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La petrificación en masa de los edificios castreños tuvo lugar en los años inmediatos a
las guerras astur-cántabras pero esto no significa que la historia de Asturias comienza en este
momento, sino que sigue el paso que se había producido varios siglos antes, dando origen a la
etapa prerromana.
Existe un desfase temporal respecto a otras regiones peninsulares: durante la primera
mitad del milenio I ac el desarrollo del imperio tartésico y de las colonizaciones orientales en
el Mediodía y el levante histórico se vinculan con un período histórico pleno, a continuación
se sucede la fase histórica anterromana de los pueblos ibéricos y de los que habitan la España
indoeuropea.
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Por su parte los hallazgos de monedas ibéricas al ser escasos constituyen un
componente de una economía atrasada.
Esto supone una ausencia de abundantes cambios comerciales, presencia del trueque
como sistema económico, sin base en la moneda.
Sólo cada cierto tiempo se plantearía un comercio en centros regionales hasta acabar
convirtiéndose en núcleos de tipo político utilizado por la administración romana para
centralizar las poblaciones menos próximas de éstos y organizar administrativamente
territorios más amplios que el propio castro.
No se poseen documentos de la fase prerromana en Asturias castreña; no obstante
diversos objetos de tradición hallados en los castros permiten corroborar algunos aspectos de
la organización indígena reseñados en las fuentes escritas como las cazoletas alimentarias o la
economía recolectora.
En ocasiones la documentación arqueológica constituye la única fuente de información
para reconstruir ciertos elementos de la organización castreña prerromana de la cornisa
cantábrica.
La Asturias anterromana se entiende como una fracción del ámbito cultural que la
rodeaba, el correspondiente al conjunto de los satures y a las poblaciones casteñas del
cuadrante nordoccidental de la Península Ibérica.
El Estado romano, al marcar las divisiones administrativo-territoriales, incluiría el
suelo del Principado de Asturias en tres circunscripciones distintas denominadas Conventus
jurídicos:
o La Occidental (del Navia o ESVA-Canero al Eo): en el conventus
lucense, con capital en Lucus Augusti (Lugo).
o La Central (del Sella al Navia o ESVA-Canero): en el vonventus de los
satures, con centro en Asturica Augusta (Astorga), abarcando ademas
de los satures transmontanos a los augustanos de León y el Norte de
Zamora.
o La Oriental (del Deva al Sella): en el conventus cluniense, con capital
administrativa el Clunia (Burgos).
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Esta economía extensiva y no intensiva ha aportado escaso instrumental agrícola no
fácilmente datable, como hoces y azadas. La abundancia de la madera posibilitaría el empleo
de herramientas fabricadas con ella, por lo que hasta comienzos de nuestro silo apenas media
docena de aperos de labranza estarían elaborados a base de hierro, mientras que el resto lo
estrían con astas, pieles, cerdas...
El suelo constituiría una propiedad colectiva de todo el agregado gentilicio, pasando
sus integrantes a convertirse en trabajadores del mismo terreno y repartiéndose los productos.
La mano de obra de este tipo de agricultura estaba representada básicamente por las mujeres;
el bajo nivel del sector agrícola propiciaría la intervención masiva de la fuerza de trabajo
femenino en las tareas agrícolas, lo que conllevaría la existencia del sistema matrilineal. Los
productos cosechados serían deficitarios y de ahí la necesidad de penetrar en territorios
cercanos más fértiles con el fin de aprovisionarse de cereales y otros objetos.
La división social del trabajo por sexos en el seno de dichas comunidades, de modo
que las tareas más fuertes (minería, rapiña, piratería, actividades guerreras...) estaban en
manos de los hombres; mientras que las agrícolas/recolectoras, ganaderas y pesqueras eran
tareas de las mujeres, quienes se encargarían igualmente de la casa y de las labores
domésticas propias del poblado.
En cuanto a la ganadería destacan sobre todo los caballos, distinguiéndose dos tipos:
o Los de la región galaica (tieldones)
o Los de la astur (asturcones): son más pequeños, de andar acompasado y
muy apreciados en la capital del Imperio.
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significativas en el seno de la organización castreña; también tendrían un matiz religioso de
culto, siendo ceñidas por los sacerdotes en la celebración de las ceremonias conmemorativas
propias del grupo social. Los restantes productos mineros serían utilizados en la elaboración
de orfebrería castreña y la fabricación instrumental laboral o a actividades comerciales y de
intercambio. En vez de moneda utilizaban trozos de plata recortada para el intercambio de los
productos, lo cual supone la no existencia de un sistema económico monetario y la presencia
del trueque.
