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HORMIGÓN I
Unidad 2:
CONTENIDO.
2.3 MATERIALES
2.3.1 HORMIGÓN.
2.3.2.1 GENERALIDADES.
2.3.2.2 CONTROL DE CALIDAD DE LOS HORMIGONES.
2.3.3 ACERO.
2.4 BIBLIOGRAFÍA.
Emisión
Filename Rev. 1 Rev. 2 Rev. 3 Rev. 4 Rev. 5 Observaciones
0
MATERIALES. AGO AGO JUL AGO MAY JUL
DOC 2001 2002 2006 2008 2009 2009
Julio 2009 corrige curvas Ao.
Páginas 36 54 66 56 65 65
3
La densidad del hormigón simple es cercana a los 2300 Kgr/m3, mientras que la
del acero es de 7850 Kgr/m3. Las barras de acero que se suelen utilizar en el material
combinado varían para los casos más comunes entre 3 mm a 25 mm de diámetro, y la
sección total de barras suele oscilar entre el 0.2 % y el 3% de la sección total. Esto
implica índices de consumo que varían entre 15 a 250 Kgr de acero por metro cúbico
de hormigón. El valor de densidad del hormigón armado se toma como 2400 kgr/m3, lo
que se explica considerando el caso de tener una cuantía de acero total del 2 %:
Sin embargo, para el caso de una losa, de espesor 12 cm, con incidencia de
acero de unos 70 Kgr/m3, el costo sería (para 1 m2) :
Se ve por un lado cómo cambian los costos según el elemento estructural, y por otro
la fuerte incidencia del encofrado. En este respecto hay que aclarar que depende de la
calidad de la madera (en estos ejemplos se ha tomado muy buena calidad) y
obviamente del elemento en cuestión para la incidencia en el costo. Hay casos en que
el encofrado es muy poco o nulo (pozos de fundación, vigas de fundación enterradas).
Sin embargo, como se verá a lo largo del curso, la utilización de las normas DIN
para diseño de estructuras de hormigón armado en zonas sísmicas es muy
cuestionable. En particular, las limitaciones que la norma impone a los materiales en la
fase no lineal hace que no se puedan evaluar las características de resistencia y
ductilidad con el grado de precisión que se requiere en diseño sismorresistente.
expresan sus autores, el énfasis del texto se coloca en analizar por qué ciertas
decisiones deberían tomarse, motivar a los ingenieros a que razonen sobre los
procesos de diseño y no se conviertan en ciegos seguidores de los códigos. Park y
Paulay han sido responsables de una muy fructífera investigación analítico -
experimental que ha permitido resolver problemas de diseño de hormigón armado con
relativa sencillez y precisión adecuada.
2.3. MATERIALES.
A los efectos del diseño y construcción en hormigón armado, es necesario
conocer las características y el comportamiento de sus materiales componentes, el
hormigón y el acero, primero por separado y luego en conjunto como sólido único.
2.3.1. HORMIGÓN.
2.3.1.1. Respuesta del Hormigón y de sus componentes en compresión.
Los componentes principales del hormigón son el cemento Pórtland, el agua y
los agregados. El hormigón endurece gracias a la reacción química que se produce
entre el agua y el cemento. Generalmente las características mecánicas del hormigón
quedan especificadas a partir de su comportamiento en compresión uniaxial, para lo
cual se utilizan probetas de control cilíndricas de 15 cm de diámetro y 30 cm de alto, o
cúbicas de 15 cm de lado. Las resistencias a compresión se designan como resistencia
cilíndrica y cúbica respectivamente. Recientemente se ha adoptado también para
control la probeta cilíndrica de 10 cm de diámetro por 20 cm de altura.
Fig. 2.4.
Respuesta tensión - deformación del
hormigón y de sus componentes a ensayo de
compresión axial.
(b) Los agregados tienen mayor rigidez y mayor resistencia (valores típicos
pueden ser de 100 a 200 MPa; los ensayos se hacen normalmente sobre
muestras obtenidas de rocas).
[1Pa=1N/m2; 1N=0.10Kgr,1KN=0,10 ton, 1MPa=1MN/m2=1N/mm2=10 Kgr/cm2=100 T/m2].
