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PROPUESTA DE UN MODELO DE EVALUACIÓN DEL TEXTO COMO

MEDIO INSTRUCCIONAL PARA LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA


BASADO EN LOS APORTES DE ELENA DORREGO
PARA LA EVALUACION FORMATIVA DE MEDIOS
INSTRUCCIONALES APLICADO A VIDEOS Y SOFTWARE.

María Elena DelValle de Villalba


manedelvalle@hotmail.com
Unimet-Venezuela
RESUMEN

El Presente artículo constituye una propuesta de


un modelo para la evaluación de los textos de Historia
como medios instruccionales. Los aspectos a considerar
en la evaluación de este medio instruccional serán en
principio los sugeridos por Elena Dorrego (1995) en su
modelo para la producción y evaluación formativa de
medios instruccionales aplicado al video y al
software. Partiendo del valioso aporte de dicha
investigadora se añaden elementos que buscan evaluar
de manera formativa el texto de Historia como
prototipo. El objetivo fundamental de esta propuesta
es poner en evidencia las fallas que pueda observar el
medio instruccional para su posterior mejoramiento.

Palabras clave: medio instruccional, modelo de Elena


Borrego, evaluación formativa.

1
Luego de haber cursado en el Doctorado en
Ciencias de la Educación la materia Diseño
Instruccional y de habernos paseado por los diferentes
modelos de diseño que existen en la actualidad, se nos
sugirió como actividad final la redacción de un
artículo de investigación en el cual pusiéramos de
manifiesto lo aprendido durante el curso.
La experiencia además de ser enriquecedora fue
también muy interesante, ya que reunió en un mismo
espacio a profesionales de diferentes especialidades,
pero con un mismo objetivo en común: la optimización
del los procesos de aprendizaje. El reto por otra
parte era la aplicación de lo aprendido en los objetos
de estudio de las diferentes tesis doctorales en
desarrollo.
En mi caso particular, lo que ocupa mi atención
en la construcción de un discurso específico en la
enseñanza de la Historia como ciencia social, por lo
tanto ir deconstruyendo todos aquellos modelos
instruccionales, me permitió comprender a la enseñanza
de la Historia como un proceso que parte de una
concepción del alumno, del conocimiento y del
establecimiento de competencias que podrían
denominarse de entrada y de salida.
Al revisar el modelo producido por Elena
Dorrego(1995) y percatarme del profundo análisis que
realiza de cada uno de los pasos que implican la
generación de un medio instruccional, me pareció que
el abordaje que hace del proceso de enseñanza y la
concepción que plantea del estudiante y del docente
como factores esenciales del proceso era el pertinente
para lo que deseo proponer.

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Partamos ahora de la definición que la propia
Elena Dorrego (1995) realiza de lo que es un medio
instruccional y de lo que implica su evaluación:

El medio instruccional se concibe aquí como


cualquier persona, dispositivo o material que
transmita el mensaje requerido para el logro de un
aprendizaje. Puede consistir entonces en la voz del
profesor, o de cualquier otro participante en el
proceso instruccional, en dispositivos como el
pizarrón, materiales impresos o combinaciones de
equipos y materiales, como en la televisión, cine y
multimedios. p 1

Queda claro entonces, que este modelo que plantea


Dorrego (1995) puede ser utilizado para la evaluación
formativa de los libros de texto como medio
instruccional. Parece entonces pertinente recordar las
implicaciones de la evaluación formativa. Para Rotger
(1990) tiene un carácter eminentemente procesal, tal
modalidad es orientadora y no prescriptiva, dinámica
y, marcha paralelamente con los objetivos o propósitos
que pautan la instrucción.

Por su parte Dorrego (1995) plantea: definimos la


evaluación formativa como un proceso sistemático de
prueba de materiales instruccionales que debe
realizarse durante las diferentes fases de su
desarrollo. Su propósito es recoger información sobre
las posibles fallas del material, con el objeto de
superarlas y debe tomar en cuenta tanto las
características del material como sus efectos en el
aprendizaje de los alumnos para los cuales fue
diseñado.

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En este caso, por supuesto no podemos evaluar
formativamente todas las fases de su desarrollo, sino
que nos centraremos en lo que Dorrego (1995) denomina
la evaluación del prototipo, sin dejar por ello de
establecer que la comprensión sistémica de la
elaboración del texto como medio instruccional
requerirá de la evaluación formativa de todas las
fases.

