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Notas de Electromagnetismo II

Electromagnetismo en la Materia

por

J ORGE M ARIO O SORIO G UILL ÉN

U NIVERSIDAD DE A NTIOQUIA
M EDELL ÍN - C OLOMBIA
2009
II
Índice general

1 Fuerza y torque sobre un átomo 1


1.1 Fuerza sobre un átomo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2 Torque sobre un átomo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

2 Fuerza y torque sobre un cuerpo macroscópico 7


2.1 Fuerza sobre un cuerpo macroscópico . . . . . . . . . . . . . 7
2.2 Torque sobre un cuerpo macroscópico . . . . . . . . . . . . . 9
2.3 Ecuaciones de Maxwell macroscópicas . . . . . . . . . . . . . 10

3 Relaciones constitutivas 1: conductividad en metales 15


3.1 Conductividad en metales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
3.2 El efecto Hall . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

4 Relaciones constitutivas 2: propiedades dieléctricas en aislantes 25


4.1 La constante dieléctrica en aislantes . . . . . . . . . . . . . . 25
4.1.1 Modelo de polarización atómica . . . . . . . . . . . . 25
4.1.2 Algunos modelos adicionales de la polarizibilidad . . 30
4.2 La frecuencia del plasma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

5 Relaciones constitutivas 3: propiedades magnéticas de la materia 39


5.1 Ecuaciones canónicas del movimiento . . . . . . . . . . . . . 39
5.2 Diamagnetismo (χm < 0, µ < 1) . . . . . . . . . . . . . . . 41
5.3 Diamagnetismo incluyendo el espı́n . . . . . . . . . . . . . . 45
5.4 Paramagnetismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
5.5 Ferromagnetismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
5.6 Otros tipos de ordenamiento magnético . . . . . . . . . . . . 52

III
IV
Capı́tulo 1
Fuerza y torque sobre un átomo

1.1. Fuerza sobre un átomo


El sistema de ecuaciones de Maxwell-Lorentz

∇ · E = 4πρ, ∇ × E = − 1c ∂t

B,
(1.1)
∇ · B = 0, ∇ × B = 1c ∂t∂
E + 4πc j,
 v 
F=e E+ ×B , (1.2)
c
proveen una descripción microscópica de los fenómenos electromagnéticos
a nivel clásico. Sin embargo, para sistemas macroscópicos (compuestos por
aproximadamente 1023 partı́culas), no se requiere una descripción microscópi-
ca completa, porque nuestras medidas del sistema involucran cantidades ma-
croscópicas, las cuales estan relacionadas indirectamente al comportamiento
microscópico de los átomos (moléculas) individuales que componen el siste-
ma. Por lo tanto, debemos desarrollar una teorı́a que sea directamente aplicable
a los fenómenos macroscópicos y con una referencia implicita a la caracteri-
zación detallada del sistema. De esta forma, la electrodinámica macroscópica
es una teorı́a fenomenológica (i.e. opera a nivel de los fenómenos que son co-
rrelacionados y predichos, mientras mantiene la posibilidad de contacto con
una teorı́a más fundamental, la electrodinámica microscópica). Este contacto
existe hasta el punto donde las medidas macroscópicas puedan ser considera-
das como promedios, sobre muchos átomos (moléculas), de los resultados de
medidas microscópicas hipotéticas.
Ahora consideremos un átomo como un conjunto de cargas puntuales elec-
tricamente neutro
X
ea = 0, (1.3)
a

1
Capı́tulo 1. Fuerza y torque sobre un átomo

las cuales estan ligadas en una región espacial muy pequeña. Estudiemos
la respuesta de este sistema a campos eléctricos y magnéticos externos, los
cuales varı́an lentamente sobre la extensión espacial del sistema (lı́mite de onda
larga). En un tiempo dado, la fuerza neta sobre el átomo es
Xh va i
F= ea E(ra ) + ea × B(ra ) . (1.4)
a
c
Como este sistema es pequeño, todas las cargas estan cerca del centro de
masa de la distribución de carga, el cual esta situado en la posición R (R
puede representar un punto arbitrario dentro de la distribución de carga; el
uso del centro de masa nos permite separar entre las propiedades intrı́nsicas
y aquellas debido al movimiento del átomo como un todo). Si realizamos una
expansión en series de Taylor de los campos eléctricos y magnéticos alrededor
de R,

E(ra ) = E(R) + [(ra − R) · ∇]E(R) + · · · , (1.5)

B(ra ) = B(R) + [(ra − R) · ∇]B(R) + · · · , (1.6)


donde términos de O(2) y superiores los consideramos despreciables, y el
operador ∇ actua sobre la coordenada del centro de masa R. La ec. (1.4) la
podemos re-escribir como

!
X X
F = ea E(R) + ea [(ra − R) · ∇]E(R) + (1.7)
a a
!
X va X va
+ ea × B(R) + ea × [(ra − R) · ∇]B(R).
a
c a
c

Nuestro objetivo es re-escribir la ec. (1.7) en término de cantidades ma-


croscópicas. Analizemos uno a uno los cuatro términos a la derecha de la ec.
(1.7): el primer término es cero debido a la condición de neutralidad del átomo.
En el segundo término podemos identificar el momento dipolar eléctrico d, el
cual es independiente del centro de masa R
X X
d= ea (ra − R) = ea ra . (1.8)
a a
En el tercer término podemos identificar la derivada temporal del momento
dipolar eléctrico
!
X X dra d X d
e a va = ea = ea ra = d. (1.9)
a a
dt dt a
dt

2
1.1. Fuerza sobre un átomo

El cuarto término, F4o , lo analizaremos posteriormente. Por medio de estas


identificaciones podemos escribir la ec. (1.7) como
 
1 d
F = (d · ∇)E(R) + d × B(R) + F4o , (1.10)
c dt
d d d
usando el hecho que dt [d × B] = ( dt d) × B + d × ( dt B), la definición de
d
derivada total dt = ∂t + dt ·∇ = ∂t +V·∇ y la ley de Faraday ∂B
∂ dR ∂
∂t = −c∇×E
entonces re-escribimos la ec. anterior como

1d
F = (d · ∇)E(R) + [d × B(R)] + (1.11)
c dt
1
− d × [−c∇ × E(R) + V · ∇B(R)] + F4o ,
c
donde V = dR
dt . Haciendo uso de la identidad vectorial d × (∇ × E(R)) =
∇[d · E(R)] − (d · ∇)E(R) (donde ∇ solo actua sobre E(R) y no sobre d),
obtenemos

1 1d
F = ∇[d · E(R)] − (V · ∇)d × B(R) + [d × B(R)] + F4o . (1.12)
c c dt
P Ahora, retomando el análisis del cuarto término de la ec. (1.7), F4o =
va
e
a a c × [(ra − R) · ∇]B(R), podremos ver que este término corresponde
a un efecto pequeño, ya que para sistemas atómicos vcP a
 1. Comprobemos
que esta suposición es válida. Si sumamos y restamos a eca V × [(ra − R) ·
∇]B(R) a F4o y aplicamos la definición del momento dipolar eléctrico ec.
(1.8), obtenemos

X ea
F4o = V × [(ra − R) · ∇]B(R) + (1.13)
a
c
X ea
+ (va − V) × [(ra − R) · ∇]B(R)
a
c
1 X ea
= V × (d · ∇)B(R) + (va − V) × [(ra − R) · ∇]B(R).
c a
c
Si combinamos el primer término del resultado anterior con el segundo
término de la ec. (1.12), entonces

1
[V × (d · ∇)B(R) − (V · ∇)d × B(R)] = (1.14)
c
1
[(d · ∇)V − (V · ∇)d] × B(R) =
c
1
[(d × V) × ∇] × B(R).
c

3
Capı́tulo 1. Fuerza y torque sobre un átomo

Recordando la identidad vectorial [(d × V) × ∇] × B(R) = ∇[(d × V) ·


B(R)] − (d × V)[∇ · B(R)] y la ec. de Maxwell ∇ · B = 0, encontramos que
 
1 1
[(d × V) × ∇] × B(R) = ∇ (d × V) · B(R) . (1.15)
c c
Por medio del resultado anterior podemos escibir la fuerza total sobre el
átomo como

 
1
F = ∇[d · E(R)] + ∇ (d × V) · B(R) + (1.16)
c
 
d 1
+ d × B(R) + FB ,
dt c

donde FB representa el segundo término de la ec. (1.13). Recordando que


va = dr dR d d d
dt , V = dt y la identidad dt [A × C] = ( dt A) × C + A × ( dt C)
a

podemos escribir FB

" #
d X ea
FB = (ra − R) × [(ra − R) · ∇]B(R) + (1.17)
dt a c
X ea d
− (ra − R) × {[(ra − R) · ∇]B(R)}
a
c dt
" #
d X ea
= (ra − R) × [(ra − R) · ∇]B(R) +
dt a c
X ea
− (ra − R) × [(va − V) · ∇]B(R) +
a
c
X ea d
− (ra − R) × [(ra − R) · ∇] B(R).
a
c dt

Como sabemos de la naturaleza restringida de esta descripción clásica del


átomo, tenemos que los campos eléctrico y magnético deben cambiar muy
suavemente sobre las dimensiones del sistema. Por lo tanto, podemos analizar
FB de la siguiente forma: el primer término de la ec. (1.17) es
 una corrección
d 1
pequeña al tercer término de la ec. (1.16), dt c d × B(R) , y por lo tanto
puede ser ignorado (i.e. es una correción de segundo orden de la ec. (1.7)). El
segundo término de la ec. (1.17) lo analizarmos un poco más tarde. El tercer
término de la ec. (1.17) puede ser
P aproximado usando la ley de inducción de
1 ∂
Faraday. ∇ × E = − c ∂t B, por a ea (ra − R) × [(ra − R) · ∇]∇ × E(R), el
cual es del mismo orden de magnitud de los términos omitidos en la ec. (1.7),
esto implica que también puede ser ignorado. Ahora, para analizar el segundo

4
1.1. Fuerza sobre un átomo

término de ec. (1.17), podemos tomar el promedio entre la forma original de


FB (segundo término de la ec. (1.13) y el único término sobreviviente de la ec.
(1.17), obteniendo

1 X ea
FB = (va − V) × [(ra − R) · ∇]B(R) + (1.18)
2 a c
1 X ea
− (ra − R) × [(va − V) · ∇]B(R)
2 a c
1 X ea
= {[(ra − R) × (va − V) × ∇]} × B(R).
2 a c

Podemos reconecer en esta última expresión de FB , el momento dipolar


magnético del sistema, µ,

1 X
µ= ea (ra − R) × (va − V), (1.19)
2c a

si tomamos µ constante en el espacio y recordando ∇ · B = 0, entonces

FB = (µ×∇)×B(R) = ∇[µ·B(R)]−µ[∇·B(R)] = ∇[µ·B(R)]. (1.20)

Podemos reconocer que el segundo término de la ec. (1.16) tiene la misma


forma de la ec. (1.20). Este hecho nos recuerda la información que un dipolo
eléctrico en movimiento también actua como un dipolo magnético. Si com-
paramos estos dos efectos carecterizados por 1c d × V y µ, podemos deducir
que a las magnitudes de las velocidades tı́picas de los átomos |V| y la de los
electrones |va | al compararlas con c, tenemos la siguiente relación

|V|  |va |  c, (1.21)

por lo tanto podemos ignoral el segundo término de la ec. (1.16) y obtener


finalmente que la fuerza sobre un átomo esta dada por la expresión
 
d 1
F = ∇[d · E(R) + µ · B(R)] + d × B(R) . (1.22)
dt c

En la ausencia de variación temporal, obtenemos una fuerza asociada con


las energı́as potenciales de un dipolo eléctrico en un campo eléctrico, −d · E
y un dipolo magnético en un campo magnético, −µ · B, respectivamente.