Todos los productos agropecuarios como los mineros serían apropiados por la
comunidad gentilicia y no a título individual.
El sector industrial se orientaba hacia la satisfacción de las necesidades fundamentales.
La metalurgia estaba centrada en la elaboración de instrumentos elaborados como armas y
objetos de adorno personal. Era una producción local y familiar, pero era necesario la
presencia de especialistas.
La orfebrería es heredera de dos tradiciones culturales diferentes:
La indoeuropea o céltica: destaca por su riqueza intrínseca en metal
La Mediterránea: cuenta con procedimientos decorativos recargados y
barrocos, como la filigrana.
En cuanto a la industria cerámica hay que destacar la mala calidad de sus productos,
ya que se advierten impurezas, una imperfecta cocción de las piezas y reduciéndose su
decoración a líneas bruñidas, incisiones y estampillados. La cerámica elaborada a torno es de
tres tipos:
La cerámica de despensa o aprovisionamiento: son grandes tinajas de
almacenamiento.
La cerámica de cocina: destinada a ser colgada sobre el hogar.
La cerámica indígena de lujo: elaborada a base de imitaciones de tipos y
decoración externos. Ej: Coaña, San Chuís.
También cuentan con una industria textil y de la piel; el uso del sayo o sago corrobora
su fabricación con lana y lino como materias primas fundamentales. Además debemos
destacar los picapedreros, herreros, tallistas de madera...
En época prerromana Asturias contaba con dos ejes de comunicación:
El que comunicaría por el este a los satures con la cultura de la Meseta
El que por el oeste comunicaba con la cultura castreña de Galicia.
LA ORGANIZACIÓN SOCIO-POLÍTICA
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Presenta unas estructuras de carácter comunitario, puesto que no tendría cabida en la
propiedad privada. La organización gentilicia de Asturias prerromana se desarrollaría de
acuerdo con tres tipos de unidades sociales:
El nivel más bajo, las integradas por varias familias (gentilitates) asentadas en
castros.
El nivel intermedio estaba formado por la unión de diversas unidades
anteriores y conocidas como gens (gente)
Y en el plano superior la unión de varias unidades a nivel anterior.
LA RELIGIOSIDAD
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No resulta clara tampoco la existencia de ciertos lugares de culto de dimensiones
reducidas, como pequeños recintos y santuarios, en el interior de poblados castreños. Se ha
constatado la existencia de una veintena de capillas cristianas en el interior de ciertos recintos
de población castreña de Asturias.
Se cree que en cada comunidad existían unos sacerdotes u oficiantes del culto que
dirigían las prácticas adivinatorias, y las mujeres también desempeñarían un papel en el
contexto religioso.
EL ARTE PRERROMANO
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INDIGENISMO Y ROMANIZACIÓN
DURANTE EL ALTO IMPERIO
Las causas que indujeron a la expansión del Estado romano por todo el Mediterráneo
son varias: una de ellas sería el ansia de expansión territorial de Roma a partir del reducido
suelo de la ciudad.
Además del beneficio económico que supuso el desarrollo con éxito de continuas
guerras, no tanto por el botín sino por la explotación posterior de los territorios anexionados.
El período inicial refleja una situación en la que el conquistador se convierte en patrón
y protector de lo conquistado, siguiendo una fase de explotación más restringida, aunque no
organizada sistemáticamente.
Los beneficios acumulados para los provinciales contrasta con las desventajas
económicas de Italia, que atravesará por una época de decaimiento, relacionado con la
dependencia económica de la mano esclava. El sistema estaba centralizado en la
administración, la autonomía local quedaba relegada a las ciudades como unidad fundamental.
El sistema político-administrativo de las primeras etapas del imperio perderá el
carácter centralizador manteniendo hasta este momento por el Estado romano, pasando el
peso de la administración a manos de las aristocracias indígenas bajo control de Roma sin
necesidad de recurrir a una presencia militar activa.
Por lo tanto la expansión no estaría planificada como una gran estrategia sino quesería
ejecutada paso a paso.
Este sistema acabaría por requebrajarse al final de la República.
LA CONQUISTA ROMANA
Una de las causas inmediatas de los enfrentamientos romanos con las poblaciones
castreñas se centraría en las frecuentes incursiones de estos indígenas con las comunidades
asentadas en la cuenca del Duero. Las acciones de estas comunidades suponía un medio de
conseguir cereales y productos para su consumo.
