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El Neolítico: apuntes de uso interno

EL NEOLÍTICO

Se inicia en el 7.000 a.C. y concluye en el 4.000 a.C. aproximadamente. Ello dependerá del
espacio en donde se desarrolle, ya que las condiciones no se dan de manera uniforme en
todos los lugares a la vez. El Neolítico, así, tiene distintos desarrollos, dependiendo si
estamos estudiando al Oriente próximo, Europa, Asia Central, América o África.

Sin embargo, más allá del tiempo y el espacio, tiene una característica común: es una época
de cambio transcendental porque:

- Se pasa de la economía depredadora a la productiva.

- Este cambio produce cambios en todos los aspectos de la vida (sociales, forma de vida,
mentalidad). A este cambio se le llama Revolución neolítica.

El término “neolítico”, etimológicamente, significa “piedra nueva”, y es que –antiguamente-

se lo definía a partir del cambio en la forma de construir los instrumentos de piedra que los
investigadores pudieron visualizar, ya que:

- Las piedras se pulimentaban.

- con una sustancia corrosiva se practicaba el filo.

- se pasa de construir instrumentos de caza a instrumentos agrícolas.

Sin embargo, en la actualidad lo que define a este período de la “Prehistoria” son varios
fenómenos que se encuentran estrechamente relacionados, como ser el surgimiento de la
agricultura y la domesticación de animales, la sedentarización de la población, una
organización social tribal, aparición social del trabajo, entre otros. Y todos esos cambios
son posibles gracias al traspaso de una economía depredadora (la del Paleolítico, donde
recordemos que los hombres y mujeres no producían sus alimentos sino que los consumían
directamente de la naturaleza ya sea a través de la caza, la pesca y/o la recolección) a una
economía productiva.

Muchos antropólogos se han preguntado acerca del origen de esta economía productiva
basada en la domesticación de plantas y animales. En tal sentido, buscando respuestas en
torno al origen de la agricultura, se plantearon muchas teorías. Nosotros, abordaremos
algunas de ellas:

• En el siglo XIX, los investigadores consideraban que el origen de las plantas y

animales domésticos constituía una etapa (obvia, para ellos) del progreso histórico.
Esto es así porque creían en el progreso ilimitado, y por lo mismo, el origen de la
agricultura era una etapa obvia y obligada por la cual debían pasar los hombres. De
esta manera, el surgimiento de la domesticación de plantas y animales se explica
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esencialmente por la evolución “natural” del hombre hacia la mejora de sus

condiciones de vida.
• En 1930, el arqueólogo australiano Gordon Childe se opone a esa división
tradicional del origen de la domesticación como un paso natural de la humanidad
hacia la civilización, característica del siglo XIX. A partir de su teoría, conocida como
“Teoría difusionista”, este autor plantea que la “revolución Neolítica” fue inventada
en la Mesopotamia (en el valle del rio Tigris y el rio Éufrates) y que, de allí, se
difundió al resto de la Tierra. La causa de esta invención él la va a encontrar en el
cambio climático del 10.000 a. C., en el traspaso del Pleistoceno al Holoceno. ¿Por
qué para Childe la causa se explica a través del factor climático? El nos dirá que, en
la Mesopotamia, no se dio la glaciación, sino un cambio climático que convirtió a su
clima templado en uno desértico. Esto habría provocado dos cosas: por un lado, la
emigración de animales; y por el otro, que las plantas se secaran. Frente a ello, el
hombre se habría visto obligado a domesticar animales y plantas, para poder
sobrevivir, lo cual puede hacerlo tranquilamente porque aquella zona era fértil (se
refiere a lo que nosotros conocemos como “medialuna fértil”, en el suroeste de Asia).
• Al poco tiempo, el arqueólogo estadounidense Robert Braidwood, va a criticar la
teoría de Gordon Childe al decir que el cambio climático por sí solo no explica nada.
Para este autor, la teoría difusionista de Childe es muy simplista: un solo hecho no
puede provocar un cambio tan importante. Braidwood considera que el cambio
climático no es la única ni la más importante de las causas: el cambio climático era
como un periodo interglaciar y éstos ya se habían producido durante el Paleolítico.
Si el cambio climático fuera la única causa, en el primer periodo interglaciar del
Paleolítico debió de haber aparecido la agricultura. La Mesopotamia no fue el centro
inventor ya que de ser así los yacimientos neolíticos más antiguos aparecerían en
Mesopotamia y sin embargo aparecen más al norte, en la península de Anatolia. Así,
Braidwood planteará una teoría evolucionista a partir de la cual nos dirá que no
existe una causa única para explicar el origen del Neolítico, sino muchas causas. No
niega la importancia del cambio climático, pero esta no fue la causa real. La causa
más importante es el grado de evolución (en el sentido de cambios en el
conocimiento) que tenían las sociedades del 10.000 a.C. Hacia esta fecha los pueblos
habían adquirido grandes conocimientos mediante la observación de la naturaleza.
Aprendieron a fabricar instrumentos,... Esto les permitió cuando llegó el cambio
climático practicar la agricultura y la ganadería.
• En la década de los ´70, el antropólogo estadounidense Mark Nathan Cohen, formuló
planteos que resultaron novedosos, al tratarse de una teoría con pretensiones de
tener un alcance general de la explicación del origen de la agricultura a nivel
mundial. Para este autor, a pesar de las diferencias temporo-espaciales, el
denominador común es la presión demográfica. En efecto, la presión demográfica
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explicaría la adopción de la agricultura desde una perspectiva temporal y geográfica