5
Capı́tulo 1. Fuerza y torque sobre un átomo

1.2. Torque sobre un átomo


El torque, es decir el momento de la fuerza alrededor del centro de masa R
de la distribución de carga. omitiendo por simplicidad términos con derivadas
temporales, esta dado por
 
X 1
T= (ra − R) × ea E(ra ) + ea va × B(ra ) . (1.23)
a
c
Realizando pasos similares a la deduccón de la fuerza, podemos encontrar
que el torque es

T = d × E(R) + µ × B(R). (1.24)


La interpretación energetica también nos lleva a inferir que el torque sobre
un átomo lo podemos expresar como el negativo del gradiente con respecto a
los ángulos, tal como la fuerza es el negativo del gradiente con respecto a las
posiciones. Veamos por ejemplo un dipolo magnético µ en la presencia de un
campo magnético B. Si θ es el ángulo entre µ y B, la energı́a potencial es

−|µ||B| cos θ, (1.25)


por tanto el torque sobre este dipolo individual, y no el momento de la fuerza
sobre el dipolo, es


(−|µ||B| cos θ) = −|µ||B| sin θ, (1.26)
∂θ
el cual puede ser representado por un vector perpendicular al plano definido
por µ y B, asi podemos escribir el torque como

T = µ × B. (1.27)

Tarea
1. Deducir la ec. (1.24) a partir de la ec. (1.23).

6
Capı́tulo 2
Fuerza y torque sobre un cuerpo
macroscópico

2.1. Fuerza sobre un cuerpo macroscópico


En la leccón anterior [Capı́tulo 1] hemos hecho la deducción de la fuerza
externa ejercida sobre un átomo por campos externos eléctrico y magnético
[ec. (1.22)], donde estos campos varı́an suavemente sobre la dimensión del
sistema. La obtención de una expresión de la fuerza que actua sobre un objeto
macroscópico debido a campos eléctrico y magnético externos, el cual esta
compuesto por muchos átomos, la podemos calcular como la sumatoria de
todas las fuerzas sobre los átomos individuales. Si tenemos en cuenta que las
fuerzas sobre los átomos varı́an suavemente de un átomo a otro, la sumatoria
puede ser reemplazada por una integral de volumen, pesada por la densidad
atómica n(r) (i.e. el número de átomos por unidad de volumen en el punto
macroscópico r)

Z  
3 d 1
F= d r n(r){∇[d · E(R) + µ · B(R)] + d × B(R) }. (2.1)
dt c
Si hacemos uso de las identidades vectoriales ∇(d · E) = d × (∇ × E) +
(d · ∇)E y ∇(µ · B) = µ × (∇ × B) + (µ · ∇)B, obtenemos

Z
F = d3 r n(r){d × [∇ × E(R)] + (d · ∇)E(R) + (2.2)
 
d 1
+µ × [∇ × B(R)] + (µ · ∇)B(R) + d × B(R) }.
dt c
Antes de seguir, debemos tener en mente el significado de las expresiones
que contienen d y µ. En la ec. (1.22), las derivadas actuan solamente sobre

7
Capı́tulo 2. Fuerza y torque sobre un cuerpo macroscópico

E(R) y B(R). Para un sistema de muchos átomos, los momentos dipolares


pueden variar de una posición a otra y de esta forma tener una dependencia es-
pacial macroscópica. Por esta razón, d(r) y µ(r) deben considerarse como los
momentos dipolares promedio en el punto macroscópico r. Con esto en mente,
podemos definir la polarización eléctrica P y la magnetización M como

P(r, t) = n(r)d(r.t), (2.3)

M(r, t) = n(r)µ(r, t). (2.4)

Usando la definición de la polarización y la magnetizaciı́on, encontramos


que la fuerza total sobre un sistema macroscópico en un tiempo t es

Z
F = d3 r{P(r, t) × [∇ × E(r, t)] + [P(r, t) · ∇]E(r, t) + (2.5)
+M(r, t) × [∇ × B(r, t)] + [M(r, t) · ∇]B(r, t) +
 
∂ 1
+ P(r, t) × B(r, t) }.
∂t c

En la última expresión la distinción entre dB ∂B


dt y ∂t se ha abandonado por-
que la diferencia es del orden de una velocidad atómica pequeña v, que en
d ∂
cualquier caso es promediada a cero ( dt = ∂t + v · ∇). Esta ecuación puede
ser simplificada haciendo uso de la ley de inducción de Faraday

1∂ 1 ∂B
∇×E=− B =⇒ P × (∇ × E) + P × =0
c ∂t c ∂t
1 ∂(P × B) 1 ∂P
=⇒ P × (∇ × E) + − ×B=0
c ∂t c ∂t
1 ∂(P × B) 1 ∂P
=⇒ P × (∇ × E) + = × B,
c ∂t c ∂t

de esta forma podemos reemplazar el primer y quinto término de la ec.


(2.5) por un solo término ( 1c ∂P
∂t × B). El tercer y cuarto término de la ec. (2.5)
pueden ser reemplazados por un solo término haciendo uso del teorema de
la divergencia, donde las integrales sobre la superficie se hacen cero; debido
que en la frontera Σ del volumen Ω que encierra todo el cuerpo macroscópico
n(r) = 0. Veamos esto con mas detalle, del teorema de la divergancia tenemos

Z I I
d3 r ∇(M · B) = dS (M · B) = dS (n(r)µ · B) = 0,
Ω Σ Σ

8
2.2. Torque sobre un cuerpo macroscópico

ahora, hacemos uso de la identidad vectorial ∇(M · B) = M × (∇ × B) +


(M · ∇)B + B × (∇ × M) + (B · ∇)M = (M × ∇) × B + M(∇ · B) +
(B × ∇) × M + B(∇ · M) y como ∇ · B = 0, entonces

Z Z Z
d3 r M × (∇ × B) + d3 r (M · ∇)B = d3 r (∇ × M) × B,
Ω Ω Ω

por lo tanto

M × (∇ × B) + (M · ∇)B −→ (∇ × M) × B.
De una foma similar podemos encontar que

(P · ∇)E −→ −(∇ · P)E.


Usando estos dos últimos resultados en la ec. (2.5) obtenemos la fuerza
sobre un sistema macroscópico

Z    
3 1 ∂
F= d r −(∇ · P)E + P × B + (∇ × M) × B . (2.6)
c ∂t
Comparando la ec. (2.6) y la fuerza de Lorentz
Z  
3 1
F = d r ρe E + je × B ,
c
podemos relacionar la descripción microscópica de la fuerza ejercida sobre
las densidades de carga y corriente, definiendo una densidad de carga efectiva,
ρeff , y una densidad de corriente efectiva, jeff de la siguiente forma

ρeff (r, t) = −∇ · P(r, t), (2.7)


jeff (r, t) = P(r, t) + c∇ × M(r, t). (2.8)
∂t

2.2. Torque sobre un cuerpo macroscópico


El torque total sobre un cuerpo macroscópico lo podemos calcular sumando
el torque sobre una carga
 va 
T a = ra × ea E(ra ) + ea × B(ra ) , (2.9)
c
primero, sobre las cargas en un átomo individual y segundo sobre todos los
átomos que forman el cuerpo macroscópico, obteniendo que el torque total se
puede escribir como la suma de los torques interno y externo

9
Capı́tulo 2. Fuerza y torque sobre un cuerpo macroscópico

T = T int + T ext , (2.10)


con
Z
T int = d3 r n(d × E + µ × B), (2.11)

y utilizando la ec.( 2.2)

Z
T ext = d3 r n r × [d × (∇ × E) + (d · ∇)E + (2.12)
1d
+µ × (∇ × B) + (µ · ∇)B + (d × B)].
c dt
Este resultado [ec. (2.10)] puede ser reproducido como el momento integra-
do de una densidad de fuerza efectiva
Z  
1
T = (d3 r) r × ρef f E + jef f × B . (2.13)
c

2.3. Ecuaciones de Maxwell macroscópicas


Ahora estamos en posición de construir una teorı́a electrodinámica fenome-
nológica para sistemas macroscópicos a partir de la descripción microscópica
de Maxwell-Lorentz. El regimen microscópico esta carecterizado por variacio-
nes espacio-temporales muy rápidas, todo lo contrario del sistema macroscópi-
co que esta caracterizado por escalas muy grandes comparadas a las escalas
atómicas (moleculares). Esto nos conduce a definir los campos macroscópi-
cos en términos de promedios sobre intervalos de espacio y tiempo Ω y T ,
que son grandes comparados con los procesos a escala atómica, pero pequeños
comparados a intervalos macroscópicos tı́picos, donde los intervalos tı́picos
depende del sistema a estudiar. Tomando la convención que letras minúsculas,
como f (r, t), representan cantidades microscópicas mientran letras mayúscu-
las, como F (r, t), representan las correspondientes cantidades macroscópicas.
La conección entre las dos cantidades esta dada por

Z Z
1 1
0
F (r, t) = dt d3 r0 f (r + r0 , t + t0 ) = f (r, t). (2.14)
T T Ω

Esta relación es lineal, i.e., f1 + f2 = f1 + f1 y λf = λf , con λ siendo



una constante. Como ∂t y ∇ son operadores lineales, podemos establecer la
relación entre las derivadas de las cantidades microscópicas y macrosópicas,
tal que la derivada promedio de una función es la derivada del promedio

10
2.3. Ecuaciones de Maxwell macroscópicas

∂ ∂
f (r, t) = f (r, t), (2.15)
∂t ∂t

∇f (r, t) = ∇f (r, t). (2.16)

Con estas relaciones en mente, podemos retornar a la electrodinámica. Si


pensamos que la distribución de carga microscópica esta compuesta de dos
partes: la carga que esta “confinada” a los átomos (moléculas), la cual es lla-
mada carga ligada, y la carga sobrante que llamamos libre o itinerante. Estas
dos distribuciones de carga pueden se promediadas apropiadamente para obte-
ner las densidades macroscópicas1, 2

ρ = ρbound + ρfree , (2.17)

j = jbound + jfree . (2.18)

Veamos estos promedios con un poco más de detalle. La distribución de


carga ρfree es simplemente la suma sobre todas las cargas puntuales que no
estan ligadas a un átomo o molécula
X
ρfree = qi δ(r − ri ) = ρfree , (2.19)
i(free)

de igual manera, definimos la densidad de corriente libre


X
jfree = qi vi δ(r − ri ) = Jfree . (2.20)
i(free)

Por otra parte, el rol que desempeñan las distribuciones de carga y corriente
ligadas deben estar relacionadas con cantidades que puedan ser censadas por
campos eléctricos y magnéticos que varı́an lentamente. Por supuesto, estas
cantidades que pueden ser medidas macroscópicamente son la polarización
y la magnetización del sistema, que estan dadas por las ecs. (2.7,2.8). Como
estas ecuaciones dependen de campos que varı́an suavemente, deben por lo
tanto corresponder al proceso matemático de promediar las distribuciones de
carga y corriente ligadas [ecs. (2.17,2.18)], tal que podemos hacer la siguiente
identificación

ρbound = ρeff = −∇ · P, (2.21)


jbound = jeff = P + c∇ × M. (2.22)
∂t

11
Capı́tulo 2. Fuerza y torque sobre un cuerpo macroscópico

Si introducimos la convención de letras minúsculas para las cantidades mi-


croscópicas y letras mayúsculas para las cantidades macroscópicas, escribimos
las ecuaciones de Maxwell microscópicas

∇ · e = 4πρ, ∇ × e = − 1c ∂t

b,
1 ∂ 4π
(2.23)
∇ · b = 0, ∇×b= c ∂t e + c j,

donde ρ = ρfree + ρbound y j = jfree + jbound .


