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TEORIA MARKXISTA DE LA EDUCACION TEORIA MARXISTA DE LA EDUCACION B. SUCHODOLSK|I La LITERATURA pedagégica en lengua espafiola se enriquece con esta obra, bdsica para quienes pretendan Penetrar en las més profundas rajces del cardcter y la naturaleza de Ia educacién. No se trata de un estudio did4ctico 0 metodolégico, sino de un and- lisis profundo de Ia esencia y principios que impregnan la activided educativa, del carécter de clase de la educacién, def valor de la ensefianza en la dinémica social y de los objetivos de la educacién segin sea fa clase social que dirija cl programa educativo. Un estudio de esta natu. raleza debia partir, y Parte en realidad, del concepto del hombre como ente social integrado en una clase determinada. En Trorfa MARXISTA DE LA EDUCACION, el concepto marxista del hombre queda perfilado con toda nitidez. segin las determinaciones que de forma tan radica’ ¥ detinitiva expusieron en sus obras los creadores del socialismo cien- tifico, El gran mérito de esta obra consiste en fa fidelided del autor a tas concepciones de Marx y Engels en materia educative. Se trata de un trabajo que resume en forma precisa las ideas pedagégicas diseminadas en fa obra polifacética de los creadores de la ideologia revolucionaria de ta soviedad contemporinea. Un texto de gran valor teérico. COLECCION PEDAGOGICA TEORIA MARXISTA DE LA EDUCACION BOGDAN SUCHODOLSKI Traduccién del aleman por MARIA ROSA BORRAS EDITORIAL GRIJALBO, S. A. México, D. F. INDICE GENERAL PROLOGO DEL AUTOR PARA LA EDICION ALEMANA . Carituto 1: Evolucién de los problemas pedagdgicos en los es eritos de Marx y Engels ... . a 1. Comienzo de la actividad de Marx, 1—2. Comienzo de la actividad de Engels, 8—3. Los fundamentos del materialismo histérico y su importancia para la pedagogia, 1.—4. El co- nocimiento de los hechos, 28—5. La lucha por Ja creacién de un partido obrero, 31—6. El caracter de clase de Ia educa- cién, 37.—7. Los problemas de la economia y la pedagogia, 41-8, El método dialéctico, 48—9. La tltima etapa de la lucha de Marx y Engels por Ia formacién obrera, 52. Cariruro 1: Diagnosis de la actualidad ... 1. El capitalismo como estadio del desarrollo histérico, 60.—2. El hombre y la division del trabajo, 65.3. El individuo y la clase en la sociedad capitalista, 72—4. La situacién del prole- tariado, 76—5. El problema del tiempo libre en 1a sociedad capitalista, 80.—€. El derrocamiento del orden clasista y la liberacién del hombre, 82. Cariruto im: Problemas de la alienacién y del fetichismo ........ 1, La critica marxista de la concepcién hegeliana de la alie- nacién, 88—2. En el camino de una teoria de la alienacién materialista, 90-3. El caracter fetichista de la mercancia, 100.—4. La superacién de Ia alienacién, 106—5. La concepcién marxista de la alienacién de los hombres en el capital mo, 112—6, El significado pedagégico de la alienacién, 116. Capiruco w: El signifiendo de la revolucién socialista para la edu- cacién . - poceerscnenene 1. El cardcter de clase del sistema de ensefianza en la socie- dad burguesa, 121—2. La educacién y la ensefianza de los hijos de los obreros en el capitalismo, 125.—3. La vinculacién v de la ensefanva y el trabajo: germen de la ensefanza socia- lista, 127—4, La educacién para y por la revolucién, 132-5. Capituto mx: El signifieade de Marx y Engels para la historia de ia La organizacién de las masas populares y la importancia de pedagogia mn ~ Sor sus experiencias, 138-—6, La actuacién esponténea y Ja actua- 1. La pedagogia burguesa antes de Marx, 3022. Tendencias cién consciente, 140.—7. La lucha por la concepcién materia- principales del posterior desarrollo de la pedagogia, 306.— lista revolucionaria de la ensefanza, 148.—8. Problemas de la 3. Caracteristica general del significado de Marx y Engels educacién moral, 155. para la pedagogia, 309.—4. La teoria metafisicn de la esencia — itica de Ja teoria de 1a “esencia” de Carituco v: Sobre los fundamentos de la teoria marzisin de la Fee otard De cae Ba toon del hombre, 322 — cultura : 161 7. Critica de Ia teoria existencialista del hombre, 328.8. La 1. La concepcién marxista de la actuacién humana, 162—2. pedagogia de Ia practica revolucionaria, 330. La critica de Marx a la concepeién de la cultura de Hegel, . 336 167.—3. Contra los métodos de especulaciones abstractas, APENDICR ere ” 170.4. La herencia del hegelianismo en la pedagogia bur- 6 guesa, 175.—5. El posterior desarrollo de la tecria et ialista LITERATURA RECOMENDADA PARA UNA AMPLIACION DE ESTUDIO ....... .. 369 de la cultura, 183—6. Critica de la coneepcién naturalista de Noras aut la cultura, 1857. El papel y la responsabilidad del autor de la cultura espiritual, 190-8 La iniciacién en ta cultura como preparacién para el futuro, 192, Carituto vn Critica de la concepcién metafisico-idealista del hom~ BE ce nee ene sitet ign 195 1. Critica de las concepciones espiritualistas y naturalistas, 197.—2. Critica de fos fundamentos de Ja mixtificacién bur- guesa, 201.3, El utilitarismo burgués como teoria errénea de la motivacién del comportamiento humano, 204.4. La histo- ria del origen y el verdadero contenido de los ideales bur- gueses de hombre y ciudadano, 207.5. Critica de la educa- cién burguesa del “hombre” y det “ciudadano”, 217. Cavituo viz: Aciertos y errores del materialismo metafisico en } el andlisis del hombre ......... oeeetsnonennnee coe BB 1. La posicién social del materialismo metafisico, 223.—2, Cri- tica del materialismo sensualista 227.—3. Conclusiones pe- dagégicas de la critica del materialismo sensualista, 2344. Critica a la filosofia de Feuerbach, 240—5, Critica de la pe- dagogia de la “reforma de la consciencia”, 247.—6. Critica de las concepciones irracionalistas de la reforma dela conscien- cia, 251—7. Las caracteristicas de pedagogia socialista, 256. Carivuto vu: La lucha por la teoria materialista de la personalidad 259 1, La cuestién de 1a personalidad, 259.—2. La critica de la pe~ dagogia de los utépicos, 261—3. El origen clasista de la pedagogia individualista de Stirner y su contenido, 269-4 Critica de los fundamentos del idealismo de Stimner, 277— 5. Critica del concepto de individualidad de Stirner, 280.—6. El problema del desarrolio del hombre y de sus capacidades, 288.