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Cinco chicas sentadas alrededor de una mesa, cuatro de ellas grandes amigas,

dos eran pareja hace tres meses, que hoy cumplían con exactitud, Javiera la
menor del grupo con tan solo veinte años, Ignacia la seguía con veintitrés,
luego estaba Camila de veinticinco y por supuesto Paola de veintiséis, las
cuatro eran amigas desde pequeñas, sus madres eran amigas y la diferencia de
edad fue problema hasta los diez años, después no notaban la diferencia. Carla
hacia tres meses que era pareja, novia o como quiera llamársele de Paola y
esta noche por fin conocería al resto del grupo, las famosas hermanas postizas
de Paola, Carla tiene treinta años, a diferencia de las veinteañeras sentadas en
aquella mesa, no comparte muchas de sus conversaciones, a pesar de que
intenta compartir con todo su esfuerzo, no comparte sus gustos y siente que
esta sentada con un montón de niñas que no saben hacia donde va su vida, da
gracias al cielo por que Paola es distinta, pero Paola es idéntica a las demás,
solo que maduro un poco antes, a la fuerza quizás.

En cierto momento Carla pidió permiso para ir al baño, lo que el trio de urracas
aprovecho para cotorrear.

- aprovechando que se paro la señora… - dijo Javiera raudamente

- no seas así, si no es señora – riendo – abuela mejor – interrumpió Camila

- cállense las dos, que tienen pasado oscuro, una con un menor y la otra con un
abuelo! – disparo Ignacia

- gracias por la defensa – dijo Paola

-te defiende solo por que a ella al igual que a la abuela le gustan mas jóvenes,
supiste que anda paseándose con una alumna? – argumento Javiera entre risas

- me estas hueviando? - exclamo Paola

- una “alumna” ridícula, le hago ayudantía de matemáticas a la niña – dijo


Ignacia

- segura que no es de anatomía? – Javiera no paraba de reír

- lo que pasa es que me pidió ayuda y yo me estoy sacrificando – dijo


sarcásticamente Ignacia

- cuantos años tiene? – pregunto paola

- diecisiete – respondió Ignacia

- hueona profanadora de cunas!! Es una enana! – grito Paola

- y lo peor no es eso, lo grave es que se esta enamorando!! – acoto Javiera

- la pendeja?? – dijo Paola:

- la vieja!! – Dijo Camila en un grito

- yo vieja? - pregunto Ignacia


- no que ahí viene tu pareja! – dice Camila murmurando casi a Paola mientras
todas reían a carcajadas –

- cual es el chiste? – Dice Carla sentándose a la mesa

- lo que pasa Carla, es que las niñas no entienden como una se puede
enamorar de alguien mas joven – responde Ignacia completamente seria

Carla solo le dio una sonrisa que se vio tan sínica como lo era, lo que al grupo
les sentó como patada en la guata. Mientras Ignacia se daba vuelta y le hacia
morisquetas a Carla, esta le decía a Paola que tendría que retirarse.

- Chicas me van a disculpar, pero tengo una llamada de la oficina y no puedo


faltar, fue un gusto conocerlas

- “igualmente” “cuídate” – decían aleatoriamente todas.

Mientras Paola se dirigía a dejar a su novia a la salida, las demás no


desaprovecharon momento para “comentar” sobre la “vieja”.

- Me cargo! Que tipa mas antipática – Dice Javiera imitando la forma de hablar
de Carla

- hay que entenderla igual es primera vez que se enfrenta a nosotras – dijo
Camila

- Ni la mastico, ni la paso, ni la trago – acoto Ignacia

- o sea te cayó mal – le dice Camila

- si, pero al estomago, una indigestión me dio!

Todas reían cuando se sienta Paola y las mira como si supiera de lo que
hablaban

- ya, hablen!

- que cosa? – le dijo Javiera

- no te hagas la tonta enana, estaban hablando de Carla, las conozco!

- quieres la verdad?

- Obvio!

- Me apesto – dijo Ignacia

- quise que me cayera bien, pero ella hizo lo imposible por que no fuera así –
dijo Camila

- igual simpática – dijo Javiera


- Mojigata! – gritaron todas incluso Paola

A pesar de que a ninguna le agrado, la velada continuo de lo mejor,


conversaciones vánales, recuerdos de infancia, lo mismo de siempre, hasta que
en los recuerdos apareció ella…

- han tenido noticias? – pregunto sonrojada y con vergüenza Paola

- Pao, para que preguntas si sabes que no podemos decirte nada – dice Javiera

- porque ustedes no quieren o porque ella se los pidió?

- por petición de ella – dijo Camila

- es pecado querer saber como esta?

- ya me da lo mismo a esta altura, Pao, Gabi esta bien, tiene todo superado,
esta pololeando y… - Cállate! – Camila interrumpió a Ignacia antes de que
siguiera hablando.

- y que? – dijo Pao que hasta altura no sabia que era lo que tenia en el pecho,
dolor podría ser, pero que le dolía mas, el saber que estaba con alguien o el
que todo estaba superado

- y vuelve pasado mañana!! – dijo extremadamente rápido Ignacia, para que


nadie evitara lo que acababa de decir.

Mientras todas discutían y retaban a Ignacia por lo que había dicho, Paola se
había marchado en su cabeza, todo le daba vueltas y no sabia bien que
pensaba, hasta que se paro y se alejo de sus amigas.

- viste Ignacia! Esto es lo que estábamos tratando de evitar – dijo Camila


sumamente enojada

- tenia que saberlo, peor hubiese sido que se la encontrara de frente

- en realidad no se porque la protegemos tanto si fue ella quien hizo mas daño
– dijo Javiera

- por que aunque no lo admita, siempre estuvo enamorada de Gabi, siempre


fue obvio, incluso antes de que pasara todo lo que paso – musito Camila

- por lo mismo, yo mas que nadie se todo lo que ha sufrido la Paola, a mi me


lloro noche tras noche arrepentida de lo que había pasado, ni ella misma se lo
explicaba, mas de una vez intentamos buscarla para que le pidiera perdón y le
dijera todo lo que la amaba

- Pero Ignacia, si nosotras sabemos donde fue a parar Gabi, si sabemos de ella
es gracias a sus correos

- por lo mismo, Pao la paso mal, realmente mal, yo la acompañe en su


sufrimiento, no quería que nadie la viera sufrir, sentía vergüenza por lo que
había hecho y a diario se castigaba por ello.
- como que se castigaba por ello – dijo Camila

- nada estoy hablando de mas – respondió Ignacia

- Se auto flagelaba cierto? – pregunto Javiera

- como lo sabes?

- ay! Ignacia, era obvio, siempre anda con algo que le cubra sus brazos, incluso
cuando hace calor, siempre lo sospeche.

- no puedo creer que haya pasado eso y yo no me diera cuenta

- que haremos cuando llegue Gabi, estoy segura que Paola volverá a recaer –
dijo Ignacia

- no nos adelantemos y vamos a buscarla mejor – dijo Javiera, todas asintieron


y fueron por Paola

Para paola todo comenzaba a pasar delante de sus ojos como si fuese una
película, una película en la que vio el triste final y de pronto todo volvió al
principio, como si todo estuviese pasando delante de sus ojos, la historia
comenzó…

CAPITULO I: AMIGA MIA.

- Ya pu’ Gabi di la verdad!

- Pola, soy Lesbiana

- pero tienes diecisiete años, no has estado con ningún hombre, como puedes
estar tan segura

- tu has estado con alguna mujer?

- obvio que no

- y como estas tan segura de que no te gusten?

- porque no me gustan, es algo que se

- ya pu’, a mi no me gustan los hombre, es algo que se

Paola se quedo pensando, no podía creer que su mejor amiga fuera lesbiana,
Gabriela era de su misma edad y estaba segura de lo que era, ni siquiera
titubeo para contárselo, pero aunque le costo asumirlo, la quería con el alma,
por lo que debía aceptarla. Gabriela no era como sus amigas, todas con cuerpo
de modelo a sus cortas edades, incluso la pequeña Javiera que tenia once años
se podía ver que seria una mujer preciosa algún día, pero Gabriela no, desde
pequeña fue la gordita del grupo, la que tenia que usar lentes por su corta
vista, la que siempre tenia mala suerte en todo y la mas sobreprotegida del
grupo, a pesar de que vivían en el mismo edificio, estudiaban en el mismo
colegio, las vacaciones eran en conjunto, eran una gran familia, pero siempre la
que tenia problemas para salir, para jugar, para hacer una simple pijamada,
era Gabriela, un verano la mandaron a un campamento para personas con
sobre peso, una sola semana duro y su mamá la saco por que la estaban
haciendo sufrir. Gabriela no se vestía igual que todas, era distinta en todo
sentido de la palabra, pero con el tiempo se volvió extrovertida, cómica y muy
inteligente, de lo que le hablaras ella sabia, a sus cortos

diecisiete años tenia embobados a dos o tres compañeros de colegio, solo por
su simpatía, pero ella no le interesaba nadie, por que siempre estuvo
interesada en solo una persona, su mejor amiga.

- ya que la Gabi se declaro, yo también lo voy a hacer, a mi igual me gustan las


mujeres! Y no me digan nada por mi edad, siempre lo he sabido! – dijo Ignacia

- de que están hablando? - dijo Javiera

- cuando estés mas grande lo vas a entender enana – dijo Camila, quien agrego
– por si acaso, a mi me gustan los hombres!

- a mi me gusta tu hermano! – dijo Javiera

Todas rieron, porque el hermano de Camila tenía en ese entonces veinticinco


años y ella solo once

El tiempo avanzaba como la luz y Gabi ya tenia veinte años al igual que Paola y
aun así no había estado con nadie, solo tenia ojos para una persona, la que en
ese entonces lloraba por su ex novio que después de entregarle su virginidad
termino con ella, Gabriela solo la consolaba y en el fondo le dolía como un
idiota podía hacerla sufrir, mientras ella podía darle tanto amor.

- Que hago Gabi! Que hago!!

- Pola, deja de sufrir por ese idiota que no te merece, de seguro llegara alguien
que te quiera de verdad

- pero yo lo quiero a el

- no te entiendo, te gusta sufrir, como puedes seguir queriendo a alguien que


te utilizo

- no me utilizo, no lo digas así

- abre los ojos, te utilizo, se acostó contigo y después te pateo

- No quiero seguir hablando, nos vemos mañana por favor.

A pesar de todos los intentos de Gabriela por que su amiga dejara de sufrir por
aquel intento de hombre, esta a los días volvió con el, lo que solo significo una
cosa para Gabriela, era tiempo de olvidarse de ella, jamás la vería con otros
ojos y ya se había cansado de sufrir.

- Gabi ha hablado con ustedes? – dijo Paola dirigiéndose al grupo


- ayer la vi, anda en otra – dijo Ignacia

- desde que volví con mateo que no me habla, por que anda en otra, esta
enojada conmigo?

- de todo lo que hablamos ni te nombro, anda en otra, conoció a una niña, es


preciosa y mas encima se hace de rogar y se la ha puesto difícil

- la niña a Gabi?- dijo Camila

- no, al revés, Gabi a la niña

Mientras todas comentaban lo de Gabi, Paola sintió algo raro, algo que por
primera vez experimentaba, no sabia muy bien como describirlo, pero algunos
suelen llamarle celos.

- y como se llama la tipa esa? – dijo paola

Camila se rio en sus adentros, era obvio el disgusto de Paola.

- porque preguntas de esa forma, no te gusta que tu mejor amiga encuentre a


alguien? – dijo Camila

- no, nada que ver, obvio que quiero que este con alguien y sea feliz, me
molesta que no me lo haya contado ella

- a claro! – dijo Camila

- oye pero me dijo que saliéramos hoy, lleva a Mateo y salimos todas – dijo
Ignacia

- donde van a ir? Yo igual quiero salir - dijo Javiera

- ya, yo te voy a pedir permiso, si iremos a la casa de un compañero – dijo


Camila

Javiera era la menor del grupo y no le era tan fácil salir, pero lograron sacarla
de su casa entre todas, la noche llego y se encontraron casi todas a fuera del
edificio

- y Gabi? – pregunto paola

- nos encontrara allá, por que anda con su novia – dijo Ignacia

Aquellas palabras le ardieron por dentro a paola, aunque no sabia por que, en
el lugar estaba Mateo, pero Gabi no se veía por ningún lado. Ya compartiendo y
bebiendo en la casa, salieron diferentes temas, pero Paola no ponía atención a
nada, solo miraba la puerta, por que la hora avanzaba y Gabi no llegaba. Casi a
la mitad de la velada sonó el timbre, la persona que tomaba de la mano a Gabi
era preciosa, alta, delgada, morena y de los ojos verdes, Gabi sonreía a su
lado, se las presento a todas y se sentó, aunque poco miro a Paola.

- Ya juguemos a algo entretenido! – dijo el dueño de casa, Martin


- quizás que se te ocurrió – dijo Camila

- juguemos a la botella! - dijo Martin

Después de una discusión todos aceptaron y comenzaron a jugar, Paola miraba


a Gabriela mientras esta se veía cada vez más cariñosa con su novia, pero por
más que la miraba Gabi, no la veía de vuelta.

De pronto la botella la hace girar Gabi y sale su novia, todos aplaudían, sobre
todo los hombres que miraban babosos la situación, Susana, la novia de Gabi,
la tomo de su cara y la beso, largo y profundo, Paola miraba atónita la situación
y el sentimiento que tenia era mas grande que nunca, su corazón latía cada vez
mas fuerte, su cara estaba tan roja como un tomate y no sabia si era ira lo que
le palpitaba en su cabeza, lo único que atino a hacer fue pararse y salir de
aquel circulo.

- y esta adonde va? – dijo Javiera

- Anda a verla Gabi – dijo Camila

- y yo porque? Que vaya su pololo, a demás no se que le paso

-Ah? –dijo Mateo que aun tenia la imagen de las dos féminas besándose en su
cabeza

- este no sirve para nada – dijo Gabi dándole un beso a Susana – voy y vuelvo
– y se paro a buscar a Paola

Paola estaba en la cocina, no entendía lo que sentía y tampoco quería


entenderlo

- que te pasa?

- nada

- Paola, algo te pasa, no me digas que te dio asco

- porque dices eso?

- por la forma en que te paraste

- he tomado mucho y estoy mareada

- ah… te preparo un café?

- así que tienes novia, podrías haberme mandado una carta para contármelo

- no seas irónica, no he tenido tiempo para contártelo

- pero a la Ignacia si le pudiste contar

- ya Paola no te pongas cuatica, a mateo anda hacerle escándalos a mi no!


- deja de decirme paola, me carga que me digas paola!

- no me nace decirte de otro modo en estos días

- perdón?

- dejemos esto hasta aquí mejor, vuelve con tu noviecito

- chao, Gabriela.

Paola saco su chaqueta del colgador y con las lagrimas a punto de soltarse de
sus ojos salió por aquella puerta, casi a las tres de la madrugada, camino sin
tener idea por donde iba, mientras su corazón parecía querer detenerse en
cualquier momento, porque se sentía así, porque Gabi, su mejor amiga, la que
mas quería, la había tratado de ese modo y porque le dolía tanto, se
preguntaba una y otra vez en su cabeza intentando hallar respuesta; de pronto
su cabeza comenzó a abrirse, Gabi siempre era complaciente con ella, si quería
el cielo, eso le daba, siempre la escuchaba, siempre le aconsejaba, siempre
estaba ahí para ella – quizás son celos de amiga, por que es la primera vez que
esta con alguien, ya no es solo para mi – dijo al aire mientras caminaba – y
porque la quiero solo para mi? – Insistía en voz alta – soy una idiota –. Cada
vez mas alejada de la casa en que se encontraba y sin saber el camino que
recorría, siguió sus pasos hacia delante y no se detuvo por nada, su cabeza era
una marioneta de hipótesis que controlaba su corazón, hasta que lo entendió –
no!, es imposible – grito en voz alta…

- Ahí estas estúpida! Como se te ocurre salir sola a esta hora!! – era Gabi, que
la había estado buscando por todos lados, desesperada por los peligros que
podría enfrentar su “amiga”

- que haces aquí? – pregunto mientras Gabi la abrazaba feliz de haberla


encontrado

- te vine a buscar, tonta, me aterro que te hubiese pasado algo.

- estoy bien, vuelve con tu novia, como la dejas sola.

Paola se sorprendió de sus palabras, ni siquiera a Mateo lo había celado tanto,


quien era Mateo, se preguntaba a esta altura.

- Pola, dejemos esta discusión, no nos lleva a nada, discúlpame por no haberte
contado lo de Susana, ya no quiero estar así contigo

- Ahora soy Pola? Mira, da lo mismo, esta discusión, si me cuentas tus cosas o
no, ya me da igual, pero ahora déjame que quiero estar sola.

Aquellas palabras le dolieron más a ella que a Gabi, que en esos momentos solo
quisiera sentir aquella sensación deliciosa que sentía cuando estaba en sus
brazos.

- que onda? Porque te pones así? Explícamelo por que no te entiendo.

- tu novia…
- Que tiene que ver Susana

- no, que ahí viene tu novia – le dijo Paola que veía como se acercaba Susana a
tomar la mano de Gabi y a darle un beso, beso que Paola ya no pudo soportar y
solo siguió su camino.

- Pola, espera! No te puedes ir sola a esta hora

- tu tranquila, no me voy a ir sola – dijo mientras tomaba su celular – hola, ven


a buscarme… Prat con O´Higgins… te espero.

Mientras Paola esperaba sentada en la acera, Gabi la miraba desde lejos,


cuidándola, protegiéndola una vez mas, como siempre lo hacia, amaba tanto a
esa mujer, que no sabia si le dolía mas su cercanía o su lejanía, su presencia en
si le dolía. Su novia la saco de sus pensamientos

- Bebe tengo frio

- toma, ponte esto – le dijo pasándole su chaqueta

- hasta que hora estaremos aquí?

- espera que vengan por ella y nos vamos

Mientras Susana entendía su preocupación, ella veía a Paola como temblaba del
frio, aun con su chaqueta puesta, siempre ha sido tan friolenta, quiso ir a
llevarle la de ella, pero no podía quitársela a su novia, suspiro y se aguanto el
frio que hacia, quedo solo en una camiseta sin mangas y le llevo su poleron a
Paola.

- póntelo

- estas loca, como te vas a quedar así

- no tengo frio y tu estas temblando

- ya vienen por mi, me aguanto un poco mas

- Pola póntelo

- no me lo voy a poner ya te dije

- ya pu, poli ponte el poleron – dijo Gabi, con la voz mas dulce que tenia, solo
le decía poli cuando quería conseguir algo y siempre lo conseguía.

Paola la miro tiernamente y se sonrió – abrázame mejor – le dijo a Gabi, que


no dudo en hacerlo, Paola estaba congelada, la abrazaba y movía sus brazos
para darle calor, mientras le daba pequeños besitos en su cabeza, Susana al
contemplar aquella imagen solo atino a irse de ahí sin decir decir
absolutamente nada. Paola se sentía tan bien, ni siquiera había que pensarlo
mas, “la amo” afirmo en su cabeza.

- no dejes a tu novia sola tanto rato


- se fue hace rato

- y tu no fuiste por ella?

- vive aquí a la vuelta, a demás si voy por ella tu te quedas sola y te puede
pasar algo.

- Gabi porque eres así conmigo, siempre tan complaciente, sobreprotectora,


siempre queriendo darme mas de lo que puedes

- es necesario que te conteste?

Paola mantuvo su mirada fija en aquellos ojos, aun abrazadas y aquella


necesidad desconocida invadía su mente, que eran esas ganas que tenia,
porque no dejaba de ver sus labios, mientras Gabi quería entender que
pensaba, que pasaba por su cabeza, seria posible que aquella conexión se
estuviese dando… entre sus caras había cada vez menos distancia, parecía que
un imán las atraía cada vez mas, Paola estaba a punto de besar aquellos labios
cuando un sonido hizo que Gabi la alejara de ella.

- llamaste a tu pololo – dijo con pena

- Gabi… - y el auto aparco a la orilla de la calle, Mateo bajo la ventanilla –


vamos amor – dijo Mateo y le abrió la puerta.

- Cuídate Pola

- podemos hablar mañana?

- bueno.

Y así se subió al auto, pensando en lo que habría sido, dejando a una Gabriela
mas confundida que nunca.

Una semana paso y Paola no tuvo noticias de Gabi, miraba su celular y no


habían mensajes, su cuenta y no tenia correos, prendía cada diez minutos su
celular esperando que de tanto mirarlo sonara por una llamada entrante de ella
y nada, al final comprendió que todo era una locura y opto por la lejanía, en
que mundo podría ella estar con otra mujer, pero no era cualquier mujer, era
aquella que conocía de toda la vida.

- oye, a Gabi no la veo hace rato, has hablado con ella? – dijo Camila

- si, ayer hablamos, esta con los exámenes finales y el poco tiempo libre lo
ocupa con Susana – respondió Ignacia

Mientras ellas hablaban paola escuchaba atenta pero sin ganas de preguntar
nada

- yo creo que se enamoro la Gabi

- no se ve muy enamorada, pero quizás, quien sabe


- oye Pao y que paso entre ustedes?

- entre nosotras? Nada que iba a pasar – respondió asustada por la pregunta

- como ya ni se hablan, si antes eran tan unidas

- no se Cami, ni me importa las cosas son así y punto

- a ésta mejor ni hablarle – dijo Ignacia

- si cuando se pone hueona, se pone con ganas

- estoy aquí, por lo menos esperen que me vaya para molestar

- no tiene gracia cuando no estas!

Ya se acercaba el fin de año y con ello las vacaciones, los papas de Javiera
habían comprado pasajes para un crucero, por lo que todos se embarcarían,
incluidas el grupo de amigas. El día del viaje llego, tomarían un vuelo de doce
horas para luego subir al crucero, durante el largo viaje Paola y Gabriela no
cruzaron ni palabras, ni miradas, ninguna daba el pie para hacerlo aunque sus
amigas hacían lo posible por que así fuera. Ya en aquel gran crucero, los padres
tenían sus habitaciones continuas y ellas tendrían dos habitaciones una para
tres y otra para dos, sabiendo esto Camila, Javiera e Ignacia se encerraron en
la habitación de tres por lo que no les quedo de otra, Gabriela se acomodo en
una cama mientras ingresaban sus maletas, Paola se puso a ordenar la ropa sin
dirigirse palabra alguna, pero Gabi la miraba cuidadosamente, seguía cada
acción minuciosamente, hasta que comienza a sonar “ i don’t care if Monday’s
blue, tusday’s grey and weneday’s to, tursday i don’t care by you it’s Friday i’m
love” seguía sonando y Gabi no podía encontrar su celular, hasta que Paola va
directo a su chaqueta, saca el celular y se lo pasa – Contesta luego, por favor –
le dice en el tono mas déspota posible. Gabriela se quedo viéndola y el celular
volvía a sonar…

- hola

- porque tardabas en contestar bebe

- no encontraba mi celular

- que eres mensa, oye y donde estas?

- ya embarcamos, creo que en una hora zarpamos

- ya te extraño bebe

- yo igual amor, te extraño mucho

Paola cada vez soportaba menos la conversación que mantenía Gabi, y


exageraba el golpe al cerrar sus cajones, entraba y salía del baño golpeando
fuertemente las puertas, la< vena que tenia en el cuello palpitaba cada vez
mas fuerte.
- Bebe porque tanto ruido? Con quien te toco dormir

- las chicas se quedaron en un cuarto para tres, Paola y yo en otro.

- y porque con ella? No podía ser con otra

- ya no empieces, si no pasa nada

- si seguro

- Amor, hablemos mas tarde, te amo bebe

- dímelo de nuevo y no me enojo

- te amo bebe

-yo igual mi vida, hablamos después

Gabriela corto y veía como Paola se reía burlescamente, no tardo en encararla

- de que te ríes?

- que te importa

- uy! Que lindo contesta la niña

- de que te ríes

- de ti

- y me lo dices en mi cara

- tu preguntaste

- que te parece tan gracioso

- es cómico que alguien que siempre critico a las personas cuando en pareja
hablaban como una guagua y decían “que ridículos los sobrenombres, yo no
dejaría que me dijeran eso” ahora permita que la traten de “bebe” y peor aun,
que trate de “bebe” a alguien.

- bueno las personas cambiamos

- si me doy cuenta de eso

- tu cambiaste

- sigo siendo la misma de siempre

- falso, la Paola que yo conocía no podía estar un día sin hablar conmigo, ahora
no hablamos nunca; la que yo conocía no dejaba que nadie la pasara a llevar y
tu estas con un tipo que te engaña y te usa en tu cara y no haces nada; la que
yo…

- para!

- te carga que te digan la verdad cierto

- Mira Gabriela, tu por tu lado, yo por el mio y fin, hace tiempo que no existe
amistad entre nosotras y no tengo porque discutirte nada, con que respetes mi
espacio todo bien.

Gabi se quedo viéndola esperando otra reacción, mas no obtuvo nada de lo que
quería, sino todo lo contrario, quería provocarla, quería discutir, quería sacarla
de sus cabales mas nada de eso hizo. Los días siguientes los disfrutaron
tomando sol, bebiendo cocteles, disfrutando la piscina, entre otras cosas, Paola
despertaba y Gabi ya estaba afuera; Gabi llegaba y Paola ya estaba durmiendo,
los padres disfrutaban por su lado y ellas por el propio, cierta noche se hizo una
fiesta juvenil en uno de los salones, todas se prepararon en el cuarto de Paola y
Gabi, esta ultima entro al baño y salió vestida, a pesar de no poseer un cuerpo
escultural, se veía preciosa maquillada, Paola no pudo evitar mirarla con otros
ojos, Camila percatándose de esto le paso un pañuelo – sécate la boca, babeas
– le dijo, sacándole risas a todas, menos a Gabi…

- ya cuenta porque te arreglaste tanto – le dijo Ignacia mientras Camila le


subía el cierre del vestido

- tengo una cita

- y tu novia – le pregunto Javiera

- hace una semana que estoy soltera

- y como no nos habías contado, que paso?

- a mi me conto, leru – dijo Camila

- cuéntales tu, me da lata el tema, yo me voy, nos vemos allá – dijo Gabi
saliendo de la habitación

- les cuento?

- Obvio! – dijo Javiera

- Susana la llamo y le dijo que era mejor que terminar, por que no podría ser
fiel tanto tiempo

- Ya! Y Gabi, que dijo?

- que iba a decir, la mando a la mierda y filo con ella, le paso lo mismo que a ti
pu, o no? - dijo Camila mirando a Paola

- con la diferencia que fui yo quien patio a Mateo, en todo caso es lo mejor que
pudo haber hecho
- y ahora con quien esta saliendo, ya que tu lo sabes todo Camila Errázuriz

- no sale con nadie, tiene una cita en la barra con el alcohol, quiere puro tomar.

Paola termino de arreglarse y salió de aquel cuarto sin dar aviso, llego al salón
y busco casi de reojo a Gabi, pero no dio con ella, cansada de buscar salió a
tomar aire, a fumarse un cigarrillo, a despejarse. En eso estaba cuando sintió
esa extraña sensación de ser observada, levanto su vista por sobre el hombro
mas no vio a nadie, apago el cigarrillo que se había terminado y prendió otro
enseguida…

- Estas fumando como maricón celoso

- que fea esa palabra, me carga.

- es solo un decir, te hace mal fumar tanto

- lo dice la persona que hace una hora estaba bien y ya parece ebria

Gabi la quedo viendo y elevo su sonrisa hasta la mitad – te he extrañado Poli,


Poli – dijo casi en un suspiro

- yo también Gabito mio, mucho

- porque hemos peleado tanto?

- supongo que cada una a tenido razones que no ha querido exponer

- creo que supones bien

- y cual seria tu motivo?

- jajaja… tu expusiste esa hipótesis dame tu tus motivos primero

Aunque Paola sentía su pecho agitado y esa sensación de tener las palabras
atascadas en su garganta, como queriendo salir lo antes posible, opto por
callarse, después de todo no sabia que sentía Gabi y aun no sabia bien que era
lo que ella sentía.

- quédate con la duda.

- Pola yo…

- tu que?

- nada, no me hagas caso… estoy ebria no debí haber tomado tanto

- de que te conozco nunca te curas tan rápido, a ver que tomaste?

- mmm… una cerveza, dos whisky con red bull y tres shot de tequila, creo.

- estas enferma Gabriela como se te ocurre tomar tanto!


- rétame después por favor.

Gabi se sentía tan mal que se acerco hasta la baranda y se puso a vomitar en
pleno mar, Paola la acompaño, tomo su cabello y la sostuvo mientras Gabi
continuaba vomitando…

- vas a hacer un titanic aquí conmigo?

- ridícula, mira como estas y haces bromas –Paola saco un pañuelo de su


bolsillo y limpio la boca de Gabi – listo

- gracias, sigo mareada – Gabi no quería que Paola la soltara, seguía abrazada
a ella como si se fuera a caer en algún momento.

- vamos a la pieza y te tomas algo caliente, te hará bien

- tu vas conmigo?

- si pequeña, voy contigo.

De la mano se llevo Paola a Gabi al cuarto, ya ahí pidió servicio a su habitación


mientras Gabi se daba un baño. Sin querer (o con mucho querer) se acerco
Paola al baño, Gabriela se bañaba o mas bien se mantenía afirmada a la pared
de la ducha mientras el agua caía por su cuerpo, nunca la había visto desnuda,
a diferencia de sus demás amigas que nunca tuvieron pudor alguno en mostrar
su cuerpo al igual que ella, pero Gabi siempre fue mas recatada, admiraba su
cuerpo de arriba abajo y sentía como si su cuerpo fuese un termómetro al que
la temperatura le llegaba hasta el limite, no se dio cuenta cuando Gabi le
devolvió la mirada, tenia dos opciones, salir y pretender que no la estaba
mirando o quedarse y actuar de una vez y por todas…

… Paola entro al baño y saco una toalla del estante, sin quitar la vista de los
ojos de Gabi, que la seguía con preocupación, Paola se acerco a ella y cerro la
llave del agua, abrió la toalla y la cubrió, Gabi no entendía nada, Paola se
estaba volviendo loca?

Afuera tomo otra toalla y seco su pelo dejándolo enrollado en su cabeza, quito
la toalla de su cuerpo y la seco, seco sus brazos, su espalda, seco su cintura y
sus senos, Gabi solo se dejaba hacer, seco sus piernas y seco su sexo, ahí sin
quitar su vista de los ojos de Gabi…

- Pola…

- Gabi…

- que haces?

- lo que me da la gana

- conmigo?

- contigo
- no juegues

- no quiero jugar...

2
CAPITULO II: PERFECTA

Paola termino aquella frase acercando su rostro peligrosamente al de Gabi, ya


no aguantaba las ganas de besarla, de probar aquellos labios que tantas veces
había soñado y que muchas otras había querido evitar, casi en un acto reflejo
Paola apoyo sus labios en los de Gabi y esta la beso de inmediato, tomo su
cuerpo por la espalda, desnudo como nunca lo había tenido, Gabriela
profundizo cada vez mas aquel beso tomando su cara y empujándola hacia ella,
sin darse cuenta ni como ni cuando se separaron la una de la otra y se vieron
tiradas en la cama, después de aquel beso. Gabi no quería abrir los ojos y Paola
no dejaba de verla, sentía tanto miedo como la primera vez que salto en
paracaídas, parecía que estaba a punto de tirarse de un avión y después del
salto no había vuelta atrás, pero también sabia que hasta el aterrizaje todo era
una montaña rusa de sensaciones, buenas sensaciones. Gabriela abrió sus ojos
y vio a una Paola sonriente a su lado, no quería dejar de verla, no quería hablar
por temor a que Paola se arrepintiera, quería volver a besarla, pero no se
atrevía, su cabeza era un desastre gubernamental. Paola intento hablar, quiso
decirle mil cosas en aquel momento, sin embargo de su boca solo salió otro
beso y aquel llevo a otro y así estuvieron por largo rato, hasta que los besos
comenzaron a subir de tono, en la habitación se sentía solo el ruido producido
por ambos labios al chocar y el de la respiración cada vez mas marcada, las dos
sabían perfectamente a donde las llevaría aquello, aunque solo una lo había
vivido con una mujer antes, no quería decir que estuviese menos nerviosa, sin
siquiera saber como sucedió las dos féminas estaban solo con el maquillaje que
llevaban en sus cuerpos, Paola pensó por un momento y en su cabeza rio a
carcajadas, Gabi se dijo en su cabeza que todo era un sueño y no quería
despertar por nada del mundo.

A la mañana siguiente Paola se vio rodeada por los brazos de la mujer que le
había hecho llegar a tocar el cielo con las manos, recordó los gestos, las caras
producidas por Gabi al llegar al orgasmo, la forma en que la toco, las ganas con
las que la beso, a su edad nadie le había hecho llegar así, de esa forma, tantas
veces, hasta que ya sus fuerzas no dieron más; recordaba y sonreía, recordaba
y se sonrojaba, recordaba y se volvía a sentir excitada. Le hablo a Gabi, pero
no despertó, así que se fue a bañar, mientras estaba en el agua, Gabriela
despertó.

“Fue un sueño, el mejor de los sueños, quiero seguir durmiendo, porque


desperté! Sus besos, su piel, se sintió todo tan real, no quería despertar”
fueron los primeros pensamientos de Gabi al abrir sus ojos, ojos que cerro de
inmediato, pero mientras batallaba por seguir durmiendo, Paola la miraba
divertida desde la puerta del baño, aquella mujer había sido suya por una
noche, una noche que jamás borraría de su memoria, hasta ahora la mejor
noche de su vida. Paola se acerco casi en puntillas hasta la cama y se lanzo
gritando “buuuuu”
- Buenos días dormilona – dijo Paola entretenida por la cara que tenia Gabi

- Pola que… que pasó…

- anoche? Si me dices que no te acuerdas te maltrato

- o sea que…

- que cosa?

- no fue un sueño?

- mira, con todo el alcohol que bebiste anoche no me extraña que pienses que
fue un sueño

- Poli yo… - alcanzo a decir cuando Paola ya le había dado un beso.

- buenos días Gabito mio

Ambas rieron, una mezcla del nervio que tenían, de lo distintas que se sentían,
todo seria nuevo; Paola tomo a Gabi, la abrazo a su lado, la beso una y otra
vez, como si fuese la última vez en su vida que la besaría.

- tenemos que bajar a desayunar – dijo Paola

- y no nos podemos quedar aquí?

- no crees que será extraño, que después de ni siquiera hablarnos nos


quedemos encerradas aquí?

- me da lo mismo lo que piensen

- Gabi, yo… a mi no me da lo mismo, tu sabes yo…

- tu no tienes idea en lo que te estas metiendo y en cualquier momento te


puedes arrepentir?

- arrepentirme nunca, pero si estoy en una parada distinta a la tuya, lo que no


quiere decir que no sienta todo esto por ti

- y que seria lo que sientes por mi?

- creo que aun no estoy segura de nada, solo se que siento

- entonces tenemos que pensar en algo, por que no podemos hacer como que
esto nunca paso

- y si vemos como se da esto, pero solo tu y yo

- onda que andemos a escondidas?

- si, se puede?
- para siempre? Te da vergüenza?

- no es vergüenza, nada que ver, es solo que ni siquiera se si soy gay, como
para gritarle a todo el mundo que siento cosas por ti

- andar

-si

-tu y yo

- si

- a escondidas

- por favor?

- y si todo resulta bien llegara un día en que podamos contarlo?

- por supuesto

- esta bien, veamos como resulta todo.

Gabriela sin entender a lo que se enfrentaba y quizás por todo el amor que
sentía por aquella mujer, acepto el andar a escondidas, claro lo clandestino es
excitante, nuevo, es una aventura diaria, pero aun no sabían si serian capaces
de asumir todo lo que la clandestinidad llevaba.

El tiempo avanzo, el mes se volvió un semestre y el semestre un año, un año


de altos y bajos, un año que las hizo crecer, a todas por separado y a ellas
como pareja, aunque Paola seguía sin tener la madurez suficiente para contarlo
y Gabi ya se había cansado de pedírselo.

- esta noche?

- si

- no creo que pueda

- pero vienen todas pu Gabi

- y llamaste a la Pola?

- obvio me dijo que venia, como no vienes tu

-Camila estas segura de que va?

Obvio pu amiga, porque?

- pensé que tenia planes, pero filo, esta bien nos vemos allá
Gabriela corto aquella llamada tan ofuscada como era posible, más que mal hoy
cumplían un año de relación y se suponía que comerían en el departamento de
Gabi, pero al parecer Paola no pensaba lo mismo. Esperó la mitad del día por
una llamada pero nada paso, al final término arreglándose para ir a la casa de
Camila, a celebrar lo que fuese que se les haya ocurrido, por que siempre se les
ocurría algo nuevo.

La noche anterior Paola la había pasado estudiando para un examen, el que si


no aprobaba arriesgaba a reprobar aquel ramo y luego se su excelencia en la
carrera no podía arriesgarse a reprobar cuando le faltaba tan poco para
recibirse. Quizás fue el estrés, o tal vez la concentración absoluta que tuvo la
que no le recordó por un instante que hoy cumplían un año de relación, furtiva,
excitante y llena de amor, en el que aprendieron a comunicarse solo con la
mirada, a saber lo que significaba cada gesto que antes era de amistad y ahora
de un amor del bueno. En cuanto salió del examen a eso de las seis de la tarde,
llamo a Gabriela para contarle que al parecer le había ido perfecto, pero esta no
le contesto, no a la primera, ni a la segunda y a la quinta ya se aburrió de
marcar, Gabi sabia lo del examen y aun así no contesto.

La noche llego y Gabriela llegaba temprano a la casa de Camila, Ignacia y


Javiera estaban desde temprano ayudando a preparar todo, Paola aun no
llegaba y la cara de Gabi llegaba al suelo.

- Negra porque tienes esa cara – pregunto Javiera con un tono de pena a Gabi

- nada enana, no ando muy animosa que digamos

- Gabi te molesta si te hago una pregunta indiscreta? – dijo Camila

- me cargan tus preguntas indiscretas

- te voy a preguntar igual, que onda entre tu y la Paola

- que onda de que

- onda, “onda”

- no te entiendo Cami

- sigue haciéndote la loca – dijo Ignacia

- quien se esta haciendo la loca? – dijo Paola entrando a el comedor de la casa

- Uuuuuhh!! – grito Javiera con un tono molestoso

- pregúntale a ella pu – Gabriela miro fijo a Camila esperando que le hiciera la


pregunta a Paola

- quien me explica lo que estaban hablando – pregunto Paola

- lo que pasa, es que le hice una pregunta a la Gabi, pero se hizo la loca y no
respondió
- que pregunta

- que nosotras no somos hueonas y se nota que algo hay ahí

- no te entiendo Cami, explícate

- buu!! Que onda entre ustedes dos, tienen algo? – argumento Ignacia

Paola intento responder lo más rápido posible, sabia que ya era hora de decir la
verdad

- entre nosotras hay algo muy fuerte, una amistad mas grande de la que tengo
con cualquiera de ustedes – dijo sacándoles la legua a todas como burla

Sabía que tenía que decir la verdad, pero cuando aquellas palabras iban a salir
salieron las otras en su lugar, miro casi de reojo a Gabi y pudo ver la mirada de
rabia que había en sus ojos, pero que podía hacer, era más fuerte que ella.

- Pao como te fue en el examen – pregunto Camila en cuanto lo recordó

- cierto, tu examen que tal te fue?-adhirió Gabi

- eh… bien, creo, mañana dan los resultados pero creo que bien-respondió
mirando a Gabi la que no le correspondía la mirada.

Gabi se puso en plan “alcohol” e intentando escaparse de Paola iba ya en la


sexta cerveza, se puso a bailar con una amiga de Ignacia mientras que Paola la
observaba a lo lejos, esperando el momento en que la pendeja, (como le había
puesto en su cabeza) le pusiera un dedo encima para ir a sacarla de inmediato,
pero que podía hacer, nada en realidad.

- parece que a la Gabi se le subió el alcohol-comento Paola a Javiera que


estaba al lado

- celosa?

- nada que ver, solo digo lo que veo

- en todo caso esta libre de hacer lo que quiera o no?

- obvio que si y tu pendeja a tu pololo no le dieron permiso?

- nada que ver, no lo invite que es distinto, ojos que no ven corazón que no
siente

- fresca

“ojos que no ven corazón que no siente” recalco en su mente Paola, pero ella
estaba viendo como la “pendeja” ponía sus manos en las caderas de la que era
su mujer, por que no estaba libre hacer lo que quisiera como había dicho
Javiera, todo lo contrario, lo primero que se le ocurrió fue enviarle un mensaje
“cual es tu idea, llevo veinte minutos viéndote bailar con esa pendeja, que
pretendes?”

Vio con atención como Gabi leía aquel mensaje y al parecer respondía

“es una tapadera, para que no pases por mas aprietos”

Paola la miro cuando termino de leer su respuesta, pero Gabi no la miro de


vuelta ya cada vez estaba mas cerca de la amiga de Ignacia, a Paola no sabia
que hacer, quería matarla, sabia que Gabi estaba molesta, pero en realidad era
para tanto o acaso ya se había aburrido de estar así por tanto tiempo. Mientras
pensaba vio como aquella mocosa acercaba cada vez mas su rostro intentando
besar a Gabi, veía atenta, pero no hacia nada y Gabi que podía verla de reojo
se quedaba sorprendida en como Paola era capaz de dejar que se besara con
otra mujer para seguir escondiendo su relación, lo que hizo que reaccionara, le
hablo al oído a la mujer que había estado a punto de besar y fue al baño del
segundo piso, cubrió de agua su rostro y sintió que todo estaba acabando,
Paola ya había llegado al extremo; se sentó al borde de la tina y comenzó a
llorar casi sin saber porque, pero sabia el porque, como alejarse de aquella
mujer , como podría alguna vez dejarla si la amaba tanto, si durante toda su
vida la había amado y ahora era de ella, le pertenecía aunque fuese dentro de
cuatro paredes, aunque para el mundo entero seguían siendo amigas, tenían un
pequeño mundo, un mundo de dos, no necesitaba más, pensó, aunque le dolía
el darse cuenta que era capaz de todo por aquella mujer, incluso de sentir
aquella pena a diario por no poder gritar a los cuatro vientos que la amaba.

Cuando Gabi se decidió a salir del baño, afuera estaba Paola esperando
paciente, la tomo de la mano y la llevo hasta la pieza.

- no era necesario hacer lo que hiciste

- No quiero pelear

- que te pasa Gabi, por que hiciste eso?

- el alcohol probablemente - respondió sabiendo que no era el alcohol, pero en


realidad no quería pelear.

- hoy te llame para contarte lo del examen , pero no me contestaste, tan


ocupada estabas? ni si quiera me llamaste para desearme suerte

-te iba a llamar justo cuando me llamo la Cami diciendo lo de la fiesta

- y eso que tiene que ver?

- que yo había dicho que no, pero cuando me dijo que tu venias no me quedo
otra que cambiar de opinión

- y no pudiste llamar después de eso? – Gabi la vio fijamente, realmente había


olvidado que día era

- amor, bajemos, ya no quiero discutir


- no me digas que volverás a bailar con esa pendeja

- linda la amiga de la Ignacia cierto?

- “linda la amiga de la Ignacia”-le remedo casi como burla, pero no era burla

- es broma mensa, hagamos borrón y cuenta nueva y volvamos a la sala? No


quiero discutir contigo

- Gabi yo no quiero pelear, pero tu sabes que me cuesta asumir todo esto

- lo se, lo entiendo, pero hablemos de eso mañana

Conversaron por un par de minutos más y bajaron, Gabriela sabia que si


discutía un poco más, daría la relación por terminada y prefería aguantar a
perderla.

La noche avanzo normalmente, no se separaron durante toda la noche, las


miradas cómplices aparecieron a cada momento, la amiga de Ignacia se
apareció una o dos veces pero Gabi no le dio importancia así que se dio por
vencida

A la mañana siguiente Paola se vio en medio de Camila y Javiera, pero Gabi no


estaba cerca. Javiera despertó casi al mismo tiempo Paola, con un dolor de
cabeza, de aquellos que note dejan beber por un par de semanas.

- mi cabeza! – dijo Javiera

- hueona te tomaste cuatro cervezas sin alcohol anoche-argumento Paola entre


risas

- me estas hueviando

- no, como te vamos a dar alcohol, tu mamá me mata, estas muy chica, ya
dicen que somos mala influencia para ti, te imaginas fuese verdad

- son pesas las yeguas, yo juraba que eran con alcohol, entonces no se porque
me duele tanto la cabeza

- por el cabezazo que te diste con la mesa, te borro hasta la memoria-contesto


Camila que despertaba con la conversación de sus amigas

Paola se levanto y busco en su celular por algún mensaje de Gabi que explicara
su ausencia

“Poli me fui temprano, te llamo más tarde preciosa… Love U”

- Cami préstame tu pc para ver mis notas

- obvio esta dentro del cajón

Mientras que intentaba conectarse a la red para poder ver sus notas, Camila y
Javiera cotorreaban como locas de la noche anterior, Paola las oía y reía con
todos los disparates que hablaban, cuando esperaba que la página cargara por
completo recordaba el baile de Gabi con la “niña” y se enrabiaba un poco

- amiga que hora es – pregunto Javiera

- son las una de la tarde, ya te pasaste el toque de queda

- hueona ya estamos a primero, no me di cuenta como paso el mes – dijo


Camila

- a primero? – pregunto Paola

- si pu, en el pc esta la fecha

- ¡Mierda! – grito Paola y salió corriendo de la habitación, recogió sus cosas y


se fue.

Javiera y Camila no entendían el porque de su partida pero las hipótesis volaron


en aquella pieza

- lo único que se es que a la Gabi se le nota a una milla que esta enamorada
hasta a las patas

- de quien?- pregunto Javiera

- de la Pao pu’ pava

- si como que no le creo mucho la respuesta de ayer

- para nada, lo que me da pena es que siento que no es reciproco

- onda la Pao no la pesca igual?

- si pu’, como que pareciera que hay algo, pero no de la misma forma

- ayer se puso media celosa cuando la Gabi bailaba con la Antonia

- quien es la Antonia?

- la amiga de la Igna pu

- ah! No se no la conozco.

Entre tanto ambas hablaban, Paola no sabia que iba a hacer, como se le pudo
olvidar que el día anterior cumplía un año con la mujer que amaba, aunque
fuese a escondidas, no había excusa para disculpar algo así, con razón la
molestia de Gabi, ahora lo entendía todo, se suponía que aquel día saldrían a
comer, no entendía como pudo olvidársele con la importancia que aquel día
tenia. Más rápido que un parpadeo (que exageración) Paola monto una serie de
sorpresas que había planeado hacia mucho tiempo, aunque fuese atrasado,
nunca es tarde, pensó.
Gabriela hacia un par de horas se sentía extraña, veía las cosas con claridad,
tenia claro que para estar al lado de Paola valía la pena sacrificar todo, incluso
sacrificarse ella misma, pero acaso ella no valía, porque Paola no podía
sacrificarlo todo por ella, tal vez lo que pedía era demasiado o quizás no era
nada, pero quería ser capaz de hacer todo lo que las parejas normales hacen
libremente y ella no poseía aquella libertad. Gabi seguía en aquella discusión
interna cuando suena su celular

- hola amor, como estas?

- bien, tu como estas

- uy! Que pesada tu respuesta

- no me siento muy bien que digamos

- puchi yo quería pedirte un favor

- que favor?

- tu me puedes ir a buscar unos papeles que necesito urgente

- a donde?

- al muelle, hay una persona esperando por mi, pero no alcanzo a ir

- es urgente?

- un poquito amor

- bueno, yo voy por ellos

Paola le envió un nombre y una descripción, Gabi partió de inmediato, no con


muchas ganas, pero fue al fin y al cabo. Cuando llego no encontró a nadie
esperando, camino por el muelle y llamo a su clandestina novia – llegaste al
muelle? – si, pero no hay nadie – Paola corto el celular y salió a la cubierta de
un yate dándole un susto a Gabi.

- que significa esto? – dijo Gabi con una semi sonrisa en su cara

- quieres subir?

Gabi subió y el yate partió, realmente no entendía nada.

- amor donde vamos?

- a dar un paseo, no preguntes tanto que arruinaras mi sorpresa

Gabi se cuestionaba que sorpresa era la que le estaba dando, Paola la dejo un
momento en la cubierta hasta que subió por ella.

- perdóname por olvidar…


Dijo Paola mientras música se reproducía de fondo, tomo a Gabi de las manos y
la acerco a su cuerpo

- hace un año atrás, en medio del mar, probé tus labios por primera vez, se
convirtieron en mi droga, mi propia droga la que no fui capaz de dejar por un
segundo, a la mañana siguiente desperté entre tus brazos y confirme lo que
hace tiempo sentía, que mi cuerpo calzaba justo con el tuyo y que jamás me
separaría de ti, aunque la distancia física algún día nos afecte, mi corazón
siempre estará conectado al tuyo y viceversa, aquel día lo supe, hoy hace un
año atrás.

- hoy hace un año atrás pensé que habías sido un sueño mas, como los que
solía tener, en los que tu eras mi protagonista, pero poli yo…

- pero?

-yo te amo, pero no se si puedo seguir con esto

- Gabi me estas hablando en serio?

- yo quiero lo que todos tienen, quiero que la persona que amo me tome de la
mano cuando nos juntamos con los amigos, que baile a mi lado pero no como
una amiga, quiero que me bese si tiene deseos y no que me los reclame con la
mirada, que me cele cuando sea prudente y que me haga sentir valorada

- Amor estas hablando en serio? Yo se que me olvide de nuestro aniversario y


te pido perdón por eso, pero te das cuenta lo que me estas diciendo

- ha pasado un año desde que estamos juntas, un año desde que me pediste
por favor que lo intentáramos en secreto porque no estabas segura y yo accedí,
no porque me gustase, sino por que era la única manera de estar a tu lado, al
lado de la mujer que siempre ame

- y ya no lo haces – pregunto con las lagrimas a punto de salir y la voz casi


apretada

- no he dicho eso

- entonces explícame hacia donde va esto por que siento que estas terminando
conmigo

- Pola, yo…

- yo no puedo decirle a todo el mundo, “saben que, hace un año tengo una
relación con una mujer”, no quiero tener que escuchar criticas, no quiero tener
que darles explicaciones a la gente y mis viejos, que van a decir mis viejos, no
soy capaz de soportar una mirada de asco por esto – dijo aquella ultima oración
con ganas de no haberlo hecho

- “asco” así crees que se ve lo nuestro, asqueroso, el amor es así? O solo


cuando se aplica a personas del mismo sexo?

