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RESUMEN
Se analizan las propiedades psicométricas del cuestionario AF5 de García y Musitu (1999) y en especial su
estructura dimensional mediante análisis factorial confirmatorio en una muestra de estudiantes
universitarios del sur de Chile. La muestra está compuesta por 262 hombres y 429 mujeres, con edades
entre los 17 y 30 años.
Se realiza un Análisis Factorial Confirmatorio del modelo de García y Musitu lográndose niveles de bondad
de ajuste insuficientes para considerarlo adecuado desde el punto de vista empírico. Se exploran otros
modelos dimensionales alternativos: unidimensional, bidimensional, bidimensional con factor general de
segundo orden, pentadimensional con factor general de segundo orden y un modelo hexadimensional. El
modelo Hexadimensional resulta ser significativamente superior en su ajuste a los otros modelos.
PALABRAS CLAVE.
Autoconcepto, modelos dimensionales, análisis factorial confirmatorio, modelo hexadimensional.
ABSTRACT
This paper analyzes the psychometric properties of the Musitu & García (1999) Self concept Test. It examines
the dimensional structure of the instrument using a Confirmatory Factor Analysis on a sample of university
students in southern Chile. The sample group comprised 262 men and 429 women, aged between 17 and 30.
We performed a confirmatory factor analysis of Garcia and Musitu’s (1999) model, achieving goodness of fit
levels which were insufficient to be considered appropriate from an empirical point of view. We then
explored alternative dimensional models: unidimensional, two dimensional, two dimensional with a second
order general factor, five dimensional with a second order general factor and a six dimensional model. The
six dimensional model was found to have a significantly better fit than both the other models.
KEYWORDS.
Self concept, dimensional models, confirmatory factor analysis, hexadimensional models.
1. INTRODUCCIÓN académico y un autoconcepto no académico
Estudios respecto al autoconcepto en dife y en la base de la estructura dimensiones
rentes contextos (Hattie, 1992; Marsh, 1985, particulares. Este modelo ha sido revisado
1987, 1990) han apoyado en parte la gene por Marsh y Shavelson (1985) y han surgido
ralización del modelo multidimensional y nuevos postulados a través de un modelo en
jerárquico del autoconcepto desarrollado el que se aporta una mirada interna y ex
por Shavelson, Hubner y Stanton (1976). Sin terna del individuo respecto a la conforma
embargo uno de los problemas que se si ción del autoconcepto.
guen planteando es si es conveniente utilizar En este estudio se revisará la estructura pen
modelos teóricos occidentales del sí mismo a tadimensional de la escala AF5 de García y
personas que poseen una visión cultural Musitu (1999) que se basa en la propuesta
diferente. multidimensional de Shavelson, Hubner y
Existen investigadores que han afirmado que Stanton (1976). La propuesta de García y
el autoconcepto está enlazado con la cultura Musitu (1999) fue probada empíricamente
de origen de los individuos (Hattie, 1992; en sujetos españoles y ha sido revisada pos
Triandis, 1989; Markus y Kitayama, 1991), lo teriormente en otras muestras de España
cual implica que existirán diferencias trans (Busso, 2003; Gargallo, 2006, Esnaola, Rodrí
culturales y que puede haber tantos puntos guez, & Goñi, 2010; Malo, Bataller, Casas,
de vista diferentes del sí mismo como cultu Gras y González, 2011) en Brasil (Martínez,
ras distintas. A pesar de esto hay un con Musitu, García y Camino, 2003), Italia (Mar
senso general para definir el autoconcepto chetti, 1997). Los análisis confirmatorios han
como la percepción y valoración coherente mostrado que el modelo oblicuo pentafacto
que una persona hace de sí misma en tres rial se ajusta a los datos (Tomás y Oliver,
dimensiones básicas: cognitiva, afectiva y 2004). Otro trabajo con muestra española de
comportamental (Burns, 1990). Existe coin adultos de 18 a 62 años se confirmó que el
cidencia en considerar que el autoconcepto modelo pentadimensional oblicuo se ajus
se construye a través de las experiencias y taba mejor a los datos que el modelo orto
de las relaciones con el entorno, siendo muy gonal y en un estudio realizado en España y
relevantes tanto las respuestas del sí mismo, Portugal se encontró que la versión portu
como las de las personas significativas guesa aplicada a adultos de entre 21 a 66
(L’Ecuyer, 1985; Ballester, March y Orte, años era invariante en los pesos, varianzas y
2006). Harter (1990), define el autoconcepto covarianzas factoriales respecto a la muestra
como las percepciones que tiene el individuo española, pero no en los errores de medida
sobre sí mismo. Esta complejidad en su de (García, Musitu y Veiga, 2006).
