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Curso 2017-18
Prof. Dra. Ascensión Mazuela Anguita (amazuela@ugr.es)
Sin embargo, hay que observar que la causa de los diversos efectos no sólo se
atribuye a las consonancias nombradas, usadas de la manera descrita, sino también a
los movimientos que hagan las voces al cantar. Hay dos clases de éstos, es decir,
natural y accidental. Los movimientos naturales son aquellos realizados entre las
notas naturales de una composición, en los que no intervienen ni signos ni notas con
accidentes. Los accidentales son aquellos realizados mediante las notas con
accidente, accidentes que aparecen señalados por los signos # y b. Los movimientos
naturales tienen mayor virilidad que los accidentales, algo más lánguidos. Por esta
razón los primeros pueden servir para expresar efectos de dureza y amargura y los
segundos para los de dolor y tristeza.
Gioseffo Zarlino, Le institutioni harmoniche, libro III, capítulo 31, trad. Vered Cohen, en Zarlino, On the
Modes, p. 95.
Fuente: Donald J. Grout y Claude V. Palisca, Historia de la música occidental, 1. Madrid: Alianza Música,
2001, p. 267.