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Los nuevos partidos políticos confesionales evangélicos y su relación con el Estado en América

Latina
Author(s): Jean-Pierre Bastian
Source: Estudios Sociológicos, Vol. 17, No. 49 (Jan. - Apr., 1999), pp. 153-173
Published by: El Colegio De Mexico
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Los nuevospartidospolíticosconfesionales
evangélicosy su relacióncon el Estado en
AméricaLatina

Jean-PierreBastian

Desde hace unosquinceaños,el escenariopolíticolatinoamericano se


havistoenriquecido la
por proliferación de nuevos actores políticoscon-
fesionales,principalmente deorigen evangélico ypentecostal. Hansurgi-
do individuos quereivindican unaafiliación religiosa"evangélica" hasta
lograrla presidencia o la vicepresidencia de algunasrepúblicas, como
fueron loscasosde Guatemala yPerú.A la vez,clérigos ylaicosevangé-
licoshancreadopartidos políticos confesionales sobrela basedenuevos
y potenteslazos comunitarios formados porestasredeseclesiásticas.
Estamovilización políticade los pobresorganizados religiosamente no
es exclusivade los pentecostales y evangélicos.SegúnBoyer-Araujo
(1993:158),en todoBrasillos lazosde las federaciones religiosasafro-
brasileñas con la políticase "hacenevidentes desdelas eleccionesde
1958cuandose presentaron candidatos haciendonotarsu pertenencia a
la Umbanda". Así,losUmbandistas consiguieron dosdiputados en 1960,
unoenel estadode Ríode Janeiro yel otroenel de Río Grandedo Sul,
y dos edilesen el consejomunicipal de la ciudadde Río. El auge de
estos"políticos de Dios"hacenecesario entender el porquéde la presen-
cia de actorespolíticosnuevosque manifiestan unaidentidad confesio-
nalabierta así
y consiguen remodelar los procedimientos de designación
decandidatos a elecciones legislativasypresidenciales. A la vez,se tiene
que preguntar de qué maneraaquellasnuevasexpresiones acompañan
las "transiciones democráticas" encurso,haciéndose cargode la expre-
siónde reivindicaciones frente al Estado.

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De las demandasreligiosasa la acciónpolítica

Para entender el surgimiento de estosnuevosactorespolíticos,cabe


tomaren cuentala tremenda expansión numérica y geográfica que han
alcanzado.Se estimahoydía que de 10 a 15% de la poblaciónlatinoa-
mericana se definecomoevangélica. Lejos de detenerse, el crecimiento
de estosnumerosos movimientos siguesu curso.A la vez,unopuede
preguntarse si la fuerzapolíticaquerepresentan estosactoresreligiosos
minoritarios es realmente nuevaen AméricaLatina.Cabe recordar que
el impacto políticode las minorías religiosas activashasidocontinuo en
la regióndesdela segundamitaddelsigloxix.Los círculosespiritistas
y las sociedadesprotestantes históricas se comprometieron en las lu-
chaspolíticasporla modernidad liberal(Bastian,1989y 1990).Pero,
siendoellos mismosel fruto de la culturapolíticadel liberalismo que
contribuyeron a elaborarcon sus propiasredesorganizativas, también
fueron transmisoras de uncomportamiento políticomoderno, disocian-
do lo públicoy lo privado.1 Poreso, al margende la participación de
aquellas minorías en algunosmovimientos políticosdemocratizadores,
sólounospocospolíticos originarios de su senofueron electosconbase
enprogramas políticosliberalesynoporsu filiación religiosaespecífi-
ca. Durantelos deceniosde 1950y de 1960,el rechazoal "mundo", es
decira la sociedadpercibida porlos actoresreligiosos pentecostales y
evangélicos comolugardepecado,parecíaubicarlos encontinuidad con
los principios protestantesy liberales de separación entrelo religiosoy
lo político.Sinembargo, unadiferencia radicalde cultura políticade re-
ferenciaoponíalosprimeros a los segundos. Desdela segundamitaddel
sigloxix,lassociedades protestanteshistóricas habíanservido enAmérica
Latinade laboratorios deinculcación devaloresyprácticas democráticas.
Ellasanticipaban estosvaloresyprácticas democráticas porla adopción
de modelosorganizativos liberales, típicos de las sociedades de ideas.
Ahícomoenlas logias,loscírculos espiritistasylassociedadesde ayuda
mutua, nacíaunnuevoactorsocial:el ciudadanocapazde expresar por
el votola partede soberanía queletocaba.Estosnuevosactores religiosos
se desenvolvían enrupturaconlasmentalidades ylasprácticas religiosas
"holísticas" de sus sociedadesprofundas, marcadamente corporativis-
1 Sobre las relacionesentre
protestantismoy liberalismopolíticoen AméricaLati-
na, véanse Bastian,1989 y 1994. Sobreel lazo entreprotestantismoy regímenesmilitares,
véanseRubemAlves,Protestantism and repression.A BrazilianCase Study,Nueva York,
Orbis Book, 1985; ChristianLalive d'Epinay,"Régimespolitiqueset millénarisme dans
une sociétédépendante,Réflexionà proposdu pentecôtisme au Chili",Actesde la 15ème
ConférenceInternationale de SociologieReligieuse,Venise,Lille,cisr, 1979,pp. 70-93.

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tas.Eso explica,engranparte, suestancamiento ysuespacioreducido a