(c) La pasta de cemento es la que tiene menor rigidez y resistencia. Los ensayos
generalmente no se hacen en probetas de pasta de cemento puro (dificultad
para moldeo de probetas y dispersión de resultados) sino sobre testigos de
cemento y arena, en proporción 1:3. Como dato ilustrativo, de Ref. [4] se
extrae la Fig. 2.5 donde se comparan las resistencias del hormigón y del
mortero de cemento para proporciones fijas de componentes. Se ve que la
relación entre ellas es prácticamente lineal, y que la resistencia del mortero
es del orden de 60 a 65 % de la resistencia del hormigón.
Variando la proporción y
calidad de los componentes se
obtienen distintas características
mecánicas en el hormigón. Las
Fig. 2.6a y b muestran curvas
típicas de tensión vs.
deformación en un rango de
resistencias máximas de 20 a 80 MPa en la primera; en la segunda, el cambio de
escala hace ver mejor las características salientes para los hormigones de mayor uso
en nuestro medio. Se puede observar que a medida que la resistencia máxima se
incrementa:
E c = wc 0.043 f´ c
1.5
[MPa] (2.1)
Con esta información se puede explicar el por qué del aumento de la deformación εo
(ítem d) de la siguiente manera:
'
2f ' 2 fc
La deformación εo se calcula como ε0 ≅ = , como el numerador crece
Ec 4700 f c
'
'
con f’c y el denominador sólo lo hace con f c , un aumento en f’c produce un aumento
en εo , pero εmax disminuye. Por lo tanto, a mayor resistencia se produce un incremento
de la rigidez del material pero disminuye el comportamiento no lineal.
que arroja resultados similares. Por ej, para f´c= 35 MPa, la ecuación (2.2) da un valor
de Ec= 27800 MPa y la ecuación (2.3) Ec= 26500 MPa, es decir una diferencia de 5 %.
fc= Ec εc (2.5a)
Se hace notar que para el primer tramo de la curva de la Fig. 2.7, donde Ei es el
módulo de elasticidad tangente o inicial, el valor de εo resulta:
2 f ´c
εo = (2.5.b)
Ei
Así por ejemplo, para f´c= 21 MPa y Ec= 21500 MPa, resulta εo ≅ 0.002.
De las Figs. 2.6 se observa que las deformaciones para las máximas tensiones
están cercanas a 0.002. Para deformaciones mayores todavía se pueden soportar
tensiones aunque aparecen en forma visible fisuras paralelas a la dirección de la carga.
Cuando el hormigón es ensayado en máquinas relativamente flexibles (poca capacidad
de carga) suele fallar en forma explosiva ya que la probeta no puede absorber la
liberación de energía acumulada por la máquina de ensayos por lo que la carga y la
14
tensión decrecen rápidamente. Se necesita una máquina muy rígida, o una con control
de deformaciones, para poder obtener en forma completa la rama descendente de la
curva f-ε. Un procedimiento para lograr la curva completa es a través de cargas y
descargas, trazando luego la envolvente a la respuesta cíclica como la que se
representa en la Fig. 2.8b.
Para obtener la curva completa como las que se muestran en la Fig. 2.6, los
cilindros de hormigón son ensayados a una velocidad tal que la tensión máxima se
alcanza a los 2 ó 3 minutos de comenzado el ensayo.
Fig. 2.8a.
Respuesta a carga cíclica del hormigón.
El hormigón tiene una buena capacidad para resistir varios ciclos de carga
repetida. La Fig. 2.8b muestra además como al producir cargas y descargas repetidas
siempre en compresión se manifiesta un efecto de histéresis, es decir disipación de
energía por comportamiento inelástico. Se ve además, y así lo han demostrado los
ensayos de varios investigadores, que la envolvente de la curva es casi idéntica a la
que se obtendría por aplicar la carga de una sola vez, monotónica y creciente hasta la
rotura, con una máquina de ensayos que tuviera control de deformaciones.
15
El efecto de
la temperatura
durante las dos
primeras horas de
llenado se ve en la
Fig. 2.10b.
Se observa
que si se aplican
temperaturas altas
al inicio se
obtendría rápida
ganancia de
resistencia en los
primeros días
después de llenado, pero después de una a dos semanas la situación cambia
drásticamente. Las probetas curadas durantes esas primeras 2 horas a temperaturas
entre los 4 y 23 oC mostraron mayor ganancia en el tiempo que las curadas en ese
lapso entre 32 a 40oC.
