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ALGUNAS RAZONES DE POR QUÉ CREO EN LA

RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO
“Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es
también vuestra fe” 1 Corintios 15:14.
Mahoma, profeta de la fe musulmana, dejó sus enseñanzas y murió. Su tumba es
visitada por sus seguidores todos los años. Buda, el fundador del budismo, dejó sus
enseñanzas y murió. Lao-Tse, filósofo chino, dejó sus enseñanzas y murió. José
Smith, líder de los mormones dejó sus enseñanzas y murió. Rusell, líder de los
testigos de Jehová, también dejó sus enseñanzas y murió.

El Señor Jesucristo dejó sus enseñanzas, VIVE y nos da poder para ponerlas en
práctica. Esta es la gran diferencia entre el cristianismo y el resto de religiones.

¡Y yo me reúno cada domingo en la Iglesia para celebrar que Cristo resucitó ese día!
¡Aleluya!

La resurrección de Jesucristo es el eje de nuestra fe. Si Jesucristo no resucitó,


entonces, nuestra vida cristiana y religión es un engaño. Como creyentes, solemos
afirmar la resurrección de Jesucristo como un hecho real, pero, ¿tenemos
argumentos para defenderlo?, ¿por qué creemos lo que creemos?, ¿y quién me dice
a mí que no es una historia inventada? ¿Tengo fe en mi fe (fideísmo), o tengo fe en
lo que sé y estoy convencido es la Verdad?

La confianza se sostiene al analizar esa confianza. La fe espiritual madura no


está vacía de RAZONES para esa fe. [Ravi Zacharías. Jesús entre otros dioses.
P.49]
Aquí propongo algunas razones del por qué creo en la resurrección de Cristo:

1º No existen rastros en Hechos, ni en las epístolas neo-testamentarias, ni en


ningún documento apócrifo antiguo, de nadie que fuera a rendir homenaje a la
tumba de Jesucristo. Este silencio total y absoluto en cuanto al lugar más sagrado
en la memoria del cristianismo es sobrecogedor. ¿No habría ninguna mujer para
quien la figura de Jesucristo fuese tan importante y necesaria, que deseara pasar
unos pocos minutos en aquel lugar santo y sustancial? ¿No habría hecho el apóstol
Pablo un viaje solitario a este lugar y llorado allí lágrimas de arrepentimiento por
negar el nombre de Jesús, recordando su temprana arrogancia y despiadada
persecución al cristianismo? ¿No habría sentido María (la madre de Jesús) el deseo
de ir a visitar el lugar dónde mataron a su hijo? Todo este silencio es un grito a
favor de la resurrección de Jesucristo, y de que todos ellos sabían que en realidad el
Salvador, Jesucristo, no estaba allí sino que había resucitado.

2º La terrible persecución y martirio de los discípulos inmediatos a Jesús es otro


argumento a favor de su resurrección. Es inaceptable creer que el círculo cercano a
Jesús, quienes hubieran sabido que la historia era falsa, murieran de forma tan
trágica por una mentira.

3º El hecho de que fueran mujeres las primeras en ver a Jesús resucitado (Marcos
16:1-9) es otra evidencia a favor. Si la historia de la resurrección hubiese sido
inventada por un seguidor de Jesucristo, jamás habría inventado una historia en la
que las primeras personas en ver a Jesús fuesen mujeres, ya que en aquel contexto
el testimonio de una mujer carecía de valor. Filón de Alejandría, filósofo judío de la
primera mitad del siglo I, asevera que no se aceptaba en juicio alguno el testimonio
de una mujer, salvo en problemas estrictamente familiares. Una historia inventada
habría sido más cuidadosa, y sin duda, para dar credibilidad habría dicho que los
primeros en ver al Jesús resucitado fueron hombres. Pero al no hacerlo, se
demuestra que los escritores no tenían la intención de inventarse nada y que todo
fue relatado tal y como ocurrió.

4º Otro fuerte argumento es el cambio radical de aquel perseguidor de la Iglesia;


Saulo de Tarso. Los que no creen en la resurrección deben explicar que otro gran
evento en su vida pudo convertir a aquel gran perseguidor y opositor del
cristianismo, en el mayor teólogo y apóstol que posiblemente nos ha dado el
cristianismo.

5º Ya que los escritos neo-testamentarios se escribieron años después de la muerte


y resurrección de Jesucristo, si la resurrección nunca hubiese ocurrido, entonces,
los discípulos bien podrían haber inventado la idea de una resurrección espiritual,
que por ser espiritual no se puede demostrar empíricamente y no necesitaría de
evidencias. Este enfoque hubiera salvado sus vidas, los hubiera librado de la
vergüenza y de la mala reputación. Pero no lo hicieron. Esto demuestra que estaban
tan convencidos de la veracidad de la resurrección de Jesucristo, que no les
importó dar un testimonio tan fuerte, a sabiendas, de que les costaría su propia
vida.

6º Cuando Jesús fue sepultado, los líderes religiosos contrarios a Jesús solamente
hubiesen necesitado mostrar su cuerpo para mostrar que la afirmación de que
Jesús resucitaría era falsa. Pero no pudieron hacerlo. No existe un sólo testimonio
que lo desacredite. La ausencia del cuerpo de Jesús es una evidencia a favor de su
resurrección.

7º El testimonio de diferentes autores sobre la resurrección. La Biblia es un libro


formado por 66 diferentes libros canónicos (evangelios, cartas, etc.), con diferentes
autores y épocas de escritura. Es curioso que 7 diferentes libros, de distintos
autores y distintas épocas afirmen claramente el hecho de la resurrección histórica
de Cristo y aparición a algunas personas (Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Hechos, 1
Corintios, Apocalipsis).

8º Por último, y más importante, creo que en la resurrección de Jesucristo porque


YO he tenido un encuentro con el RESUCITADO. La evidencia es mi propia vida, y
estoy tan seguro de ello, que he decidido entregarle toda mi vida a Él y a su obra.

Por todo esto, encuentro la resurrección física de Jesús como un hecho de lo más
evidente, y el rechazarlo, como una falta de amor a la razón, a la historia, y a la
Verdad.

Amados hermanos, espero que esta breve publicación os haya servido de ayuda y
edificado vuestra fe. Si es así, te animo a suscribirte y recibir gratuitamente

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