la geografía de las minorías liberales.
En cambio,los pentecostalismos
hansurgidode la "cultura de la pobreza",segúnla expresión de Osear
Lewis,ycarganesquemasyestructuras tradicionalesdeautoridad. Como
lo hamostrado Lalived'Epinay(1968)enel contexto chileno,ellosrepro-
ducenel modelopatriarcal y patrimonialde la haciendaconvirtiéndose
el pastorenelpatrón deunaclientela La relación
religiosa. clientelar cons-
titutiva
dela sociedadpentecostal haevolucionado rápidamente enfunción
de la amplitud de la basesocialmovilizada, parabuscarunanegociación
corporativista con los actores políticos
legítimos. En uncamporeligioso
en expansión y debido a la competencia religiosacreciente que experi-
mentaron, las sociedadesprotestantes históricasse "pentecostalizaron"
enel contexto dela desaparición dela cultura
políticaliberal,propiadelos
deceniosde 1950y 1960.Ellas rompieron con su culturateológica,de
origenliberal, paraadoptar unfundamentalismo similaral de las socie-
dadespentecostales, con el finde reclutar miembros nuevosy crecer.
La consecuencia de estaconvergencia fuela formación de un bloque
religiosoevangélico ypentecostal entornoa afinidades electivas,donde
se afirmó unanticomunismo primario yunapoyodecididoa losregíme-
nesmilitares, deloscualessólosedisociaron unaspocasiglesiasmetodistas
yluteranas. De hecho,estemovimiento sirvióparadosfinesen la medi-
da en que estasposicionesconvergieron conel interés de políticosque
necesitaban renovar su base electoral o inclusocrearla.Estose tradujo
en la cooptación de sectores religiososevangélicos y pentecostales por
regímenes militaresqueencontraron unaciertaresistencia porpartede la
Iglesiacatólicaromanacomoenel régimen de Pinochet en Chile,el de
losgenerales brasileños, el de BanzerenBoliviao los Sandinistas enNi-
caragua.Sobrela basede la convergencia de interesesreligiosos y políti-
cos,losdirigentes y laicosprominentes de las sociedades pentecostales y
evangélicas entraron enla políticadesdelosañossetenta, esencialmente
enel ámbitomunicipal. Con el finde los regímenes burocrático-autori-
tariosylas"transiciones democráticas" encursodesdeel finaldelosaños
ochenta, los dirigentes evangélicos y pentecostales manifestaron la vo-
luntadde traducir las demandasreligiosas en organizaciones políticas
Asíocurrió
partidistas. la creaciónde partidos yde movimientos políti-
cos "evangélicos" endocepaísesde la regióna partir de losañosochen-
ta,yla presentación decandidaturas "evangélicas" paraeleccionespresi-
denciales enVenezuela, Perú,Guatemala, Brasil,Colombia, Nicaragua y
CostaRica,durante variosprocesoselectorales entre1987y 1998.2
2 Se tratadel
evangélico bautistaCarlos García, vicepresidentede Perú (1991-
1992), del pentecostalJorgeSerranoElias, presidentede Guatemala (1991-1993) y de

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La notoriedad políticade los evangélicosha sidoparticularmente


vivaen Brasil,Perúy Guatemala. Las investigaciones de PaulFreston
(1993,1994a,1994b)dancuentadeestairrupción deloscandidatos evan-
gélicosy pentecostales durante las eleccionesa la AsambleaConstitu-
yentebrasileña de 1986.Aunquepertenecían a variospartidos políticos,
ensumayoría conservadores, estosnuevosactores confesionales
políticos
se hicieronnotarporsu nutrido grupode 36 diputados, porsu habilidad
de reagruparse para formar la "bancada evangélica", organismo de ne-
gociación clientelary tercera fuerzapolíticaen el seno de la Constitu-
yente.Lejos de habersidoun meroincidente coyuntural, se mantuvo
unapresencia significativade diputados "evangélicos" durante las elec-
cioneslegislativas siguientes con31 en 1990y 26 en 1994.De origen
confesional pentecostal yevangélica, estospastores-diputados tuvieron
en comúndos rasgossubrayados porFreston.3 Porunlado,la mayoría
fueelectasobrela basedeunvotocorporati vistaconel lema"unhermano
votaporun hermano"; por otro lado,dispusieron de un lazo privile-
giadoconlos mediosmasivosde comunicación porserellosmismos, a
menudo, locutores de programas radialeso televisivos,
religiosos o por
sertambiéndueñosde cadenaso concesionesradialeso televisivas.
Porcierto,
estefenómeno sereencuentra enel conjunto dela clasepolítica
brasileña,
peroparece acentuarse entrelosevangélicos, quienesnotienen
reparoalgunopara valerse del púlpitocon fines electorales,aunqueeste
de
tipo práctica no sea sistemático.

su vicepresidentepentecostalGustavo Espina Salguero; del presbiterianoGodofredo


Marín, candidato a la elección presidencialvenezolana en 1987; del dirigentede la
sectapentecostalde los israelitas,Ezequiel Ataucusi,candidatoa las eleccionespresiden-
ciales peruanasde 1991 y 1995; del congregacionalista IrisMachado Rezende,candidato
a las elecciones primariasdel pmdbpara la selección del candidato a las elecciones
presidencialesbrasileñasde 1989 y a la vicepresidenciapor el mismopartidoen 1995:
del pentecostalGuillermoOsorno,candidatoa la presidenciade Nicaragua en octubre
de 1996; del evangélico ShermanThomas, candiamo n las elecciones presidenciales
costarricensesde febrerode 1998, entreotros.Además, cabe señalar las tentativasfra-
casadas del general Efraín Ríos Montt, pentecostal, a la candidatura presidencial
guatemaltecade 1990 y 1995.
3 Freston,1994b, 543.
p.

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Bastian: Partidos políticos confesionales 157

Partidosy movimientos
políticosconfesionales"evangélicos"
en AméricaLatina

Año de
País Partido o movimiento
político creación

Argentina MovimientoCristianoIndependiente 1991


MovimientoReformistaIndependiente 1994
Bolivia Alianza Renovadora Boliviana (Árbol) 1992
Brasil Bancada Evangélica 1986
MovimientoEvangélico Progresista 1990
PrimerEncuentroNacional Político Evangélico 1991
PartidoNacional Evangélico 1997
Colombia Alianza Nacional Cristiana 1980
PartidoNacional Cristiano 1989
MovimientoUnión Cristiana 1990
C4-CompromisoCívico Cristiano 1990
Costa Rica PartidoAlianza Nacional Cristiana 1986
PartidoRenovación Costarricense 1996
Chile Alianza Nacional Cristiana 1996
El Salvador Movimientode Solidaridad Nacional 1993
MovimientoUnidad 1993
Guatemala PartidoCentralAuténticoNacionalista 198?
Alianza CristianaInternacionalde Partidosy
MovimientosPolíticos 1993
México Grupo Lerdo de Tejada 1992
Frentede la ReformaNacional 1996
Nicaragua Partidode JusticiaNacional 1992
MovimientoPolítico Cristiano 1992
Perú FrenteEvangélico (fe) 1980
MovimientoAcción Renovadora(amar) 1985
Unión Renovadorade Evangélicos Peruanos 1990
Presencia Cristiana 1994
Venezuela OrganizaciónRenovadoraAuténtica(ora) 1987

Fuente:Rápidas, Quito, 1985-1998.

El contexto peruanoes distinto del brasileño.