17
La tabla 2.1 muestra las relaciones de los valores de resistencia que el código
CP110 (Código de Práctica del Reino Unido, Ref.[17]) acepta cuando se prueba que la
carga va a ser aplicada un cierto tiempo después de colocado el hormigón. Esto es un
indicador del aumento de la resistencia con el tiempo. El aumento de resistencia
respecto a la especificada también es de importancia cuando se trata de evaluar la
resistencia de una estructura ya construida. A veces se recurre a ensayos sobre
probetas que se obtienen de la misma construcción. Sin embargo, no siempre es esto
posible y resulta necesario hacer una extrapolación de la resistencia desde la ensayada
18
Tabla 2.1.
Edad mínima del hormigón
del elemento cuando sea Factor
sometido a carga completa de corrección
[meses]
1 1.00
2 1.10
3 1.15
6 1.20
12 1.24
fi fi fi
E ci = E ceff = =
ε ci ε cf (ε ci + ε cflu )
E ceff ε ci 1 1
= = = (2.6.a)
E ci (ε ci + ε cflu ) 1+
ε cflu 1+ φ
ε ci
1
E ceff = E ci
1+φ
ε cflu (t − t i ) 0.6
φ (t , t i ) = = 3.5k c k f (1.58 − H / 120)t i−0.118 (2.6.b)
ε ci 10 + (t − t i ) 0.6
20
1
kf = (2.7)
f
'
0.67 + c
62
donde f´c es la resistencia del hormigón a los 28 días en MPa. Note que para f´c menor
de 21 MPa, el factor resulta mayor que la unidad.
La Fig. 2.13 da los valores de kc. Cuando se evalúa la edad del hormigón para el
tiempo ti, que es aquel instante donde se comienza a cargar, un día con curado
acelerado puede considerarse como equivalente a agregar 7 días a la edad del
hormigón. Este coeficiente tiende a cuantificar la disminución de la fluencia (lo mismo
ocurre con la contracción) al aumentar las dimensiones del elemento, es decir al
aumentar la relación volumen/superficie (o cuando aumenta su espesor). Cuando el
elemento tiene mucha superficie (poco espesor), el efecto del creep, que ocurre en la
superficie, lo hace en condiciones de menor humedad, y es mayor que en el núcleo del
elemento donde las condiciones de humedad son más favorables, similares a las del
curado en masa. Por ello, a mayor superficie expuesta mayor fluencia.
ε cf (t,t j ) =
f ci
(2.8)
Eceff
Eci
Eceff =
1 + φ (t , ti )
(2.9)
21
f ci
ε ci =
Ec
La deformación por fluencia puede ser varias veces mayor que la elástica. La
Fig. 2.12 indica que la fluencia continúa con pendiente en descenso a lo largo del
tiempo. Si la carga se elimina, la deformación elástica se recupera en forma inmediata,
pero es menor que la que corresponde a deformación elástica inicial debido a que el
módulo de elasticidad crece con la edad del hormigón. La recuperación elástica es
seguida por una recuperación proporcionalmente pequeña de la deformación por
fluencia, por lo que la deformación permanente puede ser importante.
Fig. 2. Ejemplo-1
Prisma de hormigón sometido a compresión.
Calcular la deformación elástica, de fluencia y
total.
Solución:
1
kf = = 0.87
30
0.67 +
62
70 100
φ(116,16) = 3.5 x 0.68 x0.87(1.58 − ) x16− 0.118 x = 3.5 x 0.68 x 0.87 x 0.72 x 0.61 = 0.95
120 10 + 1000.6
por lo que:
25743MPa
E ceff = = 13234 MPa
1 + 0.95
y de donde resulta una deformación final total a los 116 días de:
15
ε cf (116,16) = = 1.13x10 −3
13234
ε cflu (t , t i )
Ct = (2.11)
ε ci
factor está dado por:
C t = C u k t k a k h k th k s k f k e (2.12)
Cu = coeficiente último de fluencia, que varía entre 1.30 a 4.15, y que en general se
toma igual a 2.35.
Kt = coeficiente que depende del tiempo de carga t, y dado por:
Kt =
(t − ti )
0.6
(2.13)
10 + (t − t i )
0.6
23
para hormigón curado con vapor, siendo ti el tiempo la edad del hormigón en días
cuando se le aplica la carga.
Kf = coeficiente que depende del porcentaje de agregados finos del hormigón, igual a:
0.95 para 30 %,
1.00 para 50 %
1.05 para 70 %.
Fig. 2.16.
