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LA INQUISICIÓN Y MÁS

Padre Jordi Rivero

Está de moda atacar a la Iglesia acusándola de ser la causante de los mayores


crímenes de la historia. La Inquisición y las Cruzadas suelen ser temas favoritos.
Es verdad que estas cosas ocurrieron y se deben examinar como parte de la
historia sin justificarlas, pero es muy injusto sacarlas de su contexto y proporción
histórica como suele hacerse.

La actual persecución contra la iglesia nos recuerda a los Nazis que acusaban a
los judíos de ser los causantes de todas las miserias de Alemania. Cuando se
respondía a esas acusaciones, los Nazis proporcionaban algunos ejemplos reales
o inventados o exagerados. Así el pueblo fue preparado para odiar a los judíos.

¿Es cierto que los judíos cometieron crímenes? Sí, es cierto. Pero no más que los
cometidos por los demás alemanes. El hecho es que todas las etnias han
cometido crímenes. ¿Cuando un judío cometía un crimen era por culpa de su
religión? No. No era el judaísmo el causante de los crímenes, ni eran los crímenes
de los judíos diferentes a los de cualquier otro grupo. Pero la propaganda Nazi
saturó la creencia popular con historias de crímenes cometidos por judíos hasta
crear una imagen nefasta. Una imagen que parecía imposible constatar: Todo el
mundo "sabía" como eran los judíos.

Al defender a los judíos, ¿se estaría negando que algunos cometieron crímenes?,
¿se estaría minimizando el mal?. No. Más bien se estaría haciendo justicia,
poniendo las cosas en contexto y proporción. Dios quiera que todos luchemos
contra el crimen, que nunca se justifique un solo abuso contra un ser humano.
Pero acusar de criminal a una raza o etnia es en sí una injusticia que no hace más
que abrir las puertas a la agresión.

Una mentira repetida constantemente llega a creerse. El ataque incesante contra


la Iglesia Católica ha creado una radical distorsión de la realidad. Los pecados de
la Inquisición se han explotado sin análisis crítico con el fin de atacar a la Iglesia.
Al escuchar los comentarios de estos modernos inquisitores, parecería que la
Iglesia no ha sido más que una gigante inquisición causante de todos los crímenes
de la historia. Esta es la gran mentira que no debemos aceptar. Ningún católico o
persona de buena voluntad debe permitir semejantes ataques. Los eventos de la
historia sólo se pueden entender en su contexto y utilizando fuentes auténticas.
Pero las exageraciones absurdas y las mentiras se han repetido tanto que la
mayoría las cree como hechos históricos.

Para juzgar el pasado hay que conocer la historia y no manipularla o sacarla fuera
de contexto.
Uno de los casos que con frecuencia se utilizan como paradigma de los horrores
de la Inquisición es el famoso juicio contra Galileo. Recientemente recibimos una
queja reprochando a la Iglesia por haber "torturado y ahogado a Galileo en la
época medieval". Esta acusación, sin embargo, contiene varios errores de base: 1-
Galileo no vivió en los tiempos medievales, 2- Galileo no fue torturado, 3- Galileo
no fue ahogado ni muerto por violencia sino que murió anciano (76 años) en su
casa. Lógicamente el autor de la queja tomó su información de las historias de
Galileo que proliferan en los medios de comunicación.

Una cosa es criticar el juicio en sí, otra cosa es atacar a la Iglesia en general.
Galileo es católico tanto como lo son sus opositores. Los que atacan a la Iglesia
por el caso Galileo no la aman como lo hizo él, pues a pesar de todo, fue católico
toda su vida. En fin, es cierto que en el caso de Galileo se cometieron injusticias
(reconocidas ya por la Iglesia en el siglo XVIII). Pero Galileo también tenía buenos
amigos en la Iglesia (como el Cardenal Roberto Belarmino) y el Papa no firmó la
sentencia contra él.

No es nuestra intención justificar ninguna injusticia. Un solo crimen cometido es


algo reprobable. Pero cuando se juzga hay que ser objetivo, honesto y mesurado,
de lo contrario se cae en el mismo error que se pretende delatar. Hoy no faltan los
inquisidores contra la Iglesia católica.

