que hubiere logar. Y por­
viendo libre y licenciosamente, encargamos á los que asi conviene, ordenamos que si alguno de
prelados eclesiásticos que osen de su jurisdicción los dichos mestizos ó mestizas se quisiere venir
cuanto hubiere lugar de derecho: y si los vireyes, à estos reinos sé le dé licencia.
presidentes y gobernadores averiguaren que algu­
nos son incorregibles, inobedientes ó perjudicia­
les, échenlos de la tierra y envíenlos á Chile, ó D. Felipe 11 en El vas á 11 de febrero de 1581.
Filipinas , ú otras partes. Que lo s g ita n o s, su s m u g e re s, h ijo s y cria d o s, sean
ec h a d o s d e la s In d ia s .
LEY ÏIÏ.
Han pasado y pasan á las Indias algunos gi­
D. Felipe l il e« Aranjuez á 26 de mayo de 1609.
tanos y bagabundos que usan de su trage, len­
Que los v i r e y e s y ju s tic ia s p r o c u r e n a p lic a r á los gua, tratos y desconcertada vida entre los indios,
esp a ñ o les ociosos a l tra b a jo . á los cuales engañan fácilmente por su natural
Con gran destreza y buena disposición pro- simplicidad, y porque en estos reinos de Casti-
TOMO II. 80
520 Libro tu . TítuloY.
I!a (donde Ia cercanía de nuestras justicias aun do se informen y procuren saber si en sus pro -
no basta á remediar los daños que causan) son vincias hay algunos gitanos ó bagabundos ocio­
tan perjudiciales, y conviene que en las Indias, sos y sin empleo, que anden en su traje, hablen
¡>or las grandes distancias que hay de unos pue­ su lengua, profesen sus artes y malos tratos,
blos á oíros, y tienen mejor ocasión de encubrir hurtóse invenciones, y luego que sean hallados
y disimular sus hurtos, apliquemos el medio mas los envíen a estos reinos, embarcándolos en los
eficaz para librarlas de tan perniciosa común i- ¡ primeros navios cotí sus mugeres, hijos y cria-
cacion, y gente mal inclinada: Mandamos á los dos, y no permitan que por ninguna razón ó
vireyes, presidentes, gobernadores y oirás cua- causa que aleguen,' quede alguno en las Indias
lesquier justicias nuestras que con mucho cuida- ni sus Islas adyacentes.

TITULO QUIMTC.
0 c los m u latos , negros , b e rb e risc o s, é hijos de indios.

