Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Heidegger. El Camino Del Campo
Heidegger. El Camino Del Campo
Martin Heidegger
Traducción de Olegario González
de Cardedal
sobre los sembrados, siempre y desde La palabra que dirige el camino del Con el último golpe el silencio cada
todas las partes permanece en torno al campo suscita un sentido que ama el vez más profundo y el sosiego más so-
camino la misma proclamación (Zus- espacio libre y, en el lugar oportuno, segado se extiende hasta aquellos que
pruch): salta incluso sobre la tribulación hasta fueron sacrificados ante el altar del
«Lo Simple (das Einfache)2 guarda alcanzar la última serenidad. Esta se de- tiempo en las dos guerras mundiales.
el secreto de lo que permanece y de lo fiende contra la sensatez que no conoce Lo Sencillo se ha hecho todavía más
Grande. Cuando menos se lo espera nada más que el trabajo hasta el extre- sencillo y lo Simple más simplificado.
vuelve, introduciéndose en los hombres mo de que, buscado por el mismo, sólo Lo que es siempre idéntico sorprende
y necesita sin embargo un largo creci- produce el vacío (das Nichtige). y libera. La palabra que nos dirige el
miento. Esconde su bendición en la En el aire del camino del campo, camino del campo es ahora totalmen-
inapariencia de lo que permanece siem- que va cambiando a lo largo del año, te clara. ¿Es el agua la que habla? ¿Es el
pre idéntico a sí mismo. La anchura de crece la alegría que sabe de verdad y mundo? ¿Es Dios?
todas las cosas que han crecido, y per- cuyo gesto con frecuencia aparece me- Todo dice la renuncia que conduce
manecen en torno al camino, crean el lancólico. Este saber alegre es «lo útil hacia lo mismo. La renuncia no quita,
mundo. En lo no hablado de su habla, para nada y necesario para todo».3 sino que da. La renuncia da la poten-
como dice el viejo maestro de lectura y Quien no lo tiene, ése no lo alcanza. cia inagotable de lo sencillo. La pala-
de vida Eckehart, Dios llega a ser ver- Los que lo tienen, lo tienen recibido bra del camino nos otorga patria al
daderamente Dios (Im Ungesproche- del camino del campo. Andando por implantarnos en un originario Ori-
nen ihrer Sprache ist Gott erst Gott).» su sendero, se encuentran la tormenta gen.
Pero esa palabra que el camino del de invierno y el día de la cosecha; se
campo nos dirige sólo habla mientras cruzan lo conmovedor y despertante
haya hombres que, nacidos en su aire, de la primavera con el desasido morir
la puedan oír. Ellos son servidores de del otoño; se miran cara a cara el jue-
su origen pero no siervos de maqui- go de la juventud y la sabiduría de la
naciones. En vano intenta el hombre vejez. Sin embargo, todo queda gozo-
poner el orbe de la tierra en orden por samente serenado en una única con-
medio de sus planes, si él no está sonancia, cuyo eco esparce con su si-
coordenado a la palabra que le dirige lencio el camino del campo en todas
el camino del campo. Existe el peligro las direcciones.
de que los hodiernos permanezcan La alegría consciente es un portón
duros de oído para su lenguaje. Sólo que abre a lo Eterno. Su puerta gira en
roza su oído el ruido de los aparatos, torno a los goznes que han sido fra-
que ellos toman casi por la palabra de guados en el yunque de un herrero ex-
Dios. Así el hombre se queda disperso perimentado, partiendo de los enig-
y descaminado. A los distraídos lo mas de la existencia.
Simple les parece monótono. Lo mo- El camino del campo retorna desde Notas
nótono crea aburrimiento. Los así de- Ehnried hasta la puerta del jardín real. 1. Der Feldweg: usamos a lo largo del texto
sazonados sólo encuentran siempre lo Pasando por encima de la última coli- varias traducciones: camino del campo,
mismo. Lo Simple se les ha escapado. na su estrecha cinta, conduce a través camino hacia el campo, camino de la aldea,
camino rural.
Su potencia silenciosa está agotada. de una hondonada lisa hasta los mu- 2. «Einfache»: es lo plegado hacia adentro,
Es verdad que disminuye rápida- ros de la ciudad. El brillo de las estre- concentrado mínimo, lo simple, sencillo, pero
mente el número de quienes todavía llas alumbra pálido. Detrás del castillo que puede desplegarse hasta el máximo. Sólo
conocen lo Sencillo como algo propio se alza la torre de la iglesia de San el Máximo puede concentrarse en lo mínimo,
sin degradarse; es lo propio suyo a diferencia
que ellos han conquistado. Pero estos Martín. Lentamente, como rezagán- de todo lo demás, donde reducirse es perder-
pocos serán en todas partes los que dose, se van perdiendo a lo lejos las se.
permanecerán (die Bleibenden). Es- once campanadas en la noche. La 3. El término usado por Heidegger es:
tos, a partir del suave poder del cami- campana mayor, en cuyas cuerdas las «Kuinzige», abreviatura popular de «Keinnutzig»
no del campo, pueden sobrevivir a la manos de los monaguillos muchas ve- = no útil o provechoso para nada. Pasa de
significar lo inútil, a significar lo libre, sereno,
gigantesca potencia de la energía ató- ces se han calentado hasta arder, tiem- la distancia en ironía, la sabiduría libre, la
mica, que el cálculo humano se ha bla bajo los golpes del martillo que da melancolía, que sabe y no muestra. Es el
apropiado para convertirlo en freno las horas y cuyo gesto, entre ceñudo y término equivalente de «lo único necesario»,
de su propia obra. cómico, nadie olvida. inadquirible e irrenunciable.