La Iglesia ya ha pedido perdón y hemos visto como hasta el perdón se ha querido


manipular como una aceptación tácita de todas las acusaciones tal como las
proponen. El siguiente pasaje presenta la posición de la Iglesia sobre el perdón:

El Magisterio eclesial no puede evidentemente proponerse la realización de un


acto de naturaleza ética, como es la petición de perdón, sin haberse informado
previamente de un modo exacto acerca de la situación de aquel tiempo. Ni
siquiera puede tampoco apoyarse en las imágenes del pasado transmitidas por la
opinión pública, pues se encuentran a menudo sobrecargadas por una emotividad
pasional que impide una diagnosis serena y objetiva... Esa es la razón por la que
el primer paso debe consistir en interrogar a los historiadores, a los cuales no se
les pide un juicio de naturaleza ética, que rebasaría el ámbito de sus
competencias, sino que ofrezcan su ayuda para la reconstrucción más precisa
posible de los acontecimientos, de las costumbres, de las mentalidades de
entonces, a la luz del contexto histórico de la época -Documento: Memoria y
reconciliación

El pecado no es propio de la naturaleza de la Iglesia.

Es necesario saber distinguir entre la naturaleza y el accidente. Por ejemplo: La


maternidad es un hermoso don de Dios, su naturaleza es muy buena. Es cierto
que hay muchas madres que cometen graves delitos contra sus hijos. No por eso
deja de ser buena la maternidad y al defenderla no estaríamos justificando los
delitos, al contrario, el mal se comprende mejor cuando se tiene conocimiento de
como las cosas deberían ser. La prostitución, sin embargo, es mala en su propia
naturaleza. Su razón de ser en si misma es contraria a la dignidad humana. No por
eso arremetemos contra las prostitutas para apedrearlas. Pero si quisiéramos
ayudarles a salir de esa opresión.

La Iglesia es muchísimo más que Inquisición y los inquisidores son muchísimo


más que los de la Iglesia.
Para apreciar la realidad de las cosas hay que ver el cuadro completo y en
proporción. Para ver las cosas en perspectiva hay que entender que la Inquisición
no representa sino una mínima porción de la actividad de la Iglesia de la época.
Durante la Inquisición habían en la Iglesia multitudes de creyentes viviendo la
doctrina del amor del Evangelio. Muchísimos santos y santas entregaban sus
vidas por Dios y por el prójimo. La Iglesia tenía infinidad de hospitales, casas para
ancianos y pobres... Las comunidades mendicantes de San Francisco, Santo
Domingo y muchas otras llevaban la Buena Nueva hasta los confines del mundo...
Muchos católicos, tanto laicos como miembros del clero lucharon para propagar el
Evangelio que es amor, paz y justicia en Cristo. Esta es la gracia de Dios, esta es
la misión de la Iglesia. ¿Ha visto usted que se honre a la Iglesia por todo esto?

Era aquélla una época que, como en todas, abundaron los crímenes procedentes
de todos los sectores. Los procedimientos de la Inquisición eran los medios de la
época y, en su esencia, los medios de las épocas anteriores y posteriores. No se
justifica. Pero los inquisidores que cometieron injusticias no lo hicieron por ser
ellos católicos sino por ser hombres influenciados por el mundo, por tener un
corazón duro en que la gracia de Cristo no pudo prevalecer. Esta distinción es
esencial.

El mal y las injusticias siempre han ocurrido y no han cesado. ¿Porqué se señala
la Inquisición? Reitero que estoy de todo corazón opuesto al abuso, a las
torturas... Pero también estoy de todo corazón opuesto a que se manipulen estos
terribles males para señalar a la Iglesia cuando es precisamente ella la que más
ha hecho por la dignidad del hombre.

Además, no todo lo que hizo la Inquisición fue errado o violento. La inquisición


tenía una justa razón de ser como tribunal de justicia que corrigió muchos abusos.
El mal de la Inquisición está en que muchos de sus jueces se dejaron influenciar
por los métodos de enjuiciamiento y de castigo utilizados universalmente sin
considerar que eran contrarios a la doctrina de la Iglesia.

Todos los hombres son pecadores. No por ser miembros de la Iglesia estamos
exentos.
El pecado ha existido desde Adán y Eva. Los abusos de derechos humanos,
particularmente contra los enemigos han sido siempre (y son) la penosa norma en
la historia. Nada más hace falta estudiar la historia de cualquier imperio, de
cualquier país, de cualquier raza o de cualquier época para constatarse de ello.
La Iglesia, compuesta de personas que viven en el mundo, ciertamente se ve
afectada por las prácticas del mundo. Pero el pecado no es fruto de la Iglesia.
Cuando sus hijos pecan, aunque estos sean de la jerarquía, es precisamente por
no vivir según su Evangelio, por no ser consecuentes con su vocación bautismal
de ser Iglesia.