limitación ha llevado a diferentes modelos
teóricos del autoconcepto. Se reconocen 2. METODOLOGÍA
cuatro grandes modelos explicativos: no El estudio es de tipo “Instrumental” (Mon
motético, jerárquico, taxonómico y compen tero y León, 2005). Pretende indagar en la
satorio (Byrne, 1984; Strein, 1993). estructura dimensional del constructo a
De estos cuatro modelos, el que ha recibido través del análisis del funcionamiento de la
más apoyo empírico es el modelo jerárquico escala de autoconcepto AF5 (García y Mu
de Shavelson, Hubner y Stanton (1976). Este situ, 1999) creada en España con población
es quizás el más defendido en los últimos española, en un nuevo contexto: estudiantes
treinta años por numerosos autores (Byrne y universitarios de la región de la Araucanía,
Shavelson, 1986; Marsh, 1990; Marsh y Cra Chile.
ven, 2006; Marsh, Craven y Debus, 1991;
Moritz, Read, Clark, Callahan y Albaugh, 3. PARTICIPANTES
2009). Este modelo propone una estructura Se utilizó una muestra de estudiantes uni
donde en la cúspide se encuentra una con versitarios chilenos de la Región de la Arau
cepción global del autoconcepto, en la me canía que contestaron voluntariamente un
dianía de la estructura un autoconcepto cuadernillo con la escala de Autoconcepto
mos considerar como adecuados coeficien índices de ajuste utilizados son los siguien
tes alfa de Cronbach superiores a 0.70 (Nun tes:
nally, 1987). a) El test Chi cuadrado permite compa
rar los diferentes modelos en com
petencia. Esta comparación se rea
liza por simple sustracción de los
Chi Cuadrados de los diferentes mo
delos anidados. Esta diferencia sigue
la distribución chi cuadrado con gra
dos de libertad igual a la diferencia
de los grados de libertad de los mo
delos que se comparan.
b) El Standardized Root Mean Square
Tabla 1. Consistencia interna (alfa de Cronbach) Mues
tra Original Escala AF5 y Muestra Universitarios Chile Residual (SRMR) es un índice de
nos. ajuste absoluto que puede ser visto
como el promedio de discrepancia
Como se puede observar en la Tabla 1 la entre las correlaciones presentes en
fiabilidad de las subescalas Académico, Fa la matriz inicial y las que son predi
miliar y Físico, son superiores en la muestra chas por el modelo.
original. Sin embargo, en las subescalas So c) El Root Mean Square Error of Ap
cial (donde la fiabilidad de la escala en la proximation (RMSEA) está conside
muestra original es aceptable) y Emocional rado como uno de los mejores y más
existe una mayor fiabilidad de las escalas en reputados criterios que informan del
la muestra de sujetos universitarios chilenos. ajuste. Pondera los grados de liber
tad y, por lo tanto, es sensible a la
6. ANÁLISIS DE DATOS complejidad del modelo ajustando el
Para analizar las propiedades métricas de indicador según parsimonia del mo
cada ítem se utilizaron los coeficientes des delo. Steiger (1990) sugiere que se
criptivos básicos (media, dispersión, asi utilice también el intervalo de con
metría y curtosis). Con la finalidad de verifi fianza de este indicador para valorar
car la fiabilidad de cada una de las Subesca su precisión en la estimación.
las de Autoconcepto AF5 de García y Musitu d) El Comparative Fit Index (CFI), pro
(1999), se utiliza el coeficiente alfa de Cron puesto por Bentler (1990), es útil
bach, de acuerdo a los criterios utilizados en para comparar modelos anidados.
