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cientos de especies
atravesaron el océano
aferradas a desechos
Autor: AFP
La lista de nombres con los que puede ser llamada una tormenta se
recicla cada seis años, a menos que uno sea retirado por los estragos que
haya causado. Este año, Harvey, Irma y María son candidatos perfectos
para el retiro. Los tres huracanes han alcanzado una categoría 4 o 5,
devastando islas y causando pérdidas millonarias al tocar tierra. Pero
además, los tres se produjeron en el Atlántico en menos de un mes.
Aún así, los datos señalan que la temporada ha estado sobre el promedio.
Bob Henson, meteorólogo de Weather Underground -uno de los servicios
meteorológicos comerciales en EE.UU.-, dice que estamos en el peak de
la temporada de huracanes/tifones en el hemisferio norte (el peak en el
hemisferio sur es en febrero-marzo) y se han formado cerca de 50% más
tormentas que lo usual en el Atlántico (lo típico es 8), y ligeramente más
que lo normal en el Pacífico nororiental (15 vs el promedio de 13,1),
aunque el número de ciclones tropicales ha estado muy cerca del
promedio en el Pacífico Noroccidental y el Océano Índico Norte. “Como
un todo, el Hemisferio Norte ha visto 48 tormentas nombradas hasta el
21 de septiembre, comparado con el promedio a la fecha, que es 40,4”,
señala a La Tercera.
Récords
A más de un mes de que termine la temporada, 2017 ya está dejando
varios récords para la historia en cuanto a intensidad: Harvey -que afectó
Texas entre el 17 de agosto y el 3 de septiembre- provocó lluvias de más
1.300 mm en sólo tres días en Houston. “Lo que llueve en un año en
Puerto Montt”, dice Cordero. Un evento que tenía sólo 1 en 1.000
probabilidades de ocurrir. Irma (3 de agosto al 15 de septiembre en las
islas del Caribe y Florida), por su parte, tuvo vientos sostenidos cercanos
a los 300 km/h durante tres días, algo de lo que no se tenía registro, y
junto a Harvey y María (activo desde el 16 de septiembre) marcan la
primera vez en que tres huracanes categoría 4 (vientos superiores a los
210 km/h) tocan tierra en territorios norteamericanos en un mismo año.
Por lo mismo es que esta temporada ha concentrado más atención.
“El nuevo agujero negro que se produjo tiene cerca de 53 veces la masa
de nuestro sol”, se señaló en un comunicado de los científicos que
manejan el detector Virgo, ubicado en el Observatorio Gravitacional
Europeo en Cascina, cerca de Pisa, Italia.
“Mientras este nuevo evento tiene una relevancia astrofísica, su
detección trae un logro adicional: es la primera señal de una onda
gravitacional significativa grabada por el detector Virgo”, aseguraron.
Las ondas en la trama del espacio-tiempo fueron detectadas por los tres
aparatos casi simultáneamente.
Astrónomo chileno
descubre cómo se
alimentan los agujeros
negros
Autor: La Tercera
AGENCIA SINC
EFE
Foto: Pixabay.
Los datos genéticos obtenidos de siete humanos que vivieron en los últimos
2.500 de años en Sudáfrica sugieren que
el Homo sapiens surgió hace 350.000 años, mucho antes de lo que se creía hasta
ahora, según un estudio publicado hoy en Science.
Científicos suecos y sudafricanos pudieron identificar la secuencia genética de
los restos de tres individuos cazadores-recolectores que vivieron hace entre
2.300 y 1.800 años, y de cuatro campesinos que vivieron hace entre 500 y 300
años.
Todos ellos vivieron en la actual provincia de KwaZulu-Natal, en la costa
Índico de Sudáfrica.
Los científicos concluyeron que la transición de los humanos arcaicos
al Homo Sapiens ocurrió hace entre 350.000 y 260.000 años, mucho antes de
los 180.000 años que se creía hasta ahora a raíz de unos restos hallados en el este
de África.
