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Fiorella

Annie D Alysse Volkov Zely medel


Lauu Meii Arancha
Fiioreee Meeny Michelle M
Luna Alessi Damabell Fmaryd 3
Vicky. July Styles Tate Anaapauu
Lipi-lipi Bett G. Kariza

Alessa Masllentyle

Sapphire Andrea95
Nyssa Agus Morgenstern
Elizabeth Scarhood Alessa Masllentyle

Pily

Maeh
Indice
Sinopsis

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6 4
Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16
Sinopsis
Isabella Violi es dueña de un restaurante muy popular en la ciudad de
Nueva York. Parker Davidson es una presumida estrella de rock. Isabella
está feliz con su vida y amigos, estando a cargo de su propio restaurant
que se está convirtiendo extremadamente popular en NYC. Parker está
feliz viviendo el estilo de vida de una estrella de rock.

Ninguno de ellos quiere cambiar, especialmente después de encontrarse


el uno con el otro. Pero el destino tiene otros planes y ambos obtienen más 5
de lo que han pedido.
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Traducido por Annie D & Lauu
Corregido por Lali Rosser
Isabella se vio en el espejo mientras cepillaba su largo cabello
castaño, colocándolo todo en una mano. Bajó el cepillo, y después de
una serie de giros y vueltas, su cabello estaba en el moño flojo que siempre
usaba para trabajar.
Trabajo… Pensó en todo lo que necesitaba hacer. Toda la carne
había sido ordenada el día anterior, pero la orden de producción aun
necesitaba ser puesta. Anotó los especiales que estarían teniendo la
próxima semana, ayudándola a compilar la lista de frutas y vegetales que
necesitarían. 6
¿Qué más? El nuevo barman. Iba a tener que sentarse y tener una
pequeña conversación con él sobre su actitud sobre los clientes
masculinos, era genial con las mujeres, aunque su coqueteo tendía a
salirse de control, pero muy grosero con los hombres que se sentaban en el
bar. Los trataba como si fueran un inconveniente para él, a pesar de que
era su trabajo atenderlos. Sip, definitivamente necesitaba un ajuste de
actitud, y si no le gustaba, había muchos otros en línea para tomar su
trabajo.
Dio un último vistazo en el espejo antes de salir del baño. Satisfecha
con su apariencia, regresó al dormitorio para terminar de vestirse. Lo
mismo, día tras día. Pantalones negros, camisa negra. Su uniforme de chef
negro esperaba por ella en el restaurante. No había necesidad de traerlo
a casa, cada día toda la ropa sucia era enviada para ser lavada, y tenían
muchos uniformes para cada persona almacenados en el salón de
empleados.
Finalmente, se encontraba lista para comenzar su día. Caminó doce
cuadras hasta su restaurante, tomando la misma ruta que todos los días. En
el camino, saludaba a las mismas personas… la florista de la esquina
regando sus flores, al viejo caballero que trabaja en el puesto de venta
fuera de su cafetería favorita, el chico que remataba carteras en la
cuadra de su restaurante.
En una gran ciudad como la Cuidad de Nueva York, era agradable
tener algunas cosas constantes, personas con las que podías contar ver
cada día, y era un extra que todos fueran tan amistosos.
Mientras daba la vuelta en la esquina, notó una pequeña multitud
rodeando la entrada de su restaurante. Rápidamente observó su reloj y se
dio cuenta que iba tres minutos tarde. Apresuró el paso un poco,
buscando las llaves en su bolso.
—Hola chicos, lamento la tardanza. Debí haber estado soñando
despierta en el camino hacia acá. —Se disculpó con sus empleados
quienes esperaban que desbloqueara la puerta de The TigerLily, el
restaurante del que era dueña desde el último año.
—Tres minutos tarde jefa, ¡estas desmejorando! ¿Qué tipo de ejemplo
estas dando para el resto de nosotros? —la provocó Dylan, el mesero
principal.
Le sonrió y juguetonamente golpeó su brazo.
—Mejor ten cuidado Dylan.
—Como si tuviera miedo de ti… mides como un metro sesenta y
pesas como cincuenta y seis kilos si estas empapada. ¿Qué piensas que
podrías realmente hacerme? —Colocó sus ojos en blanco, tratando de 7
esconder su sonrisa.
Lo observó. Era mucho más alto que ella, y entrenaba todas las
mañanas antes de venir al trabajo.
—Tienes razón, físicamente no soy competencia para ti. Pero no
olvides quien firma tus cheques.
Dylan asintió en acuerdo. El resto de los empleados ya habían
entrado para comenzar con sus deberes, acostumbrados a las bromas
amistosas entre dos amigos. Él sostuvo la puerta, sonriendo mientras
pasaba debajo su brazo.
—Tú ganas. Siempre ganas.
—Y no lo olvides. —Sonrió—. Ahora, ve a trabajar —dijo, tratando de
sonar como si le estuviera dando órdenes. Pero Dylan era una persona a la
que no tenía que decirle que hacer. Había sido su amigo desde la
universidad, y su mesero principal desde el día en que abrió las puertas del
restaurante. Realmente era uno de los trabajadores más aplicado que
había conocido. Honestamente, era más que el mesero principal. Era
como el manager del lugar, y el único en quien confiaba para dejar el
restaurante en su ausencia.
Mientras el resto de los empleados se halaban ocupados
preparando el restaurante para abrir por el día, fue a su oficina a hacer
unas cosas. Había colocado las órdenes de licores, e impreso los cheques
de todos los empleados. Sabiendo que no la necesitarían en la cocina por
un par de horas, se ocupó en pagar las cuentas.
Justo antes de que llegara la multitud de la cena, llamó al nuevo
barman a su oficina. Le dio un sermón sobre su actitud y le dijo que solo
tenía una oportunidad más de probarse a sí mismo. Tenía una pila de
aplicaciones de barman en su escritorio, así que no iba a soportar a
alguien que no valoraba su trabajo lo suficiente para tratar bien a sus
clientes.
Siempre había hecho un esfuerzo consciente para asegurarse que
aquello sucediera. Demasiadas veces, había ido a uno de esos
restaurantes de moda donde era tratada horriblemente, jurando nunca
regresar. Su negocio finalmente comenzaba a florecer, y no quería que
nada pusiera en peligro eso.
Después de su reunión, agarró su chaqueta de chef y fue a la cocina
a ayudar a los demás. Lucía impresionante, a pesar de que su vestimenta
era tan simple. El negro definitivamente era su color. A diferencia de los
otros que tenían negro sobre negro, tenía unos detalles en blanco en el
borde de su chaqueta, haciéndola sobresalir un poco más del resto.
Las órdenes comenzaron a llover, manteniendo a todo el mundo en 8
el restaurante alerta. Cuando se encontraban muy ocupados en el cocina,
Bella iba al comedor y saludaba a sus invitados, asegurándose que las
comidas de todos era de su satisfacción. Le gustaba añadir ese toque
personal cuando era posible, y se había hecho amiga de algunos de los
regulares al hacer eso. Nunca nadie se había ido insatisfecho, y debido a
esto, los comentarios de su restaurante se había esparcido y el negocio
prosperado. The TigerLily rápidamente se convertía en uno de los
restaurants más de moda en la Cuidad de Nueva York.
***
Parker Davidson se sentó en la oficina de su manager ubicada en
una torre alta que daba al Central Park.
—¡Esto es mierda, Tommy! Las canciones que me están pidiendo
hacer son ridículas. Tengo treinta malditos años y ¿quieren que cante
canciones de amor adolescente? ¿Qué demonios? —Pasó sus manos
sobre su negro, corto y puntiagudo cabello.
—Mira Parker, cálmate. Estoy seguro que no es tan malo —dijo Tom
Purvis a su cliente. Ya se había acostumbrado a las rabietas de Parker.
—¿No es tan malo? Dime como sonaría si canto estas letras:
Baby let me hold your hand (Nena déjame sostener tu mano)
While we walk on the beach in the sand (Mientras estamos en la
playa sobre arena)
I want to look into your eyes all day (Quiero mirar a tus ojos todo el
día)
We'll be together, we'll find a way (Estaremos juntos, descubriremos
una forma)
—¡Vamos! Suena como si fuéramos dos niños, y nuestros padres no
quisieran que saliéramos. ¡Soy un hombre, Tommy! Si voy a cantar sobre
una mujer, va ser sobre follar o algo. —Comenzaba a levantar su voz,
volviéndose más y más entusiasmado mientras se iba.
Tom tomó una respiración profunda. Las letras seguramente no eran
las mejores, pero no eran horribles.
—Veré lo que puedo hacer. Además, no es que la canción será
lanzada como un sencillo, solo será una canción del álbum.
—¡Estás perdiendo el punto! Estoy muy viejo para estar cantando
sobre mierda adolescente —Golpeó su puño en el escritorio de Tom—.
¡Arregla esto o no hay álbum! —Antes de que Tom pudiera responder, salió
de su oficina y lanzó la puerta.
Permanecía de pie esperando el ascensor, se sentía como que 9
nunca llegaría. La impaciencia se apoderó, y presionó el botón
repetidamente como si por algún milagro haría que este llegara mucho
másrápido. Cuando las puertas se abrieron, se apresuró, sin esperar que los
ocupantes bajaran primero, ignorando las miradas que obtuvo. Finalmente
el elevador se vació, e iba camino a la planta baja.
Mientras se metía en el coche alquilado que le esperaba, su teléfono
sonó. A pesar de que vio que era el número de su madre, contestó el
teléfono.
—Parker querido, ¿cómo estás? —preguntó dulcemente.
—Estoy bien mamá —dijo un poco pronto. Ella siempre esperaba
tanta formalidad, lo cual no se ajustaba a su imagen de roquero—. ¿A qué
debo el placer de tu llamada?
—Quería recordarte que te comprometiste a salir con la sobrina de
Janet Reynold esta noche. Es nueva en la ciudad, así que muéstrale un
poco de ella. Pero se bueno, y cuida tus modales... y que Dios me ayude si
me entero de que fuiste grosero o la heriste de alguna manera...
—¡Lo sé madre! —Detuvo su diatriba—. Relájate, la llevaré a salir y
seré el joven correcto. —Puso los ojos en blanco.
—Más te vale. Recógela a las 8:00, te enviaré un correo electrónico
con su dirección. He hecho reservas para ustedes en este nuevo
restaurante llamado The TigerLily. Tienen el mejor Coq Au Vin1... Fui allí la
semana pasada con Manda Powers, era la primera vez que había estado
allí, y déjame decirte que no será la última. Pero pedí el Coq Au Vin y ella
la langosta... mmm, ambos eran absolutamente deleitables. Y el postre, oh
el postre...
—Me hago la idea.
—Oh. Bueno, está bien. De todos modos, iba a preguntarte, antes de
que tan groseramente me interrumpieras, si tendrías el dinero suficiente
para pagar por los dos. Este restaurante tiende a ser un poco caro, y sería
absurdo pedirle a ella pagar por su cuenta —disminuyó el tono de su voz.
—¡Madre! Mi último álbum fue doble platino. Creo que puedo pagar
más que un par de cenas. —Se mordió a su vez. Nunca vería lo exitoso y
famoso que era porque llevaba anteojeras cuando se trataba de su
carrera como cantante. Ella era de una familia adinerada, y nada de lo
que él hiciera se podría comparar con los ideales con los cuales se crió.
—Ves Parker, eso es exactamente la mala educación que no
permitiré que le muestres esta noche —señaló.
—Me disculpo, madre —dijo con los dientes apretados—. ¿Cuál es su
10
nombre?
—Su nombre es Melinda Sue Reynolds. Y es de un pueblo muy
pequeño, así que asegúrate de no hacer nada para asustarla —reprendió.
Su madre se encontraba más preocupada por su reputación que otra
cosa.
—¿Madre? Te estoy perdiendo... Estoy pasando por un túnel... voy a
hablar contigo más tarde —dijo, silbó para crear interferencias falsas. Cerró
su teléfono y negó con la cabeza. Esto no era lo necesitaba hoy.
***
Las ocho en punto vinieron mucho más rápido de lo que Parker
había esperado. Aún meditaba sobre las opciones de canciones y el
encuentro con su manager mientras se preparaba para recoger a
Melinda.
Justo antes de que llamara a su puerta, dijo una rápida oración.
—Por favor, señor, no me des una razón para asesinar a mi madre
sobre esto. —Levantó su mano y golpeó los nudillos contra la puerta.

Se trata de un estofado de pollo en el cual se añade una gran cantidad de vino.


1
Un minuto después, la puerta se abrió y una preciosa morena le
sonreía.
—Hola, debes ser Parker. Soy una gran admiradora. —Le tendió la
mano.
Parker le disparó una sonrisa deslumbrante mientras tomaba su mano
y la llevaba a su boca para un suave beso.
—Y tú debes ser Melinda Sue. Estoy encantado de conocerte y un
poco aliviado de que no seas una cosa horrible. —Le guiñó uno de sus
cristalinos ojos azules.
—En realidad soy la compañera de Melinda Sue, Jenny. Ella saldrá
en un minuto. —Lo dejó en el apartamento y le mostró el sofá, así podría
sentarse mientras esperaba que Melinda Sue estuviera lista.
—Realmente espero tu nuevo álbum. Ya tengo los otros dos.
Parker se estremeció ligeramente. Solo deseaba estar ansioso por su
nuevo álbum. Antes de que pudiera responder, una rubia delgada avanzó
a brincos dentro de la sala de estar.
—¡Dios mío! ¡Esto es muy emocionante, conocer a una verdadera
super estrella! —dijo la mujer en voz alta con un acento sureño—. Soy
Melinda Sue —dijo, extendiendo su mano para sacudir la suya con 11
entusiasmo.
—Soy Parker. Encantado de conocerte. —Se puso de pie—. Si estás
lista, tenemos reservas para la cena a la que no deberíamos llegar tarde.
—Bueno, ¡YEE—HAW! ¡Vamos! —gritó—. ¿Me llevarás a un lugar de
lujo?
Volvió a mirar a Jenny y se estremeció. Ella pronunció una disculpa
con un gesto mientras caminaban hacia la puerta.
—No estoy muy seguro, nunca he estado allí antes —explicó sobre el
restaurante.
Salieron y subieron al coche que los esperaba para llevarlos al
restaurante. Tomaron su tiempo para llegar, pasando por diferentes puntos
de referencia en el camino para que pudiera decirle a su madre que le
enseñó un poco. Todo el tiempo, Melinda Sue charlaba, fuerte y
emocionada, dándole a Parker un asesino dolor de cabeza.
Una vez en el restaurante, tuvo la esperanza de que se calmaría, al
menos,un poco. Cuanto más fuerte hablaba, más silencioso se volvía, con
la esperanza de que captaría la indirecta. Las personas que cenaban en
las mesas alrededor seguían echándole ojeadas y mirando a la ruidosa
mujer, para su gran consternación.
—¡Guao! ¡Eres muy famoso! Todo el mundo sigue mirándote —dijo
ella.
—Algo por el estilo —murmuró. Su día no podía ser peor.
***
—Oiga, jefa, lamento molestarla, pero hay una mujer muy ruidosa y
desagradable por ahí, habla tan fuerte que está molestando a los clientes
en las otras mesas —le informó Leo, uno de sus mejores camareros—. ¿Qué
le gustaría que hiciera?
Isabella continuó empanando el pollo mientras pensaba en el
dilema.
—Bueno, tienes que ser muy diplomático al respecto con el fin de no
ofenderla. Ofréceles la mesa junto a la chimenea. Está un poco más lejos
del camino, y debe haber menos gente a la cual molestar. Inventa algo
acerca de que es más romántico o algo por el estilo. —Hizo una pausa y lo
miró—. Pero, por favor, se muy suave, no queremos molestar a nadie.
—Sí, señora. Puede confiar en mí para manejar esto
correctamente —dijo con una sonrisa.
—Sé que puedo. Además, ofréceles a las mesas a su alrededor una
ronda gratis de bebidas, una vez que los muevas de ahí, con el fin de 12
ayudar a compensar la interrupción de sus cenas.
Leo asintió de nuevo y salió de la cocina. Se volvió hacia el pollo
que preparaba, feliz de tener un buen personal en el cual confiar.
***
—Señor, por favor, no tengo la intención de faltarle el respeto.
Pensamos que podría estar más cómodo junto a la chimenea —trató de
explicar Leo una vez que el caballero comenzó a levantar la voz.
—¿Sabes quién soy? ¿Y estás tratando de ponerme en la parte
trasera del restaurante donde se sientan los rechazados? —gritó Parker, sin
importarle que causaba una escena más grande, que si solo se hubiera
movido. Este día era uno de libros de récords, eso era seguro—. Me
gustaría hablar con el gerente —dijo, levantándose y arrojando la servilleta
de tela negra sobre la mesa.
—Señor, por favor. Si acaba de tomar su asiento, iré a buscar al
gerente, y podemos hacer todo esto pacíficamente —trató Leo de
razonar.
Parker miró al camarero y se dirigió a la cocina. Se estrelló contra las
puertas giratorias, con Leo tras su espalda, tratando de razonar.
—¿Quién está a cargo aquí ? —gritó, asustando al personal de la
cocina y haciendo que todos lo miraran a los ojos.
Isabella le susurró algo al chef de pie junto a ella, diciéndole lo que
había que hacer para terminar el plato que preparaba. Avanzó hacia el
hombre que acababa de interrumpir el santuario de su cocina.
—Buenas noches, soy Isabella. Si hay un problema, podemos ir a mi
oficina y lo discutiremos. —Hizo un gesto a un pasillo que conducía a su
oficina.
—He dicho que quiero hablar con la persona a cargo, no con un
cocinero —declaró Parker, mirándola como si fuera estúpida.
—Bueno, soy la dueña de este restaurante, así que eso me haría la
persona a cargo —dijo, tratando de recordar que todavía era un cliente y
obligándose a no sonar demasiado condescendiente.
Parker se echó a reír con incredulidad.
—Escuche señora, ¿está su marido aquí? Creo que esto está un
poco fuera de su liga.
Eso la puso sobre el borde. Cliente o no, no necesitaba a nadie
menospreciándola, sobre todo no delante de sus empleados, a los que se
exigía respeto. Se paró más alta, no dando marcha atrás a este hombre 13
insultante.
—¿No estás un poco viejo para amigos imaginarios? Te dije que
soy la propietaria de este restaurante. Si hay un problema, manejaré la
situación.
—¿Sabes quién soy? —Se encontraba furioso.
—Bueno, a partir de la forma en que está actuando, estoy
asumiendo que es quien está sentado en la mesa con la mujer que nunca
ha oído hablar a su "voz interior". —Isabella puso los ojos en blanco y cruzó
los brazos sobre su pecho.
—Señora, está jugando con la persona equivocada. Mi nombre es
Parker Davidson, y puedo hacer quebrar su restaurante —amenazó.
—Pues que bueno por usted, señor Davidson. Estoy sorprendida de
que su ego cupiera en la puerta con usted cuando entró. —Lo miró—.
Ahora creo que sería mejor si usted y su compañera dejaran mi restaurante
antes de tener que llamar a los polis.
—Señora, usted acaba de meterse con la persona equivocada —
disparó hacia ella antes de irrumpir de nuevo las puertas de la cocina.
Isabella dio la vuelta y se enfrentó a la cocina en silencio.
—Bien, todos. De vuelta al trabajo, el espectáculo ha terminado.
Dylan, asegúrate de que todas las mesas consigan una ronda gratis de
bebidas por la interrupción. Leo, si estás atrapado en sus mesas, por favor,
ven a verme en mi oficina. —Leo asintió y siguió a su jefe.
***
—Vamos, vamos —agarró a Melinda Sue por el codo.
—Pero ni siquiera hemos comido todavía. ¿Qué está pasando
Parker? —Se sentía confundida.
—¡Cállate! ¡Solo cállate! Por favor —Parker había perdido hace
mucho tiempo su paciencia. Arrastró a Melinda Sue a la puerta y llamó a
un taxi.
—Aquí está su dirección, y aquí hay treinta dólares. Eso cubrirá más
que el viaje, además de una buena propina por tener que escucharla. —
Suavemente la empujó al taxi y cerró la puerta. Dio unos golpecitos en el
techo y el taxi se puso en movimiento.
Del mismo modo en que el taxi se alejó, su coche se detuvo. Se
hundió en el asiento de atrás y ahogó la cabeza entre las manos. Todos se
habían burlado de él en un día... la compañía discográfica, su manager, su
madre, su cita, y la dueña del restaurante. Eso no era algo que se tomara a 14
la ligera.
***
—Leo, estoy segura de que manejaste todo correctamente, pero
necesito saber qué se dijo ahí afuera. —Isabella se sentó en la silla detrás
del escritorio y le indicó a Leo sentarse del otro lado.
—Hice lo que me dijo. Les ofrecí la mesa junto a la chimenea, ya que
era muy bonito, acogedor y más romántico. La mujer parecía muy
agradecida, pero el hombre se ofendió demasiado. Me preguntó si sabía
quién era él, y para ser sincero, parecía un poco familiar, pero la verdad es
que no sabía quién era. —Hizo una pausa—. Espero no haber arruinado
nada.
—No, lo manejaste bien por lo que dices. Algunas personas tienen
problemas de ira. —Se volvió hacia su computadora—. ¿Cuál dijo que era
su nombre de nuevo? ¿Parker Davis?
—Parker Davidson —la corrigió. Se detuvo en el buscador de Google
y tecleó su nombre. Pulsó enter y se asombró por la cantidad de resultados
aparecidos—. Oh —dijo mientras hacía clic en algunos de los enlaces—.
Parece que el señor Davidson es un famoso cantante. —Miró a Leo—. Oh,
bueno, conozco esta canción. Nunca supe quien la cantaba. —Comenzó
a tararear la melodía de la canción.
—Si hubiera sabido que era aquel famoso, la hubiera dejado
manejarlo. Tal vez usted no lo habría arruinado tanto como yo lo hice —
dijo Leo con pesar.
—No, Leo, lo hiciste muy bien. Vamos a salir de esto, no te preocupes
—lo tranquilizó, aunque secretamente esperaba que Parker Davidson no
cumpliera sus amenazas, justo cuando el negocio se encontraba
finalmente en auge.

15
2
Traducido por Lauu
Corregido por Sapphire

—Tate, ¿puedes conseguirme una Cosmo por favor? —Le pidió


Isabella al camarero mientras se sentaba en uno de los taburetes. La
muchedumbre de la cena se había reducido, y solo habían quedado unas
pocas mesas, así que se alejó de la cocina. Se frotaba las sienes con la
cabeza gacha cuando sintió que alguien se sentaba a su lado.
—Una noche dura, ¿eh? —comentó Dylan.
—Una de las peores. Estoy tan lista para que se acabe —gimió. Su 16
Cosmose encontraba en frente de ella, y tomó una gran bocanada—. El
hombre puede tener una mala disposición, pero sin dudas hace un trago
estupendo —suspiró mientras le decía a Dylan después de que Tate se
alejó.
—¡Hola, perras! —Un hombre alto, de pelo oscuro y extravagante,
entró en la zona del bar.
—¡Hola Jase! ¿Qué estás haciendo aquí? —le preguntó Isabella a
uno de sus mejores amigos mientras se acercaba para darle un abrazo.
—Hola Mary. Tenía la esperanza de convencerte de salir conmigo
esta agradable noche. —Le dio su mirada de cachorro.
—Nunca entenderé... ¿Por qué la llamas Mary? —preguntó Dylan.
—Porque él mismo es Mary —bromeó Isabella.
—Ah, Dylly, ¿estás celoso de que tengo un apodo para ella y no
para ti? Estaría encantado de inventarte un apodo también. —Jason
meneó sus cejas seductoramente.
—¡Uh, no! Gracias de todos modos —dijo Dylan, visiblemente servil.
—Hmm, te lo pierdes —bromeó él—. Entonces, Mary, ¿cuál es el
veredicto? ¿Vas a salir conmigo esta noche?
—Cariño, tú saliste hace mucho tiempo. —Isabella se rió.
—Sí, sí. Sabes lo que quiero decir. —Jason puso los ojos en blanco.
—Jase, sabes que es jueves, y los jueves siempre voy a la lavandería
durante toda la noche después del trabajo para hacer el lavado —dijo,
recordándole su rutina.
—Oh, eres tan aburrida. Mi rutina de esto, mi horario de esto —
bromeó—. Vamos. ¿Definitivamente no tienes camisas negras o pantalones
negros?
—Bueno, no —respondió con honestidad.
—¿Y qué con los calcetines negros? ¿Los sostenes? ¿Esa pequeña y
linda tanga de ropa interior? —le incitó.
—No, no y no —contestó ella, sabiendo que su excusa de tener que
lavar la ropa fallaba—. Pero si no lo hago esta noche, va a desordenar
toda mi agenda.
—Buena señora mujer, olvida el maldito horario por una vez y
suéltate —suplicó Jason.
—Sabes, creo que todos podríamos necesitar una salida nocturna
después de las cosas que hemos pasado esta noche —intentó Dylan—.
Voy a ir si vas.
Isabella miró a sus dos amigos y sus rostros miserables.
17
—¡Ugh! Bien, voy a hacer mi lavandería cuando llegue a casa, así
que no me quedaré fuera hasta demasiado tarde.
—Claro.... —apaciguó Jason.

***

Parker se desplazó a través de su directorio telefónico integrado en


su teléfono celular. Seleccionó el número de su amigo Matt y pulsó enviar.
Después de un par de timbres, el hombre respondió.
—Amigo, necesito urgentemente una copa y un rápido revolcón, no
necesariamente en ese orden. ¿Saldrás esta noche? —le preguntó a Matt.
—Ya sabes, hombre. Cuenta conmigo —le dijo Matt. Hicieron
arreglos para reunirse en un popular bar media hora más tarde.
Parker corrió para cambiarse de ropa, seleccionado una camiseta
de color gris oscuro de manga larga y una camiseta vintage de los Rolling
Stones para poner sobre ella. Agarró sus jeans gastados favoritos, luego sus
zapatos negros Doc Martens. En solo unos minutos, se encontraba listo para
irse. Una parada rápida en el baño para comprobar su pelo y cepillarse los
dientes y salió por la puerta.
Matt encontró a Parker sentado en el bar, comenzando su segunda
cerveza.
—Iniciando sin mí, ya veo.
—Amigo, te dije que realmente me encontraba necesitado. Mi
madre me consiguió la peor cita a ciegas de mi vida —dijo con una
sacudida de su cabeza.
—Hombre, ¿dejaste que tu madre te preparara una cita a ciegas? —
Matt rió.
—Amigo, no tuve otra opción, sabes cómo es mi madre. Era una de
las sobrinas de su amiga que se acaba de mudar a la ciudad, por lo que
fui elegido para invitarla a salir —protestó Parker—. Me humilló por
completo en un restaurante lleno de gente. Solo quiero olvidar que toda
esta noche sucedió.
—Oh hombre, ¿alguien te humilló? ¿Sabía quién eras? —Matt trató
de contener la risa.
—Sí, lo sabía, pero no lo hizo a propósito. Pero de todos modos,
como he dicho, solo quiero olvidarlo. No quiero hablar de eso, no quiero 18
pensar en ello —le dijo Parker. Hizo una seña al camarero y dos cervezas
más fueron traídas—. Vamos, vamos a llegar a la zona VIP antes de que
alguien me reconozca.
***
Jason se fue con Isabella a su apartamento para que se duchara y
cambiara. Mientras limpiaba su noche de trabajo fuera de su cuerpo,
Jason fue a su armario para escoger su atuendo. Solo había un par de
cosas ahí que no eran negras.
—Cariño, tiene que dejar de trabajar mucho y tener una vida —
pensó Jason para sí mientras revolvía las perchas—. Finalmente —pensó
cuando vio los pantalones de cuero negro—. Son negros, pero son
calientes. —Al lado de los pantalones, encontró con un top de color rojo
que se vería muy bien en ella—. ¡Perfecto!
Isabella se secó el pelo antes de salir del cuarto de baño, eligiendo
dejarlo en su estado naturalmente ondulado, en cascada por su espalda.
Se puso el suficiente maquillaje para resaltar el verde de sus ojos, junto con
un toque de lápiz labial. Se preparó para entrar en la habitación y
descubrir lo que Jason había elegido para que se pusiera. Sin duda, sería
incómodo lo que sea que eligiera.
—¡Chica, es mejor que apures a tu culo flaco! ¡Dylan estará aquí en
cualquier momento! —le gritó Jason.
—Estoy corriendo. Solo tengo que vestirme —dijo, caminando hacia
la cama donde la ropa yacía—. Ah, Jase, ¿no hay algo más que pueda
usar?
—¡Perra, mejor te pones en eso y te callas —simuló amenazar.
—Bien, pero para que lo sepas, es completamente en contra de mi
buen juicio —gritó, yendo a la cómoda para sacar algo de ropa interior.
Tomó su tanga negra típica, y se decidió por el sujetador sin tirantes.
Un par de minutos más tarde, se encontraba toda vestida y lista para
ir. Dylan llegó y todos se dirigieron a la barra, con Isabella quejándose todo
el tiempo.
—Bien, ahora me encontré con este tipo muy lindo esta mañana y
me prometió meternos en la sala VIP. Dijo que iba a dejar mi nombre en la
puerta —les informó Jason.
—Oh, ¿así que nos arrastraste hasta aquí esta noche por un chico
que conociste? Debería haberlo sabido. —Isabella sonrió.
—Oye, solo porque no estás consiguiendo a nadie, no significa que
el resto de nosotros no —le dijo Jason con actitud. 19
—Un novio no encaja en mi agenda en este momento. —Isabella
negó con la cabeza.
—¿Quién habla de un novio? Solo tienes que echar un polvo.
Casual... sin apego, solo satisfacción pura, cruda y sexual —le explicó
Jason con lujo de detalles.
Dylan rió.
—Sí, claro. ¿Sabes cuánto tiempo he estado tratando de conseguir
que haga eso? Parece pensar que el sexo es solo para las relaciones.
Quiero decir, mierda, he estado tratando de darle eso desde el primer año
en la universidad.
Isabella le golpeó el brazo.
—Oh cállate. ¡Tú no! Nunca haría nada para arruinar nuestra
amistad.
—Lo que tú digas, preciosa. —Dylan le guiñó un ojo.
Jason se quedó quieto y observó, preguntándose si Dylan realmente
tenía sentimientos por Isabella. Era muy claro que ella solo pensaba en él
como un amigo, así que se sintió mal por Dylan si sus sentimientos eran más
profundos.
El grupo de tres se acercó al portero y Jason le dio al hombre grande
su nombre. Efectivamente, se encontraba en la lista, y fueron escoltados
rápidamente a la sección VIP.
—Entonces, ¿quién es este tipo, y cómo consiguió ponerte en la lista
VIP? —preguntó Isabella mientras se acercaban a la barra para pedir
bebidas.
—¡Todo lo que sé es que su nombre es Pablo, y que está tan bien! —
dijo Jason—. Sabes que no soy del tipo de los detalles.
Isabella sonrió y asintió. Tomó el chupito delante de ella y chocó los
vasos de chupito en manos de sus amigos antes de tomárselo como una
profesional. El líquido suave se deslizó por su garganta, calentando
centímetro a centímetro a su paso. Revolviendo su dedo en el aire, hizo un
gesto a la camarera para que les diera otra ronda.
Después de la ronda siguiente, Isabella empezó a sentirse relajada.
En una noche típica, tendría quizá una o dos bebidas, pero eso era todo.
Era muy raro que tuviera más que eso, así que una vez que pasó ese
umbral, el alcohol comenzó a afectarla mucho más rápido.
El grupo tomó un trago más antes de salir del bar, con cerveza (de
Dylan) y unos cosmos (de Bella y Jason) en la mano. Isabella se sintió muy
bien cuando comenzó a moverse al ritmo de la música.
20
—Creo que tenían razón, necesitaba esta noche —gritó a sus amigos
a través de la música.
—Bueno, apura el trago. Pretendo emborracharte completamente
esta noche. —Jason se rió mientras miraba alrededor de la habitación,
tratando de detectar a Paul.
—¡No tanto... todavía tengo que lavar la ropa esta noche! —le
recordó Isabella, sin darse cuenta del efecto que los tragos pronto tendrían
en ella.
—Claro, cariño —le apaciguó Jason cuando pidió otra ronda de
bebidas a la camarera.
Dylan se excusó del grupo cuando vio a un grupo de modelos
fiesteando en el otro lado de la habitación. Había estado coqueteando
con la mirada con una de las chicas, y pensó que era el momento
perfecto para hacer su movimiento.
Después de su próxima ronda de bebidas, Isabella empezaba a
sentir los efectos del alcohol. Después de la siguiente ronda, se encontraba
completamente destrozada. Vagó a la pista de baile, sintiendo como si el
chupito estuviera llamándola por su nombre. Se sumergió inmediatamente
en la multitud de bailarines, hasta que Jason no pudiera verla más.
Cuando se dio la vuelta, se encontró cara a cara con el hombre que
había estado buscando durante toda la noche.

