sumario

4 Ciudades,
motor del La evolución de
45
las urbes
progreso
En el devenir de la
Historia, las ciuda-
des pasaron de ser
centros de poder Desde el nacimiento del fenómeno urbano en la antigua Mesopotamia
a alojar grandes
hasta la construcción de los rascacielos en el Nueva York del siglo XX,
el devenir histórico marcó el desarrollo de las ciudades tal y como hoy
concentraciones las conocemos. Éstas no serían iguales sin la aportación de los puertos
humanas; sin em- fenicios, las polis griegas o las medinas islámicas...
bargo, hay algo que nunca han dejado
de hacer: impulsar el desarrollo y la Surgen las protociudades Pág. 46
cultura de la humanidad. Desarrollo del urbanismo Pág. 48
Asentamientos coloniales Pág. 50
Un nuevo concepto: la polis Pág. 52
La ciudad de infraestructuras Pág. 54
10 El legado de
la Grecia clásica
Cuna de la democracia, la filosofía y el
teatro, entre otro acervo, Occidente tie-
ne una deuda eterna con la civilización
ateniense, protagonista indiscutible de
la era de esplendor del mundo helénico.

El urbanismo medieval Pág. 56

La ciudad islámica Pág. 58
El ideal renacentista Pág. 60
La urbe barroca Pág. 62
La era industrial y postindustrial Pág. 64

18 Todos los caminos

llevan a la antigua Roma
El epicentro del poderoso Imperio ro-
mano es en la actualidad una metró-
polis que en sus vestigios recuerda a
una sociedad que en el pasado admi-
nistró a buena parte del mundo. Aquí 24 La perla
hacemos un recorrido por su historia. del Bósforo 30 Urbes prehispánicas
Estambul, puerta Misteriosas, fascinantes, legenda-
entre Europa y Asia, rias... Las ciudades que tuvieron
tuvo otros tres nom- sus épocas de esplendor antes de la
bres (Lygos, Bizancio llegada de los españoles a América
y Antonina) y fue la mantienen en
capital de dos impe- sus ruinas la
rios, el Bizantino o grandiosidad
Romano de Oriente de sus culturas.
y el Otomano.

muyinteresante.com.mx 1
 sumario
38 Paseo por la
ciudad eterna
Suntuosas plazas,
esculturas y monu-
mentales edificaciones
del Renacimiento y
el Barroco son legado
de épocas que han
80 Caída y resurgir
de Berlín
Editorial Ventas
Tras el derrumbe del muro, la ca- José Alberto Sánchez Montiel Marielos Rodríguez
Chief Content Officer Directora General de Ventas
pital de Alemania renació como la Jorge Morett Óscar Gaona Lozano
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grandiosa ciudad que siempre fue,
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a pesar del horror del Tercer Reich. Director Editorial Director comercial
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magnífica Ciudad de México. –ninguno como
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el atentado de Aurora Oliva
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2001–, la urbe de Laura Hernández
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los edificios altí-
Dara Rivera
simos es la capi- Directora de Producción
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tal económica de Fernanda Castro Vázquez
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y quizá la ciudad
más fotogénica TELEVISA PUBLISHING INTERNATIONAL
del mundo. Porfirio Sánchez Galindo
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revolución de
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92 Guía de lugares
08-05-2017. Revista bimestral, editada y publicada por EDITORIAL GyJ TELEVISA, S.A. DE
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MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Evolución de los núcleos urbanos

Ciudades,
motor del progreso
A lo largo de la historia, las ciudades pasaron de ser
centros de poder a albergar grandes concentraciones
humanas; pero hay algo que nunca han dejado
de hacer: impulsar el desarrollo y la cultura de la
humanidad. Por Ángel Luis Vera Aranda

Las ventajas de ser urbanita. El creciente predominio

de las ciudades sobre el ámbito rural se explica por su
gran variedad de servicios y las mayores posibilidades
económicas, laborales y creativas que ofrecen (en la foto,
el Sol se abre paso entre edificios de la Ciudad de México).

4 muyinteresante.com.mx
 E
l sitio donde se concentran de mi-
les a millones de personas: tal vez
sea ésta la mejor definición de ciu-
dad. Este fenómeno se explica por
dos motivos; en primer lugar, las
concentraciones urbanas ofrecen
una gran variedad de servicios a
las personas que viven en ellas; en segundo, y más
importante, sus posibilidades económicas y labo-
rales son hoy mucho más amplias que las que se
pueden encontrar en las zonas rurales. Pero aun-
que esta doble concepción economicista y demo-
gráfica sea suficiente para explicar la existencia de
las ciudades en el mundo actual, el papel que éstas
jugaron antes no se corresponde con la imagen que
ahora tenemos de ellas. En efecto, a lo largo de la
historia no siempre las ciudades fueron las gran-
des aglomeraciones urbanas que conocemos en la
actualidad, cuando buena parte de la población del
planeta se hacina en metrópolis y megalópolis. Esto
se demuestra por el simple hecho de que, a decir
de la ONU, hasta comienzos del presente milenio
más de la mitad de los seres humanos habitaban en
áreas rurales y no en núcleos urbanos. Pero desde
hace menos de una década, esta tendencia se ha
invertido por primera vez en la historia.

Centros de poder y control

Eso sí, durante más de 10 milenios las ciudades han
sido centros de poder y lugar de residencia de aque-
llos que poseían la hegemonía y el control del mundo
de sus tiempos, aunque en ellas no viviera un elevado
número de personas. Esta aparente contradicción se
resuelve conociendo cómo el hecho urbano ha ido
evolucionando a lo largo del tiempo. Y es que, en el
transcurso de la historia, los habitantes de las ciu-
dades han dominado y organizado el territorio que
les rodeaba. El papel de aquéllas no consistía exclu-
sivamente en albergar a una enorme masa de seres
humanos que desarrollaban su actividad laboral en
ellas. Esto también formaba parte de su existencia,
claro está, pero no con el sentido que le damos aho-
ra, sino como un modo de completar el verdadero
propósito que tenían las urbes: ser el lugar o el pun-
to neurálgico desde el cual controlar el territorio
adyacente. Es cierto que esto no sucedió por igual
en todas partes. Hubo civilizaciones que utilizaron
a las ciudades como un núcleo básico para la orga-
nización de los Estados: así sucedió en el Próximo
Oriente Antiguo, Grecia, Roma, el mundo islámico y
las culturas orientales de la India y sobre todo China.
En otros casos el papel de la urbe quedó relegado a
FOTO: GETTY IMAGES/ISTOCK

un segundo plano: por ejemplo, en las culturas de

los Metales, los pueblos germánicos y esteparios (en
especial los hunos y los mongoles), la Europa feudal o
grandes áreas de los continentes americano, africano
y austral. Ninguno de ellos dio especial importancia

muyinteresante.com.mx 5
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA
Oriente también al fenómeno urbano. En consecuencia, y antes de
existe. Con frecuen-
cia la historiografía
avanzar en nuestra idea, cabe preguntarse: ¿han
occidental ha pasado sido las ciudades motores del progreso humano? La
por alto el trascenden-
tal papel jugado en el
respuesta, indiscutiblemente, ha de ser afirmativa.
progreso de la huma-
nidad por las grandes
urbes de China o India.
Gran importancia cultural
Arriba, la colorista Ciu- Esta afirmación no resulta gratuita si entende-
dad Santa de Benarés
o Varanasi, en India.
mos que las diferentes funciones urbanas han
ayudado al progreso humano desde numerosas
facetas. Las ciudades han sido y son centros del
poder político y militar, centros religiosos y, sobre
todo, centros económicos y culturales: lugares
donde florecen las ideas, la técnica, la ciencia y
el pensamiento, lo que en definitiva es la causa fi-
nal que más contribuye al progreso. Las ciudades
ofrecen enormes ventajas en relación al ámbito
rural; entre otras, la facilidad para las comunica-
ciones, que hace más sencillos y breves los des-
plazamientos, lo cual favorece el contacto con
otros lugares y personas y, si se quiere, hasta una
mayor libertad para la creatividad.
El ámbito rural, por el contrario, suele ser más
cerrado y aislado, más incomunicado, menos in-
novador y más tradicional. Sin duda, puede tener
otras muchas y grandes ventajas sobre las gigan-
tescas y contaminadas megalópolis actuales, pero
comparativamente hablando es en éstas donde se
gesta la mayor parte de los cambios que contribu-
yen al desarrollo y a la mejora de la calidad de vida
de los seres humanos.
A lo largo de estas páginas podremos ir compro-
bando cómo la mayor parte de los ejemplos se-
leccionados han contribuido, en mayor o menor
medida, al progreso y al desarrollo de la cultura y
de la civilización. De esta manera han favorecido
6 muyinteresante.com.mx
la mejora de la vida de las personas que las habi-
tan, a pesar de que todavía estemos muy lejos de
alcanzar el nivel de desarrollo que sería deseable.
Nuestro recorrido se inicia con una panorámica
sobre el mundo antiguo. Es decir, cuando los seres
humanos comenzaron a levantar sus viviendas
unas junto a otras, y es allí donde consecuente-
mente arranca este periplo. Es cierto que antes ya
hubo asentamientos de cierta consideración, pero
la primera vez que podemos utilizar con propie-
dad la palabra “ciudad” es a partir de la fundación
de Jericó, hace algo más de 10,000 años. Allí se ini-
ció la historia que aquí se narra.
Mesopotamia y Egipto, en ese orden, dieron lu-
gar a las primeras civilizaciones urbanas. En este
caso habría que añadir el epíteto fluviales, pues
fueron las orillas del Tigris, el Éufrates y el Nilo las
que contemplaron esas primigenias aglomeracio-
nes en las que vivían reyes, faraones o sacerdotes
que cuidaban de los templos. Allí se elaboraron
complejos calendarios para conocer cuáles eran
las fechas más adecuadas para la siembra y la re-
colección; se impartieron órdenes para construir
y sobre todo preservar intrincadas redes de ca-
nales, que requerían del trabajo de todos y de las
órdenes de unos pocos; se hicieron ofrendas a los
dioses para rogarles que fueran generosos con las
próximas lluvias o con la siguiente inundación.
Fue en estas ciudades donde comenzó el camino
del ser humano hacia nuestro mundo actual: en
FOTOS: GETTY IMAGES/ISTOCK
esos valles se sentaron las bases de la civilización
que hoy tenemos. Buena parte de lo que somos se
lo debemos al talento y al esfuerzo de las mujeres
y los hombres de Uruk, Menfis, Ur, Tebas o Babilo-
nia, por citar sólo unos cuantos ejemplos.
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

La inmensa aportación de Oriente

Y poco después de que esto sucediera en lo que co-
nocemos como el Próximo Oriente, en otros lugares
como el Lejano Oriente (India) o aún más lejos to-
davía, en el Extremo Oriente (básicamente China),
nuevos centros de civilización surgieron en torno a
otros cursos fluviales: el del Indo en el actual Pakis-
tán, el del Ganges al norte de la India, el del Huang
Ho al norte de China y el del Yang Tse Kiang al sur
de este mismo país. La mentalidad eurocéntrica,
que durante los últimos siglos ha dominado la co-
nocida como civilización “occidental”, ha olvidado
–quizá incluso de forma premeditada– el papel que
han jugado en el progreso de la cultura humana las
civilizaciones llamadas, de manera un tanto des-
pectiva hasta no hace mucho, “orientales”. Para los
europeos (y para los americanos también), Mohen-
jo-Daro, Luoyang, Pataliputra, Benarés, Hangzhou,
LIBRO Angkor, Janbalic o Kioto son, en la mayor parte de
Breve historia los casos, nombres exóticos de pronunciación difí-
de las ciuda- cil y que poco o casi nada aportan al conocimiento
des del mundo cultural de una persona con un nivel medio. Sin
antiguo
Ángel Luis Vera Aranda, embargo, si somos objetivos, fue en China y en la
Nowtilus, 2010. Este India (y en menor medida en otras naciones del muchos millones de personas, quienes obedecían
libro describe las
metrópolis –casi sureste asiático, como Japón y también Corea) don- las órdenes que desde allí se emitían. Por ello, Roma
siempre muy poco de se gestó buena parte del desarrollo científico, fue el primer gran imperio capaz de crear un gigan-
conocidas– desde las
que se gestionaron tecnológico y cultural de la humanidad. Fue en tesco Estado que se extendió por tres continentes,
los mayores imperios ciudades de estos países donde tuvo lugar. asentado sobre una densa red urbana magnífica-
de la Antigüedad.
mente enlazada por calzadas. Por ellas discurrían
De Atenas a Roma personas, ejércitos, mercancías y sobre todo ideas.
Regresando al mundo europeo, hace dos milenios Para Roma las ciudades eran básicamente centros
y medio, en el valle del Ática, sobresalió como po- de poder desde los que se organizaba el territorio, y
cas una cultura cuyos logros continúan asombrán- sólo en ocasiones excepcionales –como sucedía en la
donos: Atenas, la polis más destacada de la Grecia propia capital imperial– lugares en los que se podía
clásica. Como ciudad no fue particularmente des- concentrar una enorme masa humana, que resultaba
lumbrante si se le compara con la monumentalidad muy difícil de alimentar con la tecnología existente
que tuvieron otras de su tiempo o incluso anterio- en aquella época. De hecho, si Roma alcanzó tales
res a ella (y eso que tampoco estuvo exenta de obras proporciones fue porque tenía a 50 o 60 millones de
extraordinarias y admirables, como el templo de personas trabajando de una u otra forma para abas-
Atenea Partenos y el conjunto escultórico de Fidias tecer a la sede de los emperadores.
que lo adornaba), pero su verdadera grandeza ra- Pero Roma, como todas sus antecesoras y suce-
dicó no en sus monumentos, sino en el talento y soras, acabó por caer. Y, desaparecido su Imperio,
la sabiduría de muchos de los ciudadanos que por también la red urbana que había creado acabó
aquella época residieron en ella. por colapsarse. El mundo posterior se ruralizó: la
Su heredera directa pocos siglos después, Roma, población disminuyó, se abandonaron las ciuda-
la superó en cuanto a realizaciones propiamente des y sus pobladores emigraron al campo, donde
urbanísticas, si por esto se entiende la grandeza de el alimento se encontraba más cercano. De este
sus edificaciones, el número de personas que en ella modo, durante la Edad Media las antiguas urbes
residieron (tal vez por primera vez en la historia se romanas fueron fantasmas de un pasado glorioso,
superó el millón de habitantes) y en particular el en las que sólo algunos obispos y gobernadores
gigantesco poder que, primero en el Senado y luego mantenían en sus residencias algo del esplendor
en la figura de los emperadores, en ella se concentró. de que habían gozado. En la mayor parte del te-
Al contrario que Atenas, su importancia no radicó rritorio, la población se dispersó por los campos,
FOTOS: LGETTY IMAGES

tanto en las personalidades que allí nacieron o vi- que ahora rendían una productividad considera-
vieron –y hubo entre ellas verdaderas figuras de la blemente menor. Y así, la economía y el saber se
cultura universal– como en su capacidad para or- paralizaron. Muertas las ciudades, el desarrollo se
ganizar y dirigir un inmenso territorio poblado por detuvo, al menos en lo que a Europa se refiere.

8 muyinteresante.com.mx

La mayor megalópolis moderna. Una megalópolis
es un área urbana densamente poblada que incluye varias
ciudades próximas entre sí. Eso es hoy Nueva York, con sus
emblemáticos taxis amarillos (recorriendo Times Square),
junto a otras ciudades cercanas de la costa este de EUA.
Recogiendo la estafeta
Porque no sucedió así en todo el mundo, ni mucho
menos. China, India y Asia en general, e incluso
parte del continente americano y del norte de
África, vivían una época de esplendor en lo urba-
no y en otras facetas de la civilización. Es más, no
toda Europa se derrumbó urbanísticamente. En
el Mediterráneo oriental, una nueva metrópolis
sustituyó a la saqueada Roma: la Nova Roma, la
ciudad del emperador Constantino, por él llama-
da Constantinópolis (Constantinopla), tomó el
relevo. Y, si bien no llevó su brillantez a un nivel
semejante al de su antecesora, durante más de
mil años se mantuvo como uno de los mayores
centros económicos y culturales del mundo de
su tiempo, si no el mayor de todos ellos. A me-
diados del siglo XV, la ciudad clásica desapareció
engullida por el poder del islam, sin embargo su
heredera, Estambul, mantiene todavía su impor-
tancia como nexo de unión entre Europa y Asia a
través de las puertas del Bósforo.
En España, el mejor ejemplo de ciudad como mo-
tor del progreso fue la imperial Toledo. No destacó
por su población –pues en este sentido la Córdoba
califal la superó con creces– ni tampoco por ser un
gran centro económico peninsular, como sucedió
con Lisboa, Sevilla o Barcelona, pero en ella se aglu-
tinó un importante núcleo del saber que durante
la Edad Media supo reunir a las culturas de las tres
grandes religiones. La herencia de la Hispania vi-
sigoda, la de los reinos de Taifas y la del imperio de
Carlos V tuvieron su sede en la gran ciudad cas-
tellana, que ha sabido mantener de manera muy
acertada el rico legado recibido.
Roma fue el primer gran imperio
capaz de dirigir un gigantesco
Estado gracias a una densa y
bien comunicada red urbana.
Mientras tanto, en América, una gran metrópolis se
desarrollaba en el altiplano mexicano. En la región
donde un milenio antes se había expandido otra
gran urbe llamada Teotihuacan, se fundó Tenoch-
titlan, la capital del Imperio mexica. Ésta se convir-
tió en la mayor concentración urbana existente en
ese continente antes de la llegada de los europeos,
quienes fueron la causa de su destrucción. Hoy se
alza sobre sus ruinas una de las aglomeraciones más
pobladas del mundo, la Ciudad de México, que con-
centra a varias decenas de millones de habitantes.
Las ciudades en la era industrial
Fue a partir del siglo XVI, pero sobre todo del XVIII,
cuando la Revolución Industrial conllevó un es-
pectacular desarrollo del crecimiento urbano: las
grandes metrópolis mundiales se ubicaron pri-
mero en el continente europeo y a continuación
en el americano. Londres, París y Berlín son tres
claros ejemplos derivados de ese papel preemi-
nente de Europa. Todas tuvieron un origen más
o menos similar: durante buena parte de la Edad
Media fueron en general pequeños villorrios sin
trascendencia alguna, y sólo a finales de este pe-
riodo comenzaron a despuntar ligeramente sobre
el resto como capitales de Estados que cada vez se
fueron haciendo más y más poderosos.
París fue el centro de la cultura europea entre los
siglos XVII y XIX, y todavía conserva su rico pasa-
do en sus monumentos y edificios. Berlín tuvo una
eclosión algo más tardía: no comenzó a despuntar
como una gran ciudad sino hasta el siglo XVIII, pero
en poco más de una centuria se transformó en la
capital de uno de los imperios más poderosos del
mundo contemporáneo. Tanto una como la otra, en
especial Berlín, se convirtieron en grandes centros
de la ciencia y del saber y en puntos neurálgicos de
la economía, la política y el poder militar.
Pero el destino de Europa y de sus ciudades estaba
sellado. Dos destructoras guerras mundiales, duran-
te la primera mitad del siglo XX, arrebataron la hege-
monía al viejo continente. El núcleo del poder global
se desplazó a Norteamérica; allí una nueva metró-
polis, Nueva York –que en realidad forma parte en
la actualidad de la mayor megalópolis del mundo
junto con otras ciudades de la costa este de Estados
Unidos–, sustituyó a París como centro de la cultura
y las artes, a Berlín como centro de la ciencia y la in-
vestigación, y a Londres como centro de las finanzas
y el comercio. Y, hasta el momento, esa megalópolis
continúa siendo el motor más poderoso del desarro-
llo humano que existe en el mundo actual.
muyinteresante.com.mx 9
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

La luminosa Atenas

El legado de la

Greci
clásica
Cuna de la democracia, la filosofía y el teatro,
entre otro acervo, Occidente tiene una deuda
impagable y eterna con la civilización ateniense,
protagonista indiscutible de la era de esplendor
del mundo helénico. Por Bernardo Souvirón

10 muyinteresante.com.mx
a
FOTO: GETTY IMAGES/ISTOCK

Una caótica urbe moderna a los pies de un mito.

La Atenas contemporánea creció sin orden ni concierto, en
extensión y en número de habitantes, tras la diáspora de
los griegos de Asia Menor provocada por la Primera Guerra
Mundial. Hoy es una capital abigarrada y caótica, presidida
por la aún impresionante Acrópolis (en la foto).
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA
E
l turista que se adentra en la mo-
derna Atenas se siente, por lo ge-
neral, algo decepcionado. Como si
el nombre de la ciudad pesara más
que su actual aspecto, el visitante
contempla las ruinas del pasado
difuminadas, deglutidas casi, en
el torbellino de la ciudad de hoy, en apariencia
tan alejada de su gloriosa historia. Sin embargo,
el viajero, ese que se acerca a esta ciudad con los
ecos de su pasado resonando en la memoria, si es
capaz de ver más allá de lo que cuentan los guías
y las guías, puede de repente sentirse completa-
mente atrapado por una luz que va más lejos del
propio conocimiento de la Historia.
Sin saberlo, sin haberlo estudiado nunca, el viaje-
ro llega a percibir que en el año 1900 Grecia era un
país con una población de apenas 2.400,000 habi-
tantes. Ciento diecisiete años después, la población
de lo que podríamos llamar la Grecia moderna se
ha cuadruplicado, debido fundamentalmente a la
llegada masiva de refugiados, de griegos expulsa-
dos de tierras en las que se hablaba y escribía su
lengua desde el segundo milenio a. C. La aparición
El símbolo eterno de la ciudad La
Acrópolis (ciudad alta) de Atenas, recons-
truida por Fidias a encargo de Pericles, es la
imagen más reconocible de la capital griega.
Abajo, en una acuarela se recrea su aspecto
en la época clásica, con edificios como la
Pinacoteca, el Partenón y el Erecteión.
12 muyinteresante.com.mx
de estos griegos arrancados de sus tierras ances-
trales de Asia Menor –todavía hoy los habitantes
de toda Grecia llaman a este hecho “la catástro-
fe”– después de la Primera Guerra Mundial, hizo
que muchas localidades pequeñas, de muy pocos
habitantes, crecieran en un desorden urbanístico
completo. Y una de estas localidades fue Atenas.
La desgarbada Atenas de nuestros días
En efecto, en 1923 casi un millón y medio de re-
fugiados se instalaron en Atenas. Desorientadas,
expulsadas de un mundo que ya no les pertenecía,
aquellas familias que tuvieron que huir adentrán-
dose en el mar Egeo navegaron con un rumbo que
las llevaba hacia un lugar, una imagen que todo
griego ha tenido siempre grabada en su memoria:
la Acrópolis de Atenas. Y así, de repente, la ciudad
pasó de ser casi una aldea a ser, realmente, la ciu-
dad que hoy se alza ante nuestra vista. Fue un cam-
bio convulso, que ha dejado una huella profunda.
La Atenas moderna no es una ciudad “bonita”,
planificada, urbanizada. Es una urbe fuerte, a ve-
ces dura, que refleja su historia como ninguna. De
todos los hombres ilustres que han escrito sobre
FOTOS: CONNOLLY
 Esparta, un modelo diferente

L
a ciudad de Esparta representó a
lo largo de la historia de Grecia
el modelo opuesto al de Atenas.
Reservada, introvertida, situada
en un lugar del sur del Peloponeso que
favorece el aislamiento en todos los
sentidos y gobernada por una oligar-
quía de espartíatas que nunca se hizo
permeable a los cambios sociales que
ocurrían en otros lugares de Grecia,
selló su propio destino prácticamente al
comienzo de su trayectoria.
Esparta, en efecto, no resolvió el pro-
blema de la escasez de tierras lanzándo-
se a la colonización de otras tierras, sino
que ejecutó una guerra de conquista
contra los habitantes de las zonas que la
rodeaban, convirtiéndolos a continuación
en una clase de esclavos (los llamados
ilotas) cuyas condiciones de vida llega-
ron a ser inusualmente duras.
Como consecuencia de este hecho,
la ciudad se vio obligada a crear y
desarrollar un ejército de extraordi-
naria eficacia que pudiera mantener
sometida a una masa de ilotas perma-
nentemente dispuesta a sublevarse
contra sus amos. Esto hizo que toda
la actividad creativa de Esparta se di-
rigiera hacia la preparación militar, de
manera que sus jóvenes recibían una
Los espartanos recibían desde los siete años
educación singular, sin comparación formación militar y duros castigos (en el dibujo,
un niño espartano practicando el tiro con arco).
con la de ninguna otra ciudad griega.
La dureza curte, la belleza distrae. A relación con esta ciudad que nunca se
los siete años eran arrancados del seno adornó con edificios públicos hermosos,
familiar y sometidos a la agogé, el durísi- pues, según Licurgo, su mítico legislador,
mo sistema de educación espartano, que perturbaban la atención de los ciudada-
ha dado lugar a múltiples leyendas en nos que se reunían para deliberar.

ella, quizá Henry Miller sea el que, a nuestro juicio,
ha descrito más acertadamente la sensación que
produce la Atenas de hoy. Las palabras que vamos
a citar a continuación surgieron de un viaje que el
autor hizo por Grecia en el año 1940:
“La nueva ciudad de Atenas cubre todo el valle,
escalando el flanco de las colinas circundantes. La
ciudad de Atenas es casi un fenómeno. Está todavía
en los dolores del parto: es desgarbada, confusa,
tosca, poco segura de sí misma. Tiene todas las en-
fermedades de la infancia y algo de la melancolía
y la desolación de la adolescencia. Sin embargo, ha
elegido un magnífico sitio para elevarse; a la luz del
sol brilla como una joya; durante la noche reluce
como un millón de centelleantes luces que parecen
encenderse y apagarse con la velocidad del rayo. Es
una ciudad de sobrecogedores efectos atmosféri-
cos: no está empotrada en la tierra, sino que flota
en un constante cambio de luz y su pulso late con
ritmo cromático. No se puede hacer otra cosa más
que caminar, moverse hacia ese milagro que sin
cesar se repliega [...]. Aquí todo habla, ahora como
hace siglos, de luz, de jubilosa y cegadora luz. La luz
adquiere en este lugar una cualidad transcenden-
tal: no es solamente la luz mediterránea, es algo
más, algo insondable, algo sagrado” (Henry Miller, El
coloso de Marusi, traducción de Ramón Gil Novales).
Un punto cualquiera en el
FOTOS: HIRSCHSPRUNG COLLECTION
Durante los primeros tiempos de Grecia,
Atenas tuvo poca relevancia: los mitos y
leyendas homéricos no hablan de ella.
la razón y la educación. Repentinamente, en un lu-
gar pobre del este del Mediterráneo, muchos hom-
bres creyeron que el ser humano podía desafiar la
inercia de mucho tiempo y dejar atrás algunos de
sus fantasmas y supersticiones. Creyeron que con
el conocimiento basado en la razón podían com-
prender y transformar el mundo, y que a través LIBRO
de la educación era posible transmitir ese cono- El coloso
cimiento a todos los ciudadanos, los presentes y
de Marusi
Henry Miller, Edhasa,
también los futuros. 2014. Escrito en 1941,
narra el viaje del autor
En esencia, lo anterior es, nada más y nada me- por Grecia para visitar
nos, la herencia que la ciudad de Atenas ha legado a su amigo el escritor
Lawrence Durrell. Un
a toda la humanidad. Es una herencia luminosa canto a la belleza de
y sin ella la historia de nuestro mundo no podría las islas del Egeo y la
Atenas clásica.
comprenderse. Sin embargo, el empeño de todos
los atenienses que creyeron en el triunfo de la ra-
zón fracasó en buena medida. Las sombras del pa-
sado, de la tradición inmovilista, de la superstición
y, sobre todo, del miedo a la libertad, no fueron
disipadas por el pensamiento racional ni por la
actitud ilustrada de una parte de la sociedad ate-
niense; durante siglos la luz de la razón, el resplan-
dor del lógos, pareció apagarse. Hoy sabemos que,
en realidad, no se apagó del todo, que los modelos
creados por los antiguos griegos están aún vigen-

mapa de la antigua Grecia tes, y que tenemos la oportunidad de estudiarlos,

En el suelo que ocupa la actual Atenas, el pueblo
decidió, por primera vez en la historia humana,
tomar las riendas de su destino y enfrentarse con
los misterios de la política. La historia de la antigua
Atenas es la de la implantación de la democracia,
comprenderlos y mejorarlos.
La civilización griega es urbana, de manera que
diferentes tipos de ciudades prosperaron por todo
el territorio de Grecia: desde las más impresionan-
tes de Asia Menor (Mileto, Éfeso, Priene...) hasta las

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MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA
Con Maratón, más modestas del continente, incluida Atenas. La
Atenas entró en
la historia. Esta concepción urbana de la vida griega acabó por im-
batalla entre el persa ponerse en todas partes; sin embargo, para que un
Darío y los hoplitas
griegos se libró en el asentamiento urbano fuera realmente considera-
año 490 a. C. a 42 km do una ciudad hacía falta que dentro de su recinto
al norte de Atenas, en
Maratón; la proeza de amurallado se concentrara un cierto número de
Filípides, quien corrió actividades políticas, administrativas y religiosas,
esa distancia en busca
de ayuda (arriba), dio con sus diferentes espacios y edificios, los cuales con
origen a la carrera a pie el paso del tiempo acabarían convirtiéndose en una
que recibe el nombre
de esta localidad. muestra de poder, riqueza y posición.
Ciudad sin mitos ni leyendas
En cualquier caso, toda ciudad griega digna de tal
nombre tenía al menos una acrópolis (ciudad alta)
y un ágora (mercado y centro de la vida social), en
torno a los cuales se organizaba urbanísticamente
todo el conjunto. En el caso de Atenas, su calle prin-
cipal era la vía de las Panateneas, que unía el lado
oeste de la Acrópolis con el cementerio del Cerámi-
co, atravesando el ágora diagonalmente.
Durante los primeros tiempos protohistóricos de
Grecia, Atenas apenas tuvo relevancia. La mayor
parte de las leyendas se centraron en ciudades
14 muyinteresante.com.mx
como Micenas, Argos, Esparta y otras sobre cuyos
héroes nos habla Homero en los versos de la Ilíada
y la Odisea. Ningún ateniense sobresale en los rela-
tos de la guerra de Troya; ningún ateniense regresa
gloriosamente a Atenas. Los mitos que nos hablan
de los primeros héroes atenienses (Teseo, Egeo,
Erecteo...) son casi desconocidos por Homero, que
con su silencio ha contribuido a su vez a que sean
desconocidos hoy por el gran público. En realidad
la fama de Atenas, su relevancia eterna, no tiene
que ver con el mito, sino con la Historia.
En efecto, a finales del siglo VI a. C. el Estado im-
perial persa, en pleno proceso de expansión hacia
el oeste, chocó inevitablemente con las ciudades
jónicas de Asia Menor que, apoyadas por Atenas,
frenaron en seco los sueños del rey persa, deseoso
de retomar la idea del imperio universal esbozada
por asirios y babilonios mucho tiempo antes. Para
el gran rey Darío, el ataque a la ciudad de Atenas se
convirtió en una obsesión que por fin logró llevar
a cabo en el año 490 a. C.
FOTOS: EFE
La gran horda persa se enfrentó a la falange de
hoplitas atenienses en la llanura de Maratón, si-
 tuada a unos 42 kilómetros al noreste de Atenas,
pero, contra todo pronóstico, fue completamente
derrotada por un ejército de ciudadanos libres que
no luchaba por defender a un rey lejano (al que
probablemente los soldados persas no habían vis-
to nunca) sino por consolidar un modelo de convi-
vencia basado en la libertad. La batalla de Maratón
fue de esta manera el hito histórico al que Atenas
debió el comienzo de su prestigio y de su poder.
La gran polis de la época clásica
A partir de Maratón, Atenas fue considerada por
todos los griegos una ciudad digna de respeto,
capaz de competir con la misma Esparta por el
liderazgo de la Hélade. Esta posición de Atenas se
vio favorecida por su intervención en la siguiente
oleada persa contra Grecia, al mando esta vez del
propio gran rey Jerjes. Naturalmente, los atacan-
tes concentraron buena parte de sus energías en
intentar desquitarse de la dolorosa derrota de Ma-
ratón y en restablecer su mermado prestigio con
una victoria decisiva sobre la ciudad de Atenas.
Tras la efímera intervención de Leónidas y sus
aliados en el paso de las Termópilas, el ejército per-
sa avanzó sobre la polis. Temístocles, el líder ate-
niense, interpretando de una manera algo retorcida
un oráculo pronunciado por Apolo, consiguió que
sus conciudadanos aprobaran un plan de emergen-
cia que suponía un inmenso sacrificio: abandonar
la ciudad a manos de los persas, desembarcar a
mujeres, ancianos y niños en las costas de la isla
de Salamina y jugarse el destino de Atenas en el
mar. De esta manera, en septiembre del año 480
a. C. tuvo lugar la batalla decisiva en las aguas de
los estrechos que separan las costas de esta isla de
las de la Grecia continental. Y Atenas y sus aliados
vencieron otra vez de manera aplastante.
A consecuencia de esa derrota, las tropas del gran
rey Jerjes quedaron definitivamente aisladas en
tierra, donde fueron aniquiladas poco después por
un nutrido ejército confederado de varias ciuda-
des-Estado griegas al mando de Esparta.
El prestigio de Atenas alcanzó entonces su cota
más alta. Definitivamente, parecía que Esparta
no podría ya, a partir de entonces, considerarse la
única líder de Grecia. En realidad, tras el enfrenta-
miento con los persas, Atenas inició el camino que
la llevaría a la gloria... y a la perdición.
En los años que siguieron a este resonante triunfo
militar, los atenienses creyeron que todo era posi-
ble. Las sucesivas reformas políticas dotaron a la
ciudad de un sistema de gobierno que, según de-
FOTOS: GETTY IMAGES /ISTOCK
claró Pericles, el gran culminador de tal proceso, era
modelo para los demás Estados griegos. Los propios
atenienses lo llamaron democracia.Y así, en efecto,
todos los ciudadanos atenienses pasaron a formar
parte de los órganos de gobierno de una ciudad
El imperialismo ateniense
L
a Atenas democrática que en relación con los asuntos
acabó convirtiéndose humanos sólo cabe juzgar lo
en una potencia impe- que es justo cuando se parte de
rialista porque no pudo una igualdad de fuerzas. En caso
asumir, hace 2,500 años, que las contrario, los poderosos determi-
ideas democráticas no eran sólo nan lo que es posible y los más
patrimonio de sus ciudadanos, y débiles lo aceptan”.
que todo progreso debe incluir Las dos caras de la moneda.
a “los otros”. En plena guerra del Difícilmente se puede expresar
Peloponeso atacó a los habitan- mejor lo que ocurrió y lo que
tes de la isla de Melos o Milo sigue ocurriendo, todavía hoy,
(los melios), quienes pretendían en el campo de las relaciones
mantenerse neutrales. En su internacionales. Los melios se rin-
Historia de la guerra del Pelopo- dieron a la Liga de Delos coman-
neso, el gran Tucídides pone en dada por los atenienses y, según
boca de la delegación ateniense nos cuenta el propio Tucídides,
ante la asamblea de los melios éstos “mataron a los ciudadanos
palabras que suponen una prag- adultos que apresaron, y redu-
mática justificación del poder jeron a la esclavitud a mujeres
del más fuerte: y niños. Y ellos mismos, con el
“Se trata de alcanzar un pacto posterior envío de 500 colonos,
que sea posible de acuerdo con poblaron el lugar”. Efectivamente,
lo que unos y otros sentimos, imperialismo y democracia pare-
porque ustedes han aprendido, cen, todavía hoy, las dos caras de
igual que lo sabemos nosotros, una misma moneda.
Sobre estas líneas, estatuas y ruinas en Delos, una de las
más pequeñas islas griegas de las Cícladas, en el mar Egeo. Fue
aliada de Atenas en su expansionismo imperialista y de hecho
dio nombre a la Liga de Delos, encabezada por los atenienses.
que, orgullosa de sí misma, comenzó a proyectar
su imagen de éxito y de seguridad no sólo hacia las
demás tierras de Grecia, sino también en dirección
a las generaciones del futuro.
Increíble desarrollo de las artes
La colina de la Acrópolis, cuyos edificios habían
sido arrasados por los persas, se convirtió enton-
ces en el símbolo eterno de la ciudad. Pericles ini-
ció una política de embellecimiento que se centró
fundamentalmente en esta área. Los más grandes
artistas (escultores, arquitectos, pintores...), bajo la
supervisión de Fidias, el genial escultor al que se
muyinteresante.com.mx 15
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA
La batalla de deben algunas de las mayores obras maestras de la
Salamina. Este
enfrentamiento entre
escultura de todos los tiempos, dieron lo mejor de
griegos y persas, en el sí mismos para conseguir que Atenas se convirtiera
que el líder ateniense
Temístocles se jugó
en una de las ciudades más hermosas de su tiempo.
el todo por el todo Y a la vez, mientras los artistas plásticos llenaban
luchando frente a las
costas de la isla de
con sus obras los lugares más emblemáticos, todos
Salamina, fue una los demás conocimientos –en un proceso sin pa-
gran victoria de Atenas
(arriba, un cuadro de
rangón en la historia de nuestro mundo–, todas las
Wilhelm von Kaulbach demás artes, aceleraron su evolución de un modo
de 1868 que recrea el
gran choque naval).
asombroso. En este contexto, Atenas legó al mundo
otra de sus más genuinas creaciones: el teatro. En la
ladera sur de la Acrópolis, sobre el graderío del tea-
tro de Dioniso, los atenienses tuvieron el privilegio
de ver las obras de los grandes poetas trágicos, en
cuyos personajes se reflejaba entonces y se refleja
hoy el drama de la especie humana.
Sin embargo, Atenas no consiguió que su mo-
delo prosperara en paz. Sobre ella cayó la misma
maldición que ha caído desde entonces sobre las
potencias democráticas de todas las épocas: no
consiguió hacer universales o, mejor dicho, enten-
der que son universales los valores que la habían
hecho evolucionar de forma tan rápida y decisiva.
Al contrario, se convirtió en una potencia clara-
16 muyinteresante.com.mx
mente imperialista que comenzó a tratar a sus
aliados como súbditos y a considerar a cualquier
otro Estado un posible objeto de sus intereses es-
tratégicos. Y, entonces, sucedió lo inevitable.
La guerra del Peloponeso
Esparta, la gran ciudad del sur, la líder indiscutible
de toda Grecia hasta la irrupción de Atenas, comen-
zó a concretar su recelo. Espoleada por Corinto, la
gran rival comercial de Atenas, que no había hecho
otra cosa que perder mercado desde hacía años,
entró en guerra con Atenas. Pero la del Peloponeso
no fue una guerra entre dos Estados griegos; fue
un conflicto de carácter internacional en el que se
vieron involucrados incluso los persas.
En realidad, fue la propia Atenas la que provocó
esa larga y dura contienda con una política imperia-
lista y expansiva que, finalmente, la llevó a perder la
guerra y buena parte del prestigio ganado desde los
tiempos de la batalla de Maratón, 150 años antes.
FOTOS: MAXIMILIANEUM
Derrotada, odiada incluso por algunos de los que
habían sido sus fieles aliados, entró en un periodo
en el que su espíritu emprendedor y su pujanza
creativa no volvieron a ser lo que habían sido.

