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¿Es posible mantener el amor y los lazos familiares aun cuando nos separan
miles de kilómetros? No hay dudas de que se trata de una situación difícil que
la economía global impone cada vez con mayor frecuencia. Sin embargo, con
la ayuda de las nuevas tecnologías e Internet, padres que viven lejos de sus
hijos siguen en contacto con ellos y los enamorados pueden permanecer
unidos más allá de las fronteras
Casado con María Magdalena Nasi y papá de tres hijos, los mellizos Tomás y
Francisco, de 8 años, y la pequeña Josefina, de dos, reconoce que es duro
llevar adelante la familia estando tan poco en casa: "Si bien presencié los
nacimiento de mis hijos, pude estar en un solo cumpleaños de los mellizos.
Tampoco pude asistir a los funerales de mis padres ni estar presente para
Navidad ni Año Nuevo, porque siempre me toca estar embarcado", explica,
aunque aclara que ante algún acontecimiento de fuerza mayor, el área de
Recursos Humanos de la naviera para la que trabaja se ocupa de avisarle por
radio lo sucedido, e incluso se ocupa de conseguir un relevo para que el
marinero pueda volver a su hogar cuanto antes.
Foto: Simón Chávez
¿Cómo se lleva adelante una familia así? "Mi mujer es fundamental, ella se
ocupa de todo y cuando estoy de viaje ni siquiera me cuenta los problemas
para que yo no me preocupe. Además, a la distancia tampoco podría hacer
nada, así que prefiero no enterarme", dice.
Si bien los marineros de otros países del mundo cuentan en sus barcos con
tecnología satelital para comunicarse por Internet o telefonía móvil
directamente desde el barco, Pegasano dice que en las flotas argentinas
escasea esta tecnología por los costos que tiene este tipo de comunicación,
entonces utilizan medios más económicos y convencionales.
Juan Alfonso Pegasano, en la pantalla de la notebook; su esposa, María
Magdalena; los mellizos Tomás y Francisco, y la pequeña Josefina. Foto:
DIEGO SPIVACOW / AFV
"Mi papá era oficial de la Marina Mercante y viajaba 9 meses al año. Recuerdo
que hablábamos muy poco durante sus viajes a través de radio, y era muy
difícil llevar adelante una conversación. Para poder hablar, el barco llamaba a
la estación costera, y de ahí a la telefónica, que conectaba con casa.
Utilizábamos frases largas y al final decíamos Cambio para que la otra persona
empezara a hablar. Además, las condiciones meteorológicas y atmosféricas
impactaban mucho en la calidad de la llamada, y a veces no se entendía nada
de lo que te decía tu interlocutor."
Textualmente
Demasiado lejos
Oscar Tarazona.
FaceTime está disponible para iOS 4.1 o superior, Mac OS X 10.6.6 o superior,
y es muy sencillo de usar ya que no necesita ningún tipo de configuración. Lo
único que hay que hacer es seleccionar un contacto de la agenda y pulsar el
botón FaceTime , o si ya se está manteniendo una conversación telefónica se
pulsa el ícono que aparece en la pantalla del iPhone. La persona al otro lado de
la línea recibe un aviso con la solicitud para establecer una videoconferencia y
si la acepta, empiezan a verse casi al instante.
"El uso de tablets simplifica mucho las cosas, porque es sencillo cargarla en la
cartera y comunicarte con quien quieras en cuestión de segundos para
mostrarles a tus amigos y familiares lo que estás haciendo a miles de
kilómetros", ponderan los entrevistados que las utilizan.
Roles indelegables
Roberto Pérez, de 31 años, vive en Buenos Aires desde hace 8 meses. Sus
hijos, dos varones de 8 y 7 años, residen en Boston, Estados Unidos, junto con
su madre, la ex esposa de Pérez.
Roberto Pérez. Foto: PATRICIO PIDAL/AFV
Este ingeniero en sistemas dice que gracias a la tecnología se hace más fácil
vivir lejos de sus afectos y, aunque los extraña muchísimo, habla con ellos
varias veces al día a través de Skype y de un sistema que se llama MagicJack ,
un dispositivo que se conecta a la PC y emula a un teléfono local en Estados
Unidos, de modo tal que el costo de las comunicaciones es realmente muy
bajo.
"Mi ex esposa está muy contenta porque sigo estando presente como padre y
no delego todo en ella. Incluso en los actos escolares, ella lleva su iPhone y
transmite desde su equipo lo que sucede en el escenario para que yo pueda
verlo desde mi escritorio."
Sin embargo, no todo es color de rosa. "Cuando lo veo del otro lado de la
pantalla se me paraliza el corazón, tiemblo al ver su carita. Me vienen unas
ganas tremendas de atravesar la tablet para abrazarlo, por eso es que a pesar
de que hablamos varias veces el día hago lo posible para que venga a
visitarme cada tanto".
Un poco más sofisticado es el desarrollo de Pillow Talk, que une a las parejas
que viven su relación a distancia. Se trata de una almohada que se comunica
con la de la otra persona a través de una aplicaciónque podrá descargarse
pronto también desde los celulares. Al ir a la cama, ambas almohadas se
iluminarán para indicar la presencia del otro. Además, al colocar encima la
cabeza podrán escucharse en tiempo real los latidos del ser querido. Fabricada
por la firma Little Riot, será lanzada en las próximas semanas y podrá
adquirirse en www.littleriot.co.uk
DIXIT
"Skype acorta muchísimo las distancias, porque hablo y veo a mi familia. Sin
embargo, es duro y doloroso cuando alguien se pone a llorar a través de la
pantalla". Juan Alfonso Pegasano, en la pantalla de la notebook; su
esposa, María Magdalena; los mellizos Tomás y Francisco, y la pequeña
Josefina
"Si bien hablamos todos los días, extraño muchísimo a mi hijo, por eso ya está
todo previsto para que en agosto vuelva a visitarme. No hay excusas para
desatender a los hijos, y mediante el uso de la tecnología es posible ser un
muy buen padre. Cuando existe el amor, el cariño y la voluntad, todo es
posible". Carlos Marcón
"Como la diferencia horaria entre Italia y Argentina es bastante grande,
subimos a Facebook fotos y videos que tomamos con nuestros teléfonos. Yo le
muestro a mi familia cómo es el lugar en donde estoy y mi esposa me comparte
fotos de Anna, mi hija de dos años". Juri Palazzi con su esposa Anna Abate