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LA CULTURA CASTREÑA ANTERROMANA

La cultura castreña en Asturias abarca dos fases históricas distintas:

o La Prerromana: entre los s. II y I ac, con estructuras


relativamente difusas
o La Romana: correspondiente a las dos centurias del imperio,
coincidiendo con el momento a partir del cual se produce la
petrificación de la construcción de los recintos poblacionales.

La petrificación en masa de los edificios castreños tuvo lugar en los años inmediatos a
las guerras astur-cántabras pero esto no significa que la historia de Asturias comienza en este
momento, sino que sigue el paso que se había producido varios siglos antes, dando origen a la
etapa prerromana.
Existe un desfase temporal respecto a otras regiones peninsulares: durante la primera
mitad del milenio I ac el desarrollo del imperio tartésico y de las colonizaciones orientales en
el Mediodía y el levante histórico se vinculan con un período histórico pleno, a continuación
se sucede la fase histórica anterromana de los pueblos ibéricos y de los que habitan la España
indoeuropea.

LAS FUENTES DOCUMENTALES

Los problemas de la información antigua se acentúan con relación a la Asturias


castreña.
La documentación literaria que describe la organización castreña de los satures no
suele ser contemporánea de las primeras fases de su desarrollo histórico, perteneciendo a los
años previos a nuestra era o alas dos primeras de ésta.
Las descripciones más significativas sobre las formas de vida de estas comunidades
septentrionales las encontramos en:
 Pomponio Mela “Chorographía”,
 Gayo Plinio “Historia natural” y
 Estrabón

La época altoimperial de la Historia Antigua de Asturias se recoge en parte en:


o Dión Casio Floro,
o Lucio Anneo Floro “Compendio de historia romana”, y
o Claudio Ptolomeo “Geografía”, que trata aspectos de la organización
político administrativa.

El análisis de las fuentes literarias se puede combinar con el manejo de otra


documentación escrita como por ejemplo la epigrafía latina.

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Por su parte los hallazgos de monedas ibéricas al ser escasos constituyen un
componente de una economía atrasada.
Esto supone una ausencia de abundantes cambios comerciales, presencia del trueque
como sistema económico, sin base en la moneda.
Sólo cada cierto tiempo se plantearía un comercio en centros regionales hasta acabar
convirtiéndose en núcleos de tipo político utilizado por la administración romana para
centralizar las poblaciones menos próximas de éstos y organizar administrativamente
territorios más amplios que el propio castro.
No se poseen documentos de la fase prerromana en Asturias castreña; no obstante
diversos objetos de tradición hallados en los castros permiten corroborar algunos aspectos de
la organización indígena reseñados en las fuentes escritas como las cazoletas alimentarias o la
economía recolectora.
En ocasiones la documentación arqueológica constituye la única fuente de información
para reconstruir ciertos elementos de la organización castreña prerromana de la cornisa
cantábrica.

POBLACIONES INDÍGENAS EN ASTURIAS

Los grupos étnicos de tiempos prerromanos constituyen el resultado de la interacción


de dos elementos:
 el sustrato indígena prehistórico, mantenido durante la etapa de los dólmenes y
túmulos que configuraría una población no excesivamente amplia, conformada
y fortalecida durante la etapa del Bronce atlántico.
 los elementos étnicos culturales provenientes de las emigraciones
indoeuropeas, que acarrearían un nuevo tipo de construcción, técnicas
agrícolas más avanzadas, los primeros objetos de hierro...

La Asturias anterromana se entiende como una fracción del ámbito cultural que la
rodeaba, el correspondiente al conjunto de los satures y a las poblaciones casteñas del
cuadrante nordoccidental de la Península Ibérica.
El Estado romano, al marcar las divisiones administrativo-territoriales, incluiría el
suelo del Principado de Asturias en tres circunscripciones distintas denominadas Conventus
jurídicos:
o La Occidental (del Navia o ESVA-Canero al Eo): en el conventus
lucense, con capital en Lucus Augusti (Lugo).
o La Central (del Sella al Navia o ESVA-Canero): en el vonventus de los
satures, con centro en Asturica Augusta (Astorga), abarcando ademas
de los satures transmontanos a los augustanos de León y el Norte de
Zamora.
o La Oriental (del Deva al Sella): en el conventus cluniense, con capital
administrativa el Clunia (Burgos).

La información antigua asigna a los habitantes del Occidente de Asturias el nombre de


galaicos lucenses, a los del Centro el de satures y a los del Oriente el de Cántabros.
Los galaicos conformarían un pueblo independiente con sus propias características de
organización castreña. También lo serían los galaicos lucenses de la Asturias occidental. Este
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triple factor diferenciados (étnico, geográfico-administrativo y lingüístico) define igualmente
a los cántabros y a los satures. Los astures configurarían un pueblo sin unidad acusada ente
sus tribus, así los pobladores prerromanos del centro de Asturias vendrían definidos
igualmente por un contexto político- administrativo y lingüístico.
Plinio confirma la presencia de tres tribus en el occidente antiguo del Principado:
 Albiones: parte occidental de Navia
 Cibarcos: en el interior del territorio. Ocupando el centro del litoral cantábrico
entre el Navia y el Eo.
 Egobarros: es la tribu galaica más occidental de Asturias y ocuparían las dos
riberas del Eo, conocido en la antigüedad como Ego y Egoba.

En la Asturias central estarían emplazadas las agrupaciones tribales de los:


 Pésicos: asentados al occidente de una península del territorio de los astures
(Campa Torres de Gijón); según Ptolomeo se ubicarían en la desembocadura
del Nalón y la ciudad de Flavionavia (Santianes de Pravia)
 Luggones: según Ptolomeo ocupaban Paelontium (beloncio, cerca de Infiesto,
concejo de Piloña, y todo el territorio costero entre el Sella y el centro de
Asturias.
 Satures

A su vez en el oriente del Principado de Asturias se ubican tres agrupaciones tribales:


 Orgenomenscos: los sitúa Mela en las riberas del Nansa, asignándoles Plinio el
puerto de Veseiasueca como limítrofes de los satures.
 Salaenos: en las riberas del Sella
 Vadinienses: en Vadina (sin identificar).

En el nivel más bajo de la organización se hallaban las gentilidades (clanes): durante


las décadas finales de los tiempo prerromanos los habitantes de los castros eran identificados
a través de la filiación paterna, así como mediante su integración en una gentilidad y tribu
determinadas. Las gentilidades conocidas en Asturias resultan escasas, a pesar de lo cual
podemos afirmar que cada una de ellas se correspondería con los habitantes de un recinto de
población.

LA ECONOMÍA DE LA ASTURIAS PRERROMANA

El aprovechamiento de los recursos económicos de cada poblado se centraba en los


sectores agropecuario, minero e industrial. Se trataría de una economía básicamente de
recolección, en el terreno agrícola no cultivarían trigo, o bien su cultivo y/o recolección serian
muy escasos. La bellota formaría parte de su alimentación durante gran parte del año. Tanto
bellotas como frutos secos constituirían elementos predominantes en su alimentación, siendo
molidos en las piedras de cazoletas con vistas a la elaboración de una especie de pan.
Otro producto de recolección/cultivo sería un grano destinado a la fabricación de
zuthos, bebida fermentada que estaría elaborado a base de centeno o panizo; además se
cultivarían el mijo y la escanda, pero no el vino, que consumían con celeridad durante los
grandes festines familiares.