- Gabi no es lo que quise decir


- da lo mismo lo que quisiste decir, puedes pedir que volvamos al puerto por
favor?

Paola la quedo viendo, Gabi no era capaz ni siquiera de darle la cara, subió a
pedir que regresaran, pero sentía que sus pies llevaban un peso extra, no solo
sus pies, su pecho cargaba lo más pesado que se podría cargar, dolor.

Cuando bajo Gabi estaba llorando con la cabeza entre sus piernas, como habían
llegado a esto, de verdad habían terminado, no lo entendía, porque no podían
seguir así, si por tanto tiempo habían estado bien, porque era tan necesario
que el mundo lo supiera si solo ellas lo vivían.

- Gabi… - con la voz tan delgada como le era posible hablar

Gabriela levanto su rostro con la cara empapada entre sus manos

- olvidemos esto por favor, te lo ruego

- Paola, de la forma en que yo veo las cosas, ni tú darás tu brazo a torcer, ni yo


cambiare mi mentalidad

- entonces que? Tu por tu lado, yo por el mio y a sufrir?

- no lo entiendes verdad, no quiero que esto acabe! Lo que quiero es poder


estar contigo y sentirme bien con eso, no sentirme que estoy haciendo algo
clandestino, que estoy violando algo sagrado, estoy harta de eso!

- bebe dame una oportunidad, una mas y te juro que no te decepcionaré, tu


eres la persona perfecta para mi, no hay otra, ni hombre ni mujer, solo tu, solo
necesito un poco mas de tiempo y se lo diremos a todo el mundo, te lo prometo

- cuanto tiempo

- un mes, un mes o quizás antes.

Gabriela como una tonta enamorada lo acepto, acepto aquel mes y lo aceptaría
una y otra vez pensó en su cabeza, pero aquel mes paso volando en un abrir y
cerrar de ojos, voló cual pájaro emigrando, llevando con el veinticuatro meses
más, meses en que nada cambio, en los que nunca asumió y Gabriela se canso
de pelear por aquello, se sentía como las amantes cuando su pareja les jura
una y otra vez que dejaran a la mujer con la que están casados, aunque ese día
nunca llegue la mayoría sigue estando ahí, esperando cada momento fugaz
para compartir un beso, una mirada, una simple y excitante cama.

Capitulo III: Que seria

“Y yo busco en tu mirada una señal, que me muestre que esto no va a cambiar,


por que ay! Que dolería si tu ya no estuvieras al despertar…”

El canto se escuchaba al menos en tres casas colindantes Gabriela cantaba con


tantas ganas que posiblemente la canción la hicieron especialmente para ella.
Mientras cantaba la canción y bailaba al ritmo, sus amigas la miraban desde la
cocina riendo por lo loca que se veía en ese momento.
Hacia solo un par de meses que Gabriela se había titulado, junto con Paola y
Camila, por lo que sus padres les hicieron un regalo común, aquella casa
enorme con cinco habitaciones, cocina, comedor y sala de estar, casi una casa
de ensueño. Javiera e Ignacia se lo pasaban ahí todo el tiempo, casi tanto que
vivían las cinco juntas, al principio una casa solo para ellas era lo mejor del
mundo, sobre todo para Gabi y Paola que vivían bajo el mismo techo, pero en
realidad ahora se les hacia mas difícil que nunca estar solas, aunque sus
amigas a diario insinuaban comentarios aludiendo a que algo pasaba entre
ellas, aunque jamás pensarían que era hacia tanto tiempo atrás. Solo una
persona lo sabia todo Gabi un día pasada de copas le conto todo a Ignacia, lo
que no fue muy difícil de no creer, bastaba poner atención en las noches
cuando Paola se cambiaba de su pieza a la de Gabi, aunque claro, Gabi hizo
jurarle que no le diría nada a nadie, mucho menos a Paola y esta cumplió.

- donde esta la Pola? – pregunto Ignacia a Gabi

- tenia que ir a revisar unos papeles a la pega creo

- de seguro se fue a ver a escondidas con el jefe – dijo Camila

- perdón? – dijo Gabi

- Cami cállate – dijo Ignacia

- ay Igna pero si la Pola tiene que haberle contado que el jefe la esta
conquistando

- ah! Si algo me dijo – mintió Gabi para saber más del asunto, mientras le
hacia un gesto a Ignacia para que mantuviese en silencio

- en tan hueona, se hace de rogar cuando el hueón se la quiere comer en


bandeja

-cierto! – dijo Gabi con una rabia enorme por no tener idea de lo que hablaba

Camila siguió hablando de todos los detalles que había tenido el jefe con Paola,
mientras que Ignacia cerraba los ojos para no ver a Gabi y la cara que tenia,
Camila conto como le había dado chocolates, las flores que constantemente
recibía en la oficina, las invitaciones que había negado y las que había
aceptado, a esas quería llegar Camila aunque según ella nunca había pasado
nada, nada mas que un par de besos.

Cuando Paola llego Gabi estaba encerrada con Ignacia en su cuarto, mientras
que su amiga trataba de contenerla, diciéndole que se calmara, que todo tiene
explicación, pero Gabriela no entendía de razones.

- Gabi! Estas? – se escucho a Paola al otro lado de la puerta

- no digas nada de lo que hablo Camila

- bueno – respondió Ignacia


Salieron de la habitación, se saludaron y Gabi se dirijo a su cuarto, mientras
que Paola la seguía cerrando la puerta tras ella

- te extrañe amor

- si?

- si, estoy agotada

- mucha pega?

- harta!

- mmm… vamos a almorzar entonces para que recuperes fuerzas

Dijo saliendo de la habitación, dejando a Paola atrás cuestionando la actitud de


Gabi, buscaba atraer su atención mas no lo logro, se sentaron todas a la mesa
y comenzaron a parlotear como era de costumbre

- y que tal tu jefe – le pregunto Camila a Paola, haciendo que esta se atorara
con aquella pregunta

Gabi que sonrió con ironía, espero a ver que respondía Paola, pero esta
contestaba casi como un agente secreto entrenado para mentir

- hueona, deja de mentir, si todas sabemos que te lo agarraste – dijo Javiera

Paola no sabia donde meterse, mientras que Gabi, empezaba a sentir malestar
de estomago por lo que escuchaba

- no me lo agarre, tu inventaste eso Javi

- si seguro que después de tres citas el mino no iba a reclamar un beso aunque
fuese

- quiso pero yo no quise – respondía con la cara roja de vergüenza mientras


que evadía la mirada directa de Gabi

- me van a disculpar pero como que se me fue el apetito – dijo Gabi,


levantándose de la mesa

- no me digas que te dio asco la conversación del jefe pu! – dijo Camila
irónicamente

- jajajaja, eso precisamente eso, asco!

- Gabi espera – dijo Paola levantándose de la mesa para hablar con ella

- tienes algo que decir? – pregunto Gabi esperanzada en la verdad


Cuando Paola no emitió sonido alguno, no supo de donde saco el valor para
acercarse a ella y robarle un beso casi a la fuerza, mientras que sus amigas
miraban en estado de shock la escena

- que chucha! – dijo Camila pensando en voz alta

Paola asustada por la reacción de sus amigas salió de la casa casi corriendo,
tomo su auto y acelero

- Gabi que vola? – dijo Javiera

- préstame tu moto enana

- obvio están puestas las llaves

Aunque la mayoría no entendía nada de lo que pasaba, intentaron explicarse lo


que habían presenciado, mas no había una respuesta lógica e Ignacia siguió en
silencio, no le correspondía hablar.

Casi por media hora siguió Gabi a Paola, pero esta no se detenía, hasta que
llego a un lugar eriazo y se detuvo, deteniéndose Gabriela tras ella, Paola bajo
del auto como si se la llevara el diablo, con rabia hasta en los dientes.

- Pola para por la cresta! – le grito mientras que Paola le daba una patada a su
auto

- que mierda hiciste Gabi

- fue un beso, porque te enojas tanto por un beso

- porque no te correspondía exponerme así ante mis amigas

- y que querías que hiciera, seguir escuchando hablar de tu jefe

- el beso estaba demás

- tanto te molesta un beso

- Gabi, me expusiste, no te correspondía a ti hacer eso, yo debía hacerlo no tu

- si claro! En dos años más? Por que este ha sido el mes mas largo de mi vida

- bueno si no lo hice fue por algo! – grito haciendo que Gabi tuviese toda su
atención

- disculpa? será mejor que te expliques!

- no se si es esto lo que quiero para mi vida, tener que vivir con las miradas,
los comentarios, enfrentar una vida contigo, salir a la calle de la mano como si
fuésemos una pareja normal
- Gabi tomo un respiro antes de hablar - porque mierda no pensaste eso hace
tres años atrás?

- por que en ese entonces no veía las cosas con claridad

- creo que entonces no hay nada mas que hablar, eres libre de hacer una vida
“normal” con el hombre que quieras, pero solo un favor te voy a pedir, olvida
que entre tu y yo hubo algo, incluso una amistad, por que de hoy en adelante
yo a ti no te conozco.

Termino de hablar y tomo la moto, ni siquiera casco se puso solo arranco lo


mas rápido que pudo, mientras que el viento que golpeaba su cara secaba las
lagrimas que intentaban salir, Paola por otra parte se quedo ahí, intentando
darse cuenta de lo que había pasado, cuando reacciono ya era muy tarde, ni la
sombra se veía de Gabi, tomo el auto e intento alcanzarla, pero no supo a
donde había ido.

Gabriela llego a la casa sin saber que hacer, se sentía desgarrada por dentro,
realmente Paola nunca la amo?, pensó, Ignacia entro a su cuarto intentando
descubrir que había pasado y darle apoyo a su amiga, luego de que Gabi le
conto como fueron las cosas, Ignacia no lo podía creer, aun así intento
defenderla, intento justificarla una y otra vez, pero Gabi no entendía de
razones, estaba todo claro, ya todo había acabado

- Gabi estas segura de todo esto?

- pero Igna que quieres que haga, después de lo que me dijo, tendría que ser
una estúpida arrastrada para seguir esperando por ella y ya lo fui bastante
tiempo

- la rabia nos hace hablar de mas Gabi, tal vez hablo de la rabia por que la
besaste delante de todos, tampoco es fácil reconocer que eres gay, o ni
siquiera eso, reconocer que estas con una mujer

- lo peor es que siempre sentí… incluso ahora que lo confirmo con lo del jefe,
siempre sentí que me engaño una y otra vez con el que se le atravesó por
delante, por algo nunca lo quiso asumir

- ay! Gabi na…

- Nunca Gabriela! Nuca me metí con otro hombre!

- acostumbras a escuchar conversaciones ajenas? – dijo Gabi sin poder mirarla


a los ojos

-yo me voy – dijo casi en un suspiro Ignacia mientras las dejaba solas

- discúlpame si no te creo, pero no me puedes culpar por pensarlo, mucho


menos después de lo que me dijiste

- Gabi yo no te quiero herir, pero no puedo seguir en algo que no estoy segura

- que patético que estén contigo solo por lastima, por no herirte
- yo necesito tiempo, necesito estar segura que lo que siento por ti es amor

- créeme que no es amor, por que cuando uno ama no tiene dudas

- y lo dices así tan fría

- y como quieres que lo haga? Llorando? Ya me canse de llorar, por que llevo
tres años llorando por ti, tres años de mentiras y falsedades, años que nunca
existieron y sí eso duele, pero también te hacen fuerte

- Gabi, cada momento que viví contigo fue real, nuca había sentido tanto como
contigo, tienes que creer eso

- no seas cómica por favor, tu nunca haz sentido

- deja de hablar así, yo siento demasiado por ti y me duele todo esto, es solo
que necesito tiempo sola para descubrirme

- tiempo, tienes todo el tiempo del mundo, pero no esperes que yo siga aquí
esperando por ti

- no te quiero perder así

- nunca me vas a perder, yo te perdí a ti que es distinto, pero no tengo


intención en intentar recuperarte, ni hoy ni nunca

- eso que significa?

- significa lo que ya antes dije, Paola entre tu y yo ya no hay nada, ni hoy ni


nunca

Paola repaso una y otra vez en su cabeza aquel momento, la inmadurez la hizo
decir todo lo contrario a lo que quería, por que ella quería pasar la vida entera
junto a esa mujer, pero no podía, algo en ella no se lo permitía. Aquella noche
Paola lloro, Gabriela lloro, cada una en un cuarto oscuro, donde la noche se
hizo compañera de su melancolía, de su pena y de su dolor, aunque cada una
lloraba por distintos motivos había uno que unía, el dolor de no volver a estar
juntas y eso le aterraba a ambas.

A la mañana siguiente Paola se levanto esperando verla en el desayuno, por


primera vez en mucho tiempo no se escabullía en la noche para pasarse a su
cama, por primera vez no eran sus ojos lo primero que veía al despertar, por
que Gabi siempre, siempre despertaba primero. Cuando llego a la mesa todas
comían en silencio, era raro en aquella casa el silencio, Paola se sentó y espero
por Gabi, pero nunca llego.

- Quien almuerza aquí hoy? – dijo Camila

- yo tengo que hacer – respondió Ignacia

- no creo que venga a almorzar hoy – dijo Paola

- la Gaby dijo que estaría afuera todo el día, así que no pienso cocinar
- afuera? – pregunto Paola

- si tenia que hacer unos tramites

Camila no quiso preguntar que había pasado el día anterior, sabia que algo
extraño pasaba, pero pensó que cuando quisieran se lo contarían, Ignacia no
podía creer todo lo que había pasado, paso la noche entera pensando en ir a
consolar a Gabi, pero supuso que la soledad es la mejor compañía en algunos
casos y tenia razón

- Igna podemos hablar? – dijo Paola al oído de Ignacia

- obvio, ahora?

- no, juntémonos a la hora del almuerzo?

- bueno amiga, nos vemos mas tarde

Ignacia se despidió y salió rápidamente, Paola tenia que ir a trabajar, pero al ir


a arreglarse no pudo evitar pasar por el cuarto de Gabi, jamás pensó que al
entrar iba a sentir tantas cosas, se sentó en su cama y sintió su olor, miro las
paredes recordando todo lo que contenían, risas, llantos, gemidos opacados por
la clandestinidad de sus dueñas, todo en aquel cuarto era un recuerdo, aunque
había sido poco el tiempo, eran tanto recuerdos, era casi una vida de pareja. Se
levanto de aquella cama y abrió el closet, lo primero que vio fue el poleron que
le había dado a Gabi para que durmiera, cuando ni siquiera soñaba con la
posibilidad de estar juntas, aun tenia su perfume, Gabi siempre le pedía que
pusiera un poco mas, para tenerla siempre, aun cuando dejaba su habitación,
dentro del closet había una caja, por primera vez intruseaba aquel lugar,
siempre quiso saber que guardaba ahí, pero Gabi jamás quiso mostrárselo, en
su interior habían boletas, tickets de cine, fotos, recuerdos, la gracia de
aquella caja era que las boletas eran de la primera vez que fueron a un motel,
de la primera vez que salieron a comer juntas como pareja, los tickets de la
primera vez que fueron solas al cine, mucho antes de que estuviesen juntas,
las fotos que se habían tomado después de hacer el amor por sexta vez en
aquel crucero, el globo que Paola le había regalado cuando cumplieron un mes,
así cientos de recuerdos de ambas que al verlos le hacían recordar cada
momento, le hacían repasar en su cabeza la estupidez que estaba haciendo,
dejando que aquella mujer sufriera en vano y sufriendo ella de paso.

Aquella tarde Paola se encontró con Ignacia en un café cercano, pensó que
Paola podría reclamarle algo de más, o quizás estaba molesta por que ella lo
sabía todo, a esta altura nada era claro.

Ya sentadas, habiéndose preguntado mutuamente por el estado de la otra,


Paola empezó a hablar mirando a la mesa

- ya me di cuenta que tu lo sabes todo

- que es todo?

- que Gabi y yo estábamos juntas


- lo se hace un tiempo

- Gabi te conto

- no le quedo de otra cuando te vi saliendo de su pieza dos mañanas seguidas

- Igna no se que estoy haciendo – dijo entre sollozos

- nunca debiste darle alas cuando sabias que no ibas a volar a su altura

- es que no es eso de lo que dudo Gabi lo es todo para mi, pero tengo miedo, a
diario tengo miedo

- no se a que le temes Pao, Haz visto que alguna vez hayan criticado a la Gabi
o a mi por ser lesbianas

- no

- porque no hay nada de malo en eso, aunque la sociedad nos crucifique

- es que el problema es que yo no se lo que soy, por mucho tiempo salí con
tipos

- tipos con los que sufrías, tonteras de pendeja Pao, la vida es distinta a como
la vemos cuando somos menores

- si se, pero que me van a decir mis viejos, que van a decir las chicas, si
siempre me vieron de otra forma

- aquí lo que importa no es como te ven los demás, es como te ves tu cuando
estas con ella

- con ella?

-si

- con ella mi vida es color de rosa

- y entonces porque haces todo esto

- por que soy una estúpida que no quiere poner los pies en la tierra

- Pao olvídate de las etiquetas, que si eres homosexual, que si eres hetero, que
si no te gusta ni lo uno ni lo otro, no importa nada, lo que importa es que te
enamores de una persona y da la circunstancia de que la persona de la que te
enamoraste es una mujer

- la cosa es que siempre me cuestiono si de verdad me enamore, si la amo de


verdad.

- con ella tu vida es color de rosa?


- si

- cuando no estas con ella como te sientes?

- como si algo faltara

- cuando te besa?

- se me olvida el mundo

- la amas?

- no se… no... Si, la amo Igna soy una estúpida

- discúlpame si no te corrijo, por que lo eres

- no se que voy a hacer ahora, todo lo que dije, no se que estaba pensando

- todos tenemos derecho a equivocarnos, nadie es perfecto

- a equivocarnos, claro, para herir a otra persona

- y a ti de paso no lo olvides, pero no se que estas esperando ahora

- para que?

- para ir a remediar lo causado!

- cierto, voy directo a la casa, vienes?

Ignacia se fue con ella hasta la casa y de camino intentaron llamarla al celular,
pero nunca contesto, Paola no tenia duda alguna, la amaba, basto una noche
lejos de su cuerpo para confirmar que estaba impregnada de Gabi, no había
espacio de su cuerpo que no fuese parte de ella, de camino incluso paro por
una florería para comprar unas rosas, estaba decidida a que todos lo supieran,
ya nada le importaba, solo rogaba que Gabi tuviese la grandeza de perdonarle
todas sus dudas.

Al entrar a la casa todo se volvió en cámara lenta, Javiera y Camila sentadas en


el sofá, ambas llorando, con la ira en la cara, Ignacia entro un poco mas atrás
con miedo por la escena que presenciaba, no tuvieron que entrar mucho en la
casa, cuando comenzaron los ataques

- Tu eres la culpable de todo esto!

- Jamás pensé que tuvieses ese tipo de maldad!

- en que tabas pensando por la chucha, como no pensaste en ella!!

-de que hablan? – dijo Paola

- No sea sínica, sabes perfectamente de lo que hablamos!


- como pudiste! Todo el mundo sabia que toda su vida estuvo enamorada de ti,
tenias que darle ilusiones, cuando claro esta nunca sentiste algo igual

- oye paren, ustedes no saben nada! – dijo Ignacia cuando Paola la detuvo

- claro que sabemos, si Gabi llego destrozada, nos conto todo, que tu nunca la
amaste, que jugaste con ella, que en todo este tiempo la hiciste creer que era
amada, cuando nunca fue así

- y claro la pobre, como no entender lo que hizo después de eso!!

- que hizo? – dijo Paola

- por favor, no te hagas la que te importa!

- Camila, que hizo Gabi? – pregunto Ignacia

- se fue!

- como que se fue?

- Llego y recogió sus cosas, nos explico todo, dijo que no podía pasar otra
noche aquí, entre otras cosas más

Paola se sentó en el suelo como en estado de shock, donde se había ido, que
era eso que sentía tan fuerte en el pecho, claramente era dolor, de aquel que
simula que te arrancaran un pedazo de ti.

- se fue con los viejos? – pregunto Ignacia

- Igna! Ojala!! Estuvo toda la mañana hablando con los papás, al medio día
compraron los pasajes, se fue con los viejos de viaje, no se donde, hace una
hora tenia vuelo.

- entonces, tiene que volver en algún momento, pronto espero – dijo Ignacia

- Igna, estaríamos así si volviera pronto, no te tengo que responder eso.

- pero claro todo es culpa tuya! Tenias que ser tan idiota como siempre, como
si todo el mundo tuviese que andar a su ritmo, querías jugar con alguien,
porque no lo hiciste con un hueon, no tenia que ser ella, que según tu era tú
mejor amiga! Uno a una amiga no le hace eso!

- Javiera cállate por la cresta, tu no sabes como fueron las cosas! – grito
Ignacia

- se perfectamente como fueron, si la Gabi llego llorando aquí y nos conto todo!

Paola tenia la mirada perdida en la pared, ni siquiera se podía defender, como


defenderse cuando sabia que todo era verdad.

- di algo hueona o te quedaras así, sin decir nada! – grito Camila


- que quieres que te diga? “no es mentira las cosas no fueron así” o “fui una
tonta que no supo decir las cosas cuando correspondía” o mejor aun “le rompí
el corazón y de paso me rompí el mio por idiota”

- Pao no digas nada mas, no es necesario, no tienes por que dar explicaciones
– dijo Ignacia, tomando del brazo a Paola y llevándola hasta su cuarto

Javiera y Camila siguieron discutiendo en la sala, mientras Paola e Ignacia


estaban en el cuarto de esta última, Paola sentía que una caballería de lágrimas
estaba a punto de salir galopando de sus ojos

- de que me sirve llorar?

- como?

- que de que me sirve llorar, ya la perdí, por idiota, por hueona me paso,
cuando tenia todo para hacer las cosas bien, no había nada que ella no hubiese
hecho por mi, un día se lo dije, eres la mujer perfecta para mi, como lo pudo
olvidar

- no creo que lo haya olvidado, pero amiga no la puedes culpar por…

- por algo de lo que yo soy la única culpable

Ignacia tomo a Paola entre sus brazos y fue inevitable no comenzar a llorar, las
lágrimas salían de sus ojos como si fuesen palabras explosivas que decían
tanto en cada lágrima mas aquellas palabras eran mudas por que no había
nadie que las oyera.

En los brazos de Ignacia Paola se quedo dormida, a la mañana siguiente fue


Ignacia quien la despertó.

- Pao encontré algo

- que cosa?

- una carta de Gabi

- para mi?

- no, para mi, pero, dice de ti. Te la leo?

- bueno

“Igna: perdóname por no despedirme, pero fue todo tan rápido, la decisión que
tome supongo ya te la informaron sino te cuento, decidí irme, largarme de una
vez y por todas, no puedo seguir aquí, tu mejor que nadie lo sabes, de nada
sirve cambiarme de casa, por que se que estará a unos pasos, cambiarme de
ciudad seria una fatal estupidez, necesito esto, encontrarme a mi misma y ser
capaz de valerme solo por mi, estoy mal es cierto, pero se que encontrare la
paz en mi, ya no quiero saber de ella se los ruego, no quiero recordar su
nombre, no quiero recordar su voz, por lo mismo he dejado atrás todo lo que
podría recordármela, no quiero que me envíen nada de lo que he dejado en
casa, comenzare de cero, te dejo a cargo de todas mis cosas, véndelas,
quémalas, regálalas, me da igual, hoy le dije adiós a la Gabi que solía conocer,
Igna, a ti no te puedo mentir, nunca he podido, te ruego que la cuides,
protégela tanto como lo hacías conmigo, dile por favor, que no la culpo por
nada, que no la odio sino todo lo contrario y es eso lo que hace que me
marche, dile que respete mi decisión, que no intente buscarme ni nada por el
estilo.

Igna, yo se que me ama, siempre espere que ojala el día que lo descubriera no
fuese muy tarde, pero ya vez ya se hizo tarde, ahora solo espero que no lo
descubra nunca. Te adoro amiga, serás la primera en tener noticias mías.

- tanto le costo esperar un día mas! Un día y no tendría que haberse ido!! –
gritaba entre llantos Paola

- Paola por la cresta te espero tres años! Tres años!! Y solo pedía que
reconocieras la relación, pero tú nunca lo hiciste! Que mas querías que
esperara si ahora le decías que no sabias si la amabas!

Ante aquella respuesta de su amiga, Paola salió corriendo hasta su cuarto y allí
se encerró, dramáticos minutos le siguieron donde todas entraban de entrar a
aquella pieza y de adentro solo se oían gritos, golpes, se podía imaginar que no
quedaba nada de pie en aquel cuarto, sus amigas siguieron golpeando aquella
puerta hasta que se calmo y solo se oyó en un grito – déjenme en paz! – pero
no abrió la puerta, aquel dormitorio estaba irreconocible, esa noche Paola
durmió abrazada al pijama de Gabi, aquel que se había puesto la ultima noche
que estuvieron juntas antes de que su indecisión comenzara, tanto lucho con
aquel miedo, pero este le gano y sin darse cuenta puso en duda su amor,
cuando no había nada de que dudar y ahora que ya no había nada que hacer,
todo el mundo sabia que habían estado juntas, mas ni siquiera le importaba, ya
la había perdido y ese seria el fin.

- Pao!! – decían al unísono Ignacia, Javiera y Camila

- esta hueona se desdoblo – dijo Camila

- cállate tonta! – grito Javiera

- pero mira si no responde – dijo Camila moviendo su mano frente a la cara de


Paola

- hueona despierta!! – dijo Ignacia moviéndola de los hombros

- oye que te pasa me dolió! – dijo Paola reaccionando al movimiento

- hace rato que te hablábamos y no pescaste, donde andabas volando?

- en otra época – respondió Paola

- deja de acordarte de tonteras, ya estas en otra o no? – pregunto Javiera

- si obvio –respondió Paola - Es verdad que vuelve mañana?


- llega a Chile al medio día, de ahí va a llamar para avisar a que hora llega a la
ciudad

- y viene sola?

- Paola, para, no te hagas esto, se supone que ya esta todo superado – dijo
Ignacia con preocupación en su tono de voz

- se suponen muchas cosas amiga, pero ya dejemos de hablar de esto y vamos


a casa.

Paola sentía que estaba todo superado, al menos eso quería dar a demostrar,
por eso hoy estaba con Carla, por eso solía sonreír al salir con ella y disfrutarlo
a concho, pero tres años habían pasado ante sus ojos, tres años que le hicieron
recordar todo, el afecto, el amor, los celos, la pena, el dolor, el sufrimiento y al
final llegar a pensar que no sentía absolutamente nada, que estaba vacía por
dentro, su alma probablemente estaba apagada. Ahora tres años después,
volvería a enfrentar todos sus fantasmas, sabia que nada estaba superado,
sabia que el sentimiento seguía intacto, ese era su castigo por todo el mal que
causo, en todo ese tiempo nunca pudo olvidarla, ni un segundo al día no estaba
presente en sus actos, ni siquiera cuando estaba con su novia, aquellos eran los
peores momentos para recordarla, pero nada podía hacer, solo acostumbrarse,
aun así, no sabia como reaccionaria al momento de volverla a ver, todo su
mundo se ponía al revés con su regreso, se sentía aterrada, faltaban solo doce
horas para volver a estar en la misma ciudad y el solo pensarlo hacia que su
corazón quisiera estallar, que se detenga el tiempo pensó, mas no había nada
que hacer, Gabi venia de vuelta y ella traía sus propios fantasmas consigo.

3
Capitulo IV: Sin daños a terceros

En Cortona se vivía en plenitud la primavera, Italia en totalidad era primavera,


era alegría, fuese cual fuese la época del año en la que se encontraba, hace
tres años que vivía en esta pequeña provincia de Arezzo, de la Toscana misma,
aquella que leyó hasta el cansancio en su libro favorito “Under The Tuscan
Sun”, a pesar de que no encontró la casa maravillosa del libro, ni vivió las
aventuras del mismo, Gabriela revivió en aquel lugar, rento una casa pequeña ,
la medida perfecta para ella, dos cuartos, una cocina preciosa y un pequeño
comedor aunque siempre fue agradable comer al aire libre. Ela, como le dicen
hoy en día a Gabriela, al llevar un mes en aquel lugar se enamoro de su gente,
se hizo amiga incluso de la señora que hacia el pan, aprendió a cocinar,
aprendió a cosechar la uva y como se hace un buen vino, tanto como aprendió
a tomar del mismo olivar el olivo, recorrió las estrechas y empinadas calles de
piedra; visito cafés, bares y otras tantas maravillas, vivir en aquel lugar era
recorrer cuatrocientos años de historia congelados en el tiempo y aunque
muchas veces los largos callejones oscuros fueron cómplices de llantos y gritos
desesperados de amor, también lo fueron de gemidos fugaces e intentos
furtivos de vivir una aventura con alguna Italiana, en dos años nunca llevo a
nadie a su casa, nadie podía sobrepasar aquel lugar, eso hasta que la conoció a
ella.

- Violetta!! Donde estas?

- en la pieza amore

Gabi subió hasta el segundo piso encontrándosela ahí, sobre la cama con tan
solo una sabana tapando su cuerpo, Violetta era hermosa por donde se le
mirara, nacida y criada en Roma fue arrancando de su pasado cuando llego a
Toscana, no le costo mucho llegar a Cortona después de eso, un día en pleno
Tuscan Sun Festival, en medio de una exposición fotográfica, Violetta conoció a
Gabriela, basto una sonrisa para empezar a comunicarse, bastaron un par de
palabras para que ambas sintieran una conexión, basto un primer beso para
pasar a algo mas.

- que significa esto

- è questo?

- si

- è una sorpresa per te

- me agradan estas sorpresas – dijo Gabi subiéndose a la cama y dejando las


bolsas que traía tiradas en el suelo

La primera vez que tuvieron sexo fue en el hotel de Violetta, allí conversaron de
verdad por primera vez, una inquieta Italiana preguntaba que hacia una Chilena
en Italia, la Chilena le dijo que si adivinaba donde se ubicaba su país en el
mapa le contaría toda la historia – forse pensi che io sia un ignorante – dijo una
enojada Italiana ubicando inmediatamente Chile en el mapamundi, después de
eso no basto mucho para que Gabi comenzara a contar su historia, de la
enfermedad que sentía ella que tenia, estar enamorada de alguien que no le
corresponde – eso no es una enfermedad amore mio, no todo el mundo se
puede enamorar, io por ejemplo – de la misma forma que su compañera de
cama le había contado su historia Violetta comenzó a relatar la suya, a muy
corta edad había enfrentado lo peor que le puede pasar a alguien a los catorce
años, después de eso jamás pudo mirar a un hombre, pero cuando quería amar
con todas las ganas del mundo, no pudo, por mas que lo intento, jamás se
pudo sentir feliz, ahora solo buscaba sexo por placer, nada mas que eso.

- Violetta

- si?

- quiero volver a Chile – dijo ocultando su rostro entre las almohadas

- no estas a gusto aquí?

- aquí? Aquí yo renací, cambie tanto mentalmente como físicamente, como no


sentirme a gusto aquí
- entonces, porque quieres volver al lugar donde sufriste

- por que no hubo solo sufrimientos, extraño a mis amigas, extraño a mis
padres

- y la extrañas a ella

- Violetta, nunca piensas en volver a Roma

- no hay vida para mi en aquel lugar, siempre pensé en recorrer el mundo


entero y por ti me estanque en este lugar

- o sea que fui yo quien trunco tus sueños

- no amore mio, tu me diste sueños nuevos

- te quiero preciosa, se que tu me quieres aunque no lo admitas nunca!

- siempre vas a ser mi amore

Violetta era preciosa, su cuerpo no le envidiaba en nada a una top model,


mucho mas alta que Gabi, lucia unas piernas preciosas que a nadie dejaban
indiferentes, no tiene una nariz de muñeca, pero acompañada de los ojos
negros y profundos que posee su nariz es perfecta, no había nadie en aquel
pueblo que no quisiera una noche de pasión con Violetta, tanto hombres como
mujeres podían caer a sus pies si ella lo quisiera, pero solo le pertenecía a una,
a Gabriela, que aunque no existiera amor en aquella relación, existían celos,
posesiones, química y así les gustaba a ambas.

- y si no quiero que te vayas, irte significaría dejarme y eso no me gusta

- en una de esas llega una española que te conquista con un olé

- no quiero a ninguna española, te quiero a ti

- de verdad me quieres a mi Violetta

- Ela, contigo todo es simple, contigo no hay fechas que olvidar, ni


complicaciones, contigo solo es vivir la vida y nada más

- no se si eso es un cumplido o un insulto

- tonta, aparte que mírate, eres preciosa, como dejarte ir, como perder a mi
morena que me enseño tanto

- no te he enseñado tanto

- como que no – respondió Violetta bajando por la cama y besando aquel lugar
de Gabi haciendo que gimiera con solo el primer contacto a su piel.

Gabi sabia perfectamente lo que significaba volver al país, pero quería


enfrentarse, necesitaba sacarse aquel fantasma y enterrarlo de una vez por
todas, si es que aquello era posible, aunque extrañaba su tierra le era difícil
dejar a aquella mujer que le había dado tantas alegrías y aunque no le había
hecho olvidar, al menos logro que no hubiese mas lagrimas en su vida.

- Viole, seria una locura si…

- si que?

- si vienes conmigo a Chile

- lo mas probable es que seria una locura

- pero?

- con una condición

- cual?

- que tenemos que volver a Italia en algún momento y que no me dejaras por
esa Chilena schifosa

- jajajajaja! Lo de volver te lo aseguro y lo otro te lo prometo

- viajar a Chile, meraviglioso

Cinco días mas tarde Gabi estaba por devolver las llaves de aquella casa,
mientras que sus amigos le hacían una despedida, cantando, bebiendo y
comiendo, recordando a la pequeña vergonzosa y tímida que había llegado,
pero despidiendo a la mujer con altura y gracia que se despedía, sin duda era
otra, aunque se sentía igual a cuando llego ahora por volver.

- Cuanto dura el vuelo?

- siete días

- que!!

- tonta, por las escalas unas dieciocho a veinte horas, mas menos, después que
lleguemos a Santiago tomaremos otro vuelo de algo de una hora

- espero que cuando lleguemos no me trates de tonta, al menos en tu país


serás amable

- tanto que te maltrato, pesada

- la vida maltratándome

Ambas rieron si no era por una cosa, era por otra, la mitad del vuelo Gabi le
describió a cada una de sus amigas, a sus padres y a los padres de sus amigas,
la otra mitad del viaje durmieron, Cuando llegaron a Santiago ya en otro avión,
Gabriela aviso que estaba por llegar, aunque nerviosa también estaba ansiosa,
solo quería aterrizar en su ciudad que tanto amaba
- Ela, algo se te escapo

- que cosa?

- como es ella?

- quien?

- la que no te deja amarme

- jajajaja… ridícula, para que quieres saber como es?

- para ver con quien voy a competir por tu amor

- dale con lo mismo ridícula

- me vas a contar o no?

- Uf! Esta bien! Paola, cómico, solía decirle Pola o Poli poli, que se yo,
sobrenombres tontos, como ella me decía Gabo

- Gabo?

- como Gabrielle o Gabriel, masculino pu

- y a mi me dices ridícula!

- bueno sigo? La Pola es un poco mas alta que yo, delgada, tiene el pelo del
color de la miel, los ojos café claro y con la mirada parece que te dijera todo, al
menos siempre pensé que sabia lo que estaba pensando. Tiene mi misma edad,
le encantan los deportes, algo que yo en ese tiempo odiaba

- y ahora eres seca en los deportes gracias a mi!

- cierto, muy cierto, pero en ese entonces lo odiaba, no hay mucho mas que
pueda decirte acerca de ella

- de seguro hay mucho mas, pero con eso me basta

Gabi se quedo viéndola y tomo su cara para besar sus labios, siempre que la
veía a los ojos tenia esa necesidad, así se quedaron besándose hasta que
anunciaron la llegada y no les quedo otra que parar para prepararse

- si no estuviésemos en un avión, ya te habría devorado

- vas a tener que contener tus ganas que no se quien nos estará esperando

- como que no sabes, o sea que puede estar la schifosa?

- deja de decirle así, no, no creo que se aparezca, es muy probable que no sepa
de mi llegada
Cuando bajaron del avión y pasaron a retirar el equipaje, fue fácil reconocer a
las amigas que esperaban con cornetas de cumpleaños y carteles enormes que
decían Gabi, otro decía bienvenida y otro te extrañábamos Gabito.

- esas son tus amigas?

- las locas de ahí, creo que voy a llorar Viole, tanto tiempo sin verlas

- me imagino que ellas te extrañan igual con este recibimiento y entre ellas no
esta la Schifosa?

- no, no la veo, así que tranquila amore

- amore te voy a hacer io, ahora! me dices amore

- jajajaja

Aun no salía por la puerta de seguridad cuando Javiera se le lanzaba encima


abrazándola como hacia tanto tiempo no lo podía hacer

- Enana!! Estas enorme mi amor, estas preciosa, no me creo que seas la misma
– dijo Gabi entre lágrimas

- y tu mírate, casi no te reconocí!! – grito Javiera con la voz entrecortada por la


alegría

- ya po enana, nosotras igual la extrañamos – Argumento Camila haciendo que


Javiera la soltara para abrazarla ella

- hueona, te extrañe a mares, por la mierda que me hiciste falta!!

- yo también amiga, que genial poder abrazarte

- y a mi no me extrañaste – dijo Ignacia con las lagrimas a punto de soltarse

- Igna… - alcanzo a decir cuando ambas se abrazaron fuertemente

- te extrañe…

- yo igual – respondió Gabi llorando de la emoción

Todas lloraban después de tres años sin verse, mientras que Violetta esperaba
paciente que terminaran los saludos, Gabi buscaba entre la gente verla, mas se
dio cuenta de que no estaba, era imposible que estuviera.

- chucha perdón, Violetta, ellas son Camila, Ignacia y Javiera – dijo Gabi
nombrándolas por orden, mismo orden con que las saludo

- Ciao, è il mio piacere di conoscere

- a no! Me mata tu lengua!! – dijo Javiera


- a mi también – dijo entre risas Gabi, provocando un pellizco de Violetta y la
risa de todas

- supongo que te quedaras con nosotras en la casa – dijo Ignacia

- la misma casa?

- obvio, tu cuarto esta casi igual esperándote, aunque ahora vivo yo ahí y tu
cama es mas grande - dijo Javiera

Mientras le daban los detalles de todo se dirigieron a la casa, que aunque no


era la misma de años atrás, los arreglos fueron para mejor, habían comprado la
casa de al lado, hicieron una casa mas grande y una piscina atrás, el dinero no
era problema cuando se trataba de sus caprichos. Gabriela no sabía como la
encontraría, como estaba su cuarto, si quedaba algún recuerdo de lo que algún
día fue. Peor lo que más quería saber, era si ella vivía ahí.

- oye pero que onda, cuéntenme de sus vidas, que ha pasado

- te pongo al corriente, Camilita salió con un niño tres años menor que ella por
casi un año y ahora lo dejo por otro cuatro años menor aunque lo tiene
escondidito, Javierita cumplió los dieciocho y adivina con quien se metió - dijo
Ignacia

- mentira que con tu hermano Cami!

- no me lo recuerdes que casi la mate!

- enana, me sorprendes

- bueno pero ahora esta mas grande y parece que por ahí anda un jote
revoloteándola y yo, yo estoy soltera gracias al señor, no tengo a nadie

- hueona mentirosa, Gabi esta hueona se anda metiendo con una pendeja de
diecisiete a la que le hace ayudantía de Matemáticas, la sínica!

- te apretaron la guata yegua!

Todas rieron mientras que Ignacia se ponía roja como un tomate. Al llegar a
casa, Gabi se llevo la sorpresa de que era mucho más grande, de que tenía
piscina y de que su cuarto estaba ubicado en el mismo lugar. Entre Camila y
Javiera pusieron todas sus cosas en el cuarto, mientras que Ignacia le mostraba
el lugar a Gabi y Violetta.

- esta es como la casa de las conejitas playboy?

- playhueviadas, porque en esta casa se ve de todo, pero ojala fuese tan


grande! – dijo Ignacia

Ya transcurrida una hora de llegadas, Camila y Javiera cotorreaban con


Violetta, como si fuesen grandes amigas, lo que Ignacia aprovecho para
llevarse a Gabi a un lugar más privado.
- al fin para mi sola

- tonta, te extrañe tanto

- si claro, cuantas veces quise viajar a verte, cuantas veces llore por saber tu
paradero, nunca nos dijiste, nunca mandaste un remitente, tan terrible era que
nos dijeras tu paradero?

- Igna, si yo les mandaba un remitente… me aterraba oír una respuesta, una


petición, me aterraba que me pidieran regresar y yo lo hubiese hecho.

- miedos, miedos y mas miedos… siempre fuiste una cobarde

- pesada!

- tantas cosas han pasado aquí en tres años

- algunas las quiero saber, otras prefiero que las omitas

- la olvidaste Gabi?

- olvidarla? Creo que partiste preguntando lo mas difícil, mejor cuéntame algo
de lo que paso en este tiempo

- muchas cosas, las mas significantes, Javiera y Camila estuvieron cerca de un


año enojadas con Paola…

- Paola, es raro oír su nombre y que no sea de mis labios… pero sigue, porque?
Que onda?

- se pelearon heavy el día que tu te fuiste, las chicas la trataron muy mal y ella
se dejo, les costo dejar los rencores atrás, pero ahora esta todo bien

- ella… ella sigue viviendo aquí?

- cual quieres que sea mi respuesta, si o no?

- me da lo mismo, respóndeme!

- cuando tu te fuiste, ella también se fue, aunque no tan lejos, arrendo un


departamento, después que se arreglo con las chicas le rogaron que volviera y
lo hizo, pero antes de ayer se volvió a cambiar

- antes de ayer? Pero y porque?

- la verdad o la mentira que le dijo a todo el mundo?

- la verdad

- yo le dije que tu llegabas hoy, que ya la habías superado y que estabas en


una relación; dijo que así seria mejor, que no seria grato encontrarse a cada
rato, ya había pasado mucha agua bajo ese puente.
- eso dijo?

- si po, te estoy diciendo, aunque a todo el mundo le dijo que era por su
crecimiento personal y no se cuantas cosas mas.

- ah…

- quedaste sin habla? Gabi, pasaron tantas cosas antes que te fueras y después
que te fueras

- antes de que me fuera? No en realidad no quiero saber, mejor dejemos el


pasado en el pasado y listo.

- estas segura?

- completamente segura, es mejor así.

Cuando estaban hablando las demás se acercaron a la puerta, Violetta entro


primero a la pieza y se sentó en las piernas de Gabi, todas sonrieron por ver a
su amiga renovada.

- esta noche, a las cero horas en punto, comienza la bienvenida de Gabriela y


Violetta – dijo Javiera

- y no hay pero que valga, por que ya invite a todo el mundo, están todos
muriéndose por verte, incluso tus ex – dijo Camila

- cuantas Ex novias tienes? – Pregunto Violetta – por que a mi me contaste solo


de una

- mira, tú! – dijo señalando a Camila – no estés inventando, que no hay tales
ex!

- pero dime cuantas son, aquí delante de tus amigas – dijo Violetta

- ya te llegaron los celos? – dijo Gabi riéndose

- responde! – dijo Violetta con la misma complicidad en su risa

- oficialmente solo una, extra oficial dos, ahora si nos ponemos a contar bien,
no terminamos hoy – comento casi sin poder hablar de la risa

- que te vea yo haciéndole ojitos a otra, pobre de ti que te muevas de mi lado –


dijo Violetta golpeándole un brazo a Gabi

Con el transcurrir de la tarde se prepararon para la fiesta de bienvenida, Gabi


no pregunto por Paola en toda la tarde, aunque solo esperaba que Paola se le
cruzara como por arte de magia delante de sus ojos, cuando dieron las siete de
la tarde se dirigieron al supermercado, compraron todo lo que se les ocurrió, lo
primordial o lo que no era tan importante, Violetta no podía dejar de
asombrarse como cambiaba la actitud de Gabi cuando estaba con sus amigas,
se volvía alguien con mucha más personalidad de la que ya demostraba.
- Amore mio, es tan extraño comprar en un supermercado, cuando
comprábamos todo en la tienda en Tacona

- certo, extraño Tacona te diré, pero también extrañaba mi gente, mi país –


dijo Gabi tomando del brazo a Violetta para dejarla justo en frente de su cara

- hola extraña, hacia rato que no me tenias así

- al menos me traje un pedacito de Italia conmigo – dijo Gabi dándole un beso


profundo en sus labios

- Aww! Que ternura! – dijo Camila, provocando que ambas se pusieran


coloradas de vergüenza.

Ignacia aparto un segundo a Gabi para hablarle al oído – la viste? – le dijo


cuidadosamente – a quien? – pregunto Gabi – hueona paso recién por aquí,
quedo boquiabierta, ni siquiera me saludo – Igna, quien? – Paola hueona!
Paola!!

Gabi se quedo en estado de shock, mientras que todas avanzaban menos


Ignacia, realmente se encontraban en el mismo lugar

- Igna, estas segura?

- amiga, paso como tres pasillos más allá, te vio cuando tenias a Violetta
abrazada, se quedo así como tu ahora y siguió

- y porque no vino a saludar?

- Gabi, no seas ingenua

- hueona se me acelero el corazón, me tiritan las piernas, que onda Igna

- si amiga, lo superaste, completamente superado – argumento con la más


sínica ironía - alcancemos a las chicas mejor

Avanzaron para alcanzar a las demás, cuando llegaron se encontraron con la


mayor sorpresa, aunque la sorpresa fue para Gabi.

En que momento se les ocurrió ir a ese supermercado, pensó Paola en una cosa
de segundo, por que desde que la vio no podía dejar de pensar en ella, en su
cabeza paseaban todas las cosas que pensó por tanto tiempo, “esta distinta, su
figura, su pelo, su forma de vestir, ¿será la misma?” no saber que mas había
cambiado era lo que mas le desconcertaba, entre otras cosas su rostro, vio su
rostro y ya mas nada le importo, desde que entro aquel supermercado supo
que todo seria distinto, pero en que momento se le ocurrió ir justo a ese,
cuando Carla le había dicho que al que quedaba más lejos, pero era mas
grande, maldito momento en que alego venir a este “¿o bendito?” se pregunto
a ella misma. Estaba intentado perderse de sus amigas y de Gabi, cuando Carla
le hablo.

- Amor es idea mía o esas son tus amigas?


- Idea tuya, sigamos

- no amor, mira, si son ellas

Cuando quiso seguir ya era muy tarde, Carla le hacia señas a Javiera, mientras
que esta no le respondía muy entusiasta, al contrario, no sabían donde
ocultarse después de ver a Carla y a Paola

- Javi porque no te hiciste la loca – dijo Camila

- Ya! Si es obvio que nos vio – respondió Javiera

Mientras que Violetta no entendía nada, al momento de estar frente a frente,


ya no había nada que hacer.

- Hola! – dijeron todas efusivamente, al momento que Ignacia y Gabi se


encontraban con la sorpresa.

- Hola Paola, como estas? – pregunto Gabi, mientras que la saludaba con un
beso en la mejilla, beso que sintió como golpe de corriente en todo el cuerpo.

El silencio que se creo en aquel lugar fue enorme, sobre todo porque Paola no
daba respuesta alguna y Violetta podía entender todo ahora, aquella era Paola,
a decir verdad la encontró preciosa – Amor, que te paso? – Carla se dirigió a
Paola al ver que no respondía, lo que hizo que Gabi entendiera quien era
aquella mujer, definitivamente no lo podía creer, Paola fuera del closet para
todo el mundo y nadie se lo había dicho, le pesaba en su cabeza el que pudiese
salir del closet con otra mujer, cuando con ella nunca pudo, realmente nunca la
amo y aun trataba de convencerse, le pesaba en el corazón; Gabi sonrió por la
ironía que aquello le producía.

- hola, soy Carla, la polola de la Pola, tu debes ser Gabi, he oído mucho de ti.

- Gabriela, solo mis amigos me dicen Gabi y un gusto aunque no había oído
nada de ti – el ambiente se volvió completamente pesado cuando Gabi
reprodujo aquellas palabras, mas que nadas producidas por el diminutivo que
usaba para referirse a Paola, el mismo que siempre uso, si le llegaba a decir
Poli-poli, la ahorcaba ahí mismo pensó. – Ella es Violetta – dijo tomándola de la
mano para llevarla hasta Carla – Amore, ella es Carla y Paola – dijo mientras
que Violetta le enterraba las uñas en la mano.

Cuando Violetta saludo a Paola esta reacciono, aunque no dejaba de mirar a


Gabi.

- Hola, Violetta, un gusto conocerte

- ma il piacere è mio, è un piacere conoscerti

- así que eres italiana, mira tu

- Amore, tus amigas acá están invitadas a la noche – dijo mirando a Gabi
levantándole una ceja, en señal de burla por que sabia perfectamente que la
mujer que tenia enfrente era la Schifosa
- invitadas donde perdón? – dijo Carla

- Si, Pao te estuve llamando pero no me contestaste – dijo Ignacia – vengan a


la noche que daremos la fiesta de bienvenida a las chicas, en realidad es mas
una reunión con mucho alcohol y comida, pero se viene bueno – intentando
salir del apuro, por no haberlas invitado.

- Esta noche? – pregunto Paola

- Si, como a las doce por ahí, en la casa

- si obvio que vamos, como perdernos aquello – dijo Paola, intenta perder aquel
impulso por mirar los ojos de Gabi.