—T. El problema del ideal educativo, 293. Cg PROLOGO En un pais que construye el socialismo, la actividad formativa y educativa debe ocupar un lugar destacado en los asuntos socia- les importantes. La wmica condicién para alcanzar el éxito en este terreno, es la profundizacién cientifica de las leyes y métodos de Ja actuacién pedagégica. Actualmente un trabajo en este sentido debe ocuparse ante todo del problema ceritral de Ja relacién con la ideologia de la herencia pedagégica. Es indiscutible que se han con- seguido importantes progresos en el terreno de las ciencias pedagé- gicas en la época burguesa de la historia europea. Igualmente es también indudable que en este perfodo se han desarrollado corrien- tes y concepciones totalmente falsas 0 surgidas en condiciones con- cretas a las que estén estrechamente vinculadas, El derrumbamiento del orden capitalista y la creacién dea la sociedad socialista plantean un gran e histérico proceso que exige un nuevo contenido del pro- blema pedagégico. Considerando esta nueva situacién, debemos es- tar preparados para determinar e! contenido cientifico de la teoria pedagégica. Seria un grave error querer separar la pedagogia so- cialista de la amplia corriente del progreso cientifico, que es patri- monio comin del mundo entero. Pero seria igualmente peligroso y dafiino no destacar enérgicamente en qué nos distinguimos y en qué consiste principalmente nuestra nueva problematica tedrica. iEn qué aspecto la pedagogia socialista es una continuacién del desarrollo histérico de Ja teoria de la educacién y de la practica, qué delimitaciones plantea y qué nuevos problemas soluciona? Tal es la cuestién esencial de nuestra época, planteada tanto a los cien- tificos como a los amplios circulos de maestros y educadores. En el presente libro se intenta dar una respuesta a esta cuestion apoyandose en un detailado andlisis de la actividad teériea y prac- tica de Marx y Engels. Pese a que no se ocuparon directamente de la pedagogia, y sélo relativa y fragmentariamente hablaron y escribieron acerca de los problemas de la formacién y educacién, tienen una decisiva importancia en la historia del pensamiento pe- mx dagdégico en cuanto creadores de una nueva concepcién de la cul- tura y de la historia, de la sociedad y del hombre.* Esta concep- cién constituyé un punto de partida no solo para la critica principal de los fundamentos de Ja polftica cultural burguesa y de su pedago- gia, sino también para los principios de la pedagogia socialista. La critica realizada por Marx y Engels no es svlamente una critica histérica de relaciones humanas y corrientes ideolégicas. pues el sistema capitalista impera hoy todavia en muchos paises del mundo y las tendencias ideolégicas contemporaéneas desarre- lian las concepciones que surgieron hacia mitad del pasado siglo. Al analizar Ja teoria marxista de la sociedad, la cultura y Ja edu- cacién nos desenvolvemos en plena actualidad. En la lucha ideolé- gica por el triunfo de la pedagogia socialista nos situamos natural- mente en contra de estas corrientes que ya Marx en su estadio inicial combatid. Asi, las cuestiones fundamentales del naturalis- mo, psicologismo y sociologismo en pedagogia; de la pedagogia utépica y de Ia cultura; de la pedagogia del Ideal y la “Existen- cia” se encuentran no sélo ante el tribunal de la historia, sino tam- bién ante el de Ja actualidad. Por ello creemos que nuestro estu- dio, al analizar los problemas fundamentales de la pedagogia en las obras de Marx y Engels, esté muy vinculado a la superacién de las dificultades tedricas que surgen en el desarrollo de las ciencias pedagégicas en el periodo de transicién del capitalismo al socialismo. El libro esta dividido de la siguiente forma: En el capitulo I intentamos facilitar un cuadro de las opiniones 3gicas contenidas en las obras de Marx y Engels. Conservan- do la sucesién cronolégica, remitimos a Jos trabajos de ambos au- tores que poseen un contenido pedagdégico rico y caracterizan de un modo general las etapas de desarrollo de su concepcién Sobre Ja educacién y sus fundamentos. Los capitulos siguientes estan ordenados sistematicamente: se plantean y analizan en ellos determinados problemas, comprobando la cronologia solamente en los casos en que el desarrollo de las ideas lo exige. Por esta razén consideramos que la caracterizacién de Ja ensefianza por Marx y Engels comprendida en el capitulo tiene importancia para la pedagogia como necesaria intreduccién para los pensamientos sistematizados en los dem4s capitulos. He- mos decidido por esto, pese a que ello conduce a evidentes repe- ticiones, que resultaba imprescindible presentar el material en dos aspectos —cronolégico y sistematico—. Los capitulos del IJ al IV amalizan problemas basicos de la filo- -soffa y actividad de Marx y Engels, en lo que atatie a sus reper- cusiones en las concepciones sobre cuestiones de ensefianza y edu- cacién, Nos esforzamos en mostrar cémo vieron Marx y Engels el mundo de su tiempo (capitulo II) y el papel del hombre en este contexto histérico, su visién sobre la posibilidad de liberacién (ca- * Observaciones del autor. Véase arennice, prélogo, 1). x So oneeRmine pitulo III), el modo como analizaron sobre estos fundamentos el sistema educativo en Ja sociedad burguesa y lo que comprendieron debia ser la preparacion del proletariado para las tareas histéricas de la “revolucion permanente” (capitulo IV). Los capitulos del V al IX tienen un caracter distinto. La actua- cién y ensefianza de Marx y Engels estaban, es cierto, unidas es- trechamente a la situacién histérica determinada y a la lucha po- litica conereta por la liberacién de la clase obrera, pero, al mismo tiempo, sus concepciones filoséficas y cientificas —precisamente debido a este vinculo— rebasan los limites de la época y represen- tan, con la elaboracién de las leyes del materialismo histérico y dialéctico y su utilizacién en las ciencias sociales particulares, un hecho decisivo para el desarrollo de la ciencia actual. Precisamente sobre este aspecto tedrico del problema deseamos llamar la aten- eién al analizar en este capitulo la importancia de la ensefianza de Marx y Engels para la pedagogia. Marx y Engels se ocuparon de problemas de la cultura (capitulo V), del hombre (capitulos VI y VII) y de la personalidad (capitulo VIII). En el andlisis de estas cuestiones prestamos, naturalmente, una especial atencién a la lucha filosdfica que Marx y Engels llevaron a cabo por la defen- sa de su ensefianza materialista comtra las teorias burguesas. En este aspecto, exponer los elementos bdsicos de la teorfa de la edu- cacién materialista y los principales rasgos de la critica de las concepciones idealistas en pedagogia significa, ademas, mostrar el valor permanente de la ensefianza de Marx y Engels y lo que ésta significa para la lucha por el progreso en las ciencias pedagégicas. En el capitulo IX no sélo se compendian las explicaciones ex- puestas a lo largo de todo el libro, sino que se amplian. Indicamos Ja importancia de Marx y Engels para el desarrollo del pensamien- to pedagégico y queremos ante todo destacar su caracter filosdéfico y cientifico. El libro contiene ademas amplias observaciones. Tienen a veces caracter de documentacién historica y bibliografica, en otros casos cumplen tareas distintas. Kin el transcurso de nuestras investiga- ciones nos referimos frecuentemente a cuestiones en las que las ideas de Marx y Engels —tanto en. sentido positivo como en Ja cri- tica de falsas concepciones— resultan especialmente actuales. Sin embargo, no ha sido posible en la parte principal del