la construcción original de estas escalas. Compara el modelo hipotetizado con
Finalmente se verifica la estructura dimen el modelo base que usualmente es el
sional de la escala mediante Análisis Facto modelo de independencia. Este
rial Confirmatorio utilizando el programa índice es sensible a la complejidad
Lisrel 8.7 (http://www.ssicentral.com/lisrel). del modelo. Tanto Cheung y Rens
El diagnóstico de la bondad de ajuste es cru vold (2002) como Elosúa (2005) su
cial para establecer la validez de una escala. gieren que cuando la diferencia en
Esta técnica permitirá evaluar el grado de este coeficiente entre dos modelos
ajuste empírico de los modelos a los datos. anidados es mayor que 0.01 se
La evaluación del modelo y comparación de podrían afirmar diferencias significa
los modelos se ha basado en varios criterios. tivas.
En primer lugar y como criterio principal se e) El Índice de Ajuste no normativo
maneja la consistencia substantiva o concep (NNFI). Es un índice de bondad de
tual del modelo propuesto. En segundo lu ajuste relativo. El índice de ajuste
gar, y de manera complementaria, se utilizan no normativo (NNFI) de Bentler y
diversos coeficientes de ajuste para evaluar Bonnet (1980) tiene en cuenta los
la consistencia empírica del modelo. Estos grados de libertad.
7. RESULTADOS cuando CFI y NNFI son iguales o superiores a
7.1. Análisis descriptivo de los ítems .95, RMSEA tiene un valor menor a .06 y
Existen tres ítems de la Escala de Autocon SRMR tiene un valor inferior a .05. No obs
cepto AF5 que presentan asimetría y curtosis tante, plantean que el ajuste de todo mo
alta. Estos son los ítems 14, 19 y 29 (los tres delo debe ser flexible considerando las va
pertenecen a la dimensión familiar). Al riables, objetivos y muestra de estudio.
mismo tiempo los ítems mencionados pre
sentan las medias más altas de la distribu
ción de ítems y desviación típica baja, lo que
podría indicar que poseerían un menor nivel
de poder discriminativo. Se decide retirar Tabla 3. Índices de ajuste para el modelo pentafacto
rial de García y Musitu en Universitarios Chilenos.
estos tres ítems de los análisis posteriores
(ver tabla 2.).
En la Tabla 3. Se observan los índices de
bondad de ajuste del modelo.
Para su análisis debemos consi
derar lo siguiente: un valor
RMSEA inferior a .060 es consi
derado signo de un buen ajuste,
el valor obtenido es .074. Consi
deremos además que valores
Tabla 2. Descriptivos de los ítems 14, 19 y 29 de la CFI y NNFI son inferiores clara
Escala AF5 en Universitarios chilenos. mente a 0.95 nivel mínimo para considerar
un ajuste aceptable. Hu y Bentler (1999).
7.2. Análisis dimensional: modelo pentadi Asimismo, el valor SRMR es superior a .05.
mensional de García y Musitu (1999) En conjunto, se puede valorar el ajuste como
Se realizó un análisis factorial confirmatorio insuficiente ya que ninguno de los indicado
del modelo pentadimensional de García y res más solventes y reconocidos refleja un
Musitu (1999), posteriormente se realiza el ajuste aceptable.
análisis comparativo de este modelo con En conclusión el modelo pentadimensional
otros considerados verosímiles. Se observa de García y Musitu (1999) en Universitarios
que de todos los modelos alternativos el que Chilenos, aparenta ser inconsistente o poco
resulta con un mejor nivel de ajuste es el robusto, por lo que se precisa compararlo
modelo hexadimensional propuesto por los con otros modelos verosímiles y concep
autores de este artículo. tualmente consistentes.