***

A la una y treinta, Parker se encontraba completamente destrozado,


tal como había esperado. Los problemas del día fueron olvidados mientras
movía su cuerpo sobre la pista de baile. Esto era exactamente lo que
necesitaba, las consecuencias de la noche importaban una mierda.
Miró a la mujer delante de él, moviendo su cuerpo contra el suyo.
Hombre, claramente era caliente, y le recordaba a alguien, pero no podía
dar en el clavo sobre quién era.
Lo único que importaba era que lucía bien y se encontraba lista y
dispuesta. Bajó sus manos a sus caderas revestidas de cuero y tiró su
cuerpo más cerca de él, hasta que lo único que los separaba era dos finas
capas de ropa.
Se movieron juntos al ritmo de la música mientras esta latía en sus
cuerpos. El calor se hacía insoportable mientras él movía su pelo a un lado
y pasaba sus labios por su cuello. Sus labios se encontraron con su oído y le 21
susurró, enviando un escalofrío a través de su cuerpo.
—¿Qué tal si me dices tu nombre para que podamos salir de aquí?
—susurró.
—Bella. ¿Y tú? —preguntó.
—Parker —le dijo—. ¿Tu casa o la mía?
—¿Quién vive más cerca? —le preguntó ella y le dijo dónde vivía.
—Tú. Tu casa —le dijo y tomó su mano y una botella de champagne,
luego la arrastró fuera del club.
Jason levantó la vista del apartado lugar donde se sentaba con
Paul, justo a tiempo para ver a Isabella salir con un hombre. Satisfecho de
que por fin iba a tener sexo, sonrió.
—Oye Paul, ¿sabes quién es ese tipo con el que mi amiga está
saliendo?
—Ese es Parker Davidson. Es un buen tipo, un poco engreído, pero no
le haría daño a nadie —respondió Paul, sabiendo que Jason trataba de
asegurarse de que su amiga estuviera a salvo.
—Gracias. Ahora, ¿dónde estábamos? —preguntó mientras volvían
a su sitio de nuevo.
***

Tan pronto como salieron del taxi, Parker hizo estallar el corcho de la
botella de champán y tomó un largo trago de la botella. Arrastró a Isabella
hasta la pared de su edificio y la besó largo y duro, antes de verter un
poco del champaña en su boca y besarla de nuevo.
—Creo que mejor subimos a tu apartamento antes de que nos
arresten por exhibicionismo —le dijo, jugando con la cremallera de sus
pantalones.
Ella le agarró la mano, y esta vez, lo arrastró. Se fueron a su
apartamento, y tan pronto como la puerta se cerró, las ropas salieron
volando. Entre sus besos calientes y picantes, champán fluyó en sus bocas,
manteniéndolos así en estado de embriaguez.
Cuando la botella estuvo vacía, ella la tiró a un lado, casi
rompiéndola. Guió a Parker al dormitorio, donde él la empujó sobre la
cama. Ambos desnudos, él no perdió tiempo montándola.
Mientras deslizaba su longitud dentro de ella, ambos suspiraron con
satisfacción. Era solo el alivio de la tensión que ambos necesitaban, pero si 22
hubieran estado sobrios, lo más probable es que no hubiera sucedido.
Se movió dentro de ella, golpeado largo y duro, tensión
construyéndose entre ellos. Antes de que él supiera lo que pasaba, Isabella
se había zafado de él y lo empujaba para que estuviera de espaldas.
Luego se colocó a horcajadas sobre él y continuó su acoplamiento,
disfrutando tomar las riendas.
Parker se mostró sorprendido por este movimiento, pero muy
contento. Le encantaba cuando una mujer se hacía cargo y realmente le
mostraba lo que quería y necesitaba. Mientras ella golpeaba su cuerpo
contra el suyo, sintió su liberación viniendo. Él siguió muy por detrás de ella,
y luego ambos se desvanecieron después de que ella salió de su cuerpo.
Consumidos con satisfacción, y los efectos del alcohol, ninguno se
despertaría en el corto plazo.
3
Traducido por Meeny
Corregido por Nyssa
¡Oh, no! Voy a vomitar. Fue el primer pensamiento coherente que
pasó por la cabeza de Isabella a la mañana siguiente. Apartó las mantas y
salió en una alocada carrera hacia el baño.
Después de vaciar su estómago y sentirse un poco más estable,
agarró la bata que colgaba detrás de la puerta del baño y caminó
lentamente hacia su habitación. Era todo lo que podría hacer para
ponerse correctamente la bata y amarrarla, dado que hacerlo requería un
poco de concentración y su borrachera lo convertía en algo casi
imposible. 23
Al entrar nuevamente en su habitación la escena que yacía frente a
ella la dejó impactada. ¡No volveré a beber! gritó en su cabeza mientras
sus ojos vagaban por la espalda de un hombre tendido en su cama. La
sábana cubría la parte baja de su cuerpo y su cabeza se encontraba
prácticamente cubierta por una de las almohadas. La única cosa que era
claramente visible era su bien definida espalda musculosa.
Oh santo cielo, ¿qué hago? Esta es la razón exacta por la cual
nunca tuve un encuentro de una sola noche antes, para evitar situaciones
como esta —pensó en su martilleante cabeza—. …Bueno, entre otras
razones.
Dubitativamente, cruzó la habitación para llegar a la cama y le dio
unos ligeros golpecitos con las yemas de los dedos al hombre en su
hombro. Cuando no se movió, le sacudió el hombro con más fuerza.
—Uh, ¿disculpe? —Podía sentir cómo enrojecía su rostro. No tenía ni
idea cuál era el protocolo apropiado para la mañana después de.
El hombre rodó lentamente, pulgada por pulgada, revelando los
rasgos de su cara. Isabella jadeó y saltó hacia atrás, sintiendo como si se
hubiese quemado.
¡No! ¡No puede ser! ¡No lo hice! ¡No lo hicimos! ¡No, no, no! —se
reprendió a sí misma.
Parker abrió los ojos lentamente y parpadeó un par de veces,
intentando ajustarse a la luz, y quitarse el sueño de los ojos. Una vez que
estuvieron finalmente abiertos, miró a la mujer de pie frente a él y su rostro
se sorprendió al reconocerla. Negó con la cabeza y se frotó los ojos,
esperando ver algo diferente cuando volviera a abrir los ojos.
Al ver a la mujer de pie frente a él, salió de la cama de un salto en
toda su desnuda gloria, sin molestarse en cubrir sus áreas sensitivas.
—¡Oh, mierda! Eres aquella chica del restaurante —gruñó. Su mano
agarró inmediatamente su palpitante cabeza.
El rostro de Isabella se sonrojó más y apreció su cuerpo.
¡Contrólate! —Se abofeteó mentalmente y se cubrió los ojos para no
verlo en su forma pura.
—¿Crees que podrías alejar esa cosa? —preguntó amargamente,
apuntando hacia su erección matutina.
—Eso no era lo que me pedías anoche, dulzura —se mofó mientras
salía de la habitación para buscar sus ropas. Caminó rápidamente por la
sala y el recibidor, recolectando sus ropas y poniéndoselas
apresuradamente.
Isabella lo siguió afuera a la sala y se sentó en el sofá con un ruido 24
sordo. Se agarró la cabeza entre las manos, intentando encontrarle sentido
a la situación, aunque ningún pensamiento lógico podría explicar nunca lo
que había pasado la noche anterior.
Y ni siquiera terminé de hacer la colada —pensó con desdén.
Parker murmuró para sí mientras se vestía. Isabella no pudo entender
mucho de lo que decía, y no se encontraba segura de querer hacerlo. Era
bastante obvio que su noche de sexo ardiente fue un error para ambos,
algo de lo que ambos se arrepintieron instantáneamente a la luz del día.
—No puedo creer que dormí contigo, de todas las personas en ese
club anoche —dijo Parker secamente, más para él que para Isabella.
Ella levantó la mirada para verlo a través de las manos que cubrían
su rostro.
—¿Crees que estoy feliz con esto? Creo que estoy más devastada
que tú. Lo digo muy en serio. Mi primer encuentro de una noche y lo
arruiné al acostarme con el tipo que me amenazó más temprano esa
misma noche.
—Oh, no te preocupes. Estoy seguro de que encontrarás una forma
de usar esto en tu ventaja. Probablemente saldrás corriendo a los
tabloides, solo para obtener un poco de publicidad para tu pequeño
restaurante de mierda —dijo disgustado mientras terminaba de atarse los
cordones de los zapatos.
—Sí, claro. Como si quisiera que la gente supiera que bajé mis
estándares al acostarme contigo —gruñó ella. Esta conversación la hacía
sentirse peor. Podía sentir la bilis subiéndole por la garganta nuevamente—.
Como sea… solo lárgate —le dijo, con la cabeza entre las manos
nuevamente, sin fuerzas o energía para darle la mirada asesina que
quería.
—Un placer —dijo, dando un portazo al salir.
Isabella hizo una mueca al escuchar el estruendo, y corrió al baño
por otra ronda. Este iba a ser un largo día.
***
Isabella se sentó en su oficina con una gran botella de Gatorade de
uva y un paquete de galletas saladas.
Había estado tomando ibuprofeno Advil todo el día, y finalmente
empezaba a sentirse un poco humana nuevamente. Observó fijamente al
teléfono cuando sonó, no quería hablar con nadie pero lo contestó de
cualquier forma.
—Buen día, Mary. —Jason arrastró las palabras en el teléfono con 25
gran entusiasmo.
—¡Tú, maldito imbécil! ¿Cómo pudiste emborracharme tanto y luego
dejar que me fuera con ese hijo de puta? —le gritó a Jason.
—Guau, ¿qué pasó? ¿Estás bien? —preguntó, empezando a
preocuparse. Pensó que el sexo sería bueno para ella y la liberaría un
poco.
—Físicamente bien, mentalmente no tanto —dijo, entonces recordó
que él no sabía nada de su explosión con Parker Davidson el día anterior—.
Lo siento, no quería descargarme contigo, pero esa era la última persona
con la que debería haber terminado anoche. —Isabella se disculpó y
luego le contó la historia de lo que había pasado, empezando por Parker
en su restaurante y terminando con él dando un portazo por la mañana.
—¡Caramba! Si hubiera sabido, te habría perseguido y detenido —le
dijo Jason con sinceridad—. Pero, la pregunta del día es, ¿el sexo valió la
pena?
Isabella se rió.
¿El sexo lo había valido?
—Por lo que recuerdo, lo cual no es mucho, creo que fue bastante
agradable.
—Entonces no dejes que el conocimiento de saber con quién fue
manche el buen sexo —le aconsejó Jason.
Ella se echó a reír de nuevo.
—Gracias, oh sabio. —Déjale a Jason ser capaz de poder animarla.
—Entonces, ¿qué te parece? ¿Quieres salir de nuevo esta noche? —
preguntó él rápidamente, sabiendo la respuesta incluso antes de que la
dijera, pero imaginó que lo intentaría de todos modos.
—No en tu vida, chico gay. Además, todavía tengo ropa que lavar,
gracias a ti. Además, es viernes así que tengo que preparar mi pedido de
ropa para la próxima semana. ¿Ves lo que pasa cuando te metes con el
horario? Todo se atrasa. —Isabella se sentía un poco mejor respecto a sus
escapadas, gracias a Jason. Debió haber sabido que la haría ver el lado
bueno del trágico episodio—. Bueno, el furor de la cena empezará pronto,
así que tienes que correr. Llámame a mi celular después y cuéntame todo
lo que pasó con Paul.
—Lo haré Mary. ¡Besos babosos! —dijo y colgó.
Isabella sacudió la cabeza y se echó a reír, dirigiéndose a la cocina
para ayudar.
26
***
Más tarde esa noche, los chefs y ayudantes de cocina parecían
tener todo bajo control, así que Isabella se dirigió al comedor para
asegurarse de que todos sus clientes pasaban un buen rato.
Revisó algunas mesas antes de dirigirse a una de las mejores mesas
en la casa, que resultó tener a una de sus clientas frecuentes sentada con
otras dos mujeres.
—¡Sasha! ¡Qué bueno verte de nuevo! —dijo Isabella mientras se
acercaba, inclinándose para darle a la mujer mayor un beso en la mejilla.
—¡Bella! Qué agradable verte, querida. Por favor siéntate por un
momento y conoce a alguna de mis más apreciadas amigas, ¿lo harías?
—Sasha Winters le ofreció el asiento vacante a la dueña del restaurante.
—Sería un placer, ¿siempre y cuando no esté importunando? —le
preguntó a las otras dos mujeres y cuando obtuvo sus consentimientos,
sacó la silla y se sentó. Le hizo señas al camarero para que les trajera otra
ronda de bebidas, antes de volver su atención a las mujeres.
—Isabella, me gustaría que se conozcas a Bunny y Manda, dos de
mis amigas más antiguas y más queridas —presentó Sasha a las otras dos
mujeres.
—Encantada de conocerlas. Espero estén disfrutando la experiencia
de cenar aquí —dijo Isabella sinceramente.
—Oh, sí. En realidad, Manda y yo estábamos hablando con Sasha y
le contamos acerca del maravilloso restaurante en el que habíamos
comido la semana pasada, pensando que teníamos este pequeño
delicioso secreto y no fue así, nos sorprendió cuando dijo que no solo sabía
del lugar, sino que también conocía a la dueña —le dijo Bunny Davidson a
Isabella como si esa fuera la historia más grandiosa del mundo—. Desde
que comimos aquí la semana pasada, no he hecho más que hablarle
sobre este lugar a todo el que esté dispuesto a escuchar.
—Bueno, gracias. Me alegra que lo hayan disfrutado.
Definitivamente le haré saber a mi equipo que estamos recibiendo muy
buenos cumplidos. Después de todo, nada de esto sería posible sin ellos —
dijo Isabella con una sonrisa genuina. El camarero trajo las bebidas a la
mesa—. Por favor acepten esta ronda de tragos con mis agradecimientos.
Sus postres también van por la casa esta noche —dijo, asegurándose de
que el camarero también escuchara esa parte.
—Eres muy amable —dijo Manda.
—Ven señoras, les dije que sería perfecta para mi Thomas —le dijo
Sasha a sus amigas, haciendo sonrojar a Isabella. 27
—Isabella, Sasha nos dijo que eras soltera, ¿cómo es posible? ¿Debe
haberse equivocado? —le preguntó Bunny.
—Sasha no se equivocó, soy soltera, pero estoy casada con mi
restaurante. Realmente no tengo el tiempo ni la energía para dedicarme a
encontrar al Señor Indicado. E incluso si lo encuentro, pasaría tanto tiempo
aquí que me temo que se sentiría desatendido. No hay muchos hombres
dispuestos a compartir a su novia o esposa —explicó, como había hecho
muchas veces antes.
Bunny sonrió.
—Creo que sería perfecta para mi hijo. También está muy ocupado,
así que creo que entendería tus otros compromisos.
—Bueno, tengo que concordar con Isabella, al menos en el caso de
mi hijo Peter. Es muy consentido y quiere tener a su novia cerca todo el
tiempo, me temo —les dijo Manda a las otras mujeres—. Todo un niño de
mamá. —Se rió.
—Entonces supongo que es entre nuestros hijos —le dijo Sasha a
Bunny.
—Esperen, esperen un minuto. —Isabella se rió—. Señoras ustedes son
incorregibles. Nunca acepté nada.
—Estarías cantando una melodía diferente si conocieras a mi hijo. Es
lindo, exitoso, y adorable cuando quiere serlo —dijo Bunny, y le guiñó el
ojo—. Todo lo que necesita es una buena mujer que lo ponga en su lugar,
y creo que podrías ser esa mujer.
Las mujeres en la mesa reían cuando Dylan se acercó a Isabella. Se
agachó de manera que se encontraba más a su nivel antes de dirigirse a
ellas.
—Perdonen que las interrumpa damas, pero Bella, te necesitan en la
cocina. —Les lanzó un guiño a las señoras y se alejó.
—Oh, es una dulzura. También tiene nalgas firmes —dijo Manda
cuando él se alejó, provocando otra ronda de risas en la mesa.
—¿Ya le has atinado a eso? —le preguntó Sasha a Isabella, y cuando
vio la mirada de asombro en el rostro de Bella, sonrió—. ¿No es eso lo que
se dice estos días?
A Isabella le dolió el costado de tanto reír.
—Dylan es solo mi amigo y empleado. Nada más. Además, a él le va
más del tipo modelo. Ahora, si ustedes señoras me disculpan, mejor vuelvo
al trabajo. Fue un placer conocerlas a ambas y si en cualquier momento
necesitan algo, solo pregunten por mí. 28
Después que Isabella se fue, Sasha y Bunny mantuvieron el debate
sobre cuál hijo sería un mejor partido para ella. Lo mantuvieron durante el
postre y el viaje a casa. Cualquier mujer estaría feliz de tenerla como
nuera, si solo pudieran poner en marcha a sus hijos para que la
conocieran.
***
Parker pasó la mayor parte del día en el estudio de grabación
peleando con los ejecutivos de grabación sobre las letras de las canciones
de su siguiente álbum. Trajo en su diario las letras que había escrito,
esperando que tomaran algunas de sus canciones, en lugar de aquellas
que intentaban emplear.
Después de un montón de gritos, con unas cuantas amenazas
lanzadas desde ambos lados, llegaron a un acuerdo. Solo una canción del
álbum tendría las letras chiclosas, y usarían el material de Parker para
reemplazar aquellas que habían desechado.
Sintiéndose finalmente mejor respecto a la situación, fue capaz de
ponerle la parte vocal a algunas de las pistas sobre las que ya habían
acordado. Solo la ráfaga que sintió al estar frente al micrófono fue
suficiente para mitigar la carga de con lo que había despertado antes por
la mañana.
Su resaca fue amainando gracias al subidón de adrenalina, y se
sintió mejor de lo que se había sentido desde hacía tiempo. Si todo iba
bien, sería capaz de sacar su álbum en apenas unos cuantos meses. Luego
sería capaz de hacer un tour, y salir frente a sus fans, algo que no podía
esperar por hacer. Le encantaba viajar, y le encantaba presentarse.
Quedarse en un lugar durante mucho tiempo parecía que empezaba a
molestarle. Era la única manera de poder explicar la debacle de la noche
anterior. Las beer goggles2 eran una cosa, ¿pero dormir con alguien que
despreciaba tanto? Era difícil entender cómo pudo haber sucedido.
Todo lo que sabía era que su vida y su carrera parecían estar de
vuelta en el camino y no había vuelta atrás nunca más. Lo que ocurrió en
el pasado se encontraba destinado a permanecer allí y solo esperaba que
Isabella no tratara de utilizar los medios para dañar su reputación para su
propio beneficio. Lo había avergonzado una vez, y esperaba que no
tratara de hacerlo nuevamente. A partir de ahora, iba a ser más inteligente
respecto a con quién dormía, borracho o no.

29

Fenómeno en el que el consumo de alcohol hace que personas físicamente poco


2

atractivas parezcan hermosas.


4
Traducido por anaapauu, Zely Medel&Kariza
Corregido por Elizabeth Scarhood

—Chicos, tienen que prestar atención a lo que están


haciendo. Este es el tercer plato que tuve que detener de ser servido
porque se ve como una mierda —espetó Isabella a su equipo de cocina—.
¡Todos llevan aquí tiempo suficiente para saber que platos como este son
absolutamente inaceptables! —Señaló al plato de almejas casino 3 ,
después hizo un espectáculo vertiendo toda la cosa en el cubo de
basura—. Empiecen otra vez, y no los hagan esperar para siempre. 30
Dylan caminó la mitad del camino durante su diatriba. Miró al
plato antes de que tirara el contenido y observó que si bien no había sido
la mejor presentación que jamás hubiera visto, no era horriblemente
espantoso como ella lo hizo sonar. Algo la tenía al borde últimamente, y
Dylan no se encontraba seguro de que era. Nohabía sido ella misma por
las últimas dos semanas, y sabía que tenía que ser algo grande porque
parecía no haber dormido en por lo menos una semana. Su rostro se
encontraba pálido y los círculos oscuros bajo sus ojos llegaron a ser
habituales.
Miró sobre el puesto de postres, donde se encontraba
ocupada con un Baked Alaska 4 . Pudo ver el color rojo en su piel,
empezando en su cuello y subiendo a su frente mientras se preparaba
para gritar al pinche de cocina por algo más.
Dylan corrió rápidamente y la agarro por su brazo, diciéndole
a uno de los chicos que se hiciera cargo por un minuto. La arrastró dentro
de su oficina y cerró la puerta detrás de ellos.

Es un plato de almejas cocinadas en su propia concha con pan rallado y panceta.


3

Es un postre a base de helado, pudín de Navidad y cubierto de merengue .


4
—No estoy tratando de decirte cómo manejar tu negocio, pero
necesitas descansar un poco. Has estado sobre ellos bastante duro
últimamente. —Miró como cruzaba la habitación y se sentaba en la silla
detrás del escritorio. Se reclinó tanto como su silla podía permitir, y empezó
a frotar sus sienes—.¿Hay algo mal? ¿Cualquier cosa que quieras hablar o
en que pueda ayudarte? —preguntó, ahora como un preocupado amigo,
más que un empleado o consejero empresarial.
Isabella simplemente le miró sin expresión.
—Sabes que espero perfección—dijo de forma aburrida.
—Es más que eso, y lo sabes. ¿Qué está pasando? ¿Qué te está
molestando? —le preguntó, empezando a preocuparse realmente. Se
acercó a ella y se arrodilló a su lado, agarrando su mano en las suyas.
Era justo lo que Isabella necesitaba para empujarla al borde. Su
determinación suavizada, y se rompió. Las lágrimas vinieron a raudales
bajando por sus mejillas, sin capacidad de detenerlas ni por todo el dinero
del mundo.
—No lo sé, Dylly—sollozó—. Sé que estoy siendo horrible, pero no
puedo controlarlo. Es como si fuera una persona completamente diferente
algunas veces, como si algo dentro de mí se rompiera, e incluso aunque sé
que estoy siendo severa e irracional. No puedo detenerlo.
31
Dylan agarró un pañuelo de papel de la caja en el escritorio y se lo
entregó. Ella usó su mano libre para aplicar con toques en sus ojos y nariz.
—Tengo miedo, Dylan. ¿Qué si me estoy volviendo loca? ¿Qué si
estoy empezando a ser esquizofrénica o algo? No quiero ser conocida
como la chica loca con múltiples personalidades—dijo con una seriedad
que hizo su corazón doler por ella.
Dylan tiró de Isabella en un apretado abrazo.
—Shhh… cariño, no tienes múltiples personalidades. Debe haber
algún tipo de explicación razonable para esto—la tranquilizó, frotando su
espalda—. No me golpees, pero ¿tal vez es solo un muy mal caso de
síndrome premenstrual?
Isabella lo empujó lejos, bloqueó que él hubiera insinuado eso. La
mirada en su cara era graciosísima también, y la hizo reír. Pensó sobre ello
por un minuto. Ha pasado un tiempo desde su último ciclo, así que eso
podría muy bien ser lo que era. No era el tipo de mujer que lleva un registro
de algo así. Lo intentó cuando estudiaba en el instituto, pero era tan
errático que se dio por vencida. Era un área de su vida que no era capaz
de controlar y programar, por lo que intentó sacarlo de su mente y no
prestar atención a ello.
—Tal vez tienes razón. Es solo que nunca me he sentido de este
modo antes. —Agarró otro pañuelo de papel y sonó su nariz.
—Bueno, si esta no es la vista más atractiva que he visto nunca—se
burlóDylan.
Isabella lo golpeó, riendo.
—Gracias, Dyl… por todo. Ya me siento mejor. Y gracias por hacerme
sentir un poco menos loca.
—Eh, ¿para qué son los amigos? —Besó su mejilla suavemente,
ambos volviendo al trabajo.

***

—Parker, cariño, ¿cuándo te vas a recorrer el país? —preguntó


Bunny a su hijo cuando hablaba con él al teléfono.
—Bueno, las fechas no están fijadas todavía porque el álbum no está
terminado, pero más parece que en un mes y medio o dos meses. ¿Por
qué? —preguntó, casi esperando no saber la respuesta.
—Sé que odias cuando hago esto, pero hay una mujer
32
absolutamente encantadora que quiero que conozcas. Creo que los dos
serían perfectos uno para el otro, y no te preocupes, dirige un negocio
exitoso y se mantiene un poco ocupada así que no se quejara sobre que
estés tan ocupado—le dijo.
—¡Mamá! ¿Recuerdas qué pasó la última vez que me enviaste a una
cita? —preguntó, sin querer entrar en eso otra vez con ella sobre Melinda
Sue. Tuvieron una discusión bastante explosiva dos días después de esa
cita, su madre enfadada por cómo la trató, el hijo enojado de que la
chica fuera tan desagradable.
—Ya sabes, finalmente conocí a Melinda Sue, y mientras es más bien
alta y sin pulir, es bastante agradable —tratóBunny de racionalizar.
—¡Oh, vamos! —exclamó él.
—De acuerdo, bien. Fue irritante sin fin. Pido disculpas. Nunca tuve la
oportunidad de conocerla y simplemente me guié de lo que dijeron sobre
ella—explicó Bunny—. Pero he conocido a la mujer que quiero para ti. Es
muy refinada, inteligente, hermosa y ¿he mencionado exitosa?
—Sí, mamá. Has mencionado eso. —Parker rodó sus ojos, y aunque su
madre no podía verlo, sabía que lo había hecho—. Escucha, ahora mismo
no es buen momento. Estoy muy ocupado grabando, después necesitaré
prepararme para el tour. Si todavía estás decidida en que la conozca
cuando regrese, entonces puedes prepararme algo para entonces. ¿De
acuerdo?
Bunny tomó su turno para rodar sus ojos.
—Claro, cariño. —Lo que sea, pensó—. Ahora dime señor Roquero,
¿estás demasiado ocupado para encontrarte con tu vieja madre para
cenar la semana que viene? Ha pasado bastante tiempo desde que te he
visto.
—¡No hay forma en el infierno que voy a dejar a Sasha ganar a esta
chica!Pensó para sí misma con una sonrisa.
—Creo que puedo tener un poco de tiempo —añadióél.
—Bien, te buscaré el próximo jueves a las siete y media. Y por favor,
viste bien. No quiero que parezca que acabo de recogerte de la calle —
reprendió Bunny antes de colgar. Se saldría con la suya, de una forma u
otra.

***
Lunes, Isabella aún no se sentía nada mejor, por lo que se
encontraba sentada en el despacho del doctor sosteniendo la mano de
33
Dylan y esperando a ser llamada. Incluso cuando pensaba que había algo
mal con su salud mental, Dylan la convenció de ver a su médico de familia
antes que saltar a un psiquiatra. Él simplemente no podía ver algo tan mal
con Isabella y pensaba que tenía que haber una explicación razonable
para su comportamiento reciente.
Cuando la enfermera vino para buscarla, Bella se levantó, la
mano de Dylan todavía en un apretón de muerte.
—Isa, vas a necesitar dejar mi mano, cielo. Está como pegada
—bromeóDylan.
—No, tienes que venir conmigo. No puedo hacerlo sola—le
dijo.
Él lo pensó por un minuto. Lo que fuera que se hallara mal con
ella era algo privado, pero posiblemente le contaría lo que estuviera mal
de todas formas, así que ¿por qué no ir allí y sostener su mando mientras
esperaba?
Se levantó de la silla, y los dos siguieron a la enfermera a la
pequeña habitación de examen, donde tomó los signos vitales de Isabella
y se fue.
El médico eventualmente hizo su aparición, quince minutos
más tarde. Isabella explicó sus síntomas, y preguntó si eso sonaba como
que si tuviera un desorden de múltiple personalidad. El médico se rió,
haciéndola sentirse aún peor, entonces le dijo que era más bien algo
diferente. Sacó su sangre y le dijo que tenían que realizar algunas pruebas
y la informarían estaría para el final del día.
Aun sin sentirse mucho mejor, Isabella y Dylan dejaron el
despacho del doctor y volvieron al trabajo.

***

Por las cuatro en punto, Bella salía de su mente preguntándose por


qué el médico no había llamado todavía. Iba a tener que salir de su
oficina y dirigirse a la cocina pronto, así que oraba para que él la llamara.
A las cuatro quince, Dylan tocó en la puerta de su oficina.
—¿Ninguna palabra todavía? —preguntó mientras asomaba su
cabeza.
Isabella sacudió su cabeza. 34
—No, nada. ¿Quieres entrar y esperar conmigo? He estado jugando
este divertido juego…¿Qué tan lejos hacia abajo puedo morder mis uñas
hasta que la matriz sangre?—Se río sarcásticamente.
—¿Tan mal, eh? —preguntó, sonriendo simpáticamente.
—Peor. —Sacudió su cabeza. Otro golpe en su puerta la hizo saltar
fuera de su silla.
—Lo siento Jefa, pero el producto acaba de llegar y necesito que lo
revises y firmes por ello—le dijo Carter, su sous chef.
Isabella asintió. Los llamó la semana anterior y explotó por teléfono
diciendo que no recibió todo lo que ordenó. Ellos concertaron un acuerdo
que de ahora en adelante, era la única autorizada para aceptar sus
envíos, verificando que lo que recibió fue lo que ordenó.
—Si mi teléfono suena, contéstalo. Solo será un minuto.
Tan pronto Isabella salió por la puerta su teléfono sonó. Dylan salió
corriendo a buscarla, pero ella ya se encontraba absorta con el tipo de los
productos, así que corrió de regreso y contestó.
—TheTigreLily, oficina de Isabella Violi—respondió profesionalmente,
por si acaso.
—Buenas tardes, esta es la oficina del doctor Rush llamando a la
Señorita Violi —habló la mujer a través del teléfono.
—Lo siento, ella justo se alejó de su escritorio por un momento.
¿Puede esperar? —preguntó él.
—De hecho, tengo otros pacientes a los que necesito llamar. ¿Es su
esposo? —preguntó la enfermera.
—La señorita Violi no es casada. Aunque soy su contacto de
emergencia—le dijo a la mujer, recordando que puso el nombre de Dylan
en las formas.
—Bueno, no debería estar haciendo esto, pero realmente tengo una
tonelada de otras personas que llamar, ¿Así que puedo dejarle un mensaje
con usted? —preguntó la enfermera.
—Seguro—le dijoDylan. Tomó pluma y papel para escribir todo lo que
la enfermera le dijera.
—Por favor dígale a la señorita Violi que felicidades por su embarazo.
El doctor Rush dijo que necesitará hacer una designación con su opción
de ginecólogo dentro del próximo mes. Por los resultados de su prueba
parece que ya está en su primer trimestre—dijo la enfermera.
Dylan se hallaba en shock. 35
—Lo siento, creo que no le escuché correctamente. ¿Está
embarazada?
—Sí señor. Es lo que los resultados de las pruebas dicen. Por favor
asegúrese de darle este mensaje y dígale que llame si tiene alguna
pregunta—dijo la enfermera e inmediatamente colgó.
Dylan permaneció ahí en shock, el teléfono todavía en su mano,
hasta que Isabella llegó unos minutos después. Cuando vio la mirada en su
rostro, su estómago se redujo y se sentía como si estuviera a punto de
vomitar.
―¿Dylan? ¿Qué es? ¿Es serio? ―preguntó mientras lágrimas picaban
en sus ojos.
Escuchando su voz, salió de su estupor.
―Bien, eso depende en como lo veas―dijo, tratando de formular en
su cabeza como se lo iba a decir.
Isabella se sentó rápidamente en la silla más cercana antes de que
sus piernas cedieran.
―Solo dime―susurró.
Dylan fue hasta ella y se arrodilló a su lado.
―Bella cariño, serás mamá. Estás embarazada.
Los ojos de Isabella se dispararon y lo miraron a la cara. Lo miró por
un minuto antes de reventar en carcajadas.
―Oh dios, me tenías por un minuto. Pensé que era enserio.
Dylan puso su mano en el hombro de ella, y le dio una sonrisa con los
labios apretados, sacudiendo la cabeza.
―Es enserio. ―Ella inmediatamente paró de reír y lo miró
inquisitivamente. Él inclinó su cabeza, sus ojos llenos de cuidado y
preocupación.
―¡Oh dios! ¡No puedo estar embarazada! ¡No tengo… oh, no, tengo!
―Su mano voló hasta su boca, recordando la noche con Parker―. Esto no
puede estar pasando―murmuró con incredulidad.
―Lo siento cariño, pero solo piensa, pudo haber sido peor. Podría
haber sido esa mierda de personalidad múltiple.―Trató de racionalizar.
―No estoy tan segura sobre eso. ―Miró alrededor de su oficina,
entonces paró abruptamente―. Necesito ir a casa. ¿Puedes manejar el
restaurante esta noche?
―Claro, lo que sea que necesites ―le dijo―. ¿Quieres que me
36
detenga por tu casa después de cerrar esta noche?
―Gracias, pero no. Solo necesito estar sola ahora―le dijo,
agradecida por su amistad.
―Llama si necesitas algo… No importa que―dijo y besósu mejilla.
―Gracias, lo haré —prometió.

***
Isabella fue del trabajo a su casa esa noche, se arrastró directo
a su cama. Se sentó allí llorando por horas. Llorando por su futuro, por el
futuro de su bebé. ¿Qué tipo de madre sería? ¿Y Parker… donde iba a
jugar en todo esto? Cometieron un gran error, y se encontraba segura de
que esto no era lo que él quería de una ebria aventura de una noche.
¿Debería siquiera decirle? ¿Prefería que no supiera a tener que enfrentar el
rechazo del padre de su hijo?
Todo se hallaba en el aire ahora. ¿Podría su negocio mantener
su éxito si tenía que compartir su tiempo entre el restaurante y un bebé? Y
encima de eso ¿Tendría la energía de hacer ambas cosas?
No se movió de la cama hasta la mañana del miércoles. Había
jugado todos los escenarios en su cabeza, tratando de averiguar qué
hacer. El aborto ni siquiera fue considerado, no importa lo imprevisto que
fuera este embarazo. Pero en las treinta y siete horas que en las que estuvo
allí pensando, lo único que sabía con certeza era que iba a hacer lo mejor
para la situación en la que se encontraba. Todavía no había decidido si
decirle a Parker o no, e incluso si quisiera, no tenía idea de cómo ponerse
en contacto con él. Solo tendría que cruzar ese puente cuando llegara a
el… si es que iba hacia el.
Esa noche en el trabajo, Dylan mantuvo una estrecha vigilancia
sobre ella, asegurándose de que no se presionaba demasiado duro
físicamente. Además buscó asegurarse que también estuviera
emocionalmente bien, y se encontraba convencido de que parecía estar
aceptando su embarazo.

***
―Madre, no sé porque tientes que recogerme. Podría solo
verte en el restaurante―le dijo Parker a Bunny una vez que el auto entró a
la ciudad.
―Sabes querido, la mayoría de los hombres jóvenes saludan a
37
su madre con un “Buenas tardes madre, ¿cómo lo estás haciendo?” Sé
que te he enseñado mejores modales que esos―le dijo con una pisca de
desaprobación en su voz.
―Lo siento madre. ¿Cómo estás? ―preguntó agachándose y
besándola en la mejilla.
―He estado bien, gracias. Me he mantenido ocupada, cenando
con las chicas, lecciones de tenis, golf, mis caridades. Mi calendario social
está completamente lleno justo ahora―le dijo, brillando con satisfacción.
―Bueno, estoy contento de ver que la edad adulta no te está
tirando abajo. La mayoría de las viudas tienden a dejarse ir después de
que su esposo muere―le comentó a su madre, sabiendo que solo tomaría
como ofensa la parte de la edad.
―Parker Andrew Davidson. ¡Deberías saber que solo tengo
cincuenta! Tengo plenamente algunos años más hasta que me golpee la
“edad vieja” ―protestó.
―Mama, tienes cincuenta y tres. No lo niegues. ―Se rió.
―Lo que sea cincuenta es suficientemente cerca―sonrió.
No mucho después, estacionaron fuera del restaurante. Parker miró
al dosel arriba de su cabeza y vio el elegante signo de caligrafía
proclamándoles estar en The TigerLily. Gruñó.
―Oh, madre. ¿No podrías haber escogido un restaurante diferente?
―Solo estoy fascinada con este lugar. Tienen la mejor comida, y tan
increíble atmósfera. Deberías pensar que tienes que cumplir mis deseos.
No estaré alrededor por siempre, sabes―apunto afuera.
Parker sacudió su cabeza.
―Estoy seguro de que me habré ido mucho antes que tú―le dijo a
su madre mientras la dejaba entrar al restaurante. Se alegraba de haberse
puesto presentable. No creía que hubiera mucha oportunidad de ver a la
propietaria, pero solo por si acaso, quería verse lo suficientemente bien
para hacerla babear.
Sus comidas fueron y vinieron sin contratiempos, compartiendo
plácidamente y conversando para pasar el tiempo. Cuando vino el postre,
Bunny hizo algo que hizo que el corazón de Parker saltara a su garganta.
Antes de que el mesero pudiera irse, puso su mano en su brazo y pregunto
si Isabella se hallaba disponible. Él fue a buscarla, dejando a Bunny
complacida y a Parker muy mortificado. 38
***
―Oye, Jefe, hay una mujer afuera que está preguntando por
ti, mesa veintitrés―le dijo uno de los meseros a Isabella cuando fue a la
cocina.
―¿Hay algún problema? ―preguntó. Le gustaba saber de
antemano si iba a caminar dentro de un nido de avispas.
―No lo creo. Creo que solo quería decir hola―le dijo, después
desapareció dentro del cuarto de comida.
Bella se sacó su delantal negro y lo dejó en el mostrador cerca de la
puerta, después se lavó y secó sus manos. Se revisó en el espejo para
asegurarse de que se encontraba presentable antes de ir al área de
comer.
Miró sobre la mesa veintitrés una vez que entró y vio una de las
mujeres que conoció hace unas semanas. Ha estado viniendo al menos
una vez a la semana desde entonces, y se aseguraba de decir hola cada
vez que se hallaba ahí. Había también un hombre sentado en la mesa con
ella, pero todo lo que podía ver era la parte de atrás de la cabeza del
hombre. Usualmente venía con sus amigas mujeres, así que se sentía
intrigada.
―Bunny, ¿cómo estás? ―preguntó Isabella cuando se acercaba a
la mesa. Se agachó y besó la mejilla de la mujer mayor.
―Estoy genial. Teniendo una maravillosa cena con mi hijo. ―Apuntó
al hombre sentado en la mesa con ella, escudando su cara con su
mano―. Isabella, este es mi actualmente rudo hijo, Parker. Parker, esta es
Isabella. ―Sacudió su mano lejos de su cara, provocando que Bella se
quedara sin aliento.
―Ya nos conocíamos Madre ―hablóParker suavemente mientras
Isabella solo permanecía de pie ahí con la boca abierta.
―¡Oh, Maravilloso! Creo que ustedes dos se volvieron famosos―dijo
Bunny, aplaudiendo son sus manos enfrente de ella con emoción―. ¿Estás
bien querida? ―le preguntó a Bella, viendo su cara pálida.
Isabella asintió después de un minuto.
―Um, Parker, puedo hablar contigo en mi oficina por un minuto.
―preguntó suavemente. No se sentía segura de lo que iba a decir, pero el
destino lo había obviamente traído a comer a su restaurante por alguna 39
razón.
Él asintió, y dejó su servilleta en la mesa mientras se levantaba y la
seguía por detrás. Bunny fue dejada en la mesa para crear cientos de
diferentes escenarios sobre qué es lo que pasaba entre esos dos. Todos
ellos terminaban con Bella siendo su nuera y la madre de sus nietos. Se
encontraba complacida con eso.