La independencia de Atenas, y de toda Grecia,
quedó definitivamente liquidada en el fatídico
año 146 a. C. Hacía tiempo ya que la República ro-
mana había desplegado su influencia y su poder
por buena parte del Mediterráneo y había termi-
nado con el peligro de su vieja enemiga, Carta-
go. En la mencionada fecha, las tropas romanas
destruyeron con especial salvajismo la ciudad
de Cartago y, en Grecia, la de Corinto. Realmente
toda resistencia griega cesó ante el empuje de la
nueva potencia y Atenas entró en una nueva eta-
pa declinante de su historia.
A pesar de todo, durante la época romana con-
servó su prestigio como centro cultural, vivió una
ampliación importante de su perímetro y conoció
una etapa de prosperidad bastante notable, como
demuestran los numerosos vestigios de edificios
públicos construidos durante esos años. Sin em-
bargo, fue el emperador Adriano, un verdadero
FOTOS: GETTY IMAGES /ISTOCK
filoheleno y filoateniense, el que la hizo renacer
de las cenizas que había dejado tras de sí Lucio
Cornelio Sila en el año 86 a. C.Todavía hoy el viajero
interesado puede contemplar los vestigios de la
obra de Adriano paseando por la ciudad y fijando
La Atenas de Adriano. Este emperador romano de origen
hispano, quien reinó entre los años 117 y 138 de nuestra era, devolvió
a Atenas parte de su antiguo esplendor con obras como la Puerta de
Adriano, la Biblioteca, o el templo consagrado a Zeus, el Olympieion.
El prestigio de Atenas llegó a su
nivel más alto tras vencer a los
persas de Jerjes, en la era de Pericles.
su atención en la llamada Puerta de Adriano, la Bi-
blioteca o el templo conocido como Olympieion.
El legado de Atenas: una
deuda eterna de Occidente
El llamado legado de Grecia es, en buena medida,
el legado de Atenas. Es una herencia impagable,
eterna, aunque no siempre está a la vista. No es ma-
terial en un sentido estricto, aunque la belleza de LIBRO
sus edificios públicos, sus templos y sus estatuas Historia de
la guerra del
(repartidos por todos los lugares del mundo) nos
Peloponeso
habla por sí misma. Pero es sobre todo un patrimo- Tucídides, Alianza,
nio inmaterial, intelectual y filosófico presente en 2008. El autor, gran
historiador griego
multitud de conceptos y palabras que han llegado (460-399? a. C.), fue
a través de los siglos hasta nuestros días. el primero en tratar de
establecer un método
Dentro de los muros de Atenas se desarrolló en historiográfico objetivo
la Antigüedad una grandiosa aventura de descu- y crítico en esta magna
obra sobre el conflicto
brimiento, un viaje que fue más allá del tiempo entre Atenas y Esparta.
y el espacio: escultura, pintura, arquitectura, tea-
tro, tratado científico, filosofía, política y tantas
otras facetas del conocimiento que, todavía hoy,
incluso sin conocer su origen, seguimos utilizando
para comprender el mundo. Un mundo que, igual
que los antiguos atenienses, seguimos tratando
de mejorar 2,500 años después de que la primera
asamblea democrática se reuniera en una de las
colinas que rodean la Acrópolis.
Atenas, así, fue el corazón de la civilización que
modeló para siempre el espíritu de todos los hom-
bres; aun el de aquellos que, en un acto no sólo de
ignorancia sino especialmente de desagradeci-
miento, pretenden pasarlo por alto.
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MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

La capital de un mundo global

Todos los caminos

llevan a
Roma

Anfiteatro colosal. Aunque la estructura

está seriamente dañada debido a los terremotos
y los picapedreros, el Coliseo (en la foto)
siempre ha sido visto como un ícono de la
Roma imperial y es uno de los ejemplos mejor
conservados de la arquitectura romana.
 El epicentro del Imperio romano
–que aglutinó a medio mundo–
continúa siendo una metrópolis
que conserva parte de la esencia
de su esplendoroso y rico pasado.
Por Bernardo Souvirón
C
ómo era la ciudad a la que, se dice, lleva-
ban todos los caminos del mundo? Las
urbes romanas, basadas en un esquema
propio de los campamentos militares
(castra), eran de planta rectangular y es-
taban cortadas por dos calles principales:
la primera, que discurría de norte a sur,
era llamada Cardo Maximus; la segunda, de este a oeste,
Decumanus Maximus. En la confluencia de las calles prin-
cipales estaba el foro (mercado y lugar de reunión), con los
principales edificios públicos.
Roma, sin embargo, nunca fue un modelo típico de urbanis-
mo romano clásico. Al contrario, la urbs se rehízo constante-
mente y llegó a tener la increíble cifra de 1.200,000 habitantes,
distribuidos en un plano muy irregular que se desplegaba so-
bre sus siete colinas. La más alta, el Capitolio, albergaba el
Templo de Júpiter. A su lado se encontraba el Palatino, sede de
los emperadores, y entre ambas colinas, en el corazón de la
ciudad, estaban situados los foros.
Los orígenes de la sociedad romana
La mayor parte de la población se hacinaba en bloques de pisos
llamados insulae, y sólo los más afortunados habitaban lo que
hoy llamaríamos viviendas unifamiliares (domus) que, en todo
caso, se situaban en medio de una red viaria completamente
insuficiente, que producía una innumerable cantidad de pro-
blemas prácticos y era presa fácil de los incendios. Juvenal, en
FOTO: GETTY IMAGES /ISTOCK
su Tercera sátira, dice que “en Roma muchos enfermos mueren
de insomnio; pues ¿en qué piso de alquiler se puede dormir?
Hace falta tener mucho dinero para dormir en Roma”.
Esta urbe es, hoy día, conocida como la “ciudad eterna”, y en
recientes estudios relacionados con el turismo ha sido consi-
derada la más hermosa del mundo.
En el presente artículo no nos proponemos hablar de los as-
pectos más conocidos de su historia; preferimos centrarnos
en aquellos puntos que, menos conocidos, quizá puedan dar al
lector algunas claves que le ayuden a comprender lo que pasó.
La organización de la Roma primitiva era gentilicia, basada
en dos elementos básicos: la gens (de donde deriva el sus-
tantivo “gente” y el adjetivo “gentilicio -a”) y la familia. La
población, perteneciente siempre a una gens, se distribuía
territorialmente en aldeas (pagus) y casas (domus), dos tér-
minos territoriales que corresponden exactamente a los dos
grupos sociales a los que aludía. Muy probablemente la gens
es anterior al propio Estado, y su significado es muy difícil de
precisar en términos específicos. En cualquier caso, cada una
de ellas estaba formada por un conglomerado de grupos me-
nores unidos, por un vínculo de carácter normalmente mítico,
a un antepasado común. Es un vínculo de carácter étnico, no
sanguíneo. De esta manera, cada individuo de la primitiva
sociedad romana pertenecía a una de las gentes romanas: la
gens Iulia, la gens Cornelia, la Fabia, etc.
Se trataba de organismos cerrados, casi herméticos, en los
que no se podía entrar más que directamente mediante vota-
ción de los miembros de la gens (cooptatio), o indirectamente
a través de la inclusión en una de las familiae de la gens por
medio, normalmente, del matrimonio.
Los jefes de los grupos gentilicios y familiares se reunían
para constituirse en una especie de consejo llamado Sena-
tus, es decir, Senado, una institución que siempre estuvo
asociada a la mentalidad propia de las estructuras genti-
licias. En realidad, desde su origen, estuvo constituido por
los padres de cada familia (patres familiae), lo que hizo que,
para siempre, los senadores llevaran el nombre de patres.
Sin embargo, no todos los patres formaron parte del Senado.
Desde el principio el número de senadores quedó limitado
por un principio de selección basado en la edad, de mane-
ra que sólo los patres seniores podían estar en el Senado. Es
del término seniores (ancianos) del que derivan las palabras
“senado” y “senadores”.
Estructura cerrada
Finalmente, aunque no sabemos cómo ocurrió, los miembros
más ricos de cada gens se distanciaron cada vez más de los
más pobres y afianzaron sus posiciones en la estructura gen-
tilicia con una política de matrimonios que redujo el papel
de la mujer al de una pieza de intercambio. Probablemente
entonces, los senatores seniores de las clases socialmente
mejor posicionadas exigieron el privilegio exclusivo de ser se-
nadores, haciendo que tal derecho quedara restringido a un
número relativamente pequeño de gentes y familiae, unidas
con frecuencia por vínculos matrimoniales. De esta manera,
los hijos de los patres fueron llamados patricii (patricios) y su
destino era cubrir las vacantes del Senado.
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MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA
Lo que queda en pie. En el foro de la ciudad de
Roma, es decir, la zona central –semejante a las plazas
céntricas en las ciudades actuales–, se encontraban las
instituciones de gobierno, de comercio y de religión.
Los miembros más ricos de cada gens se
distanciaron de los pobres y afianzaron
sus posiciones en la estructura gentilicia.
La clientela es otro elemento fundamental en la so-
ciedad romana. Los clientes eran un grupo muy anti-
guo, cuyo origen es difícil de detectar, aunque forma
parte de un tipo de estructura y práctica social que,
podría decirse, ha perdurado hasta nuestros días.
Se trata de personas sometidas a un patronus (pa-
trón) con el que adquieren una serie de obligacio-
nes, a cambio de las cuales reciben una suerte de
protección. Tal relación se establece a través de la
fides, un vínculo no escrito que implica fidelidad
recíproca. Finalmente, la protección que el patrón
ofrece a su cliente depende de la prestación por
parte de éste de una serie de operae, es decir, tra-
Edificios de apar- bajos o servicios en beneficio del patronus. No sa-
tamentos. Las
insulae (abajo, una
bemos quiénes eran los clientes, pero parece que,
reproducción) eran al menos al principio, era gente ajena a la gens.
bloques de viviendas
–normalmente en
Probablemente se tratara de extranjeros que, al in-
régimen de alquiler– cluirse de alguna manera en la organización gen-
de varios pisos en
el periodo imperial
tilicia, quedaron subordinados a los miembros de
romano. Las utilizaban las gentes a las que pertenecían.
los ciudadanos que no
podían tener viviendas
En cualquier caso, la clientela es una institución
particulares (domus). esencial en el desarrollo de la historia de Roma.
20 muyinteresante.com.mx
Con frecuencia, los patricios romanos empezaban
su jornada esperando en los jardines de sus lujosas
casas a la caterva de clientes que, en su beneficio,
llevaban a cabo trabajos no siempre ejemplares.
A reserva de otras opiniones, éste es el origen de la
concepción mafiosa tan enraizada en buena parte
de las sociedades modernas, no sólo en la italiana.
La estructura gentilicia era clara y sencilla, pero
no dejó de sufrir tensiones. Pero todo el sistema
comenzó a venirse abajo con la aparición –proba-
blemente por la guerra entre los etruscos, vecinos
del norte, y los griegos de la ciudad de Cumas, al
sur– de una masa de personas que estaban fuera de
las estructuras de las gentes. Debieron ser muchos,
pues los romanos los llamaron plebs, es decir, mul-
titud. En efecto, la plebs, privada de todo derecho
al encontrarse fuera del marco gentilicio, apoyó a
un poder central y fuerte, representado por el rey,
frente a los jefes de las grandes familias, líderes
también de sus respectivas gentes.
Oposición entre clases
Así comenzó el conflicto eterno (vigente por com-
pleto en las sociedades modernas) entre patricios
y plebeyos, dos clases sociales que la tradición
remonta a los tiempos de Rómulo. En esencia es
una división que ha proyectado su sombra en el
desarrollo posterior no sólo de la historia de la pro-
pia Roma, sino de toda Europa. La constitución y
el desarrollo de la sociedad romana están ligados
a la permanente oposición entre estas dos clases.
En el año 509 a. C. se produjo la caída de la mo-
narquía romana, lo que puso fin a la primera fase
de una historia comenzada, según la tradición, en
FOTOS: GETTY IMAGES /ISTOCK; PHOTOSTOCK
el año 753 a. C. Fue un hecho que habría de marcar
toda la historia posterior de Roma. No nos deten-
dremos aquí a recordar la bien conocida tradición
literaria que liga la aparición de la República roma-
na a la violación, y posterior suicidio, de Lucrecia,
una matrona romana, por parte del hijo de Tarqui-
nio el Soberbio, último rey de Roma. Sólo diremos
 Julio César y el fin de la República

P
ara muchos historiadores, el final de la República
patricia se produce a partir del año 44 a. C., coinci-
diendo con la muerte de Julio César. Lo cierto es que,
en el casi medio milenio transcurrido entre la instau-
ración de la República y su final, la situación de Roma había
cambiado de manera increíble. Las antiguas instituciones
romanas, especialmente el Senado, ancladas todavía en una
estructura gentilicia desde el punto de vista político y social,
no podían dar respuesta a las nuevas necesidades surgidas de
la permanente inclusión de territorios bajo el poder de Roma.
Reformas de gobierno. Julio César comprendió el pro-
blema y creyó que una reforma agraria (permanentemente
pendiente) que distribuyera las tierras del ager publicus y una
reforma política capaz de conceder el derecho de ciudadanía
romana a buena parte de los aliados eran imprescindibles
para afrontar los retos de la floreciente y expansiva Roma.
Igualmente, creyó imprescindible ampliar el número de sena-
dores, con la intención de integrar en las tareas de gobierno a
la nobleza de las provincias, convencido de que el marco de
las gentes romanae, de donde provenían todos los senadores,
era muy estrecho y estaba definitivamente superado con la
incorporación de nuevos y lejanos territorios.
En este sentido, actuó durante su Consulado atendiendo
las resoluciones de la Asamblea de la plebe, ante la que pre-
sentó sus leyes. Como consecuencia de ello, César se ganó
el favor de la plebe romana, que lo apoyó incluso después
de su muerte. Sin embargo, los patricios, sus iguales, no le
En este óleo del siglo XIX
se recrea el asesinato de Julio
César en el Senado en 44 a. C.
perdonaron nunca lo que consideraban, con razón, una legis-
lación que atacaba los cimientos de las gentes.
Mito e historia. César pertenecía nada menos que a la gens
Iulia. Su linaje se retrotraía a Eneas, el troyano que pasaba por
ser el legendario fundador de una aldea en el Lacio, origen de
la posterior Roma. Dado que, según el mito, Eneas era hijo de
Venus, la gens Iulia hundía sus ancestros ni más ni menos que
en los propios dioses.
Buena parte del patriciado romano, representado en el
Senado, consideró a César un traidor a sus iguales y no se lo
perdonó nunca. Y así, en los Idus de Marzo del año 44 a. C.,
una conspiración comandada por Casio y Bruto lo asesinó en
el mismo Senado, un acto de trascendencia política notable y
cargado de un simbolismo expreso.
El proceso iniciado por César, sin embargo, no se detuvo. Su
hijo adoptivo y heredero, Octavio, inició un camino de no re-
torno hacia otra etapa de la historia de Roma que conocemos
como Imperium (el Imperio romano).

que con la caída de la monarquía terminaba un tierras conquistadas. Éstas, que nunca habían per-
periodo histórico cargado de leyendas y daba co- tenecido a ningún romano, fueron llamadas ager
mienzo la verdadera historia de Roma. publicus, y se constituyeron en un verdadero patri-
Unos 15 años después de la instauración de la monio estatal que, naturalmente, podía ser cedi- Clientelismo en el
siglo XXI. El sistema
República, se produjo un hecho asombroso pro- do al dominio privado de los ciudadanos romanos clientelar fundado por
tagonizado por la plebe romana. Eran momentos (possesio). Desde el primer momento, sin embargo, la antigua Roma está en
el origen de las mafias
delicados en que los patricios, dueños de las ins- los patricios monopolizaron esta possesio, de ma- actuales. Por ejemplo,
tituciones desde todos los puntos de vista, utili- nera que la plebe –que contribuía con su esfuerzo en la zona sureste de la
capital italiana funciona
zaron a los plebeyos en la lucha de Roma por su y su sangre a la conquista de los territorios que, desde la década de los
supervivencia como ciudad-Estado. La tradición constantemente, iban engrosando el ager publi- años 70 el clan de los
Casamonica (abajo,
literaria y la historia nos muestran que eran tiem- cus– no vio compensados sus esfuerzos. Por esta funeral del capo Vittorio
pos difíciles en los que Roma se vio amenazada por razón, la exigencia de leyes agrarias de distribución Casamonica en Roma).
distintas ciudades-Estado rivales que luchaban
también por la hegemonía en el Lacio.
En todas las situaciones de emergencia, los pa-
tricios pidieron ayuda a la plebe y ésta, asentada
ya en la ciudad, contribuyó con su esfuerzo a la su-
pervivencia de Roma. Muchos plebeyos se alista-
ron en los ejércitos romanos y, después de combatir
FOTOS: WALTRS ART MUSEUM; EFE /ZUMA PRESS

con gran valor, vieron cómo todas las promesas

que habían recibido por su ayuda se incumplían
sistemáticamente.

Crecimiento y expansión
Desde que Roma consiguió sus primeros éxitos en
la conquista de los territorios vecinos, su tamaño
se incrementó con la incorporación de las nuevas

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MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

La caída del Imperio romano

E
n el año 476, Odoacro depuso a Rómulo y pidió a
Zenón, emperador de Oriente, que no nombrara más
emperadores. Era lógico, pues, en realidad, no eran más
que títeres en manos de los jefes de las tropas merce-
narias bárbaras. Lo más irónico de este hecho es que el Imperio
romano acabó, 1,229 años después, con un emperador cuyo
nombre es idéntico al del legendario fundador de la ciudad.
Consecuencias del dominio. Las razones de la caída de una
estructura política y militar tan eficiente son de distinta natura-
leza y difíciles de analizar. De hecho, la globalización romana (la
única digna de tal nombre que se ha producido en la historia)
no acabó nunca de resolver la complicación que suponía la
administración de las provincias y sólo pudo reglamentar su
explotación, sin tener en cuenta las consecuencias de todo tipo
que esta política de dominio podría tener a largo plazo.
Así pues, hay una consideración que, a la luz de lo que esta-
mos viviendo en nuestros días, resulta inexcusable. La mayor
parte de los lectores sabe que la palabra “bárbaro”, de origen
griego, es una onomatopeya. Literalmente significa “el que
dice bar bar”, es decir, el que no sabe hablar griego o latín, el
extranjero. Cuando los bárbaros atacaron y destruyeron final-
mente Roma, su proceso de penetración en las instituciones y
en la sociedad había comenzado mucho antes. Ya en tiempo
de la República, los extranjeros intentaban llegar a Roma, a la
En 476, el último emperador de Roma, Rómulo Augusto, se
rindió ante el rey oriental Odoacro (en la ilustración, a caballo).
que consideraban una verdadera tierra prometida, en busca de
“papeles” (la ciuitas o derecho de ciudadanía) que les permi-
tieran acceder al tipo de vida que se daba al otro lado de sus
fronteras. Era una lucha por la supervivencia que, dos mil años
después, sigue produciéndose.
Los bárbaros, es decir, los extranjeros (aunque se les llame re-
fugiados o inmigrantes), llevan tiempo llamando a las fronteras
vecinas sin que hayamos hecho nada por resolver los motivos
que los impulsan a jugarse la vida por traspasarlas. Última-
mente, en ciertas ciudades de Europa, se han visto ataques
protagonizados por algunos extranjeros que, curiosamente, no
llegan de fuera, sino que han nacido ya dentro de las fronte-
ras, aunque no han conseguido ver en el Estado del bienestar
europeo más que un enemigo que los ignora, los rechaza y los
discrimina. Un caso especial en América es Estados Unidos hoy
con su política de persecución a los inmigrantes.

Cuando Roma tuvo necesidad
de administrar buena parte del
mundo, creó una estructura global.
de las tierras públicas se convirtió en una de las
reivindicaciones, permanentemente pendientes,
de la plebe romana. En cualquier caso, la egoísta
política patricia tuvo un efecto muy importante:
mientras los ricos iban viendo cómo sus propieda-
des aumentaban sin cesar, se fue creando una nue-
va clase social cohesionada no tanto por lo que era
en sí misma sino por aquello a lo que se oponía. Así
nació no sólo un sentimiento, sino una verdadera
clase social antipatricia. Los factores, importantes
muchos de ellos, que contribuían a la desunión
de los plebeyos quedaron relegados a un segundo
término y, poco a poco, se fue perfilando una serie
de objetivos comunes y un esbozo de organización
para conseguirlos. Y así, en el año 494 a. C. se pro-
dujo algo que, en mi opinión, podríamos definir
como revolución plebeya. De esa revolución, y de
sus consecuencias, parten buena parte de las ins-
tituciones políticas presentes.
La ciudad en guerra
El 494 a. C. fue un año difícil para Roma, pues estaba
en juego su propia supervivencia. La ciudad se en-
a realizar concesiones a los plebeyos que, una vez
más, combatieron en las filas del ejército romano.
Sin embargo, pasado el agobio del peligro, las pro-
mesas se olvidaron de nuevo. Entonces la plebe ro-
mana, harta de tantos engaños y al mando de los
soldados plebeyos, traspasó los muros de la ciudad
y acampó en el monte Aventino, negándose a parti-
cipar más en un juego político de cuyas decisiones
estaba completamente excluida.
Los protagonistas de la secessio o secesión ple-
beya plantearon una verdadera revolución con la
creación de los llamados tribuni plebis, los tribunos
de la plebe, auténticos representantes de los plebe-
yos ante las instituciones patricias. Desde el primer
momento, la plebe dotó a sus representantes de
una protección que podríamos llamar mágico-re-
ligiosa (fundamental en un mundo agobiado por
las prácticas y las creencias religiosas) mediante
una ley sagrada (lex Sacrata). Gracias a esa ley, el
tribuno recibía la inmunitas o inmunidad, lo que lo
hacía inviolable por el hecho de tener una autori-
dad que pertenecía al ámbito de las cosas divinas.
Cualquiera que atentara contra un tribuno era con-
siderado sacer, es decir, ‘maldito’ y reo, por tanto,
de una justicia popular sumaria.
Las dos funciones que los tribunos podían reali-
zar eran el auxilium y la intercessio. Por el primero,
FOTOS: GRANGER

contraba en guerra con otros pueblos de Italia: los el tribuno tenía el derecho y el deber de auxiliar
eduos, los volscos y los sabinos. En este contexto al plebeyo condenado por la justicia patricia. Para
extremo, los patricios parecieron estar dispuestos poder llevar a cabo esta misión sagrada, utilizaba

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 el arma de la intercessio o intercesión, que llegó
a transformarse en un auténtico derecho de veto
que puso en manos de los tribunos un arma po-
lítica extraordinaria, capaz, incluso, de paralizar
el propio Estado.

De mera costumbre a ley

La secesión plebeya supuso la creación de un Esta-
do (plebeyo) dentro de otro Estado (patricio) y dio
origen a un sistema que podríamos llamar doble
en el que sus integrantes (patricios y plebeyos) no
llegaron a mezclarse. Los plebeyos tuvieron magis-
trados propios (tribunos, frente a los cónsules y pre-
tores patricios), dioses propios (la tríada plebeya,
integrada por Ceres, Líber y Líbera, frente a la tríada
capitolina), territorio propio (el Aventino) e, incluso,
poder religioso propio (el auxilium y la intercessio
frente a los auspicia de los patricios). De paseo por la Roma clásica. Centro de la actividad
pública, fundamentalmente política, en el Foro el transeúnte se
La secesión plebeya no consiguió sus objetivos veía rodeado por las escalinatas y los pórticos columnados de los
inmediatamente. Hasta el año del consulado de edificios monumentales que flanqueaban las grandes avenidas
de un conjunto urbanístico geométricamente dispuesto.
L. Valerio y M. Horacio (449 a. C.), la plebe no con-
siguió lo que, a nuestro juicio, fue su primera gran
victoria: la aparición de las llamadas XII Tablas de do en las escuelas. En cualquier caso, supusieron el
la Ley. Los dos cónsules citados dieron publicidad primer acuerdo escrito entre patricios y plebeyos,
a las tablas y propusieron algunas leyes cuyo ob- lo que constituye, realmente, la conversión de la
jetivo era apaciguar a la plebe. Se establecieron así mera costumbre en ley; una ley que obliga a todos.
el derecho de apelación y la inviolabilidad de los Realmente, las XII Tablas retratan a una sociedad
tribunos y, según parece, se elevaron los plebisci- que ensalza la propiedad de la tierra y que dirige
FOTOS: GETTY IMAGES /ISTOCK, EFE

tos, es decir, los acuerdos de la plebe, al rango de sus cimientos hacia la propiedad en general y las
ley, aunque tuvo que pasar mucho tiempo más deudas. En sus líneas conviven procedimientos
para que la lex Hortensia de 287 a. C. sancionara primitivos, como la autoridad casi omnímoda del
definitivamente esta conquista plebeya. pater familias, con otros mucho más modernos,
Las leyes de las XII Tablas representan un verda- como la reparación de un delito por medio de una
dero hito. En época de Cicerón se seguían estudian- poena, sin acudir a la antiquísima Ley del Talión.
La respuesta de Roma al pro-
blema de la convivencia entre
patricios y plebeyos es, a nuestro
ver, la clave que hizo posible su
Historia posterior. Con el paso del
tiempo, cuando la que había sido
una pequeña ciudad al lado del
Tíber tuvo la necesidad de admi-
nistrar buena parte del mundo,
creó una estructura global para
la que ya había hecho un ensayo
fundamental, a pequeña escala,
en su propio territorio. Íconos de la
ciudad. El Panteón
El eterno conflicto entre patri- romano (a la izquierda)
cios y plebeyos sigue hoy vigen- se dedicó a todos los
dioses; su cúpula es
te. No es propio de una ciudad la mayor que se haya
ni de un país. En este mundo construido jamás sin
emplear hormigón
global, cuyo antecedente es cla- armado. A su lado, la
ramente Roma, las nuevas XII Columna de Marco
Aurelio; construida en-
Tablas que intenten resolver tre 176 y 192 y con un
este eterno conflicto han de ser relieve en espiral, sirvió
de inspiración para
globales o, como vemos cada posteriores estatuas del
día, no serán nada. Renacimiento.

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MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

De Constantinopla a Estambul

La perla
del Bósforo

El Cuerno de Oro. Este cuadro del estuario así

llamado, situado a la entrada del estrecho del Bósforo
y que divide la ciudad de Estambul, contiene una de
las imágenes más emblemáticas de la urbe, presidida
por la bellísima Mezquita Nueva (en turco, Yeni Cami).

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A lo largo de su historia, esta
fascinante ciudad, puerta entre
Europa y Asia, tuvo otros tres
nombres (Lygos, Bizancio y
Antonina) y fue la capital de dos
imperios, el Bizantino o Romano
de Oriente y el Otomano. Por
Alberto Porlan
FOTO: LIBRARY OF CONGRESS
H
ay ciudades que, siendo grandes metró-
polis, buscan con ahínco razones que les
ayuden a obtener el carácter que nunca
tuvieron. Frente a ellas, existen otras
con tanto carácter que recorrerlas llega a
producir una sensación abrumadora en
el viajero. Las ciudades son historia vivi-
da, escenarios de nuestros éxitos y fracasos, presencia sensi-
ble del paso de los siglos. Pero algunas lo son más que otras.
Durante su larga existencia, la ciudad que ahora llamamos
Estambul ha conocido otros cuatro nombres distintos (Lygos,
Bizancio, Antonina y Constantinopla), además de un apelativo
ilustre que estuvo vigente mucho tiempo: la Nueva Roma. Su
relevancia histórica procede indiscutiblemente del territorio
que ocupa, en la puerta geográfica que comunica Europa y
Asia: el estrecho del Bósforo, de 30 km de largo y apenas 750
m de anchura mínima. Como escribiera José de Espronceda en
su Canción del pirata: “Asia a un lado, al otro Europa, / y allá a
su frente Estambul”. Julio Verne utilizó esa circunstancia geo-
gráfica para redactar una de sus novelas de la serie “Viajes
extraordinarios” con el título Kerabán el Testarudo, en la que el
comerciante turco Kerabán se niega a pagar una subida ridícu-
la en el precio del transbordador que comunica las dos orillas
del Bósforo y se gasta millones en recorrer toda la costa del
mar Negro para llegar a Estambul sin usar el transbordador.
Si hacemos caso a las fuentes históricas, Estambul entra-
rá en breve a formar parte de la exclusiva lista de ciudades
trimilenarias, como la española Cádiz. Parece que en el siglo
VII a. C., cuando los griegos de Megara la refundaron con el
nombre de Bizancio, en aquel territorio de la antigua Tracia ya
había una ciudad autóctona llamada Lygos. A poco que Lygos
hubiera tenido una historia de tan sólo dos siglos, Estambul
podría presumir de trimilenarismo.Y resulta lógico que en los
dos extremos del Mediterráneo, sus respectivas lindes con el
Atlántico y el mar Negro, florecieran esas antiquísimas ciu-
dades. Si en Cádiz comerciaron los fenicios con los pueblos
atlánticos, en Lygos-Bizancio comerciaron los griegos con los
pueblos del Asia inmensa: persas, escitas y hasta chinos, a
través de la inmemorial Ruta de la Seda. Por ese motivo, los
bizantinos eran los garantes de la llegada a Grecia del trigo
procedente de las extensas llanuras de Ucrania.
Por otro lado, el control del estrecho del Bósforo –también lla-
mado Cuerno de Oro–, junto con el de los Dardanelos, garantiza
la defensa estratégica del Mediterráno contra las invasiones
asiáticas, de modo que desde muy temprano la ciudad se con-
virtió en una plaza fuerte. Tenía muchos enemigos de los que
defenderse: por un lado, las tribus bárbaras que intentaban
hacerse con la ciudad cada cierto tiempo; por otro, las luchas y
rivalidades de las propias ciudades griegas entre sí. Cuando los
persas de Darío se apoderaron de la costa de Asia Menor, la Jonia
griega, el soberano persa envió a sus nuevos súbditos jonios
para que lucharan contra sus hermanos bizantinos.
Ciudad helenística de Roma
Unos años más tarde, en 472 a. C., Bizancio fue escenario de un
extraño fenómeno que todavía no ha podido explicarse.Varios
autores griegos (Teófanes y Procopio, entre otros) relatan que,
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MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Bizancio fue romanizada sin dejar de

ser un núcleo de cultura griega.
inopinadamente, se abatió sobre la ciudad una llu-
via de polvo negro que cubrió con una densa capa
sus calles y edificios. Algunos autores modernos
han propuesto que la lluvia de polvo habría sido
resultado de la desintegración de un gran aerolito
LIBRO
Constantinopla o un pequeño cometa en la estratosfera, lo que no
1453: el último pasa de ser más que una especulación sin prue-
gran asedio bas. Para los bizantinos, aquel suceso inusitado
Roger Crowley, Ático
de los libros, 2015.
fue tenido por un signo de muy mal augurio, y los
Este libro relata la templos se llenaron en consecuencia de ofrendas
caída de la capital del
Imperio bizantino en
en desagravio a los dioses.
poder de los otoma- Sufridora paciente de las rivalidades entre las polis Santa Sofía, joya de Estambul. Este maravilloso
nos, tras 55 agónicos templo (aquí) fue erigido por Constantino en el siglo
días siendo sitiada.
griegas, en 280 a. C. la ciudad vio aparecer ante sus IV como basílica ortodoxa; luego ésta sería ampliada
murallas a un enemigo distinto y temible: las tri- y, a lo largo de los siglos, convertida sucesivamente
en mezquita musulmana y museo.
bus celtas de la Galia habían marchado hacia el este
dirigidas por su caudillo Comontorio y, después de
atravesar media Europa asolándolo todo a su paso, Bizancio siguió llamándose Bizancio hasta que el
invadieron Tracia y se aposentaron en los alrededo- gran Constantino la engrandeció en el siglo IV y le
res de Bizancio. La supervivencia costó a los bizan- otorgó el título de Nueva Roma, así como un nombre
tinos un tributo anual de 80 talentos, que siguieron que perduraría durante 16 siglos: Constantinopla, la
pagando hasta que los galos fueron exterminados y ciudad de Constantino.
esclavizados por los tracios.
A continuación llegó Roma. Como consecuencia El nacimiento de Constantinopla
del sometimiento griego al poderío bélico romano, Tuvo muy buenas razones para ello. El imperio se
Bizancio se romanizó, aunque continuó mantenien- había extendido tanto que necesitaba una nueva
do un núcleo de cultura griega que hizo de ella una capital más próxima a las fronteras orientales, hos-
de las ciudades helenísticas de Roma. Pero duran- tigadas por los godos en el Danubio y por los persas
te la guerra civil romana del año 193 los bizantinos en el Éufrates. Así que el emperador construyó en
Dos hijos, dos
imperios. A la muerte apostaron por el bando equivocado, y su ciudad fue Bizancio una réplica de Roma, incluidas las siete
de Teodosio en 395, el reducida casi a una aldea por el vencedor, Septimio colinas y varios de los edificios principales (Sena-
Imperio romano
se fragmentó en dos
Severo, después de un asedio de tres años. Luego, do, Capitolio, etc.). Esta época coincide con la de la
mitades: Oriente, con el emperador Caracalla ordenó su reconstrucción y cristianización del imperio y transformó completa-
capital en Constanti-
nopla, fue para su hijo
le impuso un nuevo nombre, Antonina, porque su mente la antigua ciudad, que se llenó de iglesias y
Arcadio, y Occidente, padre, Severo, quería ligar el de su propia familia con de nuevas construcciones. Entre otras, el templo de
para su hijo Honorio
(abajo, este emperador
el de la generación anterior, la de los Antoninos. Pero la Sabiduría Sagrada (Santa Sofía), que se agrandó y
en un óleo de 1883). esa denominación no resistió el paso del tiempo y embelleció hasta su forma actual durante el siglo VI.