Los autores del estudio, de la Universidad de Uppsala (Suecia), de la Universidad
de Johannesburgo (Sudáfrica) y de la Universidad de Witwatersrand
(Sudáfrica), apoyaron así la teoría del origen panafricano del Homo sapiens,
con evoluciones simultáneas en todo el continente.
De hecho, en junio de este año, unos fósiles de más de 300.000 años hallados
en Marruecos sugirieron que la evolución del hombre arcaico
al Homo sapiens podía haber ocurrido mucho antes de lo establecido hasta la
fecha.
En 10 años se podría montar
en un avión eléctrico
Ciencia
Redacción ciencia
AFP
Hace unos años la llegada de automóviles soportados por una batería revolucionó
el transporte socialmente sostenible y ecológico. Hoy, esta misma tecnología
planea ser implementada en aeronaves que cubran trayectos cortos,
reduciendo la emisión de gases contaminantes. Esto anunció la aerolínea
inglesa fundada en 1995, EasyJet, conocida por ofrecer pasajes a bajo costo y
por sus vuelos mañaneros. Hasta el momento, opera en más de 30 países y ofrece
alrededor de 820 rutas comerciales.
"Así como hemos visto con la industria automotriz, la industria de la aviación
estará buscando tecnología eléctrica para reducir nuestro impacto en el medio
ambiente", menciona Caroline McCall, directora de EasyJet, en un comunicado
de prensa.
Por encontrar una posible terapia para esta enfermedad y la leucemia, Carlos
Vélez Pardo y Marlene Jiménez del Río fueron reconocidos por segunda vez con
el Premio Nacional Alejandro Ángel Escobar.
Carlos Vélez Pardo y Marlene Jiménez del Río ganaron este premio por primera vez en el 2009. /
Archivo El espectador
Que Carlos Vélez Pardo y Marlene Jiménez del Río trabajen desde 1997 en
la Universidad de Antioquia no es ninguna casualidad. Antioquia es uno de los
departamentos que más incidencia de párkinson tienen. Es más, uno de sus
municipios, Peque, se convirtió en el lugar del mundo con mayor número de
personas afectadas por párkinson juvenil, una enfermedad
neurodegenerativa que ha cautivado a esta pareja de esposos por un largo
tiempo.
El año en que se conocieron, Marlene lo recuerda con exactitud. Fue en 1982,
cuando él estudiaba microbiología y ella bacteriología en la Universidad de los
Andes. Aunque no cursaban el mismo pregrado, se empezaron a cruzar en
algunas clases y prácticas de laboratorio. Así, además de gustarse mucho, se
dieron cuenta de que compartían la pasión por la biología molecular y la idea de
irse un tiempo del país para hacer un doctorado.
Lo último lo lograron unos años después. El primero en irse a cursar una maestría
a la Universidad Libre de Bruselas en Bélgica fue Carlos, y Marlene lo alcanzó
un año más tarde. Después, esta vez del todo juntos, empezaron a realizar
el doctorado en neuroquímica en el laboratorio de bioquímica de proteínas
del profesor Georges Vauquelin.
Una titánica investigación que, para entenderla, hay que explicarla desde el
principio. “El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que
puede darse por estímulos ambientales o genéticos. Aquí, en Antioquia,
predominan las que parten de la mutación en dos genes: la parkina y el LRRK2”,
comenta Carlos.
El primer paso, entonces, fue encontrar una ruta precisa para lograr que unas
moscas, las Drosophila melanogaster, tuvieran esta enfermedad. A punta de
prueba y error, Carlos y Marlene la descifraron: alimentaron a un grupo con
paraquat y rotenona, dos herbicidas que les destruían las neuronas
dopaminérgicas, “Ellas suelen escalar el tubo de abajo hacia arriba y podíamos
ver cómo se quedaban quietas en el fondo, como congeladas”, recuerda Carlos.
Después empezaron a rastrear diferentes moléculas que les permitieran
restituir esa pérdida motriz. Varias de ellas, que prefieren no mencionar aún,
ya que se encuentran en desarrollo, han mostrado grandes avances.