Es necesario señalar que este análisis de los Considerando la diversidad de planteamien
modelos ocurre en dos niveles. El primero tos teóricos respecto a la dimensionalidad
evalúa el ajuste de los modelos en términos del autoconcepto, cabe plantear diversos
absolutos comparando los niveles de ajuste modelos dimensionales alternativos al plan
conseguidos con los niveles de ajuste consi teado por García y Musitu (1999).
derados como aceptables por los principales
autores. Posteriormente se aborda el ajuste 7.3. Modelos dimensionales alternativos
del modelo en términos relativos o compara Como se señaló en el apartado anterior
tivos evaluando el ajuste alcanzado por el existe la necesidad de realizar una compara
modelo propuesto con el conseguido por ción de diferentes modelos para verificar si
otros modelos alternativos y verosímiles. existe alguno teóricamente aceptable que se
Los niveles de ajuste que suelen ser conside ajuste mejor que el modelo pentadimensio
rados como aceptables son los siguientes. nal planteado originalmente por García y
Un valor igual o superior a 3 calculado me Musitu (1999).
diante la razón entre 2 y el número de gra Por lo tanto, el modelo teórico propuesto
dos de libertad ( 2/gl). Asimismo, para Hu y por García y Musitu (1999) se compara con
Bentler (1999) se logra un ajuste adecuado
otros cinco modelos que son considerados el ajuste del modelo (Fitts, 1972,
verosímiles y consistentes teóricamente. Los Shavelson, Hubner y Stanton, 1976,
modelos son los siguientes: Marsh y Shavelson, 1985, Marsh,
a) M1 Unidimensional. La estructura 1990, 2005, Marsh y Ayotte, 2003).
unidimensional es plausible en cual e) M6t. Se propone una estructura
quier instrumento de medición de hexadimensional que permita un
actitudes en general y en la medi mejor ajuste que el modelo pro
ción del autoconcepto en particular. puesto por García y Musitu (1999).
Las dimensiones de los constructos Para ello, se considera el anómalo
habituales en el campo de la psico funcionamiento de los ítems que
logía suelen estar relacionadas, in conformaban el Factor Físico unido a
cluso intensamente, por lo que es un análisis del contenido de los
preciso verificar si una única dimen mismos que permite distinguir dos
sión resulta un modelo ajustado a aspectos que no necesariamente
los datos. Este modelo postularía irían unidos como son la capacidad o
una dimensión general e indiferen habilidad para la actividad deportiva,
ciada a la que llamaremos Autocon por un lado, y la belleza, imagen o
cepto General (Rosemberg, 1965). elegancia por el otro. Los resultados
b) M2–Bidimensional de primer orden. iniciales del Análisis Factorial Con
Se establece la posibilidad de que los firmatorio en el modelo pentadi
ítems de la escala de García y Musitu mensional de García y Musitu (1999)
(1999) puedan agruparse en torno a avalarían esta hipótesis. Tanto los
dos factores o dimensiones princi índices de modificación así como los
pales. Una es la dimensión acadé coeficientes de interrelación entre
mica y la otra es la dimensión no los errores sugerían la necesidad de
académica del autoconcepto. Este distinguir entre ambos aspectos. Se
modelo es similar al segundo nivel postula por lo tanto, la posibilidad
del modelo de Shavelson et. al de subdividir esta dimensión en dos
(1976). factores o dimensiones distintas que
c) M2.2–Bidimensional de segundo or serán incorporadas a este modelo
den. Se desprende también del mo hexadimensional y sometidas a aná
delo jerárquico de Shavelson, Hub lisis.
ner y Stanton (1976) y Marsh y Sha
velson, 1985), la posibilidad de que Algunos antecedentes en investigaciones
existan dos grandes dimensiones previas apoyarían también la hipótesis de un
relacionados entre sí. Conformarían modelo hexadimensional en adolescentes
un factor Académico y otro factor (Harter, 1987, 1988 y 1989, Rodríguez, 2008;
denominado No Académico. Ambos Esnaola, Rodríguez y Goñi, 2010). Se haría
se relacionarían con un factor Global necesario distinguir la dimensión de habili
de segundo orden al que llamaría dad física y la dimensión de atractivo físico
mos Autoconcepto Global. (Moreno, 1997). Se reconoce el atractivo
d) M5.2 Pentadimensional de segundo físico como la variable que presenta mayor
orden. Se considera que todas las relación con el autoconcepto físico (Moreno,
dimensiones se relacionan con una 1997, Maïano, Ninot y Bilard, 2004) en ado
dimensión principal de segundo or lescentes, universitarios y sujetos adultos
den a la que consideramos el Auto (Maïano et al., 2004, Klomsten, Skaalrik y
concepto Global, por lo que es espe Espnes, 2004, Fox y Corbin, 1989, Sons
rable que el modelo pentadimensio troem, Speliotis y Fava, 1992).