FOTOS: CONNOLLY; GETTY IMAGES /ISTOCK


Cuando amaneció el siglo V, Constantinopla al-
bergaba más de medio millón de almas, lo que la
convertía en una de las ciudades más pobladas del
mundo. En 395, tras la muerte de Teodosio, el im-
perio se dividió entre sus hijos. Occidente corres-
pondió a Honorio, y Oriente fue para Arcadio, que
estableció su capital en Constantinopla, la Nueva
Roma. Las obras de embellecimiento continuaron
hasta principios del año 447, cuando la sacudió un
potente terremoto que echó abajo la mitad de sus
edificios y produjo unas consecuencias devastado-
ras: el hambre y la peste se apoderaron de la ciudad
justo en el momento en que las hordas hunas de
Atila se dirigían hacia ella. Trabajando en condicio-
nes indescriptibles, los constantinopolitanos logra-
ron la hazaña de reparar en dos meses la muralla
de la ciudad, que había perdido 60 de sus torres en
el terremoto. Al encontrar reconstruidos los muros,
Atila, que aborrecía los asedios, decidió pasar de
largo a cambio de una fuerte suma de oro y la ciudad
se salvó de la destrucción.
Una revolución provocada por el deporte
El Imperio de Oriente, llamado también bizanti-
no, alcanzó su punto más alto con el emperador
Justiniano. Todo el litoral mediterráneo, excepto el
tramo entre Valencia y Marsella, había caído en su
poder, así como los territorios de la costa sur del
mar Negro. Desde Constantinopla se gobernaba el
mundo, y sin embargo fue entonces cuando la ca-
pital atravesó sus jornadas más duras: la llamada
revolución niká, que no fue provocada por las inva-
FOTOS: HIRSCHSPRUNG COLLECTION
siones o las luchas intestinas, sino por la pasión de-
portiva. Concretamente, por las carreras de carros.
La ciudad estaba netamente dividida en dos ban-
dos: los partidarios del equipo azul y los del equipo
verde. Los azules estaban ligados a gentes de for-
tuna y comerciantes enriquecidos, mientras que
El fuego griego
L
as aguas de Constantinopla vieron nacer y desarrollarse en el
siglo VII un nuevo tipo de arma naval que contribuyó no poco
a su propia defensa. Se trata del fuego griego, un sistema con
que se armaban las naves bizantinas análogo a los lanzallamas
modernos. Su invención se atribuye a Kallinikos, arquitecto procedente
de la entonces provincia bizantina de Fenicia. La armada bizantina, ago-
tada por la lucha contra los persas, veía a la escuadra árabe echársele
encima y necesitaba desesperadamente una ayuda suplementaria.
Lanzallamas de sifón. El nuevo invento funcionó muy bien, pero
los bizantinos, temerosos de que lo copiaran sus enemigos, lo mantu-
vieron tan en secreto que hoy apenas sabemos nada seguro sobre él.
Ignoramos tanto la composición del líquido ardiente que proyectaban
como el propio sistema de proyección del combustible, que se supone
era un sifón accionado por medio de un mecanismo de presión. Por lo
que se puede deducir de las crónicas, el fuego griego seguía ardiendo
sobre el agua, aunque otras fuentes afirman que necesitaba del agua
para arder. De acuerdo con la mayoría de los analistas, el combustible
debía de ser una mezcla de petróleo con otras sustancias que favore-
cieran su ignición (algo semejante al napalm moderno). Pero en todo
caso sólo podía usarse sin peligro propio en condiciones favorables de
viento y estado de la mar. Parece ser que, a mediados del siglo XVIII, un
joyero francés descubrió accidentalmente la vieja fórmula y la ofreció
al rey Luis XV, quien, asustado por sus efectos, ordenó que se pagara
una pensión de 200 libras al inventor a cambio de guardar el secreto de
aquella mixtura diabólica hasta su muerte.
los verdes lo estaban a artesanos, pescadores y En el fresco de arriba
vemos a una nave
vendedores ambulantes, para los que suponía un bizantina utilizando el
esfuerzo dramático sostener a su equipo. Aunque llamado fuego griego
contra sus enemigos.
se contaba con que el emperador debía mostrarse Hoy se desconoce el
neutral, Justiniano y su esposa Teodora no habían combustible que esta
arma empleaba.
ocultado su preferencia por los azules, y en enero del
año 532 estalló una rebelión en el hipódromo. Los
del bando verde se atrevieron a agraviar de palabra
al emperador, mientras sus partidarios se retiraban
del hipódromo inflamados de ira. Consciente de que
debía dar un escarmiento, Justiniano mandó eje-
cutar a varios notables del grupo verde, entre los
cuales figuraba por error un prominente miembro
del bando azul. Eso provocó que verdes y azules se
unieran contra el emperador y que se entregaran al
pillaje y al incendio de su propia ciudad, que ardió
durante varias jornadas mientras los amotinados
proclamaban a gritos su victoria (¡niká!). Entre los
edificios afectados estuvo la catedral de Santa Sofía,
así como el propio palacio imperial. Los insurrec-
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HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Justiniano I el
Embellecedor Con el Cisma de Oriente del año 1054, el cristianismo se
En la era de este em-
perador bizantino, que escindió en dos ramas irreconciliables y la Iglesia ortodoxa
reinó desde el año 527
hasta el 565, Constan- estableció su sede en Constantinopla.
tinopla se benefició de
grandes obras públicas tos proclamaron también un nuevo emperador, y
y mejoras de infraes-
tructuras: se edificaron
Justiniano, que no era lo que se dice un valiente, se
más de 30 iglesias, se preparó una vergonzosa huida hasta que Teodora lo
amplió Santa Sofía y se
creó la fastuosa cister-
detuvo con una frase que se hizo famosa: “Prefiero
na basilical subterrá- morir envuelta en púrpura que huir ante el vulgo”.
nea, que vemos en la
imagen de arriba.
Con la ayuda de un eunuco, las tropas del general Be-
lisario entraron en la ciudad, sitiaron a los rebeldes
y ajusticiaron a 50,000 de ellos, antes de liquidar al
falso emperador proclamado por la plebe.
De la “peste de Justiniano”
al Cisma de Oriente
Justiniano vivió 82 años, mucho más que cualquier
otro emperador, pero en su vejez se desentendió por
completo de los asuntos de gobierno. En los años que
transcurrieron hasta su muerte se empleó a fondo
en ensanchar y embellecer su capital. No sólo res-
tauró los efectos de la sedición niká, sino que amplió
Santa Sofía, edificó más de 30 iglesias nuevas y llevó
a cabo trabajos urbanísticos de gran entidad, como
la inmensa cisterna basilical. Durante su mandato,
tuvieron lugar varios episodios de peste, a la que se
llamó “peste de Justiniano”, una epidemia que el trá-
fico marítimo extendió por todo el Mediterráneo. En
Constantinopla, la peste llegó a matar a 10,000 per-
sonas en un solo día.
La historia de la ciudad a partir de entonces es la
de su resistencia a los sucesivos asedios a que la
sometieron cada cierto tiempo los invasores per-
sas y eslavos. Después llegaron los árabes, en el
curso de un proceso de expansión que los había
hecho dueños de una multitud de provincias hasta
entonces bizantinas. En el siglo VII, Constantino-
pla hizo frente a un asedio árabe de cinco años; en
el VIII, durante el reinado de León III, a otro de un
año. Su fama de plaza inexpugnable se convirtió
en una leyenda que desmoralizaba a sus posibles
enemigos, de modo que la ciudad disfrutó de un
largo periodo (medio milenio) de relativa estabi-
lidad, en la que prosperó debido al comercio de
las mercancías que le llegaban del Lejano Oriente
siguiendo la Ruta de la Seda. Luego, los propios
bizantinos robaron a los chinos el secreto de su
elaboración y comenzaron a fabricar su propia

Estambul y su inestable suelo

C
omo San Francisco, Tokio o
la Ciudad de México, Estam-
bul es una de esas ciudades
que pueden sufrir un terre-
moto brutal en cualquier momento.
El Bósforo se encuentra junto a una
en 1999, con epicentro a 70 km de
Estambul, y ocasionó graves daños en
la ciudad. En total produjo unas 30,000
víctimas mortales y dejó a un millón de
personas en la calle. Estambul sufrió uno de sus peores
Terremoto a la vista. Pero estas terremotos en 1894. En la foto, de ese año, dos
mujeres pasan junto a varias casas semiderruidas.
FOTOS: EFE; GETTY IMAGES /ISTOCK

falla geológica (la de Anatolia Norte) cifras podrían palidecer en el desgra-

y la ciudad ha vivido a lo largo de su ciado caso de que, como predijo no año 2025. A ese desastre se le otorga
historia potentes sismos, algunos de hace mucho un grupo de sismólogos nada menos que un 85% de probabili-
los cuales fueron especialmente devas- mexicanos, en la región se produjera dades, de manera que más vale que los
tadores. El último de ellos se produjo otro terremoto mucho mayor antes del mexicanos se equivoquen.

28 muyinteresante.com.mx
 seda. Pero lo más importante que ocurrió en aque-
llos años de progreso fue la ruptura de la Iglesia
cristiana tras el llamado Cisma de Oriente, que se
materializó como escisión total en Constantinopla
en 1054, aunque venía fraguándose desde mucho
tiempo atrás. El cisma convirtió a la ciudad en la
Nueva Roma efectiva, y el cristianismo oriental,
cuya Iglesia se consideraba la única ortodoxa,
emprendió una campaña evangelizadora que fue
responsable de la cristianización de Rusia.
La ruptura tuvo consecuencias religiosas, pero
también políticas. Los antiguos hermanos en la fe
se vieron ahora como enemigos y la Cuarta Cruza-
da, compuesta básicamente de franceses y vene-
cianos, decidió desviarse de su ruta para atacar la
capital de los herejes orientales. La ciudad, hasta
entonces inexpugnable, cayó ante el segundo asal-
to de los cruzados, que la expoliaron a conciencia.
Entre otras maravillas, de allí proceden los cuatro
caballos que decoraban el hipódromo de Constan-
tinopla –ciudad tan amante de las carreras, como
hemos visto– y que hoy se admiran en la basílica
de San Marcos, en Venecia.
Auge y caída del Imperio otomano
Con los cruzados, la ciudad se convirtió en capital
de un efímero Imperio Latino Oriental donde con-
vivieron de muy mala gana católicos y ortodoxos. A
mediados del siglo XIV, volvió la peste a diezmar la
ciudad, que ya estaba muy empobrecida y con gran-
des áreas en ruinas. En 1453, los turcos otomanos, al
mando de Mehmet II, entraron en Constantinopla
tras 55 días de asedio y pusieron así fin a su agonía
y a un milenio de capitalidad imperial cristiana.
Vestida a la turca, con sus iglesias convertidas en
mezquitas y sus termas en baños turcos, la ciudad
no cambió de nombre cuando pasó a ser capital de
un nuevo imperio: el otomano.
Los turcos proceden de las estepas de Asia central,
y surgieron con el designio de cabalgar hacia el oes-
te. Llegaron a las fronteras del islam en Persia y se
convirtieron en masa para poder continuar adelan-
te. Su permanente marcha los dejó en la península
de Anatolia, que hoy es Turquía. Con la toma de la
ciudad, a la que volvieron a convertir en una metró-
polis bella y culta, Constantinopla llegó a ser en el
siglo XVI el centro de poder de un imperio mucho
mayor que los que había conocido hasta entonces:
los dominios de la Sublime Puerta, que era como se
conocía al gobierno otomano de Constantinopla,
abarcaban desde Argelia hasta Persia y desde Hun-
gría hasta el extremo sur de la península Arábiga. Y
ocupaban las orillas de seis mares: la mayor parte
del Mediterráneo, el mar Negro, el Rojo, el de Azov,
el Caspio y el golfo Pérsico, en el extremo occiden-
FOTOS: ISTOCK
tal del océano Índico. Cabe imaginar la cantidad
de riquezas de todas partes que afluyeron sobre
Cambio de manos. La historia de Constantinopla fue también
la de sus asedios: persas, eslavos y árabes trataron de conquistarla,
y lo lograron los cruzados y, en 1453, el Imperio otomano (arriba,
la toma de la ciudad por los turcos según un cuadro de Tintoretto).
la capital con el paso de aquellos siglos en los que
disfrutó de una estabilidad completa.
Pues aún no era bastante: el sultán siempre quería
más, y el rumbo seguía siendo oeste. Solimán llegó
a las puertas de Viena en 1532, aunque tuvo que
retirarse, pero en el Mediterráneo avanzaron sus
escuadras de galeras hasta ser definitivamente
detenidas en el golfo de Lepanto, en 1571. Con el
declive, la vida de la ciudad se llenó de jenízaros,
soldados especiales de los que se decía que for-
maban un Estado dentro del Estado y cuyo poder
decidió en muchos casos los asuntos dinásticos y
sucesorios. Luego se impuso un régimen de visirato LIBRO
que desempeñó la familia Köprülü, y llegó un largo Estambul.
Ciudad y
periodo de intrigas, conjuras y luchas intestinas recuerdos
que tuvieron como escenario las calles y los pala- Orhan Pamuk,
Debolsillo, 2014. El
cios de Constantinopla. El lento declive del Imperio gran escritor turco,
otomano –“el enfermo de Europa”, lo llamaba el zar primero de esta nacio-
nalidad en ser galador-
Nicolás– culminó en un final sangriento y genocida nado con el Nobel de
que exterminó al 70% de la población armenia en Literatura (2006), traza
una mezcla de autobio-
tierras otomanas, a otro tanto de la asiria y a unos grafía y retrato urbano.
350,000 griegos que vivían en el extremo sureste del
mar Negro, los llamados “griegos pónticos”.
Atatürk y la moderna Estambul
La liquidación del Imperio otomano fue protagoni-
zada por la figura de Atatürk, un militar de carrera
que llevó a cabo una larga serie de cambios drásti-
cos en la sociedad turca con el propósito de moder-
nizarla y ponerla en línea con las demás naciones.
La labor de Atatürk merecería un artículo entero,
pero por lo que respecta a la capital, donde murió,
hay que decir que trasladó la sede del gobierno (la
vieja Sublime Puerta) a Ankara, en el centro de Ana-
tolia, y que cambió por cuarta vez el nombre de la
ciudad del Bósforo, que pasó a llamarse Estambul.
Hoy es una megalópolis de 15.000,000 de habitan-
tes, pero quién sabe: tal vez tampoco sea ése su
último nombre. La Historia nunca asegura el futuro,
pero sí garantiza el cambio.
muyinteresante.com.mx 29
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Urbes prehispánicas

El eco de las

piedras Antes de la presencia española, desde el actual México

hasta Sudamérica, pasando por América Central, florecieron
importantes ciudades cuyo esplendor prevalece como
Patrimonio Mundial Por Luis Felipe Brice

30 muyinteresante.com.mx
 principales atractivos de lo que actualmente es
el Parque Nacional Tikal. Por ser “un ejemplo ex-
cepcional de la técnica y el genio humano de los
mayas”, en 1979 la Unesco lo declaró Patrimonio
Mundial, y por su riqueza de flora y fauna, desde
1979 es Reserva de la Biósfera.

Calakmul
Patrimonio mixto LIBRO
En la región del Petén, en el sureste de Campeche, Cápac Ñan. El
gran camino inca
México, se localiza Calakmul, “la ciudad de los Borja Cardelús y Timo-
montículos adyacentes”, en referencia a las dos teo Guijarro, Aguilar,
2012. Inspirados en el
estructuras piramidales que dominan su entorno Camino de Santiago
selvático. Se trata de una de las tres urbes mayas (España), los autores
proponen un recorrido
más importantes del periodo Clásico, junto con histórico, cultural, eco-
Palenque y Tikal, con la que estuvo en guerra. Des- lógico y espiritual por
la región andina que
cubierta apenas en la década de 1930, no fue sino incluye Machu Picchu
hasta la de 1980 cuando comenzaron los trabajos (Perú) entre otras ciu-
dades prehispánicas.
arqueológicos en la zona, que abarca alrededor de
70 kilómetros cuadrados. Ahí se han hallado cien-
tos de estructuras urbanas adaptadas al medio
natural: desde centros ceremoniales y conjuntos
residenciales, con sus templos, palacios, mura-
llas y juegos de pelota, hasta las calzadas (sacbés)
que comunicaban a la metrópoli y los canales que
abastecían de agua a su población. Mención apar-
te merece el dato de que es el sitio del área maya
Tikal donde se ha encontrado el mayor número de este-
Reserva natural y arqueológica las, cuyas inscripciones han revelado valiosa in-

E
nclavada en el corazón de la formación acerca de sus pobladores. En 2014 esta
exuberante selva guatemalteca, ciudad prehispánica y los bosques tropicales que
Tikal fue una de las tres ciuda- la rodean (Reserva de la Biósfera) fueron declara-
des mayas más importantes del dos por la Unesco Patrimonio Mundial Mixto.
periodo Clásico, junto con Palen-
que y Calakmul. Como otras ur-
bes de la región, fue abandonada
por sus pobladores debido a causas que hoy
día siguen siendo un misterio. Durante siglos
sus ruinas permanecieron ocultas por la abun-
dante vegetación, siendo descubiertas en 1848
y restauradas a mediados del siglo XX. En una
extensión de casi 600 km 2 se encuentran miles
FOTOS: EFE/ ZUMA PRESS; GETTY IMAGES

de estructuras arqueológicas: centros ceremo-

niales, plazas, zonas residenciales, templos, pa-
lacios, terrazas, estelas y juegos de pelota, entre
otros monumentos. En la denominada Gran Pla-
za destacan el Templo del Gran Jaguar y el Tem-
plo de las Máscaras, que constituyen dos de los

muyinteresante.com.mx 31
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Chichén Itzá
Maravilla del mundo
Además de haber sido declarada Patrimonio Mun-
dial por la Unesco en 1988, Chichén Itzá es una de
las Siete Nuevas Maravillas del Mundo. Localiza-
da en el norte de Yucatán, México, fue la ciudad
maya más floreciente de finales del periodo Clási-
co y comienzos del Postclásico, cuando llegaron a
la región los españoles. Sus ruinas fueron explo-
radas y saqueadas por arqueólogos extranjeros
durante el siglo XIX e inicios del XX, iniciando su
restauración en la década de 1920. No sólo fue un
gran centro político y económico, sino también
Palenque de culto y peregrinación para toda Mesoamérica.
La ciudad parque Entre sus edificaciones, ubicadas dentro de un
LIBRO Esta urbe, también conocida como Otulum, se ubi- perímetro de 20 km2 y cuya arquitectura es de in-
Introducción a ca en el noroeste de Chiapas, México, en la cuenca fluencia tolteca, sobresale el Castillo o Pirámide
la arqueología del río Usumacinta. A la llegada de los españoles de Kukulkán, dedicada a la versión maya del dios
Jaime Litvak King, Tri-
llas, 2000. A partir de la ya había sido abandonada por sus pobladores y cu- Quetzalcóatl. Destacan asimismo el Caracol u Ob-
premisa de que “todas
las piedras tienen 2,000
bierta por la espesa selva. Su exploración comenzó servatorio, el Patio de las Mil Columnas, la Plaza
años”, el investigador en el siglo XVIII y desde entonces ha reportado va- de la Monjas, el Gran Juego de Pelota, el Templo
del Instituto de Antro-
pología de la UNAM
liosa información acerca de los mayas. Con los tra- de los Jaguares y el de los Guerreros, así como el
acerca a los lectores al bajos de excavación y restauración en el área hasta Cenote Sagrado. Todas estas estructuras son co-
quehacer del arqueólo-
go como explorador del
ahora descubierta, han resurgido sus estructuras municadas a través de calzadas o sacbés.
pasado remoto. más emblemáticas, es el caso del complejo arqui-
tectónico denominado el Palacio, con sus cuerpos
escalonados, patios, edificios, galerías, celdas sub-
terráneas y una ‘insólita’ torre que pudo funcionar
como observatorio o puesto de vigilancia. También
destacan los templos de las Inscripciones, del Sol,
del Conde, de la Cruz y de la Cruz Foliada, así como
el Templo de la Reina Roja, el juego de pelota, el
acueducto, y un sistema de desagüe y drenaje. En
1981, para la protección de su entorno natural, Pa-
lenque fue declarado Parque Nacional y seis años
después Patrimonio Mundial por la Unesco.

Salvamento arqueológico

C
omo patrimonio del país y del
mundo, las ciudades prehis-
pánicas de México están bajo
resguardo de la Coordinación
Nacional de Arqueología, perteneciente
al Instituto Nacional de Antropología e
Historia. Para cumplir con tal responsabili-
dad, la institución cuenta, entre otras, con
la Dirección de Planeación, Evaluación y
Coordinación de Proyectos, la Dirección
de Estudios Arqueológicos, la Dirección
como presas, líneas del Metro, gasoduc-
tos, plantas de tratamientos de aguas
residuales, drenaje e infraestructura
eléctrica. Asimismo donde se lleven a
cabo desarrollos turísticos, urbanos,
agrícolas y de cualquier otro tipo. Al
igual que donde dichos indicios puedan
estar en riesgo por actos de saqueo y
vandalismo, o por agentes ambientales
y fenómenos naturales.
Gracias a esta denominada arqueología
FOTOS: EFE/ ZUMA PRESS; GETTY IMAGES

de Operación de Sitios y la Dirección de de protección “se han descubierto […]

Salvamento Arqueológico. basamentos piramidales, obras hidráu-
Esta última tiene como misión resca- licas, unidades domésticas, esculturas,
tar y proteger los vestigios existentes en figurillas, vasijas y otros muchos objetos
lugares donde se realiza obra pública, que datan de la época prehispánica”.

32 muyinteresante.com.mx
 Paquimé
Más allá de Mesoamérica
En Oasisamérica –el área cultural más al nor-
te del continente americano– se levanta Pa-
quimé, ciudad prehispánica ubicada cerca de
Casas Grandes, Chihuahua, México. Desde co-
mienzos del periodo Postclásico, en el lugar se
asentaron pueblos del desierto para fundar
un centro ceremonial que luego se transformó
en una urbe de arquitectura peculiar. Y es que
para sus construcciones no solían utilizarse las
habituales piedras, sino básicamente tierra –el
material más abundante del lugar– y agua. Ade-
más, al ser escasa esta última, optimizaban su
abastecimiento mediante un avanzado sistema
hidráulico. No obstante su lejanía de Mesoamé-
rica, sus pobladores no estuvieron aislados, sino
que establecieron contacto e intercambios con
las civilizaciones de aquella distante área. Tes-
timonio de ello son los vestigios del juego de pe-
lota y diversos objetos de origen mesoamericano
hallados en las ruinas de la ciudad. Los trabajos
de exploración, conservación y divulgación de la
zona comenzaron en la década de 1930, orien-
tándose actualmente a su preservación del de-
terioro causado por el ambiente desértico. Por la
“clara evidencia de la vitalidad de una cultura
que estaba perfectamente adaptada a su entor-
no físico y económico”, Paquimé fue declarada
en 1998 por la Unesco Patrimonio Mundial.
FOTOS: EFE/ ZUMA PRESS; GETTY IMAGES
Uxmal
Los dominios de Chaac
Esta ciudad prehispánica per-
tenece a la región Puuc, uno de
los estilos característicos de la
arquitectura maya del perio-
do Clásico en la península de
Yucatán, México. Abandona-
da siglos antes de la conquista
española, comenzó a explo-
rarse en el XIX y a restaurarse
ya entrado el XX. El estilo Puuc
se distingue por sus edificios
“bajos y horizontales, colo-
cados alrededor de patios o
cuadrángulos, los cuales son ricos en decorados de esculturas muy
detalladas elaborados con miles de pequeñas piedras perfectamente
pulidas y ajustadas formando mosaicos geométricos de una perfec-
ción no igualada en toda la zona maya”, tal como puede apreciarse en
sus principales estructuras, distribuidas a lo largo y ancho de 2 km2 de
extensión y donde suelen figurar representaciones de Chaac, el dios
de la lluvia: la Pirámide del Adivino, el Palacio del Gobernador, el Cua-
drángulo de las Monjas, la Gran Pirámide, el Palomar, el Cementerio y
el infaltable juego de pelota, entre otros monumentos de esta ciudad
declarada por la Unesco Patrimonio Mundial en 1996.
Periodos culturales de Mesoamérica
Preclásico 1200 a. C. – 200 d. C.
Clásico 200 d. C. – 950 d. C.
Postclásico 900 d. C. – 1521 d. C.
“La estética de la ciudad prehispánica
es la estética de lo desaparecido. La
arqueología nos anima a contemplarla. La
literatura nos guía de una forma sensorial
hacia ese lugar que existió.” José Carlos Rovira
muyinteresante.com.mx 33
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Monte Albán
Influencia teotihuacana
Del periodo Preclásico al Clásico, esta ciudad do-
minó desde lo alto los Valles Centrales de Oaxaca.
Fundada por los zapotecas, su población era po-
liétnica y mantenía contacto e intercambio con ur-
bes tan lejanas e importantes como Teotihuacan,
cuya influencia se advierte en su arquitectura. En
la cumbre del cerro de Monte Albán se extiende
la Plaza Central, donde se observan ruinas de las
principales construcciones de la metrópoli: el Jue-
go de Pelota Grande, el basamento de un templo
conocido como Edificio P, el desplante de muros
de El Palacio, los observatorios astronómicos y la
Xochicalco Plaza de los Danzantes, con sus estelas que repre-
Florecimiento tras el derrumbe sentan a éstos en relieve. Cabe mencionar también
El declive de ciudades hegemónicas, como Teo- el complejo ceremonial Sistema IV; la elevada Pla-
LIBRO tihuacan, Monte Albán, Palenque y Tikal, hacia taforma Sur y la Norte, con su Palacio del Ocote,
Leyendas de finales del periodo Clásico y principios del Post- posiblemente residencia de miembros de la élite
Guatemala clásico, coincide con el florecimiento de algunas zapoteca, así como la Tumba 7 y sus tesoros. En
Miguel Ángel Astu-
rias, Alianza, 2005. El urbes en el centro del México antiguo. Tal es el conjunto, el Centro Histórico de Oaxaca y la zona
escritor guatemalteco, caso de Xochicalco (Morelos), y quizá por ello su arqueológica de Monte Albán fueron declarados
Premio Nobel de Litera-
tura 1967, crea y recrea nombre significa en náhuatl “lugar de las casas por la Unesco Patrimonio Mundial en 1987.
relatos surgidos del de flores”. Según versiones, a esa entonces nueva
folclor de su país, en
muchos de los cuales sede de los poderes político y económico inmi-
ciudades prehispánicas graron grupos provenientes de las mencionadas
mayas, como Tikal, son
los escenarios. y otras metrópolis en decadencia. Así lo sugie-
ren las influencias teotihuacanas y mayas que se
advierten en la arquitectura xochicalca. Ésta se
caracteriza por calzadas que comunican plazas,
como la Principal y la de la Estela de los Dos Glifos;
edificios, como la Gran Pirámide y las pirámides
de las Estelas y la de las Serpientes Emplumadas,
y diversas construcciones, como el granero, el te-
mazcal, la cisterna, el observatorio y el Juego de
Pelota Norte. Porque “el estado de conservación
de sus monumentos es excepcional”, la Unesco
declaró a Xochicalco Patrimonio Mundial en 1999.

Teotihuacan
Entre el Sol y la Luna
La “ciudad de los dioses”, como la llamaron en náhuatl los mexicas, fue
una de las urbes más grandes, pobladas e influyentes de Mesoamérica
durante el periodo Clásico. Sin embargo, hacia finales de esta etapa fue
misteriosamente abandonada por sus pobladores, que podrían haber
sido totonacos, nahuas u otomíes. En la actualidad las ruinas de esta
metrópoli, ubicada en el noreste del Valle de México, se distribuyen
en un área de 22.5 km2. Dominan la zona dos imponentes estructu-
ras: la Pirámide del Sol y la de la Luna, comunicadas por la Calzada
de los Muertos, que también es la vía para llegar a otros importantes
FOTOS: EFE/ ZUMA PRESS; GETTY IMAGES

monumentos, como el complejo religioso La Ciudadela y la Pirámide

de Quetzalcóatl o de la Serpiente Emplumada. Aparte están más de
2,000 conjuntos habitacionales y los barrios o asentamientos foráneos
avecindados en la ciudad, así como los recintos que conservan pintura
mural. Por representar “un sitio sagrado de valor excepcional”, en 1987
la Unesco declaró a esta gran ciudad Patrimonio Mundial.

34 muyinteresante.com.mx

El Tajín
Diversidad mesoamericana
Otra de las ciudades que floreció entre los perio-
dos Clásico y el Postclásico, tras la caída del Im-
perio teotihuacano, fue El Tajín, en Veracruz. Su
influencia se advierte en otras urbes prehispáni-
cas del Golfo de México, la Sierra Norte de Puebla
e incluso el área maya. Asimismo se observa en
ella la presencia de la diversidad mesoamerica-
na, siendo la metrópoli con el mayor número de
juegos de pelota (17). Considerada la capital del
Imperio totonaca, en su arquitectura son notables
los amplios espacios abiertos, sólo delimitados
por edificios y desniveles, así como la decoración
con pinturas murales, relieves y nichos. Respecto
a estos últimos, la máxima expresión es precisa-
mente la Pirámide de los Nichos, donde se cuen-
tan 365 de ellos, lo cual pone de manifiesto su
simbolismo calendárico y solar. En 1992 la Unesco
declaró a Tajín Patrimonio Mundial por ser “un
vivo y notable ejemplo de la grandeza e importan-
cia de las culturas prehispánicas de México”.
Tiwanaku
Obra de gigantes
Una de las ciudades prehis-
pánicas que más florecieron
en el sur del continente ame-
ricano fue Tiwanaku, en las
cercanías del río Titicaca, en
Bolivia. Se trata de la capital
de la civilización tiahuanaca,
una de las culturas precur-
soras del Imperio inca que
se desarrolló a lo largo del
altiplano andino (desde Perú
y Bolivia hasta Chile y Argen-
tina) y cuyo devenir abarca
del 250 a. C. al 1000 de nues-
tra era. Debido a lo pantano-
so del suelo y las frecuentes
inundaciones, se construían ahí elevadas plataformas para el cultivo y la
ganadería, así como acueductos y sistemas de drenaje. En su arquitectu-
ra, según la leyenda obra de gigantes, destacan la Pirámide de Akapana;
el Templo de Kalasasaya o de las Piedras Paradas; las terrazas monu-
mentales de Puma Punku o Puerta del Puma y, sobre todo, la Puerta del
Sol. Esta última fue esculpida en un solo bloque de piedra, con bajorrelie-
ves que representan deidades. Porque “los vestigios de sus monumentos
atestiguan la importancia cultural y política de una civilización neta-
mente diferenciada de las restantes culturas prehispánicas de América”,
la Unesco declaró a Tiwanaku Patrimonio Mundial en el año 2000.
“Oaxaca, Egipto y Mesopotamia son
cunas de la civilización, donde podemos
investigar desde las épocas más
tempranas hasta los arcaicos cazadores
y recolectores”. Nelly Robles García

Misterio piramidal

E
n términos arquitectónicos, la
pirámide es un elemento pre-
sente en dos civilizaciones por
demás distantes: la prehispá-
nica y la egipcia. El científico británico
de origen alemán Kurt Mendelssohn
(1906-1980) planteó las similitudes
y diferencias de ese tipo de construc-
ciones en ambas culturas, en su libro
El enigma de las pirámides. Según el
autor, entre esas diferencias destaca el
hecho de que, una vez concluidas, no
era posible ascender por las pirámides
FOTOS: EFE/ ZUMA PRESS; GETTY IMAGES
que “hasta hace bastante poco tiempo
se daba por sentado que las pirámides
prehispánicas nunca habían servido de
tumbas”, como sus pares egipcias, Men-
delssohn acepta la posibilidad de que
hispánicas son edificios compuestos que
crecieron por acumulaciones sucesivas
debidas a distintas fases de construcción.
En tamaño, las pirámides mesoamerica-
nas suelen ser inferiores a sus contrapar-
tes egipcias, exceptuando las del Sol y la
Luna, en Teotihuacan. Por la magnitud
de las obras, el autor presupone que la
construcción de las pirámides se debió
a la participación de gran parte de
pobladores, en su mayoría campesinos,
durante periodos considerables, cuando
no estaban dedicados a la producción de

egipcias, como sí lo permitían los es-
calones de las pirámides prehispánicas
que llegaban hasta la cúspide truncada
del edificio, donde solía haber uno e
incluso dos templos. Aunque reconoce
“todas las pirámides amerindias pueden
contener tumbas, pero hasta ahora las
evidencias no son demasiados sólidas”.
Considera que, a diferencia de las
pirámides egipcias, muchas de las pre-
alimentos. A decir de Mendelssohn, “este
gran esfuerzo cooperativo en gran escala
fue la manera en que tenía que crearse
la nueva forma de sociedad humana: el
Estado centralizado”.

muyinteresante.com.mx 35
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

del mar. Para ello se construyeron gigantescas

Machu Picchu
Otra maravilla del mundo
Chichén Itzá y Machu Picchu son las ciudades
prehispánicas popularmente consideradas en-
tre las Siete Nuevas Maravillas del Mundo. Esta
última, localizada en el sur de Perú, fue una de
las urbes más importantes del Imperio inca, que
dominó la región andina, en Sudamérica. Se eri-
gió como una ciudad-santuario en torno al siglo
XV, en medio de un bosque tropical de montaña,
a una altitud de casi 2,500 metros sobre el nivel
“En realidad conocemos muy poco de
nuestro pasado prehispánico, igual que
una luciérnaga que alumbrara la noche
terrazas, murallas, rampas y escalinatas que
“dan la impresión de haber sido esculpidas en
los declives de la roca, como si formaran parte
de ésta”. A raíz de la caída del imperio y la llegada
de los españoles, en el siglo XVI, Machu Picchu
fue paulatinamente abandonada hasta quedar
sólo las ruinas, que serían redescubiertas en los
albores del siglo XX para su exploración, saqueo
y difusión. Dividida en zona urbana y agrícola,
la antigua metrópoli conserva casi 200 estruc-
turas, entre las cuales destacan la Plaza Sagra-
da, la Pirámide de Intihuatana y los templos
Principal y del Sol. En 1983 la Unesco la declaró
Patrimonio Mundial por ser “un excelente ejem-
plo de una relación armónica y estéticamente

FOTOS: EFE/ ZUMA PRESS; GETTY IMAGES; ASOCIACIÓN APIAA/ ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES INDEPENDIENTES DE LA ARQUEOLOGÍA DE ASTURIAS
impresionante de larga data entre la cultura hu-
de nuestro pasado.” Guadalupe Estrada Reyes mana y la naturaleza”.

Arqueología latinoamericana hoy

D
el 26 al 29 de abril de 2017,
la ciudad de Oaxaca, México,
sería la sede de la Tercera
Conferencia Intercontinental
de la Sociedad para la Arqueología Ame-
ricana (SAA, por sus siglas en inglés).
En la capital del estado donde pueden
admirarse vestigios de importantes ciu-
dades prehispánicas como Mitla y Monte
Albán, 250 expertos de nueve países
se enfocarían en “tres temas cruciales
para la arqueología de Latinoamérica:
intercambio y comunicaciones, saqueo
y tráfico ilícito, y cambio climático y rela-
ciones sociales”, a decir de Luis Alberto
Borrero, arqueólogo de la Universidad
de Buenos Aires, Argentina, en la pre-
sentación del programa del encuentro.
Acerca del primer tema, la también ar-
queóloga Nelly Robles García, organiza-
dora de la conferencia, refiere que están
documentados las comunicaciones e
intercambios no sólo de productos, sino
también de ideas, costumbres y otros
aspectos entre las diferentes regiones
prehispánicas.
En relación con el segundo tema, la
especialista del Instituto Nacional de Y respecto al tercer tema, la galardo-
Antropología e Historia plantea que nada por la SAA en 2011 considera que,
“una de las hipótesis sobre el colapso al menos en Oaxaca, el saqueo de sitios
de las culturas maya, zapoteca y teoti- arqueológicos ha disminuido, gracias
huacana es que en muchos sentidos se a que “se ha trabajado mucho en el
debió al cambio climático, problemas establecimiento de las juntas vecinales
ecológicos, que a la postre dieron como para que los mismos habitantes de las
resultado las grandes decisiones de comunidades coadyuven para frenar ese
mover sus ciudades”. tipo de malas prácticas”.

36 muyinteresante.com.mx
De Latinoamérica para el mundo
Según la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas, entre las urbes designadas Capital
Iberoamericana de la Cultura figuran Buenos Aires, La Paz, Río de Janeiro, Montevideo y
Santiago, que se distinguen en el mundo por su vasto patrimonio y oferta cultural.
Buenos Aires: ‘La París de América del Sur’
Así es reconocida la capital de Argentina, por la influencia francesa en la arquitectura de sus
construcciones de finales del siglo XIX y principios del XX: palacios, mansiones, edificios, cafés
y bares de algunos de sus barrios más exclusivos y tradicionales, como la Recoleta. La extensa
oferta cultural de la ciudad se desarrolla en teatros como el Colón, considerado uno de los me-
jores del mundo, y museos como el Nacional de Bellas Artes, con una de las colecciones más im-
portantes en Latinoamérica. Sede de prestigiosas casas editoriales de habla hispana, destacan
entre los escritores bonaerenses Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.

