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Llora.
Grita.
Se sobresalta ante ruidos intensos.
Realiza sonidos vegetativos como eructos, tos, estornudos.
Busca la fuente sonora.
Sigue objetos con la mirada en el plano horizontal.
Reacciona ante la voz de la madre.
Mira a los ojos a la madre al momento de amamantar.
Aparece la sonrisa refleja (sin fin social).
Imita sonidos.
Imita los movimientos de los labios de los adultos.
Produce onomatopeyas.
Dice su primera palabra con intención.
Comprende y sigue órdenes simples.
Comprende palabras familiares como mamá y papá.
Responde al nombre.
Comienza a desarrollarse la atención conjunta.
Comprende deícticos (allá, acá, aquí).
Hace uso de protodeclarativos (llama la atención del adulto para compartir
algo de su interés).
Hace uso de protoimperativos (llama la atención del adulto para que haga
algo en su beneficio).
Saluda y se despide (moviendo la mano).
¿Qué hacer?
Suplir las necesidades que intenta comunicarnos el niño a través del llanto
(alimentarlo, cambiarle pañales, darle seguridad, mecerlo, etc.).
¿Qué hacer?
Mirar al bebé a los ojos mientras se amamanta. Sonreírle, hablarle y cantarle.
3. Seguir objetos con la mirada (Desde los 2 meses en adelante)
Los recién nacidos no ven del todo nítido (son cortos de vista al nacer). La
visión se va desarrollando en los primeros meses de vida. El bebé puede
observar las cosas que le interesa cuando están a una distancia de 20 cm en
relación a sus ojos y estos objetos deben estar estáticos y no ser
excesivamente brillantes.
¿Qué hacer?
Tender al bebé en la cama o en una alfombra. Tomar un objeto de interés
para el bebé y colocarlo a 20 cm de distancia de sus ojos. Una vez que haya
establecido el contacto ocular con el objeto, movilizarlo lentamente hacia un
lado y luego al otro en un máximo de 45°. Mientras esto, se puede ir
describiendo las características del objeto con una voz dulce y tierna.
La cabeza es la primera parte del cuerpo que el bebé controla (al rededor de
los 3 meses). Esta nueva capacidad le permite examinar lo que sucede a su
alrededor girando la cabeza.
¿Qué hacer?
Tender al bebé en la cama o en una alfombra, y llamar su atención con la
voz. Una vez logrado esto, de forma imprevista, se debe hacer sonar un
objeto (sin que el bebé haya visto previamente el objeto) y esperar a que gire
la cabeza tratando de encontrar la origen del sonido. Una vez que el bebé
encuentra la fuente sonora, sonreírle y hacer sonar el objeto nuevamente,
pero frente a él. Hacer que el niño manipule el objeto sonoro.
A partir de los 6 meses, los niños comienzan a buscar objetos ocultos. Esto
depende en gran medida de sus habilidades físicas y cognitivas. La búsqueda
de objetos que han sido escondidos evoluciona desde un desinterés total por
el objeto oculto hasta una búsqueda controlada y precisa al año de edad. Esta
capacidad le permite al niño comprender que las cosas y/o personas existen
pese a que no se encuentren frente a sus ojos o presencia. El buscar objetos
ocultos predispone el desarrollo de la capacidad de crear conceptos y
significados.
¿Qué hacer?
Jugar al "¿Dónde está? ¡Aquí está! (también llamado Cucú-tras).
Se sugiere sentar al niño en la cama o en una alfombra. El cuidador debe
cubrirse la cara con un paño y preguntarle “¿Dónde está ?” e inmediatamente
descubrirse la cara y decir “¡Aquí está!”.
¿Qué hacer?
Realizar juegos en el cual deba gatear, alcanzar objetos y lanzarlos.
Permitirle morder y chupar objetos, previamente desinfectados y siempre bajo
la supervición de un adulto.
Hacerle reír, jugar e interactuar con los integrantes de la familia.
7. Fomentar la capacidad de imitación del habla (desde los 9 meses en
adelante)
Una de las formas en la que los niños adquieren sus habilidades articulatorias
es a través de la imitación. La imitación de los movimientos del habla le
permitirán al niño ir produciendo una mayor cantidad de sonido y finalmente
las primeras palabras.
¿Qué hacer?
Sentar al bebé de tal forma que logre establecer contacto ocular con el adulto
(o bajar a la altura del niño) y llamar su atención con un objeto. Una vez
centrada su atención, llevar el objeto a la altura de nuestra boca y exagerar
la articulación del nombre del objeto.
¿Qué hacer?
Forrar una caja y hacerle un agujero donde quepa la mano (caja sorpresa) e
introducir objetos de interés para el niño. A continuación el adulto debe
introducir la mano y sacar un objeto, mostrárselo al niño y demostrar una gran
expresión de sorpresa. Incitar a que el niño repita la acción, mire al adulto y
comparta la sorpresa encontrada.
¿Qué hacer?
Realizar juegos de encaje donde el niño tenga que insertar una pieza y luego
el adulto (juegos de argollas, por ejemplo). Es normal que los niños quieran
colocar todas las piezas ellos (el por esto de la actividad), por lo que se debe
restringir e impedir que el niño coloque la pieza en caso de que el turno no
sea de él.
¿Qué hacer?
Realizar juegos que incluyan la producción de onomatopeyas tales como las
del auto, moto, vaca, cerdo, caballo, oveja, perro, gato, etc.
Recuerda siempre...
Mientras más melódica, dulce y cariñosa sea tu voz, mayor será su atención
al lenguaje.
Evita hacer uso excesivo de niñerías (ej. "nonde ta mi bebe mocho
pechocho").
No sobreestimules. No fuerces a que hable. Tanto la falta de estimulación
como la sobreestimulación es mala.
Ordena y mantén limpio siempre los juguetes.
Déjalo que exploren, siempre dentro de tus limites y bajo tu supervición.
Todos los niños aprenden y se desarrollan a un ritmo diferente. Respeta sus
tiempos.