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COMO

ABRAZAR UN
CORAZON *
Tamyra Horst

ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA Av. San Martín 4555,


BI604CDG Florida Oeste Buenos Aires, República Argentina
Titulo del original: How to Hug a Heart, Pacific Press Publishing Association,
Boise, ID, E.U.A., 1997.

Dirección editorial: Aldo D. Orrego


Traducción: Betina Plzzuto i
Dlagramación y tapa: Néstor Rasi

IMPRESO EN LA ARGENTINA
Printed in Argentina

Primera edición
Segunda reimpresión
MMIX-2.5M

Es propiedad. © Pacific Press Publ. Assn. (1997).


©ACES (2005).
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

ISBN 978-987-567-096-9

Horst, Tamyra
Cómo abrazar un corazón / Tamyra Horst / Dirigido por Aldo D. Orrego - 1a ed., 2* reimp. - Florida : Asoc. Casa
Editora Sudamericana, 2009.
128 p.; 20 x 14 cm.

Traducido por: Betina Pizzuto

ISBN 978-987-567-096-9

1. Vida cristiana. I. Orrego, Aldo D., dir. II. Betina Pizzuto, trad. III. Titulo.
CDD 248

Se terminó de imprimir el 07 de octubre de 2009 en talleres propios (Av. San Martin


4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires).

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y


dlseflo), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por
fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor.

■10382S-
CONTENIDO .....
I. ¿Qué es un abrazo? ..................................................................... 5

li. Dándote ánimo a ti primero.................................................. '. . . .9

I I I . Nuestras palabras ...................................................................... 25

I V . El ejemplo de Jesús .................................................................. 33

V. Necesidades físicas ................................................................... 41

V I . Necesidades emocionales .......................................................... 57


V I I . Necesidades espirituales ........................................................... 73

VIII. ............................................................... ¿

A quién abrazar? ................................................................................ 87

I X . Cónyuge e hijos......................................................................... 99
X. Enseñándoles a tus hijos.......................................................... 113

X I . Cuando tú no puedes satisfacer todas las necesidades .119


X I I . Lavanda
CAPITULO I

¿QUE ES UN
ABRAZO?
“Anímense y fortalézcanse unos a otros, tal como ya lo están haciendo”.
1 Tesalonicenses 5:11 (DHH)

¿Qué es un abrazo?
Un diccionario define el abrazo de esta forma: “Poner los brazos
alrededor y sostener intensamente y con cariño; rodear estrecha y
afectuosamente; aferrar o proteger; mantenerse cerca”.
La gente se abraza de diferentes maneras.
Los abrazos de Candace son fuertes. Ella se asegura de abrazarme
cada semana en la iglesia; buscándome si no la saludo cuando entro. Los
abrazos de Julie dejan una fragancia de su perfume que no se desvanece
que te hace acordar a ella y su amor. Joshua tiene diez años. Sus abrazos
son incómodos y tímidos y rara vez son dados frente a sus amigos.
Tyler, de un año de edad, comienza sus abrazos corriendo. Su abuela se
prepara para recibirlos cuando lo ve venir. El abrazo de una madre es
cálido y reconfortante. Los abrazos de mi marido son tiernos y
protectores: me dan seguridad.
Manny trabaja con jóvenes. Muchos de ellos no se sienten
cómodos con los abrazos, entonces él golpea sus manos y les da
palmaditas en la espalda. Esa es la forma de decirle a la gente joven que
son importantes para él y de mostrarles que él

5
I
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

se interesa por ellos.


Algunos abrazos son firmes y dicen: “Te amo”. Otros
abrazos son suaves: un saludo entre amigos.
Cuando comencé a asistir a la iglesia con mi marido, me sorprendí
por tantos abrazos. Mi familia no solía abrazarse o tocarse mucho. La
gente de la iglesia a la que había estado asistiendo antes no se abrazaba;
por lo menos no en los departamentos de jóvenes y colegiados, donde
yo había ido. Sentía los abrazos un poco incómodos al principio.
Algunas veces intentaba escaparme al entrar o salir de las reuniones sin
ser vista. Pero nadie puede esquivar a Candace. Ni a Julie. Ni al Sr.
Johnson.
Al poco tiempo los abrazos se sentían más cómodos, y comencé
a aceptarlos más fácilmente. Me gustaba el sentimiento que
expresaban los diferentes abrazos: calidez. Cariño. Amor. Aún cuando
quería ser capaz de prodigar esos mismos sentimientos a otros,
simplemente parecía no poder comenzar un abrazo.
Fue entonces cuando empecé a buscar formas alternativas de
hacer que los demás se sintieran apreciados. Enviar una pequeña nota
durante la semana. Dar una visita rápida con algún pan casero.
Compartir flores del jardín. Dejar un pequeño regalo que creía que ellos
disfrutarían en algún lugar donde sabía que podrían encontrarlo. Decirle
a la gente que los apreciaba. Animarlos con palabras y notas.
Estos pequeños actos de bondad y aliento eran mi forma de
“abrazar” a la gente. De “abrazar” su corazón. Compartir calidez,
sentimientos de cariño: como un abrazo.
Comencé a notar los “abrazos” que otras personas estaban dándole
a mi corazón: Una bonita tarjeta en el Correo.
¿QUÉ ES UN ABRAZO?

Una cena cuando las cosas estaban en un estado caótico en ci- sa. Un
oído que me escuchaba. Versículos bíblicos en tarjetas de 3 x 5
escondidas alrededor de la casa. Estos “abrazos” me dieron ideas
mientras continuaba tratando de llegar a otros.
La mayoría de estos abrazos no tomaban demasiado tiempo o
esfuerzo, pero dejaban una impresión duradera. Un lindo recordatorio
del amor de un amigo.
Cuando tú das un abrazo, eso implica dar un paso hacia la gente.
Colocar tus brazos rodeándolos. Permitirte a ti mismo el estar- abierto y
vulnerable hacia ellos. En un abrazo, ambas personas están abrazadas.
Ambos sienten el calor y el amor que un abrazo transmite.
Al abrazar a un corazón, también necesitas hacer el esfuerzo de
dar un paso hacia la otra persona y estar abierto a ellos. Escucharlos,
comprender cómo se sienten. Y luego tomarte el tiempo de hacer algo:
ya sean diez minutos para escribir una nota o tiempo para preparar una
comida o ayudar con algún quehacer.
Pero encontré que tú también experimentas un sentimiento
especial al abrazar un corazón. Hace varios años, pasé algunas noches
ocasionales en un hogar para adolescentes solteras embarazadas para
que los encargados del hogar pudieran tener una noche libre. Mientras
estaba allí, hablé con las jóvenes, cené con ellas, lo que ellas cocinaron,
miré televisión con ellas, de todo un poco. Entre mis visitas, escribí
notas para las chicas que había llegado a conocer un poco. Nunca
estaba segura de lo que debía escribir, entonces tan sólo escribía sobre
cualquier cosa que estaba ocurriendo en mi vida en ese momento. Mi
hijo mayor tenía apenas un año de edad en ese momento, entonces
incluí relatos sobre él. Ese simple gesto mar-
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

CÓ una diferencia en ellas. Y eso fue una bendición para mí. Una noche
cuando llegué, una joven a la que había estado escribiéndole irrumpió
en la habitación con un gran abrazo y una sonrisa. Después de nueve
años, aún escucho sobre ella en ocasiones y recibo fotos de su pequeño
niño. Todo a causa de pequeños gestos de bondad. Unos pocos minutos
de mi tiempo. Un poquito de mi cariño.
Eso es sobre lo que trata este libro. Formas simples de tocar la
vida de otras personas. De abrazar su corazón. De hacerles saber que te
importan.
CAPITULO II

DÁNDOTE ÁNIMO
A TI PRIMERO f»
“Yo te llamé por tu nombre, tú eres mío... Porque te aprecio, eres de gran valor y yo te amo”.
Isaías 43:1-4 (DHH)

“Hay alguien en tu vida a quien no puedes perdonar. Alguien que


nunca es lo suficientemente bueno a tus ojos. Esta persona nunca
alcanzará lo que crees que debería ser. Eres más duro con él que con
ninguna otra persona...” Había estado escuchando a medias cuando las
palabras del orador captaron toda mi atención. Perplejo por sus
afirmaciones, comencé a pensar: Señor, ¿soy de tal manera con alguien?
Mi mente recorrió las semanas pasadas. Como me había estado
preparando para este retiro de mujeres, había pasado tiempo pidiéndole a
Dios que me muestre mis pecados y mis malas actitudes, especialmente
hacia otros. ¿Me había perdido algo?
Luego la oradora continuó: “Esa persona eres tú mismo”.
Se me cortó la respiración. En ese momento, supe que ella tenía
razón. Soy dura conmigo misma. No me perdono a mí misma ni siquiera
por errores mínimos. Me recuerdo continuamente lo estúpida que soy.
Establezco estándares y metas para mí misma que no le pediría a nadie.
Pretendo ser perfec-
CÓMO ABRAZAR UN CORAZON

ti! no cometer nunca un error ni echar nada a perder. Cualquier cosa


que haga, nunca es lo suficientemente buena. Siempre debería
haberlo hecho mejor o de otra forma. Nunca me veo lo
suficientemente bien ni tengo los talentos correctos.
Pero no soy así de estricta con nadie más.
Marcos 12:31 dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. La
mayoría de nosotros sabemos que tenemos que amar a nuestro prójimo.
Escuchamos sermones y leemos artículos acerca de la importancia de
amar a otros. Pero nota las últimas cuatro palabras del versículo:
“...como a ti mismo”. ¿Cómo amarías a tus amigos si lo hicieras de la
forma en que te amas a ti mismo? ¿Querrían ser tus amigos así? Si
esperara tanto de mis amigos como de mí mismo, ellos podrían sentir
que nunca serían capaces de alcanzar mis expectativas. Si les recordara
sus errores y faltas del pasado permanentemente, no disfrutarían
estando cerca de mí. Si los juzgara del mismo modo en que me juzgo a
mí, probablemente no me agradarían.
Si vamos a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos,
necesitamos amamos primero. Dios quiere que nos amemos, para ver el
valor que su amor nos ha dado. Un escritor lo expresó de esta forma:
“Cristo dio un precio infinito por nosotros, y quiere que estimemos
nuestro propio valor en conformidad con dicho precio” (El ministerio
de la curación, p. 498).
Dios envió a su único Hijo para morir por nosotros. Fue a un gran
costo que Dios nos rescató del pecado, y él quiere que veamos el valor
que nos ha dado a través de su Hijo. Cuando nos damos un valor bajo a
nosotros mismos, ¿qué estamos diciendo de Dios? Él nos creó y nos
formó para su propósito especial. Él nos ama con un amor eterno. Nos
dio a cada uno talentos y regalos. Aún así, muchos de nosotros decimos
que no
DANDOTE ÁNIMO A TI PRIMERO

tenemos ningún talento. ¿Qué dice eso acerca de la promesa de Dios de


damos talentos? Dios no miente. Necesitamos ver- nos como sus hijos,
herederos del reino de Dios.
Chuck Swindoll escribe en Growing Wise in Family Life
(Haciéndonos sabios en la vida familiar): “No te entregas a otros o los
consideras valiosos si primero no te consideras de esa forma a ti
mismo. Tus propias inseguridades hacen que estés constantemente
preocupado en ti mismo”. Si estamos atrapados por nuestras propias
inseguridades y faltas, no podemos buscar las necesidades de otros. En
lugar de eso, tenemos nuestra atención enfocada en nosotros mismos y
en las incapacidades que percibimos.
Tenemos que cambiar la forma en que nos vemos. Tenemos que
empezar a vernos como Dios nos ve: como personas que tienen algo
que ofrecer. ¿Cómo cambiamos la forma en que pensamos en nosotros
mismos?

Primero, piensa en cinco cosas que te gusten de ti mismo/a.


Cinco cosas por las que te sientas bien. Anótalas. Para algunos de
nosotros, esto puede llevar un rato. Si te resulta difícil pensar en esas
cinco cosas, pregúntale a un amigo que cosas le gustan de ti. Utiliza esa
perspectiva para ayudarte a verte de una manera diferente. Deja esta
lista en algún lugar donde la veas a diario. Léela a menudo. Agrégale
cosas.
Ahora, puede ser que estés pensando, ¿Pero eso no es orgullo? Si
te jactas de tus buenas cualidades o crees que eres mejor que otras
personas, sí. Pero si estás viéndote a ti mismo en forma realista y de la
forma en que Dios te ha hecho, los dones que Dios te ha dado, entonces
no.
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

Pregúntate a ti mismo: “¿Qué es lo que me hace valioso/a?”


¿Qué te hace sentir importante? ¿Es tu trabajo? ¿Entonces qué le
pasaría a tu valor si perdieras tu trabajo? ¿O si tuvieras un mal día en el
trabajo? ¿Es tu rol de padre? ¿Eres menos valioso entonces si tus hijos
se portan mal o crecen y abandonan los valores y creencias que has
tratado de enseñarles? ¿Encuentras tu valor en la forma en que luces?
¿Entonces cómo te sentirás contigo mismo al crecer en edad, acumular
algunos kilos o al comenzar a arrugarte o ver que tus cabellos se toman
grises? ¿Podrás mirarte al espejo aún y ver a una persona valiosa?
Durante mucho tiempo, encontraba mi valor en las cosas que
hacía. Cuantas más cosas lograba, mejor me sentía conmigo misma. No
importaba lo que me pidieran, siempre decía que sí. Siempre estaba
involucrada en una docena de actividades diferentes. En la secundaria,
recuerdo que pensaba que cuanto más larga fuera la lista de actividades
y logros al lado de mi foto en el anuario escolar, más importante me
sentía. Entonces me unía a cada club, comité y actividad que podía.
Hice lo mismo durante mi corta estadía en la universidad. Cuando me
uní a la iglesia, continué con esta práctica, pensando que cuanto más
hiciera, más importante sería; y más le agradaría a la gente. Y por
supuesto sentía que necesitaba hacer cada una de esas cosas
perfectamente. Quería una casa sin una sola mancha. Hijos obedientes y
encantadores. Un esposo feliz. Más una larga lista de logros en mi
iglesia y comunidad.
El problema era que, nunca tenía tiempo para el Señor.
No me permitía relajarme y divertirme. Siempre estaba ocupada
trabajando. Ocupada preocupándome por lo que otros pensaban de mí.
Y cuando algo no salía de la forma en que yo
DÁNDOTE ÁNIMO A TI PRIMERO

quería, me desanimaba y me golpeaba emocionalmente. Si A ' alguien


no le gustaba la manera que yo manejaba algo, estaba destruida.
¿Alguna vez te sentiste así?. Encontraba el valor propio en lo que otros
pensaban. En logros y trabajos. Pero Dios no quería nada de eso. Él me
quería a mí. Quería que yo viera el valor que él me había dado sólo por
el precio que había pagado por mí. Yo no podía hacer que él me amara
más por lo que yo hacía. Él me enseñó a descansar en él. A encontrar mi
valor en él pasando tiempo con él. Aceptándome a mí mismo en él. No
como perfecta, sino como alguien en crecimiento.
El aceptarme a mí misma no ocurrió de la noche a la mañana.
Tomó mucha oración, estudio y confianza superar los hábitos y formas
de pensar de años. Pero lentamente pude dejar los cargos o relajarme con
respecto a cómo se veía la casa y las comidas que le servía a las visitas.
A menudo todavía aparecen algunos viejos hábitos o temores, pero estoy
pidiéndole a Dios que me cambie constantemente. Hay varias maneras
que me ayudaron a cambiar:

Reclama las promesas de Dios para ti mismo/a.


Mi amiga Ginny Alien dice que se leyó toda la Biblia buscando
pasajes que le hablaran del amor de Dios para con ella. Los encontró a
todos a lo largo de la Biblia. “Yo te he amado con amor eterno; por eso
te sigo tratando con bondad” (Jer. 31:3, DHH). “Yo te llamé por tu
nombre, tú eres mío... porque te aprecio, eres de gran valor y yo te
amo” (Isa. 43:1-4, DHH). Ginny nos anima a poner nuestro nombre en
los versículos y hacerlos nuestros: “Yo te he amado [Tamy] con amor
eterno”. Tomar estos versículos para nosotros los hace más significati-
COMO ABRAZAR UN CORAZÓN

VOI y hace que las promesas sean más reales.


Guardé un libro hecho para mí y dejado en mi habitación durante
un retiro de mujeres al que asistí. Me gusta leerlo de vez en cuando y
me río cuando recuerdo que en ese momento estaba preocupada por
unas pocas canas. “Escúchame Tamy, te he creado y he cuidado de ti
desde que naciste. Seré tu Dios durante TODA tu vida, sí, Tamy, aún
cuando tu pelo esté blanco por la edad. Te hice y voy a cuidar de ti. Voy
a llevarte y ser tu Salvador” (Isa. 46:3, 4, parafraseado). Con mi nombre
en el versículo, sentí como si Dios me estuviera hablando directamente
a mí, y las canas se vuelven menos importantes.
Recuerdo cómo esto marcó a una mujer que estaba asistiendo a
nuestro estudio bíblico de mujeres. Estábamos por personalizar
Filipenses 1:9 y 10: “Pido en mi oración que [mi] amor siga creciendo
más y más todavía, y que Dios [me] dé sabiduría y entendimiento, para
que [yo] sepa escoger siempre
lo mejor. Así [yo] podré vivir una vida limpia y avanzar sin tropiezos
hasta el día en que Cristo vuelva” (DHH). Ella había escrito el versículo
en una tarjeta y lo había llevado con ella, haciendo de él su oración.
Este versículo personalizado la había animado de formas que nunca
había esperado.
Actualmente cuando lucho con un problema, Deuterono- mio
33:12 se convirtió en algo muy especial para mí. “El amado del
Señor vive tranquilo; el Altísimo lo protegerá siempre. ¡Vivirá bajo
su protección!” (DHH). Me imaginé a mí misma siendo llevada
encima de los hombros de Dios. Confiaba en que Dios me cargaría a
través de esas pruebas, cómodamente sobre su espalda, agarrada de
su cuello. Era un pensamiento reconfortante.
Algunas veces realmente me desanimo y siento como si
DÁNDOTE ÁNIMO A TI PRIMERO

yo fuera un caso sin esperanza. (¿Tú también tienes días cuando


simplemente no logras hacer nada bien?) Ese es el momento cuando
clamo y personalizo Filipenses 1:6: “Estoy seguro de que Dios, que
comenzó a hacer su obra buena en [Tamy] la irá llevando a buen fin
hasta el día en que Jesucristo regrese” (DHH). Me recuerda que Dios ha
prometido completar su obra en mí, y sé que él es fiel y cumplirá sus
promesas. Esto me da valor y esperanza para continuar. Él completara la
obra.

Lleva un registro de cómo Dios está trabajando en tu vida.


Registra las cosas especiales que él hace que te recuerdan su amor.
Mi registro está lleno de recuerdos especiales. Uno de los primeros que
escribí ocurrió en 1990. Mi esposo se había caído de una escalera desde
dos pisos de altura hasta la vereda y se había destrozado ambas
muñecas. El primer sábado en casa luego del hospital, varios amigos y
la familia de Tim vinieron a visitarnos. Era la hora de la cena, y yo sabía
que iba a tener que alimentar a todos. Pero no había ido a la tienda a
comprar alimentos, y había poco en la casa. Tenía ensaladas de comidas
traídas esa semana, pero no tenía nada para beber. Sé que suena muy
trivial, pero quería poder ofrecerles a mis invitados algo más que agua.
Pensé que sería un asunto muy pequeño como para llevárselo a Dios,
especialmente después de todo lo que ya había hecho por nosotros esa
semana. Mientras tenía estos pensamientos, alguien golpeó la puerta del
frente. ¡Allí parado estaba un amigo con una pizza y un galón de jugo
de uvas casero! Dios conocía mi preocupación, ¡sin importar cuán
triviales fueran! La pizza fue perfecta con las ensaladas, y todos
estuvieron de acuerdo en que ese era el mejor jugo de uvas que habían
bebido. El inesperado jugo de uvas es un re*

15
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

cuerdo que atesoro en mi corazón. Es un recordatorio constan* te de que


Dios se preocupa por cada detalle de mi vida. »
Hay otros recuerdos especiales que atesoro, veces en las que Dios
habló directa y personalmente a mi corazón, recordándome su amor y su
promesa de estar siempre allí para mí. Hubo una vez cuando una amiga
fue conmigo a una iglesia donde yo iba a hablar. Ella y yo teníamos un
chiste entre nosotras y Dios acerca de las rosas. Las rosas se habían
convertido en recordatorios especiales de su amor para con nosotras. Esa
mañana cuando llegué, lo primero que mi amiga vio fue un enorme
arreglo floral con rosas. Penny me dijo que mire: “Tamy, Dios ha puesto
estas rosas aquí para recordarte que está contigo”. Nos reímos, y luego
abrí la puerta de un baño de mujeres cercano. Tuve que reírme una vez
más cuando vi su decoración y llamé a Penny para que entrara. ¡Todo el
baño estaba decorado con rosas! Empapelado en rosas. Arreglos florales
con rosas. Jabón con fragancia a rosa. Le conté a las mujeres acerca del
chiste y de las rosas y el baño esa mañana cuando les hablé. “Acabamos
de decorar ese ambiente hace dos semanas”, admitió una de las mujeres.
Dije en todo de broma, “Dios sabía que yo iba a venir e hizo que ustedes
lo decoraran porque sabía que yo iba a necesitar un recordatorio de su
amor y de su presencia conmigo”. Pero en mi corazón yo sabía que no
era una coincidencia. Era un recordatorio de un Dios que me ama como
si yo fuera la única persona viva. Así es como él nos ama a cada uno de
nosotros.
Cuando ya había terminado de hablar esa mañana, una mujer se
me acercó y compartió conmigo su historia especial sobre rosas. Su
familia había tenido una casa en un área durante varias generaciones.
Ella recuerda haber ido allí de niña
DÁNDOTE ÁNIMO A TI PRIMERO

y haber visto hermosas rosas en el patio. Muchos años y angustias más


tarde, ella se mudó a esa misma casa. Los rosales aún estaban allí, pero
ya no florecían más. Las circunstancias de su vida habían sido dolorosas,
y ella clamó a Dios para que le recuerde su amor. En su cumpleaños, un
hermoso capullo de rosa se abrió y floreció. No habían aparecido flores
en ese rosal desde entonces. Esa única rosa era un mensaje del increíble
amor de Dios hacia ella y un recuerdo que ella siempre iba a guardar.
Algunas veces los recuerdos pueden parecer menos milagrosos.
Como la otra mañana cuando me desperté sintiéndome desanimada. Al
mirar por la ventana, el sol se derramaba a través de los árboles del
bosque alrededor de nuestro hogar, y el bosque estaba lleno de niebla.
¡El sol, la niebla y los árboles eran tan hermosos que quería despertar a
alguien para compartirlo conmigo! La salida del sol era como un
mensaje de Dios, haciéndome saber que él podía brillar sobre mi
desánimo y hacerlo hermoso también. Un simple amanecer. Está escrito
para que siempre lo recuerde.
Estas memorias son recuerdos del amor de Dios y su cuidado.
Habrán días cuando estaremos desanimados y necesitaremos que nos
recuerden su amor y su presencia. Habrá momentos cuando
necesitaremos recordar que Dios se preocupa por cada detalle de nuestra
vida. Esos son momentos cuando podemos leer en nuestros registros
cómo Dios ha actuado en el pasado.
Dios les dijo constantemente a los israelitas que recuerden cómo él
los había guiado en el pasado. Ellos pasaban estas historias de
generación en generación, animándose unos a otros con ellas. Nosotros
podemos hacer lo mismo. Cuando
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

compartimos nuestras historias con otros: con nuestros hijos. Con


nuestros amigos. Con gente a nuestro alrededor que está luchando. No
sólo les darán aliento a ellos, sino que también le dará estímulo a
nuestro propio corazón. Y eso será una alabanza a Dios.

Permite que otras personas te animen y hagan cosas por ti.