La Paz: expresión de multiculturalidad

Los actos culturales que tienen lugar en la capital de Bolivia expresan la multiculturalidad
del país. Es así como se realizan importantes celebraciones anuales como la Fiesta del Gran
Poder, que de ser una festividad religiosa de barrio pasó a ser un gran festejo citadino, en el que
participan miles de artistas populares procedentes de toda la nación. También se lleva a cabo
la tradicional Feria de la Alasita, donde se exhiben artesanías en miniatura provenientes de
todo Bolivia, las cuales se adquieren “para atraer la buena suerte”. Asimismo se realiza la Feria
Internacional del Libro, siendo uno de los mayores exponentes de las letras paceñas Alcides
Arguedas, precursor de la novela indigenista en Latinoamérica.

Montevideo: tradición y modernidad

Con el mar en sus proximidades, la capital de Uruguay combina tradición y modernidad cul-
turales, lo cual queda de manifiesto en la coexistencia del emblemático Palacio Salvo –en su
momento el edificio más alto de América Latina– con la vanguardista Torre de las Telecomuni-
caciones. Compartiendo o mejor dicho disputando con Buenos Aires la paternidad del tango,
Montevideo ofrece infinidad de establecimientos dedicados a este género musical y dancístico,
declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2009. Otro edificio repre-
sentativo de la ciudad es la Biblioteca Nacional de Uruguay, de estilo neoclásico y la más grande
del país. No deben faltar en su acervo de miles de títulos los de Juan Carlos Onetti y Eduardo
Galeano, dos importantes escritores montevideanos.

Río de Janeiro: paisaje cultural

La otrora capital de Brasil (hasta 1960, cuando oficialmente Brasilia le quitó esa denomina-
ción) es la ciudad más conocida de ese país en el mundo, en términos no sólo turísticos sino
también culturales. Prueba de ello es que en 2012 la Unesco la declaró Patrimonio de la Hu-
manidad por su “paisaje cultural”, siendo la primera ciudad que recibe dicho título por ese
concepto. Tal panorama lo conforman las playas de Copacabana, la bahía de Guanabara y el
cerro del Pan de Azúcar, como escenario natural del Cristo del Corcovado, que por su parte es
considerado una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo. Más allá de la samba y su famoso
carnaval como expresiones de la cultura popular carioca, Río vio nacer a uno de los escritores
más leídos actualmente en el mundo: Paulo Coelho.

Santiago: morada de nobeles

La activa vida cultural de la capital chilena se desarrolla en más de 174 sitios patrimoniales
bajo la custodia del Consejo de Monumentos Nacionales. Algunos de esos recintos han sido
propuestos para que la Unesco los declare Patrimonio Mundial. Son los casos del santuario de
altura del Cerro del Plomo, “resultado del culto a las montañas, elemento fundamental de la
cosmovisión inca”; la Iglesia y Convento de San Francisco de Santiago, “la construcción colo-
nial más antigua de Chile, hay en ella trabajo y creatividad de indígenas, mestizos y europeos”,
así como el Palacio de la Moneda, “un hito insoslayable de la arquitectura civil en la América
Colonial […] imagen resonante de la historia universal del siglo XX”. Y aunque no nacieron en
Santiago, bajo el influjo cultural de esta ciudad, vivieron, estudiaron y escribieron su obra los
dos premios Nobel de Literatura chilenos: Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971).

muyinteresante.com.mx 37
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HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Tesoros artísticos de Roma

Paseando por
la ciudad
eterna
FOTO: ZUMA PRESS/EFEVISUAL

38 muyinteresante.com.mx
 A orillas
del río Tíber

A
penas hay quien
se vaya de Roma
sin haber sacado
alguna fotografía
al célebre castillo
de Sant’Angelo,
junto a la margen
derecha del Tíber y conectado a la otra
orilla por el puente más hermoso de la
ciudad, y al Vaticano por un largo pasa-
dizo amurallado.
El edificio fue concebido inicialmente
como mausoleo del emperador Adria-
no (117-138), pero su sólida estructura
y su posición estratégica lo han hecho
jugar un papel decisivo en las intermi-
nables luchas por el dominio de la ciu-
dad. Fortaleza inexpugnable en la que
se podían resistir los asedios durante
meses, ningún invasor podía procla-
marse dueño de Roma hasta que no
hubiera rendido Sant’Angelo.
Además de fortaleza, ha servido como
palacio en el que los papas pasaban lar-
gas temporadas en tiempos revueltos.
Por eso cuenta con estancias nobles,
enriquecidas con elegantes frescos re-
nacentistas. Más tarde fue usado como
cárcel, cuando pasó a manos del Estado
italiano, y desde 1925 alberga al Museo
Nazionale del Castel Sant’Angelo.

Suntuosas plazas y monumentales

edificaciones del Renacimiento y del
Barroco guardan la esencia de una urbe
en la que, se mire hacia donde se mire,
se aprecia la herencia de un rico pasado.
Por María Fernández Rei

muyinteresante.com.mx 39
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Las visitas
obligadas

E
ntre los proyectos ar-
tísticos más importan-
tes del Renacimiento
en Roma destaca la re-
construcción y deco-
ración de la Capilla
Sixtina (2), realizada
entre 1508 y 1512 por encargo del papa
Julio II a Miguel Ángel, quien decoró la
bóveda creando una obra maestra sin
precedentes que cambiaría el curso del
arte occidental. Roma también alberga
otra memorable obra cumbre de Miguel
Ángel, el Moisés (5). La leyenda cuen-
ta que, al acabarlo, el artista golpeó la
rodilla derecha de la estatua y le dijo:
“¿Por qué no me hablas?”, sintiendo que
la única cosa que faltaba por extraer del
mármol era la propia vida. En la rodilla
de Moisés se puede encontrar, de he-
cho, la marca del golpe de Miguel Ángel.
Con la llegada del Barroco en el siglo
XVII, la ciudad eterna se vio plagada de
concursos para rediseñar edificios, fuen-
tes e incluso la plaza de España (3), con
la célebre obra de Pietro Bernini (padre
de Gian Lorenzo), la Fontana della Bar-
caccia (Fuente de la Barcaza) –que debe

FOTO: GETTY IMAGES /ISTOCK; VANDEVILLE ERIC/ABACA/NEWSCOM/EFEVISUAL ; ALESSANDRO BIANCHI/EPA/EFEVISUAL

su nombre a su parecido con un barco
naufragado–, situada a los pies de la ca-
racterística escalinata de 135 peldaños.
Otros dos ejemplos barrocos que en-
grandecen a Roma son la plaza Navona
(4), cuyo mayor atractivo son las tres
fuentes que la presiden, y la archifamo-
sa Fontana di Trevi (1), donde los deseos
viajan a través de una moneda al fondo
de las aguas custodiadas por Neptuno.

40 muyinteresante.com.mx
muyinteresante.com.mx 41
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

42 muyinteresante.com.mx
 Italia unificada

E
n 1885 comenzaron las
obras para erigir el mo-
numento a Víctor Ma-
nuel II (en la imagen),
también conocido como
Altare della Patria (Altar
de la Patria). Este enor-
me conjunto arquitectónico en honor
del primer rey de la Italia unificada fue
diseñado por Giuseppe Sacconi, quien
idearía un edificio escalonado, con aires
clásicos y dimensiones colosales.
El monumento recibió críticas desde
su misma construcción, pues supuso la
destrucción de una gran área de la Coli-
na Capitolina –una de las históricas de
Roma– donde se encontraba un barrio
medieval. Para algunos, además, era
demasiado grande y pomposo.
En días soleados, este edificio puede
llegar a ser tan brillante que resulta
incluso molesto para la vista si se está
cerca o dentro del recinto, dado el im-
poluto color blanco del mármol extraí-
do de las canteras de Botticino (cerca de
la ciudad de Brescia). Al ser una cons-
trucción tan destacada en el panora-
ma de Roma, ha recibido otras muchas
denominaciones. Desde su origen, los
romanos lo llamaron la Zuppa Ingle-
se (una especie de pastel), el Pastel de
Bodas o la Falsa Boca. Cuando los sol-
dados aliados llegaron a Roma en 1944,
lo llamaron también la Máquina de Es-
cribir, apodo que luego adoptarían los
propios italianos. Ello se debe a que la
fachada con las columnas no es recta,
sino que adopta cierta forma en arco.
FOTO: GETTY IMAGES /ISTOCK

muyinteresante.com.mx 43
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 La evolución de
las urbes
Desde el nacimiento del fenómeno urbano en la antigua Mesopotamia
hasta la construcción de los rascacielos en el Nueva York del siglo XX,
el devenir histórico marcó el desarrollo de las ciudades tal y como hoy
las conocemos. Éstas no serían iguales sin la aportación de los puertos
fenicios, las polis griegas o las medinas islámicas...

Surgen las protociudades Pág. 46

Desarrollo del urbanismo Pág. 48
Asentamientos coloniales Pág. 50
Un nuevo concepto: la polis Pág. 52
La ciudad de infraestructuras Pág. 54

El urbanismo medieval Pág. 56

La ciudad islámica Pág. 58
El ideal renacentista Pág. 60
La urbe barroca Pág. 62
La era industrial y postindustrial Pág. 64

muyinteresante.com.mx 45
MUY INTERESANTE
HISTORIA GRANDES IMPERIOS
CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA DOCUMENTO LA EVOLUCIÓN DE LAS URBES

Mesopotamia
El amanecer del
fenómeno urbano
Hace unos 8,000 años, en el llamado Creciente Fértil, la evolución de
las aldeas neolíticas más desarrolladas dio lugar a incipientes ciudades
que iban a ser la semilla de grandes civilizaciones.

T
Ruinas al ranscurría el VI milenio a. C. en Me-
descubierto
Situada en la ribera
sopotamia, la región comprendida
oriental del Éufrates, entre los ríos Tigris y Éufrates, cuan-
de la antigua ciudad
mesopotámica de Uruk
do comenzó a fraguarse una de las
(hoy en Irak, en la foto) transformaciones políticas y socioe-
se conservan restos
datados entre los años
conómicas más trascendentales de la historia de
5300 y 4574 a. C. la humanidad. La creciente complejidad de las
aldeas neolíticas más evolucionadas cristalizó en
lo que, a la postre, habrían de ser los cimientos
del urbanismo primitivo. Eridu, ubicada en el sur
de Mesopotamia, y Tepe Gaura, en el noroeste del
actual Irak, fueron los principales focos de conso-
templos, aunque no hay consenso entre los espe-
cialistas. La edificación de estas estructuras deno-
ta el surgimiento de una autoridad religiosa que
se sitúa en el centro de una sociedad cada vez más
y más compleja. Poco a poco, la cultura de Eridu,
con su característica agricultura de irrigación, se
expandió por todo el sur de Mesopotamia. Con ella
se desarrollaron innovaciones decisivas, como el
arado de tracción animal, que paulatinamente
permitieron la acumulación de excedentes, de
manera que en los asentamientos más importan-
tes del periodo, como El Obeid o la propia Uruk, se
FOTO: MINISTRY OF DEFENSE UK

lidación del todavía incipiente fenómeno.
De la cultura de Eridu a la de Uruk
Así, entre el VI y el V milenio a. C. se construyeron
los primeros edificios de prestigio, probablemente
fueron constituyendo centros de producción agrí-
cola vertebrados alrededor de canales de riego en
las márgenes del Tigris y el Éufrates. Los primeros
templos monumentales datan de comienzos del
IV milenio a. C., con una jerarquización clara del

46 muyinteresante.com.mx
 SURGEN LAS PROTOCIUDADES

Desde Mesopotamia, la cultura urbana irradió

hacia regiones periféricas como Siria o Anatolia.
espacio urbano. Por otro lado, los ajuares funera-
rios encontrados delatan crecientes desigualda-
des sociales y la progresiva consolidación de una
estratificación económica que prefigura la apa-
rición del poder político centralizado (ya no sólo
religioso), en los que son los primeros indicios de
surgimiento del Estado, cuyo desarrollo iría ínti-
mamente ligado al de la ciudad.
Centros urbanos jerarquizados
La especialización de las tareas productivas fue
uno de los elementos característicos de estas
protociudades que darían paso, en los siglos su-
cesivos, al nacimiento de los primeros centros
urbanos propiamente dichos. Fue fundamen-
talmente a partir del año 3500 a. C. cuando este
fenómeno terminó de perfilarse en Uruk, donde
ya se observa la tendencia a la concentración de
la población en grandes centros urbanos muy je-
rarquizados, gobernados por un poder central con
capacidad para ejecutar obras de irrigación cada
vez más complejas, para monumentalizar los
asentamientos y para explorar rutas de comercio
de larga distancia por vía fluvial (y no sólo eso).
Especialización productiva, estratificación eco-
nómica y comercio del excedente agrícola fueron
los pilares de esta naciente ciudad-Estado me-
sopotámica que, más allá de su dimensión como
elemento organizador del espacio de la comuni-
dad, tuvo una dimensión económica y sociopolí-
tica muy marcada y estrechamente vinculada a
la aparición del Estado. Tras el florecimiento de
Uruk, en el periodo de Yemdet Nasr –que arran-
ca hacia el año 3000 a. C.– tuvo lugar la aparición
del palacio, que consolidó definitivamente el
inexorable proceso de centralización
del poder y la eclosión de las prime-
ras monarquías. Lentamente, el
fenómeno urbano fue ampliando
su radio geográfico y convirtién-
dose en el rasgo más caracterís-
tico de la civilización sumeria,
llegando a su madurez en boyan-
tes ciudades-Estado como Kish,
Nippur, Umma, Lagash y, sobre todo,
Ur, espoleada por monarcas como Ur
Nammu o Shulgi, que en torno a 2000 a. C., coin- Periodo protohis-
tórico de Sumeria
cidiendo con su mayor esplendor, llegó a albergar La cultura de El Obeid
entre sus muros una población (sólo en el área ur- es considerada el
primer estadio de la ci-
bana) de 65,000 habitantes. Desde Mesopotamia, vilización sumeria, en la
la cultura urbana irradió hacia regiones cada vez Baja Mesopotamia. En
la foto, una copa y dos
más periféricas como Siria o Anatolia, y ya desde cuencos de la época.
finales del IV milenio a. C. la ciudad hizo también
acto de presencia a orillas del Nilo, en Egipto.
Las ciudades fluviales egipcias
Nuevamente fue un río –que asegura buenas co-
sechas merced a los fértiles limos que arrastra en
las zonas que anega– el foco de maduración del
fenómeno urbano. Menfis o Tebas son fundacio-
nes que se remontan al periodo que transcurre
entre los años 3200 y 3000 a. C. Hay especialistas
que defienden que la eclosión urbana en Egipto
fue mucho más tardía y que no es apropiado ha-
blar de ciudades propiamente dichas hasta el
Imperio Nuevo (a partir de mediados del II mile-
nio a. C.), pero la arqueología está acabando de
derrocar este estereotipo. El país del Nilo, con
toda probabilidad, ya contaba con asentamientos
urbanos desde el periodo predinástico.

Babilonia: la maravilla de Oriente

C
on el declinar de las ciudades
sumerias otras tomaron la
estafeta, y de entre todas ellas
la más célebre y grandiosa, sin
duda, fue Babilonia. Aunque su origen
es oscuro, ya aparece citada en las
fuentes como tributaria de Sargón de
Acad en 2340 a. C. Situada a unos cien
kilómetros de la actual Bagdad, la urbe
se ubicaba sobre un suelo extraordi-
nariamente fértil y prosperó gracias a
FOTOS: LATINSTOCK; PHOTOSTOCK
ron templos dedicados a
Ishtar y Marduk, y Babilonia
se convirtió en uno de los
principales asentamientos
del mundo mesopotámico;
más adelante, en el siglo
XVIII a. C., comenzó a con-
solidarse como la ciudad
grandiosa que nos transmi- Babilonia (en la ilustración)
ten las fuentes. tuvo su edad de oro después del
periodo del renacimiento sumerio.
Núcleo de un imperio.

su posición estratégica como cruce de Hammurabi convirtió a Babilonia en destrucciones hasta que Nabucodono-
caminos de rutas comerciales entre capital de su imperio, inaugurando así sor II, ya en el siglo VI a. C., finalmente
Oriente y Occidente. En las dos últimas la primera edad de oro de una urbe que la transformara en la ciudad más impor-
centurias del III milenio a. C. se erigie- sobreviría a mil problemas, ataques y tante del mundo antiguo.

muyinteresante.com.mx 47
MUY INTERESANTE
HISTORIA GRANDES IMPERIOS
CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA DOCUMENTO LA EVOLUCIÓN DE LAS URBES
Valle del Indo y China
El avance de Oriente
En Asia, a orillas del río Indo, se han excavado hasta la fecha un
centenar de asentamientos de una complejidad que evidencia una
planificación urbana enormemente avanzada, la misma que se dio
en las primeras capitales chinas.
A
l igual que el Tigris y el Éufrates es-
timularon la eclosión urbana en el
horizonte cultural mesopotámico,
otro río, el Indo, cimentó la génesis
de una nueva cultura de ciudades,
enormemente sofisticada, en las regiones noroc-
cidentales del sur de Asia, alrededor de un vasto
territorio que se extiende desde el noroeste de la
India hasta el noreste de Afganistán pasando por
el actual Pakistán. Existía ya en el III milenio a. C.
en la región una arraigada tradición protourba-
na neolítica, rastreable en asentamientos como
Mehrgarh, excavado en 1974 por Jean-François
Jarrige y habitado desde finales del VIII milenio
a. C. Pero fue, como en Oriente Próximo, en el
Las pistas de la transcurso de la Edad del Bronce cuando se pro-
arqueología. Entre
1872 y 1873 fue dujo el salto definitivo de la aldea a la ciudad.
excavada la antigua
ciudad de Harappa (en
la foto), asentamiento La sofisticada Harappa
urbano que dominaba Dos son los principales yacimientos en las ori-
la zona norte de la
región del Indo. llas del Indo que delatan la consolidación en
48 muyinteresante.com.mx
la región del fenómeno urbano (ambos en
Pakistán): Mohenjo-Daro y, muy especialmente,
Harappa, que dio nombre a una civilización que
se desarrolló entre los años 3300 y 1300 a. C. y que
alcanzaría su máximo esplendor en torno a 2600
a. C., coincidiendo con la proliferación de los pri-
meros centros urbanos.
La génesis de la ciudad en el Valle del Indo es,
por tanto, más tardía que en Mesopotamia, pero
en su etapa de madurez presenta rasgos de com-
plejidad tanto o más sorprendentes que los de la
civilización surgida entre los ríos Tigris y Éufrates.
Cerca de un centenar de asentamientos caracte-
rísticos de esta cultura han sido excavados hasta
la fecha. En Harappa se documentan evidencias
de una planificación urbana enormemente avan-
zada, caracterizada por planta rectangular y ejes
centrales que confluyen en el centro del asen-
tamiento, orientados en dirección a los cuatro
puntos cardinales. Lo más sorprendente del en-
tramado urbano de la ciudad es la homogeneidad
FOTO: OMER SALEEM/EPA/EFEVISUAL
 EVOLUCIÓN DEL URBANISMO

Pataliputra: la ciudad de las 570 torres

P
atna, capital del estado indio
de Bihar, es hoy una ciudad
secundaria poblada por un
1.700,000 habitantes, pero
presume de una historia milenaria que
tiene sus raíces en el siglo V a. C. Por en-
tonces el rey de Magadha, Ajatashatru,
erigió una fortaleza que habría de con-
vertirse, en poco tiempo, en la grandiosa
ciudad de Pataliputra, que se afianzó
como una importante encrucijada de
rutas comerciales y que en poco más
de un siglo ya superaba los 100,000
habitantes. Buda hizo parada en ella en
una ocasión y profetizó para la urbe un
futuro de esplendor.
Centro neurálgico del budismo. A
mediados del siglo IV a. C. se consolidó,
en efecto, como la capital del reino de
Chandragupta, convirtiéndose en la ciu-
dad más importante del Valle del Indo. Pataliputra llegó a su máximo
Pataliputra, no obstante, alcanzó su cénit esplendor con el emperador
mauria Asoka (en el dibujo).
en el reinado de Asoka, fundador del
Imperio mauria, que la llenó de stupas una urbe de dimensiones inabarcables
(templos) e hizo de ella centro neurál- delimitada por una colosal muralla de
gico del budismo. El griego Megástenes 570 torres y 460 puertas. Una exagera-
la visitó a finales del siglo IV a. C. en ca- ción que delata, con todo, la magnitud
lidad de embajador y la describió como de la majestuosa Pataliputra.

en la dimensión y características de las viviendas, Ni en Mohenjo-Daro ni en Harappa

todas ellas dotadas de acceso al agua (acaso el ele-
mento más característico de la cultura del Valle
del Indo) y erigidas según un patrón aparente-
mente único y perfectamente uniforme.
¿Igualdad social?
Esta circunstancia parece apuntar a una sociedad
no excesivamente estratificada en lo económico,
en la que aún no se habría producido un proceso
claro de concentración de la riqueza en manos de
las élites, lo que ha llevado a los expertos a adivi-
nar un cierto grado de igualitarismo sólo matiza-
do por la moderada heterogeneidad en los ajuares
de las tumbas, que sugieren al menos el esbozo de
una tímida jerarquización social. Algunos autores
han propuesto, a la luz de estas evidencias, que en
la sociedad de Harappa no se había producido una
centralización del poder propiamente dicha, por
lo que todos los habitantes de la ciudad habrían
gozado de idénticos derechos y obligaciones. No
obstante, es impensable que una planificación
urbana tan compleja y evolucionada fuera posi-
ble sin la presencia de una élite gobernante y de
una cierta jerarquía que facilitara la toma de de-
cisiones y la ejecución de proyectos de tal calibre.
Otro aspecto característico de la civilización del
Valle del Indo –en cuyas ciudades, sorprendente-
mente, no se han identificado vestigios de edifi-
cios de prestigio como templos o palacios– es el
papel central de los criterios higiénicos en la ver-
tebración del proyecto urbano. Las obras de inge-
niería hidráulica (desde aquellas de saneamiento
ambiental hasta las de eliminación de aguas re-
siduales) en Harappa son de una sofisticación ex-
FOTOS: PANORAMIO; EFE
se han identificado vestigios de
templos o palacios.
china, en la que, pese a la existencia de asenta-
mientos preurbanos bien documentados desde el
año 2000 a. C., no sería sino hasta el último cuarto
del II milenio a. C. cuando surgirían las primeras
ciudades, con un modelo de planificación muy
similar al imperante en el Valle del Indo, lo que
probablemente no es sino un indicio de intensos
contactos culturales entre ambas regiones.
Grandes urbes chinas
Hao Ching, capital de la dinastía Zhou occiden-
tal, consolidó su proceso de urbanización en tor-
no a 1100 a. C., pero fue en las primeras capitales
de la China unificada –Chang’an, poblada desde
el Neolítico, y Luoyang, fundada en el siglo XII
a. C.– donde maduró definitivamente el fenóme-
no urbano, que terminaría de perfilarse en el I
milenio a. C., consolidándose definitivamente a
partir de la unificación de China de manos de la
dinastía Qin, en 221 a. C. Fue entonces cuando
China se convirtió en una de las regiones más ur-
banizadas del mundo, con Chang’an superando
el umbral de los 25,000 habitantes.
Capital de la dinas-
tía Han oriental.

traordinaria, mucho más avanzadas que las de las Situada en la llanura

primeras ciudades mesopotámicas. central de China,
Luoyang (en la foto) es
Otro de los focos de eclosión en el Lejano una de las 13 capitales
Oriente de la cultura urbana fue la civilización antiguas del país.

muyinteresante.com.mx 49
 Mar Mediterráneo
La expansión
fenicia y griega
El intercambio comercial entre
las culturas mediterráneas fue la
razón del florecimiento de numerosos
núcleos urbanos fundados a lo largo
de sus costas.
Fortificación en medio del mar. En la costa oriental
del Mediterráneo, las ruinas de la antigua Tiro (en la foto)
se hallan a poco más de 70 km de la capital libanesa,
Beirut. Originalmente constaba de dos centros urbanos
distintos, uno en una isla y el otro en la costa adyacente.
50 muyinteresante.com.mx
A
mediados del II milenio a. C., a lo
largo de la costa levantina flore-
ció un pujante ecosistema urbano
alrededor de un puñado de ciuda-
des-Estado vocacionalmente vol-
cadas hacia el mar, que hicieron del comercio y
los intercambios ultramarinos su razón de ser y
la causa de su excepcional prosperidad econó-
mica. Tiro, Biblos o Sidón conformaban la espina
dorsal de la civilización fenicia, una civilización
que pronto comenzó a proyectarse en dirección
a las costas vecinas del Mediterráneo oriental, y
también hacia los más remotos rincones del Me-
diterráneo occidental, hasta llegar incluso a las
Columnas de Hércules (el Estrecho de Gibraltar).
Colonización necesaria
La necesidad de dar salida a productos como la
púrpura, la cerámica vidriada y la madera del
Líbano, que se contaban entre las mercancías más
características de esta civilización de intrépidos
navegantes, y de abastecerse de materias primas
esenciales que escaseaban en el radio de acción
fenicio, impulsó un fenómeno de colonización a
gran escala que ‘orientalizó’ el Mediterráneo occi-
dental en los siglos sucesivos.
Fue sobre todo desde comienzos del I milenio
a. C. cuando el fenómeno de la colonización fe-
nicia devino sistemático, y con él el nacimiento
de ciudades –si bien no todas las fundaciones
fenicias son ‘urbanas’ en el sentido literal del
término– en el norte de África, en las islas del
Mediterráneo occidental y en la península Ibérica.
Tiro fue la gran protagonista de este proceso de
expansión colonial e impulsó fundaciones como
Cartago y Útica en la costa africana o Gades
FOTO: GETTY IMAGES /ISTOCK
(Cádiz) en el último confín del Mediterráneo.
La competencia con Grecia
Pronto los fenicios encontrarían, no obstan-
te, un duro competidor en el mundo griego. En
 ASENTAMIENTOS COLONIALES

el transcurso del siglo VIII a. C. tuvo lugar en la

Hélade un proceso de progresiva concentración
de poder y de tierras en torno a los aristócratas,
lo que irremediablemente empujó a los pequeños
propietarios y campesinos a la servidumbre como
único medio de subsistencia. Paralelamente,
Grecia asistió a un notable incremento de su po-
blación que, sumado a la progresiva fragmenta-
ción del kleros (el lote de tierra) resultante de este
proceso, llevó a muchos griegos empobrecidos
al endeudamiento y les dejó como única salida
la emigración ultramarina en busca de nuevas
tierras y oportunidades. Tras una primera fase
de fundación de colonias comerciales funda-
mentalmente eubeas en Al-Mina, Tell Sukas o El gigante africano. Cartago (aquí, en un fresco) desarrolló
Ras Ibn Hani, a partir de 750 a. C. –año de la fun- un gran Estado con características monárquicas o de tiranía,
que evolucionó más tarde hacia un sistema republicano.
dación de Cumas en la costa tirrena, en el sur de
Italia– arrancó el periodo colonizador heleno pro-
piamente dicho, encabezado por emigrantes que Tiro fue la protagonista del proceso
abandonaron la Hélade forzados por el complejo de expansión colonial fenicio y fundó
contexto socioeconómico. Fue un éxodo que se
resolvió con la fundación de ciudades (apoikias) en
ciudades como Cartago.
Italia, Sicilia, la península Ibérica o el Mar Negro y un fenómeno espontáneo y no organizado acabó
que fue en sí mismo uno de los factores clave en el por adquirir una dimensión institucional, con una
nacimiento de la polis griega, es decir, en la confi- activa participación de la metrópolis en la puesta
guración del nuevo modelo de ciudad-Estado que en marcha de los diferentes proyectos coloniales.
sería característico del mundo heleno. El proceso, por consiguiente, tendió a formalizar-
Colonización y nacimiento de la polis fueron se; tanto la metrópolis como los exiliados parti-
dos fenómenos íntimamente relacionados: los cipaban en el nacimiento de la apoikia mediante
colonos tuvieron que enfrentarse a nuevos desa- el nombramiento de un oikistes al mando de la
fíos, inéditos aún en la Hélade, que comprendían expedición, la selección de los colonos que ha-
la definición desde cero de un nuevo paradigma brían de participar en la fundación, la provisión
urbano y la vertebración del territorio circun- de los medios logísticos para el viaje –los barcos,
dante, así como el estatus y el encaje político de fundamentalmente– y, por último, la legitimación
los recién llegados. política y religiosa de la empresa, de manera que
FOTOS: MUSÉE NATIONAL DE CARTHAGE

los vínculos entre metrópolis y colonia se mantu-

Exportación del paradigma griego
La colonización fue por tanto, en buena medida, el
principal elemento (si bien no el único) de estímu-
lo para la consolidación del modelo de ciudad-Es-
tado griega. Y lo que en un principio fue más bien
vieran vivos una vez que la nueva colonia fuese
una realidad. La polis, de este modo, se estableció
simultáneamente en la Hélade y en sus colonias,
expandiendo así el singular modelo urbano y po-
lítico griego por todo el Mediterráneo.

Siracusa: la colonia que se convirtió en potencia

T
ras la fundación a manos de los eubeos en 736 a. C. de Naxos, primera colonia griega en Sicilia,
Corinto imprimió su huella en la isla haciendo lo propio dos años después con Siracusa, que con
el tiempo habría de convertirse en la apoikia más poderosa de la Magna Grecia. Arquias fue el
oikistes encargado de liderar la empresa y eligió el emplazamiento de la colonia no sólo por su
excelente posición estratégica y comercial, sino también por la disponibilidad de agua dulce (procedente
del río Anapo), las condiciones ideales para la actividad agrícola, la existencia de dos puertos naturales y
las facilidades que ofrecía para la defensa. Siracusa prosperó rápidamente y pronto estuvo en disposición
de fundar nuevas subcolonias en Acras y en Casmenai, en el transcurso del siglo VII a. C.
Rival de Atenas y Cartago. Gracias al impulso de los enérgicos tiranos Gelón y Dionisio I, la ciudad se
convirtió en una de las grandes potencias del Mediterráneo occidental, rivalizando incluso con Atenas, que
intentó sin éxito invadirla en 415 a. C., y sobre todo con Cartago, con la que se disputó la hegemonía en la
isla en las llamadas Guerras Sicilianas, entre finales del siglo V y comienzos del IV a. C.

muyinteresante.com.mx 51
 Capital lacedemonia. Esparta (en la foto, las ruinas
del templo de Artemisa Ortia), una de las polis griegas más
importantes junto con Atenas y Tebas, basaba su sistema
social y su constitución en la formación y la excelencia militar.

Ciudades-Estado griegas
El modelo de la Hélade
A partir del siglo VIII a. C. el epicentro político,
económico y religioso de Grecia fueron las
polis. No era sólo un concepto geográfico, sino
sobre todo un conjunto de ciudadanos.

D
urante el transcurso de la Edad Os-
cura –el periodo entre el colapso de
la civilización micénica y el arcaís-
mo del siglo VIII a. C.– los griegos
habitaban modestos asentamien-
tos escasamente poblados, en las antípodas de
la sofisticación del horizonte cultural en la época
palacial. El sensible crecimiento demográfico ex-
perimentado durante ese siglo exigió plantear el
aumento del espacio urbano y, por ello, repensar
el modelo de asentamiento y convivencia racio-
nalizando esa expansión ineludible y superando
la caótica organización de esas primitivas aldeas
dades en ultramar, se afianzó en la Hélade un no-
vedoso modelo de asentamiento con inéditas y
transformadoras implicaciones políticas. A par-
tir del siglo VIII a. C. la vida pública se focalizó
en un espacio perfectamente delimitado, la polis,
que desempeñaba diversas funciones en tan-
to que epicentro político, económico y religioso
de la comunidad. La polis no era en absoluto un
mero concepto geográfico.
Integrantes del cuerpo cívico
Constituida tanto por el área comprendida en el
núcleo urbano propiamente dicho (asty) como
FOTO: LATINSTOCK

de la Edad Oscura. Fue entonces cuando, como por el territorio circundante (chora) donde se lle-
solución a las nuevas necesidades espoleadas vaban a cabo las tareas de explotación agrícola,
por la expansión colonial y la fundación de ciu- esenciales para la subsistencia de la comunidad,

52 muyinteresante.com.mx
 UN NUEVO CONCEPTO: LA POLIS

Corinto: entre Esparta y Atenas

E
nsombrecida por las dos grandes potencias del periodo
clásico –Esparta y Atenas–, Corinto ocupaba una posición
de crucial importancia estratégica para ambas polis, pues
dominaba el istmo que une el Peloponeso y la Grecia
continental. Gobernada por los Baquíadas hasta mediados del si-
glo VII a. C., la ciudad cayó bajo las redes de la tiranía de la mano
de Cípselo en 657 a. C. Su hijo, Periandro, tomó el lugar dejado
por su padre y se significó como uno de los grandes gobernantes
de la Grecia arcaica. Corinto, a lo largo de su historia, conoció
la tiranía, la oligarquía y la democracia. Fue, además, una de las Corinto (en esta imagen, sus ruinas) gozó
de gran prosperidad en la Antigüedad.
polis hegemónicas durante todo el arcaísmo, y su cerámica se
exportaba a todos los rincones del Mediterráneo. Presidida por Acrocorinto, una imponente acrópolis construida sobre la roca,
controlaba el tráfico comercial de la Hélade gracias a su doble puerto en el golfo de Corinto y en el golfo Sarónico.
Perenne esplendor. Fue una polis colonizadora y bajo su amparo se fundaron apoikias como Ambracia, Leucas, Corcira
o Siracusa. Por otro lado, su esplendor no se apagó a partir de la hegemonía macedonia: continuó, de hecho, siendo una
ciudad muy próspera durante el periodo helenístico y romano.

la polis era, en realidad, la suma de sus habi- En un principio la polis fue

tantes en tanto que sujetos políticos. Por consi-
guiente, no era Atenas, Esparta o Tebas, sino los
atenienses, los espartanos o los tebanos, es decir,
los integrantes del cuerpo cívico, que en origen
tuvo un cariz marcadamente aristocrático pero
que iría creciendo e incorporando nuevos esta-
mentos con el paso de los siglos. En la definición
de este nuevo espacio político-territorial jugó un
papel inicial el sinecismo, un fenómeno agluti-
nador en virtud del cual diversas aldeas se unían
formando una única entidad política (el caso
más paradigmático fue el de Esparta, resultado
de la unión por sinecismo de cinco asentamien-
tos preexistentes: Pitana, Cinosura, Limnas,
Mesoa y Amiclas) y generando así nuevos lazos
de solidaridad y comunión de intereses entre las
aristocracias locales.
Distintos tipos de polis
En un inicio la polis fue una herramienta esen-
cial de las élites para afianzar su poder, pero el
desarrollo económico derivado de la apertura
de nuevas rutas comerciales y el protagonismo
cada vez mayor en la defensa de la polis de los
pequeños propietarios agrícolas iría abriendo ne-
cesariamente el cuerpo cívico cada vez a más y
más elementos. Los derechos de los ciudadanos
(politai) estaban estrictamente regulados por la
ley, y no todos los habitantes de la ciudad-Estado
gozaban de ese privilegiado estatus. Los metecos
FOTOS: GETTY IMAGES; GETTY IMAGES /ISTOCK
una herramienta de las élites
para afianzar su poder.
la gestión política de la comunidad, fue generan-
do diferentes modelos de polis acordes con los
mecanismos de respuesta y reacción a estos con-
flictos: con orientación oligárquica o democrática
o incluso bajo la hegemonía de una dinastía de
tiranos, expertos en ganarse a las clases popula-
res para derrocar regímenes oligárquicos más allá
de los márgenes de la legalidad. La ocupación de
nuevos territorios y las rivalidades con polis veci-
nas exigieron poco a poco superar el monopolio
de la guerra por parte de la aristocracia.
Urbanismo hipodámico
La participación en el ejército del estamento ho-
plita (propietarios de tierras con capacidad para
costearse su propia panoplia guerrera) y, a partir
del siglo V a. C., de los thetes (los remeros de la flo-
ta, los ciudadanos con rentas más bajas) iría am-
pliando progresivamente la base social del cuerpo
cívico y el número de ciudadanos con voz política
en la comunidad. En el terreno de la planificación
No todos eran
urbana fueron esenciales las aportaciones de ciudadanos. Resulta
Hipodamo de Mileto, quien en 479 a. C. sería el en- difícil saber qué propor-
ción de esclavos, frente
cargado de diseñar la reconstrucción de su ciudad a la de ciudadanos li-
natal tras las Guerras Médicas con la línea recta bres, había en Atenas o
en Esparta en la época
como principio mortiz, planificando manzanas clásica. Arriba, en una
rectangulares que se cortaban en ángulos de 90 lápida se representa a

y los periecos (residentes no nativos) en Atenas y
Esparta, así como los esclavos, estaban excluidos
de los privilegios de la ciudadanía. Por otro lado, la
creciente stasis (conflictividad social interna) en
el seno de las polis entre grupos aristocráticos, o
entre éstos y un demos (pueblo o gente) cada vez
más decidido a incrementar su participación en
un atleta y a su esclavo.
grados y sentando así las bases del urbanismo or-
togonal. Éste se convertiría en el ideal de ciudad
clásica, que traspasó fronteras en los siglos IV y III
a. C. de la mano de Alejandro Magno, sus suceso-
res y los monarcas helenísticos, que recurrieron
al plano hipodámico para construir Alejandría,
Seleucia o Antioquía en Egipto y Asia.