Ambas se despidieron del grupo y siguieron su camino, mientras que Gabi


quedaba con un nudo mas grande en el corazón que en su garganta; sus
amigas intentaron no tocar el incomodo tema acerca de Paola por respetar a
Violetta, claro que no sabían de la extraña relación que ambas tenían.

- no vas a decir nada? – pregunto Violetta a Gabi

- que quieres que diga

- Hello! Aquella era la Schifosa!! Si me dices que no te afecta ni un poco,


pensare que eres una insensible – dicho aquello provoco que las demás se
miraran las unas a las otras por aquel comentario.

Gabi se rio con aquellas palabras – definitivamente estas loca – le dijo dándole
un abrazo

- ahora yo soy la loca, al menos yo soy mucho mas linda que aquella, que
parce de cincuenta años – dijo provocándole la risa a todas por lo de vieja

- disculpen que me meta, pero tienes toda la razón Viole, tu eres por mucho,
más linda que la abuela. – dijo Ignacia, provocando una sonrisa en Violetta

- terminemos luego con esto y vámonos de aquí mejor – dijo Gabi

Intentaron seguir lo mas rápido con las compras, pero por más grande que
fuera aquel supermercado, no dejaban de cruzarse una y otra vez por los
pasillos; Paola no daba más, aquel corazón que tanto le había costado reparar,
sufría las aberturas de las grietas que aun no sanaban, sobre todo al ver que
cada vez que se cruzaban, Gabi se encontraba haciendo algo distinto con
Violetta, una sonrisa, una mano, un abrazo furtivo, pero cuando vio como Gabi
paseaba con Violetta en ancas a su espalda, fue inevitable no querer marcharse
de inmediato de aquel lugar, “esa pude ser yo” pensó y con aquello todo se le
vino encima.

La noche avanzo en un abrir y cerrar de ojos, Gabi pensó que las


probabilidades de que Paola fuese a la fiesta eran casi escasas, pero como
siempre las suposiciones de sus pensamientos no iban con las de su corazón,
que anhelaba con toda su fuerza bombeante que Paola estuviese ahí esa noche,
por que por mas que tuviese a una perfecta italiana a su lado, no había espacio
para ella en su corazón.

- Gabriela que estas pensando – pregunto tiernamente Violetta

- en nada importante, tonteras creo.

Violetta se dirigió a cerrar la puerta y la sentó en la cama.

- conversemos seriamente y con sinceridad, por favor.

- tu seria? No te creo.

- Amore, no hay que ser muy astuta ni adivina, para darse cuenta que la sigues
amando

- de que hablas

- Gabriela, se te noto en los ojos cuando la volviste a ver, a la schifosa esa

- Violeta, nada que ver te estas pasando películas.

- Cariño yo no soy tonta, se que la amas, quizás mas que antes

- y si fuera cierto, donde nos dejaría a nosotras

- cuando te conocí supe de inmediato que eras perfecta para mi, no hay nada
de ti que me desagrade, no una partícula de mi cuerpo que no te desee, pero
Ela solo nos quedamos con eso.

- no hay amor.

- el sexo es sexo cariño y contigo es maravilloso, créeme que yo te he querido


amar, con todas mis fuerzas lo he querido pero no puedo.

- tu sabes que es reciproco

- siento que fuésemos como almas gemelas, ¿acaso las almas gemelas se
deben amar por obligación?

- no creo, de algún modo lo que siento por ti es un tipo de amor

- menos intenso que el verdadero?

- mas real, al final el amor es solo una fantasía

- una fantasía que me gustaría vivir Ela, te lo juro.

- bonita, donde nos deja toda esa conversación?

- nos deja justo en la mitad, casi en el final.


- lo que significa?

- todas las respuestas te las tengo que dar yo? – dijo Violetta llevando sus
manos a la cara.

- y si no puedo amar nunca a nadie, por que ella esta metida tan adentro que
no habrá nadie que la pueda sacar?

- entonces te matare y dejaras de sufrir

- no se si reírme o arrancar

- sigamos así como estamos, somos libres, somos almas gemelas, siempre
entre nosotras existirá esa conexión y nadie podrá con ella, si existe algo
nuevo, o algo antigua para cualquiera de las dos, siempre nos tendremos no
importa que cambie a nuestro rededor.

- porque tienes que ser tan simple, ojala todas las persona s fuesen así.

- la vida es muy corta para complicársela

Violetta termino aquellas palabras dándole un beso dulce a Gabi, tan dulce
como el beso de un niño.

- ahora me voy a bañar y tu termina de vestirte bueno?

- bueno

Gabriela aun no terminaba de vestirse cuando empezaron a llegar los invitados,


la música del karaoke ya empezaba a sonar y todos se preguntaban por la
recién llegada, mientras que esta brillaba por su ausencia. En el cuarto Violetta
ya estaba casi vestida, mientras que Gabi se sacaba una y otra vez la ropa,
para probarse otra.

- me aburriste Gabriela!

- que?

Violetta se metió en la maleta y busco hasta el fondo, saco tres prendas y se


las paso

- te pones eso y punto, aunque no sea tu estilo, me da lo mismo, capire?

- io capito

Cuando se vio al espejo no se reconoció, Violetta por otro lado tuvo una
sensación salvaje de arrancarle el vestido y hacerle mil y un barbaridades, pero
se contuvo, aquel pequeño vestido amarillo casi no le cubría las piernas, el
bolero que se había puesto solo cubría sus brazos, la verdad es que poco
quedaba a la imaginación. Al momento de salir, todos la vieron aplaudiendo y
saludando efusivamente, los ex compañeros, los amigos perdidos, todos
babeaban por esta Gabriela nueva que había llegado, definitivamente el patito
feo se convirtió en el cisne, se escuchaba murmurar, no falto la antigua amante
que no demoro en aproximarse a Gabi, aunque Violetta intento rápidamente
disuadir cualquier acercamiento.

- Amiga! Te ves maravillosa – dijo Camila llena de alegría

- hueona no crees que es too match?

- estas loca, es perfecto! – dijo Javiera

- una que se va a ir de raja cuando te vea – dijo Ignacia

Ignacia terminaba de hablar y Paola entraba a la casa con Carla de su mano, en


preciso momento en que vio a Gabi todo su mundo se detuvo, quería correr a
abrazarla, besarla, amarrarla en un abrazo y decirle bienvenida, pero era
imposible. Tanto se perdió en sus pensamientos mirándola que no se dio cuenta
que Carla la miraba extrañada, por otro lado Gabi no se daba cuenta que tenia
los ojos clavados en ella.

- te pondré un cartel que diga que eres mía – dijo Violetta

- a si? ¿Y porque harás eso?

- no te das cuenta como te mira la schifosa esa – dijo en un murmuro a su oído

Gabi recién se daba cuenta de aquello, le dio una mirada, le regalo una sonrisa
y volvió su mirada a Violetta, como si nada pasara, como si no le afectara su
presencia.

- bailemos mejor? – pregunto Gabi

- te demoraste en pedirlo

Mientras se ubicaban en la pista de baile, Carla y Paola se acercaban al grupo


de amigas, aunque Paola aun no reaccionaba, Gabi se veía increíble

- que rico que vinieron! – dijo Javiera cínicamente

- si! La raja, sírvanse algo, barra libre obvio! – dijo Camila

Entre tanto Ignacia veía la cara de Paola y no le gustaba lo que veía

- Pao, acompáñame a ver un asunto a mi pieza por favor

- bueno – dijo secamente Paola

Gabi se percato que Ignacia y Paola subían las escaleras, lo que no le gusto
mucho, sabia que irían a conversar, le intrigaba saber que tenía que decir Paola

- si te vas a quedar mirándola toda la noche, mejor me voy a acostar

- discúlpame, no lo vuelvo a hacer, lo prometo


- no quiero promesas, tonta, quiero que bailes conmigo y me pongas atención

Los regaños de Violetta causaron gracia en Gabi, tanto que se le olvido la


situación en la que estaba y comenzó a bailar como sabia que a Violetta le
gustaba, aunque eso significaba dar un espectáculo para todos los asistentes,
los que miraban con la boca abierta como se desenvolvían al son de Guetta
aquellas mujeres.

- que estas tomando?

- un mojito

- Paola, estas bien, no me mientas por fa

- no se, creo que estoy bien

- te estas tomando tus medicamentos?

- sabes que me cargan esas pastillas, me dejan peor

-ya pu Pao, si sabes que es por tu bien

- si estoy bien, no hare ni una estupidez, pasado mañana voy al loquero, para
que estés tranquila

- me parece bien.

- Igna, te dijo algo? Le contaste lo que paso el día que se fue?

- a ver, si me ha dicho varias cosas, en el fondo dice que esta todo superado y
que no quiere saber nada del pasado, no me dejo contarle lo que había pasado

- o sea que ya lo tiene todo superado y yo aquí sin poder sacármela de la


cabeza

- Pao, tienes a tu novia abajo, tu vida estaba en otra dirección, intenta que siga
así

- sabes que lo hago, lo intento a diario, pero es que es mas fuerte que yo, pero
si viste como esta vestida, jamás pensé que la vería así, esta mas hermosa que
nunca, siempre fue hermosa

- mmm… creo que ese mojito ya te afecto

- amiga, si quedo ebria esta noche, llévame a tu cuarto por favor, no quiero
volver con Carla

- bueno, no te preocupes

Al bajar se encontraron con el espectáculo del siglo, Violetta bailándole de


espalda a Gabi, casi tan sensual como si estuviesen solas y nada les cubriera el
cuerpo; Paola le quito las bombillas al mojito que tenia en su mano y se lo
termino de golpe, tanto le afectaba ver a Gabi y con otra mujer, que prefería
marcharse de aquel lugar.

- me quiero ir – le dijo sumamente enojada a Carla

- amor llegamos recién

- me da lo mismo, yo me quiero ir

- oye hueona! ¡Como te vas a ir, si llegaste recién! – dijo Javiera

- Pao! Tanto tiempo que no estábamos juntas y te vas a ir – dijo Camila

- bueno si se quiere ir, no la pueden obligar a quedarse – dijo Violetta que se


integraba de la mano de Gabi

Las palabras de Violetta provocaron lo contrario en Paola, si tenia ganas de irse


no le iba a dar en el gusto, peor que niña chica ahora quería quedarse.

- no cambia en lo pendeja la niña – le dijo al oído Gabi a Camila

- nunca amiga, nunca – dijo Camila entre risas

- cuchicheos en la oreja, son de vieja – dice Paola intrigada por sus sonrisas

Gabi con tanta picardía en su cara como le era posible, la mira fijo a los ojos
para decirle - le dije a la Cami que sigues siendo una niña que no se le quita lo
pendeja – para luego desviar su vista y dejarla sin emitir palabra alguna

- uh! – dijeron todas al unísono

- ¿no le vas a decir nada? – dijo Javiera

- Pola lejos de ser una niña, es mucho más madura que todas acá – en tono
defensivo hablo Carla

- ah! Y ¿tú eres su abogada? – pregunto irónica Gabi

- disculpa? – dijo Carla

- sorda encima – murmullo Gabi – que la niña tiene abogada!

- Gabo smettere di litigare con questa ragazza schifosa, e balla con me –


interrumpió Violetta

- es de pésima educación hablar en otro idioma delante de otra gente – dijo


Paola, que lo único que distinguió de todo eso, era que le había dicho Gabo,
porque tenia que decirle Gabo, pensó

- disculpa Paola, tienes toda la razón, le dije que dejara de perder el tiempo
discutiendo y nos fuéramos a la habitación, claro, pensé que eso no le incumbía
a nadie, por algo lo dije en Italiano.
Gabi sabia que lo que le había dicho Violetta, era que dejara de discutir con la
tipa asquerosa y se fuera a bailar con ella, aunque la respuesta que le dio fue
mucho mejor, sobre todo por que dejo a Paola sin palabras

- permiso? – dijo Gabi en forma de pregunta mientras que Violetta la arrastraba


de la mano para salir de aquel lugar.

La rabia que sintió en aquel momento Paola fue tan grande, como lo
desconcertada que estaba Carla en aquel momento, no entendía lo que pasaba
y cuando se lo iba a preguntar a su novia, ésta se va a la cocina murmurando
incoherencias que ni ella entendía. Carla la siguió, necesitaba saber que
pasaba, ya que las amigas de Paola se miraban unas con otras y nadie decía
nada.

- ¿Me puedes explicar que paso ahí?

Paola la miro, claramente con rabia en los ojos, pensó en gritarle toda la verdad
de la más fría manera, en cambio cerro sus ojos, conto hasta diez y respiro
antes de responder.

- no puedo, por que ni yo lo entiendo.

- Pola, que onda, hacen días estas extraña y hoy peor que nunca, a decir
verdad te desconozco un poco; yo no soy idiota, desde que te encontraste con
tus amigas en el Súper estas así, ¿es por ella cierto?, la Gabriela esa.

- Carla, no me preguntes cosas si no te gustaran las respuestas

Mientras Paola y Carla discutían en la cocina, Violetta sostenía a Gabi, que por
primera vez rompía en llanto en mucho tiempo

- soy tan estúpida Viole! Porque volví, estaba tan bien, porque tuve que volver

- cariño, aunque nuestra vida fuera perfecta, plena y podríamos decir que feliz,
falta algo, falta eso que tanto anhelas, eso que yo deseo con todas mis fuerzas

- y porque no lo puedo sentir por ti?

- lo sientes, solo que de otra manera, mientras la tengas a ella en tu corazón


será así y si volviste aquí, es porque necesitabas saber de ella.

- perdóname Viole, no quería hacerte esto

- tonta si no me haz hecho nada, yo te adoro y quiero que seas feliz, pero ya
no llores mas, que eso esta afuera de la felicidad

- lo que mas me descompone de todo esto, es verla tan abierta con el tema de
su sexualidad asumida…

- cuando contigo no lo pudo asumir

- eso duele y mucho.


Cuando al fin se decidieron a bajar, ya habían empezado a cantar karaoke, un
tipo cantaba desafinadamente “mujeres” de Arjona, todos reían con su
interpretación, en especial Gabi que sabia que el tipo que cantaba era Gay.

- Ya po Gabi canta tu después! – dijo Camila, que se acerco a ellas cuando las
vio bajar

- que cante Violetta mejor, canta hermoso – escapándose de cantar, respondió


Gabi

Pero mientras se decidían quien cantaba y quien no, Javiera y Paola subían al
escenario bastante pasadas de alcohol

- mira volvió la feliz parejita de tirar – le dijo al oído Paola a Javiera

- ya pu, hueona no te pongas pesa, que hablamos

- ya, ya, ya! Pediste el tema?

- el tema pu Roro!! – dijo Javiera gritándole a al tipo que dirigía el karaoke

Cuando Gabi escucho los primeros acordes de la melodía de aquella canción, se


le pararon los pelos del cuerpo, sabia exactamente que canción era y no pudo
quitarle los ojos de encima a Paola que claramente se la dedicaba a ella, fue
fácil de descubrir porque antes de cantar la miraba sin siquiera parpadear.

- “Quise mentir y aquí estoy – Quise no ser y aun soy – Quise volar con mis
sueños pero tu silueta lo desbarato - hace mil años tal vez, yo habría sido tu
rey - Luchar con muchos dragones y desde mi trono hacerte el amor – Dime
donde quedo - ese extraño poder – de entrar por una ventana y nunca salirte
de mi corazón – Debo admitir que todo es muy distinto sin ti! –Sigues dando
vueltas en mi cabeza! –dando vueltas!! – Sigues dando vueltas en mi
cabeza- Dando vueltas! – Debo admitir que todo es muy distinto sin ti –
Que no me apaguen la luz - que necesito encontrar – Buscar en cada rincón –
los pedazos del tiempo que vimos crecer – y al fin de esto es igual! – Alguno
debe llorar – mentir por ultima vez aunque sea un poquito para revivir – Debo
admitir que todo es muy distinto sin ti…

Gabi no supo el porque, solamente siguió a sus piernas que salieron corriendo
de aquel lugar, Violetta no reacciono hasta que vio a Paola tirar el micrófono al
suelo y salir corriendo tras de ella, pensó en seguirla, pensó detener a Paola
por que no le correspondía a ella seguirla, sin embargo sabia que era la única
que podía hacer algo por Gabi, sus palabras ya no eran suficientes.

- Y tu no iras tras ella? – le pregunto Ignacia

- Bella, io e te sabemos que la única que puede hacer algo al respecto es ella,
por lo de mas, necesitan una conversación solas

- ustedes de verdad son de la mente más abierta, por que yo antes muerta que
dejarla sola con un ex – dijo Camila
- no va en lo abierta de mente, va en la confianza y entre nosotras lo que mas
hay es confianza, lo que no quiere decir que no me moleste un poco saber que
estarán a solas.

Violetta se excusaba en no seguir a Gabi, mientras que las chicas se


sorprendían cada vez mas con esta italiana de mente abierta, en especial
Ignacia que ya la estaba mirando con otros ojos.

Casi por media hora siguió Paola a Gabi casi a ciegas, porque a penas doblo
por una esquina se le perdió de vista, pero supo exactamente donde estaría, la
encontró, la vio desde lejos y rogo por que no se fuese a escapar de ella otra
vez, necesitaba hablarle, eran tantas cosas que quería decirle, tantas que le
faltaría tiempo probablemente para hacerlo, cuando llego a su lado, pudo darse
cuenta que Gabi miraba al suelo, sin levantar su rostro.

- Si pretendes que hablemos, pierdes tu tiempo, si crees que Salí por la canción
que cantaste te equivocas, si imaginas que sigo sintiendo algo por ti, ese algo
probablemente es rencor. – dijo sin siquiera levantar su rostro

- ¿como puedes saber que soy yo sin siquiera mirarme? – pregunto Paola con
un nudo en la garganta, por aquellas palabras de la mujer que seguía amando

- por qué de los catorce años que llevas el mismo perfume

Gabi no fue capaz de levantar su rostro después de decir aquello y Paola


esbozo una sonrisa al escucharla, por qué aunque hubiese dicho aquellas
palabras, aun recordaba su perfume y eso valía mucho más que aquellas
palabras

- por favor, no quiero que hablemos, quiero que me escuches, puedes hacer
eso?

- no

- entonces hablemos

- no

- Gabi, no seas pendeja, no después de tanto tiempo! Me puedes mirar por la


cresta!

- NO!

- solo conoces esa palabra?

- no – dijo otra vez, con una sonrisa oculta entre sus manos

- ¿me voy y te dejo sola? – preguntando por ultima vez y ya con las lagrimas
por salir de sus ojos

- no… - respondió Gabi levantando al fin su rostro para mirarla


Paola se acomodo en la acera, a los pies de Gabi, intentando hilar las palabras
con las que empezaría a hablar, pero no sabia por donde empezar, era tanto lo
que quería decir, pero de tanto mirarla se le ralentizaba la mente.

- Gabi yo...

- ¡Paola que mierda! Ahora si me explicaras lo que esta pasando.

- ¿Carla? – pregunto Paola, que no sabia que hacia Carla ahí, su presente y su
pasado en aquella plaza.

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Gabi ni siquiera omitió palabra, solo a ella le pasaban ese tipo de cosas, se
levanto de la banca en la que estaba y se propuso marcharse de ahí

- Gabi espera no te vayas por fa! – dijo Paola desesperada

- de verdad le estas pidiendo que se quede? - Dijo Carla tomándole el brazo


bruscamente a Paola

- Carla me duele, suéltame! – le dijo casi entre dientes Paola, mientras que
Carla le apretaba mas fuerte el brazo

- ni siquiera eres capaz de explicar, que mierda te pasa con esa hueona! – dice
Carla enceguecida por sus celos.

Gabi ya caminaba alejándose de la situación, cuando ve que Carla tenía


apretada del brazo a Paola, ya no podía escuchar lo que le decía, quiso
detenerse, solo para asegurarse que nada extraño pasaba

- Carla por la cresta suéltame! – dijo Paola empujándola para soltarse del brazo

- quien es la mina! Porque el cuento de la vieja amiga no me lo compro!

- Es mi ex Carla, mi ex! Mi primer amor, mi primera vez con una mujer, mi


primer beso con una mujer, ella es!

Carla en un arranque de locura la empujo provocando que se cayera

- y yo he estado haciendo el ridículo con tus amigas mientras que todas sabían
lo que pasaba!

- Carla que te pasa! Me botaste! Si no pasa nada, todo fue hace mucho tiempo
– dijo parándose, mientras que Gabi se acercaba

- me da lo mismo…- dice con serias intensiones de volver a agredir a Paola


- tócala una vez más y te prometo que te arrepentirás el resto de tu vida – dijo
poniéndose por delante de Paola

- no te metas! Esto es entre ella y yo

- mira, “Carla” ándate mejor, te lo estoy pidiendo con buenas palabras, porque
no pretendo pelear contigo

- cállate mejor, Paola vamos

- si te vas con ella, es que realmente eres tonta – dijo Gabi, quien la miro y en
su mirada solo tenia miedo

- Carla ándate por favor, hablemos después

- tu te vienes conmigo…

Dijo Carla con el serio intento de tomarla del brazo y llevársela de aquel lugar,
pero al contrario de sus intenciones, Gabi tomo su brazo y con un rápido
movimiento la puso de espaldas y sujeto su cuerpo con ambos brazos.

Con total tranquilidad, aun con Carla entre sus brazos intentando soltarse –
Pola, sal de aquí – le dijo haciendo fuerza para que Carla no se soltara

- Gabi, no te voy a dejar sola

- Pola, sale! Espérame en la casa! Ahora! –le grito una y otra vez

Paola fue a la casa a buscar ayuda, Carla se había vuelto loca, no existan
razones para reaccionar así y mientras mas se alejaba, mas se lamentaba el
haber dejado sola a Gabi. Cuando llego a la casa y al fin pudo hablar, Violetta le
pidió a Ignacia que le indicara el camino se subieron al auto y partieron a la
plaza

- como mierda la deja sola, Gabi no se va a controlar! – gritaba mientras


miraba a todos lados por si la veía

- de que hablas Violetta, si Gabi nunca a peleado

- espera a que lleguemos

Paola las seguía con Camila y Javiera más atrás. Violetta e Ignacia llegaron
primero y vieron cuando Gabi le gritaba Carla que se fuera, con su cara
claramente hinchada y a duras penas arrancando del lugar

- Gabriela! Que hiciste! Sabes que no tienes que pelear!

- Viole si no le hice nada, si me puedo controlar

- la ultima vez por poco no te controlas!

- no me acuerdes de la ultima vez por favor!


Javiera y Camila bajaron del auto y se posicionaron al lado de Ignacia, Paola se
acerco a Gabi, y limpio la sangre que tenia en el labio

- me pego la hueona, me pego!

- Donde esta Carla?

- y encima preguntas por ella! Es el colmo – dijo Violetta tomando a Gabi para
sacarla de ahí

- Lo siento Gabi, de verdad! – Pero no obtuvo respuesta – Cami, me llevai a mi


casa

- tu eres estúpida o te haces! O tanto la amas que después de lo que paso,


quieres ir a ver como quedo? - Le grito Gabi soltándose de Violetta

- Gabi tiene razón amiga, vamos a casa, no te voy a dejar que te quede sola,
aparte que mírate ya se te puso morado el brazo – dijo Camila

Gabriela volvió a tomar la mano de Violetta y subieron al auto de Ignacia, la


que intento no decir nada hasta llegar a casa, cuando llegaron Violetta y Gabi
subieron de inmediato a la pieza, mientras que la gente que seguía ahí miraba
perpleja la situación. Ignacia les pidió a todos que se marcharan y prefirió
dejarlas solas, Violetta parecía realmente enojada y su amiga se veía molida
con lo que había pasado.

- Que onda Gabi, como te pusiste a pelear así ¡Fuori di testa!

- tu no viste como la trato! Hubieses hecho lo mismo créeme!

- eso no es razón, Gabi la ultima vez! La ultima vez! Quasi ucciso!

- pero no lo mate! – grito Gabi, dejando a sus amigas anonadadas con lo que
escuchaban desde la otra habitación

- nunca debí llevarte a esas clases de defensa personal

- Cariño, si no hubiese tomado esas clases, no te hubiese podido defender, no


te das cuenta de eso

- lo se, pero me preocupa que cada vez que quieras defender a alguien te
sobrepases, no quiero perderte Gabi! Menos por una tontera

- cariño, no me vas a perder, se me controlar, si no la golpeé, solo me defendí


de sus golpes, le di una que otra cachetada y arranco

- pero la otra vez no fue así

- Viole, ese imbécil se merece estar muerto!! Y ya deja de acordarte de eso y


ayúdame a meterme a la tina que me canse, la idiota esa tiene fuerza

- mira tu labio, esta todo roto


- cúramelo tu – le dijo haciendo una mueca de niña pequeña

Violetta la toma de la cintura y la llevo a la tina, quito su ropa y se metió con


ella, mientras para las demás después de haber escuchado hasta la última
palabra no quedaba nada a la imaginación para lo que estaba pasando.

-me quiero ir, no puedo estar aquí – dijo Paola

- Pao, córtala y aguántate, que la loca de mierda esa provoco todo esto- dijo
Ignacia

- que onda la Gabi, como va a ser para tanto que pelee – Cuestiono Javiera

- ni idea, nunca fue del tipo peleador, pero al punto de casi matar a alguien, da
un poco de miedo – respondió Camila

- nunca fue peleadora, pero siempre supo defender a los que quería – dijo
mirando a la nada Paola

- en especial a ti pu, claro que ahora quedo la caga – dijo Javiera

Mientras seguían conversando sobre lo que había pasado, se sintieron


pequeños gemidos opacados desde la otra habitación, Paola sintió que se le iba
el alma en un hilo.

- sáquenme de aquí ahora o me voy caminando a mi casa! – dijo Paola

Javiera riendo, propuso ir a la piscina, para relajarse un poco, claro que de


forma grupal

- andai graciosa hueona! Tráete las botellas y los vasos mejor, para tomar algo
– hablo Camila golpeando la cabeza de Javiera que seguía riendo.

En la bañera las cosas eran distintas a los que las muchachas se imaginaban,
claro, en ella habían dos mujeres desnudas tomando un baño, pero los gemidos
eran por el masaje que le estaba dando en la espalda Violetta a Gabi, no por
otro tipo de masajes.

- Gabi para de hacer esos sonidos

- yo pensé que te gustaba, aparte que no me da la gana – dijo gimiendo una


vez mas – esta tan rico tu masaje

- claro que me gusta, lo que no me gusta es tener audiencia y tus amigas están
escuchando, quizás que se imaginan

- ahora tan recatada, desde cuando señorita Violetta?

- desde que defendiste a tu ex/amor de tu vida/motivo de tus lagrimas, la que


aparte esta en esta misma casa

- la misma que esta enferma de enamorada de una pobre hueona


- permiso – dijo Violetta parándose de la tina

- porque te sales?

- porque? Mira Gabriella, esta bien que nuestra relación sea así de abierta, pero
no yo te voy a aguantar que andes celando a la schifosa esa, por que esta bien
que no estemos enamoradas ni nada por el estilo, pero eso no significa que no
seas mía y que no me den celos tu comportamiento con ella

- Violetta… - Gabi se había quedado en blanco con aquellas palabras, se paro


de la tina tal cual Dios la trajo a este mundo – Cariño, de verdad te da celos?

- no es para que te rías Gabriella!

- deja de decirme Gabriella tonta, ven acá – la tomo entre sus brazos y la beso,
la beso una y otra vez – perdóname Viole, te prometo que no se volverá a
repetir

- Gabi no se, me molesta ella en si, si no supiera todo el daño que te hizo mi
comportamiento seria distinto, el caso es que si te hizo daño y mucho, me
molesta que sigas mal por alguien que nunca te quiso.

Gabi respiro profundamente y la miro con ternura, sentía que Violetta tenía
razón, sabia que sus celos eran posesivos y también sabia que era un error
defender de tal manera a Paola, pero lo que mas claro tenia era que la seguía
amando. La conversación continuo con Gabi aceptando todo lo que le decía
Violetta, cuando sintieron carcajadas desde el patio, sospecharon que algo
entretenido pasaba, cuando llego Ignacia a la pieza.

- Se puede? – dijo Ignacia

- espera un segundo! – Gabi se puso una polera, mientras que Violetta se


quedo en ropa interior.

- disculpen si interrumpo – dijo Ignacia embobada con el escultural cuerpo de


la Italiana.

- pss! No interrumpes, que pasa – dijo riéndose de la cara de Ignacia y dándole


algo a Violetta para que se cubriera

- porque no bajan? La fiesta era para ustedes y se arruino, pero queda de todo
y estamos en la piscina, esta rica el agua y queda arto alcohol… vienen? –
Pregunto Ignacia aun sonrojada

- mmm… bajemos? – pregunto Violetta a Gabi

- danos unos minutos y bajamos.

Mientras que Ignacia bajaba a comentar que se les unirían Violetta y Gabi,
estas discutían si bajar o no.

- ya les dije que bajaríamos, ponte algo mejor – dijo Gabi


- me pongo traje de bikini?

- te vas a bañar?

- no creo

- y para que te quieres poner bikini?

- jajajaja, para molestar un rato

- no me simpatizas nada

En veinte minutos ambas estaban abajo, Paola miraba detenidamente como


llegaban de la mano y se sentaban las dos juntas en el pasto, así de la mano,
mientras que Paola miraba con cautela, Gabi hacia todo lo posible por no
mirarla o lo imposible mejor dicho

- Menos mal y bajaron, ya pensaba que no lo harían – dijo Camila

- como no íbamos a bajar, fue demasiado el tiempo que no las vi, las tengo que
aprovechar

- tengo una duda dudosa – dijo Javiera – Se van a quedar para siempre o se
piensan ir?

Gabi miro a Violetta, sin saber que responder y Paola esperaba atenta la
respuesta a la pregunta que se hizo desde un principio.

- No se por cuanto tiempo nos quedaremos, pero si volveremos a Italia – dijo


Violetta

- de verdad? – pregunto Camila

- fue una promesa que hicimos cuando decidimos viajar

- entre muchas otras promesas – interrumpió con una mirada intimidante


Violetta

- ustedes están aquí, me hacen falta y las extraño con el alma – Gabi dijo esta
ultima mirando a Paola que no le había quitado los ojos de encima en todo el
rato – pero allá esta mi felicidad.

Aunque aquella última frase no fuera del todo cierto, a Paola le cayó como si
fuese un dardo en el pecho, sin embargo lo único que tenía en Italia Gabriela
era tranquilidad, una verdadera tranquilidad.

Con serias intenciones de cambiar aquel silencio incomodo por una


conversación amena, Ignacia pregunto cuales serian sus planes para el día de
mañana

- Se me había olvidado decirles eso, mis viejos planearon una bienvenida en la


parcela del campo, van a ir todos los tíos, no les dijeron nada sus viejos?
- amiga sabes que la falta de comunicación siempre ha sido un tema en las
familias, ellos se comunican de lo mejor, pero hacia nosotras, sabes que no es
igual que con tus viejos. – dijo Camila

Y entre todo lo que hablaban la única que no emitía palabra alguna era Paola,
que ya cansada de todo decidió retirarse, no porque no le fuera grata la
compañía, si no porque los últimos besos furtivos que le había dado Violetta a
Gabi le hacían daño, pero de aquel daño que parece que te parte el alma.

- No seas fome hueona! Como te vas – grito Javiera

- estoy agotada Javi, de verdad que quiero dormir.

- te aviso que mañana vas con nosotras, no te estoy preguntando, por que con
esa loca suelta por ahí, no te vas a quedar sola – dijo Camila sacando una voz
autoritaria que nunca había mostrado.

- esta bien – dijo Paola riendo.

Capitulo V : Volvemos a caer

De camino a su cuarto paso de la risa por toda la situación vivida, al llanto por
como habían cambiado las cosas en un par de años, tanto la había extrañado,
tanto tiempo la espero, segura de sus sentimientos, confiada en que no quería
a nadie más a su lado, cada vez que llegaba una carta de Gabi, esperaba con
ansias la noche para escabullirse por los dormitorios, buscando cual de sus
amigas la guardaba, esperaba la noche solo para leer las palabras de la mujer
que amaba, con esperanza de que entre sus cartas saliera una dirección real
para ir por ella, pero no, Gabi siempre supo como arreglárselas para enviarlas,
claro, las cartas llegaban primero a la casa de sus padres y ellos las llevaban
sin dirección alguna. Solo en una carta Gabi hablaba de ella, en la última que
había leído, en la última que quiso leer hacia algo más de cuatro meses atrás…

“Hoy me pregunte como estaba, busque entre mis cosas su foto, al verla me di
cuenta de muchas cosas, pero en especial, que ya no me afecta, que ni siquiera
le guardo rencor alguno, creo que fue la ultima foto que rompí…”

Ni siquiera continuo leyendo, dejo la carta tal cual como estaba y se prometió
no volver a querer saber de ella, tres semanas mas tarde, aceptaba por
primera vez la invitación de su actual polola, pensar que la misma persona que
la defendía hacia un par de horas atrás, la había empujado a estar con ella,
“pero si empiezo a culpar, pensó, tendría que culparme a mi misma”

Casi a las cuatro de la mañana, Gabi despertó asustada de una pesadilla, se


levanto cuidadosamente de la cama, para no molestar a Violetta y como
siempre lo hacia desde que tenia uso de razón, bajo a tomar un vaso de leche y
unas galletas, de camino a la cocina su estomago produjo ruidos que la hicieron
reír, abrió el refrigerador y se sirvió, sin percatarse que en la mesa estaba
Paola sentada comiendo lo mismo, divertida con los ruidos que pudo oír, Gabi
siguió en lo suyo, sin darse cuenta de Paola.

- Bu!
- Conchesumadre! – dijo Gabi del susto

- jajajaja! – Paola se reía lo más despacio posible

- no lo encuentro gracioso, se me agito hasta el corazón! Como se te ocurre


asustarme así!

- fue una pequeña broma, no te enojes

- no me enojo – dijo riendo porque de verdad se había asustado

- prometo que no lo volver a hacer

- y te tengo que creer porque?

- siéntate a mi lado, hagamos una tregua por esta madrugada

- tregua…

- sí, tregua

Gabi tomo su vaso y plato de galletas y se acomodó al lado de Paola, quizás no


he despertado, tal vez sigo durmiendo, pensó Gabi.

- He querido toda la noche pedirte disculpas, por todo lo que paso, yo no pensé
que ella llegaría a algo así

- ya paso Paola, lo que te dije antes fue verdad, no soy nadie par meterme en
tu vida, pero creo que serias una tonta si vuelves a estar con ella

- si eres alguien

- fui alguien, alguna vez, un amiga, en tu vida nunca fui mas que una amiga

- Gabi por favor, no digas eso, podemos hablar

- la verdad?

- si

- no hay nada que hablar, te prometo que no te guardo rencores

- Gabi – dijo tomándole el brazo

- Paola – dijo quitando su brazo – no te guardo rencores, yo crecí, cambie, no


soy la misma que era antes, encontré a alguien que adoro y soy feliz, no quiero
hablar del pasado

- me doy cuenta que cambiaste, que creciste, que no eres la misma y que
encontraste a alguien, pero por mucho cambio sigues siendo la misma Gabriela
que fue mi amiga toda la vida y te conozco como nadie jamás te va a conocer,
no me digas que no me guardas rencores por que los puedo ver en tus ojos.
- no me puedes decir eso

- es la verdad

Gabi movió su cabeza en señal de resignación, tomo una chaqueta que estaba
en la cocina y salió al patio, la madrugada no estaba helada, pero tampoco era
un anoche calurosa, se sentó a la orilla de la piscina y miro al cielo, cientos de
estrellas decoraban brillantes a la luna, sabia que Paola tenia razón, era obvio
que le guardaba mil rencores y eran demasiadas las cosas que le quería decir,
pero decirlas abrirían mas esa herida que de a poco comenzaba a volver a su
lugar. Pensando estaba cuando sintió que algo le abrigaba, Paola se sentaba a
su lado y compartía una manta con ella

- no te pares por favor

- no pensaba hacerlo

- quieres fumar?

- esta bien. – Recibiendo el cigarrillo – dime Paola, que es lo que quieres hablar

- se me quitaron las ganas

- jajajaja, no hay quien te entienda a ti

- al menos logre oír tu risa

- Paola no hagas eso por favor

- que cosa?

- hablar como si estuviese… nada no importa

- termina lo que ibas a decir

- da lo mismo, hacia mucho que no hacia esto

- no me cambies el tema

- bueno, si no quieres que me vaya a acostar, cambia el tema

- uff! Hace mucho que no hacías que? – dijo con rabia

- salir a disfrutar la noche en plena madrugada, el primer año en Cartona, salía


todos los días a mirar la noche, veía la luna, las estrellas, me encantaba pensar
que el cielo que nos cubría era el mismo, que quizás un aparte de ti si me amo
y podrías estar viendo el cielo en aquel momento, hasta que me canse de
hacerlo, a la larga salía con menos frecuencia. Una noche de aquella salidas,
creo que vi unas cinco estrellas fugaces, cuando paso la sexta pedí un deseo, lo
pedí con tantas ganas que se me cumplió, después de eso nunca mas salí a ver
la noche estrellada.

- que pediste?
- que llegara la persona que me hiciera olvidarte – respondió Gabi, sin poder
mirarla a los ojos

Paola ni siquiera pudo responder algo a aquellas palabras, tenia rabia, tenia
pena, dolor era lo que mas tenia, amaba a esa mujer con toda su alma, pero tal
vez si la había olvidado, quiso decirle todo lo que sentía, pero omitió todo y lo
dejo guardado en su garganta, era preferible, Gabi era feliz, quien era ella para
entrometerse en esa felicidad.

- que vas a hacer! – dijo Gaby

- shh! - dijo Paola haciendo un gesto de silencio

- Paola, te vas a enfermar!

Sabia que estaba loca, que se podía enfermar, se quito la ropa y quedo solo
con una polera, el agua de la piscina estaba tan helada, que se sumergió hasta
el fondo y el frio le calo los huesos, aguanto lo mas que pudo bajo el agua, al
salir a la superficie tenia una decisión tomada.

- sal del agua, loca, te va a dar algo

- ayúdame a salir - dijo estirando la mano

- no caeré en eso linda, sube solita

- si no te voy a tirar, como se te ocurre, ayúdame pu

- si me lanzas al agua grito como loca

- ayúdame, no lo hare – insistiendo con su mano

Gabi aun no tocaba su mano cuando vio la cara de maldad de Paola, pero ya
era muy tarde para retirarla y salvarse, Paola la tomo con ambas mano y el tiro
con todo lo que tenía puesto, Gaby se sumergió y salió a flote resignada y
empapada

- yo te mato! – dijo acercándose a ella

- grita ahora – le dijo Paola acercándose peligrosamente a su rostro

- Pola córrete

- como me dijiste – dijo casi murmurando

- pola…

Bastaron aquellas cuatro letras reproducidas por su boca, para que Paola se
lanzara a besar a Gabriela con todo el deseo que llevaba por años reprimido,
Gabi tomo la cara de Paola he intensifico aquel beso, se sumergieron en aquella
piscina sin soltar sus bocas, se separaron por un segundo y salieron a la
superficie, estaban a punto de volver a besarse cuando sintieron ruido en la
cocina
- shh… - dijo Gaby posicionándose en la sombra, para que no las vieran

- hueona estay loca! No hay nadie, me despertaste por las puras! – dijo Ignacia

- estoy segura que escuche boche aquí afuera – dijo Camila desde la puerta

- hueona estoy cagá del sueño, vamos a dormir, si no hay nada

- bueno, pero cerrare bien todo – dijo Camila asegurándose que nada quedara
abierto

- Chucha, que haremos ahora! Dijo Gabi

- golpear para que nos abran?

- claro y que diremos?

- abran?

- si pu, hola nos quedamos afuera pro que se nos ocurrió nadar con ropa,
estamos empapadas, ja!

- no se, peor si se algo

- que cosa?

- que después de ese beso, me dejaste todo claro y que de hoy en adelante,
hare lo imposible por reconquistarte y volver a tenerte a mi lado; esta vez será
para siempre. – dijo tomando impulso y saliendo de la piscina, dejando a una
Gabi mas confundida que nunca.

Ahora la interrogante era, como entrar a la casa sin que se dieran cuenta, Paola
intento abrir y para su sorpresa la ventana estaba abierta

- vamos, esta abierto

Entraron a la casa y su sorpresa fue grande al ver a Ignacia esperando en la


escalera

- juraban que no las había visto, par de hueonas

- Igna, estoy caga del frio, podemos subir? – dijo Gabi

- vamos a mi pieza, por que no creo que quieras dar explicaciones de la


condición en la que estas

En silencio subieron, Gabi se metió a la pieza de Ignacia, esperando que fuera


ella quien iba detrás, pero no era ella, sino Paola, que cerro la puerta con llave
y se quedo frente a frente, esperando la reacción de Gabi, pero esta se quedo
inmóvil, no sabia como actuar, lo que le dio pie a Paola para dar el siguiente
paso.
5
Capitulo VI: Pasado fantasma

Benedetti fue quien dijo:

“el olvido está tan lleno de memoria

que a veces no caben las remembranzas

y hay que tirar rencores por la borda

en el fondo el olvido es un gran simulacro

nadie sabe ni puede/ aunque quiera/ olvidar

un gran simulacro repleto de fantasmas”

Yo insisto, si el olvido fuese del sentimiento seria falso, y si tuviese que


olvidarte que seria de mí, por eso no quiero olvido, quiero recuerdo, infinito
recuerdo.

Cuando Gabi reacciono, Paola bajaba besando su cuerpo casi al llegar a su


vientre, cerro sus ojos y no supo de donde saco el valor, la fuerza, para
detener a la mujer que tenia encima, agarro sus manos para moverla y se paro
de aquella cama.

- Disculpa, esto es un error

- ¿un error? – pregunto Paola

- Disculpa – insistió Gabi, tomando lo primero que encontró y cubriendo su


cuerpo

- ¿de verdad estas haciendo esto?

- Paola, te puedes ir y dejarme sola, por favor

- ¿no me responderás?

- por favor, te lo ruego

Era tanta la rabia que tenia en ese momento Paola, que tomo sus cosas y se
marcho de aquel dormitorio, tan confusa como la primera vez que había besado
a Gabi.
Gabriela se quedo en aquel dormitorio con sus mejillas envueltas en un paño de
lagrimas, su cabeza parecía que iba a explotar y no era por que en el
dormitorio de al lado tenia a Violetta, no era por que quería serle fiel, ni mucho
menos era por algún nivel de conciencia de sus actos, era por que al exacto
momento en que Paola beso bajo su ombligo, los recuerdos llegaron como si
hubiese encendido un switch y después de eso ya no había vuelta atrás. El reloj
marcaba casi las seis de la mañana y en un par de horas tenían que irse a la
parcela, para aquel viaje familiar, para el rencuentro con sus padres,
rencuentro que mucha gracia no le hacia. No pego un ojo en el resto de la
mañana, ya era hora de prepararse, pero el que le diría a Violetta, le
preocupaba.

- No quiero explicaciones, ni nada por el estilo, ni tampoco que me mientas,


solo báñate y arréglate que ya estamos en la hora

Violetta hablo a penas entro Gabi a la pieza, en realidad había esperado por ella
desde que salió de ahí, no podía dormir, se había bañado, vestido y alistado la
ropa que llevarían, que era aquello que sentía, por supuesto preocupación, pero
estaba segura que no la amaba, “el amor es otra cosa” pensó, pero el amor no
tiene nada que ver con lo celos, los celos van más allá.

Salieron de la casa en dos grupos, en dos vehículos, el de Camila y Javiera, con


sus respectivas conquistas y el de Paola, Gabi, Violetta e Ignacia, donde el
silencio era insoportable, tan insoportable como el aire que a penas se podía
respirar de lo pesado que estaba. Al llegar a la parcela faltaban solo los padres
de Camila por llegar, el resto estaba todos presentes, Gabi saludo a unos
emocionados padres, aunque mucha más emoción tenia la ayuda de la casa.

Al medio día, ya habían recorrido la mitad de las hectáreas de la gran familia,


como se llamaban ellos y como siempre los padres vivían su mundo y las hijas
otro muy distinto.

- ¿porque hay dos casas?- pregunto Violetta

- a la que llegamos, esa es la donde hacen sus partuzas los viejos – respondió
Gabi

- partuzas! Dile orgias ja jajajaja – interrumpió Camila

- bueno orgias, la otra casa, es de nosotras, donde ni las moscas nos


molestaran

Violetta se impresionaba con el estilo de vida que tenían, en especial cuando en


Italia vivan en una pequeña casa con Gabi. La noche no se hizo esperar y con
ella llegaban los juegos, la música alta y por supuesto el alcohol, después de
unas rondas del juego “nunca nunca” Paola no le quitaba los ojos de encima a
Gabi y al contrario de lo que se podría pensar, Violetta no se los quitaba a
Ignacia.

- si me sigues mirando así, tu polola se pondrá celosa – le dijo al oído Ignacia a


Violetta

- ¿que significa polola?


- novia

- entonces no te miro más – respondió Violetta dándose vuelta y haciéndole un


gesto de desprecio a Ignacia.

Gabi miraba con atención el actuar de Violetta, sabia lo que estaba haciendo,
quien más que ella podría saber exactamente el momento en que Violetta
comenzaba a coquetearle a alguien, entendía el jugueteo, las sonrisas con
complicidad y las miradas con vergüenza, como si se dieran cuenta que algo
pasaba, Ignacia de reojo veía como las miraba Gabi, intentaba controlarse, ella
era su amiga, no podía estar coqueteándole a la novia, por mucho que esa
novia le moviera el piso con desenfreno.

Gabi en un arrebato y después de mucho pensar, se paro del sillón en que


estaba, se tomo al seco la mitad de lo que quedaba en su vaso, tomo la mano
de Violetta y con calma hizo que la siguiera hasta el patio, en silencio camino
con ella hasta estar lejos de la casa, hasta que intrigada Violetta rompió el
silencio.

- no es que me queje de caminar contigo, pero de que se trata esto.

- de que estoy terminando de meditar

- ¿meditar que cosa?

- ¿te gusta Ignacia?

- ¿porque me preguntas eso?

- por que es mi amiga y no me gustaría verla sufrir

- ¿y porque tendría que sufrir?

- por que bastaría un beso tuyo para que ella se enamorara de ti

- ¿no crees que estas exagerando? A demás, por qué asumes que habrá un
beso, es solo un juego

- eso es lo que me preocupa, que para ti sea un juego, Viole, yo te conozco

- bueno, da lo mismo, no hare nada, ¿estoy contigo o no?

- a eso quería llegar

- ¿perdón?

- que a pesar de que disfruto estar a tu lado, siento que ya no es lo mismo.

- ¿quieres que esto acabe?

- Violetta, ¿en que se basa nuestra relación?


- en afecto, cariño, sexo, pasión

- y amistad de las buenas, no te quiero perder, pero sé que si pones lo mejor


de ti, podrías enamorarte y ser feliz con alguien más

- Gabi tu sabes que el amor no forma parte de mi

- créeme, bastara que alguien haga trizas tus escudos y ya no te sentirás de la


misma forma

- no te creo nada, pero en fin, en que quedamos

- ¿quedamos en que esto se acaba y tan amigas como siempre?

- ¿quieres volver con ella cierto?

- no quiero nada, no puedo olvidar todo lo que paso.

- bueno amiga mía, llévame a ver las estrellas – dijo subiéndose a su espalda –
mira que acaban de terminar conmigo y estoy muriendo por dentro

Gabi la agarro con fuerza de sus piernas y camino hasta quedar en el mejor
lugar, se tiraron al suelo y se pusieron a ver las estrellas.

- cariño, siempre serás mi cariño, siempre te voy a querer aunque hoy me


desprecies

- lo se mi amor, lo que no se es si contarle a todos de esta decisión.

-eso lo ves tu, una cosa si te digo, me hiciste una promesa y la cumplirás,
tienes que volver conmigo aunque sea a dejarme.

- ¿a Toscana? Cariño, de aquí a allá, puede que sea un estorbo para ti, así que
tiempo al tiempo.

Entre platica y platica, se les paso la hora volando, aquella relación nunca había
sido una relación común, porque habrían de tener un fin común.

En la casa se preguntaban que pasaba, Ignacia temía que Gabi se hubiese


molestado, claro que sin decirlo y Paola, Paola era otra historia.

- Y tu ¿con quien te mensajeas tanto?

- con nadie que te importe, no seas metiche Camila

- no soy metiche, pero apuesto mi virginidad a que hablas con esa hueona

- no pu Paola, no puedes hablar con ella, no después de lo que paso – dijo


Ignacia

- no hablo con nadie – respondió Paola, dejándolas sin respuesta alguna.


Paola no sabía porque respondía los mensajes de Carla, sabia que no había
nada en esa relación para ella, hacia menos de un día le había dicho a Gabi que
la reconquistaría, pero las reacciones de Gabi la tenían de cabeza.

- Pao, te pasarías si vuelves con ella después de lo de anoche

- Fue un arrebato Igna, tampoco me iba a pegar o algo así.

- Primero, eres lo suficientemente inteligente para saber que eso no es verdad,


así que no me digas lo contrario y segundo te estoy hablando de anoche, tu y
Gabi

- anoche, anoche, anoche! Por la misma mierda, si anoche no paso nada Igna!

- ¿de verdad?

- creo que por unos minutos sentí que tocaba el cielo con la punta de mis
dedos, por que ella es mi cielo y lo sabes

- y que paso? – dijo Ignacia con una extraña expresión en su rostro

- no se, tenia a alguien al lado, los recuerdos o simplemente el hecho que


jamás podrá perdonarme, es demasiado orgullosa para dar su brazo a torcer.

- Se que te ama, no puede ser todo tan fácil Pao, habla con ella una vez más,
conquístala, haz algo!

- no te diste cuenta como la miraba cuando hablaba contigo

- no, bueno quizás si.

- quiero decir cuando ustedes estaban coqueteando.

- no es cierto, no coqueteábamos que onda Pao - digo Ignacia sumergida en el


rojo ardiente de su rostro.

- hueona, te gusta la yegua esa!

- na’ que ver, estas hablando de más

- te conozco Ignacia, se cuando miras a alguien con otros ojos, no me engañas

- te pusiste pesa, estábamos hablando de ti.