Curva Típica de contracción
para el hormigón.
Como regla general, un hormigón que exhibe alta fluencia sufrirá también alta
tendencia a la contracción. Por ello es que las causales son compartidas.
Fig. 2.17.
Contracción en un elemento de
hormigón armado simétricamente.
fs = x.Es (2.16)
siendo Ct el factor de deformación por fluencia lenta del hormigón. Este factor hace que
Ec disminuya y tome el valor Eceff .
ε sh
fc = (2.18)
1 + Ct 1
+
Ec ρE s
de 1.4 MPa= 14 Kgr/cm2. Si para ese hormigón, tal cual se verá más adelante, la
resistencia a tracción fuera del orden de 1.5 a 2.0 MPa, se ve que antes de la
aplicación de carga alguna y tal vez ya por peso propio el hormigón pueda alcanzar su
resistencia a rotura por tracción. Esta es una de las razones por las que en el hormigón
armado se desprecia la resistencia a tracción del hormigón para estados límites de
cargas de servicio y último. Para casos donde el estado límite de fisuración es
importante la resistencia a tracción no puede ser ignorada.
Fig. 2.18.
Contracción cuando el
elemento de hormigón
no tiene armadura
simétrica.
La ref.[6] da este otro método adoptado por el Comité ACI 209 (en 1971, por lo
que seguramente ya debe haber sido actualizado). Allí se da esta expresión:
St = factor que depende del tiempo expuesto a contracción, para curado normal por
humedad dado por:
St = t / 35 + t (2.21a)
y para curado por vapor por:
St = t / 55 + t (2.21b)
30
Sf = coeficiente que depende del porcentaje de agregados finos del hormigón, y vale:
• 0.86 para 40 %
• para 50 %
• 1.04 para 70 %
La respuesta del hormigón a tracción uniaxial es casi lineal hasta que ocurre la
falla repentina. La Fig. 2.20 muestra una curva tensión-deformación de tracción
obtenida con una máquina de ensayos muy rígida que sea capaz de captar, mediante
sucesivas cargas y descargas, el comportamiento después de la primer fisuración.
Hay que reconocer que las superficies entre las fisuras son bien irregulares y
que dichas fisuras son bien pequeñas en comparación con las irregularidades mismas
por lo que la interacción entre bordes de las fisuras posibilita la transmisión de cierta
tracción cuando los anchos de las fisuras permanezcan por debajo de 0.05 mm.
Fig. 2.20.
Respuesta tensión –
deformación del hormigón
en tracción.
Fig. 2.22
Esquema del “split cylinder” o ensayo de fractura
del cilindro para obtener la resistencia a tracción
del hormigón.
Este método fue sugerido por Fernando Carneiro, un brasileño, y por ello es
conocido como el método brasileño. Se sabe de todos modos que en forma
independiente también fue desarrollado en Japón. En el ensayo, el cilindro de hormigón
(puede ser el mismo que el de ensayo a compresión) se coloca con su eje horizontal
entre las placas o cabezales de la máquina de ensayos, y se somete a carga a lo largo
de su eje vertical. Como la carga es aplicada a lo largo de la generatriz resulta
entonces, por la teoría de la elasticidad, que un elemento sobre el diámetro vertical
estará sometido a una tensión de compresión vertical dada por:
2P D 2
f2 = − 1
πLD r ( D − r )
2P
f1 =
πLD
P= carga de compresión.
L= longitud del cilindro.
D= Diámetro del cilindro.
r y (D - r) son las distancias del elemento considerado respecto a los puntos de
aplicación de las cargas P (ver figura 2.22b).
2P
f2 = 3
πLD
es decir que f 2 = 3.0 en la sección transversal que coincide con el diámetro. La Fig.
f1
2.22 muestra la distribución de tensiones. Note que d y h son equivalentes en dicha
figura a D y L respectivamente.
33
Fig. 2.23.
Deformaciones longitudinales y transversales
medidas en una probeta de hormigón
ensayada a compresión uniaxial.
Fig. 2.24.
Reducción de la resistencia del
hormigón a compresión
sometido a altas temperaturas.
2.3.2.1. Generalidades.
Para todo el territorio de la república Argentina, tal cual se expresó
anteriormente, se ha decidido adoptar como norma de hormigón armado el ACI-318.