muyinteresante.com.mx 53
 Roma y su imperio
La vida en torno al Foro
El urbanismo fue uno de los instrumentos de romanización
más eficaces de la era imperial, pues homogeneizaba a los
pueblos conquistados.
E
n el año 146 a. C. los griegos hicieron
un último frente común para defender
con todo su autonomía, una singula-
ridad innegociable y consustancial a
la polis desde tiempos inmemoriales.
En la batalla de Corinto, una coalición formada
por los aliados de la Liga Aquea y por la propia
Corinto se enfrentó a las legiones romanas con
resultados desastrosos. El ejército griego fue
aplastado y Corinto destruida; Roma, finalmen-
te, sellaba su hegemonía sobre la Hélade e incor-
poraba a los orgullosos griegos a los límites de su
cada vez más extenso imperio. Como en tantas
otras ocasiones, la nueva potencia hegemónica
en el Mediterráneo conquistaba con la fuerza de
las armas, pero al mismo tiempo, reconociendo
la grandeza de la civilización griega, se dejaba
conquistar por las ideas del pueblo sometido. Y
una de las múltiples herencias que los griegos
dejaron a los romanos fue su cultura urbana.
Crecimiento caótico
No es que Roma fuera novata en el arte de fun-
dar y planificar ciudades, pero tenía mucho que
aprender de los griegos, y lo hizo. Roma fue funda-
da en el año 753 a. C., sin embargo su crecimiento
y consolidación urbanos a lo largo de los siglos
habían sido caóticos. La ciudad del Tíber estaba
lejos de ser un ejemplo de planificación. Había
nacido alrededor de una orografía muy peculiar,
poco apta para los criterios de orden, equilibrio y
armonía espacial del ideal de ciudad clásica. A lo
largo de los siglos, a medida que su población cre-
cía exponencialmente, se habían buscado solu-
ciones improvisadas, resultando en un conjunto
desordenado de calles y en una aglomeración de
viviendas que apenas dejaba espacio a transfor-
maciones racionales y a una reorganización orgá-
nica del intrincado urbanismo.
Así, tras la conquista de Grecia, los romanos no
tardaron en asimilar, conscientes de sus múlti-
ples ventajas, la cultura urbana de los conquis-
tados, tomándola como punto de partida, desde
entonces, para la creación de ciudades. El plano
hipodámico habría de convertirse en el paradig-
ma urbano por antonomasia en las nuevas pro-
vincias romanas en los siglos sucesivos. Poco a
poco la ciudad se volvió uno de los instrumentos
La ciudad eterna. Conquista tras conquista, el Imperio
aumentaba su poder a la vez que su centro neurálgico, Roma
(aquí, el Coliseo), se convertía en una grandiosa urbe clásica.
 LA CIUDAD DE INFRAESTRUCTURAS

Emerita Augusta: la gran urbe hispanorromana

F
undada por Octavio Augusto en
el año 25 a. C., Emerita Augus-
ta se erigió, como tantas otras
ciudades romanas provinciales de
nuevo cuño, para albergar a veteranos de
las legiones (en este caso, de la V Alau-
dae y la X Gemina, que habían combati-
do en las Guerras Cántabras). Concebida
a partir de una trama viaria en retícula
que en buena medida ha sobrevivido en
la actual Mérida (el Decumanus corres-
ponde a la calle Santa Eulalia y el Cardo
a las calles Trajano y Calvario), la urbe,
capital de Lusitania (una provincia en el
oeste de la península Ibérica), fue desde
el primer momento un vector fundamen-
tal de romanización en una zona aún
poco romanizada. En muy pocos años
cristalizaría como una de las ciudades
más importantes del imperio, con una
población de hasta 55,000 habitantes.
Valioso enclave hispano. Parte del
éxito de la fundación corresponde a su
estratégica posición en el trayecto de la Desde finales del siglo III Emerita Augusta
Vía de la Plata y en el cauce del Guadia- fue la capital de la Diócesis de Hispania. En la
foto, el teatro romano de Mérida.
na. En pocos años la ciudad se adornó
con toda clase de espléndidos edificios y el circo, y templos de culto imperial
públicos, como el teatro, el anfiteatro como el de Diana y Marte.

de romanización más eficaces. Las ventajas del
modelo, que mejoraba sensiblemente las condi-
ciones de vida de habitantes de la periferia del
Imperio, fueron el mejor argumento para asimilar
y homogeneizar dentro de los patrones de la ro-
manidad a los pueblos recién conquistados.
Herramienta de romanización
La sensible mejora de las comunicaciones, la
dotación de nuevas y avanzadas infraestructu-
ras, la difusión de servicios públicos esenciales
y de edificios para el ocio, así como la inserción
de los nuevos asentamientos en una tupida red
de calzadas que favorecían las actividades co-
merciales, cimentaron la pronta y eficaz roma-
nización de los vencidos y sentaron las bases de
un eficaz sistema de control político y militar de
las provincias. Pero Roma no se limitó a imple-
mentar el trazado hipodámico tal cual lo había
importado desde Grecia y los reinos helenísticos.
Las urbes romanas de nuevo cuño tomaron como
punto de referencia los campamentos militares
fortificados, que se estructuraban en un planta
rectangular cortada por dos vías principales, el
FOTOS: MICHAEL THORNTON/DESIGN PICS/NEWSCOM/EFEVISUAL; GETTY IMAGES
Una de las múltiples herencias que
los griegos dejaron a los romanos
fue su modelo urbano.
Cardo Maximus y el Decumanus Maximus, que
desembocaban en cuatro puertas y que dividían
el recinto en cuatro partes iguales. Las primeras
colonias romanas en los territorios conquistados
eran, de hecho, asentamientos militares, pobla-
dos por veteranos del ejército que fungían como
agentes de romanización y a la vez garantizaban
una defensa eficaz del territorio.
A imagen del ágora griega
Es en ese modelo de colonia militar donde radi-
ca el origen de la planta reticular en damero, tan
característica del mundo romano. En el punto de
encuentro entre Cardo y Decumanus se hallaba
el Foro, epicentro de la vida pública a imagen y
semejanza del ágora (plaza pública) griega, y en
cada uno de los cuadrados resultantes de la in-
tersección de las calles se ubicaban las insulae,
los bloques de viviendas donde residía la gente
común (la élite vivía en las suntuosas domus). Por
otro lado, el urbanismo ro-
mano tenía una orientación
en la que convivían lo orna-

mental con lo estrictamente

Planificación urbana. En el Imperio romano, el
término “Cardo” designaba una calle de orientación
norte-sur en un campamento militar o colonia. En
esta imagen, un ejemplo de Cardo Maximus.
utilitario, lo cual se tradujo
en la innovación en materia
de técnicas constructivas, en
el empleo de nuevos materia-
les como el opus caementicium
(hormigón), el opus reticulatum
y el opus latericium (mamposte-
ría), y en la construcción de so-
fisticadas obras de ingeniería
hidráulica, mucho más avan-
zadas que las griegas, como
acueductos y cloacas.

muyinteresante.com.mx 55
 La Europa feudal ses de lo que la historiografía europea ha dado en
llamar Años Oscuros. No sería hasta ya entrado

Asentamientos
el siglo XV cuando Europa occidental revitaliza-
ra de una vez por todas el fenómeno urbano; eso
sí, si bien durante la Edad Media la involución en
el mundo de la ciudad europea es evidente, con-

en torno al burgo viene evitar aproximaciones eurocéntricas a la

cuestión, pues el proceso de ruralización fue un
fenómeno característico, fundamentalmente, del
Hubo un lento renacer de las ciudades ámbito geográfico del Mediterráneo occidental, y
alrededor de los castillos de la nobleza, aun en este caso con matices (la Córdoba de los
Omeya sería una notable excepción).
en cuyo perímetro se asentaron
agricultores, comerciantes y artesanos. El despertar europeo
El florecimiento, al este de Constantinopla, de

U
na de las víctimas más ilustres del
colapso del Imperio Romano de
Occidente fue sin duda la cultura
urbana. Ya desde la aguda crisis del
siglo III el mundo romano había
comenzado a sumergirse en un inexorable pro-
ceso de ruralización. Las ciudades poco a poco
quedaron abandonadas, aplastadas por el rodillo
de la crisis económica, el influjo de las epidemias,
la cronificación de los saqueos y –consecuencia
inevitable de la desintegración política del impe-
rio– las oleadas migratorias de los bárbaros. La
cultura urbana inherente a la romanización que-
dó prácticamente desmantelada, en un proceso
de regresión económica y social que sentó las ba-
las ciudades islámicas, y de las grandes urbes del
Imperio chino, en una edad dorada extremo-orien-
tal para el fenómeno urbano, contrastó con el es-
tancamiento y el colapso de la vida metropolitana
en el oeste. Sin embargo, a partir de los siglos X y
XI Europa occidental comenzó finalmente a des-
pertar del letargo. La conflictividad se redujo y, en
consecuencia, la seguridad aumentó, gestándose
un contexto mucho más propicio para el intercam-
bio de mercancías a mediana y larga distancia.
En un primer momento la cultura urbana renació
alrededor de asentamientos romanos preexisten-
tes, pero pronto proliferaron nuevas comunidades
agrícolas en pequeñas ciudades recién fundadas.
El nuevo espacio urbano se vertebró en torno al
burgo, nombre que originalmente designaba al
castillo del señor feudal erigido como puesto de vi-
gilancia fronteriza, pero que acabaría englobando
los asentamientos construidos alrededor y habi-
tados por gente en busca de protección, en cuyo

FOTO: GETTY IMAGS /ISTOCK; ATTERRATA

Ejemplo de urbe
medieval. Fundada interior se ubicaba el mercado.
en 1191 por el duque Fue, pues, el feudalismo el motor de este tímido
Berchtold V de la casa
Zähringen, Berna
renacimiento de las ciudades, que emergieron al-
(Suiza) se encontraba rededor de la autoridad de señores y monasterios.
protegida por la muralla
y la Torre del Reloj (a la
Los nuevos colonos se sentían atraídos por la se-
derecha en la foto). guridad proporcionada por los recursos militares

Símbolo y protección. El recinto amurallado medieval de

Ávila, emblema de la ciudad castellana (aquí), está considerado
el mejor conservado de España y probablemente de Europa.

56 muyinteresante.com.mx
 EL URBANISMO MEDIEVAL

Gante: el corazón de Flandes

M
encionada por primera
vez en las fuentes en el
transcurso del siglo VII,
Gante vivió su periodo de
máximo esplendor entre los siglos XI y
XV, convertida en una de las ciudades
más prósperas del viejo continente. En
pocas zonas floreció con tanta inten-
sidad el fenómeno urbano como en
Flandes, que, después del norte de Italia
y durante toda la Edad Media, fue la
región de Europa más avanzada desde
el punto de vista del desarrollo urba-
nístico. Gante era en este periodo la
segunda ciudad más grande de Europa
occidental, sólo superada en extensión
por París, y forjó su prosperidad gracias,
fundamentalmente, a la industria textil
que le dio fama internacional. Hasta co-
mienzos del siglo XIV, la ciudad estuvo
gobernada por una oligarquía de ricas
familias de mercaderes.
Importancia de los gremios. En
décadas sucesivas, los gremios fueron En el siglo XIV, Gante (en la foto) fue,
adquiriendo mayor protagonismo en la después de París, la ciudad medieval más
grande de Europa al norte de los Alpes.
economía de la ciudad y la base social
sobre la que descansaba el poder se población de Gante, en su cénit históri-
amplió. Se estima que en el siglo XIV la co, llegó a rondar los 60,000 habitantes.

del señor feudal y por las ventajas económicas,
jurídicas y fiscales que la ciudad proporcionaba.
Se abren rutas hacia Oriente
Poco a poco las condiciones para el comercio me-
joraron ostensiblemente, y alrededor del señor
feudal prosperaron ciudades cada vez más gran-
des y pobladas en el norte de Italia, en Flandes
o en el Báltico (con el surgimiento de la Liga
Hanseática), pero también en la costa mediterrá-
nea, donde la inexorable pérdida de influencia del
islam –con el lento declive de Al-Ándalus y la con-
quista normanda de Sicilia– a partir del siglo XI
abrió a la Europa cristiana las puertas de las rutas
comerciales hacia Oriente.
Entre los siglos XII y XIV, en la Europa occi-
dental se afianzó el renacimiento urbano con la
progresiva superación de la etapa de servidum-
bre feudal, en medio de un proceso de diversifi-
cación económica que trascendió ampliamente
las limitaciones de la economía agraria, con la
proliferación de los gremios y la consolidación
FOTOS: EFE
En un primer momento, la cultura
urbana renació alrededor de
asentamientos romanos preexistentes.
continente, desde las Bastidas del sur de Francia,
con planta reticular –característicos asenta-
mientos feudales fortificados, orientados a la
explotación agrícola–, hasta las ciudades suizas
fundadas por la casa de Zähringen, urbes comer-
ciales vertebradas alrededor de una calle-merca-
do que abundaron durante los siglos XII y XIII.
Impacto de la peste negra
Sin llegar al cuarto de millón de habitantes
de ciudades como Constantinopla, Hangzhou
o Bagdad, a comienzos del siglo XIII París, en
Francia, contaba con unos 150,000 pobladores
(Venecia, en Italia, con 80,000; Gante, Bélgica, con
60,000). La crisis del siglo XIV, provocada por el
impacto demográfico de la peste negra y acompa-
ñada de intensos desequilibrios políticos, socia-
les y económicos, marcó empero un paréntesis

de la economía monetaria. Diferentes tipos de en este proceso de consolidación urbana en la

asentamientos urbanos cristalizaron en el viejo mayoría de la regiones de Europa occidental.

muyinteresante.com.mx 57
 Edad dorada en Oriente
Un paseo por
la medina
Además de seguir un orden
jerárquico, la urbe musulmana
enfatizaba la dimensión privada
de la vida en comunidad dando
importancia a las viviendas.
E
l declive de la cultura urbana en Euro-
pa –tras el colapso del Imperio Roma-
no de Occidente– contrastó con una
edad dorada para el pujante e impa-
rable islam, una de cuyas manifesta-
ciones más características fue, precisamente, la
instrumentalización de la ciudad como vehícu-
lo de afianzamiento de la expansión y como ele-
mento vertebrador de la sensibilidad religiosa
en su dimensión espiritual y política. A finales
del siglo X Bagdad, la capital del califato abasí,
superaba el millón de habitantes, rivalizando
con Kaifeng, capital de la China de los Song,
como la urbe más poblada y desarrollada del
mundo de aquella época.
Grandes núcleos de población
Pero no era en modo alguno un fenómeno aisla-
do. La Córdoba omeya, la ciudad más importan-
te del Occidente islámico, rondaba los 450,000
habitantes, mientras que El Cairo superaría el
Capital califal. Mezquitas, bibliotecas, baños
y zocos abundaron en la Córdoba (en la imagen)
de los Omeya, que contaba con multitud de
fuentes y alcantarillado en esta era de esplendor.
58 muyinteresante.com.mx
Espacios para la fe. Las mezquitas aparecieron
por primera vez en el Imperio otomano (que coincide
parcialmente con la actual Turquía) durante el siglo
XI, cuando muchos turcos en la región empezaron a
convertirse al islam. En la foto, una de las mezquitas
antiguas mejor conservadas de Bagdad, Irak.
umbral del medio millón a comienzos del siglo
XIV. En efecto, el islam es una cultura eminente-
mente urbana, y la meteórica expansión de esta
civilización por Asia, África y Europa arrastró
consigo un excepcional desarrollo de las ciu-
dades como centros económicos y de comercio,
pero también como lugares de encuentro de la
umma (la comunidad de creyentes); como ele-
mento motriz del Dar-al-Islam (el hogar del is-
lam, constituido por aquellas tierras habitadas
por musulmanes).
Las creencias organizan el espacio
La religión se vertebraba alrededor de un conjun-
to de valores y creencias que ponían un énfasis
decidido en los conceptos de organización, auto-
ridad y jerarquía, todos ellos pilares esenciales
de la vida urbana en el mundo musulmán. Así,
la ciudad islámica era el eje de las relaciones so-
ciales entre los integrantes de la comunidad de
creyentes, en una cultura en la que, a través del
fenómeno urbano, se enfatizaba la dimensión co-
lectiva de la experiencia religiosa, desalentando
el nomadismo y la dispersión.
Esas creencias ocuparían una posición central
en la vida cultural de la urbe, de tal manera que la
mezquita se convertiría en el espacio público por
antonomasia, en la cúspide de la jerarquía espa-
FOTOS: GETTY IMAGES
cial pero también religiosa e institucional, como
sostén y elemento cohesionador de los diferentes
grupos que habitaban la ciudad.

La cultura urbana del
mundo islámico presenta
patrones genuinos que la
diferencian de Europa.
La cultura urbana del mundo musulmán pre-
senta patrones genuinos que la diferencian sus-
tancialmente de las singularidades de la Europa
cristiana. Sin embargo, la arqueología ha demos-
trado que en las nuevas fundaciones islámicas,
muy especialmente en la zona del Magreb, abun-
daban los patrones y parámetros del urbanismo
romano. La expansión, por consiguiente, llevó
consigo un proceso de aculturación y de absor-
ción de influencias no sólo del mundo romano,
sino también del persa y el bizantino; la ciudad
fungió así como un centro de control territorial
y administrativo y, naturalmente, como un foco
de ulterior expansión de la fe islámica en todas
las direcciones. Las diferencias con respecto al
modelo romano son notables: la cultura urbana
en el islam enfatiza la dimensión privada de la
vida en comunidad, con las viviendas –estructu-
radas alrededor de un patio central ajardinado y
sin apenas proyección al exterior– como uno de
los elementos más característicos.
FOTOS: GETTY IMAGES
Intrincado entramado urbano
El espacio público estaba fuertemente jerarqui-
zado. Por un lado, la qasaba, la ciudadela central
LA CIUDAD ISLÁMICA
Córdoba: la perla del Al-Ándalus
F
undada por los romanos, y antaño capital de la Bética, Córdoba
fue el centro neurálgico del poder emiral (y, posteriormente, ca-
lifal) de Al-Ándalus, posicionándose como una de las ciudades
más pobladas y desarrolladas del mundo en el siglo X. Su épo-
ca de máximo esplendor comenzó en tiempos de Abderramán I, emir
entre los años 756 y 788, momento en el que se inició la construcción
de su célebre mezquita sobre los cimientos de la basílica cristiana de
San Vicente Mártir.
Epicentro cultural. La En el año 756 Abderramán
I se convirtió en el primer emir
ciudad prosperó de tal modo independiente de Córdoba.
que acabó convirtiéndose
en uno de los centros de
peregrinación más impor-
tantes del mundo islámico,
sólo por detrás de La Meca.
En el siglo X rivalizaba con
Constantinopla por el título
de ciudad más poblada y
cosmopolita del Mediterrá-
neo. La universidad, una
biblioteca con 400,000 volú-
menes, 27 escuelas gratuitas
que ponían la educación
al alcance de todos y sus
suntuosos jardines, fuentes y
baños públicos la convirtie-
ron en el epicentro cultural,
político y económico del
mundo civilizado.
amurallada, albergaba la residencia del go-
bernador y constituía en sí misma una ciudad
dentro de la ciudad, con su propia mezquita y
su barrio residencial. En la medina, de plano
irregular y concebida como un laberinto de ca-
llejuelas, se ubicaba la mezquita, y cerca de ésta
la madrasa o escuela coránica, así como el zoco,
que a diferencia de lo que es habitual en las ciu-
dades cristianas, estaba marcado por tiendas y
mercados de carácter permanente.
Una de las principales características de este
intrincado entramado urbano era la ausencia de
plazas y edificios públicos orientados al ocio, tan
habituales en las ciudades romanas. La vida so-
cial, los puntos de encuentro de la comunidad,
se limitaba a la mezquita, el zoco –con los oficios
principales agrupados en barrios gremiales–, los
baños y los jardines. La ciudad islámica combinó
así influencias muy vivas de las culturas urbanas
de las civilizaciones con las que rivalizaba, pero
a la vez se moduló a partir de una concepción
del espacio absolutamente única. Un modelo ur-
bano que, a grandes rasgos, ha pervivido y se ha
perpetuado a lo largo de los siglos, y que aún hoy
continúa plenamente vigente.
muyinteresante.com.mx 59
 Italia en los siglos XV-XVI
No hay ciudad
sin palacio
Durante el Renacimiento
se impuso una discusión sobre
el papel del espacio público en
la configuración de la vida
urbana, en la que Dios
ya no era el centro.

E
Las ciudades-Esta- n el contexto de las ciudades medie- cimiento, el urbanismo volvió a ser una disci-
do del Renacimien- vales, el palacio o la catedral domina- plina consolidada: el trazado hipodámico o los
to. Venecia, junto con
Florencia, fue una de ban el espacio urbano, pero en ningún patrones del castrum romano (fortaleza militar)
las más importantes.
En la imagen, icónica
caso su relación con los otros elemen- retornaron al centro del debate teórico sobre la
panorámica del Gran tos de la urbe respondía a un criterio ciudad ideal, que volvió a ser pensada en térmi-
Canal –con sus palazzi
y, al fondo, Santa Maria
racional o a una estrategia ordenada. Más bien, nos geométricos y recuperó, 10 siglos después,
della Salute– desde el durante la Edad Media la ciudad surgía a partir su identidad clásica en tanto que cobijo de una
Puente de la Academia.
de la superposición un tanto caótica de sus di- comunidad política donde el espacio público era
ferentes elementos, sin un plan preconcebido, un eje fundamental para las relaciones, la co-
muy lejos de las ideas platónicas y aristotélicas municación y el intercambio de ideas entre los
y al margen del ideal de urbanismo grecorroma- diferentes integrantes de esa comunidad. Así,

FOTOS: GETTY IMAGES

no, desde la improvisación que imponía sucesi- durante el siglo XV resurgió en Italia el espíritu
vamente la solución, más o menos eficiente, a del ágora griega y del foro romano, de la ciudad
necesidades muy específicas. Durante el Rena- por y para las artes.

Florencia: la cuna del humanismo

F
ueron los legionarios veteranos de Julio César quienes,
en el año 59 a. C., poblaron la recién fundada Floren-
cia. Muchos siglos después, la ciudad volvió los ojos a
la Antigüedad clásica para inaugurar una nueva etapa
en la historia de la civilización occidental. Gobernada por una
oligarquía comercial y banquera, Florencia prosperó desde
finales del siglo XIV gracias al impulso de los Médici, quienes
en la práctica tomaron las riendas del poder, pero preservando
la fachada de las instituciones republicanas. El florín (el dólar
de la época) permitió a la ciudad alcanzar cotas de riqueza
extraordinarias. El dinero fue utilizado para hacer de Florencia
la ciudad renacentista por excelencia, que imponía la horizon-
talidad arquitectónica en perjuicio de la verticalidad gótica y
apostaba por la simetría y la organización racional del espacio
urbano. La apuesta de los Médici por ese retorno al mundo
clásico hizo de Florencia la ciudad-Estado más poderosa de
Italia, capital del humanismo, gracias a la impagable aporta-
ción de arquitectos como Brunelleschi y de otros artistas como
Lippi, Ghirlandaio o Botticelli. A comienzos del siglo XV, la po-
blación del Estado florentino rondaba los 110,000 habitantes.
FOTO:

60 muyinteresante.com.mx

Fin del feudalismo
La expansión comercial y el auge demográfico
característicos de la Baja Edad Media cristaliza-
ron durante el Renacimiento en una prosperidad
económica y una redefinición de las relacio-
nes político-institucionales, superado el lastre
del feudalismo, que vertebraron los diferentes
territorios en torno a la ciudad-Estado, la cual
combinaba los modelos de gobierno del mundo
grecohelenístico y del romano-republicano y vin-
culaba la idea misma de libertad del individuo a
sus derechos como parte de esa comunidad ciu-
dadana. Se impuso nuevamente una discusión
sobre el papel del espacio público en la configu-
ración de la vida urbana, y sobre la manera de dis-
poner ese espacio en términos geométricos para
su mejor aprovechamiento y adaptación a las ne-
cesidades de la comunidad política, la actividad
económica y el desarrollo de las artes. La crista-
lización de la ciudad-Estado italiana implicó la
incorporación al fenómeno urbano de las élites
político-económicas, que residían en el interior
de la ciudad en alguno de los suntuosos palazzi
que caracterizaron al nuevo paisaje de la urbe.
Ésta estaba pensada en términos humanistas: en
ella Dios ya no mediatizaba la vertebración del
espacio público, aunque, no obstante, la religión
seguía desempeñando un papel primordial.
Prioridad de la belleza
La tradicional plaza del mercado medieval cedió
su lugar a la plaza monumental, concebida para
enfatizar la centralidad del duomo (catedral prin-
cipal), del palacio o del edificio institucional. A
su alrededor el entramado urbano presentaba
un trazado octogonal y se priorizaban el orden,
la higiene y, sobre todo, la belleza del paisaje
arquitectónico, cargado de singularidad y per-
sonalidad por la aportación de los grandes arqui-
tectos del periodo como Brunelleschi, Alberti o
FOTOS: GETTY IMAGES
Bramante. Si bien en muchos aspectos Florencia,
cuna del Renacimiento, fue la ciudad-Estado ita-
liana por antonomasia, buena parte del debate
La emblemática
plaza de la Signoria,
en el corazón de Florencia.
EL IDEAL RENACENTISTA
La traza italiana. En el noreste de la península
Itálica, Palmanova (aquí, una vista aérea) fue concebida
como una máquina de guerra: el número de baluartes
y la longitud de los lados se establecieron de acuerdo
con el alcance de los cañones de la época.
La utopía urbanística se persiguió a
través de obras de acondicionamiento
y una apuesta por la uniformidad.
intelectual urbanístico se desarrolló en el terreno
de la utopía. La realidad es que fueron pocas las
ciudades construidas exnovo (desde el principio)
durante este periodo, y en la mayoría de los ca-
sos el ideal apenas pudo plasmarse en limitadas
alteraciones de los espacios públicos de las viejas
ciudades medievales, que se reconfiguraron pero
cuyo caótico urbanismo con frecuencia frustró el
sueño de la ciudad ideal, que dio pie a numerosos
tratados (firmados por Alberti, Filarete, Cataneo
o Scamozzi, entre otros). Así, la utopía, muy in-
fluida por el pensamiento de Vitruvio, tuvo un
impacto mucho mayor en el terreno de la arqui-
tectura, y no tanto en el del urbanismo. A pesar
de todo, el ideal se persiguió a través de obras de
acondicionamiento, destrucción de viejos edifi-
cios, construcción de nuevos palacios e iglesias y
la firme apuesta por una arquitectura uniforme.
Las tesis de Scamozzi
De entre los utópicos, algunos vieron su sueño
hecho realidad con la materialización de su ciu-
dad ideal. Fue el caso de Vincenzo Scamozzi, cu-
yas tesis urbanísticas cristalizaron en el diseño de
Palmanova, edificada en 1593 por los venecianos
y quintaesencia de la arquitectura militar rena-
centista. Construida en el interior de un períme-
tro defensivo poligonal de nueve caras, condensa
todas las virtudes y ventajas de la llamada traza
italiana, antídoto contra la proliferación de armas
de fuego en los asedios.
muyinteresante.com.mx 61
 Absolutismo en Occidente
La capital, centro neurálgico
El siglo XVII trajo el fin del ideal de ciudad-Estado renacentista,
y dio paso a un nuevo paradigma: la capital del Estado-nación
diseñada para centralizar todo el poder político y como un marco
escenográfico de exaltación del monarca.

E
n 1648 la paz de Westfalia puso fin a
la Guerra de los Treinta Años, que ha-
bía desangrado a Europa en la primera
mitad del siglo XVII. Más allá de sus
implicaciones políticas y de los equi-
librios territoriales resultantes, el tratado forma-
lizó el ‘nacimiento’ del Estado-nación moderno,
liquidando los últimos vestigios del feudalismo
y dibujando un marco político-institucional que
superaba el ideal de ciudad-Estado renacentis-
ta. En este nuevo modelo político-territorial,
una vez definidos los límites del Estado-nación
Proyecto oval se procedió a una progresiva centralización del
Diseñada por Gian
Lorenzo Bernini entre
poder político en torno a la figura del monarca
1656 y 1667, la plaza de absoluto. Todo gira, a partir de este momento, al-
San Pedro del Vaticano
(abajo) es una gran
rededor del Estado, y la ciudad capital se convier-
explanada trapezoidal te en el centro neurálgico de ese nuevo marco de
que se ensancha con
forma elíptica, de
poder y de relación entre gobernantes y gober-
columnatas rematadas nados, en un instrumento del monarca y de sus
con las figuras de 140
santos de diversos
élites para perfilar los límites de la autonomía
lugares y épocas. de otros centros urbanos. Las libertades de las
que gozaron las burguesías urbanas durante el
Renacimiento quedaron, desde ese entonces, en-
teramente supeditadas a la autoridad de un po-
der central omnímodo que proyectaba su fuerza
ilimitada en el nuevo modelo de ciudad barroca,
que definía un nuevo marco de relación entre el
espacio urbano y sus habitantes.
Las capitales de los Estados-nación eclipsaron
por completo a las ciudades secundarias, erigién-
dose en centros administrativos, políticos, econó-
micos y culturales en torno a un nuevo modelo de
planificación urbana que, nuevamente y al igual
que en el Renacimiento, se robusteció como un
proyecto ideal que pocas veces cristalizó total-
mente, pero que sí promovió hondas transforma-
ciones en ciudades preexistentes.
Instrumento del rey
La capital era la nueva sede de la Corte y en ella
se instalaron, como satélites de ésta, la nobleza
y las élites económicas y culturales, a la vez que

FOTO: GETTY IMAGES


Las capitales de los Estados-
nación eclipsaron por
completo a las ciudades
secundarias.
los órganos municipales iban perdiendo poder y
atribuciones de manera paulatina, en beneficio
del aparato administrativo controlado directa-
mente por el monarca. Así, la ciudad barroca fue
un instrumento más en manos del rey y en ella
imperaron tres principios fundamentales en la
redefinición del espacio urbano: la perspectiva
monumental, que sacaba todo el partido visual
posible a la dimensión escenográfica de los nue-
vos programas arquitectónicos; la línea recta,
que reflejaba sobre el terreno el énfasis absolu-
tista en el orden y en el control de los habitantes,
y la uniformidad, en una apuesta por racionalizar
el diseño del entramado urbano atendiendo es-
crupulosamente en cada nuevo proyecto al ideal
práctico y estético que imponía el poder central y
que, de algún modo, institucionalizó un modelo
arquitectónico de corte barroco que los súbditos
hubieron de hacer necesariamente suyo.
Papel destacado de las plazas
Los nuevos edificios monumentales, palacios
e iglesias se ubicaron como referentes visuales
en torno a los cuales, posteriormente, se dise-
ñaban los ejes rectilíneos y arterias principales
del entramado urbano, prestando una cuidada
atención a la perspectiva y confiriendo un pa-
pel destacado a las plazas, que en el nuevo mo-
delo de capital barroca se multiplicaron. Éstas
se distanciaban conceptualmente del modelo
medieval-renacentista de plaza-mercado o de
ágora pública. Bajo el impulso de los monarcas
absolutistas, estos espacios adquirieron una
Karlsruhe: la planta en abanico
FOTOS: GETTY IMAGES
Fundada en 1715 con una planta en forma de
abanico, la ciudad barroca de Karlsruhe (vista aérea)
fue capital del Gran Ducado de Baden-Durlach.
LA URBE BARROCA
dimensión fundamentalmente escenográfi- Palacio en piedra
blanca. La ciudad ita-
ca, que ponía de relieve las virtudes estéticas liana de Turín es uno de
de la ciudad pero que, sobre todo, cumplía una los ejemplos más desta-
cados de planificación
función de exaltación de la figura del monarca barroca. Aquí, el palacio
y de puesta en escena de la majestad, cada vez Madama en la céntrica
plaza del Castillo.
más ostentosa, del régimen. En la práctica es-
tas transformaciones tuvieron un impacto más
limitado de lo que el poder absoluto hubiera
querido. El choque entre los intereses de la mo-
narquía y los de una burguesía debilitada, pero
aún poderosa, entorpecieron con frecuencia
la ejecución de estos ambiciosos proyectos de
transformación urbana. Ese nuevo Estado cen-
tralizado, que ejercía su poder sin restricciones,
carecía en no pocas ocasiones de los medios
necesarios para ejecutar planes tan pretencio-
sos. En Londres, París o Roma, donde Bernini,
Borromini o Della Porta “barroquizaron” la ciu-
dad con resultados exquisitos, estos proyectos
tuvieron un alcance limitado. Mucho mayor fue
el impacto en urbes de nueva creación como
Karlsruhe o en ciudades sometidas a procesos
de ampliación y transformación de gran calado,
como Turín, capital del ducado de Saboya.
F
undada por el margrave (marqués) de Baden-Durlach, Carlos Gui-
llermo, Karlsruhe condensa como ninguna otra ciudad en Europa
los ideales de la ciudad barroca. El propósito de Carlos era proyec-
tar una urbe de nueva planta persiguiendo los ideales estéticos y
funcionales de la ciudad absolutista, conformando así un espacio abierto
pero fuertemente centralizado.
En primer lugar erigió su palacio de recreo en el centro, y a partir de ahí
se trazaron 32 calles que confluían en el palacio formando un círculo per-
fecto, gracias a cuya disposición la urbe es conocida como la “ciudad aba-
nico”. Karlsruhe, que en 1771 se convirtió en capital de Baden-Durlach,
se diseñó a mayor gloria de su promotor, de manera que toda la ciudad
girara a su alrededor, en la mejor tradición de las capitales de Estado-na-
ción concebidas para ensalzar la figura del monarca y escenificar, con toda
la pompa posible, su poder absoluto e incontestable.
muyinteresante.com.mx 63
MUY INTERESANTE
HISTORIA GRANDES IMPERIOS
CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA DOCUMENTO LA EVOLUCIÓN DE LAS URBES
De Europa a América
Nuevo espacio urbano y humano
En el siglo XIX, el incremento de la población y la Revolución
Industrial obligaron a las ciudades a enfrentarse a enormes
desafíos, que hoy siguen vigentes.
E
l siglo XIX acarreó transformaciones
drásticas en el paisaje urbano a raíz
de los profundos cambios de índo-
le económica y social derivados de
la Revolución Industrial. El sensible
aumento de la productividad incrementó sus-
tancialmente la disponibilidad de excedentes,
coincidiendo con un notable aumento de la na-
talidad y, en correspondencia, una abultada dis-
minución de los índices de mortalidad. El medio
rural, en esa tesitura, ya no podía absorber el
excedente de mano de obra, por lo que se pro-
dujo un éxodo generalizado y masivo del cam-
po hacia las ciudades. Así, muchos campesinos
empobrecidos se vieron abocados por necesidad
a desplazar su residencia a las ciudades, don-
de se ubicaban todos los medios de producción,
para incorporarse a alguna de las nuevas bo-
yantes industrias que redibujaron el horizonte
económico global. Este nuevo panorama pro-
ductivo y social tuvo un enorme impacto en la
configuración del nuevo espacio urbano. Recibir
todas estas oleadas de emigrantes del campo y
dar cabida a las fábricas de nueva creación pro-
vocó irremediablemente un crecimiento desor-
denado del espacio urbano. Los recién llegados
se fueron hacinando improvisadamente en los
suburbios industriales, en condiciones de sub-
sistencia extremadamente duras y de higiene
más que deficitaria. Fue de este modo como sur-
gió la necesidad de repensar el espacio urbano,
64 muyinteresante.com.mx
y a tal fin proliferaron nuevas teorías relativas
a la reorganización de las ciudades para hacer
frente a los nuevos y enormes desafíos funcio-
nales, higiénicos y tecnológicos.
Nuevos proyectos
Fueron los socialistas utópicos los encargados
de abrir el debate con proyectos piloto y sin con-
tinuidad como New Lanark, en Escocia, o los
falansterios de Charles Fourier, basados en un
cooperativismo autosuficiente, a los que poste-
riormente se sumaron nuevas voces y proyec-
tos como el de las ciudades jardín de Ebenezer
Howard, basadas en un modelo de crecimiento
sostenible en torno a unas condiciones de traba-
jo dignas y saludables para toda la población. Si
bien todos estos proyectos se quedaron flotan-
do en el limbo de la utopía, el debate incentivó
cambios necesarios, con una sustancial mejora
de servicios como el acceso al agua potable, el
alcantarillado o la pavimentación. Poco a poco
las ciudades industriales tendieron a desplazar
las fábricas a la periferia, mejorando la habitabi-
lidad y permitiendo que la población se estable-
ciera en condiciones de vida mucho más dignas
en el interior mismo de las urbes. Con el pro-
FOTO: GETTY IMAGES /ISTOCK
pósito de racionalizar y humanizar ese nuevo
horizonte urbano, muchas capitales europeas
buscaron la solución al problema a través de di-
versos proyectos de ensanche, entre los cuales
destacaron los acometidos por Georges-Eugène
 LA ERA INDUSTRIAL Y POSTINDUSTRIAL

Resurgir de las cenizas. La reconstrucción

de Chicago (en la foto, su skyline), tras el gran
incendio que sufrió en 1871, comenzó un
proceso que la llevó a ser una de las ciudades
más importantes de Estados Unidos.