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Esta economía extensiva y no intensiva ha aportado escaso instrumental agrícola no
fácilmente datable, como hoces y azadas. La abundancia de la madera posibilitaría el empleo
de herramientas fabricadas con ella, por lo que hasta comienzos de nuestro silo apenas media
docena de aperos de labranza estarían elaborados a base de hierro, mientras que el resto lo
estrían con astas, pieles, cerdas...
El suelo constituiría una propiedad colectiva de todo el agregado gentilicio, pasando
sus integrantes a convertirse en trabajadores del mismo terreno y repartiéndose los productos.
La mano de obra de este tipo de agricultura estaba representada básicamente por las mujeres;
el bajo nivel del sector agrícola propiciaría la intervención masiva de la fuerza de trabajo
femenino en las tareas agrícolas, lo que conllevaría la existencia del sistema matrilineal. Los
productos cosechados serían deficitarios y de ahí la necesidad de penetrar en territorios
cercanos más fértiles con el fin de aprovisionarse de cereales y otros objetos.
La división social del trabajo por sexos en el seno de dichas comunidades, de modo
que las tareas más fuertes (minería, rapiña, piratería, actividades guerreras...) estaban en
manos de los hombres; mientras que las agrícolas/recolectoras, ganaderas y pesqueras eran
tareas de las mujeres, quienes se encargarían igualmente de la casa y de las labores
domésticas propias del poblado.
En cuanto a la ganadería destacan sobre todo los caballos, distinguiéndose dos tipos:
o Los de la región galaica (tieldones)
o Los de la astur (asturcones): son más pequeños, de andar acompasado y
muy apreciados en la capital del Imperio.

Estrabón documenta prácticas religiosas y rituales vinculadas a la inmolación de


dichos animales. También se cree en la existencia de un dios protector de los equinos y de los
pastores seminómadas relacionados con ellos.
El ganado caprino estaría en la base de la alimentación de las poblaciones castreñas
siendo objeto de sacrificios, junto con caballos y cautivos, a un dios indígena innominado,
asimilado a Marte; desconocemos si los rebaños eran abundantes o si sólo se criaban los
ejemplares necesarios para tales prácticas religiosas, en cuyo caso las entrañas y carnes d los
mismos serían consumidas inmediatamente después del sacrificio.
El empleo de grasa animal (manteca) en lugar de aceite se toma como indicador de la
existencia del ganado porcino, lo que vendría confirmado por la abundancia de bellotas y las
referencias de Estrabón a los jamones cantábricos. También hay que destacar la utilización
masiva del sago o sayo (manto de color negro de lana de oveja) como vestimenta común se
conecta con la presencia de ganado ovino.
La cabaña ganadera se completaría (no hay documentos escritos) con la ganadería
vacuna, cuya cría y mantenimiento sería posible mediante la utilización de los abundantes
pastos de la región.
La economía prerromana se complementaría con la caza y la pesca. La presencia de
animales salvajes facilitó las actividades cinegéticas, y el mar estimuló a la práctica del
marisqueo y las labores pesqueras.
Hasta el momento de los enfrentamientos con los romanos se daría una supremacía de
la ganadería sobre la agricultura donde la horticultura desempeñaba un papel significativo.
En la minería las referencias antiguas se vinculan con el aprovechamiento del oro,
plata, plomo, hierro, estaño y cobre. Los satures obtenían oro en los pláceres de los ríos, y
plata constituyendo las joyas castreñas la mejor prueba de ello. Entre las minas de cobre
sobresalen las del Aramo, Riospaso, Milagro, consuelo, Miesca, Ceñal y Tolivia y Sierra de
Begega, en las que se hallaron mazos de piedra, cuñas, picos de asta de ciervo y crisoles.
Las joyas castreñas servirían como distinción de jerarquías en el marco de las unidades
gentilicias, siendo usadas por los príncipes y magistrados quienes desempeñarían funciones

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significativas en el seno de la organización castreña; también tendrían un matiz religioso de
culto, siendo ceñidas por los sacerdotes en la celebración de las ceremonias conmemorativas
propias del grupo social. Los restantes productos mineros serían utilizados en la elaboración
de orfebrería castreña y la fabricación instrumental laboral o a actividades comerciales y de
intercambio. En vez de moneda utilizaban trozos de plata recortada para el intercambio de los
productos, lo cual supone la no existencia de un sistema económico monetario y la presencia
del trueque.
Todos los productos agropecuarios como los mineros serían apropiados por la
comunidad gentilicia y no a título individual.
El sector industrial se orientaba hacia la satisfacción de las necesidades fundamentales.
La metalurgia estaba centrada en la elaboración de instrumentos elaborados como armas y
objetos de adorno personal. Era una producción local y familiar, pero era necesario la
presencia de especialistas.
La orfebrería es heredera de dos tradiciones culturales diferentes:
 La indoeuropea o céltica: destaca por su riqueza intrínseca en metal
 La Mediterránea: cuenta con procedimientos decorativos recargados y
barrocos, como la filigrana.

En cuanto a la industria cerámica hay que destacar la mala calidad de sus productos,
ya que se advierten impurezas, una imperfecta cocción de las piezas y reduciéndose su
decoración a líneas bruñidas, incisiones y estampillados. La cerámica elaborada a torno es de
tres tipos:
 La cerámica de despensa o aprovisionamiento: son grandes tinajas de
almacenamiento.
 La cerámica de cocina: destinada a ser colgada sobre el hogar.
 La cerámica indígena de lujo: elaborada a base de imitaciones de tipos y
decoración externos. Ej: Coaña, San Chuís.

También cuentan con una industria textil y de la piel; el uso del sayo o sago corrobora
su fabricación con lana y lino como materias primas fundamentales. Además debemos
destacar los picapedreros, herreros, tallistas de madera...
En época prerromana Asturias contaba con dos ejes de comunicación:
 El que comunicaría por el este a los satures con la cultura de la Meseta
 El que por el oeste comunicaba con la cultura castreña de Galicia.

Las actividades económicas y comerciales se verían condicionadas por el alejamiento


y dificultades de comunicación que ofrecían los caminos terrestres y marítimos. En el
comercio interior se desarrollaría el intercambio de productos ganaderos, agrícolas y
pesqueros, así como de objetos de artesanía y metales.
Las relaciones comerciales entre los diferentes poblados tendrían como centro una
especie de mercadillos en cada región, conocido con el nombre de fora.
En el comercio exterior se exportarían productos minero-metalúrgicos y se obtendrían
objetos manufacturados, como joyas, vidrios, abalorios, cerámicas finas...

LA ORGANIZACIÓN SOCIO-POLÍTICA

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Presenta unas estructuras de carácter comunitario, puesto que no tendría cabida en la
propiedad privada. La organización gentilicia de Asturias prerromana se desarrollaría de
acuerdo con tres tipos de unidades sociales:
 El nivel más bajo, las integradas por varias familias (gentilitates) asentadas en
castros.
 El nivel intermedio estaba formado por la unión de diversas unidades
anteriores y conocidas como gens (gente)
 Y en el plano superior la unión de varias unidades a nivel anterior.