Los campos macroscópicos eléctrico y magnético E y B son los promedios
de los campos microscópicos e y b

E(r, t) = e(r, t), (2.24)

B(r, t) = b(r, t). (2.25)


De esta forma, el promedio de las dos ecuaciones de Maxwell homogeneas
(2.23) nos dan las correspondientes ecuaciones de Maxwell macroscópicas

∇ · b = 0 −→ ∇ · B = 0, (2.26)

1 ∂b 1 ∂B
∇×e+ = 0 −→ ∇ × E + = 0. (2.27)
c ∂t c ∂t
El promedio de las dos ecuaciones inhomogeneas (2.23) es

∇ · e = 4πρfree + ρbound −→ ∇ · E = 4πρfree + ρbound , (2.28)

1 ∂e 4π 1 ∂E 4π
∇×b− = jfree + jbound −→ ∇ × B − = jfree + jbound .
c ∂t c c ∂t c
(2.29)
Haciendo uso de las ecs. (2.19,2.20,2.21,2.22), obtenemos las ecuaciones
de Maxwell macroscópicas

∇ · E = 4π(ρfree − ∇ · P), ∇ × E = − 1c ∂t

B,
1 ∂ 4π ∂
 (2.30)
∇ · B = 0, ∇×B= c ∂t E + c Jfree + ∂t P + c∇ × M .

Las ecuaciones de Maxwell (2.30) pueden ser escritas con la misma es-
tructura que las ecuaciones de Maxwell microscópicas (1.1) si definimos los
siguientes campos auxiliares: el desplazamiento eléctrico D

12
2.3. Ecuaciones de Maxwell macroscópicas

D = E + 4πP, (2.31)
y el vector magnético H (B es usualmente llamado el campo de inducción
magnética)

H = B − 4πM, (2.32)
asi llegamos a la forma usual de las ecuaciones de Maxwell macroscópicas

∇ · D = 4πρ, ∇ × E = − 1c ∂t

B,
1 ∂ 4π
(2.33)
∇ · B = 0, ∇×H= c ∂t D + c J,

donde hemos omitido el subindice “free”de las densidades de carga y co-


rriente libres.
Para tener una descripción completa del sistema macroscópico, requerimos
obtener más relaciones entre los campos D, E, P y J, que nos expresen como
los cuerpos materiales responden al campo eléctrico. Similarmente para H, B
y M. Estas relaciones son llamadas las relaciones constitutivas (D = D[E, B],
H = H[E, B], J = J[E, B]) y dependen de las caracterı́sticas particulares de
cada material. Estas relaciones no son necesariamente simples y pueden depen-
der del método de fabricación del material, historia pasada (histéresis), pueden
ser no lineales, no homogeneas, no isotrópicas, depender de la frecuencia, de
la temperatura, etc.. En los siguientes capı́tulos usaremos modelos clásicos
simples para deducir estas relaciones constitutivas, aún sabiendo que la deduc-
ción de estas relaciones constitutivas requiere el uso de la teorı́a cuántica de la
materia.

Tarea
1. Demostrar siguiendo el mismo razonamiento para la magnetización que el
segundo término de la ec. (2.5) puede ser transformado en −(∇ · P)E
2. Demostrar que las densidades de carga efectiva y corriente efectiva ecs.(2.7,2.8)

satisfacen la ecuación de continuidad (conservación de la carga) ∂t ρeff +∇·
jeff = 0.

13
Capı́tulo 2. Fuerza y torque sobre un cuerpo macroscópico

14
Capı́tulo 3
Relaciones constitutivas 1:
conductividad en metales

Empezaremos por deducir la conocida ley de Ohm para metales y después


consideraremos un metal interactuando con un campo eléctrico dependiente de
la frecuencia para deducir la relación constitutiva de la densidad de corriente,
J = J[E]. Finalmente, estudiaremos el caso en el cual un metal esta intarac-
tuando con un campo externo eléctrico espacialmente uniforme pero depen-
diente del tiempo y un campo magnético uniforme estático (el llamado efecto
Hall), tal que la relación constitutiva J = J[E, H] depende de los campos
externos aplicados E y H.

3.1. Conductividad en metales


El modelo de Drude
Drude construyo la teorı́a de la conductividad eléctrica y térmica aplican-
do la teorı́a cinética de los gases a un metal, considerandolo como un gas de
electrones.3–5 Drude asumió3, 4 que un metal esta compuesto por dos tipos de
partı́culas: los electrones negativamente cargados y que son el gas al cual la
teorı́a cinética de los gases es aplicada; pero como un metal es electricamente
neutro, Drude también asumió una segunda clase de partı́culas de carga posi-
tiva mucho más pesadas que los electrones (núcleos o iones) que son conside-
rados inmóviles (aunque en el tiempo de Drude no se tenı́a tal identidficación
de la constitución de la materia). Este modelo esta representado esquematica-
mente en la Figura 3.1.
Si realizamos un estimativo de la densidad del gas de electrones que con-
tiene un elemento metálico que contiene 0.6022×1024 átomos por mol y ρAm
moles por cm3 , donde ρm es la densidad de masa (en g/cm3 ) y A es la masa

15
Capı́tulo 3. Relaciones constitutivas 1: conductividad en metales

Figura 3.1: Esquema sin escalas del modelo de Drude. (a) Ion libre, (b) Metal com-
puesto por iones.

atómica del elemento. Como cada átomo contribuye Z electrones de valencia,


entonces el número de electrones por centimetro cúbico, n, es

N Zρm
n= = 0,6022 × 1023 , (3.1)
Ω A
esta densidad electrónica es tipicamente del orden de 1022 electrones de
conducción por centimetro cúbico. Estas densidades son tipicamente tres or-
denes de magnitud mayores que la densidad de un gas clásico a condiciones
normales de temperatura y presión. A pesar de este hecho y de la fuerte inter-
acción Coulombiana electrón–electrón y electrón–ion, Drude utilizó la teorı́a
cinética de los gases para los metales con unas pocas modificaciones. Estas
modificaciones a la teorı́a cinética de los gases son resumidas en las siguientes
aproximaciones:
1. Entre colisiones la interaccón de un electrón cualquiera con los otros elec-
trones y con los iones inmóviles es ignorada; estas aproximaciones son lla-
madas la aproximación del electrón independiente y la aproximación del
electrón libre, respectivamente. De esta forma, en la ausencia de campos
electromagéticos externos aplicados, cada electrón se mueve en linea rec-
ta. En la presencia de campos electromagnéticos externos aplicados cada
electrón se mueve siguiendo la leyes de movimiento de Newton en la pre-
sencia de esos campos externos, pero ignorando todos los campos compli-
cados adicionales producidos por otros electrones e iones.
2. Las colisiones en este modelo son tratadas como eventos instantaneos que

16
3.1. Conductividad en metales

cambian abrupatamente la velocidad de un electrón. Estos cambios en la


velocidad de los electrones son atribuidos a que estos rebotan sobre las co-
razas iónicas (que son impenetrables) y no se tienen en cuenta las colisiones
electrón-electrón que es el mecanismo usual en la teorı́a cinética de gases
(Figura 3.2).
3. Un electrón experimenta una colisión con una probabilidad por unidad de
tiempo τ1 , i.e., la probabilidad que un electrón experimente una colisión en
cualquier intervalo de tiempo infinitesimal dt es dt τ . τ es conocido como
el tiempo de relajación o tiempo medio libre. Podemos concluir de esta
aproximación que un electrón escogido aleatoriamente en un tiempo dado
t, en promedio viajará por un tiempo τ antes de su siguiente colisión, y en
promedio habrá viajado por un tiempo τ desde su última colisión. τ es del
orden de 10−14 s a 10−15 s en un metal a condiciones normales.
4. El gas de electrones alcanza el equilibrio térmico con sus alrededores solo
a través de colisiones (equilibrio termodinámico).

Figura 3.2: Trayectoria de los electrones de conducción (bolas azules) siendo disper-
sados por los iones (bolas rojas).

Usando estas aproximaciones obtendremos la relación constitutiva la den-


sidad de corriente, J = J[E, B]:
La ecuación de movimiento para el k-ésimo electrón (con carga e y masa
m), interactuando con un campo eléctrico externo, el cual acelera la carga, y
esta es desacelerada por las colisiones con los iones que son representadas por
una fuerza de fricción que es proporcional y opuesta a la velocidad, es*

*
No hemos en este modelo considerado las perdidas de energı́a debido a la radiación, pero

17
Capı́tulo 3. Relaciones constitutivas 1: conductividad en metales

d 1
m vk (t) = −mγvk (t) + eEk (t), γ= (3.2)
dt τ
d e
vk (t) = −γvk (t) + Ek (t).
dt m
La variación del campo eléctrico con respecto a la posición es ignorada
porque las volocidades de interes son muy pequeñas comparadas con c, además
es una descripción clásica macroscópica donde las variaciones a escala atómica
no nos importan.
La constante de fricción γ tiene la siguiente interpretación fı́sica si conside-
ramos Ek = 0:

d
vk (t) = −γvk (t) =⇒ vk (t) = v0k exp (−γt), (3.3)
dt
cualquier velocidad inicial v0 decrese exponencialmente en el tiempo debi-
do a las colisiones con los iones, con τ = γ1 siendo el tiempo de decaimiento
caracteriztico, es decir el tiempo de relajación.
La solución general de la ec. (3.2) la podemos encontrar facilmente si la
reescribimos como

d e
[exp (−γt)vk (t)] = exp (−γt) Ek (t), (3.4)
dt m
donde la solución es
Z t
e
vk (t) = dt0 exp [−γ(t − t0 )]Ek (t0 ), (3.5)
m −∞

donde los lı́mites de integración inferior y superior definen un tiempo t0


antes de aplicar el campo eléctrico externo y el tiempo de observación, res-
pectivamente. Podemos notar de esta solución que la respuesta del metal a la
acción de un campo eléctrico externo es no local en el tiempo, i.e., la velocidad
en un tiempo dado depende del valor del campo eléctrico en tiempos anterio-
res. La mayor contribución a la integral (3.5) provieneRde la región donde las
t 0 0
diferencias temporales son del orden de γ1 , vk (t) = me
−∞ dt Ek (t ).
Ahora, usando la definición de la densidad de corriente, con nf siendo la
densidad de electrones libres (conducción), tenemos

N N t
1 X e2
Z
1X
J= evk = dt0 exp [−γ(t − t0 )]Ek (t0 ), (3.6)
Ω Ω m −∞
k=1 k=1

si las incluyeramos, por simplicidad, también las expresarı́amos como una fuerza de fricción
proporcional y opuesta a la velocidad.