***
Una vez que la puerta se cerró, Parker fue rápido en saltar a lo
importante.
―¿Qué es lo que buscas? No tengo toda la noche.
―Deberías sentarte para esto. ―Ella se movió a una silla.
—Creo que seguiré de pie ―le dijo desafiante.
―Bien, no digas que no le lo advertí. ―Tomó una respiración
profunda―. Parker, estoy embarazada y es tu hijo... —dejó salir.
Parker la miró con una ceja levantada.
―Oh, ¿de verdad? ¿Esperas que me crea eso? ―le preguntó―.
Debería de haber sabido qué harías algo para tratar de arruinarme.
¿Cuánto es lo que quieres?
―¿Disculpa? ―preguntó, sin entender de lo que él le hablaba.
―Cuanto quieres para mantenerte sin ir al público con “mi hijo”.
¿Sabes cuántos de ellos de hecho son míos? Ninguno de ellos eran míos,
todosun chantaje para tener dinero de mí―riñó, su enojo saliendo.
―Bueno, eres el único con el que estado en realmente un tiempo, y
estoy segura de que eso no fue una concepción inmaculada, así que eso
nos deja solo una conclusión―argumentó.
―Sí, correcto. Tuvimos una noche casual, ¿y esperas que crea que
soy el único con el que has estado en un tiempo? Vamos, di la verdad.
Apuesto a que vas a bares todo el tiempo, tomas a un chico, van a casa y
sacuden sus cerebros, eres una pequeña zorra, ¿verdad? ―se mofó.
―Jodete. Te dije que era la primera vez que tuve una noche casual.
―Podía sentir las lágrimas saltando a sus ojos.
―Sí, y nunca he escuchado eso antes. Sé original. Es la misma vieja
historia que escucho todo el tiempo. Y si incluso estas embarazada, no es 40
mío. Así que olvídate de toda la cosa de la extorción―le dijo y caminó
fuera de su oficina, azotando la puerta.
Una vez que se fue Isabella dejó caer las lágrimas.

***
Parker caminó de regreso a la mesa donde su madre se encontraba
sentada, intentando controlar su temperamento con cada paso que
daba. Esa mujer seguro tuvo el descaro de acusarlo de algo tan ridículo.
―Vámonos madre―dijo más cruelmente de lo que intentaba, una
vez que regresó a su mesa.
―¿Qué pasó? ―preguntóBunny, confundida del porqué su hijo se
encontraba de tan mal humor.
―Algunas personas solo no son lo que pretenden ser―le dijo
crípticamente y dejó el restaurante.
5
Traducido por Fiioreee, fmaryd, Lipi-Lipi&July Styles Tate
Corregido por Elizabeth Scarhood

Las siguientes dos semanas fueron duras con Parker. El embarazo de


Isabella siempre se hallaba en el fondo de su mente, y se preguntó si
realmente era suyo. De todo lo que su madre dijo sobre ella la noche en
que fueron a The TigreLily, parecía ser una mujer muy buena. ¿Realmente
mentiría sobre algo así como un embarazo? Parker negó. Por supuesto que
lo haría. Habíaaprendido a través de su carrera que la gente no siempre
era tan honorable como aparentaban ser.
Pero aun así, había algo en esta mujer que solo le ponía a pensar.
41
Claro, era posible que fuera el padre. No recordaba el uso del condón esa
noche, pero por otra parte, se hallaba tan fuera de sí que podría haber
follado un agujero en la pared y no conocería la diferencia. Además, tuvo
relaciones sexuales sin condón antes, y la mujer nunca se quedó
embarazada. No es que eso sucedía muy a menudo, pero hubo un par de
veces en las que fue tomado por sorpresa y era “demasiado tarde en el
momento” para volver atrás.
Se echó a reír. ¿Él, un padre? Eso era un pensamiento aterrador. No
tuvo el mejor ejemplo de un padre mientras crecía. Su propio padre se
preocupaba más por su carrera para estar mucho alrededor, y cuando
iba, parecía que Parker era más un inconveniente que un hijo. Se rió de
nuevo, parece que heredó algo de su padre, su apetito por el éxito.
¿Y si tenía un hijo? No se encontraba en la etapa de su vida en la
que se hallaba listo para sentar cabeza todavía. Aún tenía mucho que ver,
mucho que hacer y mucho por conquistar. No iba a estar en casa muy a
menudo, y no es justo que un niño tenga un padre a tiempo parcial. Eso, lo
sabía.
Así que su hijo se quedaría solo para ser criado por su madre, y si ella
era algo como lo que le dijo su madre, también se encontraba muy
preocupada por su profesión. Si no iba a casa muy a menudo, ¿dónde se
quedaría el niño? ¿Para ser criados por un desconocido, una niñera para
que le enseñara todo lo que su madre y su padre le deberían estar
enseñando? Estuvo allí y eso lo llevó a un montón de decepciones durante
su crecimiento.
Suspiró y volvió sus pensamientos a la pista de música que se suponía
que debía estar escuchando. No tenía sentido estar pensando en el niño
de todos modos, si ella se hallaba realmente embarazada, ¿cuáles eran las
posibilidades de que fuera suyo realmente?
―Sonaba muy bien―dijo Parker una vez que la canción terminó―.
¿Cuántas más nos quedan para grabar?
―Dos, quizá tres. Depende de qué tanto les guste a los ejecutivos de
discográficas lo que tenemos hasta ahora―le dijo su gerente, Tom―.
Probablemente terminaremos a finales de la próxima semana, entonces
podemos tener hecha la edición y tener un álbum completo a finales de
mes.
―¡Por fin! Se siente como que éste tomó para siempre para ser
terminado ―gimió y miró su reloj―. Bien, me voy. Tengo que ir a casa y
prepararme para mi cita de esta noche.
―Está bien, nos vemos mañana, muy temprano―le dijo Tom―. Y
duerme un poco, ¡te ves como la mierda! 42
Parker asintió mientras salía del estudio. Si pudiera dormir un poco,
pero lo único que parecía hacer por la noche últimamente era tirar y girar,
su mente corriendo salvaje.

***
Isabella limpió sobre el inodoro por tercera vez en el día. Se
sentía como si su enfermedad de la mañana nunca fuera a terminar. No
podía esperar hasta el final de su primer trimestre, ya que leyó que la
mayor parte de los malestares habrían desaparecido para entonces al
menos para la mayoría de las mujeres.
Hizo un buen trabajo en ocultar su embarazo hasta el momento. Las
únicas personas que sabían eran Dylan y Jason, y por supuesto Parker. No
es que él le creyera, pero al menos le dio la oportunidad de participar si
quería estar.
La reacción de Jason tenía precio cuando le dijo. Era la primera vez
que se reía de su situación.
―Perra, no puedo creer que voy a ser tío―lo recordaba diciendo.
Entonces escuchó su alto chillido agudo mientras dio una palmada. Fue
bueno que alguien estuviera emocionado por su embarazo. Seguro Parker
no, y el jurado seguía deliberando sobre si se encontraba emocionada por
ello o no. Ella iba y venía sobre eso casi todos los días.
Suspirando, se limpió la boca y volvió a su trabajo, haciendo voto de
no pensar en la situación en el resto de la noche.

***
Parker se acercó a la puerta donde estuvosolo una vez antes.
Esta vez, cuando golpeó, sabía lo que iba a encontrar en el otro lado.
Jenny, la compañera de habitación de Melinda Sue, abrió la puerta con
un vestido negro sexy.
―Oye, ¡te ves muy bien! ¿Estás lista? ―le preguntóParker,
inclinándose para besarla en la mejilla.
―Sí, vámonos antes de que Melinda Sue llegue a casa. Nunca voy a
escuchar el final de esto, si te ve de nuevo. ―Jenny se rió y agarró su bolso.
Enganchó su brazo con el de Parker, y los dos se dirigieron a las afueras de
la ciudad donde el coche esperaba.
―Pensé en ir a The TigreLily a cenar esta noche. ¿Alguna vez has
estado allí? ―le preguntó. 43
Claro, era una locura para él tener una citaen el restaurante que es
propiedad de la mujer que decía estar embarazada de su hijo, pero
necesitaba hablar con Isabella. No quería aparecer por allí solo para
hablar con ella, por lo que decidió que si se hallaba allí con una cita
parecería más casual. Al menos, eso era lo que había pensado
originalmente a las cuatro de la mañana. Entonces parecía como la idea
perfecta.
―¡Oh, eso es impresionante! Nunca he estado allí, pero he querido
―dijo Jenny con entusiasmo―. Así que, sé que es una locura hablar de
otras mujeres con las que has salido mientras estamos en una cita, pero
tengo que saber ―dijo con una sonrisa―. He escuchado el lado de
Melinda Sue de la cita, ahora dime el tuyo.
―Oh, Dios, esa es una noche que no quiero volver a vivir―le dijo, y
pensó en su cabeza, “en más de un sentido”.
Al ver que no iba a permitir la caída de tema, le dijo de la cita del
infierno. En el momento en que terminó, sin necesidad de embellecer en
cualquiera de los detalles horribles, ambos se reían de su desgracia.
Se detuvieron frente al restaurante, y en tono de broma, se volvió
hacia Jenny y dijo:
—Recuerda usar tu voz interior ―burlándose de lo que Isabella dijo
acerca de Melinda Sue. Ella puso los ojos, pero se compadeció y entendió
exactamente de lo que la dueña del restaurante hablaba cuando hizo ese
comentario.
Se sentaron enseguida, en una de las mejores mesas en el lugar.
Jenny parecía impresionada, pero Parker tenía la sensación de que su
interés tenía más que ver con su nombre y su aspecto que con quién era
como persona. Se acostumbró, aunque a veces le molestaba. La ventaja
de ello, sin embargo, era que cuando él iba a una cita con una chica que
solo se interesaba en su fama, inevitablemente terminaba en la cama al
final de la noche.
A lo largo de la cena, Jenny mantuvo el flujo de la conversación,
hablando principalmente acerca de sí misma, mientras que Parker
escaneaba constantemente el comedor en busca de la dueña. Para
cuando les llegó el postre, todavía no la había visto, y empezaba a perder
la esperanza. Jenny se hallaba demasiado ocupada diciéndole lo guapo
que era como para darse cuenta de que no le prestaba atención.
Cuando llegó la cuenta, Parker se encontraba dispuesto a darse por
vencido y volver a casa sin tener la oportunidad de hablar con Isabella.
Pero como tenía suerte, una mujer de aspecto muy cansado caminó a 44
través de las puertas de la cocina y al comedor para comprobar en sus
clientes, antes de que tirara la toalla.
―Por lo tanto, no fue una sorpresa cuando toda la clase mayor me
votó reina de las fiestas ―hablaba y hablaba Jenny monótonamente.
―Discúlpame por un minuto ―interrumpió Parker y se levantó de su
asiento, ni siquiera mirando a su cita. En cambio, sus ojos se enfocaban en
la mujer que ha estado invadiendo sus pensamientos constantemente.
Cruzó la habitación rápidamente antes de que tuviera la oportunidad de
escapar.
―Bueno, gracias por el cumplido. Estoy muy contenta de que hayan
disfrutado mucho la cena esta noche. Esperamos verlos pronto.―Isabella
hablaba con los clientes de una de las mesas y no se dio cuenta de que
alguien se encontraba detrás de ella hasta que sintió una mano en su
codo. Brincó y se dio la vuelta, solo para mirar a los ojos a la persona que le
estuvo ocasionando tanto dolor últimamente.
―Discúlpenos, por favor ―dijo educadamente a la mesa con la que
estuvo hablando. Las cuatro personas en la mesa sonrieron,
reconociéndolo.
—¿Puedo hablar contigo en tu oficina por un minuto? ―le preguntó
en voz baja.
Isabella le dio una gran sonrisa falsa, con el fin de no verse grosera
frente a sus clientes.
―Por supuesto ―le dijo y dirigió el camino. Una vez que estuvieron
tras puertas cerradas, la sonrisa desapareció y fue reemplazada por una
mirada asesina―. ¿Estás aquí para ofrecerme más dinero, tratando de
anular cualquier vínculo parental? ―le escupió.
Parker se frotó la frente.
―Fue un error de mi parte ofrecerte dinero, pero para mí es todo lo
que las mujeres quieren ―le dijo y vio como se sentó en la silla detrás de su
escritorio. Se veía más pálida desde la última vez que la vio, y las ojeras
debajo de sus ojos eran inconfundibles. Tenía que carcajearse dado que él
tenía un par que combinaban debajo de sus propios ojos―. Necesito saber
a ciencia cierta si este niño es mío, y me encantaría creer en tu palabra,
pero, por desgracia, la historia me ha demostrado que eso es una mala
idea.
―Entonces, haremos una prueba de paternidad. Le pregunté a mi
médico acerca de ello y me dijo que hay un nuevo procedimiento que se
puede hacer en cualquier momento. Solo tienes que darles tu ADN―le dijo
sin ninguna emoción. Se sentía agotada por todo el tema. 45
―Quiero hacerlo pronto. Necesito saber ―le dijo, queriendo que
todas las preguntas en su mente se terminaran.
―Bien, nos vemos mañana en el consultorio del médico en la
mañana. Que hagan la prueba y los resultados estarán en la siguiente
semana ―le dijo.
―¿No los pueden tener antes de eso? ―preguntó, frustrado.
Ella suspiró y sacudió la cabeza. No tenía la energía para pelear con
él.
―Está bien, llegaré a tu departamento mañana a las nueve treinta e
iremos al médico juntos ―le dijo y se dio la vuelta para irse.
―Eso no es necesa… ―empezó pero fue interrumpida por el portazo
de la puerta de su oficina.

***
Parker llevó de regreso a Jenny a su departamento después de
salir del restaurante. Ella se encontraba sobre él, pero él no se encontraba
de humor. Cuando el coche se detuvo, abrió la puerta y jaló su mano,
tratando de sacarlo del coche.
―¿No vas a subir? ―le preguntó cuándo no consiguió moverlo.
―No esta noche. Tengo que levantarme temprano mañana ―le
dijo―. Tal vez en otra ocasión.
―¿Estás seguro? ―le preguntó, pasando su dedo por su pecho,
tratando de parecer seductora.
―Estoy seguro. Tal vez te hable en algún momento ―le dijo, después
de cerrar la puerta. Una aventura de una sola noche no era algo que
necesitara en ese momento. A lo mejor ya que hubiese arreglado el
desastre con Isabella estaría dispuesto, pero por ahora, solo no era
prudente.

***
Isabella caminaba rápidamente en su apartamento a la
mañana siguiente. Miró el reloj y vio que decía nueve quince. No sabía por
qué se encontraba nerviosa, sabía que Parker era el padre, pero por
alguna razón no sepodía tranquilizar. Cuando el timbre sonó en su
apartamento, saltó. Por el interfon, le dijo a Parker que bajaría enseguida.
Dando un último vistazo en el espejo, se alisó el cabello y se aseguró 46
de que no tenía lápiz labial en sus dientes. Una respiración más profunda,
tomó su bolso y dejó la comodidad de su departamento.
Parker la esperó en el lobby, viéndose casualmente sexy en sus
pantalones deslavados y playera de rayas, camisa larga sobre una corta.
Tenía que admitir, que esperaba que su hijo se pareciera a él. Era
indudablemente atractivo, solo era su personalidad lo que dejaba mucho
que desear.
―Buenos días. ¿Estás lista para esto? ―le preguntó, asimilando su
apariencia. Llevaba unos pantalones y un suéter negro Ralph Lauren con
un botón abotonado, con camisa blanca debajo. Si hubieran estado en
diferentes circunstancias, podría haber estado interesado en ella.
―Tan lista como jamás lo estaré ―le dijo y se deslizó en el coche
mientras él le abría la puerta. Una vez que ambos se encontraban adentro,
se giró hacia él―.Así que ¿cómo estas sobrellevando todo esto? ―le
preguntó de hecho preocupada.
Parker se dio cuenta de que en serio se preocupaba por la pregunta,
y se tomó un momento para responder.
―Bueno, no es como si esta fuera la primera vez que alguien ha
dicho que era el padre de su bebé, pero es la primera vez que creo que es
posible. No dejo de pensar en que sería un padre de mierda, y en cómo ni
siquiera te conozco ―respondió con honestidad.
―En serio lamento mucho que todo esto haya sucedido. Créeme, si
pudiera regresar en el tiempo y cambiar esa noche, lo haría ―le dijo,
sintiéndose y oyéndose derrotada―. Si no quieres ser parte de la vida de tu
hijo, no te voy a obligar. Pero al mismo tiempo, si quieres estar en su vida,
eres más que bienvenido. Es tu decisión, y no te voy a presionar en una u
otra dirección.
Parker asintió.
―No sé cómo ser un padre ―admitió.
―Vas a aprender, si eso es lo que quieres, al igual que yo aprenderé
a ser mamá ―le dijo tristemente.
―Pensé que todas las mujeres sabían cómo ser madres ―dijo,
bromeando.
―En realidad no. No tenía planeado tener hijos, o al menos no en un
tiempo. Mi madre murió cuando era muy joven, y solo tenía mi papá
cerca. Él no sabía lo que hacía, así que tuve que criarme sola la mayor
parte del tiempo. Siempre me preocupaba de que volviera a cometer los 47
mismos errores que él y que en serio jodiera a mi hijo. Y ahora con mi
restaurante estando tan lleno, me imaginé que ese era mi bebé, y me
encontraba satisfecha con eso. Pero entonces pasó esto, así que tengo
que averiguar cómo criar a un niño y evitar los errores de mi padre ―dijo,
sin querer entrar en detalles, y esperando que no le preguntara.
―Yo era todo lo contrario ―le dijo―. Mi padre nunca estuvo. Fui
criado por una niñera y por mi madre cuando no se hallaba demasiado
ocupada con sus obras de caridad. Así que no tengo un ejemplo de padre
que seguir.
Isabella sonrió.
―Me encanta tu madre. Es una de mis mejores clientes.
―A lo mejor debes ponerla pronto en tu nómina, con toda la
publicidad que hace para ti ―le dijo, riéndose de lo emocionada que se
encontraba su madre con The TigerLily.
Ambos sintieron que el coche se detuvo y se asomaron por la
ventana para ver el consultorio del médico.
―Bueno, esto es ―le dijo ella.
Él asintió y abrió la puerta, girándose para ayudarla a salir. La siguió
por detrás mientras lo dirigía al consultorio de su ginecólogo. Mientras se
registraba, él tomaba asiento. Regresó y se sentó junto a él, viendo como
su rodilla rebotaba de arriba a abajo, solo demostrando lo nervioso que en
verdad se encontraba.

***
Después de las extracciones de ADN, Isabella y Parker
regresaron al coche.
―¿Puedo comprarte el desayuno? ―preguntó, aun sin querer
dejarla. Por alguna razón, era reconfortante estar con ella―. ¿A lo mejor
podemos llegar a conocernos un poco mejor?
Isabella pensó por un momento. Realmente tuvieron un comienzo
irregular, tal vez esta era la oportunidad para el nuevo comienzo que
necesitaban.
―Tengo una idea mejor. ¿Qué tal si me dejas hacerte el desayuno?
Además me darías la oportunidad de abrir el restaurante.
―¿Estás segura de que puedas con todo ese trabajo? ―preguntó,
sorprendiendo tanto a Isabella y a él mismo con su consideración.
―Sí, voy a estar bien. ―Sonrió. 48
Parker dio al conductor la dirección del restaurante, y llegaron allí
unos minutos más tarde. Isabella sacó sus llaves y abrió la puerta,
encendiendo la luz cuando entraron.
La siguió a la cocina, el lugar donde se encontraron la primera vez.
Una vez allí, miró a su alrededor, algo que no hizo aquella vez. Se
impresionó con lo que vio, a pesar de que no tenía ni idea lo que
realmente miraba. Pero, se hallaba impecablemente limpio, y era sin duda
importante para él.
―Así que,¿cuál es tu estado de ánimo? ―le preguntó, dirigiéndose al
refrigerador.
―Soy bastante fácil. Sorprenderme―gritoél, lo suficientemente alto
para que lo oyera.
Isabella salió de la nevera con sus manos llenas de ingredientes.
―Realmente no somos el tipo de restaurante de desayuno, así que
tendrás que conformarse con lo que tenemos―le dijo en tono de disculpa.
―Estoy seguro que sea lo que sea que hagas estará muy bien―dijo
amablemente. Se sentaron en silencio por unos pocos minutos, él
observándola juntar los ingredientes―.¿Podemos empezar de nuevo? ―le
preguntó, sabiendo que necesitaban romper la tensión de alguna manera.
Isabella alzó la vista con una mirada de sorpresa en su cara. Era una
persona completamente diferente a la que se encontró por primera vez.
Quizás era simplemente una primera mala impresión y, en segundo lugar, y
en tercer lugar.
―Eso podría ser una buena idea ―le dijo, secándose las manos en el
delantal negro con rayas blancas que llevaba. Se conocieron a mitad de
camino, en medio de la cocina, donde ella le tendió la mano―. Hola, me
llamo Isabella Violi y soy propietaria de este pequeño restaurante―dijo con
una sonrisa.
Parker tomó su mano entre las suyas y la estrechó.
―Encantado de conocerte. Soy Parker Davidson, la estrella de rock
extraordinaria. ―Se rieron―. Bueno, esto fue mucho mejor que las primeras
veces―dijo mientras la vio marcharse de nuevo a preparar el desayuno.
―No sé, pero creo que la segunda vez que nos encontramos pudo
haber sido agradable. ―Su sonrisa cambió a una desconcertada mirada
mientras pensaba en lo que acababa de decir. Ambos rieron, dándose
cuenta de lo incómodo que era la situación en general.
49
Charlaron ociosamente mientras ella terminaba de hacer el
desayuno, y no mucho después, se sentaron a una mesa llena de
alimentos para el desayuno.
―No sabía lo que te gustaría, pero tengo jamón y tortillas de queso,
carne y huevos, huevos Benedicto y crepes. Como he dicho, tenías que
conformarte con los pocos alimentos que teníamos para desayuno.
―¡Todo se ve muy bien! ―le dijo Parker, con la boca echa agua.
Tomó un poco de todo, dándose cuenta en ese momento exactamente
de lo hambriento que se sentía.
Isabella no tomó demasiado, su estómago se sentía un poco
delicado, y no sabía lo que lo calmaría y lo que la enviaría sobre el borde.
Parker no dejó de notar lo poco que tenía para comer, y cuando se lo
comentó, le habló de sus nauseas matutinas, haciéndole sentir lástima por
ella y su situación.
―Háblame de ti. Sabes todo acerca de lo que hago con mi vida,
¿qué se siente ser una estrella de rock? ―le preguntó.
―Mejor de lo que podría haber imaginado, la mayoría de los días.
Pero luego hay momentos en los que odiaría a los paparazzi, los
admiradores enloquecidos, la falta total de privacidad. Y sí, sé que hice un
consciente esfuerzo para poner mi vida ahí fuera así, pero no creo que
nadie realmente sepa exactamente con lo que se van a encontrar
―explicó—. Pero me encanta hacer música, y me encanta actuar. Es
tanta la prisa de estar ahí arriba en el escenario, frente a miles de personas,
con todos ellos colgando en cada una de tus palabras.
―¿Alguna vez tuviste miedo escénico? ―preguntó, no estando
segura si iba a decirle la verdad o no. Hizo una pausa por un momento.
―Sí. En realidad me pongo nervioso cada vez antes de subir al
escenario. Pero todo eso desaparece en el momento que la primera nota
de la canción se reproduce.
Poco a poco la comida comenzó a desaparecer hasta que Parker
ya no podía comer más. La conversación siguió fluyendo sin embargo,
mientras hablaba de su nuevo disco y su lucha con el registro de la
compañía. Por alguna razón, se encontraba tan fácil hablando, y le
contaba cosas que no debería estar diciéndole a un extraño. Solo tenía la
sensación de que no era el tipo de correr a los tabloides y contar todo lo
que dijo.
Poco después, Dylan y algunos otros empleados se filtraban por la
puerta. Isabella se levantó, sintiéndose atrapada como que si hiciera algo
malo, a pesar de que era la dueña del restaurante y podría hacer lo que
50
quisiera. Reunió algunos de los platos y se dirigió a la cocina para empezar
a fregarlos.
Dylan dio a Parker una mirada sucia cuando pasaba y fue a buscar
a Isabella.
―No quiero oírlo Dyl ―proclamóIsabella por encima del hombro
cuando oyó la puerta de la cocina abrirse―. Hemos tenido una buena
mañana, y no quiero arruinarla, así que por favor guárdate todo lo que
tengas que decir.
―Bien, no diré una palabra―le dijo y empezó a ayudarla con la
limpieza de los platos.
La puerta de la cocina se abrió de nuevo, solo que esta vez era
Parker y llevaba el resto de los platos de la mesa en la que estuvieron
sentados. Isabella se dio la vuelta para verlo tratando de equilibrar todos
los platos vacíos. Se apresuró a tomar algunos de ellos.
―Gracias, pero no tenías que hacer eso. Yo podría haberlos
conseguido. ―Sonrió.
―Oye, tengo que ganarme el desayuno, ¿verdad? ―bromeó,
completamente consciente de los sentimientos negativos que el amigo y
empleado de Isabella tenían para él. Sacó a Isabella al lado donde
pudiera decirle adiós sin su “guardaespaldas” viendo―. Gracias por todo
lo de esta mañana. Me gustó mucho conseguir conocerte, y me alegro de
que fuéramos capaces de empezar de nuevo. ―La miró a los ojos―. ¿Me
dejaras saber cuándo tengas los resultados de la prueba?
―Te haré saber tan pronto como me entere. Pero no los necesito
para darte la respuesta―dijo casi con tristeza.
Parker asintió.
―Lo sé, y como he dicho, me gustaría confiar en mi instinto, pero
entiendes por qué no puedo, ¿verdad?
―Sí, lo entiendo.
―Está bien. Bueno, tengo que llegar al estudio, y parece que
necesitas trabajar aquí también. Gracias de nuevo, he disfrutado
mucho―le dijo, sin saber si darle un beso, un abrazo, o un apretón de
manos. Se conformó con un beso incómodo en la mejilla antes de volver a
salir.
Una vez que se fue, Isabella se dio la vuelta.
―¡Ni una palabra Dylly!
51
***

Durante la semana siguiente, Parker estuvo ocupado en el estudio,


tratando de conseguir la última de sus canciones grabadas. Cuando se
terminó la última canción, decidieron que ya era hora de celebrar.
―Tommy, mi amigo, mellevarasacenarestanoche.
Tom miró a su cliente quien le sonreía.
―Y ¿por qué lo haré? ―preguntó.
―Debido a que necesitas apreciar a tus clientes. Sin mí, no serías tan
exitoso―señalóParker.
Si Parker hubiera sido serio o malicioso en su declaración, Tom le
habría dicho que se fuera a la mierda. Pero lo conocía muy bien, y sabía
que solo trataba de obtener un aumento de Tom.
―Está bien, McDonald.
―No es opción. Vamos a The TigerLily. ―Sonrió.
―Has estado yendo allí mucho últimamente. Pensé que fuiste
expulsado y completamente avergonzado―cuestionóTom.
―Lo hice, pero trabajé para mejorar. Realmente cocinan los mejores
alimentos ―admitió.
Además, quiero otra oportunidad de hablar con Isabella y ver si
finalmente le llegaron los resultados —Pensó.
―¡Bien, dirige el camino!―le dijo Tom al salir del estudio.

***

Su comida acabaría pronto, y Parker aún no había visto a Isabella. Se


hallaba a punto de preguntarle al camarero donde estaba cuando los
paramédicos entraron apresurados. Todo el comedor se hallaba en
silencio mientras observaban la tripulación de emergencia llevar la camilla
a la cocina. Parker se mantenía en su mesa, tratando de atrapar un
camarero que pasaba para preguntarle qué ocurría, pero ninguno de ellos
se detenía a hablar con él.
Arrojó la servilleta sobre la mesa y se dirigió a la cocina. El barman y 52
otro camarero le bloquearon el paso, mientras trataba de entrar a ver lo
que sucedía. Tenía una sensación en la boca del estómago que no le
gustaba, y tenía que asegurarse de que Isabella se encontraba bien.
Trató de explicar a los dos chicos que necesitaba ver a Isabella, pero
no fueron condescendientes con él. Mientras trataba de explicarles, los
paramédicos irrumpieron por la puerta.
Y, tal como temió, allí se encontraba Isabella en la camilla.
―¿Bella?―gritó mientras pasaba, pero ella no le respondió. Encontró
a Dylan por detrás de los paramédicos y trató de obtener información de
él―. Escucha, sé que no te caigo bien, pero necesito saber qué le pasó.
―Tienes razón, no me caes bien ―escupió, entonces pensó en lo
que Isabella hubiera querido y suspiró―. No sabemos lo que está mal. Se
desmayó hace unos minutos y ha estado así desde entonces. Puedes
seguir la ambulancia al hospital si quieres.
Parker asintió y siguió tras ellos, olvidando por completo que Tom se
encontraba todavía en la mesa sin saber lo que sucedía. Lo único que
importaba era averiguar qué pasaba con Isabella.

***
Esperaron durante lo que parecieron horas. La tensión en la sala de
espera era densa cuando Parker y Dylan se sentaron en lados opuestos de
la sala. Ninguno de los dos dijo nada al otro y la tranquilidad era
ensordecedora. Cuando por fin apareció el médico, ninguno se
encontraba preparado para lo que dijo.
―La señora Violi está consciente de nuevo, pero por desgracia,
perdió el bebé. Realmente no estamos seguros de lo que sucedió, a veces
las mujeres solo terminan teniendo abortos involuntarios espontáneos en el
primer trimestre.
―¿Podemos verla, doctora?―preguntó Dylan.
―Solo familia inmediata en este momento—les dijo la doctora.
―Soy el padre del bebé―le dijoParker, con la esperanza de que le
diera acceso. No pensaba en ese momento, no podía pensar. Todo lo que
sabía era que el bebé que no estaba listo había muerto, y fue la peor
sensación del mundo.
La doctora asintió. Miró hacia su historial.
―¿El señor Davidson?―preguntó. 53
―Sí, y le agradecería si pudiera mantener esto en secreto. No quiero
que la prensa sepa nada acerca de esto ―le dijo.
―Por supuesto ―asintió la doctora―. Si está bien, puede ver a la
señora Violi.
Parker siguió a la doctora, no se sentía seguro de lo que iba a
encontrar cuando vio a Isabella.
Caminó a través de la puerta de su habitación para hallarla de lado,
de espaldas a él.
Caminó lentamente alrededor al otro lado de la cama para que
desde donde se encontraba acostada pudiera verlo. Su cara se hallaba
manchada de lágrimas y sus ojos cerrados. Se veía tan cansada y tan
pálida, solo una cáscara de la mujer de fuego que conoció. Puso su mano
sobre la de ella, lo que la hizo abrir los ojos.
―Hola―le susurró, no sabía qué decir.
―Hola—dijo, rodando sobre su espalda y pasando sus manos sobre
su cara―. Tengo que ser un espectáculo, ¿eh?―dijo con una risa sin
sentido del humor. Se acercó a la mesa junto a la cama, cogió una
carpeta de manila y se la entregó—. Aquí están los resultados.
Parker agarró la carpeta, pero no la abrió. En cambio, la tiró en el
cubo de basura al lado de su cama.
―No los necesito. Ya sé que soy el padre. ―Su garganta se
apretó―. Que era el padre.
Isabella comenzó a llorar.
―Lo siento mucho Parker. Siento haber perdido a nuestro bebé.
Parker se sentó en el borde de la cama y la abrazó.
―Shh…no es tu culpa. El médico dijo que eso solo pasa a veces.
Las lágrimas se acumulaban en sus ojos. Ninguno de los dos se
encontraba preparado para el bebé que crearon, pero ninguno de los dos
estuvo preparado para perder el bebé tampoco. Era un dolor que tomaría
un tiempo para superarlo.