Soy una persona muy independiente. Me gusta hacer las cosas
por mí misma, y rara vez pido ayuda. Cuando mi esposo tuvo ese
accidente, una amiga se ofreció a hacer los arreglos para que las
mujeres de nuestro grupo de madres trajeran comida para nuestra
familia durante unos pocos días. Intenté rechazarlo. “No. Sería
demasiada molestia, Kay”.
Ella respondió: “No te estoy dando opciones. Tan sólo te estoy
preguntando a qué hora comen y si hay cosas que a tu familia no le
gusten”.
¡Qué bendición fueron esas comidas! Durante casi dos semanas
las mujeres nos traían alimentos preparados. En ese momento nuestros
hijos iban al Jardín de Infantes; uno tenía un año y medio y el otro
cuatro. Necesitaba cuidar de ellos, ser las manos de mi esposo, y
hacerme cargo de todas las cosas del hogar. Mi marido asistía a
rehabilitación terapéutica tres veces por semana, y yo tenía que
llevarlo. No dormíamos mucho de noche a causa del dolor que él
sufría. Las comidas hicieron mi vida mucho más sencilla; era una cosa
menos de la cual preocuparme. Mi familia disfrutaba de comidas deli-
ciosas: con postre incluido. Fue una bendición para nosotros y una
forma de recordarnos el amor que se experimenta cuando uno forma
parte de la familia de Dios. Me hubiera perdido muchos “abrazos” de
no haber permitido que la gen-

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DANDOTE ÁNIMO A TI PRIMERO

te hiciera cosas por mí.


Necesitamos darnos cuenta que está bien el admitir que no
podemos hacerlo todo. Que hay momentos en los que todos podemos
recibir un poco de ayuda, y Dios que nos hizo para ayudarnos unos a
otros. Él nos colocó en familias. Y en familias de Iglesia. Nos
necesitamos el uno al otro. El admitir que necesitamos ayuda no es
una señal de debilidad. Es la forma en la que Dios quería que todos
trabajáramos juntos; animándonos y ayudándonos los unos a los otros.
Llevándonos mutuamente nuestras cargas. Recibimos una bendición
cuando hacemos algo por otro. Tenemos que permitir que los demás
también sean bendecidos al hacer algo por nosotros.

Guarda las notas de ánimo y las tarjetas que la gente te envía.


Yo guardo las que significan mucho para mí en una canasta.
Cuando me siento un poco desanimada, puedo volver a leer las notas y
cartas que la gente me envió. Al poco tiempo comienzo a recordar
momentos y gente especial.
Hace poco tiempo quité muchas notas y tarjetas de mi canasta que
ya estaba desbordando, las perforé y las coloqué en una carpeta que
cubrí con un hermoso papel autoadhesivo.
Fue una forma placentera de pasar una tarde triste, releyendo a medida
que armaba la carpeta. Había cartas especiales de una pareja que un
tiempo atrás asistía a la iglesia y habían sido amigos íntimos. Habían
pasado algunas cosas, y ellos habían sentido a la iglesia y las amistades
allí. El leer sus cartas me trajo recuerdos muy gratos. Una carta era de
una amiga que me había escuchado dar mi testimonio a un grupo de
mujeres. Su nota me agradecía por compartirlo y me decía que ella había
sido bendecida por mi testimonio. En la parte de atrás de
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

la carta yo misma había escrito una línea: “Esta fue la respuesta a una
oración”. Luego de dar mi testimonio me había preocupado el hecho de
qué pensaría la gente de mí. La tarjeta había sido una respuesta directa a
mi oración pidiendo que Dios guiara lo que yo había compartido. Otras
cartas comenzaron una hermosa amistad con una mujer que ahora es
una de mis mejores y más queridas amigas. Las cartas me recordaron la
forma en la que nos habíamos conocido y otra ocasión en la que había
sido guiada por Dios. Ninguna de las dos había estado buscando un
amigo en ese momento y lugar. Pero Dios conocía nuestras necesidades
y cómo nos animaríamos una a la otra. Hay notas de amigos a los que
no he visto por años. Y cartas de aliento de gente de la cual nunca las
habría esperado. Cada una es especial y me anima. La mayoría son
recordatorios de la guía de Dios y su amor en mi vida.

Lleva un registro de alabanzas diario.


Un amigo me dio un almanaque de planificación diaria. Lo guardé
porque era tan bonito que quería guardarlo para alguna ocasión
especial. Había estado aprendiendo cómo alabar más a Dios y decidí
que ese almanaque sería el lugar perfecto para registrar mis alabanzas.
Junto con las cosas diarias para recordar y hacer, incluyo pedidos de
oración y alabanza para compartir con mi compañera de oración. Cada
día dedico tiempo para pensar en el motivo por el cual alabar a Dios ese
día. Algunos días hay muchas cosas. Otros días, si las cosas no fueron
del todo bien, toma un poco más de tiempo. Pero siempre hay algo. El
alabar a Dios me levanta el ánimo. Alienta mi corazón. Y sentarme con
mi compañera de oración y revisar esas alabanzas de la semana anterior
es un gozo. Ella tie
DÁNDOTE ÁNIMO A TI PRIMERO

ne su almanaque lleno de “perlas”; pequeñas gemas que Dios le ha


dado durante esa semana. Las anota y las comparte con otras personas.

Toma tiempo para ti mismo/a.


La gente está tan ocupada actualmente. Nos levantamos a la
mañana y empezamos a correr. Preparar a los niños para la escuela,
lavar una pila de ropa antes de trabajar, correr al trabajo, correr con
trámites, limpiar y preparar la cena después de haber trabajado todo el
día. Tenemos poco tiempo para hacer algo divertido o que nos relaje,
pero necesitamos tomar tiempo para nosotros mismos. Nunca
“encontraremos” el tiempo: no está allí en el estilo de vida de hoy.
Tenemos que “hacer” ese tiempo.
¿Qué hacemos con el tiempo para nosotros? No es un momento
para ponerse al día con las cuentas o hacer llamados telefónicos. Es un
momento para hacer cosas por ti mismo/a para ayudar a relajarte. Mi
amiga Mary disfruta caminar. A veces tiene que esperar hasta después
del anochecer para que los niños estén durmiendo, pero aún así sale a
caminar. Le ayuda a despejar su mente y le da aire fresco y ejercicio. A
mi madre le gusta leer. Apaga el televisor, se acurruca1 con su gato,
Sqúirt, y pasa un tiempo con un buen libro. Cuando tuve a mi primer
hijo, disfrutaba un baño de burbujas tibio a la luz de las velas. Ponía un
casete de música suave para relajarme y a veces me tomaba un helado
mientras me bañaba. Hoy en día me escapo a las pistas y camino,
tomándome un tiempo para cantar, cuando no hay nadie cerca, y orar.
Utilizo este tiempo para memorizar las Escrituras y revisar los
objetivos que me he propuesto. Varias veces a la semana, mi amiga
Tanya me
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

encuentra en la pista y caminamos juntas. Es más fácil recorrer más


kilómetros cuando caminas con un/una amigo/a. Algunas veces, el
tiempo para ti mismo/a puede incluir a un/una amigo/a; en especial si te
resulta difícil encontrar el tiempo para los amigos en tu agenda.

Encuentra un/una compañero/a de oración.


Mi tiempo de oración con una compañera siempre ha sido de gran
aliento para mí. Me encuentro con Sue durante su receso para almorzar.
Nos vamos a una sala de conferencias en su oficina y compartimos
nuestras preocupaciones, luchas y alegrías. Luego oramos juntas antes
de irnos. Mary y yo nos encontramos después de recoger a los niños del
colegio. Mientras ellos juegan en el patio, nos sentamos en el sofá y
compartimos cómo fue nuestra semana. Entre las entradas y salidas de
los niños al patio oramos durante algunos minutos. Hay algo especial en
el hecho de escuchar a alguien orar por ti y tus preocupaciones y luchas
que ayuda a aliviar la carga.
Si no tienes un compañero de oración, pídele a Dios que te guíe
hacia la persona indicada. Toma coraje y pregúntale si quisiera
reunirse semanalmente a orar. Establece un tiempo límite y respétalo.
Sue y yo nos reunimos una hora. Disciplínense a sí mismos para que
no pasen todo el tiempo visitándose. Busca un pasaje de las Escrituras
que te diga cómo se siente Dios hacia ti; luego resáltalo en tu Biblia y
memorízalo.
¿Puedes imaginarte a Dios cantándote a ti? Sofonías 3:17 dice que
Dios “se regocijará sobre ti con cánticos” (RV 1960). También nos dice
que “...callará de amor”. ¿Alguna vez has imaginaste a Dios cantando?
¿Sólo cantando una canción especial para ti?
DÁNDOTE ÁNIMO A TI PRIMERO

En un retiro de mujeres, Ginny Alien compartió con las demás


una actividad que a ella le gustaría hacer en el cielo: “Quiero pedirle a
Dios que cante su canción acerca de mi. Quiero ir a algún lugar sólo
nosotros dos y escuchar la canción que él ha estado cantando sobre mí:
„La canción de Ginny‟ ¿Será que los ángeles la conocen? ¿Será que
escuchan a Dios cantándola y dicen: „Ahí está otra vez cantándole a
Ginny‟ ”. Podemos reírnos y pensar que es un antojo bonito, pero sin
embargo la Biblia nos dice que Dios se regocija en nosotros con
cánticos.
En mi Biblia, a menudo escribo pequeñas notas para mí misma.
En Salmo 135:4 escribí mi nombre en el margen para recordar que
ese versículo es para mí. “Jehová ha escogido a [Tamy] para sí, a
[Tamy] por posesión suya”.
Salmo 16:3 dice que para sus “íntegros está mi complacencia”.
¡Dios se complace en ti! Él te sonríe. Él te canta. Hay versículos a lo
largo de toda la Biblia que nos cuentan de su amor hacia nosotros. Eso
nos recuerda que somos un tesoro para él. Tómate el tiempo de
encontrar esos versículos. Escríbelos en tarjetas de 3 x 5 cm y llévalas
contigo. Léelas cuando estés caminando o tengas unos minutos de
espera en el consultorio del doctor o en la fila de la verdulería.
Memorízalos. Entonces cuando Satanás te diga que no eres valioso/a,
cuando intente hacerte sentir desesperanzado/a repite estos versículos.
Ellos le muestran al diablo que está equivocado. Dios te ha dado valor y
esperanza.
Necesitamos damos aliento a nosotros mismos para permitir que
otros los hagan. Y más que nada, para recordar que Dios nos ama como
si fuéramos la única persona viva. Nos valora tanto que dio a su único
Hijo para que muriera por noso-
COMO ABRAZAR UN CORAZÓN

troi. Nos creó y tiene un plan para nuestra vida. Nuestro valor se
encuentra en él. Una vez que podamos vemos y aceptamos como él lo
hace, podemos empezar a amamos a nosotros y luego a nuestro
prójimo como lo hacemos con nosotros mismos.
Hay un hermoso pensamiento en el libro Hinds’ Feet on High
Places (Patas de ciervas en lugares altos). El personaje principal, Muy-
temerosa, está de viaje hacia el Lugar Alto: el cielo. Durante el viaje
ella se da cuenta de que cuando Jesús la miraba, él ya la veía como la
persona en la que él la estaba convirtiendo. Él era capaz de mirar más
allá de sus errores y temores y ver su belleza y amor. Esa es la forma
en que él nos ve a cada uno de nosotros. No como las personas terribles
que vemos en nosotros mismos, sino como las criaturas hermosas que
él planea que seamos.
Pídele que te dé una vislumbre de la manera en que él ve. Luego
confía en él. Ama a la persona que él ha dispuesto que seas.
Cuando Muy-temerosa terminó su viaje y vio la persona en la
que Dios la había convertido, comenzó un nuevo viaje: el viaje de
compartir su amor con otras personas. Pudo empezar a dar ánimo a
otros. Al apreciar quienes somos y los regalos y talentos que Dios nos
ha dado, podemos comenzar a usarlos para alcanzar a otros. Para
abrazar su corazón con el amor del Señor.
CAPITULO III

NUESTRAS
PALABRAS

“Manzanas de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene”.
Proverbios 25:11 (RV 1960)

Katie y Sara son dos amigas ocupadas. Katie trabaja tiempo


completo fuera de su hogar. Es una persona soltera muy comprometida
con su iglesia local y las actividades de su comunidad. Sara trabaja en
su hogar mientras cría a sus hijos pequeños. Así como Katie, ella
también es activa en su iglesia y a menudo abre las puertas de su hogar
hacia otros. Sus amigos podrían utilizar muchas palabras para describir
a estas dos mujeres ocupadas, pero holgazanas no sería una de ellas.
Aún así ambas combaten la imagen propia de holgazanas. Ellas ha-
blaron sobre sus sentimientos y perspectivas. “Mi mamá siempre me
decía cuán haragana era mientras crecía”, admite Katie. La familia de
Sara hizo lo mismo, y a ella le resulta difícil sobreponerse a esas
palabras. “Aún hoy, cuando sé que no soy holgazana, es difícil quitar el
rótulo”.
¿Puedes recordar palabras que te hayan dicho cuando crecías?
¿La gente te daba palabras de aliento que te hacían querer intentar más
o seguir ciertos talentos o habilidades que veían en ti? ¿O como Sara y
Katie, recuerdas palabras de desánimo que aún cuesta quitar?
Puedo recordar palabras que mis padres me dijeron cuan-
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

do era una pequeña niña. Cuando tenía aproximadamente ocho años,


escribí mi primer “libro”. Estaba escrito con un marcador mágico azul
sobre cartulina naranja y abrochado de manera torcida. En la tapa había
un dibujo de un pequeño niño de rostro pecoso junto con el título: La
vecindad de Ralfif. No sabía cómo escribir el nombre Ralph. Cuando
descubrí que había escrito el nombre mal, en lugar de comenzar de
nuevo, utilicé el error de ortografía como parte de la historia. Parece
que Ralphie tenía un “¿Y si...?” para todo. Cuando alguien le decía que
los insectos eran verdes, él preguntaba “¿Y si fueran azules?”
Recuerdo los detalles de ese libro tan claramente porque así
recuerdo lo orgullosos que estaban mis padres. Recuerdo a papá
leyendo el libro y luego llevándolo a la casa de mi tío para mostrárselo.
Sus palabras y actos me animaron a seguir escribiendo.
En la secundaria, mi amiga Pam leía cualquier cosa que yo
escribiera. Sus palabras siempre me alentaban. (Quizá por eso estaba
dispuesta a hacerle todas sus composiciones.) Diez años más tarde, vi a
Pam en una reunión de ex compañeros.
La primera pregunta de Pam fue: “¿Todavía escribes?”
“No”, le respondí sinceramente. “La creatividad parece más
difícil hoy en día con bebés y noches sin dormir”.
Pam respondió enfáticamente, “Tienes que seguir escribiendo”.
Palabras como las suyas me animaron a comenzar a escribir
nuevamente y a seguir el sueño de mi niñez.
Mi hermano Nile trabaja mucho. Cuando era niño, a menudo
oímos a mis padres decirle a otras personas lo mucho que trabajaba
Nile. “Un día estaba mirando a George destrozar una vieja cortadora de
césped del patio”, recordaba mi madre,
NUESTRAS PALABRAS

“Nile la reparó en cuestión de minutos”. Nile aún es mecánico y


disfruta reparando cosas. Creo que las palabras de aliento de mis
padres, aunque dichas a otras personas frente nuestro, fortalecían su
pasión por la mecánica.
No todas las palabras resultan siempre de ánimo, especialmente
las que se dicen sin pensar mucho. Karen recuerda palabras que su
madre probablemente no decía. “Estábamos en el auto después de haber
viajado durante todo el día, y yo estaba cantando una canción que había
aprendido en la escuela. Mi madre se dio vuelta y me dijo: “Deja de
hacer ruido”. Eso me lastimó mucho. Cada vez que abría mi boca para
cantar después de ese episodio, escuchaba esas palabras y sentía que mi
forma de cantar sonaba bastante mal. Cuando cantaba en algún grupo
solía mover la boca para que nadie me escuchara. Ahora que soy más
grande”, continúa Karen, “me doy cuenta de que mamá sólo estaba
cansada luego de un largo viaje en auto con niños ruidosos. Su reacción
no tenía nada que ver con lo bien o mal que yo cantaba. Pero a veces los
sentimientos son difíciles de cambiar. Es gracioso, este fue
probablemente uno de aquellos incidentes en los que mamá nunca
volvió a pensar. Me pregunto cuán a menudo le hago lo mismo a mis
hijos cuando estoy cansada o enojada”.
No siempre nos damos cuenta, pero nuestras palabras afectan a
otros; a menudo por el resto de su vida. Especialmente las palabras
dichas por padres y maestros. Los chicos creen lo que escuchan. Si les
dices que son tontos o torpes, se van a ver a sí mismos como tontos o
torpes. La mayoría de nosotros no pensaría en decirle a sus hijos que
son estúpidos o haraganes, pero muchas veces articulamos comentarios
sin pensarlos. Estamos cansados o extenuados. Quizá tuvimos un
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

mil día O el dinero no alcanza. Podemos no darnos cuenta del mensaje


que les estamos dando a nuestros hijos cuando los disciplinamos o los
castigamos.
¿Cómo podemos usar nuestras palabras para animamos y
fortalecernos unos a otros?

Ora.
En momentos en los que te sientas frustrado o cansado, trata de
ser más cuidadoso con tus palabras. Podemos orar y pedirle a Dios que
nos dé palabras que resulten de ánimo y ayuda, especialmente para
nuestros hijos. Isaías 50:4 dice: “El Señor me ha instruido para que yo
consuele a los cansados con palabras de aliento todas las mañanas me
hace estar atento para que escuche dócilmente”. Dios promete
ayudamos con nuestras palabras. Esta promesa puede ser real tanto para
las palabras que pronunciamos a la gente que conocemos, a nuestros
compañeros de trabajo y especialmente a nuestros familiares.

Utiliza tantas frases positivas como sea posible.


Hay una canción basada en un pasaje de las Escrituras, 1
Tesalonicenses 5:11, en un casete de mi hijo. “Anímense y for-
talézcanse unos a otros”. Las palabras que nos decimos unos a otros son
una forma muy poderosa de fortalecernos.
Se dice que recordamos cuarenta palabras negativas por cada
palabra positiva que escuchamos. ¡Cuarenta a una! No es un buen
porcentaje. Si vemos cada palabra como un ladrillo, es fácil notar qué
clase de paredes nos estamos construyendo cada día. No es
sorprendente que muchos de nosotros estemos llenos de pensamientos
negativos sobre nosotros mismos.
Tengo dos grupos de ladrillos en mi escritorio, cada uno

28
NUESTRAS PALABRAS

forma el nombre de mis dos hijos. Los coloqué al lado de SUS fe* tos
para que me recuerden permanentemente que mis palabras hacia ellos
son como los ladrillos de una construcción. El hecho de fortalecerlos
puede hacerse de maneras muy simples sólo con decir cosas como éstas:
“Has sido de gran ayuda hoy, Joshua. ¡Gracias!” O: “Zacarías, aprecio
mucho cómo compartiste tus juguetes con Justin”. A veces señalamos
tan rápido las cosas malas que otra persona hizo, especialmente nuestros
hijos. Necesitamos aprender a ser igualmente ágiles para recalcar lo
bueno.
En el libro “Trazando el mapa de la vida" de John Trent, una
pareja cuenta a cerca de los elementos que los marcaron; uno en especial
que les evoca algo muy importante en su vida. “Si bien no es nada
espectacular, ese elemento es un gran caracol de mar que recogimos en
un viaje a Hawai hace varios años. Es uno de esos caracoles espiralados
de los que puedes acercar a tu oreja y “escuchar” el rugido del océano.
Esto nos recuerda que nuestros hijos se acordarán, y aún revivirán, las
palabras que les decimos”. ¿Cuáles son las palabras que nuestros hijos
recordarán cuando crezcan? ¿Qué cosas estamos diciendo que ellos
revivirán años después?

Recuerda: Cada día es un nuevo comienzo.


Quizá lo hicimos ayer. Dijimos palabras de las que nos
arrepentimos, palabras que surgieron del enojo, dolor o frustración. Esto
me sucede frecuentemente. Esta mañana Joshua no comió su avena. Era
de la instantánea, con frambuesas. La había puesto en el homo
microondas sin agua y quemó todas las frambuesas. Yo le dije que sólo
agregara agua y cocinara el resto y así lo hizo. Pero luego se negó a
comerlo. Yo estaba nerviosa por una reunión que tendría más tarde esa
mañana;
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

una situación nueva e importante para mí. Durante la mayoría del viaje
hacia la escuela reprendí a Joshua acerca de desperdiciar la comida y su
actitud. (Él está entrando en la adolescencia.) También lo reprendí por
no alimentar a su canario ni limpiar su jaula. (Los niños piden mascotas
y luego...)
Como madre, tengo que corregir la conducta equivocada.
Y algunas veces eso implica decir cosas que mis hijos no quieren
escuchar. Pero me parece que un sermón de veinte minutos, el tiempo
que lleva llegar a la escuela, es muy largo. Le pedí perdón Joshua.
Cuando orábamos al llegar a la escuela le pedí a Dios que perdone mi
actitud. “Señor, por favor perdona mi actitud y la de Joshua. Ayúdanos
a ser amables el uno con el otro”. Espero que Joshua me perdone
también, quiero que él sepa lo que es correcto, y sepa que aún los
adultos cometemos errores y decimos “Lo siento”. Se sonrió mientras
sacaba su mochila y su pantalón de nieve del baúl del auto. “¡Tu abrigo
está en el baúl, mamá!” Supongo que esa es la forma en que me hizo
saber que me había perdonado. Me alegra que Dios nos haya dado una
nueva oportunidad.