Los materiales didácticos o medios


instruccionales impresos tienen como función la
complementación de la enseñanza en la que participan
el docente y el alumno. El texto auxilia este proceso
sirviendo de vínculo con el conocimiento cuando el
estudiante trabaja en casa, en el aula o con sus
compañeros.

El texto como medio instruccional tiene por tanto


una identidad particular ya que pone en evidencia la
concepción y el modelo teórico sobre el cual quien los
elabora construye el aprendizaje. El objeto de la
evaluación formativa en este caso es: el texto como
complemento y como medio que debe comunicar un
conocimiento, ampliar los ya existentes,
profundizarlos, validar la experiencia previa y hacer
que el estudiante logre aprendizajes pertinentes e
importantes para su realidad.

Peña (1992) define texto o material didáctico


como aquel que “Mediante la aplicación de principios
teóricos, provenientes de las ciencias de la
información, la psicología del aprendizaje, la
psicolingüística o la semiología, los textos organizan
secuencialmente el contenido, condensan información y
la presentan gradualmente, tanto en palabras como en

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imágenes; ofrecen actividades y ejercicios con el fin
de trascender el puro nivel informativo; evalúan
permanentemente el logro de los objetivos y muchos
enfrentan al estudiante con problemas y preguntas que
lo obligan a ir más allá del texto. Mediante el diseño
gráfico, toda esta lógica interna debe hacerse visible
y toma forma en la diagramación y presentación interna
del libro“.

Richaudeau (1993) por su parte, lo define como


aquella obra que presenta una progresión sistemática,
un orden para el aprendizaje, en lo referente a
contenido y la enseñanza, según diferentes
disciplinas, niveles y concepción pedagógica. Según la
definición anterior cobra relevancia los aspectos de
contenido y didácticos, elementos que deben ser
considerados en todos proceso de evaluación de
materiales didácticos.

Venegas (1993) considera que el texto didáctico


es aquel que se produce con objetivos educativos, el
cual refleja una estructura, secuenciación, lenguaje y
diagramación; una serie de recursos y condiciones para
facilitar el aprendizaje por parte del alumno, en
donde el tratamiento de los contenidos está sujeto a
los fines de la educación en un nivel y asignaturas
específicas

Por esta razón, considera Dorrego (1995) de gran


importancia la evaluación de todos los pasos previos
que se cumplieron antes de la generación del
prototipo, ya ellos pondrán en evidencia el “mapa”
sobre el cual es construido dicho material. Ahora
bien, cuando el tiempo disponible para la evaluación
es reducido o cuando lo que se intenta evaluar es el

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resultado que el uso de ese material tiene el
crecimiento emocional, intelectual del alumno y su
impacto en la generación de aprendizajes por
descubrimiento, este modelo permite su aplicación
radial, es decir, podemos empezar por la evaluación
formativa del medio instruccional y regresar a las
fases anteriores, sin embargo desarrollaré el modelo
de Dorrego en sus fases de realización y Prototipo con
alumnos.

Dorrego (1995) plantea que el medio instruccional


sea evaluado en función de la formulación de los siguientes cuestionamientos:

Planificación Realización Prototipo con


alumnos

¿Qué se evalúa? Variables Productos - Calidad


técnicas y intermedios y intrínseca
pedagógicas prototipo: - Logro de
- Informe Adecuación a objetivos
selección guiones - Actitudes
Diseño de los
instruccional alumnos

del medio
- Guiones
- Plan de
Producción

¿Quiénes Expertos en: Expertos en: Muestra de


evalúan? - Contenido - Diseño y alumnos
- Diseño de Medios
instrucción - Profesor
(tecnólogos
educativos)
- Medios /
Técnicos
- Profesor

¿Procedimientos - Observación Observación de: Elaboración y


e de Informes aplicación
instrumentos? - Lista de - Productos de
cotejo / intermedios instrumentos
Escalas - Prototipo válidos:
de valoración - Materiales - Conductas
pre-elaborados de entrada
- Plan de - Lista de - Aprendizaje

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Producción: cotejo/Escalas planificado
matriz de valoración -
Cuestionario
de opinión

¿Cómo se - - Directamente, - Análisis de


analizan Directamente: discusión ítems
los resultados discusión de expertos: - Análisis de
de expertos: opinión respuestas
opinión - Sugerencias -
- Sugerencias remediales Cuestionarios
remediales

¿Decisiones? - Elementos - Modificación * Menos de


del diseño de aspectos 60% correcto:
instruccional intermedios
- Eliminación total
- de productos modificación
Modificación de
de aspectos secuencia
técnicos * Más de 60%
menos de 80%:

revisión
* Más de 80%:
revisión

Tomado de: MODELO PARA LA PRODUCCIÓN Y EVALUACIÓN


FORMATIVA DE MEDIOS INSTRUCCIONALES APLICADO AL VIDEO
Y AL SOFTWARE.

