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pe LA POSICION DE LA LITERATURA TRADUCIDA EN EL POLISISTEMA LITERARIO™ TTANAR EvEN-ZoHan ‘Unendd deal ete Ala memoria de James S, Holmss, wun gran estudiosa de ta traduccién yun muy querido amigo I.A pesar del amplio reconocimiento entre los historia- deres de la cultura del papel esencial que la traduccién ha desempeiiado en la cristalizac’én de las culturas nacionales, soa relativamente pocos los trabajos de investigacién leva- dos a cabo en este ambito, Por regla general, las historias, dela literatura mencionan las traducciones cuando no tie- nen més remedio, al tratar la Edad Media o el Renacimiento, or ejemplo. Desde luego se pueden encontrar referencias esporddicas a traducciones literarias puntuales en otros muchos perfodos, pero rara vez aparecen incorporadas ala relacin historica de manera coherente. En consecuencia, ificilmente conseguimos hacernos una idea de cual es la funcin de la literatura traducida para el conjunto de una literatura o cial es su posicién dentro de esa literatura. Mis atia, no hay conciencia de que Ia literatura traducida pueda exstir como sistema literario particular. El concepto pre- dominante es més bien el de exaduccién» o simplemente el de «obras traducidas» tratadas de forma individual. :Existen bases para justificar una concencién diferente, es decir, paca considerar la literatura traducida como sistema? 2Existe una red de relaciones culturales y verbales dentro de lo que pare- ‘Titulo original: «The Postion of Translated Literature within the Literary Polsystem, en Pobyytem Studies, volumen monografico de Poets pigs. 4551, Traduccion de Montaerrat Iglesias Santos, el autor, Texto traducido y reproducido con la autorizacién, on TTAMAREVEN-ZOHAR ce ser un grupo arbitrario de textos traducidos que sea seme- Jante a la que hemos propuesto para la literatura original? 2Qué tipo de relaciones puede establecerse entre obras tra- dlucidas que son presentadas como hechos consumados, importadas de otras lireraturas, desgajadas de sus contextos locales y, en consecueacia, neutralizadas desde el punto de vista de las luchas entre centro y periferia? Mi tesises que las cbras traducidas s se relacionan entre ellas al menos de dos maneras: por el modo en que los tex tos de origen son seleccionados por la literatura receptoray pues nunca hay una ausencia total de relacin entre los prin- Cipios de seleccién y los co-sistemas locales de receptora (para decirlo con la mayor cautela positle); y por cl modo en que adoptan normas, habitos y criterios espect- ficos—en resumen, por su utilzacién del repertori literario~, que resulta de sus relaciones con otros co-sistemas locales, Dichas relaciones no se limitan al nivel lingiistico, sino que aparecen también en cualquier otro nivel de seleccién. De esta forma, la literatura traducida puede poser wn reper- torio propio y hasta cierto punto exclusiva. Parece que estos argumentos hacen no solo justificable, sino necesario, hablar de literatura traducida. No veo como ‘cualquier tentativa cientifica de describir y explicar el fun- cionamiento del polisistema literario en sincronfay en dia. cronfa pueda progresar de forma adecuada sin admitir este hecho, En otras palabras, considero I no solo como un sistema integrante de cualquier pol ‘ma literario, sino como uno de los mas activos en su seno, ePero cual es su posicién dentro del polisistera y emo se Felaciona con la naturaleza de su repertorio global? Podriamos tener la tenvacién de deducir, a parti de la posi cién periférica atura traducida en los estudios lite- rarios, que tam! literatura ocupa siempre una posi- iférica en el polisistema, pero no es asf en absoluto. literatura traducida sea central o periféricay que su aparezca conectada con repertorios innovadores (primarios) o conservadores (secundarios), dependera de |i ordenaci6n especifica del polisistema en cuestidn, * Vease Toury (1988: y 13866). + ¥ que muchas veces son embros de la vanguard ise en tales) los que realizan las vadac. les y apreciadas, Mas atin, en en EvenZohar (1990, 73.85 226 TAMAR EVEN-ZOWAR En el primer caso, a literatura traducida viene a satisfa- cer la necesidad que tiene una literatura mas joven de poner en funcionamiento su recientemente creada o renovada Jengua con tantos modelos literarios como sea posible, frle capacidad como lengua literaria j utilidad ‘para su piiblico emergente. Puesto que una literatura joven no puede crear de inmediato textos de todos los tipos cono- cidos por sus productores, si puede beneficiarse de la expe- riencia de otras iteraturas, y de este modo Ia literatura tra- ducida se converte en uno de sus sistemas més importantes Lo mismo sucede en el segundo caso, el de las literaturas relativamente establecidas cuyos recursos son limitados y cuya posicién dentro de una jerarqui i fs, en general, periférica. Como consecuencia de ‘a menudo tales