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Staff
Fiorella
Alessa Masllentyle
Sapphire Andrea95
Nyssa Agus Morgenstern
Elizabeth Scarhood Alessa Masllentyle
Pily
Maeh
Indice
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6 4
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Sinopsis
Isabella Violi es dueña de un restaurante muy popular en la ciudad de
Nueva York. Parker Davidson es una presumida estrella de rock. Isabella
está feliz con su vida y amigos, estando a cargo de su propio restaurant
que se está convirtiendo extremadamente popular en NYC. Parker está
feliz viviendo el estilo de vida de una estrella de rock.
15
2
Traducido por Lauu
Corregido por Sapphire
***
***
Tan pronto como salieron del taxi, Parker hizo estallar el corcho de la
botella de champán y tomó un largo trago de la botella. Arrastró a Isabella
hasta la pared de su edificio y la besó largo y duro, antes de verter un
poco del champaña en su boca y besarla de nuevo.
—Creo que mejor subimos a tu apartamento antes de que nos
arresten por exhibicionismo —le dijo, jugando con la cremallera de sus
pantalones.
Ella le agarró la mano, y esta vez, lo arrastró. Se fueron a su
apartamento, y tan pronto como la puerta se cerró, las ropas salieron
volando. Entre sus besos calientes y picantes, champán fluyó en sus bocas,
manteniéndolos así en estado de embriaguez.
Cuando la botella estuvo vacía, ella la tiró a un lado, casi
rompiéndola. Guió a Parker al dormitorio, donde él la empujó sobre la
cama. Ambos desnudos, él no perdió tiempo montándola.
Mientras deslizaba su longitud dentro de ella, ambos suspiraron con
satisfacción. Era solo el alivio de la tensión que ambos necesitaban, pero si 22
hubieran estado sobrios, lo más probable es que no hubiera sucedido.
Se movió dentro de ella, golpeado largo y duro, tensión
construyéndose entre ellos. Antes de que él supiera lo que pasaba, Isabella
se había zafado de él y lo empujaba para que estuviera de espaldas.
Luego se colocó a horcajadas sobre él y continuó su acoplamiento,
disfrutando tomar las riendas.
Parker se mostró sorprendido por este movimiento, pero muy
contento. Le encantaba cuando una mujer se hacía cargo y realmente le
mostraba lo que quería y necesitaba. Mientras ella golpeaba su cuerpo
contra el suyo, sintió su liberación viniendo. Él siguió muy por detrás de ella,
y luego ambos se desvanecieron después de que ella salió de su cuerpo.
Consumidos con satisfacción, y los efectos del alcohol, ninguno se
despertaría en el corto plazo.
3
Traducido por Meeny
Corregido por Nyssa
¡Oh, no! Voy a vomitar. Fue el primer pensamiento coherente que
pasó por la cabeza de Isabella a la mañana siguiente. Apartó las mantas y
salió en una alocada carrera hacia el baño.
Después de vaciar su estómago y sentirse un poco más estable,
agarró la bata que colgaba detrás de la puerta del baño y caminó
lentamente hacia su habitación. Era todo lo que podría hacer para
ponerse correctamente la bata y amarrarla, dado que hacerlo requería un
poco de concentración y su borrachera lo convertía en algo casi
imposible. 23
Al entrar nuevamente en su habitación la escena que yacía frente a
ella la dejó impactada. ¡No volveré a beber! gritó en su cabeza mientras
sus ojos vagaban por la espalda de un hombre tendido en su cama. La
sábana cubría la parte baja de su cuerpo y su cabeza se encontraba
prácticamente cubierta por una de las almohadas. La única cosa que era
claramente visible era su bien definida espalda musculosa.
Oh santo cielo, ¿qué hago? Esta es la razón exacta por la cual
nunca tuve un encuentro de una sola noche antes, para evitar situaciones
como esta —pensó en su martilleante cabeza—. …Bueno, entre otras
razones.
Dubitativamente, cruzó la habitación para llegar a la cama y le dio
unos ligeros golpecitos con las yemas de los dedos al hombre en su
hombro. Cuando no se movió, le sacudió el hombro con más fuerza.
—Uh, ¿disculpe? —Podía sentir cómo enrojecía su rostro. No tenía ni
idea cuál era el protocolo apropiado para la mañana después de.
El hombre rodó lentamente, pulgada por pulgada, revelando los
rasgos de su cara. Isabella jadeó y saltó hacia atrás, sintiendo como si se
hubiese quemado.
¡No! ¡No puede ser! ¡No lo hice! ¡No lo hicimos! ¡No, no, no! —se
reprendió a sí misma.
Parker abrió los ojos lentamente y parpadeó un par de veces,
intentando ajustarse a la luz, y quitarse el sueño de los ojos. Una vez que
estuvieron finalmente abiertos, miró a la mujer de pie frente a él y su rostro
se sorprendió al reconocerla. Negó con la cabeza y se frotó los ojos,
esperando ver algo diferente cuando volviera a abrir los ojos.
Al ver a la mujer de pie frente a él, salió de la cama de un salto en
toda su desnuda gloria, sin molestarse en cubrir sus áreas sensitivas.
—¡Oh, mierda! Eres aquella chica del restaurante —gruñó. Su mano
agarró inmediatamente su palpitante cabeza.
El rostro de Isabella se sonrojó más y apreció su cuerpo.
¡Contrólate! —Se abofeteó mentalmente y se cubrió los ojos para no
verlo en su forma pura.
—¿Crees que podrías alejar esa cosa? —preguntó amargamente,
apuntando hacia su erección matutina.
—Eso no era lo que me pedías anoche, dulzura —se mofó mientras
salía de la habitación para buscar sus ropas. Caminó rápidamente por la
sala y el recibidor, recolectando sus ropas y poniéndoselas
apresuradamente.
Isabella lo siguió afuera a la sala y se sentó en el sofá con un ruido 24
sordo. Se agarró la cabeza entre las manos, intentando encontrarle sentido
a la situación, aunque ningún pensamiento lógico podría explicar nunca lo
que había pasado la noche anterior.
Y ni siquiera terminé de hacer la colada —pensó con desdén.
Parker murmuró para sí mientras se vestía. Isabella no pudo entender
mucho de lo que decía, y no se encontraba segura de querer hacerlo. Era
bastante obvio que su noche de sexo ardiente fue un error para ambos,
algo de lo que ambos se arrepintieron instantáneamente a la luz del día.
—No puedo creer que dormí contigo, de todas las personas en ese
club anoche —dijo Parker secamente, más para él que para Isabella.
Ella levantó la mirada para verlo a través de las manos que cubrían
su rostro.
—¿Crees que estoy feliz con esto? Creo que estoy más devastada
que tú. Lo digo muy en serio. Mi primer encuentro de una noche y lo
arruiné al acostarme con el tipo que me amenazó más temprano esa
misma noche.
—Oh, no te preocupes. Estoy seguro de que encontrarás una forma
de usar esto en tu ventaja. Probablemente saldrás corriendo a los
tabloides, solo para obtener un poco de publicidad para tu pequeño
restaurante de mierda —dijo disgustado mientras terminaba de atarse los
cordones de los zapatos.
—Sí, claro. Como si quisiera que la gente supiera que bajé mis
estándares al acostarme contigo —gruñó ella. Esta conversación la hacía
sentirse peor. Podía sentir la bilis subiéndole por la garganta nuevamente—.
Como sea… solo lárgate —le dijo, con la cabeza entre las manos
nuevamente, sin fuerzas o energía para darle la mirada asesina que
quería.
—Un placer —dijo, dando un portazo al salir.
Isabella hizo una mueca al escuchar el estruendo, y corrió al baño
por otra ronda. Este iba a ser un largo día.
***
Isabella se sentó en su oficina con una gran botella de Gatorade de
uva y un paquete de galletas saladas.
Había estado tomando ibuprofeno Advil todo el día, y finalmente
empezaba a sentirse un poco humana nuevamente. Observó fijamente al
teléfono cuando sonó, no quería hablar con nadie pero lo contestó de
cualquier forma.
—Buen día, Mary. —Jason arrastró las palabras en el teléfono con 25
gran entusiasmo.
—¡Tú, maldito imbécil! ¿Cómo pudiste emborracharme tanto y luego
dejar que me fuera con ese hijo de puta? —le gritó a Jason.
—Guau, ¿qué pasó? ¿Estás bien? —preguntó, empezando a
preocuparse. Pensó que el sexo sería bueno para ella y la liberaría un
poco.
—Físicamente bien, mentalmente no tanto —dijo, entonces recordó
que él no sabía nada de su explosión con Parker Davidson el día anterior—.
Lo siento, no quería descargarme contigo, pero esa era la última persona
con la que debería haber terminado anoche. —Isabella se disculpó y
luego le contó la historia de lo que había pasado, empezando por Parker
en su restaurante y terminando con él dando un portazo por la mañana.
—¡Caramba! Si hubiera sabido, te habría perseguido y detenido —le
dijo Jason con sinceridad—. Pero, la pregunta del día es, ¿el sexo valió la
pena?
Isabella se rió.
¿El sexo lo había valido?
—Por lo que recuerdo, lo cual no es mucho, creo que fue bastante
agradable.
—Entonces no dejes que el conocimiento de saber con quién fue
manche el buen sexo —le aconsejó Jason.
Ella se echó a reír de nuevo.
—Gracias, oh sabio. —Déjale a Jason ser capaz de poder animarla.
—Entonces, ¿qué te parece? ¿Quieres salir de nuevo esta noche? —
preguntó él rápidamente, sabiendo la respuesta incluso antes de que la
dijera, pero imaginó que lo intentaría de todos modos.
—No en tu vida, chico gay. Además, todavía tengo ropa que lavar,
gracias a ti. Además, es viernes así que tengo que preparar mi pedido de
ropa para la próxima semana. ¿Ves lo que pasa cuando te metes con el
horario? Todo se atrasa. —Isabella se sentía un poco mejor respecto a sus
escapadas, gracias a Jason. Debió haber sabido que la haría ver el lado
bueno del trágico episodio—. Bueno, el furor de la cena empezará pronto,
así que tienes que correr. Llámame a mi celular después y cuéntame todo
lo que pasó con Paul.
—Lo haré Mary. ¡Besos babosos! —dijo y colgó.
Isabella sacudió la cabeza y se echó a reír, dirigiéndose a la cocina
para ayudar.
26
***
Más tarde esa noche, los chefs y ayudantes de cocina parecían
tener todo bajo control, así que Isabella se dirigió al comedor para
asegurarse de que todos sus clientes pasaban un buen rato.
Revisó algunas mesas antes de dirigirse a una de las mejores mesas
en la casa, que resultó tener a una de sus clientas frecuentes sentada con
otras dos mujeres.
—¡Sasha! ¡Qué bueno verte de nuevo! —dijo Isabella mientras se
acercaba, inclinándose para darle a la mujer mayor un beso en la mejilla.
—¡Bella! Qué agradable verte, querida. Por favor siéntate por un
momento y conoce a alguna de mis más apreciadas amigas, ¿lo harías?
—Sasha Winters le ofreció el asiento vacante a la dueña del restaurante.
—Sería un placer, ¿siempre y cuando no esté importunando? —le
preguntó a las otras dos mujeres y cuando obtuvo sus consentimientos,
sacó la silla y se sentó. Le hizo señas al camarero para que les trajera otra
ronda de bebidas, antes de volver su atención a las mujeres.