El pecado se infiltra como contagio en la Iglesia. Ya desde el principio, entre los


doce Apóstoles, surgió un traidor. Ya la Iglesia tenía pecadores y escándalos.
Jesús nos advirtió:

Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!
Lucas 17:1

Obviamente Jesús no justifica el pecado, pero nos advierte que aún en la Iglesia
somos vulnerables y siempre habrá buen fruto y cizaña creciendo juntamente (Cf
Mt 13:25-40). ¿Es la Iglesia la causante de la cizaña?. No. Su doctrina y su gracia
no fomentan cizaña alguna. Es el enemigo, el que opera en el mundo, quien
penetra y la siembra. Ciertamente debemos de renunciar al pecado y sacarlo de
entre nosotros. No podemos justificarlo. Ciertamente los católicos son
influenciados por el mundo y caen muchas veces en lo mismo que hace el mundo.
Pero ¡mucho cuidado de no condenar a la madre buena por lo que hacen los hijos
réprobos!.

La Iglesia es santa por su naturaleza, santa en virtud de su Cabeza que es Cristo.


La Iglesia es Su Cuerpo Místico. En ella se encuentran todos los medios para la
santidad. Su doctrina es santa. De ella recibimos la gracia para vivir el amor y el
perdón. El pecado de sus miembros no restan verdad a lo dicho. Solo demuestra
que ellos no supieron vivir a la altura de su vocación. Los que quieren ver pueden
descubrir en la multitud de santos los efectos de la gracia que la Iglesia comunica
a aquellos que la saben recibir.

La iglesia, a través de los siglos, ha sido el principal agente en la toma de


conciencia sobre los derechos humanos y en los esfuerzos por su implementación.
La Iglesia se ha dedicado a través de los siglos ha enseñar el camino del amor
divino que recibe de Cristo. Multitudes de hombres, mujeres y niños se han
entregado a servir a Dios y a sus hermanos inspirados y fortalecidos como
miembros de la Iglesia.

¿Qué hacemos hoy día?


¿Qué diremos de nuestro siglo? La Inquisición se queda muy pequeña en
comparación con los genocidios de nuestro tiempo. ¿Cómo podemos reclamarle a
los que vivieron en otro siglo por sus crímenes si nosotros mismos aceptamos la
masacre actual de millones de niños inocentes?.

Conclusión
Reflexionar sobre los males del pasado, dentro y fuera de la Iglesia, nos debería
ayudar a valorar más la verdad eterna de la doctrina de la Iglesia que brilla ante la
razón y nos reta a buscar nuestra propia conversión y a luchar por eliminar las
atrocidades de hoy día.

Aún desde un punto de vista puramente humano, podemos constatar cuanto


necesitamos a la Iglesia, pues ¿quién es hoy día la voz que clama por los no
nacidos, los ancianos, los inmigrantes, los presos, por los que no tienen voz?

-Padre Jordi Rivero

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Entrevista de Zenit con el Padre Georges Cottier, organizador del reciente


Simposio
-Vaticano; 9 de Noviembre 1998 (Zenit).

«La gran debilidad de la Inquisición consiste en haber querido defender la verdad


con medios violentos». Este es el sintético juicio del padre Georges Cottier,
teólogo de la Casa Pontificia y organizador del Simposio internacional sobre la
Inquisición que se celebró en los últimos días de octubre en el Vaticano.

«La historia de la inquisición no es la historia de la Iglesia. La Iglesia es santa y da


siempre frutos de santidad. Pero con esto no quiero decir que la Iglesia esté
compuesta sólo de hombres santos, sino que produce frutos de santidad, en cada
generación, también en nuestra época. La inquisición ha sido una institución
eclesiástica y temporal que ha tenido ciertamente grandes defectos con sus
consiguientes efectos negativos, pero éste no es el camino de la Iglesia. La
Iglesia, como esposa y cuerpo de Cristo, tiene que gozar de toda nuestra
confianza y, cuando hace penitencia, como indica Juan Pablo II en la carta
apostólica "Tertio Millennio Adveniente", está cumpliendo un acto de lealtad y
valentía que nos da nuevas fuerzas para afrontar el presente y el futuro».

--Zenit: ¿Cuáles son las novedades que han emergido en el Simposio?

--Georges Cottier: No podemos hablar de auténticas novedades, en parte porque


los historiadores presentes trabajan sobre este argumento desde hace muchos
años. El encuentro ha servido para aprender los unos de los otros. Se ha
discutido mucho sobre la interpretación de algunos hechos concretos. Por
ejemplo, se constató que no existe claridad en el recuento de los números de las
víctimas de la Inquisición y mucho menos en su interpretación. Nuestra
información tiene todavía muchos puntos que deben seguir siendo investigados.
Muchos archivos fueron destruídos, otros no se han estudiado suficientemente y el
archivo del Santo Oficio acaba de ser abierto. Sin embargo, a pesar de las
dificultades, alcanzamos un consenso en puntos realmente importantes.