18
3.1. Conductividad en metales

y teniendo en cuenta la primera aproximación de Drude, podemos aproxi-


mar Ek a la intensidad del campo promedio macroscópico E, obteniendo**
t
nf e 2
Z
N
J= dt0 exp [−γ(t − t0 )]E(t0 ), nf = . (3.7)
m −∞ Ω
Para el caso particular de un campo eléctrico constante, obtenemos

nf e 2 nf e 2 τ
J= E= E = σ0 E, (3.8)
mγ m
f n e2 n e2 τ
que es conocida como la ley de Ohm, donde σ0 = mγ = fm es llamada
la conductividad estática o conductividad de corriente directa.
En general el coeficiente de fricción γ depende de la posición y la velocidad
del electrón que son directamente afectadas por la estructura atómica (mole-
cular) del material, e.g., si es un material cristalino, cristalino con defectos,
amorfo, vı́trico, etc.; y otras variables como la temperatura y densidad del ma-
terial, etc.. Si suponemos que la respuesta del medio es lineal, la componente
α de la densidad de corriente es

XZ Z X
3 0
Jα = d r dt0 exp [γαβ (r − r0 , t − t0 )]Eβ (r0 , t0 ) = σαβ Eβ ,
β β
(3.9)
donde σαβ es llamado el tensor de conductividad. Si los materiales poseen
caracterı́sticas no lineales, entonces

(1) (2)
X X
Jα = σαβ Eβ + σαβκ Eβ Eκ + · · · . (3.10)
β β,κ

Veamos ahora la situación más general cuando el campo eléctrico externo


aplicado exhibe dependencia temporal, particularmente una variación armóni-
ca

E ∼ cos (ωt + ϕ) = <[exp −i(ωt + ϕ)], (3.11)

o en términos de una amplitud compleja E(ω)

E(t) = <[E(ω) exp −i(ωt)]. (3.12)

La relación constitutiva de la densidad de corriente ec. (3.7) es

**
Solo consideramos el campo eléctrico externo e ignoramos todos los campos microscópi-
cos.

19
Capı́tulo 3. Relaciones constitutivas 1: conductividad en metales

Z t
nf e 2
 
0 0 0
J(t) = < E(ω) dt exp [−γ(t − t )] exp −i(ωt ) (3.13)
m −∞
n f e2 1
 
< E(ω) exp −i(ωt) .
m γ − iω

En la ecuación anterior tenemos una amplitud compleja para la densidad de


corriente. En términos de esta, obtenemos una relación constitutiva con con-
ductividad compleja, σ(ω), definida por

J(ω) = σ(ω)E(ω), (3.14)


con

nf e 2 1 σ0
σ(ω) = = . (3.15)
m γ − iω 1 − iωτ
Para ω = 0 obtenemos por supuesto la conductividad estática. Podemos
notar que σ ∗ (ω) = σ(−ω), esto nos dice que la parte real e imaginaria de
σ(ω) son funciones par e impar con respecto a ω, respectivamente (Figura 3.3)

nf e 2
σ(ω) = <[σ(ω)] + i=[σ(ω)] = (γ + iω) (3.16)
m(γ 2 + ω 2 )
Si integramos la conductividad sobre todas las frecuencias obtenemos la
regla de suma

∞ ∞ ∞
nf e 2 nf e2 nf e 2
Z Z Z
γ dx
dω σ(ω) = 2 dω 2 = 2 = π.
−∞ m 0 γ + ω2 m 0 1 + x2 m
(3.17)
Esta regla de suma es significativa por el hecho que este resultado es inde-
pendiente de γ, tal que podemos usarla para determinar nf experimentalmente.

3.2. El efecto Hall


Un caso de particular interes es el cálculo de la relación constitutiva para la
densidad de corriente en un metal, J = J[E, H], cuando un campo magnético
uniforme estático esta presente y cuando el campo eléctrico es espacialmente
uniforme pero dependiente del tiempo. Para calcular J = J[E, H] procede-
mos de la siguiente forma: para cualquier tiempo t la velocidad electrónica
promedio v es p(r)
m , donde p es el momento total por electrón, ası́

nf e
j= p(r). (3.18)
m

20
3.2. El efecto Hall

Figura 3.3: La parte real e imaginaria de la conductividad σ(ω) [ec. (3.16)].

El siguiente paso es calcular p(t + dt). Un electrón aleatoriamente toma-


do en un tiempo t, colisionará antes del tiempo t + dt, con probabilidad dt τ ,
y por lo tanto se moverá hasta el tiempo t + dt sin sufrir ninguna colisión,
con probabilidad 1 − dt τ . Sin embargo, sino experimenta ninguna colisión, el
electrón simplemente evolucionara bajo la influencia de una fuerza f (t) debi-
da a el campo eléctrico espacialmente uniforme y/o el campo magnético. Este
electrón que no colisiona adquiere un momento adicional f (t)dt + O(dt)2 . La
contribución al momentum por electron de los electrones que no colisionan
entre los tiempos t y t + dt esta dada por el momentum promedio por electrón
p(t) + f (t)dt + O(dt)2 , de la fracción de electrones 1 − dt
τ del total de los nf
electrones de conducción del metal. Si ignoramos por ahora la contribución
al momentum por electrón de aquellos que si colisionan entre los tiempos t y
t + dt obtenemos

 
dt 
p(t) + f (t)dt + O(dt)2

p(t + dt) = 1− (3.19)
τ
 
dt
= p(t) − p(t) + f (t)dt + O(dt)2 .
τ
Ahora debemos incluir la contribución al momentum por electrón de la frac-
ción restante dt
τ de electrones que si colisionan del total de nf electrones de

21
Capı́tulo 3. Relaciones constitutivas 1: conductividad en metales

conducción. Esta contribución la podemos introducir como una corrección a la


ec. (3.19). Para hacer esto, podemos considerar que la velocidad electrónica (y
el momentum) de todos los electrones que si colisionan es alaeatorio inmedia-
tamente después de una colisión. Cada uno de estos electrones contibuirá a el
momentum promedio p(t + dt) solo hasta el punto en que el momentum ad-
quirido es el tomado de la fuerza f desde su última colisión. Tal momentum es
adquirido en un tiempo que no es más largo que dt, por lo tanto es del orden de
f (t)dt. Esto implica que la corrección a la ec. (3.19) es del orden de dt
τ f (t)dt,
y no afecta los términos lineales en dt. Ası́ podemos escribir el momentum por
electrón para todos los electrones de conducción como

 
dt
p(t + dt) − p(t) = − 1 − p(t) + f (t)dt + O(dt)2 , (3.20)
τ

si dividimos por dt y tomamos el lı́mite cuando dt → 0, obtenemos final-


mente la ecuación de movimiento como

p(t + dt) − p(t) dp(t) p(t)


lı́m = =− + f (t). (3.21)
dt→0 dt dt τ
Esta ecuación (3.21) establece que el efecto de las colisiones electrónicas
individuales es introducir un término de amortiguamiento friccional a la ecua-
ción de movimineto del electrón.
Ahora apliquemos la ec. (3.21) a la situación que se ilustra en la Figura 3.4

Figura 3.4: Ilustración del efecto Hall. Ver expliacación en en texto.

Un campo eléctrico Ex es aplicado a una lámina matalica que se extiende


en la dirección x y por la cual fluye una densidad de corriente Jx . Además,
aplicamos un campo magnético externo que apunta en la dirección z. Como

22
3.2. El efecto Hall

resultado, la fuerza de Lorentz − ec v × H actua de tal forma que deflecta los


electrones en la dirección negativa de y (una velocidad de desplazamiento que
es opuesta al flujo de la corriente). Sin embargo, los electrones no se pueden
mover muy lejos en la dirección y antes de llegar a la frontera de la lámina.
Estos electrones se acumulan en el borde y un campo eléctrico en la direc-
ción y negativa aparece como consecuencia de este acumulamiento de carga;
este campo eléctrico se opone al movimiento y a más acumulación de electro-
nes. En equilibrio este campo transversal Ey , que es llamado campo de Hall,
balancea la fuerza de Lorentz y la corriente solo fluye en la dirección x.
Las dos cantidades de interes para calcular son: la razón entre el campo
aplicado Ex y la densidad de corriente Jx , que es conocida como la magneto-
resistencia (magnetoresistencia transversal en este caso)

1 Ex
ρ(H) = = , (3.22)
σ(H) Jx
y la razón entre Ey y la fuerza de Lorentz, que es conocida como el coefi-
ciente Hall

Ey
RH = . (3.23)
Jx H
Para calcular RH , primero obtenemos la fuerza actuando sobre cada electrón
f = −e E + vc × H , y usando la ec. (3.21), obtenemos


dp(t)  v  p
= −e E + × H − . (3.24)
dt c τ
Para una situación de estado estacionario (corriente independiente del tiem-
po) tenemos que px y py satisfacen

eH px px
0 = −eEx − py − = −eEx − ωc py − , (3.25)
mc τ τ
eH py py
0 = −eEy + px − = −eEy + ωc px − , (3.26)
mc τ τ
nf eτ
si multiplicamos ambas ecuaciones por − m , obtenemos

σ0 Ex = ωc τ Jy + Jx , (3.27)

σ0 Ey = −ωc τ Jx + Jy , (3.28)
donde σ0 es la conductividad directa (3.8). Resolviendo este sistema de
ecuaciones y dos incognitas (Ey y Jy ), encontramos
   
ωc τ H
Ey = − Jx = − σ0 Jx , (3.29)
σ0 nf ec

23
Capı́tulo 3. Relaciones constitutivas 1: conductividad en metales

y de esta forma obtenemos el coeficiente de Hall


1
RH = − . (3.30)
nf ec
El coeficiente de Hall solo depende de la densidad de electrones libres (con-
ducción). Sin embargo, el coeficiente de Hall depende de H, la temperatura y
la pureza del material (que sea homogéneo, densidad de defectos, etc.), esto
es debido que τ depende de la estructura atómica del material. Finalmente,
obtenemos la relación constitutiva
1
E= J + RH (H × J) = ρ0 J + RH (H × J). (3.31)
σ0
Notemos que el campo de Hall Ey es en la dirección negativa y, asi que RH
es negativo. Por otra parte, si los transportadores de carga son de carga positiva
(huecos), entonces el signo de su velocidad en la dirección x es reversado y la
fuerza de Lorentz no cambia. Como consecuencia el campo de Hall debe ser
opuesto a la dirección que tiene para los electrones. Este hecho es de gran
importancia experimental, ya que por este medio se puede medir el signo de
los transportadores de carga en un material (materiales semiconductores).

24
Capı́tulo 4
Relaciones constitutivas 2:
propiedades dieléctricas en
aislantes

En el capı́tulo anterior hemos encontrado relaciones constitutivas para la


densidad de corriente en un metal, ahora nos disponemos a encontrar las rela-
ciones constitutivas para un material aislante, D = D[E, B].

4.1. La constante dieléctrica en aislantes


4.1.1. Modelo de polarización atómica
Para discutir cargas ligadas vamos a incluir un término adicional en la ecua-
ción de movimiento del electrón (3.2), un término de fuerza de ligadura. El
modelo más simple que podemos pensar es tomar tal fuerza como si se tratara
de un resorte armónico (ley de Hook). Si tomamos como origen el centro de
esta fuerza entonces la ec. (3.2) toma la forma

d 1
m v = −mγv − mω02 r + eE, γ= (4.1)
dt τ
d e
v = −γv − ω02 r + E,
dt m
donde ω0 es la frecuencia natural (angular) del electrón ligado al átomo
(ion) y γ es una constante de amortiguamiento principlamente causada por
las perdidas de energı́a debido a la radiación electromagnética del electrón.
Si consideramos el campo eléctrico dependiente del tiempo (con dependencia
temporal armónica), entonces

25
Capı́tulo 4. Relaciones constitutivas 2: propiedades dieléctricas en aislantes

d2 d e
2
r + γ r + ω02 r = <[E(ω) exp (−iωt)]. (4.2)
dt dt m
La solución de estado estacionario es de la forma
 
e E(ω) exp (−iωt)
r(t) = < . (4.3)
m ω02 − ω 2 − iγω
Para γ  ω0 , la amplitu de la oscilación inducida se hace muy grande para
ω = ω0 (condición de resonancia).
Ahora nuestro objetivo es calcular la polarización en términos de los mo-
mentos dipolares eléctricos inducidos en los átomos y la densidad de electrones
ligados, nb . Ası́

nb e 2
 
E(ω) exp (−iωt)
P = nb er = < = <[χ0e (ω)E(ω) exp (−iωt)],
m ω02 − ω 2 − iγω
(4.4)
0
donde χe (ω) es

nb e 2 1
χ0e (ω) = 2 . (4.5)
m ω0 − ω 2 − iγω

Esta función satisface χ0e (ω) = χ0e (−ω)∗ . Para el caso estático (ω = 0)

nb e2
χ0e = > 0. (4.6)
mω0
Podemos tratar de responder, cuál es el orden de magnitud de χ0e ? Como ω0
esta asociado con una frecuencia atómica caracteristica, entonces ω0 ∼ v/l,
donde v y l son la rapidez y la distancia de la oscilación electrónica atómica
representativas, tal que

nb e2 e2 /l
 
χ0e = ∼ nb l3 , (4.7)
mω0 mv 2

del teorema del virial tenemos que mv 2 ∼ e2 /l (energı́a cinética es del


mismo orden de la magnitud de la energı́a potencial Coulombiana tı́pica), en-
tonces

nb e2
χ0e = ∼ nb l 3 , (4.8)
mω0
que es el número de electrones ligados en los volumenes atómicos. Por
ejemplo, para la materia densa χ0e ∼ 1.