Según Estrabón, para la sociedad romana, habría todo un conjunto de rasgos


definitorios de la organización social de las poblaciones castreñas, lo que hacía posible
referirse a un cierto predominio de la mujer en la dirección de las actividades de la vida diaria
(ginecocracia). La herencia se transmite por la línea femenina y las mujeres se encargaban de
concertar el matrimonio de sus hermanos. Además son ellas las que trabajan en el campo. Las
mujeres una vez que daban a luz, cedían el lecho a sus maridos, quienes pasarían a encargarse
del cuidado de los recién nacidos. El matriarcado se corresponde con un sistema social propio
de tiempos prehistóricos, pero a medida que pasa el tiempo se da un giro de la importancia
social de la mujer al hombre.
En la Asturias Prerromana existe una jerarquización social en el ámbito del mundo
castreño, que se apoya en dos elementos distintos: uno biológico (la edad) ; y otro la dignidad
(estimación, honor, consideración pública). Son jerarquías basadas en la edad y la dignidad, y
no en el factor económico, pero posteriormente pasará a convertirse en el elemento
dominante.
Desde el punto de vista territorial hay que destacar el territorio habitado por cada una
de las comunidades (cosmos) y el suelo no habitado (caos); cuenta con una serie de límites
naturales, con los cursos de agua y con montañas. En este último lugar es donde se ejecutaban
a los condenados a muerte como consecuencia de los delitos cometidos (criminales,
paricidas...); los enfermos eran sacados a los caminos para ser curados y para que no
contaminaran con su presencia el suelo ni transmitiera su impureza a otras personas.

LA RELIGIOSIDAD

La población anterromana de Asturias sería ágrafa y solamente a partir de la presencia


de Roma la aristocracia indígena como clase superior aprendería el latín, aceptado después
por mimetismo por parte de grupos sociales. Este hecho hace posible el conocimiento de los
nombres de las divinidades indígenas, así como las prácticas vinculadas a su vínculo.
Parece clara la relación entre religiosidad y formas políticas; cada grupo gentilicio
disponía de un panteón propio. El objeto de culto puede reconstruirse a partir de las formas de
organización socio-políticas y económicas, por lo que no sólo existen dioses protectores de la
recolección, del ganado, de la caza, de la pesca... sino que su panteón se estructura en varios
niveles de acuerdo con las necesidades propias de cada grupo social.
En Asturias contamos con nombres de divinidades que tienen su raíz celta como son:
Aramo, Belenus, Candamio, Cernunnos, Deva, Taranís, Vindonnus... También se cuenta con
la presencia de dioses de ultratumba (aunque no tengamos necrópolis o cementerios) y con
divinidades protectoras de la vida cotidiana.
Sobre los lugares de culto la información es muy débil; estos enclaves aptos para el
culto coincidirían con lugares naturales y en elevaciones montañosas.

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No resulta clara tampoco la existencia de ciertos lugares de culto de dimensiones
reducidas, como pequeños recintos y santuarios, en el interior de poblados castreños. Se ha
constatado la existencia de una veintena de capillas cristianas en el interior de ciertos recintos
de población castreña de Asturias.
Se cree que en cada comunidad existían unos sacerdotes u oficiantes del culto que
dirigían las prácticas adivinatorias, y las mujeres también desempeñarían un papel en el
contexto religioso.

EL ARTE PRERROMANO

En Asturias nos encontramos con la presencia de un arte específico y representativo de


la región, es decir, es un arte típicamente indígena y castreña, pero a su vez tiene influencias
romanas.
Los elementos artísticos propios de los pobladores castreños serán una consecuencia
de la evolución de la cultura y los aspectos materiales de su organización. La cultura castreña
del noroeste se identifica con una cultura de piedra, el arte de este período contará con ésta
como elemento fundamental, a excepción de las piezas de orfebrería y elementos cerámicos.
Desde el punto de vista arquitectónico, la configuración de los poblados pudo arrancar
a finales del s. V ac. Las dimensiones de los poblados eran reducidas debido a las exigencias
de las condiciones naturales. La ubicación de los mismos se vincula con el suelo de Asturias
apto para el desarrollo de las actividades ganaderas y agrícolas/recolectoras.
No podemos pensar en la existencia de una organización sistematizada del territorio
habitado puesto que la edificación de las viviendas se realizaría de acuerdo con las
necesidades comunitarias.
Las viviendas castreñas cuentan con plantas curvas, a veces con construcciones
adosadas, bien vestíbulos de paredes rectas o curvas, bien añadidos laterales. Los muros
estaban construidos sin vanos, a excepción de las puertas. Las techumbres eran hechas a base
de vegetales, soportes de madera y barro cocido a hojas y cañas. Otros elementos destacados
del interior de las viviendas los constituían los hogares, los bancos adosados y las piedras de
cazoletas. Los bancos corroboran la jerarquización socio-política, mientras que las cazoletas
serían instrumentos utilitarios con vistas a la molienda de bellotas, cereales y otras gramíneas.
Las cámaras funerarias eran realizadas con grandes pilas de granito, y cuentan con
ábsides excavados con bóvedas de medio cañón. En principio se les asignó una finalidad
religiosa cuando en realidad se trataban de una edificación romana con funciones civiles.
La talla de madera se conecta con motivos decorativos, como la estrella de cinco
picos, seis picos, la esvástica, el círculo radiante... en relación con los círculos astrales,
aunque irá perdiendo su sentido religioso.
Las manifestaciones metálicas se hacen visibles en artesanía y orfebrería, así como en
armamento y el instrumento agrícola.
Entre las joyas castreñas de Asturias sobresalen las diademas, los torques, pendientes o
arracadas, fíbulas, hebillas, alfileres... apareciendo ciertos ejemplos de nielado y embutido de
plata en algunas armas, así como la técnica de sobredorado aplicada a torques de bronce
satures y galaicos.

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INDIGENISMO Y ROMANIZACIÓN
DURANTE EL ALTO IMPERIO

Las causas que indujeron a la expansión del Estado romano por todo el Mediterráneo
son varias: una de ellas sería el ansia de expansión territorial de Roma a partir del reducido
suelo de la ciudad.
Además del beneficio económico que supuso el desarrollo con éxito de continuas
guerras, no tanto por el botín sino por la explotación posterior de los territorios anexionados.
El período inicial refleja una situación en la que el conquistador se convierte en patrón
y protector de lo conquistado, siguiendo una fase de explotación más restringida, aunque no
organizada sistemáticamente.
Los beneficios acumulados para los provinciales contrasta con las desventajas
económicas de Italia, que atravesará por una época de decaimiento, relacionado con la
dependencia económica de la mano esclava. El sistema estaba centralizado en la
administración, la autonomía local quedaba relegada a las ciudades como unidad fundamental.
El sistema político-administrativo de las primeras etapas del imperio perderá el
carácter centralizador manteniendo hasta este momento por el Estado romano, pasando el
peso de la administración a manos de las aristocracias indígenas bajo control de Roma sin
necesidad de recurrir a una presencia militar activa.
Por lo tanto la expansión no estaría planificada como una gran estrategia sino quesería
ejecutada paso a paso.
Este sistema acabaría por requebrajarse al final de la República.