Otro motivo por el que los romanos se interesaron por estas comunidades castreñas fue
la explotación y aprovechamiento de los recursos mineros. Aunque la obtención de productos
mineros sería grande, al igual que las relaciones económico-sociales que generaría su
explotación, el coste militar de las campañas militares aumentaría desmesuradamente.
Para algunos investigadores esta causa económica no constituiría el motivo principal,
sino que se halla implícito otro carácter político y militar, consistente en la reorganización
administrativa del occidente mediterráneo y el mantenimiento de la impronta occidental de
Italia frente a la atracción de las corrientes culturales orientalizantes, sobre todo griegas. En el
año 29 ac. Estatilio Tauro da comienzo a los enfrentamientos bélicos.
Se manifiestan dos corrientes de opinión:
Quienes propugnan un ataque silmultáneo
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Los partidarios de que las campañas militares serían sucesivas.
La anexión progresiva del suelo peninsular por parte del Estado romano conduciría a
la implantación de una administración estable. Tras la expulsión de los cartagineses de la
Península, se establecería una jefatura militar doble que después daría origen a la primera
división provincial en Hispania Citerior e Hispania Ulterior.
En el año 27 ac se produce la división en tres provincias:
Bética: en manos del Senado
Citerior Tarraconense
Lusitania: bajo el control imperial y con destacamentos militares en su
suelo. Tendría su límite con la Tarraconense en el río Sella, por lo que
incluiría a Asturia y Gallaecia.
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La segunda división de Augusto suponía la integración definitiva del territorio de las
satures en el marco político-administrativo romano y se vería completada con la provincia
Tarraconense, que pasaría a estructurarse en tres distritos y al frente de cada uno de ellos se
encontraba un legado pretorio.
A medida que la paz se iba haciendo una realidad en el Norte peninsular y los distritos
de carácter militar se debilitaban se haría palpable la necesidad de nuevas divisiones del
territorio en las que las funciones jurídico-administrativas y político-religiosas iban a ser
dominantes.
La reorganización administrativa de Augusto en tres provincias, se completaría con
Vespasiano al llevarse a cabo la fragmentación de cada una de ellas en unidades territoriales
más pequeñas.
El término conventus implica una circunscripción territorial concreta en el interior de
una provincia, que cuenta con la capital propia y con un centro de reunión periódica, la capital
provincial. La naturaleza de los conventus se vincula con las funciones que desempeñaban
,tanto administrativas como religiosas, y en éste último caso no serían menos significativas
que las administrativas, en cuyo caso el culto imperial pasaría a convertirse en elemento
sustancial. Los conventus jurídicos se definen como realidades civiles a medio camino entre
la provincia y la civitas.
En el transcurso de los s. III tendría lugar, en el territorio propio de la Tarraconense, un
reajuste administrativo, dándose paso a la división de dicha provincia en dos por parte del
emperador Caracalla, al desgajar el Noroeste peninsular y formarse la Hispania nova, Citerior
Antoniniana.
Los motivos que incidirían en esta reorganización se vinculan no sólo con aspectos
militares y político-administrativos, sino también con otros de tipo económico y socio-
político.
En cuanto al período de vigencia de la nueva provincia, no sería anterior al años 214;
su finalización se vincula con el 238.
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Las agrupaciones suprafamiliares indígenas y el modelo romano de sociedad no
resultan excluyentes sino que conviven en un mismo ámbito municipal, aceptando los
elementos propios de la organización urbana, a saber el sistema de propiedad privada, el
arraigo de la esclavitud y de la familia patriarcal romana.
La administración romana incluiría a los grupos de población indígena, junto con sus
unidades suprafamiliares y los centros de habitat que les correspondían, de modo que tales
unidades gentilicias pasarían a integrarse en la civitas.
Como resultado de ello los populi (antiguas gentes) se convertirían en civitates Las
civitates del Noroeste se identificarían con unidades político-administrativas de un tipo
parecido al de los municipios de la Meseta. Su existencia se basaba en un poblamiento
disperso en diferentes centros de carácter rural y no en núcleos urbanos.
Las civitates más importantes eran:
Lucus Asturum = Lugo de Llanera
Paelontium = Beloncio- Infiesto
Noega Ucesia = Próximo a San Miguel de Ucio
Vadinia y Argenomescon = Civitates cántabro-romanas del oriente
asturiano/Cangas de Onís
Flavionavia = concejo de Navia
Noega = Campa Torres de Gijón.