- esto me interesa más ahora, quitarle la polola a tu amiga, eso es nuevo

- no le voy a quitar nada a nadie, por que no me gusta

- Ahí vienen!

- ¿donde?- pregunto Ignacia, aunque más que pregunta fue un grito.


- jajajaja! Te gusta hueona, no me lo niegues más

- Paola, es la mina de la Gabi, no podría hacer nada, da lo mismo si me gusta o


no

- ¿que le encontrai a la flaca esa?

- sonaste tan hetero Pao, ni tu te lo crees

- na que ver, o sea si asumo que tiene buen pellejo, es rico oír su acento y si
tiene un rostro que llama la atención.

- conclusión, esta rica! Si me gusta, me agrada, pero tampoco es que este


enamorada de ella, no te pases rollos, a demás, no soy ni ladrona, ni gata, ni el
zorro de la dora para robarme algo que no es mio.

- Zorra no te la lleves!

- ahora, podemos seguir contigo?

- no hay tema conmigo Igna

- si hay tema, dale los filos a esa Conchesumadre y juégatela por la Gabi, todo
lo bueno cuesta

- pa’ empezar si hubiese visto algo en ella que me hiciera sentir que el amor
aun estaba ahí, a esta hora estoy cantándole una serenata o algo así, pa’
terminar, la Carla viene para acá

- ah! Tú te ganaste el premio a la más hueona, Paola que tienes en la cabeza! –


dijo Ignacia tomándola de los hombros.

Mientras conversaban se acercaban a lo lejos Violetta y Gabi, Ignacia se dio


cuenta y los nervios le vinieron al cuerpo, nunca se había sentido así y tampoco
sabia controlarlos.

- Igna, estas tiritando – dijo Paola

- me dio frio

- hueona hace calor! Cual frio.

- ahí están los personajes de la discordia – dijo Violetta

- ya las vi

- ¿nos sentamos con ellas?

- no se porque no me sorprende que preguntes eso

La distancia era cada vez mas corta, al momento de estar casi en frente sin
decir nada se sentaron al lado de ellas.
- ¿se puede o esta ocupado? – pregunto Gabi

- Está ocupado – dijo con ironía Ignacia

- que lastima por que me voy a sentar igual – respondió Gabi

Mientras se reían y conversaban cosas vánales, Paola seguía contestando


mensajes, hasta que ya no fueron mensajes y comenzó a sonar su celular.

- podi apagar tu celular, me tiene enferma – dijo Ignacia

- no quiero ni preguntar quien te llama tanto – dijo Gabi, con claras sospechas
de quien llamaba.

- si no quieres preguntar, no lo hagas. – dijo Paola parándose de ahí en


dirección a la casa

Gabi se estaba parando para seguirla

- Gabi no vayas – dijo Ignacia

- ¿porque?

- créeme, no vayas, te vas a arrepentir después

- no te entiendo

- bueno haz lo que quieras – diciendo esto Gabi continuo su camino

- ¿y tu no iras tras ella? – pregunto Ignacia a Violetta

- no me corresponde

- es tu novia ¿o no?

- no

- ¿como es eso?

- si quieres te cuento la historia completa – dijo Violetta mirando al cielo,


mientras Ignacia la admiraba a ella

- Quiero.

Violetta le conto como habían sido las cosas desde un principio con Gabi, a cada
nuevo evento más cara de sorpresa ponía Ignacia, aunque cuando Violetta le
conto su pasado y su dificultad para el amor, Ignacia sintió que le estaba dando
una advertencia, un “no te enamores de mi por que no te voy a corresponder”
así lo sintió y así lo tomo.

- Podemos hablar – dijo Gabi a Paola cuando al fin la alcanzo


- ya hablamos

- ¿me estas hablando en serio?

- ¿porque tendría que ser broma?

- ¿y que paso con la Paola de anoche, la que quería estar encima mio, la que
me iba a reconquistar? Tan rápido se fue – dijo Gabi, Paola la miro extrañada,
pero no supo que respuesta darle

- Srta. Paola, preguntan por usted en la entrada, ¿la hacemos pasar o usted
saldrá? – dijo Anita, la viejita que cuidaba la parcela.

-No te preocupes Anita, yo salgo.

- ¿no vas a preguntar quien es? – dijo Gabi con preocupación

- no, tranquila, voy y vuelvo.

Paola salió de la casa a encontrarse con Carla, sabia que era ella, mientras que
Gabi quedaba con la incertidumbre de no saber quien la buscaba. Por lo mismo
decidió ir a espiar, algo le decía que seria mejor quedarse, pero su Sherlock
Holmes interior, le decía que fuese cautelosamente.

- Perdóname Paola, por favor perdóname – dijo Carla tras las rejas de aquella
cerca.

- ¿y porque debería hacerlo?, nunca te había visto así, Carla estabas


irreconocible y todo por una estupidez

- los celos me cegaron, me di cuenta demasiado tarde, perdóname por favor

- Sabes el miedo que sentí cuando te vi así, nunca había tenido aquel miedo
con nadie y no quiero volver a pasar por lo mismo

- no lo vas a hacer mi amor, te lo juro por mi vida que nunca más tendré esa
reacción

- Carla, yo te puedo perdonar, pero no se si quiero seguir contigo

- ¿es por ella cierto? – dijo con un tono diferente, con calma

- no, no es por ella, es por mi y por ti.

- dame una segunda oportunidad, todos nos merecemos una, te prometo que
no volverá a pasar jamás lo de ayer, le pediré disculpas a Gabriela, sé que ella
reacciono en tu defensa, pero por favor dame una segunda oportunidad

- ¿Estas bien? Por lo de ayer

- me duele un poco, pero me lo merecía, después de mi reacción.


- no se si te lo merecías, pero tu reacción fue horrible.

- Pola, tu de verdad, háblame de verdad, ¿tu no sientes nada por ella? Por qué
si es así yo me voy de aquí y no te molesto nunca más.

- Carla, yo… perdóname, pero no puedo responder eso

- entonces será mejor que me vaya, al menos fue bueno mientras duro, fui feliz
a tu lado

- y te iras así de fácil

- ¿y que quieres? Que luche por ti cuando claramente quieres a alguien más y
desde que llegue no haz cambiado esa mirada de temor en tus ojos.

- no se si quiero que te vayas

- ¿tu me amas?

- de algún modo si lo hago, por algo acepte que vinieras, pero no quiero volver
a vivir lo de anoche

Gaby no podía creer lo que sus ojos veían, no entendía lo que sus oídos oían,
se estaba volviendo loca? Lo pensó por un instante, como era posible que Paola
estuviese diciéndole aquello a la mujer que casi la había golpeado antes.

Por segunda vez sintió en el corazón como una flecha le clavaba, por segunda
vez en su vida, sintió el sabor de la decepción, el aroma del corazón roto, y
nuevamente por la misma mujer, cuando vio que la reja se abría y la mujer a la
que había golpeado, entraba a darle un beso a la mujer que había defendido,
se dio cuenta que la loca no era ella, entonces entendió que para ellas no
habría nunca una vuelta atrás y fue en ese momento que cerro su corazón para
siempre y tiro la llave lo mas lejos posible, en su cabeza no había vuelta a
atrás, ya no había más amor en su vida, por primera vez sintió que la
decepción mataba el amor, no sentía pena, no sentía dolor, todo se había ido
con su amor.

- Anita, estará Raúl por ahí para que me prepare un caballo? – pregunto Gabi

-si mi niña, le hablo de inmediato

- gracias viejita, te quiero

- yo igual mi niña, pero esta segura de salir a esta hora?

- siempre me a gustado cabalgar de noche.

- bueno, yo voy con Raúl.

En unos minutos tenia al caballo fuera de la casa

- Sita Gabriela! Aquí tiene su caballo regalón, listo pa’ uste mi chiquilla.
-Gracias Raúl! Siempre tan amable

- oiga, no me lo maltrate si, yo sé que a usted le gusta correr, pero hágalo


trotar igual

Gaby le dio una sonrisa, se subió al caballo y pudo sentir su respiración agitada
al acercar su cabeza al cuello de campeón, así se llamaba el caballo. Era como
si el pudiese sentir todo lo que tenia en su interior, aquella rabia suprimida,
aquella falta de… amor.

- Entra el auto,¿ o te iras de vuelta a la ciudad? – pregunto Paola

- si quieres que me quede lo hago

- quédate, es muy tarde para que vuelvas, podrías pasar el finde aquí.

- ¿estamos bien? ¿Tú y yo estamos bien? – pregunto Carla

- no se donde estamos, dejémoslo así, abierta a las segundas oportunidades.

Carla sintió el impulso de abrazar y besar nuevamente a Paola y así lo hizo,


mas cuando estaban en medio de aquel beso, se sintió no muy lejano un
galopar, se separaron casi en cámara lenta, cuando sintieron como el animal
pasaba rozando sus cuerpos, mientras quien lo montaba daba un grito que
poco se distinguía, el caballo pudo parar, ella lo pudo parar, sin embargo no lo
hicieron, por primera vez campeón pasaba su record de salto, y pasaba una
cerca de casi dos metros de alto, el polvo que se levanto en aquel lugar llego a
hacer toser a las dos mujeres que quedaban atónitas, en especial luego de que
el caballo al caer rompiera el espejo del auto de Carla. El sonido del galope se
hacia cada vez más lejano, cuando casi no se escuchaba, llegaron corriendo a
la entrada Raúl, Ignacia y Violetta

- ma che cazzata stai facendo! – dijo Violeta – Ignacia, me prestas tu auto,


esta enferma se va a matar!

- te acompaño – dijo Ignacia corriendo a buscar su auto

- no vayan! – Dijo Raúl - ella va a estar bien, sabe lo que hace

- ma che stai dicendo di non vedere come sarebbe andata?

- no le entendí ni una palabra de lo que dijo señorita, pero si sé que la sita


Paola, no es na’ primeriza andando a caballo, y si se cae, se para y sigue
cabalgando, solo harán que se enoje, si yo la conozco de que era una niña.

-Raúl tiene razón Violetta, va a llegar sola – dijo Ignacia retrocediendo sus
pasos y acercándose a la italiana.

- pero, me muero si le pasa algo – dijo violeta casi a las lagrimas – cuando se
pone así, me da tanto miedo, es tan impulsiva

- no le va a pasar nada, sea lo que sea que la puso así – dijo Igna mirando a
Carla y Paola que seguían anonadadas con la situación – quédate tranquila.
Camila se acercaba, pero Ignacia y Violetta la hicieron devolverse caminando a
su lado, le contaron sobrelíneas lo que había pasado y también comentaban el
echo de que Carla se encontrara ahí, informándose de todo lo acontecido,
sabiendo que entre Violetta y Paola solo había un inmensa cariño, no le costó
mucho deducir que fue la llegada de Carla lo que la había puesto así, ahora solo
les quedaba esperar su llegada.

- ella se piensa quedar? – dijo Camila, cuando vio entrar a Paola con Carla del
brazo

- si, se va a quedar y no voy a discutir sobre eso.

- déjala Cami, ella ya es adulta sabe lo que hace – dijo Javiera

- yo les quiero pedir disculpas a todas, por lo que paso y asegurarles que no
volverá a pasar.

Javiera se paro del lugar en que estaba sentada y se dirigió al frente de Carla.

-más te vale que no vuelva a pasar y esto va para ti también – dijo mirando a
Paola – por qué la próxima vez, puede que no allá nadie ahí para defenderte.

Javiera termino sus palabras y se fue al patio, seguida por quienes quedaban,
excepto claro, Carla y Paola.

- creo que será mejor que me vaya.

- es tarde, me da miedo que regreses a esta hora

- estaré bien, no te preocupes.

- segura?

- si, tranquila, hablamos a tu regreso

- te llamo cuando llegue, lo prometo.

- cuídate preciosa, te amo.

- cuídate por favor.

Paola se dirigió a su vehículo y se fue del lugar, todas vieron el momento en


que se fue, aplaudieron como si su vida se fuera en eso, hasta que Paola se
unió al grupo, se quedaron en silencio, que podían decirle, se miraban unas con
otras sabiendo que solo reproches podían salir de sus bocas, en el fondo eran
amigas y de las buenas, pero había una persona ahí que no era su amiga.

- me parece cómico como alguien puede quererse tan poco – dijo Violetta

- perdón? ¿Me hablas a mí? – dijo Paola

- como puedes ser tan imbécil, disculpa, eso no debió salir de mi boca, pero me
sorprende que vuelvas a estar con la mujer por la que Gabi se rompió el labio
ayer y todo por defenderte a ti. No me sorprende que haya reaccionado de esa
forma.

- de que estas hablando, tu novia tendrá sus razones para actuar como lo hace,
yo no tengo nada que ver con eso.

- encima eres tonta.

Paola, se paro con clara intención de ir a golpear a Violetta

- Paola no te pases – dijo Ignacia interponiéndose – creo que será mejor que
vayamos a otro lugar.

- llévatela, si es igual a su polola, la violencia no es la solución a todo troglodita

Camila se rio con esto ultimo y Paola se fue con Ignacia casi a la fuerza y entre
tanta discusión y palabras, Gabriela ya iba a unos quince kilómetros de
distancia de la parcela, paro unos minutos porque su caballo necesitaba algo de
agua, se bajo y se sumergió en aquel rio, mientras que campeón saciaba su
sed, Gabi metió la cabeza tan profundo y desde ahí grito, grito con
desesperación bajo el agua, soltando todo el aire que tenia contenido hasta
salir a flote.

-Y si me voy, si me largo una vez más… y de que me va a servir si la sigo


teniendo aquí, aquí dentro, porqué me tienes que seguir doliendo, por que eso
es lo único que tengo dentro dolor, si todo fuese tan fácil como escapar de aquí
y listo, pero no lo es, sé que no lo es, no quiero volver, no quiero verla con ella
una vez mas, podría partirle la cara si la tengo de frente. Cálmate Gabi, de que
te sirve, tu no eres así, Paola, hoy te saco de mi corazón, sea como sea, no me
dolerás nunca más.

Termino de gritar al viento y volvió a sumergirse, una y otra vez volvió a


sumergirse, como si el agua le quitara lo que sentía, como si en cada
sumergida un pedazo de ella se quedara abajo, ojala hubiese sido así, todo
seria mucho más fácil.

- hola, como amaneciste? – dijo Ignacia a la mujer que dormía a los pies de su
cama

- me duele todo, llegó?

- aun no, voy a pedirle a Raúl que me prepare un caballo, sabes montar?

- no, pero me puedes llevar tu

- puedo o prefieres que vayamos en auto

- no, no creo que este muy lejos, vamos a caballo, nunca he montado uno

Violetta entro a darse un baño mientras que Ignacia iba a buscar a su yegua,
Raúl la preparo para que la montaran ambas; Violetta no demoro en bajar y
antes de que todas despertaran ya estaban de camino a buscar a Gabi.
- como sabes donde vamos? – pregunto Violetta tomándose bien fuerte de la
cintura de Ignacia

Casi sin poder hablar por la cercanía, Ignacia contesto – porque todos los otros
caminos ya los hemos recorrido y este nunca lo hemos seguido, quizás por falta
de tiempo, pero si la conozco bien, sé que debe estar cerca.

- cuanta seguridad, seguro que no estas ablando de más?

- oye que te pasa! Sujétate mejor

Ignacia soltó las riendas de su yegua y galopó tan rápido como pudo, mientras
que a su espalda estaba Violetta disfrutando como hace mucho tiempo no lo
hacia, disfrutando las cosas pequeñas de la vida, como el aroma de Ignacia que
la traía loca.

- para un segundo – dijo Violetta casi en su oído

La yegua de Ignacia disminuyo la velocidad y se detuvieron cerca de un árbol


gigante, Igna bajo primero, para ayudar a Violetta a bajar.

- que pasó?

- si te digo promete que no te mofaras de mi

- lo prometo

- me duele la cola

Ignacia intento lo más que pudo no reírse, pero era imposible no reírse en ese
momento

- lo prometiste!

- disculpa, discúlpame por favor – dijo Ignacia acercándose a ella

- no te disculpo nada

- siéntate adelante tu, yo me voy a tu espalda

- pero yo no se cabalgar

- pero yo si.

Ignacia la ayudo a subirse, para subirse ella atrás, puso sus brazos bajo los de
ella y tomo las riendas de la yegua – sujétate de su pelo – Violetta hizo lo que
le habían ordenado y siguieron su camino, la caminata, el tener a Ignacia atrás
de ella, sintiendo su cuerpo bien apegado, el aroma que desplegaba de su
cabello, tan cercana a su cuello, todo hacia que olvidara el propósito de su
salida, por un momento Violetta tambaleo, sentía distinto, sentía diferente,
“será esto posible – pensó – no, es imposible” pero Violetta no entendía aún,
que las cosas imposibles no existen.
Cerca de una hora cabalgaron, cuando se encontraron de frente con Gabi, al
contrario de lo que se podía pensar, con una gran sonrisa en la cara.

- y ustedes! Ya cabalgan abrazadas y todo? Que rápido que avanzaron – dijo


Gabi riendo de sus palabras.

- de que hablas ridícula, estábamos preocupadas por ti

- por mi? Pero si estoy bien, enterita

- ultima vez que haces algo así! – dijo Violetta casi saltando de la yegua para y
a abrazar a Gabi, que bajaba de su caballo

- oye, oye, tranquila, que estoy bien – dijo Gabi abrazándola de su cintura

- saliste como una loca de la casa! Que mierda tienes en tu cabeza – dijo
Ignacia

- mierda tenia Igna, pero estoy bien, no hablemos de eso mejor.

- vamos para que te cambies, hueles mal – dijo Violetta

- igual me sigue abrazando, hedionda y todo! Te vienes conmigo o con quien te


trajo? – riendo por dentro por ver lo que respondería.

- con quien llegue, tu hueles demasiado mal.

Ignacia le dio una media sonrisa y la ayuda a subirse, para acomodarse ella
atrás.

- las reto a una carrera!

- si fuera sola te acepto de una, pero no creo que Viole este en condiciones de
correr muy rápido – dijo Ignacia riendo

- cállate! – susurro Violetta

- ah! Por eso vas cómodamente adelante! Ya decía yo, si quieres te hago un
masaje después, dijo riendo.

- no preciosa, perdiste tus privilegios anoche.

Aquella respuesta hizo resaltar una sonrisa en la cara de Ignacia, quizás podría
resultar algo entre ellas, sentía que había algo ahí que nunca antes había
encontrado, pero así como sentía sabia que Violetta no era alguien de quien
podría enamorarse, en ese momento la sonrisa se le vino abajo.

Aun nadie despertaba cunado llegaron a casa, eran las 8 de la mañana,


probablemente faltaban un par de horas para que despertaran.

- Cuantos días nos quedan aquí? – pregunto Gabi


- dos días, no te querrás ir antes

- no precisamente, estaba pensando en otra cosa

- en que?

- después te cuento

Respondió para correr a darse un baño y cambiarse ropa.

- tomemos desayuno en la piscina?

- y no se come con sus papás?

- eso es el primer día y con suerte el ultimo, no te preocupes que a los viejos
no los vemos, de seguro ni están.

- siempre ha sido así?

- toda la vida, de niños nos quedábamos con las nanas,

- increíble, me voy a cambiar primero

- yo igual, le diré a Anita que nos prepare unas frutas, te parece?

- Perfecto!

Ignacia y Violetta ya estaban acomodadas a la orilla de la piscina cuando llego


Gabi, en un traje de baño para quedar con la boca abierta, exactamente lo que
le paso a Violetta

- límpiate la baba – dijo Ignacia pasándole una servilleta a Paola

- como me veo? – dijo Gabi dándose una vuelta

- creo que omitiré comentario – dijo Violetta tomando la servilleta que le daba
Ignacia y pasándosela por la boca, como si realmente se limpiara la boca

- perdiste tu derecho de omitir comentario – dijo sonriendo

- aliméntate mejor, que no haz comido nada – dijo Ignacia quitándose los
shorts y la polera, para zambullirse en la piscina con un perfecto clavado

- que te paso? – dijo Gabi mirando a Violetta

- me retracto, te la gano, es perfecta

- a ti te dio firme, eres increíble

- celosa cariño?

- ja jajajaja, nada de celos, te gusta verdad?


- bastante

- solo no le hagas daño

- hacerle daño a quien? – dijo Javiera uniéndose con cara de seguir durmiendo.

- te diste un baño? Pregunto Ignacia

- para que si vengo lista para la piscina, aunque ni ahí con tirarme todavía

Gaby se paro de la silla y fue a abrazar a Javiera

- y este abrazo?

- es el abrazo de judas

- porqué?

- por que no soportare verte con esa cara mucho rato – dijo tomándola en
brazos y lanzándose con ella en lo profundo de la piscina

- te pasaste! Me las vas a pagar! – grito Javiera cuando logro salir a la


superficie

- relájate enana no seas vengativa – dijo entre risas Gabriela

- relájate nada, hueona me las vas a pagar!

Javiera nado hasta Gabriela y comenzaron a jugar sumergiéndole la cabeza en


la piscina, haciéndole una típica “chinita”

- la va a ahogar – le dijo Violetta a Ignacia

- están jugando, no exageres

- no conozco ese juego

- tanto te preocupa Gabi? – pregunto Ignacia sin mirarla a la cara

Violetta acerco su rostro lo mas que pudo a Ignacia, la que sintió que su
respiración se cortaba poco a poco – me importa lo suficiente, por que la
quiero, la aprecio con el alma, tanto como creo la aprecias tu – Ignacia no
recuperaba su aliento y Violetta sonreía por ello, se acercó un poco más y le
deposito un delicado beso en sus labios – respira – dijo separándose de ella y
tirándose a la piscina. Después de aquello le costó para reaccionar, hasta que
sintió la risa burlona de Gabi a su lado

- hueona te estay poniendo morada

- ah?

- ven, acompáñame – dijo Gabi dándole la mano para que se levantara


- es verdad? – dijo Javiera

- Cosa? – pregunto Violetta con su precioso acento Italiano

- que lo de ustedes era como una amistad con ventaja

- amistad con ventaja?

- amigas con beneficios pu

- jajajaja, te digo algo Javiera, yo a Gabriella la quiero muchísimo, con tutto il


mio cuore, pero no había amor, nos hicimos compañía y ya está, el amor es
otra cosa, el amor te hace mover montañas, te hace viajar kilómetros para
olvidar, o para rencontrar, incluso a veces el amor te deja sin respiración – dijo
esto ultimo esbozando una sonrisa – pero que se yo del amor.

- Te gusta Ignacia?

- tanto se nota, que me lo preguntas?

- o sea que te gusta, Ignacia no es para ser amiga con beneficios de nadie, es
para quererla bien

Violetta no encontró palabras para responder aquello, que podía responder, no


había mucho que decir.

- en una escala del uno al diez, cuanto te gusta? – pregunto Gabriela

- la verdad, un 11

- tienes claro el concepto de 1 al 10

- es que me gusta, me gusta mucho, desde que llego de tu mano

- pero?

- para empezar fue tu novia, para seguir, es como si estuviese a punto de


caminar sobre la arena caliente, sé que me va a doler

- pero el dolor vale la pena para llegar al mar o no?

- si amiga, pero no se, quizás podría intentar una amistad benéfica.

- Igna, olvídate de que estuvo conmigo, que yo lo olvide, borra eso de tu


memoria, piensa que es una amiga que me traje de Italia y lo otro, tu eres
grande y sabes lo que haces, pero la conozco y sé que si te la juegas bien
terminara enamorándose

- pero todo el tiempo parece estar advirtiéndome

- y lo va a seguir haciendo, hazle creer que sigues su juego, pero manéjalo tu,
por que estoy segura que después de ese cuasi beso, quedaste enferma hueona
- enferma!

- Paola está con la hueona esa?

- no se fue anoche

- pensé que se quedaría

- Paola me conto lo que había o lo que no había pasado la otra noche

- no había nada que contar

- dijo que…

- no Igna, no quiero saber lo que dijo, por un momento fui una estúpida y creí
que se podía volver a dar algo, cerré todo con Viole y como una ingenua le
hable, pero Paola sigue siendo la misma de antes, no cambia, solo ve lo que
ella siente, solo le afectan sus emociones, no ve por nadie más, aparte que lo
que siente debe ser fuerte, para volver con la mina que casi le pega

- Es que Gabi, la Paola no lo ha pasado bien tampoco, hace años cuando quedo
la cagá, cuando tu te fuiste, la Paola la paso horrible.

- no quiero saber Igna, de verdad que no, anoche termine de enterrar todo, yo
con ella no quiero nada.

Paola había escuchado la conversación entera, suficiente para enterarse de


todo, primero Paola y Violetta no estaban juntas. Segundo, al parecer lo de
ellas no era serio. Tercero, Ignacia estaba interesada en Violetta y viceversa.
Cuarto, Gabi la había enterrado y para siempre.

La tarde completa se vivió en una densidad impensable cuando se trataba de


Paola y Gabriela, no habían miradas para con la otra, mucho menos palabras.
Gabi evitaba todo contacto y se hacia la fuerte, Paola trazaba en su mente una
y otra vez lo que debió haber hecho en cuanto la volvió a ver y no hizo. Sin
darse cuenta pasaba una noche y ya solo restaba una antes del día en que se
marchaban. La unión que se creo entre todas con Violetta era como si hubiese
sido de toda la vida, pero en especial Ignacia sentía esa unión cada vez más
fuerte.

Gabriela sintió la necesidad de salir, eran pasado las diez de la noche y todas
vivían en su mundo, sin que nadie se diera cuenta salió por la ventana de su
pieza en medio de la oscuridad, con tan solo la luz de una pequeña linterna,
llego hasta un lugar precioso, no había necesidad de linterna alguna por qué la
luna iluminaba el lugar, aquel lugar parecía que lo habían puesto de mentiras
ahí, las rocas que cercaban el rio creando un pozón enorme, la arena que
rodeaba creando una pequeña playa en la orilla, la flora que rodeaba el lugar
emocionaba a cualquiera con su belleza, siempre le había gustado ese lugar,
era su lugar, nadie sabia como llegar, bueno solo una persona a demás de ella.

La mitad de su ropa estaba sobre una roca, la otra mitad aun no salía de su
cuerpo, sin pudor alguno quito la pequeña prenda que cubría la parte inferior
de su cuerpo, para luego subir sus brazos al brasier y dejarlo sobre el resto de
su ropa. Camino como si el tiempo estuviese detenido, hasta que el agua cubrió
el principio de su cintura y de un momento a otro se sumergió en aquella tibia
agua; La persona que vio todo aquello sentía que el corazón saltaría de su
garganta, sin proponérselo había llegado ahí, sin siquiera pensar que podría
encontrarla ahí, por un segundo pensó en marcharse antes de que se diera
cuenta, entonces se retracto, en silencio salió de entre los arboles y se sentó al
lado de la roca donde estaba la ropa de Gabriela, se sentó a esperar cualquiera
fuese el resultado.

Pasaron cerca de quince minutos en los que Gabi no se dio cuenta de la


presencia de Paola en el lugar, quince minutos en los que nado y se sumergió
una y otra vez, le encanta la sensación del agua en su piel desnuda, le
encantaba oír lo que decía el agua cuando sumergía su cabeza en ella, pero no
pensó jamás que al querer salir de ahí se encontraría con aquella sorpresa

- ¿me seguiste hasta acá? – dijo Gabriela con la mas profunda de las rabias

- ¿y si te dijera que sí, que?

6
Capitulo VII: I Will Always, Always Love You.

Algunas veces, las personas hacen cosas irracionales por amor, pero la mayoría
de las veces es por desamor, por un corazón herido, algún rencor escondido o
simplemente, por que el sentimiento no es correspondido. Cada acción racional
o irracional que es cometida, tiene una reacción, posiblemente una reacción en
cadena, y cuando esa cadena es demasiado larga, cuesta llegar al principio
donde toda acción puede ser corregida.

- ¿Y si te dijera que sí, que? – cuestiono Paola sin moverse de donde estaba
sentada.

- significaría que realmente estas loca, primero volviéndote sado y ahora


psicópata, como para hacer lo antes posible una visita al psicólogo no crees?

- por ahora – dijo parándose – lo único que se – tomó la ropa que estaba sobre
la piedra – es que no estas en posición de atacar – termino con una sonrisa en
su rostro.

- no me asustas, quédate con ella, me puedo ir así a la casa sin problemas.

- wow! Pasar de ser alguien a quien no se le podía ver una parte del cuerpo sin
ropa, a ser una exhibicionista, realmente cambiaste – Paola hablo con el mas
puro sarcasmo.

- deja de hacerte la graciosa, o esperas que me quede aquí toda la noche?

- pero sal, ponte tu ropa, aquí esta – Paola soltó la ropa y volvió a sentarse.
- no te acomodes, no es un espectáculo, ¿te puedes ir, por favor?

- no, no puedo

- no sé que es lo que pretendes de esto – dijo Gabi saliendo del agua como si
se la llevara el diablo

Mientras se vestía, Paola intentaba desviar la mirada, sí, quería verla y


devorarla con la mirada, pero sabía que no se quedaría solo con la mirada.
Cuando se dio cuenta Gabi estaba apunto de irse, tomo su mano y la detuvo.

- quédate por favor

- no, suéltame

- por favor, te prometo que si me escuchas ahora, no te vuelvo a molestar.

- el punto es, que no me interesa si me molestas o no, Paola, me da lo mismo


todo lo que tenga que ver contigo.

- Gabo, hablemos por fa.

Gabi se soltó de ella con toda la fuerza que se permitía, se soltó y se fue de ahí,
Paola se levanto lo más rápido que pudo y la siguió.

- Gabi! Para!

Pero Gabi no paraba, al contrario aceleraba su paso

- Gabi, solo quiero hablar, para!

Gabriela intentaba con todas sus fuerzas ignorar aquellos gritos hasta que
escucho un grito y golpe fuerte, volvió corriendo y Paola estaba acostada en el
suelo boca a bajo

- Paola, Paola estas bien? – dijo dándola vuelta, pero Paola seguía con sus ojos
cerrados

- Pao! Reacciona!

Termino de decir, Paola abrió sus ojos la tomo de los brazos, la tumbo en el
suelo y se puso sobre ella

- si te diera lo mismo, no hubieses vuelto, como tampoco hubieses vuelto a


chile, no te da lo mismo, no te doy lo mismo, por que sigues sintiendo cosas
por mi.

Gabriela no sabia que responder, no podía responder, en unos segundos Paola


había quebrado todos sus esquemas, había desactivado todo su sistema de
seguridad y probablemente había traspasado esa débil coraza.

Paola acerco su rostro lentamente, como esperando la reacción negativa ante


aquel acercamiento, pero no hubo tal reacción, de hecho no hubo ninguna
reacción, poso sus labios sobre los de Gabi y por primera vez estos no
reaccionaron al tacto, lo sintió y solo se hizo a un lado, nunca se había sentido
así, menos con Gabi, se paro y volvió al lugar donde había encontrado a Gabi,
sin decir una palabra, pero gritando en cada lagrima que salía de sus ojos.

Gabi se movió hasta quedar sentada al lado de un árbol, “que acaba de pasar”
pensó, como fue capaz de resistirse a aquel beso, cuando lo único que quería
era besarla, era tanto el daño acumulado que ni las ganas pudieron interferir en
aquel intento de beso.

Gabriela se paro, luego de pensarlo una y otra vez, “quizás es el momento”


pensó.

- Paola… yo…

- tu nada, yo, yo tengo la culpa de todo, Gabriela perdóname, perdóname por


todo por favor

- por donde empezar a perdonar – dijo Gabi sentándose al lado de Paola –


recuerdas como siempre veníamos aquí, a escondidas de todos, nunca supieron
donde andábamos, incluso antes de que todo se echara a perder.

- todo se hecho a perder verdad

- nuestra amistad era de las buenas, yo cometí el primer error enamorándome


de ti, cuando claramente me dije mil y una vez que no debía hacerlo; tu,
creyendo que sentías algo, cuando era solo un capricho

- de verdad piensas que eso fuiste para mi?

- no lo puedes negar, siempre lo he sido, incluso ahora, siempre quieres tener


lo que no puedes.

Paola se sentía cada vez más herida por dentro, se paro del lado de Gabi y
prendió un cigarrillo casi al pisar el agua.

- Paola, si tengo que confesar algo, es que regrese aquí por que necesitaba
verte – Paola se dio vuelta para mirarla a los ojos – más que nada en este
mundo necesitaba verte, saber como estabas, saber que estabas bien. Llegó y
te veo bien, te veo feliz, demonios saliste del closet por una mujer, realmente
debes amarla, pero no hay amor por el que valga la pena sufrir, créeme yo sé
de eso y ella te puede hacer daño, realmente no quiero eso para ti.

Paola volvió a mirar el agua, sentía como corría la corriente hasta estancarse
en aquella agua, sentía como sus lagrimas corrían por sus mejillas hasta
estancarse en su corazón, acaso aquella mujer que había amado tanto nunca lo
supo, como puede alguien no sentirse amada, no saberse amada, pensó, mas
las palabras no querían salir de su mente, querían quedarse ahí… estancadas.

- Paola, discúlpame por volver a enredar tu vida, nunca fue mi intención, yo ya


estaba lejos, lo admito nunca pude olvidarte, pero con el tiempo supe poner en
suspenso todo. La otra noche cuando te vi con ella, cuando le perdonaste lo
que casi hizo, comprendí que lo mio seguía siendo insignificante para ti, al
contrario de lo que sientes por ella y si me volví loca por un momento, pero me
sirvió, no podría decir que ya no siento nada, pero créeme, está todo apagado.

- Gabi cállate por la cresta! – dijo girándose mientras cubría con sus manos su
rostro – sé que mis actos nos llevaron a esto, sé que fui yo la única culpable,
quizás deba pedirte perdón por mi primer error, besarte por primera vez,
después de eso y cito tus palabras “todo se hecho a perder” pero no puedo! No
puedo, por que tenerte a mi lado fue lo mejor que me pasó…

- Paol…

- no! Ahora voy a hablar yo! Tarde comprendí el día en que me había
enamorado completamente de ti, fue antes de pensar siquiera en estar juntas,
si no me equivoco fue dos semanas después de que me contaras que te
gustaban las mujeres, querías salir a fotografiar la ciudad y te descubrí
sacándome una foto, la cara que tenias cuando bajaste la cámara, nunca te
había visto mirándome así, tomaste cinco fotos más…

- y en todas saliste con tus cachetes colorados – dijo Gabi recordando

- cuando fuimos a desarrollarlas…

- me hiciste tirar a la basura las ultimas cinco y solo quedo la primera.

- pero tu no quisiste dármela, la reclamaste como tuya

- por que era mía, era mi foto

- aquel día me enamore perdidamente de ti, después de eso fueron solo


confirmaciones

- Paola, de haber sido eso así, nunca hubiésemos acabado lo que teníamos

- claro, por que cuando uno ama no duda?

- no puedo creer que recuerdes eso

- ese día lo recuerdo a diario, te pido perdón, por que no solo te herí a ti, me
herí a mi misma, por idiota, pero nunca te engañe, te juro que ni un beso hubo

- Paola, eso fue hace mucho tiempo

- si! Lo sé, pero no entiendo como puedes creer que nunca te ame, por tres
años fui la mujer mas feliz del mundo, por que podía tenerte, podía sentirte,
cómo nunca te diste cuenta que te amaba, si me volví loca cuando partiste

- no enloqueciste Paola, seguiste con tu vida, siempre supe que me habías


amado, pero ahora que volví, entendí que no era así.

- entiende algo – dijo acercándose a ella para tomarle sus manos – te


marchaste y mi mundo se volvió loco, mi universo cambio y yo cambie con él,
fui una estúpida, me deje llevar por lo que el mundo decía que era correcto y
bloqueé todo lo que sentía por ti – Gabi entendió aquella forma de hablar en
pasado y soltó sus manos para prender un cigarro – Gabi, en el momento en
que me di cuenta que podía perderte supe que mi vida sin ti estaría vacía, pero
cuando lo descubrí ya te habías ido, ya era tarde y por mas que noche tras
noche quise traerte de vuelta en mis sueños, al despertar te volvías a marchar
y de nuevo llegaba a mi ese sentimiento de vacío.

- pero tu volviste a llenar aquel vacío, estas con una mujer, todo el mundo sabe
que estas con una mujer

- tanto te pesa eso? Tanto te duele que no haya podido decirlo cuando estaba
contigo? Para ti siempre fue fácil, lo descubriste cuando eras una pendeja, se lo
gritaste al mundo y nadie te critico, yo no, esta no era mi vida antes, todo el
mundo sabía que era hatero, sí, fue un error pensar que me crucificarían, pero
en aquel entonces yo no lo veía así.

- sin embargo, nuevamente, ya estas con alguien ya dejaste todo atrás.

Paola la volvió a ver con frustración, Gabi no podía entender, no quería


entender, sabia que si entendía, perdonaría, aunque la hubiese perdonado hace
mucho tiempo, el decirlo en vos alta la ponía vulnerable, no podía permitirse el
volver a sufrir.

- sí, estoy con alguien, sí todo el mundo lo sabe y sí deje todo atrás, pero atrás
donde? Yo hice lo imposible por saber de ti, por que me dijeran donde estabas,
pero fue mi castigo por el daño que te había hecho, durante mucho tiempo leí
las cartas que enviabas, a escondidas, cuando nadie podía ver que las buscaba,
siempre buscando una dirección, un indicio que me dijera donde estabas, Paola
hace no más de cinco meses que leí la ultima puta carta.

- cual?

- donde decías que me habías olvidado, habías visto una foto y te diste cuenta
que ya ni si quiera me guardabas rencor, “fue la ultima foto que rompí” –
respiro una vez más para poder seguir hablando, mientras las lagrimas cubrían
su rostro – eso fue lo ultimo que leí, no quise seguir leyendo, después de eso
me prometí no volver a hacerlo, no volví a buscar tus cartas, de que servía
seguir en el pasado si tu ya habías avanzado, un mes después acepte recién la
invitación de Carla y el resto ya lo sabes.

- Indiferente de todo esto, los tres años de magia y amor nunca los disfrute
como debía, los errores ya fueron, pasado…

- lo que quieres decir es?

- que me estas contando todo esto y sin embargo no puedo hacer como que
nada paso, por que las cosas pasaron, esta conversación no acabara con un
beso apasionado y de vuelta al romance, no va a ser así.

- tanto récor tienes?

Gaby se quedó mirando a la nada, sabía perfectamente lo que tenía que


responder a esa pregunta, también sabía que no quería hacerlo, pero por más
que no quisiera era algo que tenía que hacer.
- No es rencor, rencor tuve hace mucho tiempo, odio también tuve, pero
después todo se transformó en pena, lastima, de eso ya hace mucho tiempo.
Paola, cuando alguien te pregunta si la amas, la respuesta es simple, sí o no,
no existen medias tintas en el amor, cuando ella te pregunto si aun sentías algo
por mí, la respuesta era mucho más simple, pero en el momento que la
aceptaste, cuando la besaste, si algo quedaba de amor en mi por ti, todo eso se
apagó, simplemente porque sigues siendo la misma de siempre, la que no sabe
para dónde va la micro, por lo que ahora no puedes esperar que con la
confesión que acabas de tener, yo corra a tus brazos y lo olvide todo. No soy la
misma de antes, lo siento.

Gaby se paró con claras intenciones de irse, pero antes de hacerlo saco la
billetera que tenía en su pantalón y de ella retiro algo que le entrego a Paola.

- ¿y esto? – Dijo Paola con un nudo en la garganta

- Si hace unos días me preguntaban a mí, “¿aun sientes algo por ella?” la
respuesta hubiese sido un rotundo sí.

Dijo marchándose sin siquiera mirar atrás, a una Paola que se sentía
desgarrada por dentro, por qué sabía que Gabi decía la verdad y como no, si le
entregaba una fotografía parchada como un rompecabezas, porque Paola nunca
leyó el resto de la carta, donde decía que al instante de haberla roto sintió un
vacío por dentro, donde contaba cómo había unido pedazo a pedazo para volver
a verla, para volver a ver su rostro una vez más, a pesar de todo, aun
pensando en que la había olvidado no pudo hacerlo, mucho menos alejarse de
aquella foto que era lo único a lo que se aferraba, pero ahora todo era distinto,
ahora la había entregado y todo finalmente comenzaba a cambiar.

Los días pasaron y la vida en aquella casa no era muy agradable, Camila y
Javiera sumergidas en su vida, Ignacia y Violetta sumergidas en mundo de
coqueteos en la que ninguna de las dos daba el segundo paso; Paola de vuelta
en casa, después de un nuevo episodio con Carla y evitando a toda costa
cruzarse con Gaby.

Capitulo VIII: Time After Time

- Gabriela llevas dos meses en el país y siguen en las mismas – dijo Violetta

- en cuales “mismas”?

- en las mismas!

Gaby se rio al escucharla decir aquello – te estas juntando demasiado con la


Igna, esas palabras no son tuyas, ridícula, no sigo en nada porque siempre he
sido así.

- ¿Así? Ni siquiera te das cuenta que llevas dos meses, babeando por ella, vez
que se cruzan, vez que no sabes que decir, a quien quieres engañar Gaby si
aún no la puedes arrancar de tu corazón, es ridículo seguir con eso.

- es incómodo cruzarme con ella, pero sinceramente poco a poco ya no está en


mi
- o sea que ahora ¿podrías enamorarte de alguien más?

- podría ser

- oye, enferma! No vayas a cometer la estupidez de involucrar a una tercera


persona en esto, porque conmigo te salió barato, pero probablemente ahora si
se enamoren de ti y probablemente sufran por ti, por qué tu no la vas a querer,
por que tú! Sigues enamorada de Paola, aunque lo sigas negando. – dijo con la
voz en alto

Gaby la miro y en algún punto le encontró razón, que pasaba si conocía a


alguien nuevo, que pasaba si solo su cabeza la hubiese erradicado y su corazón
solo estuviese camuflando su amor, tenía que descubrir la verdad de su propia
interrogante.

- cuéntame Violetta, como van las cosas con la señorita Ignacia

- que quieres que te cuente, si no hay nada entre nosotras

- Violetta – dijo con un tono digno de burla – a mí no me engañas, te engañas


sola

- mira tú, la que nunca se ha engañado sola, encima me cambiaste el tema. No


seas tonta Gaby, si sabes que la amas.

- dicha la verdad Viole, no sé qué siento, según yo, según mis pensamientos la
borre aquella noche, pero no tengo ni puta idea que mierda siente mi corazón

- porque si no va a llegar otra y quizás esta vez la pierdas para siempre

- quizás nunca fue mía y eso es lo peor de todo.

Antes que Violetta respondiera lo que su amiga había dicho, Paola salía de la
casa a fumarse un cigarrillo, cuando se dio cuenta que Violetta y Gaby estaban
ahí, ya la habían visto y era muy tarde para retroceder, aunque lo pensó por un
momento. Violetta sonrió cuando Gaby le rogo que no la dejara sola, pero claro
Violetta no tenía intención de quedarse en una incómoda situación

- Mi scuso damas, pero recordé algo que tenía que hacer.

Dijo Violetta saliendo inmediatamente de ahí y entrando a la casa, dejando a


Gaby con un color de cara que no se distinguía si era de rabia o de vergüenza.

Paola la miro con una sonrisa en la cara, sabía perfectamente que ese color era
de rabia, sospecho que no quería quedarse sola con ella y disfruto la escena.

- Si no te quieres quedar sola conmigo, puedes irte, no hay problema – dijo


Paola dejando en jaque a Gaby, que nunca se esperó oír eso.

- no me molesta quedarme sola contigo, eres tú la que me evita a toda costa –


respondió Gaby

- Touché!
Paola intentaba encender su cigarrillo pero el encendedor no le funcionaba,
cada vez la rueda se ponía más dura y ella cada vez más roja, cuando sintió
fuego cerca de ella

- gracias – dijo una Paola aún más roja cuando Gaby acerco el encendedor a su
cigarrillo y se lo prendió – Quieres? – dijo Paola ofreciéndole uno

- gracias, tengo los míos – respondió Gaby sacando uno y prendiéndolo.

El pseudo silencio se apodero del lugar, cuando lo único que se podía oír era el
sonido del fuego consumiendo el cigarrillo, la respiración de ambas al aspirar
aquel humo y al botarlo, Paola repasaba en su cabeza oraciones que podría
decirle a Gaby con sus posibles respuestas y Gaby temía que Paola pudiera
decirle algo y la conversación le agradara tanto que no pudiese dejar de hablar.

Ambas miraban a la nada, cada una con sus pensamientos en mente, mirando
de reojo de vez en cuando, esperando inconscientemente cruzar las miradas,
pero nada pasaba, hasta que a lo lejos se escuchó una canción que Paola
reconocía de alguna época, pero no identificaba la interprete

- Esa canción – dijo Gaby pensando en voz alta y casi en un susurro

- Si esta pérdida puedes buscar y me encontraras, una y otra vez, si te caes te


sujetare, estaré esperando, una y otra vez… - dijo Paola mirando a la nada,
traduciendo lo que oía, recordando cierto episodio en algún tiempo pasado.

En su cabeza Gaby veía imágenes de otro tiempo, recordando con aquella


canción tiempos de otra época, no pudo evitar derramar una solitaria lagrima y
Paola no pudo evitar mirarla intensamente, cuando sus miradas se encontraron
el sentimiento que se formo era tan grande, Gaby tenia tantas ganas de
sentirla cerca, mucho más que románticamente, si no a esa amiga que
extrañaba con el alma y que había perdido en el momento que habían dado
aquel paso.

10 años atrás

- Gaby que es lo que te da tanta rabia! No te entiendo!

- da lo mismo Paola! Me podí dejar sola porfa

- no, no puedo, no hasta que me digas que es lo que te molesta tanto

- que seas tan hueona, eso es lo que me molesta!

- ya… – dijo irónicamente – y yo soy hueona según tú, por?

- el hecho que tengas que preguntar, responde tu pregunta

Gabriela salía por los pasillos del Liceo dejando sola a Paola sin dar
más explicaciones, sin prisa, más bien a paso lento, pero de esos pasos
que llevan kilos de peso en ellos, por tercera vez consecutiva Paola
volvía con el mismo que la había engañado tres veces, al menos tres
veces lo habían pillado, eso era lo que le daba rabia a Gabriela, no
entendía como su amiga podía ser tan estúpida.

Por una semana no se hablaron, en clases era un martirio, Paola


miraba a Gaby al otro extremo de la sala, tanto era su rabia que se
había cambiado de puesto lo más lejos posible de ella. La campana
sonaba y Paola no se percató, estaba tan sumergida en sus
pensamientos que se le hacía imposible, hasta que la persona de la
discordia apareció en la sala de clases

- hola bebe, acompáñame al baño – dijo el joven delgado y alejado de


gracia

Paola soltó una pequeña carcajada – no puedes ir solo al baño?

- quiero que me acompañes

Mientras discutían Gaby salía de la sala provocando un choque


presuntamente accidental con el pololo de Paola, empujándolo un
poco.

- yo sé que eres ancha, pero podrías fijarte – grito el tipo

- Javier! – dijo Paola en forma de reproche

Gaby se quedó viendo a Paola, movió su cabeza e hizo un gesto de


desprecio hacia ella, para luego alejarse.

- Camila, te pido un favor – dijo Gaby

- si puedo, obvio

- anda a mi sala y tráeme mis cosas

- te vai?

- sí, pero no quiero ir, tuve un encuentro desagradable recién y ni ahí


con volver, no digas nada si te preguntan, saca la mochila solamente

- bueno amiga, voy altiro

A penas tuvo sus cosas Gaby se esfumo del Liceo como siempre lo
hacía, saltando una reja; Tomo una micro y se fue lo más lejos posible,
pero no lo suficiente para escapar de quien huía.

- Ni se te ocurra arrancar.

- No eres quien precisamente quiero ver en estos momentos

- Gaby, ni me has mirado en una semana, la podi cortar

- Quizás sea que me canse de ti y no quiero volver a mirarte o hablarte


Paola se sentó a su lado y prendió el reproductor que llevaba con ella,
la música sonaba en sus oídos y Gabriela seguía la nada, por un
momento Paola bajo su cabeza y seguida de una pequeña lágrima
sonrió

- termine con él, discúlpame

- no me pidas disculpas a mí, pídetelas a ti

Paola tomo el audífono que colgaba y lo puso en la oreja de Gaby…

“If you’re lost you can look and you will find me, time after time, if you
fall I will catch you I’ll be waiting, time after time”

-acabas de terminar con él y ya lo recuerdas con una canción? – dijo


Gaby quitándose el audífono

- tonta…

- porque?

Paola volvió a su lugar el artefacto – porque pensé en ti cuando


escuche la canción, por eso sonreí, porque sé que aunque pase el
tiempo siempre estaré ahí para ti y tu para mí, no importa cuántas
veces discutamos, o peleemos, ni siquiera importa el tiempo que pase
entre nosotras, tu y yo estamos hechas la una para la otra, quizás en
otra vida fuimos amantes.

Gabriela se quedó viéndola y no pudo responder, solo se acercó más a


Paola, para sentirla, para entender por qué quería sentirla.

- Pensar que cuando me hiciste oír es canción, fue el preciso momento en el


que asumí dos cosas – dijo Gaby – La primera que me gustaban las mujeres…

- y la otra?

- que estaba idiotamente enamorada de ti

- idiotamente – dijo Paola, con alegría por lo que había dicho pero con tristeza
por el tono que había usado

- mira a donde ese enamoramiento nos llevó – dijo Gaby botando lo poco que
quedaba de cigarro y parándose

Paola prendió otro cigarro antes de que se le apagara el que fumaba y prefirió
omitir comentario

- Si sigues fumando así te vas a enfermar – dijo Gaby que aún no se iba

- como si te importara

Gaby se acercó a ella y se puso a su altura en el piso, tomo el cigarro que tenía
Paola y lo apago.
- ojala no me importaras, ojala todo fuese tan fácil como dar un paso y dejar
de tenerte aquí dentro – dijo tomándose el pecho – porque de mi cabeza te
saque hace rato y créeme no fue fácil, pero de acá, de acá es imposible, porque
el corazón te sigue queriendo tanto como el primer día que se derritió por ti.