—Isabella, me gustaría que se conozcas a Bunny y Manda, dos de
mis amigas más antiguas y más queridas —presentó Sasha a las otras dos
mujeres.
—Encantada de conocerlas. Espero estén disfrutando la experiencia
de cenar aquí —dijo Isabella sinceramente.
—Oh, sí. En realidad, Manda y yo estábamos hablando con Sasha y
le contamos acerca del maravilloso restaurante en el que habíamos
comido la semana pasada, pensando que teníamos este pequeño
delicioso secreto y no fue así, nos sorprendió cuando dijo que no solo sabía
del lugar, sino que también conocía a la dueña —le dijo Bunny Davidson a
Isabella como si esa fuera la historia más grandiosa del mundo—. Desde
que comimos aquí la semana pasada, no he hecho más que hablarle
sobre este lugar a todo el que esté dispuesto a escuchar.
—Bueno, gracias. Me alegra que lo hayan disfrutado.
Definitivamente le haré saber a mi equipo que estamos recibiendo muy
buenos cumplidos. Después de todo, nada de esto sería posible sin ellos —
dijo Isabella con una sonrisa genuina. El camarero trajo las bebidas a la
mesa—. Por favor acepten esta ronda de tragos con mis agradecimientos.
Sus postres también van por la casa esta noche —dijo, asegurándose de
que el camarero también escuchara esa parte.
—Eres muy amable —dijo Manda.
—Ven señoras, les dije que sería perfecta para mi Thomas —le dijo
Sasha a sus amigas, haciendo sonrojar a Isabella. 27
—Isabella, Sasha nos dijo que eras soltera, ¿cómo es posible? ¿Debe
haberse equivocado? —le preguntó Bunny.
—Sasha no se equivocó, soy soltera, pero estoy casada con mi
restaurante. Realmente no tengo el tiempo ni la energía para dedicarme a
encontrar al Señor Indicado. E incluso si lo encuentro, pasaría tanto tiempo
aquí que me temo que se sentiría desatendido. No hay muchos hombres
dispuestos a compartir a su novia o esposa —explicó, como había hecho
muchas veces antes.
Bunny sonrió.
—Creo que sería perfecta para mi hijo. También está muy ocupado,
así que creo que entendería tus otros compromisos.
—Bueno, tengo que concordar con Isabella, al menos en el caso de
mi hijo Peter. Es muy consentido y quiere tener a su novia cerca todo el
tiempo, me temo —les dijo Manda a las otras mujeres—. Todo un niño de
mamá. —Se rió.
—Entonces supongo que es entre nuestros hijos —le dijo Sasha a
Bunny.
—Esperen, esperen un minuto. —Isabella se rió—. Señoras ustedes son
incorregibles. Nunca acepté nada.
—Estarías cantando una melodía diferente si conocieras a mi hijo. Es
lindo, exitoso, y adorable cuando quiere serlo —dijo Bunny, y le guiñó el
ojo—. Todo lo que necesita es una buena mujer que lo ponga en su lugar,
y creo que podrías ser esa mujer.
Las mujeres en la mesa reían cuando Dylan se acercó a Isabella. Se
agachó de manera que se encontraba más a su nivel antes de dirigirse a
ellas.
—Perdonen que las interrumpa damas, pero Bella, te necesitan en la
cocina. —Les lanzó un guiño a las señoras y se alejó.
—Oh, es una dulzura. También tiene nalgas firmes —dijo Manda
cuando él se alejó, provocando otra ronda de risas en la mesa.
—¿Ya le has atinado a eso? —le preguntó Sasha a Isabella, y cuando
vio la mirada de asombro en el rostro de Bella, sonrió—. ¿No es eso lo que
se dice estos días?
A Isabella le dolió el costado de tanto reír.
—Dylan es solo mi amigo y empleado. Nada más. Además, a él le va
más del tipo modelo. Ahora, si ustedes señoras me disculpan, mejor vuelvo
al trabajo. Fue un placer conocerlas a ambas y si en cualquier momento
necesitan algo, solo pregunten por mí. 28
Después que Isabella se fue, Sasha y Bunny mantuvieron el debate
sobre cuál hijo sería un mejor partido para ella. Lo mantuvieron durante el
postre y el viaje a casa. Cualquier mujer estaría feliz de tenerla como
nuera, si solo pudieran poner en marcha a sus hijos para que la
conocieran.
***
Parker pasó la mayor parte del día en el estudio de grabación
peleando con los ejecutivos de grabación sobre las letras de las canciones
de su siguiente álbum. Trajo en su diario las letras que había escrito,
esperando que tomaran algunas de sus canciones, en lugar de aquellas
que intentaban emplear.
Después de un montón de gritos, con unas cuantas amenazas
lanzadas desde ambos lados, llegaron a un acuerdo. Solo una canción del
álbum tendría las letras chiclosas, y usarían el material de Parker para
reemplazar aquellas que habían desechado.
Sintiéndose finalmente mejor respecto a la situación, fue capaz de
ponerle la parte vocal a algunas de las pistas sobre las que ya habían
acordado. Solo la ráfaga que sintió al estar frente al micrófono fue
suficiente para mitigar la carga de con lo que había despertado antes por
la mañana.
Su resaca fue amainando gracias al subidón de adrenalina, y se
sintió mejor de lo que se había sentido desde hacía tiempo. Si todo iba
bien, sería capaz de sacar su álbum en apenas unos cuantos meses. Luego
sería capaz de hacer un tour, y salir frente a sus fans, algo que no podía
esperar por hacer. Le encantaba viajar, y le encantaba presentarse.
Quedarse en un lugar durante mucho tiempo parecía que empezaba a
molestarle. Era la única manera de poder explicar la debacle de la noche
anterior. Las beer goggles2 eran una cosa, ¿pero dormir con alguien que
despreciaba tanto? Era difícil entender cómo pudo haber sucedido.
Todo lo que sabía era que su vida y su carrera parecían estar de
vuelta en el camino y no había vuelta atrás nunca más. Lo que ocurrió en
el pasado se encontraba destinado a permanecer allí y solo esperaba que
Isabella no tratara de utilizar los medios para dañar su reputación para su
propio beneficio. Lo había avergonzado una vez, y esperaba que no
tratara de hacerlo nuevamente. A partir de ahora, iba a ser más inteligente
respecto a con quién dormía, borracho o no.
29
***
***
Lunes, Isabella aún no se sentía nada mejor, por lo que se
encontraba sentada en el despacho del doctor sosteniendo la mano de
33
Dylan y esperando a ser llamada. Incluso cuando pensaba que había algo
mal con su salud mental, Dylan la convenció de ver a su médico de familia
antes que saltar a un psiquiatra. Él simplemente no podía ver algo tan mal
con Isabella y pensaba que tenía que haber una explicación razonable
para su comportamiento reciente.
Cuando la enfermera vino para buscarla, Bella se levantó, la
mano de Dylan todavía en un apretón de muerte.
—Isa, vas a necesitar dejar mi mano, cielo. Está como pegada
—bromeóDylan.
—No, tienes que venir conmigo. No puedo hacerlo sola—le
dijo.
Él lo pensó por un minuto. Lo que fuera que se hallara mal con
ella era algo privado, pero posiblemente le contaría lo que estuviera mal
de todas formas, así que ¿por qué no ir allí y sostener su mando mientras
esperaba?
Se levantó de la silla, y los dos siguieron a la enfermera a la
pequeña habitación de examen, donde tomó los signos vitales de Isabella
y se fue.
El médico eventualmente hizo su aparición, quince minutos
más tarde. Isabella explicó sus síntomas, y preguntó si eso sonaba como
que si tuviera un desorden de múltiple personalidad. El médico se rió,
haciéndola sentirse aún peor, entonces le dijo que era más bien algo
diferente. Sacó su sangre y le dijo que tenían que realizar algunas pruebas
y la informarían estaría para el final del día.
Aun sin sentirse mucho mejor, Isabella y Dylan dejaron el
despacho del doctor y volvieron al trabajo.
***
***
Isabella fue del trabajo a su casa esa noche, se arrastró directo
a su cama. Se sentó allí llorando por horas. Llorando por su futuro, por el
futuro de su bebé. ¿Qué tipo de madre sería? ¿Y Parker… donde iba a
jugar en todo esto? Cometieron un gran error, y se encontraba segura de
que esto no era lo que él quería de una ebria aventura de una noche.
¿Debería siquiera decirle? ¿Prefería que no supiera a tener que enfrentar el
rechazo del padre de su hijo?
Todo se hallaba en el aire ahora. ¿Podría su negocio mantener
su éxito si tenía que compartir su tiempo entre el restaurante y un bebé? Y
encima de eso ¿Tendría la energía de hacer ambas cosas?
No se movió de la cama hasta la mañana del miércoles. Había
jugado todos los escenarios en su cabeza, tratando de averiguar qué
hacer. El aborto ni siquiera fue considerado, no importa lo imprevisto que
fuera este embarazo. Pero en las treinta y siete horas que en las que estuvo
allí pensando, lo único que sabía con certeza era que iba a hacer lo mejor
para la situación en la que se encontraba. Todavía no había decidido si
decirle a Parker o no, e incluso si quisiera, no tenía idea de cómo ponerse
en contacto con él. Solo tendría que cruzar ese puente cuando llegara a
el… si es que iba hacia el.
Esa noche en el trabajo, Dylan mantuvo una estrecha vigilancia
sobre ella, asegurándose de que no se presionaba demasiado duro
físicamente. Además buscó asegurarse que también estuviera
emocionalmente bien, y se encontraba convencido de que parecía estar
aceptando su embarazo.
***
―Madre, no sé porque tientes que recogerme. Podría solo
verte en el restaurante―le dijo Parker a Bunny una vez que el auto entró a
la ciudad.
―Sabes querido, la mayoría de los hombres jóvenes saludan a
37
su madre con un “Buenas tardes madre, ¿cómo lo estás haciendo?” Sé
que te he enseñado mejores modales que esos―le dijo con una pisca de
desaprobación en su voz.
―Lo siento madre. ¿Cómo estás? ―preguntó agachándose y
besándola en la mejilla.
―He estado bien, gracias. Me he mantenido ocupada, cenando
con las chicas, lecciones de tenis, golf, mis caridades. Mi calendario social
está completamente lleno justo ahora―le dijo, brillando con satisfacción.
―Bueno, estoy contento de ver que la edad adulta no te está
tirando abajo. La mayoría de las viudas tienden a dejarse ir después de
que su esposo muere―le comentó a su madre, sabiendo que solo tomaría
como ofensa la parte de la edad.
―Parker Andrew Davidson. ¡Deberías saber que solo tengo
cincuenta! Tengo plenamente algunos años más hasta que me golpee la
“edad vieja” ―protestó.
―Mama, tienes cincuenta y tres. No lo niegues. ―Se rió.
―Lo que sea cincuenta es suficientemente cerca―sonrió.
No mucho después, estacionaron fuera del restaurante. Parker miró
al dosel arriba de su cabeza y vio el elegante signo de caligrafía
proclamándoles estar en The TigerLily. Gruñó.
―Oh, madre. ¿No podrías haber escogido un restaurante diferente?
―Solo estoy fascinada con este lugar. Tienen la mejor comida, y tan
increíble atmósfera. Deberías pensar que tienes que cumplir mis deseos.
No estaré alrededor por siempre, sabes―apunto afuera.
Parker sacudió su cabeza.
