Está en la página 1de 10

Asignatura:

Anatomía y fisiología humana

Tarea # 4

Nombre:

Negra e. matos

Matricula

15-3688

Facilitadora

Eligia Reyes
Es un placer verte de nuevo en nuestro entorno virtual, te informo
que seguimos trabajando con el tema“ Sistema nervioso: Los
Sentidos Especiales”, en este caso pretendemos que:
1-Elabore un álbum digital o collage acerca de los sentidos:
a) Considere los órganos que intervienen.
b) Esquematice a través de imágenes la estructura de cada uno e
indique sus funciones..
Los órganos de los sentidos son sensibles a diferentes estímulos del medio
externo y los transforman en impulsos nerviosos, que al ser interpretados a nivel
del SNC, permiten obtener información del entorno. El sentido del gusto es
función principalmente de las yemas gustativas en la boca. Las yemas se
encuentran en 3 tipos diferentes de papilas linguales y también en paladar y
epiglotis. La importancia del gusto radica en la capacidad de escoger alimentos
según las preferencias y necesidades metabólicas en un momento dado.

Las sensaciones gustativas primarias son: agrio, salado, dulce, amargo y “una-mi”.
La importancia del sabor amargo radica en que su intensidad hace rechazar el
alimento, lo cual es de ayuda, pues muchas toxinas mortales como los alcaloides
de algunas plantas presentan tal sabor.
La yema gustativa está formada por células epiteliales modificadas: células de
sostén y células gustativas. Éstas últimas tienen cilios gustativos que son la
superficie receptora para el gusto y la sustancia ingerida genera despolarización
de la célula. El tipo de gusto depende del tipo de proteína receptora de la
vellosidad. El estímulo es recibido a su vez por las fibras nerviosas gustativas. De
aquí, a partir de los nervios lingual, glosofaríngeo y vago, llegan a los núcleos del
tracto solitario. Tras pasar por el tálamo, la señal llega a la corteza gustativa.

Las células receptoras para el sentido del olfato son las células olfatorias, que
presentan cilios olfatorios (con su respectiva proteína receptora), los cuales
reaccionan a los olores en el aire (estímulo químico). La sustancia olorosa
produce despolarización de la membrana celular de la célula olfatoria. A partir del
bulbo olfatorio, el estímulo viaja por el primer par craneal o tracto olfatorio.

Este tracto penetra en el encéfalo a través de 2 vías: en sentido medial, hacia el


área olfatoria medial que constituye el sistema olfatorio arcaico (relacionado con
reflejos olfatorios básicos); en sentido lateral, hacia el área olfatoria lateral, que
constituye los sistema olfatorio antiguo (control automático y en parte adquirido
sobre preferencias alimenticias y aversión a alimentos tóxicos y nocivos) y
moderno (análisis consciente de los olores). El área olfatoria lateral nutre la parte
más antigua de la corteza cerebral (pre-corteza), que es la única área en la
corteza cerebral donde llegan señales sensitivas sin pasar por el tálamo.

Se cree que existen mínimo 100 sensaciones olfatorias primarias. El olfato posee
una naturaleza “afectiva” y parte del cerebro que anteriormente se dedicaba al
olfato, evolucionó hacia el sistema límbico, relacionado con las emociones.
El sentido de la audición permite recibir ondas sonoras y transmitir la información
hacia el SNC. El sonido es conducido desde la membrana timpánica, pasando por
los huesos martillo, yunque y estribo hasta el laberinto membranoso de la cóclea.
Tal membrana y huesecillos dan un ajuste de impedancias entre las ondas en el
aire y las vibraciones del sonido en el líquido coclear. La cóclea es un sistema de
tubos en espiral y se divide en: rampa vestibular, conducto coclear y rampa
timpánica. Entre estas 2 últimas está la lámina basilar, sobre cuya superficie
encontramos el órgano de Corti, donde las células ciliadas actúan como
receptores de las vibraciones sonoras, que generan impulsos nerviosos. La lámina
basilar contiene fibras basilares. La lámina presenta un patrón de vibración para
las distintas frecuencias sonoras y un patrón para la amplitud de la vibración.
Principalmente, las frecuencias se distinguen según el lugar de máxima
estimulación de las fibras nerviosas del órgano de Corti en la membrana basilar.
Esto se denomina principio de la posición. También algunas frecuencias bajas se
diferencian por el principio de la frecuencia o salva.

Las células ciliadas internas y externas poseen estéreo-cilios, cuya inclinación


produce la despolarización o hiper-polarización de las células. Éstas transmiten el
estímulo a las fibras nerviosas en el ganglio espiral de Corti y de aquí al nervio
coclear o acústico, a través de una serie de estructuras, para terminar en la
corteza auditiva en el lóbulo temporal, que es importante en la distinción de
patrones de sonido tonal o secuencial. La corteza auditiva primaria permite
reconocer diferentes rasgos de los sonidos y ayuda a detectar la dirección de
procedencia del sonido. La corteza auditiva secundaria o de asociación es
importante para entender el significado del sonido escuchado.