54
6
Traducido por Lauu
Corregido por Andrea95

Al día siguiente, Isabella fue dada de alta bajo estrictas órdenes del
doctor de tomarse las cosas con calma durante los próximos días. Dylan
caminaba junto a ella como una enfermera mientras empujaba su silla de
ruedas por las puertas de la entrada donde un taxi esperaba por ellos.
Ninguno dijo alguna palabra, ambos sintiendo la solemnidad del
momento. 55
Una vez de vuelta en su apartamento, Bella se fue directamente a su
habitación, y dejó que las lágrimas cayeran tan pronto como se
estableció. La culpa en su interior era inconmensurable. Si no se hubiera
arrepentido de su embarazo, tal vez no habría perdido al bebé. O, si se
hubiese desacelerado un poco, su cuerpo habría sido capaz de
acomodarse para el embarazo.
Toda clase de pensamientos volaron a través de su mente, pero al
final, ninguno de ellos importaba. Aún perdió a su bebé, y nada se sentía
tan mal como eso.
Oyó un suave golpe en la puerta, y se secó los ojos antes de hacerlo
pasar. Sabía que Dylan solo trataba de ayudar, pero no había nada que
pudiera hacer. No había nada que alguien pudiera hacer.
—¿Querías que te preparara algo para comer? —preguntó él
mientras se acercaba lentamente a la cama.
Viendo a Isabella sacudir la cabeza en negación, trató con otra
cosa.
—¿Quieres darte un baño? —Una vez más, una respuesta negativa.
—¿Te dejo en paz? —Casi le rompió el corazón el ver la expresión de
derrota pura en sus ojos cuando asintió suavemente, casi como si estuviera
avergonzada.
—Bien, te dejaré sola pero voy a estar merodeando alrededor por un
rato en caso de que cambies de opinión y necesites algo. —Le acarició la
mejilla y la besó en la frente—. Además, estoy sin cable y tengo que
ponerme al día con un par de shows. —Intentó algo de humor. Ni siquiera
esbozó una sonrisa, la mirada en blanco se mantuvo en su rostro. Dylan se
retiró de la sala, y silenciosamente cerró la puerta detrás de él.
Se encontraba tan rota, y él no sabía qué hacer para repararla de
nuevo.
A las cinco, Isabella todavía no había salido de su habitación, y
Dylan necesita volver al restaurante. Por mucho que odiara dejarla sola,
sabía que se enfadaría si no había nadie allí para echar a andar el
restaurante.
Justo cuando se levantaba para decirle que se iba, oyó un golpe en
la puerta. Cuando respondió, se sorprendió al ver a Parker en el otro lado.
—Lo siento, ella no es capaz de atenderte en estos momentos —dijo
Dylan con un filo en su voz, antes de permitir que Parker dijera algo.
—¿Puedes por favor decirle que estoy aquí? —preguntó Parker,
tratando de ocultar la irritación en su voz.
Dylan suspiró y se movió a un lado para dejar que Parker entrara. 56
—Espera aquí y voy a ver si quiere verte. —Caminó por el pasillo y
llamó suavemente a la puerta. La oyó sollozar en voz baja, y le dieron
ganas de salir a matar Parker por dejarla embarazada en primer lugar.
Claro, era de los dos, pero Dylan solo culpaba a Parker.
Lentamente estiró su cabeza dentro cuando la oyó tratando de
calmarse a sí misma.
—Oye, solo quería hacerte saber que me voy al restaurante.
¿Quieres que pase por aquí después de cerrar? —ofreció.
—No, estoy bien. No necesito una niñera. —Empezaba a irritarse con
él, a pesar de que sabía que solo trataba de ayudar. Entonces se dio
cuenta de lo que había dicho... niñera. Era como conducir el cuchillo en
todas las direcciones.
—En ese caso, le diré a Parker que se vaya también —dijo él y
empezó a salir de su dormitorio.
—¡Espera! —llamó y se sentó sobre sus rodillas. Dylan se detuvo y se
encogió antes de que se diera la vuelta.
—¿Parker está aquí?
—Sí, acaba de llegar. Le diré que se vaya, así puedes estar sola —
intentó.
—No, dile que venga. —Bella se incorporó en la cama y se alisó el lío
de cabello, y se limpió las lágrimas de sus mejillas. Sabía que aún lucía
horrible, pero tendría que hacerlo—. Llámame más tarde y quiero saber
cómo está todo en el restaurante.
Dylan asintió y salió de su habitación.
—No hagas nada para molestarla, hombre músico —amenazó Dylan
antes de agarrar su abrigo y salir por la puerta del apartamento,
cerrándola tras él.
Parker negó con la cabeza y tomó las bolsas que había traído con él.
Cautelosamente caminó por el pasillo y entró en el dormitorio de Isabella.
—Hola —dijo Isabella cuando entró en su habitación. Viendo la
mirada vacilante en su rostro, levantó la mano, deteniéndolo con
eficacia—. No preguntes cómo lo estoy llevando, eso es bastante obvio. Y
no luzcas tan asustado... no es como si fuera la primera vez que has estado
aquí.
Parker sonrió, agradecido de que ella rompiera el hielo.
—Traje un poco de cena y unas cuantas películas. Sé que no es lo
que la cocina The TigerLily hace, pero las hamburguesas con queso, las
papas fritas grasientas, y las películas de acción siempre me hacen sentir 57
mejor.
—Pensé que se suponía que los chicos traían películas femeninas
para hacer a la damisela en apuros sentirse mejor. —Isabella sonrió.
—Bueno, eso es lo que he oído, pero no creo que una película
femenina se compare con las películas de acción en las que explotan
todo y le patean el culo a todos. —Le ofreció la bolsa de películas.
—Nunca lo pensé de esa manera —dijo, mirando dentro para ver
Rush Hour 2, Arma letal 2, y Romeo debe morir. Se encontraba
impresionada con la selección, y tuvo que admitir que eran algunas de sus
favoritas.
—Pensé que tal vez podríamos tener un tema... Rush Hour 2 y Arma
Letal 2 para segundas oportunidades, y Romeo debe morir para amistad,
en lugar de romance —dijo él, ocupándose a propósito de abrir los
contenedores de comida para que no tuviera que mirarla al decirlo.
Isabella le puso una mano en el brazo, deteniéndolo de lo que hacía
y haciendo que la mirara.
—Creo que es una gran idea. —Sonrió.
A partir de entonces, la tensión entre ellos se derritió, y tuvieron un
buen rato viendo películas, comiendo, y llegando a conocerse el uno al
otro. El dolor de lo que ambos perdieron todavía se encontraba allí, pero el
hecho de que estaban compartiendo y ayudándose el uno al otro a
superarlo los hizo sentirse un poco mejor acerca de su pérdida.
—Sabes, para una estrella de rock salvaje, eres un tipo bastante
genial —dijo después de las películas, mientras se ponían de lado a lado
en la cama, solo hablando.
—Sí, mi mamá y mi niñera me educaron bien —dijo con una sonrisa—
. En realidad, voy a revelarte un pequeño secreto —le dijo con un guiño—.
No soy tan salvaje —dijo en un susurro.
—Sí, claro. Te googleé, sé de tu comportamiento. —Se echó a reír.
—No, de verdad. Puedo ser un dolor en el culo a veces y me gusta
salirme con la mía, pero la mayor parte del tiempo, soy un tipo bastante
normal. Claro, me vuelvo un poco loco en la gira, pero más porque es lo
que se espera de mí, en lugar de como soy en realidad. Sí, me gusta beber
y pasar un buen rato, pero la mayoría de los tabloides hacen que se vea
mucho peor de lo que realmente es. —Se echó a reír—. Sabes, rara vez
llego a ser yo mismo, a veces me olvido de quién soy. Mi madre espera
que sea un "jovencito apropiado", hablando correctamente, caminando
de forma adecuada, pensando adecuadamente y actuando
correctamente, luego mis fans esperan que arme escándalo todo el 58
tiempo, pero en realidad, solo soy un tipo en algún punto intermedio.
Isabella asintió.
—Puedo ver eso. —Sonrió—. Gracias por venir esta noche y despejar
mi mente de todo. Significa más para mí de lo que podrías imaginarte.
Parker sonrió.
—Significó mucho para mí también. Sé que no estuve exactamente
presente durante todo el tiempo que estuviste embarazada, pero a mi
manera, realmente me empezaba a gustar la idea de ser padre. —Los ojos
de Bella comenzaron a aguarse al oír la admisión de Parker. Le tomó la
barbilla en sus manos—. Vas a superar esto.... vamos a superar esto juntos.
Lo siento mucho por ser tan idiota antes.
Ella negó en desacuerdo.
—Me debes odiar... Todo es mi culpa —dijo, antes de que los
lagrimones de agua vinieran con mucha potencia—. Debí haber sido más
feliz con el bebé. Debería haberme desacelerado en el trabajo. Es toda mi
culpa que yo perdiera a nuestro bebé.
Parker la cogió de los hombros y la sacudió.
—¡No! —gritó—. No es tu culpa de ninguna manera. El doctor dijo
que estas cosas pasan y que no hiciste nada malo. Tienes que dejar de
pensar de esa manera. ¿Me escuchaste?
Bella lo miró vacilante. Al ver que no mentía, y que no la culpaba,
sintió un poco que el peso se aligeraba de sus hombros.
—Lo siento mucho.
—Lo sé, yo también. —La acercó a él y la rodeó con sus brazos.
Sacudió su cuerpo con el de él mientras las lágrimas seguían brotando de
sus ojos—. Yo también.
El sonido estridente del teléfono los despertó de su sueño un par de
horas más tarde. Ambos se miraron y saltaron entre sí como si hubieran
quemado. Bella tomó el teléfono que se encontraba en su mesita de
noche junto a su cama, y Parker se levantó y comenzó a recoger las
películas que había traído.
—Oh, hola Dylan. No, está bien, nosotros.... acaba de quedarme
dormida —habló por el teléfono. Después de escuchar por el auricular por
un momento, su rostro se puso rígido—. Sí, todavía está aquí. Vino a
ayudarme durante esta noche difícil, no es que sea de tu incumbencia —
le escupió, luego suspiró—. No pelearé contigo acerca de esto. Si quiero a
Parker aquí, entonces él estará aquí. Fin del asunto. —Se frotó la frente—.
59
¿Cómo van los negocios esta noche?
Después de que Parker hubiese reunido sus cosas, le indicó a ella que
se iba. Isabella levantó la mano, deteniéndolo, y le dijo a Dylan que
esperara un momento. Cubrió el teléfono con la mano y luego preguntó:
—¿Te vas?
—Sí, tengo una entrevista temprano en la mañana. Además, no
quiero quedarme durante mi bienvenida. Recuerdo lo que pasó la última
vez. —Los dos se rieron—. Sin embargo te llamaré, ¿De acuerdo?
Ella asintió en acuerdo y comenzó a poner el teléfono a la oreja de
nuevo cuando él se volvió para salir de la habitación.
—Parker, espera —gritó mientras dejaba caer el teléfono y se
arrastraba fuera de la cama. Tímidamente se acercó a él y le puso la
mano en la mejilla. Lo miró a los ojos un instante antes suavemente besar su
mejilla—. Gracias por toda esta noche.
Parker tiró de ella en un abrazo apretado, uno que casi trituró sus
huesos, pero se sintió mejor que cualquier otro abrazo que hubiese
recibido.
—El gusto es mío. —Le besó la parte superior de su cabeza antes de
dejarla ir y dejar su habitación. Solo cuando oyó la puerta de la cerca de
apartamentos, fue de nuevo a la cama y cogió el teléfono.

***

Unos días más tarde, el cuerpo de Isabella se sintió mejor de la D&C


que tenía cuando estuvo en el hospital y se sentía lista para volver al
trabajo. Se encontraba cansada de estar tumbada en la cama, sin nada
que hacer más que pensar en lo sucedido.
Cuando llegó a su restaurante, se sorprendió al ver que sus
trabajadores no estuvieran deambulando alrededor, esperando a que
abriera las puertas. Se encontraba segura de que le había dicho a Dylan
que estaría de vuelta ese día, y confiaba en que él no tuviera todo hecho
antes de que llegara.
La puerta principal se hallaba cerrada aun cuando tiró de esta,
haciéndola temer que en lugar de comenzar antes de que llegara allí,
todo el mundo se retrasó. Puso las llaves y abrió la puerta, murmurando
para sí misma acerca de lo vagos que eran mientras encendía las luces.
Para su sorpresa, todo su personal saltó y estalló haciendo ruidos,
60
animando su regreso. Una gran pancarta colgada detrás de ellos con
"Bienvenida de vuelta jefa" pintado en ella.
Isabella sonrió ante la locura de su equipo.
—Sabía que no iban a dejar de hacer sus deberes mientras no
estaba.
—No es algo casual, jefa. Dylan nos mantuvo en orden —le gritó
Marty, uno de sus camareros.
Bella miró a su alrededor, más allá de todas las caras sonrientes
viniendo a abrazarla. Miró todos los lugares de interés de su restaurante...
Las paredes de color crema con Tiger Lily naranja en ellas, los manteles
naranja Tiger Lily, servilletas de tela color marrón, y los centros de mesa
frescas con un ramo Tiger Lily en cada mesa. Sus ojos vagaron hacia la
chimenea, y la mesa donde trató de poner a Parker. El pensamiento la hizo
sonreír. Todo dentro de estos muros la hacía sonreír. Allí era donde
necesitaba estar; con su personal, con sus clientes, en el interior de su
restaurante... su fuente de inspiración y felicidad. En ese momento, sabía
que todo iba a estar bien.
7
Traducido SOS por anaapauu
Corregido por Andrea95

Isabella escaneó el abarrotado comedor cuando caminó fuera de


la cocina para saludar a sus clientes. De seguro tenía la casa llena, y lo que
la satisfacía más que nada era que la mayoría de caras eran nuevas para
ella. La mayoría, excepto una mesa muy familiar. Antes que pudiera darse
la vuelta y buscar refugio en la cocina, fue vista y saludó con la mano.
Genial, ¿Qué puedo decir a la madre del hombre con el que tuve
una aventura de una noche, me quedé embarazada, y perdí el bebé?
pensó para sí misma cuando retorcía sus manos, caminando a su mesa.
—Buenas noches, señoritas. ¿Cómo están esta noche? —Isabella
61
forzó su sonrisa.
—Estamos muy bien, pero ¿qué hay de ti? Hemos escuchado que
has estado indispuesta. ¿Te estás sintiendo mejor? —preguntó Sasha,
ofreciendo el asiento libre a su lado con un movimiento de su mano.
—Estoy mejor. Es una recuperación lenta, pero sobreviviré —bromeó
—¿Qué estuvo mal, querida, algo grave? —preguntó Bunny.
Ella no sabe, pensó Isabella. ¿Qué debo hacer, decírselo?
—Oh Bunny, eso realmente no es asunto nuestro —le dijo Sasha a su
amiga después de notar la vacilación de Isabella.
Bella parecía aliviada.
—Solo vamos a llamarlo problemas de chicas y dejarlo así.
—Bueno, estoy muy contenta que hayas vuelto. Y el tiempo perfecto
también —dijo Sasha, buscando en su bolso. Sacó un pequeño sobre
negro y se lo entregó a Isabella.
—¿Qué es esto? —preguntó Isabella, abriendo el sobre mientras
hablaba. Dentro había una tarjeta negra con las palabras „Su presenciaes
requerida…‟ inscrita con letra dorada. Abrió la tarjeta para encontrar más
información sobre un baile de caridad que Sasha organizaba en su casa
este fin de semana.
—Es nuestro Baile anual de dorado y negro. Cuando mi marido vivía,
empezó una fundación para ayudar a rescatar los perros de los criaderos
de perros y del abuso y maltrato que recibían. Dios lo tenga en su gloria,
verdaderamente creía en „El mejor amigo del Hombre‟, y habría hecho
cualquier cosa que pudiera para salvarlos. —Limpió una lágrima de su ojo,
recordando a su difunto esposo—. Realmente deberías venir. Me temo que
no puedo aceptar un no por respuesta —dijo con una gran sonrisa.
—Me siento honrada de que hubieras pensando en invitarme, pero
de verdad no puedo dejar el restaurante otra vez tan pronto después de
estar enferma —trató de protestar.
Bunny sacó un sobre plateado de su bolso y lo puso delante de
Isabella.
—Eso es una invitación a mi baile la semana siguiente. Los beneficios
de nuestra fundación de los niños huérfanos serán para darles una mejor
vida, y llevarlos hacia la universidad. No quiero obtener un no como
respuesta tampoco. Además, ya hemos hablado con el Delicioso Dylan, y
aseguró que iba a cuidar bien del restaurante en tu ausencia.
—Guau. —Isabella se encontraba abrumada—. No estoy realmente
62
segura que pueda permitirme esto —les dijo honestamente, pensando en
las donaciones monetarias que tendría que hacer, así como el costo de
dos vestidos formales diferentes.
—Es simple. Todo lo que pido es que tu restaurante done algo de
esos maravillosos aperitivos de langosta, suficiente para alimentar a ciento
cincuenta personas —le dijo Sasha.
—Y me gustarían algunas de esas rondas de Bruschetta5 de gambas
para el mismo número de personas —añadió Bunny—. Ambas tenemos
contratados catering, pero les hemos dicho a todos nuestros amigos cuán
maravilloso es tu restaurante, y esta sería una excelente forma para ti de
conectar, así como tener un poco de diversión esa noche. Y, mi modista te
estará esperando mañana por la mañana. Prometió conseguirte un buen
acuerdo por tus vestidos. —Bunny le entregó una tarjeta comercial, otra
vez de su bolso.
—Bueno, hicieron prácticamente imposible de decir no. —Isabella
alzó sus cejas y tomó una profunda respiración—. Supongo que la
respuesta es sí entonces —sonrió.

Bruschetta: Es el nombre de un plato originario de la cocina italiana que consiste en una


5

rebanada de pan tostado con diversas variaciones de ingredientes sobre el mismo.


Ambas, Bunny y Sasha, batieron palmas con sus manos. Después
Isabella se excusó con las señoritas, ellas chocaron las manos una con la
otra.
—Apuesto que está dentro —le dijo Sasha.
—Ya sabes, deberías desistir. Va a terminar con mi Parker —le dijo
Bunny con toda la confidencia del mundo.
—Ni de casualidad. En el minuto que vea a mi Thomas, va a sentir sus
rodillas débiles y se derretirá a sus pies —alardeó Sasha.
—Ya veremos… —prometió Bunny, sin decirle a Sasha que Isabella y
Parker ya se conocían. No se sentía segura de si eran amigos o no, pero
podía decir que había algo entre ellos.

***

—No puedo creer que estoy haciendo esto —dijo Isabella a Jason
mientras se preparaba para su primer baile—. Quiero decir, mira este
vestido. Nunca hubiera podido pagar por ello si no fuera por Bunny. Su
estilista era increíble. Sabía exactamente qué hacer para hacerme ver
bien, y sabía lo que quería incluso antes de que dijera nada. 63
—Chica, te ves caliente. Eso es suficiente para convertir un hombre
gay a heterosexual. —Movió sus cejas cuando tomó su vestido mientras
ella daba una vuelta para él. El vestido era largo y fluido, pero se ajustaba
a cada curva del cuerpo de Isabella. El color era un tono oscuro de
morado que parecía casi negro en algunas luces, y brillaba justo en el
lugar correcto. Él ni siquiera quiso empezar con su escote… Incluso un
hombre gay podría apreciar el valle entre las montañas.
Bella rió.
—Esto es tan irreal. Me siento como una princesa.
—Te ves como una también —le dijo—. Voy a ir abajo y llamar a un
taxi para que no tengas que estar en la calle así. No quiero que alguien te
reclame como su premio.
Ella se rió otra vez cuando Jason besó su mejilla antes de irse. Se miró
por última vez en el espejo, pasando sus manos sobre el vestido,
asegurándose que todo era real. Escuchó que llamaban a su puerta y casi
saltó fuera de su piel.
—¿Quién es? —gritó.
—Thomas Winters. Mi madre, Sasha Winters, me envió para buscarte
—gritó La voz al otro lado de la puerta.
Isabella parecía confundida y corrió a la puerta para abrirla.
—Hola. No esperaba que ella hiciera eso.
—Dijo que quería asegurarse de que llegaras a la casa bien —
contestó. Entonces, con una sonrisa de millones de vatios, confió—: Pero
creo que tenía un motivo oculto.
Isabella sonrió con suficiencia y asintió.
—Eso puedo creerlo. —Rió y le tendió su mano—. Soy Isabella Violi.
Encantada de conocerte.
Thomas tomó su mano y la besó.
—Encantado de conocerte también. Estoy contento de por fin
ponerle una cara al nombre que he oído tanto.
—Igualmente —le dijo, mirando en sus ojos azul cristalino. Tenía que
admitir, Sasha tenía razón, seguro era guapo.
—Bueno. —Thomas la sacó de su estupor de mirar en sus ojos—.
Probablemente deberíamos irnos. No quiero molestar a mamá por llegar
tarde.
—Cierto. —Isabella mentalmente se sacudió a sí misma. Agarró su
pequeño bolso de mano de la mesita de café—. Vamos. 64
Todo se encontraba tranquilo cuando caminaron hacia fuera, hasta
que Isabella vio a Jason parado en mitad de la calle con su mano en el
aire. Entonces el aire se llenó de la risa de ella.
—¡TAXI! —gritó a uno que pasaba, nunca deteniéndose—. Estúpido
hijo de puta —murmuró, maldiciendo al conductor. Otro vino—.
¡DISCULPE!¡TAAAAXI! —gritó. Ese, también, pasó de largo. Sus manos
volaron a sus caderas—. ¿Tengo Puta Reina escrito en mi frente? ¿Es por
eso que no paran?
Isabella tuvo suficiente. No quería que Jason se torturara más de lo
que ya lo hacía… por divertido que fuera.
—Oye, Jase, está bien. Tengo un aventón.
Jason miró a donde Isabella se hallaba con un hombre que no
conocía… un buen espécimen de hombre que no conocía. Volvió a la
acera, esperando una presentación.
—¿Y quién es este pedazo de hombre?
Isabella parecía avergonzada. Pero antes de que pudiera
presentárselo, Thomas le tendió su mano.
—Thomas Winters. Contento de conocerte. —Sonrió y mostró sus
dientes blancos, brillantes y perfectamente rectos.
—Bueno, Hola, Tommy Boy6. Soy Jason, el hombre de tus sueños. —
Sacudió su mano, sosteniéndola un poco más de lo necesario.
—¡Jason! —gritó Isabella. Agarró a Jason por la oreja y tiró de él lejos
de Thomas así podía gritarle—. No puedo creer que me estés
avergonzando así.
—Cielo, él está perfectamente metido en el armario. Odio decírtelo
—le dijo Jason, con la mayor naturalidad.
—¿Qué? ¡Estás delirando! —protestó. Miró hacia Thomas, quien hizo
un pequeño gesto con su mano en su dirección—. Tengo que irme, no
podemos llegar tarde.
—De acuerdo, al menos sé que estarás a salvo esta noche con él
como cita. —Sonrió con suficiencia y besó su mejilla antes de girarse e irse.
—Lamento sobre eso —dijo Isabella, reuniéndose con Thomas—.
Estoy lista para cuando quieras.
El camino a la casa estuvo lleno de ellos comparando notas sobre
todo lo que tenían en común. Parecía que les gustaba la misma música,
libros, películas y programas de la televisión. Para cuando llegaron allí,
Isabella pensó que Jason estaba equivocado por decir que Thomas era
gay. Tenían algo de química real, y no pensaba que eso podría pasar con 65
alguien que no tuviera interés en las mujeres.
Thomas se bajó del coche primero, dio la vuelta para ofrecer su
mano a Isabella.
—Aquí estamos.
—Sip, aquí estamos. —Se aferró con fuerza a su brazo mientras la
conducía a la puerta delantera y dentro del vestíbulo, dónde Sasha
esperaba para saludar a sus invitados.
—Ah, Isabella. ¿Veo que Thomas consiguió que llegaras bien? —
preguntó, tan complacida de verla con su hijo.
—Sí, fue el perfecto caballero. Y gracias por enviarlo, pero fue
completamente innecesario —le dijo— ¿Han llegado los aperitivos?
—Lo hicieron. Fueron entregados hace como media hora. Justo a
tiempo. Así que ahora puedes relajarte y disfrutar. —Sasha guiñó—. Thomas
será tu escolta personal esta noche, así que si necesitas cualquier cosa,
solo tienes que hacerle saber.
Isabella le agradeció y se movió con Thomas para buscar una
bebida del bar. Mientras esperaban, Bella escuchó a una mujer detrás de
ella delirando sobre los aperitivos de langosta. Eso envió un sentimiento

Tommy Boy: Se refiere a la película Tommy Boy (1995)


6
cálido a través de ella, con una sonrisa adornando su cara. Thomas agarró
una copa de champán, y la guió por la habitación para relacionarse con
los invitados.
Una hora más tarde, Isabella y Thomas estaban dejando la pista de
baile cuando ella levantó la mirada y trabó sus ojos con la última persona
que esperaba ver allí.
—Discúlpame por un minuto —le dijo a Thomas y caminó en la
dirección por la que acababa de verlo.
Viendo que caminaba hacia él, la encontró a mitad de camino. Una
vez que se encontraron en medio, él se inclinó hacia abajo y besó su
mejilla.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Parker.
—Mucho mejor, gracias. ¿Cómo has estado? —le preguntó, sintiendo
como si fueran semanas desde la última vez que se vieron, en lugar de solo
algunos días.
—Estoy bien. —Tomó su mano sobre su cabeza y la hizo girar—. Te
ves espectacular.
La mirada que le daba la hizo sentir débil.
—Gracias. No te ves tan mal tampoco. —Le guiñó.
66
—Puedes agradecer a mamá por ello. Como si todavía tuviera cinco
años, escogió la vestimenta para mí —le dijo con una sacudida de su
cabeza.
—Bueno, lo hizo genial —le dijo, quedándose sin cosas que decirle,
pero simplemente feliz de estar en su presencia.
—Cariño, me giré para hablarle a alguien y me dejas. —Una mujer
rubia hizo una mueca mientras llegaba hasta Parker.
Parker saltó y se giró para ver a su cita. Miró hacia atrás y adelante
entre Isabella y Lynda.
—Eh, Isabella, esta es mi cita, Lynda. Lynda, Isabella. —Parker las
presentó torpemente.
—Encantada de conocerte —dijo Lynda a Isabella, sin mostrar
emoción en su rostro, haciéndole saber que no era ni un poco bueno
conocerla como dijo.
—Estoy segura —bromeó Bella de regreso—. Bueno, tengo que
correr, estoy segura que Thomas me estará buscando. Fue bueno verte. —
Se giró para marcharse, pero fue detenida por una mano en su brazo.
—¿Thomas? —cuestionó Parker.
—Sí, Thomas Winters. Mi cita para esta noche. —Guiñó hacia él,
luego se encogió en su agarre y se marchó.
Parker permaneció allí y miró a Isabella desparecer en la multitud,
solo para aparecer unos minutos después con Thomas en la pista de baile.
Sacudió su cabeza y se dio cuenta de que no había nada que pudiera
hacer por lo que volvió con su propia cita. Eran amigos, y no tenía derecho
sobre ella, así como ella no tenía derecho sobre él. Así era como tenía que
ser.

67
8
Traducido por Fiioreee y Sapphire
Corregido por Agus Morgenstern

Isabella se excusó de Thomas después de recibir instrucciones para ir


al tocador. Con la puerta a la vista, le pareció oír su nombre y se volvió
para ver quién podía haberla llamado. Una sonrisa genuina adornaba su
rostro.
—Bueno, hola, Bunny. No te he visto en toda la noche.
—Hola querida. ¡Te ves absolutamente preciosa! Apuesto que has
estado golpeando a los pretendientes con un bate esta noche —bromeó 68
Bunny.
—No del todo —Isabella se rió—. Pero he tenido un montón de
diversión.
—Hay que esperar hasta la próxima semana. Nada se compara a
una fiesta de Bunny Davidson. —Se echó a reír.
—Estoy muy entusiasmada con ella —le dijo honestamente—. Pero si
me perdonas… —Hizo un gesto al baño que se encontraba justo delante
de ella.
—Por supuesto, cariño —le dijo Bunny y le palmeó el brazo mientras
se marchaba.
Después de salir del baño, Isabella fue hacia la derecha cuando
debería haber ido hacia la izquierda, pero por suerte encontró un balcón
vacío. La vista era increíble; daba a un impresionante jardín que fue bien
iluminado en todos los lugares correctos, dibujando focos a algunos rosales
increíbles. También había una bonita glorieta de vid con flores que crecían
a los lados. Un poco más abajo del camino bordeado de flores, se hallaba
un banco de madera tallada con un enrejado arqueado por encima.
Incluso por la noche, podía apreciar la belleza de lo que se encontraba en
frente de ella. Era exactamente lo que necesitaba, el champán y el baile
estaban empezando a llegar a ella.
—Pensé que te encontraría aquí. —Bella se volvió hacia la voz a la
que se había acostumbrado.
—Hola Parker. ¿Te diviertes? —preguntó—. Estoy sorprendida de que
Lynda no está persiguiéndote.
—No eres la única. —Puso los ojos—. Si hubiera sabido que ibas a
estar aquí, te hubiera pedido que vinieras conmigo. Estoy seguro de que
estaríamos mucho más divertidos.
—Estoy teniendo un gran tiempo para mí misma. —Sonrió, y después
de un momento se puso seria—. Así que no le dijiste nada a tu madre
acerca de nosotros.
Parker se encontraba tranquilo.
—¿Recuerdas lo que te dije la otra noche? Dejar una chica
embarazada después de una aventura de una noche no es exactamente
la idea adecuada para mi madre, especialmente una chica que tiene en
tan alto estima. No sé. Tal vez la he decepcionado tanto que sentí como si
esto la hubiera puesto sobre el borde.
Isabella se solidarizó con él.
—Pero, ¿qué habrías hecho si no hubiera perdido el bebé? —Puso su
mano sobre su hombro mientras ambos miraban hacia el jardín. 69
—Le hubiera dicho, pero creo que quizás podríamos haber salido
durante un tiempo primero. Eso es lo que realmente quiere, ya sabes —dijo
Parker, chocando con ella de una manera coqueta.
Ella sonrió.
—Estoy consciente de eso. Pienso que ella y Sasha tienen una
apuesta en marcha.
Él asintió.
—Yo no lo pondría por delante de ella. —Parker la miró—. ¿Estás
segura de que estás haciendo bien?
—La herida aún está fresca, pero día a día me estoy poniendo mejor.
Todo sucede por una razón, ¿verdad?
—Así que eso dicen —asintió—. Así que eso dicen —Parker puso su
brazo alrededor de ella, y juntos se quedaron en silencio, cada uno con sus
propios pensamientos, mirando hacia la noche.
—¡Ahí estas! —Una voz masculina invadió su consuelo—. Me
preguntaba a dónde fuiste.
Isabella y Parker saltaron y se volvieron para ver al intruso.
—Hola Thomas. Solo estábamos poniéndonos al día. Necesitaba un
respiro, por lo que salí aquí. —Por alguna razón, se sentía como si estuviera
atrapada con las manos en la masa, a pesar de que ella y Thomas no
estaban juntos, y no pasaba nada entre ella y Parker.
—Mamá te buscaba. Ella y Bunny quería presentarte a algunos de
sus amigos —dijo, echando una mirada inquisitiva a Parker, mientras
hablaba con Isabella.
—Estaré ahí —le dijo, y después de vacilar un momento, dio media
vuelta y regresó a la casa.
—¿Por qué siento como que estoy en la escuela secundaria y solo
hemos sido atrapados por mi papá haciéndolo? —preguntó Bella a Parker.
—Thomas puede ser bastante condescendiente a veces,
especialmente cuando se trata de mí. Digamos que gracias a nuestras
madres, siempre hemos competido por todo. Pero siempre he sido el
salvaje, y él siempre era la flecha recta —explicó Parker, con un poco de
irritación.
—Puedo ver eso. —Le sonrió, enviando un sentimiento a sus rodillas
que no era bienvenido—. Bueno, mejor entro allí —le dijo, sintiéndose algo
decepcionada. Disfrutaba el momento de consuelo que compartían antes
de la interrupción.
70
Parker solo asintió y se volvió hacia el jardín cuando se fue,
apoyando sus brazos en la barandilla del balcón. Aspiró profundamente,
luego suspiró, deseando que las cosas pudieran ser diferentes, por una vez.
Era la primera vez que no se sentía emocionado por salir a la carretera y
viajar, pero era su trabajo y algo que tenía que hacer para tener éxito.
Isabella inmediatamente encontró a Sasha y Bunny cuando volvió a
entrar, y fiel a la palabra de Thomas, le presentaron a muchos de los
asistentes, los cuales disfrutaron de sus aperitivos inmensamente.
Al final de la noche, se sentía cansada y borracha. Todo lo que
podía pensar era en llegar a casa y arrastrarse entre las sábanas de su
cama. Cuando Thomas sugirió ir a algún lugar para tomar un café, negó
con pesar.
—Lo siento, estoy rendida. Realmente debería ir a casa e ir a la
cama. Pero aprecio la oferta —le dijo, sintiéndose mal ya que fue tan
bueno con ella toda la noche.
—Entiendo. —Le dio una media sonrisa—. Pero todavía sigue en pie
la fiesta de Bunny la próxima semana, ¿verdad?
—Por supuesto —sonrió mientras Thomas la dejaba en la puerta de su
apartamento—. Me lo pasé muy bien esta noche. Gracias por todo. —
Buscó en su bolso de noche, tratando de encontrar las llaves para abrir la
puerta. Una vez que las tenía en la mano, levantó la mirada triunfante, solo
para que sus labios fueran tomados en un suave beso, limpio.
—Buenas noches dulce Isabella —susurró Thomas y se volvió para irse
antes de que pudiera responder.

***

Al día siguiente, el restaurante se encontraba inundado con la


gente, e Isabella se alegró porque eso significaba que no tenía tiempo
para pensar y volver a pensar en todos los acontecimientos de la noche
anterior. Parecía que algunas de las personas que Sasha y Bunny le habían
presentado la noche anterior eran fieles a su palabra, y vinieron al
restaurante para probarlo. El comedor se hallaba a toda su capacidad, y
lo estuvo por horas, mientras que las personas se arremolinaban alrededor
en el vestíbulo, con la esperanza de conseguir una mesa en algún
momento antes de que el restaurante cerrara. Era fabuloso para Isabella,
aunque odiaba que todas esas personas tuvieran que esperar durante
tanto tiempo. Envió unas cuantas rondas de aperitivos fuera al vestíbulo
para que la gente no estuviera demasiado molesta por la espera.
71
Apenas tuvo tiempo para hacer sus rondas del restaurante una vez
por hora, antes de tener que correr de vuelta en la cocina y ayudarles con
la abundancia de las órdenes que tenían. Pero sentía que era importante
salir de la cocina de vez en cuando y hacer saber a sus clientes que los
apreciaba.
La cocina acabó quedándose abierta una hora más tarde de lo
normal para dar lugar a todas las personas que estaban esperando sin
reservas y no habían sido capaz de conseguir una mesa toda la noche.
Odiaba rechazar a la gente, aunque ya era tarde por la noche. Todo su
personal entendió y aceptó.
Cuando finalmente salieron del restaurante, todos estaban
agotados. Comprobó una última cosa antes de que girara todas las luces,
y vio que el restaurante se encontraba completamente lleno para las
próximas tres semanas, sin parar. Orgullosa de todo lo que había logrado, y
agradecida por las presentaciones de Sasha y Bunny, apagó todas las
luces y cerró las puertas.
En los próximos días, Isabella y Dylan se sentaron para repasar
algunas cosas del negocio. Habían decidido abrir la sala de banquetes
para los comensales todas las noches y no tenían ningún gran partido por
el momento, a menos el precio era justo. Eso sería liberar otras treinta
mesas, algo que estaban necesitando más y más.
También decidieron contratar a cinco personas más para ayudar en
la cocina y tres camareros más. Fue un gran paso a tomar para Isabella,
pero se dio cuenta de que si no hacía algo así, entonces tendría una
pérdida de clientes. Otra idea en la obra era una tienda independiente
solo para el catering7, pero que llegaría en algún momento en el futuro.
Por ahora, la petición de un catering que había recibido desde la fiesta de
Sasha sería manejada por el restaurante.

***

—Dylly, odio dejarte así cuando hemos estado muy ocupados


últimamente, pero no puedo decepcionar a Bunny. —Bella se desgarró. Se
puso de pie en la cocina de su restaurante, usando un lujoso vestido de
fiesta rojo, viendo a sus empleados empacar la Bruschetta circular de
camarón que Bunny había pedido, así como los rollitos de primavera de
langosta que Isabella decidió añadir en el último minuto.
—Podemos manejarlo. Además, estoy seguro que algunos de 72
nuestros nuevos clientes estarán en la fiesta de Bunny también, así que no
puede ser tan malo esta noche —dijo Dylan, corriendo a su alrededor y
recogiendo los alimentos.
—Recuérdame que mañana tengo que hablar contigo de un gran
aumento de grasa —dijo con una enorme sonrisa mientras lo miraba llevar
las bandejas cubiertas de comida a la camioneta de catering que
esperaba en la puerta de atrás. Vio lo tarde que era y se dio cuenta de
que necesitaba volver a su apartamento a esperar a Thomas—. ¡No estoy
bromeando acerca de ese aumento, tampoco! —gritó para que Dylan
oyera. Él le sonrió y le dijo que se divirtiera antes de desaparecer por las
puestas.
Llegó a casa unos minutos antes de que Thomas tocara a su puerta.
Fue suficiente tiempo para retocar su maquillaje y cabello, asegurándose
de que todo se encontraba en el lugar exacto.
Cuando abrió la puerta, Thomas se quedó allí, mirando lo guapo que
era justo como lo recordaba. Se inclinó y la besó en la mejilla.
—¿Estás lista? —le preguntó.