--Zenit: Una cierta historiografía dibuja a la Inquisición con los colores de la tortura
y el calor de las hogueras. Por el contrario, algunos expertos cristianos defienden
la utilidad que tenían estos tribunales. Usted, ¿qué piensa?

--Georges Cottier: La interpretación de los hechos que afectan a la historia de la


Inquisición es muy controvertida. El análisis histórico tiene que tener en cuenta el
contexto en el que tuvieron lugar los hechos. Algunos de los procedimientos
atribuídos a la Inquisición, por ejemplo, eran los mismos que utilizaban los
tribunales civiles. Incluso el procedimiento del proceso era el mismo. Muchos
procesos terminaron con el reconocimiento de la inocencia del imputado y la pena
para los condenados no era siempre la ejecución capital. El porcentaje de
condenas a muerte fue inferior a lo que normalmente se piensa. Pero se trata de
un problema de principio. Aunque hubiera habido poca gente condenada a muerte
injustamente, el problema sigue en pie. Las comparaciones cuantitativas me
causan repugnancia, pues no afrontan el verdadero problema.

Por lo que se refiere a la interpretación de la Inquisición, se trata de un problema


más teológico que histórico, aunque es cierto que el argumento histórico tiene que
ser profundizado, pues no se puede hablar de este tribunal sin conocer la verdad
de los hechos. Desde el punto de vista teológico, se han identificado algunas
pistas de reflexión. El padre Juan Miguel Garrigues ha insistido en que la
Inquisición, en sus raíces doctrinales, es un problema que nace ya con San
Agustín en su disputa contra los donatistas. Ya en aquel entonces Agustín pidió
ayuda al brazo secular pues en aquel momento el imperio se había hecho
oficialmente cristiano. Esto significa que no se puede entender la Inquisición sin la
idea histórica de cristiandad, que es una forma de sociedad civil y política en la
que todos los miembros están comprometidos en la profesión de la fe cristiana. En
la Inquisición nos encontramos ante la defensa de la fe como protección de la
Iglesia y también como elemento cultural que une al pueblo. Por ejemplo, no se
puede entender la historia de la Inquisición española fuera de esta lógica. Sólo
cuando se hace un esfuerzo por pensar como razonaban las personas de aquel
tiempo es posible comprender por qué tanta gente excelsa y de gran fe no
experimentó los interrogantes que planteaba esta institución.

Es verdad que en nuestro siglo se han dado genocidios, pero esto no quiere decir
que podemos analizar la Inquisición sin remordimientos.

--Zenit: A la edad moderna le gusta ponerse la etiqueta de «edad de los derechos»


y, por ello, critica severamente a la Inquisición. ¿Cómo es posible analizar con los
ojos de hoy lo que sucedió en la historia pasada?
--Georges Cottier: Hoy vivimos en una sociedad pluralista en la que la distinción
entre poder temporal y espiritual es mucho más clara que en el pasado y esto
representa un gran cambio. A partir de esta consideración, hay que hacer una
reflexión teológica. La conciencia moral cristiana se afina con el avanzar de la
historia. No estoy diciendo que los cristianos son mejores hoy que antes, pues
quizá hay más pecadores ahora que en el pasado --sólo Dios lo sabe--. Pero,
como ha sancionado el Concilio Vaticano II y la carta «Tertio Millennio
Adveniente», «la verdad se defiende con las armas de la verdad» y esto
representa un progreso enorme para la conciencia cristiana.

Basta pensar, por ejemplo, en el debate actual sobre la pena de muerte. Al inicio
de este siglo, la pena de muerte era algo comúnmente aceptado, ahora, por el
contrario, su práctica es causa de auténticos problemas para la conciencia de los
cristianos. Esto demuestra que pueden nacer exigencias más rigurosas en la
conciencia cristiana. De este modo, se puede entender cómo ciertos actos, que no
fueron percibidos como un mal moral en una época, son vistos hoy como
inaceptables.

Pero quisiera añadir que la realidad moderna es paradójica. Hoy día vemos cómo
muchas personas critican las prácticas violentas de la Inquisición, y cómo luchan
contra la pena de muerte, pero al mismo tiempo asistimos a la liberalización del
aborto y de la eutanasia. De este modo, constatamos que el progreso de la
conciencia no es linear: se pueden dar pasos adelante en un campo y pasos atrás
en otro. Si, además, somos testigos de cómo algunos sistemas totalitarios, en
nombre de la «Razón de Estado», no han dudado en cometer masacres y torturas
de masa, entonces comprenderemos la complejidad de la historia. El hombre está
llamado a la santidad, pero es pecador y el pecado forma parte de la historia.

