Está en la página 1de 1

<f:~

J\\~v..e,~ . . . -~~
\ fi:qio O'!<../ G¡ ir,P-1 L ;
A . ~ 0'""' clQ ~ ct..< lv..,ci ~
~- • ·(0 e.X Í/°\.D~--<-¡ C c::u..1-.CJA 1:( c.D
IIL Los que delinquen por · ; . _J;slíp_o, es. una reacción frente a los dos grandes propósitos
conciencia de culpa· · delictívo~s,_-~1 de m:1tar_9.l <!Jadre y el 'de tener .. co_me~cio sc-
xu'al con la madre. Por comparación a estos dos, en verdad,
lo·s-·delitos' co.mCtidos para fijar el sentimiento ele culpa eran
un aliviO para -los martirizados. Es preciso recordar aquí que
parricidio e incesto con la n1adre son los dos grandes delitos
de los hombres, los únicos que en sociedades priinitivas son
perseguidos y abominados como tales. Y cun1ple recordar
también el supuesto a que otras indagaciones nos han lle-
Con mucha frecuencia, en sus comunicaciones sobre su vado, a saber, que la hun1anidad ha ·adquirido su conciencia
juventud, en particular los años de la prepubertad, personas moral, que ahora se .presenta como un poder anímico he-
después muy decentes 1ne informaron acerca de ·ciertas ac- · redado, merced al complejo de Edipo. .
. dones prohibidas de que se habían hecho culpables enton· Responder a la segunda pregunta __sobre.pasa el trabajo psi-
ces: latrocinios, fraudes y auq incendios deliberados. Yo so- coanalítico. En ciertos niños puede observarse, sin más, que
lía desechar esas indicaci.ones diciendo que es bien conocida se vuelven «_díscolos)> para .provo~ar- u~ c.astigo y, cumplido
la debilidad de las inhibiciones morales en ese período de la éste, queda·n cafrños y satisfechos. Una ulterior indagación
vida, y no procuraba insertarlas dentro de una concatenación tJ.náTítica a menudo nos pone en la pista del s~~_nto de
más significativa. 'Pero .ál-.:c,abo, .a raíz· de casos más claroS. c~ que les ordena buscar el castigo. En cuantOa-TOs
y accesibles) en que los enfermos cometían tales faltas mien- delincuentes adultos, es preciso excluir) sin duda, a todos
tras se hallaban bajo -mi tratamiento, o eran .personas que aquellos que cometen ·delitos sin sentimiento de culpa, ya
hacía tien1po habían pasado su juventud, me vi llevado a sea porque no han desarrollado inhibiciones morales o por-
estudi'.lr más a fondo esos sucesos. El trabajo analítico trajo que en su lucha contra la sociedad se cteen justificados en
entonces un sorprendente resultado: tales fechorías se con- sus actos. Pero en la n1ayoría de los otros delincuentes, aque-
,sumaban sobre todo porque eran prohibidas y porque a llos para los cuales en verdad se han hecho los códigos puni-
su ejecución iba unido cierto alivio anímico para el' malhe- -.: tivos, una n1otivación así de sus delitos muy bien podrfr1
chor. Este sufría .de una acuciante conciencia de culpa, de entrar ~n cuenta, ilumin<lr muchos puntos oscurcis de la psi-
origen desconocido, y después de cometer una falta esa pre- 1 colegía. del delincuente y .proporcionar a la .punición un nue-
sjón se aliviaba. Por lo menos, la conciencia d~ulpa quc- vo fundamento psicológico.
d~ba ocupada de algún modo. Un amigo me ha hecho notar después qtie el «delincuente
Por paradójico que pueda sonar, debo sostener que ahí ,,,. por conciencia de culpa>> era conocido también ,por Nietzsche.
la. copciencia. de culpa preexistía a la falta, que no proc~d!a La preex1stencia del sentimiento de _culpa y el recurso a la
.de .~sta; sino_ que 1 a. la _i.nyersa, la falta .provenía de la con- falta para su racionalización son patentes en los aforisn1os 1
ciencia de Cl!lpa. A estas personas es lícito designarlas como de Zaratustra «Sobre el pálido delincuente». Dejemos 2 la
«_4elincuentes .por conciencia de culpa». La preexistencia de investigación futura el decidir cuántos delincuentes han de
esta última, desde luego, había podido demostrarse por toda contarse entre estos «pálidos».
una 'serie de otras manifestaciones y efectos.
Pero el trabajo científico no se termina al establecer un
. hecho curioso. Es preciso responder a otras dos preguntas:
. ¿De dónde proviene ese· oscuro sentimiento de culpa ante-
rior a la. fechoría? ¿Acaso es probable que una causación 1 [En las ediciones anteriores a 1924, «oscuros aforismos». - La
"dé' esa índole iel1ga una participación importante ·en la co- idea de que el sentimiento de culpa es una motivación para con1eter
'~·
·núsión .de delitoo? . fechorías se insinúa ya en el historial clínico del pequeño Hans
1El exan1en de la Primera pregunta promete brindarnos ,) (1909b), AE, 10, pág. 37, así como también en el del <~Hombre de
los lobos1> (1918b}, AE, 17, pág. 27 -el cual, aunque publicado
información sobre la fuente del sentimiento humano de cul- 1~ después que el presente artículo, fue escrito en su mayor parte en
P'l en general. El resuliado' regular del' trabajo analítico fue
que este oscuro sentímié!nto de culpa brota del complejo de ¡ 1914-. En este último pasaje se introduce, complicando el cu11dro.
el factor deirmasoquismo.J

También podría gustarte