LEY P R IM E R A . esclavos, habidos en matrímonto con Indias, son


I). Felipe 1J en Madrid a 27 de abril de 1674. A o de exentos de pagar el tributo personal, sin embar­
Íroslo de 1577. En Burgos a 21 de octubre de 1592. go de que alegan quenosoo indios, y ha pare­
(lite tus negros x negras, mulatos y mulatas libres, cido que estos son obligados á. tributar como, los
paguen tributo al rey. indios, y que las audiencias, provean que asi se
Much os esclavos y esclavas, negros y negras, baga ( 2).
muidlos y mu'alas , que han pasado á fas Indias,
y otros que lian nacido y habitan en ellas, han LEY III- '
adquirido liberfad, y tienen granjerias y. hacien­ El mismo en San Martin de la Yoga á 29 de abri^
da , y por vivir en nuestros dominios, ser man­ de 1577.
tenidos en paz y justicia, haber pasado por es­ Que los mulatos y negros libres, vivan con amos
clavos, bailarse libres, y tener costumbré los conocidos, para que se piieddn cobrar sus tribuios ,
negros de pagar en sus naturalezas tributo en Hay dificultad en cobrar los tributos de ne­
mucha cantidad, tenemos justo derecho para que gros y mulatos libres, por ser gente que no tie­
nos le paguen, y que este sea un marco de plata ne asiento ni lugar cierto, y para esto conviene
en cada un año, mas d menos, conforme á las obligarlos á que vivan con amos conocidos, y no
tierras donde vivieren, y le pague cada uno en los puedan dejar, ni pasarse á otros sin licencia
Jas granjerias que tuviere. Y usando de la facul­ dé la justicia ordinaria, y que en cada distrito
tad que nos compete, como á Rey y Señor de ¡ haya padrón de todos, con expresión de sus nom­
todas las ludias Occidentales y sus Islas, man­ bres, y personas con quien viven, y que sus
damos i nuestros vireyes, presidentes’, audien­ amos tengan obligación de pagar los tributos á
cias y gobernadores , que en sus distritos y ju­ cuenta del salario que Ies dieren por su servicio;
risdicciones repartan ú todos los negros y negras, y si se ausentaren de ellos , den luego noticia á
muíalos y mulatas libres que hubiere, la can­ la justicia, para que en cualquier parte donde
tidad que conforme á lo susodicho les pareciere, fueren hallados, seaa presos y vueltos á sus amos
y con que buenamente nos puedan servir por sus con prisiones, y apremiados á vivir, de forma
personas, haciendas y granjerias en cada un año, que haya cuenta y razón: Mandamos á las vire-
y luego den relación del repartimiento á nuestros yes y justicias, que asi lo ordenen y provean (3).
oficiales reales de la provincia , para que lo co­
bren como hacienda nuestra, y pongan en la ca­ LEY IV.
ja real, haciéndose cargo de lo que montaren, so­ D. Felipe III en Valladolid ú 29 de noviembre
bre que Ies den todo el favor necesario. Y porque de 1602.
este repartimiento no podrá ser igual, sino con­ Que tos negros y mulatos libres, trabajen en las <
forme à la hacienda de cada uno, de que habrán minas y sean condenados d ellas por los delitos que
de ser libres los pobres, y en e! persona! los vie­ cometieren.
jos, niños y mugeres que no tuvieren casa ni Los vireyes y ministros á cuyo cargo estu­
hacienda, proveerán las audiencias lo que fuere viere el gobierno de la provincia, ordenen que
justicia j conforme á derecho ( t). los negros y mulatos libres y ociosos qae no tu­
vieren oficios, se ocupen y trabajen en la labor
L E Y II. de las minas ; y los condenados por delito^ en al­
D. Felipe H á 18 de mayo de 1572, V á 23 de mayo
de 1575. gun servicio lo sean á este: y fuera de la comida
Que los hijos de negros libres ó esclavos, habidos en y vestido 7 lo que dieren los mineros por el ser­
matrimonio con indias, deben tributar. vicio y trabajo de los que asi fueren condenados,
liase dudado si los hijos de negros libres ó
(i) Los mulatos que sirven en las milicias provin­ (2) Lo misino dispone la ley 8, tít. 5, Iib. 6.
ciales están exentos de pagar tributo según el artí­ (5) Encargado su cumplimiento por e! artícu­
culo L>9 de la Ordenanza de Intendentes de Nueva lo 158 de la Ordenanza de Intendentes de Nueva
t.spaña, España.
De los mulatos y negros 521
«encobre y aplique á nuestra real hacienda , en la f: si algún negro.ó negra, ú otros cualesquiera te­
forma que pareciere mas conveniente. nidos por esclavos, proclamaren á la librelad,
los oigan y bagan justicia y provean que por
l e y ;v. esto no sean maltratados de sus amos (4 ).
E] emperador D. Carlos y el cardenal gobernador, en
Se.villa à 41 do mayo de 152/. La emperatriz gober­ LEY IX .
nadora en Valladolid á 20 de julio de 1558. El mismo
emperador, y el cardenal gobernador, en Fuensaiida D..Felipe III allí á 17 de diciembre de 1614.
á 26 de octubre dé 1541. ; Q ue n in g u n o pu ed a c o n tr a ta r e n P a n a m á con los
. escla vo s a se rra d o re s n i d e esta n cia s.
Que se p r o c u r e que l o s ‘n e g r o s ca sen con n e g r a s, y
los escla vo s no se a n lib re s pcir h a b erse casado. Tienen los vecinos de Panamá parte de sus
haciendas en. el trato de aserrar madera para
Procúrese en lo posible que habiendo de ca­ tablazón y fábrica de navios, y hacer rozas de
sarse los negros, sea el matrimonio con negras. maíz, arroz y otras legumbres con esclavos en
Y declaramos que estos y los demas que fueren las estancias de Chepo, -Rio Mamón i y otra* par­
esclavos, no quedan, libres por ;haberse casado, tes de su contorno, y en Chiman, l\io de Bal la-
annque intervenga para esto la voluntad de sus no y algunas islas, donde los vecinos y mercadc-
amos. res españoles, mestizos, indios, mulatos y ne­
EY V I. ' gros horros, que no tienen tales granjerias , van
D. Felipe II en Madrid a' 31 de marzo de 1565. á tratar con los esclavos aserradores y de estan­
Que v e n d ié n d o se h ijo s d e españoles y n e g r a s, s i su s cias, comprándoles tablazón , maíz,; arroz y fru­
p a d r e s los q u is ie r e n c o m p ra r , sea n p r e fe r id o s . tos de las cosechas, c.n que se cometen delitos, y
Algunos españoles tienen hijos en esclavas, da ocasión á hurtos y robos manifiestos é inquie­
y voluntad de comprarlos para darles libertad: tudes: para cuyo remedio mandamos, que nin­
Mandamos que habiéndose de vender, se prefie­ guno pueda contratar con los esclavos aserrado­
ran los padres que los quisieren comprar para es­ res, ni de estancias ó labranzas en tablazón, arroz,
maíz, ni otros frutos que se guardan, pena de
te efecto.
que por la primera vez sean condenados en cin­
■LEY V il. cuenta pesos, repartidos por tercias partes, á
El emperador don Carlos v el príncipe gobernador, nuestra real cámara , denunciador y reparo de
«n Madrid á 14 de noviembre de 155L. D. Felipe II las puentes y carnicerías de la dicha ciudad, y
en San L orenzo! 14 de,junio de 1589.. D. Carlos 11 por la segunda sea ia pena doblada y dester­
y la reina gobernadora. rado.
Q ue b s fieg ro s y ;n e g ra s lib res ó escla v o s , n o se
s ir v a n d é in d io s n i in d ia s. LEY X.
Prohibimos en todas las partes de nuestras D. Felipe IV en Madrid á 21 de julio do 1623.
Indias que se sirvan los negros y negras, libres Q ue se m ir e p o r e l tr a ta m ie n to de los m o re n o s lib r e s ,
y g u a r d e n su s p r e e m in e n c ia s .
d esclavos, de i odios ó indias, como se contiene
en la ley 16, til. 12 , Hb; 6 , y porque hemos en­ Los morenos libres de algunos puertos,que no
tendido que muchos negros tienen á las indias siendo labradores se ocupan en la agricultura, y
por mancebas, ó las tratan mal y oprimen, y con­ todas las veces que hay necesidad de tomar la s
viene á nuestro real servicio y bien de los indios, armas en defensa de ellos proceden con valor, y
poner todo remedio ú tan grave exceso: Ordena­ guardando los puestos señalados por los oficiales
mos y mandamos que se guarde esta prohibición, de guerra arriesgan sus vidas, y haceu lo que de­
pena de que si el negro ó negra fueren esclavos, ben en buena milicia, acudiendo á las faginas y
le sean dados cien azotes públicamente por la cosas necesarias á la guerra y defensa de los cas­
primera vez, y por la segunda se ie corten las tillos y fuezas, deben ser mu y bien tratados pol­
orejas; y si fuere libre, por la primera vez le sean ios gobernadores, éaslellanos y capitanes genera­
dados cien azotes, y por la segunda sea dester­ les, pues están á su cargo, y gozar de todas las
rado perpetuamente de aquellos reinos: y al al­ preeminencias que se les hubieren concedido,
guacil ú otro cualquier denunciador asignamos guardando lo que acerca del servicio de ios cas­
diez pesos de pena, los cuales le sean pagados de. tillos y fortalezas y tragin desús pertrechos es­
eualesquier bienes que se hallaren de los negros tuviere ordenado en cada ciudad ó puerto, que asi
ó negras delincuentes , ó de gastos de justicia si es nuestra voluntad.
no los tuvieren. Y ordenamos que los dueños de
esclavos <5esclavas no les consientan , ni den lu­
LEY XI.
EJ mismo allí á 19 de marzo de 1625.
gar á que tengan indios ni indias, ni se sirvan de
Que a los soldados d e la co m p a ñ ía d e ios m o re n o s li -
ellos, y cuiden de que ási se haga, peni de cien b re s de T ie r r a F irm e , se les g u a r d e n su s
pesos, en que no puedan alegar ignorancia, ni p re e m in e n c ia s .
falta de noticia: y nuestras justicias reales tengan La compañía de morenos libres de Panamá,
t*f mismo cuidado respecto de los negros y negras acude á todas las ocasiones que se ofrecen de nues­
libres. tro real servicio, muy á satisfacción de los go-4
LEY V IH .
El 0111 eiador O. Car bis, y el cardenal gobernador, (4) Consecuente con la humanidad de esta ley es
en Madrid á 15 de abril de 154U. la cédula de 51 de mayo de 1789, que alivia mucho
Q ue las audiencias o ig a n y p r o v e a n ju s tic ia d lo s la suerte de ios infelices esclavos; y aunque en el
q u e p ro c la m a re n d lib e rta d . teatro de la legislación se afirma que se mandó reco­
ger en la audiencia de Guatemala, no hay la menor
Ordenamos é nuestras reales audiencias, que notioía de semejante novedad.
522 Libro Til. Tit. v .
bernadores, haciendo las trincheras y acudiendo la tercera también las pierdan* y si fuere escía-
á las guardias ordinarias de día y de noche , y se %'0, les sean dados cien azotes: y si Ubre, dester­
Ies ha fiado siempre el cuerpo de guardia princi­ rado perpetuamente de la provincia; y si se pro­
pal , y dado socorro corno á los demas soldados, bare que algun negro ó loro echó mano á las
que van de otras partes en ocasiones de guerra: armas contra español aunque no hiera con ellas,
Ordenarnos y mandamos al gobernador y capitán por la primera vez se le den cien azotes y clave
general de Tierra-Firm e, que les guarde y haga la mano; y por la segunda se la corten, y sino fue­
guardar las preeminencias que hubieren gozado, re defendiéndose y , habiendo echado primero
y en las ocasiones se2n socorridos como los demas mano á la espada el español.
soldados que sirvieren en aquella tierra, y en to­
do !o posible los ayude y favorezca. L E Y X V I.
D. Felipe IV en Madrid á 30 de diciembre de 1665.
LEY X II. Q ue los esclavos, m estizo s y m u ta to s d e v ir e y e s y
El em perador D. Carlos y el principe gobernador en m in is tr o s , no tra ig a n a rm a s, y tos d e alguaciles m a­
Valladolid á 4 de abril de 1542, y o r e s y o tro s las p u e d a n tr a e r .
Que los n e g ro s n o a n d en d e n o ch e p o r la s ciudades t Mandamos á los vireyes, presidentes y oido­
Por los grandes danos é inconvenientes expe­ res que no permitan á los esclavos, mestizos y
rimentados de que los negros anden en las ciuda­ mulatos que los sirvieren ó á sus familias, traer