Esta norma se puso a discusión pública a fines del 2002 y se esperaba que entrara en
vigencia a fines del 2003. La norma ya está lista (con revisión) y ya a mediados del
2008 aún estamos esperando la “firma” de algún funcionario responsable (?) para que
se ponga en vigencia: sin palabras. En Mendoza fue puesto en vigencia para la obra
pública a fines del 2007 y para aplicación a partir del 1 de julio 2008.
La norma anterior v-1982 (todavía en vigencia) tiene como base las normas
alemanas DIN. Para el proyecto, cálculo y ejecución de estructuras de hormigón
armado y pretensado, en nuestro país rige aún el reglamento CIRSOC 201, tomos 1 y
2, 1982. Por muchas razones el cambio hacia la norma de EEUU era muy necesario.
menos 100 Kgr de cemento por metro cúbico, mientras que en el hormigón estructural
este contenido debe ser casi 3 veces más. Se remite al lector para que lea en forma
cuidadosa todo el contenido de la norma que debe ser de aplicación.
El CIRSOC 201-82 tabla 15, sección 13.2 da los recubrimientos mínimos para
las armaduras, según tipos de hormigones y ubicación de los elementos estructurales.
En su Anexo 13.2.1 define con claridad qué se entiende por recubrimiento. Es
interesante además leer las disposiciones del capítulo 10 relacionadas con manipuleo,
transporte, colocación, compactación y curado del hormigón.
A la vez, con ensayos que buscan cumplir esos objetivos, se trata también de
evaluar en forma indirecta el contenido de agua en la mezcla, es decir la relación agua /
cemento. El ensayo más común es del asentamiento en el cono de Abrams.
37
La Fig. 2.25 muestra un esquema del ensayo, donde aparecen las dimensiones
del cono para el ensayo de asentamiento (slump test). La Fig. 2.25(b) muestra como
se mide en la práctica el asentamiento.
Fig. 2.25(b).
Forma de medir el
asentamiento del
hormigón fresco.
La misma tabla
muestra los grados
de trabajabilidad, los
valores esperables
de asentamiento y
para qué casos de
hormigón se deben
poseer dichos
asentamientos. Por ejemplo, si la sección de hormigón armado tiene una alta cuantía
de acero, donde la colocación y vibración del hormigón será muy difícil, el asentamiento
deberá ser superior a los 100 mm y puede llegar hasta los 170 mm.
La tabla 2.3, extraída del CIRSOC 201, muestra también la relación entre la
consistencia, la gama de asentamientos y el método de compactación. A se vez, la
misma referencia indica que las tolerancias en los asentamientos son de ±1.5 cm para
asentamientos menores de 7 cm y de ±2.5 cm para mayores de 7 cm.
Fig. 2.26. Comparación entre los criterios de control de calidad de las normas CIRSOC
versiones 1982 y 2005.
41
La norma, 4.1.6.2, aclara que se debe tomar como resultado de un (1) ensayo, o
sea un valor de f´c, al valor que se obtiene como promedio de las resistencias de cómo
mínimo 2 probetas cilíndricas normales moldeadas con la misma muestra de hormigón
y a la misma edad. Se debe cumplir que la diferencia entre las resistencias extremas
del grupo que constituye cada ensayo sea menor del 15 % de la resistencia media de
42
las probetas que constituyen el grupo. Si no se cumple se debe rechazar el ensayo. Sin
embargo, si el grupo es de 3 probetas y no se cumple lo anterior, pero la resistencia de
2 de las probetas difieren en menos del 10 % con respecto a su resistencia promedio,
se puede aceptar el resultado descartando el tercer resultado.
Para el Modo 1 la dimensión de los lotes debe ser igual o menor que dos veces la
indicada en la Tabla 4.1, pero cumpliendo algunas condiciones que la norma da. Si un
conjunto de elementos estructurales posee dimensiones mayores que el doble de los
límites de la tabla anterior, se pueden considerar que constituyen un lote único si
cumple ciertos requisitos, ver norma, 4.2.2.3.
El número de muestras a extraer debe ser igual o mayor que el menor resultante de
aplicar las siguientes frecuencias:
La norma reitera que de cada muestra se debe realizar como mínimo un ensayo (es
decir dos probetas) a la edad de diseño.