--Zenit: Tomás de Torquemada es descrito como un inquisidor cruel y torturador.


Pero, ¿fue realmente así? ¿Qué responde ante el hecho de que algunos
inquisidores fueron canonizados?

--Georges Cottier: Hay santos inquisidores, pues vivieron la caridad perfecta, sin
participar en las malicias morales de estas prácticas. Es conocido, por ejemplo, el
carácter severo de la Inquisición romana bajo el gobierno del Papa Pío V. Además,
no hay que confundir la estructura represiva de la Inquisición con la figura de
algunos inquisidores, cuya tarea consistía en identificar a los herejes y
convertirles. Los santos viven la vida evangélica, incluso aquellos que aceptaron la
inquisición, vivieron según esta senda. Uno de ellos fue, por ejemplo, San Pedro
mártir de Verona, quien es recordado en el calendario. Hay que tener en cuenta
que, en aquel entonces, no se percibía la incompatibilidad de algunas prácticas
con la difusión del Evangelio. La violencia ha abierto siempre las puertas a
períodos oscuros, especialmente cuando el poder civil ha tomado en su mano la
cuestión de la represión de los herejes.
Por lo que se refiere a Torquemada, hay que decir que era muy riguroso, pero la
búsqueda del rigor en ocasiones puede crear problemas. El afán obstinado por
perseguir el rigor de la virtud podría tener algo de inhumano. Basta pensar, por
ejemplo, en un hombre duro como Calvino. Tenemos que rehabilitar la moderación
que forma parte de la virtud de la prudencia en la lucha contra el vicio. A veces el
rigor puede ser exagerado, para convertirse un tipo de celo que deja de ser
evangélico. No creo que Torquemada fuera un sádico. Quizá se dieron casos
graves, en especial cuando utilizaba la tortura para obtener la confesión.

--Zenit: ¿Cuál es su opinión sobre la utilidad de los resultados obtenidos en el


simposio?

--Georges Cottier: El primer objetivo consiste en preparar un dossier al Santo


Padre. El Jubileo es un acto de alegría, una alegría que nace del perdón de Dios.

Tenemos que pedir perdón también por algunos pecados cometidos en la historia.
Pero se corre el riesgo de pedir perdón por hechos que nunca existieron. El Papa
habla de purificación de la memoria. Esto quiere decir que tenemos que purificar
nuestra imagen del pasado de los errores que son promovidos por la propaganda.
La idea horrorosa de la Inquisición difundida entre la opinión pública es
seguramente exagerada. Por este motivo, hemos decidido escuchar a los
historiadores para que nos digan qué fue exactamente la Inquisición. La petición
de perdón debe formularse basándonos en la información más exacta posible.
Este era el objetivo fundamental del Simposio y estamos contentos por los
resultados alcanzados.

--Zenit: ¿En qué medida estos resultados pueden ser estímulo o freno para el
diálogo ecuménico e interreligioso?

--Georges Cottier: Creo que pueden ser un auténtico estímulo a condición de que
se trate de un auténtico diálogo. La Iglesia no tiene miedo de la verdad y,
considerando que no puede haber diálogo sin dos interlocutores, tenemos que
esperar que la otra parte muestre la misma disponibilidad. Esta es la primera
condición del diálogo. Por este motivo, la investigación de la verdad histórica
debería ayudar a todas las partes interesadas en el diálogo. La inquisición fue
instituída por los católicos, pero la pena de muerte fue aplicada por otros muchos
sistemas y confesiones. De todos modos, estoy convencido de nuestra
disponibilidad para descubrir la verdad.

Inquisición
Pregunta hecha por Carlos Flores
Hola hermano, quisiera saber como le puedo contestar a los ataques de los
protestantes ante sus alegatos de la inquisición.