des, villas y lugares de noche fuera de las casas armas, guardando las prohibiciones generales. Y
de sus amos: Ordenamos que las justicias no lo declaramos, que no se comprenden los mulatos,
consientan, y las ciudades, villas y lugares, ca­ esclavos ni mestizos de los ministros de justicia,
da una en su jurisdicción, hagan ordenanzas so­ como alguacil mayor y otros de este género, á
bre esto, con las penas convenientes y necesarias, los cuales las permitimos porque les asisten y
las cuales siendo hechas, y acordadas (como man­ necesitan de ellas para qae sus amos puedan ad­
damos que lo sean) con parecer de los presiden­ ministrar mejor sus oficios.
te y oidores de la audiencia de aquel distrito,1
sean guardadas, cumplidas y ejecutadas por nues­ LEY xvn.
tras justicias, Ei mismo.allí á 8 de agosto de 1621.
Que en C artagena no tra ig a a rm a s n in g ú n esclavo ,
LEY X III. ■ aun q u e sea acom pañando d su amo.
D. Felipe IV en Madrid ¡í 31 de diciembre de 1645. En la ciudad de Cartagena hay muchos ne­
Q ue las ju s tic ia s te n g a n cuidado so b re p ro c e d im ie n ­ gros y mulatos por cuyas inquietudes han suce­
tos de ¿os esclavos, n eg ro s y p erso n a s in q u ie ta s. dido muertes, robos, delitos y daños causados de
Nuestros vireyes, gobernadores y capitanes haberles consentido las justicias traer armas y
generales, presidentes y oidores, jueces y justicias cuchillos por favorecidos ó esclavos de. ministros
observen siempre con toda advertencia y desve­ de la inquisición, gobernadores, justicias, esta­
lo sobre los procedimientos de los esclavón, negros do eclesiástico y prpfesion militar,.con cuyo.am­
y otras cualesquier personas que puedan ocasio­ paro hacen muchas libertades en perjuicio de la
nar cuidado y recelo, y prevengan con destreza paz pública: Mandamos que ningún esclavo trai­
los daños que pueden resultar contra la quietud ga armas ni cuchillo, aunque sea acompañando
y sosiego público en que deben estar muy ins­ á so amo, sin particular licencia nuestra, y que
truidos y recatátios. por ninguu caso se tolere ni disimule, estando
advertidos los gobernadores, que se Ies hará car­
LEY X IV . go en sus residencias, y castigará severamente
D. Felipe lí á 19 de diciembre de i568, Y l.° de di­ cualquier descuido á omisión: y en cuanto à los
ciembre de 1573,
negros de inquisidores se guarde la concordia.
Q ue los m u la to s y zam baigos no tr a ig a n a rm a s, y
los m estizo s las p u ed a n tr a e r can licen cia . LEY X V III.
Ningún mulato ni zambaigo traiga armas, y D. Felipe IV allí á 4 de abril de 1628.
los mestizos que vivieren en lugares de espauo- Q ue tos m in is tr o s d e las In d ia s no d e n licen cia p a ra
Iles y mantuvieren casa y labranza, las puedan tr a e r n e g r o s con a rm a s.
traer con licencia del que gobernare, y no la den Ordenarnos á los vireyes, presidentes, audien­
n otros. cias, gobernadores, corregidores y alcaldes mayo­
res, que no den licencias á ningunas personas
El emperador D. Carlos y el principe gobernador en de cualquier estado y calidad para traer negros
Madrid a 19 do noviembre de 1551. En Toro á 18 de con espadas, alabardas ni otras armas ofensivas
febrero, y en Monzoti de Aragón á 11 de agosto ni defensivas, y si contravinieren se les haga
de 1552. cargo en sus residencias, é impongan las penas
Q ue los n eg ro s y loros lib res ó escla v o s, n o tra ig a n en que hubieren incurrido por esta causa.
arm a s.
Los negros y loros libres ó esclavos, no pue­ LEY X IX .
dan traer ningún género de armas públicas ni se­ El mismo allí á 21 de julio de 1623.
cretas, de dia ni de noche, salvo los de las justi­ Q ue los ra n c h e a d o re s no m o le ste n á ¡os m o ren o s
cias (como se declara en la ley siguiente) cuan­ lib res q u e e s tu v ie re n pacificos.
do fueren con sus amos, pena de que por la pri­ Los rancheadores nombrados por las justi­
mera vez las pierdan y sean del alguacil que las cias para ranchear negros cimarrones, entran con
aprehendiere: y por la segunda, demás de haber­ este título en las casas de los morenos ho«r>s de
las perdido, estén diez dias en la cárcel: y por la Lia de Cuba y otras partes, asien ciudades
Be los mulatos y negros. 325
como en estancias* donde hacen sas labranzas con cimarrones y estuviere ausente menos de
quietos y pacíficos, y sin poderlos resistir les ha* cuatro meses, le sean dados doscientos azotes por
cea muchas extorsiones y molestias, con grande la primera vez; y por la segunda sea desterrado
libertad* de dia y de noche, llevándose los caba­ del reino: y si hubiere andado con cimarrones le
llos, bestias de servicio y otras cosas necesarias á sean dados cien azotes mas.
sus labranzas: ¡Mandamos á los gobernadores que Si anduvieren ausentes del servicio de sus
provean de remedio conveniente á los daños re­ amos mas de seis meses con los negros alzados, ó
feridos y hagan justicia á los morenos, para que cometido otros delitos graves, sean ahorcados,
no reciban ninguna molestia ni vejación de ios hasta que mueran naturalmente.
cancheadores. Cualquier vecino ó morador de aquella pro­
LEY XX. vincia, ó que tuviere en administración su ha­
1). Felipe 11 en el Pardo á í2 de setiembre de 1571.
cienda, si se le fuere ó ausentare negro ó negra
del servicio, tenga obligación á lo manifestar y
Que cuando se h u b ie re n d e re d u c ir n e g ro s c im a r ­
ro n e s , sea e n la f o r m a y con el r e p a r tim ie n to q u e
declarar dentro de tercero dia ante el escribano
esta le y d eclara. de cabildo de la ciudad.
Y si el amo del negro no lo manifestare den­
Los vireyes, presidentes y gobernadores, pro­
curen siempre allanar á los negros cimarrones, tro de! dicho tiempo, incurra en pena de veinte
poniendo en su reducción la diligencia posible, y pesos de oro, aplicados por tercias partes al juez,
siendo necesario nombren para esto capitanes de denunciador y obras públicas: y el escribano de
experiencia, y el gasto que se hubiere de hacer, cabildo no lleve ningunos derechos por la mani­
donde no hubiere aplicada alguna imposición ó festación; y si no la asentare, incurra en pena de
hacienda,se reparta en esta forma: la quinta par* dos pesos para ios presos de la cárcel, y tenga un
te de nuestra real Hacienda; y las otras cuatro libro aparte donde asiente las manifestacio­
n e s ^ ).
entre los mercaderes, vecinos y otros que pue­
dan recibir beneficio y aprovechamiento en ío LEY’ X X I I .'
referido por la orden que al virey, presidente El mismo allí à 22 de junio de 1574. D. Carlos 1Ï y la
reina gobernadora.
d audiencia del distrito pareciere, y de los negros
Q ue en la red u cció n d e lo s n e g r o s c im a r ro n e s p o r
aprehendidos en la reducción que fueren princi­ g u e r ra ó p a z, se g u a rd e lo que e sta l e y d isp o n e .
pales y también de ios libres se hará y adminis­
trará justicia ejemplar, y los demas serán vuel­ Ordenamos y mandamos, que si cualquier
tos à sus dueños, pagando la parte que pareciere persona libre, blanco, mu'ato ó negro prendie-
parà las costas y gastos de la facción, guardando re negro ó negra cimarrón, que hubiere estado
en todo las leyes de este título; y los que ntp huido ó ausente de! servicio de su amo tiem­
tuvieren dueño y fueren mostrencos, se aplicará?) po de cuatro meses, no averiguándose haber sido
a nnestra real Hacienda, pagándose de ella la llevado por fuerza, sea del que !e prendiere, si
misma parle que se mandare pagar á los dueños su amo no le hubiere denunciado ó manifestado,
V para el mismo efecto: y loque en nuestro nom* y pueda hacer de él de allí adelante lo que qui­
**rt?y Ppr ios dueños de aquellos esclavos se pa­ siere y por bien tuviere: y lo mismo se guarde
gare, bájese del repartimiento prorata. si el negro ó negra cimarrones fueren libres, con
calidad y obligación de traerlos á la ciudad, ca*
LEY XXL beza del distrito, y manifestarlos ante la justicia,
i>. Felipe II allí á 11 de febrero de 1571, Y 4 de para que se averigüe el tiempo que han andado
agosto de 1574. ausentes y sean castigados conforme á lo ordena*
Que lo s n e g r o s fu g itiv o s c im a r ro n e s y d e lin c u e n te s , do: y si el aprehensor quisiere mas cincuenta pe­
sean ca stig a d o s y su s p en a s. ses en plata ensayada, que al negro ó negra
aprehendidos, se le de'u y paguen de los propios y
En la provincia de Tierra-Firme han suce­ rentas de la ciudad, y habiéndolos castigado se­
dido muchas muertes, robos y daños hechos por gún los delitos que hubieren cometido y dispues­
los negros cimarrones alzados y ocultos en los to por estas leyes, si la pena no fuere de muerte
términos y arcabucos; Y para remediarlo man­ queden por esclavos de la ciudad, y si el aprehen­
damos, que al negro ó negra ausente del ser­ sor fuere esclavo adquiera a! negro ó negra al
vicio de su amo cuatro dias, le sean dados en el dominio de su amo conforme á derecho.
rollo cincuenta azotes, y que esté allí atado desde Si el negro ó negra cimarrón de cuatro me­
la ejecución hasta que se ponga el sol: y si es­ ses que fueren presos, pareciere á ia ciudad que
tuviere mas de ocho dias fuera de la ciudad una convienen y son necesarios para guias y rastros
legua, le sean dados cien azotes, puesta una cal­ contra los dernas negros cimarrones, pueda la
za de hierro al pie con un ramal, que todo pese ciudad tomarlos para sí pagando a! apreliensorlo
doce libras, y descubiertamente la traiga por tiem que tasare ia justicia de aquella ciudad, y perso­
po de dos meses y no se la quite pena de dos­ nas puestas por ella para este efecto, conforme
cientos azotes por la primera vez; y por la segun­ al valor y disposición del negro c> negra.
da otros doscientos azotes, y no se quite la calza Si el negro ó negra cimarrones fueren pre­
en cuatro meses, y si su amo se ia quitare incurra sos y encarcelados, y se averiguare haber come*
en pena de cincuenta pesos, repartido por tercias
partes iguales qoe aplicamos al juez, denuncia­ (5) En real orden de 15 de agosto de 4789, se
dor y obras públicas de !a ciudad, y el negro dirigió una real cédula d e 5 i de mayo del mismo año,
tenga la calza hasta cumplir el tiempo, de que ya se ha hecho mención , la que es un regla­
mento de! trato, educación y ocupación do los escla­
A cualquier negro ó negra huido y ausente vos, cuya observancia puntual sería de desear en be-
áel servicio de su arno, que no hubiere andado neücio de la humanidad,
TOMO II. 8i
524 Libro vil. Titulo v.
I i «lo de i i lo, por eí cuál conform e ú las leyes y recho merecieren; y si menos de cuatro meses es­
ordenanzas merezca y se ejecute pena de m uer­ tuvieren ocultos, se {es dé la pena conformé ú la
te, tenga la ciudad obligación á dar de sus pro­ calidad del delito.
pios y rentas los cincuenta pesos referidos en El que tratare ó comunicare con negro ci­
piala ensayada a! que lo aprehendió: y lo mismo marrón, ó le diere de comer ó algún aviso, ó aco­
sí; guarde si la pena que en el negro ó negra se giere en su casa y no lo manifestare luego, por
ejecutare fut re m enor que de m uerte, si esta fue­ el mismo caso, si fuere mulato ó mulata, negro
re causa de que m uera, porque el aprehensor no 6 negra, libre ó cautivo, haya incurrido en lá
quede sin prem io. misma pena que merezca el negro ó negra ci «
l£n caso que los negros ó negras cim arrones marrón, y mas en perdimiento de la mitad desús
no hubieren andado huidos cuatro meses, se dé al bienes s¡ fuere libre, aplicados a gastos de la guer­
que los huid- re aprehendido, lo que por ordenan­ ra contra cimarrones; y siendo español, sea des­