Paola entendió cada palabra que dijo y cada una de ellas le provocaba algo
diferente, irracional, cada una de ellas le hacía querer hacer algo distinto,
pararse de ahí y no volver a mirar atrás, tomar el primer avión y marcharse lo
más lejos posible, pero entre todas las cosas que pasaron por su cabeza en
cosas de segundos, opto por la primera que pensó, la tomo por el cuello y la
beso en los labios, fuerte, profundo, como si en cada movimiento de sus labios
expresara rabia, no rabia de odio si no rabia de amor, y era esa la rabia la que
le prohibía a Gaby dejar caer sus defensas. Gaby y se soltó como pudo y la
miro diferente a como siempre la veía, Paola no distinguía esa mirada, nunca la
había visto así, pero sentir aquella mano en sus mejillas, era la primera vez y la
mirada que tuvo Gaby después de eso, esa si la reconocía, el arrepentimiento
era visible, más no había arrepentimiento valido para Paola, ni siquiera se tomó
la cara, salió de ahí caminando con el ardor que le producía aquel golpe, pero
sentía que el ardor no era de la cara, era del corazón.

- Paola espera! – Grito Gaby tras ella – espera por favor – insistía mientras
estaba frente a ella, pero Paola seguía caminando – Pola por favor para – dijo
tomándola de las manos

- si un mínimo de respeto aun me tienes, suéltame y déjame sola por favor –


dijo Paola siguiendo su camino y dejando a Gaby estupefacta en el mismo
lugar.

Paola entro a la casa se encerró en su dormitorio, su cabeza era un nido de


malos sentimientos que no quería sentir, que intentaba alejar de ella pero no
podía, puso música en su pieza tan fuerte que Ignacia sintió como si un DeJavu
alterara su equilibrio.

Nota: Las demoras tienen razones, auqnue las mias no hay quien las perdone...
hare lo posible por subir la otra pronto. gracias por leer... comenten :)

7
- Paola!! Paola que te pasa!! – intento gritar con la mayor calma posible

Gaby llego unos segundos después con vergüenza en su rostro le pidió a


Ignacia que la dejara tranquila

- Gaby que paso?

- nada – respondió

- segura que nada? Gaby sea lo que sea, si paso algo dímelo porfa

- discutimos
- y por una discusión se puso así?

- Igna, me beso, yo reaccione mal y le di una cachetada

- ah tu soy hueona de verdad! Paola abre porfa!! – grito girándose a la puerta

- déjala sola Igna, si está demasiado enojada

- como se te puede ocurrir que la deje sola después de todo lo que paso!

- que quieres decir?

Paola que escucho aquellas palabras, tuvo miedo de lo que Ignacia pudiera
decir y le abrió la puerta

- pasa y cállate por fa! – dijo Paola con los ojos inundados es rabia

- que fue lo que paso – dijo Gaby poniendo el pie antes de que se cerrara la
puerta

- nada que te importe – dijo golpeando la puerta en su cara

- Que mierda paso Paola! – dijo Ignacia bajando el volumen de la música

- Igna te pido un favor – Ignacia afirmo con la cabeza – te puedes acostar a mi


lado y abrazarme por favor.

Aquella tarde Paola lloro en los brazos de su amiga, le conto todo lo que habían
hablado, le explico como con aquel beso había sentido que quizás todo podía
arreglarse, pero aquel golpe la había hecho despertar de lo que fue un sueño,
el dolor de aquel golpe no era nada comparado al dolor que sentía por dentro,
porque había sido ella quien la había golpeado y era eso lo que más dolía.

- al final es todo mi culpa Igna, si yo no hubiese…

- si tu no hubieses, nada – interrumpió Ignacia – las cosas son como son y


punto, no hay culpables

- lo que más rabia me da es que ¡la sigo amando! – Grito con desespero -
¡Quisiera poder arrancarme de una vez por todas todo este amor inútil que
llevo dentro! – el grito fue tan fuerte que fue inevitable no oír unos metros más
allá donde Gaby contaba lo que había pasado a Camila y Violetta.

- Y ahora qué vas a hacer? - Pregunto Camila secando las lágrimas que habían
en Gaby

- irme

- deja de arrancar Gabriela, por una vez en tu vida deja de arrancar – dijo
Ignacia que salía de la habitación de Paola.

- El gran problema de todo esto, es que lo de ustedes no tiene solución. – dijo


Camila
Mientras todas hablaban sobre el tema, Gaby en un impulso fue hasta la
habitación de Paola y cerró la puerta para que nadie las interrumpiera. Paola la
miraba incrédula de que realmente estuviese adentro.

- Vamos a hablar, pero de verdad – dijo Gaby sentándose apoyada en aquella


puerta, frente a Paola

- creo que ya lo hemos hablado todo.

- perdóname Paola, jamás en mi vida pensé que te levantaría la mano así,


créeme que aquel golpe fue como si me lo hubiese dado yo misma

- no sé qué hacemos hablando, esto no va para ningún lado

- te voy a hacer una pregunta y quiero que me respondas con la verdad

- pregunta – dijo Paola poniendo su brazo para apoyar su cabeza.

Gabriela tenía claro lo que iba a preguntar, pero aquella simple acción la había
tele transportado a otra época, sintió como aquel sentimiento oprimía su pecho
y tenía ganas de lanzarse a ella y no dejarla nunca más.

- Cada vez que me pregunto cómo llegamos a esto, se exactamente dónde


posicionar mi propia respuesta y aunque he intentado sacarte con uñas y
dientes de aquí dentro, algo siempre pasa, porque cuando estoy así de
olvidarte, tu recuerdo se hace presente y yo caigo como una tonta
nuevamente. Tenía claro lo que te iba a preguntar, hasta que hiciste ese gesto
y ya no se ni lo que estoy diciendo.

- Gaby, yo...

- Pola – dijo Gabriela parándose como un rayo, sentándose a su lado y


tomándole sus manos – Perdóname, perdóname por todo, desde el minuto
donde sé que todo cambio, quizás nunca debí dejar que pasara algo entre
nosotras, pero y entonces que habría sido de mi vida, una miserable vida, sin
saber cómo eran tu besos, tu aroma, tus sabores, entonces es ahí donde dejo
de arrepentirme por todo lo que paso, quisiera que las cosas hubiesen sido
distintas, no haberme ido aquel día, ser fuerte y enfrentarte, aunque me
hubieses dicho una vez más que no me querías.

Gaby tomo el aire que la rodeaba en sus pulmones y pensó, Paola solo se
sentía en el aire al oír todas esas palabras.

- Bonita, ¿serias capaz de olvidar todo lo que ha pasado y darnos una nueva
oportunidad?

Paola que había oído atentamente lo que Gaby le decía, se sintió como una niña
chica a la que le habían prohibido su capricho más adorado por mucho tiempo
y hoy era el día que se lo devolvían, lo único que atino a hacer fue llorar, soltó
el llanto tan fuerte que no hubo alma en esa casa que no la escuchara, Gaby la
tomo entre sus brazos y seco una y otra vez las lágrimas que provenían de su
rostro, sus amigas al oír el escándalo de aquella habitación corrieron hasta la
puerta, pero ya no se oía nada, no había ruido alguno, porque Gaby sabia como
tranquilizar a Paola, bastaban sus labios para que todo se calmara.

Aquella noche Paola durmió en los brazos de Gaby, no hubo necesidad de salir,
ni siquiera para comer, de vez en cuando despertaba lejos del cuerpo de Gaby
y como un cachorrito se acercaba hasta sentir el calor que el otro cuerpo le
daba.

Capitulo IX: Ya no hay forma de pedir perdón

“Como lograr que aún me quieras, como lograr que quieras escuchar,
cuando este fuego me desvela, pero despierto solo una vez más, como
lograr verte de nuevo, como he de recobrar tu corazón, como aceptar
que todo ha muerto, si ya no hay forma de pedir perdón… Que mal,
esta absurda y triste historia que se pone cada vez peor.”

En la casa se preguntaban qué había pasado en aquella pieza, cuando fueron a


verlas por la mañana, lo único que encontraron fue un cuarto vacío.

- Gaby no está – dijo Javiera limpiándose un ojo

- Paola tampoco – dijo Camila

- Se fueron? – cuestiono Ignacia

- Como se iban a ir, yo a Gabriela la mato si se va y me deja aquí

- tan terrible seria quedarte aquí sin Gaby? – le pregunto con molestia Ignacia

- no se trata de eso

- ya, basta, de seguro llegan a la noche. – dijo Camila bajando a la Cocina

Mientras Violetta se cuestionaba el paradero de Gaby, Ignacia la miraba


analizando cada gesto, lo que estaba sintiendo por ella se hacía cada vez más
fuerte, no podía decir que estaba enamorada, no eso era demasiado decir, pero
el beso que le había robado Violetta la noche anterior le seguía rondando en la
cabeza y aquel sabor seguía permanente en sus labios, pero el miedo de que
fuese solo un simple beso para Violetta le aterraba.

- Que miras - dijo Violetta con una sonrisa picara

- hay cosas que me intrigan

- pregunta y sales de dudas

- en otro momento – dijo con desprecio y salió al patio

Violetta sin pensarlo dos veces salió tras ella, no entendía lo que le provocaba
aquella mujer, pero ya no podía evitar caer a sus pies.

- Vas a preguntarme?
- qué cosa?

- lo que te intriga tanto para mirarme de esa forma

- de que forma te mire?

- así – dijo imitando la cara de Ignacia

Igna se largó a reír para luego ponerse seria

- Me pregunto cuanto tiempo pasara hasta que llegue el día en que te marches

- tienes prisa?

- No.

Violetta se acercó peligrosamente a una Ignacia que solo lograba mirar el piso,
la que sentía cada vez más la proximidad de otro cuerpo, pero no se atrevía a
mirar, sentía demasiado fuerte por esa mujer y sabía que no estaba permitido.

- oye – dijo levantándole la cabeza – no tengo intenciones de irme.

Ignacia esbozo una sonrisa, Violetta tomo su cuello entre su manos e hizo el
impulso de besarla, beso que Ignacia esquivo en contra de lo que quería

- que paso? – Dijo Violetta alejándose

- Pasa que te iras algún día, que yo quedare aquí, que no tengo ganas ni
fuerzas para enamorarme y que me rompan el corazón, lamentablemente estoy
a un beso de enamorarme como una desgraciada de ti.

Violetta quedo sin palabras en la misma posición que estaba, Ignacia quito sus
manos y le dio un suave beso en la mejilla, para dejarla en aquel lugar, sin
saber qué hacer con lo que oía y lo que sentía.

Camila y Javiera se habían cansado de llamar una y otra vez al celular de Paola
y Gabriela respectivamente, las hipótesis de que estaban juntas y separadas
volaban en la habitación, pero ninguna era una certeza.

- Supieron algo? – dijo Ignacia sentándose al lado de Camila

- Nada – contesto Javiera marcando una vez más

- yo me doy por vencida, capaz que anden juntas de maravilla y nosotras acá
preocupadas por nada.

- Salgamos?

- Vamos a la playa – dijo Ignacia

- Voy a llamar a mi viejo a ver si está disponible la cabaña – añadió Javiera


llamando de inmediato
Después de un rato arreglando las cosas partieron en el Jeep de Camila con
Javiera de Copiloto, por lo que Ignacia y Violetta se fueron en los asientos
traseros, instancia en la que Violetta aprovechaba para molestar a Ignacia,
hasta que entre cosquilla y mosqueo, le tomo la mano y no se la soltó hasta el
final del camino, por casi hora y media jugaba con sus dedos entrelazados,
Ignacia se sentía en otro mundo, entre tacto y tacto deseaba sentir el resto de
su cuerpo y quería convencerse que era solo eso, deseo puro y físico.

Al llegar se instalaron en la cabaña y se dispusieron a ir de compras, por lo


menos debían quedarse dos días ahí.

- le mandare un mensaje a la Pao y la Gaby para que sepan que estamos acá –
dijo Javiera

- mándaselo a una si de seguro están juntas

Cuando estaba enviando Javiera el mensaje a Igna le entra otro de Gaby

“Estoy bien, llego a la noche, besos.”

Cinco minutos más tarde cuando Javiera ya les había avisado le llega otro
mensaje esta vez de Paola

“me voy directo a la playa, quizás llego a la noche, gracias por avisar.”

- una que llega a la noche, la otra que quizás, no sé qué onda este par – alego
Camila

Entre mensaje y comentarios de las chicas Violetta noto que su celular vibraba
y se alejó de ahí

Mientras que Violetta hablaba, Ignacia intentaba escuchar lo que hablaba sin
ser notada, lo que no le resulto mucho

- no me vas a preguntar con quien hablaba? – le pregunto Violetta

- supongo que con Gaby, porque no creo que conozcas a muchas personas acá

- mmm… puedes suponer bien o puedes suponer mal.

- cuál es tu idea?

- no sé, hasta ahora solo sé que has desequilibrado cualquier idea que tenia de
mí.

- cómo cuáles? – pregunto pícaramente

- la primera que ilusamente pensaba que yo era de las que conocía a alguien y
enseguida la llevaba a la cama y si no me resultaba a la primera, simplemente
ya no lo intentaba

- claramente eso no ha pasado


- claramente – dijo levantando la ceja de un modo irónico - me desestabilizas
Ignacia

- y eso es malo?

- depende del lado en que se mire

- y de qué lado podrías verlo?

- Ignacia, yo estoy vacía, no tengo amor, no reconozco el amor, se de la


pasión, se del querer, pero de aquel amor que te hace quebrar normas, no sé.

- no fue eso lo que te pregunte, pero me aclaraste muchas cosas con eso,
Violetta tú en cualquier momento te vas a ir y lo mejor es que dejemos este
coqueteo, los besos furtivos y todo lo que conlleva, yo no sirvo para tirar y
olvidar, no va en mi esencia y te lo dije, estoy a un beso de enamorarme de ti,
así que piénsalo dos veces antes de dejarte llevar por la calentura.

Ignacia hablo y no supo de donde saco la fortaleza para decir aquellas palabras,
termino de hablar y dejo a Violetta sola, sola con sus ideas, con sentimientos
que jamás había tenido y no sabía porque los tenia, solo sabía que lamentaba
haber provocado esas palabras y que una gran parte de ella no quería por nada
del mundo dejar de Intentar con Ignacia, por más que su cabeza le dijera que
ya era suficiente.

La noche llego y de Paola y Gabriela no se sabía nada, si estaban juntas o no, si


llegaban o no, no sonaban los celulares, absolutamente nada. Javiera hablaba
con Camila sobre las posibles situaciones en las que se encontraban, mientras
que Violetta e Ignacia solo platicaban con sus mentes, sin acordarse de que
existían estas dos, Violetta queriendo descifrar que le pasaba e Ignacia con las
ideas claras descifrando que sentía Violetta.

- Me canse de preocuparme por estas dos! – Dijo casi en un grito Camila –


vamos a hacer una fogata a la orilla del mar?

- ya pero llevemos unas cervecitas – dijo Javiera

Dicho y hecho se largaron con todo lo necesario para hacer una fogata, se
sentaron en la playa y disfrutaron de la noche hermosa que la naturaleza les
regalaba.

- esto es precioso – dijo Violetta

- no cambiaría este lugar por ninguno del mundo, dijo Camila

Siguieron hablando de todo y de nada e Ignacia seguía sumergida en lo que


estaba sintiendo, hasta que dijo basta, evito a mirar a Violetta tanto como pudo
y bloqueo su corazón, pero esta vez no quería dar pie atrás, Violetta se iría y
seria solo un recuerdo.

- mira Igna! Hay luz en la casa vecina – dijo Javiera

- ya y?
- haz como que te da lo mismo - dijo Camila – de hecho voy a ir a ver si esta
mi amiga de la vida!

- Chistosa!

- vamos pu, apuesto que no te da la raja ir a ver si esta

Ignacia miro de reojo a Violetta y no supo porque le importo lo que ella


pudiera pensar, pero lo ignoro y se paró de su lugar – a que si me da! Vamos,
pero altiro

Camila rio junto con las demás, todas menos Violetta que no sabía de quien
hablaban, cuando se alejaron del lugar, le pregunto a Violetta de quien
hablaban.

- te importa cierto?

- sabes que sí, pero es complicado

- entonces preocúpate y des complícalo, la vecina se llama Emma, ella e


Ignacia tienen una historia antigua, de cuando eran pendejas, chicas, siempre
se supo que había algo, pero nunca hicieron nada hasta que tuvieron dieciséis
años por ahí, anduvieron la vida, se veían en los veranos y cuando nos íbamos
se llamaban y mandaban cartas, hasta los dieciocho y cada una hizo su vida,
hace dos años cada una llego con pareja y se propusieron que si estaban solas
el próximo año lo iban a intentar, fuese como fuese.

- o sea que lo de ellas fue importante?

- te dije, preocúpate, vienen ahí

A lo lejos se divisaban tres siluetas caminando, Violetta no sabía que era lo que
sentía, había sentido celos antes y no identificaba este sentimiento, deseo tener
a Gabi cerca, pero no estaba, tomo su celular y le marco, sonó y sonó pero
nadie contesto del otro lado.

- Srta. Javiera como está usted – dijo Emma que se acercaba a saludar,
esperando que le presentaran a la mujer que estaba cerca

- Emma, ella es Violetta una nueva amiga – dijo Ignacia presentándolas –


Violetta ella es Emma…

- La novia vitalicia – dijo Emma antes de que Ignacia pudiese terminar,


provocando algo mucho más fuerte a Violetta, ira quizás.

Ignacia se sentó y por supuesto Emma se sentó a su lado, aunque Violetta


estaba al otro lado, Emma era quien la abrazaba y Camila solo podía reír con
esta situación

- Alguien que me explique donde está mi Pao-Pao

- nadie sabe – dijo Javiera


- está desaparecida?

- sí, pero no sabes quién llego – dijo Ignacia

- quien llego? Su ex novio?

- algo así – dijo Camila – tu poli-poli

- Gabriela está aquí? Y no me vino a ver – dijo parándose de donde estaba, con
serio enojo

- jajajaja, para que veas como te quiere tu Poli-Poli – dijo Ignacia

- porque le dice Poli, a Gabi, pensé que así le decía a Paola, pero Gaby

- es una larga historia extranjera, pero para hacerla corta, yo le hacía burla a
Gabi por que andaba a cada rato, poli poli para allá y para acá, así que quedo
por poli.

Violetta quedo conforme con la explicación, pero si ya le desagradaba Emma,


cuando le dijo extranjera su disgusto fue mayor. Ignacia se percató de la cara
de Violetta y quiso acercarse a su lado, pero Emma no el dejo y en cambio se
sentó al medio de las dos. Algo que solo disgusto a Violetta un poco más, si era
posible.

- eso significa que Gabriela y Paola están juntas

- no se sabe nada, puede que sí, puede que no, no tenemos idea

- que ganas de verla, a Gabi, una vez me encontré con ella en un viaje, ahí
supe tantas cosas, la historia de esas dos es como la nuestra, pero sin todo el
drama – dijo Emma dándole un beso en la mejilla a Ignacia

- están enamoradas? –pregunto Violetta sin anestesia

- de toda la vida – respondió Emma

- se les ve, hacen bonita pareja – comento Violetta con el tono más cínico que
tenia

- tú crees? – Pregunto Ignacia con disgusto – crees que deberíamos estar


juntas? – insistió

- creo que cada uno es libre de hacer lo que se le antoje y si quieres estar con
ella, no tendría por qué importar lo que yo piense

- ves mi amor, tenemos que estar juntas – dijo Emma abrazando con fuerza a
Ignacia

Violetta solo quería marcharse de aquel lugar, cuando como celestialmente


sonó su celular

- bueno? – dijo parándose y yendo a hablar lejos, para que nadie oyera
- Viole, soy yo de nuevo, no creo que llegue hoy

- Gabriela donde mierda estas! No sabes cuánto te necesito en este momento

- que paso Viole, estas bien?

- estoy pésimo, no sé qué pasa conmigo, no se qué es lo que estoy sintiendo,


te necesito aquí, ahora!

- pero ahora no puedo llegar, ni aunque me fuese de inmediato

- donde estás? Estas con ella o no?

- ahora no puedo decir nada, pero llegare lo antes posible, te quiero Violetta! Y
estoy segura que tienes las respuestas a todas tus interrogantes

Gabi le colgó antes de que pudiera decir palabra, cuando se dio la vuelta
Ignacia estaba atrás de ella.

- que haces acá? Dejaste sola a tu novia

- ni yo sé que hago acá.

- entonces para que viniste

- de estúpida, a darte una explicación

- ya se quién es ella, se el peso que tiene en tu vida y según yo no necesito


explicaciones, no soy nadie en tu vida como para merecerlas

- definitivamente soy una estúpida, por preocuparme por lo que piensas,


cuando claramente a ti te da lo mismo si estoy sola o estoy con alguien.

- Lo siento.

Fue lo único que salió de los labios de Violetta y se retiró a la cabaña, Ignacia
no sabía si seguirla o dejarla ir, porque tenía que sentir tanto por aquella
mujer, se preguntaba una y otra vez en su cabeza, cuando Violetta iba
entrando a la casa, vio a sus amigas a lo lejos y partió sin más hasta la cabaña,
entro y Violetta se quedó viéndola casi en shock

- sería tan fácil ir a sentarme con Emma y aceptar todo lo que me ofrece

- y porque no lo haces – pregunto sin querer oír respuesta

- porque soy una estúpida, que aun sabiendo que va a sufrir, está aquí

- Ignacia, no puedo ofrecerte nada porque no sé qué pasa conmigo

- yo sé que pasa contigo, te enamoraste y no lo puedes admitir, porque no


tienes idea como se siente enamorarse
- hablas con mucha seguridad

- seguridad que a ti te falta, para ser alguien con una mentalidad más
desarrollada eres tan retrograda

- Ignacia siéntate, te voy a contar una historia, yo era de esas niñas que como
dice Gaby nací en una cuna de oro, tenía el mundo entero si lo quería, a los 14
años mi padre llego a la casa con unos socios, mi madre estaba de viaje,
después de un par de horas tomando whisky, mi padre ya no servía para nada
y sin darse cuenta uno de sus socios entro a mi cuarto y te imaginaras que no
fue para contarme un cuento, después de aquello, estuve encerrada en mi
cuarto una semana, cuando llego mi madre después de llorar en sus brazos le
conté lo que había pasado, le conto a mi padre, pero no me creyó, por
consiguiente mi madre tampoco lo hizo, no importo que les dijera que era
virgen, que sentía que estaba sucia, que me daba terror todo, no importo nada,
simplemente no me creyeron y cuando mi barriga comenzó a crecer, le
atribuyeron todo a algún novio de la época y mi castigo fue quitarme él bebe a
penas nació. Después de que me recupere, mi papá me regalo una tarjeta, para
una cuenta con la que podría vivir el resto de mi vida, en aquel momento me
fui de mi casa y jamás he regresado, pero tampoco he vuelto a sentir, en mí no
hay lágrimas, no hay alegrías, no sé qué siento por ti, porque no sé lo que es
sentir Igna, no lo sé.

Ignacia lloraba a mares mientras escuchaba lo que Violetta, le contaba, quizás


entendía a Violetta, pero solo la hacía quererla aún más.

- hace un tiempo atrás, me encontré con el tipo ese, debo admitir que llore
como nunca antes lo había hecho, Gabriela supo de inmediato quien era y por
suerte se lo sacaron de las manos justo antes de que lo matara, el cobarde ni
siquiera presento cargos y sé que no lo volveré a ver en la vida.

- con eso comprendo muchas cosas – dijo Ignacia

- Lo siento Violetta, de verdad lo siento, hace cuánto tiempo paso todo esto?

- 11 años

- alguna vez intentaste saber que paso con tu bebe?

- muchas veces, hasta que me di cuenta que era algo imposible.

- Violetta, me partes el alma con todo esto

- no es la idea, te diré algo que quizás confirme tu hipótesis de lo que me pasa

- dime

- ni siquiera Gaby sabe el resultado de aquella noche, no se lo había contado a


nadie, no es algo que se pueda contar muy fácilmente

- y porque me lo contaste a mí?

- simplemente lo sentí
Ignacia tomo la manos de Violetta y la acerco hasta ella, la recostó en sus
piernas y la acaricio, Violetta sin siquiera darse cuenta, comenzó a llorar, lloro
por su bebe, lloro por sus padres y todo el rencor que les guardaba y lloro
porque sabía perfectamente lo que le pasaba con aquella mujer y se sintió feliz
por eso, por fin había llegado a su vida la persona que rompería todos sus
escudos y lo estaba aceptando.

Ignacia la veía y secaba el paso de sus lágrimas con sus dedos, cuando estas
cesaron, comenzó a besar su rostro, pequeños besos en su frente, en sus
mejillas, en sus ojos y volvía una vez más a su frente.

- Gracias – dijo Violetta

- porque?

- por ser tú, por permitirme conocerte, por escucharme… por dejar
enamorarme de ti y romper todos mis esquemas.

Ignacia se quedó mirándola, sin saber que decir, con la mente en blanco, sin
siquiera saber qué hacer, pero en la misma posición que estaban, Violetta
alcanzo su cabeza y la acerco a sus labios, un beso tan distinto a todos los
besos que se habían dado, a los pocos que se habían dado ellas, y a los tanto
que les habían dado a otras, un beso que solo implico labios, lleno de
ingenuidad, de pureza, un beso lleno de amor. Ignacia se separó por un
instante y sonrió, Violetta siguió su sonrisa y se acomodó a su lado

- y ahora qué? – dijo Ignacia

- no hay manuales para estos casos?

Ignacia quedo viéndola y supo reconocer la ironía en su cara, quería conocerla,


quería a diario conocerla y descubrir todo de ella, pero sus planes iban a tener
que aplazarse

- aquí estaban!! – dijo Camila entrando a la sala de imprevisto

- hace demasiado frio afuera así que decidimos entrar – explico Javiera

Emma hizo el intento de sentarse al lado de Ignacia, pero Violetta no se lo


permitió, abrazándola de los hombros de un impulso, lo que saco una sonrisa
en Ignacia y el desconcierto en Emma

Pasaron el resto de la noche en dimes y diretes, mientras que Ignacia y Violetta


disfrutaban su cercanía, disfrutaban todo, incluso las palabras que salían de su
boca, hasta que Ignacia le dijo a Violetta que la siguiera al oído.

- Me van a disculpar pero estoy cansadísima, me voy a retirar, roco verte


Emma, ojala te acerques mañana – dijo dándole un beso en la mejilla y sin más
explicaciones, subió hasta su cuarto.

Después de dos minutos Violetta ya no aguanto.


- chicas me duele demasiado la cabeza, me voy a recostar, estuvo rica la
velada, pero buenas noches

Y antes de que le dijeran nada ya se había marchado, para Camila y Javiera


estaba claro, pero para Emma no era nada del otro mundo.

Violetta subió a su cuarto y saco su sexy pijama, cuando estaba vestida y a


punto de salir al cuarto de Ignacia, esta toco su puerta

- tu no piensas venir a mi cuarto?

- para allá iba, impaciente – dijo abriendo por completo su puerta y dejándola
entrar

Ignacia vio las diminutas prendas que llevaba y su mente se disparó en


pensamientos

- porque te callas?

- shh…

Fue lo único que atino a decir y se lanzó a sus brazos, a su boca, la beso con
tanta fuerza, que sentía que se le iría la vida en aquel beso, Violeta la tomo
entre sus brazos y la sentó en la cama, y poco a poco fue recorriendo su cuerpo
aun con ropa, abrió la blusa que llevaba puesta y poso sus dedos casi en un
roce en sus senos, bajo hasta su vientre y comenzó a besarlo y en cada beso
Ignacia sentía golpes de corriente en su cuerpo, su espalda se arqueaba a cada
tacto, Violetta llego hasta su rostro y se detuvo, acomodo el cabello de su cara
y casi expulso lo que sentía por decir

- Eres tan hermosa

- dímelo en italiano – dijo Ignacia con su mirada más tierna

- sei bellissima… sonó pazzo di te

- cómo?

- sonó pazzo di te

- y eso que significa?

- que estoy loca por ti

Ignacia la amarro con sus brazos y comenzó a besarla, sin intención de jamás
soltarla, probo sus labios tanto como le era permitido y poco a poco fueron
entregando sus lenguas a la otra, Ignacia en un suave movimiento quito la
parte de arriba que cubría a Violetta, dejando a la altura de sus manos los
senos de Ignacia, los que no tardo en poseer, los tomo como si fueran un
juguete, los masajeo y los llevo hasta su boca, los succiono y delicadamente
paso su lengua por el pezón que se ponía duro ante su tacto y hacia que
Violetta expulsara pequeños sonidos que la volvían loca, Violetta sin demorarse
no tardo en tener en iguales condiciones a Ignacia, solo vestía una pequeña
pantaletas que no tardo en quitar, se besaron una y otra vez, hasta que Ignacia
metió su mano en la entre pierna de Violetta, jugo con sus labios y se divirtió
con las caras que ponía Violetta y mucho más con las palabras que decía en
Italiano y de las cuales no entendía absolutamente nada, disfrutaba como
Violetta arqueaba su cuerpo, como tensaba sus piernas y no sabía dónde dejar
sus brazos, sin tardar saco sus dedos de su clítoris y los introdujo en aquella
cama acolchada, comenzando el juego de entrada y salida, sin tardarse le dio
su sonrisa más picara a Violetta, que más que picara era caliente y se lanzó
como si se tratase de un dulce a comer aquel clítoris, lo beso una y otra vez,
recorriendo con su lengua todo lo que lo rodeaba, Violetta no daba más de
placer, sentía que iba a explotar en cualquier momento, mientras que Ignacia
usaba sus manos y su lengua para hacerla sentir como si fuese un volcán,
Violetta tomo su mano y l llevo hasta su boca y comenzó a opacar sus gemidos
que solo iban en aumento, pero Ignacia quito su mano y la dejo que expulsara
de su boca todo los gemidos que tenía atrapados, cuando sin darse cuenta
sintió como su mano se mojaba por completo y así también la cama, Ignacia se
sintió realizada, primera vez que le provocaba aquella explosión a una mujer,
solo respiraba agitada mientras que Violetta se daba vuelta tapando su cama,
sintiendo que había tocado el cielo y no quería bajar de aquel lugar.

- hey, estas bien?

- que me hiciste Igna, que.. Me.. Hiciste.

- no sé, pero quitemos las sabanas mejor – dijo riendo

Violetta se dio vuelta y tomo a la mujer que tenía enfrente, paso sus manos por
su rostro y la beso, la beso una y otra vez, sintiéndose poco a poco con ganas
de seguir y así lo hicieron por casi toda la noche, causando el desvelo de sus
amigas las que decidieron salir antes de seguir oyendo lo que salía de aquella
habitación.

A la mañana siguiente, Violetta despertó primero, miro a Ignacia que estaba


boca abajo, cubierta solo con una pequeña sabana, podía ver sus piernas, su
torso, recordó todo lo pasado en la noche, “así que esa es la eyaculación
femenina” pensó, reía sola de tanto recuerdo creado en una sola noche,
cuando se dio cuenta, Ignacia la contemplaba hacia varios minutos.

- en que estabas pensando?

- en ti – dijo sin titubear

- y en que más?

- en que no quiero dejarte nunca

- Violetta… - dijo con un tono más serio – que va a pasar el día que quieras
volver a Italia?

- ese día me iré – respondió seriamente, causando que Ignacia se diera vuelta
nuevamente

- ah…
- tonta, si no es contigo Italia no es nada para mí, solo me iré el día que te
canses de mí, pero primero debes responderme algo – aquello tomo toda la
atención de Ignacia

- quieres ser oficialmente mi polola?

- tu polola? Estas segura que sabes lo que significa esa palabra?

- tu solo responde – dijo levantando una ceja como usualmente lo hacía.

- por supuesto, solo déjame advertirte una cosa, soy híper celosa, así que
cuidado con mirar para el lado

- Ja! – Exclamo Violetta – yo también, así que nada de “ay! Emma, que rico
verte” ni nada por el estilo

Ignacia solo pudo reír ante aquella barata imitación de su voz

- no es para la risa, ya eres mía, así quenada de novias vitalicias ni que ocho
cuartos.

- esas palabras son de Gaby

- espero que tú me enseñes muchas más

- siempre y cuando me enseñes italiano

Entre risas y miradas furtivas, Ignacia se sentó sobre Violetta, no podía dejar
de contemplarla, al igual que Violetta a ella

- eres mía, me oíste? Solo mía – dijo Ignacia besándola

No pasaron ni dos minutos de besos delicados y cómplices, tan ingenuos como


los de un niño, cuando golpearon la puerta y sin más entraron

- Así te quería pillar! Cochina

Violetta tapo lo más rápido posible a Ignacia y a ella misma a la vez

- sale desubicada! – dijo Ignacia

- no me estabas llamando anoche, desesperada, que tus sentimientos, queme


necesitabas y no sé qué ocho cuartos!

Ignacia solo pudo reír a carcajadas por aquella última frase

- llegaste sola?

- sola – respondió Gaby y la sonrisa que tenía en su rostro desapareció.

Capitulo X: 24 Horas… Atrás.


“Soy tan afortunada de tener, una segunda piel para recorrer, contigo nacen las
caricias y palabras nuestra verdad, nuestro lugar, conozco… tu boca como mis
manos, conozco tu mano y la siento mía… Y entre palabras y caricias y miradas
infinitas yo voy a estar, con lo que puedo darte amor es amor… es que contigo
soy yo, sin explicación”

- Poli, Poli despierta – Le susurro en el oído Gaby a Paola

- déjame seguir soñando porfa – Respondió Paola aun con los ojos cerrados,
cuando sintió la risa de la mujer que tenia al lado y abrió sus ojos como si
fueran dos platos – Gaby?

- Poli-Poli

Paola se abrazo tan fuerte como pudo de Gaby, la necesidad de sentir a la


mujer que tenia al lado era tan grande como el deseo de nunca soltarla, ya una
vez se le había escapado de las manos y por nada del mundo quería volver a
dejarla

- tengo una idea – dijo Gaby haciendo que Paola la mirara – vámonos de paseo

- ahora?

- de inmediato, antes que todas despierten

- y donde?

- A la playa o al campo, elije tu

- al campo, pero ya!

Paola se Levanto de la cama de inmediato y se fue a encerrar al baño, Gaby


reía por su entusiasmo, más se quedo ahí en la cama, cuando antes que pasara
un minuto Paola abrió la puerta y se lanzo a besarla, una y otra vez, evitando
incluso que Gaby respirara – Buenos días Gabo mío – pronuncio y volvió a
encerrarse en el baño, Gaby no cabía de felicidad, era tanta la dicha que sentía
que en cualquier momento se le salía del pecho, pensó en unirse al baño que
estaba tomando Paola, pero si lo hacía probablemente no saldría de ahí. En
silencio salió del cuarto en dirección al de ella, tomo un baño y preparo sus
cosas, se vistió lo mas casual que pudo y ni siquiera seco su cabello, quería
salir de ahí pronto, estaba a punto de ir en busca de Paola cuando esta
apareció en su puerta – Vamos! – dijo con ansiedad y en un abrir y cerrar de
ojos ya estaban en la carretera.

- Asegúrame que esto es real y no es un sueño – dijo Paola que tomaba la


mano de la mujer que iba al volante

- es un sueño, en cualquier momento despiertas – respondió provocando un


pellizco en la mano sostenida y la cara de rabia de su acompañante – ay! Eso
dolió

- era la idea, simpática


- si te digo la verdad, yo también creo que estoy soñando y que en cualquier
momento voy a despertar

Paola se ubico cerca de ella y apoyo su cabeza en el hombro de Gaby y en esa


posición se mantuvieron hasta llegar a su destino, Cuando entraron solo salió
Raúl, nadie más se veía cerca, cuando siempre salían todos a recibirlas

- Hola Raúl, que paso aquí? Y los demás, la vieja donde esta?

- se casa la panchita señorita, yo voy pa allá ahora, porque no me acompañan,


hay de todo, la panchita va a estar feliz de verla señorita!

- déjame pensarlo y si nos animamos vamos, si no vamos más tarde, te


parece?

- como diga la niña, van a estar bien solitas acá?

- si Raúl, no te preocupes, acá nos las arreglemos y no le digas nada a la vieja


que si no es capaz de dejar el matrimonio botado por venir – dijo Paola

Raúl se subió a su camioneta y partió dejando a Gaby y Paola solas en aquel


gran lugar, estacionaron el auto y bajaron sus cosas, en absoluto silencio,
cuando estaban adentro Paola se sentó en el sillón y puso su vista enfrente,
Gabriela la vio y sabía exactamente lo que le pasaba.

- Poli

- nada de Poli aquí, anda a ver a tu pancha mejor

- estás loca, si me aparezco y después no se quiere casar

- Mojigata Cul… casándose si nunca le han gustado los hombres! – dijo Paola
con rabia

- Paola no hables así, aparte que sabes tú si le gustan o no, quizás se enamoro

- si claro y todas las veces que te pille coqueteando con ella, crees que soy
tonta acaso?

- ya pero si nunca paso nada, eran coqueteos infantiles

- ya y que paso el verano antes de que tu y yo estuviéramos juntas?

- una dama no tiene memoria

Paola le lanzo un cojín en plena cara y se paro del sillón a servirse un vaso de
agua, para bajar un poco los celos que tenía en ese momento

- oye, no hay derecho – dijo Gaby abrazándola por la espalda mientras que aun
bebía su agua – cero derecho

- porque?
- a pasado demasiada agua bajo de estos dos puentes, como para celarnos
ahora por cosas pasadas, mira que si me das cuerda yo no paro – remato
dándole un pequeño beso en el cuello

- está bien, me retracto y me callo, no va a volver a pasar, pero te advierto


que de aquí en adelante todo cuenta, te pillo en algo y… - hizo un gesto
pasando su mano por el cuello como si le cortara la cabeza – mueres.

- Ay! No, cuando te volviste asesina?

Paola se acerco en posición de ataque a Gaby, como si la fuese a matar – hace


mucho tiempo!! – La tomo por el cuello pero no para ahorcarla sino para
acercar sus labios a los de ella, cerró los ojos inertemente y comenzaron a
besarse dando vueltas en círculos por la habitación, la imagen tierna poco a
poco subió de tono, el deseo que tenían ambas por descubrir el cuerpo de la
otra, después de tanto tiempo, era como la primera vez.

- podría pasar la vida entera si contigo

- así como?

- amándote, besándote… haciéndote el amor

- pero aun no haces nada - susurro Paola entre beso y beso

- ya lo sé, para allá voy

Termino de decir aquellas palabras y quito toda la ropa que estorbaba entre ella
y Paola, poco a poco fue recorriendo su cuerpo en delicados besos que hacían
reaccionar cada partícula del cuerpo de Paola, eso hasta que se detuvo en sus
brazos y Paola rogo porque lo dejara pasar y continuara, pero eso era algo que
Gaby no podía dejar pasar.

- que significa esto?

- nada - dijo Paola cubriéndose con su polera

- Paola préstame tus brazos

- no, para por favor

- no voy a parar, tus brazos, ahora

Paola seguía negándose a mostrarle, porque al hacerlo tendría que explicar,


explicar que cuando ella se fue estaba tan mal que ni siquiera podía sentir, que
lo primero que hizo fue pegarle a las paredes hasta que sus nudillos sangraban,
para poder sentir, para que el dolor físico fuese más grande que el que sentía
en su interior, sería necesario explicar lo bien que se sintió la primera vez que
paso un objeto filoso por sus brazos, la primera vez que Ignacia la descubrió y
la llevo directo al psicólogo, contarle que cuando ya se había recuperado y
había dejado los medicamentos, tuvo la crisis más grande y volvió a auto
flagelarse, pero en descuido puso mas presión de lo que debía y eso casi le
cuesta la vida. Todo eso le avergonzaba, había sido un periodo tan negro como
la mirada que le daba en ese momento Gabriela, pero no podía, no sabía cómo
sacar todo eso de su corazón.

- Paola, dime que fue

- dime que fue un accidente y no otra cosa, pero dime que esa es la verdad

-Gaby, yo... Lo siento

- yo lo siento

Tomo la mano de Paola y la sentó en sus piernas, tomo la manta que estaba en
el sofá y la cubrió con ella, beso sus manos una y otra vez, hasta que llego a
las viejas cicatrices, algunas tan delgadas como un rasguño, pero otras
parecían cordones y mientras Gaby las besaba, Paola lloraba una y otra vez, no
emitía ruido alguno solo caían lagrimas de su rostro...

- cuando te sientas preparada para confiar nuevamente en mí, me contaras lo


que paso, por favor

- Gaby yo... Es que... - intentaba hablar y las palabras querían escapar solas,
pero no era fácil - no es fácil

- lo sé

- cuando tú te fuiste, mi vida se convirtió en oscuridad, pero por favor no te


sientas culpable porque esto es todo mío

- mi amor como no me voy a sentir culpable si tú misma lo dices

- tú te fuiste, pero fue por mi causa, por mis miedos, por ser la estúpida mas
grande del mundo, no era fácil para mi salir ante todo el mundo - Gaby quiso
hablar - y se que fueron tres años en los que sufrías a mi lado, lo sé, pero ya
no puedo hacer nada para remediarlo y todo esto es producto de mus culpas,
Gaby, ya salí de ahí, salí de toda esa oscuridad y ya no quiero volver jamás ahí,
sé que no lo hare porque ya me perdone hace mucho, solo espero que tu algún
día lo hagas

- Pola, te perdone el día que volví a ver tus ojos - hablo entre lagrimas - ese
día quise lanzarme a tus brazos y soltarte, pero tu estabas con alguien, yo
estaba con alguien y no correspondía

- lo siento

- bonita si esa idiota se acerca a un kilometro de ti, yo la mato.

- Gabo si ella no es mala, tiene problemas solamente

- mejor dejemos todo este tema hasta aquí

Gaby tomo la polera de Paola y se la coloco para ir hasta la cocina, Paola se


quedo en el sillón, recordando como siempre lo hacía, era imposible no recordar
los episodios vividos, como también era imposible no llorar.
- viste tu celular? - grito Gaby desde la cocina

- no, ni sé donde esta

- tengo innumerables llamadas perdidas, de la Cami, la Javi, la Igna - decía a


medida que iba saliendo de la cocina - hasta de la viole

- llámala a esa primero pu

- no me interesa llamar a nadie, pesa

- mandare un mensaje - dijo sentándose a su lado - fueron a la playa

- pero llama a violetita, a ver si la alcanzas y compartes con ella

- Paola para!

- me carga que me digas Paola - dijo parándose y poniéndose sus shorts y un


poleron que había cerca

- ya, filo - Gaby tomo su celular y marco a violeta, solo para provocar a Paola

- Terminaste de hablar con tu ex?

- si, termine

- si quieres nos vamos ahora mismo a la playa

Gabriela en un impulso salto del lugar donde estaba, la tomo entre sus brazos y
casi tocando sus labios con los de ella le dijo - lo único que quiero hacer en este
momento, es el amor - y finalizadas aquellas palabras recorrió con sus manos
el cuerpo de Paola para despojarla de toda prenda que cubriese su cuerpo y
Paola no tardo en hacer lo mismo con ella, ferozmente como si fuera un animal.
Gaby conocía tan bien el cuerpo que tenía enfrente que basta un dedo en cierto
lugar para lograr una corriente de sensaciones en Paola sin siquiera haber
tocado aquel lugar con el que tanto deseaba reencontrarse; en un abrir y cerrar
de ojos Paola invirtió la situación tumbo en el suelo a Gaby y sujetando
fuertemente sus manos la contemplo, todo lo que estaba a su alcance lo detallo
con lujo de detalle, hasta que se encontró con algo que no estaba en su
memoria

- y eso?

- que cosa?

- no te hagas, eso que tienes ahí – dijo levantando su seno izquierdo

- ah! Eso...

- si eso - dijo sarcásticamente

- me lo hice hace un par de meses


- y que significa

- sácale una foto y lo averiguas

- no me tientes

- tiempo tras tiempo

- como?

- eso dice, está en italiano, tiempo tras tiempo

Paola sonrió con aquellas palabras, pasó las yemas de sus dedos, delicada y
sensualmente sobre la tinta que yacía bajo aquel preciado monte, solo para
arrebatar esa tranquilidad y tomar con fuerza ambos senos entre sus manos,
mientras le daba la mirada de una niña traviesa a punto de cometer la más
grande de sus travesuras; Los masajeo, los apretó, paseo aquellos pezones por
entre sus dedos, para luego arremeter con su boca como si su vida dependiese
de ello, poco a poco paso de la suavidad a volverse la más salvaje, mientras
que debajo de ella una Gaby se desesperaba cada vez más con aquel contacto
húmedo en sus pechos, el universo entero estaba girando y ella era el centro.
Paola continúo con el deleite de aquellas mamas y bajo delicadamente hasta el
máximo de sus placeres, a penas introdujo su mano sonrió.

- Que paso aquí?

- Te extrañaba – respondió Gaby casi en un hilo de voz

Sin hacer mayor esfuerzo comenzó poco a poco a mover sus dedos en
humedad intensa de Gaby, sin querer detenerse más sin aumentar la velocidad,
disfrutaba las caras de Gaby, disfrutaba los sonidos que provocaba cuando
sentía que llegaba al éxtasis de placer, pero más que todo disfrutaba bajarle las
revoluciones como si le quitara un dulce a un niño.

- Pola, no pares, por favor! – dijo tomándola del cabello

- no paro?

- no Poli-poli

Aquellas palabras hicieron que Paola continuara con aun más velocidad, se
acomodo sobre la mujer que amaba y comenzó a besarla con tanta intensidad
como la mano que se movía bajo ella – Te amo – dijo Gaby en un susurro
rodeado de gemidos y quejidos, un Te amo que Paola deseaba escuchar con
todas su fuerzas; Gaby se agarro con fuerza de la espalda de Paola, por la
mente de Gaby ya no pasaba absolutamente nada, el calor que sentía en todo
su cuerpo la recorría como hormigas a toda velocidad, cada vez aumentaba la
profundidad de su respiración y los gemidos no se hacían pequeños, sintió
como una explosión recorrió todo su cuerpo generando múltiples contracciones
en sus piernas que apretaban con fuerza la mano de su amante, sus dedos se
enterraban en la espalda de Paola y a medida que todo aumentaba Paola sentía
como Gaby lograba un orgasmo en su estado más puro, pero al contrario de lo
que Gaby pensaba aun no recobraba el aliento, cuando Paola la hacia acercarse
nuevamente al clímax, logrando que sus gemidos fueran gritos con
desesperación, sintió que el placer que sentía era el límite y una vez más en un
abrir y cerrar de ojos Paola la hacía llegar a lo más alto por tercera vez.

- Pola, para!

- primero que no pare y ahora que pare – dijo Paola riéndose en su cara
mientras que la besaba

- ay amor! Me duele, dijo cruzando sus piernas

- te hago un cariñito? – poniendo su mano nueva mente en la entrepierna de


Gaby

- Pola! No pu

- Te amo, te amo, te amo!!! – grito Paola descontroladamente

- me desarmaste, entera, te amo con locura Poli – dijo aun sin recuperar el
aliento

Paola se levanto y ubico la manta a su lado y unos cojines en la cabeza, para


que Gaby descansara pero antes de que se estuviese acomodando, Gaby se
había recuperado y estaba lista para hacerle sentir lo mismo o más a Paola; así
estuvieron hasta que les dolía todo y decidieron pasarse a la cama, la tarde
entera la pasaron entre besos, caricias, gemidos y muchas risas. No había
pasado el tiempo entre ellas, aun era ayer cuando se trataba de demostrarse el
amor, el más puro y simple amor.

La noche llego y con ella el hambre – de amor no se vive – dijo Gaby y se


levanto a cocinar, Paola aun en la cama no podía dejar de pensar en cómo
había pasado todo, de todas las veces que pensó que aquello fuera posible,
ninguna la creyó, siempre lo vio como un sueño, pero estaban ahí, la mujer que
amaba a solo unos pasos de ella y así la quería siempre, a solo unos pasos de
distancia; Tomo la diminuta polera que estaba en el sueño y la tanga que la
acompañaba, para ir en busca de quien no se quería volver a separar.

- Tapate y deja de provocarme, por favor

- yo provocarte? Y como podría hacer eso – dijo poniendo la cara más sensual
que tenia

- Pola, sabes lo que basta para derretirme, no lo hagas, tengo hambre

- ven a comer pu – dijo bajando la polera e insinuando sus senos

- te pasaste! – grito Gaby aventándole las verduras que tenia picadas

- oye!! – Le grito Paola – me voy a vengar, así que prepárate

- no te tengo miedo

- Más vale que temas – dijo con una sonrisa en la cara – que estas cocinando?
- para ti, nada

- simpática! – no quiero nada italiano!

- jajajaja, lo siento! Es lo que mejor me queda

Entre bromas livianas y pesadas, la cena que preparaba Gaby estaba lista, se
llevaron los platos a la cama y comieron, en armonía, como hacía mucho no lo
hacían, para ambas la felicidad llenaba su vida y la habitación.

- has cambiado tanto – susurro Paola

- tú crees?

- me doy cuenta, estas más linda, tienes más personalidad, cocinas más rico
incluso – dijo entre risas

- te puedo decir algo, sin que te molestes

- siempre

- siento que quizás debimos pasar por todo lo que pasamos para estar donde
estamos

- explícate

- que tal vez fue necesario, para hoy estar así, para crecer individualmente,
conocer otras personas, tener otras vivencias, quizás si no hubiese pasado
nada años atrás, hoy estaríamos a punto de separarnos por querer vivir otras
cosas con otras personas

- o podríamos tener nuestra casa, un perro, quizás un gato y estaríamos


pensando en agrandar la familia – dijo Paola sin mirar a la cara a Gaby

- oye mírame – corrigiéndole la mirada a la altura de ella – todo eso, que se


que siempre has soñado, lo vamos a tener, te lo juro que lo vamos a tener

- pero Gaby ni siquiera sabemos en qué parada estamos

Aun no terminaba de decir aquellas palabras cuando comenzó a sonar el celular


de Paola, y la llamada no era de ninguna de sus amigas, Gaby se percato de
aquello – No contestes Pola – pero Paola la miro y en aquella mirada supo que
iba a contestar – discúlpame, será un rato, no pienses mal por fa – y antes de
que Gaby pudiese responder Paola ya estaba diciendo “alo”. Por casi diez
minutos Paola no volvió a la pieza, para Gabriela habían pasado un par de
horas, sabía que era Carla, por lo mismo no entendía por qué le había
contestado, porque le regalaba ese tiempo no lo entendía y así sin más llamo a
Violetta

- bueno? –- Viole, soy yo de nuevo, no creo que llegue hoy

- Gabriela donde mierda estas! No sabes cuánto te necesito en este momento


- que paso Viole, estas bien? – Gaby noto la voz de Violetta y se preocupo

- estoy pésimo, no sé qué pasa conmigo, no sé qué es lo que estoy sintiendo,


te necesito aquí, ahora!