amplia, considerando que el crecimiento de la población ha sido constante.
Tomando el análisis del patrón cultural de los grupos de cazadores-recolectores,
observa que, al analizar un grupo determinado, no se perciben variaciones notables
de población por encima de los límites subsistenciales a causa de la existencia del
mecanismo de ajuste. El examen a escala amplia permite observar la existencia de
un crecimiento regular de los grupos de cazadores-recolectores, cuyos excedentes
demográficos son canalizados mediante la expansión territorial. La expansión
territorial se trata de una posibilidad limitada para el régimen económico de la caza-
recolección, amenazando el equilibrio establecido de explotación de los recursos. El
autor establece que, por esta causa, a finales del Pleistoceno la situación
demográfica general es de saturación con respecto a un modelo económico
determinado. La solución para mantener la supervivencia de los grupos está en la
variación de la estrategia global de subsistencia y en la variación de los patrones
culturales. Se trata de la única alternativa posible, el inicio del aumento artificial de
las plantas dentro del radio de recolección de los grupos, mediante la aplicación de
una o más técnicas cuya unión constituiría la agricultura. De ahí que el autor
sostenga que la causa del origen de la agricultura sea la presión demográfica, que
trae aparejado como consecuencia, para la supervivencia de los hombres, la
domesticación de plantas y animales.
• Finalmente, a principios de nuestro siglo, el arqueólogo e historiador alemán Josef
Reichholf, sostiene que la agricultura no surge de una situación de escasez, como
sostenía Gordon Childe, sino de abundancia: la humanidad habría experimentado
con el cultivo de cereales y utilizado el grano como complemento alimenticio, ya que
la caza, la pesca y la recolección no se habrían abandonado. Para este autor, la
intención inicial no era hacer pan con el grano, sino fabricar cerveza por medio de
su fermentación. Pero… ¿por qué? Porque, para él, la humanidad siempre ha sentido
la necesidad de alcanzar estados de embriaguez, como lo demuestra la importancia
que, en este periodo, se le da a los chamanes, quienes sabían utilizar plantas e
ingerir bebidas que los colocara en un estado de trascendencia; rituales que se
hacían con fines religiosos. Esta teoría no está ampliamente aceptada.

La “Revolución Neolítica”: sus consecuencias

La serie de cambios que se producen en la vida del hombre como consecuencia a la

aparición de la agricultura y la ganadería es llamada “revolución neolítica” (término
acuñado por G. Childe). Ahora bien, ¿Cuáles son estos cambios?

Por un lado, las sociedades se vuelven sedentarias. Al principio practican el una agricultura
itinerante. Esta última consiste en el traslado de los grupos humanos cuando la tierra ya no
tiene nada para ofrecer porque está agotada. A mediados del Neolítico, estos hombres y
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mujeres se vuelven totalmente sedentarios porque conocen mejor las técnicas agrícolas y
así evitan que la tierra se agote. Para ello utilizan el abono y más tarde el barbecho. Al
principio era un barbecho bienal con el que se perdía la mitad de la cosecha. Luego se usó el
trienal en el que se cultivan 2/3 del terreno y se deja descansar 1/3 rotando
alternativamente este método.