Londres: la primera megalópolis

Durante el siglo XIX, Londres mantuvo su
posición de ciudad más importante del globo.
E
n el año 1800, la población de Londres rondaba el millón de habitantes.
Un siglo después la cifra había ascendido hasta los seis millones y medio.
Ya a mediados del XIX, la capital británica se había convertido en la ciu-
dad más poblada del mundo. Esta meteórica explosión era inevitable en
el que fue el gran epicentro de la Revolución Industrial. Durante toda la centuria,
Londres había sido el gran centro político, financiero y comercial a nivel global,
y esa posición de privilegio como la ciudad más importante del globo habría de
mantenerla hasta el cambio de siglo, momento en el cual París y Nueva York
comenzaron a disputarle el cetro. Aun así, millones de personas vivían hacinadas
en los suburbios de la ciudad sin acceso a los servicios más básicos. Eran los
inmigrantes procedentes del campo que servían de mano de obra en las fábricas
y que pagaban las consecuencias de un proceso de urbanización caótico e impro-
visado. La construcción del ferrocarril, que invirtió la tendencia, empujando a las
clases medias y pudientes hacia los nuevos barrios residenciales de la enrique-
cida periferia, y la red de alcantarillado creada a mediados de siglo por Joseph
Bazalgette, dieron un nuevo impulso a la ciudad del Támesis.

Haussmann en París e Ildefonso Cerdà en Poco a poco las ciudades industriales

Barcelona. Esencial resultó también la aporta-
ción estadounidense a través de la escuela de
Chicago, que a partir del incendio que asoló la
ciudad en 1871 diseñó la reconstrucción incor-
porando una nueva perspectiva vertical, a tra-
vés de la aparición de los primeros rascacielos,
que terminaría por imponerse como paradigma
para resolver la falta de espacio en las grandes
ciudades durante el siglo siguiente.
Continúa el debate
En 1800, únicamente un 3% de la población
FOTOS: ANTHONY DEVLIN/ZUMA PRESS/EFEVISUAL
desplazaron las fábricas a la periferia.
de la ciudad industrial a la posindustrial, que se
completó definitivamente a partir de la Segunda
Guerra Mundial, tras el paréntesis de las dos
guerras y la era de los totalitarismos, con la con-
solidación de ese proceso de terciarización que
dejó profunda huella en las megalópolis contem-
poráneas. Nuevas aportaciones al debate acerca
de la urbe ideal, de la mano de Tony Garnier y
su ciudad industrial o de la arquitectura futu-
rista de Antonio Sant’Elia, profetizaron de algún

mundial residía en ciudades. Con las transfor-
maciones derivadas de la industrialización, el
porcentaje creció hasta el 50% a comienzos del
siglo XX. La superación de una economía basa-
da fundamentalmente en las manufacturas en
beneficio de las industrias de servicios, la proli-
feración de los grandes centros financieros y los
edificios inteligentes determinaron el tránsito
modo la configuración de la ciudad moderna de
hormigón armado y cristal, característica de la
posguerra. Es el triunfo de la funcionalidad por
encima de cualquier otro parámetro. Con todo,
la superpoblación o el exceso de contaminación
visual y auditiva, entre otros problemas, son de-
safíos que el debate urbanístico aún, en pleno
siglo XXI, sigue lejos de poder resolver.

muyinteresante.com.mx 65
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

De Tenochtitlan a Ciudad de México

El centro del
mundo
Rara vez un conquistador se ha encontrado un escenario de
poder y riqueza como el que halló Cortés en la capital del
Imperio mexica en 1519. Su heredera, la Ciudad de México,
es una de las mayores megalópolis del planeta. Por Juan Carlos Losada

66 muyinteresante.com.mx
 La capital de un fabuloso imperio. En este
mural del artista mexicano Diego Rivera, La gran
ciudad de Tenochtitlan, se recrea la actividad de la
riquísima metrópoli mexica en un día de mercado.

mexica
muyinteresante.com.mx 67
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

L
a actual Ciudad de México, con
nueve millones de almas, es una
de las más populosas de América,
y si sumamos toda su área metro-
politana, el número de habitantes
asciende a 22 millones. También
es una de las más antiguas y des-
de su fundación no ha dejado de experimentar
transformaciones de enorme magnitud que la
han llevado a ser uno de los gigantes urbanos de
nuestros días. Su ubicación a una media de unos
2,300 metros de altura, junto con la peculiaridad
de haber sido fundada en medio de una zona la-
custre y sísmica, ha marcado una evolución que
se ha caracterizado por una constante lucha
por la supervivencia y contra los elementos que
constituye un caso único en el mundo.

Fundación de Tenochtitlan
El enclave en el que se ubica la ciudad ya fue po-
blado hace más de 12,000 años por los primeros
emigrantes asiáticos, según demuestran las catas
arqueológicas. Desde entonces siempre hubo pre-
sencia humana debido a las bondades del clima, la
abundancia de agua gracias a los lagos –aunque,
según los periodos, era bastante salina– y la con-
La casta y los siguiente productividad agrícola. Así, ocuparon el
dioses. La ilustración lugar diferentes pueblos, pero no fue sino hasta
de abajo muestra a
los nobles y guerreros
el año 1325 cuando se fundó la ciudad de Tenoch-
mexicas en el complejo titlan en una isla en el centro del lago principal,
ceremonial de Tenoch-
titlan frente al Templo
fundación debida al pueblo mexica. Otros grupos
Mayor, una doble de esta misma etnia fueron creando poblados y
pirámide consagrada
al dios de la guerra y al
ciudades en otros puntos cercanos al conjunto de
de la lluvia. lagos, pero hacia mediados del siglo XV todos ha-
Ciudad de leyenda. En esta pintura de José María Jara se
representa al líder mexica, Tenoch, quien guió a su pueblo hasta
encontrar el lugar de la profecía. La leyenda mexica cuenta que,
después de una aparición del dios Huitzilopochtli, caminaron hasta
encontrar el lugar en que debían fundar la ciudad que habitarían.
bían sido ya absorbidos y unificados bajo el control
de Tenochtitlan, que pasó a dominar progresiva-
mente un territorio de unos 350,000 kilómetros
cuadrados y a someter a los pueblos vecinos me-
diante relaciones de férreo vasallaje, como capital
del llamado Imperio mexica. En los años siguien-
tes, justo antes de la llegada de Hernán Cortés, el
Imperio se fue extendiendo hasta el medio millón
de kilómetros cuadrados y llegó a gobernar sobre
unos 20 millones de personas.
La capital era el centro político de todo ese in-
menso poder. En la ciudad-isla vivían sólo unas
60,000 personas, pero su control se extendía a las
decenas de poblaciones más pequeñas ubicadas
en otros puntos de la costa del complejo lacustre.
Varias vías cruzaban el lago, que no tenía mucha
profundidad, y unían la ciudad con tierra firme.
Por él también pululaban decenas de canoas que
portaban alimentos y mercancías de uno a otro
lado. Esta naturaleza isleña facilitaba la defensa
y daba un halo mágico al poder del emperador,
los sacerdotes y la casta dirigente, quienes resi-
FOTOS: GETTY IMAGES; MUSEO NACIONAL DE ARTE/ MÉXICO

dían en la capital. En el centro de la urbe estaban

los templos y palacios que tanto impresionaron a
Cortés y al resto de conquistadores: sus grandes
sillares y las piedras con las que estaban cons-
truidos habían sido traídos por las poblaciones
En el centro de Tenochtitlan se alzaban sometidas desde las montañas, a decenas de ki-
lómetros, lo que significó un extraordinario es-
los templos y palacios que impresionaron fuerzo humano ya que los mexicas no usaban la
a Cortés y al resto de los conquistadores. rueda y tampoco tenían animales de tiro.

68 muyinteresante.com.mx
 Un poder brutal y despótico. El Imperio mexica trataba de manera cruel a
los pueblos vecinos sometidos: era frecuente la práctica de sacrificios humanos
como el de la ilustración, en que a la víctima se le arrancaba el corazón.

y la muerte (Huitzilopochtli) y el de la agricultu-

Espectaculares palacios,
crueles ceremonias
El complejo ceremonial estaba presidido por el
Templo Mayor, que según las últimas investiga-
ciones alcanzaba unos 60 metros de altura y en
el que se rendía culto a dos dioses, el de la guerra
ra y la lluvia (Tláloc). El templo fue ampliado en
varias ocasiones y se ascendía a su cúspide por
escalinatas empinadas. Aproximadamente una
docena más de templos-palacios rodeaban a la
principal construcción y servían también de re-
sidencia a la élite religiosa, política y militar. Hay
que mencionar especialmente que el complejo
ceremonial incluía la cancha del juego de pelota,
en el que los participantes podían tanto divertirse Nuevo orden
como llegar a jugarse literalmente la vida en home- social. Las familias
en la Nueva España se
naje a los dioses, según el resultado. Recordemos identifican a su grado
que el poder mexica se basaba en unas relaciones de mestizaje a partir
de los troncos étnicos
muy crueles y despóticas con el resto de pueblos indígena, europeo y
sometidos, que incluían la práctica de sacrificios africano. Abajo,pintura
de Miguel Cabrera que
humanos y hasta de la antropofagia en el marco representa al mestizo
de unas ceremonias destinadas a atemorizar a los (de español e india)

Aculturación y mestizaje

C
omo todo pueblo vencido y
sometido por una civilización
distinta, los nativos mexicanos
sufrieron la erradicación de su
cultura. La religión y los rituales que la
recordaban fueron perseguidos mediante
una mezcla de persuasión y violencia en
FOTOS: BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA; EFE /ZUMA PRESS; MUSEO DE AMÉRICA/ MADRID
se transmitían oralmente. Pero la religión
fue lo que llevó la iniciativa del proceso y
los misioneros supieron integrar los cul-
tos locales en el catolicismo, en un claro
ejercicio de sincretismo. El caso más claro
es el de la patrona de México, la Virgen
de Guadalupe, que incorporó a la diosa

la que la Inquisición cumplió un desta- mexica Tonantzin y que es, posiblemente,

cado papel. El paganismo, la idolatría y
la herejía estaban castigados incluso con
la muerte y, además, la aceptación de
las ideas de los conquistadores y de su
forma de vida suponía una mejora de la
vida para los nativos; era la combinación
de premio y castigo como estímulo para
adoptar una nueva cultura. La acultu-
ración fue menos intensa en el idioma,
aunque –sobre todo tras la independen-
cia– el castellano acabó imponiéndose y
ello provocó la desaparición de cientos
de idiomas o dialectos locales que sólo
el más fuerte signo de identidad colectiva
de los mexicanos al actuar desde el
principio como madre del pueblo. La
leyenda habla de que su intermedia-
dor fue Juan Diego Cuauhtlatoatzin, un
nativo converso que presenció en 1531 la
aparición de la Virgen (a la que siempre
se ha representado con rasgos indígenas)
y que contó con el apoyo del primer
obispo español, Juan de Zumárraga.
Matrimonios mixtos. La aculturación
también fue posible por el mestizaje, que
fue eliminando los grupos aislados de
nativos. La Iglesia y las autoridades espa-
ñolas estimularon los matrimonios mix-
tos, al menos por parte de los españoles
de condición no nobiliaria, con el fin de
mantener la paz social en una sociedad
con tan alto número de indígenas. Esta
política fue un éxito: de los 120 millones
de mexicanos que hay aproximadamen-
te, un 68% son mestizos, un 18% sólo
descendientes de europeos y el 14%
restante únicamente indígena.

muyinteresante.com.mx 69
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA
Edificar sobre ruinas. Eso fue literalmente lo que se hizo
al erigirse la catedral de Ciudad de México: plantarla sobre los
restos del derruido Templo Mayor de los mexicas. En la ima-
gen, las ruinas excavadas de éste con la catedral sobre ellas.
vasallos y a consolidar el poder de la casta gober-
nante. Sin duda, todo este conjunto de edificios
profusamente decorados y adornados, que obli-
gaban a los visitantes a levantar mucho la vista
para contemplarlos, contribuían a sumirlos en
una actitud temerosa ante los poderosos: era la
decoración necesaria para dominar y subyugar a
LIBRO la población. El resto de edificaciones, en las que
La gran vivían los sirvientes y los estratos más bajos de la
Tenochtitlan sociedad, eran de adobe a base de tierra mezclada
Hernán Cortés,
Universidad Nacional
con plantas secadas al sol y se hallaban en la pe-
Autónoma de México, riferia de las grandes construcciones de piedra.
2008. Un fascinante
relato extraído de las
cartas que el con- La llegada de los visitantes del mar
quistador envió al
Pocas veces unos conquistadores se encontraron
emperador Carlos V
para informarle de sus con un escenario que reflejara tal poder y riqueza,
descubrimientos.
y Cortés y los suyos también quedaron fascinados:
según cuentan las crónicas, comentaron maravi-
llados que las dimensiones y magnificencia de
Tenochtitlan superaban en mucho a las de Sevilla
o Salamanca. Como es sabido, entre 1519 y 1521
los españoles lucharon por someter la ciudad, y
los combates principales se dieron en los edificios
y calles que formaban el conjunto ceremonial; no
sólo porque era en donde residía el poder al que
debían doblegar, sino además porque eran los
más altos y desde ellos se divisaba toda la isla,
así como las costas de tierra firme. También por
ser de piedra, pues las armas de obsidiana de los
Tras la Independencia, la Ciudad de
México se transformó en Distrito Federal
absorbiendo a los municipios colindantes.
70 muyinteresante.com.mx
mexicas nada podían hacer en un ataque directo
contra aquellos muros. Sin embargo, el hecho de
que Tenochtitlan estuviera rodeada de agua obligó
a Cortés, tras tener que retirarse de la ciudad en la
llamada Noche Triste (30 de junio de 1520), a cons-
truir embarcaciones que le permitieran el bloqueo
de las calzadas que unían la ciudad con tierra fir-
me, así como a practicar un estrecho asedio para
poder conquistarla. También tuvo que levantar
varios diques de piedra y tierra apisonada con
maderos para poder desecar parte del lago y acer-
carse con más facilidad a la capital. Obviamente,
durante esos dos años de combates los edificios
sufrieron incendios y todo tipo de devastaciones
y, una vez sofocada la resistencia, los españoles
procedieron a su reconstrucción de acuerdo con
sus nuevos planteamientos urbanísticos.
Los conquistadores aprovecharon el dominio
que el núcleo urbano ejercía sobre los vecinos
para hacer de él también su centro de poder de-
cisivo. Una nueva autoridad precisaba de nuevos
símbolos arquitectónicos y así, tras demolerse los
imponentes palacios y templos mexicas –tanto por
ser herejes como por recordar a un poder anterior–,
se levantaron sobre sus ruinas las nuevas edifica-
ciones que ahora debían reflejar la magnificencia
del Imperio hispánico.
Transformación radical
Conforme a los cánones españoles, todo debía verte-
FOTO: EFE /ZUMA PRESS
brarse en torno a una plaza Mayor cuadrada; en ella
o en sus aledaños se erigieron el Palacio Nacional
como residencia de Cortés –hoy es la sede del gobier-
no mexicano–, la cárcel, la sede de la Audiencia, la
 Agua a la vista. Tenochtitlan tuvo la peculiaridad de haberse fundado en
medio de un lago rodeado por otras varias lagunas (como vemos en este
mapa español de 1524), cuya desecación ha sido un problema histórico
de la capital heredera de aquélla, la Ciudad de México. Su carácter lacustre
dificultó también enormemente a Hernán Cortés la tarea de conquistarla.

residencia del virrey, el palacio episcopal, la universi-
dad (fundada en 1551) y, justo enfrente, la catedral, el
edificio más alto e importante. Ésta, aunque comen-
zó a oficiar como tal en 1534, fue pronto reemplaza-
da por la actual, que inició su construcción en 1571
y sería remodelada en varias ocasiones, la última en
1813. De hecho, todo lo que se sabe actualmente des-
de el punto de vista arqueológico del impresionante
recinto ceremonial en el que basaban su poder los
dirigentes mexicas es debido, fundamentalmente, a
las obras de reconstrucción y cimentación de la ca-
tedral y de los edificios nobles colindantes, así como
a las de la perforación de la línea 2 del Metro, que
discurre por la zona de la plaza Mayor.
FOTOS: BIBLIOTECA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA/ MÉXICO; GETTY IMAGES; COLECCIÓN JAMES MATHUEN CAMPBELL
Durante los siglos XVII y XVIII, la ciudad fue cre-
ciendo en población y en territorio. Este último se
extendió tanto a las lagunas circundantes como
fue penetrando hacia el interior. Especialmente
importante fue la desecación de los lagos, que fue
necesaria tanto para mantener el ritmo de expan-
sión como para evitar las periódicas inundaciones
que sufría la ciudad, fruto en parte de la rotura o el
deterioro de los diques que en su momento había La ciudad en el
levantado Cortés. En esta constante lucha contra la Virreinato. Esta
pintura de Cristóbal de
naturaleza fueron varias las obras que se hicieron, Villalpando (abajo) re-
pero no resultaron muy eficaces, pues frecuente- presenta el aspecto que
tenía la Plaza Mayor de
mente eran desbordadas por las aguas: se contabi- la ciudad a finales del
lizan hasta ocho grandes inundaciones en la época siglo XVII, con el merca-

do del Parián al centro

Por otra parte, la progresiva llegada de la élite del virreinato, y en una ocasión el casco urbano y la construcción de la
conquistadora con miles de soldados, sirvientes, permaneció anegado durante seis años seguidos. catedral a la izquierda.
funcionarios, comerciantes, religiosos y aventure-
ros de toda calaña requirió de posadas, conventos,
colegios, tabernas, lupanares, comercios, talleres
y un largo etcétera de establecimientos cuyos
propietarios o gestores fueron al principio sólo
españoles, que incrementaron así el peso demo-
gráfico de la capital (hacia 1650, la población llegó
a los 150,000 habitantes). Al mismo tiempo, se fue
desplazando a los indígenas que habían sobrevi-
vido tanto a la violencia de la conquista como a
las enfermedades portadas por los invasores a las
afueras de la ciudad, quedando así nuevamente el
centro convertido en la residencia del poder polí-
tico. La parte del lago más próxima a tierra firme
se desecó definitivamente y sobre dicha zona se
levantaron nuevos barrios, que albergaron a los
nativos dedicados ahora a la agricultura y a ser
mano de obra al servicio de los españoles.

muyinteresante.com.mx 71
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

El papel de la Iglesia en México

L
a religión católica, junto con el
ejército, fue el arma más potente
que permitió el dominio de la
América hispana. De la impor-
tancia del catolicismo en la vertebración
de México nos da idea la existencia de
más de 50 santos y beatos, mexicanos de
nacimiento o adopción, que ha reconocido
Roma. Se puede afirmar que la Iglesia y los
religiosos condicionaron el mismo trazado
y crecimiento de la capital: a finales del
siglo XVI ya había en la ciudad decenas de
edificios religiosos como iglesias, capi-
llas, conventos, seminarios y colegios regentados por órdenes católicas,
siendo así la principal institución impulsora de la reurbanización. Sus
construcciones se levantaron en los lugares más destacados y sobre las
ruinas de los templos paganos, aprovechando sus mismos sillares y el
material demolido. Ello supuso una demanda de mano de obra indígena,
tanto para la albañilería como para la carpintería y las artesanías varias, Una imagen de la Virgen de Guadalupe de rasgos
que también impulsó la integración de la población autóctona. claramente mestizos, muestra del sincretismo empleado por
la Iglesia católica en México para aumentar su aceptación.

Cómo conjurar el peligro de las aguas
La inundación acontecida en 1629 fue especialmen-
te grave y provocó el ahogamiento de casi 30,000
personas, el éxodo de muchos de los supervivientes
y, por supuesto, la paralización de todas las activi-
dades económicas de la ciudad; las mismas fuen-
tes hablan de que sólo quedaron en ella unas 4,000
personas, que únicamente podían desplazarse por
las calles en barcas. Ante la amenaza, las autori-
dades respondieron con nuevos diques y canales
que debían facilitar el drenaje de las aguas hacia
las tierras bajas. Así se fue excavando una serie de
Ruta comercial acequias que llevaron las aguas lacustres al río Tula,
Los acueductos que obras que concluyeron en gran parte a principios del
aún llegaban al centro
de la ciudad (abajo)
siglo XIX, por lo que desde ese momento la ciudad
eran usados para trans- se sintió más segura y ya contó con nuevos terrenos
portar en canoas las
mercancías provenien-
para crecer en todo su perímetro. Sin embargo, no
tes de Xochimilco . por ello la capital dejó de ser una zona propensa a
inundaciones, como señaló el geógrafo y naturalista
alemán Alexander von Humboldt, quien, en su viaje
por la región en 1804, sugirió la necesidad de la cons-
trucción de un mayor y mejor canal de desagüe que
conjurara para siempre el peligro. La ciudad tampo-
co se libró de alguna revuelta importante provocada
por carestías, como la acaecida en 1692, que supuso
el asalto e incendio de edificios de las autoridades y
que fue duramente reprimida.
Dos sociedades con dos idiomas
Se estima que hacia finales del siglo XVIII la Ciudad
de México contaba con unos 250,000 habitantes, y
ello a pesar de los frecuentes temblores de tierra
que derrumbaban varios edificios en cada ocasión,
con las consiguientes víctimas. Una quinta parte
de la población eran españoles o descendientes
de ellos, los llamados criollos, que detentaban los
principales cargos políticos, militares, eclesiás-
FOTOS: MUSEO NACIONAL DE ARTE/ MEXICO; SOTHEBY’S/ LATIN AMERICA: CONTEMPORARY ART
ticos y administrativos. Los nativos, que habían
vuelto a aumentar en número, ocupaban los estra-
tos sociales más bajos, aunque algunos lograron
enriquecerse gracias al comercio, la minería y la
agricultura. Los indígenas seguían hablando el
náhuatl, que era la lengua de los mexicas, mien-
tras que el castellano, aparte de los criollos, sólo lo
hablaban los que habían logrado ascender social-
mente, que lo usaban como herramienta necesa-
ria para las actividades económicas. Ciertamente
España acabó con la identidad política y religiosa
de los conquistados, pero no hizo una política ac-
tiva de castellanización más allá de cambiar los
nombres propios. El motivo es que la Iglesia, ansio-
sa de evangelizar, comprendió que su misión era

72 muyinteresante.com.mx
 Milagro mexicano. Vista aérea de la construcción
del conjunto habitacional Nonoalco Tlatelolco, 1964.
más fácil si los misioneros y frailes aprendían las
lenguas locales y traducían los textos sagrados. El
resultado fue que, tanto en la capital como en toda
Nueva España, se dio el bilingüismo, aunque es-
tratificado según el nivel económico. El castellano
como lengua habitual no lo hablaba más que el 40%
de la población del virreinato.
Ciudad de México
a partir de la independencia
Tras la emancipación de inicios del siglo XIX la ca-
pital se convirtió, aún más, en el centro neurálgico
de la joven nación. La Ciudad de México se trans-
formó en Distrito Federal absorbiendo a munici-
pios colindantes, al tiempo que fue el campo de
batalla en donde se dirimieron todas las tensiones
políticas, guerras civiles, invasiones y revolucio-
nes que sufrieron los mexicanos en la etapa deci-
monónica. Todo formó parte de la construcción de
FOTOS: ARCHIVO HISTÓRICO DE FUNDACIÓN IC/ CIA MEXICANA AEROFOTO, S.A.; PICTURING THE AMERICAS/ THE LOUISIANA STATE MUSEUM
un nuevo Estado liberal que necesitaba señas de
identidad que lo unificaran y que se lanzó, entre
otras medidas, a una masiva política de instruc-
ción pública. Ello pasó por la asimilación forzosa
de los pueblos indígenas y una acelerada castella-
nización que acabó con muchas lenguas locales y
con rasgos étnicos propios. El resultado fue que, a
comienzos del siglo XX, más del 80% de los mexi-
canos hablaba ya sólo el español.
El nuevo México de los siglos XIX y XX también
precisó de nuevas obras públicas y edificios que
representaran el nuevo poder. Se remodelaron y
ampliaron los viejos palacios, se activó la cons-
trucción de viviendas, escuelas, universidades,
instalaciones culturales, sanitarias y deportivas,
rascacielos, se ampliaron calles y avenidas, etc.,
comenzando con ello una escalada demográfica
nunca antes vista en el marco del llamado “mi-
lagro mexicano” de mediados del siglo pasado.
Sin embargo, la obra pública que más marcó a
la capital fue el llamado Sistema de Desagüe del
Valle de México que, en 1900, se concluyó bajo la
Plaza de la Constitución. Su nombre proviene de finales del virreinato y alude a la
Constitución de Cádiz promulgada en 1812, pues en esta plaza en la Nueva España se juró
dicha ley española. Y es conocida popularmente como Zócalo, porque ahí, en tiempos de
Santa Anna, se iba a construir un monumento a la Independencia, y sólo fue colocada la base.
presidencia de Porfirio Díaz. Las obras de drenaje
que se habían hecho en la época española se re-
velaron insuficientes y la ciudad seguía rodeada
parcialmente por agua, lo que incluso permitía el
tráfico marítimo de pasajeros y mercancías.
Plaza del Zócalo,
la tercera mayor del mundo
En 1856, otra gran inundación había anegado la LIBRO
urbe y se evidenció la necesidad de acometer una La conquista
de México
nueva obra, esta vez decisiva, a partir de una suge- Hugh Thomas, Planeta,
rencia que había planteado Humboldt. Diez años 2004. El prestigioso
historiador e hispanista
después, y tras estabilizarse la política del país, se británico describe con
iniciaron las obras de un gran canal de drenaje de minuciosidad la rique-
za de la civilización
los lagos que aún existían. Tenía 39 kilómetros de mexica, el poderío de
longitud que discurrían al aire libre (actualmente Moctezuma y la auda-
cia de Cortés.
cubiertos), complementándose con un túnel de 10
más; con ello desaparecieron casi por completo los
lagos que sólo cien años antes aún condicionaban
la vida de la capital. Parecía que la batalla al agua
había sido ganada, aunque a mediados del siglo XX
fueron necesarias nuevas intervenciones para ase-
gurar todo el sistema de drenaje, lo que permitió,
en consecuencia, la habilitación de nuevos terrenos
para permitir la continua expansión de la ciudad.
Aparte de las obras de drenaje, la otra gran inter-
vención urbanística reciente digna de reseñar es la
de la vieja plaza Mayor. Actualmente llamada plaza
del Zócalo, o de la Constitución (en homenaje a la
de Cádiz de 1812), fue remodelada definitivamente
en 1958 y, según diversos urbanistas, hoy en día es
la tercera plaza más grande del mundo tras la de
Tiananmén de Pekín y la Roja de Moscú.
muyinteresante.com.mx 73
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

La Ciudad de la Luz

Un ave fénix

Par
llamada

Espectacular como pocas. Nacida en una isla en

medio del Sena –la actual Île de la Cité– en el siglo III
a. C., la capital de Francia ha conocido en su historia
muchas transformaciones hasta convertirse en una de
las urbes más bellas del mundo. Como muestra, esta
vista panorámica desde la Catedral de Notre Dame.

74 muyinteresante.com.mx
 La modesta Lutecia romana nunca ha
dejado de crecer en belleza y magnitud.
Cuna de la Ilustración, protagonista
de la revolución de 1789 y crisol de las
vanguardias del siglo XX, hoy continúa

ís
asombrando al mundo. Por Laura Manzanera

C
omo un ave fénix, París ha renacido de sus cenizas en
varias ocasiones, creciéndose ante la adversidad has-
ta convertirse en la gran capital que es hoy. Su legado
universal la convierte, probablemente, en la ciudad
más famosa del mundo.
El embrión del París actual data nada menos que del
siglo III a. C. y se debe a la tribu celta de los parisii (de
ahí el topónimo). Éstos construyeron una fortificación en una isla ubicada
en medio del río Sena –la actual Île de la Cité– y vivieron tranquilos hasta
que los romanos, durante su conquista de la Galia, llegaron allí en el año
58 a. C. Llamaron al lugar Lutecia (pantano) y, tras saquearlo, lo fortifica-
ron y reconstruyeron, levantando puentes que unieron la isla con ambas
márgenes del río. Fue la primera expansión urbana fuera de la Cité. Los
romanos planificaron la nueva urbs cuadriculada, a salvo de las frecuentes
inundaciones, y la dotaron de todos los elementos típicos de una ciudad
latina. No era grande, pero sí rica, y la habitaban unas 6,000 personas.
En el siglo III de nuestra era, la población volvió a encerrarse en la isla
por dos razones fundamentales: la crisis del Imperio romano y el miedo a
las incursiones bárbaras. Pero la ciudad recuperó su relevancia de la mano
de los merovingios, hasta convertirse de facto en capital del reino franco
en los siglos VI y VII. El gran símbolo de su poderío es el actual Palacio de
Justicia, por entonces residencia de los monarcas.

Primer auge y primera caída

Pero no fue sino hasta el siglo XII cuando se produjo el gran despegue
económico y demográfico. Ya asentada definitivamente como capital de
la monarquía francesa, la Île de la Cité acogió varias residencias reales y la
catedral de Notre Dame. Al sur, el núcleo romano se estableció alrededor
de la recién creada Universidad de la Sorbona, aunque fue al norte, en la
orilla derecha, donde el desarrollo sería mayor.
A finales del siglo XIII, París era la ciudad más grande de Europa occi-
dental, con 300,000 almas. Pronto se transformó en un pujante centro de
poder político, económico y cultural merced a su importancia estratégica,
al empuje de la Iglesia, a su vida intelectual y a la apertura de canales
y drenajes en las marismas, gracias a los cuales pudo salir de la ribera
izquierda y agrandarse. Como señalaría Victor Hugo en Nuestra Señora de
París, había “tres ciudades totalmente distintas y separadas, cada una con
su fisonomía, su especialidad, sus costumbres, sus privilegios, su historia:
la Cité, la Universidad y la Villa”. Eso sí, estaban intercomunicadas a través
de los puentes, esos puentes parisinos a los que cantaría mucho después
Maurice Chevalier. En la Edad Media tenía sólo cuatro; hoy, atraviesan el
río más de una treintena de puentes y pasarelas.
De mediados del siglo XIV a mediados del XV, París sufrió las terribles
consecuencias de la interminable Guerra de los Cien Años contra Inglate-
rra. Durante la misma, la peste negra acabó con la vida de un tercio de la
FOTO: EFE /ZUMA PRESS

población, unas 80,000 personas. Al fin de la contienda, en 1453, la capital

se hallaba en estado crítico: antes de tener que retirarse de suelo francés
–en parte, debido a la desinteresada colaboración de una joven llamada
Juana de Arco–, las tropas inglesas la habían dejado en ruinas.

muyinteresante.com.mx 75
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

La era de los puentes y las luces

Un rey, Luis XI, le devolvió la prosperidad y el in-
terés por el arte, la arquitectura, la decoración y
la moda. Sus sucesores en el trono, unos más que
otros, tomaron el ejemplo. Destaca uno en especial,
Francisco I (1515-1547), aunque con él la atención se
desplazó al Valle del Loira. La influencia del Renaci-
PELÍCULA miento italiano salpicó los castillos de Blois, Cham-
Midnight in Paris bord o Le Clos Lucé, en Amboise, donde el monarca
Woody Allen (2011). contó con un invitado de auténtico lujo: Leonardo
Divertida, inteligente y
romántica, esta oda a da Vinci. Pero también salpicó París, en donde los
París del director neo- arquitectos empezaron a construir elegantes edi-
yorquino por excelen-
cia se mueve entre el ficios y espacios urbanos abiertos como la Place
presente, los años 20 y Los inicios de la grandeur. En tiempos de Luis XIV, el Rey
Royale. Fue un poco más tarde, en 1607, cuando se Sol –famoso por la extravagancia de su corte versallesca–, París
la Belle Époque. Óscar
al mejor guión. levantó el primer puente sin casas, el Pont Neuf. ganó en esplendor y se construyó el Pont Royal sobre el río Sena
(en la imagen, con el Museo de Orsay a la derecha).
Hasta entonces, aparte de su función de soporte y
vía de comunicación, sostenían edificaciones que
incluían viviendas, tiendas y almacenes. Versalles, quintaesencia del absolutismo. La Corte
Pese a su nombre, el Puente Nuevo es el más anti- se trasladó allí en 1682 y allí permanecería hasta
guo de cuantos se conservan e inauguró un ciclo de la Revolución. Y mientras los versallescos espejos
grandes pasarelas ideadas para afirmar el poder de reflejaban la imagen del esplendor y el derroche,
la monarquía. En este caso, fue una iniciativa de En- en París se levantaban edificios imponente, teatros,
rique IV. Dado que la gente había emigrado en masa plazas y mansiones (hôtels), y la ciudad se dividía en
a la ciudad en busca de prosperidad, París estaba 20 arrondissements (distritos).
superpoblada y se hacía cada vez más difícil circular Pero el XVII, junto con el XVIII, fue también el Si-
por ella; por eso ordenó el monarca su construcción. glo de las Luces. Mientras Versalles brillaba en lo
Unía las dos orillas con la isla, el viejo corazón de externo, París resplandecía a través de la ciencia y
la ciudad, y durante las dos centurias siguientes lo la cultura: era el centro de la Ilustración e iluminaba
cruzaron a diario 80,000 personas y 25,000 carruajes. al mundo a través de la razón. Voltaire, Rousseau,
El segundo ejemplo es el Pont Royal, levantado Montesquieu y otros muchos ilustrados difun-
durante la época del monarca más famoso de Fran- dieron la fama intelectual de la capital. Se desa-
cia, Luis XIV, que reinó entre 1643 y 1715. El XVII, le rrollaron telescopios e instrumentos náuticos; la
grand siècle (el gran siglo), se resume en una palabra: Comédie, cuna del teatro, vivió una actividad febril;
extravagancia. La extravagancia del Rey Sol y de la se publicó la Enciclopedia; Madame de Pompadour
camarilla de satélites que giraban a su alrededor en (amante favorita de Luis XV) ejerció como mecenas

La Torre Eiffel, salvada por la tecnología

T
ras la derrota ante los prusia-
nos y el fracaso de la Comuna
(1871), los parisinos recupera-
ron la esperanza. Sólo tres años
después de que la Estatua de la Libertad
–regalo de los franceses a los estadouni-
denses– se instalara en Nueva York, en
1889 se concluyó la estructura más alta
del mundo: la Torre Eiffel, a 300 metros
del suelo. Quintaesencia del progreso, la
obra de Gustave Eiffel marcó una nueva
era y lanzó a París al estrellato urbanísti-
co. No obstante, todos sabían que tenía
En 1898 la Torre Eiffel albergó la
primera conexión telegráfica sin hilos:
Eugène Ducretet la conectó con el Pan-
teón, a cuatro kilómetros. Pese a ello, el
ingeniero Eiffel sabía que en unos pocos
años terminaría la concesión y seguía
buscando cómo salvarla. Por eso, en
1903 propuso al capitán Gustave Ferrié,
encargado de estudiar las aplicaciones
militares de la transmisión sin hilos, que
la utilizara para sus experimentos. De
este modo, terminó instalándose en ella
una estación subterránea de radiotele-
Eugène Ducretet (1844-1915), telegrafista
y mecánico de formación autodidacta, instaló
en la Torre Eiffel un telégrafo sin hilos.
Utilidad bélica demostrada. En la
Primera Guerra Mundial, durante la
batalla del Marne, gracias a su estación
radiotelegráfica se supo que el general
alemán Georg von der Marwitz había
detenido su avance. Aquella información
FOTO: MUSÉE DE LA MONNAIE/ PARIS

los días contados: el plan inicial era
desmontarla en un par de décadas. Pero
aquella torre provisional estaba llamada
a resistir, como la urbe que la albergaba,
y fue gracias a la telegrafía.
grafía militar. Y, al demostrarse el interés
estratégico de la torre, se renovó la
concesión de Gustave Eiffel el 1 enero
de 1910. Desde entonces, nunca se ha
pensado en desmontarla.
permitió a Francia organizar un victo-
rioso contraataque. Además, pudieron
descifrarse radiotelegramas enemigos
vitales y se desenmascaró a más de un
espía; entre ellos, a la mítica Mata Hari.