―Estoy seguro de que me habré ido mucho antes que tú―le dijo a
su madre mientras la dejaba entrar al restaurante. Se alegraba de haberse
puesto presentable. No creía que hubiera mucha oportunidad de ver a la
propietaria, pero solo por si acaso, quería verse lo suficientemente bien
para hacerla babear.
Sus comidas fueron y vinieron sin contratiempos, compartiendo
plácidamente y conversando para pasar el tiempo. Cuando vino el postre,
Bunny hizo algo que hizo que el corazón de Parker saltara a su garganta.
Antes de que el mesero pudiera irse, puso su mano en su brazo y pregunto
si Isabella se hallaba disponible. Él fue a buscarla, dejando a Bunny
complacida y a Parker muy mortificado. 38
***
―Oye, Jefe, hay una mujer afuera que está preguntando por
ti, mesa veintitrés―le dijo uno de los meseros a Isabella cuando fue a la
cocina.
―¿Hay algún problema? ―preguntó. Le gustaba saber de
antemano si iba a caminar dentro de un nido de avispas.
―No lo creo. Creo que solo quería decir hola―le dijo, después
desapareció dentro del cuarto de comida.
Bella se sacó su delantal negro y lo dejó en el mostrador cerca de la
puerta, después se lavó y secó sus manos. Se revisó en el espejo para
asegurarse de que se encontraba presentable antes de ir al área de
comer.
Miró sobre la mesa veintitrés una vez que entró y vio una de las
mujeres que conoció hace unas semanas. Ha estado viniendo al menos
una vez a la semana desde entonces, y se aseguraba de decir hola cada
vez que se hallaba ahí. Había también un hombre sentado en la mesa con
ella, pero todo lo que podía ver era la parte de atrás de la cabeza del
hombre. Usualmente venía con sus amigas mujeres, así que se sentía
intrigada.
―Bunny, ¿cómo estás? ―preguntó Isabella cuando se acercaba a
la mesa. Se agachó y besó la mejilla de la mujer mayor.
―Estoy genial. Teniendo una maravillosa cena con mi hijo. ―Apuntó
al hombre sentado en la mesa con ella, escudando su cara con su
mano―. Isabella, este es mi actualmente rudo hijo, Parker. Parker, esta es
Isabella. ―Sacudió su mano lejos de su cara, provocando que Bella se
quedara sin aliento.
―Ya nos conocíamos Madre ―hablóParker suavemente mientras
Isabella solo permanecía de pie ahí con la boca abierta.
―¡Oh, Maravilloso! Creo que ustedes dos se volvieron famosos―dijo
Bunny, aplaudiendo son sus manos enfrente de ella con emoción―. ¿Estás
bien querida? ―le preguntó a Bella, viendo su cara pálida.
Isabella asintió después de un minuto.
―Um, Parker, puedo hablar contigo en mi oficina por un minuto.
―preguntó suavemente. No se sentía segura de lo que iba a decir, pero el
destino lo había obviamente traído a comer a su restaurante por alguna 39
razón.
Él asintió, y dejó su servilleta en la mesa mientras se levantaba y la
seguía por detrás. Bunny fue dejada en la mesa para crear cientos de
diferentes escenarios sobre qué es lo que pasaba entre esos dos. Todos
ellos terminaban con Bella siendo su nuera y la madre de sus nietos. Se
encontraba complacida con eso.
***
Una vez que la puerta se cerró, Parker fue rápido en saltar a lo
importante.
―¿Qué es lo que buscas? No tengo toda la noche.
―Deberías sentarte para esto. ―Ella se movió a una silla.
—Creo que seguiré de pie ―le dijo desafiante.
―Bien, no digas que no le lo advertí. ―Tomó una respiración
profunda―. Parker, estoy embarazada y es tu hijo... —dejó salir.
Parker la miró con una ceja levantada.
―Oh, ¿de verdad? ¿Esperas que me crea eso? ―le preguntó―.
Debería de haber sabido qué harías algo para tratar de arruinarme.
¿Cuánto es lo que quieres?
―¿Disculpa? ―preguntó, sin entender de lo que él le hablaba.
―Cuanto quieres para mantenerte sin ir al público con “mi hijo”.
¿Sabes cuántos de ellos de hecho son míos? Ninguno de ellos eran míos,
todosun chantaje para tener dinero de mí―riñó, su enojo saliendo.
―Bueno, eres el único con el que estado en realmente un tiempo, y
estoy segura de que eso no fue una concepción inmaculada, así que eso
nos deja solo una conclusión―argumentó.
―Sí, correcto. Tuvimos una noche casual, ¿y esperas que crea que
soy el único con el que has estado en un tiempo? Vamos, di la verdad.
Apuesto a que vas a bares todo el tiempo, tomas a un chico, van a casa y
sacuden sus cerebros, eres una pequeña zorra, ¿verdad? ―se mofó.
―Jodete. Te dije que era la primera vez que tuve una noche casual.
―Podía sentir las lágrimas saltando a sus ojos.
―Sí, y nunca he escuchado eso antes. Sé original. Es la misma vieja
historia que escucho todo el tiempo. Y si incluso estas embarazada, no es 40
mío. Así que olvídate de toda la cosa de la extorción―le dijo y caminó
fuera de su oficina, azotando la puerta.
Una vez que se fue Isabella dejó caer las lágrimas.
***
Parker caminó de regreso a la mesa donde su madre se encontraba
sentada, intentando controlar su temperamento con cada paso que
daba. Esa mujer seguro tuvo el descaro de acusarlo de algo tan ridículo.
―Vámonos madre―dijo más cruelmente de lo que intentaba, una
vez que regresó a su mesa.
―¿Qué pasó? ―preguntóBunny, confundida del porqué su hijo se
encontraba de tan mal humor.
―Algunas personas solo no son lo que pretenden ser―le dijo
crípticamente y dejó el restaurante.
5
Traducido por Fiioreee, fmaryd, Lipi-Lipi&July Styles Tate
Corregido por Elizabeth Scarhood
***
Isabella limpió sobre el inodoro por tercera vez en el día. Se
sentía como si su enfermedad de la mañana nunca fuera a terminar. No
podía esperar hasta el final de su primer trimestre, ya que leyó que la
mayor parte de los malestares habrían desaparecido para entonces al
menos para la mayoría de las mujeres.
Hizo un buen trabajo en ocultar su embarazo hasta el momento. Las
únicas personas que sabían eran Dylan y Jason, y por supuesto Parker. No
es que él le creyera, pero al menos le dio la oportunidad de participar si
quería estar.
La reacción de Jason tenía precio cuando le dijo. Era la primera vez
que se reía de su situación.
―Perra, no puedo creer que voy a ser tío―lo recordaba diciendo.
Entonces escuchó su alto chillido agudo mientras dio una palmada. Fue
bueno que alguien estuviera emocionado por su embarazo. Seguro Parker
no, y el jurado seguía deliberando sobre si se encontraba emocionada por
ello o no. Ella iba y venía sobre eso casi todos los días.
Suspirando, se limpió la boca y volvió a su trabajo, haciendo voto de
no pensar en la situación en el resto de la noche.
***
Parker se acercó a la puerta donde estuvosolo una vez antes.
Esta vez, cuando golpeó, sabía lo que iba a encontrar en el otro lado.
Jenny, la compañera de habitación de Melinda Sue, abrió la puerta con
un vestido negro sexy.
―Oye, ¡te ves muy bien! ¿Estás lista? ―le preguntóParker,
inclinándose para besarla en la mejilla.
―Sí, vámonos antes de que Melinda Sue llegue a casa. Nunca voy a
escuchar el final de esto, si te ve de nuevo. ―Jenny se rió y agarró su bolso.
Enganchó su brazo con el de Parker, y los dos se dirigieron a las afueras de
la ciudad donde el coche esperaba.
―Pensé en ir a The TigreLily a cenar esta noche. ¿Alguna vez has
estado allí? ―le preguntó. 43
Claro, era una locura para él tener una citaen el restaurante que es
propiedad de la mujer que decía estar embarazada de su hijo, pero
necesitaba hablar con Isabella. No quería aparecer por allí solo para
hablar con ella, por lo que decidió que si se hallaba allí con una cita
parecería más casual. Al menos, eso era lo que había pensado
originalmente a las cuatro de la mañana. Entonces parecía como la idea
perfecta.
―¡Oh, eso es impresionante! Nunca he estado allí, pero he querido
―dijo Jenny con entusiasmo―. Así que, sé que es una locura hablar de
otras mujeres con las que has salido mientras estamos en una cita, pero
tengo que saber ―dijo con una sonrisa―. He escuchado el lado de
Melinda Sue de la cita, ahora dime el tuyo.
―Oh, Dios, esa es una noche que no quiero volver a vivir―le dijo, y
pensó en su cabeza, “en más de un sentido”.
Al ver que no iba a permitir la caída de tema, le dijo de la cita del
infierno. En el momento en que terminó, sin necesidad de embellecer en
cualquiera de los detalles horribles, ambos se reían de su desgracia.
Se detuvieron frente al restaurante, y en tono de broma, se volvió
hacia Jenny y dijo:
—Recuerda usar tu voz interior ―burlándose de lo que Isabella dijo
acerca de Melinda Sue. Ella puso los ojos, pero se compadeció y entendió
exactamente de lo que la dueña del restaurante hablaba cuando hizo ese
comentario.
Se sentaron enseguida, en una de las mejores mesas en el lugar.
Jenny parecía impresionada, pero Parker tenía la sensación de que su
interés tenía más que ver con su nombre y su aspecto que con quién era
como persona. Se acostumbró, aunque a veces le molestaba. La ventaja
de ello, sin embargo, era que cuando él iba a una cita con una chica que
solo se interesaba en su fama, inevitablemente terminaba en la cama al
final de la noche.
A lo largo de la cena, Jenny mantuvo el flujo de la conversación,
hablando principalmente acerca de sí misma, mientras que Parker
escaneaba constantemente el comedor en busca de la dueña. Para
cuando les llegó el postre, todavía no la había visto, y empezaba a perder
la esperanza. Jenny se hallaba demasiado ocupada diciéndole lo guapo
que era como para darse cuenta de que no le prestaba atención.
Cuando llegó la cuenta, Parker se encontraba dispuesto a darse por
vencido y volver a casa sin tener la oportunidad de hablar con Isabella.
Pero como tenía suerte, una mujer de aspecto muy cansado caminó a 44
través de las puertas de la cocina y al comedor para comprobar en sus
clientes, antes de que tirara la toalla.
―Por lo tanto, no fue una sorpresa cuando toda la clase mayor me
votó reina de las fiestas ―hablaba y hablaba Jenny monótonamente.
―Discúlpame por un minuto ―interrumpió Parker y se levantó de su
asiento, ni siquiera mirando a su cita. En cambio, sus ojos se enfocaban en
la mujer que ha estado invadiendo sus pensamientos constantemente.
Cruzó la habitación rápidamente antes de que tuviera la oportunidad de
escapar.
―Bueno, gracias por el cumplido. Estoy muy contenta de que hayan
disfrutado mucho la cena esta noche. Esperamos verlos pronto.―Isabella
hablaba con los clientes de una de las mesas y no se dio cuenta de que
alguien se encontraba detrás de ella hasta que sintió una mano en su
codo. Brincó y se dio la vuelta, solo para mirar a los ojos a la persona que le
estuvo ocasionando tanto dolor últimamente.
―Discúlpenos, por favor ―dijo educadamente a la mesa con la que
estuvo hablando. Las cuatro personas en la mesa sonrieron,
reconociéndolo.
