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BRUJAS DE LA EDAD MEDIA QUE

ROBABAN PENES Y LOS


GUARDABAN COMO MASCOTAS
 7 Abril 2017

 ESTIMULANTE

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Según una guía del siglo XV para la detección y la erradicación de la


brujería, las brujas eran capaces de hacer desaparecer penes, y algunos
incluso los mantenían en nidos y los alimentaban con avena.

Desde tiempos inmemorables, los hombres se han preocupado de manera


irracional por las amenazas recibidas hacia sus penes. Mucho antes de que
existiera la castración, había algo mucho más siniestro: el mito de las brujas
roba-falos que iban retorciendo y desmembrando miembros.
La descripción más conocida de esta práctica se recoge en el Malleus
Maleficarum, un manual de caza de brujas del siglo XV escrito por Heinrich
Kramer. Los historiadores, por lo general, lo consideran un texto absurdo y
misógino que, sin embargo, dio lugar a un sinnúmero de asesinatos viciosos
de mujeres acusadas de brujería; en el libro The Salem Witch Trials Reader,
Frances Hill lo describe como “uno de los libros más terribles y
desagradables que se han escrito.”
El Malleus está plagado de ansiedades obvias sobre el deseo sexual
femenino como cuenta la folclorista Moira Smith en su revista, Penis Theft in
the Malleus Maleficarum (el robo del pene en el Malleus Maleficarum),
“Muchos de los crímenes (maleficia) que se le atribuyen a las brujas en
cuestión de sexualidad: copular con demonios íncubos, provocar abortos,
causar esterilidad y obstaculizar las relaciones sexuales entre marido y
mujer”.

thenonist
En la Edad Media, se creía que las brujas tenían diferentes capacidades
mágicas para acabar con los penes, la más siniestra de todas es la
capacidad para hacer desaparecer el órgano sexual masculino por
completo. Según Smith, el Malleus Maleficarum detalla tres estudios de
casos específicos en los que las brujas tenían a los hombres mágicamente
privados de sus penes.
Los dos primeros simplemente incluían a hombres que tenían sus genitales
escondidos por alguna ilusión mágica de las brujas “pueden quitar el órgano
masculino”, Heinrich Kramer escribe, “no realmente despojándoselos del
cuerpo, pero sí ocultarlos con cierto glamour.”
Wikipedia

La tercera cuenta el fenómeno de como las brujas mantenían a los penes


sin cuerpo como animales de compañía y los alimentaban con avena y otros
cereales:
“¿Qué vamos a pensar de esas brujas que de alguna manera tienen
miembros en grandes cantidades, veinte o treinta, y los encierran juntos en
un nido de pájaros o en alguna caja, donde se mueven como miembros
vivientes, comiendo avena y otros alimentos? Esto lo han visto muchos y es
un tema común de conversaciones. Se dice que está todo hecho por obra
del diablo.”
Kramer pasa a describir a un hombre que intenta recuperar su miembro
perdido. Por su cuenta, el pobre, con el miembro castrado, “se acerca a una
bruja”, la cual le dice que “trepe un árbol en concreto donde los nidos
contienen varios miembros, y le permite que coja el que él quiera.” (Pero
desafortunadamente lo rechaza después de tratar de coger uno
especialmente grande que “pertenecía a un cura).

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En 2010, un artículo publicado en el Journal of Sexual Medicine, por el
historiador Johan J. Mattelaer, “entre el final del siglo XIII y principios del
siglo XVI, el árbol de falos era un fenómeno”. Los árboles pene florecieron
en toda Europa, de acuerdo con su investigación: un manuscrito francés del
siglo XIV contiene dos imágenes de monjas cosechando penes en los
árboles y metiéndolos entre sus ropas.
Se trata de una talla de principios del siglo XV que está actualmente en un
museo de Alemania que representa a una mujer cogiendo penes mientras
su amante mira detenidamente un árbol vulva; y una placa decorativa que
se encuentra en los Países Bajos “muestra a una pareja haciendo el amor
bajo un árbol de falos, posiblemente siendo observado por un voyeur.”
En el 2000, los arqueólogos descubrieron un espécimen particularmente
impresionante de árbol pene: un enorme mural del siglo XIII, en la Toscana.
Representa un árbol cubierto de órganos sexuales masculinos (“de hecho,
es un árbol de falos”, señala Mattelaer jovialmente), los cuales eran
desproporcionadamente grandes y… claramente en estado de excitación.
Wikipedia

“En la base del árbol destacan ocho mujeres, dos de los cuales parecen
estar luchando por un pene y una de los cuales está tratando de quitar uno
de una rama con un palo. Junto a ellas hay otra mujer que parece estar
menos involucrada, pero que, en una inspección más cercana, como apunta
Mattelaer, “tiene uno de los frutos del árbol que sobresale por la parte
inferior.”
StrangeHistory

George Ferzoco, el director del Centro de Estudios de la Toscana, ha


argumentado que el mural constituye “la primera representación de arte de
las mujeres que actúan como brujas”, citando el folclore toscano antiguo en
el que las brujas mantenían a penes cautivos en nidos.
En el Malleus Maleficarum, escribe Kramer, “Toda brujería proviene de la
lujuria carnal, que en las mujeres es insaciable.” En su esencia más pura,
los árboles pene y su asociación a las brujas de lascivia infinita plantean
una cuestión apremiante: si los penes crecen de los árboles, ¿para qué se
necesitan a los hombres?

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