El sorprendenteas-
censopolíticode los evangélicosy de los adventistasdel séptimodía,
en 1991, se debea la búsquedadelvoto"indio"de la Sierraporpartedel
entoncesdesconocidocandidatoa la presidencia, AlbertoFujimori,
deseosode recurrir a las redesevangélicas.
El interés
porla captación

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deestasredesse fundó enla presencia depequeñasformaciones políticas


predenciales ylegislativas anteriores. Los evangélicos representaban ape-
nas7% de la población en 1990,peroseencontraban bienimplantados en
lasperiferias paupérrimas de la ciudadcapitalyenlasregiones indígenas
dela Sierraperuana. Ellossirvieron devehículo parala campañaelectoral
de Fujimori, porla amplitud de sus redesy la eficaciade suseslabones
corporativistas usados,enparticular delConsejoNacionalEvangélico, or-
ganismo cumbre a la
que reagrupa mayoría de las sectas evangélicas y
pentecostales, cuyopresidente fueconsiderado comocandidato a la se-
gundavicepresidencia en la ternapropuesta porFujimori. De hecho,
Fujimori recurrió a undobleapoyo:el comercio informal, cuyorepresen-
tanteEmilioSanRománfuepropuesto a la primera vicepresidencia y las
religiones informales conel pastor CarlosGarcíacomosegundovicepre-
sidente.El pesode lasredesreligiosas enel iniciode la campañase refle-
jó en su lema"Fe,tecnología y trabajo", cuyoprimer término fueluego
sustituido por el de "honestidad" menos connotado religiosamente. El re-
sultadofueaúnmásexitosoqueenBrasilparalosevangélicos. Untercio
de los candidatos de la listadel partido "Cambio90" paradiputados y
senadores eranevangélicos, y la mitaddeellosfueron electos(14 diputa-
dosy4 senadores), despuésconquistaron el poderconel triunfo presiden-
cialde Fujimori yde su segundovicepresidente evangélico. La cohesión
y la disciplinadelvotoevangélico llamaron la atención de la opiniónpú-
blica. Sin embargo,la instrumentalización del movimiento que hizo
Fujimori fueevidente con el "autogolpe" de 1992 y la disolución delpar-
lamento. No obstante, en las siguientes eleccionesde 1994,todavíase
presentaron 54 candidatos evangélicos, estavezenvariaslistaselectora-
les,rompiendo asísuvínculo conunpoderpolítico juzgadoarbitrario por-
que se habíadespedido de"su"pastor- vicepresidente dela república. To-
dosestoscandidatos fracasaron a excepción de cincoquepermanecieron
fielesa Fujimori. Sin duda,el hechode que un pastorevangélicosin
experiencia políticapartidaria previahayapodidollegara la vicepresi-
dencia,refleja la degradación de lasorganizaciones políticasperuanas, al
contrario delcasobrasileño. Peroel augede losevangélicos comoredese
instrumentos dócilesde unapolíticacorporativista, se reflejóenla conti-
nuidaddela búsqueda demandatos políticos y en el actual intentodecons-
tituirunampliomovimiento político confesional unitario.4
En Guatemala, ocurrió unfenómeno nuevo:el de la adhesión masiva
de la población- 30%,en su mayoría indígenas - a iglesiasevangéli-
cas de tipocarismático ypentecostal. Se tratade la conversión de políti-
cos a movimientos pentecostales y carismáticos de clasemediaurbana,
4 Para el caso
peruano,véase Romero, 1994.

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Bastian: Partidos políticos confesionales 159

paracapturarel votoevangélicocon la imagende bornagain que ofre-


cían. Así, el generalEfraínRíos Montt,convertidoal pentecostalismo
en 1977 en la iglesia "El Verbo" de la ciudadde Guatemala,gobernóal
país de 1982 a 1983 por un golpe de Estado. Éste intentócrearseuna
base civil evangélica haciéndosepercibircomo "el ungido de Dios",
durantelas ceremoniasdel centenariodel presbiterianismo guatemalte-
co en 1982 y adoptando un estilo consistenteen conversaciones
televisivas"fraternales" inspiradasdel televangelismoestadounidense.
Unos años más tarde,el apoyo corporativista de la Alianza Ministerial
de Guatemala,organismocumbreque reagrupaa los pastoresevangéli-
cos del país, fue importante y quizás decisivo para asegurarel triunfo
electoraldel ingenieroJorgeSerranoElias y de su vicepresidentede
origenpentecostal,en 1990, en contrade su oponenteafiliadoa la de-
mocraciacristianay apoyado por la Iglesia católica. SerranoElias era
unpolíticotambiénbornagain en la iglesiapentecostal"El Shaddai" de
la ciudad de Guatemala.Sin duda alguna,la elección de SerranoElias
refleja,tantola penetraciónde los círculosevangélicosen el seno de
una élitepolítica,como la capacidad de ésta para asegurarseuna legiti-
midadcon base en una adhesiónreligiosa.5
En los demás países de la región,se presentaron hechos similares
con la candidaturafracasadadel ingenieroevangélicoGodofredoMarín
a la presidenciade Venezuela en 1987; la del evangélicoIrisMachado
Rezende a las elecciones primariasdel pmdbde 1989 en Brasil; unas
tentativasfracasadasen Colombia en 1990 y aún más recientesen las
eleccionespresidencialesecuatorianasde 1996,dondedos precandida-
tosevangélicosintentaron accedera la candidaturapresidencial.Sin em-
bargo,lo que más llama la atenciónes la creaciónsistemáticade peque-
ñas formaciones políticas connotadas confesionalmente como
evangélicas.Por cierto,aquellos movimientos y partidoshan alcanzado
unéxitoreducido.En El Salvador,durantelas eleccionespresidenciales
y legislativasdel 20 de marzode 1994, el Movimientode Solidaridad
Nacionalobtuvo1.06% de los votosy pl MovimientoUnidadcon 2.41%
mandóun diputadoa la Asamblea Nacional. En Argentina,durantelas
eleccioneslegislativasde 1994,el MovimientoAuténticoCristianocon-
siguió1.42% de los sufragios y el MovimientoReformista Independiente,
1.24%. Recientemente, en febrerode 1998,el PartidoRenovaciónCos-
tarricenselogró 1.39% de los votospara las elecciones presidenciales.
En Bolivia, durantelas eleccionesgeneralesde 1993, la Alianza Reno-
vadoraBoliviana (Árbol)consiguiócasi 2% de los votosy un éxitorela-