—¿Puedo hablar contigo en tu oficina por un minuto? ―le preguntó
en voz baja.
Isabella le dio una gran sonrisa falsa, con el fin de no verse grosera
frente a sus clientes.
―Por supuesto ―le dijo y dirigió el camino. Una vez que estuvieron
tras puertas cerradas, la sonrisa desapareció y fue reemplazada por una
mirada asesina―. ¿Estás aquí para ofrecerme más dinero, tratando de
anular cualquier vínculo parental? ―le escupió.
Parker se frotó la frente.
―Fue un error de mi parte ofrecerte dinero, pero para mí es todo lo
que las mujeres quieren ―le dijo y vio como se sentó en la silla detrás de su
escritorio. Se veía más pálida desde la última vez que la vio, y las ojeras
debajo de sus ojos eran inconfundibles. Tenía que carcajearse dado que él
tenía un par que combinaban debajo de sus propios ojos―. Necesito saber
a ciencia cierta si este niño es mío, y me encantaría creer en tu palabra,
pero, por desgracia, la historia me ha demostrado que eso es una mala
idea.
―Entonces, haremos una prueba de paternidad. Le pregunté a mi
médico acerca de ello y me dijo que hay un nuevo procedimiento que se
puede hacer en cualquier momento. Solo tienes que darles tu ADN―le dijo
sin ninguna emoción. Se sentía agotada por todo el tema. 45
―Quiero hacerlo pronto. Necesito saber ―le dijo, queriendo que
todas las preguntas en su mente se terminaran.
―Bien, nos vemos mañana en el consultorio del médico en la
mañana. Que hagan la prueba y los resultados estarán en la siguiente
semana ―le dijo.
―¿No los pueden tener antes de eso? ―preguntó, frustrado.
Ella suspiró y sacudió la cabeza. No tenía la energía para pelear con
él.
―Está bien, llegaré a tu departamento mañana a las nueve treinta e
iremos al médico juntos ―le dijo y se dio la vuelta para irse.
―Eso no es necesa… ―empezó pero fue interrumpida por el portazo
de la puerta de su oficina.
***
Parker llevó de regreso a Jenny a su departamento después de
salir del restaurante. Ella se encontraba sobre él, pero él no se encontraba
de humor. Cuando el coche se detuvo, abrió la puerta y jaló su mano,
tratando de sacarlo del coche.
―¿No vas a subir? ―le preguntó cuándo no consiguió moverlo.
―No esta noche. Tengo que levantarme temprano mañana ―le
dijo―. Tal vez en otra ocasión.
―¿Estás seguro? ―le preguntó, pasando su dedo por su pecho,
tratando de parecer seductora.
―Estoy seguro. Tal vez te hable en algún momento ―le dijo, después
de cerrar la puerta. Una aventura de una sola noche no era algo que
necesitara en ese momento. A lo mejor ya que hubiese arreglado el
desastre con Isabella estaría dispuesto, pero por ahora, solo no era
prudente.
***
Isabella caminaba rápidamente en su apartamento a la
mañana siguiente. Miró el reloj y vio que decía nueve quince. No sabía por
qué se encontraba nerviosa, sabía que Parker era el padre, pero por
alguna razón no sepodía tranquilizar. Cuando el timbre sonó en su
apartamento, saltó. Por el interfon, le dijo a Parker que bajaría enseguida.
Dando un último vistazo en el espejo, se alisó el cabello y se aseguró 46
de que no tenía lápiz labial en sus dientes. Una respiración más profunda,
tomó su bolso y dejó la comodidad de su departamento.
Parker la esperó en el lobby, viéndose casualmente sexy en sus
pantalones deslavados y playera de rayas, camisa larga sobre una corta.
Tenía que admitir, que esperaba que su hijo se pareciera a él. Era
indudablemente atractivo, solo era su personalidad lo que dejaba mucho
que desear.
―Buenos días. ¿Estás lista para esto? ―le preguntó, asimilando su
apariencia. Llevaba unos pantalones y un suéter negro Ralph Lauren con
un botón abotonado, con camisa blanca debajo. Si hubieran estado en
diferentes circunstancias, podría haber estado interesado en ella.
―Tan lista como jamás lo estaré ―le dijo y se deslizó en el coche
mientras él le abría la puerta. Una vez que ambos se encontraban adentro,
se giró hacia él―.Así que ¿cómo estas sobrellevando todo esto? ―le
preguntó de hecho preocupada.
Parker se dio cuenta de que en serio se preocupaba por la pregunta,
y se tomó un momento para responder.
―Bueno, no es como si esta fuera la primera vez que alguien ha
dicho que era el padre de su bebé, pero es la primera vez que creo que es
posible. No dejo de pensar en que sería un padre de mierda, y en cómo ni
siquiera te conozco ―respondió con honestidad.
―En serio lamento mucho que todo esto haya sucedido. Créeme, si
pudiera regresar en el tiempo y cambiar esa noche, lo haría ―le dijo,
sintiéndose y oyéndose derrotada―. Si no quieres ser parte de la vida de tu
hijo, no te voy a obligar. Pero al mismo tiempo, si quieres estar en su vida,
eres más que bienvenido. Es tu decisión, y no te voy a presionar en una u
otra dirección.
Parker asintió.
―No sé cómo ser un padre ―admitió.
―Vas a aprender, si eso es lo que quieres, al igual que yo aprenderé
a ser mamá ―le dijo tristemente.
―Pensé que todas las mujeres sabían cómo ser madres ―dijo,
bromeando.
―En realidad no. No tenía planeado tener hijos, o al menos no en un
tiempo. Mi madre murió cuando era muy joven, y solo tenía mi papá
cerca. Él no sabía lo que hacía, así que tuve que criarme sola la mayor
parte del tiempo. Siempre me preocupaba de que volviera a cometer los 47
mismos errores que él y que en serio jodiera a mi hijo. Y ahora con mi
restaurante estando tan lleno, me imaginé que ese era mi bebé, y me
encontraba satisfecha con eso. Pero entonces pasó esto, así que tengo
que averiguar cómo criar a un niño y evitar los errores de mi padre ―dijo,
sin querer entrar en detalles, y esperando que no le preguntara.
―Yo era todo lo contrario ―le dijo―. Mi padre nunca estuvo. Fui
criado por una niñera y por mi madre cuando no se hallaba demasiado
ocupada con sus obras de caridad. Así que no tengo un ejemplo de padre
que seguir.
Isabella sonrió.
―Me encanta tu madre. Es una de mis mejores clientes.
―A lo mejor debes ponerla pronto en tu nómina, con toda la
publicidad que hace para ti ―le dijo, riéndose de lo emocionada que se
encontraba su madre con The TigerLily.
Ambos sintieron que el coche se detuvo y se asomaron por la
ventana para ver el consultorio del médico.
―Bueno, esto es ―le dijo ella.
Él asintió y abrió la puerta, girándose para ayudarla a salir. La siguió
por detrás mientras lo dirigía al consultorio de su ginecólogo. Mientras se
registraba, él tomaba asiento. Regresó y se sentó junto a él, viendo como
su rodilla rebotaba de arriba a abajo, solo demostrando lo nervioso que en
verdad se encontraba.
***
Después de las extracciones de ADN, Isabella y Parker
regresaron al coche.
―¿Puedo comprarte el desayuno? ―preguntó, aun sin querer
dejarla. Por alguna razón, era reconfortante estar con ella―. ¿A lo mejor
podemos llegar a conocernos un poco mejor?
Isabella pensó por un momento. Realmente tuvieron un comienzo
irregular, tal vez esta era la oportunidad para el nuevo comienzo que
necesitaban.
―Tengo una idea mejor. ¿Qué tal si me dejas hacerte el desayuno?
Además me darías la oportunidad de abrir el restaurante.
―¿Estás segura de que puedas con todo ese trabajo? ―preguntó,
sorprendiendo tanto a Isabella y a él mismo con su consideración.
―Sí, voy a estar bien. ―Sonrió. 48
Parker dio al conductor la dirección del restaurante, y llegaron allí
unos minutos más tarde. Isabella sacó sus llaves y abrió la puerta,
encendiendo la luz cuando entraron.
La siguió a la cocina, el lugar donde se encontraron la primera vez.
Una vez allí, miró a su alrededor, algo que no hizo aquella vez. Se
impresionó con lo que vio, a pesar de que no tenía ni idea lo que
realmente miraba. Pero, se hallaba impecablemente limpio, y era sin duda
importante para él.
―Así que,¿cuál es tu estado de ánimo? ―le preguntó, dirigiéndose al
refrigerador.
―Soy bastante fácil. Sorprenderme―gritoél, lo suficientemente alto
para que lo oyera.
Isabella salió de la nevera con sus manos llenas de ingredientes.
―Realmente no somos el tipo de restaurante de desayuno, así que
tendrás que conformarse con lo que tenemos―le dijo en tono de disculpa.
―Estoy seguro que sea lo que sea que hagas estará muy bien―dijo
amablemente. Se sentaron en silencio por unos pocos minutos, él
observándola juntar los ingredientes―.¿Podemos empezar de nuevo? ―le
preguntó, sabiendo que necesitaban romper la tensión de alguna manera.
Isabella alzó la vista con una mirada de sorpresa en su cara. Era una
persona completamente diferente a la que se encontró por primera vez.
Quizás era simplemente una primera mala impresión y, en segundo lugar, y
en tercer lugar.
―Eso podría ser una buena idea ―le dijo, secándose las manos en el
delantal negro con rayas blancas que llevaba. Se conocieron a mitad de
camino, en medio de la cocina, donde ella le tendió la mano―. Hola, me
llamo Isabella Violi y soy propietaria de este pequeño restaurante―dijo con
una sonrisa.
Parker tomó su mano entre las suyas y la estrechó.
―Encantado de conocerte. Soy Parker Davidson, la estrella de rock
extraordinaria. ―Se rieron―. Bueno, esto fue mucho mejor que las primeras
veces―dijo mientras la vio marcharse de nuevo a preparar el desayuno.
―No sé, pero creo que la segunda vez que nos encontramos pudo
haber sido agradable. ―Su sonrisa cambió a una desconcertada mirada
mientras pensaba en lo que acababa de decir. Ambos rieron, dándose
cuenta de lo incómodo que era la situación en general.
49
Charlaron ociosamente mientras ella terminaba de hacer el
desayuno, y no mucho después, se sentaron a una mesa llena de
alimentos para el desayuno.
―No sabía lo que te gustaría, pero tengo jamón y tortillas de queso,
carne y huevos, huevos Benedicto y crepes. Como he dicho, tenías que
conformarte con los pocos alimentos que teníamos para desayuno.
―¡Todo se ve muy bien! ―le dijo Parker, con la boca echa agua.
Tomó un poco de todo, dándose cuenta en ese momento exactamente
de lo hambriento que se sentía.
Isabella no tomó demasiado, su estómago se sentía un poco
delicado, y no sabía lo que lo calmaría y lo que la enviaría sobre el borde.
Parker no dejó de notar lo poco que tenía para comer, y cuando se lo
comentó, le habló de sus nauseas matutinas, haciéndole sentir lástima por
ella y su situación.
―Háblame de ti. Sabes todo acerca de lo que hago con mi vida,
¿qué se siente ser una estrella de rock? ―le preguntó.
―Mejor de lo que podría haber imaginado, la mayoría de los días.