Respuesta por Frank Morera


Hola Carlos! Como he dicho anteriormente es perder el tiempo contestar esta
pregunta, pues quien la hace la lanza movido por el odio y el resentimiento y
generalmente carece de objetividad. Mejor que contestar es orar por esas pobres
gentes. Sin embargo para tu tranquilidad siempre digo que tu no puedes hacer un
análisis objetivo si no te pones en la mentalidad de la época y en los factores
politicos-historicos del momento. La Inquisición fue un instrumento religioso para
combatir las herejías que terminó yéndose de las manos de la Iglesia y terminando
como instrumento del poder político. Te pongo un ejemplo. En el siglo XV el
Cardenal Primado de España fue acusado por la Inquisición, depuesto de su cargo
y encarcelado por decenas de años, dos de los Papas de la época pidieron el
traslado del Purpurado a Roma para juzgarlo allí y nunca la Inquisición española lo
dio y desobedeció al Papa. . he aquí un ejemplo vivo de como las Inquisiciones
terminaron siendo un poder al servicio de los reyes de turno para mantener la
unidad del país basada en la única Fe, pues también como tenemos visto donde
caen estas gentes terminan la unidad familiar. . y así también terminaban la unidad
política. . ejemplo de esto fueron las guerras religiosas de las que nadie habla y
que comenzada por los protestantes cobraron cientos de miles de vidas. También
hay mucha leyenda negra sobre la Inquisición y actualmente eruditos no católicos
están poniendo en duda la cantidad de condenados a muerte que no fue tal. Otro
punto, tal parece que solo hubo Inquisición católica, nadie habla de la Inquisición
protestante que llevo a la hoguera en la Ginebra de Calvino al descubridor de la
circulación de la sangre, Miguel Serve. . solo se habla de Galileo (que no fue
quemado) nadie habla de las mas de 1000 mujeres que quemo por brujas John
Knox, fundador del presbiterianismo en Escocia en menos de 10 años, nadie habla
de los anabaptistas cosidos en sacos y lanzado a los ríos por los luteranos de la
época, de las decenas de miles de muertes de católicos que ocasionó Enrique VII
en hogueras y horcas en la Inglaterra Anglicana, solo se habla de María la católica
llamada la "sanguinaria". . y el padre de ella que?, no se habla de los cientos y
miles de monjas y sacerdotes asesinados por las tropas protestantes que entraban
en los pueblos degollando católicos, ni del asalto de Roma por las tropas luteranas
alemanas que profanaron todos los templos de Roma y mataron y violaron a mas
de 15,000 romanos. . tan solo parece que los católicos han hecho mal. . . y los
demás? Además los procesos inquisitoriales no eran inventado por la Iglesia, eran
los métodos de la época y lo utilizaban todos los gobiernos. NO digo que estuvo
bien, ya el Papa tuvo el valor de pedir perdón, cosa que no han hecho los
protestantes. . . de todas formas mejor es orar. . . . Dios te bendiga

Es realmente penoso que profesando conocer las Santas Escrituras, desconoza


grandemente el Poder y la Gracia de Dios, al parecer solamente puede mirar a
traves de los anteojos de su iglesia, iglesia que por el testimonio de la historia y
por las Escrituras es la que ha incurrido en los peores errores y herejias, baste
solamente recordarle los 500 años de terror que impuso la Inquisicion Catolica
Romana, a la que los papas y el magisterio de su iglesia no dudaron en llamar
“Santa” El Señor Jesucristo no es un patrimonio de la Iglesia Catolica Romana, el
mismo prometio estar alli donde dos o tres se congreguen en su nombre, en
cuanto a los sacramentos, si los tenemos, alli esta la Santa Cena, donde
participamos del Pan y del Vino, completos, no solamente tomanos una galletita,
alli esta el bautizmo por inmersion, despues de haber confesado publicamente que
Jesus es el Señor y haberle recibido como Salvador, conforme a las Escrituras, en
cuanto a la liturgia, seguimos la que guia el Espiritu Santo, no nos aferramos a un
modelo prefabricado, porque donde esta el Espiritu de Dios alli hay libertad.
Nosotros miramos a la Iglesia Primitiva la de los Apostoles, que por cierto no
fueron catolicos romanos, lea Hechos de los Apostoles, haber si encuentra algo
que diga que ellos fueron catolicos romanos, porque ellos tenian la sana doctrina,
para que mirar a “cristianos” del siglo II o lV que ya estaban apartandose de la
verdad?.
Respuesta por Frank Morera el día 06-06-2001:
Querido hermano, usted esta muy confundido. Si bien es cierto que hubo
inquisicion esta fue un instrumento de poder de los reyes mas que la Iglesia. Sabia
usted que la Sinagoga mas antigua de Europa esta es Roma? Sabia usted que
muchas personas se refugiaban en Roma huyendo de la Inquisicion Nacioal,
ademas hay algo de lo que no se habla..de la Inquisicion Protestrante. SAbe ustde
quien quemo por hereje a Miguel Serve (el descubridor de la circulacion de la
Sangre)? NO fue la Iglesia Catolica, fue Calvino en Ginebra. Sabe usted que Jhon
Knox padre de Presbiterianismo quemo mas de 1000 mujeres por brujas en
menos de 10 años en Escocia? (Historia de la Iglesia de Paul Jhonson,
Protestante)Sabe usted que los Evangelicos de Europa hechaban al rio a los
Anabaptistas metidos en saco? Sabia ustde los miles de personas que quemo
Enrrique VIII para extirpar el Catolicismo en Inglaterra? Ademas ustedes con su
intolerancia si tubieran el poder que tubo la Iglesia ya nos hubieran quemado a
todos (empresando por mi). Hay Iglesias Protestantes que tienen dos
Sacramentos, es cierto, pero yo dije "a la mayaoria" de las Iglesias que no tienen
sacramento, pues el Bautismo para muchos es unacato de Fe, no un acto de
Gracia lo que constituye un sacramento. En cuanto a la liturgia que guia el Espiritu
Santo, extaño "Espiritu" este que enseña miles de liturgias diferentes cuando en
Israel por miles de año solo enseño una, la del UNICO TEMPLO...Muy raro. En
cuanto a la Iglesia Primitiva si usted leyera a los Padres de la Iglesia (Ignacio de
Antioquia, SIglo I y II, Cirilo de Alejandria, Siglo III, la Didaje, Siglo I, Policarpo, La
Apologia de Justino en el Siglo II se dara cuenta que fue la Eucaristia tal como se
celebra hoy en nuestra Iglesia. Lo invito a concernos, posiblemente nos ame y
entre a la Iglesia fundada por Jesus y que yo veo no por ningun anteojos, sino por
la obediencia a Dios que la fundo y que es Santa no porque seamos nosotros
santos si no POR QUE DIOS ES SANTO! Que EL le bendigas...
La Inquisición
¿Seguiremos repitiendo leyendas?