5 Para el caso
guatemalteco,véanse Stoll, 1990 y Bastían, 1994.

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tivoenel departamento de Oruro,sobrela basede su clientelaevangé-


lica,enviandoun diputadoa la AsambleaNacional.En Colombia,se
crearon dospartidos evangélicos a raízde las eleccionesparala Asam-
bleaConstituyente de 1990.En sólocuatromesesde proselitismo, pero
conel respaldocorporativo de la Confederación Evangélicade Colom-
bia (Cedecol),organismo cumbreconfesional, estosdos partidosalia-
dosalcanzaron117000 votostransformándose en la cuartafuerzapolí-
tica(detrásde los históricos partidos liberaly conservador y delM-19)
y llevaron dos diputados a la Asamblea. En las siguientes elecciones de
marzode 1994,hicieron entrar a otroscincodiputados al parlamento,
hechosinprecedente en la historia de estepaísregidohastahacepoco
porunestadoconfesional católico.6 De igualmanera, en las elecciones
legislativas de 1996enNicaragua, el Partido CaminoCristiano Nicara-
güenseobtuvocuatrodiputados parala Asamblea, convirtiéndose enuna
fuerzanegociadora nadadespreciable. Sinembargo, los escasoslogros
deestasformaciones políticas confesionales contrastan conel triunfo de
organizaciones másamplias("Cambio90" en el Perúo el Movimiento
de AcciónSocial,mas,en Guatemala) en manosde políticosprofesio-
nalescapacesde asegurarse los vínculosconfesionales sinrestringir su
imagenconalgunaafiliación religiosa específica. Perola constante apa-
riciónde partidos y de movimientos confesionales evangélicos, porlo
pronto coyunturales yefímeros, subraya la voluntad existente de valer-
se de los logrosconseguidos en loscontextos brasileño, peruanoy gua-
temalteco, comolo ejemplifica la ampliadifusión de éstosen la prensa
religiosaevangélica. Parecesignificativo queenMéxico,dondelosevan-
gélicosalcanzabanapenas5% de la población, segúnel censodemográ-
ficode 1990,se hayaorganizado enmarzode 1996unFrentede la Re-
formaNacional,primer paso anunciadohaciala creaciónde un gran
partido evangélicoque hastala fechanohapodidoconcretarse.
Estetipode acciónpuedetambién corresponder al augede la "coa-
licióncristiana" en la vidapolíticaestadounidense. Estafuerzapolítica
evangélicaconservadora se ha perfilado comounelementonecesario
deljuegopolítico,al gradode serel objetode atenciones de varioscan-

6 Sobre estas
elecciones,véanse Manuel AlcántaraSáez, "El Salvador: les élections
du siècle", Problèmes d'Amérique latine, num. 15, octubre-diciembre, 1994, pp. 73-
85; René AntonioMayorga,"Bolivie, électionsgénéralesde 1993 et systèmepolitique",
Problèmes d'Amérique latine, 1994, pp. 23-41; Isabelle Rousseau, "Les processus
électorauxen 1994",L'ordinairelatino-américain, julio-octubre,1994,pp. 76-89; véanse
tambiénlos diarios,Rápidas, abrilde 1994,p. 4 y mayode 1994, p. 6; GuillermoTovar,
"Sectas protestantesconstituyenuna competenciacada vez mayoren Colombia", Ex-
célsior, 15 de mayo de 1994, p. 2.

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didatosa la investidurarepublicana paralas eleccionespresidenciales


de 1996.La creaciónde la AlianzaCristiana Internacionalde Partidos
ydeMovimientos Evangélicos realizadaenWashington D. C. enfebrero
de 1993,ycuyaprimera reunión tuvolugaren la Universidad Evangéli-
ca MarianoGalvezde la ciudadde Guatemala enmarzode 1993,podría
aparecercomounaramalatinoamericana de la "Coalicióncristiana".7
Sinembargo, cabeconstatar que aunqueestosefectosexógenospuedan
sucedena las iniciativas
existir, endógenas y quizáslas refuerzan,pero
nolasinducen. Los nuevosactorespolíticos confesionalespreceden, más
bien,de talesiniciativas
internacionales.Denuncianla corrupción polí-
tica,ponenenteladejuiciola acciónde lospartidos políticoshistóricos
y favorecen la apariciónde candidatos apartede los partidos vigentes.
Poreso, se tratade explicarla irrupción significativade estosnuevos
actorespolíticosconfesionalesdesdelos ochenta, a partirde unatriple
dinámica endógenaligada a una políticade la alabanzay don,a cons-
el
truirunarelaciónde subordinación al neocorporativismo delEstadoy a
la búsquedade unasalidapluralista haciauncorporativismo societal.

Una políticade la alabanza y el don

La irrupción políticade lo religiososectariose explicaporla afinidad


electivaentreel pentecostalismo y la culturapolíticalatinoamericana.
Los estilosde autoridady los mecanismos de dominación se encuentran
caracterizados porunautoritarismo recurrente.
Ésteencuentra sus raí-
ces en la herenciacoloniala la vezque es el frutode estructuras rurales
inmóviles durante
muchotiempo. Cientocincuenta añosdeindependencia
nacionalnohanobliterado tressiglosdecolonización, periodoenel que
se moldearon las relacionessociales.La estratificación sociales ante
todosegmentaria y racialen América Latina.Éstase fundamenta en un
ordendominado porlas minorías blancas,amenazadasde manerarecu-
rrenteporlos mestizos, siempre listosparaasimilarse a la éliteblancao

7 La declaraciónde
principiosde la Alianza CristianaInternacionalde Partidosy
de MovimientosPolíticos ha sido adoptadapor Árbol (Bolivia), Unión Cristianay Par-
tidoNacional Cristiano(Colombia), Movimientode SolidaridadNacional y Movimiento
Unidad (El Salvador), PartidoAuténticoNacionalista(Guatemala), fundadoen febrero
de 1993 en WashingtonD. C. con el finde "establecerjuntos un modelo de liderazgo
institucional,basado en los principiosde la ética cristiana,facilitandoel desarrollo
económico y social, la erradicaciónde la violencia y de la corrupción,la maduración
de una democraciajusta y estable*'.Alianza CristianaInternacionalde Partidosy Mo-
vimientosPolíticos, 1993, p. 4 (mimeo.). Documentoamablementeproporcionadopor
M. Ariel Colonomos.

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para adoptarsus valoresy comportamientos una vez que ha alcanzado