LA ECONOMÍA ASTUR-ROMANA
A lo largo del Alto Imperio la economía asturiana sufrirá una serie de alteraciones tnto
en lo referente a la propiedad del suelo y de los medios de producción como a la
estructuración de los aprovechamientos económicos, el carácter y status de la mano de obra, y
el destino de los productos.
La explotación de los recursos económicos pone de manifiesto una diferenciación
regional de acuerdo con el predominio de las actividades agrícolas y ganaderas o mineras; en
el Suroccidente de Asturias el sector minero sería fundamental; en las zonas central y oriental
arraigarían la agricultura y ganadería. En las regiones montañosas la ganadería y la caza se
erigirían en elementos básicos.
SECTOR AGROPECUARIO: La posesión del suelo provincial se entregaba
a personas de status socio-económico elevado o a ciertas instituciones
administrativas. La presencia romana incidiría sobre la producción agrícola
anterior de muy baja productividad y basada en la recolección, mediante la
ampliación del suelo cultivable, la adaptación de nuevas especies y el arraigo
de técnicas agrícolas más avanzadas. El suelo apto para el cultivo se reduciría a
la franja costera y a los valles fluviales. Se intensificaría la producción de los
cereales de verano (mijo y panizo), aumentando el cultivo de trigo y centeno y
manteniéndose el del lino. También se de el cultivo de árboles frutales como el
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manzano, el avellano, el ciruelo, el cerezo, la higuera, la nogal... No poseemos
referencias sobre el proceso de producción, la mano de obra o la forma de
propiedad de la tierra. El régimen de explotación se vincularía a parcelas
comunales. La caza complementaría la alimentación de las poblaciones astur-
romanas: ciervos, jabalíes, cabras y caballos salvajes. La pesca también
contribuye a la alimentación de estos habitantes.
MINERÍA ROMANA EN ASTURIAS: El sector minero será el más
innovador para las poblaciones satures. Las minas de Asturias serían
aprovechadas por los romanos durante los s. I y II, sobre todo los yacimientos
de oro, pero también de plata, hierro, cobre, plomo y estaño. Los yacimientos
mineros pertenecían al fisco. La explotación de estos recursos mineros tendría
consecuencias directas sobre las poblaciones satures, incidiendo a un mismo
tiempo sobre las estructuras sociales y administrativas. Las labores mineras se
relacionaban con dos formas de aprovechamiento del subsuelo:
Los yacimientos secundarios, en los que el oro estaba
depositado sobre arcillas, arenas y guijarros.
Los yacimientos primarios, que estarían a cielo abierto.
La fuerza de trabajo sería numerosa, se deduce que la mano de obra la
integrarían esclavos, individuos condenados a trabajos forzados, personas
libres y en el caso de Asturias, personas semilibres, así como fuerza de trabajo
autóctona. A su vez los soldados constituirían la mano de obra especializada.
La regulación administrativa de las explotaciones mineras se llevó a cabo a
través de los pretores. Entre las causas del cese de las actividades mientras hay
que contar con los problemas relacionados con la mano de obra y la falta de
rentabilidad en las zonas mineralizables.
ARTESANADO Y DESTINO DE LOS PRODUCTOS: El sector artesanal
no revestiría una gran importancia en el ámbito de la economía asturiana del
Alto Imperio. Destaca la fabricación de instrumental laboral a emplear en los
restantes sectores de la producción. La distribución de los productos
agropecuarios, mineros, artesanales e industriales y los cauces de
comercialización de los mismos se realizarían en época prerromana mediante
el sistema del trueque, utilizando recortes de plata, pieles y otros objetos en
lugar de moneda. Los romanos introdujeron una economía con base en la
moneda.
Dentro del sector agrícola-ganadero sobresale la exportación de asturcones a
Roma. Debido a estas relaciones comerciales existen una serie de enclaves
territoriales próximos a la costa cantábrica; también está la ría del Eo, la
desembocadura del Navia, la ría del Nalón, la Campa Torres y el territorio
cercano a la ría de Villaviciosa.
Asturias presenta tres clases de rutas de comunicación:
De carácter militar
Las conectadas con los centros de aprovechamiento económico
Las destinadas a intercambios comerciales.
LA SOCIEDAD ASTUR-ROMANA
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Los elementos sociales romanos irían introduciéndose paulatinamente, desplazando a
duras penas a los indígenas. Frente a la ausencia de centros urbanos de cierta entidad, los
recintos castreños no sólo no se debilitan sino que potencian su presencia durante esta época,
sobresaliendo la pervivencia de sus unidades sociales, gentes y agrupaciones gentilicias.
