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alimentacion
Pediatra Clinica 2
Docente: DR. CARLOS GUZMAN VALDERRABANO
Gabriela Ortiz
Roberto Villegas
Trastornos de la conducta alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), son una de las enfermedades crónicas, más
frecuentes en adolescentes y mujeres jóvenes. Enfermedades psiquiátricas, que se
caracterizan por tener una alteración definida del patrón de ingesta o de la conducta sobre el
control del peso, que produce un deterioro físico y psicosocial. En consecuencia aparece una
malnutrición que afecta a todo el organismo y al funcionamiento cerebral, lo que perpetúa el
trastorno mental. Esta alteración de la conducta no debe ser secundaria a ninguna
enfermedad médica o psiquiátrica.
Se ha relacionado con una seria morbilidad, así como una significativa mortalidad,
constituyendo un problema de salud pública, por su curso clínico prolongadoy su tendencia a
la cronificación. Los TCA comprenden la anorexia nerviosa (AN), la bulimia nerviosa (BN) y los
trastornos no especificados o atípicos (EDNOS).
ANOREXIA NERVIOSA
La característica fundamental consiste en una pérdida significativa de peso, por debajo del
nivel normal mínimo, originada por la propia persona, mediante un exhaustivo control de la
ingesta de alimento, asociado a un intenso miedo a ganar peso y a una distorsión grave de su
imagen corporal (dismorfia) y amenorrea.
La mayoría de los los pacientes con AN, no tanto las bulímicas, presentan un buen
rendimiento escolar, lo que suele ir ligado a actitudes de auto exigencia y perfeccionismo.
La pérdida de peso se consigue mediante una disminución de la ingesta total. Existen otras
formas de perder peso como la utilización de vómitos autoprovocados y el uso de laxantes y
diuréticos (purgas), así como el ejercicio excesivo.
Tipo restrictivo: este subtipo describe cuadros clínicos en los que la pérdida de peso se
consigue haciendo dieta, ayunando o realizando ejercicio intenso. Durante los episodios de
anorexia nerviosa, estas personas no recurren a atracones ni purgas.
Tipo compulsivo/purgativo: este subtipo se utiliza cuando el individuo recurre regularmente a
atracones y purgas (o ambos). La mayoría de los individuos que pasan por los episodios de
atracones también recurren a purgas, provocándose el vómito o utilizando diuréticos, laxantes
o enemas de una manera excesiva.Existen algunos casos incluidos en este subtipo que no
presentan atracones, pero que suelen recurrir a purgas, incluso después de ingerir pequeñas
cantidades de comida.
BULIMIA NERVIOSA
En la bulimia nerviosa, hay una excesiva preocupación por la comida, existiendo un trastorno
en el control de los impulsos, con una gran dificultad para evitar los atracones o acabarlos,
consumiendo grandes cantidades de comida, en periodos cortos de tiempo.
La bulimia nerviosa es más común que la anorexia nerviosa entre la población. La prevalencia
de esta enfermedad entre las adolescentes es aproximadamente del 2-3%, entre los varones es
diez veces menor. En la mayoría de los casos el comienzo de la enfermedad se encuadra entre
los 16 y 20 años, aunque esta edad de inicio parece adelantarse,
En la bulimia hay pacientes que con anterioridad han sido obesas, en mayor proporción que en
la anorexia. Otras que llegan a episodios bulímicos desde la anorexia.
Tipo purgativo: este subtipo describe cuadros clínicos en los que el enfermo se ha provocado el
vómito y ha hecho un mal uso de laxantes, diuréticos y enemas durante el episodio.
• Tipo no purgativo: este subtipo describe cuadros clínicos en los que el enfermo ha empleado
otras técnicas compensatorias inapropiadas, como ayunar o practicar ejercicio intenso, pero
no se ha provocado el vómito ni ha hecho un mal uso de laxantes, diuréticos o enemas durante
el episodio.
ETIOPATOGENIA
Factores genéticos, biológicos, psicológicos, sociales y culturales que actúan como factores
predisponentes, desencadenantes o mantenedores de la enfermedad, considerándose en la
actualidad un trastorno multifactorial. En ella participan factores genéticos y ambientales, de
cuya interacción surge la vulnerabilidad individual. Interviene además unos factores
desencadenantes y otros derivados de la propia enfermedad que favorecen el mantenimiento
y la perpetuación del trastorno. Los mayores avances han venido de la confirmación del
hambre e inanición, como factor básico en la perpetuación del cuadro por sus consecuencias
psicológicas, emocionales y físicas. También son importantes las influencias culturales con el
énfasis de la delgadez como el modelo de éxito social y existente en nuestra sociedad,
exacerbado por los medios de comunicación.
Todos estos factores pueden concluir en la aparición de un TCA en un adolescente vulnerable
Los pacientes con TCA, presentan importantes alteraciones en las percepciones del hambre y
saciedad y en sus patrones alimentarios. Se han documentado importantes alteraciones en
estos pacientes en algunos neurotransmisores (serotonina, dopamina, noradrenalina) y en los
sistemas de la colecistoquinina, grelina, leptina, adiponectina, neuropeptido Y u otros péptidos
implicados en el control de la ingesta. Un hallazgo reciente relevante ha consistido en
demostrar que el tejido adiposo no es un reservorio pasivo de energía; antes al contrario, se
trata de un auténtico órgano de gran actividad endocrina y metabólica, existiendo una
interconexión bidireccional del cerebro y del tejido adiposo sugiriendo que este último
desempeña un papel importante en la regulación del balance energético.
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
TRATAMIENTO.
Antes de iniciar el tratamiento es preciso realizar una evaluación cuidadosa para valorar el
nivel de atención necesario. Para que el tratamiento sea eficaz se debe contar con la
valoración de un equipo multidisciplinar que integre el control fisiológico, la psicoterapia
(individualy familiar), las técnicas de modificación conductuales, la rehabilitación dietética y en
ocasiones, el tratamiento farmacológico.
Bulimia nerviosa. Los objetivos del tratamiento son el restablecimiento de un peso corporal
normal, el tratamiento de las complicaciones físicas, aumentar la motivación del paciente para
cambiar, educar al paciente acerca de los patrones alimentarios y la dieta saludable, modificar
los pensamientos y sentimientos disfuncionales asociados con el trastorno alimentario,
abordar los síntomas psicológicos concurrentes (alteración del estado de ánimo, autoestima),
involucrar ala familia y proporcionar terapia familiar En la BN la hospitalización médica está
indicada cuando el paciente presenta síntomas graves que no responden al ratamiento
ambulatorio, problemas médicos generales tendencias suicidas, alteraciones psiquiátricas
independientes del trastorno alimentario que requieren hospitalización o abuso de sustancias
grave concurrente. La mayoría de los pacientes con BN no complicada puede recibir
tratamiento psiquiátrico ambulatorio intensivo. El tratamiento de la BN utilizado con mayor
frecuencia y el que recibe más apoyo desde el punto de vista empírico es la la terapia
cognitivo-conductista .
El asesoramiento nutricional en la BN está justificado para reducir las conductas asociadas con
el trastorno alimentario, como reducir la restricción de alimentos, aumentar la variedad de las
comidas (especialmente comidas con alto contenido proteico) y estimular conductas de
ejercicio saludable. El tratamiento farmacológico, con antidepresivos principalmente. Los
tratamientos que combinan la TCC y los antidepresivos son más eficaces que cada tratamiento
por separado. Los ISRS son beneficiosos para los pacientes con síntomas depresivos, ansiosos o
impulsivos graves o para los pacientes con mínima respuesta a la psicoterapia.