literaturas no desarrollan la totalidad de actividades literarias ~organizadas en una variedad de , que estén presentes en literaturas vecinas mas amplias, motivo por el cual se puede llegar a crear la sen sacién de que son actvidades indispensables. También les puede sfaltar» un repertorio que creen necesitar desespe- relacién a k cura vecina, dada su pre- sencia en ésta, Dicha ausencia a veces es colmada, total 0 par- or la literanura traducida. Por ejemplo, cualquier spo de literatura periférica puede en estos casos consist en. ro més importante es el hecho de que la capacidad de tales literaturas «débiles» para crear innovaciones resultz muchas veces menor que la de | literaturas mayores y centrales, lo que conlleva que se es blezca una relacién de dependencia no solo en los si periféricos, sino también en el mismo centro de estas s». Para evitar malentendidos, quisiera sefia- lar que estas literaturas pueden alcanz; tral de manera andloga ala que ut periféricos dentro de un determinado polisistema; pero no fs éste el lugar apropiado para desarrollar tal d.scusion. ‘Puesto que las literaturas periféricas del hemisferio occi- dental tienden muy a menudo a coincidir con las literatu- ras de las naciones més pequefias, por mucho que nos desa- grade esta idea, nos vemos obligados a admitir que dentro de un grupo de literaturas nacionales interrelacionadas, 1A PESIGON DE LA LITERATURA TRADUCA 227 ‘como es el caso de las literaturas europeas, se han estable- cide relaciones jerrquicas desde sus mismos comienzos, En el seno de este (macro) polisistema algunas li han tomado posiciones periféricas, lo cual quiere decir sim- plemente que fueron configuradas en gran medida a partir de una literatura exterior, Para las literaturas periféricas lz literatura traducida no constituye solo un importante canal que les permite incorporar un repertorio «de moda», sino también un medio para reajustar y proporcionar nuevas alternativas. Asi, mientras que las literaturas mis ricas, fuertes tienen la opcién de adoptar novedades de agi tema periférico dentro de sus propios limites, para tal casos las literaturas «débiles» con frecuencia dependen estrictamente de Ia importacién. La din4mica del polisistema crea puntos de inflexi esta es, momentos histéricos en los que los modelos esta- blecidos ya no son aceptados por las generaciones mas j6ve- nes, En tales momentos, incluso en las literaturas centra- les, es posible que la literatura traducida asuma una posicign central. Esto resulta atin més cierto cuando, en el punto de inflexién, no se acepta ninguro de los elementos del pro- pio repertorio, por lo que se produce un «acto: s modelos extranjeros se infiltran con f que permanecen en un constante estado de mpobrecimiento (al carecer de elementos auras vecinas oliteraturas extranjeras accesibles), esta a que constituye tn sistema periférico dentro del polisis:ema y que por tanto suele emplear modelos secundarios. En tal circunstancia, no influc ye sobre los procesos mas importantes y ¢s construida de acorde a las normas ya establecidas de forma convencional sein el modelo dominante en la literatura receptora. La literatura traducida se convierte, en este caso, en factor principal de conservadurismo. Mientras la literatura con- tersporénea original puede evolucionar desarrollando nue- = LAMAR EVEN-ZOHAR vas normas y modelos, a literatura traducida se adhiere a normas que han sido rechazadas antes 0 ahore por el (nuevo) centro establecido y deja de mantener relaciones efectivas con los textos originales. Se manifiesta asi una interesante paradoja: la traduc- cién, gracias a la cual es posible introducir nuevss ideas, wratura, se constituye en un medio de preservar el gusto tradicional. Esta discre- ancia entre la literatura central original y la literatura tra- ducida evoluciona de diversas maneras; por ejemplo, cuan- do la literatura traducida, después de asumir una posicién central e insertar nuevos elementos, pierde pronto el con- ratura de origen que contintia canbiando por lo cual, se convierte en factor de conservacién de un repertorio invariable. Asi, una literatura que tal vez apare- cio como elemento revolucionario puede seguir existien- do como un systime d’atan petrificado, muchas veces fané- ticamente custodiado por los agentes de los modelos secundarios contrariosal més mfnimo cambio. ‘Las condiciones que permiten esta situacién son por supuesto diametralmente opuestas a las que favorecen que la literatura traducida se constituya en sistema central: 0 -1 no hay cambios importantes en el polisistema o bien ‘estos cambios no se efzctiian mediante la intervencion de relaciones interliteraras, materializadas en forma de tra- ducciones. TV. La hipotesis segtin la cual la literatura traducida puede conformar un sistema central 0 periférico no implica que © lo otro. Como sistema, la punto de vista del andl tienen lugar dentro del