La norma dice que cumplidas todas las condiciones dichas para el Modo 1, se
considera que el hormigón evaluado posee la resistencia especificada cuando:
• la resistencia media móvil de todas las series posibles de tres (3) ensayos
consecutivos cualesquiera es igual o mayor que la resistencia especificada, es
decir:
f´cm3 ≥ f´c (2.28)
• la resistencia media móvil de todas las series posibles de tres (3) ensayos
consecutivos cualesquiera es igual o mayor que la resistencia especificada más 5
MPa, es decir:
f´cm3 ≥ f´c + 5 MPa (2.30.a)
f ´1 + f ´2 + f ´3 +.... + f ´n
f ´cm = ≥ f r´ (2.33)
n
s=
∑ ni =1 ( f ´i − f ´ m )
n 2
(2.34)
n −1
Fig. 2.28.
Área bajo la curva de distribución de
probabilidades normal que representa la
resistencia característica o confiable.
Es importante destacar que en nuestro medio se está utilizando cada vez más el
cemento puzolánico, que aunque da lugar a resistencias similares a las de cemento
Pórtland normal, la ganancia de resistencia es más lenta, por lo que los períodos de
curado y de desencofrado deberían ampliarse.
2.3.3 ACERO.
2.3.3.1 Tipos de aceros. Formas y dimensiones.
El acero que se utiliza en hormigón armado es generalmente de sección circular.
A los efectos de restringir el movimiento de las barras con relación al hormigón que las
rodea se utilizan barras “conformadas” lo cual implica que en sus superficies existen
protuberancias o nervaduras o rugosidades con distintas formas. La Fig. 2.29 muestra
por ejemplo las barras conformadas del tipo ACINDAR, de gran utilización en nuestro
medio. En este caso la conformación se logra con dos nervaduras longitudinales
continuas, ubicadas sobre generatrices opuestas y con nervios transversales y
paralelos entre sí e inclinados respecto a su eje longitudinal, formando lo que se
conoce como conformación en espina de pescado.
Fig. 2.29.
Tipo de barra conformada Acindar.
ADN – 420.
Fig. 2.30.
Tipos de barras de refuerzo (a) acero
dulce lisa, (b) corrugada templada en
caliente, (c) corrugada formada en frío,
(d) torsionada en frío (no debe usarse).
Para el caso del acero ADN - 420 las barras poseen una identificación mediante
dos puntos y dos nervios cortos, como muestra la figura. ADN - 420 significa Acero de
Dureza Natural con tensión de fluencia de 420 MPa. La Fig. 2.30 representa distintos
tipos de barras que podrían utilizarse como refuerzo. Al respecto cabe aclarar que debe
evitarse para tal fin el empleo de las barras torsionadas en frío. La Fig. 2.31 muestra
características de las barras más utilizadas en nuestro medio. La denominación de
ADN significa que la dureza, y mayor resistencia resultante, se obtienen a través de
composición química (es decir, sin procedimiento mecánico).
Es también común el uso de las mallas soldadas, ver Fig. 2.32, que consisten en
barras que corren en dos direcciones perpendiculares y que se sueldan en sus
intersecciones mediante soldadura eléctrica de punto. Pueden ser mallas de Acero Liso
(AL) o Acero Nervurado (ADN), o Acero Perfilado (AP). El acero perfilado se logra con
simples muescas en su superficie.
La Fig. 2.34 muestra la tabla que corresponde al CIRSOC 201, Tomo I, pág. 78,
donde se muestra un resumen de tipos de acero para uso en hormigón y sus
características principales.
Fig. 2.34. Reproducción de la tabla del CIRSOC sobre los tipos de acero.
Fig. 2.35
Curva tensión-deformación que
publica ACINDAR para sus aceros
ADN-420
Para cables y alambres que no exhiben una tensión de fluencia, se define una
tensión de fluencia equivalente como aquella que corresponde a una deformación del
0.2 % (0.002). Es claro que a un aumento de la resistencia, y que está asociada a
aceros con mayor contenido de carbono, corresponde una disminución de la
deformabilidad de los aceros, y por lo tanto una reducción en la capacidad de
disipación de energía, generalmente cuantificada por el factor de ductilidad, el cual
representa la relación entre la deformación máxima y aquella que corresponde al inicio
de fluencia. La deformabilidad de los aceros también se ve disminuida por los procesos
de endurecimiento en frío a que puedan ser sometidos.
Las características deseables del acero de refuerzo son que posea un largo
escalón de fluencia seguido de un endurecimiento gradual de postfluencia, y que
además posea una baja variabilidad de la tensión de fluencia con respecto al valor
nominal especificado.