zas de las ci mi a des ó donde no las hubiere, por terrado perpetuamente de todas las Indias, demas
m oderación de la,justicia y tasadores se le debe de las penas que por derecho mereciere.
dar conform e al tiempo de su ausencia, lo cual pa­ Porque los negros cautivos no tengan ocasión
gue su atrio;, pero si el negro ó negra no se hubie - de ausentarse del servicio de sus amos, con pretes-
ren huido de su voluntad y los hubieren lleva­ lo de que van en busca de negros cimarrones para
do cim arrones por fuerza y lo p robare su amo, prenderlos: Mandamos, que ningún esclavo pue­
se de'n al que le hubiere aprehendido cincuenta pe da ir ni vaya sin licencia de su amo, y de !á jus­
sos de [data ensayada en prem io de la prisión, ticia á buscar cimarrones; y si fuere sin el ella,
si hubiere estado mas de cuatro meses ausente: no haya premio por los que hubiere a prehendido,
Y si menos do este tiem po hubiere estado huido, si no fuere yendo por agua, yerba ó leña, ó á
desde el dia que lo llevaron por fuerza hasta que otra parte por maridado de su amo.
fue [ircso, pagúesele por el dueño del esclavo, lo El negro ó negra que voluntariamente se
que por ordenanzas ó moderación de la justicia, huyere del servicio de su amo, aunqutvdéspues se
y tasadores constare y pareciere, conform e al vuelva de su voluntad y trajere presos á otros ne­
tiem po de la ausencia; y si no lo quisiere pagar, gros cimarrones, no consiga por esto libertad ni
sea el negro o' negra del aprehensor; y en c u a l­ otro premio, y sea castigado conforme á las orde­
quiera de los casos referidos tenga obligación el nanzas, y los que trajere presos sean para la ciu­
que aprehendiere á los llevar y poner en la cárcel dad, siendo cimarrones de cuatro meses.
y m anifestarlos auto la justicia; y si no io hicie­ Atenlo ai gravamen impuesto al escribano
re asi no pueda llevar ningún prem io por la p ri­ de cabildo, de que tenga libro aparte para ma­
sión, y vuelva loque hubiere llevado con otro ta n ­ nifestaciones de negros huidos, y. que lo hadó
to mas, aplicado para gastos contra cim arrones, é YiVitar sin llevar derechos: En consideración de
in cu rra en las penas de derecho. c.áio, y por »er dependiente del cabildo, manda­
l'.l negro ó negra cim arrón que en cu alq u ier mos que los negocios y causas tocantes á negros
tiem po se viniere de su voluntad del m onte à la cimarrones, de que se hubiere denunciado ó avi ­
ciudad, y trajere consigo otro negro ó negra sea sado a las justicias ordinarias de la dicha ciudad,
¡ibre; y.ios que trajere esclavos de ia ciudad, y pasen ante el escribano que lo fuere de cabildo,
del am o -del negro que los trajere, por m itad, y y no ante otro ninguno, y haya por esta razón
ejecútese en ellos la pena que m erecieren, y por los derechos que debiere percibir; y si ante otro
cada negro se le den al que los trajere veinte escribano se comenzare, sea obligado á entregar­
pesos demas de la libertad; !o cual se entienda lo a! escribano de cabildo, con los derechos que
de los negros que han anda tío huidos cuatro me? hubiere llevado y apremiado á ello.
ses; y sí el tiem po fuere menos, se le dé el premio
conform e à ordenanzas y tasación, con que el ne­
L E Y X X III.
El emperador D. Carlos, y el cardenal gobernador,
gro cim arrón que viniere de su voluntad y trajere en Madrid á 15 de abril de 1540.
á o tro , no hubiere andado huido mas de cuatro
Q ue no se ejec u te e n los n e g ro s c im a r ro n e s la p e n a
meses; y si fuere menos tiempo, sea libre como que esta le y p ro h íb e .
dicho es; pero el traido en este caso no sea de la Mandamos, que en ningún caso se ejecute en
ciudad, sino del amo del negro que de so volun­ los negros cimarrones la pena de cortarles las
tad vino, y la ciudad no pague los cincuenta pe­ partes, que honestamente no se pueden nombrar,
sos de prem io; y si no fuere perdido el negro tra i­ y sean castigados conforme á derecho y leyes de
do, lleve el amo el prem io que él habia de hab er. este libro.
A cualquiera persona que avisare de algun LEY ^X X IV .
negro ó negra cimarrón , y no lo pudiere pren­ El mismo allí á 7 de diciembre de 1540. D. Felipe 11
der, y por su aviso y orden fuere preso, se le dé en el Pardo á 12 de enero de 1574.
la tercia parte riel premio que llevare e! que eje­ Que p o r u n a v e z p u e d a n se r p e rd o n a d o s los n e g r o s
cute la prisión, y las otras dos tercias parles al c im a r ro n e s.
que lo aprehendiere. Damos poder y facultad á los presidentes y
Si algun mulato, mulato, negro d negra per­ oidores de nuestras reales audiencias, para que
suadiere y aconsejare á esclavo ó esclava, que si dentro del tiempo que asignaren á ios negros
se esconda, y lo tuviere oculto los cuatro meses cimarrones alzados vinieren de paz, y se redu­
para efecto de manifestarlo despues, y haberlo jeren á obediencia, ó algunos de ellos les pue­
por suyo, en tal caso los unos y los otros iucur- dan perdonar por una vez Jas penas en que hu­
ran en pena de muerte natural; y si los oculta­ bieren incurrido por haberse ausentado y alza­
dores fueren españoles, sean desterrados de todas do del servicio de sus amos, y obediencia á nues­
las Indias, demas de las otras penas que por de­ tras justicias.
Be los mulatos y negros 525
y d e r r a m a s , son obligados ¡os vecinos dueños de
El mismo en San Lorenzo á 23 de mayo de 1578. c u a drilla s de negros á t e n e r en ella casa p o b la ­
D. Carlos 11 y la reina gobernadora. da , con a r m a s y ca b allo : los casados con sus hi­
S o b re ocultación de. soldados c o n tra cim a rro n e s o jos y m u g e r e s , y los solteros p o r sus personas.
eselavos, que se vienen p o r te m o r d e l ca stig o , y que Y es n u e s tra v o lu n ta d , que si alguno no lo c u m ­
los ociosos s ir v a n en esta s fa c c io n e s , y se g u á rd e lo p lie re y tu v ie r e poblada estancia de ta b a c o , se
re su e lto en cu a n to ti las arm a s.
le ec h en los n eg ro s de todos sus té rm inos y j u ­
M andarnos que n in g ú n vecino n¡ r esid e n te en risdicción: y los que de n u ev o v inieren no p u e ­
T i e r r a - F i r m e , donde con m as frecuencia sucede dan a s e n ta r es tancias sin licencia de) cabildo de
n i en otras pa rte s, e n c u b r a ni oculte á soldado aquella ciudad , pena de v ein te pesos p a r a núes*
q u e a n d u v ie r e en la g u e r r a co n tra cim a rro n e s, tra ca m a ra y gastos de j u s t ic i a , d e s p o b la r la es­
n i le tenga en su casa ni en el cam po escondido, tancia y d e s te r r a r los negros. Y m a n d am o s , q u e
y si llegare á a lg u n hato ó estancia, sea echado las cu a d rilla s se reg istre n y m a nifiesten ante* el
d e allí sino e s tu v ie re e n f e rm o y de' noticia al p r e ­ c a b ild o , p a r a que conste q uien las p o se e.-Y p r o ­
sid e n te de la a u d ie n c ia ó justicia m a y o r, ó al h ibim os al cabildo de dicha c i u d a d , que pueda
cabo ó c a p ita n e s, a' cuyo cargo fuere la facción d a r ni r e p a r t i r tie r ra s , ni estancias d e n tro ni fue­
p a r a q~ue lo p r e n d a n y sea ^castigado. ra de sus té r m in o s y población.
Q u e n in g ú n español ni m u l a t o , mestizo, n e ­
g ro n i zam baigo este sin a m o à quien sirv a en la
provincia de T i e r r a - F i r m e , y los que v ivie ren T>. Felipe II en Madrid á 11 de le b r e r o de 1571.
sin ocupación sirv a n en la g u e rra 6 sean ca stig a­
Q ue las n e g r a s y m u la ta s h o r r a s , no tra ig a n o r o ,
d o s , g u a r d a n d o las leyes de este li'tulo e n c u a n ­
seda, m a n to s n i p e rla s. ’
to á la prohibición de tr a e r a r m a s , arcabuces, b a ­
llestas , espadas ó dagas , si no fu ere sirvie ndo en N in g u n a neg ra líb re ó esclava, ni m u l a t a ,
la g u e r r a . traiga o r o , perlas ni seda; p e r o s i la negra ó m u ­
Q u e n in g ú n e s p a ñ o l, negro h o r r o n i o tra lata libre fuere casada con e s p a ñ o l , pueda tr a e r
persona de c u a lq u ie r c a lid a d , e n c u b r a negro ó unos zarcillos de oro con p e r la s , y u n a g a r g a n ­
neg ra q u e h u b ie re estado en el m o n t e , y se v i ­ tilla , y en la saya un r ib e te de t e r c i o p e l o , y no
n ie re p o r te m o r de ¡a g u e r r a , p e n a de cien p e ­ p ueda n tr a e r ni tr a i g a n m a n to s de b u r a t o , ni de
sos por la p r im e r a vez p a r a n u e s tra c á m a ra , juez o tra t e l a , salvo m a n tellin a s <jue lleguen poco irías
que lo se n ten c iare , y d e n u n c ia d o r p o r tercias p a r ­ abajo de la c i n t u r a , pena de que se les q u ite n y
te s : y p o r la seg u n d a sea doblada la c a n tid a d : y p ie rd a n las joyas de o r o , vestidos de seda y'm an»
p o r la te rc era i n c u r r a er» destierro de las I n d ia s. to q u e tr a j e r e n .
Q u e los negros y negras q u e asi se v inieren
del m o n t e , sean rem itid o s luego al ca p itá n ó c a ­
LEY XXIX.
bo de la facción , p ara q a e pro ce d a co n tra ellos El príncipe gobernador en Valladolid á 14 de agosta
de 1513. °
c o n fo rm e à derecho y leyes de este l ib r o , y p u e ­
da in f o rm a r s e de lo q u e su p ie re n y c o n v in ie r e Que sean ech a d o s d e la s In d ia s los esclavos
advertir. berb erisco s, m o risc o s é h ijo s da in d io s.
C on g r a n d e diligencia i n q u ie r a n y p r o c u r e n
■LEY- X X V I. s a b e r los v i r e y e s , a u d i e n c ia s , g o b e r n a d o re s y
D. Felipe ÏÏI en Lisboa á 14 de setiembre de. 1619. justicias, que esclavos ó esclavas b e r b e r is c o s , ó
Que en e l castigo de m o tin e s y se d icio n es de n eg ro s, libres n u e v a m e n te co nve rtidos de m oros é hijos
no se ha g a n p ro c eso s.
de in d io s , reside n e n las lu d ia s y en c u a lq u ie r
P o r q u e en casos de m o tin e s , sediciones y r e ­ p a r t e , y echen de ellas a los que h a lla r e n , e n ­
b e ld ía s , con actos de sa lte am ie ntos y de famosos viándolos á estos reinos en los p r im e ro s navios
la d r o n e s , que suceden en las I n d ia s con negros que v e n g a n , y en n in g ú n caso q u ed e n en a q u e ­
c i m a r r o n e s , no conviene hacer proceso o r d in a r io llas p r o v in c ia s .
c r im in a ! , y se debe castigar las cabezas e j e m p la r ­
m e n t e , y r e d u c ir á ios d em ás á e s cla v itu d y s e r ­ Qtte en los socorvos que J^ucvcn a. F ilipinas no
v i d u m b r e , pues son de condición esclavos fugiti* v a y a n m estizos n i m ulatos . le v 1 o til 4
¿ib. 3 . j > - *
vos d e sus a m o s , haciendo justicia en la causa, y
excusando tie m p o y proceso: M a n d a m o s á los v i - Que no se asienten p la za s de soldados d m ula­
reyes , p r e s id e n te s , gobernadores y á las justicias tos > morenos ni m estizo s 9-ley 1 2 , titulo 1 0 ,
u quien t o c a , que asi lo g u a r d e n y c u m p la n en libro 3.
las ocasiones que se o fre c ie re n . Que los alcaldes indios puedan prender á nc~
gros y m estizos , hasta que ¿legue la justicia
LEY X X V II. ordinaria , le y 1 7 , tit. 3 , ¿ib. (S.
D. Felipe IV en Madrid á l.° de abril de 1628. Que en pueblos de indios no vivan españoles,
negros , m estizo s y m u la to s, le y 2 1 , aun­
Q ue los du eñ o s de cu a d rilla s d e n e g ro s, te n g a n en
? u rin a s casa poblada y re sid e n c ia . que h a y a n comprado tierras en sus pueblos,
le y 2 2 , tit. 3 , Ub. 6 .
P a r a a u m e n to de la ciudad de V a r i n a s , r e ­ Que ¿os negros y m ulatos no tengan indios en
paro de iglesias, o b ras p ía s , c a m in o s , p a e n te s ( en su servicio , le y 1 6 , til. I 2 , Ub. 6.
32 G