Pero luego hay momentos en los que odiaría a los paparazzi, los
admiradores enloquecidos, la falta total de privacidad. Y sí, sé que hice un
consciente esfuerzo para poner mi vida ahí fuera así, pero no creo que
nadie realmente sepa exactamente con lo que se van a encontrar
―explicó—. Pero me encanta hacer música, y me encanta actuar. Es
tanta la prisa de estar ahí arriba en el escenario, frente a miles de personas,
con todos ellos colgando en cada una de tus palabras.
―¿Alguna vez tuviste miedo escénico? ―preguntó, no estando
segura si iba a decirle la verdad o no. Hizo una pausa por un momento.
―Sí. En realidad me pongo nervioso cada vez antes de subir al
escenario. Pero todo eso desaparece en el momento que la primera nota
de la canción se reproduce.
Poco a poco la comida comenzó a desaparecer hasta que Parker
ya no podía comer más. La conversación siguió fluyendo sin embargo,
mientras hablaba de su nuevo disco y su lucha con el registro de la
compañía. Por alguna razón, se encontraba tan fácil hablando, y le
contaba cosas que no debería estar diciéndole a un extraño. Solo tenía la
sensación de que no era el tipo de correr a los tabloides y contar todo lo
que dijo.
Poco después, Dylan y algunos otros empleados se filtraban por la
puerta. Isabella se levantó, sintiéndose atrapada como que si hiciera algo
malo, a pesar de que era la dueña del restaurante y podría hacer lo que
50
quisiera. Reunió algunos de los platos y se dirigió a la cocina para empezar
a fregarlos.
Dylan dio a Parker una mirada sucia cuando pasaba y fue a buscar
a Isabella.
―No quiero oírlo Dyl ―proclamóIsabella por encima del hombro
cuando oyó la puerta de la cocina abrirse―. Hemos tenido una buena
mañana, y no quiero arruinarla, así que por favor guárdate todo lo que
tengas que decir.
―Bien, no diré una palabra―le dijo y empezó a ayudarla con la
limpieza de los platos.
La puerta de la cocina se abrió de nuevo, solo que esta vez era
Parker y llevaba el resto de los platos de la mesa en la que estuvieron
sentados. Isabella se dio la vuelta para verlo tratando de equilibrar todos
los platos vacíos. Se apresuró a tomar algunos de ellos.
―Gracias, pero no tenías que hacer eso. Yo podría haberlos
conseguido. ―Sonrió.
―Oye, tengo que ganarme el desayuno, ¿verdad? ―bromeó,
completamente consciente de los sentimientos negativos que el amigo y
empleado de Isabella tenían para él. Sacó a Isabella al lado donde
pudiera decirle adiós sin su “guardaespaldas” viendo―. Gracias por todo
lo de esta mañana. Me gustó mucho conseguir conocerte, y me alegro de
que fuéramos capaces de empezar de nuevo. ―La miró a los ojos―. ¿Me
dejaras saber cuándo tengas los resultados de la prueba?
―Te haré saber tan pronto como me entere. Pero no los necesito
para darte la respuesta―dijo casi con tristeza.
Parker asintió.
―Lo sé, y como he dicho, me gustaría confiar en mi instinto, pero
entiendes por qué no puedo, ¿verdad?
―Sí, lo entiendo.
―Está bien. Bueno, tengo que llegar al estudio, y parece que
necesitas trabajar aquí también. Gracias de nuevo, he disfrutado
mucho―le dijo, sin saber si darle un beso, un abrazo, o un apretón de
manos. Se conformó con un beso incómodo en la mejilla antes de volver a
salir.
Una vez que se fue, Isabella se dio la vuelta.
―¡Ni una palabra Dylly!
51
***
***
***
Esperaron durante lo que parecieron horas. La tensión en la sala de
espera era densa cuando Parker y Dylan se sentaron en lados opuestos de
la sala. Ninguno de los dos dijo nada al otro y la tranquilidad era
ensordecedora. Cuando por fin apareció el médico, ninguno se
encontraba preparado para lo que dijo.
―La señora Violi está consciente de nuevo, pero por desgracia,
perdió el bebé. Realmente no estamos seguros de lo que sucedió, a veces
las mujeres solo terminan teniendo abortos involuntarios espontáneos en el
primer trimestre.
―¿Podemos verla, doctora?―preguntó Dylan.
―Solo familia inmediata en este momento—les dijo la doctora.
―Soy el padre del bebé―le dijoParker, con la esperanza de que le
diera acceso. No pensaba en ese momento, no podía pensar. Todo lo que
sabía era que el bebé que no estaba listo había muerto, y fue la peor
sensación del mundo.
La doctora asintió. Miró hacia su historial.
―¿El señor Davidson?―preguntó. 53
―Sí, y le agradecería si pudiera mantener esto en secreto. No quiero
que la prensa sepa nada acerca de esto ―le dijo.
―Por supuesto ―asintió la doctora―. Si está bien, puede ver a la
señora Violi.
Parker siguió a la doctora, no se sentía seguro de lo que iba a
encontrar cuando vio a Isabella.
Caminó a través de la puerta de su habitación para hallarla de lado,
de espaldas a él.
Caminó lentamente alrededor al otro lado de la cama para que
desde donde se encontraba acostada pudiera verlo. Su cara se hallaba
manchada de lágrimas y sus ojos cerrados. Se veía tan cansada y tan
pálida, solo una cáscara de la mujer de fuego que conoció. Puso su mano
sobre la de ella, lo que la hizo abrir los ojos.
―Hola―le susurró, no sabía qué decir.
―Hola—dijo, rodando sobre su espalda y pasando sus manos sobre
su cara―. Tengo que ser un espectáculo, ¿eh?―dijo con una risa sin
sentido del humor. Se acercó a la mesa junto a la cama, cogió una
carpeta de manila y se la entregó—. Aquí están los resultados.
Parker agarró la carpeta, pero no la abrió. En cambio, la tiró en el
cubo de basura al lado de su cama.
―No los necesito. Ya sé que soy el padre. ―Su garganta se
apretó―. Que era el padre.
Isabella comenzó a llorar.
―Lo siento mucho Parker. Siento haber perdido a nuestro bebé.
Parker se sentó en el borde de la cama y la abrazó.
―Shh…no es tu culpa. El médico dijo que eso solo pasa a veces.
Las lágrimas se acumulaban en sus ojos. Ninguno de los dos se
encontraba preparado para el bebé que crearon, pero ninguno de los dos
estuvo preparado para perder el bebé tampoco. Era un dolor que tomaría
un tiempo para superarlo.
54
6
Traducido por Lauu
Corregido por Andrea95
Al día siguiente, Isabella fue dada de alta bajo estrictas órdenes del
doctor de tomarse las cosas con calma durante los próximos días. Dylan
caminaba junto a ella como una enfermera mientras empujaba su silla de
ruedas por las puertas de la entrada donde un taxi esperaba por ellos.
Ninguno dijo alguna palabra, ambos sintiendo la solemnidad del
momento. 55
Una vez de vuelta en su apartamento, Bella se fue directamente a su
habitación, y dejó que las lágrimas cayeran tan pronto como se
estableció. La culpa en su interior era inconmensurable. Si no se hubiera
arrepentido de su embarazo, tal vez no habría perdido al bebé. O, si se
hubiese desacelerado un poco, su cuerpo habría sido capaz de
acomodarse para el embarazo.
Toda clase de pensamientos volaron a través de su mente, pero al
final, ninguno de ellos importaba. Aún perdió a su bebé, y nada se sentía
tan mal como eso.
Oyó un suave golpe en la puerta, y se secó los ojos antes de hacerlo
pasar. Sabía que Dylan solo trataba de ayudar, pero no había nada que
pudiera hacer. No había nada que alguien pudiera hacer.
—¿Querías que te preparara algo para comer? —preguntó él
mientras se acercaba lentamente a la cama.
Viendo a Isabella sacudir la cabeza en negación, trató con otra
cosa.
—¿Quieres darte un baño? —Una vez más, una respuesta negativa.
—¿Te dejo en paz? —Casi le rompió el corazón el ver la expresión de
derrota pura en sus ojos cuando asintió suavemente, casi como si estuviera
avergonzada.
—Bien, te dejaré sola pero voy a estar merodeando alrededor por un
rato en caso de que cambies de opinión y necesites algo. —Le acarició la
mejilla y la besó en la frente—. Además, estoy sin cable y tengo que
ponerme al día con un par de shows. —Intentó algo de humor. Ni siquiera
esbozó una sonrisa, la mirada en blanco se mantuvo en su rostro. Dylan se
retiró de la sala, y silenciosamente cerró la puerta detrás de él.
Se encontraba tan rota, y él no sabía qué hacer para repararla de
nuevo.
A las cinco, Isabella todavía no había salido de su habitación, y
Dylan necesita volver al restaurante. Por mucho que odiara dejarla sola,
sabía que se enfadaría si no había nadie allí para echar a andar el
restaurante.
Justo cuando se levantaba para decirle que se iba, oyó un golpe en
la puerta. Cuando respondió, se sorprendió al ver a Parker en el otro lado.
—Lo siento, ella no es capaz de atenderte en estos momentos —dijo
Dylan con un filo en su voz, antes de permitir que Parker dijera algo.
—¿Puedes por favor decirle que estoy aquí? —preguntó Parker,
tratando de ocultar la irritación en su voz.
Dylan suspiró y se movió a un lado para dejar que Parker entrara. 56
—Espera aquí y voy a ver si quiere verte. —Caminó por el pasillo y
llamó suavemente a la puerta. La oyó sollozar en voz baja, y le dieron
ganas de salir a matar Parker por dejarla embarazada en primer lugar.
Claro, era de los dos, pero Dylan solo culpaba a Parker.
Lentamente estiró su cabeza dentro cuando la oyó tratando de
calmarse a sí misma.
—Oye, solo quería hacerte saber que me voy al restaurante.
¿Quieres que pase por aquí después de cerrar? —ofreció.
—No, estoy bien. No necesito una niñera. —Empezaba a irritarse con
él, a pesar de que sabía que solo trataba de ayudar. Entonces se dio
cuenta de lo que había dicho... niñera. Era como conducir el cuchillo en
todas las direcciones.
—En ese caso, le diré a Parker que se vaya también —dijo él y
empezó a salir de su dormitorio.
—¡Espera! —llamó y se sentó sobre sus rodillas. Dylan se detuvo y se
encogió antes de que se diera la vuelta.
—¿Parker está aquí?
—Sí, acaba de llegar. Le diré que se vaya, así puedes estar sola —
intentó.
—No, dile que venga. —Bella se incorporó en la cama y se alisó el lío
de cabello, y se limpió las lágrimas de sus mejillas. Sabía que aún lucía
horrible, pero tendría que hacerlo—. Llámame más tarde y quiero saber
cómo está todo en el restaurante.
Dylan asintió y salió de su habitación.
—No hagas nada para molestarla, hombre músico —amenazó Dylan
antes de agarrar su abrigo y salir por la puerta del apartamento,
cerrándola tras él.
Parker negó con la cabeza y tomó las bolsas que había traído con él.
Cautelosamente caminó por el pasillo y entró en el dormitorio de Isabella.
—Hola —dijo Isabella cuando entró en su habitación. Viendo la
mirada vacilante en su rostro, levantó la mano, deteniéndolo con
eficacia—. No preguntes cómo lo estoy llevando, eso es bastante obvio. Y
no luzcas tan asustado... no es como si fuera la primera vez que has estado
aquí.
Parker sonrió, agradecido de que ella rompiera el hielo.