Estas características son recomendables desde el punto de vista del diseño por
capacidad. Este necesita que la resistencia al corte de todos los elementos y que la
resistencia a flexión de las secciones que no son detalladas como regiones potenciales
de articulación plástica deberían exceder las fuerzas que corresponden al desarrollo de
la sobre resistencia en las zonas plásticas seleccionadas. Si el acero exhibe un
temprano y rápido endurecimiento, las tensiones en el acero en una sección con
fuertes demandas de ductilidad pueden exceder la tensión de fluencia por un margen
excesivo. Esto también ocurriría si la tensión de fluencia real es mayor que la
especificada y supuesta en el diseño. En ambos casos, el resultado será que será
necesario utilizar mayores factores de sobre resistencia, para protegerse de fallas de
corte o inesperadas zonas plásticas.
En países como Japón, Nueva Zelanda y EEUU los ensayos de los aceros han
dado suficiente información sobre las verdaderas características mecánicas. En nuestro
medio se hacen necesarios estudios similares. En la sección 2.3.3.4 se presentan
algunos resultados de barras de acero utilizadas en Mendoza.
Fig. 2.38.
Reducción de la resistencia de
los aceros a altas temperaturas.
52
Se deja al alumno la tarea de investigar cuáles son las razones por las que la
norma impone tales requerimientos, y el alumno debe verificar además si las curvas
que a continuación se muestran cumplen con las normas CIRSOC 201 e INPRES
CIRSOC 103, parte II, 2005.
53
750
700
650
600
550
500
450
Tensión [MPa]
400
350
300
250
200
150
100
50
0
0,0 0,3 0,5 0,8 1,0 1,3 1,5 1,8 2,0 2,3 2,5 2,8 3,0
Deformación %
750
700
650
600
550
500
450
Tensión [MPa]
400
350
300
250
200
150
100
50
0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0 11,0 12,0 13,0 14,0 15,0
Deformación %
700
650
600
550
500
450
Tensión [MPa]
400
350
300
250
200
150
100
50
0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0 11,0 12,0 13,0 14,0 15,0 16,0 17,0
Deformación %
750
700
650
600
550
500
450
Tensión [MPa]
400
350
300
250
200
150
100
50
0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0 11,0 12,0 13,0 14,0 15,0 16,0 17,0 18,0 19,0 20,0
Deformación %
850
800
750
700
650
600
550
500
Tensión [MPa]
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0 11,0 12,0 13,0 14,0 15,0 16,0 17,0
Deformación %
12mm #1 Acindar 12mm#2 Acindar 12mm#3 Acindar 12mm#4 Acindar 12mm#5 Acindar
900
850
800
750
700
650
600
550
Tensión [MPa]
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0 11,0 12,0 13,0 14,0 15,0 16,0
Deformación %
En la norma U 500 528 se aclara que hay dos tipos de dimensiones: las nominales y
las equivalentes, que se utilizan para distintos propósitos. Las nominales son las que
sirven para su designación, referencia para establecer discrepancias y para el cálculo
de esfuerzos en las barras en los diseños estructurales. Las equivalentes se utilizan
para el cálculo de las características mecánicas.
En la sección 2.3 aclara que el diámetro nominal, d, es aquel con el que se designan
las barras, y que sirve para determinar área, perímetro y masas nominales.
De donde:
57
m
d e = 12.74 (2.36)
l
expresando el peso m en gramos, la longitud en mm y de resulta en mm.
Área equivalente, Se, sección 2.6: se determina a partir de la masa (peso) medida
de un trozo de barra, con la expresión:
πd e2 m
Se = = 127.48 (2.37)
4 l
Qué se debe controlar: con inspección visual en la recepción el estado de los atados y
la tarjeta para cada lote.
Muestras: de cada lote se deben extraer al azar 5 barras de tramos rectos, o 5 rollos
según se suministre. Se forman grupos según sean de la misma colada o no (en este
caso cada grupo de 10 ton). Si es una misma colada, grupo=lote (ver Diagrama de
Flujo, Fig. 2 de la norma).
Para el ejemplo, se supone que todas las barras son de la misma colada, por lo que
al azar, de cada lote se toman cinco (5) barras rectas, como muestras.