Pero su trabajo no paró allí. De forma paralela, el grupo de investigación que
lidera el matrimonio logró crear neuronas en sólo cuatro días, a partir de
células madre obtenidas del cordón umbilical. Un proceso que agilizaron
severamente si se tiene en cuenta que lo usual para obtener este tipo de células es
un período de 15 días. Con este logro, además, se han dedicado a ver qué
inhibidores de las proteínas que producen las mutaciones podrían servir para
tratar la enfermedad. Es decir, ya descifraron tanto la ruta genética como la
ambiental del párkinson y posibles moléculas que podrían detenerla.
Sin embargo, su último descubrimiento fue un gran salto: descifraron que la
leucemia y el párkinson tienen la misma ruta molecular, por lo que,
eventualmente, ambas enfermedades podrían tratarse con el mismo medicamento.
“Tanto las neuronas como las células leucémicas parecen responder a estímulos
de muerte y supervivencia, como el estrés oxidativo, de manera similar”,
comenta Carlos.
“Pero hemos visto que, mientras el estrés oxidativo afecta las neuronas, mata las
células leucémicas, así que debemos encontrar una molécula que proteja las
neuronas, al reducirlo, mientras aumente en las células leucémicas”, agrega
Marlene.
Llegar a saber cuánto faltaría para que esto pase o, incluso, para que puedan
llevar sus hallazgos a ensayos con humanos está aún plagado de incertidumbre.
Carlos es consciente de que para que esto suceda se necesitan recursos que, ad
portas de un presunto recorte para la ciencia el próximo año, podrían estar
escapándose de las manos.
El recuerdo del profesor Vauquelin vuelve a sus mentes, pues mucho ha
cambiado desde que eran estudiantes en Bélgica. En esa época, era él quien tenía
que preocuparse por buscar plata para el laboratorio, aunque en Bélgica una parte
casi siempre estaba garantizada. Ahora, como profesores, a su trabajo como
científicos y como padres de tres hijos, se ha sumado una tarea más: la de tocar
varias puertas para asegurarse de que su titánica investigación no se quede
quieta.
Crean la mayor base de
datos sobre la convivencia
de las hormigas
Ciencia
AGENCIA SINC
En este hormiguero artificial se puede apreciar la reina, las obreras y las larvas. Alberto Sánchez
Martín - Agencia Sinc.
Las hormigas comprenden una gran parte de la biomasa total del planeta y son
responsables de funciones ecológicas como la dispersión de semillas y
la polinización. A pesar de su gran diversidad, gracias a las colecciones de
museos de todo el mundo es un grupo bien descrito en el que pueden convivir
diferentes especies en un mismo hábitat.
Pero hasta ahora poco se sabía sobre cómo se estructuran y forman sus
ensambles ecológicos. “En animales, y sobre todo en invertebrados, las bases de
datos solo cubren una limitada zona geográfica, o solo contienen información de
presencia o ausencia de individuos”, indica a Sinc Silvia Abril, de
la Universidad de Girona.
Un equipo internacional de científicos, que ha contado con la colaboración de la
universidad catalana, presenta ahora en la revista Ecology una base de datos muy
completa y de acceso público que compila información detallada sobre la
abundancia de hormigas en un mismo hábitat.
Entre los años 1949 y 2014, los científicos recopilaron un total de 51.388 datos
de registros de abundancia y presencia de hormigas de unas 2.693 especies y
7.953 morfoespecies (grupos de individuos que pueden o no pertenecer a la
misma especie, pero que comparten rasgos comunes). Los resultados se
obtuvieron de 4.212 localizaciones en todo el mundo.
Para identificar a estos insectos, los expertos usaron métodos de captura estándar
que han permitido comparar los datos obtenidos en diferentes zonas, incluida
España. Además, los científicos obtuvieron información sobre la morfología de
las especies en museos y demás colecciones.
“Su identificación se pudo realizar con relativa facilidad dada la gran cantidad de
información disponible para ello, por ejemplo mediante recursos digitales de
imágenes, catálogos y literatura taxonómica compilada en distintas páginas web
(antbase.org, plazi.org, antcat.org, hormigas.org...)”, señala Abril.
