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En el proceso de conocimiento se hallan frente a sí dos elementos que hacen parte, a la vez,
de la estructura de la investigación como sistema. Entre estos dos elementos, que son un
sujeto y un objeto, se dan relaciones de singular complejidad.
No podemos, pues, imaginar un conocimiento sin sujeto, sin que sea percibido por una
determinada conciencia. Pero, de la misma manera, podemos decir que el conocimiento es
siempre conocimiento de algo, de alguna cosa, ya sea en entre abstracto, - ideal como un
número o una proposición lógica -, ya sea de un ente o un fenómeno material o aún de la
misma conciencia; en todos los casos, a aquello que es conocido lo denominamos
el objeto del conocimiento. La relación que se articula entre sujeto y objeto es dinámica y
constante; por una parte, puede decirse que el sujeto debe situarse frente al objeto como
algo externo a él, colocado fuera de sí, abandonar su subjetividad para poder examinarlo.
Vista desde el sujeto, la aprehensión del objeto se presenta entonces como una salida del
primero fuera de su propia esfera, una invasión en la esfera del objeto y una captura de las
propiedades de éste. El objeto no es arrastrado, empero, dentro de la esfera del sujeto, sino
que permanece trascendente a él; en el sujeto surge una cosa que contiene las propiedades
del objeto; es la "imagen" del objeto.
El acercamiento del investigador, es decir del sujeto, hacia su objeto, puede considerarse
como la operación fundamental, la esencia misma de la investigación, pues es lo que lo
vincula con la realidad, le permite conocerla.
Para que el sujeto logre un conocimiento en realidad objetivo debería despojarse de toda su
carga de valores, deseos e intereses, convertirse en una especie de espíritu puro, liberado de
toda preocupación sicológica por la naturaleza del conocimiento que irá a obtener. Sin
embargo, esto no será nunca del todo posible, pues el sujeto de la investigación es siempre
un sujeto humano, y no puede dejar de serlo.
Se puede llegar, en el mejor de los casos, a utilizar instrumentos, máquinas, etc. como
complementos tecnológicos en la investigación; tales elementos serán capaces de recoger
datos, ordenarlos y procesarlos, sin duda. Pero lo que no serán capaces de efectuar son las
operaciones propiamente epistemológicas de plantearse un problema, seleccionar el tipo de
datos capaces de resolverlo, e interpretar el valor y el sentido de los datos recogidos por las
máquinas.
Y es más, podríamos decir que una cierta dosis de subjetividad no sólo es inevitable en un
trabajo de investigación, sino que es además indispensable, ya que para querer saber algo se
necesita una voluntad, una preocupación por conocer la verdad y esclarecer la duda que no
puede ser sino subjetiva. Por esa misma razón no se concibe la existencia de un
conocimiento llanamente objetivo y se afirma que todo conocimiento no deja de ser un
producto también social y, como tal, producto de una cultura, de una época y de hombres
concretos.
El sujeto de investigación:
El objeto de investigación:
Toda investigación científica se realiza sobre un objeto; sobre un ser existente ya sea en la
sociedad, en la naturaleza inanimada o en la misma naturaleza viva. Para el físico que
estudia la velocidad el objeto es el auto; para el ingeniero que estudia los procesos de flujo
de un producto, el objeto es la producción; para el mercadotecnista que busca la relación de
oferta y demanda el objeto es una mercancía y así sucesivamente.
Se entiende por objeto de investigación todo sistema del mundo material o de la sociedad
cuya estructura presenta al hombre una necesidad por superar, es decir, un problema de
investigación. Pero no hay que confundir el objeto de investigación con el problema de
investigación. El objeto es el sistema donde el problema existe y se desarrolla. El problema
está contenido en el objeto. Tomemos algunos ejemplos: para el médico, el paciente es su
objeto de investigación, mientras que la enfermedad es el problema; para un sociólogo, las
ideas de una comunidad constituyen su problema, es tanto que la comunidad es su objeto;
para un economista la rentabilidad puede ser su problema, mientras que el producto es el
objeto.
Positivismo lógico:
1- El principio del Empirismo; según el cual todo conocimiento (no analítico) depende de la
experiencia, y
Inductivismo:
Para ello se requiere que el observador científico tenga los órganos de los sentidos en
condiciones normales y esté libre de prejuicios. A los enunciados a los que se llega
mediante la observación se los conoce bajo la denominación de enunciados
observacionales, de los cuales se derivarán, mediante la generalización, teorías y leyes que
constituirán el conocimiento científico.
Podemos distinguir entre dos tipos de enunciados observacionales: (a) los singulares,
derivados de la observación de un determinado fenómeno, en un determinado momento y
lugar y (b) los generales, que hacen referencia a todos los acontecimientos de un
determinado tipo en todos los lugares y en todos los tiempos. Las leyes y teorías que
forman el conocimiento científico son enunciados de este tipo, que se llaman universales.