LA CONQUISTA ROMANA

Una de las causas inmediatas de los enfrentamientos romanos con las poblaciones
castreñas se centraría en las frecuentes incursiones de estos indígenas con las comunidades
asentadas en la cuenca del Duero. Las acciones de estas comunidades suponía un medio de
conseguir cereales y productos para su consumo.
Otro motivo por el que los romanos se interesaron por estas comunidades castreñas fue
la explotación y aprovechamiento de los recursos mineros. Aunque la obtención de productos
mineros sería grande, al igual que las relaciones económico-sociales que generaría su
explotación, el coste militar de las campañas militares aumentaría desmesuradamente.
Para algunos investigadores esta causa económica no constituiría el motivo principal,
sino que se halla implícito otro carácter político y militar, consistente en la reorganización
administrativa del occidente mediterráneo y el mantenimiento de la impronta occidental de
Italia frente a la atracción de las corrientes culturales orientalizantes, sobre todo griegas. En el
año 29 ac. Estatilio Tauro da comienzo a los enfrentamientos bélicos.
Se manifiestan dos corrientes de opinión:
 Quienes propugnan un ataque silmultáneo

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 Los partidarios de que las campañas militares serían sucesivas.

La etapa de conquista del Norte peninsular constituye un importante elemento


modificador de las estructuras indígenas, coadyuvando a dicho proceso la
reorganización administrativa romana del territorio, la implantación del sistema socio-
económico romano y la presencia de nuevas formas ideológicas. Como consecuencia
inmediata se produciría la evolución de las unidades gentilicias inferiores hacia grupos
más amplios, la urbanización y romanización de dichos agregados de población y la
influencia sobre la desaparición de los desequilibrios socio-económicos en el seno de
tales unidades sociales.
En este proceso confluye un conjunto de factores, entre los que destacan la
participación de indígenas en las unidades de tropas auxiliares romanas, la influencia
de la proximidad del teatro de operaciones bélicas y el desarrollo de las guerras y la
acción directa de los romanos.
La acción directa de los romanos sobre la organización indígena astur se
manifiesta en las reorganizaciones administrativo-territoriales de Augusto, en las
modificaciones del espacio indígena mediante asentamientos de población en el llano
y el reparto de tierras y en el trazado de la red viaria.
Una vez finalizados los enfrentamientos bélicos, se daría paso al
establecimiento de poblaciones en el llano, en un primer momento en centros de
carácter casi exclusivamente militar o mediatizados por la presencia de destacamentos
significativos.
Desde el punto de vista demográfico los combates mermarían sustancialmente
a tales grupos mediante el exterminio de hombres en edad militar y la venta de otros
como esclavos.
Económicamente se buscaba acelerar el aprovechamiento de los recursos del
suelo tanto en el terreno agropecuario como en el minero.
El período inmediato a la finalización de las guerras astur-cántabras el que
contemple las grandes transformaciones político-administrativas, socioeconómicas e
ideológicas en el seno de las estructuras organizativas de las poblaciones prerromanas
de Asturias.

LA ADMINISTRACIÓN ROMANA EN ASTURIAS

La anexión progresiva del suelo peninsular por parte del Estado romano conduciría a
la implantación de una administración estable. Tras la expulsión de los cartagineses de la
Península, se establecería una jefatura militar doble que después daría origen a la primera
división provincial en Hispania Citerior e Hispania Ulterior.
En el año 27 ac se produce la división en tres provincias:
 Bética: en manos del Senado
 Citerior Tarraconense
 Lusitania: bajo el control imperial y con destacamentos militares en su
suelo. Tendría su límite con la Tarraconense en el río Sella, por lo que
incluiría a Asturia y Gallaecia.

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La segunda división de Augusto suponía la integración definitiva del territorio de las
satures en el marco político-administrativo romano y se vería completada con la provincia
Tarraconense, que pasaría a estructurarse en tres distritos y al frente de cada uno de ellos se
encontraba un legado pretorio.
A medida que la paz se iba haciendo una realidad en el Norte peninsular y los distritos
de carácter militar se debilitaban se haría palpable la necesidad de nuevas divisiones del
territorio en las que las funciones jurídico-administrativas y político-religiosas iban a ser
dominantes.
La reorganización administrativa de Augusto en tres provincias, se completaría con
Vespasiano al llevarse a cabo la fragmentación de cada una de ellas en unidades territoriales
más pequeñas.
El término conventus implica una circunscripción territorial concreta en el interior de
una provincia, que cuenta con la capital propia y con un centro de reunión periódica, la capital
provincial. La naturaleza de los conventus se vincula con las funciones que desempeñaban
,tanto administrativas como religiosas, y en éste último caso no serían menos significativas
que las administrativas, en cuyo caso el culto imperial pasaría a convertirse en elemento
sustancial. Los conventus jurídicos se definen como realidades civiles a medio camino entre
la provincia y la civitas.
En el transcurso de los s. III tendría lugar, en el territorio propio de la Tarraconense, un
reajuste administrativo, dándose paso a la división de dicha provincia en dos por parte del
emperador Caracalla, al desgajar el Noroeste peninsular y formarse la Hispania nova, Citerior
Antoniniana.
Los motivos que incidirían en esta reorganización se vinculan no sólo con aspectos
militares y político-administrativos, sino también con otros de tipo económico y socio-
político.
En cuanto al período de vigencia de la nueva provincia, no sería anterior al años 214;
su finalización se vincula con el 238.

LOS CENTROS URBANOS ASTUR-ROMANOS

El proceso de urbanización del Estado romano sobre el territorio ibérico experimentará


un cierto retraso con respecto a las fases de conquista del mismo. El modelo romano de
ciudad contaría con municipios y colonias como exponente. Por lo tanto la ciudad, al margen
de las provincias y conventus, se convierte en el elemento básico de la organización política
del Estado romano.
La mayoría de los centros de habitat de la Península no constituían durante el s. I ac,
núcleos priviliegiados sino asentamientos de comunidades indígenas, entorno a una civitas.
La población sería mayoritariamente autóctona y carecería de cualquier clase de
ciudadanía.
Tras la finalización de las guerras astur-cántabras, Augusto ordenaría a las
comunidades indígenas de la zona establecerse en los campamentos del llano, utilizados como
acuartelamientos y darían lugar a ciertas ciudades, relacionadas con dicho emperador, como
Asturica Augusta (Astorga) y Lucus Augusti (Lugo).
La consolidación definitiva de dicho proceso se desarrollaría solamente a partir de la
época de los Flavios en el último tercio del s. I. En este momento un gran número de centros
de población lograrían la plena integración jurídica en el marco de la administración
municipal romana.

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Las agrupaciones suprafamiliares indígenas y el modelo romano de sociedad no
resultan excluyentes sino que conviven en un mismo ámbito municipal, aceptando los
elementos propios de la organización urbana, a saber el sistema de propiedad privada, el
arraigo de la esclavitud y de la familia patriarcal romana.
La administración romana incluiría a los grupos de población indígena, junto con sus
unidades suprafamiliares y los centros de habitat que les correspondían, de modo que tales
unidades gentilicias pasarían a integrarse en la civitas.
Como resultado de ello los populi (antiguas gentes) se convertirían en civitates Las
civitates del Noroeste se identificarían con unidades político-administrativas de un tipo
parecido al de los municipios de la Meseta. Su existencia se basaba en un poblamiento
disperso en diferentes centros de carácter rural y no en núcleos urbanos.
Las civitates más importantes eran:
 Lucus Asturum = Lugo de Llanera
 Paelontium = Beloncio- Infiesto
 Noega Ucesia = Próximo a San Miguel de Ucio
 Vadinia y Argenomescon = Civitates cántabro-romanas del oriente
asturiano/Cangas de Onís
 Flavionavia = concejo de Navia
 Noega = Campa Torres de Gijón.

