La terapia de grupo es la aplicación de técnicas psicoterapéuticas a
un grupo de pacientes. Este grupo psicoterapéutico dota a sus
miembros de estrategias adecuadas de afrontamiento y de recursos cognitivos y emocionales adaptativos para el cambio, aumentando su autonomía y potenciando el crecimiento personal de los mismos. En la terapia grupal, además de la aplicación de técnicas específicas y la realización de intervenciones por parte del terapeuta, el propio grupo es un instrumento de cambio; es por ello que este tipo de terapia posee un gran potencial terapéutico.
La terapia grupal también ofrece una selección más variada de
relaciones, puesto que los pacientes deben interactuar entre sí, ellos son los líderes del grupo. Poco a poco, cada componente aprende a ocuparse de sus gustos, aversiones, similitudes, diferencias, envidias, miedos, así como de su timidez, competitividad, agresividad, etc., bajo la mirada del grupo.
¿Qué duración tiene una terapia grupal?
Anteriormente hablábamos de la cohesión del grupo y el compromiso.
Antes de iniciar una terapia grupal, pedimos un compromiso de dos meses al paciente, puesto que menos tiempo no colaboraría a mantener esta cohesión. Para realizar cambios importantes, habitualmente son necesarios mínimo seis meses. Todo ello dependerá del ritmo individual de la persona y sus objetivos. En algunos casos, el paciente decide continuar más tiempo, puesto que el grupo le proporciona una interesante ayuda para trabajar nuevos aspectos. Origen Aunque Freud nunca trabajó con grupos, su psicología psicoanalítica muestra en diversos textos su interés por el fenómeno de los grupos, desarrollando conceptos de gran utilidad para el campo de lo grupal. En su trabajo "Psicología de las masas y análisis del yo", del año 1921, discute los planteamientos de Tarde y Le Bon y plantea que la psicología individual es, al mismo tiempo y desde el principio, psicología social.
Expresa textualmente que "en la vida anímica individual aparece
siempre integrado el otro como modelo, objeto, auxiliar o adversario". Adelanta la hipótesis de que “en la esencia del alma colectiva hay relaciones amorosas; por un lado, el individuo se une por lazos libidinosos al jefe o a una idea y, por otro, a los otros miembros de la comunidad, siendo los primeros más significativos”. Para Freud, el vínculo social se basa en la transformación de un sentimiento primitivamente hostil en un apego positivo, que en el fondo no es más que una identificación, mantenida por el hecho de compartir un mismo amor con el mismo objeto.
Define el concepto central de “identificación” como “la manifestación
más temprana de enlace afectivo a otra persona”. Recuerda que para Mac Dougall la formación de una masa precisaba que existiera entre los miembros algo en común, un mismo interés que los enlazara a un mismo objeto; basándose en este autor describe los procesos de identificación y la relación con el líder como mecanismos básicos para la comprensión de lo que sucede en "lo colectivo". Freud en contraposición a la idea de Le Bon acerca del hombre como animal gregario, considera que es un animal de horda, un elemento constitutivo de una horda conducida por un jefe. Para él, en la masa, la identificación se da por la relación afectiva con el caudillo; de ese modo, los individuos reemplazan su ideal del yo por un mismo objeto y como consecuencia hacen una identificación recíproca de sus yoes. Estos lazos afectivos explican la regresión de los sujetos, la disminución de la intelectualidad y la intensificación del afecto, con un paso al acto, mecanismos que no se dan cuando la masa está organizada. 6 Para Freud el primer elemento de unidad en un grupo es la existencia de un líder, considerando que el lazo entre los miembros se basa en la relación que cada uno tiene con dicho líder, vínculo de origen libidinoso. Estos aspectos también los señalan en su obra Cartwright y Zander15, 1971, cuando plantean que para Freud dos o más personas constituyen un grupo si han escogido el mismo objeto, modelo o los mismos ideales en su superyo y consiguientemente se han identificado entre sí. La teoría freudiana del grupo ha influido mucho sobre la terapia grupal y ha ayudado a la comprensión de destacados fenómenos grupales, pero es preciso seguir investigando para conocer otros elementos, además de los que se centran en la relación de dependencia de los miembros respecto al líder..
Que es la terapia de juego
La Terapia de Juego es un modelo terapéutico establecido, reconocido y
muy efectivo para el niño que ha experimentado situaciones de estrés emocional y que han tenido un efecto observable en las pautas de su desarrollo normal.