libro abar- car toda la importancia del pensamiento marxiano para la critica de la pedagogia contemporanea, sin aludir a los principios histé- ricos y sistematicos de su construccién. Por ello, en el texto del libro nos limitamos a indicar estos problemas sélo de un modo ge- neral. A este respecto nos ha parecido necesario tratar algo més detalladamente —aunque no exhaustivamente, desde luego— estas exigencias actuales. Por esta razén las observaciones del anexo —especialmente las de los capitules del V al IX— Tepresentan una esencial ampliacién y complemento del propio texto. Quiza estas observaciones faciliten a algunos lectores poco preparados la com- xt prensién filoséfica e historica del papel que desempefia para la pedagogia el analisis del pensamiento de Marx y Engels, papel que queda claro en las cuestiones abstractas, filoséficas y cientificas de dificil solucién, planteadas por elles. El presente libro ha sido realizado por etapas. Su primera par- te, planeada como estudio independiente que trata de la critica de la pedagogia burguesa en las obras de Carlos Marx, se terminé en el afio 1950. La segunda parte, andlisis de la concepcién pe- dagégica de Marx, se finalizé en 1952. Continuando el trabajo so- bre este tema he ampliado considerablemente la versién original y reelaborado todo el material como un unico libro. Bocpan SucwoponsKr Varsovia, 1957. x i PROLOGO DEL AUTOR PARA LA EDICION ALEMANA* La pedagogia, segun 1a teoria tradicional de la educacién, tiene la tarea de adaptar la joven generacién a las relaciones humanas vigentes en la sociedad. No es su cometido prepararla para crear nuevas relaciones. En el feudalismo el destino del hombre en la sociedad venfa determinado no por la ensefianza, sino por su pro- cedencia. Cada hombre recibia la educacién que su posicién exigia, La educacién no era el factor que decidfa la posicién a ocupar en la sociedad, sino que lo determinante era la situacién social. En la sociedad capitalista era ya posible que los hombres alcanzaran un rango y consideracién en Ja sociedad por su formacién, pero dado que el sistema social debia permanecer invariable en su conjunto, la educacién tuvo que conservar su caracter de adaptacién, Se con- sideré como su principal tarea adaptar la joven ‘generacién a las condiciones de vida vigentes en la sociedad de clases capitalista. Sélo los utopistas intentaron considerar el papel de la pedagogia desde otro punto de vista completamente distinto, esperando que Ja educacién en el futuro darfa lugar a una total transformacién de la vida del hombre. Debe considerarse a J. A. Comenio el crea- dor de una verdadera pedagogia moderna y no sdlo porque fue el primero en analizar las relaciones de las que depende la eficacia de los métodos educativos, sino también y principalmente porque fue el primero, profundizando y analizando los pensamientos uté- picos, en esbozar una concepcién pedagégica que permitiera con- cebir la educacién como factor principal de la mejora de las rela- ciones humanas “emendatio verum humanorum”. La. creencia en que los hombres podian crear un nuevo orden social, mejores con- * Las notas de pie de pagina relativas a transcripeiones de textos, ex- cepto en las de La Sagrada Familia, corresponden a ediciones alemanas, polacas y rusas de las obras que se citan. Por esta razén hemos creido conveniente re~ unirlas en seecién aparte y ofrecerlas al lector a continuacién de Ja ltima seccién de esta obra. (N. del E.) xn diciones de vida para todos los hombres y pueblos, mediante la educacién, encontré a partir de este momento activos partidarios, Y a partir de entonces se afianzé la conviccién —expresada espe- cialmente en la obra de Pestalozzi Nachforschungen iiber den Gang der Natur in der Entwicklung des Menschengeschlechts (Investi- gaciones acerca del proceso de la naturaleza en el desarrollo del género humano), 1797— de que una auténtica educacién humana en el orden social capitalista entra en conflicto con las inhumanas relaciones materiales entre personas. Sin embargo, este amplio pro- grama educativo debfa despertar dudas incluso entre gus parti- darios. Ya Helvecio afirmé, pese a su convencimiento del papel dominante de la educacién, que el “arte de la formacién de los hombres en todos los paises esta tan intimamente vinculado al sis- tema politico, que no resulta posible una transformacién esencial de la educacién popular sin un correspondiente cambio de la cons- titucién del pais”. . Del mismo modo, también Kant advierte al final de su Anthro- pologie im pregmatischer Hinsicht (Antropologia en el aspecto pragmatico), 1798, scbre las basicas dificultades que surgen al con- fiar en el] papel creador de la educacién para el Progreso de la hu- manidad: “El hombre debe ser educade para el bien, pero quien ha de educarle es a su vez un hombre que permanece todavia en la incultura de la naturaleza y é] mismo necesita de lo que ha de efectuar.” ? Acerca de estas radicales dudas expresadas por Helvecio y K: Marx plantea en su critica a Owen la pregunts, de quién xuuend al educador? Mostré, mucho més claramente que Helvecio y Kant, que la creencia en el poder de Ja educacién para crear nuevas condiciones de convivencia humana prescinde de Ia realidad, que la educacién misma es resultado de las anteriores relaciones humanas: al mismo tiempo indicé el camino que posibilita galir de este circulo vicioso mediante la préctica revolucionaria, Marx ensefia cémo por su ac- cién revelucionaria los hombres pueden crear nuevas relaciones materiales entre las personas, incluso a pesar de ser ellos mismos un producto de las viejas relaciones. ¥Y por eso la educacién, tan. sélo siva unida a la actividad revolucionaria de los hombres, Hlega a satisfacer Jas esperanzas que en ella se han depositado, no. pu- Glendo evidentemente determinarse cémo ni en qué medida serén Vivimos en una época en la que la “practica r i ia” conduce, en muchos paises del mundo, al dernanberione guamia” tema capitalista y a la construccién de un nuevo orden. Precisa- mente por esto la educacién puede —por vez primera en la histo- ria— ayudar a construir un nuevo futuro para la humanidad: y ello no aisladamente, como los utopistas esperaban, sino al servicio de las fuerzas sociales que levantan el nuevo orden social. xv canal Por esta razén el papel social de la educacién no debe funda- mentarse en algo utépico y ajeno a la realidad, como formacién de un nuevo hombre que debe construir un nuevo sistema social, sino exacta y cientificamente como formacién del hombre, adecuada a las necesidades y tareas de la sociedad socialista que se constituye y desarrolla. Esta enorme tarea historica que la revolucién svcialista plantea a la pedagogia, exige de los educadores una gran dedicacién al trabajo y un nuevo impulso. Por ello adquiere una gran importar- cia el intercambio de experiencias practicas y de investigaciones teéricas entre pedagogos de los paises socialistas, lo cual contribuye