LA ECONOMÍA ASTUR-ROMANA

A lo largo del Alto Imperio la economía asturiana sufrirá una serie de alteraciones tnto
en lo referente a la propiedad del suelo y de los medios de producción como a la
estructuración de los aprovechamientos económicos, el carácter y status de la mano de obra, y
el destino de los productos.
La explotación de los recursos económicos pone de manifiesto una diferenciación
regional de acuerdo con el predominio de las actividades agrícolas y ganaderas o mineras; en
el Suroccidente de Asturias el sector minero sería fundamental; en las zonas central y oriental
arraigarían la agricultura y ganadería. En las regiones montañosas la ganadería y la caza se
erigirían en elementos básicos.
 SECTOR AGROPECUARIO: La posesión del suelo provincial se entregaba
a personas de status socio-económico elevado o a ciertas instituciones
administrativas. La presencia romana incidiría sobre la producción agrícola
anterior de muy baja productividad y basada en la recolección, mediante la
ampliación del suelo cultivable, la adaptación de nuevas especies y el arraigo
de técnicas agrícolas más avanzadas. El suelo apto para el cultivo se reduciría a
la franja costera y a los valles fluviales. Se intensificaría la producción de los
cereales de verano (mijo y panizo), aumentando el cultivo de trigo y centeno y
manteniéndose el del lino. También se de el cultivo de árboles frutales como el
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manzano, el avellano, el ciruelo, el cerezo, la higuera, la nogal... No poseemos
referencias sobre el proceso de producción, la mano de obra o la forma de
propiedad de la tierra. El régimen de explotación se vincularía a parcelas
comunales. La caza complementaría la alimentación de las poblaciones astur-
romanas: ciervos, jabalíes, cabras y caballos salvajes. La pesca también
contribuye a la alimentación de estos habitantes.
 MINERÍA ROMANA EN ASTURIAS: El sector minero será el más
innovador para las poblaciones satures. Las minas de Asturias serían
aprovechadas por los romanos durante los s. I y II, sobre todo los yacimientos
de oro, pero también de plata, hierro, cobre, plomo y estaño. Los yacimientos
mineros pertenecían al fisco. La explotación de estos recursos mineros tendría
consecuencias directas sobre las poblaciones satures, incidiendo a un mismo
tiempo sobre las estructuras sociales y administrativas. Las labores mineras se
relacionaban con dos formas de aprovechamiento del subsuelo:
 Los yacimientos secundarios, en los que el oro estaba
depositado sobre arcillas, arenas y guijarros.
 Los yacimientos primarios, que estarían a cielo abierto.
La fuerza de trabajo sería numerosa, se deduce que la mano de obra la
integrarían esclavos, individuos condenados a trabajos forzados, personas
libres y en el caso de Asturias, personas semilibres, así como fuerza de trabajo
autóctona. A su vez los soldados constituirían la mano de obra especializada.
La regulación administrativa de las explotaciones mineras se llevó a cabo a
través de los pretores. Entre las causas del cese de las actividades mientras hay
que contar con los problemas relacionados con la mano de obra y la falta de
rentabilidad en las zonas mineralizables.
 ARTESANADO Y DESTINO DE LOS PRODUCTOS: El sector artesanal
no revestiría una gran importancia en el ámbito de la economía asturiana del
Alto Imperio. Destaca la fabricación de instrumental laboral a emplear en los
restantes sectores de la producción. La distribución de los productos
agropecuarios, mineros, artesanales e industriales y los cauces de
comercialización de los mismos se realizarían en época prerromana mediante
el sistema del trueque, utilizando recortes de plata, pieles y otros objetos en
lugar de moneda. Los romanos introdujeron una economía con base en la
moneda.
Dentro del sector agrícola-ganadero sobresale la exportación de asturcones a
Roma. Debido a estas relaciones comerciales existen una serie de enclaves
territoriales próximos a la costa cantábrica; también está la ría del Eo, la
desembocadura del Navia, la ría del Nalón, la Campa Torres y el territorio
cercano a la ría de Villaviciosa.
Asturias presenta tres clases de rutas de comunicación:
 De carácter militar
 Las conectadas con los centros de aprovechamiento económico
 Las destinadas a intercambios comerciales.

LA SOCIEDAD ASTUR-ROMANA

12
Los elementos sociales romanos irían introduciéndose paulatinamente, desplazando a
duras penas a los indígenas. Frente a la ausencia de centros urbanos de cierta entidad, los
recintos castreños no sólo no se debilitan sino que potencian su presencia durante esta época,
sobresaliendo la pervivencia de sus unidades sociales, gentes y agrupaciones gentilicias.
La integración de los grupos de hombres libres en la sociedad hispanorromana
dependía de su condición jurídica y de su situación económica.
La ciudad de Astorga adquirió gran importancia como centro político de los satures y
como capital administrativa de todo el Noroeste.
Los integrantes de los grupos de hombres libres en la sociedad hispanorromana
dependía de su condición jurídica y de su situación económica. Los integrantes del grupo
ecuestre aprovecharían la división provincial de Augusto para participar más activamente en
la administración de dichos territorios. El grupo de los decuriones estaba formado por los
miembros de las oligarquías municipales.
La pirámide social romana de hombres libres tendría en su base a la plebe, que incluía
no sólo a los pequeños artesanos y agricultores sino también a ciudadanos libres
desheredados. También habría que incluir a los trabajadores libres de las explotaciones
mineras.
Los artesanos, y en menor medida los comerciantes, se congregaban en asociaciones
profesionales. Este tipo de asociaciones se hizo extensivo igualmente a los estratos más
pobres de la población libre.
La sociedad indígena y la sociedad romana constituyen un todo inseparable en la
Asturias altoimperial. Las alteraciones y cambios en la organización social indígena se irán
produciendo a lo largo de las dos primeras centurias de nuestra era.
Algunos elementos como las civitas, típicamente romanos, coadyuvarían a dicho
proceso, que conlleva a una fase de destribalización y la aparición de algunos aspectos de la
urbanización. De este modo la existencia de civitates astur-romanas suplantaría a las gentes.
En el campo social el ejército desempeñaría un papel significativo como elementode
estructuración en clases o grupos sociales.
La institución militar se convertiría al mismo tiempo en el factor más adecuado para la
transmisión de tipo de vida cultural y social romano.
El ejército desempeñaría un papel de primer orden en el proceso de romanización de
los satures mediante la ocupación continuada del territorio por parte de unidades militares
romanas y la contribución de elementos indígenas del conventus Asturum a las filas militares
romanas.
Frente a la débil participación de los satures en la organización político-administrativa
romana, su presencia en el ejército sería abundante.