Tómate el tiempo para felicitar a aquellos con quienes estás en


contacto diariamente.
Esto requiere tiempo para pensar y quizás aún esfuerzo al
principio, pero pronto se convertirá en un hermoso hábito de abrazar el
corazón de los demás.
¿Ha habido o hay actualmente en tu vida personas que te están
alentando? ¿Hay gente en tu vida a la que alientas con tus palabras?
Tan sólo un cumplido honesto y simple puede significar mucho.
Como el día en el que Julia y yo estábamos empapelando la

30
NUESTRAS PALABRAS

sala de cuna de la iglesia. Una simple guarda, que trajo muchos


problemas. El papel no quería pegarse. Nichole, la hija de un aflo de
Julia, se estaba cansando de la sala de cuna. No sé exactamente que
ocurrió. ¡Crashhhhh! Dos pastores jóvenes asomaban sus cabezas para
saludar cuando la mesa plegable se cerró y se cayó al suelo. El
pegamento para empapelar se desparramó por todas partes: en la
alfombra, en la pared y en la guarda recién colocada.
Me baje de la escalera tranquilamente y comencé a limpiar el
desastre. Uno de los pastores me ayudó. Más tarde, cuando todo ya
estaba limpio (y yo había decidido dejar de trabajar por ese día), otro
pastor llegó. “Admiro la forma en que solucionaste eso, Tamy.
Estabas tan tranquila, no te enojaste”. Un simple comentario, pero
alivió un poco la tensión que sentía sobre mis hombros y me hizo
sentir mejor.
O como cuando Tracy comenzó a preguntarse si debía seguir
enviando tarjetas de Navidad cada aflo. Cada vez se hacía más caro “¿A
alguien le importa? ¿Alguien se da cuenta?” Se preguntaba. Luego un
amigo le entregó una nota diciéndole lo mucho que la tarjeta había
significado para él, que había sido una de las pocas tarjetas que había
recibido ese año “Realmente alegró mi día el saber que te preocupabas
por mí”, confesó. Tracy entonces supo que tenía que continuar
enviando tarjetas. Le gustaba mucho considerar en oración a quién
enviar tarjetas cada año. “Señor, muéstrame quién necesita un poco de
ánimo para que no me olvide de nadie”.
Florence Littauer, autora de Encouraging Words (Palabras de
ánimo) y Silver Boxies (Cajas de plata), cuenta sobre un momento
cuando a ella se le pidió que contara una historia para chicos en el culto
de su iglesia. La historia era sobre nuestras palabras y como pueden ser
regalos para otras perso-
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

tlM. Una pequeña niña preguntó: “¿Quieres decir que nuestras


palabras son como cajas de plata con un moño en la tapa?” La
Ilustración surtió efecto. Nuestras palabras son regalos. Regalos que
abrazan a nuestro corazón.
Hay una historia que cuenta acerca de un hombre que les
preguntó a tres personas que estaban trabajando en una construcción
qué estaban haciendo. El primer hombre respondió; “Estoy apilando
ladrillos”. El segundo dijo: “Estoy construyendo una pared”. El tercer
hombre dijo: “Estoy construyendo una catedral”.
¿Cómo vemos nuestras palabras al dar ánimo a otros? ¿Sólo
hablamos? ¿O estamos animando a otros, ayudándolos a elevarse hacia
lo que Dios quiere que sean?
CAPITULO IV

!i

EL EJEMPLO DE
JESÚS f»
“Yo les he dado un ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo que yo les he hecho”. Juan
13:15 (DHH)

Fue un largo día. Estaban lejos de casa y hambrientos. ¿Pero


dónde encontrarían algo para comer?. El grupo de hombres que
rodeaban al Maestro quería enviar a la multitud a sus casas. ¿Pero,
dónde irían? ¿Habría negocios aún abiertos en las ciudades cercanas
para que la gente pudiera comprar comida?. Entonces un rumor
comenzó a correr entre la gente. El Maestro quería que todos se
sentaran: les iba a dar de comer. ¿Dónde encontró la comida? El rumor
decía que un pequeño niño le había dado su almuerzo: cinco panes y
dos peces. ¿Pero cómo alimentaría a todos con eso? Pronto estaban
todos sentados, y los discípulos del Maestro comenzaron a distribuir la
comida. Continuaron repartiendo hasta que todos fueron alimentados y
quedaron satisfechos. Jesús había suplido su necesidad. Él sabía que
estaban hambrientos, y los alimentó.
Era la hora sexta del día y ella creyó que sería seguro ir hasta el
pozo. Generalmente evitaba ir al pozo cuando había otras mujeres. Los
rumores, las miradas. Sabía lo que pensaban acerca de ella. ¡Cómo
ansiaba tener un amigo! Alguien que le hablara, que la hiciera sentir
valiosa. Un hombre estaba sentado
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

ll lado del pozo. No era usual que un hombre estuviera allí. Ge-
neralmente no había nadie a esa hora del día. Ella se acercó si-
lenciosamente, tratando de que él no notara que lo estaba mirando.
Podía darse cuenta por sus vestiduras que él era judío. Los judíos no
soportaban a los samaritanos. Raramente pasaban por el país porque
eran considerados sucios si viajaban a través de Samaría. ¿Por qué
está aquí? Se preguntaba.
“Dame de beber”, pidió él. Sus palabras estaban llenas de bondad.
Al mirarla, ella sintió que había algo diferente acerca de él. Había
bondad en sus ojos. Ternura.
“Eres judío. ¿Por qué me pides que te dé agua? Soy una mujer
samaritana”. Ella creyó que entonces él dejaría de hablarle. No era
solamente samaritana sino también mujer. Los hombres judíos no tenían
demasiado tiempo para ninguna de las dos cosas. Y lo que es más, si él
supiera sobre ella. Su pasado. Su presente. El dolor brotó dentro de ella.
No, pensó para sus adentros, se dará cuenta de que cometió un error y
se irá.
Pero él no lo hizo. En lugar de eso, le ofreció a ella de beber.
Una bebida que nunca despertaría su sed nuevamente. ¡No vuelvas
nunca a este pozo! Pensó. No más miradas fijas ni rumores. No más
dedos señalándome. Pero, ¿sería posible que esta bebida sea más que
simplemente agua? ¿Saciará la sed de mi corazón- ?¿Llenará el
anhelo de mi corazón de ser amado? ¿De ser aceptado? ¡Quiero de
esta agua!
Al caminar juntos, su corazón se estremecía. ¡Él la conocía! ¡Sabía
todo sobre ella! Y aún así no se iba. Hablaba con palabras que la
llenaban de bondad y compasión. En él, su corazón encontraba lo que
ella estaba buscando. Aceptación. Perdón. Valor.
Jesús había visto la necesidad de su corazón. Les había dicho a sus
discípulos que necesitaba pasar por Samaría. Sabía que
EL EJEMPLO DE JESÚS

había una persona necesitada esperándolo. Él sabía que podía


satisfacer la necesidad de ese corazón.
Esa era su misión. Satisfacer las necesidades de la gente.
Ayudarlos a ver que su mayor necesidad era él. Él los encontraba
exactamente donde ellos estaban. Satisfacía sus necesidades físicas, aún
algo tan simple como la comida. Imagina, el Rey del Universo
encendiendo un pequeño fuego. Cocinando unos pescados para algunos
pescadores hambrientos y desanimados. Habían estado en el lago
durante toda la noche, sin suerte. Pero el desánimo era mucho más
profundo que eso. Lo habían desilusionado. Su Maestro, su Señor.
Ahora se había ido. Ellos habían corrido. Pedro tenía su espíritu
destruido. Si tan sólo pudiera hacer todo otra vez. ¿Por qué? ¿Por qué
fui tan débil?. Habían visto el candor de las brasas. Pedro recordaba las
brasas de otro fuego en el cual había buscado calor para sí mismo
mientras negaba a su Maestro. “¡Oh, Jesús!” Entonces el hombre que
estaba al lado de ese fuego los llamó nuevamente. Les dijo que juntaran
sus redes nuevamente. Al instante sus redes estaban llenísimas. Ahora
el “¡Oh, Jesús!” de Pedro era de reconocimiento y gozo. ¡Era él! El Rey
del universo. La Victoria sobre la muerte. Él alimentó a los pescadores
hambrientos y quitó su desánimo.
Él tocó a aquellos que no habían sido tocados en años. Los
leprosos. Los cojos. Los ciegos. Los rechazados. Su toque sanaba sus
cuerpos. Pero después hacía mucho más.
Además de curar sus cuerpos, su toque curaba emocionalmente.
Ella había estado sangrando durante doce años. Había intentado
acudir a médicos que le habían quitado su dinero. Su esperanza. Habían
intentado con remedios que ella no quería ni recordar. Nadie podía
tocarla. Era considerada impura. Durante
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

doce años había ansiado una caricia de su esposo. Un abrazo de sus


hijos. Se sentía marginada. Vacía. Sola. Entonces escuchó acerca de él,
Jesús. Decían que podía sanar. Lo había observado a la distancia. Él
curaba a la gente con sólo un toque. Había una mirada especial en su
rostro. Cierta vez le pareció que la había mirado. ¡La esperanza que
había en esos ojos! La esperanza comenzó a crecer en su corazón. Si tan
sólo, pensó.
Si tan sólo pudiera tocar el borde de su manto, sé que sería sanada.
Ella creía. Entonces lentamente se abrió camino entre la multitud,
tratando de mantenerse cubierta por su velo. No quería que nadie la
reconozca. Se abrió camino hacia él resueltamente. Extendió su brazo
lentamente. Sólo un poquito más. Entonces... tocó su manto. Al instante
se sintió renovada. Sabía que algo había pasado. ¡Estaba curada! Su
corazón cantaba de gozo. Entonces escuchó su voz: “¿Quién me tocó?”
¿Qué va a pensar cuando se entere de que soy impura? Tenía miedo;
pero estaba sanada. Esto le dio coraje para confesarse. Para decirle lo
que había hecho y por qué. Él le dijo, “Hija, tu fe te ha sanado. Ve en
paz” (Luc. 8:48, NVI). Él la llamó hija. Este es el único momento en las
Escrituras en el que Jesús llama hija a una mujer. Ella había encontrado
no sólo curación física sino que también emocional. ¡Ella era su hija!
Valorada. Cuidada. Después de todos esos años de ser marginada, ahora
le pertenecía a Alguien.
Él traía pertenencia. Amor. Bondad. Muchos de los heridos no
podían siquiera recordar cuándo habían visto una mirada amable por
última vez. O habían sentido un toque cálido, o escuchado una palabra
de amor. Él llenaba su corazón vacío. Y aún les ofrecía más. Satisfacía
sus necesidades físicas. Sus necesidades emocionales.
En las sombras de las casas en las que se escondía, él se sa-
EL EJEMPLO DE JESÚS

caba su capa. No quería que nadie lo reconociera, pero quería


encontrarse con el Rabí. Había escuchado sus enseñanzas en la
sinagoga. El y sus colegas habían hablado de él en su corazón,
Nicodemo sabía que este Rabí, “venía de Dios” (Juan 3:2, NVI).
Además de los milagros. Él sabía lo que los otros fariseos pensaban
acerca de este Jesús. Y por eso había venido de noche. No quería
arriesgarse a que lo vieran. Tenía un cargo y una reputación que
proteger. Y aún así, había algo acerca de este Jesús. Había algo que
impulsaba a Nicodemo a ir a él de noche. Arriesgarlo todo. Había un
anhelo de saber más. De conocer a Dios.
De estar seguro que un día él sería parte del reino de Dios.
Seguridad. ¿Cómo podría saber que un día estaría con el Dios de
Abraham?
En la oscuridad de la noche Jesús se encontró con Nicodemo. Él
sabía lo que Nicodemo buscaba. Aquella noche Nicodemo escuchó
sobre nacer de nuevo. Él escuchó lo que se convertiría en el versículo
más amado de las escrituras de la boca del mismísimo Jesús: “Pues Dios
amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que
cree en él no muera sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16, DHH). Jesús
satisfizo las necesidades espirituales de Nicodemo.
Jesús nos dio un ejemplo a seguir la noche en que se arrodilló
para lavar los pies de sus discípulos. Tomando el lugar de siervo, lavó
los pies de hombres que querían ser grandes. Y al enseñarles a ser
siervos, les dijo que hicieran a otros lo que él había hecho por ellos.
Nosotros, también, tenemos que satisfacer las necesidades físicas
emocionales y espirituales de otros. Hacemos siervos. Dar aliento.
Ayudar a llevar las cargas de aquellos que nos rodean.
Las necesidades físicas pueden ser las más básicas y fáciles
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

de reconocer. Sabemos cuando alguien está enfermo o herido.


Escuchamos cuando alguien perdió a un ser amado o va a traer un
nuevo bebe al hogar.
Las necesidades emocionales pueden ser más difíciles de
determinar. Generalmente sonreímos para cubrir lo que tenemos en
nuestro interior. A veces nos sentimos tan inseguros y solos con
nosotros mismos que pensamos que a todos los demás les está yendo
bien. Recuerdo lo insegura que me sentía en la secundaria. Anhelaba
tanto ser parte del grupo que está a “la moda”. Pensaba que todos los
demás salían juntos y que yo era la única que me sentía dejada de lado.
Varios años más tarde trabajé con la mamá del joven más brillante de
nuestra clase. Yo había pensado que él era bien parecido y popular; que
participaba de muchas actividades, así como yo. Su mamá y yo
charlábamos sobre la escuela y su hijo. Me contó cómo a menudo su hi-
jo se sentía fuera de lugar. Solo. En ese momento no podía creerlo, pero
a través de los años he aprendido que cada uno de nosotros tiene
muchos de esos sentimientos.
Hace poco conversaba con un grupo de mujeres de diferentes
edades y compartíamos las palabras de una canción preferida. La letra
hablaba sobre limpiar, acomodar el desorden y desarrollar la
simplicidad en la vida. A esas mujeres les contaba que esa canción en
realidad era mi oración. Que estaba cansada de falsedades y de
desprolijidades en mi vida. Quería ser real, quería ser verdadera y
pertenecer completamente a Cristo.
Luego, una de las mujeres más grandes me dijo: “así es como yo
me siento”. Muchos de nosotros nos sentimos de la misma forma en
nuestro interior. Aún así, pocas veces compartimos nuestros
sentimientos verdaderos o permitimos que otras personas vean nuestras
reales necesidades. Reservamos nuestros sen-
EL EJEMPLO DE JESÚS

timientos más profundos para nuestros amigos más cercanos. La gente


en quien confiamos.
Podemos ganamos la confianza de otras personas al satisfacer sus
necesidades físicas. Así verán que nos interesamos por ellos. Verán
nuestra sinceridad. Al ir creciendo en nuestra amistad, abrirán su
corazón para revelar sus necesidades emocionales. Y seremos capaces
de compartir nuestras propias necesidades con ellos.
Mi amiga Tanya y yo nos hemos acercado mucho mientras
nuestra amistad crecía. Hablamos por teléfono cuando no nos podemos
ver en la semana. Confiamos una en la otra. Podemos llamarnos y
contamos cómo nos sentimos. “Estoy desanimada hoy. No sé si es el
clima o todas las cosas que tengo que hacer; pero me siento deprimida”,
podría admitir una de nosotras. Hemos llorado juntas. Nos hemos reído
juntas. Cuando mi padre estaba muriendo, Tanya me llamaba sólo para
preguntarme cómo estaba. Satisfacemos las necesidades físicas de la
otra. Comidas, pintura, ayudarnos a movernos, cuidar de nuestros niños.
Y continuamos haciéndolo pero nuestra confianza ha crecido a tal punto
que podemos compartir nuestras necesidades personales la una con la
otra.
Las necesidades espirituales son a veces las más difíciles de ver.
Vamos a la iglesia cada semana vestidos de la mejor manera. Pasamos
por los pasillos y sonreímos. Puede ser que nos pregunten, “¿Cómo
estás?” Generalmente respondemos “Bien” sin importar cómo nos
sentimos realmente. Nuestra vida espiritual puede estar seca. Puede ser
que nos resulte difícil orar. Puede ser que la Biblia no esté viva en
nosotros. Escuchamos a otros hablar acerca de lo que Dios está
haciendo en su vida, y nos preguntamos dónde está él en la nuestra. No
queremos que la gente
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

sepa lo que está pasando en nuestra vida. O que piensen que tenemos
problemas.
El estar dispuestos a compartir honestamente con otros lo que está
pasando en nuestra vida, ayudará a que ellos también compartan con
nosotros sus experiencias. Cuando mi madre comenzó a asistir a un
estudio bíblico para mujeres conmigo, se mantenía en silencio. Ella no
era miembro de mi iglesia y de ninguna otra iglesia. No estaba segura en
lo que creía. Le resultaba difícil comprender la Biblia. Entonces tenía
luchas en su vida. Ella se imaginaba que las mujeres en la iglesia eran
perfectas pero al escuchar lo que los miembros del grupo contaban con
honestidad, se dio cuenta que otras mujeres luchaban con las mismas
cosas.
Un día al retiramos del estudio bíblico mi madre admitió: “Al
principio creía que todos aquí eran perfectos. Pero cuando Linda contó
acerca de sus luchas con... me relajé porque yo estaba luchando con lo
mismo”.
Sue comentó acerca de sus dificultades como madre y cómo le
hubiera gustado ser cristiana cuando su hijo era joven. La honestidad de
Sue hizo que Débora sintiera que también podía compartir lo que sentía.
Podemos satisfacer las necesidades espirituales de las personas
cuando estamos dispuestos a compartir nuestras experiencias con
honestidad, desde nuestro corazón.
Jesús nos dio un ejemplo a seguir. Él encontraba a las personas allí
donde estaban. Satisfacía las necesidades más profundas de su corazón.
Podía ser una pequeña necesidad, como la de una comida, o una gran
necesidad, como la vida eterna. Algunas veces eso llevaba unos pocos
minutos, otras veces pasaba tardes o noches haciéndolo. Él dedicaba la
cantidad de tiempo que fuera necesario para abrazar su corazón.
CAPÍTULO V

NECESIDADES
FÍSICAS

“Ayúdense entre sí a soportar las cargas, y de esa manera cumplirán la ley de Cristo”.
Gálatas 6:2 (DHH)

El mundo de Mary parecía destrozado. No estaba segura de lo


que debía hacer. Su hijo más pequeño había sido muerto por un
conductor alcoholizado. Tenía 18 años y había terminado la escuela
secundaria. Mary sabía que había cosas que hacer. ¿Pero por dónde
empezar? Sus pensamientos también parecían destrozados. Casi no
podía completar una idea en su mente.
Terry estaba cansada. Disfrutaba el pasar tiempo con su nueva
madre, o por lo menos eso creía. Pero las noches de sueño
interrumpido la estaban agotando físicamente. No sentía que su cuerpo
fuera el de antes. Mientras amamantaba al bebé, podía ver muchas
cosas sin hacer en la casa. La ropa para lavar se estaba apilando junto
al lavarropas, así como los platos en la pileta de la cocina. No había
limpiado los muebles por semanas, y los pisos necesitaban ser
barridos. De paso, yo también podría bañarme, pensó para sí misma.
Ya eran las once de la mañana, y Terry no había podido bañarse ni
vestirse.
Norma era nueva en su vecindario. Lentamente estaba
aprendiendo dónde estaban las cosas, pero eso lleva tiempo. ¿Dónde
puedo llevar a arreglar mi auto? Se preguntaba. ¿Dónde
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

estarán los mejores lugares para conseguir comida china? ¿Dónde


habrá una tintorería confiable? Muchas cosas nuevas por descubrir.
Cada día la gente enfrenta situaciones difíciles. Una muerte en la
familia, enfermedad, un bebé nuevo, una mudanza. Junto con estas
situaciones también llegan necesidades a su vida. Necesidades que
pueden hacerlos sentir abrumados. Una forma de abrazar un corazón es
buscar esas necesidades en la vida de los que nos rodean y luego hacer
algo. ¿Por dónde comenzamos?

Ofrécete a hacer algo específico.


“Si hay algo que pueda hacer simplemente dímelo”.
¡ Cuán a menudo decimos esas palabras y realmente lo sentimos!
¿Pero cuán a menudo esas personas aceptan nuestro ofrecimiento?
¿Cuántas veces has escuchado a alguien decir: “De hecho voy a
necesitar tu ayuda con...”?
No es que no necesitemos la ayuda de otros, tal vez sentimos que
lo que vamos a pedirle a alguien que haga es demasiado tedioso. Tal
como aspirar o lavar los platos, cortar el césped o rastrillar la vereda.
Nita acababa de salir del hospital y llegaba a su casa con su nueva
hija, estaba exhausta de intentar ponerse al día con las tareas de la casa,
mientras trataba de adaptarse a un nuevo bebé y a las noches sin dormir.
Cuando Lynn la fue a visitar notó los platos en la pileta de la cocina.
“¿Dónde guardas el detergente? Voy a lavar los platos mientras te hago
compañía”.
“No tienes que hacer eso, yo lo haré más tarde”, protestó Nita.
Pero Lynn insistió. Nita le mostró dónde estaba el detergente y Lynn
lavó los platos mientras las dos conversaban.
NECESIDADES FÍSICAS

Lynn sabía que si hubiera preguntado “¿hay algo que pueda hacer?”
Nita habría dicho que no.
Entonces, ¿qué podemos ofrecernos a hacer?

Hacer los quehaceres domésticos siempre ayuda.


Ofrécete a hacer cosas de la casa tales como aspirar, lavar los
platos, planchar un poco de ropa, quitar la nieve de la entrada, cortar el
césped.
A veces es difícil entrar en la casa de alguien y ofrecerse a hacer
algo. Mi abuela dice que ella nunca podría entrar a una casa y hacer
algo. Pero cada vez que haces algo resulta más fácil, especialmente al
ver cómo tu ayuda llega a las personas.
Puede ser que el hacer una actividad doméstica no parezca algo
muy importante, pero para una persona que está atravesando un
momento de estrés puede que sí lo sea. Un pequeño esfuerzo de unos
minutos puede hacer la diferencia.
Luego del accidente de mi marido, un amigo suyo estaba de visita
y notó la leña de dos pinos que aún estaban en el jardín. Tim las había
cortado antes de accidentarse y ahora ninguno de nosotros podía
moverla. Al irse, Kevin simplemente salió al jardín y llevó la leña hasta
donde la apilábamos, sólo le tomó unos minutos pero fue muy
significativo. Él vio una necesidad y la suplió.
Otro amigo de Tim llevó la leña por mí cuando vino a visitarnos.
Como calentamos nuestra casa con una estufa a lefta, aprecié mucho el
hecho de que trajeran leña. Eso me ahorró varios viajes hasta donde la
guardábamos, en muchas tardes frías. Cuando venían a visitamos, antes
de irse traían una carga de troncos de madera al irse a sus autos.
El traer madera no es algo que se me hubiera ocurrido
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

pedirle a alguien que haga por mí. Nuestros diligentes amigos


pensaban cuáles eran nuestras necesidades.
Mientras mi madre se recuperaba de su cirugía, un amigo vino a
visitarla, al rato de estar con ella, Lorraine preguntó: “¿Dónde está tu
aspiradora?” Y luego aspiró los pisos antes de irse. Mamá se sorprendió
y se sintió conmovida por el gesto. Ella nunca le hubiera pedido a una
amiga que le aspire los pisos. Lorraine se ofreció a hacer algo que
estaba dispuesta a hacer. No sólo fue de ayuda, sino que tocó el corazón
de mi madre el hecho de que alguien hiciera algo así por ella, algo que
ella consideraba tedioso. Mamá no disfruta de los quehaceres
domésticos y la hizo sentirse amada el hecho de que alguien lo hiciera
por ella.

Las comidas son a menudo otra forma de ayudar a una persona


necesitada.
Es algo que parece muy simple, pero es algo que se recuerda por
mucho tiempo. Aún recuerdo las comidas que traían luego del accidente
de Tim. ¡Eran de tanta ayuda y aliento! Una amiga, Kay, sabía que
nuestra familia tiene una cena especial en familia los viernes de noche.
Entonces, cuando ellos armaron un cronograma de entrega de comidas,
Kay eligió los viernes. Trajo una comida deliciosa con un postre
maravilloso. Quería que fuera especial. El amor detrás de esas comidas
abrazó mi corazón definitivamente.
Cuando Kevin y Sylvia se mudaron, no pudimos acompañarlos,
pero les enviamos una olla de sopa. Sylvia dijo más tarde:
“Probablemente no hubiéramos comido durante todo el día si no fuera
por la sopa. El día había estado muy agitado y todos los elementos de
cocina aún estaban empacados. No tenía
NECESIDADES PÍSICAS

manera de preparar una comida.”


Llevar comida puede ser un trabajo extra muy pequeño. Yo tan
sólo preparo el doble de lo que esté preparando para mi familia. Agrego
una ensalada o vegetales y un poco de pan y quizás un postre y eso es
todo. Es bueno considerar a cuántas personas estás alimentando. Si hay
sólo uno o dos personas en la casa, quizá no quieras llevar una comida
tamaño familiar: ellos comerán sobras durante semanas.
Después de trabajar todo el día, a veces es difícil pensar en la cena
para tu propia familia; más aún para alguien más. Además, para cuando
esté preparada y enviada ya habrá pasado el horario de la cena. ¿Cómo
puedes ayudar entonces? Elige pizza precocida o comida china. Ten
siempre a mano una comida extra en el jreezer. Los platos de pasta son
buenos para el freezer. Muchas cazuelas también. Coloca en una canasta
un par de latas de sopa, una rodaja de pan crujiente y una ensalada.
Muchos supermercados tienen sectores de ensaladas. Algunos inclusive,
también tienen sus propias sopas caseras para llevar. No es el tiempo
que le dedicas a una comida lo que cuenta. Es el cariño y la dedicación
lo que significan mucho.
Cuando venían de visita amigos después del accidente de Tim,
compraban pizza y la traían. No estoy segura si era pizza de la mejor
calidad, o si era el amor que sentíamos, pero ahora esa marca de pizza es
nuestra favorita.

Organiza una comida para familias luego del funeral de un ser amado.
Cuando mi padre falleció, nuestra iglesia se ofreció a traer la
comida. Aprecié su atención, pero pensé que podía encargarme de la
comida por mí misma. Realmente pensé que podía
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

manejarlo; pero descubrí que no podía. No estaba de humor para


calentar ni servir alimentos. La familia de nuestra iglesia envió
suficiente comida para cubrir dos mesas. También se hicieron cargo de
toda la cocina: preparar, servir y limpiar. No sólo me ayudaron de una
forma que realmente aprecié y necesitaba, sino que también fueron un
testimonio para muchos de los miembros de nuestra familia que no son
miembros de iglesia. Escuchamos muchos comentarios acerca de lo
amables que fueron las mujeres en la cocina.
Esta misma clase de bondad ayudó a mi familia en una crisis
similar. En 1984 mi hermano de 18 años murió atropellado por un
automovilista alcoholizado cuando volvía a casa del trabajo. Nuestra
familia estuvo en shock durante muchos días por lo repentino y sin
sentido del accidente. El resto de mi familia no era parte de la iglesia a
la que Tim y yo asistíamos. Muchos de los miembros de iglesia ni
siquiera habían conocido a mi hermano. Aún así, amigos de la iglesia
viajaron por lo menos una hora en la noche del funeral, en una tormenta
de nieve que hizo que muchos familiares no pudieran llegar. Trajeron
comida y abrazos. Mis padres nunca se olvidaron de esta atención. Creo
que fueron actos de bondad como éstos los que eventualmente hicieron
que mi madre se acercara a adorar con nosotros. Ahora mi madre es
miembro de la iglesia a la que asistimos y también dedica su tiempo a
abrazar el corazón de otros miembros.

Ofrécete a sacar a alguien a pasear por un rato.