al desarrollo y enriquecimiento de la pedagogia socialista, Después de muchos siglos de enfrentamiento entre Polonia y Alemania en el campo de Ja educacién, la que servia a objetivos notoriamente distintos, ha Iegado actualmente la época en que las tareas educa- tivas basicas, la formacién del hombre socialista, son idénticas en nuestros dos paises, Polonia y la Republica Democratica Alemana. Por ello saludo con satisfaccién esta edicién alemana, que creo puede valorarse como un paso hacia una mas estrecha colabora- cién entre los pedagogos de ambos paises. Ademas de referirme a las grandes tareas histéricas deseo ex- presar mi satisfaccién por motivos estrictamente personales. Esta obra, como el lector observard, constituye un intento de critica filoséfica fundamental de la teoria de la educacién idealista; preci- samente en mis afios de estudiante en la Universidad de Berlin durante la Republica de Weimar, conoci de cerca estas teorias. En- tonces, la tradicién de la filosofia clasica idealista alemana estaba a la orden del dia y especialmente en el terreno de la pedagogia. La gran mayoria de los pedagogos alemanes de este tiempo se ba- saban en Hegel, Fichte y Humboldt. En Ja actualidad la herencia de Ia filosofia idealista se somete a critica desde el punto de vista marxista y se valoran sus limites y errores; se efectiia también en el campo del pensamiento pedagégico un proceso de negacién y asimilacién dialéctica —proceso de superaci6n—. En este aspecto crea afiadir un nuevo capitulo a mi biografia intelectual como filé- sofo y pedagogo al participar en este proceso histérico de confton- tacién ideolégica. La publicacién en lengua alemana de mis meditaciones y juicios encuentra su justificacién en la gran influencia que la filosoffa ale- mana del pasado siglo ha tenido y tiene todavia en la pedagogia idealista del siglo xx. Espero que este libro, que describe la lucha filoséfica por una teorfa pedagégica conforme a las exigencias y tareas de la revolu- cién socialista, contribuya entre los pedagogos alemanes, como asi ha sido entre los pedagogos polacos, a configurar los fundamentos filoséficos de la teorfa marxista de la educacién. Capiruto I EVOLUCION DE LOS PROBLEMAS PEDAGOGICOS EN LOS ESCRITOS DE MARX Y ENGELS El punto central, alrededor del cual cristalizaron todas tas cues. tiones principales de la pedagogia, fue la actividad revolucionaria de Marx y Engels y su teoria. A este respecto carece de importan- cia el hecho de que estos problemas pedagégicos fueran_directa- mente abordados o resulten consecuencia de determinadas tesis. Las etapas de desarrollo de esta actividad, igual que el desarrollo del pensamiento filoséfico y de las investigaciones cientificas en el campo de la economia y Ja historia, coinciden con las etapas de desarrollo de los problemas pedagégicos, Resulta destacable de entre todos los periodos aquel en que Marx y Engels —sin conocerse personalmente—, independientes mutuamente, superaron la influencia de la ideologia burguesa y elaboraron gradualmente un nuevo punto de partida materialista en sus numerosas polémicas filosdficas y politicas. Se trata del periodo que abarca aproximadamente hasta fines del atio 1844. 1. Comienzo de la actividad de Marx Este periodo constituye para Marx una época de actividad poli- tica y de publicista, que le fuerza a abandonar su pais, y, al mismo tiempo, de las divergencias filoséficas con Hegel en que construyé su ideologia propia. Son los afios de estudio universi- tario, publicacién del Reimicher Zeitung y mas tarde del Deuisch- Franzésichen Jahrbiicher, afos de dificil trabajo filos6fico cuyo re- sultado fue un amplio y critico andlisis de la Filosofia del derecho de Hegel, publicado por vez primera después de la muerte de Marx. Junto con la Introduccién de esta Critica, aparecié en los Jahrbiicher el articulo histérico-filoséfico Zur Judenfrage (Sobre la cuesti6n de los judics}, asi como la extraordinar‘amente impor- tante, aunque incompleta, elaboracién sobre economia y filosofia, 2 ENCLUCION DE LOS PROBLEMAS PEDAGOGICOS EN MARX Y ENGELS, la cual expone de medo convincente la superacién de las concep- ciones idealistas y abre perspectivas completamente nuevas. Este trabajo cierra el perfodo juvenil de Marx tanto de su vida como de su filosofia y abre el camino a Ja época de madurez.* En el proceso de su evolucién politica, el javen Marx llegé a una critica cada vez mas consecuente del Estado absolutista, a una formulacién cada vez mas radical de Jas exigencias democraticas. Primeramente Marx formulé sus opiniones politicas vinculado a los circulos de tendencia izquierdista de la burguesia alemana y de su intelectualidad, y mas tarde, cada vez mas acusadamente, como “secesionista” al formular la transicién del democratismo revolu- cionariv al comunismo. Desde Ja aparicién de los Deutsch-Franzé- sischen Jahrbicher estas opiniones adquirieron un cardcter cada vez mds radical. El escenario en el que se representa “la comedia del despotis- mmo” es como un “barco de bufones”: conduce inevitablemente a su destino contrario, la revolucién! “E] mundo viejo —escribe Marx— pertenece al filisteo.” Sin embargo, en realidad, es un “mundo deshumanizado”, un mundo en el que se quiere vivir y reproducirse exactamente igual que en el mundo animal; un mun- do en e] que e! despotismo y el sistema de produccién, el sistema de la propiedad privada y de la explotacién de los hombres ha de conducir a su destruccién. Hay que oponerse —escribe Marx— a Ja absurda idolatria de este mundo, asumir audazmente la posicién de la “humanidad pensante’” y colaborar con el nacimiento del nue- va mundo que va madurando.” La critica al orden social constituido y su clase dominante, la conviccién de que la tarea del pensamiento humano consiste en desenmascarar al mundo burgués y cooperar con la revolucién que se anuncia y reconstituye Ja dignidad humana, todo esto re- presenta una parte de la lucha politica de Marx. Rapidamente em- pezd a perfilarse el segundo frente, gue estaba dirigido contra las concepciones utépicas y abstractas de los Ilamados bienhechores de la humanidad. Marx cita aqui a Cabet, Dézamy, Weithing y Fourier e indica que su “principio humanista” era limitado, leno de contradicciones, dogmatico y abstracto. Reconocié claramente la diferencia que ya se perfilaba entre el punto de partida demo- cratico, el punto de partida del socialismo utépico y el suyo propio. “La ventaja de la nueva tendencia consiste precisamente —escribe Marx— en que nosotros no anticipamos dogmaticamente el mun- do, sino que queremos encontrar el nuevo mundo solamente a partir de la critica del viejo.” Era precisamente caracteristico de los utopistas que su “critica del viejo mundo” no conducia a un punto de partida para un nuevo cuadro del futuro. Este futuro era expresién de deseos y sueios, una “construccién dogmatica”. Marx queria deducir de la “critica del viejo mundo” los “princi- pias” del