EL ARTE PROVINCIAL ROMANO EN ASTURIAS

El dominio político romano sobre el territorio asturiano y la implantación de su


organización administrativa caería sobre unas poblaciones que contaban con sus propias
tradiciones culturales, que al entrar en contacto con las formas artísticas romanas, darían
origen a productos culturales distintos.
La presencia de Roma en Asturias no supondría un corte brusco para las comunidades
indígenas con respecto a sus formas de organización y tradiciones culturales, aunque sí una
transformación lenta y gradual de las mismas. Se dará paso a una interacción entre ambos

13
cánones culturales, el indígena y el romano, aportando Roma ciertos elementos y conservando
las comunidades indígenas algunos de sus prototipos culturales.
Los habitantes de la época romana se distribuían por los recintos fortificados (castros)
algunos de los cuales remodelarían sus estructuras, al tiempo que se erigirían otros de nueva
planta. También existirían en ciertas zonas caseríos o aglomeraciones de cabañas, dándose
paso a un aumento progresivo de las aldeas.
Hay que contar igualmente con las construcciones surgidas en torno a los mercadillos
locales, los cuales darían origen a edificaciones destinadas a actividades económicas y de
intercambio.
Desde la segunda mitad del s. II las explotaciones agropecuarias de tipo romano
(villas) cambiarán radicalmente la forma de habitat, al tiempo que se abandonan los poblados
castreños. Se ha detectado la presencia de algunas columnas romanas.
En esculturas las representaciones animalísticas serían predominantes sobre las
humanas, viéndose estas representaciones en lápidas y estelas funerarias. La morfología que
presentan es dispar: rectangulares, de cabecera semicircular o rectangular en frontón
triangular, rectangular... La simbología se resume en representaciones vegetales, animalísticas
y humanas y astrales. Podemos distinguir las lápidas votivas y las estelas funerarias de
diversos tipos: discoideas, antropomorfas...
Los objetos de cobre, bronce o hierro son escasos, y también los objetos de metal
como las fíbulas, pulseras, anillos, puñales, hachas... Por su parte el mosaico y la pintura se
conservan en estado fragmentario. Desde finales del s. II y durante la centuria siguiente
irrumpen con fuerza en el mundo romano los mosaicos polícromos. Las piezas de cerámica se
corresponden, o bien con los recintos castreños o bien con las villas astur-romanas.

LA RELIGIOSIDAD ASTUR-ROMANA

La organización religiosa ofrece una complejidad relativa, además no encontramos


coherencia y organicidad con respecto a los dioses indígenas u orientales al tratarse de una
mezcla de elementos muy heterogéneos.
Entre las divinidades indígenas cabe destacar el culto al inventor de las artes,
asimilado a Júpiter. Un significado no menor adquiriría una divinidad sin nombre, vinculada
con la guerra y asimilada a Marte.
Las festividades religiosas incluían sacrificios al dios de la guerra y celebración de
banquetes rituales. También se dedicaba culto a los montes, tales enclaves eran considerados
como epifanía de las fuerzas divinas. El dios Teleno era el protector del sector agropecuario.
También destaca la diosa Deva que era la divinidad femenina de las corrientes fluviales. La
diosa banda estaba conectada con la protección familiar. En cuanto a divinidades celestes
destaca la profusión de representaciones de dioses xolares o radiales, así como medias lunas y
astros, que por otro lado nos ponen en conexión con el mundo de ultratumba.
La romanización implicaría una interpretación romana de las divinidades indígenas a
través de un proceso de sincretismo.
Las formas de culto implicarían actitudes de oración, adoración y dedicación,
consistiendo las ofrendas en toda clase de objetos, animales o productos recolectados, tanto
con valórela como simbólico; además se llevarían a cabo libaciones sobre las aras de los
dioses, encendido de velas, procesiones de carácter ritual... También ciertas danzas y
mascaradas continuarían conservando su religiosidad primitiva, sobresaliendo las realizadas
en honor a la luna en el Norte de la Península, acompañadas a menudo de sacrificios. Aún

14
cuando no se produciría una desaparición de los cultos indígenas, los satures añadirían sus
creencias y cultos propios de los romanos.
Por su parte la institucionalización del culto al emperador se convertiría en un factor
de unificación entre las distintas poblaciones peninsulares.

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ASTURIAS DURANTE EL BAJO IMPERIO

La crisis del Imperio romano se inicia con la muerte de Alejandro Severo en el año
235. Los factores más significativos de la misma responden a peligros externos por la
presencia bárbara tras atravesar las líneas fronterizas en muchos de sus puntos, por la disputa
del poder imperial entre varios competidores, algunos de ellos bárbaros o semibárbaros.
Los síntomas de la crisis del s. III se manifiestan: en el plano político por los continuos
nombramientos y asesinatos de emperadores por los ejércitos provinciales; en el panorama
exterior por los ataques de los bárbaros; y en el terreno económico por una profunda crisis.

EL DESARROLLO POLÍTICO

Con el emperador Caracalla tendría lugar la promulgación de la Constitución


Antoniniana y la configuración de la Provincia Hispania Nova Citerior Antoniniana.
El período de la anarquía militar, durante el cual el suelo hispano se vería involucrado
en la inestabilidad política derivada de las usurpaciones militares. A partir del año 258 y
siguientes francos y alamanes invadirían el territorio de Galia e Hispania.
Con los emperadores ilirios (268-284) se restablece la unidad del Imperio y se
consolidan los límites fronterizos.
Las invasiones germánicas traerían consigo la ruralización del territorio hispano,
contando como exponente de ello con la disposición de Probo permitiendo plantar de nuevo
vides contra lo legislado en el año 92 por Domiciano.
Como resultado de la nueva política Hispania quedaría más protegida que Galia o las
provincias renano-danubianas, gozando de un período de relativa prosperidad a lo largo de
todo el s. IV.
La implantación de la Tetrarquía en el 293 conllevaría a una cierta adscripción
territorial, siendo asignada Hispania a Maximiano o a Constancio.
Las villas tienen un papel relevante como núcleos de aprovechamiento agrícola y de
romanización.

LAS DIVISIONES ADMINISTRATIVAS

El territorio de Asturia-Gallaecia constituyó desde el s. I, una circunscripción


financiera especial en el marco de la Tarraconense. Esto se debe a la presencia de abundantes
procuratores en la zona. Las condiciones que conducirían a la creación de estos procuradores
traerían consigo la creación de una provincia nueva.
El sistema romano no era rígido, de manera que nada impedía a los emperadores llevar
a cabo, pasajera o permanentemente, los agrupamientos, la percepción de impuestos o la
dirección de las posesiones imperiales.

16
Durante el s. III disminuye la importancia y funciones de los gobernadores
provinciales, reemplazando los praesides ecuestres a los procónsules y procuradores. La
nueva división de Diocleciano en el 297 divide el suelo hispano en seis provincias distintas:

1. Bética
2. Lusitania
3. Cartaginense
4. Gallaecia
5. Tarraconense
6. Mauritania Tingitana

Las provincias bajoimperiales estarían gobernadas en principio por praesides per en el


transcurso del s. IV Bética, Lusitania y Galicia pasaron a manos de consulares.

CENTROS URBANOS EN LA ASTURIAS BAJOIMPERIAL

El Bajo Imperio se edentifica con el período de agonizamiento de los municipios,


como la despoblación y la miseria que resquebrajan los lazos sociales. Las instituciones no
abarcan más que a ciertos grupos de individuos.
El proceso de aculturación romana de los satures sería débil y fundamentalmente de
base económica, por lo que no resulta difícil la pervivencia de las estructuras sociales,
políticas y económicas tradicionales. Esta pervivencia de las estructuras organizativas
indígenas se une al hecho de que en el Norte peninsular, no arraigarían los elementos típicos
de la vida urbana antigua, es decir, el empleo masivo de fuerza de trabajo esclava, la
elaboración de mercancías a gran escala, la implantación de relaciones comerciales basadas
exclusivamente en la moneda...
En los escasos núcleos urbanos sobresale la presencia de una aristocracia indígena
romanizada. El establecimiento y permanencia de la organización romana estaría en conexión
con una autoridad administrativa.
Son varios los núcleos de población de los s. III y IV: Memorana, Lucus Astutum,
Passicin, Amneni y Lugisonis. Por lo tanto, los centros de población de la Asturias
bajoimperial que dispondría de organización romana serían casi inexistentes.
El elemento romanizador de mayor significado no lo constituirá el arraigo de la vida
urbana en extensas regiones de la Asturias del Bajo Imperio sino la proliferación de
explotaciones agropecuarias por todo el territorio.