A veces las personas están atadas a sus hogares a causa de
enfermedad, un nuevo bebé, etc. Una de las cosas más bellas que puedes
hacer por ellos, es sacarlos de la casa durante un rato.
NECESIDADES FISICAS

Durante las primeras semanas de la recuperación de Tim, parecía


como si el único momento que salía de la casa era para hacer un
mandado o llevar a alguien a algún lado. Una amiga 1 íntima pensó que
yo necesitaba salir, entonces alquilo una película en video, preparó
pororó, llenó su freezer de helado y nos invitó. Dejamos a Tim y a los
chicos con su esposo e hijos mientras nos fuimos de compras. En
realidad no compramos nada. Nos reímos mucho de las diferencias
entre nosotras. Parecía como que todo lo que a ella le gustaba, a mí no.
Y las cosas que me gustaban a mí, a ella no le gustaban. Estábamos
contentas de que pudiéramos ser tan buenas amigas a pesar de nuestras
diferencias. Comimos en un restaurante de comidas rápidas y luego
tomamos yogur helado. El mejor yogur helado que había probado.
Chocolate y frambuesa en un cucurucho. Disfrutamos mucho de la
mutua compañía. Y no tuve que hacer nada por nadie. Sólo relajarme.
Volví a casa renovada. Algo tan simple como un paseo de compras o un
almuerzo fuera de casa puede ayudar a cambiar las perspectivas de una
persona.

Haz un mandado para alguna persona.


Algunas veces una persona está encerrada en su casa simplemente
porque no tiene vehículo. Esto genera otras necesidades. Habrá
mandados que hacer, viajes para ver al doctor y citas que hacer.
Ofrecerse a manejar o hacer un mandado por alguien es una forma de
ayudar. La abuela de Tim no puede manejar. Su amiga Ana Mae se
ofrece a llevarla a la iglesia y a una reunión de grupos pequeños. Sus
hijos y sus esposas le hacen las compras. Yo le consigo las recetas
médicas mientras estoy en la calle haciendo mis propios trámites.
Todas cosas pequeñas, pero necesarias. Cosas que para ella son
difíciles de
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

hacer sin ayuda.


Otra amiga vive en la ciudad y camina o toma el colectivo hacia la
mayoría de los lugares a donde necesita ir. Pero a veces tiene que ir
alejados de la ruta del colectivo. Así fue también cuando tuvo que llevar
a sus tres hijos al oculista fuera de la ciudad. Sólo me tomó parte del día
llevarlos con mi auto hasta allí y pude pasar tiempo con mi amiga. No
me demandó mucho esfuerzo de mi parte, pero le hice saber que
realmente me preocupaba por ella.
Quizá no puedas darle a alguien parte de tu día. Pero si puedas
pasar a buscar sus compras por el supermercado o pasar por la farmacia a
buscar una receta si es que vas a pasar cerca de allí. Algunos de nosotros
tendremos más tiempo que otros, pero todos somos capaces de hacer
algo.

Ofrecerse a cuidar un niño es otra gran forma de ayudar.


Cualquier mamá puede utilizar un pequeño recreo para tener
tiempo para ella misma o para adelantar algunas otras tareas.
Especialmente una mamá con un pequeño bebé e hijos más grandes.
Ofrecerse a llevar a los chicos más grandes al parque de paseo o invitar a
los chicos a su propia casa y jugar durante la mañana sería una idea muy
bien recibida. Mi vecina Verna tiene una niña pequeña de
aproximadamente la misma edad que mi hijo mayor. Antes de que los
niños fueran a la escuela, ella me llamó y me hizo la siguiente propuesta:
“Cuidaré a los chicos una mañana de esta semana, si tu puedes cuidar a
Alicia una mañana de la próxima semana”. Continuamos con este arreglo
hasta que Alicia y Joshua comenzaron el Jardín de Infantes. Eso nos daba
a cada una, una mañana libre semana por medio. A los chicos les
encantaba tener la oportunidad de
NECESIDADES FÍSICAS

jugar con los juguetes de otra persona en la casa de esa persona. A


menudo utilizamos nuestro tiempo libre para limpiar nuestras casas o
hacer mandados sin interrupciones, pero ocasionalmente utilizamos
nuestro tiempo para nosotras mismas.
Mi hermano y su esposa tienen tres niños pequeños y nosotros
también intercambiamos tumos de hacer de niñeros. Una noche por
mes yo cuido a sus hijos para que ellos puedan tener una “cita”. Y ellos
hacen lo mismo por nosotros. Esto es una verdadera bendición para
cada uno de nosotros. No necesitamos preocupamos por encontrar o
pagarle a una niñera y tenemos una noche de paseo con nuestros
esposos.
Cuando mi padre murió, tuvimos un servicio especial, más
temprano, para todos los nietos. No queríamos que estuvieran sentados
durante toda la noche en la sala funeraria. Mi amiga Donna llevó a los
chicos esa tarde. Su esposo y mi hijo mayor, Joshua, jugaron en la
computadora, mientras ella y su hijo menor, Zachary, preparaban una
ensalada de gelatina para la comida de esa noche después del funeral.
Zachary vino a casa con un nuevo amigo; a él le encantó Donna esa
noche. Ella lo llevó al servicio en el cementerio la tarde siguiente. Ella
aún sigue siendo una de sus personas favoritas. Y eso me ayudó a no
tener que preocuparme por él, ni irritarme con un niño molesto.
Cuando mi cuñada tuvo su segundo bebé sufría de terribles
dolores de cabeza. Su hija Enver se quedó con nosotros mientras ella
estaba en el hospital. Cuando llevé a Enver a su casa, pude ver que mi
cuñada sufría mucho dolor. “¿Por qué no dejas que Enver pase el resto
de la semana con nosotros? Para ese momento Nile habrá llegado a
casa y podrá ayudarte”, ofrecí. Enver disfrutó el jugar con los chicos y
no ocasionó
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

problemas. Esto ayudó a que Nita se recuperara un poco.

Las flores pueden iluminar cualquier día.


Un esposo sabía que su esposa aún sufría luego de la muerte de su
madre. Habían pasado varias semanas después del funeral y la familia y
amigos habían vuelto a su rutina normal. Pero su esposa aún estaba
triste. Él observó esto y le envío flores para levantarle el ánimo. Para
mostrarle que se preocupaba por ella. Este acto no quitó su dolor pero le
recordó que alguien la amaba y estaba allí para cuidarla.
Los alumnos de nuestra escuela de iglesia visitan ancianos
regularmente y personas postradas. Cuando hacen las visitas, a menudo
llevan una pequeña planta con flores de colores brillantes,
especialmente en invierno, cuando todo son matices de grises y blanco.
Las flores pueden traer un poco de luz de sol y alegría.

Cuando una persona se muda surgen necesidades especiales.


El tener a alguien que ayude con la mudanza puede quitar un gran
peso de encima. Cuando Ncog y Nam se mudaron, muchos de los
hombres de la iglesia vinieron a ayudarlos con el embalaje y la carga.
Los hombres fueron invitados más tarde a una comida típica de
Vietnam.
Barry y Lili se mudaron a un lugar nuevo y fueron recibidos por
un montón de amigos que los ayudaron a descargar y desembalar. La
gente de su iglesia trajo comida para alimentar a todos. Inclusive
trajeron hielo para mantener los platos fríos hasta que todos estuvieran
listos para comer.
Cuando alguien es nuevo en un lugar de residencia, es probable
que necesite encontrar los mejores lugares para comprar y

50
NECESIDADES FISICAS

conseguir provisiones, o puede ser que necesiten información acerca de


doctores y dentistas de la zona y acerca de lugares confiables donde
llevar el auto a reparar. Pueden llegar a necesitar la ayuda de un amigo
que se siente con ellos en la iglesia y los ayude a acostumbrarse a la
nueva zona y a la gente.
Algunas veces la gente se muda a lugares lejanos. Como Belinda y
John, que llevaron a su familia compuesta por tres pequeños niños a
Papua Nueva Guinea, donde han pasado los últimos seis años sirviendo
como misioneros abriendo nuevas iglesias. La primera Navidad lejos de
su hogar, tuvieron ganas de comer puré. Comida que reconocían y a la
que estaban acostumbrados. Varios amigos prepararon una caja con pro-
ductos no perecederos; puré instantáneo, manteca de maní, pastas,
sopas, productos enlatados y se la enviaron. Más tarde, cuando tuvieron
una nueva hija, los miembros de iglesia enviaron una “lluvia de rosas”
en una caja que incluía toda clase de cosas para bebé. Otras iglesias han
enviado prendas de vestir, no sólo para su familia, sino también para las
personas que ellos ministraban.

Las encomiendas son una forma divertida de hacerle saber a alguien que
te preocupas por ellos.
Cuando estaba en el primer año del colegio secundario, un amigo
me envió una encomienda. Recuerdo mi alegría cuando encontré la nota
de aviso en mi buzón. No podía esperar a que abriera el correo para
descubrir de quién era y qué era. Era un osito de peluche de un amigo
que recordaba cómo se sentía el estar lejos y en la escuela por primera
vez.
Cuando Rena y Ghena recibieron una encomienda de su iglesia,
las otras chicas de su dormitorio pensaron que tenían
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

suerte. La encomienda estaba llena de chucherías, especialmente


golosinas. Tenía artículos de tocador y artículos escolares, pero lo que
más tenía eran abrazos para el corazón. La encomienda mostraba que la
familia de su iglesia se preocupaba por ellos y pensaban en ellas. Esto
es un gran mensaje para la gente joven.

A menudo una de las mejores formas de saber cómo ayudar es prestar


atención a la situación de otra persona y preguntarse a sí mismo:
“¿Qué necesitaría yo en esa situación?”
Ponerte en el lugar de otra persona te ayudará a ver las cosas que
necesitan hacerse y que de otra forma pasarían inadvertidos. Un
verano, hace un par de años, mi mamá se cayó y se rompió el tobillo,
quedando en silla de ruedas durante medio verano. Había cosas que
obviamente necesitaban hacerse: quehaceres del hogar, mandados,
comida, viajes al doctor. Sin embargo, había pequeñas cosas que
podían haberse pasado por alto. Por ejemplo, ella no alcanzaba a la
alacena desde su silla de ruedas. Nadie estaba con ella por las mañanas,
entonces tenía que prepararse su desayuno sola. Cada mañana, antes
que Papá se fuera a trabajar, el sacaba las cosas que ella podía
necesitar, tal como un recipiente, los cereales, un vaso, etc.
Simplemente dejaba las cosas sobre la mesada para cuando mamá se
levantara. También construyó rampas para que pudiera entrar y salir de
la casa fácilmente. No había muchas cosas que mamá podía hacer
mientras estuvo en su silla de ruedas, entonces pasaba mucho tiempo
en el patio leyendo. Un amigo que sabía cuanto le gustaba leer,
apareció un día con una pila de libros que le prestó. Cada una de estas
cosas pueden sonar pequeñas, pero hicieron una gran diferencia en su
vida durante esos días.

52
NECESIDADES FÍSICAS

Un acto inolvidable de bondad durante la recuperación de mi


marido fue algo en lo que pocos hubieran pensado. Ron y Kay nos
invitaron a su casa a cenar. Sabían que no habíamos estado saliendo
mucho y nos invitaron a comer pizza y a jugar. En ese momento mi
marido apenas podía mover sus dedos y movía muy poco sus manos.
Los juegos que jugamos incluían el hecho de sostener cartas en la mano.
Ron había hecho algunas canaletas en un pequeño tablero de madera.
Cuando jugábamos Tim colocaba sus cartas en las canaletas, y el tablero
sostenía las cartas por él. Él se arregló con el resto del juego. Preparar
ese tablero llevó un poco de tiempo y de elaboración de ideas, pero nos
impresionó mucho. Nos divertimos esa tarde.

Las pequeñas cosas a menudo ayudan en gran manera.


El fin de semana en que mi hermano murió inesperadamente fue
muy difícil para mi mamá. Había vuelto del hospital luego de haber sido
operada, justo la mañana antes que él muriera. Lulla, la prima de mamá
vino a casa durante los días posteriores y se quedó con ella. Ayudó a
atender el teléfono y la puerta. Ayudó a hacer los llamados telefónicos a
la familia y amigos. Mantenía la cafetera siempre llena, recibía las
bandejas de comida que se traían y les indicaba a los invitados que se
fueran cuando creía que ya habían estado lo suficiente. Su cuidado por
mi madre era muy evidente en las pequeñas cosas que hizo durante ese
fin de semana. Cosas que no se olvidarán.

Nunca te ofrezcas a hacer algo que no estés dispuesto/a a hacer.


Un otoño, mi familia se contagió de sarna, un pequeño insecto que
penetra debajo de la piel y causa mucha pica
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

zón. La única forma de deshacerse de ellos es utilizar una crema


recetada por el doctor sobre la piel y lavar toda las prendas de vestir y
ropa de cama en agua extremadamente caliente. Fue un momento
frustrante para mí. Hice todo lo que el doctor dijo. La sarna desaparecía
pero volvía a aparecer luego. No podíamos descubrir de donde venían.
Yo limpiaba y limpiaba, pero seguían apareciendo. Durante ese tiempo
tuvimos que mantenernos alejados de la gente ya que la sarna se
contagiaba fácilmente. Luego de un tiempo que pareció eterno, pero fue
probablemente sólo unas pocas semanas, nos dimos cuenta de que
nuestra perra tenía sarna. Una vez que ella fue tratada, la sarna
desapareció por completo.
Mientras pasábamos por todo esto, un amigo nos envió flores. Fue
una linda sorpresa; no recibo flores a menudo. Cada vez que pasaba
cerca de las flores recordaba su preocupación y su cuidado. Pero
también tuve que reírme de mí misma. También había enviado una
tarjeta junto con las flores que decía: “Sé que lo que necesitas es pasar
un tiempo lejos de los chicos, pero tendrás que conformarte con esto”. A
Donna no le gusta mucho cuidar chicos pequeños, especialmente los que
no hablan y no pueden decirle lo que quieren. Además, nuestro hijo más
pequeño aún usa pañales. Entonces me envió flores para hacerme saber
que estaba pensando en mí. Las flores me animaron ya que me hicieron
saber que alguien sentía cariño por mí. Si hubiera cuidado a los niños,
ella se hubiera sentido mal. Me ayudó al iluminar mi día y no necesitó
hacer algo que le hubiera resultado estresante.
¿Entonces cómo sabes con qué empezar?
NECESIDADES FISICAS

Primero, ora y pídele a Dios que te guíe; luego sigue sus sugerencias.
Al considerar en oración las necesidades de otros, Dios nos dará
la sabiduría para saber qué hacer. Sé específico/a.

Lleva a cabo las ideas que él te da, sin importar lo pequeñas que
parezcan.
Recuerda las palabras de La práctica de la presencia de Dios:
“No debemos cansarnos de hacer pequeñas cosas por el amor a Dios,
quien toma en cuenta no la grandeza de la obra sino el amor con que es
llevada a cabo”. Recuerda que Jesús tomó los pocos panes y peces
ofrecidos por un niño y los bendijo y alimentó a cinco mil personas. Él
hace lo mismo con las ofrendas que le damos al tomar nuestros
pequeños actos de bondad y hacerlos algo especial.
No importa si el trabajo te parece grande; o si lleva muy poco
esfuerzo de tu parte. Lo que importa es que haz alcanzado a otra
persona a la que le tienes cariño. ¡Qué diferencia pueden hacer un
poquito de tiempo y de esfuerzo en las personas que están sufriendo!
Cada pequeña cosa que se hace es un abrazo para su corazón.
CAPÍTULO VI

NECESIDADES
EMOCIONALES
*
“Por eso, anímense y fortalézcanse unos a otros, tal como ya lo están haciendo".
1 Tesalonicenses 5:11 (DHH)

Cada uno de nosotros quiere ser animado, sentirse aceptado.


Mae quiere que alguien la escuche de verdad. Pasa tanto de su
tiempo sola y sabe que es grande y que no está al tanto de las últimas
novedades. Sólo necesita a alguien que se preocupe. Sus vecinos la
visitan. Sus hijos la sacan a pasear. ¿Pero alguien la escucha?
Cristal es nueva en la iglesia. Quiere sentirse parte de ella. Pero
se sienta sola en la parte de atrás. La gente le sonríe y le dice que está
contenta de verla allí. Pero nadie la invita a cenar a su casa. Nadie le
pregunta si quiere reunirse durante la semana. A veces falta durante un
par de semanas, pero nadie la llama. ¿Alguien se dará cuenta de que no
estoy?, se pregunta.
El esposo de Beth murió hace un año. Ha sido un año difícil. La
gente le dice que está orando por ella. Al principio le traían comidas y
le enviaban tarjetas. Pero ahora pasa tantas noches solitarias. La
televisión y los libros la acompañaron pero sólo por un tiempo. Lo que
ella realmente quiere es alguien con quien hacer sus cosas. Ir a
diferentes lugares. Sin Harry no hay nadie con quien pasar tiempo. La
gente mantiene su distancia. ¿Les dará miedo su soledad? ¿Tendrán
miedo de que
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

sea contagioso?
Cada uno de nosotros anhela tener alguien que se preocupe por
nosotros. Alguien que piense que somos especiales. Alguien que nos
haga sentir de esa manera. Queremos amigos que vayan más allá de lo
superficial. Amigos que nos escuchen de verdad. Que se interesen por
nuestros sueños y esperanza. Que comparta nuestras preocupaciones y
comprenda nuestros temores. Que nos ame a pesar de nuestros
caprichos. A pesar de nuestro mal humor. A pesar de nuestros momentos
de desánimo. Aún en momentos cuando no estemos seguros de por qué
la vida es tan difícil, pero todo se vea nublado.
Anhelamos personas que se emocionen en los momentos felices
de nuestra vida. Que compartan nuestras alegrías y celebren con
nosotros.
Hay muchas formas en las que podemos abrazar el corazón de
otros al suplir sus necesidades emocionales de aceptación, ánimo y
amistad.

Una de las cosas más importantes que podemos hacer por otra persona
es escucharla de verdad.
No sólo oír, sino también escuchar. Oír lo que su corazón dice, no
sólo sus palabras. En su libro Las amistades de las mujeres, Dee Brestin
cuenta sobre un estudio en el que el 69 por ciento de las mujeres que
respondieron dijeron que cuando tienen un problema, están más
dispuestas a compartirlo con un/una amigo/a que con sus esposos. ¿Por
qué? Las mujeres son por naturaleza más comprensivas a la hora de
escuchar. Tienen mejores habilidades para escuchar. Te miran a los ojos
cuando hablas. Se inclinan hacia delante y dicen cosas como: “Mmm...”,
“Sigue...”, “Sí, comprendo”. A menudo tocan a la persona que
NECESIDADES EMOCIONALES

está hablando, asegurándole que están interesadas y están escu- ;


chando. Ellas no ofrecen soluciones. Sólo un oído para escuchar.
Comprensión.
A muchos hombres, en contraste, les gusta resolver problemas y
ofrecer soluciones, razones. Pero más que ninguna otra cosa, cada uno
de nosotros quiere sentirse comprendido. Ser escuchado sin
interrupciones.
Cuando Zachary asistía a la guardería, algunos bomberos
voluntarios de la zona fueron a mostrarle a la clase las auto- bombas y a
hablar sobre seguridad con el fuego. Zachary comentaba camino a casa:
“Eran buenos bomberos. Realmente escuchaban nuestras preguntas”.
Sin importar nuestra edad, queremos ser escuchados y comprendidos.

Otra forma de animar a otros es a través de notitas.


Recién llegada a casa con un nuevo bebé, me preguntaba qué
podía hacer que marcara la diferencia en la vida de otros.
Oré y le pedía a Dios que me mostrara una forma de animar a otros.
Algo que pudiera hacer con un hijo recién nacido.
Su respuesta no implicaba un gran ministerio ni demasiada
organización. Fue: notas. Empecé a escribirle notas a la gente.
No sabía que Dios las usaría para bendecir a otros. Pero era algo que yo
podía hacer. Cuando me enteraba que alguien estaba teniendo
dificultades, le enviaba una pequeña nota. Si no había visto a alguien
por un tiempo, le escribía una nota, haciéndole saber que la extrañaba.
Escribía a personas mayores en la iglesia que no podían asistir a los
cultos. Las notas eran cortas y simples. Nunca estaba segura acerca de
qué escribir. A menudo escribía acerca de lo que estaba ocurriendo ese
día: lo que mi pequeño hijo estaba haciendo y aprendiendo. Le hacía
saber a esa
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

persona que estaba orando por él o ella e incluía un versículo de las


Escrituras.
Muchas veces la gente se me acercaba y me decía: “Realmente
aprecié tu nota, llegó justo cuando la necesitaba”. O me decían cómo
ciertamente les había iluminado el día. Me hacía sentir bien el saber
que algo tan simple podía marcar una diferencia en la vida de alguien.
El hecho de escribir notas tiene el mismo efecto hoy. Todo lo que se
necesita son diez minutos y una estampilla.
Los niños también disfrutan cuando reciben cartas. Notas, figuras
autoadhesivas y libros los complacen. A Sue le gusta enviar notas a los
chicos de la iglesia. Ella manda figuras autoadhesivas para que ellos
puedan usar más tarde. A veces arma pequeños libros para ellos. Una vez
hizo un libro sobre caballos para Zachary, sabiendo lo mucho él amaba a
los caballos. Aün está en algún lugar en el “cajón de los tesoros” de
Zachary, junto con otras notas y figuras. Justo ahora hay una nota sobre
un estante al lado de su cama.
Mary sabía que un niñito estaba desilusionado porque no había
recibido la encomienda que él esperaba. Ella misma armó un paquete
con una remera y una nota. El niño se puso muy contento cuando el
paquete llegó. Esa remera se convirtió en una de sus favoritas.

Los llamados telefónicos también pueden alegrar un día.


Quizá tu don no sea el de escribir, entonces un pedazo de papel
en blanco puede provocar pesadillas. Los llamados telefónicos son
otra forma de alcanzar a alguien.
“Hola, habla Sue. ¿Puedo ayudarte en algo?” Sue respondió un
llamado telefónico que había recibido con anterioridad.

60
NECESIDADES EMOCIONALES

“Hola, Sue. Sólo llamé para decirte que estaba pensando Clí ti.
¡Cuídate, adiós!”
El teléfono hizo clic en el oído de Sue mientras ella se sen* taba y
se reía. ¡Nadie como su amiga! Esa tarde, cada vez que recordaba ese
llamado telefónico se sonreía.
Una mujer que conozco se toma el tiempo de llamar a varias
mujeres postradas que son miembros de nuestra iglesia. Llama a estas
mujeres mayores y habla con ellas por un rato. Les hace saber lo que
está ocurriendo en la iglesia. Descubre qué está pasando en su vida. Los
llamados telefónicos rompen con la monotonía de sus días.

Pasar tiempo con otros/as los hace sentir queridos/as.


La recuperación de Tim demoró varios meses. Durante los
primeros meses lo llevaba a terapia y cuidaba de él, mis dos pequeños
niños y la casa. Cuando una amiga me preguntó cómo podía ayudarme,
le dije que en verdad necesitaba que alguien saliera conmigo a caminar.
Podía utilizar tiempo fuera de la casa, aire fresco y ejercicio. Yo sabía
que podía aprovechar una conversación. Ann pasó varias tardes
caminando conmigo luego de ir a la iglesia. Nuestros esposos se
visitaban mientras nosotros caminábamos y conversábamos. Me sentía
querida. Alguien dedicaba tiempo para estar conmigo.
Regularmente llevo a varios chicos de primaria a visitar a algunas
de las personas más ancianas de nuestra iglesia. No nos quedamos
demasiado tiempo; de veinte minutos a media hora. Pero las visitas son
divertidas. A los alumnos les gusta salir de la clase, y la gente que es
visitada disfruta de la compañía.
Hay personas alrededor nuestro a las que les gustaría que alguien
las visite. Que pase tiempo con ellos.
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

Recuerda los momentos especiales en la vida de otras personas.


Así como los cumpleaños; especialmente los de las mujeres. A
menudo las mujeres son las que hacen que los cumpleaños sean
especiales en sus familias. Hornean tortas, compran regalos y decoran.
Cuando es su cumpleaños, ¿quién hace que sean especiales?
Penny había pasado por momentos difíciles. Los meses anteriores
habían sido duros. Era su cumpleaños y no se sentía de humor para
celebrar. Pero sus amigos querían iluminarle el día. Ann y Heather se
aparecieron la noche anterior a su cumpleaños con globos y una torta.
Beth decoró la casa con papel crepé y globos. Fue un cumpleaños lleno
de sorpresas y amor.
Marilee apareció en mi puerta con una torta y un abrazo en uno de
mis cumpleaños, luego se fue.
Bev fue invitada a la casa de una amiga para cenar luego de asistir
a la iglesia. No pensó que tenía que ver con que su cumpleaños estaba
próximo. Su amiga la sorprendió con una mini fiesta de cumpleaños. La
mesa y la cocina estaban decoradas.
Esa cena fue una de sus comidas favoritas, con torta y todo.
Yo me encontraba pasando un momento difícil. Una amistad
yacía en ruinas. Aunque me sentía desanimada, acepté una invitación a
la casa de Julie para cenar en la noche de mi cumpleaños. Aún cuando
no me sentía de humor, me obligué a mí misma a ir. Bev estaba allí
cuando llegué. “Me voy enseguida”, me dijo. Pero estaba inflando un
montón de globos y ayudando a Julie a preparar la comida.
Obviamente estaban conspirando acerca de algo. Entonces empezaron
a llegar más amigos. Amigos de otros tiempos. Amigos cercanos a los
que normalmente no veo; y nunca a todos en el mismo lugar. Bev
quería hacer algo especial para mi cumpleaños y había localizado a
mis amigos
NECESIDADES EMOCIONALES

más cercanos, incluyendo a uno que se estaba mudando a California.