Ahora, Dorrego (1995) explica específicamente que


implicaciones tienen estos cuestionamientos en esta
etapa en la que se atiende a la calidad intrínseca del
material. En este sentido afirma: La evaluación de
esta etapa responde a las preguntas anteriores de la
siguiente manera:

1. ¿Qué se evalúa?

Se evalúa la adecuación de los componentes y


del prototipo, a los guiones respectivos;
además se evalúa su calidad técnica y
pedagógica. En cuanto a los componentes, por
ejemplo, si se trata de un material impreso,
deben revisarse las páginas de prueba, los
originales de las ilustraciones y de los

7
gráficos, etc. Una vez finalizado el
prototipo, se evalúa a fin de hacer las
modificaciones necesarias antes de ser
probado por los alumnos. p 7

¿Cuál es específicamente la propuesta que


realizamos en este aparte? Cuando tratamos de
determinar la calidad pedagógica de un medio y el
mismo es un texto de Historia, este no tiene las
mismas implicaciones que cualquier otro, porque no
solo hablamos, como lo afirma la autora de la revisión
del diseño instruccional, sino que también debería
cuidarse la inclusión de elementos ideológicos en la
presentación de los contenidos.

En la enseñanza de la Historia puede caerse con


mucha facilidad en la formación a través de este medio
de una matriz de opinión en función de una corriente
ideológica en particular. Por lo tanto, cuidar la
presencia de elementos de carácter ideológico y sobre
todo cuidar que en el material se respete la formación
de un individuo independiente, crítico y cuestionador
de lo que ocurre a su alrededor, de lo que dice su
maestro y de lo que dice el texto, asumiendo la
construcción de la realidad y de la Historia como
procesos inacabados es sin duda un elemento a evaluar.

En segundo término, propongo se añada la revisión


del uso del lenguaje. En la evaluación formativa del
texto como medio instruccional, debe observarse el
discurso a través del cual, los contenidos se
presentan al estudiante. Su carácter accesible,
demandante de procesos mentales profundos y
comprometedores, incluyente y a la vez respetuoso del
saber del cual el alumno es poseedor debe sin duda ser
revisado en esta etapa de la evaluación.

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En tercer lugar, considero que las actividades
que se sugieren en el medio instruccional deben
revisarse en función de los procesos que demandan del
estudiante, así como también el papel que el docente
está llamado a cumplir en la realización de las
mismas. El alumno debe sentirse tomado en cuenta en
las actividades sugeridas, incluido a través de las
preguntas para lograr un aprendizaje que tenga la
duración y el impacto que esperamos.

Que la Historia como proceso sea presentada de


manera coherente, articulada y motivante, a través del
uso del lenguaje, de la inclusión del contexto y su
influencia en la vida del alumno y del docente, que la
presentación del medio instruccional permita el
llamado “diálogo didáctico” entre alumno y el texto,
entre el docente y el texto y entre el docente, el
texto y el alumno, debe ser revisado también.

La inclusión de procesos mentales emocionales e


intelectuales, que no solo transmitan una información
sino que motiven la formación y la profundización de
los valores que la educación venezolana se plantea en
la actualidad, es también otro elemento a evaluar
formativamente.

2. ¿Quiénes evalúan?

En esta etapa también evalúan expertos,


particularmente en diseño de instrucción y
medios (tecnólogos educativos), y los
técnicos en medios. Si el profesor es el
productor, también evalúa, ya que debe
poseer los conocimientos necesarios para
ello. p 7.

En esta sección de la evaluación sumativa, lo que


propongo específicamente cuando se evalúan medios

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instruccionales en el área de Historia es la continua
actualización de los expertos que evaluarán el
material ya que en Historia, como en todas las áreas
del conocimiento y demás ciencias, se han
experimentado grandes avances y cambios
epistemológicos que si no han sido aprehendidos por
aquellos que evaluarán el material, tal vez no puedan
hacer las observaciones que realmente garanticen un
mejor producto final.

3. ¿Cuáles son los procedimientos e


instrumentos que se utilizan para evaluar?
El procedimiento consiste en observar los
productos de la realización atendiendo a las
variables seleccionadas. Se operacionalizan
las variables y se elabora una lista de
cotejo o una escala de valoración, en las
cuales se registran los resultados de esa
observación. p 8.