LA ECONOMÍA BAJOIMPERIAL

La organización económica experimentará variaciones durante el bajoimperio, aunque


la estructura social y política permanecerá casi inalterable excepto los cambios provocados
por la forma de aprovechamiento del suelo. La romanización de Asturias tendría lugar en
fases históricas definidas:
 La primera de ellas matizada por la ocupación militar (hasta mediados del s. II)

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 Después vendría un período de mayor estabilidad (hasta el último tercio del s.
III)
 La etapa de finales del s. III y la centuria siguiente, caracterizada por una
colonización agrícola a la manera romana.

La forma de propiedad y explotación del territorio típica se relaciona con los fundos, y
las villas rústicas surgirían con fuerza desde finales del s. II
Los asentamientos romanos en el suelo de Asturias sirvieron de base para la
colonización agrícola de la región a la manera romana, éstos sobrepasarían como mucho la
centena, estando ubicados en la costa y los valles fluviales. Esto no significa que no
continuaran desarrollándose las formas de explotación propias de los indígenas astures.
El Estado romano no buscaría en Asturias la fundación de núcleos de habitat de gran
significado sino la explotación de las riquezas mineras y agropecuarias. Las explotaciones
mineras dejarían de aprovecharse de forma sistemática desde comienzos de la dinastía de los
Severos. Las causas de este cese no aparecen claras, puesto que aun quedarían cortas mineras
con apreciable cantidad de mineral, al tiempo que la mano de obra esclava habría sido
sustituida ya parcialmente por libre a lo largo del siglo II.
Mayoritariamente se cultivarían cereales, hortalizas y legumbres, abundando quizás ya
la manzana y en menor grado las viñas.
Los prados constituirían propiedades de cada villa y se mantendrían como propiedad
comunal los bosques y pastos de los lugares altos. El sector ganadero lo integraría una
cantidad reducida de cabezas de ganado mayor. Destaca el ganado bovino que sería propio de
los vaqueiros, así como el caprino que abunda en estado salvaje en las montañas y se
explotaría como animal doméstico por los habitantes del litoral. También destacan las ovejas.
La caza constituiría una afición de los satures, que llevaron a cabo cacerías de caballos
salvajes, cabras y osos en la Cordillera. También la pesca conformaría un recurso alimenticio.
Los componentes de la nobleza local se adueñarían de los terrenos comunitarios
convirtiéndolos en latifundios y pasando a su población al régimen de colonato.
Se configurarían dos grupos sociales antagónicos: el de los propietarios de tierras y los
campesinos, sometidos desde la condición de esclavos a la de libres de derecho.

LA SOCIEDAD EN LA ASTURIAS BAJOIMPERIAL

Durante el s. III la población astur-romana experimentará un descenso acusado. La


incidencia de las revueltas sociales no permite establecer un balance sobre la disminución de
la población. Los factores políticos dejarían de ejercer una influencia negativa, iniciándose un
período de recuperación demográfica.
Durante el s. IV se acentuaría ese descenso demográfico de acuerdo con los siguientes
argumentos:
 La disminución del tamaño de los centros habitados
 La extensión que adquieren los terrenos incultos en ciertas áreas del Imperio
 Los intentos de fijación al suelo
 La influencia del cristianismo.

Junto a rasgos de la organización social romana descubriremos elementos


característicos de la sociedad indígena, sus propias unidades sociales, su onomástica personal
y sus peculiares modos de vida.
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El paso del Alto al Bajo Imperio traería cambios en la sociedad hispanorromana. La
crisis política y económica afectaría intensamente a los núcleos urbanos, ocasionando la ruina
de las oligarquías municipales. Este hecho condujo a que otros ocuparan su lugar como clase
dominante en la organización social: se tratará sobre todo de los propietarios de fundos o
parcelas territoriales. Además la mano de obra esclava perdería importancia paulatinamente
puesto que dicho trabajo cada vez sería menos determinante en la producción.
Los campesinos libres caerían en la situación de colones, del mismo modo numerosos
libertos y esclavos se integrarían en el colectivo de los colonos dependientes de los
propietarios territoriales. Los principales grupos sociales poseedores de tierras como
dominante y los campesinos, incluía que habían caído bajo el régimen de colonato como a los
libres y esclavos, todo estarían inmersos en una relación de dependencia con respecto a los
primeros. Como consecuencia de ello la aristocracia indígena se convertiría en el grupo
dominante de grandes propietarios.
Las organizaciones sociales indígenas basadas en el parentesco en el seno de grupos
sociales amplios perdurarían durante mucho tiempo.
La organización romana conduciría a alteraciones y cambios en el marco de las
estructuras sociales indígenas, dando paso al predominio de la territorialidad sobre los lazos
de sangre.

LA ASTURIAS VISIGODA

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DESARROLLO POLÍTICO

En el año 395 el Imperio romano se había convertido ya definitivamente al


cristianismo. Mientras resurgirían vascones, cántabros y satures a través de una serie de
rebeliones, convirtiéndose en indicio de la supervivencia de la organización indígena.
Las rebeliones campesinas se expandirían sobre todo por el territorio de la antigua
provincia Tarraconense, afianzando su intensidad en el suelo de los vascones, desde donde se
propagarían rápidamente a las regiones circundantes.
El área de expansión de tales rebeliones coincide con las zonas menos romanizadas y
en las que las villas y los latifundios habían arraigado con mayor fuerza.
Durante todo el s. V el suelo septentrional hispano se vería envuelto en tales
sublevaciones y levantamientos campesinos. El hecho debe identificarse como una revuelta de
campesinos de carácter social contra los propietarios de las tierras que ellos mismos
trabajaban.
Estos movimientos se manifiestan como una expresión de las contradicciones
existentes en la organización social de la época como el priscilianismo que fue perseguido
espiritual y materialmente por la Iglesia y el Estado romano.
Las consecuencias de estos levantamientos bagaudicos, integrados por campesinos,
colonos y esclavos agrícolas como representantes de un nuevo grupo social, que se
convertirán en los siervos de la gleba feudales, serían la completa barbarización del Norte
hispano y la desaparición de las estructuras económicas, sociales y administrativas
correspondientes a la organización romana del Bajo Imperio.

VÁNDALOS, SUEVOS Y VISIGODOS

En el 406 vándalos, suevos y alanos atraviesan el Rin. La primera incursión en


Asturias de estos bárbaros se produce por la vía del puerto de la Mesa.
Entre los satures transmontanos, los luggones permanecerán independientes a lo largo
del s. VI.
En el 574 Leovigildo tratará de ascender por la región este del reino suevo y someter a
cuantos pueblos le eran estipendiarios.
En el 585 Leovigildo convierte Gallaecia en una provincia visigoda.

ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA

20
El conventus Asturum continuaría conservando su existencia durante el s. V. Sin
embargo durante el siglo siguiente se ofrece una cierta ruptura de la situación administrativa
heredada de tiempos romanos.
En estos momentos se lleva a cabo la desaparición de la unidad del conventus. En la
Asturias visigoda seguirán vigentes las instituciones y magistraturas de la etapa bajoimperial.
Respecto a los núcleos de hatitat el único centro urbano que goce de cierto relieve en época
visigoda será Lucus Asturum.
La vida urbana apenas tendría importancia en tiempos visigodos, continuando en
vigencia toda una serie de villas como centros de organización y desarrollo.