Observar cambios en la biodiversidad de especies
Los resultados, que suponen un punto de partida, permitirán a los investigadores
estudiar cómo influyen en estas comunidades las perturbaciones en la riqueza de
especies, así como comprobar el efecto de las especies invasoras y el clima en
hormigas que pertenecen a distintos grupos tróficos.
En un estudio anterior, los científicos constataron que los ensambles de hormigas
aumentan la biodiversidad de especies a medida que aumenta la temperatura
ambiental. Pero también observaron que “las perturbaciones en los hábitats
disminuyen la riqueza de estos ensambles”, recalca Abril.
Los científicos evaluaron 65 tipos de papas e identificaron cuatro más exitosos. Centro
Internacional de la Papa / Mars Project
Un proyecto ejecutado conjuntamente por la NASA y el Centro Internacional de
la Papa (CIP) dio evidencia científica sobre la posibilidad de sembrar al
menos cuatro tipos de papas en el planeta rojo.
Pero además, junto a esta posibilidad interplanetaria también se observó que este
cultivo es genéticamente apto para adecuarse a los cambios ambientales que
experimenta la Tierra y crecer en condiciones más adversas.
Por eso, antes de hacer realidad lo que adelantó el cine en la película “Misión
rescate” —en la que el personaje encarnado por el actor Matt Damon cultiva
papas para mantenerse con vida mientras espera ser rescatado—, el milenario
tubérculo tiene una misión en la Tierra.
El cuarteto de astro-papas
El estudio indentificó cuatro tipos de papa, de un total de 65, que demostraron
su resistencia a altas condiciones de salinidad, logrando formar tubérculos en un
suelo similar al de Marte.
Una de estas papas es la variedad Tacna, desarrollada en Perú en
1993, caracterizada por su alta resistencia a la sal, y que fue introducida a
China poco después, donde demostró alta tolerancia a sequías y suelos salinos,
sin casi requerir irrigación.
Se volvió tan popular que fue relanzada en ese país en 2006 con el nombre de
Jizhangshu 8. Éxito similar obtuvo en Uzbekistán, país caracterizado por suelos
salinos y áridos, altas temperaturas y escasez de agua. Allí se la renombró como
Pskom.
Otra variedad que pasó todas las pruebas es cultivada en áreas costeras de
Bangladesh con suelos de alta salinidad y elevadas temperaturas. Y las otras dos
son clones promisorios, es decir papas en proceso de prueba que por sus atributos
son consideradas candidatas a ser una nueva variedad.
Estos cuatro tipos de papa proceden del programa de mejoramiento del CIP para
adaptación a tierras bajas subtropicales —como las que existen en Asia bajo
temperaturas extremas— y que se prevé que serán muy afectadas por el cambio
climático.
Antes, en la Tierra
Pero además de estas cuatro papas “finalistas”, otros clones y variedades también
lograron sobrevivir a los suelos y en condiciones extremas, lo que da nuevas
pistas a los investigadores sobre la genética que las ayuda a
enfrentar condiciones meteorológicas severas también en la Tierra.
“Fue una agradable sorpresa ver que las papas que hemos mejorado para tolerar
condiciones adversas eran capaces de producir tubérculos en este suelo”, señala
Walter Amoros, mejorador de papa del CIP, uno de los cinco investigadores que
participa en el proyecto, que ha dedicado más de 30 años a investigar el
tubérculo.
Proyecto inspirador
Para Alberto García, asesor de la representación de la FAO en el Perú a cargo de
programas de seguridad alimentaria, este experimento “sirve para comprobar que
la papa, un producto de gran valor alimentario y nutricional, es un cultivo
extremadamente adaptable a las peores condiciones”, lo cual es muy
relevante ante el cambio climático actual.
García subraya que el aumento de temperaturas está ocurriendo a un ritmo
inesperado, afectando no solo a la papa sino a otros cultivos que ahora son
sembrados a mayor altura, lo cual no es malo y hasta puede ser beneficioso para
algunos que antes solo se sembraban en pisos de valle.
“Pero también puede tener consecuencias negativas que tenemos que prever”,
agrega. Por eso, este experimento puede inspirar a otros, para adelantarse
a escenarios futuros y ver qué otros cultivos se adaptan a eventos extremos con
impacto en la agricultura.
