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Trabajo Beyanira
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en Latinoamérica
RENACIMIENTO. SIGLO XVI
El Renacimiento viene a coincidir con el siglo XVI. El término con que se designa a este
movimiento remite a la idea de “renacer”, volver a nacer, después de lo que se interpretaba
como unos siglos de oscuridad: la Edad Media.
Es ésta una época en la que asistimos a importantes cambios políticos, sociales y culturales.
Por una parte, la consolidación de las monarquías europeas trae consigo una activa vida
cultural en torno a la corte, de modo que reyes y nobles se convierten en mecenas que
impulsan la producción artística y protegen a pintores, escultores, escritores... Por otra, el
desarrollo de la vida urbana, que ya se había iniciado en los últimos siglos de la Edad Media
y durante el Prerrenacimiento, y el incremento del comercio, con el descubrimiento de nuevas
tierras, hacen que la burguesía vaya adquiriendo una importancia creciente; y con la
burguesía se va imponiendo una nueva visión de la realidad, en la que el disfrute de la vida
y el arte como entretenimiento cobran gran relevancia.
Durante el Renacimiento triunfa una nueva mentalidad, iniciada ya en el siglo XV, que
identificamos con el nombre de humanismo. Los humanistas recuperan el antiguo
pensamiento de Grecia y Roma y a partir de él presentan una visión idealista del hombre, del
amor y de la naturaleza. Frente a una Edad Media centrada en lo religioso, los humanistas
consideran que el hombre es el eje de la sociedad, la medida de todas las cosas. Ése es el
verdadero renacer, un renacer que implica también una reforma en la manera en que se vive
la religión, con una defensa del sentimiento interior y un menosprecio de las manifestaciones
meramente externas.
El humanismo es una corriente cultural que afecta a toda la cultura. Procede de Italia. Es la
búsqueda del mundo clásico: la lengua, historia, filosofía del mundo clásico. Se potencian
todos los estudios que tengan que ver con el hombre. Consideran que los clásicos son
indispensables para la formación humana del individuo.
En literatura, el conocimiento de las obras clásicas divulgadas por los humanistas aporta
nuevos temas y nuevos géneros, a la vez que impone una ideal de estilo basado en la sencillez
y la armonía.
Hacia mediados del siglo XVI los ideales humanistas van decayendo, ahogados por los
conflictos políticos y religiosos que asolan Europa y la reacción contra la reforma de Lutero.
Lutero (alemán) se separa de la Iglesia. Propone la reforma de la Iglesia, la lectura de la biblia
individual.
Erasmo de Rótterdam (humanista) potencia la reforma.
Se excomulga a Lutero. Empiezan las guerras religiosas. Empieza el Concilio de Trento, que
duró más de 20 años y que fue convocado para poner freno a las ideas de Lutero.
Según la iglesia católica, la biblia no puede ser traducida. Hay que leerla en latín. Y sólo hay
una forma de entenderla, a través de las explicaciones de los sacerdotes. Con lo cual esto
pone límites a una interpretación personal de los textos religiosos.
España queda apartada de este movimiento.
El Renacimiento se puede dividir en dos etapas: La primera mitad y la segunda mitad del
Renacimiento.
En el 1) Renacimiento, los autores tratan temas muy humanos: el amor..
En el 2) Renacimiento, en época de Carlos V, hay una preocupación mayor de ser sinceros,
de nuestra tradiciones, de lo nuestro. Cosas nuevas pero sin perder la identidad. De nuevo,
los romances, la tradición hispánica popular, los cancioneros y los temas religiosos.
La unión de esos dos renacimientos es lo que va a hacer tan singular los Siglos de oro, en el
que ya entra también el Barroco. Se va a mezclar la tradición culta y la popular.
EL SIGLO XVI EN ESPAÑA
Carlos I y Felipe II reinaron sobre un vasto imperio que se extendía por Europa y la recién
descubierta América.
El reinado de Carlos I estuvo marcado por distintas guerras, que tenían por objeto mantener
su hegemonía en Europa y preservar la autoridad del Papa frente a los príncipes alemanes
que apoyaban las reformas de Lutero. Esos conflictos tuvieron como efecto un progresivo
endeudamiento de la economía española.