—Traje un poco de cena y unas cuantas películas. Sé que no es lo
que la cocina The TigerLily hace, pero las hamburguesas con queso, las
papas fritas grasientas, y las películas de acción siempre me hacen sentir 57
mejor.
—Pensé que se suponía que los chicos traían películas femeninas
para hacer a la damisela en apuros sentirse mejor. —Isabella sonrió.
—Bueno, eso es lo que he oído, pero no creo que una película
femenina se compare con las películas de acción en las que explotan
todo y le patean el culo a todos. —Le ofreció la bolsa de películas.
—Nunca lo pensé de esa manera —dijo, mirando dentro para ver
Rush Hour 2, Arma letal 2, y Romeo debe morir. Se encontraba
impresionada con la selección, y tuvo que admitir que eran algunas de sus
favoritas.
—Pensé que tal vez podríamos tener un tema... Rush Hour 2 y Arma
Letal 2 para segundas oportunidades, y Romeo debe morir para amistad,
en lugar de romance —dijo él, ocupándose a propósito de abrir los
contenedores de comida para que no tuviera que mirarla al decirlo.
Isabella le puso una mano en el brazo, deteniéndolo de lo que hacía
y haciendo que la mirara.
—Creo que es una gran idea. —Sonrió.
A partir de entonces, la tensión entre ellos se derritió, y tuvieron un
buen rato viendo películas, comiendo, y llegando a conocerse el uno al
otro. El dolor de lo que ambos perdieron todavía se encontraba allí, pero el
hecho de que estaban compartiendo y ayudándose el uno al otro a
superarlo los hizo sentirse un poco mejor acerca de su pérdida.
—Sabes, para una estrella de rock salvaje, eres un tipo bastante
genial —dijo después de las películas, mientras se ponían de lado a lado
en la cama, solo hablando.
—Sí, mi mamá y mi niñera me educaron bien —dijo con una sonrisa—
. En realidad, voy a revelarte un pequeño secreto —le dijo con un guiño—.
No soy tan salvaje —dijo en un susurro.
—Sí, claro. Te googleé, sé de tu comportamiento. —Se echó a reír.
—No, de verdad. Puedo ser un dolor en el culo a veces y me gusta
salirme con la mía, pero la mayor parte del tiempo, soy un tipo bastante
normal. Claro, me vuelvo un poco loco en la gira, pero más porque es lo
que se espera de mí, en lugar de como soy en realidad. Sí, me gusta beber
y pasar un buen rato, pero la mayoría de los tabloides hacen que se vea
mucho peor de lo que realmente es. —Se echó a reír—. Sabes, rara vez
llego a ser yo mismo, a veces me olvido de quién soy. Mi madre espera
que sea un "jovencito apropiado", hablando correctamente, caminando
de forma adecuada, pensando adecuadamente y actuando
correctamente, luego mis fans esperan que arme escándalo todo el 58
tiempo, pero en realidad, solo soy un tipo en algún punto intermedio.
Isabella asintió.
—Puedo ver eso. —Sonrió—. Gracias por venir esta noche y despejar
mi mente de todo. Significa más para mí de lo que podrías imaginarte.
Parker sonrió.
—Significó mucho para mí también. Sé que no estuve exactamente
presente durante todo el tiempo que estuviste embarazada, pero a mi
manera, realmente me empezaba a gustar la idea de ser padre. —Los ojos
de Bella comenzaron a aguarse al oír la admisión de Parker. Le tomó la
barbilla en sus manos—. Vas a superar esto.... vamos a superar esto juntos.
Lo siento mucho por ser tan idiota antes.
Ella negó en desacuerdo.
—Me debes odiar... Todo es mi culpa —dijo, antes de que los
lagrimones de agua vinieran con mucha potencia—. Debí haber sido más
feliz con el bebé. Debería haberme desacelerado en el trabajo. Es toda mi
culpa que yo perdiera a nuestro bebé.
Parker la cogió de los hombros y la sacudió.
—¡No! —gritó—. No es tu culpa de ninguna manera. El doctor dijo
que estas cosas pasan y que no hiciste nada malo. Tienes que dejar de
pensar de esa manera. ¿Me escuchaste?
Bella lo miró vacilante. Al ver que no mentía, y que no la culpaba,
sintió un poco que el peso se aligeraba de sus hombros.
—Lo siento mucho.
—Lo sé, yo también. —La acercó a él y la rodeó con sus brazos.
Sacudió su cuerpo con el de él mientras las lágrimas seguían brotando de
sus ojos—. Yo también.
El sonido estridente del teléfono los despertó de su sueño un par de
horas más tarde. Ambos se miraron y saltaron entre sí como si hubieran
quemado. Bella tomó el teléfono que se encontraba en su mesita de
noche junto a su cama, y Parker se levantó y comenzó a recoger las
películas que había traído.
—Oh, hola Dylan. No, está bien, nosotros.... acaba de quedarme
dormida —habló por el teléfono. Después de escuchar por el auricular por
un momento, su rostro se puso rígido—. Sí, todavía está aquí. Vino a
ayudarme durante esta noche difícil, no es que sea de tu incumbencia —
le escupió, luego suspiró—. No pelearé contigo acerca de esto. Si quiero a
Parker aquí, entonces él estará aquí. Fin del asunto. —Se frotó la frente—.
59
¿Cómo van los negocios esta noche?
Después de que Parker hubiese reunido sus cosas, le indicó a ella que
se iba. Isabella levantó la mano, deteniéndolo, y le dijo a Dylan que
esperara un momento. Cubrió el teléfono con la mano y luego preguntó:
—¿Te vas?
—Sí, tengo una entrevista temprano en la mañana. Además, no
quiero quedarme durante mi bienvenida. Recuerdo lo que pasó la última
vez. —Los dos se rieron—. Sin embargo te llamaré, ¿De acuerdo?
Ella asintió en acuerdo y comenzó a poner el teléfono a la oreja de
nuevo cuando él se volvió para salir de la habitación.
—Parker, espera —gritó mientras dejaba caer el teléfono y se
arrastraba fuera de la cama. Tímidamente se acercó a él y le puso la
mano en la mejilla. Lo miró a los ojos un instante antes suavemente besar su
mejilla—. Gracias por toda esta noche.
Parker tiró de ella en un abrazo apretado, uno que casi trituró sus
huesos, pero se sintió mejor que cualquier otro abrazo que hubiese
recibido.
—El gusto es mío. —Le besó la parte superior de su cabeza antes de
dejarla ir y dejar su habitación. Solo cuando oyó la puerta de la cerca de
apartamentos, fue de nuevo a la cama y cogió el teléfono.
***
***
—No puedo creer que estoy haciendo esto —dijo Isabella a Jason
mientras se preparaba para su primer baile—. Quiero decir, mira este
vestido. Nunca hubiera podido pagar por ello si no fuera por Bunny. Su
estilista era increíble. Sabía exactamente qué hacer para hacerme ver
bien, y sabía lo que quería incluso antes de que dijera nada. 63
—Chica, te ves caliente. Eso es suficiente para convertir un hombre
gay a heterosexual. —Movió sus cejas cuando tomó su vestido mientras
ella daba una vuelta para él. El vestido era largo y fluido, pero se ajustaba
a cada curva del cuerpo de Isabella. El color era un tono oscuro de
morado que parecía casi negro en algunas luces, y brillaba justo en el
lugar correcto. Él ni siquiera quiso empezar con su escote… Incluso un
hombre gay podría apreciar el valle entre las montañas.
Bella rió.
—Esto es tan irreal. Me siento como una princesa.
—Te ves como una también —le dijo—. Voy a ir abajo y llamar a un
taxi para que no tengas que estar en la calle así. No quiero que alguien te
reclame como su premio.
Ella se rió otra vez cuando Jason besó su mejilla antes de irse. Se miró
por última vez en el espejo, pasando sus manos sobre el vestido,
asegurándose que todo era real. Escuchó que llamaban a su puerta y casi
saltó fuera de su piel.
—¿Quién es? —gritó.
—Thomas Winters. Mi madre, Sasha Winters, me envió para buscarte
—gritó La voz al otro lado de la puerta.
Isabella parecía confundida y corrió a la puerta para abrirla.
—Hola. No esperaba que ella hiciera eso.
—Dijo que quería asegurarse de que llegaras a la casa bien —
contestó. Entonces, con una sonrisa de millones de vatios, confió—: Pero
creo que tenía un motivo oculto.
Isabella sonrió con suficiencia y asintió.
—Eso puedo creerlo. —Rió y le tendió su mano—. Soy Isabella Violi.
Encantada de conocerte.
Thomas tomó su mano y la besó.
—Encantado de conocerte también. Estoy contento de por fin
ponerle una cara al nombre que he oído tanto.
—Igualmente —le dijo, mirando en sus ojos azul cristalino. Tenía que
admitir, Sasha tenía razón, seguro era guapo.
—Bueno. —Thomas la sacó de su estupor de mirar en sus ojos—.
Probablemente deberíamos irnos. No quiero molestar a mamá por llegar
tarde.
—Cierto. —Isabella mentalmente se sacudió a sí misma. Agarró su
pequeño bolso de mano de la mesita de café—. Vamos. 64
Todo se encontraba tranquilo cuando caminaron hacia fuera, hasta
que Isabella vio a Jason parado en mitad de la calle con su mano en el
aire. Entonces el aire se llenó de la risa de ella.
—¡TAXI! —gritó a uno que pasaba, nunca deteniéndose—. Estúpido
hijo de puta —murmuró, maldiciendo al conductor. Otro vino—.
¡DISCULPE!¡TAAAAXI! —gritó. Ese, también, pasó de largo. Sus manos
volaron a sus caderas—. ¿Tengo Puta Reina escrito en mi frente? ¿Es por
eso que no paran?
Isabella tuvo suficiente. No quería que Jason se torturara más de lo
que ya lo hacía… por divertido que fuera.
—Oye, Jase, está bien. Tengo un aventón.
Jason miró a donde Isabella se hallaba con un hombre que no
conocía… un buen espécimen de hombre que no conocía. Volvió a la
acera, esperando una presentación.
—¿Y quién es este pedazo de hombre?
Isabella parecía avergonzada. Pero antes de que pudiera
presentárselo, Thomas le tendió su mano.
—Thomas Winters. Contento de conocerte. —Sonrió y mostró sus
dientes blancos, brillantes y perfectamente rectos.
—Bueno, Hola, Tommy Boy6. Soy Jason, el hombre de tus sueños. —
Sacudió su mano, sosteniéndola un poco más de lo necesario.
—¡Jason! —gritó Isabella. Agarró a Jason por la oreja y tiró de él lejos
de Thomas así podía gritarle—. No puedo creer que me estés
avergonzando así.
—Cielo, él está perfectamente metido en el armario. Odio decírtelo
—le dijo Jason, con la mayor naturalidad.
—¿Qué? ¡Estás delirando! —protestó. Miró hacia Thomas, quien hizo
un pequeño gesto con su mano en su dirección—. Tengo que irme, no
podemos llegar tarde.
—De acuerdo, al menos sé que estarás a salvo esta noche con él
como cita. —Sonrió con suficiencia y besó su mejilla antes de girarse e irse.
—Lamento sobre eso —dijo Isabella, reuniéndose con Thomas—.
Estoy lista para cuando quieras.
El camino a la casa estuvo lleno de ellos comparando notas sobre
todo lo que tenían en común. Parecía que les gustaba la misma música,
libros, películas y programas de la televisión. Para cuando llegaron allí,
Isabella pensó que Jason estaba equivocado por decir que Thomas era
gay. Tenían algo de química real, y no pensaba que eso podría pasar con 65
alguien que no tuviera interés en las mujeres.