nuevo mundo. Esto significa que la critica debe descubrir * Observaciones del autor. Véase apénpicz, cap. 1, 1}. COMIENZO DE LA ACTIVIDAD DE MARX 3 cada ceso histérico real que conduzca en su desarrollo posterior a la destrucciéf total del orden mundial constituido y a la crea- cién de uno nuevo. Exactamenie este desarrollo histérico objetivo es lo que no supieron ver Jos utépicos. Imaginaban que el futuro depende de la buena voluntad del hombre. El conocimiento de un proceso histérico objetivo no debe conducir a la proclamacién de un principio de pasividad. Todo Io contrario, la eritica no debe 1i- mitarse a la teoria. “Nada nos impide —escribe Marx— enlazar nuestra critica con la critica de la politica, con la participacién en la politica, es decir, con la lucha real e identificarla con ella. Nosotros no irrumpimos doctrinarios en el mundo con’ un nuevo principio: jAqui esti la verdad, arrodillaros! Nosotros desarrolla- mos nuestros principios a partir de los principios del viejo mundo. No os decimos: jAbandona tu lucha, es un instrumento tonto; ve- nimos a gritar la verdadera consigna para Ja lucha!”4 Precisamente este principio de la lucha revolucionaria se trans- forms en Marx paralelamente en factor basico de su evolucién fi- loséfica y encontré en ella su ratificacién y desarrollo. En Jas notas filosdficas, eartas y polémicas, en la disertacién sobre Demécrito y Epicuro maduré en él, en su contacto con Hegel, aunque también en oposicién a éste, la conviecién de la dependencia dialéctica reciproca del Ser y la Conciencia. Dado que Marx ya no acepté, mas incondicionalmente Ja coneepcién hegeliana del desarrollo in- manente del Espiritu, rechazé también las concepciones del joven Hegel que conducen facilmente a la posicién del idealismo subje- tivo fichteano. Concentré su atencién sobre las relaciones histé- Tieas en las que advirtié Ja unidad dialéctica entre el Ser yla Conciencia.’ Esto significa que la filosofia, que trata al Ser simple- mente como una consecuencia de la Conciencia, no le satisfizo mas. Indiferentemente de si estos conceptos poseen un caracter objetivo como en Hegel o subjetivo como en Fichte, segtin Marx, el error comtin consiste en el desconocimiento de la real contraposicién y relacién entre Ser y Conciencia. Marx observé e} mundo con ojos de hombre social y determind que el mundo no es en absoluto “racional” y no se subordina a los ideales humanos objetivos; que se requiere mucha lucha para realizar todo lo moral e histérica- mente correcto. : Un importante factor para Ja superacién del idealismo fue ens tonces la filosofia de Feuerbach; Marx, sin embargo, percibié ya sus limitaciones. Acerca de ello escribié que no podia aceptarla por completo porque alude mucho “a la naturaleza y muy poco a la politica. Esto es, sin embargo, la unica ligazén mediante la cual la actual filosoffa puede [egar a ser verdad”.® Tan sélo la ac- tividad social v no la conciencia en si transforma Ja realidad so- cial. A partir de este punto Marx critica enérgicamente la filosofia de Hegel, principalmente su teorfa del Estado y del derecho. Esta aguda critica debia demostrar que la evolucién del Estado y del derecho no es la expresién del desarrollo de una Idea abstracta, 4 EVOLUCION DE LOS PROBLEMAS PEDAGOGICOS EN MARX ¥ ENGELS sino consecuencia de cambios sociales. Marx comenzé a desenmas- carar los ideales burgueses y a descubrir Ja naturaleza de las clases en la historia, observando especialmente los precedentes histéricos, reales, En la prosecucién del curso de estas ideas rompié definiti- vamente tanto con el idealismo hegeliano como con el materialismo mecanicista de Feuerbach, que conduce a ilusiones sentimental-hu- manitarias. En sus Gkonomisch-philosophischen Manuskripten Marx mostré, en una violenta polémica filoséfica, cémo la propiedad pri- vada deshumaniza a los hombres a través de Ja explotacién de la fuerza de trabajo humano, cémo origina un mundo extrafio y ene- migo al hombre y le inocula la ilusién de que ha de ser siempre un esclavo del ambiente en el que se encuentra; le impide pensar que el hombre puede y debe ser un creador consciente de su propio mundo, un creador de si mismo. Este primer periodo. de Marx resulta de relevante importancia para la pedagogia. Hay que rebatir, sin embargo, dos opiniones erréneas sobre este perfodo, para caracterizarlas adecuadamente. Una de ellas se esfuerza en demostrar que solamente el “joven Marx” fue un “verdadero humanista”, habiendo traicionado mas tarde su interés juvenil por los hombres en beneficio de Ja lucha politica y econémica. Segtin este punto de vista, las primeras obras de Marx tendrian una especial importancia para la pedagogia y sdlo exclusivamente en esta época se podria establecer un vincu- Jo entre Ja filosofia marxista y la pedagogia. Tal como demos- traremos claramente en el transcurso de nuestra exposicién, esta concepcién es totalmente falsa, ya que el perfodo de madurez filo- sotica y cientifica de Marx constituya precisamente el desarrollo y realizacién de cuanto en la primera época promete, no significando en modo alguno su negacién. El problema de la liberacién del hom- bre constituye siempre el principal problema para Marx, pero pos- teriormente precisa el cardcter y origen de la actual explotacién e indica cada vez de un modo mas real Jos métodos para la definitiva destruccién de estas cadenas. La importancia del perfodo de juventud de Marx no consiste, pues, en que encierre algo que mas tarde no pueda encontrarse,- sino que constituye el momento de la génesis creadora del pensa- miento materialista de Marx. Este proceso —el fenémeno se da en Ja vida de Engels de un modo parecido— no resulta sdlo impor- tante biograficamente, representa ademas la expresién de una elec- cién ideolégica fundamental en la cultura de Europa en los afios cuarenta del pasado siglo, Esta eleccién caracterizé la postura eri- tica frente a la sociedad burguesa en cuanto acentué la diferencia entre Ja critica de derechas y la de izquierdas con toda nitidez; precisé las fundamentales diferencias entre liberalismo y democra- cia y mas tarde entre democracia y comunismo, y las diferencias entre el humanismo de Duselei, socialismo utépico, “socialismo ver- dadero”, ete. y el socialismo cientifico; entre los distintos tipos de idealismo, materialismo metafisico y el materialismo histérico y COMIENZO DE LA ACTIVIDAD DE MARX 5 dialéctico, Raramente ha existido una época histérica tan rica en divergencias ideolégicas y raramente se dieron econsecuencias tan fructiferas de una tal decisién, como se ha demostrado en los cien aos siguientes. Por eso resulta especialmente instructivo estudiar la hora en que el marxisma nacié. ¥ por esto precisamente no es tampoco correcta la concepcién que ataca una valoracién excesiva del periodo de juventud de Marx y menosprecia este periodo por inmaduro, pues esta “época de inmadurez” constituye la hora del nacimiento del pensamiento materialista y en este proceso evolutivo quedan cla- ras muchas cuestiones de diversos problemas y se apuntan las po- sibilidades de su solucién. Es recomendable por ello, en el campo de la pedagogia, seguir atentamente la produccién de juventud de Marx —e igualmente de Engels—.