- pero ahora no puedo llegar, ni aunque me fuese de inmediato

- dónde estás? Estas con ella o no? – Paola entraba en la pieza y no tenía
intención de contestar aquello

- ahora no puedo decir nada, pero llegare lo antes posible, te quiero Violetta! Y
estoy segura que tienes las respuestas a todas tus interrogantes

Sin decir más corto la llamada, con la mirada inquisitiva Paola la miraba
sentada a los pies de la cama.

- todo bien?

- todo bien

- Me tengo que ir

- como que te tienes que ir

- Violetta, no la oí bien, prefiero ir, está sola acá y por más que se lleve bien
con todas, no son sus amigas.

- la niña está mal y tu corres, va a ser siempre así?

- respóndeme eso tu, cada vez que te llame le vas a responder y te pegaras
una hora al celular?

- no fueron más de diez minutos, exagerada y lo siento, no correspondía que le


contestara

- ciertamente

- Gaby, de verdad te vas a ir? Me vas a dejar aquí?

- tonta – dijo lanzándole la almohada

- le dije que estaba contigo, que no volviera a llamar, que ya lo nuestro había
pasado y que por favor se olvidara.

- no te estaba preguntando que le dijiste

- Ya po Gabo! Córtala, está todo bien entre nosotras porfía no lo compliquemos

- no lo estoy complicando, pero me da rabia que después de todo el daño que


te hizo le contestes el celular

- yo igual te hice daño a ti, sin embargo aquí estas


Gabriela la miro con cara de querer matarla, aun así Paola se acerco a ella y
acaricio su rostro acomodo su pelo y beso sus labios una y otra vez sin apuro
alguno.

- Perdón, pasemos la noche aquí y en la madrugada vamos a la playa con las


chicas, de paso hacemos esto oficial para todo el mundo

- para todo el mundo?

- sí, porque lo preguntas así? – cuestionándola más que preguntándole

- lo que pasa Pola, es que me gustaría que esto fuese más secreto – la cara de
Paola se fue al suelo en ese momento – tu sabes, yo no sé si pueda decírselo al
mundo entero, me va a costar un par de años salir del closet

- imbécil! – grito una y otra vez Paola mientras la golpeaba una y otra vez en
sus brazos – no me simpatizas ni un poco!

- vieras tu qué bien me caes! – dijo Gaby entre el ataque de risa que tenia por
la cara de Paola

Cuando ya se había calmado y Paola estaba acostada a su lado sin mover un


musculo, se puso sobre ella y agarro sus manos sobre la cabeza, paso
delicadamente la mano que le sobraba por sobre el cuerpo de Paola, delineando
su rostro – todo esto – sus senos, su torso – esto! – y soltando por completo
sus manos y tomando por debajo su trasero – es mío! Todo mío! Así que
prepárate por que si es necesario iré a la televisión para que todo el mundo lo
sepa, esta vez no te me escapas Poli Poli, esta vez serás mía para siempre! –
Para Paola oír esas palabras la llenaba de gozo, de placer, de felicidad, Gaby la
tomo del cuello y comenzó a besarla incontrolablemente una y otra vez, beso
sus labios, beso su lengua sin restricciones, se paseo por su cuello hasta su
oreja y volvió nuevamente a sus labios, sin siquiera quitarle la ropa que llevaba
puesta bajo nuevamente, pero esta vez a sus pechos, subió un poco la polera y
se sumergió en aquellos montes que la enviciaban, los lamio, los beso hasta los
mordió; en un rápido movimiento le dio la vuelta a Paola y beso su espalda,
recorrió con su boca y su lengua cada rincón, llego a su cadera y se preocupo
directamente de los costados, donde sabía que volvería loca a Paola, sin
disminuir la velocidad bajo hasta su trasero y lo lamio en su totalidad, lo beso,
lo mordió y dejo una que otra marca; Así en esa posición quito la ropa interior
que aun tenia puesta Paola y se lanzo de lleno a darle el placer más rico que
podría aquella mujer sentir, puso sus dedos dentro de la cavidad de Paola y con
su lengua recorrió toda su femineidad, continuos movimientos que no se
detenían hacían que Paola se agarrara con sus manos y dientes a la cama,
mientras que Gaby le daba todo el placer posible que podría sentir, una y otra
vez recorrió su vagina sin detenerse y sin sacar los dedos ni detener el
movimiento que tenían la dio vuelta y se dedico de lleno a su clítoris, cuando
Paola sentía que ya no podía mas, que acabaría en cualquier momento, Gaby le
daba pequeños mordiscos a su clítoris que la hicieron acabar múltiples veces
hasta que ya el cuerpo no le dio más y tuvo que rogarle a Gaby que se
detuviera.

A la mañana siguiente fue Paola quien despertó a Gaby, se había levantado


temprano y le traía el desayuno, todo lo que a Gaby le encantaba estaba en esa
bandeja y sosteniendo la bandeja.
- bonita despierta – le susurro en el oído, peor Gaby no despertó – Amor, hay
que levantarse – aun seguía sin despertar – Gabriela si no despiertas en este
instante me voy sin ti! – grito sentándose en la cama con mucha frustración.

- desperté cuando te fuiste a preparar todas esas cositas ricas, mensa

- pesada!

- lo se é!

El desayuno fue express y antes de darse cuenta ya estaban en la playa,


llegaron silenciosamente a la casa, Paola fue directo a la pieza de Ignacia y
Gabriela a la de Violetta, claramente solo una encontró a quien buscaba

- Así te quería pillar! Cochina – dijo Gaby riéndose por la situación y por como
Violetta cubría a Ignacia

- sale desubicada! – dijo Ignacia

- no me estabas llamando anoche, desesperada, que tus sentimientos, queme


necesitabas y no sé qué ocho cuartos! – dijo mirando a Violetta

- llegaste sola? – pregunto su ex novia

- sola – respondió Gaby y la sonrisa que tenía en su rostro desapareció.

- como que sola patua! – dijo Paola entrando a la pieza y tapándole los ojos –
se pueden tapar bien porfa! – grito con cara de enojo a las dos mujeres que
yacían en esa cama

- de partida, ustedes deberían irse que hacen aquí! – dijo Ignacia

- nada de que irse, me hicieron terminar abruptamente con mi luna de miel


ahora se aguantan – respondió entre gritos Paola

- amor, ahora puedo mirar?

- No! – grito Paola

Aquello solo causo la risa de Violetta e Ignacia, que aun no entendían como
habían llegado a esa situación, lo mismo que querían entender Paola y Gaby,
más llevaría un tiempo entender todo lo que estaba pasando en aquel grupo, lo
único que entendían era que el amor estaba.

Nota: Respiren tranquilos hasta la próxima parte. Gracias por leer y


comentar! :)

9
Capitulo XI: Setecientos treinta días I

“De tanta carne sin masticar, lluvia o rubí, se queda en sí, así no se puede dar.
Lo que está afuera es el final, yo no por ti, tu no por mí por dentro rugirá, de
tanta piedra quebradiza, vino a caer lo imposible de nuevo por no ver y si
estamos despiertas, pa’ cuando llegue la mitad, ella le dirá todo lo cierto, su
amor entero siempre llegara… Y si estamos despiertas, pa’ cuando llegue la
mitad, ella le dirá todo lo cierto, su amor entero siempre vivirá.”

Lo cierto,
Camila Moreno.

- Camila, hay alguna respuesta de Ignacia? – pregunto nerviosa Paola

- Nada aún y ustedes algo de Violetta?

- Si alguna de las dos no está aquí para mañana por la mañana, que se olviden
para siempre de mi – La cara que Gaby tenia, hacía que nadie dudara de sus
palabras

- yo aun no entiendo lo que paso – dijo Javiera

- mucho menos lo entiendo yo – todas giraron a ver a la dueña de esa peculiar


voz – Ciao mis amores, las extrañe

Gaby fue la primera en correr a abrazar a Violetta, rodeo con sus brazos su
cintura y no la quería soltar, la extrañaba demasiado.

- ayuda por favor! – exclamo Violetta sofocada

- Cuanto tiempo ha pasado? – pregunto Javiera dándole un abrazo cálido

- creo que unos ocho meses

- Violetta que paso, donde está Ignacia? – pregunto Camila mientras besaba la
mejilla de la Italiana

- dónde está? Ni idea, que paso, creo que eso lo saben

- sí, pero no entiendo cómo pudo pasar algo así – cuestiono Paola

- si lo descubres me avisas porque yo no lo entiendo

Mientras todas seguían comentando la situación, Ignacia seguía en el mismo


cuarto de hotel en el que estaba hacia una semana, no eran sus amigas las que
la preocupaban, tenía claro que siempre la iban a apoyar fuese lo que fuese que
pasara con ella, el problema era otro, era obvio que Violetta iba a estar ahí
para el gran evento, lo que no era obvio, era el si ella iba a ser capaz de
enfrentarla, que le iba a decir, cuáles serían sus escusas, todo aquello pasaba
por su mente y una vez más lloraba al recordar aquel fatídico día.

- Igna, yo sé que llevamos poco tiempo juntas, que hemos


tenido altos y bajos, pero sabes que desde el primer día que te vi, supe
que serias alguien importante en mi vida, fuiste la primera persona de
la que me enamore…

- Violetta a dónde vas con todo esto? – interrumpió Ignacia con


preocupación.

- espera – sonrió sin percibir nada – quizás sea abrupto, pero es


contigo con quien quiero amanecer, tu eres la persona con quien quiero
terminar mi día, io ti amo bella – pronuncio en su más natal idioma,
sacando una cajita gris de su chaqueta – Ignacia tu…

- No! Para, por favor para – dijo Ignacia Interrumpiéndola, Evitando


que Violetta abriera la caja – no sigas por favor

- Me estás hablando en serio Ignacia? – pregunto con cara de


espanto

- Viole es que, no, para

- perdón?

- es que no lo entiendes

- me estás diciendo que no – musito casi para ella misma, en


tanto una lagrima caía por su mejilla

“Toc, toc, toc” Sonó la puerta interrumpiendo los pensamientos de Ignacia, se


levantó a abrirla sabiendo quien estaría atrás.

- Hola

- Hola – respondió sin mucha gana

- como llegaste

- da lo mismo como llegue

- te extrañe

- guárdate tus palabras, por favor.

- Ignacia, no seas así! Viaje al antiguo continente por ti

- y yo fui tan idiota

- No mi amor, fuiste inteligente, casi arruinas tu vida atándote a alguien que no


amas

- Cállate por favor!

- no la amas, asúmelo
- la amo, la amo con todo lo que se llama ser!! – grito Ignacia

- cariño si la amaras tanto no la hubieses engañado conmigo

- una vez! Una maldita vez, que me emborrachaste para llevarme a la cama!

- no vi que lucharas contra mí, de hecho me tomaste con gusto

- Ándate! Susana ándate por favor!

- Ignacia yo puedo hacerte feliz, dame esa oportunidad, te lo ruego, ahora


estas sola, podemos ser felices

- no.

- dame una razón para negarte tan cerradamente

- jamás me lo perdonaría.

- nena, ya no te va a perdonar, deberías tenerlo claro

Susana tomo sus cosas y se fue de aquel cuarto de hotel. hacia años atrás
Ignacia le había hecho ayudantía a Susana, Ignacia fue su primera mujer y
nunca la pudo superar, hacia unos meses se habían encontrado en el
aeropuerto, Ignacia quedo embobada con lo grande que estaba, era toda una
mujer, pero aun así no se le paso por la cabeza nada con ella, tenía a una gran
mujer a su lado, aun así, meses después frente a ella estaba esta mujer
desnuda esperando que la tomara, culpo al alcohol, a la falta que le había
hecho Violetta ese mes, se culpó ella misma, pero ya era demasiado tarde

- Violetta no puedo decirte que si, no en estas condiciones

- a que te refieres

- Violetta yo… lo siento

- Sientes que? Decirme que no o el haberte metido con otra


mujer mientras que yo buscaba a mi hijo?

- Violetta… – el desconcierto en su rostro reinaba.

- sí, lo sabía, la pendeja tuvo el descaro de decírmelo a la cara,


primero quise matarte, después pensé en vengarme, pero con la
cabeza fría pensé lo mucho que te amaba y que quizás era mi culpa por
dejarte sola por tanto tiempo y es tan grande el amor que siento por ti,
que en vez de terminar todo compre este anillo – dijo abriendo la caja
– pero está claro que tu amor no es tan grande como el mío, si no
hubieses dicho que si y este anillo esta noche estaría en tu dedo, no en
cualquier basurero de la ciudad

Violetta se paró dejando a Ignacia sola en aquella mesa de aquel restaurant,


pudiendo ver claramente como aquella caja caía en el basurero, sintiendo como
si le enterraran un objeto filoso en medio del corazón y aun en el recuerdo
volvía a sentir el mismo dolor, una y otra vez.

En tanto Ignacia recordaba, Violetta intentaba olvidar, pero mientras más lo


intentaba, más recordaba.

- Dejen de preocuparse por mí y céntrense en ustedes, que les queda una


semana – Dijo Violetta intentando evadir la pregunta previamente hecha

- responde, que harás cuando la veas? – insistió Camila

- … - Violetta se quedó mirando a la nada, más no respondió

- Ya, te lo pondré fácil, acompáñame a confirmar unas cosas que me faltan –


dijo Gaby – Ya regreso amor – depositándole un pequeño beso en los labios a
Paola

- que les vaya bien

Aun no salían completamente del cuarto y las tres restantes, Camila, Javiera y
Paola, se dispusieron a salir de inmediato

- sabes donde esta cierto? – pregunto Javiera

- obvio, hace una semana que lo sé, pero no por ella – dijo Paola – mi vieja me
conto, sus viejos le contaron a ella

- que mierda le pasa a esta hueona, no la entiendo

- ni yo Cami, ni yo.

En un dos por tres, estaban en la recepción del hotel, preguntando por su


amiga, cuando llamaron a la habitación, Ignacia tembló, por no saber de quien
se trataba, cuando abrió la puerta, la primera en lanzarse a sus brazos fue
Paola, la siguió Javiera y luego desde atrás la abrazo Camila, ahí las tres
apoyaron el llanto ahogado de Ignacia, eran necesarias sus amigas en su vida,
sobre todo en este particular momento

- ya, tranquila amiga, ya estamos aquí.

- perdón, por favor perdónenme

- porque tendríamos que perdonarte? Cuestiono Javiera

- porque llegue hace una semana y no las he ido a ver

- sabía que estabas aquí, quise darte tu tiempo, pero te fuiste al extremo, por
eso estamos aquí

- yo, no sé qué decir.

- Comienza por el principio


Ignacia tomo aire y comenzó a relatar como sucedieron las cosas, como en
cinco meses habían paseado por casi toda Europa con solo una cosa en sus
mentes, encontrar el hijo de Violetta, viajaron ciudad en ciudad, país a país y
nada, era imposible, llegaron a España y se dieron por vencidas en el quinto
mes, no había nada más que hacer, sería imposible encontrarlo, pero cuando
toda esperanza estaba perdida, Violetta recibió la llamada de su vida, su padre
se había enterando que andaba buscando al niño y quería que fuera a Italia, a
su casa, Ignacia les relato como le rogo que la acompañaba, no quería
quedarse sola en aquel país, pero tampoco quería que Violetta enfrentara sola a
su pasado, aun así Violetta no quiso y viajo sola, la primera semana la paso
encerrada en el hotel, Violetta la llamaba todos los días a diario, la segunda
semana no llamo ni un solo día, el fin de semana decidió salir, fui ahí que se
reencontró con Susana, una semana más paso y de Violetta no sabía nada, la
preocupación que tenía era evidente y la necesidad de que estuviese a su lado
inmediata. La cuarta semana fue una catástrofe, un Miércoles Susana la
invitaba a bailar, no se dio cuenta como pasaron los tragos por su garganta,
tomó una y otra vez, sin darse cuenta despertó en la cama de una conocida,
con olor a cigarrillo, alcohol y sexo; la mujer que estaba a su lado, no llevaba
ropa al igual que ella y tan rápido como despertó, salió de aquella habitación
rumbo al hotel, se bañó una y otra vez hasta que le dolió la piel, salió del baño
y veía como entraba la mujer que más amaba en el mundo con un ramo de
flores y sus maletas, en su rostro una sonrisa, pero también lágrimas.

- El niño se llama Otto, es la imagen de Violetta, pero a pesar de que los padres
entendieron la situación, le rogaron que no alterara su vida, que ellos le
contarían pronto que era adoptado y si él quería conocer a su verdadera madre,
ellos la llamarían, pero debían estar consciente de que quizás quisiera conocer
a su padre, basto eso para que Violetta desistiera y les rogara que la
mantuvieran al tanto de todo, si el niño necesitaba cualquier cosa ella estaría
ahí

- que terrible – dijo Camila

- sí, y yo ahí siendo su hombro por dos noches seguidas de llantos y más,
mientras ella lloraba por el niño, yo lloraba por ella en silencio, después supe
que su llanto también era por mi

- porque?

- Susana le dijo lo que había pasado esa noche, cuando me propuso… cuando
me propuso matrimonio – con las lágrimas a punto de salir – no fui capaz de
decir que si, aunque quería gritarlo a los cuatro vientos

- tu conciencia tiene un poder incalculable

- pude callarme, Javi, pude callarme y decir si, sabes, - decía con desespero -
Cami porque no lo hice, porque no dije si

- por qué a la larga lo hubieses dicho igual, quizás hubiese sido peor, mejor
antes que después – dijo Paola

- Que harás ahora?


- no lo sé, que puedo hacer, no creo que importe lo que haga, la herida ya la
cause

- intenta repararla – dijo Camila

- cuando llega? – pregunto Ignacia

- ya está aquí – respondió Paola – llego hoy

En ese mismo instante lo que su corazón sintió fue una inyección, un dolor letal
causado por algo tan pequeño como una aguja, una y otra vez, punzaciones le
partían el corazón, había cometido un error, pero amaba a esa mujer con su
vida y si no la recuperaba se perdería con su amor en el más oscuro abismo.

- hace cuanto fue todo esto?

- un mes y algo más

- y porque volviste hasta ahora? – pregunto Camila

- porque en el momento que me acosté con otra mujer, me perdí, necesite este
tiempo para reencontrarme

- Igna, tú tienes tu casa, tu cuarto, no tienes por qué estar aquí

- Pola, si necesitas ayuda ahí estaré, pero no me pidas que duerma en la


misma casa que ella, será tan difícil para ella como para mi

- se va a quedar en un hotel – dijo Javiera

- como lo sabes? Pregunto Ignacia

- hablamos regularmente

Las chicas seguían hablando pero Ignacia ya viajaba una vez más en su mente,
la extrañaba, la necesitaba, la amaba tanto, pero no tenía derecho a buscarla,
aun así anhelaba que Violetta le diera la oportunidad de hablar, pero que iba a
decirle, “perdón te engañe con otra mujer, no fue mi intención, estaba
borracha, listo perdonada, ahora si casémonos, vivamos juntas para toda la
vida, tengamos una familia, hasta un perro, una casa y montemos el negocio
de nuestros sueños” no la vida no era tan fácil, Violetta no se merecía nada de
aquello. Violetta por otro lado, seguía con Gaby en lo suyo, aunque solo en
cuerpo presente, ella aun no dejaba su antigua casa

- donde estuviste este mes?

- adivina

- Cartona

- si volví a la casa

- como esta todo, la gente, el lugar, la casa igual?


- todo igual, da un gusto llegar y ver que nada ha cambiado

- que rico, recuerda que tenemos que ir juntas, fue una promesa

- Gaby, la extraño – dijo de la nada Violetta

- lo se cariño, lo se

- no sé qué voy a hacer cuando la vea

- estas en todo tu derecho de evitarla

- no sé si quiero evitarla

- no lo pienses demasiado, espera que llegue el momento y sabrás que hacer

La noche llego tan rápido como un parpadeo, Ignacia en su cuarto de hotel,


castigándose una vez más por lo que había hecho y Violetta en la de ella,
intentando no pensar, “la mente en blanco” pensaba, pero mientras más lo
intentaba menos en blanco quedaba.

Paola tenía la dicha de dormir na vez más con la mujer que amaba, pero era
inevitable no pensar en su amiga, ella sabía de mal de amores y en especial
cuando eres la persona que comete el error, te llevas todo el peso encima.

- hoy fuimos a ver a Ignacia – dijo Paola con los ojos cerrados sin querer ver a
la mujer que tenia al lado

- como que fuimos a ver!? Donde esta esa hueona

- en un hotel

- y porque no me dijiste antes para ir?

- y a Violetta donde la dejas

- está bien, pero mi amor, Ignacia también es mi amiga

- lo sé, pero tú le tienes mucha rabia en este momento

- necesito entender que paso por su cabeza

- pero no corresponde que seas tú quien entienda eso

- si se, pero solo así podre saber si Violetta la va a perdonar

- insisto amor, no te corresponde eso

Paola se acurruco bajo los brazos de Gaby y sintió su amor, su gran amor que
no solo era para ella, alcanzaba también para sus amigas, sabía que le dolía la
situación que estaba pasando, pero también sabía que no estaba en ellas el
solucionarlo, en casos así hay solo dos partes que pueden solucionar las cosas.
- sabes que te amo cierto – dijo Gaby acariciando el cabello de Paola

- la verdad es que no lo sé muy bien

- debe ser donde no lo digo nunca

- yo creo que es eso, a ver, dímelo otra vez para empezar a darme cuenta

- te amo – dijo con una sonrisa en su cara – ahora lo sabes?

- lo sé, pero no te creo mucho

- y que necesitas para creerme?

- tu deberías saberlo

- sabes que cuando te miro, cada vez que lo hago, me dan ganas de tenerte
para toda la vida y cuando pienso que un día esta vida va a terminar, me da un
dolor aquí – dijo presionando su pecho – una angustia de que ese día
tendremos que separarnos y le ruego al cielo ser yo quien se vaya primero
porque qué va a ser de mi sin ti en esta vida, entonces pienso, si te encontré
en esta vida, en la próxima estaremos probablemente juntas.

- te amo – dijo Paola besando sus labios

- ahora me crees?

- te creo desde el primer beso

Gaby tomo a la mujer que ama de su cuello y sujeto su cabeza en un profundo


beso, faltaba menos de una semana para el gran día y entre beso y beso
recordó una vez más…

Gaby entraba a la casa y por primera vez en mucho tiempo no había


nadie, la casa estaba a oscuras y por más que prendió las luces estas
no prendieron, pero por arte de magia pequeñas lámparas comenzaron
a iluminar el pasillo creando un camino, con una sonrisa en sus labios y
mucho asombro avanzo, hasta que las luces se apagaron, llego a su
cuarto pero no había nada, oprimió el interruptor y sobre la cama había
una caja enorme, no entendía la ocasión, por un momento pensó que
se le había olvidado alguna fecha importante, aun así abrió la caja, su
contenido no era lo que esperaba, una y otra vez saco una caja de
adentro hasta que llego a una pequeña caja con un moño de rosa arriba
y un pequeño papel bajo ella, “No me abras aún”. Gaby volvió en sus
pasos y vio luz en la piscina, ahí estaba la mujer que amaba, sentada
en una hermosa mesa, con la comida servida y un vestido que por un
momento hizo delirar a Gabriela…

- Hola – dijo Paola con su característica sonrisa

- Hola – respondió Gaby casi en un suspiro – que es todo esto?

- no te ha gustado?
- no sé de qué se trata

- siéntate – dijo tomando la caja que estaba en sus manos

- nunca nos hemos puesto de acuerdo en que fecha celebramos


nuestros múltiples aniversarios, cierto?

- cierto

- el primer beso, la primera vez o cuando volvimos a estar juntas, de


aquello faltan tres meses para cumplir dos años, Gaby aquel día que te
recupere fue un sueño, jamás lo creí posible, por eso hoy quiero
proponerte que tengamos una sola fecha para celebrar un año más de
estar juntas

- y cual sería ese día

- el día que me dijiste “bonita, serias capaz de olvidar todo…”

- … y darme una nueva oportunidad – dijo Gaby completando aquella


frase

- pero quiero que lo recordemos de otra forma – dijo Paola abriendo la


cajita

- cómo?

- como el día en que nos dijimos que si mutuamente – con una lagrima
en su rostro mostro dos enormes sortijas – Gabo amor de mi vida, te
quieres casar conmigo y…

- sí, sí, sí!!!

Parecía mentira, que de eso ya habían pasado casi tres meses y faltaban unos
días para llevar acabo el sueño de su vida, Gaby quiso pedirlo mucho antes,
pero algo se lo impedía, tal vez había algo de inseguridad en ella, había sido
mucho el tiempo separadas, había pasado mucho entre ellas, pero que fuese
Paola quien se lo pidiera la había hecho la mujer más feliz del mundo, después
de eso, solo felicidad les quedaba por delante.

Un nuevo día llegaba y con él se venía encima el esperado matrimonio, seria en


el campo, los padres de Gaby les regalaron todos los preparativos, incluida la
banda que habían contratado, pero ellas se encargaron de elegir absolutamente
todo y los papás de Paola les regalaban una enorme casa, con todo lo necesario
para vivir cómodamente, Gaby no quiso aceptarla, pero su suegro la convenció
“hija, el casado, casa quiere, o la casada en este caso, lo único que te voy a
pedir, es un nieto”. A pesar de ya tener la casa lista, no estaban preparadas
aun para dejar la casa en la que habían vivido tantos momentos y por las
chicas tampoco querían dejarla, así que optaron por vivir sus últimos días ahí y
luego de la luna de miel, regresar a su nueva casa, aunque en ella tenían
cuartos para todas y lo más probable seria que se la pasarían ahí.
- Srta. Gabriela Welham, tenemos serios problemas con la torta – decía la voz
al otro lado del teléfono

- qué clase de problemas

- La trufa blanca no ha llegado y la pedimos con un mes de anticipación, es


imposible que la tengamos para la fecha solicitada

- pero como tan ineptos! Y me llaman hoy!

- lo sentimos Srta.

- me envían inmediatamente a alguien a buscar la trufa, aunque tengan que


sacarla de la tierra! – dichas aquellas palabras corto

- Amor que paso!?

- estos imbéciles no consiguieron la trufa, que no llego, que rabia

- pero amor que hagan la otra opción

- no! Yo quería de trufa – dijo Gaby con rabia

- nos seas caprichosa Gabriela, es solo una torta – levantando el teléfono para
llamar – buenas tardes, hablas con Paola, si de la torta de trufa, no se
preocupen por la torta, queremos la segunda opción

- segura que no hay problema, porque una de las ayudantes estaba preparando
su viaje para traer la trufa

- no es necesario, no se preocupen, con la segunda opción está todo bien

- ok, no la decepcionaremos

Paola corto la llamada y Gaby daba vueltas en la cocina con una cara de ogro,
que probablemente asustaría a cualquiera

- Gabriela Agustina Welham! Mírame ahora mismo!

- que!

- cambia esa cara, hay mucho por hacer, deja tu capricho o me voy a enojar
yo!

- no me digas Agustina!

- te diré así todo el día si no cambias la cara!

- es que yo quería trufa – dijo estirando la trompa como una niña chica

- Ay amor eres tan especial


Paola tomo entre sus brazos a Gaby y rio de su actitud, en eso estaban cuando
Violetta entro en la cocina

- hola bellezas

-hola – dijo Gaby secamente

- y a ti que te paso?

- no hay trufa – dijo Paola riendo

- no te rías! – regaño Gaby

- Compórtate Agustina

- Jajajaja ja! Compórtate Agustina – dijo presionándose la guata de risa


Violetta

- tu para de reírte – indicando a Violetta – y tú, me dices una vez más Agustina
y no me caso!

- oh! – grito con asombro Violetta

- me estas amenazando?

- si!

- segura?

- si! – dijo con menos seguridad

- A-GUS-TI-NA!! – grito con Paola riéndose a carcajadas

- se cancela el matrimonio – grita Gaby y sale de la casa

Paola en vez de preocuparse por aquellas palabras reía con más ganas, se
miraban con Violetta y reían mucho más fuerte, mientras que Gaby escuchaba
hasta afuera las risas y le causaba más rabia, todo por unas putas trufas,
pensó. Se sentó a la entrada de la casa a fumar un cigarro cuando vio a Ignacia
estacionar su auto, “ a ver si te sigues riendo ahora” pensó, luego se sintió
cruel por aquel pensamiento, recién empezaba a fumarse el cigarro cuando
Ignacia se acercó a ella

- Hola

- Apareciste – dijo apagando el cigarro bajo su zapato

- Gaby…

- ven a darme un abrazo mejor


Ignacia se acercó a Gabriela y la abrazo tan fuerte como pudo – felicidades
amiga – pronuncio mientras seguía abrazando a Gaby, ninguna quería soltarse,
Gaby porque sentía a su amiga e Ignacia porque lo necesitaba.

- y esas risas – pregunto al oír las risas que seguían a dentro de la casa

- Paola y Violetta, riendo de mi – dijo sin pensar

- Esta aquí…

- tarde o temprano la tienes que ver

- pensé que estaba en un hotel

- oye, tengo que ir a ver mi vestido, me acompañas?

- por supuesto

- espérame, saco el auto y vamos

Gaby entro rápidamente sin decir nada, Paola y Violetta la vieron mientras
pasaba, pero paso tan rápido que no alcanzaron a decir nada, Violetta salió
corriendo a gritarle su segundo nombre y alcanzo a ver quién se subía al auto,
cuando reacciono ya habían partido

- que paso? – pregunto Paola

- era ella

- quien?

- Ignacia

Dicho aquel nombre inevitablemente comenzó a llorar, Paola sintió la necesidad


de abrazarla, Mientras que del rostro de Violetta solo corrían lágrimas, no
habían lamentos, ni quejas, ni siquiera suspiros, solo corrían lagrimas
desesperadas por volverla a ver

- no la veía desde aquel día – dijo limpiando su rostro

- puedo decir algo en su defensa

- yo misma la he defendido una y otra vez en mi cabeza, sí me engaño, sí me


dijo que no, pero aun así la sigo amando, se metió tanto aquí dentro que es
imposible sacarla

- entonces porque no hablas con ella y dejan todo atrás

- porque no me corresponde a mí, hubiese bastado que se parara de aquella


silla aquel día, que me hubiese seguido tan solo unos pasos… da lo mismo, ni
siquiera oí un discúlpame de sus labios.
- le darás la oportunidad de hacerlo?

- espero que ya no sea muy tarde cuando quiera hacerlo.

Violetta imaginaba una y otra vez el momento en que volviera a tenerla


enfrente, la besaría una y otra vez sin dejarla siquiera hablar, la deja hablar y
con solo su mirada ya la tenía perdonada, incluso en su imaginación habían
momentos en que era ella quien pedía perdón una y otra vez; dos meses sin
ella eran una eternidad en su mundo, Ignacia era su mundo, pensó una vez
más en dejar todo atrás, empezar de cero, si había logrado amar a Ignacia
porque no lo haría con otra mujer, besar otros labios, tocar otro cuerpo, besar
otro cuerpo, que otro cuerpo la besara y ahí volvía a gritar de desesperación,
como dejaría que otra mujer la tocara, que otra mujer la besara, como pudo
ella dejar que otra mujer la besara, “quizás su amor no era tan grande como el
mío” y con aquel pensamiento dejo de llorar.

Los días pasaron y sin darse cuenta eran las seis de la mañana de un largo día,
habían pasado la noche en la casa de campo, se repartieron las amigas y no se
vieron la última noche de solteras, Gabriela se quedó en la casa de adelante
con Violetta y Javiera, en tanto Paola se quedó en la casa de atrás con Ignacia
y Camila. Las seis de la mañana en punto, el despertador sonaba y empezaba
la fiesta, gente corría de un lado al oro entre ambas casas, estaba todo el
mundo invitado, incluso la gente que cuidaba la parcela en el campo,
compañeros de trabajo, amigos de la familia, amigos de la infancia, incluso
personajes internacionales, era el matrimonio del siglo y entre tanto revuelo
habían dos parejas protagonistas de cualquier cotilleo existente aquel día, la
principal, la que uniría sus vidas para siempre y confirmarían su amor ante el
mundo y la segunda, la que no había logrado verse a la cara, la que hacia lo
posible por evitarse, pero como decía toda la gente, “llegara el momento en
que obligadamente se vean a la cara! Casi medio día y aun ese momento no
llegaba, los puestos estaban casi llenos, la gente esperaba con ansias el
momento en que las novias cruzaran hasta llegar al altar que habían creado,
pero aún faltaba una hora para que esas dos estuvieran listas para decir si

- Gaby si no te apuras Paola va empezar a enloquecer – dijo Javiera

- esta lista?

- me llamo Ignacia que le falta solo el ramo

- Donde carajos se metió mi mamá!

- la voy a buscar? – pregunto Violetta

- porfa Viole, no sé dónde está metida

Entre que Violetta daba vuelta la casa buscando y no encontraba a la mama de


Gaby, Paola rabiaba por su ramo

- y ahora qué hago! Sin ramo! No me caso!! – grito con rabia

- cállate histérica, si el ramo ya viene – dijo Camila


- donde que no lo veo? – insinuó con ironía

- volando – dijo Ignacia

- anda a ver qué pasa – le dijo a Ignacia poniendo voz de niña chica

- ya, ya, ya, pero tranquilízate que si se te corre el maquillaje estamos


perdidas!

Ignacia fue de un lugar a otro indicándole donde podría estar el ramo, se paseó
por toda la casa y le quedaba el patio, cuando diviso un bouquet de blancas
flores en las manos de la mama de Gaby, corrió hasta alcanzarla

- Tía! Esas son las de Paola

- no hija, son las de Gaby

- no las de Gaby tienen flores blancas y rosas

- estas segura?

- si tía, si yo las acompañe a elegirlas por separado

- y donde están las de Gaby

- Acá – dijo Violetta sin mirar a Ignacia que no dejaba de verla

- Gracias Violetta, toma hija lleva las flores – dijo dándole las flores a Ignacia –
yo llevare estas a Gaby

Ignacia en ese momento no se movía era una estatua, Violetta conto hasta diez
en su cabeza esperando que le dijera aunque fuese hola, pero nada salía de sus
labios, así sin más se dio la vuelta moviendo su cabeza sutilmente de un lado a
otro en señal de decepción. Ignacia se quedó ahí inerte, inmóvil, solo su cuerpo
quedaba presente, cuando Violetta entraba a la casa soltó como si fuese el
ultimo suspiro de un muerto

- Perdón…

Nota: segun yo, era el ultimo capitulo, falso, hay relatos que se mandan
solos... Gracias a los fieles que siempre comentan, leo atenta sus comentarios y
mis agradecimientos para ustedes :)

10
Capitulo XII: Setecientos treinta días II

“Quise mentir y aquí estoy, quise no ser y aun soy, quise volar con mis sueños
pero tu silueta lo desbarato, hace mil años tal vez yo habría sido tu rey, luchar
con muchos dragones y desde mi trono hacerte el amor, dime donde quedo,
ese extraño poder de entrar por una ventana y nunca salirte de mi corazón,
debo admitir que todo es muy distinto sin ti… Sigues dando vueltas en mi
cabeza.”

- Perdón…

Aquel susurro parecía haber volado a Violetta, que incluso dentro de la casa lo
oyó, pero lo escucho en su corazón, porque del corazón había salido. Cuando
salió al patio a ver a Ignacia, está ya se había entrado, “es una locura” pensó y
siguió con lo que debía, entre preparativos y arreglos; ambas acompañaban a
sus amigas pero en cuerpo, el espíritu, el alma, ese estaba en otro lugar,
intentando encontrar a la otra.

La música comenzaba a sonar y con ella el aviso a las novias de que tenían que
salir, la oficial civil estaba en el hermoso altar de flores y todos los invitados en
sus lugares, primero salió Gabriela, del brazo del padre orgulloso de su hija, el
vestido que usaba era digno de una princesa, uno que otro invitado derramo
una lagrima al verla pasar, el piano no interpretaba la típica canción, pero este
no era un matrimonio típico, Javier y Violetta la seguían atrás y se pararon al
lado de ella, mientras que el padre se volvía a sentar, la música del piano
cambiaba y anunciaba a la otra novia que estaba por salir, los ojos de Gaby se
volvieron un par de platos cuando vio caminar a la mujer que amaba por la
enorme alfombra que acompañaba su camino, Gaby pensó “jamás la había
visto tan hermosa” y es que como nunca se había esmerado en verse perfecta,
Paola sonrió con nerviosismo al ver a la mujer que amaba tan perfecta “Ahora
si no te suelto en mi vida” pensó mientras se acercaba a ella; Su padre la
entrego a su futura esposa y no pudo evitar llorar en el acto, en tanto Camila e
Ignacia se ubicaban al lado Paola contemplando solo a las dos mujeres que
irradiaban felicidad por donde se les mirase, tomaron con nerviosismo sus
manos y por tan solo unos segundo se contemplaron fijamente, “te amo”
dijeron mutuamente con las miradas y el resto paso en un abrir y cerrar de ojos

- Si hay algo que se quieran decir a la otra, este es el momento – dijo la oficial

Paola tomo la mano en que Gaby tenía su sortija y la beso, tomo aire y
comenzó a hablar – Siempre que quiero pensar en el día en que te conocí me
pierdo en recuerdos porque te conozco de toda mi vida, sin embargo hay un
momento que siempre recuerdo, el primer día que me miraste con amor en tu
rostro, ese día supe que la nuestra sería una historia diferente, que podrían
pasar catástrofes entre nosotras pero aquel sentimiento que vi en tus ojos seria
para siempre, porque el sentimiento era mutuo, Gabriela Agustina Welham –
sonrió mientras que Gaby fruncía el ceño y los invitados reían – pase lo que
pase de hoy en adelante, prometo amarte, serte fiel, protegerte y dejar que me
protejas, prometo que seremos una ante las adversidades y que no habrá nada
en el mundo que nos separe, por sobre todo te prometo y te advierto que la
muerte no me detendrá, te seguiré amando incluso después de eso. – Paola
termino sus palabras y con suavidad limpio las lágrimas que caían del rostro de
Gabriela.

- Desde el principio de nuestra historia fuiste una ladrona en mi vida,


empezaste robándote mis dulces – los invitados rieron – y terminaste
robándote mi corazón, siempre que pensaba lo había recuperado tu rostro se
hacía presente hasta en la sonrisa oculta de las personas, era inevitable, tu
serias por siempre la dueña de mi corazón. Paola…

- No lo digas – interrumpió Paola

- Paola, Pola, Poli-poli, Penélope – diciendo esta última en el oído – Lobos


Suarez hoy a setecientos treinta días de aquel que logre recuperarte prometo
amarte a diario, respetarte, serte fiel y por sobre todo prometo hacerte feliz,
todos los días de mi vida, aunque el día sea oscuro prometo una sonrisa en tu
cara, amor, hoy ante toda nuestra familia y amigos, prometo que aunque
existan momentos difíciles, jamás me iré a dormir sin artes darte un beso, no
hay problema en este mundo que supere mi amor por ti, te amo.

La ceremonia continuo y mientras Paola y Gabriela juraban su amor ante los


cuatro vientos, Ignacia hacia lo posible por dejar de mirar a Violeta y está en
ningún momento la miro, incluso ahí frente a frente, hasta que la oficial dijo
“por el poder que me confiere la ley, las declaro mujer y mujer” en ese preciso
instante de alegría, amor y plenitud sus miradas se cruzaron, sin poder
despegarse la una de la otra, nadie se percató de aquel instante, todo el mundo
contemplaba el beso lleno de amor entre Paola y Gaby, menos ellas que lo
único que lograban ver era la mirada de la otra.

Las felicitaciones para las recién casadas llenaban el lugar, un carro con dos
caballos las esperaba, caminaron a él y miles de pétalos de rosas caían sobre
sus cabezas, subieron al carro y dieron a sacarse las típicas fotos
matrimoniales, en el jardín estaba listo el banquete para los invitados, mientras
esperaban que las novias llegaran todos hablaban de lo maravilloso que se veía
todo, no habían malos comentarios ni envidias, todo era alegría en ese lugar,
bueno casi todo

- Igna, anda a hablarle – Dijo Javiera

- Javi, na’ que ver, no es ni el momento ni el lugar

- ya, nunca va a ser el momento o el lugar, acaso no te morí por hablarle

- si lo hago, pero no por eso lo voy a hacer

- al final resultaste ser cobarde

- ya, y que más?

- Igna, se valiente ve y háblale a la mujer que amas, que sería lo peor que
podría pasar

- que me mandara a la misma mierda

- como si ya no estuvieras metida ahí

- no sé, deja que las cosas se den

- oye, han visto a la Viole – preguntaba Camila que se unía al dúo


- no para nada – respondía Javiera

- mmm… adivina quién llego y algo me dice que no le caerá nada bien a
Violetta

- quien llego – pregunto Ignacia con preocupación

- Emma

- Emma!? – Decía Ignacia con visible preocupación – pensé que no iba a venir

- cancelaron su vuelo y decidió venir, tarde pero vino – dijo Camila

- cuidado Ignacia, ya tai quema, evita rostizarte – alerto Javiera

- seria estúpida para hacer algo – dijo Camila

- ya tranquilas las dos, con Emma somos amigas y punto

En eso estaban cuando una enfurecida Violetta caminaba con clara dirección sin
apartar la vista de Ignacia, haciendo que con su sola presencia Javiera y Camila
se alejaran un metro de ellas, aun así se podía oír lo que decían

- No puedo creer que yo me enamorase de una persona como tu – casi en el


oído le hablo Violetta

- Violetta que te pasa – dijo Ignacia con asombro por lo que oía

- como fuiste capaz de invitar a esa perra, sabiendo que estaría yo aquí

- a Emma? Pero si yo no la invite

- Emma? Te estoy hablando de Susana no te hagas la tonta!

Javiera y Camila que oían la conversación se miraron con sorpresa y a la vez


buscaron con la mirada a Susana, pero no la encontraron

- Violetta yo no he invitado a Susana, jamás haría eso – respondía Ignacia


desde las lagrimas

- entonces que mierda hace aquí

- Viol…

- no espera, no me des explicaciones, no las diste antes y ya es tarde –


interrumpió Violetta dejando el lugar.

Violetta se marchaba y las recién casadas aparecían causando los aplausos y


gritos de la gente, Javiera saco del lugar a Ignacia para no angustiarlas con lo
que estaba pasando y Camila las recibía con el abrazo más grande que podía
dar
- Igna, como supo esa pendeja que estábamos acá

- qué se yo, ella sabía que yo volvía a Chile

- ya mejor busquémosla antes que Violetta la mate – dijo Javiera

Cuando al fin la encontraron, Susana reía con un vaso de Champaña en la


mano y un cigarro en la otra, delante de ella Violetta con claras ganas de
querer ahorcarla

- te vas! – grito Violetta

- no lo creo, ahí llego mi pareja – dijo Susana Indicando a Ignacia

- Susana márchate de una vez por favor – suplico Ignacia

- pero cariño si llegue recién, como nos vamos a ir

- no a esta yo la mato – dijo Violetta impulsándose a agarrarla cuando Javiera


interfirió

- mira pendeja hueona, si no te vai ahora mismo de acá, te saco con los perros
y créeme no te van a quedar ni las extensiones puestas! – Grito Javiera
causando que más de un invitado escuchara

- Susana, ándate por la cresta – dijo Ignacia

- Ahora me hechas, después que me llamas para que este contigo

- ah! No yo me voy – dijo Violetta dando la media vuelta y caminando

- Susana, para por favor, yo no siento nada por ti, ya perdí a Violetta ahora
déjame en paz, jamás voy a estar contigo, podría estar con cualquier mujer en
el mundo pero no contigo.

- está bien, me voy, pero sabes que es lo peor de todo – se acercó para
hablarle al oído – que no te pude hacer nada en aquella cama aparte de
desnudarte – dicho aquello se marchó, dejando a Ignacia momificada en aquel
lugar.

- Escuche bien? – dijo Javiera

- escuchaste lo mismo que yo

- creo que si

- y ahora que mierda hago Javi

- anda a buscarla pu hueona!

Ignacia busco por todo el lugar a Violetta y cuando la encontró se hallaba al


otro lado de la multitud que disfrutaba el primer baile de casadas de las novias,
cuando logro acercarse lo suficiente para hablarle Violetta le había pedido a
Gaby que cambiaran parejas, dejando a Paola con Camila

- no estás bien – dijo Gaby

- shh, estoy feliz por ti – dijo dándole una sonrisa

- se nota!

- cómo te sientes

- como los dioses

- que emoción, sigues nerviosa?

- claro! Se viene la noche de bodas, mi primera vez con ella

- ja jajajaja – Violetta logro reír a carcajadas por esa patuda mentira

- al menos logre sacarte una risa – dijo guiñándole un ojo – ahora sonríe que
estamos de fiesta y te quiero alegre!! – ahora devuélveme a mi mujer

Violetta sonrió sin parar hasta cambiarse y quedar bailando con Camila

- Hola Guapa – dijo Violetta

- hola que tal

- bien y tú, cómo te llamas

- Camila y tú?

- Violetta, sabes Camila, justamente quería conocer a una Camila

- has tenido suerte

- cariño si tú eres la Camila con la que soñaba he ganado la lotería

- si así coqueteas con todas, no me extrañaría que incluso una hetero cayera en
tus redes – dijo Camila sonrojándose

- aun no tiro la red

- cállate que no me veo cambiando de equipo!

- pero admite que lo estás pensando – susurrándole en el oído

- un poco, pero Viole para que… tu sabes, no me digas decirlo

- lo sé preciosa, es solo un juego, jamás me metería entre dos amigas

- me alegra oír eso


- pero si te voy a pedir un favor

- dime

- me ayudas a embriagarme esta noche

- te ayudo y te acompaño, te parece?

- me parece perfecto

Salieron cogidas del brazo de la pista de baile en dirección a la barra y así se le


perdía una vez más a Ignacia.

- Estas dos se están matando – dijo Paola mientras bailaba con su mujer

- lo sé, pero está mal que hoy sea egoísta y me preocupe solo de tu sonrisa

- solo por hoy no, no está mal

- entonces baila conmigo hasta que me duelan los pies

- Gabo a mí ya me duelen – dijo Paola

- entonces vamos a ponerte unos zapatos cómodos – dijo entre risas Gaby

Ya dentro de la casa era inevitable no sentir aquella complicidad, porque se


podía sentir en el aire, las miradas cómplices, la alegría desbordante, mientras
Gaby le sacaba a Paola los zapatos comenzó a subir sus manos por la pierna y
cuando llego a la rodilla se detuvo – sabes hace tiempo tengo esta fantasía –
dijo mirando bajo el vestido – que fantasía? – pregunto Paola – que te hacia el
amor con el vestido de novia puesto – completo subiendo su mano un poco más
arriba – y sería malo que hiciéramos tu fantasía realidad ahora? – Dijo Paola
cerrando sus ojos – no sé si malo, los invitados se preguntaran dónde estamos,
pero una vez más, que importa – dijo subiendo por completo su mano y
haciendo que Paola arqueara por completo su cuerpo. Gaby mantuvo su mano
en aquel cálido lugar y subió al cuello de Paola, lo beso como nunca antes lo
había besado y en la boca de Paola morían pequeños gemidos ahogados por el
tacto de su mujer – cómeme – dijo Paola en un letal gemido – es verdad lo que
dicen – dijo Gaby bajando la pequeña lencería blanca que llevaba Paola – que
cosa? – que las casadas son más calientes que las solteras – dijo poniendo su
boca en el sexo de Paola evitando que respondiera cualquier cosa; comenzó a
mover su boca en compañía de su lengua a lo largo de aquella húmeda y
placentera carne, recorrió cada espacio que estaba a su alcance, puso dos
dedos dentro de la cavidad de Paola y se centró con su lengua en el clítoris de
su mujer, adentro y afuera llevaba aquellos dedos cuando osó introducir un
tercer dedo y con el todos los gemidos de Paola se extinguieron por un
momento haciendo que le cortara la respiración por unos segundo, mientras
movía lentamente sus dedos y su lengua, cuando su mujer tomo su cabeza y le
hizo presión en su vagina, pudo sentir en plenitud cada sabor expulsado de
aquella mujer, con sus dedos fue aumentando la velocidad hasta que los
gemidos de Paola no fueron fáciles de ahogar, sino todo lo contrario quien
pasaba por afuera de aquella pieza podía oír con morbosidad como Paola
llegaba al éxtasis, cada vez más rápido, Paola se movía como una salvaje en
aquella cama y Gaby solo quería llevarla a la locura, movía su boca con
desesperación sin detenerse por un instante hasta que pudo sentir como Paola
aprisionaba su cabeza entre sus piernas, moviéndolas con desenfreno, para
luego relajarlas y exhalando el más bello gemido que había escuchado de su
boca, Gaby se detuvo y subió para ver a su complacida mujer – Te amo – dijo
Paola con silabas entrecortadas y luego paso su mano por la cara de Gaby
limpiando cada residuo que testificaba lo que ahí había pasado – nunca habías
hecho eso – dijo Gaby – nunca habías estado así de bien – respondió Paola –
mmm… debe ser el matrimonio, creo que tiene ese efecto – contesto entre
sonrisas cómplices Gaby – cállate y ven a besarme! – grito Paola tomando a
Gaby entre sus labios y besándola una y otra vez, sintiendo los sabores que
aun guardaba su boca, solo logro excitarse un poco más…

- para – dijo Gaby

- porque?