el poder.La persistenciade estas "castas" definidasporlos sutilesmati-
ces del color de la piel, vuelvetotalmente ficticioel anonimatojurídico
de la ciudadaníaabstracta.
El carácterverticalde las relacionessociales no es únicamentela
expresiónde un ordentradicionalo el frutode un arcaísmoligado a las
estructuras de la haciendasobrelas mentalidadesy los hábitos,es tam-
bién el productode los dos actoresinstitucionales que se beneficiaron
de la herenciacolonial,el Estado y la Iglesia católica. Ambos son pro-
ductoresde formasmás o menosoligárquicasy personalizadasde con-
centracióndel podery de rechazode todoimpulsoindependiente de las
bases populares.
Este estilo de ejerciciodel poderdebe su fuerzay su perennidada
su manifestación difusaa lo largode la estructura social, al nivelde las
estructuras locales (barrio,pueblo) y regionalesde poder.Reproduceen
todos los estratosde la escala social unas cadenas de lealtades,de reci-
procidadesy de dependenciasque a su vez estructuran unas relaciones
sociales verticalesy asimétricas.El caudillismohaciaarribay el caciquis-
mo hacia abajo son dos modalidades,expresionesde los mecanismos
de dominacióncaracterísticos de las sociedades latinoamericanas.
En consecuencia,el neocomunitarismo pentecostalnace en socie-
dades que presentancondicionesfavorablespara las relacionesde pa-
tronazgoy la elaboraciónde redesclientelares.Como lo ha vistoCorten
(1 995a), esta es "una protopolítica de la alabanza" en cuantoenunciado
primarioinscritoen una culturapolíticacorporati vista. La fusiónemo-
cional comunitariaque favorecey produce,se vuelve a la vez una afir-
maciónigualitariadel "nosotros",de los excluidosdel sistemasocial y la
adopción de un lenguaje,la glosolalia y la alabanza, inaceptablepara
la sociedad dominante.A la vez, es una estructuración autoritaria de la
protestamediantela sumisióna unjefe naturalcarismático.En este sen-
tido,Cortenobservade maneraadecuada que "contieneun enunciado
no compatiblecon el primerenunciadodel sistemapolíticooccidental,
el del contrato".8
A la alabanza como primerenunciadodel pentecostalismo se añade
el don en cuantomecanismoque estructura la relacióncorporativista. El
don-donativose manifiesta porel sacrificiofinancierode los fieles,ele-
mentocentraldel cultopentecostalen cuantomecanismode reconoci-
mientodel podercarismáticodel dirigente. El fielda dineropara recibir
a cambiounbiensimbólicoa travésde la mediacióndeljefe carismático.

8
Corten,1995b, p. 137.

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Bastían: Partidos políticos confesionales 163

El don aparece, ante todo, como la modalidadde reconocimientodel


podercarismáticoque ostentael dirigentereligioso,capaz de asegurar
la reciprocidady de responderal "exceso de creencia"bajo la formade
una bendiciónmaterialy espiritual.En una fórmula, concisa, Rouquié
(1987) ha resumidola lógica de este mecanismode poderen América
Latina: "la políticadel don es antetodo una políticade la escasez" y se
inscribeen la "necesidadde la intercesión".9 Es la escasez de los bienes
vitalesy la necesidad de la mediaciónpara teneracceso a aquello que
instauray mantienela emociónneocomunitaria del desposeídomovili-
zado por el pentecostalismoy el mecanismocorporativista de domina-
ción políticay religiosade los pastores-patrones. Por eso, el enunciado
pentecostalno se ubica solamentea "la puertade lo político"como lo
pretendeCorten,10 sino que contribuye más bien a la puestaen marcha
del recursopolíticoclásico, propiode las mentalidadeslatinoamerica-
nas. En este sentido,se inscribemás en la continuidadque en la ruptura
con las mentalidadesreligiosasque hanestructurado y reforzadoel ima-
ginariopolíticoy social corporativista.Este elementocontinuo,propio
de las prácticassociales latinoamericanas, ha sido descritopor Mario
Vargas Llosa de la siguientemanera-

Sobreel latinoamericano pesa,comounalápida,unavieja tradición que


lo lleva a esperarlotodode una persona,institución o mitopoderosoy
superior, anteel que abdicade suresponsabilidadcivil.Estaviejafunción
dominadora la cumplieron en el pasadolos bárbarosemperadores y los
diosesincas,mayaso aztecasy,mástarde, el monarca españolo la Iglesia
virreinalyloscaudilloscarismáticos ysangrientosdelsigloxix.Hoy,quien
lo cumplees el Estado.Esos Estadosa quieneslos humildes campesinos
de los Andesllaman"el señorgobierno", fórmula inequívocamente colo-
nial,cuyaestructura, tamañoy relacióncon la sociedadcivilme parece
serla causaprimordial de nuestro subdesarrollo
económicoy deldesfase
que existeentreél y nuestra modernizaciónpolítica.11

Por cierto,como emocióndel pobre,los pentecostalismos nacendel


subdesarrolloeconómico.Cuando ellos pasan de las demandasreligio-
sas a la acción política,tiendena llenarel desfaseentrela realidaddel
mundode la exclusiónde dondesurgeny una modernizaciónpolíticade
fachadaque sigue negando,en los hechos,los principiosdemocráticos
liberales,fundándoseen un simulacrode parlamentarismo que impide
todarepresentatividad que no sea corporativista.
Es poreso que, al ins-

9
Rouquié, 1987, p. 272.
'"Corten, 1995a, p. 281.
11
Cf. Vuelta,febrero,1989, p. 13.

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164 Estudios Sociológicos XVII: 49, 1999

las
dualde los sistemaspolíticoslatinoamericanos,
cribirseen la estructura
minoríasreligiosasevangélicasy pentecostales, con el uni-
en continuidad
versosimbólicoendógeno,tiendena elaboraruna relaciónclientelar y su-
bordinadaal Estadoneocorporativista con mirasa unreconocimiento polí-
ticoy a la obtenciónde eventualesprivilegios
económicosy simbólicos.12

Una relación subordinada al Estado neocorporativista

En Américalatina,la acción políticao religiosano dependede la opi-


nióndel actorsocial individual,sino de los serviciosy de la protección
otorgadaal gruposocial. Esto distinguelas prácticaspolíticaslatinoa-
mericanasdel modelo democráticoliberal.En lugarde fundarsesobre
el principiode la representaciónde los individuos,el sistemapolíticose
caracterizapor la participacióny la movilizacióna partirde la comuni-
dad local y de los actoressociales colectivos.Por eso, como lo señala
Alain Touraine,

[...]el caciquismonorefuerza el aislamiento


de lascomunidades;al contra-
rio,facilitael acceso de aquéllas al podercentral;perose tratamás
de unmediode control de unapoblaciónquede unagentede expresión de
susdemandas, incapacesde expresarse porel canalde "re-
directamente,
presentantes" electos.13

Es parafacilitarel acceso al poderregionaly centralque el pentecos-


talismose transforma, sin dificultad
alguna,en un movimiento capaz de
capturar el votoen la medida en que ésteaparececomo un bien intercam-
biable entreotrosmás útilesen lo inmediato.La intercambiabilidad del
votocautivode los fielespentecostales se encuentra
a la vez reivindicada
porestasmismasbases sociales,como ha sidosubrayadoen la mayoríade
las investigaciones,14y usada porlos pastoresparafinespolíticos.
En la medida en que los dirigentespentecostales y evangélicos
estánen una lógica de crecimientode sus empresasreligiosas,se ven

12Así lo escribeTouraine,1988, 294: "Existe un modelo


p. políticodominanteen
AméricaLatina,el modelo nacional-popular, al interior
del cual o en relacióncon el cual
se definenlos actoressociales, lo que lleva menosa una acción autónomaque a respon-
dera unas intervenciones del poderpolítico".Cf. Badie y Hermet,1993, pp. 199 y 262.
13 Sobre el
caciquismo, véanse Touraine, 1988, p. 99-100; Rouquié, 1987, pp.
271-278; Lamberty Gandolfi, 1987, pp. 94-109. Sobre la noción de culturapolítica,
véase Ebel, 1991.
14Rolim, 1985,
pp. 245-246; Reyes Novaes, 1985, pp. 127-128.