nal de García y Musitu (1999) posea
en la cúspide de su estructura una
dimensión global que podría mejorar
Cuadrado dado que, cuando los modelos son
anidados, las diferencias en este estadístico
se distribuyen según Chi Cuadrado para gra
Tabla 4. Índices de bondad de ajuste para el modelo
dos de libertad equivalente a la diferencia de
hexadimensional en Universitarios Chilenos.
los grados de libertad de los modelos que se
comparan.
En la Tabla 4. Se observan coeficientes de
En la Tabla 6. se presentan estos contrastes
ajuste que se acercan a los niveles conside
estadísticos tomando como referencia el
rados como buen ajuste. En todo caso, este
modelo Hexadimensional que es el que ha
nivel de ajuste supera ampliamente lo alcan
mostrado mejores coeficientes de ajuste. Se
zado por el modelo pentadimensional de
observa que las diferencias en el ajuste entre
García y Musitu (1999). Se tiene que deter
el modelo M6t (Hexadimensional) y los mo
minar ahora si este modelo es también supe
delos M1, M2, M2.2 Y M5.2 son estadística
rior en ajuste al resto de modelos alternati
mente significativas incluso para niveles de
vos.
error de .001. En relación a la comparación
entre los modelos principales de este estu
8. COMPARACIÓN ENTRE MODELOS
dio (M6t y M5) puede afirmarse que sus dife
La comparación entre diversos modelos nos
rencias en el ajuste son también estadísti
permite analizar si el modelo hexadimensio
camente significativas para el mismo nivel de
nal propuesto es, en términos relativos,
probabilidad de error (p=.001). Estas dife
aceptable. Es decir, en qué medida su ajuste
rencias son favorables al modelo Hexadi
es superior a otros modelos alternativos.
mensional por lo que puede afirmarse que la
distinción entre los dos aspectos del Auto
concepto Físico se ha mostrado conceptual
mente consistente y empíricamente sosteni
ble. Esta superioridad en el ajuste se de
muestra tanto en su comparación con el
modelo Pentadimensional de Primer Orden
(M5) como con el modelo Pentadimensional
de Segundo Orden (M52). Sin embargo, el
manejo de una prueba de contraste de dife
Tabla 5. Modelos dimensionales alternativos en Uni
versitarios Chilenos (2010): Índices de Ajuste. rencias como la Chi cuadrado no está exento
de dificultades por su conocida relación con
Nota: M1 – Modelo Unidimensional; M2 – Modelo Bidimen el tamaño de la muestra utilizada, la com
sional de primer orden; M2.2 – Modelo Bidimensional de
segundo orden; M5 – Modelo Pentadimensional de García y
plejidad del modelo, etc. Por ello, comple
Musitu; M5.2 – Modelo Pentadimensional con factor general mentariamente resulta prudente utilizar
de segundo orden; Mt – Modelo Hexadimensional; SRMR = otros criterios para analizar la solvencia o
Standardized Root Mean Square Residual; RMSEA = Root
Mean Square Error of Approximation; CFI = Comparative Fit relevancia de las diferencias en el ajuste
Index; NNFI = Non Normed Fit Index. entre modelos alternativos. Siguiendo las
recomendaciones de Cheung y Rensvold
En la Tabla 5. se observa con claridad que los (2002) se recogen en la Tabla 8 los cambios o
modelos pentadimensional y hexadimensio incrementos en el coeficiente de ajuste CFI.