26
4.1. La constante dieléctrica en aislantes

El modelo del campo local y la relación de Clausius-Mossotti


En la relación constitutiva que encontramos arriba entre P y E [ec. (4.4)],
hemos supuesto que la fuerza que gobierna la fenomenologı́a esta dada por
eE, donde E es el campo macroscópico E(r, t) = e(r, t). Ahora, como cada
átomo (ion)tiene dimensiones microscópicas, sus desplazamientos y distorcio-
nes seran determinados por la fuerza debida al campo eléctrico microscópico
en la posición del átomo (ion), disminuido por la contribución al campo mis-
coscópico del átomo (ion) mismo. Por lo tanto, el razonamiento anterior para
obtener la ec. (4.4) es incorrecto debido a que el campo micoscópico, e, inclu-
ye el campo sobre el átomo (ion) de si mismo (auto-interacción); efecto que
ya se ha considerado en la ecuación de movimiento (4.1), representado por la
fuerza armónica restauradora. De esta forma P no esta relacionado con E, sino
con un campo local Elocal , tal que la relación constitutiva (4.4) es realmente

P = χ0e (ω)Elocal . (4.9)


Asi que podemos pensar en el campo local que gobierna el movimiento de
los electrones en un aislante como el campo constituido por el campo de todos
los otros átomos cercanos y lejanos a la posición del átomo (ion), más el campo
externo aplicado. Este campo local lo podemos definir entonces como

Elocal = elocal = e + enear − eatom = E + Enear − eatom , (4.10)

donde Enear es la contribución de los átomos (iones) cercanos (su interac-


ción electrostática es muy fuerte comparada con la de los otros átomos (iones)
del material a cualquier átomo (ion) dado* ). eatom representa el promedio es-
pacial sobre un volumen Ωatom que contiene exactamente un átomo (ion), don-
de el volumen promedio por átomo es el inverso de la densidad n = 1/Ωatom .
Resumiendo, los que hemos hecho es tener el cuidado de reconocer las con-
figuraciones atómicas especı́ficas y la localización de los átomos cercanos. Pa-
ra realizar esto, consideramos un volumen macroscópicamente pequeño pero
microscópicamente grande donde sustraemos del campo mocroscópico E las
contribuciones discutidas arriba. Estas consideraciones son aplicables al caso
cuando podemos resolver la densidad de carga microscópica como la suma de
las densidades de carga de cada átomo (ion) localizado en una posición es-
pecı́fica. Ası, podemos aplicar este modelo a solidos iónicos o moleculares,
pero es bastante difı́cil extender este modelo a solidos covalentes o liquidos
polares.
Lo que resta es poder calcular Enear y eatom . Empezemos por el último.
Podemos escribir eatom como
*
El campo debido a los átomos (iones) lejanos se puede considerar como una contribución
a el campo externo aplicado.

27
Capı́tulo 4. Relaciones constitutivas 2: propiedades dieléctricas en aislantes

X ea X 1
eatom = −∇ = ea ∇ , (4.11)
a
|r − ra | a
|r − ra |
donde esta suma es para todas las cargas en el átomo. Podemos calcular
eatom tomando el promedio sobre una esfera de radio a y volumen Ωatom =
4π 3
3 a , que es lo suficientemente grande para encerrar todo el átomo, tal que el
negativo del campo promedio puede ser escrito como

dr3
Z
X 1
−eatom = (−∇a )ea , (4.12)
a
Ωatom Ωatom |r − ra |
un término individual en la ecuación anterior es
Z
ea /Ωatom
ea (ra ) = −∇a dr3 . (4.13)
Ωatom |ra − r|
que es el campo eléctrico en el punto ra dentro de la esfera producido por
una distribución de carga uniforme dentro de la esfera de densidad ea /Ωatom .
Este campo (4.13) por supuesto obedece la ec. de Maxwell

4π ea ea
∇a · ra = ∇a · (ra − R) = 4π , (4.14)
3 Ωatom Ωatom
donde hemos usado el hecho que ∇a · (ra − R) = ∇a · ra = 3 y R es
el vector de posición del centro de la esfera. Ahora, debemos solucionar la
ecuación anterior y utilizar la simetrı́a esférica para obtener

4π ea 4π
∇a · ra = ∇a · (ra − R) = ∇a · ea n(ra − R), (4.15)
3 Ωatom 3
y por la ley de Gauss encontramos


ea n(ra − R),
ea (ra ) = (4.16)
3
y tomando el promedio obtenemos

4π X 4π 4π
−eatom = n ea (ra − R) = nd = P. (4.17)
3 a
3 3
De esta forma llegamos a obtener el campo local como


Elocal = E + Enear + P. (4.18)
3
El término Enear depende evidentemente de la geometrı́a y simetrı́a del
sistema de átomos cercano, el cual lo hace difı́cil de determinar. Para algunos
casos especiales, como los materiales cristalinos con simetrı́a cúbica simple

28
4.1. La constante dieléctrica en aislantes

(los átomos estan localizados en una red cúbica) y materiales amorfos se puede
demostrar que Enear = 0. Luego, para estos materiales tenemos


Elocal = E + P. (4.19)
3
Para otros materiales cristalinos, con redes no cúbicas, las componentes de
Enear estan relacionadas a las componentes de la polariazción P por un tensor
de traza cero Sαβ que tiene la simetrı́a de la red.
Retornando a la relación constitutiva ec. (4.9), obtenemos
 
0 0 4π
P = χe (ω)Elocal = χe (ω) E + P = χe E, (4.20)
3
donde la función χe es llamada la susceptibilidad eléctrica,
 
0 4π
χe (ω) = χe (ω) 1 + χe (ω) , (4.21)
3
tal que podemos expresar la susceptibilidad eléctrica como

χ0e (ω) χe (ω)


χe (ω) = , χ0e (ω) = . (4.22)
1 − 4π 0
3 χe (ω) 1 + 4π
3 χe (ω)

Recordando la definición del campo de desplazamiento eléctrico (2.31) te-


nemos que

D(t) = E(t) + 4πP(t) (4.23)


= <[(1 + 4πχe (ω))E(ω) exp (−iωt)]
= <[(ω)E(ω) exp (−iωt)],

tal que

D(ω) = (ω)E(ω), (4.24)


donde

(ω) = (−ω)∗ = 1 + 4πχe (ω), (4.25)


es llamada la permitividad eléctrica o constante dieléctrica. Usando las ecs.
(4.20) y (4.25) llegamos a la relación de Clausius-Mossotti

−1 4π 0
= χ , (4.26)
+2 3 e
cuando usamos la dependencia de la frecuencia ω

29
Capı́tulo 4. Relaciones constitutivas 2: propiedades dieléctricas en aislantes

(ω) − 1 4π 0
= χ (ω), (4.27)
(ω) + 2 3 e
es llamada la relación de Lorenz-Lorentz. Recordando la expresión para
χ0e (ω) [ec. (4.5)], podemos finalmente encontrar para la susceptibilidad eléctri-
ca la expresión

nb e 2 1
χe (ω) = 2 , (4.28)
m ω1 − ω 2 − iγω
donde definimos la resonancia desplazada ω1 como

4π nb e2 3
ω12 = ω02 − = ω0 , (4.29)
3 m +2
con  siendo la permitividad eléctrica estática. Existe una importante regla
de suma para la susceptibilidad

nb e2
Z
dω(−iω)χe (ω) = π . (4.30)
−∞ m
Si unimos los dos fenómenos hasta ahora estudiados, la corriente por elec-
trones libres y la contribución de las cargas ligadas a la corriente total tenemos


J+ −→ <{[σ(ω) − iωχe (ω)]E(ω) exp (−iωt)}, (4.31)
∂t
asi que la regla de suma correspondiente a la corriente total es proporcional
a nb + nf

e2
Z
dω[σ(ω)(−iω)χe (ω)] = π (nb + nf ). (4.32)
−∞ m

4.1.2. Algunos modelos adicionales de la polarizibilidad


Hasta ahora hemos considerado un modelo de polarización atómica donde
consideramos un electrón unido a la coraza atómica por una fuerza restaura-
dora armómica (−mω02 r) y con un término disipativo debido a la radiacion
(−mγv). Podemos generalizar trivialmente este modelo asumiendo que pode-
mos tratar el ion como una capa electrónica de carga Zi e y masa Zi m ligada a
un núcleo atómico inmóvil por un resorte de constante K = Zi mω02 , como se
ilustra en la Fı́gura 4.1.
La ecuación de movimiento de este cascaron es

d
Zi m v = −Zi mγv − Zi mω02 r + Zi mE, (4.33)
dt
y efectuando el mismo procedimiento anterior encontramos

30
4.1. La constante dieléctrica en aislantes

Figura 4.1: Modelo clásico de la polarizabilidad atómica. El átomo (ion) es represen-


tado como un cascarón de carga Zi e y masa Zi m atado a un núcleo inmóvil por un
resorte de constante de fuerza K = Zi mω02

nb Zi e2 1
χat (ω) = , (4.34)
m ω12 − ω 2 − iγω

Generalmente el término de disipación es muy pequeño, tal que γ  ω0 ,


entonces

nb Zi e 2 1
χat (ω) = 2 , (4.35)
m ω1 − ω 2
2
con un valor estático de χat(ω) = nmωb Zi e
2 . La frecuencia de vibración de la
1
coraza electrónica es del orden de una energı́a de excitación atómica dividida
por ~. Esto nos sugiere que a menos que ~ω es del orden de muchos elec-
tronvoltios, podemos pensar que la polarizabilidad atómica es independiente
de la frecuencia. Si estimamos la frecuencia debajo de la cual χat es indepen-
diente de la frecuencia en términos de la polarizabilidades estática observadas
tenemos

Halogenos Gases Nobles Metales alcalinos


He 0.2 Li+ 0.03
F− 1.2 Ne 0.4 Na+ 0.2
Cl− 3.0 Ar 1.6 K+ 0.9
Br− 4.5 Kr 2.5 Rb+ 1.7
I− 7.0 Xe 4.0 Cs+ 2.5

Cuadro 4.1: Algunas polarizibilidades atómicas e iónicas6 en unidades de 10−24


cm3 .

31
Capı́tulo 4. Relaciones constitutivas 2: propiedades dieléctricas en aislantes

s s s
~2 Z e2 4a30 Zi e2 10−24 cm3
 
i
~ω1 = = = Zi × 10,5eV, (4.36)
mχat χat 2a0 χat

con a0 = ~2 /me2 . Tabulando algunas polarizibilidades atómicas experi-


mentales (Tabla 4.1), podemos concluir que esta cantidad no depende de la
frecuencia hasta frecuencias correspondientes a radiación ultravioleta.