Catering: Servicio de comidas o servicio profesional que se dedica preferentemente al


7

suministro de comida preparada, pero también puede abastecer de todo lo necesario


para organizar un banquete o una fiesta.
—Seguro. Vamos. —Cogió su bolso de noche y cerró la puerta de su
apartamento. Se dio cuenta como Thomas no dejaba de comerle con los
ojos, a pesar de que su vestido cayó peligrosamente bajo, y por eso, se
hallaba agradecida. Nunca dejo de mirarla a los ojos, y se alegró de que
no solo estuviera mirando su pecho.
A medida que se detenían en la casa de Bunny, el aliento de
Isabella se enganchó. Había pensado que la casa de Sasha era
agradable, pero esta era una choza en comparación con el milagro que
se encontraba delante de ella. No trató de dejar su asombro se mostrara
demasiado, ya que no quería ofender a Thomas. Sabía que había mucha
competencia entre las familias, y no quería provocar ningún roce por
regodearse acerca de cómo era la casa de Bunny.
Tomó el brazo que le ofreció mientras le ayudaba a salir del auto y le
siguió los pasos por las masivas escaleras dobles hacia las puertas de
madera antigua. El tallado en la puerta era tan complejo, que podría
haberse quedado allí durante horas maravillándose. En cambio, fueron
abiertas por un mayordomo, y ella y Thomas fueron conducidos al área de
recepción.
Bunny los notó inmediatamente, se acercó y dio a Isabella un beso
en el aire en cada mejilla. 73
—¡Cariño, te ves preciosa! —Se entusiasmó—. Y los aperitivos son
maravillosos. Gracias por los extras. ¡Me quedé tan sorprendida!
Isabella se rió.
—De nada. Era lo menos que podía hacer después toda la ayuda
que me has dado.
Bunny agitaba su agradecimiento, como si no fuera ningún
problema en absoluto.
—Ustedes los niños entren al salón de baile y consigan algo de comer
y beber. —Antes de que pudiera caminar lejos, Bunny se agarró del brazo
de Bella y le susurró al oído—: Parker está ahí y sé que él quiere verte. —
Viendo sus cejas levantarse y sus mejillas ruborizarse ligeramente, Bunny
sonrió.
Toma eso Thomas. Eso te enseñará a monopolizar todo su tiempo.
Ella puede estar contigo, pero está interesada en mi hijo,pensó Bunny para
sí misma.
La simple mención del nombre de Parker envió un escalofrío a través
de Bella, pero sabía que era una tonta por sentirse así. Él era una estrella
de rock, después de todo, y sabía que nunca podría haber algo entre
ellos. Además, ahora que su restaurante había despegado como un
cohete, no había manera de que tuviera tiempo para salir de todos
modos.
Si la mención de su nombre envió un escalofrío a través de ella,
debería haber sabido que verlo haría algo más. En el momento en que
entró en el salón de baile, sus ojos inmediatamente lo encontraron y se
bloqueó. Había algún tipo de fuerza, algo que no podía explicar.
Espero que cuando se vaya de gira, este encaprichamiento que
tengo con él desaparecerá, pensó para sus adentros. ¿Capricho? ¿Desde
cuándo? Tal vez es solo una especie de curiosidad.
Sintió un apretón en la mano, sacándola de sus pensamientos. Miró a
su izquierda y se dio cuenta de que Thomas los había atrapado a ella y a
Parker mirándose el uno al otro y ahora fulminaba a Parker con la mirada y
no había ningún capricho involucrado allí.
—¿Thomas, por qué no nos dirigimos al bar por unas bebidas? —le
preguntó con una sonrisa, intentando deshacerse de la tensión que solo
había aparecido.
—Bien —dijo apretados labios, después se dirigió hacia la barra,
guiándola con su mano en la parte baja de su espalda.
Si, esto es una indicación de que el resto de la noche, estoy 74
realmente con él, pensó tristemente, no muy segura a cuál de sus
prioridades debía mentir, con Parker o con Thomas.
—Brindo por esta noche —brindó, chocando su copa de champán
contra la de Thomas y vaciado su vaso en un solo trago.
He aquí esta noche, pensó otra vez, cuando sus ojos encontraron a
Parker una vez más. Y va a ser una noche muy interesante.
9
Traducido Por TamiMiau y Damabell
Corregido por Agus Morgenstern

La fiesta de Bunny fue interesante para Isabella, por decir los menos.
Tenía un buen tiempo conociendo a personas y bailando con Thomas,
pero una pequeña cosa la molestaba. Cada vez que Parker se trataba de
acercar a ellos, Thomas la empujaba lejos de él, diciendo que vio a alguien
que tenía que conocer. Y por supuesto, allí siempre habría alguien a quien
presentarla, pero sabía la verdad de detrás de esto. Thomas haría
cualquier cosa para mantenerla lejos de Parker. 75
Después de unos pocos muchos vasos de champagne, Isabella fue
en la dirección de los baños, con una promesa a Thomas que estaría bien
yendo sola, y que estaría de vuelta. Puso los ojos en blanco después que lo
dejó, odiando que fuese tan sobre protector. La fila para el baño era
realmente larga, y no pensaba que pudiese esperar tanto.
Afortunadamente, Bunny y Parker estaban parados cerca.
Caminó hacia ellos, le dio a Parker una sonrisa tímida antes de
hablarle a Bunny.
—Realmente odio preguntar esto, pero ¿tienes otro baño que
pueda usar? No creo poder esperar en la fila —preguntó, casi
tímidamente.
—Por supuesto querida. Solo ve por ese pasillo de allí, y sube las
escaleras. Hay un baño en el final del pasillo… —contó Bunny
mentalmente—. Cuarta puerta a la derecha.
—Discúlpenme, por favor —interrumpió Parker—. Veo a alguien que
necesita mi ayuda.
Bunny le sonrió, y luego volvió su atención a Isabella.
—¿Necesitas a alguien que te lleve, o piensas que puedes
encontrarlo?
—Pienso que estaré bien sola. Muchas gracias. —Besó las mejillas de
Bunny, y luego se fue en la búsqueda del otro baño.
En la cima de las escaleras, comenzó a caminar más lento, mirando
a todas las pinturas adornando las paredes. Nunca tendría el dinero para
tener pinturas tan lindas con las que vio. Una parecía un Van Gogh, y
conociendo a Bunny, era real. Se encontraba tan pérdida en su
admiración al arte, que se sorprendió cuando una puerta se abrió y fue
llevada por una puerta abierta dentro de una habitación oscura.
Antes que pudiese gritar, una mano cubrió su boca y una tenue luz
iluminó la habitación. Parker se encontraba allí sonriendo, viendo el miedo
en la cara de Bella. Cuando su mano se movió y lo golpeó en el brazo,
fuerte, comenzó a reírse.
—Cálmate, solo soy yo.
—¡Estúpido! Casi me matas. Pensé que me iba a hacer encima —le
dijo, luego se avergonzó por dejar salir tanta información.
Parker solo se rió de ella.
—Lo siento, pero me di cuenta que este sería el único momento en
que podría hablar contigo ya que Thomas parece haber puesto una
correa a tu alrededor. 76
Isabella estaba a punto de reclamarle, pero se dio cuenta que
Parker se hallaba en lo correcto.
—Se está volviendo un poco molesto —concordó—. Así que era eso
tan importante, y por favor no me preguntes como me siento. —No
necesitaba que llevara a flote el tema del bebé que perdieron.
—De hecho, solo iba a decirte que mañana será mi última noche en
la ciudad, y esperaba que fueses a mi concierto. Tengo dos entradas para
la primera fila y dos pases para detrás del escenario para ti, pero hay una
condición —le dijo y esperó por su reacción. Sus cejas se elevaron,
preguntándose cuál era la trampa—. La única condición de esas entradas
es que no traigas a Thomas.
Isabella se rió.
—Creo que puedo manejar eso. Tengo otros amigos por si no lo
sabías.
Parker se rió, sacando las entradas del bolsillo interno de su
chaqueta, para luego pasárselas.
—Espero que te guste. Ni siquiera sé qué clase de música te gusta.
—Me gusta un poco de todo —le dijo, poniendo las entradas en su
bolso de mano—. Gracias, estoy segura que estará genial. —Tenía una
pregunta para él, y mientras pensaba como plantearla, hubo un corto
silencio. No quería lucir sobre entusiasmada, pero al mismo tiempo, no
quería lucir como si no le importara—. ¿Cuánto dura el tour?
—Me iré por al menos dos meses, tal vez más si va bien y tenemos
que agregar más fechas. También hay una conversación de un tour
internacional, pero preferiría esperar para eso, pero no es como si mi
opinión importara mucho —le dijo.
—Guau, dos meses completos. —Le dio una rápida sonrisa—. Me he
acostumbrado a ti estando alrededor. Será raro estar sin verte o escuchar
de ti por tanto tiempo.
Él sonrió.
—Tengo un teléfono por si no lo sabías.
—Sí, pero estarás tan ocupado siendo el Señor Estrella de Rock que
nosotros las personas normales seremos olvidados —bromeó.
Sus ojos se pusieron serios.
—Nunca podría olvidarte. —Parker se inclinó para darle un beso en
la mejilla, pero ella movió su cabeza para preguntarle qué hacía. En lugar
que sus labios tocaran su mejilla, tocaron sus labios. Antes de que
cualquiera de los dos supiera lo que pasaba, el beso se intensificó, y las 77
manos comenzaron a vagar.
—¿Isabella? —Una voz profunda llamó desde el final del pasillo,
rompiendo el beso.
La mano de Isabella voló a su boca, tocando sus labios, los labios
que habían estado conectados a los de Parker en un beso divino.
—Oh, mierda.
Parker se rió suavemente.
—Está bien, solo dile que te perdiste y entraste a la habitación
equivocada. —Bella asintió, dejando mucho sin decir entre ellos—. Te veré
en el concierto mañana en la noche.
Isabella se quedó allí, y lo vio desaparecer por una puerta al otro
lado de la habitación. Se encontraba dividida… seguir a Parker, o ir con
Thomas. Al final, el miedo la dominó y se fue con Thomas.
—¡Aquí estás! He estado buscándote por todos lados. Bunny dijo que
fuiste al baño y me preocupaba que te perdieras —dijo Thomas,
moviéndose hacia ella.
—Lo hice. Pensé que dijo, segunda puerta a la derecha, pero debe
haber dicho cuarta. —Siguió por el pasillo a la cuarta—. Discúlpame —dijo,
metiéndose dentro.
Thomas la esperó fuera del baño hasta que terminara, para luego
acompañarla de vuelta a la fiesta, asegurándose que no se perdiera
nuevamente. Y por el resto de la noche, no dejó su lado o la dejó ir a
ningún lugar cerca de Parker. Pero lo que Thomas no sabía era que
aunque la mantuviese alejada de Parker físicamente, después de ese
beso, la mente de Bella estaba en Parker por el resto de la noche.
***
El día siguiente, Isabella llamó a Jason tan pronto como despertó.
—Hola perra, ¿tienes planes para esta noche? —le preguntó cuando
respondió la llamada.
—No, pero no te voy a ayudar a limpiar tus baños. Eso es esta noche,
¿Cierto? Sé que no es la noche del lavado o de la cocina —dijo, de
alguna manera distraído.
—Bueno, tienes razón, es la noche de los baños, pero no te iba a
preguntar que me ayudaras con ello. Te iba a preguntar si querías ir a un
concierto conmigo. Pero si así es como vas a estar… —le dijo, bromeando.
—¿Concierto? ¿Qué concierto? ¿Uno del semental por el que estás
constantemente babeando? ¿Cuánto me costará? —le preguntó, ahora
completamente interesado. 78
—Es el concierto de Parker, y no he estado babeando por él. Somos
amigos ahora, eso es todo. Me dio dos entradas gratis, ¿Y a quién mejor
llevar que a mi mejor amigo? —respondió.
—¿Y qué hay de Tommy Boy? Los dos han estado bastante
acogedores últimamente —preguntó, volcando sus ojos. Todavía cree
firmemente que Thomas es una "reina del armario".
—Um, no, te prefiero allí. Por lo tanto, ¿vas a decir que sí, o me vas
hacer rogar? —preguntó, empezando a perder su paciencia.
—Por mucho que me encanta escucharte mendigar, me gustaría ver
a esos sudorosos chicos calientes sobre el escenario aún más. Por lo tanto,
iré —le dijo con una gran sonrisa. Se sentía contento de que saliera un
poco más últimamente. Sin duda había mejorado su estado de ánimo.
—Fantástico. Voy a recogerte a las siete entonces. Estate listo y a la
espera —advirtió antes de colgar el teléfono. Miró su reloj y trató de
planificar el resto de su día. Tal vez podría salir en un rápido servicio de
limpieza antes de prepararse para el trabajo, pero luego tendría que salir
temprano, por lo que podría estar lista para ir a un concierto. Suspiró. Otro
día de locos.
***

Isabella y Jason pasaron por el gran auditorio, ya repleto de miles y


miles de fanáticos. Caminaron a la primera fila, notó un montón de mujeres
dándoles una sucia mirada, envidiosas de que tenía mejores asientos. Solo
sonrió. Si tan solo supieran.
Jason analizó la multitud, a ver si alguien conseguía su interés.
Entrecerró los ojos a un hombre, e inmediatamente lanzo un codazo a
Isabella en las costillas.
—¡Ay! —gritó—. ¿Qué diablos fue eso?
—Voy a ir a hablar con él. Va a ser mi novio —le dijo Jason,
señalando a un hombre, que para los ojos de Isabella parecía muy recto.
—Jase, ¿qué te hace pensar que es incluso gay? —preguntó, no
queriendo que su amigo hiciera el ridículo, o peor aún, terminara siendo
golpeado si el tipo no era gay.
—Mira su sombrero. Tiene un arco iris. ¡Hola! —le gritó y rodó sus ojos,
como si fuera la cosa más obvia en el mundo.
Isabella miro más de cerca al sombrero del tipo y casi murió riendo. 79
—Jase, ¿has oído de Pink Floyd? —pidió.
—Son una banda, ¿no? —preguntó y cuando Bella solo asintió con la
cabeza, continuó, disfrutando de su risa—. ¿Qué? ¿Qué tienen que ver con
esto?
—Cariño. —Isabella intentó mantenerlo bajo control—. Puede que
sea un arco iris, pero no es un “arco iris gay” —le dijo—. Ese fue un símbolo
de la portada de uno de sus discos. Significa que a ese tipo le gusta Pink
Floyd, no que es gay.
Jason entrecerró los ojos, no muy comprensivo, entonces sus cejas se
dispararon en sorpresa cuando finalmente comprendió.
—¡No me digas! Casi cometo un error, ¿eh?
Isabella asintió y se rió de nuevo cuando las luces se atenuaron y la
banda de apertura llegó al escenario a tocar. Eran muy buenos, nadie
había oído hablar de ellos antes, pero prometían. Empezaba a ponerse
nerviosa al final de su conjunto, impaciente por que Parker empezara.
Nunca lo había visto antes así, pero había escuchado sus canciones y no
podía esperar para escucharlo en vivo.
Finalmente, llegó el momento. Fue algo que nunca había visto antes.
Siempre se hallaba lleno de energía y confianza, pero cuando se
encontraba en el escenario, era mucho más crudo e intenso. Tenía un
magnetismo cuando actuaba, no era de extrañar que fuera tan popular y
exitoso.
Isabella miró a su alrededor la multitud y notó que la mayoría de las
mujeres cantaba y muchos lloraban. Los chicos saltaban con la música,
con los puños y cantando también. Todo el mundo parecía estar
disfrutando del espectáculo, y no era ningún misterio por qué. Volvió su
atención hacia el escenario y se permitió ser cautivada por la presencia de
Parker.
Después del espectáculo, Bella y Jason mostraron su pase VIP a los
guardias de seguridad y fueron conducidos a una gran sala con bar y
buffet. En la sala ya había mucha gente, y más se filtrada después de que
Bella y Jason llegaran allí. Pero había solo una persona que se hallaba
decidida a ver, la única persona que había logrado captar su atención no
hacía mucho tiempo.
Pero todavía no lo encontró. La habitación se hallaba llena de
mujeres semidesnudas y un montón de hombres. Era una multitud
completamente diferente a la que Bella se encontraba acostumbrada, y
empezaba a sentirse un poco incómoda. Sabía que habría un montón de
groupies, pero no se sentía preparada para ver cuantas exactamente
serían. 80
Abriéndose paso en la habitación, finalmente encontróa quien
buscaba. Era el centro de atención, todos los ojos se hallaban sobre él.
Se reía de algo que alguien dijo, verdaderamente feliz. Tenía una
cerveza en una mano, y lo que parecía ser un cigarrillo o porro en la otra.
Vaciló por un momento, no estando segura si debería acercarse a él. Justo
cuando se hallaba lo suficientemente cerca como para poder decir algo y
llamar su atención, una mujer, empujó desde atrás y se acercó a Parker. La
rubia, de piernas largas para morirse, se acercó Parker y empujó su lengua
en su garganta. Bella vio como Parker la tiró sobre su regazo y descansó
una mano en su culo y la otra en su mejilla.
Había visto lo suficiente. No pertenecía allí, no pertenecía a la vida
de Parker en absoluto. Ahora era muy claro para ella. Salió, agarrando la
mano de Jason. En poco tiempo, fue a su casa, a su cuarto de baño,
restregándose las sales de baño y maldiciéndose a sí misma por ser tan
ingenua.
10
Traducido por Alysse Volkov
Corregido por Nyssa
Isabella se enjuagaba la espuma de la gran bañera de jardín en su
cuarto de baño cuando pensó que escuchó un sonido de golpes en la
puerta. Cerró el agua y escuchó más cerca. Esta vez, lo oyó, pero era más
de un golpe.
Corrió hacia la puerta, con la esperanza de que la persona a punto
de romper la puerta no despertara a sus vecinos. Abrió la puerta, sin
molestarse en mirar por la mirilla para ver quién era, también con la
intención de calmar a la persona.
—¡Parker! —exclamó, tirándolo dentro de su apartamento y
81
cerrando la puerta detrás de él. Sus ojos se encontraban un poco vidriosos,
y tropezaba ligeramente—. ¿Qué haces aquí?
—¿Por qué no volviste al escenario esta noche? —preguntó,
cayendo sobre su sofá—. Creo que es de mala educación que te invite, y
ni siquiera aparecieras en mi última noche en la ciudad por un tiempo —
dijo con una mezcla de decepción y diversión.
Bella se dio cuenta de que se encontraba un poco ebrio, pero no lo
suficiente para que no supiera lo que decía o hacía. Solo lo miró fijamente
durante un minuto, no segura de si decirle la verdad o no.
—Estuve allí —admitió, sin importarle que supiera la verdad. En
realidad no le debía nada, y probablemente no volverían a verse otra vez
después de que se fuera—. Parecía que te encontrabas ocupado, sin
embargo, así que nos fuimos.
—Te esperaba —le dijo en un casi gemido.
No podía evitarlo, dejó salir una corta, indignada risita de su boca.
—No, realmente no creo que esperabas por mí. Me pareció como si
estuvieras bastante pre-ocupado.
—¿Podrías solo dejar de bordear el tema y decirme qué está mal? —
Parker empezaba a enfadarse.
Isabella negó con la cabeza.
—¡Esto es tan estúpido! —murmuró, pasando las manos por el
cabello en señal de frustración—. ¿Quieres saber lo que está mal? Me
encontraba allí anoche. No sé lo que pensaba, pero me sentía tan
emocionada de estar allí, estúpida, ingenua persona que soy. Y lo primero
que vi cuando te encontré fue a una chica sentada en tu regazo, con tu
lengua empujando por su garganta, acariciándola para que toda la
habitación viera. ¿Eso me molestó? ¡Sí! ¿Sé por qué? ¡No! Todo lo que sé es
que no era correcto para mí estar allí, así que me fui. Y ahora me gustaría
que te fueras tú. —A pesar de que había comenzado en calma, pero
frustrada, terminó gritándole.
Parker la miró, sorprendido. No podía negar lo que había sucedido,
porque lo hizo. Pero no tenía idea de que Isabella había estado allí para
verlo. Y lo peor, no tenía idea de que iba a molestarla. ¿No veíaa Thomas,
después de todo? Parker se levantó del sofá.
—De todos modos tengo que irme. Mi bus de gira está esperándome
en la esquina y nos vamos tan pronto como regrese —dijo, de alguna
manera solemne y se dirigió a la puerta con Bella siguiéndolo—. Lo siento
por lo que viste anoche, pero cuando me haya ido, tal vez deberías tratar
de averiguar por qué te molesta tanto. 82
Isabella miró al suelo y asintió. Sabía que tenía razón, y odiaba eso.
Tratar de encontrar la razón por la que se sentía molesta sería una gran
idea, pero no era algo que fuera fácil de hacer.
—Que tengas un buen viaje, y sé cuidadoso —le dijo, finalmente,
levantando la mirada de vuelta hacia él. No podía detenerse en todos los
pensamientos nadando por su cabeza en ese momento.
—Gracias, lo haré. —Sonrió—. No trabajes hasta morir mientras estoy
fuera. Toma un descanso para disfrutar de la vida de vez en cuando, ¿de
acuerdo? —Le sonrió y la vio asentir, las lágrimas formándose en sus ojos. Le
tomó la cara entre las manos, frotando sus pulgares suavemente sobre sus
mejillas—. Oye, voy a estar de vuelta antes de que te des cuenta, y
entonces estarás deseando que me vaya de nuevo —le dijo con una
pequeña sonrisa en su rostro. Una lágrima rodó por su mejilla, y se inclinó y
la besó. En buena medida, la besó en la otra mejilla también. Entonces
antes de que ninguno de ellos supiera lo que pasaba, sus labios se
conectaron, abriéndose para permitirles acceso de sus bocas, sus lenguas
apasionadamente bailando juntas. Ambos se hallaban perdidos en el
beso, solo conscientes de la dulce sensación corriendo por sus cuerpos.
La realidad les golpeó como un maremoto, sin embargo, cuando el
móvil de Parker comenzó a sonar. Isabella retrocedió, limpiándose
rápidamente su boca, y otra vez pasando las manos por su cabello. Parker
contestó su teléfono con frustración, luego lo cerró después de unas breves
palabras.
—Me tengo que ir —le dijo en tono de disculpa.
—Lo sé—asintió Bella.
—Te veré pronto —le dijo, tocando su mejilla otra vez ligeramente.
Antes de ella darse cuenta, había desaparecido fuera de su puerta, a
pesar de que todavía podía casi sentir el contacto de su mano en la cara.
Se sentó en su sofá, sintiendo su agotamiento engulléndola. No solo
iba a tener que averiguar por qué le molestaba ver a Parker besando a
esa mujer, sino también tenía que tratar de entender cómo lo podía odiar
un minuto y luego tener sentimientos totalmente opuestos al día siguiente.
¿Y el beso? Todo era demasiado para que lo pensara. Necesitaba una
buena noche de sueño antes de que pudiera hacer cara o cruz a algo de
eso.
***
Durante las próximas semanas, el restaurante parecía estar más
ocupado que nunca, manteniendo a Isabella en constante movimiento. Y
encima de más clientes, también se encontraba ocupada entrenando a
sus nuevos miembros del personal y la apertura de la sala de banquetes 83
para todos los días, para los comensales ocasionales. Finalmente fue capaz
de volver a caer en todas sus rutinas diarias, con un mínimo de
interrupciones.
En ocasiones, iría al teatro con Thomas, o asistiría a una función de
caridad con él, pero en su mayor parte, su vida volvió a la normalidad, y
por eso, se sentía agradecida.
Su relación con Dylan se ponía de nuevo en marcha también.
Durante un tiempo, parecía que se ponía molesto con ella, y su falta de
presencia en el restaurante. Pero desde que empezó la gira de Parker, su
amistad se enmendaba.
La única cosa que molestaba a Isabella sobre Dylan últimamente, sin
embargo, era su interminable necesidad de traer revistas de chismes al
trabajo con él. Cada maldita revista que compraba tenía una historia
sobre Parker en ella. La mayoría tenía su foto en la parte delantera,
dejando al descubierto su último sabor del día. Muchas de las chicas
tenían el mismo aspecto, y estaban siempre en una especie de posición
comprometedora. Dylan siempre se aseguraba de que Bella viera las
imágenes, y muchas veces leía los artículos para ella. Poco a poco, esto
fue carcomiéndola. Sabía que Dylan y Parker no eran los mejores amigos,
pero Dylan no tenía necesidad de mantenerse señalando cuán
equivocado era Parker para ella.
Con cada imagen y cada artículo, era cada vez más evidente para
Isabella que Parker vivía una vida completamente diferente a la que ella
llevaba. Sus vidas se movían en direcciones completamente diferentes, y
seguro que su vida era una en la que ella nunca estaría cómoda.
Así que, no importabaqué sentimientos pensó que podría haber
tenido por Parker, la razón le decía que no iba a funcionar, y que debía
dejar de perder su tiempo con él y seguir adelante. Su corazón, sin
embargo, contaba una historia completamente diferente.
***
Cerca de un mes después que Parker se fue de gira, Isabella se sentó
toda la noche en Laundromat a un par de manzanas más abajo de su
apartamento. Leía a través de uno de los tabloides que Dylan había
dejado en su oficina, ya que había terminado el libro que trajo con ella
antes de que su ropa incluso entrara en la secadora. Estudiaba la imagen
de Parker y una rubia, centrándose en su piel pálida y los círculos oscuros
bajo los ojos inyectados en sangre, en lugar de lo que la chica le hacía.
Su teléfono celular sonando la hizo saltar, y ya que era el medio de la
noche, lo respondió, a pesar de que no reconocía el número.
—¿Hola? —preguntó, su corazón golpeando con fuerza en su pecho.
Siempre se ponía nerviosa cuando recibía llamadas tan tarde.
84
—Oye bebé, ¿me todavía extrañas? —ronroneó una voz profunda
en su oído.
—¿Parker? —preguntó, con una sonrisa en su rostro.
—El único e incomparable —confirmó—. ¿Aún sigues en la
lavandería?
—Sí, ya casi termino. Pero es un poco raro que llames, miraba una
interesante imagen de ti. ¿Cómo te va? —Se quedó mirando a la imagen,
de manera que la hiciera sentir cerca de él.
—Estoy bien. Así que ¿cuál es la imagen interesante? —preguntó,
curioso, pero al mismo tiempo con un poco de miedo ya que sabía cómo
eran los tabloides.
—Oh, ya sabes, más o menos lo mismo que cualquier otra que vea.
Alguna chica o bien besándote o luciendo como si estuviera lista para ir
sobre ti —le dijo, con un aire de indiferencia—. Te ves como la mierda sin
embargo. ¿Te sientes bien?
Parker se rió de su honestidad.
—Estoy bien, solo un poco cansado tratando de mantenerme al día
con mi agenda. Cada vez me siento como que me estoy haciendo
demasiado viejo para esta mierda, no dejo de pensar en los Stones o
Aerosmith, y pensar que si ellos pueden hacerlo, yo también puedo.
—¿Cuándo es tu próximo receso? —preguntó, notando que su voz
aún sonaba cansada.
—Creo que tenemos uno que viene en un par de semanas, pero no
estoy seguro. Todas las fechas y los lugares se están mezclando —le contó.
Luego, en una voz sarcástica, dijo—: Pero nos dieron una gran noticia. Ya
que estamos tan demandados y todo el mundo está disfrutando nuestro
espectáculo, hemos tenido un par de fechas añadidas. ¡Ahora estaremos
de gira durante al menos tres semanas más!
—Y suenas tan emocionado por eso. —Se echó a reír.
—Estoy acostumbrado a ello, pero realmente esperaba que esto no
se convirtiera en una larga gira. Por primera vez en mi vida, extraño mucho
estar en casa.
Isabella no sabía qué decir. No quería decirle lo mucho que lo
echaba de menos, sobre todo porque de todos modos no importaba.
—Bueno, al menos tienes un montón de chicas para que te hagan
compañía.
Parker suspiró. 85
—Estoy seguro de que los tabloides han hecho que se vea mucho
peor de lo que realmente es.
—No olvides que lo he visto de primera mano —le recordó Isabella.
—Me viste besar a una chica. Eso es todo lo que he hecho, besar a
las chicas. No duermo con groupies ya. Y aun así, muchas de ellas están
reclamando que engendré a sus bebés así que voy a tener que pedir una
muestra de ADN en el expediente para refutar sus afirmaciones. He vivido y
aprendido, y no voy a ir allí de nuevo. —Parker se sentía frustrado.
Isabella se encontraba herida. No sabía si él hablaba de ella cuando
mencionó la muestra de ADN o no, si quería decir que había aprendido de
estar con ella.
—No soy una groupie —espetó.
Parker podría haberse golpeado a sí mismo.
—No, no hablaba de ti Bella. Lo siento. Eso fue muy insensible, pero
no hablaba de ti. Solo quería decir que he crecido, y toda la cosa de la
estrella de rock se está poniendo viejo. Amo hacer música, pero estoy tan
harto de las fiestas, y las chicas que solo quieren estar conmigo por mi
fama y la fortuna. Sé que no eres una groupie, y nunca te habría puesto en
esa clasificación.
—Está bien. Probablemente será mejor me vaya —le dijo Isabella,
entristecida ante el giro en su discusión.
—Espera, no te vayas todavía —declaró—. Echo de menos hablar
contigo. Lo siento si lo que dije te lastimó. ¿Solo un poco más?
—Mi ropa está casi lista, pero supongo que puedo hablar por unos
minutos más —cedió.
—Así que, nunca me contestaste. ¿Me extrañas todavía? —bromeó.
—Sí, se podría decir, pero no leas nada en eso porque no significa
nada —advirtió.
Se rió de nuevo.
—Sí, claro, sé que me quieres. No puedo esperar por el día en que te
des cuenta.
—No va a suceder. Incluso si tuviera cualquier tipo de sentimientos
por ti, nada volvería a suceder. Esto no funcionaría entre nosotros. Somos
demasiado diferentes y terminaríamos perjudicando a los demás —le dijo
honestamente.
—Dices eso ahora… —le dijo, dejándolo abierto, como una promesa
para el futuro. 86
La secadora junto a Isabella zumbó.
—De acuerdo, me tengo que ir ahora Parker. Mi ropa está lista y
tengo que tenderlas antes de que se arruguen.
—Ah, mi diosa doméstica. —Se echó a reír—. Bien, voy a dejarte ir,
pero voy a llamar de nuevopronto.
—No voy a aguantar mi respiración. —Se echó a reír—. Duerme un
poco. No quiero que te sigas viendo como el infierno en las únicas
imágenes que veo de ti.
—Sí, señora. —Hizo una pausa—. Buenas noches Bella. Te extraño.
Ella sonrió.
—Buenas noches —le dijo antes de colgar y cerrando su teléfono. Lo
echaba de menos también, más de lo que quería admitir.
11
Traducido por July Styles Tate & Luna Alessi
Corregido por Sapphire
Las próximas semanas pasaron bastante normal para Bella. El trabajo
parecía consumirla, y conseguía menos y menos sueño a causa de eso.
Tuvieron que cambiar las horas, para abrir una hora más temprano y cerrar
una hora más tarde para adaptarse al aumento en los negocios. A
cambio, sus tareas diarias fueron aplazadas por una hora, dándole menos
horas de sueño por la noche. También perdía peso por estar todo el
tiempo en movimiento.
Sus salidas nocturnas con Thomas se habían vuelto menos frecuentes
para gran consternación de Sasha, y para alegría de Bunny. Todavía iban 87
al restaurante a comer a menudo, y Bella siempre se sentaba a hablar con
ellas durante unos minutos cada vez.
En una de sus noches normales, se disponía a recorrer el comedor,
cuando Bunny alzó su cabeza hacia la cocina. Miró a su alrededor y
rápidamente vio a Bella dando algunas órdenes a los chefs mientras se
desataba el delantal. Viendo a algunos de su personal viendo hacia la
puerta, Bella movió sus ojos en esa dirección. Bunny saludó tímidamente,
sintiéndose mal por interrumpirla.
El rostro de Isabella se iluminó.
—Bunny, acababa de salir para ver si tú y Sasha se encontraban
aquí. —Sonrió, caminando hacia la puerta.
Bunny intervino, una mirada de incertidumbre en su cara.
—¿Me preguntaba si podría hablar contigo en privado por un
momento?
Isabella frunció el ceño, esperando que todo estuviera bien.
—Claro, vamos a mi oficina. —Puso su mano en la espalda de la
señora mayor y la condujo por el pasillo hacia su oficina. Una vez que se
sentaron con la puerta cerrada, Bella inclinó la cabeza con
preocupación—. ¿Hay algún problema Bunny?
—Tenía la esperanza de que podrías decirme eso —contestó en voz
baja. Bunny extendió la mano y la puso suavemente sobre las manos de la
mujer más joven.
—¿Estás bien?
Isabella recordaba. Desde que sus padres ya no estaban vivos, no
había tenido una figura de madre en su vida por bastante tiempo, y la
preocupación de Bunny la hizo sentir como si tuviera una presencia
materna en su vida de nuevo. Lágrimas picaban sus ojos mientras miraba
la preocupación escrita en la cara de Bunny.
—Muchas gracias por tu preocupación Bunny, pero estoy bien. Solo
he estado trabajando muchas horas, y no he tenido mucho tiempo para
mí últimamente. —Sonrió, tratando de tranquilizar no soloa Bunny, sino a
ella también. No era solo el restaurante y las tareas que la mantenían
despierta en la noche; eran sus pensamientos por Parker. Las imágenes de
los tabloides estaban llegando realmente a ella, y cada vez que las veía, él
lucía de mal en peor.
—Bueno, mi querida, tienes que prometerme que vas a empezar a
cuidar mejor de ti misma. —La mujer mayor sonrió, aunque todavía
mostraba preocupación en sus ojos—. Si hay algo que pueda hacer por ti,
por favor no dudes en preguntar. Tal vez podamos tomar un día de chicas 88
y salir e ir de compras o algo.
—Eso suena maravilloso Bunny. Tan pronto como las cosas vayan
más lento por aquí, sin duda tomaré esa oferta. —Bella se levantó. Por
mucho que le quería preguntar sobre Parker, simplemente no podía
hacerlo.
—Será mejor que regreses a donde Sasha. Podría pensar que te puse
a trabajar o algo así.
Bunny rió.
—Como si… —abrazó a Isabella cuando caminó para salir de detrás
de su escritorio, y todo lo que Bunny podía sentir era hueso. Parecía que la
chica había perdido más peso de lo que se había dado cuenta. Su
uniforme hacía un buen trabajo en ocultarlo.
Más tarde esa noche, Bunny hizo una llamada a su hijo, con la
esperanza de que hubiera algo que él pudiera hacer. Sabía que había
algo entre ellos dos; no sabía exactamente lo que era. Pero veía las
miradas que Bella y Parker intercambiaban cada vez que estaban
alrededor del otro, y también se dio cuenta de las miradas desafiantes que
Thomas había arrojado a Parker durante los eventos de caridad.
Parker contestó su teléfono en el segundo timbre.
—¿Madre? ¿Está todo bien? —preguntó, un poco preocupado. Su
madre nunca lo llamaba cuando se encontraba de gira. No concordaba
con el tipo de estilo de vida que llevaba en las giras, por lo que eligió
evitarlo. Si eso significaba no hablar con su hijo durante un par de meses,
entonces eso era lo que tendría que hacer.
—No estoy segura Parker… es Isabella —comenzó a decirle, antes
de que él la interrumpiera.
—¿¡Bella!? ¿Está bien? Madre, ¿sucedió algo? —preguntócon
impaciencia, los nervios y adrenalina corriendo por su cuerpo.
Bunny casi sonrió para sí misma, al oír la preocupación y el afecto
en su voz. Así que tenía razón después de todo, había algunos sentimientos
entre ellos.
—No creo que sea nada importante, creo que solo se está
presionando sí misma demasiado fuerte. Se ve agotada, y ha perdido
mucho peso. Me preocupa que pueda terminar en el hospital por
agotamiento si se mantiene así.
—Sonaba cansada la última vez que hablé con ella, pero se
comprometió a comenzar a tomar las cosas más fáciles —le dijo a su
madre, sin pensar en lo que estaba dando a entender, o abriéndose a una
larga lista de preguntas.
89
Bunny levantó una ceja.
—¿Cuándo hablaste con ella por última vez?
—Madre eso ha sido, probablemente, demasiado tiempo. Creo que
fue hace unas tres semanas, pero no estoy seguro exactamente. —Se frotó
la frente—. ¿Qué puedo hacer para ayudar?
—No estoy segura cariño. Tal vez deberías llamarla otra vez, trata de
convencerla de frenar un poco —sugirió, feliz de haber hecho la llamada a
su hijo.
—Pensaba llamarla pronto de todos modos, las cosas se ponen tan
agitadas en el camino. —Lo oyó poner su mano sobre el teléfono y hablar
con alguien en el fondo—. Tengo que correr madre, pero la llamaré para
ver si hay algo que pueda hacer.
—Gracias, querido. Espero que consigas hacerla entrar en razón. Y
espero que lo estés haciendo bien —le dijo—. Te amo hijo.
—Yo también Madre. Adiós. —Colgó el teléfono, sus pensamientos
en Bella y cómo podía ayudarla. Pero como su manager lo arrastró a
través de la sala de conciertos, sus pensamientos sobre Isabella se
perdieron, y fueron reemplazados por su preparación mental para su
concierto.
Isabella luchó por mantener los ojos abiertos mientras se sentaba en
la lavandería. Observaba como su ropa giraba en la secadora, dando
vueltas y vueltas, casi hipnotizándola hacia el sueño. Del mismo modo su
cabeza cayó hacia adelante, un ruido estridente la sobresaltó. Miró a su
alrededor, tratando de averiguar de dónde venía el sonido. Encontró su
teléfono y lo abrió, sin siquiera mirar a la pantalla.
—Hola preciosa —ronroneó en su oído una voz familiar.
—¿Parker? —preguntó, sorprendida de que la había llamado de
nuevo.
—Buen intento. Me alegro de que no haya otro chico en lavandería,
que te llame hermosa. —Se rió en el teléfono.
El estómago de Bella dio vuelta. Se preguntó si realmente quiso decir
eso, o solodecía eso haciendo una broma.
—No, solotu —le dijo, dándose cuenta de que sonaba un poco
entrecortada—. ¿Cómo va todo?
—No está mal, lo mismo, de siempre. ¿Y tú? —preguntó, pues no
quería decirle que su madre lo había llamado preocupada por ella.
—Lo mismo, solo trabajando. Hemos estado más ocupados de lo que
me imaginé. Creo que le debo la mayor parte de eso a tu madre. Pienso 90
que le dice a todo el mundo que conoce en la calle que tienen que venir
a mi restaurante y probar la comida. —Bella se rió.
Parker captó lo hueca que sonaba su risa. Podía escuchar a través
del teléfono lo cansada que se encontraba, y sabía exactamente lo que
necesitaba.
—Escucha, tuve una idea, y realmente no puedes decirme que no,
porque me lo debes.
—¿Te lo debo? —preguntó Bella, comenzó a enfadarse con él.
¿Cómo podía pensar que ella le debía algo?
—Bueno, la última vez que te vi, te dije que era grosero de tu parte
abandonarme y no utilizar los pases de backstage que te di. No solo eso,
sino que fuiste a esos eventos de caridad con Thomas, y ni siquiera me diste
una oportunidad. Así que, como lo veo, me lo debes —explicó.
—En primer lugar, te dije que fui detrás del escenario, que solote
encontrabasocupado... —le recordó.
—Bien, bien... lo entiendo. Pero de todos modos, todavía no puedes
decirme que no. —Respiró hondo, listo para el asalto verbal que se
aproximaba—. Tengo un billete para ti en el aeropuerto JFK, sale mañana
por la tarde para que vengas y me encuentres en la gira. Es solo por un par
de días, me encontrarás en Indianápolis, verás el espectáculo allí, y luego
viajarás conmigo a Chicago, luego, St. Louis, y volarás de vuelta a Nueva
York desde St. Louis.
—Parker, ¿has olvidado que tengo un restaurante funcionando? —
espetó. ¿Cómo se atrevía a tomar estas decisiones por ella?—. Además, ya
te dije que nuestras vidas son muy diferentes. No estoy familiarizada con
todo eso de las fiestas, y ver a las chicas por todas partes. —Por mucho
que la volvía loca que asumiera que dejaría sus responsabilidades para
verlo "tocar", también tuvo la tentación de aceptar su oferta. No solo
necesitaba un descanso, sino que lo echaba muchísimo de menos.
—Escucha, lamento que suene como que estoy dictando tu vida,
pero la verdad es que te necesito en estos momentos. Necesito un poco
de normalidad. Siento que me volveré loco, y aún tenemos como tres
semanas —le dijo con sinceridad—. Necesito a alguien que me aterrice y
parece que tienes un don para eso.
Isabella se detuvo, sin saber qué decir. Su mente luchaba con sus
pensamientos, tanto vacilantes y excitados al mismo tiempo.
—¿Te puedo llamar de vuelta con una respuesta? —preguntó.
—Tienes hasta la hora en que laves tu ropa para llamarme —bromeó,
conociéndola mejor de lo que ella pensaba.
91
Isabella estuvo de acuerdo, y colgó el teléfono. El corazón le latía
con fuerza mientras marcaba otro número de teléfono.
—¿Hola? —Una voz masculina cansada contestó el teléfono.
—¿Dylly? Necesito un favor —dijo en voz baja—. Y si dices que sí, te
daré una semana extra de vacaciones que puedes utilizar en dos
semanas.
Dylan gruñó. Sabía lo que venía, y tan frustrante como era, la
semana extra de vacaciones sería muy apreciada.
—¿Qué noche libre necesitas? —preguntó.
—Bueno, a ver, la cosa es esta. Como que necesito los próximos seis
días libres —le dijo tímidamente. Un momento de miedo pasó por ella, y
luego fue golpeada con un poco de sentido común. Era la jefa, era dueña
del restaurante, y trabajaba para ella—. Dylan, realmente necesito este
tiempo libre, y realmente necesito que te ofrezcas y veas el restaurante
mientras no esté —le dijo, más segura ahora.
—Está bien —cedió—. ¿Me dirás a dónde vas?
—Solo es un viaje para darme un poco de la relajación que tanto
necesito —le dijo—. Tengo que correr, terminar con mi ropa sucia, y
comenzar a empacar. Me voy mañana por la tarde y volveré en poco
menos de una semana. Tendré mi celular si me necesitas.
—Bien, diviértete —le dijo Dylan, obviamente no significaba el
sentimiento detrás de sus palabras. Se dio cuenta de que se sentía molesto,
pero en su emoción no le importaba.
Abrió su teléfono de nuevo y fue a la lista de llamadas recibidas.
Pulsó el botón de llamada y el teléfono marcó el número de la última
llamada recibida.
—Será mejor que escuche un sí saliendo de tu boca —dijo Parker
incluso antes de decir hola.
—Solo dime a qué hora tengo que estar en el aeropuerto —se
apresuró a decir antes de cambiar de opinión.
—El vuelo es a la una, pero asegúrate de estar allí temprano. No
quiero una llamada diciéndome que te has perdido tu vuelo. Voy a tratar
de estar en el aeropuerto en Indy por ti, pero si mi manager piensa que no
es seguro, lo enviaré para que te recoja. —Parker se encontraba feliz, pero
nervioso al mismo tiempo.
—Está bien, nos vemos mañana entonces. —Colgó el teléfono, su
estómago un manojo de nervios. ¿Qué significaba esto para ellos? ¿Qué 92
esperaba de ella? ¿Sería capaz de manejar su "otra vida"?Sabía que no
dormiría esa noche, no había manera de que su mente le dejara de hacer
todas estas preguntas.
El avión aterrizó en Indianápolis, Indiana, e Isabella escuchó al piloto
decirles que disfrutaran de su estancia. Se encontraba impresionada,
Parker había volado en Primera Clase, pero de nuevo, no esperaba menos
de él. Era simplemente típico de Parker, siempre atento... o al menos típico
de un lado de Parker que conocía.
Tiró de su equipaje de mano a través de las puertas dela terminal,
buscando a cualquier persona familiar, o alguien que llevara un cartel con
su nombre en él. Caminó entre la multitud de gente esperando, y de
repente sintió una mano en su brazo mientras se movía entre dos personas.
Bella miró la mano y movió sus ojos hacia arriba al brazo de la persona que
sostenía el suyo. Mirando aún más hacia arriba, vio a un hombre con el
pelo rubio hasta los hombros, un sombrero de camionero al revés, y gafas
de sol de aviador. Justo cuando se encontraba a punto de decirle al
hombre que sacara sus manos sucias de ella, se inclinó y le susurró al oído.
—Me alegro de que no te perdiste el magnífico vuelo. —La besó en
la mejilla y la arrastró escaleras abajo, al área de reclamo de equipaje.
Puso su dedo en los labios, manteniéndola efectivamente callada, y
no diciendo nada que pudiera llamar la atención sobre ellos. Una vez que
tuvieron su otra maleta, salió del aeropuerto a un coche con chófer
esperando.
De forma segura en el interior del vehículo con vidrios polarizados
oscuros, se quitó las gafas de sol, sombrero y peluca. Ahuecó su pelo y miró
a la mujer que aún permanecía tranquila.
—Puedes hablar ahora. —Se rio de la admiración en sus ojos, y la
sonrisa en su rostro.
—Te extrañé mucho Parker —dejó escapar antes de que su cerebro
pudiera detenerla.
—No tanto como yo te extrañé, Bella. —Se inclinó y la abrazó con
fuerza, no le gustaba la sensación de su cuerpo. Su madre tenía razón,
había perdido mucho peso, demasiado en realidad. Poco a poco se alejó
de ella, y por primera vez, vio lo cansada que en realidad lucía. En ese
momento, se comprometió a hacer de este viaje las mejores vacaciones
que hubiera tenido.

