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Incitatus, la gran pasión de Calígula

Cuentos originales

Autor:

Eva María Rodríguez


Edades:

A partir de 8 años
Valores: arrogancia, ambición
Corría el año 37 después de Cristo cuando
Cayo Julio César Augusto Germánico, más
conocido como Calígula, se convertía en el
tercer emperador de la Antigua Roma.

Cuando Calígula llegó al poder se convirtió


en un gobernante querido por su pueblo.
Pero pocos meses después el emperador
cayó gravemente enfermo y a punto estuvo de perder la vida.

Sin embargo, aunque conservó la vida, no pasó lo mismo de su cordura


ya que, cuando se recuperó, el emperador había cambiado. Así, Calígula
pronto se hizo famoso por sus locos caprichos y excentricidades. Una de
sus más famosas locuras la protagonizó Incitatus.

Incitatus era un hermoso caballo hispano del que Calígula se enamoró


perdidamente. Tal era el amor y adoración que el emperador sentía por
su caballo que lo convirtió en el caballo más rico de toda la historia.

-Quiero que construyáis para Incitatus una caballeriza de mármol con


pesebres de marfil -ordenó Calígula-. Y no quiero que ningún otro
caballo esté con él, pues ningún otro animal es digno de ello.

Tras ordenar la construcción de las lujosas caballerizas, Calígula ordenó


que su caballo estuviera bien cuidado. El emperador pronto vio que esto
no era suficiente, por lo que le dio a Incitatus toda una villa con
jardines. A su servicio puso a nada más y nada menos que dieciocho
sirvientes que se ocupaban del caballo en exclusiva.

-Tapadlo con mantas color púrpura, y no me importa que ese sea el


color más caro. El púrpura es el color reservado para la familia imperial
e Incitatus es de mi familia. Incitatus merece lo mejor, así que
adornadlo también con collares de piedras preciosas. En cuanto a la
comida, quiero que coma como se merece, así que deseo que le deis
copos de avena mezclados con escamas de oro, que beba el mejor vino
en copas de oro y que coma todos los ratones, calamares, mejillones y
pollo que desee.

Viendo lo feliz que estaba su amado caballo, Calígula se dio cuenta que
aún faltaba algo, así que le buscó una esposa. Pero como no encontraba
una yegua a su altura, Calígula casó a Incitatus con Penélope, una
hermosa mujer de la alta sociedad.

Pero no acaban aquí las locuras de Calígula


para con su caballo favorito. Cuentan que,
para tranquilizarle antes de una carrera, el
emperador dormía con él y mandaba callar a
todo el mundo para garantizar el descanso
del animal, que era un gran corredor.

Un día, viendo a su maravilloso caballo


disfrutar de las maravillas que había
preparado para él, Calígula decidió hacerle
un regalo especial: le dio un puesto en el
gobierno. Así, Incitatus se convirtió en el
primer y único caballo gobernante, ya que
Calígula le otorgó el prestigioso título de
Cónsul de Britania en el Senado.

Así, el caballo favorito del emperador vivió a


cuerpo de rey hasta el año 41, cuando
Calígula cayó. No se sabe muy bien qué pasó con Incitatus después. Lo
que es seguro es que fue obligado a abandonar su puesto de gobierno.
MI ÁRBOL TENÍA
Mi árbol tenía
sus ramas de oro.

Un viento envidioso
robó mi tesoro.

Hoy no tiene ramas.


Hoy no tiene sueños

mi árbol callado,
mi árbol pequeño.

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