Polarizibilidad de desplazamiento
En cristales iónicos podemos considerar el momento dipolar debido a el
desplazamiento de los iones cargados por el campo eléctrico aplicado, adicio-
nalmente a la polarización atómica resultante de la deformación de las corazas
electrónicas por el campo aplicado. En un comienzo, nosotros podemos ig-
norar la polarización atómica (aproximación del ion rı́gido). Si consideramos
este modelo para cristales iónicos que contienen dos iones por celda unitaria
de carga −e y e (e.g. Na+ Cl− , Ca+ O− , Cs+ Cl− , etc.). Si los iones son inde-
formables, entonces el momento dipolar por celda unitaria es

p = ew(r), w(r) = u+ (r) − u− (r), (4.37)


donde u± es el desplazamiento de los iones positivo y negativo con respec-
to a sus posiciones de equilibrio (Figura 4.2). Para determinar w(r) notamos
que las fuerzas electrostáticas de largo alcance entre iones estan incluidas en
Elocal . La fuerzas interiónicas restantes de corto alcance (e.g. repulsión coraza-
coraza) decaen rapidamente con la distancia, y podemos asumir que estas pro-
ducen una fuerza restauradora sobre un ion localizado en la posición r, que
depende solo del desplazamiento de los iones en su vecindad. Como estamos
considerando perturbaciones que varian muy lentamente en las escala atómica,
en la vecindad de r, todos los iones de la misma carga se mueven como un todo
con el mismo vector de desplazamiento u+ o u− . Ası́, la contribución de cor-
to alcance de la fuerza restauradora que actua sobre un ion en la posición r es
simplemente proporcional a el desplazamiento relativo w(r) = u+ (r)−u− (r)
de la dos subredes opuestamente cargadas en la vecindad de r. De esta forma,
los desplazamientos de los iones positivo y negativo satisfacen las ecuaciones

d2 u+
M+ = −K(u+ − u− ) + eElocal (4.38)
dt2
d2 u−
M− = −K(u− − u+ ) − eElocal ,
dt2
introduciendo la masa reducida del sistema M −1 = (M+ )−1 + (M− )−1 ,
podemos reducir a la ecuación

32
4.1. La constante dieléctrica en aislantes

Figura 4.2: Estructura cristalina de Na+ Cl− . Los iones Na+ y Cl− se desplazan res-
pecto a sus posiciones de equilibrio por u+ y u− , respectivamente.

d2 w+ K e
2
=− w+ Elocal . (4.39)
dt M M
Si el campo local tiene la forma Elocal = <[E0 exp (−iωt)], entonces ob-
tenemos la solución para le ecuación anterior

eE0 K
w = <[w0 exp (−iωt)], w0 = , ω= . (4.40)
M (ω 2 − ω 2 ) M

De esta forma llegamos a la expresión para la polarizibilidad de desplaza-


miento

ew0 e2
χdis (ω) = = 2 . (4.41)
E0 M (ω − ω 2 )
La frecuencia caracterı́stica de las vibraciones de la red ω son del orden de
la frecuencia de Debye ωD , por lo tanto ~ω = ~ωD ≈ 10−1 a 10−2 eV. Estas
pueden llegar a ser 102 a 103 veces mas pequeña que ω0 , ası́ que la polarizi-
bilidad de desplazamiento tiene una dependencia significativa de la frecuencia
en el infra rojo. Podemos notar también que M es del orden de 104 veces la
masa electrónica y χdis0 y χat0 pueden ser del mismo orden. Esto significa que
la aproximación del ion rı́gido no es justificable y debe ser corregido para te-
ner en cuenta la polarizibilidad atómica. Una forma ingenua de hacer esto para
este cristal iónico de dos iones por celda unitaria es tomar la polarizibilidad
como

− e2
χ(ω) = χ+
at + χat + , (4.42)
M (ω 2 − ω 2 )

donde χ+ at y χat son las polarizibilidades atómicas de los iones positivo y
negativo, respectivamente.

33
Capı́tulo 4. Relaciones constitutivas 2: propiedades dieléctricas en aislantes

Polarización orientacional
Si las componentes elementales de un material tienen un momento dipo-
lar permanente, los dipolos estarán orientados aleatoriamente en condiciones
normales debido al movimiento térmico, tal que los campos dipolares se can-
celan en promedio. Aplicando un campo eléctrico externo, este selecciona la
dirección a lo largo de la cual los dipolos se pueden alinear (Figura 4.3)

Figura 4.3: Polarización orientacional de los dipolos individuales aplicando un campo


eléctrico externo en la dirección z.

Si tenemos N moléculas por unidad de volumen, cada una con momento


p formando un ángulo ϑ con respecto a el campo aplicado E, entonces la
polarización resultante esta dada por

P = N p cos ϑêz . (4.43)

Para calcular el ángulo resultante promedio, debemos determinar la razón


entre la energı́a potencial debido al campo y la energı́a térmica

V (ϑ) = −p · E = −pE cos ϑ. (4.44)

La ley de distribución de Boltzmann establece que la probabilidad con la


que una orientación ha sido tomada correspondiente a la energı́a potencial,
esta dada por el factor exp [− kBV T ]. El promedio de cos ϑ es obtenido si este es
pesado por esta probabilidad e integrando sobre todos los ángulos

dΩ cos ϑ exp [− kBV T ]


R  
pE
cos ϑ = = N pL , (4.45)
dΩ exp [− kBV T ]
R
kB T

donde L(x) = coth x − (1/x) (La función de Langevin).


Miremos esta situación para valores tı́picos de E y a temperatura ambiente
(T = 298 K): p = ea0 , kB T = 1/40eV, E = 4000V/cm, tal que V /kB T =
−pE cos ϑ/kB T = −a cos ϑ, con a ≈ 2 × 10−3 ; este valor es lo suficiente-
mente pequeño para expandir la ec. (4.45)

34
4.2. La frecuencia del plasma

R 2π Rπ
0 dϕ 0 dϑ(1 + a cos ϑ) cos ϑ sin ϑ a p2 E
cos ϑ = R 2π Rπ = = . (4.46)
dϕ 0 dϑ(1 + a cos ϑ) sin ϑ 3 3kB T
0

Esto implica que en estas condiciones la polarizibilidad orientacional es

p2
χor = . (4.47)
3kB T

4.2. La frecuencia del plasma


Consideremos el movimiento de la carga libre en un material dieléctrico
conductor, tal que
σ
D.
J = σE = (4.48)

Para frecuencias bajas podemos tomar σ y  independientes de la frecuencia
ω, asi que la ecuación de continuidad nos dice

∂ ∂ σ
ρ + ∇ · J = 0 =⇒ ρ + ∇ · D = 0. (4.49)
∂t ∂t 
Si el material es homogeneo, donde ∇ · D = 4πρ, entonces

∂ σ
ρ + ∇ · 4πρ = 0, (4.50)
∂t 
la solución de la ecuación anterior para una densidad de carga inicial ρ(r, 0)
es

−4πσt
ρ(r, t) = ρ(r, 0) exp (
), (4.51)

impicando que la carga que desaparece del interior de un material conductor
lo hace a una taza dada por [ver ec. (3.3)]

4πσ 4πσ0
γ0 = = . (4.52)
 
El uso de la conductividad estática σ0 , asume que γ 0  γ, tal que [ver ec.
(3.8)]

4π nf e2
 γ2. (4.53)
 m
Fisicamente esta condición se puede satisfacer por una combinación de car-
ga libre pequeña y un coeficiente de friccón alto.

35
Capı́tulo 4. Relaciones constitutivas 2: propiedades dieléctricas en aislantes

Que puede suceder en la situación contraria, cuando se tiene una densidad


de carga libre grande y un coeficiente de fricción pequeño, tal como pasa en
los plamas? Retomando la ec. (3.2), obtenemos

d e
v(t) + γv(t) = D, (4.54)
dt m
y recordando la definición de la densidad de corriente J = nf ev, podemos
escribir la ecuación anterior como

nf e2 nf e2
 
d ∂
J + γJ = D =⇒ +γ J= D. (4.55)
dt m ∂t m
Si multiplicamos la ecuación de la ley de la conservación de la carga por


∂t + γ , obtenemos
   
∂ ∂ ∂
+γ ρ+∇· + γ J = 0, (4.56)
∂t ∂t ∂t
y usando de nuevo la ecuación de Maxwell ∇ · D = 4πρ, obtenemos

∂2
 
∂ 2
+ γ + ωp ρ = 0, (4.57)
∂t2 ∂t
donde definimos una nueva cantidad llamada la frecuencia del plasma como

4πnf e2
ωp2 = . (4.58)
m
La solución general de la ec, (4.57) son oscilaciones amortiguadas de la
densidad de carga libre.
Si la taza de cambio es pequeña comparada a la escala fijada por γ, entonces
la ec. (4.57) se reduce a

ωp2
 
∂ 0
+ γ ρ = 0, γ0 =  γ, (4.59)
∂t γ
esta situación corresponde al lı́mite de decaimiento exponencial. De otro
lado, el lı́mite cuando ocurren cambios rápidos relativos a la constante de fric-
ción γ, entonces la ec. (4.57) es reducida a

∂2
 
2
+ ωp ρ = 0, (4.60)
∂t2
esta solución implica que la densidad de carga libre en un plasma oscila con
una frecuencia angular ωp (frecuencia del plasma).

36
4.2. La frecuencia del plasma

Tarea
1. Demostar las regla de suma ecs. (4.30) y (4.32).
2. Demostrar que el término Enear en la ec. (4.18) es cero para una red de
simetrı́a cúbica simple, i.e., una red cuyas posiciones estan dadas por R =
laêx + maêy + naêz , con a siendo la separación entre los iones y l, m, n ∈
Z. Suponer que en cada punto R existe un ion con momento dipolar

3(p · R)R − pR2


E= ,
R5
y todos estos dipolos estan orientados en la misma dirección y tienen la
misma magnitud (Figura 4.4).

Figura 4.4: Red cúbica simple de dipolos orientados en la misma dirección y de la


misma magnitud.

3. Calcular el potencial eléctrico φ de una carga puntual q en cuarzo, que es


un medio anisotrópico uniforme con tensor dieléctrico dado por
 √ 
29 −3 2 3
1 √ 
αβ =  3 29 3 2 .
4 √ √
−3 2 3 2 26

4. Dos placas conductoras paralelas de gran extensión (tal que los efectos de
borde son despreciables), cada una de area A, estan separadas por una dis-
tancia d. Una placa tiene carga uniformemente distribuida Qf y la otra
−Qf , respectivamente. Un matarial homogeneo anistrópico llena el espacio
entre las placas. Los ejes principales del tensor de permitividad son descri-
tos de la siguiente forma: el eje 1 (con autovalor 1 ) esta en el plano del
papel a un ángulo θ con respecto a la horizontal (Figura 4.5). El eje 2 (con
autovalor 2 ) es en el plano del papel a un ángulo π/2 − θ con respecto a la
horizontal. El eje 3 (con autovalor 3 ) es perpendicular al plano del papel.

37
Capı́tulo 4. Relaciones constitutivas 2: propiedades dieléctricas en aislantes

Calcular el campo eléctrico E y el desplazamiento eléctrico D dentro del


material aislante. Calcular también la capacitancia del sistema.

Figura 4.5: Capacitor lleno con material aislante homogeneo anistrópico.