93
12
Traducido por Bett G.&Zely Medel
Corregido por Elizabeth Scarhood

―¿Cuáles son los planes para hoy? ―preguntó Bella mientras


cargaban su equipaje en el hotel y lo llevaban a la habitación.
Isabella miró a su alrededor, impresionada con el vestíbulo y todos los
muebles en el hotel. Era obviamente un hotel de primera categoría, del
tipo que no está acostumbrada a alojarse. Antes de que su restaurante se
convirtiera en un éxito, vivía un estilo de vida de clase media. Y ahora que 94
el dinero rodaba por The TigerLily, realmente no ha tenido tiempo para
disfrutar de lujos.
―Bueno, primero vamos a conseguir que te instalen en tu
habitación, y luego tienes una cita en el spa mientras voy a hacer mi
prueba de sonido. Cuando vuelva, tenemos reservas para la cena,
entonces pensé que podíamos caminar alrededor de Monument Circle
por un tiempo y ser todos unos turistas ―le dijo en el ascensor.
―¿El spa? ―preguntó Bella.
―Sí, te apunté al paquete completo… facial, masaje, una especie
de baño de barro cosas… que funcionan ―respondió, mirando los
números en el ascensor, viendo cómo iban a la planta superior.
Sacó una tarjeta llave de su bolsillo trasero y la deslizó en la
cerradura, abriendo la puerta en un instante.
En el pasillo, Isabella miró a su alrededor y vio que la única puerta
que había era la que Parker abría. Lo siguió hasta la habitación y vio un
salón gigante con puertas que llevaban a dormitorios y baños separados.
―¡Parker, esto es enorme!
Se echó a reír.
―Bueno, estoy tan cansado de dormir en espacios reducidos en el
autobús de la gira que decidí conseguir el penthouse y permitirnos el lujo.
Me estás dando una excusa para dormir en hoteles buenos, mientras estás
de visita, en lugar de estar sufriendo ambos en el autobús.
La llevó hasta una habitación grande.
―Esta es mi habitación, solo en caso de que estés asustada o…
caliente. ―Ella se rió y golpeó su brazo cuando él movió sus cejas. Riendo,
caminó un poco más lejos y abrió otra puerta―. Esta es tu habitación.
Isabella entró en la habitación y miró a su alrededor. Se encontraba
decorada tan elegantemente con crema, dorado y toques de marrón.
Parker dejó la maleta grande en la cama, y volvió a salir.
―Tu cuarto de baño está a través de esa puerta de ahí. ―Señaló
una gran puerta a su izquierda―. Ese es el armario si lo necesitas, pero solo
estarás aquí hasta mañana. Mmm, hay comida y bebidas en la cocina,
sírvete lo que quieras. Ah, y la cita es en cuarenta y cinco minutos, así que
has lo que necesites, pero debes estar abajo en el spa para entonces.
Estaré de vuelta poco después de que termines de ser mimada, y nuestra
reservación para cenar es a las ocho.―Recorrió toda la lista, Isabella
tratando de asimilarlo todo. 95
Puso su equipaje de mano abajo y lo siguió hasta la puerta del
penthouse.
―¡Parker, espera!
Él dejó de apresurarse a salir y se volvió para ver lo que quería. Una
vez que se detuvo, se puso de pie con torpeza, no muy segura de qué
decir. Se acercó a él lentamente y le dio un suave beso en la mejilla.
—Gracias.
Parker asintió, sin saber muy bien qué decir sin arruinar el momento
que compartían. Le regresó el beso en la mejilla, y salió por la puerta.

***

Después de dos horas de felicidad absoluta en el spa, Isabella


regresó a la habitación, usando la tarjeta de acceso que Parker le dejóen
su mesa de noche. Se dejó caer sobre la cama, sintiéndose tan relajada, y
se quedó dormida fácilmente.
Parker regresó a la habitación una hora más tarde, y se paró en la
puerta mirándola dormir. Se debatía entre si debía dejarla dormir, o
despertarla para prepararse para la cena. Lo que realmente quería hacer
era meterse en la cama con ella en ese mismo momento, y ver a dónde lo
llevaba. En cambio, en voz baja se deslizó en la habitación y se sentó en la
cama junto a su lado. Le dio un beso en la frente, despertándola de su
siesta.
Una lenta sonrisa se extendió por su rostro, sintiéndose
completamente rejuvenecida. Estiró los brazos sobre su cabeza, gimiendo
suavemente. Parker la miró y sintió una agitación en sus pantalones
mientras se estiraba. Su inocencia tuvo tal efecto en él, lo cual fue una
sorpresa.
―Buenos días bella durmiente. ¿Quieres dormir más? Puedo
cancelar nuestras reservas y solo ordenar servicio al cuarto después.
Un gruñido del estómago de Isabella le dio la respuesta. Ambos
rieron al oírlo.
―Estoy definitivamente lista para la comida. ¿A qué tipo de lugar
vamos? ―preguntó, levantándose y yendo a su maleta para averiguar
qué ponerse.
―Vístetebonito, pero cómodo para que podamos pasear más tarde
―le dijo―. ¿Puedes estar lista en veinte minutos? 96
―Sin duda. ¿Pero tú puedes, niño bonito? Parece como si el pelo de
punta es de muy alto mantenimiento ―bromeó con él.
La levantó mientras salía de la habitación para prepararse a sí
mismo, dejándola sonriendo mientras ella recogía su ropa. Cuando se
encontró de pie en su cuarto de baño, el único pensamiento en su cabeza
fue que este viaje era exactamente lo que necesitaba.

***

Veinte minutos más tarde, Parker finalmente salió de su habitación.


Se sorprendió al ver a Isabella sentada en el sofá, hojeando una revista.
―Ya es hora ―bromeó, sin levantar la vista dela revista.Finalmente,
la arrojó sobre la mesa de café y volvió a mirar a Parker. Su respiración se
atascó mientras asimilaba su apariencia. Su atuendo no era nada
extraordinario, pero por alguna razón, se veía increíble. Su camisa azul
acero se encontraba abierta para revelar una camiseta negra debajo, las
mangas arremangadas ligeramente.
Bajando la mirada, captó los pantalones negros y los Doc
Martensnegros. Lo miró con admiración, notando que cada uno de sus
cabellos se encontraba en el lugar correcto, para que no se viera como
que ni siquiera-lo-intenté.
Al mismo tiempo, Parker examinaba a Isabella. Por lo general, vestía
de negro, pero hoy tenía un muy interesante tono camel, y se veía muy
bien en ella. Sus botas altas de cuero a la rodilla hacían juego con la
chaqueta de cuero camel que llevaba. Llevaba una camiseta blanca
ajustada que se metía en su mini falda de mezclilla, que atraía demasiada
atención a su pecho y piernas al mismo tiempo. Necesita mantener sus
hormonas bajo control.
No se sentía seguro de lo que Bella quería de él, y no quería
asustarla.
Se aclaró la garganta.
―¿Estás lista?
―Ah, sí, ¡me muero de hambre! ―Se acercó a él, y enganchó su
brazo en el suyo―. Vamos por nuestra comida.
Parker se echó a reír mientras la acompañaba al ascensor y bajaban
para esperar el auto a la ciudad. Nunca había visto a Isabella tan
despreocupada y jovial. No, excepto cuando se estuvo borracha, y no
había mucho que él recordará de esa noche. 97
La cena estuvo bien, pero Parker seguía insistiendo que a pesar de
que era un restaurante muy conocido en Indy, no tenía nada como
TigerLily. Eso hizo que Isabella se ruborizara, mientras protestaba que la
comida era deliciosa. En el fondo, sin embargo, seguía pensando lo que
podría ser añadido o quitado de cada plato para hacerlo mejor.
Después de su comida, se dirigieron al paseo del Canal Indianápolis,
después de caminar por el centro comercial Circle Center y Union Station.
Fue una hermosa noche mientras caminaban tomados del brazo, visitando
todos los sitios del hermoso centro de la ciudad. La gente se sentada en los
bancos junto al canal, y algunos viajaban por el agua en las góndolas.
Parker miró a Bella, e incluso en la oscuridad, podía decir que
empezaba a verse mejor. Todavía necesitaba alimentarla, conseguir que
su peso subiera, pero eso no era algo que pudiera pasar durante la noche.
Mientras se dirigían de regreso a su hotel en el centro, ninguno de los
dos podía luchar contra sus bostezos. Fue un largo día para ambos, y su
agotamiento anterior no hizo nada para ayudarlos. Necesitaban una
buena noche de sueño en una cama confortable, sin nada que los
distrajera.
De vuelta al hotel, Parker condujo a Isabella a la puerta de su
dormitorio, y tomó su mano entre las suyas. Se la llevó a la boca donde la
besó gentilmente. Después de haber bajado su mano, no la soltó mientras
la miraba a los ojos.
―Gracias por venir Bella. Realmente te extrañé.
―También te extrañé —susurró, sobresaltada, pero un poco
encendida por la intensa mirada de sus ojos―. Gracias por esta noche, fue
perfecta Parker —le dijo, besando su mejilla mientras huía a su habitación
antes de que algo pasara.
Parker suspiró mientras se dirigía a su habitación. Definitivamente
necesitaría una ducha fría antes de que fuera capaz de dormir esa noche.

***

A la mañana siguiente, Isabella despertó sintiéndose mejor de lo que


había estado en mucho tiempo. Después de que se duchó, se cambió a
pantalones vaqueros y una camisa roja de botones que acentuaba sus
curvas. Cuando por fin salió de su habitación, se sorprendió al ver que
Parker se había levantado y ya vestido. Se encontraba sentado en el sofá,
leyendo el periódico de la mañana. 98
―¿Parker Davidson lee el periódico? ―Bromeó―.¿Qué pensarían tus
fans? —Se movió más cerca―. Y es incluso la sección de “¡mundo y
política!”―Tenía que admitir que se impresionaba.
Parker la miró de regreso y sonrió. Antes de que supiera que pasaba,
el brazo de Parker serpenteaba alrededor de su cintura y la tiró sobre el
sofá en su regazo. El periódico fue olvidado cuando empezó a hacerle
cosquillas sin piedad. Se movió en su regazo, riendo hasta que no podía
respirar. Le divertía Parker tanto por hacerla reír, pero también por sentir su
cuerpo sobre el suyo. Un golpe en la puerta los detuvo a ambos
parándolos en seco, Isabella tratando de arreglar su cabello, que quedó
en mal estado mientras recuperaba su aliento. Parker se puso de pie,
bajando eficazmente a Bella al suelo. Miró hacia abajo y se rió.
―El desayuno está aquí, ¿piensas que podrías querer levantarte por
el o se supone que voy a darte de comer en el suelo? ―Bromeó mientras
iba a abrir la puerta.
―Imbécil —gimió Bella mientras se levantaba del piso, ordenando su
ropa y cabello, que seguían siendo un desastre. Vio como un hombre
hacia rodar un carro grande en su habitación, dejándolo al lado de la
mesa del comedor. Parker entregó al hombre una propina, y le dijo que
podía tomarlo desde allí. Isabella se acercó a ayudar a Parker a descargar
el carro, asombrada de ver toda la comida que tenía allí.
―¿Estás esperando invitados para el desayuno? ―preguntó.
―Nop, solo tú y yo ―dijo, mirando toda la comida. Sacó una silla
para Isabella―. A comer ―le dijo mientras se sentaba en su silla y
comenzaba a tomar algo de comida. Su plato se desbordaba para el
momento en que terminó, y no podía esperar para probar todo.
Isabella comenzó a tomar algunas pequeñas porciones de algunos
platos, pero después de ver lo mucho que Parker tomaba, y escuchar su
estómago rugiendo de nuevo, agarró más. Miró a su plato, sin saber por
dónde empezar, ya que todo parecía y olía muy bien. Decidió comenzar
con los panqueques de arándanos, sus favoritos, asegurándose de que
definitivamente sería capaz de comerlos, y no estar demasiado llena si los
guardaba para el final.
Parker la miraba mientras comía, el brillo en sus ojos, feliz de que
estuviera lo suficiente cómoda a su alrededor para comer de la manera en
que lo hacía, y feliz de que sus ojos tenían ahora su brillo de regreso en
ellos.
―Pensé que podríamos ir de compras esta mañana antes de que 99
tengamos que ir al local. ¿Suena bien para ti? ―preguntó entre bocado y
bocado.
―Suena muy bien. No he estado de compras en mucho tiempo.
Pero, ¿crees que puedes manejar ir de compras conmigo? ―Sabía que a
los chicos nunca les gustaba ir de compras, a excepción de Jason, y no se
sentía segura de poder considerarlo “un chico”.
―Puedo manejarlo. Me vendrían bien un par de cosas nuevas
también. Pero la condición es que tienes que dejarme escoger un atuendo
para que lleves al concierto de esta noche.―Le guiñó un ojo.
Sus ojos se abrieron.
―No estoy muy segura de eso. He visto cómo algunas de esas chicas
se visten en tus conciertos, y no puedo verme usando algo como eso.
Las Manos de Parker volaron dramáticamente a su pecho.
―Estoy herido de que incluso pienses que te haría vestir como esas
putas. —Le sonrió―. Tengo mucho mejor gusto que eso.
―Bien, pero si está siquiera cerca de ser como prostituta, tengo el
poder de veto ―le advirtió―.¿Vas a estar bien para ir de compras sin
conseguir ser agobiado?
―Estuve bien en el aeropuerto ayer, ¿verdad? ni siquiera tuve que
engañarte. ―Señaló.
Isabella asintió y empujó su silla de la mesa.
―¡No podría comer otro bocado! Apuesto a que he ganado cerca
de cinco libras.
―Bien, lo necesitas. Estas demasiado delgada. —La miró y la vio
rodar los ojos―. He terminado también, vamos de compras.

***

Cuatro horas y un sinnúmero de bolsas después, Isabella y Parker


regresaron a la habitación del hotel.
―Tenemos una hora antes de que tengamos que salir para el local.
Haz las maletas ya que no volveremos aquí esta noche. Vamos a conducir
a Chicago después del concierto y conseguir un hotel allí.
Bella asintió, y se fue a su habitación para ducharse y prepararse.
Todavía se sentía un poco nerviosa de vestir la ropa que Parker eligió para
ella, pero al mismo tiempo, sabía que él pensaba que lucía caliente en ese
100
atuendo.
Mientras se duchaba, reflexionó sobre su relación con Parker. Veía
el deseo en sus ojos, pero él nunca hizo nada más que sostenerle la mano
o besar su mejilla. La trataba tan bien mientras se encontraba allí con él,
pero se preguntaba qué pasaría esa noche, en el camerino, después del
concierto. ¿Y cómo se sentía acerca de él? Claro, se sentía atraída por él,
y disfrutaba el tiempo quepasaban juntos. Definitivamente hay química,
¿pero podría manejarlo con él de gira todo el tiempo, viéndolo en los
tabloides con todas esas chicas?
El agua comenzó a correr fría, así que salió de la ducha y trabajó en
su cabello y maquillaje, tratando de hacerse ver un poco menos aburrida,
pero no como vagabunda como era seguro que las otras chicas se verían.
Entró a su dormitorio y empacó toda su ropa excepto por un
atuendo. Lo sacó de la bolsa de ropa en que se encontraba y lo puso
sobre la cama. No podía creer que Parker incluso hubiera insistido en
escoger su ropa interior para la noche, o que lo dejara.
Lentamente, deslizó la tanga de seda púrpura por sus piernas, y ató
el sujetador sin tirantes a juego en su pecho. Después se deslizó en la
apretada mini falda negra brillante, y luego en el top color púrpura. Los
brazos y el pecho estaban sueltos y fluían, con una amplio cuello barco,
todo destacando abajo a la cintura apretada en la parte inferior de la
camisa. Se puso sus botas altas de cuero a la rodilla, con tacones de
aguja, para completar el conjunto. Comprobándose en el espejo, sonrió a
su reflejo. Se encontraba lista para darles a las otras chicas una carrera por
su dinero en el concierto.
Cuando dejó su habitación, con su equipaje arrastrando detrás,
Parker ya esperaba por ella.
Isabella se sonrojó, pero levantó las manos y giró en un círculo para
él.
―¿Y bien? ¿Esto es lo que imaginabas cuando lo escogiste?
Parker caminó hacia ella, sacudiendo su cabeza. La sonrisa se le
escapaba de la cara de Isabella mientras permanecía de pie ante ella.
―No ―le dijo―. Es mejor de lo que imaginé. ―Puso su dedo debajo
de su barbilla y la levantó para que pudiera mirarla a los ojos―. Te ves
impresionante Bella. —Poco a poco, su cara se acercó más y más a la de
ella. En un instante, sus labios se tocaron, sintiendo el alivio a través de él,
finalmente, haciendo lo que había querido hacer desde que la vio
caminando por la puerta en el aeropuerto.
Bella suspiró al sentir los labios de Parker sobre los suyos. Antes de que 101
supiera lo que hacía, abrió la boca para darle acceso a profundizar el
beso. Al sentir su lengua invadir su boca, sus rodillas se debilitaron.
Parker fue el primero en retroceder, preocupado de que si no lo
hacía, irían más lejos de lo que cualquiera de ellos podía manejar por el
momento. Había mucho de lo que necesitaban hablar antes de tomar ese
paso, de nuevo, pero esta vez sobrios. Sonrió ante la mirada aturdida en el
rostro de Isabella, dando a su confianza el impulso que necesitaba cuando
se trataba de ella.
―Mejor nos vamos. El autobús nos espera abajo.
Bella se aclaró la garganta y sacudió la cabeza, tratando de volver
a sus sentidos.
―Cierto―dijo y se movió a agarrar sus maletas de nuevo.
Parker fue a agarrar sus maletas al mismo tiempo, y sus manos se
tocaron, ya que ambos tomaron la misma bolsa. Isabella retiró la mano
como si acabara de ser quemada.
―Las tomaré―le dijo―. Luces demasiado bonita para estar llevando
estas pesadas bolsas.
Bella se sonrojó de nuevo y agarró su bolso. Miró alrededor de la
habitación, triste por dejar un lugar tan extraordinario, sin saber lo que se
avecinaba.

***

El autobús era justo lo que Isabella imaginó. Una pequeña zona de


estar en la parte delantera detrás del conductor, una pequeña mesa de
comedor después de eso, una pequeña cocina, un par de literas, y una
"sala de estar" más grande en la parte posterior. Su representante y agente
ya se encontraban en el autobús esperando por ellos, y saludaron
calurosamente a Isabella, mientras fueron presentados.
Parker guardó su equipaje debajo de las literas, justo al lado de la
suya. La llevó a la sala de estar de vuelta donde pudieran sentirse
cómodos y estirarse. Bella se dio cuenta de que Parker parecía un poco
tenso, así que se sentó junto a él y le dijo que se diera la vuelta. Trataba de
ser cuidadosa en cómo se sentaba en su falda, no queriendo mirarse toda
arrugada para el tiempo que realmente llegaran a la sede. Extendió sus
manos y comenzó a masajear los hombros de Parker, notando lo tenso que
se hallaba.
102
―No es justo que recibiera el masaje ayer y tú no. Se siente como si
realmente lo necesitaras―le dijo, trabajando en los nudos cerca de los
omóplatos.
Parker dejó caer la cabeza hacia adelante y gimió.
―Dios se siente tan bien―dijo―. Solo me pongo un poco tenso antes
de los espectáculos. ―Parte de lo que decía era verdad, la otra parte era
que su encuentro con los labios de Isabella le dejó un poco tenso.
Antes de que se dieran cuenta, el autobús rodó hasta el centro de
Música Verizon, el centro de conciertos al aire libre en el que iba a estar
tocando. Todos caminaron a un área detrás del escenario donde se
hallaba el camerino de Parker. Entró en el cuarto de baño para cambiarse,
salió luciendo como la estrella de rock que era.
Su representante Tom les llevó a otra habitación privada, donde
habría un meet and greet para algunos de los fans que tenían boletos
especiales. Parker firmó autógrafos y se tomó fotos con sus fans, mientras
que Isabella se quedó a un lado observando. Nunca dejaba de
sorprenderle lo mucho que la gente se asombraba en torno a Parker. Lo
idolatraban, y empezaba a darse cuenta de lo afortunada que era de
conocerlo, sobre todo cuando no dejaba de mirar hacia ella y guiñarle un
ojo.

***

El concierto fue genial. La multitud se hallaba tan dentro de él, y


Parker se encontraba en su zona. Se puso de pie en un lado del escenario,
observando todos sus movimientos. Se daba cuenta de por qué le gustaba
lo que hacía, por qué se le ocurrió la fiebre de la realización. Ni siquiera se
encontraba en el escenario, pero podía sentir cada parte de la emoción.

***

Después de que el espectáculo terminara, Parker fue a su camerino


a la ducha, dejando a Isabella valerse por sí misma en la sala donde todos
sus fanáticos esperaban ansiosamente por él. Tenía una copa en la mano,
que casi había desaparecido debido a su nerviosismo. No sabía qué
esperar una vez que Parker se metió en la habitación. 103
Una puerta se abrió, y supo al instante que Parker se hallaba en la
habitación. Se abrió paso entre la multitud, unas cuantas chicas le
paraban para besarlo, cámaras parpadeando todo el tiempo. Vio que
Parker trataba de ser amable, pero que no disfrutabade las chicas
agarrándolo.
Se dirigió hacia donde Isabella se encontraba y le besó los labios
ligeramente.
―Me alegro de que en realidad te quedaras esta vez―bromeó con
ella.
―No tenía otra opción, mi paseo no se hallaba listo para irse
todavía―bromeó de regreso―. Estuviste genial ahí fuera. ―Sus ojos
brillaban ante el cumplido, contento de saber que ella se divertía.
―No nos vamos a quedar mucho tiempo, solo lo justo para decir que
aquí estaba, entonces podemos hacer nuestro escape.
Isabella asintió, ansiosa por salir de debajo de los ojos vigilantes de
las fanáticas. Consiguió otra copa, y esperó pacientemente a que Parker
le dijera que era hora de irse. Media hora más tarde, la salvó, y la llevó
hasta el autobús.
―Estaremos en Chicago en unas tres horas. ¿Quieres cambiarte a
algo cómodo y venir a la parte de atrás y ver la televisión conmigo?
―preguntó.
―Suena muy bien para mí―le dijo.
Parker consiguió dos pares de pantalones cortos deportivos y una
camiseta y la sudadera de su armario cerca de su litera. Le entregó la
camiseta y unos pantalones cortos a Isabella para cambiarse mientras
tomaba los otros cortos y camiseta.
―Lo siento, no quiero tener que escarbar tu equipaje fuera en este
momento―dijo. Isabella asintió y miró a su alrededor un poco,
preguntándose dónde podría cambiarse―. El baño es justo ahí, voy a estar
en la parte posterior cuando hayas terminado.
Se cambió de ropa y se encontró con Parker en la parte de atrás
donde se hallaba tumbado en uno de los sofás, ya viendo la televisión.
Levantó la vista cuando entró y le dio unas palmaditas al lugar junto a él.
Se acercó y se acurrucó junto a su cuerpo, sintiendo su calor. Parker sacó
una manta del respaldo del sofá y los cubrió a ambos, luego envolvió su
brazo alrededor de su cintura. Juntos los dos se quedaron dormidos, en la
comodidad de los brazos del otro. 104
13
Traducido TamiMiau& Arancha
Corregido Sapphire
Mientras se encontraba en la ducha, Bella apenas podía acordarse
haber llegado al hotel mientras se hallaba en Chicago, la noche anterior.
Solamente se acordaba de haberse quedado dormida en la parte
de atrás del ómnibus con Parker después se acoraba de él cargándola
atreves del lobby y el elevador luego colocándola en la cama.
Sonrió para sí misma, dándose cuenta de lo realmente increíble que
él estaba siendo, dándole todas las cosas que necesitaba sin que tuviera
necesidad alguna de decírselo.
105
Después de hacer todo su ritual mañanero Bella salió al área común
de la suite, era igual a la de Indianápolis, solamente que más grande.
Agarró el menú del servicio a la habitación formulando una lista de lo que
pediría, cuando la puerta de Parker se abrió. Miró hacia él y una sonrisa se
le formó.
—Justo iba a pedir algo para comer. ¿Para qué estás de humor?
Parker caminó hacia ella y agarró el menú de su mano, le besó la
coronilla y le tomó la mano.
—No hay nada aquí, vamos a comer —le dijo y la llevó hasta la
puerta.
—¡Pero, Espera! —dijo Isabella, mientras frenaba—. Necesito mi bolso,
y tú, tu disfraz.
Parker le sonrió.
—Hoy saldré sin uno, estamos en Chicago, pero si quieres tu bolso
adelante.
Isabella agarró rápidamente su bolso de la habitación y salieron.
Era un hermoso día en Chicago. El sol brillaba, la temperatura era
perfecta, y había una suave brisa. Parker e Isabella caminaron
atravesando las calles de la ciudad, admirando las vitrinas, hablando,
mirando, buscaron un café para comer algo.
El celular de Parker sonó, era su mananger, le dijo a Bella que
necesitaba atender la llamada. Se alejó de él, yendo a un puesto al aire
libre, para proporcionarle algo de intimidad. Miró diferentes revistas, sin ver
ninguna que le atrajera, hasta encontrar unas de Parker, y sin resistir las
recogió. Lo vio terminar la llamada y entrego los periódicos al cajero para
pagarlos, sin siquiera ojearlos.
Parker se unió a ella cuando el cajero le entregó su compra.
—Lo siento Tommy solamente me preguntaba por el calendario que
vendrá.
Le sonrió mientras la envolvía en sus brazos.
—¿Que compraste?
—Solo un poco de material de lectura.
Abrió la bolsa.
—Todo sobre el famoso Parker Davidson.
Parker gruñó.
—No puedo esperar para ver lo que dicen esta vez.
106
Justo en una esquina encontraron un acogedor café, con algunas
mesas en la vereda. Era exactamente lo que buscaban. Se sentaron y
ordenaron. Mientras esperaban Isabella se puso a leer la primera revista.
—¡¡¡OOOOHHH!!! Esta es una de mis favoritas, pareces agradarles
mucho —dijo.
Parker le arrebató la revista de la mano mientras reía al mismo
tiempo.
—Veamos lo que he estado haciendo.
Ojeó atreves de las páginas hasta encontrarse en ellas. Una mueca
se formó en su cara.
—Seguramente no pierden su tiempo.
Isabella lo miró, y miró a la revista que tenía en frente.
—¿Son estas las cosas que has estado leyendo para mantenerte al
tanto de lo que hago? —le pregunto.
Isabella asintió, sin confiar en su voz. Había sido ingenua al confiar en
los periódicos, pero honestamente no sabía lo que pensar de Parker
Davidson la súper estrella de rock. Antes del viaje, lo único que conocía de
él era lo que había visto en el concierto. En su mente solo veía a los
periódicos y solo leía el todo junto.
La confusión invadió su mente cuando leyó el periódico esa
mañana. No sabía a ciencia cierta si reír o llorar. La mirada de Parker le
decía todo lo que necesitaba saber.
—Bueno, estoy agradecido de saberlo ahora, prefiero ahora que
después —le dijo intercambiando los periódicos con ella. Todos tenían las
mismas fotos, así que eso no era necesario.
Isabella miró las fotos que fueron tomadas la noche anterior al
concierto. Parker se encontraba en todas ellas con chicas, Bella era una
de ellas. No solamente las fotografías inundaron su mente, pero las historias
que estaban describiéndolas eran aún peores. Se acordó de esa noche,
de algunas chicas. Habían agarrado a Parker y le habían dado un rápido
beso, no como insinuaba la foto.
Una imagen realmente es solo un instante, un rápido momento en el
tiempo que se eterniza, y Bella comprendía eso ahora más que nunca. Los
artículos contiguos solamente describían lo cuan playboy era Parker y
cuan rockero era.
—Guao, no me di cuenta que estaba esa chica esa noche.
107
Le dijo Bella a Parker, señalando la foto en que se encontraban él y
la chica rubia apenas vestida. La leyenda de la foto decía “duro y
caliente”, toda la noche estuvieron juntos. Se rió mientras rodaba los ojos.
—Ella era la gran apuesta.
Parker tomó la revista de sus manos y la tiró.
—Es así como me ves, ¿cómo estos tipos que publican estas cosas?
La miró seriamente mientras se lo preguntaba.
Bella suspiró.
—No se Parker, estoy confundida, no sé cómo debo verte, como la
Estrella de Rock Parker o como el Dulce y Sexy Parker.
Hizo una pausa por un momento.
—Me gustaría pensar que eres el Parker que veía películas conmigo
cuando me encontraba en el hospital, el que me ha sacado de mi
frenética rutina laboral para pasar unos días con él.
—¿Pero? —preguntó sintiendo que allí había algo.
—Pero veo los periódicos, las revistas, y veo como las chicas están
sobre ti en cada concierto, y honestamente, me enloquece un poco, me
tiento a creer que te encanta eso —admitió.
Parker asintió a la mesera ni bien les llegó la comida, esperó que se
fuera y después habló.
—Te dije antes que amo lo que hago. Me encanta salir al escenario,
tocar y hacer música, tocar para inmensas multitudes. Está en mi sangre,
en mis venas. Y sí, cuando era joven, me encantaba como todas las
chicas se tiraban sobre mí. Pero ya no soy ese chico calentón nunca más.
No estoy buscando por una groupie aleatoria para follar, ellas solo me
quieren por mi nombre y por mi dinero. También no besé a propósito a
ninguna chica desde la primera vez que nos vimos, y después de eso, fue
solo por mi imagen.
Levantó sus manos señalándose.
—Este soy yo Bella, el yo real. Tan bien o tan mal esto es lo que soy.
Soy el chico que inventa razones para entrar a tu restaurant esperando
verte. Soy el chico que se reocupa por cada pensamiento tuyo, pero
intenta no demostrarlo. Soy el chico que ama a su madre tanto como ella
lo vuelve loco. Soy el chico celoso de verte con cualquier otro hombre. Soy
el chico que haría cualquier cosa para verte sonreí.
Se movió y tomó su mano entre las de él.
—También soy el chico que quiere estar pura y exclusivamente
contigo, pero sé que nunca seré el chico en el que más confiaras.
108
Los ojos de Isabella miraron al piso donde las revistas de espectáculo
habían sido lanzadas.
—La confianza no es algo fácil para mí. Lógicamente, sé que esas
fotos no siempre muestran la verdad, pero una parte de mí se pregunta si
alguna de ellas es real, o si la tentación de chicas calientes que se tiran
hacia ti puede ser más fuerte que tu deseo por mí.
—Bueno, no sé qué otra cosa puedo hacer para demostrarte que no
soy una estrella de rock mujeriega. Te he dicho antes que hay una imagen
que tengo que mostrar por mi carrera, lo que significa que tengo que ir a
las fiestas de detrás de escenario y actuar como si estuviese teniendo un
buen momento. Si pudiese pararlo para demostrarte lo serio que soy
acerca de estar contigo, lo haría —suspiró—. Pero simplemente no es
posible. Y entiendo que la confianza es algo que te tienes que ganar, pero
mira al pasado y ve si hay algo que tal vez te guie a entender que puedes
confiar en mí.
Isabella asintió.
—Solamente estoy asustada que si te entrego mi corazón, terminare
herida.
—Nena, ya tengo tu corazón, y solo estoy esperando para que te
des cuenta —la alcanzó y pasó sus dedos por su mejilla—. Y estaré aquí
esperando cuando lo hagas.
Bella se sonrojó y comenzó a comer, poniendo fin a la conversación,
o al menos a la parte fuerte de ésta. Él le dio el resumen de los días
siguientes en Chicago, diciéndole que tenían un par de apariciones que
hacer esa noche, y que luego podían ir a un club si es que se encontraba
de ánimo. La mañana siguiente tenían un par de espectáculos en las
radios, luego un ensayo en el lugar del concierto que era la noche
siguiente. Se quedarían en Chicago después del concierto y se irían a St.
Louis la mañana siguiente para un show esa noche. El día después, ella se
iría y estaría de vuelta en su vida de Nueva York.
Isabella se preguntó cómo él podía mantenerlo todo tan ordenado,
siendo tantas ciudades diferentes, cada una teniendo diferentes agendas
y eventos. Parecía que ni siquiera dos ciudades tenían las mismas cosas
esperando por él. Le daba definitivamente una idea de su vida en el tour, y
por qué se sentía tan cansado, sin tiempo para llamarla. También sabía
que habían cancelado algunas apariciones porque había venido a
visitarlo. Era algo que había escuchado a Tommy y él peleando por
teléfono, pero no les dejó saber que lo sabía.
Después de almuerzo, caminaron un poco, comprando en tiendas
109
caras en las que Isabella nunca había comprado antes. Cada vez que
agarraba algo negro, Parker lo sacaba de sus manos y lo reemplazaba
con algo que tenía un montón de color. Ella rio con su comportamiento
ridículo y terminó comprando un arcoíris de ropa con distintos colores.
Cuando volvieron al hotel, Parker fue a su habitación a prepararse
para las apariciones que había agendado para la tarde. Cuando le
preguntó a Bella si quería ir, educadamente dijo que no, así se podía
relajar por un momento en la habitación del hotel, y tal vez usar el jacuzzi.
Una vez que él se había ido, Isabella tuvo mucho tiempo para
repensar su conversación. ¿Realmente ya le había dado su corazón?
¿Realmente confiaba en él? Su primera idea fue llamar a Dylan, pero sabía
que no le gustaba Parker, y sería totalmente partidista. Él único que sería
honesto con ella era Jason.
El número de Jason pasó por su teléfono, y justo cuando iba a cortar,
respondió sin aliento.
—¡Hola Mary! ¿Cómo están las vacaciones?
Bella se rió.
—¡Están geniales! Exactamente lo que necesitaba —Sonrió
soñadoramente—. ¿Por qué te demoraste tanto en contestar?
Jason rió.
—Me encontraba un poco ocupado, despidiéndome de un chico
caliente en mi puerta. Y nunca adivinaras quien era.
—Estas en lo correcto, y sabes que odio estos juegos, así que solo
dime quien era. —Fue a su habitación y se puso su traje de baño mientras
hablaba con él, agarrando su pareo y la llave de su habitación saliendo
hacia el jacuzzi y la piscina del hotel.
—Es alguien a quien conoces bastante, y es absolutamente un buen
besador—emitió.
—¡Jase! ¡Por el amor de dios dime!—gritó, enojándose, el sonido
haciendo eco en el ascensor.
Jason se rió, amando molestarla así.
—¿Recuerdas cuando te dije que Thomas saldría del closet? Bueno,
¡Mi gay-rar8se hallaba en lo correcto! Me lo topé en la calle ayer, fuimos
por unos tragos, y bueno… acaba de irse.—Sonaba tan complacido
consigo mismo.
—¡Bien por ti querido! ¿Lo veras de nuevo? —Se sentía de verdad
feliz por él.
—Se supone que no reuniremos de nuevo mañana. Es un poco difícil
110
porque aún no sale del closet y no estoy seguro si quiero lidiar con eso o
no. —Suspiró—. ¿Estás enojada conmigo?
—¡Para nada! De hecho te llamaba para hablarte de algo
relacionado con eso. —Bella miró por la puerta de vidrio hacia donde
estaban el jacuzzi y la piscina, feliz de que estuviera completamente vacío.
Entró y se quitó el pareo, metiéndose en el agua extremamente caliente
con un gemido de placer—. Entonces, ¿sabes que estoy de tour con Parker
ahora, cierto? —Cuando Jason le contestó con un “Obvio”, continuó—.
Bueno, tuvimos una intensa conversación hoy acerca de cuanto quiere
estar conmigo, pero eso no pasará hasta que confíe en él. Luego dijo que
ya tenía a mi corazón, y que solo necesito darme cuenta y dejar que las
cosas pasen. ¡Y ahora estoy realmente confundida! No sé cómo confiar en
él cuando sé que esta de tour y todas esas chicas quieren meterse en sus
pantalones, incluso cuando estamos juntos, nunca me ha dado una razón
para no confiar en él. De hecho, cuando estamos juntos, confió en el más
de lo que confío en otra persona aparte de ti.
—Tengo que admitir, que no me sentía muy seguro acerca de él al
comienzo, pero realmente estoy comenzando a pensar que es buen chico
Bella. Y completamente sexy, pero eso es un punto aparte.—Siempre sabía