76 muyinteresante.com.mx

de las artes; los burgueses ya consumían tabaco y
tomaban té, café y chocolate traídos de tierras le-
janas y servidos en el primer café de la ciudad, Le
Procope. París bullía, la economía iba viento en popa
–para algunos– y la población alcanzó los 650,000
habitantes. El sobrenombre de Ciudad de la Luz (Vi-
lle Lumière) surgió también por ser la primera gran
urbe europea en cuyas calles se instaló un alum-
brado permanente. Pero la Ilustración aspiraba ade-
más a mejorar la forma de gobernar y la vida de los
ciudadanos, algo que estaba a punto de producirse.
Que empiece la Revolución
En 1785, junto a la opulencia, 600,000 parisinos
vivían hacinados, en la miseria y sin servicios de
salud. La esperanza de vida no superaba los 40
años y una crisis sanitaria acechaba a la vuelta de
la esquina. Ante la gravedad de ésta, se ordenó ex-
humar todos los cadáveres, se prohibieron los ente-
rramientos en el centro y los huesos se trasladaron
a las catacumbas, donde, apilados formando muros
decorados con calaveras, se extendían a lo largo de
kilómetros. Y mientras los muertos descansaban
en esta nueva morada, en la superficie los vivos
estaban cada día más intranquilos. Era el caldo de
cultivo idóneo para una revolución.
Pese a los adelantos materiales y culturales, en
1789 la mayoría de los parisinos seguían sumidos
en la pobreza. La inflación galopante y la oposición
a Luis XVI y a su despilfarradora (aunque no era la
única) esposa, María Antonieta, culminaron con el
asalto a la Bastilla, la prisión real.Tres años después
FOTOS: EFE /ZUMA PRESS; THE WELLCOME LIBRARY
se proclamaba la Primera República, que no tarda-
ría en ensombrecerse con la llegada del Terror de la
mano de Robespierre, a quien no le temblaba el pul-
so a la hora de deshacerse de sus enemigos (y tam-
bién de sus amigos, al mínimo atisbo de traición).
Si, con la Revolución de 1789, Francia probó que
el cambio era posible y alumbró la Declaración de
los Derechos del Hombre, también mostró cómo
Ya en el siglo XVII contó con alumbrado
público permanente, uno de los motivos
por los que empezaría a ser conocida
como Ciudad de la Luz.
matar con la guillotina. Aquel invento diabólico
ideado para reducir el sufrimiento de los ajusticia-
dos resultó de lo más eficaz: a diario, una multitud
de curiosos se agolpaba en la Plaza de la Concordia
(entonces Plaza de la Revolución) para presenciar
el macabro espectáculo. Durante el Terror, más de
600,000 personas perdieron la vida bajo su filo. La
Ciudad de la Luz se había sumido en la oscuridad.
Una nueva transformación:
el París napoleónico
El mismo Robespierre fue guillotinado y tras él, en
1795, se estableció un nuevo gobierno: el Directorio.
Un gobierno inestable que aprovechó el corso más
universal, un brillante general llamado Napoleón
Bonaparte, para hacerse con el poder. Como pri-
mer cónsul, se instaló en el Palacio de las Tullerías,
y en 1804 se coronó “emperador de los franceses”
en Notre Dame. Con él, París empezó a transfor-
marse en la ciudad más bonita del mundo: mandó
construir grandes monumentos, como el Arco de
Triunfo, y la embelleció con algunos botines de sus
conquistas militares. Pero también a Bonaparte se
le acabó la buena racha. Su ambición sin límites
era muy conocida, pero para legitimar su autoridad
El discreto café de
necesitaba más victorias en el campo de batalla. Por la burguesía. Un
eso inició una serie de guerras mediante las cuales italiano, Francesco Pro-
copio, abrió en 1686 en
Francia debería controlar casi toda Europa. Llegó a París el primer café del
conquistar Moscú en 1812, pero dos años después, mundo, Le Procope (en
la ilustración de abajo).
cuando los ejércitos aliados entraron en París, hubo Pronto se puso de
de huir a Elba. Volvería en 1815, para ser derrotado moda entre ilustrados
como Voltaire, Rous-
definitivamente en Waterloo y morir en el exilio, en seau o Diderot. El local
una remota isla del Atlántico. sigue abierto hoy día.
muyinteresante.com.mx 77
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA
Cuando Napoleón III tomó el poder con un golpe
de Estado en 1851, París tenía ya un millón de habi-
tantes, un grave problema de densidad de población.
Con el sobrino de Napoleón arrancó el Segundo Im-
perio, que duró hasta 1870, y París se consolidó como
la más espectacular de las ciudades europeas. De
eso se encargó el barón Haussmann: se derribaron
las abigarradas, sombrías y sucias calles de la par-
te medieval y se creó una capital abierta, ventilada,
geométrica y bien ordenada, con parques, avenidas
y bulevares como los célebres Campos Elíseos. Fue
la gran transformación, el abrazo de la modernidad.
La urbe más moderna y “loca”
El París de un vi-
sionario. Georges-Eu- A lo largo del siglo XIX, el centro de gravedad ur-
gène Haussmann, bano se trasladó hacia el oeste. Así, la burguesía se
senador, diputado y
funcionario público asentó en esta zona, donde surgieron los más opu-
francés, fue nombrado lentos arrondissements, mientras que en el núcleo
barón por Napoleón III
tras su extraordinaria y histórico y la periferia quedaron los más humil-
ambiciosa moderniza- des, los que habían protagonizado la Revolución
ción de la capital. A él
se deben, por ejemplo, de 1789 y quienes protagonizarían la insurrección
los Campos Elíseos de 1871 conocida como la Comuna, un intento fra-
(arriba, placa).
casado de gobierno obrero.
Aquella tentativa frustrada había surgido tras
el derrumbe del gobierno imperial de Napoleón
III en la guerra franco-prusiana, que culminó con
Francia derrotada, París sitiado y muchos parisinos
muriéndose de hambre. A la Tercera República le
tocaría volver a levantar la economía, y lo hizo a
tiempo para que, cuando irrumpieron en escena el
automóvil, el aeroplano, el teléfono, el gramófono o
Emblema de la Be-
lle Époque. La Torre el cine, París estuviera preparada. La mejor muestra
Eiffel, una de las gran- de ello fueron las exposiciones universales de 1878,
des obras de ingeniería
de todos los tiempos y
1889 y 1900. Además de marcar su fisonomía –en
hoy símbolo de París, especial en el Campo de Marte, donde se levantó la
se construyó para la
Exposición Universal
Torre Eiffel–, dieron el pistoletazo de salida a la Belle
de 1889. Estas tres Époque. Ésta hizo de París la capital mundial, dio
imágenes pertenecen
al álbum que muestra
pie a un nuevo estilo, el art nouveau, que adornaba
su construcción (abajo). desde objetos hasta edificios, y trajo un sinfín de
78 muyinteresante.com.mx
“ismos” y de adelantos en la técnica y la ingeniería,
entre ellos la primera línea de metro. La moderni-
dad, definitivamente, había irrumpido para que-
darse en ese final de siglo y de milenio.
Pese a todo, el París más vanguardista se vivió en
los años más “locos” de la ciudad, los 20. En 1919,
Francia estaba entre los ganadores de la Primera
Guerra Mundial y París saboreaba la paz. Una ge-
neración demasiado joven para haber combatido
y harta de que se honrara a los muertos, de incli-
naciones ante la bandera y de oír La Marsellesa sólo
ansiaba olvidar la sangre y la muerte y divertirse.
Con ella, París vivió un frenesí.
Los automóviles sustituyeron a los coches de
caballos y la fiebre constructiva se materializó en
edificios de novedosos materiales (hormigón, hie-
rro, acero, vidrio) firmados por visionarios como Le
Corbusier. Aunque las francesas no podían aún vo-
tar ni trabajar sin autorización del marido, las cosas
cambiaron para ellas, si bien muy lentamente. El
modisto Paul Poiret las liberó del asfixiante corsé y
creó atrevidos vestidos, tan locos como esos años.
Él y toda una generación de diseñadores hicieron de
París la capital de la alta costura. Con Coco Chanel, el
negro pasó de ser el color del luto al de la elegancia.
Muchas jóvenes, bautizadas como garçonnes, se cor-
taban el pelo como hombres, vestían de forma atre-
vida, bailaban frenéticamente... ¡y hasta fumaban!
Nación libre, ciudad de cobijo
Por entonces, el fascismo empezaba a triunfar en
Italia y Lenin sentaba las bases de la sociedad co-
munista. En medio, Francia era la nación de los de-
rechos humanos y la libertad, y París se convirtió en
ciudad de acogimiento: italianos, polacos, españoles
o judíos llegaron en busca de una vida mejor y la
convirtieron en la urbe más cosmopolita del planeta.
Entre los extranjeros había una legión de nombres
hoy conocidos: Picasso, Modigliani, Chagall, Tristan
Tzara… Gracias a ellos, París fue al mis-
mo tiempo capital de la vanguardia. No
eran franceses, pero sí parisinos. Se insta-
laron en Montparnasse, que desbancó a
Montmartre como barrio artístico. Como
dijo Henry Miller, Montparnasse era “el
ombligo del mundo”, aunque Montmar-
tre se resistió a renunciar a su pasado. En
realidad, ambos barrios se convirtieron
en una especie de “islas de la alegría”.
Entre los recién llegados abundaban
los estadounidenses que, con su país
azotado por la Ley Seca y el Ku Klux Klan,
tenían sed de fiesta y libertad; y, con los
bolsillos cargados de dólares, no les iba
FOTO: GETTY IMAGES
a resultar difícil conseguir ambas cosas.
París era para ellos un paraíso que com-
prar. “Te hacía sentir más grande que en
 10 obras literarias sobre la Ville Lumière
H
an sido muchos los literatos que han
intentado captar parte de la esencia de
París. Estos 10 libros están entre los más
representativos.
Nuestra Señora de París (1831), de Victor Hugo, es
una de las obras maestras del romanticismo francés.
Está protagonizada por el entrañable Quasimodo y
por la catedral gótica. En Claudine en París (1901),
la transgresora Colette sitúa a su alter ego en la
capital francesa y radiografía, con su acostumbrada
ironía, la sociedad parisina. El campesino de París
(1926), por su parte, es considerada una de las
obras cumbres del surrealismo. La escribió Louis
Aragon, uno de sus fundadores.
El protagonista de Trópico de Cáncer (1934), de
Henry Miller, es un estadounidense que vive como
escritor en el sórdido París de los 30. Las explícitas
escenas de sexo le costaron la censura. En el París de
los refugiados y los nazis, con una historia de amor y
venganza de fondo, transcurre Arco de Triunfo (1946),
Nueva York, donde los rascacielos empequeñecen
al hombre”, apuntó Man Ray, quien fotografió a to-
dos los personajes del momento. Entre ellos, James
Joyce, que logró publicar su Ulises en París gracias a
la librera estadounidense Sylvia Beach, o Gertrude
Stein, poetisa, dramaturga, coleccionista de arte y
“reina” de la Generación Perdida (Hemingway, Dos
Passos, Steinbeck, Fitzgerald...) que escribió en la
capital francesa algunas de las páginas más nota-
bles de la literatura americana. Y del país de las
barras y estrellas llegó Josephine Baker. La vede-
FOTOS: EFE /ZUMA PRESS; ANAGRAMA; LUMEN
tte afroamericana agitaba semidesnuda su falda
de bananas mientras Hitler alzaba la voz contra
negros, judíos y homosexuales. En Montmartre, el
nuevo Harlem, no existía la segregación y los mú-
sicos negros animaban la noche a ritmo de jazz.
Pero, bajo este espejismo, París se radicalizaba,
como el resto de Europa, y la ultraderecha crecía.
Parisinos de adopción. Desde principios del siglo
XX hasta los años 30, la capital de Francia fue ciudad de
albergue de muchos artistas e intelectuales de todo el
mundo, como el gran pintor malagueño Pablo Picasso,
al que vemos en la imagen en su estudio parisino.
de Erich Maria Remarque. Esta novela, best seller, fue
llevada al cine con Charles Boyer e Ingrid Bergman.
En París era una fiesta (1964), memorias póstumas
de Ernest Hemingway, éste retrató la efervescente
urbe de los 20, la vida de la élite artística y literaria
de la Generación Perdida a la que pertenecía. Años
después, Enrique Vila-Matas seguiría en París no se Las memorias de
Hemingway (arriba)
acaba nunca (2003), novela autobiográfica, los pasos de su vida en París
del periodista y escritor estadounidense. son homenajeadas
por Vila-Matas en
Con menos glamour. De manera opuesta a la París no se acaba
visión de Hemingway, George Orwell presenta en nunca (abajo).
el reportaje Sin blanca en París y Londres (1933) la
miseria de los bajos fondos y del París proletario. El
protagonista (él mismo) vive sumido en la pobreza.
Libro de los pasajes (1983), del filósofo alemán
Walter Benjamin, es un compendio de su pensamien-
to sobre la ciudad de París en particular. Por último,
París (2013), de Edward Rutherfurd, tiene a la ciudad
como protagonista y recorre todos los grandes acon-
tecimientos que en ella se han vivido.
La transformación de París en una ciudad
moderna y espectacular fue iniciada por
Napoleón I y culminó con Napoleón III.
La resaca de la fiesta:
París ocupado por los nazis
Bajo los rutilantes neones se escondía la dura rea-
lidad: la crisis monetaria y la pobreza reinante. El
crac del 29 trajo consigo desempleo y miseria, la
ruina de las naciones que dependían de créditos
estadounidenses. Empezó a verse con malos ojos el
cosmopolitismo y a los extranjeros. La década fina-
lizó, y con ella la “locura”. Alemania estaba a punto
de lanzarse a los brazos de Hitler y los estadou-
nidenses arruinados abandonaron París. Pronto se
acabó la fiesta y empezaron a sonar las bombas.
El 3 de junio de 1940, las de la Luftwaffe cayeron
sobre París matando a 254 civiles. Francia capituló
y las tropas nazis ocuparon la capital del mundo
sin hallar apenas oposición, y se quedaron en ella
cuatro años. Durante ese tiempo, los miembros de
la Résistance (alrededor del 5% de los franceses, tan
sólo) intentaron combatir al enemigo. Finalmente,
París se sublevó y el 25 de agosto de 1944 fue libera-
do por una fuerza encabezada por unidades de la
Francia libre. La compañía conocida como “La Nue-
ve”, formada por cerca de 150 españoles, precedía
al grueso de la División. La ciudad se había salvado
sin que la Wehrmacht la destrozara, como ordenó
Hitler; por suerte, el comandante general encarga-
do de ello se negó a obedecer. Gracias a él, podemos
seguir disfrutando de París. Aunque, de haber sido
destruido, probablemente habría renacido con más
fuerza como ha hecho siempre, una y otra vez.
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MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

La caída y el resurgir de la capital alemana

Berlín
volvió a ser una fiesta
Los vaivenes de la historia hicieron pasar a esta urbe por grandes
altibajos, desde el esplendor de los “felices años veinte” hasta
el horror del Tercer Reich. Tras la caída del muro, Berlín renació
como la fascinante ciudad que siempre fue. Por Fernando Cohnen

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 E
n 1847 escribió Honoré de Balzac: “Berlín
llegará un día a ser la capital de Alemania,
pero será la capital del aburrimiento”. Re-
sulta difícil encontrar una descripción más
desafortunada de una ciudad que puede
ser cualquier cosa menos aburrida. Sus ani-
madas noches de cabaret en las primeras
décadas del siglo XX, su agitadísima historia y su actual
florecimiento cultural contradicen la opinión del escritor
francés. Ese carácter divertido y decadente lo simboliza a
la perfección la bailarina Anita Berber (1899-1928), cuyas
actuaciones en los clubes de moda de los también llama-
dos “locos años veinte” encendieron las noches de Berlín.
En ocasiones, la que fue musa del cine mudo alemán apare-
cía semidesnuda luciendo sólo una elegante marta cibelina
en las calles de Friedrichstadt, el actual barrio gay de la ciu-
dad. Sus sensuales bailes en los garitos para noctámbulos
FOTO: EFE /ZUMA PRESS
levantaban pasiones entre sus seguidores. Pocos años des-
pués, la excéntrica Berber murió a causa de la tuberculosis,
el coñac y la morfina. Se decía entonces que el aire alcalino
que respiraban los berlineses (Berliner Luft) contenía un gas
tóxico que estimulaba las pasiones más reprimidas.
Diversión de entreguerras
Fuera por ese misterioso gas o por otras razones, lo cierto es
que el Berlín de entreguerras se transformó en poco tiempo
en una ciudad ‘golfa’ y divertida, que nada tenía que ver con
la idea de Balzac sobre ella. En sus vibrantes calles convivían
el lujo con el desempleo, la miseria con la vida licenciosa, las
noches locas de cabaret y los extremistas de izquierdas con
los diseñadores, pintores y cineastas de vanguardia. La capi-
tal alemana era un crisol donde todo el mundo tenía cabida.
La atmósfera de libertad que emanó de la Constitución de
Weimar la convirtió en la capital cultural de la época.
Noche de paz. Cientos de miles de
ciudadanos berlineses celebraron unidos la
Nochevieja de 1989 en torno a los restos
del ya inútil Muro de la Vergüenza, que
había caído poco antes, el 9 de noviembre
de ese mismo año. La fotografía recoge
aquella histórica celebración.
muyinteresante.com.mx 81
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Capital de la Gran Alemania

T
ras la victoria de Otto von
Bismarck en la guerra fran-
co-prusiana de 1871 y la
unificación de Alemania, Berlín
absorbió los municipios de Wedding,
Gesundbrunnen y Moabit –además de
los arrabales de Tempelhof, Schöne-
berg y Charlottenburg–, pasando así a
ser una gran ciudad de casi un millón
de habitantes. En 1884 se celebró la
Conferencia de Berlín, cuyo objetivo era
dirimir los conflictos coloniales entre
las potencias europeas que ansiaban
repartirse el inmenso territorio africano.
Alemania se quedó con Camerún, Togo,
Namibia y Tanganika, pero aquel re-
parto no fue suficiente para el canciller
Bismarck, quien pretendía crear un im-
perio colonial similar al británico: éste
fue uno de los motivos que causaron el
estallido de la Primera Guerra Mundial.
Si en su arranque fue favorable a los
intereses de Berlín, el conflicto global
terminó siendo un desastre para el
káiser y su gobierno militarista. En la
primavera de 1918, casi 500,000 perso-
nas participaron en las manifestaciones
antibélicas de la Liga Espartaquista.
Luego llegó el proceso revolucionario
que obligó a Guillermo II a abdicar y
refugiarse en Holanda. Una vez procla-
mada la República de Weimar, Berlín
absorbió Spandau y otros territorios,
con lo que pasó a tener cuatro millones
de habitantes y a convertirse en la capi-
tal de la llamada Gran Alemania.

Sus más conspicuos representantes se reunían en
las tertulias que se celebraban en el Romanisches
Café de la avenida Kurfürstendamm. A ellas acu-
dían el arquitecto Walter Gropius, el dramaturgo
Bertolt Brecht, los pintores Beckmann, Grosz, Dix y
Liebermann, los cineastas Fritz Lang y Billy Wilder,
el músico Kurt Weill, el físico Albert Einstein o la
actriz Marlene Dietrich, entre otros personajes del
mundo de la cultura y de la farándula.
En aquellos años, la capital alemana era un gran
centro industrial y una de las ciudades más locas
de Europa, pero también una urbe marcada por las
Expresionismo desigualdades sociales y el nido donde anidaba el
noctámbulo. Anita
Berber (abajo) fue un
nazismo. Si en 1926 causó furor la estadounidense
símbolo del Berlín de la Josephine Baker, quien bailaba semidesnuda al rit-
República de Weimar,
decadente y libertino.
mo del charlestón, dos años después se presentó por
La bailarina y actriz vez primera La ópera de los tres centavos, con música
reinó en las noches ber-
linesas de los “felices
de Kurt Weill y libreto de Brecht, que en poco tiempo
años veinte”. triunfó en los escenarios de medio mundo.
A pesar del ejército de desempleados que deambu-
laba por sus calles, Berlín alardeaba de tener la pri-
mera autopista del mundo, de su flamante torre de
radio y de sus lujosos hoteles, como el Adlon, situado
en el paseo Unter den Linden, junto a la Puerta de
Brandenburgo. Luego llegó el crac financiero de 1929,
que provocó aún más desempleo y redujo a la mitad
la producción industrial de la ciudad, lo que dio alas
al partido nacionalsocialista. Una de las consecuen-
cias de la Gran Depresión fue la llegada al poder de
los nazis el 30 de enero de 1933, cuando Hindenburg
nombró canciller a Hitler. En los primeros años del
régimen, los extranjeros que visitaban Berlín no per-
cibían grandes cambios en la ciudad; sólo los muy
informados sabían lo que realmente estaba pasando
en sus calles. El Hotel Esplanade, con sus gigantescas
arañas y sus bailes en el Patio de las Palmeras, seguía
siendo uno de los escaparates de lujo de la ciudad.
Lo mismo que el Hotel Adlon, donde se alojaban las
bellas actrices del cine alemán y las delegaciones
extranjeras que visitaban la capital del Tercer Reich.
Los extranjeros acudían a la Potsdamer Platz para
sentarse en la terraza del Café Josty, donde no se per-
cibía cambio aparente en el comportamiento de los
berlineses. Pero los alemanes que dejaban la capital
durante unos meses y luego regresaban a ella se sor-
prendían al comprobar cómo había cambiado todo a
su alrededor. Algunos advirtieron que las personas
que antes eran sus amigos se habían radicalizado.
“Lo colectivo aplastó el pensamiento individual;
la libertad fue abolida y comenzó el dominio de la
oscuridad y el terror”, escribió Sebastian Haffner en
su libro Historia de un alemán. Haffner aborrecía tanto
a los nazis que se exilió en Gran Bretaña en 1938. Los
pocos que no comulgaban con los nacionalsocialis-
tas añoraban la divertida ciudad de la década de los
años 20. En el Berlín nazi todavía existían algunos
clubes, pero ya no eran tan libertinos como antes, un
cambio que refleja la película Cabaret, basada en la
FOTO: GETTY IMAGES

novela de Christopher Isherwood Adiós a Berlín. Los

aires de libertad de los años 20 se esfumaron ante la
proliferación de “camisas pardas”.

82 muyinteresante.com.mx

En 1871 Berlín se anexionó diversos municipios
y barrios, como el de Charlottenburg (aquí).
El poder nazi en la ciudad
La mayoría de los trabajadores pensaba que el régi-
men había restaurado la estabilidad social y econó-
mica al ganar la batalla a la Gran Depresión. El pleno
empleo facilitaba la recuperación de la industria
pesada, lo que abría las puertas al gran objetivo del
Reich: entrar en guerra para construir un imperio en
Europa central y oriental. El cine, el arte y los medios
de comunicación se pusieron en manos del eficaz
aparato propagandístico que controlaba Goebbels
desde su Ministerio, un impresionante edificio jun-
to a la Wilhelm Strasse, la avenida berlinesa donde
se encontraba el centro neurálgico del poder nazi.
El Tercer Reich reforzó la industria cinematográ-
fica, cuyas instalaciones principales, los estudios
UFA, estaban en Babelsberg, en la periferia berli-
nesa. Los alemanes acudían en masa a las salas de
cine, que exhibían algunos filmes estadouniden-
ses, como Lo que el viento se llevó, y películas ale-
manas de tinte propagandístico, como Jud Suss (El
judío Suss), que dirigió Veit Harlan en plena guerra.
En su afán por diseñar una nueva sociedad ajena
a influencias externas, los nazis hicieron lo posi-
ble para que los jóvenes dejaran de escuchar jazz y
música americana interpretada por negros. Pese a
todo, algunos irreductibles, los integrantes del “mo-
vimiento swing”, asistían a fiestas privadas vestidos
como sus iguales estadounidenses para escuchar
música americana, beber y hacer el amor, ajenos a
la fanfarria militarista que imperaba en el país.
Pero la mayoría de los alemanes siguieron al pie
de la letra las consignas del partido. En Berlín, al
FOTOS: EFE /ZUMA PRESS; FEDERAL ARCHIVES/ BUNDESARCHIV
finalizar las películas, en las salas de cine el público
se ponía en pie y saludaba con el brazo en alto mien-
tras todos cantaban el himno nacional alemán,
Deutschland über Alles, y luego la Canción de Horst
Wessel, que recibía ese nombre por su compositor,
un matón de las SA asesinado por los comunistas
y encumbrado a la categoría de héroe por los nazis.
El 1 de septiembre de 1939, el ejército alemán
invadió Polonia, lo que provocó el estallido de la
Segunda Guerra Mundial. Aquel día, en su Diario
El último acto del drama que vivió
Alemania en la Segunda Guerra Mundial
sucedió en enero de 1945, cuando Stalin
lanzó el poder de su ejército contra Berlín.
de Berlín, el corresponsal estadounidense William
L. Shirer anotó que los trabajadores del turno de la
mañana ocuparon sus puestos en el nuevo edificio
de la empresa I.G. Farben como si no hubiera suce-
dido nada. “En la primera noche de la guerra, los ca- PELÍCULA
fés, restaurantes y cervecerías berlineses estaban Cabaret
Bob Fosse (1972). Joya
a reventar. Me pareció que, después de la alarma del musical que ganó 8
aérea, la gente sólo tenía cierta aprensión”. Según Oscares y convirtió en
estrella a Liza Minnelli,
avanzó la guerra, la alarma aérea se convirtió en se basa en Adiós a Ber-
una rutina en la capital alemana. lín, de Isherwood. Am-
bientada en la ciudad a
El último acto del drama que vivió Alemania en inicios de los años 30,
la Segunda Guerra Mundial comenzó en enero de narra una historia de
amor a tres bandas con
1945, cuando Iósif Stalin lanzó todo el poder des- el ascenso del nazismo
tructivo de sus ejércitos contra Berlín. Quería tomar como telón de fondo.
la capital alemana antes que sus aliados occiden-
tales porque le preocupaba que los nazis llegaran
a un acuerdo de paz con los estadounidenses, algo
absurdo en aquellos momentos finales de la guerra.
Bombas en el corazón del Tercer Reich
El 24 de abril de 1945, las tropas soviéticas sitia-
ron Berlín. Previamente, las principales ciudades
alemanas, incluida la capital, habían sufrido conti-
nuos ataques de los bombarderos estadounidenses
de día y de los británicos de noche. Con los carros
de combate soviéticos disparando en las calles rui-
nosas de la capital alemana, el Führer comprendió
que había llegado el último capítulo de su vida. No
quería terminar como Mussolini, cuyo ensangren- Fin del horror. La
tado cuerpo fue colgado por los partisanos italianos batalla de Berlín fue el
feroz enfrentamiento
para mostrarlo a las masas, por lo que ordenó que, final entre la Alemania
una vez que se hubiera pegado un tiro, quemaran nazi y la URSS, que
condujo a la rendición
su cuerpo con gasolina. El 2 de mayo de 1945 un sol- alemana y el fin de la
dado del Ejército Rojo izó la bandera soviética sobre guerra. En la icónica
foto (abajo), la bandera
las ruinas del Reichstag. El atroz régimen impuesto vencedora ondea sobre
por los nazis había concluido. un Berlín destruido.
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MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Casi 30 años más tarde, las autoridades del Este

presentaron una nueva ley que agilizaba los trámi-
tes para viajar al exterior. La tarde del 9 de noviem-
bre de 1989, un miembro del Politburó de la RDA
dio una conferencia de prensa en la que leyó un
documento que decía: “Los viajes privados al ex-
tranjero pueden ser realizados sin que sea necesa-
rio presentar o solicitar condiciones”. El periodista
Riccardo Ehrman preguntó cuándo sería efectiva
la nueva ley y el burócrata rebuscó en sus papeles
sin encontrar la fecha, así que improvisó: “De inme-
diato”. Lo que iba a ser una norma que agilizara los
viajes al Oeste se convirtió en un malentendido que
hizo caer el muro sólo horas después.

Artífices de las dos Sin duda, Berlín ha sufrido lo suyo en el siglo XX.
Alemanias. Churchill,
primer ministro británi-
La ciudad fue el centro de poder del régimen nazi
co; Truman, presidente durante poco más de una década y pagó por ello un
de EUA, y Stalin, líder de
la URSS, en la Confe-
precio muy alto en la Segunda Guerra Mundial. Las
rencia de Potsdam, en 85,000 toneladas de bombas que los aliados lanzaron
1945. Allí se decidió
partir Berlín en zonas
sobre la ciudad la dejaron en ruinas. Por si fuera poco,
de influencia y a Alema- en la posguerra la capital fue dividida en sectores por
nia en dos.
las naciones que habían derrotado al Tercer Reich.
Luego llegó la construcción del Muro de la Ver-
güenza, que la dividió en dos zonas (la oriental y
la occidental), lo que impidió su reconstrucción de
una manera ordenada. El origen de aquella mons-
truosidad fue la Conferencia de Potsdam de 1945,
cuando las naciones que habían derrotado a los
nazis decidieron crear dos países distintos: la Re-
pública Federal de Alemania (RFA), con capital en
Bonn, y la República Democrática Alemana (RDA),
con capital en el Berlín oriental.
Reencuentros y reconstrucción
Las televisiones y las radios propagaron la noticia:
“¡La RDA abre la frontera!”. Los puestos fronterizos
se llenaron de berlineses del Este que presionaron
a los guardias hasta que los dejaron pasar al Oeste.
Muchos se subieron al muro y algunos comenzaron
a golpearlo con mazas, ante las atónitas miradas
de los militares de la RDA. Multitud de berlineses
del Este se dirigieron al otro lado de la frontera con
lágrimas en los ojos. Allí los esperaban personas
desconocidas que se abalanzaron sobre ellos para
abrazarlos. Berlín era una fiesta.
Tras la reunificación de Alemania, el esfuerzo
constructor de los últimos años parece ir encamina-
do a hacer de Berlín la capital cultural de Europa. La
proliferación de nuevos edificios la ha transforma-
do en un espectacular campo experimental para ar-
quitectos de vanguardia; entre ellos, Norman Foster,
quien ha dotado al viejo Reichstag de una cúpula ul-

FOTO: EFE /ZUMA PRESS

En 1961, en un intento de frenar la salida de berli- tramoderna, o Renzo Piano, que ha erigido la nueva
neses del Este hacia el Oeste, las autoridades de la sede central de Daimler-Benz en la Potsdamer Platz.
RDA ordenaron el levantamiento de un muro alre- Esta zona de Berlín, que fue devastada por los
dedor de la capital y dieron orden de disparar con- bombardeos durante la guerra, ha sido recuperada
tra todo aquel que intentara cruzarlo sin permiso.
Soldados del Ejército Popular Nacional empezaron
a sellar todos los accesos a Berlín Oeste. Las líneas
del metro siguieron funcionando, aunque sin de-
tenerse en las estaciones del Este, que quedaron
como fantasmas que simbolizaban la Guerra Fría
entre las dos superpotencias.

Un muro entre dos mundos

Muchas familias quedaron separadas por aquella
mole de hormigón de 45 kilómetros que dividía
la ciudad de Berlín. Miles de berlineses trataron
de cruzar el muro, algunos lo consiguieron y 125
murieron en el intento, según cifras que aporta el
Centro de Estudios Históricos de Potsdam. Aunque
su finalidad era la de impedir que los berlineses
huyeran al Oeste, la propaganda de la RDA asegu-
raba que era un “muro de protección antifascista
y contra el imperialismo de la Alemania Federal”.