sistema se observan con frecuei cia desde la posicién preeminente del estrato central. Esto significa que una seccién de la literatura traducida puede asumir una posicién central, mientras que otra per ce muy en la periferia. En apartados anteriores sc estrecha relacion existente entre log contacto: posicién de Ia literatura traducida. Esta me parece que es la Clave de la cuestién, Cuando las interferencias son inten- ios ya ATOSICION DE La LITERATURA TRADUCA sastende a asumir una poticén tura traducida que procede de un: 3 tante, Por ejemplo en el pol ene las dos guerres misida gue las obra traducica del nai és, aletin, polacoy ou Tenguas ocuparon una posiionclaramente eonaees ee An, pueso que las normas de waductin mas import tes innondora fron prods por ls weducees tl + las otras literaturas traducidas se ajustaron a sus mode- parte dela teratura traducida del icién central, mientras, debera vex compase ‘e6rica. Debemos asi mir que, a la larga, ningtin sistema puede permanecer en contante estado de debildad, punto de nienion sain sungie no puede excise a ostblideé de que algae stemas mantengan tal estado durante mucho tiempe, Ademés hay que tener en cuenta que no todos os ene temas se estructuran de la mis difieren de hecho de puede entenderse qu francés asuma una p caso di miento a este respecto, V. (Qué consecuencias sobre las normas, terios de traduccién puede tene- la posicié: ieee in desempefia- 230 [TAMAR EVENZONAR da por la literatura traduckla? Como indiqué anteriormente, ta distincién entre una obra traducida y una obra original en términos de su comportamiento literario estribe en la funcién de la posicién asumida por la literatura traducida ‘en un momento dado. Cuando ocupa una posicién central Jos limites resultan difusos, de manera que la categoria misma de «obras traducidas» debe extenderse también a las semic y cuasi-traducciones. Desde el punto de vista de la teoria de la traduccién pienso que esta manera de tratar tales fené- menos resulta mas adecuada que rechazarlos segin una concepciGn estitica y ahist6rica de la misma, Puerto que las actividades traductoras, cuando alcanzan una posicién an en el proceso de creacién de modelos primarios-, la principal tarea del traduc- tor no consistird solamente en buscar modelos ya preest blecidos en su repertorio local sobre los que configurar los textos fuente. Muy al contrario, en es0s casos est4 prepara: do para transgredir las convenciones locales. En tal cunstancia, las posibili¢ades de que la traducci6n resul ‘préxima al original en funcién de su adecuacion (en otras palabras, que reproduzca las relaciones textuales que pre- Gominan en el original) son mayores que en otras situa: iones. Por supuesto, desde el punto de vista de ta receptora las normas de traduccién adoptadas pueden parecer durante algiin tempo demasiado ajenas 0 revolu- la nueva corriente acaba derrotada en Ta batax fa traducc'én realizada segiin sus ideas y sus nea ganard terreno. Pero si la nueva corriente a victoriosa, el repercorio de la literatura traducida puede enriquecerse y hacerse mas flexible. Los perfodos Ge grandes cambios en el sistema local son en realidad los inicos en los que.un traductor puede ir mas alla de las opciones que le oftece su repertorio local establecido, de- seando probar un modo diferente de construir sus textos. Recordemos.que en.condi mentos de los que carece una no ser transferidos si el estado del pol jema ne permite a de un sistema acerca gradualmente ciertas lit largo plazo, da jugar a una situaci6n en la que la adecuaci6n (de traduc- {A POSICION ELA LITERATURA TRADUGIEA 231 ciée) poraladay ls equivalencias reales pueden coinc en un grado rel Este es ele ra tua ropes bien en sigue de else mecari Se reckazo ha sido tan fuerte que los cambios de los que hablo solo han ocurrido en muy pequefia escala. __ Cuando la literatura traducida ocupa una posicién peri- ferica se comporta por supuesto de forma completamente difeente. Aqui, el principal esfuerzo del traductor consis- ‘en encontrar para el texto extranjero los mejores mode- los secundarios preestablecidos, y a menudo el resultade termina siendo una traduccién no adecuada 0 ~¥0 preferi- Ha decit-, una mayor discepancia entre la equivalencia obtenida yl adecuacion postlada, in otras palabras, no solo el estatus socio-iterario de la traduecién depende de su posicion dentro del polisistems la préctica misma de la traduccion esta también fuertemente subordinadaa dicha porcin,E incluso la pregunta de qué una obra traducida no puede ser respon cirninee Ge uaa dnselee ested Ee ee contexto: tiene que imbito de las opera ene ee ciel ere vista ya no se puede considerar la traduccion como un fend: meno de naturaleza y limites definidos de una vez por todas, sino como una actividad que depende de las rel: . blecidas dentro de un determinado sistema cultural

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