Usted ya sabe que en toda guerra existe lo que se llama "propaganda de guerra".
¿En qué guerra no la ha habido? Pues bien: no olvide que España en el siglo XVI
era la primera potencia mundial; casi todas las naciones europeas eran
enemigas suyas, al mismo tiempo era la principal muralla contra el
protestantismo. La única vez que se han juntado contra una potencia el odio
nacional y el religioso, los dos más grandes odios que existen. ¿Le extraña
entonces que haya habido una "propaganda de guerra" proporcionada? ¿No ha
oído lo que dicen hoy de los Estados Unidos todos los comunistas del mundo?

Ya puede ser una mujer todo lo honrada que se quiera, que si una lengua viperina
lanza con el anónimo una calumnia contra aquella mujer, y más si es envidiada por
su posición y poder, todo el mundo la señalará con el dedo y se harán comentarios
maliciosos a su paso. Que la acusen a Ud. de estafador. Tres palabras bastan.
Pero el refutarlo le llenará montañas de razones, testimonios y pruebas. La
acusación se lee en un momento, pero ¿quién va a tener humor para leer la
defensa, sobre todo si hay animadversión contra Ud.?

Le voy a dar a Ud. una receta fácil y eficaz de demagogia: Pinte Ud. una cárcel
lóbrega, por las paredes instrumentos de tortura, tres curas sentados tras una
mesa, a poder ser bien gordos (es de más efecto), regodeándose en ver cómo se
tortura a un hombre en el potro, o se le queman las plantas de los pies: si es una
mujer, todavía tiene más efecto. Debajo un letrero: "Los horrores de la Inquisición".
No se preocupe de más. Nadie va a ir a averiguar si Ud. miente o no. Llevaría
mucho trabajo y estudio. Sin embargo ahí van unas cuantas observaciones que no
debe Ud. olvidar en este asunto:

Una institución, una persona hay que juzgarla dentro de la mentalidad de su


época. ¿Condenaría Ud. de inculto o bárbaro a un profesor de universidad del
siglo XVI porque ignoraba lo que es la electricidad, la televisión y la propulsión a
chorro?. Pues bien, tenga presente que en aquella época la herejía era
considerada como una conspiración contra el Estado. Estaban tan
compenetrados el Estado y la religión que poner en peligro uno, era poner
en peligro al otro. Tanto o más que hoy el comunismo. ¿Pruebas? En Alemania
y Francia las guerras de religión duraron más de un siglo: hubo cientos de
miles de muertos. La inquisición fue creada por los Reyes de España para
evitar que pasara lo mismo.

De hecho los judíos y los moriscos trataron más de una vez de que los
turcos invadieran España. No se olvide que entonces la pena de muerte se
daba muy fácilmente. En 1598 sólo en la prisión de Exeter, Inglaterra, fueron
ajusticiadas 74 personas, muchos por haber robado una oveja (Hamilton). Sir
James Stephen calcula que en 300 años hubo en Inglaterra 264.000 condenados
a muerte por diversos delitos. Unos 800 por año (más de dos por día).