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Bastian: Partidos políticos confesionales 165

obligadosa buscarlos mediosde acrecentar o porlo menosde mantener


su prestigio.Este interésconvergecon el de ciertosdirigentespolíticos
en búsquedade clientespotenciales,de actoressociales capaces de "en-
traren una relaciónde dependenciapersonal,no ligada al parentesco,
que descansa sobreel intercambio de favoresentredos personas,el pa-
tróny el cliente,quienes controlanrecursosdesiguales".15 Es así que, a
lo largo de los años setenta y ochenta, los dirigentesreligiosos
pentecostalesy evangélicoshansido objetode una atenciónsostenidade
los regímenes militaresdeseososde asegurarsu legitimidady que,desdela
década de 1990,estosintermediarios religiososhayansido objetode co-
queteosporpartede organizacionespolíticasde variaíndole.
De esta manera,los dirigentesevangélicosy pentecostalesse han
insertadoen redescubriendoal conjuntodel espectrosocial. De hecho,
desde el jefe de Estado hasta el diputado,la mayoríade los políticos
profesionalesusan los recursosligadosa su funciónparaconstituir redes
o introducirse en otrasclientelarescuyas ramificacionesse entremez-
clan,como lo ha mostradoMonclaire(1994) en el caso de Brasil.
En el marcode esta culturapolítica,se han desarrolladolas prácti-
cas mediadorasdel dirigenteevangélicoy pentecostal,con base en su
capacidad de movilizaciónde clientelasreligiosassiempremás amplias.
Los pastorespentecostales,quienes al inicio hacían,como lo indicaba
Lalive d'Epinay (1975), la "huelga"de la sociedadglobal,se hantrans-
formadocon el crecimientoexponencialde sus iglesiasen "vendedores
de votos",en mediadoressolicitados,intercambiando el votocautivode sus
fielespor cargaspolíticassubalternas, de bienespúblicoso
redistribución
privados,acceso a concesionesde radioo de cadenasde televisión,entre
otros bienes.16 Con este mecanismo, los movimientos religiosos
neocomunitarios, que se apoyansobrelos pobresy los excluidos,entran
en relaciones clientelaresde subordinacióncon el Estado y "buscan
menosla construcción de un conflictoque su integraciónsocial y políti-
ca, lo que explica su radicalismoconservadormezclandolos discursos
más extremoscon un clientelismode lo más utilitario".17
En este sentidoexisteun paralelismoy una complementariedad en-
trela acción políticay la acción religiosaque impidelas solidaridades

15
Jean-FrançoisMédard,"Le rapportde clientèle:du phénomènesocial à l'analyse
politique",Revuefrançaise de Science politique,num. !, 1976, p. 103.
16Freston(1994b:551) lo observa: "For
pentecostals,the 'lost decade' meantthat
traditionaleffectsof conversion(honesty,frugality
and hardwork)were notas efficient
in producingupwardsocial mobility".Estas prácticasde negociacióncaracterizana la
Igreja Universaldo Reino de Deus, cf. Courrierinternational,num.230, 30 de marzo,
1995, p. 13.
l7Touraine, 1988, p. 257.

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166 EstudiosSociológicosXVII: 49, 1999

horizontales, autónomas y que refuerzan las configuraciones verticales


en provechode los sectoresoligárquicos. La debilidadde la sociedad
civiles la consecuencia mayorde estahegemonía, en la medidaen que
parecedifícilla conformación de actoressocialesindependientes yautó-
nomosfrente a los dosgrandes pilarescorporati vistasque sonel Estado
y la Iglesiacatólica.Sinembargo, mientras que el pentecostalismoy el
evangelismo se vuelven una manera de escaparse de la hegemonía
corporativista de la Iglesiacatólica,de dondehansalidosusbases,con-
vienepreguntarse si la confesionalización de la política,
conla creación
departidos yde movimientos políticos
religiosos noserá
independientes,
una manerade reivindicar una mayorautonomía porpartede ciertos
sectores de la sociedadcivil.

y confesionalización
Neocorporativismo de la política

Las disidencias religiosas pentecostales yevangélicas ofrecen unterre-


noprivilegiado parala elaboración dealternativas políticas confesionales
todavíaembrionarias. Se caracterizanporsufragilidad y suexterioridad
frente al escenariopolíticolegítimo. Sin embargo, cuandose esperaba
que las Comunidades Eclesialesde Base católicassirvieran de instru-
mentoparala expresión políticade los "pobres", sonlas sociabilidades
sectariaslas que parecencumplir estatarea.Uno necesitapreguntarse
¿porqué?
Paracontestar talinterrogante,se tienequetomar encuentala no se-
paración de lo políticoyde lo religiosoenlasprácticas delprincipal actor
socialde la región, la Iglesiacatólica.Éstaacabadelograr la reconquista
desuslazosprivilegiados contodoslosestadoslatinoamericanos, ponien-
dofina másdeunsigloymediodeanticlericalismo liberal. Porotraparte,
cabetomar encuentaque la modernidad políticalatinoamericana apare-
ce comoparadójica. La naciónpopulista, orgánica, segmentaria o étnica
sigueoponiéndose al modelode nacióncívico,voluntario, contractualo
electivo, inscritoenlas constituciones liberales.Más alládelmarcojurí-
dico secularizadoslas prácticas socialesy aunpolíticasno lo son.La
Iglesiacatólicainterviene constantemente yaseacomomediadora enlos
conflictos políticoso comoprincipal oponente a las medidasde mo-
dernización ética(aborto, divorcio,procreación) o de secularización (es-
cuelasconfesionales). Convendría analizartambién la multiplicación de
pequeños partidoscatólicosquese sumana la democracia cristiana,
princi-
pal actorpolíticoconfesional en la región, y el augede políticoscatóli-
cos que disponendel apoyo del movimiento de la "Renovación
carismática" católica.18
A menudo sepresentan sacerdotes católicoscomo