84 muyinteresante.com.mx
 El Berlín del Tercer Reich

E
l viaje en el tiempo comienza en
la Wilhelm Strasse, una arteria
vital de la capital alemana donde
estaba el centro administrativo
del nazismo: en la confluencia con la
Wilhelm Platz se encontraba el Ministerio
de Propaganda de Joseph Goebbels y un
poco más hacia el sur, en la esquina de
Leipziger Strasse con Wilhelm Strasse, se
hallaba el Ministerio de Aeronáutica de
Göring, un gigantesco edificio que sigue
en pie y que actualmente es el Ministerio
de Finanzas. La incursión en el corazón
de las tinieblas del poder nazi en Berlín
nos lleva al número 9 de la Prinz Albrecht
Strasse, donde se encontraba el elegante
Hotel Prinz Albrecht, que en aquellos
años pasó a ser la sede de las SS. Ac-
tualmente, alberga un museo donde el
visitante puede contemplar documentos
e imágenes de la época. Este peculiar
paseo por la historia prosigue en la con-
fluencia de la Voss Strasse con la Wilhelm
Strasse, donde todavía se encuentra el
búnker en el que Hitler afrontó la caída
de su frustrado imperio.
Vestigios del pasado. El búnker se co-
municaba a través de un pasadizo sub-
terráneo con el edificio de la nueva
Cancillería, proyectado por el arquitecto
Albert Speer. El 2 de mayo de 1945, la co-
mandante soviética Anna Nikulina, per-
teneciente al 5º Ejército de choque de
Berzarin, puso la bandera roja en el teja-
La sede de las SS se instaló
en el Hotel Prinz Albrecht (en la
foto, Hitler saliendo del edificio),
situado en el centro de Berlín.
do de la ruinosa Cancillería. En el parque
Tiergarten, en Strasse des 17 Juni, se alza
el Monumento a los Soldados Soviéticos.
La enorme columna central se constru-
yó con restos del mármol de la Cancille-
ría del Reich. El conjunto recuerda a los
soldados rusos que perecieron en la con-
quista de la capital alemana en 1945.

con la labor de Piano y otros eminentes arquitec-
tos, como Helmut Jahn (autor del complejo Sony)
y Arata Isozaki (creador del Volksbank Center).
Otros edificios construidos en los 60 y los 70 tam-
bién han aportado su grano de arena a la recons-
trucción de una ciudad que desea fervientemente
superar en grandeur a la mismísima París. Una de
esas joyas arquitectónicas es la Neue National Ga-
lerie, de Mies van der Rohe.
La capital alemana se ha convertido en un crisol de
FOTOS: EFE /ZUMA PRESS; LIBRARY OF CONGRESS
Las 85,000 toneladas de bombas que
lanzaron los aliados sobre la ciudad
la dejaron en ruinas.
que marcan la fuerte personalidad del Berlín actual.
En la Chausseestrasse, muy cerca de la Nueva Si-
nagoga, se encuentra un pequeño cementerio que
alberga los restos del dramaturgo Bertolt Brecht, del
filósofo Hegel y del gran arquitecto Schinkel, algu-
nas de cuyas obras marcaron la imagen de la ciudad

razas. Cabe recordar que es la segunda ciudad turca
después de Estambul, algo que queda patente los
sábados por la mañana en el concurrido mercado
de Kreuzberg. Los miles de funcionarios que han lle-
gado de otras zonas de Alemania para dar vida a las
nuevas sedes gubernamentales y los contrastes que
todavía se perciben entre los berlineses orientales y
occidentales también constituyen otros elementos
Histórico y moderno. En 1999,
el arquitecto británico Norman
Foster amplió y remodeló el
Parlamento alemán, convirtiéndolo
en un edificio funcional y moderno.
La cúpula de cristal, que causó gran
controversia y por la que se puede
caminar, es hoy uno de los mayores
símbolos e íconos de Berlín.
en el siglo XIX. En este barrio, vertebrado por la Ora-
nienburger Strasse, se perciben con claridad las dos
ciudades. Las fachadas de las barriadas proletarias
del Este se han repintado con colores brillantes, en
LIBRO
Berlín
un intento de maquillar su abominable diseño. Alexanderplatz
Alfred Döblin, Cátedra,
2008. Esta extraordina-
Restaurar las señas de identidad ria novela, aparecida
Este lifting no se pudo aplicar al Palacio de la Repú- en 1929, es una exal-
tación de Berlín con
blica Democrática Alemana, un edificio gigantesco todos los detalles de
de cemento revestido de cristales dorados construi- su geografía urbana,
que el autor conocía
do en el solar que dejó el Palacio Real de los Hohen- muy bien por su profe-
zollern, el cual resultó muy dañado por la guerra, sión de médico.
razón por la que sus restos fueron dinamitados por
orden de las autoridades orientales en 1950. Tras la
caída del muro, el flamante Palacio de la RDA tuvo
que ser abandonado al detectarse asbesto en su es-
tructura, un material cancerígeno. El Parlamento
Federal lo derribó hace unos años para reconstruir
el desaparecido Palacio Hohenzollern. Se espera
que en 2019 finalice esta faraónica obra, que inclu-
ye la creación del Humboldt Forum, en homenaje
al botánico Alexander von Humboldt. Su interior
albergará una biblioteca, salas para exposiciones
temporales de los museos de Berlín y una estación
de metro. Las autoridades municipales afirman que
este proyecto pretende restaurar las señas de iden-
tidad del Berlín del siglo XIX.

muyinteresante.com.mx 85
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Nueva York y sus rascacielos

La apoteosis
vertical
Moderna, bulliciosa y vitalista pese a sus
episodios más trágicos –ninguno como el
11-S–, la urbe de los edificios altísimos es
la capital económica de Estados Unidos y
quizá la ciudad más fotogénica del mundo.
Por José Ángel Martos

86 muyinteresante.com.mx

L
os turistas de todo el mundo que se acu-
mulan por miles cualquier día en el Bajo
Manhattan –la zona donde confluyen Wall
Street, el memorial del 11-S y (no menos
importante) algunos de los outlets más po-
pulares para el shopping neoyorquino– no
saben nada de algo llamado canal de Erie.
Como mucho, si se anima a caminar hasta la zona verde
del Battery Park en la cercana ribera del Hudson, algún
curioso podrá descubrir una placa que menciona ese ya
vetusto nombre. Sin embargo, el Nueva York que conoce-
mos y nos impresiona con su desmedido poder econó-
mico no existiría sin esa monumental obra de ingeniería
que, construida en el norte del Estado neoyorquino, co-
municaba el río Hudson con la inmensa región del Medio
Oeste. De esta forma, con el tráfico del canal acabando en
el puerto de Nueva York, éste se convirtió en la gran salida
al océano Atlántico y por tanto al comercio internacional
de los bienes agrícolas (y luego industriales) del país.
A la construcción del citado canal se sumó el plan urba-
FOTO: GETTY IMAGES
nizador de 1811, que cubrió la totalidad de la enorme isla
de Manhattan con una parrilla de calles ordenadamente
entrecruzadas en ángulo recto (el llamado trazado hipodá-
mico). Fueron dos hitos, uno económico y el otro arquitec-
Un mítico perfil urbano. Esta panorámica de
Manhattan desde la Estatua de la Libertad es ya un
lugar común, un ícono de Nueva York reconocible
en todo el planeta. El primer asentamiento
colonial fue holandés y se remonta a 1609, pero la
ciudad que hoy conocemos nació a partir de 1811.
tónico, que transformaron la vida de la ciudad, sentando
las bases para convertirla en un irresistible imán para mi-
llones de seres humanos.
Una urbe de mercancías y personas
Por ello es anecdótico que la historia de Nueva York se re-
monte a 1609, cuando la Compañía Holandesa de las Indias
Orientales levantó el primer asentamiento de colonos occi-
dentales, o a 1624, cuando los mismos holandeses le com-
praron la isla de Manhattan a sus primigenios habitantes,
los indios lenapes (luego, Nueva York cambiaría de manos y
se haría inglesa en 1664). En cualquier caso, la política no fue
determinante para su crecimiento. Eso a pesar de que sirvió
como la capital del país durante cinco años (1785-1790) y de
que George Washington tomó posesión allí como presidente,
acontecimientos hoy casi olvidados al recaer todo el peso
simbólico, a partir de 1800, en la ciudad de Washington D.C.
Ajena a lo político, fueron el canal de Erie y las mercancías
y personas que se movían a través de él las que hicieron
rica a Nueva York. Desde productos agrícolas hasta esclavos,
cualquier mercadería (los esclavos lo fueron hasta muchas
décadas después) fluctuaba por el canal. También, un cre-
ciente flujo humano en el que se mezclaban emigrantes,
aventureros, buscavidas e incluso los primeros turistas.
muyinteresante.com.mx 87
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA

Las llegadas masivas de inmigrantes a América

¿Algo que decla-
rar? La isla de Ellis
–un islote en la bahía
del Hudson que hoy
se visita junto con la
cercana Liberty Island,
hogar de la Estatua de
la Libertad– fue conver-
tida en aduana para los
inmigrantes (aquí, unos
griegos) en 1892.
En 1835, el poderío económico de Nueva York
ya era un hecho incontestable: fue el primer año
en que superó en población a Filadelfia, que ha-
bía sido la gran urbe portuaria hasta entonces y
protagonista, por ello, de los acontecimientos po-
líticos que habían conducido a la Guerra de Inde-
pendencia que acabó con la dominación inglesa.
El centro de gravedad de la vida estadounidense
estaba cambiando, dirigiéndose sólo un poco más
al norte (155 km separan a Filadelfia de Nueva
York), lo suficiente para abrir una nueva etapa de
dominación simbólica de la que antaño fuera Nue-
va Ámsterdam, etapa que hoy sigue vigente con
Nueva York convertida en capital de la globaliza-
ción, para solaz de los turistas.
a través del puerto de Nueva York se produjeron
luego de finales del siglo XIX, época en la que se
edificó una gran aduana en un islote del estuario
del Hudson: la isla de Ellis, que empezó a inspec-
cionar meticulosamente a los inmigrantes a partir
de 1892, convirtiéndose en el último gran obstáculo
para los que aspiraban a entrar en el país. En su pri-
mer año de funcionamiento, fueron inspecciona-
dos 450,000 inmigrantes, pero se llegaría a alcanzar
el récord de 1.004,756 en el año 1907.
Las cifras de inmigrantes eran un fiable termó-
metro de la prosperidad de Nueva York y Estados
Unidos. El otro gran indicador eran los rascacielos,
que por la misma época –finales del XIX– empeza-
ron a construirse y proliferar hasta convertirse en
el mayor ícono de la ciudad, al mismo nivel que la
Estatua de la Libertad (1886), regalo de Francia. Los
rascacielos son el símbolo de una urbe que siempre
quiere crecer y que rompe sus límites una y otra vez,
encaramándose más y más alto por el empuje de la
iniciativa privada e individual.
Llegar hasta las nubes
Los rascacielos pioneros en la isla de Manhattan
eran sedes de periódicos, testimonio del fenome-
nal impacto que tuvo la prensa y de su poderío
económico en aquella época. El edificio del New

Cuando Nueva York fue la capital de Estados Unidos

H
ay unos cuantos casos en el mundo en que la
capital de un país no coincide con la ciudad
líder desde el punto de vista económico. Pero
en ninguno de ellos la diferencia es tan acusada
como en el caso de Nueva York, pues la capital de Estados
Unidos, Washington D.C., es una urbe premeditadamente
política que sus fundadores, encabezados por el primer pre-
sidente (y quien le dio nombre), George Washington, quisie-
ron consagrar a los asuntos públicos y no a los negocios.
Aun así, es poco conocido que Nueva York fue la capital
del país durante cinco años, que además fueron de los Sobre estas líneas. La emblemática fachada de la histórica Taberna
Fraunces (54 Pearl Street, Nueva York), hoy restaurante-museo.
más intensos de su entonces joven historia. Entre el 11 de
enero de 1785 y el 12 de agosto de 1790, la ciudad de los Ministerios en la taberna. Sin embargo, los congresis-
rascacielos fue la capital en tanto que sede de las reuniones tas y primeros políticos pasaban la mayor parte del tiempo
del Congreso, su cámara legislativa y máxima emanación en la Taberna Fraunces. Situada en el número 54 de Pearl
de los poderes del pueblo. De hecho, el Congreso había Street, había sido el lugar de encuentro de la sociedad se-
sido itinerante hasta entonces, moviéndose de sus primeras creta de los Hijos de la Libertad, que jugó un papel impor-
reuniones en Filadelfia hasta otras cinco ciudades más. tante en la revolución contra los ingleses, y era uno de los
Mientras la capitalidad residió en Nueva York, los repre- lugares favoritos de George Washington. Su dueño, Samuel
sentantes del Congreso se reunieron en el Federal Hall, un Fraunces (quien parece que ayudó a los revolucionarios
edificio situado casi delante de la actual sede de la Bolsa como espía durante la guerra), alquiló parte del edificio al
FOTOS: GETTY IMAGES; ISTOCK

de Wall Street, algo que no deja de ser simbólico. En él fue Congreso para que en tan curiosa ubicación tuvieran sedes
donde George Washington tomó posesión como primer los ministerios de Asuntos Exteriores, de la Guerra y del Te-
presidente de Estados Unidos en 1789, acto que hoy es soro. Todavía existe como restaurante histórico, que puede
conmemorado por una estatua en dicho lugar. ser visitado en la misma ubicación que lo vio nacer.

88 muyinteresante.com.mx
 York Tribune se levantó en 1875 y tenía 79 metros
de alto. El del New York World, acabado en 1890, su-
peraría ya los 100 metros gracias a su antena, un
truco muy habitual en la carrera de los rascacielos
(sin ella, el edificio se elevaba a 94.2 metros). Como
un signo de los tiempos, en la actualidad ya no
existe ninguno de esos periódicos, ni tampoco los
edificios que los albergaron.
Con el cambio de siglo, la pasión por la arquitectu-
ra vertical se convertiría en una auténtica carrera,
ciento por ciento vinculada al crecimiento econó-
mico. En 1902 ya se levantó el que, más de un siglo
después, sigue siendo uno de los rascacielos más
sorprendentes e icónicos de la ciudad: el Flatiron,
un edificio triangular muy esbelto cuyo nombre
alude a las planchas, pues si se observa el inmueble
desde lo alto, su forma recuerda a la de ese electro-
doméstico. Causó un gran impacto porque los neo-
yorquinos no creyeron que un edificio tan delgado
y con su altura (87 metros) fuera capaz de resistir
el empuje del viento sin una base cuadrangular.
Pero la obra del arquitecto Daniel Burnham se mos-
traría sólida por el uso como material constructivo
del acero (algo poco habitual por entonces). Este
mismo periodo, conocido como “la Primera Gran
Época”, lo protagonizaron también otros edificios
no tan chic pero mucho más altos, que batieron
holgadamente la marca de los doscientos metros
de altura, como el Woolworth Building (241 metros)
o la Metropolitan Life Tower (213 metros), y algunos
más que superaban los cien, en particular el Equita-
ble Building (164 metros), construido en 1915 y que
resultó muy polémico no por su altura sino por su
descomunal masa edificada, ya que se convirtió en
el edificio con más superficie total del mundo, nada
menos que 176,000 metros cuadrados.
El liderazgo de la construcción de rascacielos se
trasladó a las compañías de seguros, responsables
de dos de los tres edificios citados (el Metropolitan
y el Equitable). Curiosamente, Frank Woolworth,
impulsor del otro, había hecho su fortuna con la
creación de una cadena de tiendas llamada Five
and Dimes, cuyo nombre aludía al precio de los ar-
tículos, los cuales se vendían a cinco o diez centa-
vos de dólar. Fue un precursor de las tiendas “todo
a un dólar”, que demostró que centavo a centavo
podía reunirse lo suficiente como para construir el
edificio más alto del mundo en su momento (1913).
Woolworth era el clásico ejemplo de emprendedor
admirado e imitado por los estadounidenses, como
luego lo serían Rockefeller y hoy el propio Trump.
FOTO: JASON SZENES/EFE/EFEVISUAL
Las sombras de una era dorada
En plena fiebre constructora de los empresarios em-
peñados en presumir de su particular Torre de Babel,
y con la especulación desatada por la construcción
del metro (que aumentaba el valor de los terrenos
Icónico y
resistente. Cuando
en 1902 se erigió el
hoy famoso Flatiron,
su triangular esbeltez
causó el asombro y el
escepticismo de los
neoyorquinos, quienes
lo veían frágil por su
delgadez y altura (87
metros). Sin embargo
era más sólido de lo
que parecía: está hecho
en parte de acero.
A comienzos del siglo XX, la pasión por
los rascacielos dio lugar a una frenética
carrera vinculada al crecimiento
económico de la ciudad.
próximos a las estaciones), surgieron voces críticas
entre la ciudadanía neoyorquina. El descontento lo
acaparó el citado Equitable, un edificio que si se ob-
servaba desde el cielo tenía forma de H, todo un hito
arquitectónico cuyo disfrute sólo estaba al alcance
de los pájaros y los aviones, mientras que los neoyor-
quinos de a pie sufrían un molesto daño colateral:
su masiva superficie edificada en 38 pisos había su-
mido en la sombra nada menos que a 28,000 metros
LIBRO
cuadrados de ciudad en las calles adyacentes. Ventanas de
La negra sombra del Equitable acabó de decidir a Manhattan
los responsables municipales a aprobar una legis- Antonio Muñoz Molina,
Seix Barral, 2004. Un
lación que su impulsor, el presidente del Distrito de recorrido de este es-
Manhattan, George McAneny, llevaba promoviendo critor por sus rincones
predilectos de Nueva
desde 1913. En una ordenanza describía la situación, York, y quien hace hin-
que distaba de ser idílica: “Hay que detener el mal capié en las fachadas
más emblemáticas.
seriamente creciente de la privación de la luz y aire
a otros edificios y a las calles públicas, para evitar la
congestión insalubre y peligrosa tanto en las condi-
ciones de vida como en la calle y en el tráfico, y para
reducir los riesgos de incendio y peligro para la vida”.
La medida promulgada, conocida como Ley de Zo-
nificación de 1916, imponía reglas como la de que
en zonas residenciales no se podía construir a más
altura que el equivalente a la anchura de las calles
que tenían enfrente los edificios. Ésta y otras res-
tricciones marcarían un cambio de era, no sólo en
Nueva York sino en todo Estados Unidos, pues sería
copiada a nivel federal en 1922 para adoptarse en to-
das las grandes ciudades del país que, encabezadas
por Chicago, vivían una espiral inmobiliaria similar.
muyinteresante.com.mx 89
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA
En la última década se ha convertido
en un “parque temático” para ricos, que
vienen a vivir o invertir en ella.
El edificio más alto del mundo
Con nuevas reglas un poco más civilizadas, Nue-
va York continuó creciendo a lo alto. El final de la
Primera Guerra Mundial ayudó a un nuevo boom
inmobiliario, que se aceleraría a partir de 1925. Los
nuevos rascacielos se construyeron en un formato
mucho más estilizado y “ligero”, al hacer un me-
nor uso de la superficie vertical siguiendo las or-
denanzas. El ejemplo más afortunado es el de la
Torre Chrysler, epítome del estilo art déco que hizo
fortuna en los rascacielos de la época.
El momento cumbre de este ciclo inmobiliario se
alcanzaría en 1928, año que fue testigo de una loca
competencia por levantar el edificio más alto del
mundo cuyos protagonistas fueron la Torre Chrys-
ler (financiada por el dueño de la empresa automo-
vilística) y el Bank of Manhattan Trust Building, de
esta institución financiera.
LIBRO Los arquitectos de ambos inmuebles competían
Historias de
por hacer su edificio un poco más alto que el otro.
Nueva York
Martin Scorsese, Sería Chrysler quien se llevara los olivos debido a
Woody Allen, Francis un truco secreto: en el interior de la obra, fuera de la
Ford Coppola (1989).
Un homenaje a la vida vista de los competidores, se fabricó una aguja que
neoyorquina a través en el último momento se añadió al edificio, el cual
de tres viñetas dirigidas
por tres de los mejores pasó así de los 282 metros que tenía su azotea (tan
cineastas estadoun- sólo uno menos que la torre del Bank of Manhattan)
idenses actuales.
a los 319 metros que le concedían el preciado título.
No fue casual que en medio de esta loca disputa,
símbolo de muchos otros excesos económicos que
se cometieron, la Bolsa de Wall Street se hundiera
con estrépito a partir del 29 de octubre de 1929,
el llamado “Jueves Negro”. El sistema financiero
basado en el mercado libre sin restricciones y re-
gulado por la ‘mano invisible’ del teórico Adam
Smith demostró sus limitaciones al llevar a vivir
continuamente de la especulación –un salto sin
red– a millones de inversores, confiados en que el
mercado bursátil siempre subía.
La leyenda del Empire State
En Nueva York, principal sede de las finanzas ya
por entonces, el destrozo causado por la quiebra
de la Bolsa llevó a muchos inversores a la desespe-
ración, hasta el punto de saltar literalmente desde
los rascacielos para suicidarse, en un paroxismo
tan terrible como novedoso en la historia del capi-
talismo. Los edificios Chrysler y Manhattan Bank
se inauguraron apenas unos meses después de
ese devastador crac. El periodista de The New Yorker
Elwyn Brooks White lo resumió muy bien: “Nueva
York logró encaramarse al punto más alto del cielo
en el momento más bajo de la Depresión”.
90 muyinteresante.com.mx
Tras el 11-S, el renacimiento. Nueva York sufrió
un golpe terrible en 2001, tanto real como simbólico,
cuando un ataque terrorista destruyó las Torres Gemelas y
provocó más de 3,000 muertes. Pero ha resurgido de sus
cenizas... y vuelto a las andadas con los rascacielos. El de
la derecha, el One World Trade Center (541 metros), se
alza donde estuvieron las desaparecidas torres.
La historia de la construcción del Empire State,
el rascacielos que en apenas un año destronó a los
otros dos que tan duramente habían competido
por ser los más altos, es ya toda una leyenda en sí
misma, un hito tan importante en la mitología es-
tadounidense como la Guerra del Té o la Conquista
del Oeste. El imponente edificio se empezó a cons-
truir el 17 de marzo de 1930, Día de San Patricio, por
expreso deseo del presidente de la sociedad pro-
motora, Alfred Smith, un exgobernador del estado
descendiente de irlandeses. Trabajaron en la obra
3,400 obreros, la mayoría inmigrantes venidos de
Europa. Muchos de ellos quedaron retratados en
las mareantes fotografías de Lewis Hine que docu-
mentaron la construcción. También hay que citar
la aportación de centenares de obreros originarios
de la tribu india de los mohawk, quienes fueron
traídos expresamente desde una reserva de Mon-
treal, Canadá, por tener gran experiencia en el tra-
bajo con el hierro. Un año y 45 días después de ser
comenzado, el Empire State era inaugurado por los
nietos de Smith, encargados de cortar la simbólica
cinta. Lo que vieron sus conciudadanos fue que
el trono del mayor rascacielos del mundo había
cambiado de manos para pasar a este edificio de
443 metros, antena incluida.
FOTO: PARROT PASCAL/ABACA/NEWSCOM/EFEVISUAL
Se había tocado techo, pensaron muchos no sin
motivo. Porque, en sus primeros años, el Empi-
re State estuvo lejos de ser un éxito inmobiliario:
con la economía sumida en la Depresión, no había
negocios que quisieran instalarse en sus muchos
metros cuadrados disponibles para oficinas. Tan
poca demanda se dio que los socarrones neoyor-
quinos de los años 30 inventaron un jocoso nom-
 Grandes museos entre el bullicio

N
ueva York es hoy sede de algunos de los museos
más importantes del mundo, visita obligada por
tanto para cualquiera con inquietudes culturales. Cu-
riosamente, estas instituciones que reúnen la historia
de sus respectivas disciplinas se encuentran en una ciudad y
un país con un recorrido histórico muy corto, comparado con
Europa. Sin embargo, esta carencia ha sido paliada a golpe de
chequera. El Metropolitan Museum of Art, el más representativo
de todos, inaugurado en 1872, cuenta con más de dos millones
de obras; entre las piezas se incluyen algunas tan llamativas
como claustros enteros de monasterios franceses o la reja de la
Catedral de Valladolid, originalmente adquirida por el magnate
de la prensa William Randolph Hearst y que durante años yació
abandonada en un almacén de éste en el barrio del Bronx.
De Nueva Bork a Bilbao. Otro centro estrella es el Museo
Americano de Historia Natural, muy popular entre los más
jóvenes por la película Noche en el museo. Abierto en 1869 y
situado en una ubicación privilegiada junto a Central Park, fue
posible gracias al apoyo financiero de notables de la ciudad que
obtuvo el naturalista Albert S. Bickmore. El centro reproduce
Atractiva visita. Ejemplares de elefantes disecados
en la sala dedicada a los grandes mamíferos en el Museo
Americano de Historia Natural, uno de los más populares
de Nueva York, sobre todo entre el público infantil y juvenil.
hábitats de vida animal de todo el mundo mediante dioramas
con animales disecados, algunos cazados por el presidente
Theodore Roosevelt, gran promotor del museo (su padre fue
uno de los fundadores).
El Museum of Modern Art, el popular MoMA, y el Museo
Guggenheim son los otros dos grandes centros expositivos.
El primero fue abierto en 1929 a iniciativa de Abby Aldrich
Rockefeller, esposa de John D. Rockefeller Jr. Curiosamente,
la inauguración fue tan sólo nueve días después del crac de
la Bolsa. El segundo lo fundó diez años después, en 1939,
Solomon Robert Guggenheim, dueño de importantes negocios
mineros en Alaska. Fue concebido como un museo dedicado
a la “pintura no objetiva”. Hoy es una institución con filiales en
varios lugares del mundo, entre ellos Bilbao.

bre para el coloso: Empty State Building (empty
significa vacío). No sería hasta los años 50 cuando
empezaría a obtener beneficios.
Un efímero reinado de trágico final
En los años de la Guerra Fría y el Baby Boom se su-
maron nuevos rascacielos destacados (como el del
Rockefeller Center), pero nadie se atrevió a desafiar
el liderazgo del Empire hasta 1974 con la inaugura-
ción de las Torres Gemelas del World Trade Center,
impulsadas por la Autoridad Portuaria de Nueva
York para relanzar su zona de influencia, el históri-
co Bajo Manhattan, como un emplazamiento para
las empresas, ya que el centro de gravedad se ha-
bía ido trasladando durante los años 30 al área del
Midtown (el centro de la isla de Manhattan) donde
se levantaban el Empire State y muchos otros, en
la elegante zona próxima a las tiendas de la Quinta
Avenida y al Central Park.
Cerca del cielo. La Torre Chrysler (aquí una de sus
FOTOS: GETTY IMAGES
Las Torres Gemelas –no del todo, porque la pri-
mera medía dos metros más que la segunda (417
contra 415)– se convirtieron en el nuevo techo del
mundo. Para destronar al Empire State fue necesa-
rio recurrir de nuevo al truco de la antena, de mane-
ra que el World Trade Center 1 lograra con su ayuda
elevarse hasta los 527 metros de altura. Hoy ambas,
desgraciadamente, forman parte de la Historia. Su
súbita destrucción el 11 de septiembre de 2001 por
los aviones suicidas que los terroristas islámicos
estrellaron contra ellas es el acontecimiento más
importante del comenzado siglo XXI. Además de
provocar más de 3,000 muertes, la herida simbólica
que supuso para la principal superpotencia desen-
cadenó acontecimientos políticos que han llevado
al mundo a una nueva era de confrontación entre
Occidente y el radicalismo islamista.
Pero Nueva York ha recuperado su músculo eco-
nómico y, una vez más, puede apreciarse mediante
el indicador de los rascacielos, que viven una nueva
edad dorada: desde 2004 se han erigido 13 edificios
de más de 213 metros, todo un hito. Uno de ellos es
el One World Trade Center, en el lugar donde estu-
vieron sus torres predecesoras. Inaugurado en 2014,
alcanza los 541 metros. Según los expertos, el dinero
internacional fluye con alegría hacia el sector inmo-
biliario neoyorquino. Nadie quiere hablar de burbuja,
porque la crisis de 2008 todavía está muy presente,
pues, como en 1929, volvió a ser protagonizada por
las empresas financieras establecidas en la ciudad.

águilas del piso 61) se inauguró en 1930, muy poco

después del crac de la Bolsa, y fue oficialmente nombrada
el edificio más alto del mundo con sus 319 metros (aunque
pronto sería destronada por el Empire State Building).
Pero todo indica que, entregada al crecimiento verti-
cal una vez más en su historia, NuevaYork va camino
de ser más Nueva York que nunca.

muyinteresante.com.mx 91
MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA GUÍA DE LUGARES

Historias por descubrir

La identidad de las ciudades viene marcada por los sucesos
históricos que les tocó vivir. En algunos casos su fundación se
debió a objetivos y necesidades específicos; en otros, nació de
un conflicto. Hagamos un repaso por cinco de ellas.

Guimarâes, Portugal
1 Donde nació el reino luso

A
quí nasceu Portugal” es el mensaje que se
puede leer en la muralla de la ciudad de Gui-
marães, en el distrito de Braga en la región
norteña del Miño. Los antecedentes de esta
afirmación histórica hay que buscarlos en el año 1128,
fecha en la que se libró la batalla de San Mamede, tras la
cual el entonces llamado Condado Portugalense (un pe-
queño trozo de tierra escondido entre el Miño y el Duero)
logró la independencia del reino de León.
El vencedor, Afonso Henriques, nacido en Guimarães,
fue coronado como primer rey de Portugal por el papa
Alejandro III en 1139. Fijó la capital en su ciudad natal y
poco a poco empezó a ganarles terreno a los árabes que
poblaban el sur, una reconquista que culminó con el na-
cimiento del Portugal que conocemos hoy día.
Para revivir la batalla, habría que subir al castillo ori-
ginario del siglo X donde nació Henriques. De aquellos
días gloriosos hoy queda la fachada, digna de una pelí-
cula medieval.Y un interior hueco lleno de escaleras que
llevan a los visitantes de una almena a otra.
Con una población actual de más de 50,000 habitan-
tes, Guimarães está protegida como patrimonio por la
Unesco, pues alberga uno de los centros medievales me-
jor conservados de todo Portugal.

La plaza de Santiago, un espacio abier-

to que conserva su idiosincrasia medieval y
aparece mencionado en diversos documentos
a lo largo de la historia de Guimarâes.

FOTOS: ERVATUGA/ SKYSCRAPERCITY.COM; CASTPOST

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 La parte del casco antiguo de Ratis-
bona que linda con el Danubio se carac-
teriza por su Puente de Piedra (en la foto).

2 Ratisbona, Alemania
La tradición del Sacro Imperio Romano Germánico

L
a ciudad vieja de Ratisbona, en Baviera, Alemania,
constituye un testimonio extraordinario de las tra-
diciones del Sacro Imperio Romano Germánico. En
la Alta Edad Media, era el lugar de encuentro predi-
lecto para las Asambleas Imperiales.
Los vestigios de ambos palacios reales, que se remontan
al siglo IX, así como los numerosos edificios históricos bien
conservados, son la prueba de la riqueza de su pasado y de la
importancia política de la ciudad.
La arquitectura de Ratisbona refleja el papel que desempe-
ñó como centro de comercio en la Edad Media y su influencia
en la región al norte de los Alpes. Esta ciudad era un impor-
tante núcleo mercantil en las vías comerciales continentales
que iban a Italia, Bohemia, Rusia y Bizancio.
La ciudad tenía numerosos vínculos con las rutas intercon-
FOTOS: BAURATGEBER-DEUTSCHLAND.DE; MAPIO.NET

tinentales de la seda. Todo ello propició un importante inter-

cambio de influencias culturales y arquitectónicas que ha
caracterizado el paisaje de la ciudad hasta nuestros días. Un
ejemplo de ello es el Puente de Piedra, construcción medieval
que se ha convertido en un modelo para muchos otros puen-
tes, como por ejemplo el de Carlos en Praga.
Durante la historia europea más reciente, tuvo su contribu-
ción como sede de la Dieta Imperial Perpetua de 1663 a 1806.

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MUY INTERESANTE
HISTORIA CIUDADES QUE HAN HECHO HISTORIA GUÍA DE LUGARES

Auroville, India
3 Utopía hecha urbe

A
uroville fue inaugurada el 28 de febrero de 1968 en En esta ciudad hindú no existe la propiedad privada. Tam-
presencia del presidente de la India y represen- poco tiene un órgano de gobierno, por lo que vive según sus
tantes de 124 países; cada uno arrojó un puñado propias reglas. Esta idea de urbe fue presentada a la ONU y al
de tierra de su nación al interior de una urna que gobierno de la India en 1965; en 1966 la Unesco tomó la reso-
fue enterrada en el centro de la ciudad para simbolizar de lución de aceptarla y asistir a este proyecto único.
este modo la fraternidad universal.
Muchos turistas llegan cada año a observar el lu-
gar y el edificio principal, el Matrimandir, una cú-
pula dorada que no evoca a ninguna religión y se le
considera –como ellos lo llaman– el Templo de la
Madre. Los ingresos de Auroville provienen de do-
naciones de distintas partes de la India y del mundo,
así como de la red de unidades económicas de la co-
munidad, dedicadas a la tecnología informática, los
negocios a pequeña y mediana escalas, el reciclado
y por último la venta de papel. Por otro lado, una de
las características de la comunidad es una educa-
ción no autoritaria, basada en los principios de la no
violencia. También se procura que sea acorde con la
naturaleza y por eso se ha dado una consideración
El centro de Auroville está presidido por la gigantes-
especial a la ecología siguiendo las prácticas del ca sala de meditación, el Matrimandir (en la foto), dorada
por fuera y revestida en el interior con mármol blanco.
llamado yoga integral de Sri Aurobindo.

Karlovy Vary, República Checa

4 Poblado entre aguas curativas de Bohemia

K
arlovy Vary es una ciudad balnearia entre bosques, que durante siglos atrajo a figuras como Beethoven, Goethe y
Freud debido al valor sencillo y puro de sus aguas. Se encuentra en Bohemia occidental, muy cerca de Mariánské
Láznê y Františkovy Láznê, con las que forma el “triángulo de las Bermudas” de las aguas curativas.
Karlovy Vary creció en torno a una fuente, de la que nacieron otras. Todas ellas fueron numeradas y bautizadas, y
diariamente se les mide la temperatura. Enmarcadas entre pórticos rococó y quioscos románticos, las aguas curativas se inte-
graron en el urbanismo con lechos de granito y columnatas corintias. Se construyeron edificios enteros para salvaguardar una
cultura termal que hoy día continúa dando vida a
la ciudad, donde las batas de baño son tan típicas
como el quimono en Japón, y una de las imágenes
más repetidas es la de los paseantes con una jarrita
de porcelana en la mano, que utilizan para beber
agua de las fuentes en cuanto tienen ocasión.
FOTOS: LUCILLE GALLELI/HEARTANDSUN.ORG; ONDREJ/CZECH-REPUBLIC.COM

Del subsuelo de Karlovy Vary

brotan 80 manantiales que vierten a
diario seis millones de litros de agua.

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 Museo Distrito 6 (Ciudad del Cabo, Sudáfrica)
La ciudad que un día estuvo dividida

D
e las numerosas historias de segregación racial
que se vivieron en Sudáfrica durante los 46 años
de vigencia del apartheid, la del Distrito 6 de Ciu-
dad del Cabo se ha convertido en un ícono. Su me-
moria se preserva en un sencillo y emotivo museo instalado
en una de las iglesias que se salvaron de la destrucción del
barrio. A través de paneles y objetos puede hacerse una idea
de cómo vivía la gente, con cosas increíbles como los carnets
de identidad que marcaban el color de su piel. Allí vivían, so-
bre todo, antiguos esclavos que habían sido ‘liberados’ tras
la abolición formal de la esclavitud en Sudáfrica en 1864.
FOTOS: FLIGHTSTOAFRICA.BLOGSPOT.MX; CARRENTALCAPETOWN.CO.ZA

Un siglo después, en 1966, el régimen del apartheid de-

cidió declarar el Distrito 6 como zona blanca. ¿La razón?
Se encontraba muy cerca del centro de la ciudad, el cual se
quería reservar sólo para la población con este tono de piel.
Desde entonces más de 65,000 personas fueron forzadas a
abandonar su barrio. Tras la abolición del aparheid en 1994,
se dispuso que los antiguos residentes del Distrito 6 volvie-
ran a su barrio si podían demostrar haber sido propietarios
de alguna de las pequeñas viviendas que había antes de su En el museo podrás pasear sobre un
demolición. En 2004, el propio Mandela entregó las llaves de gran plano de la configuración del anti-
guo barrio Distrito 6 de Ciudad del Cabo.
sus nuevas casas a los primeros residentes.

muyinteresante.com.mx 95

Días clave
La ciudad
donde está el ángel
E
l sábado 16 de septiembre de 1843, 22 años después
de consumada la Independencia de México, duran-
te la séptima de las 11 veces que Antonio López de
Santa Anna asumió el cargo de presidente del país,
fue colocada en la Plaza de Armas de la Ciudad de México la
primera piedra de un monumento para honrar la lucha in-
dependentista. La cimentación y la construcción del zócalo
(el cuerpo inferior, circular) iniciaron; sin embargo cuando la
obra ya había alcanzado un metro y medio de alto, por falta de
fondos públicos y el cambio de gobierno (le sucedía a Santa
Anna Valentín Canalizo) se abandonó su construcción, que-
dando en la Plaza de Armas sólo la base del proyecto, por lo
que a dicha plaza se le comenzó a llamar Zócalo.
Curiosamente otros 22 años después, en 1865, durante el Se-
gundo Imperio Mexicano, hubo otro intento de erigir un mo-
numento a la Independencia, y fue la emperatriz María Carlota
quien colocó la primera piedra en el Zócalo; pero la caída del
imperio en 1867 impidió dar continuidad a la obra. De nuevo,
21 años más tarde, en 1886, con Porfirio Díaz en el poder, se
convocó a un concurso a nivel internacional para construir el
pospuesto monumento, pero ahora en una de las glorietas del
Paseo de la Reforma, avenida ideada por Maximiliano.
El proyecto ganador fue de la firma estadounidense Cluzz &
Shultze, no obstante el gobierno decidió retrasar la construc-
ción, y la firma le vendió los derechos. Luego de cinco años
la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas retomó la
96 muyinteresante.com.mx
Victoria alada. El llamado ‘Ángel
de la Independencia’ extiende el
brazo derecho para colocar una
corona de laurel en la cabeza de los
héroes mientras sostiene en la mano
izquierda una cadena rota de tres
eslabones que simbolizan los tres
siglos de dominio español durante
el Virreinato. (Arriba) Litografía del
proyecto original, en el Zócalo.
obra, y nueve años más tarde designó al arquitecto mexicano
Antonio Rivas Mercado la realización del monumnento, con
quien colaborarían el escultor italiano Enrique Alciati en las
esculturas y bajorrelieves, y el ingeniero Roberto Gayol en la
obra civil. Así, el 2 de enero de 1902, se puso de nuevo la prime-
ra piedra, ahora de la mano de Díaz –además de un cofre con el
Acta de Independencia y monedas de la época–. Pero cuando
los trabajos ya habían alcanzado una altura de 25 metros, en
1906, hubo que demolerlo porque se descubrió un hundimien-
to en uno de los lados. Se reinició la obra y el 16 de septiembre
de 1910, un siglo después de que Miguel Hidalgo comenzara el
movimiento de Independencia, se inauguraba el monumento
coronado por la Victoria alada, dispuesta al vuelo pero que el
28 de julio de 1957 se vendría abajo con sus siete toneladas por
un terremoto que azotó a la Ciudad de México.
El 16 de septiembre del siguiente año, 1958, ya lucía un nue-
vo ‘Ángel’ en lo alto –que incorporó una pierna y un brazo de
la escultura original, mientras la cabeza hoy se exhibe en el
edificio del Archivo Histórico de la CDMX–, el cual resistiría el
terremoto de 1985, aunque la estructura y varias de las obras
artísticas del monumento sí resultaron dañadas.
Ha sido así como, a 94 metros de altura, la representación de
Niké, la diosa griega de la victoria –la modelo de la escultura
habría sido una secretaria de Porfirio Díaz llamada Ana María
Mazadiego–, extiende sus alas desde hace 107 años sobre una
ciudad fundada casi siete siglos atrás por tibus nahuas en el
islote donde la legendaria águila real devoraba una serpiente.
La Columna de la Independencia está inspirada en las co-
lumnas honorarias de los romanos, como la Columna de Tra-
jano, y es muy similar a otros monumentos actuales como el
FOTO: GETTY IMAGES
de la victoria que se encuentra en Berlín, Alemania. Ícono cul-
tural de la Ciudad de México, a sus pies se han realizado desde
festejos populares hasta manifestaciones políticas.