53 WBKB 9831
( y
fias osa i

D e las cárceles y carceleros.

LEY P R IM E R A . ayuntamiento, y juren sobre la cruz y los San­


D. Felipe il en el Pardo u 2 de diciembre de 1578. tos Evangelios en debida forma, que bien y fiel­
mente guardarán los presos, leyes y ordenanza*,
Que en las c iu d a d e s , v illa s y lu g a re s se h a g a n
cárceles. que sobre esto disponen con las penas allí con­
tenidas.
Mandamos que en todas las ciudades , villas
y lugares de las Indias, se hagan cárceles para LEY VI.
custodia y guarda de los delincuentes, y otros D. Felipe II, Ordenanza 310 y 311 de Audiencias
que deban estar presos, sin costa de nuestra real de 1596. En Azeca' á 29 de abril de 1587.
hacienda; y donde no hubiere efectos, háganse Que los ca rcelero s te n g a n lib ro d e e n t r a d a ,y no fie n
de condenaciones aplicadas á gastos de justicia; las lla v es de in d io s ó neg ro s.
y si no las hubiere de penas de cámara , con que El carcelero tenga libro en que asiente los
de gastos de justicia sean reintegradas las penas presos que recibiere por sus nombres, quién los
de cámara. mandó prender y lo ejecutó, la causaydia: de'
L E Y IL cuenta al ju< z, y no fie las llaves de las cárce­
les de indios ó negros, pena de pagar los danos
I'.l mismo allí. D. Carlos II y la reina gobernadora. por su persona y bienes.
Que s n la cá rc e l h u y a a p o sen to a p a rta d o p a r a
m a g ere s. L E Y V il.
Los alguaciles mayores, alcaides y carceleros El mismo, Ordenanza 313.
tengan prevenido un aposento aparte, donde las Q ue los alcaides re sid a n en las cá rce les.
mugeres eslen presas y separadas de la comuni­
cación de los hombres, guardando toda honesti­ Los alcaides residan por sus personas en las
dad y recato, y las justicias lo hagan cumplir y cárceles, pena de sesenta pesos cada vez que hi­
ejecutar. cieren falta notable, aplicados á nuestra ca'niara
y denunciador, y el daño é interés de Jas partes.
LEY III.
D. Felipe ¡I, Ordenanza 202 de Audiencias de 1565.
LE Y V IH .
En San Lorenzo á 2 de setiembre de 1505. Y en la El mismo, Ordenanza 325.
Ordenanza 514 de Audiencias de 1596. Que los ca rce lero s te n g a n la c á r c e l lim p ia y c o n
Que e n las cá rceles h a y a c a p e llá n , y la capilla e s tá agua, y no lleven p o r ello cosa a lg u n a , n i carcelage
d e c e n te . á los que esta le y o rd e n a .
En todas las cárceles de nuestras audiencias, Ordenamos que los carceleros hagan barrer
ciudades, villas y lugares haya un capellán que la cárcel y aposentos de ella, cada semana dos
diga misa à ios presos , y para esto se den los or­ veces, y la tengan proveída de agua limpia, pa­
namentos, y lo demas necesario de penas de cá­ ra que los presos puedan beber, y no lleven por
mara, y tenga el carcelero cuidado de que la ca­ esto cosa alguna, ni carcelage á los muchachos
pilla ó lugar donde se dijere misa esté decente. presos por juego, ni á los oíiciales de la audien­
LEY IV . cia, que por mandado del presidente y oidores
fueren presos, pena del cuatro tanto para nuestra
El misino en Lcguisan á 21 de abril de 1580. En San cámara (i).
Lorenzo á 12 de abril de 1585.
Q ue ¡os alcaides y ca rcelero s d e n fia n z a s.
LEY IX .
E! mismo, Ordenanza 317.
Ordenamos que todos los alcaides y carcele­ Q ue tr a te n b ien á los p r e s o s , y n o se sir v a n d e los
ros, no usen sus oíicios sin dar fianzas legas, lla­ in d io s.
nas y abonadas, en la cantidad que pareciere á Los alcaides y carceleros traten bien á los pre­
la audiencia del distrito , con obligación de te­ sos, y no los injurien ni ofendan , y especialmen­
ner los pretos en custodia y guarda, y no soltar­ te à los indios, de los cuales no se sirvan en nin­
los sin haber pagado ó satisfecho, pena de pagar gún ministerio.
ó satisfacer los principales y fiadores; y que las
escrituras se entreguen á nuestros oficiales reales, LEY X.
para cuando se ofrezca su ejecución. El mismo, Ordenanza 515 de 1596, y en la 283 de
Audiencias.
LEY V. Q ue ¿os c a rc e le ro s no recib a n d e los p r e s o s , n i los
El mismo, Ordenanza 506 de Audiencias. a p r e m ie n , su e lte n n i p r e n d a n .

Que los ca rcelero s y g u a rd a s hag a n e l ju r a m e n to


Mandamos que los alcaides y carceleros no
<}ue p o r esta le y se d isp o n e .
Antes que los carceleros ó guardas de lascar- (1) En cédula do 15 de marzo de 87 so dice, que
los presos se mantengan á su costa en las cárceles;
celes usen del oficio, sean presentados si fueren V por lalla de bienes, de los fondos públicos, ó de
de audiencia en ella; y si de ciudad ó villa en el Reai Hacienda si uno y otro faltare,
De líi§ cárceles-y carceleros. 527
reciban clones en dineros, ni especies de los pre­ nistros, ó las de ayuntamiento, y no en las ga­
sos, ni los apremien, ni den soliura en las pri­ leras donde las hubiere, si no fueren soldados,
siones, mas ni menos de lo que deben, ni los pren que sirvan én'ellas, ó en caso ó lugar que no
dan ó suelten sin mandamiento, pena de incur­ haya otra ninguna carcelería.
rir en la prohibición de los jueces que reciben
dádivas, y las otras penas en derecho estable­
cidas. El émpérador D. Carlos cu Valladolid á 4 Je
setiembre de 1551.
Que los p o b re s rio sea n d e te n id o s en la p r is ió n p o r
El mismo, Ordenanza 309 de 1596. co sta s y d e r e c h o s.
Q ue los alcaides y ca rce lero s v is ite n tas c á rce les, No detengan los alcaides y carceleros á los
p re so s y p r is io n e s to d a s las n o ch es. presos despachados y mandamos librar de la p ri­
Mandamos que los alcaides y carceleros vi' sión por sus derechos ó costas, debidas á las jus­
siten y requieran por sus personas á los presos, ticias y escribanos, si fueren pobres, ó juraren
prisiones, puertas y cerraduras de toda la cárcel, que no tienen de que pagar, suéltenlos luego, si
de forma que por su culpa no se vaya alguno, pe­ no interviniere otra causa para su prisión.
na de que se ejecutará en ellos ia que el preso ó
presa mereciere, ó el interés que debiere pagar LEY X V II.
conforme á derecho. El príncipe gobernador, capítulo ‘2.
Que d los, p re so s p o b r e s no se q u ite n p re n d a s p o r
ca rce la g e y co sta s.
El.mismo, Ordenanza 312 de Audiencias de 1595. Por los derechos de carcelaje y costas de las
Q ue los alcaides y c a rc e le ro s no c o n tr a te n , co m a n justicias y escribanos, sucede que los carceleros
n i ju e g u e n con los p re so s. quitan los vestidos y otras prendas á los presos,
Ordenamos que los alcaides y carceleros no exceso que nó sé debe consentir: Mandamos que
traten , ni contraten con los presos por ninguna si fueren pobres,ó interviniere el juramento, no
forma, directe' ni indirecte, ni coman ñi jueguen lo puedan hacer, pena de un ducado de oro en que
con ellos, pena de sesenta pesos, y de perder lo incurra el alguacil, escribano, alcaide, carcele­
que asi contrataren y jugaren, que aplicamos por ro ú otra cualquiera persona , que por esta causa
tercias partes á nuestra cámara, denunciador y los detuviere ó prendare; y en suspensión del
pobres de la cárcel. oficio que ejerciere. Y ordenamos á las justicias
que tengan especial cuidado de saber si se cum­
ple asi ejecutando lo proveído.
El mismo, Ordenanza 5 i6 d e l5 9 6 .
Q ue los ca rce lero s no c o n s ie n ta n ju e g o s n i ve n d a n LEY X V III.
vino p o r m as de lo que valiere, n i lle ve n carcela g e ... '. El príncipe gobernador.
á p o b re s. .
$ u e lo s p o b r e s no se a n a p re m ia d o s d d a r J ia d o r p o r
Los alcaides y carceleros no consientan ni co sta s n i c a rce la g e.
permitan que los presos jueguen en la cárcel di­ Si el preso pobre es oficial, pretende el car­
neros, ni otras cosas si no fuere para comer, y celero que otro de su oficio se obligue á pagar las
no vendan vino á los pobres, y en caso que le costas, derechos y carcelaje , y de otra forma no
vendan porque asi convenga, sea al precio justo le quiere soltar: Mandamos que no se le consien­
y común y no mas, y no lleven dineros de car­ ta; y si contraviniere pague un ducado para los
celaje á los pobres, pena de que io pagarán con pobres de la cárcel, y tenga suspensión de ofi­
el cuatro tanto para nuestra cámara. cio por un mes.