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Bastian: Partidos políticos confesionales 167

candidatos,como ocurrióen 1994 en Colombia,dondediez de ellos as-


pirarona alcaldías,cuatrollegarona serelectos;y en 1993 en Chile con
la candidaturadel padreEugenioPizarroa las eleccionespresidenciales
por el Movimiento de Izquierda Democrática Allendista (mida). El
liderazgoclericalno es nuevo en la historialatinoamericana, pero por
primeravez se da una situaciónde competenciapolíticaconfesionalcon
el surgimiento de candidatosconfesionalesno católicos.La formación
de partidospolíticosconfesionalesevangélicosrespondea ciertasitua-
ciónal intentar desplazara la Iglesiacatólicade su relaciónprivilegiaday
aun exclusivacon el Estado,movilizandosus bases de la mismamanera
que lo hace la Iglesia católicacon las suyas.Esta reivindicación explica
la actitudde los pentecostalesfrenteal régimende AugustoPinochet,
quien les hizo vislumbrarla esperanzade transformarse a su turnoen
"Iglesia oficial"; o el apoyo de Ríos Montta los evangélicosde Guate-
mala, asegurándolesun reconocimiento hastaentoncesdesconocidode
sus relacionescon el Estado.Particularmente en Chile,los evangélicosy
pentecostales lograronconseguirdel Estadodictatorial, desde septiembre
de 1974, la celebraciónde un doble Te Deum el día del aniversariode la
independenciadel país, unoen la catedralmetodistapentecostal,otroen
la catedralcatólicadondesiemprese habíacelebradoy en la que el dicta-
dornoerabienvenido. Con la asuncióndel gobiernodemocrático, en marzo
de 1990,se hizoimperiosala necesidadde redefinir el futurodel Te Deum
"evangélico".Los pentecostales y su líder,el ObispoFranciscoAnabalón,
presidente de su organismocumbre,el Consejo de Pastores,lograronim-
poneral gobiernola continuaciónde la doble celebración.En un país
dondelos pentecostales y evangélicosrepresentan de 20 a 25% de la pobla-
ción,el gobiernodemocráticoparecehabertenidoque negociary acep-
tarla situaciónque queríamodificarregresandoal estatusquo anteriora
la dictadura.19

18Cárdenas, 1992, 260;


p. Iffly,1993, pp. 99-100; Rouquié, 1987, pp. 252-259. La
presenciacatólicaen la políticaes constante:porejemploen Brasil,el grupoparlamentario
ligado a la RenovaciónCarismáticacuentacon dos diputadosfederales,ocho diputados
estatalesy controlauna cadena de televisión(Rede Vida), cf. CourrierInternational,
num.259, 19-25 de octubre,1995, p. 40. En Colombia, la Iglesia católica buscaba es-
tablecer un nuevo concordatodespués de la Constituyentede 1991; cf. el periódico
Excélsior,1994, p. 2. En México,desde la renovaciónde las relacionesdiplomáticascon
el Vaticano,los obispos se inmiscuyen abiertamente en la política;cf.BernardoBarranco
V., "La 59 asamblea de los obispos",en La Jornada,25 de noviembrede 1995.
19"Los Te Deum: centrode la
polémica,los predicadores",Evangelio y sociedad,
num. 11, octubre-diciembre, 1991, pp. 24-27.

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168 Estudios Sociológicos XVII: 49, 1999

La multiplicación de actoresreligiososplanteauna situacióninédita


para el Estado. Hasta los años cincuenta,en AméricaLatina el Estado
debía dialogai*con un único interlocutor religioso,la Iglesia católica ro-
mana dueña de un monopolioreligiososobrela sociedad civil y con la
cual aquél se veía obligadoa negociar,en la medidaen que todaslas polí-
ticas de confrontación con la Iglesia y de privatizaciónde lo religioso
habíanfracasado.En cambio,hoydía,el Estadotieneque identificar con
precisión el universo de las organizaciones lo
religiosas, que hace por medio
de la recientecreaciónde departamentos de asuntosreligiososque antes
no existían.En la medidaen que el Estadoneocorporativista se distingue
pormantener unalargatradición de cooptaciónde los movimientos socia-
les,los nuevosmovimientos religiosospuedentambiénserlo.Éstoslo son
con aún más facilidaden la medidaen que ciertosestados-partido han
combatidocon éxitoel pluralismopolítico,perohoypuedensentirseame-
nazados en su hegemoníaporla apertura democrática. Frentea una ende-
ble representación la
partidista, pluralidadreligiosapuedeservirde medio
la de
para expresión reinvindicaciones de ciertossectoresde la sociedad
civil,lo que permitetambiénfacilitar alianzascoyunturales de oposición,
como fueel caso en Peni.En otraspalabras,la multiplicación de diversos
movimientos religiososvuelvela tareadel Estadocorporativista aún más
ardua.De hecho,el interlocutor religiosoes móvil,fraccionadoy difuso,
por lo tantose evidencia que es más difícilde movilizarde manera
monolítica.Sin embargo,a menudo,el interéspolíticode controlara los
actoresreligiososse topacon el interésde esos mismosactoresdeseosos
de utilizar,parasu provecho,una relaciónprivilegiadacon el Estadopara
obtenerbeneficiosmaterialesy a la vez combatirmejora su principal
adversarioreligioso,la Iglesiacatólicaromana.Estedobleinterésexplica
la recienteapariciónde estos"políticosde Dios" y de unospartidospolíti-
cos confesionales"evangélicos"en variospaíses de AméricaLatina.
Al transformar el neocomunitarismo sectarioen una expresiónpolí-
tica,los movimientos evangélicosy pentecostalesbuscanasegurarseun
efectode negociación.Esta negociaciónse realizaen el marcodeljuego
corporativista de reciprocidady de redistribución verticaly asimétrica
entreactorespolíticoslegítimosy subalternosreligiosos.
Frenteal principalpartidoconfesionalcatólico de AméricaLatina,
la democraciacristiana,las opciones políticasconfesionalesno católi-
cas, todavíarestringidas, puedenalcanzarciertaamplituden la medida
en que crecensus clientelaspotencialmente movilizablesy en la propor-
ción en que los dirigentes evangélicosy pentecostalesadquierenpoco a
poco una experienciapolíticapartidista. En estecaso, unopuede pregun-
tarse si la transformación en
religiosa curso tendríala posibilidad de
modificarlas relacionesdel Estado neocorporativista con la sociedad