* ¢Qué problemas pedagégicos se encuentran en primer plano en el pensamiento filoséfico y politico del joven Marx? Se trata principalmente de cuestiones vinculadas a la relacién de Ia filoso- fia con la vida y problemas sociales que afectan a Ja situacién del hombre en la sociedad burguesa. El primer problema se discute en e] afio 1844 en los Deutsch- Franzésischen Jahrbiicher y en la introduccién del ensayo Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie (Critica a la filosofia del dere- cho de Hegel). Marx analiza la relacién entre la filosofia y el pro- Jetariado que lucha por su liberacién; Ja filosofia en este estudio se toma en un sentido tan amplio que incluye todos los problemas de la educacién. La tarea de Ja filosofia consiste principalmente en la liberacién del hombre de las ilusiones al mostrarle las raices sociales de las mismas y en estimularle a una accion para cambiar el mundo. “La religisn —escribe Marx— es solamente el sol iluso- rio que gira en torno al hombre mientras éste no gira en torno a si mismo. La misién de la historia consiste, pues, una vez que ha desaparecido el mds alld de la verdad, en averiguar la verdad del mas acd.” * “Exigir sobreponerse a las ilusiones acerca de un estado de cosas vale tanto come exigir que se abandone un estado de cosas que necesita de ilusiones.”® “La critica del cielo se transfor- ma de este modo —continia Marx— en la critica de la tierra; la critica de la religién, en la critica del derecho; la critica de la teo- logia, en la critica de la politica.” Pero este papel critico y creador, este papel educativo y activo, sdlo puede la filosoffa desempefiarlo cuando se ha convertido en arma del proletariado que lucha. Esta ligazén y solamente ella puede asegurar a la filosofia la positiva eficacia material de la fuerza de voluntad espiritual. Si no, permaneceria en una esfera ajena a la vida, sus empefios consistirian en un cambio de Ja “fio~ sofia como filosofia” y sus victorias lo serfan en un mundo de abs- tracciones e ilusiones. “No basta con que el pensamiento acucie * Observaciones del autor. Véase arénvics, cap. 1, 2). G EVOLUCION DE LOS PROBLEMAS PEDAGOGICOS EN MARX ¥ ENGELS hacia su realizacién —dice Mark—, es necesario que la misma rea- lidad aeucie hacia el pensamiento.” > El proletariado es una clase emancipada por excelencia, es de- eir, una clase en la que toman realidad todas las injusticias y ex- Plotaciones, una clase en la que se concentran todas las fuerzas que tienden a una liberacién humana, verdadera, general, basica. En el proletariado, pues, encuentra “la filosofia sus armas materia- Jes” y “el proletariado en la filosoffa sus armas espirituales”2? Esta unién motiva que la liberacién de los hombres de las cadenas de la sociedad clasista y de los credos y ensefianzas falsas deba alcanzar e] éxito en dos procesos unidos mutuamente por una de- pendencia reciproca. La formacién de Ja conciencia del nuevo hombre y Ja construccién de un nuevo orden social, la superacién de fas concepciones religiosas y autoritarias y el dominio de las clase: feudal y burguesa, la critica de los fundamentos de la in- materialidad en los que el hombre se niega a si mismo y su inde- pendencia, y la critica del orden social mismo que fuerza a las masas trabajadoras a renunciar a una vida digna y a subordinar- se al poder; estos son los dos aspectos de un mismo camino para Ja “emancipacién de los hombres” que Marx ya en su época de juventud indicé, A partir de este punto de vista la educacién estd indisolublemente vinculada a la transformacién social que se con- sigue bajo la direccién del proletariado. También el problema de liberar a la conciencia humana de elementos miticos y alegéri- cos es un problema que est ligado al problema del derrocamiento del orden social que oprime y explota a Jas masas trabajadoras. Este punto de partida orienta la educacién a sus futuras tareas histéricas: a la lucha por el progreso social y al humanismo so- i is , que significa una emancipacién econémica, espiritual y politica, El trabajo educativo se entiende como una actividad so cial y politica que se opone decididamente a las concepciones del pensamiento auténomo y de la accién auténoma sobre la concien- cia ajena, concepciones segtin las cuales la formacién del hombre es un hecho que se realiza en un mundo cerrado de pensamientos, convicciones e influencias educativas personales, etc. El trabajo educativo se concibe, pues, como un trabajo que conduce a “algo” en el contraste con las concepciones retrospectivas segtin las cua- Jes el hombre se forma por tradicién y no por participacién en lo que él crea y anhela, Y finalmente el trabajo educativo se concibe también histéricamente, es decir, al servicio del proceso evoluti- vo histérico de la humanidad, en oposicién a todas las concepcio- nes reaccionarias, asi como al universalismo religioso e ilusorio que considera definitivas las etapas de desarrollo histérico particu. lares ,7 nun sentido metafisico, realizacién de la “esencia hu- mana”, _, Hl problema de la filosofia, es decir, el problema de la forma- cién de la conciencia, surgié en estas meditaciones de Marx inti- mamente unido al problema de Ja transformacién de la vida so- COMIENZO DE LA ACTIVIDAD UE MARX ; cial. Este fue ci principal motivo de divergencia con Hegel. En un ampiio estudio sobre la filosofia del derecho hegeliana y en sus Okonomisch-philosophischen, Manuskripten Marx supera la concep- cién hegeliana de la alienacién, al indicar que las raices de la alienacién “deben buscarse en el mundo material que el hombre crea, aunque no dirige consciente y humanamente, ya que la propiedad privada expropia a los hombres de su humanidad.'' Hegel, como es sabido, conceptué la alienacién del hombre como proceso puramente espiritual. a aptitud del Espiritu para crear Jo nuevo debia alcanzar resultados que, por parte de él mismo. resultaban incomprensibles y extrafios, e impeler su desarrollo sucesivo, Pero este desarrollo debia conseguir su objetivo me- diante procesos semejantes a la representacién, es decir, mediante jJa implantaeién en la realidad. El conocimiento de que el mundo es un producto propio de] Espiritu, aunque desconocido por él mis- mo, debia constituir la fuente principal de libertad espiritual. Marx concibe el problema de otro modo: el proceso de produccién es ante todo un proceso de produccién material; el proceso de alie- nacién es, principalmente, un proceso de deshumanizacién de este mundo social que, tomado en su conjunto, ha sido creado por el trabajo social de los hombres: la superacién de la alienacién es un proceso de la lucha por Ja transformacién de este mundo deshu- manizado en un