- porque tenemos invitados aun

- me quiero ir, vámonos ya!

- no podemos irnos aun, compórtate

- si quieres me puedo comportar tan bien como tu hace un rato

- no me tientes…

- Niñas hay que partir la torta – decía una risueña risa tras la puerta

- Ya vamos!

- Ok! Ah! Y lávense las manos primero!

- Javi te mato! – dijo Gaby para esconder su rostro en Paola

- Creo que será mejor que nos cambiemos enteras la ropa – dijo Paola

- porque?

- Porque – dijo en tono de burla mostrando la parte trasera de su vestido –


mira! Esta todo mojado

- mmm… no es mi culpa Polita

- cincuenta y cincuenta, ahora cámbiate ropa, pero en el baño que si te veo sin
ropa no me controlo y debemos bajar.

Entre que las chicas se demoraban en bajar Ignacia seguía en su tarea de


hablar con Violetta, en dos oportunidades la tuvo enfrente, pero la cobardía le
gano, cuando se percató de lo bien que se estaba llevando con Camila, los celos
invadieron su cuerpo, aunque sabía que Camila sería incapaz de hacer algo así,
el sentimiento estaba y prefirió largarse de aquel lugar, antes que enfrentarlas
y quedar en ridículo, así sin más tomo su cuerpo y se marchó alegándose de
cualquier persona, caminó cerro arriba, quito sus tacos y avanzo hasta llegar a
una planicie, una falda como suelen llamarle los lugareños, busco la sombra y
se tiro a lo largo, mirando el cielo, intentando procesar todo lo que había
pasado hasta ahora y sin buscarlo se quedó dormida.

- Va a pensar mal, lo sabes – dijo Camila

- lo sé, debería no importarme, no se merece que me preocupe por ella

- puede ser, pero tú eres ese tipo de persona?

- no, pero debería – dijo Violetta con rabia

- lo sé, no la puedo dejar ir con aquello en mente – dijo Camila caminando en


dirección a Ignacia

- espera, ahí vienen las chicas, yo iré después de lo de la torta

- segura?

- sí, recuerda que hoy es de ellas

Violetta cambio la vacía copa de su mano por una llena y tomo a Camila para
acercarse a las recién casadas. La gente aplaudía y silbaba celebrando el
acontecimiento, Paola tomaba de atrás a Gaby y juntas tomaban un gran
cuchillo para cortar el primer trozo de la torta, lo pusieron en un plato y Gaby le
dio en la boca el primer trozo a Paola y esta hizo lo mismo con ella, pero le dio
tanto a su cara como a su boca, mientras todos reían por eso, más de alguno y
alguna se sintió caliente por la forma en como con la lengua Paola limpio la
cara de Gaby, dejando a la misma Gaby con ansias de llegar a la noche de
bodas.

- oye donde está la Igna – pregunto Paola al oído de Camila

- salió hace un rato

- que paso?

- nada, no te preocupes tu disfruta a tu mujer

Violetta se escabullo entre la gente en busca de Ignacia, basto preguntar a dos


personas si la habían visto para llegar hasta ella, ahí estaba recostada en el
verde pasto, se veía tan inocente, tan hermosa, pensó por un momento que
con solo mirarla se reenamoraba de ella, así se sentó a su lado y por casi una
hora no desvió la vista de su rostro, cuando comenzó a bajar el sol y se percató
de la hora, se dio cuenta que no faltaba nada para que las señoras se fueran de
luna de miel, acaricio el rostro de Ignacia y le dio pequeño beso en los labios,
solo para despertarla, pensó y sonrió con aquel acto-

- Violetta! – exclamo Ignacia sentándose abruptamente

- eso que viste antes, fue mera amistad


- de que hablas

- de eso, que entre Camila y yo no pasa nada

- lo se

- sé que lo sabes, es solo para confirmarlo

- porque me das explicaciones

- probablemente porque soy la mujer más imbécil de la tierra, mi país estaría


pensando en desterrarme en este momento

- Viole yo…

- da lo mismo

- no, no da lo mismo, escúchame por favor

- Ignacia..

- cállate! Necesito pedirte perdón por dos cosas y he querido hacerlo toda la
noche, primero por…

- solo por dos cosas?

- Viole, para, primero por beber tanto con alguien que no debía al punto de no
recordar nada y segundo por no decir de inmediato que si a tu propuesta

- y por lo otro no te disculparas?

- Susana…

- evita nombrarla por favor

- Ella, me dijo hace un rato cuando la rechace que nunca había pasado nada, si
dormimos en la misma cama porque ella se iba a aprovechar de mi estado,
pero era tan fuerte que no fui capaz de hacer nada, Javiera la oyó, estaba a mi
lado

- ya, está bien

- está bien qué?

- no se Ignacia, no puedes esperar que porque me dices eso te daré una sonría
y todo igual que siempre!

- Violetta por favor perdóname – dijo Ignacia mirándola a los ojos

- porque no me seguiste aquel día, en el restaurant, pudiste haberme rogado


en ese preciso momento y yo habría dado vuelta la pagina
- porque soy una cobarde

- y preferiste que pasara el tiempo

- Si lo sé! Soy una estúpida pero por favor perdóname

- qué pasaría si te digo que estuve con otra persona, me lo perdonarías? –


Ignacia la miro con desconcierto

- estuviste con otra persona!?

- que pasaría?

- no lo sé – dijo parándose y dando una vuelta en sus pasos

- te costaría perdonarme cierto?

- tengo derecho a enojarme por eso?

- tranquila – dijo Violetta – no he estado con nadie, pero me doy cuenta que la
inmensidad de tu amor no es tan extensa como la de mi amor

Violetta se paró del pasto donde estaba sentada y volvió al matrimonio mirando
solo una vez atrás – Paola y Gaby están por irse – así nada más siguió su
camino, Ignacia se sentía la mujer más tonta del mundo, así de grande era el
amor de Violetta que había sido capaz de perdonarle el estar con otra mujer sin
siquiera un reproche, aunque aquello no fuera verdad, se ponía en sus zapatos
y le era imposible hacer lo mismo, habría querido matar a la otra persona y
probablemente a ella también, una vez más dio vuelta en sus pasos y bajo a
despedirse de sus amigas, en el camino limpio sus lágrimas e intento pasar
desapercibida, pero no era suficiente, cualquiera a unos metros de distancia
notaria que había llorado, notaria su tristeza, era imposible no hacerlo.

La fiesta solo terminaba para las recién casadas o comenzaba depende del
punto en que se le mire, se irían por todo un mes al lugar que más amaba en el
mundo Gaby, Toscana, claro que no a la misma casa que habitó con Violetta,
aquello era imposible dijo Paola, pero disfrutaría conocer el lugar a través de
los ojos de la mujer que amaba.

- No hagan nada desastroso en mi ausencia! – dijo Gaby a sus amigas

- tranquila que ya te has ido antes y hemos sobrevivido! – grito Javiera

- oye pendeja, cuídame a estas tontas, en especial a Ignacia – diciendo lo


último en el oído – por favor

- si mami – dijo Javiera contestándole a Paola

- cuídense por favor! – Dijo Camila – tiren arto!

- no se preocupe amiga que de eso me encargo yo! –dijo Gaby


Casi de un brazo Paola subió al auto a Gaby, solo quería estar a solas con el
amor de su vida y así lo estaba haciendo, se encaminaron a una nueva etapa
de sus vidas llena de amor y felicidad, sin mirar atrás, todo el pasado había
quedado enterrado aquel día y solo querían mirar lo que les traería el futuro,
fuese lo que fuese, pero siempre con alegría.

Ya era de noche y mientras Gaby y Paola estaban sentadas en el avión rumbo a


Italia, Violetta recibía la llamada de su vida

- sí, certo che prendere l'aereo ora

-…

- grazie grazie grazie mille

Violetta corto su celular y de inmediato tuvo la necesidad de tener a Ignacia


entre sus brazos, era la mujer que amaba y todas sus alegrías las quería
compartir con ella, pero por más que la busco no la encontró, lo más cercano
que tenía a la vista era Camila

- tu amiga donde esta?

- no tengo idea

- Camila me tengo que ir ahora mismo a Roma

- porque que paso?

- mi figlio me quiere conocer – le dijo con una sonrisa en su rostro que hacía
tiempo no mostraba

Camila la abrazo y le traspaso toda la alegría que le hacía sentir aquella noticia
– felicidades Violetta, te lo mereces – dijo en aquel abrazo

- Quien me podrá llevar a la ciudad? Con todo el alcohol que he bebido no


puedo manejar

- si obvio, si hay choferes para eso

Violetta miro a todos lados intentando ver a Ignacia

- tranquila yo le digo – dijo Camila

- Cami, la quiero conmigo ahora

- la llamaste?

- no

- la llamo?

- por favor
Camila tomaba su celular y mientras esperaba que contestara veía la cara de
ansiedad de Violetta, dos veces marco pero no había respuesta del otro lado de
la línea, insistió una vez más y al fin tuvo respuesta

- que pasa! – respondió Ignacia

- hueona donde te metiste!

- que te importa

- Ignacia estas ebria

- y qué?

- Te fuiste o sigues en la casa

- da lo mismo donde estoy

- oye cabra chica, Violetta necesita hablar contigo

Camila dijo aquello y no obtuvo respuesta, Ignacia había cortado la llamada,


Violetta miro a Camila intentando entender que había pasado

- No sé, esta ebria, no sé dónde está porque no me dijo

- Tengo que preparar mis cosas, será mejor que me vaya – dijo Violetta
resignada

Se despidieron y en cuanto tuvo chofer se fue de aquel lugar, paso la


madrugada entera con una lucha interne de alegría y tristeza hasta que se
cansó y decidió que su hijo era lo más importante en su vida; por otro lado
Camila había pasado la madrugada buscando en cada rincón a Ignacia, pero la
búsqueda fue en vano porque Ignacia no se encontraba ahí, si no en su pieza
de hotel, inconsciente con un feroz golpe de cabeza.

Casi era medio día y hacia horas que Violetta había despegado del país, Camila
desesperada busco a Ignacia por casi todas partes, solo le faltaban dos lugares
Susana y el hotel y se decidió por ir primero al Hotel, golpeo y golpeo pero no
pudo entrar, pregunto en la recepción por ella, le confirmado que había llegado
pero no si había salido, después de media hora de ruegos le abrieron la puerta
del cuarto y ahí seguía Ignacia

- Igna, Igna! Despierta – decía Camila tomando su cara y dándole pequeños


golpes – puta madre de que hora estas así Ignacia! – con la ayuda de un joven
pusieron a Ignacia sobre la cama y llamo a un médico cercano a la familia, en
menos de media hora se encontraba ahí; aun no terminaba de revisarla y dos
paramédicos se encontraban ahí con una camilla

- está bien doctor? – pregunto asustada Camila

- hay que trasladarla urgente, esta inconsciente, las pupilas dilatadas, su


corazón agitado, no sé qué nivel de intoxicación presenta pero lo mejor es
llevarla de inmediato a la clínica
Camila se comunicó con los padres de Ignacia y con Javiera, casi como un rayo
se encontraba en la Clínica esperando resultados

- Que sucede doctor? – pregunto el padre de Ignacia

- la verdad el hecho que aun estuviera con vida es un milagro, los niveles de
alcohol en la sangre la llevaron a un coma etílico

- pero está bien? Se pondrá bien – dijo su madre

- si le daremos un tratamiento intramuscular y estamos controlando la


glucemia, pero por ahora está todo controlado, está bajo hidratación.

Por un día entero Ignacia no despertó, después de aquel episodio sus padres
decidieron internarla antes de que cayera en el alcoholismo aunque para ella
fue una medida exagerada, todos incluidas sus amigas decidieron que sería lo
mejor, Camila decidió por su parte no contarle lo de Violetta, no le haría bien
en su estado, así también lo dijo Violetta cuando llamo y se enteró de todo, por
instante tuvo el impulso de dejarlo todo e ir a verla, pro al lado tenía un
pequeño de trece años, que por primera vez le había dicho mamá y ese gran
detalle le hacía retroceder. Ignacia había preguntado en reiteradas ocasiones
por Violetta pero nadie le decía nada, cuando llegaron Gaby y Paola de su luna
de miel se enteraron de todo lo acontecido, se murieron de la rabia por no
haberse enterado antes, se hubiesen vuelto en seguida y eso era lo que los
detenía a todos para contarles.

Cerca de un año paso, se podía decir que Ignacia estaba bien, al menos no
trataba de sabotear su existencia, pero hacía mucho tiempo que no era la
misma Ignacia, enfoco su vida en su trabajo y de ahí no se movió, dejo de
preguntar por Violetta el día que escucho lo feliz que estaba por una
conversación entre Camila y Javiera, aquel día también decidió dejar la casa, se
compró un pequeño apartamento en la ciudad y se cambió así sin más, aquel
cambio la hizo alejarse de todas, la llamaban para alguna reunión y su
respuesta generalmente era un “no”, un “no quiero” o el habitual “no puedo”.
Cuando Camila y Javiera se vieron solas en esa enorme casa decidieron
venderla, dividieron el dinero en cuatro partes iguales y con su parte
compraron una casa cada una enfrente a la de Gaby y Paola, eran épocas de
independencia decían, pero la cercanía no la podían dejar, mucho menos
cuando Paola tenía ya seis meses de embarazo y la pequeña Sofía no demoraba
en llegar.

Era sábado y como todos los sábados se juntaban todas a almorzar, todas
menos Ignacia que ni siquiera la habían invitado ya cansadas con sus
negativas, Paola paseaba su hermosa barriga con orgullo y Gaby alucinaba con
el día en que la pequeña naciera, igual que las tías chochas por la llegada de su
primera sobrina

- quien iba a decir que las primeras en ser madres serían las lesbianas – Dijo
Camila

- y tú! Si no te apuras te dejara el tren, todavía no se decide tu pololito a


pedirte matrimonio – preguntaba Paola
- déjalo así tranquilito que aún no me decido

- oye les traje un regalo – dijo Javiera – como yo seré la tía favorita, la que le
ara más mimos a la nena – dijo sacando una caja de tamaño considerable –
ábranlo

- ella la favorita! Si esa seré yo – dijo Camila

Adentro de la caja venia un álbum enorme, la primera foto que tenía pegada
era la de la ecografía y abajo impreso un texto que empezaba con “había una
vez…” más adentro en la caja una cámara de fotografías instantáneas

- y esto?

- esa es la historia con calificación PG para toda la familia, cuando se mas


grande le contaremos la otra

Gaby tomo el libro y comenzó a leer…

“ había una vez cinco pequeñas princesas, los reyes sus padres era los mejores
amigos del mundo, por eso las princesas se criaron como hermanas, a pesar de
ser todas amigas, habían dos que destacaban por su cercanía incluso siendo
pequeñas, cuando llegaron a la adolescencia descubrieron que el motor que las
hacia mover era el amor…”

- ya para que me harás llorar – dijo Camila

- esta hermoso Javi, muchas gracias – dijo Gaby abrazándola

- ven que seré la tía preferida, este es la única edición del primer libro de
Javiera Mendoza, ahora la nueva escritora de cuentos infantiles para niños
internacionales – dijo sonriendo

- de verdad! – grito Paola

- sí, es una campaña internacional para niños, cuentos en los que se les enseña
a los niños que la diversidad no es mala, si no parte de la vida

La alegría en aquella habitación era múltiple pro de pronto el silencio llegaba y


era claro que algo les faltaba

- me da pena que haya cambiado tanto

- todas cambiamos – dijo Paola

- si cambiamos, crecimos, pero ella cambio con nosotras vivimos tantas etapas
juntas que cambiar así, tan cortante

- quizás es una etapa, yo también me fue y me aleje de todas – dijo Gaby

- tu motivo estaba presente en nuestra vida y nunca dejaste de comunicarte,


pero Violetta ni siquiera está aquí – dijo Javiera
- A mí me hablo hace un tiempo, me dijo que aún tenía mucha rabia con ella
misma – dijo Camila

- yo la extraño demasiado, espero que se dé cuenta que esta errada antes que
llegue Sofí, no me gustaría que se la perdiera

Seguían conversando respecto a lo mismo cuando el teléfono de la casa sonó


repentinamente

- no esperaras queme pare yo – dijo Paola mirando a Gaby

- me estoy mentalizando – dijo Gaby parándose

- Bueno?

-…

- Viole, cálmate no te entiendo

-…

- cariño me hablas en italiano y rápido no te entiendo!

-…

- Cuando! – grito Gaby

-…

- espérame un segundo, cálmate Violetta!

Gaby tapo el auricular del teléfono y se dirigió a Paola – amor, viene Violetta a
Chile, se va a quedar en un hotel, se puede… - no alcanzo a preguntar cuando
Paola le contesto – dile que no sea idiota, hay cuatro piezas libres en esta casa
y hay dos casas más con espacio – respondió Paola

- ya te tengo listo el hotel tu solo llega!

-…

- ya cariño, que emoción, te espero con ansias!

“!Que paso¡” Gritaron todas al unísono

- que paso de qué? – dijo riendo Gaby

- responde hueona!

- a ver, que dijimos de las groserías, no cuando la niña este presente – dijo
indicando la barriga de Paola

- amor responde – dijo Paola


- no les puedo decir

- como que no nos puedes decir

- solo deben saber que Violetta llega en menos de una semana y trae muchas
maletas

- se queda! – grito Paola

- pero y el niño? – pregunto Camila

Gabriela no les dio respuesta alguna y todas quedaron con la interrogante de lo


que había pasado y en un presente paralelo Ignacia se encerraba una vez más
en su departamento, mirando películas viejas con un tarro de helado y muchos
pañuelos.

Nota: reí mucho con sus comentarios, en especial con ese que me trata a la
niña de tontoluda, aunque creo que lo es un poco. Una vez más creí que sería
el final y una vez más erre y por si fuera poco rompí con mi ideal de dejarlo
solo en diez capítulos. Agradezcan a mi resfriado, que ha permitido tenerme en
cama con todo el tiempo disponible para escribir ;) se me cuidan y comenten
que me entretienen.

11
Capitulo XIII: “Instantes”

“Hay un poema, que se le atribuye a Borges, pero que en realidad no se sabe si


podría ser de Don Herold o algún otro poeta, pero dice algo así…

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer


más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto
de lo que he sido, de hecho tomaría pocas cosas con seriedad. Contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos… Si pudiera volver a
vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría
descalzo hasta concluir el otoño. Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
solo de momentos; no te pierdas el ahora.

Nuestro autor tenia ochenta y cinco años, al concluir su poema lo dice, también
dice que está muriendo, sabiendo que le sería imposible volver a vivir su vida,
pero quienes están antes de la mitad del camino, aquellos o a aquellas aún
están a tiempo de disfrutar ese “ahora”, esos instantes que mientras más
avanza el tiempo, se van y es imposible recuperarlos. “

Paola, Gabriela, Javiera y Camila cuatro chicas que más que amigas eran
familia, en un aeropuerto esperando a la adoptada de la hermandad, con
ansias, con intriga, el vuelo llevaba media hora de retraso y aun no sabían
nada, Javiera se comía las uñas, Camila movía una y otra vez su pierna y Gaby
intentaba sostener a Paola que no cabía en sus nervios, cada una en sus bazas
preguntándose cómo habían logrado tenerle tanto cariño a una desconocida,
aunque era más que cariño era un querer, Gabriela era la única que sabía el
motivo de su llegada y aunque Paola la amenazo para que le contara, no lo
había hecho y así pasaban quince minutos más y nada.

- les habrá pasado algo? – dijo Javiera preguntando a la nada

- cállate pájaro de mal agüero

- mi hipótesis es clara, Violetta viene a buscar a Ignacia – decía Camila como


iniciando una apuesta

- no creo – decía Gaby

- yo creo que sí, aunque quizás llegue con pareja – decía Javiera

- claro como tú! – decía Paola dándole un golpe a Gaby en la cabeza

- tampoco creo!

- claro todo porque ella sabe

En medio de la discusión, los altavoces indicaban que Violetta llegaba, corrieron


a la salida de los pasajeros y esperaron por ver la cara de la preciosidad
extranjera

- no la veo! – grito Javiera

- donde se metió esta hu… - no alcanzo a terminar la palabra cuando Gaby la


miraba con enojo – esta Violetta – dijo sonriendo

Miraban impacientes cuando por la puerta atravesó una alta mujer,


sobriamente vestida, pero no menos atractiva, sino todo lo contrario, mucho
más atractiva, con el pelo largo oscuro y ondulado, todas la miraron y con
detención siguieron el final de su brazo, como su mano traía sujetada la mano
de un pequeño, con el cabello claro y la misma cara de Violetta, ambos con su
característica idéntica sonrisa en sus caras. Todas miraron boquiabiertas, todas
menos Gaby que se abalanzo a abrazar a Violetta

- Ciao Otto – dijo separándose de su amiga

- Ciao tía Gaby – decía con una dulce voz el niño – Es un placer al fin
conocerte – decía con una sonrisa en su cara

- sabes español?

- mi mamá me enseño muy bien, deseaba mucho conocerlas – dijo abrazando a


Paola – Hola tía Pao

- a no, a este niño me lo como – dijo Paola abrazándolo con muchas ganas

- si te lo comes me dejas sin hijo – dijo Violetta dándole un abrazo


- hola Otto yo soy…

- La tía Javiera – la interrumpió abrazándola de la cintura – mi mamá me dijo


que eras un poco loca pero que probablemente serias la mejor

- ah! Que ricura, tu mamá tenía razón enano – dijo Javiera soltándolo para
abrazar a Violetta

- y de mí que dijo tu madre? – pregunto Camila

- Ciao tía Camila, mamá dijo que eras la única sensata de la familia – respondió
abrazándola

- dame un beso aquí Otto – dijo poniéndole la cara – de la familia ah – le dijo a


Violetta abrazándola con fuerza

- cuando termino todo, me dijo mamá quiero conocer a mi familia, esta es la


única familia que tengo, así que aquí estamos

- pero que paso? – pregunto Paola

- primero llévame algún lugar para asearme dejar las cosas que son muchas y
ahí tranquilas les cuento todo

Paola asintió y los llevo a casa con lo que parecía todas sus pertenecías, camino
a casa se divirtieron con el extravagante Otto, que al parecer quería ser actor,
comediante, dramático, las tenía todas, no pararon de reír ni un segundo y en
tan solo minutos todas sentían que lo querían, era algo mágico

- Mamá – dijo acercándose al oído de Violetta – y ella porque no está?

- no lo sé cariño, pregúntale a tus tías

- qué cosa? – pregunto Camila

- Ignacia, yo quiero conocer a Ignacia – dijo Otto con determinación

- pero, él sabe… - dijo Gaby

- por supuesto, lo sé todo, entre mi mamá y yo no hay secretos

- si claro, solo detalles ocultos – dijo Violetta causando la risa de todas

Cuando llegaron a la casa, solo uno de los cuartos estaba listo por lo que en un
dos por tres Gabriela tenía listo un cuarto para Otto y luego de comer el
pequeño lo único que quería era dormir, cinco minutos tardo en el dormitorio
Violetta y ya estaba en la sala tomando una copa de vino y uniéndose a las
demás que esperaban impacientes

- no les contaste nada – le pregunto Violetta a Gaby

- nadita
- me parce, a ver por donde parto

- por el final – dijo Camila

- el final? El final es que me tienen que ayudar a encontrar casa y colegio para
Otto, de preferencia italiano y de los mejores, porque viviremos en Chile

- de verdad?

- si – dijo con una sonrisa en su cara – también necesito una socia para
montar el restaurant que hace años sueño

- presente – dijo Camila

- aquí hay otra – dijo Javiera

- nosotras igual y de paso hacemos una cadena – dijo Paola

- entonces eso ya está listo – dijo Violetta feliz y bebiendo de su copa

- ya pu Violetta cuenta que paso! – dijo Javiera

- la historia es algo larga pero la acortare, Cuando Otto descubrió que era
adoptado, el mismo hizo los contactos para buscarme, ni siquiera fueron
quienes lo adoptaron quienes me llamaron, fueron los padres de una amiga, a
través de ellos concertamos una cita, bastaron dos segundos mirando a los ojos
de ese niño para caer embobada por él y el por mí, Aquí empezó lo peor, Otto
no me decía porque no les había contado a sus padres adoptivos, nos
juntábamos casi a diario pero en la casa de su amiga, no me hablaba de su
vida tanto como quería saber de la mía, el día de su cumpleaños me plante de
golpe en su casa y me asombro que no le estuvieran celebrando nada, no me
dejaron verlo, ni siquiera me recibieron el regalo que les traía, ahí partió la
pesadilla – paro para beber de su copa – Otto se arrancó de la casa, león el
padre de su amiga me llamo desesperado, cuando llegue Otto lloraba
desesperado, me abrazo como nunca, cuando León me mostro las heridas y
cicatrices que tenía en su cuerpo

- ay! Violetta mentira – dijo Paola sujetando su barriga

- Verdad, casi me morí quise ir a matarlos, pero me contuve, con león llevamos
a Otto a la estación de policía y declaro todo lo sucedido, por más que quise
lanzarme sola en contra de ellos había alguien culpable de todo y ese era mi
padre, lo llame y sin pedirle por favor uso algo de su poder para lograr que el
niño quedara a mi custodia durante el juicio, los bastardos estaban a punto de
adoptar a una niña, si Otto no hubiese tenido el valor de escapar, no sé, me
aterra ´pensarlo, el proceso fue largo, durante este tiempo he aprendido a ser
madre, aunque creo que es algo con lo que se nace, el día que Otto me dijo
mamá, junto a pedacitos mi corazón, me hizo tan feliz, es increíble lo que logra
ese niño, todo lo capta, todo lo entiende

- como le dijiste que eras lesbiana


- se dio cuenta solo, un día me pregunto por mi familia, “está tu abuelo y tu
abuela y si quieres conocerlos estás en tu derecho, pero familia de verdad, hay
un grupo de personas de otro país que son mi familia” le dije, es que de verdad
chicas ustedes son lo único que conozco como familia y a tu pesar – le dijo a
Paola – estaré toda la vida agradecida de haberte conocido – dijo tomándole la
mano a Gaby – sin ti no hubiese conocido tantas cosas y estoy segura que son
parte del proceso de encontrar a mi hijo.

- le diré a mi papá que te adopte – dijo Camila entre risas

- empecé a mostrarles fotos de todas y cuando salió la de… la de ella me la


salte, me quito las fotos de las manos y me dijo “Así que por ella tienes esa
mirada triste, quien es” pregunto, me fui en vueltas y vueltas, pero no lo dije
nada, me aterraba decirle algo concreto, “mamá, tengo amigos que tienen dos
padres y dos madres, si eres homosexual debes estar orgullosa de ello” – todas
rieron cuando les dijo aquello – ahí quede yo, negra de la impresión, el pendejo
tiene trece años y lo asumió antes que yo

- te volvió a preguntar por Ignacia, supongo como pregunto por ella

- lo sabe todo, la historia que se puede contar al menos. Después de tanto


batallar por su custodia completa, logramos ganar, a los maledetto les dieron
diez años de cárcel, algo es algo, llegamos a la casa y le dije a Otto “y ahora
que” “de ahora en adelante me hablaras solo en español” yo le dije que porque
“mamá quiero conocer a la familia”, ok pues nos vamos de viaje entonces, me
quedo mirando con cara de niño bueno y me dice “y no nos podemos quedar
para siempre?” yo le dije pero “Otto y tus clases, tus amigos, acá tienes una
vida”, allá no hay colegios mamá?” me largue a reír, es que es un listo, “acá
solo tengo malos recuerdos, yo ya quiero comenzar a vivir bien” me dio tanta
pena mirar su cara, Si hubiese luchado antes por el

- oye, no te culpes por el tiempo perdido – dijo Camila abrazándola y limpiando


las lágrimas que caían por su rostro – hay mucho por vivir, yo al pequeño ya lo
adoro Viole

- es frustrante, las cosas se dieron así, a veces lo miro y no lo creo, tuvo que
madurar a la fuerza, piensa como grande, pero en el fondo se comporta como
un niño pequeño y mimado, lo amo – dijo Violetta botando unas lágrimas más.

La noche la pasaron poniéndose al día de todo lo que había pasado en ese año,
a pesar de que constantemente hablaban por teléfono, no era lo mismo en
persona con todos los detalles, durante la noche Violetta evito preguntar por
Ignacia, aunque se moría de ganas de hacerlo, así también las chicas evitaron
hablar de ella, ya habría tiempo para todo, tenían mucho tiempo por delante.

A la mañana siguiente Otto despertó primero que todas, se levantó y como niño
explorador recorrió la casa, sin abrir ninguna puerta cerrada llego hasta el
baño, mira cada espacio y llego a la cocina, le pareció cómico ver a Javiera en
el sillón durmiendo casi a punto de caer, abrió el refrigerador y se sirvió un
vaso de jugo, se sentó en frente de Javiera y prendió la televisión, rio a
carcajadas con la forma de hablar de los Chilenos, se paseó por todos los
canales que pudo y al final se quedó en el canal nacional, se reía con un
personaje particular cuando vio a Javiera darse vuelta en el suelo y no pudo
parar de reír
- porque dormías aquí? – pregunto entre risas

- por qué es más cómodo – dijo Javiera sobándose el cuello

- segura?

- no, en realidad es porque sé que en la mañana habrá desayuno – le dijo


susurrándole

- te sirvo jugo?

- no, quiero agua, mucha agua – dijo parándose a tomar un vaso

- Tía Javiera necesito que me hagas un favor, preferiblemente hoy

- a ver, si puedo – dijo Javiera limpiándose los ojos

- necesito salir de casa sin mamá

- para ir a dónde?

- primero tú sácame de la casa

- ok, lo intentare

- intentaras qué? – pregunto Camila saliendo del cuarto

- tu igual te quedaste aquí? – pregunto Otto

- sí, es más práctico, ya pu, que vas a intentar – dijo mirando a Javiera

- le puedo decir? – pregunto casi susurrando a Otto

- invítala – respondió Otto en el mismo tono

- Otto nos quiere secuestrar hoy pero sin la mamá – dijo Javiera susurrando

- bueno! Estoy adentro – acepto en un leve susurro

- que tanto cuchicheo hay aquí – dijo Paola que entraba con Gaby y Violetta

- ¡Buenos días a todos! – grito Otto levantando sus brazos y sonriendo

- estuviste viendo tele – dijo Gaby despeinando su cabello

- había un mono que hablaba bien gracioso

- Floppy – dijo Paola

- tenemos que ir a buscarte colegio hoy, a ver si te reciben en estas fechas –


dijo Violetta
- Viole, es verano, falta más de un mes para que empiecen las clases

- si?

- si!

- bueno pero hay que inscribirlo

- ya pero vemos eso después

Otto hizo como que tosía mirando a Javiera y Camila

- ah, Violetta con la Javi te queremos pedir algo

- qué cosa?

- así como para crear lazos, podemos salir con Otto hoy?

Violetta miro a Otto que la veía con una sonrisa en la cara, le levanto una ceja
y pregunto – fue idea de ustedes o de él?

- de nosotras! – dijeron al mismo tiempo

- les tengo que creer?

- Puedo ir? – dijo Otto mirándola con cara de gatito tierno

- está bien, pero me llaman cada una hora

Los planes secretos de Otto estaban por llevarse a cabo, sonreía para sus
adentros por la idea que tenía en mente, mientras Javiera y Camila sé iban a
bañar y cambiara sus casas, Otto sacaba de sus maletas su más elegante ropa

- y eso te vas a poner?

- si

- y porque?

- por que debo estar presentable, como sabes mamá y conozco al amor de mi
vida en estas tierras

Violetta exploto de una carcajada por aquellas palabras, Otto la mira y le


levanto la misma ceja que suele levantar ella

- perdón cariño, vístase como quiera – dijo dejándolo solo en la habitación

Salió encantada a contarles a sus amigas lo que le acababa de decir su hijo,


Gaby y Paola no pudieron contener la risa por aquellas palabras. Esperaron con
ansias el momento en que salió de su pieza, todo arreglado con un saco gris
con los bordes negros, una camisa blanca y una corbata negra, en su cabeza un
sombrero y unos lentes que lo hacían parecer un perfecto Hipster
- Ciao belle signore e cara madre, come sto? – dijo dándose una vuelta

- que dijo? – pregunto Paola

- Hola bellas señoras y querida mamá, como me veo? – Respondió Gaby - si


guarda molto bello Otto, sei un galan

- grazie – respondió Otto

- te perfumaste y todo – le dijo Violetta dándole un abrazo – me voy a poner


celosa

- tu siempre serás la mujer más importante en mi vida mamá

Todas hicieron un “aww” después de aquellas palabras

- está listo el nene? – dijo Javiera entrando a la casa con acento argentino

- si el nene está perfecto – la imito Camila

- venís con nosotras galancete? – dijo Camila

- y claro, como no irme con semejantes beshezas – Respondió Otto de la


misma forma

- aprendes rápido petizo, a ver si no te rapto hoy!

- se controlan! – dijo Violetta mientras iban saliendo

Ya en el carro Javiera y Camila estaban ansiosas por saber que quería Otto

- Díganos señor Corleone cuáles son sus planes – dijo Camila imitando la voz
de un mafioso famoso

- les hare una oferta, que no podrán rechazar – respondió Otto imitando a el
Padrino

- eres encantador, dijo Javiera, ya donde quieres ir

- primero a una florería

- ya – dijo Camila dudosa de los planes del niño

Llegaron a la florería, pidió un ramo hermoso de rosas rojas, al pagar saco de


sus bolsillos cuarenta dólares

- solo pesos Chilenos jovencito – dijo la niña que atendía la florería

- yo pago dijo Camila – Otto le dio las gracias y le entrego los cuarenta dólares,
pero Camila se los rechazo – tú pagas el almuerzo vale?

- bueno – dijo Otto y salió con su ramo de flores


- Ahora a dónde? – pregunto Javiera

- a donde pueda cambiar mis dólares por pesos chilenos? – dijo dudoso Otto

Pasaron por una casa de cambio y Otto tenía más plata de lo que debería tener
un niño de trece años

- y toda esa plata Otto?

- mi mamá me daba mesadas, las fui guardando y saque solo un poco, aunque
ahora me arrepiento debí traerla todo para cambiarla, será peligroso andar con
tanta plata

Javiera y Camila se quedaron mirando y rieron con las ocurrencias del pequeño

- no si andas con alguien adulto Otto, tranquilo – dijo Javiera – a donde vamos
ahora?

- a una chocolatería

- a quien quieres conquistar Otto?

- a la que espero sea la segunda mujer más importante de mi vida, dijo Otto

Con aquellas palabras Camila imagino de lo que se trataba todo, fueron a la


chocolatería y compro una caja de bombones, cuando tenía todo lo que quería
las miro a las dos seriamente esperando que hicieran el ultimo favor

- pueden llevarme a donde sea que este Ignacia?

Javiera miro a Camila mientras esta tenía cara de “lo sabía” en su rostro.

- Eh, no se? – dijo dudosa Javiera

- yo te llevo, pero puede ser posible que Ignacia no te quiera recibir

- puede que no nos quiera recibir a nosotras – dijo Javiera

- no importa, correré el riesgo

Casi por decisión del niño se fueron a la oficina de Ignacia, todo el nerviosismo
lo llevaban encima Camila y Javiera, Otto por su lado iba de lo más relajado,
cuando llegaron arriba, Otto les pidió que se sentaran y él se presentaría, así lo
hicieron, ambas miraban divertidas la escena, cuando Otto se acercó a la
secretaria de Ignacia

- Buongiorno signorina, podría hablar con la señorita Ignacia

La secretaria lo miro divertida con la mirada de galán que le daba

- tiene cita, joven?


- no, pero es de mucha importancia que me pueda recibir hoy

- departe de quién sería?

- no puede recibirme así, es que es una sorpresa

La secretaria miro a Camila que le hacía un gesto de dejarlo entrar, Camila era
amiga de Ignacia por lo que la secretaria no pensó que sería un problema

- deme un segundo joven – dijo la secretaria abriendo la puerta de la oficina de


Ignacia – Doctora, la busca un joven acá afuera

- un joven? Como se llama?

- dice que es sorpresa

- es una broma? – dijo Ignacia levantándose de su escritorio y con dirección a


la salida

Cuando se paró a fuera de su puerta, basto ver los ojos para reconocer en ellos
de quien se trataba, miro de inmediato a la sala como si buscara a alguien más,
pero solo logró ver a Javiera y Camila que levantaban las manos haciendo un
“yo no fui”

- Buongiorno Ignacia, piacere di conoscerti

- Buongiorno Otto – dijo Ignacia dándole su mano

- questo è per te – dijo entregándole las flores y los chocolates

- grazie tesoro – respondió Ignacia dándole un corto abrazo

- Podemos conversar unos minutos, si no estás muy ocupada – dijo Otto


sorprendiendo a Ignacia con su perfecto español

- hablas perfecto Español

- y tú el italiano, quizás sea por qué nos enseñó la misma persona

Ignacia quedo plop con aquellas palabras, las mismas que provocaron una corta
carcajada de Javiera y Camila que termino con la mirada que les dio Ignacia

- pasa – dijo haciendo pasar al niño – que no me moleste nadie por favor – le
dijo a su secretaria

- te puedo decir Ignacia?

- dime Igna si quieres

- es que a todas les digo “tía” pero es como raro que te lo diga a ti

- a todas? Quienes son todas – pregunto Ignacia


- la tía Javiera, la tía Cami, la tía Gaby y la tía Pao

- todas son tus tías?

- sí, obvio son la familia de mi mamá

Y aquello le llevo al tema que deseaba sacar Ignacia, le dolió un poco que
Violetta estuviese en el país y no la hubiese buscado, pensó tendría sus motivos
como cuando se fue, ahora sabe cuáles son los motivos de su partida, pero su
regreso aún era una interrogante

- y tu mamá, no vienes con ella

- mi mamá está en casa de tía Gaby y Pao, llegamos recién anoche a Chile,
debo decir que es un precioso país

- es cierto Otto, lo es

- bueno, voy al grano de todo esto, la alegría más grande de mi vida fue
descubrir que tenía una madre, una de verdad, cuando supe que sería solo para
ella, mi alegría no tuvo límites y sé que para ella fue igual, siempre pude ver la
alegría en sus ojos, pero también en ellos siempre vi que algo faltaba, verás yo
soy artista innato, y los artistas percibimos estas cosas así que comencé a
indagar, me sigues?

- perfectamente – dijo Ignacia sonriendo por la forma de hablar de Otto

- un día llegamos a hablar de la familia y me conto que su familia era


extranjera, como adoptiva, así como la que yo tenía pero buena, de a poco le
fui sacando información, me conto de todas, sus vidas su historia, hasta que
llegamos a ti, y pude ver como se le nublo la mirada – Ignacia solo pudo
agachar la cabeza con aquellas palabras – ahí lo entendí, no fue difícil para mi
entender que tenía una mamá homosexual, en realidad no es nada del otro
mundo, pero si fue difícil ver que en el fondo mi mamá sufría, ahí me contó la
historia de que conoció a Gaby, de que no creía en el amor y como fueron
pareja hasta que vinieron a Chile y todo cambio, conoció a este montón de
buenas personas que la quisieron e integraron como una más. Cuando ya
supimos que sería solo para mi mamá, agradecí a Dios por tenerla conmigo y a
ella por querer luchar por mí, entonces quise devolvérselo y como siempre soñé
con tener una familia, le pedí venir hasta acá, has visto cuando llueve y de
pronto sale el sol, se ve como un… un… arcobaleno

- un arcoíris?

- eso, eso fue lo que vi en la mirada de mi mamá, entonces lo que yo quiero


saber ahora, estas con alguien?

Ignacia se sorprendió con aquella pregunta después de haber seguido toda la


historia

- eh, sola… estoy sola

- qué bueno, mi madre igual, pero me tiene a mí, haz pensado en ser madre?
Ignacia rio nerviosa con aquella pregunta

- te conto tu mamá que una vez te buscamos por toda Europa?

- si

- no me aterraba ser madre en ese entonces, menos ahora, son otras las cosas
que me aterran

- mantén ese pensamiento, lo intentarías una vez más con mi madre?

- eso es algo que me aterra responder, por ejemplo

- no eres alguien segura en tus palabras

- Cuesta responder eso Otto, ha pasado mucho tiempo y eres tu quien lo


pregunta no tu madre

- lo sé, pero es que ahora mi mamá viene con suplemento, pero sé que sería
muy feliz si lo intentaras

- y tengo que ser yo quien lo intente?

- pues claro, fuiste tú quien cometió el error la primera vez

- vaya tu mamá te conto sobre todo?

- sí, solo que omitió los detalles buenos, quizás cuando este más grande me los
cuente

- quizás – dijo Ignacia riendo

Javiera y Camila entre tanto respiraban tranquilas al escuchar la risa hasta


afuera de ambos

- entonces genio que crees que debo hacer? – pregunto Ignacia

Otto respondía aquella pregunta cuando a Javiera le suena su celular

- quién es? –pregunto Camila

- la Gaby

- Violetta – dijeron ambas

- Alo? – dijo Javiera

- hola enana, como esta mi hijo?

- bien, sanito

- donde andan?
- lo raptamos y estamos por salir del país – dijo Camila quitándole el celular a
Javiera

- que graciosa la tonta

- es que es demasiado divino y habla como Corleone, es una ricura

- espero que no le enseñen demasiadas tonteras

- o sea, la Javi le enseño a pedir en la calle y yo le enseñe a hacerse el ciego,


viste que me sale bien

- pásamelo idiota

- no puedo, está en el baño

- y fue solo?

- y que quieres que entremos con él al baño de los hombres?

- pero está en otro país pu Camila

- tranquila si estamos mirando directo al baño, ya veo que se pierda y llegue


toda la mafia italiana

- Cami…

- tranquila preciosura de madre, te lo devolvemos igual a como salió, quizás un


poco despeinado

- confió en ti, más que en la otra

- lo sé!

- a qué hora llegaran?

- temprano, creo, ahí te aviso

Violetta colgó tranquilamente el celular, sin siquiera sospechar lo que estaba


haciendo su hijo, mucho menos lo hacían sus amigas, aunque si tenían otras
dudas en mente

- no sé cómo va a llegar con ese par de locas a cargo

- Viole, si yo le confiaría mi bebe a ese par de locas, tu confíale al tuyo

- lo sé, es solo que me da un poco de miedo, es normal, creo?

- normal – dijo Gaby golpeando suavemente su hombro

- ahora la pregunta del millón – dijo Paola y Gaby imito a un redoble de


tambores
- la vas a buscar? – dijo Gaby mirando con curiosidad

- les digo la verdad?

- la superaste – dijo Paola

- no, ojala – respondió Violetta – tenía la esperanza que se apareciera en el


aeropuerto

- eso sí que habría sido un milagro – dijo Gaby

- porque?

- sabes hace cuando no vemos a Ignacia? Yo creo que si me ve ahora se va de


raja con lo infla que estoy

- de verdad?

- Viole, Igna cambio, después de aquel episodio paso un tiempo en


rehabilitación, o precaución como le dijo su papá, después que salió se fue
alejando de a poco, al principio preguntaba mucho por ti y de pronto un día se
cansó, pero se cansó de todo

- de nosotras principalmente – dijo Paola

- fue la primera en dejar la casa, se compró un departamento y se encerró en


él, de la pega al departamento y viceversa, llena de escusas siempre, todas la
hemos necesitado pero nunca ha estado ahí, es otra Ignacia, no es la que era
cuando partiste

- uff! – Dijo Violetta tomando aire – duele un poco

- a mí me duele cariño, me imagino a ti

-si busco a alguien que no voy a encontrar – dijo con tristeza Violetta

- yo que tu no la busco . Dijo Gaby

- Gaby! – Grito Paola – lo dices porque estas enojada con ella, no seas así

- perdón, es que me da rabia como tan idiota

- seguro tu nunca estuviste ahí – dijo Paola

- ya si se, perdón

Violetta se aterro al enterarse de aquellas palabras, como sería capaz de buscar


a Ignacia, ahora con un hijo, sobre todo si ya no era la misma, prefería no
buscarla del todo a enfrentar un rechazo de su parte, aquello no lo podría
soportar y ahora se debía a alguien más y tenía que estar bien por su hijo.
Javiera y Camila esperaban ansiosa a que salieran, cuando se abrió la puerta se
pararon de inmediato a recibir a Otto

- Gracias – dijo Ignacia con una sonrisa en su cara

Sus amigas se miraron sorprendidas, hacía mucho que no veían esa sonrisa,
tanto que Camila se emociono

- te extraño Igna – le dijo abrazándola fuertemente

- shh… yo también las extraño mucho – dijo Ignacia con la misma emoción

- y entonces porque te perdiste – dijo Javiera con rencor

- porque soy una idiota – respondió Ignacia acariciando el rostro de Javiera

- gracias por traerme a este pequeño, es un sol

- irradia luz, cierto?

- sí, almorzaron? – pregunto Ignacia

- no aun no – dijo Otto

- pues los invito a almorzar al mejor sitio ahora mismo

Incluso la secretaria de Ignacia se asombró de ver aquella alegría en su rostro,


parecía que había vuelto a la vida, como por arte de magia. Otto se fue con sus
tías e Ignacia los dirigió en su auto, mientras conducía le pidió a su celular que
marcara un numero por voz – “Paola” – el teléfono marco y con nerviosismo
espero que contestaran.

- bueno? – dijo Paola

- serás capaz de perdonarme?

Paola reconoció quien hablaba y se alegró de escuchar su voz – tu eres tonta


qué pides perdón – dijo riendo Paola

- lo siento, fui una idiota, lo siento mucho

- oye, lo importante es que cambies de ahora en adelante

- te tengo una invitación, para ti y Gaby a mi depa esta noche, a cenar para
conversar y verte

- no creo que sea posible hoy – dijo sin decir que Violetta estaba en casa – que
te parece si te sacamos a almorzar mañana?

- perfecto, te quiero – dijo Ignacia con sentimiento

- yo también, pero te advierto que con mi mujer no te será tan fácil


- por algo te llame a ti, la conozco

Llegaron al restaurant e Ignacia los esperaba en la entrada, Otto soñaba probar


algo de comida nacional, pero Ignacia lo había llevado a un restaurant Italiano

- Que pasa Otto? – dijo Javiera

- Acá tienen algo de comida nacional?

- sí, pero de tu país – respondió Javiera

- que idiota, quieres probar comida Chilena?

- si, por favor!

- pues vamos

Comieron tanto que no se podían mover, en especial Otto, que había quedado
encantado con la comida, las chicas lo miraban y no entendían como le caía
tanta comida en su estómago, ellas no se habían servido ni la mitad de lo que
él había comido. Cuando se dieron cuenta de la hora, Ignacia llevaba media
hora de retraso y probablemente ya tenía una reunión cancelada, pero por
primera vez en mucho tiempo no le importo, aquel niño le había alegrado la
vida en una sola tarde, jamás pensó que aquello sería posible

- muy bien Joven, es hora de que vuelva al trabajo

- de verdad?

- sí, ya estoy atrasada

- pero si no me equivoco tu eres tu propia jefa, cierto?

- sí, pero tengo compromisos que cumplir

- y no sería posible que cancelaras todo hoy?

- Otto… - dijo Ignacia

- Igna, porfa, hagamos algo entretenido porfas!

- si Igna, porfas! – dijeron Camila y Javiera

- a ver, denme un segundo

Ignacia tomo su celular y marco a su secretaria, en menos de cinco minutos


había dado todas las indicaciones posibles y le daba la tarde libre a su
secretaria

- yo? – decía Otto ansioso

- bien, donde quieres ir


- a la playa! Me encanta la playa! Hay playa cerca o no?

- si! – Rieron todas – hay playa cerca

Violetta llamo dos o tres veces a Camila, pero esta prefirió omitir que andaban
con Ignacia, Otto había dicho que era secreto y así lo mantendrían. Javiera se
llenaba de alegría al ver como jugaba Otto con Ignacia y no podía entender
como en menos de un día se podía llegar a querer a un pequeño niño; Camila
por su parte se sentía una niña, corrió como hacía mucho no lo hacía y por
instantes sintió la necesidad de ser madre, de crear un vínculo y supuso que
con la llegada de Sofía ese sentimiento se haría más grande, miro por un
segundo al cielo y pidió que aquello fuese posible.

- Creo que lo estoy consiguiendo – le dijo Otto a Javiera

- qué cosa?

- conquistarla

- tú crees, así que ese era tu plan

- no, este es la mitad del plan

- y se puede saber el resto?

- no, es secreto – dijo Otto dándole un beso en la mejilla y volviendo a jugar


con Ignacia y Camila

Cuando se empezó a esconder el sol, asumieron que era hora de marcharse,


todas cabizbajas cual si fueran unas niñas, al igual que Otto, se decidieron a
marcharse, Ignacia iba en su propio auto así que debía despedirse, lo cual no
era fácil, en ese momento se dio cuenta lo vacía que era su vida, que tendría
que llegar a un departamento vacío, sin vida, mucho menos con alegrías;
cuando Otto la abrazo, se sintió feliz, querida, hacía mucho que no sentía
aquello, “debe ser la sangre” pensó.

- no te olvides por nada del mundo de mañana – dijo Otto en su oído

- por nada del mundo pequeño – respondió de igual forma Ignacia

Otto se volvió con Javiera y Camila, mientras que Ignacia subió sin ganas a su
carro, sin marcharse se quedó ahí, bajo nuevamente y contemplo el atardecer,
“años sin disfrutar esto” dijo en su cabeza, intento repasar en su cabeza lo que
había pasado en el día, como aquel niño había llegado sin aviso y con el
recuerdo del vino a su mente la causa de todos sus males, la única razón que
con su partida se había llevado su risa y sus ganas de vivir, en pocas palabras
esa mujer se había llevado su vida entera y hoy sin pensarlo le había devuelto
al menos una parte.