Para las medidas, la norma en sección 7.3 aclara que se deben realizar con
calibradores adecuados para verificar si están dentro de las discrepancias. En su tabla
V (ver norma), da las tolerancias para dimensiones para nervios longitudinales, en
función del diámetro nominal d, y para las dimensiones, separaciones y ángulos de
nervios transversales.
Es de hacer notar que las barras se suministran con un largo nominal, para tramos
rectos, de 12 m, pero se admite que de la masa total de un lote, hasta el 15 % puede
venir con barras de 8 m a 11.50 m. Además, las discrepancias en el largo solicitado
pueden ser de ± 0.50 m. Esto puede ser modificado por convenio.
Se remite al lector a la norma, o a los apuntes del tema Adherencia y Anclajes para
consultar las dimensiones.
Note que no hay control directo del diámetro (debido a la configuración superficial).
Se lo verifica en forma indirecta a través de la masa.
Para las masas (pesos) se define la discrepancia como la diferencia porcentual entre
la masa medida y la masa nominal de las barras, referida a ésta última. La siguiente
tabla muestra las discrepancias admitidas:
Para determinar las masas, se cortan trozos de aproximadamente 1.0 metro de largo
y se los pesa en balanza con sensibilidad de 0.1 gr para diámetros de 6 mm hasta 12
mm, y de 1 gr para diámetros mayores.
Si cumple las condiciones se califica como lote aprobado sólo en medidas y masa.
Re ≥ 412MPa + X 1 (2.38)
X 1 = 18MPa
X 2 = 1 .5 %
R
≥ 1.20 (2.40a)
Re
Para barras laminadas en caliente y obtenida en tramos rectos, y
R
≥ 1.10 (2.40b)
Re
Para barra laminada obtenida en rollo y luego enderezada.
Se hace notar que el Reglamento INPRES CIRSOC 103, parte II, establece
condiciones adicionales para diseño sismorresistente, y que hacen aún más estrictas
las condiciones anteriores:
Se ve que esta última condición controla sobre la exigida por la ecuación (2.40).
Como se aclaró antes, las resistencias a tracción se evalúan con el área equivalente
(ver excepción de norma) Para el alargamiento, la longitud de referencia debe ser igual
a diez (10) diámetros.
El ensayo de doblado, que se hace con ángulo de 180o, se deben se hacen sobre un
mandril respetando los diámetros indicados en la siguiente tabla:
Fig. 2.44. Importancia del recubrimiento. Daño originado por oxidación debido a recubrimiento
insuficiente. Observe el grave estado de corrosión.
Fig. 2.45. Forma de colocar los espaciadores de concreto para lograr un recubrimiento
adecuado de las barras de acero. Note que las barras llevan gancho a 180o pero son lisas.
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2.4. BIBLIOGRAFÍA.
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[2] “Design of Prestressed Concrete Structures”. Volume 1: Theory of Prestressed
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Nueva Zelanda.
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Leonhardt. El Ateneo. 1988.
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[5] “Curso de Hormigón Armado “Oreste Moretto. El Ateneo. 1970.
[6] “Reinforced Concrete Structures”. R. Park y T. Paulay. John Wiley & Sons. 1975.
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M.N.J. Priestley. J. Wiley & Sons. 1992.
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1997.
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[18] Reglamento CIRSOC 201 y Anexos. Tomos 1 y 2. Proyecto, Cálculo y Ejecución
de Estructuras de Hormigón Armado y Pretensado. Julio 1982. INTI.
[19] CEN. Comité Europeo de Normalización. ENV:1992-1-1. ENV 206:1990.
[20] Reglamento CIRSOC 201. Reglamento Argentino de Estructuras de Hormigón.
2005. INTI.
[21] Informe de Proyecto de Investigación: “Curvas Tensión-Deformación de Barras de
Acero Utilizadas en Estructuras de Hormigón Armado en Nuestro Medio”. Mariana E.
Giménez, Germán A. Nanclares y Sebastián D. Furlán. Supervisor: Ing. Carlos R.
LLopiz. Parte de la Asignatura Investigación en la Ingeniería Civil. Marzo 2009.
[22] Reglamento INPRES CIRSOC 103, parte II. 2005. INTI CIRSOC.
[23] “Factor de sobrerresistencia de Material. Incidencia en el Diseño por Capacidad.
Caso de los Aceros utilizados en Mendoza”. 8-EIPAC-09. Septiembre 2009. Mendoza.
C.R. LLopiz, E. Vega, G. Nanclares, M. Giménez y S. Furlán.