¿Sabe Ud. que muchas veces los ladrones cuando huyen gritan: "al ladrón, al
ladrón", para despistar? Los protestantes se llevan las manos a la cabeza ante
la "crueldad" de la Inquisición. Pues bien, ahí van unos datos sueltos
sacados de historiadores serios, conocidos, casi todos de protestantes.

Lutero, fundador del protestantismo: En 1525 escribe a los nobles: "Matad


cuantos campesinos podáis: hiera, pegue, degüelle quien pueda. Feliz si
mueres en ello, mueres en obediencia a la Palabra divina". Más de cien mil
labriegos perecieron.
En Sajonia protestante, la blasfemia tenía pena de muerte.
Calvino mandó quemar a Servet (médico católico que descubrió la
circulación de la sangre, y a quien eliminaron por "contradecir" a la Biblia
con dicho descubrimiento) y otros muchos.

En 1560 el Parlamento escocés decretó pena de muerte contra todos los


católicos. Ahí van algunos artículos del código inglés para Irlanda:
"El Católico que enseña a otro católico o protestante será ahorcado". "Si un
católico adquiere tierras, todo protestante tiene el derecho de despojarle".
"Destierro perpetuo a todo sacerdote católico; quienes lo eludan, sean
ahorcados vivos y luego descuartizados". ¿Para qué seguir?

Las comunidades calvinistas de París, Orleans, Ruan, Lyon, Angey en sínodo


general en 1559, decretan pena de muerte a los herejes.

En Alemania fueron quemadas más de 100.000 brujas. Hasta niños de siete


años y ancianos moribundos. Un juez solo, quemó en 16 años a 800 brujas (un
promedio de 50 personas al año).
¿No sabe Ud. que Estados Unidos debe su fundación a puritanos que huían
de la persecución religiosa de Inglaterra?

Y la Inquisición española ¿qué?


No se vio libre de las ideas de su tiempo y participó de la crueldad general.
Pero tenga Ud. en cuenta los siguientes puntos:

El número de protestantes condenados a muerte, desde 1520 hasta 1820 en


que fue suprimida, o sea en 300 años, según el investigador protestante alemán
que se especializó en este tema, Schafer, fue de 220; de ellos sólo 12 fueron
quemados. Ya ve: no toca ni a uno por año. ¿Qué pasa con la imagen del
inquisidor parado en frente de hileras interminables de piras con condenados?
Pasa que es mentira. Les advierto lealmente que la Inquisición actuaba también
contra los moriscos y judaizantes y por eso el número de víctimas fue
mayor.
La Inquisición no admitía todos los tormentos que eran usuales en aquella
época en toda Europa. Sólo se podían aplicar una sola vez, en presencia del
médico que podía suspenderlos si el reo recibía daño en la salud. Vea Ud. en
cambio lo que se daban en la famosa torre de Londres a los católicos y se
quedará asustado. Fue el primer tribunal del mundo que suprimió el tormento cien
años antes de ser extinguida. El investigador norteamericano Mr. G. Lea, que ha
escrito una obra en varios volúmenes sobre la Inquisición dice: "La Inquisición
española en general fue menos cruel que los tribunales laicos al ejecutar la
tortura".

No se podía aprisionar a nadie hasta que no hubiese tales pruebas que fuese
evidente el delito. Se necesitaban por lo menos siete testigos juramentados ante
Notario. No se admitían denuncias anónimas.

Si se confesaban y se arrepentían antes de dar la sentencia definitiva, se les


absolvía con un castigo mayor o menor según lo que hubiesen tardado. El reo
tenía derecho a presentar cuantos testigos quisiese. El reo podía estar en la
cárcel, si era casado, con su mujer; si tenía criados le podían servir. Si era
culpable, el tribunal dictaba la sentencia, que debía ser confirmada por el
Tribunal Supremo, al que se podía apelar y se le entregaba al Estado, el cual se
encargaba de cumplir la sentencia. Las penas eran las más usuales entonces.

Y por último, tenga Ud. presente que gran parte de las acusaciones están
tomadas de un sacerdote apóstata: Juan Antonio Llorente, que fue secretario
de la Inquisición (se puso de parte de los invasores franceses en la guerra de la
Independencia, tuvo que huir a Francia), y que él mismo confiesa que quemó
todos los datos oficiales de que se sirvió para su obra.
¡Estupendo! Que le acusen a Ud. de haber falsificado cheques, y cuando pida Ud.
las pruebas incriminatorias, le conteste su acusador que las quemó... Si eran tan
comprometedoras para la Inquisición ¿por qué nos las publicó?

Vayamos terminando, poco a poco, con las horribles acusaciones con que han ido
manchando a la Iglesia para los bajos fines de los acusadores...

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