En este aparte, realmente me parece que la


propuesta de Dorrego (1995) incluye suficientes
elementos que permiten la valoración del material, por
esta razón no hago la propuesta de añadir ningún otro
elemento a valorar, sin embargo observar los elementos
que en puntos anteriores señalé al momento de evaluar
los textos, es decir, dentro del instrumento que se
utilice garantizará que la evaluación se detenga en
ellos.

3. ¿Cómo se analizan los resultados?

Directamente, ya que son pocos los expertos


que participan, quienes una vez realizada la
evaluación deben discutir sus observaciones,

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conjuntamente con los técnicos que estén
participando en la producción del material.
p 10.

Sería pertinente en este caso, que los expertos o


el experto que realizó el medio instruccional generara
un grupo de estudio compuesto por una muestra de la
población a la cual va dirigido el medio y probara su
viabilidad y pertinencia antes de ponerlo en uso. Así
mismo, antes de que el Ministerio de Educación otorgue
la aprobación del texto para su distribución, sería
pertinente igualmente lo sugerido en el párrafo
anterior.

Ahora bien, Dorrego (1995) en la última fase


plantea los cuestionamientos que debemos realizar
cuando se trata de un prototipo que ya está en uso por
los estudiantes. En este sentido afirma que en las
fases anteriores se ha evaluado la calidad intrínseca
del material, pero aún se desconocen sus efectos en
cuanto al logro de los objetivos previstos, por parte
de los alumnos para quienes fue diseñado. Es entonces,
cuando ya se cuenta con el prototipo, que los
estudiantes intervienen en la evaluación formativa,
basándola en la información que se obtenga al ser
aplicado a los alumnos.

1. ¿Qué se evalúa?

En esta etapa evaluamos: a) los efectos que haya


producido el material, en cuanto al logro de los
objetivos y b) la actitud de los alumnos hacia el
material.
En cuanto a los efectos del material, se requiere
determinar en qué medida los estudiantes logran
los objetivos establecidos, a fin de conocer
cuáles son las posibles fallas al respecto.
Asimismo, se requiere conocer algunos otros
aspectos relativos al material, tales como las

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reacciones que los alumnos muestran ante los
mismos, evaluando variables tales como interés,
que les despierta, monotonía, comprensibilidad,
etc., las cuales pueden afectar el logro de los
objetivos. p 12.

Si dentro de la estructura interna del medio se


planteara la evaluación del mismo por parte de los
alumnos y del docente, tal vez si ellos pudieran
comunicarse con el autor o con quienes realizaron el
diseño del medio, planteamiento que no es para nada
complicado ya que hoy en día, la presencia de correos
electrónicos permite que los lectores de un
determinado material puedan entrar en contacto directo
con el autor del mismo, podría garantizar que las
impresiones llegaran más asertivamente al autor del
medio.

Sin duda este aparte es de vital importancia, ya


que cuando hacemos un material o un medio
instruccional, lo hacemos para un lector o usuario
específico y quizás desde nuestra perspectiva el mismo
es inobjetable pero, en definitiva quienes lo validan
son quienes lo usan y lo aprovechan.

2. ¿Quienes evalúan?

Aquí la evaluación se realiza con los


alumnos, por lo que se debe seleccionar una
muestra representativa de los mismos.
Generalmente la selección de esta muestra es
de tipo circunstancial, ya que no se
requiere de la rigurosidad estadística. p
15.

En este punto, yo añadiría la presencia del


docente que utilizó conjuntamente con los alumnos el
medio, ya que él también debe ser evaluado en función
del uso que hizo del mismo. Recordemos que dentro del
discurso pedagógico, no solo los medios y materiales

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instruccionales hacen óptimos o ineficientes los
procesos sino también el docente como intermediario en
la relación que se genera entre el alumno y el medio.

4. ¿Cuáles son los procedimientos y los


instrumentos que se utilizan parea
evaluar?
El procedimiento sugerido consiste en lo
siguiente: a) elaborar instrumentos
válidos a fin de evaluar los aprendizajes
a ser alcanzados, según éstos sean
cognoscitivos, psicomotores o afectivos y
para determinar si los alumnos poseen los
conocimientos previos necesarios.
b) aplicar los instrumentos a la muestra
de alumnos; los que evidencien haber ya
logrado los objetivos deben ser
eliminados de la muestra. c) aplicar el
prototipo. d) aplicar de nuevo los
instrumentos a fin de conocer cuáles
objetivos no han sido alcanzados.
e) aplicar un cuestionario de opinión o
interrogar directamente a los
estudiantes, con el propósito de conocer
su actitud hacia el prototipo. p 17.