Thomas se bajó del coche primero, dio la vuelta para ofrecer su
mano a Isabella.
—Aquí estamos.
—Sip, aquí estamos. —Se aferró con fuerza a su brazo mientras la
conducía a la puerta delantera y dentro del vestíbulo, dónde Sasha
esperaba para saludar a sus invitados.
—Ah, Isabella. ¿Veo que Thomas consiguió que llegaras bien? —
preguntó, tan complacida de verla con su hijo.
—Sí, fue el perfecto caballero. Y gracias por enviarlo, pero fue
completamente innecesario —le dijo— ¿Han llegado los aperitivos?
—Lo hicieron. Fueron entregados hace como media hora. Justo a
tiempo. Así que ahora puedes relajarte y disfrutar. —Sasha guiñó—. Thomas
será tu escolta personal esta noche, así que si necesitas cualquier cosa,
solo tienes que hacerle saber.
Isabella le agradeció y se movió con Thomas para buscar una
bebida del bar. Mientras esperaban, Bella escuchó a una mujer detrás de
ella delirando sobre los aperitivos de langosta. Eso envió un sentimiento
67
8
Traducido por Fiioreee y Sapphire
Corregido por Agus Morgenstern
***
***
La fiesta de Bunny fue interesante para Isabella, por decir los menos.
Tenía un buen tiempo conociendo a personas y bailando con Thomas,
pero una pequeña cosa la molestaba. Cada vez que Parker se trataba de
acercar a ellos, Thomas la empujaba lejos de él, diciendo que vio a alguien
que tenía que conocer. Y por supuesto, allí siempre habría alguien a quien
presentarla, pero sabía la verdad de detrás de esto. Thomas haría
cualquier cosa para mantenerla lejos de Parker. 75
Después de unos pocos muchos vasos de champagne, Isabella fue
en la dirección de los baños, con una promesa a Thomas que estaría bien
yendo sola, y que estaría de vuelta. Puso los ojos en blanco después que lo
dejó, odiando que fuese tan sobre protector. La fila para el baño era
realmente larga, y no pensaba que pudiese esperar tanto.
Afortunadamente, Bunny y Parker estaban parados cerca.
Caminó hacia ellos, le dio a Parker una sonrisa tímida antes de
hablarle a Bunny.
—Realmente odio preguntar esto, pero ¿tienes otro baño que
pueda usar? No creo poder esperar en la fila —preguntó, casi
tímidamente.
—Por supuesto querida. Solo ve por ese pasillo de allí, y sube las
escaleras. Hay un baño en el final del pasillo… —contó Bunny
mentalmente—. Cuarta puerta a la derecha.
—Discúlpenme, por favor —interrumpió Parker—. Veo a alguien que
necesita mi ayuda.
Bunny le sonrió, y luego volvió su atención a Isabella.
—¿Necesitas a alguien que te lleve, o piensas que puedes
encontrarlo?
—Pienso que estaré bien sola. Muchas gracias. —Besó las mejillas de
Bunny, y luego se fue en la búsqueda del otro baño.
En la cima de las escaleras, comenzó a caminar más lento, mirando
a todas las pinturas adornando las paredes. Nunca tendría el dinero para
tener pinturas tan lindas con las que vio. Una parecía un Van Gogh, y
conociendo a Bunny, era real. Se encontraba tan pérdida en su
admiración al arte, que se sorprendió cuando una puerta se abrió y fue
llevada por una puerta abierta dentro de una habitación oscura.
Antes que pudiese gritar, una mano cubrió su boca y una tenue luz
iluminó la habitación. Parker se encontraba allí sonriendo, viendo el miedo
en la cara de Bella. Cuando su mano se movió y lo golpeó en el brazo,
fuerte, comenzó a reírse.
—Cálmate, solo soy yo.
—¡Estúpido! Casi me matas. Pensé que me iba a hacer encima —le
dijo, luego se avergonzó por dejar salir tanta información.
Parker solo se rió de ella.
—Lo siento, pero me di cuenta que este sería el único momento en
que podría hablar contigo ya que Thomas parece haber puesto una
correa a tu alrededor. 76
Isabella estaba a punto de reclamarle, pero se dio cuenta que
Parker se hallaba en lo correcto.
—Se está volviendo un poco molesto —concordó—. Así que era eso
tan importante, y por favor no me preguntes como me siento. —No
necesitaba que llevara a flote el tema del bebé que perdieron.
—De hecho, solo iba a decirte que mañana será mi última noche en
la ciudad, y esperaba que fueses a mi concierto. Tengo dos entradas para
la primera fila y dos pases para detrás del escenario para ti, pero hay una
condición —le dijo y esperó por su reacción. Sus cejas se elevaron,
preguntándose cuál era la trampa—. La única condición de esas entradas
es que no traigas a Thomas.
Isabella se rió.
—Creo que puedo manejar eso. Tengo otros amigos por si no lo
sabías.
Parker se rió, sacando las entradas del bolsillo interno de su
chaqueta, para luego pasárselas.
—Espero que te guste. Ni siquiera sé qué clase de música te gusta.
—Me gusta un poco de todo —le dijo, poniendo las entradas en su
bolso de mano—. Gracias, estoy segura que estará genial. —Tenía una
pregunta para él, y mientras pensaba como plantearla, hubo un corto
silencio. No quería lucir sobre entusiasmada, pero al mismo tiempo, no
quería lucir como si no le importara—. ¿Cuánto dura el tour?
—Me iré por al menos dos meses, tal vez más si va bien y tenemos
que agregar más fechas. También hay una conversación de un tour
internacional, pero preferiría esperar para eso, pero no es como si mi
opinión importara mucho —le dijo.
—Guau, dos meses completos. —Le dio una rápida sonrisa—. Me he
acostumbrado a ti estando alrededor. Será raro estar sin verte o escuchar
de ti por tanto tiempo.
Él sonrió.
—Tengo un teléfono por si no lo sabías.
—Sí, pero estarás tan ocupado siendo el Señor Estrella de Rock que
nosotros las personas normales seremos olvidados —bromeó.
Sus ojos se pusieron serios.
—Nunca podría olvidarte. —Parker se inclinó para darle un beso en
la mejilla, pero ella movió su cabeza para preguntarle qué hacía. En lugar
que sus labios tocaran su mejilla, tocaron sus labios. Antes de que
cualquiera de los dos supiera lo que pasaba, el beso se intensificó, y las 77
manos comenzaron a vagar.
—¿Isabella? —Una voz profunda llamó desde el final del pasillo,
rompiendo el beso.
La mano de Isabella voló a su boca, tocando sus labios, los labios
que habían estado conectados a los de Parker en un beso divino.
—Oh, mierda.
Parker se rió suavemente.
—Está bien, solo dile que te perdiste y entraste a la habitación
equivocada. —Bella asintió, dejando mucho sin decir entre ellos—. Te veré
en el concierto mañana en la noche.
Isabella se quedó allí, y lo vio desaparecer por una puerta al otro
lado de la habitación. Se encontraba dividida… seguir a Parker, o ir con
Thomas. Al final, el miedo la dominó y se fue con Thomas.
—¡Aquí estás! He estado buscándote por todos lados. Bunny dijo que
fuiste al baño y me preocupaba que te perdieras —dijo Thomas,
moviéndose hacia ella.
—Lo hice. Pensé que dijo, segunda puerta a la derecha, pero debe
haber dicho cuarta. —Siguió por el pasillo a la cuarta—. Discúlpame —dijo,
metiéndose dentro.
Thomas la esperó fuera del baño hasta que terminara, para luego
acompañarla de vuelta a la fiesta, asegurándose que no se perdiera
nuevamente. Y por el resto de la noche, no dejó su lado o la dejó ir a
ningún lugar cerca de Parker. Pero lo que Thomas no sabía era que
aunque la mantuviese alejada de Parker físicamente, después de ese
beso, la mente de Bella estaba en Parker por el resto de la noche.
***
El día siguiente, Isabella llamó a Jason tan pronto como despertó.
—Hola perra, ¿tienes planes para esta noche? —le preguntó cuando
respondió la llamada.
—No, pero no te voy a ayudar a limpiar tus baños. Eso es esta noche,
¿Cierto? Sé que no es la noche del lavado o de la cocina —dijo, de
alguna manera distraído.
—Bueno, tienes razón, es la noche de los baños, pero no te iba a
preguntar que me ayudaras con ello. Te iba a preguntar si querías ir a un
concierto conmigo. Pero si así es como vas a estar… —le dijo, bromeando.
—¿Concierto? ¿Qué concierto? ¿Uno del semental por el que estás
constantemente babeando? ¿Cuánto me costará? —le preguntó, ahora
completamente interesado. 78
—Es el concierto de Parker, y no he estado babeando por él. Somos
amigos ahora, eso es todo. Me dio dos entradas gratis, ¿Y a quién mejor
llevar que a mi mejor amigo? —respondió.
—¿Y qué hay de Tommy Boy? Los dos han estado bastante
acogedores últimamente —preguntó, volcando sus ojos. Todavía cree
firmemente que Thomas es una "reina del armario".
—Um, no, te prefiero allí. Por lo tanto, ¿vas a decir que sí, o me vas
hacer rogar? —preguntó, empezando a perder su paciencia.
—Por mucho que me encanta escucharte mendigar, me gustaría ver
a esos sudorosos chicos calientes sobre el escenario aún más. Por lo tanto,
iré —le dijo con una gran sonrisa. Se sentía contento de que saliera un
poco más últimamente. Sin duda había mejorado su estado de ánimo.
—Fantástico. Voy a recogerte a las siete entonces. Estate listo y a la
espera —advirtió antes de colgar el teléfono. Miró su reloj y trató de
planificar el resto de su día. Tal vez podría salir en un rápido servicio de
limpieza antes de prepararse para el trabajo, pero luego tendría que salir
temprano, por lo que podría estar lista para ir a un concierto. Suspiró. Otro
día de locos.
***
93
12
Traducido por Bett G.&Zely Medel
Corregido por Elizabeth Scarhood
***
***
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***
***
***
***
***
Justo como había supuesto, Dylan le dio la espalda cuando volvió a
trabajar el día siguiente. Por mucho que le doliera su trato y que fuese su
amigo, sabía que era la jefa y que iba a ser capaz de contar con él en su
ausencia. Sabiendo que la actitud del hombre solo significaría un
obstáculo, le dio las vacaciones antes, una semana después.
Lo llamó a su oficina para contarle, esperando que las cosas no
terminaran con golpes. Ya tenía suficiente con el dolor de cabeza que le
causó todo el papeleo que hizo durante la mañana.
—¿Qué pasa, jefa? —preguntó con un tono de molestia.
—Deja esa actitud, Dylan. Soy tu amiga, pero también te pago un
sueldo. Debes tenerme un poco más de respeto.
—Bueno, después de las fotos que muestran tus hazañas de la
120
semana pasada te mereces el respeto ¿Crees? Nunca pensé que te
volverías una putasolo para llamar la atención de una estrella de rock. Y yo
que pensaba que necesitabas un descanso. Debería haber sabido que
verías a ese perdedor cuando no me dijiste nada.
Bella tomó dos respiraciones profundas, tratando de manejar su
enojo.