La integración de los grupos de hombres libres en la sociedad hispanorromana
dependía de su condición jurídica y de su situación económica.
La ciudad de Astorga adquirió gran importancia como centro político de los satures y
como capital administrativa de todo el Noroeste.
Los integrantes de los grupos de hombres libres en la sociedad hispanorromana
dependía de su condición jurídica y de su situación económica. Los integrantes del grupo
ecuestre aprovecharían la división provincial de Augusto para participar más activamente en
la administración de dichos territorios. El grupo de los decuriones estaba formado por los
miembros de las oligarquías municipales.
La pirámide social romana de hombres libres tendría en su base a la plebe, que incluía
no sólo a los pequeños artesanos y agricultores sino también a ciudadanos libres
desheredados. También habría que incluir a los trabajadores libres de las explotaciones
mineras.
Los artesanos, y en menor medida los comerciantes, se congregaban en asociaciones
profesionales. Este tipo de asociaciones se hizo extensivo igualmente a los estratos más
pobres de la población libre.
La sociedad indígena y la sociedad romana constituyen un todo inseparable en la
Asturias altoimperial. Las alteraciones y cambios en la organización social indígena se irán
produciendo a lo largo de las dos primeras centurias de nuestra era.
Algunos elementos como las civitas, típicamente romanos, coadyuvarían a dicho
proceso, que conlleva a una fase de destribalización y la aparición de algunos aspectos de la
urbanización. De este modo la existencia de civitates astur-romanas suplantaría a las gentes.
En el campo social el ejército desempeñaría un papel significativo como elementode
estructuración en clases o grupos sociales.
La institución militar se convertiría al mismo tiempo en el factor más adecuado para la
transmisión de tipo de vida cultural y social romano.
El ejército desempeñaría un papel de primer orden en el proceso de romanización de
los satures mediante la ocupación continuada del territorio por parte de unidades militares
romanas y la contribución de elementos indígenas del conventus Asturum a las filas militares
romanas.
Frente a la débil participación de los satures en la organización político-administrativa
romana, su presencia en el ejército sería abundante.
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cánones culturales, el indígena y el romano, aportando Roma ciertos elementos y conservando
las comunidades indígenas algunos de sus prototipos culturales.
Los habitantes de la época romana se distribuían por los recintos fortificados (castros)
algunos de los cuales remodelarían sus estructuras, al tiempo que se erigirían otros de nueva
planta. También existirían en ciertas zonas caseríos o aglomeraciones de cabañas, dándose
paso a un aumento progresivo de las aldeas.
Hay que contar igualmente con las construcciones surgidas en torno a los mercadillos
locales, los cuales darían origen a edificaciones destinadas a actividades económicas y de
intercambio.
Desde la segunda mitad del s. II las explotaciones agropecuarias de tipo romano
(villas) cambiarán radicalmente la forma de habitat, al tiempo que se abandonan los poblados
castreños. Se ha detectado la presencia de algunas columnas romanas.
En esculturas las representaciones animalísticas serían predominantes sobre las
humanas, viéndose estas representaciones en lápidas y estelas funerarias. La morfología que
presentan es dispar: rectangulares, de cabecera semicircular o rectangular en frontón
triangular, rectangular... La simbología se resume en representaciones vegetales, animalísticas
y humanas y astrales. Podemos distinguir las lápidas votivas y las estelas funerarias de
diversos tipos: discoideas, antropomorfas...
Los objetos de cobre, bronce o hierro son escasos, y también los objetos de metal
como las fíbulas, pulseras, anillos, puñales, hachas... Por su parte el mosaico y la pintura se
conservan en estado fragmentario. Desde finales del s. II y durante la centuria siguiente
irrumpen con fuerza en el mundo romano los mosaicos polícromos. Las piezas de cerámica se
corresponden, o bien con los recintos castreños o bien con las villas astur-romanas.
LA RELIGIOSIDAD ASTUR-ROMANA
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cuando no se produciría una desaparición de los cultos indígenas, los satures añadirían sus
creencias y cultos propios de los romanos.
Por su parte la institucionalización del culto al emperador se convertiría en un factor
de unificación entre las distintas poblaciones peninsulares.
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ASTURIAS DURANTE EL BAJO IMPERIO
La crisis del Imperio romano se inicia con la muerte de Alejandro Severo en el año
235. Los factores más significativos de la misma responden a peligros externos por la
presencia bárbara tras atravesar las líneas fronterizas en muchos de sus puntos, por la disputa
del poder imperial entre varios competidores, algunos de ellos bárbaros o semibárbaros.