nal son los que presentan mejores índices de Según estos autores incrementos en el
ajuste. Sin embargo, también puede obser ajuste en el CFI iguales o superiores a .01
varse que el modelo Hexadimensional (M6t) implicarían cambios sustanciales o equiva
tiene coeficientes de ajuste apreciablemente lentes a una diferencia estadísticamente
mejores que el modelo Pentadimensional significativas. Estos incrementos deben pon
(M5). Se realiza un contraste de hipótesis derarse por el diferencial en grados de liber
para verificar que estas diferencias en el tad de los modelos en comparación. Si
ajuste son estadísticamente significativas. guiendo este segundo criterio de compara
Para ello se hará uso del coeficiente Chi ción encontramos igualmente que el modelo
Hexadimensional resultaría superior al resto entre los errores de medida. Una parte de
de modelos incluyendo el modelo Pentadi dichas covariaciones podría indicar la pre
mensional de García y Musitu (1999). sencia de otros factores latentes no contem
plados en el modelo induciendo a su intro
ducción en el mismo. Otra parte de estos
factores latentes pudiera ser ajena al cons
tructo objeto de medida planteando la nece
sidad de una alteración del contenido de
Tabla 6. Test jerárquico para diferencias entre modelos determinados ítems como solución al pro
anidados. blema. Otras covariaciones pueden conside
rarse “artefactos de medida” al presentar o
Nota. M1–Modelo Unidimensional; M2–Modelo Bidimensional evocar dos ítems un elemento común ajeno
de primer orden; M2.2–Modelo Bidimensional de segundo
orden; M5–Modelo Pentadimensional de García y Musitu; al constructo que se desea medir. Esto es así,
M5.2–Modelo Pentadimensional con factor general de se por ejemplo, cuando ambos ítems contienen
gundo orden; M6t – Modelo hexadimensional.
(*) Diferencias estadísticamente significativas
el mismo término aunque con significado
diferente en el global del reactivo. En esta
El modelo Hexadimensional ha mostrado un línea se procedió a un análisis exhaustivo
ajuste significativamente superior al de otros tanto del contenido literal de los ítems como
modelos competidores, incluso superior al de los significados y componentes emocio
modelo planteado por los autores de la es nales que éstos pudieran evocar y que fue
cala. Sin embargo, el ajuste logrado puede ran ajenos al constructo de Autoconcepto
considerarse insuficiente puesto que los objeto de medida. Complementariamente se
coeficientes alcanzados no son enteramente observaron los Índices de Modificación y
satisfactorios al acercarse pero no alcanzar Coeficientes de Cambio Esperado que el
los niveles habitualmente considerados programa LISREL proporciona para aquellos
como aceptables. parámetros cuyo valor esté fijado a un valor
En la línea de analizar posibles vías de me concreto (en general a 0). De la conjunción
jora del instrumento se pueden plantear de ambos criterios, conceptual/teórico y
algunas especificaciones adicionales del mo empírico, se observó la conveniencia de libe
delo planteado que pretenden paliar o resol rar la interrelación entre los errores de los
ver determinadas insuficientes de los ítems siguientes pares de ítems dado que dicha
de la escala. covariación reflejaría ruido o artefacto de
medida:
9. MEJORA DEL MODELO HEXADIMENSIO Ítems af_9 y af_17: el primero de ellos per
NAL MEDIANTE EL CONTROL ESTADÍSTICO tenece al Factor Familiar y el segundo al
DE ARTEFACTOS DE MEDIDA Factor Social. Ítems af_22 y af_23: el primero
Una vez comparados los ajustes de los dife de estos ítems pertenece al Factor Social y el
rentes modelos alternativos, procede reali segundo al Factor Emocional. Ítems af_5 y
zar algunas especificaciones adicionales que af_20: ambos ítems pertenecían original
podrían mejorar el ajuste del Modelo Hexa mente al mismo Factor de Autoconcepto
dimensional eliminando algunos elementos Físico contemplado por García y Musitu
de perturbación o ruido en la medida del (1999) en su Modelo Pentadimensional. Sin
Autoconcepto mediante el AF5 de García y embargo, en el modelo Hexadimensional
Musitu (1999). Como es sabido, en la medi que defiende este estudio, ambos ítems
ción de actitudes está presente siempre un pertenecen a dos factores diferentes: Capa
componente de error de medida que sería cidad Física y Apariencia Física. Al revisar la
aleatorio. En el ideal de medición los errores escala se puede observar que estos ítems
presentes en cada ítem serían independien utilizan la misma palabra en la afirmación
tes entre sí. Sin embargo, la realidad de la aunque en sentidos.
medición está lejos de alcanzar este ideal y
en muchos casos se presentan covariaciones
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