A semejanza de Marte
El proyecto comenzó con la búsqueda de suelos similares a los de Marte. Tras
múltiples comprobaciones, Julio Valdivia-Silva, investigador peruano que trabajó
en el Centro de Investigación Ames de la NASA, determinó que las muestras de
suelo recogidas en las Pampas de la Joya, al sur del Perú, eran las más parecidas
que se pueden encontrar en nuestro planeta.
Conformadas por rocas volcánicas y sin ninguna forma de vida, además de
áridas, las muestras de suelo eran salinas en extremo.
Con ayuda de ingenieros de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC),
de Lima, se construyó en el CIP un “CubeSat”, es decir un satélite en miniatura,
basado en el diseño y asesoramiento proporcionado por el Centro Ames de la
NASA, a fin de crear un ambiente confinado lo más parecido a la atmósfera
marciana, donde se colocaron las papas.
“Si las papas podían tolerar las condiciones extremas a las que las estamos
exponiendo en nuestro CubeSat, tienen una buena oportunidad de
desarrollarse en Marte”, opina Valdivia-Silva.
Luego, hicieron varias rondas de experimentos para averiguar qué variedades
soportaban mejor las condiciones extremas y cuáles son las condiciones
mínimas que cada cultivo necesitaba para sobrevivir.
El CubeSat, herméticamente sellado, albergaba un contenedor con el suelo de La
Joya donde se cultivó uno de los tubérculos. El propio CubeSat suministraba
agua rica en nutrientes, controlaba la temperatura de acuerdo con las horas del
día y la noche en Marte, e imitaba los niveles de presión de aire, oxígeno y
dióxido de carbono del planeta.
Como además había cámaras de transmisión en vivo grabando el suelo fue
posible ver en directo el momento preciso de brotamiento de la papa.
De acuerdo con los resultados, los científicos del CIP sostienen que
para sembrar papas en Marte, las misiones a cargo tendrán que preparar el
suelo con una estructura suelta y nutrientes que permitan a los tubérculos obtener
suficiente aire y agua para poder tuberizar.
En una siguiente fase los científicos esperan someter a las variedades exitosas a
condiciones de crecimiento cada vez más extremas. Para ello se requiere —entre
otras cosas— desarrollar un prototipo de mayor precisión que supondrá una
inversión de US$100.000.
Confirmados los efectos
negativos para el cerebro de
beber en exceso
Ciencia
AGENCIA SINC
"Muchos estudios han evaluado los efectos del consumo excesivo de alcohol en
adultos jóvenes durante diferentes tareas que involucran atención o memoria de
trabajo", explica a Sinc Eduardo López-Caneda, de la Universidad del Minho en
Portugal. "Sin embargo, poco se sabe sobre si el cerebro de estos binge
drinkers (BDs) muestra diferencias cuando están en reposo y no se concentran en
una tarea", añade.
Y esto es lo que se plantea el actual trabajo, publicado en Frontiers in Behavioral
Neuroscience. López-Caneda y el resto del equipo reclutaron estudiantes de
primer año de la universidad gallega y les pidieron que completaran un
cuestionario sobre sus hábitos de consumo.
Los investigadores subrayan que necesitan realizar más estudios para confirmar
si las características que han observado en estos jóvenes son causadas por su
manera de beber, y si su desarrollo del cerebro podría verse afectado.
agencia Efe
La NASA optó por destruir la nave antes de que se perdiera su control desde la
Tierra y así evitar una posible colisión con una de las lunas que pudiera
comprometer futuras investigaciones.
PABLO CORREA
¿De qué manera la encíclica Laudato Si cree que va a cambiar algo dentro
de la iglesia?
Como todo cambio la encíclica no nace de la nada. Ya el papa Juan Pablo II
alguna cosa había dicho y Benedicto también. Al papa Benedicto le decían el
papa verde por su mensaje sobre el cambio climático. Ahora, esa centralidad de
haber puesto la ecología integral y el desarrollo sostenible en el centro de la
encíclica, adoptando los datos de la ciencia, ningún otro papa.