8Gay-rar: Combinación de las palabras gay y radar.


cómo hacer reír a Bella—. Sé que lo que vimos en el concierto no fue algo
bueno, besaba a otra. ¿Pero llegó más lejos que eso? ¿Han hablado de
eso?
—No, no fue más lejos que eso, y no hemos hablado de cómo nos
sentimos ambos acerca de lo ocurrido. Y me dijo que no ha besado a otra
chica durante estas últimas semanas, incluso cuando lo atacan mientras
camina entre la multitud.
—Bueno cariño, de la manera en que lo veo, es que nunca vas a
saber si no le das una oportunidad. Solo relájate y déjate ir, y ve donde las
cosas te llevaran. Eres controladora con cada otra parte de tu vida, solo
esta vez, se impulsiva y para de pensar demasiado y tratar de controlar
cada aspecto de ella —le sugirió.
Sabiendo que se encontraba en lo correcto, Bella le agradeció y
cortó la llamada después de desearle suerte con Thomas, el hijo de Sasha.
Cerró los ojos y recostó su cabeza en contra de la orilla del jacuzzi. Le diría
esta noche que quería tratar tener algo con él.
Parker regresó con aspecto desgastado y cansado de sus
compromisos. Bella se sintió muy mal por él, sabiendo que ella había
descansando, algo que él no tenía el lujo de hacer. Le dirigió una sonrisa
cansada y fue al sofá llevándola con él. 111
—Déjame tomar una ducha y te llevaré a cenar —le dijo seguido de
un bostezo.
—Tengo una mejor idea, te vas a acostar un rato y pediré servicio a
la habitación. ¿Trato? —Le sonrió simpáticamente.
—¿Segura? —dijo al ver que ella asentía—. Con una condición. Una
vez que pidamos servicio a la habitación diles que lo entreguen dentro de
una hora, y entras conmigo, hoy estoy de humor para abrazar.
—Bien, pero solo abrazar.
Él le sonrió inocentemente. Ordenaron la cena y se fueron a la
habitación. Una vez en la cama él se puso de costado y la acercó a su
cuerpo, de manera que pudieron cucharear. Su brazo la envolvió por la
cintura sintiendo un perfecto encaje entre ambos. Justo antes de dormirse
se prometió que iba a demostrarle que podría confiar en él y que podría
ser el hombre que la hiciera feliz.
***
Parker se despertó con el golpeteo de la puerta, sintiéndose más
descansado de lo que había estado en un largo tiempo. Isabella
descansaba a su lado, obviamente sintiendo también el golpeteo de la
puerta. Ella se levantó, pero Parker la empujo devuelta hacia él. Lo miró en
protesta pero la calló con un suave beso.
—Gracias por dormir conmigo no me di cuenta de cuanto lo
necesitaba.
Se levantó y fue a atender el golpeteo de la puerta, dejando a
Isabella sentada en la cama tocando sus labios y sonriendo.
Después de la cena decidieron quedarse mirando algunas películas
y relajándose. Se acurrucaron juntos en el sofá y miraron una de las
películas de Pay Per View movies, que el hotel ofrecía. Cuando Isabella
puso la película en mute, se sentó frente a Parker quien inmediatamente se
puso en guardia. La mirócuidadosamente como si fuese a hacer algo que
a él no le iría a gustar.
—Estas en lo correcto —comenzó a decir.
—Usualmente lo estoy —respondió, sonriendo despacio aprehensivo.
Ella se rio, iba a hacerlo muy difícil para ella, odiaba cuando él se
ponía todo simpático y ella intentaba conversar algo serio con él.
—Estabas en lo correcto cuando dijiste que ya tenías mi corazón y
cuando me habías dado miles de razones para confía en ti.
Esas palabras corrieron através de sus labios, él sonrió y le dijo:
112
—¿Y esas palabras que significan?
Ella puso en blanco los ojos.
—Eso significa que voy a darle una oportunidad a “nosotros”, pero
no quiero acelerar las cosas, especialmente cuando estás en un tour.
—Sabía que verías las cosas a mi manera eventualmente —bromeó,
y ella se le tiró encima en el sofá, lucharon juguetonamente en el sofá,
hasta que apresó su cuerpo debajo de el de él. La besó profundamente,
saboreando su boca, sus lenguas pelearon, y se le escapó a ella un suave
gemido que vibraba en su garganta. Cuando finalmente pararon para
tomar aire, le sonrió con alivio.
—He estado queriendo hacer esto desde que te vi en el aeropuerto.
Ella solo sonrió y se sentó.
—Estamos perdiéndonos la película.
Se puso de lado y se tumbó hacia atrás sacando el televisor del
mute.
Él jugaba con su pelo y le pasaba ligeramente las manos arriba y
abajo por sus brazos mientras trataba de ver la película. Pero sinceramente
no tenía ningún interés en hacerlo. La única cosa en la cual se
concentraba era la mujer en sus brazos, a esta mujer jamás querría dejarla
ir. Bella tenía el mismo problema, cada vez que la tocaba, escalofríos
atravesaban su cuerpo, y sabía que había tomado la decisión correcta.
Incluso si no lo conocía del todo, se sentía bien.
Bella bostezó. Había estado luchando para mantenerse despierta
desde la última media hora, pero no quería salir de los brazos de Parker. Al
verla bostezar, se levantó del sofá, y la empujó para que también lo hiciera
luego le dio un suave beso en los labios.
—¿Quieres dormir conmigo esta noche? —le preguntó—.Solo dormir,
lo prometo —añadió,cuando vio la mirada incierta cruzar su rostro.
Ella asintió con la cabeza y se fue a la habitación a cambiarse de
pijama. Parker esperaba en la cama para cuando llegó, y se colocó bajo
las sabanas, cara a cara con Parker.
—Gracias por hacerme tomar estas vacaciones, aparentemente las
necesitaba más de lo que pensaba —admitió.
—Estoy muy feliz de que estés aquí. Estoy tentado a secuestrarte y no
dejarte volver a Nueva York, hasta que la gira haya terminado.
Ella se echó a reír.
—Dylan ya está cabreado conmigo por salir. Supongo que lo he 113
estado dejando solo por demasiado tiempo.
—Es tu empleado. ¿Si no puede manejar y hacer lo que su Jefe le
pide o demanda tiene que encontrar otro trabajo, o no? —pensó.
—Lo sé, pero es más que un empleado, es un amigo también, talvez
necesito conseguirle algo de ayuda.
Al ver el estrés en su cara nuevamente Parker cerró el espacio entre
ellos y le besó nuevamente. Lo que comenzó como un suave beso se
transformó en apasionado, que dio lugar al toqueteo y a que ambos se
sujetaran firmemente. Las manos de él recorrieron su torso y pararon en sus
ya erectos pezones, levantó su blusa acariciándolos debajo de ella, luego
dirigiéndolas más hacia abajo.
Entre ello ella movió su mano tocando su erección, la mano de él
cubrió la de ella. Sus bocas se separaron y le dijo—: Si sigues así voy a
romper mi promesa de dormir solamente.
—Estoy totalmente de acuerdo con eso—le dijo y trató de tocarlo de
nuevo.
—Bella, lo prometí, lo lamento —dijo con dolor en su cara,
acogiendo su rostro entre sus manos—.Bebé, no existe nada más que
quiera hacer ahora, que hacer el amor contigo, pero vamos a tomarlo
lento, y de ninguna manera iré contra mi palabra.
Ella asintió y lo miró levantarse de la cama.
—Solamente voy a tomar una rápida ducha y regresaré.
Bella rodó colocándose sobre su espalda, ni bien la puerta del baño
se cerró, también cubrió su cara con sus manos mientras esta se cubría de
rubor. No sabía en lo que se había metido, nunca antes había actuado así.
Pero también se sentía segura que esto siempre sucedía cuando se
encontraba con él.
***
Parker se levantó temprano al otro día, totalmente listo para su
entrevista en la radio. Comenzó a besar suavemente el cuello de Isabella
causando que se despertara sonriente.
—Mmmm, que manera de levantarse —gimió mientras se
despertaba.
—Y eso es.
Parker se levantó, y se puso a juntar ropa para ir a darse un baño.
—¿Quieres venir conmigo? Puedes venir conmigo a la entrevista si
114
quieres, es a prueba de sonido, esta todo en tus manos.
—No existe otro lugar u otra cosa que prefiera hacer que pasar el día
contigo.
Le guiñó el ojo, mientras se levantaba de la cama, mientras él se
levantaba mordiéndose el labio y dirigiéndose hacia una ducha de agua
helada.
***
Las entrevistas de radio eran interesantes por lo menos. Algunos eran
agradables e intentaban hacerle preguntas interesantes a Parker, pero
lucían amateurs. Algunos eran realmente graciosos, sin embargo no
perdieron el tiempo cuando lo vieron con Isabella. Le preguntaron si
finalmente había abandonado su vida de playboy para establecerse.
Siendo diplomático y políticamente correcto, les contestó″¡solo el
tiempo lo dirá!″ La última estación de radio le hizo remembranza al show
de Howard Stern.El anfitrión era vulgar, empujando al límite las cosas que
Parker podía o quería decir, pero él se lo tomó con calma. Fue una lucha
de ingenios y Bella se alegró de ver que Parker se mantuvo firme sin perder
los estribos.
Después de comer algo rápido, se fueron a la prueba de sonido, y al
ensayo.
Parker tocó todo lo programado cambiando incluso un poco de su
indi, para sorprender a las fans que iban a ver una y otra vez el
espectáculo. Bella se quedó a un lado mirándolo, y se sentía tan
impresionada como la primera vez que vio el espectáculo. Si a él no le
gustaba como sonaba la canción la volvía a hacer una y otra vez hasta
que sonara cono a le gustaba. Usualmente era la banda que lo
estregaba, pero siempre tomaba toda la responsabilidad.
Todo llevó más tiempo de lo que Bella pensó que tomaría pero
entendió que Parker necesitaba perfección. Después de la prueba de
sonido y del ensayo, se hizo muy tarde, así que solamente regresaron al
hotel y durmieron, ambos tuvieron un día muy largo, y mañana sería otro
largo día, el día del concierto.
Parker se debilitó un poco el día del concierto, así que intentó
descansar, y tomar muchos líquidos para no deshidratarse en el
espectáculo.
Isabella le dio un poco de tiempo a solas mientras hacía las veces de
turista y veía las cosas. Su lugar favorito fue el Shedd Aquarium. Pasó un par
de horas allí, ese lugar le dio un sentimiento de paz. 115
Al momento en que volvió al hotel, ya era hora del concierto, como
no se sentía segura de lo que él quería que se pusiera optó por una
camiseta de los Rolling Stones, con una falda vaquera corta, y un cinturón
negro tachado que colgaba de su cintura. Dejó su pelo suelto, y lacio, lo
que le llevo 45 minutos. Su maquillaje le llevó más de lo habitual, ya que
era más cargado de lo que siempre usaba, abandonado el look de chica
dulce e inocente. No quería arruinar su imagen.
Cuando terminó de prepararse, se encontró con una nota en la
mesa que decía que llamara a Tommy cuando estuviera lista, ya que
Parker tenía que estar antes en el concierto.
Marcó el número que se encontraba detrás del billete que dejó y
quince minutos más tarde se hallaba en un coche con Tommy dirigiéndose
hacia el espectáculo de Parker. Tommy no habló mucho con ella, así que
asumió que no le agradaba. Pero eso no importaba, lo que importaba era
que a Parker si.
Después del espectáculo fue lo mismo que las demás veces. Una
multitud de personas, en su mayoría mujeres, todas esperando por Parker.
Bella fue inteligente esta vez, se quedó cerca de la puerta, entonces fue
una de las primeras personas que él vio al salir.
Fiel a su estilo ni bien la vio la envolvió en sus brazos y la besó
duramente. Podría escuchar detrás de ella a las chicas gemir, Parker ni
abandonó su lado en todo el tiempo, y cuando estuvieron allí una
cantidad de tiempo suficiente se fueron al club que había prometido
mostrarle mientras estaban en Chicago.
Cuando llegaron fueron llevados automáticamente a la sala VIP,
que tenía una mesa privada para él y sus acompañantes.
Las bebidas comenzaron a fluir, Isabella sintió ganas de bailar. Parker
se sentíamás que feliz en cumplir sus deseos. Bailaron como si fueran los
únicos en la pista de baile y no duraron mucho tiempo en la pista. Así que
se marcharon. Camino al hotel en el auto no podían quitarse las manos de
encima.
Comenzaron a desvestirse en el elevador, Bella comenzó a
desabotonar la camiseta de Parker y la tiró de su cuerpo. Fueron a las
tientas a su suite, abrirla la puerta de la misma les llevó más tiempo ya que
ninguno separó los labios del otro. Ni bien entraron se desvistieron
totalmente. Siquiera pudieron llegar al dormitorio. La llevó contra la pared
al lado de la puerta.
Hacía mucho calor, el ambiente se encontraba cargado de pasión y
electricidad, la tensión sexual acumulada. La llevó al clímax tres veces 116
hasta que se permitió llegar y luego se deslizaron exhaustos al suelo, para
intentar recuperar energía. Ninguno de los dos se había ido de copas,
ambos estaban totalmente conscientes de lo que habían hecho esta vez.
Isabella sabía que esto era solo el comienzo, miró hacia el futuro, y con ese
pensamiento cayó en el sueño.
14
Traducido por Arancha y Vicky
Corregido por Sapphire
Luego de dejar a Bella en la cama, Parker se la quedó mirando un
rato. Al observar sus rasgos, sabía que era la mujer más hermosa que
conocía. Sus dedos pasearon por todas las características de la chica: sus
cejas, su nariz, sus mejillas, su barbilla, y lo más especial, sus labios rojos que
pedían ser besados.
Sintiendo el suave tacto sobre su piel, Bella se despertó. Parker se
inclinó y le dio un besito.
—¿Se supone que soy el chico que daría la vuelta y dormiría luego
de haber tenido sexo?
117
Bella se sonrojó.
—Lo siento. Supongo que realmente me desgastaste. —Sonrió
avergonzadamente.
Parker amaba la dicotomía entre su inocencia y su pasión. Estaba
más allá de una amante dispuesta y ansiosa durante el sexo, pero luego se
avergonzaba de haberse quedado dormida. Esa era una de las
cualidades que más amaba de ella. Y siempre lo mantenía adivinando.
A veces podía ser impetuosa y despegar un avión de guerra en su
contra, pero al mismo tiempo se encontraba obsesionada por compartir
sus rutinas diarias. Era una gran trabajadora que había vertido su corazón y
su alma en su restaurante, pero también sabía cómo divertirse, o por lo
menos aprendía. Era una buena amiga, pero parecía imposible entrar en
su círculo y ganar su confianza.
Bella interrumpió sus pensamientos mirándolo con una mirada
extraña.
—¿Por qué me miras así?
—Lo siento,solo pensaba. —Sonrió—. Estoy feliz de que nos hayas
dado una oportunidad. No lo digo por el sexo espectacular que tuvimos.
Bella se le tiró encima, pinchándolo con el dedo. Estaba sonrojada.
—No hagas que me arrepienta, Parker, estrella de rock.
—Nunca —prometió y lo selló con un beso. El beso se intensificó y
Park la llevó hacia su regazo.
Ella podía sentir la dureza tocándole la entrepierna, y solo necesitó
eso para excitarse. De todas las chicas que lo rodeaban todo el tiempo, se
sintió bien poder excitarlo con un simple beso. Las manos del joven llegaron
a sus pechos y se los masajeó al tiempo que ella se presionaba contra su
erección. Ninguno de los dos fue capaz de reprimir los gemidos de éxtasis.
Antes de lo que esperaba, la giró para quedar sobre ella. Lentamente,
bajó por su cuerpo, dejando un rastro de besos con su paso. Sus ojos se
abrieron cuando le besó el clítoris y lamió la ranura. Su espalda,
incontrolablemente, se arqueó, dejándole un mejor contacto con su
núcleo, y dejándole a su dedo la entrada de su vagina. Sus labios y manos
trabajaban en armonía, dándole el orgasmo más fuerte que alguna vez
tuvo por sexo oral. Lentamente volvió a subir dándole besos. La miró
profundamente antes de besarla de nuevo. Fue diferente a los besos rudos,
salvajes, que habían compartido por la noche. Fue tierno y cariñoso, se
llevó el aliento de Bella.
Despacio, Parker entró en Bella, sin dejarle de mirar los ojos ni por un 118
segundo. Apoyó un codo para sostenerse y con la otra mano se acomodó
su cabello sudoroso. Le besó todo el rostro mientras entraba y salía
delicadamente de ella. Bella no pudo despegar su mirada de él ni por un
segundo. Había algo especial en todo esto, y ninguno quería admitirlo.
Los movimientos lentos golpeando en los lugares adecuados
dibujaron en Bella un orgasmo, pero la mantuvieron al borde. Parker
parecía estar así también, pero la esperaba. Luego de otro par de
entradas, la sintió estrecharse alrededor de él, haciéndolo consiente del
placer. Esto era exactamente lo que esperaba, y luego también se dejó ir.
La delicada manera en que le hizo el amor era el símbolo de todo lo
que la amaba, incluso sin decirle una palabra.
***
Bella se recostó sobre Parker luego de haberse bañado. Justo
cuando se encontraba a punto de quedarse dormida, se despertó cuando
él saltó de la cama.
—¡Mierda! —gritó.
—¿Qué pasa? —A Bella le dolió en el estómago verlo tan
angustiado. Él negó con la cabeza un par de veces, y luego la miró con
una disculpa en los ojos.
—Lo hicimos sin protección, Bella. Lo siento tanto. No sé qué me pasa
cuando estoy contigo, me vuelvo irracional.
Bella sonrió.
—Está bien. Tomaba la píldora antes. —La sonrisa del chico
desapareció. —Tomo la píldora ahora también. Ven a dormir.
Parker se relajó, pero se sintió mal al traer los recuerdos de su aborto.
Por mucho que le doliera, sabía que era peor para Isabella.
—Lo siento tanto, bebé. —Se recostó contra ella y la acercó a su
cuerpo, tratando de alejar los recuerdos.
***
Los días en St. Louis pasaron muy rápido. Antes de lo que pensaban,
se encontraban parados en el medio del aeropuerto, Bella tratando de
retener las lágrimas y Parker usando una peluca rubia, un viejo sombrero y
una remera con el logotipo de una empresa agrícola. El flequillo de la
peluca era bastante largo, así que no necesitaba usar anteojos, en
especial ese día nublado. El clima se encontraba como su ánimo. A nadie
le gustaba decir adiós.
Parker sostuvo a Bella entre sus brazos.
—Solo serán un par de semanas, luego volveré a Nueva York. —
119
Parker la abrazó un poco más fuerte sin saber si lo hacía por el bien de ella
o el suyo. Luego de un par de días se había acostumbrado a tenerla cerca
todo el tiempo.
—Lo sé, y estaremos tan ocupados que el tiempo volará, ¿no?
Asintió.
—No te ahogues en el trabajo. Si mi madre me dice que trabajas
demasiado no podré ser feliz, ¿sabes?
Ella le sonrió.
—Veremos. Estoy segura de que tengo mucho que hacer en la
cocina luego de haberme ausentado por casi una semana. Y le prometí a
Dylan algunos días libres por cubrirme.
—Bueno, será mejor que me ponga en marcha, no quiero perder el
vuelo. —La agarró de la cintura y la besó suavemente—. ¿Me prometes
algo? —Lo miró con ojos inocentes—. No más revistas de chismes. Sabes
que lo que dicen son mentiras. Te prometo que estos labios solo te
pertenecen a ti. —Sonrió y apuntó a sus labios antes de volverla a besar.
—Te lo prometo —contestó ella honestamente—. Nos vemos pronto.
—Te llamaré cada vez que pueda. Un par de semanas, ¿recuerdas?
Ella asintió y se giró para irse. Sin poder contenerse, le agarró la mano
y le dio un profundo último beso, que la dejó con una sensación en las
rodillas y un poco desconcertada.
Lo miró una última vez en la parte de seguridad, y de repente su
pecho se llenó de vacío.

***
Justo como había supuesto, Dylan le dio la espalda cuando volvió a
trabajar el día siguiente. Por mucho que le doliera su trato y que fuese su
amigo, sabía que era la jefa y que iba a ser capaz de contar con él en su
ausencia. Sabiendo que la actitud del hombre solo significaría un
obstáculo, le dio las vacaciones antes, una semana después.
Lo llamó a su oficina para contarle, esperando que las cosas no
terminaran con golpes. Ya tenía suficiente con el dolor de cabeza que le
causó todo el papeleo que hizo durante la mañana.
—¿Qué pasa, jefa? —preguntó con un tono de molestia.
—Deja esa actitud, Dylan. Soy tu amiga, pero también te pago un
sueldo. Debes tenerme un poco más de respeto.
—Bueno, después de las fotos que muestran tus hazañas de la
120
semana pasada te mereces el respeto ¿Crees? Nunca pensé que te
volverías una putasolo para llamar la atención de una estrella de rock. Y yo
que pensaba que necesitabas un descanso. Debería haber sabido que
verías a ese perdedor cuando no me dijiste nada.
Bella tomó dos respiraciones profundas, tratando de manejar su
enojo.
—Honestamente, Dylan, no te debo ninguna explicación. Lo que
haga con mi tiempo libre no es tu problema. ¿Y decirme puta? Pensé que
me conocías más que eso, pensé que eras mi amigo. Tus vacaciones
acaban de comenzar, tienes cuatro semanas. Si no vuelves con una
actitud diferente, considera que no solo te quedas sin trabajo, sino que sin
una amiga también. —Señaló la puerta, dándole a entender que no lo
quería allí.
Caminó hasta la puerta, y antes de salir se quitó el delantal.
—Me alegra ver como eliges a un tipo por sobre nuestra amistad.
Se fue con un portazo.
Isabella sintió las lágrimas en sus ojos. Nunca pensó que su amigo la
trataría de esa forma, y odiaba tener que actuar como la jefa, pero el
hombre necesitaba que lo pusieran en su lugar. En vez de guardar los
papeles que había sacado posteriormente, fue a la carpeta de currículos.
Los examinó detalladamente y seleccionó cuatro de los cientos que tenía.
Todos ellos tenían experiencia en gastronomía y habían ido trazando su
camino comenzando como sirvientes. Con Dylan o no, necesitaría más
ayuda en el restaurante desde que era más concurrido.
Después de programar las entrevistas de los cuatro candidatos,
volvió a los papeles sobre su escritorio y decidió primeramente resolver los
problemas que se habían presentado durante la semana. Este iba a ser un
largo día.
Más tarde esa noche cuando la gente empezó a irse, fue a la
cocina a ayudar a los chefs. Una vez que todo se hallaba bajo control, se
fue al comedor a ver si alguien necesitaba su ayuda. Todo se encontraba
lleno, incluyendo la sala de banquetes, también había personas
esperando en el vestíbulo. Por mucho que amaba los negocios odiaba ver
a la gente esperando en el vestíbulo durante mucho tiempo. Así que
agarró una gran bandeja y colocó muchos aperitivos mixtos y los dejó en
el vestíbulo para la gente que esperaba.
Hizo sus rondas, parando en cada mesa para asegurarse que nadie
precisara nada y que todo estuviera bien, no recibió ni una sola queja.
Luego se acercó a una mesa muy familiar. 121
—Buenas noches, Damas. Es bueno verlas nuevamente.
Sonrió y se sentó cuando le ofrecieron quedarse.
—Escuché que te tomaste unas vacaciones Isabella. Al parecer hizo
maravillas contigo —la elogió Sasha.
—Thomas dijo que le gustaría que lo llamaras ni bien volvieras.
Isabella miró a Bunny, y compartieron una sonrisa casi imperceptible.
—Lo siento Sasha, pero me he involucrado con otra persona, fue
totalmente sin querer, pero sucedió. Además, no creo ser el tipo de
Thomas. Pero voy a llamarlo y explicárselo a él.
Realmente quería a Sasha y no quería decepcionarla.
—Está bien, querida. Esperaba que salieran, pero entiendo cuando
dos personas no son compatibles, no adelanta forzarlo.
—Creo que lo sospeché desde que me enteré que habías estado
con Parker.
Se rió dejando a Isabella un poco desubicada.
Isabella se rió cubriendo su cara con las manos para ocultar el rubor
de las mismas. Miró a Bunny, quien sonreía con orgullo.
—Creo que gané la apuesta — le dijo a Saha.
—Pero lo más importante, estoy muy feliz que tú y Parker estén
felices. —dijo guiñándole a Isabella—.Hablé con el hoy, y sonaba
rejuvenecido. Creo que eras exactamente lo que necesitaba, lo mismo
para ti, estas radiante.
Isabella volvió a sonrojarse.
—La pasamos muy bien, estoy contenta que me invitara a
acompañarlo, no lo hubiera hecho por mi cuenta —dijo soñadora—. Pero
tiene esta forma de convencer, que es imposible decirle no.
—Solamente estoy ansiosa a que termine su tour y pueda volver aquí
contigo —le dijo Bunny.
—Yo también —le respondió Bella, un poquito más entusiasta y
expresiva de lo que hubiera querido.
—Bien damas, detesto dejarlas,pero el deber me llama.
Las chicas se despidieron y al hacerlo se dio cuenta que Bunny tenía
una sonrisa inédita.
***
En la semana siguiente, Isabella fue a trabajar temprano para
compensar el trabajo retrasado debido a sus vacaciones. Parecía ser una
pequeña venganza de Dylan. Cada día, volvía a casa y realizaba su
122
rutina. Entrevistó a varios candidatos a la posición de asistente de gerente,
y terminó por elegir a una mujer que parecía muy eficiente y tenía
excelentes recomendaciones. En su primer día, le explicó todo lo que
esperaba de ella. Le reveló que el restaurant era su bebé, y que esperaba
nada menos que la perfección y satisfacer a los clientes. Abigail o Abby,
pareció entenderlo y concordar plenamente.
Lucía bien a sus treinta y siete años, era soltera y no tenía hijos,
siempre dedicaba el cien por ciento de su tiempo al trabajo. Le habló
respecto a Dylan, y como también sería su jefe por cierto tiempo, hasta
que se acostumbrara. Como Dylan se hallaba en vacaciones, no tenía
mucho tiempo para entrenar a Abby, hasta que volviera de sus
vacaciones. Esto dejaba a Abby de manos atadas por el momento, pero
todo se arreglaría. También tenía un respaldo por si acaso Dylan y ella no
congeniaban o sucedía algún otro imprevisto.
El tiempo volaba y al mismo tiempo era muy lento. No podía esperar
a ver de nuevo a Parker. Las cosas funcionaron muy bien cuando lo visitó,
pero ¿Cómo sería cuando se encontraba en casa por tiempo
completo?¿Estaría molesto por su arduo trabajo y dedicación?¿Se abriría a
ella? ¿Quedaría con el corazón roto? ¿Cómo sería luego de su periodo de
luna de miel?
Parker había llamado un par de veces, en compensación las
conversaciones eran muy rápidas y llenas de emoción. Ambos odiaban
estar lejos uno del otro. Le hizo saber que el último concierto de su gira, era
en su ciudad y quería que fuera.
—Intenta mantenerme alejada —dijo ella bromeando.
—Bien, voy por ti después del concierto así podemos estar juntos en
el backstage mientras me preparo —le dijo
—¿No te voy a ver antes de eso? —preguntó con pesar.
Generalmente siempre tenía una prueba de sonido, o ensayo el día antes
del concierto, a menos fue así cuando se encontraba con él.
—No, lo siento. Tan pronto como lleguemos a la ciudad tenemos que
ir a la prueba de sonido y a ensayar, y solamente tendré una hora y media
para eso, e incluso arreglarme para salir al escenario.
—Bien, lo entiendo —dijo feliz de que por lo menos lo vería en los
próximos días, y tenía que pensar en cómo salir del trabajo esa noche.
Dylan todavía no habría vuelto, y Abby recién había empezado.
Parece que es hora de confiar un poco en ella —pensó para sí
misma.
Enlos siguientes días se encontraba tan ocupada entrenando a su 123
Cheff Antoine, de cómo cuidar las cosas en su ausencia. No era nada
distinto de lo habitual, pero solo le dijo que quería que todo lo que saliera
de la cocina estuviera perfecto, y que ocasionalmente pasara a ver los
clientes para verificar si estaban satisfechos.
Al final de la noche debía limpiar como usualmente lo hacían, luego
cerrar la caja, y dejar todo listo para el día siguiente.
La noche del concierto había llegado. Salió del restaurante ni bien
empezó la cena, Antoine le prometió que mantendría todo bajo control.
Corrió al apartamento para bañarse y vestirse antes que Parker llegara.
Después de ducharse, se puso rizadores, y fue al closet para elegir un
atuendo sexy, que pudiera enloquecer a Parker.
Terminó por elegir un pantalón negro justo, con una camiseta strappy
y unos tacones plateados y se secó y fijó el pelo. Se maquilló. Cuando
finalmente estuvo lista, quedó muy satisfecha con los resultados. Se aplicó
un poco de laca y se fijó al espejo, sus rizos estaban perfectos. Se roció con
perfume y esperó a Parker.
Antes que pudiera siquiera sentarse, golpearon la puerta, eso la hizo
sonreír. Corrió a abrir la puerta, y su corazón casi estalla de felicidad al
verlo del otro lado. Saltó a sus brazos, y aplastó sus labios en los de él,
besándose apasionadamente.
—Dios, como te extrañé—dijo Parker, mirándola de arriba abajo, y
luego la encerró en sus brazos nuevamente—.Te vez increíble, pero te falta
algo.
Bella miró, y se auto revisó. Se encontraba vestida, y con maquillaje,
tenía su bolso.
—¿Que me falta?—preguntó con el ceño fruncido por la confusión.
—Esto—dijo Parker con un collar colgando de su mano, Bella lo miró
sorprendida. Era de oro blanco con un dije de corazón hecho de
diamantes y una llavecita. En la parte posterior estaban grabados sus
nombres.
Se dio vuelta y recogió el pelo para que pudiera ponérselo.
—Eres la única que tiene la llave de mi corazón.
Luego la besó lentamente. Isabella sintió su voz flaquear, y las
lágrimas casi por derramarse. Se miró al espejo y finalmente pudo hablar.
—Gracias, es perfecto.
La besó nuevamente y le dijo que tenían que apurarse para llegar a
tiempo. Cerraron la puerta, y bajaron de la mano.
Por mucho, esto es demasiado bueno —pensó ella. 124
15
Traducido por Lipi-Lipi
Corregido por Sapphire
¡El concierto fue increíble! Parker salió por segunda vez,
complaciendo a la multitud increíblemente fuerte. Bella se sentía tan
orgullosa de mirar hacia el escenario y saber que su novio era por él que
estaban gritando; quien trajo a todos ellos a sus pies. Lo veía en sus ojos
cada vez que salía; se hallaba en su elemento, vivía para estar en ese
escenario.
La fiesta se hallaba repleta, casi hasta el punto de ser desagradable.
Pero, por una vez, a Bella no le importaba. Parker se lo merecía, y quería
asegurarse de que se divirtiera y celebrara su último espectáculo de la 125
gira. Cuando entró en la habitación, se encontraba allí esperándolo, con
la cerveza en la mano. Tomó la cerveza y la agarró en un beso
apasionado, todavía montado en su alto espectáculo. Lo único que
podían hacer era reírse de sus travesuras, ni siquiera vergüenza a todos en
el PDA9.
Permanecieron en la fiesta más tiempo que a cualquier otrade las
que habían asistido y Parker se aseguró de mantener Bella a su lado en
todo momento. Vio algunas de las miradas que recibía, y no quería correr
el riesgo de darle oportunidad a ninguno de los tipos borrachos o altos de
conseguir poner sus manos sobre ella. No solo eso, sino que eliminaba la
posibilidad de que otra chica intentara besarlo a tientas delante de ella.
Bella tenía un gran momento. Se dejó ir y lo disfrutó mucho,
agradecida de que estuviera a su lado todo el tiempo. Las bebidas fluían
sin cesar, y aunque había un montón de medicamentos que se estaban
pasando de uno a otro en la habitación, se sentía aliviada de que Parker
no se entregara a cualquiera de ellos.
Después de unas horas, estaba bien pasada de estar borracha, al
igual que Parker, y ambos se hallaban contentos de que la fiesta se
estuviera acabando. Se hacía difícil para los dos estar de pie, no sabía si