Bajo el reinado de Felipe II, la crisis se agudizó. España se vio nuevamente envuelta en
diversas guerras, que continuaron minando los recursos económicos del país. Pero además el
rey se erigió en defensor de las tesis que surgieron del concilio de Trento, convocado para
poner freno a las ideas de Lutero, y cerró el país a toda influencia cultural procedente del
exterior. A partir de ese momento, en España se limitó la ciruculación de libros, se prohibió
a los españoles estudiar en el extranjero, y se creó un ambiente de censura y persecución de
todas aquellas actitudes que no fueran conformes con el catolicismo.
LA LITERATURA RENACENTISTA. CARACTERÍSTICAS
La literatura española recibió durante el Renacimiento la influencia de la literatura italiana y
de la literatura clásica grecolatina (Grecia y Roma), y experimiento una renovación en las
formas, en los temas y el estilo.
Formas.- La mayor renovación forma del Renacimiento se da en la poesía lírica. En 1526 el
poeta barcelonés Juan Boscán se entrevistaba en Granada con el embajador veneciano
Andrea Navagero, quien le sugerió que empleara en castellano las formas métricas italianas.
A partir de este momento, Boscán y su amigo Gracilaso de la Vega adoptaron para sus
composiciones poéticas el verso endecasílabo propio de la poesía italiana; y con él se
empiezan a usar el soneto, la lira, la octava real, la silva y otras formas estróficas que dieron
una nueva vitalidad a la poesía.
Hacia mediados del siglo XVI se produjo una gran novedad formal: la aparición de la novela
picaresca con el Lazarillo de Tormes.
Temas.- En la lírica, se incorporaron nuevos temas, como son los mitos clásicos o la
naturaleza, y el tema del amor recibió un tratamiento distinto, más idealizado. Surge además
una importante corriente de poesía religiosa que se centra en las ideas de purificación del
alma y de la unión del ama con Dios. En la épica se aborda la conquista de América.
Estilo.- Los autores renacentistas perseguían la sencillez y la claridad expresivas, el equilibrio
de formas y la naturalidad.
Este ideal constituirá el canon de los autores renacentistas, desde Garcilaso de la Vega hasta
Fray Luis de León.
GENEROS DE LA LITERATURA RENACENTISTA:
La lírica. Poesía italianizante: La lírica fue el género más destacado durante el Renacimiento,
tanto por la renovación que experimentó como por la calidad de los poemas que llevaron a
cabo esta renovación. Algunos de los principales autores de la lírica española -Garcilaso de
la Vega, fray Luis de León, San Juan de la Cruz- pertenecen a esta época.
La nueva poesía lírica se desarrolla bajo la influencia de los autores italianos y los clásicos
latinos y griegos.
Literatura religiosa: ascética y mística: La preocupación por los temas religiosos dio lugar a
una sensibilidad espiritual, que desembocó en la aparición de dos corrientes íntimamente
relacionadas: la ascética y la mística.
la ascética: es el proceso de perfeccionamiento espiritual que sigue el alma en su camino
hacia Dios.
La mística: tiene como tema fundamental la unión del alma con Dios, expresada según las
formas y convenciones de la lírica amorosa.
Ascética y mística originaron una importante corriente de literatura religiosa tanto en verso
como en prosa. Los principales representantes de esta corriente fueron San Juan de la Cruz y
Santa Teresa de Jesús.
Los poemas líricos: La épica, como relato de hechos heroicos, quedó relegada a un segundo
plano durante el Renacimiento. Sólo se escribieron algunos poemas heroicos, entre los que
destaca la Araucana, de Alonso de Ercilla, sobre la conquista de Chile.
La novela renacentista: La novela, en cambio, experimentó un notable florecimiento. Entre
las formas que se desarrollan durante el siglo XVI cabe citar la prosa histórica -centrada en
la conquista de América-, la novela de caballerías, la novela bizantina o de aventuras y la
novela pastoril. Y sobre todas ellas destaca la novela picaresca, género que nace con la
aparición del Lazarillo de Tomes, obra de autor desconocido. Con esta obra, en la que se
retratan los aspectos más sórdidos de la sociedad de la época a través de la figura del pícaro,
se inaugura en España una importante corriente de novela realista que influirá notablemente
en Europa.