Fue un cumpleaños especial. Y el desánimo desapareció. Por lo
menos por una noche.
Los aniversarios son otros momentos especiales en los momentos
de la gente. Algo que las personas generalmente no recuerdan a menos
que sea un año especial, tal como 25 o 50. Pero fue nuestro undécimo
aniversario que resultó especial para nosotros. Cecelia llamó: “¿Están
ocupados? ¿Puedo pasar a verlos unos minutos?” Colgué el teléfono
preguntándome que ocurría. Unos minutos más tarde Cecelia apareció
en nuestra puerta con una enorme canasta llena de papas fritas y salsa
(uno de los platos favoritos de Tim), pan y queso, jugo de uva con gas,
sándwiches de helado (uno de mis favoritos) y velas. Intentando hacer
algo especial para nosotros, ella había hecho un trabajo de detective
para descubrir cuáles eran nuestras comidas preferidas. Ese fin de
semana, disfrutamos de sus bondades al lado del fuego y nos sentimos
amados.

Recordar aniversarios y momentos difíciles también puede ser


importante.
Cuando Sue y Shelly planeaban una fecha para reunirse, Shelly
vio que Sue había escrito una nota en el calendario de la semana
siguiente. “Muffy murió hace un año”. Shelly recordó cuán triste había
estado Sue un año antes. Más tarde, Shelly encontró una tarjeta sobre la
muerte de una mascota. Sue la recibió la siguiente semana con una nota
de Shelly. Esto realmente tocó su corazón.
Un día de noviembre recibí una tarjeta de las que dicen
“pensando en ti” de una mujer que no conocía muy bien. La nota en
su interior decía: “Sé que es un momento del año difícil
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

para ti. Sólo quería que sepas que estás en mis oraciones”. No sé cómo
lo sabía, pero esa era la época del aflo en que mi hermano hubiera
celebrado su cumpleaños. Es triste pensar en lo que podría haber sido,
recordar lo absurdo de su muerte. Su tarjeta me hizo sentir abrazada.
Mike y Vickie se encontraban solos. Su última hija se había
casado. Su hijo más pequeño estaba lejos en el colegio. El nido estaba
vacío. Les costaba adaptarse a la quietud de la casa. Fue entonces
cuando llegó la canasta de Miriam. Estaba llena de productos para una
noche romántica. Velas y pan, queso y fruta, sidra de manzana
burbujeante. La nota les deseaba diversión y aventura en esta nueva
etapa de su vida. Esto no hizo que la casa se llenara, pero les recordó
que alguien se interesaba por ellos.

Las fiestas son otro momento especial para recordar.


Para mucha gente las fiestas son momentos especiales cuando las
familias se reúnen para compartir comidas, regalos y tradiciones
familiares. Pero para otros son momentos solitarios y difíciles. Pueden
estar lejos de su familia. Quizá su familia no pueda reunirse. Puede ser
que hayan perdido algún familiar.
Hemos pasado algunos de nuestros mejores Días de Acción de
Gracias con amigos. Nuestras familias viven cerca de nosotros, pero
ocasionalmente hemos escogido pasar las fiestas con amigos. Una vez
invitamos a amigos que no tenían sus familias cerca a venir a pasar el
día con nosotros. Fue la primera comida del Día de Acción de Gracias
que tuve que preparar sola. Yo soy vegetariana, pero preparé un pavo
para nuestros amigos. Salió bastante bien.
Otro Día de Acción de Gracias fuimos a pasarlo con núes-
NECESIDADES EMOCIONALES

tros amigos. Ellos no podían ir a casa para las fiestas. Fue muy
tranquilo, a diferencia de las reuniones familiares a las que usual-
mente asisto. Pero fue lindo pasar el día con personas que compartían
nuestro deseo de hacer de ese día un momento de alabanza a Dios y
de enseñarle a nuestros hijos a ser agradecidos.
Puede ser que en tu iglesia o vecindario haya familias que no
tengan con quién pasar las fiestas. O alumnos de algún colegio que no
puedan ir a sus casas por el corto período de las fiestas. Invitarlos a
compartir tu fiesta familiar puede hacer de ese día algo especial. Incluso
hemos invitado a amigos a venir con nosotros a la casa de mi mamá, y
pasar el día en un gran ambiente familiar. En el Día de Acción de
Gracias, me gusta escribir notas de aprecio a las personas con las cuales
realmente estoy realmente agradecida. Por supuesto, esto incluye a mi
esposo e hijos, padres, parientes políticos y amigos. Pero también me
gusta incluir a otras personas que han tocado mi vida de manera especial
durante ese año. Como las maestras de mis hijos, el cartero, el pastor y
la persona que escribe el boletín de la iglesia. Muchas personas hacen
cosas por nosotros durante el año que damos por sentado. ¿Cuán a
menudo le hacemos saber que apreciamos sus esfuerzos? Mis notas de
agradecimiento les hacen saber que las aprecio y por qué.
Sería muy lindo escribir una pequeña nota de agradecimiento cada
vez que alguien hace algo que apreciamos. Pero desdichadamente, estas
notas casi se han convertido en algo del pasado. No creo que nos demos
cuenta de cuán poco tiempo lleva el escribir una pequeña nota y
colocarla en el buzón.
También hemos preparado canastas del Día de Acción de Gracias
para darle a familias necesitadas. Este es un proyecto que nuestra iglesia
lleva a cabo casi todos los años. Los miem-
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

bros de la congregación donan toda clase de cosas desde tartas de


zapallo hasta pavos y desde relleno de papa y vegetales enlatados.
Muchas veces la gente en la iglesia conoce a una o dos familias
necesitadas. A veces las agencias de servicio social locales pueden
damos nombres. Este año nuestro pastor puso alrededor de siete
canastas bajo la dirección de nuestro comité de servicio a la comunidad.
Podría habernos dado más, ya que los nombres continuaban llegando.
La Navidad es una celebración que evoca imágenes de familia,
grandes comidas y festejos. Aún así, es uno de los momentos de más
soledad del año para aquellos que no tienen con quién reunirse.
Podemos abrir las puertas de nuestros hogares y compartir nuestra fiesta
con otros.
También podemos llevar la Navidad a otros. Una comunidad de
jubilados de 600 residentes informó que 450 de ellos no recibían
ninguna visita el día de Navidad. Al planear nuestra celebración de las
fiestas, podemos apartar una hora o dos para visitar a las personas
mayores o el hospital. ¡Qué lugar triste para estar en Navidad!
Al prepararse para la Navidad, la gente puede tener necesidades
especiales. Sheila era una madre de tres hijos, soltera. Sus hijos querían
ir de compras para adquirir un regalo para ella. ¿Pero cómo podían
llegar hasta el negocio sin mamá? Lynn invitó a los chicos al centro de
compras. Los dejó comprar, supervisó lo que llevaban y contó el dinero.
Luego de comprar, regresaron para cenar lo que Sheila había preparado.
Los niños escondieron sus paquetes debajo de sus abrigos y corrieron
hacia sus cuartos cuando llegaron a la casa.
Louis no sabía qué iba a hacer para Navidad este año. Su esposa lo
había abandonado a él y a sus hijos. ¿Cómo iba a ha
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cer de esta una Navidad especial para sus cuatro hijos confun» didos?
Un par de días antes de Navidad varios miembros de SU iglesia
legaron a su puerta. “Ellos trajeron la Navidad”, dijo Louis, “completa,
con regalos, roscas, pavo, galletas y fuegos artificiales completos. Fue
realmente importante el saber que la gente se preocupaba tanto por
ellos. Que estaban pensando en ellos”.
Durante los últimos años, nuestra iglesia ha tenido un árbol de
ángeles. Sobre ángeles de papel se escriben los nombres de los niños y
sus familias junto con un regalo sugerido y se colocan en un árbol de
Navidad en la cartelera de novedades de la iglesia. Los miembros eligen
uno o dos ángeles, compran un regalo y lo traen nuevamente a la oficina
de la iglesia con un ángel sobre él. Cerca de la Navidad los regalos son
entregados o se ofrece una fiesta y se distribuyen los regalos. A veces
los nombres para poner en los ángeles vienen de algún hogar adoptivo
de la zona. Un año los nombres eran de madres e hijos de un hogar de la
zona para mujeres golpeadas y abusadas. Los nombres a veces se
consiguen de la agencia de servicio social de niños. Una iglesia tiene
formularios que llenan las familias necesitadas. Tiene un espacio para
los nombres de los niños, sus edades y sugerencias para regalos. Las
familias tienen que proveer una prueba de sus ingresos para que la
iglesia ayude a las familias que realmente lo necesitan.
El Día de San Valentín es otra celebración que puede recibir poca
atención, pero puede ser un momento especial para abrazar a otros.
David y su mamá eligieron cuidadosamente una caja de regalos de San
Valentín en el negocio. En casa, imprimieron con cuidado su nombre en
la parte de atrás, mientras la mamá los colocaba en pequeños sobres.
Luego los juntaron y
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

emprendieron el camino hacia un hogar de ancianos de la zona. La


mayoría de los residentes estaban almorzando. Tímidamente, David
comenzó a repartir los regalitos. No conocía a nadie allí, pero él y su
mamá habían orado por esas personas y habían hablado sobre ellos.
David sabía que ellos no recibían muchas visitas. Por supuesto, los
residentes lo mimaron mucho. Hablaron con él y le mostraron sus
cuartos. Algunas de las mujeres más grandes querían abrazarlo y
besarlo. David estaba un poco renuente, pero permitió que un par de
ellas lo abrazaran.
Ricky regularmente visitaba el asilo de ancianos con su clase de la
escuela. Una de las señoras que estaba allí nunca hablaba con nadie.
Sólo miraba fijamente sentaba en su silla de ruedas. Ricky decidió darle
un dibujo que él había hecho para el Día de San Valentín. Lo dejó sobre
su bandeja y le sonrió. Ella miró el dibujo y lo levantó lentamente.
Abrazando el dibujo contra su cuerpo le devolvió la sonrisa a Ricky. Al
ir visitando a otras personas, él pasó delante de ella varias veces. Cada
una de esas veces, ella le sonreía y señalaba el dibujo. Cuánto significa
para las personas cuando tomamos tan sólo un momento para
interesamos por ellos.

Los pequeños detalles pueden hacer la gran diferencia.


Como preparar una hermosa mesa con servilletas de lino y vajilla
de plata y copas de cristal. Los viernes por la noche en nuestra casa
tenemos una comida especial, con velas y todos los cubiertos de plata.
Servimos jugo de uva solamente los viernes de noche. Inclusive
comemos postre. Todos son detalles que separan a la noche del viernes
de las otras noches. Ésta es nuestra noche en familia.
Cuando nuestras diaconisas se reünen para el primer en-
NECESIDADES EMOCIONALES

cuentro del año, generalmente desayunamos juntas. Trato de decorar


las mesas de una forma atractiva, con velas y comida especial. Aún
nuestro desayuno a la canasta puede ser hermoso. Una canasta llena de
cubiertos de plata atados con moños en lindas servilletas. Flores. Esto
predispone el buen clima para nuestra reunión.
A veces es divertido dejar una pequeña nota o un regalito en cada
uno de los lugares. Algo que muestre que has estado pensando acerca de
las personas que se reunirían alrededor de tu mesa. Es importante hacer
cosas especiales no sólo cuando tienes compañía, sino también cuando
sólo estás con tu familia. Necesitamos aseguramos que nuestra familia
sepa que ellos son más especiales para nosotros que cualquier otra
persona.
El invierno es a menudo un momento triste del año. Es tan difícil
salir y hacer algo. (¡Mientras escribo esto estamos siendo tapados por la
nieve: setenta y siete centímetros caídos durante tres días, y sigue
nevando ahora mismo!) ¡Es el momento indicado para un picnic de
invierno! Sacamos nuestro mantel a cuadros, hacemos un poco de
ensalada de papa, y nos dirigimos al living. Es un momento divertido.
Los niños se ponen sus pantalones cortos. A veces Zachary sale afuera y
se pone patas de rana y antiparras también. Yo preparo una comida de
picnic: ensalada de papas, panchos vegetarianos, cerveza sin alcohol y
papas fritas. Comemos en el piso del living frente al fuego, conversando
sobre las cosas que disfrutamos hacer en el verano. Esto rompe con la
monotonía de los días.
Hoy, luego de tres días de nevada, quería hacer algo especial para
los chicos, que habían estado afuera quitando la nieve del camino
durante toda la mañana. Finalmente llegaron a la ruta. ¡Ya no estábamos
más aislados! Bueno, si los caminos estu
COMO ABRAZAR UN CORAZÓN

vieran despejados no lo estaríamos. De todos modos decidí prepararles


una torta. Les gusta tanto cuando sólo cocino para ellos. No tenía
suficientes manzanas como para hacer una torta de manzanas, entonces la
torta fue mitad de manzanas y mitad de duraznos. Luego preparé una
pizza casera con sus ingredientes favoritos. Estas fueron pequeñas
formas de decirles: “Los amo”. ¡Gracias por abrir el camino!

Las sorpresas son siempre formas divertidas de abrazar un corazón.


Una taijeta por ningún motivo en particular. Un regalo totalmente
inesperado. Flores de tu esposo sólo porque estuvo pensando en ti. Una
caricia en la espalda que no pediste. Las sorpresas no necesitan ser
grandes o demandar tiempo. Sólo algo pequeño que te haga saber que
alguien se interesa por ti. Que están pensando en ti.
A mi amigo Steve no le gusta comprar regalos tan sólo porque sea
una fiesta o porque se espera que él lo haga. A él le encanta comprar o
hacer cosas por otros porque así lo quiere. Cuántas veces has ido a
comprar y dijiste: “¡Eso es para Mary!” Pero no era Navidad ni su
cumpleaños. Las sorpresas sin ningún motivo a menudo significan más
que las cosas que se hacen o dan porque se las espera.
Nuestra iglesia tiene una mesa en el guardarropa donde la gente
deja pequeñas notas y regalos para otros. Esto comenzó con nuestro
programa especial de hermanas (similar al amigo invisible). Las
mujeres y las jovencitas escribieron nombres de otras mujeres por las
cuales oran y dejan pequeñas notas y regalos en la mesa durante seis
meses. Al finalizar los seis meses, cada persona descubre quién ha sido
su hermana secreta. Cuando
NECESIDADES EMOCIONALES

esto se revela, generalmente las mujeres comparten lo mucho que


significaron las notas. Cómo algo llegó justo cuando ellas necesitaban
ser animadas.
Pero el ministerio se ha expandido. Personas que eligen no ser
parte de este ministerio dan y reciben regalos de la mesa. Incluso
algunos hombres han encontrado canastas con golosinas y frutas para
ellos en la mesa. Una familia recibió una bolsa de golosinas y cacao
con una nota diciéndoles que lo disfrutaran y se prepararan para la
tormenta de nieve que se avecinaba. Una mujer recibió un frasco de su
loción preferida. No sabía que alguien conocía su fragancia preferida.
(De hecho, descubrió más tarde que no sabían. Ellos le habían pedido a
Dios que les indicara el regalo perfecto. Un regalo que pudieran
comprar. Estaban un poco dubitativos en cuanto a comprar ese
perfume, pero sentían que Dios los había guiado.)

Canastas de bienvenida, de gozo y otras ideas.


Cuando la gente recibe nuestras canastas de bienvenida o de
gozo, sus reacciones generalmente son las mismas. “¡Nunca me habían
dado la bienvenida de esta manera!” “¡Esto es tan dulce!” Irradiando
alegría, examinan las canastas y su contenido. Las canastas de
bienvenida y gozo son similares. Las canastas de bienvenida se
entregan a miembros nuevos de nuestra iglesia. Las canastas de gozo se
llevan a las personas que visitamos. Cada una de ellas contienen de
cinco a siete pequeños regalos. Cada una está envuelta y con una
pequeña nota adosada. Las notas incluyen un versículo y un pequeño
pensamiento.
Con las canastas de gozo, aquellos que la reciben son alentados a abrir
un regalo por día. Las canastas de bienvenida usualmente incluyen
productos caseros, tales como pan y mermeladas.
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

Quería darle a mi mamá algo especial, algo que la animara aún


cuando yo no estuviera allí o no supiera que estaba desanimada.
Encontré un pequeño recipiente de porcelana con una tapa. Tomando
pequeñas tiras de papel escribí notas en cada una de ellas. “Eres
especial para mí”. “Me encanta escucharte reír”. “Tienes una hermosa
sonrisa”. “Estoy contenta de que Dios te haya hecho mi mamá”. Doblé
las tiras de papel y llené el recipiente hasta que apenas podía ponerle la
tapa. Luego se la di a mi mamá. Le dije que cada vez que estuviera
triste o desanimada, sacara una de las tiras de papel y la leyera; y
recordara que la amaba. (Ella se sentó y leyó todos de una vez.)
A Sue le gusta armar cajas de promesas. Encuentra hermosas
cajas y las llena con tiritas de papel. En los papeles escribe promesas
bíblicas. Ella incluye una tarjeta que le indica al receptor que debe
extraer una promesa de las escrituras cada día así como cuando está
desanimado. Envía las cajas de promesas en las encomiendas que
envían a los alumnos de las escuelas con internado. Las coloca en
canastas de bienvenida y de gozo. Las comparte con sus hermanas
especiales.
Cualquiera sea el momento que una persona está enfrentando en
su vida, siempre ayuda el saber que alguien se interesa por ella. Saber
que alguien está escuchando. Saber que alguien está pensando en ella.
Preocupándose. Podemos abrazar el corazón de la gente al escucharlos
y acercamos con amor.
CAPÍTULO Vil

NECESIDADES
ESPIRITUALES

“No dejen ustedes de orar: nieguen y pidan a Dios siempre, guiados por el Espíritu.
Manténganse alerta, sin desanimarse, y oren por todo el pueblo de Dios".
Efesios 6:18 (DHH)

Las necesidades espirituales y las preocupaciones son a menudo


las más difíciles de satisfacer en otra persona. O inclusive de
reconocer. Venimos a la iglesia con nuestra mejor ropa y con sonrisas
en nuestros rostros. Cuando la gente nos pregunta cómo estamos,
sonreímos y respondemos “Bien”, sin importar realmente cómo
estemos en nuestro interior. Tenemos mucho miedo de admitir que
estamos luchando con algo.
Cuando se comparten los pedidos de oración en las reuniones de
oración o en otros cultos, la gente menciona cura para enfermedades,
restitución para sus hijos que ya no asisten a la iglesia, y conversión
para sus amigos. Pero ¿cuán a menudo oramos por nosotros mismos?
¿Especialmente por nuestra vida espiritual?
“Me está resultando difícil encontrar tiempo para Dios cada día.
Oren para que él me muestre cuál es el mejor momento del día”.
“Quiero tener mi momento tranquilo cada mañana, pero
últimamente parece que no puedo salir de la cama. Oren para que Dios
te levante de alguna forma”.
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

“Últimamente no he podido orar. Las palabras parecen no tener


sentido, como si no pasaran del cielo raso. Anhelo tener momentos
maravillosos de oración otra vez, pero... por favor oren por mí”.
“Intento estudiar la Biblia, pero parece que no entiendo sus
palabras. Algunas de ellas ni siquiera las puedo pronunciar. ¿Alguien
puede darme un par de ideas? ¿Y orar por mí?”
Pocas veces estamos dispuestos a compartir nuestras
necesidades espirituales. Quizá pensamos que todos los demás están
haciendo todo bien. Que todos los demás están leyendo su Biblia cada
día y aprendiendo cosas maravillosas. Que todos los demás pasan
horas en oración todos los días. Tenemos miedo de lo que la gente
pensaría si supiera cómo luchamos.
Así es como se sentía Bárbara. Al comenzar a asistir a un estudio
bíblico de mujeres, veía a las otras mujeres y pensaba que no tenía nada
en común con ellas. Ella estaba segura que ninguna de ellas tenía un hijo
adicto que había estado en prisión. Ninguna de ellas luchaba por lo que
comía; comer demasiado por razones emocionales más que por hambre.
Ninguna de ellas tenía un esposo que no iría a la iglesia con ellas. Se
sentaba tímidamente en la fila de atrás cada semana. Nunca decía nada.
No pensaba que era digna de hacerlo. Pero escuchaba. Así es como se
dio cuenta que el hijo de Beth era alcohólico y había sido arrestado por
DUI [Driving Under the Influence = Manejar bajo influencia; un
organismo que se dedica a vigilar el manejo bajo los efectos del
alcohol]. Y Stephanie luchaba constantemente con su apetito. El esposo
de Lisa tampoco iba a la iglesia con ella. Bárbara comenzó a darse
cuenta de que estas mujeres le hacían frente a situacio-
NECESIDADES ESPIRITUALES

nes muy parecidas a las de ella. Quizá también luchaban en su caminar


con Cristo.
¿Cómo podemos llegar a la gente con luchas espirituales? ¿Cómo
alentarlas y abrazar su corazón?

Comparte tus propias luchas cuando sea apropiado.


El texto de 2 Corintios 1:4 nos dice que Dios nos consuela en
nuestras luchas para que “nosotros podamos consolar también a los que
sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros”.
Podemos usar el consuelo y el conocimiento que hemos adquirido a
través de las circunstancias que experimentamos, para ayudar a otra
persona atravesando problemas similares.
A veces el compartirlas puede resultar difícil. Preferirías olvidar
cierta parte de tu vida. Y no quieres compartirla con cualquier persona.
Lo sé. Me he sentido así. Atravesé una situación difícil cuando ingresé al
colegio secundario. Fue un momento doloroso para mí, y no lo comparto
con cualquiera. Tal vez tenga miedo de cómo la gente pudiera
reaccionar. El año pasado una mujer joven de nuestra congregación esta-
ba sufriendo un problema similar. La vida era bastante dura para ella y su
familia. Sus padres no estaban seguros de qué hacer. Hablé con Krysten
y con sus padres, compartiendo con ellos lo que me había sucedido, lo
que me había ayudado. Creo que eso ayudó a que sus padres supieran
que yo había llegado a ese momento y había crecido en el Señor. Du-
rante varias semanas hablamos por teléfono y a través de notas y cartas.
Por momentos era doloroso para mí revivir recuerdos de esa parte de mi
vida, pero Dios me dio la fuerza y la sabiduría para animar a esta
familia. Pude compartir con
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

ellos cómo Dios había cuidado de mí durante ese tiempo. Mientras que
algunos recuerdos eran dolorosos, el recordar que Dios me sostuvo
durante ese tiempo me trajo gozo. Me había amado y me había sostenido
hasta el fin, recordándome suavemente que él estaba allí, hasta que
finalmente me rendí por completo a él. Aquel momento difícil fue
decisivo en mi vida espiritual, a pesar del dolor y las luchas.
No necesitamos compartir todo acerca de nuestra vida con todo el
mundo. Pero sí necesitamos permitir que el Espíritu Santo nos guíe a ser
abiertos, a compartir honestamente nuestras luchas y sentimientos.
Puede ser que nuestros problemas no sean algo que podamos
identificar con precisión, como la falta de tiempo con Dios. Puede ser un
sentimiento, tal como el desánimo o la depresión. O ese sentimiento
abrumador, cuando todo está bien, pero simplemente pareces no poder
sobreponerte. Al compartir estos sentimientos con otros, aprendemos que
ellos también luchan. No estamos solos. Cada uno de nosotros se
enfrenta a algo diariamente. Podemos encontrar fuerza y aliento para
enfrentar estas batallas cuando podemos recurrir a amigos que nos
escuchan y nos dan ánimo.

Ora con la gente cuando comparten sus luchas.