38
Capı́tulo 5
Relaciones constitutivas 3:
propiedades magnéticas de la
materia

En los dos capı́tulos anteriores hemos encontrado relaciones constitutivas


para la densidad de corriente en un metal y el vector de desplazamiento eléctri-
co en un aislante. En este capı́tulo encontraremos las relaciones constitutivas
H = H[E, B], es decir, las propiedades magnéticas de la materia, .

5.1. Ecuaciones canónicas del movimiento


Empezamos recordando que la ecuación que gobierna el movimiento de una
carga es la fuerza de Lorentz

d  v 
m v =e E+ ×B . (5.1)
dt c
Aunque el campo magnético no realiza trabajo sobre la carga, hay un término
magnético en la energı́a del sistema, debido al acto de “prender.el campo magnéti-
co este produce un campo eléctrico (ley de Faraday). Para darnos cuenta de
mejor forma de esto podemos escribir la ecuación anterior en término de po-
tenciales.
Como ∇ · B = 0, podemos introducir un potencial vectorial A, tal que
B = ∇ × A. Si substituimos B por el potencial vectorial en la ley de Faraday
obtenemos
 
1∂ 1∂
∇×E=− B =⇒ ∇ × E + A = 0, (5.2)
c ∂t c ∂t

39
Capı́tulo 5. Relaciones constitutivas 3: propiedades magnéticas de la materia

esto significa que también podemos introducir un potencial escalar φ, tal


que

1∂
E = −∇φ − A. (5.3)
c ∂t
Asi que la fuerza de Lorentz la podemos escribir en términos de los poten-
ciales como

d e∂ e
m v = −e∇φ − A + v × (∇ × A), (5.4)
dt c ∂t c
usando la identidad vectorial v × (∇ × A) = ∇(v · A) − (v · ∇)A (recor-
d ∂
demos que ∇ solo actua sobre A), y como además dt A = ∂t A + (v · ∇)A,
entonces podemos escribir ec. (5.4) como

 
d ed 1
m v=− A − e∇ φ − v · A =⇒ (5.5)
dt c dt c
 
d  e  1
mv + A = −e∇ φ − v · A .
dt c c

Si ahora definimos el momentum canónico como

e
p = mv + A, (5.6)
c
que contiene el momentum cinético mv y es suplementado por un momen-
tum potencial ec A, entonces la ec. (5.5) es ahora

d  e 
p = −∇ eφ − v · A . (5.7)
dt c
Si los potenciales son espacialmente constantes, entonces el momentum
canónico p es una cantidad conservada.
Para derivar la ecuación de la energı́a del sistema, realizamos el producto
escalar de v con la ec. (5.1), obteniendo

 
d 1 2 e
mv = eE · v + (v × B) · v = eE · v = (5.8)
dt 2 c
 
1∂
e −∇φ − A · v,
c ∂t

si asumimos que v es una función implicita de t, tal que ∂/∂t no actua sobre
la velocidad, entonces obtenemos

40
5.2. Diamagnetismo (χm < 0, µ < 1)

 
d 1 2 d ∂  v 
mv = −e φ + e φ − · A =⇒ (5.9)
dt 2 dt ∂t c
 
d 1 d ∂  e 
mv 2 + eφ = E = eφ − v · A ,
dt 2 dt ∂t c

donde E = 21 mv 2 + eφ, es la energı́a total del sistema. Esta cantidad es


conservada sino existe una dependencia explicita del tiempo en los potenciales.
En términos del momentum la energı́a del sistema es
1  e 2
E= p − A + eφ. (5.10)
2m c
Podemos resumir el sistema de ecuaciones derivadas como

d 1  e 
r=v= p− A , (5.11)
dt m c
d  e 
p = −∇ eφ − v · A ,
dt c
d ∂  e 
E= eφ − v · A .
dt ∂t c
Recordando la formulación de Hamilton de la mecánica, con H(q, p.t) =
1 1
2
2m = 2m p − ec A + eφ, tenemos que las ecuaciones canónicas del movi-
miento son

d ∂
q= H, (5.12)
dt ∂p
d ∂
p = − H,
dt ∂q
d ∂
H = H,
dt ∂t
si identificamos q → r y p → p, entonces las ecs. (5.11) son las ecuaciones
canónicas de movimiento de una partı́cula cargada interactuando con un campo
electromagnético.

5.2. Diamagnetismo (χm < 0, µ < 1)


El formalismo que acabamos de deducir lo vamos a aplicar a un átomo
inmerso en un campo magnético homogeneo B. Como para esta situación te-
nemos que ∇ × A = B y ∇ · A = 0, entonces podemos escribir el potencial
vectorial como

41
Capı́tulo 5. Relaciones constitutivas 3: propiedades magnéticas de la materia

1
A = B × r. (5.13)
2
La energı́a del átomo inmerso en B es
X 1  ea 2 
E= pa − B × ra + U, (5.14)
a
2ma 2c
donde U representa la energı́a potencial de las fuerzas atómicas que man-
tienen el átomo unido. Si expandimos el binomo al cuadrado obtenemos

!
X p2 X ea
a
E = +U − pa · (B × ra ) + (5.15)
a
2ma a
2ma c
X e2
a
+ 2
(B × ra )2
a
8m a c
!
X p2 X ea X e2
a a
= +U −B· (ra × pa ) + 2
(B × ra )2 ,
a
2m a a
2m a c a
8m a c

el primer término es la expresión de la energı́a de un átomo, el segundo


término involucra el momento magnético intrı́nsico del átomo µ0 , que es defi-
nido como
X ea X ea
µ0 = (ra × pa ) = la , (5.16)
a
2ma c a
2ma c
donde ra es la posición de la a-ésima partı́cula relativa al centro de masa del
átomo. Esta expresión es muy similar a la definición del momento magnético
ec. (1.19)

1 X 1 X
µ= ea (ra − R) × (va − V) = ea (ra × va ),
2c a 2c a
pero obviamente no es la misma ya que p = mv + ec A 6= mv.
Recordando la ec. (1.22) para la fuerza sobre un átomo, el segundo término
esta dado por µ · B(R), ası́ que µ es el momento magnético real del átomo,
veamos porque. La variación de la energı́a (δE) causada por la variación del
campo magnético (δB) esta dada por

X pa − ea
2c B × ra
δE = · ra × δB (5.17)
a
ma
!
X ea
= − ra × va · δB = −µ · δB,
a
2c

42
5.2. Diamagnetismo (χm < 0, µ < 1)

Figura 5.1: Inverso de la susceptibilidad magnética (1/χ) vs. la temperatura (T ) para


las substancias diamagnéticas Cu, NaCl y SiO2.

de donde podemos concluir de la ec. (1.22) que la energı́a asociada al campo


magnético esta dada por µ · B(R), tal que

∂E
− = µ. (5.18)
∂B
Ahora, si usamos la definición de p = mv + ec A y la definición de µ0 [ec.
(5.16)], podemos re-escribir la ec. (1.19) como

 
1 X 1 X pa ea
µ = ea ra × va = ea ra × − A (5.19)
2c a 2c a ma ma c
 
1 X pa ea
= ea ra × − (B × ra )
2c a ma 2ma c
X ea X e2
a
= (ra × pa ) − [r × (B × ra )]
2 a
a
2m a c a
4m ac
X e2
a
= µ0 − [r × (B × ra )],
2 a
a
4m a c

donde el primer término es el momento magnético intrı́nsico y el segundo


término es un término inducido por el campo magnético B. Debido a que µ0
es independeinte del campo B, entonces el nombre de momento magnético
intrı́nsico.

43
Capı́tulo 5. Relaciones constitutivas 3: propiedades magnéticas de la materia

Veamos primero el caso donde µ0 = 0, esto es valido para sistemas es-


fericamente P simétricos, i.e., para sistemas con momento angular total igual a
ea
cero (µ0 = a 2m ac
la ). Para tal sistema, el cual no tiene una dirección pre-
feremcial, podemos calcular el promedio temporal de µ. Ası́ que necesitamos
calcular el siguiente promedio

2
ra × (B × ra ) = ra2 B − (ra · B)ra = ra2 B, (5.20)
3
tal que
X e2a 2 2 X e2
a
µ=− ra B = − r2 B.
2 a
(5.21)
a
4ma c2 3 a
6ma c
Notemos que el momento magnético inducido es directamente opuesto al
campo magnético. Si n es la densidad de tales átomos en el material, entonces
la magnetización es
X e2a B−H
M = nµ = −n r2 B = = χe H, (5.22)
a
6ma c2 a 4π
donde introducimos la susceptibilidad magnética χm ,
−1
e2a e2a
X 
2 2
χe = −n r 1 + 4πn r . (5.23)
a
6ma c2 a 6ma c2 a
Notemos que la susceptibilidad magnética es una cantidad negativa (χm <
0). Si definimos la permeabilidad µ, tal que B = µH, obtenemos

1
µ = 1 + 4πχm = e2a
, (5.24)
2
P
1 + 4πn a 6ma c2 ra

si suponemos que /χm  1, entonces obtenemos


X e2a
µ = 1 − 4πn r2 < 1. (5.25)
a
6ma c2 a
Si comparamos χm y χe para un átomo, usando las dimensiones tı́picas de
este sistema para r y v, obtenemos que

χm 1  ω0 r 2 1  v 2
− ≈ = ≈ 10−5 − 10−7 .
χe 6 c 6 c
Este efecto es llamado diamagnetismo y es exhibido universalmente para
toda la materia.
La magnetización inducida en átomos es opuesta en signo a el campo in-
ducido, es un ejemplo microscópico de la ley de Lenz. Materia para la cual

44
5.3. Diamagnetismo incluyendo el espı́n

este efecto es el dominante son llamados diamagnéticos (µ < 1). La ec. (5.24)
nos muestra que χm es independiente de la temperatura, esto es comprobado
experimentalmente para algunos materiales, pero no para los metales, donde
χm depende de la temperatura. Una descripción correcta de la susceptibilidad
magnética requiere un cálculo mecánico cuántico.

5.3. Diamagnetismo incluyendo el espı́n


Si consideramos T = 0 K, la densidad de magnetización M(B) de un
sistema mecánico cuántico de volumen Ω inmerso en un campo magnético
uniforme B esta definida por

1 ∂E0 (B)
M(B) = − , (5.26)
Ω ∂B
donde E0 (B) es la energı́a del estado base. Si este sistema esta en equili-
brio termodinámico a temperatura T , se define la densidad de magnetización
como el promedio a equilibrio térmico de la densidad de magnetización de
cada estado excitado de energı́a En (B)
 
P En
n M n (B) exp − kB T
M(B) =   , (5.27)
P En
n exp − kB T

donde

1 ∂En (B)
Mn (B) = − . (5.28)
Ω ∂B
Si usamos la definición de la energı́a libre magnética de Helmholtz
  X  
F En
exp − = exp − , (5.29)
kB T n
kB T
entonces

1 ∂F
M=− . (5.30)
Ω ∂B
La susceptibilidad magnética es definida por

∂M 1 ∂2F
χm = =− . (5.31)
∂B Ω ∂B 2
Para calcular la susceptibilidad para un átomo inmerso en el campo unifor-
me B, procedemos de igual forma como en la sección anterior, pero ahora de-
bemos incluir el momento magnético intrı́nsico del electrón, es decir su espı́n,

45
Capı́tulo 5. Relaciones constitutivas 3: propiedades magnéticas de la materia

sa = 21 σ a . En analogı́a con con la ec. (5.17), en el Hamiltoniano del sistema


aparece el término que acopla el espı́n y el campo magnético B
X
∆H = g0 µB B sz , sz = sa,z , (5.32)
a

donde e~
 µB α= 2mc =2 0,579 × 10−8 eV
G , es el llamado magnetón de Bohr y
g0 = 2 1 + 2π + O(α ) = 2,0023 ≈ 2, es el llamado factor g electrónico y