Los síntomas de la crisis del s. III se manifiestan: en el plano político por los continuos
nombramientos y asesinatos de emperadores por los ejércitos provinciales; en el panorama
exterior por los ataques de los bárbaros; y en el terreno económico por una profunda crisis.
EL DESARROLLO POLÍTICO
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Durante el s. III disminuye la importancia y funciones de los gobernadores
provinciales, reemplazando los praesides ecuestres a los procónsules y procuradores. La
nueva división de Diocleciano en el 297 divide el suelo hispano en seis provincias distintas:
1. Bética
2. Lusitania
3. Cartaginense
4. Gallaecia
5. Tarraconense
6. Mauritania Tingitana
LA ECONOMÍA BAJOIMPERIAL
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Después vendría un período de mayor estabilidad (hasta el último tercio del s.
III)
La etapa de finales del s. III y la centuria siguiente, caracterizada por una
colonización agrícola a la manera romana.
La forma de propiedad y explotación del territorio típica se relaciona con los fundos, y
las villas rústicas surgirían con fuerza desde finales del s. II
Los asentamientos romanos en el suelo de Asturias sirvieron de base para la
colonización agrícola de la región a la manera romana, éstos sobrepasarían como mucho la
centena, estando ubicados en la costa y los valles fluviales. Esto no significa que no
continuaran desarrollándose las formas de explotación propias de los indígenas astures.
El Estado romano no buscaría en Asturias la fundación de núcleos de habitat de gran
significado sino la explotación de las riquezas mineras y agropecuarias. Las explotaciones
mineras dejarían de aprovecharse de forma sistemática desde comienzos de la dinastía de los
Severos. Las causas de este cese no aparecen claras, puesto que aun quedarían cortas mineras
con apreciable cantidad de mineral, al tiempo que la mano de obra esclava habría sido
sustituida ya parcialmente por libre a lo largo del siglo II.
Mayoritariamente se cultivarían cereales, hortalizas y legumbres, abundando quizás ya
la manzana y en menor grado las viñas.
Los prados constituirían propiedades de cada villa y se mantendrían como propiedad
comunal los bosques y pastos de los lugares altos. El sector ganadero lo integraría una
cantidad reducida de cabezas de ganado mayor. Destaca el ganado bovino que sería propio de
los vaqueiros, así como el caprino que abunda en estado salvaje en las montañas y se
explotaría como animal doméstico por los habitantes del litoral. También destacan las ovejas.
La caza constituiría una afición de los satures, que llevaron a cabo cacerías de caballos
salvajes, cabras y osos en la Cordillera. También la pesca conformaría un recurso alimenticio.
Los componentes de la nobleza local se adueñarían de los terrenos comunitarios
convirtiéndolos en latifundios y pasando a su población al régimen de colonato.
Se configurarían dos grupos sociales antagónicos: el de los propietarios de tierras y los
campesinos, sometidos desde la condición de esclavos a la de libres de derecho.
LA ASTURIAS VISIGODA
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DESARROLLO POLÍTICO
ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA
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El conventus Asturum continuaría conservando su existencia durante el s. V. Sin
embargo durante el siglo siguiente se ofrece una cierta ruptura de la situación administrativa
heredada de tiempos romanos.
En estos momentos se lleva a cabo la desaparición de la unidad del conventus. En la
Asturias visigoda seguirán vigentes las instituciones y magistraturas de la etapa bajoimperial.
Respecto a los núcleos de hatitat el único centro urbano que goce de cierto relieve en época
visigoda será Lucus Asturum.
La vida urbana apenas tendría importancia en tiempos visigodos, continuando en
vigencia toda una serie de villas como centros de organización y desarrollo.
LA ECONOMÍA ASTUR-GODA
LA SOCIEDAD ASTUR-GODA
ÍNDICE
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LA CULTURA CASTREÑA ANTERROMANA 1
- Las fuentes documentales 1
- Poblaciones indígenas en Asturias 2
- Economía de la Asturias Prerromana 3
- Organización socio-política 5
- La religiosidad 6
- El arte Prerromano 7
LA ASTURIAS VISIGODA 20
- Desarrollo político 20
- Vándalos, suevos y visigodos 20
- Organización administrativa 21
- Economía astur-goda 21
- Sociedad astur-goda 21
- El cristianismo primitivo en Asturias 22
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ÍNíndi
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