El sistema de visión permite que el ojo funcione como una cámara, al poseer un
sistema de lentes, una apertura variable (pupila) y la retina. La imagen enfocada
en la retina está invertida respecto al objeto, pero percibimos gracias al cerebro, el
objeto en su posición normal. El cristalino es una estructura que permite la
acomodación al cambiar su convexidad. Esta acomodación está mediada por
nervios parasimpáticos que inervan el músculo ciliar. De otro lado, el grado de luz
que penetra al ojo depende de la dilatación o contracción pupilar, mediada por el
esfínter del iris que tiene inervación simpática y parasimpática. . El ojo contiene
una cámara anterior donde se encuentra el humor acuoso y una cámara posterior
donde hay humor vítreo.

La retina es sensible a la luz y contiene dos tipos de receptores: conos (visión a


color) y bastones (visión en blanco y negro). La excitación de tales células
produce estímulos nerviosos que se transmiten en la retina a través de varias
capas neuronales y determinadas estructuras desde el nervio óptico hasta la
corteza cerebral. La zona central de la retina se denomina fóvea. Los foto-
receptores bastones contienen rodopsina y los conos, pigmentos de color (3 en
total: sensible al azul, al verde y al rojo). Por combinación de las luces roja, azul y
verde, se detectan casi todas las gradaciones de color. Tales productos químicos
(rodopsina y pigmentos de color) se descomponen ante la exposición a la luz,
excitando así fibras nerviosas. Desde los foto-receptores, la señal puede pasa por
diferentes tipos neuronales, como las células horizontales, bipolares, amacrinas y
ganglionares.

Para llegar al encéfalo existen 2 vías visuales: un sistema antiguo, dirigido hacia el
mesencéfalo y base del prosencéfalo y un sistema nuevo, que transmite las
señales directamente a la corteza visual, en el lóbulo occipital. Hay una corteza
visual primaria, donde llegan las señales visuales directas y un área visual
secundaria o de asociación, que permite analizar significados visuales. La corteza
visual es importante para fusionar las imágenes visuales de ambos ojos.

Los movimientos oculares son controlados por 3 pares de músculos inervados por
los pares craneales III, IV y VI.
Los receptores sensitivos relacionados con el sistemas del tacto son los mecano-
receptores que detectan compresión mecánica; termo-receptores para calor y frío;
noci-receptores o receptores de dolor.

La sensibilidad somática recopila la información sensitiva de todo el cuerpo y la


sensación táctil abarca sensaciones de tacto, presión, vibración y cosquilleo. Por
su lado, la sensación posicional incluye las sensaciones de velocidad de
movimiento y posición estática.

El tacto ocurre al estimularse receptores táctiles en piel o debajo de la misma; la


presión ocurre con la deformación de tejidos profundos; la vibración al repetirse
señales sensitivas con rapidez.

Hay al menos 6 tipos de receptores táctiles: terminaciones nerviosas libres,


corpúsculo de Meissner, receptores táctiles de terminación bulbar como los discos
de Merkel, órgano terminal del pelo, órganos terminales de Ruffini y corpúsculos
de Pacini.

La información sensitiva se transmite desde los nervios raquídeos a la médula


espinal y al encéfalo a través de 2 vías alternativas: el sistema de la columna
dorsal- lemnisco medial o el sistema antero-lateral. Mediante el primero se
transmiten sensaciones de alto grado de localización, fina gradación, vibración,
entre otras. Mediante el segundo, el dolor, sensaciones térmicas, presión y tacto
grosero, cosquilleo, picor.
En el lóbulo parietal de la corteza cerebral están las áreas somato-sensitivas I y II.
Cada lado de la corteza recibe casi exclusivamente información sensitiva del lado
opuesto del cuerpo.

La corteza cerebral somato-sensitiva primaria permite entre otras cosas diferenciar


sensaciones en partes del cuerpo. El área de asociación somato-sensitiva o
secundaria es importante al experimentar sensaciones corporales “complejas”.

El dolor tiene como receptores terminaciones libres y constituye un mecanismo de


protección contra el daño tisular. Puede ser rápido/ agudo o lento/crónico.
Además, en los pacientes puede ser común el dolor referido, donde el dolor se
percibe en una parte corporal alejada del tejido que lo origina.

2-Visite un centro educativo que utilicen el método de María


Montessori y donde entrevistes a una maestra formada bajo esta
metodología, para investigar ¿Cuáles materiales usan y cómo
las docentes desarrollan los sentidos en sus alumnos?
3-Compare lo investigado con el escrito “Montessori y el
Desarrollo de los Sentidos” colgado para este fin.
El método Montessori se caracteriza por proveer un ambiente preparado:
ordenado, estético, simple, real, donde cada elemento tiene su razón de ser en el
desarrollo de los niños. El aula Montessori integra edades agrupadas en períodos
de 3 años, lo que promueve naturalmente la socialización, el respeto y la
solidaridad.

El ambiente preparado ofrece al niño oportunidades para comprometerse en un


trabajo interesante, elegido libremente, que propicia prolongados períodos de
concentración que no deben ser interrumpidos. La libertad se desarrolla dentro de
límites claros que permite a los niños convivir en la pequeña sociedad del aula.

Los niños trabajan con materiales concretos científicamente diseñados, que


brindan las llaves para explorar el mundo y para desarrollar habilidades cognitivas
básicas. Los materiales están diseñados para que el niño pueda reconocer el error
por sí mismo y hacerse responsable del propio aprendizaje.

El adulto es un observador y un guía; ayuda y estimula al niño en todos sus


esfuerzos. Le permite actuar, querer y pensar por sí mismo, ayudándolo a
desarrollar confianza y disciplina interior.

También podría gustarte