LA ECONOMÍA ASTUR-GODA

Las explotaciones agropecuarias no cambiaron de dueño en las fronteras del reino


suevo con relación a la etapa anterior.
En la región asturiana continuarían siendo abundantes los vici y villas, las cuales
seguirán cumpliendo la misma función económica y social de los siglos bajoimperiales. En el
occidente asturiano se fundarán nuevos vici.
Como resultado de la destrucción de Lucus Asturum por parte de los visigodos,
amplias extensiones de su territorio se convertirían en propiedades de tipo privado en manos
de los nuevos dueños, algunos de los cuales denotan nombre visigodo.
Los sectores agrícola y ganadero continuarían siendo dominantes en la economía de la
Asturias visigoda. El sector industrial estaba basado en la elaboración de herramientas y útiles
de la vida diaria, y en la fabricación de cerámica.
La producción agrícola se centraba en las villas. Continuarían formas de explotación
propios de estos centros agrícolas; los de dimensiones más pequeñas se hallarían en manos de
la nobleza indígena, mientras que los más extensos serían propiedad de la nobleza visigoda.
Tendrían como cultivos de explotación mayoritaria cereales, hortalizas y legumbres,
uniéndose también la manzana y las viñas.
En cuanto a la ganadería no parece haberse rebasado el número de medio centenar de
cabezas de vacuno y el centenar de ovejas, cabras o cerdos.
Los campesinos libres, propietarios de las tierras que trabajaban, serían asalariados y
sometidos por la nobleza.

LA SOCIEDAD ASTUR-GODA

Los ataques y depredaciones de los germanos contribuirían a frenar la convivencia de


los pueblos en contacto.
Hay una pervivencia de una aritocracia hospanorromana paralela a la nueva
aristocracia germánica; en este sentido algunos de los miembros de tales aristocracias
hispanorromanas, se constituyen en Senado, que pasa a ser el órgano jurídico y administrativo
de la región.
En Asturias contamos con la presencia de los seniores como representantes de la
nobleza hisanorromana; característica común de esta aristocracia serán las propiedades
21
territoriales de proporciones medias, obtenidas unas veces como continuación de sus
predecesores y otras por donaciones reales o por adquisición propia tras la implantación del
régimen militar visigodo.
La mayor parte de los hombres libres, a pesar de continuar conservando su codición
jurídica, se vería afectada progresivamente por la extensión de los lazos de patronazgo,
encomendación y clientela, que presagiaba el feudalismo, pesando cada vez más sobre ellos la
pérdida de su libertad.
Existirían algunos pequeños propietarios agrícolas; sin embargo, casi todas estas
tierras serían absorbidas poco después por los grandes propietarios, pasando a engrosar sus
latifundios mediante compra, confiscación o métodos violentos. Seguían existiendo los
colonos. La presencia en la Asturias visigoda de esclavos del campo se generará hasta tal
punto de poder ser vendidos al mismo tiempo que la tierra que trabajaban, viéndose obligados
a llevar a cabo las actividades más duras y sin disponer de una remuneración fija.

EL CRISTIANISMO PRIMITIVO EN ASTURIAS

El cristianismo hispano se hallaría retrasado hasta la fase final visigoda, lo que


redundaría en la pervivencia de la religiosidad indígena y en su sincretismo con las
divinidades romanas. Algunos de sus cultos y elementos ceremoniales se mantendrán vigentes
durante toda la etapa romana, dándose origen en ocasiones a una unión entre los dioses
representativos indígenas y los romanos.
Los primeros atisbos de la religión cristiana parecen remontar a las décadas finales del
s. II como consecuencia de la presencia de unidades militares en la región.
La presencia de crismones es mucho más débil, destacando la ausencia de un
martirologio definido.
Las fuentes de información más explícitas acerca del arraigo, evolución y expansión
del cristianismo hispano, así como sobre el carácter de las primitivas comunidades cristianas
se fecha en los siglos inmediatos a la caída del Imperio.
La propagación del cristianismo no sería uniforme ni sincrónica, añadiendo que la
nueva doctrina no arraigaría por igual en todos los lugares, ya que la nueva religión tendría
lugar de forma lenta y progresiva entre colectivos de creyentes, en su origen aislados, que
estarían dispuestos a erradicar la degradación y errores morales anteriores, así como a
sustituirlos por una conducta y moralidad nuevas.
Alrededor del 254 se confirma la presencia de una comunidad de cristianos pujante en
la ciudad de León, cuya dirección estaba ocupada por un obispo y de la que participaría buena
parte de militares, o cuando menos descendientes vinculados al asentamiento campamental de
la legión VII Gemina.
Resultan evidentes las conexiones entre las liturgias africana e hispana en lo referente
tanto a las ceremonias como al ritual religioso.
La propagación del cristianismo tendrá su origen en las ciudades importantes del
Imperio. Y será el ejército el que desempeñe el papel de vehículo de transmisión de elementos
relacionados con el cristianismo.
Los primeros atisbos de la religión cristiana se remontan las décadas finales del s. II
como consecuencia de la presencia de unidades militares en la región.
Durante los s. II y III arraigarán dioses, creencias y cultos de procedencia oriental
matizados por las características de las religiones mistéricas. Aparece un dios que nace, muere
y resucita (Mitra).
22
La labor cristianizadora se extendería igualmente a un cierto número de recintos
castreños todavía habitados en las décadas finales del Bajo Imperio, puesto que poseemos
noticias acerca de ermitas construidas en el interior o en el entorno de los mismos.
El arraigo del cristianismo en el suelo asturiano lo corrobora la presencia de jarrones
litúrgicos que afluyen a nuestro territorio en la etapa final visigoda.
El clero del Noroeste, integrado por obispos y presbíteros sería el encargado de la
propagación del cristianismo frente al carácter funcionario que iban adquiriendo sus colegas
en gran parte de las provincias del Imperio romano occidental. La etapa visigoda aportaría el
elemento necesario de continuidad entre los templos e iglesias de tiempos romanos y los
existentes durante las décadas iniciales de la monarquía asturiana.

ÍNDICE

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LA CULTURA CASTREÑA ANTERROMANA 1
- Las fuentes documentales 1
- Poblaciones indígenas en Asturias 2
- Economía de la Asturias Prerromana 3
- Organización socio-política 5
- La religiosidad 6
- El arte Prerromano 7

INDIGENISMO Y ROMANIZACIÓN DURANTE EL ALTO IMPERIO 8


- La conquista romana 8
- Administración romana en Asturias 9
- Los centros urbanos astur-romanos 10
- La economía astur romana: 11
* sector agropecuario 11
* minería romana 12
* artesanado y destino de los productos 12
- Sociedad astur-romana 12
- El arte provincial romano en Asturias 13
- La religiosidad astur-romana 14

ASTURIAS DURANTE EL BAJO IMPERIO 16


- El desarrollo político 16
- Las divisiones administrativas 16
-Centros urbanos en la Asturias bajoimperial 17
- La sociedad de Asturias en la época bajoimperial 18

LA ASTURIAS VISIGODA 20
- Desarrollo político 20
- Vándalos, suevos y visigodos 20
- Organización administrativa 21
- Economía astur-goda 21
- Sociedad astur-goda 21
- El cristianismo primitivo en Asturias 22

24
ÍNíndi

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