Cuando la gente nos cuenta acerca de los problemas de su vida,
algunos pueden pedirnos que oremos por ellos, otros no. A veces le
decimos a la gente que vamos a estar orando por ellos y luego nos
vamos y nos olvidamos. Luego vienen a nosotros y nos cuentan lo que
Dios ha hecho y nos damos cuenta que no hemos orado. Para que no te
olvides, tómate el tiempo de orar con la persona en ese mismo mo-
NECESIDADES ESPIRITUALES

mentó. Hay algo alentador en el hecho de escuchar a alguietti orar por ti.<
Una mañana al entrar a la iglesia, mi rostro debe haber reflejado
mi sentimiento; por lo menos a un amigo que me conocía bien. “¿Qué
sucede?”, preguntó Sue. “Te ves bastante preocupada”. No recuerdo
porque estaba perturbada, pero lo que sí recuerdo es que Sue me llevó a
un costado y oró conmigo esa mañana. Aún cuando los problemas
desaparecieron, era bueno saber que alguien se preocupaba y escuchar
ese cariño expresado en una oración.
A veces la gente nos llama por teléfono con un problema. El orar
al teléfono se sentía raro al principio. Cada vez que Jafet llamaba,
preguntaba si podíamos orar juntas. Orábamos acerca de todas las cosas
que habíamos conversado: una por la otra, ministerio, entre otros. Las
oraciones de Jafet eran siempre de mucho aliento. Vivíamos muy lejos
una de la otra como para reunimos asiduamente. Entonces estas ora-
ciones eran muy especiales, ellas me enseñaron a orar con otras personas
por teléfono. Quería animar a la gente así como Jafet lo había hecho
conmigo.
Una mujer que nunca había conocido me llamó con un pedido para
una cadena de oración de la que yo estaba participando. Me di cuenta de
que estaba perturbada. Aún malhumorada. Sus palabras eran cortantes.
“¿Puedo orar contigo por estos pedidos ahora mismo?” Le pregunté.
Ella estuvo de acuerdo así que oramos por teléfono. Cuando terminé la
oración ella exclamó: “¡No te conozco, pero te quiero!” Su estado de
ánimo había cambiado por completo. En lugar de estar enfadada, ahora
hablaba acerca de nuestra reunión y de llegar a conocernos. Dios todavía
no había hecho nada por los pro-
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

blemas que me había contado, pero él había marcado una gran


diferencia en su actitud.
La oración puede hacer eso. Puede cambiar tu actitud antes de
que el problema se resuelva. Puede traer paz y gozo aún cuando los
problemas no estén resueltos.
Estaba aterrada cuando dejé a mi esposo en el hospital. Tenía que
hacerse una cirugía delicada para reparar el daño considerable en sus
muñecas destrozadas. Había tantas cosas de las que me tenía que
ocupar, y quería regresar al hospital tan rápido como pudiera. Al llegar
a casa, llamé a varios amigos y les pedí que comenzaran a orar por Tim.
Ellos iniciaron cadenas de oración en diferentes iglesias. Además, en
nuestra iglesia había un retiro espiritual de mujeres ese fin de semana, y
entonces más de cien mujeres se reunieron para orar. Comenzaron a
orar por mi esposo. Al correr al auto y comenzar a hacer mandados que
no podían esperar, una paz indescriptible me cubrió como un manto.
Comencé a cantar y orar; aún cuando anteriormente la oración había
sido entrecortada y dura. Tenía la certeza de que Dios transformaría es-
te accidente en algo especial. (¡Y así fue!) Sé que la paz me inundó
porque la gente estaba orando.
Ha habido momentos en mi vida en los que he orado y orado
sobre algo; y nada pasaba aparentemente. Pero cuando compartía con
un amigo mi problema y le pedía que orara conmigo, la situación
comenzaba a cambiar. Había estado orando durante mucho tiempo por
mi marido. Él había estado tan ocupado que ya no tenía demasiado
tiempo para Dios. Pero nada cambiaba; él todavía seguía trabajando
largas horas, dejando a Dios suspendido en un rincón. Finalmente
compartí con Jafet mis sentimientos y deseos por Tim. Jafet
NECESIDADES ESPIRITUALES

comenzó a orar conmigo. Orábamos cuando nos reuníamos, y ella


oraba también en otros momentos. En dos meses, Tim tuvo ese
accidente que le cambió la vida, y desde entonces las cosas nunca
fueron como antes. Él ha crecido tanto en el Señor y ha servido de
maneras que nunca imaginó.
No es que Dios no escuche nuestras oraciones o no las responda,
pero hay poder cuando oramos juntos. Mateo 18:19 dice: “Esto les
digo: si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra para pedir
algo en oración, mi Padre que está en el cielo se los dará”. Dios quiere
que oremos juntos.
Oswald Chambers escribió: “La oración no nos prepara para las
grandes obras; la oración es la gran obra”. Necesitamos estar orando
unos por otros. Aún cuando una persona no pida que oremos, ofrécete a
orar con él o ella. O por lo menos ora por ellos. Una de mis citas
preferidas de uno de mis tantos calendarios perpetuos dice: “La gente
puede rechazar tus pedidos, refutar tus mensajes y oponerse a tus ar-
gumentos, pero no tienen ningún poder contra tus oraciones”. Puedes
orar por las personas que están luchando incluso cuando no puedas
hacer nada más.

Comparte testimonios de alabanza y de lo que Dios está haciendo en tu


vida.
Soy siempre bendecida durante el servicio de culto cuando las
personas de la congregación tienen la oportunidad de compartir lo que
Dios está haciendo en su vida. Escuchar cómo está trabajando Dios; a
veces de manera importan* te y otras veces a través de cosas simples.
Durante un servicio de la iglesia hace poco, una mamá soltera contó
acerca de
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

cómo ella y su hijo se habían encontrado con un coro que estaba cantando
en la plaza de la ciudad y se habían sentado a disfrutar de la música. Al
estar allí sentada, se dio cuenta que eran los únicos que estaban sentados
escuchando. La impresionó el hecho de que Dios hubiera arreglado un
concierto sólo para ella porque sabía que esa tarde estaba necesitando
ánimo. Otra familia contó cómo una escuela secundaria cristiana de su
comunidad había aceptado a su hijo para ingresar. Él era el primer
adventista en asistir a esa escuela. La junta había estudiado las creencias
adventistas antes de decidir aceptarlo. Su formulario de ingreso había sido
un testimonio para la junta, que habían aprendido que los adventistas eran
cristianos que amaban al Señor. Siempre derramo un par de lágrimas
durante testimonios como éstos. El recordar que Dios nos cuida aún en
cada detalle de nuestra vida. Que él dispone las cosas para que sean justo
para nosotros; como el concierto para esa joven madre y su hijo. Su amor
me asombra constantemente.

Los/as compañeros/as de oración también pueden ser una fuente de


ánimo.
Sue es mi compañera de oración. Nos reunimos cada jueves a la
mañana durante el almuerzo, y su jefe nos permite usar la sala de
conferencias. Ella es alguien con quien sé que puedo compartir todo. Le
he contado sobre mis luchas para mantener mis momentos de quietud,
mis actitudes hacia otros, mis razones para hacer las cosas, con la
comida, el ser madre y ser esposa. Ella me escucha y me anima. Ora por
mí. Comparte versículos, poemas y citas conmigo. A veces llora
conmigo. Otras veces está de acuerdo: “Sí, esa es una mala
NECESIDADES ESPIRITUALES

actitud, pero Dios puede cambiarlo”. Yo intento hacer ió mi»* mo por


ella. Escucharla, preocuparme, orar. Nuestros momentos juntas son
algo que espero. Reservo ese tiempo en mi agenda, y si por algún
motivo alguna de nosotras no puede reunirse un Jueves al mediodía,
rehacemos la cita; no queremos que pase la semana sin orar juntas.
Mientras yo escribo este libro, Sue fue fiel, no sólo al orar por él y por
mí, sino que también es fiel al preguntarme: “¿Estás escribiendo esta
semana? Tienes que hacerte el tiempo para escribir”. Ella leyó el
manuscrito, desde el borrador y a través de cada revisión, animándome
a seguir adelante.
Un compañero de oración puede ser una fuente real de fuerza.
¿Cómo encontramos a alguien con quien orar regularmente? Primero,
ora y pídele a Dios. Cuéntale lo que estás buscando y pídele que te dé
sabiduría para saber a quién pedirle. Luego sigue adelante bajo su
dirección e invita a esa persona a orar contigo. Cuando hayas
encontrado a alguien con quien orar, decide cuándo se reunirán, dónde
y por cuánto tiempo. Sue y yo nos reunimos por una hora. Cuando
decidan por cuánto tiempo juntarse, tengan un objetivo en el que
planteen cuándo dejarán de compartir sus experiencias y cuándo
comenzarán a orar, de lo contrario puede suceder que el tiempo pase sin
orar.
Un equipo de compañeros de oración es también una gran forma
de animar y elevar a tu pareja pastoral. Nosotros tenemos a trece
hombres y trece mujeres en nuestro equipo. Cada día, dos hombres
tienen que orar juntos por el pastor. Al día siguiente otros dos hombres
orarán por él, y así sucesivamente hasta el final de la semana. El
hombre número trece ora con el pastor. Las mujeres hacen lo mismo
por la espo-
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

S« del pastor. Es una forma de elevar a nuestro pastor y su esposa de


manera regular. Saben que alguien está orando por ellos cada día. Las
personas que oran por ellos pueden contactarlos durante la semana para
saber si hay algo en particular por lo que quieran orar.

Compartir libros que han marcado tu vida puede animar a otra persona
en su caminar espiritual.
Me gusta compartir libros que he leído y que han tocado mi corazón en
forma especial. Muchas veces presto mi copia, completa, junto con mis
notas en los márgenes y los textos resaltados. Tim no soporta leer un
libro después de que lo he leído yo porque lo marco todo, pero a
algunas personas les gusta. Siempre disfruto de leer libros que mi amiga
Lilly me presta porque aprecio los comentarios que anota en los
márgenes. Es como si leyera el libro con ella.
Quizás haya otros libros que no quieras leer pero que te gustaría
compartir con un amigo. Como una buena colección de promesas de
Dios. O una Biblia diseñada para gente que atraviesa alguna situación
específica. Louise le dio a su hijo, que se recuperaba de la drogadicción,
una Biblia devocional de recuperación. Lou pensó que las meditaciones
y las aplicaciones en doce pasos de las notas serían de ayuda para él al
estudiarla.
En nuestra iglesia, a las diaconisas les gusta entregar libros como
regalos. Ellas eligen libros especiales para recién casados, graduados,
padres, miembros nuevos. Cada libro contiene una nota de ellas en su
interior, conmemorando la ocasión especial.

Compartir las Escrituras también puede “abrazar” corazones.


Donna tiene una caja de con pequeñas tiras de papel
NECESIDADES ESPIRITUALES

con promesas escritas. Cada mañana durante su momento de culto,


antes de sacar una tira de papel, ora a Dios y le pide que él le dé una
promesa especial para ese día. Muchas veces las promesas que ha
elegido tuvieron en realidad un signifi- cado especial para ese día. Ella
las lleva consigo durante el día, la memoriza y medita en ella.
Cuando Donna escribe notas de aliento a alguien, le pide a Dios
que le dé una promesa para esa persona, luego extrae un papel de su
caja y lo comparte en su nota. La Palabra de Dios puede ser un ánimo
fuerte y un recordatorio de su amor.
Donna armó cajas de promesas con las instrucciones completas
para estudiantes que están lejos en las escuelas y las incluyó en las
encomiendas que la iglesia les envió. Colocó las promesas en lindos
recipientes incluyendo pequeños cuadernos para que los alumnos
anoten las promesas que tienen algún significado especial.
Un año Donna tuvo a dos adolescentes como amigas invisibles.
Eran primas y disfrutaban al hacer todo juntas; a tal punto que se
vestían parecidas. Cuando ella les entregaba los pequeños regalos,
generalmente eran cosas idénticas, incluyendo libros de promesas. En
pequeños álbumes de fotos escribió una nota para cada chica,
explicando que durante ese tiempo en que ella había sido su hermana
especial, les había estado enviando promesas. Los álbumes eran para
guardar esas promesas. Escribió promesas en tarjetas de 3 x 5 centí-
metros y las decoró. A las chicas les gustaron tanto sus libros de
promesas que a veces los llevaban a la iglesia.
Lilly también escribe versículos de la Biblia en tarjetas de 3 x 5.
A veces incluye un comentario sobre el pasaje o

O'l
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

una cita que tiene que ver con eso. Luego cuando nos visita, esconde
una tarjeta en algún lugar de la casa. Durante los días posteriores a su
visita, encuentro las pequeñas notas escondidas por aquí y por allá.
Siempre es un estímulo para mi día el encontrar una de sus tarjetas.
Disfruto tanto al encontrar esas notas que a menudo hago lo mismo
cuando visito a alguien más.
El recordar el amor de Dios siempre da ánimo a nuestra vida
espiritual. Ya sea un libro, una cita preferida, un versículo bíblico,
música, un oído para escuchar o una conversación, podemos abrazar a
otros al acercarlos a Cristo. Tan a menudo tenemos luchas espirituales
que necesitamos cambiar nuestro centro de atención de nuestras
luchas a Dios. A su grandeza y su amor. Debemos recordar que un día
pronto estaremos con él.
Dieciséis mujeres se sentaron alrededor de una mesa iluminada
con velas. Una fiesta de panes, fruta y nueces cubrían la mesa. El
sábado estaba terminando para esas señoras que habían atendido el
retiro espiritual de mujeres. La conversación dio un giro y
comenzaron a hablar del cielo. Como niños en el departamento de
Cuna, ellas comenzaron a soñar, compartir e imaginar:
“Quiero vivir en una casa junto al océano en el cielo”, dijo
Joanne. Sue se rió.
“Y quiero vivir en una casa en un árbol. ¡Imagínense una casa en un
árbol en el cielo!” Continuó contando acerca de un árbol el que había
aprendido que sería perfecto para eso. Yolanda quería una cascada
dentro de su casa. Una pequeña niña que había asistido al retiro
espiritual anhelaba toneladas de animales. Al ir terminando la comida
de agasa
NECESIDADES ESPIRITUALES

jo, las damas juntaron sus manos alrededor de una simple mesa y
comenzaron a orar unas por otras. Cuando una persona escuchaba que
su nombre era mencionado, al escuchar alabanzas por quién era ella y
su amistad, al escuchar que sus luchas y cargas eran mencionadas,
cada una era animada, y se derramaban algunas lágrimas. Había una
cercanía especial en ese lugar. Cada mujer sabía que había percibido
una vislumbre del cielo.
CAPÍTULO VIII

¿A QUIEN
ABRAZAR?

“Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente , a nuestros
hermanos en la fe”. Gálatas 6:10 (DHH)

¿Quiénes son las personas a las que podemos abrazar y


animar?
Gálatas 6:10 nos dice que hagamos bien a todos, especialmente
a aquellos “hermanos en la fe”. Eso significa otros cristianos. Dentro
de nuestra iglesia hay muchas personas que necesitan un abrazo.
Que necesitan un poco de cariño. Cada uno de nosotros enfrenta
luchas y pruebas. Soledad. Desánimo. Todos necesitamos un amigo
cariñoso. Una nota. Una sonrisa. Una comida. Tiempo juntos. Algo
que nos haga saber que alguien se preocupa por nosotros. Pero hay
personas en las que no pensamos.

Tu pastor y su familia.
El pastor pasa la mayoría de su tiempo ministrando las
necesidades de la congregación. ¿Y quién se preocupa por las suyas?
¿A quién pueden acudir él y su familia cuando están luchando con
algo? Muchas veces una familia pastoral se siente incómoda de
compartir sus preocupaciones con los miembros de la congregación.
Su rol es cuidar de la congre-

07
COMO ABRAZAR UN CORAZÓN

gación. Pero nosotros tenemos la responsabilidad de cuidar de la


familia pastoral también. ¿Cuán a menudo la gente llama al pastor
sólo para decir “Hola”? ¿O tan sólo para ver cómo están? La gente
llama para hablar acerca de la iglesia o para quejarse acerca de algo o
alguien u ofrecer críticas “constructivas” sobre cómo el pastor ha
llevado adelante una reunión o un sermón, o cómo se están
comportando sus hijos. ¿Cuán a menudo le escribimos una nota o
llamamos al pastor para hacerle saber que un sermón ha sido
significativo para nosotros o decirle cuánto apreciamos su labor? Los
pastores y sus esposas tienen luchas espirituales tal como el resto de
nosotros. También pueden pasar por “momentos complicados”.
Pueden enfrentar desánimo y dudas. Necesitan del aliento de la
oración y las promesas de las Escrituras. Tenemos que orar
regularmente por nuestros pastores, sus esposas y sus hijos. Estas
familias enfrentan los ataques de Satanás aún más que nosotros.

Nuevos miembros de iglesia y visitas.


Muchos de nosotros tenemos nuestro pequeño círculo de amigos
en la iglesia con los cuales pasamos tiempo social. Podemos sonreír y
tener charlas de temas superficiales con otros, pero tendemos a invitar
a la misma gente para comer en casa o para salir al parque. Tenemos
que recordar el incluir a nuevos miembros en nuestras reuniones.
Invitar a personas nuevas a venir a casa para cenar. O quizá cuando
estamos planeando un viaje al parque con nuestros amigos, podemos
invitar a alguien nuevo a acompañarnos. Las visitas pueden estar allí
tan sólo por un día, o tal vez estén buscando una familia en la iglesia.
Ellos también necesitan invi
¿A QUIÉN ABRAZAR?

taciones. Cuando hemos invitado a alguien a cenar después del culto,


hemos pasado lindos sábados conociendo gente nueva de otros
estados o esas personas nuevas en la zona que buscan un hogar en la
iglesia. A veces es difícil hablar con alguien nuevo e invitarlo a
unirse a nosotros. A mí me resulta difícil comenzar una conversación
con alguien que no conozco. Pero para Dios no es difícil cambiarnos.
Me ha dado el coraje para hablar con las personas, invitarlos a cenar
y sentarme con ellos en la iglesia para que no estén solos. Incluye a
miembros nuevos en los proyectos y actividades que haces para la
iglesia. Cuando alguien nuevo es involucrado en un proyecto, esto
ayuda a que se sientan parte del grupo. Y te da la oportunidad de
conocer nuevas personas y hacer amigos. El alcanzar a personas
nuevas resultará cada vez más fácil si lo haces.

Solteros y padres solos.


La iglesia generalmente es un lugar orientado a la familia. Las
reuniones sociales y las invitaciones a cenar son a menudo enfocadas
para la familia. Aún así, hay muchas personas solteras y familias con
padres solteros en nuestras iglesias.
“Otras mujeres de mi edad en la iglesia están casadas y con
niños pequeños”, dice Susan. “Hablan juntas sobre sus noches sin
dormir y cómo quitarle los pañales a los niños.
Me resulta difícil incluirme. Me siento una intrusa”. Tenemos que
incluir a los solteros en nuestros planes e invitarlos a venir a comer
con nosotros y en nuestros paseos por el parque. Cuando se planean
los sociales para la iglesia, tengan en mente la diversidad de la iglesia.
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

Ancianos/as y personas postradas.


Los ancianos de nuestra iglesia son generalmente los que menos
se involucran en los ministerios de la iglesia. No siempre salen de
noche para reuniones o sociales. A Candace no le gusta manejar de
noche, entonces se pierde los sociales y las vísperas. Bob y Ellie no se
sienten cómodos invitando gente a cenar. Solían invitar mucha gente a
menudo, pero ahora es demasiado. “Me pongo tan nerviosa”, admite
Ellie. Dorothy ya no asiste a la iglesia. No puede manejar y perma-
necer sentada durante el culto le resulta difícil. Laura tiene problemas
auditivos. Se pierde tanto el servicio que simplemente se queda en la
casa. Su iglesia ha implementado un servicio de grabación. Cada
semana el sermón es grabado y enviado a las personas postradas.
Laura entonces puede subir el volumen en su grabador y escuchar los
sermones en su casa. La gente mayor disfruta de la compañía y de
pasar tiempo con otros. Podemos invitarlos a nuestras casas o
visitarlos en sus hogares. Trata de ver si tienen necesidades que
puedas suplir. Hacer mandados. Ofrecerte a conducir y llevarlos a las
diferentes actividades y servicios.

Los líderes de tu iglesia.


Los líderes en la iglesia trabajan mucho. Están muy ocupados
sirviendo y haciendo. Muchas veces las personas ven a los líderes y
piensan que ellos tienen todo resuelto. Creen que los líderes no luchan
o no tienen problemas; pero los tienen. Tom y Chrissy son líderes de
nuestra iglesia. Ellos invitan gente a su casa tan a menudo como les es
posible. Chrissy le lleva comida a las personas que sabe que están
necesitadas. Tom intenta visitar a las personas del hospital y lie-
¿A QUIÉN ABRAZAR?

varíes la Santa Cena a las personas mayores. Todos los quie* 1 ren y
los conocen por sus cariñosos actos. Pero tienen pOCIi personas que
ministran para ellos. “Nunca recibimos invita* ciones a cenar. La
gente nos llama con sus necesidades y problemas, pero rara vez para
saber cómo andamos. Nosotros luchamos; pero tenemos una o dos
personas a las que podemos acudir para orar y recibir ánimo”.
Muchas personas de afuera de la iglesia también necesitan de
nuestro aliento.

Maestros/as y profesores/as.
Los maestros tienen una enorme responsabilidad: enseñarle a
una clase llena de alumnos con personalidades y problemas diferentes,
ocuparse de las reuniones de padres, corregir evaluaciones, planificar
para la lección del día siguiente. Sus trabajos no terminan a las 3:00
cuando los alumnos se van a sus hogares. Muchos de ellos se llevan
trabajo a su casa. Como los pastores y otros en el liderazgo, ellos,
también, escuchan a menudo las críticas y rara vez reciben palabras
de aliento. El año pasado, la escuela de Ann llevó a cabo una
“Semana de aprecio al maestro”. Cada día diferentes padres enviaban
canastas con productos para ella: una canasta de donas y jugo de
naranja para la clase. Una canasta con no- titas de aprecio y pequeños
regalos. Una nota diciendo que más tarde llegaría una sorpresa; era un
almuerzo afuera mientras un maestro suplente se encargaba de la
clase. Un padre hizo una remera para la “Mejor maestra del mundo”
con todos los nombres de sus alumnos en ella. Cada día se le
recordaba que su trabajo era apreciado. El animar a los maestros no
debería estar limitado a una semana o un día, deberla
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

tener su espacio durante todo el año: con una pequeña nota. Ayudar
en el aula. Hablar de manera positiva a los niños acerca de su
maestro. Orar por los maestros, directores y miembros de la junta de
la escuela.

Vecinos!as.
Los vecinos solían conocerse entre ellos y ayudarse. En estos
días todo el mundo está muy ocupado y pasa poco tiempo en su casa,
no es raro que los vecinos ni siquiera se conozcan entre ellos. Qué
triste es pensar que podríamos cruzarnos con el vecino que vive al
lado de nuestra casa en el supermercado y no saber quienes son. Me
avergoncé al descubrir; varios meses más tarde, que el esposo de mi
vecina había muerto. Si hubiera sabido, podría haberme acercado a
ella. Decidí que no iba a permitir que eso suceda otra vez.
Mis hijos le llevaron pan recién horneado, galletitas caseras, libros;
cualquier cosa que nos parecía que disfrutaría y le recordaría que nos
preocupábamos y que estábamos pensando en ella. En
agradecimiento, ella nos envió dulces para los chicos, batatas de su
jardín, y un cuarto de frutillas recién recogidas. Puede que no suene a
mucho, pero el corazón de la gente es tocado con cosas simples,
pequeñas formas de decir “¡Hola! Estuve pensando en ti”.
A veces me asombra descubrir lo poco que se necesita para
animar a otra persona. Hermosas notas de agradecimiento han llegado
luego de gestos simples como compartir un pan o una nota de aliento.
El ciclo de la amistad y el cariño ha comenzado. La gente está tan
hambrienta de saber que alguien se preocupa por ellos, de que alguien
esté pensando en ellos. No son tan sólo otra cara en la multitud.
¿A QUIÉN ABRAZAR?

Las personas con quienes nos cruzamos cada día. '1 i


Interactuamos con gente todos los días que podría neW** sitar
un abrazo. Una palabra de ánimo. Una sonrisa. El mozo o la mesera
en un restaurante. El cajero del negocio de comidas rápidas. La
persona que atiende la verdulería. El emplea* do de la estación de
servicio. Un montón de estas personas escucha críticas acerca de las
cosas que no pueden controlar, como precios, la calidad de los
productos, mercadería que no hay en stock. Generalmente no tienen
ninguna influencia en muchos de estos factores; ellos simplemente
trabajan allí. Iluminaría sus días si alguien les dijera un cumplido o
los saludara sinceramente.
Antes de que mi hijo mayor naciera, trabajé en una oficina con
bastante movimiento. Me asombraba cómo la gente podía ser cruel,
incluso por teléfono. El vocabulario, amenazas, gritos; usualmente
acerca de cosas de las que no podía hacer nada. La gente rara vez
comprendía, era paciente o amable. (Pero cuando lo eran, yo salía de
mi rutina para hacer cualquier cosa que pudiera ayudarlos.) Recuerda
que cada una de esas personas tienen sentimientos y luchas así como
tú. Ellos también podrían necesitar un abrazo.