El mismo allí.
El mismo.
Que los ca rce lero s llé v e n lo s d e re c h o s c o n fo r m e d Q ue e l que q u isie re sa lir d c u m p lir d e s tie r r o , no sea
los a ra n c ele s. ■ d e te n id o p o r co sía s n i ca rcela g e.
Todos los carceleros guarden los aranceles y El que fuere condenado á destierro , y quisie­
lleven los derechos ajustándose á ellos, y no mas, re salir á cumplirlo , sea luego suelto de la pri­
como está ordenado. sión , y no detenido por las costas y derechos, no
habiendo otra causa. »
El emperador D. Carlos y la em peratriz gobernado­ LEY X X.
ra eu Ocaña á 25 de enero de 1531. El mismo en
Madrid á i i de diciembre de 1531 D. Felipe 111 allí El mismo.
á 4 de junio de 1620. Que e l p re so en q u ie n se e je c u ta re p e n a co rp o ra l , no
Q ue la c a r c e le ría sea c o n fo rm e d la c a lid a d d e las sea vuelto á la c á rce l p o r c o sta s n i c a rc e la g e !
p erso n a s y delitos,. : .ÜV^andamos que despues de ejecutadas penas
Ordenamos á los vi reyes, presidentes, au­ corporales en los presos, dea-zotes, vergüenza pú­
diencias y justicias, que cuando mandaren pren­ blica , ó clavar la mano, ó semejantes no sean
der algún regidor d caballero, ó persona honra­ vueltos á la cárcel por los derechos ni costas de
da , señalen la carcelería conforme á la calidad las justicias, escribanos ni carceleros; y luego
y gravedad de sus personas y delitos 5 y guar­ donde se acabare la ejecución , sean sueltos para
dando las leyes, (os hagan poner en las cárceles que se vayan, excepto si no hubiere otra causa
públicas, ó casas de alguaciles, porteros o mi- ó razón de que el paciente no padezca mayor
TOMO II.
2a Libro v il. Titulo v iï.
alienta; y si el alguacil lo volviere á la cárcel, y tos y otros casos que se ofrecen, en consideración
el carcelero Jo recogiere para e! efecto susodicho, de qae muchos son forasteros y no tienen quien
incurra en pena de un ducado para los presos de los defienda: Ordenamos, que el regidor diputa­
aquella cárcel. do tenga obligación á visitar ios que hubiere en
las cárceles todos los sábados,y reconocer sus cau­
LEY XXL sas, y que los escribanos ante quien pasaren se las
I). l'ciipc IV en ¡Madrid :i 7 de marzo de 1627. Eli el manifiesten y participen todas las veces que el
Pardo á 2(i do enero do 1628.
regidor las pidiere, pena de diez mil maravedís
Que los in d io s no p a g u en costas n i carcclage.
para nuestra cámara y fisco.
A los indios presos porque se embriagan no
lleven costas , derechos, ni carcelaje las justicias,
alguaciles y carceleros, ni las paguen por esta,
ni otras causas como está ordenado. El príncipe gobernador, capítulo 6.
Que la s ju s tic ia s se in fo r m e n so b re e l c u m p lim ie n to
LEY XXII. d e esta s le y e s y las ha g a n g u a rd a r.
D. Felipe II, Ordenanza 22.
Q ue se g u a rd e la le y 92, l i t 15, lib ro 2, so b re no Las justicias tengan especial cuidado de sa­
p r e se n ta r se en la c á rc e l p o r p ro c u ra d o r y d a r ber y averiguar todos los sábados antes que sal­
in h ib icio n e s. gan de la visita, si se han llevado algunas costas
Guárdese la ley 9 2 , lit. i5 , !ib. 2 , sobre y derechos ó detienen los presos, contra lo resuel­
que ninguno se pueda presentar en !a cárcel por to en las leyes de este título, y en que' cosas no
el procurador, y forma de despachar inhibi­ se cumple lo mandadOjy las hagan guardar y
torias. cumplir y ejecuten las penas estatuidas contra
LEY los que incurrieren.
t: i emperador I). Caídos en. Valladolid á 17 de Que los jueces inferiores no suelten presos des~
febrero de 1537. pues de haberse apeládo, ley 33, titulo 12,
Qnt: el re g id o r d ip u ta d o v is ite las cá rceles y libro 5.
reconozca los pro ceso s.
Para mejor despacho de los presos por deli­

B e las visitas de cárcel.


LE Y P R IM E R A .. . LEY II.
El rm perador D. Carlos y el príncipe gobernador
en Valladolid :¡ 27 de noviembre de 1555. 1). Feli­ D. Felipe II en Tomar á 12 de abril de 1581.
pe I I , Ordenanza 2 i , y 80 de Audiencias de 1565.
tin Madrid á 27 de noviembre de 1567 , y á 19 de Que la v isita d e o id o re s se hag a los sábados p o r t a
diciembre de 1568, y á 29 de mayo d e -1594, y én ta rd e .
la 31 de Audiencias de 1596.
Que las audien cia s v is ite n las cá rceles los sábados y Mandamos qne los oidores hagan las visitas
pascuas. de cárcel los sábados por Ja tarde, como se prac­
Ordenamos y mandamos que en las ciudades tica en nuestras audiencias ’de Valladolid y Gra-,
donde residieren nuestras reales audiencias, va- nada, con mucha asistencia y puntualidad, y no
van dos oidores todos los sábados como el pre­ por las mañanas.
sidente los repartiere, á visitar las cárceles de
audiencia y ciudad, y asistan presentes nuestro LEY Ï I Í
fiscal y alcaldes ordinarios, alguaciles y escriba­ E l mismo en Toledo á 31 de mayo de 1560, y á 17 de
nos de las cárceles; y donde hubiere alcaldes del julio de 1572.
crimen hagan las visitas de cárcel con los alcaldes Que d em a s d e los sábados, se v is ite n las cá rce les los
del crimen; y en las tres pascuas del ano que son m a rte s y ju e v e s .
víspera de Navidad, de Resurrección y de Espí­
ritu Santo, el presidente y todos los oidores y Si en algunas partes conviniere que la "visi­
alcaldes del rrimen, visiten las cárceles de au­ ta se haga con mas frecuencia para expedición de
diencias, ciudad c indios precediendo nuestro fis­ los negocios y soltura de los presos: Mandamos
cal ¡i las justicias ordinarias, asentado despues que también se visiten las cárceles los martes,
de los oidores y alcaides del crimen, y los alcal­ jueves y sábados de cada semana.
des ordinarios se asienten en otro banco, que no
sea el de los oidores en lugar derento, prefirien­
se ha matul,id o que los escribanos de gobierno, guerra
do á los demas que no tengan especial privilc- y hacienda asistan á ellas para dar razón de su estado,
gio ( 1). y que se provea sobre el alivio de los reos y curso de
sus causas lo conveniente, pasándose al efecto los
( t ) Sobre estas visitas generales dehe tenerse oficios oportunos. S e libró esta cédula á virtud de
presente la cédula de 12 de setiembre de 99, en que queja de la audiencia de Guatemala,
De las visitas de cárcel. 520
■LEY IX.
T). Felipe l i en Mndrid á 7 de noviembre de 1567. El mismo en San Lorenzo á 18 de julio de 4597.
Quep r e c is a m e n te se h a lle n eii las visita s dos o id o res.
Q ue los oid o res en las visita s de cá rcel, p u e d a n ([ex­
Todos los diasque conforme á estas leyes, te r m in a r so b re s e n te n c ia s m andadas e je c u ta r , sin
ordenanzas y estilo de las audiencias.se hubieren . em bargo de su p lica ció n .
de visitar las cárceles, vayan dos oidores á hacer
la visita y no menos, pena de cien mil marave­ Habiéndose ordenado que los oidores no co­
dís al que faltare, si no se hallare excusado por nozcan en visitas de cárcel de negocios senten­
enfermedad ú otro justo impedimento, y asise ciados en revista, y solo provean sobre solturas
ejecute, los alcaldes de! crimen, determinan que sus sen­
tencias de vista se ejecuten sin embargo, y si las
LEY V. partes suplican déla sentencia ó ejecución, sin
El misino allí á 17 de diciembre de 1568. mas conocimiento de causa las confirman, fal­
Q«c e n la visita de c á rc e l d e L im a y M éjico tando el recurso y equidad de los oidores, y recl»
c o n c u rra n tr e s ja e c e s. ben ios presos mucho agravio denegada una ins­
. . Mandamos que en la visita de la cárcel real cia, en que pudieran hacer sus descargos y con­
de nuestras audiencias de Lima y Méjico se, ha­ seguir la piedad de que se suele usar con ellos en
llen todos los alcaldes juntos, y no menos de tres; la sentencia de .revista: Declaramos que hallán­
.y cuando sucediere que algunos estén enfermos dose los oidores en visita de cárcel, si se hubie­
ó ausentes, los dos oidores que entraren en su lu­ ren mandado ejecutar; algunas sentencias de vis­
gar visiten juntamente .con el alcalde ó alcaldes ta.pronunciadas por los alcaldes, y los casos no
que quedaren, de forma que siempre sean tres, y fueren tales que conforme á derecho se puedan
hagan lo que son obligados conforme á las orde­ ejecutar, sin embargo de suplicación, y estando
nanzas de audiencias. . . : pendientes puedan los oidores suscitar la instan-
cia que conforme á derecho faltare.
• LEY VI. ■ '
D. Felipe 111 en Valladolid á 3 de abril de 1610.
D. Felipe II en Madrid á 29 de muyo de 1591.
Que el co rreg id o en visita d e cárc.el te n g a su lu g a r.
Si concurriere el corregidor con la audiencia Q ue acabada la v isita g e n e r a l v o te n lo s o id o re s en
e l acuerdo los n eg o cio s y causas.
.en visita de cárcel, désele su lugar ( 2)..
El virey y oidores de Lima y Méjico, aca­
bada !a visita general, no se queden en la sala
D. Felipe 111 en Madrid á 20 de. juuio de 1567, y del crimen, ni ordenen á los alcaldes que Se le­
y 26 de agosto de 1574. D. Felipe ÍÍI: en Lisboa á 7 vanten de los estrados, y despajen, y si tuvieren
de octubre de 1619. D. Felipe lY en Madrid á 28 de que deliberar y resolver algunas causas civiles,
mayo de 1621.
el virey y oidores se vuelvan á su acuerdo y vo­
Q ue e n los casos g r a v e s d e v isita se co n su lte con el
v ir e y y a u d ien cia .
ten los negocios y causas que se ofrecieren, como
se practica en nuestras audiencias de Valladolid
Los oidores que fueren á visitar las cárceles, y Granada.
guarden nuestras leyes reales y especialmente los
de Lima y Méjico, con los que se hallaren pre­
sos por los alcaldes del crimen; y si orurriere al­ LEY XI.
gun caso grave extraordinario ó escandaloso, den El mismo allí a 24 de agosto de 1569. D. Felipe 111
cuenta al virey, e! cual avise á la audiencia en allí á 21 tic enero de 16l0.
su acuerdo, y sepa lo que siente de aquella causa; Que los o id o re s n o s u e lte n e n v isita de c á r c e l á los
y habiéndose todos informado y entendido la ver­ p re so s y o r el p r e s id e n te y oid o res s in su acuerdo-,
dad del hecho, los oidores que fueren de visita n i d tos d e l tr ib u n a l d e c u e n ta s.
estén advertidos de lo que deben hacer. Los oidores qué fueren á visitar las cárceles
de las audiencias no suelten á los presos que en
ellas estuvieren por orden del presidente y oi­
D. Felipe II allí á 31 de diciembre de 1592, y á 21 de dores, si no fuere con acuerdo y parecer del pre­
junio do 1595.
sidente y los demas oidores juntos: ni los presos
Q ue los o id o re s d e L im a y M éjico n o conozcan de por los tribunales mayores de cuentas.
negocios sen ten c ia d o s en r e v ista .
Ordenamos que los oidores de Lima y Mé­
jico en las visitas de cárcel, no conozcan de ne­ LEY XII.
gocios sentenciados en revista por alcaldes del D. Felipe il en el-Escorial ;í 4 de julio de 1570. Don
crimen, y los dejen ejecutar sus sentencias sin Felipe Ï11 en Madrid.á 21 de marzo de 1621.
embargo de cualquier costumbre introducida , y Q ue e n M é jic o 'v is ile n d o s o id o re s la s c á rc e le s de
que solamente provean en visita lo que tocare à in d io s los sábados.
solturas, si están bien ó mal presos ios que se En la ciudad de Méjico se ha estilado que
hallaren en las cárceles y no procedan à senten­ dos oidores, nombrados por e! virey, visitan las
ciar à ninguno.
O2 cárceles de indios presos , cada sábado, dividién­
dose el uno á la que líaman de Méjico, y e! otro
(2) Por real cédula de 18 de julio de 1751, tiene a la de Santiago: Mandamos qtie por ser nego­
asistencia el corregidor a las visitas en Chile y oLrás cios de poca calidad y breve despacho asi se
ciudades, por lo que se manda darle asiento. guarde y cumpla.
530 Libro vii. T ít. vil.
LEY X III. ro que le prestó, estando en su casa y servicio,
J). Felipe II, Ordenanza 86 de A udiencias en Toledo, y si el acreedor despues le conviniere por em­
¡i 26 de mayo de 1696. prestido, y el indio no tuviere de que le pagar,
Que los oidores visita d o re s de in d io s vean y no se !o entreguen para que le sirva en pago de
reco n o zca n los te stig o s. la deuda.
Ordenamos que los oidores cuando visitaren Si los indios estuvieren presos por borrachos,
ias cárceles de indios, vean y reconozcan las de­ aunque sea por tercera , cuarta y mas veces, los
posiciones de testigos y no visiten por relación. castigarán como mejor les pareciere, y por esta
causa en ninguna forma Condenarán al indio á
LEY XIV. servicio: y lo mismo harán con los presos por
1>. Felipe 11 en Madrid á 20 de junio de 1667. amancebados, sin embargo de cualesquier orde­
Que d d la fo rm a de d esp a ch a r en v isita d lo y in d io s nanzas que en estos casos dispongan lo contrario,
p r e s o s p o r deudas, que se han d e e n tr e g a r d su s
a cree d o res. aunque esten confirmadas por Nos, que si nece­
sario es cuanto á esto las derogamos, quedando
I)e las visitas de cárcel hechas por los oido­
en su fuerza y vigor para lo demás.
res, han resaltado inconvenientes en daño y per­
juicio de los indios, dándolos á servicio por deu­ Sí algun indio mayormente casado ú oficial,
das civiles à otras personas que á sus acreedores, estuviere preso por delito, castígoenlo conforme
por mas tiempo que el necesario para pagar las á su culpa sin condenarle á servicio, dejándole
ganar la vida con su oficio, y vivir con su muger,
deudas y depositándolos entretanto que sus cau­
sas civiles ó criminales, aunque leves se deter­ si el delito no fuere grave y de tal calidad que
minaban: y Nos queriendo proveer sobré ló su­ les parezca resolver de otra forma según derecho.
sodicho lo que mas convenga á nuestro servicio, Si algunos indios estuvieren presos por causa
civil ó crimina!, rio los manden depositar entre
bien y conservación de los indios, mandamos que
si algun indio estuviere preso por deuda y por no tanto que las causas se concluyen, porque de esto
tener con que pagar se hubiere de entregar á su resulta quedarse por determinar, y pondrán mu­
acreedor para que le sirva, guarden ios oidores cha diligencia para que con toda brevedad se
las leyes de estos reinos de .Castilla, que sobre prosigan y acaben como de pobres y miserables
esto disponen y entreguen al indio al mismo acree­ personas.
dor, para que le sirva el tiempo que pareciere Si algun indio se diere á servicio en los ca­
necesario á pagar la deuda: y si el acreedor no sos susodichos, harán que en el libro de la vi­
lo quisiere recibir ni servirse de el en pago, le sita de la cárcel se asiente su nombre, y el
mande soltar y no permitan que para este efec­ acreedor á quien se da a' servicio, y el tiempo que
to se venda á otra persona alguna. se mandó que le sirva, y el día que se ie entre­
Si el indio despues de ser entregado á su acree­ ga, y el precio que le está señalado por su salario.
dor, para que sirva sej huyere antes de haber Guando alguno de los oidores visitare las cár-
cumplido el tiempo porque le fue dado, y le tor­ seles, si por los procesos pareciere la inocencia ó
naren á prender, harán que sea vuelto á poder culpa de los indios presos, determinará sus cau­
del acreedor y que le acabe de servir , conforme sas, sin remitirlas ai oidor que hubiere mandado
al asiento primero que con el se hubiere hecho, prender al indio, pues de hacer lo contrario re­
sin novedad alguna , y no se pueda vender ó dar sulta tanta dilación en sus negocios.
à otra persona, si el acreedor no le quisiere co­ LEY XV.
rno dicho es.
Cuando hubieren de dar algun indio à servi­ D .Feli] »e 111 en San Lorenzo á 27 de octubre de i 616.
D. Felipe IV á 4 de mayo de 1648.
cio en los casos permitidos, tendrán mocha cuen­
Q ue lo s o id o re s no su e lte n n i d en e sp era s d los
ta de saber y entender, qué oíicio tiene el indio, casado p r e s o s p o r a u se n te s d e su s m u g e re s.
y qué habilidad y suíicíenc a , informándose asi
mismo de lo que ganan comunmente los oficiales Los oidores no suelten en visita de cárcel á
de aquel oficio, para que entendido lo uno y lo los presos por esta»' ausentes de sus mu geres, des­
otro, den y señalen al indio el salario que justa­ pues de haberse ejecutoriado por los alcaldes del
mente hubiere de haber por su servicio, y con­ crimen de Lima y Méjico, que vengan á estos
forme á esto vaya desquitando y pagando su reinos, ó pasen donde residieren sus mugeres á
deuda. hacer vida maridable, ni Ies den esperas.
Sí el indio que estuviere preso, conforme à
la cantidad de la deuda que debe, y al salario y LEY X V I.
jornal que le fuere señalado, pudiere pagar con El mismo en Madrid á 26 de noviembre de 1650.
un mes ú otro cierto tiempo de servicio, no le Que e n las visita s d e cd cel no se a n su e lto s los p r e s o s
obliguen á que sirva mas de io que fuere nece­ p o r alcabalas y d e r e c h o s re a le s.
sario á la paga de su deuda*
Si en los casos susodichos se hubiere entre­ En 1as visitas de cárcel generales y particu­
gado algun indio en servicio de su acreedor por lares que hicieren los vi rey es, presidentes, oi­
cierto tiempo, y el acreedor durante él le pres­ dores y alcaldes no suelten presos por deudas de
tare algunos dineros para efecto de perpetuarle alcabalas, aunque sea por encabezamientos, ni
en su servicio, como lo suelen y acostumbran ha­ otros derechos reales (3).
cer, y el indio hubiere acabado de servir á su
acreedor el tiempo porque le fue entregado, há­ (5) A no ser que sea por el nacimiento del prín­
cipe, en que se deben soltar los que no tuvieren los
ganle sacar de su poder, aunque no haya servi­ delitos que expresa Ja cédula de 8 de setiembre
do el tiempo correspondiente al valor del dine­ de 1 /0 /,
Be los: delitos y i peñas. 551
LEY :XVII. -- - para que esto {es obligue á concluir sus causas.
D, Felipe II eñ Toledo á 29 de mayo de 1596. Don Y mandamos que en todas lás audiencias haya
Felipe IIÏ en Barcelona á.-8 de junio de 1599. fclr» sala de relaciones , ó en ia del crimen donde la
Yeniosilla á 20 de octubre de 161,1. D. Carlos II y Içi hubiere, se señale un día cada semana, para ver
reina gobernadora. y: determinar con brevedad y sumariamente las
Q'«e los presos por pena de ordenanza, no .sean suel­
tos sin depositarla ; y-Jiaya en las audiencias sala de dichas causas , y que en ellas no haya revista.
relaciones de estas causas. Y es nuestra voluntad que asi se practique en
Algunos presos por los corregidores^ jusli- todas las de esta calidad, que fueren del distrito
cías ordinarias pretenden moderación de las pe­ de cada audiencia, aunque se esten siguiendo, y
nas, que por derecho pertenecen á nuestra cáma­ que los presidentes y oidores no sentencien en las
ra, é interponen apelación á las audiencias, don­ visitas de cárcel los pleitos definitivamente, y
de en visita de cárcel consiguen soltura en fia­ solo traten éri ellas si lós presos lo están justa ó
do, quedándose las causas sin sentenciar en frau­ injustamente, y guarden las leyes de este título.
de de nuest ra cámara: Ordenamos que los trana­ Que los vircyes dejen d los alcaldes ejercer li­
gresores de ordenanzas nó sean sueltos en fiado, bremente , y no suelten sus presos ¿ ley 34 j
sin depositar á lo megos ante todas cosas la pena, til. 17, ¿ib. 2.