mundo adecuado al hombre, que responda a sus deseos y desarrolle su humanidad. Por el contrario, el mundo del capitalismo es un mundo deshumanizado; su destruccién libera al hombre oprimido, le ayuda a reencontrarse a si mismo y le abre todas las posibilidades para su total desenvolvimiento. El trabajo hhumano, que crea y transforma el medio ambiente en el que el hombre vive; el trabajo, que se expresa en los productos objetivos, desarrolla a los hombres. En este proceso histérico, segin Marx, el hombre se humaniza al dominar cada vez mas a Ja naturaleza. Conforme a esta tesis, la educacién se encuentra estrechamen- te vinculada al proceso histérico de la actividad social y preducti- va de los hombres. Por ello se diferencia radicalmente de todas Jas concepciones naturalistas y psicologistas sobre la educacién, que toman como fundamento para el trabajo educativo una “na- turaleza humana” configurada de un modo determinado y que, funciona siempre equilibradamente. Se diferencia también de to- das las teorias irracionales y subjetivistas, segin las cuales el pro- teso educativo deberja ser idéntico al “encontrarse a si mismo interno” al-emanciparse de la actividad objetiva, y también, natu- ralmente, de] medio social. Marx, por el contrario, indica la depen- dencia indestructible de la educacién del hombre con su activi- dad, Esto significa que Marx conocié cada vez mas claramente el proceso de “deshumanizacién” que acompafia al desarrollo de la sociedad burguesa y mostré de un modo decisive el nuevo mundo en el que “se realiza la emancipacién del hombre, cuya cabeza es Ja filosofia y euyo corazén es el proletariado”, Movido por el es- 8 EVOLUCION DZ LOS PROBLEMAS PEDAGOGICOS EN MARX Y ENGELS tudio de Bruno Bauer, Marx se ocupé del analisis de Ja cuestién judia, del problema general del Estado y de la sociedad, de los ciudadanos y de los hombres. En su analisis revela las ilusiones y errores de las soluciones burguesas, indica las raices de las presun- tas leyes sagradas e invariables entre el individuo y la sociedad y mestré. convincentemente Jas premisas sociales de que depende su superacién. Asi, pues, al analizar el proceso de evolucién del pensamiento maiterialista en el joven Marx, encontraremos una gran cantidad de problemas pedagégicos polifacéticos cuyo contenido y aleance se oponian por completo a las teorias y principios predominantes entonces. El problema del ser y la conciencia de la personalidad humana, de Ja evolucién del individuo y del ciudadano, el problema del tra- bajo y su “deshumanizacién” en un orden constituide sobre la pro- Piedad privada y su “emancipacién” por la accién revolucionaria del proletariado, todo esto es el contenido de su problematica, 2. El comienzo de la actividad de Engels Engels Hegé a las concepciones materialistas y comunistas por otro camino. Pese a que provenia de una familia de fabricantes, rica y pietista, se liberé gradualmente de Jas cadenas de la cultu- ra y moral burguesas, espiritualistas, recogié siempre ricas expe- riencias de Ja vida de la clase oprimida y escribié y hablé siempre valerosamente en contra de la hipocresia social y religiosa. De sus experiencias en Inglaterra extrajo maduras conclusiones en las que se puede reconocer Jos principios del socialismo cientificc. Mien- tras Marx se interesé principalmente por los problemas bdsicos filoséfieos del hombre y la sociedad, de los que pueden extraerse importantes conelusiones para la pedagogia, en Engels predominé la reaccién ante cbservaciones empiricas, concretas que actuaron sobre é] sefialandole el camino de su evolucén y posibilidades; en este anilisis de la vida social se le plantearon también los proble- mas de la edueacién. Son caracteristicas a este respecto las Briefe aus dem Wuppertal (Cartas del Wuppertal), que se publicaron en e] afio 1839 en e] Telegraph fiir Deutschland y contienen una exac- ta deseripcién del sistema de ensefianza en Barmen y Elberferd. Esta exposicién se ocupa del trabajo de los maestros, en particu- lar, mostrando con toda elaridad el cardcter clasista del sistema de ensefianza. Engels destaca que de 2.500 hijos de obreros en edad escolar, 1.200 dejaron de acudir a la escuela porque trabajaban en dificilisimas condiciones en fAbricas que no admitfan a personas mayores. Subraya igualmente el cardcter pietista de la Escuela. El vietisrnc, sin embargo, sirve —tal como demuestra Engels— es- pecialment+ a ia explotacién de los trabajadores, ya que apoya los sueldos bajos y muestra una ficticia preocupacién por la morali- EL COMIENZO DE LA ACTIVIDAD DE ENGELS 9 dad del obrero, Engels indica, ademas, que la burguesia valora una tal educacién ideolégica y desvaloriza en cambio el patrimo- nio de Ja educacién; en realidad no respeta ni a la ciencia ni al arte. Engels criticé también los métodos de ensefianza: en las es- cuelas domina “una terrible fiebre por la escritura de cuaderno que en medio ato puede embrutecer a un alumno”; hablé ademas sobre buenos y malos libros de ensefianza, obras pedagégicas in- mensas cuya “bella teorfa” no se lleva a la practica, y sobre dis- tintos métodos de trabajo del maestro.” La escuela servia como telén de fondo a las relaciones socia- les, disimulando en bonitas palabras la explotacién burguesa. En- gels desenmascar6é también la pretendida “cultura” de las capas dominantes, que en realidad no constituye mas que vacios didlo- gos sobre dinero y carreras hipicas. Este ataque al filisteismo que coincide con la critica marxiana, le mantiene Engels mas tarde. El ataque penetra, después, més a fondo y apunia mds seguro. Ya aqui, demuestra Engels cémo debe conceptuarse el sistema de en- sefianza, el origen clasista de su organizacién, de su programa y métodos; cémo hay que valorar sus resultados, en relacién con Jas reivindicaciones de la clase dominante sobre el monopolio de Ja ensefanza y la situacién real del obrero, Este punto de partida se precisa mas en los trabajos posteriores de Engels: “Se nos encierra —escribe— en cdrceles Uamadas escuelas y cuando finalmente se nos libera de las cadenas de esta disciplina, caemos en brazos de la policia, Ja diosa de nuestro siglo.” En relacién con la saga de Sigfrido, afiade simbélicamente: “...se nos deja sélo una ilusidn de la realidad: el florete en lugar de la espada. ;Pero qué valor tiene la esgrima, si no pode- mos usar la espada?” ‘* Engels mantiene una parecida posicién de erftica respecto del sistema de ensehanza superior. En su trabajo Tagebuch eines Hos- pitanten'* analiza ja vida espiritual de la Universidad de Berlin; ataca las fuerzas crecientes de la reaecién, especialmente la filo- sofia de Schelling, la escuela del derecho histérica y las corrientes misticas en las ciencias naturales. Engels llevé a cabo en estos afics de estudiante universitario una decidida batalla ideolégica contra Schelling, al que el Gobierno, inquieto por el desarrollo de la izquierda hegeliana, habia llamado a Berlin. En dos