—Honestamente, Dylan, no te debo ninguna explicación. Lo que
haga con mi tiempo libre no es tu problema. ¿Y decirme puta? Pensé que
me conocías más que eso, pensé que eras mi amigo. Tus vacaciones
acaban de comenzar, tienes cuatro semanas. Si no vuelves con una
actitud diferente, considera que no solo te quedas sin trabajo, sino que sin
una amiga también. —Señaló la puerta, dándole a entender que no lo
quería allí.
Caminó hasta la puerta, y antes de salir se quitó el delantal.
—Me alegra ver como eliges a un tipo por sobre nuestra amistad.
Se fue con un portazo.
Isabella sintió las lágrimas en sus ojos. Nunca pensó que su amigo la
trataría de esa forma, y odiaba tener que actuar como la jefa, pero el
hombre necesitaba que lo pusieran en su lugar. En vez de guardar los
papeles que había sacado posteriormente, fue a la carpeta de currículos.
Los examinó detalladamente y seleccionó cuatro de los cientos que tenía.
Todos ellos tenían experiencia en gastronomía y habían ido trazando su
camino comenzando como sirvientes. Con Dylan o no, necesitaría más
ayuda en el restaurante desde que era más concurrido.
Después de programar las entrevistas de los cuatro candidatos,
volvió a los papeles sobre su escritorio y decidió primeramente resolver los
problemas que se habían presentado durante la semana. Este iba a ser un
largo día.
Más tarde esa noche cuando la gente empezó a irse, fue a la
cocina a ayudar a los chefs. Una vez que todo se hallaba bajo control, se
fue al comedor a ver si alguien necesitaba su ayuda. Todo se encontraba
lleno, incluyendo la sala de banquetes, también había personas
esperando en el vestíbulo. Por mucho que amaba los negocios odiaba ver
a la gente esperando en el vestíbulo durante mucho tiempo. Así que
agarró una gran bandeja y colocó muchos aperitivos mixtos y los dejó en
el vestíbulo para la gente que esperaba.
Hizo sus rondas, parando en cada mesa para asegurarse que nadie
precisara nada y que todo estuviera bien, no recibió ni una sola queja.
Luego se acercó a una mesa muy familiar. 121
—Buenas noches, Damas. Es bueno verlas nuevamente.
Sonrió y se sentó cuando le ofrecieron quedarse.
—Escuché que te tomaste unas vacaciones Isabella. Al parecer hizo
maravillas contigo —la elogió Sasha.
—Thomas dijo que le gustaría que lo llamaras ni bien volvieras.
Isabella miró a Bunny, y compartieron una sonrisa casi imperceptible.
—Lo siento Sasha, pero me he involucrado con otra persona, fue
totalmente sin querer, pero sucedió. Además, no creo ser el tipo de
Thomas. Pero voy a llamarlo y explicárselo a él.
Realmente quería a Sasha y no quería decepcionarla.
—Está bien, querida. Esperaba que salieran, pero entiendo cuando
dos personas no son compatibles, no adelanta forzarlo.
—Creo que lo sospeché desde que me enteré que habías estado
con Parker.
Se rió dejando a Isabella un poco desubicada.
Isabella se rió cubriendo su cara con las manos para ocultar el rubor
de las mismas. Miró a Bunny, quien sonreía con orgullo.
—Creo que gané la apuesta — le dijo a Saha.
—Pero lo más importante, estoy muy feliz que tú y Parker estén
felices. —dijo guiñándole a Isabella—.Hablé con el hoy, y sonaba
rejuvenecido. Creo que eras exactamente lo que necesitaba, lo mismo
para ti, estas radiante.
Isabella volvió a sonrojarse.
—La pasamos muy bien, estoy contenta que me invitara a
acompañarlo, no lo hubiera hecho por mi cuenta —dijo soñadora—. Pero
tiene esta forma de convencer, que es imposible decirle no.
—Solamente estoy ansiosa a que termine su tour y pueda volver aquí
contigo —le dijo Bunny.
—Yo también —le respondió Bella, un poquito más entusiasta y
expresiva de lo que hubiera querido.
—Bien damas, detesto dejarlas,pero el deber me llama.
Las chicas se despidieron y al hacerlo se dio cuenta que Bunny tenía
una sonrisa inédita.
***
En la semana siguiente, Isabella fue a trabajar temprano para
compensar el trabajo retrasado debido a sus vacaciones. Parecía ser una
pequeña venganza de Dylan. Cada día, volvía a casa y realizaba su
122
rutina. Entrevistó a varios candidatos a la posición de asistente de gerente,
y terminó por elegir a una mujer que parecía muy eficiente y tenía
excelentes recomendaciones. En su primer día, le explicó todo lo que
esperaba de ella. Le reveló que el restaurant era su bebé, y que esperaba
nada menos que la perfección y satisfacer a los clientes. Abigail o Abby,
pareció entenderlo y concordar plenamente.
Lucía bien a sus treinta y siete años, era soltera y no tenía hijos,
siempre dedicaba el cien por ciento de su tiempo al trabajo. Le habló
respecto a Dylan, y como también sería su jefe por cierto tiempo, hasta
que se acostumbrara. Como Dylan se hallaba en vacaciones, no tenía
mucho tiempo para entrenar a Abby, hasta que volviera de sus
vacaciones. Esto dejaba a Abby de manos atadas por el momento, pero
todo se arreglaría. También tenía un respaldo por si acaso Dylan y ella no
congeniaban o sucedía algún otro imprevisto.
El tiempo volaba y al mismo tiempo era muy lento. No podía esperar
a ver de nuevo a Parker. Las cosas funcionaron muy bien cuando lo visitó,
pero ¿Cómo sería cuando se encontraba en casa por tiempo
completo?¿Estaría molesto por su arduo trabajo y dedicación?¿Se abriría a
ella? ¿Quedaría con el corazón roto? ¿Cómo sería luego de su periodo de
luna de miel?
Parker había llamado un par de veces, en compensación las
conversaciones eran muy rápidas y llenas de emoción. Ambos odiaban
estar lejos uno del otro. Le hizo saber que el último concierto de su gira, era
en su ciudad y quería que fuera.
—Intenta mantenerme alejada —dijo ella bromeando.
—Bien, voy por ti después del concierto así podemos estar juntos en
el backstage mientras me preparo —le dijo
—¿No te voy a ver antes de eso? —preguntó con pesar.
Generalmente siempre tenía una prueba de sonido, o ensayo el día antes
del concierto, a menos fue así cuando se encontraba con él.
—No, lo siento. Tan pronto como lleguemos a la ciudad tenemos que
ir a la prueba de sonido y a ensayar, y solamente tendré una hora y media
para eso, e incluso arreglarme para salir al escenario.
—Bien, lo entiendo —dijo feliz de que por lo menos lo vería en los
próximos días, y tenía que pensar en cómo salir del trabajo esa noche.
Dylan todavía no habría vuelto, y Abby recién había empezado.
Parece que es hora de confiar un poco en ella —pensó para sí
misma.
Enlos siguientes días se encontraba tan ocupada entrenando a su 123
Cheff Antoine, de cómo cuidar las cosas en su ausencia. No era nada
distinto de lo habitual, pero solo le dijo que quería que todo lo que saliera
de la cocina estuviera perfecto, y que ocasionalmente pasara a ver los
clientes para verificar si estaban satisfechos.
Al final de la noche debía limpiar como usualmente lo hacían, luego
cerrar la caja, y dejar todo listo para el día siguiente.
La noche del concierto había llegado. Salió del restaurante ni bien
empezó la cena, Antoine le prometió que mantendría todo bajo control.
Corrió al apartamento para bañarse y vestirse antes que Parker llegara.
Después de ducharse, se puso rizadores, y fue al closet para elegir un
atuendo sexy, que pudiera enloquecer a Parker.
Terminó por elegir un pantalón negro justo, con una camiseta strappy
y unos tacones plateados y se secó y fijó el pelo. Se maquilló. Cuando
finalmente estuvo lista, quedó muy satisfecha con los resultados. Se aplicó
un poco de laca y se fijó al espejo, sus rizos estaban perfectos. Se roció con
perfume y esperó a Parker.
Antes que pudiera siquiera sentarse, golpearon la puerta, eso la hizo
sonreír. Corrió a abrir la puerta, y su corazón casi estalla de felicidad al
verlo del otro lado. Saltó a sus brazos, y aplastó sus labios en los de él,
besándose apasionadamente.
—Dios, como te extrañé—dijo Parker, mirándola de arriba abajo, y
luego la encerró en sus brazos nuevamente—.Te vez increíble, pero te falta
algo.
Bella miró, y se auto revisó. Se encontraba vestida, y con maquillaje,
tenía su bolso.
—¿Que me falta?—preguntó con el ceño fruncido por la confusión.
—Esto—dijo Parker con un collar colgando de su mano, Bella lo miró
sorprendida. Era de oro blanco con un dije de corazón hecho de
diamantes y una llavecita. En la parte posterior estaban grabados sus
nombres.
Se dio vuelta y recogió el pelo para que pudiera ponérselo.
—Eres la única que tiene la llave de mi corazón.
Luego la besó lentamente. Isabella sintió su voz flaquear, y las
lágrimas casi por derramarse. Se miró al espejo y finalmente pudo hablar.
—Gracias, es perfecto.
La besó nuevamente y le dijo que tenían que apurarse para llegar a
tiempo. Cerraron la puerta, y bajaron de la mano.
Por mucho, esto es demasiado bueno —pensó ella. 124
15
Traducido por Lipi-Lipi
Corregido por Sapphire
¡El concierto fue increíble! Parker salió por segunda vez,
complaciendo a la multitud increíblemente fuerte. Bella se sentía tan
orgullosa de mirar hacia el escenario y saber que su novio era por él que
estaban gritando; quien trajo a todos ellos a sus pies. Lo veía en sus ojos
cada vez que salía; se hallaba en su elemento, vivía para estar en ese
escenario.
La fiesta se hallaba repleta, casi hasta el punto de ser desagradable.
Pero, por una vez, a Bella no le importaba. Parker se lo merecía, y quería
asegurarse de que se divirtiera y celebrara su último espectáculo de la 125
gira. Cuando entró en la habitación, se encontraba allí esperándolo, con
la cerveza en la mano. Tomó la cerveza y la agarró en un beso
apasionado, todavía montado en su alto espectáculo. Lo único que
podían hacer era reírse de sus travesuras, ni siquiera vergüenza a todos en
el PDA9.
Permanecieron en la fiesta más tiempo que a cualquier otrade las
que habían asistido y Parker se aseguró de mantener Bella a su lado en
todo momento. Vio algunas de las miradas que recibía, y no quería correr
el riesgo de darle oportunidad a ninguno de los tipos borrachos o altos de
conseguir poner sus manos sobre ella. No solo eso, sino que eliminaba la
posibilidad de que otra chica intentara besarlo a tientas delante de ella.
Bella tenía un gran momento. Se dejó ir y lo disfrutó mucho,
agradecida de que estuviera a su lado todo el tiempo. Las bebidas fluían
sin cesar, y aunque había un montón de medicamentos que se estaban
pasando de uno a otro en la habitación, se sentía aliviada de que Parker
no se entregara a cualquiera de ellos.
Después de unas horas, estaba bien pasada de estar borracha, al
igual que Parker, y ambos se hallaban contentos de que la fiesta se
estuviera acabando. Se hacía difícil para los dos estar de pie, no sabía si
132
16
Traducido por Luna Alessi & Michelle M
Corregido por Lali Rosser
140
Traducido, corregido y diseñado por:
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¡Te esperamos!
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