Cuando llegaron a casa Otto venía con una sonrisa enorme en su rostro y
mucha arena en su cabellera, casi de relámpago Violetta lo envió a la ducha,
mientras el no paraba de hablar sobre como lo había pasado, con mucho
esfuerzo omitió lo genial que había sido conocer a Ignacia y lo divertida que
era, para Camila y Javiera no fue menos complicado, en especial por la mirada
que les había dado Gaby, con cara de no creerles del todo, así que sin más se
retiraron rápidamente de la casa, no había mucho que hacer.

La mañana llego tan rápido como un pestañeo, Violetta despertó primera que
nadie, se paseó por la casa y entro a la pieza de la bebe, por un momento
sintió nostalgia y un poco de envidia, no lo veía como algo malo sino todo lo
contrario, deseo tener la capacidad de retroceder el tiempo y ser capaz de
cuidar al hombre en el que su hijo se estaba convirtiendo a diario, pero en
seguida volvió a tener cordura y recordar quien era en esos años, hubiese sido
imposible que cuidara de él, pero aun así, nada superaba aquel sentimiento.
Salió del cuarto y contemplo las fotografías de la sala, se divirtió con las que
jamás había visto y se entristeció con las que ella misma había protagonizado,
como en la que estaba con un trofeo al lado de Ignacia después de ganar una
competencia de paintball de parejas, “éramos felices” pensó, “pudimos llegar a
serlo mucho más” completo…

- Que haces? – pregunto Otto desde el pasillo

- recordando un poco, a veces no hace daño

- mamá te puedo pedir un favor?

- el que quieras – respondió Violetta

- si tienes la posibilidad de ser feliz, por favor esfuérzate por ser la mujer más
feliz del mundo

- Cariño, yo soy la mujer más feliz del mundo solo por tenerte a mi lado

Violetta le dio un abrazo a su hijo y sintió que en cierta parte le mentía, que ya
se sentía feliz con él en su vida, pero que la felicidad máxima no era algo que
estuviese a su alcance, quizás si pudieran borrar partes de la memoria como en
aquella película que alguna vez vio, que Ignacia le obligo a ver, “siempre tienes
que estar en mi memoria, seria todo tan fácil si simplemente te borrara”. Pero
aquello no era simple y lo sabía, como después de ser alguien que no amaba ni
a una mascota, se había vuelto esta persona, este tipo de personas de las que
aman y no olvidan, por más que pase el tiempo. “seré una de esas viejas que
se sientan en la silla mecedora y solo viven de sus recuerdos” y con aquel
pensamiento se sacó una leve sonrisa.

- mamá, tu solo prométemelo

- Esta bien hijo, te lo prometo

Al medio día Paola arrastraba a Gaby a un restaurant para almorzar con


Ignacia, arrastraba porque fue en contra de su voluntad

- Gabriela para por favor

- es que no! No tengo por qué ir

- sabí que más, me aburriste! Ándate, si te quieres ir ándate


- y tú te vas a quedar?

- por supuesto, es mi amiga

- también la mía, pero no se portó muy bien que digamos – dijo Gaby

- lo sé, pero yo tampoco

- porque?

- porque cuando tu huiste de nosotras y yo estuve sola, fue ella quien estuvo a
mi lado para hacerme levantar cada día y ahora yo la deje tranquila, no insistí
de la forma que ella lo hizo, por estar contigo claro,

- Pola…

- Pola nada, te vas o te quedas, pero decide ya!

- me quedo – decía con resignación Gaby, entrando de una vez al restaurant

Se sentaron en una mesa y esperaron a Ignacia, la que llegaba cinco minutos


tarde, pero antes de que pudiera decir nada Gaby estaba hablando

- Ignacia perdóname – dijo después de mucho meditar

Ignacia se quedó viendo a Paola con cara de “Que paso aquí” y Paola la veía de
la misma forma de vuelta, respondiéndole con la mirada “no tengo idea”

- te estas burlando? – dijo Ignacia con desconcierto

- no, de verdad lo siento

- porque Gaby no te entiendo

- yo sé por lo que pasaste, sé que insistí, sé que te llame, pero pude ir a tu


casa y botar tu puerta, darte un abrazo o golpearte para que reaccionaras, sé
que tu hubiese hecho eso y yo no lo hice, perdóname.

Ignacia la miro y luego volvió su vista a la mesa, cuantas veces necesito ese
abrazo y por su terquedad no lo tenía, pero no era culpa de Gaby, eran las
circunstancias

- digamos que el perdón es mutuo – dijo Ignacia limpiando la lagrima que caía
de sus ojos

- digamos eso – dijo Gaby sonriendo mientras que Paola besaba su mejilla del
orgullo que sentía.

- Dios tu guata esta enorme! – Dijo Ignacia – te ves preciosa embarazada Pao

- Cierto? Se ve hermosa – dijo Gaby


- ya paren, me voy a sonrojar – dijo Paola

El almuerzo avanzo normal, conversaron todo lo que debían conversar,


comieron y rieron a más no poder, cuando Gaby comenzó a analizar todo lo que
estaba pasando, había algo que no le calzaba y eso no podía ser unas simple
coincidencia.

- ya lo sabes cierto – dijo Gaby con una sonrisa en su cara

- Que cosa? – pregunto Ignacia haciéndose la desentendida

- no te hagas, por meses fuiste otra persona y da la coincidencia de la noche a


la mañana que vuelves a ser la misma de antes, como si te hubieses devuelto
la vida

- no sé de qué hablas – dijo Ignacia sonrojándose

- hazte la tonta, pero no importa, lo voy a saber igual

- de que hablas? – pregunto Paola

- esta sabe que la Viole está aquí – respondió Gaby en el oído de Paola

- yo me tengo que ir, ya es tarde debía estar en la oficina hace un rato – dijo
Ignacia esquivando lo que asumió preguntaba Gaby

- tonta – dijo Gaby con burla

- te quiero – dijo sonrojada dándole un beso a Gaby – y a ti mucho más –


besando la mejilla de Paola

Antes de que dijeran algo salió del restaurant rumbo a su oficina, era cierto, era
obvio, se notaba en su rostro que sabía de la presencia de la mujer que aun
amaba en su país, en su ciudad, a unos minutos de ella, era imposible negarse
a ella misma que el amor no estaba, no después de repasar en su cabeza una y
otra vez las vivencias con violeta, los momentos de amor, la felicidad, la dicha,
las peleas y sus reconciliaciones, pero había una que repasaba una y otra vez, y
en cada una de esas veces le decía que si a la mujer que amaba, le decía que sí
y la historia en su cabeza se reconstruía, salían de aquel lugar de la mano y en
un abrir y cerrar de ojos se estaban casando, pero eso solo ocurría en su
cabeza, ese era su consuelo, recrear las escenas hasta que la cabeza se
cansaba y lograba conciliar el sueño.

- Tía Javi, te puedo pedir un favor – decía Otto

- claro enano, dime

- usted me puede prestar su teléfono?

- pero hay que ir a una cabina para que llames al extranjero pu Otto

- no si es nacional – haciendo un pequeño gesto en señal de complicidad


- ah! Ok, ya entendí, toma – respondió Javiera entregándole el aparato

Otto no demoro en llamar Javiera lo miraba atenta y reía con su forma de


hablar, aunque la intriga de saber que decía la enloquecía, la facilidad con la
que hablaba Italiano era una sorpresa para ella, pero claro cómo no iba a
hablar así si era su lengua natal, pensaba Javiera, en eso estaban cuando
Violetta entro a la casa de Javiera y Otto corto de inmediato el teléfono

- con quien hablabas? – pregunto Violetta mirándolos a ambos

- con nadie

- Otto, con quien hablabas

- con un amigo mío – dijo Javiera

- y en italiano?

- si es que el pololo de tía Javi quería saber cómo se decían unas palabras en
italiano – dijo Otto

- pololo? – pregunto Violetta

- un amigo – respondió rápidamente Javiera – tenía unas dudas y Otto lo


ayudaba

- no sé porque no les creo, pero me voy a hacer la tonta con esto

Violetta salió y llamo a Otto para venir con ella, el que ponía su palma en su
espalda para que Ignacia la golpeara por lo perfecto que aquello había salido

Cuando entraron a casa, Gaby la esperaba con una sonrisa que solo significaba
una cosa, culpabilidad

- que hiciste – pregunto Violetta sin que sonara como pregunta

- el sábado… - dijo Gaby cerrando los ojos – tendremos una cena y nos
reuniremos todas como antes – finalizo abriendo un ojo

- todas?

- pucha sorry Viole, es que la Pao quiere hacer la cena y ahora que arreglamos
todo con Igna me pareció feo no invitarla, pero si te molesta cancelo la
invitación y no hacemos nada

- estúpida, como vas a hacer eso

- no te molesta entonces?

- el sábado te respondo
Dijo Violetta, sabiendo que aún faltaban cuatro días para el sábado y si ya se
sentía con el pecho agitado, no podía imaginar cómo se sentiría el día mismo

- mamá – decía Otto abrazando a Violetta

- dime hijo

- recuerdas que día es mañana?

- claro mi amor, mañana se cumple otro mes desde nuestro reencuentro

- cierto, entonces yo quiero celebrar

- muy bien y donde quieres ir?

- reserve una mesa para los dos en un restaurant precioso má

- tu reservaste una mesa?

- con ayuda de la tía Camila

- para el almuerzo?

- para la cena

Violetta rio divertida un segundo – entonces para qué hora es la reserva?

- para las ocho, pero tú te iras por tu lado y yo por el mío

- y cómo así?

- a mí me va a llevar la tía Camila, es que te llevare un regalo y así vale como


en las películas

La risa de Violetta era incontrolable – bueno está bien, pero con una condición

- cuál?

- que uses traje y corbata

- por supuesto, entonces es una cita – Dijo Otto con una sonrisa en su rostro y
preparado para lo que venia

El día había pasado volando y Otto despertaba en su cama con una sonrisa en
su rostro, le había escogido un vestido a Violetta para que usara en la cena, un
vestido que resaltaba la elegancia, el porte y las siluetas de su madre como
hacía tiempo no lo hacía. Durante el resto del día Otto estuvo en casa de
Camila hasta que Violetta tomo el taxi para ir al restaurant que le había
indicado Otto, enseguida se prepararon con Camila y Javiera para ir atrás de
ellos.
Cuando Violetta llego al restaurant el metre le indico cuál era su mesa, la que
estaba bastante apretada del centro y separada por cortinas de seda casi
transparentes, con vista a un jardín hermoso, las velas le daban ambiente al
sector y Violetta no podía dejar de sorprenderse, aunque aún faltaba una
sorpresa mayor, cuando su sorpresa apareció en aquella mesa, Violetta se paró
de inmediato y con mucho nerviosismo dijo – tú! – no podía articular palabras o
movimientos, su cuerpo estaba inmóvil y en la ventana entre las flores del
Jardín un Otto miraba complacido la escena y se retiraba alegre a casa con sus
recientes tías.

Nota: el proximo es el final. gracias por los comentarios :)

12
Capitulo XIV: “Simplemente Amor”

Violetta se quedó embobada viendo a la mujer que tenía enfrente, había


pasado tanto tiempo que le costó procesar que era ella, seguía igual pero en el
fondo era tan diferente.

- Hola Violetta – dijo Ignacia con un notorio nerviosismo

- qué haces aquí?

- si te sientas y te explico, te parece?

- no lo sé, no sé si quiero estar aquí

- por favor, solo quiero hablar nada más

Violetta se quedó viéndola y la razón de querer marcharse inmediatamente de


aquel restaurant era el miedo que le daba el estar en frente de aquella mujer,
se sentía indefensa, expuesta, realmente quería correr, pero por un momento
pensó “seguir corriendo” y en ese preciso momento se sentó e Ignacia la
acompaño en el acto, tomaron el pedido, Ignacia pidió una botella de vino y
esperaron que les sirvieran, todo sin emitir palabra alguna, Violetta tomo valor
y hablo.

- me vas a explicar, se quién está detrás de todo esto, porque yo venía a otra
cosa esta noche, pero necesito saber cómo.

- aunque quisiera que esto hubiese sido mi idea, no lo fue, hace unos días llego
a mi oficina un pequeño en edad pero tremendo en estatura, en el momento en
que vi sus ojos supe quién era

- porque?

- por qué tiene tus ojos


Después de aquellas palabras las miradas de ambas se quedaron diciendo
mucho aunque sus labios no decían nada, la interrupción del camarero hizo que
cualquier conexión que hubiese se cortara., Ignacia continuo contando como
habían sucedido las cosas, como aquel niño le propuso la cena y ella no pudo
negarse, le conto toda la conversación que habían tenido y como se habían
divertido a más no poder en la playa…

- cuando estaba jugando con el ahí, fue cuando dolió más fuerte

- qué cosa? – pregunto Violetta con una fuerte opresión en el pecho

- el saber lo que pudimos haber sido, los tres.

Violetta solo pudo insinuar una leve sonrisa, cuantas veces no había pensado
en aquello, cuantas noches se había desvelado pensando en lo mismo, pero
había pasado tanto tiempo…

- Si Otto… si Otto no hubiese ido a verte – decía Violetta dubitativa – habrías


hecho algo así?

- porque no me buscaste a penas llegaste?

- responde y te respondo

- quizás no de esta forma pero algo hubiese hecho

- Cuando fui en busca de Otto más que nada te quería a mi lado, después
cuando supe lo que paso quise venir, pero era el momento de luchar por mi
hijo, Ignacia – decía por primera vez el nombre de la mujer que tenía al frente
y con eso daba un suspiro – como iba a buscarte tras todo lo que ha pasado,
paso la vida enfrente de nosotras, cuando llegue pensé que estarías ahí con
todas, en seguida me dijeron que ya no eras la misma, que habías cambiado,
con que ganas iba a buscarte si ni siquiera sabía que decirte después de tanto
tiempo

- un hola hubiese estado bien

- el tiempo paso Ignacia, recupere a mi hijo y me hace la mujer más feliz del
mundo con su sola presencia

- tu hijo te complementa – dijo Ignacia resignada por no ser parte de aquello

- sí, se puede decir que si

- al menos puedo decir, que volver a verte siquiera en los ojos de tu hijo
ilumino mi vida y hoy el tenerte aquí en frente mío me hace entender que el
tiempo no existe

- porque?

- por qué el sentimiento grande y fuerte que alguna vez tuve, sigue aquí,
intacto, por qué siempre fue real, siempre fue verdadero y puro – una
inminente lagrima rodeaba su mejilla y no la dejaba seguir hablando
Violetta se levantó de su asiento y roso su mano para secar las lágrimas que
caían del rostro de Ignacia – perdóname Ignacia, no puedo – dijo tomando la
mano de aquella mujer entre sus manos y soltándola abruptamente para salir
de aquel lugar, empujo la puerta para salir y reconstruyo aquel momento que
tantas veces quiso borrar de su cabeza, ella saliendo de un restaurant dejando
a la mujer que amaba sentada en una mesa, dio un par de pasos hasta llegar a
la esquina y sintió su nombre

- Violetta!!! – gritaba Ignacia desde la puerta del restaurant y corría hasta


alcanzarla

Violetta se quedó estática, sin saber el porqué, lo único que quería era arrancar
de aquel lugar

- lo que tú tienes es miedo, lo sé, te conozco como a nadie en este mundo y


ese miedo es solo mi culpa, pero te prometo que hare que te sientas segura
otra vez, por qué te amo y sé que tú también me amas, tus ojos no me pueden
mentir – Ignacia hablaba con una sonrisa en su cara, no le importaba nada más
que aquel sentimiento. Tomo la mano de Violetta y como una niña pequeña la
siguió sin manifestar palabra alguna, el simple tacto de su mano la hacía perder
la conciencia. Ignacia abrió la puerta del copiloto e hizo que se sentara para
rápidamente ir a tomar el volante de su auto, no hubo un momento de aquel
viaje en que Violetta no mirara a Ignacia, aquellos fueron los parpadeos más
cortos de su vida, recorrió con su vista el rostro de Igna sin perder detalle
alguno, mientras su mente permanecía en un blanco absoluto, ni siquiera se dio
cuenta cuando el auto paro, solo reacciono cuando Ignacia bajo del auto y le
abrió la puerta.

Llegamos – dijo Ignacia ofreciendo su mano para que bajara

Violetta la acepto y recién ahí se dio cuenta que estaban en la casa de Gaby,
miro hacia la ventana y la silueta de tres personas se dibujaba, miro hacia la
otra y dos más se ocultaban rápidamente

- Igna yo…

- nada mi amor, te prometo que todo lo que antes dije es la verdad, voy a
hacer las cosas bien, lo prometo.

Ignacia dio un beso en la mejilla de Violetta para subir a su auto y marcharse


de aquel lugar viendo por el retrovisor a Violetta que seguía su partida con la
mirada. Ignacia se marchó con una dicha tan grande que por primera vez en
mucho tiempo no le importo llegar a casa sola, le dio lo mismo la frialdad de
aquel lugar, tenía algo por que luchar y era eso lo que la motivaba.

Cuando el auto de Ignacia doblo en la esquina, Violetta reacciono y golpeo la


puerta de la casa, cuando entro todas estaban todas haciéndose las
desentendidas, busco a Otto pero no lo vio

- Otto Rabbaglietti!! – grito sentándose en el sillón

Otto al escuchar su nombre y apellido supo que estaba en aprietos, quizás no


había resultado todo tan bien pensó
- sorpresa? – dijo casi preguntando asomando solo la cabeza por el pasillo

- ven acá y ustedes también – dijo dirigiendo su mirada a las chicas

- yo no tengo nada que ver – dijo Gaby

- yo no sabía nada y Sofía tampoco – aludió Paola

Javiera y Camila agacharon su cabeza en señal de culpa y se sentaron al lado


de Otto esperando las palabras de Violetta

- no te fue bien – dijo Otto con resignación

- porque?

- porque yo solo quería verte feliz y estas ahí toda enojada, mamma mi
dispiace, ho sbagliato

- yo contigo soy feliz Otto, ahora vete a la cama que no estoy enojada y no
tengo nada que perdonarte – dijo dándole un abrazo a su hijo y un beso en su
frente

Otto se fue a su cama sabiendo que algo si había pasado, porque aquel brillo en
los ojos de su madre lo había visto solo dos veces, cuando la conoció por
primera vez y cuando decidieron volver a chile, así que algo bueno había
resultado de su plan.

- que paso? – pregunto Gaby

Violetta junto sus rodillas y apoyo sus codos en ellas para tomar su cabeza y
exhalar todo el aire que había tomado, mantuvo unos segundos su rostro entre
sus manos y luego miro a Gaby – no tengo idea que paso – habló para volver a
apoyar su cabeza y tirar por un segundo de su cabello en señal de
desesperación – es que en un momento estoy hablando del tiempo que paso y
al siguiente me está diciendo que me sigue amando igual que ayer y yo… yo no
sé nada – emitió volviendo su cabeza al respaldo del sillón y cerrando sus ojos
– lo peor de todo es que me descifro en un segundo – volvió a mirar a sus
amigas que la miraban sin expresar palabra alguna – tengo miedo, tengo tanto
miedo de volver a pasar lo que pase, de que ella vuelva a pasar lo que paso, es
que ya no soy solo yo, ahora esta Otto y si yo vuelvo a sufrir él también lo hará
– se excusó en sus propias palabras.

- si hay algo que no eres, es ser cobarde, ¿qué te dijo ella? - pregunto Camila

- que se encargaría de hacerme confiar en ella, de dejar el miedo de lado –


respondió Violetta

- si puedo decir algo, cuando salimos con ella y Otto pude ver a la Ignacia que
conocía, a la Ignacia de antes y yo pensaba que a ella no la iba a ver más –
dijo Javiera

- sí, eso es verdad, fue como si una parte de ti la hubiese traído de vuelta –
confirmo Camila
- no lo entiendo, después de tanto tiempo todo debería estar superado, pero
como mierda me la saco de aquí, dopo tanto tempo è ancora all'interno come
una dannata spina che anche se voglio non è in grado di lasciare – grito Violetta
en su idioma natal siendo Gaby la única que entendía

La noche entera en vela paso Ignacia de solo pensar en Violetta, en lo hermosa


que la había visto, en lo diferente que estaba, siempre pensaba en ella por las
noches, pero esta era diferente, ahora lo hacía con alegría. Para Ignacia los
días pasaban tan lento como las ansias del invierno por que llegue a ser otoño,
quería que fuese pronto sábado para volver a ver a Violetta, por más que
tuviese ganas de ir de improviso a la casa de Gaby, el trabajo no se lo permitía,
así, lento por desgracia para su vida llego el día Sábado.

En casa la persona más emocionada por la cena era Otto, le seguía sin dudar
Violetta que no sabía cómo comportarse en frente de Ignacia. La primera en
llegar fue Javiera y luego Camila, Gaby le había regalado una consola de video
juegos a Otto por lo que a penas entro Camila se puso a saltar con Otto en
frente a la pantalla, mientras las demás preparaban la cena, Violetta miraba a
la nada de vez en cuando sin si quiera darse cuenta.

- ya va a llegar – dijo Paola

- ah? – disimuló Violetta

- que ya está por llegar, me mando recién un mensaje que pasaba por el postre
y venia

- ah, Ignacia, a ella te refieres

- sí, hazte la tonta

Estaban conversando cuando sonó el timbre de casa y Otto corrió a la puerta

- ve quien es primero! – grito Javiera

- Igna!! – grito Otto abriendo la puerta

- Otto!! – dijo Ignacia imitando su tono de voz y dándole un abraso afectivo

- te extrañe Igna

- Otto, no seas sin respeto, como eso de “Igna” – decía Violetta nerviosa desde
la cocina

- hola – dijo Ignacia mirándola embobada – no es falto de respeto, yo le pedí


que me dijera así – terminaba de decir con el mismo tono embobado que
saludaba

Ignacia saludo a todas en la habitación y fue hasta Violetta que la esperaba


nerviosamente

- hola, es mejor de más cerca – le susurro Ignacia a su oído


- hola – respondía Violetta dándole un beso en la mejilla

Instancia en la que Violetta se sumergió en el dulce aroma que llevaba Ignacia,


momento que la dejo cautivada

- Otto cariño, me ayudas con algo – dijo Ignacia

Fueron hasta el vehículo de Ignacia y entraron con una caja enorme, no muy
pesada pero grande

- y eso! – dijo Paola

- esto es un regalo para mi Sofí, lo tengo hace tiempo, pero bueno ya sabes –
dijo con vergüenza Ignacia

Paola y Gaby abrieron la caja y dentro venia una mecedora para bebe hecha de
mimbre, acochada de rosado y amarillo, a Gabriela le encanto y a Paola mucho
más

- te pasaste! – dijo Javiera

- Javi, lo siento ya no eres la tía preferida – dijo Paola

- había competencia? – pregunto Ignacia

- sí y yo iba ganado! – alego Javiera

Todas reían y entre bromas y bromas Ignacia veía con dulzura la sonrisa de
Violetta “Dios como he extrañado esa sonrisa” pensaba. En el transcurso de la
noche fueron inevitables las miradas, los roces que parecían dulces golpes de
corriente a cada contacto y entre todas las indirectas que incluso Otto decía,
pasaron la velada más grata de mucho tiempo.

- Otto, ya es hora de que vayas a la cama – dijo Violetta

- pero mamma aún es temprano, un rato más por favor – su tierna cara
intercedió por el

- por favor mamma deja al piccolo unos minutos más – dijo Ignacia con el
acento de Otto

Violetta la miro y no pudo evitar reír divertida con aquella imitación, todas la
miraron expectante mientras agachaba su cabeza y sonreía – treinta minutos,
ni un minuto más – dijo levantando la cabeza y en vez de decírselo a Otto se lo
dijo a Ignacia, quien le agradeció guiñándole el ojo coquetamente, Violetta
sonrió entrecerrando sus ojos y girándose para cortar de golpe aquel contacto
que de seguir así, olvidaría que estaba con más gente a su alrededor.

Ignacia y Otto disputaban el partido de tenis de sus vidas en contra a Camila y


Javiera, mientras los cuatro saltaban y daban golpes a la nada, Violetta
admiraba como sus amigas se comportaban como unas verdaderas niñas y
como su amado hijo.
Cuando llego la hora de irse a dormir para Otto, se despidió de Ignacia y esta
aprovecho para susurrarle algo en el oído, Otto sonrió de felicidad y la abrazo
aún más fuerte, Violetta se intrigo con aquel acto, pero también sintió una
calma en su interior, por un momento pudo proyectar su futuro con Ignacia.

- Mamma – dijo Otto luego de despedirse de todos en aquella casa

- dime

- tenemos planes para mañana?

- no, porque? Que quieres hacer?

- podemos ir con Igna al campo – dijo dando una letal mirada de niño bueno –
por favor, de verdad quiero ir

- pero si quieres anda e invitas a las chicas – dijo Violetta escapando de la


invitación

- mamma – esbozo Otto con algo de molestia

- yo no puedo – dijo Camila

- yo tampoco – se apresuró en decir Javiera

- mañana tengo una eco de la Sofí – dijo Paola

Violetta se quedó viendo a Ignacia que la miraba con una semi-sonrisa en su


rostro, casi sin mirarla, no era que le alegrase el hecho de que Violetta
aceptara por obligación

- si quieres lo llevo sola, no hay ningún problema – dijo Ignacia mirándola con
la más absoluta seriedad

Aquello entristeció a Violetta, ni ella se entendía en estos momentos, no quería


ir, pero tal vez si quería ir?

- si a ti no te molesta – respondió Violetta con una seriedad en su rostro que


dolía ver

- Nos vemos mañana Otto, paso por ti a las ocho de la mañana – dijo Ignacia

- Como ya te vas? – pregunto Javiera

- Sí, me dio malestar en el estómago y saldré temprano – dijo Ignacia mirando


directamente a Javiera, intentando desviar la mirada de Violetta que estaba al
lado

- Nos vemos mañana Igna – dijo Otto abrazándola una vez más y yendo a la
cama
- Buenas noches – dijo Ignacia sacudiendo su mano, despidiéndose en general
y no como solía hacerlo con cada una, hacer eso significaría despedirse de
Violetta ya aquello solo aumentaría el “malestar de estómago” que tenia

Todas se quedaron con un “buenas noches” en sus labios, por qué no


alcanzaron a responderle a Ignacia cuando ya cerraba la puerta. La mirada
asesina de todas llevo a Violetta a su cuarto sin decir una palabra, a darse
escusas tontas por sus actos por un momento y reprochándolos por otro.

Ignacia subía a su auto y por fin exploto, tenía tantas ganas de salir con ella,
de compartir con ella, de escuchar su risa y descubrir una vez más su mirada
que la decepción que tenía le atacaba en el pecho como un a opresión, su
estómago se sentía débil y un fuerte cosquilleo arrasaba con sus manos, sentía
rabia, sentía pena; mientras manejaba fue inevitable no expulsar todos esos
sentimientos en lágrimas, al llegar a casa solo quería dormir y pensar que el
salir con aquel pequeño no era un consuelo si no un regalo, al menos aquella
noche durmió, al contrario de Violetta que solo se dio vueltas una y otra vez en
aquella cama intentando conciliar aquello que llaman sueño.

A la mañana siguiente Otto esperaba impaciente la llegada de Ignacia pasadas


ya las ocho, Violetta lo acompañaba, con la esperanza en el fondo de su
corazón que Ignacia le volviera a pedir que los acompañara, su cabeza era un
lio y su rostro lo decía todo.

Aun Ignacia no estacionaba su auto y Otto ya salía corriendo a recibirla,


Violetta salió tras él, pero a su diferencia se quedó en el umbral de la puerta
apoyando su cuerpo en un costado, aquel acto bastaba para que Ignacia
recordase que era capaz de perder la vida por esa mujer. Tomo la mochila de
Otto y la puso en el maletero, aunque lo dudo por un momento camino en
dirección a la puerta, a medida que se acercaba podía notar el nerviosismo de
Violetta, casi en cámara lenta leyó todos los movimientos que la acusaban,
como cruzaba sus dedos al punto de hacerlos sonar, el parpadeo casi
exagerado que no podía evitar, el resecamiento que sentían sus labios cuando
se aproximaba aún más, hasta que se detuvo ya estaba frente a ella, por un
momento recordó como solía ser ella quien se ponía así, cuando aquella
extranjera llegaba con toda su existencia, con un domino y un poder que a
nadie dejaba excluido, en aquel momento era ella quien tenía el poder y no
dudo en aprovecharlo; se plantó en frente de Violetta y mordiendo casi sin
morder sus labios dijo – ultima oportunidad, vienes o no – Violetta la quedo
viendo sin contestar, sería posible aquello.

- dame diez minutos – respondió Violetta acariciando la mejilla de Ignacia y


entrando a la casa

Impaciente espero Ignacia fuera de la casa hasta que salió, aun no lo creía, en
silencio sin decir palabra alguna camino hasta abrirle la puerta y esperar a que
subiera, también el viaje fue en completo silencio, Otto solo sonreía
intermitentemente, hasta que el sueño lo venció y se quedó dormido, cuando
llevaban una hora de viaje Ignacia rompió el silencio

- que te hizo cambiar de opinión?

- sobre que
- sobre venir

- cuando preguntaste estabas muy segura de que iba a venir, porque me


preguntas esto ahora?

- curiosidad

- deberías saber la respuesta a tu pregunta

- porque asumes que debería?

- otra pregunta de la que deberías saber su respuesta

- creo que hoy no se absolutamente nada

- eso es novedad

- qué cosa?

- que por una vez admitas que no sabes nada y no te creas una sabelotodo –
dijo Violetta con una sonrisa hostigosa

- voy a omitir comentario a aquello – respondió Ignacia esta vez con molestia
en su rostro

Pasaron unos quince minutos más de viaje donde no se oyó palabra alguna,
hasta que Ignacia paso el cambio del auto a quinta y con su mano paso a rosar
la pierna de Violetta, pudo ver la reacción inmediata en su rostro, rápidamente
miro al frente y siguió conduciendo, pero con una gran sonrisa en la cara, la
conocía tan bien, cada gesto de ella era una parte de sí misma; Violetta se
percató de aquella sonrisa y supo aunque dudo el porqué de ella, cerró los ojos
de frustración y miro hacia su ventana, faltaba poco por llegar, aquello la
alegraba, volvió a mirar a Ignacia y está seguía con la sonrisita en su rostro…

- para con tu sonrisa por favor!

- ahora no puedo sonreír?

- no, no puedes, no por la razón de tu sonrisa

- y cual sería esa? Y no me digas que yo debería saber la respuesta

- te conozco – dijo sin poder aguantarse la sonrisa y mirando hacia el lado

- y sabes que yo te conozco a ti, o sea que sabes muy bien porque tengo esta
sonrisa – dijo tomándole la mano mientras con la otra conducía

Violetta siguió mirando a la ventana sin volver a ver a Ignacia, pero incapaz de
mover su mano, quería moverla pero por testarudez, lo único que quería era
sentir el suave tacto de aquella mujer entre sus manos, volvió su cabeza al
frente y la bajo para mirar como aquellos dedos se entrelazaban con los suyos,
no dejo de mirarlos, jugo con la mano de Ignacia y la acaricio una y otra vez,
cuantas veces había imaginado esas manos entre las de ella y ahora lo podía
hacer, pero aunque Ignacia no quería, debía dar cambio atrás y obligadamente
quitar su mano de aquel dulce abrigo que Violetta le proporcionaba. Violetta no
dijo nada, solo cerró sus ojos y espero hasta llegar a su destino, mientras que
Ignacia la contemplaba a medida que podía, dos o tres veces quiso tomar sus
manos, pero se acobardo, nada era fácil con aquella mujer a su lado.

- llegamos – dijo Ignacia acariciando el brazo de Violetta

- me dormí

- por un rato

- quien te abrió?

- Franco, el hijo de Raúl

- ah, y Raúl?

- anda en la ciudad, según me dijo

- nos vamos a bajar o nos quedaremos aquí?

Ignacia dibujo una sonrisa en sus labios y abrió la puerta, Violetta hizo lo
mismo para ir a despertar a su hijo.

- Cariño ya llegamos!

Otto abrió sus ojos y bajo del vehículo para correr entre el pasto, le encantaba
la naturaleza, sentirla, disfrutarla, por un momento cerro sus ojos y levanto sus
manos al sol, ahí se quedó, estático

- qué hace? – pregunto Ignacia divertida, mientras se afirmaba en el carro

- lo vio en una película, agradece a la naturaleza, al sol, a la vida, se alimenta


de ella, mejor ni le preguntes que te dará una catedra

- tu hijo es único

- como yo

- e irresistible, también como tú – Completo Ignacia para abrir el carro y sacar


las cosas que había traído, dejando a Violetta seguirla con la mirada sin
devolvérsela.

- Mamá! Podemos salir a caminar después? – pregunto entusiastamente Otto

- sabes andar a caballo Otto? – pregunto Ignacia

- no, hay caballos!? – dijo abriendo sus ojos como dos platos

- tu mamá si sabe, después de la comida saldremos, te parece?


- me parece perfecto!

- y a mi quien me pregunta si quiero – dijo Violetta – no es que tenga las


mejores experiencias andando a caballo

- ya no regañes y entremos mejor, que estoy algo cansada tanto manejar –


dijo Ignacia entrando a la casa

Entre risas y actuaciones de Otto pasaron lo que quedaba de mañana y el


medio día, entre tanto Violetta no perdía oportunidad para mirar a Ignacia, la
sentía tan cercana a ella que por momento olvidaba que alguna vez hubiesen
estado separadas.

- Igna! – grito Otto haciendo que Ignacia le diera su atención, luego de una
larga conversación con la mirada de Violetta

- disculpa Otto, que paso?

- Saldremos a pasear a caballo?

- por supuesto, mira, ve a los establos y dile a Franco que prepare los caballos,
yo te alcanzo

- Yes! – grito Otto dando un brinco y corriendo por la puerta

- es imposible no querer a este niño – dijo Ignacia

- es agradable oírte decir eso

- Violetta yo… yo necesito que hablemos de nosotras – musito Ignacia


intentando controlar su nerviosismo

- te propongo un trato

- un trato?

- sí, un trato, empecemos desde cero, como si el pasado no existiese y en el


camino veamos cómo se van dando las cosas, no te lo hare fácil, te lo advierto

Ignacia sonrió con aquellas palabras, era mucho más de lo que se esperaba,
por un minuto lleno su cabeza de ideas y luego cerro sus ojos y quedo en
blanco, Violetta esperaba una respuesta de sus labios y ella solo sonreía, abrió
sus ojos y estiro su mano – Hola, soy Ignacia, un placer conocerte – dijo
entrelazando su mano con la de la mujer que tenía enfrente

- Hola, soy Violetta y el placer es todo mío – su sonrisa era tan grande como el
sentimiento al sentir esa mano, sentía que a esta mujer la conocía de otra vida.

Así estaban cuando Otto entro corriendo, sonrió al verlas en un exagerado


saludo de mano, tan en lo suyo estaban que no se dieron cuenta de su
presencia, como buen actor no tardo en entrar en un papel y se dirigió a su
madre con la cara afligida
- Mamá, creo que no me siento bien – dijo tomándose la barriga

- que pasa pequeño, te sientes muy mal? Quieres que vayamos al hospital –
dijo Ignacia de inmediato

- no, me quiero recostar un rato, no es nada grave

- Otto, te duele mucho el estómago? – dijo Violetta mirándolo a los ojos

- solo un poco, no debe ser nada mamma

- bueno entonces te vas a recostar un rato, yo voy a decirle a Franco que no


saldremos en los caballos – dijo Ignacia

- No! – Dijo Otto – vayan ustedes, no es necesario que se queden

- Otto, no voy a salir si tú estás mal, no te vas a quedar solo

- Ma, ya estoy grande, no te preocupes, me voy a sentir peor si no salen – dijo


cambiando su rostro de afligido por un momento al de manipulador

- ya veo por donde vas, está bien, ve a recostarte y nosotras iremos de paseo

- pero Viole estas segura? – pregunto preocupada Ignacia

- si vamos, te aseguro que cuando estemos de vuelta ya estará mejor

- que les vaya bien – dijo Otto dándose media vuelta con una sonrisa en su
rostro

- oye, de verdad quieres ir?

- sí – afirmo con ilusión Violetta – vamos de una vez

Por casi diez minutos de caminata, ninguna emitió palabra alguna, Ignacia tenía
la necesidad de hablar y los absurdos pensamientos se interponían en sus
palabras.

- si hubiese sabido que esta era una caminata silenciosa, me hubiese quedado
en casa – dijo Violetta

- no te da miedo que tenga algo

- ah?

- Otto, no te da miedo? Es que me lo he cuestionado todo el rato

Violetta se rio en su cara, más que con burla, con ironía.

- Otto está bien – dijo Violetta

- como lo sabes
- porque estaba actuando, lo conozco y tu caíste

- entonces…

- Entonces – repitió Violetta – entonces te reto a una carrera! – dijo Violetta


soltando las riendas de su caballo para que corriera

- No se vale!! – grito desde atrás Ignacia imitándola

Ambas cabalgaron a todo galope con una enorme sonrisa en su rostro, la


alegría misma podía sentirse en aquel lugar, Ignacia comenzaba a pasar a
Violetta cuando esta le lanzo un beso al aire y le guiño un ojo, acto seguido
Ignacia se desvió de su camino completamente, embobada con aquel gesto.

- estas bien?! – grito Violetta desde lejos bajando de su caballo entre risas

Ignacia dio la vuelta y ni siquiera respondió a aquella pregunta, no dijo nada


del todo, solo se encamino hasta quedar al frente de Violetta, bajo de su
caballo y se paró frente a ella, alzo un poco su cabeza y la miro fijo a los ojos.
Por un momento tuvo la necesidad de reclamarle, de aunque fuera en forme de
broma hacerse por un rato la enojada, hasta que el momento paso y vio en sus
ojos aquel brillo, aquello que la hacía deterretirse en cualquier situación, pudo
sentir el nerviosismo de Violetta, sintió en su cuerpo como le temblaban las
manos, como respiraba acelerado y como sin querer o queriendo con muchas
ganas se produjo aquello que tanto anhelaba, que ambas deseaban desde lo
más profundo de su ser, ya no existía aquella conexión con sus miradas,
porque inertemente ambas detallaban los labios de la otra y como si se hubiese
activa de pronto un imán entre ambas, posaron sus manos con desesperación
en la cara de la otra y aquello que tanto detallaban ahora lo estaban probando.
Como un anciano cuando en el sabor de un viejo dulce resucita recuerdos de
cuando era tan solo un niño y en ese preciso momento dibuja una sonrisa en
sus labios, así fue la sonrisa de ambas que se interpuso entre aquel beso.

Violetta apretó entre sus brazos a Ignacia y se impregno de aquel aroma, se


impregno toda de ella, así simple, sin nada que ensuciara aquel momento.

- necesite tanto tenerte así, a diario lo necesite – dijo Violetta susurrando le al


oído

Ignacia solo pudo sonreír, no quería despegarse de aquella mujer nunca más,
hasta que algo le dio risa y Violetta la alejo

- de que te ríes?

- nada

- como que nada – dijo Violeta arqueando una ceja

- pensé que me lo ibas a hacer difícil – dijo Ignacia

Violetta se quedó mirándola y opto por no decir nada, tomo la mano de Ignacia
y la arrastro hacia ella, con aquel empujón cayó de espaldas al pasto e Ignacia
sobre ella, rieron a carcajadas por un momento y luego se besaron, se besaron
como hacía mucho tiempo no lo hacían, con pasión, con aquella insolente
desesperación que brota del más puro deseo, de aquel deseo que nace del
amor.

- a quien quería engañar – se preguntó Violetta en voz alta mientras acariciaba


a Ignacia

- de que hablas

- de mí, de negarme a esto, de tomarnos las cosas con calma – dijo sentándose
y mirando con detención a Ignacia – no quiero más calma en mi vida, no quiero
más tiempo perdido, ya perdí suficiente tiempo lejos de ti, perdí mi vida en
tiempo lejos de mi hijo, mi amor yo ya no quiero perder tiempo. – concluyo
mirando la enorme sonrisa que tenía Ignacia en su rostro

- No más tiempo perdido – dijo sin poder dejar de sonreír – sabes cuánto
quería que me dijeras mi amor?

- no sé, cuánto? – dijo sonriendo

- todo el universo

- tonta

- Viole, yo… yo te voy a demostrar con hechos que quiero estar contigo toda la
vida, tú, yo y ese pequeño enorme niño que tienes por hijo

Y era aquello lo que más necesitaba Violetta escuchar, aunque en el fondo


sabía que Otto ya se había ganado el corazón de Ignacia.

- Te amo – dijo Violetta besando la mano de Ignacia

- yo también te amo – respondió Ignacia con gran dicha.

Los días pasaron, se volvieron semanas y así en un abrir y cerrar de ojos cinco
personas sentadas alrededor de una mesa, cuatro de ellas amigas, dos de ellas
enamoradas y un quinto pequeño impaciente, esperaban la llegada de Sofía.

- mamma, a qué hora va a llegar Sofía?! – preguntaba impaciente Otto

- Tranquilo mi amor, si debe estar por nacer – respondía Ignacia

- Otto tranquilízate y siéntate, que tú deberías estar en clases

- Otto a cual de tus mamis quieres más? – preguntaba riendo Javiera

- ay! Tía Javiera! Eso sería como preguntarle a usted a quien va a querer más,
a la Sofi o a mí, a ver respóndame eso!

- jajajaja, te cago! – dijo Camila imprudentemente

- Camila! Tu boca! – grito Ignacia


- ya mamma – dijo imitando a Otto – perdón, se me olvida

- Ya pues tía, me va a contestar o no? No se haga la loca

- A los dos los quiero desde ya por igual, parejito, parejito

Otto se acercó al oído de Javiera y muy despacio en su oído dijo “yo te quiero
más a ti, pero no se lo digas a nadie” Javiera sonrió pero con un sentimiento
desconocido para ella, sintió las ganas de atesorar ese momento para toda su
vida, como el primero de muchos.

Mientras Camila se comía las uñas del nerviosismo, Ignacia movía y movía una
pierna sobre la otra, Violetta se paseaba por toda la sala y Javiera se distraía
con Otto, Paola en el trabajo de parto recibía una noticia que no se esperaba.

- llevan más de cuatro horas allá adentro, qué onda!

- pero Cami, si no es como en las películas, que hacen un poco de fuerza y los
bebes salen como si fueran caca – dijo Violetta entre risas

- jajajaja, enferma, si eso lo sé, pero tanto! Yo ya quiero tener a mi sobrina en


brazos!

- pareces cabra chica, lo único que espero es que esta sanita – dijo Javiera

- ella la grande! Cállate mejor enana, que tengo los nervios de punta

En eso estaban cuando Gaby caminaba hacia ellas mirando al suelo y con sus
manos posadas en las caderas, todas se pararon a rodearla esperando que
hablara, pero Gaby no levantaba su cabeza.

- Gaby! – grito Camila

- son dos

- cómo? – dijo Javiera

- son dos Sofis

- me estay hueviando! – grito Ignacia

- amor! – la regaño Violetta

- no tengo idea como, solo sé que son dos, hermosas, pequeñitas, igualitas!

Javiera se lanzó a los brazos de Gaby – felicitaciones amiga! – decía mientras


que la abrazaba y así lo hicieron todas.

- podemos ir a verlas?
- no, tienen que hacerle exámenes, tuvieron a la segunda en incubadora por
una hora, pero ya está bien, de aquí para delante todo bien, lo que queda es
protocolo

- Pao cómo está? – pregunto Ignacia

- está bien, descansando, comprenderán que dos bebes salieron por “ahí”, es
cuatico!

- gracias por la descripción grafica! – dijo Violetta indicando a Otto

- perdón – dijo Gaby con clara cara de arrepentimiento

Por casi una hora más tuvieron que esperar para poder pasar a ver a las
preciosidades, cuando por fin pudieron pasar, vieron la postal más hermosa del
mundo, Gaby con una pequeñita en sus brazos sentada al lado de Paola que
tenía la otra. Javiera entro llena de globos para las niñas y las demás traían
flores para Paola, nadie decía nada solo miraban con nerviosismo

- les presento a Sofía Gabriela Welham Lobos – dijo Gaby mientras levantaba
un poco a la pequeña Sofía que movía sus manitos con torpeza y aun no habría
bien sus ojitos

- y esta pequeñita es Emilia Antonia Welham Lobos. – completo Paola mientras


descubría el rostro de la pequeña Emilia

Javiera entre lágrimas fue la primera en tomar en brazos a la pequeña Sofía y


Camila lo hizo con Emilia, así se fueron pasando a las niñas, entretenidas con
sus caras, con sus gestos, claramente eran una gran familia, eso lo podía ver
cualquier extraño.

Tres días después ya estaban en casa, una casa repleta de gente, los abuelos,
los tíos, los primos, nadie falto en esa casa, pero al final quienes siempre
quedaban eran las mismas de siempre, con alegría se sentaron todas en el
living de la casa, mientras Otto se quedaba con las niñas en el cuarto.

- Me parece increíble esto – decía Camila

- qué cosa?

- ayer éramos unas niñas jugando a ser grandes y de pronto ya somos grandes

- fue hermoso nuestro pasado – dijo Paola

- te imaginas que nuestros padres no se hubiese hecho amigos? – dijo Gaby

- nunca te hubiese conocido – dijo dándole un pequeño tierno beso en los labios

- ni yo – dijo Violetta – probablemente aun sería una loca viviendo en Europa

- conquistando cuanta mujer se te cruzase – dijo Gaby

- no entremos en detalles por favor


– suplico Ignacia – pero es verdad, ese simple hecho nos unió a todas

- y nuestros actos, nuestros actos tienen mucho que decir, pero a pesar de
todo el sufrimiento que he visto pasar delante de mí, creo que todo ha servido
para estar donde estamos hoy - dijo Camila

Violetta miro a Ignacia que estaba sentada en su regazo y le encontró tanta


razón a las palabras de Camila que fue como si su corazón al fin estuviese sin
ninguna grieta, la dicha se lo hizo entender.

Paola tomo la mano de Gaby entre sus dedos y modulo un te amo entre sus
labios sin emitir sonido, que fue inmediatamente correspondido.

Así en silencio por un momento se llenaron de felicidad, todas de una forma


diferente…

- les tengo una noticia – dijo Camila, mientras todas miraban atentas – mi
gordo me pidió matrimonio! Dijo gritando y mostrando la argolla que colgaba
de una cadenita en su cuello

- Maraca estay embarazada!! – grito Gaby

- shh… amor, los niños!

- sí o no! – dijo Gaby

- Si, lo supe hace unos días, pero no quería decir nada antes de estar segura y
con la llegada de las niñitas no lo quise opacar

- que eres tonta Cami, yo sabía, se te notaba en la cara, cuando tomaste a las
niñitas tenías el mismo brillo de Paola en los ojos! – dijo Gaby.

Camila dejo caer silenciosas lágrimas, se sentía feliz, se sentía otra persona.

- por lo visto voy a tener que apurarme no puedo quedar atrás en esto, no
quiero ser la única soltera.

- Ridícula! – gritaron todas al unísono

Todas rieron, cuando Camila sintió algo y las hizo callar, todas la siguieron y
pudieron oír sus vidas en la voz de un niño…

“ la cosa es Sofí, Ante, que nosotros somos los niños más privilegiados del
mundo, porque podemos tener dos mamás y si, cuando sean grandes verán
que hay niños que tienen papá y mamá, ellos también son privilegiados, pero
nosotros somos especiales, tenemos dos mamas y cuatro tías, cuatro! De
apoco las van a conocer a todas, la tía Javiera es una loca, pero ya van a ver,
siempre que la vean, les va a sacar una sonrisa; la tía Camila es un amor, es
como una mamá, siempre tierna y cariñosa, pero también es divertida, siempre
molesta a la tía Javiera con bromas pesadas, es para reírse un montón; bueno
mi tía Gaby y Paola son sus mamas, cuando sean más grandes les voy a contar
como se conocieron, digamos que una de sus mamas pudo ser la mía – aquello
hizo que Paola golpeara la cabeza de Gaby – Violetta es mi mamma, la que me
dio a luz, pero Ignacia es mi otra mama, yo a ella la amo tanto como a mi
madre, porque le devolvió la sonrisa y eso basta para elegir ser su hijo toda mi
vida, Primas, nada va a ser fácil en esta vida, así dice mi mama, pero
tranquilas porque yo voy a estar con ustedes siempre, a cada paso que den,
hasta que estemos todos viejitos, porque cuando hay amor, así deben ser las
cosas”

Otto terminaba de hablar y todas salieron sin hacer ruido para no molestar,
aquella noche la única que durmió fue Paola, el resto se turnaba cuidando a las
gemelas, nadie se fue de aquella casa, porque el amor que existe entre ese
grupo, es del amor más puro y aunque en los años que vengan por delante, se
enfrentaran con muchos obstáculos, Paola e Ignacia tanto como Paola y Gaby,
seguirán siendo un par, un par que conoció lo más bajo del amor y ahora solo
les queda lo alto…

“El amor es como el más complicado de los acertijos, cuando crees que estas a
punto de descifrarlo surgen nuevas aristas que cubren todo lo antes resuelto y
ahí estas otra vez desde cero intentando desenredarlo. Si alguien dijo que el
amor era simple probablemente nunca amo, por qué el amor nunca es simple,
el amor es siempre complicado, si el amor fuera un tren, habría que firmar un
poder de acuerdo antes de subir, te subirías sabiendo que pasaras largos
momentos de dicha, alegría, eterno gozo y mucha, pero mucha felicidad, aun
así tienes que saber que vas a sufrir, te van a herir, que durante el viaje
conocerás la locura y la amargura, por qué nada de lo primero viene gratis y
ahí entra la vida a joderte la existencia. El amor es locura pura y hay que estar
loco para subirse a ese tren, aun después de todo, que triste la vida de alguien
que nunca lo conoció, que nunca sintió aquella alegría que nace del corazón
cuando tienes en frente a la persona que amas, que miserable aquel que nunca
sintió el dolor de un corazón roto, por qué sí, el amor siempre viene con un
poco de dolor, pero el amor también sana, el amor es capaz de reparar el más
roto de los corazones sin siquiera pedírselo, el amor es… el amor es eso,
simplemente amor.”

Constanza (Tobilú) S.

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