Cine, Ciudad y Arquitectura DA4445 Prof. Lorenzo Gonzales Ene-Mar 2012 Alejandro Castillo 06-39335
Comentario
El discurso de cierre de Howard Roark en la novela El Manantial de Ayn Rand, expone su
posición frente al dilema de lo colectivo versus lo individual, más específicamente el pensamiento creador colectivo en contra posición del pensamiento creador individual. En el que defiende por razones obvias la posición individualista. Pero es que si se analiza detalladamente su discurso puede uno darse cuenta que aquellos que profesan la colectividad como objetivo, coaccionan el avance de sociedades debido a que no existe cosa tal como la libertad colectiva. La libertad entendida filosóficamente hablando como la capacidad de autocolocarce y autoposeserse a si mismo, no da espacio a lo colectivo. En lo colectivo uno no se pertenece a sí mismo, si no por el contrario, es pertenencia de la mayoría, no decide colocarse o no en la realidad esa decisión es hecha por otros. Si un ser humano es capaz de negarse a algo que lo condicione se puede decir que dicho ser es libre. Pero en un colectivo uno está condicionado al pensamiento de la mayoría, en otras palabras un individuo no es libre al sumirse a un colectivo, debido a que las masas piensan diferente a los individuos. En una concentración de personas el individuo se ve afectado por el sentimiento que exista en el ambiente lo que lo hace sumirse a este. La idea de que el mundo se base en lo colectivo es aterradora, es un mundo en donde el avance se verá claramente coaccionado. El colectivo al no permitir que el ser individual se desarrolle y genere sus propio juicio impide que se cuestionen situaciones y hechos que pueden o no estar equivocados. Uno se convierte en palabras del personaje principal de la novela esclavo de la voluntad de la mayoría. Lo más aterrador de esto es como mencione anteriormente como la humanidad queda coaccionada a no evolucionar, debido a que los individuos que aportan para este desarrollo no se le es permitido realizarse libremente. Dicho creador de nuevas ideas se vuelve esclavo de de los demás, y a su vez los demás se vuelven esclavos de este. La humanidad necesitan del individuo que cree, especule, cuestione e indague es este el que va a permitir a desmontar verdades que se creen absolutas y no lo son. Esto se evidencia históricamente los grandes aportes de la humanidad los ha hecho un individuo no un grupo de ellos y por el contrario todas las sociedades que han buscado imponer una línea de pensamiento colectivo han fracasado. El mundo está hecho, para bien o para mal, para que unos sean más grandes que otros pues no todos somos iguales. Y es debido a estos pequeños momentos de grandeza que se ha logrado avanzar a lo largo de la historia, sin estos eventos nos hubiésemos estancados en un tiempo de la historia lo que nos hubiese llevado seguramente a desaparecer pues usando otra vez términos de Roark: un “parasito” que vive de otro eventualmente morirá pues no tendrán de quien nutrirse.