Personas en un asilo de ancianos.


Cuán solitaria es la vida de muchas personas que alguna vez
fueron partes vitales de nuestra comunidad pero que ahora están
estancadas en sus hogares y a menudo olvidadas por su familia y
amigos. Muchos hogares de ancianos tienen una oficina que coordina
voluntarios. Ofrécete a pasar allí una hora por semana. O inclusive
una hora por mes. Adopta a una persona. O visita uno de los pisos
llevando a todas las
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

personas que puedas de visita. La gente mayor usualmente disfruta al


ver a los niños. Recuerdo cuando mis hijos y yo visitamos a una tía en
un centro mientras estábamos de vacaciones. Había varias mujeres en
sus sillas de ruedas cerca de la oficina de las enfermeras, sonreían y
saludaban a los niños cuando pasaban. Los animé a detenerse y
conversar con las señoras. Ellos se sentían raros, pero las sonrisas eran
un cálido premio.
Un año, nuestra escuela de iglesia adoptó personas de uno de los
pisos de un hogar para ancianos de la zona. Una vez por mes los
alumnos pasaban la tarde allí visitando a los residentes. Siempre
estaban dispuestos a recibir su atención y disfrutaban contándole
historias de su vida.

Personas con las que no nos llevamos bien.


La Biblia nos dice que amemos a nuestros enemigos. A menudo
pensamos en hacer cosas por nuestros amigos. ¿Pero qué pasa con las
personas que nos irritan? ¿La persona que siempre nos hace poner
furiosos? ¿El miembro de la familia que mejor evitaríamos? Jesús nos
anima a llegar a nuestros enemigos. A aquellos que nos molestan. A
aquellos que son crueles con nosotros. Él sabía que al orar por ellos y
hacerles el bien, cosas que los animaran, nosotros mismos aprendería-
mos a amarlos. Podemos asegurarlos en el amor de Dios aún cuando
no podamos alegrarlos emocionalmente.
Muchas veces cuando distribuimos los nombres para el amigo
invisible en la iglesia, alguien se acerca y me habla sobre la persona
de la cual recibió el nombre. “¿Por qué me diste su nombre? Sabes
que no nos llevamos bien”, dijo Karen un año. Ya había escuchado
quejas similares antes.
¿A QUIÉN ABRAZAR?

“Yo no te lo di”, respondí. “Dios lo hizo. Yo oré • Dto*.;b para


que armara los pares de amigos invisibles. Luego tomé un nombre para
cada persona. Tú terminaste con ella”, le digo a cada uno. Karen, y
todos los demás, eligieron mantener el nombre de la persona que
habían recibido. Al final del año, las dos mujeres se habían hecho
amigas. No puedes seguir sintiendo que no te gusta una persona cuando
te acercas a ella con el amor de Dios. Aún si tu intento sea poco entu-
siasta al principio, Dios cambiará tus sentimientos. Y quizá te bendiga
con un nuevo amigo, como lo hizo con Karen.
Cuando la gente nos irrita o nos hace enojar o simplemente no
nos quiere, lo más fácil es evitarlos. Alejarse y no hacer nada. Y nadie
nos culparía. Pero Dios nos llama a acercarnos a ellos. A agregarnos a
nuestra lista de oración. A enviarles notas de aliento. O acercarnos a
ellos cuando están pasando situaciones difíciles o luchas. Es duro el
ponerse a uno mismo en una situación que puede ser dolorosa. Pero
podemos dar un paso con fe, sabiendo que cuando hacemos la voluntad
de Dios, el se encarga del resto.

Nuestros padres.
Usualmente nuestros padres han hecho más por nosotros que
ninguna otra persona. Se han sacrificado y nos han brindado cosas, aún
cuando eso significara que se quedaran con nada. Ese es el amor de un
padre. Al ir creciendo, necesitamos acercarnos a ellos también.
Animarlos.
Cuando limpiaba la casa de mis padres semana de por medio,
dejaba notitas y pequeños regalos esparcidos por toda la casa. Creo que
mamá y papá disfrutaban de ellos. Encontraba las notas y promesas
bíblicas pegadas en espejos o deja-
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

das en los cajones y roperos donde las había puesto. Espero que hayan
sido recordatorios constantes de mi amor.
Mi hermano y su esposa a menudo le enviaban flores a mi mamá
al trabajo. O alguien le dejaba flores o una comida casera en la mesada
de su cocina mientras no estaba. Cuando mamá cumplió cincuenta
años, le hicimos una fiesta sorpresa. Le habíamos pedido a la gente que
enviara fotos y notas a mi mamá, las cuales juntamos en un álbum.
Eran recordatorios de cuanto ella significaba para su familia y amigos.
Cada carta contenía recuerdos especiales y palabras de ánimo.
Pam le organizó a sus padres una fiesta sorpresa para su
vigésimo segundo aniversario de casados. Había encontrado fotos de
ellos a lo largo de toda su vida y las utilizó como decoración. Sacó el
velo de mi tía y compró una torta de casamiento y un ramo de flores.
Pam y sus hermanos reservaron una noche en un hotel que tenía
recuerdos especiales para sus padres. Significa mucho para los padres
cuando sus hijos se toman tiempo para decir “Te amo, me preocupo
por ti”.
Joshua y Zachary aún son niños. Pero están aprendiendo. A
menudo encuentro pequeñas notitas en mi almohada. Hay una estrella
hecha con un palito de helado cubierto en brillantina en el árbol de
Navidad. Fue hecho en la guardería y tenía que ser abierto al ir a
buscar a Joshua a la escuela.
Los diente de león en sus manos sucias; la sonrisa de mi hijo cuando le
mostré mis pulgares hacia arriba en señal de aprobación por su gran
participación de solista. Son todos recuerdos que los padres
atesoramos. Un abrazo no sólo de nuestros hijos, sino también de Dios
que conocía las bendiciones, y las pruebas, de ser padre.
Las personas más importantes cuyo corazón deberíamos
¿A QUIÉN ABRAZAR?

abrazar son nuestros cónyuges y nuestros hijos. A veces Id vemos con


poca consideración como si estuviéramos apurados, trabajando,
sirviendo y preocupándonos por otros. Pero Dios nos ha bendecido
con ellos siendo nuestra primera prioridad para amar y atender. El
próximo capítulo está dedicado a ellos.
no
CAPITULO IX

•tí

CÓNYUGE
E HIJOS

“Y que el Señor los haga crecer y tener todavía más amor los unos para con los otros”. 1
Tesalonicenses 3:12 (DHH)

Los platos estaban aún sobre la mesada. La televisión estaba en


silencio. La ropa lavada en el lavadero, esperando ser doblada. Noha y
Cally jugaban a “serpientes y escaleras” con sus padres. Mary y Steve
sabían que habría tiempo más tarde para hacer las cosas de la casa. Lo
más importante ahora era pasar tiempo con sus hijos.
Se dice que los niños deletrean la palabra amor así: T-I-E-M-P-
O. ¿Estamos pasando más tiempo sentados frente al televisor o detrás
de un diario que jugando y hablando con nuestra familia? ¿Qué clases
de palabras estamos usando con nuestra familia? ¿Qué mensaje les
estamos enviando a través del uso de nuestro tiempo? Nuestra agenda,
¿muestra que ellos son importantes para nosotros? ¿O nuestra familia
está al final de nuestra lista cuando distribuimos nuestro tiempo y
atención? Una de las mejores cosas que podemos hacer para nuestra
familia es pasar tiempo con ellos. Atenderlos y animarlos. Ayudarlos
a sentirse especiales y queridos.

Sal con tus hijos.


Una forma divertida de pasar tiempo con tus hijos es te-
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

ner “citas” con ellos. Tim sale a pasear con cada uno de los niños
por separado. Ellos siempre saben a quién le toca el turno si
nosotros nos olvidamos. Salen a desayunar o a almorzar un
domingo de mañana. Puede no parecer un gran asunto para un
adulto, pero para un niño pequeño que está teniendo su tiempo a
solas con papá, y tiene toda su atención, es una de las mejores
cosas.

Apaga el televisor.
Una de las mejores cosas que sucedieron en mi familia fue
cuando el televisor explotó. Yo le había pedido a Dios que nuestro
televisor se rompiera porque nos estaba costando controlarlo. Las
noches nos encontraban reunidos alrededor del televisor. Lentamente,
estábamos aprendiendo a controlarlo, en lugar de dejar que él nos
controlara a nosotros. Allí fue cuando algo dentro del televisor estalló,
salió un poco de humo y fue su final. Como el televisor se rompió
durante el verano, no fue demasiado problema. Cada día salíamos hasta
tarde en la noche. Cuando llegábamos, era momento de tener nuestro
culto e ir a la cama. Luego vino el peor invierno en años en la costa
este. Interminables días nos encontraban encarcelados adentro.
Usábamos ese tiempo para leer juntos. Elegíamos historias sobre gente
famosa como Ben Carson, Jo- ni Eareckson Tada, Dave Dravecky,
Corrie ten Boom y Hud- son Taylor. Leíamos una historia tras otra
sobre los primeros misioneros. Leimos toda la serie de la Pequeña
Casa. Dios bendijo este tiempo en familia. Poco tiempo después de leer
el libro de Dave Dravecky, descubrimos que la película sobre su vida
iba a ser proyectada en una iglesia un domingo de noche. Entonces
hicimos una cita familiar para ir a verla. Fue
CÓNYUGE E HI|OS

un momento especial para estar juntos. Nos dio la oportuni* dad de


hablar acerca de cómo Dios había trabajado en la vida del señor
Dravecky.

Jueguen juegos juntos.


Las familias solían jugar juegos de mesa juntos, pero en estos
días de vídeos y juegos de computadoras, los juegos de mesa son
prácticamente inexistentes. Pero jugar juegos de mesa es aún muy
divertido. Ya sea que sean juegos de mesa o juegos viejos, como “A
las escondidas” o el “Ponerle la cola al burro”, los niños aún disfrutan
jugándolos.
A los niños les gusta jugar juegos con Tim y conmigo. Los
juegos son variados, depende de cuál de nosotros esté jugando. A
Joshua y a mí nos encanta jugar juntos al Scrabble. A Zachary le gusta
la tierra de los dulces. Los chicos y yo disfrutamos más jugando
juegos de mesa. Cuando papá participa, los juegos son más activos.
Juegan a las escondidas asustándose por la casa. Esconderse el uno del
otro, luego tratar de encontrar a otro y finalmente asustar a la otra per-
sona. (Generalmente papá hace la parte de buscar y asustar, los chicos
se ríen demasiado como para hacerlo.)

Tengan un proyecto juntos.


Durante el año pasado, Tim y los niños estuvieron trabajando
juntos en una casa para un árbol. La están construyendo en la cima de
un “tocón” de diez pies de alto. Les está llevando un montón de
tiempo pero cuanto más avanzan, más extravagantes son los planos.
Le están colocando un techo con punta y una escotilla en el suelo. Es
lindo verlos a todos subidos a la casa del árbol trabajando juntos. Si
los
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

chicos saben que se van a poner a trabajar con su papá en la casa del
árbol, cooperan más con sus tareas y las cosas de la casa.
Trabajar juntos en un proyecto puede ser una gran forma de
pasar tiempo con tus hijos. Quizá no tengas un lugar donde construir
una casa en un árbol, pero hay un montón de cosas en las que
trabajar. A los chicos les encanta ayudar en la cocina. Hacemos
galletitas y salsa de manzana juntos. O ayudan con la cena. Recuerdo
cómo disfrutaba secando los platos cuando mi mamá los lavaba. Era
tiempo que pasaba sólo con mi mamá, entonces podíamos charlar.
(Aunque en ese tiempo nunca iba a admitir que disfrutaba ayudando
con los platos.)

Las tradiciones familiares son otra gran forma de abrazar el corazón


de los niños.
Las tradiciones nos dan calor y sentimientos seguros. Se
convierten en recuerdos especiales para nosotros y a veces pasan de
generación en generación.
Algunas veces ni siquiera nos damos cuenta de que algo se está
transformando en una tradición familiar. Cada viernes de noche Bryan,
Julie y sus hijos pasaban una noche juntos, a veces era difícil de hacer
durante el resto de la semana con las diferentes actividades y agendas
de trabajo. Pero todos estaban en casa los viernes de noche. No era una
tradición planificada. Simplemente era una tarde tranquila con toda la
familia sentada a la mesa para cenar, culto familiar luego y largas
charlas en familia. En una lluvia de rosas en la iglesia, a cada persona
se le pidió que escriba su tradición familiar preferida. Bryan, Julie y
sus hijos estaban allí, esparcidos por to
CONYUGE E HI|OS

do el salón. Pero cada uno de los niños escribió lo mlsmot -> los
viernes de noche. Sus viernes de noche juntos se hablan transformado
sin saberlo en una tradición familiar favorita.
Los viernes de noche son especiales en mi casa también, con
postre y todo. Usamos copas especiales que sólo se usan para el
sábado y las visitas y servimos jugo de uva. En invierno comemos a la
luz de las velas. Los niños me lo recuerdan si me olvido. Otras
tradiciones familiares en nuestra casa incluyen escoger juntos el árbol
de Navidad, luego decorarlo mientras escuchamos música de Navidad
y comemos galleti- tas. Este año cada uno de nosotros hizo una
guirnalda de pororó y arándanos. Cada mes de junio, salimos de
campamento por una semana. Generalmente son las únicas vacaciones
que podemos tomarnos, pero los chicos la adoran, y todos regresamos
a casa sintiéndonos renovados. Muchas tradiciones tienen que ver con
las fiestas o hitos especiales en la vida de tu familia. Pero puede ser
cualquier cosa que sea hecha establemente. Las tradiciones son cosas
para esperar, y para recordar luego.

Escríbele notas a tus hijos.


Las notas son siempre una forma segura de animar a otra
persona, aún a nuestros hijos. A mis hijos les encanta recibir correo.
No reciben muchas cartas en el buzón, pero a menudo encuentran
notas sobre sus almohadas o en sus platos en la mesa. A veces
encuentran una nota en las cajas de sus almuerzos. Les escribo notas
sobre la fruta: en una banana, “Te banana quiero”, o sobre una
naranja, “¿No estás naranja contento de que te ame?” Cuando me voy
por un fin de semana escondo notitas por toda la casa, haciéndole
saber a
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

los niños que los extraño y que estoy pensando en ellos.


Ellos encuentran notas en las cajas de cereales, en sus zapatos, en el
congelador de la heladera, en paquetes de ropa que creo que usarán.
En cualquier parte donde me parezca que las encontrarán mientras no
esté.
Cuando Joshua encontró una nota en su cama que decía:
“¡Hiciste un buen trabajo al hacer tu cama!” Al día siguiente intentó
hacer su cama mejor todavía. Las notas de felicitación son un abrazo
especial. Deja una nota para tu hijo cuando haya hecho su mejor
esfuerzo en la escuela, sin importar la nota que haya obtenido.
Esconde una nota en su cuaderno de música, haciéndole saber lo bien
que está trabajando en sus clases de música. Si no te gusta escribir
notas, invierte un poco de dinero en tarjetas. Puedes adquirirlas en
cualquier librería cristiana por muy poca plata y puedes colocarlas por
aquí y por allí según lo creas conveniente. Algunas inclusive están
diseñadas para edades específicas.

Felicítalos verbalmente a menudo.


Las notas son geniales, pero las palabras habladas son de ayuda
también. Que tus hijos te escuchen decir cosas buenas sobre ellos
cuando hablas con otras personas. Cuando Tim vuelve a casa cada
noche y sé que los chicos están escuchando, trato de contarle
cualquier cosa especial que hayan hecho ese día. A ellos también se
los digo, pero les hace bien escucharme decirlo a alguien más.
La escuela de mis hijos tiene una ceremonia de entrega de
premios al final de cada año escolar. En ella cada alumno recibe un
premio por algo. (Es una escuela pequeña de un salón.) A veces tienes
que buscar algo para premiar o felicitar, pero ca-
CÓNYUGE E HI|OS

da chico tiene algo. Tal vez sea su carácter amigable en lugRf ¡■> de
logros académicos, pero eso también es importante.

Haz que las fiestas sean especiales.


Mi mamá siempre hacía de la Navidad y los cumpleaños un gran
evento. Creo que allí es cuando aprendí a hacer un gran momento de
cada acontecimiento. Celebramos los cumpleaños y las fiestas de
manera especial.
En los cumpleaños los niños eligen la comida que quieren e
invitan a sus amigos a cenar. Algunos años, ellos tienen una fiesta de
cumpleaños. Ellos eligen el tema y lo que quieren hacer. En sus
cumpleaños a ellos les encanta escuchar historias de cuando nacieron.
Las fiestas son siempre especiales, aunque he aprendido a hacer
excepciones con mi esposo, a quien realmente no le preocupan
demasiado estos detalles.
También celebramos ocasiones que no están en el calendario,
como traer a casa una buena libreta de calificaciones. O el tener éxito
en algo para lo que realmente se estaban esforzando.
Cuando Joshua fue bautizado, el día de Navidad de 1994,
intentamos hacer que fuera un día especial para él, algo que él
siempre recordaría. Les pedimos a amigos adultos que le escribieran
cartas. Guardamos las cartas, el boletín de iglesia para ese día, fotos y
pequeños recuerdos para colocar en un álbum. Están allí para que
Joshua las mire y recuerde ese día. Cuando se acerca la Navidad
nuevamente sacamos todo y hablamos del día en que fue bautizado y
cómo había estudiado para prepararse para ese día. Joshua había ido a
una serie de reuniones evangelizadoras en nuestra iglesia y quería
bautizarse al finalizar las mismas, pero nosotros creíamos que era
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

demasiado chico. Queríamos que esté seguro, entonces le pedimos


que hiciera la serie de estudios bíblicos que abordan nuestras
creencias y doctrinas. Al terminar sus lecciones, que estaban
diseñadas especialmente para gente joven, Joshua le llevó las
lecciones completas al pastor y le pidió que lo bautizara. Queríamos
que Joshua lo pidiera por sí mismo. Este es un recuerdo muy especial
para toda la familia.

Lleva un registro de recuerdos.


Algunos padres llevan un registro de sus hijos. Escriben
recuerdos y momentos especiales, las primeras palabras pronunciadas
e historias divertidas. Un registro es casi como la biografía del niño.
Luego cuando el niño es un adulto y se muda a vivir sólo, esto es un
regalo especial. Otros padres tienen un álbum de fotos para cada hijo.
Entonces cada niño tiene fotografías desde el momento en que nació y
a lo largo de su vida hasta el presente. Yo guardo un montón de
papeles de la escuela y cosas que son importantes para ellos. Cada ni-
ño tiene su propia cartelera en su habitación. Pueden poner cosas que
son importantes para ellos. A menudo son notas de sus amigos. O
trabajos de arte de los que están especialmente orgullosos. Después de
un tiempo, pongo las cosas de sus carteleras en una caja con los otros
papeles de la escuela y tesoros que he guardado. Las cajas son
marcadas con los nombres de los chicos y el año antes de ser
almacenadas en el altillo. A los chicos ya les gusta ver las cosas que
hicieron “hace mucho tiempo”.

Enséñales a tus hijos a alentar a su padre.


A los chicos les gusta hacer cosas para su padre. Hemos
CÓNYUGE E HIJOS

hecho carteles para sorprenderlo cuando llega a casa del tnba*> jo.
Los carteles varían desde un simple “Bienvenido a casa, jMNi pá”,
hasta recordatorios de que lo amamos y aliento acetca de proyectos en
los que está trabajando. Colgamos los carteles en el cerco en la
entrada. Una vez construimos un muñeco de nieve y le pusimos el
cartel encima. A los chicos les gusta jugar en la nieve conmigo, y ese
fue un saludo divertido para Tim. Los vecinos parecen disfrutar los
carteles también.
Cuando Tim aprobó su examen para vender seguros de vida (yo
había espiado en la carta con los resultados para estar segura), los
niños y yo fuimos al mercado a buscar un portafolios y una tarjeta.
Esa noche tuvimos una comida especial y le dimos a Tim nuestro
regalo con los resultados del examen para celebrar sus logros. Los
niños disfrutan siendo parte de sorpresas especiales para su papá.
También le gusta ver que Tim y yo hacemos cosas el uno por el otro.

También necesitamos animar a nuestro cónyuge.


A veces no los apreciamos como es debido y contamos con que
ellos siempre están allí. A veces en las ocupaciones de la vida,
olvidamos tomarnos el tiempo para estar juntos y así comenzamos a
separarnos sin quererlo. Queremos más de nuestro matrimonio, pero
no sabemos cómo obtenerlo. Entonces caminamos día a día con un
sentimiento de vacío. Necesitamos tomarnos el tiempo para estar
juntos. Aún si esto significa dejar otras cosas buenas.

Tengan una cita regularmente.


Tim y yo tomamos la resolución de salir una vez por mes, los dos solos.
Intercambiar el cuidado de los niños con
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

mi hermano y su esposa ayuda un montón. A los chicos les gusta ir a


la casa de sus primos a jugar, así que, a menudo, nos recuerdan que es
momento de tener una cita. Generalmente salimos a cenar,
frecuentemente probamos comida y restaurantes nuevos. Algunas
veces, simplemente vamos al centro comercial y caminamos o nos
compramos una bolsa de pororó y nos sentamos a mirar a la gente. No
importa lo que hagamos siempre que estemos pasando tiempo juntos.
Nuestras noches de citas son algo que los dos esperamos. Usualmente
soy yo la que tiene que iniciarlo, hacer los arreglos para el cuidado de
los chicos y corroborar la fecha en la agenda de Tim, pero vale la
pena pasar un tiempo fuera de casa. Las citas son una inversión en tu
matrimonio. Esto le dice a cada uno en la pareja y a tus hijos que
valoras a tu cónyuge te esfuerzas por pasar tiempo juntos.
Hemos encontrado formas de tener nuestras “citas” aún cuando
no tenemos donde dejar a los chicos. Una de las cosas que preferimos
hacer es quedarnos despiertos hasta tarde y pedir pizza. Luego
miramos películas viejas y comemos la pizza. La última vez que
intentamos hacer esto, no pude mantenerme despierta más allá de las
once de la noche. Creo que ya se me nota la edad.

Recuerda las pequeñas cosas.


¿Recuerdas las pequeñas cosas que hacían uno por el otro antes
de estar casados? Muchas de estas cosas todavía harían sentir a tu
cónyuge amado.
Como tomarse de la mano. Tan a menudo nos encontramos en el
ajetreo de la vida que nos olvidamos de los pequeños toques como
tomarnos de la mano, sentarnos uno al lado
CÓNYUGE E HIJOS

del otro, salir a caminar juntos o charlar. Necesitamos tomiT* nos el


:
tiempo de incluir estas cosas en nuestra vida. Si escri* biéramos una
lista de las cosas más importantes en nuestra vida, nuestra familia y
especialmente nuestro cónyuge estarían cerca del primer puesto, pero
¿es esto lo que refleja la manera en que distribuimos nuestro tiempo?

Escribe notas de amor.


Disfruto mucho el escribir y enviar notas a la gente; y esto
incluye a mi marido. Le dejo notitas de amor por la casa así como lo
hago con los niños. Ocasionalmente le envío notas al trabajo. O
coloco una en su Biblia antes de ir a la iglesia. Como anciano de la
iglesia, Tim tiene que predicar bastante seguido. Sé que se pone un
poco nervioso, entonces coloco una tarjeta en su Biblia con una nota
para que lea entre la escuela sabática y el culto. En la nota, le hago
saber que estoy orando por él y que creo en él.

Sé creativo/a con los regalos.


Siempre me encuentro indecisa cuando tengo que hacerle un
regalo a Tim. A él le gusta dar y recibir regalos prácticos, pero a mí
me gusta dar regalos que sean especiales; algo que a Tim le gustaría
pero no que sea absolutamente necesario. Un año le regalé una
“pared” para su cumpleaños. No había decidido qué hacer con una de
las paredes de nuestra habitación. Primero junté todos los premios de
Tim de la compañía de servicios financieros para la que estaba traba-
jando y los colgué en la pared. Incluí algunos premios que había
ganado en competencias de la escuela. Luego completé la decoración
con varias fotos que Tim había sacado. Él es fo
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

tógrafo aficionado, entonces hice enmarcar con esterillas dos de sus


fotos preferidas y las colgué con los premios. Sobre un estante para
trofeos y fotos colgué un cuadro que hice para él. En letra de
caligrafía, había escrito varias cosas que me gustaban y que admiraba
de él. La pared aún está decorada con recuerdos suyos; como un
tributo a él. Espero que le recuerde lo mucho que lo amo y admiro sus
esfuerzos y éxitos.