LA POESÍA ITALIANIZANTE
Cuando en 1526 el embajador veneciano Andrea Navagero invita al poeta barcelonés Juan
Boscán a adaptar el endecasílabo y las estrofas italianos al castellano, tanto Boscán como su
amigo Gracilaso de la Vega emprenden un nuevo camino poético. A partir de entonces, la
poesía castellana sigue las convenciones de la poesía italiana, y Petrarca con su Cancionero,
se convierte, junto con los autores clásicos, en el modelo indiscutible.
Temas: Tres temas dominan la poesía renacentista: el amor, la naturaleza y la mitología. Para
los poetas renacentista, la belleza de la amada y la naturaleza son un reflejo de la divinidad.
La mitología, por su parte, también le ofrece temas.
Formas métricas: con la adopción del versos endecasílabo (once sílabas), irrumpen en la
poesía castellana nuevas formas métricas, entre las que destacan el soneto, la lira y la octava
real:
El soneto. Es una composición de catorce versos endecasílabos, que se disponen en dos
cuartetos y dos tercetos según el siguiente esquema: ABBA ABBA CDC DCD.
La lira: Es una estrofa formada por cinco versos heptasílabos y endecasílabos, con rima
consonante, que se disponen según este esquema 7 a, 11 b, 7 a, 7 b, 11 B. El nombre procede
delinicio de la “Canción V” de Gracilaso de la Vega, en la que el autor utiliza esta estrofa:
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son, que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento,
y la furia del mar y el movimiento...
La octava real: Es una estrofa de ocho versos endecasílabos que riman en consonante según
este esquema: ABABABCC. Se utiliza en poemas de carácter narrativo.
Géneros: También aparecen nuevos géneros tomados de la tradición clásica, entre los que
destacan la égloga, la canción, la oda y la epístola:
La égloga: Es un género en el que los sentimientos se expresan a través de la voz de unos
pastores que viven en una naturaleza idílica.
La canción: Se trata de un poema largo que expresa un lamento amoroso. Está compuesto
por varias estrofas en las que se combinan versos endecasílabos y heptasílabos.
La oda: Es el género clásico para la reflexión filosófica y moral. Se compone en liras..
La epístola: Es un género con el que poeta se dirige a alguien -un amigo, los lectores.... como
si de una carta se tratara. Permite tratar asuntos domésticos y familiares. Está compuesta en
tercetos encadenados ABA BCB CDC.
GARCILASO DE LA VEGA
Garcilaso de la Vega nace en 1501 en Toledo. Procede de dos familias ilustres, los Santillana
y los Pérez de Guzmán, y representa el ideal del cortesano renacentista: hombre de armas y
hombre de letras.
En 1525 se casa con Elena de Zúñiga, pero un año más tarde conoce a una dama portuguesa
llamada Isabel de Freyre, de la que se enamora y a la que convierte en fuente de inspiración.
En 1529 Isabel se casa con otro hombre y Garcilaso marcha a Italia al servicio del emperador.
Años después, en 1533, Isabel muere y Garcilaso, al igual que hiciera Petrarca, manifiesta su
dolor en sus poemas. En 1536 el poeta muere en un ataque contra una fortaleza al sur de
Francia.
Garcilaso escribió treinta y ocho sonetos, cinco canciones, tres églogas, dos elegías, una
epístola y algunas coplas en versos octosílabos.
La obra cumbre de Garcilaso son sus tres églogas:
En la égloga primera, dos pastores Salicio y Nemoroso, expresan su dolor: Salicio se lamenta
por los desdenes de Galatea y Nemoroso llora la muerte de Elisa. Detrás de estas quejas se
esconde el propio amor del poeta en dos momentos diferentes.
En la égloga segunda, el pastor Albanio, que parece representar al duque de Alba o a su
hermano, expresa su amor por Camila. El poema es en gran medida una alabanza de la casa
de Alba.
En la égloga tercera, cuatro ninfas tejen en sus tapices historias de amor: las tres primeras
representan los mitos de Orfeo y Eurídice, de Apolo y Dafne, y de Adonis y Venus. La cuarta
ninfa prefiere una historia real: el amor de Nemoroso por la fallecida Elisa. Está escrita en
octavas reales.
Los temas que utiliza son dos temas propios de la literatura renacentista: el amor y la
naturaleza pastoril, bucólica, sacada de la mitología. El amor tiene lugar entre pastores, que
representan a personajes reales. Se ocultan personas de la realidad.