Lo complejo en este caso y que creo debe


evaluarse también es la concepción de: logro de
objetivos es decir, cuando los que evalúan el material
seleccionan una muestra de los estudiantes que
“lograron” los objetivos, es necesario cuestionar que
ese logro implique los procesos descritos en líneas
previas. De tal manera, que la memorización o la
cronología de hechos que no involucren su comprensión
y análisis no deberían considerarse como logros ya que
entrarían en contradicción con todo lo planteado.

4. ¿Cómo se analizan los resultados?


Por ser el propósito de esta evaluación
determinar las fallas en el prototipo, se
sugiere realizar un análisis de ítems que
permita establecer cuales objetivos no se
lograron. De no lograrse un objetivo se
infiere que la secuencia del material

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diseñada para su logro puede presentar
fallas. Además, es posible comparar los
resultados obtenidos con la prueba previa y
la posterior, a fin de conocer si ha habido
incremento en el aprendizaje.

En cuanto a la opinión de los alumnos, ésta


debe tomarse muy en cuenta, ya que si no es
favorable no se sentirán suficientemente
motivados y el material será menos efectivo
p 18.

Esta parte, no amerita ninguna observación desde


mi perspectiva. Solo cambiaría la preeminencia
otorgada a la opinión de los alumnos, tal vez
mostrando algunos resabios de otros modelos teóricos
no dejaría del todo la valoración del material solo a
ellos, incluyendo también en esta valoración la
opinión que pueden generar el docente y los alumnos en
conjunto.

5. ¿Que decisiones pueden tomarse a partir


de los resultados?

Para interpretar adecuadamente los


resultados del análisis de ítems es
recomendable establecer los criterios
previos, a fin de facilitar la toma de
decisiones respecto a la modificación de los
materiales. En este sentido proponemos los
siguientes:

a) Si menos del 60% de los alumnos responden


correctamente los ítems de la prueba que
evalúen un determinado objetivo, la
secuencia correspondiente del material
debe ser modificada.
b) Si entre el 60% y el 80% de los alumnos
responde correctamente, la secuencia debe
revisarse.
c) Si más del 80% responde correctamente,
la secuencia se conserva sin
modificación.

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Por último, en esta fase Dorrego plantea una
suerte de legitimación de los resultados obtenidos.
En este sentido, creo que en el caso concreto un
medio diseñado para la enseñanza de la Historia, los
indicadores además de los brillantemente señalados por
la autora, lo son: la conformación de un ciudadano que
conoce su pasado a través del texto y de la función
que cumple su docente, un joven que ve en ese pasado
al mejor maestro y que apuntala sus valores
tradicionales a través de la enseñanza de la Historia,
esos, creo serán los indicadores más legítimos y
validados que como docentes podamos obtener.
Creo por otra parte, que así como lo hace la
autora la evaluación de materiales debe considerarse
como un proceso flexible y dinámico que no busca en
ningún caso deslegitimar ningún esfuerzo académico o
argumentativo de ningún autor, sino al contrario
optimizar los resultados que el uso de los mismos
tiene en el proceso educativo.
Finalmente, debo afirmar que desde mi perspectiva
de docente de Historia hace más de quince años y desde
mi visión de aspirante a Doctora en Ciencias de la
educación, considero este esfuerzo de Elena Dorrego
(1995) y de todos aquellos que intentamos hacer de la
educación verdadera fuerza de cambio, las empresas más
nobles que puedan emprenderse. Hacer de la educación
conciencia liberadora y emancipadora de las realidades
es nuestra meta.

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REFERENCIAS

Dorrego, E. (1995). “Modelo para la producción y


evaluación formativa de medios instruccionales, aplicados
al vídeo y al software”. En: Revista de Tecnología
Educativa. Organización de Estados Americanos. Vol. XII,
núm. 3, Santiago de Chile.

Peña, L. (1992). La calidad del libro de texto.


CERLAC-Universidad Pontificia Javeriana, Santafé de Bogotá.

Richaudeau, F.(1993). Concepción y producción de


materiales escolares. Guía práctica. SECAB-CERLAL-UNESACO,
Bogotá.

Rotger B. (1990). Evaluación Formativa.Editorial


Cincel. Madrid. España

Venegas, M.(1993). El texto escolar: cómo


aprovecharlo. MEN-CERLALC, Santafé de Bogotá

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