TITULO OCHO,
De los delito s y pen as , y su aplicación.

L E Y P R IM E R A . lar atención procuren averiguar los quç cometen


El emperador D. Carlos y la princesa gobernadora este delito , castigando con todo rigor á los delin­
«ti Valladolid a 10 de mayo de 1554. D. Carlos II y cuentes, conforme s jas leyes de nuestros rei­
la .reina gobernadora. nos dç Casulla , pues tanto intporta al .servicio,
iodos los justicias averigüen y castiguen los de Dios y ejecución de la justicia. .
delitos.
Ordenamos y mandamos á todas nuestras jus-, L E Y 'I V ./
ticias de las Indias, que averigüen y procedan aí El em perador D. Carlos y el príncipe gobernador,en
castigo de los delitos, y especialmente públicos, Valladolid á 10 de setiembre dé 1548.
atroces y escandalosos contra los culpados, y gu ar­ Que en el delito de adulterio se. guarden las leyes sin.
dando las leyes con toda precisión y cuidado, sin diferencia entre espartóles y mestizas.
omisión ni descuido usen de su jurisdicción, pues En el delito de ádultério procedan nuestras
ási conviene al sosiego público, quietud de aque­ justicias contra lás mestizas, conforme k las le­
llas provincias y sus vecinos. yes de estos reinbs de Castilla, y las guarden
como disponen respecto de las mugeres españolas.
L E Y II.
&1 em perador D. Carlos y el príncipe gobernador en LEY V. . .
Valladolid á 25 de octubre de 1543. El mismo en Barcelona á 14 de setiembre de 1519.
El mismo y el príncipe gobernador en Valladolid
Que se guarden las leyes contra los blasfemos. á 14 de abril de 1545. D, Carlos 11 y la reina
Por la ley ,25, tit. z , lib. x de esta Recopi­ gobernadora.
lación está ordenado lo conveniente sobre pro­ Que la pena del marco y otras pecuniarias, impues­
hibir los juramentos y la pena que incurren los tas por delitos, sean al doblo que en estos reinos de
que juran el nombre de Dios en vano. Y porque Castilla.
conviene que los blasfemos sean castigados con­ Mandamos que la pena de! marco contra los
forme a la gravedad de südelito,, mandamos que amancebádos y las otras pecuniarias, impuestas
las leyes y pragmáticas de estos reinos de Casti­ por leyes de estos reinos de Castilla á los otros
lla que lo prohíben, y sus penas sean guardadas, delincuentes, sean y se entiendan al doblo en los
y ejecutadas en las Indias con todo rjger, como 1 de las Indias , excepto en los casos que por leyes
allí se contiene. de esta Recopilación fuere señalada cantidad cier­
LEY III. ta, eft que se guardará lo dispuesto (i).
El em perador D, Carlos y la em peratriz gobernado­ LEY V I.
ra eu Toledo á 24 de agosto de 1529. D. Carlos II y
la reina gobernadora. El em perador D, Carlos y la emperatriz gobernado­
ra en Madrid á 2o de junio de 1536.
Que sean-castigados los testigosfalsos.
Que d los Indios amancebados no se lleve la pena
Somos informado que en las ludias hay rau-r del marco.
chos testigos falsos , que por muy poco interes
En algunas partes de las Indias se lleva la pe­
se perjuran en ios pleitos y negocios que se ofre­
na del marco á los indios amancebados como en es-1
cen, y con facilidad los hallan cuanto se quieren
aprovechar de sus deposiciones; y porque este de­
lito es en grave ofensa de Dios nuestro Señor y (1) Sobre delitos de esta clase, ó cuando se trate
de estupro, debe tenerse presente la cédula de 31 de
nuestra, y perjuicio de las partes: Mandamos á mayo de 1801, en que se lia maullado que nunca se
las audiencias y justicias , que con muy particu-? ponga en la cárcel á los acusados por aquel delito.
TOMO ir. J
Libro viú T i b vnt.
tos i'einós’de Castilla, y no conviene castlgárfos dan oficios, con calidad de que sirvan en lofc con­
con 'tanto rigor ni penas pecuniarias? Ordena­ ventos ú otras ocupaciones o ministerios de iá
mos á nuestras justicias , y encargamos à los pre­ República; y no á personas particulares como
lados eclesiásticos, que no les impongan ni ejecu­ está resuelto. Otrosí ordenamos, que habiéndose
ten tales penas, y las hagan volver y restituir. de imponer á los indios pena de. destierro, no
LEY V IL pase del distrito de la ciudad cabeza de provin­
O. Felipe II, Ordenanza 117 de Audiencias. En . cia, á que SU; pueblo fuere junto si no intervi­
Toledo a 25 de mayo de 1596. niere mucha causa , según el arbitrio del'juez y
Que n o se p re n d a m u g er p o r m anceba d e c lé rig o , calidad dél delito. •< -•* »;
J r a ile ó casado, s in in fo rm a c ió n .
Los alguaciles no prendan á ninguna muger D.1Feíipc ÏÍ allí á 30 de enero de li)80.
por manceba de clérigo, fraile ó casado, sin pre­ Que los co n denados d g a lera s, sean, e n y ja d o s d
ceder información por donde conste del delito. ' C a rta g en a ó .fie r r a - F ir m e . .
LEY V III. , Todos los delinéenles que pqç sjis delitos con­
D. Felipe III en Madrid a 10 de octubre de 1618. denaren á galeras la^audiencias,; corregidores y
Que las ju s tic ia s a p re m ie n d las in d ia s am ancebadas jústiéías de las Indias, especialmente en el Perú y
d ir s e d su s p u e b lo s d s e r v ir . Nuevo Reino, sean enviados á las provincias de
Ordenamos que si hubiere sospecha de qae Cartagena 6 Tierra-Firme, cuando aili las hubie­
algunas indias viven amancebadas, sean apre­ re, para que sirvan como los demas forzados(3).
miadas por las justicias á que se vayan-á sus pue­
blos o a servir, señalándoles salario compe­ : í ^" 'l e y XII.
tente ( 2). El emperador D. Garlos y la princesa gobernadora
en Valladolid á 5 <le setiembre de .1555.
LEY IX .
I). l'olipe U en Madrid á 14 de julio de 1581. En Q u e ‘s e g a ste d e p e n a s d e cá m a ra lo n ecesa rio p a r a
Galapagar a 15 de enero de 1568- c o n d u c ir los p re so s d e l P e r ú .
Los presos que fueren enviados de! Perú á
Qii&no se p u e d e n (r a e r esto q u es, v e rd u g o s ó espadas
Tierra-Firme condenados ¿ galeras, destierro per­
de m as cle cin co cu a rta s da cu ch illa i ‘
' "Mandamos‘qué ninguna persona deYaálqii Íér; petúo de las Indias y otras penas, dirigidos á
calidad y éhndicion que sea j pueda traer ni jriai^ estos reinos de' Castilla, es nuestra voluntad que
IIa estoque, verdugo ó espada de mas de cinco sean aviados y 1mantenidos én Tierra-Firme de
cuartas de vara de cuchilla; y el que lo trajere, penas de cámara, el tiémpó que allí estuvieren, y
incurra por la primera vez en pena de diez du­ el presidente y gobernador ordene qite los maes­
cados y diez dias de cárcel, y perdido el estoque, tros de los navios los traigan á buen recaudó, y
verdugo ó espada : y por U segunda sea ia pena den para su matalotaje lo que pareciere necesario,
doblada , y un ano de destierro de !a ciudad, vi­ y acá se les pague de bienes de los presos, y si
lla d lugar donde se le tomare y fuere vecino, y no los tuvieren de donde convenga (4).
la pena .pecuniaria y armas susodichas aplicamos
al juez ó alguacil que las aprehendiere. LEY xni.
D. Felipe II en San Lorenzo.á 51 de julio de 1584.
LEY X. Que los g a le o tes en v ia d o s d e e sto s re in o s d las gale­
El em perador O. Carlos y la em peratriz gobernado­ ra s d e la s In d ia s, se a n re m itid o s cu m p lid o e l
ra en Valladolid á 3 de .junio de 1555. I). Felipe U tie m p o .
y la princesa gobernadora allí á 23 de mayo dé 1559.
D. Felipe ÜI en Madrid d 10 de octubre de 1618. Ordenamos, que los galeotes enviados de es­
Ordenanza 54. tos reinos para servir en las galeras de nuestras
Q ue tos in d io s p u ed a n se r c o n d e n a d o s d se rvic io Indias, acabado el tiempo de su condenación, no
p e r s o n a l d e co n v en to s y rep ú b lica . se consientan ni permitan quedar en aquellas par­
Estando prohibido por la ley 5, tit. 12 . lib. tes y sean luego remitidos à España.
6, que los indios sean condenados por sus delitos
en servicio personal de personas particulares, se ha
reconocido que es beneficio y conveniencia de los D. Felipe 111 allí á 13 de octubre de 160Ò.
indios, por excusarles otras penas mas gravosas Que los alcaldes y ju sticia s, n o co n d e n en d g e n tile s
y de mayor dificultad en su ejecución, y que h o m b re s de galera.
conviene permitirlo con algunas circunstancias y Está ordenado que en nuestras galeras no se
calidades; y habiendo advertido que como para hagan condenaciones para servir de gentiles-hom­
ellos no hav galeras, ni fronteras , ni destierro á bres, porque son de poco servicio, y mucho cui­
estos reinos de Castilla, ni suele ser pena la de dado en guardarlos de que se ausenten. Y man­
azotes , y que las penas pecuniarias les son suma­ damos á todos nuestros alcaldes, jaeces y justicias
mente gravosas , ha parecido que en algunos ca­ que asi lo cumplan; y no hagan estas condenacio­
sos donde no hay impuesta pena legal, conven­ nes é impongan penas correspondientes á ios
drá condenarlos ¿servicio personal: Ordenamos delitos; - -
X, mandamos que los vireyes, presidentesau­
diencias y gobernadores (y no otros jueces infe­
riores) los puedan condenar en algun servicio
temporal y no perpetuo, proporcionado at delito (5). Por real órdeii de 25 de enero.de 754 se^ ha­
en que sean bien tratados, ganen dineroso aprért- bía revocado, y por cédula de iti de abril de 58 se
manda observar.
( i ) Pero se ics debe enviar con los autos de la
Véase la ley 73, tít. I I, lib. 1. causa, según1real orden de 15 de diciembre de 1/ 67
pr WTpr
De los delitos y penas.
ante Nos, puédalo ejecutar el gobernador, y déle
:l e y xv . los autos cerrados y sellados, y por otra via nos
R. Felipe II en Madrid á L7 de julio de 1?72. E ü San
1 Lorenzo á 25 de setiembre de 1595
envíe copia para qiie seamos informado, y esta
Que ¿os jueces no moderen las penas legales y de resolución no sea sin muy gran causa (5).
ordenanza. >. , ..
. --.LEY . - X I X . - _
Nuestras ausencias, a)ea]des d,eUrHWen.; go­ El inismo en Toledo á 19 de mayo de 1525.
bernadores, corregidores ,y a lc a lá .fnay^res; mo­ Que los tenientes de gobernadores no puedan
deran las penas en quç incurran W , jugadores y extrañar de la tierra.
otros delincuente^, ,y . por f¡st$.f^u$9..no.^casti­ Pénese una cláusula en los títulos de gober­
gan los delitos y.excesos;cpnio conviene. ; Y. por- nadores, por la cuál se les dá facultad para que
que no les perleoecp el firbi^rip en ellas^ sino su si. Ies pareciere conveniente, echen de la tierra
ejecución, mandamos-que no las moderen, yjú»r- algunos hombres inquietos sin embargó de apela­
den y ejecuten las leyes y:prdepán'Aas. coniorme ción. Y porque lo pretenden practicar sus te­
a derecho, que esta es nuestra yolun’ad. i; nientes y oficiales, y no se ha de extender á otros
L E Y ./ X V Ï . ministros inferiores , mandamos que no lo eje­
D. Felipe IV eh MadVidli 25 de agosto de 1664. cuten otros que nuestros gobernadores por sus
Que las justicias guarden las leyes y ordenanzas en propias personas.
la ejecución -de tas penas aunque sean de muerte.
. LEY X X . _
Habiendo tenido, por bien, de resol ver que los D. Felipe II en Aranjuez á 50 de noviembre de 1568.
vireyes, presidentes, corregidores,' gobernadores, D, Carlos l í y la reina gobernadora.
alcaldes mayores ‘y. ordinarios,, y otros, jueces y Q«e se guarde la ley 61, tit. 5, lib.. 5, sobre extrañar
justicias. d;e las Indias,; np: pudiesen ejecutar sen­ de las Indias d los que conviniere.
tencias de muerte en españoles ó indios, sínico^ Los vireyes y presidentes gobernadores guar­
municarlo primero con las audiencias de Misdis*. den lo resuelto por la ley 6 i, tít. 3, lib. 3, y ex­
tritos y con acuerdo de-ellas, pena de muerte, de trañen desús provincias á los que conviniere al
que fué nuestra voluntad exceptuar á los vireyes servicio de Dios nuestro Señor y nuestro, paz. y
y presidentes, cuyo celo, obligaciones y,digni­ quietud pública, que no residan en aquellos rei­
dad nos dieron motivo para exceptuarlos de esta nos, sin embargo de que hayan obtenido perdón
regla: ahora; por justas causas y.consideraciones de sus delitos, remitiéndonos la Icausa para que
sobre los i nepaye nieles’que resultarían de esta re­ examinemos su justificación.. .
solución, en perjuicio de la vindicta publica, es
nuestra voluntad y mandamos á los: vireyes, pre­ LEY X X I. 1• '
sidentes, jueces y justicias de nuestras ;India$ Oc­ D. Felipe III en Aranjuez a 29 de abril de 1605. Don
cidentales , Islas y Tiérra-Firme, que en todas las Felipe IV en Madrid á 27 de enero de-1531.
causas de cualquier, calidad qué sean, contra cua- Qne d los desterrados d Filipinas hó se de Ucencia
iesquier españoles, indios, mulatos y mestizos, para salir; durante el tiempo de su, destierro y
obíerveti y guarden lo dispuesto por ordenanzas cumplan la condenación* :
de las Indias y leyes de estos reinos de Castilla, Á los que van condenados por delitos á las.
que tratan de las penas y conminaciones que se Filipinas, dan licencia los gobernadores de aque­
deben imponerá los delincuentes, y que ejecu­ llas Islas para que se vuelvan, y porque con esta
ten sus sentencias aunque sean de muerte, en la causa andan muchos foragidos ocultos de los ja e­
forma que en ellas y conforme á derecho se con­ ces que los desterraron, mandamos á los gober­
tiene, administrando justicia con la libertad que nadores que por ningún caso les den licencia para
conviene. que vuelvan á Nueva España ni vayan al Perú
L E Y X V II. durante el tiempo de su destierro; y si fuere la
D. Felipe 111 en Madrid á 10 de diciembre de 1618. condenación de galeras-ú otros servicios, la ha­
Que los jueces no compongan delitos. gan cumplir.
Mandamos a los presidentes, oidores, jueces
y justicias que no hagan composiciones en las cau­ D. Felipe lí en Santaren á 15 de junio de 1581.
sas de querellas ó pleitos criminales, si no fuere Que no apliquen condenaciones d la paga de personas
en algun caso muy particular, a pedimento y particulares.
voluntad conforme de las partes} y siendo el ca­
so de tal calidad que no sea necesaiio dar satis­ Mandamos, que nuestras audiencias no apli­
facción á la causa pública por la gravedad del quen condenaciones á la paga de personas par­
delito ó por otros fines, estando advertidos que ticulares, y apliquen las que hicieren à gastos
de no ejecutarse asi, se hacen tos reos licencio­ de justicia y estrados generaimen te, y en estos ha­
sos y osados para atreverse en esta confianza, á gan sus libranzas conforme á derecho, sin to ­
lo que no harían si se administrase justicia coa car en penas de cámara.
rectitud, severidad y prudencia.
XVIII.
El emperador D. Carlos y la emperatriz gobernado­ (5) Por cédula de 30 de enero de 1685 se ordenó es­
ra en Ocaña á 25 de enero de 1551. to mismo Y por real cédula de 12 de agosto de 1773,
se extrañó á la Sala del Crimeu de Lima que no hubie­
Que habiéndose de extrañar d algunos, se remitan se remitido autos cuando desterró á D. N. Manrique
los autos de la causa. por toda su vida á Oran el año de 1759, y se mandan
Si hubiere algun caballero ó persona tal, que rehacer, y ai virey que esté á la mira de su cumpli­
convenga extrañar de las Indias y presentarse miento.
534 Libro vil. Título vni.
LEY X X III. LEY X X V II.
E l m ism o en M adrid á 18 de m ayo de 1571. El mismo en el Pardo á 2 de diciembre de 1587
Que no se apliquen las penas de cámara en. las JX Cari os II y la reina gobernadoi a.
sentencias. Que las penas aplicadas, d la cámara por la intra*
Las penas de cámara entren precisamente en duccion del rezo, se pongan por cuenta aparte.
poder de! receptor y no se apliquen en las sen­ Declararnos, que las condenaciones contra loa
tencias para salarios de los intérpretes, porteros que introdu jeren libros del rezo sin licencia, por
y otros oficiales, guardando la leyes 4-5 y 46» tí­ lo que tocare á nuestra cámara, se pongan en
tulo a5, lib. 2, y allí se hagan los libramientos arca y cuenta apárte, y los oficiales reales nos
por sus salarios, y las otras mercedes y limosnas avisen de la cantidad qué .montaren de que ten­
con antelación, cada año por tercios; y cumpti- ga particular cuidado él oidor comisario de estas
docon esto, de lo que sobrare se paguen las mer­ causas, el cual pueda llevar lo que íe tocare, aun­
cedes y libranzas hechas por Nos, y asi se guarde. que lo sea en cualquiera de nuestras audiencias,
guardándola ley i3, tít. 24, lib. 1.
L E !r X X IV .
El mismo allí á 18 de agosto de 1561. LEY X X V III.
Que los oidores no apliquen las penas para paga de
sus posadas, D. Felipe II en San Lorenzo á 15 de setiembre
de lo /9. Ln Madrid á 17 de enero de 1593.
En algunas audiencias se hacen condenacio­
nes para estrados, à fin de pagar los arrendamien­ Que las penas impuestas á los arrieros de la Fera-
cruz se apliquen conforme á esta ley.
tos de las casas donde viven los oidores y otras
cosas a su arbitrio y no las aplican á nuestra cá­ Por ordenanza de la ciudad de la Veracruz,
mara: y porque nuestra voluntad es que los mi* se d.spone que para sacar-cargas loa arrieros , sean
lustros paguen sus posadas de sus propios bienes obligados a introducir la tercia parte de su recua
y salarios, y no de penas de cámara y de nuestra cargada de bastimentos, cuya mayor parte sea
hacienda, como se practica en ias audiencias de de harina, y si algunas bestias entraren sin esta
estos reinos de Castilla: Ordenamos, que esto se calidad, paguen por cada una hasta el número de
guarde con los ministros de las Indias. la tercia parte un peso, y en ellas no puedan
sacar ninguna carga concierta aplicación de ía
LEY X X V . pena, la cual mandamos, que sin embarga de es­
El emperador D. Carlos, año 1530. tar confirmada por Nos, se distribuya y aplica#
Que las penas de las setenas sean para la cámara. mitad á los propios de la ciudad, y la otra mitad
al juez y denunciador por iguales partes.
Declaramos que las setenas en que condena­
ren los jueces pertenecen à nuestra cámara, y que Que t°s H ito s contra indios sean castigados
no pueden llevar ni sus oficiales, alguaciles ni con m a j or rigor quç contra españoles, ley a i.
merinos, ninguna parte de ellas, pena de volver­ ttt. jo Alib. Q.
las con el cuatro tanto. Q«e liis justicias tengan cuidado sobre proce­
dimientos de los esclavosj negros y perso­
LEY X X V I. nas inquietas, le y i3, tit. 5 de este libro.
D. Felipe II en Madrid á 6 de febrero de 1571. Que el preso en quien se ejecutare pena cor­
Que si no hubiere gastos de justicia pava seguir poral, no sea vuelto á la cárcel por costas
delincuentes, se suplan de penas de cámara. ni carcelage, ley ao, ti t. 6 de este librs (6).
Si no bastaren las condenaciones de gastos de
justicias para seguir delincuentes y malhechores, ( 6 ) Téngase presente, que los vireyes puedan
se suplan de penas de cámara con que se hayan perdonar delitos. Ley 27, tít. 3, Hb. 3, y véase tam­
de reemplazaren las primeras que se causaren. bién la ley 60 y su cita de la cédula de 27 de octu­
bre de 1798.