La terapia del juego se emplea para el tratamiento de los trastornos
psicológicos, como técnica para comprender los mecanismos del juego infantil, que es la manera natural de comunicación del niño. A través del juego, el chico expresa sus ansiedades y resuelve sus conflictos. Los niños juegan como forma de comunicación, y la terapia del juego busca entender los mecanismos del juego, para su aplicación al tratamiento de problemas psicológicos. El juego permite que el niño exprese y resuelva sus conflictos, y promueve el crecimiento y desarrollo en lo cognitivo, así como la interacción apropiada con los semejantes. Ericsson define al juego como una función del yo, en busca de un ajuste entre los procesos sociales y corporales, con la personalidad del niño.
¿QUE ES UN TERAPEUTA DE JUEGO?
El Terapeuta de juego es un profesional especializado y capacitado en
técnicas lúdicas y métodos terapéuticos adecuados a las distintas etapas del desarrollo del niño. El Terapeuta esta habilitado para entender e involucrarse en el juego del niño y es capaz de crear una relación de seguridad y confianza tal que favorece la expresión y manejo de los conflictos internos del niño, la descarga y comprensión de sus emociones más profundas habilitándolo a reconocer y explorar aquellos asuntos que afectan su vida
¿QUE NIÑOS PUEDEN BENEFICIARSE DE LA TERAPIA DE
JUEGO?
Niños con baja autoestima, miedos excesivos, estados de enfado
continuo, preocupaciones, angustia, inseguridad, retraimiento. Comportamientos que se consideran inmaduros para la edad del niño. Amigos imaginarios, terrores nocturnos. Problemas de hiperactividad. Somatizaciones o síntomas físicos que no tengan alguna causa médica. Dificultad para ajustarse a los cambios familiares.
Antecedentes de la terapia del juego:
La psicoterapia infantil fue creada por Freud para el tratamiento de su paciente Hans. La terapia del juego fue empleada en1919, por Hug- Hellmuth. Ana Freud comenzó a utilizar el juego en 1928, como forma de atraer a los niños a la terapia y como medio terapéutico. En el psicoanálisis tradicional, la mayor parte del trabajo de análisis se daba cuando se unían los aspectos saludables de la personalidad del paciente, con las fuerzas contrapuestas por el analista, sobre su Yo enfermo. Cuando el niño va desarrollando una relación satisfactoria, la atención de la sesión se traslada desde el juego a las interacciones verbales. Melanie Klein, empleó el juego como sustituto de la verbalización para comunicarse con los niños. En 1938, Solomon desarrolló la terapia del juego activa, para emplearla con niños impulsivos, para ayudarlos a expresar su ira y temor, ayudándolos a redirigir la energía antes de actuar, para emprender conductas más aceptables. Da prioridad al desarrollo del concepto de tiempo en el niño, como ayuda en la separación de los traumas pasados, de sus actos futuros. Analistas como Hambridge, recrearon en el juego, el suceso motivador de la ansiedad, pero en una etapa intermedia de la relación terapéutica, cuando el niño ya tiene suficientes recursos para manejar este procedimiento, directo de introspección. La terapia del juegoexperimentó un desarrollo importante a partir de los trabajos de Carl Rogers y Virginia Axline. Enfoque de la terapia del juego: La terapia del juego proviene de la escuela humanista y está centrada en el niño, por tanto, acepta del niño, lo que éste quiera dar durante la terapia. El terapeuta debe reconocer los sentimientos que el niño expresa, y devolverlos para que modifiquen la conducta del niño. El vínculo terapéutico se establece mediante sesiones constantes, que requieren un compromiso de los padres del niño. El terapeuta dispondrá de paciencia y respeto para el niño, pero también establecerá límites, que permitirán que el niño asuma su responsabilidad en la relación terapéutica, y se exprese sin herir a otros. En las primeras sesiones, el terapeuta no estructura el juego, sirven para analizar y comprender al niño, y le brindan seguridad. Luego, paso a paso, se estructuran las sesiones, de acuerdo a las necesidades y edad del chico. La terapia del juego requiere una sala de juegos y materiales para juego terapéutico, que permitan evaluar al niño, y también el emprendimiento del autoconocimiento por medio de la exploración y el autocontrol. Se evalúan las conductas expresadas, y los juguetes sirven para suscitar ciertas conductas.