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Bastian: Partidos políticos confesionales 169

civil.Los "políticosde Dios" podríanutilizarlo religiosocomo un modo


de rebasarlos monopoliosdetentadospor la Iglesia católica romanay
ciertosEstados-partidoen AméricaLatina. Esto parece ser la metadel
Frentede la ReformaNacional mexicanoorganizadopor la Confrater-
nidadde Iglesias Evangélicas(Confraternice) en marzode 1996,con la
metade combatiral pri"masón",al pan "católico" y al prd"marxista";
movimientopolíticoque se proponíala formaciónde un partidoevan-
gélico para las elecciones legislativasde 1997.20Si tal hipótesisllegara
a ser cierta,a travésde la multiplicaciónde movimientosreligiososen
competencialos unos con los otros,la sociedad civil se otorgaríadando
los mediosde una representatividad corporativista crecientevaliéndose
de los mecanismostradicionales de negociación,en países dondela polí-
tica se ha ejercido siemprede arribahacia abajo, con la cooptación
de movilizacionescorporativistas. SegúnCouffignal,21 el periodoactualde
transición democráticase caracterizaportresrasgos:unossectoressiem-
premás importantes de la población"accedenlibremente al sufragiopor-
que el Estado, los partidosy los caciques ya no tienen los medios para
mantener el clientelismo".Por otraparte,las sociedades latinoamerica-
nas muestranuna considerableatomizaciónligada a la granvelocidad
de cambioen los modelosde desarrollo, lo que provocala desapariciónde
los mecanismosde regulaciónestablecidospor el Estado nacional-po-
pulista.En fin,se puede observaruna crisis de los partidospolíticos
tradicionales,cuya representatividad está puestaen tela de juicio, y el
auge de nuevos actores sociales.
La proliferación de actoresreligiososcapaces de constituirse en ac-
torespolíticos,participade este sorprendente dinamismode la sociedad
civil y contribuyea la transicióndemocráticaefectuadano según el
modeloprimariodemocráticodel contrato,sino sobrela multiplicación
de actorescorporativistas en competencia.Cabe preguntarse si con eso
AméricaLatinapodríapasarde un corporativismo de Estado a un "cor-
porativismosocietal"segúnla fórmulade Marques Pereira.22 Este acer-
camientoal términocorporativismo, suponeque no es tanto el carácter
restringido de la representatividad que se vuelve céntrico,sino más bien
lo es el intercambiopolítico entreel Estado y unos gruposde interés
en lo que toca a esta representación. Los rasgosque PhilippeSchmitter

20 Cf. Álvaro
Delgado, "Los evangélicos promuevenun partidopolítico para par-
ticiparen las elecciones de 1997", Proceso, num. 995, 27 de noviembre,1995 y "La
iglesia evangélica irrumpeen el escenario político... del lado del gobierno",Proceso,
num. 1010, 11 de marzo, 1996.
21
Couffignal,1994, p. 27.
22
Marques Pereira,1994.

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170 EstudiosSociológicosXVII: 49, 1999

atribuye al neocorporativismo, de unnúmero limitado de gruposde in-


terés,suobligatoriedad y su nocompetitividad,23 parecenquebrados por
el pentecostalismo. Ésteúltimose presenta comoel primer movimiento
sociallatinoamericano de granamplitud, competitivo, noobligatorio y
querepresenta los intereses
de sectores socialesrelativamente diversifi-
cados,rurales yurbanos. La experiencia políticaque adquieren los diri-
gentes pentecostales podríaconducir a la evoluciónde suestatus pasando
deltradicionalcomointermediario enel corporativismo deEstado,a unode
mandatario en el corporativismosocietal.La legitimidad del actorreli-
giosoy políticoa la vez,lo obligaa actuary a hablaren nombredel
grupoque representa. Al mismotiempo, el hechode serreconocido por
la sociedadcomouninterlocutor representativo porel crecimiento mis-
modesusbasesreligiosas, revistea éstedeunalegitimidad institucional.
Es enel entronque deestosdostiposde legitimidad queel actorreligioso
evangélicoy pentecostal podríaubicarseen la posiciónde mandatario
así al
contribuyendo procesode "transición democrática".

Conclusión

De acuerdo conlo dichoporAlainRouquié,América Latinaes un"extre-


moOccidente". Estamosfrente a unassociedades que sonpartede Occi-
dente,pero"cuya herencia sociales otra".24En estesentido,cabeexplicar
lospentecostalismosa partirdela cultura ydelterreno mismode la exclu-
sión social de dondesurgen,en continuidad con la culturapolítica
Enlugardeserportadores
corporativista. deunaprivatización delascreen-
cias y de unaindividualización de los comportamientos religiosos, son
unosactores colectivos nuevosqueliganlo religioso y lo político.
Elabo-
ranestrategias que buscanmovilizar al actorcolectivoconstruido en la
sociedadsectariade maneraautónoma. Esta autonomía frentea la re-
gulaciónreligiosacatólica,vigente hastahacepoco,es unainnovación
mayor. Estoimplicauncambioen las dinámicas de representación. De
hecho,hastalosañoscincuenta la mayoría de losconsumidores debienes
simbólicos de salvaciónaceptaban la necesaria mediación delclerocató-
lico.Hoydía,se oponena estaregulación al diversificar
susvínculos reli-
giosos.Estanuevasituación yel modelocorporativista queimpregna los
nuevosmovimientos acarrean
religiosos, un hechopolíticonovedoso: una
confesionalización de la política.Con el finde combatir al monopolio

23 Schmitter,
1992, pp. 34-35.
24
Rouquié, 1987, p. 112.

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Bastian: Partidos políticos confesionales 171

detentado porla Iglesiacatólicaromana, ensurelación privilegiada conel


Estado,los nuevosmovimientos religiosos reivindicana su vez un reco-
nocimiento porpartedelEstadoneocorporativista. Mediante estasestra-
tegiasde competencia, paralelasconlas de la Iglesiacatólicaromana(y
probablemente conla de otrosmovimientos comolas federa-
religiosos,
cionesreligiosas afrobrasileñas), los actorescolectivos movilizados por
estosnuevosmovimientos religiosos, buscan elaborar una relación
clientelarconel finde sacarprovechos materialesy simbólicos a la vez.
Al esperar asímodificar eventualmente suposiciónsubalterna enel cam-
po religioso,construyen un discursoy una prácticaque no son una
"protopolíticade la alabanzaydeldon"comolo adelantó Corten, sinoya
unapolíticade la mediación. Conla multiplicación de actoresreligiosos
encompetencia surgela posibilidad deunneocorporativimo societal donde
el intermediarioreligioso podríatransformarse en mandatario. A la vez,la
crisisde legitimidad los
queexperimentanpartidos políticostradicionales
les obligaa entrar en competencia connuevasorganizaciones políticas;
porejemplo, conlas partidistasconfesionales evangélicasy pentecostales.
Entreel conjunto de nuevasasociaciones las másdinámicas
religiosas,
parecenserlas pentecostales porquerecrean potenteslazoscomunitarios
sobrela base de la libreadhesiónde sus miembros. Estas nuevas
sociabilidadesreligiosas permiten organizar unasnuevasredesde solida-
ridady,al articularse conorganizaciones políticasconfesionales, tienden
a tomar a sucargola expresión de reivindicaciones frenteal Estado.

Recibidoenoctubre
de 1997
Revisadoenmarzode 1998

Centrede Sociologiedes Religions/Université


Correspondencia: des
SciencesHumainesde Strasbourg/9 Place de l'Université/F-67084
Strasbourg,CEDEx/fax
0033388 14 01 37/e-mail bastian@monza.u-
strasbg.fr

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