Como consecuencia de la sedentarización, aparecen poblados estables. Es decir que nos

encontramos frente a una nueva organización social: la TRIBU. Si bien no hay una
definición única y aceptada por la totalidad de los investigadores, podemos pensar que
estamos frente a una tribu siempre que encontremos las siguientes características:

• un grupo social conformado por menos de 5.000 personas,

• conformado por la asociación de varias familias,
• los integrantes de estas tribus comparten un mismo origen y ciertas costumbres y
tradiciones,
• se organizan en clanes (que son unidades con tenencia de la tierra),
• el liderazgo se encuentra en la figura de un jefe o patriarca que es una persona
mayor respetada por el resto de los integrantes de la comunidad y es quien dicta las
normas de convivencia del grupo y establece castigos para aquellos que no respeten
las normas,
• la presencia de chamanes (individuo al que se le atribuye la capacidad de modificar
la realidad o la percepción colectiva de ésta, de maneras que no responden a una
lógica causal. Esto se puede expresar, por ejemplo, en la facultad de curar, de
comunicarse con los espíritus y de presentar habilidades visionarias y
adivinatorias)
• división del trabajo por edad y sexo

Como consecuencia de la sedentarización total, decíamos, aparecen poblados estables. Si

sumamos la aparición de estos poblados permanentes a la economía productiva se
entiende el aumento demográfico. Este aumento de la población explica la aparición de la
Cerámica, pues es justamente para guardar la producción (de una población en ascenso) la
razón por la cual surge.

Las vasijas de barro, en este sentido, tienen una doble función. Debemos pensarlas como un
elemento utilitario (en la medida que servían para guardar la cosecha o su excedente) y
también como un elemento cultural (ya que a partir de la forma en que estaban decoradas,
los hombres y mujeres del Neolítico, diferenciaban las distintas culturas).

Es así como podemos observar que, con las sociedades productivas, aparecen sociedades
de organización más compleja por que aparece el excedente, la división social del trabajo y
la propiedad privada:
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• El excedente: Cantidad de producción sobrante. Es el inicio de la riqueza, cuanto

más excedente más rico. Aparece con la producción pero no se consolida hasta
mediados o finales del Neolítico: los instrumentos de cultivo son más perfectos, se
abona, se riega,... Esto produce cosechas más abundantes que dan lugar al
excedente. El excedente sólo tiene consecuencias cuando se consolida: permite la
división social del trabajo.
• División social del trabajo: En una sociedad la gente se diferencia por su trabajo. En
el Paleolítico todos cazaban = todos iguales. Al principio del Neolítico todos son
agricultores = todos iguales. Cuando aparece el excedente consolidado no se dedican
todos a la agricultura ni a la ganadería: se necesitan productos que ninguna de estas
dos cosas producen.
• Con el excedente se puede alimentar a otras personas que se dediquen a fabricar
instrumentos, tejidos, cerámica,... = empieza la artesanía. El artesano le cambia sus
productos al agricultor por el excedente. Así, surge el primer tipo de comercio que
es el comercio por trueque
• La propiedad privada: En el Paleolítico no existía. Con la aparición de la agricultura
empieza a aparecer. Para convertir una zona salvaje (improductiva) en productiva
se requiere mucho trabajo: la gente sólo está dispuesta a hacer este trabajo si tiene
la seguridad de que la tierra será suya = aparición de la propiedad privada.

Finalmente, diremos que, de la economía productiva, nacen los cambios culturales: Durante
el Paleolítico el hombre creyó en la influencia del espíritu del animal en la vida del hombre
= toteista. Estas creencias se dan porque el hombre es cazador y vive de la caza. Tienen
creencias animistas (recuerden cuando vimos el video sobre las pinturas rupestres en las
cuevas pintadas de Guachipas) ya que el animal es el ser sagrado.

En el Neolítico aparece la cultura de los hombres agricultores: viven de la tierra (cosechas)

= adoran la fertilidad de la tierra: diosa fundamental = "Diosa - Madre" = diosa de la
fertilidad de la tierra, también representa el ciclo del vegetal (muere y reaparece: la tierra
es improductiva en Invierno y después es productiva). Los hombres de finales del Neolítico
adoran a la naturaleza en general: tierra, sol, agua, ríos, montañas, mares: los cuales serán
los dioses de las primeras “civilizaciones”, como veremos más adelante...