F IX DEL TOMO SEGUNDO.


DE LOS T I T U L O S C O M P R E N D ID O S

EN ESTE TOMO PRIMERO.

LIBRO PRIMERO.

Títulos. Páginas. Títulos. Páginas.


I. De la santa Fé Católica, * . X de las iglesias metropolitanas y
II. De las iglesias, catedrales y par- catedrales de las Indias. 57
roquiales , y de sus erecciones y XII. De los clérigos................................ 60
fundaciones................................ 7 X III. De los cimas y doctrineros. 64
III. De los monasterios de religiosos y XIV. De los religiosos. . . . . . 70
religiosas, hospicios y recogí- XV. De los religiosos doctrineros. . 69
mientas de huérfanos. 12 XVI. De los diezmos............................... 96
IV. De los hospitales y cofradías. . l6 XVII. De la mesada eclesiástica. i o3
V. De la inmunidad de las iglesias y XVIII. De las sepidt uras y derechos ecle-
monasterios, y que en esta ra­ siásticos. io5

.
zón se guarde el derecho de los XIX. De los tribunales del Santo Oficio
reinos de Castilla..................... 23 de la Inquisición y sus minis­
VI. Del patronazgo real de las Indias. 24. tros............................................... 1 0 7
VII. De los arzobispos y obispos y visi­ XX. De la Sania Cruzada...................... 1 2 0
tadores eclesiásticos. . . . . 36 XXL De los cuestores y limosnas. . 1 .2 5
VIII. De los concilios provinciales y si­ XXII. De las universidades y estudios ge­
nodales...................................... 49 nerales y particulares de las In­
IX. De las bulas y breves apostólicos. 5x dias. . . . . . . . . 128
X. De los jueces eclesiásticos y con­ XX III. De los colegios y seminarios. . . 1^0
servadores............................ .53 XXIV. De los libros que se imprimen y pa­
XI. De las dignidades y prebendados san á las Indias........................

LIBRO SEO-TOBO.

I De las leyes, provisiones, cédulas consejo real de las Indias. . *9*


y ordenanzas reales.................. i45 VIII. Del alguacil mayor del consejo real
II. Del consejo real y junta de gucr- de las I n d ia s .......................... i 95
ra de Indias.............................. l52 IX. De los relatores del consejo real
III. Del presidente y los del consejo de las Indias:.......................... id.
real de las Indias..................... 1 7 1 X Del escribano de cámara del con-
IV. Del gran canciller, y registra­ sejo real de las Indias. . x97
dos de las Indias y su tenien- XI. De los contadores del consejo real
te en el consejo.......................... 1 7 6 de las Indias............................ 200
V. Del fiscal del consejo real de las XII. Del coronista mayor del consejo
Indias........................................ 1 7 7 real de las Indias..................... 2o5
VI. De los secretarios del consejo real X III. Del cosmógrafo y catedrático de
de las Indias........................... 180 matemáticas del consejo real de
VII. Del tesorero general, receptor del las Indias................................... 206
XIV. De los alguaciles■, abogados, pro- XXV. De los receptores y penas de cá­
curadores, porteros , tasadores mara, gastos de estrados y ju s­
y demas oficiales del consejo real ticias, y obras pías de las au­
de las Indias .............................2 0 8 diencias y chancillerías reales
XV. De las audiencias y chancillarías de las Indias . . . . . . . 2 8 8
reales de las Indias.. . . id. X X V I. De los tasadores y repartidores de
XVI. De los presidentes y oidores de las las audiencias y chancillerías
audiencias y chancillarías reales reales de las Indias. . . . » 2 5 7
de las Indias ............................... 23g X X V II. De los receptores ordinarios y su
X V II. De los alcaldes del crimen de las repartidor de las audiencias y
audiencias de Lima y Méjico. . 255 chancillerías reales de las In­
X V III. De los fiscales de las audiencias y dias. ................................... . . 2 g 8
chancillarías reales de las In - X X V III. De los procuradores de las au­
dias ..................................................2 6 0 diencias y chancillerías reales
X IX . De los juzgados de provincia, de de las Indias .................................. 3 o 3
los oidores y alcaldes del crimen X X IX . De los intérpretes................................ 3o 5
de las audiencias y chancille- XXX. De los porteros y otros oficíales
rías reales de las Indias. . . 2 6 7 de las audiencias y chancille-
XX. De los alguaciles mayores de las rías reales de las Indias. , . 3 0 7
audiencias. . . . . . . 268 X X X I. De los oidores, visitadores ordina­
XXL De los tenientes de gran chanci­ rios de los distritos de audien­
ller de las audiendas y chanci- cias y chancillerías reales de las
llerias reales de las Indias. . 272 Indias. . ................................ 3 o 8
X X II. De los relatores de las audiencias X X X II. Del juzgado de bienes de difuntos ,
y chancillerías reales de las In ­ y su administración y cuenta en
dias ................................... 273 las In d ia s, armadas y bajeles. 3 1 3
X X III. De los escribanos de cámara de X X X llI. De las informaciones y pareceres
las audiencias reales de las In­ de servicios. . . . . . . 32 $
dias .......................................................2 77 X X X IV . De los visitadores generales y par­
X X IV . De los ahogados de las audiencias ticulares ................................. 329
y chancdlerías de las Indias. . 2 8 5
IN D IC E
DL L OS TITULOS COMPRENDIDOS

EN ESTE TOMO SEGUNDO.

Títulos. Páginas. Titulas. Páginas.

I. Del dominio y jurisdicción real de X. De los capitanes, soldados y ar­


las Indias .......................................... t tilleros................................................. 5 i
I I. De la provisión de oficios, g ra ti- X I. De las causas de soldados. . . 56
ficaciones y mercedes. 2 X I I. De los pagamentos , sueldos, ven­
III. De los vireyes y presidentes goher— tajas y ayudas de costas. . . 6 o
nadores............................................... iB X III. De los cosarios y p iratas, y apli­
IV . De la guerra ............................. „ 29 cación de las presas y trato
V. De las arm as, pólvora y munido- con extranjeros ................................ 6 4
nes........................................... 34 XIV. De los informes y relaciones de ser­
V I. De las fábricas y fortificaciones. . 36 vicios , partes y calidades de
V il De los castillos y fortalezas. . 39 que se debe dar cuenta al rey. . 6 6
V IH De los castellanos y alcaides de cas- XV. De las procedencias, ceremonias y
tillas y fortalezas .......................... 4^ cortesías.......................................
IX. De la dotación y situación de los X V I. De las cartas correos é indidfchas -
presidios y fortalezas. . . . 4-7 qw$. . ............................88

I. De los descubrimientos. . . . . q 3 1 X V I. De las obras públicas. . . . . Ï 2Q


II. De los descubrimientos por mar. . •7
96 X V II. De los caminos públicos, posadas,
III. De los descubrimientos por tierra. 97 ventas, mesones, términos, pas-
IV . De las pacificaciones. . . . . 100 tos, montes, aguas, arboledas y
V. De las poblaciones. .......................... 102 plantíos ............................................... i 3o
VI. De los descubridores, pacificadores X V III. Del comercio, mantenimiento y f r u -
-P-»

y pobladores................................ tos de los indios...............................


O

i 34
Ni

V II. De la población de las ciudades, X IX . Del descubrimiento y labor de las


villas y pueblos................................. io5 minas.................................................... i 38
V III. De las ciudades y villas, y sus XX. De los mineros, azogueros, y sus
preminencias...................................... 109 privilegios* ...................................... 140
IX . De los cabildos y concejos. . . . n i XXL De los alcaldes mayores y escri-
X. J)e los oficios concejiles. 114 bonos de minas................................ i 4»
X I. De los procuradores generales y X XII Del ensaye, fundición y marca del
particulares de las ciudades y oro y plata ........................................ id.
poblaciones......................................... 117 XXIII. De las casas de monedas y sus
XII. De la v e n ta , composición y repar- o f i c i a l e s . ....................................... i 5o
timiento de tierras 7 solares y XXI V. Del valor del oro, plata y moneda
a g u a s . ................................ ‘ . 1 181 y su c o m e r c io . ............................ i 54
XIII. De los propios y pósitos, . . 122 XXV. De la pesquería, y envío de perlas
X IV De las albóndigas. . . . . . 124 y piedras de estimación. i 56
XV. De las sisas, derramas y contri- XXV I. De los obrajes. . . . . . . 162
buciones............................................... 128
Titulos. Páginas. Títulos. Páginas.

i. De los términos , división y agre­ de las ciudades................................i 85


gación de los gobernaciones. . 164 V IH Do los escribanos de gobernación,
II. ])c los gobernadores, corregidores, cabildo y número, públicos y rea­
alcaldes mayores , y sus te­ les , notarios elesiásticos. . . i 83
nientes y alguaciles. . . . . i 66 IX . De las competencias.................... i g 3
i/r. JjC los alcaldes ordinarios.. . . 1 7 6 X. Do los pleitos y sentencias. . ig4
iv . De los provinciales y alcaldes de XI De las recusaciones. . . . 197
hermandad....................................... 179 X II. De las apelaciones y suplicaciones. 198
v. De los alcaldes y hermanos de la XIII. De la segunda suplicación. . . 2 o 3
Mesta ...................................................180 XIV. D e j a s entregas y ejecuciones. . 205
vi De los proto-médicos, médicos, XV. De las residencias y jueces que
rujan os y boticarios. . . . i 83 las han de tomar. . . . . 2 0 4
vil; De los alguaciles mayores y otros

/T
I. De los indios........................................ 2 17 tretenimientos y ayudas de eos-
I /. De la libertad de los indios, . 225 tas ..........................................................2 7 3
III. De las reducciones y pueblos de XII. Del servicio personal. . . . . 2 7 6
indios................................................... 228 XIIL Del servicio en chacras , viñas, olí-
IV. De las cajas de censos y bienes vares , obrajes, ingenios, perlas ,
de comunidad, y su adminis­ tambos , recuas , carreterías , ca­
tración ................................................. 232 sas , ganados y bogas. . . . 2 8 4
y. De los tributos y tasas de los in- x iv . Del servicio de encoca y añir. . 2 8 8
dios....................................................... 23 g XV. Del servicio en minas ......................... 2 8 9
VI. I)e los protectores de los indios. 249 XVI De los indios de Chile........................ 2 9 4
V il ])e los caciques...................................... 25 i XVII De los indios de Tucuman , P ara-
VI H. De los repartimientos, encomien­ guay y Dio d é l a P lata. . . 3 o 4
das y pensiones de indios, y ca­ XVIII. De los sangleyes................................... 3 o 6
lidades de los títulos. 253 XIX. De las confirmaciones de encomien-
IX . De los encomenderos de indios. 263 das j pensiones, rentas y situa-
X. Del buen tratamiento de los indios. 269
XI. De la sucesión de encomiendas, en-

I. De tos pesquisidores y jueces de V. De los mulatos , negros berberiscos


comisión........................... • 3io é hijos de indios............................... 320
II. De los juegos y jugadores. 3i 5 VI Pe las cárceles y carceleros. 326
III. De los casados y desposados en V IL De las visitas de cárcel. . . . 8 2 8
España é Indias , que estan au­ viu . De los delitos y penas , y su apli-
sentes de sus mugeresy esposas. 3i 6 cacion................................................... 3 3 i
IV . De los bagabundos y gitanos. . 3ig

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