opusculos, En- gels defiende el racionalismo y laicismo de Hegel y se opone a Jos intentos misticos de separar la razén de Ja vida. Hegel, segin Engels, ne debe criticarse en absoluto porque reduzca la creencia al conocimiento, sino porque bajo la presién de la reaccién no extrajo todas las consecuencias de su principio del conocimiento. La época de la Restauracién imprimié su selle a la filosofia de Hegei y le anuldé. Engels lama a Ja lucha por una vida mejor so- bre la tierra con encendidas palabras. Al liberarse de las reaccionarias tendencias de la filosofia teo- légiea, de la historiografia racionalista y de le teorfa del Estado 10 ~~ EVOLUCTON DE LOS PROBLEMAS PEDAGOGICOS EN MARX Y ENGELS. organicista,’® Engels distinguié cada vez mas claramente io que le separaba de los jévenes progresisias de Berlin. Esto se evidencia ya en el] articulo sobre Alexander Jung, en el que comtrapone las “impotentes llamadas al futuro” con Ja situacién real. De modo parecido a Marx, Engels rechazé también en su eritica a Hegel el subjetivismo fichteano, que adquirfa una importancia cada vez ma- yor en los cireulos de jévenes hegelianos, bajo la forma de anar- guismo. Engels iba en Ja bisqueda de un camino para la accién. En estos circulos imperaba el criterio de que las armas inte- lectuales bastaban para conseguir una transformacién del mundo. La critica de la burguesfa debfa destruir a la hurguesia; Ja critica de la religién, a la religién; la critiva del absolutismo, el trono. Mientras la derecha hegeliana tomaba de la filosoffa hegeliana el contenido reaccionario y destacaba que la realidad debia ser re- conocida por Ja razon, la izquierda hegeliana abrigaba ilusiones de que esta realidad no podria resistir al juicio de la razén. Ni uno ni otro camino resultaban aceptables. Engels encontré su propio camino durante su estancia en Inglaterra. Esta estancia de casi dos afos en Inglaterra puso en contacto a Engels con un pais que poseia un capitalismo altamente desarro- ado con una fuerte y, en parte, ya organizada clase obrera con aspiraciones radicales cartistas. Ya en sus primeras cartas desde Inglaterra, Engels indica la impasible arrogancia y altivez de la burguesia; subraya que ésta no se deja convencer ni expulsar por método pacifico alguno y plantea la cuestién de la posibilidad de una revolucién en Inglaterra, Destaca, sin embargo —en coutra de las distintas eorrientes del idealismo—, que esta revolucién va madurando necesariamente y que “no podraé empezar ni realizar- se por una cuestién de principios, sino por intereses, solamente a partir de los intereses podran desarrollarse los principios; es decir, ja revolucién no sera politica, sino social”.!* En su posterior correspondencia desde Inglaterra, Engels se ocupa de la situacién econémica, de las contradicciones de la eco- nomia capitalista y, principalmente. de la vida de los cbreros. Por ultimo, da mucho material y muchas valoraciones, que afus mas tarde repitis y amplid, sobre la situacién de la clase trabajadora. En sus Briefe aus London (Cartas desde Londres) Engels describe no s6lo las dificiles condiciones de trabajo de Jos obreros ingleses, sino que destaca también sus aspiraciones por la ensefanza y su interés por el arte y la ciencia, que contrasta netamente con el es- nobismo, mojigateria e indiferencia de la burguesia; solamente entre los trabajadores. encontré Engels interés por Ja critica ale- mana de la religién (el libro de Strauss): solamente entre los tra- bajadores, entusiasmo por Byron y Shelley, a Jos que entonces rechazaban todos los hombres “respetables” de ld clase dosninan- te; sdlo entre los trabajadores, traducciones de las obras de Rou- sseau, Voltaire, Holbach.‘7 Cuanto mas se desprendia de los concep- tos idealistas entonces vigentes, mds claramente reconocia Engels EL COMIENZO DE LA ACTIVIDAD DE ENGELS 11 determinadas leyes objetivas del proceso histérico, especialmente del proceso de desarrollo de Jas relaciones econémicas, asi como el papel activo de la clase obrera, cuyas dificiles condiciones de vida no sélo no le robaban la fuerza para la lucha, sino que la fortalecian; formacién politica y formacién personal se transfor- maban en armas y al mismo tiempo en fuente de energia. Al cabo de unos afios, Engels pudo decir de este periodo de su vida: “Me di cuenta en Manchester de que los hechos econémicos..., por lo menos en el mundo moderno, constituyen un poder histérico de- cisivo; de que constituyen la base del surgimiento de las actuales contradicciones de clase; de que estas contradicciones de clase constituyen, a su vez, la base de la formacién de partidos politicos, de las luchas entre partidos y, en resumen, de toda la historia po- litica, en los paises en que tales contradicciones se han desarro- Nado por completo gracias a la gran industria, tal como en Ingla- terra.”!* Sobre esta base se inicié, tal como Engels comprobé, el surgimiento de un socialismo radicalmente distinto del actual, al cual dedicd un largo articulo. En este articulo —Progress of social reform on the continent!®— se concibe el] movimiento comunista como un movimiento general europeo en el que, pese a Jas particularidades nacionales, se lucha por un asunto comin. Este movimiento, destaca Engels convincen- temente, surge de concretas condiciones histéricas, econdmicas, politicas y filosoficas que se forman en parte en cada pafs de modo diverso. Pero la maduracién de este movimiento y el intercam- bio de experiencias mutuo, lo fortalece y desarroila. Un comple- mento de esta cuestién lo constituye el andlisis del libro de T. Carlyle Past and Present®* hecho por Engels. Respecto de la criti- ca de Carlyle a los contempordneos ingleses, muestra Engels con toda claridad la diferencia entre 1a critica realizada a Ja sociedad burguesa por la “derecha” y por el socialismo revolucionario. Mues- tra el superficial romanticismo pseudohumanitario de Carlyle y su mistica, que se expresa en el culto al hérce y en la espera de una nueva religién. Engels, por el contrario, luché activamente contra cuanto esconde una supuesta autonomia del hombre: queremos “devolver al hombre el valor que ha perdido por la religién”, es decir, el valor puramente humano. “Reconocemos —escribe En- gels— el contenido de la historia; pero en la historia nosotros ve- mos no la manifestacién de los “dioses”, sino del hombre y sdlo del hombre”. No Dios, sino el hombre debe ser nuestro punto de parti- da, segtin Engels, si queremos calibrar justamente la capacidad hu- mana, el desarrollo y el progreso de la historia. Este punto de partida conduce a la victoria sobre el “irracionalismo de Io parti- cular”, sobre todo cuando es sobrenatural, y a la victoria sobre la naturaleza, y fundamenta el progreso en el que se constituira el Jogro de la libre independencia humana y la creacién de una nueva vida, todo ello a partir de “relaciones humanas puras y morales”.*!

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