Aprende a apreciar las diferencias.


Al buscar maneras de mostrar nuestro amor y de abrazar a
nuestros cónyuges, tenemos que recordar que los hombres y las
mujeres a menudo muestran su amor en diferentes formas. A mí me
gusta enviar notas y tarjetas, preparar comidas especiales y preparar el
ambiente para el tiempo que pasamos juntos.
Tim muestra su amor de otra forma. Cada vez que me preparo
para irme durante un fin de semana, Tim cambia el aceite de mi auto.
Al principio esto me confundía. Pensaba que él querría pasar la noche
conmigo la noche previa a mi partida. Pero él estaba afuera cambiando
el aceite del auto, revisando las ruedas, recordándome que revisara el
aceite al llegar y colocando una cantidad extra en el baúl. (Nunca lo he
necesitado.) Luego, un día, estaba escuchando a James Dobson en la
radio. Él hablaba sobre cómo los hombres y las mujeres muestran su
amor de diferentes maneras. Me di cuenta de que cambiar el aceite era
la forma en que Tim se preocupaba por mí y me protegía, su forma de
mostrar su amor. Tenemos que apreciar las diferencias. Recientemente
he visto muchas pequeñas maneras en las que Tim me muestra que me
ama que nunca hubiera descubierto antes, como
CÓNYUGE E HIJOS

realizar los quehaceres domésticos, cuidar mis flores, arreglar cosas


de la casa. Aprende a buscar estas pequeñas cosas. Tómate tiempo
para decir gracias por ellas. Agradécele a tu esposo por ir a trabajar.
Agradécele a tu esposa por limpiar la casa o preparar el almuerzo para
llevar. Recuerda que cada uno tiene una forma diferente de mostrar
amor.

Recuerda que nunca es demasiado tarde para comenzar.


Quizás estés deseando haber abrazado más corazones antes, pero
temes que sea demasiado tarde ahora. Tus hijos ya son mayores y
crecieron solos. Tú y tu cónyuge han caldo en la rutina de comidas y
noches en silencio. Pero afortunadamente nunca es demasiado tarde
para empezar.
Leí una historia hace un tiempo atrás que aún permanece
conmigo. Era sobre una madre soltera que trabajaba toda la noche
para mantener a su familia. Cuando llegaba a su hogar exhausta por
las mañanas, ella reunía los ingredientes para el almuerzo, colocaba la
comida en bolsas marrones y llevaba los chicos a la escuela antes de
irse a dormir. Durante todo este tiempo su hija anhelaba almuerzos
como los que tenían las otras chicas de la escuela: empaquetados en
hermosas cajas para almuerzos, sándwich cortados en mitades
descortezados, todo prolijamente envuelto y empaquetado.
Su mamá nunca supo cuán avergonzada estaba su hija de sus
almuerzos descuidadamente preparados hasta que ésta fue grande y
vivía tan lejos que había que cruzar medio país para verla. Esperando
remediar esos años, compró una hermosa caja de almuerzo y la llenó
con pañuelos de encaje antiguos, pequeños adornos de porcelana y
otras cosas que sabía que su hija disfrutaría. Luego se lo envió por
correo con una nota
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

que decía que esperaba que no fuera demasiado tarde para remediar
esos almuerzos de tanto tiempo atrás. Más tarde re cibió un llamado
telefónico de su hija quien estaba llorando No era demasiado tarde.
Nunca es demasiado tarde para abrazar un corazón.
CAPITULO X

ENSEÑANDOLES
A TUS HIJOS *
“Dale una buena educación al niño de hoy, y el viejo de mañana jamás la abandonará”.
Proverbios 22:6 (DHH)

Una de las mejores lecciones que puedes enseñarle a tus hijos


es el arte de animar a otros. De ver lo especial de cada persona y la
necesidad que cada uno de nosotros tiene de ser amado y animado.
Algunos niños pueden animar a la gente más naturalmente que
otros. Pero todos nosotros podemos aprender a ser mejores
alentadores y mejores “abrazadores”. Hay cosas simples que un niño
puede hacer.

Ayuda a tus hijos a escribir notas de agradecimiento.


Las notas de agradecimiento se ven cada vez menos. Pero
cuando alguien se toma el tiempo para hacer algo lindo por nosotros o
nos da un regalo, tenemos que tomamos el tiempo para decir gracias.
Los niños pueden aprender esto desde una temprana edad. Le he
enseñado a nuestros hijos a escribir notas de agradecimiento aún antes
de que fueran lo suficientemente grandes como para escribir. Ellos
hacían un dibujo y yo escribía una nota sobre él. Al ir creciendo y al
poder escribir unas pocas palabras, encontré en la juguetería de la
zona unas notas de agradecimiento para completar. Los chicos
necesitaban escribir solamente para quién era la nota, porqué estaba
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

siendo enviada y sus nombres. Ahora que Joshua es más grande, él


escribe sus propias notas. Pasó una o dos tardes escribiendo notas de
agradecimiento para sus regalos de Navidad de este año. Todo lo que
yo tuve que hacer fue darle una lista de nombres y él escribió cada una
de las notas. Zachary todavía no puede escribir tantas palabras.
Además, a él no le gusta nada que se parezca a trabajar. Él escribió sus
propias notas de agradecimiento también, pero todo lo que decían era
“Gracias”. Escribió su nombre adentro y el nombre de la persona en el
sobre. Lo que sí hizo fue un par de dibujos para decorarlas. Tenemos
que hacer que estas actividades sean divertidas. De lo contrario, los
niños no la disfrutarán y probablemente no continuarán con ese hábito
cuando sean adultos. Siéntate con tus hijos mientras escriben.
Convierte el diseño de las notas de agradecimiento en una mini fiesta
con galletitas de trigo y jugo. Siempre puedes tomarte el tiempo para
escribir unas pocas notas por ti mismo.

Enséñales a tus hijos a orar por otros.


Cuando Joshua era más pequeño, yo quería que aprendiera a
conocer a otras personas de la iglesia. Cada semana elegía un nombre
de la lista de miembros de iglesia (él no podía leer, así que sólo
señalaba uno). Marcábamos ese nombre y toda la semana, durante el
culto, Joshua oraba por esa persona o familia. En algún momento
durante la semana, él hacía un dibujo. Yo escribía una nota en el
dibujo, haciéndole saber a esa persona que Joshua estaba orando por
ellos esa semana. No sólo le enseñó a Joshua a orar por otros, sino que
él también comenzó a conocer a los miembros de la iglesia. Cada
semana en la iglesia, yo le mostraba por quién había estado orando.
(Desafortu-
ENSEÑÁNDOLES A TUS HIJOS

nadamente, sólo unos pocos le agradecían o le decían que apreciaban


1
sus oraciones. Esto fue duro para él.)
Durante el culto, hablamos acerca de la gente que ama- • mos y
queremos ver acercarse al Señor. Hemos escogido a un par de
personas para orar continuamente. Me sentí complacida al escuchar
que Joshua pedía oración por esas personas en el culto en público. Un
día yo estaba en la parte de atrás del aula mientras la maestra y los
alumnos tenían su culto. Cuando la maestra preguntó si había pedidos
de oración, Joshua compartió los nombres de las personas por las que
había estado orando. Más tarde me enteré de que él pedía oración por
ellos casi todos los días.

Lleva a tus hijos a hacer las visitas contigo.


Visitar a las personas que no conozco muy bien me resulta
difícil. Pero encuentro que cuando llevo a los chicos conmigo, eso me
da más coraje. Además, me enseña a visitar a otros. Los niños me
ayudan a juntar cosas como flores o galletitas para llevar. Zachary es
bastante comunicativo, entonces rara vez necesito preocuparme por la
conversación cuando él viene conmigo. Él está dispuesto a contarles
todo lo que está sucediendo en nuestra vida. La gente parece
disfrutarlo, y a él le encanta la atención. Zachary le da un abrazo a
cada uno antes de irse. Una tarde visitamos a una persona nueva, la
Sra. Ri- neer. Zachary fue muy considerado con ella. La siguiente vez
que la vio en la iglesia, se puso tan contento que fue corriendo a
abrazarla. Yo contuve la respiración, temiendo que fuera a derribar a
la frágil anciana. Pero justo cuando llegó a donde ella estaba, se
detuvo y tomó suavemente su mano, ofreciéndole una sonrisa llena de
huequitos en las mejillas.
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

Los niños disfrutaban tanto de las visitas que cuando pasa


mucho tiempo entre una y otra preguntan: “¿Cuándo vamos a ver a la
Sra. Schaefer de nuevo?” Han aprendido a hablar fuerte cuando una
persona tiene dificultades auditivas y son generosos con los abrazos,
inclusive Joshua, quien está en una edad en la que abrazar se siente
raro.
Los ancianos parecen disfrutar de sus visitas. Varios de ellos les
envían tarjetas a los niños. La señora Schaefer un año les escribió un
lindo poema para Navidad.

Permite que tus hijos te ayuden cuando haces algo por alguien.
Los niños aprenderán más por el ejemplo y la participación que
por tan sólo escuchar lo que deberían estar haciendo. Joey ayuda a su
mamá a armar una canasta con comida para otra familia. Tiffany
escoge un regalo especial en la panadería para alguien que está
pasando un momento difícil. Ella y su mamá lo entregan de camino a
casa. Adam hace dibujos para aquellas personas acerca de las cuales
escucha a sus padres hablar y que están pasando por luchas y le pide a
su mamá que se los envíe. A Brian le gusta sentirse grande así que
ayuda con la mudanza. Trata de llevar sus propias cajas. Jazmín parece
sentir cuando alguien se está sintiendo triste y tiene un don especial
para hacer hablar y sonreír a la gente.
Los niños iban conmigo al hogar y grupo cristiano de em-
barazadas y mamás solteras. Ellos comprendían que las jóvenes
estaban pasando un momento difícil y que podían estar necesitando
más amigos. Las jóvenes disfrutaban al estar con los niños, que eran
pequeños en ese momento. Ellos charlaban y miraban películas juntos,
ocasionalmente jugaban algún juego-
ENSEÑÁNDOLES A TUS HI|OS

s
Al incluir a tus hijos en los intentos por alcanzar a otras
personas, esto se convierte en un estilo de vida para ellos.
Eventualmente ellos mismos piensan en cosas que pueden hacer.
Zachary le pide un chupetín más para su hermano a la persona que
atiende la estación de servicio. Joshua limpia la mesa cuando nadie lo
está mirando. Cuando nos estábamos preparando para ir al funeral de
un amigo de la iglesia, los niños recogieron lirios del bosque para la
esposa e hija del hombre que había muerto. Las llevaban firmemente
mientras nos dirigíamos hacia la casa funeraria. Hablamos acerca de
lo que era un sepelio, cómo sería y cómo la gente estaría sintiéndose.
Los niños entraron en silencio y buscaron a sus amigos. Luego cada
uno de ellos les dio a las mujeres un abrazo y un ramo de lirios. Lina
expresión de su amor sin influencia de su mamá.

Ayuda a los niños a comprender cómo se siente la gente, aún cuando


no puedan comprender el problema o la lucha.
Los niños pueden entender los sentimientos. Pueden entender
cuando alguien se siente triste o solo. No necesitan saber todos los
detalles acerca de la lucha de esa persona. Aunque si la situación es
algo que pueden comprender y es apropiado que lo sepan, compártelo
con ellos. Puede que sean pequeños, pero pueden entender un
montón. Al hablar sobre la gente, sus luchas y sentimientos durante el
culto familiar, los niños han aprendido más acerca de por qué cosas
orar. Ellos le piden a Dios que se ocupe de la tristeza de alguien que
acaba de perder a un ser querido. Le piden a Jesús que haga feliz a
alguien que está luchando con sus problemas. Dios responde estas
oraciones sinceras. Los niños han aprendido a comprender cómo se
siente alguien y a orar por ellos mientras luchan.
COMO ABRAZAR UN CORAZÓN

Es una parte importante de su caminar cristiano.


Proverbios nos dice que tenemos que entrenar a un niño en el
camino en el que debe ir. La Biblia nos dice que una parte importante
del ser cristiano y el servir al Señor es el hecho de dar ánimo a otros.
Creo que el enseñar estas habilidades, la de abrazar corazones, es una
parte importante de la tarea de ser padres.
CAPITULO XI

CUANDO TÚ NO
PUEDES SATISFACER
TODAS LAS
NECESIDADES
*
“Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos
en la fe”. Gálatas 6:10 (DHH)

Al leer este libro puedes estar pensando: Hay tanta gente que
necesita ser animada. ¿Cómo puedo hacer tanto? Es fácil sentirse
sobrecogido cuando miramos a nuestro alrededor y vemos tantas
necesidades. La gente lucha con asuntos financieros, con las
relaciones, con la enfermedad y con los sentimientos de desánimo y
soledad. Simplemente, no podemos suplir todas las necesidades.
Afortunadamente, Dios no pretende que hagamos eso. Nos
pide que hagamos algo “siempre que podamos” (Gál. 6:10). Él nos
dará las oportunidades, las ideas y los medios para llevar a cabo lo
que él desea. ¿Cómo determinamos lo que él quiere que hagamos?
¿Qué necesidades quiere que suplamos?

Comienza cada día con oración.


Pídele a Dios que te muestre a quién y cómo quiere que ayudes.
Pídele que abra tus ojos a alguien que te rodea que necesite ser
animado.
COMO ABRAZAR UN CORAZÓN

Sé sensible a las direcciones del Espíritu Santo; luego asegúrate de


seguirlas hasta el final.
Podemos darnos cuenta de las necesidades de alguien y aún así
sentirnos extraños o incómodos como para hacer algo. Si estás
estancado/a pregúntate a ti mismo/a: ¿Qué será lo peor que pueda
pasarme si hago esto? Puede ser que tengas miedo de verte un poco
tonto o que malinterpreten tus esfuerzos. Considera si ese riesgo es
mayor que la posibilidad de animar a otra persona.

Reclama las promesas de Dios para tener fuerzas.


Isaías incluye la promesa de que “los que confían en el
SEÑOR... podrán volar como águilas, y podrán correr sin cansarse y
caminar sin fatigarse” (Isa. 40:31, DHH). Dios promete suplir todas
nuestras necesidades; esa promesa incluye darnos la energía para
servirlo. Él nos dará todo lo que necesitamos: tiempo, ideas y energía
para llegar a otros.
¿Y qué sucede cuando comienzas a sentirte consumido o
fatigado?
Tal vez estés haciendo más de lo que Dios te ha pedido que
hagas. A veces yo lo hago. No he aprendido bien a decir que no, y me
parece que todos los proyectos valen la pena. Pero si no tenemos
cuidado, podemos terminar haciendo tantas cosas buenas que no
tengamos tiempo para hacer las cosas realmente importantes.

En oración considera todas las cosas que estás haciendo o que te


piden que hagas.
¿Es esto lo que Dios quiere que hagas? ¿Por qué estás ha
CUANDO TÚ NO PUEDES SATISFACER TODAS LAS NECESIDADES

ciendo esto? Sé honesto/a. Algunas veces he hecho cosas porque no


quería desilusionar a alguien. O porque creía que me harían
importante. Acepté responsabilidades porque quería complacer a la
gente, y creía que el decir sí era lo que ellos esperaban de mí. Otras
veces he tomado proyectos porque eran cosas buenas. Pero, ¿es eso lo
que Dios quería que haga? Muchas veces ni siquiera le preguntaba.
Luego de haber orado y de estar segura de la voluntad de Dios, trato
de analizar cuáles son mis motivos al llevar adelante un nuevo
proyecto.
Toma solamente las responsabilidades a las que Dios te haya
llamado. Esto puede significar reevaluar lo que has estado haciendo
hasta este momento y dejar pasar algunas cosas. Puede ser de ayuda
el sentarse a pensar acerca de lo que es realmente importante para ti y
ver cómo lo que estás haciendo está de acuerdo con eso.
Una de mis citas predilectas de mi calendario perpetuo dice:
“No hagas más cosas acerca de las cuales tengas tiempo para orar”.
Antes de tomar una nueva responsabilidad o cuando consideres las
cosas que ya estés haciendo, pregúntate: “¿Tengo tiempo para orar
por esto? ¿Tiempo para dedicarle la energía y el esfuerzo que esto
necesita?” Dios no permitirá que alguien se desanime. Si no tienes
tiempo o energías, él tiene a otra persona para hacer ese trabajo. Él
no quiere que su pueblo se consuma o desanime.
Algunas veces nos sentimos desanimados porque no vemos los
resultados de nuestros esfuerzos. Muchas veces Satanás quiere que
nos sintamos como si nada de lo que hacemos es realmente valorado.
En esta tierra, puede ser que no veamos resultados todo el tiempo.
Pero hay vidas que hemos tocado de maneras que ni siquiera
sabremos hasta que estemos en el
COMO ABRAZAR UN CORAZÓN

cielo. Hasta ese momento, necesitamos confiar a Dios los resultados


de nuestros esfuerzos. Dios nos pide que seamos fieles; no que
llevemos un registro de los resultados.
Pero podemos pedirle a Dios que nos dé una vislumbre de cómo
él nos está utilizando. Que nos ayude a ver que nuestros esfuerzos
están ayudando. Él se preocupa por la forma en que nos sentimos:
pídele que anime tu corazón.
Hubo muchas veces en las que quise renunciar. Tirar la toalla.
Rendirme. Mi corazón anhelaba alguien que me animara. Durante
esos momentos, oro y le cuento a Dios cómo me siento, pidiéndole
que me dé ánimo. Que me ayude a continuar. Nunca me ha fallado.
Él envía a alguien o alguna nota o una canción que me da coraje para
seguir adelante, para seguir intentando. Él me recuerda que no
debería hacer cosas por el mero reconocimiento o alabanza de otros.
Mi objetivo debería ser complacerlo a él, a causa de mi amor por él.
Cuando Joshua le escribía notas a los miembros de iglesia y
oraba por ellos cada día, se desanimaba si nadie le decía nada. Quería
abandonar. Entonces un día recibió un paquete por correo con un libro
y una nota de alguien por quien él había orado. La nota decía: “Tú
oraste por mí. Ahora yo estoy orando por ti”. Eso marcó la diferencia.
Él comenzó a orar otra vez con energías renovadas.
Lisa disfrutaba de su tarde en la casa de Sue. Sue había invitado
a varias personas a almorzar. Ahora el grupo disfrutaba del juego
“Historias de vida”. Cuando cada persona terminaba el juego y llegaba
al final, todos los demás tenían que contar algo que habían apreciado
de esa persona. “Me sorprendí cuando habló Ruth. Ella contó cómo
mis notas la habían animado de verdad. Había llegado a su casa con su
nuevo bebé
CUANDO TÚ NO PUEDES SATISFACER TODAS LAS NECESIDADES

cuando le envié un par de notitas. Yo ni siquiera recordaba que las


había mandado, pero ella sí. Contó cómo la habían mantenido en el
camino durante esas noches sin dormir con un bebé recién nacido que
lloraba”.
Podemos releer las notas de aprecio que la gente nos envió y
agradecimiento por nuestros abrazos. Ellas nos ayudarán a recordar
cómo él nos ha usado y nos darán esperanza para nuestros esfuerzos
actuales.
Considera en oración qué necesidades quiere Dios que suplas.
Luego reclama sus promesas pidiendo la fuerza y energía necesarias
para servirle. Pídele que te anime cuando te sientas sobrecargado o
desanimado, y mantén tus ojos en él. Él puede “darles a ustedes con
abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo
lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas
obras” (2 Cor. 9:8).
124
CAlTULO XII

LAVANDA
“Porque nosotros somos como el olor del incienso que Cristo ofrece a Dios, y que se esparce tanto
entre los que se salvan como entre los que se pierden”.
2 Corintios 2:15 (DHH)

“Cada uno tome dos o tres plantitas de lavanda”, decía Elsie al


comenzar el grupo de mamas y preescolares al que yo pertenecía.
Apoyé mi taza de té y recogí varias plantas. Me gusta la lavanda y he
intentado aunque sin éxito hacer que crezcan en mi jardín. Esta
lavanda era el jardín de Elsie.
“Huelan la lavanda. Sólo necesitan dos o tres plantitas para
obtener una adorable fragancia. Cada uno de nosotros es como la
lavanda. Sólo se necesitan pequeños esfuerzos de nuestra parte para
ser una adorable fragancia del amor de Dios para otros. Cada uno de
nosotros puede tener diferentes fragancias, como las distintas flores,
pero cuando tocamos la vida de alguien, aún en formas pequeñas,
estamos dejando la fragancia del amor de Dios”.
Qué hermosa imagen de nuestros actos de bondad, pensé
mientras dejaba la reunión más tarde esa misma mañana. Sintiendo el
perfume de la lavanda una vez más, la dejé sobre el tablero del auto y
lo encendí.
Más tarde esa semana, subí al auto para ir a una reunión de
campo. Se suponía que yo tenía que hablar sobre muchas ideas y
pensamientos que están en este libro y estaba preocupada acerca de lo
que diría a las mujeres allí. Al abrir la puerta del auto, una intensa
fragancia me inundó. ¡La lavanda! Me había olvidado por completo y
la había dejado en el tablero.

1 0 =;
CÓMO ABRAZAR UN CORAZÓN

El sol habría brillado a través del parabrisas y el calor había


intensificado el perfume hasta que inundaba el auto por completo con
un rico olor a lavanda. Parecía que Dios me estaba diciendo: Eso es lo
que mi amor, brillando sobre ti, hace con tus pequeños actos de
bondad y consideración. Mi amor aumenta tu capacidad para
“abrazar” a otros. Yo te ayudo a usar tus dones y talentos para mi
gloria.
Nos ha dado a cada uno de nosotros dones y talentos para
esparcir su amor. Cada uno de nosotros trabajará en una forma única.
Yolanda hace que la gente se sienta cómoda; tiene un don para hacer
sentir a la gente nueva como en su casa. Su risa y su espontaneidad
son contagiosas. Sue es más silenciosa. Ella toca el corazón de las
personas a través de notas y autoadhesi- vos. Beth tiene un corazón
dispuesto para la gente joven. Cuando su iglesia comenzó hace poco
tiempo su programa de amigos invisibles para el siguiente
cuatrimestre, ella decidió no participar. En lugar de eso, quería llegar a
las jóvenes que no , estaban involucradas. Les escribe pequeñas notas
y les deja canastas con productos. Ella no tiene hijos propios y disfruta
haciendo cosas especiales para los hijos de otras personas. Julie no
tiene tiempo extra durante la semana para escribir notas o ir a comprar
pequeños regalos. En cambio, abre las puertas de su hogar los sábados
de tarde. Invita a visitas, alumnos, solteros, parejas mayores, amigos y
familia. Preparar comida para tantas bocas es trabajo extra; Y su hogar
generalmente está lleno. Pero esa es su forma de dar.
En 2 Corintios 2:14 y 15 leemos: “Gracias a Dios que siempre
nos lleva en el desfile victorioso de Cristo y que por medio de
nosotros da a conocer... el olor del incienso de Cristo tanto entre los
que se salvan como entre los que se pierden”.
LAVANDA

Somos la fragancia de Cristo, y su amor, y su gracia salvadora


para todos aquellos con los que estamos en contacto. Algunos ya son
parte de la familia de Dios. Algunos todavía no han entregado su vida
a él. ¿Cómo es tu fragancia? ¿Estás permitiendo que Dios esparza su
amor por medio tuyo? El aroma de tu vida, ¿está atrayendo a otros a
Cristo? En las formas simples en que nos acercamos a otros y tocamos
la vida de otro, al abrazar su corazón, estamos contándole del amor de
Dios, estamos testificando de su grandeza y salvación.
Jesús suplió primero las necesidades físicas y emocionales de la
gente cuya vida tocaba. Luego les contaba sobre el plan de salvación.
Al amar a otros a través de la bondad y el cariño. Dios abrirá la puerta
para ti también, para que compartas el mensaje de su poder salvador.
Al acercarte a otros en amor, Dios intensificará tu aroma. Así
como el sol intensificó la fragancia de la lavanda en mi auto, también
Dios tomará los pequeños actos de bondad y amor y tocará la vida de
otros en gran manera.
“Que nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que
nos ha amado y nos ha dado consuelo eterno y esperanza gracias a su
bondad, anime sus corazones y los mantenga a ustedes constantes en
hacer y decir siempre lo bueno” (2 Tes. 2:16, 17).

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