Las condiciones que deben cumplir los enunciados observacionales singulares para
establecer generalizaciones universales son tres y son las siguientes:
A partir de los datos procesados se deriva una hipótesis que solucione el problema basada
en el análisis lógico de los datos procesados. Esta derivación de hipótesis se hace siguiendo
un razonamiento inductivo.
Objetivismo:
El objetivismo sostiene que existe una realidad independiente de la mente del ser
humano, que éste está en contacto con dicha realidad a través de la percepción de los
sentidos y que adquiere conocimiento procesando los datos de dicha percepción por
medio de la razón (o la «identificación no-contradictoria»).
La razón (la facultad que identifica e integra las percepciones provistas por los
sentidos de los hombres) es el único medio de percepción de la realidad del hombre, su
única fuente de conocimiento, su única guía para la acción, y su medio básico de
supervivencia. Por ejemplo: No puedes comerte tu pastel y conservarlo, o el todo es
mayor que sus partes.
Los seres humanos individuales se hacen conscientes de la realidad a través de sus sentidos.
No hay, pues, «racionalidad colectiva». La razón es el único modo de conseguir
conocimiento («las emociones no son instrumentos cognitivos»).
Karl Raimund Popper (Viena, 28 de julio de 1902 - Londres, 17 de septiembre de 1994) fue
un filósofo y teórico de la ciencia, de origen judío, nacido en Austria, aunque más tarde se
convirtió en ciudadano británico.
Popper expuso su visión sobre la filosofía de la ciencia en su obra, ahora clásica, La lógica
de la investigación científica, cuya primera edición se publicó en alemán (Logik der
Forschung) en 1934. En ella el filósofo austríaco aborda el problema de los límites entre la
ciencia y la metafísica, y se propone la búsqueda de un llamado criterio de demarcación
entre las mismas que permita, de forma tan objetiva como sea posible, distinguir las
proposiciones científicas de aquellas que no lo son. Es importante señalar que el criterio de
demarcación no decide sobre la veracidad o falsedad de una afirmación, sino sólo sobre si
tal afirmación ha de ser estudiada y discutida dentro de la ciencia o, por el contrario, se
sitúa en el campo más especulativo de la metafísica. Para Popper una proposición es
científica si puede ser refutable, es decir, susceptible de que en algún momento se
puedan plantear ensayos o pruebas para refutarla independientemente de que salgan
airosas o no de dichos ensayos.
Popper decía que era tarea de la filosofía desenmascarar los sinsentidos de muchas
proposiciones autodenominadas científicas a través de la aclaración del significado de las
proposiciones.
En esta concepción del método científico es central la falsabilidad de las teorías científicas
(esto es, la posibilidad de ser refutadas por la experimentación). En el método hipotético
deductivo, las teorías científicas nunca pueden considerarse verdaderas, sino a lo sumo «no
refutadas».
Ejemplo:
El término «paradigma» designa todos los compromisos compartidos por una comunidad
de científicos. Por un lado, los teóricos, ontológicos, y de creencias y, por otro, los que
hacen referencia a la aplicación de la teoría y a los modelos de soluciones de problemas.
Paradigmas:
-El tipo de interrogantes que se supone hay que formular para hallar respuestas en relación
al objetivo.
-«Su éxito carece suficientemente de precedentes como para atraer a un grupo duradero de
partidarios, alejándolos de los aspectos de competencia de la actividad científica».8
-«Lo bastante incompletas para dejar muchos problemas para ser resueltos por el
redelimitado grupo de científicos».8
-“A falta de un paradigma o de algún candidato a paradigma, todos los hechos que pudieran
ser pertinentes para el desarrollo de una ciencia dada tienen probabilidades de parecer
igualmente importantes”.9 Antes del primer paradigma universalmente aceptado pueden
existir múltiples paradigmas coexistiendo aunque sean mutuamente excluyentes.
-«El nuevo paradigma implica una definición nueva y más rígida del campo. Quienes no
deseen o no sean capaces de ajustar su trabajo al campo a ella deberán de continuar en el
aislamiento o unirse a algún otro grupo».10
-«Los paradigmas obtiene su estatus como tales, debido a que tienen más éxito que sus
competidores para resolver unos cuantos problemas que el grupo de profesionales ha
llegado a reconocer como agudos. Sin embargo, el tener más éxito no quiere decir que
tenga un éxito completo en la resolución de un problema determinado o que de resultados
suficientemente satisfactorios con un número considerable de problemas».11
PARALELO KUHN-POPPER:
- Kuhn: Se pone a prueba al científico, sí este fracasa al tratar de resolver una anomalía, es
por su incapacidad y no por culpa de la teoría.
Popper: Se pone a prueba la conjetura, teoría o mito (son equivalentes), que se pretende
destruir.