9PDA: del inglés personal digital assistant, asistente digital personal.


era el alcohol o los apasionados besos y miradas compartidas entre los
dos.
Finalmente Parker la llevó a la limusina queesperaba, se tropezaron
ligeramente a lo largo del camino. Una vez que se habían metido con
seguridad dentro de la misma, con la ventana de privacidad subida,
finalmente se dieron a su antojo el uno por el otro. El sexo era caliente y
rápido, sin ni siquiera molestarse en desprenderse de todas sus ropas, solo
las que eran necesarias. Parker esperaba que ninguno de los dos se
desmayara porque tenía más planes para ella cuando regresaran a su
apartamento.
El viaje pareció una eternidad después de que finalmente
consiguieron colocar sus ropas de nuevo, pero una vez que pasaron a
través de la puerta de su apartamento, comenzaron a desnudarse otra
vez. Esta vez no fue tan frenético, o como necesitados. Era más suave, y a
veces complicado cuando uno o el otro tropezara en su embriaguez. Pero
cuando finalmente se desplomaron en su cama, fue increíble desde allí.
Parker tomó su tiempo asegurándose de que estuviera lista,
llevándola al borde de su clímax con los dos dedos y la lengua. Cuando la
dejó en ese estado, ella protestó en voz alta, solo para recibir una sonrisa
diabólica de él. Lentamente besó su camino por su cuerpo, y cuando
encontró sus labios, se deslizó dentro de ella con un rápido movimiento. No
126
fue lo suficientemente fuerte para hacerle daño, pero sí lo suficiente para
llevarla al límite que él recientemente había abandonado. Ella gritó en
éxtasis, rastrillando las uñas por su espalda.
Parker miró su cara, y no importaba lo mucho que había bebido, se
hallaba lo suficientemente sobrio en ese momento para tener su mirada de
pura satisfacción grabada en su memoria para siempre. No se sentía
seguro de cuánto tiempo más podría resistir, pero sabía que quería
satisfacerla al menos una vez más antes de que pudiera ceder a su
liberación.
Cuando ella les dio la vuelta para quedar encima, pensó que se
encontraba en el cielo. Sentir su roce en él era increíble, y ver sus pechos
rebotando mientras lo montaba estuvo a punto de matarlo. Ella agarró sus
manos entre las suyas y uniéndolas entre sí por encima de su cabeza,
besándolo con todo lo que tenía, y Parker luchó por su control. Estaba
tomándolo completamente, y le encantó cada segundo de ello. Cuándo
se echó hacia atrás, puso sus manos sobre sus pechos y ella pasó las
manos por su pelo, agarrándolo a medio camino y tiró la cabeza hacia
atrás mientras cabalgaba a través de otro orgasmo.
No podía aguantar más. La mirada de pura felicidad en su rostro
sonrojado y sus contracciones alrededor de él lo enviaron sobre el borde,
explotando su semilla dentro de ella, quiense desplomó ligeramente su
cuerpo sudoroso sobre él, colocándose allí y sintiendo sus corazones
latiendo en carreras juntos. En ese momento, se sintió verdadera y
completamente conectada a él. Sus dedos suavemente corrían hacia
arriba y hacia abajo de su espalda, lo que la hizo temblar ligeramente,
pero disfrutando cada segundo de ello.
—¿Crees que podemos llegar a la ducha? —preguntó ella—. Tengo
que hacer pis, y está a solo un paso.
—Podemos intentarlo, pero hagámoslo rápido, ¿de acuerdo?
Bella asintió con la cabeza y se dirigió al cuarto de baño rápido, y
una vez que tiró de la cadena del inodoro, Parker sabía que podía ir allí
para su ducha. Se lavaron rápidamente, luego salieron de la ducha.
Parker envolvió a Bella en una de sus toallas grandes y suaves, se
alegró de que se no hubiera lavado el pelo. No quería esperar que se le
secara, solo quería volver a la cama con ella. Una vez que estuvieron
secos, se metieron entre las sábanas y se acurrucaron juntos, cayendo
rápidamente dormidos en los brazos el uno del otro.
A la mañana siguiente, Bella se despertó sola, con una botella de
Gatorade10 y algunos ibuprofenos en su mesita de noche. A pesar de que
su resaca sorprendentemente no estaba tan mal, tomó las pastillas y bebió
127
toda la botella del refrescante líquido. Al darse cuenta de que todavía se
hallaba desnuda, tiró de la bata de raso y se fue buscando a Parkeren su
apartamento. En la mesa de la cocina, se encontró una nota diciéndole
que tenía que asistir temprano en la mañana al programa de radio, pero
esperaba estar de vuelta con el desayuno antes de que se despertara.
Ya que no había regresado todavía, saltó a la ducha, liberándose
por completo de cualquier resaca que pudiera haber tenido. Para el
momento en que estaba vestida y lista, Parker volvía con una bolsa de
panecillos frescos y una variedad de queso crema. La boca de Bella
babeada por el olor de los panecillos calientes y lo besó por su
consideración.
Mientras estaban sentados a la mesa comiendo, Isabella tuvo un
pensamiento.
—Sabes, si vas a quedarte aquí mucho más, deberías traer algunas
de tus cosas para que no tengas que salir tan temprano e ir a casa y
cambiarte para cubrir las apariencias.—Inmediatamente su cara se

10Gatorade: es una bebida isotónica, usada para re hidratar y recuperar carbohidratos


(bajo la forma de azúcares sacarosa y glucosa) y electrolitos (sales del sodio y potasio)
agotados durante el ejercicio.
enrojeció—. Quiero decir, si quieres. No tienes que, si es demasiado pronto
para ti.
Parker sonrió.
—Bueno señora Violi, no me di cuenta que estábamos en ese nivel
todavía —bromeó, haciendo que se sonrojara aún más, bajando la
cabeza, así que no podía ver exactamente lo avergonzada que se sentía.
La alcanzó, puso su dedo debajo de la barbilla y la levantó, haciendo que
lo mirara a los ojos—. Me alegro de que estemos finalmente en la misma
página con nuestros sentimientos. Pensé que nunca podría llegar allí. —
Sonrió.
—Entonces, ¿cuántos cajones puedo obtener?
Ella sonrió, sintiéndose aliviada de que no había hecho un asno total
de sí misma.
—Bueno, supongo que puedo limpiar tres cajones, y parte de mi
armario, siempre y cuando no me sigas comprando cosas para llenarlo. Y
puedes incluso tener la mitad del gabinete de las medicinas en el cuarto
de baño —le dijo, como si estuviera haciendo un gran sacrificio. Pero
ambos sabían que no era un sacrificio en absoluto.
—¿Entonces supongo que estaremos aquí la mayor parte del 128
tiempo? —preguntó, sin importarle realmente.
—Es tan cerca del restaurante. Y cuando tienes que hacer las cosas,
por toda la ciudad. De alguna manera tiene sentido, ¿verdad?
Se inclinó y la besó.
—Sí. Y para que conste, puedo estar donde quieras.
Ella sonrió de nuevo, sonrojándose un poco antes de mirar el reloj.
Realmente necesitaba llegar pronto para compensar el no haber estado
allí la noche anterior.
—Bueno, gracias por el desayuno, pero realmente tengo que correr
o voy a llegar tarde.
—¿Quieres que mi chofer te lleve? —se ofreció.
Ella se echó a reír.
—Nos va a tomar más tiempo conducir que caminar, pero gracias.
—Bien —dijo, levantándose de la mesa y tirando de ella con él—.
Vamos entonces. —Ella le dio una mirada confusa—. Voy a pasar todo el
tiempo que sea posible contigo ahora. Sé que estarás ocupada con el
trabajo, y voy a tener que viajar un poco para las apariciones
promocionales, por lo tanto es mi humor, ¿de acuerdo?
Lo besó antes de agarrar su bolso y sostuvo su mano mientras salían
del apartamento. En su camino al trabajo, saludó a toda la gente que
normalmente saludaba, pero sonriendo un poco más.
Una vez que llegaron al TigerLily, se sentía feliz de que ningunos de
sus empleados se encontraba allí todavía. Tiró de Parker al restaurante y le
dio un beso abrasador. Cuando él trató de ir por más, lo apartó con una
sonrisa y le dijo que tenía trabajo que hacer. Él gimió, pero lo aceptó. Con
otro beso rápido, la dejó en su trabajo. Bella se quedó allí por un momento,
viéndolo cómo se alejaba, sintiéndose más feliz de lo que nunca estuvo en
su vida. Prácticamente bailó alrededor de las mesas a su oficina, pensó
que se encontraba en serios problemas debido a sus sentimientos por
Parker. Era demasiado pronto para los pensamientos y sentimientos que se
habían arremolinado alrededor de ella.
La mañana transcurrió demasiado rápido porque se hallaba muy
ocupada limpiando el papeleo en su escritorio. Fue increíble lo rápido que
todos se amontonaron. Poco después de que lo hizo, necesitaba ir a
inspeccionar algunos envíos que estaban por llegar. Parecía que todo
finalmente volvía a la normalidad después de sus vacaciones, y solo se
tardó un par de semanas para llegar. Juró que nunca se tomaría unas
vacaciones así de nuevo, le tomó demasiado tiempo para ponerse al
corriente. 129
Y no era solo la cantidad de trabajo que tenía que hacer,
tambiénperdió a Dylan. Siempre había estado allí para ella, y parecía que
últimamente había estado constantemente enojado. Había estado en sus
vacaciones por unas semanas, y no sabía nada en absoluto de él. Con
toda honestidad, le preocupaba que él volviera y le dijera que había
terminado, que no quería su trabajo ya. Isabella entendía que solo quería
protegerla de Parker, pero también necesitaba confiar en ella y sus
decisiones. Tenía que dejarla ir y dejar que volara o se estrellara, pero
hacer la elección por su propia cuenta. Y si era un verdadero amigo, la
dejaría tomar sus decisiones, entonces estaría allí como su amigo al final,
pasara lo que pasara. Que era cómo funcionaba la amistad, ¿no? Así han
funcionados las cosas con Jason, ¿por qué no podrían ser de esa manera
con Dylan también?
Su miedo de Dylan marchándose la hizo llamar a Abby y pedirle
comenzar lo más pronto posible. Incluso a pesar de que en realidad no
tenía el tiempo extra para entrenarla, necesitaba estar preparada en caso
de que Dylan fuera un tonto y renunciara. Sorprendentemente, Abby fue
capaz de iniciar esa noche, había estado sentada al alrededor aburrida
sin trabajar.
Abby se presentó alrededor de las 4:00 de ese día, dándole un
montón de tiempo para aclimatarse al restaurante antes de que la
multitud de la cena comenzara a filtrarse. Se familiarizo con el menú y se
reunió con los chefs, e incluso probaron algunos de sus alimentos. Estuvo
contenta en su cocina y decía entusiasmada que era mucho mejor que el
último restaurante en que trabajó.
Dado que Abby no estaría trabajando en la cocina, no iba a estar
vestida con una camiseta de color negro con telas a rayas blancas y
pantalones negros. Bella ya había ordenado su uniforme, por lo que se
encontraba listo para cuando llegó allí.
Cuando los primeros clientes entraron, Abby estabaensombrecida
de los mejores camareros, aprendiendo el diagrama de asientos, y cómo
los clientes se sentaban. Se encontraba muy impresionada con el
profesionalismo que vio y se dio cuenta de lo afortunada que era por
haber conseguido el trabajo. Cuando las cosas empezaron a mejorar, se
fue de nuevo a la cocina donde se encontraba Bella. Bella le mostró cómo
se preparaban los postres que sería la única cosa que estaría haciendo ella
allí cuando la cocina estaba demasiado ocupada.
Una vez que estuvo segura de que los chefs lo hacían bien, Bella
llevo a Abby fuera al comedor para saludar a los clientes. Era una de sus
cosas favoritas de hacer en el restaurante, amar a sus clientes,
especialmente a todos los habituales. 130
Se sintió orgullosa de presentar a Abby a todos los invitados, era
maravillosa con ellos, y realmente parecían gustarle. Bella se encontraba
segura de que había tomado la decisión correcta en la contratación de
Abby. Fuera de la esquina de su ojo, vio uno de sus favoritos y no podía
esperar para presentarles a Abby.
En su camino hacia la mesa, Bella dio un breve resumen de lo que
ella iba a encontrarse. En cierto modo, esto emocionaba a Abby, pero de
otra manera, la ponía nerviosa. Sabía que las personas que estaban en esa
mesa eran muy importantes para Bella, y quería causarles una buena
impresión.
—¡Buenas noches señoras! —Bella saludó a las dos mujeres con
sincero entusiasmo.
—¡Bella querida! —sonrió Sasha.
Bunny tuvo la mayor sonrisa dibujada en su cara. Se levantó de la
mesa y envolvió a Bella en un abrazo.
—Está tan enamorado —le susurró, haciendo que Bella se ruborizara.
Bunny se recostó en su asiento y miró a la otra chica—. ¿Quién es esta
chica tan bonita?
—Señoras, quiero que conozcan a la más reciente incorporación a la
familia TigerLily. Esta es Abby, mi nueva encargada auxiliar.
Ambas dijeron sus „holas’ y hablaron con ella un poco de lo mucho
que les encantaba el restaurante.
—No creo que estas dos ya coman en casa, creo que comen aquí
todas las noches. —Bella se rió. Miró a su mesa—. Hablando de comer, ni
siquiera han comenzado. ¿Ninguno de mis camareros ha dejado caer la
pelota sobre ustedes? —preguntó, un poco nerviosa.
—¡Oh, no, no! Le mandamos lejos. Estamos esperando a alguien.
Bunny palmeó la mano de Isabella. Giró la cabeza hacia la puerta.
—¡Por fin! —dijo cuando vio a la tercera persona de su partido.
Isabella se volvió para mirar, y una sonrisa iluminó su rostro.
—No podías estar lejos de mí, ¿eh? —preguntó mientras Parker se
inclinaba para darle un suave beso.
—En realidad, tengo una cita esta noche con estas dos hermosas
mujeres. —Se disculpó mientras besaba a Sasha y las mejillas de Bunny—.
Espero que no seas celosa.
—Creo que puedo hacer una excepción. —Le hizo un guiño. Una vez
que se sentó, se acordó de Abby de pie a su lado, observándolo todo.
Bella la miró, viendo al recién llegado con temor. Con una sonrisa, los
presentó a los dos.
131
—Abby, este es Parker Davidson, Parker este es mi nueva encargada
auxiliar Abby.
Se levantó y estrechó la mano de Abby.
—Encantado de conocerte Abby. Debes ser muy especial si mi Bella
confía en ti su restaurante.
Abby miró hacia atrás y hacia adelante entre Bella y Parker, tratando
de hacer la conexión entre su jefe y una de sus estrellas de rock favoritas.
Balbuceó unas educadas gracias, todavía en estado de shock por estar
hablando con Parker Davidson.
Bella sonrió y se lo explicaría más tarde.
—Bueno, voy a dejar que lleguen a su cena —les dijo, dándose la
vuelta y haciendo un gesto a su camarero—. Te veré más tarde. Disfruta, y
quiero saber si necesitas algo.
Antes de que pudiera alejarse, Parker la agarró de la muñeca.
—Necesito algo —le dijo y tiró de ella hacia abajo para otro beso—.
Te veré en casa esta noche. Ella se sonrojó cuando salía de su mesa y
dirigió a Abby a su siguiente mesa.
***
Una vez que la noche increíblemente ocupada había terminado,
Bella se sentó en su oficina con Abby repasando los procedimientos de
cierre. Se sorprendió con la rapidez que Abby había recogido todo, y se
sentía tan contenta de que había tomado la decisión de contratarla.
Finalmente se preparaban para irse, y no podía dejar de notar a
Abby mirándola.
—¿Qué? ¿Tengo un moco? —preguntó, limpiándose la nariz.
Abby se rió.
—No, pero creo que ya sabes lo que quiero saber.
—¡Oh! Sí, Parker y yo estamos saliendo. Bueno, supongo que es más
que eso. Parker es mi novio. —Sonrió.
A pesar de que las mujeres no se conocían muy bien, se tomaron las
manos, y dejaron escapar chillidos de chicas. Por primera vez, Isabella
sentía como si tuviera una verdadera amiga con que compartir cosas. No
se conocían desde hacía mucho tiempo, pero hicieron clic de inmediato,
y ambas sabían que iba a haber una fuerte amistad entre las dos.

132
16
Traducido por Luna Alessi & Michelle M
Corregido por Lali Rosser

Cuando Bella salió del restaurante esa noche, Parker la esperaba.


—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó, agradablemente
sorprendida.
—Bueno, no quiero que camines a casa sola a estas horas de la
noche. —Esperó a que cerrara las puertas antes de tomarla de la mano.
—Sabes que he hecho sola esta caminata muchas veces antes y
nada me ha pasado. 133
—Lo sé, pero me preocupo —dijo—. Solo quiero ser un hombre por
un minuto, ¿de acuerdo? —Sonrió.
—Bien, bien, bien. —Se volvió hacia donde Abby llamaba a un taxi—.
¿Nos vemos mañana Abby? —Esperaba que le gustara esto lo suficiente
como para regresar.
—¡Sin lugar a dudas! —Sonrió mientras subía al auto y se alejaba.
***
Una vez que llegaron a casa, Parker se sentó y encendió la televisión.
Cuando dio unas palmaditas al lugar junto a él en el sofá, Bella sacudió la
cabeza y se rió del puchero que le dio.
—Dame una hora, el baño por la noche. —Guiñó un ojo—.
Realmente necesito una ducha.
Parker escuchó el movimiento en el baño, y oyó un vigoroso fregado.
Cuando escuchó el fregado detenerse, y la ducha encenderse, su rostro se
iluminó con una sonrisa. Caminó hacia el cuarto de baño, poco a poco
perdiendo su ropa, dejándolas como un rastro a su paso. El olor a limpieza
era pesado en el aire, pero no llegaba a ser abrumador. El que realmente
alcanzaba sus sentidos era el del champú que Bella utilizaba en su cabello.
Quería más, necesitaba estar más cerca. Tratando de no escandalizarla
tanto, poco a poco abrió la puerta de la ducha.
Sintiendo una ráfaga de aire frío, Bella se volteó para ver a Parker
uniéndose a ella. Sacó las manos de su cabeza y empezó a masajear el
champú en su pelo. Se volvió para que su espalda estuviera junto a su
estómago y se sintió relajada en su ayuda. Le encantaba cuando jugaban
con su pelo, pero tener a alguien lavándolo enviaba a su interior un
torbellino de sensaciones. Eso era un gesto tan tierno y amoroso en su
mente. Una vez enjuagado, cerró el grifo y arrastró a Parker fuera de la
ducha, quien miró confundido.
—El sexo en la ducha no es todo tan bueno como parece —dijo—. ¡Y
tengo que tenerte ahora mismo!
Nunca había oído tanta pasión en su voz, la cual era casi como un
gruñido.
—Muéstrame el camino, estoy a tu merced —contestó,
completamente encendido.
Se volvió hacia él y tiró de su cabeza hacia abajo para poder sentir
sus labios sobre los suyos mientras caminaban fuera del baño. Sin saber
exactamente a dónde iba, realmente no le importaba, siguió caminando.
Sus manos estaban explorando tan salvajemente, y no podía soportarlo
134
más. Tiró a Parker al piso donde sucumbieron a su pasión.
Después de su segundo baño de la noche, se quedaron dormidos en
los brazos del otro, nunca tan felices.
***
Parker caminó junto a Bella al trabajo cada mañana y la recogió
cada noche que estuvo en la ciudad. Tenía un par de viajes a ciudades
cercanas que hacer, pero solo los separaban dos o tres veces a la
semana. Incluso había comenzado a ayudarla con sus tareas cuando
estaba allí, así que tenía un par de noches gratis a la semana. Mientras
trabajaba en el cuarto de baño, él trabajaba en la cocina. Cuando
trabajaba en el dormitorio, él trabajaba en la sala de estar. Y las noches de
lavandería las pasaban juntos.
La noche llegó, ya era hora de que Dylan volviera al trabajo. Había
estado nerviosa durante dos días antes, sin saber si iba a volver, y si lo
hacía, no sabía con seguridad cuál sería su actitud.
Se fue a trabajar temprano en la mañana, sola, ya que Parker tenía
una aparición en la radio, al otro lado de la ciudad. Trató de ocuparse con
el papeleo, para sacarse de la mente la llegada o no de Dylan.
***
Una hora antes de que los empleados llegaran al trabajo, escuchó la
puerta del frente abrirse y cerrarse. Fue a la sala de comedor, sin saber qué
esperar. Cuando vio a Dylan, las mariposas en su estómago tomaron vuelo.
Hizo un gesto a una de las mesas en el medio del comedor, como si
estuvieran reunidos metafóricamente a mitad de camino.
Ambos lucían nerviosos e incómodos. Parecía que ninguno de los dos
sabía cómo empezar.
—¿Qué tal tus vacaciones? —preguntó, al mismo tiempo exacto que
Dylan preguntó cómo había estado el negocio. Los dos rieron, parecían
haber roto el hielo.
—Las vacaciones fueron buenas, pero me faltaba mucho este lugar.
¿Cómo ha ido? —preguntó con una sonrisa en su rostro.
—Mucha gente, como siempre. De hecho, contraté una nueva
chica. Será la asistente del gerente, pero no te preocupes, solo significa
que está aquí para ayudarte. Es algo así como tu asistente. Sé que el estar
aquí todas las noches me está agotando, y pedirte que me reemplaces
cada vez que necesito una noche libre no es justo. Ahora tengo a alguien
en quien puedo confiar sin consumirte demasiado... es decir, siempre y
cuando tengas la intención de quedarte.
—Bueno, supongo que eso depende de ti. Hay algunas cosas que
135
tengo que decir, y después de que te las diga, puede que no quieras que
me quede —Tomó una respiración profunda—. No me gusta Parker. Y no sé
si es acerca de él siendo famoso, o si estoy preocupado por él hiriéndote, si
me siento como que me está reemplazando en tu vida, o si solo estoy
completamente celoso de que consiga besarte y yo no.
Bella trató de decir algo, pero levantó su mano.
—Sé que crees que solo jugaba un poco cuando coqueteaba
contigo todos estos años, pero la verdad es que he querido decir cada
palabra. Eres mi mejor amiga, sí, pero al mismo tiempo, siempre he querido
más de ti. Quiero saber lo que se siente al decir que eres mía, poder darte
un beso y tenerte, para poder amarte. Siempre he esperado que el azar
permita que puedas finalmente tomarme en serio. Pero nunca te diste
cuenta, y acabó de sentir como que tenía que decirlo antes de perder mi
oportunidad.
Bella se sentó allí con una mirada de asombro en su rostro, ni siquiera
segura de haber escuchado correctamente todo lo que dijo. Y cuando se
puso de pie acercándose a ella, estaba sin duda sorprendida.
Dylan se puso en cuclillas al lado de su silla y dijo:
—He querido hacer esto durante tanto tiempo, no importan las
consecuencias ahora. —Luego acercó su cabeza la suya y pegó sus labios
a los de ella. Se encontraba demasiado sorprendida para reaccionar, y
fue solo cuando oyó un carraspeo que empujó a Dylan.
—¡Parker! —exclamó casi sin aliento.
—¿Alguien quiere explicar lo que está pasando aquí? —preguntó,
mirando a Bella saltando de su silla, y a Dylan poniendo su cabeza en las
manos.
Haciéndose cargo de la situación, le dijo a Parker que permaneciera
allí, y arrastró a Dylan a su oficina.
—Lo que hiciste ahí fue una de las cosas más estúpidas que has
hecho. No me quieres Dylan, solo piensas que lo haces porque nunca
sucumbí a tus encantos. Cada otra chica cayó a tus pies, y yo no. Te
gustaba la emoción de la persecución, pero creo que te diste cuenta
después de ese beso que los sentimientos que tienes por mí son solo
amistad. —Lo miró—. En cuanto a pensar que Parker me hará daño, es
algo a lo que estoy dispuesta a correr el riesgo. No le conoces en absoluto,
excepto lo que has visto en los periódicos, no lo conoces como yo. —Su
voz cada vez más fuerte—. Nunca te sustituirá tonto Dylly. Eres uno de mis
mejores amigos. ¿Crees que no soy capaz de compartir mi amistad? ¿Soy
tan tonta?
Se limitó a mirarlo, esperando a que dijera algo.
136
—Lo siento, por todo. Tenías razón sobre el beso. Todo lo que podía
imaginar es que besaba a mi hermana, y fue horrible. —Los dos se rieron—.
Si estás tan fuerte en tus convicciones sobre Parker, entonces creo que
tengo que darle una oportunidad, insistes en tenerlo en tu vida, y quiero
mantenerte como amiga. —Entonces pensó por un momento—.
¿Seguimos siendo amigos? —preguntó lastimosamente.
—Sí, seguimos siendo amigos y todavía tienes tu trabajo si lo quieres.
Pero ahora tenemos que lidiar con Parker. —Se movió a la puerta.
Ambos salieron de la oficina para encontrar a Parker sentado en la
mesa en que estaba anteriormente sentada, con una mirada en su rostro
que Bella no reconoció. Por un momento se asustó, pero sabía que no
debía tener miedo.
—¿Alguien me quiere explicar por qué mi novia y su “mejor amigo”
se besaban cuando entre aquí? —preguntó, con un matiz de ira mezclada
con dolor.
Abrió la boca para decir algo, pero Dylan la interrumpió antes de
que pudiera.
—Es mi culpa. He estado tan celoso de ti y tenía la ilusión de que
estaba enamorado de Bella. Ella no participó en el beso, la sorprendí —
explicó—. Pero ahora sé, que esos sentimientos de estar enamorado que
tenía por ella, no eran más que los de un amigo. Era más acerca de celos y
el miedo de perderla por ti.
Parker miró de Bella a Dylan, su rostro suavizándose.
—Bella, ¿Puedo tener un momento con Dylan?
—No le harás daño, ¿Verdad? —pregunto, un poco preocupada.
Parker se echó a reír.
—No, solo creo que nosotros tenemos una conversación pendiente
desde hace mucho tiempo.
Asintió con la cabeza y se fue a su oficina, mirando hacia ellos antes
de entrar y cerrar la puerta.
Parker se volvió hacia Dylan.
—Sé que has visto los tablones y Bella también. Cuando estaba
conmigo en Chicago, vio como las inocentes imágenes se distorsionaban,
haciéndome quedar como el rey de toda inmoralidad. Pero te lo prometo,
no soy así en absoluto. Tal vez cuando era más joven, disfruté de los
beneficios, pero a medida que me fui haciendo más viejo, lo que más me
gustaba hacer era besar a una chica en una fiesta. Desde que conocí a
Isabella, incluso lo dejé de hacer, pero las revistas hacen parecer como si
137
lo hiciera, porque eso es lo que ellos esperan de mí. —Tomó una larga y
profunda respiración—. Nunca, nunca haría algo para lastimar
intencionalmente a Isabella. Honestamente puedo decirte que la amo con
todo lo que soy y la protegería con mi vida. —Se detuvo por un momento.
¿Acababa de admitir que la amaba? Las palabras lo golpearon como una
tonelada de ladrillos.
—¿Supongo que todavía no le has dicho? —preguntóDylan.
—No, creo que me lo dije a mi mismo. —Se echó a reír—. Pero sé que
es la verdad. —Tenía un brillo en sus ojos antes de continuar—. Y la verdad
de todo es que he estado celoso de tu relación con ella. La conoces tan
bien y eres uno de sus mejores amigos. Supongo que solo quiero tu
aceptación puesto que significas mucho para ella.
Dylan se rió.
—Así que supongo que los dos teníamos ansiedad por las mismas
cosas… pero creo que podemos trabajar a través de ellas y convertirnos
en amigos… mientras no le hagas daño. Sé donde guardan los cuchillos
realmente afilados en la parte de atrás —dijo con una sonrisa.
Parker asintió entendiendo, entonces le extendió la mano. Los dos
hombres se dieron la mano en comprensión y amistad. Ambos amaban a
la misma mujer, por razones completamente diferentes.
Cuando Bella salió de su oficina, estaba encantada de ver que se
llevaban tan bien.
—¿Se besaron y maquillaron? —preguntó, ni uno sonrió—. Lo siento,
supongo que fue una broma de mal gusto —Hizo una mueca, pero
eventualmente, todos sonrieron. Parker le hizo señas y la atrajo a su regazo.
Besó su mejilla y cuello haciéndola reír—. Así que Dylan, ¿crees que podrías
trabajar hoy? —preguntó.
—¡Sí, jefa! —dijo y se levantó.
—¿Estamos bien? —le preguntó a Parker.
—Sip, todo está bien —le guiñó un ojo—. Se supone que ahora debo
dejarte ir a trabajar —gimió.
—Supongo —rodó los ojos—. Me alegro de que todo saliera bien.
—Yo también. —La besó y luego la levantó para poder ponerse de
pie—. Te veré cuando salgas esta noche.
Se besaron una vez más y lo vio salir. Todavía no podía creer lo
afortunada que era por tenerlo en su vida.
138
***
La noche fue muy bien, Dylan y Abby se llevaban bien y aunque
hubiera estado allí durante dos semanas, todavía era capaz de enseñar
algunas cosas. Aunque pensó que Dylan podría estar resentido con Abby,
se sentía contenta de ver que se encontraba realmente feliz de tenerla allí
para ayudarle.
***
Al final de la noche después del cierre, Bella, Dylan y Abby estaban
saliendo del edificio. Abby abrió la puerta primero, se encontraba a unos
metros delante de los demás. Se sorprendió de ver a Parker de pie tan
cerca de las puertas, esperando a que salieran.
—Discúlpame —dijo—, pero me gustaría una mesa para dos.
Abby sonrió y lo dejó entrar.
—Oye Bella —le gritó—, este hombre quiere una mesa para dos.
—Hemos cerrado —le gritó antes de caminar alrededor de la
participación.
—¿Crees que podrías hacer una excepción? —preguntóParker, con
esperanza en sus ojos.
Vio a los otros salir por las puertas y cerrarlas detrás de ellos.
—Pienso que puedo meterme en una dificultad. Sin embargo,solo
tenemos la mesa cerca a la chimenea —le guiñó.
Bella condujo a Parker al comedor y se sentaron en una de las
primeras mesas. Él puso una bolsa sobre ella y empezó a sacar
contenedores de comida.
—Sé que no será tan buena como la comida de aquí, pero debe
funcionar.
Isabella se hallaba impresionada. Nosolo de él teniendo la comida,
también había traído buenos platos y cubiertos.
Encendió las velas en la mesa, creando una atmósfera
increíblemente romántica en el oscuro restaurante.
—¿Qué es todo esto? —cuestionó.
—¿No puedo hacer algo bueno por una dama en mi vida? —
preguntó.
Sonrió y excavó en su comida. Después de que terminó con eso,
tomó su plato y le dio un trozo de tarta de manzana, una de sus favoritas.
Su boca se hizo agua con solo mirarla. Finalmente terminó con la comida,
Parker recogió los platos de la mesa y volvió a ponerlos en la bolsa,
139
extendió la mano y tomó las suyas.
—Sabes que hemos pasado por muchas cosas en el tiempo que nos
conocemos y siento que esto nos ha acercado. Tanto por lo bueno como
lo malo y lo que queda es el hecho de que no importa lo que pasó, se
demostró que podemos superar cualquier cosa juntos. Isabella, te amo
tanto, de corazón y alma —derramó su corazón.
Sin palabras, ella susurró:
—También te amo. Creo que desde hace mucho tiempo.
—Entonces esto lo hace más fácil para mí. —Se rió y se movió
alrededor de la mesa. Se puso de rodillas mientras la miraba a los ojos.
Metió la mano en el bolsillo y sacó una pequeña caja cuadrada,
haciéndola jadear—. Con todo eso dicho, sé que no nos conocemos
mucho, pero siento que estamos destinados a ser. Isabella Violi, ¿Quieres
casarte conmigo? Sé que esto es rápido, pero podemos esperar a que tú
lo desees. Siempre y cuando digas que sí, voy a esperar por siempre hasta
que estés lista. —La miró con tanta esperanza en sus ojos, con lágrimas
mojándolos, aunque no se desbordaran.
Miró la caja que acababa de abrir mostrando un gran anillo antiguo
de diamante. No necesitó pensarlo antes de que cayera en sus brazos y
gimiera su respuesta.
—¡Sí! Sí, me casaré contigo. Hoy o mañana o el próximo mes, no me
importa. Pero sí, me casaré contigo.
La levantó en un abrazo y le dio vueltas, besándola hasta que
ambos estaban mareados. Cuando la dejó, le deslizó el anillo por el dedo,
haciéndolo oficial. Fue la mejor noche de su vida y sabía que iba a mejorar
a partir de ahí.

140
Traducido, corregido y diseñado por:

141

¡Te esperamos!
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