2
α = e~c ≈ 137
1
es la constante fina.
La energı́a cinética esta dada por

1 Xh e i2 1 Xh e i2
T = pa − A(ra ) = pa − B × r a , (5.33)
2m a c 2m a 2c

que podemos expandir como

e2 2
X
T = T0 + µB L · B + B (x2a + ya2 ), (5.34)
8mc2 a
P
donde L es momento orbital angular total ~L = a ra × pa . Si combi-
namos las ecs. (5.32) y (5.34), obtenemos el término del Hamiltoniano que
acopla el espı́n y B

e2 X
∆H = µB (L + g0 s) · B + 2
B2 (x2a + ya2 ). (5.35)
8mc a
El Hamiltoniano total del sistema es

H = T0 + U + ∆H = H0 + ∆H. (5.36)
Los desplazamientos de los niveles de energı́a producidos por ∆H son ge-
neralmente pequeños en la escala de energı́a de las excitaciones atómicas (para
los campos que se alcanzan generalmente en los laboratorios) ası́ que podemos
usar la teorı́a de perturbaciones hasta segundo orden, debido a que la suscepti-
bilidad es una segunda derivada con respecto al campo

X |hn|∆H|n0 i|2
En → En + ∆En , ∆En = hn|En |ni + , (5.37)
0
En − En0
n6=n

de esta forma obtenemos

∆En = µB B · hn|L + g0 s|ni + (5.38)


X |hn|µB B · (L + g0 s)|n0 i|2 e2 X
+ + 2
B 2 hn| (x2a + ya2 )|ni.
0
E n − E n0 8mc a
n6=n

46
5.3. Diamagnetismo incluyendo el espı́n

Esta es la ecuación básica para la teorı́a de la susceptibilidad mgnética pa-


ra átomos, iones y moléculas individuales. También para sólidos que puedan
representanse como una colección de iones individuales que son deformados
muy levemente, tales como sólidos iónicos y moleculares, donde χm puede ser
calculada ion por ion.

Susceptibilidad en aislantes formado por átomos de capa llena:


diamagnetismo de Larmor
Para un material aislante compuesto de átomos con cpas electrónicas llenas,
tal que para el estado base

J|0i = L|0i = s|0i = 0, (5.39)


por lo tanto la ec. (5.38) se reduce a

e2 2 X 2 e2 X
∆E0 = B h0| (xa + ya2 )|0i = B 2 h0| ra2 |0i, (5.40)
8mc a
12mc a

donde hemos tenido en cuenta la simetrı́a esférica del átomo. Para un sólido
constituido por N átomos tenemos

N ∂ 2 ∆E0 e2 N X
χm = − = − h0| ra2 |0i. (5.41)
Ω ∂B 2 6mc2 Ω a

Este resultado es conocido como la fórmula de Larmor para la suscepti-


bilidad diamagnética. Las susceptibilidades son usualmente dadas como sus-
ceptibilidades molares (medidas por la magnetización por mol). Esto se logra
multiplicando χm por el volumen de una mol

 2 2  2
e2 X 1 X e NA a0 r
χmolar
m = −Za NA h0| ra
2
|0i = −Z a h i,
6mc2 a Za a
~c 6 a 0
(5.42)
donde NA = 6,022 × 1023 es el número de Avogadro, a0 = 0,529 Åes el
2
radio de Bohr y Za es el número atómico. Además como e~c ≈ 1371
, entonces
la ecuación anterior se reduce a
2
cm3

−6 r
χmolar
m = −0,79Za × 10 h i , (5.43)
a0 mol
 2
con valores tı́picos de h ar0 i ≈ 1. Algunos valores de susceptibilidades
molares son tabulados en la Tabla 5.1.

47
Capı́tulo 5. Relaciones constitutivas 3: propiedades magnéticas de la materia

Halogenos Gases Nobles Metales alcalinos


He -1.9 Li+ -0.7
F− -9.4 Ne -7.2 Na+ -6.1
Cl− -24.2 Ar -19.4 K+ -14.6
Br− -34.5 Kr -28.0 Rb+ -22.0
I− -50.6 Xe -43.0 Cs+ -35.1

Cuadro 5.1: Algunas susceptibilidades molares atómicas e iónicas7 en unidades de


10−6 cm3 /mol.

5.4. Paramagnetismo
En este caso tenemos una situación donde hay un momento magnético
intrı́nsico permanente (µ0 6= 0). Debido a la agitación térmica, la magneti-
zación promedio es cero sino hay un campo externo. En la presencia de un
campo magnético aplicado B, debemos obtener la magnetización térmica pro-
medio del material como

 
µ0 · B
Z
1 dΩ 1 ∂ ∂
µ0 |T = µ exp =
kB T Z = kB T ln Z,
Z 4π 0 kB T Z ∂B ∂B
(5.44)
con dΩ = sin θdθdϕ y Z es la función de partición
 
µ0 · B
Z
dΩ
Z= µ exp . (5.45)
4π 0 kB T
En el lı́mite de temperaturas altas (no consideramos temperaturas bajs o
campos intensos), podemos asumir que |µ0 ||B|  kB T , tal que podemos
expandir la función de partición

" #
µ0 · B 1 µ0 · B 2 1 |µ0 ||B| 2
Z    
dΩ
Z= 1+ + + ··· ≈ 1 + .
4π kB T 2 kB T 6 kB T
(5.46)
Este promedio es pesado de forma uniforme sobre todas las direcciones,
donde µ0 y −µ0 aparecen con el mismo peso, implicando que el promedio de
µ0 es cero. Ahora pensemos en el promedio del término cuadrático, en este
caso el cuadrado de cualquier componente, por ejemplo µ20z , es el mismo para
cualquier otrea componente, tal que

1
µ20x = µ20y = µ20z = µ20 , (5.47)
3

48
5.4. Paramagnetismo

Figura 5.2: Inverso de la susceptibilidad magnética (1/χ) vs. la temperatura (T ) para


las substancias paramagnéticas CuMn, AuFe, Gd54 Ag46 y Ni65 Au35 .

de esta forma el principal término en la ec. (5.44) es

∂ 1 µ20
ln Z = B, (5.48)
∂B 3 (kB T )2
asi que en la aproximación donde consideramos que el promedio térmico
del momento magnético intrı́nsico y el campo magnético externo estan rela-
cionados linealmente obtenemos

µ20
µ0 |T = B, (5.49)
3kB T
y la magnetización es

µ20
M=n B. (5.50)
3kB T
La susceptibilidad magnética y la permeabilidad magnética estan dadas por

µ20
χm = n , (5.51)
3kB T
µ20
µ = 1 + 4πχm = 1 + 4πn > 1,
3kB T
respectivamente.

49
Capı́tulo 5. Relaciones constitutivas 3: propiedades magnéticas de la materia

Las susceptibilidades de sustancias paramagnéticas es generalmente muy


pequeña (χm ∼ 3 × 10−4 ), tal que la aproximación de ignorar la distinción
entre B y H es justificada. Sin embargo, tal como el caso de la derivación
de la relación de Clausius-Mossotti para la susceptibilidad eléctrica, hay un
error debido a que el campo magnético que actua sobre un átomo es el campo
local Blocal , que se obtiene removiendo el campo del átomo en cuestion, i.e,
removiendo el término de auto-interacción

Blocal = B − batom . (5.52)


Para realizar esto, podemos usar el hecho que el campo magnético presente
en un sistema coordenado que se mueve relativo a el campo electrostático es
B = vc × E, y de esta forma podemos aproximar batom por
X va
batom = × ea , (5.53)
a
c
1
y recordanado que ea = ea ∇a |r−ra
|, obtenemos
8π 8π
batom = nµ = M, (5.54)
3 3
por lo tanto
8π 4π
Blocal = B − M=H+ M, (5.55)
3 3
y finalmente como M = χm H, entonces
 

Blocal = 1 + χm H ≈ B, (5.56)
3
ya que χm  1.

5.5. Ferromagnetismo
La historia del magnetismo empezó con el descubrimiento de la magnetita
(Fe3 O4 ), un material que presenta propiedades magnéticas. El término ferro-
magnetismo es usado para sustancias que exhiben magnetización permanente.
El primer modelo para explicar el ferromagnetismo fué introducido por Pierre
Weiss, quien definió el campo magnético local de la siguiente manera

Blocal = H + λM, (5.57)


con λ  1 y la magnetización dada por
µ0
M = nµ0 tanh (H + λM ). (5.58)
kB T

50
5.5. Ferromagnetismo

Figura 5.3: Inverso de la susceptibilidad magnética (1/χ) vs. la temperatura (T ) para


las substancias ferromagnéticas Fe, Fe80 P20 y FeF2 .

La existencia de una magnetización permanente en la ausencia del campo


H se puede ver porque
 
M Tc M
= tanh , (5.59)
nµ0 T nµ0
donde

nµ20
Tc = λ, (5.60)
kB
es llamada la temperatura de Curie. Esta es una ecuación trascendental don-
de tenemos dos situaciones: T > Tc y T < Tc . En la figura 5.4 podemos
observar que para T > TC , el lado derecho e izquierdo de la ec. 5.4 solo
se intercepta a M = 0, es decir no hay magnetización. Por otra parte para
T < TC , ocurre una intersección a un valor positivo de M/nµ0 que es menor
que uno, es decir una magnetización permanente puede existir. Si T  TC ,
todos los momentos magnéticos estan alineados, M = nµ0 , esto corresponde
a un momento permanente. Por encima de la temperatura de Curie, un campo
magnético externo es requerido para producir la magnetización del material.
Para valores pequeños de kµB0T (H + λM ) en la magnetización y a tempe-
raturas por encima de la temperatura de Curie, tenemos que la magnetización
esta dada por

51
Capı́tulo 5. Relaciones constitutivas 3: propiedades magnéticas de la materia

M µ0 H TC M
= + , (5.61)
nµ0 kB T T nµ0
tal que podemos decir que χm es

M nµ20 /kB 1 TC
χm = = = , (5.62)
H T − TC λ T − TC
TC µ0 H
la cuál es valida para T −TC  kB TC . La ec. 5.62 es conocida como la ley
de Curie-Wiess.

Figura 5.4: Soluciones a la ec. eq:Curie para temperaturas arriba y abajo de la tem-
peratura de Curie. Las curvas sólidas corresponden al lado derecho de la ec. eq:Curie
para T < TC y T > TC , respectivamente, mientras la linea partida es el lado izquierdo
de la misma ecuación.

5.6. Otros tipos de ordenamiento magnético


Tarea
1. Demostrar que la variación de la energı́a [ec. (5.14)] con respecto al campo
magnético B lleva al resultado de la ec. (5.17).
2. Si φ = −E · r y A = 0, entonces en un sistema de partı́culas cargadas {ea }
se tiene que

52
5.6. Otros tipos de ordenamiento magnético

∂E
− = −d.
∂E

53
Capı́tulo 5. Relaciones constitutivas 3: propiedades magnéticas de la materia

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Referencias

[1] G. Russakoff, Am. J. Phys. 38, 1188 (1970).

[2] J. D. Jackson, Classical Electrodynamics, 2nd ed. (John Wiley & Sons, New
York, US, 1975).

[3] P. Drude, Annalen der Physik 1, 566 (1900).

[4] P. Drude, Annalen der Physik 3, 369 (1900).

[5] N. W. Ashcroft and N. D. Mermin, Solid State Physics (Saunders College Pu-
blishing, Fort Worth, US, 1976).

[6] A. Dalgarno, Advances Phys. 11, 281 (1962).

[7] R. Kubo and T. Nagamiya, Solid State Physics (McGraw-Hill, New York, 1969).

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